De los chemtrails al terraplanismo: 6 teorías de la conspiración desmontadas por la ciencia

¿El hombre nunca llegó a la Luna? ¿Los chemtrails modifican el clima? Estas son algunas de las teorías de la conspiración más populares y los argumentos científicos que las desacreditan.

Héctor Rodríguez
Héctor Rodríguez

Editor y periodista especializado en ciencia y naturaleza

Actualizado a

Teorias de la conspiración
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Cada día resulta más común el cuestionamiento de hechos demostrados científicamente y con una evidencia sólida que los respalde, y florecen teorías de la conspiración que en su mecánica funcionan de un modo completamente opuesto: tratando de ajustar la evidencia a la teoría, en lugar de la teoría a la evidencia.

A continuación os mostramos algunas de las teorías de la conspiración más populares en la actualidad y os ofrecemos algunos argumentos que las desacreditan. 

La conspiración de los chemtrails 

Avión en el cielo con un rastro de contrail de vapor.
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La palabra inglesa chemtrail procede de la abreviación de las voces inglesas Chemical  y trail, las cuales se traducen literalmente al español como estela química, y algunas personas afirman que forman parte de un plan secreto que pretende modificar el clima, provocar enfermedades, controlar la natalidad o directamente acabar con la humanidad.

No obstante, quien se refiere a los chemtrails lo está haciendo a las estelas dejadas por los aviones, por usar del mismo modo un término inglés, lo que denominaríamos como un contrail o nube de condensación que no son más que nubes lineales producidas por el escape del motor de un avión o por cambios en la presión del aire, por lo general a altitudes de crucero de varios kilómetros sobre la superficie de la Tierra.

Las estelas de condensación no son otra cosa que nubes en forma de línea, compuestas de partículas de hielo, que son visibles detrás de los motores de los aviones a reacción, y que se forman generalmente a altitudes de crucero en la atmósfera superior. Las estelas han sido un efecto normal de la aviación a reacción desde sus primeros días. 

Dependiendo de la temperatura y la cantidad de humedad en el aire estas estelas se evaporan rápidamente -si la humedad es baja- o persisten y crecen, en caso contrario, si la humedad ambiente es más acusada. 

El virus del VIH fue creado en un laboratorio

El virus del VIH comenzó a extenderse en la década de los años 80, momento desde el cual se ha dado lugar a diversas teorías de la conspiración. Una de ellas es la teoría contraria a la evidencia científica y médica que sostiene que el virus no existe: son los llamados negacionistas del VIH. Otros, en cambio, afirman que el virus existe, pero que lejos de causar la terrible enfermedad del SIDA, se trataría de un virus pasajero asociado a ciertas conductas sexuales o el empleo de ciertas drogas recreativas. 

Pero entre las teorías de la conspiración en torno al VIH, una de las más rocambolescas es quizá la que afirma que el VIH fue creado como un arma biológica por el gobierno de los Estados Unidos para debilitar a ciertos grupos de personas como las comunidades homosexuales o a los africanos. 

Virus VIH
Foto: Istock

Sin embargo, el origen natural del VIH es respaldado hoy en día por diversos estudios científicos. Se cree que se trata de un virus originado en primates africanos. De hecho, la evidencia genética muestra que es muy similar a un virus que infecta a los chimpancés, lo cual sitúa su origen, al igual que sucede con el SARS-COV-2, en una zoonosis, es decir, se trataría de una enfermedad infecciosa que ha pasado de un animales a humanos. 

La creación de un virus como el VIH en un laboratorio es extremadamente improbable por la dificultad que ello entrañaría. El VIH es un virus muy complejo que ataca el sistema inmunológico y puede tener efectos devastadores en la salud humana, y las consecuencias de crear un virus así en un laboratorio sería imponderable incluso para sus creadores. Además, la estructura y las características del virus sugieren que evolucionó a lo largo de muchos años, y su gran diversidad en todo el mundo sugiere que ha evolucionado de manera natural y se ha adaptado a diferentes poblaciones humanas en todo el mundo.

El hombre nunca llegó a la Luna

Otro de los temas más recurrentes y que levanta más pasiones entre los fanáticos de las teorías de la conspiración es sin duda la llegada del hombre a la Luna. Las evidencias que desbancan esta teoría, no obstante, son numerosas e incontestables.

Para empezar, la llegada a la Luna se produjo en el marco de la llamada Carrera Espacial, en la que los Estados Unidos y la Unión Soviética se jugaban de cara al mundo su papel como la mayor potencia económica y militar del momento. Se trataba de una auténtica guerra librada en diversos frentes, y a todas luces, sobre todo en el propagandístico. En caso de nunca haber los estadounidenses llegado a la Luna, cabría esperar por parte de los soviéticos que hubieran denunciado públicamente la hazaña como un fraude, algo que nunca llegó a suceder.

Buzz Aldrin en la Luna
NASA

Más allá de la simple lógica, existen, no obstante, otras pruebas de carácter más mensurable. El hombre no ha viajado a la Luna solo una vez, si no en reiteradas ocasiones y de todas ellas se conservan muestras tomadas en las diversas misiones. Los argumentos contra estas pruebas pasan por afirmar que se trata de simples rocas terrestres, una afirmación fácil de desmentir mediante la simple datación de las rocas lunares, ya que debido a que la Luna dejo de ser geológicamente activa hace millones de años, cualquier roca traída de esta, por joven que sea, será mucho más antigua que la roca más antigua de nuestro planeta, tal como es el caso.

Cuando se trata de pruebas, una imagen vale más que mil palabras. Por tanto las más de 8.000 fotografías publicadas por la NASA de las misiones Apolo deberían suponer un alegato más que fiable de la llegada del hombre a la Luna.Aquí podrás encontrar todas las fotografías publicadas por la NASA, ordenadas además en una serie de álbumes por misión, de todas las misiones Apolo que viajaron al espacio. 

Pero más allá de las fotos, qué decir del equipo científico empleado y que ha permanecido en la Luna durante años. Entre este equipo destacan también varios retroreflectores de rango láser, LRRR por sus siglas en inglés, que consistían en una matriz de espejos instalada en un panel que los astronautas colocaron en ángulo sobre la superficie de la Luna y apuntando hacia la Tierra con el fin de poder medir la distancia entre la Tierra y nuestro satélite a partir de un rayo láser instalado en un telescopio. En la actualidad se trata del único experimento desplegado por las misiones Apolo que todavía se puede realizar.

La teoría de la Tierra plana

Si la teoría de que el hombre nunca llegó a la Luna parece estrambótica, más aún lo resulta aquella que defiende que la Tierra es plana, sobre todo porque las primeras pruebas de su esfericidad fueron aportadas por Aristóteles en el siglo IV a. C. al observar esta de la sombra de los eclipses.

Tres siglos más tarde, en el siglo III a. C., Eratóstenes demostraría que la Tierra es redonda al comprobar que durante la misma época del año y en diferentes lugares de la Tierra, la sombra generada por dos columnas diferiría en longitud. Además de ello, calcularía su circunferencia con una exactitud exquisita para la época. En este vídeo puedes ver cómo el divulgador científico y astrónomo Carl Sagan replicó el experimento para la serie Cosmos. 

Otro argumento que refuta la teoría del terraplanismo es la curvatura de la Tierra, la cual puede observarse directamente en la línea del horizonte, algo que los marineros ya en épocas pasadas pudieron advertir al comprobar que los barcos que se alejan en el océano tarde o temprano desaparecen de la vista debido a la curvatura de la Tierra. También que, al acercarse desde el horizonte, lo hacía primero dejando ver la parte superior del mástil, y más tarde la embarcación al completo. 

Además, la reiterada observación de la Tierra desde el espacio, tanto a través de imágenes satelitales como de misiones tripuladas, ha demostrado claramente que la Tierra es una esfera. ¡Qué decir de la fuerza de la gravedad!, la fuerza que domina nuestro planeta y que mantiene a la Tierra en su forma esférica, ya que esta fuerza actúa atrayendo a toda materia hacia el centro de gravedad de su masa. 

El 5G es peligroso para la salud

Gracias al 5G viviremos en un mundo hiperconectado, sin embargo mucha gente está en contra de esta nueva tecnología alegando que es peligrosa para la salud. Esta es de hecho una teoría heredera de otra que hace algunos años alegaba que las antenas de comunicación de los teléfonos móviles eran igual de peligrosas. 

De hecho, la tecnología inalámbrica ha sido utilizada durante décadas y ha sido sometida a estudios extensos que han encontrado que es segura para el uso humano. El 5G es simplemente la última generación de tecnología inalámbrica y no hay evidencia que sugiera que es más peligroso que las tecnologías inalámbricas anteriores.

El 5G, además, emplea ondas de radio de alta frecuencia, las cuales son ondas no ionizantes, lo que significa que no tienen suficiente energía para ionizar los átomos en nuestro cuerpo y causar daño celular. Por descontando, estos niveles de radiación emitidos por las antenas 5G son muy bajos y se enmarcan dentro de los estrictos límites establecidos por las organizaciones de salud pública en todo el mundo, límites, además, muy inferiores al potencial umbral de riesgo de algunas radiaciones. 

Aún así, múltiples estudios científicos han investigado los posibles efectos para la salud de la exposición a la radiación de las tecnologías inalámbricas, incluyendo el 5G, y ninguno de ellos ha encontrado evidencia de que cause daño celular, cáncer o cualquier otro problema de salud.

De este modo, la mayoría de los expertos y organizaciones como la Organización Mundial de la Salud, la Comisión Internacional de Protección contra la Radiación No Ionizante o la FDA, entre otras, están de acuerdo en que el 5G es seguro para el uso humano, y han declarado que la exposición a los niveles de radiación de las tecnologías inalámbricas es segura.

Los movimientos antivacunas

Por sus consecuencias, esta es quizá una de las teorías de la conspiración más peligrosas que existen. El movimiento antivacunas se basa en la creencia de que las vacunas son peligrosas y pueden causar daños a la salud, entre los que se incluyen el autismo y otros trastornos neurológicos. 

Uno de los mitos más extendidos es precisamente el de que las vacunas producen autismo. La idea de que las vacunas causan autismo se originó a partir de un estudio publicado en 1998 por el doctor Andrew Wakefield y sus colegas en la revista médica The Lancet, en la que afirmaron haber encontrado una conexión entre la vacuna triple vírica y el autismo. Sin embargo, posteriormente se descubrió que el estudio había sido un fraude y que los resultados habían sido manipulados. Wakefield perdió su licencia después de quedar demostrado que el estudio fue sufragado y realizado a petición de un grupo de presión que buscaba demandar a algunos fabricantes de vacunas. El estudio, desacreditado por completo, fue retirado por la propia revista, una de las más prestigiosas en su campo, y desde entonces son numerosas las investigaciones que han confirmado que no hay relación entre la vacunación y el autismo. 

Además, la experiencia ha demostrado a las vacunas como instrumentos altamente efectivos para prevenir enfermedades graves, como el sarampión, la polio y la varicela, muchas de las cuales, tras causar millones de muertes en el pasado, se consideran completamente erradicadas en la actualidad. 

De hecho, el movimiento antivacunas es en la actualidad causa de preocupación por parte de muchos profesionales y organismos del ámbito de la salud pública, ya que la falta de vacunación ha provocado en diversas ocasiones una ventana de oportunidad para el resurgir de algunas de estas enfermedades.

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