Juan Eugenio Hartzenbusch - La Redoma Encantada

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J

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University of Toronto

http://www.archive.org/details/laredomaencantadOOhart

REDOiUEMmDi,
GOmEDIA DS MAGIA

EN CUATRO ACTOS,
EN PROSA Y VERSO,

D. Juan

ugfnt0

ijart^enbucl).

-^^^
.;s.y,<^t

MADRID:
EN LA IMPRENTA DE YENES.
CALLE DE SEGOVIA
,

NlM.

fi.

1839.

PERSONAS.

DON ENRIQUE.
EL CONDE DE LA VIZNAGA. DOROTEA.
PASCUALA. GARABITO.

EL SECRETARIO.

ALMA DE CNTARO.
PJARO- PINTO.

UNA CRIADA.
SIETE BRUJOS.

DON LAN. DON GASPAR. DON RAMN.

UN ALDEANO. N SOLDADO.

BRUJAS dxi j.-vo GENIOS CABALLEROS, DAMAS, BRUJOo DIABLOS, .SOLDADOS, BAILARINES , CRIADOS ETC.
, , , ,

La accin pasa en Madrid y sus inmediaciones en una cueva de Barahona, y cerca de Vlllarino, Ja raya de Portugal.

la Galera DramEditor de los teatros moderquien perseguir no , antiguo espaol y estrangero ante la ley al que la reimprima represente en algn teatro del reino, sin recibir para ello s,u autorilacion segn previene la real orden inserta en la gaceta de 8 de mayo de 1837, relativa la propiedad de la. obras dramticas.

Esta comedia

que pertenece

tica,

es propied.Td del

ADVERTENCIA,

Cuando por mis pecados promet


de magia
;

escribir

una comedia

dos composiciones de este gnero hahia yo visto la una por curiosidad por equivocacin la otra (i). Tal era mi aoersion estos espectculos que la famosa Pata de Cabra no hahia conseguido contarme en el n,
, ,

mero de sus oyentes asist despus una de sus ltimas representaciones para estudiarla. ]\o sabiendo qu senda seguir cuando conoc el laberinto en que me habia enredado acud al medio mas fcil de salir del apuro fui cogiendo retazos de aqui y all y los zurc como Dios
:

quiso

de Asno

como yo pude. El Anfitrin de Moliere, la Piel y un cuento de Madama Beaumont me pro,

porcionaron las principales escenas del

drama

si

en lo

dems

que no es mucho

se notan imitaciones

lo

sern

de originales que no he
ciencia
,

leido.

Sin la bondad, sin la

pa-

de don Francisco Lucini imposible me hubiera sido arreglar una tramoya: y si l es el que ha desembrollado mis ideas en embrin
sin los conocimientos prcticos
,
;

(1)
el

Fue

la de Azor, el

Genio caprichoso, representada


,

ao 1825. Et ttulo me indujo creer que seria una comedia de carcter cliasco que no me hubiera lleado yo si
:

Ja liubiesen

anunciado los actores con su El Genio Azor, el Protector caprichoso.

ttulo original:

esta obra de taracea gustase, sus consejos


lo

su pincel

deber principalmente. El pensamiento de trasladar tiempos modernos un personage antiguo pensamiento que
,

era ya rancio en la poca del marques de Villena^ podria seguramente producir situaciones cmicas; pero yo me abstuve de bosquejarlas porque s que lo hubiera in,

tentado en vano asi es que en la Redoma encantada , lo mismo podia llamarse el personage principal don Enrique
:

Aragn que Perico el de los Palotes. Esto es lo que yo necesitaba decir al pblico en descargo de mi conciencia con respecto esta obra por eso la imprimo y como diJQ el otro todo se imprime. porque
de
, ,
:

ACTO PRIMERO.
Vista
<lc

tejados,
la

Eu

el
,

fondo,

buhardillas, campanarios y chimeneas derecha del actor, una buhardilla practiizquierda


,

cable

y otra

la

mas

cei'ca

del proscenio
l

de-

hay un terradillo, y en noche y alumbra la luna.


lante de la cual

una

artesa.

Es de

ESCENA PRIMERA.
GARABITO.
(

Dirgese por el caballete de un tejado la buhardilla de la derecha.)

SI

me estrellare jo esta noche? {Da un vaifen.) El Seor de las alturas me asista Un pizarrero , que ha medido nalga todos los chapiteles de Madrid, resbalar de tal modo! Diabluras sern de la ta esa bruja que vive, que muere, en Marizpalos aquella bohardilla de la azotea. Ya dicen que est dundo las boqueadas, j aun piensa en sus adobos para viajar por el aire y en maleficiar al prgimo...
!

Llama

su(n>crnente al postigo

Pascualita, Pascuala. cuala.

Est sorda
II.

de la buhardilla.) esta chica? Pas-

ESCENA
PASCUALA.

GARABITO.

Pascuala. {Dentro.) Quie'n llama ah? Garabito. Quien ha de ser ? Yo. Pascuala. No conozco nadie por ese nombre. Garabito. No te hace cosquillas en el tmp;sno la voz de tu Garabito ? Pascuala. {Abriendo la ventana.) Jess! T por aqu Garabito. Yo, Pascualita niia: yo, que despus de

ciitorce das, catorce leguas de vuelvo verte, catorce veces mas enamorado. Y t, pichona, te has acordado de m mucho? Pascuala. Hace unos dias que me he vuelto muy dest,

una ausencia de

memoriada.
Garabito. Ese es defecto de gente que ha subido muy alto desde muy hondo. A t no te cuadra. Una pobre bonetera , (juien se le pasan los meses sin que le encarguen un solideo... Pascuala. Una bonetera puede elevar sus pensamientos mas arriba de la cabeza de un cura. Garabito. Por eso los has fijado en la mia , que se roza con las veletas de los campanarios. Pascuala. Han variado mucho mis circunstancias des-

de

tu partida.

Garabito. Y con que' tonillo me lo dice! Vamos, con la entrada de los tudescos en Madrid , los jimores en pleito corren la misma suerte que el rey Felipe. Otro recibimiento me hacas antes, cuando pona mis labios, y mis jornales, en esa mano. Y hoy que vengo anunciarte una noticiona... Toledo? Pascuala. Que los aliados se van Garabito. Que me importan m todas las alianzas del mundo? La tuya es la que yo ambiciono. Maana declaro la ccora de tu madre que si no me fraujuea sus puertas, dar' una campanada que suene desde la vicara hasta la parroquia. Ya con este fin he negociado un emprstito , porque del conde de la Viznaga no hay que esperar un maraved. Pascuala. S ya se' lo que te pas con e'l , antes que salieras para el sitio. Vaya, que fue lance gracioso! Garabito. Maldita la gracia que le encuentro yo una
;
:

paliza,

cuando
?

la recibo.

Pascuala.
guiente Garabito.

Supiste lo que

hubo aqu
,

la

maana
el

si-

No me

lo

has escrito

y yo desde

cimbode mi

rio del Escorial no alcanzaba verlo.

Pascuala.
casero.

Pues, amigo, he tenido una


Q^y^

visita

Garabito.

Pascuala.

pobrete se libra de una cada mes? Esta vez no venia de oficio. Quic'n te
le

fi-

gurars t que

acompaaba?

Garabito. Algn clrigo alemn, que Iiabia perdido el alzacuello por esos camiuos? Pascuala. Si, s; nada menos que su amo, el conde de la Viznaga. Garabito. El que me mand dar tantos palos como pesos me dcbia Pascuala. El mismo. Cuando llamaron, y vi al conde por el ventanillo... Garabito. Echarias el cerrojo la puerta. Pascuala. No pero me volv de puntillas... Garabito. Para esconderte. Pascuala. Para mirarme al espejo. Me arregl la trenza V el vestido j abr de par en par su seora. Al don Juan Tenorio de estos tiempos! A Garabito. un secuaz del archiduque Carlos! A un enemigo ace'rrimo de S. M. don Felipe V! Pascuala. Las mugeres en esta guerra hacemos el par pe de potencias neutrales. Garabito. Ya: t que no has de ser monja, dirs: que dure hasta que yo peine guerra de sucesin Pero, quien buscaba el conde? canas.
!

Pascuala.

m.

Garabito. Cigame en el colodrillo una fundicin de estao! Y que' te dijo? que' quera? Pascuala. Vers. Principio refirindome que se le haba encajado en su casa, pidindole el pago de cierun brbaro de un vidriero un estpido, ta cuenta
, ,

un

insolente...

Garabito. Eso lo deca por m? Pascuala. Las seas eran infalibles. Que te respondi que aguardases unos das... meses... Para los seores es lo mismo. Garabito. Para el pobre es muy diferente. Pero, qu tiene que ver el despolvoreo de mis lomos... con...? Pascuala. Si voy eso. El conde haba sabido que t me obsequiabas, y que yo era muy linda chica: estas fueron sus espresiones.... Y dijo que por eso vena...

Garabito. A qu? Pascuala. A casarme. Garabito. Conmigo? Pascuala, No con mi casero.


;

8
Garabito, Su mayordomo! Pascuala. Don Lari Cornejo. Garabito. Un setentn! Un picaro que debia estar en la horca Pascuala. Para ese pretenda el conde mi mano: para
t

tenia negociada una plaza...


las galeras del

Garabito. Dnde?

Pascuala. En
Garabito.
lado.

archiduque.

diras que no quiero ser gravoso al es-

Pascuala. Pero su seora estaba decidido emplearle. Su projeclo era que aceptara yo aquella boda^ que t cargases con un grillete. Garabito. Oh iniquidad! T rehusaras... Pascuala. Por supuesto. Garabito. Lloraras... Pascuala. A todo trapo. Garabito. Te desmayarlas... Pascuala. Me quede' muerta. Pero al volver del soponcio , me halle con una joya al cuello y m madre me dijo que en medio de ra turbacin, haba dado don Lati el s de esposa. Garabito. Virgen de Vallecas! Y no consideraste...? Pascuala. Considerando que te daba la mayor prueba posible de mi carino, el lunes pasado me deje' llevar la iglesia y de la noche la maana, me encontr' con un marido Matusaln al lado, coche m disposicin, diamantes, criados, y seis mil ducados de renta. Garabito, Es verdad lo que oigo? T casada? Y que es lo que hago yo ahora? Pascuala. Por lo pronto, darme la enhorabuena. Garabito. T te burlas; no puede menos. Una seorona de coche aposentada en una buhardilla! Pascuala. He venido visitar mi madre... y de camino otra cosa. El conde ha puesto los ojos en la vecnita de al lado, la Dorotea. Su abuela la sola traer aqu algunas noches... y... por cierto ((ue hace ya tres que no la vemos j de modo, que el seor conde est desesperado. Garabito. El desesperado , el furioso , el frene'tco soy yo... yo, que me arrojara del tejado al suelo, s no
; ;

9
fuera mas juslo ariojar la prfida que me ha vendido. Pascuala. Venderle en seis mil ducados anuales, no es hacer mal negocio. Garabito. Esta injuria un maestro vidriero , pizarrero V plomero Pascuala. Ponte en razn. T me ofrecias un porvenir tan frgil , tan reshaladizo, tan pesado... Es menester que conozcas que una muchacha de mi pal

mito mcrecia mejor suerte. En fin, marido como el que tengo no ha de durar gran cosa si cuando enviude jo, tus vidrios, tus plomos y tus pizarras te han hecho millonario si puedes satisfacer los caprichos de una mugcr bonita, y apalear tus acreedores impunemente, entonces... hablaremos. Mientras
,
:
;

tanto, paciencia y espera. Garabito. Ove, escucha.

Pascuala. Buenas noches... y buena fortuna Garabito. Vele por donde viniste y cuidado con una cos,
,

talada. (Quitase de la ventanilla

la cierra.)

ESCENA

III.

Cielos!

Ella casada y yo con m dinero perdido, ganada una paliza y amenazado de galeras por aadidura! Se, me ha lucido el haber gastado todo el
, ,

fruto de mis

sudores con esa vbora!


,

Es necesario

que me desahogue dndole una vuelta de mogicones, que le haga cantar la letana de todos los santos. {Intenta Jorzar la ventana de la buhardilla.) Como logre colarme dentro, del primer guantazo... {brese la ventana y aparece el conde dentro de la buhardilla.) El conde!

ESCENA
EL CONDE

IV.

{que sale al tejado).

garabito.
le

Si quieres conservar las costillas que daron el otro dia vete de aqu mas que Garabito. Seor conde...
,

Conde.

que-

paso.

lO
Conde. Lejos de aqni repito. Garabilo. No est V. S. coiilento con haberme negado el preMiio de mis afanes...? Conde. Soy conde p;igo cnando qniero. Garabilo. Sino que no lia parado V. S. hasta dejarme sin novia? Conde. Leccin para el pobre qne se insolenta con el poderoso. Un hijo de nn zurrador y una molinera, nielo de un saltimbanqui , hermano de un ventero, atreverse decir un titulo De aqu no salgo sin lo qne usted nie debe! Garabito. Y si el que me manda trabajar no me paga, cmo vivo yo ? Conde. Y si no guardas consideraciones al que te sostiene, querr emplearte en servicio suyo? No te abandonar? Su abandono, no le condenar la
,
: :

miseria

Garabito. Y si el seor no se sirve del obrero , el obrero se niega servir al seor, no tendr el rico, el noble, el grande, que coserse su vestido, reparar su casa y enjaezar su caballo? Conde. Para no abatirse tan viles ocupaciones, bailar de sobra espritus dbiles y apocados almas miserables de plebe, que le sirvan de grado por fuerza. Con valoro con industria hemos adquirido envidiosa canalla mientras no el poder nosotros sepis hacer lo que nosotros hicimos , humillaos ante el hombre c(ue tiene mas, que puede mas, que vale
,
'

por consigtiienle mas que vosotros.

Garabilo. Seor conde, el hombre que veo delante de m, es un hombre como yo, inferior m, porque yo soy robusto yo aqui soy el fuerte. Aqu no tiene V. S. la escolta de sus lacayos; lodos somos iguales de tejas arriba; y por Dios, que si me dejo arrebatar de la clera... Conde. Que' podr esa clera contra este preservativo? (Saca dos pistolas.) Garabito. Ah que no haya podido gastar seis doblones en armas Conde. Pues esa es la diferencia que media entre los dos, sobre lejas y sobre baldosas. Garabilo. Yo le juro V. S. que alguna vez...
;
!

II Eres muy dueo de jurar , como sea en otra manzana. Garabito, Gurdese V. S. de m desde hoy. ( RetiConde.
rndose.) Conde. Gurdale t de una leva. Pillos de f'i especie sobran en Madrid, y pueden hacer su paptl con un

remo en
al.

la

mano.

Garabito. Si no
conde.)

me

vengara... (^fl arrojar

una teja

Conde. Bribn! {Le encara una pistola , que da foGarabito se entra en la buhardilla del gonazo erradillo.) Se refugi en casa de la bruja basta coa haberle asustado.
: :

ESCENA
DON LAN.
Lan.

V.
CONDE.

EL

{^Asomndose por la buhardilla.) Dnde est No parece ya, eh ? Bien ha hecho en escurrirse, porque sino... Cuidado con subrsele las barbas mi amo, por causa de mi muger Conde. A buen tiempo me venia el socorro si lo hubiese necesitado! Da treguas tu valor, amigo Lan; que no te asalario yo [)ara que me guardes las espaldas , sino para que desuelles mis arrendatarios, Lan. Pero yo soy criado fiel y por servirle... Conde. Iletirenionos , porque ya es hora de penetrar en el cuarto de Dorotea. Est visto que su abuela sospecha de m y que por eso no vuelve casa de tu obsequindola, encubiersuegra. La nia me gusta to con el nombre de don Juan , he advertido en ella una inclinacin, que tiene visos de verdadera; su argos me la esconde razn para que yo burle su viese bellaco?
!

gilancia.

Lain.

El albail habr rolo ya el tabique que separa de la de Dorotea. \o le eiicarsie' el mayor silencio. ..Voy ver si ha dcsj)achado. (/^Oc.) Conde. Nuestro valentn parece que se halla bien con !a Marizpalos. A ese mozo es menester enviarle empizarrar el palacio del gobernador de Manila. {Entrase en la buhardilla.)
esta habitacin

ESCENA

VI.

{Sale de la buhardilla del terradillo , recatndose. La luna se ha cubierto, y la oscuridad es completa.)

No

permanecer mas tiempo delante de ese caSola y abandonada se ha mnerto la infame No si la hubiese encontrado en disposicin de oirme, no hubiera yo dejado de implorar su ausilio para hacer una jugarreta al conde. Ya estarn las doce al caer, hora en que los brujos emprenden sus caminatas aereas: la primera campanada, me pondria de patitas en el barreo de los untos para volar, montarla en una escoba, y cruzando los aires... {Dan las doce Garabito tropieza en una artesa que hay en el terradillo, y cese dentro de ella.) Voto cribas! Lo que he cruzado es el suelo! Me he zampado en una artesa llena de agua. Hit"! que' fri! Y lio acierto levantarme... No se que' revolucin se obra en mi cuerdo. Y me \\\Mio... {Desaparece por un momento y luego sale de la artesa volando, transformado en vieja.) Qne me escapo! Que me vuelo! Que me llevan los diablos Barahona! {Algunos brujos salen por las chimeneas de los tejados, y cruzan el aire en la misma direccin que Garabito.)
podii

dver. bruja.

L.

V/X'V

W^ V/X'V

ESCENA
(Un
DOROTEA.

VII.

desvn.)

EL CONDE.

Dorotea. Conde. Dorotea.


Conde. Dorotea.

Mrchese usted al momento. Q"e inhumana tirana!

Mayor pena mereca


tan estrauo atrevimiento.

Es demasiado rigor. Quien paredes atropella muy poco de una doncella


,

respetar

el

pundonor.

Conde.

{Aparte. Que han de ser tan montaraces las Lucrecias de trapillo!)

i3 de mi amor sencillo, debemos hacer las paces. Las hago , si usted se va. Doiolea. Conde. igame usted, y me ir. Si me habla lejos, oir'. Dorotea. Bien. Desde aqui? Conde. {Colocndose cierta distancia de Dorotea.) Mas all. Dorotea. Cmo usted se propas romper aquel tabique'* Primero que usted esplique Conde. la razn que me oblig, reciba ese don , seal de lo que agradarla estudio. Aunque es bien raro el preludio, Dorotea. aparo en el delantal. {El Conde cha Dorotea en la falda un estuche de alhajas , que ella abre j examina.) Conde. (Aparte. Segn mi segura tctica, es esta la gran retrica. Mas que tina pasin terica, vale un donativo en prctica.) Que' miro! Diamantes son. Dorotea. Tal regalo corresponde un hombre rico. Conde. Es un conde quien hace usted ese don. Un conde? Dorotea. Conde. El de la Viznaga. Muy seor mi y mi dueo. (Sonriendo se.) Dorotea. Ese semblante risueo Conde. mis esperanzas halaga. No hay que tomar favor Dorotea. de mi labio la sonrisa. Me rio, porque la risa dice mi cara mejor; y porque quien se contiene al ver en este desvn al conde mas perilln que toda la corle tiene? Conde. Quie'n aqui me calumni? Dorotea. El que no proceda bien,

En

i4
sufra qnp todos le den
ol

nombre que mereci.


la

(onde.

Si un relralo

hace

verdadero fama de m, nada puede haber alH


caballero.
la

ffue desboTire 'iin

enemiga crnica en ti cnsura mas rgida, que tuve aficin Brgida,


Dir

j quise despus

Mnica

Dorotea.

Conde.

Dorotea.
Conde.

pero es delito buscar con afanoso tesn' nn amante corazn, y no poderlo encontrar? Si no supieron las bellas, quienes rend mi pecho, ligarle con nudo estrecho , la culpa tuvieron ellas; quiz del sumo Ser fue decreto soberano que yo suspirase en vano entre mil, por la muger que me pintaba la idea, para que el alma en despojos me llevase con sus ojos la divina Dorotea. Y acaso fue suerte mia usted me aficionase, que yo solo mientras ignorase que un conde me pretenda. Cuando ficciones renuncio, con tal desengao toco? Aprecia usted en tan poco la franqueza del anuncio? Diciendo mi calidad,
a'

Dorotea.
Conde.

mi fe' sincera acredito. Esa ingenuidad imito, pues tambin digo vcidad. Con que te pierdo? Oh tormento! Con que mi muerte deseas?

Que
Dorotea.

dices?

Que me

tuteas,

i5

y
Conde.

te

apeo

el trataniienlo.
el liechizo

De dnde

sacas,

Dorotea.

que avasalla mi altivez? Se' yo desde la niez. no espantarme de alharacas. Como siempre en un rincn encarcelada he vivido, ratos de sobra he tenido que dar la reflexin; y pesando en fiei balanza mis cualidades un din , me pareci que podia entregarme la esperanza de que algn hombre de bien, que amor y honradez buscase, ofrecerme se digna^e una mano por sosten. Esperando con afn aquel protector soiado, en la buhardilla de al lado' halle mi primer galn, Me habl de atnor: escuche; dijo que me idolatraba; por ver que maa se daba ,
.
'

idolatrar
el tiene
le di,

me

deje.
aficin;

Fue mi primera

un pico de perlas:

pues, sin defenderlas, corazn. Decia para mi saya muchas veces vo recelo que es don Juan un picaruelo; pero si me quiere, vaya; nmbreme suya , y me obligo , sagaz y tierna consorte , lograr que se reporte, y se contente conmigo. Proyectos sin duda buenos mas, para servir ustedes,
las llaves del
:

quien era mi Gaiiimedes? Todo un conde, por lo menos, de amor celebre adalid.

i6

que por sus triunfos gallardos, el conde de picos pardos le llama todo Madrid. Firme si al principio atnita de tanto engao en el pilago digo mi galn murcilago que ya conozco su mnita; y pues en tan mal camino
,

Conde.

pasos ha de perder, mejor que puede hacer es irse por donde vino. Queden para otra beldad esas joyas que me ofrece: semilla son que perece, sembrada en mi voluntad, porque mas que dones ricos vale el honor que atesora esta humilde servidora del conde de pardos picos, (Quiere Detente, esquiva hermosura,
los

lo

irse.)

deten

el paso

veloz,

Dorotea. Conde.

Dorotea.
Conde,

Dorotea.

porque me encanta tu voz, aunque ofende mi ternura. Si viste amor en don Juan, cmo en el conde no fias? Amor de les y usas va de bolii de boln. No puedo yo dar mi fe' dama de humilde cuna? De que' nace que ninguna le contenta vuesarce? Quien, Dorotea gentil, quien contigo se compara? Eso mismito apostara mil. que lo ha dicho usted En fin, supuesto que soy una nina tan cabal, y usted me adora leal, hacer un ensayo voy. Hija de un msero hidalgo , noble soy sin vanagloria: ni adoro ra ejecutora.,
li

me oculto lo que valgo. veces juguetoncilla en casa , veces aptica,


ni

parezco una diplumtica en tomando la mantilla. Me hallo con disposicin de aprovecliar un caudal, y al ver el ageno mal, se me parte el corazn. Perdn supiera pedir, si ofendiese un pordiosero, y un pisaverde grosero con un gesto confundir; en suma, por varios modos cuento con poderme hacer reverenciar y querer de mi marido y de todos. Asi un don Juan se me splica en una amorosa carta,

los elogios que ensarta, de su mano los rubrica. Yo en su buena fe descanso, y de su voz al comps, si me alabo, no hago mas que hablar por boca de ganso. Pues si en mi todo embelesa,
si

Conde.

tanto mrito brilla , no me viene de perilla para hacer una condesa? {Aparte. Friolera es la ambicien de la nia!) Yo ver'...

Dorotea.

Nada; nada
pensar
la

para que'

resolucin?

Usted que mi amor anhela. que adora con frenes, cmo ha de negarme un s en presencia de mi abuela?
Conde. Dorotea.
Pero... de improviso...

Bah! Es sorpresa muy gustosa.

Conde,

Una

vieja recelosa

de todo sospecha.

i8
Dorotea.

C!

Le creer
Conde. Dorotea. Conde.

usted...

como

yo.

Declrate sola t.

Yo empezare, y
Que' apurar!

usted...

Dorotea. Conde. Dorotea.

Animo.
Eh! no.
S, venga su seora donde despliegue gentil ludo ese amor seoril que seorea en usa.

Conde.

Sov incapaz de bastardos


designios
;

pero...

Dorotea.

Ya

estoy;

mas yo quiero quedar hoy


(^Ase de la

condesa de picos pardos. mano al conde y se entra con


fc^/^x/W^^

l.)

Saln suhferrneo de arquitectura antiqusima, debajo de los campos de Baraliona. En el fondo se ve en un nicho la redoma encantada. En medio del tablado un pedestal. Se oye msica estrepitosa dentro y la algazara de un baile
,

desordenado.

ESCENA

VIII.

GARABITO {de vieja y con el trage de archimaga, conducido por el Secretario ). porteros. Luego brujos y
BRUJAS.

Secretario.
tero.)

{A un
es

portero.)
la

decid que

orden de

Avisad todos que vengan: archimaga. {f^ase el por,

Garabito. Ni yo doy esa orden ni necesito aqui nadie, ni quiero sino soltar estos arrequives que me babeis encajado... por sorpresa. Dale con archimaga, aqui: archimaga, all; despache usted esto , entrese usted de lo otro... Como diablos os he de

'9 decir que no soy la tia Mariznpalos^ Secretario. Y cmo se lo queris peisiiadir vuestro secretario ntimo? Garabito. Me tenis ya frito, seor secretario. Secretario. Esa es una metfora pero si persists en tan ridculo empeo ^ se os freir positivaiiiente.
;

Garabito.
Secretario.

Cmo? En la

caldera de los conjuros.


el picaro

Esa pena

imponemos

los di;nalarios recalcitrantes.

Garabito. (Aparte. Para por ahora.)

que haga dimisin

Brujo

1."

(Que

sale

corriendo tras una ji>cn.)


,

Una

contradanza conmigo mi diosa. ha joven. No, que reir mi marido. Brujo 1.^ (Corriendo tras una vieja.) Un fandango, abuela. Vamos, que ese cuerpccilo pide guerra
todava.
JLd vieja. De'jeme en paTi, mostrenco. freces dentro. Aqui, aqu! (Sale un tropel de brujos
|

jr

brujas voceando y tocando varios instrumentos como bandurrias , panderetas ^ gaita, tringulo y castauelas. Algunos bailan. Palmadas', cesa la msica.)

Secretario. Basta ya den si quieren.


,

de broma. Guarden los socios or-

Garabito. Guarden silencio las socias, si es posible. Los porteros. (Haciendo sonar sus mazas huecas.) Atencin.

Secretario.

(A Garabito.) Subid vuestro puesto. Garabito. (Aparte al Secretario.) Pero, secretario... mis achaques me han barajado la memoria.

si

Secretario.

No se admite disculpa. Habis visto los espedientes y habis repasado el proyecto de arenga: dadnos esta vez, que ser la i'iltima el gusto de veros desempear vuestras funciones directivas. Garabito. (Aparte. Ay Dios me la depare buena.) (Sube un pedes/ al que hay en medio del teatro.) Brujos y hiujaS de todos los aquelarres de Espaa, se da principio al concilibulo.
,

X(7 ji'rn.

La
1."

vieja.

(A

un

No hurgue la vieja. No se eche encima la mocosa. brujo muy despilfarrado.) Coloqese

en su

20
JLo.

grupo; los de aqu gastamos medas de jeda, porteros. ( Haciendo ruido con sus maias.) Atencin
)

Garabito. {Aparte. Cual es el primer punto? Ah! ya estoy.) Sabios compaeros... La hora en que el ejercicio de la hechicera se abandone para siempre en Espaa, va sonar al instante. Escrito estaba , como sabis, en nuestros libros profe'ticos , qne nuestra secta cesaria de existir en la pennsula , cuando desapareciese la valla natural que la divide del continente. Esta condicin est ya cumplida. Diez aos h que el rey de Francia pronunci aquellas fatdicas palabras: ya no hay Pirineos. 3." Pido que se averige la verdad del hecho. Garabito. Aqu no se viene averiguar verdades. 1." Fuera el que interrumpa. Todos. Fuera!

Los porteros. Orden. Garabito. Yo, que vi bambolear en sus cimientos el quise evitar que perecisemos alczar de la magia entre sus escombros: quise mas; quise que de la ruina del arte naciese la prosperidad de los que lo profe,

saban; quise, en fin, que renunciando ser brujos, nos dedicsemos hacernos ricos, y que eu lugar de chupar la sangre nuestros contrarios, trasladsemos nuestros bolsillos el oro de sus gabelas.
a.
1.**

Cmo lo parla Cmo rebuzna!

tiempo.) Silencio. Orden. Chito. Callen Callen ellos. Garabito. {Dando una gran voz.) Callen los que mandan callar. {Se restablece el silencio.) Mi proyecto fue admitido con entusiasmo; y cuando pasado el tiempo prescrito para darle felice cima , os reno en est.TS catacumbas, sobre las cuales se estienden los ce'lebres campos de Barahona , en vuestros ojos, en vuestros vestidos, en vuestros ademanes descubro, enagenada de jbilo, el orgullo, la petulancia, el sobrecejo insultante que caracterizan al hombre que de pobre ha pasado opulento. 1. Eso se poda suprimir. 2." Aqu no se viene a averiguar verdades.

Todos.

{A un

ellas.

21 llame al ren la archimaga. Secretario, (yaparle GaraiVo.) Usad del };raii recurso. Garabito. Y cul es? Emprender palos con ellos? .** Propongo un voto de censura.

Algunos.

Que

se

Muchos. Apoyado. Garabito. {Despus de haber hablado en


Secretario.) Silencio.

secreto con el baslon de aroltirespeto.... voto al maga todava , y si marques de Villena!... {Suena dentro un estrpito horroroso: los brujos caen aterrados al suelo.)

Yo empuo me fallan al

el

Todos. Perdn, perdn. Garabito. Alzad, y no me obliguis repetir ese juramento terrible que hace estremecer las puertas del infierno. {Reptese el esiruendoy pero menos fuerte.) Visto ya que no se halla entre vosotros ninguno taa estpido que no haya sabido enriquecerse cosa agena, solo me falla averiguar las profesiones que algunos socios han elegido. Cornelio Trapisondas, con que modo de vivir se ha disfrazado? Brujo 3. Soy casamenlero. Garabito. Judas Sanguijuela, 4. Escribano real. Garabito. Matatas Garrones. 5.*" Usurero. Garabito. Dimas Tragaldavas. 6.** Asentista de todos los ejrcitos beligerantes. Garabito. Toribio Pichle.
-

7. Poeta.

Todos. Fuera, fuera el profano. Garabito. Nuestro iiislitulo no permite ningn socio egercer una profesin indiferente. Desde la de holgazn pensionado hasta la de sacamuelas hay mil empleos en que hacer dao la sociedad, cuyo azote somos. Elegid uno de ellos. 7. Voy escribir en comedias la vida del hombre malo. Garabito. Eso es distinto. Entontecer y desmoralizar al pblico es una obra meriloria para nosotros. Ultimo punto. {Aparte al Secretario. Cul es el ltimo punto ?) Secretario. Lo de la botella.... Garabi'9t \hl si: tengo esta cabeza perdida. Eti ca
,

redoma yace, cual sabis, encantado el reformador de la magia en Castilla el celebre don Enrique d Aragn, marques de Villena. (Todos los brujos ha-^ ceu una profunda reverencia.) Trasladada esa ampo-* lia desde Madrid este sitio por los espritus inf,.>j*
,

por los espritus nuestros auxiliares, dejando en sti lugar ulra para que el insensato vulgo la hiciese aicos , ha parnianecido largos anos intacta. En el momento en que una mano atrevida quebrante ese vaso, volver el marques de Villena contarse en el nmero de los vivientes. Habiendo vosotros.... habie'ndoiius nosotros servido de la magia para fines dis- tintos do los que se propuso aquel hombre singular, que emple neciamente su saber en beneficio del mundo, de temer era que si le libertbamos deesa estrecha crcel, nos castigase por haber desnaturalizado la ndole de su doctrina. Propongo, pues, que la redoma encantada quede en este parage hasta la consu^

macion de los siglos. \ Todos. Aprobado. Garabito. {Aparte, Abrevimosla despedida.) Secuaces de Merlin , hijos de Celestina, soltad ja dlas manos el c^?tro con que mandabais la naturaleza. Gozad de los bienes que os procur vuestra industria; ellos os harn respetar de ios mismos quienes habis despojado; y al bajar la tumba, la necia posteridad, lisongera siempre con el poderoso, estampar en vuestra losa con el oro que usurpasteis pomposos letreros en alabanza de virtudes que jamas habris conocido. Libres sois, compaeros, libres sois, espritus que nos habis asistido. (Lnas figuras aladas vuelan.) La secta de los brujos queda para siempre disuelta en Espaa. {Rompe el bas'on, se baja del pedestal y deja las dems insignias archimgicas.)
.^

Brujo 1. {Ai que tiene su lado.) V. rae insult en Zugarramurdi. 1.^ {A otro.) V. se habia propasado conmigo. 3." {Al 1.) V. me debe y no me paga.

Una bruja
1.
2.*^

a otra. Ella ser la puerca.

{Al

3.) Satisfaccin.

Esplicacion.

23
3.

dinero. Bruja. Mi limpieza. Muchos. Fuera , fuera.


1.)

(M

Mi

Algunos, Aqu ya nadie manda. Otros. Cachete y tente perro. Todos. Afuera, afuera. {Rien todos unos con otros y salen aporrendose.)

ESCENA

IX.

Ya

sal del apuro. No: en llegando Madrid, me voy derechito la btiliardilla de la tia Marizpalos ver que' riquezas habla adquirido. Esto se entiende si no han acudido anteslos alguaciles, porque lieiidoque

chupar, andan mas listos que los brujos. Pero cmo me dirijo yo ahora Madrid? Esa famillota ha renunciado solemnemente la hechicera; pero su primer dignatario hechizado se queda. Derechos ad(|ulridos, que se respetan en esta revolucin. Sirvmonos de las noticias que se me han dado. Consultemos al protomaestro de la facultad. Aquella es la redoma encantada, donde est en forma de lcali voltil el marques de Vilieiia: restituyamos al mundo un hombre de bien; no abundamos hoy dia tanto que uno mas nos estorbe. {Coge del suelo un pedazo del bastn de archimnga.) A la una, las dos: pimi! {Rompe la redoma. Sale de ella una llama primevo^ y humo despus que se va aclarando y dejando ver lo figura de don Enrique.) Calle! pues se ha disipado se cotoce que la tal combinacin mgica se habla desvirtuado con el tiempo. Pero no: all distingo no se' que pajarraco, que casi tiene figura humana. S, cada vez lo veo mas claro, El es.... digo, e'l puede ser, que yo no he alc;inzado los tiempos de su sefioria. {Don Enrique baja del nicho al labiado.)
, ;


24

ESCENA
DON KNRIQE.
Enrique.

X.

GARABITO.

Deste parage non guardo membranza. jDios elernal! d esto? Qne ha sido de m?

Melendo uo, Ferran... Ningn servidor me acude. Dormir he debido asaz. Vos, qnie'n sodes?
,

Garabito,

(/parfe. Yo no entiendo pizca de tal guirigay.) Si usted pregunta r^uien soy, le dir' en primer lugar que no soy lo que parezco.

Enrique,

En que parame fablais? De luce vens, la fembra


de arreo descomunal. Arreo es cosa de bestias, y bien que pobre pelgar, nombre de aguda cabeza
por todo Madrid Esto es Madrid?
es

Garabito.

me dan.

Enrique. Garabito. Enrique.

No
Barahona.

seor.

D yaz
la

Garabito. Enrique.

caverna en que se ayuntan los nigromantes? Cabal. (/parfe. A las micnles se me viene la mi redoma, mi gran
encantamento...) Cul ao corre de la era volgar? Mil setecientos y diez, si no miente el almanac. Oh triunfo del mi saber! Sciencia fallada por Cam,

Garabito.
Enrique.

yo la perficion te aduje, yo fiz lo que nadie faz. Ves, don rey de lus esferas.

a5
cujo dedo
es el pilar

do asienta la pesadumbre de la mquina mundial, de fiiojos vos adoro: mi superbia perdonad. C seor, quien so guaresce
,

de un tanto de vanidnt,
ver la

Garabito.

torna en aquesta guisa lumbre solar? Docienlos setenta y tres aos he posado en paz en mi escondredijo. Ha sido una siesta regular, Y despierta usted con toda su mgica habilidad?
si

Enrique. Garabito.

Qu
es

cosa es usted"?
Usted....
usted....

cuando yo

hablar

me pongo con el,.... soy yo, si me habla un pelafustn;


y
si

el

y todos son ustedes


quieren llamar.
fine,
'^

se lo

Enrique.
Garabito.

Dios me
si

buena vieja,

vos entiendo. Alio all: si soy vieja, es que me han hecho que me madure en agraz, envolviendo en esta cascara

un hombre como un varal. Rumjnad lo que fablardes. Traen en aquesta edad los varones de Castilla
ese aparejo?

Garabito,

No

tal;

pero hace poco me di bien contra mi voluntad, un bao en cierto calducho, preparacin infernal que una bruja en su tejado tenia puesto enfriar; y mreme usted trocado

26
Enrique.

en ella, sin mas ni mas. (yaparte. El mi anillo prepotente ganoso estoy de probar.) Criatura contrafecba, torna tu ser natural. (Desiparecen los vestidos miigeriles de Garabito daido en su traje ordinario.) Garbito. Ajaj Ya me conozco. Sentia una frialdad antes en la s.ingre... abora no, hierve como un volcan. Mil gracias, seor marques; no se muera usted jamas. Usted es hombre de pro: Lien hice yo en quebrantar su redoma. Q"e t fuiste? Enrique.

que-

Gualardonarte me cal. Garzn bien queriente mi,


I
I

demndame y en acudir
n)i

tu solaz,

al tu

gusto

Garabito.

prestcdumbre vers. un conde que sin razoa

me

ha mandado apalear, quisiera yo darle asi... una leccin de moral, para que la pobre plebe tratase con caridad.
,

Enrique.
Gftrabito.

eres pechero

Artesano.

Enrique. Garabio. Enrique. Garabio.

Pobre? Cuanto gano el pan. E Un grande aborreces


Pues,

Eirique.

y por el los dems. Grande ansimesmo so yo; memhrede^lo don fulan.


,

Garabito.

Enrique.

{Aparte. Bestia de m! A buena vine mis (nejas dar! Dos lobos de una camada, digo, si se mordern?) Palos, desorejaduras

parte

azotamientos, lo al desta guisa, lo sofrian antaiio con homildat los villanos, c tal era ley e' usanza general.

Garabito.

{Aparte. Pues no hemos perdido poco los pobres con no alcanzar


ese siglo!)

Enrique,

Plazme empero
la facienda averignar

de esotro conde, punido de mi ser.

si

peca,

Ah

de los genios del aire

que obedescen mi mandar! Sepades poner por obra


mis disinios.

Voz

dentro.

Ya

lo estn.

{brese en el muro del Jondo un boquete, y se ve al conde en su casa^ acompaado de don Gaspar y don

Ramn.)
Enrique. Garabito, Enrique.

Cul

es tu

inimigo?
Aquel.

Oigmosle en poridad.

ESCENA

XI.

EL CONDE. DON RAMN. DON GASPAR, scnlados alrededor de una mesa y bebiendo. don esPiIQue. garauito.

Conde.

Gaspar.
Conde.

su resolucin: bodas, calabazas. de que' manera trazas

Tal fue

humillar su presuncin?

Ramn.

(Bebiendo.) Satisfaciendo su antojo. Casarte con ella quieres? Vaya t por las mugeres
,

sers capaz de

un arrojo.

Conde,

Gaspar.
Conde.

os instruyo del plan que en mi mente ordeno. Bebamos, que el vino es bueno el plan ser como el tuyo.

Bebed mientras

{A Gaspar.)

Si

yo no recuerdo mal,

38

me
Gaspar.

has dicKo en una ocasin que tienes un cdseron


all junto Portugal.

Si es un castillo roquero

Raman.
Gaspar,
Conde.

con cuatro torres enormes. Desde ellas se le ve al Tormes desembocar en el Duero.

Su nombre solo anonada y aterra al vulgo sencillo.

Como

se

llama?
Castillo

Gaspar.

de la cabeza encantada. Llevo por punto de honor, ya que todo lo vend, salvar esta 6nca.

Ramn,
Conde,

S ^ basta que halles comprador. Pues all pienso llevar

mi orguUosa hermosura,
all

vestido de cura,

me
Ramn,
Gaspar.
Garabito. Enrique.

casars t, Gaspar.

Bravo!
Bien!

Q"e
ser
,

tal?

Gaspar.
Garahilo. Conde.

Judio que non fijodalgo, aquesc borne, Un mundo valgo para el lance. Vaya un lio! Ramn de padrino har.

Ramn.
Gaspar.

De

sacristn,

si

conviene.

Conde.

Buen chasco se le previene esa necia! Rabiar cuando averige el misterio. Se le deja que alborote y luego le doy un dote
,

la llevo un monasterio, Por el logro de mis fines. {Brindando.)

Gaspar,
Enrique.

Por

la

simple que se vende

s propia.

Yo

por ende

=9
la defiendo
,

malandrines,

mengua

del nombre espao1< (Cirrase la abertura,)

ESCENA

XII.

DON ENRIQUE. GARABITO.


Garabito,

Enri<jue.

Garabito, Enrique. Garabito. Enrique. Garabito. Enrique,

sepa, seor marques, que la Dorotea es una chica como un sol. Fermosa? Y noble y honrada. Noble doncella otros? Sabe mas que un zahori. Ser un tanto engorgollada.
Si es la
j

dnUura
tal!

en persona.

Cuerpo de

Noble, escienle,

garrida, honesta e' placiente...! Meresciera una corona.

Garabito. Enrique.

Pues nada pondero

Ana
faz el encomio que si con el similitud

dud

habr
Garabito. Enrique.

la

dama.

Es divina.

{Aparte. Sabrc'lo, en tanto que fablo contigo mesmo, socapa.) (A una seal de Enrique se hace en el foro una abertura pequea , donde se ve el ros'ro de Dorotea.) A t que es moza de chapa! Garabito. La ve usted? Dnde? Mira al fondo y y en lugar del rostro de Dorotea^ se le aparece un feo mascaron. Garabito aparta la vista espantado.) Huy! que' diablo! {El busto de Dorotea vuelve aparecer.) Enrique. Estrellas sus ojos son, su semblanza toda un cielo. Garabito. {Aparte. Capaz era ese mochuelo de asustar san Antn.) Enrique, Ya es forzado que me nombre

3o
Garabito.
captivo suyo. {Aparte.
.

Habr

visto

que yo ? {Suelve mirar, y aparece otra figura horrenda.)


el lo
\

Jesucristo
este

De
Enrique,

que' se

enamora

homLre?

{Cbrese la apariencia.) Ora pues, al conde trato


befar; mas empeo es mi que non partas man-vaco de m c non soy ingrato. Tres cosas en tu magin
,

discurre

e'

drtelas he.

Garabito.

Tres? Pensare', pedir', y no pecare' de ruin. Tres deseos! Doy un susto

maana

Madrid,

lo espanto.

ocurre tanto...! Que barbaridad! que' gusto! Ya el gozo me tiene chispo. Adis, plomo; adis, pizarra. De aqui he de salir, no marra, arzobispo. lo que menos Tres cosas pedir intento, con las cuales ni al villano envidie su cuerpo sano, ni la virtud su contento,
jJesus! Si
,

me

ni los deleites al rico

con que la suerte le adula. Para contentar su gula sudan esteva y pellico, y el caudal de un puebla entero en un plato lo devora. {Bosteza.) Un hambre me d que ahora me tragaria im carnero. Aparece en el aire un plato enorme con un carnero
,

asado.) Enrique. Garabito.

Primer deseo complido.


Metilecato de m! Bruto!

Por un antojo

sin fruto

mil ventajas he perdido. A quien sino m le asalta

3i
ese bestial pensamiento?

La
'Enrique.

cola para jumento

es solo lo

que me

falta.

Dilela pues. {f^uela el plato , y slele Garabito una cola de asno.) San Millan! Garabito. Hacia el fin del espinazo he sentido un embarazo... {.Vindose la cola.) jPues cierto que estoy galn! Cielos! A quien el destino con tanto rigor aqueja? Ya me transfiguro en vieja, ya me ingertan de pollino. Que' he de hacer yo, Dios eterno, con esta superfluidad? Qudate una volnnlad. Enrique. Garabito, Vaya la cola al infierno. {^Se abre un escotilln por el cual asoma un diablillo que arranca la cota Garabito.)
^

Enrique. Garabito. Enrique,

Ya mi debda

satisfiz.

poca costa.

Maguer
compl farete placer. Que' cobdicias? Ser feliz.
,

Garabito, Enrique.

Aqueso sin m lo has. Agrdate de tu estado,


e'

cuntate afortunado.

Garabito. Enrique. Garabito, Enrique,

Deseara yo ademas... Dineros? Algunos. Esa piedra es tuya. {^Selale un pedestal.)

Garabito. Enrique.
(

Gran tesoro!
Ctala bien. / pedestal se convierte en oro.) Cmo! Es oro? Oro.

Garabito. Enrique. Garabito. Enrique.

es

mo?
S.

32
GarahitOi

Pesa
muclio para qiie de aqu pueda ni movella jo. Levarla non puedes?

Enrique. Garabito, Enrique.

No*

Ella, pues, le'vete t. ( pedestal se llei^a Garabito.^

ESCENA

XIII.

DON ENRIQUE.
Espritos del aire, cual e'l de sotiles, que al home enseados, burlndole al par, viandante yo agora por nuevos carriles, atevos ende mi planta guiar.

me plugo alongar, cobdicia me priso de honesto placer; mi vida segunda comience correr veyendo mi pecho su atan alcanzado, su afn sempiterno de ser bien pagado de amante fermosa , e firme muger. (5e ha abierto el foro: una porcin de genios alados rodea don Enrique condiicenle la abertura de donde salieron y le colocan en un carro areo que le saca del subterrneo.)
Si el cuento mis aos
;

ACTO SEGUNDO.
Decoracin de jardin magnfico. Dos pedestales los uno en el fondo: sobre cada uno de los primeros hay un jarrn, sobre el ltimo una esfinge. Bancos de piedra,
lados y
asientos rsticos,
^''c.

ESCENA

PRIMERA.
GARABITO.
la

DON ENRIQUE.

Gar.

Con que renuncia usted que al mundo causara

sorpresa

Enr.

Gar.

Enr.

revelando su nombre verdadero? Bien hecho podr ser; pero me pesa. Me sobra con mi antigua nombradla; solo felicidad es lo que quiero. Nuestro secreto morir conmigo, aunque en hacerlo pblico tenia el inters de parte y de testigo. Un siglo no es bastante, contando maravilla por instante, para gozar completo el portentoso espectculo nuevo que tu mano benfica le debo. lzate del sepulcro tenebroso, ruda generacin, cuja demencia confundiendo el saber con los delitos, ceniza redujo mis escritos: contempla de otra edad en la esperlencia los magnficos frutos de la ciencia. Cruza Colon las indomadas olas del frvido Occeano, y all en un mundo incgnito su mano pone audaz las banderas espaolas; abre la ilustracin canal inmensa, productora multplice la prensa;
,
:

3^
la cristalina lente,

Gar.

por el cielo esplendente siguiendo el giro de sus luces bellas, avecina del suelo las estrellas; y la mal disfrazada alegora, tmido ensayo de la pluma mia, de inters, de verdad, de pompa ornada, ya de pual armada, ya tomando la mscara risuea, deleite ofrece sentimiento y juicio, y en ingeniosas fbulas ensea respeto la virtud, horror al vicio. Siglo feliz, que con veloz progreso ves la perfeccin en todas partes las costumbres correr, las ciencias y artes! Pues un decano vyanlc con eso. Mtenme si no jura por su vida

que solo
Enr,

all,

pudo haber en Espaa

cuando su edad florida, cosa buena.


,

La

vejez en su ciego rigorismo

ya de placer agena todo lo nuevo con afn condena. Dura, desmemoriada, intolerante,
siempre ser lo mismo que antes y en tiempo de don Juan Segundo, mientras existan Juanes en el mundo. Sabe mas en el dia un estudiante los seis aos que lecciones toma, que (fuera de la magia, por supuesto) yo cunndo preparaba mi redoma. Y por mas que prediquen , algo es esto. Una fregona de hoy cuando se alia, manto luce y basquina que, aunque no soy en la materia ducho, creo que codicidolos hubiera la marquesa mi esposa, que Dios haya. Y digan lo que quieran, esto es mucho. Mengua el delito y se le tiene raya; no tan ceuda ya ni tan austera, la virtud se reviste de dulzura y ocupando su puesto la hermosura, la hace el hombre de esclava, compaera.
;

Gar. Hnr.

Gar.
Enr.

35
vuelta la morisca prole al rido confin que origen (lile, menos brbara es ya , menos impa. No nos falta materia para lloros; tudesqultos leemos todava, que hacen mas daio que si fueran moros. Cmo no echa usted mano de sus untos, j rebeldes y aliados, todos juntos, no los coge y estrella de un porrazo en la cumbre del monte Chimborazo? Ya la suerte del trono don Felipe dej en Villaviciosa decidida nube ser que leve se disipe, la furia de la hueste fratricida.
,
:

La guerra

Gar.

Enr.

Prxima est la paz y la campaa tenido hubiera duracin mas corta, si no fuese destino de la Espaa no conocer jamas lo que le importa.
,

Esta mi suerte fue tambin un dia y me cost el error perder estado, y honra y felicidad. Escarmentado,
,

vuelvo por fin la segura via; y en el presente empeo, la postrimera vez ser sin duda que mis recursos mgicos acuda. De numerosas posesiones dueo, donde practique la virtud sin brilloj retirado lal vez en un castillo, en la corte tal vez, y en esta aldea, desconocido vivir' en reposo,
felicsimo esposo

de mi dulce y hermosa Dorotea. Gar.


Que' ageno estar el conde de la funcin que aqui se solemniza!

Cmo
que
la

ha de imaginarse, ni por dnde, boda que en falso preparaba,


,

usted la realiza

tomando

nombre y trage? Bramando de corage, vagar por Madrid, buscando el coche


su figura,

Enr.

que llev ustedes casarse anoche. Castigo merecieran mas severo

36
que usurparle
Gar,
Enr.
la

dama

sus deslices.

Dganlo mis

costillas infelices.

Mas todavia desquitarme espero. Desecha pensamientos inhumanos:


vengarse es el placer de los villanos.

Gar.
Enr.

Gar.

Esa razn me favorece al doble ni el conde muestra ser, ni }o soy noble. Culparn en la sala mi tardanza los convidados ya. Toma te dejo mi talismn, mi poderoso anillo, que le dar completa semejanza con don Lan... El traducirme en viejo no me divierte, vamos. Que usted se cambie en otro es muy sencillo, porque no e un adonis que digamos;
:
:

pero yo...

Enr. Gar.

En m

que' ves?

Enr.

Gar. Enr.

Reproducido miro al conde que causa mis enojos. Pues yo solo he mudado de veslitlo la ilusin no est en mi, sino en tus ojos; y asi, sin que en tu ser mudanza se haga... Si es usted el mismsimo Viznaga.
:

Te
de

lo la

parece

pero visto fuera

mgica esfera,

Gar.

igual se presentara mi persona, que all al resucitar en Barahona. Buena igualdad, por Dios! Cuando una con usted se desposa , persuadida

dama

de que es el conde quien amante llama, puede una cara hal)er mas parecida?

Cabe mas fiel traslado? Larguirucho, delgado, un poco saltarn, el pelo en roscas... (Don Enrique se re.)
Enr. Gar. Enr. Gar.
Aleja al mayordomo De buena gana pero
;

si

llegare.

usted repare....

Dios, (f^ase.)

Hecho me deja un papamoscas.

3;

ESCENA

II.

GARABITO.

Y porque yo me adorne mi meique


con este anillo, de tan mala vista, que no diera por el un diamanlisla para tres cuarterones de alfeique, sin mudar ni una pinta mi pellejo, me han de trocar con don Lain Cornejo? Me parece que en ^esto don Enrique, mal que le pese su prudencia toda, discurri..,, como novio en tornaboda. Un faroln apuesto de rosario que si un tocador tuviera enfrente, ni un pelo me veia diferente, (^Diciendo esto se coloca delante del pedestal de la izquierda^ que se convierte en un espejo donde aparece don Lain de cara: el pedestal de la derecha le representa de espaldas.) Viilgame San Macario!

No

es aqxiel el vejete estrafalario,

de Pascuala dignsimo pariente? Calle! y me copla cada movimiento! Me hace usted burla? Cuenta, no le tire por la caricatura, un guijarro los dientes. Que' jumento! Dice bien el marques: si es la figura que en m tiene que ver el que me mire, {Adelntase un poco hacia el proscenio ^ y desaparice la imagen de don Lain en ambos espejos.^ Semejanza cabal es la que tomo, por cierto, con el rancio mayordomo! {Retrocede , y vuehe verse la Jigura de don Lain en los dos espejos.) Y tengo aqu Pascuala, (ue ha venido la boda de su amiga!

De

su traicin el cielo la castiga.

Para vengarme, la ocasin no es mala. Estaba de tus ojos escondido porque no peligrase la tramoya; mas ya, infiel, que remedo tu marido....

38
Juro acatar tus vnculos legales; pero donde te pesque.... All arde Tro^a. (P^uhese de cara al pedestal dla derechayY se ve en l de Jrente don Lan.) Mis manos conjugales, en tus lomos haciendo fiera riza, vengarn tu traicin y mi paliza, leccin que ensene toda bonetera no engaar al hombre que la quiera. Veamos en el nterin si encuentro por all don Lain. Htele dentro. (^Asoma don Lain por el fondo j y se cierran los pe-

destales.)

ESCENA
DON
LAIN".

III.

GARABITO.

Lain, {Aparte. A esta quinta se ha encaminado , segn me dicen, el carruage de Dorotea. Preguntemos.) Guarde Dios V., enmarada. Garabito. Servidor, hidalgo. Lain. Pudiera V. decirme si ha visto pasar un coche por estas inmediaciones? Garabito. Una docena de ellos pararon aqu medioda.

Lain. Pues no tiene traza de mesn este edificio. Garabito. Yo lo creo: es el palacio del seor conde de la Viznaga. Lain. Del seor conde de....! A quie'n dice V. que pertenece esta finca? Garabito. Dale. Al conde de la Viznaga. Lain. Sabe V. que habla con quien tiene en la ua todas las posesiones del seor conde? Garabito. Pues esta se ha escapado de sus uas de V., amigo. Lain. Sin duda es compra muy reciente de su seora; tan reciente acaso, que todava no la habr visto. me paGarabito. Seor cuando come boy aqu
rece

Lain. Aqu est el seor conde? Garabito. Hombre, V. se admira de todo. Que' tiene de particular que un conde coma en su casa?

^9
Lain. Maldito y tampoco lo tendr que participe yo de su mesa. Con permiso de V., mi dueo. Garabito. Adonde va V. tan diligente? Lain. A ver mi amo. Garabito. V. sirve al conde de la Viznaga ? Lain. Bueno seria que me lo quisiera V. disputar! Garabito. Yo conozco todos los dependientes de su seora, y jamas he tenido el poco envidiable gusto de mirar ese coramvobis de fariseo. )nde Lain. Si querr V. conocer los criados del mejor que yo ? Garabito. Pues quie'n es V. para conocerlos? Lain. Su mayordomo. Garabito. Su mayordomo? Lain. S seor, don Lain Cornejo. Garabito. Sabe V. que voy sintiendo una comezn irresistible de cargarle V. de lea? {Toma de un ban;

co un palo.)

Lain.

Haga V. por resistir la tentacin , lo menos basta que yo sepa la causa. Garabito. V. se atreve usurpar el nombre de Lain Cornejo, vinculacin de mi familia? JLain. Yo no usurpo nada nadie: ese nombre lo he llevado yo desde el dia de mi bateo. Garabito. Mi opinin en este particular, es enteramente contraria y va V. probar el peso de mis ar,

gumentos. {Alza el palo.) Lain. Permtame V. le diga que esa lgica fulminante podr dejarme sin costillas; pero no sin mi nombre. Garabito. Yo tengo en la mano los medios de convencer V. de su eiror. Lain. Pero hombre, que le importa V. que yo me llame don Lain, Periquito Fernandez? Garabito. Sopa V., para que se confunda, que quien se llama Lain Cornejo, quien es mavordomo del seor conde de la ViznagfX, soy yo. /.ii'/. Usted? Est V. seguro de ello? Garabito. Quien sino yo h die'/. aos que reduce ala mitad las rentas del conde? Quien le arruina y le presta cincuenta por ciento el mismo dinero que le desfalca? Quie'n le induce que pase la vida entre banquetes, amoros y jugadores, para que sui

4o
gastos so aumeiilen y no repare en las cuentas? Lain. Dios de Israel! Si este hombre no es don Lain,' cmo sabe tanto? Sobre que ya voy teniendo dudas.... Y en verdad, abora que reparo en el, que se parece m como se parecen dos cosas cuando son iguales. Con todo, yo creo que yo soy yo, soy Lain todava. Garabito. La prueba. Conoce V. un gallardo mozo cuya fan)a vuela por las ventanas de la corte , lla-

mado Garabito?
Lain. S seor que le conozco. Y que'? Garabito. Y quien es ese hombre? Lain, Un majadero de folio. Garabito. No preste V. nadie cualidades propias yo hablaba de su egercicio. Lain. Es vidriero.... y torpe, y carero y descorte's. Garabito. V. parece de su oficio segn le elogia. Que ha trabajado para ol conde? Lain. Valor de ochenta pesos, que le han sido pagados con chenla palos propuesta mia, y en virtud de decreto verbal del conde. Garabito. Oiga! Y que' ha. hecho V. de la novia del
:

su.sod icho?

Lain. Mi nuiger. Garabito. Y con respecto e'l , se ha encargado V. siquiera de alguu negociado? Lain De enviarle ganar un curso de rebenque bajo la direccin de un cmitre de buenos humos. Garabito. S, eh? Viejo canalla, recibe el premio de tus bcllaqucrias. {Le apalea.) Favor! No hay quien me socorra? Loin. Ay ay Aqu me refugio. (Sbese al pedestal de la esfinge, la cual le echa al cuello una guirnalda que tiene en Hasta los bultos las manos, y le sujeta.) Diosrnio de piedra se levantan contra un pobre mayordomo! Piedad Misericordia Por nuestra seora del Fresno, por el seor atado la columna.... Garabito. Es usted don Lain todava? Lain. No seor, ya no soy mas que un hombre molido palos. {Bjase.) Sus argumentos de V. me han hecho conocer (|ue me he equirocado de nombre hasta el dia de la fecha.

4I
Garabito. Volver V. usar el niio? Lairi. No seor , fe de Lain Cornejo. Garca. Picaro, toma, para que tengas meraoria. Lain. San Dimas, favorecedme. {Huye.)

ESCENA
PASCUALA.

IV.

GARABITO.

Pascuala.
Garabito.

Que' alboroto! que os niatabun

Yo me

sin

duda

cre.

Y
la

te

hace salir aqu

gana de verte viuda? ascuala. Desatender es mejor quien en locuras da. Tenis acaso hecho ya testamento mi favor? Y cmo es. que habis venido aqui contra mi mandato? Cuando de esparcirme trato, lejos de m mi niarido.
Garabito.
tengo dicho mil veces. lo escucho la primera. Os faltaba la sordera ,
tras tantas ridiculeces.

Lo Yo

Pascuala.
Garabito.

{Aparte. Para enfilar una riaa,


se

va preparando bien.) dgame usted: quie'ii se figura que habla, nia? Pascuala. Al hombre que se oblig con toda formalidad

no tener voluntad, porque le sufriera yo. Garabito, No consiento que me roben mis derechos maritales. Pascuala. Tenis setenta cabales, y habis casado con joven. Por eso vuestro deber es contemplar mis antojos, y adivinar en mis ojos indicios de mi querer. Solamente puedo as no echar menos los unanles

u^
que rae pretendieron antes que os acordarais de m,

y me amaban con pasin, y siempre me obedecieron, y solo pintado vieron

Garabito.

don Pedro Caldern. A un hombre de mi calibre

decir desvergenza tal!

Eh! dejeme el carcamal hoy de su presencia libre. Garabito. T te propones hacerme que le mida las espaldas. Pascuala. Guardad respeto las faldas: no despertis quien duerme. Mirad que dir carilo, porque Lucifer os deis, que ni besar merecis donde pise Garabito.
Pascuala.
Garabito. Pascuala.
Que' oigo!

Es un bobalicn, quien no estuviera mal ir atado de un ramal beber en un piln pero una muger la esponja mucho el mimo y el regalo; y el por m... Garabito. \/iparte. De' usted un palo despus de tanta lisonja!) Pascuala. Siempre un mozo es muy distinto de un viejo. Garabito. jCon que en resumen.. Pascuala. Me agradaba su chirumen, mas que vos, con tercio y quinto. Garabito. Que es lo que oigo! Voto chpiro! Y despus del casamiento, va por ventora en aumento la aficionciUa al gaznpiro? Pascuala. Y que' tuviera de extico, si en vuestro genio ridculo halla natural vehculo todo capricho estrambtico? De gruir troche y moche

no paris en todo

el di.i,

y Garabito veia mas rendido cada noche. Desde que en vos el autor
miro de su zarandeo, ha subido vuestro feo
la lnea

del horror.

Pobrecillo

Garabito.

S, vindcalo,

y tu podrigorio, bfalo; que es...

Pascuala.
Garabito.

Un
Un

hurn.

Un
avestrur.

cerncalo.

Pascuala.
Garabito.

Un bucfalo, {Aparte. Que' tarde mi amor se aprecia tan fino, puro y brillante " como punta de diamante^ como cristal de Vnecia!)
Milagro del Lava pies,
buhardillero scrafin, no mires don Lan en el botarga que ves; mira una persona ambigua, que une con prodigio nuevo un corazn de mancebo, y una cara de estantigua; y aunque tu razn no entienda

de mi discurso

el busilis,

pnle diques la bilis, suelta al cario la rienda, y halle en tus brazos hermosos mi mal su dulce especfico. Pascuala. Proseguid , que va magnfico: asi han de ser los esposos; y aseguro por mi honor, que jamas os escuche ponderarme vuestra fe' con tono tan seductor. Garabito. En esa mano mi boca temple del pecho la fragua. Vascnala. Tomadla.

44
Garabito.
si

Pascuala.

Garabito,

Pascuala. Garabito. Pascuala. Garabito.

{Aparte. Soy hombre al agua , me hace alguna caroca.) Contenta de vos estoy. Por el abrazo llegad j es el primero en verdad que de buena gana os doy. {uparle. Mngcr del prgimo es, si es prgimo quien me zurra; pero es tan mona... tan curra...) Os disgusto?

Ay

al revs.

Que' decs entre vos?

Rezo,
y digo...
Que'?

Pascuala. Garabito.

Pascuala.
Garabito.

Que t eres, entre todas las mugeres, de mi virtud el tropiezo. Antes la virtud se paga del cario que os espco. (Aparte. Si no la convierto en mcO; mi resolucin naufraga.)
Con que un
desaire...?

Pascuala.
Garabito.

Pascuala.

Que hubiera

Q'^^ dices? sido insultarme,

rogar primero y dejarme con un palmo de narices. Garabito. Eso, diablo tentador, (Asiendo el palo y amcnazcindola.)
tendrs.

Pascuala.
Garabito.
Hu.ye.

A m

tal

injuria!
que' furia!

Pascuala.
Garabito.

Dios mi!

Huye.
Socorro! Favor! Pierda ese rostro, depsito de fuego de amor volcnico,

Pascuala.
Garabito.

Pascuala.
Garabito. Pascuala.

pierda su influjo satnico, no sucumba mi propsito. Socorro!

Nadie

te salva.

No hay quien

librarme

acuda?

ocasin es peliaguda; }'o la quiero calva. {Pascuala huyendo de Garabito pasa por detras de iin pedestal. Garabito la ase del cabello que se le queda en la mano, y la fugitiva cruza el teatro calva con una nariz enorme y vestida de duea.) Pascuala. Ay, ay, ayl {Fase.)

Garabito.

La

pero

Garabito.

Asegure

mi virtud, he sido un santo:


no supo hacer otro tanto
el castsimo Jos'.

{Fase.)

ESCENA

V.

DON RAMN. DON GASPAR. DON ENRIQUE. DOROTEA. SEORAS.


CABALLEROS. CRIADOS.

Gaspar.

{Dentro) Afuera: sganme ustedes


al jardn,

{T'^oces dentro.)

Al jardn.

Gaspar.

{Dentro.)

Ea
;i

Pamon.
Gaspar.

Matea. la Mercedes. {Salen.) T, Ramn, Con tiento, Gaspar, con tiento; que era muy fuerte el Jerez. Perdonen por esta vez las leyes del miramiento. Ayer sin maraved y hoy bien repleto el bolsillo con la paga del castillo que nuestro amigo vend, justo es que bebiendo invoque al numen de la alegra, pues no hay boda sin orga,
ese brazo,
ni venta sin alboroque. Diles esos aldeanos, (// un criado.) si nos quieren obsequiar, que vengan aqu bailar. Hay dancita de villanos? Pues si me cansan , fe que desenvaine el acero, y los arroje

dame

Enrique.

Gaspar.

Ramn.

Primero

46
es

que

le

tengas en pie.
nil

Enrique. Dorotea.

Nada me dice No revela mi


esta frente

hermosa

placer

ruborosa?
miiger?
;

No
la

ves en tu tierna esposa


felice

mas

Enrique.

Miro en

tus ojos lucir

Dorotea.

ternura y felicidad ntas quiere mi vanidad ufanarse con oir tan lisongera verdad. Yo pidiera en premio justo

de esa verdad lisonjera que mi esposo me dijera


el

origen del disgusto,

Enrique, Dorotea. Enrique. Dorotea.

que veces su rostro altera. Disgusto notas en m? Duda inquietud.... qu se yo


,

No

tu

amor

se alucin.
si

Me
el

ha sonado como

acento de ese no. Ests pesaroso ja

de haber hecho mi ventura? Oh! mira que te amar esta humilde criatura....
cual no se estila quiz.

Pues de lo que llego ver en mil casadas, colijo que no suelen entender iin importante acertijo que yo quiero resolver. Pocas lgrimas derrama por conyugales traiciones muger que de veras ama, si sabe seguir de dama despus de las bendiciones. Podrs responder esquivo tal vez mi Gno amor mas no en mi labio festivo sonar el acento vivo del enojo }' del dolor ; que fuerza de desplegar
;

47
mis halagos y artera
,

en t volvere' mandar, y un ano has de suspirar,


si

Enrique. Dorotea.

me olvidas solo un da. En prueba de ese poder

Enrique. Dorotea. Enrique.

que no puedo resistir.... Me vas al punto decir lo que anhelo por saber, aunque lo haya de sentir. Me acosa un triste desvelo. Q'ie' es lo que te sobresalta? Ser tal mi desconsuelo,
un dia tu amor me falta ! Falta rale el sol al cielo. Puedo perder mis blasones [La perdida es de llorar! Puede mi suerte cambiar , y aun en otras mis facciones se pudieran transformar. Que temores tan eslrauos! comunes todos son
si

Dorotea. Enrique. Dorotea. Enrique.

Dorotea.

mudanzas y daos: en m vers con los aos la misma transformacin.


tales

Enrique. Dorotea.

Si

mi nombre

mi

figura

fuese lo que en m te agrada....

El nombre me importa nada y en materia de hermosura, no te cupo demasiada. No te ofenda la franqueza de un cario verdadero: lo que yo en mi esposo quiero no es fausto, ni gentileza,
,

ni ttulos, ni

Enrique.

dinero: quien merece mi aficin, no es el seor sino el hombre que me hace de su alma don quiero en el su corazn , y all no hay rostro ni nombre. Cesaron, dolo mi, mis amargas inquietudes;
,
:

la suerte desafio

pues tengo con tus virtudes sujclo su podero. Dicha en la ciencia busque',

y en

la

gloria

los

honores:

ay! cnanto

me

equivoque'!

La hil de los sinsabores en copa de oro apure. Que no es dichoso en la tierra quien entre muros sombros montones de plata encierra , ni quien vierte sangre ros en los campos de la guerra , ni quien tuerza de dar tormento al sabio discurso, logr poder sealar
las estrellas el curso

que en

el cielo

han de llevar.

Amor
que en

es el bien

cita oscura

le dio al

major morada hombre su Hacedor

Dorotea.

Enrique. Durotea. Enrique. Dorotea.

que le form de la nada por un impulso de amor. Cuenta luego no imagines que este bien muy dhil es, y buscar otro te inclines! Yo! (Tomndole una mano.)
Vieiicn Piensas
los bailarines.
?

Veremos despus.

ESCENA
i'N

VI.

Diclis. {Los recicnCRIADO. BAILARINES. ALDEANOS. venidos saludan os no'ios: las damas y los caballe-

ros se sientan para ver el baile.

Acabado

este, el

criado entrega un aldeano una bolsa de dinero que le lia dado don Enrique.)

El

criado.

Esto

el

seor os regala.

Tomad.

El aldeano.

Todos

los aldeanos.

El aldeano.

Que vivan los amos Vivan. Venid y parlamos.


!

^9

criado.

{A

Dorotea.y Seora

ya

et en la sala

el refresco.

Enrique. Todos.

Vamos.

Vamos

Entrada de un lugar.

ESCENA VIL
EL CONDE, DON LAX.

Conde,
JLan.

Repito que ests beodo. Juro por treinta millares de demonios , que siquiera
he...

Conde.
Li'n.

Procura serenarte, y dime...


Que'?

Conde. Lan,

Conde,
Lan.

La verdad. Pero como? sin disfraces, callando lo que usted, pudiera desagradarle? Lo que te haya sucedido
quiero saber.

Adelante.

Pregnteme usted.
Conde.
al la

Anoche,
punto que averiguaste fuga de Dorotea,

te encargue'

que

la

buscases

por aqui, mientras que }0

Que
Lan.

recorria otros lugares. fue lo que hiciste luego que de m te separaste? Renegar de usted cien veces, y de su encargo.

Conde. Lan.
Conde.

Vergante!

Incomodo por sincero? Mentir nada mas fcil. Buen nimo de servirme!
:

que

porosos anduirialcs, le pas?

5o
Lan,

Andar oscuras hasta que el alba asomase.


Y
que'

Conde. Lain.
Conde. Lain.

mas?

Toner un miedo...
colosal, Inmensurable.

Ya: siempre fuiste un gallina. Caprichos con que uno nace.


usted le gusta esponer su pellejo; m guardarme. Supiste que' direccin lom con su carruage
la prfuga , y esa quinta cercana te encaminaste. Pues me coie' en los jardines, sin que me tosiera nadie, hasta qne tuve un encuentro
:

Conde.

Lain.

fatal entre los fatales.

Conde. Lain.

Con quien? Con un hombre, coa


una entidad improbable, inverosmil, absurda; pero que existe no obstante. Con un don Lan Cornejo, con otro yo, que mas sabe de negocios mios, que este yo que tiene usted delante. A m te vienes ahora
con simplezas semejantes? Seor, si es la verdad pura. Yo que pensaba ignorante que era un solo don Lain,
original incopiable , retrue'cano de Quevedo, incapaz de trasladarse, me vi en el jardn aquel partido en dos ejemplares, oracin de dos personas, la que padece y la que hace.

Conde.
Lain,

Conde,

Lain.

Barrabs q<ie te comprenda. Pero ve diciendo entraste? Entrar? ni pise siquiera


:

del palacio los umbrales.

5i
Condi
Larii

Por que no?


Porque intervino un garrote en aquel lance, que me hizo ver las estrellas la mitad de la tarde. Con que te han apaleado, Lan ? Pero cmo? en grande.

Condci
Lain, Conde. Lan. Conde.

Y quin

Yo.

T?
S seor.

Lan. Conde* Lani

mismo te zurraste? Distingo fo zurr m; al fo antiguo el j'o flamante ^


Til
ti
:

que segn sienta costuras,


parece
Conde*
oficial

de sastre.

Cargue el infierno contigo. Y de Dorotea hallaste


razn? la viste?

Lan.
sino la

No
vara.

he visto

Conde.
Lain.

Q"6 diantres eulonces? Yo , nada. Dejar que me apaleasen por servir a usted.
has hecho
la sarta

Condci

Si alguno de vaciedades le has encajado que m, poco era descuaitizarte. Qu miro ? No es Dorotea quien viene aqui ?

Lan,

No hay

escape.

Ella es... digo, si no hay otra con quien pueda equivocarse.

ESCENA

IX.
DichoS.

DOROTEA. ALDEANOS.

Aldeano.

Venga

usted, ver el lugar.

5%
Tiene rel, dos alcaldes, y botica, y una fuente de un agua muy saludable, cuando mana.
Conde. Dorotea. Conde.
Dorotea.
Dorotea!

T por aqui! Vienes antes de lo que yo me pense. Hola! Con que no dudaste que te bailara ?

No
Quedamos
en eso.

tal

tu deber era buscarme.

Conde.

Y que'! deb esperar encontrarte aqui? Para qne' viniste? Quienes son esos patanes

Dorotea.

quo te acompaan ? (En voz baja al conde.) No ves cmo debiste escucharme cuando te ped en la mesa

que
Conde. Dorotea. Conde.

y-

la

copa dejases?

Cmo!
Mira , vuelve casa. Gracias por el hospedage; pero dnde vive usted? Me figure' al desposarme, que era la de mi marido
mi
casa.

Dorotea.

Conde.
lo

Como
ignoraba

ese enlace

yo...

Dorotea.

Pues es

ignorancia bien notable para un casado de anoche. Tu memoria es harto frgil. Conde. Yo estoy casado contigo! Ser preciso que mande Dorotea. Madrid |ior la partida de matrimonio? {A los aldeanos.) Dejadme Lan que' dices? Conde. Que sea Lan. con muchas felicidades.

53
Conds,

ya tomando giro tan estravagan^e nuestro dilogo que dudo cmo contigo esplicarme

Dorotea

si

Dorotea. Conde.

me queje... si me olvide. .i No has olvidado bastante? Djme estas horas ayer...


:

la

que de madre

te sirve, que' dije

yo?

Dorotea.
Lan.

Dorotea.

aspirabas casarte conmigo... {Aparte. Pues: minti m amo, y en m la pena recae.) Que querias en secreto veriHcur nuestro enlace en un castillo la raya de Portugal; que al instante para salir de Madrid dispusiese mi equipage..."

Que

Te
Conde. Dorotea. Conde. Dorotea.

di las gracias.

Y yo..

poco, te retiraste. Para volver en tu busca*

volviste,

mas amante
Pero..

y tierno que nunca.

Conde. Dorotea. Conde. Dorotea.

Con Mercedes y Yo?

su padre. .*

entonces

me
aqui

dijiste

que no era ya nuestro viage


al castillo, sino
;

y que nuestros esponsales se anticipaban... Parece que oye, unas novedades


eslraas, segn se pinta la sorpresa en tu semblante. Prosigue esa relacin. Prosigue , (jue no es en balde. Pues no te acuerdas?

Conde.

Dorotea. Conde. Dorotea.

De nada.
Padeces algn acha<jue
para...?

54
Conde. Dorotea.
Lan.
S. {Aparte. Celos , furores.) {Aparte. Si es un capricho, sigmosle. Si es distraccin, pasar.) {Aparte. Habr habido dos galanes,

Conde.

como hay flobles rnavordomos?) Haz que mi ansiedad acabe.


Di. Sigue.

Dorotea.
est

En
contado

el

cuatro palabras pasage.

Marchamos
Alli

la parroquia...

puedo asegurarle, que no se' qu me pas. Mi felicidad tan grande, mi mrito tan humilde,
tu nobleza, los desaires con que un dia recelosa hice de tu amor examen...

Oh! mil recuerdos

un tiempo

con repetidos ataques el corazn asaltaban, solo por t palpitante.


Conde. Dorotea. Conde. Dorotea.

Al hecho sin digresiones. Te incomoda este lenguaje? No. {Aparte. Yo rabio.) Desde alli,
con nuestros acompaiiantes
fuimos...

Conde. Dorotea. Lan,


Conde. Dorotea,

A dnde?

A
No

tu casa.

era hora de pasearse,

sino de tomar los dulces... Quieres callar, badulaque?

Sobre cena se trat de venir este parage


divertirnos,

saliendo

muy
Conde,

de madrugada... Casi {Aparte. creo que se ha vuelto loca.)


dems... Est al alcance de cualquiera: se retiran,

Dorotea, Lan,

Lo

tras mil importunidades,

55
convidados y padrinos,
el teniente

el sochantre...

Conde. Dorotea,

quedamos...

Con mi abuela.
Lloraba la pobre mares de alegra, y me abrazaba... y t tambin me abrazaste.

Conde. Dorotea.
Conde. Dorotea,

t...

Conde,

Porque no creyeras que era ingrata tus bondades... Ceiste mi cuello? Gracias Dios, que al fin te acordaste de algo. Infeliz! me vendes, te ha engaado un infame.

Dorotea. Conde.

Conde
Algn vil impostor, con incomprensibles a>tes, ha conseguido sin duda burlar de mi amor los planes. Ni anoche te bable' , ni tengo por aqui mis heredades, ni soy tu esposo.
Esa farsa,
seor conde, que' carcter tiene? Terrible , seora porque ha de acabar con sangre. Mi amor, si al principio nio,
creci entre dificultades y elevase con los celos amenazador gigante.
,

Dorotea.

Conde.

Ven la quinta conmigo, ven y mi rival selame, selame el pecho vil


donde
Dorotea.
este acero se clave.

Basta, hombre prfido, basta: no mas en fingir te canses; con tus iras, que no creo,
tu intencin

me

revelaste.
:

Ya

te

comprendo

deseas

56
de tu lado separarme, porque mi amor te parece afrenta de tu linage.

bien

deb conocer que mi yerro pague. Sers servido ya nunca


te

Yo

es

te ver.

Conde, Dorotea. Conde.


Lain,

^Escchame.
Aprtate.

No.
Seora.

Dorotea,

No me

sigas,

Conde.

que me eres insoportable. {Yndose.) No me desvo de t, hasta que logre vengarme. {Siguiendo Dorotea.)

ESCENA

X.

GARABITO {con Un trage de disfraz.) DON LAN.

el conde.

Conde, Garabito.

Cielos! qnie'n para mi planta? {Saliendo.) Mi poder incontrastable.

{Queda

el

un carricoche^ del cual


rabito del diestro.)

conde encerrado en una jaula puesta sobre tira don Lain^ lleviindole Ga-

Conde. Garabito.

Por mas que

lucho...

{A don

Es en vano. Lain.) Arre, boniqnito, arre.

*-^/X/WiX/V^/VV^./VV^/V^'V''V*>^.'V^^*-^^^*-'V K/X/^ V>/>i/ W/V/X.' X

Gabinete

diablico.

ESCENA
ALMA DE CNTARO. PJARO
PINTO.

XI.
EL
SECRETARIO. DIABLOS.

RUJOS,

Los

diablos. {Al secretario.) Eicn venido, bien vrnli'o. .Alma de cntaro. Seor rx-secielario , recibid mi...,
mi...

Apuntad,

Pajaro-l'iulo.

^7 Pjaro-Pinfo. (Bajo.) Mi enliorabiiena. jlma de cntaro. Admitid mi enhorabuena. Secretario. INo haj de q>ie' , seores: maldito el deseo que tenia \o de venir aqui tan pronto. Alina de cntaro. Todos los ex-vivicntes que bajan ac, dan en decir lo mismo. Que enlie la dems garulla
do...
de...

Pjaro-Pinto. De brujos.
Secre ario.
Que' veo! Se ban citado aqui todos los miembros de la sociedad mgica disuelta? Brujo 1. {Saliendo.) Venganza contra mi boticario
!

Brujo Brujo Brujo

2."
1.

Venganza contra mi suegra Troc mi pcima con la de mi mua.


!

2 "

Me

habl de testamento, para que

me mu,

riera de susto.

Alma

de cntaro. No boticarios de... Pjaro- Pinto. {Bajo.)

baj que acusar

suegras

ni

De

ese flaco servicio.

Alma

Nosde cntaro. De que ha^-an hecho su oficio. otros debemos el gusto de teneros hoy en nuestras garras .. Pjaro-Pinto. Quiere decir , en nuestra dulce comp a na...

de cntaro. Eso es... A un personage quien todos vosotros debis consideracin... y respeto, y... Pjaro-Pinto. (Bajo.) Basta. y}lma de cntaro. Y basla. Brujos. Quien es? jucu es? Alma de cntaro. Escuchadme. { Rodanle los brujos^ y l les habla en voz bajo.) Secretario. {A Pjaro-Pinto.) Me podris decir cmo se llama el fecundo orador quien servs de consueta? Pj nro-Pinto. Alma de cntaro es su nombre. Secret ario. Me parece muy bien aplicado. Pjaro-Pinto. Es el primer ministro tonto que hubo eu Es[)aria. Scrrelarin. De antiguo datar S. E. Pj aro-Pililo. No menos que desde el rev Atalfo. Se le coiili la direccin de los inliernos peniis'.lares, porque para ser azote de la humanidad, minos

Alma

58
propsito es un diablo
soluto.
,

que un necio con poder ab-

Alma

Brujos. El marques de Villena? de cntaro. Pues, {Aparte l. Ayudadme, Pjaro-Pliito.) El marques de Villena.... resentido con vuesiircedes.... cuando supo sus proezas... y deseoso de hacer en Espaa una... una limpia que le
pareci
..

asi...

conveniente...

Pjaro-Pinto. Envi cada uno de los ex-profesores de mgi;i un don de su mano... Alma de cntaro. Un labardillo, un torozn , un encuentro con los lierocs del archiduque, S^c, SCc, Ce Brujos. Venganza! Guerra al marques de Villena!
los cesantes, es decir, los aqu concederles licencia para perspp;nir los vivos, sino solamente cuando los susodichos muertos pueden ser inslrumenlo de algunos vivos irritados contra aquellos otros vivos, de quienes solicitan vengarse los muertos. Secrct ario. Siendo nuestro contrario marques, siendo poderoso, no ha de tener un enemigo Alma de cntaro. Pues no llene uno. Brujos. Oh furor! Secretario. Es posible? Alma de cntaro. Muy posible, porque son dos, y dos... ya se ve... no es uno. Me parece que me es-

Alma

de

cntaro.

mnerlos,

no

se usa

plico.

Sccret ario.

Alma

Como un alma de cntaro. de cntaro. Yo , en atencin nuestros antiguos vuculos, quiero dignarme de permitiros auslliar el reseutiinieulo de esos dos personages. Importa que conozcis al que legalmente se halla mas ofendido, que es al que le han traspapelado su muger. Acaba de acostarse en una posada vendr dormido y creer que es un sueo cuanto aqu le pase. Hola!
:

ESCENA

XII.

DON LAN {que baja acostado en una cama).

Dichos.

Alma
Lain,

de cntaro. Ya le tenemos en casa. {Soando.) Pascuala... Pascuala...

Demonios.,.

^9
carjfad conmigo , si me decs dnde se halla. Los diablos. {Con una gran voz.) Aceptamos. ( Truenos : las llamas rodean la cama: don Lan despierta y se levanta en camisa los diablos le cercan.)
;

Lan.

Que me sucede? Patrona fuego! Fuego! Huj! f]ue' visiones descubro! Hu}! tju rabo tie,
!

ne aquel! Este, que' geta A^"! q ieos son todos! DixJe me encueulro? Diablos. En los infiernos. JLai'n. Pues no estoy soando que me he venido al infierno? Soando estoj, porque no me he muerto todava para hacer este viage. Vamos, son ilusiones. Diablos ]No , no, no. Lan. S , s , s. (yparte. Como no me mantenga tieso, me lo hacen creer, j me soplan en la caldera de los mayordomos con coche.) Alma de cntaro. Desengate, mortal cabezudo. {Se abre el teln del fondo y se ve lo que dice el dialogo.) Mira alii la laguna Estigia, mira las orillas del Trtaro, mira la barca de Caronte. Lain. Calle! pues las seas son infernales, mortales,
que' angustias me asaltan! A}', pedir cuenta de mis embrollos! Yo desfallezco. Dejadme respirar un instante. {Sintase en un asiento redondo.) Alma de cntaro. Quieres recobrar tu mugcr? Lain. En ese caso no me habr' muer... {Gira el asiento un lado.) Qu diablo de asiento! Pjnro-Pinto. Quieres vengarte del que te la ha ocul-

garrafales...

Aj!

que

nie

van

tado? Lain. Por supnes... ( Gira el asiento otro lado.) Dale. Disimnlen ustedes mi impoltica mientras no me den una silla de mas fundamento. {Le vuehe de espaldas y l se let^anla.) Esto es una piedra de tahona. {Levntase.) Pjaro- I^into, Tu seor y t, por vuestros me'ritos
estraordinarios...

Alma
Alma

de cntaro. Pues; por vuestros me'ritos patibu-

larios...

Pjaro-Pinto. Habis merecido nuestra proteccin. de cntaro. S; nuestra amistad poderosa. Lain. Parece que pl molino ha parado. (5e sienta.) La

6o
amistad de ustedes, eK? {Aparte, j Amistad de demonios!) Oh! Nos honra infinito. {Se le hunde el asiento hasta el suelo.) Adis, mi taburete. El que tengo ahora ser mas estacionario. {Qudase sentado
en el suelo.) de cntaro. Oje lo que hemos dispuesto en favor tujo y del conde. Lain. {Sintiendo que le tocan en las espaldas.) Hola! respaldo leemos. Siempre es una comodid;id. jilrna de cntaro. Tu amo recibir muana el despacho de Ciipitan al servicio del archiduque. Lain. {l^iendo al cancerbero que le asoma una cabeza^

Alma

por encima de un hombro , ya por encima de otro) Eres l, chuchilo, monilo , guardin de la casa? Cofitini'ie usted que bien oigo. Alma de cntaro. Maudai una compaa de bizarros
,

ya

tudescos.

{A

los brujos. Seris vosotros.)

Tendr

sus

rdenes el valiente oficial... ( j41 secretario. Seris vos.) El denodado oficial Etelfredo Raofenrofenrif. { El cancirbcro pone las manos sbrelos hombros de don Lai'n , asoma por encima de la cabeza del mismo las fres suyas y le deja caer.) Lain. Me he descoblillado! Ese nombre de conjuro que usted ha dicho, ha espantado al falderin que me soslenia. {Lei>tintase.)Vero diga usted: para recobrar yo mi Pascuala necesito esa cfila de soldados auslriacos? No bastaba con un escribano y dos al,

guaciles ? de cntaro. Nuestro decoro... Apuntad, PjaroPinto. Pjaro-Pinto. Nuestro decoro no permite emplear medios tan prosaicos v ruines; y nos obliga a recurrir Ja numerosa falange que va desplegar tus ojos su aspecto imponente. {Salen soldados infernales que

Alma

hacen varias evoluciones al son de una msica


rera.)

(guer-

Lain. Buenos chicos! Seguro est que nii enemigo atreva hacerles frente... ( Aparte. Siquiera por
verlos...)

se
uo^

Alma

No creas tampoco que tu adversario enemigo asi... pues... que digamos. Lain. Ya: coa que cato ice.s es, asi... pues... que diremos.
de cntaro.
es uij
,

6i
Secretario. Es nn personage pocleroso. /lnia de cntaro. De alto nacimiento... de nacimiento

muy

.Tntigiio.

Y no hay que tenerle lstima, aunque se le vea rendido , postrado, exininie. Alma de cntaro. Annqiie se le vea hecho gigote.
Secretario.

Secretario. Porque es muy astuto, Alma de cntaro. Muy redomado.

muy

ladino.

Lain.

eh ? Con que es boticcirio, seseas? Pero ahora que me acuerdo, dgame usted stor don demonio ese enemigo, ese que se ha llevado mi mtiger, es siquiera aquel am gnito que se parece m todo, menos en los puos? Alma de cntaro. (Dejmosle ignorar la verdad para encender sus celos.) Cabalmente. Lain. Rayos y culebrinas! Infeliz de e'l! No; la infeliz ser ella. ]No el nico infeliz soy yo, y es preciso que todos seamos inno ellos. Pues no felices. A la lid bravos y espantables guerreros. Guerra esterminadora al prfido que... Nmbreme usted al prfido contra quien yo me encoragino. Alma de cntaro. Su nombre es un secreto. Guerra al hombre secreto. Lain, jPersecucion cruel , devastacoc! Muerte! Degollacin! Nada de transaccin O la su va la mia: armas al bom.>.

Redomado,
,

gnn

las

ACTO TERCERO.
Gabinete rico con dos puertas laterales un tocador en fondo y dos pndolas de caja grande. A los costados unos pedestales con unos floreros. Una mesa y dos sillones.
:

el

ESCENA PRIMERA.
EL CONDE. Et SECRETARIO. SOLDADOS, CRIADOS
_7'

CRIADAS.

Conde. {A un soldado que se retira.) Centinelas lodo alrededor de las murallas; al que huyere, un balazo. Secretario. Nias, responded la verdad al seor coniandatite.

Conde. {A una criada.) Cmo decs que se llama vuestro amo? Criada. Don Enrique de la Redoma. Secretario. (Que habla aparte con el conde.) Es el hechicero vuestro enemigo. Conde. Habr lomado ese nombre por asemejarse en algo al famoso niarques de Vil'.ena. Sfcretario. Tiene con el gran semejanza. Conde. Mas pensaba yo qne tenia conmigo. Pero estos criados no me han equivocado con l. Secretario. Porque no usar de su talismn, sino para engaar las personas que os conocen. Conde. {A la criada.) Cmo es el nombre de vuestra seora? Criada. Doa Dorotea*
Secretario. {Aparte al conde.)

Lo

veis?

Conde. {Aparte. Traidores! ) Y cunto tiempo bace; que habitan vuestros amos en esta especie de fortaleza la raya de Portugal? Criada. Muy pocos dias. Mientras se reparaba la casa, estuvieron en Villarino , porque el propietario anterior, don Gaspar Hiuojosa, la tenia derrotadsima.

63
Conde. Lo creo. Luego este es el castillo de la cabeza encantada ? Criad ii. El mismo. Conde. {4 parte. Con que es aqu donde pensaba yo triunfir de mi esquiva ? Triunfare'.) Volvern vuestros seores pronto? Criada. No pueden tardar. Estn abi cerca, en la junto al rio. huerta de un tal don Ramn Conde. (No haberme contestado Gaspar ni Ramn desde que salieron de Madrid , quedndome jo para conducir Dorotea! Ya veremos que' disculpa me dan.) Oid, teniente; vos iris observar ese punto. {A los criados.) Si alguno de vosotros intenta avisar don Enrique de nuestra llegada lo pagar con la vida. Etelfredo, seguidme, y sabris mis designios. (^f^anse el conde , el secretario y los criados dos de estos viieli'cn con botellas y vasos ^ y dan de beber
, ,
:

los soldados.)

ESCENA
DON LAIN.

n.
SOLDADOS.

CRIADAS.

Lain. ( Saliendo por una puerta un momento despus que el conde se ha retirado por la u/ra.) Descansad de la batida , mientras yo bago aqui Un reconocimiento. (Esto lo ha dicho dirigindose los soldados que esian adentro.) Donde quiera que veo nnigeres se me van los ojos buscar la mia. Joven,

palabra. Criada. Que' tiene usted que decirnos?


citas
,

Lain.

Cosas de grave inters.

En

primer lugar,

que

sois nuestras prisioneras.

Criada. Interesante noticia para drnosla por estraordinario Lain. El prisionero sufre la ley del vencedor. Criada. Y que ley es esa? la de Mahoma, la ley de gracia? Lam. Es una ley elstica, lo mismo que las drmas; ancha angosta segn la mano que la maneja. Criada, Prosiga usted noticiando.
! ,

Laiii.

Aquellos hipoptamos que estn alli , tal vez os espulgarn el bolsillo y... Criada. Diligencia intil: como estamos en guerra, no nos pagan. nuestros jinios, porqne no nos roben L.nin. Tal vez se os tlecomisiiin vuestros cofres... Criada. No les pnede servir ustedes mi ropa. J^ain. No me creis capaz de ir la parte con ellos: yo solo exijo de vosotras una declaracin sincera. Criada. Si no es masque eso, no se quejar usted de m. Me muero yo por declarar todo lo que no rae importa. Lain. {yiparte. Ninguna de estas chicas se parece Pascuala; pero Dios sabe en que' me la habr coQvertido el otio yo.) Vosotras que' sois? Criada. Doncellas de mi seora. Lain. Y alguna de vosotras, se acuerda de haber estado casada conmigo antes de ser doncella? Criada. Seor, qoe dice usted? Lain. Temblad si me engais. Criada. Oh! no seor; casadas hay que se olvidan de su estado; pero, si yo lo fuera, no daria lugar que mi marido me pudiera hacer esa pregunta. Lain. No hay mas nnigeres en esta casa? Criada. Una duea quintaona que jamas sale de su cuarto, y jamas ve nadie. Lain. Que se persone conmigo inmediatamente. Criada. Le dar mucha vergenza. Lain. Denguecitos un lado. Que venga sin dilacin, quiere que la mande traer asida de los casi no
,

bellos

Criada.

Aparte al

irse. INIas fcil seria traerla

de las

narices, transe las criadas.)

ESCENA

III.

DON LAIN. SOLDAOS. CRIADOS.


Lain.
jCul empinan
niis

camaradas! Si sern almas

mundu? Entonces almas de tudescos son sin duda. Que no he de poder desechar las ideas de aquel sueo profe'tico-fatdico-diablico! < Maana ser capitn tu amo. Y me lo eucajkilunan al dia
del otro

siguiente.

65 nombramiento? El oficial... Rilirafe, que se' yo cmo se llama? Todo se ba cumplido al pie de la letra , menos el hallazgo de mi muger. Ya voy yo viendo que cuando se eslrava por esos mundos una casada, pescarla luego es poner una pica en Flandes. (P^anse los soldados
Y
quie'n le trae el
los

dos criados.)

ESCENA

IV.

PASCUALA (con velo echado), dos criadas.

don lan.

Criada. Venga usted, que est aquel seor empeado en verla.

Pascua/a, Dejadme. Lain. Atlclaiitc seora. Fuera miedos, voto un cauon de a "4 Pascuala, Qu voz escucho! Lain. Alce usted la pantalla , y veamos el frontispicio. Pascuala. El es! {Alzase el velo.) Mrame: me conoces? me conoces? (i) J^ain. Hasta ahora nunca pero de hoy mas, aunque la vea usted entre cien elefantes, distinguir yo esa trompa, Pascuala. T eres el que me hu puesto de este modo,
,
;

iuanie, prfido.

Lain. Yo? Pascuala. Yo soy Pascuala; yo soy tu esposa. Lain. Jess Pascuala. Yo, quien en venganza te va sacar

los

ojos.

Lain,

Socorro... Los de guardia, compaeros, pasad cuchillo esas narices. (Huye.) Pascuala. He de beber tu sangre. (J^a tras don Lain.)

ESCENA
EL CONDE
,

V.

un momento despus garabito.

Conde.

Me |)arfci (jue habia odo la voz de mi mayordomo. Le envi con una descnluerta y habr hecho lo que siempre; uada, [Llauando.j Laia Laiii.
,
.

(1)

Verso de tclo.

66
Garabito. (Saliendo por un silln ^ en el cual se queda sentado.) Seor. Conde. Ah te estabas arrellanado, gin dar aviso de tu llegada? Que' hacias ah? Garabito, Ya lo ve usted: descansar. Como he venido por un camino poco trillado... y peligroso... Conde. Y que has averiguado por junto? Garabito. Friolera {Aparte. Aqui entra el embrollo para hacerle desocupar el puesto.) He descubierto el asilo de don Enrique y Dorotea los he visto. Conde. Dnde? Garabito. En casa de don Ramn. Conde. De mi amigo? Garabito. Pues: dos tiros de bala de aq))l. Conde. Vamos all prenderlos. Ks la casa grande? Garabito. La casa no; pero la huerta tiene media legua de circuito. Conde. Necesitamos entonces toda nuestra gente para acor(U)nai la. Evacenlos este punto. Yo no npcesilo sino sus personas. Sgneme sin tardanza. su castillo Garabito. Al instante. Conde. Voy dar la orden de marcha. Los he cogi !

do, (f^ase.)

Garabito. Los he salvado. dicil ser que vuelvas

En

saliendo t del castillo, poner en el las plantas.

ESCENA VL
DON LAN
,

despus pascuala.

garabito.

Lain. Seor, seor... Virgen de las Candelas! Con la que he tropezado! Garabito. {Asiendo don Lain.) Anda alli, mayor-

domo
Lain.
noce.

intit'l.
;

Piedad

siquiera por lo bien que usted

me co-

Garabito, Quieto y callado. ( Le encierra dentro de una caja de reloj.) Pascuala. {Que sale corriendo y se dirige Garabito.) Brujo, mal marido, canalla. Garabito. Atrs, atrs, seora. Pascuala. Te he de despeda/.ur con mis uas.

^7
Garabito.
rato de recogimiento, que hartos ha tenido de desahogo. ( La encierra dentro de la otra caja de reloj.)

Tenga usted un

Pascuala. No hay un tabardillo para esfe hombre? Garabito. Pareja feliz, en quien he logrado establecer aquella igualdad que es prenda de un buen mutri luoniu examinad vuestra conciencia y si ella no os dice quien es el hombre que tiene derecho para castigaros de ese modo , sabed que debajo de esta apariencia de don Lain se oculta Garabito. Lain y Doroiea. {Asomando el rostro por la cabecera del reloj cayo horario ha desaparecido.) Garabitol Garabito. Seor mayordomo usted me usurp mi novia; yo le he separado usted de su muger. Lated me deba una partida de lea yo me he cobrado en la misma especie. Agradzcame usted que mi venganza no haya pasado de las costillas la cabeza verbi gracia... {Slele un par de cuernos i don Lain) Lain. Usted abusa de mi posicin, y por eso me torea
.

impunemente.
Garabito. T, Pascalita no debes sentir la perdida de tu hermosura porque ya te habia servido para tu objeto. Quisiste ser rica, y yo no he tocado las riquezas de tu marido. El oro y los diamantes son capaces de enib-Uecer la cabeza de Medusa. {Rodea la cabeza, de Pascuala una cabellera de ser, ,

pientes.)

Pascuala. Garabito acurdate de que me quisiste. Garabito. Quien te quiera bien te poiidri mala cara. Lain. Acurdese usted de qije lodos somos prginios. Garabito. Dar posada al peregrino es obra de miseri,

cordia*

ESCENA VIL
fiON ENRIQUE.

Dichos.

Enrique. Garabito! Garabito. Mi amo! ( Los relojes vuelven Enrique. Yo te confie mi talismn para que ses de esos hucsp'.dcs enemigos...
\

stl

ser.)

me

libra-

68
Garabito.
rastrillo.

Ya han

salido de casa.

Ahora levantan

el

Enrique. S , me has servido bien; pero yo no te habla autorizado para que te burlaras inhumanamente de estos dos infelices. Garabito. Las represalias son lcitas. Ellos hicieron otro tanto conmigo. Enrique. Es decir, qae tan bueno eres t como ellos. Garabito. Si sabe tan bien esto de sentar la frula al que se pilla por debajo! Enrique. Alguna desgracia te ha de acarrear ese proceder rencoroso. Garabito. No guardo mucho rencor esos maulas, cuando al uno de ellos, mi original, no le he encajado en el subterrneo, de donde, segn usted dice , nunca se sale. Enrique. En la cueva de la cabeza encantada? S: encerrado alli don Lan , ya podia Pascuala buscar Pero esto no es del caso. He conociotro esposo. do los ausiliares del conde. Garabito. Y los teme usted? Enrique. Las potestades malficas son menos fuertes que las del bien pero su furor y su malicia trabajan sin descanso. Aunque yo no temo por m, debo escusar mi esposa el espect.culo de una lucha encarnizada. Aydame t disponer la defensa la gente que tenemos. Garabito. Primero tengo que servir de guia al conde hasta donde me parezca. Volvere al instante, y me encargare' de los recienvenidos de Tetuan, que tanto divierten mi ama. Enrique. Yo me propongo examinar por m mismo el acampamento de mi contrario pero antes \oy hacer Dorotea una revelacin. Garabito. Se determina usted decirle quien es? Enrique. Declararle yo que su marido tiene tres siglos acuestas? Mucha es a virtud de mi esposa; pero es lo mas prudente no intentar una prueba arriesgada. Ella vieue. Retrate, {f^ase Garabiio.)

69

ESCENA

VIII.

DOROTEA. DON ENRIQUE.

Dorotea.

Enrique. Dorotea.

Conde, que tropas son esas de que estimos rodeados? Son tudescos agregados las armas j)ortuguesas. Pensarn acometer
la

casa?

Enrique. Dorotea. Enrique. Dorotea.

Con eso cuento; mas yo defenderme intento. Y cmo ? Con mi poder. Muy mal en la decisin
de tus criados confias: son pocos, y h cuatro das que conocidos te son. Sin embargo , no te azores; ests conmigo segura la virlnd y la hermosura siempre tienen defensores. Vaya , tu calma celebro. No es cosa que desatina, cuando el nesgo se avecina salirme con un requiebro? Yo tengo el alma en un hilo. Ven, dolo amado, pon la mano en mi corazn. Ves como late tranquilo? Pues deja el cuidado, hermosa, lnzalo del alma luego; mal tuviera yo sosiego, si peligrara mi esposa. Siempre de modo discurres que con la ttiya te sales; pero usas misterios tales,
:

Enrique.

Dorotea.

Enrique.

Dorotea.

que ya, la verdad, me aburres. Aqu jnnlo Portugal, nie trajiste ver el Duero,
sin decir

por

tal

asi lo quiero razn por cual


:

JO
y sobre lo de la quinta que fue bien pesado lance no haj forma de que yo alcance
, ,

ni

una esplicacion sucinta. Esto , conde es una ofensa que hce usted su niuger: vo quiero y debo saber lo que buce usted, dice y piensa.
,

Enrique. Dorotea.

Pero...

Formalmente rio,
si

esa
se

no
Enrique.

conducta tan rara, me pone tan clara

romo usted ve mi cario. Ya con amenaza tal temo sostener la lucha;

preprate, pues, y escucba mi confesin general. {Va lomar dos sillas.) {Aparte. Cuando se va entretener Dorotea. en sosegar mis afanes, no habr de los alemanes mucho dao que temer.) {Priendo que don Enrique, vuelve con dos sillas.) A dnde va usted, seor?

Para m basta una s\\\a. {Sintase.) Usted hinque la rodilla y diga el yo pecador.
,

Enrique.

Limpia tengo
y no
es

la

conciencia,

Dorotea.
Enrique.
Dorotea.

mucho que rehuse... Hermano, no se me escuse,


doblo la penitencia.

{De

rodillas.)

De sobrado

rigorosa

pecara entonces.

digo:

merece menor castigo


quien reniega de su esposa? Atreverse desmentir, atrevrseme negar

que jur
solo para

al pie del

altar

Enrique,

n vivir? TSo creas que te minti quien en debate prolijo

7
esas razones fe elijo.

Dorotea. Enrique. Dorotea.

No

fuiste l

mismo?
No.
la

quieres abrir

llaga

que aiui mal cerrada me queda. Quien me attirdi en la alameda?


Enrique. Dorotea.

El conde de

la

Viznaga.

Enrique. Dorotea. Enrique. Dorotea. Enrique. Dorotea,

Eso tu labio responde? Y mi marido quien es? El qne tienes tus pies. Y no esl mis pies el conde?
Antes un lobo le com.T. Pues que enredos hay aqui ? (Lefna/ije.) Quien eres t? Vamos, di. Enrique de la Redoma. Ese disfraz nominal no es cosa de que me pique.
"

Ya
Enrique.

s la

causa.

Dorotea.
Enrique. Dorotea. Enrique. Dorotea.

Es Enrique mi nombre cierlo y real. Por que te has hecho querer de m con ageuo nombre? Por libertarle de nn hombre que te quiso envilecer.
Quie'n?

El conde.
Es esto sueno? Estoy confundida toda. Con una farsa de boda , de t quiso hacerse dueo.

Enrique.

Yo

descubr su intencin

y apropindome su cara,
legitime' sobre el ara

Dorotea,

mi atrevida usurpacin. Te apropiaste su semblante? Ya te miro con espanto.


Travieso eres para santo si sevs un nigromante? La magia es mi profesin; paro es la blanca y te aviso que la ejerzo con permiso de la santa Inquisicin.
:

Enrique.

Dorotea.
Enrijue.

Muy
Con

bien.

Con que me redujo

la suerte vivir al lado...?

De un hombre

Dorotea, Enrique. Dorotea.

rico j honrado. sus nfulas de brujo.

Enrique.
Dorotea.

provocar lu encono engao que sufriste. Por el petardo que diste al conde te lo perdono. Y cundo te proponas que vo el secreto supiera? Solo cuando yo estuviera cierto de que me querias.
el
,

No

jAj
si

que'

mago

tan bolonio,

que no sabe conocer


le quiere su muger en un mes de matrimonio! Poca habilidad presagia tal torpeza y de ella infiero que cualquier titiritero sabr mas que t de magia. Te dir' para que adviertas que no soy tan ignorante, que' piensas en este instante. Cunto va que no lo aciertas? Cunto va que al sucio humillas,
,

Enrique,

Dorotea. Enrique.

escucharme, los ojos, y vivos matices rojos asoman en tus mejillas?


al

Dorotea.

Me he de avergonzar siquiera de que se me haya ocurrido conocer de mi marido


la figura

verdadera?

Enrique,

Es que

tu deseo esconde

un temor...
Dorotea. Enrique.

Yo temer? Que'? como Enrique ser' mas feo que como conde.
Si

Dorotea. Yo no pensaba en tal co5a. {jbochornnHa y volvindole la espalda.) Por que' me ocultas la faz? Enrique. Qutate, djame en paz. Dorotea. Yaya una aprensin graciosa!

73

Me

voy.

Enrique. Un instante. Nada. Dorotea. {La puerta por donde iba salir, desaparece. de enfrente y le sucede otro tanto.) Calle! Y la puerta de aqui? Voy aquella. Tambin? Di, quieres ponerme arrestada? Enrique. Me has insultado, y me vengo. Dorotea. Yo para obtener perdn ,
,

Va

la

me

resigno

la

prisin,

pues otro arbitrio no tengo. Enrique. ( Llevndola ver dos pedestales , cuyos adornos se cambian.) Ven, mira. Dorotea. Nueva sorpresa! Mas aun? No hay que decir que no quieres divertir a la pobrecita presa. (Se sienta al lado de una mesa y se hace aire con un abanico de plumas.) Que busquen en todo el orbe niiis galante carcelero. Enrique. Sin embargo, no tolero que un abanico me estorbe.

(Vuelan
Dorotea.

las

plumas del abanico.)

Eso ya toca en dureza.

Cuando

se tiene calor,

se necesita...

(Toma de
coa
l.)

la

mesa un pauelo blanco


Es mejor

se

hace aire

Enrique.

eso para la cabeza.

(El pauelo que

tenia Dorotea en la mano, se le sube la cabeza y se le queda prendido; Dorotea tira de la parte de pauelo que queda sobre la mesa, y va desplegndose un largo y niagitijico velo.) Miren que elasticidad Dorotea.

de pauelo

Enrique,

Te

hars cargo

de que era un poquito largo para la mano.

74
Dorotea.
(

Es verdad.
manto aparece sobre los hombros de Dorotea,) Y con que pretensin es
el

Un

rico

veslirme este ropage?

Enrique.

Vas

liacer

nn corto viage.
Pues.

Dorotea
Enrique.

Para alguna funcin?


{Aparte, Cuando
lidiar se

prepara
.

Dorotea.
Enrique.

conmigo contraria hueste, no es bien que mi amor le cueste mi esposa cara. pesar Viva libre de temor en nn asilo ignorado; y despiies de haber triunfado ^ corneme vencedor.) (Levantndose vestida con un vistoso trage,) Te agrado asi ?
:

como una
Dorotea
Enrique,

flor

Bella ests del Edn.

Pareciendole tan bien, que' gracia me negars? Si quieres mi vida propia. >

Dorotea Enrique Dorotea


Enrique.

No

cosa

muy

leve.

Cul? El verte en original


para descartar
la copia.

prueba arrostro, bien que mi recelo calma, saber que estimas el alma sin hacer caso del rostro. otra.) ( Psase el anillo de una mano Mira al que te adora. {Momento de silencio.) Lucho (Aparte. con una inquietud cruel.) (Aparte. Vale mas el conde que l, Dorotea, y eso que no vale mucho.) Enrique. Sol de mis ojos , irradie sobre m tu lumbre pura. No es en verdad tu figura Dorotea para enloquecer nadie; pero mi amor no se altera
esa

Temblando

Enrique.

Dorotea. Enrique.

de tus cambios al tenor : como eres encantador, gustas de cualquier manera. Un tierno abrazo le esplique si quiero como quera. {^Abrazan se.) dolo del alma mia, quie'n mas feliz que tu Enrique? {Suena msica dentro.) Que msica se oye? Son los que te ban de acompaar do;ide vas marchar.

Sin dilacin, Que' page lleva esta cola? {Abrense los relojes y salen dos pagecillos.) Enrique. Esos dos, Dorotea. Para salir, esas puertas hay que abrir. Enrique. Basta que se abra una sola. (" el fondo hay un tocador , que se transforma en puerta , abierta la cual salen por ella Himeneo y varias virtudes conyugales ^ como la fidelidad ^ la mansedumbre , la obediencia f ^c. Varios genios las

Dorotea. Enrique. Dorotea.

Ahora?

acompaan.)

ESCENA
GENIOS.

IX.

Dichos.

(El Genio que representa Himeneo canta.)


asilo plcido no en seguirme dudes: un coro de virtudes te cerca en derredor

Ven mi

amprate
la

solicita

mano Harn

superior.
la

paz

el jbilo

(u dulce compaa;
te

guarda cada da

nuc^'o goce amor. Sers estrella flgida de eterno resplandor.

un

(Vanse.)

76

Acaropaincnto.

ESCENA

X.

EL CONDE. EL SECRETARIO. SOLDADOS.

Secretario.

Conde. Apartaos, alejaos de m. Y que haris sin vuestros soldados ? Conde. De que' me habis servido hasta ahora? Secretario. Si nos hubieseis querido escuchar, no hubie'rais evacuado el castillo; pero como somos meros instrumentos de vuestra voluntad... Cunde. Instrumentos que me son intiles, los desprecio, los abandono. Ya que estamos en el cuartel .genera!, renuncio mi grado encargaos de la tropa, y no se me ponga delante ninguno de vosotros, si no quiere
j

esj)eriinentnr mi colera. Secretario. {Aparte. Su orgullo merece que hagamos lo que nos manda ja le pesar.) Os obedezco, (f^ase
:

con l los soldados.) Conde. (Solo.) Abrazar la vida de campana solo con el objeto de apoderarme de Dorotea y de mi rival, y no conseguirlo cuando los tenia casi en mis manos! Donde quiera que halle al pe'rlido mayordomo, que me hizo salir de la casa para escaprseme y volverse alli con mis enemigos...
j

ESCENA
DON LAN,
J"

XI.

despus DON GASPAR


EL CONDE.

DON RAMN.

Lain. (Dentro.) Les digo ustedes que es capitn mi amo. Conde. Su voz es esta. Loin. (Dentro. Van ustedes convencerse... (Sale.) Seiior, anuncio usted la llegada... Conde, (Sacando la espada.) Yo le anuncio la de tu hora, picaro. (Salen don Gaspar j don Ramn.)

Lain. Don Ramn, don Gaspar, amprenme ustedes. Conde. Dejadme qiiitarle la vida. Ramn. Que te ha hecho ese mentecato? Gaspar. Si has tenido alguna reverta con el, basta
, mandarle cortar las orejas. Lan. Seor don Gaspar... Jiamon. O mantearle. Lain, Seor don Ramn... Conde. Me ha hecho salir del castillo traidoramente. Lain. Seor conde... Ramn. Hombre, el que te ha hecho salir, he sido yo. Conde. T ? Lain, Ve usted como yo soy un inocente? Si hasta ahora casi, me han tenido preso , y en una crcel bien estrecha. Ramn. No te acuerdas del favor que te ped avcr? Conde. Cnndo le he visto 30 hace mes y medio? Ramn. No liemos pasado juntos toda la maana...? Conde. Yo coi vosotros? Gaspar. Desde que te vend el castillo, no hay dia con qtie... que no nos reunamos Conde. Me has vendido tu castillo? Gaspar. Si me lo quieres volver comprar, por m no hay reparo lo cobrare' dos veces. Ramn. Yo presenci el pago. Conde, (/^/^r/e ) Esta es otra como la pasada. (A Gaspar.) Tu hal)r!s vendido esa posesin una persona: t {A Ramn.) habas presenciado la venta; pero esa persona no soy yo, no es \ uestro amigo, y la prueba es que me he apoderado hostilmente de la casa que me aseguras ser mia. Gaspar. Busca otro mas simple que te de' crdito.
:

Ramn. Cmo puede


Conde.

ser eso

verdad?

un impostor que ha tomado mi nombre, y que por arte del diablo, sin duda, se parece m en trminos, que todos le ecjuivocaa conmigo, djate de cuentos de nios, y esplcai?a/7ion. Vaya nos tu conducta , que es harto contradietoria. Nos encargas que salgamos de Madrid para cooperar tn matrimonio supue;lo y lus dos horas le casas de vciu. Como don Enrique, apeteces la paz, como
, ,

Como que hay

7
conde de
la

V^naga

le

haces de golpe

capitn

al servicio del austraco...

ESCENA
DON ENRIQUE.
Enrique. El conde de
la

XII.

Dichos,
Felipe.

Viznaga ha jurado

Ramn. Qne

pasn^o!

Gaspar, Dos condes! Lain. No discrepan un pelo. Conde. Al fin te he bailado, traidor! Uno de los dos es preciso que desaparezca. Desnuda la espada. Enrique. Veremos que valor muestra delante de un hombre el que husta ahora no ha sabido mas que perseguir una dama. Conde. Vas morir, impostor. Enrique. Defindete, falsario. (^Se Laten.) Ramn. Seores , seores... Gaspar. Deteneos. Lain, Ahora qtie se han revuelto, quin conoce al

verdadero conde? Los dos. Yo soy. Lain. Quedamos enterados. Nada, el mejor medio de siemsalir de confusiones os dejar que se mate uno pre les queda ustedes su amigo y m mi amo. Conde. Es esa la ley que me tienes? Te he de atra:

vesar las entraas.

Enrique. Gurdese usted de tocar mi mayordomo. Lain. Este es mi amo el conde que me protege es el verdadero conde. Enrique. Ramn ven recibir el prstamo que habamos tratado. Ramn. Este es mi amigo el conde que presta es el verdadero conde. Conde. Gaspar, mira que es nula la venta del oasllo. Gaspar, Eso es decir que tendra que devolver el dinero que va he gastado? Gaspar. Enrique. La venta es vlida Gaspar, El conde que compra es el verdadero conde. ved (jue el enGaspar, pscuchiulme Conde. Ramn gao que padecis puede seros funesto.
;

Enrique.

En

el

castillo nos espera

79 un banquete, be-

guidme. Gaspar. Sigmoslp. El conde que convida es el verdadero conde, {transe todos menos el conde.)

ESCENA
EL CONDE,

XIII.

luego el secretario

soldados.

Conde. Soldados! Ninguno me oye. No podia haberlos mandado retirar de aqui peor tiempo. Soldados! {Salen el secretario y soldados.) Secretario. Seor. {\t4p. Ya sabia yo que me llamarias.) Conde. Vamos asaltar ese castillo. No ha de quedar en el piedra sobre piedra.
Secretario.

Volmosle entonces.
;

Conde. Pcreceria Dorotea entre sns ruinas. se encamina con Secretario. Dorotea no est ya en el
lina escolta
lucia este sitio.

victoria es segTira. Apoingrata , y destruyamos despus el asilo del hechicero. Secretario. Preparad vosotros la mina. {Hndense varios soldados.) Conde. Que significa eso? Secretario. Que tambin yo soy mgico. Mirad lo que perdais, reuunciando mi uisilio. Conde. Conozco que me es preciso aceptarlo. Dividamos en dos pelotones la fuerza , y ocullcmouos entre estos rboles un lado y otro , para que supongan que

Conde.

Ol!

de ese
la

modo, mi

dermonos de

Secretario.

hemos abandonado el acampamento. Y cogemos entre dos fuegos

la dbil

co-

mitiva de Dorotea. Conde. Vamos. {Rctranse unos un lado, y otros al opuesto. Sale Dorotea conducida rn mi palanquin silla de menos mcgnijica ^ rodeada de genios y ninfas que la acompaan danzando ) El Cunde y el Secretario. {Presentndose cada lado del proscenio^ al frente dlos suyos.) Ahora. {blanseles los soldados los arcabuces cuando estn en actitud de apuntar, quedando la mitad de la caja pendiente de una vt sagra ^ y mirando
,

8o
tierra el

can

yen
Conde.

la comitii>a de

arrojando fuego. Los soldados huDorotea cruza el teatro sin obs-

tculo.)
\

Ah

nos han burlado.

Secretario. Dorotea tiene en su poder el talismn de su esposo. Venid , conde j don Enrique es nuestro.) {Transe todos.)

Vista

esterior del castillo.

ESCENA XIV.
DON ENRIQUE. DON GASPAR
del castillo
:

JT

DON RAMN en lS mUrullaS criados armados.

Enrique. El enemigo se acerca. Pt.amon. Manda retirar la avanzada. ( Tocan retirada.) Gaspar. (Acabando de beber una botella.) Ahora que vengan cuando gusten acometernos. En destripando yo un par de botellas, no me queda ttere por
delante.

Enrique.
casas.

Yo

os estimaria

que os
y

volvie'seis vuesrtas

con los labradores reunido aqu, tengo bastante para escarmentar mis enemigos. Ramn. Nosotros no te abandonamos. Gaspar. Ni en la mesa, ni en el peligro.
qtie se lian

Con mis dependientes

ESCENA XV.
GARABITO (mandando un pelotn de monos ridiculamenDichos. te vestidos f armados).

Garabito. Paso redoblado sin correr... Orden soldadesca desenfrenada. Hileras la derecha... El paso, el paso... Hileras la izquierda , alto. Prevnganse... Como primera fila. ( Los monos sueltan las armas y rodean Garabito llcfa/idole un lado y otro.) Insubordinados, rebeldes... Soltadme^ para que os lornie consejo de guerra.
:

8i
centinela de las murallas. El enemigo, el enemigo. Garal)ito. A las armas. {Los monos cogen las carabinas, se tas ponen por caballito , jr se van unos por un tado y otros por otro, para subir las murallas.) Si mi tropa se vuelve de caballera, que los mande uq gefe de su arma. (Entrase.)

Un

ESCENA

XVII.

L CONDE. L SECRETARIO* SOlAtOS,

DichS.

Conde. lendos,
est

si

queris salvair las vidas: l castillo

minado. Gaspar. Esta es nuestra respuesta. (Le tira una botella.) Enrique. Fuego. (Descargas de ambas partes.) Conde. Fuego. Gaspar. Ladrillazo en ellos.
Conde. Perros! Cmo se defienden! Secretario. Apelemos al ltimo recurso. (Esplosion de
arrunase el castillo.) la mina Todos. Oh! Los del Conde. Victoria, v ictor xa (Penetran por la brecha, y desarman don Enrique y los uyos.)
, \

ACTO CUARTO.
Portaln abierto por el cual se ve parte del castillo arruinado. A un lado una chimenea, una puerta y una ventanilla, delante de la cual pende una alcarraza. Es de noche, y de cuando en cuando se oye algn trueno lejano.
,

ESCENA PRIMERA.
DOROTEA. PASCUALA.

Dorotea. No dudes decirme la verdad :s carne de afanes, Pascuala. Dnde han encerrado mi esposo? Pascuala. En un subterrneo inuv profundo, debajo de esa torre. Dorotea. En la cueva de la cabeza eucanlada ? Pascuala. All mismo. Dorotea. Desde mi retiro o la esploiion de la mina, y el corazn me anuncio al momento mis desgracias. No debia hablarle de ellas, porque no eres capaz de compadecerte de m. Siempre tu corazn fue de bronce. Pascuala. Ay eso era cuando no me haban crecido tanto las narices. Me he hecho tan sensible desde que soy fea! Dorotea. T no comprendes lo que es estar una muger separada de su marido. Pascuala. Conforme el sea. Lo que sentira yo perder de vista al mi! Mira que' delicadeza de htimbre! Mandar (|ue le espere aqu sola, en una noche como esta , oscura, nublada... Tiene una alma de caribe , por no decir de mayordomo. Dorotea. Tardar en vtMiir ? Pascuala. Que! no por cierto. Rc(!oiiciliado ya con el conde, le encarg este no se que' ooinision pura la cual llev cousigo unos soldados. Con ellos volver,
!

83
segtin

me

que te Dorotea. (^Aparte. Eso es Pascuala. Te prenderian

previno. encuentren.

Ya

ves el riesgo en
lo
,

que

esls

de

que jo quiero.)

llevarian presencia del conde. Dorotea. {Aparte. A eso he venido.) Dnde se ha alojado el conde ? P ascuala. En la galera de los trofeos, que es el costado de la flbrica que menos ha padecido. {Mirando adentro.) Ay Jess! que ya estn aqu. Dorotea. Quienes? Pascuala. Mi marido y los soldados. Ya no puedes
te
;

huir.

Dorotea. Escndeme en cualquier parte. {Para


r'

s.

Oi-

que digan.) Pascuala. En c.ta pieza. Ven. {La hace entrar por la puerta de la derecha.) Procura estar con silencio,
lo

eres perdida^

ESCENA
DON
L.\X.

II.

SOLDADOS.

P.VSCDALA. DOROTEA, OCUltU,

Lain. Pues, seor, all nos aguarde por muchos anos, Pascuala. Quien? Lain. Mi duplicado , el otro yo Garabito. Pascuala. Que decs? Ha muerto? Lain. Se han empleado todos los medios conducentes, bamos dudolc' caza lo largo del Duero ve que ya le podia alcanzar una bala, y.... zas! Embcase de cabeza en el rio , y t que le viste. Pascuala. Y no hubo entre vosotros una alma capaz de .'ocori elle ? Dorotea. {Asomndose la ventanilla.) No estaba yo
,
;

It'jos.

Lain. S
el.

tal':

lsos

Beckcr y Straus se arrojaron al agna tras dos muchachones qu ves ah, que sou dos

atunes.

Pascuala.

consiguierori.... ?
la

Lain. SiiCarle

Orilla.

Pascua/a. Vivo ? Lain. No lo pareca

pero en

la

duda de

no, los

amlgnitos desenvaynaron las cKarrascas , le hicieron colgaron sus pedazos de , y los rboles, para escarmiento de usurpadores fisionmicos. Pascuala. Oh inhumanidad! Y tenis valor para decrmelo? Lain. Si te parecer que no siento yo que haya muerto de esa manera ? Pascuala. Callad tenis peor intencin que un no-

moneda en un periquete

villo.

Lain. Nia, el Galateo ensea que no se le bable de sogas al ahorcado. Yo digo la verdad pura. El seor
teniente Rauenrofenrif....

Pascuala. \o no tengo que ver con ningn teniente. Digo pues, Vaya L.ain. Pues no faltara mas que el mencionado seor teniente Raulenrolen leiiia lo mismo que si el vidriero Garabito una tirria Dios nos lile hubiese aplicado algn verbigracia. bre y nos detienda. Pascuala. Bien y que ? Lain. Y como el susodicho seor teniente Ranfen es un mgico de los mas aprovechaditos de las mrgenes babia descubierto el nico medio posible del Rin para que recobrases tu juventud y tu hermosura.
!

Pascuala Y cul

es?

Lain. La cosa mas sencilla del mundo. Fusilar al que dio desarrollo esas narices. Pascuala Y el quedarme yo sin ellas haba de costar sangre Lain. Sangre cuesta cualquier desnarigadura ordinaria. Dgalo el albeilar que nos cura las caballeras. Pascuala. Sacrificar mi restauracin un amante Si fuera un marido.... Lain. Es verdad siempre nosotros nos tocan los sa ! :

crificios.

Pascuala. A tal precio , mas quiero permanecer as toda la vida. Dorotea. {A la ventana.) La pobre Pascuala merece ya volver su primitivo estado, y tener un esposo menos indigno. M' talismn obrar. {Al quitarse de la ventana, deja caer la alcarraza al suelo] se rompe, y el agua salpica don Lain.)

85
Lan. Canario! Ah dentro hay gente. Soldados, entrad la bayoneta. Pascuala. No, no entris. La casualidad, el aire... Lain. El aire puede traer agua , pero no eti ciicliarros. Avanzad. {Los soldados entran en el cuarto donde se ocult Dorotea , y vuelven salir poco despus con ella.)

Pascuala. Escuchadme. Lain. No digo? Una mnger! Afuera, afuera con ella. Pascuala. {Aparte. Infeliz amiga !) Lain. Dorotea Dorotea. Dejadme no me llevis presencia del conde. Lain. Precisamente tenemos la orden contraria, Dorotea. Por Dios..., Yo reclamo.... Lain. S, reclame V., reclame sin perdida de tiempo. {A los Soldados) Llevad presa esta seora, en calidad de reclamante. Pascuala. {Aparte. Ella se ha perdido.) Dorotea. {Aparte. Logr mi intento.) {Los soldados conducen Dorotea.)

\ !
:

ESCENA

IIL

DON LAN. PASCU.\LA.

Pascuala. Os habis portado bizarramente! Poner la pobre Dorotea en manos de los satlites del conde! Lain. No es el conde su marido? Reunir dos esposos descarriados es una accin de alta moralidad. Pascuala. Merecis por vuestra barbarie que el cielo
os castigue.

Lain. Qu tontera!
\
!

El cielo... {Trueno horroroso.) Guardmosle respeto , porque habla gordo. Hola {Sigue tronando y relampagueando.) P a scuala. Sobre vos deban caer sus rayos. Lain. Santa Brbara bendita Tempestad para toda la noche hay.
\

Un

eco.

A)

Pascuala. Habis odo ? Se han quejado. Lain. Algn perro, alguna lechuza.... El miedo que
tienes te alucin.

Eco. No,

86
Pascuala.
Lan.
as?

Lo
;

veis ahora ?

No

veo

Pascuala.

pero oigo.... lo que no quisiera. Si ser una alma en pena quien se queja

Eco. S. Pascuala. Yo no acierto hablar pi moverme. Lain. Serenidad no hay motivo para amedrentarse tanto. Habhindo se entiepde la gente. Parlamentaremos, (yaparle. Hagamos de tripas corazn.) Qne' quieres de nosolros, ente invisible que nos remedas? Quin eres? Dilo que jo me holgara... Eco. Gara.... Lain. Yo te invito. Eco. Bita. {Don Lain y Pascuala hablan casi un
; ;

tiempo.) Lain. Ha dicho: Gara..,. Pascuala. Ha dicho: bita. Eco. Gara.... hito. Lain Garabito! Aun despus de hecho cinco, ha de perseguirme? Tal tenacidad en nn muerto me admira. Eco. Mira, {Caen las piernas de Garabito por la ctiimcnea.) Pascuala. Que' es aquello que ha caido por la chi-

menea

Lain. Alguna media canal que estaria al humo. {Ligansc los dos al hogar.) Paicuala. Que' horror! {Refugiase en el cuarto donde estui>o Dorotea.) Lain. Las piernas del maestro plomero! Muerto mas ac;il no lo be visto en mi vida. {Caen los brazos y y despus el cuerpo.) u brazo.... dos. El hombre se me viene aqu por menor, para darme un susto con cada cuarto. Pero falta lo principal. Apostara que alguna bruja se ha llevado ja la cabeza para arrancarle los
dientes.

Eco. Mientes. Lain. Mientes! Que' urbanidad gasta el eco consonanlista! Mientes! Lo que jo veo es que la prenda capital no asoma. Eco. Toma. {Cae la cabeza.) Lain. Tmela un peluquero francs para muestra.

8;

ESCENA
I.OS

TV.
DON LAIN.

SOLDADOS,

Lain.

Av, grande
I

Viijos!

que falta

me

habis hecho lan

Un

soldarlo. If-^arum"?

Lain. Porque iiecesilaha repartir con vosotros una dosis de miedo, sobrado fuerte para m solo. Mirad. Soldado. Vp'a s giebls"? Lain. Mirad lo que se ha descolgado por esa chinieDca. Soldado. yVas ivundcr Lain. Sabis lo que estoy pensando? Que el seor Raufeurofenrif no me dijo que para rejuvenecer mi esposa fuese necesario fusilar ese hombre en vivo. Un difunto que se cuela en el hogar don>eslico furtivamente, bien merece media docena de alrneiidritas de onza... y puede que el efecto sea el mismo. Que' se pierde en probar Soldad . Nichts. Loin. Manos la labor. El deseo de ver mi muger buena moza, tal y como era antes de sus averas, me infunde un aliento... quirrgico, veterinario. {A los
\
!

soldados.) Traedme pieza por pieza ese mueble y yo lo ir ensamblando, arrimadito la pared. Aqu hay unas escarpias: alando ellas un pauelo.... mis ligas.... (Los soldados hacen lo que don Lain les indica^ y l arma el cuerpo de GarahitOf cantando en el nterin.) Principiemos la obra por los cinuento.'. Lo que puede el amor conyugal! Esto ya se tiene. Vengan mas materiales. Adelante. Prenderemos los brazos con unos alfileres. Guapo! La cabeza es la que da en quedarse torcida. Nada: hasta lo vltimo se ha de salir con la suya. Vlgale un Muchachos, al avo: preparad los chismes; aqu no hay necesidad de descabezar el credo. (Los soldados tornan las armas Garabito echa andar.) Ay ay! Dios todopoderoso
,

Diesen vcrratherl Pascuala. (Saliendo en su figura de joven.) cede! Ah


Soldados.
;

Que su-

88
Lain. San Cosme! San Erpeterio! Santa Lutgarda! {Huyen todos despavoridos gritfiido , y Garabito vcf
:

tras ellos.)
%^/\/\'\f^/\fy^^^

Una

galera del castillp,

ESCENA

Vt

EL CONDE. Et SECRETARIO,

Conde.

Yo

quiero verla

y bastq.

Secretario.

Tambin

ella quiere verps.

Conde. S, porque no ha podido ocultarse de rals sol-r dados. Secretario. Artificios mugeriles, de que seris vctima, Dorotea os buscaba, y est deseando la entrevista. Po me es lcito oponerrpe vuestra voluntad; perq os aviso que os va a pedir la libertad del hechicero. Conde. No la obtendr de m. Secretario. Y fuera intil que se la ^oncedie'r^is o; lo prevengo. Conde. Pues cmo ? Secretaria. Es casi imposible que salga del sqblerrneo,
:

donde

se halla.

Conde. Por qu?


Secretario. Cuantos han puesto los pies en la cueva de l cabeza encantada, desde que lleva ese nombre, todos se han quedado dentro. All de nada sirve su

talismn Enrique. Conde. De ese modo, nada tengo que temer. Jntil es quitarle la vida como me aconsejabais. Secretario. Era sin embargo lo nips seguro. Conde. A que' nos hemos de privar de los Soldados que bajen pasarlo por las armas? Secretario. Vos pagis con uu parte. (Para s. No ^fibe que para nosotros no hay puerta cerrada.) Conde. Antes de resolver, quiero hablar Dorple^. Podis retiraros.

{Vase

pl Secretario.)

89

ESCENA
DOROTEA.

VI.
CONDEf

El,

Conde

Tras das y dias que vago perdido, buscando la estampa de un pie fugitivo, por fin , Dorotea , tus ojos be visto.

Cambiando
buscarme
te

papeles,

miro;

Dorotea,

tan alta ventura me saca de tino. Sabiendo que estabas en este castillo , hacer los honores le quise qr> aipigOr

Conde. Dorotea.
Conde. Dorotea,

Amigo?
si

tal

Perdona, he credo.

De Mi

serlo

me alabo. casa testigo.


aunque

En

ella,

nadie

pediste permiso,

Conde.

has hecho.... y deshecho, segn tu capricho. Que yo la he comprado


su

dueo me dijo

Dorotea,
Conde.

ninguno se agravie, si yo la derribo. Por eso yo nada


en contra le digOt Palabras que importan, jamas las olvido. Yo en punto recuerdos, separo y distingo. Jamas hago paso del mal que recibo; mas gravo en e| alniA cualquier beneficio.

Dorotea,

: ,

90
Conde.

Y dirae: te acuerdas de un conde... ?


Infinito.

Dorotea.

Conde.

Pudiera olvidarme de un hombre que quiso, perdido de amores , casarse conmigo? Casse en efecto
as

me

lo

has dicho.
ese

Dorotea. Conde.
Dorotea.
Conde. Dorotea. Conde.

Pues ya.

De
yo soy
el

modo

tu

marido.

Si t lo

dudabas,

yerro no es mi. Con que eres mi esposa? Cmo he de decirlo ?

quie'n es entonces aquel individuo , que preso se queja con triste suspiro?

Dorotea. Conde. Dorotea, Conde. Dorotea. Conde.

Aquel....
S seora. Ser un pobrecillo.... Que burla los condes. Que sabe suplirlos. Carrera ha tomado

Dorotea.
Conde. Dorotea. Conde. Dorotea.

de mucho peligro. Por te'rmino de ella,


aguarda...

Conde. Dorotea.

El suplicio. yo no lo creo. Pues yo te lo afirmo. Pues yo te declaro que no lo permito. Yo soy el que manda. Y yo la que pido y dama que ruega,

Oh

ceder es preciso.

Conde.

Por dnde
hallar tan

confias

propicio al hombre que estaba furioso contigo ?

No irrites mi ciego carcter altivo;


que puedo acordarme de agravios anllguos.
Dorotea. Conde. Dorotea.

De agravios.... que' has De mil cjue he sufrido.


Q'ie injustos que somos,

beclio?

que'

olvidadizos!

El mal que nos hacen, nos llega lo vivo y en nada apreciamos el dao que hicimos. Aquel que pensaba
lograr
el

cario

Conde.

de honrada doncella por medios inicuos, podr figurarse de culpa tan limpio, que no mereciera ni un leve castigo ? Quie'n juez de mis hechos a Enrique le hizo?

Dorotea.

A
al

todos alcanza

la ]ey del destino,

Conde.

conde y al mago, grande y al chico. Jamas se perdona


al
la

befa

el

ludibrio.

Dorotea.

Conde.

Pues jo he perdonado, mi conde querido, la farsa de boda que usted me previno. Seora, acabemos. Enrique, el indigno rival que envidioso, mi dicha deshizo, forzoso es que nmera.
,

Dorotea.

Morir?

Que' delirio!

Si libre no

mandas

que salga ahora mismo, jamas en mis labios oirs un cario.

Conde. Dorotea,

Pero yeme..*

que ya,

si

Y mira reimos ,

declarte guerrii,

y nunca
Conde. Dorotea

transijo.

No

temo...,

Desprecias

Conde.

Dorotea.

mi gran podero ? Vers lo que puede mi mgico anillo. Podr por ventura vencer mi albedro ? Ay conde del i(lma!
si

est

ya vencido.

Conde.

Teniendo estos ojos, que mas necesito? Vern su desaire,


cual vieron el mi.

Dorotea,
Conde. Dorotea, Conde.

Son siempre los condes humanos y finos.

Te

No
S

cansas en vano. te hagas esquivo.

Enrique no puede ya del sitio, donde esos soldados le tienen hundido.


salir

Dorotea. Conde. Dorotea.

Saldr,

si

tu quieres.
lo

Que Con
En

no, le repito.
al

qne

mandes,

te dejo tranquilo.

Conde.

orden tan solo ahinco? Darla al momento... con nn requisito.


la

se cifra tu

Dorotea. Conde.
Dorotea.

Cul? Has de entregarme


tu sortija.

Lindo!
(aparte. Caste en el lazo.) Gentil desatino Estn en las damas mejor los hechizos.

93
Conde.

Sobrados ostenta
tu toslro divino.

Dorotea,

Conviene que dure


sin

mengua

su brillo

y
Conde.

as tni sortija

{uardar solicito.

Pues gurdala, y siga Enrique cautivo.

Dorotea. Conde. Dorotea.

Ya

es mucha la tema. La tuya lo mismo.

{Aparte. Ignora que tengo


igual otro anillo,

Conde. Dorotea. Conde. Dorotea.

que darle.) Qn dices? Que yo no desisto. Si uo hay otro medio.... No hay otro.

(Da una
Ordena que
suelten.

rindo. sortija al conde.)


a

Me

Enrique

Conde.

Convenido.
(Aparte. Mandarlo es bien fcil, mas no conseguirlo.) (Aparte. Soy feliz.)

Dorotea. Conde.

Ahora,
(F'a besarle una mano.) (Retirndose.) Quedito. Mi esposa no debe mostrarme desvo. En tanto que la orden no des por escrito, estoy divorciada. Pero un anticipo tan fcil.... Es antes cumplir lo ofrecido.

permite

Dorotea. Conde.
Dorotea.

Conde.

Dorotea.

Faga adelantada
retarda servicio. (Vanse.)

94

Cueva de la cabeza encantada. -A los lados del proscenio dos estatuas tendidas sobre pedestales ; la una tiene atadas las manos; la otra sueltas. Un asiento informe en medio del teatro; una lmpara encendida sobre una repisa, en otro lado una antorcha apagada*

ESCENA VI.
DON ENRIQUE.

Todo

lo que ha podido alcanzar mi discurso es persuadirme mas y mas de lo que ja sabia de que las puertas de este subterrneo se abren por s solas al que intente penetrar en el, y se cierran para siempre en seguida. Por algo me condujeron aqu mis enemigos, dejndome sueltas las manos. No deb entregar Dorotea mi talismn, sabiendo lo que me esponia. Pero de otro modo, ella era la que peligra:

ba.
si

No:
es

bien hice.

necesario.

Viva ella segura, y perezca yo, (Mirando hacia adentro.) Cielos

Doroleal

ESCENA VIIL
DOaOTEA.

DON ENRIQUE*

Dorotea. Esposo niio! Enrique. Bien de mi vida {Se abrazan.) Dorotea. Cmo me has engaado! Por que me encu-' brias el riesgo que te amenazaba? Enrique. No lo cre yo tan grave: me engae yo mismo* Dorotea. Al fin te encuentro: ya estoy segura. Enrique. De que'? de quin ? Dorotea. Del conde. Enrique. El conde te persegua? Dorotea. Furioso. Ya se ve, yo le haba embaucado para arrancarle la promesa de ponerte en libertad. Enrique. Y ha faltado su palabra? Dorotea. Conoci mis designios un oficial tudesco , y se

9^
Considera tu como se pondra*. Si no tengo en mi poder el anillo mgico, de seguro que no llego verle. Enrique. Pero sabes, infeliz, sabes lo que has hecho con poner las plantas en este recinto? Dorotea. El deber de una fiel consorte 'buscar mi esposo, abrazarle, participar de sn suerte. Enrique. Sabes que acaso no volvers ver la luz del dia? Dorotea. Que! no podremos huir de aqu favor de
los revel al conde.
;

tu talismn ? Enrique. A todo alcanza, menos eso. Imposible es la salida , si no descubrimos.... Dorotea. Algn resofte? alguna puerta oculta? Yo veo bien. Enrique El encanto de esta cueva consiste en una adivinanza, conpuesla de tres renglones, de los cuales es necesario acertar el primero. Dorotea. Y dnde estn escritos? Enrique. En los n)uros de esta pieza. Dorotea. No descubro letras por ningn lado. Enrique. Ese es el secreto. Se han de imaginar y pronunciar aqu las palabras de uno de los tres renglones sin ningn antecedente. Dorotea. Virgen de Atocha ! Enrique. Entre las infinitas combinaciones que se pueden hacer con las voces de un idioma, ja ves si ser difcil atinar con las que esle'n ah trazadas, las cuales no aparecern hasta que haya quien las adivine. Dorotea. Pues ya es empresa. Enrique. Solo la casualidad se puede deber ese descubrimiento. Yo compre' el castillo por tener la gloria de desencantar los moradores de esta caverna; pero todos mis clculos han sido intiles, y por lo mismo, nunca me habia atrevido pasar de sus umbrales. Aqn permaneceremos encarcelados sabe Dios hasta cuando. Dorotea. La mansin no es muy agradable; pero tenindote mi lado, no echare' menos los magnficos salones de arriba. El amor todo lo embellece. Podremos conversar tambin con nuestros compaeros de
,

cautiverio.

96
Enrique. Ellos podrn orte, pero no responderte. Dorotea. Solamente nosotros estamos en el uso de la palabra ? Enrique. Gracias mis privilegios cientGcos. Dorotea. Pues en esa circunstancia estriba nuestra salvacin. Njida; lo que debemos hacer es estar charlando todas horas, hasta que fuerza de vaciar palabras, demos con las del enigma. Recorramos ahora estas silenciosas moradas, por si hallamos algn
resquicio que nos facilite la fuga.

Enrique.

van

los

Vana esperanza dos esposos.^

{Toma

la

lmpara^

se

ESCENA

IX.

GARABITO.

(Dentro.) \ky\ ay Despacio, que yo no vuelo. Que me estrangulo! (Sale conducido por un cueri>o el cual tiene asida con el pico una cinta que trae Garabito atada al cuello.) Alto aqu, seor cuervo: no me da la gana de correr mas. Tire V. por donde quiera. {Con las manos tira de la cinta ; esta se rompe, Garabito cae , y el cuen'o desaparece en la direccin que llevaba.) Av! se me ha desquiciado toda la columna vertebral. Que no ha de haber gusto completo! Cuando mas gozoso iba yo persiguiendo don Lain pif! cruza ese maldito grajo, me echa la guindaleta, y unas veces colgando, y otras trompicones , me trae... que' se' yo adonde? porque no veo. A la cuenta, desde que me descuartizaron, vine ser propiedad de las aves de rapia , y la primera que me atisv, dijo: aqu te veo, aqu te cojo. {Se levanta.) Que' apostamos que en esta huronera tienen esos bichos su almacn de vveres, y que lo mejor vienen darse un refrigerio con mi persona? Lo peor es que estoy tan molido, que no podra defenderme ni de un gorrin. Descansemos uii instante, aunque sea en el suelo. No; aqu {Lo que cree que es un tiento uu pedrusco , y asiento y es un monstruo, el cual al sentarse Garabito, se leyanta sacudiendo unas grandes alas: un

! y

relmpago ihimina instantaneavtente el teatro.) Vlgame el niurques de Villena Que' animalole es ese?
!

Que' son aquellas figuras blancas (jue be traslucido? Cunto va que me ban embocado en la cueva de la la del enigma que tanto da que cabeza encanlada cavilar mi amo ? {Otro relmpago.) Dicho y hecho; estoy condenado reclusin perpetua, y Dios sabe En loque que' ser de ra con scmcjanles huespedes. han venido parar las esperanzas que conceb cuando me dijo mi amo en Barahona que' apeteces? Pide lo que quieras. {Se oyen dos fuertes golpes en metal , y aparecen en el muro , resplandeciendo como si esiu^'ieran formadas con piedras preciosas^ es,

tas palabras en letra gtica.)

^'\)(.

<{\U

(jUl^nt,

^ ogrars

que

U^u$.

(Garabito contina.) Ese ruido.... ese letrero No hay mas: he dado con la adivinanza, sin pensar en ello. Y mi amo que andaba volvindose loco! S; pero ahora falta que yo sepa seguirla , esplotarla con fruto, {Lee.) Pide lo que quieras... En lo de pedir, no tengamos otro apndice al nalgaira' con tiento torio , como cuando los tres deseos. Lo primero que quiero, y que no tiene duda que me conviene, es no estar oscuras. Una luz. {El cuervo vuehe con ana mecha en el pico , enciende la antorcha que hay en teatro, y vuela.) Gracias, amigo. Buen viage. Ahora, til ser examinar el terreno. No veo mas que dos estatuas tendidas. {El monstruo que ha cambiado de puesto , se mue'e ni acercrsele Garabito.) No se incomode V.: soy de casa. Estos pcrsonagcs sern la cuenta dos campeones cuyas proezas habran escitado la envidia de algn encantador malandrn.... y ctelos V. berroqueizados. En efecto, son hombres de armas tomar, porque aqu conservan lassuyas. Si legrase desencantarlos^ me hacia con dos aliados
;

98
tormidnbles. Este tiene un chafarote, y el otro.... una arma de fuego, manera de retaco. Calle! Si estn aqu sus nombres! (Lee.) Bernardo. Cmo! Ambrosio. Voto va! Ya caigo. Este es el de la espada que ni pincha ni corla, y aquel el que cargaba la carabina con caamones. Buen refuerzo esperaba yo! La espada de Bernardo me seviria lo mismo que la carabina de Ambrosio. Continuemos ejerciendo el derecho de peticin; y para no equivocar-

Fuera circunloquios... Quiero que inmediatamente se me ponga... (El monstruo ruge y se dirige Garabito furioso.) No, seor, no se enfurezca V. no iba pedir que me as; que aun no he acaba Jo pusieran en libertad, como V. setgur;i; iba decir que me pusieran.... la mesa para cenar. Pues estamos bien! Pide lo que quieras, y pur poco no me despedaza ese dragn cuando pido lo que mas me importa! (Sube por un escotilln una mesa aparada, de~ bajo de cuyo tablero hay dos osos y como sostenindole : la mesa trac consigo un banco largo.) Hola! Parece que de puertas adentro no se opone nadie que regale yo mi individuo. Sea enhorabuena los duelos con pan son menos. As como as, me voy convenciendo de que contra todas las reglas de la encantaduria, en esta tierra hace hambre. Y guisan muy bien por all abajo, porque el olorcillo convida. En verdad, que donde hay quien guise, poda haber quien sirviera. (Los osos salen de debajo de la mesa y se ponen en dos pies los lados de la mesa^ cada uno con una servilleta al hombro.) Vaya un par de camareros! Que' atrocidad! Hganme ustedes el favor de no atarearse por m. Oyen ustedes? (^ieraMozo! Con usted o que no le hacen caso.) Eh
lo...
y
:

hablo.... y con usted.

larguen ustedes de aqu, y no vuelvan hasta que suelten el pelo de la dehesa. Lo quiero , lo pido. (Los osos vuelven colocarse debajo de la mesa.) Hum....! No se' si me 6e. En fin, vamos comer. Lo primero, un huevecito pasado por agua que en esto no pueden liaber ingerido ningn jarope. Oh! y parece fresco. Aqu no estoy con tranquilidad. (5e vade la mesa, mirando los onos, Y llevndose el huevo.) ^u eslc lado, de dos sorbos...
se
.

Que

99
un pjaro.) Pues estaba reciente, por Dios! y tenia un pollo volandero! Y porqu me pringo jo en tal fruslera ^ habiendo aqu un paslelou de liebre, que es mi plato de preferencia? (To/na un cuchillo f y trincha. Alicnlras tanto las dos estatuas i>an levantndose lentamente hasta sentarse en el banco , uno cada lado de Garabito.)

{Abre

el hiicyo,

sale de l

ESCENA
BERNARDO. AMBROSIO.
!

X.
GARABITO.

Garabito. Que tierna est La liebre es el animalito mas dcil, y.... (Sale de ella un gato.) Pero, seor, que no ha de haber un hosterero que no encaje gato por liebre! Bien dicen que tienen siete vidas los tales: este reserv la se'ptima para librarse de mis dientes. Como sigamos as, voy cenar opparamen.te. Veremos si este par de perdices son de recibo, (Trincha.) Lo que es esta, se deja trinchar sin oposicin. Vamos, esto es perdiz verdadera perdiz, como se venera en las mejores pasteleras del reino. Y sin embutidos heterogneos , ni cuerpos exticos La destroc. Con qu gusto voy.... (Toma con el tenedor un pedazo, y al ir comer repara en las estatuas.) Vlgame el relicario del Escorial Dos convidados de piedra! (Huye.) Seor don Bernardo... seor don Ambrosio.... permtanme ustedes les diga (|ue esto de sentarse mi mesa de mogolln, sin decir osle ni mosle, ni tus ni mus, ni hache ni Pues. erre... Eh? iNada, como si hablase con una
,
!

estatua.

jimbrosio llama con la mano Garabito. Garabito, Qu? Que vaja? Ambrosio dice con la cabeza que s. Garabito. Yo digo que no quiero. Si tiene V. algo que decirme, desde aqu puedo oirlo. yimbrosio torna un vaso y pide vino. Garabito. No pueden ustedes hablar? Qu dianlres! Tieui n len;ua para saborear el vino, y no les sirve pava pedir Ah est la botella. ylnihrosio dice que eche de beber Bernardo. Garabito. Y qu quiere V. decir con toda esa panto !

al camarada? Pues no me acomoda. Que se sirva s mismo el seor Bernardo. Ambrosio hace Garabito notar que Bernardo tiene las

lOO mima? Que de de beber

manos

sujetas.

Garabito. Y es verdad , que tiene atadas las manos. Soy un pollino. Bernardo y Ambrosio hacen seal afirmativa. Garabito. Celebro la uniformidad de pareceres. Ea, vamos darle un traguito. Yo sirviendo semejantes estafermos! Empine usted: arriba con l. Buen provecho. Ambrosio pide vino para si. Garabito. Soor don Ambrosio, V. se halla con las

manos hbiles y espeditas: escuciese Ambrosio insta. Garabito. Digo que no quiero. Ambrosio con la cabeza, s, s, s.
Ambrosio

su gusto.

Garabito. j\ooo. se levanta muy incomodado. Garabito. A m me importa un bledo que V. se incomode. No quiero ser copero de un mazacote de cantera: lo dije. Y cuidado que cabeza dura no me

ganan ustedes. Ambrosio enfurecido, arrncala cabeza Ambrosio


!

hace ademan de arrojrsela Garabito. Garabito. Eh no tire usled, Vaya! Yo le dar' V. de bebor porque no se desgracie esa preciosa escultura. Solo mi amor las artes podia hacerme dcil en esta ocasin. (Echa de beber Ambrosio Bernardo entretanto se duerme, Ambrosio hace luego lo mismo.) Que' asombro! Lo misino bebe que si fuera de carne y hueso. (Mirando Bernardo.) Eso es: ahora desollarla. Que' sueo tan pesado debe ser el de mis comensales. Y no hay mas: se durmieron como dos cachorros los pedazos de estuco. Me alegro: hora es de que yo piense seriamente en mi situacin. El segundo artculo del acertijo dice: haz lo que veas. Qu he visto yo hacer esta gente? (Remeda las acciones que indica.) Sentarse... No: sentarse no; los he visto sentados. Llamarme el uno, pedirme vino, beber el otro, empearse el primero en que le sirviese, y al negarme yo, quererme romperla cris:

101
con esta cabeza. {F'a cogerla. Golpes de laman dentro ; truenos. Las estatuas se ponen en pie y quedan inmi>iles el monstruo se mueve y sacude las alas.) Que significa esle estrepito? Es para alentarme para detenerme? Lo que no admite duda es qne he atinado con el secreto: esta debe ser la cabeza encantada. Yo bien le echara el guante; pero qnie'n no terae un revs de un cuerpo tau slido, tan compacto ?

ma

ESCENA

XI.

EL CONDE. EL SECRETARIO. DON LAiN j' SOLDADOS, que saldrn por un lado, don enr.ique f dorotea por otro. GARABITO.

Secretario. (Dentro.) ISuestro dominio peligra: .ncndid.

Garabito. Los tudescos vienen. (Salen todos.) Conde. Aseguradle.


Secretario.

Cmo me deendo?

Matad le.

Lain. Pulverizadle. Enrique. Deteneos. Garabito. Ah va eso. (Quila la cabeza Bernardo, j asi que la tiene en las manos , ambas csiiuas quedan en trages antiguos. La mesa se hunde.) Enrique. Triunfe. Se descubri el secreto de la cabeza encantada, y ahora mi talismn es el poderoso. Conde. De que le sirve? Mis soldados te cercan. Lain. Ests en un calabozo. Enrique. Estoy en mi palacio. Huid. (Transfrmase el subterrneo en un saln magnifico. Los osos, el monstruo j" los monos que salieron en el tercer acto, retiran al conde y los suyos. Los encantados acuden en
venganza. Llevmonos una victima. (Se llevan don Lain.) Garabito. (Aparte. Ya es viuda Pascuala.) Enrique. Dulce esposa, hoy renuncio mis artes mjicas. Si hice uso de ellas para obtener tu mano, para conservar tu amor no las necesito. Dorotea. mame como hasta hoy: ese hechizo te basta. (Los encantados ejecutan un baile , y se da fn.)
Secretario.
;

tropel en irages elegantes.) Se frustr nuestra

_J

102

NOTA.
Esta comedia se ba impreso por un borrador plagado de enmiendas casi ilegibles: no bay por tanto que estraar que se bajan cometido en ella las siguientes

ERRATAS.
Pgina.
Lnea.
Dice.

Lase.

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PQ 527 1839

Hartzenbusch, Juan Eugenio La redoma encantada

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