Felicidad Simplificada: Todo lo que Necesitas Saber Sobre la Felicidad

Tabla de Contenido

Introducción

Capítulo 1: La llave de la felicidad

Capítulo 2: ¿Por qué somos tan infelices?

Capítulo 3: El Primer paso para ser feliz

Capítulo 4: ¿Qué nos hace felices?

Capítulo 5: La química de la felicidad y los líderes

Capítulo 6: Los efectos del deporte en el cerebro

Capítulo 7: ¿Por qué las redes sociales podrían estar arruinando tu vida?

Capítulo 8: El Problema con el Positivismo y Evitar el Dolor

Capítulo 9: Inteligencia Emocional

Capítulo 10: Sobre los Valores

Capítulo 11: El estudio más prolongado sobre la Felicidad

Capítulo 12: Depresión y Falta de propósito en la vida

Capítulo 13: Estoicismo

Capítulo 14: Mi historia feliz

Conclusión

Introducción

Es domingo por la noche después del fin de semana. Visitaste a unos amigos, miraste tu programa favorito, hiciste la lavandería y doblaste la ropa o tal vez simplemente estuviste en el sillón todo el día. Mientras vas a la cama, te preparás para todo lo que viene la próxima semana: estar encerrado en la oficina, quedar atrapado en el tráfico o tratar con gente que no querés. Entonces, cuando te acostás para ir a dormir, sacás tu teléfono y comenzás a ver fotos de personas felices por todas partes: viajando por mundo, fiestas, parejas, comidas exóticas, casamientos, bebés o gatos adorables.

Esto te hace preguntarte: ¿soy tan feliz como debería ser? ¿Cuáles son mis sueños incumplidos? ¿Estoy haciendo aquello que quiero en mi vida?

En la historia de la humanidad, tanto en la literatura oriental como en la occidental, podemos encontrar una increíble diversidad de definiciones de la felicidad. Este es un tema ampliamente discutido, y aun así es bastante desconcertante.

Según una encuesta realizada por el psiquiatra Robert Waldinger sobre cuáles eran los objetivos más importantes en la vida de los jóvenes de hoy, el 80% de los encuestados dijo que ser millonario. Y no solo eso, la mitad de ellos también querían ser famosos. Así que trabajamos duro para conseguir esas cosas, pero, ¿son en realidad las más importantes en la vida para nuestra felicidad?

Para muchos, la felicidad no existe pero hay momentos agradables. Para otros la fórmula más lógica de la felicidad es tener mayor placer y evitar el dolor. Vivimos en una generación que quiere gratificación instantánea. Si queremos ver una película, entonces buscamos en Netflix o HBO. Si queremos comprar algo, tenemos entrega el mismo día en Amazon. Si queremos una cita, tenemos Tinder. Ya ni siquiera necesitamos pasar por esos momentos incómodos de antes. No tenemos esa incertidumbre de no saber qué va a suceder sino que, simplemente, deslizamos a la derecha.

A pesar de que las comodidades en la vida se han vuelto mejores en cualquier estándar a considerar, más personas se sienten desesperanzadas, depresivas y solas. La taza de suicidio se incrementó alrededor del mundo. Hay un gran vacío tragándose a las personas y no debemos ser clínicamente depresivos para sentirlo. Muchas personas, tarde o temprano, se preguntan, ¿Es esto todo lo que hay en la vida?

Creo que el hecho de no saber que es realmente la felicidad es lo que nos genera tanta confusión y sufrimiento en la vida. Y el primer paso para entenderlo es por qué tan a menudo podemos ser infelices. Nuestro cerebro no fue diseñado para hacernos felices, sino para que sobrevivamos. Más que buscar el placer y mayores comodidades deberíamos aceptar nuestras fallas, miedos y dejar de evitar nuestros problemas para confrontar nuestras verdades más dolorosas. De esa manera podemos encontrar mayor honestidad, responsabilidad, coraje y satisfacción en nuestra vida, que en consecuencia, nos dará más felicidad.

En este libro, y utilizando acontecimientos de mi propia vida, no doy una solución rápida, pero si explico los factores primarios que determinan la felicidad, y de esa forma, lograrlo de manera sorprendentemente simple.

Capítulo 1: La llave de la felicidad

Imaginen que entran en un cuarto y al mirar encuentran 10 cuadros similares perfectamente colocadas contra la pared excepto por uno que se encuentra torcido.

¿En qué se va a concentrar tu atención?

Lo más probable es que en el cuadro torcido. Ahora bien, esto está bien para los cuadros, de hecho, simplemente se puede acomodar y dejarlo perfecto. Sin embargo, esto no se puede aplicar en la vida. Al contrario de los cuadros, la vida no puede ser "perfecta" (digo, según los estándares que establecemos) y concentrarse en las partes faltantes puede ser un gran problema. Por ejemplo:

Un hombre que esta calvo prestara más atención a aquellos que tienen pelo.

Una persona que busca ser exitoso pero no lo logra, se concentrara más en aquellos que sí lo son.

Una mujer que cree tener piernas imperfectas, en lo que más enfocara su mirada es en las piernas perfectas de las demás.

Lo mismo ocurre con nuestras parejas, trabajo, apariencia, en fin, con nuestra vida. La lista puede llegar a ser interminable. Así es como la naturaleza humana funciona. Nos concentramos y prestamos más atención en lo que nos falta y es diferente.

Este síndrome es un gran obstáculo para la felicidad. Tan grande que incluso hace la felicidad casi inalcanzable porque pareciera que siempre podría haber algo por mejorar en nuestras vidas. Es así como jugamos trucos con nosotros mismos y condicionamos nuestra felicidad.

Por lo tanto, tenemos una simple elección: o nos concentramos en el cuadro torcido o en el resto de los cuadros. La respuesta a esta pregunta es lo que determinará en gran parte nuestra felicidad.

¿Qué significa en términos prácticos ver el resto de los cuadros? Significa ser agradecido.

No podemos ser una persona feliz si no somos una persona agradecida y satisfecha por lo que tenemos. La ingratitud garantiza infelicidad, y ésta generalmente proviene de la victimización. Cuanto más una persona cree que tiene derecho a ciertas cosas o beneficios, menos agradecida será. No importa cuánto esa persona tenga, ya que sus expectativas serán demasiado altas.

El Remedio: Ser Agradecido

La gratitud está estrechamente ligada a la felicidad. Nos ayuda a valorarnos más a nosotros mismos, a los demás, a lo que tenemos y a lo somos, así como también nos permite reconocer mejor el momento presente. Nos obliga a tener una perspectiva mayor y nos proporciona una valoración que va más allá de nosotros mismos y nuestros deseos superficiales.

Quizás creas que no tenés mucho por agradecer, pero siempre vas a poder encontrar una perspectiva positiva o negativa a una situación. La mayoría de las personas dan por sentado mucho de lo que tienen, sin valorarlo, haciendo foco en lo que no tienen, tal como en el ejemplo de los cuadros. ¿Cuántas personas menos aprecian a sus parejas, amistades o pertenencias pero cuando las pierden lloran y piden que todo sea como antes?

El simple hecho de que estés leyendo este libro significa que sos más rico y educado que la mayoría de las personas en la historia humana. De que comes mejor y gozas de mayores comodidades que los mismos reyes en la Edad Media. Ellos ni siquiera contaban con inodoros o duchas. Si tenés suerte, en realidad estas luchando por mejorar tu autoestima, por el dinero, trabajo, deuda, amigos, pareja o familia. Esto sin mencionar que la mente humana naturalmente exagera lo negativo. Lo cierto es que lo más probable es que no estés luchando por sobrevivir el día a día. Probablemente en este momento tengas de comer en tu heladera y goces de wifi. Pero es "el siempre sentirnos insatisfechos" el motor para progresar en la evolución humana.

En una charla TEDx llamada "Want to be happy? Be grateful" el monje David Steindl-Rast afirma que la única cosa que todos los humanos tenemos en común es que cada uno de nosotros quiere ser feliz. Y la felicidad, afirma, nace de la gratitud.

Él afirma, ¿Cuantas personas conocemos que lo tienen todo pero son infelices? O por otro lado ¿Personas que han pasado por situaciones que jamás querríamos, y sin embargo, son felices? Nuestra felicidad se verá determinada por cuán agradecidos somos.

Él explica que a veces damos por sentados cosas tan simples como el hecho de tener agua potable al alcance de nuestras manos. Pero cuando él estaba en África no la tenía. Lo mismo le ocurría cada vez que prendía la luz. Simplemente se sentía abrumado y muy agradecido haciéndole sentir muy feliz. Algo así como en la película Naufrago, con Tom Hanks, cuando vuelve a la civilización y queda perplejo por la facilidad de un encendedor.

Pero después de pasar un tiempo el monje réplica que se acostumbró y dejo de sentir aprecio por todo eso. Por lo que puso pequeñas pegatinas en los interruptores de luz, y las canillas para recordarle que eso no era algo que siempre tuvo, y eso hacía valorarlo más. Es así que el agradecimiento puede ser algo tan simple como el hecho de ver algo de forma distinta.

David sugiere experimentar cada momento, para ser consciente de que el presente dado es un regalo. De que no tenemos manera de asegurar un mañana. Es reducir la velocidad, mirar hacia dónde nos dirigimos y, sobre todo, estar agradecidos. Es detenerse, abrir los ojos, disfrutar y saber apreciar las cosas. Como Seneca, filósofo, político, orador y escritor romano, dice: "La mayor rémora de la vida es la espera del mañana y la pérdida del día de hoy".

Los seres humanos nos diferenciamos de otras especies porque podemos analizar eventos pasados e imaginar escenarios futuros. Conectarse con el presente puede que no sea tan fácil porque vivimos rumbeando en nuestras cabezas. Ahora estás leyendo este libro y quizás estés pensando en las tareas pendientes o en una persona en particular. Un cerebro atento es un cerebro más productivo y feliz porque evita que entremos en un circuito de ansiedad revisando el pasado e imaginando escenarios futuros. Estemos atentos y abramos los ojos.

Esto también está relacionado con lo que se llama un estado de flow. Es ese estado en el que uno aumenta la creatividad y eso nos provoca mucho bienestar. Como si estuviéramos surfeando y engancháramos una ola conectándonos con ese momento. Muchas veces no tengo ganas de terminar un artículo, pero es cuando logro concentrarme que pierdo la noción del tiempo y lo disfruto realmente.

Ahora esto no significa que debamos estar agradecidos por todo. El monje David aclara que no podemos estar agradecidos por la violencia, la guerra, la opresión, la explotación, la pérdida de un amigo, la infidelidad o por el duelo. El punto no es ser agradecido por todo sino de ser agradecido en cualquier momento dado. Incluso cuando nos enfrentamos con algo que es muy difícil, elevarnos en estas ocasiones y responder a la oportunidad que se nos da. Muchas situaciones no son tan malas como parecen.

El secreto Danés sobre la Felicidad

¿Qué secreto sobre la Felicidad puede guardar este país tan frío, de cuatro horas de sol en invierno, una de las tasas de impuestos más altas y con una población de cerdos mucho mayor que la humana?

No, no son los cerditos.

Lo llaman Hygge. Por traducción es lo acogedor aunque proviene de una palabra Noruega que significa Bienestar. Si un Danes lo describiera, nos diría que es estar sentado frente a la chimenea en una noche fría junto a una taza de chocolate caliente (o una cerveza) junto a un amigo o nuestra pareja. Podríamos decir que se trata de estar con las personas que uno ama, de estar relajado, de una buena comida, de ser agradecido, o tal vez, de todos estos combinados.

Pero más allá de esta bonita descripción, Hygge es un poco más profundo y abstracto que eso. Su concepto no esta tan relacionado a una actividad en particular sino más bien a un estado o actitud. Es ser más consciente de los momentos presentes que disfrutamos. Son los pequeños placeres del día a día dándole un mayor significado. Es un estado de apreciación en el momento presente así como replicaba el Monje David.

Por ello, la definición de Hygge puede variar según la persona que lo describa. Para algunos puede ser un momento en el que se dan un respiro de sus obligaciones y disfrutan comiendo un pedazo de torta de chocolate mientras que para otros es cuidarse y salir a correr. No se dan por sentado los momentos sino que se concientizan, se hacen presentes. De este modo, es un concepto que traspasa las clases sociales porque puede ir desarrollándose en las formas más simples.

A pesar de la sencillez del concepto, un punto interesante de todo esto es poder reconocer cómo puede afectar a nuestra felicidad si lo llevamos a la práctica. Recuerden que no tiene que ver con una rutina sino comprometerse a sentirlo.

Otro punto crucial que juega un papel importante en el Hygge, afirma Malene Rydahl escritora, oradora y coach, es la confianza entre las personas. La gente confía en un 80% en el otro cuando en el resto de Europa oscila en un 25%. Lo importante es ser una persona confiable, pues esa es la base para cualquier relación.

Con dos de mis hermanos, los mellizos, nos juntábamos una o dos veces al año en el jardín de nuestra casa, sentados en un banco de madera, no precisamente cómodo, pero que daba frente a la pileta. Bajo la luz de la luna blanca, y probablemente más blanca que la piel de los daneses con sus 4 horas de sol, encendíamos un habano Cubano. A pesar de que ninguno de nosotros fumara, lo compartimos así como si fuera una pipa de la paz como los indios americanos. Charlábamos durante algunas horas mientras los