Hollow Pike

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Ttulo original: Hollow Pike Edicin en formato digital: 2013 Del texto: James Dawson, 2012 De la traduccin y de las

as notas: Adolfo Muoz Garca, 2013 ISBN ebook: 978-84-678-3994-4

Contenido

Contenido Primera parte Bhos La Floresta El Instituto de Fulton Chicos Sombras Una fiesta a lo grande Y despus... Asesinato La amistad Cansada Venganza Huye! Segunda parte Al da siguiente Preguntas y respuestas Quin est ah? In Memoriam La leyenda de Hollow Pike El espa Primera cita Tercera parte Ofrendas La canguro El expediente de Laura En casa de Laura Querido diario

Tic tac La solucin Haciendo las paces La directora En la boca del lobo Brujas La pesadilla Gota a gota Navidad Agradecimientos

Este libro est dedicado a cualquiera que haya odiado alguna vez su centro educativo.

La Pandilla Inverosmil por siempre, x.

Primera parte
Ay! La experiencia nos dice que existen innumerables chicas y que, por tanto, las brujas que surgen de entre ellas son innumerables tambin. Malleus Maleficarum, 1486

Bhos

Lis saba que estaba soando, aunque eso no aliviaba el hecho de que la sangre le corriera por el rostro. Se le meti por la nariz y le lleg a la garganta. Aquel gusto metlico la ahogaba, la invadi el pnico. No era la primera vez que se arrodillaba en la roja corriente. Durante las ltimas semanas se haba visto inmersa muchas veces en aquella pesadilla, y cada vez que volva a tenerla, la visin resultaba cada vez ms real, ms visceral. En ocasiones, el sueo se centraba en su pelo largo y mojado, enmaraado sobre la cara. Otras veces, en la lluvia heladora y en el viento huracanado. Otras, en los chillidos de terror que se oan lejanos. En aquella ocasin, Lis era muy consciente de los guijarros, tan fros, redondos y perfectos bajo sus manos. Le raspaban la piel, pero ella saba que la sangre que le corra por el cuerpo no era suya. Lo ms morboso era que estaba empezando a disfrutar aquellos terrores nocturnos. Cada sueo aportaba una nueva pieza del rompecabezas, aunque todava le faltaba mucho para apreciar la foto que apareca en la caja. En realidad, no haba visto nunca el arroyo del sueo, ni el bosque por el que discurra este. O tal vez s los hubiera visto... Haba un recuerdo lejano, de la infancia, carcomido por el tiempo. Aquel chillido desesperado se acercaba, se haca ms fuerte, distorsionndose por momentos, mientras ella hunda y sacaba del agua la cabeza. Cobr conciencia de sus propios jadeos y gemidos. Podra arrastrarse mucho ms all? Cada movimiento resultaba fatigoso y lento. Ni siquiera la adrenalina poda contrarrestar el agotamiento de sus brazos, y el agua pareca espesa melaza. Pese al dolor y las rodillas sangrantes, se esforzaba en seguir. La ropa, empapada, se le pegaba al cuerpo, y tiraba de ella hacia atrs. En lo alto, los bhos giraban en torno a rboles calcinados. Estaban all por ella, eso lo saba, aunque no comprenda por qu. Pero en aquel momento no tena tiempo de preocuparse de eso: tena que alejarse de all. Saba lo que iba a pasar. El sueo terminaba siempre de la misma manera. Desde luego, reconoca la mano helada cuyos dedos ahora se le introducan en el

cabello. La agarraba con tal fuerza que a Lis le resultaba imposible volverse y encararse con su agresor. Ni una sola vez haba puesto sus ojos en l. Solt un alarido antes de que le hundiera la cara en el agua de tinta. No haba luna para iluminar el arroyo, y Lis estaba hundida en la oscuridad. Las burbujas le corran por las mejillas mientras aquella mano dura como un torno la hunda ms adentro, le hunda el rostro hasta el mismo lecho del arroyo. Intent relajarse. Saba que no tardara en despertar. El pecho se le encoga tratando de inhalar el oxgeno que no haba all, mientras sus labios se separaban intilmente. Era el fin.

Lis abri los ojos de repente. Siempre le quedaba la sensacin de que deba salirse de la cama de un salto y quitarse de encima las sbanas empapadas de sudor, tal como hacen en las pelculas. Pero all estaba a salvo, acurrucada bajo el edredn, cmoda y calentita, en su viejo dormitorio de toda la vida. Estir la mano para coger el mvil. No tena mensajes, y el reloj de la pantalla indicaba las 2.14 de la madrugada. Se dio la vuelta para volver a dormirse, a sabiendas de que no lo conseguira. Pues aquel era el da en que se iba a vivir a Hollow Pike.

La Floresta

Al abrir los ojos, Lis reconoci inmediatamente los valles de Yorkshire, y aquellas carreteras sinuosas que hacan que la cabeza adormecida pegara contra la ventanilla mientras su madre conduca el coche por el serpenteante recorrido que llevaba a Hollow Pike. Vamos, cielo, despierta le deca su madre. Que ya casi llegamos. Lis parpade y se puso derecha en el asiento. El conjunto nuevo que llevaba puesto se le haba arrugado completamente. Todas las viejas zapatillas y chaquetas de capucha se haban quedado en Gales, porque haba querido comprar ropa nueva para un nuevo comienzo. Cunto es casi? pregunt con voz ronca. No mucho. Desde aqu se ve ya la Floresta de Pike. Lis se hizo para delante y entrecerr los ojos para otear el horizonte. Vio la mullida alfombra de rboles que cubra las colinas que tena delante. Su madre haba tomado el camino que entraba en el pueblo por detrs. Cmo es que vamos por aqu? La carretera est en obras, cielo. No soporto esos semforos provisionales que ponen, te tienen un ao esperando. No haba venido nunca por aqu, pero Sarah dice que es un atajo. Lis se mordi la lengua para no decir nada sarcstico sobre los turbios antecedentes de su madre con los atajos, entre los cuales constitua un momento especialmente aterrador el incidente en Tenerife, cuando casi salen volando por el borde de un acantilado. As que en vez de decir nada, puso los ojos en blanco y volvi a mirar el camino. El diminuto Corsa plateado cruz un puente antiguo que iba a dar a los imponentes rboles que tenan delante. Baj el cristal de la ventanilla para ver mejor. Al fijar la mirada en el arroyo que corra por debajo, rpido y cantarn, Lis record su sueo y sinti que un repentino escalofro le recorra la columna vertebral. Entonces hizo lo que haca siempre con aquel desagradable recuerdo: hacerlo retroceder hasta un rincn de la mente, esforzndose en pensar en otras cosas. Pens en cmo sera vivir con Sarah; en si su madre tendra razn al decir

que se haba pasado con su ropa nueva (Lis pretenda estar mona pero elegante con sus nuevas faldas y tops); y en si alguien en el Colegio de la Comunidad de Gwynedd se dara cuenta de que se haba ido. Por supuesto, se dara cuenta Bronwyn Evans. Ella era la principal razn de que Lis se mudara. El instituto se haba negado a reconocer que entre sus paredes se dieran casos de verdadero acoso, y por eso se le haba ocurrido a su madre llevrsela al norte, con Sarah. Lis no haba dejado pasar la oportunidad. Su madre estaba tan ocupada con su nuevo novio (que no tardara en convertirse en su tercer marido) que Lis se preguntaba si tan siquiera la echara en falta. Lis haba soado con vivir con su hermana Sarah desde el mismo momento, aos antes, en que esta se haba ido a Hollow Pike para cuidar de la abuela. Tal como lo vea Lis, aquella solucin beneficiaba a todos. En un instante, fue como si el coche hubiera dejado atrs el da para entrar en la noche. Dentro de la floresta, solo unos largos dedos de luz diagonal penetraban las hojas, y Lis clav los ojos en la penumbra para distinguir adnde llevaba el camino. El bosque se cerraba tras ellos, atrapndolos en su hmedo follaje. Era como ser engullido por una enorme ballena verde. Lis se estremeci al pensarlo. Al mirar ms de cerca lo que la rodeaba, comprendi que la floresta estaba llena de vida. Todas las superficies estaban recubiertas de musgo o lquenes, y los pjaros... los pjaros eran ensordecedores. La densidad de los rboles haca que la radio perdiera la onda, de modo que en el coche solo se escuchaba un susurro misterioso, que por un momento a Lis le pareci que era el sonido mismo del bosque, que creca, se mova, respiraba. Su madre pis el freno al estrecharse el camino. Las ramas rotas de los rboles colgaban peligrosamente cerca del coche, y pareca como si la oscuridad misma se acercara, hacindose ms intensa a medida que avanzaban por la Floresta de Pike. Mam... Lis no tena en realidad nada que decir, pero esperaba que algo de conversacin aliviara aquella atmsfera repentinamente siniestra. Ya lo s, cielo. Sarah y sus atajos, verdad? Deborah esboz una sonrisa que no lleg a los ojos. Lamentando inmediatamente haberle dado a su madre ocasin de criticar a su hermana, Lis apag el ruido de la radio y alarg la mano hasta la caja de casetes de su madre. Por una vez, la idea de orla acompaar los grandes xitos de los

setenta le pareca reconfortante. Sin previo aviso, su madre pis a fondo el freno. Lis peg con la frente en el salpicadero. Ay! grit. Qu ests haciendo, mam...? Maldito bicho...! exclam la madre. Lis se incorpor para ver qu era lo que haba hecho frenar tan bruscamente a su madre. En el medio del camino estaba plantada una simple urraca, blanca y negra, jugando con el coche a ver quin era ms gallito. Sencillamente se qued all aguardando, mirndolas con sus ojos negros, redondos y brillantes, llenos de inteligencia. Deborah apret el claxon para lanzar un breve pitido, pero el ave no movi un msculo, ni siquiera se inmut. Por el contrario, pareca que miraba a Lis de modo ms penetrante. Qu hace? murmur Lis. Te crees que soy una especialista en psicologa animal? Su madre avanz con el coche, pero la urraca no cedi terreno, y sigui bloqueando el acceso a Hollow Pike. Y no haba modo de pasar dejndola a un lado. Te importara salir a espantarla, Elisabeth, por favor? Si seguimos as se nos va a hacer de noche. Obediente, Lis se desabroch el cinturn de seguridad y abri la puerta. Al sacar las piernas, pis agua helada. Volvi a levantar las piernas y mir hacia abajo: el coche se haba detenido sobre un arroyo nada profundo por el que corra un poco de agua. Ten cuidado, cielo, no eches a perder los zapatos. Tan pronto como sali del coche, la urraca, que era mayor de lo que ella haba pensado, le lanz una ltima mirada y sali volando hacia el refugio de las copas de los rboles. Pero Lis apenas se dio cuenta, pues haca esfuerzos por respirar mientras miraba a su alrededor, asimilando por vez primera la totalidad del lugar en que se encontraba. Todo le resultaba muy familiar: el agua, el aire denso, terroso... Aquello era su sueo: el arroyo, la sangre, la oscuridad... Empezaron a emparsele los ojos, y se oblig a controlarse. Aquel no poda ser el bosque que tan a menudo vea en sus sueos, porque no haba estado all

nunca. Y, en realidad, todos los bosques y todos los arroyos se parecen mucho. Lo nico que pasaba era que la haba alterado aquel pajarraco espeluznante e inquisitivo, y el traslado, y su madre y uf!, todo lo que haba pasado aquel da, as que cuanto antes llegara a casa de Sarah, mejor. Respir hondo. Elisabeth, vas a volver al coche, o no? Lis sali de su estupor, pas de puntillas sobre el arroyo de agua helada, y se subi al asiento del acompaante. Mala suerte, s seor dijo su madre al tiempo que Lis cerraba su puerta de un portazo. El qu? La urraca. Cmo deca aquella rima...? Ver una trae penas.

El resto del viaje transcurri aprisa. Su hermana tena razn: para evitar las obras de la carretera, era mejor que fueran por el camino que transitaba por el pie de la colina y llevaba directamente a la casa nueva de Sarah en muy poco tiempo. Y all estaba la casa de los sueos de su hermana, recortada contra el paisaje como una elegante escultura moderna. Max, el cuado de Lis, acababa de terminar las obras en la casa, que se llamaba el Cubo. Ahora Lis vea por qu se haba ganado semejante ttulo: era como si un gigante hubiera dejado por descuido all, al borde de la floresta, un bloque de cristal y madera. Era un sitio sensacional... y ella tena que vivir en l. Cuando por fin el coche entr en el camino de la casa, Lis estuvo segura de or todava el susurro de las ramas al viento y, si se esforzaba un poco, el pequeo arroyo que corra sin parar hacia el ro. Movi con firmeza la cabeza hacia los lados, en gesto de negacin: tena que ser valiente, ya no era una nia pequea. Quin arma tanto jaleo por unas pesadillas? Sasha, la pesada setter de la familia, acudi corriendo a recibir al coche. Lis sali del coche y permiti que la bestia de pelo rojizo se le echara al pecho. Sasha! exclam con voz de chaval. Cmo est mi perrita guau guau? Elisabeth! No dejes que te ensucie la ropa! le orden su madre.

Una voz distinta las interrumpi desde arriba. Era una voz clida y cariosa, pero con un dejo de exasperacin: Djala en paz, mam! Siempre tienes que estar rezongando! Ambas levantaron la vista y vieron a una rubia alta y llamativa situada en la terraza que rodeaba completamente el piso de arriba. Sarah, doce aos mayor que Lis, solo era hermanastra suya, nacida del primer matrimonio de su madre; pero Lis no habra podido quererla ms aunque hubieran tenido el mismo padre. Dejad todas las cosas en el coche les indic Sarah. Max baja ahora para echar una mano. Subid, que ya he puesto la tetera! Lis subi corriendo para saludar a su hermana. Sarah la estrech fuertemente en sus brazos, y las dos se lanzaron preguntas de saludo sin esperar respuesta. Sarah felicit a Lis por su ropa nueva tan elegante, hasta que lleg Deborah y recibi un abrazo similar. Sarah las invit a pasar dentro y, observando la enorme cocina, a Lis le pareci que cada viga y baldosa que haba puesto Max irradiaba calidez y amor. Unas enormes ventanas llenaban la casa entera de una luz celestial. Todo estaba limpio y era moderno, pero de ningn modo fro ni minimalista. Ms bien, el espacio estaba atestado de cosas, lleno de muebles bonitos que su hermana haba recogido y restaurado, por no mencionar la dispersa coleccin de juguetes de beb. Quieres ver tu habitacin, Lis? le pregunt Sarah. He puesto algn mueble en ella, espero que no te importe. Si no te gustan, puedo ponerlos en otro sitio. Lis resisti el impulso de ponerse a dar saltos. Su hermana se dedicaba a restaurar muebles viejos, as que aquello prometa estar bien. S, por favor...! Sarah cogi a Lis de la mano y la llev a travs del saln y por la escalera hasta el piso siguiente, donde estaban los dos dormitorios. Uno se utilizaba como estudio, y el otro era, evidentemente, la habitacin de Lis. Lis ahog un grito. Era como entrar en una de esas fotos a doble pgina de una revista de decoracin. Sarah haba instalado una enorme cama de trineo 1 junto a una puerta ventana que daba a la terraza de atrs. Otras elecciones exquisitas

Se trata de un tipo de cama cuya forma recuerda un poco a un trineo, y que, sobre todo, se fabric en el estilo Imperio.
1

incluan un espejo y una chaise longue, sin duda trabajada con cario en el taller del stano. Te gusta? Sarah... me encanta, me encanta, me encaaanta! Lis sonri de oreja a oreja y le dio a su hermana un segundo abrazo muy fuerte. Es como la habitacin de una princesa, por lo menos! Era como si su hermana le hubiera ledo la mente de una provincia a otra, percibiendo su deseo de alejarse de la vida infantil de Bangor 2, llena de psteres, para enfundarse all en Yorkshire en una nueva piel, glamurosa y sofisticada. Me alegro de que te guste, porque no te imaginas lo que nos cost pasar por la puerta esa maldita cama. Para sacarla nos hara falta una sierra mecnica! Lis se rio y se fue hacia las puertas acristaladas. La terraza era hermosa: una mesa de estilo parisino con sillas, y un pequeo estanque para peces. Ya se vea leyendo un libro con una enorme taza de chocolate caliente a su lado, y charlando con Sarah de un modo en que nunca podra hablar con su madre. Se senta a cien aos y a un milln de kilmetros de distancia de la Elisabeth London que se haba pasado el ltimo verano preocupndose por sus mejores amigos, por Bangor y por... Bronwyn. Aquello era ms de lo que poda esperar. Echara de menos a su madre, sin duda, pero merecera la pena. Mam est preparando el t. Voy a echarle una mano. Y despus quiero que me cuentes todos los chismorreos de Bangor! dijo Sarah. Yo bajar en un segundo. Lis se sent en la chaise longue y acarici suavemente la preciosa tapicera. Relaj los hombros, y solo entonces se dio cuenta de lo tensa que haba estado hasta aquel momento. No saba si habra sido por el extrao incidente sufrido en el camino, o por la preocupacin de que aquel nuevo captulo de su vida no cumpliera sus expectativas. Exhal aire, cerr los ojos y cont hasta cinco. Estaba bien... Bangor perteneca al pasado, y ella ya estaba a salvo. A salvo de Bronwyn Evans. A salvo de las burlas, pullas y cuchicheos. Se levant, preparada para acudir con los dems. Al volverse, vio otra urraca solitaria que saltaba por la terraza y se paraba completamente ante la puerta ventana de la habitacin. Se pregunt si sera la

Pequea ciudad de Gales, perteneciente al condado de Gwynedd, ya mencionado.

misma de la floresta. Ah, vamos!, se dijo, cuntas urracas habr en este pueblo?. La urraca lade su negra cabeza, mirndola de frente con sus brillantes ojos de nice. Haba en ella algo espantosamente conocido... Qu curioso. Puso la mano contra el cristal, y eso bast para espantar al ave. La urraca sali volando, pero no era tan fcil olvidar lo que haba dicho su madre: Ver una trae penas.

El Instituto de Fulton

Debera haberme restregado por el barro, pens Lis. Su inmaculado uniforme brillaba a una legua. Era como si se hubiera grabado la palabra NUEVA en la frente con un bistur. Le escocan los ojos dentro del crneo, y aunque saba que aquella sensacin pasara al cabo de unas horas, no haba previsto lo mal que poda sentirse. Al subirse al autobs se senta tan fresca y segura de s misma como una pasta de dientes en un anuncio, y, sin embargo, tras cinco minutos de viaje, sus sensaciones eran otras. El tiempo haba comprendido perfectamente que era el primer da del trimestre otoal, y ofreca a los alumnos una llovizna fina e incesante para acompaarlos en un da ya de por s deprimente. El mundo entero haba cobrado el color de la pizarra. An peor, a medida que el autobs se llenaba de empapados estudiantes, se iba pareciendo ms a una sauna. Al mirar por la ventanilla cubierta de vaho, surgi del agua, al lado de la carretera, una figura aislada. Lis limpi en el cristal una pequea mirilla para poder ver, pero la silueta sigui envuelta en oscuridad. Con un silbido, el autobs fren y se detuvo, y la silueta subi a bordo. Se hizo un elocuente silencio antes de que recorriera todo el autobs una pequea descarga de risitas apagadas, de murmullos y de significativas miradas. La recin llegada no pasaba desapercibida. Fascinada, Lis observ a la nueva pasajera recorrer el pasillo central hacia los asientos de atrs. Era una esplndida amazona de un metro ochenta, y llevaba una mata de pelo negro y morado en punta que an consegua alargarla unos centmetros ms. A Lis no se le ocurra ni una palabra capaz de describir su estilo futurista: la falda era la ms corta que Lis haba visto que nadie se hubiera atrevido a llevar como parte de un uniforme, y unas enormes botas negras de obrero remataban sus piernas interminables. Ah, y los imperdibles se sucedan en fila por el borde de las orejas. Pero, con mucho, lo ms llamativo era el rostro. Lis se consideraba guapa a s misma, pero aquella extraa chica era hermosa, de una belleza mestiza, con impecable piel morena y brillantes ojos azules. Lis saba que debera dejar de mirarla, pero se senta hipnotizada. Girando el cuello, vio a la chica sumarse a otras dos rarezas que ya se haban arrinconado al fondo del piso inferior del autobs. Cmo poda no haberlos visto antes? La

segunda chica era mucho ms baja que la primera, aunque igual de asombrosa: una muequita china dotada de vida. Lis no haba visto jams semejante abundancia de rizos rojos y brillantes. Le llegaban casi a la cintura. La pelirroja haba logrado tambin, como por arte de magia, reinterpretar el cdigo indumentario, cambiando la falda reglamentaria por otra larga y suelta que le llegaba casi hasta el suelo. Llevaba zapatillas de ballet en los pies, y unas gruesas gafas de la Seguridad Social en equilibrio sobre su naricilla. Su compaero masculino constitua un marcado contraste: era un joven de piel plida que se acurrucaba en la esquina, junto a la salida de emergencia, con un uniforme casi tan inmaculado como el de Lis. Haba hundido las manos en los bolsillos de la trenca, y no apartaba los ojos de su propio regazo. No era ni guapo ni feo, pero al lado de sus extravagantes compaeras, su neutralidad resultaba igual de llamativa. Lis puso la oreja y, aunque los comentarios se perdieran en el estruendo del autobs que arrancaba, capt alguna palabra del tipo frikis o gay. Lis se sinti de pronto angustiada por un terror que le resultaba conocido. La misma sensacin contra la cual haba luchado cada maana en el autobs del anterior instituto, cuando Bronwyn y sus compaeras cuchicheaban sobre ella. Ay, y si Fulton no fuera distinto? El terror fue en aumento, y Lis se agarr al borde de su asiento. Llegar el da, pens, en que estar viviendo en Nueva York o en Pars, y nada de esto tendr importancia. Ahora hay que aguantar. Se aventur a mirar otra vez, y se sorprendi de ver que los frikis la estaban mirando a ella. Aparentemente, nadie ms se fijaba en la nueva. El tmido joven le dirigi una sonrisa desganada que significaba ya entiendo. La pelirroja sonri ms abiertamente y susurr algo al odo del chico, ofrecindole a Lis un leve gesto hecho con la mano. Lis le devolvi una sonrisa. En Hollow Pike, estaba decidida a sobreponerse a las ridculas jerarquas que le haban amargado la vida en el instituto anterior. Aquel instituto haba tenido su propio grupo de frikis marginados. Se burlaban de ellos y los acosaban, eran el chivo expiatorio, un saco de arena en el que el colegio entero poda descargar puetazos. Haba habido un tiempo en que haba pensado que ellos mismos se lo haban buscado, vistiendo tan raro. Ahora tena otra opinin. Volvindose hacia delante, Lis se encontr de frente con una delicada rubia de rasgos levemente afilados.

No se te ocurra ir a hablar con ellos le dijo en voz baja, pero realmente preocupada. No? No. La chica alta es una lesbiana de las autnticas. Intentar violarte. Eso le pas a nuestra amiga Laura. Vale, gracias por el consejo respondi Lis con sarcasmo. La primera chica rubia (rubio platino) y su igualmente rubia compaera (rubio miel) asintieron con toda seriedad, retirndose de delante de los ojos unos pelitos rectos como palos. Bienvenida! Todas hemos sido nuevas. De acuerdo, las rubias parecan completamente superficiales, pero al menos se haban dignado a hablar con ella. Lis saba que seguramente no deba rehuir posibles amigas en un estadio tan temprano. En cualquier caso, era verdad que daba la impresin de que la chica alta poda atacar a quien fuera. Desde luego, resultaba intimidante. Yo soy Fiona, y esta es Harry dijo la rubio platino. Pero no como Harriet, sino como Debbie Harry3 explic la rubio miel. Hala, qu nombre ms guay! dijo Lis sonriendo. Yo me llamo Lis, Lis London. Y es el primer da que vengo. Fiona y Harry se dirigieron una a la otra una sonrisa de oreja a oreja, entendindose sin necesidad de palabras. Fulton te va a encantar. Ests en undcimo? pregunt Harry con su fuerte acento de Yorkshire. Llevaba tanta base de maquillaje que su piel presentaba un aspecto mate. S, efectivamente. Sin darse cuenta, lo dijo imitando su acento. Cuando quiso evitarlo, ya era demasiado tarde. Estupendo dijo Fiona asintiendo con la cabeza, sin darse cuenta de la imitacin. Te lo ensearemos todo. Nuestros amigos son guays, muy guays. Encajars bien. Gracias! Me encantara. Lis se vio enseguida tratando de encajar con
3

Cantante no solo rubia, sino vocalista del grupo Blondie.

sus nuevas guas. Estoy flipando con lo de empezar en un instituto nuevo! No te preocupes. Harry se le acerc y le apret el brazo. Te cuidaremos!

Gracias a Dios por Harry y Fiona! Mantuvieron su promesa e hicieron que resultara relativamente fcil lo que ms miedo le daba a Lis. Las chicas la acompaaron a la secretara a recoger su horario, en cuyo reverso Fiona incluso le dibuj un til mapa del instituto. Lis no pudo evitar lanzar un suspiro de alivio cuando Harry le anunci que pertenecan a la misma tutora. El Instituto de Fulton reciba alumnos de los pueblos de los valles cercanos, y por tanto haba crecido en los ltimos aos, debido a que el desarrollo rural haba aportado nuevos alumnos. En aquellos das, era una rara mezcla de grandilocuentes torres de aspecto gtico y anexos completamente nuevos aadidos a los lados. A Lis le dio pena el edificio. En algn momento tena que haber resultado imponente, pero en la actualidad daba la impresin de que le haban hecho una de esas lamentables operaciones de ciruga plstica. En muchos aspectos podra tratarse tambin de su anterior instituto: los mismos armarios, el mismo olor a orina en los aseos, los mismos chillidos y gritos de jbilo resonando por los pasillos, los mismos psteres de la Sociedad Nacional para la Prevencin de la Crueldad contra los Nios, y las mismas caras compungidas. Lis imploraba para sus adentros que en el nuevo instituto hubiera algo que fuera mejor que en el viejo. O, al menos, distinto. Harry la llev por un interminable pasillo revestido de azulejos, llamado corredor G, que claramente perteneca a uno de los bloques originales: tena aspecto de asilo victoriano. Harry tena muchos conocidos: sonrea y saludaba con la mano a un montn de chicas de pelo muy liso, y coqueteaba con un nmero an mayor de chicos de undcimo curso. Indicaba cules le gustaban, cules no le gustaban, y cules eran sencillamente perdedores (autnticos marcianos solitarios) o capullos (tipos que no caan mal, aunque ninguna chica que se respetara a s misma pensara en darse el lote con ninguno de ellos). Bueno, esta aula es la G2, nuestra tutora explic Harry, detenindose cerca del final del corredor. Nuestro tutor es el seor Gray. Es realmente majo, y

adems es joven. Si no fuera profesor, estara bien. Lis y Harry entraron en un aula de techo alto, que por supuesto formaba parte del edificio antiguo y tena unos ventanales largos y estrechos que casi comprendan toda la altura de la pared. Como en su anterior instituto, el mobiliario haba pasado por mejores pocas, pero su nuevo tutor se preocupaba bastante por tener las paredes bien cubiertas de psteres y cosas. Aparentemente, el aula era parte del departamento de idiomas: saltaban a la vista varias banderas del mundo y frases en idiomas extranjeros. El aula estaba muy animada, con los alumnos de undcimo saludndose unos a otros tras las gigantescas vacaciones de seis semanas. Las chicas se lanzaban besos al aire, y los chicos se saludaban con masculinas palmadas en la espalda o con un apretn de manos. Puede que todo sea siempre igual, pens Lis. En el rincn ms apartado del aula estaban sentados la pelirroja y el chico del extrao tro del autobs. La chica haba metido la cabeza en un enorme libro llamado El arcoris de la gravedad4, mientras el chico pasaba las hojas de una tonta revista de televisin. Sin previo aviso, Harry solt un chillido agudo. Lis se gir pensando que alguien la haba atacado, pero lo que encontr fue que simplemente Harry se haba emocionado al ver aparecer a alguien en el aula. Lis mir con todo descaro, sin poder evitarlo: la recin llegada era una chica asombrosa, con gruesos rizos castaos que le caan por la espalda. Morena y delgada, tena un aire de confianza tan intenso que casi se poda palpar. Lis sinti una extraa mezcla de envidia y admiracin. El tiempo pareca pasar ms despacio en torno a aquella chica al entrar en la G2, mientras curvaba el brillo de sus labios en una sonrisa leve y sexy. Pareca perfecta, como algo que uno pudiera encontrarse en el Vogue. Harry corri hacia la recin llegada y la rode con los brazos. Hola, chicas! Le lanz a su amiga un beso por el aire. Cmo estuvo Tailandia? Fabulosa, guapsima. Quisiera seguir all. Ella y su compaera, que era una chica asitica alta y delgada, se sentaron enseguida en asientos vacos, cruzando las piernas en perfecta sincrona.

Novela de Thomas Pynchon, 1973.

Harry arroj literalmente a Lis sobre ellas. Laura, Nasima: esta es Lis London. Viene de Gales y es nueva! Lis sinti que la sangre le suba a las mejillas. Aquella Laura era obviamente una especie de famosa en el Instituto de Fulton: irradiaba la misma seguridad en s misma que una reina, y Nasima la segua un paso por detrs, casi como si fuera una subordinada. Lis comprendi que haban transcurrido unos tres segundos sin que dijera nada. Si dejaba pasar ms tiempo, se creeran que era retrasada mental: Rpido, di algo, lo que sea!. Hola. S, soy Lis. Me alegro de conoceros. No era gran cosa, pero al menos era una forma de empezar. Hola, Lis. Yo soy Laura y esta es Nasima. Hola. Nasima la mir con recelo a travs de una gruesa capa de rmel. Le he dicho que le enseara un poco esto dijo Harry, deslizndose en la fila, enfrente de Laura. Puede sentarse con nosotras y tal? Lis observ que en aquel instante Harry pareca muerta de miedo. Tal vez ella y Fiona hubieran cometido un terrible error social al permitir que una forastera entrara en su colmena sin pedirle antes permiso a la abeja reina. Por supuesto, Harry, Lis se puede sentar donde quiera dijo Laura rindose. No le hagas caso a Harry, Lis: es un poco friki a veces. Gracias. De nuevo, Lis no saba muy bien qu decir en presencia de aquella top model. Me gusta tu cinta del pelo. Es muy bonita. Gracias. Lis se qued callada. No paro de dar las gracias. Pero si me dejas un minuto, vers que tambin soy capaz de decir otras cosas. Laura se rio con un sonido dulce y musical que pareca darle permiso a Nasima para decirle tambin algo a Lis. En casa tengo una igual terci Nasima. Me gustara habrmela puesto hoy. Lis decidi aprovechar la oportunidad. No vendra mal halagar un poco a aquellas chicas: Tu pelo est precioso sin cinta. El mo nunca caera tan liso. Mi padre me compr una plancha increble. Te alisar el pelo alguna vez

se ofreci Laura. A Lis no le hizo gracia la idea de que la peinara Laura, pues se imaginaba a s misma postrada ante aquella chica como un perrito faldero en el regazo de su duea, pero s que le alegraban aquellas pequeas muestras de aceptacin social. En aquel momento, el tercer miembro del grupo friki entr en el aula con aire despreocupado. Mostraba casi la misma arrogancia que Laura, pero, mientras que la de Laura era de pura confianza en s misma, la seguridad de aquella chica era tan desafiante como una marcha militar. Al pasar, le arroj a Laura una mirada mortfera. Ajj, te importara no mirarme, por favor? le pidi Laura en voz alta. No quiero que me contagies el lesbianismo. Una risilla malvada recorri el aula. El chico tmido se escondi completamente detrs de su revista, mientras la pelirroja pona los ojos en blanco, en un gesto de aburrimiento. La chica alta y punki se par, se volvi y mir a Laura directamente a los ojos, sin respeto alguno por su rango social. Claro, Laura le respondi igual de alto: has comprendido muy bien cmo se propaga la homosexualidad. Deberas ponerte condones en los ojos. Eso provoc una carcajada an ms fuerte. Por una dcima de segundo, Lis vio que un oscuro destello pasaba por el hermoso rostro de Laura, y pens que se iba a levantar para enzarzarse en una pelea con todas las de la ley. Pero Laura se limit a volverse hacia los suyos: Menuda friki dijo en voz baja. La punki sonri y cruz el aula para ir con sus amigos. Haba salido victoriosa de aquella. Quines son esos tres? pregunt Lis inocente, ardiendo de curiosidad por dentro. La tortillera larguirucha es Kitty Monroe dijo Laura, fulminando con la mirada a su enemiga. Y la zanahoria es Delilah Bloom. Y el mariquita, Jack Denton aadi Nasima. Hice la Primaria con ellos explic Laura. Eran... bueno, eran bastante normales entonces, pero cuando llegaron aqu empezaron a volverse cada vez ms

frikis. Lis se senta decepcionada: chismorreos, apodos ofensivos... Haba regresado a Bangor? Se retorci en su asiento, sintiendo ganas de alejarse de all. Preferira morirse que sentarse sola, pero... tendra que soportar tres aos as? Desde luego, no pensaba esforzarse en hacerles comprender: la haran trizas. Laura prosigui: Hay quien dice... no, no importa! Nasima ocult la risita tras una mano. Qu? pregunt Lis, intrigada y con el ceo fruncido. Bueno Laura se le acerc tanto que Lis casi poda saborear su perfume , hay quien dice que son brujas... Ah! Lis no pudo evitar rerse. Bueno, pues vale! Lo dice en serio susurr Nasima. Se van a la floresta y hacen hechizos y cosas de esas! Me apuesto a que no es lo nico que hacen en la floresta! exclam Laura, rindose groseramente. Por supuesto! aadi Harry. No hace falta ser un genio para darse cuenta de eso. Hollow Pike es famoso por sus brujas. Lo hemos visto en Historia. Podemos jurarlo! exclam Laura, con un destello en los ojos. Cuando yo era pequea, mi madre me contaba todas esas historias de miedo sobre brujas que robaban nios para llevrselos a la Floresta de Pike. Ese lugar me pone los pelos de punta! Supongo que la tradicin de las brujas sigue viva, solo que ahora en vez de llevarse nios, van a pegarse el lote y tal! Lis se alegr al ver entrar en el aula a un hombre atractivo de treinta y pocos aos. El profesor Gray, imagin. De inmediato le gust su alegre manera de andar y el pelo que se le mova al paso. Pese a la corbata y camisa arrugadas, Lis lo encontr decididamente atractivo, una idea que prefiri guardarse muy bien para s, teniendo en cuenta lo que hasta el momento saba del equipo Laura. A regaadientes, la clase obedeci y se dej caer sobre las sillas de plstico al tiempo que el profesor Gray se colocaba delante de la mesa central. Buenos das dijo en espaol. Y bienvenidos. Vamos a hacer una prueba para ver quin tiene menos ganas de estar aqu!

La clase se rio, y algunos chicos levantaron la mano, y lanzaron exclamaciones. Vale. Vamos a llenar los papeles primero. Se supone que tenemos a una nueva alumna... Est aqu presente una tal Elisabeth London? Maravilloso. Aquel rubor que tan bien conoca regres a sus mejillas al tiempo que toda la clase volva su mirada hacia ella. Lis levant el brazo con timidez. Me suelen llamar Lis. Muy bien. Vamos a darle la bienvenida a Fulton a nuestra compaera Lis. Hola, Lis! canturre la clase sin entusiasmo. El seor Gray le dirigi una amplia sonrisa. Todos los das son fiesta en el Instituto de Fulton, te encontrars bien dijo, y la clase se rio. Pero si necesitas algo, dmelo. Estoy disponible las veinticuatro horas del da, los siete das de la semana... bueno, en realidad, siete horas al da, cinco das a la semana. Como mucho. Lis dio las gracias con un gesto mudo de la cabeza, y Harry la rode con el brazo, como para proclamar su propiedad sobre la recin llegada. Ese gesto no le gust, y menos al ver que la miraba la chica alta: Kitty levant socarronamente una ceja que pareca decir elige un bando....

Despus de que pasaran lista, los alumnos de undcimo llenaron los pasillos y se reunieron en un antiguo saln de la parte vieja del instituto. Cuando Lis entr en el saln, not que el marco de la puerta, como el de cada puerta del edificio viejo, estaba decorado con un intrincado motivo floral. Era bello y de aspecto muy, muy antiguo. Pas los dedos por la talla, palpando los suaves contornos. Es murdago le explic Harry. Antiguamente, evitaba que entraran las brujas, porque esto era un colegio de la Iglesia. Ya te dijimos que Hollow Pike ha tenido mucho que ver con brujas, pero no te lo creas. Lo dices en serio? S dijo Harry, asintiendo con la cabeza. Y si sigues sin creerme, mira

arriba. En el saln, las vigas se doblaban en lo alto hasta alcanzar la inquietante pintura del techo. Los tonos eran rojos oscuros, fuertes, terrosos, no muy diferentes del color de la sangre. Lis no estaba segura, pero le pareca que la pintura trataba de una cosa realmente infernal: calderos y brujas deformes que se encogan de miedo ante gloriosos ngeles vengativos. Increble! S, verdad? dijo Harry con una risita. Estando all todos los estudiantes, Lis aprendi cmo se senta una teniendo doscientos cincuenta pares de ojos que la miraban fijamente, y se dio toda la prisa que pudo en sentarse. Haba demasiado ajetreo aquella maana, necesitaba un minuto de descanso. Por el contrario, Laura disfrutaba claramente de toda la atencin que le prestaban, pues los estudiantes casi caan unos sobre otros para saludarla, para hablar con ella, para tocarla, para adorarla. Un espeso silencio se hizo en el saln al abrirse la parte de atrs del estrado. Sali arrastrando los pies una mujer pequea y extraa que llevaba una especie de chal largo de punto, casi arrastrndolo por el suelo. Llevaba las gafas ms gruesas que Lis hubiera visto nunca, y un pelo que solo poda describirse como cabello gris de figurita de Lego. Aunque estaba harta de chismorreos de instituto, no pudo evitar pensar que aquella mujer no poda tener muy buen aspecto cuando se le apreciaba el bigote desde la parte de atrs de un auditorio amplio y concurrido como aquel. Bienvenidos de nuevo al Instituto de Fulton, damas y caballeros dijo la seora desde el estrado. Aguard a que se hiciera el silencio. En secretara me informan que este verano no ha fallecido nadie, y que solo una persona ha ingresado en el hospital. Magnfico. Son noticias magnficas. Lis se qued con la boca abierta: Quin era aquella mujer? Para nuestros alumnos nuevos o desmemoriados... hizo una pausa para rerse de su propio chiste, yo soy la seora Dandehunt, la intrpida directora! Quin haba sido capaz de poner al mando del instituto a aquella seora? Tal vez anduvieran cortos de personal... Undcimo curso! No hace falta que os diga que este ser un ao muy importante para vosotros. Para algunos ser vuestro ltimo curso, y para todos ser el ao del examen. Este es un curso que decidir vuestro futuro. En cualquier

caso, el examen dir si os aceptamos o no en el Bachillerato de aqu, o si tendris que hacer el Bachillerato en Holmdale que, os lo aseguro, jovencitos, es un lugar muy siniestro! Una risita de gente que saba de qu se hablaba recorri el saln, y Lis decidi no olvidarse de que tena que googlear Holmdale en cuanto llegara a casa. Pese a su apariencia, Lis not que los alumnos parecan respetar a la seora Dandehunt. No era la profesora ms autoritaria del mundo, pero irradiaba buenos sentimientos, y llenaba la sala de calidez y actitud positiva. A su propio modo, realmente curioso, la seora Dandehunt se los haba ganado. A Lis le gust. He decidido, undcimo curso, que este ser un ao guay prosigui la diminuta directora. S, un ao guay. He aqu una palabra muy mal vista que ningn profesor de Lengua os animar a emplear, pero yo la emplear a pesar de todo. Quiero que vuestro instituto sea un santuario de aprendizaje y de amor. Estall otra risita. No, Jason Briggs, no me refiero a ese tipo de amor, sino a un amor que haga que todos los estudiantes se respeten unos a otros y trabajen juntos en armona. Aqu no habr sitio para la maldad, los celos, los prejuicios ni el odio. Quiero que cada da vengis a este instituto y me hagis la pregunta: Estoy haciendo todo lo que puedo por ser... guay?. Y si vosotros mismos podis responder que s, entonces entrad en el Instituto de Fulton, porque seris muy bienvenidos! Cuando hizo oscilar con un movimiento de la cabeza su cuadrada melena gris, los estudiantes empezaron a aplaudir su caluroso discurso: un digno comienzo para un nuevo curso escolar. Y ahora, vamos a nuestro pensamiento del da.... Ni caso a esa vieja chocha. La voz de Laura Rigg cay en el odo izquierdo de Lis con lquida suavidad. Todo el mundo sabe que quien manda en el Instituto de Fulton soy yo. Bienvenida a mi instituto!

Chicos

Veamos, quines fueron las brujas? pregunt la seora Osborne, con cierto regodeo. Lis saba la respuesta, pero no iba a levantar la mano el primer da en el instituto para mostrarse ante todo el mundo como una chica que lee libros. Despus del acto en que pasaban lista, la reunin en el saln de actos y la primera clase de Matemticas la haban dejado casi agotada. Haba escuchado con toda cortesa los problemas que presentaba el novio de Harry durante el recreo matinal, y ahora se hallaba en clase de Lengua y Literatura, oyendo hablar a la profesora sobre una obra teatral que ella haba ledo haca aos. Le costaba imaginar de dnde sacara fuerzas para superar la hora de comedor. Si su vida fuera un libro, aquel captulo tendra que titularse La ordala. Vamos, por Dios! gema la seora Osborne, blandiendo ante ellos su ejemplar de Las brujas de Salem5. Es que nadie se ha ledo el libro durante el verano? Alguna idea, Chloe? Eh... aquella esclava, Tituba...? respondi Chloe Wriggley con el ceo fruncido. Quin, Tetaza? pregunt en voz baja Jason Briggs, que casi se cae de la silla intentando contener la risita. Desde el ltimo rincn del aula, levant la mano la muequita Delilah Bloom. Delilah...? No haba brujas en Salem. Eso tiene que saberlo ella de buena tinta susurr alguien por detrs de Lis.

Obra teatral de 1952, de Arthur Miller, que trata sobre los procesos a brujas que se hicieron en Massachusetts en 1692. A comienzos de los aos 50 del siglo XX, el derechista senador McCarthy se dedic a perseguir a intelectuales izquierdistas en un triste episodio al que se conoce como caza de brujas. Arthur Miller sufri esta persecucin, y al escribir en su obra teatral sobre los procesos de Salem de 1692, estaba escribiendo, metafricamente, sobre la persecucin que l mismo estaba sufriendo.
5

Explcate, Delilah. Lis se irgui bien para seguir el nuevo rumbo que tomaba la clase. Lo importante de Las brujas de Salem es que las brujas, en caso de que hubiera alguna, no representaban ninguna amenaza para la comunidad. El verdadero peligro era la histeria que se apoder de todo el mundo explic Delilah. La seora Osborne sonri y asinti con la cabeza, aunque Lis not que muchos en la clase haban perdido el inters. Muy bien dicho, Delilah, gracias. Me alegro de saber que alguien lo ha entendido. Se dirigi a la clase entera: Las brujas de Salem fue una metfora del modo en que Estados Unidos estaba tratando en aquel momento a los sospechosos de comunismo, que era una moderna caza de brujas. A alguno se le ocurren ejemplos recientes de que algn grupo de la sociedad pueda inspirar las mismas sospechas o terror? Terror. Algo saba Lis sobre eso. Pens en aquella pesadilla recurrente suya. Sus sueos eran siempre igual, primero iban de algo que no tena nada que ver, como por ejemplo los nervios ante el compromiso de preparar una tarta gigante de Navidad, y despus, de repente, sin ninguna posibilidad de despertar, la cosa descenda en picado, y sus manos aparecan sumergidas en las cobrizas aguas del arroyo del bosque. Entonces la acometa aquella sensacin de aqu estoy otra vez, pero ya era demasiado tarde, pues ya haba retomado aquella fatdica huida a rastras por el bosque, acompaada por el sonido de sus propios gritos. Obligndose a regresar al momento presente, Lis se concentr en ordenar meticulosamente su material escolar completamente nuevo. Aline por orden de longitud los lpices, pasando el dedo por las afiladas puntas de grafito. Saba que en el instituto no habra manos asesinas que pudieran alcanzarla. Intent volver a concentrarse en la clase: la seora Osborne estaba sugiriendo que la islamofobia y los prejuicios xenfobos eran paralelos modernos de la caza de brujas de Miller. Y de repente not que Delilah la miraba desde el otro lado del aula. Se haba quedado plida? Lo ltimo que necesitaba era convertirse en la nueva a la que le dan mareos en la clase de Literatura. Una cosa as tardaran en perdonrsela. Lis respir hondo. Tranquila, serena... La nueva Lis volva a la carga. Se puso bien derecha, y empez a tomar notas de lo que deca la profesora Osborne.

Mientras la clase abandonaba en fila el aula de literatura, buscando todos como locos posibles mensajes en el mvil, Lis aprovech la ocasin para extender sus redes sociales. En un momento en que iba caminando al lado de Delilah Bloom, le dijo: Me parece que somos las nicas que nos hemos ledo Las brujas de Salem! Delilah respondi con una cautelosa sonrisa, como si desconfiara un poco: Esa puede ser una suposicin muy acertada, s. Bueno, a lo mejor alguien ha visto la peli de Winona Ryder sugiri Lis con una sonrisa. Esa versin es irreprochable, amiga ma. Tiene un estilo perfecto! A Lis le hizo gracia la manera de hablar de Delilah. Resultaba intencionadamente excntrica, como si fuera el personaje de una obra de Oscar Wilde o algo as. Bueno, lo reconozco: cuando era pequea, yo quera ser Winona y casarme con Johnny Depp. En el vdeo me vea Eduardo Manostijeras una y otra vez! Delilah se rio con ganas. Otra pelcula con estilo. Tiene usted un gusto excelente, joven! Como cuando se abrieron las aguas del Mar Rojo, la muchedumbre de alumnos al otro lado del pasillo se separ para dejar paso a Laura Rigg y sus aclitos. Con toda tranquilidad, Delilah le quit a Lis el lpiz ms largo, que esta tena entre los dedos, y lo utiliz para sujetar su salvaje pelo en un moo. No es buena cosa que te vean hablando conmigo, Lis. No te va a granjear favores. Antes de que Lis tuviera ocasin de responder, Delilah baj la escalera dndose aires, y sali del edificio. Para su sorpresa, a Lis le dio pena que Delilah se fuera. Es que le caa realmente bien Delilah, o simplemente tema pasarse la hora de comedor con

aquellas parishilton? No tuvo tiempo de pensar mucho en ello, pues se le acercaron enseguida ocho piernas finas y minienfaldadas. Sonri con toda la sinceridad que pudo. Saba que la mitad de las chicas de undcimo seran capaces de matar para entablar amistad con aquellos animalillos de pedigr, y, sin embargo, a ella le producan un nudo en la garganta. Holita, cmo te va? pregunt Harry, deslizando el brazo por detrs del de Lis. Vienes a comer con nosotras. La entonacin de Laura tena ms de orden que de ofrecimiento. Bueno, si est bien... respondi Lis. Por supuesto que est bien dijo Laura. Hay alguna gente a la que tienes que conocer.

El da se haba despejado al final, y un sol brumoso calentaba las zonas de cemento al aire libre del Instituto de Fulton, cuyos edificios se agrietaban al secarse al calor. Llevaron a Lis por varios patios comunales llenos de alumnos que mordisqueaban bocadillos y manzanas. Cada rincn se haba convertido en territorio de una camarilla diferente: uno estaba ocupado por los infantiles chicos de sptimo; otro, por los maniacos de la msica, que mantenan el equilibrio sobre fundas de violonchelo mientras afinaban guitarras. Bajo una marquesina, vio al tro de Delilah cerca de un grupo de empollones. Estaban a su lado, pero no con ellos. Pasaron los edificios del instituto y empezaron a cruzar el campo de rugby, dejando atrs la cafetera. Lis empez a temerse que, al igual que ocurra en su anterior instituto, aquellas chicas delgadas como palos prescindieran tambin de cualquier tipo de alimento durante la hora del almuerzo. No quiso decir nada, pero se jur reservar los ltimos diez minutos de recreo para tomarse un sndwich. Adnde vamos? se atrevi a preguntar. A sentarnos donde los rboles explic Nasima. Los tos ya deberan de estar all. Ah, qu estupendo! Tena que haberse imaginado que habra chicos de por

medio. A Lis no le hizo ninguna gracia la idea de ser carne fresca. En el bosque se puede fumar, si quieres dijo Fiona. Los profes se dan una vuelta por all, pero nunca miran entre los rboles. Asomando sobre el muro medio derruido que limitaba los terrenos del instituto, los rboles en cuestin eran en realidad el comienzo de la Floresta de Pike, que tanto le recordaba a Lis el bosque de sus sueos. Pareca que no haba manera de escapar de su pesadilla en aquel pueblo. Oy la estridente risa de los tos desde la mitad del campo de rugby. Sonaba igual que la isla de los asnos de Pinocho. Eso no la hizo sentirse muy segura, aunque muchos de sus mejores amigos en Bangor haban sido chicos. As que decidi darles una oportunidad. Las chicas bajaron por un terrapln ante la aprobacin, expresada con toda claridad, del grupo que descansaba junto a los rboles. Fiona se encontr al instante con un joven alto y delgado con demasiado gel en el pelo, y le ofreci una calurosa muestra de afecto con mucha lengua de por medio. Laura se acerc a Lis sigilosamente y le agarr la mano, y tir de ella para hacerla sentarse en el terrapln cubierto de hierba. Tienen que ser ellos los que vengan, eso est claro! le susurr al odo. No tuvieron que esperar mucho para lograr su atencin. Tres jvenes dejaron a un lado el baln de rugby y echaron a correr hacia donde estaban sentadas las chicas. Laura se acerc ms a ella. El del pendiente es Cameron. A ti te ira perfecto. Lis apenas pudo disimular la cara de horror antes de que los chicos llegaran. Cmo te va, Riggsy? pregunt el que Laura haba identificado como Cameron. Tena los hombros ms anchos que Lis hubiera visto nunca en un chico de diecisis aos, y el primoroso pendiente de la oreja haca poco por suavizar su exterior. Laura le dedic a Cameron una tmida sonrisita. Me va bien. Qu le ha pasado a tu pelo? l sonri de oreja a oreja mientras retorca puntas con los dedos. Un experimento que estoy haciendo!

Pues es una cagada contest Laura antes de sealar a Lis con un movimiento de la cabeza. Esta es Lis, la chica nueva que te coment en el SMS. El chico examin a Lis de arriba abajo antes de volverse para sonrerles a sus compaeros. Esta es para m! dijo l. Y lo dijo, a propsito, lo bastante alto para que lo oyera Lis. Me alegro de conocerte, Lis. Eres una dama muy sexy. Lis contuvo una risotada. Cmo responder a eso? Vale, gracias. Creo. Yo tambin soy muy sexy. T y yo deberamos hacer el amor. Sus compaeros se rieron muy alto, tirndose sobre la hierba. Cameron! Laura le lanz un puetazo al brazo, inflado como un globo. Por qu tienes tantsima mierda en el cerebro? No puedes quitarte una poca en el cuarto de bao, como todo el mundo? Al or eso, Lis se rio bien alto. Laura era feroz. Trataba a los chicos como si fuera uno de ellos, y eso a Lis le pareci bien. De hecho, haba algo completamente masculino en Laura. No en su fsico, desde luego. Pero era casi como si no le resultara suficiente ser la reina del instituto, y quisiera ser tambin el rey. Por qu eres tan dura siempre, Riggsy? pregunt Cameron. Porque t eres muy soso, y alguien tiene que echarte sal! Le dirigi entonces una amable sonrisa: Ahora, Cameron, vuelve a intentarlo con mi nueva amiga Lis. Y recuerda que no es un filete de buey. Lis sonri, sintindose segura bajo la proteccin de Laura. No poda dejar de mirar a su nueva aliada. Era como si Laura representara de modo perfecto su ideal de belleza, y como si el mero hecho de estar a su lado le hiciera sentirse ms atractiva. Disclpame, Lis. Bienvenida a Fulton. Yo me llamo Cameron, y estos son Stephen y Bobsy. Est mejor as? Muchsimo mejor! respondi Lis, estrechndole la mano que le tenda. Cuando los chicos se unieron al crculo, a Lis le llam la atencin otro que bajaba a grandes zancadas por el terrapln. Era alto y delgado, y se le presentan levemente bajo la camisa las curvas de firmes msculos. Pero fue su rostro de mandbula recta y labios carnosos, con unos ojos azules como el ocano que asomaban bajo unas cejas morenas y bien pobladas, lo que atrajo la atencin de Lis:

a Lis siempre le haba atrado la combinacin de ojos azules con pelo moreno. Tena algo de irreal. Ese es Danny Marriott susurr Harry. Se muri de vergenza al comprender que Harry la haba pillado in fraganti devorando al chico con los ojos. Hizo un esfuerzo por tragar saliva, y se dio cuenta de que tena la garganta irritada. Danny se acerc al grupo. Est para comrselo, verdad? aadi Harry, sin esperar contestacin. Antes no. Era una especie de empolln rechoncho, hasta que de repente entr en el equipo de rugby y se puso as de bueno. Alucina! Eh, Danny, to! Posa aqu el culito! le pidi Laura. El chico sonri, y su sonrisa result tan perfecta que Lis dej de respirar. Se acerc a ellas arrastrando los pies. Qu tal? El chico tir la mochila al suelo y se sent con las piernas cruzadas junto a Nasima. No puedo quedarme, tengo que hacer los deberes para la clase de Fsica. No me acord en casa. Bobsy, has trado el libro? Bobsy revolvi en su bolsa, mientras Lis se esforzaba en cerrar la boca y no mirar a Danny. Menudo empolln que eres, Marriott! coment Laura, y sonri. No te imaginas lo poco sexy que es eso. Si la cago este curso, no va a haber coche cuando cumpla los diecisiete, recuerdas que te lo dije? Ah, s, qu plasta! dijo Bobsy entregndole un libro de texto con las esquinas dobladas. Danny fij en Lis su mirada azul turquesa. Fue como una ola del Caribe pasando por encima de ella. Hola, no nos conocemos. Me llamo Danny. Tena una voz muy profunda, pero tan suave que tuvo que hacer un esfuerzo para entenderle. Yo me llamo Lis. Las palabras le salieron embarulladas de la boca. Laura se le acerc y le acarici el brazo. Hemos trado a Lis de Gales para adoptarla. Quedaras como Dios si la invitaras a tu fiesta...

Lis se retorci de vergenza bajo la mirada de Danny. Eso no le sola pasar por estar rodeada de chicos. Era ridculo. Ni siquiera se atreva a mirarlo a los ojos, por si se le escapaba un suspiro de los labios. Por supuesto, Lis, tienes que venir. Es dentro de unas semanas. Mis padres se van de finde, y yo voy a llamar a alguna gente explic Danny. Genial, me parece que estoy libre respondi Lis, sin atreverse an a mirarlo directamente a los ojos. Por supuesto que ests libre! dijo Laura. Todava no conoces a nadie ms, no? Las chicas se rieron, y Lis consigui rerse tambin un poco, muerta de vergenza. Danny puso los ojos en blanco mientras se pona en pie. Genial, os veo despus, entonces. Ha llegado el momento de que haga los deberes. Sin perder el tiempo, volvi a subir por el terrapln de regreso al instituto. En actitud conspiratoria, Laura se acerc a Lis y a Harry. Esto es estupendo susurr, podrs ligarte a Cameron en la fiesta! Lis arrug la frente. Tengo que hacerlo? No, ta, no soy una alcahueta! Pero deberas hacerlo, es un to realmente majo. Qu me dices de ti, Laura? pregunt Nasima. Danny? Laura se rio, echndose sus rizos hacia atrs. Puede. Te mantendr informada! As estaba la cosa. Juego concluido. Si Laura hunda en Danny sus garras, entonces la partida estaba perdida antes de empezar. No llegara a pasar nada. Y, por algn motivo, Lis sinti ganas de llorar.

Acechar es una palabra muy fuerte, pero al sonar en todo el Instituto de

Fulton el timbre de las tres y veinte, Lis se descubri acechando a Danny Marriott. l bajaba con Cameron y Bobsy por la cuesta que llevaba al lugar del que sala el autobs. El sonido de su alegre camaradera llegaba hasta donde ella se encontraba, a unos diez metros por detrs de ellos. Estudi cada centmetro de l: la manera en que la mochila le colgaba justo por encima de su perfecto trasero, sus hoyuelos, su risa casi tmida... Saba que lo que estaba haciendo estaba realmente mal. Lis se haba sentido siempre por encima de aquellas actitudes sin sentido. De hecho, estaba convencida de que careca del gen de la chifladura. Pero por lo visto lo nico que pasaba era que ese gen se desarrollaba en ella tardamente. Danny Marriott era divino! A cierta distancia por delante, vio el pequeo crculo formado por Kitty, Jack y Delilah, que salan del carril del autobs para dirigirse a la carretera principal. Lo ms interesante eran las reacciones a su presencia. Kitty iba delante, y la gente casi se sala de su camino por evitarlos, como si tuvieran la lepra o algo as. A las curiosas les daba una risa nerviosa al verlos pasar y, desde la distancia a la que se encontraba, Lis solo poda imaginarse los comentarios que se cuchicheaban unas a otras. Pero haba una cosa que era segura: el Instituto de Fulton le tena miedo a aquellos tres. De repente, unas manos la agarraron de los hombros y Lis, asustada, solt un grito. Adivina quin soy! chill Harry. Por Dios, casi me matas del susto! Laura, Nasima y Fiona estaban justo detrs de ella, pero atentas a algo que suceda ms lejos. Aprisa dijo Laura, no te puedes perder esto. Laura cogi por el brazo a Lis y se la llev hacia la parada del autobs. Qu es lo que no me puedo perder? Ves a esa chica de la coleta larga? Laura apunt a una chica de aspecto aristocrtico que aguardaba el autobs. Esa es Poppy Hewitt-Smith. Laura hizo detenerse al grupo al llegar a la cancela. La veo, y...? pregunt Lis. Esa es la bruja que se chiv de que introduje vodka en su fiesta de barbacoa, antes de que me fuera a Tailandia. Su madre se lo dijo a mi madre y me

castigaron sin salir en todo el fin de semana! Es de lo ms estirado, adems. Y solo porque su hermana se ha casado con un jugador del Leeds United dijo Nasima, echndose hacia atrs sus sedosos cabellos. Bueno... dijo Lis, confusa. No dejes de mirar le recomend Harry con una risita. Est a punto de empezar el espectculo! Cmo...? pregunt Lis. Laura abri bien unos ojos que irradiaban falsa inocencia. Esta tarde, en Qumica, le inform a Connor OGrady de que Poppy le haba chivado a Dandehunt quin prendi el fuego en el aseo de los chicos. La verdad es que no se puso muy contento. Lis empezaba a comprender. El corazn empez a latirle un poco ms aprisa y las mejillas se le pusieron coloradas. Volvi a experimentar aquella sensacin de terror, y se le apret el nudo que tena en el estmago. Algo estaba a punto de ocurrir. Laura clamaba venganza, y Poppy, que estaba charlando con sus amigas, no tena ni idea. Lis se sinti mal. Quin es Connor OGrady? El psicpata del insti dijo Laura con total naturalidad. No te metas nunca con l. En serio. Fiona avanz un poco, levantando el mvil puesto en modo de cmara. Ah llega, ah llega! Un joven de aspecto de bruto, con el pelo cortado al cero, bajaba corriendo la cuesta en direccin a la parada del autobs. Llevaba la mano extendida, sujetando en ella algo que brillaba bajo la persistente luz del sol. Pasando a la carga a travs de la fila de estudiantes que esperaban el autobs y apartando a golpes a los curiosos que estaban en su camino, el joven se abri paso hasta Poppy. Entre las protestas de sus sorprendidas amigas, l agarr la gruesa cola de caballo de Poppy y, con un destello metlico, se la qued en la mano. Lis avanz mientras Laura y las chicas se desternillaban con risas de hiena. Desde la segura distancia a la que se encontraban, Lis vio a Connor arrojar el pelo cortado de Poppy al terreno lleno de hierbajos, al otro lado de la parada del autobs.

Una de las compaeras de Poppy lo apart de un empujn, pero l ya se retiraba de all, con un feo gesto de odio en el rostro. Eso por soplona! le solt a Poppy antes de salir corriendo del recinto del instituto. Poppy solt un grito. Se llev las manos a la cabeza para palparse con horror el pelo que le quedaba. Al comprender lo que haba ocurrido, empez a llorar. Lis se qued con la boca abierta: Jod...! Vamos, tranquila... Ya le volver a crecer. Esa guarra necesitaba un corte de pelo. Laura se sec una lgrima que le haba salido de tanto rerse. Lo has pillado todo bien, Fi? Cada segundo! Preprate, YouTube, que vamos a la carga! Dios mo! exclam Lis, viendo llorar a Poppy. Hay que reconocerlo, esto ha sido una obra de arte! dijo Laura sonriendo, satisfecha. Harry negaba con la cabeza. Qu mala eres. De verdad acus Poppy a Connor? Cmo voy a saberlo? Laura se ech el pelo sobre el hombro. Pero puede que la prxima vez se lo piense dos veces antes de abrir su boca de caballo para acusarme a m. Mientras las otras suban a la parada del autobs dndose aires, Lis se qued junto a la cancela, casi mareada. En Bangor haba visto muchas cosas, pero aquello alcanzaba un nivel superior de crueldad. Sus nuevas amigas eran unos monstruos.

Sombras

Pese al generoso calor que desprenda la estufa de madera, la terraza a la que daba el dormitorio de Lis estaba decididamente helada al caer la noche. Lo ocurrido al comienzo de la tarde pesaba en su mente. Lis le haba dado muchas vueltas en la cabeza, y comprenda que no poda por ningn medio haber evitado el ataque lanzado contra Poppy. Ni siquiera saba lo que iba a ocurrir, y a la malvada y vengativa Laura no haba quien la detuviera. Aparte de eso, sin duda sera mejor estar con Laura que contra ella. Siempre y cuando mantuviera la cabeza gacha e hiciera lo que le dijera, Lis se imaginaba que la abeja reina no tendra motivo para clavarle el aguijn. No le gustaba admitirlo, pero estar al lado de Laura aquel da le haba hecho sentirse especial, ms bella. Y despus de todo lo que haba pasado en Bangor, estaba necesitada de este tipo de reafirmacin. Sarah sali a la terraza con dos copas y una botella de vino. Arriba ese nimo, Lis! Has sobrevivido al primer da. A partir de aqu ya todo ser ms fcil. Sarah le sirvi a Lis una copa de pinot gris6. Esto solo te lo permito porque es tu primer da. No se lo digas a mam. Lis se rio, y levant las rodillas hasta el pecho. Lo prometo. Venga, guapa, cuntamelo todo sobre esa pesadilla. En cuanto le mencion a Sarah lo de sus sueos, Lis se arrepinti. Qu clase de blandengue de quince aos admite que tiene pesadillas aterradoras? Lo que le haba ocurrido haba sido un regreso a la poca en que tena once aos y Sarah era su principal confidente. En aquel entonces, ellas dos vean pelculas antiguas en la habitacin de Sarah mientras su madre dorma. Sarah, doce aos mayor, haba tenido siempre las respuestas que necesitaba ella, y las sesiones de cine inevitablemente se convertan en sesiones de terapia. Es una tontera.
Vino varietal blanco, elaborado con la uva del mismo nombre. Originario de Borgoa, la pinot gris se ha extendido por gran parte del planeta, aunque no por Espaa. El vino que beben aqu es probablemente australiano.
6

No, no lo es. Me acuerdo cuando tenas seis aos y soaste lo de meter todos los animales de granja en un barco. Al da siguiente, se inund la mitad de Bethesda! Una nia de sueo inquieto, dijo el mdico... Lis lanz un hondo suspiro y sorbi un largo trago de vino. No le gust especialmente, pero pareca el tipo de cosa que debera gustarle. Bueno, vas a pensar que estoy chiflada de verdad. Eso ya lo pienso, as que no te preocupes! respondi Sarah rindose. Sers...! repuso Lis con una sonrisa. Bueno, la primera vez que tuve ese sueo fue como hace un mes. Sigue... Es siempre igual. Me encuentro en un bosque... que tal vez sea la Floresta de Pike, no estoy segura prosigui Lis, y voy por un arroyo, avanzando a gatas. Estoy cubierta de sangre, y hace mucho fro. Es como si intentara escapar de alguien, pero no s de quin. Y siempre termina de la misma manera... alguien me agarra del pelo... Lis explic con detalle cada aspecto del sueo. Ya no se acordaba de lo bien que escuchaba su hermana, cuyos ojos saban sufrir con las interminables noches de sueo imposible de Lis. Sarah escuch asintiendo con la cabeza, sin interrumpir ni burlarse de nada, hasta que Lis se lo hubo contado todo, incluyendo el extrao incidente ocurrido en la vida real con la urraca de la Floresta de Pike. Cuando acab, Sarah se reclin en su silla de jardn, procesando la informacin. Un arroyo de sangre, eh? Ests segura de que no vas a tener la regla? le pregunt, aguantando una cara muy seria durante todo el tiempo que pudo antes de estallar en carcajadas. Pues no, so insolente respondi Lis, balancendose en su silla, y rindose tambin. Sarah tena la habilidad de tomarse con humor incluso las situaciones ms serias. Vale, ahora en serio, Lis. Estoy segura de que no es ms que un sueo que responde a algo que te est angustiando. Estabas pasndolo mal en el instituto, y entonces tomaste la importante decisin de dejar a mam y venirte a Hollow Pike. Cuando me vine yo para cuidar a la abuela, me sent fatal durante meses, por haberos dejado all a mam y a ti. Pero lo super. Las pesadillas no son ms que la manera que tiene el cerebro de tratar con todo eso.

Con la mente en Babia, Lis utiliz el dedo para limpiar el brillo de labios que haba quedado en el borde de la copa. Lo que deca su hermana pareca sensato. Seguramente tienes razn. En realidad, no he vuelto a tener el sueo desde que estoy aqu. Lo ves? Intenta no preocuparte, porque eso solo empeorara las cosas. Apuesto a que las pesadillas desaparecern a medida que te vayas adaptando a esto. Sarah esboz una luminosa sonrisa. Dormir bien por las noches lo cambia todo.

Aunque tena la mente muy llena de cosas, la charla con Sarah apacigu sus pensamientos. Esa noche, acostada en su cama y un poco atontada por el vino, el recuerdo de Laura, Poppy, Kitty y Danny fue apagndose poco a poco. Y se fue apoderando de ella un sueo espeso y vaco.

Abri los ojos de repente. Por un instante, se encontr desorientada, esperando encontrar su viejo dormitorio de Gales. Le pareca que llevaba dcadas dormida, y, sin embargo, fuera segua completamente oscuro, como si faltaran horas para que rayara el alba. Por qu se haba despertado? Completamente despejada, mir ms all de los pies de la cama, a las puertas que daban a la terraza. La perlada luz de la luna brillaba sobre la crujiente ropa blanca de la cama, y comprendi que haba olvidado correr las cortinas para tapar las puertas de cristal. Por algn motivo, se senta ahora expuesta y vulnerable, con los ojos de la noche sobre su cuerpo. Casi sin fuerzas, apart el edredn y sali de la cama para ir a correr las cortinas, pero se qued paralizada al distinguir una sombra alta y angulosa que cruzaba la terraza. Se ech hacia atrs, apretando la espalda al fro yeso de la pared. All fuera haba alguien! Si no se mova, no la veran. Cerr con fuerza los ojos y contuvo el aliento. Y escuch, tratando de captar un movimiento, una pisada. Nada...

Se atrevi a abrir un ojo. Las sombras de los rboles se estiraban hacia su puerta, pero nada se mova. Hay un motivo para que las pelculas muestren siempre las ramas como dedos de esqueletos, y es que eso es lo que parecen exactamente en las silenciosas horas de la madrugada. Pero aquella sombra no haba sido una mera sombra de rbol, de eso Lis estaba segura. Se haba movido demasiado rpido. Alguien haba pasado de un lado al otro de la terraza. Solo entonces empez a tener dudas: y si lo hubiera soado? No sera el primer sueo que le parecera real... Busc el mvil. La pantalla mostraba un 12.54. An era la hora de las brujas. La cabeza pareca que iba a estallarle al recordar las patraas que contaban Harry y Laura sobre las brujas de Hollow Pike. Era curioso, pens Lis, cmo cualquier cosa pareca posible en medio de la noche. Aquellos cuentos de hadas resultaban casi cmicos en el instituto, y sin embargo a aquellas horas ya no eran tan divertidos. No conseguira dormir con las cortinas abiertas. As que hizo un esfuerzo y se acerc a las puertas acristaladas. Volvi a observar la terraza. El corazn se negaba a latir con calma. El jardn estaba en silencio, quieto, sereno. Qu le estaba pasando? Estaba demasiado nerviosa. Es que haba tomado demasiado Red Bull, o algo as? Era el vino? De pronto algo se movi, y Lis volvi a echarse hacia atrs. Agarrada al recio armazn de la cama, comprob que no era ms que un pjaro. Otro puetero pajarraco! Este era enorme, completamente negro y bien acicalado, como hecho de terciopelo. Un cuervo o un grajo... eran el mismo pjaro? No estaba segura. Se haba posado en el respaldo de una de las sillas de la terraza, y la miraba con los ojos fijos en ella, mientras Lis se acercaba a las puertas. Como la urraca, aquel ave se mostraba descarada, no se cohiba ante su presencia. Nunca haba visto un cuervo tan de cerca. Tena una belleza extraa, y la curva del pico era en cierto sentido elegante. Por un instante, ella y l se midieron uno al otro, el ave ladeando socarronamente la cabeza. Tal vez el cuervo, al posarse, hubiera proyectado aquella sombra que haba cruzado la terraza. Eso tena que ser. Esta idea vino a darle la razn y a tranquilizarla: de ser as, no habran sido solo imaginaciones suyas, al fin y al cabo. Corriendo las cortinas, se volvi a la cama, pero caminando hacia atrs, sin apartar los ojos de las puertas. Por si acaso.

Una fiesta a lo grande

Al cabo de unas semanas de lucha con unas matemticas sorprendentemente difciles, en las que se enfrent a montaas de deberes y se resisti a los intentos cada vez ms claros de Laura por emparejarla con Cameron, Lis estaba empezando a acostumbrarse a su nueva vida. Haba cosas completamente nuevas que ya se estaban convirtiendo en rutina. Senta que se iba tranquilizando. Tal vez el cambio haba sido ms importante de lo que haba pensado al principio; no tena nada de raro que hubiera estado tan nerviosa. En cuanto a Laura, despus de lo de la cola de caballo, se haba mostrado siempre, digamos, agradable. El fin de semana de la fiesta (su primera gran fiesta en Hollow Pike) no tard en llegar. Y era en casa de Danny. Su iPod reproduca una seleccin de canciones pop a pleno volumen, pero Lis no consegua ponerse en plan de fiesta. Saba que Laura le habra dicho a Cameron que tena posibilidades, pese a todas sus advertencias en sentido contrario, y aunque los descarados intentos del propio Cameron podan tener su aquel, la cosa estaba empezando a perder gracia. Es ms, cada vez que Laura encontraba una disculpa para tocar a Danny, ya fuera quitndole una hierbecita del pelo o una imaginaria pestaa de la mejilla, Lis tena que hacer un esfuerzo para no lanzar un chillido. La ltima vez que haba sufrido una coladura tan seria tena trece aos, y se haba enamorado de su profesor de ballet, que, pensndolo bien, era gay casi seguro. En realidad, quiero tener novio?, se preguntaba Lis. Empezaba a preguntarse si sera una especie de rareza mdica. Se supona que todas las chicas de quince aos queran tener novio, y en Bangor Lis haba quedado alguna vez con algn chico, pero solo porque ellos se lo haban pedido y era lo normal. Pero Danny... Danny era algo nuevo, algo especial, y no tena ni idea de cmo podra aguantarlo. Con Laura all, pegada a l todo el tiempo como una sanguijuela, todo pareca intil. Se mir al espejo. Prepararse era algo mucho ms fcil teniendo a Sarah como asesora de estilo. Las parishilton haban hecho un viaje a Leeds para comprar vestidos nuevos, pero Lis tena un armario lleno de ropa nueva, comprada en Gales para estrenarla en Yorkshire. Aquella ropa nueva y sofisticada se supona

que era propia de una chica mayor, pero ahora le preocupaba que fuera una ropa demasiado seria, aburrida, como de mam. Aquella noche haba puesto mucho cuidado en componer un aspecto recatado que deba dejarle las cosas claras a Cameron: vaqueros sencillos, negros y estrechos con una sencilla camiseta gris y una preciosa chaqueta de punto con encajes. Sujet sus ondas de pelo castao en un elegante moo, y le pidi a Sarah que la ayudara con el maquillaje. Era un disfraz discreto que Lis esperaba que le permitiera volar sin ser detectada por los radares por toda aquella experiencia social potencialmente peligrosa. Saba lo importante que era la fiesta. Si cometa un error en aquel acontecimiento, ese error la perseguira durante el resto del curso (o hasta que algn otro hiciera algo ms vergonzoso todava). La noche estara sembrada de dificultades. Habra alcohol casi seguro. Debera beber? En caso afirmativo, cunto debera beber? Esperaba que no hubiera droga circulando. Y si la norma era participar? En las fiestas de Bangor haba logrado mantenerse al margen de las drogas, pero saba que llegara el da en que tendra que tomar una decisin y mantenerla con firmeza. Y adems habra chicos... por dnde empezar a enfrentarse a tantas dificultades? Lanz un suspiro cuando Sarah le grit desde el piso de abajo: Lis, el coche que te lleva ya est aqu! Echando una ltima mirada al espejo, Lis lanz otro suspiro. Iba a una fiesta; por qu se senta como si acudiera a una batalla?

La madre de Harry par el coche delante de una casa grande, dentro de una urbanizacin completamente nueva, una de esas en que las casas son idnticas unas a otras y parecen mucho ms importantes de lo que realmente son. Vale, chicas, portaos bien advirti. Harry, lo digo muy en serio... Si vomitas en casa, te frotar los morros con tus vmitos! Lis, Laura y Nasima se bajaron del asiento de atrs en una maraa ligeramente indecorosa de piernas y tacones altos. Lis iba escandalosamente sencilla al lado de sus glamurosas compaeras, cosa que le agrad.

Volver a las doce en punto. Pasadlo bien dijo la madre de Harry mientras esta sala del asiento de delante y se alisaba el minsculo vestido. Espero que no lleguemos pronto. Como seamos las primeras en llegar te mato, Harry. Laura le lanz a su amiga una mirada mortal. Lo siento, mi madre quera regresar a tiempo de ver Factor X! Mierda, pero ahora vamos a entrar a matar! decidi Laura, ponindose al frente de las dems en el camino hacia la puerta de la casa. No tenan que preocuparse: pareca que los amigos masculinos de Danny llevaban algn tiempo all, tal como demostraba la presencia dispersa de al menos una docena de pizzas a medio devorar. La fiesta se encontraba en su fase embrionaria, pero ya en marcha. Un grupo de chicos a los que Lis no conoca se haban instalado en el saln, y estaban inmersos en un juego de ftbol de alguna especie de consola, dando voces y movindose como locos, con los controladores en la mano. La casa estaba invadida por distintas fuentes de msica estruendosa que entraban en conflicto. Dnde est Danny? grit Nasima por encima de toda la bulla. No lo s, pero vamos a buscarlo... Laura pas por encima de una pila volcada de nachos y se dirigi a la cocina. Mientras ellas atravesaban el saln, Lis asom la cabeza por una puerta y vio que el garaje haba sido convertido en sala de juegos. Cameron y varios ms se haban reunido en torno a una mesa de billar. Enseguida se retir de all y sigui a las otras. Pasaron empujando a un chaval que haca obvios avances sobre una preciosa chica de dcimo curso, y encontraron a Fiona, que estaba con su novio, Lee, magrendose en una improvisada mesa de bebidas. Fiona se apart, con los labios colorados y el maquillaje embadurnado. Hola, guapas! Todo bien...? S, guay respondi Laura, que solo tena una cosa en la mente: Dnde est Danny? Fiona mir en la cocina. Estaba aqu hace un segundo... Laura se dispona ya a volverse, pero le cort el paso en plan jugador de

rugby Cameron, que haba entrado en la cocina dando saltos, y casi derriba al suelo a Lis y a Harry. Atrap a Laura en un abrazo de oso, y la hizo girar. Riggsy! Laura lo apart de un empujn, estirndose el vestido hacia abajo all donde se le haba subido. Dios, es que te has olvidado de tomar tu Ritalin 7? Qutame las manos de encima! Cameron levant las manos. Lo siento, Riggsy, pero no puedo apartar mis manos de ti! Ya lo creo que las apartas, o llamar a alguien que te las rompa! gru. Mierda, Riggsy, cario, no me digas que ests en ese momento del mes...? Laura cogi una botella, y por un momento Lis pens que iba a darle con ella, pero, afortunadamente para Cameron, Danny entr como una exhalacin por la puerta de atrs, con gesto hosco y tenso. Laura se calm entonces y fue a darle un beso en la mejilla, del que Danny se apart con torpeza, ante el disimulado regocijo de Lis. Stephen, to, si tienes que fumar... al jardn, vale? le pidi a uno de los compaeros de Cameron. Perdona, colega. Lis se sent en la encimera de la cocina. Ests bien, Danny? Hola, Lis. S. Bueno, un poco nervioso. Mi padre me ech un largo discurso sobre la confianza que depositaba en m. Si hubiera fuego... La prxima fiesta sera tu velatorio. Lo has entendido respondi Danny con una sonrisa. Bueno, pues entonces, cabecita nerviosa, tmate algo se col Laura, repentinamente displicente y alegre. Sac del bolso una botella de vodka en forma de petaca. Quieres un poco? Nasima sigui su ejemplo, y sac del bolso una ilcita botella de ron.

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Danny blandi un botelln de cerveza ante la cara de Laura. Estoy servido, Riggsy, gracias. Eh! Cameron dirigi un puetazo al tonificado brazo de Danny. Yo soy el nico que puede llamarla Riggsy. No es verdad? Danny puede llamarme como quiera. Y, Cameron, esto no tiene nada que ver contigo, as que vete. Vamos: fuera! La tensin entre Laura y Cameron pill a Lis fuera de guardia. Era algo as como cuando uno est leyendo un libro y se salta dos pginas a la vez. Harry sola tener a Lis bien informada de los ltimos cotilleos, pero estaba claro que se haba perdido algo. Lis, qu quieres beber? pregunt Nasima, entregando tazas de plstico. Pens un momento. Vodka con cocacola, por favor. As me gusta! dijo Cameron. Un buen chupinazo! Lis haba usado aquel truco unas cuantas veces: se tomara su vodka con cocacola y despus rellenara el vaso solo con cocacola. Si alguien preguntaba, le dira que era vodka con cocacola. No era fcil que nadie se pusiera a probar su bebida, no? No le gustaba emborracharse: aquel repulsivo adormecimiento que desdibujaba los bordes de las cosas, la prdida de control... Se pareca mucho a sus pesadillas. La puerta de delante se abri de un portazo, y pareci que entraba al recibidor la mitad del undcimo curso. Danny dio un gran paso atrs, adquiriendo un enfermizo color gris. Es... toy... muer... to... Se fue detrs de la multitud, intentando conducirlos al jardn, para evidente consternacin de Laura. Por dentro, Lis estaba emocionada: la pelea por Danny Marriott no estaba an decidida.

Pas volando la siguiente hora y media. Lis se sorprendi al descubrir que Cameron no era tan horrendo como haba pensado al principio. De hecho, las tena a ella y a Harry muy bien entretenidas en la cocina, elaborando burdos ccteles y retando a sus amigos a probarlos. Para alivio de Lis, estaba empezando a quedar

claro que Cameron no tena ningn inters sexual en ella. Y, cosa que la mantena permanentemente contenta, cuanto ms ignoraba Danny a Laura, ms desagradable se pona esta: malhumorada, malvada y sarcstica. Durante la mayor parte de la fiesta, Laura lo haba seguido a todas partes, sin obtener resultado alguno, hasta que al final ella y Nasima subieron al bao para mantener un encuentro sobre estrategia. Pero de eso haca ya un montn de tiempo. Dnde estaban en aquel momento las dos? Lis se excus y se baj de la encimera de la cocina. En parte era porque tena que ir al bao, y en parte porque se preguntaba dnde se haba metido todo el mundo. La fiesta estaba en pleno apogeo en aquel momento: cada pasillo y cada habitacin estaba abarrotada de adolescentes que bailaban, beban y se besuqueaban. Para pasar, Lis hizo a un lado a una pareja que conoca de Fsica, y que estaban unidos en un abrazo exageradamente ardoroso en pleno pasillo, mientras una chica de la clase de Lengua y Literatura vomitaba todo lo vomitable en el cuarto de bao de abajo. Evit con un rodeo los pies de la chica y se dirigi hacia la escalera. Al mirar en el saln, se sorprendi de ver a Delilah, Jack y Kitty sentados en torno a una mesa de caf y hablando entre ellos. No se imaginaba que les interesara ni por asomo asistir a la fiesta de Danny, pero all estaban ellos en toda su friki gloria. El tro resultaba an ms llamativo sin su uniforme del instituto. Kitty llevaba una especie de conjunto escolar japons, mientras Delilah llevaba un vestido diminuto, dorado, de lentejuelas, que pareca de los aos setenta. Jack, en contraste, llevaba vaqueros y un jersey gris, a semejanza del conjunto de camuflaje de la propia Lis. Por supuesto, no haba nadie cerca de ellos. Al subir la escalera disparada, crey ver que Kitty la vea a ella y esbozaba un asomo de sonrisa, aunque no estaba segura. Lis hizo propsito de decirles hola despus de usar el aseo. El bao principal estaba ocupado, seguramente por una lvida Laura con su inseparable admiradora Nasima. Una cola de chicas enfurruadas se haba formado a la puerta, y las ms atrevidas les pedan que se dieran prisa. Lis pas al lado y sigilosamente se meti por una puerta oscura que daba a lo que esperaba que fuera el dormitorio principal de la casa. Aquellas casas hechas en serie siempre tenan al menos un dormitorio con bao. Por respeto a la madre y el padre de Danny, cruz de puntillas la alfombra

de felpa, sin molestarse en encender la luz para no provocar una invasin del cuarto de bao libre por parte de la fila de chicas desesperadas. A toda prisa localiz el bao y le dio al interruptor. Un cuerpo yaca en la cama. Lis solt un grito, y casi se cae hacia atrs, sobre la taza del vter. El cuerpo de la cama se sent rpidamente, quitndose una almohada de la cabeza. Danny la mir desde all. Ah, eres t! dijo con voz cansada. Lo siento. Hay una cola enorme. Pens que habra un bao aqu... l se pas la mano por el espeso pelo de la cabeza. Para Danny, la fiesta haba terminado. Lis conoca aquella sensacin: en su decimocuarto cumpleaos haba aprendido que es ms divertido ser invitado que anfitrin. No te preocupes, no pasa nada. Sonri. Me tema que Laura hubiera dado conmigo. Lis lanz un resoplido. Te has dado cuenta...? Bueno, s. Ella y Nasima se han pasado la noche siguindome. Es difcil no darse cuenta cuando se abalanzan sobre uno de esa manera. Lis dej caer la espalda por la pared, y cruz las piernas en el suelo. Iluminado apenas por el brillo que sala del bao, Danny estaba an ms estupendo. Debera haber leyes sobre los chicos que son tan atractivos, pens Lis, comprendiendo de repente que estaban solos en un dormitorio en el que haba una suntuosa cama de matrimonio. Sinti que se pona colorada, pero esper que no se notara en aquella penumbra. Oblig a su boca nerviosa a decir algo: Entonces, no te hace gracia Laura? Es asombrosa, y est claro que anda colada por ti. Danny se recost un poco en la cama, descansando sobre los codos. Realmente no. Es muy, muy guapa y todo eso, pero me da un poco de miedo. De verdad? La boca de Lis desbordaba sarcasmo. Pens en s misma y en aquella situacin. Era un juego peligroso. No importaba cunto le gustara

Danny, aquello poda llegar a los odos de Laura. Adems, Cameron sigue loco por ella aadi Danny. Lis se puso ms rgida. En serio? Ni siquiera saba que hubiera habido nada entre ellos. Danny asinti con la cabeza. Pues s. Ella quera mantenerlo en secreto por algn motivo. l sigue chalado por ella, as que yo no me voy a meter. Eso est muy bien, los amigos antes que las chicas. En cuanto le salieron las palabras por la boca, Lis se arrepinti de haberlas pronunciado, pero Danny se rio, mostrando una hermosa sonrisa. Lis sonri a su vez. Y qu me dices de ti? Te gusta Hollow Pike hasta ahora? pregunt. Lis lanz un suspiro y apoy la cabeza contra la pared. Aparte de sus charlas con Sarah, aquella pareca la primera conversacin digna de ese nombre que haba tenido desde que llegara a aquel pueblo lleno de rboles. Bueno, apenas he pegado ojo porque he estado teniendo pesadillas espantosas, y despus me levanto de la cama para ir al insti y relacionarme con un grupo de chicas que no me gustan en realidad, as que no ha sido un gran comienzo, no. Ah, y no ha dejado de llover. No saba por qu le estaba contando aquellos detalles ntimos, pero no poda contenerse. Haba algo en Danny que la haca sentir que poda mostrarse como era, autntica. Bueno, eso no tiene nada de raro! dijo con una sonrisa. Sabes? A veces a m tampoco me gustan los amigos que tengo. Pero no se lo digas a nadie... ese puede ser nuestro secreto! Entonces, por qu ests con ellos? pregunt Lis con curiosidad. Es ms fcil. Ms fcil que qu? Ms fcil que como eran las cosas antes. Entonces, cuando yo era Daniel y no Danny, el instituto era realmente vomitivo. No voy a decir una palabra ms fuerte, pero era vomitivo de verdad. Entonces me apunt al equipo de rugby y de pronto empec a ser guay, segn parece... Y no voy a quejarme, verdad? Lis se rio. xito y rendicin.

Exactamente. Volvi a sonrer. Pero es cierto. No voy a quejarme de que la gente ya no me haga sufrir. Bueno, a ti te pasa algo as... Qu tal te encuentras siendo la nueva sierva de Laura? Tena toda la razn: ella no estaba en mejor posicin que l. Ella disfrutaba del estatus que le proporcionaba Laura, aunque no dejaba de ser consciente de lo mala que poda llegar a ser. Elige t: yo rompo con Laura si t rompes con Cameron! No es tan fcil. No me hables. Todo ese rollo de la popularidad. Es todo una mierda. Por qu nos amargamos de esta manera? Se levant para irse, casi decepcionada con l, y al mismo tiempo odindose tambin un poco a s misma. Aunque ninguno de esos dos sentimientos era tan fuerte como el deseo de echarse en sus brazos. Fuera del dormitorio, empez a orse un alboroto que les hizo volver la cabeza a los dos: Quin ha dejado entrar al circo? fue el cruel grito que se oy, proveniente, sin ningn tipo de duda, de Laura. Dnde habis dejado aparcadas las escobas voladoras? Danny salt de la cama y se dirigi al rellano de la escalera, seguido de cerca por Lis. Llegaron ante un pequeo grupo de compaeros de clase que se haban arracimado para presenciar el cara a cara entre Laura y Kitty Monroe, que por lo visto haba obligado a Laura a salir del bao. Lis y Laura se miraron un instante, muy consciente esta ltima de que Lis acababa de salir con Danny de la oscuridad de un dormitorio. Laura pareci desconcertada por un instante antes de volverse de nuevo a Kitty. Y bien...? Quin te ha dejado entrar? repiti Laura. La he invitado yo contest Danny. Somos compaeros de Lengua y Literatura. Djalo, Riggsy. Kitty le dirigi a Laura una sonrisa inocente. Perdona, si eres tan amable de hacerte a un lado, voy a entrar en el aseo. Muy resueltamente, Laura extendi los brazos para cerrarle el paso. Lo siento, Kitty. No se admiten tortilleras en este cuarto de bao. Lis lanz un gruido e intent acercarse, pero Nasima la detuvo.

No te metas le cuchiche. Es ms divertido quedarse mirando. Abri su mvil y empez a filmar la escena. Kitty volvi a sonrer amablemente, aunque con su maquillaje negro y espeso la sonrisa adquira un aire retorcido y maniaco. Laura, no soy yo la que acaba de salir del bao con otra chica. Algunos de los presentes se atrevieron a rerse. La mirada de odio de Laura no tard en cortar aquellas risas. Se acerc ms a Kitty, invadiendo su espacio personal. Uy, Kitty, lo siento. Ya s cunto me quieres y todo eso, pero yo no soy una guarra lesbiana como t. Vas a tener que seguir con esa gitanita. Por primera vez, dio la impresin de que el golpe de Laura le haba acertado a Kitty. Esta le dio a Laura un empujn que la hizo tambalearse hacia atrs, mientras todo el mundo se quedaba con la boca abierta. Laura, djalo ya, por favor! rog Danny. Pero Kitty haba pasado a la ofensiva: Laura, yo no me acercara a ti aunque fueras la ltima chica... no, el ltimo humano, en el planeta. Ests podrida, eres txica, un autntico veneno. Puede que yo le d miedo a la gente, pero a ti todo el mundo te detesta. Laura se puso roja como un tomate, y trat de responder, pero Kitty prosigui: Si no me crees a m, pregntale a cualquiera. Hablan ms de ti que de m, y con eso te lo digo todo. Pregntale a Lis London. O, an mejor, pregntale a Danny! Al or eso, Laura mont en clera, y los improperios empezaron a salir de sus labios. Le tir del pelo a Kitty, apoderndose de su cabeza y blandiendo su cuerpo contra la pared. Danny se fue corriendo hacia ellas, pero era imposible intervenir, pues Kitty haba agarrado con su gran mano el rostro de Laura, y la haba empujado contra el suelo. A Lis le pareci ver que Laura le escupa a su rival antes de pegarle un golpe de lleno en un lado de la cara. Kitty peleaba como un gato salvaje, agarrando el pelo y araando el rostro de Laura, aunque esta pareca ser la ms fuerte de las dos, y cerr los puos para golpear en el torso de Kitty. Danny, y ahora Bobsy, se fueron hacia las chicas, tratando de separarlas, pero no sirvi de nada, pues Kitty bombardeaba a Laura a

bofetadas. Lis se dio cuenta demasiado tarde de lo que iba a suceder. Mientras Laura avanzaba sobre Kitty, la parte superior de la escalera se encontraba cada vez ms cerca. Por supuesto, Laura lanz otro ataque enloquecido, y ambas chicas se tambalearon sobre el borde de la escalera. La cada que sigui, ms que una voltereta al estilo televisivo, fue una serie de rebotes como para hacer que cualquiera de las dos se muriera de vergenza. Las dos se detuvieron en una postura muy ridcula, en la que la ropa interior de Laura quedaba claramente expuesta a la contemplacin de todos los asistentes. Jack y Delilah echaron a correr desde el saln al pasillo. Cerda! grit Delilah cuando comprendi lo sucedido. Su voz fue lo nico que se oy, adems de la msica, pues el resto de la gente guardaba un profundo silencio mientras miraba fijamente. Ha estado bien, Riggsy! El grito de Cameron rompi el silencio. Un chillido gutural surgi de Laura mientras se levantaba. La sangre le manaba en abundancia de un labio partido y, sin darse cuenta, se la restreg por toda la cara con el dorso de la mano. Sin ms comentarios, se dirigi hacia la puerta de la calle. Como loca, Harry ech a correr detrs de ella. Lis y Danny bajaron la escalera corriendo hasta Kitty, que estaba ahora sentada. A su lado estaban sus preocupados amigos. Rindose y cuchicheando, los espectadores volvieron a la fiesta, muy contentos del espectculo inesperado que haba deparado la noche. Ests bien, Kitty? Lis baj la mano para tocarla. S, creo que s. Comprob que no tena heridas. Dios, esa ta es un demonio! Bueno, eso no son noticias frescas coment Jack con voz tmida. Vmonos, no ha sido buena idea venir a esta fiesta. Kitty hizo un esfuerzo para levantar su largo esqueleto. Danny se encogi de hombros como si todo hubiera sido culpa suya. Lo siento mucho, Kitty. T no tienes que disculparte por lo que haga Laura Rigg se limit a decir Delilah. La culpa es de sus padres. Deberan haberla ahogado al nacer. Kitty y Jack ya estaban en la puerta.

Esperad! dijo Lis con el corazn en un puo. Quiero ir con vosotros. Kitty se volvi, con una sonrisa en los labios. De verdad? Desertas tan pronto? Qu va a decir Laura? Me... me da igual. No creo que te d igual. Estaremos en contacto. Kitty le lanz un beso y sali por la puerta. Delilah la sigui, dejando a Lis con Danny en la escalera, pero deseosa de irse con el equipo Kitty. Lis no poda seguir ignorndolo: haba algo... algo en aquellos tres. Y quera compartirlo. Mientras contemplaba como se alejaban los tres en la noche, tuvo la impresin de que eran muy... libres. Y Lis no quera seguir sujeta a la correa de Rigg ni un segundo ms.

Y despus...

A la maana del lunes siguiente, aquella decisin de volver a empezar en Hollow Pike haba perdido el relumbre de la novedad, y Lis senta que odiaba el centro. Haba seguido en la cama mucho despus de que sonara la alarma, y en aquellos momentos se daba toda la prisa que poda, porque iba a llegar tarde. Acarici la idea de convencer a Sarah de que estaba enferma, pero saba que la respuesta de su hermana sera el dejarle que tomara ella misma la decisin sobre si estaba o no lo bastante mala para faltar a clase, como una persona adulta y madura. Y entonces ella se sentira demasiado culpable si decida quedarse en casa. Los copos de maz formaban en su boca una masa seca y pastosa, imposible de tragar. Sarah la escudriaba con perspicacia desde el otro lado de la mesa de la cocina, mientras le daba el pecho al pequeo sobrino de Lis, Logan. Qu pasa, compaera? Nada. Respuesta automtica. No te creo... repuso su hermana con una sonrisa. Estoy bien. Es que es muy temprano. Se trata del insti? Para nada. De esa tal Laura...? S. Qu va. De tu profe... el seor Gray. Es eso? Lis se permiti una carcajada. Sarah no se iba a dar por vencida. Sarah, no pasa nada! El profesor Gray es encantador... satisfecha? Parece majo... Y est muy bien, adems. A lo mejor podra apuntarme a sus clases de espaol para adultos... Si lo haces, me emancipar de ti! repuso Lis sonriendo.

Sarah solt una fuerte risotada mientras Lis tiraba el contenido de su cuenco por el fregadero y abra el grifo para que se llevara por el desage los copos de maz. Despus de un segundo para procesar la imagen que tena ante ella, dio un paso atrs. Sarah...? dijo. Qu? Mira esto. Sarah se coloc a Logan en la cadera y se acerc al fregadero arrastrando los pies. Qu pasa? Y, por favor, no tires la comida al fregadero, porque se va a atascar. Vale, pero mira. Lis hizo un gesto indicando el agua que borboteaba por la boca del desage. Ya estoy mirando, pero no veo nada. El agua baja por el desage al revs! Est bajando en el sentido de las agujas del reloj, y debera hacerlo al contrario! Sarah la mir con fraternal desdn. Ja! Eso es un cuento de los tiempos de Maricastaa. O a lo mejor es magia! Lis no pas por alto aquel comentario: Qu...? Ya sabes... la bola esa de las brujas de Hollow Pike. Acabas de pronunciar la palabra bola? S, todava estoy en la misma onda que los nios dijo Sarah guindole un ojo. Cuando Max y yo nos vinimos aqu, hicimos esa ruta de las brujas, por Halloween. Es cierto, ya sabes, que haba brujas en Hollow Pike. Se supone que el pueblo est maldito o algo as. Pero de eso hace una porrada de aos, no? Bueno, claro... En cuanto a la ruta que hicimos, el montaje era tan cutre que daba la risa. Creo que deberamos volver a hacerlo este ao.

Lis no haba hecho ningn caso de lo que le contaron Harry y Laura, dando por supuesto que eran tontadas, pero viniendo de su hermana, las leyendas de brujas resultaban de repente reales. Y fascinantes. Sarah sali de la cocina con Logan, y dej a Lis meditando sobre el agua que giraba en remolino para sumirse en el desage, solo que en el sentido equivocado.

Lis haba perdido el autobs por un minuto, pero Max se ofreci amablemente a llevarla al instituto. En aquel momento, la furgoneta Transit se detuvo justo delante de la cancela principal del centro. Lis respir hondo, deleitndose en el olor a barniz y astillas de madera de la furgoneta. Ests segura de que te encuentras bien? le pregunt Max, cuyos grandes ojos azules parecan buscar informacin. Estoy bien, lo juro. Y logr esbozar una leve sonrisa. Vale. Que pases un buen da. Su cuado le dio un beso en la frente antes de que ella se dejara caer de la furgoneta. Una vez ms, el instituto apareca envuelto en un velo de fina llovizna que amenazaba con convertir su cabello en un revuelto de pelos encrespados antes de que consiguiera ponerse a cubierto en los pasillos del edificio. Le dirigi a Max una solemne despedida, y se fue hacia la entrada arrastrando los pies. El enorme y antiguo reloj que dominaba el saln principal le indicaba que, siendo las ocho cincuenta y cinco, haba llegado despus del timbre que adverta a los estudiantes que deban ocupar sus aulas inmediatamente. Se ech la bolsa al hombro, y se dirigi cansinamente hacia la G2. Su sentido arcnido la avisaba: algo no iba del todo bien. Era exactamente la misma sensacin que la haba asolado durante su primer da en el instituto. Pero era raro, porque la sensacin de ser la nueva debera habrsele pasado ya, y por qu la miraba todo el mundo? El pelo no poda habrsele encrespado hasta tal punto! Haba abandonado la fiesta la noche del sbado poco despus de que Laura y Kitty cayeran por la escalera, as que estaba segura de no haber hecho nada que la pusiera en evidencia.

Cada vez ms consciente de que otros la sealaban y cuchicheaban a su alrededor, se fue a toda prisa a la G2 y se sent en su sitio, al lado de Harry. Pero se horroriz al comprobar que proseguan los cuchicheos y las miradas de soslayo. Lis se volvi hacia Harry, que pareca evitar el contacto visual con gran habilidad. La paranoia se apoder de ella. Qu est pasando, Harry? Tengo monos en la cara? Una sensacin de terror le suba por las tripas, y lament no haberse hecho la enferma delante de Sarah. Pues no. Entonces, por qu me mira todo el mundo? Harry se encogi de hombros y trat de adoptar una expresin de inocencia. El efecto resultaba falso, como de dibujos animados. No tengo ni idea, preciosa. La gente debe de estar hablando de lo que pas en la fiesta. Lis repas el aula. En su lugar acostumbrado, al fondo de la clase, se sentaban Jack, Delilah y Kitty, que presentaba un feo moratn amarillento debajo del ojo. Nadie les prestaba ms atencin de lo normal. Aquello era absurdo. Harry, a m no me ocurri nada en la fiesta! Estuve presente durante la pelea, nada ms. Al sonar el timbre de las nueve en punto, entraron pausadamente en el aula Laura y Nasima, en su habitual formacin de pasarela: Laura ligeramente por delante, flanqueada por su centinela. Al pasar, Laura le dirigi a Lis la mirada de odio ms intenso que hubiera visto en mucho tiempo. Lis no comprenda nada. Qu haba hecho para enfadar a Laura? Y lo ms raro de todo era que, pese al modo en que Laura se haba comportado en la fiesta, Lis no poda soportar la idea de que Laura estuviera enfadada con ella. Un diminuto rescoldo del deseo de pertenecer, de encajar con aquellas chicas populares, segua encendido en su interior. Lis se sac aquella idea de la cabeza: ella ya haba superado toda aquella mierda. Mira, Lis le dijo Harry entre dientes. Laura me cont lo que pas con Danny. Qu quieres decir? pregunt Lis. No pas nada de nada! Estuve hablando con l un minuto, ms o menos. Eso es lo que pas.

Harry le puso mala cara y se volvi. Por favor, Harry! susurr Lis poniendo mucho nfasis, no es culpa ma que a Danny Marriott no le guste Laura! Harry hizo un brusco movimiento con la cabeza para apartarse el pelo de delante, y se volvi hacia Lis con una sonrisa muy desagradable en la cara. Todo lo que t quieras. Eres una mentirosa y una putilla, y a m no me gustan las mentirosas ni las putillas. Y ahora, si eres tan amable, podras dejar de hablarme? Si no, le dir al seor Gray que me ests acosando. Mientras Harry echaba atrs su silla para buscar el consejo de Laura, Lis se quedaba con la boca abierta. Qu demonios haba hecho para merecer aquello?

Durante toda la clase de Matemticas, Lis intent motivarse imaginando que era una futura cientfica que algn da necesitara saber trigonometra. No sirvi de nada. No poda quitarse de encima la idea de que la clase entera estaba hablando sobre ella. Haba hecho esfuerzos tremendos desde el da de su llegada a Hollow Pike, teniendo mucho cuidado de no poner un pie fuera del tiesto, y ahora los comentarios de Harry demostraban que todos sus esfuerzos no haban servido para nada. Mientras hablaba el profesor, Lis se esforzaba por contener las lgrimas y las imprecaciones. Para eso se haba ido de Bangor? Para encontrar ms de lo mismo? Al menos, en Gales haba mantenido la cabeza alta hasta el final. Metiendo todas sus cosas en la bolsa, se apresur a salir de clase en el mismo instante en que son el timbre. Siguiendo su instinto, esquiv a Fiona y a Nasima y se dirigi al patio exterior, sin preocuparse ya en absoluto por el efecto que la lluvia pudiera producir en su pelo. Echaba pestes de su anterior vanidad, pensando que en cierto modo haba sido infectada por los valores del equipo Laura. El pecho le arda con una determinacin recin surgida. Ya haba superado la fase de las lgrimas, y ahora solo quera saber de qu iba todo el puetero embrollo. Vio a la persona que necesitaba en aquel momento, y que se encontraba a cubierto bajo la marquesina, y se fue directa para all, hacia donde estaba

sentado Jack Denton en compaa de otros empollones, pelando una satsuma. Hola, Jack dijo ella con una amplia sonrisa, pese a la furia que la embargaba. Se record que Jack no haba hecho nada malo. Jack la mir con recelo, y la conversacin en el grupo ces completamente. Hola respondi l, suave como la seda. Dnde estn Kitty y Delilah? No lo s. A lo mejor en el aseo... Apenas haba intercambiado alguna palabra con Jack hasta entonces. La suavidad de su voz le haca casi imposible de entender. Poda confiar en l? Haba algo en sus enormes ojos castaos que le recordaba el otoo y le sugera cierta calidez interior. Lis mir a su alrededor, y vio a Harry, que mientras cruzaba el patio la observaba con frialdad. Podra hablar contigo, por favor? le pregunt a Jack, tratando, sin xito, de que su voz no trasluciera un tono de splica. A solas? Si eres tan amable. Los dos se separaron y se fueron al rincn ms apartado de la marquesina, y Jack sigui comindose su satsuma mientras Lis le explicaba su paranoia matutina. Cuando acab, Jack sonri y se sent en un banco de madera hmedo. Vale empez a decir. Bueno, la buena noticia es que no ests completamente paranoica. Tena una voz ligera, casi musical, y un acento que, como el de Lis, no perteneca a Yorkshire. Tal vez fuera de Newcastle? No estaba segura, pero se daba cuenta de qu era lo que haba originado los rumores sobre su homosexualidad: la voz de Jack era lo bastante peculiar como para levantar comentarios. Qu es lo que ha pasado, entonces? pregunt Lis. Por si te sirve de consuelo, est claro que todo es una mierda que se han inventado... sigui Jack. De qu se trata? Y entonces l le cont...

Exactamente dos minutos despus, Lis llegaba al borde de los rboles pisando fuerte. Aunque los zapatos se le hundan en el barro del campo de rugby, su determinacin la impulsaba a seguir adelante. Se ech el pelo hacia atrs, preparndose para la batalla. En el interior de la cabeza resonaban voces que le decan que se diera la vuelta y evitara la confrontacin, que fuera en busca de la ayuda de Kitty o del profesor Gray. Sin embargo, sigui andando. Aquellas cuatro cerdas se haban resguardado bajo los rboles, aunque pareca que ninguno de los chicos se encontraba con ellas, cosa que le vena bien a Lis, decidida como estaba a no permitir que se salieran con la suya. Ya haba tenido que abandonar un instituto, y no estaba dispuesta a dejar que la historia se repitiera. Ah, qu bien! exclam Nasima con sorna. Mirad quin viene ah! Lis sigui camino hacia las chicas. Se par justo delante de ellas, y se llen los pulmones con una honda bocanada de aire hmedo. Estaba resuelta a no chillar ni gritar. Adems, saba, por lo que haba visto en la pelea del sbado, que tampoco tena nada que hacer contra Laura si la cosa llegaba a los puos. Laura, quiero hablar contigo dijo con tranquilidad. Laura sonri y susurr algo al odo de Nasima, provocando que se riera con una risa cruel. He dicho que quiero hablar contigo, Laura. O es que necesitas el apoyo de tu equipo de animadoras? Tirando el cigarrillo a una cuneta que tena detrs, Laura se separ de las otras. Lis empez a hablar en tono bajo, sin alterarse: Ests inventando rumores sobre m? Qu edad tienes, en serio? Eres muy rara. Eres t la friki que me ha mandado un correo. Laura hablaba en voz bastante alta, en atencin a la audiencia. Mientes! Pobre imbcil. T debes de ser bipolar o algo as. Las dems miraban. Laura meti la mano en su bolso Louis Vuitton y sac una tira de papel blanco brillante. Se lo entreg a Nasima, que clav en l sus preciosos ojos, mientras Harry y Fiona se rean por lo bajo, tapndose la boca con la mano.

Ya podis dejar de reros, imbciles! les solt Lis. Y dadme ese papel ahora mismo! Ests buscando pelea? pregunt Fiona. De repente, Lis comprendi que poda haber sido un grave error ir sola a aquel rincn alejado de los terrenos del instituto. Dadme ese papel. Ddselo dijo Laura. Al fin y al cabo, es suyo. Nasima se lo ofreci alargando la mano, pero cuando Lis fue a cogerlo lo retir. De verdad eres tan infantil? le pregunt Lis, poniendo los ojos en blanco. Nasima sonri y le entreg el papel. Era exactamente como lo haba descrito Jack: un mensaje de correo electrnico proveniente de una tal [email protected] y dirigido a la direccin de Laura. Ni siquiera se trataba de la verdadera cuenta de correo de Lis, pero se imagin que habra sido suficiente para engaar a cualquiera que lo hubiera visto esa maana. Ley:

Hola, Laura: Gracias por todo lo de ayer. Yo estaba muy hecha polvo y necesitaba hablar. Ha sido muy duro mantenerlo todo en secreto, se lo tena que contar a alguien. Dar el beb fue la cosa ms difcil que he hecho nunca, pero s que fue lo correcto. No poda criarlo yo sola, sin saber quin es el padre. Me merezco poder empezar de nuevo en Hollow Pike. Eres tan buena amiga! Gracias por escucharme. Liz xxx

No es posible que nadie se crea esto dijo Lis con frialdad. Eso lo dices t, Conejito Loco dijo Laura con voz dulce, arrancndole el papel de la mano a Lis. Lis neg con la cabeza, en un gesto que era casi de compasin. Laura, este es el rumor ms malo que he visto nunca. Crea que una zorra tan astuta como t sera capaz de inventar algo mejor. Que di mi beb en adopcin? Cunto tiempo necesitaste para inventarte eso? Qu pasa, es que no sabas escribir la palabra sfilis?

Harry avanz un poco. T lo enviaste, Lis. No puedes negarlo ahora. De verdad? No me digas que te la ha colado? Laura se lo envi a s misma. Esa no es mi direccin de email, y ni siquiera ha sido capaz de escribir mi nombre correctamente! La sonrisita de suficiencia de Laura se borr de repente. Una fuerza inusitada brot de dentro de Lis. Por lo visto, Laura esperaba que Lis se desmoronara mucho antes. Su rival cogi un encendedor de su bolso y prendi el papel por una esquina, hasta que cay al suelo convertido en negra ceniza. Quin te crees que eres t? La voz de Laura temblaba ahora de furia. Te crees muy divertida y muy lista. Todo timidez y dulzura. Vas por ah en plan: No me mires, yo solo soy Lis, la nueva, cuando en realidad eres una guarra robanovios! Eso es una repugnante ment... En serio, Lis? No te crees mejor que nosotras? No piensas de nosotras que no tenemos en la cabeza ms que chicos y pelo? En eso tienes razn! Laura se rio con una risa nueva, casi demoniaca. Solo por un instante, sus ojos dieron la impresin de ser de un negro azabache. Clav un dedo en el pecho de Lis, empujndola con l hacia atrs. Me parece que tendras que cerrar la boca. Eres una creda y una esnob y no tienes ni idea de con quin ests tratando. Yo mando en este instituto, lo sabas? Ahora escucha con mucho cuidado... voy a hacer que lamentes haber puesto el pie en este instituto. Tendrs que venir aqu cada da, y yo te estar esperando. Cada da. Todos y cada uno de los das de clase. Muda de repente, Lis retrocedi ante la intensidad de la mirada de Laura. Detrs de ella, hasta sus monos voladores8 se haban quedado mudos de asombro. Laura pareca haberse sorprendido incluso a s misma. Dio un paso atrs, tomando aire y alisndose la chaqueta del uniforme. Y ahora ser mejor que eches a correr, Lissy, no vayas a llegar tarde a la
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Personajes de El mago de Oz, malvados seres al servicio de la Bruja del Oeste.

clase de espaol. Sin decir una palabra, Lis se volvi y empez a subir la cuesta, de camino hacia el campo de rugby. Y, por cierto, Lis, saluda al profesor Gray... Le he dicho a todo el mundo que ests enamorada de l. Lis cerr los ojos y ech a correr. No quera llorar delante de Laura.

No acudi a clase de espaol. Haba salido del campo de rugby empapada y, apenas capaz de respirar, busc refugio en la biblioteca. All en Gales, ella se haba dicho a s misma (no, ms an: se haba aferrado firmemente a la creencia) que nada de lo que le pasaba era culpa suya. Ahora le estaba volviendo a pasar lo mismo. Solo que peor. As que tal vez s que fuera culpa suya. Tal vez hubiera algo en Lis London que deca sencillamente VCTIMA. Vaya, estaba pensando sobre s misma en tercera persona: un sntoma claro de colapso mental inminente. Sentada en el rincn ms apartado de la biblioteca, levant las rodillas hasta el pecho. Daphne, la anciana bibliotecaria, haba colocado contra las tuberas algunos cojines bien mullidos, creando un clido espacio en el que leer. Para s misma, Lis no era ninguna vctima: era una chica madura y refinada que lea el Vogue italiano y vea cine francs: cosas guay, maldita sea. Le faltaba mucho para ser la chica ms guapa del mundo, pero pensaba que su aspecto resultaba... aceptable. Pero en aquellos momentos se vea obligada a aceptar que para el resto del mundo ella no era ni guay, ni refinada ni elegante. Solo era dbil. Un blanco. Una presa fcil. Pero, por qu yo, se preguntaba con rabia su voz interior. Qu he hecho yo para merecer nada de esto?. Te has fumado mi clase fue la respuesta. La sombra del profesor Gray cay sobre ella. Lis baj el libro y levant la mirada hacia la figura que se cerna sobre ella. Lo siento, profesor. Es porque diste en adopcin a tu ilegtimo hijo? pregunt l, con una

voz cargada de humor. Sin querer, Lis solt un bufido, y el seor Gray se sent junto a ella. No es que yo pretenda ir de megaguay, Lis, pero si quieres puedes hablar conmigo. Es una mentira. El profesor Gray se rio, frotndose la spera barbilla. Bueno, eso est bastante claro! No me cabe duda de que una cosa as hubiera aparecido en el expediente de traslado. Lis sonri un poco, ya ms cmoda. Usted sabe que Laura est mintiendo? Por supuesto! Los profesores lo sabemos todo. Los jvenes os pasis mucho tiempo diciendo que no os escuchamos, pero creme, nosotros lo escuchamos todo! Sabemos quin ve a quin, quin deja a quin, quin dice que sale con tal otro pero no lo hace. Esto es un pueblo, todo el mundo conoce a todo el mundo, y la mayor parte somos parientes. El Hola no es nada al lado de esto. Lis elev una ceja. Me alegro de que sea tan divertido para usted. El profesor abri las manos, en gesto de paz. Lo siento, no quera tomrmelo a broma, solo quera animarte un poco. Somos conscientes de que hay varios problemas con la seorita Rigg en este momento. Lis dej caer la cabeza sobre el cojn. Aquel era el momento en que l le iba a decir que todo se arreglara. S lo que ests pensando: que no puedo hacer nada, que no har ms que empeorar las cosas. Y se supone que me equivoco...?, pens Lis. El profesor Gray prosigui: No necesitas hacer ni decir nada. Como te he dicho, somos muy conscientes de cmo se comporta Laura Rigg, y todo queda anotado. Hasta la ltima cosa. La seora Dandehunt est reuniendo todas las pruebas necesarias. Pero es cierto que se trata de una situacin delicada, porque la madre de Laura est en el Consejo Escolar...

Ah, ya veo...! T no ves nada. El profesor cruz las piernas y se apret contra los cojines para crear ms efecto: Pero, escucha: nos estamos encargando de este asunto. Lo solucionaremos. Lis mir al interior de sus sinceros ojos verdes. Eran unos ojos cansados, pero resueltos. Su profesor estaba seguro de que poda ayudarla. Al menos aquel aplomo le daba un leve rayo de esperanza. Tena a alguien de su lado. Gracias. Pero si faltas a ms clases de espaol, hablar con tu hermana. Y diciendo esto, se fue. Lis aspir hondo e intent pensar racionalmente. Laura y sus seguidoras casi vivan al borde de la floresta. Ese lugar sera fcil de evitar. Lis saba que esas chicas no se acercaran a menos de diez metros de una calora, as que la cantina pareca un lugar muy seguro contra ellas. Se ech al hombro la bolsa con los libros, y empez a andar a travs de la jungla de estanteras. Sin previo aviso, Kitty Monroe sali de detrs de una librera y le cort el paso. Lis solt un grito de sorpresa puramente instintivo. Un poco ms all, siguiendo el pasillo, se encontraban Jack y Delilah. Cunto tiempo llevaban all? Habran odo la conversacin que acababa de mantener con el profesor Gray? Kitty hizo una leve pausa antes de sonrer con una sonrisa electrizante, muy a lo gato de Alicia en el Pas de las Maravillas. Esta noche decidimos cmo matamos a Laura Rigg. Quieres venir?

Asesinato

Un autobs ascenda lentamente por la colina hacia el barrio de arriba, desde donde las magnficas casas observaban altaneras al resto del pueblo. Solo haba un camino para llegar all, a travs de la floresta, y unos largos dedos de madera araaban las ventanillas del autobs, rayando los cristales. Lis se apart de aquellas garras con un estremecimiento. Bajo el grueso dosel de hojas, estaba tan oscuro que apenas poda uno creerse que fuera de da. Era absurdo, pero Lis hubiera jurado que las crujientes hojas susurraban su nombre. Estaba todo en su cabeza, por supuesto, pero se descubri a s misma aguzando el odo. La imaginacin se le desbocaba, enloquecida... pero en aquella floresta haba algo, era como si... como si quisiera atraparla. Ests bien? le pregunt Jack. S, bien... respondi Lis. Es que la floresta me da un poco de miedo. Bueno, se lo da a todo el mundo. Con todos esos cuentos de hadas que nos contaban cuando ramos pequeos... Adems, es el lugar favorito de los violadores! Lis se estremeci, aunque se lo estaba pasando bien en compaa de Jack. Lejos de sus compaeros del Instituto de Fulton, Jack no poda resultar ms distinto. Apenas haba cerrado la boca desde que se subieron al autobs. Por cierto sigui l, debera advertirte de que el padre de Kitty es el hombre ms aterrador del mundo entero. De verdad? Por qu? Espera y vers! Lis haba aceptado, por supuesto, la invitacin de Kitty a la fiesta de asesinato. Dio por hecho que Kitty estaba bromeando, pero eso casi no tena importancia. El cable que le echaban era demasiado tentador para decir que no. Desde el primer instante en que haba visto a los tres en el autobs, se haba sentido atrada por ellos. Era verdad que aquel grupo no iba a ganar ningn concurso de popularidad en el instituto, pero tenan su propia y extraa fuerza. Ponan nerviosa a la gente, a gente como Laura Rigg. Ya solo eso le pareca a Lis bastante mrito.

Cunto hace que conoces a Kitty y a Delilah? le pregunt a Jack para distraerse de las voces de los rboles. Uf, siglos! respondi Jack. Hicimos juntos la Primaria, pero en realidad no hablamos mucho hasta el curso pasado. Y eso...? Jack se encogi de hombros. Yo les tena miedo, ya sabes, por todos esos rumores de que eran brujas, pero un da empezamos a hablar en clase de Religin. Y despus de eso ya no quise ms que estar con ellas todo el tiempo. Me atraparon, te das cuenta? Supongo que era el destino o algo as. A Lis le pareca admirable aquel entusiasmo propio de televisin infantil. Se rio para s. Qu es lo que encuentras tan divertido? Nada. Solo t. Divertido o marciano? Las dos cosas! l se rio con ganas, y le dio un golpecito en las costillas. La floresta se aclar, y el autobs entr en el acomodado vecindario de Kitty. Las casas all eran ms nuevas y ms grandiosas; las vallas ms altas. Algunas de las ms ostentosas hasta tenan estatuas en la explanada de csped delantera, medio ocultas tras las bien cerradas cancelas de hierro. A Lis no le caba en la cabeza que nadie pudiera realmente necesitar verjas en Hollow Pike, pues aquel deba de ser el rincn ms tranquilo y seguro de toda Inglaterra. Esta es nuestra parada anunci Jack apretando el botn. Los dos bajaron del autobs a la mojada acera. Lis sigui a Jack, intentando orientarse. Rigg, cara de perro, vive por all, y justo doblando la esquina est la casa de Danny... El corazn le dio un vuelco a Lis con la sola mencin de aquel nombre. Mentalmente, se dio unas bofetadas a s misma en pleno rostro. Y esa es la de Kitty... Jack seal con un gesto un callejn sin salida flanqueado por rboles.

A la casa de Kitty le faltaba muy poco para llegar a la categora de palacio. La propiedad entera estaba cercada por una enorme tapia, aunque Lis poda vislumbrar el largo camino que llevaba desde la entrada a una casa de tamao importante. Hala!, es que los padres de Kitty pertenecen a la familia real? Jack se rio con ganas. Casi! El padre de Kitty es comandante de polica o algo as. Qu...? En serio! Es el jefe de polica de toda la zona, que es como ser el pez ms gordo de un estanque muy pequeo... pero no deja de ser el que ms manda. Por eso da tanto miedo? Espera y vers! Jack le cogi la mano, la llev casi a rastras hasta la enorme cancela de hierro forjado, y apret el botn. Tras una breve pausa, respondi una tmida voz de mujer: S...? Hola, somos Jack y Lis, venimos a ver a Kitty. Con un espantoso chirrido, la cancela se abri. Era la doncella? pregunt Lis. Su madre, que no da miedo. Los dos bordearon la cuidada explanada de csped que se extenda por dentro del semicrculo que dibujaba el camino. La casa me da un poco de miedo confes Lis. Bueno, no dejes que se te note. Kitty apareci en la puerta. Aquella era una versin ms casera de su nueva amiga: llevaba una camiseta que caa suelta, y un par de vaqueros ceidos y recortados de color negro. Hola... Venga, entrad. Bienvenida a la mansin de los Monroe. El interior era por todas partes tan lujoso como el exterior. Kitty atraves la planta baja arrastrando los pies, como si le avergonzara la grandiosidad de la

mansin familiar. Desde luego, la mansin contrastaba con la propia Kitty. Desde el saln principal, una voz atronadora dej a los tres clavados en su sitio: Ms amiguitos, Catalina? Kitty respir hondo y Lis torci el cuello tratando de ver al padre de Kitty, pero lo nico que vislumbr fue la parte superior de una cabeza entrecana que superaba el respaldo de un enorme butacn de cuero. Solo somos cuatro, pap le respondi Kitty. Nada de msica rara. Vale. Puso los ojos en blanco y les mostr el camino por la escalera. Si alguna vez me llamas Catalina le susurr a Lis, amistad acabada. No te preocupes, tu secreto estar a salvo conmigo! Despus de varios kilmetros interminables de escaleras cubiertas con mullidas alfombras, Kitty les hizo pasar a un desvn remodelado. Aquel sitio s que estaba en consonancia con Kitty. No haba cama; era una especie de estudio. Kitty haba colgado telas rojas transparentes sobre las claraboyas para crear un espacio oscuro y clido, semejante a una crislida. Una alta lmpara antigua cubierta con un mantn dorado se alzaba orgullosa en una esquina, aadiendo cierto embrujo al espacio. Delilah ya estaba all, sentada ante el ordenador porttil de Kitty, eligiendo un poco de msica tranquila. Le dirigi a Lis una sonrisa cordial y un pequeo gesto hecho con los dedos. El suelo estaba cubierto con una alfombra vieja, y todo tipo de libros, desde pequeos y desvencijados ejemplares de poesa a enormes volmenes de gran formato de fotos de fotgrafos de los que Lis no haba odo hablar. Entre vacas tazas de caf haba montones de papeles de deberes escolares. Las paredes estaban recubiertas de cientos de imgenes realmente llamativas. Haba desnudos sorprendentes, modelos glamurosas de estilo cadavrico, y una pared exhiba a una enorme Hello Kitty que saludaba a los presentes con la mano. Una amplia sonrisa apareci en el rostro de Lis. Aquello era como estar dentro de la mente de Kitty. Jack se ech sobre un sof de cuero estropeado, mientras Kitty se acercaba a Delilah y la abrazaba por la espalda.

Dios mo, es verdad que son lesbianas!, comprendi Lis. La cabeza le hizo chiribitas: haba dado por hecho que los rumores sobre su lesbianismo eran tan falsos como los rumores sobre su brujera. Pero, bueno, al fin y al cabo, esto no es nada que no hayas visto ya en la tele, se dijo. Una vez ms, Lis hizo un esfuerzo para no mirar, y se sent junto a Jack en el sof. Era la primera vez que conoca a una pareja lesbiana, pero eso no era necesario que lo supieran. Jack, mientras tanto, se afanaba en sacar de su mochila una seleccin de tablillas y bolgrafos. Para qu demonios es eso? pregunt Delilah, muy a gusto en los brazos de Kitty. Bueno, si vamos a tramar la muerte de alguien, deberamos disear un plan de modo eficiente le respondi Jack. No debemos cometer errores. Desenroll una gran hoja de papel blanco y la clav en la pared. Si planeamos matar a alguien, por qu tenemos que escribir nada? repuso Delilah. Kitty resopl: Bien dicho. Jack hizo un mohn que dur solo un segundo. Vale. Observacin aceptada. Ninguna nota de ningn tipo! Apart las tablillas. Lis: nuestra regla es que lo que se dice en el desvn de Kitty no sale del desvn de Kitty. Eso parece razonable. Lis mir a Kitty, y esta le sonri de modo carioso. El aire amenazante que Kitty tena en el instituto no se encontraba por ningn lado tras la transformacin experimentada en el cmodo desvn. Eso tambin vale para ti prosigui Jack. Puedes decir lo que quieras, que no diremos nada en el instituto. De hecho, no tendramos a quin decrselo, puesto que nadie nos habla aadi Kitty. Lis sonri con comprensin. Quiero que sepis que yo no soy como Laura y las otras. Nunca he hablado mal de vosotras. Lo sabemos dijo Delilah con una sonrisa. No te habramos invitado a venir si no fuera as. Lis se inclin hacia delante, sintindose ms segura.

Dej el anterior instituto porque me acosaban. Lo pas realmente mal. Yo no le hara eso a nadie. Jack subi los pies al sof. Te acosaban? Pero si eres muy guapa! Y yo que crea que solo acosaban a los maricas gordos! Los cuatro se rieron a mandbula batiente, y Lis cay en la cuenta de que haca mucho que no se rea de aquel modo.

Unas horas despus, los cuatro estaban sentados en crculo sobre la rada alfombra. La noche haba cado haca rato, y los cuatro se afanaban trazando el plan para asesinar a Laura Rigg. Las primeras propuestas de Jack fueron cmicas y estrafalarias, e incluan la construccin de diversos aparatos mortales para que Laura cayera en ellos, un poco al estilo innecesaria y cmicamente alambicado de las mquinas Goldberg. Kitty y Delilah llevaron la conversacin hacia ideas ms realistas. Pero cmo podramos hacerlo? pregunt Delilah. Cmo podramos asesinar a la chica ms popular del insti y escaparnos de rositas? Tiene que haber un medio. Podramos proporcionarnos coartadas unos a otros sugiri Lis. Podramos. Pero tendran que ser muy buenas razon Kitty. Tal vez tendramos que esperar a que los padres de alguien estuvieran de vacaciones, o algo as, y as sera creble que estuviramos en determinado lugar en el momento de la muerte, y asegurarnos de que podamos ir y volver sin que nadie lo supiera. Jack se pas la mano por su pelo de ratn. Mi madre y Amber siempre pasan la noche fuera, por los concursos de baile de Amber, as que eso podra valer. Delilah pareca distrada, dibujando diminutos e intrincados garabatos en un cuaderno, y sin embargo segua concentrada en la conversacin: Desde luego, no podemos matarla cerca de ninguna de nuestras casas.

Y no podemos seguirla por ah, esperando a que se encuentre sola en un callejn oscuro dijo Jack rindose. Porque no es que nosotros pasemos precisamente desapercibidos. Mmm... Tal vez podramos conseguir que viniera ella a buscarnos a algn sitio... sugiri Delilah sin dejar de dibujar garabatos. A Lis se le pas una idea por la cabeza: Estoy casi segura de que tengo la direccin electrnica de Laura... Kitty se rio. Venga, aunque lo enviramos desde una cuenta falsa, podran averiguar dnde se escribi el email. De verdad? Entonces no he dicho nada. No: esa es una buena idea. Pero podramos escribir una carta en vez de un email. Una carta impresa en el insti no nos acusara a ninguno de nosotros siempre y cuando tuviramos cuidado de no tocar el papel dijo Kitty. Deberamos escribir toda la nota desde el ordenador de Danny! seal Jack con entusiasmo, levantndose sobre las rodillas. Lis se sinti un poco rara ante la idea de incluir el nombre de Danny en aquello. Aunque l tuviera su propia coartada, se vera metido en un autntico infierno. No dijo Delilah para alivio de Lis. Claro que no! corrobor Kitty. Danny es un to majo. No tengo nada en contra de l. Mejor lo hacemos en el ordenador de Nasima Bharat musit Delilah. Bien pensado! Jack se ech otra vez sobre el sof. Era un manojo de nervios y entusiasmo, apenas capaz de quedarse sentado por un instante: Esa zorra se lo merece, reconozcmoslo. Lis se vio inmersa en aquello que, esencialmente, era un problema intelectual: Cmo poda uno controlar todas las variables que rodean un asesinato? La polica, el cuerpo, las armas... Eso era ms difcil que cualquier pregunta de examen. Se ech el pelo para atrs y entrecerr los ojos para concentrarse. Qu me decs del veneno? As no habra arma...

S dijo Kitty. Eso podra funcionar, pero cmo hacemos que se lo tome? Es una tpica adolescente borrachuza: no hay ms que echrselo en un vaso! dijo Jack rindose. Estupendo, Jack! Tienes un poquito de cianuro? pregunt Delilah sonriendo. No, sabihonda, pero seguro que una pequea dosis de desatascador de caeras hara el mismo efecto. Lis se ech hacia atrs sobre la alfombra, mirando al techo. Lo notara enseguida. Jams se lo bebera. No estoy tan segura... dijo Kitty sin inmutarse, habis probado alguna vez el alcopop que bebe ella? El desatascador de caeras no puede ser mucho peor! Una vez ms, el grupo estall en risas incontroladas. Vale, vale! exclam Kitty, exigiendo a los dems que la escucharan: Entonces, qu tenemos hasta ahora? Le enviamos una carta, tal vez desde el ordenador de Nasima, pidindole que vaya a algn sitio... De acuerdo confirm Jack. Y luego... Y si hiciramos que pareciera un accidente que ha tenido lugar en la floresta, o algo as...? Podramos hacer que pareciera producto de la bebida. Un golpe en la cabeza podra pasar como una cada, y ni siquiera tendramos que pensar cmo colocamos el cadver. El cadver. Lis se estremeci. Qu palabra tan fra, tan inhumana. Estaban hablando de un cuerpo humano. Un cuerpo humano muerto. El cuerpo humano de Laura muerta. No es ms que un juego, se record. Me gusta. Eres una genia! exclam Delilah, abandonando por fin sus garabatos y besando a Kitty en la frente. La polica no se dara cuenta de que no fue un accidente? pregunt Lis. Seguramente no. No existe el CSI: Hollow Pike dijo Jack con una sonrisa. Lis se rio. Pese a aquel contexto gore, no recordaba la ltima vez que se haba divertido tanto. Haba un ambiente tan agradable en aquel desvn... A juzgar por el tiempo que haba pasado con Laura y sus chicas, Lis dudaba de que nunca

se divirtieran de aquella forma desinhibida. Estando con ellas, se haba mostrado siempre tan cautelosa, tan temerosa del juicio de las dems, que no se haba relajado un segundo. En el desvn de Kitty, sin embargo, Lis no se senta juzgada por nada: ni por su ropa, ni por su pelo, ni por quin le pudiera gustar o dejar de gustar... Si vamos a fingir un accidente, entonces seguramente no deberamos dejar ninguna nota, porque Nasima negar haberla enviado, y la polica empezar a sospechar seal Jack. Tal vez podramos ponerle un SMS, y despus quitarle el mvil al cadver de las manos... Eso podra funcionar, aunque la polica seguramente se dara cuenta de que le haba desaparecido el mvil respondi Kitty. Por supuesto, no hay razn para que uno de nosotros no pueda ir con ella a la floresta mientras los otros esperan ya all. Una trampa? pregunt Lis. S sigui Kitty. T podras fingir que la perdonas por el asunto del email, y que quieres seguir siendo amiga suya. Ella te seguira al interior de la floresta, sin duda. Lis no se haba esperado un papel tan central en la trama. Se puso rgida, sin saber cmo reaccionar. Los dems la miraron con expectacin, casi como si aquello fuera algn tipo de prueba inicitica de la que ella no saba nada. S, supongo que s dijo por fin, aunque no tengo muy claro que fuera capaz de convencer a Laura de que viniera conmigo. Soy muy mala actriz. En cualquier caso empez a decir Jack, golpearle en la cabeza no me parece bastante. Yo quiero que sufra... Como un pual, el trmino sufrir le retorci a Lis las entraas. Creo que deberamos hacerlo en las vacaciones de mitad de trimestre. Sera ms fcil convencerla entonces de que entrara en la floresta sugiri Kitty. Todo el mundo sabe que es ah donde esconden la bebida y el tabaco aadi Jack. No sera difcil hacerla entrar. Delilah se acurruc en el regazo de Kitty. El problema es, querido, que los que pasean a su perro y tal van a la floresta hasta despus de que oscurezca. Alguien podra vernos... a menos que usramos el viejo vertedero de basura, no?

Lis se sinti mareada. Lo que haba comenzado como un juego estaba empezando a parecerle un poco mrbido. Esa es una idea magnfica dijo Kitty. No tenemos ms que arrojarla por el borde, y el pueblo entero se pensar que la estpida borracha se ha cado en un trgico accidente mortal. Lis record algo que le haba ocurrido haca tiempo, un da en que ella y Sarah haban ido caminando por Anglesey9. Mientras corra por las dunas de arena, llena de energa, se haba encontrado con una cra de gaviota que estaba malherida. An poda or sus agudos chillidos que imploraban la salvacin a su madre ausente. Record que Sarah, mayor y ms inteligente que ella, se adelant para librar de su sufrimiento a la indefensa criatura, completamente segura de que no haba para ella curacin posible. Aun sabiendo que Sarah actuaba movida por la bondad, Lis haba sido incapaz de soportar la idea de acabar con la vida de aquella pobre criatura, y se dio la vuelta, negndose a mirar. Laura Rigg no era ninguna criatura indefensa, pero Lis saba que cuando llegara el instante de empujarla por el borde, seguira acordndose de aquella gaviota. No matara a ningn ser vivo. Qu sucede? pregunt Jack. Sin necesidad de mirarse al espejo, Lis saba que se haba quedado plida como un fantasma. No puedo matar a Laura. Las palabras se le agarraron a la parte de atrs de la garganta, y salieron casi como una confesin. Qu irnico: confesar que no quera matar a nadie! Hubo un instante de silencio, y a continuacin los dems prorrumpieron en carcajadas incontenibles. Ah, pobre Lis! logr decir Kitty por entre lgrimas de risa. Por supuesto que no podemos realmente matar a Laura! Te imaginas...? Perdona, Laura, podras estarte un momento quieta mientras te golpeamos hasta matarte? pregunt Delilah con exagerada cortesa. Jack le dio a Lis un fuerte abrazo. Nosotros nos pasamos el tiempo haciendo estas cosas!

La mayor isla de Gales.

Diseando planes diablicos! anunci Delilah con una profunda voz teatral. Lo siento mucho, Lis dijo Kitty con una sonrisa. Bienvenida a nuestro retorcido tipo de diversin. Ha sido demasiado siniestro? Se sinti inflada de puro alivio. Lis neg con la cabeza, preguntndose en qu momento haba empezado a olvidarse de que todo era una broma. Esperaba que los dems no la tomaran por idiota integral. Pareca que, estuviera uno en el grupo de amigos que fuera, siempre haba una serie de normas diferenciales que haba que comprender. En serio! dijo Jack rindose. Me imaginis en la crcel? No sobrevivira ni una hora! Delilah empez a juntar cuatro tazas, dispuesta a servir un t recin preparado. Entonces habl con suavidad, sin mirar a nadie: Bromas aparte, lo harais? Si tuvierais la ocasin, matarais a Laura Rigg? El desvn se qued en silencio. Lis mir a los dems. Como era la recin llegada, no pensaba ser la primera en ofrecer a los dems su opinin, y ya saba su respuesta: no. Kitty se incorpor, bien recta. Si yo estuviera completamente segura de que no me iba a pasar nada, la matara sin dudar. Yo tambin dijo Jack. Le hara un favor al mundo. Los tres miraron entonces a Lis. Ella se qued un instante callada, tratando de encontrar una respuesta diplomtica: El instituto sera un sitio mejor sin ella dijo. Una sensacin de culpa la invadi de inmediato. Por alguna razn, senta como si acabara de firmar la condena a muerte de Laura.

La amistad

La expresin de la cara de Laura Rigg no tena precio. Caminando con paso decidido por el pasillo, cerca de las taquillas, al lado de Kitty, Jack y Delilah, Lis la vio recibir su merecido. La gente miraba... Qu demonios, los ojos se les salan de las rbitas, pero tal como haba imaginado Lis que ocurrira, ser parte de la tribu de los raros le haca sentirse segura, casi poderosa. Le gustaba. Su grupo era casi el paralelo al grupo in de Laura. Ellos eran los out, algo que Lis decidi que era mucho ms interesante en realidad. A semejanza del grupo in, Kitty, Delilah y Jack se daban aires por el instituto, llevando ahora a Lis a la zaga. Cuando Laura estaba presente, la gente lo notaba; y del mismo modo, cuando apareca Kitty tampoco nadie poda ignorarla. A Lis le pareca que Kitty y Delilah haban comprendido que lo de agachar la cabeza era algo que no funcionaba. La gente iba a tomarlos como blanco de todos modos, as que era mejor divertirse un poco. Si la gente iba a criticarlos de todas maneras, entonces era mejor darles algo de qu hablar. Cuando llegaron a las taquillas, Lis sonri y hasta se atrevi a empujar un poco a Laura para pasar. Comparta con los otros la fuerza que les daba la crueldad de Laura, y el resultado era que ya tena menos de vctima. Tal vez hubiera una especie de frmula matemtica que lo explicara: vulnerabilidad por mofa partido por apoyo, o algo as. Recuperndose del susto, la cara de Laura adopt su acostumbrado gesto de desprecio. Uy, qu bonito! Las brujas han hecho una nueva amiga! Lis se par para volverse hacia ella. Si Laura supiera algo de los elaborados planes que haban concebido para matarla! En ese caso no sonreira igual. Efectivamente, Laura. Lo que me sorprende es que conozcas la palabra amiga. Tras ella, oy cmo se rea Jack por lo bajo. Nasima intervino: A lo mejor es que tambin es lesbiana. Lis puso a prueba su valor recin encontrado:

Por qu eres siempre tan corderito, Nasima? T eres la nica alumna paquistan de nuestra clase. No sabes qu se siente siendo distinta? Una mirada de enojo pas por su cara. Que sea paquistan no quiere decir que sea lesbiana! Eso es racismo. Delilah avanz poniendo los ojos en blanco: No gastes saliva, Lis. Si alguna vez hubiera tenido una clula en el cerebro, ya se le habra muerto de tristeza. Perdedores dijo Laura con amargura. Cmo est el vagabundo de tu padre, Bloom? Est bien, Laura, gracias respondi Delilah con dulzura. Pero cmo ests t? Aqu, entre mujeres, te noto un poco... cansada. La suave pulla de Delilah dio en el blanco. Todo el rostro de Laura se tens. Frikis! Y echndose atrs sus castaos mechones, se fue caminando con paso orgulloso en la direccin opuesta. Buena respuesta! le dijo Kitty desde detrs. Lis se rio, y sus nuevos compaeros se rieron con ella.

Ms tarde, Lis se descubri a s misma en la parte de atrs del laboratorio de ciencias con muy poca idea de lo que estaba ocurriendo. Ella era muy buena en Lengua y Literatura y en idiomas extranjeros pero, aunque sus notas estaban por encima de la media en Ciencias y en Matemticas, le costaba un esfuerzo casi sobrehumano ser la primera de la clase en esas materias. En aquel momento era vagamente consciente de lo que tena que hacer, pero no tena ni idea de para qu haba que hacerlo. Se supona que tena que quemar magnesio en un recipiente hermtico, pero se daba cuenta de que todos los dems estaban pesando sus pequeas cazuelas. Ech pestes de aquella propensin suya a pensar en las musaraas. Como ninguno de sus nuevos amigos iba con ella a Qumica, se senta sola. Se arm del valor necesario para ir a preguntarle al profesor Maloney, y

empez a rodear su mesa de trabajo, pero la detuvo en seco Danny Marriott. El cerebro se le derriti al instante, y solo logr exhalar un leve sonido semejante a la tos. l haba penetrado en su medio metro de espacio personal. No lo haba hecho queriendo, pero a ella el corazn le empez a latir al sentir en su frente el clido aliento de l. Lo siento dijo echndose hacia atrs. El cerebro de ella hizo un esfuerzo desesperado por volver a empezar y tratar de encontrar algo sensato que decir: Est bien, no te preocupes. Hizo un esfuerzo para atreverse a mirar el color turquesa de sus ojos. Ibas a hacer mal el experimento. Ella sonri, al mismo tiempo que se pona colorada como un tomate. Me mirabas? Entonces fue su turno de ponerse colorado. Lis acentu su sonrisa al tiempo que trastabillaba con las palabras: Bueno, eh... t estabas sentada justo a mi lado. Pero pareca que estabas en Babia... El simple hecho de que Danny le hubiera prestado un minuto de atencin le pareci algo mil veces ms clido que el despliegue de quemadores que haba a su alrededor. Tienes razn, estaba en Babia admiti Lis. Entonces sonri: Y se me haba olvidado que t antes eras un empolln! Explcame: qu es lo que tengo que hacer? Vale, vale... no levantes la voz. De lo que se trata es de comprobar que el cambio de estado no afecta a la masa de los componentes qumicos. Lis se mordi un labio y movi ligeramente la cabeza hacia los lados. Senta un poco de vergenza: no le haca ninguna gracia mostrar su ignorancia delante de Danny. Es fcil sigui diciendo l. Tienes que pesar tu recipiente, despus poner el magnesio al fuego hasta que se consuma, y entonces comprobar que tu recipiente sigue pesando lo mismo. Ah, ya lo comprendo! Aunque no se pueda ver el magnesio, sigue all.

Exacto. El trabajo para casa es sobre los gases de los tubos de escape de los coches. Nuestro experimento demuestra lo malos que son los gases para la calidad del aire. Si tu recipiente no pesa lo mismo, ser que el experimento ha ido mal en algn punto: seguramente la tapa no estaba bien apretada. Lis sonri de oreja a oreja oyendo el razonamiento de Danny. Record el momento de revelacin que haba tenido en el desvn de Kitty. Estaba completamente segura de que Danny no hubiera podido hablar de ese modo ante Cameron ni Bobsy por miedo al ridculo. Tal vez de ah provena aquel asomo de tristeza que haba en sus ojos. Te res de m? No, es estupendo! Danny Marriott, el chico moln del equipo de rugby, tiene un secreto inconfesable: es un chico de ciencias! Se volvi, mirando a su alrededor, con algo de miedo. Lis saba la importancia que tiene el saber ocultar la inteligencia de uno. Ser inteligente no est bien visto. No te preocupes, que no se lo dir a nadie. Al fin y al cabo, soy la chica que venda en eBay o algo parecido su beb imaginario, no te acuerdas? l ahog una risita: S, ya no me acordaba de tu secreto pasado. No te lo has credo, espero. Claro que no! Lo nico que pens es que Laura se haba vuelto por fin loca del todo. Era algo que tena que ocurrir tarde o temprano. Lis se rio disimuladamente, sabiendo que el profesor Maloney haca la ronda no muy lejos de all. Danny sigui: Pero, en serio, ten mucho cuidado con Laura. Sus secuaces le tienen miedo, y es por algo. Tambin yo le tengo algo de miedo, si te soy sincero... y no te va a servir de nada el acercarte a Kitty y a Delilah. Lis frunci el ceo. Qu pretendes decir? Danny abri desmesuradamente los ojos. No me entiendas mal, a m ellas me caen bien. Hice con ellas la Primaria,

pero todos esos rumores... La gente dice que adoran a Satans! Una cosa bastante tenebrosa. Lis hizo esfuerzos por mantener la sonrisa. De verdad crea Danny esas cosas? La dura posibilidad de que Danny no fuera mejor que Cameron o Laura pas por su mente revoloteando un instante. Hablas en serio? Vamos... Son raras hasta decir basta. Si empiezas a ir con ellas, la gente se cachondear. Creo que esa es la diferencia entre t y yo, Danny declar Lis con toda calma. A m eso ya no me preocupa lo ms mnimo! No puedo fingir que me gusta alguien tan repugnante como Laura. T puedes arrimarte a esas muequitas si quieres, pero yo ya no estoy en esa banda. Danny puso cara de cachorro apaleado, y Lis se pregunt si no se habra pasado un poco, pero en aquel instante el profesor Maloney pasaba por all. Lis agarr su vaso de precipitados y se dirigi con l a las bsculas, dejando a Danny plantado ante el banco de trabajo, vindola alejarse mudo de asombro.

El instituto era un purgatorio ms llevadero ahora que Lis ya no tena miedo a los recreos, y el fin de semana lleg con increble rapidez. Jack trabajaba unas horas cada semana en Fulton en una tienda de bocadillos de nombre tan inquietante como Baguettoso, y Delilah haba explicado que, para evitar que se suicidara, solan pasarse un rato por all para aliviar su aburrimiento. Despus de comer, las chicas anduvieron por la calle principal. Era un paisaje lamentable. Un montn de tiendas estaban completamente clausuradas, mientras que otras se hallaban en diversos grados de ruina, con carteles desvados y desportillados que crujan colgados al viento. Haban pasado no menos de tres bazares que declaraban orgullosamente que todo lo que vendan costaba Solo una libra! (o en cierto caso Solo 99 peniques!). Cada una de esas tiendas tena montones de chismes horteras colocados a la puerta. Pareca que haba un gran restaurante, un italiano llamado Luigis, que representaba todos los estereotipos italianos conocidos por el ser humano, y no

pareca haber sido vuelto a decorar desde los aos ochenta. Tambin haba un nmero de bares desproporcionado para semejante pueblo. Hasta el momento, haban pasado tres, que se llamaban El Casco Roto, El Cordero Degollado y El Hombre Verde. Por eso estn todas las tiendas en tan mal estado explic Delilah, sealando los bares con un gesto de la mano. Aqu la noche del viernes es como Sodoma y Gomorra. Aunque sin la sodoma, por desgracia brome Kitty. Pero, en serio, la noche del sbado esto es el salvaje oeste. Lis mir a su alrededor con tristeza. No hay ninguna tienda que valga la pena? Kitty y Delilah respondieron no al unsono, y a continuacin se desternillaron de la risa. Bueno, est la tienda en que trabaja Jack, sin duda. Un lugar con clase! Y tambin hay una cafetera muy agradable en el piso superior de la librera dijo Kitty, sealando al otro lado de la calle. Maana podramos ir a Leeds sugiri Delilah. Mi padre me debe algo de dinero. Kitty tena una especie de comida familiar, as que no poda ir, y Lis no estaba segura de si poda permitirse aquel largo viaje teniendo tantos deberes que hacer. As que empezaron a pensar en un viaje para el fin de semana siguiente, y Lis se sinti feliz de tener un sitio en los planes futuros de ellas. Resultaba tranquilizador. Haba una ltima estacin en la visita. Kitty y Delilah haban prometido que lo mejor llegara al final. Se dirigieron a una calle secundaria adoquinada y en curva que se alejaba del centro comercial. Despus de un par de tiendas de aspecto falsamente antiguo, llegaron a su destino. Aquella parte del pueblo pareca ms autntica. Era un verdadero pueblo de Yorkshire, con su panadera, su herrera y algunas libreras de viejo muy pequeas. Era una pena que no fuera as todo Fulton. De hecho, comprendi Lis, casi haban regresado andando a Hollow Pike. Oh, no! Mirad quin est ah susurr Delilah. Al otro lado de la calle estaba Laura. Qu horror, ella era la ltima persona que a Lis le apeteca ver. Lis se puso tensa de inmediato, y sin darse cuenta se escondi detrs de Kitty. Su enemiga estaba discutiendo con un hombre apuesto

que llevaba el pelo plateado cortado casi al cero y un bronceado de playa. Sera su padre, tal vez? Atentos al espectculo! coment Kitty con una risita. Aunque estaban demasiado lejos para or nada, era evidente que Laura y aquel caballero estaban teniendo un feroz enfrentamiento. Laura pareca acalorada y llorosa, incluso en un momento dio una patada en el suelo, en un gesto de terquedad. Escupi un insulto a la cara del hombre, pero eso fue la gota que colm el vaso. Con su fuerte mano, l le agarr el brazo y la arrastr hasta un BMW azul casi negro que estaba aparcado en una de las calles adyacentes. Incluso desde donde estaban, Lis oy que Laura profera una maldicin: Vamos, no nos metamos dijo Delilah, y tir de la mano de Lis para llevrsela de all, pero Lis senta ya en el estmago aquella mezcla conocida de odio y fascinacin que solo poda asociar con Laura Rigg. Con la cabeza gacha, siguieron su camino a toda prisa por los adoquines de la calle. Ya estamos aqu! Delilah indic una tienda que pareca venida a menos, con unos mugrientos visillos y un cartel en la puerta que deca Amigos de la Iglesia. Lis comprendi que deba de ser una tienda benfica, aunque lo que realmente le llam la atencin fueron las dos aterradores maniques del escaparate. Una estaba calva y manca de un brazo y, pese a la peluca que le tapaba la mayor parte de la cara, se poda apreciar claramente que la compaera tena las cuencas de los ojos vacas. Las dos tenan puestos unos espantosos vestidos estampados. Estis de coa! No! chill Kitty. Espera y vers... Es sorprendente! Te prometo que aqu encontrars tesoros escondidos. Las dos chicas la cogieron cada una de un brazo y la metieron por la puerta de la tienda, en la que son un timbre primoroso anunciando su llegada. El olor de vieja ropa enmohecida y de bolas de naftalina impact a Lis como un invisible maremoto. Le cost trabajo no dar arcadas. Dentro de un minuto ni notars el olor le susurr Delilah, leyndole la mente. La tienda se hallaba inmersa en una neblinosa penumbra, y solo unos pequesimos haces de luz se filtraban por los sucios visillos. La ropa colgaba de barras, y los trastos se amontonaban por todos lados, en cajas de embalaje recicladas. Las baratijas ocupaban cualquier espacio que pudieran ocupar,

mientras las pilas de libros llenaban cada esquina. Al igual que le pasaba a TARDIS, la nave del doctor Who, la tienda pareca ms grande por dentro que por fuera. Kitty tena razn, sin embargo: pese al olor, Lis se encontr all dentro como en la cueva de Aladino. Buenas tardes, seoritas! Las tres saltaron de la sorpresa cuando apareci tras el mostrador aquella extraa visin. Era difcil calcular la edad de la tendera: estaba enterrada bajo una tonelada de maquillaje malo y una enorme peluca rubia. A Lis se le qued la boca abierta: aquella mujer pareca medio humano, medio payaso. Hola, seora Gillespie respondi Delilah cortsmente. Cmo est usted? La figura movi una mano enjoyada como abarcando la tienda con ella. Ya sabes cmo es la cosa, cielo. Demasiado que hacer, y muy poco tiempo para hacerlo! Las tres chicas asintieron con la cabeza. No os parecer maleducada si sigo doblando bufandas, no? En absoluto. La seora Gillespie tom con lentitud una bufanda de un montn temblequeante, y la dobl pulcramente antes de pasar a la siguiente. Lis dud que el doblar bufandas ayudara a rescatar la tienda del estado de caos en que se hallaba. Kitty le cogi la mano, y se acercaron lentamente al fondo de la tienda. La conocis? le pregunt Lis en un susurro. Claro. Venimos mucho aqu. Ya s lo que ests pensando dijo Delilah, volviendo a leerle el pensamiento, pero si miras bien, encontrars algunas cosas retro realmente fabulosas. Todas las amas de casa desesperadas fueron jvenes y guays en los aos setenta y ochenta, y siempre estn tirando cosas. Vale, empiezo a desenterrar! Que lo disfrutes! dijo desde lejos la voz chillona de la seora Gillespie. Lis se pregunt si habra odo todo lo que haban dicho. Una vez ms, sus nuevas amigas haban dado en el clavo. Entre espantosas

reliquias de la moda, haba algunas cosas que encajaban con el nuevo estilo de Lis, su estilo urbano adaptado al campo. Pero lo ms divertido de todo eran los probadores: en realidad, una simple cortina que tapaba una esquina de la tienda. Las tres chicas se apresuraron a organizar un desfile de moda en el que las espectadoras eran ellas mismas. Por turnos, se metan tras la cortina con los brazos cargados de prendas. Algunas eran cosas comprables, pero sobre todo cogan las cosas ms grotescas, cosas con valor cmico que haban encontrado por all. Kitty sali del probador con un vestido de dama de honor gigante de color melocotn, y al instante siguiente lo hizo Delilah a cuatro patas, enfundada en un vestido de gata de PVC. En cuanto a los trajes chaqueta de los ochenta, molaban mazo! Lis se rio hasta que empezaron a dolerle las costillas. Qu os parece esto? pregunt ella, lucindose con una pequea trinchera roja. Era el rojo sangre ms atrevido que hubiera llevado nunca y, aunque no era su estilo habitual, se senta valiente. Precioso! exclam Kitty entusiasmada. Es muy da de lluvia en Manhattan. Tienes que comprrtelo! la anim Delilah. Estupendo! dijo Lis sonriendo, deleitndose en los fulgores de la amistad. Mientras Delilah y Kitty buscaban un abrigo para esta ltima, Lis se separ y empez a mirar por la parte de los libros y los regalos. La mayora de las cosas eran platos viejos y adornos de cristal que parecan llegados de casas de ancianos fallecidos, una idea que le hizo sentirse incmoda. Pas un dedo por una pila de libros polvorientos coronados por tres ejemplares del Anuario 1997 de las Spice Girls. En la base misma de la torre haba un enorme libro de tapa dura titulado: La historia oculta de Hollow Pike, por Reginald J. Dandehunt. Tendra algo que ver con la seora Dandehunt?, se pregunt Lis. Extrajo de all el pesado tomo, con cuidado de no derribar toda la pila. Cuntos Dandehunt poda haber en un pueblo como aquel? Se sent en el suelo con las piernas cruzadas, y pos delante de ella el viejo libro. Yendo a la pgina de crditos, descubri que el libro se haba publicado en 1922. Era una reliquia! Lis sonri al ver el precio escrito a lpiz que marcaba 1,75 libras. Se pregunt qu precio alcanzara en uno de aquellos programas de antigedades de la televisin. Pens que no se le deba olvidar preguntarle a la seora Dandehunt si su abuelo se haba llamado Reginald, y a continuacin empez a hojear el libro. Lis

adoraba las viejas fotografas: de nia, se haba credo muy en serio que el pasado haba sido en blanco y negro. No tard en reconocer el pueblo de Hollow Pike. De lejos, pareca que casi no haba cambiado con el tiempo: la floresta, las carreteras sinuosas, las calles de adoquines... Lo que pareca notablemente distinto era la gente: aquellos posaban delante de casas y tiendas viejas con rostro austero, inexpresivo. Por lo visto era cierto: Hollow Pike tena una historia sobrenatural. Abri el libro por una pgina titulada: Brujera temprana: la Reforma y poco despus. No haba fotos all: solo curiosas pinturas y grabados que mostraban brujas introduciendo bebs regordetes en un caldero burbujeante, y rindose al hacerlo; peste y fornculos; campos enteros de ganado muerto: todo ello, se supona, como resultado de actos de brujera. Una de las imgenes mostraba mujeres desnudas, brujas, danzando en torno a varias hogueras. Abriendo el libro un poco ms adelante, vio que este se volva an ms tenebroso para ofrecer dibujos y grabados de estrellas de cinco puntas y demonios con cabeza de cabra. Palabras siniestras como ritos sanguinarios y sacrificio llamaban la atencin a lo largo de la pgina, y haba imgenes inquietantes de ofrendas animales y extraos altares donde viejas brujas se enlazaban con alegres demonios. Lis recordaba lo suficiente de las clases de religin para saber cmo haba demonizado la cristiandad las prcticas paganas pero, aun as, las imgenes la inquietaban. Sus ojos se detuvieron en una fotografa ms reciente de cuatro figuras encapuchadas que, con las manos en alto, veneraban a una deidad que no se vea. Pero lo que estuvo a punto de hacerla llorar fue el fondo de la foto: en ella, resultaba perfectamente visible un diminuto arroyo. Era el arroyo de la Floresta de Pike: el arroyo de sus pesadillas. Qu ests mirando? Al or la voz de Kitty, Lis cerr el libro de golpe. Nada dijo como por instinto, encajando el libro a la fuerza en el estante ms cercano. Bueno, te gusta este abrigo? Kitty se haba puesto un enorme abrigo marrn de piel falsa. Es precioso! Lo s! Has acabado ya? Preferira volver pronto a mi casa. Lis asinti con la cabeza, olvidando rpidamente el libro y su siniestro contenido.

Solo tengo que pagar mi trinchera. Cogi la prenda roja de donde la haba dejado, y se dirigi con ella a la caja, donde la excntrica seora Gillespie segua doblando bufandas. Hola. Quisiera llevarme esto, por favor dijo Lis. La vieja sigui doblando las bufandas con sus largas uas, aparentemente inconsciente de su presencia. Estoy aqu, seora Gill... T eres nueva asever la seora Gillespie, alargando la mano para cogerle la trinchera. Lis sonri nerviosa, tratando de conservar toda la cortesa posible. S, acabo de venir de Gales. A travs de sus pestaas de araa, la seora Gillespie observ a Lis con recelo. Sus penetrantes ojos verdes hacan dao al mirar los de Lis, y sus labios rub se tensaron. Por sorpresa, la mujer alarg un brazo delgado y agarr la mano de Lis. Fros anillos le apretaron la carne. He odo hablar de ti, Lis London. Lis retir la mano con un movimiento brusco. Cmo sabe mi nombre...? La seora Gillespie movi el rostro hacia los lados, en un gesto rotundo. Los pjaros son amigos tuyos, pero ten cuidado con los rboles! Qu...? Dios mo, la mujer estaba loca. No sabes nada, verdad? prosigui la seora Gillespie. Pues bien, escchame, seorita... tus sueos son una advertencia! Las lgrimas asomaron de repente a los ojos de Lis. Aquella mujer no poda estar al corriente de sus pesadillas... eso no era posible. No entiendo qu quiere decir... La seora Gillespie se calm, y volvi a sonrer. Muy bien. Son tres libras con cincuenta, por favor. Lis rebusc a toda prisa en su monedero, mientras Kitty y Delilah llegaban y se colocaban a su lado.

Ests bien? le pregunt Kitty. S, estoy bien. Vamos. Agarrando la trinchera, Lis se volvi y sali corriendo de la tienda, tropezando en los adoquines de la calle. Baj el fro peldao de piedra delante de Delilah. Lis? Qu te pasa? Kitty no ha terminado de pagar el abrigo. Lis mir el rostro preocupado de su amiga y dijo una mentira: Estoy bien. Es solo que ese olor me estaba mareando. Lo siento. No te preocupes respondi Delilah con simpata. Sin embargo, Lis en aquel momento no tena en la cabeza nada ms que preocupaciones.

Cansada

La pesadilla regres con nuevas fuerzas, y adems haba evolucionado. Comenzaba como siempre: Lis arrastrndose a gatas, exhausta, a travs de la Floresta de Pike, casi sin aliento. Los rboles, los pjaros, los gritos distantes estaban todos all, as como el instante en que su perseguidor le hunda la cara en las heladas aguas del arroyo. Y de pronto ella despertaba, protegida en la crislida de su cama apacible, silenciosa. Se daba la vuelta entre las sbanas para volver a conciliar el sueo, pero entonces encontraba a la seora Gillespie, que estaba acostada en la cama, a su lado. Sus dientes amarillos le lanzaban un gruido, y unas uas pintadas de rojo se abalanzaban contra la cara de Lis... Liiisss! Y solo entonces Lis despertaba de verdad. Una semana de sueos interrumpidos termin convirtindose en un insomnio en toda regla. Aunque su cuerpo estaba agotado, el miedo le impeda dormirse, y hacia el lunes siguiente Lis not que la falta de sueo empezaba a afectar a su salud. Dbil y mareada, se senta en cierto modo separada de la realidad, como un holograma. Qu haba querido decir la seora Gillespie cuando le comunic que sus sueos eran una advertencia? Lis se preguntaba si la pesadilla era solo una advertencia de cosas que tenan que pasar, pero entonces se dijo que eso era imposible. Tambin se record a s misma que la seora Gillespie era corta de luces y estaba pirada, que muy bien poda estar hablando de sus propios sueos, pues era imposible que supiera nada de los de ella. Dios, necesitaba imperiosamente pasarse toda una noche durmiendo. Y sin embargo se fue a rastras al instituto, esperando que el tedio exprimiera hasta la ltima gota de aquel extrao encuentro en la tienda. Lis tuvo suerte: recibi una fra y dura dosis de realidad en cuanto entr por la cancela. Laura no le haba mentido: la estaba esperando, tal como le haba prometido. Ella y sus arpas se apoyaban en los barrotes de las verjas, como monstruos que protegieran su guarida. Nasima descubri a Lis y se volvi para susurrar algo al odo de Laura. Un asomo de sonrisa malvola apareci por los labios perfectamente pintados de

Laura al mirar a Lis, y se pas por la garganta una ua de manicura perfecta. Adoptando una actitud clsica de vctima, Lis agach la cabeza y pas a toda prisa antes de que la araa pudiera arremeter contra la mosca. Lis maldijo su propia debilidad. Si ella no fuera ella, seguramente se hubiera burlado de semejante actitud. Lis lament no haber cogido el autobs con todos los dems, en vez de dejar que Max la acercara al instituto. Al menos en el autobs, contaba con la fuerza del nmero. De algn modo, la reunin para pasar lista y la primera clase pasaron tan suaves como una vaga nube de verano. Estaba muy cansada. Tena que dormir la noche siguiente. Haba ledo sobre todas las cosas que les ocurran a los que pasaban demasiados das sin dormir: alucinaciones, ataques de ansiedad, arrebatos espontneos de sueo, desvanecimientos... Lis saba que no poda faltarle mucho para experimentar todo aquello. No haba dormido ms de treinta minutos en ms de cuarenta y ocho horas. Tenan clase de espaol a segunda hora. Al menos all tena todo un grupo que le poda ayudar a mantenerse a flote toda la clase. Se sentaron en la esquina, en la parte de detrs del aula, lo ms lejos posible del profesor Gray, que estaba delante, y de Laura, que estaba junto a las ventanas. Pero la clase de prctica oral de espaol era aburrida, y en el aula haca demasiado calor. Tal vez pudiera dormir aqu, pens Lis. Se dara cuenta el profesor?. Al otro lado del aula, Laura haba enrollado su chaqueta hasta convertirla en una almohada, y haba posado encima su cabeza, haciendo como que le repeta las frases a Harry. Me duele la cabeza declar Jack en espaol. El espaol pronunciado con acento del norte de Inglaterra era algo muy original. My head hurts repiti la traduccin del CD. Tu turno le dijo Jack, pero Lis segua desplomada en su rincn, con los ojos doloridos. Dilo t farfull. Kitty se volvi desde la fila de delante y se arranc los auriculares. Qu te pasa? Lis se inclin hacia delante. En el estado en que se encontraba, cada movimiento supona un triunfo.

No duermo muy bien. Delilah se mostr preocupada, y detuvo el CD. Por qu? Qu le pasa a tu cabeza? Nada. Supongo que soy de sueo difcil. Mi padre conoce algunos remedios homeopticos contra el insomnio dijo Delilah. Le dir que te busque algo. Gracias, Delilah, pero estoy segura de que esta noche dormir le respondi Lis. Mi madre es una defensora a ultranza de tomarse tres tabletas de Nytol con una copa de chardonnay aadi Jack, dndole a la pausa del CD. Kitty pregunt: Pesadillas? Lis se qued paralizada. Por un brevsimo instante, en los ojos azules de Kitty brill un destello que indicaba que lo saba. Pero era imposible. Aquello volva a ser producto de su paranoia. Kitty haba hecho una pregunta completamente razonable, dado el contexto. Sin embargo, Lis no estaba lista para compartir el pleno horror de sus pesadillas con sus amigos. An no. Alguno de ellos comprendera sus horribles sueos recurrentes? Tema que fueran demasiado monstruosos, incluso para ellos tres. Algo as farfull Lis, cortando la conversacin. Kitty la mir por un segundo con recelo, y abri la boca para hablar. Kitty! exclam el profesor Gray. Date la vuelta y sigue con el ejercicio. Kitty puso los ojos en blanco y volvi a colocarse los auriculares. Lis se inclin hacia atrs y Jack sigui cometiendo carniceras contra la lengua espaola: Me duele la espalda. My back hurts respondi el CD. Me duele el brazo. My arm hurts. Me duele... Baj la voz. Lis dio un respingo. Algo helado le haba pasado por los pies. Tena que ser

una gotera, o una inundacin... o sangre... Al bajar la vista, vio un lquido de color entre negro y morado, muy intenso, que le suba por los tobillos. El tiempo se ralentiz, y Lis se volvi hacia Jack, pero l ya no estaba. No quedaba nadie. Lis estaba sola en un aula vaca. Un viento furioso pasaba de algn modo a travs de los muros, y los psteres y expositores del aula G2 se desvanecieron para ser reemplazados por la familiar celosa de ramas recortada contra el cielo de la noche, el follaje de los rboles encerrndola dentro de una jaula. La Floresta de Pike. Una vez ms, Lis oy las ramas que susurraban su nombre de modo montono: Liiisss, silbando la ese final como una serpiente. El aula se disolvi en nada. Lis comprendi que se haba quedado dormida en clase. Dios mo! Se haba dormido en clase! Observ el bosque. Se encontraba de pie, pero hundida hasta las rodillas en un arroyo burbujeante de sangre oleaginosa. Sin embargo, aquello era diferente, nuevo... Nunca hasta aquel momento se haba encontrado en pie en medio del arroyo. Tena que despertar. Cerr los ojos con todas sus fuerzas. Despierta, Lis, despierta, despierta YA!, se dijo a s misma. Abri los ojos pero, en vez de a Jack, vio otra cosa que nunca haba visto hasta entonces en su pesadilla: a s misma. Unos seis metros por delante vea su propio cuerpo esbelto, apresado en aquella huida lenta e intil por el arroyo, con el cabello castao apelmazado sobre la empapada espalda. Lis! grit. Eso era extrao, llamarse a una misma. Alto! Empez a caminar por la sangre, o agua, o mezcla de ambas, hacia donde se encontraba su doble. Resultaba agotador, forzar sus piernas contra la corriente. Instintivamente, saba que tena que alcanzarse a s misma, para avisarse sobre la inevitable conclusin que siempre alcanzaba la pesadilla. Tal vez esta vez pudiera romper el crculo. Lis! volvi a llamar, pero su doble no respondi. Apresur el paso, intentando correr por el arroyo. Los afilados guijarros del lecho del arroyo resbalaban bajo las plantas de los pies. Al acercarse ms, vio que llevaba su uniforme del instituto. Nunca haba notado tal cosa en sus visitas anteriores. Le faltaban dos metros. Lis, por lo que ms quieras...! Tropez y cay de bruces en el agua helada. Al alzarse y recobrar la estabilidad, Lis vio que estaba a solo un metro de su otro yo.

Entonces su mano se movi como si no fuera suya. Ella se limit a contemplar como los dedos avanzaban por voluntad propia, acercndose a su propio pelo empapado. En ese mismo instante, se dio cuenta de que en la mano derecha tena un objeto slido: sus dedos aferraban una especie de mango de cuero. Ms all del puo, haba una hoja metlica de aspecto mortal, de borde ondulado, grabada con intrincados crculos y una especie de letras. Lis no pudo leer la inscripcin, sin embargo. Pareca estar escrita en ingls antiguo, ms all de su capacidad de comprensin. Su mano izquierda tom contacto con los mechones oscuros y espesos de su otro yo, sus dedos tejiendo en las hebras goteantes del pelo. Lis suplic a sus manos que se detuvieran, pero las manos tenan una voluntad propia y siniestra. Su mano agarr el cabello con firmeza, y tir hacia atrs de la cabeza. Pero ella ya no estaba agarrando su propia cabeza, sino la de Laura Rigg. Abri los ojos de repente, y se encontr mirando al rostro sonriente de Jack. Quinto, levanta, tira de la man... Desde el otro lado del aula, interrumpieron a Jack un grito y un estrpito. Laura tambin haba despertado dando un respingo, y se haba echado completamente hacia atrs, como si despertara de la peor pesadilla imaginable. Su silla volc hacia atrs, peg contra la mesa que estaba detrs de la suya, y arrastr el reproductor de CD al suelo con ella. El aula qued muda de asombro. Lis se puso en pie, mientras Laura yaca en el suelo, aplastada entre sillas, patas de mesa y un reproductor de CD. Nadie dijo nada durante unos tres segundos, y entonces Bobsy prob a rerse. Esa ha sido buena, Riggsy! El profesor Gray se corri hacia Laura desde el grupo con el que estaba trabajando. Robert, haz el favor de callarte. Laura, ests bien? Harry se apart para dejar pasar al profesor y se agach para ayudar a su amiga a levantarse. No me toques! chill Laura. El profesor Gray retir la mesa mientras Laura, con el pelo alborotado, consegua ponerse en pie. Laura, djame echar un vistazo a t...

No me toque! espet ella. Estoy bien! Laura, simplemente djame asegurarme de que no te ha pasado nada... empez a decir el profesor Gray. Sin decir una palabra ms, Laura sali corriendo del aula. Hubo otro segundo de silencio, seguido por unas feas risitas del resto de la clase, incluidos Kitty y Jack. Ya basta! dijo el profesor Gray. Vuelta al trabajo! Lis no se poda mover. Segua ante su pupitre, con los ojos fijos en el punto en que se haba desarrollado toda la escena. Laura haba aparecido en su sueo. Cmo? Por qu aquel cambio en su pesadilla? Las palabras de la seora Gillespie resonaban en su cabeza: Tus sueos son una advertencia. Oye, esa chica parece que tome crack! dijo Jack con una risita. Kitty apenas poda esconder tras la mano su ataque de risa. A santo de qu ha venido todo eso...? Delilah tambin tuvo que reprimir una sonrisa. Y el premio a la mejor actriz en una escena de crisis nerviosa es para... A Lis no le pareci tan divertido. No le pareci divertido en absoluto.

Laura, Laura, Laura. Esa chica haba estado en la mente de Lis desde la primera vez que la vio. Y de pronto, ya ni siquiera poda evitarla en sueos. Otra noche de sueo malogrado. Lis ni siquiera poda cerrar los ojos. Estaba all, en la cama, sin moverse, contemplando por las puertas acristaladas las estrellas que brillaban en el cielo sin nubes. Era como si el demente mensaje de la seora Gillespie hubiera hecho confluir la vida real y las pesadillas. Ya no se poda librar de Laura, de eso Lis se daba muy buena cuenta. Aquello pareca la segunda parte de lo vivido en el instituto de Gales. Y no era ms que el principio. El miedo: miedo de Laura, miedo de las zorras que iban con ella, miedo del instituto... Y Lis saba que a continuacin empezaran sus mentiras: mentiras para librarse del instituto, enfermedades falsas, absentismo escolar. No estaba segura de cul sera el tercer estadio, porque ese era el punto en que ella haba abandonado Gales para

irse a Hollow Pike. Pero Lis no poda dejar que volviera a suceder. Tena que hacer algo para cambiar la trayectoria, esta vez tena que negarse a volver a ser la vctima. Tena que coger el toro por los cuernos. Al pensarlo, Lis sinti miedo, pero al da siguiente tena que ir a vrselas con Laura. La pesadilla de clase tena que significar algo. La manera en que Laura se haba comportado: era casi como si ambas hubieran tenido el mismo sueo. No, eso era ridculo, otra cosa ms para la lista de sucesos imposibles. Pero despus de aquel comportamiento histrinico, Laura le pareca ms humana, le pareca que poda equivocarse. Haba quedado en ridculo. Fuera el que fuera el motivo, el caso es que Lis ya no poda tenerle miedo. Mereca la pena ir a hablar con ella. Tal vez era ese el mensaje que trataba de enviarle su subconsciente: que agarrara el toro por los cuernos. Era hora de vrselas con Laura Rigg.

Era martes por la maana y solo haba un lugar en el que Laura pudiera encontrarse a las 8.45: al borde de la floresta, fumndose el ltimo cigarrillo antes de que empezaran las clases. Por supuesto, Lis la vio al atravesar el campo de rugby. Laura estaba sola, fumando, casi escondida donde empezaban los rboles. Estaba sentada, con las piernas cruzadas, en una butaca que los chicos haban llevado all desde la escombrera ilegal que haba en la floresta, y estaba escribiendo en un cuaderno monsimo estampado con primorosas flores de albaricoque. Al acercarse, apenas poda reconocer a la chica de la butaca. Dios mo, qu cansada parece Laura!, pens. Pese a los meritorios esfuerzos que haba hecho con su cabello y su maquillaje, unos crculos oscuros rodeaban los ojos de Laura, y tena las mejillas chupadas. Adems, se haca raro verla sin su pandilla de compinches. Pareca frgil. Aquello que le haba pasado en clase deba de haberla afectado realmente. Lis se acerc con cautela. En cuanto Laura vio a Lis, pos el diario con un gesto de amargura. Mira quin est aqu: la bici de alquiler de Hollow Pike.

Date un descanso, Laura repuso Lis con tranquilidad. Solo he venido a hablar contigo y a ver qu tal ests despus de lo de ayer. Tranquila, Lis. Eso no tuvo ninguna importancia. Una regla muy dolorosa, y qu? Ah... quera asegurarme de que estabas bien. Despus de lo del email, yo... Laura neg con la cabeza, y una sonrisa lgubre apareci en su rostro. O sea que es eso? Bien hecho, Lis, la venganza es tuya. Hice el ridculo delante de toda la clase. Ahora, por favor, seras tan amable de irte a la mierda? Tu cara me hace dao a los ojos. Lis lanz un suspiro. Mira, yo solo quera decir que s cmo te sientes, y que espero que al menos podamos coexistir en el Instituto de Fulton. Yo me mantendr apartada de ti si t te apartas de m. No quiero volver a pelearme. Laura salt de su trono rado. Apatelas como puedas. T no sabes nada de cmo me siento yo. Te crees de verdad que me importa un bledo lo que pas ayer? Estamos hablando de m, no de ti. Hasta la ltima chica del insti querra ser yo, y hasta el ltimo to querra hacerlo conmigo. As que me parece que lo superar. Sin embargo, puede que t no lo superes. Te dije que iba a hacer de tu vida un infierno. Bueno, pues nada ha cambiado. T sigues siendo la nueva de mierda, y yo sigo siendo la reina de este lugar! Lis se cruz de brazos, sin moverse un centmetro. Tena que defender su sitio en aquel instituto. Entonces, cul es el problema? Porque pareces una piltrafa. Gracias. Lo mismo te digo, fracasada. A Lis empez a hervirle la sangre. Respira hondo y cuenta hasta diez, pens. Laura, lo creas o no, estoy haciendo todo lo posible por ser agradable y arreglar las cosas. Ni siquiera s qu hice para molestarte. Es por lo que pas en la fiesta con Danny? Porque si es eso... Laura no le dej acabar. En su voz haba un deje de irritacin: Te lo advierto, no te acerques a Danny.

Ah, bueno! Cmo voy a hacer para evitarlo? Eso es una locura! le solt Lis. Vete a la mierda! No hace ms que un mes que te presentaste aqu... t no sabes cmo es esto, ni me conoces a m! Apuesto a que te crees que mi vida es un lecho de rosas, no? Una casa bonita, ropa bonita, amigas majas... Bueno, sabes qu? Es todo una mierda! Y algunas veces quiero irme y no volver nunca a esta apestosa ciudad. Laura hizo una pausa para respirar, y Lis descubri que estaba empezando a sentir verdadera pena por ella. Danny y yo estbamos bien hasta que apareciste t sigui Laura. Hasta hablamos de irnos juntos de Hollow Pike. A Lis se le qued la boca abierta de la sorpresa. De verdad? Pero yo cre que a Danny no le gust... se call, comprendiendo que lo que estaba a punto de decir hubiera sonado muy mal. Pero era demasiado tarde. Laura se rio con crueldad. Qu...? Y te crees que t s que le gustas? Ja! Me ha dicho que piensa que eres una friki, igual que Kitty y Delilah. Si te crees que Danny Marriott se rebajara a tocarte, es que eres an ms ilusa de lo que pareces. No es verdad! Lis se qued con la boca abierta. Si te acercas a Danny, te voy a dejar hecha una mierda. Prometido. Pero a Lis se le plante una duda: Si Danny no est interesado en m, entonces por qu me tengo que mantener alejada de l? pregunt con frialdad. Laura termin de estallar: Porque eres una guarra! grit. La pena que Lis senta por ella estall como la ms delicada de las burbujas. Sabes qu? Estabas a punto de darme pena, pero ahora pienso que te mereces lo que te pasa. Lis se volvi para irse. Laura se qued un momento sorprendida, y despus grit: Lis London, eres un cadver andante! Un viento fro, virulento, recorra el campo de rugby cuando Lis lo atravesaba. Mientras tanto, las ramas de la Floresta de Pike se balanceaban,

agachndose hacia Laura como manos nudosas.

Venganza

La rabia le estuvo revolviendo el estmago a Lis durante toda la primera clase, que era de Lengua y Literatura. Le daba vueltas al lpiz, y dejaba que los montonos laberintos intelectuales de la profesora Osborne sobre el personaje de Abigail en Las brujas de Salem le entraran por un odo y le salieran por el otro. Vea que Delilah tomaba notas detalladas, y cont con que su amiga las compartiera ms tarde con ella. Cmo haba podido ir tan mal su encuentro con Laura? Se supona que iban a ser conversaciones de paz. Lis no estaba segura de si su deseo de hacer las paces con ella surga de la pura bondad humana, o era ms bien la ltima manera de vencer a Laura en su lucha por el control de todo, de demostrarle a Laura que, pese a todo, ella era la mejor persona de las dos. En cualquier caso, su fracaso haba sido maysculo. A mitad del campo de rugby, se haba jurado solemnemente no volver a hablar con Laura Rigg. Ella era tan cruel que hunda a todos y a todo con ella. Lis nunca haba sentido una cosa as hasta entonces. Odio es una palabra muy fuerte, pero en este caso ella estaba segura de que era la palabra exacta: Lis odiaba a Laura Rigg.

Solo haba una persona en el mundo con la que quisiera compartir aquella nueva amargura: Kitty, la nica persona que se le ocurra que seguramente odiaba a Laura tanto como ella. Entonces, qu piensas le preguntaba Kitty, que Jack es homo o hetero? l es muy cauto sobre eso, y nosotras no nos atrevemos a preguntarle... Por segunda vez en dos semanas, Lis haba faltado a una clase, la de Educacin Fsica, que era la ltima del da. Lo haba hecho a sugerencia de Kitty. Kitty le asegur que no haba ido a las clases de Educacin Fsica desde noveno curso, y que nadie se haba dado cuenta de su ausencia. As que se metieron por la floresta, recorriendo todo el camino a pie hasta la mansin de

Kitty. Jack y Delilah tenan clase de Ciencias para toda la tarde, y por una vez estaba bien disponer de Kitty para ella sola. Con un sol de miel que se colaba por entre las ramas, y con los pjaros piando alegremente, la floresta ya no pareca hecha del mismo tejido de las pesadillas. No estoy segura respondi Lis, encantada de que apareciera un tema que la distrajera de Laura y sus preocupaciones, pero creo que una de dos, o es homo o est enamorado de Delilah! Esta vez Kitty se rio. S, seguramente tienes razn! Me gustara que se diera un poco de prisa en salir del armario. Qu est esperando, una invitacin por escrito? Lis se encogi de hombros. Supongo que espera el momento adecuado. No creo que sea fcil. No es que Hollow Pike tenga un ambiente gay deslumbrante! Ya, y su madre es un poco psicpata. Lis se mordi el labio para no comentar nada sobre el severo padre de la propia Kitty. Qu pasa entre Delilah y t? le dijo entonces. Hasta ahora no me he atrevido a preguntar. Sonriendo con aoranza, Kitty lleg al vertedero ilegal situado en el centro de una hondonada rocosa de paredes verticales, y se dej caer sobre un sof roto. El agua del arroyo caa en un hilito por el borde del precipicio, creando una cascada de cuento de hadas. Para ser sincera, no hay mucho que contar. Somos amigas desde los diez aos ms o menos. Todo cambi en sexto. Delilah se volvi a Hollow Pike, desde el sur, y la cosa fue rara... Supe enseguida que yo quera ser su mejor amiga. Fue al instante, algo como... pumba! No s qu era realmente lo que nos haca distintas a todos los dems, pero la gente empez a tratarnos como a una barraca de circo. Puede que sea algo de la pubertad dijo Lis, sentndose a su lado en el sof lleno de manchas de humedad. Puede, quin sabe? Sea lo que sea, nos hemos quedado muy enganchadas una a la otra. Al principio fue algo emocional, porque lo otro pareca demasiado horrible, pero el aspecto fsico como que lleg por s mismo. Parece el paso lgico, cuando alguien te gusta de verdad.

Bueno, me parece que hacis una pareja encantadora. Gracias, pero no s si realmente somos una pareja. Nunca hemos tenido necesidad de clarificar lo que ramos. A las dos nos gustan los chicos tanto como las chicas, y ella puede ser una autntica pesadilla. Siempre est ligando, nunca llega a tiempo, es poco independiente... Pero es la nica persona que realmente me atrapa. Lis le dirigi una tmida sonrisa. Pues a m eso me suena a AMOR! Kitty volvi a rerse. Calma, no te desboques! El tiempo dir. Yo no sabra qu hacer sin ella, eso es verdad. Estara perdida. Lo estaramos las dos. Lis respir hondo, embriagndose con los aromas dulces, fuertes y terrosos del bosque. Kitty haba ampliado los lmites de la conversacin, y ahora le tocaba a ella: Kitty... S...? Lis se pregunt por dnde empezar: Me parece que estoy pasando por algo actualmente... Las palabras se le pegaban a la parte de atrs de la garganta. Algo? Piensas que t tambin podras ser lesbiana? pregunt Kitty con una sonrisa. Es que todo el mundo en Hollow Pike es homo o qu? No, no se trata de eso! Entonces de qu? Cmo sabe una si se est volviendo loca? pregunt Lis con un suspiro. Kitty levant una ceja socarrona. Qu...? Lo digo en serio. Esto es como una enfermedad mental... Kitty puso mala cara. Qu te hace pensar que te ests volviendo loca? pregunt. Creo que eres muy valiente al hablar de ello, pero a m no me parece que tengas nada de loca.

Varias cosas dijo Lis sin atreverse a mirar a los ojos a Kitty . Tengo unas pesadillas terribles. Llevo varias noches sin dormir. Kitty arrug el ceo. Qu es lo que sueas? Vas a pensar que estoy de atar... pero mis pesadillas son sobre Laura. Se me ha metido en la cabeza completamente, no puedo dejar de pensar en ella. Esta maana me acerqu para intentar arreglar las cosas entre las dos, pero al final me siento peor. Bueno dijo Kitty con autoridad, supongo que tienes dos opciones. Puedes hacer como hace mi madre, o como hace mi padre. Vale: explcate. La sorprendente estrategia de mi madre consiste en meter la cabeza bajo tierra y actuar como si no pasara nada. Se retira hacia su interior, y espera que el problema se solucione por s solo. Y le funciona? No has conocido a mi madre? Tiene los nervios destrozados. Bueno, y qu me dices de tu padre? Pega con la porra. Cmo dices? pregunt Lis rindose. En serio! Mi padre ha sido el jefe de los antidisturbios durante aos! Su filosofa es que o te quedas esperando a que alguien te arroje una botella o pegas primero con la porra. Eso funciona mejor? Kitty asinti con la cabeza. S... Puede que disgustes a gente al hacerlo, pero al menos ests afrontando los problemas. Los ests afrontando de manera activa. Mi madre se esconde, pero sus problemas no desaparecen por s solos. Y t no puedes permitir que Laura Rigg gobierne tu vida. Pero yo ya me he plantado delante de ella, Kitty, y mira de lo que me ha servido dijo Lis con un suspiro. Haba escapado de Gales y ahora se refugiaba en los brazos de su hermana y de sus amigas cuando las cosas iban mal. Qu crees que debera hacer?

Lo he dicho antes, y lo repetir: matarla. Kitty! Lis tir de una hoja de una rama que llegaba hacia ella, eso no me sirve de nada! T solo pinsalo dijo Kitty con una sonrisa: te desharas de ella de una vez por todas. Olvdalo. Kitty se rio y empez a tararear con la boca cerrada, pensativamente. Qu? pregunt Lis. Vale, qu me dices de esto? No podemos matar a Laura, pero podemos darle un poco de su propia medicina. Haz algo para que te deje en paz para siempre. Kitty le dirigi a Lis una sonrisa malvada. Sonaba prometedor: una vida en Hollow Pike sin Laura y con sus nuevos amigos y Danny! Eso sera el paraso. Me parece bien, pero... qu es lo que has pensado? Kitty le sonri. No te arrepentirs de esto, guapa...

Ese mismo da, avanzada la tarde, Lis se encontraba a la puerta de un establecimiento de comida rpida en Hollow Pike, con las manos metidas en los bolsillos. Trataba de mantenerse bien alejada de un grupo de chicas de noveno curso que pretendan convencer a algn viandante de que les comprara cigarrillos. Gente con clase. El sol se haba ocultado muy temprano, y aunque las calles seguan llenas de gente, todo el mundo tena prisa por llegar a casa antes de que oscureciera del todo. Lis saltaba de un pie al otro, tratando de no quedarse helada. Justo a la hora, Laura Rigg descendi del autobs y cruz la calle en direccin a ella. Conservaba puesto su uniforme escolar, excepto por las botas Ugg que se haba calzado. No captaste el mensaje esta maana? le gru Laura cuando se encontr lo bastante cerca.

Hola. S, lo siento. Quera intentar arreglar las cosas. Lis trat de dirigirle a Laura una dulce sonrisa, aunque no le sali natural. Laura hizo un mohn que dur solo un segundo. Vamos, pues. Tu SMS deca que queras hablar sobre Danny. Le has dicho algo? No me ha contestado a mis mensajes de hoy. Lis vio que Laura pareca nerviosa por eso. No, no he hablado con Danny en todo el da. Quieres venir a mi casa? Aqu hace un fro que pela. Laura se encogi de hombros. Lo que quieras. Dnde vives? Justo atravesando la floresta. Laura asinti con la cabeza. De qu queras hablar? Tengo que estar en casa a las nueve y media. Mi madre est muy pasada ltimamente. Al lado de la tienda de la esquina sala un callejn que ola a orines que llevaba al aparcamiento. Lis fue delante. En la parte de atrs del aparcamiento estaba la cancela que daba al campo de juegos. Haba algunos estudiantes de Fulton subiendo a los columpios, riendo y bromeando mientras beban cerveza barata. Me alegra que hayas venido. Quera dejar atrs las rencillas dijo Lis mientras evitaba el parquecito de juegos infantiles y se diriga hacia los oscuros rboles de la Floresta de Pike. Yo nunca pretend reir contigo, y te juro que no pas nada entre Danny y yo. Laura la mir con disgusto. Lo s. Si te prendieras fuego, Danny no se rebajara a mearte encima. Aquello era bastante ofensivo, pero Lis conserv la calma. Todo el reinado de terror de Laura poda acabar de una vez por todas si Lis consegua mantener su actuacin durante unos minutos ms. Laura, estoy intentando arreglar las cosas. Me gustara volver a ser amiga tuya. T eres sin duda ms lista que Nasima y todas esas. Pens que por lo menos escucharas. Laura pareci ablandarse ante aquel cumplido. Resultaba fcil, mucho ms

fcil de lo que se haba imaginado Lis. Lo que quieras. Mira, yo solo he venido a hablar sobre Danny. Tendras que meterte en tu cabezota que no va a haber nada entre l y t. Las burlas y risotadas de los nios del parquecito ya no eran ms que susurros lejanos, y el cuchicheo del viento entre los rboles era de repente mucho ms fuerte. La negra floresta se alzaba ante ellos. Por el da los rboles no eran ms que rboles, pero al anochecer constituan una sola entidad que se balanceaba ante ellas. Eso es lo que quera decirte dijo Lis, conteniendo la rabia que la quemaba por dentro. Las amigas son ms importantes que los tos. No me acercar a Danny si t dejas de martirizarme. Laura pens en ello un momento. Vale, pero si vuelvo a verte con l, te corto por la mitad, te lo juro. Ah, y tampoco puedes andar con esa tortillera de Monroe! Ya sabes, una vez intent tocarme con la lengua. En serio. Est obsesionada conmigo. Lis tuvo que contener las ganas de darle un puetazo all mismo. Kitty era el doble de amiga de lo que haba sido Laura. Ah, te lo prometo, palabra de scout! S, apuesto a que t tambin eras de los scouts! dijo Laura sonriendo. Llegaron a unos escalones que haba en la tapia que se suban para acceder a la floresta. Lis pas primero. Laura se qued atrs, en el otro lado, como si no se atreviera a poner el pie en el bosque. Qu pasa? pregunt Lis. Nada. Solo que odio la floresta cuando se hace de noche. Tienes miedo? Lis saba muy bien que Laura lo tena. Recordaba su primera conversacin en la G2 sobre la madre de Laura y los cuentos de antes de dormir que la haban aterrorizado de nia. Ah, s! Has odo los rumores, no? Lis poda ver que Laura no estaba bromeando. Sus labios se haban convertido en una triste raya. Qu quieres decir? Te refieres a la brujera y esas cosas? pregunt Lis a la ligera. Son tonteras, nada ms! Adems, eso pas hace cientos de aos...

como en la Edad de las Tinieblas. Laura subi los escalones de la tapia. T no eres de Hollow Pike, no conoces las historias. Yo crec con ellas, como todos los habitantes de este lugar. Laura, la casa de mi hermana est a cinco minutos. All estaremos bien! Como quieras. La hermosa muchacha mir a su alrededor con aprensin, inspeccionando el serpenteante camino que se internaba en el bosque. Pero ve t delante. Lis tom el camino. Sobre su cabeza, en algn punto en lo alto de las copas de los rboles, un cuervo grazn fuerte. Unas formas negras, aladas, atravesaron como dardos el techo de hojas. En la penumbra, era fcil confundirlos con murcilagos. Lis se daba cuenta del miedo que tena Laura, pero se prohibi sentir ningn tipo de compasin. Aquel miedo le vena bien. Le ayudara a caminar. Entonces, de qu historias debera tener miedo yo? le pregunt Lis. Cuando yo era pequea, mi padre sola contarme historias de nios que entraban en la floresta y no salan nunca. Simplemente desaparecan explic Laura. Las ramas crujan bajo los pies, mientras los rboles se cerraban en torno a ellas, tapando los ltimos restos de la moribunda luz del da. Pero t no te crees esas cosas, no? No... quiz, no s. Todo el mundo conoce esas historias. Todo el mundo sabe que no hay que entrar en los bosques cuando oscurece. Lis se rio. Laura Rigg, la chica grande y malvada, asustada de los...! Se par y se dio la vuelta, oyendo un ruido tras ella. Desde las sombras, haba salido al camino una figura negra. Un par de brazos fuertes agarraron a Lis. Grit. Y Laura grit tambin mientras otra figura surga de detrs de un rbol. Ambos atacantes llevaban una tnica larga, marrn, tosca, con capucha de monje. Un tercer encapuchado corra por el camino, hacia ellas. Laura! grit Lis, y su grito desgarr el bosque. Huye!

Huye!

Laura retrocedi, huyendo del encapuchado que se acercaba a ella. Huye, Laura! volvi a gritar Lis mientras el encapuchado que la agarraba se sacaba de la manga una daga de aspecto barato. Mientras Lis gritaba aquello, su captor le hunda la daga en el estmago, y ella se retorca, abriendo la boca en busca de aire. Se dej caer de rodillas, agarrndose la herida mientras el encapuchado volva a extraer el cuchillo del cuerpo. Laura solloz, llevndose las manos a la boca. Entonces, mientras Lis caa sobre la tierra, se volvi y ech a correr, alejndose del tro de encapuchados con pies temblorosos. Lis y el hombre de la daga le cerraban el paso por donde haban venido, as que Laura no tena ms remedio que internarse en el corazn del bosque. Los tres encapuchados se colocaron en pie sobre el cuerpo de Lis, observando cmo desapareca Laura en la oscuridad ail. En unos segundos, dejaron de or los pasos que pisaban las hojas. Esto ha sido genial! dijo Jack, echndose para atrs la capucha. Lo has cogido todo? pregunt Lis al tiempo que se sentaba en el suelo. S! Delilah se retir tambin la capucha y apag la cmara digital. Laura Rigg, la estrella principal de Ensciate las bragas! Kitty le dio un golpecito a la hoja retrctil del cuchillo que Jack tena en la mano, una baratija de la tienda de bromas de la calle principal del pueblo. Esto ha sido estupendo! Lis, eres increble, nunca olvidar el gesto que puso. Lo viste? Pues no, porque estaba muy ocupada hacindome la muerta. Puedo verlo ahora? Le cogi la cmara a Delilah y se fue hacia atrs. La accin comenz, mostrando a una granulosa Lis de andar saltarn, y a Laura, que iba por el camino con ella hablando de lo espeluznantes que resultaban los bosques. Entonces la seal de la batera empez a avisar, y la pantalla se qued en negro. Mierda! exclam Lis con un suspiro. Tendr que cargarla cuando llegue a casa. Menos mal que hubo batera suficiente para la filmacin. No me puedo creer que haya salido bien! dijo Jack rindose. Ahora lo

nico que tenemos que hacer es amenazarla con poner esto en YouTube si no nos deja en paz. La tenemos en nuestras manos, podremos hacer lo que queramos con ella. No tendrs que volver a preocuparte, Lis... y tampoco ninguno de nosotros! Jo, me encanta hacer chantaje! Kitty mir hacia delante con nerviosismo. Tenemos que salir de aqu. Si Laura llamara a la polica, nos veramos metidos en un buen problema. Asintiendo con la cabeza, Jack empez a caminar. Deberamos separarnos, por si acaso. S, y esconder las tnicas! apremi Lis, subiendo los escalones de la tapia. Dmelas, tengo que devolverlas al teatro del insti antes de que la profesora Osborne note que faltan. Delilah se meti las tnicas en la mochila. Llamad cuando lleguis a casa, vale? dijo Lis. Os enviar el vdeo por email. Ha sido pico! Kitty le plant un beso en la mejilla. Llama en cuanto llegues. Kitty y Delilah partieron en una direccin, hacia el parquecito infantil, mientras Lis y Jack se iban en la otra, hacia la carretera principal. Ya estaba completamente oscuro, y Lis se encontraba tan cargada de adrenalina que ni siquiera vio el cuervo que la vigilaba desde la ruinosa tapia de la floresta.

A poco ms de un kilmetro de distancia, se alzaban los rboles ms altos de la Floresta de Pike, envueltos en el impenetrable silencio de la noche. Hasta que un grito son a travs del sereno bosque, resonando por todo el valle. El grito, ni tmido ni juguetn, hablaba solo de terror. Una chica se hallaba en gran peligro. Los rboles temblaron y los bosques despertaron a la vida. Los pjaros emprendieron el vuelo, huyendo del lugar. De repente, la floresta se haba despertado completamente. Unos pasos pesados hollaban la hmeda tierra. Ms gritos, que ahora

imploraban: Para, djame!. Estallido de palos y ramitas al romperse, el crujido de las hojas de otoo. Unos dedos desesperados se agarraban a las ramas y juncos. Ms pies hollaban el suelo... una persecucin! Haca mucho que la floresta no presenciaba una cacera: aquello era un retorno a los das de sangre. Una chica hua, corriendo con tal mpetu que las piernas le ardan. Aquel no era el tipo de carrera deportiva que se estilaba por entonces, sino la huida desesperada de una presa. Era una carrera de supervivencia, en la que haba detrs, muy cerca, un depredador. Ella respiraba a broncos trompicones, mientras los pulmones se le inflaban y desinflaban de manera dolorosa. No le quedaba aire en el cuerpo para gritar pidiendo socorro, y no haba a la vista posibles salvadores. Se gir vacilante, buscando a su perseguidor. No poda seguir corriendo, as que se agach detrs de un rbol, metindose entre las races. Se aferr el pecho, apenas capaz de respirar, pero demasiado asustada para proferir sonido alguno. Sus pies sucios le sangraban porque haba perdido los zapatos en la huida. Tena los leotardos rasgados, y las manos en carne viva. Aguz el odo. Deba volver a correr? O sera mejor que siguiera escondida? El miedo la empuj. Ech a correr. Pero despus de tan solo tres pasos, tropez y cay de bruces en una cuesta empinada. Esquelticas manos de rboles le rasgaron la cara y el cuerpo. Apenas reconocible como humano, la chica pareca una bestia muerta de miedo. Rod y se par, gimiendo. Una sensacin heladora le subi por las piernas. Se haba metido en el agua. Todo le dola: las piernas y los brazos, la piel, las uas, el pelo... Con un gemido de agotamiento, empez a arrastrar su cuerpo para sacarlo del arroyo, sirvindose de las hierbas, pero se encontr deslizndose en el barro resbaladizo. Solloz de modo incontrolable, implorando, gimiendo a la bandada de pjaros que alzaban el vuelo, ocultando la luna. Socorro! grit lastimeramente. Alguien... por favor...! Por favor, Dios, aydame... ser buena. Lo intentar con todas mis fuerzas, ser buena! Se levant sobre las rodillas, sin or las pisadas que venan detrs. Demasiado tarde, vio algo por el rabillo del ojo. Unas manos la agarraron del pelo y tiraron de ella hacia arriba. Unos dedos rudos la aferraban con fuerza malvada, y entonces otro destello: la luz de la luna ilumin una curvada hoja de plata. Una vez alzada completamente del suelo, mientras daba patadas intilmente en el aire, chill: un chillido primario que le sali del interior de las entraas. Fue el ltimo ruido que proferira Laura Rigg.

Segunda parte
Y si buscan aprender algn secreto... lo aprenden del demonio en sus sueos, por razn de un pacto abierto, implcito, que acordaron con l. Malleus Maleficarum, 1486

Al da siguiente

A las ocho y doce de la maana, Lis vio el primer coche de la polica. Pas a su lado a toda velocidad, con la sirena encendida mientras ella iba a coger el autobs escolar. Su trinchera roja era la nica nota de color en una maana por lo dems monocroma. Se haba levantado y vestido para ir al instituto con mucho bro. Se atrevera Laura a ensear el morro en el instituto aquel da? Para entonces deba de haber comprendido que la haban filmado. Sonriendo para s, Lis se fue de camino a la parada del autobs. Laura mereca todo lo que le pasara. Lis saba que Laura se haba recreado en el miedo de ella en el instituto. Pues bien, la noche pasada haban quedado en tablas. A Laura le haba tocado su propio turno de tener miedo. Por una vez, Lis lleg al autobs a tiempo. Aquel da subi al vehculo con ms confianza que ningn otro, lista para comerse el mundo. Vio a Harry y a Fiona cuchicheando al pasar ella, pero ni siquiera se le pas por la cabeza meterse a discutir. Se pregunt qu les habra dicho Laura. Cuando habl la noche anterior con Kitty, esta le dijo que nadie haba llamado a la polica. Se sent al lado de Jack, en la parte de atrs del autobs. Stephen y Cameron hicieron un breve comentario cuando ella pas a su lado. Es que no se van a cansar nunca? dijo Jack. Lis sonri, nada dispuesta a permitir que la incordiaran. Probablemente no. No van a cambiar. Pero sabes qu? Ya no me preocupa. No me pueden hacer dao si yo no me dejo. Jack se rio. Muy bien dicho, seora! Jack, hoy es da uno! Un nuevo comienzo! Amn!

A las 10.15, a mitad de clase de Lengua y Literatura, Lis pidi permiso para ir al aseo, aunque en realidad solo quera mirar el mvil para comprobar si tena algn SMS de Kitty o de Jack. O incluso de la propia Laura. Tras pedir permiso para salir de clase, y recorriendo los pasillos, observ una fila tras otra de compaeros del instituto. Toda aquella gente... Tras la noche pasada, senta que haba encontrado un lugar entre ellos. Ya no era una forastera, era alguien de all. Perteneca a aquel sitio con Kitty, Delilah y Jack. Volvi a darle la risita al recordar la cara de Laura. Dnde estara? Se mora de impaciencia por rematar la broma: cuando Laura la viera, vivita y coleando. El mvil se encendi, pero no aparecieron nuevos mensajes en espera de ser ledos. Dejando el aseo de las chicas, Lis se volvi hacia su aula, pero se qued asombrada de ver a un oficial de polica que entraba en el despacho de la seora Dandehunt. La chaqueta amarilla fluorescente era inconfundible. Decidi dar un rodeo: un largo camino para volver a la B8 pasando por el despacho de la directora. Caminando despacio para poder curiosear, vio a dos agentes de polica, a la seora Dandehunt, al subdirector y al recepcionista del instituto reunidos en torno a la mesa gigante que haba en el centro del despacho. Lis no poda or lo que se deca, pero a travs del grueso cristal pudo ver que la seora Dandehunt haba perdido el color. Al empujar su silla para retirarla del escritorio, golpe una maceta y la tir al suelo. Teniendo miedo de que la pillaran, Lis se dio prisa en volver a la clase, y a ocupar su asiento. Se acerc a Delilah y le susurr lo ms bajo que pudo: Pasa algo. Hay dos policas en el despacho de la seora Dandehunt. No ser por lo que hicimos, no? No, seguramente no es nada respondi Delilah encogindose de hombros. El instituto se coordina con la polica para tratar con los chicos malos! No, esto pareca ms serio. Vi la cara de la seora Dandehunt: tena aspecto de enferma. Mmm... Bueno, teniendo en cuenta cmo corren los chismorreos por aqu, estoy segura de que todos nos enteraremos de lo que sea antes de que termine el recreo. Lis sonri, sin fijarse en el majestuoso pjaro negro que estaba posado justo al otro lado del ventanal del aula. Estaba siendo observada.

A las 10.38, justo antes de que sonara el timbre del recreo, el conserje del instituto hizo salir a Nasima Bharat de la clase de Lengua y Literatura. Aparentemente confusa y algo preocupada, sali del aula y la acompaaron por el pasillo. Nasima! exclam Stephen Mangano. Conque has sido una mala chica, eh? Gracias, Stephen, ya es suficiente bram la seora Osborne. Esta vez fue Delilah la que se volvi hacia Lis para decirle: Esto me parece cada vez ms raro!

A las 10.47 se par en una fuente. Al cabo de un momento, comprendi que se encontraba en medio de una fila de profesores y personal del instituto que se diriga a la sala de profesores. Si bien no haba nada de sorprendente en que los profesores usaran la sala de profesores, era extrao verlos entrando todos a la vez. Algo importante estaba ocurriendo, lo notaba. Y ni siquiera los profesores parecan estar al corriente. Lis intua que tena algo que ver con la salida de Nasima de la clase de Lengua y Literatura. Nasima no haba regresado a la clase. Rachel Williams, una chica maja y estrafalaria, compaera de Lis en las clases de Arte, se detuvo tambin en la fuente. Lis la salud sin levantar la voz: Qu crees que pasa? le pregunt. Bueno! exclam Rachel, disfrutando claramente del chismorreo. Danielle Chung me ha dicho que el padre de Nasima Bharat tiene cncer o algo as. Pensamos que ha podido morirse. Lis frunci el ceo. Eso es triste, pero me pregunto si se tratar de eso.

Mientras lo deca, vio a los mismos agentes de polica que estaban antes en el despacho de la seora Dandehunt, y que ahora seguan al profesor Gray a la sala de profesores. Tendra que venir la polica aqu si se hubiera muerto el padre de Nasima?, se pregunt. S, la muerte del padre de Nasima sera una noticia triste, pero seguramente no sera motivo para la presencia de los policas. No creo que se trate de eso le farfull a Rachel, pero esta ya iba por la mitad del pasillo.

A las 10.53 la inquietud estaba empezando a revolverle el estmago a Lis. No encontraba a Jack, ni a Kitty ni a Delilah por ningn lado. Haba acudido a su punto de encuentro habitual, debajo de la marquesina, y no solo no los haba visto all, sino que tampoco los haba visto nadie en todo el recreo. A veces Jack acuda a la parte de picoteo del bar, as que mereca la pena echar un vistazo. Para entonces, el instituto entero era un hervidero de rumores que se extendan como el fuego. Todo el mundo haba visto a la polica, o saba de alguien que la hubiera visto, y todo el mundo tena su propia idea de lo que ocurra. Ni siquiera haca falta escuchar a escondidas, pues los rumores corran por todos lados. Haban pillado a Jason Briggs con... Por lo visto, ella le dijo a la polica que l la asalt, en serio! Lis haca todo lo posible por desconectar. Un rayo escindi el cielo, levantando exclamaciones en los atemorizados alumnos. Resulta extrao ver rayos cuando no llueve. Deba de estar preparndose una tormenta. Como estaba observando el cielo, Lis no se dio cuenta de que Danny se acercaba a ella. Chocaron los hombros, y Danny casi derriba a Lis al suelo. La cogi a tiempo de evitar que cayera, y ella se desplom en sus fuertes brazos. Ay! La exclamacin surgi ms como reflejo que por efecto del dolor. Entonces se incorpor. Lo siento! dijeron los dos a la vez. La cara de Danny estaba blanca como la leche, con un color que no era natural, un color de muerte. Se apart para continuar su andar febril, pero Lis le cogi la mano.

Eh, ests bien? No, no estoy bien. Baj los ojos, evitando la mirada de ella. Tengo que irme. Pero Lis no le solt la mano. Qu sucede, Danny? Tienes un aspecto horrible. Danny levant la mirada y, al ver el dolor en sus ojos habitualmente tranquilos, Lis le solt la mano. l abri la boca, pero no lleg a proferir ningn sonido. De qu se trata? repiti ella. Danny frunci el ceo, y una lgrima solitaria le asom a un lado de la nariz. Se la quit con el dorso de la mano antes de que pudiera caerle por la mejilla. Cameron ha recibido una llamada de su madre dijo Danny, controlando con mucho cuidado su voz temblorosa. Esta noche asesinaron a Laura. Qu...? pregunt Lis casi sin voz. Sinti como si se acabara de romper la barrera del sonido. No, no era posible. Oa cosas. Ah, espera un minuto, era aquello la venganza de Laura?. Ests seguro? le pregunt a Danny. Esta maana han encontrado su cadver en la floresta. No, eso es una broma, verdad? susurr, aunque no necesitaba ms prueba que la cara de Danny. Laura estaba muerta. El patio entero del instituto le pareci un carrusel que daba vueltas enloquecido. No poda ser cierto. Despertara en un segundo. Pero no despert. Por qu no despertaba? Lis alarg la mano, y se apoy en la pared ms prxima para no caerse. Cay la primera gota de lluvia, que golpe el cemento haciendo paf!. Era como una gota de sangre. Mira, tengo que ir a buscar a Harry y a Fiona, no saben nada todava. Danny se volvi y ech a correr. Lis trat de recuperar el aliento. Kitty. Jack. Delilah. No podan haber... Qu haban hecho? Se supona que no iba a ser ms que una broma! Tena que encontrarlos. Se levant un viento feroz, y la lluvia empez a caer con fuerza para unirse al granulado de las losas del suelo. Ms rayos atravesaron el cielo, que pareca haber descendido ms de lo que era posible, encerrando el instituto entre densas nubes. Lis ech a correr, derecha hacia el bar, chocando contra un montn de

chicos de octavo que le llamaban de todo, aunque ella se mova demasiado rpido para or lo que decan. Lis se haba convertido en la propia tormenta, que arrasaba lo que encontraba en su camino. Entonces empezaron a llegar los SMS. A su alrededor, los tonos que anunciaban un SMS sonaban ante caras que sufran el impacto del horror y la incredulidad. Incontrolable, el fuego prenda, se extenda, lo arrasaba todo. Cayendo casi por la escalera, Lis entr a trompicones en el comedor, y examin el ocano de estudiantes que engulla bocadillos y patatas fritas. No haba ni rastro de su grupo. Su propio pelo, empapado, se le haba quedado pegado a la cara. Un par de chicas de noveno se rieron al verla as, pero Lis no tena tiempo de prestarles atencin. Se fue hacia la puerta. Dnde podan estar? Para sus adentros, Lis tena esperanzas de haber entendido mal. No haba sido ms que una broma, nada ms que un juego tonto. Pero ahora Laura estaba muerta de verdad. Se qued quieta un segundo, dejando que la lluvia le diera en la cara. El agua le pasaba por encima, y sinti como se le pegaba la camisa a la piel caliente. Respir hondo varias veces, tratando de evitar la evidente posibilidad de vomitar en un lugar pblico. Abriendo los ojos, tuvo un levsimo vislumbre de Kitty, que entraba en el viejo bloque G por donde estaban los lavabos de los chicos. Kitty! grit, sin hacer caso de las miradas de soslayo de los estudiantes que tena alrededor. Kitty! Sus gritos se perdieron en el vido trueno, y empez a correr por el hormign lo ms aprisa que le permitan las piernas. Al pasar empuj a un grupo de chicos de sptimo que queran resguardarse de la lluvia, y entonces vio a Kitty, que suba la escalera a toda prisa hacia el pasillo superior. Kitty! grit. No quera perderla por nada del mundo, pero a juzgar por la mirada oscura y decidida de su amiga, tambin ella iba en busca de algo. Habra odo tambin ella la noticia? O habra sido Lis la primera en saberlo? El caso es que Kitty no se detuvo. Moveos! exigi Lis a las nias que se cruzaban en su camino. Pas por entre ellas con dificultad, y lleg a la escalera, pero entonces ya no vio a Kitty por ninguna parte. El viejo timbre de alarma que anunciaba un mensaje general empez a sonar

por todas las aulas estruendosamente. Lis se tap rpidamente los odos con las manos. Atencin a todos los alumnos! Os habla el seor Raynor. Era el subdirector del instituto. Dentro de diez minutos habr una reunin de todo el instituto en el gimnasio nuevo. Cuando suene el primer timbre, entrarn en el gimnasio los alumnos de sptimo, octavo y noveno. Cuando suene el segundo timbre, entrarn los de dcimo, undcimo y Bachiller. Empez a repetir aquellas sencillas instrucciones, pero Lis ya iba de camino al gimnasio. Sus amigos tenan que estar all.

11.17 de la maana. Por desgracia, nadie pareca haber hecho caso de los dos turnos de entrada. El gimnasio era un caos. Los profesores intentaban desesperadamente poner algn tipo de orden entre las clases, colocando a los ms jvenes delante, y a los de Bachillerato atrs del todo. Era la primera vez que Lis entraba en el gimnasio. Estaba completamente nuevo, y todava conservaba aquel prstino olor a abrillantador aunque, a medida que se llenaba de empapados estudiantes, predominaban el aroma de la lluvia y del sudor. En medio de la locura, Lis pudo ver claramente, al otro lado del gimnasio, a Jack y a Delilah que estaban sentados ya en el suelo, con las piernas cruzadas. Les hizo gestos con la mano, frenticamente, pero ellos no consiguieron verla entre las hordas de alumnos que pululaban por all. Observando la sala, Lis no encontraba a Kitty por ninguna parte. A aquella chica de un metro ochenta, mestiza y con una cresta morada en la cabeza, se la vea sin esfuerzo en donde quiera que estuviera. As que estaba claro que no estaba all. Lis! exclam el profesor Gray, que pareca ms alterado que nunca, puedes sentarte junto a Millie, por favor? Ella abri la boca para protestar: tena que alcanzar a Delilah y a Jack. He dicho que te sientes, Lis! Era intil. Conteniendo el impulso de chillar de pura rabia, Lis se dej caer junto a Millie Carpenter.

Laura Rigg haba muerto. Haba estado pensando en aquella chica hora tras hora desde que la viera el primer da en la G2. Ahora ya no volvera a verla nunca. Laura Rigg! Lis cerr los ojos con fuerza y apret las manos contra la cara. La oscuridad en sus ojos oscil, intercalada con truculentas imgenes que ella misma haba evocado durante la reunin asesinatoria que haba tenido lugar en el desvn de Kitty: Kitty, con una piedra en la mano, cernindose sobre el cadver de Laura y rindose como una loca; Jack metiendo su cabeza bajo las negras aguas del riachuelo; Delilah rindose con risita tonta mientras Laura se ahogaba en alcopop envenenado. Ya vale! dijo la seora Dandehunt con voz de trueno, subida a una mesa de gimnasia delante de toda la sala, y justo debajo de un aro de baloncesto. Los agentes de polica estaban a su lado, junto con el seor Raynor. La seora Dandehunt se llev el micrfono a los labios: Silencio. Ya sabis que no me gusta gritar. El gimnasio qued rpidamente en silencio. En aquel momento, todo el mundo estaba impaciente por or las noticias. Me temo que os hemos convocado aqu para daros una noticia terrible. Un profesor no debera tener que decir esto nunca, y ni siquiera s por dnde empezar. Con gran pesar, tengo que deciros que esta noche una alumna del undcimo curso ha fallecido en circunstancias muy trgicas. Un grito ahogado recorri el gimnasio. Algunos se volvieron a sus amigos, con una pregunta en los labios. Eso quera decir que los SMS an no haban llegado a todo el mundo. Para evitar los chismorreos y ms aflicciones de las necesarias, os dir ya que esa alumna es Laura Rigg. El gimnasio despert con un rugido colectivo. Lis permaneci sentada, muda e inmvil mientras todo el mundo a su alrededor prorrumpa en exclamaciones de sorpresa y horror. Lis se llev las manos a los odos. Entre el ruido que tena en la cabeza y el ruido del gimnasio, aquello era ms de lo que poda soportar. Silencio todo el mundo, por favor! Esto es algo muy serio. El rostro de la seora Dandehunt era de mrmol, completamente distinto al de la encantadora persona que Lis haba conocido en anteriores reuniones. No quiero que se extiendan rumores ni especulaciones. S que muchos de vosotros estis afectados por la prdida de vuestra querida compaera. Laura era muy apreciada por

muchos de vosotros. Lis observ a Delilah y a Jack. Con los ojos fijos en la seora Dandehunt, eran estatuas que ni hablaban ni se movan. Nunca habamos sufrido una tragedia semejante en el Instituto de Fulton. Me temo que no cuento con palabras de consuelo, nada que alivie la pena. Todos nosotros necesitaremos apoyo en este srdido da. Su voz se abland entonces. Hoy hemos sufrido una gran prdida. Algunos de nosotros hemos perdido a gente antes, otros quiz no. Pero ahora, ms que nunca, nos necesitamos unos a otros para darnos fuerza, consuelo y cario. Este es un da muy, muy triste. Os pido que dediquis un momento a pensar en los amigos y en la familia de Laura. Por respeto a ellos, este ser un da de serena reflexin, y el instituto cerrar sus puertas. Ninguno de los presentes, ni siquiera los ms detestables chicos de noveno, profiri un sonido al or aquella noticia. Hasta los adolescentes ms indomables saban dnde estaba el lmite. Pasad el da con vuestra familia y vuestros amigos. Reflexionad sobre la suerte que tenis. O pensad en Laura y en lo especial que era. El Instituto de Fulton no ser el mismo sin ella. El instituto sera un sitio mejor sin ella, eso era lo que haba dicho Lis en el desvn de Kitty, y ahora sus palabras la atormentaban. Pero antes de que volvis a vuestra aula, hay gente importante de la Polica del Norte de Yorkshire que os pide unos minutos de atencin. La seora Dandehunt le pas el micrfono a una agente que se subi a la mesa de gimnasia y se puso a su lado. Buenos das, alumnos del Instituto de Fulton. Soy la agente Jacqui Briggs, coordinadora entre la polica y el instituto. Muchos de vosotros ya me conocis porque en algn momento he estado presente en alguna clase. Lis volvi a mirar a Delilah y a Jack, que esta vez trataban sutilmente de atraer su atencin. Jack pareca formar con los labios las palabras DIOS MO. Delilah separ las manos y movi los labios articulando: DNDE EST KITTY?. Lis se encogi de hombros. Lo siento mucho, chicos y chicas prosigui la agente Briggs. Esto tiene que ser para vosotros un golpe terrible. No hay nada peor que la muerte de alguien, pero siempre resulta especialmente doloroso cuando se trata de alguien tan joven. S que muchos de vosotros conocais a Laura, y querris hablar con

vuestros padres y amigos sobre ello, pero hay un par de mensajes que quiero transmitiros antes de que os vayis. Lis not que Delilah pareca en aquel momento muy agitada, y que Jack trataba de calmarla. Quera acercarse a ellos y saber qu decan. Tenan aspecto de culpables? No estaba segura. Necesitamos que ahora seis especialmente prudentes y tengis cuidado. Habr una investigacin policial, y necesitaremos que nos ayudis en ella. Durante los prximos das hablaremos con algunos de vosotros para recabar informacin. Estoy segura de que haris todo lo que podis para cooperar. Tambin ser de gran ayuda que no os acerquis por la Floresta de Pike. Muchas gracias, eso es todo por ahora. El gimnasio volvi a sumirse en el caos, mientras los alumnos pasaban unos por encima de otros para llegar hasta sus amigos. Los profesores hacan todo lo que podan por restablecer la calma, pero con escasos resultados. Lis vio que algunas chicas de undcimo se desplomaban en los brazos de otras. Cierto nmero de compaeros de clase miraban a su alrededor aturdidos, sin saber qu hacer ni qu decir. Lis simplemente se qued all, en pie, petrificada. De pronto sinti como si hubiera demasiados colores en la sala. Vio que Delilah se apresuraba a salir del gimnasio, seguida de cerca por Jack. El cerebro le deca que fuera tras ellos, pero los pies no se le movan. Y solo entonces se dio cuenta de que las lgrimas le caan libremente por las mejillas.

Preguntas y respuestas

Lis se fue a casa y durmi el resto del da. Se hizo oscuro. Oa que su hermana y Max hablaban en voz baja cerca de la puerta de su habitacin, pero ella sigui hibernando bajo el edredn. Algo ms tarde, Sarah llam a la puerta y entr con una taza de t y un sndwich de queso caliente, pero Lis segua escondida bajo el edredn. All dentro, el asesinato de Laura no era real. Durmi toda la noche, y cuando la luz de vainilla del alba traspas las cortinas, se dio la vuelta hacia la pared, y sigui con los ojos cerrados. Dormit, soando que Laura estaba vivita y coleando, y que su muerte no haba sido ms que una pesadilla. Eso era un dulce alivio, pero cada vez que despertaba, Lis experimentaba la desgarradora perspectiva de que uno de sus mejores amigos poda ser un asesino a sangre fra. Era una agona. Su mente repasaba una y otra vez la conversacin que Laura y ella haban tenido al borde de la floresta. Recordaba los ojos angustiados de Laura, tan llenos de secretos. Haba sabido algo? En qu se haba visto atrapada? Fuera lo que fuera, el resultado haba sido su muerte. Y lo peor de todo: tena las respuestas alguno de sus amigos? Demasiadas preguntas. Era como si le desgarraran el cerebro en trozos. La propia Lis haba deseado la muerte de Laura: haba que tener cuidado con los propios deseos.

Era casi medioda cuando despert, hambrienta. Una lluvia fuerte aporreaba las puertas del patio, y de vez en cuando retumbaba el bramido del trueno. Haba alguna posibilidad de escapar de aquel da? Lis refunfu y retir el edredn con los pies. No: aquel da tena que ver a sus amigos. Haba preguntas difciles que exigan respuesta imperiosamente. Se puso una bata de felpa y recorri el pasillo. Desde lo alto de la escalera oy voces que procedan de la cocina. Sarah le deca cosas a Logan, y Logan le

responda con balbuceos. Resultaba tan normal, tan real, tan reconfortante... Sorprendida al ver entrar en la cocina a Lis, Sarah levant la vista del peridico que estaba leyendo. Dichosos los ojos que te ven! le dijo sonriendo clidamente. Qu tal ests? Logan estaba jugando feliz en el suelo, con unas tazas de plstico. Sus manitas y su mechn de pelo rubio y suave quebraron el cascarn de Lis. Cruzando la cocina, recogi en los brazos a su sobrino y lo apret contra ella. Lis? dijo Sarah con dulzura. Estoy bien, de verdad. Solo necesitaba dormir. A m me pasa lo mismo cuando estoy depre. Pero todo parece mejor por la maana. Lis sinti que le caan lgrimas por los ojos, y bes a Logan en la cabecita, aspirando el aroma a talco y a locin de beb. Quieres comer algo? pregunt Sarah. S, porfa respondi Lis, me muero de hambre! Hay fruta? Tengo antojo de fruta, helado y tortitas. Concedido, concedido y concedido. Sarah se levant de la silla. T pon la tetera. Lis pos a Logan, que estaba empezando a moverse para escaparse, y llen enseguida la tetera de agua. Al inclinarse contra la encimera, vio el peridico de Sarah. Le cost un segundo comprender que el rostro de la primera pgina era el de su antigua mejor amiga y peor enemiga. Sarah se dio la vuelta desde la nevera, con las manos llenas de huevos y de helado. Se qued parada, comprendiendo por qu Lis haba dejado de hacer lo que estaba haciendo. Ay, Dios! Lis, lo siento! No mires eso! Lis neg con la cabeza. No, no pasa nada. Todo esto ha ocurrido de verdad. Tengo que asimilarlo, no? Se sent en una silla ante la gran mesa de la cocina, y respir hondo antes de empezar a leer. La Polica del Norte de Yorkshire prosigue hoy las pesquisas ms importantes de su

historia con la bsqueda del asesino de la estudiante de Hollow Pike, Laura Rigg, de quince aos de edad, cuyo cuerpo fue encontrado en la Floresta de Pike, cerca de Fulton, ayer por la maana. Un portavoz rehus hacer comentarios sobre el creciente rumor de que se ha tratado de un asesinato ritual. La polica est interrogando a muchos testigos, incluyendo los padres de Laura y amigos del instituto, aunque han aclarado que no se ha realizado hasta el momento ningn arresto. Es triste que la gente siempre piense que son los padres coment Lis, leyendo entre lneas. No es enfermizo? Sarah se sent a su lado y le frot la mano. Lo s, pero as es el mundo en que vivimos. Tendras que haber odo ayer las conversaciones en la oficina de correos. Cunto chismorreo. Lis record la discusin que Laura y su padre haban tenido en pblico en el pueblo. Seguramente eso no quera decir nada, no? Seguramente no era ms que una rabieta de nia creda. Qu crees que quieren decir con lo de asesinato ritual? murmur Lis. No tengo ni idea, cielo. No quiero ni pensarlo. La noticia prosegua en la tercera pgina. No se ofreca ms informacin de cmo haba muerto Laura y, aunque Lis no quera conocer los detalles ms truculentos, las palabras asesinato ritual le haban despertado sus propios terrores. Los rituales podan incluir capas con capucha y puales de ceremonia: el tipo de cosas que ella y sus amigos haban utilizado aquella noche, inspirados por lo que haba visto Lis en el libro de la seora Gillespie. Lo que resultaba ms deprimente eran los alumnos que ofrecan sus loas a Laura, sin duda con dinero de por medio, en aquel periodicucho de mala muerte. Haba una foto de Laura con Poppy Hewitt-Smith, la vctima de la cola de caballo. Lis saba que Poppy y Laura se odiaban una a la otra, y sin embargo all estaban, sonriendo para la inmortalidad: Como hermanas, deca el pie de foto. La foto pareca ser de unos dos aos atrs. Puaj, Poppy era un vampiro que se alimentaba de la muerte de Laura. Lis cerr el peridico de golpe y lo tir al otro lado de la cocina, donde cay en el cubo de reciclado de papel. Ests bien? pregunt Sarah. S. Supongo que no ser fcil. Sarah sirvi el t.

Bueno, hay otra cosa, Lis... Dilo. Posando la taza de t al lado de Lis, Sarah empez a mezclar la masa de los crepes. Bueno, mientras dormas, hemos recibido una llamada de la polica. Qu? estall Lis, y casi se le cae el t. No te preocupes! se apresur a decir Sarah. Estn hablando con casi todos los de tu clase. Solo quieren reunir informacin sobre los ltimos das. Dijeron que no haba nada de lo que preocuparse. Ah, si fuera as de verdad!, pens Lis.

Dos horas despus, Lis se encontraba mirando hacia el otro lado del aparcamiento. Una cortina de agua caa sobre el asfalto, tras la cual se poda distinguir la silueta de la comisara de polica. De acuerdo, estoy lista dijo con un suspiro. Ests segura? pregunt Max con su cerrado acento de Yorkshire. Mientras Sarah se quedaba con Logan, Max haba dejado su trabajo para acompaar a Lis: Ya sabes que no tienes por qu entrar hoy. Dijeron que cuando nos viniera bien. Lis se volvi hacia l y trat de sonrer. Para qu vamos a esperar? Es mejor decidirse y pasar el mal trago cuanto antes. Max abri un enorme paraguas de golf, tap con l a Lis y a s mismo, y echaron a correr bajo el aguacero. Lis nunca haba visto llover de aquella manera. Incluso aquella breve carrera fue suficiente para empapar a los dos antes de que llegaran a las puertas automticas. La comisara de polica de Fulton era pequea, de pueblo, pero tena aquel extrao aire de ayuntamiento, con carteles viejos doblados por los bordes y folletos que cubran rasgadas sillas de vinilo. Lis se sent, tirando del material de relleno

del asiento, que estaba expuesto al aire, mientras Max hablaba con el agente que estaba en informacin. Aquel lugar era casi tan catico como haba sido el gimnasio. Estaba claro que la comisara de aquel sitio se vea desbordada al tener que manejar un asunto como aquel. Lis, tenemos que esperar aqu. Max le hizo una sea para que pasara a travs de una puerta de seguridad, y Lis se encontr en otra sala de espera casi idntica. Se pregunt si la comisara entera no sera como un grabado de Escher, en la que podra empezar a atravesar puertas solo para descubrir otra nueva sala idntica detrs de cada puerta. Tengo que ir al aseo dijo Lis, que se senta cada vez ms nerviosa. Vale, cielo, yo estar aqu. Lis dej la sala de espera y recorri el largo pasillo buscando el aseo de seoras. Dobl una esquina y vio los aseos junto a una alta mquina de caf de color marrn. De repente, oy una voz familiar. Tienes idea de lo embarazoso que resulta esto? Era el padre de Kitty. Tena un pelo gris cortado cortsimo, y barba a juego, adems de una piel de color caoba muy oscura. Puede que fuera incluso ms alto que Max, y eso era decir mucho. l se alzaba por encima de una aterrorizada Kitty, que estaba puesta contra la mquina expendedora. Su amiga haba estado llorando, y no llevaba puesto el maquillaje que era tan caracterstico de ella. Pareca de menor edad. Rpidamente, Lis volvi a esconderse en la esquina, pero se qued all, donde poda or. Lo siento mucho. Pienso que tendra que habrtelo dicho antes dijo Kitty. Los dos hablaban en voz muy baja. Ah, s? repuso su padre, furioso. O sea que piensas? Qu ms puedo decir? Lo siento! En la voz de Kitty no haba ni asomo de su habitual frialdad. Catalina, crees que recibirs un trato especial por ser hija ma? Claro que no! respondi ella con amargos sollozos. No te creas tan lista, jovencita! le gru. Y ahora ests segura de que no quieres aadir nada ms antes de irte? Porque si averiguo que has olvidado algo, te har arrestar, te lo prometo! Lis se estremeci al or aquello. Era algo doloroso de escuchar desde fuera, as que no poda imaginarse cmo sera recibir en carne propia aquellas amenazas.

Jack tena razn: el padre de Kitty era el hombre ms aterrador del mundo. Eso es todo dijo Kitty, tuvimos una pelea en la fiesta de Danny. Ni siquiera una pelea de verdad. Laura se estaba burlando de Delilah, as que le di una bofetada y las dos camos por la escalera. Eso es todo, pap, te lo prometo. No tuvo nada que ver con lo que ha sucedido! Su padre se qued un momento callado. Vale, desaparece de mi vista. Lis oy acercarse los pasos de Kitty. Acto seguido empez a andar, tratando de parecer lo ms indiferente posible. Kitty y su padre casi se chocan con ella. Lis! exclam Kitty muy sorprendida. He intentado llamarte cien veces. Tenas el telfono apagado. Yo... Suficiente! espet su padre. Vete a casa, Catalina. Ya hablaremos ms tarde. Kitty pas la mirada de Lis a su padre, y prefiri no discutir. Me llamas despus, vale? le dijo a Lis, y sali a toda prisa. El padre de Kitty se dirigi entonces a Lis: Bien, t eres Elisabeth London, no? Yo soy el inspector Keith Monroe. Te tengo apuntada como mi prxima entrevista.

Lis y Max fueron conducidos a un despacho que ostentaba el letrero Entrevista 1. Una agente estaba tranquilamente sentada ante una mesa, en el cuarto hmedo y caluroso. Lo nico que se oa all era el aguacero golpeando contra la ventana de un solo cristal. Esta es mi colega Alison Price, que tomar notas mientras nosotros hablamos explic el inspector Monroe, hacindoles un gesto para que se sentaran. Intenta relajarte, Elisabeth, t no ests metida en ningn lo. Ahora el inspector estaba imbuido del encanto de los nativos de Yorkshire, pero Lis no poda olvidar la manera en que haba tratado a Kitty. Todo el mundo me llama Lis farfull ella.

De acuerdo. Bueno, Lis, nosotros necesitamos reunir tanta informacin como sea posible sobre los ltimos das de Laura. Hemos hablado con todos sus amigos en el instituto, y ha salido tu nombre a relucir. Por eso queramos hablar contigo. Lis asinti moviendo lentamente la cabeza de arriba abajo. Bajo la mesa, Max le cogi la mano y se la apret para infundirle valor. Ahora necesitamos saber todo lo que nos puedas contar. Hay cosas que pueden parecer intrascendentes, pero nunca se sabe cundo algo podra ser la pequea pieza que faltaba en el gran rompecabezas, me comprendes? Claro dijo ella en poco ms que un susurro. Se aclar la garganta con fuerza. Qu quiere saber? El corazn le palpitaba en el pecho tan fuerte que Lis pens que el inspector podra or los latidos, retumbando: soy yo, soy yo, soy yo. Habran confesado su pequeo juego Kitty, Jack y Delilah? Record que Delilah haba insistido en que no escribieran nada para no dejar pruebas. Por qu iban luego a ir y contrselo todo a la polica? Claro que entonces todo haba sido hipottico, al menos para ella. Ahora era algo real. Tan solo respondera a las preguntas, decidi. Bueno. Algo que se ha comentado unas cuantas veces es que Laura haba molestado a bastantes personas en el instituto. Es verdad? S sincera. Y ve al grano. Bueno, s. Laura poda ser realmente mala, me parece. De qu manera? Bueno... era grosera con mucha gente. Y cruel. Realmente cruel. Fue cruel contigo? Santo Dios, ya vea adnde quera ir a parar. Max volvi a apretarle la mano. S sincera, nada ms, se dijo Lis. Ella no haba hecho nada malo. No tena nada que ver con la verdadera muerte de Laura. La muerte hipottica era otra cuestin completamente distinta. S. Le dijo a todo el mundo que yo viva con mi hermana porque haba dado a mi beb en adopcin, o algo as. Es mentira, pero me dio mucha vergenza. No nos dijiste nada de eso, cielo! Max se mostr asustado. No es el tipo de cosa que me encanta compartir, Max. l exhal una gran cantidad de aire por la nariz, y volvi a quedarse callado.

La cosa acab ah? pregunt el inspector Monroe. S. Habl con el seor Gray, el tutor de mi clase. Dijo que la seora Dandehunt se estaba encargando del asunto. Laura se estaba metiendo con la mitad del instituto, no era solo conmigo! La rabia empez a despertar en su interior. Pensaran que podra haber matado a Laura por una diablura tonta? Por supuesto, haba sido aquel correo electrnico el que haba provocado que planearan la muerte de Laura, pero eso no tena nada que ver. Monroe se relaj en su silla. Era una especie de gesto de disculpa. Lis, no tratbamos de insinuar que hubieras hecho nada. Simplemente necesitamos conocer cada lado de la historia. Ya hemos charlado con el seor Gray, y nos dijo exactamente lo mismo que nos has dicho t. Lis asinti con la cabeza, ya ms tranquila. Sabes de alguien que quisiera hacerle dao a Laura? Cualquiera que la conociera, pens, pero dijo: No. Y se qued callada un momento. No s. Cmo es eso? Lis mir a Monroe fijamente a los ojos, sin pestaear. Laura era desagradable? S. Molestaba a un montn de personas? S. Se me ocurre alguien lo bastante malo para querer matarla? No. Con la ltima palabra, su voz se quebr en un sollozo. Era verdad. Pensaba de verdad que Kitty, Jack o Delilah podran haber asesinado a Laura? No, tena que creer que ellos eran inocentes. Pero y si no lo eran? Sinti como si un cido le quemara las entraas. Monroe la observ por un momento con mirada astuta, y Lis contuvo el aliento. Al final el inspector apart la mirada, aceptando, al menos en apariencia, hasta la ltima palabra que ella haba pronunciado.

Empapada y fatigada, Lis subi la escalera hasta la puerta lateral. El regreso a casa haba sido misteriosamente silencioso, sin un pice de la conversacin

chistosa que sola mantener con Max. Tan pronto como entraron en la casa, Lis se dirigi a su dormitorio, deseosa de volver a refugiarse bajo las mantas. Solo tena que atravesar el saln. Elisabeth May London, se puede saber qu ocurre? Ah, Sarah hablaba en serio cuando hasta le pona su segundo nombre. Tambin Logan la miraba de modo acusador... qu saba l? Ni siquiera tena un ao cumplido! Lis se dej caer sobre el sof. Ha sido horrible, Sarah. Apenas poda encontrar las palabras. Por qu? pregunt Sarah. Lo ha hecho muy bien dijo Max desde la cocina. Has sido muy valiente, pequea. Entonces, qu pasa? quiso saber Sarah. Yo... yo... Poda contrselo a su hermana? Y si la meta en problemas? Y si sus amigos no eran inocentes? Acaso quera poner a Sarah en el disparadero?. Yo solo... es que... ha ocurrido un asesinato! El asesino podra ser cualquiera! Sers tonta! Lo que le pas a Laura no tiene nada que ver contigo. En ese momento, un sollozo incontrolable sacudi el cuerpo de Lis. Y empez a temblar, como si el sollozo tratara de encontrar la salida. Sarah la mir con el rostro lleno de preocupacin. Si est pasando algo, Lis, t sabes que puedes contrmelo, no? Puedes contrmelo todo, cielo. Lis asinti con la cabeza, sin atreverse a hablar, por miedo a que todos los sucesos de las ltimas semanas empezaran a salirle por la boca. Solo soy yo, tu hermana. No necesitamos contarle nada ni a mam ni a Max prosigui Sarah, en un leve susurro. Pero Lis no poda hacer tal cosa, a Sarah no. Estoy bien. Es que todo eso de Laura... es como las pesadillas. Solo que esta vez no me despierto. Le fall la voz. Con mucho cuidado, Sarah pos a Logan en la alfombra, se fue hacia ella y la envolvi en sus brazos. No eres demasiado grande para recibir un abrazo, so boba.

Lis se acurruc entre los brazos de su hermana, y se llen los pulmones con su reconfortante aroma. Qu quieres hacer, cielo? le pregunt Sarah con suavidad. Quieres que veamos una pelcula? O quieres que vayamos de tiendas? Soy toda tuya. Te tengo mal atendida! Lis se puso derecha y se meti el pelo detrs de las orejas. Cunto poda arriesgarse a contarle a Sarah sobre Laura, los bosques, los rituales, los rumores de que sus nuevas amigas eran brujas? Y qu le poda contar de aquellas pesadillas o, tal como le haban dicho, advertencias, visiones de lo que estaba por llegar? Sarah... conoces las historias sobre Hollow Pike? empez Lis. Sarah se encogi de hombros. Qu historias? Lis se retorci en la butaca. Ya sabes... sobre la floresta y... las brujas. Sarah se rio con ganas, echndose para atrs su pelo rubio. Pero viendo la preocupacin en el rostro de Lis, enseguida se volvi a poner seria. Lo siento, cielo, pens que estabas bromeando. No. Eso es una cosa muy vieja, mi nia! Eso no era suficiente. Pero has odo esas historias? Sarah arrug el ceo. Se arrodill al lado de Lis, tomando sus manos entre las suyas. Lis, mrame: las brujas no existen! Lis asinti con la cabeza, pero otra lgrima le cay por la plida mejilla.

Abri los ojos. Estaba teniendo un sueo clido y satisfactorio, pero de repente se haba despertado. Por qu? Incorporada en la cama, Lis se retir el pelo

del rostro y mir la luna que brillaba a travs de las cortinas. Poda orles hablar a lo lejos. Sarah y Max? Una rpida mirada al mvil confirm que era la una y cuarto de la madrugada. Tal vez el pequeo Logan estuviera pasando una mala noche. Aguz el odo tratando de entender la conversacin. Y entonces se dio cuenta de que no era la voz de Sarah. Ni tampoco la de Max. El que hablaba lo haca en un susurro bronco, y Lis no poda entender lo que deca. De repente, algo golpe contra la puerta de la terraza: tres golpes breves y secos en el cristal. Se ech hacia atrs y se subi el edredn hasta la cara, mientras pegaba la espalda al colchn. Una vez ms, haba sombras extraas en la terraza, y esta vez no era posible que estuviera imaginndoselo, ni de que se tratara tan solo de un pjaro. Se desplaz lentamente en la cama hacia el lado de la puerta, consciente de que cualquier movimiento un poco apresurado alertara a quien fuera de su presencia. Lis... La palabra son esta vez con toda claridad, y dej a Lis paralizada. No se atrevi ni a parpadear. Lis! El tono fue ms serio ahora. Amenazador. La manilla de la puerta cruji cuando una mano escondida intent accionarla por el otro lado. Oscilaron unas sombras, seguidas de frenticos forcejeos contra el cristal. Djanos entrar! sise una segunda voz, ms enfadada que la primera. Lis reconoci aquella voz: era Kitty. Haban venido. La mano de Lis vacil ante la manilla de la puerta, temblorosa e indecisa. A quines estaba a punto de dejar entrar en su dormitorio? A unos amigos o a unos asesinos?

Quin est ah?

Por el amor de Dios, Lis! Solo somos nosotros! se lament una voz con acento norteo. Nos vamos a helar si no eres tan amable de abrirnos las pueteras puertas. Haba algo en la voz de Jack que le impeda transmitir siquiera un tomo de amenaza. Y, adems, ella tena incontenibles deseos de hacerles a sus amigos algunas preguntas. Necesitaba saber la verdad. Gir la llave en la cerradura. Los tres amigos aguardaban en el patio, apiados para aguantar el fro, nada emocionados. Nos vas a dejar pasar, s o no? le pregunt Kitty enfurruada. Entrad dijo Lis. Pero mi hermana y Max estn aqu arriba... Y qu te piensas que vamos a hacer? le solt Kitty, empujndola al pasar. Baja la voz! susurr Lis. Jack y Delilah se dejaron caer en la cama, ponindose cmodos, mientras Kitty se reclinaba despreocupadamente en la chaise longue, en plan Cleopatra o alguien parecido. Lis se sent apenas en la silla de su escritorio, como si fuera ella la visita, en su propio dormitorio. Y bien? pregunt Lis, haciendo esfuerzos por dominar el temblor de su voz. Era como si alguien hubiera dejado abierta la puerta de la jaula, y se hubieran escapado los leones. Tendra que andarse con mucho cuidado. Y bien qu? pregunt Jack. Lis abri completamente los ojos. Ya sabis a qu me refiero! Lo hicisteis vosotros? Vosotros la matasteis? Bueno, al final no se haba andado con mucho cuidado precisamente. Sus tres amigos se miraron unos a otros y pusieron los ojos en blanco. Por supuesto que no lo hicimos nosotros respondi Kitty, como si estuviera declarando lo obvio. Fuiste t? Qu? pregunt Lis entre dientes.

Delilah se apoy sobre los codos. Seamos justos. El calamitoso plan de venganza fue idea tuya tanto como nuestra. Yo quera hacerle chantaje, no matarla! protest Lis. Qu te crees que hemos estado haciendo nosotros todo este tiempo? pregunt Kitty. Avanz un dedo hacia Lis. Hemos estado googlendote para ver si te habas escapado de algn manicomio de Gales! Lo dices en serio? Lis dijo Jack ladeando la cabeza, t tomaste en esto tanta parte como nosotros. Eso no es justo! Pero entonces Lis comprendi que s era justo. Lis haba estado en el ajo tanto como ellos. Haba estado all, planeando y maquinando la broma, y despus llevndola a cabo. Quera darle a Laura su merecido. Tal vez no era tan inocente como le gustaba creerse. Kitty lanz un suspiro. Mira: Despus de que filmramos a Laura, yo regres a casa de Delilah y Jack se fue a su casa. No sabemos adnde fuiste t. Cualquiera de nosotros podra haber vuelto a la floresta, pero te aseguro que ni yo ni Delilah lo hicimos. Y tampoco lo hice yo, le puedes preguntar a mi madre aadi Jack. Bueno, tampoco fui yo. Le podis preguntar a Sarah! exclam Lis con vehemencia. Delilah sofoc una risita. As que ninguno de nosotros va a confesar un asesinato? Qu decepcin! Jack se desliz hacia el borde de la cama. Qu le has dicho a la polica? Les has dicho algo de nuestros planes para quitarnos de encima a Laura? Les contaste lo que hicimos? Lis hizo un mohn. No. No soy completamente tonta. Los tres suspiraron de alivio. Era evidente que haban estado tan preocupados como Lis. Entonces, si nosotros no la matamos, quin lo hizo? Difcil pregunta,

verdad? Los blancos dientes de Kitty brillaron en la penumbra del dormitorio. Lis se encogi de hombros, muy aliviada: aquellos que tena delante no eran asesinos, eran sus amigos. Sus nicos amigos, en realidad. Le has enseado el vdeo a alguien? pregunt Delilah. A Lis le cost un momento comprender a qu vdeo se refera. No, por supuesto! Ni siquiera lo he visto yo! Cuando llegu a casa de la floresta, Sarah me pidi que baara a Logan. Y creo que me olvid del vdeo completamente. Lis hizo girar la silla y hurg bajo el montn de cuadernos y material escolar que tena en la mesa para encontrar su cmara de color rosa y plateado. Deberamos borrarlo ahora mismo apremi Jack. Si alguien ve eso algn da, estaremos tan muertos como ella. De acuerdo respondi Lis. Espera! Al menos tendramos que verlo primero dijo Kitty. Vamos, esta es la ltima pelcula casera en la que particip Laura: alguien tiene que verla. Kitty, esto no es un juego solt Lis. Tranqui. Lo vemos una vez y lo borramos dijo Kitty. Lis abri su ordenador porttil. El brillo blanquiazul de la pantalla ilumin el oscuro dormitorio, y el grupo se coloc alrededor de la mesa. Lis sac un cable USB y conect la cmara, que hizo tin al encenderse, mientras el ordenador empezaba a cargar. Vale, dadme un segundo. Lis recorri el escritorio para abrir el archivo pertinente. Aqu est. El vdeo empez, tembloroso y con mucho grano. Delilah no iba para Spielberg, eso era seguro. Cuando yo era pequea, mi padre sola contarme historias de nios que entraban en la floresta y no salan nunca. Simplemente desaparecan, deca Laura, aunque resultaba difcil orla por encima del crujido de las hojas y de la respiracin de Delilah. En el vdeo, Lis y Laura eran dos manchas borrosas que se movan en un entorno an ms borroso. Pero t no te crees esas cosas, no?. Lis recordaba haber dicho aquello.

Por qu haba accedido a aquel juego? Laura ni siquiera hubiera ido a la floresta de no ser por ella. No... Quiz, no s. Todo el mundo conoce esas historias. Todo el mundo sabe que no hay que entrar en los bosques cuando oscurece. Laura Rigg, la grande y malvada, asustada de los.... Lo que segua era un barullo. Como Delilah se mova, la imagen temblaba tanto que no se distingua nada. Era como El proyecto de la bruja de Blair bajo los efectos del cido. Sobre las pisadas y amortiguados forcejeos se oan gritos y chillidos. Se vio a s misma cayendo al suelo mientras Jack finga que la apualaba. Entonces Laura ech a correr para adentrarse en los negros abismos de la floresta, y la cmara se estabiliz a tiempo de ofrecer la imagen de Laura desapareciendo de la vista. Y de la vida. Dios mo! murmur Delilah, an ms plida de lo normal. Pareca realmente alterada. No deberamos haberlo hecho dijo Lis en voz baja, mientras una lgrima le caa por la mejilla. Cmo bamos a saber...? respondi Kitty, demasiado alto. No era ms que una broma! Espera dijo Jack, inclinndose sobre su hombro: Puedes dar un poco hacia atrs? Hasta el punto en que echa a correr Laura? Lis se volvi hacia el ordenador y desplaz el cursor hasta la barra que indicaba el transcurso del vdeo, y la corri unos dos centmetros hacia atrs. Aqu? S. Dale. Lis le dio al play, y volvi a ver a Laura cayendo torpemente en las sombras. Pausa! le pidi Jack. Qu? Kitty estaba irritada, lo que Lis interpret como una seal de que se senta culpable. Mirad... Jack pos el dedo en la pantalla para sealar un rbol que estaba justo a la derecha del camino que haba llevado Laura en su huida. Qu se supone que tengo que mirar? pregunt Delilah en nombre de

todos. Nos cambiamos el sitio? Jack levant a Lis de la silla del ordenador, y tom el control. No perdis de vista ese rbol. Le dio hacia atrs unos tres segundos al vdeo, y apret play. Aunque la definicin era muy pobre, se poda ver que algo se mova en la corteza del rbol, una plida araa que sala a la vista. Si uno se fijaba bien, pareca que poda tratarse de una mano: una mano humana. Lis se alej un poco de la pantalla mientras Jack volva a pasar el vdeo. Tal vez no fuera nada. Tal vez fuera solo una hoja que reciba el ltimo destello de luz. Observ a los dems. Haba una mirada de terror en los ojos de Delilah, y de desconcierto en los de Kitty. Cuanto ms vean el vdeo, ms pareca aquella araa una mano plida que se apoyaba en el rbol. Y eso solo poda significar una cosa... Que haba alguien ms en el bosque aquella noche.

In Memoriam

El agua era negra, impenetrable, corra por encima de su cuerpo y amenazaba con llevrsela. El arroyo flua ms rpido que nunca. Estaba tan fro que le dola. Lis prosigui su bsqueda. Ya no iba a gatas, sino abrindose camino por el agua, buscando y observando. Laura! grit, y su voz reson por toda la floresta. Laura! No haba nada en el arroyo. Sus manos no encontraban ms que piedras y hierbajos. Unos zarcillos hmedos y verdes se le retorcan en torno a los dedos, mientras su bsqueda se haca ms desesperada. Laura! Se detuvo. No estaba sola. Ms all del arroyo, una silueta revolote entre los rboles, envuelta en sombras. All en el bosque haba alguien ms. Un alga de agua dulce se le enmara en la mueca. Sac el brazo del arroyo. No era un alga, sino una espesa mata de cabello castao que se haba anudado a sus dedos. La cara de Laura flotaba, azul e hinchada, en la superficie del agua. Sus ojos muertos la miraban, y Lis no pudo hacer otra cosa que gritar. Lis... deca el cadver, sin mover los labios. Lis...! Lis se lanz hacia delante, casi pegando en la cabeza a Delilah, que la estaba moviendo suavemente para que se despertara. Lis, tienes que despertar! Lis retir el edredn y se frot los ojos. S... Qu hora es? No levantes la voz le record Jack desde el interior del arrebujamiento de mantas en que dorma, tendido en el suelo. Solo son las seis. Kitty ya estaba levantada y rondando por la puerta. Tenemos que marcharnos si queremos prepararnos para ir al insti. Lis se desprendi de la mente los ltimos jirones de pesadilla. No podemos ir al insti hoy.

Tenemos que ir! dijo Delilah. Es el primer da despus del luto, y van a hacer el acto ese en recuerdo de Laura. Tenemos que comportarnos como todo el mundo. Lis no se convenca. Pero qu me decs del vdeo? Hay un asesino por ah! Mejor eso que no que uno de nosotros sea el asesino, no te parece? observ Kitty. Kitty, realmente creo que deberamos llevar el vdeo a la polica. Lis se sali de la cama y arrim el odo a la puerta. Pareca que Sarah y Max seguan durmiendo. No saba qu tal reaccionara Sarah ante una reunin secreta como aquella, que duraba toda la noche. Ests colocada o qu? Si le llevamos ese vdeo a la polica, mi padre nos matar. No podemos dejar que nadie se entere de que estuvimos en la floresta. Ya haban discutido todo aquello hacia las dos de la madrugada, pero Lis segua sin saber qu pensar. En el bosque, haba estado a unos metros de alguien, quien fuera. Haban visto el vdeo una vez y otra y otra, y cada vez aquello se pareca ms a una mano, a la mano de alguien que acechaba escondido. El caso es... susurr Delilah, que si nosotros lo vemos aqu... l tuvo que vernos a nosotros! El dormitorio se qued en silencio. Delilah tena razn. Jack se qued impresionado, y Kitty sin palabras. Lis fue la primera en hablar: Creis en las historias de brujas? Kitty pareci aliviada ante el cambio de tema. Cielo, nosotras somos las historias de brujas. Lo pregunto en serio. Laura tena mucho miedo de la floresta. Hasta Sarah ha odo las leyendas. Vosotros no pensis que las brujas... ... Que las brujas mataron a Laura? Jack sonri por primera vez en toda la madrugada. Ya me gustara. Hollow Pike est pidiendo a gritos un poco de diversin sobrenatural. Podramos ser el equivalente de Forks10 en el Reino Unido! Lis respir hondo y se dej caer sobre la cama. Aquel era el momento de

10

Ciudad de EE.UU. donde se desarrolla la serie Crepsculo.

abrirse a ellos, de eso estaba segura. Lo digo en serio. Desde que decid venirme a Hollow Pike he estado teniendo unos sueos horribles, superretorcidos, sueos en los que alguien intenta matarme. Sueos en los que aparecen Laura y la Floresta de Pike. La seora Gillespie me dijo que mis sueos eran advertencias. Y si resultara que en Hollow Pike hay algo demoniaco? Bueno, al menos no se rieron. Todo lo contrario. Delilah se coloc al lado de Lis y le cogi la mano, apretndosela para darle nimos. Yo estoy de acuerdo con Jack dijo Kitty con ternura. Creo que alguien mat a Laura, no algo. Y la seora Gillespie est ms loca que una cabra, as que no escuches ni una palabra de lo que diga. Y los sueos no son ms que sueos aadi Delilah. A Lis se le quit un enorme peso de encima. Un problema compartido era, en este caso, un problema dividido. Si Hollow Pike no tuviera un asesino suelto, sera un pueblo realmente agradable. Entonces qu hacemos? Mantenernos unidos y no decirle a nadie ni una puetera palabra. La polica ya atrapar al asesino. Ese no es problema nuestro. Kitty habl con tanta seguridad, que le insufl fuerzas a Lis. Levantndose las puntas del pelo, Kitty abri las puertas para salir al patio. Daos aire! Tenemos un acto en recuerdo de Laura Rigg al que asistir. Voy a necesitar Red Bull.

Los alumnos han regresado hoy al Instituto de Fulton pese a que la polica no se encuentra ahora ms cerca de atrapar al asesino de la estudiante Laura Rigg. Existe una presin creciente sobre la Polica del Norte de Yorkshire para que realice algn arresto... El abundante cabello peinado hacia atrs del periodista no se mova, pese a los furiosos vientos que azotaban la entrada del instituto. Lis mantuvo la cabeza firmemente gacha al penetrar en el edificio. Era realmente sorprendente: su instituto pareca un plat cinematogrfico. Deba de

haber siete unidades de televisin, cada una con su propio personal y cmaras. Esto es un poco surrealista murmur Jack al pasar por delante de un equipo de filmacin. Daliniano corrobor Delilah. Le cost un rato a Lis darse cuenta de qu era lo que no encajaba en la escena, hasta que se le encendi la bombilla. Nada haba cambiado. Los chicos de sptimo daban patadas a un baln, gritando imprecaciones ante los errores de otros. Las chicas se arracimaban mirando los SMS recibidos en sus mviles. Un grupo de chicos de sptimo agarraban las mochilas de las chicas para que estas los persiguieran. Chicas de dcimo curso se sentaban en las rodillas de sus novios. Una camarilla de indie kids estaba de pie, escuchando sus respectivos iPods. Laura estaba muerta, pero todos los dems seguan viviendo. Vamos! dijo Lis cuando llegaron a la entrada principal. A ver si la asamblea termina lo antes posible!

La fotografa ms reciente de Laura Rigg apareca orgullosamente colocada en el centro del estrado, rodeada por una enorme corona de flores, y desde all sonrea con dulzura a todos los presentes. La foto se haba pasado al blanco y negro. Es ms triste el blanco y negro?, se pregunt Lis. Es irrespetuoso el color?. La serena sonrisa de Laura apareca apacible y hermosa, a diferencia de lo que suceda con la Laura real, cuyos rasgos a menudo resultaban maliciosos y retorcidos. Lis y sus amigos se apretaron junto a Rachel Williams, que haba llegado vestida con su mejor atuendo negro funeral en vez de llevar el uniforme. De hecho, la mayora de los alumnos de sptimo parecan considerar aquella reunin como la sustitucin oficial de un verdadero funeral de Laura, que por lo visto se haba pospuesto mientras la polica llevaba a cabo sus investigaciones. Cameron Green estaba sentado muy callado con sus amigos, con una cara que pareca esculpida en piedra.

No s cmo se atreve a presentar esa cara cuchiche Rachel. Sabis que la polica lo estuvo interrogando durante cerca de doce horas. La gente dice que lo hizo l... Lis no dijo nada. La atmsfera era oscura y sombra. Pareca que el duelo por Laura era la nueva cosa in que haba que hacer. Lis era muy consciente de que la mayor parte de los presentes haban odiado a Laura intensamente, y sin embargo, all estaban, sollozando frente a un pauelo o descansando la cabeza sobre el hombro de una amiga. La sensacin de culpa y el disgusto se mezclaban en el estmago de Lis. Con todo lo mal que se senta por haber planeado con sus amigos la muerte de Laura, no estaba ahora dispuesta a venerarla como si hubiera sido una especie de santa. Volviendo la cabeza, vio a Nasima Bharat que gema dulcemente en los brazos de Danny, acaricindole el cuello con su elegante mano. Lis apart la mirada bruscamente, sintiendo el desgarro de los celos con todo su ser. Aquello era tan poco decoroso... Danny y Nasima, de verdad? En serio? Eso le hubiera encantado a Laura. Venci la debilidad, y Lis volvi a mirar hacia atrs. Para ser justos, Nasima pareca verdaderamente desolada, pero necesitaba de verdad agarrarse tanto a Danny? De repente Danny mir en direccin a Lis, y sus ojos se encontraron directamente. Lis volvi la cabeza de golpe, pero se le haba notado. Afortunadamente, la seora Dandehunt y el profesor Gray entraron en el saln, con lo que Lis esperaba que Danny se olvidara de ella. Haban puesto un atril junto a la imagen de Laura, y la seora Dandehunt subi al estrado. Gracias por venir hoy al instituto, alumnos de undcimo curso. Seguimos llorando la muerte de Laura, y seguiremos hacindolo todava algn tiempo. A veces es posible encontrar consuelo en la normalidad; en estas aguas turbulentas, es mi esperanza que el Instituto de Fulton pueda ser un faro para todos nosotros. Algunos amigos de Laura queran hacer una reunin especial como homenaje a una chica especial, y me parece que esa ser una forma conmovedora de recordarla. Bueno, os dejo con el coro, que va a cantar algunas de las canciones favoritas de Laura... El coro cant bien, aunque Lis sospechaba que las versiones corales de canciones de Lady Gaga, si bien constituan algo muy considerado con la fallecida, no acababan de resultar apropiadas. Poppy Hewitt-Smith (la favorita de la prensa amarilla) haba escrito un horrendo poema titulado Nuestra amiga. Lis resisti el impulso de levantarse e irse en aquel momento. Harry Bedsworth fue la ltima de

las amigas de Laura en subir al estrado. Sin nada de maquillaje y con el pelo blanco combinado con su cara plida, pareca Casper, el fantasma bueno. Quisiera decir unas palabras sobre Laura empez a decir con calma, y respir hondo. Ya sabis que Laura poda ser un verdadero bicho. La multitud se qued con la boca abierta de espanto. Lis se volvi y vio a Nasima muy tiesa en su asiento, horrorizada. Vamos, ya la conocais todos prosigui Harry, pero ahora apenas conservaba la compostura, y la voz le sala temblorosa. Poda ser muy mala. Yo era una de sus mejores amigas, y aun as ella se portaba mal conmigo todo el tiempo. Siempre nos estaba imitando para hacer burla. La seora Dandehunt y el profesor Gray se acercaron al estrado. De verdad iban a llevarse de all a Harry? Detrs de ella, Lis vio que los amigos de Laura, Cameron, Fiona, Nasima e incluso Danny, se mostraban muy incmodos, sin atreverse a mirar a Harry a los ojos. El caso es que, aunque la quera, a veces deseaba que Laura se muriera. En ese momento, la voz de Harry se quebr en un sollozo. No sabis cmo era eso! Todo era culpa ma! Sus lamentos resonaron en toda la sala. Lis sinti que las lgrimas le asomaban a los ojos. Se las limpi. Metida como haba estado en s misma, se haba imaginado que era la nica que haba sufrido a causa de Laura. Por lo visto no. Por eso quera hacer este acto de recuerdo termin Harry. Porque lo siento mucho! Y la voy a echar mucho de menos! Y Harry se ech a llorar un mar de lgrimas reales y verdaderas. Con vacilacin, el profesor Gray subi los peldaos del estrado y abraz a su alumna. Ella escondi la cara en el pecho del profesor, mientras este la sacaba del estrado. La seora Dandehunt tom enseguida el micrfono: Alumnos de undcimo curso empez, mirando a los ojos a Lis, creo que lo que ha dicho Harry es muy importante. Cuando alguien muere, nos sentimos un poco culpables porque tal vez reimos con esa persona, o pensbamos en las cosas negativas que la caracterizaban, pero as es la naturaleza humana. Somos lo que somos. Y ninguno de nosotros tiene culpa de esta tragedia. Lis se vio desbordada por nuevos deseos de llorar. Pero lo que hizo fue agarrarle la mano a Jack.

Creo que ha llegado el momento de que cante el coro mientras todos vamos saliendo. Este es un da difcil para todos.

Concluido el acto de homenaje, todo cuanto tena que hacer Lis era sobrevivir a la clase de Arte de la tarde, y despus podra irse a dormir. El desahogo de Harry haba resultado curiosamente purificador. Tal vez aquella culpa desgarradora que senta fuera, al fin y al cabo, algo normal. Lis! Se dio la vuelta y vio a Danny, que se abra camino hacia ella a travs de la multitud de dolientes. Eh, Lis! No quera que te me escaparas. Podemos hablar? Lis se dio cuenta de que la miraban atentamente tres pares de ojos. Kitty, Jack y Delilah haban decidido no darse por enterados de que su presencia sobraba. Claro le dijo ella a Danny. Nos vemos en la marquesina, vale? les dijo a sus amigos de forma harto significativa. Jack y Delilah apenas podan contener la risita, mientras Kitty se limitaba a sonrer. Prtate bien, London! le dijo. Sus amigos se alejaron, echando ojeadas por encima del hombro. Lis se puso colorada. Te quedas esta tarde? pregunt Danny. Por lo visto, algunos alumnos de undcimo tienen permiso para faltar. Pese a la sorpresa de que Danny la estuviera buscando para hablar con ella, Lis no perdi la compostura. S. Solo tengo Arte. No creo que sea difcil de soportar. Ibas al bar? S. Genial, puedo ir yo tambin? Ella sonri y sigui caminando. l pareca nervioso.

Ests seguro de que no le importar a Nasima? pregunt Lis. A Nasima? repiti Danny, confuso. Ah, bueno! Supongo que el homenaje ha sido demasiado fuerte. Estaba alterada, eso es todo. Ah, vale. Decidi aceptar aquella vaga excusa. Pobre Harry, su intervencin ha dado nimos a ms de una. Desde luego dijo l. Adems, tena razn. Yo me he sentido culpable desde la muerte de Laura. Como si hubiera estado en mi mano el salvarla de algn modo. Lis se atrevi a darle un apretn a Danny en el brazo. Esper que pareciera platnico. No puedes culparte de nada. No sabes lo que le pas a ella. Es la polica quien tiene que averiguarlo. Lo s. Lo que pasa es que yo, ms o menos, la rechac. Dos veces, en realidad. Tal vez si no hubiera... Eso es una tontera... Lo s, lo s! S todas esas cosas, pero es como si no pudiera quitarme esas voces de la cabeza. Se separ y se sent en los peldaos, a la entrada de la cafetera. Se frot las manos en los pantalones, y daba la impresin de que buscaba las palabras adecuadas. Lis se sent a su lado. Qu pasa? pregunt con suavidad, sin querer parecer meticona. Nada. Solo que parece incorrecto. Qu es lo que parece incorrecto? Bueno, estoy intentando pedirte que salgas conmigo. Danny la mir durante una fraccin de segundo, y a continuacin apart los ojos. Pero realmente parece horrible hacer tal cosa con todo esto de Laura... A Lis se le salan los ojos de las rbitas. En un instante, su piel le arda ms de lo que poda soportar. Haba odo bien? Me ests pidiendo que salgamos...? La idea de que Danny Marriott, aquel bombn jugador de rugby, estuviera interesado en ella, Lis London, la friki galesa recin llegada, pareca bastante absurda, al menos para ella. S. Bueno, si quieres. No estoy seguro de dnde podramos ir. Tal vez a

Fulton, o algo...? Llevo un montn de tiempo preguntndome cmo pedrtelo. En realidad, nunca se lo he pedido antes a nadie. Quiero decir, he ligado en fiestas y tal, claro, pero no es lo mismo... No quera estropearlo todo. Cada vez que hablo contigo me parece que voy a decir algo realmente idiota y... Danny? S? Ests parloteando. Y antes de que digas algo realmente idiota, quiero responder que s. l sonri y la mir con franqueza. Sus ojos hicieron que el corazn de ella latiera tan aprisa que tuvo que apartar la mirada. De verdad? pregunt. Una amplsima sonrisa apareci en el rostro de Lis, acorde con la expresin de l. Todos los pensamientos txicos que albergaba la cabeza de ella desaparecieron por un momento, mientras se zambulla en el brillo solar de la situacin. S, de verdad! Danny levant una ceja. Vaya, ahora s que estoy nervioso! Cre que me diras que no. Bueno, siento decepcionarte! respondi Lis rindose. No, no. Est bien. Es estupendo! No puedo esperar. Cundo ests libre? Cuando quieras dijo ella demasiado rpido. Venga, Lis, tmate las cosas con calma. Bueno, me parece que no tengo mucho en... Con una sacudida violenta, empez a vibrar el telfono que llevaba en el bolso. Ahora enseguida termino la frase le dijo Lis, cogiendo el mvil. La pantalla deca: LLAMADA ENTRANTE. NMERO OCULTO. RECHAZAR? CONTESTAR? Seguramente era Sarah que llamaba desde el fijo o algo as. Diga? Hola, Lis. La voz sonaba distante, pero vagamente familiar. S...? Quin es?

Soy la seora Gillespie, cielo. La de la tienda. Danny, viendo la expresin de desconcierto de Lis, frunci el ceo. Lis querra estar lejos de l. No querra que l escuchara aquella conversacin. Cmo tiene usted mi...? Eso no importa le interrumpi la seora Gillespie. Entonces se detuvo. Hubo un instante de silencio y continu: S lo que hicisteis t y tus amiguitas..

La leyenda de Hollow Pike

Lis aporre la puerta tan fuerte que tembl en sus goznes. Aunque rompiera el cristal, no pensaba dejar de llamar. Deba de parecer ridcula, una chica de quince aos con el uniforme del instituto y tan ansiosa por entrar en la tienda benfica. De todas formas, por qu estaba cerrada aquella puetera puerta? Atisbando a travs del sucio escaparate, Lis lo intent de otro modo: Seora Gillespie, soy yo, Lis London! llam. Presion la oreja contra el mugriento cristal, y escuch atentamente. Efectivamente, al cabo de unos segundos oy unos tacones de aguja que avanzaban inseguros hacia la puerta. Unas uas rojas descorrieron el visillo, y la seora Gillespie ech un vistazo hacia fuera antes de abrir. Te has dado prisa dijo. He venido directamente del instituto explic Lis. Al verla, record lo repulsiva que era la anciana. En esta ocasin llevaba una especie de tnica oriental con un turbante colocado encima de su desagradable peluca. Aquello deba de haber sido el no va ms del glamour all por los aos treinta, pero en la actualidad pareca un disfraz de Halloween. El hedor de ginebra y cigarrillos que sala de su boca resultaba igual de repelente. Ser mejor que entres. No puedes quedarte toda la tarde en la calle. Hacindose a un lado, la seora Gillespie la dej entrar en la fra y hmeda tienda. Lis peg los brazos al cuerpo, sin saber qu hacer ni qu decir. No te quedes ah, nena, ven a sentarte! En la parte de delante de la tienda haba preparada una especie de reunin para tomar el t: una primorosa mesa camilla con tres sillas de aspecto antiguo. Un mantel de encaje amarillo y con manchas colgaba sobre la mesa. Aqu es donde tomamos nuestro t de la tarde. Quieres una taza, tesoro? Lis se sent con cautela en una de las sillas. Dado que la tienda estaba completamente vaca, no poda imaginarse a quin ms se refera la anciana. No, gracias dijo en voz baja.

La seora Gillespie se sirvi un poco de t de una tetera conmemorativa del enlace del prncipe Carlos y Lady Di, y se llev la taza a los mustios labios. Entonces vas a reconocerlo? No s a qu se refiere. Lis miraba el juego de t, incapaz de elevar la vista hacia la extraa mujer. Me parece que sabes perfectamente a qu me refiero. Lis neg con la cabeza, empezando a sentir pnico. Tendra que confesar toda aquella lamentable travesura? El juego del asesinato? Yo... yo... T robaste mi libro solt la seora Gillespie. Qu? Lis parpade con fuerza para asegurarse de que no se imaginaba cosas. Qu libro? La seora Gillespie golpe en la mesa con su mano delgada, abultada por las venas. T sabes muy bien qu libro... La historia oculta de Hollow Pike! O sea que aquello no tena nada que ver con la broma? Lis sinti un alivio inmenso. Su boca form un pequeo crculo. Yo no lo rob! Bien, entonces fue alguna de tus depravadas amiguitas? No... no lo s. Si ellas lo cogieron, no me lo han dicho. Pueden haberlo robado ellas?, pens Lis. Pero entonces se pregunt para qu iban a querer un libro sobre brujera. Y adems, lo normal en ese caso sera que lo hubieran mencionado aquella maana, cuando ella sac el tema. Quiero ese libro de vuelta! No est en venta. Sin embargo, estaba en el estante observ Lis. Qu es lo que tiene tan especial, de todas maneras? Lis se senta mucho ms relajada ahora que saba que aquello no tena: a) nada que ver con Laura, y b) nada que ver con ella en absoluto. La seora Gillespie la observ como un halcn, con unos ojos como cuentas de vidrio, que brillaban por encima del juego de t.

No me digas que no has odo las historias. Te vi mirando el libro. Lis record su sueo por un segundo, pero lo desde, aferrndose a la certeza de que el asesino era un criminal normal y corriente, sin conexiones sobrenaturales. He odo cuentos de hadas. Los finos labios rojos de la seora Gillespie se separaron para mostrar unos dientes amarillos. Ja! Cuntos aos tienes? Casi diecisis. As que, por supuesto, t sabes todo lo que hay que saber, no? Es curioso que los jvenes estis dotados de tanta seguridad. Yo estoy cada vez ms insegura, cuanto ms vieja me hago! Y se rio socarronamente de su propia gracia. Lis frunci el ceo. Aquello era una prdida de tiempo. No lo entiendo. Por supuesto que no! Cmo ibas a entenderlo? La seora Gillespie se puso ms seria de repente: En los bosques hay ms de lo que t puedes saber, Lis. Son una ciudad llena de fantasmas. Qu? Est diciendo que Hollow Pike est encantado? La seora Gillespie consider aquello. En cierto sentido. Encantado por el pasado. Por su propio pasado. Aqu sucedieron malas cosas. Muy malas cosas. Perseguan a la gente, la torturaban y la mataban, ya fuera quemndola o ahogndola. Hollow Pike es una fosa comn. Lis se daba cuenta de que no estaba bromeando. Aquello, al menos para la seora Gillespie, era real. A quin mataron? A las brujas. Hace mucho tiempo, la gente vena a Hollow Pike con sus enfermos, impedidos o estriles. Las familias que vivan en los bosques y colinas ayudaban con los remedios y pociones. La gente deca que eran poderosos sanadores. Pero entonces desaparecieron un par de nios, alguna gente se puso enferma, el ganado mora... Coincidencias, mala suerte. Pero todos queran echarle la culpa a alguien. Entonces, qu sucedi? pregunt Lis con curiosidad, pensando si la

historia sera cierta. Las quemaron. A principios del siglo XVII entraron en la ciudad los cazadores de brujas, que se hacan llamar a s mismos los Rectos Protectores. Eran gente de la iglesia. No solo gente temerosa de Dios, sino fanticos. Tenan como fiebre de odio. Pensaban que las brujas iban a traer un regreso a los tiempos oscuros, la cada de Dios. Sacaban a las mujeres de sus casas, y los Protectores las torturaban durante horas, hasta que confesaban. A algunas las ahogaron en el ro, a otras las quemaron en el pueblo. Es espantoso. Lis casi poda or sus gritos. S, lo es. Toda esa gente que muri... su sangre est en las races de los rboles. Algunas personas dicen que el pueblo est maldito pero, claro, como t misma has dicho: las maldiciones son cosa de los cuentos de hadas. Eso pensaba Lis, no? Pero, con todo lo ridculo que pudiera parecer, en el momento en que su madre la haba metido en la Floresta de Pike, Lis haba sentido algo extrao. El aire pareca ms pesado, el cielo se haba oscurecido, el bosque le haba parecido aterradoramente vivo, y aquella urraca la haba mirado como si la conociera. Sin embargo, admitir aquellas cosas pareca salirse del tiesto. Cosas como aquella pertenecan a los libros y a las pelculas, no a la montona vida de Lis London. La magia y las maldiciones no existen. Se levant para marcharse, echndose la bolsa al hombro. Mire, cuando vea a mis amigas, les preguntar por el libro. Si lo cogieron ellas, se lo devolvern. Alguien se haba llevado el libro. Interesante. El asesinato de Laura haba sido un crimen ritual, al menos eso decan los peridicos. Tal vez el asesino hubiera necesitado el libro para encontrar ideas o algo as. La seora Gillespie se levant y se acerc a Lis, retirndose un rizo suelto de delante de los ojos. Lis, pareces cansada. Qu tal duermes? Lis sinti un escalofro, y se dirigi a la puerta. Duermo bien dijo sin pensar. Aquello se estaba convirtiendo en su mantra. Mir a la cara de la seora Gillespie, intentando descubrir a una vieja bondadosa tras el maquillaje. De verdad? Algunas personas tienen el privilegio de tener sueos especiales, ya sabes.

Bueno, yo no. Ests segura? Yo no soy nada especial, de verdad... puede preguntarle a cualquiera. La seora Gillespie sonri. Lis pens que eso era probablemente su versin de una dulce sonrisa. Resultaba inquietante, por no exagerar. Antes de que te vayas, me encantara que vieras a los nios. Vale accedi Lis a regaadientes, pero queriendo ser corts, aunque tendra que llegar pronto a casa. Eso solo te robar un minuto, cielo. Vivimos justo encima de la tienda. Lis sigui a la seora Gillespie a travs de una puerta estrecha, y subi una escalera peligrosamente empinada. Los nios estarn encantados de conocerte, Lis. El olor impact a Lis en el mismo instante en que la seora Gillespie abri la chirriante puerta de su apartamento. Se llev la mano a la boca para reprimir las ganas de vomitar: nunca haba percibido un olor como aquel. Al entrar en la lgubre habitacin, la causa del olor qued patente e inmediato: eran periquitos. Docenas de periquitos de colores brillantes, que ocupaban hasta el ltimo trocito libre del sucio apartamento. Al principio Lis se qued hipnotizada con la variedad de colores: azules, verdes, amarillo intenso, magenta oscuro... Era hermoso. Lis cont veinte pjaros alineados en la barra de la cortina. Haba ms en el fregadero, picoteando las gotas de agua que se escapaban del grifo. Y las cras desbordaban cualquier superficie. Al bajar los ojos, Lis vio que sus pies se hundan en una alfombra recubierta de heces. El estmago le dio un instintivo retortijn, y un poco de vmito le subi a la boca. Mirad quin est aqu, pequeos! Es Lis, esa nia tan maja de la que os he hablado! La seora Gillespie puso la sonrisa ms amplia que caba en su rostro cuando un increble espcimen de color verde se pos encima de su peluca. La habitacin estaba llena de trinos y cantos. Tantos pjaros piando juntos sonaban como un chillido. Pero entonces, una a una, las pequeas aves cesaron su canto y se hizo un espeso silencio. Miraron a Lis con intensa curiosidad. Un bravo individuo revolote sobre ella para poder observarla mejor. Lis retrocedi hacia la puerta, mientras otra ave intentaba posarse en su hombro. No comprenda: por qu haban dejado de cantar los pjaros? Los haba molestado?

Sali por la puerta, y casi se cae de espaldas por la larga escalera de madera. No es interesante? dijo la seora Gillespie con una sonrisa. Has pasado la prueba. Qu? dijo Lis casi sin voz. Qu prueba? Nada especial, has dicho t, pero hay algo ms en ti de lo que ven los ojos, me parece. No s de qu me habla! repuso Lis, con enormes deseos de irse. Lo sabrs... muy pronto. Los pjaros empezaron otra vez a cantar, y todo empez a darle vueltas a Lis. Necesitaba alejarse de aquel ruido y aquel olor. Lo siento! Tengo que irme farfull. Gracias por todo. Bajando los escalones de dos en dos, lleg a la tienda, y despus, en unos segundos, a la fresca calle. Se llen los pulmones de aire limpio y fresco, y expuls el hedor del srdido apartamento. La anciana estaba loca, peor que loca... Kitty tena razn, no debera haber escuchado una palabra de lo que deca la seora Gillespie. Ech a correr por la calle adoquinada, dejando a aquella espantosa mujer y sus misteriosas palabras lo ms atrs que poda.

El espa

Esa noche, Lis se encontr sola en el saln de casa. Agotados por su trabajo de padres, Sarah y Max se haban acostado temprano, dejando a Lis a solas con la ancha pantalla de televisin. Estuvo zapeando sin ton ni son, rehuyendo las noticias sobre la investigacin del asesinato de Laura. Segn el comunicado de aquel da, la culpa la tena Internet. Lis se haba zambullido en la baera durante ms de una hora, pero estaba convencida de que el olor del apartamento de la seora Gillespie segua all, en su piel. Se senta sucia, y no era solo por el apartamento. Los hechos y la ficcin estaban empezando a desdibujar sus fronteras. Los hechos: Laura estaba muerta; alguien haba afanado un libro de la tienda de la seora Gillespie; Lis tena pesadillas. La ficcin: haba habido brujas en Hollow Pike, en otro tiempo; el asesinato de Laura guardaba relacin con la brujera; los sueos de Lis eran un mensaje del Ms All. Tena que desprenderse de la ficcin, que estaba amenazando con volverla tan loca como la seora Gillespie. Lis baj las piernas del sof de cuero y se fue hacia las puertas correderas que daban a la terraza de delante. El helado aire de la noche era punzante, pero ella lo acept con gusto, esperando que ayudara a despejarle la cabeza. Senta la frustracin en todo su ser. Cundo se haba vuelto todo tan confuso? Haca muy pocos aos, la vida de Lis haba consistido nada ms que en clases de ballet y en presentar su cobaya al premio a la mejor mascota de la feria de Bangor. Se supona que Hollow Pike iba a ser un nuevo comienzo, y aunque haba conocido a algunas de las personas ms interesantes del pueblo, nunca haba tenido tanto miedo. Cada vez que cerraba los ojos vea aquella mano plateada en el rbol de la floresta. Todo cuanto haba sucedido en Bangor, aquella punzada cotidiana de terror que senta de camino al instituto, todo pareca de pronto leve e intrascendente. No era ms que el acoso tpico del instituto: burlas, motes, escupitajos... Casi le daban ganas de regresar a todo aquello. Desde luego, odiaba al instituto entero, pero al menos all podra hacer como que nada de aquello haba sucedido. En Gales no haban matado a nadie. Algo que se movi abajo en la calle llam su atencin. Era una silueta agazapada en el callejn cubierto de grava, al otro lado de la carretera. Era un

callejn privado, estrecho, que llevaba a la vieja casita donde vivan los vecinos. La silueta se detuvo aparentemente, mirando a la terraza de ella. Lis le hizo un alegre gesto con la mano, pensando que sera tan solo el seor Carruthers, el anciano que viva en la casita, que habra salido a sacar alguna bolsa para los contenedores de reciclado o algo as. Pero la silueta no devolvi el gesto. Por el contrario, se qued entre las sombras, lejos de las farolas, sin moverse, observando. Lis se apoy en la barandilla, entrecerrando los ojos para aguzar la vista. El espa estaba tan protegido por la oscuridad que era imposible saber siquiera si era un hombre o una mujer. Quienquiera que fuera estaba quieto como un maniqu, con la cabeza levemente ladeada, como si la estuviera evaluando. Observndola. Observndola tal como la haba observado la urraca de la floresta. Algo se restreg contra su piel, y ella lanz un grito. Al volverse, vio que Sasha haba salido, apretndose, por la rendija que haba dejado en la puerta. Dios mo! chill, agarrando con una mano el collar del perro. Me has dado un susto de muerte! Se volvi hacia la calle. El sinuoso callejn estaba vaco. El espa se haba ido. Antes de irse a la cama, Lis comprob que cada puerta y ventana de la casa estuviera bien cerrada.

La cafetera apestaba a patatas fritas y vinagre, y Lis estaba sentada a la mesa con sus amigos, quieta como una estatua. Se haba pedido una hamburguesa vegetal, pero no consegua ni siquiera llevrsela a los labios, pues su apetito pareca huir en desbandada. Eso era todo? Que alguien mang un libro? Jack se meti una patata en la boca. S, pero un libro de brujas... dijo Lis entre dientes. Lis, tienes que relajarte, encanto... Delilah alarg la mano por encima de la mesa y le acarici la suya. En serio corrobor Kitty. Lis se inclin hacia ellas.

Pero hay ms. Ya s que va a parecer que no estoy bien, pero me parece que el viernes por la noche haba alguien vigilando mi casa. Sus amigos la miraron escpticos. Ests segura? pregunt Kitty. Bueno, al principio pens que era el anciano que vive bajando por la carretera, pero luego me di cuenta de que no. Aquella... silueta... simplemente estaba all, mirndome. T ests para que te miren, reconcelo dijo Jack rindose. Lis tuvo que rerse tambin al or aquello. No os importa lo ms mnimo que haya un asesino suelto en el pueblo? No dijo Kitty negando al mismo tiempo con la cabeza. Cualquiera que conociera a Laura querra verla muerta. Francamente, es sorprendente que nadie la quitara de en medio antes. Y ahora, Lis, por el amorcito del nio Jess, DJALO ESTAR! Un tono fulgurante proveniente del bolso de Lis anunci la llegada de un mensaje nuevo. Lis sac el mvil y lo abri. Era Danny. Maldita sea, se haba olvidado completamente de Danny! Eh, Lis, como t va? Aun quieres hacer algo la semna q viene? D xx. De qu se trata, Lis? pregunt Jack mirando por encima de su hombro. Sin separar los ojos del mensaje, Lis coloc el telfono sobre la mesa grasienta con cuidado, como si pudiera desaparecer. Es Danny, que pregunta por nuestra cita. Quiere hacer algo en las vacaciones de mitad de trimestre. Gran error. Sus tres amigos estallaron en una explosin de burlas. Lis y Danny sentados en un rbol... canturre Delilah. Lis Marriott... Seora de Marriott, Marriott-London... ah, esto suena a nombre de hotel! exclam Jack entre risas. Cierra la boca! le solt Lis, aunque no pudo evitar que le asomara al rostro una sonrisa. Despus de tantas semanas, los dems saban perfectamente lo que ella senta por Danny. La turbia niebla de la muerte de Laura haba abandonado la cafetera. Lo siento dijo Kitty rindose. Solo nos burlamos porque nos hace

gracia que armes tanto revuelo por algo tan simple! Ya, ya lo s! No puedo explicarlo... Quiero decir, he estado con otros chicos... Ah, s? dijo Delilah con recochineo, provocando carcajadas en Kitty, mientras Jack haca un gesto obsceno con la lengua. Sois asquerosos! dijo Lis rindose. No me refera a eso! Lo que quera decir es que nunca me haba pasado esto. En Gales, o no me entusiasmaba el chico con el que sala, o no le entusiasmaba yo. Esta es la primera vez que quedo con un chico que me gusta... Y al que le gustas! declar Delilah, muy contenta. Lis sonri. No s por qu, pero l parece bastante entusiasmado. Ah, no tengo ni idea de por qu le puedo gustar con mi larga cabellera cautivadora y mis ojos de Bambi y mis impresionantes tetas! dijo Jack poniendo una sonrisa tonta y una falsa voz de nia. Vete a la mierda! respondi Lis rindose. Aquel era el momento ms relajado que Lis haba vivido en mucho tiempo. Se senta bien, como si las ltimas semanas no hubieran tenido lugar. Entonces, tenemos que presumir que Danny Marriott sera el primero? pregunt Delilah de forma directa, calmando el escndalo de la mesa. Eh... presumirais correctamente Lis dijo, atropellndose un poco con las palabras. El ao pasado, en dcimo, se quedaron embarazadas cuatro chicas de mi clase. No juzgo a nadie, pero no es eso lo que yo quiero para m, as que soy bastante mirada. Nos parece bien dijo Jack asintiendo con la cabeza. El ao pasado Gemma Cutler dio a luz un nio en los aseos... y todo el mundo la juzg bastante! Los cuatro se echaron a rer a carcajadas, las chicas balancendose sin control en las sillas. Vale, Jack. Por esa s que vas a ir al infierno! dijo Lis. Jack no respondi, sino que alarg el brazo hasta el otro lado de la mesa y le cogi el telfono. Perdona! Qu ests haciendo?

Le estoy respondiendo a Danny! No!, sers puetero, no te atrevers...! Vale, pues hazlo t. Todos los rostros la miraron. No estoy segura de si voy a aceptar la cita o no confes Lis. Lis, por qu no? pregunt Kitty con los ojos como platos. Has estado obsesionada con l desde que llegaste aqu. Ahora tienes tu gran oportunidad. Lis lanz un suspiro. No me entiendas mal, quiero ir, es solo que... con todo eso del asesinato... Por eso precisamente tienes que ir a la cita! le orden Jack. Por qu? Calma y adelante, y todo eso que se dice. Nadie te quita de tener novio! Kitty y Delilah sonrieron para animarla y sealar que pensaban lo mismo que l. Jack prosigui: Tienes que salir con Danny. Eres la nica con posibilidades de una relacin normal! Eh... perdona? Delilah indic con un gesto la pareja que formaban Kitty y ella, apretujadas en el banco de la cafetera. Cierra el pico, yo no os vi a ninguna de las dos en la marcha del Orgullo! dijo Jack con severidad. De verdad? No me digas que t si que fuiste? contest Kitty. Jack le lanz una mirada malvola con una sonrisa torcida hacia un lado. Vale, lo siento! Pero eso demuestra lo que quiero decir... solo porque nosotros seamos unos frikis, eso no quiere decir que t no puedas tener un novio como Dios manda. Adems, Danny es encantador. Y sexy. Lis not que las comisuras de su propia boca se le curvaban un poco hacia arriba. Nunca haba tenido amigos as. Amigos que quisieran verla mejor, no peor. Sus caras de ansia eran como espejos en los que ella se poda ver con claridad. Y bien? Vas a contestarle o le contesto yo? pregunt Jack.

Debo hacerlo? pregunt Lis. Tres cabezas asintieron con entusiasmo movindose de arriba abajo, y tres bocas sonrean mientras ella escriba la respuesta en el mvil. Le gustara o no, iba a quedar con Danny Marriott. Y, la verdad, le gustaba...

Primera cita

El cine ms cerca que haba de Hollow Pike se encontraba en un decado complejo de ocio a las afueras de Fulton. Caa una leve llovizna mientras Lis aguardaba a la puerta del vestbulo, ataviada con su trinchera roja y con la vieja bufanda de Sarah. Tal vez fuera la perspectiva de una semana sin instituto, o tal vez el tiempo que pasaba con sus amigos, el caso es que Lis dorma aquellos das sin problemas. Ni Laura ni la seora Gillespie turbaban sus sueos. El cansancio estaba dejando de dominarla, y se senta mejor de lo que se haba sentido en mucho tiempo. Se encontraba en la mejor de las condiciones posibles para afrontar su primera cita con Danny. La gente que no tiene edad legal para conducir, cmo consigue quedar para una cita de las de antes? La idea de encontrarse en el autobs simplemente les haba parecido tosca, as que ella haba accedido a verse con l a la puerta del cine. Max la haba dejado all pronto, Danny se retrasaba, y Lis empezaba a sentirse expuesta y vulnerable. Y si aquella cita solo fuera una especie de broma muy planeada? Entonces empez a pensar que la oferta de salir una noche con el adonis del equipo de rugby, Danny Marriott, tal vez fuera demasiado buena para ser cierta. Estaban Danny y sus amigos escondidos entre los arbustos, filmndola con el mvil, y preparados para subirlo a YouTube? Qu gran error haba cometido. Qu tonta haba sido al creer que era una chica normal, merecedora de las primeras citas y primeros besos y de novios. Mirando el telfono por milsima vez, Lis decidi conceder a Danny otros diez minutos antes de asumir que la haban dejado incluso antes de la primera cita. Lis! Danny dobl corriendo la esquina, aturullado y con la cara roja . Cunto lo siento, llegar tarde! Lis, eres una paranoica, se dijo a s misma mientras Danny llegaba hasta ella, a la entrada del cine. No te preocupes, no llegas tarde minti ella, lo cual confirmaba cunto le gustaba l.

Danny vacil a su lado, tal vez inseguro de si besarla. Inclinndose hacia su cara, le hizo una caricia en el brazo, y despus dio la impresin de que se reprenda a s mismo y volva a acercarse para darle un sencillo beso en la mejilla. Me olvid la cartera en casa. Tuve que regresar! Bueno, ests bien? S, estoy genial respondi ella, y enseguida se pregunt si genial segua siendo un trmino aceptable: Vamos, o nos perderemos los trileres. Te gustan los trileres? S. A veces son mejores que la peli! Danny sonri con aquella sonrisa, y el corazn de Lis empez a palpitar. Ahora que l estaba all, el nerviosismo de ella alcanzaba niveles picos. Qu chiflada! Vamos entonces! dijo Danny. Pasaron por la doble puerta y recibieron un asalto olfativo de palomitas de maz, olor corporal y perritos calientes de lata. Haca mucho que aquel lugar no vea una mano de pintura. Cruzaron el vestbulo alfombrado de chicles hasta la desordenada cola que sala de la taquilla. Lis tena de verdad muchas ganas de ver la continuacin, excepcionalmente sanguinaria, de Sierra de metal, que se titulaba Sierra de metal: el segundo trozo. La primera parte haba resultado cmica sin pretenderlo, pero tambin haba tenido sus momentos escalofriantes. Antes, Jack haba planteado la pregunta de si era aquella una pelcula adecuada para una primera cita, especialmente teniendo en cuenta que haba una chica asesinada y un asesino suelto por all, pero Lis haba pensado que Danny estara encantado de ofrecerle un hombro en el que esconder la cara. Una imagen en dos dimensiones y tamao real del payaso satnico de la pelcula, Mister Jinkie, dominaba el vestbulo. Un escalofro le recorri la columna a Lis. Pareca irnico que buscara recibir sustos despus de lo que haba pasado ltimamente. Te invito, vale? dijo Danny, invistindose de seguridad masculina, para ver qu tal le quedaba. Perfecto caballero. Estoy impresionada dijo Lis, y sonri. Pero yo compro las palomitas, y no admito peros! O eres de los que prefieren una bolsa de chuches? Aqu...? Te imaginas todos los dedos que las han tocado? No, gracias!

Lis se rio con una risa franca y plena. Hasta all la cosa iba bien. De hecho, estar con Danny era sorprendentemente fcil. Pareca bastante natural. Entonces palomitas! decidi Lis. La cola avanz rpidamente, y llegaron ante una cabina cerrada de plexigls, en la que estaba un chico gordo, lleno de granos y con el pelo grasiento metido en una gorra de bisbol de la cadena de cines a la que perteneca aquel y una tarjeta de identificacin en la que indicaba que l era Gary. Hola dijo Gary con un rostro desprovisto de todo entusiasmo. Hola, amigo respondi Danny. Nos puedes dar dos para Sierra de metal, por favor? La expresin de aburrimiento de Gary vacil un poco. El carn. La sonrisa se borr de la cara de Danny. Todo el mundo saba que aquel cine venido a menos dejaba entrar a los estudiantes a la pelcula que les diera la gana. Era el nico motivo para ir a aquel estercolero en vez de coger el tren a Leeds. Cmo? pregunt Danny. Gary se inclin ligersimamente hacia delante. He dicho el carn! Tengo que ver el carn. Sierra de metal es para mayores de dieciocho, amigo. La pelcula tena que empezar en tres minutos, y todava haba una cola de clientes que esperaba para entrar. Lis oy que la pareja de detrs lanzaba un notorio suspiro de impaciencia. Tenemos dieciocho los dos. Lo siento, pero me he dejado el carn en casa dijo Danny sin perder la calma. No he dicho que ella necesitara el carn. He dicho que lo necesitas t. Ah, bueno. Tengo dieciocho, en serio. Fecha de nacimiento? Farfull su fecha de nacimiento al de la taquilla. Dios mo, me alegro que sea bueno en Ciencias, porque para Mates parece negado. Muy bien, to. Entonces tienes diecisiete aos calcul Gary.

No! Yo tengo... Danny hizo el clculo demasiado tarde. Vale, ah! Se puso colorado y no fue capaz de mirar a Lis a los ojos, ni siquiera cuando ella le cogi la mano. Ella vio con toda claridad su ego herido. Se acerc un poco ms al de la taquilla. Mira to, has dejado entrar a la mitad de mi instituto, no seas capullo! Me ests diciendo cmo tengo que hacer mi trabajo? En absoluto! Espero que no, listillo. Lis se estremeci al or aquello. Tienes tres opciones: o me enseas el carn, o te das el piro, o sacas dos entradas para Castillo de la fantasa. Cul eliges? Castillo de la fantasa era una nueva pelcula de animacin en 3D que trataba de unicornios. Mejor no. Creo que nos daremos el piro dijo Lis antes de que Danny pudiera responder. No tenas necesidad de ser tan desagradable. Veo que te llamas Gary. Puede que llame maana a tu jefe. Gracias. Sonri con dulzura, y arrastr al afectado Danny hacia la salida. Me he querido morir de la vergenza refunfu Danny sin atreverse a mirar a Lis a los ojos. Debes de pensar que soy el mayor fracasado de la historia. No, pienso que el mayor fracasado de la historia es ese to. T lo nico que necesitas es mejorar tu agilidad con las matemticas. Danny logr sonrer ligeramente mientras salan al fresco del parking. S, qu demonios le ha pasado a ese to? Seguramente, que sigue virgen a los veintids aos y vive con su madre dijo Lis rindose. Solt la mano de Danny y se volvi de cara a l . No dejes que te afecte, l solo te tiene envidia. Y haciendo acopio de confianza en s misma, se puso de puntillas y le dio a Danny un beso suave, nada ms que un roce en los labios. Dio la impresin de que aquello era lo que Danny necesitaba. Una amplsima sonrisa se extendi por su rostro: misin cumplida! Bueno, si me tiene envidia, ser solo porque estoy con una chica tan guapa le dijo Danny. Lis se ech a rer. Bueno, eso es un buen piropo. Gracias. l se rio tambin, y esta vez le cogi la mano. El plan de ver

la peli ha fracasado, as que qu te parece ir a cenar? Nada ms salir del parking hay una churrasquera excelente. Es la mejor comida del mundo! Lis frunci el ceo, como sintiendo pena. Danny... soy vegetariana! l se dio con la palma de la mano en la frente. Te llamo a un taxi? No! sonri Lis. No tenas por qu saberlo. Tengo una idea mejor...

Queris pan de ajo, o pan de ajo extragrande? pregunt la hosca camarera, que Lis reconoci como una estudiante de Bachillerato del Instituto de Fulton. Para m, me parece que el extragrande. Lis, crees que podrs enfrentarte a un pan de ajo extragrande? pregunt Danny sonriendo. Extragrande es mi segundo nombre, querido. Extragrande para los dos! La camarera puso los ojos en blanco y se fue de la mesa arrastrando los pies. Una fiesta de jovencitos, integrada por al menos diez chavales de noveno curso, ocupaba el siguiente reservado, y los nios no paraban de pasar al lado de Lis y Danny intentando llegar a la mquina de helados. Pizza Factory era un lugar con clase: Delilah haba trabajado all el verano anterior, por lo visto, pero haba abandonado al cabo de una semana porque no poda soportar los chillidos de los nios. Lo siento mucho dijo Danny inclinndose sobre la mesa de formica. No es esta la noche que yo tena en mente. Est bien le dijo Lis por decimoquinta vez. En realidad, tal vez es mejor as. Danny se rio. Eso lo dudo! Pues lo digo en serio. Aqu podemos hablar. Eso no lo podramos haber hecho en el cine.

Es verdad. Entonces de qu quieres hablar? pregunt, mientras sus ojos de zafiro brillaban ms que nunca. Lis se tom eso como seal de que l mismo estaba disfrutando pese al fluorescente restaurante. Sobre ti respondi ella con sinceridad. Era la primera vez en lustros que no estaba preocupada por chicas muertas ni por pesadillas. Sobre m? S. Todo el mundo lo sabe todo sobre m: yo soy la nueva, la rara, la galesa... y eso ya antes de la que me hizo Laura. Dej de hablar en cuanto el nombre de Laura sali de sus labios. No era aquel el momento ni el lugar para hablar de ella. Pero qu me dices de ti? Qu te digo de m? No hay realmente nada que averiguar. Levant las manos en forma de libro abierto, poniendo los ojos como platos. O casi. Como si eso fuera posible! No hay nadie tan franco. De verdad? Cul es tu secreto? Lis frunci el ceo sin querer, y por un segundo se pregunt si l sabra algo. No, no era ms que paranoia otra vez. No cambies de tema. Estamos hablando de ti le reprendi. Vale, pero no hay realmente mucho que saber... Tengo cuatro hermanas y yo soy el nico chico. Vaya, tu casa debe de ser una fiesta hormonal! dijo Lis rindose. Si lo sabr yo! Y encima soy el menor, as que soy el blanco constante. Pero mola. Helena y Abby se acaban de emancipar, as que la casa ya no tiene tanto de manicomio como antes. Crees que tus padres pensaban seguir insistiendo hasta que tuvieran un nio? S, justamente! dijo rindose. Yo soy el bendito varn! Debo de haber sido una gran decepcin... Lis sinti que las paredes se acercaban un poco. Hasta aquel momento, Danny haba estado en plan divertido, como un presentador de televisin o algo as, ahora de repente pareca ms real. Por qu dices eso? pregunt. No lo s. Simplemente no estoy seguro de que yo sea lo que mi padre

quera en un hijo farfull. Dios mo, esto es deprimente. Vmonos! No, ya s lo que quieres decir. Yo tampoco estoy segura de que mi madre me entienda. Hubo un momento de silencio, y de repente ellos pasaron a ser las nicas personas del mundo entero, mientras el ruidoso restaurante se desvaneca. Supongo que ese es el problema con los hijos... dijo Danny, nunca sabe uno lo que se va a encontrar. Por eso te metiste en el equipo de rugby? pregunt Lis en voz baja, confiando en no estar siendo demasiado atrevida. Para agradar a tu padre? Por supuesto! Lo hice porque l me prometi que, si lo haca, me dejara ir a ese macrocongreso de Star Wars en Londres. Espera un segundo, es demasiada la informacin que tengo que procesar! dijo Lis rindose. l respondi afablemente: Ya, ya lo s. Pero, de todas formas, el rugby se me da bien y me gusta. Casualidad? Creo que es solo casualidad, pero es una suerte que os venga bien a los dos, a tu padre y a ti. Eso crees, verdad? No, l simplemente encontr algo ms con lo que mortificarme! Danny frunci el ceo. No estoy haciendo gran cosa para impresionarte esta noche!, no? Danny, yo me he desplazado trescientos kilmetros para vivir con mi hermana! Mi vida familiar tiene poco de idlico. Si ni siquiera he visto a mi padre desde que tena once aos. Suerte la tuya! Los dos se rieron, regodendose en aquel espacio comn que haban encontrado. Y en el momento en que Danny tenda la mano por encima de la mesa para coger la suya, la camarera le plant el sper de ajo encima del brazo.

Hubiera sido mucho ms fcil para los dos coger el autobs de regreso a Hollow Pike, pero eso habra supuesto pasar menos tiempo juntos, as que se volvieron andando. Fueron paseando todo el camino. Despus de pasar cuatro horas juntos, no haban agotado las cosas que decir. Lis ya estaba imaginndose su vestido de novia, algo que se guard mucho de confesarle a Danny. Aparte de eso, se mora de impaciencia por llamar a Jack y contarle todo lo que haba pasado aquella noche. El caso es coment Danny sonriendo abiertamente que ni siquiera me gustan las pelis de miedo! Propuse ir a ver Sierra de metal porque saba que t queras verla! Qu tienen de malo las pelculas de terror? Son divertidas! A m me parecen... desagradables. Quiero decir... a quin le apetece ver a gente que asesinan y cortan en pedazos? Sin ninguna intencin, le cogi a Lis la mano, mientras serpenteaban la colina hacia la casa de Sarah. A m. Es emocionante! respondi Lis. Te gusta que te asusten? pregunt con incredulidad. Me estoy acostumbrando a eso... Habra sonado demasiado raro? Se reprendi a s misma por hablar antes de pensar. Bueno, conmigo ests a salvo de todo dijo Danny, irguindose todo lo que poda. Lis lo mir. Tena una cara tan bondadosa! No poda quitar los ojos de ella, ni dejar de examinar el subir y bajar de su estructura sea. Esta es mi casa dijo ella cuando llegaron ante el camino particular para el coche. Estaba muy nerviosa. Era el momento de decirse adis, y pese a todo lo que le fastidiaba hacerlo, quin saba lo que vendra como gesto de despedida? Danny se volvi hacia ella y le cogi las dos manos en las suyas. Dios mo, tus manos son como cubitos de hielo! Lo siento. Sonri lo ms dulcemente que poda, ladeando su cabeza hacia la de l. Lis, he pasado una noche estupenda, aunque todo saliera mal! Te prometo que en cuanto Sierra de metal salga en DVD... Olvdalo! Yo tambin he pasado una noche estupenda dijo acercndose un centmetro ms a l.

Creo que eres impresionante farfull. Si quisieras volver a salir la semana que viene o algo as... S, eso me encantara. La cosa estaba resultando difcil. Lis desplaz la punta de su zapato alrededor del pie de Danny, poniendo mucho cuidado en tocarlo. Genial! Bueno, nos veremos en el insti, claro, as que podremos pensar en algo. Danny? S? Es ahora cuando me tienes que dar un beso de buenas noches. Ah, bueno, me estaba preguntando cundo era el momento! Sonri con una sonrisa amplia y magnfica, y entonces, por fin, se acerc, buscando con sus labios los de ella. Lis sinti la boca clida, hmeda y hermosa de Danny presionando contra la suya. Cerr los ojos, y fue como si todos los sentidos de su cuerpo se hubieran desplazado a sus labios para sentir hasta el ltimo detalle del beso. l baj las manos hasta su cintura. Una corriente elctrica le recorri la columna vertebral con la ternura de su contacto. Incluso a travs de su trinchera, ella pudo notar aquel calor magnfico de sus manos, y no pudo evitar imaginarse cmo seran en contacto con la piel. l la apret contra l al tiempo que ella le pasaba los brazos por el cuello. El beso se hizo ms intenso. Hubiera querido seguir y seguir y seguir. Anda! dijo una potente voz con acento gals. No hace falta licencia para ese tipo de comportamiento? Danny se retir de inmediato, y Lis alz los ojos y vio a Sarah, que estaba en la terraza de delante, saludndolos con la mano y con una sonrisa traviesa en la cara. Afortunadamente, Danny vio la cosa por el lado divertido, y solt una carcajada, mientras corresponda con un tmido gesto de la mano. Sarah le gui el ojo ostentosamente a Lis, antes de entrar en la casa. Danny, lo siento mucho. Lis notaba que las mejillas se le encendan. Es mi hermana. Y la voy a matar, aadi para s. Ah, vale... Parece maja. Adems, yo me estaba dejando llevar...

Lis sinti su propio corazn golpendole contra las costillas, y amenazando con salirse del pecho. Hasta l lo iba a or! Yo tambin farfull ella. Creo que tendra que entrar... y matarla. Danny se inclin una vez ms y le dio un beso mucho menos osado, apretando sus labios brevemente contra los de ella. Buenas noches, Lis. Maana me pasar el da pensando en ti. S, est bien! La bes una ltima vez, sonri como un loco, y despus se volvi y se alej caminando, dejndola a ella sonriente y feliz en el camino que llevaba a la casa.

Por dnde andas, Sarah Harvey? grit Lis, entrando en casa a la carrera y dando un portazo tras ella. Qu vergenza me has hecho pasar! Quera morirme! Sarah fingi despreocupacin, haciendo como que hojeaba una revista en el saln, sentada en el sof. O sea que ese era Danny? Lis se par delante de ella, con los brazos en jarras, intentando enfurecerse, pero no lo consigui. La noche haba resultado demasiado maravillosa para gastar el tiempo enfadndose. Sarah levant los ojos de la revista, con una sonrisa que Lis no pudo resistir. Ah, Sarah! Ha sido una noche esplndida! Lo s, ya lo vi. Lis se ech sobre el sof, junto a su hermana. Me refiero antes de eso. Fuimos a cenar algo y simplemente hablamos y hablamos sobre su familia y su vida y... sobre... todo. Ha sido impresionante. Vamos a volver a salir la semana que viene. Solo un consejo, Lis, cielo... Ajo en una primera cita? Qu error de novata! Huelo?

Apestas, cielo! Espero que l tomara alg... Sarah se qued callada de repente. Qu? Sarah se inclin hacia delante, cogiendo el mando a distancia de la tele que estaba en el brazo del sof. Lis se retorci para ver la ancha pantalla, que retrasmita la ltima edicin del telediario. Laura ocupaba la pantalla. Una locutora de mediana edad hablaba a la izquierda de la apabullante imagen de Laura: era la misma foto que haba presidido tan orgullosamente su homenaje en el instituto. Los padres de la estudiante asesinada, Laura Rigg, han hecho hoy un emotivo llamamiento a los posibles testigos para que hablen. Desde North Yorkshire, Gita Nersessian. La imagen se desvaneci para dar lugar a uno de esos partes de la polica que se ven todos los das en las noticias. Un panel de gente con aspecto cansado estaba sentada delante de una pantalla que mostraba un logo regional de la polica. Haba espordicos flashes y disparos de cmaras fotogrficas, y periodistas que apuntaban con los micrfonos. En el centro estaba sentado el padre de Kitty con los padres de Laura. Sarah se estir hacia el otro lado del sof, y le cogi la mano a Lis. Quieres que lo quite? pregunt con gentileza. No respondi Lis, cogiendo el mando y subiendo el volumen. Ha pasado una semana desde que el cuerpo de una adolescente de Hollow Pike, Laura Rigg, fue encontrado en este pintoresco lugar, pero la polica no ha llevado a cabo ningn arresto. Hoy los padres de la vctima, Ian y Jennifer Rigg, han hecho su sentido llamamiento... Se vio un primer plano de una consternada mujer de cuarenta y pocos aos. Era Laura, solo que veinticinco aos mayor: el mismo pelo, cara, ojos... El parecido produca escalofros. Hemos perdido lo que ms queramos en el mundo dijo con voz temblorosa. Junto a ella estaba un hombre robusto y apuesto, del tipo George Clooney. Sin lugar a dudas, era el mismo hombre al que haba visto Lis en la calle, riendo con Laura. Pas un brazo en torno a su mujer, en ademn protector.

Jennifer Rigg prosigui: Necesitamos saber qu le sucedi a nuestra hija. No descansaremos hasta que lo sepamos. Seguro que hay alguien que sabe algo, que est protegiendo a alguien. Esto ya dura demasiado... Por favor, atrvase a ponerse en contacto con la polica. Por favor! Lis apret el botn rojo y la pantalla qued en negro. Toda su emocin se la haba tragado la tele. Sin decir una palabra, se levant y se fue a la cama. Sarah la miraba, muda. Una vez en el dormitorio, Lis se quit la trinchera y se ech sobre la chaise longue. En la cama, se encogi en una bola. Se senta culpable. Aquella sensacin de culpa que le resultaba ya bien conocida regresaba. Aquella noche haba experimentado con Danny algo muy raro: un primer beso perfecto. Ya no habra ms primeros besos para Laura Rigg: haca semanas que haba dado su ltimo beso, sin siquiera saberlo. Habra pensado que tena por delante una larga vida, repleta de besos. Pero ya no. Lis comprenda toda aquella filosofa de la muerte es parte de la vida, pero en aquellas circunstancias no significaba nada. No saba por qu tena que tener una sensacin tan mala sobre la vida por el hecho de estar muerta Laura, pero as era. Las noticias de la noche haban supuesto un recordatorio en el momento preciso en que ella estaba a punto de sentirse feliz. Procedente de las entraas de su bolso, oy un leve tono. Suspir y se inclin sobre el borde de la cama, acerc el bolso, y meti la mano para buscar el telfono. Un nuevo mensaje. Era de Danny: T lo dije en serio: no puedo dejar de pensar en ti! Dulces sueos D xxx. Haba dicho en serio cada palabra: ella estara a salvo con l. Aunque saba que eso era un poco egosta, Lis no pudo evitar sentir un cierto alivio por dentro. El corazn se le aceler y, cerrando los ojos, sonri y repiti el beso en su mente.

Tercera parte
El demonio est ms vido de tentar al bueno que al malo... As pues, el demonio intenta con todas sus fuerzas seducir a las chicas ms santas. Malleus Maleficarum, 1486

Ofrendas

El mejor modo de saber si un chico es virgen es entablar con l una conversacin sobre sexo, como Lis descubri el lunes siguiente a las vacaciones de mitad de trimestre. Creo que estuvo muy bien... le dijo a Jack. Os acostasteis? Jack! exclam Lis mientras caminaban hacia las taquillas. Te importara...? Cielo santo, lo hicisteis! Qu tal fue? Jack! Bueno, eso quiere decir que s o que no? pregunt l, con una sonrisa lasciva. Quiere decir que no, pervertido! El pasillo pareca especialmente deprimente aquella maana. Era el da de vuelta de las vacaciones, y era como si la mayora de los estudiantes estuvieran ya contando las semanas, das y horas que faltaban para Navidad. La semana se haba pasado demasiado aprisa para el gusto de Lis: su cuerpo haba reaccionado con irritacin al sonar la alarma a las siete de la maana. Lo nico bueno que tena aquello era que volvera a ver a Danny. El funeral de Laura haba tenido lugar durante las vacaciones. Apenas haba merecido una mencin en el telediario, pues haba sucedido recientemente otra atrocidad que resultaba ms emocionante para los canales de televisin. La gente se iba olvidando poco a poco de Laura Rigg. Yo solo preguntaba! protest Jack. Ya habis quedado para volver a veros? Lis arrug un poco la cara. No. No ha parado de enviarme mensajes de mvil, pero no me lo ha vuelto a pedir. Estoy empezando a preocuparme. Por qu te iba a mandar mensajes de mvil si no estuviera interesado? Relax.

Te har caso con tal de que no vuelvas a usar nunca ms la palabra relax! Jack sonri, parndose ante su taquilla, en la que alguien haba tenido la gentileza de rayar la palabra MARICN. Sac un sobre cerrado. Qu es eso? pregunt Lis. Mi excusa semanal para no hacer Educacin Fsica. Mi madre ha tirado la toalla. Esta semana tengo la espalda mal, la que viene ya veremos. Tendris que ir algn da dijo Lis rindose. Cmo es que ella era la nica del grupo que acuda a las clases de gimnasia? Cuando el profesor Colleman deje de llamarme muequita, empezar a ir! le respondi Jack. A Lis le sonaban las tripas. Quieres ir a la cafetera? S, claro: me muero de hambre. Vale dijo Lis con un suspiro. Solo voy a preparar el equipo para la prxima clase. Algunas hacemos netball, sabes? Se acercaron a la taquilla de ella, que se encontraba amenazadoramente prxima a la de Laura, que estaba sellada con la cinta de colores de avispa de la polica. Se quedaron en silencio los dos. La cinta haca que la taquilla roja pareciera un regalo de Navidad. Es deprimente dijo Jack, mordindose una ua. Qu crees que habra dentro? No lo s dijo Lis, y se qued callada, buscando en el bolso la llave de su candado. Supongo que la polica la habr vaciado. Solo entonces se dio cuenta de que el candado de su propia taquilla estaba abierto. Lo quit e intent apretarlo. Pero estaba estropeado, y se negaba a volver a cerrarse. Qu pasa? Que mi candado est estropeado... dej la frase como interrumpida, mientras alargaba la mano hacia la manecilla de la taquilla. Se haba estropeado, o lo haban forzado? Sinti el corazn en un puo. Empez a abrir la puerta de la taquilla. Lis... tal vez debiramos... Un amasijo negro se balance ante sus ojos. Lis se qued paralizada,

mientras su mente trataba de comprender lo que vea. Fue Jack el que lanz el primer grito y salt hacia atrs como si hubiera visto en el vter la aleta de un tiburn. Ms o menos grapado a la cara interior de la taquilla haba un cuervo muerto, con las alas grotescamente abiertas, crucificado. Las plumas se caan de la taquilla, y una sangre escarlata haba empapado el equipo de Educacin Fsica y los libros de texto. Los ojos sin vida del pjaro la miraban acusadores. Le cost a Lis un segundo, pero entonces lanz un chillido. Cay hacia atrs, en los brazos de Jack, y lo derrib al suelo al mismo tiempo que la seora Dandehunt sala de su despacho. Qu demonios es todo este ruido? solt ella, pero viendo a aquellos dos que, aterrados, trataban de levantarse del suelo, se agach para ayudarlos. El profesor Gray sali a toda prisa del aula G2 y lleg ante Lis al mismo tiempo que la directora. Para entonces, haban llamado la atencin de otros estudiantes que pululaban por all. Lis? El profesor Gray la cogi por las axilas y trat de ponerla en pie. Qu ha pasado, dime? Miren...! dijo ella entre dientes: Mi taquilla! La seora Dandehunt elev los ojos a la taquilla. El profesor Gray abri la puerta, para volver a cerrarla de un golpe, disgustado. Qu dem...? dijo sin voz. Lis, Jack, estis bien? Jack asinti con la cabeza, sin poder decir nada de la sorpresa. Lis hizo un esfuerzo por mantenerse en pie. S, estar bien. Era algo demencial. Qu clase de persona poda haber hecho aquello? Con los profesores all, se sinti ms tranquila, pero sucia, realmente sucia. Tena sangre seca, marrn y pegajosa en las manos. Puedo ir a lavarme las manos? El profesor Gray mir a la seora Dandehunt, que asinti con la cabeza. S, claro. Me encargar de que alguien te quite eso de la taquilla le dijo el profesor Gray. Jack, por favor, puedes asegurarte de que est bien? Naturalmente respondi l con calma, pero con la tmida torpeza que le produca la presencia de profesores.

Santo Dios, por qu demonios puede hacer alguien una cosa as? se pregunt el profesor Gray con una mueca de disgusto. La seora Dandehunt ech otra mirada al interior de la taquilla. Arrug los labios, pensativa. Mmm! fue todo lo que aadi. Mientras Jack se llevaba a Lis de all, ella volvi a dirigir una mirada al cuervo. Solo se le ocurra una razn para semejante regalo: que fuera una advertencia. Una advertencia de alguien que saba que ella haba sido vista en algn lugar en que nunca debera haber estado.

Aun despus de una ducha, la sensacin de suciedad persista. En su mente, la sangre segua recubrindole los dedos. Lis se envolvi el pelo mojado en una toalla retorcida, y se dej caer en la cama. Cogiendo el libro de texto de espaol, intent ocuparse la mente con el idioma, bloqueando la imagen recurrente del cuervo muerto. Su paranoia estaba haciendo horas extra. Lo nico que se le ocurra era que aquello era un mensaje del fantasma del vdeo, de la mano en el rbol: Te vi: mantn la boca bien cerrada. A la taquilla de Jack no le pasaba nada, y l haba puesto mensajes de mvil a Kitty y Delilah para preguntarles por las suyas. Ninguna de las dos chicas haba recibido ninguna advertencia. Solo Lis. Haba sido especialmente elegida. Lis se desprendi la toalla, dejando que los hmedos mechones le cayeran por la espalda. Alguien golpe en la puerta, y Lis se sobresalt tanto que tir la taza de t que tena puesta en el tocador. No poda seguir as. Entra dijo, secando el t derramado con un par de pauelos de papel. Te dejaste el mvil abajo, en el bolso, cielo. Y no para de sonar anunci Sarah, tendindoselo. Tena que ser Danny. Lis cruz la habitacin en un segundo. Gracias, Sarah. Se llev el mvil al odo, con el corazn palpitante: S...? Hola, guapa. Soy Delilah.

A Lis se le cay el alma a los pies, y tuvo que apoyarse contra la cama. Le gustaba tener noticias de Delilah, pero era Danny quien de verdad quera que la llamara. Qu tal te encuentras? Mejor? pregunt Delilah. Ah, s, superndolo. Dos duchas le dijo Lis. Pobrecita ma. Jack nos lo ha contado todo. Parece horrible de verdad. Lo fue, lo fue. Sencillamente no entiendo por qu hizo eso quien fuera. Se sent sobre las piernas. Crees que tendr algo que ver con lo de Laura? Hubo una pausa al otro lado de la lnea. La verdad es que no lo s, amiga ma. Podra tratarse de una broma de mal gusto. Pero que muy mal gusto. No te encaja, a que no? No admiti Delilah. Solo hay dos cosas en las que no creo, y una de ellas es las coincidencias. Y la otra? El gobierno. Lis logr rerse sardnicamente al orlo. Esto podra no ser un ave casual. Podra tratarse de una ofrenda, de un sacrificio... Lis frunci el ceo. Qu le pasaba a la gente en aquel pueblo? Qu...? Ya sabes, paganos, brujera, satanismo... Algunos hechizos requieren una ofrenda. Una ofrenda sangrienta. Una ofrenda sangrienta a mi taquilla? Delilah resopl al otro lado del telfono: No era ms que una hiptesis. Es verdad que el sacrificio se lo hacen al dios astado. Como mencionaste lo de las brujas, empec a pensar que poda haber algo de eso, no es nada ms. Ya, bien, las brujas son una de las cosas en las que no creo yo. O al menos creo que no creo en ellas dijo Lis, cada vez ms insegura.

Amiga ma, no deberas ser tan cerrada de mollera, ya no se lleva dijo Delilah en un arrullo. En la mente de Lis se conectaron dos piezas del rompecabezas. Delilah...? Cogiste t el libro de la tienda de la seora Gillespie? El de La historia oculta de Hollow Pike? No farfull Delilah. Soy inocente. Lis se coloc muy tiesa en el borde mismo de la cama, otra vez tensa. Crees que podra haberlo hecho Kitty? No es su estilo, la verdad. No seguirs sospechando que podamos tener algo que ver con el asesinato de Laura, no? Lis neg con la cabeza: No, no: claro que no. Llegaremos al fondo de esto, te lo prometo dijo Delilah. No hay de qu preocuparse. Si haba alguien ms en el bosque, esa persona no querr que nadie la descubra, no? Por qu iban a hacerse ver dejndote cosas muertas en la taquilla? Eso no tiene sentido. La polica atrapar al asesino de Laura. Hasta entonces, tenemos que pasar desapercibidos. Callados como una tumba. Suspirando, Lis se dej caer en la cama. Vale, eso puedo hacerlo. Bueno, espero que duermas bien. Dulces sueos, guapa. Delilah le lanz un beso, y colg. Lis se masaje las sienes, que le dolan. Dndose la vuelta, enterr la cara en la almohada, y ahog un grito que restall por dentro como una descarga. Cundo despertara de una vez de aquella pesadilla?

Al otro lado de la lnea, Delilah colg y pos con cuidado su mvil sobre un libro viejo, encuadernado en piel, que se titulaba La historia oculta de Hollow Pike.

La canguro

Los altos ventanales con vidrieras esparcan rayos de luz multicolor por la grande y tenebrosa biblioteca. Pensativa y melanclica, Lis contemplaba cmo hacan piruetas en esos rayos las motas de polvo. Ahora que estaban en noviembre, haba ms estudiantes en las salas de lectura, que acudan all para escapar de las zonas al aire libre. Se haca cada vez ms difcil no perder el sitio en aquel calentito rincn con su cojn, pese a que Daphne, la bibliotecaria, intentaba reservrselo. Sola ante una mesa de estudio, Lis repasaba por encima su libro de espaol y lea un artculo sobre la ciudad de Mxico. Las ruinas aztecas parecan increbles, lo que quedaba de ellas. Se imagin una poca en que dispondra de dinero para ir a verlas por s misma. Cunto tardara en suceder eso? Diez aos, quince...? Un fragmento optimista de su cerebro le permiti imaginar que, para entonces, aquella cruz que era Laura Riggs se le habra cado ya del hombro. La verdad es que ahora entenda mucho mejor a Lady Macbeth11: el sentimiento de culpa es horrible, y eso que ella ni siquiera haba matado a nadie. Un par de manos le taparon los ojos. Quin soy...? Banquo? Danny se sent a su lado, bastante perplejo. Qu? Olvdalo dijo ella, emocionada de verlo. No me has mandado ningn mensaje. Lo estuve esperando levantada toda la noche! Lo siento. Tuvimos partido contra los de la Escuela de Gramtica de Blackheath. Nos ganaron. Lis se rio, pensaba l que ella era de esas?
Lady Macbeth y Banquo son personajes de la obra teatral de Shakespeare Macbeth. Cegados por la ambicin, Macbeth y su esposa Lady Macbeth van cometiendo crmenes que les despejan el camino al trono de Escocia, y despus siguen cometindolos para conservarlo. En la escena ms famosa de esta tragedia, el sentimiento de culpa ha hecho enloquecer a Lady Macbeth, quien, imaginndose que sus manos estn recubiertas de sangre, se las lava una y otra vez sin conseguir que la sangre se vaya.
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Estaba bromeando! Siento lo del partido. No pasa nada. Y te aseguro que quera ponerte un SMS, de verdad. Quiero saber cundo ests libre. Al otro extremo de la biblioteca, Daphne se llev un dedo a los labios antes de menearlo acusatoriamente contra ellos. Cuando quieras admiti Lis. Estaba harta de juegos. Lo ltimo que necesito ahora es disponer de tiempo para m sola. Danny dej caer las cejas. Qu te pasa? Lis se encogi de hombros, no sabiendo cmo explicarlo. Eh... por dnde empiezo? No has odo lo del ave muerta que pusieron en mi taquilla? Daba bastante miedo. S, lo siento. Seguramente fue Connor OGrady, que est loco de atar. Por qu no hacemos algo esta noche para que te distraigas? No te quitar los ojos de encima! dijo con una sonrisa. Ella hizo un mohn. No puedo. Tengo que hacer de canguro de mi sobrino. Danny arrug la nariz por un segundo. Vale, y si voy a ayudarte? Le molestara a tu hermana? Podramos poner una peli o algo as. En Bangor, poner una peli era una frase en clave que quera decir otra cosa. Ah, s? No es lo que ests pensando! O sea que lo de poner una peli significaba all lo mismo. Me comportar. Si quieres puedo descargar Sierra de metal 2 para verla sugiri Danny. Es totalmente ilegal, pero t lo mereces! Lis sonri. Danny volva a aliviar sus penas. La cosa no tiene mala pinta le dijo. Pero yo no prometo comportarme...

Qu se pona una para una cita de canguro/sesin de cine? Todo lo que haba probado pareca excesivo. Al final, Lis le rob a Max una antigua camiseta de Guns N Roses, y se la puso sobre unos leggings: quedaba de andar por casa, guay y un poco roquero. Haba acostado ya a Logan, y ahora aguardaba en su habitacin, con una msica tranquila de fondo. Danny tardara an una hora ms o menos en llegar. Respira hondo, Lis, respira hondo. En pie, delante del espejo, se despein un poco, deseosa de no dar la impresin de haberse pasado una hora preparndose. En el piso de abajo, oy un ruido de patas y ladridos estridentes: Sasha se haba levantado para acudir a la puerta. Uf, Danny llegaba muy pronto...! Lis cruz el descansillo y baj la escalera a saltos, impulsndose desde el pasamanos a la cocina. Y entonces frunci el ceo: Sasha daba saltos ante la puerta de atrs. El porche tena una puerta que daba al camino del coche, y otra que daba a la terraza trasera. Pero no haba acceso al jardn de atrs desde la calle. Entonces comprendi que no haba odo el timbre de la puerta, tan solo a Sasha. Qu extrao. Qu te pasa, perrita loca? Quieres salir? Le abri la puerta, y la sujet al enganche de la pared. Una rfaga de fro aire de noviembre invadi la casa. Sasha sali al patio corriendo, ladrando como una loca. Subi por la escalera que llevaba a la terraza trasera, la del dormitorio de Lis. Lis sali al patio oscuro, sintiendo las losas heladas a travs de los calcetines. Sasha, no te vayas! grit. Haz lo que tengas que hacer y vuelve a entrar! El tendedero en forma de paraguas, que tena algunas toallas viejas colgadas, chirri al girar con la brisa. Lis se frot los brazos para calentarlos ante el penetrante fro, mientras Sasha segua ladrando desde lo alto de la escalera del jardn. Tras echar un vistazo atrs, a la casa, para asegurarse de que no se le cerraba la puerta, Lis subi la escalera corriendo. El perro de la familia ladraba a las sombras, como un centinela escrupuloso. Recordando las sombras que haban aparecido haca semanas ante su dormitorio, Lis observ el jardn detenidamente.

Pero lo nico que se mova era el molinete de plstico de Logan, que giraba con la brisa. Qu mosca te ha picado? dijo Lis, agarrando a Sasha por el collar. Vamos para dentro! Arrastrando tras ella a la fuerza a la peluda criatura, baj las escaleras y volvi a meter al perro en casa. Perra tonta! dijo alborotndole el pelo. Cerr de un portazo y baj el cierre. Despus, pensndolo mejor, tambin gir la llave en la cerradura, por si las moscas, y despus sac las llaves de las cerraduras de ambas puertas, delantera y trasera, y regres a la cocina para echarlas en el frutero, que era donde se solan dejar aquellas llaves. Mir el reloj de la cocina y vio que le quedaban cincuenta minutos hasta que llegara Danny. Qu hara hasta entonces? Dar vueltas por la casa? Ver Glee12, esa era la respuesta. Los episodios de Glee siempre la relajaban. Secndose las hmedas manos en la camiseta, entr en el saln y encendi la tele. Pero Sasha segua mostrando aquel comportamiento extrao. Ahora corra como una exhalacin de una ventana a otra de la casa, intentando atisbar en la noche. Lis no estaba dispuesta a permitir que una perra hiperactiva echara a perder su noche con Danny. Ya basta le dijo cariosamente. A tu cesta. Llev a la perra a travs del invernadero, que comunicaba con el saln, hasta donde tena la cesta. Ahora a dormir, bobalicona. Dej all a Sasha y volvi a entrar en el saln. A ver, qu estaba haciendo? Ah, s, el DVD! Subi la escalera corriendo, irrumpi en su habitacin, y localiz en la estantera el estuche de Glee. Lo sac y se volvi para salir del dormitorio. Solo entonces not que algo no estaba en su sitio. Incluso con la escasa luz que daba la lmpara de su dormitorio, poda distinguir algunos detalles sutiles. La puerta del armario estaba abierta. Los cajones de la cmoda, junto a la puerta, estaban

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Serie de televisin estadounidense.

abiertos. Nada ms que unos centmetros, pero ella siempre los cerraba bien para que el cuarto no pareciera desordenado. Por mucha prisa que tuviera, ella siempre los cerraba. Alguien haba entrado en su cuarto. El estmago le dio un vuelco. Era posible que ella misma lo hubiera dejado as? No. Habra entrado en su dormitorio Sarah? No. La mano se le fue a la boca. La puerta de atrs: la haba dejado completamente abierta cuando se fue a buscar al perro. Dios santo! Le dio al botn de apagado de la base del iPod. La casa se qued en silencio, salvo por la ruidosa televisin de la planta baja. Sus ojos se fueron hacia la rendija de un centmetro de grosor de la puerta del ropero. No poda caber nadie all, entre la ropa, verdad? Mir a su alrededor, y cogi un candelabro de hierro forjado de su mesa. Sinti mareo y se dio cuenta de que haba dejado de respirar. Con los ojos empaados, avanz un paso hacia el armario. Su dedo alcanz la rendija de la puerta. Como quien arranca una tirita, Lis abri la puerta y se ech para atrs, levantando el candelabro, dispuesta a golpear con l. Nada. Tan solo una barra de la que colgaban vestidos y prendas de abrigo. Hizo la ropa a un lado, aunque ya saba que nadie poda haberse escondido all. Oy un crujido procedente de la planta baja: el de un pie que pisaba fuerte en una tabla del suelo. Estaba en la casa! Dnde tena el mvil? Tena que llamar a la polica. Pero no lo encontraba por ninguna parte. Qu haba hecho con l? Tena que salir de la casa! Eso era lo que ella siempre les quera gritar a aquellas chicas de las pelculas de terror: salid de la casa! Pens en las puertas acristaladas que daban a la terraza: no, por ah solo se poda ir a la floresta. Se asom al rellano. No haba moros en la costa. Las puertas que daban al estudio y al cuarto de Logan estaban oscuras. Dios mo, Logan!. Olvidando su propia seguridad, entr como una exhalacin en el cuarto del pequeo. Dentro giraba una lucecita que quedaba encendida toda la noche, y que proyectaba en el techo siluetas de cuento de hadas. En la cuna, su sobrino dorma como un tronco. Lis cerr los ojos y respir, temblorosa: el nio estaba sano y salvo. Se oy un ruido. Son lejos, como una puerta que daba un portazo. Una chispa de valor prendi en sus entraas: tena que averiguar quin haba entrado en la casa, tena que encontrarlo. El instinto le deca que se trataba del espa, de

aquel al que haba visto espiando la casa. Tal vez tambin el que se ocultaba tras los rboles. Cerr la puerta del cuarto de Logan y se fue de puntillas hacia la escalera, sin soltar el candelabro. Observ el saln: estaba tal como lo haba dejado, con la tele encendida. Y Sasha, en el invernadero. No haba movimiento ni sombras en las que ocultarse. El saln tena acceso a la terraza, pero estaba siempre cerrado, salvo en los das ms calurosos del verano. Eso dejaba solo la cocina como va de escape. Baj sigilosamente la escalera y entr en la cocina a travs del saln. Estaba muy iluminada, con una luz blanca que se reflejaba en las superficies de acero inoxidable. Agachndose, mir debajo de la mesa: nada. Es ms, tanto la puerta de delante como la de atrs estaban perfectamente cerradas, y las llaves seguan en el embarullado frutero en que las haba dejado. Solo quedaba una posibilidad. Detrs de ella, la puerta interior que daba al taller de Sarah estaba abierta de par en par. La rendija, de cinco centmetros de anchura, pareca sonrerle burlonamente. Pos el candelabro sobre la encimera y sac un cuchillo de cocina del bloque de madera. Su fra hoja emiti un destello al reflejar la luz. La puerta del stano chirri al abrirla del todo. La escalera descenda a un mundo subterrneo oscuro e inmvil. Lis le dio al interruptor, y abajo del todo se encendieron con parpadeos unos tubos de luz, que invadieron la estancia con un destello azulado y palpitante. Con el cuchillo por delante, descendi los dos primeros peldaos. Desde aquel ngulo, segua sin poder ver el stano. Cualquier cosa poda aguardarla all. Al fin y al cabo, aquello era Hollow Pike. Se agach y dio los ltimos pasos como un tigre, preparada para saltar. El olor a serrn y barniz era muy fuerte, y a ella normalmente le gustaba aquel aroma, pero no esa noche. Bajo aquella turbia luz, Lis distingui cuatro antiguos armarios, todos listos para que Sarah los restaurara, todos con las puertas abiertas. Retrocedi ante ellos, y se apoy en la pared. Aquello era una pesadilla. Cuatro cajas vacas, verticales, como atades. Su cuerpo se vio sacudido por el impulso de rer, o de llorar, o de ambas cosas. Aquello era una equivocacin. Se dara la vuelta, subira aquella escalera corriendo y saldra por la puerta. El cerebro le gritaba que saliera, y sin embargo sus pies se dirigan hacia el primer armario. Con el cuchillo de trinchar delante de ella, estir la mano hasta el borde de la puerta... A la derecha se oy un fuerte repiqueteo. Lis solt un grito y cort el aire con su cuchillo. Se escondi tras el armario. Otro golpe. Al mirar, Lis vio el tragaluz del taller abierto de par en par. El viento bata las hojas, que pegaban

contra el marco. Por all haba salido. Lis corri hacia el tragaluz y mir por l. Solo vio la furgoneta de Max en el asfalto, pero desde algn punto lejano se oan las pisadas de alguien que corra por la grava.

Una hora despus, Lis se apretaba contra el pecho su taza de t. Ella, Delilah y Jack estaban sentados en el saln, cada uno enrollado en s mismo como un muelle demasiado tenso. Entonces, qu demonios le has dicho a Danny? pregunt Delilah. Lis se encogi de hombros. Le dije que tena una migraa y que necesitaba dormir. Lo not destrozado, como si yo lo estuviera abandonando o algo as. Has hecho bien. Ya lo comprender le dijo Delilah. Tienes que haber pasado un miedo tremendo intervino Jack. Yo habra salido por la puerta gritando Asesino, asesino con todas mis fuerzas! Necesitaba saber quin era. No poda contenerme respondi Lis, viendo en aquel momento su actuacin como lo que haba sido: una completa locura. Lo ms extrao era que despus de eso no fue Danny a quien ella quera tener a su lado. Necesitaba a sus amigos, los que haban estado con ella aquella noche horrible. Me pregunto qu sera lo que buscaba dijo Delilah, jugando con su pelo y con la mente perdida. No tengo ni idea respondi Lis sorbiendo su t. No he echado de menos nada. Kitty entr a lo bestia por la puerta de atrs, blandiendo en una mano una linterna, y en la otra sujetando la correa de Sasha. Nada. No anda nadie por aqu, Lis. Quienquiera que fuera, se ha ido hace rato. Lo siento. No es culpa tuya. Pero nos quedaremos esta noche. Para asegurarnos de que no te pasa nada

prometi Kitty. Lis reflexion sobre aquellas palabras: La nica manera de que me sienta segura es que atrapemos al que sea. Delilah se coloc junto a su chica en el sof. Qu quieres decir? La polica no se est dando ninguna prisa, y esta noche alguien ha entrado en mi dormitorio! Podra haber pasado cualquier cosa! Aquella noche nosotros estbamos all. Somos los nicos que sabemos lo que pas. Pero no vimos nada apunt Kitty sin ningn nfasis. Lis estaba en el centro de la alfombra, dando a sus amigos un apasionado discurso, como un poltico que empezara una vehemente campaa electoral: Haba alguien en la floresta, y nos vio. Pensad en ello. Si hubierais matado a Laura y visto a unos cuantos muchachitos que os filmaban en el bosque, qu os empujara a hacer vuestro instinto? Encontrarlos y matarlos respondi Jack con rotundidad. Se haba quedado completamente blanco. Eso es exactamente lo que pienso yo dijo Lis con gravedad. Pero por qu no os est pasando nada de esto a vosotros? Delilah dijo en voz muy baja: Y si tiene intencin de ir por nosotros, pero uno a uno? Dios mo! exclam Jack. No lo creeris de verdad? Lis prosigui: Alguien meti ese cuervo en mi taquilla. Mirad lo que le pas a Laura! Yo no tengo ganas de terminar como ella. Tenemos que averiguar quin est haciendo esto. Jack se retorci las manos. Lis, esto es demencial, qu vamos a hacer nosotros? Lo es? repuso Kitty. No podramos hacerlo peor que mi padre. l est completamente desorientado. Por favor, Jack rog Lis. Quiero recuperar mi vida. Y eso no suceder mientras siga toda esta locura.

Lis tiene razn dijo Delilah como quien mete su voto en la urna. Si queremos recuperar algo que se parezca a la normalidad, tenemos que encontrar al asesino de Laura antes de que l, o ella, vuelva a atacar. Hasta entonces, todos estaremos en peligro. Todos los ojos cayeron en Jack, que se retorca bajo aquel examen implacable. Estaba asustado, y con toda la razn. Lis tambin estaba asustada. Petrificada. Pero ella, la vctima, estaba en el exilio. Era el momento de enfrentarse al peligro. Vamos, Jack, te necesito. Mierda, contad conmigo anunci. Debo de estar loco! Lis respir hondo, sin saber muy bien en qu se acababa de meter. Era aterrador, pero no poda pasar otra noche como aquella. Qu se supone que tena que hacer? Esconderse el resto de su vida detrs de sus amigos? No: necesitaba poder estar sola sin necesidad de vigilar cada sombra ni de mirar debajo de cada cama. No haba otro modo. Excelente. Entonces... por dnde empezamos? Kitty se incorpor en el sof. Creo que tenemos que saber todo lo que sabe la polica... Mi padre ha estado trayndose carpetas a casa. Dentro de poco casi todo lo referente al caso estar en mi casa, y entonces... Quin se apunta a pasar la noche en casa del Inspector Jefe?

Esa noche, cuando regresaron Sarah y Max y sus amigos se marcharon a casa, Lis volvi a entrar en su dormitorio con miedo. Tal vez hubiera sido prematuro rechazar el ofrecimiento de Kitty y Delilah de quedarse, pero no le haca gracia la idea de estar de ms en su propio dormitorio. Lis inspeccion los cajones que estaban abiertos. Qu inters poda tener nadie en hurgar en su dormitorio? Qu quera encontrar? Lo nico que haba all eran camisetas. Todo pareca muy hecho al azar, o es que tal vez ella estaba dejando de ver algo que resultaba cegadoramente obvio. Lanz un suspiro. No le dijo nada a Max y Sarah del intruso porque no quera preocuparlos, pero la

preocupacin le zumbaba sin cesar, como una mosca encerrada. Se quit la ropa, se puso el pijama y se meti bajo el edredn. Aquella noche dormira, desde luego, con una luz encendida. Lis se dio vuelta en la cama y, como haca siempre, meti las manos debajo de la almohada para calentrselas. Solo cuando los dedos rozaron algo peludo, grit y los sac de all. Dios, de qu se trataba ahora? Primero un cuervo... pero esto pareca ms pequeo, como un insecto o algo as. Sin atreverse apenas a respirar, Lis levant la almohada. No eran ms que un par de ramitas. Qu extrao. Al acercarlas, vio que en realidad eran tres tallitos de espliego atados con una rada cinta negra. Olan fuerte. Si no hubiera sido por la cinta, habra pensado que era algo que haba trado Sasha del jardn, pero las patas de los perros no valen para atar flores. Solo las manos humanas pueden hacer tal cosa.

El expediente de Laura

Jack se rascaba la cabeza, confuso. Entonces, no haba brujas? No estamos seguros dijo Delilah. Algo hacan las chicas en el bosque, pero negaron que fuera brujera. Kitty sonri. Podra tratarse de juegos normales del siglo XVII, algo as como hacer girar la botella y al que le toque, que diga lo que no ha hecho nunca. Jack arroj a un lado su ejemplar de Las brujas de Salem. Entonces, por qu se arma tanto jaleo? Ah est el quid de la cuestin. Cuando enferma la pequea Betty, todo el mundo quiere echarle la culpa a alguien. As que se la echan a las llamadas brujas. Es algo que tiene que ver con el miedo a lo desconocido dijo Delilah, mordiendo su lpiz. Esto me pone enfermo dijo Jack suspirando. De verdad tenemos que hacer esto ahora? No podemos ver una peli o algo as? Estaban todos en el desvn de Kitty. Los cuatro, metidos en sacos de dormir, acurrucados como orugas entre cajas de pizza vacas. Yo tendra que estar escribiendo mi trabajo sobre Las brujas de Salem... dijo Lis preocupada, desde su posicin de privilegio en el sof de piel. Haban transcurrido dos semanas sin nuevos incidentes. El aburrimiento no haba sido nunca tan bienvenido, pero saba que en algn momento tendra que ponerse a hacer los deberes. Jack se rio a carcajadas al or eso. No, gracias. Tenemos helado y tenemos pelis, por qu tendramos que ponernos a trabajar? Nos merecemos un poco de relax! Me parece que tienes razn acept Lis. Tomar otro plato entonces dijo levantando el envase de la mano de Delilah. Y si volvemos a ver Chicas malas? sugiri Jack.

S, voto a favor! exclam Delilah, dando una palmada. Llegaron murmullos de aprobacin parecidos por parte de Kitty. Jack meti el disco en el aparato y se sent junto a Lis en el sof. Qu maravilla, pens Lis. Despus de horas interminables de preocupacin, era un gran alivio encontrarse haciendo lo mismo que haca cualquier otro quinceaero del planeta. Naturalmente, en cuanto la casa estuviera en reposo, empezaran a hacer algo completamente distinto: jugar a los detectives. Qu hora tenemos? pregunt. Pasa un peln de las once respondi Delilah. A qu hora crees que se dormirn tus padres? Kitty medit la pregunta: Mmm. No tardarn. Pero tenemos que estar seguros, porque si nos descubrieran... Lis asinti con la cabeza. Y ests segura de que eso estar aqu? Mi padre se ha estado trayendo trabajo a casa desde la muerte de Laura. Ahora hay una tonelada de material en su estudio. Vale. Iremos en cuanto acabe Chicas malas sugiri Jack. Para entonces tendremos el terreno despejado. A ver si conseguimos concentrarnos en la peli dijo Delilah tendindose bocabajo. Jack le dio al play, y Lis intent no pensar en el destino que haba corrido su propia chica mala.

Hacia la una y media, la casa estaba a oscuras y en silencio, y los cuatro amigos salieron del desvn. Kitty mostraba el camino con una linterna, y los dems la seguan de puntillas por la casa en reposo. Seguramente tendran un aspecto cmico, como salidos de Scoob Doo, pero no estaban de humor para bromas. Lis se senta realmente mal, pese a que los ronquidos de Keith Monroe, resonando a

travs de las paredes, le proporcionaban una cierta seguridad. Unidos unos a otros en un tren humano, dejaron atrs el piso de los dormitorios y bajaron la escalera. Kitty les advirti que se saltaran un peldao que cruja antes del siguiente rellano. No tardaron en hallarse ante la puerta del estudio. Kitty accion la manilla, y la abri muy suavemente y muy despacio. Pese a todo el cuidado, chirri, y Kitty lanz un taco que solo pudo or el cuello de su camisa. Renunci a seguir abriendo la puerta en cuanto el hueco fue lo bastante grande para que pudieran pasar por l. Una vez dentro, volvi a cerrar la puerta y encendi una alta lmpara de esquina. El despacho pareca un santuario dedicado al golf, con palos, trofeos y otros objetos de inters que abarrotaban el lugar. Vale, tendremos que hablar en voz muy baja dijo Kitty siguiendo su propio consejo. Dnde est lo que buscamos? pregunt Jack en un susurro. En el centro de la habitacin haba una gran mesa de caoba en la que se amontonaban las carpetas. Aqu dijo Kitty, cogiendo una de las carpetas. Esto es el expediente del caso. Por lo visto, Keith Monroe haba estado trabajando en la investigacin hasta bien entrada la noche. Rodeaban sus notas tres tazas en las que quedaban posos de caf. No descoloquis nada advirti Kitty. Si despus colocamos las cosas en orden incorrecto, estamos perdidos, y si se enterara alguien, mi padre perdera el trabajo. Delilah levant una carpeta del montn y se la pas a Lis. Con esto tendrs bastante, amiga ma. Lis encontr un rincn vaco en el suelo, donde poda sentarse a examinar la carpeta. Realmente quera saber lo que contena? S! Respirando hondo, abri la carpeta de repente. Error: lo primero que encontr fue la cara de Laura muerta. Un primer plano: la piel blanca azulada, los ojos completamente abiertos, mirando a la nada... Barro y piedrecitas le tachonaban el rostro como joyas de suciedad. Lis no dijo nada, no hizo nada, se qued paralizada ante la imagen. No supo cunto tiempo se qued mirando la foto. Parecan horas. Laura era dolorosamente

hermosa, aun de muerta. Haciendo acopio de fuerzas, Lis pas a la foto siguiente. Aquella era una foto tomada de ms lejos, y resultaba menos personal pero ms informativa. Estaba claro que el cuerpo de Laura haba sido colocado en el suelo, no tirado sin ms. Tena los brazos cruzados sobre el pecho, las piernas estiradas y juntas. Estaba tendida en el centro de un crculo grabado en la tierra. Dentro del crculo, alguien haba dibujado una estrella de cinco puntas, una de las cuales se hallaba bajo los pies de Laura. Un pentagrama. Lis se qued con la boca abierta. Dios mo...! Venid... tenis que ver esto. Los dems estaban examinando sus propias carpetas: Delilah sentada a la mesa, y Kitty y Jack en el suelo, como Lis. Baja la voz! De qu se trata? Kitty se arrodill para mirar mejor. Lis levant la foto. Joder! exclam Jack entre dientes. Quin le hizo eso? Qu asco lo que le hicieron coment Kitty. Laura fue una ofrenda dijo Delilah, mostrando una imagen an ms grfica de la autopsia de Laura. Le arrancaron el corazn. Lis se dio cuenta de que estaba temblando. No! Delilah asinti con la cabeza. Brujera. Eso no lo dijeron en la televisin coment Jack, con los ojos como platos. Se lo vas a reprochar? susurr Kitty. Qu queras que dijeran: Traten de no asustarse, porque una estudiante ha sido asesinada en un sacrificio satnico? Lis neg con la cabeza, furiosa. Esto es una mierda! La mataron, no hay ms. Si vamos a la polica y les decimos lo hicieron las brujas, nos mandan al manicomio. S dijo Kitty. Pero al menos ahora sabemos por qu lo hicieron. Fue una especie de ofrenda. Lis volvi a posar los ojos en la foto de la cara de Laura. No era justo. El

hecho de que alguien pensara que tena poderes mgicos no haca ms que empeorar las cosas. Pero era as? Se trataba de una bruja, o de alguien que haba querido que pareciera cosa de brujas? Le iba a estallar la cabeza. Eh, od esto dijo Jack, hojeando papeles que crujan entre sus dedos: El padre de Laura no cuenta con una coartada slida!. No es posible! exclam Delilah. Siempre los padres... reflexion Kitty. Qu...? Creis que su padre es un brujo? Existe tal cosa? pregunt Lis. No lo s contest Jack, y prosigui: por lo visto, l dice que estaba en un hotel de Birmingham la noche que muri ella, pero el hotel no ha podido confirmar nada porque pag en efectivo. O eso dice. Estn esperando a que las cmaras de seguridad demuestren su inocencia. Poda ser as de sencilla la cosa? Que el padre de Laura la matara? Tal vez fuera la mejor explicacin. La ria de aquel da, en la calle, pareca muy fuerte, pero la cosa no acababa de encajarle. Lis record a aquel padre fuerte y robusto en aquel llamamiento pblico que haba hecho, con la polica. Cmo iba a sentarse alguien delante de una cmara de televisin sabiendo que haba robado una vida? Hay ms sigui Jack. La madre de Laura no apoya la coartada del padre. l dice que la llam por telfono esa noche, desde Birmingham, pero la madre dice que es mentira! Si la madre piensa que l mat a su hija, por qu iba a mentir por l? dijo Delilah, pasando las hojas. Tengo aqu la declaracin de Nasima dijo Kitty, levantndola para que la vieran. Vaya, por lo visto Laura escriba en su diario religiosamente, cada da. La polica est convencida de que si su padre estuviera abusando de ella, o algo as, estara ah escrito. Han contactado con los padres de Laura, pero ellos no saben dnde est el diario, y por lo visto la seora Dandehunt tambin dice que no est en el instituto. Mmm, Laura podra haber escrito sobre el asesino... dijo Delilah levantando una ceja. Querido diario, me parece que mi padre podra matarme esta noche.... Lis se puso de pie de un salto, y atraves el despacho para mirar el documento de Kitty.

Es posible... El da que fui a ver a Laura en el campo de rugby, me acuerdo de que estaba escribiendo en un cuaderno muy florido. Entonces no pens en ello, pero puede que sea importante. Y si Laura supiera que alguien iba tras ella, y escribiera al respecto? Tenemos que encontrar ese diario! Qu? Ests loca? dijo Jack con una mueca. Nunca he hablado tan en serio. Laura tena miedo a la floresta, y en el instituto se portaba de manera rara, no? Tal vez supiera algo. Y tal vez lo cont en el diario. Kitty levant los ojos. Lis dijo. Yo s dnde est el diario de Laura.

En casa de Laura

O sea que es eso! Kitty arroj un lbum de fotos desvencijado en el centro de la alfombra que cubra el suelo de su desvn. Las pginas desvadas tenan color de t all donde les haba dado la implacable luz del sol. Pasando las acartonadas hojas, Kitty se detuvo ante una pgina en la que haba una sola foto. Lis, Delilah y Jack se inclinaron para observarla mejor. La imagen mostraba a dos nias. La primera tena un bonito pelo afro que enmarcaba un rostro de angelito. No haba duda de que se trataba de Kitty. Se encontraba junto a una nia regordeta de densos rizos castaos. Dios mo, mirad cmo estaba Laura de gordita! chill Jack. Esa es Laura? Manda narices! En su interior, Lis reprimi un sentimiento de alegra al descubrir que Laura haba sido gordita. No era un sentimiento ni bondadoso, ni que viniera al caso. Bueno, esa foto debi de hacerse en la poca en la que ella no haba roto relaciones con cualquier tipo de comida slida dijo Delilah bromeando. Kitty se rio. Vale, pero mirad lo que tiene en las manos! Olvidndose de los personajes y mirando los detalles del entorno, Lis reconoci los elementos de una fiesta de cumpleaos: banderitas, tarjetas de felicitacin y papeles de regalo. En la mano regordeta de Laura haba un bonito cuaderno estampado de flores y atado con una delicada cinta rosa. Su diario? pregunt Lis. S! Kitty se recost en el rado sof de cuero, y cruz sus piernas increblemente largas: Lo s porque se los compr yo. Hay ms de uno? pregunt Jack con el ceo fruncido, examinando la foto. S: era un conjunto de cinco volmenes, pensados para cinco aos. Cada diario tena un color diferente y un dibujo diferente. Os lo creis o no, a los diez aos Laura y yo ramos muy buenas amigas. De repente, aquello cobr sentido para Lis. La enemistad entre Kitty y Laura

siempre haba parecido algo muy personal, y ahora resultaba que lo era. Lis record cuando ella y su mejor amiga, Bronwyn, haban sido unas despreocupadas nias de doce aos, all en Bangor. Eso haba sido antes de que Bronwyn se volviera contra ella de aquel modo terrible. Los amigos pueden hacer el doble de dao que los enemigos. Dios, ya me acuerdo de esa fiesta dijo Delilah en voz baja. Yo fui la nica chica de la clase que no estaba invitada. S, ah fue cuando empez a joderse todo respondi Kitty. Las sonrisas de la foto no auguraban los aos de tormentos y perreras que iban a seguir. Laura pareca tan suave, tan inocente... Dijiste que sabas dnde guardaba ella los diarios... solt Jack, interrumpiendo los pensamientos de Lis. Kitty sonri. Bueno, s dnde los guardaba hace cuatro aos! Vale... sultalo! En el cuarto de bao de su dormitorio! Qu cutre! Querido diario: hoy no ha habido acontecimientos intestinales... dijo Jack rindose. Eh... bueno. El panel de una pared de su baera se baja. Estaba tan orgullosa de su genial escondite que me lo ense. Lis se apret la gruesa chaqueta de punto. A altas horas de la noche, el desvn se quedaba helado. Crees que seguirn all? No s por qu no. Es un escondite muy bueno. Los cuatro se miraron unos a otros, en silencio. Todos saban lo que haba que decir, pero nadie quera ser el primero en decirlo. En fin... empez Jack. En fin, habr que ir a ver si siguen all termin Lis. Delilah pas la mirada, insegura, de Lis a Kitty. De verdad queremos hacer eso? Si nos pillan nos veremos metidos en un problema muy, muy gordo.

Lis se puso en pie y camin por el desvn. Estaba ms decidida que nunca. S! declar. Sera maravilloso pasar desapercibida y hacer como que nada de esto me incumbe. Me encantara no hacer otra cosa que ir a clase y pasar el tiempo con vosotros y darme el lote con Danny... pero eso no va a ser as! No mientras haya alguien jugando conmigo. Y no creo que esa persona vaya a desaparecer por las buenas. Tienes razn dijo Kitty asintiendo con la cabeza. Primero Laura, despus el cuervo, luego alguien que entra en casa de Lis... No sabemos quin podra ser el siguiente. Los diarios son una posibilidad muy remota, pero es lo mejor de lo que disponemos para encontrar una pista sobre quin puede estar detrs de todo esto. Estamos todos de acuerdo? pregunt Lis mirando a su alrededor. Delilah asinti con la cabeza en un gesto sincero, y aunque no se mostraba emocionado, tambin Jack movi la cabeza de arriba abajo. Guay dijo ella. Bueno, entonces supongo que necesitamos un plan. Un plan, eso suena bien... Jack logr esbozar una leve sonrisa de nimo. Tenemos que entrar en el bao de Laura de algn modo... Lis dej la frase en suspenso, porque no consegua imaginarse cmo hacerlo. Desde su situacin central en el sof, Kitty tom la palabra: Escuchadme: esto es lo que vamos a hacer...

La calle arbolada con pltanos en la que vivan los Rigg era tan tranquila, tan silenciosa, que pareca un cuadro. Un cuadro que se titulara: El sueo de la clase media. El asesinato no tena nada que ver con aquel callejn sin salida. Por aquel da haban terminado las clases en el instituto, y empezaba a anochecer. El cielo adquira un color morado desvado al apagarse el sol de finales del otoo. Asegrate de que me dejas el camino libre le dijo Jack a Lis. Deja de hablar! le respondi Lis. Te vas a esconder o no? Jack hizo un mohn y se meti en el acebo que haba delante de la puerta

principal, y se agach hasta volverse invisible. Ay, esto se me ha metido en el...! Shhh! Lis camin hasta la puerta e hizo sonar el impresionante timbre. Un carilln retumb en el saln. La casa de Laura solo estaba a un paso de la de Kitty, y era tan imponente como la suya: una explanada de csped verde brillante se extenda detrs de ella por un espacio que pareca comprender ms de una hectrea. A lo mejor no hay nadie en casa susurr Jack. Shhh! repiti Lis ms fuerte, mientras los pasos se acercaban a la puerta. El plan era sencillo, pero no por ello invitaba a la confianza. Lis, que era nueva en el pueblo y desconocida para los padres de Laura, llevara unas flores a la casa como gesto de psame e intentara que la invitaran a entrar y tendra que aparselas para enzarzarse en una conversacin con quien hubiera dentro. Mientras tanto, Jack, ms pequeo y ms ligero de pies que Kitty, se deslizara al interior de la casa, echara un vistazo en el bao de Laura y cogera los diarios, si es que se encontraban all. Kitty y Delilah estaran cerca por si las necesitaban. Fcil. Qu poda ir mal? La puerta chirri al abrirse. La seora Rigg apareci en el umbral, con una impenetrable expresin en el rostro e inmaculadamente vestida. Lis se pregunt si no estara a punto de salir, pues quin se calza zapatos de tacn para estar en casa? Hola, la seora Rigg? pregunt Lis sonriendo. Usted no me conoce... Soy Lucy, del instituto de Laura. ramos buenas amigas, y simplemente he querido traerle a usted estas flores. No sabe cmo me entristece su prdida. La seora Rigg frunci el ceo. Era una mujer deslumbrante, pero cul era la palabra? Severa, tal vez? Lucy? No recuerdo que Laura tuviera ninguna amiga llamada Lucy. Soy nueva aqu explic Lis. Laura se encarg de mostrarme Fulton. Era una chica maravillosa. Pareca que las mentiras podan escaldarle la lengua, pero Lis se alegr de la facilidad con la que fluan. El corazn le palpitaba, pero siempre y cuando pudiera seguir con la conversacin normal, estara bien. Ya veo. Bueno, me alegro de conocerte, Lucy. Yo soy Jennifer, la madre de

Laura. Gracias por las flores, son muy bonitas. Siento no haberte invitado al velatorio. Hicimos todo lo posible por decrselo a todas las amigas de Laura. Su actitud se relaj un poco. Era muy seria, estrictamente formal. Hizo ademn de coger el ramito de las manos de Lis. Aquella era su nica oportunidad. Era el momento. Perdone, pero podra utilizar el aseo ahora que estoy aqu? Tengo que coger el autobs para volver a Fulton... La apenada madre no se mostr encantada, pero asinti con cortesa y se hizo a un lado. Por supuesto, cielo, pasa. La seora Rigg la acompa por el pasillo. Lis se volvi para cerrar la puerta tras ella, pero bloqueando antes el pasador para que Jack pudiera entrar sin problemas. Ahora lo nico que tena que hacer era perder todo el tiempo posible. Cunto necesitara Jack para encontrar los diarios? Se encontr de repente en un magnfico vestbulo embaldosado, con una preciosa escalera en curva que suba a un rellano. Afortunadamente para Jack, todas las puertas que daban a aquel rellano parecan abiertas. Se qued con la boca abierta al ver una asombrosa araa de luces que colgaba del centro del techo. Vaya, seora Rigg, tiene usted una casa preciosa! Gracias. Trtame de t, por favor. Todas las amigas de Laura lo hacen. Lo hacan. Pero ella no era realmente una amiga de Laura. Se sinti un poco culpable. Mantn la calma, se dijo. Est por aqu, cielo. El acento de Yorkshire que tena Jennifer era muy cortado, como si hubiera hecho esfuerzos por perderlo. Lis la sigui por un breve pasillo que llevaba a una gran cocina familiar. Justo antes haba una pequea puerta que daba al aseo de la planta de abajo. Aqu lo tienes. Estar en la cocina, buscando un jarrn para poner el ramo dijo Jennifer, haciendo un leve movimiento con las flores. Lis se encerr en aquel lavabo rosa rococ, se sent en el inodoro y sac el telfono. Llam enseguida a Jack: era la seal para que entrara. Entonces aguz el odo y crey or cmo se abra la puerta de la calle, as que tir de la cadena e hizo todo el ruido posible, para lo cual abri los grifos a tope y hasta se puso a tararear

mientras se secaba las manos. Pero todava tena que proporcionarle ms tiempo a Jack. Tras salir del pequeo aseo, Lis se dirigi a la cocina, donde encontr a Jennifer, que estaba colocando las flores en un alto jarrn de color negro. Lis se pregunt cuntos jarrones de flores habra colocado aquella pobre mujer en las ltimas semanas. A que estn preciosas? dijo Jennifer con una sonrisa. Gracias de nuevo, Lucy. Lis se frot las manos en el uniforme del instituto. Me imagin que usted seguramente tendra ya montones de flores, pero no saba qu otra cosa traerle. Ha sido muy amable por tu parte respondi Jennifer. La primera tanda de flores se ha secado ya, as que estas son muy bienvenidas. Lis se acerc a la isleta que haba en el centro de la cocina, tratando de encontrar algo ms que decir. Quieres un vaso de agua, o alguna cosa? pregunt la seora Rigg. Era, obviamente, una experta anfitriona. Eh... eso estara bien, gracias. Qu estaba haciendo Jack? Se haba perdido? Se supona que tena que llamarla en cuanto volviera a salir. Los ojos de Lis se posaron en una enorme foto en blanco y negro, enmarcada, que haba en la pared. Era uno de esos retratos familiares llenos de brillos que hacan en las tiendas de fotografa. Sarah se haba pasado semanas intentando convencer a Max de que eran elegantes, y no de mal gusto. En la foto, los padres de Laura aparecan en una disposicin graciosa, con los brazos alrededor de Laura. Una familia esplndida. Es una foto asombrosa, verdad? dijo la seora Rigg, sonriendo levemente mientras segua la lnea visual de Lis. Le entreg un vaso de agua antes de atravesar la cocina de camino a la fotografa. Lis la sigui . Nos la hicimos en las vacaciones de verano. Es la ltima foto que tenemos de ella. Por supuesto, a ella le molest posar para esta foto. Habra dado cualquier cosa por estar con sus amigos en vez de con sus viejos y aburridos padres. Tuvimos que amenazarla con retirarle la asignacin que le dbamos! Dej de sonrer. Te habl alguna vez de nosotros? Era muy infeliz?

La pregunta pill a Lis desprevenida. Abri y cerr la boca como una carpa. Yo... creo que no. Ella... eh, nunca me dijo nada. Ya sabes, Lucy, t te pareces mucho a ella... La seora toquete con los dedos, sin pensar en lo que haca, una delicada cruz de plata que llevaba alrededor del cuello, mientras observaba a Lis. No, Laura era mucho ms guapa que yo! exclam Lis sorprendida. La seora Rigg alarg la mano y le apart el pelo de la cara. El mismo pelo... Tan espeso, y con ese brillo...! Pareca como si mirara ms all de Lis, a otra poca, zambullndose en recuerdos de Laura. Con un estremecimiento, Lis se apart de aquella mano. Sin previo aviso, un golpe fuerte son en el techo, justo encima de ellos. Qu demonios ha sido eso? Jennifer dej caer de inmediato el pelo de Lis, y sali de la cocina. Jack! La mente de Lis se aceler mientras ella segua instintivamente a Jennifer. Tena que evitar que la madre de Laura subiera la escalera, a toda costa. Qu haca Jack? Se habra herido? Lo descubrira la seora Rigg? Piensa rpido, piensa rpido.... No habr sido su gato? pregunt. No tenemos gato, as que lo dudo espet Jennifer atravesando el majestuoso vestbulo, con sus tacones de aguja martilleando en las baldosas. Lis la sigui, intentando encontrar algo ms que decir. Detngase, seora Rigg! le dijo a la mujer, cogindola por el brazo. En el rostro de Jennifer apareci una expresin de ferocidad, que le record a Lis cmo se pona Laura cuando haba pelea. Sultame ahora mismo! le dijo con frialdad. Pero, seora Rigg, si ha entrado alguien en el piso de arriba, podra ser peligroso! Lis saba que poda parecer una loca, pero que encontraran a Jack en casa de Laura Rigg podra tener consecuencias devastadoras. El inspector Monroe los encerrara a todos y no hara nada por ellos. Tienes toda la razn, cielo. Jennifer entr en el saln contiguo: otro amplio espacio inmaculado, de revista, en cuya chimenea abierta arda un fuego crepitante. Ser mejor que coja esto!

Con un nico y fluido movimiento, la madre de Laura sac de la chimenea un atizador de hierro. Un segundo despus se encontraba de nuevo al pie de la escalera, armada y lista. Lis la mir sin poder hacer nada, esperando tener una inspiracin antes de que la seora Rigg alcanzara a Jack. Jennifer ascendi por la escalera blandiendo el atizador. Mientras Lis la segua vacilante, oy ms golpes en el piso de arriba. Llegara la seora Rigg a darle a Jack con el atizador? Se dio cuenta del desastroso estado en que se hallaba su plan infantil. Cmo se les haba podido ocurrir tal cosa? Se haban metido en un lo tremendo, e iban a verse con el agua al cuello, menudo desastre! Por favor, seora Rigg, tenga cuidado! Lis corri a su lado. Tal vez pudiera evitar que golpeara a Jack, llegado el caso. A m no me pasar nada, cielo. T no te acerques. Las dos alcanzaron el rellano en curva del final de la escalera. Lis estaba a punto de contar toda la verdad. Tal vez si lo dijera todo, si explicara la historia entera, les perdonara la seora Rigg? Era muy difcil! Un espeso silencio se cerna sobre ellas al aguzar el odo para escuchar al intruso. Nada: el rellano estaba en calma. Creo que el ruido proceda de la habitacin de Laura dijo Jennifer entre dientes. Periodistas! Ya me pareci horrible cuando se metieron en los cubos de la basura, pero esta vez se han pasado! Escoria! Seora Rigg, salgamos! O llamemos a la polica! le rog Lis. La seora Rigg le lanz una fra mirada que la mandaba callar de una manera muy rotunda. Entonces empuj con suavidad la puerta de la habitacin de Laura. Chirriando, la puerta se abri. La luz del crepsculo se filtraba hasta el rellano cuando Jennifer entr en el dormitorio. Respirando hondo, Lis entr tras ella. Pareca un lugar arrasado por las bombas. Deba de estar tal como Laura lo haba dejado la ltima vez que sali, cuando se fue al encuentro de su asesino. El edredn estaba arrebujado sobre la cama, cosas de maquillaje y accesorios se extendan por un magnfico tocador, y un bolso haba sido vaciado entero sobre el suelo. Haba psteres en las paredes y fotos en el espejo. Era un tpico dormitorio de adolescente, solo que este se haba quedado sin adolescente ya para siempre. Jennifer observ la habitacin, volvindose desconcertada en todas direcciones. Vio la puerta interior que tena que dar al cuarto de bao. Cmo

podra evitar que la madre de Laura entrara all? Qu extrao. Jurara que haba sonado aqu... dijo la seora Rigg, bajando por fin el atizador. A lo mejor fue fuera de la casa sugiri Lis. La seora Rigg pareca a punto de asentir con la cabeza, pero entonces pos los ojos en la puerta que daba al cuarto de bao. A Lis se le haban agotado las ideas. La seora se encamin al bao. Estaban perdidos. Son el timbre: aquel timbre carilln tan ostentoso. Y volvi a sonar. Alguien estaba llamando a la puerta con insistencia, y el carilln inundaba la casa con su sonido. Quin demonios mete tanta bulla? dijo la seora Rigg, y sali corriendo de la habitacin. Lis esper hasta que oy los pasos de la seora Rigg en la escalera, y entonces entr en el cuarto de bao. Era pequeo, nada ms que caba una baera, un lavabo y la taza del vter. Vio al instante que el panel de una esquina de la baera estaba suelto. Se ha ido? pregunt Jack desde debajo de la baera. Hizo a un lado el panel de plstico y sali de su escondrijo. Era una suerte que fuera tan pequeo, porque de lo contrario no hubiera cabido all. En las manos tena cuatro preciosos cuadernos estampados de flores, cada uno atado con una cinta. Los has encontrado! S, pero se me cay el panel de la baera. Pesa un quintal! Llam a Kitty enseguida para pasar al plan B. Lo siento! No importa susurr Lis, disponindose a salir al dormitorio de Laura. Tenemos que salir de aqu, ya! Lis corri al rellano. Vio a la seora Rigg ante la puerta de la casa. En el umbral de la puerta estaba Delilah, con sus rizos rojos embutidos en su vieja gorra de repartidora de pizzas. Esta es la direccin que me han dado estaba diciendo con los brazos llenos de cajas de pizza. Le aseguro, jovencita, que yo no he pedido ninguna pizza! No es este el nmero 32 de Cedar Drive?

S! Bueno, pues entonces es la direccin que me han dado... insista Delilah. Lis volvi corriendo al dormitorio de Laura. Vale, bajar e intentar llevrmela a la cocina. Tendrs dos minutos para salir, vale? le dijo a Jack. Jack estaba delante de ella, ya escondido, aguardando tras la puerta del dormitorio, con los diarios en la mochila. Vale, y si no puedo salir por ah, lo har por la ventana: hay un rbol por el que podra bajar. Jack, cuando esto termine, tendras que apuntarte a los GEO, en serio. Jack sonri como si aquel fuera el mejor cumplido que hubiera odo en su vida. Lis lo dej solo y se volvi a la planta baja, preguntndose qu mentiras le soltara a la seora Rigg. Ella no se mereca entrar en los GEO: se mereca un Oscar. Pero tenan los diarios. Si Laura haba tenido alguna pista sobre quin era su asesino, todo acabara pronto. Misin cumplida.

Querido diario

El SMS deca sencillamente Nos vemos en el parque?. Una oferta demasiado interesante para resistirse. As que haba dejado a Delilah examinando los diarios, y se haba ido a ver a Danny. Se haca de noche cerrada cuando atravesaba la verja del parque infantil de Hollow Pike. Danny estaba solo, balancendose en un columpio. Eh...! A Danny se le ilumin la cara al verla, y una vez ms la sonrisa de l la dej a ella sin respiracin. O sea que esto es lo que haces por las noches? Meterte en los columpios a esperar que pasen chicas? se burl Lis. Por supuesto. Te gustara acompaarme? Cmo podra resistirme? Se coloc en el columpio que haba al lado del de l. Alguna novedad? l empuj con la punta del pie el suelo acolchado. Mi hermana, la que est en Oxford, que ha venido a pasar unos das. Necesitaba salir de casa! T me has salvado. Pues te volver a salvar siempre que quieras. Se impuls con una patada en el suelo, y empez a columpiarse, recordando cmo era lo de desafiar la gravedad en aquellos chismes, alcanzando un punto muy alto en el que el asiento se detiene un instante, antes de volver a caer. Sin embargo, no era solo eso. Ya ha pasado un tiempo, y lo de mandarse mensajes por el mvil no es lo mismo que vernos. Pens que estara bien que nos dejramos caer por aqu sigui Danny. Bueno, espero que no literalmente! Ms migraas? pregunt l. A Lis le cost un momento recordar a qu se refera l. Pero se dio cuenta justo a tiempo: Ah, s! Quiero decir... no, no he vuelto a tener. Siento mucho aquello. No s por qu me puse as. Ahora todo va bien? S, todo va bien. Ms mentiras. Cunto tiempo se pasaba ltimamente

contando aquellas mentiras llamadas inocentes pero que, al fin y al cabo, no dejaban de ser mentiras? Bueno. A qu te has estado dedicando? A allanar el cuarto de bao de una chica asesinada para robarle los diarios. A poca cosa. Siempre dices lo mismo. Danny se ech hacia atrs hasta que apenas alcanzaba el suelo con las puntas de los pies, y entonces empez a columpiarse. Qu quieres decir? Que eres muy misteriosa. Y eso resulta bastante sexy! Ah, bien, vale! Danny se rio. No sers una especie de espa? Nah. O tal vez un superhroe, como Clark Kent, con una identidad secreta? Sigue intentando. Ya s, apuesto a que eres una testigo reubicada... O eres una amish y lo mantienes en secreto? Qu? Ya sabes, como esa peli del chico amish. Me has pillado! Mi nombre real es Eduvigis. Me prometes que no se lo dirs a nadie? Danny dej de balancearse y cogi una de las cadenas del columpio de ella para detener tambin su movimiento. En cierto sentido tena razn. El hecho de mudarse all le haba conferido un aura de misterio. De hecho, en Bangor ella haba sido un libro abierto, pero ahora tena secretos de verdad. De verdad, no tan solo chismorreos de instituto. Hubiera querido poder contrselos a l, pero eso hubiera sido completamente egosta, y ella no quera arrastrarlo al lo en que se hallaba metida. Tal vez hubiera sido mejor que le hubiera hecho caso a la cabeza, no al corazn, y no hubiera accedido a quedar con Danny. Con todas las chicas majas y normales que haba en Fulton, Danny haba tenido que elegirla a ella: qu mala suerte la de aquel muchacho.

Por eso me pediste salir? Porque soy un enigma? le pregunt, envolviendo aquella ltima palabra con una voz profunda, espeluznante. Nah! Me alegro, porque te ibas a decepcionar mucho! Y qu se supone que quiere decir eso? pregunt con una sonrisa. Ests volviendo a ser enigmtica! Ella no dijo nada, consciente de que no estaba ayudando a su causa. El silencio result clido y denso, cargado de expectacin. La puntera de la Adidas de l la alcanz, propinando a los zapatos del uniforme de ella una patadita juguetona. Lis le dirigi a Danny una mirada tmida, y un codazo suave. Aquello era coqueteo: algo infantil, pero electrizante! Danny tir de la cadena del columpio de ella para acercarla a l. Con una mirada traviesa, la bes en los labios, y un estremecimiento de placer recorri el cuerpo entero de Lis. De repente se encontr a kilmetros de distancia del parque infantil, en algn lugar luminoso y tranquilo. Durante un instante de xtasis, Lis se olvid de todo. No haba all nada ms que el beso. A lo lejos son un telfono que la hizo volver al mundo real. Cada vez que hablaba con Danny, aquel chisme tena que interrumpirlos. Lo siento! No te preocupes. l sonri y se relami los labios. Lis cogi el telfono del fondo del bolso. Diga? Hola, guapa, soy yo le dijo Delilah. Hola. Retorciendo el cuerpo, Lis se separ un poco de Danny para que este no oyera lo que no deba. Podemos vernos? Podras venir a mi casa? Ahora? pregunt Lis. S, es importante. No te lo pedira si no lo fuera. Lis lanz un suspiro, levant los ojos hacia Danny, que en aquellos momentos apartaba la vista hacia el horizonte, y cuyo hermoso perfil destacaba a la luz de las estrellas. Hubiera querido quedarse con l todo el tiempo. Pero Delilah, la lectora ms rpida del mundo, tena unos diarios de enorme atractivo

tambin. Podra terminar todo esta noche, pens Lis. Vale. Cmo hago para llegar?

La Hacienda de Fulton era algo muy distinto del resto de Hollow Pike. La cancela de aquel complejo residencial presentaba los restos de un minibs quemado debajo de un alegre cartel que daba la bienvenida a los residentes. Las casas con acabado en gravilla tirada estaban viejas y grises, muchas completamente decrpitas, con ventanas de metal selladas para evitar a los ocupas. Algunos miembros orgullosos de la comunidad haban tratado de mantener un jardn bonito en la parte de delante, pero estaban en flagrante contraste con la mayora, que contaban con una selva desbocada que invada la acera. Lis no pudo evitar preguntarse por qu tantas de aquellas casas tenan una baera en el jardn, y por qu haba tantos coches sin ruedas aparcados en el camino que llegaba a la casa. Se sorprendi de que aquello pudiera existir a solo cinco minutos de autobs del palacio que tena Kitty en la colina. La penuria y el peligro parecan colgados de las rotas farolas. La casa de Delilah estaba hacia el medio de la gama. No haba en ella baeras ni coches quemados, pero el jardn no era ms que una frontera boscosa. Sin embargo, de algn modo funcionaba: las ms hermosas flores silvestres crecan a los lados de la casa, y unos rboles de hoja esbelta enmarcaban la casa como una cortina de encaje. Entr empujando la cancela oxidada, se acerc a la puerta principal, y llam. Dentro atronaba una televisin. Entonces se abri la puerta para mostrar a un hombre alto, de elegante perilla y largo pelo gris recogido en una coleta. Llevaba puesto un mono lleno de manchas de aceite. Hola dijo l, mostrando un diente de oro al sonrer. Debes de ser esa Lis de la que he odo hablar. Vamos, entra. A Lis le cay simptico inmediatamente. Pareca un pirata amable. Entonces lleg Delilah. Hola, Lis. Sube a mi cuarto le dijo, agarrndole la mano y arrastrndola

al interior de la casa. El apretado saln estaba lleno de muebles que no casaban entre s, y ola fuerte a cigarrillos y marihuana. Lis vislumbr vagamente la silueta del hermano de Delilah, que estaba jugando con una consola, pero Delilah tiraba de ella demasiado rpido para hacer las presentaciones. Subieron corriendo por una escalera llena de tazas y guas de telfono, hasta que llegaron a un rellano. Haba un dormitorio que una cortina divida en dos por algn motivo, pero Delilah la hizo seguir y entrar en la siguiente habitacin. Seguramente era una habitacin pequea, aunque Lis no estaba segura del todo, pues el espacio estaba casi por completo abarrotado de libros. Cada una de las superficies, llena de montones de literatura, de todas las formas y tamaos. Delilah haba renunciado incluso a una cama y un armario para poder tener ms sitio para sus novelas. Haba un simple colchn encajado en una esquina, y una barra en la que colgaba la ropa. La habitacin reverberaba a la luz de velas de t encendidas dentro de tarros de mermelada y colocadas encima de las torres de libros. Aquella habitacin era Delilah en estado puro. Vaya, es increble! Gracias, guapa. Y gracias por darte tanta prisa en venir. No hubo problema. Lis se preguntaba dnde tendra que sentarse. Qu ha pasado? Delilah le hizo un gesto a Lis para que se sentara a su lado en el colchn. Me va a dar un ataque, Lis. Por qu? Lis vio que Delilah no estaba exagerando, pareca que estuviera a punto de vomitar, estaba an ms plida de lo normal. Si te cuento una cosa, me prometes que no se lo dirs a nadie? Esto es realmente serio, es una catstrofe. Vale... accedi Lis, preguntndose qu sera aquel secreto. Porque en aquel pueblo los haba bien gordos. El verano pasado, antes de que llegaras, me emborrach en la barbacoa que hicieron en la casa de Rachel Williams. Kitty no estaba invitada porque, ya sabes, ella piensa que son un montn de gilipollas con nfulas... Lis sonri a su pesar. Y...?

Y termin engandola. Vaya! Con quin? Eso es lo peor de todo. Fue con Cameron Green se lament Delilah. Qu...? Lis estall como fuegos artificiales. No me digas que t... A Delilah le cayeron lgrimas por el rostro. Dios, no! No fue ms que un achuchn en realidad. Encima de un montn de anoraks. Yo estaba muy borracha. Me arrepent enseguida, fue una imbecilidad. Lis no encontraba palabras: qu tena en la cabeza aquella criatura? Por favor, no se lo digas a Kitty! No lo har, no lo har prometi Lis. Pero eso ya es pasado, por qu te preocupas ahora? Delilah cogi uno de los diarios, el azul. Porque aparece en el diario de Laura. Por eso fue por lo que dej a Cameron. Si Kitty lo ve... Lis le dio un abrazo a Delilah. Qu vamos a hacer contigo, eh? No saba a quin contrselo explic Delilah sollozando. Lis le cogi el cuaderno. Mira, y si arrancamos esa hoja? No podramos hacerlo sin que tuviera importancia para el resto? Delilah se sec los ojos con el forro polar de la pizzera. Pienso que no pasara nada, pero no est feo? Esta es la ltima palabra de Laura, comprendes? Sin embargo, no creo que tenga ninguna relacin con lo que ha pasado, t que piensas? No lo s. A Cameron no le gust que ella lo dejara. Lis abri el libro y empez a pasar pginas escritas a mano. Con su peculiar inclinacin, la escritura alocada e infantil de Laura recorra todo el diario. De verdad? Bueno, mira: es poco probable que Kitty quiera leer estos diarios palabra por palabra. Podemos contarle simplemente lo ms importante, sin mencionar lo de Cameron y t. Qu ms haba en los diarios? Alguna otra pista?

No realmente. Delilah se recobr, y ya pareca ms contenta. Los tres primeros libros son una tontada, ms que nada listas de personas que le gustaban y de personas que no le gustaban. Yo antes llevaba una lista de gente que tena que morir admiti Lis. Pero ya no, eso que quede muy claro! Delilah consigui esbozar una leve sonrisa. En este haba un par de cosas interesantes. Escucha esto: Querido diario, bla bla bla, no me entra en la cabeza lo que Cameron hizo con esa guarra muerta de hambre. Gracias, Laura, ha sido muy bonito. He acabado con los chicos de Fulton. Bueno, quitando a Danny, l es distinto. No se acost con Danny, o s? Si lo hubiera hecho, Lis pensaba que no sera capaz de soportarlo. No creo. Pero si lo hizo, no est en este volumen. Dnde est el siguiente? No lo s. Este es el ltimo de los cuatro y acaba en julio dijo Delilah. Pero las cosas parecen cambiar en este. En qu sentido? Bueno, Laura pensaba que su padre tena una aventura, por un lado. Y adems ella no se encontraba muy bien. Iba al mdico por un problema de sueo. El aire escaso y viciado que haba en aquella habitacin diminuta pareca haberse escapado a travs de las paredes. Lis haca esfuerzos por respirar. Qu... era lo que le pasaba? Pero en realidad, ya conoca la respuesta antes de que Delilah abriera la boca. Tena pesadillas. Escucha: Querido diario: estoy muy cansada, pero tengo miedo de cerrar los ojos. Por qu no puedo soar con Taylor Lautner, como hace todo el mundo? No, tengo que arrastrarme por la floresta. Eso es una idiotez. Ahora, por el da, ni siquiera me da miedo, pero no se me ocurren palabras para describir lo que sucede en cuanto me quedo dormida. Estoy agotaaaaaaada! Mam dice que el mdico me ayudar, pero yo no s cmo va a hacer el mdico para cambiar mis sueos. Delilah se interrumpi: Ests bien, Lis? El cuarto daba ahora vueltas alrededor de Lis. No, realmente no estoy nada bien.

Amiga ma, me ests asustando. Has tomado algo? No, Delilah... Es que yo tengo la misma pesadilla. Eh? No s si eso es... Posible? Bueno, parece que lo es dijo Lis. Delilah pos el diario, pero no tuvo valor para mirar a Lis a los ojos. Qu ocurre? pregunt Lis. Bueno, si tienes los mismos sueos... Termina de decirlo, Delilah, por favor! Bueno, escucha la ltima entrada: Querido diario: No es posible este horror. He llegado a casa y me he encontrado un pjaro muerto en la cama. No es macabro? Ha tenido que entrar volando por la ventana del dormitorio, o algo as, y despus morirse! Es asqueroso. Mi madre lo est quitando de ah ahora, pero ella est igual de extraada que yo. Delilah se qued callada y mir a Lis de soslayo: Otro pjaro. Qu piensas que puede querer decir? Lis se puso de pie y camin por la habitacin. La cabeza le daba vueltas. Laura encontr un pjaro en la cama, y muri. Delilah, yo tambin he encontrado un pjaro... Delilah neg con la cabeza. No, yo no estaba pensando en eso! Es una seal? Quiere decir que voy a ser la prxima? Su amiga no encontr respuesta a aquella pregunta. Para no caerse, Lis se apoy en una de las torres de libros que descansaban contra la pared. Empez a notar que el corazn se le tranquilizaba. Entonces vio el libro en el que tena apoyada la mano: La historia oculta de Hollow Pike.

Tic tac

Delilah comprendi al mismo tiempo que lo haca Lis. Salt de la cama con la cara colorada, pues se senta descubierta con las manos en la masa. Se agach para esconder el libro, pero Lis lo cogi rpidamente de su sitio, en la cspide de la torre, y no lo solt. Por qu tienes este libro, Delilah? pregunt. Delilah refunfu: Ah, Lis, ya s lo que parece... De verdad? Qu es lo que parece? A m me parece como que me mentiste con todo el morro! solt Lis. Bueno, qu iba a hacer? dijo Delilah, otra vez a punto de llorar. Intent coger el libro, pero Lis no se lo entreg. Despus de la muerte de Laura, los peridicos dijeron que pareca algo ritual, y me entr terror! Me refiero... qu habras hecho t? Eh... decir la verdad, tal vez? Delilah, qu es lo que tengo que pensar? T tienes el libro y t estabas en el bosque. Seguro que t no...? Delilah se dej caer sobre el colchn. Entonces se hizo una bola, y se balance hacia delante y hacia atrs. No, por supuesto que no lo hice yo. No seas loca! Vale... pero voy a necesitar algn tipo de explicacin en los prximos cinco segundos... No sabes lo que me pasa, Lis. Siempre meto la pata. Todo lo que toco lo echo a perder. Siempre ha sido as. No tienes ms que preguntarle a mi madre. Sali de aqu disparada. T me dejars. Kitty me dejar cuando se entere de lo que hice con Cameron. Todo el mundo me deja antes o despus. Lis observ a aquella nia perdida encima del colchn, y le dio mucha pena. Pareca bastante frgil, como un pajarillo recin nacido que se cae del nido. Se agach junto a Delilah, sin soltar el libro. Nadie te va a dejar, vale? Pero sera mejor que me dijeras ahora mismo lo que ests haciendo con este libro. Delilah, no estoy bromeando.

Encogida como estaba, Delilah mir por encima de las rodillas. Qu voy a decir...? Soy una bruja. Pero... qu... dices...! Una bruja moderna. Sin escoba, sin sombrero en punta, sin rituales de sacrificio! Es tan difcil de entender? Mi madre era wiccana 13, igual que mi padre y mi madrastra. Es magia de la Tierra, con canciones y salmodias y hechizos, nada que ver con Buffy. Yo no puedo descargar rayos, ni volar! Y es una cosa pacfica. Lo que le ocurri a Laura no tiene nada que ver con la Wicca. Eso fue otra cosa, algo mucho, mucho ms siniestro. Lis examin los libros de los estantes: La bruja adolescente, Gua moderna para la prctica de la Wicca, Velas para principiantes... Pareca todo bastante inocente. Sin embargo, tena que asegurarse: Delilah, cmo puedo creer una palabra de lo que me dices? Me mentiste! Agotada, Delilah puso los ojos en blanco. Lis, cielo, no es ms que un librito tonto al fin y al cabo. Lo cog para leerlo. Te aseguro que no lo he estado usando como manual de instrucciones para un asesinato ritual! Una sonrisa sardnica apareci en el rostro de Lis. Est bien, Delilah. Piensa en cmo muri Laura. Fue un acto ritual. Vimos las fotos. Y te aseguro que est muy por encima de m. Ni siquiera s qu tipo de magia es esa. Qu piensa Kitty? Kitty ni siquiera sabe que lo rob confes Delilah. Lis senta que aquello s era verdad. Bueno. Te ha aclarado algo el libro sobre lo que pas? Delilah adelant la mano, y esta vez Lis se lo entreg. Es realmente fascinante. Delilah lo abri por una pgina que haba marcado previamente. No saba hasta dnde llegaban las leyendas.

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Seguidora de la Wicca, una religin neopagana.

Sobre Hollow Pike? Exactamente. Sabas que los soldados romanos no atacaron el pueblo porque pensaban que estaba protegido por los dioses? Lis neg con la cabeza. Y que las mujeres estriles solan venir aqu para ver a mdicos hechiceros? Los druidas venan aqu en peregrinacin en el solsticio de verano... casi nada! Qu pas? Los juicios del siglo XVII dijo Delilah, y sus ojos parecieron ms oscuros a la luz de las velas. Todas las brujas de Hollow Pike fueron colgadas, quemadas o ahogadas. Delilah pas a otra pgina marcada que mostraba un viejo grabado, que representaba a una joven atada a un poste, mientras las llamas le laman los pies. A su alrededor, los aldeanos de Hollow Pike contemplaban cmo arda. Lis resopl. Bueno, parece que al menos se olvidaron de una, porque alguien en este pueblo sigue haciendo extraos sacrificios rituales! Eso parece corrobor Delilah con tristeza. Un silencio cordial se hizo en la habitacin. La idea de que la pequea Delilah tuviera algo que ver en lo de Laura era ridcula, eso lo comprenda bien Lis, pero cundo llegara el da en que pudiera sentir que estaba metida en el ajo igual que los dems? Porque no acababan de salir misterios de los armarios (o de las taquillas). Maana le llevaremos ese libro a la seora Gillespie, vale? Est bastante cabreada. Delilah abri la boca para discutir, pero al ver aquella expresin en el rostro de Lis, tan parecida a la de Kitty, se dio por vencida. Vale dijo con un suspiro.

A la maana siguiente, Lis y Delilah se saltaron la primera clase para ir a

devolver el libro robado a su legtima duea. Tena algo de tab aquello de estar en el pueblo durante las horas de clase, y Lis se senta ms cercana a Delilah ahora que las dos estaban haciendo novillos juntas. El hecho de compartir secretos tambin haba producido entre ellas una extraa sensacin de hermandad. Lis vea Hollow Pike de un modo completamente distinto ahora que la ficcin de la brujera se haba convertido rpidamente en un hecho. No haba rincn oscuro, ni estrecho callejn que no estuviera poblado de brujas y asesinos imaginarios. El mercado estaba muy bullicioso. Pareca animado y entraable pero, a los ojos desconfiados de Lis, adquiri repentinamente un aire siniestro. Vio a uno de los vendedores meter mano bajo una cortina para entregarle a un cliente un sencillo paquete marrn. Sera simplemente fruta, o algo mgico y misterioso? Haba un puesto en el que vendan cosas para mascotas, y algunos animalitos pequeos como hmsteres y jerbos. Al pasar, Lis pens que vea, solo por una fraccin de segundo, que el vendedor le entregaba a una mujer una delgada culebra verde, que se enroscaba un instante en la mueca de la seora antes de caer en su bolso. En qu clase de pueblo estaba viviendo? O era todo producto de su desbocada imaginacin? Dejaron la calle principal y tomaron el serpenteante callejn adoquinado que llevaba a la tienda de los Amigos de la Iglesia. Lis estaba nerviosa, pero le alegr dejar atrs el claustrofbico mercado. Qu vamos a decir? le pregunt Delilah al llegar ante la puerta. Creo que deberamos decir la verdad. No creo que ella sea tan mala, al fin y al cabo respondi Lis. Cuidado, Lis: ests hablando como en Barrio Ssamo. Lis se rio, y las dos pasaron la puerta a la de tres. Se quedaron paralizadas al instante. Acababan de meter la pata bien hondo. Ante el mostrador se hallaba la seora Dandehunt, la directora del instituto. Y lo ms extrao de todo era que la expresin de su rostro sugera que era ella la que haba sido pillada in fraganti. Lis y Delilah no saban de qu estaran hablando las dos, pero el caso es que la conversacin se fren en seco, y las dos se quedaron tan rgidas como los viejos maniques del escaparate. Hola, chicas! dijo alegremente la seora Dandehunt, saliendo de su momentnea parlisis. Qu tal os encontris en esta preciosa maana? Lis no saba muy bien cmo responder, as que permaneci en silencio. Por

desgracia, Delilah hizo lo mismo. Lis intent sonrer, pero la atmsfera de la tienda era tan tensa que apenas pudo mover los msculos faciales. La seora Gillespie y yo estbamos terminando de planificar unas cosas para la Feria de Navidad sigui diciendo la seora Dandehunt. La seora Gillespie siempre nos da algunas cosas para el puesto de las baratijas. Eso es. Baratijas aadi la seora Gillespie, tocndose los labios rojos con una mano enguantada. Ah, vale dijo Lis. La seora Dandehunt se subi la cremallera del chubasquero y se puso un gorro de lana sobre el pelo cortado a tazn. Bien! Mejor me voy, aunque siempre es un placer veros, chicas. Y la directora sali tambalendose de la tienda. Sin duda, aquel haba sido uno de los encuentros ms extraos que haba tenido Lis en su vida. La seora Dandehunt no haba visto el momento de salir de la tienda, y ni siquiera haba hecho alusin al hecho de que, evidentemente, ellas estaban haciendo novillos. Lis hubiera querido saber de qu hablaban las dos mujeres, pues realmente dudaba de que fuera sobre las baratijas. Encontr difcil imaginar que aquellas dos seoras fueran amigas. Las dos estaban chifladas, desde luego, pero la seora Dandehunt era del tipo chiflada adorable, y la otra era chiflada siniestra. Mientras Lis se preguntaba sobre ello, Delilah se acerc al mostrador. No saba que usted conociera a la seora Dandehunt le dijo a la tendera. En un pueblo como Hollow Pike, todo el mundo se conoce dijo la vieja bruja cogiendo una etiquetadora de precios. Bueno, supongo que habris venido a devolver algo que os llevasteis sin querer...

Quisiera tres pestilis, poo favoo. Una vez ms, el acento de Jack masacraba la lengua espaola. Quieres tres pestilis? le pregunt Lis. Tres pasteles se corrigi Jack.

Ah, vale. Lis y Delilah haban vuelto al instituto antes de la segunda hora, y se encontraban sanas y salvas en su clase de espaol. Le haban dicho al profesor Gray que necesitaban ir a la clnica de planificacin familiar, y l les haba franqueado la salida sin preguntar ni media palabra ms. Los profesores hombres siempre resultaban muy fciles de convencer de ese modo, se les mencionaba el sexo o la regla y se convertan en estatuas de piedra: aquello funcionaba como una moderna Medusa. Kitty mir por encima del hombro y susurr: Entonces qu deca el diario de Laura? Nada sustancial respondi Delilah entre dientes. Pensaba que su padre mantena una relacin con alguien del trabajo. Los vio cenando juntos. Una cena muy picante, por lo visto. Eso puede explicar lo del hotel de Birmingham observ Jack. Y tambin por qu la seora Rigg no le apoy en su coartada aadi Kitty. Pero no me parece que tuviera que arrancarle el corazn a Laura por eso. Un poco exagerado! Delilah les cont entonces lo del pjaro muerto que Laura haba encontrado en su cama. A Lis volvi a helrsele la sangre. Demasiadas coincidencias: los sueos, los pjaros... hasta el mismo enamoramiento! Y la madre de Laura haba comentado cmo se parecan las dos. Lis se atrevi a echar un vistazo por encima del hombro, y vio que Danny la estaba mirando. Se puso rojo y apart la mirada, haciendo como que estaba muy interesado en el ejercicio de espaol. Pero a continuacin volvi a mirar, y se qued con los ojos fijos en ella ms tiempo del prudente, y entonces le toc el turno a Lis de ponerse colorada. Tal vez deberamos buscar el quinto diario termin Delilah. Seguramente seguira escribiendo en l hasta el ltimo da. No dijo Jack. Podra estar en cualquier parte. Y no pienso volver a colarme en su cuarto de bao! Lis se pas los oscuros rizos por encima del hombro. No. Tengo la sensacin de que est en el instituto. Laura estaba escribiendo en l cuando yo fui a enfrentarme con ella. Eso fue el da en que ella...

en que nosotros... Pero la polica vaci su taquilla coment Jack. Los amigos se miraron unos a otros, completamente perplejos. Desde el otro lado del pasillo central, un Cameron Green muy sonriente se inclin hacia Kitty: Eh, Monroe. Cuando te canses de las chicas, te dejo que me comas el pollo le dijo en espaol. Gracias, Cameron. Me encantar comerte el pollo le respondi Kitty sin ambages. Pero supongo que lo que queras decir era polla, capullo. Hasta Harry y Nasima se rieron cuando Cameron se volvi a sus compaeros avergonzado. Danny le gesticul a Lis un lo siento. Lis mir de reojo a Delilah, que se haba quedado blanca como un cadver. Lis saba por qu. Pobrecita... menudo error, pegarse el lote con semejante orangutn! Son el timbre del recreo de la maana, y todo el mundo empez a recoger sus libros. No salgis corriendo! rog el profesor Gray mientras los estudiantes embestan contra la puerta. Lis, puedo hablar contigo un segundo nada ms, por favor? Lis asinti con la cabeza, echndose al hombro la mochila. Te esperamos en el patio le dijo Jack, saliendo en fila con sus amigas. Vale. Lis se dirigi a la mesa del profesor y se qued por all hasta que todos salieron por el pasillo. Hay algn problema? El profesor Gray frunci el ceo en una mezcla de preocupacin y fastidio. No lo s. No hay nada que me quieras contar, Lis? Sucede algo...? Sucedan un milln de cosas, pero ninguna que quisiera contarle. Desde luego, era un profesor muy majo, pero ella nunca haba sido una de esas chicas sensibleras que se lo cuentan todo a los profes. En el anterior instituto, los profesores no haban hecho ms que empeorar las cosas. No, todo est bien, gracias dijo con cautela. En ese caso, me podras explicar lo de tu trabajo de casa, por favor?

Su trabajo de casa? La redaccin sobre la moderna ciudad de Mxico? No entiendo. Lo entregu ayer. Eso ya lo s! El profesor Gray abri el cuaderno de ejercicios de Lis y se fue hasta la ltima pgina, donde estaba la redaccin. Solo que ahora, encima de su pulcra letra bastardilla, figuraban tres palabras furiosas, garabateadas en algo que solo poda ser sangre: YA FALTA POCO.

La solucin

Aquellas palabras eran como feos tajos rojos cortados en la carne del papel. Los ojos de Lis se llenaron de lgrimas al tiempo que retroceda torpemente alejndose de la mesa del profesor. Y bien? pregunt el profesor Gray. Yo no lo hice! exclam Lis. Apenas daba crdito a lo que vea. Era horrible, y sin embargo era incapaz de apartar la mirada. Las palabras eran una clara amenaza: YA FALTA POCO, no tardara en llegar su hora. No estoy diciendo que lo hicieras t. Lis, hay algo que est haciendo que lo pases mal? Si es as, puedes contrmelo. Alguien debe de haber... Alguien ha... Alguien ha qu? Su expresin seria resultaba insoportable. Lis...? Ni poda decirle la verdad ni se le ocurra ninguna mentira plausible. Solo quera salir del aula. No es nada. Nada dijo Lis con voz ronca. Pues no da la impresin de ser nada. Ya falta poco. Qu significa eso, en cualquier caso? Mire, ha sido una broma tonta entre Kitty y yo. Lo siento minti con torpeza, con un nudo en la garganta. Necesitaba respirar aire fresco para quitarse el amargo sabor de bilis de la boca. Puedo irme? El profesor Gray no pareca ni remotamente convencido. Esto no tiene nada de gracioso, Lis. Me preocup por ti. Lo siento repiti ella, sin despegar los ojos de la alfombra. Esta noche repetirs el ejercicio, queda claro? Por supuesto. Prcticamente arranc el cuaderno de ejercicios de las manos de l, y a continuacin sali del aula, sin detenerse siquiera a despedirse.

De repente todo quedaba muy claro. Lis estaba sentada en los peldaos de la puerta de la biblioteca, con las rodillas levantadas hasta la barbilla. La luz era algo ms brillante all, e incluso el aire de la maana pareca ms suave. Haba calma. Haba sentido la necesidad de escapar del bullicio del instituto para poner sus pensamientos en orden. Era hora de afrontar la realidad. Aquello no era ningn juego. Y si lo era, no lo estaba ganando. Lis ya tena suficiente. Aquellas malvadas palabras en rojo eran la gota que colmaba el vaso. Acababa de tomar una decisin: tena que irse de Hollow Pike. Al cabo de unos minutos, u horas (no estaba segura), oy pisadas que crujan en el suelo al acercarse a la biblioteca. Ah est! anunci Jack. Qu sucede, Lis? Te hemos buscado por todas partes. Qu quera de ti el profesor Gray? pregunt Kitty, preocupada. Con un gesto justificadamente dramtico, Lis le entreg el cuaderno de ejercicios abierto por la pgina en la que se haba plasmado la amenaza. Los tres miraron las letras de sangre, y se quedaron callados. Dios mo, Lis dijo Kitty, levantando lentamente los ojos del lgubre mensaje: Quin hizo esto? Quin crees que sera? Estaba casi temblando, en parte de miedo y en parte de rabia. En aquel momento sala todo junto. Ha tenido que ser el asesino. Brujas, no brujas, hadas malditas... ya me da igual. Me vuelvo a casa! Regreso a Gales... con mi madre. Sigui un instante de silencio. No tena pensado contar tan pronto su decisin, pero era el nico modo. Si no poda ir a la polica, y saba que no poda, entonces tena que abandonar el pueblo. Todo haba empezado cuando decidi irse a vivir a Hollow Pike. Tal vez tambin terminara todo en cuanto se fuera de all. Tal vez en un mundo paralelo, en el que Hollow Pike contuviera a sus amigos y a Danny, pero no asesinos, todo hubiera sido distinto. Pero no era aquel el momento de ponerse a jugar a Cmo sera si.... No puedes irte! exclam Jack, aunque casi no le sali la voz. Una risa exasperada, de absoluta derrota, escap del cuerpo de Lis.

Jack! Mi llegada aqu sirvi de petardo para una explosin de mierda! Desde el mismo instante en que llegu, mi vida se convirti en una pesadilla. Lo de Laura no fue ms que el comienzo. Estoy harta de tener miedo. Delilah se inclin hacia delante, en actitud razonable. Lis, todos lo estamos pasando mal con este asunto. No ests sola. Todos estbamos all aquella noche. Pero ninguno de vosotros recibe amenazas de muerte protest Lis. La voz de Jack empezaba a cascarse: Lo s, pero y nosotros? T nos encontraste aqu. No estara tan mal la cosa. Por supuesto que no dijo ella, reprimiendo sollozos. Pero creo que si vuelvo a mi casa, al menos estar a salvo. Las cosas pueden volver a ser como eran antes. A qu te refieres? A volver a ser desgraciada y acosada? pregunt Kitty, implacable contra la resolucin de Lis. No veo cmo podra ser peor de lo que es ahora. Qu me dices de Laura? pregunt Delilah. Qu pasa con ella? Por qu sigue mandando en nuestra vida? Est muerta! He cambiado de opinin, ahora pienso que la polica puede encargarse de encontrar al asesino, no pienso seguir jugando a los detectives! Podis seguir vosotros si queris, pero yo abandono. Ya no es asunto mo. No pienso que merezca la pena morir por ello. Pero estamos muy cerca, Lis. Y si el ltimo diario est en algn lugar del instituto? Solo tenemos que pensar en un plan para encontrar el sitio dijo Delilah. Kitty se levant. Esto es una porquera. T ests asustada, simplemente eso. Adnde vas a huir la prxima vez, Lis? Y diciendo eso, se march enfadada. No te preocupes por ella, solo est molesta. Es su respuesta tpica, pero nosotros no queremos dejarte ir dijo Delilah, paciente como siempre. Jack asinti con la cabeza, totalmente de acuerdo. Lo siento. Lis not que se le empapaban los ojos. No quera llorar .

Voy a hablar con mi madre esta noche. Va a venir a casa de mi hermana por Navidad, y regresar con ella. No dir nada de lo que hicimos. Guardar el secreto. Pero te echaremos de menos dijo Jack sonriendo y frunciendo el ceo al mismo tiempo. Ha estado todo mejor desde que ests aqu. Los amigos se abrazaron en un abrazo que los comprenda a todos. Lis saba que los echara de menos, ms que a ningn amigo que hubiera tenido antes, pero estaba decidida a no cambiar de idea. Y qu nos dices de Danny? pregunt Jack, secndose la nariz con la manga. Or aquel nombre le afect como un puetazo en plena cara. Pero Lis ya haba desaprovechado bastante de la vida de aquel pobre chico. Era hora de soltarlo.

Los gremlins de su mente luchaban entre s mientras Lis se diriga al campo de rugby. Saba que no poda irse de Hollow Pike y conservar a Danny, y tan solo pensar en l le entraban ganas de echarse atrs. Tena que hablar con l antes de que se derrumbara. Tena que irse. La razn le deca que ese era el nico modo de seguir con vida, pero algo dentro de ella, algo que estaba ms all de la razn, quera a Danny. Esa simple idea amenazaba con vencer a cualquier otra cosa que tuviera en la cabeza. Adems, no pareca justo. Ella haba abandonado prcticamente la esperanza de enamorarse de alguien a la manera en que otras chicas parecan hacerlo cada semana, y cuando por fin le haba ocurrido, no tena ms remedio que dejarlo. S fuerte, Lis, se dijo. Hazlo, y se acab. Apretndose bien al cuerpo la trinchera roja, penetr con vacilacin en el campo de rugby. Las bailarinas se le iban hundiendo en el barro. En el otro extremo del campo estaban entrenando. Estaba siquiera segura de que Danny estaba all? Entonces lo vio. Un nuevo gremlin apareci de un salto en su mente. Este era especialmente feroz, y reaccion a la vista de Danny vestido con su equipo de rugby: musculoso,

manchado de barro y con aquellos ojos imposibles que Lis encontraba completamente irresistibles. Viendo el final del partido, Lis comprendi que haba llegado al final del plan. Solo haba pensado hasta aquel punto de ver a Danny despus del entrenamiento. No tena ni idea de qu era lo que iba a decirle realmente. Un silbato hiri el aire. El seor Coleman, que era profesor de Educacin Fsica y antiguo soldado, se qued en pie en el centro de aquella cinaga, con las manos en jarras. Chicos! Qu os tengo dicho sobre las animadoras? grit. A Lis le cost un rato comprender que se estaba refiriendo a ella. Es la de Marriott, seor! le respondi un joven de enorme corpulencia. Desde su alejado rincn, Danny mir al cielo. Maravilloso, ella le estaba avergonzando delante de su equipo. Marriott, lbrate de ella, ahora mismo! Con la cara colorada, Danny se fue corriendo hacia Lis. Al acercarse, ella no pudo dejar de notar la curva de su pecho bajo el jersey de rugby. Se apresur a levantar la mirada, porque cuando eran los chicos los que le miraban de esa forma el pecho a ella, le reventaba. Danny lleg hasta donde estaba Lis, y ella oli su sudor por un instante. Era embriagador. Lis separ los fros labios, pero se dio cuenta, con consternacin, de que no sala ni un sonido por ellos. Nada. Hola, Lis, qu pasa? Habamos quedado, o algo? Se la llev con gentileza hacia el camino, alejndola de la vista de sus risueos compaeros. Tena que verte... empez a decir Lis. Danny sonri, comprob que no hubiera nadie mirando, y le dio un beso de improviso. Estupendo, pero ser mejor que te des prisa, o el seor Coleman me arrancar una parte de mi anatoma a la que me siento muy unido! Los labios no le respondan: Yo, yo... tenemos que hablar logr balbucear. Ahora?

S... Dios mo, lo siento. No tendra que haber venido. Soy una tonta. Lis, me preocupas. Qu es lo que ocurre? Danny, no s cmo decir esto... El rostro de l se entristeci hasta recordar la expresin que tena el da en que le haban contado lo de la muerte de Laura. Vas a romper conmigo? Era demasiado tarde para cambiar de opinin? La expresin del rostro de l era dolorosa. Lis sinti como si estuviera pegndole patadas a un cachorrillo. No seas cobarde, pens. No... eh... s, tengo que hacerlo respondi. Qu...? El tono de su voz ascendi diez octavas. Lis le agarr la mano, pero l se solt. El problema no eres t, es que... empez a decir Lis. No te atrevas a terminar esa frase! espet Danny. Daba la impresin de que poda echarse a llorar. Por favor, no, pens Lis, no podra soportarlo. Lis, pens que haba algo. No haba, Danny: hay algo. Entonces, qu sucede? Que me vuelvo a casa. Regreso a Gales, con mi madre. Los brillantes ojos de Danny le taladraron los suyos, pero no dijo nada. Danny? Lo siento, pero no puedo soportarlo dijo al fin. Me destroza la cabeza! Levant las manos, se volvi, y empez a marchar por donde haba llegado, dejando a Lis desolada y sola. Danny, por favor, no te vayas! le grit. Para qu quieres que me quede? Tenemos que hablar de esto!

Danny mir atrs con cara sombra. Si ya has decidido que te vas, entonces no hay nada que decir, no te parece? Danny, no puedo quedarme en Hollow Pike! Esta vez no pudo contener las lgrimas. Me gustara poder explicrtelo, pero no puedo. T eras mi ltima razn para seguir aqu. Se supone que eso tendra que hacerme sentir bien? pregunt. No seas infantil! Lo digo en serio, Danny. Sabes qu? le interrumpi l furioso. Tal vez est bien que te vayas a Gales. Todo era ms fcil antes de que llegaras. Se volvi hacia el campo de rugby, igual que un lobo herido busca a la manada. Lis empez a llorar en pblico, sin importarle quin la viera.

Haciendo las paces

Sarah intentaba comportarse como la hermana mayor, dura como una piedra, pero le apareci en los ojos una mirada llena de emocin. Pero por qu, Lis? Aqu parecas mucho ms feliz. Cuando te vi la Navidad pasada, estabas tan delgada que parecas enferma! Incapaz de mirar a Sarah a los ojos, Lis pas los dedos por la veta de la madera de la mesa de la cocina. Lo s, pero es complicado. Entonces, por el amor de Dios, explcamelo! le rog Sarah. Lis hubiera querido contarle toda la historia a Sarah, pero tena miedo de que aquel que iba tras ella pudiera ir tambin detrs de los que ella quera, si saban demasiado. Hasta la idea de que alguien merodeara alrededor de la casa mientras Logan dorma en su cuna le pona la carne de gallina. No hay nada que explicar minti Lis. Solo quiero irme a casa. Echo de menos a mam. Esto solo era una parte minscula de la verdad, pero era ms fcil que contar la verdad completa. Tiene que ver con Laura? O con Danny? Sea lo que sea, me lo puedes contar insisti Sarah. Lis neg con la cabeza, triste. Tena que ver con todo eso, efectivamente, y tambin con muchas cosas ms. Te pasa algo, Lis. No soy tonta. Lis se qued callada. Sarah le haba concedido una libertad tan maravillosa desde que lleg a Hollow Pike! Tal vez el perodo de gracia haba terminado, y ahora su hermana estuviera esperando que se derrumbara en el interrogatorio y empezara a largar. Cuando la tensin se haca insoportable, Max entr en la cocina con toda tranquilidad. Quedan frosties? pregunt, mirando en el armario de arriba.

En el armario de abajo le dijo Sarah, sin apartar los ojos de Lis. Estis un poco serias aqu murmur Max, cogiendo la caja de cereales. Pasa algo? Lis aprovech la oportunidad: Nada. Pero me vuelvo a Bangor. Echo de menos a mi madre. Su cuado se qued callado, mostrando una expresin de genuina decepcin. Pos los frosties en la mesa y se sent con ellas. Sarah sigui mirando a Lis con escepticismo. Lis, me da mucha pena le dijo Max. Nos gusta tenerte aqu. No pensars que molestas, verdad? No, no es eso. Solo quiero volver a casa repiti Lis. l puso de broma una cara triste. Significa eso que tendremos que empezar a pagar a canguros? Como siempre, Max consigui ablandar a Sarah. Max! le solt, pero aquella expresin de dureza haba abandonado sus ojos, y se calm ante los ojos de Lis. Piensa en ello un poco ms, Lis. La casa no ser la misma sin ti. Si su estancia en Hollow Pike no hubiera consistido ms que en aquello, en Sarah y Max sentados en torno a la mesa de la cocina, con el beb Logan dormidito en su cuna, entonces Lis no tendra que irse. Pero no era as. Alguien la persegua. Son el timbre de la puerta, y Sasha atraves la casa como un blido ladrando en modo alerta visitantes. Quin llama? pregunt Max. Por lo visto, deba de pensarse que Lis y su hermana eran adivinas. Sarah cogi a Sasha por el collar para quitarla de delante, y abri la puerta del porche. Desde la calle lleg una voz que a Lis le resultaba familiar: Hola, soy Danny. Est Lis en casa? Lis se qued paralizada. Danny estaba en su casa. Ah, s! dijo Sarah, sonriendo. Vamos, entra. Como haca con cualquier visita, Sasha salt para llenar de lametones a Danny, que no pareca en absoluto molesto por aquella bestia pelirroja que se le

echaba encima mientras l trataba de entrar en la cocina. Lis, insegura de cul sera la actitud de l tras la conversacin previa que haban mantenido, se qued quieta, de pie junto a la silla, delante de la mesa. Tena todos los ojos puestos en ella, pero ella no se saba ninguno de los pasos de aquel baile. Hola, Lis dijo Danny, y sonri con torpeza. Podemos hablar? S, claro... Eh... vamos a mi habitacin. Con la cabeza gacha, ella lo condujo a travs del saln, y lo hizo subir al piso de arriba. Qu casa tan bonita! coment Danny, tratando de ser corts. A que s? La hizo Max desde los cimientos le respondi Lis. Admirable. Lis se detuvo un instante antes de abrir la puerta de su habitacin. Habra dejado bragas, sujetadores o tampones a la vista? No estaba segura, pero pens que tena un noventa y nueve por ciento de posibilidades de que no resultara demasiado vergonzoso dejar entrar a Danny en su sanctasanctrum. As que contuvo el aliento y abri la puerta. Entra. Solo una lmpara de mesita de noche iluminaba la habitacin, proyectando en el suelo sombras y formas alargadas. De modo muy consciente, Lis se sent ante su mesa, segura en su propio espacio personal. Danny se sent incmodamente sobre la chaise longue, sin apoyar la espalda en el respaldo. Bien empez Danny, quera venir a pedirte perdn a la cara. Antes me port como un gilipollas. Lis sinti que una llama volva a encendrsele, como por ensalmo, en el interior del estmago. No te tienes que disculpar. Yo no debera haberme presentado de ese modo en el entrenamiento. Claro que tengo que disculparme. Yo no debera haber dicho que quera que te fueras. Porque no quiero que te vayas. Por un lado, Lis necesitaba or aquello, y por otro era lo que menos necesitaba.

Me gustara poder quedarme admiti. Tal vez si las cosas fueran distintas... pero son como son. Pero por qu? Por qu no te puedes quedar? He hecho algo? pregunt Danny, acongojado. Lis se rio, pero la pena que transmitan sus palabras le afect como por sorpresa. Por supuesto que no! No tiene absolutamente nada que ver contigo. Danny sonri con tristeza, pegando con la puntera de la zapatilla en el borde de la alfombra. Saba que iba a ocurrir algo as. Tena que estropearse antes o despus. Nunca he salido con una chica que me gustara tanto como t. Era demasiado bueno para ser verdad! Pero es verdad! Lo juro. Lis no haba querido a nadie ms que a l. Cmo poda alguien tan hermoso tener tan poca autoestima?. No quiero que parezca que estoy loca, pero yo me siento... estoy colada por ti, Danny! Estas no han sido las mejores semanas de mi vida, pero t lo has hecho todo mucho ms agradable. Danny sonri mientras asimilaba sus palabras. Ah... no saba si yo te gustaba o no. Me tomas el pelo? le pregunt Lis. Lo que todo el mundo se pregunta es qu demonios has visto t en m. El instituto al completo piensa que soy una friki total. Y tienen razn. Danny se puso en pie, cogi a Lis por la mano y tir de ella para levantarla. Se quedaron a solo unos centmetros de distancia. Bueno, entonces yo me debo de estar volviendo friki tambin respondi Danny, porque tengo una fijacin friki. Sonri, y le retir el pelo del rostro. No podemos olvidar lo que pas antes? sigui diciendo. T no eres como las dems chicas del instituto, Lis. Eres fuera de serie, y eso me encanta. S, vale. Volvi a esconderse bajo su pelo. La cara le arda. Me encanta. Eres increble. Lo digo en serio, mrate, eres preciosa! Ella resopl un poco al or aquella insensatez. Vamos, lo eres... Bueno, a m me lo pareces. Y eres lista, realmente lista y

divertida, ms divertida incluso que mis compaeros. Y no dejas que la gente te cambie la manera de pensar. Me encanta cmo cuidas a tus amigos. Podra seguir... hay una larga lista de cosas que me gustan de ti! Lis lo mir a los ojos, sabiendo lo peligroso que poda ser hacer tal cosa. No quiero que te vayas, Lis. Dije eso solo porque me enfad. Quiero que seas mi novia. Me refiero en serio. Esta vez no necesit ninguna invitacin para besarla. Cogi su rostro en sus clidas manos y se inclin hacia ella. Como si fueran dos partes de un todo, sus labios se cerraron sin esfuerzo. Danny besaba de manera hbil y suave. Haba un calor sumamente agradable que sala de las yemas de sus dedos y le penetraba por las mejillas, irradiando hacia su interior. Lis dese que l la reconfortara, limpindole todo lo malo que haba sucedido en Hollow Pike. Con la mano libre, Danny cogi a Lis por la parte baja de la espalda y la acerc a l, apretndola contra su cuerpo. Ningn otro pensamiento le nubl la mente a ella, demasiado consciente del contacto de Danny, del magnetismo de cada punto de contacto entre ellos. Lis sigui las lneas de sus hombros, y despus baj las manos por el pecho hasta que encontr la suave piel, justo por encima del cinturn. l sonri, agarrndole la mueca. Qu chica tan mala! Quieres que pare? No. Se volvieron a besar, con ms mpetu esta vez. Lis nunca en su vida se haba sentido tan viva como en aquel momento. Enmaraado cada uno en los brazos del otro, cayeron en la cama. As es como sucede, comprendi Lis. Sin planes, sin juegos, solo el instante. Se tendi en la cama mientras Danny le besaba el cuello. Ella prcticamente no perciba otra cosa que la presencia de l, y sin embargo algo le llam la atencin: Por qu estaba encendida la alarma de fuera? Abri los ojos de repente al tiempo que volva a la realidad. Mir las puertas acristaladas de la habitacin. Al otro lado de las finas cortinas de muselina, pas por la terraza la silueta de un encapuchado. El movimiento fue preciso, simple,

fluido, como una aleta de tiburn al cortar las olas. Y tan mortfero como el tiburn. Danny not que Lis se quedaba congelada. La confusin apareci en su rostro, al tiempo que ella se pona rgida. Incapaz de encontrar las palabras, Lis apunt un dedo hacia la silueta, que se apresuraba a desaparecer de la vista. Danny se levant y se fue hacia las puertas en un abrir y cerrar de ojos. Qu dem...? Mir por la ventana y se volvi hacia Lis, cuyos ojos seguan encendidos. Hay alguien ah fuera! Danny empez a abrir las puertas, pero Lis lo agarr por el brazo. Alto! dijo casi sin voz. Djame, se va a escapar! grit Danny. Imgenes y palabras se mezclaron en la cabeza de Lis, mientras el cerebro asimilaba lo que suceda en su habitacin. No puedes salir, Danny! Por qu no? Va a enterarse ese... Porque te matar! solt Lis apretando los dientes. No saba quin estaba all fuera, pero estaba convencida de que haba cometido un asesinato, y de que ella era la siguiente en su agenda. Danny segua tirando hacia las puertas, y ella necesit toda su fuerza para impedrselo. Por qu no me dejas? le pregunt. No sern ms que unos nios tontos, y ahora se estn escapando. No era el momento de actuar como un hroe. Ya me gustara, pero no es as. Sintate, Danny! l dej de tirar, y ella lo solt. Con las manos en las caderas, Danny aguard una explicacin. Sintate le repiti Lis. Danny le lanz una mirada sombra, y se sent en la cama, esperando la explicacin. Lis se sent a su lado, con los hombros cados. Te has dado cuenta de que a veces estoy algo rara?

Lo he notado, s. Se meti el pelo tras las orejas, intentando mostrarse todo lo desapasionada posible. Bueno, todo tiene que ver con la muerte de Laura. De inmediato, Danny se puso tenso y se apart un poco de ella. Sigue... Danny, nosotros estbamos all musit Lis. Las palabras le temblaban en los labios. Qu? Un fro rtico invadi la habitacin. No es lo que piensas. No hicimos nada! exclam Lis. Lis lament la distancia que haba en la cama entre ellos, y que pareca aumentar. Solo quera volver a sentir el cuerpo de Danny contra el suyo. Entonces, qu pas? pregunt Danny. Estbamos en el bosque aquella noche sigui Lis. Decidi omitir algunos detalles vitales, pues no se vea capaz de permitir que Danny la juzgara como un monstruo. Vimos a Laura, pero haba alguien ms all, y creo que nos vio. Todo el color se fue de la cara de Danny al procesar lo que ella le deca. T piensas que... Pienso que esa persona va ahora por m. Quienquiera que sea. Saba que no debera estar contando nada de aquello, y que si Kitty se enteraba, la matara. Danny apart la mirada, frunciendo el ceo como si estuviera tratando de responder al problema matemtico ms difcil jams planteado. Quines estabais? No te lo puedo decir respondi con firmeza, aunque ella sospechaba que resultara ms que evidente. Ahora comprendes por qu tengo que irme? l no dijo nada por un rato que pareci un mes. Creo que s, pero por qu no vas a la polica? Porque estbamos all... Y todo el mundo sabe que Laura y yo nos odibamos. La cosa no tiene buena pinta! No puedo contrselo, Danny.

Simplemente no puedo. De nuevo, Danny se qued callado. Lis prosigui: Pero Laura tena unos diarios: cinco diarios con estampado de flores. Pensamos que podra haber escrito en ellos algo sobre su asesino. De verdad? Danny pareca intrigado. Dnde estn ahora los diarios? Ese es el problema. Sabemos dnde estn varios de ellos, pero el ltimo no lo sabemos. Pensamos que podra encontrarse en algn lugar del instituto. Si pudiramos encontrarlo y averiguar quin va detrs de m, las cosas resultaran distintas, pero... No quera darle falsas esperanzas. Deberas haberme dejado ir tras ese. Esto podra haberse acabado! le dijo Danny. Lis se acerc a l por encima del colchn. Le cogi las manos entre las suyas. No. Porque si algo te sucediera, yo ya no querra seguir en este mundo, ya no digamos en este pueblo, lo has comprendido? Danny se puso colorado y asinti con la cabeza. Lis le quit una pelusa que tena en el pelo, y se concedi un momento para tratar de grabar en la mente su increble rostro. No iba a tardar en dejar de verlo para siempre, y no quera olvidarlo nunca. Me voy de Hollow Pike. Es el nico modo de permanecer a salvo. Danny no dijo nada ms, la tendi en el colchn y la agarr en un fuerte abrazo. Despus la abraz por detrs, y Lis sinti el clido aliento de l en su pelo. Cerr los ojos para guardar cada segundo en su memoria.

Desde los enredados arbustos del final del jardn, una silueta observaba la casa atentamente. Los plidos dedos apartaron las hojas, buscando el mejor modo de observar el edificio. Solo haba una luz encendida. A travs de las delgadas cortinas que tapaban las puertas de cristal, la silueta

vislumbraba una joven pareja que se abrazaba tiernamente. Disfruta mientras dure. Sabes lo que va a pasar? Sabes lo poco que te queda?. La silueta ech una ltima mirada antes de fundirse en la infinita oscuridad de la floresta.

La directora

Lis casi se queda dormida en los brazos de Danny: un raro momento de perfeccin. Era reconfortante saber que tales momentos an eran posibles, y que le podan suceder a ella. Haba empezado a temerse que solo ocurrieran en la tele. Ella no estaba dispuesta a pronunciar la palabra que empezaba por a y terminaba por r, pero s que pensaba en ella. Sin embargo, Lis no cambi su decisin: tena que irse de Hollow Pike. Ya no haba duda de eso. Haba habido alguien en su terraza. Se haba sentido a salvo con Danny, pero no lo iba a tener siempre a su lado. l no poda ser su guardaespaldas. Se fue andando sola hacia el instituto, sintiendo su soledad intensamente. Las brujas no existen, las brujas no existen, se repeta, como si fuera un mantra propio. Observando la espesura de los rboles, envueltos en la niebla matutina, la idea de las brujas casi pareca plausible. Las escenas de Las brujas de Salem no estaran fuera de lugar en aquellos bosques: chicas danzando en torno a las llamas, espritus oscuros que emergan del fuego... A Lis le pareci que casi poda or las salmodias canturreadas en voz baja. En un intento de pensar en algo distinto, Lis no tard en llenarse la cabeza con ideas sobre la Navidad. En el suelo brillaba la escarcha y en el aire quedaban suspendidos un instante jirones de niebla luminosa salidos de sus pulmones. Si poda sobrevivir a las ltimas semanas del trimestre, se vera libre de aquel pueblo. Quin saba lo que le estara esperando en Bangor, pero Bronwyn y sus arpas no podan ser peores que la turbia silueta que la vigilaba, invada su habitacin y le enviaba siniestras amenazas. Las carreteras parecan aquella maana ms tranquilas de lo habitual. Por qu no haba nadie por all? Cada vez que cruja una hoja, Lis volva la cabeza para mirar. No se atreva a conectar el iPod por si acaso no le dejaba or posibles pisadas a su espalda. No poda desprenderse de aquella sensacin de que haba ojos observndola. Era como si los propios rboles estuvieran mirndola, expectantes. Muy tensa, Lis lleg por fin al Instituto de Fulton. Al entrar por la cancela principal vio a Nasima y Fiona que andaban zumbando alrededor de Harry, que se haba convertido en la nueva abeja reina. Deba de haber habido una coronacin a

mitad de trimestre ms o menos, porque Harry haba tomado el lugar de Laura. Su melena era ms amplia, su piel estaba ms bronceada. Sin tener cerca a Laura para rebajarle la categora, ella hasta pareca ms alta, aunque Lis se imagin que eso era puramente psicolgico. Todo bien, London? le pregunt Harry con sorna. Bonitos zapatos, dnde te los has comprado? En el rastro? Lis no se poda molestar aquel da con aquello. No, Harry: se los rob a un vagabundo despus de follrmelo. Satisfecha? Harry no encontr respuesta para aquello, y Lis se sinti de pronto muy pagada de s misma. Kitty se hubiera sentido orgullosa de ella. No haba que molestarse, pero tampoco que ignorarlas, sino guardar el terreno. Al fin y al cabo, tal vez volviera a Gales fortalecida. Jack, Kitty y Delilah ya estaban en la G2. Lis se sent en su sitio, junto a Jack, y esper a que pasaran lista. Eh, cmo no has venido en el autobs? le pregunt Jack. Volv a perderlo. Evidentemente, Kitty no se iba a disculpar por haberse puesto borde el da anterior, pero actu como si nada hubiera ocurrido, cosa que le pareci bien a Lis. Buenas... Qu hiciste anoche? le pregunt Kitty. Nada minti Lis. No pensaba contarles todava su conversacin con Danny, y menos el hecho de que le haba contado su secreto ms inconfesable . Y vosotros? Pasar el rato en casa de Jack dijo Kitty sin pensarlo mucho. Los tres? Lis no quera dar la impresin de que los estaba interrogando, pero tena que enterarse. S respondi Jack. Te envi un SMS, pero no contestaste. Eso era verdad, haba recibido una invitacin de l. Tenan coartada. El profesor Gray, a quien seguramente le caa mucho peor Lis despus de lo sucedido el da anterior, entr torpemente en la clase, ostentando una gran mancha de t en su camisa de rayas. Pos una taza en su mesa, y observ a la clase hasta que sus ojos dieron con ella. Ah, Lis... seras tan amable de ir al despacho de la seora Dandehunt?

Lis debi de poner una cara tan larga que le llegaba hasta el suelo, pues el profesor se apresur a aadir: Creo que no tienes de qu preocuparte. Ah, vale respondi Lis, y sin embargo, le dirigi a Jack un gesto de preocupacin y nerviosismo. Delilah le hizo un gesto admonitorio con el dedo. Buena suerte, amiga ma le dijo, y le gui un ojo. Jams en su vida le haban hecho ir al despacho del director. Ese privilegio, no estaba reservado a terroristas y gente as? Incluso cuando las cosas iban realmente mal en el instituto de Gales, siempre haba tratado con sus profesores. Saliendo del aula, Lis se encamin por el corredor del ala G. A mitad del pasillo, se detuvo ante el despacho de la directora y vio que tena la puerta abierta. Ah, Lis le dijo la directora. Por favor, entra y sintate. No te importa que me termine mis cereales, verdad? No respondi Lis, entrando en el despacho y tratando de ignorar el extrao espectculo que ofreca una mujer hecha y derecha comindose aquella papilla en un plato de plstico. El despacho era una habitacin sencilla, cuadrada, con una estantera en la pared que exhiba una envidiable coleccin de esferas de nieve. Envidiable si eres una loca que colecciona adornos chabacanos, pens Lis. Colgando de las paredes, haba fotos de la seora Dandehunt en compaa de diversos alumnos del instituto. Algunas parecan tan viejas que podran estar en una tienda de antigedades. Cunto tiempo llevara trabajando en Hollow Pike la seora Dandehunt? Lis tom asiento ante la gran mesa central, mientras la directora engulla la ltima cucharada de papilla. Mmm, qu rico! declar, dejando caer la cucharilla en el plato. El seor Gray me ha dicho que quera verme usted... S, pero no tienes de qu preocuparte dijo la directora, calcando las palabras del profesor Gray. Es que me ha llamado tu hermana. Eso lo explicaba todo. Ya. Qu le ha dicho? La seora Dandehunt apoy la regordeta barbilla en las manos.

Me ha dicho que estabas completamente decidida a dejar el instituto. Es cierto? S. Me vuelvo a vivir con mi madre. Comprendo. Me imagino que la echas muchsimo de menos. S, me resulta duro. Y supongo que el instituto tampoco te habr puesto las cosas fciles, verdad? La seora Dandehunt mir a Lis con unos ojos sabios de bho. Lis record que el profesor Gray le haba dicho, semanas atrs, que los profesores siempre escuchaban. Qu sabra la seora Dandehunt? Lo siento, no s a qu se refiere dijo Lis con cuidado. La seora Dandehunt le dirigi una sonrisa cmplice. Bueno, primero fue el problema con Laura Rigg, que en paz descanse. Me enter de lo de aquel pequeo rumor de Internet. Bueno, eso no fue nada. Cmo que no! Fue algo muy cruel, contra una chica nueva en el instituto insisti la seora Dandehunt. Y despus has cado con las seoritas Monroe y Bloom, y con ese jovencito tranquilo que anda con ellas. Unos alumnos majos y listos, pero... quiz no los amigos ms llevaderos del mundo. A ellos no les pasa nada, de verdad. Aquello resultaba atroz, peor que las pequeas conversaciones con el profesor Gray. Bueno, eso espero, porque no me gustara nada pensar que tu decisin ha tenido nada que ver con problemas en este instituto. Querra decir que el instituto no es el tipo de centro que queremos tener dijo muy seria la seora Dandehunt. De pronto, las matemticas de la primera clase parecan ms apetecibles que nunca. Mis amigos son estupendos, de verdad. La seora Dandehunt se dirigi a la estantera y agit una de sus esferas de nieve, haciendo que el polvillo girara y lanzara destellos al caer en torno al gatito que haba dentro. No hemos hablado del pjaro que haba en tu taquilla, verdad? El cuervo? El corvus.

Qu? Corvus, cielo. Era un corvus. No es lo mismo. Los cuervos son un tipo de corvus, pero no todos los corvus son cuervos. Comprendes? Lis asinti con la cabeza, aunque no estaba completamente segura de comprender. Eso fue algo muy raro, no? Ya sabes que, hace cientos de aos, el corvus tena un significado mayor que el que tiene hoy. Era un smbolo muy importante. Y un augurio, adems. De repente, Lis se dio cuenta de que tena hmedas las palmas de las manos. Aj... Ya sabes, muchas brujas tenan aves como espritus familiares. Sabes lo que es un espritu familiar, Lis? Lis sinti pnico de repente. No poda mirar a los ojos a la seora Dandehunt, as que se fij en la mesa atestada de cosas que tena delante. Haba all ms esferas de nieve, una foto de la seora Dandehunt con un peludo gato negro, y unas cien carpetas rebosantes de impresos. No, yo... Lis se call, con la boca apretada de horror, porque debajo de algunos impresos, que solo haba quedado visible porque sin querer haba desplazado una carpeta con la mano, haba un cuaderno de tapa dura estampada con flores de albaricoque y atado con una cinta amarilla: el ltimo diario de Laura.

En la boca del lobo

T qu, cielo...? le pregunt la seora Dandehunt, esperando que terminara la frase que haba empezado. Lis apart los ojos del cuaderno. Era el diario de Laura. La haba visto con l aquella maana, en el campo de rugby, y era el mismo. Por qu estaba en poder de la seora Dandehunt? Por qu no se lo haba entregado a la polica? Por qu? Por qu? Por qu no he respondido yo a su pregunta?, pens Lis, horrorizada. Solo iba a decir que el instituto Fulton me ha encantado farfull Lis, pero no me daba cuenta de lo mucho que iba a echar de menos Gales. Soy galesa de pura cepa, supongo. Saba que tena que parecer un poco loca, pero tena la sensacin de que necesitaba salir del despacho en los siguientes diez segundos, o el grito que se incubaba en su pecho estallara all mismo. Pues el nico motivo por el que la seora Dandehunt poda estar escondiendo aquel diario era que tuviera un secreto que guardar. Y fue entonces cuando Lis lo vio: en el segundo estante empezando por arriba, casi oculto en el museo de esferas de nieve, haba un discreto ramito de espliego atado con una cinta negra. Lis casi se cae de la silla. La directora era una bruja! Por muy demencial que sonara, aquello cobraba de repente sentido. Despus de todas aquellas semanas de susurros, rumores e historias de fantasmas, Lis se vea viviendo en un mundo lleno de brujas: una realidad nueva, imposible. Lis, te encuentras bien, cielo? le pregunt la seora Dandehunt, mirndola con ojos de halcn desde detrs de los gruesos cristales de sus gafas. S. Yo, eh... es que he mirado el reloj y he pensado que sera mejor que volviera al aula respondi Lis. No quisiera perderme la clase de Matemticas. Buena chica. Qu estudiante tan seria! Si fueran todos como t! Sin perder ms tiempo, Lis salt de la silla y se fue hacia la puerta, casi tropezando de la prisa. Gracias, seora Dandehunt, hasta luego.

Ten cuidado, Lis exclam como despedida la directora. Y casi pareca una advertencia. En cuanto sali del despacho, Lis vio el pelo morado de Kitty, que se meneaba en direccin a la salida, al final del pasillo G y, abrindose paso entre el ro de alumnos, corri para alcanzarla. Al apartar del camino a un grupo de chicos de octavo, Lis se alegr de ver que Jack y Delilah iban con ella. Al llegar junto a ellos, Lis le tir de la manga a Kitty para que se fuera a un lado antes de entrar en la clase de Matemticas. Ay, Lis, qu ests haciendo? Me quieres arrancar el brazo? No podis entrar en clase, ninguno de vosotros. Tenemos que hablar AHORA MISMO!

La biblioteca estaba casi vaca, salvo por Daphne, que pasaba el plumero a los estantes. Los cuatro amigos se metieron en su rincn habitual, por el que pasaban las caeras, que estaba siempre calentito. Ests segura de que era el mismo diario? pregunt Jack, arremetiendo contra un bocadillo de jamn. Completamente segura. El mismo libro le dijo Lis. Delilah mir a Kitty y comunic telepticamente con ella, al modo en que lo hacen las parejas. Dios mo... Eso significa... ... que ha tenido algo que ver con la muerte de Laura! concluy Kitty. De no ser as, por qu no lo iba a entregar a la polica? Saba que lo estaban buscando, el expediente policial deca que haban contactado con la directora para preguntarle por l. Lis habl en voz muy baja: Lo que voy a decir ahora puede parecer completamente demencial, pero escuchad un minuto: creo que es una bruja. Jack casi se ahoga con el bocadillo.

Delilah levant una ceja bien perfilada. Ah, ahora crees en las brujas! le dijo. Lo s, lo s! Lis mir a su alrededor para asegurarse de que no haba nadie en la vieja biblioteca escuchando: Tiene un gato negro, y las mismas flores de espliego que alguien me puso debajo de la almohada. El modo tan siniestro en que mataron a Laura tena ms de sacrificio que de ataque admiti Kitty, razonando. Y vivimos en Hollow Pike aadi Delilah. Puede que los juicios contra las brujas no acabaran con todas. Tal vez siga habindolas, a escondidas. Jack se termin el bocadillo. Os estis oyendo? A Laura la mat un psicpata con un cuchillo bien grande. Y no hay ms vueltas de hoja. Pero, Jack, mira la manera en que la mataron... dijo Delilah impetuosamente, mientras la imagen tomaba forma en su mente. Vale, pues la mat una psicpata con cuchillo que se cree que es una bruja se corrigi Jack. Hay algo ms psicpata que eso? Nada en absoluto! Entonces l mismo se qued pensativo. La seora Dandehunt est bastante pirada. La verdad es que pudo ser ella. Lis tena que admitirlo, Jack tena su punto de razn. Ella no crea en brujas que volaran en escoba mgica, pero s que crea en gente a la que se le iba la olla. A fin de cuentas, no es por eso por lo que la gente hace cosas terribles? Porque albergan oscuras creencias? Un escalofro le subi por la espalda. Tenemos que coger ese volumen del despacho de la seora Dandehunt. Si encontramos pruebas en l, se lo daremos a la polica, y... colorn colorado, se acab la bruja. Cmo vamos a cogerlo? pregunt Delilah. Eso da igual dijo Lis con total rotundidad, el caso es que tenemos que cogerlo. Y despus de eso podremos descansar tranquilos para siempre. Danny y yo, t y t, Jack y... quien demonios se le antoje. Bueno, muchas gracias, Lis dijo Jack rindose. De nada. As que necesitamos un plan... Todos los ojos se volvieron hacia Kitty, su intrpida lder.

Quin os creis que soy yo? El nmero de telfono gratuito para encontrar planes? pregunt Kitty gruendo. Los dems asintieron con la cabeza, y Kitty puso los ojos en blanco. Bueno, vale. Pero nos vamos a ver metidos en un buen lo si nos pillan!

El reloj tena que ir mal. Corra a la mitad de la velocidad de un reloj normal; cada minuto pareca que duraba una hora. Agitada, Lis tamborileaba con el lpiz en su cuaderno de ejercicios, deseando que el tiempo transcurriera. Cuanto antes sonara el timbre de las tres, antes llevaran a cabo aquel plan desquiciado, y terminaran con l. Kitty le lanz una dura mirada desde el otro extremo del aula de Tecnologa de los Alimentos, hacindole una sea para que se relajara, pero Lis no poda. Se haba visto incapaz en todo el da de sentarse tranquila, y haba puesto todo su empeo en evitar a Danny. No haca ninguna falta que l la viera hecha una calamidad. Mir la pgina en blanco que tena delante. La receta para un postre apto para diabticos tendra que esperar, pues de ninguna de las maneras lograba concentrarse. No haba nada que hacer. Aquel era el ltimo intento de resolver el misterio. Si no funcionaba, lo nico que quera era pasar sus ltimas semanas en Hollow Pike con Danny antes de volver a Gales. Al final, la profesora Paniagua (s, en serio: la profesora de Tecnologa de los Alimentos se apellidaba Paniagua), anunci que todo aquel que no hubiera terminado el trabajo (y, claro est, tambin todo aquel que no lo hubiera empezado) tendra que acabarlo en casa, y entonces les mand recoger sus cosas. Al fin! Pongamos manos a la obra!, pens Lis. Meti sus cosas en la mochila atropelladamente, y corri al lado de Kitty. Por lo que ms quieras!, es que no te puedes calmar un poco? le solt Kitty. Lis hizo un mohn. Y t no podras convertirte en humana? Kitty se abland y le frot el brazo.

Lis, esto va a salir bien, en serio. Vamos. Deseando que pudiera tener una pequea parte de la valenta que tena Kitty, Lis sali de la cocina detrs de su amiga, y baj con ella la escalera que llevaba al patio, donde ya las estaba esperando Jack. Su expresin estaba mucho ms cerca del terror de ella que de la seguridad de Kitty, y eso a Lis le result reconfortante. Bueno, ahora s que estoy nervioso les susurr. Gracias! exclam Lis. Yo tambin. Kitty no les hizo caso: Aprisa, Delilah nos est esperando. Nadando contra la corriente de alumnos que bajaban por el camino que llevaba a la cancela, los tres se escondieron en la biblioteca. Pasaron al lado de Daphne, que estaba en el mostrador, y atravesaron la puerta interior que daba a la sala de informtica de Bachillerato. Durante las horas de clase, aquello perteneca al exclusivo dominio de los ltimos cursos pero, despus de las clases, aquella aula ms pequea de informtica se converta en zona de trabajo para los chavales que no tenan ordenador en casa. Como casi todos tenan, la sala nunca estaba llena, y menos an desde octubre, cuando un alumno de noveno se haba visto metido en serios problemas por descargar pornografa. Delilah ya estaba all, mirando algo en Internet. Eh, chicos, rpido, mirad esto! les dijo. Ellos bordearon la pequea isla de ordenadores para ver el monitor de ella. Delilah estaba contemplando una especie de grabado de la Edad Media, que representaba a un viejo grotesco rodeado de gatos e inclinado sobre un caldero burbujeante. Qu se supone que es eso? pregunt Jack, frunciendo el ceo ante la imagen. Se llama Mago con familiares explic Delilah. Eso no nos va a servir de nada! dijo Jack. He estado pensando en Laura sigui diciendo Delilah. Eso s que es una deliciosa novedad brome Kitty. Delilah no le hizo caso:

Le arrancaron el corazn, verdad? Bueno, en el siglo XVI, se ofreca a menudo un corazn de oveja o de cabra al dios astado. Las brujas pensaban que l satisfara sus deseos si se le ofreca un buen sacrificio. Jack hizo una mueca ante el grabado. O sea que la seora Dandehunt buscaba el corazn de Laura como sacrificio! exclam. Entonces aadi bromeando: La seora Dandehunt es una persona felina, y yo nunca he confiado en la gente felina. Eso es lo que yo estaba buscando. Gente felina que adems estuviera pirada? No! dijo Delilah con un resoplido. Familiares. Estaba tratando de enterarme de por qu Laura y Lis recibieron los cuervos. Pienso que tendra que tener alguna relacin con el hecho de que esas aves fueran familiares de las brujas. Eso es lo que dijo la seora Dandehunt aadi Lis pensativa. Los patios del instituto ya estaban vacos, y el cielo de diciembre iba adquiriendo un tono malva. Lis estaba nerviosa, y las siniestras teoras de Delilah no le servan de ayuda. En muy poco tiempo, estaran a punto de arriesgarlo todo para conseguir el diario. Cundo podremos dejar esta sala? pregunt Lis. El entrenamiento de rugby es hasta las cinco, el club de espaol hasta las seis. Entonces entraremos en accin sentenci Kitty. Bien dijo Lis inclinando la cabeza. Y ahora, mientras esperamos, quin me ayuda a escribir una receta para diabticos?

Un centro educativo oscuro y silencioso era algo que resultaba sumamente extrao. Era una contradiccin. Ni gritos, ni timbres, ni vida... Al aproximarse las seis en punto, Lis se encontr extraamente tranquila, resignada a acometer lo que hubiera que acometer. Daphne se haba ido de la biblioteca haca tiempo, instruyendo a los majsimos alumnos de undcimo de que cerraran bien la puerta cuando terminaran de hacer los deberes.

Los cuatro pasaron ostentosamente por delante de las cmaras de vigilancia que enfocaban el mostrador y la salida de la biblioteca. Tenan que quedar grabados saliendo. Lis tena que admitirlo: el plan de Kitty estaba bien pensado. Era un desperdicio tenerla en el instituto: los servicios secretos la necesitaban. En cuanto salieron del campo de la cmara, al fro helador, el grupo se detuvo. Vale dijo Kitty con autoridad, todos habis entendido cul es vuestro puesto? Todos preparados y a sus rdenes, mi capitn! dijo Jack haciendo el saludo militar. Esto debera resultar relativamente sencillo sigui Kitty. Entrar y salir en diez minutos. Si el diario no est all, se acab. Lis asinti con la cabeza, tratando de no pensar en los diez mil millones de cosas que podan ir mal. Kitty prosigui: Cada uno a su puesto, y si alguien ve acercarse a quien sea, que enve un SMS a los dems. Estn los mviles en modo vibrador? Cada uno comprob su mvil. Lis se volvi hacia Kitty: Ests segura de que esto va a funcionar? Kitty asinti con la cabeza. Las cmaras de vigilancia son como cmaras de vdeo normales. No hay ms que darle al stop. Kitty se haba inventado antes un recado para ir al despacho de la directora. Por supuesto, haba ido para reconocer el terreno, y se haba enterado de todo lo que necesitaba saber sobre la deficiente seguridad del instituto. Las cmaras de seguridad eran un sistema de grabacin de vdeo del ao de la polca. Nadie se extraara de que se hubieran estropeado. Lo ms peliagudo eran las alarmas antirrobo, pero la clase de espaol para adultos que se imparta en la G2 no terminaba hasta las ocho, as que no conectaran las alarmas hasta entonces. El plan consista en coger el diario durante esa clase de espaol, de modo que tendran que preocuparse de las cmaras, pero no de las alarmas. Recordad dijo Delilah: no os acerquis por la G2, o la habremos pifiado. Muy bien dijo Lis, que hubiera credo que tena el estmago lleno de

cido. Vamos all!

Llegaron a lo alto de la escalera, y echaron un vistazo con cautela al oscuro pasillo que se extenda ante ellos, y cuya nica luz sala de la G2, ya al final. All eran vulnerables: si alguien sala de la clase de espaol para adultos, estaban perdidos. No hay moros en la costa musit Lis desde su puesto. Y qu nos dices de la clase de espaol? pregunt Delilah entre dientes. Parece que estn todos dentro respondi Lis. Vale. Ahora, pegadas a la pared y agachadas orden Kitty. Jack ya se haba ido a ocupar su puesto como viga ms distante. Su lugar se encontraba ante la entrada principal al pasillo B, que era el nico acceso al corredor G, aparte de la escalera principal, que tena que cubrir Delilah. Lis borde el pasillo, sin atreverse apenas a respirar y sin apartar los ojos del aula del final. Sus suelas de goma hacan un ruidito casi inaudible, pero ella lo lament de todas formas. Tres chicas raras que se arrastraban con sigilo por los pasillos del instituto tendran que parecer algo cmico, pero aquel momento era tan serio como un funeral. Los latidos del corazn los notaba retumbando en el crneo, pero Lis no se dej asustar, y se apresur hasta alcanzar el empalme del bloque en forma de T, donde se encontraban las taquillas y la sala de profesores. Doblando la esquina, se encaj lo mejor que pudo al lado de las taquillas metlicas. Kitty y Delilah se le juntaron. En aquel escondite no las poda ver nadie de la G2. Dios! A Delilah le brill el blanco de los ojos. No s si esto es para m. Kitty le dio en los labios un beso lento y firme. Ya casi lo tenemos. Lo ms difcil ya ha pasado. Tu puesto es este: si alguien sale de la G2, comuncanoslo. Delilah se meti entre las filas de taquillas, desapareciendo en la oscuridad. Por favor, ten cuidado. Te quiero.

Lo mismo te digo! Kitty sonri y Lis tom fuerzas de su afecto. Lis, la secretara est justo bajando por esta escalera. Vale susurr Lis. Lanz un ltimo vistazo a las sombras que pululaban por la G2, y empez a bajar la escalera que llevaba al vestbulo. Al llegar al final de la escalera de piedra, el antiguo y grandioso reloj sonaba ms fuerte de lo que pareca posible. Una vez en el vestbulo, a su derecha quedaba la salida que daba al camino por el que entraban los vehculos, y a la izquierda estaban los aseos de los chicos: dos posibles rutas de huida en caso necesario. Pegada a la pared, evitando las zonas de luz en el suelo, atraves el vestbulo de puntillas y entr en la breve escalera que llevaba a lo que era esencialmente el stano del instituto. En aquel nivel solo estaba el despacho del subdirector, el del administrador, y la secretara, donde se encontraba el equipo de vigilancia del centro. Aunque su papel no fuera tan esencial como el que jugaba Kitty, Lis saba que no poda fallar. Ellos cuatro no deberan encontrarse en el instituto de ningn modo, y si las cmaras mostraban a Kitty entrando en el despacho de la seora Dandehunt, entonces se armara la marimorena. Era misin de Lis asegurarse de que la cinta de las cmaras no los mostraba en ningn momento despus del instante en que haban salido de la biblioteca. No tiene por qu ser difcil, pens Lis. No es ms que un aparato de vdeo, por lo que ms quieras. Detenerlo, rebobinar, y llegar al final. Es fcil! En teora. Tal como haba predicho Kitty, la puerta de la secretara estaba abierta. Lis la empuj con suavidad, maldiciendo el estridente chirrido que produca. A travs de la penumbra, pudo ver tres mesas sucias y numerosos archivadores. Encima de uno de ellos haba un simple grabador de vdeo y un aparato de televisin. La luz del grabador de vdeo indicaba que estaba grabando, pero la televisin no estaba encendida. Lis se fue hasta all como una flecha, y apret el botn de encendido del monitor. La luz roja del stand by se encendi, pero la televisin no lo hizo. O sea que necesitaba el mando a distancia. Estupendo. Dnde estara? Se gir hacia la mesa que tena detrs y empez a revolver por entre todos los chismes que haba amontonados sobre ella: tazas sin lavar, impresos, calendarios, alfombrillas de ratn, un telfono, una grapadora, pero ningn mando a distancia! Estaba

empezando a perder la paciencia cuando sus manos encontraron un delgado artilugio de plstico escondido debajo de una arrugada revista de cotilleos. Lis encendi el monitor. La televisin se encendi con un zumbido, mostrando doce recuadros granulosos que transmitan las imgenes tomadas por las distintas cmaras de seguridad del instituto. Cada una de ellas tena una etiqueta que deca: cmara 1, cmara 2, y as sucesivamente. A Jack se le poda ver en la cmara 4, aguardando junto a un contenedor de basura a la entrada del pasillo B, y saltando de un pie al otro para combatir el fro. Delilah y Kitty seguan escondidas junto a las taquillas, en la cmara 6. Lis estudi el mando a distancia y encontr el botn de parada del grabador de vdeo. Apunt con el mando hacia el aparato, y apret el botn. Una lucecita roja se encendi inmediatamente. Trabajo hecho. Las cmaras seguan mostrndole lo que suceda en los distintos puntos del instituto, pero ahora ya nada de eso se grababa. Lis resopl como no haba resoplado nunca en su vida. Sacando el mvil del bolsillo, le escribi un mensaje a Kitty con toda agilidad: Cmaras apagadas, adelante!!!. Un par de segundos ms tarde, Lis vio a Kitty mirar su mvil, dirigirle unas palabras a Delilah, y salirse fuera de campo de la cmara 6. Un poco despus, su sombra entr en el campo de la cmara 5, que abarcaba toda la longitud del pasillo G. Aquel trozo era arriesgado, porque el despacho de la seora Dandehunt se encontraba solo a dos puertas de distancia de la G2. Incapaz de apartar la mirada, Lis observ la delgada figura que bordeaba el pasillo. Aquello s que era un programa imprescindible. Trag saliva: tena la lengua y la garganta tan secas como un desierto de arena. Y esperar. Algo se movi en la ltima fila de cmaras. Por una fraccin de segundo, algo atraves la cmara 9, atrayendo la atencin de Lis. Se levant de la mesa, en la que estaba medio sentada, para mirar ms de cerca. La cmara 9 enfocaba el atrio al que daban las aulas de humanidades, en el bloque T. No deba haber nadie all, as que qu poda haber sido aquello? Haca aos que haban visto irse a su casa a los de la limpieza. Y all estaba otra vez: ante la cmara, una silueta pas en la oscuridad. La imagen era tan pobre que pareca un espectro que atravesara el vestbulo, pero no haba confusin posible: alguien ms se encontraba en el instituto. Instintivamente, Lis cogi el mvil mientras la silueta sala de campo en la cmara 9. Ech una maldicin en voz muy baja. Dnde ira despus? Deba avisar a Kitty? Suspender la bsqueda? Se dio una palmada en la sien, intentando

poner algo de lgica en su cerebro. El bloque T... adnde llevaba? A mitad del pasillo, a la sala de profesores, al pasillo G... Observando atentamente las cmaras, Lis localiz la sala de profesores en la cmara 7. Por supuesto, la misteriosa silueta apareci en la esquina ms oscura de la pantalla. Aguzando la vista delante de la imagen, Lis poda ver ahora que el extrao llevaba capa y una capucha sobre la cabeza. Aquello no resultaba precisamente tranquilizador. De repente, comprendi que la cmara 7 estaba justo a continuacin de la cmara 6. Delilah! Su amiga vigilaba desde las taquillas, esperando a que volviera Kitty, que, segn poda ver Lis por otra cmara, acababa de llegar al despacho de la directora. Delilah daba la espalda a la sala de profesores, y estaba claro que no sospechaba que alguien pudiera estar llegando por detrs. Lis observaba horrorizada como la sombra se deslizaba hacia su amiga, como un tigre que salta sobre su presa. Delilah! grit Lis, quebrando el silencio con su voz aguda. Demasiado tarde. Mientras su grito resonaba en el instituto, el encapuchado tapaba con una mano el pequeo rostro de Delilah, sellndole la boca con fuerza. En un movimiento simple y fluido, el atacante sac a su amiga de la vista. Tena que ayudar a Delilah. Al ir corriendo hacia la puerta, Lis se perdi lo que suceda en la cmara 11: otra silueta caminaba por el pasillo inferior hacia la secretara donde estaban las cmaras de vigilancia, y donde se encontraba ella. Lis? Lis grit, dejando caer el mvil y vindolo rebotar bajo la mesa. Danny Marriott estaba en la puerta, bloquendole el paso. Danny? Qu ests haciendo aqu? Tena que ir al encuentro de Delilah, pero aquello no tena sentido. Danny haba surgido de las sombras, como algo propio de una pelcula de terror. Precisamente, yo iba a preguntarte lo mismo! Por qu ests en el instituto a estas horas? Ella empez a farfullar la disculpa que tenan preparada: Delilah piensa que las llaves de su casa tienen que estar en objetos perdidos. En realidad, no importa... Por qu ests t todava aqu? l se puso rgido y dio un paso atrs. La sombra ocult sus hermosos rasgos. Yo pregunt primero.

Danny, no tengo tiempo para juegos, simplemente dime por qu ests aqu. Delilah est en apuros! Y qu es lo que escondes detrs? Nada! dijo l demasiado rpido, retrocediendo otro paso. Las alarmas empezaron a sonar en la cabeza de Lis, pero de todos modos avanz hacia l. l estaba en la puerta y ella necesitaba salir de all para socorrer a Delilah. En serio, qu tienes en las manos? Lis... empez a decir l, pero antes de que pudiera acabar, ella se abalanz. Corri hacia l, y l instintivamente levant las manos para evitar que ella pudiera alcanzar aquello que esconda. Lis haba jugado al netball suficientes veces para contrarrestar su defensa, y con un simple golpe, le arranc aquello de la mano. Un cuaderno cay al suelo: un cuaderno de tapa dura, decorado con pequeas flores de albaricoque y atado con una cinta amarilla. Lis lo reconoci al instante: era el diario de Laura. El cerebro de Lis empez a funcionar a toda velocidad. Haba dado por hecho que la seora Dandehunt era la asesina porque tena el diario y no lo haba entregado a la polica. Si contena claves para encontrar al asesino de Laura, entonces obviamente el asesino tampoco querra que lo tuviera la polica. Pero ahora Danny tena el diario. Danny o Dandehunt? El asesino tiene el diario. Lis... no es lo que ests pensando dijo Danny. Qu es lo que estoy pensando? pregunt ella, con el corazn golpendole en las costillas. Danny abri los brazos y dio un paso hacia ella. Lis, por puro reflejo, retrocedi para mantenerse a distancia de l. Dios mo, ya s que parece sospechoso! rezong Danny. Por qu tienes ese diario? pregunt Lis, tratando de que el pnico no aflorara a su voz. Haba estado tan ciega... Laura le haba dicho que Danny y ella estaban enrollados, pero ella lo haba ignorado, deseosa de creerse cualquier cosa que le dijera l. l haba matado a Laura con sus manos, o lo haba hecho su cmplice enmascarado, el que ahora acababa de atrapar a Delilah? Yo lo... lo he encontrado tartamude Danny.

S, claro! Entraron en liza el impulso de luchar y el de huir, y gan claramente la posibilidad de huir, especialmente porque, justo en aquel momento, Delilah la necesitaba. Lis pas al lado de Danny hacia la puerta abierta, pero l la cogi en un segundo. Como era el doble de grande que ella, Danny no tuvo problemas para inmovilizarla contra el marco de la puerta. Su columna vertebral choc contra la madera. Lis grit de dolor. Espera! le dijo l. Tengo que explicrtelo, Lis! Aprtate de m! grit Lis, pero l no la solt. A la desesperada, Lis le dio una patada en la espinilla. Profiriendo un alarido, Danny la solt al instante, y Lis sali corriendo por la escalera. Por muy dolorida que tuviera la pierna, Lis comprenda que un jugador de rugby no iba a pararse tan fcilmente. De hecho, poda orlo detrs de ella, tan veloz cojeando como ella corriendo. Ella subi a saltos el primer tramo de escalera, y fue entonces cuando se encontr ante la necesidad de elegir si salir por la puerta principal, meterse en los aseos de los chicos, o subir la escalera hasta la G2. A Danny le costara tan poco esfuerzo alcanzarla en el camino de fuera como en la escalera, segn comprendi. Su nica posibilidad estaba en alcanzar a los alumnos de la clase de espaol, as que se encamin hacia la G2. Iba por la mitad del vestbulo cuando Danny la alcanz. Estir el brazo y la agarr por la chaqueta. Lis chill y se desprendi de la chaqueta, dejndole con ella en la mano. Un poco ms despacio, pero ardiendo de adrenalina, Lis empez a subir corriendo el tramo ms largo de escalera. Para, Lis! la llam Danny, tirando al suelo la chaqueta. Corri hacia ella, tratando de agarrarle las piernas en uno de los peldaos inferiores. Es que no me vas a dar una oportunidad? Ella subi la escalera corriendo, pensando solo en llegar arriba. Sin embargo, los pasos de Danny estaban cerca, y ms cerca a cada segundo que pasaba. Maldita sea, Lis, eres condenadamente difcil! le solt Danny, volviendo a estirarse para alcanzarla. Esta vez Lis sinti su mano aferrndole el tobillo. Instintivamente, ella sacudi una patada hacia atrs, y se desprendi de l. Oy un ruido tras ella, y al mirar atrs vio a Danny cayendo por la escalera. Golpe el suelo con un ruido sordo. La fuerza de la cada le hizo girar la cabeza hasta un ngulo doloroso, y le cerr los ojos. Se qued all tendido, flojo e inerte, como una mueca de trapo. De la nariz o de la boca, Lis no saba, manaba un hilo de sangre carmes que le caa por

la barbilla. Lis lo mir, incapaz de respirar. Aquel era el momento en que saba que tena que escapar. l se levantara y correra tras ella. Siempre hacan eso los asesinos en las pelculas. Y, sin embargo, se sinti incapaz de moverse. Era como si la lucha le hubiera extrado toda la energa del cuerpo. Lo mir, esperando cualquier leve movimiento procedente del pie de la escalera. Qu demonios pasa aqu? pregunt una voz seria que retumb desde lo alto de la escalera. Lis se volvi, para ver al profesor Gray que bajaba hacia ella corriendo. Lis? pregunt con preocupacin. Lis? Qu ha ocurrido? Le pas el brazo alrededor, y entonces ella sinti que su mente se calmaba: estaba a salvo, estaba bien, no estaba sola. Lis se desplom en sus brazos, como una marioneta con los hilos cortados. Seor Gray, Danny es el asesino! solloz Lis. l mat a Laura. Vena a por m. Y Delilah... alguien ha cogido a Delilah! Las palabras se atropellaban unas con otras. Qu...? El profesor Gray se ech hacia atrs. Ests bromeando? No! Es verdad! l la mir a los ojos, intentando comprender, y entonces mir a Danny. Por Dios, Lis! Est bien? El profesor Gray la coloc tras l, y empez a bajar la escalera hacia su alumno inconsciente. Detngase! le rog Lis. Es peligroso! T qudate ah! le orden el profesor Gray. Entonces se inclin cautamente sobre Danny. Lis vio la sangre, pero respiraba? Haba matado a su novio? Est vivo anunci el profesor Gray. Danny se movi y el profesor retrocedi, asustado. Lis no pensaba esperar al segundo asalto. Baj corriendo la escalera, y tan solo fue ligeramente ms despacio al pasar con cuidado alrededor del cuerpo de Danny. Adnde vas? le pregunt el profesor Gray.

Lis sigui corriendo por el vestbulo, de vuelta a la secretara. A llamar a la polica! le grit. Y todo esto habr acabado! Ahora tenemos pruebas! Baj al trote los ltimos peldaos y entr en la secretara, ya familiarizada con el entorno. Acercando el telfono de la primera mesa que encontr, levant el auricular y empez a marcar el nmero. Nunca lo haba hecho hasta aquel da. Esperaba que todo resultara muy claro. As era la cosa. Tras aquella llamada, todo estara fuera de sus manos para siempre. Podra ver a sus amigos, asegurarse de que Delilah estaba bien, y vivir feliz para siempre. Una mano clida le quit el auricular de la mano y tranquilamente volvi a colocarlo en su sitio. Se volvi y encontr su rostro a unos centmetros del profesor Gray. Solo estaba llamando a la polica! exclam, completamente confusa. Ah, Lis! le dijo el seor Gray en un tono distinto, condescendiente . No puedes llamar a la polica. Por qu? Porque Danny no mat a Laura. Entonces l dio un paso atrs, y le propin un puetazo tan veloz que Lis ni siquiera tuvo tiempo de pestaear. El puo hizo contacto en su rostro y, tras una fraccin de segundo en que sinti el dolor ms aplastante de su vida, Lis perdi la consciencia.

Brujas

Aquel sueo superaba a todos los dems. Esta vez, Lis haba allanado el instituto fuera del horario, haba visto cmo secuestraba a su compaera un encapuchado, y despus haba tirado a su novio por la escalera dndole una patada! Qu poda significar todo aquello? No, espera.... Sus ojos parpadearon y se abrieron para ver largos rectngulos blancos que pasaban por delante de ellos. Dnde estaba? La nariz le dola de modo atroz, y en la boca tena sabor a sangre. Dios mo, eso no era un sueo. Danny... el seor Gray... Todo haba ocurrido realmente. Todava estaba ocurriendo. Lis comprendi que tena las piernas en el aire. Los rectngulos alargados que haba observado eran tubos de nen. La estaban llevando a rastras. Empezando a moverse, Lis se retorci como una anguila, soltando un lastimero grito de socorro. Cllate, Lis! dijo el profesor Gray, que era quien la llevaba a rastras. Le junt los pies para impedir que propinara patadas. Ya casi hemos llegado, as que no armes tanto jaleo. Empleando los brazos, Lis trat en vano de empujar en la direccin opuesta, clavando las uas en las baldosas del suelo, pero no consegua agarrarse a nada. Gray poda hacer lo que quisiera con ella. Lis, te vas a calmar? Solo conseguirs hacerte dao! Ella solt un improperio, y trat de liberarse a base de patadas. Empez a llorar de rabia y miedo. Por favor, no llores. Los hombres somos fsicamente incapaces de tratar con chicas que lloran. Eso es un hecho de la vida. Lis solt otro improperio, esta vez ms fuerte. Por qu se estaba comportando el profesor Gray de manera tan absurdamente amable? Por qu no poda terminar el trabajo de una vez?

De repente, la sensacin tctil que notaba en la parte de abajo de la espalda cambi, cuando un fuerte empujn de Gray la hizo atravesar el hueco de una puerta y la arrastr hasta una alfombra. Las delicadezas terminaron entonces, cuando l la agarr por el pelo y tir de ella para ponerla en pie. Estaban en la G2, que se encontraba abarrotada de gente. La mente de Lis gir desaforadamente en todas direcciones. Percibi el fuerte olor a pimienta de la estancia. Le cost un momento amoldarse a la nueva postura. Vio primero a Kitty y a Delilah, que estaban ambas atadas a sendas sillas en el centro del aula. El resto de las sillas y mesas estaban esparcidas por el permetro del aula. Lis ahog un grito: le alegr ver vivas a sus amigas, pero eso tambin le infundi terror. Kitty y Delilah estaban terriblemente atadas con cinta de embalar marrn, y no podan mover ni los brazos, ni las piernas, ni la boca. Aquello era algo que uno esperara ver en el vdeo casero de un terrorista, pero no en la vida real. Lis se gir en busca de Jack, siempre sujeta por el profesor Gray. No estaba all. Pero s haba mucha otra gente. Reconoci de inmediato a Jennifer Rigg, la madre de Laura, que permaneca de pie en un rincn, en una postura elegante, y tan pulcra como la haba visto en su propia casa. Sentada a su lado y sosteniendo una pila de libros de aspecto antiguo estaba la vieja Daphne, la de la biblioteca. Aquello era demasiado raro. Por qu no la socorran? Por qu se quedaban all todos sentados? Socorro! grit Lis, tambalendose mientras Gray la empujaba hacia una silla. Por favor! Al menos la seora Rigg tuvo la gentileza de apartar la mirada. Aparentemente, Daphne encontraba divertida su exclamacin. Bienvenida a la clase de espaol para adultos se burl el profesor Gray. La empuj contra una silla y, con un rollo de cinta en la mano, Jennifer Rigg se pase ufana hasta ponerse a su lado. En unos segundos, a Lis le ataron las manos a la espalda. Djale la boca le pidi Gray. Ahora, vamos a hablar. No comprendo rog Lis. Por favor, sultenos. Nosotras no hemos hecho nada malo! Gray la mir, mostrando en los ojos autntica compasin. Sabes qu, Lis? musit, acercndose tanto a ella que casi le tocaba el

cuello con los labios: Siento muchsimo que seas t, lo digo de verdad. Implor que se tratara de cualquier otra persona, pero no... Tenas que ser t. No s lo que quiere decir! grit Lis. Vio que a Delilah le caan lgrimas de los ojos. Hasta la dura Kitty tena los ojos desorbitados de terror. De verdad que no lo sabes? dijo Gray sonriendo. Eso no es cierto, a que no? Bruja! La estaba llamando bruja a ella? No tendra que ser al revs? Observ toda el aula a su alrededor, asimilndolo todo. Haba velas encendidas en los alfizares y en la mesa del profesor, donde haban colocado un cuenco de bronce en el que se quemaba incienso, cosa que llenaba el aire con el aroma impactante que Lis ya haba percibido. Era como si hubieran vuelto atrs en el tiempo, cientos de aos, hasta los das tenebrosos, los ms tenebrosos, de la historia de Hollow Pike. Lis recordaba los viejos grabados de antorchas y cuerpos encendidos, y los rostros atormentados de brujas atadas al poste y rodeadas por ansiosas multitudes que las contemplaban con regocijo. Y entonces lo comprendi. Las brujas de Salem. El rompecabezas estaba completado, y no se trataba de una bonita estampa! Quines sois vosotros? pregunt en voz baja. Bueno, eso es exactamente lo que iba a preguntarte yo! repuso sonriendo. Nosotros somos los Rectos Protectores. Dudo que hayas odo hablar de nosotros, porque no estamos realmente en la misma onda que los jvenes. Ni siquiera tenemos pgina en Facebook. Pero Lis s haba odo hablar de ellos. De repente lament no haberse tomado el tiempo de leer por s misma el libro de Dandehunt. S que he odo hablar repuso. Los adultos presentes en el aula se pusieron tensos. Jennifer Rigg se qued completamente plida. Lo saba. Han estado al tanto de nosotros todo el tiempo. Tranquila le orden Gray. Y qu es lo que has odo? Lis se qued un momento callada. Sera mejor callar o decir la verdad? Se imagin que ya era demasiado tarde para actuar de modo inocente. Al fin y al cabo, eran profesionales. Son una especie de grupo religioso... De hace mucho tiempo. Protegen

ustedes Hollow Pike? Creo que se dedican a cazar trasgos y fantasmas. Los adultos se rieron, salvo Gray, cuyo rostro, ensombrecido, amenazaba tormenta. Crees que se trata de una broma? gru. Nuestros ancestros fundaron la sociedad de los Rectos Protectores hace casi cuatrocientos aos para purgar este pueblo de gente como t! Aquellos vecinos del lugar llamados sanadores, o sabias mujeres, eran pecadores. Danzaban con el demonio, y as pas lo que pas: nios que empezaban a desaparecer, enfermedades que se extendan... Las brujas convirtieron este lugar en un pueblo maldito. Nosotros purificamos Hollow Pike. Se meti la mano por el cuello de la camisa y sac una delicada cruz de plata que era idntica a la que Lis le haba visto puesta a Jennifer en su casa. Nuestras familias han continuado la Obra de Dios durante cientos de aos sigui diciendo. Estn ustedes emparentados? No todos. Los nombres cambian con los aos, pero todos somos Sterne, como mi primo y mi abuela, aqu presentes. Los Sterne estuvieron ah desde el comienzo, fueron los ms orgullosos cazadores de brujas. Hasta ayudamos a traducir el Malleus Maleficarum. Vosotras no sois las primeras brujas con las que tratamos. Nosotras no somos brujas! exclam Lis con sinceridad. De nuevo, la pequea congregacin se rio con ganas. Entonces cmo os llamis a vosotras mismas, cielo? pregunt Daphne desde su silla. Nada! Yo solo soy una chica! Lis! la reprendi Gray. Tienes la autoestima muy baja! T eres mucho ms que una simple chica! El profesor se arrodill ante ella, para examinarla detenidamente. No has tenido nunca sueos, Lis...? Sueos en los que ves cosas que an no han sucedido? Nunca has tenido una sensacin de dj vu que no acababas de comprender? Nunca has notado el modo en que parecen seguirte los pjaros? Una lgrima le asom a Lis a los ojos, y le cay por la mejilla. l la conoca mejor de lo que se conoca ella misma. Tir de sus ataduras por probar, pero la

haban atado demasiado fuerte. No s lo que quiere decir. El profesor Gray le sec las lgrimas, y ella se estremeci al notar su contacto. Esto es curioso. En el pasado las brujas no lloraban al ser torturadas, ese era un medio de distinguir a un ser malfico. T debes de tener muchsimo poder. Hemos estado observando y escuchando muy atentamente, Lis. Te dice algo el nombre de Rushworth? Sin contestar nada, asinti con la cabeza. Su abuela, la madre de su madre, se llamaba Vida Rushworth, eso era cierto. Todo cambi cuando llegaste t le solt Jennifer. Empezaron los sueos de Laura... Por favor implor Lis. No s lo que quieren decir! Gray lanz un suspiro de impaciencia. Bien, supongo que tenemos tiempo para una pequea leccin de Historia. Ests cmoda? Bueno, pues nuestros ancestros, los Rectos Protectores, llegaron a este lugar infernal hace casi cuatrocientos aos. El lugar tena ya reputacin, como estoy seguro de que sabis. Los Rectos Protectores entraron en los bosques y sacaron a las brujas de sus casas. De acuerdo con la ley de Dios, las brujas fueron juzgadas, condenadas y ejecutadas. Quiere decir que las torturaron hasta que confesaron? pregunt Lis, enojada. Al profesor Gray le temblaron las aletas de la nariz, pero no respondi a su provocacin. Por desgracia prosigui, algunos de sus bastardos sobrevivieron. Algunas gentes del lugar sentan compasin por ellos, parece increble...! Vean a las brujas como sanadoras y ese tipo de cosas. Aquellas gentes compasivas se enteraron de que llegbamos y decidieron esconder a los retoos de las brujas. De pronto Lis comprendi adnde quera llegar l. Pero era imposible. Lo habra sabido. Alguien se lo habra dicho, su madre o su abuela... La familia Rushworth es una de las sospechosas de haber adoptado aquellos nios demoniacos y de haberlos criado como si fueran propios. Sin embargo, nosotros no hemos podido demostrarlo... hasta ahora. Laura era una

bruja de los Rushworth. Igual que t. Qu? pregunt Lis suavemente. Jennifer habl en voz muy baja. La luz de la vela titilaba en sus rasgos faciales. Era adoptada. Yo... yo no poda tener hijos. Daphne se acerc a Jennifer. Eso no fue culpa tuya, Jennifer. No podas saber que estabas adoptando una bruja. Gray agarr a Lis por los hombros, y dijo con una voz repentinamente profunda y terriblemente seria: Cmo pudimos ser tan tontos? La ms antigua familia de los Rectos Protectores de Hollow Pike y nosotros hemos estado a punto de consentir que nuestra estirpe quedara manchada. De pronto regres aquel extrao tono ligero. As pues, Lis, tu abuela fue la ta abuela de Laura. Solo que ninguna de ellas lo supo, porque la verdadera madre de Laura no le dijo a nadie que estaba embarazada! Y entonces, con un grandilocuente movimiento del brazo, Gray sac el diario de Laura del bolsillo interior y se lo ense a la audiencia. Debe de haberlo cogido en la secretara despus de pegarme a m, pens Lis. Percibi un estremecimiento en la seora Rigg. Jennifer, quieres encargarte de esta parte, o lo hago yo? le pregunt el profesor Gray. No, por favor, Simon respondi ella con su acento falso y cortado. Gray sonri. No sabemos cmo lo hicisteis, pero de algn modo conseguisteis los otros diarios de Laura, no? Pero el que estabais buscando era este, me parece. Y es lgico! Es una lectura apasionante: el diario en el que Laura averigua por fin que ella es una bruja. Lis apret los labios. Intent establecer contacto visual con Kitty, preguntndose si sus ataduras seran ms fciles de romper que las de ella, pero Kitty era la que estaba ms cerca de Daphne, y sobre el regazo de Daphne yaca un cuchillo muy adornado y de psimo aspecto. Era una especie de daga ceremonial con empuadura de cuero y una hoja larga y ondulada. Lis estaba demasiado lejos

para verlo, pero saba que el cuchillo tena una primorosa inscripcin en la hoja. Y lo saba porque lo haba visto anteriormente: en sus sueos. As que supongo que Laura era la que llevaba la voz cantante en vuestros aquelarres, no? le pregunt a Lis el seor Gray. Ella no hubiera permitido que fuera de otro modo. Lis estaba a punto de negarlo cuando not que a Kitty le temblaba la cabeza. Tendra un plan? Lis no estaba segura, pero pens que mientras el profesor Gray estuviera hablando no estara utilizando la daga, as que sera mejor seguirle la corriente. Y dnde estara Jack? Y Danny? Ay, Dios, pobre Danny! Si alguno de ellos hubiera llamado a la polica, todo lo que ella tendra que hacer sera asegurarse de que Gray no paraba de hablar. Al mismo tiempo, ella segua rozando una mueca contra la otra, intentando aflojar la cinta que la ataba. Lo que usted diga dijo Lis con toda la conviccin posible. Cuatro brujas hacen un aquelarre. Un nuevo aquelarre en Hollow Pike. Eso no lo podemos consentir. De Kitty y Delilah sospechbamos haca tiempo. Kitty, t eres bruja por tu abuelo, claro est, y en cuanto a la madre de Delilah, todos la conocemos... Aunque amordazada, a Kitty se la vio claramente desconcertada, evidentemente ignorante de su supuesta ascendencia brujeril, mientras que los ojos de Delilah lanzaron un destello de rabia. El profesor Gray continu: Sumasteis cuatro cuando t llegaste aqu, Lis, y entonces fue cuando Laura empez a tener sus sueos y empez a hacerle preguntas a su padre. l le dijo que era adoptada, y fue solo cuestin de tiempo que empezarais las cuatro a practicar la magia negra. Tenamos que terminar con eso. A Lis se le parti el alma. Pobre Laura, sufriendo aquellas pesadillas ella sola. Ella haba pasado por lo mismo que Lis, pero sin nadie a quien contrselo. No tena nada de raro que sus ltimos meses hubieran sido tan tumultuosos! Lis saba perfectamente cmo era eso, pero al menos ella haba podido contar con los otros al final. Si Laura se hubiera abierto aquel da en el campo, las cosas habran ido de otra manera. Pero los Rectos Protectores la haban matado, igual que ahora iban a matarla a ella y a sus amigas. Una lgrima ardiente le cay por la mejilla. Ahora lo entenda todo. Estaban conectadas, todas ellas. En su primer da en Fulton, Lis se haba sentido atrada hacia Laura, tanto como hacia sus futuras amigas. Tal vez se tratara de una especie

de magnetismo debido al parentesco. Pero Lis haba llegado demasiado tarde para ayudar a Laura. Demasiado tarde. Sus ojos se posaron en la seora Rigg, y Lis vio brotar en ella una sensacin desconocida: la rabia. Usted mat a su propia hija! exclam aterrada. No era mi hija, ya no respondi con frialdad la seora Rigg. Perteneca a Satans. Como vosotras. Cuando me cont lo de los sueos, lo de los pjaros, comprend que estaba ligada al demonio. Yo no poda hacer nada por ella. Laura tena que morir. Bueno, siga engandose de ese modo! le solt Lis, sin poder contenerse. La seora Rigg cruz el aula. La cara le arda de la rabia. Eres una perra! Ech el brazo para atrs, dispuesta a golpear con l, pero intervino Gray, que le cogi la mano. No te acerques mucho le dijo. Podra ser un truco. Recuerda con quin ests tratando. Nos dijiste que el incienso nos protegera de los hechizos repuso Jennifer, sealando el recipiente de la mesa del profesor. Con las brujas todas las precauciones son pocas... Me tienen miedo!, comprendi Lis. Podra servirme de algo?. Intent dirigirles una mirada persuasiva, pero seguramente solo result hosca. La cinta que le ataba las muecas se estaba aflojando, sin embargo. Lo ms disimuladamente que pudo, intent desprender los dedos retorcindolos una y otra vez. Hay que ganar tiempo, se dijo. O sea que usted mat a Laura... volvi a comentar. Muy bonito. Ella no haba hecho nada malo. Sabamos que erais cuatro, as que empezamos a buscar enseguida le dijo Gray. Estudiamos los rboles genealgicos. Vosotras tres, las tres procedentes de antiguas familias de Hollow Pike, ua y carne las tres. Para ser sincero, no cost mucho adivinarlo. Desde entonces, os hemos estado vigilando. Fue usted el que se asom a mi habitacin anoche! comprendi Lis de

repente. Pervertido! Gray le gui un ojo. Montaste un buen espectculo con el seor Marriott, por cierto. Fue tan fcil... Te o decirle que estabas buscando el diario en el instituto, as que solo tuvimos que esperar aqu a que fuerais lo bastante tontas para entrar. Pero hubiera preferido que fueran otras personas diferentes, no vosotras. Vosotras sois estupendas! Todo instituto necesita sus bichos raros! Bueno, pues entonces sultennos! Nosotras no hemos hecho ninguna brujera. Ni somos malvadas. l permaneci all, alto, serio, implacable. El fuego del odio arda en su interior. Lo siento, Lis, pero no te das cuenta de la responsabilidad que conlleva ser un Recto Protector? La nuestra es una misin sagrada, un deber encomendado por Dios. Los Rectos Protectores somos los que nos interponemos entre el bien y el mal. Estamos en todas partes, Lis, guardando al mundo de los de vuestra especie para que est a salvo. Vuestro poder es malvolo intervino Daphne. Llevis el mal en la sangre. Eso no es cierto! exclam Lis. Le parezco malvada? Lo siento, Lis. No es as la cosa. No importa lo que parezcas, pues el mal toma muchas formas distintas. Gray se volvi hacia los otros. Bueno, cmo hacemos esto? Cul va primero? Un momento! rog Lis. Kitty y Delilah no tienen nada que ver con esto... Ellas no son brujas... solo lo soy yo! Sultenlas a ellas! Daphne neg con la cabeza. Siempre sois cuatro! chill antes de sonrer burlonamente. T, Laura, Kitty y Delilah! Y entonces, de la nada, sali un objeto plateado que brill a la luz de las velas... un par de tijeras que se aproximaron al cuello del profesor Gray como la ms letal de las culebras. Una mano delgada agarraba la hoja y la pegaba contra la garganta del profesor. Y Jack! dijo este.

La pesadilla

A Jack le temblaba la mano mientras apretaba con un filo de las tijeras el cuello del profesor Gray. Lis vio que su amigo tena los ojos desorbitados, aterrados. Bien, esto es lo que va a pasar dijo: Si alguien se mueve, le cortar el cuello al seor Gray. Va muy en serio: lo har. Quin es ese? pregunt Jennifer, mirando fijamente a Jack. Lis no se haba alegrado tanto de ver a alguien en toda su vida. Aquella era su oportunidad: logr por fin liberar las manos, y se dobl para desprenderse la cinta de las piernas. Mientras tanto, Jennifer agarr la daga de Daphne y la blandi dispuesta a matar con ella, pero se detuvo al or el grito de dolor del profesor. Pose el cuchillo! Ahora mismo! bram Jack, sacando una gota de sangre del cuello del profesor. Clmate, Jack! Todos sabemos que no quieres herir a tu profesor. T eres de los chicos buenos... le susurr Gray, tratando de engatusarlo. S, ya... no se fe de las mosquitas muertas... farfull Jack. Ahora, sultenlas! A las tres! Hganlo! les dijo a Daphne y a Jennifer. Lis acab de soltarse ella sola, y quit la silla de en medio de una patada. Jennifer haba dejado la daga en el suelo, tal como le haba mandado Jack, pero el arma an se encontraba ms cerca de ella que de Lis. Si Lis intentaba cogerla, Jennifer podra fcilmente arrebatrsela. Qu espera? Muvase! Pero Jack estaba falto de conviccin, y el pnico apareci en su voz, en forma de un chillido agudo. Sin embargo, Daphne empez a desatar lentamente a Delilah. Entonces todo sucedi tan rpido que fue imposible verlo: movindose como un rayo, el seor Gray, que le sacaba doce centmetros a Jack, se hizo a un lado y le ech los brazos encima. En un abrir y cerrar de ojos lo derrib al suelo, pese a todos los esfuerzos de Jack por clavarle las tijeras. Distrada por aquello, Lis no se dio cuenta de que Jennifer alcanzaba el cuchillo que haba quedado en la moqueta, y solo se percat de ello cuando la mujer la atac con l. Pensando a toda prisa, Lis cogi una silla de plstico con patas de metal y la blandi delante de su

rostro. Las patas de la silla sonaron al golpear contra su crneo y, con un grito de dolor, Jennifer cay de espaldas en los brazos de Daphne. Corre, Lis! Ve a pedir ayuda! grit Jack, inmovilizado en el suelo, bajo el peso de Gray. Ella dud un instante, viendo como se echaba a perder el rescate de Jack, y preguntndose qu deba hacer. Vete, Lis! grit Jack. Trae a la polica! Lis no perdi ms tiempo. Se dio la vuelta y ech a correr. Con el ruido de la silla resonando en los odos, Lis corri hacia la salida de emergencia. Al pegar contra la barra de metal, las puertas de emergencia se abrieron piadosamente, y ella sali a trompicones al helado aire de la noche invernal. Hacia dnde ira? Aquella era la parte de atrs del instituto, que no daba al camino que llevaba de la puerta principal a la verja. Piensa, cerebro, piensa!. Por aquel lado tena las pistas de netball, el campo de rugby y la floresta. Por supuesto... la floresta. Todo se volva espantosamente claro. La seora Gillespie le haba dicho que sus sueos eran una advertencia... una advertencia contra aquello, y saba perfectamente qu le esperaba entre los negros rboles. Lis se volvi otra vez hacia la salida de emergencia, pero oy unas fuertes pisadas que procedan del interior y se acercaban. Con sueo o sin l, no haba otra salida, eso estaba claro. Tal vez incluso pudiera utilizar su sueo... En su mente se form un mapa de los entrecruzados caminos que atravesaban la floresta. Estaba segura de que podra llegar al otro lado del bosque, a lugar seguro. Esta vez, se asegurara de que la pesadilla tena un final feliz. Adems, qu otra posibilidad le quedaba? Era aquello o la muerte. La nica esperanza era ir por all. Id a por Danny Marriott, est en la entrada principal oy Lis que gritaba Gray a Daphne y a Jennifer, dentro del edificio, a su espalda . No podemos permitirnos testigos: matadlo! Yo me encargo de Lis! Muvete, ya!, se dijo Lis. Se meti por un lado de la pista de netball, y se dirigi hacia el campo de rugby. Si consegua llegar a la floresta, entonces empleara la oscuridad, los rboles, los pequeos escondites. Gray estara tan perdido como ella. Y si consegua llegar al otro lado... all encontrara Hollow Pike, la polica, la seguridad! Volviendo la vista atrs, vio al profesor Gray saliendo por las puertas de

emergencia. La haba visto.

All en la G2, Jennifer se puso de rodillas sobre el pecho de Jack, aplastndolo contra el suelo. Ya te tenemos, mal nacido! le solt Jennifer. Jack respondi escupindole en la cara. Jennifer le dio una bofetada. Daphne se acerc, y entre las dos mujeres arrastraron a Jack por la moqueta, mientras l gritaba y pataleaba. Contra la mesa! orden Jennifer, sacando la cinta y pasndola una y otra vez alrededor de l y de las patas, como si intentara convertirlo en una momia. Tienes que matar a Danny! aadi. Si despierta, estaremos metidas en un problema. Le entreg a Daphne la adornada daga. De acuerdo! Volver en un minuto, descuida. Vosotras esperad a que Lis avise al padre de Kitty dijo Jack gruendo. l os har lamentar haber nacido. Jennifer se rio. Imbcil! Tu amiguita no va a llegar nunca a la polica. Ella est ahora exactamente donde la queramos tener! No pensarais que os bamos a matar en el aula, no? Lis ya es un cadver.

En cuanto lleg ante el muro destartalado que marcaba el lmite entre los campos de juego del instituto y la floresta, Lis se levant la falda y trep por las piedras desmoronadas. Lleg arriba con dificultad, y se dej caer por el otro lado, sin hacer caso de los pequeos dolores y escozores. La nariz, que el profesor le haba golpeado con el puo, estaba completamente entumecida, qu ms le daban unos araazos y cortes ms? Cay torpemente entre la maleza, y se levant, alejndose voluntariamente

de la luz del instituto para penetrar en la ms completa oscuridad, que ahora, en su fuga, le pareca un aliado. No vas a conseguirlo, Lis! grit Gray. Lo vio aparecer en lo alto del muro. Rndete ahora, ser ms fcil si lo haces! No la convenci. Lis corri con todos sus msculos doloridos. Sus piernas no estaban acostumbradas a aquellos esfuerzos, no se le daba bien correr. La oscuridad la envolva, y ya no poda ver dnde pisaba. Las zarzas le rasgaban los muslos, y los pies se le hundan en el pegajoso barro. Pero tena que seguir: ms adentro, ms oscuro; ms adentro, ms oscuro. Los pasos del profesor Gray, que corra tras ella, se oan cada vez ms cerca, y le servan de impulso. Cmo de cerca se encontrara? Sigue corriendo, no te pares. Pareca que los pulmones se le encogan hasta volverse intiles, como un peso doloroso en el pecho. No poda seguir as, estaba haciendo demasiado ruido, y su perseguidor daba las zancadas ms grandes. Aunque las ramas le araaban la cara, se agarr a la spera corteza del tronco del rbol ms cercano. Apretando su cuerpo contra l, se qued all pegada, arrodillndose entre las retorcidas races. Aguz el odo. Dnde estara l? De repente, un brillante destello de luz agit la floresta, sacudiendo a los pjaros de las ramas en que dorman. Un instante despus, lleg un trueno profundo y furioso. Cmo es lo que dicen?, pens Lis. Cuanto menos tarda el trueno despus del rayo, ms cerca est la tormenta. Otro rayo atraves el cielo, seguido por otro trueno tan potente que Lis not que agitaba el aire. La tormenta se acercaba.

Un par de botas de invierno, forradas de lana de oveja, recorran el pasillo del ala G del instituto. Con la daga aferrada en la mano, delante de ella, Daphne lleg a la larga escalera de piedra que bajaba al vestbulo. Salvo por el montono tictac del reloj, el instituto se hallaba en silencio. Al pie de la escalera yaca un joven inconsciente con brazos y piernas extendidos. Pareca robusto, y aunque se

supona que no iban a matar a nadie dentro del instituto, cmo se las iba a arreglar para sacarlo fuera? Imposible, tendra que matarlo all mismo. Siempre surge algn imprevisto, verdad? Sujetndose al pasamanos, porque la escalera era empinada y ella tena mal la cadera, Daphne empez a bajar hacia el muchacho al que Simon haba llamado Danny. Pobrecito. Aquello no tena nada que ver con l, pero no mereca la pena exponer a los Rectos Protectores por un chico, despus de tantos siglos de existencia secreta. Bajando la escalera, se par a medio camino y aspir hondo a travs de la nariz: era espliego. Sin asomo de duda, el instituto ola a espliego. Espliego? susurr en voz muy baja, algo nerviosa, antes de preguntar: Quin est ah? No vio el bate de bisbol que se le vena contra la parte de atrs de la cabeza hasta que fue demasiado tarde. Daphne se desplom en los fros peldaos de piedra.

La lluvia era intensa; cortinas de agua descendan entre las ramas. Lis tena el uniforme pegado a la piel. Se atrevi a echar un vistazo desde detrs del rbol. Por all cerca, en alguna parte, se oy una ramita que cruja al ser pisada. La tormenta era por un lado un inconveniente ms, por otro una ayuda. Un luminoso rayo poda revelar fcilmente su situacin, pero al menos los truenos impedan que se oyera su irregular jadeo. Por encima de su cabeza, en las esquelticas ramas de los rboles, los pjaros trazaban crculos como murcilagos. Era como si compartieran su pnico. No se poda quedar all toda la noche. Gray terminara encontrndola. Saliendo a la oscuridad de la noche, Lis ech a correr para alejarse de su escondite. Si suba la colina hasta el punto ms alto de la floresta, estara a medio camino de Hollow Pike. La lluvia abra cinagas bajo sus malditas zapatillas de lona, y sin embargo ella corri con renovado vigor, entre pjaros que la animaban con cnticos estruendosos. Su manera de correr era infantil, demasiado frentica y desesperada para parecer atltica. Le ardan los muslos mientras se esforzaba por seguir

corriendo por aquel terreno irregular, despus de perder por completo el sendero. Las retorcidas ramas de los rboles se estiraban para atraparla, como garras que se le clavaban en el pelo, que le caa por el rostro revuelto en maraas. El agua helada se le meta por los ojos, y le emborronaba la visin. De vez en cuando Lis se chocaba contra un rbol. Su nico consuelo era pensar que Gray sufrira los mismos inconvenientes. Se detuvo, tratando de orientarse. Suba o bajaba? Haba cambiado de direccin? Estaba rodeada por rboles que parecan idnticos en la oscuridad. No haba mojones ni postes que le indicaran el camino. Estaba perdida. Lis! oy gritar a Gray, con sed de sangre en la voz. Ya te veo! Lis volvi a correr.

Ya sabes que el demonio engendraba nios en las brujas mediante los ncubos y scubos dijo Jennifer, caminando de un lado al otro del aula con aire arrogante. A la luz inquieta de las velas, resultaba extraamente hermosa. Est usted chiflada! le solt Jack. La Bestia camina por el bosque dijo acaricindole el cabello a Delilah. Pero eso t ya lo sabes, no, Delilah? T tambin lo has sentido. Delilah no pudo hacer otra cosa que fruncir el ceo. Por qu crees que tu madre dej el pueblo con tanta prisa? Nosotros descubrimos su secretito... As que tuvo que huir y abandonarte, sabes? susurr Jennifer. Un insulto ahogado sali de la boca de Delilah, mientras balanceaba hacia delante y atrs su silla, murindose de ganas de echarle las manos encima a la seora Rigg. No es usted quin para hablar sobre carios paternales le dijo Jack. Bonito trabajo hizo con Laura! Jennifer hundi los dedos en el cabello de Jack, y le retorci la cabeza hacia atrs. Jack solt un grito: No te vayas a pensar que no puedo matarte aqu, mariquita dijo con un

gruido. Entonces par y olfate el aire: Espliego! exclam. Qu? Jack forcejeaba con sus ataduras. Para proteccin... sigui diciendo Jennifer, aunque ahora pareca que estaba hablando consigo misma. El aroma de espliego se hizo ms intenso y llen al aula G2. El aire casi pareca volverse ms denso, mientras se llenaba de una niebla de olor suave. A Jack empezaron a llorarle los ojos, pero al menos Jennifer le solt el pelo. Qu demonios...? Como espectros en la niebla, unas voces inconexas penetraron en el aula. Provenan de ningn sitio y de todas las partes, como si fueran las paredes mismas las que hablaban. Eran voces suaves, amables, irreales. Las palabras se fueron haciendo ms fuertes y claras: A salvo en tu luz. A salvo del dao. A salvo del miedo. A salvo en tu luz. A salvo del dao. A salvo del miedo. As sea. La salmodia se repeta, dando vueltas y ms vueltas como un carrusel, y el aula empezaba a dar vueltas con ella. Jack sinti nuseas y mareo. Aquella niebla con olor de espliego era embriagadora. La visin de sus ojos oscilaba. Alto! bram Jennifer, cogiendo las tijeras de Jack de donde las haba dejado caer l en la pelea. Qu est pasando? Las voces se hacan ms profundas y fuertes, menos infantiles y ms siniestras, y ahora parecan proceder de abajo, de las entraas de la tierra. A salvo en tu luz. A salvo del dao. A salvo del miedo. A salvo en tu luz. A salvo del dao. A salvo del miedo. As sea. Jennifer parpade con fuerza, atisbando a travs de la neblina de espliego. Eran imaginaciones suyas? Haba aparecido de pronto algo escrito en la pared, o siempre haba estado all? Ancestrales ensalmos parecan brotar del yeso de los muros, letras rojas de sangre que se transformaban en pentagramas que despus giraban y cambiaban, tomando una nueva forma. Las imgenes emergan juntas para formar una sombra que se elevaba en los muros, corriendo hasta el techo. La sombra tena ms o menos el tamao de un hombre, pero la cabeza era ms como la de una cabra o un toro, con dos cuernos retorcidos, uno a cada lado del rostro. Los gruesos brazos terminaban en garras de halcn. La silueta se cerna sobre Jennifer Rigg, y a medida que se haca ms y ms

grande, pareca aplastarla. La mujer retrocedi hasta el rincn ms remoto del aula, huyendo y acurrucndose para protegerse de aquella sombra monstruosa. No, por favor! No puede estar ocurriendo esto! exclam con voz ronca. Padre nuestro que ests en los Cielos, santificado sea tu...! Slvame...! NO! Mientras ella gritaba, las ventanas se estremecan en sus jambas.

Sigue, no te pares!. Lis avanzaba con esfuerzo, golpeando contra las ramas bajas que se interponan en su camino. Ya le daba igual en qu direccin estuviera corriendo, con tal de alejarse de los pasos que sonaban tras ella. Y entonces, de repente, el suelo ya no estaba all. Las piernas de Lis cedieron, y ella cay con dolor sobre la cadera izquierda y fue dando vueltas por la rampa. Y mientras caa por entre zarzas y espinas, se preguntaba si no sera aquella su ltima cada. Cerr los ojos y aguard el final. Pero al final se detuvo en medio del barro. Una sensacin heladora le subi por las piernas. Estaba metida en el agua: en el arroyo. Por el rostro le corrieron nuevas lgrimas de desesperacin. Agarrndose a los juncos, intent levantarse y escapar del arroyo, pero se volvi a caer en el resbaladizo barro. No! Aquello no poda estar ocurriendo realmente. Pero s que estaba ocurriendo, y ella ya haba estado antes all. El agua, los guijarros, la lluvia, los pjaros... el sueo. Todo lo que tena a su alrededor era igual, y sin embargo tambin era diferente. Sus sueos simplemente parecan reales, pero aquello era real, el sonido envolvente, alta definicin. Todo tena sentido entonces, por supuesto: Lis y Laura, hermanadas por el parentesco, por Hollow Pike, por la Floresta de Pike, por la muerte. Y no solo por la muerte de Laura, sino por las muertes de todas aquellas mujeres que haban muerto a manos de los Rectos Protectores. Las habran ahogado en aquellas mismas aguas? Lis tena bien aprendida aquella parte. All era donde tena que correr a rastras. Tal vez esta vez terminara de modo diferente... Eso esperaba. Empez a avanzar. La lluvia la acribillaba, envolvindola en agua y hundindola en el arroyo, y se pregunt si no podra dejar que se la llevara la corriente, aunque ni siquiera estaba segura de en qu direccin se la llevara: hacia Hollow Pike o de

vuelta a Fulton? No poda correr el riesgo. Bien dentro del arroyo, forceje sirvindose de msculos que no haba empleado nunca. Exhalando un gruido, se impuls a travs del crecido arroyo, mordindose los labios para resistir el fro. Avanz a rastras por todo aquello que tena: por Sarah, por Max, por Logan y por su madre. Y por Kitty, Jack y Delilah. Y por Danny... por todas las cosas que tena que decirle a Danny! No habra en el mundo entero agua helada, ni nariz sangrante, ni tobillo retorcido, ni cadera dolorida que pudiera impedirle explicrselas. Las luces. En la distancia vio luces: casas, personas, salvacin. Lo conseguira! En su corazn penetr un rayo de esperanza, como el alba en la noche. All estaba: la mano fuerte y silenciosa en su cabello. Tendra que haberlo comprendido.

A travs de la nube creciente de humo que ola a espliego, penetraron dos siluetas con los brazos extendidos. La primera llevaba un mortero de piedra del que sala el espeso humo. La segunda silueta tosa y resoplaba, avanzando en la niebla. La seora Dandehunt se ech atrs la capucha y penetr completamente en el aula. Parece que hemos llegado justo a tiempo, Celeste. La seora Gillespie apag el cuenco del que sala el humo y lo pos sobre la mesa del profesor Gray. As sea dijo, terminando su ensalmo. Kitty, Delilah y, eh... Jack. Os sacaremos de aqu en un santiamn dijo la seora Dandehunt, avanzando hacia Jennifer y sacando de su rincn a la sollozante mujer. La seora Rigg estaba plida y rgida del pnico. Jack mir a Kitty y a Delilah, que parpadeaban con fuerza a causa del turbador humo que an quedaba en el aula. La seora Gillespie tard poco en liberar a Delilah, y se puso a hacer lo mismo con Kitty. La cabeza segua dolindole a Jack tanto como si le fuera a estallar, y apenas poda ver bien. Fuera lo que fuera

lo que haba en el mortero, se trataba de algo potente. Poco a poco recuper la visin y el resto de los sentidos. Daniel estaba volviendo en s dijo la seora Dandehunt mientras ataba a Jennifer Rigg a una silla con su propia cinta de embalar . A estas horas ya habr llamado a la polica. Dnde est la bibliotecaria? pregunt Kitty en cuanto la seora Gillespie le quit la cinta de la boca. Delilah estaba ocupada desprendiendo a Jack de las patas de la mesa. Est descansando respondi Celeste Gillespie como quien no quiere la cosa. Ahora me parece que tendramos que poner en claro nuestras historias, no? dijo la seora Dandehunt, moviendo la cabeza de arriba abajo en un gesto dirigido sucesivamente a cada uno de ellos. Pero, seora Dandehunt implor Jack, Lis est en peligro!

Lo siento, Lis. No hay ms remedio. Aquella excusa vaca era lo nico nuevo de aquella experiencia. Lis se solt jadeando, llenndose los pulmones con el aire tan necesitado. l era tan fuerte! El cuerpo empapado de Lis haba logrado resbalar de los dedos del profesor Gray un par de veces, pero l siempre recuperaba el dominio. Aunque Lis supiera cmo terminaba aquello, en la nada, no estaba dispuesta a morir sin luchar. Clav hondo los dedos en la carne de los antebrazos de l, y le escupi en la cara, alegrndose al ver el breve destello de ira que l mostraba antes de recuperar el control. Reljate, Lis. Ser mejor para ti si simplemente aceptas que suceda. Vyase al infierno! grit ella, pero l simplemente volvi a hundirle la cabeza en el negro arroyo. El cielo se desvaneci. Ella empujaba y daba patadas, y se retorca, pero l la agarraba con fuerza. Irguindose, su cara logr quedar por encima del agua, pero Gray le desprendi la mano del cuello y se la coloc en la cara para volver a

sumergirla. El agua le entr por la nariz. Recordaba aquello vivamente de su pesadilla. Pronto todo quedara en calma. Las batallas del bosque y de su cabeza dejaran de luchar, concedindole un momento de silencio antes del final. Si la muerte es as, no hay nada que temer, pens mientras se apaciguaba todo. Saba que debera seguir luchando, pero aquella sensacin de paz era extraamente agradable, algo as como caer bajo los efectos de la anestesia. Lis no quera morir. Pensaba en todas aquellas cosas que quera hacer, en todos aquellos lugares a los que quera ir, y que no eran nada ya. Solo sueos. Podra ser peor. Ella haba llegado hasta all. Tal vez los otros habran podido dominar a las dos seoras? Sin Gray, no era completamente imposible que consiguieran escapar. Este es un buen pensamiento final, afrrate a l, se dijo Lis. Sinti que la presin de Gray en el cuello se relajaba ligeramente mientras la vida escapaba de su cuerpo. Sera as como haba matado a Laura? La muerte la haba envuelto con sus suaves ptalos, y empezaba a cerrarlos. De repente, Lis sinti que Gray la soltaba. Por qu? Ella todava no estaba muerta. Crea l que s lo estaba? Sus manos le soltaron la garganta, y vio como l se separaba de ella, tambalendose. Haciendo un ltimo esfuerzo, oblig a su exhausto cuerpo a incorporarse. Su cara volvi a ascender por encima de la superficie del agua, y mientras le sala de la boca una mezcla de agua y barro, empez a entrar un aire dulce, suave... Se ahog y tosi, resoplando mientras se secaba los ojos. Qu haba pasado? Lis mir a su alrededor. Gray haba cado hacia atrs, y estaba sentado en el arroyo de rpidas aguas. Pareca aturdido. Un cuervo enorme, brillante, graznaba arrojndose al rostro del profesor, picotendole la piel. Lis haba sido salvada por un pjaro. En otras circunstancias, se habra redo a carcajadas. Unas plumas de negrsimo terciopelo se agitaban contra el rostro desconcertado de Gray. El profesor Gray hizo un esfuerzo por ponerse de pie, y sali a trompicones del arroyo, tambalendose a izquierda y derecha. Mientras lo haca, otro cuervo se sum al primero, arandole con garras como agujas los ojos y el rostro. Y despus otro ms. El profesor se golpeaba a s mismo tratando de espantar a los pjaros. Lis aprovech la oportunidad para salir del arroyo y llegar a la orilla. Entonces, susurrando un gracias a los cuervos, empez a correr hacia las reconfortantes

ventanas anaranjadas de Hollow Pike, que brillaban con luz trmula justo sobre la colina. Dando un ltimo golpe a los pjaros, Gray volvi a correr tras ella, pero ahora Lis se senta ms fuerte, como si la muerte misma le hubiera concedido una segunda oportunidad. Gray la cogi por los hombros, pero Lis se gir y le ara el rostro ya sanguinolento. Sulteme! le gru. Gray intent echarle las manos al cuello, pero Lis le tir hacia atrs de la cabeza agarrndolo por el pelo, para evitar que pudiera aferrar bien el empapado cuerpo de ella. Deslizndose por el barro acuoso, ambos se separaron del arroyo. Con pasos pesados, avanzaron por la maleza, lanzndose golpes uno contra el otro. Ya no haba modo de que Lis se rindiera. Con un ltimo grito de guerra surgido de lo ms hondo de las entraas, ella lanz todo su peso contra l, y ambos cayeron hacia delante en un abismo negro. Lis podra estar volando. Sus manos intentaban intilmente agarrar el aire, y el horror y la sorpresa de la cada fue todo lo que apareci en su grito. Fue algo lento, fluido, mudo e ingrvido. El aire helado ascenda a su alrededor, y ella se separ de Gray y cerr los ojos. Cuando el vuelo terminara, el dolor sera terrible. Mientras caa, Lis se prepar para el impacto. Al pegar contra el suelo chill, pero sin necesidad. Lo que haba debajo de ella estaba hmedo, pero era blando. Su cara peg contra aquello y se hundi en ello, y eso le record el puetazo de Gray. Pero no le haba pasado nada. Oy un chasquido fuerte y hmedo a su lado, y despus casi silencio. Solo el graznido de los cuervos poda orse dbilmente sobre el agradable susurro del rpido arroyo. Por fin se atrevi a abrir los ojos. Estaba en el vertedero. Claro. El montn ilegal de escombros haba amortiguado su cada. Lis se encontraba bocabajo sobre un sucio colchn amarillo, pero el profesor Gray no se mova. No comprenda: por qu no se levantaba e intentaba atraparla? No tard en ver por qu: Gray haba cado en un ngulo imposible, sobre un montculo de muebles tirados all, y la pata de metal de una silla le sala por un horrendo agujero que le haba abierto en el cuello. La sangre caa por la larga y fina pata de metal al tiempo que la lluvia corra por su rostro, horrorizado para siempre. Si aquello fuera una pelcula de terror, Lis saba que debera dispararle al malo en el corazn, o cortarle la cabeza, o algo as, pues el monstruo nunca mora

del todo, siempre regresaba para dar un ltimo susto. Pero desde donde estaba Lis, agachada sobre su sucio colchn, el profesor Gray tena toda la pinta de estar perfectamente muerto. S, estaba muerto. Y en aquel momento, ella no consigui encontrar en su corazn otra cosa que alivio. Procedente del otro lado de la Floresta de Pike, oy el hermoso canto de las sirenas de polica, y empez a llorar.

La seora Dandehunt llevaba por el pasillo C a los tres asustados adolescentes, dispuestos a encontrarse con los policas. Entonces, tenemos ya todos claro lo que vamos a decir? Pare, seora Dandehunt! Tenemos que ir a buscar a Lis. Si no, la matar! dijo Kitty, agarrando a la seora Dandehunt por el brazo. La seora Gillespie sonri, con un rostro que resultaba fantasmal a la luz de las velas. No tenis que preocuparos por Lis respondi. Me ha dicho un pajarito que est bien...

Gota a gota

Lis haba dormitado durante la noche con la ayuda de los calmantes que los mdicos le haban introducido en el cuerpo. Haba sido un sueo superficial, poco satisfactorio, cuajado de momentos de terror en los que despertaba y no recordaba dnde estaba. Era ya por la maana, aunque por la ventana la calle pareca casi tan negra como de noche. Las nubes seguan en el cielo como gigantes de acero, un severo recuerdo de la tormenta de la noche anterior. Lis estaba en la cama, bastante incorporada, y la rubia cabeza de Sarah reposaba en un rincn del colchn. Una enfermera alegre y regordeta entr en la habitacin y en ese momento Lis distingui el chaleco fluorescente de un polica colgado en la parte de fuera de la puerta. Buenos das, preciosidad dijo la enfermera con fuerte acento jamaicano. Te encuentras mejor? Una hipotermia no es cosa de risa... Lis se levant un poco, despertando a Sarah al hacerlo. S, estoy bien respondi. La enfermera sonri. Lis no se haba visto en ningn espejo, pero si la compresa que tena puesta en la nariz tena el aspecto que se imaginaba, prefera no mirarse. Lo siento, Lis, debo de haberme quedado dormida se disculp Sarah. Me parece muy bien, no seas boba. Lis se not la garganta irritada. Deba de ser por todo lo que haba gritado. Record vagamente como se haba desplomado en brazos de la mujer polica que la haba encontrado, aunque todo era un borrn de luz producido por las linternas y reflectores en la lluvia. Durante un rato breve pero terrible, Lis se haba temido que no la encontraran en el laberinto de rboles, y que la dejaran morir all. La enfermera le meti entre los dedos un vaso de plstico con agua y vigil que se tomara varias pastillas. Mientras lo haca, la puerta volvi a abrirse y entr por ella el padre de Kitty, llenando el hueco de la puerta con su imponente estructura sea. La ltima vez que lo haba visto, iba con Kitty en la parte de atrs de la ambulancia, aferrado a su hija, abrazndola contra su pecho y besndola en la frente.

La enfermera se le acerc ponindole mala cara. Debera dejarla en paz, para que descanse! Solo sern cinco minutos. Lanzndole una mirada glida a Monroe, la enfermera sali de la habitacin. Sarah lo recibi con el mismo entusiasmo que la enfermera. Es necesario hacer esto ahora? Me temo que s. Esta vez se mostraba muy diferente, como ablandado. Qu tal te encuentras, Lis? Supongo que pasaste una noche espantosa. Menuda tormenta, eh? Lis apenas logr contestar con un gesto afirmativo de la cabeza. Bueno, ahora puedes descansar. Todo ha terminado. El seor Gray ha muerto. Le dira en algn momento algo que ella no supiera?. Eres la nica persona que vio lo que suceda... Lo siento, pero tengo que hacerte unas preguntas. Al cerrar los ojos, Lis vio la misma imagen que haba estado rememorando durante toda la noche, una y otra vez. La tormenta era horrible, l me persegua y nos camos por el borde. No podamos ver por dnde bamos. Eso fue lo que nos imaginamos. No te preocupes, Lis, no ests metida en ningn problema. La daga que encontramos en el instituto se corresponde perfectamente con las heridas que Laura presentaba en su cuerpo. No podemos estar seguros de que fuera Gray quien la utiliz, pero s de que tena sus huellas dactilares. La cosa parece bastante probable. Bueno, has odo eso, Lis? pregunt Sarah. Jennifer Rigg y Daphne Gray son cmplices de asesinato, claro est; ni siquiera han intentado negarlo. En cuanto se les d el alta en el hospital, quedarn detenidas a espera de juicio. Estn aqu? pregunt Lis casi sin voz. No, cielo. Se encuentran en otro hospital de Leeds, y estn bajo vigilancia policial, as que no te preocupes. Ni siquiera hemos empezado a interrogarlas. Dios sabe qu fue lo que se apoder de ellas... pero llegaremos al fondo del asunto. Pero Lis saba que no llegaran al fondo de nada. Hollow Pike siempre

guardaba sus secretos. Mir a Sarah, que le sonrea cariosamente. Su pobre hermana, qu pensara de todo aquel folln? Y mis amigos? Danny, Jack, Delilah y Cat... Kitty estn bien. Solo tienen heridas leves. Ya se les ha tomado declaracin. Puedo verlos? No! intervino Sarah. An no. Cuando te encuentres mejor. Ahora tienes que descansar. Lis vio lgrimas en los ojos de su hermana. Sera que les echaba la culpa a sus amigos? Pensara que la haban arrastrado ellos a aquel desaguisado? Monroe borde la cama con su enorme corpachn, y acerc una butaca. Tengo algunas preguntas ms, Lis. Qu sucedi en esa aula? Nunca haba visto nada parecido. Se oy un ruido en la ventana. Los tres se volvieron para ver una enorme forma negra que golpeaba con el ala en los cristales. Las plumas del pjaro ofrecieron destellos de color zafiro al posarse en la cornisa. Hollow Pike aguardaba su respuesta. El cuervo era su mensajero. Lis se volvi hacia Monroe y minti entre dientes: No lo s. Mientras Jack las distraa, yo escap corriendo. Monroe la mir con ojos penetrantes. Ella not que la parte blanca que rodeaba el iris tena un leve tinte anaranjado. Lo siento, no s repiti. Y no tienes ni idea de por qu iban tras de ti y de tus amigos? Desde luego, tena una idea muy clara. Pero, aunque la razn fuera ridcula, saba callar la boca. No. Simplemente parecan habernos elegido, por el motivo que fuera. Monroe se dej caer en la butaca, aparentemente exhausto. Bueno, ltima pregunta: todava no hemos encontrado el diario de Laura Rigg. Danny Marriott dice que se le cay al suelo de la secretara, pero nuestros hombres no han conseguido encontrarlo. Alguna idea? No, lo siento susurr Lis.

Yo tambin. All podra encontrarse la respuesta a algunas de nuestras preguntas. Pareca triste, con la tristeza de quien est de vuelta. Cunto tiempo llevaba trabajando en aquel pueblo? Qu tipo de cosas haba visto? Cuntos casos sin explicacin haba encontrado? Cmo podra la polica abordar alguna vez la oscuridad que ella haba tenido ante los ojos? Monroe se puso en pie y le estrech la mano a Sarah antes de darle una palmada en el hombro a Lis. Duerme un poco, Lis. El inspector de la polica la mir pensativo una vez ms, antes de salir sigilosamente de la habitacin. Su largo abrigo se levant ligeramente a su espalda, como una capa. Al otro lado de la ventana, el cuervo emprendi el vuelo.

Transcurrieron un par de semanas en una mezcla entre el rgimen hospitalario y el de Sarah. A Lis se le permiti leer libros y revistas, despus le trajeron su Nintendo, y pudo disfrutar de la compaa de Max y de Logan. Pero no le dejaron el telfono mvil, ni ver a sus amigos, ni leer el peridico, ni ver la tele. A los ojos de Sarah, no estaba todava lo bastante fuerte. Tal vez Sarah tuviera razn. Las pesadillas dejaron de aparecer, pero fueron reemplazadas por una oscura ausencia poco natural durante sus horas de sueo, una nada pacfica que recordaba de modo inquietante sus ltimos segundos bajo el agua del arroyo. Demasiado tranquila. Tratar con su madre haba resultado difcil, por decir poco. Deborah, su madre, haba llegado de Bangor el da despus de la muerte de Gray, con un montn de preguntas que Lis no poda responder. Su madre culpaba a Sarah por no cuidarla debidamente, se haban peleado sin parar, y Lis se haba sentido peor an. Las cosas se haban calmado para cuando Deborah haba regresado a Gales por el trabajo, pero sin duda las discusiones volveran a estallar cuando volviera en Navidad. En el lado positivo, a Lis iban a darle el alta en el hospital al da siguiente. Llegara a casa con tiempo suficiente para preparar la Navidad. Aunque, cuando la dejaran salir, tendra que hacer frente a los periodistas, claro est. Sarah deca que

se haban instalado delante de la casa. Lis pensaba a menudo en el seor Rigg, que estaba solo en aquella enorme casa del barrio de arriba. Cuntas cmaras de televisin le estaran apuntando? Pobre hombre! Haba perdido a su hija y a su mujer. Volvi apresuradamente la pgina de la revista que estaba leyendo. Cada vez que pensaba en Laura, aunque solo fuera por un segundo, le volva a invadir una sensacin de culpa. Podran haberla ayudado? Podran haberla salvado? Tal vez si Laura hubiera tenido amigos como Kitty, Jack y Delilah, gente con la que realmente hubiera podido hablar... Pero ella haba mantenido a distancia a todo el mundo. Al final, aunque se supona que los frikis eran Kitty, Jack y Delilah, seguramente Laura se haba encontrado ms sola de lo que ellos hubieran estado nunca. Llamaron suavemente a la puerta. Adelante dijo Lis. La seora Dandehunt entr en la habitacin detrs de un imponente ramo de flores. Hola, cielo. Estas vienen de parte del instituto. Gracias! sonri Lis. Era imposible no sonrer cuando la seora Dandehunt estaba cerca. No tenan que molestarse... La directora se sent en la butaca. Por supuesto que s. Creo que es lo menos que podamos hacer, teniendo en cuenta... lo que sucedi. Lis se mir las manos, sin saber muy bien qu decir. Metiendo una mano en su bolso, la seora Dandehunt sac un DVD que coloc sobre el regazo de Lis: Las brujas de Salem. He pensado que te podra gustar la pelcula. Lis se rio. Siempre he querido verla! No te voy a dar la lata mucho tiempo, Lis, cielo. Solo quera asegurarme de que estabas bien. Ya me imagino que tu opinin sobre el Instituto de Fulton debe de estar por los suelos ahora mismo, pero quisiera creer que una chica fuerte y valiente como t se encontrar en condiciones de volver con nosotros despus de Navidad. Sera una pena perderte.

Yo no creo que sea fuerte ni valiente. El rostro redondo y bondadoso de la seora Dandehunt le sonri, y le cogi a Lis las manos. Tena una piel suave y clida que le record a Lis la de su anciana abuela Rushworth. Yo creo que s insisti la seora Dandehunt, amablemente. Aqu en Hollow Pike hacemos a la gente fuerte y valiente. T y tus amigos... Lo que hicisteis... fue una locura completamente espectacular! Tendrais que hacer que os miraran la cabeza, a todos vosotros... pero desde luego fue algo extraordinariamente valiente y propio de personas de gran, gran fortaleza. A Lis le acometi un acceso de llanto. Mir fuera, por la ventana, sintiendo algunos de sus pjaros, no demasiado lejos, en los rboles ms prximos. Eso era reconfortante. Ya, pero yo no soy de Hollow Pike, o s? La seora Dandehunt se levant para irse. Sin lugar a dudas, t eres una chica de Hollow Pike. Lo llevas en la sangre, querida. Le dirigi a Lis una tierna sonrisa y camin pesadamente hacia la puerta. Seora Dandehunt? dijo Lis incorporndose en la cama. Tuvo usted un antepasado llamado Reginald? S, cielo. Fue mi abuelo. Ella se demor un poco en la puerta. Un tipo muy perspicaz. Quin... qu es usted? La seora Dandehunt sonri con la sonrisa vieja de alguien cansado de la vida, y volvi al lado de la cama de Lis. Lo ms importante que tienes que saber sobre m es que soy, primero y principal, una maestra. Como le sucede a cualquier buen maestro, mi prioridad es proteger a los nios que tengo a mi cargo. Recuerda esto: mientras permanezcas en Hollow Pike, Lis, siempre habr alguien a tu lado. Una vez ms, meti la mano en su bolso y sac un ramito de espliego atado con una cinta negra. Espliego. Para proteccin. El negro es el color de la proteccin, ya ves. Fue usted comprendi Lis en aquel momento. Usted coloc el espliego bajo mi almohada!

La seora Dandehunt se ech a rer. Todo esto comenz cuando t llegaste, Lis. Yo no creo en las coincidencias, as que comprend que, una de dos, o eras la asesina de Laura, o te encontrabas en grave peligro. Cuando apareci el pjaro en tu taquilla, comprend que tenamos que protegerte. En el siglo XVII, los Rectos Protectores solan clavar un espritu familiar en las casas de las mujeres sospechosas de brujera. Una costumbre bastante truculenta con la que pretendan advertir a la gente de que no se acercara. Pens que haba sido usted susurr Lis. Usted tena el diario de Laura. S, pero quiz sea mejor que no se lo menciones al Inspector Jefe, Monroe. Yo saba lo que significaba la muerte de Laura. Saba ms de lo que la polica podra comprender nunca, as que cog su diario de la taquilla. Qu deca el diario? La seora Dandehunt se volvi hacia la ventana, justo al tiempo que un dbil rayo de sol se filtraba por entre las nubes que cubran el cielo. Pobre Laura, tan perdida y sola! Loca por saber quin sera su autntica familia, y qu significaban sus sueos. Amenazaba con escaparse. Con Danny, pens Lis. Tal como le haba dicho aquel da en el campo de rugby. Pero Laura no era ninguna bruja! Ninguno de nosotros lo es! Sonriendo con tristeza, la seora Dandehunt dijo: No crees que siempre ha sido igual, Lis? le pregunt dando unos golpecitos sobre Las brujas de Salem. Paranoia, miedo, rumores maliciosos... Algunas personas no parecen capaces de ver quines son los dems, solo qu son. Por qu odiaban tanto a las brujas? Si los humanos no se odiaran tanto unos a otros, qu iban a traer los peridicos? Lis sinti que se pona colorada, pero tena que preguntar. Tena que saber. O sea que ustedes son... ...brujas? termin la frase la seora Dandehunt. Bueno, si quieres verlo as, pues s.

Pero brujas blancas? Ve usted demasiada tele, seorita London dijo acaricindole el pelo. Lis neg con la cabeza. Pero yo no creo en... La seora Dandehunt se llev un dedo a los labios para pedirle silencio. Y tal vez sea mejor as. No es mejor pensar en Simon Gray como un loco simplemente, que no como un cazador de brujas? Quiz eso te ayude a dormir por las noches. Lis no pudo responder, abrumada por todo lo que le deca. La seora Dandehunt le dio un suave beso en la frente. Felices sueos, Lis!

Navidad

La luz reflejada por la escarcha matutina inund la habitacin. Lis se sali de la cama como el buzo que sale de las profundidades, y se fue derechita al espejo para ver los progresos de su nariz. Aquella era la nueva rutina de todas las maanas. La hinchazn haba descendido considerablemente, pero, aunque todo el mundo lo negara, la nariz no haba recuperado su tamao ni su forma habituales. Al menos los moretones de los ojos, que le haban dado aquel aspecto de mapache, ya no estaban all. De todas maneras, aquella Navidad no habra fotos de familia. Suban risas procedentes de la planta baja. Era la maana de Navidad. Suspirando, Lis se ech encima la bata y sali de su dormitorio arrastrando los pies. Max haba encendido un fuego que pareca el de El coloso en llamas, mientras Sarah intentaba en vano que un nio de once meses se interesara por los regalos. Y su madre presida la escena, con una taza de t en la mano. Lis pareca el fantasma de las Navidades pasadas14. Aqu la tenemos! exclam su madre. Feliz Navidad, cielo. Feliz Navidad! repiti Lis, adoptando el tono falsamente alegre que se necesitaba para no llamar la atencin. Ay, segua teniendo aquel dolorcillo en el hueso de la nariz que se le iba sanando. Se fue hacia la alfombra y recibi un beso de bienvenida por parte de su madre, antes de plantificar otro parecido en la suave y esponjosa cabecita de Logan. Buenos das, Bella Durmiente! dijo Max sonriendo. No tanto repuso ella, sealndose con el dedo el centro de la cara. Me parece que hay algn regalo para ti debajo del rbol... le dijo Max. Sarah se inclin hacia atrs y mir. Lo siento, guapa. Me parece que para ti no hay ninguno. No es buen ao! Lis lanz un resoplido.
Personaje del relato de Charles Dickens titulado Cuento de Navidad, de 1843. Anteriormente, alusin a la pelcula de 1974 perteneciente al gnero de catstrofes tan en boga en los aos 70, y que relataba el incendio de un rascacielos.
14

Muy divertido. Vuelve a mirar. Con un gesto grandilocuente de la mano, Sarah sac todo un montn de paquetes muy colocaditos, y los desliz hacia ella. Me pregunto si me habrn comprado un diario este ao, pens Lis de repente. Pero reprimi la idea antes de que se hiciera ms poderosa. Todo aquello eran cosas normales. Y las cosas normales estaban bien. Las cosas normales ayudaban a sanar las heridas.

Lis siempre haba encontrado muy aburrido el da de Navidad. En cuanto uno ha abierto todos los regalos y se ha vestido para la ocasin, ya no queda nada ms que hacer, salvo comer. Mam, te encargas t de las bebidas, y me dejas que yo me preocupe por la puetera comida? dijo desde la cocina la casi agotada paciencia de Sarah. Logan jugaba tirando por el suelo un trozo de papel de regalo, y Lis haca zapping mientras Max les daba conversacin a los vecinos de la puerta de al lado. Quieres champn, Lis, cielo? le pregunt, rellenando las copas. No, gracias respondi, y se qued atenta al canal de noticias. La presentadora, de un rubio asombroso, apareca delante de una foto del profesor Gray. Un portavoz de la Polica de North Yorkshire rehus ayer hacer ningn comentario sobre los crecientes rumores de que la estudiante Laura Rigg fue vctima de un asesinato ritual. Desde que su muerte... Max se coloc delante de la pantalla, posando el champn y apagando la tele. Max! protest Lis. No deberas ver eso le dijo con amabilidad. No puedo esconderme de la tele. le respondi dirigindole una fra mirada. Por qu nadie le dejaba hablar sobre ello? No haba salido de casa desde que le dieron el alta en el hospital. Solo se haba ido de all para pasar a ser una prisionera en su propio hogar. Saba que Sarah tena las mejores intenciones, pero

envolverla entre algodones iba a hacer que se sintiera peor. Hoy s que puedes. Es Navidad, cielo, y tenemos invitados insisti Max. Asinti con la cabeza, sin abrir la boca. Eran tantas las cosas que quera, que necesitaba decir... pero nadie quera escuchar. Quiz fuera que les daba demasiado miedo. Lis! le grit Sarah. La puerta! Qu vecino cotilla sera ahora? Desde la noche de la Gran Tormenta se haba ido dejando caer por all una cantidad de visitas inusitada, incluso para los niveles navideos. Lis estaba casi en esa fase en que uno se dispone a firmar autgrafos. Se fue a abrir pasando por delante de su madre y su hermana, que seguan riendo. A la puerta se hallaba Danny Marriott, con las mejillas coloradas del fro, como un personaje de caricatura. Feliz Navidad! anunci l. Llevaba un gorro de lana gris que le tapaba los puntos de sutura que Lis saba que tena en la cabeza. S, claro, feliz Navidad. Danny era una de las dos cosas que haba puesto en su lista de deseos navideos. La otra era recibir noticias de sus amigos. Se supone que tienes que responder Feliz Navidad para ti tambin e invitarme a entrar le dijo Danny. Hace un fro del carajo, Lis! Ella abri ms la puerta y agach la cara, completamente sobrepasada por la vergenza. Vamos, entra. Danny pas a su lado y entr en la sofocante cocina. Hay algo que huele estupendamente! Hola, Sarah. Hola, Danny. Feliz Navidad! respondi Sarah, levantando un instante los ojos de la sartn en la que preparaba la salsa del asado. Ah, este es Danny, no? Su madre se sec las manos en una toalla y se acerc a saludar a Danny: Yo soy Deborah, la madre de Lis. No me dijiste que fuera tan guapo! le coment a Lis. Tierra, trgame!. Muchas gracias, madre! Despus de todo lo que haba sucedido, Lis estaba tan agradecida a su

madre y al resto de la familia que solo se muri de la vergenza a medias. Pero cogi a Danny de la mano antes de que su madre pudiera encontrar fotos de su infancia, tir de l a travs de la reunin que tena lugar en el saln, y se lo llev hasta el invernadero que estaba al otro lado. All podan estar a solas, aunque el espritu de la Navidad se filtraba a travs de la puerta. Perdona! Mi madre siempre es as! dijo Lis. Parece... maja. Se quedaron de pie, incmodos, en el recinto de cristal, al que la decoracin navidea tena convertido, en aquel momento, en una jungla de espumillones. Lis haba pensado muchas veces cmo disculparse con Danny. Haba escrito muchos borradores en su cabeza, pero el miedo escnico no haba formado parte de ninguno de sus planes. Danny, lo siento! le solt. Que lo sientes? El qu? pregunt l, frunciendo el ceo. Ella alarg la mano y le quit el sombrero, dejando al descubierto la herida producida por la cada. Bueno, esto no fue culpa tuya repuso conducindola hasta el sof cama. Bueno, s, fue culpa tuya, pero qu ibas a pensar t? Yo tena el diario de Laura, y adems el insti estaba lleno de un humo mgico de setas... o lo que fuera! Cuando estaba en el hospital no dejaba de darle vueltas a eso le dijo Lis. Qu demonios hacas t con el diario de Laura? Sin darse cuenta, Danny empez a frotarse los puntos ya convertidos en postillas. Lo vi en el despacho de la seora Dandehunt. Me haba llamado para preguntarme si yo saba por qu te queras ir, y pens que si lo robaba para ti, podra, digamos, impresionarte. As que me met en el despacho despus del rugby. En el repertorio de gestos romnticos, robar el diario de una chica muerta en el despacho de la directora resultaba ciertamente algo poco visto. En el rostro de Lis asom una levsima sonrisa. Y sabes qu? prosigui Danny. Ese cerdo psicpata est muerto. Y los dems irn a la crcel. Asunto concluido. Qu crees que ocurri? le pregunt Lis. Aquella era una oportunidad

de calibrar lo que la gente hubiera podido estar comentando sin enterarse ella. Todo ha aparecido en las noticias. El seor Gray deba de ser un fantico religioso o algo as! Dicen que perteneca a una secta. En el instituto hay quien comenta que tena algo que ver con los juicios a las brujas que se hicieron en Hollow Pike, pero... T no crees en... En brujas...? Danny se ech a rer. Bromeas? Lis simplemente se encogi de hombros. Ella ya no saba qu pensar, la verdad. Danny prosigui: De todas maneras, no he venido a hablar de esas cosas. No me han dejado verte desde hace semanas! Estupendo. Otro que no quera hablar del tema. Entonces para qu has venido? Eh... cmo dices? Es Navidad! Te he trado un regalo! le dijo Danny con una sonrisa. En su interior, Lis se dio de bofetadas. Regalos, por supuesto! Intercambiar regalos es lo que hacan los seres humanos el da de Navidad. Viviendo en la burbuja protectora de Sarah, sin acceso a las tiendas, Lis se haba imaginado que el hecho de que siguiera con vida sera suficiente regalo para su familia, pero y para Danny? Me has trado algo? Danny, yo no tengo nada para ti! Estupendo! dijo l con una sonrisa. As mi regalo parecer mejor y ganar puntos! No esperaba ningn regalo, en serio. Se meti la mano en el bolsillo del anorak y sac un paquete largo y delgado, muy pulcramente envuelto en papel dorado. Cogindoselo de la mano, ella rasg el papel y sac algo que solo poda ser el estuche de una joya. No ser una cruz de plata, no? Qu? No, por...? pregunt Danny, confuso. No me hagas caso! Lis abri el estuche y sac una cadenita de eslabones muy finos de la que colgaba una pequea golondrina de plata que tena por ojo una brillante y diminuta piedra azul. Era perfecto.

Pens que despus de todos tus encuentros con pjaros, te podra gustar llevar uno simptico y bonito. Si l tuviera una leve idea de lo adecuado que resultaba su regalo! Lgrimas de las buenas amenazaron con carsele por la cara. Danny dijo ella, me encanta! No te haces una idea! Y le dio el nico regalo que tena a mano en aquel momento: un beso lento y tierno en los labios, que l acept de muy buena gana. Con esto me conformo dijo l, y sonri. Y ahora que estoy a salvo, no tendr que volver a Gales le dijo Lis. Te quedas...? Se levant del sof cama de un salto. Ese es el mejor regalo que me han hecho nunca! La levant del sof y la volvi a besar, sujetndole la cara con ambas manos. A Lis la embarg la felicidad. Aquellas eran las mejores Navidades desde que a los ocho aos le regalaron una casita de muecas.

La iglesia de San Wilfredo era una tpica iglesia de pueblo de la Inglaterra rural. Su elegante chapitel reluca en la escarcha de primeras horas de la maana del da veintisis de diciembre. Detrs de la iglesia haba un pequeo cementerio, que haba rebasado su capacidad haca sus buenos cien aos, cuyas lpidas estaban desgastadas y resquebrajadas, algunas inclinadas y casi a punto de caerse. Una pareja con un caniche coloc unas flores sobre una tumba, antes de irse andando cogidos de la mano. Era una fra maana de diciembre. Al borde mismo del cementerio, al otro lado de la ruinosa tapia que lo circundaba y detrs de los sauces llorones, haba una tierra balda y abandonada. Estaba llena de hierbajos, basura y trastos, pero en aquel momento cuatro amigos se reunieron alrededor de un cubo de basura que arda. Aqu es donde enterraban a las brujas explic Delilah. El terreno de la iglesia es sagrado, as que las mujeres sospechosas de brujera eran enterradas fuera del cementerio. Sin lpida, sin imagen, sin nada... Pobres mujeres. Es tan injusto! dijo Lis, mirando con tristeza los cinco

cuadernos estampados con flores que tena en las manos. No consegua dejarlos caer en las llamas. Aquel era el nico recuerdo de la autntica Laura Rigg. De verdad podemos hacer esto? Tenemos que hacerlo! respondi Kitty. El secreto de Laura debe morir con ella. Nadie debe saber que era... Una bruja de verdad? concluy Jack. Gracias a Dios, haba tenido la presencia de nimo suficiente para meterse el diario de Laura en los pantalones segundos antes de que llegara la polica. Lo haba hecho con la mejor intencin. Si la gente lee esto prosigui Kitty, es posible que sigan el rastro hasta nosotros. Nos guste o no, lo llevamos en la sangre. Todos ellos haban comprobado su rbol genealgico, claro est. Gray tena razn. Todos ellos, incluso Jack, tenan races en Hollow Pike que se remontaban cientos de aos. Tal vez, solo tal vez, descendieran los cuatro de aquellas mujeres del bosque. Creis que habr ms? Ms Rectos Protectores? pregunt Delilah. La preocupacin de que an pudieran ser capturados y quemados en la pira tambin se le haba pasado por la mente a Lis. No s. Mi padre dice que Jennifer y Daphne se niegan a hablar. Es como si hubieran hecho voto de silencio o algo as. No hacen ms que quedarse sentadas cada una en su celda, mirando a la pared. Estn protegiendo a los Protectores. Lis se imagin a aquellas mujeres, quietas y calladas, aguardando. Pero aguardando qu? Era terrible pensar que los Rectos Protectores podan seguir por all, con sus creencias asesinas. Sabis qu pienso yo? pregunt Delilah. Pienso que la polica sabe ms de lo que dice. Cmo se puede vivir en Hollow Pike y no comprender que pasa algo muy peculiar? Todo el mundo ha odo las historias; todo el mundo sabe lo que les pas a todas esas mujeres, pero no hacen caso. Porque es demasiado espantoso admitir que algo tan siniestro ocurri en el umbral de la puerta de la casa de uno. Cmo va uno a poder dormir por las noches? Es ms sencillo pensar que solo fue un mal sueo. Lis cerr los ojos con fuerza, tratando de no ver el rostro del cadver de Gray que apareca en su mente. Kitty alcanz lentamente el titilante fuego, cogiendo los diarios de las manos de Lis. Mir por turno a cada uno de sus amigos. Todos mostraron su conformidad asintiendo con la cabeza. Y Kitty los dej caer al fuego. Al principio los libros

aplastaron las llamas, pero luego las esquinas empezaron a renegrear, y despus unas vibrantes lenguas de fuego amarillo fueron lamiendo las pginas. Las cenizas se arremolinaban en el aire de diciembre, llevndose con ellas las ltimas palabras de Laura. Asunto concluido dijo Kitty, alejndose del fuego. Pero tenemos que volver al instituto coment Jack con un estremecimiento. No s si podr volver despus de lo que ha pasado. Tenemos que hacerlo, Jack. Los exmenes. Kitty le cogi la mano. Si queremos sacar algn da el infierno de Hollow Pike, tendremos que tener buenas notas. Jack asinti con gravedad. O sea que todo volver a ser normal? pregunt Lis. Por un segundo pens que tal cosa sera posible. Yo no dira tanto. Nosotros no somos exactamente normales, no crees? se lament Jack. Ni lo ramos, ni siquiera antes de que empezara todo! dijo Delilah rindose, y buscando algo entre la hierba. Y menos mal, digo yo! aadi Kitty con alegra, cruzando los brazos por delante de su chaqueta militar. Delilah hizo una tosca cruz con dos palos largos, atndolos con una larga cinta negra que se quit del pelo. Entonces la clav en la tierra: las brujas de Hollow Pike tendran por fin algo que recordara su presencia. Con la misin cumplida, los amigos se ayudaron unos a otros a pasar la tapia y volver al cementerio oficial. Ahora ya solo queda una pregunta murmur Lis, mirando a la distancia. Qu es peor, ser una bruja o ser la prima menos guapa de Laura Rigg? Jack y Kitty se rieron, y Lis no pudo aguantar la cara seria ni un instante ms. Sus risas resonaron como campanas por el cementerio. A Delilah le brillaron los verdes ojos. No olis...? Qu? preguntaron a coro Lis, Kitty y Jack.

La nieve. La nieve est en camino. Como un hada invernal, Delilah brinc por el desierto cementerio mirando las suaves nubes en el cielo lechoso. Cmo lo sabes? Jack tambin mir hacia arriba. El caso es que lo s. Nada ms decirlo, empezaron a caer los primeros y ms livianos copos de nieve, que bajaban descuidados de las nubes. Mirad! exclam Jack, muy contento. A los primeros copos se sum pronto un viento helado, y empezaron a formarse ventisqueros en la hierba y despus en los caminos. El cementerio adquiri enseguida un blanco radiante: una pgina limpia, nueva, que se extenda ante ellos, lista para contener nuevas historias. Blanca Navidad! dijo Delilah volvindose hacia ellos. Kitty neg con la cabeza, sonriendo, sin podrselo creer. Delilah, a veces me asustas un poco! Lis cogi en las manos algunos complicados copos de nieve. Eran reales. Ella era real. Era imposible pensar que fuera la misma chica que haba llegado de Gales. Ella era algo nuevo. Tal vez una bruja, o tal vez se hubiera convertido en una mariposa. Era demasiado pronto para decirlo. Una sonrisa llena de esperanza apareci en su rostro. En ese momento, solo estaba segura de una cosa: de que tena amigos. Bien, entonces... quin est preparado para una batalla de bolas de nieve? pregunt Lis. Haciendo crujir la nieve con sus pasos, corri por entre las lpidas, tan despreocupada y nica en su especie como los copos que revoloteaban a su alrededor.

Agradecimientos
Tal vez todo esto suene a discurso de los Oscar, pero ah va: Hollow Pike ha sido posible por la ayuda de las siguientes personas, y yo les debo mucho porque este libro lo es todo para m. Empezar dndole las gracias a mi agente, Jo, por reconocer lo bueno que tena Hollow Pike cuando se encontraba en un estado mucho ms superficial que ahora. Me apoyaste en cada paso del camino, y me llevaste al Ivy. Impresionante. A continuacin, al maravilloso equipo de Indigo/Orion, que hizo realidad Hollow Pike. Estoy agradecido a Amber y Jenny, mis editores, por saber exactamente, de modo intuitivo, qu era lo que yo quera decir; a Nina por su brujeril maestra en relaciones pblicas, a Alex y el equipo de derechos; y a Fiona por su sutileza y sabidura. Tambin me gustara dar las gracias a mi propio y creciente aquelarre de seguidores en Twitter y Facebook. Este libro recibi apoyo ya antes de su lanzamiento, y eso ha estado muy bien. Espero que os guste el producto final. Finalmente, y ms importante, a mi familia y amigos, por su inquebrantable apoyo. No somos una familia empalagosa, as que me limitar a darles las gracias por todo. Gracias especialmente a Sam Hudson, por las innumerables veces que ha ledo Hollow Pike, y al talentoso Stuart Warwick por la msica. Sarah, Lou Lou, Kat, Fi, Joe, Niall, Gavin: os quiero a todos por haber credo! Y a K, P y B. Estabais all, y sabis cmo fue. Lo recuerdo y siempre lo recordar.

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