LA ESCUÁLIDA FAMILIA Por Daniela Berlante

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LA ESCULIDA FAMILIA por Daniela Berlante

De horda, de familia y de tragedia La Esculida Familia, estrenada en octubre de 2001 en el Centro Cultural Ricardo Rojas, con direccin de la misma Lola Arias, se desarrolla en torno de una hiptesis que leemos en el Prefacio : La Historia es siempre familiar. Arias despliega este concepto afirmando que en toda la tragedia de la Biblia a Grecia y Shakespearela familia funciona como la metonimia del reino. Si el teatro es pura condensacin y economa, en los roles de parentesco se exhiben todos los vericuetos del poder . De modo que la historia que la dramaturga pone en escena contar con los tpicos propios de la tragedia: un reino (que puede ser pas o baldo, segn consta en el Prefacio, parlamento dicho por el personaje de una de las hermanas, Luba), un trono, un hurfano, un duelo entre hermanos, un cadver, una violacin. El espacio elegido para el desarrollo de la fbula es indefinido: En algn pas de la nieve, una esculida familia. Anulada la posibilidad de adscribir la historia a un referente espacial particular la geografa estalla: no es ningn lugar y es todos. La fbula de las hermanas que salen de caza y en lugar de regresar con una presa lo hacen con un hurfano -levemente idiota y en estado salvaje- desata la tragedia. No ocurre en lugar alguno en particular pero ocurre en todos, porque segn la lectura de Arias, todas las familias reproducen inexorablemente en su conformacin el reino en miniatura. Esto implica bsicamente- la prdida del trono, del sitial de poder, por parte de uno de sus integrantes, quien excluido-- regresa a recuperarlo, y en ese retorno desencadena hechos luctuosos. La puesta en escena pone en acto este principio y hace de la miniatura su escala y su diseo. Padre yace sentado en su trono en miniatura, Padre borracho con un tropel de botellas en miniatura, Lisa ordena las figuras de un pesebre en miniatura, Luba revuelve el botiqun, saca una carta pequea y sucia, En el centro de la sala un pequeo altar son acotaciones que disponen la reduccin. Hablbamos de un trono perdido y del imperativo de ser recuperado. Es este movimiento el que convoca a Reo, el expsito, el abandonado por Padre y Madre a recrear sin proponrselo la trayectoria de Edipo. Excluido de la familia y asimismo de la lengua ...El abre la boca como quien no sabe hablar... Reo es para las hermanas puro cuerpo, objeto de descubrimiento y de deseo, que deviene sujeto en la instancia de la apropiacin de esa lengua.

Luba: Entonces cuando Reo no hablaba no tena yo...en qu momento se le form el yo? Lisa: Bueno, cuando habl. Dueo entonces del lenguaje, su cuerpo deja exhibir la marca de filiacin que lo inscribe en la historia de orfandad creada -paradjicamente- por Padre y Madre, siniestros personajes que definen su entidad en la transgresin sistemtica del rol que la Cultura les ha asignado. As es como esta Madre puede ordenar ahogar a su hijo o puede indistintamente amamantar hijas, liebres o al propio Padre. Del mismo modo, Padre, quiebra el tab del incesto, se acuesta con Lisa, su propia hija, y la embaraza. Es notable, en este punto, el uso que hace Arias del discurso religioso que contextualiza las escenas ntimas entre Padre y Lisa. Los relatos bblicos -lejos de inscribir la ley de Dios- funcionan como narraciones que Padre manipula a su antojo para habilitar y dejar legitimada la prctica prohibida. Otro claro ejemplo de

distorsin-disfuncin como principio organizador de la textualidad y de la familia por sta creada. Asimismo, como reverso de la actitud minimalista que asume la puesta en escena, al plantear en la estrechez del espacio una esttica de lo mnimo (puede observarse la exigua dimensin de los objetos elegidos: baadera, cuaderno de Luba, coleccin de botellas del padre, etc), el texto dramtico encuentra su lgica y su tono en la desmesura: suicidio, parricidio, fratricidio, canibalismo e incesto son algunos de las formas que adquiere la hybris. Sin embargo, el exceso es tan desbordante que supera el horror y se desva, por el propio efecto de la hiprbole, hacia el humor. Tal vez sea esta trayectoria trgica pero al mismo tiempo desdramatizada la que le permita a Arias establecer una mirada no condenatoria para con sus personajes: simplemente estn ah con su rol tatuado en la frente dice la autora. La moral cede en estas consideraciones su lugar a lo fatal. As sucede. Como en las mejores familias. No obstante, el texto inaugura la posibilidad de fundar un nuevo orden. Muertos Padre, Madre y Lisa, Luba se declara embarazada de quien es su propio hermano, Reo. Luba Dicen que el amor entre hermanos engendra nios idiotas. Fundaremos entonces una familia de idiotas y viviremos felices en el fin de la nieve. Tendremos uno, dos, mil nios idiotas y los dejaremos correr, amar, morir. Se juntarn entre s, engendrarn otros idiotas y as sucesivamente... El Patriarcado que rega en el antiguo orden queda as anulado y su vacancia deja lugar a una ausencia, la de la ley. En La Esculida Familia esto no constituye caos, muy por el contrario, la ilusin de la felicidad se sostiene en la suspensin de los preceptos. La nueva estirpe hace de la libertad su naturaleza, transformando los viejos mandatos en lneas de fuga por donde se pulveriza la antigua y dudosa herencia. (fragmento del artculo Representaciones de lo familiar en Mujeres Soaron Caballos de Daniel Veronese y La Esculida familia de Lola Arias en Los Rabdomates N3, Buenos Aires, Universidad del Salvador, 2003.

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