Siempre es un placer leer a Camila, aunque a decir verdad no creí que ninguno de sus libros me gustaría igual que Las Malas. En estos cuentos podemos Siempre es un placer leer a Camila, aunque a decir verdad no creí que ninguno de sus libros me gustaría igual que Las Malas. En estos cuentos podemos ver claramente los retos narrativos que quería imponerse como autora y creo que los consigue muy bien. Obviamente hay unos cuentos más fuertes que otros, pero es majestuoso su uso de la ficción y de lo emocional de los personajes que no dejan de parecerse tanto a ella, tanto a nosotros. ...more
Tenía muchos años que una novela no me tomaba tanto tiempo. No solo porque es un libro enorme sino porque además a mí me pareció un libro difícil de sTenía muchos años que una novela no me tomaba tanto tiempo. No solo porque es un libro enorme sino porque además a mí me pareció un libro difícil de seguir. En un punto seguir leyéndolo me pareció como una tortura auto infligida. Lo acabé hace un par de días y he estado intentando pensar en qué de todos los elementos que conforman esta novela me repele y cuales aspectos me hicieron quedarme hasta el final. Subrayé momentos siniestros donde habla de violación y de una dependencia a sus compañeras pero también momentos de claridad frente a la pérdida y la soledad. Lo que más odié y genuinamente me hizo rabiar fue la descripción de todos los personajes femeninos que pone ahí. Todos personajes mutilados por su deseo o su estándar desprovistos de una vida propia, sometidos a Levrero que ama como un dictador. Por supuesto que en momentos me dio tristeza que enfrente así el desamor y el abandono, pero me dio aún más tristeza leer en esa especie de desprecio disfrazado de irracionalidad —de no poder hacer aparentemente nada por querer mujeres malagradecidas o pobres o desamparadas como si fuera una cruz— un discurso común, nada iluminado, de machismo y codependencia. Genuinamente pensé en todas nosotras que hemos querido hasta la lastima a los hombres que no deseamos o ya no deseamos y nos quedamos allí aún cuando comprobamos que no hay nada para nosotras más que abuso, insultos y una extraña condescendencia. Quiero que todas esas mujeres se liberen de Levrero. Sobre lo que me hizo quedarme pienso que tiene que ver por supuesto con que hay algo profundamente hipnótico en lo innecesario del libro. En esa renuncia a la voluntad y a la intelectualidad. Me sentí reflejada en el relato de la procrastinación y el miedo. En el dolor de dejar ir algo que amas. De observar quieto o quieta la vida que corre sin ti. En algunos pasajes me conmovió su incapacidad de salir del oscuro círculo de la autoconmiseración y el desprecio por la vida pero aún así la apuesta por mirarse a sí mismo y a veces a la tristeza con una transparencia que me dejó verme a mí, supongo. No lo recomendaría, creo que estuvo bien leerlo pero quizá no sea la mejor forma de entrarle a Levrero. No lo sé....more
Una vez escuché en una charla que dio Camila Sosa Villada, que había escritores que le adjudicaban la fama y el éxito de Las Malas al hecho de que ellUna vez escuché en una charla que dio Camila Sosa Villada, que había escritores que le adjudicaban la fama y el éxito de Las Malas al hecho de que ella es una mujer trans y que eso está de moda. Camila lo dijo con una cara de total cinismo, de orgullo porque sabe que no podrían estar más equivocados.
En ese momento celebré esa postura segura de Camila, segura de que lo que ha escrito se defiende y se sostiene por sí mismo. Pero ahora, que termino el libro después de haberlo postergado tantas veces entiendo que su postura era la de alguien que no dice nada más que la verdad, que sabe que está del lado correcto, que tiene la razón.
Este es un libro poderoso. Es todas las cosas buenas que se han dicho sobre él. Es maravilloso desde su forma de escritura, que es tan poética e hipnótica que a veces como lectora olvidaba que era una novela, no me recordaba que estaba contando una historia cronológica, con un desarrollo y un desenlace que, como no lo esperaba casi nunca, me destrozó.
Qué maravilla de libro. Es súper difícil soltarlo. Es súper difícil hacerle entender al corazón que hay ficción en el libro, porque todos sus personajes son reales, místicos, portentosos. Tienen una dimensión maravillosa sin perfumes ni tapujos y justo hermoso y sórdido por ello.
Este libro es al mismo tiempo una lección de literatura sobre la crudeza, la belleza y lo absolutamente prescindible que son los adornos casi como tan necesarias son la lealtad, la amistad y el amor cuando se habla de la verdad en los libros. Y no hablo de la verdad desde una postura moral buenos vs. malos, limpio vs. sucio, que se impone a sí misma como medida de todas las cosas, hablo de la verdad en el espíritu, la verdad de la resilencia, la verdad de este mundo cruel y frío donde la belleza nos sorprende a la vuelta de la esquina. La verdad de la contradicción, la confusión y, en el fondo, de la esperanza.
No tengo otra palabra para describirlo porque es auténtico y único, justo por eso, un libro que es todo lo que se promete y más. ...more
Es un libro muy extraño. Parece más bien un poema o una fábula que una novela. En momentos parecía que sería un libro de realismo mágico y otras una sEs un libro muy extraño. Parece más bien un poema o una fábula que una novela. En momentos parecía que sería un libro de realismo mágico y otras una serie de relatos de una persona profundamente deprimida y desolada frente a su propia explicación del mundo, distorsionada por el dolor y el miedo. Me gustó el personaje principal y sus determinaciones frente a ese mundo que lo ha expulsado de la vida que se supone que tendría que tener. Me gustó esa metáfora visceral, incómoda, que atraviesa las páginas y me pusieron la piel de gallina, sobre los insectos y la podredumbre. ...more
Hay que tener carácter para leer a María. Es un libro muy específico que requiere paciencia, atención y una especie de reverencia por la autora y sus Hay que tener carácter para leer a María. Es un libro muy específico que requiere paciencia, atención y una especie de reverencia por la autora y sus episodios.
Creo qué hay partes muy largas y confusas que se le pierden a uno si no está completamente atento y que de pronto a mitad del camino uno se pregunta qué tienen que hacer en esta parte o cómo se relacionan con lo otro.
Las partes más interesantes para mi son sobre su padre y su adolescencia y el alcohol. Creo qué hay una desfachatez allí que se extraña. No es la voz de una mártir ni de una Evangelista de la sobriedad, hay una forma de contestación dentro de su absoluta honestidad, incluso destellos de un humor ligado al carácter que en esta era del bienestar, el buenismo y la congruencia pura, se extraña.
Este libro es poesía pura. Primero que nada, las personajas son brillantes. Son tres mujeres periféricas, de las que nadie había hecho novelas antes y Este libro es poesía pura. Primero que nada, las personajas son brillantes. Son tres mujeres periféricas, de las que nadie había hecho novelas antes y mucho menos donde ellas fueran la voz mandante, el epicentro de la historia y, dentro del huracán de sus mentes, de sus propias vidas a pesar de todo. Esto es algo realmente nuevo, precioso. Prístino dentro de su lenguaje que a veces parece desmoronado, a punto de ser algo más, a punto de irse con el aire. Es una de las cosas más extrañas y preciosas que leí. ...more
Obviamente llegué al libro por morbo. No por morbo respecto al mundo del narco y los cárteles, si no por morbo a lo que se dice sobre Anabel HernándezObviamente llegué al libro por morbo. No por morbo respecto al mundo del narco y los cárteles, si no por morbo a lo que se dice sobre Anabel Hernández. Lo bueno y lo malo.
Yo por supuesto no soy nadie para criticar (en términos periodísticos) el origen o la veracidad de sus fuentes que siempre son la base de sus aseveraciones, así que vamos a decir que todas sus fuentes vieron lo que dicen que vieron y lo que vieron es en verdad prueba de algo más grande que sólo Anabel es capaz de mirar.
Aunque varios episodios son simplemente inverosímiles y otros detalles aportan nada más que salsa al plato fuerte que es el mundo oscuro y “secreto” de los narcos que nos circunda a todos y todas en México de varias formas directa o indirectamente, entiendo lo que Anabel quiso decir acá: que como vivimos en un sistema patriarcal y machista las dinámicas de los más poderosos siguen siendo intercambios nada complejos entre machos y todas las personas más débiles a su alrededor a las que les pasan por encima sin escrúpulos pero que a la vez, de alguna manera, los legitiman.
El problema con este libro y con su abordaje disque feminista es que todo sigue escrito en una lógica de blancos y negros. Buenos y malos.
En este caso me refiero no a lo que dice de los líderes de los carteles que describe aquí (que en realidad sigue siendo el cartel de Sinaloa y sus posteriores fracciones), sé que en un momento de incertidumbre y desesperanza a veces necesitamos narrativas de buenos y malos para dotarnos de un poco de sentido lógico, de que todo lo terrible que vivimos viene de un lugar que podría ser neutralizado, sino a cómo trató a sus personajes femeninos en específico.
Si lo que quiso es criticar al patriarcado, en el fondo le hizo también la tarea en el libro al separar a las mujeres buenas, las mujeres que ella considera justas y puras, de las mujeres malas, las que no hicieron lo suficiente, las que son culpables y a veces hasta promotoras y auspiciantes de las decisiones de otros.
Con esto no quiero decir que las compas que están dentro de estos círculos no tienen agencia o no son capaces de decir que no o de renunciar a su vida para hacer lo mejor para “El País” pero sí hay un estigma enorme hacia ellas como si por ser mujeres y venir de donde vienen se esperara que fueran quienes arreglen estos asuntos y sacrificaran sus vidas y aceptaran ser mártires en nombre de un estado-nación que también les ha fallado a ellas.
Un estado nación que las ve al mismo tiempo como muñecas descerebradas al servicio del mal y como malévolas emperatrices de imperios que no son el político o el empresarial y por lo tanto no son de buen ver.
Como lectores deberíamos cuando menos preguntarnos a quién le sirven estas narrativas. Para qué sirven. Qué reflexiones son necesarias y cuáles nos tocan a nosotros.
La autora se ha quejado varias veces de que el libro se vea como un libro de chismes, pero la narración en el código de la la mujer buena, mártir, sacrificada y prístina vs. la mujer mala, ambiciosa, egoísta y con las manos ensangrentadas también genera morbo, porque nos confirma entonces que el código moral del patriarcado funciona y es válido hasta en estas críticas periodísticas.
Nos distrae del hecho de que todas las mujeres y las personas somos seres mucho más complejos, asediados por el miedo y gobernados por un sistema capitalista y machista a veces mucho más grande que nosotros mismos....more
Creo que no hay nada nuevo que pueda decir del libro. Siento que cualquiera que subestime a Ratajkowski antes de leerlo se va a llevar una grata sorprCreo que no hay nada nuevo que pueda decir del libro. Siento que cualquiera que subestime a Ratajkowski antes de leerlo se va a llevar una grata sorpresa.
Leerlo fue una montaña rusa, en algunos puntos me asqueaba y me parecía increíble los episodios que relata a partir de su experiencia en una industria despiadada y voraz, pero también frente a la fuerza recobrada de su cuerpo abrazando su rabia o pariendo a un chiquillo.
En algunos ensayos sentía que estaba ignorando el hecho de que ella también juega un papel importante y de privilegio enorme por encima de otros cuerpos y de pronto se me hacía aburrido que no reparara en que su visión sobre el poder, el éxito y la seguridad social puede estar completamente desfasado de la realidad de millones de personas a su alrededor.
En general creo que eso empañó la experiencia de la lectura. Entiendo por supuesto que entrarle al feminismo es en realidad un proceso, Ratajkowski misma lo ha dicho en varias entrevistas, y que mucho de su acercamiento proviene de la visión del feminismo blanco: la ruptura del techo de cristal y de engañar al sistema entrando en él como única revolución posible. Pero quién soy yo para juzgar a alguien que ha decidido hacerla así.
Las partes que más rescato tienen que ver con algo menos tangible, algo que tiene menos que ver con Hollywood y con las playaresas de "Feminist AF", sino con una experiencia de dismorfia corporal que —increíblemente— no se sobrepone a la experiencia de otros cuerpos disidentes y que está consciente del papel que juega en esa misma escala de valores. La dislocación de su consciencia frente a su cuerpo, la vergüenza, el deseo incontrolable e irracional de ser deseada por la mirada masculina más allá de su propia consciencia es algo que pocas escritoras, sobre todo de la talla de su popularidad, se atreven a confesar con todas sus contradicciones tan trasnsparentemente y eso se lo celebro muchísimo.
Pero nada, creo que las formas en las que construimos las imágenes de nosotras mismas dentro de un sistema se puede explicar acá en muchos capítulos y creo que la potencia del libro, para mí, es todas las posibilidades de diálogo sobre nosotras frente a la hegemonía y la belleza desde un cuerpo hegemónico y bello como cuando se habla de masculinidades desde la experiencia de los hombres que deciden cuestionarlo. Hay algo valioso allí que yo no alcanzo a nombrar del todo.
Algo quizá para comenzarnos a hacernos mejores preguntas al respecto. ...more
No creo haber leído algo así de atormentador, perturbador y al mismo tiempo hermoso antes.
Es un libro brillante, difícil, precioso. Siento que hay muNo creo haber leído algo así de atormentador, perturbador y al mismo tiempo hermoso antes.
Es un libro brillante, difícil, precioso. Siento que hay muchos adjetivos, algunos opuestos entre sí, que no terminarían de describirlo perfectamente.
Hubo episodios en los que me dieron muchas ganas de cerrar los ojos y no seguir leyendo y liberarme de ese horror que describe, pero luego al final por alguna razón retorcida (yo creo que espejeante de los personajes) me sentí como liberada. Como si un tapón se hubiera salido de un chingadazo después del final.
Me va a costar trabajo liberarme de sus imágenes, de sus reflexiones sobre la ternura en la violencia y la violencia en la ternura. Qué liberador que Mónica (nos) escriba.
"Los poemas no son agradables, al menos no los que son buenos. La poesía que verdaderamente vale la pena es la que te deja caer. Imposible no salir quebrado de eso"....more
No me animaría a recomendar este libro a ciegas porque es necesario un trigger warning.
Es brutal.
Belén consigue una forma de hacer del relato del abNo me animaría a recomendar este libro a ciegas porque es necesario un trigger warning.
Es brutal.
Belén consigue una forma de hacer del relato del abuso que vivió algo propio, y es un relato rebelde, sin miedo a no ser suficientemente ser claro, sin miedo a ser conciso. Sin miedo a entrar dentro de un género o de seguir reglas narrativas.
Es, entonces, un texto muy doloroso. Transparente. A la autora no le da ningún miedo resultar incómoda o demasiado explícita.
Es valiente. Es poderoso. Irreverente.
Siempre me he preguntado cómo sería en su forma el reclamo que hemos hecho de nuestra historias y de la importancia que tiene nuestra voz, cómo contamos eso qué nos despedaza, que nos atraviesa. Que nos parte en dos y la autora aquí ofrece una respuesta.
Y en el fondo de cómo este lenguaje solo es posible articularlo cuando entendemos que está construido por fragmentos que provienen de una sociedad entera. Una sociedad que es cómplice y, por lo tanto, perpetradora.
A las compas que han sido/ hemos sido receptoras de violencia se nos exige mucho, se esperan muchas cosas de las “víctimas” a cambio de su solo reconocimiento como parte de un fenómeno que es permitido y a veces incitado por un sistema. En términos del relato, cuando ellas hablan se espera que sea un discurso esperanzador, comprensivo con todos los demás, educativo o didáctico, constructivo, coherente.
Belén les responde que no les debe nada y que esta forma nos corresponde a nosotras, con todas nuestras heridas, miedos y ascos así, expuestos. ...more
Probablemente no es la mejor forma de empezar a leer a Diamela.
Es el relato en primera persona de un grupNo voy a negar que no es un libro sencillo.
Probablemente no es la mejor forma de empezar a leer a Diamela.
Es el relato en primera persona de un grupo de ambulantes que van en una marcha interminable y a pie, luchando por el espacio en la vereda pública que les corresponde y que los intereses económicos, disfrazados de políticos en Chile, les quieren arrebatar. Es un relato de los cuerpos que luchan, de las mentes que se van desgastando conforme pasa el tiempo y que son a la vez una hermosa contestación contra el régimen de lo “normal” y lo “bello”.
En algún momento también parece complicado de seguir porque está cruzando todo el tiempo el mundo onírico y el relato.
Me sorprendió las metáforas ocultas sobre el activismo y sobre la herencia que dejaron las primeras luchas a un grupo de neonatos que no saben muy bien cómo deben ocurrir las cosas y son caprichosos frente a las causas que defienden.
Tiene muchos pasajes muy bellos y el lenguaje que utiliza está muy bien construido. Quizá no es un libro fácil, pero si quieres un libro fácil ¿por qué leerías a Diamela? ...more
Le tengo muchísimo cariño a este libro. La razón está en el prólogo. La primera vez que leí a Cristina se sintió así, como si lo importante no fueran Le tengo muchísimo cariño a este libro. La razón está en el prólogo. La primera vez que leí a Cristina se sintió así, como si lo importante no fueran solo las frases de los cuentos sino lo que conjuran en el cuento. Lo que le pasa al cuerpo y a la memoria.
Amo cada una de las historias porque me hizo mucho sentido que se compilen en este momento justo después de uno de los libros más transparentes y difíciles de Cristina, El invencible verano de Liliana. Es precioso encontrarla en esa rabia primeriza, en esa rebeldía.
Gran libro, creo que es una especie de homenaje para nosotros sus lectores y al mismo tiempo una buena forma de entrarle a la lectura de Cristina por primera vez. ...more
La verdad es que no soy muy fan del terror. Ni en las pelis ni en los libros, pero no sé por qué pensé que en este caso no había bronca porque pues laLa verdad es que no soy muy fan del terror. Ni en las pelis ni en los libros, pero no sé por qué pensé que en este caso no había bronca porque pues la premisa del libro no es necesariamente el terror, sino las posibilidades oscuras de fenómenos contemporáneos. Cuál sería mi sorpresa que algunos cuentos sí me dieron miedo.
Lo disfruté sobre todo porque tenía mucho sin que algo escrito no me causara reacciones físicas tan específicas (que no fuera por lo mal escrito de algunos libros que leí recientemente) y eso me cautivó. No suele pasarme con emociones negativas, pero me causó mucho asco algunas descripciones físicas y de olores, así como horror e incomodidad de escenas que son bastante frecuentes en los periódicos pero cobran una dimensión distinta verlos de forma tan cruda en un libro.
De pronto me hace sentir medio incómoda la parte más de fantasía, porque no es el tipo de lectura que más hago, pero en general me pareció bien aterrizada cuando la hubo, sobre todo porque no es la parte más central de la narración. La parte central es la mierda a la que estamos acostumbradxs cotidianamente sin que nos haga respingar ni un poco. ...more
Este libro es para las que formamos parte del equipo de las perdedoras. Las que nos hacemos viejas y nos hacemos daño sufriendo doblemente por "encontEste libro es para las que formamos parte del equipo de las perdedoras. Las que nos hacemos viejas y nos hacemos daño sufriendo doblemente por "encontrar el amor", o su equivalente moderno de la relación (monógama o no), de las redes sociales, el Instagram y el desayuno, y también por formar parte de ese cliché de encontrarlo.
Es aterrador lo que cuenta este libro, al principio pensé que sería un libro como las charlas con muchas compas de cómo nos hace sentir el algoritmo de Tinder y las posibilidades que promete y no cumple, pero la verdad es que sí me dio muchas respuestas y perspectivas nuevas sobre lo oscuro que es realmente ese algoritmo, muchísimo más oscuro por supuesto de lo que nos atrevemos a imaginar.
Engrosó mi lista de lecturas futuras con sus referencias, pero sobre todas las cosas me hizo sentir que no estamos solas en esa batalla (de por sí perdida) de ser el cliché de la soltera que los medios han maquilado por años.
Ni modo, seguiremos brindando juntas por eso. ...more
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