FILO II - Resumen Haba

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Elementos Bsicos de Axiologa General Enrique Pedro Haba

Natalia Hidalgo Carro

PRESENTACIN
ACUERDOS (DE PALABRA) Y DESACUERDOS (PARA LA PRCTICA), EN MATERIA DE VALORES (1) Todas las ideas se orientan cotidianamente por unas ideas que reciben el nombre genrico de valores. Aunque abundan las discrepancias sobre cules sean los valores verdaderos, sobre todo con respecto a su ejecucin en la prctica. En cuanto hurgamos ms all del superficial acuerdo retrico sobre las grandes palabras proferidas en abstracto, vemos cmo mltiples cuestiones de valores son objeto de mucha discusin. A pesar de los egregios valores unnimemente proclamados, suele brillar por su ausencia un acuerdo general sobre cmo ponerlos correctamente en la prctica. PARA QU FUNDAMENTAR LOS JUICIOS DE VALOR? LA TAREA EPISTEMOLGICA Cuando alguien formula un juicio de valor puede hacerlo con o sin incorporar cierto razonamiento para sustentar ese juicio. Hay afirmaciones valorativas que al sujeto le parecen tan indudables, tan evidentes, que l no ve necesidad de demostrar que son correctas. Solo cuando nos encontramos con interlocutores, reales o potenciales, que puedan estar en desacuerdo con nuestro juicio de valor, experimentamos la necesidad de fundamentarlo, de presentar razones para hacer ver que nuestra opinin se justifica. La discusin sobre valoraciones tiene lugar en distintos niveles de razonamiento. La epistemologa consiste en indagar ms all de lo que se presenta en la superficie normal del tipo de conocimiento examinado. Ni lo que muestra el microscopio ni lo que revela el anlisis lingstico puede ser entendido sin un esfuerzo intelectual que rebasa sensiblemente lo que aporta la conciencia habitual sobre el objeto en cuestin. Lo que se busca es examinar las condiciones de racionalidad a que puedan estar sometidos los discursos valorativos. RACIONALIDAD, OBJETIVIDAD: CUESTIONES DE PALABRAS? LA CONTROVERSIA METODOLGICA Qu se requiere para que un juicio de valor sea racional, cmo lograr que tenga objetividad? Las respuestas suelen depender de lo que cada autor entienda por racional u objetivo. Adems tambin importa las controversias que genera el trmino relativismo. A primera vista podra dar la impresin de que las diferencias en el contenido otorgado a dichos trminos no son ms que unas cuestiones de palabras. Los gustos lingsticos al escoger las definiciones no estn desprovistos de implicaciones prcticas. Con la definicin se elige tambin acerca de mucho ms. Ella determina, arrastra consigo, suposiciones e implicaciones que tienen papel decisivo para determinar cmo es dable llevar a cabo los razonamientos mismos capaces de justificar decisiones valorativas. Decir que es racional u objetivo cierto tipo de discursos tiene implicacin doble, fctico -descriptiva una y optativoestimativa la otra. a) Descriptivamente, ese trmino seala hacia determinadas caractersticas consideradas fundamentales. b) Adems, con sealar (a) se da a entender tambin que tales caractersticas son muy valiosas. La controversia metodolgica al respecto indaga como pueda probarse que (a) y (b) correspondan en realidad a ciertos discursos. CARCTER SUBSIDIARIO DE LA METODOLOGA (RAZN PRCTICA) FRENTE A LA BASE VIVENCIAL (SENTIDO) EN LA EXPERIENCIA VALORATIVA La metodologa es solo un medio al servicio de fines que la trascienden. Ninguna forma de razonamiento constituye un fin en s, puesto que lo practican individuos de la especie humana, seres que no viven principalmente para razonar. Un mtodo sirve en la medida en que mediante l sea dable alcanzar tales o cuales objetivos, los cuales se persiguen por motivos anclados en anhelos de la vida humana. Puede intervenir para guiar la esfera de la razn prctica, donde tendran papel tcnicas de pensamiento o mtodos, dirigidos a conocer las soluciones valorativas correctas que la conducta encarada debiera seguir para responder a unos valores aceptados como fines de tal conducta. Los propios valores aceptados como bsicos no estn subordinados, en s mismos, a cumplir con unas condiciones de racionalidad cientfica o en general de rigores intelectuales, sean estos cuales fueren. Tal vez el pensamiento racional brinde algn servicio para comprender mejor las cuestiones valorativas por s mismas. Una racionalidad no es, ni puede llegar a ser, la fuente originaria de creacin de los principales valores. Formulado de la manera ms sinttica: la relacin bsica no es racionalidad valores, sino, en el mejor de los casos, valores racionalidad. La pregunta sobre el sentido, propiamente, que tenga o pueda llegar a tener la realizacin de los valores considerados. La pregunta por el mtodo, cuando llega a ser planteada viene solo en segundo trmino. El papel subsidiario de la racionalidad en materia discursiva puede tener alguna importancia, si se logra hacerla entrar a jugar ah. Puede tener inclusive repercusiones de orden prctico, por cuanto nos seala cmo actuar de modo ms eficaz en cuanto a la realizacin misma de las metas valorativas propugnadas. Todo depende de si los protagonistas de esas experiencias estn dispuestos a intentar el sapere aude para encarar tales cuestiones.

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PRIMERA PARTE: INTERPRETACIONES DE LA EXPERIENCIA VALORATIVA


SECCIN A: ELEMENTOS DE DESCRIPCIN
(CARACTERSTICAS GENERALES DE LOS VALORES)

I. GENERALIDADES (FENOMENOLOGA ELEMENTAL DEL PENSAMIENTO VALROATIVO)


a) JUICIOS DE EXISTENCIA Y JUICIOS DE VALOR (2) El mundo en el cual estamos no es indiferente. La no-indiferencia consiste en que no hay cosa alguna ante la cual no adoptemos una posicin positiva o negativa, una posicin de preferencia. Visto desde el lado del objeto, no hay cosa alguna que no tenga un valor. Los juicios de existencia seran aquellos juicios que de una cosa enuncian lo que esa cosa es: enuncian propiedades, atributos, predicados de esa cosa, que pertenecen al ser de ella. Los juicios de valor enuncian acerca de una cosa algo que no aade ni quita nada al caudal existencial y esencial de la cosa. Los valores no son, sino que valen. Cuando decimos que algo vale, decimos que no es indiferente. La no-indiferencia constituye esta variedad ontolgica que contrapone el valer al ser. La no-indiferencia es la esencia del valer. (3-5) La preferencia es la actitud que aprehende la categora de la importancia, es un anlisis del valor, as como el conocimiento es un anlisis del ser (LAVELLE). Se debe distinguir entre preferencia y seleccin (escogimiento). La preferencia hace prevalecer la superioridad de un valor, la seleccin es una preferencia emprica. Los valores, en cuanto preferencias socialmente reguladas y objetivadas (HELLER), introducen en el mundo el principio de la no indiferencia frente a la realidad emprica. El valer del valor es una clase de realidad especfica que permite elucidar la importancia de los objetos (empricos) neutros para la percepcin emprica. Habr que distinguir una especie del preferir emprico que es simplemente en la descripcin de la manera como nos comportamos frente a ciertos objetos. Preferencias as (me gusta la cerveza) son enunciados fcticos. (6) La conciencia del valor es tan general y primitiva como la conciencia de objetos. Lo que llamamos indiferencia apreciativa suele ser una menor intensidad de nuestro inters positivo o negativo que, en comparacin con ms vivos intereses, consideramos prcticamente como nula. Si por mundo entendemos la ordenacin unitaria de los objetos, tenemos dos mundos, dos ordenaciones distintas pero compenetradas: el mundo del ser y el de valer. La constitucin del uno carece de vigencia en la del otro. (7) Valor in genere y valores especficos. El valor en general expresa la distancia entre la idea y su realizacin, esto es, la distancia entre nociones tales como belleza o bondad, y su cumplimiento en cosas buenas o bellas. HERSKOVITS habla de absolutos culturales y universales culturales. Hay universales culturales en el sentido formal de que existen tipos universales de instituciones (la familia). Pero el contenido dado de moralidad est condicionado por la experiencia cultural histrica de una sociedad; y por consiguiente, debe ser explicado en funcin de un sistema dado de cultura. No hay, por tanto, absolutos culturales, pero s universales culturales, cuyos contenidos varan histricamente, de acuerdo con la experiencia cultural y con el cambio social (BIDNEY). (8) Los juicios de la teologa son juicios de valor y los de las ciencias de la naturaleza juicios del ser. Los juicios de valor pueden transfigurar las realidades a los que estn referidos. (9) Desde su inicio, la filosofa pretendi dar una visin abarcadora de la totalidad del mundo. Pero en sus comienzos, confundi la totalidad con uno de sus aspectos. Junto al mundo fsico existe el mundo de las esencias, los conceptos, la relaciones; esto es, lo que hoy se denomina objetos ideales. A la realidad fsica y a los objetos ideales se agreg ms tarde el mundo psquico-espiritual. Algunos dicen que los valores no son novedad. A qu podran reducirse los valores, segn esta ltima concepcin? Tres eran los grandes sectores de la realidad que habamos sealado: las cosas (fsicas), las esencias y los estados psicolgicos. 1) Se intent en primer trmino, reducir los valores a los estados psicolgicos. El valor equivale a lo que nos agrada. Para estos filsofos, el valor se reduce a meras vivencias. 2) Con HARTMANN se sostiene que los valores son esencias, ideas platnicas. 3) Se los confunde con objetos materiales que los sostienen. La confusin se origin en el hecho real de que los valores no existen por s mismos, sino que descansan en un depositario. La necesidad de un depositario en quien descansar, da al valor un carcter peculiar, lo condena a una vida parasitaria. Para evitar confusiones en el futuro, conviene distinguir, desde ya, entre los valores y los bienes. Los bienes equivalen a las cosas valiosas, a las cosas ms el valor que se les ha incorporado.

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(10) Advertencia sobre la terminologa usada. Tiene que ver con la discusin entre posiciones cognotivistas y no-cognotivistas. Hay diferencias entre ciertas esferas de la experiencia humana. Una de estas suele recibir el nombre de valores; pero el hecho de que las dems, o hasta aquella misma, apa rezcan identificadas ya sea mediante una palabra como ser o de cualquier otra manera, no quita que, llmeseles como se les llame, estas no guardan homogeneidad con lo que es ms propio de aquella otra. Incluso puede usarse el trmino ser en un sentido tan amplio que abarque tambin lo estimativo, vale decir: que dentro del Ser mismo, los valores constituyan una de sus regiones, junto a otras. Se ha tratado, hasta aqu, de destacar la heterogeneidad bsica que fenomenolgicamente se presenta entre eso que se llama valor, por un lado, y otros niveles de la conciencia, los juicios meramente descriptivo-neutros, por el otro: ms all de que a esto ltimo se le llame ser. No es lo mismo un juicio de existencia que un juicio de valoracin. (11) Los problemas que los hombres discuten, podran, ms o menos esquemticamente, dividirse en dos clases: a veces se discute sobre cmo son las cosas o cmo pasan los fenmenos; otras veces se discute cmo se debe o conviene obrar. Podramos llamar a los primeros, problemas del ser (el es) o de existencia (constatacin o explicacin). A los otros, problemas de hacer (de ideal, de accin, de conveniencia o normativos). (12) Mientras entendamos un estado mental como un hecho descriptible, este no es bueno ni malo en sentido tico. Nuestras palabras, usadas como en la ciencia, son recipientes capaces solamente de contener y transmitir significado y sentido, pero solo naturales. La tica es sobrenatural. b) CLASIFICACIONES DE LOS VALORES (13) El problema de la clasificacin de los valores se relaciona con la jerarqua y realizacin de stos en el mundo del ser. SCHELER da esta clasificacin: a) valores de personas y cosas; b) propios y extraos; c) de actos, funcin y reaccin; d) de la disposicin de nimo, de accin, del xito; e) de intencin y estado; f) fundamentales, formales y relacionantes; g) individuales y colectivos; h) por s mismos y por referencia. Respecto a relaciones apriricas de jerarqua, distingue: a) agradable y desagradable; b) valores vitales; c) valores espirituales (estticos, justicia, jurdicos, cultura); d) valores de lo santo y profano. (14) Segn esa clasificacin se podran agrupar en estos grupos: 1) tiles (adecuado, inadecuado); 2) vitales (fuerte, dbil); 3) lgicos (verdad, falsedad); 4) estticos (feo, bello); 5) ticos (justo, injusto); 6) religiosos (santo, profano). (15) VON RINTELEN distingue los siguientes: a) econmico; b) poltico; c) cultural; d) esttico; e) tico; f) religioso.

(16) ORTEGA Y GASSET presenta la clasificacin siguiente:


Valores positivos y negativos
TILES VITALES ESPIRITUALES Intelectuales Morales Estticos Capaz Incapaz Caro Bueno Sano Enfermo Selecto Vulgar Conocimiento Error Exacto Aproximado Bueno Malo Bondadoso Malvado Bello Feo Gracioso Tosco Divino Demonaco Supremo Derivado

RELIGIOSOS

c) TIPOS DE JUICIOS PRCTICOS (17) La lgica, que es justamente la ciencia del pensamiento discursivo como tal, se refiere tanto a los juicios y a las inferencias prcticas como a los juicios e inferencia tericos. Hay tres especies de juicios prcticos: las rdenes (imperativos), las normas (reglas morales, jurdicas) y los juicios de valor (estimaciones); por tanto, hay tres categoras de proposiciones prcticas: las imperativas, normativas (denticas) y las estimativas (axiolgicas). d) ESPECIES DE JUICIOS VALORATIVOS I. Juicios ticos o morales A. Juicios de obligacin moral: 1) Particular (No debera fugarme de crcel); 2) General (Deberamos cumplir las promesas). B. Juicios de valor morales: 1) Particulares (Mi abuelo era buen hombre); 2) Generales (La benevolencia es una virtud).

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II. Juicios de valor no-morales Este automvil es bueno-

II. CARACTERSTICAS PROPIAS DE LOS VALORES


a) CUALIDAD SUI GENERIS

(19) LAVALLE estima necesario distinguir cualidad y valor, porque la cualidad de una cosa es lo que la define
y hace lo que ella es, mientras que el valor es el mrito o aprecio de que se considera digna la cosa valorada. (20) El valor no es un ente, es algo que se adhiere a la cosa, por lo que es una cualidad (GARCA MORENTE). (21) Las cualidades primarias son las fundamentales sin las cuales los objetos no pueden existir. Junto a ellas estn las secundarias o sensibles (color). Ambas forman parte del ser del objeto. Los valores son cualidades sui generis posedas por ciertos objetos llamados bienes. Los valores pertenecen a los objetos no independientes (HUSSERL) que no tienen sustantividad. Antes de incorporarse al respectivo depositario, los valores son meras posibilidades, no tienen existencia real sino virtual. No hay que confundir los valores con los objetos ideales. Captamos la belleza por va emocional, mientras que la idea de belleza (ideal) se aprende por va intelectual. Se acostumbra afirmar que el valor es una cualidad irreal, en el sentido de que no equivale a ninguna de las cualidades del objeto. En otro sentido es real, pues tiene existencia en el mundo real y no es una mera fantasa del sujeto. b) POLARIDAD (22) La no-indiferencia del valor puede estudiarse en dos niveles distintos, el de la polaridad y el de la jerarqua. El primero es el nivel horizontal y consiste en que los valores se presentan desdoblados en uno positivo y otro negativo. La polaridad ordena la orientacin axiolgica por medio de pares categoriales (HELLER). La categora axiolgica primaria es el par bueno-malo. Las secundarias son el bien y el mal, bello y feo. Las terciarias sirven para orientar dentro de los campos introducidos por las secundarias. (23) Frente a los objetos del mundo fsico podemos ser indiferentes. En cambio, tan pronto se incorpora a ellos un valor, la indiferencia no es posible; nuestra reaccin y el valor correspondiente, sern positivos o negativos, de aproximacin o rechazo. (24) Un anlisis de lo que significa no ser indiferente, nos revela que la no-indiferencia implica siempre un punto de indiferencia, y que eso que no es indiferente se aleja ms o menos de ese punto de indiferencia. Por ende, toda no-indiferencia implica estructuralmente, de modo necesario, la polaridad. Todo valor tiene su contravalor positivo o negativo. c) JERARQUA (25 y 26) El nivel vertical es la jerarqua. Nace de la ruptura de la indiferencia entre los valores mismos. El acto en que se aprehende la superioridad de un valor sobre otro se llama preferencia. La preferencia revela ese orden jerrquico; al enfrentarse a dos valores, el hombre prefiere comnmente el superior, aunque a veces elija el inferior por razones circunstanciales. (27) La no-indiferencia de los valores en sus relaciones mutuas, unos con respecto a otros, es el fundamento de su jerarqua. Afirmarse superior quiere decir: que si esquemticamente sealamos un punto con cero para designar el punto de indiferencia, los valores, siguiendo su polaridad, se agruparn a derecha e izquierda del punto en positivos o negativos, y a ms o menos distancia del cero. Pero las jerarquas pueden ser dudosas. d) EL VALOR COMO CUALIDAD ESTRUCTURAL (28) i. Naturaleza antittica del valor Se advierte que el valor no puede reducirse a sus cualidades empricas, puesto que de enunciarse todas las cualidades de un cuadro, an cabe preguntarse si es bello. El valor tiene naturaleza antittica. No se lo puede separar de sus cualidades empricas ni reducir a la suma de tales cualidades, pues es una cualidad estructural. ii. Aproximacin a la idea de estructura Una estructura no equivale a la suma de sus partes, pero no puede existir sin sus miembros (no homogneos). Una persona honesta, no equivale a dos medio honestas. Lo importante es que la estructura es una unidad concreta y no una abstraccin, como el concepto. Y que la relacin de los miembros que la forma es una

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interrelacin activa. La estructura valiosa depende de las cualidades que la forman. La estructura tiene la doble caracterstica de depender de los miembros que la forman y no poder reducirse a estos. iii. Caractersticas definitorias de la nocin de estructura a) Tiener propiedades que no estn en ninguno de los miembros que la constituyen, sino en el conjunto totalidad. b) Constituye una unidad concreta. Tampoco ha de confundrsela con forma. c) Implica totalidad e interdependecia de sus miembros. La interrelacin que existe entre ellos no es una relacin de miembro a miembro, sino una mutua interdependecia condicionada por el conjunto. d) Sus miembros no son homogneos. iv. Conclusiones El valor es una cualidad estructural que tiene existencia y sentido en situaciones concretas. La estructura valiosa surge de cualidades empricas y el bien se da en situaciones reales. El valor no se reduce a eso, deja abierta una va a la actividad creadora del hombre. Las concepciones tradicionales sobre la jerarqua cometen dos errores: 1) creer que hay una jerarqua fija; 2) pensarla en un orden lineal. La jerarqua es el resultado de una compleja interrelacin de valores que vara segn la situacin del sujeto. e) ALGUNAS NOCIONES AFINES CON LA IDEA DE VALOR (29) i. Lo deseado y lo deseable Lo deseado tiene carcter psicolgico, mientras que lo deseable es axiolgico. Lo socialmente deseado sera lo individualmente deseable. ii. Fines Aunque el valor puede entenderse en trminos teleolgicos, es evidente que hay fines axiolgicamente indiferentes. Solo cuando el fin es puesto en relacin con un valor puede hablarse de fin axiolgicamente relevante. Este es el caso de los llamados fines del derecho a los que se califica de fines obligatorios, de valores. Una cosa real puede tener este y aquel fin, los cuales pueden res idir en ella o fuera de ella. El valor, en cuanto supone una diferencia entre lo posible y lo real, expresa la distancia entre la idea y su realizacin. iii. Necesidades, intereses El inters tiene un carcter psicolgico extrao a la naturaleza del va lor. Y si bien la necesidad determina la exigencia axiolgica, los valores no se pueden medir por las necesidades. Pero las necesidades se pueden medir por valores. El juicio tico no describe simplemente un inters, sino que crea una influencia. iv. Deber Para HARTMANN, el fin es al querer lo que el valor es al deber. Es necesario que los valores sean exigencias frente a las cuales las personas tengan un margen de libertad para actualizarlos.

III. CUESTIONES VALORATIVAS


1. INTRODUCCIN: PROBLEMAS MORALES (30) Una persona de edad condena las diversiones de los jvenes. Las condenara tambin si volviera a ser joven? Es interesante que nos hagamos estas preguntas para descubrir hasta qu punto llegara nuestro sentido del deber o del herosmo. En el prximo grupo de problemas, preguntmonos no lo que haramos (juicio de existencia) sino lo que en conciencia creemos que deberamos hacer (de valor). 1. Deberas abandonar tu carrera por unos aos o para siempre, a fin de que tus padres puedan dedicar a tu abuela la clase de cuidados que desean que tenga? 2. Deberas arriesgar tu vida en el intento intil de salvar a alguien? 2. LAS REGLAS MORALES (31) a) Unas reglas morales La mayora de las veces, la mayor parte de la gente da su asentimiento a un conglomerado de reglas morales que no se molesta en examinar ni poner en duda. Estas reglas son habitualmente las que les ensearon a creer, adems de algunas que resultan convenientes o agradables. A veces, las reglas se contradicen. Quiz el ejemplo ms visible de cun poco pensamos segn las reglas de conducta que profesamos es que la mayora de usamericanos son cristianos, pero muy pocos reflexionan sobre las directrices morales del cristianismo. Muchas personas que se comportan en sus vidas como si esas afirmaciones fueran verdades, se escandalizaran y se sentiran avergonzadas al verlas enunciadas en letras de imprenta. Es importante sacar a

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la luz los principios morales que estn presupuestos en nuestra conducta, a fin de que podamos tenerlos ante nuestra vista y escudriarlos con cuidado. b) Aplicaciones de las reglas En tica no podemos aceptar las reglas sin ms, tenemos que intentar justificarlas: intentar descubrir por qu son satisfactorias o no. Hay un nmero de preguntas sobre consejos y prohibiciones tradicionales. (i) Hemos de creer que estas reglas morales tradicionales no tienen excepcin alguna en absoluto? Por el momento, no estamos en condiciones de afirmar que deberan hacerse excepciones, sino solamente que es posible que haya excepciones; o como mnimo, que estas reglas tradicionales requieren cierta justificacin. Cuando dos reglas entran en conflicto una de ellas debe desaparecer. (ii) Qu quiere decir exactamente los imperativos y prohibiciones tradicionales? Su campo de aplicacin no est especificado y existe una zona de penumbra de casos en lo que no resulta evidente que estos estn cubiertos o no por la regla. Cundo es que mentimos exactamente? Una mentira, podra decirse, es una falsedad intencionada; una afirmacin no intencionalmente falsa no es una mentira. Es importante conocer los lmites de la regla y lo que abarca si queremos que se aplique sin excepcin. La misma vaguedad impregna a los conceptos claves de todas las reglas morales tradicionales. Todos los conceptos como robar, mentir, matar y otros, son confusos, y su aplicacin a ejemplos concretos dista mucho de ser clara. Pero aunque su aplicacin fuera clara como el cristal, no por ello se agotaran las preguntas que pueden formularse acerca de los imperativos y prohibiciones tradicionales. (iii) Y las situaciones que no aparecen cubiertas en absoluto por las reglas? Qu hemos de hacer en situaciones enteramente nuevas que no podan haber sido previstas cuando se establecieron las reglas? Las situaciones sin precedentes nos proporcionan los ejemplos ms dramticos, ero es preciso ir muy lejos para encontrar otros. (iv) Por qu estos imperativos y prohibiciones y no otros? Supongamos que una de las reglas inculcadas en la infancia sea: Vngate siempre de las injurias que te hagan. Pero ahora s e aprecia que no es tan buena regla. Cul es el criterio para decidir? Pues las dos cosas no pueden tener razn a la vez. Incluso si no hubiera discrepancia, si todos los seres humanos vivieran exactamente segn un mismo conjunto de reglas, seguira existiendo la pregunta: Cmo justificar estas reglas? c) Confusiones y trampas La mayora de la gente no desea tanto alcanzar la verdad como encontrar razones que apoyen sus prejuicios favoritos. Una vez encontradas las razones, despiden al filsofo. Cuando el tema es el comportamiento de nuestras vidas, es casi inevitable que acabemos por creer los que deseamos creer, est o no justificado. (i) Podemos mencionar, en primer lugar, el concepto indebidamente estrecho de moral sustentado por muchos. La gente tiende a identificar la moral con cualesquiera mandamientos que aprendieron en su infancia: imperativos y prohibiciones tradicionales sobre cuestiones tales como mentir y robar. Estas reglas solo cubren cierta clase de acciones. La mayora de las reglas morales se transmiten de generacin en generacin con muy pocos cambios. En mucha gente el concepto moral nunca rebasa la frase infantil, que resulta insuficiente. (ii) Un artificio subyacente en las decisiones morales, del que todos son vctimas, es la racionalizacin. En la prctica lo ms probable es que decidamos primero lo que debemos hacer y slo despus discurramos las razones de hacerlo. La racionalizacin es particularmente insidiosa cuando se disfraza de deber. Cuando lo que uno dice que debera hacer coincide con lo que uno desea hacer, es siempre aconsejable preguntarse: Voy a hacer realmente porque debo o porque quiero? En esta esfera es tan tentador y fcil engaarnos, pensar que nuestros motivos oficiales son los reales, que seguiremos estando en peligro de racionalizar nuestra conducta. Cmo estar seguros? Es irremisiblemente fcil de creer en lo que deseamos creer, a fin de hacer lo que deseamos hacer. (iii) A menudo los juicios morales estn basado en llamadas emocionales. La razn dice muy poco a los nios pequeos y, sin embargo, es preciso que se les obligue, desde sus ms tiernos aos, a hacer ciertas cosas y abstenerse de otras. Lo malo de la llamada emocional es un arma de doble filo: puede emplearse de dos maneras, para que se obre justa o injustamente. No demuestran la verdad o aceptabilidad de una proposicin. Si queremos que las reglas morales sean guas para la accin, tiene que ser reglas que digan algo, reglas con fibra, que permitan unas acciones y prohban otras. 3. CNONES MORALES (32) Desde qu punto de vista, o segn qu canon moral, se han hecho esas crticas y valoraciones?

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a) La autoridad paterna Los padres imponen muchas y muy diversas reglas morales a sus hijos, y ciertas de esas reglas contradicen a menudo a las dems. Cuando deseamos saber cul de dos reglas contrapuestas debe ser preferida, no podemos contestar en base a la autoridad paterna. b) La costumbre y la opinin pblica La costumbre aprueba tan pronto una cosa como otra, y vara enormemente segn la poca y el lugar. La opinin pblica puede despedazar a hombres inocentes. Podra decirse, en verdad, que los guas morales de la humanidad han sido aquellos que, en su tiempo, superaron la opinin pblica, saltaron por encima de ella e intentaron cambiar y moldear las costumbres en su comunidad o nacin. La opinin pblica es la opinin de la mayora. La mayora puede ser estpida, intolerante o estar aherrojada por el miedo, el hbito o inercia moral. c) La ley nacional Esta solucin tampoco nos sirve por varias razones: (i) La ley y la moral no son coextensivas. Las leyes se ocupan frecuentemente de cosas que no tienen nada que ver con la moral, que abarca muchas cosas que la ley no toca. Hay miles de detalles en la vida personal que no son cuestiones jurdicas y que sin embargo, pertenecen al reino de lo justo e injusto. (ii) Las leyes difieren de nacin a nacin, de Estado a Estado, de ciudad a ciudad. La moral sera verdaderamente cosa extraa si lo que es justo en la orilla derecha de un ro fuera injusto en la izquierda, solo porque discurre una frontera entre Estados a travs de su cauce. (iii) Las leyes se derogan. Cuando ocurre, nos atreveremos a afirmar que lo que era ayer injusto es hoy justo? (iv) Hablamos de leyes buenas y leyes malas, leyes mejores y leyes peores. Esta manera de expresarnos no tendra sentido si justo y legal fueran sinnimos. (v) A veces la ley dista mucho de ser clara. Su significado es, en gran parte, cuestin de interpretacin, y las interpretaciones cambian segn los aos y los tribunales. d) La razn Qu es exactamente la razn, segn la cual habramos de guiarnos? (i) Quiz razn signifique: Guate por el razonamiento. En los razonamientos deductivos vamos desde ciertas afirmaciones (premisas) a otras afirmaciones (conclusin). Puede ser vlido o no vlido. Pero todo depende de cules sean las premisas. Cmo podemos garantizar que las premisas son verdaderas? No se puede por el razonamiento a secas. (ii) Pero quiz la palabra razn se tome en un sentido prximo a razonable, y el consejo guate por la razn se reduce a este: Haz el acto que en estas circunstancias sea el ms razonable. Estamos constantemente imponiendo nuestros criterios morales a los dems con la frase Esto es lo razonable. (iii) Quiz resulte entonces que el consejo citado equivale a sigue la clase de accin que pueda ser defendida con las mejores razones a su favor. Cmo determinamos cul es ese acto? e) La conciencia Las conciencias de personas diferentes dan veredictos notablemente distintos, segn sean las educaciones y los temperamentos. No resulta posible que la conciencia est siempre en lo justo. Es posible que unas y otras estn en lo cierto. Quiz era justo para ellos e injusto para nosotros. Cmo determinamos quin tiene una conciencia ilustrada? En la prctica, una conciencia ilustrada se vuelve aquella que est de acuerdo con la ma. f) La Revelacin El punto de vista ms difundido es que Dios ha decretado ciertos mandamientos que deberamos obedecer. La conciencia solo viene en segundo lugar. La Revelacin habla con voz nica, las conciencias se contradicen. (i) Probablemente lo que tenemos que considerar como infalible es la Revelacin verdadera. Cmo habr de determinarse que slo una es la autntica? (ii) Existe tambin el problema de interpretar las afirmaciones que contiene cada uno de los libros inspirados. (iii) Las pretensiones de la Revelacin no pueden ser zanjadas de un modo simple. Hemos considerado dos dificultades: qu Revelacin? Y qu interpretacin? No ser un crculo vicioso afirmar, primero, que deberamos aceptar un conjunto de reglas morales porque Dios las ordena y no por otra causa, y luego decir que este Libro Sagrado debe contener los mandamientos de Dios porque contiene concepciones morales que coinciden con las nuestras? Pero, qu ocurre entonces con el ateo o el agnstico (o con el que profesa una religin distinta), que creen que matar es injusto pero no creen que sea opuesto a un mandamiento de Dios? Dios lo manda porque es justo, Dios tiene entonces un motivo para ordenar algo. Lo que le hace justo no es hecho de que Dios lo ordena, sino otras razones.

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SECCIN B: PLANOS DE ENFOQUE


(TIPOS DE EXAMEN PARA EL ESTUDIO DE LOS VALORES)

I. JUICIOS VALORATIVOS Y ANLISIS METAVALORATIVO


a) IDEA GENERAL (33) Decir que esto o aquello tiene un valor (positivo o negativo) es efectuar una valoracin de eso mismo. Todas las veces que se hacen estas afirmaciones, se seala que tiene o no cierto valor; se formula un tipo de juicios al que se llama valorativo. Pero puede hablarse tambin sin formular juicios valorativos, mediante juicios que se refieren meramente a la existencia o no de los objetos considerados. As procede habitualmente la ciencia. Tambin sobre valores puede hablarse sin emitir juicios propiamente valorativos. Puedo referirme a valores o valoraciones, sin sealar que los acepto ni tampoco que los impugno. Puedo limitarme a describir. Se trata de sacar a la luz (anlisis!) qu implicaciones lgico-semnticas, y acaso que consecuencias fcticas, tenga el hecho de que la gente efecte tales valoraciones. Suelen efectuarse determinados tipos de valoraciones (me gusten o no) y entonces, sin pronunciarme sobre la justificacin de ellas mismas, trato simplemente de describir qu pasa en el pensamiento de sus locutores habituales cuando emiten esa clase de juicios. Los juicios valorativos pueden ser enfocados tambin desde un ngulo que no es valorativo l mismo. Cuando ellas son objeto de exmenes de tal naturaleza, esto es, meramente descriptivos de los usos lingsticos en que consisten dichas valoraciones, entonces se dice que estamos en un plano meta-valorativo. Si pregunto cul es el significado que en la comunicacin lingstica recib en realmente trminos como justo, injusto, bien inalienable, entonces me ubico en un plano meta-valorativo.

* * *
(34) Los representantes de la filosofa moral analtica hacen una importante distincin entre los distintos planos de la problemtica moral, entre lenguaje-objeto y meta-lenguaje. En la distincin filosfica, de lo primero que se trata en muchos casos, es de una adecuada interpretacin de expresiones y combinaciones de expresiones; tras ello viene el examen de los nexos de fundamentacin entre enunciados, despus la cuestin de la validez de las teoras. Aqu se impone distinguir entre el lenguaje empleado en el anlisis del caso (metalenguaje) y el lenguaje investigado (lenguaje objeto). A una teora que se ocupa de un lenguaje-objeto y de sus formulaciones, se la puede llamar meta-teora de ese lenguaje-objeto. Si el lenguaje-objeto del caso es el lenguaje de la moral y los enunciados objeto de estudio son enunciados (o sistemas) ticos, entonces se habla de meta-tica. b) DIFERENCIA LGICA (35) El objeto de un juicio no es lo mismo que el juicio sobre el objeto. El tipo de cualidades que corresponden al objeto de un juicio pueden no tener aplicacin alguna al juicio mismo que se formula sobre el objeto en cuestin. Eso se da tambin en cuanto a los valores. El anlisis metavalorativo se ocupa de juicios valorativos, consiste en un tipo de juicios (metavalorativos) que tiene por objeto otro tipo de juicios (valorativos). Tambin ah, no tiene la misma cualidad el juicio que su objeto (juicio).
Juicio metavalorativo (analtico, descriptivo, avalorativo) Objeto: juicio valorativo (valoracin)

Distinguir entre esos planos es fundamental, porque la forma de racionalidad en uno es distinta a la del otro. Si en uno de esos planos se utiliza un tipo de razones que corresponde al otro, se incurre en falacias. En el plano valorativo, las justificaciones se fundamentan siempre en el reconocimiento de la evidencia de un valor, tomado como tal, para quienes lo ven as. La discusin en este plano slo tiene sentido si quienes discuten estn de acuerdo sobre los valores fundamentales que sirven de base al juicio valorativo en cuestin. En el plano metavalorativo, no es imprescindible partir de un acuerdo sobre valores bsicos. Para analizar lo que quiere decir deber por ejemplo, no necesito pensar en el Papa ni Partid o Comunista, puedo abstraer toda valoracin. En definitiva. Como el anlisis metavalorativo se da en un plano descriptivo, hay que limitarse a invocar razones avalorativas, para apoyar las tesis sostenidas. Para juicios valorativos, solo pueden coincidir aquellos que compartan sus valoraciones bsicas. En sntesis: mientras que en el plano valorativo es imprescindible fundarse en valoraciones, en el metavalorativo no se efectan. Se habla de valores pero no se valora.

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c) EXAMEN DE UN EJEMPLO (36) Importa no confundir dos clases de afirmaciones. (1) Juicios valorativos: opiniones categricas sobre cuestiones ticas, sentir y expresar pasiones ticas, hombres a quienes admiro, etc. (2) Anlisis metavalorativo: sostengo que las valoraciones ticas son subjetivos. No puede haber contradiccin entre estos dos tipos de juicios, por la sencilla razn de que no se refieren a lo mismo. La diferencia entre ambos tipos de juicios se hace palpable, igualmente, si se recuerda lo sealado sobre los caracteres generales de los valores.
(Ver ejemplo, pg. 43)

Lo que se afirma en (1) es la presencia, en cuanto a ciertas conductas, de una cualidad (valor) tal que resulta concebible tambin un juicio que afirme una cualidad polarmente contraria, y tanto aquella como esta corresponden a una jerarqua de tales cualidades. Lo que se sostiene en (2) analiza el significado de los trminos que las mencionan. No implica polaridad ni jerarqua.

II. TICA NORMATIVA Y METATICA


a) DIFERENCIACIN GENERAL (37) Las principales palabras que usamos en tica son: bueno, malo, recto e incorrecto. Respecto a su significado, no ha tenido fin la controversia. 1) El campo de investigacin que considera el significado de las palabras ticas se llama metatica. 2) La otra divisin de la tica, es la tica normativa: el intento de descubrir tesis aceptables y defendibles racionalmente acerca de qu tipos de cosas son buenas y por qu. (38) Podemos distinguir tres clases de modo de pensar que se relacionan con la moralidad. A saber: 1) La investigacin emprica, histrica o cientfica. El objeto consiste en describir o explicar los fenmenos de la moralidad o en construir una teora de la naturaleza humana que se aplique a las cuestiones ticas. 2) Existe el pensar normativo, valorativo, que se practica al preguntar qu es justo, bueno u obligatorio. Y aportando razones en apoyo de este juicio. 3) Se da tambin el pensar analtico, crtico o metatico. Trata de contestar a preguntas lgicas, epistemolgicas o semnticas, por el estilo de las siguientes: Cul es el sentido o empleo de las expresiones moralmente justo o bueno? La metatica no propone principio moral o meta de accin alguno, excepto eventualmente a ttulo implcito; consiste por completo en el anlisis filosfico.

* * *
(39) La filosofa moral analtica, en oposicin a la filosofa moral tradicional, puede caracterizarse sumariamente por el hecho de que en general trata de limitarse a investigaciones metaticas. Se suele distinguir entre los enunciados del filsofo moral (meta-tica), los del cientfico moral (psicologa moral) y los del moralista (tica normativa). La filosofa moral parece ser completamente neutral; al igual que, segn la idea de muchos representantes de la corriente analtica, debe serlo toda filosofa. (40) Aqu no se trata de lo que la gente debe hacer, sino de lo que la gente hace cuando habla acerca de lo que debe hacer. El moralista toma parte en la reflexin. Habla de lo que la gente debe hacer. El filsofo moral toma parte en el discurso de segundo orden. El filsofo moral, en cuanto tal, piensa y habla acerca de las maneras cmo los moralistas utilizan trminos morales. A qu se parecen los juicios morales, a los descubrimientos (cognotivismo) o a las decisiones (no cognotivismo)? Pueden ser sustituidos los juicios morales, sin prdida ni cambio en el significado por enunciados fcticos? En el discurso moral, se apela primeramente a la emocin o a la razn? La cuestin fundamental es: cul es el significado del discurso moral? Estos son los problemas que estudia la metatica. (41) Fuera de la tica descriptiva y la normativa, necesitamos una metatica, es decir, una filosofa de estas dos ramas de la ciencia de la tica: se requiere una consideracin rigurosa de los problemas lgicos, semnticos, metodolgicos y ontolgicos que suscitan los problemas ticos. En conclusin, la nueva tica que se prefigura constar probablemente de tres ramas: 1) la tica descriptiva (psicosocial), ciencia de la conducta considerada como fenmeno psicosocial; 2) la tica normativa (terica), ciencia de la conduca deseable en cada contexto; y 3) la metatica, o filosofa cientfica de la tica cientfica. b) TEMAS Y TEORAS DE LA METATICA (42) La metatica plantea las siguientes preguntas:

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1) Cul es el significado de trminos como justo, bueno y malo? Cul es la naturaleza de los juicios en los que estos trminos ocurren? 2) Cmo podemos distinguir entre el empleo moral de estos trminos de su empleo moralmente indiferente? 3) Cul es el anlisis o el significado de unos conceptos que estn relacionados lgicamente entre s como accin y conciencia? 4) Pueden los juicios ticos y los de valor demostrarse, justificarse o probarse, como vlidos? (43) Las principales teoras metaticas son: I. El naturalismo (definismo) tico, segn con el cual todas las oraciones ticas son traducibles sin prdida de significado a otras no ticas. II. El no-naturalismo tico, de acuerdo con el cual, al menos algunas oraciones ticas no pueden ser traducidas a ningn otro tipo de oraciones, sino que constituyen una clase autnoma. III. El no-cognotivismo tico, segn el cual las oraciones ticas no expresan en absoluto proposiciones. (44) OPPENHEIM pasa revista a la serie ms notable de los filsofos polticos cognitivistas, a quienes categoriza en cognitivistas-intuicionistas y cognitivistas-naturalistas. Los intuicionistas son de tres clases: a) basados en intuicin moral (PLATN, ROUSSEAU); b) los basados en la intuicin religiosa (SAN AUGUSTN, CALVINO); c) los basados en la intuicin racional (SANTO TOMS, KANT, LOCKE). Los naturalistas tambin son de tres clases: a) basados en generalizaciones empricas (MORGENTAU); b) los basados en generalizaciones teolgicas (ARISTTELES, SANTO TOMS); y c) basados en definiciones descriptivas (ARISTTELES, MILL, BENTHAM).

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SECCIN C: POSICIONES METAVALORATIVAS


(TEORAS SOBRE LA NATURALEZA DE LOS VALORES) GENERALIDADES: SUBJETIVISMO Y OBJETIVISMO, AXIOLOGAS MONISTAS Y DUALISTAS (45) La problemtica del valor se enfoca conforme a dos tendencias: a) la que niega existencia al valor y lo encierra dentro de los lmites de la conciencia subjetiva (subjetivismo); b) la que hace del valor un objeto especfico distinto (objetivismo) del objeto sensible y del objeto conceptual. (46) 1) Para la axiologa objetivista, los valores son cualidades de los objetos, como el ser de los mismos, independientes del sujetos que las aprehende. 2) Los subjetivistas sostienen que los valores son cualidades que conferimos al objeto, pero en realidad son expresin de sentimientos, estados de nimo, etc., surgidos en la aprehensin, por la persona, del objeto en cuestin.

(47) Una ontologa o axiologa del derecho puede llamarse monista cuando rehsa distinguir una esfera
especfica para la tica, el derecho, la moral: en suma, para las relaciones humanas. El ser, o la naturaleza, es, desde tal perspectiva, nico e indivisible, regido por las mismas leyes. La ley de la causalidad sera el principio ontolgico primordial de la corriente monista materialista. El monismo espiritualista toma como base una unidad inmaterial superior. Para el dualismo, al lado del mundo de la naturaleza animal, vegetal y mineral, regido, entre otros, por el principio de la causalidad, existe una esfera tica sometida a determinaciones diferentes. De ah la distincin entre ley natural y normativa, entre mundo de naturaleza y de cultura, entre determinismo y libertad. Se puede dividir en subjetivismo axiolgico, segn el cual las cosas no son valiosas por s, sino que todo valor se origina en una valoracin previa, que consiste en una concesin de dignidad y jerarqua que el sujeto hace a las cosas segn el placer o displacer que a l mismo le causan (ORTEGA Y GASSET) y; el objetivismo axiolgico, donde una instancia externa y superior a las inclinaciones de cada individuo brinda los parmetros para separar valor de disvalor, lcito de ilcito. El objetivo del dualismo parece evitar el determinismo y un subjetivismo arbitrario, donde cada sujeto fija sus propios valores y lmites.
MATERIAL MONISTA ESPIRITUALISTA

SUBJETIVISTA (valores arbitrarios) DUALISTA HISTRICA (valores creados) OBJETIVISTA ONTOLGICA (valores descubierto)

I. COGNOTIVISMO AXIOLGICO (OBJETIVISMO DE VALORES: NO-NATURALISMO, INTUICIONISMO,


CIENTIFICISMO) 0. GENERALIDADES (48) Para respondes a qu son los valores? se han intentado tres clases de respuestas: i) la que concibe los valores como esencia; ii) la que los concibe como cualidades; iii) la que los concibe como relaciones. (i) Los valores son objetos ideales, esencialmente distintos de las cosas valiosas. Para WELZEL Y STO. TOMS, el ser est determinado por el valor, ambos conceptos son intercambiables. Esto conduce a considerar al valor como dominio del ser, de modo que, siendo el bien la realidad suprema, todo valore procede de l; y a sostener que la dignidad del hombre consiste en transformar el deber ser en deber hacer y lo axiolgico en ontolgico. (ii) Para MOORE, el valor es una cualidad que depende de carcter intrnseco de la cosa valiosa, sin ser una propiedad de ella misma, como el color amarillo por ejemplo (cualidades terciarias). Para FRONDIZI, son cualidades irreales, pues no agregan realidad o ser a los objetos, sino mero valor; son cualidades sui generis que ciertos objetos llamados bienes poseen.

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(iii) Una tercera corriente lo concibe como relacin. Segn STERN, hay en el valor una generalidad de relacin que, a diferencia de la generalidad de determinacin, no pertenece a un objeto, sino que es en relacin con otros objetos. BUNGE concibe los valores como propiedades disposicionales complejas, como relaciones potenciales que se actualizan bajo determinadas circunstancias y que hacen que el objeto sea juzgado valioso. La relacin axiolgica tiene varios elementos: a) sujeto apreciante o unidad social concreta que valora, el objeto valioso; b) el respecto en que el objeto es considerado valioso, las circunstancias; y conocimientos con los que se valora; y c) el desidertum a cuya realizacin apunta el valor del objeto. (49) Las tres clases de respuestas son de naturaleza cognotivista: todas ellas consideran que los valores son alfo que, de una u otra manera, no solo es diferenciable de lo que se percibe sensorialmente, sino que, por aadidura, pueden ser objeto de autntico conocimiento. 1. POSICIN ESENCIALISTA (SCHELER, HARTMANN, ORTEGA Y GASSET Y OTROS) A) UN OBJETIVISMO AXIOLGICO PLATONICISTA Y PLURALISTA (HARTMANN) (50) Los dualistas objetivistas defienden la tesis de que el valor es descubierto no creado, ya sea subjetiva u objetivamente. REALE defiende la tesis de las invariantes axiolgicas: los valores son creados por la experiencia y cultura humanas, afirma, negando la existencia de un reino axiolgico en s; empero, una vez creados, sostiene l que los valores permanecen en el horizonte de la humanidad. Para HARTMANN es cierto que hay una esfera de esencias fenomenolgicas pero que apenas constituyen uno de los mltiples aspectos del ser. Cree que los valores son ideales en el sentido atribuido por PLATN: parte de la regin intangible para los sentidos que solo puede intuirse intelectualmente o emocionalmente. Las esencias estn presentes necesariamente, forman el ncleo de racionalidad de todo significado universal, independientemente de las peculiaridades individualizadotas de cada ente real; la realidad puede o no reaccionar frente a los valores, que constituyen una instancia de evaluacin que gua la conducta (fenmeno real). El mundo real no influye sobre los valores, pero los valores llegan a conformar la realidad en cuanto se realicen, aunque no necesariamente. Segn HARTMANN, el hombre valora porque hay valores y no al contrario. Los valores son captados y realizados en la historia, pero no son creados por ella. El hombre se encuentra obligatoriamente influenciado por ellos, constituyendo lo que HARTMANN denomina ser espiritual. Toda experiencia axiolgica se inspira en un mundo absoluto e ideal que jams ser plenamente realizable o racionalizable. Concluye que todos los valores son pasibles de realizacin pero no dependen de esta, ellos existen y valen por s mismos. Afirma que el deber ser, el impulso de realizacin, no es de la esencia del valor sino solo una de sus propiedades. Los valores son inmutables en s mismos, lo que se modifica es el deber ser: el valer, la percepcin y aprehensin de los valores. La percepcin se ve reducida a ciertos valores, limitada tanto en extensin como en intensidad. Cuanto ms intensamente un valor es captado, tanto ms l tiene a eclipsar a los dems. En la tica de SCHELER y HARTMANN, los valores no son formas sin contenido: constituyen instancias materiales que determinan un contenido especfico en los objetos, sujetos y relaciones en que aparecen, instancias que se mostrarn efectivamente a cualquier ente nticamente preparado para aprehender la esfera axiolgica. El sentimiento del valor es a priori, constituye a los juicios que comandan la conducta, comportamiento axiolgico. Las valoraciones opuestas que los fenmenos muestran, originando los conflictos, son por fallas en la intuicin axiolgica, que se dan en el acto cognoscitivo. Cada persona, cada espritu personal, es un punto de contacto entre el mundo ideal de los valores y el mundo real, es un puente para la realizacin de los valores; una vez intuido el valor escapa a cualquier determinacin subjetiva y penetra en la realidad siguiendo sus propias leyes. Por la intuicin emocional de la jerarqua, ante el caso, ser posible para ellos encontrar el valor que ms fuertemente se impone segn los criterios de contenido especfico, fuerza y altura. Si bien son compatibles con la razn, los valores entran en contacto con el sujeto independientemente de ella, a travs de la intuicin emocional. La conciencia de valor es un sentimiento de valor, un conocimiento claro u oscuro de los valores y desvalores de la conducta efectiva. (51) (HARTMANN) El conocimiento de los valores puede ser intuitivo y racional. El racional es entendido como discurso reflexivo que encadena conceptos y juicios segn ciertas reglas, a las que se someten entes reales e ideales frente al sujeto cognoscente. La intuicin puede ser clasificada en tres: (i) sensible, por los sentidos y de carcter emprico, real; (ii) intelectual, dirigida a objetos ideales; (iii) emocional, tipo hbrido capaz de unir las esferas real e ideal a travs del valor. HARTMANN aade la intuicin enigmtica, que capta aisladamente un valor, y la correlacionadota (conspectiva), que aprehende relaciones entre dos o ms valores. Todo sentimiento de valor comprende ambas especies, presentes siempre que alguien valora algo. El conocimiento de los valores es a priori e ideal, aunque se revele a travs de una emocin frente a un hecho real.

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1) El valor esttico de un minueto (ejemplo) es percibido antes de que se comprenda su comps ternario u otras caractersticas de su estructura. Momento inicial del sentimiento del valor, desligado de reflexin. 2) Despus de asaltado por la intuicin emotiva, el sujeto pone ya en accin sus facultades cognoscitivas y reflexiona. Percibe la situacin real. Fase con sentido emocional e intelectual. 3) Se procura descubrir la fuente autntica del sentimiento de valor (perseguido por filsofo). Se llega al valor en s mismo. Ese tercer momento es puramente intelectual gnoseolgico. Aqu el valor se ha vuelto ya objeto de conocimiento. Los valores irrealizados no dejan de valer por eso. La caminata para percibir y realizar valores no es rectilnea o escatolgica; comporta avances y retrocesos. El problema de cmo alcanzar la realizacin de los valores se agrava por la posibilidad de conflicto en el momento de insertarse ellos en la conducta real. La legalidad ontolgica que rige a la jerarqua entre valores fundantes y fundados, indica la solucin a la persona sensata y confirma el optimismo tico del autor. Todo mal es fruto del error. B) RAZONES A FAVOR DEL OBJETIVISMO EN MATERIA DE VALORES (52) Nuestro asunto es qu sea el valor en general, no una clase particular de valor. i. Los valores no son las cosas agradables Cada cual tiene su opinin y juzga que es la verdad; estas opiniones, presuntamente verdaderas, producen la ms atroz disonancia. Es curioso advertir la facilidad con que el hombre medio de actual acepta toda tesis en la cual lo que parece ser algo objetivo es explicado como mera proyeccin subjetiva. De modo que lejos de parecernos bueno un hombre porque nos agrada, lo que positivamente acaece en nuestra conciencia es que nos agrada porque es bueno, porque hallamos en l ese carcter valioso de la bondad. La complacencia es un estado subjetivo, suscitada y nutrida por algn objeto. Lo agradable agrada por su gracia o virtud objetiva. ii. Los valores no son las cosas deseadas o deseables Segn EHRENFELS, son valiosas las cosas que deseamos. Nuestro desearlas es lo nico real que hay en su valor. Del sentimiento como creador de los valores pasamos al apetito, a la inclinacin, al inters, al deseo. Siempre seguimos buscando el valor de los objetos en la intimidad de los sujetos. El valor no es nada positivo en el objeto, sino emanacin del sentimiento o del apetito subjetivos. A mayor apetito, mayor valor. Es falso superlativamente que los rangos de los valores y aun su carcter positivo o negativo sean funcin del agrado y del enojo, del deseo o la repulsin. Estas advertencias nos mueven a ir desligando el valor, de los actos sentimentales y apetitivos que, en efecto, andan siempre por nuestras almas cerca de la valoracin, motivados o despertados, azuzados o reprimidos por esta, pero que no son ella misma. iii. Los valores son algo objetivo y no subjetivo El merecer es una cualidad de las cosas indifer ente a los actos reales de agrado o deseo que el sujeto ejercite ante o con motivo de ellas. Es una exigencia que el objeto nos plantea. Todas las complacencias y enojos, los deseos y repulsiones estn motivados por valores; pero estos no valen porque nos agraden, sino que nos agradan porque nos parece que valen. Tienen los valores su validez antes e independientemente de que funcionen como metas de nuestro inters y sentimiento. Se nos presenta el valor como carcter objetivo consistente en una dignidad positiva o negativa que en el acto de valoracin reconocemos. Valorar es reconocer un valor residente en el objeto. No es una qustio facti (cuestin de hecho) sino una qustio juris (cuestin de derecho). La cuestin del valor es la cuestin de derecho por excelencia. Y nuestro derecho en sentido estricto representa slo una clase especfica de valor: el valor de justicia. iv. Los valores son cualidades irreales residentes en las cosas Hay una diferencia entre cmo vemos las cosas y cmo percibimos los valores. Debemos distinguir entre los valores y las cosas que valen. Las cosas tienen o no valor. El valor nunca es una cosa, es tenido por ella. Los valores se presentan como cualidades de las cosas. La elegancia de un traje es invisible, es una cualidad irreal que no forma parte de los componentes fsicos. El mundo de los objetos no se compone solo de cosas. Las cosas tienen ciertas cualidades propias, que poseen por s mismas, independientemente de su relacin con otras. La igualdad de unas naranjas, no la tienen cuando estn solas, solo cuando es comparada con otra. Es una cualidad relativa. El error del positivismo fue suponer que no hay ms fenmenos que los sensibles, ni ms percepcin inmediata que la sensorial. Los valores son un linaje peculiar de objetos irreales que residen en objetos reales o cosas, como cualidades sui generis. Solo cabe sentirlas, estimarlas o desestimarlas. El estimar es una funcin psquica real en que los valores se nos hacen patentes.

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v. El conocimiento de los valores es absoluto y cuasi matemtico Una cosa que tomamos con sus propiedades materiales y adems con sus valores, es lo que debe llamarse un bien si los valores son positivos, un mal si son negativos. Cada cosa, sobre el repertorio de cualidades que hacen de ella tal ser, tiene como un halo de cualidades de valor que definen su perfil estimativo. La percepcin de la cosa como tal y la percepcin de sus valores se producen con independencia una de otra. Todo valor, por tener el carcter de cualidad, postula el ser referido a alguna cosa concreta. La experiencia de los valores es independiente de la de las cosas. Las cosas (realidades) son por naturaleza opacas a nuestra percepcin. Nuestra experiencia de ella ser cada vez ms aproximada, pero nunca perfecta. En cambio, lo irreal son naturalezas transparentes. Las vemos de una vez en su integridad. iv. Dimensiones del valor Un valor es siempre positivo o negativo, pero las realidades nunca son sensu stricto negativas. Adems, es esencial a todo valor ser superior, inferior o equivalente a otro. Todo valor posee un rango y se presenta en una perspectiva de dignidades, en una jerarqua. Cualidad y rango son propiedades de cada valor que este posee merced a su materia axiolgica misma. El valor tiene tres dimensiones: cualidad, rango, materia vii. La cuestin de la historicidad de los valores Las cualidades de valor son innumerables y el hombre las va experimentando a lo largo de la historia. Una nueva teora inspira la reconstruccin de la historia como proceso de descubrimiento de los valores. Cada raza, cada poca, parecen haber tenido peculiar sensibilidad para determinados valores, pero ceguera para otros. viii. Conclusin: objetividad de los valores (53 y 54) Los valores poseen un autntico ser-en-s, aunque ideal; son algo que existe con independencia de que los aprehendamos o que los tengamos por tales. Los valores se descubren como las verdades cientficas. Durante cierto tiempo, el valor no es conocido como tal valor, hasta que llega un hombre en la historia que de pronto tiene la posibilidad de intuirlo. Los hombres pueden intuir ciertos valores o no, pero le hecho de que haya una relatividad histrica no autoriza en modo alguno a trasladar esa relatividad del hombre a los valores. Hay pocas que no tiene la posibilidad de percibir ciertos valores. (55) Entre los fenmenos psquicos, los sentimientos son los nicos que tienen, como los valores, polaridad. Hay dos tipos de polaridad: la psicolgica (sentimientos) y la axiolgica (valores). La primera es infundada. La segunda es fundada porque los valores expresan cualidades irreales, pero objetivas, de las cosas mismas; en cambio, los sentimientos lo que hacen es representar vivencias internas del alma. Sobre los valores, hay discusin posible; sobre el agrado o desagrado subjetivo, no hay discusin posible. Los valores no se pueden demostrar, lo nico que se puede hacer es mostrarlos. (56) Un platonismo axiolgico como el de HARTMANN puede ser resumido en tres puntos: 1) Los valores son tales en s mismos, no dependen de un juicio estimativo del sujeto que eventualmente los intuye y realiza; esta existencia objetiva es el modo ideal de ser. 2) As no se confunden con el deber ser que emana de ellos. 3) Los valores son cognoscibles, parcialmente racionalizables y este conocimiento es emocional y apriorstico. 2. CRTICAS AL ESENCIALISMO A) NOMINALISMO METODOLGICO CONTRA EL ESENCIALISMO METODOLGICO (POPPER) (57) Esencialismo metodolgico se usa para la opinin de PLATN de que corresponde al conocimiento o ciencia, el descubrimiento o descripcin de la verdadera naturaleza de los objetos, de su realidad oculta o esencia (Forma de las cosas). Todos los esencialistas coincidan en: a) la afirmacin de que dichas esencias podan ser descubiertas y discriminadas con la ayuda de la intuicin intelectual; b) toda esencia posea un nombre que le era propio y del cual derivaba el de la clase de objetos sensibles correspondientes; c) poda describrsela con palabras. Hay tres formas de conocer la cosa: su realidad inalterable (esencia), la definicin y su nombre. Su opuesto es el nominalismo metodolgico, que procura descubrir cmo se comporta un objeto en diversas circunstancias y si hay regularidades en su conducta. Cree ver el objetivo de la ciencia en la descripcin de los objetos y sucesos de nuestra experienc ia y en la explicacin de esos hechos. Ve en nuestro lenguaje el gran instrumento de la descripcin cientfica. (58 y 59) Los nominalistas expresaran sus problemas en trminos como: cmo se comporta este pedazo de materia? Porque consideran a las palabras meramente como tiles instrumentos de descripcin. Todas estas concepciones esencialistas se hayan en oposicin con los mtodos de la ciencia moderna.

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B) REALISMO (MAGIA) VERBAL (TOPITSCH) (60) El esencialismo en general es otra manifestacin de magia verbal. Todo tiene que ver con lo que TOPITSCH ha puesto de manifiesto sobre el mito como filosofa: ciertos tipos de filosofa anclados en primitivas formas bsicas de concebir el mundo, unos motivos y modelos de tempranas interpretaciones del mundo. (61) En el campo social se combinan unas definiciones con determinados contenido valorativo-normativos. Lo que tambin sucede en los enunciados de esencias o enunciados esencialistas que prometen un conocimiento del sentido (esencia) de realidades fsicas o sociales. El intento de llegar por ese camino a juicios de valor objetivos o absolutamente vlidos est condenado al fracaso; lleva a frmulas vacas esencialistas. (62) Es decisivo el principio de la selectividad: lo que al hombre le parece importante es destacado por medio de unas designaciones especiales. El nombre es visto como una parte de la cosa o, hasta como la cosa misma. Se da una relacin esencial, cuando hay una palabra, entonces tiene que existir tambin el objeto; la palabra configura o es en cierto sentido el objeto mismo. KANTZ habla del realismo verbal como una inclinacin a que: en todos los sitios donde el lenguaje presente, para cualquier cosa, un nombre que a esta la es propio (segn dicho lenguaje), o sea, una designacin independiente para esa cosa, entonces se tiende a suponer que ah existe una situacin real, una cosa real, y a pensar que la palabra en cuestin se corresponde con esta misma. (63 y 64) La contemplacin de la Idea del Bien (o Ideas en general) conforma un privilegio de iluminados y elegidos, una saber superior. En tales pretensiones patticamente expuestas, es claramente reconocible la vieja pretensin de tomar parte en el divino Logos de la creacin y omnisabidura divina. C) ENREDOS LINGSTICOS (WITTGENSTEIN) (65) El asunto tambin puede enfocarse reflexionando sobre la funcin lingstica que trminos como naturaleza y esencia tienen para guiar el razonamiento. La busca de esencias es la persecucin del algo que est debajo de la superficie de los fenmenos considerados y constituye lo permanente. La verdadera cuestin, cuando tenemos una palabra que designa tal esencia, es ver qu pasa en la prctica. Mediante la calificacin de esencia para destacar algo de lo mentado por una pal abra, lo que hacemos es tratar de conferirle al lenguaje una fijeza que no tiene, ni puede tener dadas sus funciones. (66) Deseamos proceder directamente a captar la esencia, llegar al ncleo central del confuso concepto. Pero eso nos enreda en las implcitas contradicciones gramaticales. Nos priva de lo que resolvera nuestra confusin: el tomar conciencia de la pluralidad confusa y desordenada de otros ejemplos vlidos del uso de la palabra. Queremos considerar el concepto en general, en abstracto; as desechamos como irrelevantes los casos concretos, que solo ellos son los que podran habernos mostrado lo que necesitamos para comprender. D) FUNCIN DISIMULADORA (67) La funcin lingstica que tiene hablar de unas esencias es: inmunizar ciertas maneras de percibir dentro del campo, para el cual tales esencias, vale decir, esa manera de ver es predicada. (68) El lenguaje de las esencias desconecta los conceptos de la relacin directa con sus casos. Los casos se convierten en meras apariencias. Toda apariencia se puede representar, as, como esencia + contingencias superpuestas + errores de percepcin. Se puede utilizar para proteger generalizaciones. Tratar los casos como apariencias inconfiables legitima las reordenaciones de las conexiones dentro de la trama de conceptos y generalizaciones. As aplicado, el esencialismo puede tanto legitimar como organizar la introduccin de grandes innovaciones en las ciencias naturales. E) CONCLUSIONES GENERALES (69) Para sintetizar la posicin antiesencialista, NEURATH dice que: No tiene sentido hablar de diferentes esencias que estn detrs de los hechos. Lo que no puede expresarse en forma de relaciones entre elementos, no puede expresarse en forma alguna. La conclusin de POPPER es ms moderada. Su crtica trata de mostrar que, existan o no las esencias, la creencia en ellas no nos ayuda y puede trabarnos; por lo cual no hay razn por la que el cientfico deba presuponer su existencia. Lo decisivo en el plano metodolgico es saber por qu camino se lograra conocer las esencias como tales. Nadie ha podido indicar unas vas intersubjetivas para alcanzar semejante conocimiento. Nunca podramos saber con seguridad si las hemos alcanzado. En definitiva. a) Haya o no unas esencias, nadie puede saber si lo que toma como tal es verdaderamente eso. Semejante saber es tautolgico o consiste en afirmaciones superficiales. b) Es tarea vana afanarse en detectar esencias.

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3. CIENTIFICISMO (BUNGE) (70) Si la ciencia no se ocupa del llamado mundo de los valores, no ser por la misma razn por la cual no trata de sirenas ni de fantasmas? No hay valores sino objetos valiosos, o bienes. Los valores son propiedades relacionales que adjudicamos en ciertas ocasiones a cosas, actos, e ideas, en relacin con determinados desiderata. El valor primario es un predicado de quinto grado. Los valores no constituyen un mundo aparte del de las cosas. Los valores no se oponen a la realidad sino que son un aspecto de ese trozo de realidad elaborada por nosotros y que llamamos experiencia; a los sumo, podremos decir que no son cualidades actuales sino potenciales. En cierto nivel de la realidad, emergido histricamente de la naturaleza, se dan fenmenos tales como la valuacin y la preferencia, y se crean objetos ideales tales como normas y criterios: esto es todo. (71) Los filsofos irracionalistas y pragmatistas (ticos de la escuela emotivista) quieren hacernos creer que la tica es injustificable, irracional. La tica no se autofunda. Pero de esto no se sigue que la argumentacin moral sea imposible: las premisas ticas pueden encontrar apoyo fuera de la tica, en particular en la ciencia, y la argumentacin misma debe ajustarse a los cnones de la lgica. El agente moral real con un mnimo de inteligencia y sensibilidad busca razones o fundamentos para sus principios morales. El pensamiento tico es un juego complejo de actitudes, principios y requisitos formales que debe cumplir estos ltimos, y reglas para desestimar los enunciados que sean incorrectos en tal sentido. Ninguno de estos componentes puede ser reducido a los otros tres. As propendemos a la universalizacin de ciertos preceptos, ya que los preceptos justificados tericamente participan de la universalidad del conocimiento cientfico. La justificacin pragmtica y la terica requieren conocimientos precisos y vastos. Pero la pragmtica, al limitarse a la determinacin del valor es ms sencilla, pues la segunda exige compatibilidad de la norma y su desidertum (fines) con otras normas y leyes naturales y sociales, y la convalidacin de sus presuposiciones. (72) Las normas no pueden aplicarse con toda estrictez, del mismo modo que las frmulas de la fsica terica no se aplican rigurosamente en ingeniera. Conciernen a modelos tericos o esquemas ideales, antes que entes concretos. Son casos puros, en tanto que los entes reales son impuros. La normalidad completa no es posible ni deseable, lo ms que debemos perseguir es que sea aproximada. Los motivos para no desear una normalidad estricta en la esfera moral son varios. Uno es que la estrictez excesiva en la aplicacin de una norma tica puede causar tanto sufrimiento como el rigor extremo en la aplicacin de una jurdica. Las normas mismas deben poder cambiar reajustndose a una realidad cambiante y a un conjunto variable de desiderata. Para convivir y progresar es necesaria la tolerancia, el permiso para ser inconsecuente con los principios. Debemos exigir la coherencia de las normas y al mismo tiempo un cierto juego o inconsecuencia en la aplicacin de las mismas: estrictez terica y tolerancia prctica. (73) El relativismo cultural no acarrea la imposibilidad de toda tica cientfica, sino la tesis del condicionamiento histrico-cultural del mundo moral y, por consiguiente, la tesis de la pluralidad de ticas en correspondencia con la multiplicidad de formas de vida social.

II. FORMAS DEL NO-COGNOTIVISMO METATICO (INEFABILIDAD, SUBJETIVISMO, EMOTIVISMO,


PRESCRIPTIVISMO Y OTRAS) 0. GENERALIDADES (74) El emotivismo no cognitivista puede ofrecer distintas formas. En el caso extremo, los enunciados morales son interpretados en sentido puramente expresivo, equiparndoselos a interjecciones (como ah!). En este caso se los entiende como expresin de sentimientos. Las formas ms simplistas del reduccionismo estn siendo dejadas de lado ltimamente, para dar paso a teoras que en su mayora, niegan el carcter cognitivo de los enunciados morales, pero que, en sus interpretaciones, dejan ms espacio para el elemento racional que las teoras emotivas: concepciones prescriptivo-racionales. 1. LO INEFABLE (WITTGENSTEIN I) (75) Hay pasajes claves de su obra referidos al estatus epistemolgico de los enunciados ticos:
6.41. El sentido del mundo tiene que estar fuera de este. Si hay un calor que tenga valor, entonces tiene que estar afuera de todo acontecer y existir (casuales). 6.42. No puede haber enunciados de la tica, no expresan nada superior. 6.5. Para una respuesta que no se puede formular, tampoco la pregunta es dable formularla.

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6.53. El mtodo de la filosofa sera propiamente este: no decir nada ms que lo que se deja decir, enunciados de las ciencias naturales; y despus, siempre que alguien pretendiera decir algo metafsico, demostrarle que a ciertos signos en sus enunciados no les otorg ah ningn significado.

(76) El bien absoluto, si es un estado de cosas descriptible, sera el que todo el mundo, independientemente de sus gustos e inclinaciones, realizara necesariamente o se sentira culpable de no hacerlo. En mi opinin, tal estado de cosas tiene lo que me gustara denominar el poder coactivo de un juez absoluto. Todas las expresiones ticas y religiosas parecen ser solo smiles. As, parece, que cuando usamos, en un sentido tico, la palabra correcto, si bien lo que queremos decir no es correcto en el sentido trivial de este trmino, es algo similar a eso. De esta forma parece que, en el lenguaje tico y religioso, constantemente usemos smiles. Pero un smil debe ser smil de algo. As, aquello que, en un primero momento, pareci ser smil, se manifiesta ahora en un mero sinsentido. Sobre los milagros, todo lo que he dicho es que podemos expresar lo que queremos expresar y que todo lo que decimos sobre lo absolutamente milagroso sigue careciendo de sentido. Se pretende ir ms all del mundo, lo cual es lo mismo que ir ms all del lenguaje significativo. (77) Los valores no son formulables por medio de enunciados propiamente dichos. 2. SUBJETIVISMO INTEGRAL (POSICIN MODERNA ORIGINARIA: EMOTIVISMO EXTREMO) (78) 0. Introduccin El subjetivismo tradicional sostiene que el hombre que enuncia un juicio de valor afirma la existencia de un determinado estado de nimo, que puede ser de aprobacin, deseo o inters. As, su juicio ser verdadero o falso. Para AYER, quien anuncia un juicio de valor est meramente expresando determinado sentimiento y no afirmando que lo tiene. GEIGER piensa que el juicio de valor se basa en valoraciones primarias, personales o colectivas; relaciones afectivas de una persona con un objeto que por la mente del sujeto son transmutadas en propiedades de este: se objetivizan. Para KLAUS y BUHR, el juicio de valor es una especfica representacin de relaciones sociales. i. Una tarea metatica En la medida en que los enunciados de valor son significativos, son enunciados cientficos ordinarios; y en la medida en que no son cientficos son simplemente expresiones de emocin que no pueden ser verdaderas ni falsas. Un tratado estrictamente filosfico sobre la tica no debera hacer declaraciones de carcter tico. ii. Crtica al subjetivismo tradicional y al utilitarismo
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Rechazamos la opinin subjetivista de que llamar justa a una accin equivale a decir que es aprobada por la generalidad. Tambin rechazamos la alternativa que dice que cuando un hombre afirma que cierta accin es justa es diciendo que l mismo la aprueba. iii. Los smbolos normativos no tiene contenido emprico; crtica al intuicionismo En nuestro lenguaje, las sentencias con smbolos ticos normativos no equivalen a las que expresan 2 proposiciones empricas de cualquier tipo . Los smbolos ticos normativos son indefinibles en trminos fcticos. Por ejemplo, x es malo puede expresar un juicio moral sobre cierta conducta (smbolo tico normativo) o puede enunciar que cierto tipo de conducta es contraria al sentido moral de cierta sociedad (proposicin emprica). La concepcin absolutista de la tica sostiene que los enunciados de valor no estn controlados por la observacin (como las proposiciones empricas ordinarias), sino por misteriosa intuicin intelectual. Pero esto vuelve inverificables los enunciados de valor, a menos que haya un criterio (intersubjetivo) para decidir entre intuiciones contrarias. Pero en juicios morales no hay un criterio as. iv. El juicio de valor es una proposicin paraterica Las proposiciones gnoseolgicamente admisibles sobre una realidad establecen que X es de un modo u otro, que es posible darles forma de oracin enunciativa. Se les llama proposiciones tericas. Ligan dos conceptos con el verbo ser, siempre que no se use como auxiliar. Se dan con la elaboracin lgica de observaciones y su contenido puede ser probado. Son, por ejemplo, juicios de valor. La relacin subjetiva de la persona con el objeto se objetiviza en el juicio de valor. Pero la proposicin es ilegtima desde la crtica del conocimiento.
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Utilitarismo: (BENTHAM Y MILL) advierte en lo til la medida de la actuacin moral. Cada ser humano acta por naturaleza de tal modo que obtiene la mayor utilidad subjetiva posible al menor coste. 2 Conocimiento emprico: aquellos conocimientos que se limitan nicamente a hechos, a situaciones particulares tal y como puedan ser aprehendidas estadsticamente o mediante el instrumental de la investigacin social.

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Los juicios de valor de cualquier clase se basan en que valoraciones primarias son transmutadas en propiedades del objeto, se objetivizan. El juicio de valor no es otra cosa que la expresin del sentimiento al cual ese juicio se remonta. El juicio de valor constituye una proposicin enunciativa acerca de algo meramente supuesto. Su ilegitimidad estriba en la incompatibilidad de su estructura con su contenido. Este es el caso de la ideologa. Ella radica en la objetivacin de lo no-objetivo, en la teorizacin de lo a-terico. Es parateora. v. El sentido de los trminos ticos Los conceptos ticos no son analizables, pues no existe un criterio mediante el cual se puede probar la validez de los juicios en que figuran. Son meros pseudo-concepto, un smbolo tico en una proposicin no agrega nada a su contenido fctico. Los trminos ticos estn destinados a suscitar sentimientos e incitar as a la accin. No tienen validez objetiva de clase alguna. No son verificables porque no expresan proposiciones genuinas. Sntesis. Las afirmaciones de valor no son cientficas, sino emotivas. Por tanto no son ni verdaderas ni falsas. Son en parte expresiones de sentimientos y en parte rdenes. vi. Las disputas sobre cuestiones de valor Nunca se discute sobre cuestiones de valor, generalmente se refiere a cuestiones de hecho. Si una accin se clasifica como justa o equivocada es porque se piensa como una accin de cierto tipo. Cuando un utilitarista convencido dice que una accin es justa, puede querer significar simplemente que tiende a promover la felicidad general (o probablemente que es el tipo de accin que promueve la felicidad general) y en ese caso la validez de su afirmacin se convierte en una cuestin emprica. Adems, varios enunciados ticos contienen, como elemento fctico, alguna descripcin de la accin o situacin a la cual se est aplicando el trmino tico en cuestin. Cuando alguien est en desacuerdo con nosotros sobre el valor moral de cierta accin, recurrimos a la argumentacin para ganarlo a nuestra manera de pensar. Lo que tratamos de mostrar es que est equivocado en lo que concierne a las circunstancias del caso. O empleamos argumentos ms generales acerca de los efectos que las acciones de cierto tipo tienden a producir sobre las cualidades que se manifiestan habitualmente en su ejecucin. Decimos que es imposible discutir con l porque tiene un sentido moral distorsionado o no desarrollador; lo cual significa tan solo que emplea un conjunto de valores diferentes del nuestro. Solo es posible argumentar sobre cuestiones morales si se presupone un sistema de valores. viii. La tica est comprendida en las ciencias sociales La tarea de descubrir los distintos sentimientos en los diferentes trminos ticos y las reacciones que suscitan, le corresponde al psiclogo. No puede haber algo llamado ciencia tica, si con sta se refiere a la labora de crear un sistema moral verdadero. Lo nico que se puede investigar es cules son los hbitos morales de una persona o grupo determinado y qu causa sus hbitos y sentimientos. La tica, como rama del conocimiento, no es ms que una seccin de la psicologa y sociologa. 3. AXIOLOGA SUBJETIVO-DIALCTICA (CASTILLA DEL PINO) i. Enunciados indicativos (I) (79) A las palabras que funcionan como sealadotes verbales de referentes que se sitan como externalizables al hablante, las llamamos indicativos (I). Tiene este significado solo si aluden a un referente externo, si formulan una proporcin o juicio de hecho que puede traducirse as: es verdad que para A esto es P. Rige el principio de verificacin en su forma escrita, pues son proposiciones empricas (juicios sintticos). Como son juicios de hecho, son verdaderas o falsas. ii. Enunciados estimativos (E) (80) Las palabras estimativas tienen una funcin ostensiva respecto al propio hablante que las enuncia. Expresan respecto del sujeto hablante, lo sepa l o no. El valor existe como propiedad del sujeto que valora. Por eso se dice que las E son I respecto del referidos o hablante y connotan del sistema de valores del cual esa E es parte. iii. Juicios de valor (Ev) y valoraciones falsas (Ef) (81) El anlisis de las E importa porque muestra las flexiones que debe verificar un sujeto aprehensor de cierta realidad, para acercarse o distanciarse de la misma. Importa si el sujeto nota el carcter de proyeccin del proceso, si para los procesos de estimacin existe conciencia de que se trata de una proyeccin del sujeto en el objeto. Cuando existe conciencia de la realidad (sobre la I que el sujeto estima), tenemos juicios de valor (Ev) y cuando se comporta objetivando sobre el objeto sus propias valoraciones tenemos un prejuicio (Ef).

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Las Ev hacen posible la comunicacin; las Ef rompen la comunicacin iniciada y solo hay posibilidad de constatacin de pareceres. Las Ev denotan la conciencia de la subjetividad de todo valor y el papel expresivo que posee, en orden a la comunicacin de los estados emocionales propios al interlocutor. Las Ef denotan la inconsciencia de la subjetividad del valor: la falsa conciencia de la objetividad de todo valor. Necesitan una realidad inamovible, donde quepan de modo atemporal sustantivos abstractos como belleza. Sus valores son absolutos. No hay mayor relativismo pragmtico que el de los que se adscriben a la tesis absolutista. Las Ef son externizables, proyectadas por fuera del sujeto, de forma que se impongan sobre la realidad; y tambin son incorregibles, debido a la seguridad interna compensada por la construccin de un mundo seguro, estable y jerarquizado. Un grupo se constituye como tal por la ndole de las E que comparte. Adquiere mayor coherencia cuanto ms ligado est por Ef, las cuales no dan paso a raciocinio alguno, se aceptan porque s. Mientras las Ev hacen referencia a un sujeto tan seguro de s como para cuestionar sus propias valoraciones, las Ef aluden a una persona tan insegura que solo puede subsistir sin angustia haciendo irracionalmente indiscutible sus valores. iv. Gentica de los valores (82) Cul es el mecanismo que hace posible la consideracin del valor como propiedad del objeto y como objetiva? Es debido a diferentes procesos de aprendizaje errado en la relacin sujeto-objeto. En primer lugar, a la falacia verbalista. En segundo lugar, este proceso de valoracin de las palabras se facilita en el aprendizaje intencionado, por el adulto. El nio se enfrenta con juicios valorativos que no puede validar objetivamente, se le presentan como afirmaciones de hecho. Se le hace aprender errneamente que los valores existen, para que se integre al grupo detentador de esos valores. La ideologa que sostiene al grupo se define por el sistema de valores que considera fundamentales. Luego del aprendizaje, est la tendencia a seguir valorando porque ello nos comporta una razn para la adopcin del objeto. Se trata de una racionalizacin para justificar la relacin posesiva con el objeto (reificacin). Al error tambin ayudan las proposiciones E, pues no hay posibilidad lgica de sujetarlas a discusin racional. v. Axiologa con base dialctica (83) Dialctica es movimiento, cambio subsiguiente a las relaciones interobjetivas. Es toda relacin, sea verdadera o falsa. Es falsa cuando bloquea las posibilidades de hacer de los sujetos (destruye). Es verdadera cuando aumenta las posibilidades de hacer de los mismos (construye). El que las relaciones (dialcticas) entre sujeto y objeto puedan ser falsas, pero ser reales, es un tema importante. Los juicios de valor no tienen sentido en cuanto juicios que expresen algo de un objeto, porque solo expresan algo del sujeto que los enuncia (AYER). El hecho de que los juicios de valor sean expresiones subjetivas, no quiere decir que la valoracin no pueda ser objetiva y operarse con ella como tales objetivaciones. En un primer momento el valor es subjetivo, pero cuando se opera con objetos con valores determinados, el hacer del hombre es siempre un hacer-para, que se ejerce sobre el objeto. La relacin sujeto-objeto es de intercambio, que implica determinado valor. El valor es de existencia objetivada. La valoracin es subjetiva, pero su momento operativo trans-subjetivo es ya objetivado y tiene la misma significacin que si fuera una cualidad del objeto mismo. El defecto de la polmica entre la tesis subjetiva y objetiva respecto de los valores, radica en que el acto valorativo ha sido analizado al margen de la praxis, como un solo momento, como ligado al objeto que aprehendo. Subjetiva es la operacin de adjudicacin valorativa, mas el valor concreto es normativo, y toda norma, en ltima instancia, es social. vi. Conclusin general: imposibilidad de una tica y una esttica objetivas (84) Un sistema de proposiciones E, es un sistema de I respecto del referidor y permite construir el sistema de sus valores referenciales, su ideologa. El sistema de valores no hace posible la edificacin de una tica o esttica de rango genrico. 4. SUBJETIVISMO COMBINADO EMOTIVISTA-RACIONALISTA) CON ELEMENTOS DE RACIONALIDAD (PRESCRIPTIVISMO

a) Complementos y aclaraciones (Ayer II) (85) 1) Las proposiciones teolgicas y ticas son distintas de las cientficas. Cada clase de proposicin tiene su clase de lgica. Con la filosofa moral, se dice que las proposiciones ticas son sui generis. Cuando alguien caracteriza una accin con el uso de un predicado tico, es una forma de hablar totalmente correcta decir que con ello la est describiendo; cuando alguien quiere asentir a un veredicto tico, le es perfectamente lcito decir que es verdadero o falso. Lo raro es que el filsofo diga que dichas proposiciones no son proposiciones.

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Muchas veces lo que hace es recomendarnos una nueva forma de hablar, porque piensa que la forma antigua, la socialmente correcta, es lgicamente desorientadora. Las proposiciones ticas funcionan de forma tan distinta de los otros tipos de proposicin, que deben colocarse en una categora distinta. Es cuestin de proponer un uso de las palabras proposicin y hecho (excluye juicios ticos), segn el cual, solo las proposiciones expresan hechos y las afirmaciones ticas caen fuera de la clase de las proposiciones. 2) Cuestin de hecho es, por ejemplo, que la vctima fuese matada en tal lugar y momento y de tal forma. Si preguntamos si hubo justificacin, la filosofa moral se preocupa por qu es lo que va encerrado como significado cuando se dice que es justa o injusto. Al decir si estaba justificado o no, no se dice nada sobre lo que se hizo. Por esto es por lo que los predicados ticos no son factuales. Algunos pueden decir que describen los rasgos ticos, pero qu son estos rasgos ticos? Cmo se relacionan con los rasgos naturales? En primer lugar, la conexin no es de orden lgico. El uso del trmino tico no aade algo a la descripcin de las circunstancias. Tampoco es una conexin fctica. Nada cuenta como observacin de los designata de los predicados ticos, aparte de la observacin de los rasgos naturales de la situacin. Lo que se ha tomado como razones para nuestros juicios morales son razones solo en el sentido en que determinan actitudes. Hay veces en que se aplica un trmino tico sin tratarse de cmo uno tiene que actuar ni de convencer a alguien de cmo debe actuar, como los juicios morales formados sobre la conducta de personajes histricos. 3) Decir que estos juicios morales son solo expresivos de ciertos sentimientos de aprobacin o desaprobacin, es una supersimplificacin. Las actitudes morales consisten en ciertas pautas de conducta y la expresin lingstica de ese juicio moral es elemento de esa pauta. Los juicios morales ayudan a definir la actitud. 4) Que una situacin tenga la propiedad peculiar, aquella cuya presencia se funda en los hombres tienen tales experiencias, no implica que sea preferible a otras situaciones, ni que uno deba introducirla en la existencia. Decir que una situacin as debe ser creada o que merece existir es decir algo distinto del mero decir que tiene esa propiedad. b) El significado emotivo de los trminos ticos (Stevenson) (86) 1) Las cuestiones ticas aparecen por primera vez en las formas Es bueno esto? o Es esto mejor que aquello? Debemos tratar de aclarar estas preguntas. Para contestar Es bueno X?, debemos sustituirla por una pregunta libre de ambigedad y confusin. Pero la pregunta no debe ser de clase distinta. Cmo debe relacionarse la pregunta sustituta con la original? Supongamos que se debe sustituir bueno por una definicin. Quienes la entiendan, debe poder expresar lo que quieran decir, usando el trmino de la forma definida. No deben tener ocasin de usar la palabra en el sentido ambiguo. 2) Las teoras tradicionales del inters sostienen que los enunciados ticos son descriptivos del estado real de los intereses. Es esta insistencia en la descripcin (informacin) lo que hace incompleta su relevancia. Su uso importante no es indicar hechos, sino crear una influencia. Los trminos ticos son instrumentos usados en la complicada interaccin y reajuste de los intereses humanos. Desempean gran papel las palabras. La influencia social se ejerce, en gran proporcin, por medios que no tienen nada que ver con la fuerza fsica ni con recompensas materiales. Los trminos ticos facilitan esta influencia. Siendo adecuados para sugerir, se convierten en medios por los cuales las actitudes de los hombres pueden orientarse en cierto sentido. Los juicios ticos se propagan. 3) Hay dos propsitos diferentes que nos llevan a usar el lenguaje. Usamos palabras para registrar, aclarar y comunicar creencias (uso descriptivo). Tambin usamos palabras para dar la salida a nuestros sentimientos, crear estados de nimo o incitar a las personas a acciones o actitudes (uso dinmico). La distincin depende del propsito de quien habla. Estas dos formas no se excluyen entre s, pues nuestros propsitos son complejos. Para saber si la palabra se usa dinmicamente, debemos observar su tomo de voz, gestos y circunstancias. 4) Hay una clase de significado que tiene relacin ntima con el uso dinmico, el significado emotivo. Es una tendencia de la palabras que surge de la historia de su uso; tendencia que produce reacciones afectivas en las personas. Cul es la relacin entre el significado emotivo y el uso dinmico de las palabras? Solterona y soltera madura solo difieren en el significado emotivo. Entre ms pronunciado el significado emotivo, menos se usa la palabra descriptivamente. 5) Tenemos que distinguir entre desacuerdos en creencias y desacuerdos en intereses (actitudes). El segundo puede originarse del primero. Las personas que disienten en intereses muchas veces no lo haran si conociesen la naturaleza y consecuencias precisas del objeto de su inters. Puede resolverse analizando el acuerdo en las creencias. El mtodo emprico es til para la tica porque nuestro conocimiento del mundo es un factor determinante de nuestros intereses.

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El mtodo emprico es suficiente para el acuerdo tico? No, porque el conocimiento emprico resuelve el desacuerdo en cuanto a intereses solo en la medida en que ese desacuerdo nazca de uno en creencias. No todos los desacuerdos sobre intereses son de esa clase. Puede no deberse en diferencias sobre el conocimiento fctico, sino a las diferentes posiciones sociales de los individuos, unidas a sus intereses personales predominantes. Si no nace de desacuerdo en creencias, hay algn mtodo por el cual pueda arreglarse? Si por mtodo se entiende un mtodo racional, no hay un mtodo; pero hay un modo. A puede tratar de modificar el temperamento de su contrincante. Es persuasivo, no emprico ni racional. 6) He sealado el sentido ms importante de bueno? La respuesta a nuestra pregunta modificar nuestros intereses. Pero esto solo es as porque nos ser revelado un tipo especial de verdad, que debe aprehenderse a priori (cognotivismo intuicionista). Lo nico a responder es que no comprendo. Sobre qu es tal verdad? Porque no recuerdo una idea platnica (esencias), ni s que debo intentar recordar. No encuentro una propiedad indefinible. c) Crtica al emotivismo (Albert) (87) En el seno del sentido de los enunciados ticos, STEVENSON distingue una componente descriptiva y una emotiva, que casi siempre estn tan fundidas en la conciencia del hablante que su distincin es muy difcil. La emotiva consiste en que las expresiones de valor en los enunciados tienen la facultad de provocar una actitud de aprobacin o desaprobacin en los destinatarios (caracterizacin psicolgica). Para esta concepcin, un problema de validez no puede plantearse en estos enunciados, sino en la rectitud del anlisis de hechos. La argumentacin racional en la tica solo es posible en problemas factuales. La objecin es que esta teora da una interpretacin causal (psicolgica) de la componente emotiva de sentido, sin investigar su aspecto lgico (subestima el papel de la lgica en la argumentacin moral). Tampoco toma en cuenta la referencia explcita o implcita a principios generales ni el hecho de que los enunciados ticos se hacen con frecuencia en una situacin en la que no se busca ejercer influencia sobre las acciones de otros.

III. FILOSOFA DEL LENGUAJE COMN (WITTGENSTEIN II)


(88) Los valores no tienen por qu verse como algo inefable, sino que son el objeto de ciertos juegos de lenguaje especficos. Constituyen unas formas de lenguaje que tienen su legalidad lingstica propia (gramtica), diferente a la de otras clases de discursos. Distinta de formas de racionalidad sujetas a las ciencias empricas. (89) Las tendencias dominantes de las ciencias polticas y sociales comparten el axioma de que el mundo se puede dividir en dos: hechos y valores; y que todos los asertos pueden dividirse en descriptivos y normativos. Los primeros se centran en lo que es y los segundos en lo que debe ser. Por HUME se sabe que no puede derivarse el ltimo del primero. Lo que una afirmacin wittgensteiniana puede mostrar es que la distincin no es un modo til o seguro de dicotomizar nuestras expresiones o el mundo; cada esfera contiene una pluralidad de elementos aparte de los hechos y valores. Unos hablan de el ser y deber ser o de hechos y valores (afirmacin de hecho/juicio de valor; descriptivo/prescriptivo; emprico / normativo) como equivalentes; pero cada una de estas expresiones tiene su propio y caracterstico papel que desempear en el lenguaje, sus implicaciones y significados distintivos. AUSTIN sugiere que incluso los pares contrarios pueden resultar que no son contrarios en forma absoluta, sino simplemente diferentes. Algunos autores introducen una tercera y distinta categora, la de las definiciones o tautologas. Los que abogan por la dicotoma entre ser y deber ser tienen una idea clara de lo que cuenta como el ser; pero el deber ser opera normalmente como categora residual . El deber ser est hecho para incluir en l no slo valores propiamente dichos, sino tambin obligaciones, rdenes, deseos y as sucesivamente, los cuales nada tienen en comn si exceptuamos que no forman parte de lo que es como lo definen los dicotomistas. Una consecuencia adicional de la amplia aceptacin que ha tenido el axioma dicotmico es que aquellos que deberan ser sus crticos ms importantes se han puesto innecesariamente a la defensiva, al aceptar la principal premisa del axioma. Supongamos que iniciamos por intentar clasificar expresiones bajo lo que es y lo que debe ser. Habrn algunas que contengan esas formulaciones y que son fciles de clasificar, y otras que no. Asertos de tica, poltica, esttica y juicios entre otros, pueden expresarse en forma declarativa. Una segunda alternativa consiste en clasificar a las expresiones de acuerdo con la presencia o ausencia de otras palabras de valor caractersticas. Es una ley injusta puede usar el verbo es pero puede ser reconocida como una afirmacin del tipo deber ser gracias a la presencia de la palabra injusto. Una posicin compleja es la de STEVENSON, donde juicio de valor (u obligaciones) es traducido como compuesto de dos elementos: 1) expresin de la actitud del que habla y; 2) imperativa llamada al oyente para que participe de

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esa actitud. Uno puede moverse racionalmente desde unas proposiciones de valor a otras, a travs de hechos y lgicas relevantes. Pero nuestros valores forman un sistema jerrquico, de modo que deber haber un valor fundamental que no se basa en cosa alguna y que se postula subjetivamente. No puede haber pauta ltima de validez en las discusiones acerca del valor que no sea otra cosa que el modelo de la eficacia causal en la persuasin. Cualquier cosa que induzca a otros a compartir actitudes es un argumento vlido. Hay al menos un problema evidente con lo anterior. Los trminos de valor forman parte de nuestro lenguaje y estn regidos por la gramtica. No depende de nosotros como individuos lo que signifiquen las palabras y cmo se usen gramaticalmente. No cualquier expresin nueva o desviada ser una metfora, redefinicin, ampliacin del significado, antes bien que un error o rareza. As los significados de estos trminos no son ms o menos subjetivos que los de otras palabras. Las palabras poseen esferas de significados absolutamente definidas y limitadas, regidas por su gramtica propia, como lo est el resto de nuestro lenguaje. El sentido de lo que se dice depende de qu ms podra haberse dicho pero no se dijo. La pregunta de si Guernica es una pintura adorable, es una cuestin de valor subjetivo o de hecho objetivo? La respuesta no es clara. Parece que bueno y malo son expresiones subjetivas, palabras de valor; pero la mayora de nuestro vocabulario se resiste a ser clasificado en esas categoras. Ninguna palabra es por naturaleza expresiva, evaluativo, fctica u objetiva. Lo que importa no es el carcter o significado de una palabra concreta, sino cmo se utiliza en expresiones concretas, ya sea con el fin de expresar emocin, recomendar, descubrir, o de otras. Hay palabras que se usan ms en ciertos discursos, pero no necesitan se usadas as ni son esenciales para esos discursos. Muy pocas palabras castellanas se correlacionan estrechamente con actos especficos del discurso. Lo que convierte a una palabra en una expresin de aprobacin no es el significado de la palabra concreta, ni la forma de una expresin, sino el juego en que aparece. Para estudiar el juicio esttico hay que concentrarse en las ocasiones en que se dicen las palabras. Al estudiar una valoracin o elogio no comenzamos a partir de ciertas palabras, sino de ciertas ocasiones o actividades. En el momento actual de hacer juicios estticos, las palabras como bello o adorable difcilmente desempean papel alguno. En resumen, decir que una palabra como justicia es una palabra de valor usada para expresar nuestra aprobacin de algo y para provocar la aprobacin de los dems, no resulta muy til. Cual sea el trmino apropiado no depende de lo que siente el que habla, sino de las situaciones en las que y sobre las que habla, y de los significados que estas palabras tengan en castellano. Los valores de un individuo son una cosa; y el sistema conceptual de su lenguaje, completo con sus implicaciones de juicio u obligacin, es otra cosa. Los valores o compromisos no necesitan estar dispuestos jerrquicamente descansando como justificacin ltima en algn compromiso ms elevado, arbitrario e irracional. Nuestros valores no estn mejor dispuestos en ninguna jerarqua general que como lo estn nuestras creencias o nuestro conocimiento; estn relacionados entre s flexible y multiplicadamente. Tenemos que concluir que, o bien son algunas veces lo uno y otras veces lo otro, o que son las dos cosas al mismo tiempo, y que hay algo errneo con la dicotomizacin.

IV. CRTICA A LA METATICA (ALBERT)


(90) Detrs de muchos errores filosficos se esconde una concepcin falsa, muy simple casi siempre, del funcionamiento del lenguaje. Esta malinterpretacin descriptivista del lenguaje (tomar la mayora de las palabras como nombre de un objeto) es muy comn cuando se trata de formulaciones que se presentan bajo la forma de indicativas segn la gramtica externa. En estos casos se concluye de la forma gramatical de la manifestacin lingstica a su gramtica lgica: a las reglas conforme a las cuales se usan estas expresiones. Muchas veces, solo a partir del contexto lingstico y extralingstico puede saberse cual es la interpretacin adecuada. A determinados objetos se les atribuyen determinadas cualidades simples de valor, que son cognoscibles (se supone) por medio de un simple acto de intuicin moral (anlogo al de la percepcin de los colores). Con ello tenemos la meta-tica llamado de orientacin platnica, que es comn al intuicionismo y a la fenomenologa. Apuntan a favor de esta concepcin ciertos hechos de la vida diaria: 1) que con los enunciados morales suele vincularse una pretensin de validez general, de objetividad (interpretacin cognoscitiva); 2) que con concepciones coincidentes sobre hechos y circunstancias naturales actuales se pueda llegar a un diverso enjuiciamiento moral de los mismos (interpretacin platnica) y; 3) que los correspondientes enunciados morales parecen tener el carcter de verdades simples e inmediatamente ciertas (interpretacin en analoga con los enunciados de percepcin). Lo que permanece sin explicar es la funcin esencial de los enunciados morales en el contexto social, la cual presenta un carcter manifiestamente normativo, prescriptivo. Una adecuada interpretacin de los enunciados morales debe tener en cuenta su funcin normativa. El platonismo meta-tico (cognitivismo intuicionista), que

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hipostasia los correspondientes componentes de sentido para colocarlos en una regin del ser construida ad hoc, es tan poco sostenible como el naturalismo meta-tico con su reduccin de los enunciados morales a determinadas formas de afirmaciones empricas. Ambos contienen una malcomprensin descriptivista del lenguaje moral, que en cada caso tiene que ser compensada con una falacia naturalista. Un adecuado modelo de interpretacin de los enunciados morales tendra que tener simultneamente en cuenta su funcin normativa, su referencia a la realidad, el momento de universalidad que contienen y la posibilidad de una argumentacin racional en el campo de la tica. (91) Resulta interesante constatar que la discusin meta-tica sobre el problema de la racionalidad en la tica vuelve a sacar a la luz todos los posibles elementos del pensamiento filosfico moral tradicional, pero en una reformulacin lingstica que permite reencontrarlos a travs del puro anlisis del lenguaje como caractersticas del uso general del mismo en el campo de la moral. En esta discusin se invoca el uso del lenguaje, pero sin llevar a cabo de facto investigaciones empricas. Segn NIELSEN, la meta-tica tiene como tarea fijar qu es lo que la gente considera como buenas razones en la tica pero no instituir criterios para juzgar de la validez de esas razones. Quien utiliza cualesquiera principios para la demarcacin del pensamiento moral en general, debe contar con que existen tambin otras concepciones meta-ticas que la oxfordiana, las cuales pueden tener como consecuencia un distinto criterio de demarcacin. Es manifiesto que una invocacin al uso del lenguaje no puede conducir aqu a ninguna decisin, a no ser que nos atengamos como a algo vinculante al principio de la mayora.

V. FORMAS DEL RELATIVISMO (RELATIVISMO: I)


1. RELATIVISMO EN DISTINTOS PLANOS A. CUATRO CONCEPCIONES (92) Est separado en varias concepciones diferentes. i. El relativismo sociolgico consiste en afirmar que diferentes grupos de personas tienen cnones morales diferentes para calificar a los actos de justos e injustos. Hacer lo que es justo se presenta como instinto universal: pero en qu consiste lo justo y en lo injusto, es algo que difiere segn las sociedades y lo que ellas consideran mejor para la mayora. El relativismo sociolgico no dice qu es mejor, solo intenta ver qu son las creencias morales de la gente. Existen muchas diferencias dentro de una misma sociedad; diferencias individuales en una ciudad, incluso en una manzana. En este sentido, no habr alguien que condene al relativismo. Incluso as, el concepto de relativismo sociolgico es ambiguo. Si solo significa que hay creencias morales propugnadas por un grupo y que no lo son por otro, es un dato emprico (es obvio). Pero si quiere decir que grupos diferentes tienen principios morales bsicos distintos, la afirmacin puede no ser obvia e incluso falsa. Grupos distintos pueden usar los mismos principios morales bsicos, pero aplicndolos de diferentes modos a situaciones diferentes. ii. El relativismo tico tiene una concepcin definida sobre lo justo e injusto. Si hay dos sociedades y una de ellas cree ciertos actos son justos mientras que la otra opina que son injustos, ambas creencias son justas. Depende de la sociedad de la que somos miembros. Pero hay una ambigedad. Supongamos que la esclavitud sea justa en una sociedad e injusta en otra, porque realmente es as. Una persona puede creer en un canon global de justicia y en este caso, no sera relativista. Lo que difiere de sociedad a sociedad es la aplicacin del principio moral y no el principio mismo. Pero si esa persona no cree en un canon global, a este relativista le costara mucho justificar el por qu de su creencia. Se le puede llamar ahora relativista, pero tendr que enfrentarse con varios problemas: a) Al preguntarle por qu una costumbre que es justa en una sociedad es injusta en otra, no podr dar razn. b) Qu es exactamente un grupo? Qu grupo habr de elegirse? Los grupos van desde un estado a un club. c) Cuntas personas del grupo son necesarias para que sea realmente injusto un acto al que consideran tal? La mayora pero, no puede equivocarse una mayora? d) Si lo que aprueba la mayora de un grupo es ipso facto justo en esa sociedad, cmo podr existir el perfeccionamiento moral? Si es correcto el relativismo tico, resulta imposible que las creencias morales de una sociedad estn equivocadas, porque la certidumbre de la mayora de que sus creencias son justas demostrara que esas creencias eran justas para la sociedad en aquel tiempo. iii. Existen otras concepciones. El nihilismo tico (negacin tica, suprimir las categoras morales) afirma que no existe ni lo justo ni lo injusto, y que las palabras justo e injusto no tienen significado. Pero l as palabras morales significan algo, cualquier cosa que sea. Palabras como justo e injusto no se refieren a atributos de la accin.

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iv. El escepticismo relativista afirma que no existe un medio que permita descubrir a qu cosas se aplican muchos trminos: nadie puede decir con justificacin qu cosas sean justas o injustas. La gente tiene muchas teoras, pero no las puede sostener porque no est justificada ( no son fundadas racionalmente). B. TIPOS DE RELATIVISMO (93) Volvamos a considerar el relativismo. i. Relativismo sociolgico. a) Tiene varias versiones. Tiene los diferentes individuos o grupos concepciones morales que se contradicen? Parece evidente que s. En todas las situaciones es la misma clase de actos la que se considera justa en una sociedad e injusta en otra? Actos como una revolucin se conciben de un modo tan diferente que sera errneo consideraros como un mismo tipo de actos; aunque el hecho de que decidamos considerarlos como la misma clase de acto, debido a ciertas semejanza externas (vocabulario), o como tipos diferentes de actos debido a su contexto diferente y las creencias diferentes que llevan a ellos, depender de cmo elijamos clasificarlos. Se debe aclarar en qu aspectos se pueden clasificar a los actos en cuestin como de la misma clase. b) Aquello que sostienen los distintos individuos o grupos son realmente concepciones morales bsicas que se contradicen las unas a las otras? Si se puede poner en duda que discrepen sobre cualquier concepcin moral, ciertamente podr ponerse en duda que discrepen sobre las concepciones morales bsicas. Las concepciones morales de los grupos no son bsicas. Parece que grupos diferentes estn en desacuerdo por lo menos en lo que se refiere a ciertas creencias y convicciones morales bsicas, y demostrar lo contrario correr a cargo de los que dicen que detrs del desacuerdo aparente existe un desacuerdo subyacente. c) Discreparan alguna vez en sus concepciones morales dos individuos hipotticos que fueran imparciales, conocieran los datos relevantes, fueran perfectamente capaces de identificarse imaginativamente y tuvieran una contextura mental apacible y desapasionada? Discrepara dos Observadores Ideales cualesquiera? Sera preciso dilucidar de modo independiente si dos personas poseen los atributos de observador ideal; y despus someter la cuestin a experimentacin estudiando si alguna vez stas han estado en desacuerdo. Este experimento no puede darse porque no hay dos observadores ideales en este mundo. Parece cierto que cunto ms se acercan las personas a los ideales (de imparcialidad, conocimiento, etc) exigidos del observador ideal, tanto ms se acercan a un acuerdo completo sobre cuestiones morales? Parece as, pero no est demostrado. ii. Relativismo tico y relativismo metatica a) Segn una de las versiones, actos de un tipo determinado pueden ser justos en una sociedad o en un conjunto de circunstancias e injustos en otros. Pero si esta vertiente no es nada ms que eso, prcticamente todo el mundo estar de acuerdo con ella. Indudablemente, si las circunstancias son diferentes, el acto A puede ser justo y el acto B ser injusto, aunque tanto A como B sean actos de la misma clase. b) La proposicin Si A es justo cuando lo hace una persona, podr ser injusto al hacerlo otra exactamente en las mismas circunstancias no podra recibir el asentimiento prcticamente de nadie. La diferencia en la justicia o injusticia puede atribuirse siempre a algunas circunstancias. Si se da en las mismas circunstancias, por qu, cul es la diferencia entre ambas situaciones? Interpretemos el relativismo tico, no como una teora sobre la tica, sino como una teora metatica: una teora sobre el significado de las palabras o trmino ticos. Quiz de este modo lleguemos a alguna formulacin en la cual sea posible un desacuerdo inteligente. c) Hagamos que relativismo quiera decir esto: si yo afirmo una regla o principio moral y otra persona lo niega, ambas concepciones pueden ser correctas. Cmo es posible esa diferencia? Hay varias versiones: 1) Podra afirmarse que X es justo es lo mismo que Yo creo que X es justo. No hay nada que sea bueno ni malo en s mismo, sino que es el hecho de pensar eso lo que hace que las cosas sean as. Pero esto tiene un defecto lgico: emplea el trmino definido en la frase que le define. 2) Por qu no volver a la teora de la aprobacin autobiogrfica? Decir justo es lo que yo apruebo la hace naturalista pero tambin es relativista, porque nos permite afirmar que una persona puede llamar justo a un acto que otra persona puede llamar injusto, siendo los dos correctos en sus afirmaciones. Pero no se habla de lo mismo, se habla de la aprobacin de una persona y la desaprobacin de otra, por lo que no hay desacuerdo. 3) Los juicios morales discrepan realmente entre s (son juicios sobre lo mismo), pero pueden ser ambos ciertos. Se debe recordar que las afirmaciones no son ciertas para m pero no para ti; son ciertas o no lo son. Son ambas ciertas, y negar una u otra de ellas equivaldra a proferir una afirmacin falsa. O bien, cierto para ti puede

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querer decir cierto segn t. Decir que la habr segn yo, es simplemente una manera de decir Yo creo que la habr y esa opinin puede ser falsa. iii. Relativismo Metodolgico Cuando defiendo el relativismo, quiero decir que lo nico que cualquier persona puede hacer en el campo de la tica es comparar nuestras actitudes con los diversos actos y situaciones. Pero no hay modo para probar que mi concepcin es correcta. Soy relativista porque creo que no hay ningn mtodo racional de solventar las discusiones morales. Un principio moral u otros principios de valor pueden estar (acaso) perfectamente justificados, pero como se demuestra ese hecho? Es un relativismo sobre el mtodo de comprobacin. 2. FORMAS DEL ESCEPTICISMO TICO (SUPLEMENTO) (94) EL relativismo tico puede formularse de tres maneras, como tesis de tica: 1) sociolgica; 2) normativa; o 3) conceptual o meta-tica. a) Como tesis de tica sociolgica, consiste en sostener que sociedades o grupos sociales distintos, a veces divergen en sus creencias morales; de modo que una prctica o institucin que es considerada moralmente aceptable en uno de ellos, es condenada como inmoral en otro. Se puede aceptar que en distintas sociedades hay diferentes pautas morales e incluso que los individuos de una misma sociedad difieren de hecho acerca de lo que es bueno o justo y, sin embargo, sostener que algunas de estas creencias son errneas y que pueden ofrecerse razones que demuestren su falsedad. b) Una posible formulacin del enfoque de tica normativa, es que la correccin o incorreccin moral de un acto vara segn la sociedad y el momento histrico en que el acto es realizado. Esta tesis es solo plausible en cuanto se limita a poner de manifiesto que las variaciones del contexto social e histrico en que se ejecuta el acto determinan que este tenga aspectos o consecuencias diferentes que inciden sobre su calificacin moral. Una posible interpretacin es que existe un principio moral segn el cual uno de comportarse en conformidad con las reglas, actitudes y creencias que constituyen la moralidad vigente en su sociedad; pero este principio es muy poco plausible como estndar moral: el consagra un conformismo absoluto, y as veda toda crtica y reforma moral; autofrustrante para la concepcin relativista, puesto que ese mismo principio no es concebido como relativo a cierta sociedad. La tesis relativista en el plano normativo tambin se puede formular diciendo que debemos tolerar las creencias y pautas morales que otra gente o sociedad sustenta y que no debemos interferir con los actos fundados en tales creencias o pautas morales. Pero esta postura es claramente absurda, porque hace del relativismo una posicin inconsistente: el principio de tolerancia y no-interferencia que ella proclama no es un principio relativo. Conduce a que uno adopte dos perspectivas incompatibles: la de un antagonista y de un observador imparcial. c) En cuanto a la meta-tica o tica terica, el relativismo constituye una postura acerca del significado de los trminos ticos, del estatus lgico de los juicios de valor y de la posibilidad de demostrar racionalmente la validez de tales juicios. Se confunde con el a) subjetivismo y b) el emotivismo. i) El subjetivismo es una teora tica naturalista, segn la cual, los trminos ticos tienen un significado descriptivo y los juicios de valor dan cuenta de ciertos estados de cosas de ndole emprica. Los juicios ticos describen actitudes subjetivas de quienes los formulan. Los juicios de valor puede ser verdaderos o falsos, segn medios empricos. No hay genuinas controversias ticas, puesto que cada uno describe sus propias actitudes diferentes. La principal debilidad de esta teora es eso, puesto que uno de los datos ms firmes de la experiencia moral es que hay controversias ticas. ii) El emotivismo, y su versin ms sofisticada, el prescriptivismo (HARE), eluden algunas de las implicaciones ms insatisfactorias del subjetivismo. La conexin entre trminos ticos y actitudes subjetivas no est dada por el hecho de que palabras como correcto describen tales actitudes, sino que las expresan. Las palabras ticas no tienen significado cognoscitivo central en sus distintos usos; pero tienen un significado emotivo constante en los diferentes contextos en que se usan. El prescriptivismo sostiene que los trminos ticos se caracterizan por tener un significado valorativo, fuerza de recomendacin. Ambas variantes de la concepcin no-descriptivista de los juicios ticos coinciden en que estos no pueden ser verdaderos ni falsos y no pueden inferirse de proposiciones de hechos empricos. El no-descriptivismo explica la conexin necesaria aparente entre juicios morales y voluntad o inclinacin a realizar ciertas acciones. Si los juicios morales expresan actitudes emotivas o tienden a provocarlas en otros, uno puede percibir por qu tales juicios tienen capacidad para promover determinados comportamientos. La consecuencia de aceptar esto es adoptar un punto de vista escptico sobre demostrar intersubjetivamente cul de los dos juicios ticos bsicos de contenido opuesto es vlido, una vez que estos satisfacen ciertas propiedades formales (coherencia).

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3. APNDICE: ALEGATOS A FAVOR DE UNAS APROXIMACIONES RELATIVISTAS (95) Las posiciones siguientes pueden calificarse de relativistas, pero no calzan exactamente en ninguno de los tipos sealados, ni son estrictamente metaticas. Tampoco se trata de una tica normativa, pues no tienen normas concretas para casos tpicos de comportamiento. Enfatizan que no corresponde aferrarse a verdades absolutas para justificar las acciones, pues son decisiones que son nuestras propias. La mayor parte de lo expuesto se dirige a sealar, como base para sostener el relativismo en cuestin, unas comprobaciones de hecho: comportamientos en la vida real, sean de orden personal o con sealados efectos sociales. a) Enfoque marxista: crtica a la religin: verdades eternas; el bien y el mal (96) La crtica de la religin es la premisa de toda crtica. El fundamento de la crtica religiosa es: el hombre hace la religin, no es la religin la que hace al hombre. El hombre es el mundo de los hombres, el Estado, la sociedad. Este Estado, esta sociedad, producen la religin, una conciencia del mundo invertida, porque ellos son un mundo invertido. La religin es el opio del pueblo. La superacin de la religin como la dicha ilusoria del pueblo, es plantear la exigencia de su dicha real. Exigir sobreponerse a las ilusiones sobre un estado de cosas, vale tanto como exigir que se abandone un estado de cosas que necesita de ilusiones . (97) La teologa explica el origen del mal por el pecado original: dando por supuesto como hecho, como historia, aquellos que debe[ra empezar por] explicar. (98) El reflejo religioso del mundo real slo puede desaparecer cuando las relaciones de la vida cotidiana representen, da a da, para los hombres, relaciones claramente racionales entre s y con la naturaleza. (99) Las verdades eternas salen muy mal paradas en las ciencias histricas, las cuales investigan en su sucesin histrica y en sus resultados actuales las condiciones de vida de los hombres, las relaciones sociales, las formas del Derecho y del Estado, con su superestructura ideal. Si con los conceptos de verdad y error no hemos salido ganando gran cosa, menos ganamos todava con los de bien y de mal. Esta anttesis se mueve pura y exclusivamente dentro de la rbita moral, en un campo que pertenece a la historia humana, donde ya sabemos que son diseminadas poqusimas verdades definitivas y de ltima instancia. Qu moral se nos predica hoy? En primer trmino, la moral cristiano-feudal; y que a su vez se divide en una moral catlica y una protestante, con toda una serie de subdivisiones como la moral catlico-jesuita y la ortodoxa-protestante. Tambin est la moderna moral burguesa y la moral proletaria del futuro. La que contendr ms elementos prometedores de duracin ser aquella que representa en el presenta la subversin del presente, el porvenir; es decir, la moral proletaria. Afirmamos que hasta hoy toda teora moral ha sido, en ltima instancia, producto de una situacin econmica concreta de la sociedad. La moral ha sido siempre una moral de clase. Una moral realmente humana, sustrada a los antagonismos de clase o al recuerdo de ellos, ser factible solamente al llegar la sociedad a un grado de desarrollo en que no solo se haya superado el antagonismo de las clases, sino que se haya olvidado en las prcticas de la vida. b) Vitalismo axiolgico (Nietzche) (100) Vivir e inventar. Siempre ser incompleta la imagen que nos formemos de los instintos ms groseros. Los acontecimientos cotidianos arrojan su presa a este instinto o al otro, que se apodera de ella, pero esto no guarda la debida correlacin con las necesidades nutritivas del conjunto de los instintos. Dado que un instinto se encuentre en el punto en que pide ser satisfecho o ejercitar su fuerza, o de satisfacerla o de llenar un vaco, ese instinto examinar cada acontecimiento del da para ver cmo puede usarlo en beneficio de su fin. La mayor parte de los instintos, sobre todo los que son morales, se satisfacen con los sueos, si es lcito suponer que los ensueos pueden servir para compensar, en cierta medida, la falta accidental de alimentacin (de esos instintos) durante el da. Los instintos a satisfacer cambian constantemente. El instinto, cualquiera que sea, se apodera del incidente como un botn Por qu es aquel instinto el que lo hace? Porque estaba al acecho, ansioso y hambriento. Qu son los acontecimientos de nuestra vida? Es mucho ms lo que ponemos en ellos que lo que en realidad contienen. Hasta se podra decir que de suyo son vacos. Vivir es inventar. (101) El filsofo ve instintos en el hombre actual y admite que estos pertenecen a los datos inmutables de la humanidad y por lo tanto, pueden dar la clave para la inteligencia del mundo en general. Todo ha evolucionado; ya no hay hechos eternos, del mismo modo que no hay verdades absolutas. Por eso la filosofa histrica es de ahora en adelante una necesidad (intelectual), y con ella, la virtud de la modestia. El orden de los bienes y la moral. Una vez establecida para siempre la jerarqua de los bienes, segn que un egosmo desee uno u otro, aquella decide del carcter de moralidad o inmoralidad. Pero la jerarqua de los

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bienes no ha sido en todo tiempo estable e idntica. No est edificada y modificada segn puntos de vista morales; por el contrario, solo despus de fijada aquella se sabe si una accin es moral o inmoral. Enemigos de la verdad. Las convicciones son unos enemigos de la verdad ms poderosos que las mentiras. Convicciones. Una conviccin es la creencia de estar, sobre un punto cualquiera del conocimiento, en posesin de la verdad absoluta, de los mtodos que conducen a ella y que todo hombre con convicciones aplica estos mtodos. Estas tres creencias demuestran que el de convicciones, no es el hombre de pensamiento cientfico. Dejarse arrebatar las creencias equivala quiz a poner en riesgo la salvacin eterna. En tales ocasiones, de extrema importancia, la voluntad era claramente inspiradora de la inteligencia (wishful thinking!). El que no ha evolucionado en sus creencias, es un representante de culturas atrasadas. El viajero. El que quiere llegar en cierta medida a la liberta de la razn no tiene derecho, durante cierto tiempo, a sentirse sobre la tierra otra cosa que un viajero. No tiene ninguna direccin. Debe conservar los ojos abiertos. Son viajeros y filsofos. c) Existencialismo ateo (Sastre) (102) Declara que si bien Dios no existe, hay por lo menos un ser cuya existencia precede a la esencia, un ser que existe (vive) antes de poder ser definido por ningn concepto; y que este ser es el hombre o la realidad humana (HEIDEGGER). Esto quiere decir que el hombre existe inicialmente y luego se define a s mismo. Y ser tal como l se haya hecho a s mismo. El hombre no es nada ms que lo que l mismo hace de s mismo. El existencialismo piensa que es incmodo que Dios no exista, pues con El desaparece cualquier posibilidad de encontrar valores en un cielo inteligible. Si Dios no existiera, todo estara permitido (DOSTOIEWSKI), este es el punto de partida del existencialismo. No hay determinismo: el hombre es libre, el hombre es libertad. El existencialismo no cree en el poder de la pasin. No cree que la pasin es in torrente devastador que conduce fatalmente al hombre a determinados actos, y que, en consecuencia, ella es una excusa. Piensa que el hombre es responsable de su pasin. El hombre, sin apoyo o socorro, est condenado a cada instante a inventar el hombre. El hombre es el porvenir del hombre (PONGE). La doctrina que presento es opuesta al quietismo, pues no hay realidad sino en la accin. Agrega que el hombre no es ms que su proyecto, no existe sino en la medida en que se realiza, no es nada ms que el conjunto de sus actos, nada ms que su vida misma. Un hombre se compromete en su vida. Es preciso tomar las cosas como son. Y, desde luego, decir que inventamos los valores no significa otra cosa que esto: la vida (existencia) no tiene un sentido (esencia) a priori. Antes de que vivieras, la vida no era nada; eres t quien le ha dado sentido (en tu existencia), y el valor no es otra cosa que es sentido que elegiste. Por lo cual, ves que hay, tambin, la posibilidad de crear una comunidad humana. d) Positivismo Jurdico (Kelsen) (103) El problema de una justicia existe, pues los hombres sienten la necesidad de justificar su comportamiento declarando que es absolutamente bueno y justo. Ahora bien, de la existencia de una necesidad no cabe concluir que dicha necesidad pueda ser satisfecha por medio del conocimiento racional. No hay ni puede haber justicia absoluta para un conocimiento racional. Como teora relativista de los valores, el positivismo aporta tambin criterios que permiten juzgar el derecho positivo, pero con la nica restriccin de que dichos criterios poseen un carcter relativo. La decisin depende de la eleccin de las normas de justicia que tomamos como fundamento de nuestro juicio de valor, pudiendo, por tanto, ser la respuesta muy diferente. Esta eleccin, solo cada uno de nosotros puede hacerla. Este es el verdadero significado de la autonoma moral. El individuo no puede as librarse de la eleccin.

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SEGUNDA PARTE: LGICA DEL JUICIO VALORATIVO


SECCIN D: LENGUAJE Y RAZONAMIENTO
(BASES GENERALES)

I. NATURALEZA DEL LENGUAJE


a) CARCTER CONVENCIONAL (104) La misma formulacin puede significar cosas distintas, segn la situacin o quien la interprete en cierta situacin dada. Qu puede significar una formulacin depende de cierto acuerdo entre los hablantes del idioma. Las expresiones lingsticas significan algo porque las personas en su mente asocian su significado con los signos externos; debido a la educacin recibida. Para LOCKE, el lenguaje es convencional en el sentido que: La significacin de las palabras es perfectamente arbitraria. Los significados lingsticos dependen de la eleccin (arbitrio) de los seres humanos. Todo lenguaje (verbal) tiene ese carcter de convencin. Se requiere un acuerdo sobre el modo de emplear las palabras. El vnculo entre las palabras y a lo que se refieren es cuestin de usos: depende de los hbitos lingsticos en un crculo dado. Sin acuerdo, la palabra no significada nada. Toda convencin depende de la voluntad humana, por lo que en ciertas circunstancias se puede modificar o derogar. La gente vive sumergida en el NATURALISMO LINGSTICO: suposicin de que debe haber una conexin natural entre un signo lingstico y su significado. Desde el punto de vista lgico, cualquier objeto o idea podran ser dichos de cualquier manera y cualquier formulacin lingstica podra ser utilizada para decir cualquier cosa, pues no hay ligamen necesario entre lenguaje e ideas o entre lenguaje y realidad; es una cuestin de hbitos colectivos. Las palabras se dirigen a lograr una comunicacin. Para poder hacerse entender, el sentido que poseen habitualmente los vocablos en ese medio es algo que se impone, de hecho, a quien los utiliza.

* * *
Reconocer el carcter convencional de las formulaciones constituye la base para el manejo racional del lenguaje con fines cientficos, mxime en las ciencias sociales. Las inadvertencias ocasionan dos tipos de errores: a) La idea de que las palabras son importantes en s mismas; independientemente de su funcin de smbolos; b) La suposicin de que hay distinciones reales donde de hecho solo hay una distincin entre dos formas de expresarse en palabras. b) VARIEDAD DE LAS FUNCIONES LINGSTICAS (105) Los lenguajes humanos comparten con los animales la (1) autoexpresin y (2) la sealizacin. La primera implica que todo lenguaje animal es sntoma del estado de un organismo. La segunda es que puede desencadenar una respuesta en otro organismo. Las dos funciones superiores del lenguaje humano son (3) la descriptiva y (4) la argumentadora. La (4) presupone la (3). Hay dos cuestiones importantes. 1) Sin el desarrollo de un lenguaje descriptivo exosomtico, nuestra discusin crtica carece de objeto. Con un lenguaje descriptivo puede surgir un tercer mundo de tipo lingstico. 2) Nuestra razn la debemos al desarrollo de las funciones superiores del lenguaje, nuestros poderes de razonamiento son de argumentacin crtica. (106) El lenguaje sirve para introducir un orden de aspectos y someterlos a valoraciones. Llega a implicar un modo de ver la realidad. Los lenguajes son un fenmeno objetivo. Lo que cada trmino pueda significar est determinado tambin por significados de otras palabras que se relacionan con la primera, en cierto campo lingstico. Corresponden tambin sentimientos que acompaan a cada trmino y contribuyen a determinar su significado. Depende tambin de quienes sean los locutores, las circunstancias y presuposiciones manejadas por los locutores: conocimientos que sirven de soporte para orientar lo que dicen. Para captar los sentidos de una palabra en la comunicacin, hay que examinar su aplicacin prctica. La indeterminacin del lenguaje comn admite gradaciones, segn las expresiones usadas y aquello a lo que se refieren, en la situacin dada. Sntesis. La estructura del lenguaje es flexible, alberga contenidos variados. Las reglas lingsticas toleran mrgenes de indeterminacin y se puede entender de formas distintas. Hay que tener mltiples conocimientos aplicables para hallar el sentido.

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c) LOS JUEGOS DE LENGUAJE: GRAMTICA Y FORMAS DE VIDA (107) Segn WITTGENSTEIN, las expresiones lingsticas se usan, en la prctica, de acuerdo con distintos juegos de lenguaje. Las reglas de cada juego pueden admitir varios mrgenes de interpretacin, segn los trminos usados y las situaciones en que se apliquen. El juego consiste en decir algo a otros. Las posibilidades de eleccin del hablante se hallan socialmente limitadas por sus necesidades de comunicarse. La propia gramtica de una palabra puede ser de naturaleza tal que, por la funcin misma que cumple en la comunicacin, ha de admitir interpretaciones antinmicas; justicia se usa para defender cualquier posicin poltica. WITTGENSTEIN llama gramtica a las reglas no escritas que gobiernan el lenguaje y regulan nuestros juegos de lenguaje, tomando en cuenta la semntica y pragmtica, segn como cada expresin sea jugada. Los juegos varan segn las regiones del lenguaje de que se trate y segn las formas de vida entrelazadas con cada uno. Cada regin corresponde a diferentes aspectos de la vida humana. Las maneras en que se juega el lenguaje dependen de la experiencia de sus usuarios. El lenguaje es instrumental, por eso resulta que segn las circunstancias, elegir entre sus posibles juegos es elegir formas de vida. d) CONCLUSIONES GENERALES (108) Una misma palabra puede tener significados distintos o tener uno central y extensiones figurativas o metafricas, o ser aplicable a varios objetos, hechos o situaciones que no tienen propiedades en comn. La otra dificultad es que adems del descriptivo, muchas palabras tienen significado emotivo, que puede quedar atenuado por el contexto u operar de forma encubierta. Se suele pasar por alto varias cosas: 1. 2. 3. 4. 5. Las palabras no tienen otro significado que el que se les da. No hay significados verdaderos. Es una ilusin de que a cada palabra corresponde un solo significado. No puede hablarse de dar definiciones reales o de determinar la naturaleza de la entidad. Quien se aparte del significado usual corre el riesgo de que no lo entiendan o lo entiendan mal. No todas las palabras u oraciones se usan exclusivamente para describir.

(109) Al desconocer estas caractersticas del lenguaje, se cae en la Supersticin del nico Significado Verdadero, que puede tener consecuencias serias. En sntesis: aunque los juegos del lenguaje estn reglados, siempre hay mrgenes de opcin. Las discusiones no son otra cosa que diferencias entre las elecciones que los intrpretes hacen en sobre los juegos de lenguaje presentes y en el seno de la gramtica misma de estos.

II. ENCANTAMIENTOS DEL LENGUAJE


(110) Tales problemas no son empricos, su solucin es alcanzable mediante una comprensin de la manera como trabaja nuestro lenguaje. La filosofa es un combate contra en encantamiento del lenguaje. a) CUESTIONES DE PALABRA Y CUESTIONES DE HECHO (111) Son muchos los que caen en la disputa creyendo discutir. No advierten los diferentes sentidos de una proposicin, se oponen tomando en cuenta solo las palabras y no esclarecen mediante interrogaciones. (112) Hay cuestiones de palabras, de hechos o de ambas. Generalmente se toma las cuestiones de palabras por cuestiones de hecho. Debemos preguntarnos si lo que discuten aceptan o no los mismos hechos. En el ejemplo de la ardilla y en el ejemplo del artista, se discuten cuestiones de palabras. En cuanto al ejemplo del asesinato del Csar, se discute sobre si fue o no un asesinato, es una cuestin de hechos. Las cuestiones de palabras pueden tener importancia positiva, pero no son tan importantes como las de hechos. (113) Si las observaciones precedentes las aplicamos al debate entre objetivistas y subjetivistas sobre la naturaleza de los valores, acaso resulte que, bien mirado, la discusin tradicional al respecto constituye sobre todo, una cuestin de palabras. b) PSEUDO DISPUTAS ORIGINADAS EN EQUVOCOS VERBALES (114) Se suele creer que cada palabra tiene un significado propio y de ah hay un paso a la pregunta por su naturaleza, por ejemplo, de el Derecho. Solo puede contestarse describiendo las caractersticas de la entidad en que supuestamente el significado nico de la palabra consiste. Pero dicha palabra tiene varios significados. Tiene que mediar acuerdo previo sobre el significado para que no haya un equvoco verbal.

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c) LA FALACIA DEL VERBALISMO (115) Los hablantes estn dispuestos a rechazar el carcter convencional de toda denominacin y a dar existencia a todo lo que puede ser denominado. Segn RUSSEL, la falacia del verbalismo es: tomar las propiedades de las palabras por las propiedades de las cosas. Desde la niez, se adquiere la ilusin de que las palabras son los objetos que designan. d) DISPUTAS SOBRE CLASIFICACIONES (ABORDADAS COMO CUESTIONES DE HECHOS) (116) Otras veces, las discrepancias entre juristas presuponen una creencia errnea sobre el papel de las clasificaciones. Puede ser porque la teora jurdica se maneja con clasificaciones heredadas y se cree que son la verdadera forma de agrupar las reglas, en lugar de verlas como instrumentos. Las clasificaciones son solo serviciales o intiles, sus desventajas o ventajas se supeditan al inters de quien las formula. e) FLASA PRECISIN Y FALACIAS VERBO-IDEOLGICAS Falsa Precisin (117) La precisin es buena cuando es legtima, pero si es lo contrario, produce malos efectos, desde el punto de vista del conocimiento: oculta hechos, falsea interpretaciones e inhibe la profundizacin. La obsesin con el criterio fijo es fuente de una inmensa cantidad de errores. Falacias verbo-ideolgicas (118) Estas falacias tienen que ver con la relacin entre palabras, ideas y juicios; entre lenguaje y pensamiento. Segn MILL, entre la verdad y falsedad de una afirmacin, hay un punto medio, la falta de sentido. Adems de esta inadecuacin total, puede haber inadecuaciones parciales. Hay tendencia a basar la demostracin de cada frmula contradictoria, en lo absurdo de la otra y surge la falacia por absurdo. f) SIGNIFICADO EMOTIVO-PERSUASIVO (119) El significado emotivo de una palabra es una tendencia de la palabra, que surge de la historia de su uso; tendencia que produce reacciones afectivas en las personas. Entre los significados literal y emotivo de una palabra, existe gran independencia. Las palabras pueden tener un significado slo emotivo o descriptivo. El uso expresivo del lenguaje es tan legtimo como el informativo. Si lo que buscamos es los hechos, entonces el emotivo puede oscurecer la razn. g) DEFINICIONES PERSUASIVAS (120) Controversias generadas por un desacuerdo valorativo encubierto. Hay un desacuerdo conectado con el uso emotivo de ciertas palabras que aparecen con frecuencia en la teora jurdica y poltica. Cuando se usan estas palabras, la pretensin de dar definiciones reales asume la forma de definiciones persuasivas. stas son una especie de trampa verbal. Cualquier de estas definiciones es una manera de dirigir la carga emotiva de la palabra en cierta direccin. Esto implica recomendar un ideal, modificando el significado descriptivo del trmino sin cambiar su significado (ejemplo de aborto). h) FRMULAS VACAS PSEUDONORMATIVAS (121) En sociologa del conocimiento, se denomina frmulas vacas a expresiones retricas que se usan indistintamente para adornar los programas ms variados. Nadie se priva de aceptarlas sin la menor dificultad y admiten las ms variadas y contradictorias interpretaciones. Esto se ve mucho con las normas jurdicas o preceptos morales (ejemplo Declaracin de UCR). Cuando se plantea la necesidad de concretarlas en los hechos, son los intereses e ideologas quines determinan, segn cules dominen, las aplicaciones reales de las frmulas en cuestin. Las personas con poder son quienes deciden lo que significan en la prctica. i) MAGIA VERBAL Y WISHFUL THINKING (122) i. Magia Verbal La influencia que ejerce el contenido emotivo hace que dichas palabras sean manejadas como si tuvieran poderes mgicos. Lo que reposa en la idea de que las palabras y cosas estn relacionadas por un vnculo mgico. La presencia del nombre demuestra la existencia de la cosa. Son aceptadas por consentimiento tcito. Clasificar las cosas equivale a nombrarlas, y para la magia, el nombre de una cosa o grupo de cosas es su alma; conocer sus nombres confiere poder sobre sus almas (ejemplo de los nombres).

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En sntesis: se juega con las palabras, imaginando que con ello, por efecto de estas, en la realidad tiene que darse su correlativo, lo que ellas mientan, simplemente porque ha sido dicha tal o cual cosa. Para FRANK, con la palabra se efectan prestidigitaciones, con las que unos valores se presentan como simple realidad. Esto es tpico de la mentalidad de nios. Se ve el carcter verbalista del nio que confunde los nombres con las cosas. El nio tiene la conviccin de que la realidad puede modificarse mediante nombres y que, por las palabras, el pensamiento puede insertarse a s mismo en el mundo real y controlar los acontecimientos. ii. Wishful thinking Esto es pensar que la realidad se acomoda a nuestras esperanzas, imaginarse que las cosas son tal y como uno quiere que sean. Es una visin a-dualista, es personalizacin de la realidad; absolutizar unos puntos de vista; impenetrabilidad a la experiencia; creencia en la magia verbal. Los juicios estimativos son orientados por los deseos de alcanzar la felicidad. Todo esto que se nos inculca desde la infancia hace que sigamos cayendo en la falacia del verbalismo. j) LA INTERACCIN MUTUA ENTRE CREENCIA Y ACTITUD (123) Se debe estar atento al significado emotivo de ciertas palabras claves, pues contribuyen a configurar las actitudes que las personas toman ante cuestiones normativas. La creencia es toda idea sobre la naturaleza de la realidad que el sujeto de la creencia considera verdadera o probable. Una actitud implica aquellos fenmenos de conciencia volitivos y emocionales que son la fuente de toda actividad consciente. La creencia y la actitud son dos formas bsicas de fenmenos de conciencias: la teortica (conocimiento) y la prctica (direccin para la conducta). Pueden distinguirse por abstraccin. Es imposible probar, por argumento racional, la correccin de una actitud. Nuestras actitudes se ven influenciadas por las creencias que sostenemos. Una actitud carece del carcter de verdad o falsedad, es simplemente un hecho. Es imposible decidir cual es primaria y cual es secundaria.

III. FUNDAMENTACIN Y RACIONALIDAD (RACIONALIDAD: I)


(124) Aplicamos el calificativo racional para legitimar ciertas conclusiones normativas. a) RAZONAMIENTO Un razonamiento es un discurso tal que, estando puesta ciertas proposiciones y por el solo hecho de estarlo, otra proposicin resulta de ellas, se denomina discurso a la expresin y desarrollo del pensamiento por una serie de palabras o proposiciones que se encadenan. El razonamiento es una manera mediata de llegar a una conclusin. Entonces, se denomina razonamiento al tipo de pensamiento que se caracteriza por dos rasgos fundamentales: a) es un procedimiento de tipo discursivo, descansa sobre relaciones ilativas (las captaciones que periten aprehender un vnculo entre la primera cosa principio y la segunda consecuencia ); y b) es un medio intelectual dirigido a una finalidad de conocimiento. Todo razonamiento s solo un medio. Es un camino intelectual orientado hacia una finalidad. b) FUNDAMENTOS Solicitar que las afirmaciones tengan fundamento (respaldo en razones aceptables) es la definicin del pensamiento racional. El pedir un porqu para aceptar ciertos juicios siempre implica una respuesta que consiste en algn otro juicio; y luego se sigue preguntando por el fundamento del fundamento. Una conclusin se puede fundamentar de varias maneras y siempre hay cierta arbitrariedad. En ltima instancia, la eleccin se remite a un consenso. El uso de cualquier mtodo tambin es el resultado de una opcin. Los fundamentos bsicos de las justificaciones presentadas son casi siempre unas prenociones, acerca de las cuales no llega a advertirse que son eso: pre-comprensiones. c) RACIONALIDAD COMO RAZONAMIENTO INTERSUBJETIVO Para nosotros, racionalidad implicar en basar conclusiones sobre unos razonamientos cuya legitimidad es intersubjetivamente controlable. No todo razonamiento ser racional. La intersubjetividad implica que la verificacin en cuanto a la aceptabilidad de una afirmacin, depender de ciertos criterios que sean firmes. Hay racionalidad cuando la conclusin aceptada se funda en razonamientos cuya correccin es intersubjetivamente controlable. Lo que hace plausible a un razonamiento es un buen grado de probabilidad. En conclusin: La racionalidad (sentido estricto) no se agota en la lgica formal, la posibilidad de someter las cuestiones a clculos. Esto no implica que abarque tambin razonamientos que no son intersubjetivamente

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controlables: tpica, dialctica. Comprende conclusiones que solo son probables, en la medida en que la plausibilidad de ellas se susceptible de acreditarse un control intersubjetivo. d) LO RAZONABLE Entendiendo racionalidad en sentido estricto, se debe separar de lo razonable. Muchos autores realistas entienden que lo segundo caracteriza al discurso valorativo. Nos guiamos por razones que no de la misma especie que las de la racionalidad que sigue el hombre de ciencia. El campo de lo razonable es el de los argumentos que ARISTTELES llamaba dialcticos: un silogismo dialctico es aquel que obtiene su conclusin de proposiciones simplemente probables. Pero como no todos coinciden en su apreciacin de la plausibilidad, las soluciones deben resultar de una discusin, una argumentacin. Debe tratarse de razones universalizables. En sntesis: Los partidarios de lo razonable subrayan que los discursos propios de los mbitos mencionados no corresponden a la esfera de los razonamientos que son constrictivos en el plano de la lgica ni tienen la firmeza que caracteriza a conocimientos de las ciencias de la naturaleza en general, sino que ello pertenece al dominio de lo probable. e) ARGUMENTACIN Y AUDITORIOS El orador busca transmitir cierto mensaje a un auditorio, para transmitir ideas. Se recurre a una argumentacin, pero para que tenga efecto, debe hacer cierto acuerdo en algunos puntos de partida fundamentales. Deben compartir ciertas gramticas fundamentales. Todo se rige por asunciones de credibilidad, pero para obtenerla no hay reglas absolutas. La demostracin debe estar basada en ideas que el auditorio ya cree. Todo depende de cul sea el auditorio. Categoras epistemolgicas: argumentacin, orador, auditorio, persuadir o convencer? El objeto de la teora de la argumentacin es el estudio de las tcnicas discursivas que permiten provocar o acrecentar la adhesin de las mentes a las tesis que son presentadas para su asentimiento . Al cambiar de auditorio la argumentacin cambia. Frecuentemente la persuasin es sofstica. Una argumentacin persuasiva es la que no pretende valer ms que para un auditorio particular. La convincente es la que se supone obtendr la adhesin de todo ser dotado de razn. f) DESACUERDOS PRCTICOS: ARGUMENTO Y PERSUASIN (125-127) Palabras como bueno y malo tienen impactos emotivos muy fuertes. Los desacuerdos prcticos son sobre todo de dos tipos: 1) Desacuerdo de creencia (hechos), acuerdo de actitud; 2) Desacuerdo (conflicto) de actitud (sentimientos), acuerdo de creencia. Una misma situacin puede describirse con palabras distintas que expresan actitudes divergentes. (128) Todos los mtodos para alcanzar acuerdos prcticos son intervenciones tcnicas que se proponen influir en forma causal sobre la otra parte para cambiar su posicin. Podemos llamar creencias operativas a las que desempean un papel en la formacin de la posicin de una persona. I) En la prctica, los mtodos racionales asumen la forma de la argumentacin que aduce aserciones para fundamentar una posicin. Se busca cambiar las creencias operativas o las actitudes condicionadas. II) Los irracionales abarcan todas las tcnicas posibles para convertir a un oponente, menos la argumentacin. (129) Si el desacuerdo est en las creencias, puede resolverse mediante una averiguacin de los hechos. Pero si est en las actitudes, las tcnicas son ms amplias y menos directas. (130) El uso expresivo del lenguaje es tan legtimo como el informativo. Es evidente que cuando tratamos de averiguar los hechos, de seguir un razonamiento o de conocer la verdad acerca de algo, todo lo que nos distraiga de nuestro propsito tender a frustrarnos. El ms til es que tiene menos impacto emotivo. g) ADVERTENCIA: CARCTER PERSUASIVO DEL TRMINO RACIONALIDAD (131) Oscilan entre dos polos conceptuales de definiciones, que respectivamente pueden ser llamados: racionalidad en sentido estricto y racionalidad en sentido amplio; a menudo la segunda es diferenciada diciendo que constituye especficamente el campo de lo razonable, quedando entonces reservado el uso del trmino racionalidad solo para la primera.

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h) CONCLUSIN: LO RACIONAL O LO RAZONABLE? (SENTIDO Y ALCANCE DE CONTROVERSIA) Cada autor llama racional a un tipo de procedimiento intelectual con el cual est de acuerdo. En cuanto al contenido descriptivo de lo calificado, es indispensable tener claro si esa racionalidad responde a criterios de intersubjetividad estricta o amplia. Una posicin intermedia puede ser recurrir a lo razonable como complemento de lo racional.

IV. OBJETIVO O SUBJETIVO?


a) QU QUIERE DECIR OBJETIVO? (OBJETIVIDAD: I) (132) Lo subjetivo aplica a lo propio del sujeto individual. COMTE define objetivo como la exacta representacin del mundo real. Se propone emplear el trmino en el sentido en que es opuesto a subjetivo, en el sentido de individual, vlido para todas las mentes. (133) Puede emplearse para significar: 1) Imparcialidad en manera de proceder; 2) La finalidad de algo; 3) Algo que es independiente del sujeto que hace referencia a eso. En cuanto a este ltimo, hay tres subsentidos: i) Objetividad como verdad, consiste en relacin entre objeto e intelecto. ii) Objetividad de la cosa misma: lo objetivo es la propia existencia de la tal cosa. iii) Objetividad en cuanto conocimiento intersubjetivo, que implica relacin doble: relacin de conocimiento de los sujetos con la cosa y relacin de los sujetos entre s. b) QU QUIERE DECIR SUBJETIVO? (134) La acepcin ms frecuenta es la que implica lo relativo al sujeto, pero puede tener varios significados. (135) Los hombres encuentra ciertas clases de subjetividades: 1) Las que emergen de herencias sociales de distintos grupos sociales; 2) Las estructuras de lenguaje bsicamente diferentes; 3) Las que se originan en diferentes localizaciones fsicas; 4) Las originadas en singulares actitudes de determinados hombres, perspectivas; 5) La que proviene de las capacidades de la humanidad. c) Cundo ESTAMOS ANTE UNOS HECHOS? (136) Los hechos son subjetivos y objetivos. 1) Los hombres tropiezan con aspectos de la experiencia que son resistentes, independientes de las respuestas humanas que ellos suscitan (hechos desnudos o experiencias coercitivas). 2) Nosotros no aceptamos mecnica y fijamente esos datos. Los diversos propsitos humanos, al confrontar la misma experiencia, dan como resultado hechos diferentes. Es una interpretacin humana selectiva. La palabra hecho puede significar: a) Un acontecimiento tal y como ocurri realmente en todos sus aspectos. b) Todos los aspectos limitados de ese acontecimiento que la humanidad es potencialmente capaz de conocer. c) Los aspectos de ese acontecimiento que algn hombre particular ha llegado realmente a conocer. d) La informacin (exacta o no) dada por ese hombre a otro, de su recuerdo acerca de lo que el primero conoci. e) La creencia de algn otro u otros hombres sobre esa informacin. f) Una parte seleccionada de (c), (d) o (e) que es considerada por algn hombre como pertinente para algn fin.

V. EXCURSO: CONCRETO O ABSTRACTO?


a) POLISEMIA DE ESOS DOS TRMINOS (137) PFANDER distingue tres sentidos de concreto y abstracto: 1) son concretos los objetos individuales y abstractos los objetos generales especficos; 2) son concretos los objetos autnomos y son abstractos los heternomos; 3) son concretos los objetos concebibles a partir de una percepcin y son abstractos los no concebibles a partir de una percepcin. Hay varias antinomias de concreto y abstracto:
I. Concreto = real; abstracto = ideal II. Concreto = perceptible; abstracto = indeterminado. III. Concreto = total, material; abstracto = dependiente, formal. IV. Concreto = singular; abstracto = general. V. Concreto = individual; abstracto = general. VI: Concreto = lo determinado en la especie; abstracto = lo ms amplio dentro del gnero. VII. Concreto = independiente; abstracto = dependiente.

Hay formas mixtas, un concreto nunca se basa en un solo principio, sino siempre en muchos que se configuran en l unitariamente.

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1) En el plano de lo concreto, hay que sealar ante todo que el real concreto no ha de equipararse a lo singular o especial o individual. 2) Si dirigimos la atencin a lo abstracto, podemos conformarnos con una visin de conjunto de los distintos conceptos de abstracto y algunas indicaciones sobre las posibles relaciones entre ellos. Hemos considerado lo abstracto: a) lo irreal; b) lo general en cuanto mbito; c) lo abstracto en cuanto contenido y mbito en contraposicin a lo individual; d) lo general genrico; e) lo abstracto como contenido parcial dependiente; f) en el sentido del momento parcial abstrado. b) LO ABSTRACTO (ALIENACIN) Y LO CONCRETO (VINCULACIN AL TODO SOCIAL, ESENCIA ESPECFICAMENTE HUMANA), EN SENTIDO HEGELIANO -MARXISTA (DIALCTICA) (138) MARX emplea esta designacin general. abstraccin, para aludir a cualquier factor que aparece aislado de la totalidad social. Refiere al tipo de pureza que se logra en el estado de vaco. Si un factor nos parece independiente del todo social, ello se debe a que no captamos cmo est presente en l el todo social. El hombre alienado es una abstraccin porque ha perdido contacto con toda especificidad humana. Tres de los productos finales de esta evolucin son propiedad, industria y religin, denominadas por MARX elementos de la vida alienada del hombre. Lo que ocurre en el mundo real se refleja en la mente de los individuos: elementos esenciales de lo que significa ser un hombre se captan como independientes, u en ciertos casos como entidades dotadas de gran poder. La alienacin no es otra cosa que la fragmentacin de la naturaleza humana en un cierto nmero de partes mal engendradas. c) CONLUSIN GENERAL (139) Hay que evitar las confusiones de significados cuando se usan unos trminos tan multvocos como abstracto y concreto. Hay precauciones: a) prescindir de mentar lo que fuere mediante cualquiera de esas dos palabras, y en cambio usar los trminos que seales especficamente los respectivos significados a que queremos referirnos, con lo cual precavemos de antemano las confusiones; b) si preferimos usarlas, comenzar por aclarar de acuerdo con cul de duchos significados han de ser entendidas por los interlocutores.

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SECCIN E: CATEGORA DISCURSIVO-LGICA DE LAS CUESTIONES NORMATIVAS


I. VALORES Y VALORACIONES
(140) El valor de los objetos no puede ser estimado sino en relacin con ciertos ideales, que son las ideas (valores) en las cuales se refleja y resume la vida social. HELLER la entiende como preferencia socialmente regulada (objetivada en costumbres o normas) que contiene un momento de generalizacin superadora-abolidora de la particularidad (o que tiende a l). (141-142) Los trminos valor y valoracin suelen usarse para aludir a dos momentos de un mismo proceso, el objetivo (valor) y el subjetivo (valoracin). La valoracin requiere un criterio axiolgico. Los valores no son reales sino imaginarios. Pero las concepciones de estos valores son realidad psquica. El sentido de una ciencia neutra al valor no puede consistir en que no pueda ocuparse para nada de valoraciones. Las valoraciones, un vez que existen, pueden ser objeto de la investigacin cientfico-.emprica. (143) CASTILLA DEL PINO incluye la experiencia valorativa entre la clase de fenmenos que constituyen unas percepciones ilusas de la significacin del objeto. El juicio de realidad es, a su vez, doble respecto de ese objeto: el mensaje denota existencia, mientras que el metamensaje connota nuestra valoracin acerca del objeto que juzgamos existente. Podra decirse que el juicio denotativo opera con el objeto que es, mientras que el juicio connotativo opera directamente con la imagen del objeto, la cual, me pertenece. Mientras en el componente denotativo del acto de conducta se ostenta la relacin con el objeto, el componente connotativo expresa la relacin de objeto, la cual es siempre, como dijimos, imaginaria en el sentido literal del vocablo. (144) Los valores o valoraciones son antinmicos. La realizacin de unos obliga a restringir la de otros. Sin dejar por ello de ser valores.

* * *
(145) Los valores tienen una objetividad propia. Todos efectuamos valoraciones. La pregunta es si a estas valoraciones corresponde un algo ms all del sujeto valorante, un algo que a la conciencia de este le imponga la respectiva valoracin. Las valoraciones son producto de valores. Existen valores o solo valoraciones? El uso comn del trmino valores invita a la confusin entre tres tems distintos: las valoraciones en sentido subjetivo, el objeto de estas valoraciones y tambin la ubicacin social total de las valoraciones. El trmino valores se asocia con la idea de algo slido, homogneo, mientras que las valoraciones son contradictorias. (146) Se ha dicho que los valores constituyen un puente por encima de la cesura lgica entre ser y deber-ser. Lo que en realidad observamos son valoraciones, no valores. El mtodo cientfico no puede probar que algo deba ser buscado o aceptado.

II. LA CESURA LGICA ENTRE SER Y DEBER (DEL ES AL DEBE?)


a) LA FALACIA NATURALISTA (147) En todos los sistemas de moralidad con que me he encontrado hasta ahora, no encuentro ninguna posicin que no est enlazada con un debiera o no debiera. Tal cambio es imperceptible; pero resulta de extremadas consecuencias. Porque, dado que ese debiera expresa una relacin o afirmacin nuevas, sera necesario que haya sido percatada y explicada. Cmo llegamos a conclusiones ticas a partir de premisas no ticas? A este intento de tender un puente sobre el abismo entre el ser y el deber ser lo ha llamado MOORE la falacia naturalista. Quiz no tengamos que deducir la conclusin tica, quiz podamos saber que es verdadera valindonos de la observacin emprica, pero no sabemos si en verdad observamos el hecho empricamente. Podemos cambiar de opinin. Cualquiera que sea la propiedad P que atribuyamos como significado de un trmino tico, siempre tendremos que enfrentarnos a la pregunta: Qu ocurre si alguien est de acuerdo en que la cosa en cuestin tiene la propiedad P, pero niega o pone en duda que sea buena? Esta falacia ha sido interpretada de diferentes modos. 1) Segn una interpretacin, la falacia naturalista es la falacia que consiste en intentar deducir afirmaciones ticas de otras no ticas. 2) La discusin anterior nos lleva a una segunda interpretacin de la falacia naturalista (la llamada falacia definitoria) que intenta definir la palabra bueno. 3) Se puede interpretar de un modo ms plausible la falacia naturalista, en un tercer sentido, diciendo que consiste en intentar reducir a una, aquello que en realidad son dos caractersticas o propiedades. La cuestin es si hay dos propiedades.

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Cmo se proponen los no naturalistas descubrir a qu cosas se aplican los trminos ticos? No por la observacin emprica, quiz por la intuicin? Muchas personas cometen errores en la intuicin porque no permiten que esa facultad interior se exprese del debido modo: racionalizan, oyen lo quieren or. No obstante, las verdades morales estn ah y pueden ser discernidas, y el ojo interior imparcial y bien entrenado puede verlas. Se afirma a veces que las reglas morales vistas de ese modo son autoevidentes. Cada uno puede acusar al otro de haber tenido una intuicin equivocada, y no existe, aparentemente, ningn modo de descubrir cul de los dos tiene razn. Si la intuicin justifica la concepcin del primero, tambin justifica la del segundo que contradice. Confiar en la experiencia sensible no equivale a confiar en la intuicin. El carcter de la falacia naturalista, que los no descriptivistas imputan a las concepciones que identifican los conceptos ticos con propiedades empricas, tambin ha sido dudado. No es una falacia en sentido estricto, sino que lo que se imputa a los naturalistas bajo ese trmino es el error de confundir una propiedad con otra o de intentar definir lo indefinible. Cuando se alega que juicios del deber ser no pueden ser inferidos de juicios del ser, primero hay que demostrar que los primeros no pueden ser analizados como juicios descriptivos. b) PUEDE EXTRAERSE UN DEBE DE UN ES? (148) Todas las inferencias inductivas de inferir un deber ser del ser son lgicamente insostenibles. En la lgica, hay una cesura insalvable entre ser y deber ser. Es imposible aportar prueba transmisible (intersubjetiva) alguna para proposiciones de deber ser que no sean hipotticas, a menos que esas proposiciones se reduzcan a la mera afirmacin de que determinados hombres piensan o afirman que algo debe realizarse. Lo que quiz necesite ser mostrado, es una conexin entre los hechos en el mundo real y la obligacin real, vinculante. WITTGENSTEIN nos ha enseado a ser cautelosos acerca de cun separables sean tales hechos y obligaciones de los conceptos en que los concebimos. Idntica puntualizacin puede hacerse en un nivel diferente si observamos las proposiciones normativas y descriptivas (reglas y descripciones). WITTGENSTEIN observ muy pronto que toda regulacin puede ser entendida como una descripcin y viceversa. Cuando decimos cmo se hace una accin (cmo actuar), lo que decimos puede informar o describir el modo de hacer de hecho; pero puede tambin sealar una manera de hacer o decir algo que deba ser seguido. Si tales expresiones son tomadas como aseveraciones de hechos, y se supone que han de ser credas, entonces constituyen asertos; pero si se adoptan como guas y se supone que van a ser seguidas, entonces son reglas. Todos los imperativos modales tienen lugar solamente en el contexto del (en contraste con el fondo del) conocimiento de lo que l persona a la que se dirigen hace, o de la situacin en que se encuentra. c) INSUFICIENCIA DEL ANLISIS LITERAL PARA CAPTAR LO QUE ES SENTIDO (149) No hay ninguna frmula o caracterstica lingstica meramente externa, que permita detectar automticamente cul es el sentido de un enunciado. Esto consigue reconocerlo el interlocutor en funcin de sus conocimientos previos acerca de contextos lingsticos y extralingsticos. Solo entendiendo lo que uno oye o lee, es posible saber si eso tiene sentido de es o de debe, o ambos. En un bus hay un letrero que dice: Los monos gritan, los pjaros silban. Usted usa el timbre 100m antes de su parada. En ese texto hay una serie de implcitos que solo pueden ser discernidos contextualmente, si el lector sabe inyectarle elementos de juicios que estn ms all de las palabras del texto mismo. d) DOS TESIS BSICAS a) Saber si tal o cual formulacin lingstica tiene un alcance normativo, no es algo que se resuelva con slo comprobar si ella contiene ciertas expresiones tpicas que habitualmente se presentan cuando estamos en presencia de dicha clase de discursos. b) No es posible inferir una conclusin de debe en funcin de premisas dadas, si entre estas no hay, as sea implcitamente, por lo menos una que tenga ella misma, explcita o implcitamente, algn sentido de debe, al cual entonces podr eventualmente corresponder dicha conclusin.

III. CONFUSIN ENTRE CUESTIONES EXPLICATIVAS Y CUESTIONES NORMATIVAS (150)


Interesa dar una idea de las dos clases de cuestiones. Se puede discutir sobre cmo pasan los hechos y sobre cmo debera obrarse. La causa del error que voy a explicar viene de cierta costumbre de tratar los problemas de la segunda clase como se tratan los de la primera. Los problemas de existencia, de constatacin o del ser tienen, tericamente al menos, una solucin nica y perfecta. En los problemas de hacer, solucin viene a implicar la constatacin de ventajas e inconvenientes en cada partido posible. Lo que no puede resultar es la obtencin de una solucin ideal .

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El problema moral es esencialmente un problema de hacer y de ideal: es el problema normativo por excelencia. Cuando uno de estos problemas se trata como debe tratarse, ocurre algo curioso: que los hombres tienen a creer que ha quedado sin solucin. La impresin de solucin se produce cuando el problema es mal tratado.

* * *
El examen de una cuestin normativa comprende tres momentos. 1) Investigacin o determinacin de todo lo que podra hacerse o desearse; especificacin de todas las soluciones que podran tomarse. 2) Estudio de las ventajas e inconvenientes; ms compresivamente: de los bienes y los males, de cada una de las soluciones. 3) Eleccin. Ahora bien, en cada uno de esos tres momentos pueden cometerse diversos errores y paralogismos, en tanto que yo en el texto solo expliquen uno, que se comete en los momentos segundo y tercero. En el primer momento, los paralogismos posibles consisten, sobre todo, en no tomar en cuenta o en no prever todo lo que podra hacerse, esto es, en no prever o no enumerar completamente las soluciones posibles. El segundo momento consisten en el estudio de las ventajas e inconvenientes, o de los males y los bienes, de cada una de las soluciones. Y, en el tercer momento, muchas dificultades. Entre ellas, la especial que resulta de lo no evaluable: para elegir, muy a menudo hemos de tener en cuenta cualidades o factores morales, estticos, valores no cuantificables. En las normativas, la palabra solucin quiere decir otra cosa; significa o comporta eleccin. El error de creer que para las cuestiones normativas hay solo una solucin, es de los momentos segundo y tercero. Generalmente el tercero obra antes y se anticipa al segundo. Una observacin adicional. No hay que creer que el procedimiento para el examen de las soluciones normativas implique la necesidad de que las ventajes e inconvenientes haya de examinarse precisamente en cada caso. Las de orden moral estn determinadas de antemano por normas que hemos admitido en general.

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SECCIN F: QU JUICIOS DE VALOR, Y CMO, PUEDEN SER SOSTENIDOS CIENTFICAMENTE?


III. AXIOLOGA PLENAMENTE CIENTIFICISTA (BUNGE)
1. JUSTIFICACIN CIENTFICA DEL JUICIO MORAL: PRAGMTIVA Y TERICA (158) Desde HUME sabemos que el deber ser no se sigue lgicamente del ser, que las normas no pueden inferirse de proposiciones enunciativas y con KANT sabemos que las normas no se autojustifican. No vale la pena tratar de justificar y criticar las normas y de explicar porqu se las adopta o rechaza? No lo hace el legislador al dar sus razones para proponer una ley? Estas razones, cuando son genuinas, son de varios tipos: remiten a principios superiores del mismo gnero, a consideraciones pragmticas o aun cientficas. La explicacin de un acto no involucra la justificacin de la norma a que se ajusta. Las normas supremas se vindican mediante principios extrajurdicos o extraticos. Tratar de probar que la justificacin de las normas puede ser pragmtica o terica. La justificacin pragmtica de una norma N al acto de mostrar que, en cierto respecto R, ella es favorable a la satisfaccin de un desidertum D de determinada unidad social U en determinada circunstancia C (valor primario). La justificacin terica de una norma es el acto de mostrar: 1) que la norma y desidertum asociado a ella son compatibles con las dems normas y desiderara adoptados por la misma unidad social para las mismas circunstancias; 2) que la norma y el desidertum son compatibles con las leyes biopsicosociales conocidas; 3) que los supuestos de la norma y del correspondiente desidertum son vlidos. No toda norma y no todo desidertum son compatibles con las leyes naturales y sociales, y no toda norma ni todo desidertum tienen supuestos vlidos; luego, no toda norma pragmticamente justificable y aceptable para un relativista extremo es tericamente justificable. 2. TICA NORMATIVA CIENTFICA: INGENIERA SOCIAL (159) La moral no es cientfica. Pero la tica si se define como el conocimiento del mundo moral, por qu no admitir que pueda llegar a ser cabalmente cientfica si adopta el mtodo de la ciencia? Conocer las pautas ptimas equivale a justificar las normas a que se ajustan. Para esto no basta la tica descriptiva; necesitamos tambin una tica normativa entendida como ciencia de la conducta deseable o ciencia de la virtud. La normativa intentar la justificacin pragmtica y terica de esas normas. Determinar en qu sentido son valiosas o disvaliosas las diferentes normas, y que funda su adopcin o su rechazo. Y elaborar reglas para adoptar, en circunstancias concretas, decisiones fundadas. Debiera ser como psicosociologa normativa. La tica normativa no se propondr crear valores ni virtudes. Podra contribuir al desarrollo moral si cumpliera con sus cometidos de descubrir las pautas morales ptimas en relacin con cada contexto histricosocial y con cada conjunto de desiderata, y de determinar el valor de verdad de las presuposiciones de las normas. Podra realizar, con ayuda del mtodo y de los resultados de la ciencia, el sueo de los moralistas tradicionales. Sus implicaciones constituiran un aspecto de la ingeniera social. 3. ANLISIS CIENTFICO DEL VALOR: UNA AXIOLOGA CUANTITATIVA (160) Una vez aclarada la naturaleza del valor por el anlisis lgico, podemos abrigar la esperanza de encontrar una medida del valor o aun de construir una teora matemtica del valor, sobre la suposicin metodolgica de que ningn asunto es intrnsecamente rebelde al tratamiento matemtico. Pero la traduccin matemtica de un conjunto cualquiera de ideas no puede comenzar a menos que se haya alcanzado cierta etapa en la elucidacin de las ideas. i. Naturaleza relacional del valor. Los valores no son objetos individuales ni propiedad simples de esos objetos. Los valores son relaciones entre objetos y sujetos evaluadores. Son propiedades disposicionales complejas, relaciones potenciales que se actualizan en las circunstancias que hace que ciertas cosas sean juzgadas como valiosas por alguna unidad social. Nada es valioso a secas ni bueno en s mismo: no hay valores ni bienes intrnsecos y absolutos. ii. Valor primario y valor derivado. La ciencia es primariamente valiosa, pero alimenta a la tecnologa y es por ello tambin secundariamente valiosa. Los conceptos de valor primario y derivado no coinciden con los conceptos de valor intrnseco e instrumental respectivamente.

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iii. Concepto comparativo del valor. Si de los valores pasamos a las tablas de valores o preferencias, lo que hacemos es ordenar predicados de valor. La relacin de orden (preferencia) no vale en todo conjunto de objetos, sino tan solo en ciertas conexiones. Hay que homogenizar las clases de objetos. iv. Cuantificacin de la necesidad. La medida de satisfaccin potencial puede cuantificarse en algunos casos. La psicologa nos permite determinar la utilidad o valor subjetivo de cualquier cosa para cualquier sujeto, y un valor subjetivo o valor asignado por un sujeto puede tomarse como una indicacin grosera del valor objetivo. Una vez que la necesidad objetiva se considera medible en principio, podemos buscar una medida del valor objetivo concebido como grado de satisfaccin (potencial) de la necesidad. v. Cuantificacin del valor. El valor es una especie de satisfaccin especfica. Ahora podemos cuantificar el concepto de valor objetivo derivado. Vemos que el valor resulta cuantificable a condicin de que lo sea la necesidad respectiva. Estas definiciones permiten formar tableas de preferencias, permiten ordenar objetos segn su valor, obtenindose as los conjuntos ordenados de que se habl en el punto tres. vi. Lo que queda por hacer. Una teora del valor deber construirse alrededor de una frmula de multiplicacin que d el valor de un objeto compuesto en funcin de los valores de sus componentes. Por el momento no es posible predecir que esto sea factible, pero en todo caso intentarlo es ms valioso que ponerlo en duda. En una teora general del valor podramos intentar postular, por ejemplo, que el valor de un objeto en diferentes respectos, y apuntando a diversos fines, es una combinacin lineal de sus valores parciales. vii. Discusin. Una objecin posible es que en la mayora de los casos no sabemos como asignar valores numricos precisos a las medidas de valor. Esta s es una objecin seria, pero no disminuye en nada el valor de una axiologa cuantitativa. La asignacin de valores debiera ser posible al menos en algunos casos y que contribuyan efectivamente a la claridad y profundidad del anlisis. Por el contrario, nuestro anlisis intenta mostrar la va hacia una axiologa relativista y objetivista, pues se centra en el concepto de valor objetivo, a diferencia de las teoras del valor subjetivo o utilidad. viii. Conclusin. Aunque el valor (en s mismo) no es conocimiento, toda estimacin racional de valores requiere conocimiento. BUNGE cree que las premisas ticas puede encontrar apoyos fuera de la tica, en particular en la ciencia, y que la argumentacin moral misma debe ajustarse a los cnones de la lgica. El agente moral puede justificar, por una parte, prcticamente sus principios ticos, por sus consecuencias en la vida diaria; y, de otra parte, puede hacerlo tericamente, por su compatibilidad con el cuerpo ntegro del saber. 4. COMENTARIO CRTICO (161) Frente a una posicin como la expuesta, conviene hacer la necesaria diferencia entre distintos aspectos del asunto. a) Lo que es el esfuerzo del autor por precisar la complejidad del contenido implicado en los juicios de valor. b) La posibilidad de que en el plano intelectual se lleguen a efectuar juicios valorativos mucho ms rigurosos que los de la tica tradicional, mediante unos razonamientos propiamente cientficos, justificacin pragmtica y terica. c) Que procediendo segn (b), se logre en efecto arribar a conclusiones prcticas menos controvertibles sobre las cuestiones vivamente discutidas en materia tica. d) Pero sobre todo, corresponde preguntarse si, aun dando por supuesta una respuesta afirmativa a (c), los seres humanos corrientes estarn dispuestos a dejarse guiar, en los hechos, por tales saberes. El creer que en la prctica pueda funcionar algo as como una tica normativa cientfica, justamente no es una afirmacin capaz de invocar en su respaldo los conocimientos cientficos sobre como funciona realmente el pensamiento y la conducta de los humanos en general, sealadamente en sus relaciones interindividuales. Tiene poco o nada que ver con los requisitos bsicos de las tcnicas cientfico-empricas.

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V. DISCUSIN ACERCA DE LA NEUTRALIDAD VALORATIVA


a) CRTICA DE LA DICOTOMA HECHO/VALOR EN CUANTO A LA ACTIVIDAD CIENTFICA (BUNGE) (163) Los resultados de la investigacin pura son ticamente neutros, pero ello no implica que el proceso mismo de la investigacin sea ticamente neutro: no lo es, puesto que tanto la seleccin de los problemas, que inicia una investigacin, como la evaluacin de los resultados, que la corona, pueden estar sujetos a presiones extracientficas. (164) El contenido del conocimiento cientfico es axiolgica y ticamente neutral. Pero, acaso la ciencia se agota en su contenido? La ciencia tambin se compone de propuestas y de actos, guiados por criterios, mediante los cuales los investigadores procuran satisfacer ciertos desiderata. Los juicios de valor ms comunes en la ciencia y en la tecnologa son ms modestos: expresan la preferencia fundada por un aparato o una teora respecto de otro objeto del mismo gnero. En ciertos lmites es posible cuantificar la preferencia. La estimacin es un juicio acerca del valor de la hiptesis y, en algunos casos, dicho juicio posee alcance tico. La tecnologa, al ocuparse en satisfacer requerimientos individuales y sociales no tericos, es un puente entre el campo del conocimiento y el de la valuacin. En resumen: el lenguaje de la ciencia contiene oraciones valorativas. No puede prescindirse de ellas en el nivel pragmtico, porque en toda accin reflexiva se dan relaciones de fines y medios. Y no podemos prescindir de los juicios de valor en el nivel metacientfico, porque en este nivel comparamos entre s procedimientos y teoras, y damos normas a las que deseamos que se ajusten los objetos comparados. La dicotoma hecho/valor no existe, pues, en el caso de la ciencia. Lo que refuerza la tesis de que la estimacin del valor es un problema de conocimiento, siempre que sea una estimacin fundada.

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(165) Aun los cientficos que niegan que l ciencia hecha tenga que hacer con los valores y la moral, admitirn que la investigacin se ajusta a preceptos que, en parte, son de naturaleza tica y al menos de alcance tico. Honestidad intelectual e independencia de juicio son virtudes necesarias. (166) Pero hay ms: la ciencia crea bienes o, para decirlo metafricamente, crea valores. Toda actividad humana consciente es a la vez judicativa y valorativa. Verdad, novedad, progreso, liberta y utilidad: 5 valores que la Edad Moderna ha exaltado y que el ejercicio de l ciencia justifica y realiza. (167) En conclusin, la ciencia, en su conjunto, no es ticamente neutral. Lo que ocurre es que su cdigo moral no coincide con el que imponen las sociedades actuales. Los valores morales que la ciencia exige y robustece, y las reglas del mtodo cientfico, se controlan recprocamente. b) EL ANTIMINOTAURO: EL MITO DE UNA SOCIOLOGA NO VALORATIVA (GOULDNER) (168) la ciencia social debe y puede estar libre de valores. El mito de la sociologa libre de valores gan amplia aceptacin. El argumento de WEBER es slido, apela a la razn, pero ignora la experiencia. La imagen de una sociologa libre de valores es tambin la sentida concepcin de un rol y un conjunto de sentimientos ms o menos compartidos, concernientes a como deben vivir los socilogos.
WEBER:

Significa esa creencia que la sociologa es de hecho una disciplina exenta de valores y que excluye con todo xito los supuestos no cientficos al elegir, estudiar e informar sobre un problema?O significa que tal es el procedimiento que la sociologa debera seguir? Lo primero es falso. Si la competencia tcnica brinda realmente alguna garanta para formular juicios de valor, no tiene sentido prohibir a los socilogos que los formulen dentro del mbito de su especialidad. Si bien WEBER vea grandes peligros en el hecho de que los socilogos expresaran juicios de valor, tambin afirmaba que era dable enunciarlos siempre y cuando se tomase la precaucin de distinguirlos de los enunciados fcticos. Su bien insista en la necesidad de mantener la objetividad cientfica, tambin adverta que esta es muy distinta de la indiferencia moral. Sin duda alguna, el principio de la exclusin de los valores reforz la autonoma de sociologa; fue una de las vas por las cuales nuestra disciplina se liber, en modesta medida, de la garra de la sociedad. El principio de la exclusin de los valores contribuy, creo, al desarrollo y la emancipacin intelectuales de nuestra empresa. Tambin proporcion otro gnero de libertad, la liberta con respecto a la compulsin moral. Tal vez haya brindado una oportunidad, tanto moral como intelectual. La disciplina exente a de valores suministra una base para la obtencin de un conocimiento ms fiable sobre los hombres y, tambin, crea un espacio abierto dentro del cual las reacciones morales pueden ser menos mecnicas y dar nuevo vigor a la moralidad.

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Pero tuvo resultados menos felices: invitaba a los hombres a acentuar la separacin entre hechos y valores, en lugar de su conexin; convirti en vicios sus virtudes. En resumen, la concepcin de una sociologa libre de valores ha tenido diversas consecuencias, no todas ellas tiles o provechosas para las ciencias sociales. La doctrina de la exclusin de valores de la ciencia social fue empleada a veces para justificar la vente del propio talento al mejor postor; lejos de ser nueva, es una versin contempornea de la ms antigua sofistera. Quienes abandonan el mundo y quienes se abandonan a l tienen algo en comn: la imposibilidad de adoptar una actitud abiertamente crtica frente a la sociedad. Al adoptar con respecto a s mismos la idea de que son cientficos libres de valores, sus impulsos crticos tal vez no hallen ya un blanco en la sociedad. Y puesto que ya no se sienten libres de criticar a la sociedad, lo cual siempre exige cierto coraje, se vuelven hacia la crtica canibalista de la sociologa misma y comienzan a devorarse a s mismos con crticas metodolgicas. Emerge as uno de los significados latentes de la imagen de una sociologa exenta de valores: No hars juicios de valor crticos o negativos, especialmente sobre tu propia sociedad. Si los cientficos sociales afirmaran o exploraran crticamente los valores, se enfrentaran por fuerza con poderosas instituciones que consideran la formulacin o proteccin de valores pblicos como parte de su tarea especfica. Los peligros del resentimiento pblico son reales, pero tambin normales. La doctrina de una sociologa libre de valores es una prolongacin del conflicto medieval entre la fe y la razn. Cuando las conclusiones filosficas entraban en conflicto con las verdades de la revelacin, no era su labor reconciliarlas. A partir de esto se desarroll la llamada Doctrina de las Dos Verdades: las verdades de la filosofa, que son formalmente necesarias, y las verdades divinas de la revelacin. Para SANTO TOMS, conocer y creer son dos procesos distintos, cada uno de los cuales tiene su funcin propia y legtima; por ende, no debe ser invadido por el otro. Con el desarrollo de la ciencia moderna, continuaron los esfuerzos para adecuarla a la religin. La doctrina de WEBER de una sociologa exenta de valores, al crear un abismo entre la ciencia y los valores, sigue dentro de esa tradicin, se la puede considerar como una versin protestante del esfuerzo tomista por armonizar sus relaciones. WEBER quera que ciertas estructuras de roles de la sociedad moderna fueran racionales; pero tambin quera que quienes adoptaran esos roles fueran apasionados y voluntariosos. Para l, solo son autnticos los valores que surgen de la decisin consciente, de la consulta a la conciencia interna y de la voluntad y adhesin a sus dictados. No es cierto que todos los valores sean igualmente valiosos. Los valores que los hombres defienden conscientemente son ms valiosos que los meramente tradicionales, repetidos de manera irreflexiva. WEBER quiere un arreglo en el que la razn y la fe puedan cohabitar platnicamente, pero no como socios con iguales derechos. Los dos rdenes son separados y desiguales, pues para l la razn solo puede consultar a la conciencia, quizs hasta someterla a examen; pero la conciencia tiene la ltima palabra. El problema de una sociologa libre de valores tiene sus ms punzantes implicaciones para el cientfico social en su papel de educador. Si los socilogos no deben expresar sus valores personales en el escenario acadmico, cmo proteger a los estudiantes contra la influencia inconsciente de los valores que determinan la seleccin de problemas, las preferencias por cierta hiptesis o esquemas conceptuales y el rechazo de otros? Debe dar una honesta declaracin de los propios valores. Es nuestra obligacin brindar toda la verdad lo mejor que sepamos. Si enseamos a los estudiantes cmo se hace la ciencia, cmo se la hace realmente y no como se la transmite pblicamente, no podemos dejar de exponer ante ellos la persona total del cientfico que la hace, con todos sus dones y cegueras, mtodos y valores. Mi opinin es que en sus races ms profundar, el mito de dicha sociologa fue para WEBER la manera de resolver las tensiones entre las dos tradiciones occidentales ms importantes: la razn y la fe, la cabeza y el corazn. Nunca crey realmente en una paz duradera o en una solucin definitiva de ese conflicto. Lo que hizo fue tratar de lograr una tregua segregando a los contendientes y permitindole a cada uno de ellos tener el predominio en esferas diferentes de la vida. c) CRTICA AL POSTULADO DE LA NEUTRALIDAD VALORATIVA PARA LA CIENCIA (HABERMAS) (169) El dualismo de hechos y decisiones obliga a una reduccin del conocimiento autnticamente vlido, de modo tal que este quede reducido a las ciencias estrictas de la naturaleza. La tica objetiva de los valores elabora un reino de ser ideal, trascendente a la experiencia sensorial. La aprehensin de estas cualidades axiolgicas solo resulta posible en virtud de un determinado tipo de conocimiento intuitivo. La filosofa subjetiva de los valores reclama tambin la existencia de rdenes de valores y dominios de fe, en una esfera superior a la historia y no sometida a esta. Pero lo cierto es que el conocimiento sujeto a un control cientfico no es completado, sin ms, por un conocimiento intuitivo. El decisionismo no vacila en reducir normas a decisiones. En la forma lingstico-analtica de la tica no cognoscitiva, la propia complementacin decisionista viene concebida, de manera positivista, en trminos de una ciencia positivistamente restringida. Se debe analizar el

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contexto deductivo de enunciados. No hay que maravillarse de que surja un ltimo y desesperado intento: asegurar por va institucional una decisin previa socialmente vinculante, asegurndola mediante el regreso al clausurado mundo, de las imgenes y de las potencias mticas. Como el positivismo solo acepta razn y la proclama en su forma particularizada, no puede subrayar la relevancia del conocimiento de cara a una praxis razonable sino acudiendo al recurso de exaltar la fe en la razn. El problema est en la eleccin entre dos tipos de fe. Es decir, de acuerdo con dicha posicin: que primero hay que asumir una posicin racionalista, y solo a partir de ah cabe prestar atencin a argumentos o experiencias; de donde se deduce que dicha posicin de base no puede ser fundamentada en cuanto a tal, mediante argumentos y experiencias. (170) La neutralidad valorativa no tiene nada que ver con el enfoque teortico en sentido clsico; corresponde, por el contrario a una objetividad de la validez de los enunciados que viene posibilitada en virtud de una limitacin a un inters cognoscitivo de orden tcnico. Hace predominar sin discusin un determinado motivo sobre otro. Las prognosis cientficas resultan traducibles a recomendaciones tcnicas. Todos los juicios de valor estn vinculados, exclusivamente, al tercer miembro (fines) de esta cadena; en tanto que las relaciones sientonces puede ser investigadas, en cuanto tales, con tal neutralidad valorativa. Si en una situacin concreta han de ser fundamentadas unas decisiones prcticas, hay que interpretar primero las correspondientes recomendaciones tcnicas con vista a unas referencias vitales complejas. Sin duda que toda ingerencia sociotcnica, toda recomendacin tcnica a ella vinculada, as como toda prognosis estrictamente cientfica que le sea subyacente, deben fijar de manera axiolgicamente neutral unos medios de cara a unos fines aislados y con unas consecuencias secundarias aislables; tratndose de fines analticos, el aislamiento y la neutralizacin resultan inevitables. Las condiciones definitorias de las situaciones de la accin se comportan como momentos de una totalidad; no pueden ser divididos simplemente en hechos y en valores. El contexto social es literalmente un contexto vital. De ah que con una eleccin racionalmente pertinente de medios axiolgicamente neutrales no quepa dar una respuesta suficiente a las cuestiones prcticas. Los problemas prcticos exigen una direccin teortica. Las teoras sociocientficas, de las que son derivadas las prognosis, no pueden satisfacer las estrictas exigencias de la neutralidad valorativa. Esta comprensin rectora del sentido resulta determinante respecto de la eleccin de los principios teorticos y de las hiptesis fundamentales para modelos. En el plano formal el anlisis discurre de modo universalmente vlido y lleva a prognosis axiolgicamente neutrales; slo que estas prognosis suceden a anlisis efectuados dentro de un marco de referencia que, como tal, se deriva de una comprensin previa programtica y, en consecuencia, viene vinculado a las estrategias buscadas. Precisamente porque no solo los fines son elementos de un contexto vital, sino que los son todos los componentes de una determinada constelacin de medios, fines y consecuencias secundarias, es por lo que resulta necesario que la gran masa de todas las contestaciones imaginables sea eliminada antes de que la investigacin axiolgicamente neutral pueda comenzar en coincidencia formal con el esquema fines-medios. d) RPLICA: PRESUPOSICIONES VALORATIVAS DE LA CIENCIA (HEMPEL) (171) Nos hemos ocupado de la cuestin de si la evaluacin u la decisin presuponen la investigacin y conocimiento cientfico. Este problema tiene una contraparte que merece atencin en un examen de la ciencia y evaluacin, el de si el conocimiento y el mtodo cientficos presuponen la evaluacin. La palabra presuponen puede ser entendida en una serie de sentidos diferentes que exigen una consideracin separada. a) Cuando uno decide dedicarse a una labor cientfica o se elige un tema particular de investigacin, esas opciones estn determinadas por sus preferencias, por la importancia que asignen a los problemas a investigar. En sentido explicativo: las actividades cientficas de los seres humanos presuponen evaluaciones. b) Se plantean otros problemas cuando inquirimos si el corpus del conocimiento cientfico presupone juicios de valor. Aqu presuponer est en sentido sistemtico. El conocimiento cientfico no presupone la evaluacin. c) Hay otro sentido lgico de presuponer. Normalmente no se convalidan las hiptesis y teoras de la ciencia por su deduccin a partir de elementos de juicio favorables a ellas; ms bien, habitualmente se las acepta sobre la base de elementos de juicio que solo les prestan un apoyo parcial, inductivo (emprico). Las razones por las cuales se aceptan o se rechazan las hiptesis cientficas las suministran los elementos de juicio empricos, que pueden incluir hallazgos observacionales tanto como leyes y teoras previamente establecidas, pero que no incluyen ningn juicio de valor. d) Pero la cuestin de si la ciencia presupone evaluacin en un sentido lgico puede plantearse de otra manera que alude ms especficamente a las presuposiciones valorativas del mtodo cientfico. Tal aceptacin lleva consigo el riesgo inductivo de que la presunta ley pueda no ser vlida con toda generalidad y de que los

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elementos de juicio futuros puedan llevar a los cientficos a modificarla o abandonarla. Una enunciacin precisa de esta concepcin del conocimiento cientfico exigira entre otras cosas, la formulacin de reglas de dos tipos: 1) Reglas de confirmacin: especifican cuales tipos de elementos de juicio son confirmatorios y cuales desconfirmatorios para una hiptesis. 2) Reglas de aceptacin: especifican cuan fuerte tiene que ser el apoyo en elementos de juicio que debe tener una hiptesis para que esta pueda ser aceptada en el sistema de conocimiento cientfico. Parece claro que las normas que gobiernan los procedimientos inductivos de la ciencia pura reflejan el propsito de obtener cierto fin, que podra describirse como el logro de un corpus de informacin confiable. Si quisiramos elaborar un sistema de creencias o una concepcin del mundo que fuera emocionalmente tranquilizante o estticamente satisfactorio para nosotros, entonces no sera razonable insistir, como hace la ciencia, en que debe hacer un estrecho acuerdo entre las creencias que aceptamos y los elementos de juicio empricos; y los patrones de testabilidad y confirmacin objetivas mediante elementos de juicio pblicamente determinables, tendran que ser reemplazados por patrones de aceptacin de un tipo diferente.

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SECCIN G: EL PROBLEMA DE LA DEMOSTRACIN


(LA RACIONALIDAD PROPIA DEL RAZONAMIENTO VALORATIVO)

I. DISCUSION LA CUESTION DEL METODO II. MODOS DE RACIONALIDAD Y DE VERIFICACIN EN EL DISCURSO NORMATIVO (RACIONALIDAD: V)
a) LA RACIONALIDAD ESPECFICA DEL DISCURSO MORAL (173) Esta aproximacin a partir del uso ordinario del lenguaje no es la nica manera de pensar sobre la moralidad o el lenguaje de lo moral, aunque s es una manera instructiva. Desde esta perspectiva, en la regin de la moralidad, el discurso moral se centra particularmente en las acciones y en la accin equivocada. Tiene que ver con la evaluacin y rectificacin de las relaciones humanas cuando estas han sido forzadas o daadas por los resultados imprevistos de alguna accin. De modo prospectivo usamos compromisos, promesas para reducir el riesgo y la incertidumbre asociados a la accin que va a ser ejecutada. De modo retrospectivo usamos el perdn, y lo que AUSTIN denomina excusas. Desde esta perspectiva, la escena caracterstica para el discurso moral es el dilogo entre personas que estn realmente involucradas en lo que ha sucedido; tal discurso es muy contextual. El discurso moral es personal, aunque no meramente subjetivo o privado; es interpersonal, pero no realmente general o pblico. Una implicacin adicional de ofrecer excusas como centro del discurso moral es que la moralidad hace su aparicin como convencionalmente tradicional y pragmticamente mundana, teniendo en consecuencia, unas limitaciones muy definidas, ya que el vocabulario sobre la accin y moralidad es esencialmente un vocabulario relativamente fijado y heredado. El discurso moral normal, nuestro ordinario intercambio de opiniones respecto a la conducta, no implica la alteracin e innovacin de conceptos morales, sino su aplicacin basndonos en una tradicin. Pero el convencionalismo tradicional de nuestro vocabulario moral tambin significa claramente que el discurso moral tiene lmites muy definidos. No toda cuestin respecto de la conducta humana es moral. Segn CAVELL, la moralidad suministra una posibilidad de asentar el conflicto, de encuadrarlo; lo que permite la continuacin de las relaciones personales a pesar del hecho, aparentemente inevitable y que ocasiona dificultades, consistente en la mala interpretacin, los deseos mutuamente incompatibles, las obligaciones, lealtades, intereses y necesidades; la moralidad suministra una manera de reparar las rasgaduras en la tela d la relacin y de mantenerse asimismo en oposicin consigo mismo o con los dems . La moralidad tiene que mostrarse abierta al repudio en un cierto sentido, porque, como un reino del discurso que es, est limitado por los conceptos tradicionales que los hombres han desarrollado para evaluar, acusar y dispensar la accin. En otro sentido tambin, el que tiene que ver con su lgica propia: las diversas clases de verdad, evidencia, principios de razonamiento, los modelos de racionalidad apropiados. Los autores orientados en sentido positivista, incluyendo el primer WITTGENSTEIN, dudarn de que el discurso moral pueda tener en absoluto una lgica o una racionalidad, puesto que el discurso es solo normativo y descansa en la preferencia. En contra de esta opinin, WAISMANN y CAVELL arguyen que el discurso moral tiene sus propios modelos de racionalidad: no carece de lgica, sino que su lgica es de una estructura y clase diferentes que la lgica de la ciencia. La racionalidad consiste esencialmente en fidelidad al lenguaje particular en que uno opera; es una especia de consistencia, coherencia. CAVELL sugiere que supongamos que lo caracterstico de los argumentos morales es precisamente que la racionalidad de los antagonistas no depende de que se llegue a un acuerdo entre ellos, sino que cabe ah una cosa que se llama desacuerdo racional respecto de una conclusin () Quiz la conocida ausencia de conclusividad en el argumento esttico y en el moral, mas que presentar una irracionalidad, muestra la clase de racionalidad que tiene esta clase de argumentos, justamente la que ella misma necesita. La clave del argumento moral no es llegar a un acuerdo sobre una conclusin, sino clarificar con xito las posiciones de dos personas. La racionalidad del argumento moral descansa en seguir los mtodos que conducen a un conocimiento de nuestra posicin, de dnde estamos. En cierta manera, las pretensiones que tenemos y las posiciones que adoptamos en una discusin moral es algo que, para cada uno de nosotros, constituye una cuestin de eleccin individual; sin embargo, en cierto modo no es del todo subjetivo. La validez del discurso moral no es solo una cuestin de que este pueda tener xito en restaurar la relacin, persuadiendo al ofendido. Los filsofos del lenguaje simplemente se adhieren a una tradicin transmitida, pero no iniciada, por KANT: especificar que el discurso o la conducta es moral, nicamente si se trata y se dirige a cada persona en cuanto que persona, como un fin en ella misma, ms que

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como un objeto o un medio para algn otro fin. El discurso moral es una relacin que requiere una empata e identificacin mutuas. En suma, el modelo de discusin moral es diferente del de una discusin sobre un hecho emprico, porque lo que est en juego en aquel no es un conocimiento objetivo del mundo fsico, sino el autoconocimiento. La clave de la valoracin est en determinar qu posicin has adoptado, de qu postura te ests responsabilizando, y si es una que yo pueda respetar. Lo que se requiere en la confrontacin con otra persona no es que a uno le guste esa persona, sino que se desee, cualquiera que fuere la causa, tener en cuenta su posicin.

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(174) Comentario. Los desarrollos contenido en el texto anterior pretenden dar cuenta de cmo funciona verdaderamente el discurso moral: su gramtica propia, tal y como l se desempea en la realidad misma de la comunicacin lingstica. La clave del argumento es clarificar con xito las posiciones de dos personas, un enfrente de la otra. No se negar que semejante ideal piensen acaso en cumplirlo, de vez en cuando, cierta especie muy excepcional de protagonistas, unos razonadores extremadamente lcidos y excepcionalmente antidogmticos. Pero tal actitud se ve muy raramente en las controversias reales. El examen realista de la dinmica de tales discursos no puede menos que llegar a una conclusin diametralmente opuesta a la tesis de que los locutores se atengan a semejante idea: la gramtica misma de esos discursos incluye, precisamente, dogmatismo e intolerancia como ingredientes esenciales. Resulta fcil ser vctima de la connotacin persuasiva que normalmente conlleva el trmino racionalidad. Ah, recogiendo el ideal iluminista de la discusin ilustrada, se cae en el autoengao de presentarlo como si ya fuera un es de la comunicacin lingstica en el terreno considerado. El discurso moral tiene su propia gramtica, su racionalidad propia, que difiere sustancialmente de las reglas del juego, que hacen a la racionalidad de las ciencias empricas. De ello no se siguen necesariamente ninguna de las dos conclusiones siguientes (opuestas): a) que, por llamarle tambin racionalidad a la gramtica de los discursos ticos, esta tiene que merecer, per se, credibilidad anloga a la que recibe aquella otra racionalidad, la de las ciencias empricas; b) ni tampoco lo contrario, que la racionalidad emprico-cientfica debiera servir de modelo por excelencia para juzgar cualesquiera otros tipos de racionalidad, as para las ticas. b) OBJETIVIDAD: VERIFICACIN Y EL MODO IMPERSONAL (OBJETIVIDAD: V) (175) Existe an otro modo de intentar distinguir el es del el debe ser, invocado frecuentemente por los que abogan por la dicotoma entre juicios de valor y juicios de hecho, y derivado del positivismo lgico: se trata del criterio de falsacin. El dicotomista responder que, en aseveraciones de hecho, estamos de acuerdo en cuanto a que la evidencia falsara en principio la aseveracin de un modo decisivo. El hecho es que, dentro de un reino del discurso como la tica o la esttica, distinguimos la mera propaganda, la preferencia personal y cosas parecidas, diferencindolas respecto del juicio basado en el conocimiento. Lo que ZIFF denomina la forma impersonal de una expresin como eso es bueno, que la distingue del establecimiento de una aprobacin o preferencia personales, es lo que KANT llama hablar en una voz universal. KANT distingue dos categoras de juicios estticos o juicios de gusto: el gusto de sentido y el gusto de reflexin. Lo que esos juicios tienen que hacer, por lo dems, es demandar una validez general. No se debe llamar al algo bello si simplemente le complace: qu clase de deber es ese? Qu autoridad habla? KANT llama a esta clase de rectitud y de equivocacin: trascendentales. WITTGENSTEIN lo llamara un asunto de gramtica. La gramtica del gusto es diferente de la de la belleza, que a su vez es distinta de la aprobacin, y as sucesivamente. La clave es que, si dice que es buena y no puede hacer provisin de un apoyo competente para su juicio, esa persona viene a apoyarse nada ms que sobre su propio gusto por la rosa; de tal manera, se bate en retirada (pues no argumenta verdaderamente). Creo que eso es lo que KANT quiere decir cuando afirma que no debemos hablar con voz universal, de modo impersonal, si simplemente expresamos una preferencia personal. La clave de CAVELL es referida a las excusas en el discurso moral: que hay modelos de lo inaceptable es estos reinos. Naturalmente, el recurso a los modelos puede ser abusivo. Naturalmente, podemos expresar nuestra opiniones o sentimientos privados normalmente lo hacemos as donde no est claro qu (o que cualquier) regla o modelo se adapta al caso y donde, por consiguiente, no estamos dispuestos o capacitados para recurrir a ninguno . En resumen, lo hacemos as cuando no sabemos nada sobre, digamos, rosas, o cuando nos encontramos con un caso sin precedentes. La persuasin privada (o la apelacin personal) no es el paradigma de la expresin tica (o esttica o poltica) sino que representa la descompostura o la trascendencia de estos modos de interaccin. Adems, los modelos pueden

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ser puestos a prueba y algunas veces modificados. Ya disponemos de algunas nociones implcitas de lo que contar como un nuevo principio de esttica o de moralidad, como un nuevo mtodo cientfico o un nuevo tipo de prueba en matemticas, como una nueva aplicacin de un concepto familiar. Todas estas empresas, como el lenguaje, tienen reglas; pero no en todas partes estn circunscritas por reglas. Alguien que crea en la dicotoma entre hechos y valores, posiblemente siente, sin embargo, que tales argumentos demuestran, con mucho, algo referente a las formas lingsticas, no a la realidad. Opina que las formas de nuestro lenguaje nos hacen aparentar aqu que ofrecemos lo que de hecho no est en nuestra mano dar, que nos hacen hablar como si hubiesen modelos y objetividad all donde no existe ninguno. Los modelos, la objetividad, la racionalidad funcionan de manera diferente en diferentes reinos del discurso. Necesitamos mirar y ver cmo funciona lingsticamente (gramtica) lo que se entiendo por objetividad y cmo es ella en los diferentes reinos. Solamente entonces comprenderemos que es la racionalidad en la tica y en qu se diferencia de la racionalidad en la ciencia. En lo relativo al discurso moral, la clave no est en tanto establecer una verdad objetiva general, independiente del tiempo y de las personas, como en que uno aclare su propia posicin con respecto a una situacin especfica. Para cumplir esa funcin, el discurso moral tiene que ser lo suficientemente flexible. Al mismo tiempo, el lenguaje del discurso moral tiene que ser lo suficientemente estable, con el fin de que lo que un hombre diga constituya verdaderamente lo que es adoptar una posicin, de forma que nos diga realmente algo sobre l. La estabilidad es suplida por medio de nuestros conceptos y sus conexiones en una gramtica que no hemos elegido y que podemos solo variar en formas restrictivas. La flexibilidad es proveda por el modo en que operamos con estos conceptos, por la forma en que los usamos en la accin, relacionndolos con el mundo. Los modelos ticos no son absolutos. Los rbitros son siempre humanos y falibles, los modelos estn siempre en las mentes de los individuos. Lo que caracteriza a las matemticas o a la ciencia no es que ah sean literalmente imposibles posiciones divergentes, sino que no son aceptables (normalmente) como posiciones tales diferencias en las matemticas o en la ciencia. discute decididamente el papel de los axiomas y de la prueba en las matemticas. Pregunta qu hace que una proposicin se convierta en axioma, y qu hace que una prueba sea vinculante. La respuesta a ambas cuestiones es esencialmente esta: depende de qu cosa sea ah lo que hacemos, o sea, que ello depende de nuestras formas de vida.
WITTGENSTEIN

Una prueba no es solo algo en lo que la mayora de la gente estar de acuerdo; a pesar de que a menos que la mayora de la gente se muestre de acuerdo no ser una prueba. Pero lo que hace que sea una prueba es el juego que jugamos con ella; y ese juego no es una regla mayoritaria, sino entender que todo el mundo debe estar de acuerdo y que, por ende, quien no lo est ser juzgado como incompetente o irracional. Cuando hablamos de una forma impersonal, de un modo objetivo, anunciamos la actitud que estamos dispuestos a adoptar hacia los que se muestran en desacuerdo con nosotros, anunciamos la clase de apoyo que somos capaces de obtener. Somos responsables de lo que asumimos, si no podemos sustentar esa posicin de forma apropiada, pagamos un precio. Ese precio es diferente en cada reino del discurso. Se dan diferencias importantes en los distintos reinos del discurso. Pero hay que tener presente tres importantes modificaciones para comprender esa proposicin. 1) Las diferencias no son dicotmicas sino plurales. Agrupar los diferentes reinos del discurso en dos grandes clases solo oscurece. 2) Las diferencias que existen resultan de cmo actuamos con el lenguaje en estos distintos reinos. 3) Existen tambin diferencias importantes dentro de cada reino del discurso entre lo racional y lo irracional. c) SOBRE LA GRAMTICA LGICA DEL LENGUAJE PRCTICO (176) El lenguaje cumple en la vida social una multitud de funciones que ciertamente no son reducibles a la pura informacin, aunque no por ello puede serles colocado a priori el sambenito de la irracionalidad. Tampoco parece que la forma externa de los enunciados carezca de toda importancia como punto de partida para el anlisis, salvo si se toma como base el lenguaje cotidiano, sin ms reglas cautelares. Se trata de investigar las funciones del lenguaje tico. El anlisis del lenguaje prctico no se puede hacer caso omiso del hecho de que tambin enunciados que no informan sobre la realidad, sin embargo hacen referencia a la realidad, pueden relacionarse con situaciones de hecho o posibles. Se puede tratar de buscar, para cada enunciado que se analice, una formulacin en la cual puede distinguirse externamente entre la descripcin de la situacin a la que el enunciado hace referencia y el tipo de relacin que ese enunciado guarda con dicha situacin.

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Una orden es un enunciado que se emplea, no para la transmisin de informacin, sino para la regulacin de la conducta del correspondiente destinatario. Los enunciados normativos se distinguen de los informativos, en que los primero explcita o implcitamente se remiten a estndares de valor o a mximas de accin, que justifican un determinado comportamiento en relacin con una situacin en cuestin. Tambin se distinguen de los enunciados puramente directivos por esa referencia a normas, a estndares o mximas normativas del comportamiento. Al igual que los informativos, estas ltimas presenta una pretensin al reconocimiento general; aunque ciertamente no sobre una base terica. Quien usa un enunciado normativo presenta un determinado comportamiento como justificado; expresa, pues, la idea de que tal comportamiento puede ser razonado. La persona que ha hecho los correspondientes enunciados normativos busca entonces el apoyo de una finalidad, a partir de la cual aparecen como aceptables todos los enunciados normativos formulados hasta el momento, aunque en s mismo no puedan ser en modo alguno, justificados. Se les llama cuasi-normativos. Nota esencial de los enunciados morales parece ser, por el contrario, que no son cuasi-normativos, de manera que no pueden ser transformados en enunciados cognitivos sin que pierdan su sentido. Como exigencias mnimas que pueden hacerse a los enunciados morales cabe considerar, las siguientes condiciones que los caracterizan como enunciados genuinamente normativos. Por el empleo de un enunciado de esta especie: a) Se seala la situacin a la que el enunciado se refiere, caracterizndola ya sea en forma positiva o negativa para el comportamiento. b) Se supone como vlida una norma que exige el correspondiente comportamiento, reconocimiento general. c) Con ello se da la expresin a la expectativa de que los destinatarios del correspondiente enunciado se identifiquen con esta norma. d) EN EL CUIMPLIMIENTO DE NORMAS (VALIDEZ INTERSUBJETIVIDAD EN EL RAZONAMIENTO DE TIPO NORMATIVO) (177) El concepto de accin regulada por normas orientada a valores cuenta con una esfera de intersubjetividad lingstica, autnoma frente a la subjetividad del sujeto vivenciante. El concepto de accin orientada a valores presupone la validez normativa de valores y reglas de accin. Y esta pretensin de validez no puede interpretarse si no es por referencia a un reconocimiento intersubjetivo. La tica tiene que ver con una determinada clase de acciones, a saber: con aquellas acciones cuya eleccin pueda valorarse como moralmente buena o correcta. Toda tica se ve ante la tarea de reconstruir el contenido no descriptivo de los conceptos de valor y norma. El empirismo basa la justificacin de acciones moralmente relevantes en necesidades de un actor que ha de ser a su vez ltima instancia en la valoracin que hace de sus necesidades. muestra que ni el recurso emotivista a simples actitudes, deseos o sentimientos, ni el recurso decisionista a decisiones ltimas bastan a justificar una accin moralmente relevante. Un motivo comprensible se reputa necesidad si, y solo si, es interpretado de suerte que resulte convincente para otras personas. En la medida en que esos valores son reconocidos por otros, y en la medida en que las interpretaciones de las necesidades son compartidas por otros, podemos justificar mediante tales interpretaciones de las necesidades los correspondientes deseos y sentimiento y las acciones a que esos deseos y sentimientos nos motivan.
NORMAN

Los motivos de la accin solo pueden adoptar el papel de razones prctico-morales en la medida en que no representan solamente propiedades privadas del sujeto agente, sino necesidades pblicamente interpretadas. Pero el motivo convincente no significa todava una justificacin de la correspondiente accin motivada. Los valores solo cobran una validez estrictamente normativa, cuando quedan encarnados en normas. Que una norma es vlida significa que pretende expresar intereses susceptibles de universalizacin. Los miembros del grupo para los que rige una norma tienen derecho a esperar unos de otros que en situaciones comparables todos orienten su accin por los mismos valores. Los predicados prctico-morales bsicos, como correcto y bueno se refieren al sentido de esta validez normativa de una norma de accin intersubjetivamente vinculante. La validez de una norma significa el reconocimiento no coactivo de su pretensin de validez. As, la idea de justificacin prctico-moral de una accin remite finalmente a la idea de un acuerdo universal, motivado por razones, y solo por razones: No tiene objeto argumentar si se parte de que no hay trminos posibles de acuerdo; y uno no puede esperar acuerdo alguno si los propios argumentos van a inclinarse arbitrariamente a favor de uno mismo. Argumentar a favor de la moralidad es reclamar el asentimiento de todos los seres racionales. Estas consideraciones sirven de puente al concepto de accin regulada por normas. Podemos desarrollarlo por va de una revisin progresiva. Primero, podemos despojar de su subjetividad a las necesidades. Las

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necesidades aparecen bajo interpretaciones que presuponen: a) una comunidad de lenguaje; b) un lenguaje con expresiones evaluativos y; c) una tradicin de valores culturales intersubjetivamente compartida. En un segundo paso cabe mostrar que estos valores son algo como candidatos a quedar materializados en normas. En lugar de necesidades privadas, son ahora normas pblicas las que hacen de explicacin. En estas normas quedan institucionalizados los valores por los que se orientan los agentes. Con las normas vinculamos una pretensin de rectitud, intervienen regulando la convivencia. Para comportarse como miembro de la comunidad deben cumplirse las siguientes condiciones formales. 1) Tener conocimiento prctico acerca del modo cmo ha de comportarse y ser capaz de saber si se est o no conformando a lo que se espera de l. 2) El agente supone y conoce que todos los dems miembros tiene un similar conocimiento. 3) El agente sabe que todos los miembros creern que todos los dems tienen un conocimiento comparable. La expectativa de que S observe una norma, solo est justificada si S pertenece a un grupo inicial en que esa norma es reconocida (como expresin de un inters general). La universalidad de las normas se apoya en la susceptibilidad de universalizacin de los intereses expresados en ellas. e) CONTRA EL ESCEPTICISMO TICO (178) Resulta insatisfactorio ese escepticismo corriente que se defiende dogmticamente y a priori de cualquier intento de ofrecer justificaciones racionales para los juicios de valor. 1) Raramente estamos en condiciones de asegurar que cierto principio cuya validez defendemos es un principio ltimo. 2) La tarea de presentar un sistema consistente de principios ltimos que den cuenta de nuestras intuiciones morales es una actividad racional importante, tanto ms cuando puede esperarse que gente de la misma comunidad compartir buena parte de tales intuiciones. 3) La mayora de las controversias ticas no involucran diferencias en cuanto a los principios ltimos, sino en cuanto a las consecuencias que se debe extraer de tales principios para resolver cuestiones especficas. En tales controversias nuestro razonamiento adopta el siguiente curso: a) se enfrenta primero a cierto tipo de problema y se presenta tentativamente un determinado principio para resolverlo, el cual parece reflejar nuestras intuiciones; b) se ensaya luego ciertas interpretaciones de los conceptos usados para formular el principio, reajustndose la formulacin del principio y la interpretacin del lenguaje usado para tal formulacin de modo de precluir consecuencias contra-intuitivas; c) se contrasta el principio en cuestin con otros principios plausibles, que han sido sometidos al mismo procedimiento y se examina la consistencia entre las consecuencias de tales principios, reformulndolos para eliminar posibles contradicciones; d) se intenta, luego de detectar un principio ms general que implique los principios anteriores, y este principio es sometido al mismo proceso de anlisis conceptual hasta que se supone posible formular un principio aun ms general. El escepticismo tico ha obtenido una suerte de autoconfirmacin, desalentando a intelectuales, preocupados por desarrollar una actividad terica con jerarqua acadmica, a encarar la discusin de problemas axiolgicos, por la suposicin de que ello corresponde slo a predicadores, visionarios o propagandistas polticos.

III. METODOLOGIA POSITIVO-ESTANDARIZANTE Y METODOLOGIA NEGATIVO- HEURISTICA IV. UN MODELO PRCTICO-REALISTA PARA EL RAZONAMIENTO NORMATIVO (179)
a) PUNTO DE PARTIDA (LA NECESIDAD DE OPTAR): DOS PRESUPUESTOS DECISIVOS El realista reconoce, sin disimulaciones ni eufemismos, el hecho bsico de que a menudo los textos jurdicos cabe entenderlos de maneras distintas. Esas indicaciones parten de dos presupuestos sine qua non: No hay modelo ideal de racionalidad. Quien decide es usted, no busque disimular este hecho. 2) Puede decidir con base en una toma de posicin razonada, lo ms cientfica y autoconsciente posible. O tambin, puede decidir en funcin de unas presiones sociales o directamente personales. Implica resolver siguiendo ciertas vas de examen. Dichas vas puede consistir, heursticamente, en una secuencia de cuatro momentos. Se tratara de seguir estos pasos: 1) se empieza por trazar un cuadro de las interpretaciones jurdicas posibles; 2) se procede a reconstruir el discurso de los preceptos de derecho invocados y de dichas doctrinas, para hacerlo lo ms transparente posibles, haciendo ver sus principales trampas; 3) detenerse a delimitar con precisin la finalidad que el intrprete seale como objetivo prctico de esos preceptos; 4) escoger, de lo reconocido en 1 y 2, aquella interpretacin que sirva como el medio ms eficaz para que el objetivo pueda ser verdaderamente realizado en la prctica. b) PASO INICIAL: LINGSTICO-DOGMTICO (EL MARCO O PARTITURA)

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La respuesta jurdica acerca de una cuestin no es una respuesta libre. Ha de corresponder a unos juegos de lenguaje que constituyen determinado universo discursivo, alguna de las especficas gramticas de la regin lingstica llamada derecho. Esos juegos son los dogmas. Conforman el marco normativo, dentro de cuyos lmites opta el jurista para dar esa clase de contestacin. El universo lingstico con que se constituye el razonamiento jurdico presenta bsicamente tres rdenes de discurso en interaccin: letra del derecho positivo, jurisprudencia, postulados doctrinarios; ideologas generales suprajurdicas (universos simblicos) vinculadas ntimamente con aquellos discursos. Para buscar una respuesta de derecho positivo es indispensable, empezar por reconocer ese marco en lo pertinente. No se trata solo de buscar una solucin conveniente. Si no que debe estar en condiciones de corresponder al lenguaje-derecho. La enseanza universitaria del derecho consiste ni ms ni menos que en eso: aprender a usar tal lenguaje especializado de la manera como se hace en el gremio de los juristas. En sntesis. El primer paso propio de todo discurso jurdico es ubicarse en el derecho, reconocer las respuestas alternativas que caben dentro de l, de acuerdo con las costumbres lingsticas manejadas al respecto en el gremio de los juristas. En otras palabras, es saber distinguir las respuestas jurdicas posibles, en un entorno histrico-social dado. c) SEGUNDO PASO: ANALTICO-CRTICO (HIGIENIZACIN DEL DISCURSO NORMATIVO) No pocas veces resulta que incluso las doctrinas invocadas contienen, a su vez, sus propias nociones indeterminadas. A menudo contienen giros bsicamente retricos. Es necesario empezar por reconstruir el planteamiento de cada interpretacin presente, hasta donde sea indispensable para determinar a ciencia cierta cules son especficamente las soluciones prcticas que cada una implica. Para ello habr que reformularlas en un lenguaje netamente intersubjetivo y de inequvoca referencia emprica. Distinguir netamente entre cuestiones de palabras y cuestiones de hecho. Diferenciar entre cuestiones explicativas y cuestiones normativas. No dejarse marear por falacias verbo-ideolgicas. No sucumbir a la magia verbal y arrancar del cielo los planteamientos de orden esencialista.

Este momento es de carcter discursivo-analtico y crtico-racional. Analtico: en cuanto desmenuza las interpretaciones. Crtico: porque ese examen sirve para poner de manifiesto unos vicios de pensamiento. d) TERCER PASO: AXIOLGICO-TELEOLGICO (DELIMITACIN DEL OBJETIVO PRCTICO) Se debe elegir entre las respuestas posibles. Es poner sobre el tapete la cuestin de los fines prcticos a que est destinada tal o cual norma. Esos fines pueden resultar ms o menos incompatibles. Si un fin es aceptado o rechazado significa que al respecto se formula una apreciacin de orden valorativo. Los principales valores que se sealan para el derecho Selene indicarse mediante lo que son ms bien unas frmulas vacas. La relacin de una interpretacin con la realizacin de tal o cual valor no puede apreciarse con cierta nitidez si no se empieza por fijarle caractersticas precisas al valor invocado, con respecto a su aplicacin para la cuestin prctica especfica de que se trata. Esto es: el realista necesita saber, de manera bien determinada, a qu grupos de personas y en qu aspectos bien determinados deba beneficiar concretamente la puesta en prctica de ese valor ah. e) CUARTO PASO (FINAL): EMPRICO-INSTRUMENTAL (TOMAR EN CUENTA LA REALIDAD SOCIAL!) Los tres pasos precedentes habrn permitido saber cules son las alternativas de solucin entre las que el intrprete tiene que elegir (1 y 2) y determinar con suficiente precisin las finalidades prcticas (3) que la solucin por escoger ha de contribuir a hacer efectivas en el mayor grado posible, dependiendo de su medio social. Depende de cmo la gente, con cuya conducta es indispensable contar para cumplir dichas finalidades acten en los hechos. Aquello que por lo general la gente no advierte pero acta por debajo y sobre los comportamientos manifiestos, constituye el principal objeto de investigacin en las ciencias sociales. Ellas ofrecer sealadamente dos rubros de conocimientos especializados: a) revelan ciertas tendencias de orden general; b) qu efectos reales pueda tener la ejecucin de ciertas medidas destinadas a influir sobre la conducta. El cientfico social est para aclarar si el medio en cuestin sirve o no para la finalidad perseguida. En tal sentido, su palabra constituye un juicio de valor de carcter instrumental. f) SNTESIS

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Entre las posibilidades interpretativas de las normas aplicables, el razonamiento realista conduce a optar tomando en cuenta unas consideraciones severamente empricas. Entonces la respuesta se decide por la interpretacin (posible) que tenga mayores probabilidades, cientficamente sostenibles, de ser un medio eficaz para conseguir realizar en la prctica determinado fin social bien delimitado.

EPLOGO: ENTRE MITOS Y RACIONALIDAD (A MODO DE CONCLUSIN)


SECCIN H: CRITICISMO REALISTA

I. LOS VALORES COMO REIFICACIN (BERGER/LUCKMANN)


a) OBJETIVACIN, LENGUAJE, SIMBOLISMO (180) La expresividad humana es capaz de objetivarse. La realidad de la vida es posible por objetivaciones. Los signos y los sistemas de signo son objetivaciones, en el sentido de que son accesibles objetivamente ms all de la expresin de intenciones subjetivas aqu y ahora. El lenguaje tiene una expansividad tan flexible como para permitirme objetivar una gran variedad de experiencias que me salen al paso en el curso de mi vida. El lenguaje tambin tipifica experiencias. El lenguaje tiende puentes entre diferentes zonas dentro de la realidad de la vida cotidiana y las integra en un todo significativo. Es capaz de trascender por completo la realidad de la vida cotidiana. Asciende a regiones que son inaccesibles a la experiencia cotidiana, no solo de facto sino tambin a priori. b) OBJETIVIDAD (DIALCTICA) DEL MUNDO INSTITUCIONAL (OBJETIVIDAD: VI) (181) un mundo institucional se experimenta como realidad objetiva. Se enfrentan al individuo como hechos innegables. Resisten a todo intento de cambio, ejercen sobre el un poder de coaccin. Es una objetividad cuya produccin y construccin son humanas. El proceso por el que los productos externalizados de la actividad humana alcanzan el carcter de objetividad se llama objetivacin. La relacin entre el hombre y el mundo social es dialctica, interactan. c) CONOCIMIENTO SOCIAL Y REIFICACIN (182) El conocimiento primario con respecto al orden institucional se sita en el plano pre-terico. Es un conjunto de mximas. Toda institucin posee un cuerpo de conocimiento de receta transmitido, que provee las reglas de comportamiento institucionalmente apropiadas. Ello define y construye los roles. Cualquier desviacin puede llamarse depravacin moral. El conocimiento relativo a la sociedad es una realizacin en el doble sentido de la palabra: como aprehensin de la realidad social objetiva y como produccin continua de esa realidad. (183) La reificacin es la aprehensin de fenmenos humanos como si fueran cosas, en trminos no humanos. Es la aprehensin de los productos de la actividad humana como si fueran algo distinto de los productos humanos, tomarlos simplemente como hechos de la naturaleza. El mundo deificado es deshumanizado. Los significados humanos no se entienden como productores de un mundo, sino como producidos por la naturaleza de las cosas. La aprehensin de la reificacin como modalidad de la conciencia depende de una desreificacin al menos relativa de la conciencia. El orden institucional, tanto en conjunto como segmentado, puede aprehenderse en trminos deificados. La receta para la reificacin de las instituciones consiste en concederles un status ontolgico independiente de la actividad y la significacin humanas. Los roles pueden deificarse al igual que las instituciones. El sector de la autoconciencia que se ha objetivizado en el rol, tambin se aprehende como un destino inevitable. La identidad misma puede deificarse. La reificacin cobra una importancia singular para la sociologa del conocimiento, porque le impide caer en una concepcin no dialctica de la relacin que existe entre lo que los hombres hacen y lo que piensan. (184) Cargamos sobre el objeto la motivacin de nuestra preferencia. Porque al situar a la motivacin fuera de nosotros mismos, nos excluimos como factor de la misma.

II. DISCUSIN: NO COGNOTIVISMO CONTRA METAFSICA (CABRIOLAS GRAMATICALES) (GEIGER) (185)

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El tico (si es cognotivista) sostendr que el enunciado valorativo acerca de la maldad del robo es un autntico enunciado de ser. En este sentido quisiera darle la razn, a pesar de que considero, al igual que la escuela Uppsala, que los valores son imaginarios. Esto suena a paradoja, pero tiene una fcil explicacin. Uppsala responde que lo que se expresa es un sentimiento que escapa a toda crtica racional. Desde el punto de vista de la teora del conocimiento, toda autntica toma de posicin contiene un acto reflexivo y encierra un momento puramente terico. Discuten sobre la calidad y funcin del enunciado. Qu funcin, qu tipo de sentido tiene el enunciado del tico? El atribuye realidad al bien; por lo tanto, intenciona un enunciado de ser acerca de un supuesto algo. Lo esencial es que NN dice una supuesta verdad ace4rca de una supuesta realidad. Puede equivocarse con respecto a ambos puntos, pero ello no afecta la funcin formal de su enunciado. Cuando el tico dice robar es malo, tiene en su conciencia un enunciado de ser acerca de algo. Lo que diferencia a los contrincantes es su concepto sobre qu sea realidad. Para el tico, los valores son realidades. Con esto se desplaza la discusin a otro nivel. El tico puede expresarse acerca del bien y del mal como supuestas realidades, si sostiene una concepcin metafsica. Uppsala declara que las concepciones metafsicas son meros productos de la supersticin. No tienen fundamento en las cosas mismas. Al enunciado de HAGERSTRM segn el cual los enunciados metafsicos son conexiones de palabras vacas, aquel responder que, por el contrario, son los filsofos de Uppsala quienes, en su ceguera metafsica, no saben nada acerca del fundamentum in re de la metafsica. exige una crtica terica de los enunciados de la metafsica; mientras que, segn HAGERSTRM, por ser vinculaciones de palabras que tericamente carecen de sentido, se encuentran fuera de toda posibilidad de una crtica que sea propiamente terica. El filsofo de Uppsala no puede demostrarle al metafsico la indemostrabilidad de las constataciones que presenta este mismo. Las demostraciones de una de las partes en contra de la otra no tienen ningn efecto en los atacados, porque cada uno tiene su axioma que es inaccesible a una crtica desde afuera. Las partes estn en desacuerdo hasta en lo que respecta a las pautas, mtodos y medios con los cuales pueda determinarse cul de las dos tiene razn.
CASSIRER

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Personalmente soy partidario del nihilismo axiolgico y soy antimetafsico. Significa que no expreso ningn juicio valorativo tico con pretensin de validez terica. Matar es una accin mala carece de sentido terico solo en un sistema cerrado de pensamiento que incluye como elementos constitutivos bsicos aseveraciones acerca de la irrealidad de los valores. Sin embargo, en un sistema de pensamiento en el que los valores son concebidos como realidades, es un autntico enunciado de ser de un algo supuesto. Representan intentos de ejercer influencia psquica sobre el destinatario y son pronunciados con la pretensin de que sean obedecidos. Desde el punto de vista lgico, no existe una conexin entre la valoracin matar e malo y la norma no se debe matar.

III. VERDADES ABSOLUTAS O VERDADES RELATIVAS? (RELATIVISMO: VI)


(186) No toda posicin cognotivista con respecto a los valores implica necesariamente sostener que ellos son absolutos. Solo el esencialismo presupone algo as como unos valores absolutos; no as, por ejemplo, un cognotivismo axiolgico de tipo cientificista. La verdadera cuestin es saber de qu y en qu medida, y cuando o en qu condiciones X es relativo a A, B o C. De absoluto calificamos a lo que no simplemente es como es, sino que: a) no pueda dejar de ser y; b) en modo alguno se halle condicionado a factores externos, capaces de hacerlo desaparecer o modificarlo.

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En la prctica, la expresin verdad absoluta funciona generalmente de dos maneras, que en el fondo son un recurso discursivo de ndole retrica y que se usan para descalificar cierta creencia. a) Cuando se sostiene que a cierta afirmacin de orden religioso o moral, o en cualquier otro terreno valorativo, ha de reconocrsele validez absoluta, es un trmino emocionalizante. b) En otros contextos discursivos y por parte de otros locutores, sealar que alguien pretende sostener sus propias afirmaciones como si fueran verdades absolutas resulta perjudicial para la credibilidad de lo que dice aquel.

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Todos creemos en verdades absolutas, pero no todos creemos en las mismas o adoptamos las mismas posiciones al respecto. Importa distinguir varios tipos de verdades absolutas:

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1) 2) 3) 4) 5) 6) 7)

X no tiene la ms mnima duda de que A es cierta y que no-A es falso. (1) + esto: quien sostiene no-A es una persona tonta, ciega o perversa. (1) + esto: X admite que acaso no-A puede ser sostenido inteligentemente por otras personas. (1) + esto: X entiende que A es tan importante que hay que inculcarlo a como de lugar. (1) + esto: A debe ser discutido con todos los medios racionales y cientficos posibles. (2) + esto: X est dispuesto a admitir que cada quien tiene derecho a ser tonto y a manifestarlo. (2) + esto: afirmar no-A es un grave peligro de contagio para otras personas.

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Nadie se dispensa de creer en muchas verdades (absolutas o no), lo cierto es que se le aparecen por lo menos temporalmente, como prcticamente indiscutibles. Las alternativas se plantean principalmente entre dos grupos de tendencias: las posiciones (4) y (7) frente a las de tipo (5) y (6). Las posiciones (4) y (7) sirven de base o de excusa para respaldar conductas normativas intolerantes, tomando como base unas verdades que entonces son impuestas como dogmas. Las posiciones (5) y (6) llevan a respetar el derecho de otros a expresas puntos de vista y a realizar ciertas conductas que desacuerden con las de uno. En sntesis. Cada quien est convencido de que unas afirmaciones son absolutamente ciertas y que otras estn absolutamente equivocadas. Sin embargo, no todos extraen de ello la misma conclusin prctica. Reconocer que nuestras verdades absolutas, por ms absolutas qu e son para nosotros, sers tratadas como si acaso puedan ser relativas, es la base misma para hacerlas objeto de exmenes lo menos ideolgicos y mitologizantes posible.

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(187) Hay diferentes doctrinas que explican este anhelo de autodefinirse mediante un Absoluto existente fuera de nosotros. Los telogos quieren convencernos que nuestro pensamiento humano est definido por un gravitacin natural implantada por el Creador y que tiende hacia l. (188) La filosofa constituye el dominio, no de la verdad, sino de la tolerancia; pero la verdad es una y no tolera oposicin. Mi concepcin filosfica considera los juicios de verdad como aquellos que no admiten contradiccin. A la unidad de la verdad opongo el pluralismo de los valores, que es la base de la tolerancia que debera testimoniarse hacia los juicios de valor.

IV. INTERFERENCIA DE IDEALES Y MORAL CONFLICTUAL (VAZ FERREIRA)


(189) Lo esencial: que en la aventura humana cada vez se agregan ms ideales . Ya ustedes han odo hablar del problema de los tres cuerpos. Esto es lo que ha tenido que ocurrir u lo que ha ocurrido en moral. De donde resultan dos hechos: 1) Interferencia de ideales: todos estos ideales no son conciliables sino en parte, en parte interfieren. 2) Que la humanidad se ha ido creando as un tipo de moral conflictual. Muy pocos problemas morales pueden resolverse de una manera completamente satisfactoria; y que, si se sienten todos los ideales, generalmente hay que sacrificar en parte algunos de ellos o todos. (190) Cada vez se agregan ms ideales y cada vez los queremos satisfacer ms plenamente. Hay que hacer entrar en el ideal la felicidad y el progreso, que son en parte contradictorios, pues el progreso tiene un germen, un elemento de sufrimiento. Otro conflicto enorme, de los ms trgicos: el ideal de bondad; pero al mismo tiempo, hay que luchar contra el mal. La conciliacin, en el sentido de satisfacer todos los ideales es imposible. (191) La conflictividad entre juicios valorativos se da no solamente porque cada vez ah se agregan ms ideales y por las interferencias entre ellos, sino tambin por una causa que, tal vez, es todava ms de fondo: el hecho de que hasta un mismo ideal es objeto, en la prctica, de interpretaciones contradictorias.

V. EL MITO EN EL MUNDO DE LOS VALORES Y EN EL PENSAMIENTO POLTICO (BERGER/LUCKMANN, KOLABOWSKI, ARNOLD, BURDEAU)
a) UNIVERSOS SIMBLICOS (192) Los universos simblicos son cuerpos de tradicin terica que integran zonas de significado diferentes y abarcan el orden institucional en una totalidad simblica. Los procesos simblicos son procesos de significacin que se refieren a realidades que no son las de la experiencia cotidiana (religin, filosofa). Se produce ahora la legitimacin por medio de totalidades simblicas que no pueden de ningn modo experimentarse en la vida cotidiana. El universo simblico se concibe como la matriz de todos los significados objetivados socialmente y subjetivamente reales. Se construye, por supuesto, mediante objetivaciones sociales. El universo

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simblico aporta el orden para la aprehensin subjetiva de la experiencia biogrfica. Legitima los roles cotidianos, el orden institucional. (193) El universo simblico asigna rangos a los diversos fenmenos en una jerarqua del ser, definiendo los rangos de lo social dentro de dicha jerarqua. El universo simblico tambin ordena la historia y ubica todos los acontecimientos colectivos dentro de una unidad coherente que incluye el pasado, presente y futuro. La comunidad emprica es traspuesta a un plano csmico y se la vuelve majestuosamente independiente de las vicisitudes de la existencia individual. Ahora la sociedad entera adquiere sentido. La existencia humana es, ab initio, una externalizacin continua. A medida que el hombre se externaliza, construye el mundo en el que se externaliza (objetivacin). b) CONCEPTO Y FUNCIN DEL MITO (194) La mitologa representa la forma ms arcaica para el mantenimiento de universos simblicos, as como en verdad representa la forma ms arcaica de legitimacin en general. Sistemas mitolgicos ms elaborados se esfuerzan por eliminar incoherencias y mantener el universo mitolgico en trminos integrados tericamente. Estas mitologas cannicas entran en la conceptualizacin teolgica. Este pensamiento puede distinguirse de su antecesor mitolgico, sencillamente en trminos de un mayor grado de sistematizacin terica. El pensamiento mitolgico funciona dentro de la continuidad que existe entre el mundo humano y el de los dioses. El pensamiento teolgico sirve para mediar entre esos dos mundos. La coexistencia de una mitologa sencilla entre las masa y una teologa sofisticada entre una lite de teorizadores, que contribuyen ambas a mantener el mismo universo simblico, es un fenmeno histrico frecuente. (195) La palabra mito abarca una parte de los mitos religiosos, los de origen, y se extiende a determinadas construcciones presentes, las que permiten armonizar en un Todo los componentes condicionados y mudables de la experiencia, para as referirlos a realidades incondicionadas: como ser, verdad y valor. (196) Mito y mitologa aluden a situaciones anteriores a la realidad emprica y al tiempo terrenal. En estas mitologas, la perfeccin se cumple en el ser anterior a la historia: el mito presenta aquel modelo extratemporal a cuya altura es necesario elevarse. La funcin de la concepcin mtica consiste en despertar el sentimiento de la obligacin, la conciencia de la deuda respecto al Ser. Mito suele emplearse para significar una conciencia completamente opuesta: la conciencia del creyente. El primer tipo de mitos permite comprender el mundo dado, refirindolo a una situacin originaria. El segundo tipo, ofrece una perspectiva. c) EL MITO EN EL MUNDO DE LOS VALORES (197) 1. El mito solo puede ser asimilado por esta si le otorga un sentido de vigencia genrica. El mito configurador de valores implica una renuncia a la libertad en la medida en que impone un modelo acabado. Es imposible justificar el mito dentro de los lmites de una conciencia que decide desechar por imaginario cualquier horizonte prehumano y que no cree que se pueda salir de la historia. 2. En qu consiste la creacin que est libre de fundamentos? Si no est ligada con ningn orden del deber ser, y si no est atada a ningn sentimiento del deber, entonces no es creacin, sino solo dependencia causal del orden de mi cuerpo y de mi ego emprico. Una responsabilidad total, es decir, una responsabilidad que solo conoce los valores como realidades arbitrarias, es una responsabilidad ante nada, imaginaria. 3. La liberacin total respecto de la forma de existencia cosificada, si en verdad fuera realizable, significara ahogar todos los pruritos que brotan de la situacin de la responsabilidad. 4. Si esa creacin no es ms que una vibracin alucinatoria del vaco, si no puede dejar huella; si por lo tanto, la creacin de la nada debe morir en el instante en que nace, pues de otro modo recusara su propia naturaleza creadora: entonces no podemos dejar de preguntarnos si la renuncia a la idea misma de la creacin constituye la alternativa respecto de aquella ilusin solipsista. La raz de cualquier rebelin es una parte de la cultura contra la que me vuelvo. La mayora de mis conductas representan compromisos en los cuales el rescate de un valor, logrado a medias o en parte, se obtiene a cambio de renunciar a su rescate global; a favor del rescate de otro valor. Denomino creacin a estas diferenciaciones cuando la tradicin no puede proporcionar lmites fijos para tales compromisos y renuncias. Por lo tanto, crear es introducir novedades, solo modificando el acuerdo entre los valores de mi cultura, sin transgredir sus lmites. 5. Pareciera que puedo adherir al mismo tiempo a las dos convicciones siguientes: a) Esto es bueno; y b) Creo que esto es bueno porque fui educado as. Parece que cuando creo algo, pero siendo consciente de que es gracias a lo transmitido por otro, mi creencia acusa una diferencia esencial segn que su contenido sea un suceso determinado o la afirmacin de un valor.

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En el primer caso no cometo una incoherencia, pero s en el segundo. Cuando digo que algo es un valor, y al mismo tiempo considero los fundamentos que explican su reconocimiento, en el mismo instante dejo de decir que algo representa un valor. La explicacin causal de la experiencia del valor me prohbe expresar la experiencia como una conviccin del valor. Es comprensible que existe una natural autodefensa de la sociedad contra una edificacin que renuncia a la autoridad, o que se sirviera de esta proclamando al mismo tiempo su carcter ficticio. La educacin cientfica es una utopa absurda. Los valores recibidos bajo la presin coercitiva de la autoridad se transmiten en su forma mtica, como informaciones de lo que un valore representa o no. 6. Mito no es un equvoco? Llamo mtica a toda experiencia que no solo trasciende la experiencia fin ita porque no es su mera descripcin, sino tambin porque relativiza toda experiencia posible, vinculndola, por medio del sentido, con realidades que por principio son inapropiadas para que su descripcin verbal introduzca un vnculo lgico con la descripcin verbal de la experiencia. El mundo de los valores es una realidad mtica. La conocemos como anterior a cualquier experiencia. El valor es el mito: es algo trascendente. 7. Tambin en nuestra comprensin del derecho como obligacin que vale para todos por igual, se oculta una invocacin al fundamento mtico. El fundamento del derecho que precede a las leyes y limita a cada ley, es tambin un conjunto de valores. No tenemos derecho a sostener un rgimen jurdico cualquiera, apoyndonos en que representa los verdaderos valores de la convivencia, si no podemos referirlo a la esfera mtica de las valoraciones. 8. La conciencia mtica est presente en todas partes, en cualquier comprensin de la historia que la juzgue como provista de sentido. El hecho histrico no se comprende porque se comprendan los motivos de los participantes. Si no est dada la esencia de la humanidad, anterior a su existencia fctica, entonces no hay situaciones inhumanas, que contradigan la idea del hombre. Por eso se cumple eso que se cumple, por virtud del mito presente en nosotros. d) EL PAPEL DE LA IDEOLOGA (MITO Y UTOPA) (198) Por ideologa entendemos la totalidad de las concepciones que sirven a un grupo social para organizar aquellos valores que son a la vez la conciencia mistificada de los intereses de ese grupo y el reflejo de su actividad. La funcin social de la ideologa consiste en mantener la fe en los valores necesarios para que el grupo pueda actuar eficazmente. Contiene: juicios de valor o juicios de hecho. Tales juicios son la expresin mistificada de la creencia en determinados valores; o estn subordinados en su contenido a la necesidad de consolidar la fe en esos valores. La aceptacin de una ideologa cualquier no es un acto puramente intelectual, sino una afirmacin prctica. Un caso especial est en el mito: en un sistema que se caracteriza por lo siguiente: Un mito es un conjunto de relatos acerca de sucesos particulares. El carcter mtico de un relato es independiente de que sea efectivamente verdadero o falso; se define como tal por la funcin que cumple. Todo pueblo y movimiento poltico crean sus propios mitos, son una organizacin concreta de los valores. El mito es tambin una conciencia colectiva acerca del origen comn. Tambin la utopa es un caso especial de ideologa, en cuanto es el conjunto de valores aceptados que se refieren a relaciones sociales pero que se consideran irrealizables y que son propuestos como programa. e) LOS SMBOLOS DEL GOBIERNO (199) Ms all de las peculiaridades que distinguen entre s a unas de otras ideologas poltico-sociales, todas ellas se acomodan, de tales o cuales maneras, al afn de ofrecer una escapatoria imaginaria, por vas del wishful thinking, al cmulo de inseguridades que son inevitables en cualquier organizacin social. Para proveer a ese wishful thinking, estn lo que ARNOLD llama los symbols of government, en especial las instituciones jurdicas. Por esto entendemos tanto las ceremonias del derecho como las teoras de este, recogidas como los principios fundamentales de distintas ciencias. f) EL UNIVERSO POLTICO: UN MUNDO IRRACIONAL Y MENTIROSO (200) Queremos subrayar la irracionalidad de la estructura misma del universo poltico. Es un universo mental: hay que agregar que los fenmenos psquicos que los sostienen no obedecen a las leyes de la razn. El ceremonial, los ritos, la magia verbal de que se rodea la funcin poltica no tienen otro objeto que distraernos. En efecto, en la medida en que constituye un universo mgico, el universo poltico es tan ajeno a nuestros valores morales como lo es a nuestros criterios racionales. Forma un sistema bien articulado, independiente de ese otro sistema que penetramos por el conocimiento cientfico.

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Lo que est en juego es la estructura de conjunto de la colectividad, las creencias que la mueven, las representaciones a las que se siente vinculada. En conclusin. Si el xito de la poltica se manifiesta como aleatorio, es porque el proyecto objetivo, racional y cientfico, debe obtener sus medios de un universo que permanece mgico.

VI. CRITICISMO REALISTA COMO KOLAKOWSKY) (RACIONALIDAD: VI)

OPCIN

METODOLGICA-VALORATIVA (ALBERT,

a) DOGMATISMO: ESTRATEGIAS DE INMUNIZACIN (201) El fin de la instalacin de dogmas no es tanto la solucin de los problemas del conocimiento y de la moral, sino el rechazo de soluciones consideradas como peligrosas por la correspondiente autoridad: es la difamacin de las alternativas. (202) Ello conduce a un cerramiento del sistema de orientacin que despliega un efecto de seleccin dirigido en direccin de informaciones conformes al sistema. Si se tropieza con informaciones contrarias, existe la inclinacin de reinterpretaras correspondientemente y de elaborarlas conforme al sistema, de aplicar una estrategia de inmunizacin que tiende a la conservacin del sistema de fe. (203) Ello no es otra cosa que un procedimiento dogmtico. De esta manera se puede crear un cierto reconocimiento para los procedimientos dogmticos. Pero hemos visto que, al contrario, mediante la aplicacin del principio crtico del puente se puede establecer una relacin de contexto entre los conocimientos y las posiciones morales, el cual permite someter a crticas esas posiciones. Desde puntos de vista del criticismo, toda delimitacin entre mbitos de problemas solo tiene la funcin de poner de relieve la especie crtica posible, no el excluir cualquier crtica posible para as reducir el mbito de la discusin racional. Las tesis de autonoma, que sirven a fines de proteccin inmunizadora, merecen nuestra desconfianza. Nos encontramos con la difamacin del pensamiento crtico para el mbito en cuestin, presentndolo como algo inmortal. Obediencia por la fe y virtudes semejantes, cuyo efecto histrico conocemos muy bien, son siempre acentuadas en relacin con unos contenidos especiales de creencia como virtudes moralmente valiosas. b) DECISIN POR EL RACIONALISMO CRTICO (204) Solo cuando se plantea la cuestin de en qu medida tal pretensin a un reconocimiento general parece aceptable, qu puntos de vista pueden aducirse a favor o en contra, empieza la reflexin filosfica: sta ha de consistir en una valoracin crtica de tales normas, con independencia de que se trate del dominio moral o cualquier otro se la vida espiritual y social. Pero tal crtica presupone una decisin por determinados criterios. (205) El a priori de la filosofa no consiste en conocimiento de tipo especial, sino en fijaciones de carcter normante que se comprueban como adecuadas en determinados contextos y quedan abiertas a la discusin en todos los aspectos. La decisin por el racionalismo, en esta medida es una concepcin normativa. El reconocimiento de tal concepcin excluye la invocacin dogmtica a cualquier tipo de autoridad. La solucin de todos los problemas de validez se retrotrae a tales decisiones de base. Si por concordancia en la actitud se entiende un reconocimiento de determinados principios metdicos fundamentales, entonces cabe mostrar que puede existir una conexin no simplemente causal, psicolgico-emotiva, sino una lgica entre tal actitud y la concordancia en la conviccin material. (206) La base de la ciencia radica en convicciones comunes (normativas) en relacin con los mtodos correctos para la decisin de problemas cientficos. La concordancia en la conviccin material (creencia) tiene sus races en la comunidad de actitud, que encuentra su expresin en una metodologa que la mayora acepta. Una decisin por un racionalismo crtico, como se encuentra en la base de las ciencias empricas, tiene simultneamente consecuencias para otros dominios, como el de la moral. Meta-ciencia y meta-tica, teora del conocimiento y filosofa moral, no pueden considerarse como disciplinas totalmente separadas. La primera exigencia en este sentido es la admisin de la lgica tambin para la argumentacin tica. Como tarea central de una filosofa moral crtica hay que considerar el examen crtico de los complejos de fundamentacin en la argumentacin tica, la evaluacin crtica de los principios morales y la crtica de los sistemas ticos predominantes y de la moral dominante. Una ulterior consecuencia de este racionalismo en el dominio moral es que hay que tener en cuenta los resultados del pensamiento cientfico. Hay que mirar los principios morales a la luz de sus consecuencias. Hay que exigir el racionalismo crtico, que todos los sistemas sean revisables. La comparacin entre distintos sistemas ticos posibles habr que basarla en la experiencia. Tambin los sistemas ticos pueden ser ms o menos verificados, si bien de distinta forma que en la ciencia.

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El criterio de tal verificacin est sometido a la decisin. En cualquier caso, a la hora de fijar un criterio para la verificacin de los sistemas ticos habr que poner en primer plano la satisfaccin de las necesidades, el cumplimiento de los deseos, la eliminacin del sufrimiento innecesario, la armonizacin de las aspiraciones intrasubjetivas e intersubjetivas: hechos controlables. La crtica meta-tica de un sistema moral, al tener en cuenta las repercusiones prcticas, debe apoyarse en los resultados de las ciencias, sobre todo las sociales. c) CIENCIA Y TICA (207) Desde el punto de vista del racionalismo crtico, entre la ciencia y la tica existen ciertos paralelos de naturaleza metodolgica. Las teoras cientficas y sistemas ticos tienen carcter hipottico. No son considerados como dogmas, sino como propuestas: en un caso (ciencias), para la interpretacin del acontecer emprico; y en el otro (tica), para la regulacin del comportamiento. En un caso se trata de enunciados informativos (ciencia) y en el otro de enunciados y sistemas normativos (tica). Solo de distinta forma, puede esperarse una verificacin de ambos tipos de sistemas. d) CONCLUSIONES (208) En un determinado sentido puede considerarse el racionalismo crtico como una concepcin que desde todo punto de vista es normativa, hace propuestas constructivas y hacer posible una crtica. La decisin por la racionalidad, que le sirve de base, es una ltima instancia de una decisin moral de orden superior, que constituye la base de la ciencia y la tica. Tambin los enunciados de la ciencia cumplen una funcin normativa. Y todo ello con la misma exigencia de reconocimiento general (intersubjetividad!). (209) Desde un racionalismo crtico como el que ALBERT nos presenta, la tarea central de la filosofa es el examen crtico de los complejos de fundamentacin en la argumentacin tica, la evaluacin de los principios morales y la crtica de los sistemas ticos predominantes. La adopcin de un racionalismo crtico tal tendra adems varias consecuencias. e) COMENTARIO: DECISIN O CREENCIAS? (210) El pensamiento constituye una opcin. Es cierto que seguir o no una metodologa requiere de ciertos fenmenos volitivos. La voluntad opera con base en ciertas creencias. Las creencias de cada quien no son producto de que l mismo decida tenerlas o no, sino resultado de su formacin cultural, las informaciones recibidas, el temperamento personal, circunstancias de hechos, mltiples factores. As, igualmente los valores en que creemos son unas convicciones que encontramos as en nuestra gente. Tales creencias son de naturaleza tal que no pueden ni decidirse ni fundamentarse en forma racional, pues son ellas mismas el fundamento ltimo de la respectiva posicin. Esa actitud tiene las mayores consecuencias para decidir qu se investiga y cmo se lleva adelante el examen de los asuntos que se sometan a estudio. Ella dirige a encararlos de manera no-dogmtica. 1) Tanto el criticismo como cualquier otra posicin metodolgica constituyen en una opcin de ltima instancia, un acto intelectual no susceptible de fundamentacin ulterior. 2) Esta opcin no es una decisin propiamente dicha, depende de cmo el sujeto ve las cosas. 3) El criticismo se distingue porque su opcin se caracteriza por: a) la actitud de propugnar que todas las cuestiones pueden y deben ser examinadas mediante ciertas reglas metodolgicas bsicas aplicables para el conocimiento cientfico en general; b) no creer que estemos en condiciones de aprehender unas verdades superiores a las de orden cientfico, a pesar de que las ltimas tiene limitaciones porque son probables; c) sostener la actitud crtica como principio fundamental. f) ACOTACIN: CONDICIN TERRENAL DE LOS VALORES (211) La valoracin de la vida y del mundo depende de la alternativa siguiente: que el hombre sepa que todo lo que le rodea, incluido l mismo, se origin del primitivo fango creador de la tierra o la providencia. La primera concepcin tiene como consecuencia el que surja una jerarqua de valores completamente distinta que la de la segunda. Solo la conciencia de que el mundo se rige por leyes autnomas, que no han sido impuestas, puede capacitarnos para encontrar una salida a travs del conocimiento racional de la situacin. Los valores supremos que la personalidad es capaz de alcanzar tienen que ser conquistados con independencia de sus lazos sociales y de su comunidad con los dems seres humanos. g) COROLARIO: LA FILOSOFA DEL BUFN (212) El bufn es el que duda de todo lo que se considera evidente. Es cierto que se mueve entre la buena sociedad, pero no pertenece propiamente a ella y le lanza la impertinencia a la cara. La contempla desde el margen. La filosofa de los bufones es aquella que en cada poca desenmascara como dudoso precisamente

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aquello que se considera como lo ms slido. Consiste en el esfuerzo de pensar sobre las posibles razones de las ideas contrapuestas; es una actitud dialctica por naturaleza; es la superacin de lo que sea aceptado simplemente porque es. La superioridad de los partidarios de la mitologa sobre sus crticos parece inevitable y natural. Nosotros nos inclinamos por la filosofa del bufn, por la actitud de la desconfianza ante lo absoluto.

VII. TIPOS DE COMPORTAMIENTO RELATIVISTA (BRECHT) (RELATIVISMO: V) (213)


La discusin epistemolgica sobre el discurso axiolgico gira en torno a distintos sentidos que reciben los trminos racional / razonable y objetivo / subjetivo. El relativismo puede ser positivista o suprapositivo. Solo en el segundo caso podemos hablar de relativismo axiolgico cientfico. Que el positivismo jurdico es positivista y adems relativista en el mbito del derecho positivo, es cosa que se desprende de su definicin, pues no considera vinculatorias ms leyes que las que estn en vigor en un determinado pas y momento. El relativismo axiolgico cientfico puede ser partidista o neutral. En el primer caso, a pesar de tomar partido, este hombre sigue siendo un relativista cientfico, porque reconoce que tenemos que elegir nuestros valores y que no podemos probar su validez de un modo intersubjetivamente transmisible. Este cientfico reconoce qu valores ha elegido. Considera que el intento de ser neutral es una estril dilapidacin del tiempo y energa. Su tema preferido es la teora aplicada y no la teora pura. Pero aunque el relativista neutral tenga que admitir as el derecho a la conducta del relativista partidista considera que la eleccin comportamiento cientfico practicada por su colega es peor que la suya. El relativista neutral cree que el mejor modo de servir a la humanidad con su trabajo cientfico consiste en poner en juego lo que la ciencia puede aportar para la resolucin de los problemas humanos, pero sin mezclar intereses personales con intereses cientficos. El relativismo neutral puede adems ser pasivo o activo. El relativista pasivo se mantiene fuera de la lucha poltica, a la que considera asunto de la poltica y no de la ciencia; l se dedica exclusivamente a la teora cientfica (pura o aplicada) y a la investigacin. En cambio, el tipo agresivo del relativista neutral entra en la arena poltica con un espritu combativo que le pone en pugna.

VIII. COLOFN: SOBRE ESEANZA DE LA MORAL (VAZ FERREIRA Y OTROS)


(214) Difcilmente, la enseanza puede crear sentimientos morales, puede ensearnos a hacer un mejor uso de los que ya existen. Justamente con esta distincin se relaciona un equvoco cuando se habla de deberes difciles. Un deber es difcil significa, para cumplirlo, se necesita una energa moral o sentimientos morales de una intensidad poco comn; en otros casos, dificultad de un deber significa, no falta de fuerza para cumplirlo, sino dificultad para verlo. Otros deberes se relacionan con problemas morales.

* * *
(215) Se trata de suministrar unos instrumentos intelectuales para que, quien se haga consciente de ellos, consiga no ser vctima de maniobras retricas racionalizantes, confusiones entre es y debe, idealizaciones engaadoras y dems celadas frecuentes de los discursos valorativos. La meta-tica no es un compendio de sermones, es un llamado a que tambin la razn pueda jugar un papel para conformar el pensamiento y la conducta, en las distintas esferas donde la conciencia valorativa es determinante. Uno tiene que empezar por querer ser racional: cargar con la incomodidad de informarse y la de atreverse a reflexionar.

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