Atilio Frasson's Reviews > Las Indias negras

Hacía por lo menos más de cuatro años que no leía un libro de Julio Verne, que es el autor del que más libros leí, en parte, porque por allá en 2005 leí como catorce o quince libros seguidos del autor y me produjo como un hartazgo de Verne.

Luego, en 2011 leí dos del autor que se caracterizaban más por su rareza:
-Uno era "Paris en el siglo XX", que era una novela que Verne le había enviado a su editor Hetzel para ser publicada luego del éxito de su primera novela "Cinco semanas en globo". La novela fue rechazada por el editor ya que consideraba que nadie creería en la novela (por los adelantos tecnológicos), antes de culparlos, tengamos en cuenta si alguien en 1860 escribía una novela sobre autos, corriente eléctrica por todas las calles, trenes veloces, etc. Seguramente, lo habríamos tratado de locos. Otras de las característica de la novela era su pesimismo, muchos años antes de lo que se llama su etapa pesimista con novelas como "El castillo de los Cárpatos", "Amo del mundo" (este no lo he leído), el relato corto "El eterno Adán", donde Verne ya no trataba a la tecnología como una generadora de progreso y felicidad, sino más bien como algo que se debía temer si no se la respetaba y donde también entra en juego la crueldad del hombre.
-El otro, "El eterno Adán", un relato corto sobre el eterno retorno. En este caso, todos los inventos del hombre no pudieron frente a una especie de terremoto (si mal no recuerdo), y toda la vida de lujo y consumismo no sirve de nada frente a la destrucción del mundo tal como se conoce. Podríamos decir que es una novela apocalíptica.

Bueno, la cosa que después de tanto tiempo volví a leer uno de Verne. "Las Indias negras" es un libro entretenido, donde se encuentra esos capítulos de divulgación que caracterizan a todos los libros de Verne, aventuras y un misterio. En sí, me pareció una novela para pasar el tiempo que no me generó esas ansías por seguir leyendo como con otros libros, pero que no dejaba de ser entretenido por ello. Espero en el tiempo cercano volver a leer otro libro de Verne y que no pasen más de cuatro años.