Argumentacion Juridica

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Argumentacin e interpretacin jurdica

Emma Meza Fonseca*


SUMARIO: I. Introduccin. II. Argumentacin jurdica. III. La decisin judicial. Conclusiones. Referencias.

I. INTRODUCCIN 1. Concepto de argumentacin jurdica Roberto Bergalli seala:


As como cuando se habla de la interpretacin jurdica conviene restringir el campo de su aplicacin, tambin acontece lo propio con las llamadas teoras de la argumentacin, pues argumentar es asimismo una actividad que se puede verificar en cualquier mbito en el cual sea necesario emitir un razonamiento para demostrar o probar una proposicin, o bien para convencer a otro(a) de aquello que se afirma o niega (Real Academia Espaola, 1992, I. 187). En consecuencia, por argumentacin jurdica ha de entenderse aquel tipo de razonamiento que se formu-

* Magistrada del Noveno Tribunal Colegiado en Materia Penal del Primer Circuito.

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la en alguno de los niveles en que se utilizan normas del derecho y en los cuales sea necesario convencer.1

2. Concepto de interpretacin Riccardo Guastini seala que la interpretacin en sentido amplio se emplea para referirse a cualquier atribucin de significado a una formulacin normativa, independientemente de dudas o controversias.2 Podemos asegurar que no se necesita que el texto sea oscuro para interpretarlo, pues aunque un significado pareciera obvio para aplicarlo al caso concreto, primero tenemos que interpretarlo para de este modo argumentar la decisin tomada. A su vez, el Diccionario jurdico mexicano seala que la expresin interpretar proviene del latn interpretatio (onis), y ste a su vez del verbo interpretoe (aris, ari, atus sum), que significa servir de intermediario, venir en ayuda de.3 En el mbito del Derecho, podemos decir que la interpretacin jurdica es desentraar el sentido de una norma, el desnudarla para verificar el porqu y para qu fue creada, el verificar su esencia, lo cual nos servir para saber si es aplicable al caso concreto. Gerardo Dehesa Dvila, aludiendo al libro Interpretacin del Derecho: anlisis de la obra de Riccardo Guastini de Mara Concepcin Gimeno Presa, cita un prrafo con el que estamos de acuerdo en el sentido de que no podemos separar la interpretacin de la argumentacin por ser una el presupuesto de la otra y as seala: A pesar de poder diferenciarse claramente la actividad argumentativa de la interpretativa, en la teora de Guastini existe una ntima relacin entre ellas en cuanto tal y como vere-

Bergalli Roberto, Hacia una cultura de la jurisdiccin. Ideologa de jueces y fiscales, Buenos Aires, Ad hoc, 1999, p. 389. 2 Cfr. Guastini, Riccardo, La interpretacin: objetos, conceptos y teoras, en Vzquez, Rodolfo (comp.), Interpretacin jurdica y decisin judicial, Mxico, Fontamara, 1998, p. 23. 3 Diccionario jurdico mexicano, Mxico; Instituto de Investigaciones Jurdicas, UNAM, Porra; 1997, p. 1793.

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mos posteriormente toda interpretacin debe llevar aparejada siempre y en cualquier caso una argumentacin.4 As concluye este criterio en el que interpretar es dotar de significado a un determinado enunciado y argumentar es dar una o varias razones a fin de sostener una tesis u opinin. En verdad puedo concluir que una de las preocupaciones de los juzgadores al argumentar es precisamente dar las razones para sostener el criterio aplicable al caso sometido a su consideracin, pero adems que estas razones convenzan a las partes en el juicio, esto es, no sera una razn arbitraria y sin sustento, sino apoyada en la justicia y la legalidad. II. ARGUMENTACIN JURDICA 1. Algunas clases de argumentacin La argumentacin jurdica tiene como objeto las argumentaciones que se dan en contextos jurdicos. Manuel Atienza nos dice que pueden distinguirse tres campos distintos de lo jurdico en que se efectan argumentaciones. El primero de ellos es el de la produccin o establecimiento de normas jurdicas; diferencindolas a su vez en las argumentaciones que tienen lugar en una fase prelegislativa y las que se producen en la fase legislativa; nos dice que la primera se da como consecuencia de la aparicin de un problema social, cuya solucin se piensa que puede ser la adecuacin de una medida legislativa.5 Podemos asegurar que en este caso la argumentacin la encontramos en los trabajos legislativos, en los debates y desde luego en la exposicin de motivos que da nacimiento a esa ley. Nos sigue diciendo este autor que, respecto de la fase legislativa, la argumentacin la encontramos en las cuestiones de tipo tcnico-jurdico, las que pasan a un primer plano. Un segundo campo en que se efectan argumentos jurdicos, nos dice este mismo autor, es el de aplicacin de normas jurdicas al caso concreto,
4 Dehesa Dvila, Gerardo, Introduccin a la retrica y a la argumentacin, 2. ed., Mxico, Suprema Corte de Justicia de la Nacin, 2005, p. 173. 5 Cfr. Atienza, Manuel, Las razones del Derecho: Teoras de la argumentacin jurdica, Madrid, Centro de Estudios Constitucionales, 1997, p. 20.

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distinguiendo entre la argumentacin en relacin con problemas concernientes a los hechos o bien al Derecho; asegurndonos que la argumentacin jurdica dominante se centra en las cuestiones de los casos difciles relativos a la interpretacin del Derecho y que se plantean en los rganos superiores de la administracin de justicia. El tercer mbito en que tienen lugar argumentos jurdicos es el de la dogmtica jurdica en la que cabe distinguir tres funciones: 1) suministrar criterios para la produccin de criterios en las diversas instancias en que ello tiene lugar; 2) suministrar criterios para la aplicacin del Derecho; 3) ordenar y sistematizar un sector del ordenamiento jurdico. Las teoras usuales de la argumentacin jurdica se ocupan tambin de las argumentaciones que desarrolla la dogmtica en cumplimiento de la segunda de estas funciones; nos dice al respecto Atienza que de lo que se trata es de suministrar a esos rganos criterios argumentos dirigidos a facilitarles la toma de una decisin jurdica consistente en aplicar una norma a un caso concreto.6 Por todo lo anterior, es claro que para dar argumentos necesitamos saber cmo hacerlo y teniendo conocimiento de que existen varias clases de ellos haremos alusin a los que nos parecen ms interesantes. A. Argumento de autoridad Una definicin que da Tarello sobre este tipo de argumento, y la menciona Gerardo Dehesa, dice: por el que a un enunciado normativo le es atribuido aquel significado que ya le haba sido atribuido por alguien o por ese solo hecho.7 Mediante el argumento de autoridad se reconoce a la cita de la jurisprudencia y de la doctrina para reafirmar o reforzar las razones que se dan para sostener una tesis. Atendiendo a la definicin de argumento de autoridad se puede afirmar que es un tipo de argumento utilizado con gran frecuencia por los tribunales de menor jerarqua, cuando ya algn tribunal superior ha fija-

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Ibdem, p. 21. Dehesa Dvila, Gerardo, op. cit., p. 342.

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do un precedente respecto a un caso igual o parecido al que est sujeto al anlisis, por ello sera valido cuestionarlo? Considero que esto sera factible dando las razones para sostener un argumento distinto siempre y cuando dicho argumento de autoridad no sea obligatorio por disposicin de la ley; de ah que si a cierto enunciado normativo ya se le atribuy un significado que haba sido atribuido por alguien ms y que resulta obligatorio, es vlido y por supuesto obligatorio recurrir a l; respecto a este punto es interesante mencionar la siguiente jurisprudencia:
JURISPRUDENCIA. SU TRANSCRIPCIN POR LOS RGANOS JURISDICCIONALES EN SUS RESOLUCIONES, PUEDE SER APTA PARA FUNDARLAS Y MOTIVARLAS, A

Las tesis jurisprudenciales emitidas por la Suprema Corte de Justicia de la Nacin, funcionando en Pleno o en Salas, y las que dictan los Tribunales Colegiados de Circuito, dentro de sus respectivas competencias, son el resultado de la interpretacin de las normas de la Constitucin Poltica de los Estados Unidos Mexicanos, as como de los tratados internacionales, leyes federales, locales y disposiciones reglamentarias y, al mismo tiempo constituyen normas de carcter positivo obligatorias para los tribunales judiciales o jurisdiccionales, en trminos de lo dispuesto en los artculos 192 y 193 de la Ley de Amparo, y 177 de la Ley Orgnica del Poder Judicial de la Federacin. Sin embargo, como el artculo 16 constitucional obliga a toda autoridad a fundar y motivar sus resoluciones, debe estimarse que la sola transcripcin de las tesis jurisprudenciales no es suficiente para cumplir con la exigencia constitucional, sino que es necesario que el rgano jurisdiccional asiente las consideraciones lgicas que demuestren, cuando menos, su aplicabilidad al caso concreto independientemente de que, de ser necesario, el juzgador complemente la aplicacin de los criterios jurisprudenciales en que se apoye, con razonamientos adicionales que aseguren el cumplimiento de la referida garanta constitucional. [Pleno, Novena poca, Apndice al Semanario Judicial de la Federacin 1917-2000 (Actualizacin 2001), tomo VI, materia comn, pgina 58, tesis 44, Contradiccin de tesis 17/98].

CONDICIN DE QUE SE DEMUESTRE SU APLICACIN AL CASO.

Respecto al argumento de autoridad basado en la doctrina, se puede mencionar que esto estriba en el reconocimiento no slo a nivel nacional sino internacional que tendra el autor respecto al punto especfico a aplicar.

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B. Argumento analgico En principio, para poder entender qu es el argumento analgico, es menester definir la palabra analoga. Analoga: del griego : proporcin, semejanza (de : conforme a y : razn, patrn, medida, conformidad con dos razones, proporcin matemtica) y significa relacin de semejanza entre cosas distintas. Con la expresin analoga jurdica los juristas entienden una semejanza entre hechos o situaciones que se encuentran en la base de la interpretacin analgica (extensin analgica o razonamiento analgico). La expresin analoga jurdica o sus equivalentes indican la operacin realizada por el intrprete (p.e. el juez) para aplicar a un caso no previsto por el orden jurdico las disposiciones jurdicas (legislativas o consuetudinarias) destinadas a regir casos similares. De esta forma tenemos que la analoga jurdica aparece dentro del complejo proceso de la aplicacin del Derecho, se manifiesta particularmente en la sentencia jurisdiccional cuando se trata de aplicar una norma general a un caso concreto no previsto. La aplicacin analgica es un medio a travs del cual el intrprete puede superar la eventual insuficiencia o deficiencia del orden jurdico. El razonamiento analgico es uno de los medios hermenuticos de que dispone el intrprete para colmar las lagunas del Derecho, es el procedimiento que provee a la falta de la ley mediante la unidad rgnica del derecho (F. von Savigny).8 La analoga jurdica es, pues, un procedimiento de integracin del Derecho. El punto esencial de la analoga radica en la semejanza de una cosa con otra, en la similitud de unos caracteres o funciones con otros; en este caso la analoga consiste en una atribucin de los mismos predicados a diversos objetos.9 La analoga implica similitud o semejanza, no es lo mismo que la identidad; la identidad excluye la semejanza; para afirmar lo anterior, basta el examen de los trminos.

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Diccionario jurdico 2000, Desarrollo Jurdico Copyright 2000. Dehesa Dvila, Gerardo, op. cit., p. 373.

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La identidad anula la analoga porque en la analoga existe una semejanza que, si bien esencial, no es perfecta. Parte fundamental de la analoga es que una parte, por pequea que sta sea, sea diferente del resto; de no ser as, existira precisamente identidad, pero no la analoga.10 La aplicacin del argumento analgico parte del problema de las lagunas de la ley; la laguna se da precisamente en tanto un caso no est regulado por la ley, por lo que, atendiendo a que se tiene el imperativo legal de que no puede dejar de resolverse ninguna controversia planteada ante un tribunal, por mandato del artculo 18 del Cdigo Civil Federal, el juzgador podr solucionar el caso mediante el argumento analgico. Por otra parte es importante tener presente que la analoga tiene lmites y Francisco Javier Ezquiaga los distingue de la siguiente manera:11 a) La analoga no es posible cuando los supuestos no guardan semejanza o similitud. b) La aplicacin analgica es incompatible con el Derecho a la legalidad penal, como en forma expresa lo ordena el artculo 14 constitucional. c) La analoga es imposible cuando el legislador ha pretendido regular restrictivamente una materia, como pueden ser algunos casos en materia fiscal. d) La analoga no es utilizable para restringir derechos. e) No se puede suplir por va analgica la falta de desarrollo legal. Esta limitante ha sido establecida por el Tribunal Constitucional Espaol (STC 49/1983, de 1 de junio, f.j. 6). f ) A un supuesto no es posible aplicarle extensivamente una regla que no pertenezca a su mbito de analoga. C. Argumento sistemtico No cabe duda que al tener en consideracin lo que los autores definen como argumento sistemtico, confirman la afirmacin sostenida en la introduccin de este trabajo, esto es, que la argumentacin tiene como base
Cfr. Ibdem, p. 391. Ezquiaga Ganuzas, Francisco Javier, La argumentacin en la justicia constitucional espaola, Oate, Instituto Vasco de Administracin Pblica, 1987, pp. 56-60.
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la interpretacin, pues primero tenemos que interpretar la norma que se aplicar al caso concreto y despus dar las razones y justificacin del porqu la norma que interpretamos es aplicable al caso concreto. Por todo lo anterior debo decir que interpretar sistemticamente un precepto legal es reconocer que un precepto no se encuentra aislado del ordenamiento jurdico, ya que puede tener relacin de manera horizontal o vertical con otros preceptos legales, sta es una de las formas que el juzgador utiliza para interpretar las normas; de ah que para argumentar la aplicacin de un precepto cuya interpretacin se hizo a travs del mtodo sistemtico, debe ser utilizado este mismo argumento. El argumento sistemtico entonces es la razn que se funda en que el precepto legal aplicado al caso a estudio pertenece a un sistema de normas que unidas o correlacionadas dan la justificacin de su aplicacin. Las razones que apoyan la interpretacin sistemtica son fundamentalmente cuatro: I. La conexin material entre preceptos que regulen la misma materia. II. Las razones lgicas que apelan a la unidad ntima de conexin de los apartados de un artculo. III. Los motivos gramaticales, que exigen tomar en consideracin la totalidad del artculo para entender o interpretar una parte. IV. Las razones histricas a los antecedentes doctrinales.12 D. El argumento de equidad o equitativo Equidad. (Del latn aequitas-atis, igualdad de nimo). El antecedente histrico directo del concepto de equidad se encuentra en Aristteles, quien habla de la Epiqueya como la prudente adaptacin de la ley general, a fin de aplicarla al caso concreto. La equidad era para Aristteles, en s, una forma de justicia. Este concepto de Aristteles ha perdurado a travs del tiempo sin haber sido modificado en substancia. En la Edad Media, los escolsticos consideraron la equidad, como un correctivo del Derecho, correctivo indispensable para que el Derecho no perdiese su fin autntico.
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Dehesa Dvila, Gerardo, op. cit., pp. 437 y 438

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En la poca moderna, Giuseppe Lumia ha definido la equidad como el juicio atemperado y conveniente que la ley confa al juez. La equidad constituye el mximo de discrecionalidad que la ley concede al juez en algunos casos, cuando la singularidad de ciertas relaciones se presta mal a una disciplina uniforme. Lumia expone que la equidad no debe confundirse con el mero arbitrio, porque esto significara un mal uso por parte del juez de sus poderes; en cambio, cuando decide conforme a equidad, respeta aquellos principios de justicia que se encuentran recibidos por el ordenamiento jurdico positivo o que son compartidos por la conciencia comn. En el derecho mexicano, el artculo 14 constitucional da lugar a la aplicacin del criterio de equidad en los juicios civiles, al permitir que las sentencias de los tribunales se funden en la ley o en la interpretacin jurdica de la ley, la cual puede estar basada en criterios de equidad. A falta de ley aplicable, permite que la sentencia se funde en los principios generales del derecho, abrindose otra posibilidad para la aplicacin del criterio de equidad.13 No cabe duda de que el argumento de equidad es el que se desarrolla con la intencin de dar a la resolucin el enfoque de que se acta con justicia.
La equidad no pretende de modo alguno corregir la ley, sino es el modo como el juez, en todo caso, debe interpretar la ley para arribar a una conclusin ms justa y as resolver el problema que tenga planteado ante su jurisdiccin.14

Efectivamente no se puede, con pretexto de actuar de manera justa, argumentar de manera equitativa, desconociendo la norma aplicable al caso concreto o dndole otro sentido, pues no cabe duda de que algunas normas pudieran ser injustas y, en el caso de que el juez se encontrara en la obligacin de su aplicacin, no puede dejar de hacerlo.

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Diccionario jurdico 2000, Desarrollo Jurdico Copyright 2000. Dehesa Dvila, Gerardo. op. cit., p. 475.

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E. Argumento a fortiori El argumento a fortiori contiene ciertos enunciados que se supone refuerzan la verdad de la proposicin que se intenta demostrar, por lo que se dice que esta proposicin es a fortiori verdadera. Respecto al uso del argumento a fortiori en el campo del Derecho, se ha dicho que se entiende que la solucin prevista para un determinado caso debe extenderse con mayor razn a otro caso que, en principio, no ha sido previsto, de ah que se identifique este argumento, con el analgico. La finalidad del argumento a fortiori es representar el tanto ms cuanto que con que se expresa gramaticalmente el hecho de que una parte de lo que se aduce como prueba viene a agregarse a la otra, sobreabundando en lo afirmativo. F. Argumento a contrario Francisco Javier Ezquiaga Ganuzas da el concepto de argumento a contrario sobre la base de la coincidencia de varios autores, al sealar que el argumento a contrario se basa en la presuncin de que si el legislador ha regulado expresamente una hiptesis, entonces esa regulacin se refiere a esa hiptesis y slo a ella.15 Las caractersticas del argumento a contrario nos las da este propio autor: a) el argumento a contrario es considerado un instrumento de la interpretacin lingstica o literal, ya que la actividad interpretativa no se sale fuera del texto a interpretar, adems de que supone un respeto de la letra que hace tener a sta como nica gua para la interpretacin; b) el argumento a contrario sirve para motivar o proponer la denominada interpretacin restrictiva, que es la que limita los significados posibles de un texto, de tal modo que no todos los sugeridos por la letra del documento o por otros datos extratextuales son adoptados; c) el argumento a contrario impone como condicin para su utilizacin el silencio de la ley, por lo que hay que distinguir, para poder utilizar este argumento, dos hiptesis distintas: la expresamente regulada por el legislador y la otra segunda no mencionada

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Ezquiaga Ganuzas, Francisco Javier, op. cit., p. 166.

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por el legislador. Por medio del argumento a contrario se entiende que el legislador no ha querido extender esa regulacin a la hiptesis no expresamente recogida en el texto; y d) el argumento a contrario se basa como muchos otros en la presunta voluntad del legislador pretendiendo dedicar la voluntad del legislador a partir de sus palabras. A partir de lo redactado por el legislador para una especie concreta, se deduce que su voluntad ha sido excluir de esa regulacin otra serie de supuestos del mismo gnero que prima facie hubieran podido considerarse all incluidos.16 G. El argumento psicolgico
El argumento psicolgico sera aqul por el que se atribuye a una regla el significado que se corresponda con la voluntad del emisor o autor de la misma, es decir, del concreto legislador que histricamente la redact.17

Respecto a este argumento, no cabe duda de que hay que acudir a los trabajos preparatorios y la exposicin de motivos del legislador creador de la norma. Desde luego, coincidimos con J. C. Cueto-Rua citado por Francisco Javier Ezquiaga Ganuzas en el sentido de que al juez no le interesa el proceso psicolgico de los miembros de los rganos legislativos porque tal estudio sera de imposible ejecucin. En los trabajos legislativos, el legislador explica los principios a los que responde, la finalidad perseguida, en general los motivos que le han conducido a aprobar esa regulacin normativa. No cabe duda de que, tal como lo sealan varios autores, es extremadamente difcil determinar cundo se est en presencia de una argumentacin teleolgica o de una argumentacin psicolgica, pues cmo desvincular la voluntad del legislador de la finalidad para la creacin de la norma, sobre todo cuando hay quienes niegan la existencia de una voluntad del legislador contra los que afirman su existencia; para ello, considero importante referir ambas opiniones.
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Ibdem, pp.167-170. Ibdem, p. 183.

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i. Argumentos de los que responden negativamente Los que opinan que no es posible conocer la voluntad del legislador por medio de los trabajos preparatorios dan los siguientes argumentos: a) En los trabajos preparatorios no interviene una sola persona que pudiera expresar en los mismos su voluntad, sino que actualmente las leyes pasan por un largo camino antes de su aprobacin, en la que intervienen muchas personas distintas. Todas ellas colaboran en el resultado final. b) Entre esas personas se encuentran tcnicos que no son legisladores elegidos como representantes, sino especialistas en Derecho, pero cuya intervencin es decisiva para la redaccin del proyecto que se somete a las cmaras. c) De las personas que efectivamente han sido elegidas como representantes en el Parlamento, hay algunas que pueden no conocer el proyecto, que simplemente lo votan por rutina, y en cualquier caso pocos (o al menos no todos) son expertos sobre la materia regulada. d) Los trabajos preparatorios son, a menudo, poco vlidos por la imprecisin o por las contradicciones en los debates parlamentarios, de tal forma que stos pueden proporcionar argumentos a todas las opiniones. e) Por ltimo, se dice que si el legislador tuviera una voluntad definida y cierta, la enunciara claramente.18 ii. Argumentos de los que responden positivamente Los autores que defienden la utilizacin de los trabajos preparatorios lo hacen porque parten de la presuncin de que traducen la voluntad del legislador y porque consideran que, en el curso de los trabajos preparatorios, el legislador se ha podido expresar de una forma ms libre y ms amplia que en el texto aprobado. Sin embargo, incluso los partidarios de

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Cfr. Ibdem, p. 196.

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la utilizacin de los trabajos preparatorios como medio para conocer la voluntad del legislador la sujetan a unos lmites. Pero vamos a ver antes el fundamento o las bases tericas sobre las que se apoyan. Al margen de los argumentos vistos a favor o en contra de la bsqueda de la voluntad del legislador en los trabajos preparatorios, los que privilegian el recurso de los mismos, adoptan una ideologa esttica de interpretacin y se encuadran dentro de una teora subjetiva de sta. Por el contrario, los que se manifiestan en contra de recurrir a los trabajos preparatorios adoptan una ideologa dinmica y una teora objetiva. Las diferencias entre ambas ideologas y sus correspondientes construcciones tericas de los sentidos de la norma son claras. La ideologa esttica persigue la estabilidad y la certeza de las leyes, la seguridad jurdica, etc., y se corresponde con una teora subjetiva de la interpretacin para la cual el sentido de la norma es el hecho psquico, la voluntad de la persona que cre esta norma o el contenido de esta voluntad. El sentido no cambiara durante todo el perodo de existencia de la norma, el legislador se lo otorga y el intrprete debe descubrirlo. Por el contrario, la ideologa dinmica persigue la satisfaccin de las necesidades actuales de la vida, y por eso la teora objetiva postula que el intrprete debe tomar en cuenta los factores que determinan el sentido. Al estar el texto desligado de su autor histrico, la voluntad del legislador no tiene ninguna importancia para determinar el sentido de la norma. Pues bien, los partidarios de acudir a los trabajos preparatorios para buscar en ellos la voluntad del legislador mantienen una ideologa esttica y son seguidores de una teora subjetiva de la interpretacin. Esta es la postura propugnada por la Escuela de la Exgesis, que posee una concepcin imperativista de la ley y que en las culturas jurdicas modernas encontr un firme argumento justificativo con la doctrina de la separacin de poderes.19 Por ltimo es importante mencionar los lmites a este empleo interpretativo que tambin pueden ser aplicados a otros argumentos: a) Un primer requisito exigido por algunos autores para dar valor a los trabajos preparatorios es que sean claros. Es decir, es necesario

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Cfr. Ibdem, pp. 197-199.

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b)

c) d) e)

que la voluntad que se desprende de ellos est completamente probada, y para ello hay quien exige que los documentos y declaraciones que forman parte de los trabajos preparatorios no hayan sido objeto de contestacin en el transcurso de stos. En caso contrario, o si la voluntad del legislador conduce a resultados poco satisfactorios para el intrprete, no la tendr en cuenta en nombre de cualquier otro argumento. Varios autores coinciden tambin en sealar que para poder acudir a los trabajos preparatorios es necesario estar en presencia de un texto que plantee dudas, es decir, que slo est permitido acudir a ellos para aclarar el texto. Cuando el texto es claro no tienen ningn valor, incluso aunque ese sentido claro no coincida con la voluntad del legislador extrada de los trabajos. La voluntad del legislador tal como se obtiene por medio de los trabajos preparatorios nunca puede contradecir al texto. En caso de conflicto siempre prevalece el sentido gramatical. Igualmente, en caso de contraste entre el sentido obtenido por medio de los trabajos preparatorios y el sentido obtenido por medio de otro instrumento interpretativo, siempre predomina este ltimo. Finalmente, con frecuencia se encuentran entre los autores referencias temporales para el uso de los trabajos preparatorios. En concreto se seala que el argumento psicolgico es ms eficaz cuanto ms reciente sea el texto a interpretar, de tal modo que los antecedentes se tornan menos importantes a medida que la ley envejece.20

Por ltimo y respecto a la voluntad del legislador me permito transcribir las siguientes tesis:
LEYES PENALES.

Si bien el artculo 14 constitucional, prohbe imponer penas por simple analoga y aun por mayora de razn, esto no quiere decir que las leyes penales no admitan interpretacin y que deban aplicarse segn su significado literal, que puede ser antijurdico y aun conducir al absurdo; los tratadistas mismos admiten que puede ser interpretada

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Cfr. Ibdem, pp. 199-200.

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la ley penal. La prohibicin del citado artculo constitucional, debe entenderse en un sentido natural y razonable, haciendo uso de los diversos procedimientos de dialctica jurdica, tales como la historia, los trabajos preparatorios, el fin de la ley, la concordancia de los textos, etc. En este sentido, se ha podido muy justamente decir, que la interpretacin no debe ser ni extensiva ni restrictiva, sino slo declarativa de la voluntad del legislador. [Primera Sala, Quinta poca, Apndice al Semanario Judicial de la Federacin 1917-2000, tomo II, Penal, P.R. SCJN, pgina 839, tesis 1778. Amparo penal en revisin 3124/28.-Olvera Tamborrel Rubn. 2 de julio de 1929. Cinco votos].
LEY INTERPRETACIN DE LA. De acuerdo con Baudry Lacantinerie, la primera de las reglas de la interpretacin de la ley crea la exigencia de que aqulla esta regida, en primer lugar, por la interpretacin gramatical del texto, ya que slo cuando la redaccin del precepto que el operador del derecho se ve constreido a verificar, es obscuro o dudoso, atender para su interpretacin a los principios de la lgica y en ltimo extremo, a los principios generales del derecho. De ah que el mejor medio es el de atenerse a la idea que el texto expresa claramente; pues slo por excepcin, el interprete tiene el derecho y el deber de apartarse del sentido literal de la ley; y es cuando se demuestra claramente que el legislador ha dicho una cosa distinta de la que quiere decir, ya que como consecuencia del carcter imperativo de la ley debe interpretarse segn la voluntad que ha precedido a su origen. [Primera Sala, Quinta poca, Semanario Judicial de la Federacin, tomo CXI, pgina 2244, Amparo penal directo 4973/51. Pulgarn Domingo y coag. 31 de marzo de 1952. Unanimidad de cuatro votos. Ausente: Fernando de la Fuente].

H. El argumento teleolgico El argumento teleolgico se relaciona con el espritu y finalidad que se ha tenido en cuenta para la creacin de las normas; se dice que esta finalidad siempre debe estar presente, y no slo cuando la redaccin sea ambigua. Respecto de cul sea el fin de la norma, el propio Ezquiaga Ganuzas nos seala la distincin que algunos autores tienen acerca de esta finalidad: algunos conciben la finalidad como un valor, para otros es algo in-

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trnseco o inmanente a la ley, hay quien la relaciona con las necesidades sociales o la evolutividad del Derecho y, por ltimo, en una postura inspirada en la jurisprudencia de intereses, hay un autor que la identifica con el fin prctico de la norma teniendo presente los intereses cuyo conflicto esa norma pretende arbitrar.21 En cuanto al mbito tenido en cuenta para buscar la finalidad de un precepto son posibles varias posturas: el fin concreto del precepto, el fin general de la materia o institucin regulado, el fin genrico del Derecho (la justicia por ejemplo) o los fines de la sociedad en la que el precepto va a ser aplicado; al efecto se seala: a) El fin concreto del precepto. Por medio del argumento teleolgico se atribuira al enunciado aquel significado de los posibles ms acorde con el fin concreto que persigue el precepto. Cuando el legislador promulga cualquier norma concreta lo hace pensando en el fin que ella debe alcanzar. b) El fin general de la materia o institucin regulada. La finalidad de toda norma jurdica hay siempre que referirla a los principios de la materia, sin que el intrprete pueda aislarlas de sos. c) El fin genrico del Derecho. La finalidad que se busca con interpretacin teleolgica es la que persigue el Derecho como conjunto objetivo de normas, en concreto la justicia. El valor justicia sera un objetivo genrico al que deben responder todas las normas. d) Los fines de la sociedad en la que el precepto ha de ser aplicado. Aqu lo que se debe tener en cuenta es la finalidad que persigue la sociedad en el momento en que se desarrolla la interpretacin. Han sido empleadas gran variedad de formas lingsticas intentando todas ellas proponer ese carcter evolutivo que debe caracterizar, segn algunos, a la interpretacin teleolgica; unos hablan de criterios teleolgicos de la sociedad otros de sentido comn de la sociedad, otros de necesidades de la sociedad, otros de sentido comn social y otros de realidad de la experiencia o de intereses prevalentes.22

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Ibdem, p. 367. Ibdem, pp. 369 y 370.

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2. Vicios en la argumentacin Llamaremos vicios en la argumentacin a las formas en que se argumenta incorrectamente, esto es, a las falacias y haremos alusin a ellos nicamente en cuanto a las diversas categoras en que Toulmin las clasifica segn que las mismas surjan: 1) de una falta de razones, 2) de las razones irrelevantes, 3) de razones defectuosas, 4) de suposiciones no garantizadas y 5) de ambigedades. 1) Respecto a la primera menciona que es la de peticin de principio, esto es, se dan razones cuyo significado es equivalente al de la pretensin original. 2) De las razones irrelevantes; cuando la prueba que se presenta a favor de la pretensin no es directamente relevante para la misma; claro ejemplo de esta sera argumentar contra la persona, en argumentar ad ignorantiam, en apelar al pueblo, etc. 3) Las falacias debidas a razones defectuosas; se presenta cuando las razones para apoyar la pretensin son de tipo correcto; sin embargo, son inadecuadas para establecer la pretensin especfica, sera el caso cuando se llega a una conclusin con pocos ejemplos o ejemplos atpicos. 4) Las falacias debidas a suposiciones no garantizadas; se parte del presupuesto de que es posible pasar de las razones a la pretensin sobre la base de una garanta compartida por la mayor parte o por todos los miembros de la comunidad, cuando de hecho la garanta en cuestin no es comnmente aceptada, el ejemplo sera la falacia de la falsa causa. 5) Finalmente, las falacias que resultan de ambigedades tienen lugar cuando una palabra o frase se usa equivocadamente debido a una falta gramatical (anfibologa) o una colocacin errnea del nfasis (falacia del acento) a afirmar de todo un conjunto lo que es vlido de cada una de sus partes (falacia de la composicin) a afirmar de las partes lo que es vlido del conjunto (falacia de la divisin).23

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Cfr. Atienza, Manuel, op. cit., pp. 118 y 119.

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III. LA DECISIN JUDICIAL No cabe duda de que la decisin judicial debe estar basada en una argumentacin correcta, y como su sustento la interpretacin que de la norma haya hecho; esta argumentacin tendr correlato en su discurso jurdico. La argumentacin jurdica, segn lo seala Alexy, se concibe como una actividad lingstica, a esa actividad se le designar como discurso; en el discurso jurdico se trata de un caso especial, porque la argumentacin jurdica tiene lugar bajo una serie de condiciones metdicas. Entre stas, existen la sujecin a la ley, la obligada consideracin de los precedentes, su encuadre en la dogmtica elaborada por la ciencia jurdica organizada institucionalmente y las limitaciones a travs de las reglas del ordenamiento procesal.24 La decisin judicial basada en una argumentacin jurdica bajo estas condiciones limitadoras, como las llama Alexy, evita que el juez acte con arbitrariedad pues su decisin estar basada en una argumentacin racional. Respecto a la justificacin, se distinguen dos aspectos: la justificacin interna y la justificacin externa. En la justificacin interna se trata de ver si la decisin se sigue logrando de las premisas que se aducen como fundamentacin; el objeto de la justificacin externa es la correccin de estas premisas. Considero que ambas deben ser utilizadas por el juzgador en sus decisiones pues no puede pensarse nicamente en que una decisin est basada en una justificacin interna, supuesto que siempre habr que dar los argumentos solicitados que justifiquen los enunciados. Con base en lo anterior y partiendo del principio de que para argumentar primero hay que interpretar, debemos mencionar que los textos jurdicos contienen, en muchos casos, varias alternativas de interpretacin y segn la que se elija llevar a la decisin final que no siempre coincidir con las otras alternativas; por ello, la eleccin no puede apoyarse en la posicin de autoridad de quien la toma, sino que el juzgador debe justificar el porqu eligi tal alternativa y, para ello, el argumento es la clave.
24 Cfr. Alexy, Robert, Teora de la argumentacin jurdica, Madrid, Centro de Estudios Constitucionales, 1997, p. 35 y 36.

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Si algo est claro, es que la interpretacin y la justificacin de dicha interpretacin son dos caras de una misma moneda. Los puntos de vista normativos, que tienen la forma de un enunciado tal que: Es racional y razonable aceptar la norma N cuyo contenido es I como parte del derecho vlido, no slo expresan una interpretacin, sino que tambin la justifican. As, este tipo de enunciados se refieren, al mismo tiempo, al contenido de significado atribuido a la norma, a su validez y a la justificacin de la interpretacin final.25

La justificacin, entonces, implica sustentar la opcin interpretativa en una base argumentativa coherente y aceptable en condiciones de racionalidad, segn la teora de argumentacin jurdica y racionalidad de A. Aarnio; la aceptabilidad de un punto de vista normativo depende del consenso en condiciones racionales alcanzado entre los miembros de un auditorio, lo cual desde luego no significa que dicha apreciacin sea la ms correcta o verdadera, de ah que Aarnio separe aceptabilidad y verdad como dos principios regulares distintos. De lo hasta aqu dicho puede resumirse que la decisin judicial debe estar basada en argumentos que tengan una justificacin interna y externa, que sean coherentes y aceptables, pero tambin y como punto toral, que esta decisin judicial se adhiera lo ms posible a la certeza jurdica. La expectativa de certeza jurdica es la piedra angular de la teora de la justificacin jurdica de Aarnio. Esta expectativa hay que entenderla en sentido amplio, esto es, trascendiendo la muy bsica idea de que un juez o tribunal se pronuncie (d una respuesta) acerca de un caso que se ha sometido a su jurisdiccin. El concepto sensu largo de expectativa de certeza jurdica engloba dos dimensiones distintas de la decisin judicial: una formal y otra material. (i) Dimensin formal de la certeza jurdica. La idea primera de esta dimensin formal es evitar la arbitrariedad, es decir, los elementos azarosos, impredecibles y, por supuesto, volitivos, de la decisin jurdica. ni25 Cabra Apalategui, Jos Manuel, Argumentacin Jurdica y Racionalidad en A. Aarnio, Madrid, Instituto de Derechos Humanos Bartolom de las Casas, Universidad Carlos III de Madrid, 2000 (Cuadernos Bartolom de las Casas, No. 15), p. 47.

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camente mediante la predecibilidad de las decisiones jurdicas pueden los miembros de la sociedad planear sus vidas con sentido. La posibilidad de prediccin crea las bases de la interaccin y cohesin sociales y, al tiempo, depende de que el procedimiento de razonamiento satisfaga ciertos requisitos de racionalidad, de modo que la antigua exigencia de evitar la arbitrariedad puede ser interpretada como la exigencia de un procedimiento racional de decisin. Ahora bien, la historia no ha sido pacata a la hora de proporcionar ejemplos de situaciones en las que los tribunales han resuelto de forma altamente predecible, pero, a la vez, enormemente cruel e injusta (por ejemplo, la irracionalidad racionalmente organizada del Tercer Reich alemn). Adems de predecible, el Derecho ha de ser aceptable o, en otros trminos, racional (predecible) y razonablemente (aceptable materialmente). En esto consiste la segunda dimensin de la certeza jurdica en sentido amplio. (ii) Dimensin material (sustancial) de la certeza jurdica. Este aspecto requiere la realizacin de dos exigencias en la decisin jurdica: de un lado, la concordancia con el Derecho (vlido), y, de otro, la satisfaccin de determinados criterios mnimos de justicia y equidad (correccin material de la decisin). Esta dimensin implica una exigencia valorativa o axiolgica. As entendido el concepto de certeza jurdica, puede establecerse una conexin interna (es decir, desde el punto de vista del participante) entre el Derecho y la Moral en el nivel de aplicacin. Ahora bien, como apunta Rafael de Ass, el criterio razonabilidad/ aceptabilidad no hace referencia a ningn contenido concreto de moralidad, salvo el determinado por el propio principio de aceptabilidad; no se trata de determinar a priori cul tendr que ser el sentido de la decisin, sino slo afirmar cul deber ser la postura del enjuiciamento del juzgador. Esto es, la aceptabilidad de la decisin, que incorpora la perspectiva moral al proceso de razonamiento, no desvirta en abstracto el carcter procedimental de la teora. Un mayor grado de certeza jurdica (racionalidad + razonabilidad) implica una mayor aceptabilidad de la decisin de que se trate, lo que se traduce en una mayor legitimidad de las decisiones jurdicas y estabilidad del sistema social. La expectativa de certeza jurdica supone entonces la aceptacin, mediada por el procedimiento racional de argumentacin,

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de la decisin jurdica, es decir, la aceptabilidad racional de la misma, de modo que sta sea racional y razonable. La expectativa de soluciones no slo jurdicas, sino correctas, es observada por gran parte de los tericos de la argumentacin. As, Alexy habla de la correccin de las decisiones jurdicas, por un lado, en el marco del orden jurdico vlido, y, por otro, en cuanto decisiones jurdicas; de modo que una decisin jurdica que aplica una ley injusta es vlida (jurdicamente correcta) pero incorrecta desde el punto de vista del razonamiento prctico. Habermas describe la tensin inmanente al derecho entre facticidad y validez en el mbito de aplicacin del Derecho como la tensin entre el principio de seguridad jurdica y la pretensin de correccin de las decisiones, esto es, de producir decisiones consistentes y racionalmente aceptables y sostiene que slo as se consigue cumplir la funcin sociointegradora que ha de ejercer el orden jurdico y satisfacer a la pretensin de legitimidad del derecho. MacCormick sostiene que para mostrar que las decisiones no son slo justificables jurdicamente (legal y justifiable), sino tambin justificadas, hay que recurrir a argumentos consecuencialistas para evaluar la decisin propuesta y las alternativas. En opinin de Peczenik, la interpretacin racional del Derecho promueve la certeza jurdica en sentido material, esto es, el compromiso ptimo entre predecibilidad y aceptabilidad a la luz de otras consideraciones morales de las decisiones jurdicas, donde la predecibilidad y la aceptabilidad tienen valor moral como condiciones favorecedoras para la planificacin y realizacin satisfactoria, respectivamente, de los planes de vida de los sujetos.26 Termino este trabajo, y como reflexin, con lo mencionado por el doctor Rolando Tamayo y Salmorn:
En la argumentacin el discurso (i.e. la forma en que se expresan los argumentos) no busca persuadir (disuadir) o convencer, la idea es proveer un argumento que en el caso no pueda ser vencido, un argumento que no pueda ser refutado, contra el cual no se pueda proporcionar un contraejemplo: un argumentum fides. Este argumento cierra la confron-

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Cfr. Ibdem, pp. 58-60.

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tacin. La argumentacin no persigue la adhesin a una tesis, sino mostrar un argumento que, ex tunc, no puede ser vencido.27

CONCLUSIONES 1. Argumentar es razonar nuestras proposiciones para sustentarlas vlidamente sin criterios de arbitrariedad. 2. No es necesario que un texto sea oscuro para interpretarlo, pues interpretar es dar significado a una formulacin normativa. 3. No podemos separar la interpretacin de la argumentacin pues una es el presupuesto de la otra. 4. Existen distintos tipos de argumento, pero uno considerado como obligatorio para las autoridades de menor jerarqua, es el argumento de autoridad cuando ste ya es dado en jurisprudencia obligatoria. 5. Los textos jurdicos contienen, en muchos casos, varias alternativas de interpretacin; la eleccin de una de ellas no puede apoyarse en razones arbitrarias, por lo que para justificar la decisin el argumento es la clave. 6. La justificacin implica sustentar la opcin interpretativa en una base argumentada coherente y aceptable en condiciones de racionalidad. REFERENCIAS BIBLIOGRFICAS
Alexy, Rorbert, Teora de la argumentacin jurdica, Madrid, Centro de Estudios Constitucionales, 1997. Atienza, Manuel, Las razones del Derecho: Teoras de la argumentacin jurdica, Madrid, Centro de Estudios Constitucionales, 1997. Bergalli, Roberto, Hacia una cultura de la jurisdiccin. Ideologa de Jueces y Fiscales. Buenos Aires, Ad hoc, 1999.
Tamayo y Salmorn, Rolando, Razonamiento y argumentacin jurdica; El paradigma de la racionalidad y la ciencia del Derecho, Mxico, UNAM, 2003, p. 196.
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Cabra Apalategui, Jos Manuel, Argumentacin jurdica y racionalidad en A. Aarnio, Madrid, Instituto de Derechos Humanos Bartolom de las Casas, Universidad Carlos III de Madrid, 2000 (Cuadernos Bartolom de las Casas, No. 15). Ezquiaga Ganuzas, Francisco Javier, La argumentacin en la justicia constitucional espaola, Oate, Instituto Vasco de Administracin Pblica, 1997. Dehesa Dvila, Gerardo, Introduccin a la retrica y a la argumentacin, 2. ed., Mxico, Suprema Corte de Justicia de la Nacin, 2005. Guastini, Riccardo, La interpretacin: objetos, conceptos y teoras, en Vzquez, Rodolfo (comp.), Interpretacin Jurdica y decisin judicial, Mxico, Fontamara, 1998. Tamayo y Salmorn, Rolando, Razonamiento y argumentacin jurdica; El paradigma de la racionalidad y la ciencia del Derecho, Mxico, UNAM, 2003.

OBRAS DE CONSULTA
Diccionario jurdico mexicano, Mxico, Instituto de Investigaciones Jurdicas, UNAM, Porra, 1997. Diccionario jurdico 2000, Desarrollo jurdico Copyright 2000.

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