Aislamiento Existencial, Carencia de Sentido de Vida

AISLAMIENTO EXISTENCIAL:
Irvin Yalom empieza su definicin diferenciando este concepto de otros tipos de aislamiento que se viven como si se tratase del mismo sentimiento: el aislamiento interpersonal (causado por carencia de dones sociales o un estilo de personalidad particular) y el aislamiento intrapersonal (en donde la persona se separa de algunas partes de s misma, desconfiando de sus propios juicios y enterrando su propia capacidad potencial). Entonces, define al aislamiento existencial como un golfo intransitable que separa a uno de todos los dems seres, pero que adems implica una separacin ms fundamental, a saber, la del individuo con el mundo. As este conocimiento se hara manifiesto en distintas oportunidades: junto con la idea de muerte, al despertar la conciencia de la propia libertad y responsabilidad, y al vivir experiencias en las que uno se encuentre solo y sin las guas o normas cotidianas (el caminante que se extrava o el caos de la guerra seran ejemplos de esto ltimo). Estos momentos de aislamiento seran experimentados como un sentimiento de extraeza, en el que los significados se separan de los objetos y uno se siente como arrancado de su propia morada. Las personas buscaran evitar esta sensacin de extraeza, a pesar que el aislamiento existencial sea una consecuencia natural del proceso de desarrollo; lo que nos deja enfrentados al dilema entre surgir y separarse, por un lado, o no crecer y evitar el aislamiento, por el otro. Por lo general nuestra respuesta sera evitativa, dado que la experiencia del aislamiento existencial produce un estado subjetivo de malestar y encontraramos nuestra principal defensa en la relacin con los dems. Por lo que los problemas relacionados con el aislamiento existencial se manifestaran precisamente en las relaciones interpersonales.
CARENCIA DE UN SENTIDO DE VIDA:

Carl Gustav Jung (1875 - 1961) psiquiatra y psiclogo suizo, figura clave del Psicoanlisis, y posteriormente fundador de la Psicologa analtica, dej escrito: "La carencia de un sentido vital desempea un papel crucial en el desarrollo de las neurosis. En ltima instancia, hay que entender la neurosis como un sufrimiento del alma que no ha descubierto su significado. Aproximadamente una tercera parte de mis casos no padecen de ninguna neurosis clnicamente definible, sino de la falta de sentido y de propsito en sus vidas". Fue sin embargo Viktor Frankl (catedrtico de Neurologa y Psiquiatra de la Universidad de Viena. 1.905-1.997), el que acu el trmino Depresin Nogena, para referirse a una sensacin de falta de sentido y de confianza en el
futuro, lo que bloquea cualquier actuacin en el presente, hace desaparecer los planes, y los pocos que quedan son de corte pesimista. La depresin nogena tiene su origen en una insatisfaccin de tipo espiritual, ya que encontrarle sentido a la vida no es un tema de carcter psicolgico sino espiritual. Esta perspectiva, cada da ms implantada, estudia la realidad del hombre de nuestro tiempo, y sita en la bsqueda de sentido de la vida la ms profunda tarea existencial del mismo, y el nico camino para salir del abatimiento. Seala Viktor Frankl cinco causas por las que puede aparecer este tipo de desaliento espiritual en las personas. En primer lugar seala como causa la ruptura del dilogo, es decir la ausencia de un interlocutor con el que encontrarse y vincularse sincera y profundamente. Otra de las causas, que seala V. Frankl, que puede desembocar en una depresin de ausencia de sentido vital, es el sufrimiento fsico, que cuando es muy intenso o prolongado, a las personas les puede llevar a dudar del sentido de su vida: Por qu me tiene que pasar esto a mi?, por qu tantsimo dolor?. La tercera causa la sita en la falta de confianza en la existencia humana, cuya consecuencia es el escepticismo frente a la vida, la falta de atribucin de valor a cualquier cosa, y la ausencia de compromiso. En cuarto lugar seala la frustracin existencial que puede aparecer cuando alguien insiste de modo rgido e inflexible en conseguir llegar a una meta, que no consigue alcanzar. La incapacidad de flexibilizar los objetivos o los proyectos, y adaptarlos al devenir del presente y sus circunstancias, hacen que una persona pueda sentir una frustracin, difcil de gestionar. Por ltimo seala Frankl los conflictos de conciencia, como causa de este tipo de depresin. Con ello se refiere a situaciones en las que una persona vive de un modo que entra en contradiccin con sus valores, sus principios o sus ideas. Ampliar el campo de visin, evitar que la persona caiga en la resignacin de pensar que no existe futuro, cambiar radicalmente la actitud y no identificarse con ese estado de nimo, son estrategias recomendadas para superar el desnimo que nace en la falta de sentido. El Homo Faber -escribe Frankl- es exactamente lo que se denomina una persona de xito; slo conoce dos categoras y slo piensa en ellas: xito y fracaso. Su fotografa puede ser la de cualquier persona obsesionada con autotranscenderse a travs de la produccin y de la posesin material, y siente tener las riendas de su destino. Muchos de ellos llegan a los psiquiatras tras haberse quedado fuera de juego por cualquier avatar, por ejemplo una enfermedad.
Por el contrario, se sita el Homo Patiens, quien ha optado por actitudes ms valiosas, y es consciente de que puede realizarse hasta en el desengao ms categrico, en la contrariedad ms extrema, y en el descalabro ms intenso. Algo que puede llegar a escandalizar a quin deposita su bienestar emocional en la productividad o el acopio de objetos. Sin duda, el cambio de actitud es clave para pasar de Homo Faber a Homo Patiens, y superar este tipo de depresin, ya que como nos dice el propio V. Frankl: Lo que de verdad necesitamos es un cambio radical en nuestra act itud hacia la vida. Tenemos que aprender por nosotros mismos y despus, ensear a los desesperados que en realidad no importa que no esperemos nada de la vida, sino si la vida espera algo de nosotros. Tenemos que dejar de hacernos preguntas sobre el significado de la vida y, en vez de ello, pensar en nosotros como seres a quienes la vida les inquiriere continua e incesantemente. Nuestra contestacin tiene que estar hecha no de palabras ni tampoco de meditacin, sino de una conducta y una actuacin rectas.

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