Dame Un Segundo

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Dame Un Segundo - Prefacio

DAME UN SEGUNDO
(Novela)

Prefacio: Reencuentro (vers. 1.1.5)

Por Rebelde Buey

La camilla peg contra la puerta vaivn de ingreso del sector de ambulancias y entr a la clnica
con la violencia de la desesperacin. La conducan dos enfermeros de rostros inexpresivos, con
destreza casi maquinal. El ms alto ataj a la recepcionista que vena corriendo hacia ellos.
-Est Surez? Quin est?
-Tienen que salvarla, por favor! Tienen que salvarla!
Con los dos enfermeros vena un hombre de unos 35 aos, plido como un fantasma y totalmente
desencajado, fuera de s. Vesta un traje sucio y roto y la camisa afuera empapada de sangre.
-Surez, s. Suban que ya est todo listo.
La camilla viboreaba a toda velocidad por el pasillo rumbo a un ascensor siempre lejano. Los
segundos se extinguan ms deprisa que nunca, lo mismo que la inconsciente vida de la mujer que
llevaban.
-Sacame al marido de encima le pidi el enfermero a la recepcionista. Pero luego se dirigi al
pobre hombre con un dejo de culpa. Seor, vamos a hacer todo lo posible.
El hombre de 35 lloraba sin consuelo, sin pudor. La vida le estaba arrebatando lo ms valioso de
toda su existencia y eso pareca ser de relativa importancia para el resto del mundo.
La recepcionista lo tom amablemente del brazo.
-Seor, acompeme. Usted tambin necesita atencin.
-No, yo voy con ella! Tengo que estar con ella!
-Seor, no puede ir al quirfano Ya no hay nada que pueda hacer. Ahora est en manos del
doctor Surez, qudese tranquilo que es el mejor.
Poda ser el mejor. Pero tambin el peor. Aquello era emergencias y estaba en un hospital
pblico cualquiera del Gran Buenos Aires, a las diez de la noche.

Con la velocidad de un rayo y coordinacin suiza, uno de los enfermeros abri la puerta del
ascensor con una mano mientras con la otra guiaba la trompa de la camilla. El que empujaba
esquiv el desnivel con un movimiento casi imperceptible de las ruedas e ingres rpidamente
mientras su compaero se reacomodaba.
Sac de un empujn no demasiado corts al hombre que intentaba colarse y cerr con celeridad la
reja del ascensor.
El hombre, el pobre hombre, qued suplicante viendo cmo su esposa, dormida hasta la muerte
en la camilla, cubierta de sangre, rota, herida infinitamente por las mil vueltas de su Mercedes
Benz, suba sin rumbo cierto a enfrentarse con la muerte.

-Seor Seor! tuvo que esforzarse la recepcionista.


El hombre dio un leve sobresalto, como si hubiera despertado de un hechizo.
-Eh? Ah Ezequiel -respondi a la ya lejana consulta.
Pero no dijo ms nada. Su atencin estaba puesta en la puerta verde despintada desde donde le
traeran novedades de su esposa.
La recepcionista suspir resignada.
-Tome. Llene estos dos formularios. Me escucha? -Le acerc dos papeles y una birome,
desplazndolos por sobre el mostrador de mrmol. Debera hacerse ver usted tambin. En el
choque estuvieron los dos, puede tener algo roto sin saberlo.
-No me voy de esta sala hasta que venga el doctor y me diga cmo est mi esposa.
-Eze!
Ezequiel gir la cabeza. La recepcionista vio entrar a una chica de veintipico, menuda y de rostro
virginal. La desesperacin y las lgrimas no lograban disimular su extrema y autntica belleza. Sin
embargo, lo que ms le llam la atencin fue ese categrico sesgo de seguridad y confianza en s
misma que emanaba, que de alguna manera no corresponda con su edad y apariencia.
-Ash!dijo Ezequiel, y la recibi en un abrazo.
Empiezan a caer los parientes, pens la recepcionista. Pero inmediatamente observ que
haba algo que desentonaba en la escena. No poda decir que fuera el abrazo. El abrazo era solo un
abrazo solidario y compartido en el dolor. Pero despus del encuentro, el tal Ezequiel y la chica
haban quedado demasiado cerca uno del otro, con sus rostros a una distancia infrecuentemente
cercana.
Ezequiel tom a Ash por una mejilla y la acarici con ternura. Su otra mano era tomada por ella.
-Qu pas? Cmo est Tiffany?

Ahora ella lo acariciaba a l. Era por cierto ms que evidente la intimidad que esos dos tenan
entre s. La recepcionista carraspe, ms indignada que confundida.
-Seor, va a llenar los formularios por la internacin de su esposa?
-S, s -respondi Ezequiel, distrado, ignorando por completo el acento que haba puesto la
recepcionista al decir su esposa. Pioja, ayudame con esto. Vos sabs los datos de Tiff mejor que
yo.
Ash tom los papeles con determinacin y comenz a leerlos y llenar los datos de memoria,
incluidos nmeros de documento y otros an ms difciles. No dej de sollozar ni preguntar
mientras lo haca.
-Qu pas, Eze? Chocaron contra un camin, me dijiste por telfono
-S, pero el camin estaba estacionado. No s qu pas. El auto se volvi loco y perd el control por
completo. Vena rpido No puedo creerlo
-Cmo est Tiffany?
-Inconsciente. Tiene heridas por todos lados. Debe estar toda rota, no s La tena en mis brazos y
no reaccionaba pareca muerta... Por Dios, si se me muere no s qu voy a hacer No s qu
vamos a hacer, Pioja! Ezequiel hablaba rpido y sin pausa en medio de un ataque de histeria. Ash
lo rode con sus brazos en un gesto que pretenda calmarlo. No solo a l, sino tambin a ella
misma. Ash amaba a ese hombre y tambin a Tiffany, su esposa. No poda imaginarse una vida sin
alguno de los dos.
-Debera haber sido yo -musit muy bajo, prcticamente para s. Pero Ezequiel la escuch.
La tom de los brazos con una firmeza que sorprendi a la recepcionista, quien los observaba
entre papeles que finga ordenar.
-No digas eso ni en joda. su tono fue dursimo cuando agreg: -Nunca.
Ash claudic de inmediato bajando la vista pero jams dej de pensar que ambos, all, de pie,
saban cmo era la situacin.
Ella no podra vivir sin Ezequiel o Tiffany; a su vez, cada uno de ellos no podra vivir sin el otro.
Pero descontaba que el matrimonio podra vivir sin ella, si algo le pasara. Lo saba y estaba bien. Lo
aceptaba. Ella los amaba -simplemente- y no esperaba un amor exactamente igual como
contrapartida. De hecho, no pretenda ninguna contrapartida.
Pero no se engaaba.
Bes los labios de Ezequiel brevemente pero con amorosa ternura, sin poder evitar el llanto.
-No la quiero perder suplic entre lgrimas.

Luana y yo llegamos cerca de la medianoche. Habamos hecho rpido desde Capital pero nos
habamos perdido al bajar de la autopista.
Lo primero que vi al cruzar la puerta fue la angustia de mi amigo Ezequiel y el rostro quebrado de
la pequea Ash.
La pequea Ash no era en realidad nada pequea. Era solo tres aos menor que nosotros, lo que
significaba tener 32. Sin embargo, y aun con el rostro transformado por el drama que estaba
viviendo, segua aparentando siete u ocho aos menos.
Fui a abrazar a mi amigo y mi esposa hizo lo propio con Ash.
-Vicente! Luana! dijo sorprendido al vernos. Vi reconfortar su rostro y la rigidez de sus hombros,
replegarse. Sonri dentro de lo que poda, haca un tiempo que no nos veamos.
En ese momento la puerta de entrada rugi un quejido agudo y apareci Gregorio.
Ezequiel mir a Ash, sorprendido.
-Llam a todo el mundo dijo la Pioja, a modo de disculpa.
-Vine a ver cmo estaban y ofrecer mi ayuda en lo que pueda anunci Gregorio incluso antes de
saludar. Pero si quieren
Ezequiel advirti que su gesto se haba malinterpretado y se apur a darle la mano y abrazarlo con
la otra.
-No, boludo, cmo se te ocurre. Es que me sorprend y Hace como cinco aos que no te veo!
Se hizo un silencio incmodo.
-A quin ms avisaste? Ezequiel mir a Ash con preocupacin.
-No s A todo el mundo
-A Cherry tambin?
-No s Puede ser S. Qu se yo, estaba histrica y marqu y habl mientras manejaba para ac.
Cherry Cuntos aos haca que no la vea...? Nunca los suficientes, por cierto.
Gregorio carraspe en el silencio.
-Sigue con? Cmo se llamaba el chico? Gregorio se movi inquieto. Haba sido novio de
Cherry durante algunos aos y pretenda no recordar el nombre del otro. No nos engaaba.
-S. Sigue con Isidoro.
Fue como si los hubieran anunciado. Cherry e Isidoro irrumpieron en la sala con desbordado apuro
y sobreactuada preocupacin.
Como siempre, l iba un par de pasos detrs de ella y, como siempre tambin, Cherry iba vestida
como para que se den vuelta todos los hombres que respiraran a cien metros a la redonda. Supe
adems, cuando la descubr mirando con disimulo alrededor, que si tena la oportunidad iba a

terminar en un cuartucho enfiestada con un mdico o enfermero mientras Isidoro la esperaba en


la sala.
Para qu estaba all? Qu pretenda? Ciertamente la haba llamado Ash por error, o lo que fuera,
pero eso no era suficiente para justificar su presencia.
Siempre caba la posibilidad de que buscara hacer las paces con su ex mejor amiga Tiff. Ante la
muerte, la gente ve la vida con otro lente y muchas veces las peleas, envidias y odios quedan
expuestos como lo que son: miserias humanas. Algunos nos volvemos ms buenos, o quiz
simplemente ms maduros, y buscamos la reconciliacin, el perdn, la paz.
Costaba creer que Cherry pudiera entrar en esta categora, pero cosas mucho ms sorprendentes
nos haban sucedido a todos nosotros. Desde antes. Desde siempre. Desde el da que nos
habamos conocido.
Volvi a imponerse un silencio incmodo y me refugi en mi esposa Luana. La tom de la mano y
ella me agarr del brazo.
Observ a mi alrededor. Estbamos todos. Luego de veinte aos la vida nos haba vuelto a juntar,
aunque en circunstancias muy distintas, opuestas, dramticas.
All estbamos mi Luana y yo, Ezequiel y Ash, y Cherry y su novio, que no era Gregorio, como
antes, sino Isidoro. Y, por supuesto, tambin estaba Tiffany. No solo tres pisos arriba, en un
quirfano, sino tambin all mismo, entre nosotros.
Veinte aos. Pareca toda una vida. Y en algn punto lo era.
Veinte aos atrs todo era tan diferente. ramos nios. No tenamos hipotecas, ni Mercedes
Benzs, ni matrimonios, ni trabajos odiosos que proteger.
Veinte aos atrs estbamos locos. Felizmente locos. Veinte aos atrs ramos un grupito de
adolescentes unidos como los dedos de un puo e igualmente invencibles, dispuestos a
comernos el mundo.
Veinte aos atrs ramos nias caprichosas y nios inseguros y consentidores con tal de
pertenecer a ellas.
Veinte aos atrs
Dame Un Segundo - Captulo 01
-

DAME UN SEGUNDO
(Novela)

Captulo Uno:
Luana y el Pacto

Por Rebelde Buey

Para m todo se inici el da en que Luana acept salir conmigo (aunque luego me enterara que la
cosa se haba iniciado un poco antes). Estbamos en Segundo. Ella era un ao mayor que yo
porque haba repetido una vez. A m me haba gustado desde siempre. Era una hermosa mestiza,
mezcla de asitica y latina. Delgada, bellsima, con una cola perfecta y unos pechos pequeos y
paraditos. Nos gustaba a todos, no solo a m. Y ella aprovech cada ocasin para ir saliendo con
uno y otro chico.
Claro que indefectiblemente todos la abandonaban porque -ms tarde o ms temprano- ella volva
con su ex novio, un coreano como ella, llamado Huan. No volva para salir, pero no poda evitar
tener relaciones con l. Deca que ningn hombre se la coga igual.
As que Luana cambiaba de novio seguido. Tan seguido como era descubierta yendo a la cama de
su ex.
Finalmente lleg mi turno. Por mi timidez yo fui el ltimo en tratar de levantrmela. Esper sin
saberlo a que todos -o casi todos- salieran con ella. Mis amigos me decan que no lo haga. Que ella
iba a traicionarme y que no vala la pena.
Pero Luana me gustaba muchsimo, y yo tena que intentarlo.
La invit a salir y, para sorpresa de ambos, coincidimos en un montn de cosas y nos llevamos
maravillosamente bien. Salimos durante casi un mes sin que ella volviera con su ex. ramos la
pareja sorpresa del ao. bamos a bailar. Al cine. A ver amigos y parientes. Estbamos realmente
muy enganchados y era evidente que haba amor entre ambos. ramos novios oficiales y haba
pasado muy poco tiempo.
Pero claro, lo bueno no dura para siempre. Al cabo de dos meses ella sinti la necesidad de volver
con Huan. Necesitaba sexo. Conmigo no haba hecho nada porque deca que a m me amaba y que
quera conservarse virgen hasta que nos casemos. Me pareca anticuado pero no me importaba.
Quera estar con ella.
Cuando esa tarde vino a verme con cara de velorio, me di cuenta de que me iba a dejar.
-Por lo general con los otros chicos me explic-, cuando tena sexo, me daba cuenta que no me
satisfacan... aguantaba un par de semanas pero al final me agarraban ganas de tener una buena
cogida... no deca nada y me iba con mi ex... pero con vos es distinto... no puedo hacer eso...
-Con tus otros novios tuviste sexo...?

-S, claro. Pero no te enojes, con vos no tengo porque quiero que lo nuestros se conserve limpio
hasta que nos casemos...
-Pero...
-Igualmente, no creo que podamos seguir vindonos... necesito coger... Pero coger bien....
necesito coger con Huan... y vos no te mereces que te cague...
-... pero...
-As que decid dejarte... no soy buena para vos... soy demasiado puta y te merecs algo mejor...
-Pe-pero... no... Lo que me decs no tiene sentido... Pods coger conmigo! A quin le importa
mantenerse virgen hasta casarse? Cojamos y listo!
-No, quiero que el hombre de mi vida se mantenga limpio y casto hasta el da de mi boda... S que
no puedo pedirte semejante cosa si yo no puedo cumplir lo mismo ni siquiera dos meses, pero...
-No entiendo... No me quers ms? Lo quers a l?
-No! -fue categrica- A l solo lo utilizo. Amar, amo a un solo chico. Y ese sos vos... pero necesito
algo ms...
-No entiendo por qu no lo hacemos y listo!
-Aunque lo hagamos, vos sos virgen. E inexperto. Perderas en la comparacin con l. Y te
traicionara de todos modos... ya pens todas las posibilidades, no hay salida. Tenemos que
separarnos...
-No, por favor, no me dejes...
-Lo siento...
Si me hubiese detenido por un momento sobre lo absurdo de la situacin, hubiese comprendido
que todo aquello era una burda manipulacin de mi Luanita. Pero yo estaba desesperado y,
pensado a la distancia, quiz tanto ella como yo mismo estbamos tirando pruebas sin demasiada
claridad del formato de relacin que inconscientemente nos gustaba.
-Hagamos algo intermedio... -conclu. -No s... podras verlo a l, solamente verlo... y al volver yo
te hara una paja... o algo, no s...
-Mmm... No. No sera suficiente...
Hubo un segundo de desconcierto y desesperacin. Ella dijo:
-Y si hacemos al revs? Yo estoy con vos, y l me hace una paja
-Pero eso va a ser suficiente? O al mes vas a cogrtelo de todos modos?
-S, tens razn...
-No quiero que me dejes... Pero tampoco es justo que cojas con l y a m no me des nada! No me
lo voy a bancar.

-Ya s, mi amor... salvo que A ver... y si cojo con l como yo necesito, y te hago la paja a vos...?
Aquello era una novedad. Ella jams me haba tocado, y siempre se haba mostrado reticente
hasta el bendito matrimonio.
-La verdad? No s. Cmo sera?
-No tengo idea... -Pens un segundo.- Cada vez que coja con l puedo venir con vos y regalarte
una paja... Vos sabes que a m eso no me gusta, pero...
-Pero una paja contra una cogida... Es injusto! No me parece bien...
-Est bien... Qu te parece una cogida con l, y una paja ms sexo oral con vos...? Es mucho ms
de lo que ibas a tener hasta que nos casramos...
Mi pija dio un respingo. De pronto me cerr el trato. Por un lado, porque as no la perda. Y encima
iba a tener pajas y felatios que no estaban en la agenda para los prximos aos. Hice una rpida
cuenta del costo: que ella se acostara con el coreano era humillante, pero vindolo por otro lado,
si yo no aceptaba, ella iba a tenerlo igual, y encima yo no tendra ni a ella ni lo mo.
-Acepto -dije casi en un grito.
Por toda respuesta Luana me zamp un beso en la boca y llev su mano a mi entrepierna, por
encima del pantaln. Yo estaba al palo.
-Mmm... Mir cmo te pusiste... Me parece que te va a gustar ms de lo que te penss... Igual, no
te preocupes, mi amor... con l es solo sexo... Ah, otra cosa... solamente una condicin...
-Qu quers ahora? No me cambies el trato porque no acepto!
-No, simplemente quisiera que cada vez que vaya a estar con otro, me compres alguna ropita
interior para poder estrenar... as cada vez que estoy cogiendo, pienso en vos...
Acept, claro. En medio de la situacin no me pareci importante. De todos modos, lo que no
capt en ese momento fue algo ms grave, que me dara cuenta mucho tiempo y varios cuernos
despus: ella no dijo cada vez que vaya a coger con mi ex, sino "cada vez que vaya a coger con
otro". Ese sutil cambio no era nada sutil; pero para cuando yo me percatara de ese detalle, tendra
la frente poblada de frondosos cuernos y el corazn y la pija ms que contentos, y ya no me
importara.
Aquel da estaba aceptando ser un cornudo consciente y, lo que era peor, aceptando que todos
mis amigos y las amigas de ella lo supieran, porque su ex, el coreano, estudiaba en nuestro
colegio, tres cursos arriba, en quinto ao.
Aquella tarde le compr a Luana la primera de una larga coleccin de prendas ntimas. Un
conjuntito de encaje negro, muy sexy. La tanguita se le enterraba en la cola de una forma que
haca parar el corazn.
Se la puso despus de ducharse en su habitacin, delante mo. Estaba hermosa, con el cabello
mojado y el conjunto negro sobre su piel blanca. Estaba tan sexy que no poda evitar estar al palo

todo el tiempo. Se pona de espaldas para mostrarme cmo le quedaba de atrs. Me sonrea. Me
haca bromas. Se agachaba para provocarme.
Como habamos quedado, me hizo la primera paja de mi vida. Estaba tan caliente que
prcticamente me fui al primer movimiento. Sin embargo, la pija no se me baj. Le ped que me
haga otra pero se neg dicindome que ese no era el trato.
Igual, no me importaba. Al otro da me iba a chupar la pija as que...
-Estaba pensando que quiz un da sea mucho para vos, por lo del sexo oral, digo...
-Qu me quers decir?
-Que si quers podes esperarme en la puerta del telo hasta que salgo y yo cumplo con mi parte del
trato cuanto antes.
Mi rostro se ilumin.
-Te amo, mi amor! -le dije.

Huan la pas a buscar con el auto por su casa. Salimos Luana y yo, y ella me present.
-Huan, este es Vicente, mi novio. Viene con nosotros hasta el hotel, pero se baja en la puerta...
La cara de Huan fue de total sorpresa, aunque no dijo nada. Creo que entendi ms rpido que yo.
Luana se sent adelante, y yo atrs. Enseguida comenzaron a manosearse. En silencio al principio.
Huan le tocaba las piernas desnudas y pretenda avanzar bajo la minifalda.
Luana lo dej hacer. Y yo me estaba poniendo celoso. Intercambiaron unas palabras en coreano y
rieron, Huan mirndome por el espejo.
Me puse incmodo.
-Qu pasa? De qu se ren?
-De nada, amor...
De nada, nada. Insist.
-De qu se ren?
-Nada Hizo un chiste sobre vos y sobre tu tamao... como que la tens chiquita, y que por eso yo
me voy con l...
Me enoj.
-Pero encima me gasta?

-No, amor, es un chiste....


-Decile que no es por eso, decile que la tengo ms grande que l...
-Pero, no, amor... Si l la tiene as de grande...!
-Cmo? No puede ser!
-Quers que te la muestre?
-No!!
-Mir -apoy sus dos dedos en el pantaln de Huan, haciendo un hueco entre el ndice y el gordo.
Debajo de este hueco se vea claramente el pedazo de carne de Huan. Luana corri los dedos hacia
abajo para que yo me diera cuenta de la longitud. Era inmenso.
-Con... razn... volvs con l a cada rato...
-Ay, pero es nada ms que sexo... Lo importante lo tengo con vos, mi vida...
Llegamos a la entrada del telo y el auto se detuvo para que yo bajara.
-Esperame ac dos horas, amor, y cumplimos la segunda parte del trato.
Me qued. Y mir cmo el auto ingresaba al hotel y era devorado por el portn de la cochera.
Fueron las dos horas ms largas de mi vida.
Primero me qued all como un boludo, esperando que pasen los minutos. Con el fro de la noche
me di cuenta que era intil. Fui al bar de la esquina a tomar algo caliente. Me sent junto a una
ventana. Poda ver pero no muy cmodamente- la fachada del hotel. Con cada luz que crea ver
prendida me los imaginaba llegando a la habitacin. Ridculo. A esa altura ya estaran desnudos y
con la luz apagada. De todos modos, los hoteles tienen las ventanas cerradas.
Cada vez que se abra la puerta mi corazn daba un salto. Hasta el final, mantuve la ilusin de que
Luana se arrepintiera y salieran del hotel rpido.
Pero los minutos pasaron y la puerta se abra por otras parejas. Los minutos se hicieron una hora.
Sal del caf. Quiz si daba una vuelta me pasara el tiempo ms rpido. Al poco de andar me di
cuenta de que si ella sala por haberse arrepentido, yo no estara esperndola y quiz se asustara
o algo.
Volv. Me qued unos minutos en la puerta del hotel. Estuve un rato cuando vi que se aproximaba
una pareja joven. Me sent incmodo. Yo ya pareca un polica, un padre cuida o un marido
paranoico. Cuando entraron, la chica escondi su rostro, como para que no la viera. El tipo
tambin, pero estaba cubrindola, de modo que qued de este lado y pude verlo. Cre reconocer
en l a uno de los chicos de quinto ao. No saba el nombre, pero lo conoca de vista. Aunque la
oscuridad poda engaar. A la chica no le vi el rostro, pero fue imposible no distraerme con su
minifalda tableada a cuadros y sus botas hasta ms arriba de las rodillas. Aquella rubia vestida de
colegiala sexy no me dejaba verle el rostro pero al menos poda disfrutar de sus piernas perfectas.

Decid que estaba siendo un pesado all en la puerta, y a todas luces mi Luana no se estaba
arrepintiendo de nada, as que haca el papel de tonto.
Volv al bar. Tendra que esperar all unos treinta minutos ms.
Al entrar vi que la mesa que antes haba ocupado (la nica por la que se poda ver ms o menos
bien la fachada del hotel) estaba un chico. Lo conoca. Se llamaba Ezequiel, y era un compaero de
colegio; estaba en el mismo ao que yo pero en otro curso. Entre ellos y nosotros haba una cierta
pica, pero a mi Ezequiel me caa bien. Era un chico como yo, tmido, de pocas palabras. Lo salud
con un gesto. No nos conocamos mucho, pero pude advertir que estaba nervioso por algo. Mi
presencia multiplic su susto. Me salud pero con su expresin no me invitaba a acercarme. Y no
lo hice.
Lo observ desde una mesa ms lejana, y vi cmo miraba insistentemente el reloj y la fachada del
hotel. Me pregunt si yo me vera as, una hora y media antes.

Al salir con Luana todo el colegio daba por supuesto que yo sera un cornudo. Si continuaba con
ella, un cornudo consciente. Pero no fue hasta ese momento en que ca en la verdadera dimensin
del asunto. Ezequiel iba a ver en un momento u otro cmo Luana sala del hotel con su ex. Y en
lugar de darme bronca o vergenza, entend lo que ya todos entendan. La cosa era as, punto. No
importaba si Ezequiel lo presenciara. Todos lo daban por hecho. Yo era considerado un gran
cornudo an antes de serlo.
Luana y su ex salieron del hotel con unos minutos de adelanto. Yo pensaba esperarlos en la calle,
pero me sorprendieron en el bar. Llegaron abrazados, Huan tomndola de la cintura y sobndole
indebidamente las nalgas por sobre la minifalda.
-Hola, amor. -me dijo alegremente y me dio un sonado beso.
Yo mire nervioso hacia Ezequiel, que observaba incrdulo la escena. Huan segua tocando a mi
novia descaradamente.
Luana entendi mis nervios.
-Hola, Ezequiel... -Ezequiel se puso rojo. Sonri a forma de saludo. -Cmo est Tiffany?
Mir incrdulo a Luana. Por qu le preguntaba a Ezequiel sobre Tiffany? Tiffany era una rubia
espectacular que todos en el colegio se la quera coger. Pero ella no sala con nadie. Bueno, con
nadie de menos de 18 aos.
Ezequiel se revolvi incmodo en su silla.
-B... bien... y vos...? Volviste con tu ex...?
-No... -sonri y me zamp un beso como toda respuesta.

Huan sonri y dio un paso al costado.


-Bueno, yo me tengo que ir... Luana, seguro no quers que te lleve?
-No -dijo ella.
-Repetimos el viernes...? -pregunto mientras alcanzaba la puerta.
-El viernes -dijo ella a la vez que me rodeaba el cuello con sus brazos
-El viernes otra vez? -me quej en un susurro. No quera que Ezequiel escuchara. Aunque a esa
altura era lo mismo.
-S, mi amor... Pero no te preocupes, yo solamente te quiero a vos... -y me dio un besito. -Pag ac
que tenemos que ir al hotel... Falta la parte del sexo oral, te acords?
Me fui de all con ella. No pude saludar a Ezequiel de la vergenza. En ese momento me estara
mirando entrar al hotel. Al menos creera que me la iba a coger. Cruzando la puerta me pregunt
qu estara haciendo Ezequiel all.
Al entrar a la habitacin, Luana fue todo mimos y dulzura. Me abrazaba, me besaba, me deca
cosas lindas. Nunca supe por qu pregunt aquello. Pero lo hice.
-Le gust a tu ex la ropita que te compr?
Luana abri los ojos entusiasmada.
-S! -casi grit de alegra. -Le encant. Dijo que estaba re puta. Mir... Mir cmo me vio...
Y se quit la ropa. Qued con lo que yo le haba comprado. El conjuntito con encaje negro, con la
tanguita muy sexy que se le enterraba entre sus nalgas perfectas. La pechera tena un lindo escote
y le dejaba la pancita sexy al descubierto. Realmente estaba hermosa. Y si no fuera porque tena
prohibido cogrmela, me la hubiera violado all mismo.
-Mi amor -le dije- me hara una paja sobre tu cola ya mismo...
-Nooo... -me dijo juguetona- Eso te toca recin el viernes que viene... antes de que me coja Huan...
-Bueno, al menos ahora me vas a chupar la pija...
-Qu? -dijo sorprendida y rompiendo un poco el clima. -De dnde sacaste eso?
-Mi amor, me dijiste una paja y sexo oral...
-S, pero... la paja era para vos... y el sexo oral para m... Sino qu me das vos...?
-P-pero, mi amor... Acabs de coger durante dos horas con tu ex...
-Ay, s...! -dijo con el rostro iluminado.
-No es justo... yo no tengo nada...
-Cmo que no? No te hice una paja, hoy?
-Pero amor, yo sigo recaliente... Te veo con esta ropa, estamos en un telo...

-Estas caliente a pesar de que me acaban de coger...?


-S-s... No...! Bueno, no s...
-Hagamos as... yo te voy contando cmo me fue cogiendo Huan... vos me vas chupando la
conchita en cada una de las poses que me hizo... y despus te dejo que te pajes mirndome...
-P-pero... no es justo...
Luana fue a la puerta y me llev de la mano.
-Primero nos besamos ac. Apenas entramos nos besamos como dos animales...
Entonces comenz a besarme.
Luego me explic que Huan iba bajando sus besos a la par que le iba quitando la ropa. Me oblig a
besarla en los lugares que la haba besado Huan.
Luego parece que Huan la dio vuelta con violencia, la apoy contra la misma puerta, le separ las
piernas y le corri la bombacha por debajo de la minifalda y se la clav sin mayor prembulo.
-Chupame, mi amor...
-Eh? -ella ya se haba vuelto de espaldas, contra la puerta. Como haba estado un segundo antes
de ser penetrada por su ex. Pareca en extremo caliente
-Correme la tanguita como hizo Huan, pero en vez de clavrmela, solamente chupame.
Sin atinar a decir nada me arrodill, le corr la tanga y por primera vez en vida le chup la concha a
esa mujer de cuerpo increble.
El espasmo de Luana me dio gran satisfaccin. Hizo un gemido fortsimo y se contrajo toda.
-Mi amor -le dije. -estas muy mojada... y salada... y
-Debe ser el semen de Huan... Segu chupando...
-Qu? -me fren. -C-cmo el semen...?
-Ay, no te preocupes que no tiene nada...! Segu chupando, por favor...
-Pero mi amor...
-Segu chupando o no te hago la paja nunca ms en la vida!
Su tono autoritario y casi desesperado me excit de un modo que no entend en ese momento.
Me aferr a sus piernas y hund mi rostro en su conchita recin cogida para no perder mi derecho
a futuras gloriosas pajas.
Me pase por todas las poses, en la cama, en el piso, en la ducha. Aparentemente en esas dos
horas su ex no se haba privado de nada. Tuve que chuparle prcticamente todo el cuerpo, incluida
su cola. Beb sus jugos, los de su macho y nuevamente sus jugos cada vez que volvi a acabar
conmigo. Cada vez que acababa me agarraba de los pelos y hunda con fuerza mi rostro en su
concha, sin dejarme siquiera respirar. Gritaba y maldeca como poseda. Jams la haba visto as

bajo ninguna circunstancia. Jams la volvera a ver as en el futuro, salvo, claro est, cada vez que
volviera de coger con otro y me obligara a besarla all donde otros la haban penetrado.
Perd la cuenta de sus orgasmos. Con cada espasmo de ella mi pija se haca ms y ms grande. Con
cada mencin que haca de su ex y de cmo se la haba cogido, ms y ms dura. Aquello me
avergonzaba interiormente pero a la vez me vitalizaba como nada lo haba hecho jams. La doble
sensacin me acompa toda la estada en el hotel. Que no fue muy larga. Al cabo de una hora
ella decidi que haba tenido suficientes orgasmos estaba exhausta- y agarrndome la pija dijo:
-Mi amor, ests al re palo espero que te dure toda la semana
-Cmo no voy a estar al palo, Lu? Te tengo casi desnuda en una cama y estoy chupndote toda
desde que llegamos
Luana sonri.
And a pegarte una ducha fra te va a hacer bien
-No me podes dejar as, mi amor Dejame cogerte un poquitito
-No. fue tajante. Ya hablamos de eso. Te quiero virgen hasta que nos casemos
-Haceme una paja aunque sea
-Si te hago una paja se te va a ir la calentura y te necesito caliente toda la semana para que el
viernes me traigas de nuevo a este hotel Quiero que Huan me siga dando verga toda la noche y
que vos me mimes despus con todo tu amor
Me dio un simptico besito en la punta de la pija que casi me hace acabar- y me dej libre para ir
a ducharme.
Tena razn: el agua fra me hizo bien.

Salimos de la habitacin, abrazados y acaramelados. Luana estaba hecha un amor. Mimosa, dulce,
cariosa. Pareca agradecida. Llegamos a la puerta del hotel, para salir, ella colgada de mi cuello y
dndome millones de besitos por todo mi rostro. Se la vea tan feliz que por un momento olvid la
extraa y bizarra razn de su alegra y me sent bien y en paz por ella.
Cruzamos la puerta pero debimos apartarnos porque justo estaba entrando una pareja.
-Tiffany! dijo Luana con alegra.
-E zequiel? pregunt yo sin poder disimular un pice mi gigantesco asombro.
Ezequiel se puso inmediatamente rojo como un tomate y baj la vista literalmente hasta el suelo.
Fue tan violenta su reaccin que hizo que no lo mirara y le prestara atencin a su imposible novia.

La rubia ms deseada de todo el colegio estaba all, de su brazo, muy alegre, muy hermosa, muy
sexy
Entonces me di cuenta. Tiffany era la rubia que haba visto entrar all dos horas antes. Saba que el
chico era de los de quinto ao pero no haba podido ver el rostro de ella. Pero su minifalda
tableada de colegiala y las botas negras por encima de sus rodillas eran inconfundibles.
-Lu! dijo Tiffany saludndola. -Vos tambin viniste con tu novio?
-Y bueno, ya era hora
-Qu bueno que se entiendan as! No hay nada cmo venir a un telo con tu novio! Por ms que
lo otro est muy bueno
Qu estaba sucediendo? De qu estaban hablando realmente? Parecan entenderse entre ellas.
Quiz incluso hablaban en cierto cdigo que yo no terminaba de comprender. Por lo pronto, era
evidente para nosotros que Ezequiel era un tremendo cornudo y que su novia haca unos instantes
haba estado all con un macho de quinto ao. Fue tan evidente para m saber que l estara
dentro de unos minutos mimndola a Tiffany de todas las acabadas, como lo habr sido para ellos
saber que yo haba hecho lo mismo instantes antes con mi adorada Lu.
As tambin lo entendi Ezequiel, quien un segundo antes de despedirnos recuper un poquito de
dignidad y se anim a mirarme a los ojos. Total, habr pensado, Vicente es tan cornudo como yo.
Nos miramos a los ojos durante una fraccin de segundo. No ms.
En ese momento supe que, aunque nos sentamos totalmente humillados por aceptar que otros se
cogieran a nuestras mujeres, preferamos sin la menor vacilacin ese lugar que ningn otro. Y eso
era un lazo que de alguna manera nos una y que nos haca cmplices de algo secreto y especial.
De ese momento y de momentos futuros.

Fin del cap. 1


Dame Un Segundo - Captulo 02
DAME UN SEGUNDO
Captulo 2: La Incertidumbre del Da Despus

Por Rebelde Buey

Es extrao cmo a veces lo menos pensado nos sorprende. Yo me haba convertido casi a mi pesar
en un cornudo conciente. Luana, una mestiza exquisita de proporciones nicas, era formalmente
mi novia, mi vida, la mujer que me amaba y me acompaara hasta el final de nuestros das.

Pero tambin era una chica atractiva, fogosa y con un ex novio demasiado pijudo para mi gusto,
que se la coga una vez por semana.
Sin embargo no era eso -ni el hecho de haber esperado en la puerta del hotel mientras mi novia
era empernada all dentro por su ex- lo que ms iba a mortificarme de toda esta situacin. A los
tres das de haber inaugurado mis flamantes cuernos, deba regresar a clases como todos los
lunes. All iba a encontrarme con mis compaeros, profesores, alumnos de otras divisiones, los
ms grandes de quinto ao que siempre estaban con Luana. En fin, toda mi vida social de ese
momento. Lo increblemente sorpresivo fue que la sola perspectiva de enfrentar mi realidad social
en mi nuevo estatus de cornudo oficial me aplast de golpe como un container cargado de
cemento.
Sent terror. Angustia. Desasosiego. Humillacin. Todo junto y mucho ms. Los cuernos que me
propiciara Luana haban tenido al menos tres testigos. El primero era su ex novio Huan, quien se la
estuvo cogiendo por espacio de dos horas. Huan era un chico de quinto ao y lo saba
particularmente despreciativo con un cornudo como yo. Claro que crea que mi novia poda
tenerlo controlado, pero lo cierto es que no tena garantas de que l mantuviera en secreto que
se estaba garchando a Luana.
Estaba en estas elucubraciones cuando el colectivo me dej en la parada del cole. Me di cuenta
casi cuando arrancaba y tuve que volver a tocar el timbre para que me permita bajar tranquilo. Me
levant el cuello del saco. Haca fro y estaba a punto de amanecer. Emprend la caminata hacia el
colegio.
El colegio All estara mi novia Luana. Pero tambin Huan. Y mis temores de que en el momento
de pisar la puerta ya todos conocieran mi secreto.
Y si Huan haba hablado? Todos los chicos de quinto ya lo sabran? No es que me importaran
particularmente los de quinto; Luana y yo estbamos en segundo, pero la influencia de este grupo
social dentro de la vida del colegio era estremecedora. Cunto tiempo tardara en enterarse todo
el colegio si ellos ya lo saban? Y en ese caso, qu debera hacer yo? Seguir con Luana aunque
fuera vox populi que coga con su ex?
Amaba demasiado a mi novia como para dejarla. Pero tampoco iba a soportar la humillacin
pblica y total de ser el cornudo oficial del colegio.
Para peor, esos interrogantes slo disparaban ms interrogantes: Qu pasara cuando los dems
chicos de quinto se enteraran? Con seguridad iran tras ella para cogrsela. Luana los dejara? En
teora no porque slo necesitaba del buen sexo que le daba el vergudo de su ex. Pero yo tampoco
era tan ingenuo como para no saber que una vez que haba aceptado su infidelidad, otra
infidelidad no iba a tener ms gravedad que la primera. Y yo soportara que me metiera los
cuernos con algn otro? Por otro lado, cul era la diferencia entre los cuernos que me metiera
con su ex o los que pudiera darme con otros chicos?
Haba planeado entrar al colegio ms temprano que de costumbre, un poco por ansiedad pero
ms para ocultarme de los chicos de la entrada. Tema que todo el colegio supiera a esa altura lo
cornudo que era, y refugiarme en el aula era lo mejor. Por lo general, los chicos de quinto se
reunan casi en la misma puerta de entrada. Otros grupos se diseminaban aqu y all y a medida

que iban bajando en edades (y, por consiguiente, en grados de importancia) se juntaban en el
patio de adentro. Cruc la puerta con alivio. Era tan temprano que an no haba nadie.
El da estaba ya amaneciendo y el gris fro se insinuaba en todo el cielo encapotado de nubarrones.
Atraves el patio esquivando charcos de agua que me devolvan mi imagen oscura y entr a mi
aula sin prender la luz. Me sent a gusto en la penumbra del rincn ms alejado. Solo. Me sudaban
y temblaban las manos. Tambin not una leve taquicardia. Trat de pensar en el fin de semana: al
margen del viernes a la noche en que llev a mi novia al hotel para que se la garche su ex, todo
haba sido normal y tranquilo. Ni ella ni yo mencionamos nada del viernes. Ni de la cogida ni de la
repentina para m- exigencia de ella para que yo la bese y chupe absolutamente toda,
especialmente all donde su macho ms la haba utilizado.
Habamos ido a una plaza. Tomamos mate. Vimos tele. Visitamos a su ta. No hablar me haba
garantizado no sufrir ms sobre un tema que no poda cambiar y sobre el cual no tena la
suficiente voluntad para enfrentar debidamente. Ella iba a cogerse a su ex todos los viernes y yo
obtendra una paja como compensacin. Injusto? Era eso o dejarla. Y la amaba demasiado como
para aceptar la segunda opcin. Dejar de amarla sera la solucin. Era solo tiempo lo que
necesitaba, entonces.
De pronto entr un compaero al aula y ca en la cuenta que todo lo que no sufr el fin de semana
lo iba a sufrir en ese instante.
La incertidumbre de no saber cunto saban los dems era insoportable. Quise salir corriendo y
encontrar a Luana, que estara ahora en la puerta del colegio con sus amigas y los chicos de
quinto, como siempre.
-Hola dijo mi compaero y acomod sus cosas en una silla.
-Hola dije yo, y evit su mirada.
Mi impulso de ir a ver a Luana buscando respuestas se extingui en el instante en que no pude
mirar a mi compaero a los ojos. Supe que sera imposible para m cruzar todo el patio que ya se
estaba poblando- enfrentar las miradas sobradoras de los chicos de quinto y apartar a mi novia
para hablar con ella.
Deba esperar a que ella llegara al aula. Quiz en el primer recreo pudiramos dialogar tranquilos.
De pronto vi a Ezequiel por la ventana. Iba como siempre: cabeza gacha y caminando ligero, la
mochila siempre al hombro. Un par de golpes en el vidrio lo devolvieron a la vida. Me salud sin
conviccin.
Volv a golpear el vidrio y le hice seas de que entrara. Ezequiel era del otro segundo, el que
estaba en el aula de al lado. Dud un instante. Ezequiel y su novia Tiffany haban sido los otros dos
testigos inesperados de mis flamantes cuernos del viernes a la noche.
Entr al aula y se uni a mi refugio de los ltimos bancos.
-Tengo que preguntarte algo.
-No! No quiero hablar.

As como l haba visto salir del hotel a Luana con otro y despus conmigo; yo haba visto entrando
a su novia Tiffany con un chico de quinto y luego con l.
-No quiero hablar de ustedes. Quiero preguntarte sobre mi y sobre Luana.
Ezequiel se tranquiliz. Pero no terminaba de entender.
-Qu?
-Qu sabe Tiffany de esto? Qu sabe de Lu y del hijo de puta de Huan?
-N Nada
-Ezequiel, no podemos hacernos los boludos entre nosotros Cuando nos cruzamos en la puerta
del hotel, Luana y Tiffany se entendieron demasiado bien. Ni siquiera se sorprendieron.
En ese momento entraron la gorda Cristina y dos compaeros ms. Nos vieron, pero la postura
corporal nuestra no daba lugar a acercamientos amigables. Por otro lado, tampoco les
interesbamos demasiado. Saludaron desde lejos.
-No quiero perder a Tiff No la quiero perder!!! casi grit en un susurro. -Nunca voy a conseguir
otra mina como ella
-Yo no quiero que pierdas nada. Lo nico que quiero saber es si vos o Tiffany hablaron con alguien
de lo de Lu y Huan. Quiero saber quines ms saben de esto Decime, por favor!
-No lo s. Yo no habl con nadie. Y creo que ella tampoco. Aunque no s de qu habla ella con
todos sus amantes
Termin de decirlo y se maldijo en voz baja para adentro.
-Cmo con todos? Tiff tiene ms de un amante?
Ezequiel se levant de la silla, rojo como un cartel de Coca Cola.
-Te dije que no quera hablar de mi! Me voy!
Los otros compaeros que estaban en la fila de bancos de adelante nos miraron sorprendidos.
Baj la voz lo ms posible.
-Est bien, perdoname. Se me escap. Quiero saber si solamente lo sabe tu novia o ya se enter
todo el colegio.
Cuando dije tu novia sucedi algo que no olvidar jams. Los ojos de Ezequiel se iluminaron y su
rostro se llen de orgullo. Irgui su espalda y casi me sonri. Supe en ese instante que me lo gan.
No s si como amigo. Pero se sinti de alguna manera respetado por m y, a modo de
agradecimiento, me dijo:
-No creo. Tiff es mucho ms piola de lo que parece. Pero no puedo hablar por Luana. No la
conozco.
Con lo que me devolvi la pelota a m.

-Yo tampoco creo. Estuvimos todo el fin de semana juntos -me ruboric al recordar. Salvo el
rato del viernes a la noche -Eze volvi a levantarse.- pero ellas lo saban de antes. Tiffany y Lu
estaban al tanto de lo que estaba pasando.
Ezequiel se dio media vuelta y se march.
El primer timbre comenz a sonar. El murmullo de los chicos en el patio ya era estridente y la luz
del da comenzaba a ganarle a las sombras.
Si bien todo el mundo deba entrar a sus aulas con el segundo timbre, la realidad era que
tradicionalmente a los chicos de quinto ltimo ao- se les permita ingresar unos cuantos
minutos despus. Mientras al resto se lo penalizaba de distintas maneras, a ellos no. Esto era una
concesin habitual en varios colegios, as como otras permisividades o laxitudes del sistema para
con los chicos que iban a abandonar el colegio al final del ao.
Lo raro de este ao era que los varones de quinto haban cobijado bajo su ala a algunas alumnas
de segundo (entre las que estaban Luana y Tiffany) y ellas gozaban por aadidura de la mayora de
esos derechos adquiridos.
Despus de hablar con Ezequiel estaba ms tranquilo, pero -como sera en el futuro y cada vez
ms seguido- debera esperar a que los chicos de quinto dejaran en libertad a mi novia para poder
estar con ella.
Dame un Segundo - Captulo 03
-

DAME UN SEGUNDO
(Novela)

Captulo 3:
Primer Mes

Por Rebelde Buey

Un mes despus de que mi novia Luana haba consumado con mi bendicin (o resignacin?) mis
primeros cuernos, las cosas entre nosotros parecan, por fin, asentarse cada vez mejor.
Es que haba sido un mes revolucionario. Tortuoso. Intenso. Angustiante. Morboso. Decadente.

Y s, a mi pesar, tambin excitante.


Como ya cont, el primer viernes fue extrasimo. Yo esperaba en la puerta del hotel mientras el
turro de Huan estaba adentro, garchndose a mi novia. Mi corazn zozobraba. La incertidumbre
dola mi estmago. Pero lo soport. Por Luana poda soportar cualquier cosa.
La semana siguiente fue de menor a mayor: A medida que nos acercbamos al viernes, la angustia
y la ansiedad se fueron apoderando de mi cuerpo y mente. El jueves, en el colegio, ya no poda
concentrarme en nada y fui reprendido por los profesores ms de una vez.
Es que estaba celoso y mi cabeza no dejaba de pensar en Huan y Luana. Recordaba el viaje en auto
hasta el hotel y cmo mi novia le agarraba la pija. Recordaba a Ezequiel y Tiffany vindonos salir
del hotel.
El viernes directamente mi cuerpo acus recibo y me descompuse. Falt al colegio sin la menor
oposicin de mi madre, que se asust al verme cada vez peor.
Pero estar en casa solo no era la solucin. Mi novia estara en el colegio, como todos los das,
rodeada de los chicos de quinto. Slo que esta vez, sin m. Yo no iba a poder controlarla.
En medio de tanta angustia lo ridculo de mi ambicin me arranc una breve risita.
Tena un pacto con mi novia por el cual ella se acostaba todas las semanas con su ex, y a m me
preocupaba poder controlarla en un recreo.
Son mi celular.
-Qu pas, mi amor? Por qu no viniste?
Era Luana.
-Hola, bomboncito No s, me siento para la mierda
-Qu tens? Es grave? -se asust.
-No. No s. Creo creo que es por lo de hoy a la noche
Luana puso voz de compungida.
-Ay, no seas tontito Ya te dije que no es nada
-Ya lo s, pero
-No viste que esta semana estuve mejor que nunca con vos?
Era escalofriantemente cierto.
-S, qu s yo Creo que sera mejor dejarlo para el viernes que viene.
Luana ri contenidamente.
-Ay, mi amor, dejate de joder. Son nervios, nada ms. Quers que vaya a hacerte la pajita antes
de que me lleves al hotel, as te tranquilizs?

El comentario era sincero pero tambin malicioso. Y obtuvo la reaccin buscada: mi miembro peg
un sacudn generoso ante la sola idea de que sus dulces manos lo acariciaran.
-Escuchame, que el recreo est terminando y tengo que ir a comprar papel cuadriculado -hizo
una pausa como para dejar en claro que lo que segua no era una sugerencia sino casi una orden- .
Tomate un t de tilo, tomate un calmante, hacete una paja Hac lo que quieras, mi amor, pero
esta noche me vas a vestir con una ropita interior que me compr para hoy, me vas a acompaar,
me vas a esperar en la puerta del hotel y despus me vas a besar todo el cuerpo como la semana
pasada.
-Pero mi vida -yo me haba puesto increblemente al palo.
-Shhht! -me chist dulcemente-. Hac lo que te digo y dej de enfermarte que cuando falts, el
cole es una cagada. Te extrao... Dejate de joder que me siento sola sin vos ac
-Pero si ests siempre con los de quinto.
-Pero en las clases estoy con vos. Adems, estar con los chicos de quinto y no verte del otro lado
del patio no tiene gracia. Me gusta que me veas con ellos y no te animes a sacarme de ah. Es re
tierno
Yo no le vea el costado tierno ni con un telescopio. Pero yo no era mujer. Y, adems, Luana era
una chica muy especial. Pero era cierto que ella -y un par de chicas ms- vivan rodeadas de los
strapas de quinto, tres aos ms grandes que yo y dos ms que ella. Formaban crculos que para
gente como Ezequiel o yo era imposible acceder.
Se juntaban en los recreos y se los vea muy cmodos entre ellos, jugando de manos todo el
tiempo y disfrutando de constantes e histricos toqueteos de seduccin. Los dems debamos
conformarnos con ver sus actividades a distancia. Incluso Ezequiel y yo, que ramos los novios
oficiales de dos de las chicas ms magreadas all.
Luego de los recreos, ellas venan a nuestro lado y se sentaban junto a nosotros. S, era al menos
sospechoso, pero tanto mi Luana como Tiffany siempre haban participado de esos juegos
inocentes y con chicos ms grandes. Qu derecho tena yo para cambiarle esa inocua costumbre?
Cort el telfono y observ mi pija. Estaba al palo como cada vez que hablaba con Luana sobre ella
y su cogida del viernes.
Y me hice una paja espectacular.
Por supuesto, esa noche acompa a mi novia al hotel y la esper en la puerta las dos horas que el
ex novio estuvo cogindola.

La semana siguiente fue el tercer viernes seguido que me hacan cornudo y esta vez volv a
cruzarme en la puerta misma del hotel con Tiffany y Pablo, un chico de quinto ao, abrazados
alegremente de la cintura.
Apenas ella me vio, su rostro sonri.
-Hola, Vincent -me llamaba Vicente pero desde que Luana me haca cornudo, ella y sus amigas me
decan Vincent.
-Ho hola -sent un calor estpido invadirme las mejillas. El flaco de quinto me mir y sonri
burln.
-Qu hacs ac? -la sorpresa de Tiff dur un segundo y en seguida se acord- Espers a Lu?
La naturalidad con la que daba por sentado que mi novia estaba ah dentro clavndose una buena
verga ante mi pasividad, me irrit. Y tambin me humill ms de lo que poda soportar.
-Yo -miraba a Tiffany y a Pablo alternadamente buscando una respuesta o una explicacin a la
total infidencia de ella. Estaba perturbado.
-Es normal -terci por fin Pablo. -Algunos no pueden ms que dar y otros tomamos todo. -meti
su mano groseramente entre las nalgas embutidas en el ajustadsimo jean de ella y sonri
despreocupado.
Yo baj la vista por la vergenza. Ahora los chicos de quinto ya iban a tener la certeza de que yo
era un flor de cornudo consciente. Solo me restaba rezar para que la informacin no se propagara
a otros cursos.
-Pero no te vas a quedar ac, no? All en el bar esta Eze esperando que me coja Pablo para
despus hacerme unos mimos. -Tiff seal con la cabeza la esquina donde yo haba esperado a Lu
la primera noche. Y donde, de hecho, haba encontrado a Ezequiel en una situacin similar a la
ma. -And a hacerle compaa, tienen muchas cosas en comn para charlar -Ri, pero no con
malicia, sino con simple buen humor. -De seguro van a hablar de nosotras.
Suspir con el orgullo y la satisfaccin de una mujer que se sabe amada y se meti en el hotel con
su amante.
En el bar me ped una Coca-Cola. Pero esta vez me sent junto a Ezequiel.
-Hola.
-Hola.
Ezequiel segua tan tmido como siempre pero ya haban pasado tres semanas desde que nos
cruzramos en la puerta del hotel. Y habamos hablado. Algunas cosas iban cambiando de a poco.
Al menos ya podamos charlar de nuestras novias sin la paranoia del principio.
-Recin me la cruc a Tiff.
-S, los vi desde ac.
-No saba que tambin se la coga Pablo.

De pronto hablar con Ezequiel sobre los cuernos que le pona su novia era como un alivio. Recin
entonces entend a Luana y a Tiffany cuando hablaban con ese desparpajo. Y tambin a Pablo, un
momento antes.
-S, Pablo tambin.
-Es nuevo? -me refera a si era el nuevo amante de Tiffany. Tiffany, a diferencia de Luana, tena
ms de un amante.
Ezequiel se sinti incmodo. Demor un rato la respuesta y yo lo esper. En estas semanas haba
aprendido a no presionarlo.
-No. Ya hace un mes y medio que se la coge.
Apoy el vaso vaco y jugu con el borde. Saba que para ciertas preguntas no deba mirar a
Ezequiel a la cara.
-Cuntos machos se la garchan?
Al instante me di cuenta que haba abordado brutalmente el tema. Me arrepent.
Ezequiel hizo un largusimo silencio.
-Luana tambin est adentro?
Casi me hizo rer el burdo modo en que cambi de tema. -S.
-Entr hace mucho?
-Un ratito antes que Tiffany.
-Quiz salgan juntas entonces.
Lo mir con el seo fruncido. Qu me estaba queriendo decir? O solamente trataba de llenar el
silencio?
-Aunque no salgan juntas se van a encontrar ac -dije sin entender muy bien a dnde apuntaba l.
-Y bueno, por ah la segunda vuelta con nosotros la hacemos en una misma habitacin, para
ahorrarnos una de las dos tarifas.
Aquellas palabras no eran de ninguna manera propias de un chico como l. Lo vi sonrer distendido
por primera vez en mi vida.
-Qu me quers decir?
-Ja, ja! Nada. No todo lo que vayamos a decir cada vez que nos juntemos a esperar a las chicas va
a ser trascendental.
Me qued tieso un segundo. Era cierto. Pero tambin era igualmente cierto que, ms tarde o ms
temprano, bamos a rendirles pleitesa a nuestras novias en la misma cama y al mismo tiempo. Y
no para ahorrar dinero, sino por puro morbo de ellas. El solo hecho de pensar en un encuentro as
hizo que se me parara la pija como nunca.

-S, pero eso que dijiste alguna vez va a pasar


-Puede ser pero no por ahora
-Tiffany est ms adelantada que mi Lu. Cunto hace que te viene metiendo los cuernos?
Yo ya lo saba. Y l saba que yo ya saba. Pero nos quedaba una hora y media por delante.
-Cuatro meses. Pero yo fui cornudo desde el minuto cero. Ya conocs a Tiff. Se garch a todo
quinto ao. Y el ao pasado a los dos quintos de ese ao -hizo una pausa para tomar un trago de
la Sprite que tenia frente a l. -Con el primer beso que nos dimos el da que nos pusimos de
novios, ella acept ser la loca que sale con un raro y yo acept ser el cornudo del colegio.
-Quiz cuando nosotros terminemos quinto y vayamos a la Facultad, siente cabeza
-No. Tiffany, no. -lo sorprendente fue que no lo dijo con resignacin sino con aceptacin. -Y vos?
-Yo, qu?
-Cmo te ests preparando para cuando Luana se convierta en mi Tiffany?
-Qu? No Lu y yo hicimos un trato
Ezequiel sonri y desvi la mirada en un acto piadoso. Hubo unos segundos helados.
-Tiffany me dijo que Luana te hace hacer -baj la voz mirando para todos lados. -Te oblig a
chuparla toda cuando estaba recin cogida por Huan y acab como una yegua.
Aunque daba por sentado que Ezequiel saba eso, igual me puse rojo por la intromisin a mi
intimidad. Pero yo tambin daba por sentado que su novia haca lo mismo con l.
-Tiff se lo ense? -pregunt.
-Tiff solo le dijo que haca eso conmigo. Y que estaba tan bueno como coger con un buen macho.
Se ve que le qued en la cabeza
-Tiff le fue con la idea a mi novia para que me proponga?
-No s si fue exactamente as. Pero s s que hablaban mucho. Todo el primer tiempo que ustedes
salieron y ella te fue fiel sufra mucho por la falta de pija de Huan. Y Tiffany fue su confidente y su
contencin.
-Y ya sabemos lo que es Tiffany.
Ezequiel me reprob tmidamente con la mirada.
-S, pero Luana tambin tiene lo suyo. Antes de salir con vos les meti los cuernos a todos los
novios que tuvo.
-S, pero a m me fue siempre fiel. -dije triunfante. Aunque era cierto, el contraste con lo que
estaba sucediendo en el hotel de enfrente era tan abismal que ni Ezequiel ni yo pudimos evitar
romper en una carcajada.

Aquella risa distendida nos puso de relieve la escasa diferencia entre nosotros y, por un momento,
nos sentimos un poco ms unidos. An con la franca sonrisa en la boca levantamos nuestros vasos
y brindamos cmplices.
-Por nuestras buensimas novias.
-Por que la estn pasando joya en estos momentos
-Pero por que sigan pasndola mejor con nosotros que con ellos cuando nos usan en la segunda
vuelta.
Dame un Segundo - Captulo 04
-

DAME UN SEGUNDO
(Novela)

Captulo 4:
Cmo introducir un nuevo amante

Por Rebelde Buey

Los tres o cuatro meses siguientes transcurrieron rpidos y sin mayores problemas. Ya me haba
acostumbrado a que cada viernes mi Luana fuera garchada por su ex novio Huan por espacio de
dos horas.
Los esperaba en el bar de la esquina y, cuando salan, ella y yo volvamos a entrar para dar
comienzo a mi turno.
Mi turno era el turno del cornudo, lo que significaba que deba besarla y chuparla en casi las
mismas posiciones en las que unos minutos antes ella haba estado con su amante.
Conforme pasaron los meses, esta situacin me fue resultando cada vez ms aceptable. Saba que
ella me peda eso por puro morbo y hacerla acabar una y otra vez cuando le chupaba la conchita

recin cogida era un placer cada vez ms grande para m y, en definitiva, una muestra generosa de
amor hacia ella.
Luego vena la paja, casi al final del turno. Sus delicadas manos en mi verga era el momento ms
gozoso de toda la semana. Su cario, su amor, su agradecimiento por todo lo que yo bancaba que
hiciera estaban en esas manos mientras me sacuda suavemente la pija y me deca palabras dulces
de amor.
Adems, toda esta situacin cargada de tanta adrenalina slo poda destruirnos como pareja o
unirnos ms. Y era obvio que todo iba sobre ruedas.
El nico problema era el colegio. Huan era de Quinto Ao y haba filtrado la informacin, de modo
que todo el ltimo curso ya estaba al tanto de mis soberbios y callados cuernos.
Esto de por s no era lo que ms me preocupaba. Aunque me senta humillado cada vez que alguno
de ellos me miraba a lo a cara en el recreo, que lo supieran estaba dentro de lo esperable. Mi
terror surga ante la sola idea de que la noticia se propagara a otros cursos. Ese era mi miedo ms
profundo. Y no tena forma de mitigarlo, porque no estaba en mis manos el difundirlo o no.
An con esta angustia que llevaba dentro, segua amando a Luana y segua aguantando que me
metiera los cuernos todas las semanas. Tal era el amor que senta por ella. Pero debo admitir que
tambin contaba con un inesperado aliado que atenuaba mis sufrimientos: Ezequiel.
Eze era el Cornudo del Colegio y lo saba todo el mundo desde el preciso momento en que l y
Tiff hicieron pblico su noviazgo.
No haba forma de pensar otra cosa. Tiffany era una rubia hermossima de cuerpo espectacular,
que se vesta siempre muy putita y seduca todo el tiempo a todo el mundo. Eze, en cambio, era
un chico tmido y de aparente baja autoestima, demasiado quedado para hacer frente al torbellino
que giraba alrededor de su novia. Eze se haba resignado a su condicin de cornudo an antes de
salir con Tiffany, porque cuando ella le insinu que haran una linda pareja juntos, l ya saba lo
que iba a significar estar a su lado.
Pero no era aquello de mal de muchos, consuelo de tontos lo que me serva a m de esta pareja.
Lo que haca que mi situacin de cornudo fuese menos angustiante era que ellos oficiaban de
espejo ante mi propia situacin. Imaginarme en su situacin era para m un horror, pero eso haca
que mi propia realidad pareciese ms leve de lo que era. Por otra parte, lo de ellos me iba
acostumbrando a lo que me deparaba el futuro inmediato que, a medida que iba llegando, ya lo
iba tomando con cierta naturalidad.
Por ejemplo, cuatro meses atrs no habra soportado que todo Quinto Ao supiese que mi Luana
era cogida por uno de ellos. Pero habiendo yo convivido en ese mismo tiempo con un hecho
similar, pero sobre Eze y Tiff, ahora me resultaba una calamidad aceptable al suceder -lo mismo- a
m.
En conclusin: Ezequiel y Tiffany adormecan da a da y sin que se note, todo lo tremendamente
anormal de mi propia situacin.
Incluso el da que Luana me dijo que esa semana tambin se iba a coger a Pablo.

-Qu? dije casi gritando por la desagradable sorpresa.


Luana estaba en la cama del hotel, boca abajo y con las piernas abiertas y flexionadas, subida la
cola lo ms arriba posible para disfrutar mejor de mi chupada. O de mi Servicio de Limpieza, como
le gustaba decir a ella.
Era viernes y su ex novio se la haba estado cogiendo media hora antes.
Saqu mi cara de su entrepierna, empapada de sus jugos y de los de Huan.
Ella dej de gemir cuando se dio cuenta de que yo estaba esperando su respuesta.
-Qu hacs? No pares que estoy por acabar.
Ya haba acabado dos veces mientras la chupaba en distintas posiciones.
-Cmo que esta semana tambin te va a coger Pablo?
Luana cambi su expresin de xtasis a enojo. Gir su rostro y me mir desde la otra punta de su
cuerpo, por sobre su hombro.
-Termin de limpiarme la cogida de Huan, cornudo, o no me tocs ms un pelo hasta el da que
nos casemos.
Dej de respirar y me volv a zambullir en su concha con temor. Se ve que a ella le gust su
pequea demostracin de poder porque apenas la toqu dos veces ms con mi lengua, comenz a
acabar an ms fuerte que antes.
-Ahhh...! As, mi amor As Ah Ah As -Inexplicablemente cada vez que la haca acabar con
mi lengua yo sufra una ereccin formidable. -Ahhhhhhh! Segu segu comindome. Ah, ah,
ah, ah. Mimame as, mi amor limpiame to daaah ahhhhhh.
Pude sentir nuevamente sus fluidos en mi boca y todo su cuerpo contraerse y sacudirse con un
fuerte espasmo.
Luana se volte boca arriba calmando su respiracin y luciendo una cara de satisfaccin plena.
-Estuviste genial, Vincent -me dijo. Me sent extrao. Por un lado, orgulloso de haberle brindado
ese placer a mi chica y por otro, un imbcil incapaz de manejar o al menos resistir la situacin ms
humillante a la que puede estar sometido un hombre.
-Gracias -dije quedamente. Pero mi cabeza estaba en otra cosa. -Ahora me pods explicar cmo
es eso de que esta semana cogs tambin con Pablo?
-S! Con Pablo, el de Quinto
-Ya s quin es Pablo. Se la est cogiendo a la novia de Ezequiel desde hace unos meses
-S! El mismo! Ella me lo recomend
-Qu? Cmo? Ahora Tiffany te recomienda tipos para coger?

-Ay, no, amor! Sali de una charla inocente, nos estbamos contando nada, cosas de
mujeres y bueno, parece que Pablito tiene una pija ms grande incluso que la de Huan
-Pero Lu, esto no es lo que habamos arreglado Vos dijiste que necesitabas el sexo y la pija de
Huan
-Ya s
-Me dijiste que era una cuestin fsica, solamente sexual
-S, y eso no cambi
-No me pods pedir tambin que acepte esto. No, mi amor Te ests zarpando!
-No, tontis; no es que quiera otro amante. Huan me sigue cogiendo fantstico, pero Tiff me habl
tan bien de Pablo que me agarr mucha curiosidad
-Me estas cambiando las reglas de juego Es demasiado -en un flash se me ocurri que poda ser
otra cosa. -Vos no me saldrs con esto para que yo te deje, no?
Luana gir afligida hacia m con indisimulada preocupacin.
-No, mi amor. No Nada que ver No. Yo te amo. Te amo mucho, en serio. No pods dudar de
eso. comenz a llenarme la cara y los labios de tiernos y dulcsimos besitos. Cada da te quiero
ms, mi vida, pero necesito al menos una vez por semana de la pija de Huan y ahora bueno, no
s ahora tengo curiosidad
-Es injusto. A mi no me dejs cogerte y ahora no solamente uno sino dos van a poder hacerlo
-No, amor. Con Pablo sera una vez, nada ms. Es para sacarme la curiosidad.
-No me gusta que manejes estas cosas as No es justo
En ese momento ambos nos dimos cuenta que yo haba claudicado. Mi tono era de derrota y
resignacin. Me di cuenta que Luana supo desde antes de plantearlo que yo no iba a ofrecer una
resistencia seria. Ella nunca sinti amenazada a la pareja con mi desercin. La ruptura no iba a
aparecer como opcin y ella solo tena que esperar y presionar hasta que yo accediera.
-Pero mi amor, es solamente una vez
-No me gusta
-Adems, qu diferencia hace que me coja Huan o Pablo u otro? Para vos es lo mismo, no vas a
ser ms cornudo porque me garchen dos en vez de uno.
Yo no estaba tan seguro de eso.
-Y cundo lo haran? El prximo viernes?
-No. Los viernes son para Huan y para nosotros -me sonri y se le ilumin el rostro. A mi pesar,
sonre yo tambin. Amaba esa carita. Me alegraba cualquier momento, por ms difcil que fuera.
No s. Pueden ser los martes o los mircoles

-Qu? Cmo los? Vos dijiste una sola vez!


-S, s! Una sola vez. Ya te dije que es simple curiosidad Martes o mircoles el da que vos
quieras
-Si es a la noche, el mircoles yo no puedo
Su carita volvi a iluminarse.
-Y vos tambin quers estar despus, como los viernes?
-No puedo dejarte en banda. Con las cosas que pasan a la noche no quiero que andes sola por ah.
-Mi amor!!!
Luana se emocion casi hasta las lgrimas y me abraz fuerte y me bes en la boca. Yo ocultaba
otra razn adems de la seguridad. Si la llevaba y la traa del hotel, me aseguraba que la sesin de
sexo iba a durar solo dos horas. Luana no podra permanecer toda la noche en el hotel si yo la
estaba esperando afuera. No crea que se le ocurriera a ella pero ese chico Pablo no me inspiraba
ninguna confianza.
Hay quienes no pueden ms que dar, y quienes tomamos todo, me haba dicho una vez
refirindose a los cornudos y los machos de sus novias.
Luana dej de besarme y me mir con su rostro pleno de jbilo.
-Y despus entramos ac, amor? As me besas toda usadita y te premio con tu pajita?
Mi pija peg un fuerte respingo pero para retener un poco de amor propio puse cara de disgusto.
Igual, no la engaaba. Ella lea en m con la misma claridad que un traumatlogo lee una
radiografa.
Volvi a sonrer. Volvi a levantar su cola perfecta y ma, pero tantas veces taladrada por otros, y
me llam golpeando con la mano sobre el colchn.
-Ven, mi amor Queda una hora ms de hotel y todava no me mimaste la colita que me hizo
Huan
Dame un Segundo - Captulo 05
-

DAME UN SEGUNDO
(Novela)

Captulo 5:
Tiffany

Por Rebelde Buey

Tiffany era una chica que engaaba. En ms de un sentido. Pareca una rubia estereotipada y tonta
pero en realidad era nica y muy inteligente. Se mostraba angelical pero su interior era el de un
demonio libidinoso y lleno de lujuria. Al tomar conocimiento de esto, cualquiera pensara en una
mujer desamorada y fra. Pero no: muere por los nios y se enamora de las debilidades infantiles
de los hombres.
Todo esto y ms era Tiffany. Y andaba suelta por la vida sin mayor ambicin que divertirse con
cuanto tipo encontrara. Esto era as desde los doce aos, cuando un primo hasta ese da lejano se
aprovech de su inocencia, de su curiosidad pero, principalmente, de su cuerpo demasiado
desarrollado para su tierna edad.
Haba sido en la casa de sus abuelos, durante una siesta, y haba significado hasta all el shock ms
importante de su vida y lo que signara su existencia hasta su muerte.
Tiffany haba quedado embelesada con su primo: era su primer hombre, quien le descubriese todo
un nuevo mundo (bueno, todo hasta ese momento). Era tambin quien le enseaba cmo
cuidarse y, adems, era cuatro aos mayor que ella y definitivamente muy atractivo.
Pero claro, tambin fue el primero en presentarle a unos amigos y enfiestarla, lo que hizo que Tiff
llegara a su segunda gran revelacin: Si bien el sexo era lo ms fabuloso que haba, el sexo con
varios hombres (juntos o separados) era an mucho mejor. La devocin por su primo decay en
cuanto descubri que haba cosas mejores, cosas ms grandes pero, por sobre todo, cosas
distintas. Tiffany hizo carne aquello de que en la variedad est el gusto y se coga a cuanto
conocido le presentara su primo.
Sin embargo, para sorpresa de sus doce aos, el primo no pareca disfrutar igual de esta amplitud
de opciones. Se molestaba cuando ella se vea a solas con sus amigos. O cuando le contaba con
total naturalidad cmo alguno la haba hecho vibrar de una manera nueva.
El problema era que ella ya no disfrutaba tanto cuando estaba a solas con l. Ahora conoca otras
cosas y notaba la diferencia. Tiff termin gozando con su primo solamente cuando era enfiestada
con los otros, y cada vez fue acotando ms sus encuentros individuales con l.
La relacin -si es que as se la poda definir- se fue diluyendo y ya a sus trece aos no lo vea ms
pero igual coga casi todos los das con los otros.
Aunque liberada del compromiso tcito que la ataba a l, la ausencia de su primo le dejaba un
sinsabor que no terminaba de comprender. Tampoco entenda por qu coger con los otros -si bien
estaba tan bueno como siempre- ahora no era exactamente lo mismo.
No solamente no lo saba. Ni siquiera se lo cuestionaba. Pero definitivamente se daba cuenta de
que no era lo mismo.

Recin en la secundaria comenz a ver las cosas de otra manera.


La secundaria fue como una explosin en ms de un sentido: estaba lleno de chicos grandes (como
su primo y amigos) de diecisiete y hasta dieciocho. Y supo de inmediato que se los quera coger a
todos.
No le cost nada entender qu deba hacer para llamarles la atencin: subi el ruedo de sus
polleras para mostrar sus piernas perfectas y comenz a caminar erguida, parando la cola y
sacando pecho. Se maquill ms. Y andaba, por supuesto, siempre cerca de los chicos de Quinto.
Rpidamente se junt con Cherry, que era casi igual de puta y sexy que ella pero morocha, y con
los dos o tres chicos ms lindos de su curso.
A Ezequiel no lo registrara seriamente hasta muchsimo tiempo despus. Es que para ser justos,
su futuro novio era irregistrable. De contextura mediana, cabello corto y prolijo, demasiado formal
para vestir Nadie realmente notaba su presencia. Mucho menos su ausencia, cuando faltaba.
En cambio Ezequiel se flashe con Tiffany apenas la vio el primer da de clases. Ella iba vestida con
minifalda tableada, camisa blanca desabotonada y medias blancas, bien bajas.
Y se enamor a los cuatro das. Aquel jueves ella se apareci de la nada. Apoy los codos en el
escritorio de l, invadiendo el espacio con su presencia y su perfume. Llevaba una remera de
algodn muy escotada que cuando juntaba los brazos -como lo estaba haciendo en aquel
momento- sus pechos se hinchaban y presionaban para salir. Ezequiel no pudo quitar los ojos de
esas tetas magnficas a escasos centmetros de l.
Ella lo advirti, por supuesto, y cambi su rostro en principio angelical hacia un gesto
notoriamente ms duro.
-Te iba a preguntar si me podas prestar tu mapa para la clase de geografa. -La clase estaba a
punto de comenzar.- pero por haberme mirado las tetas no te lo voy a pedir nada -tom el mapa
que descansaba sobre el escritorio con dos de sus hermosos dedos. -Me lo voy a llevar.
Ezequiel se ruboriz en el acto. La rubia se llevaba el nico mapa que tena.
-P pero -balbuce Ezequiel. Tiffany se dio vuelta. Quiz se haba excedido. -Pero si todo el
mundo te mira las -y amag sealarle los pechos, pero ni siquiera se anim a nombrarlos.
Tiffany lo mir un segundo, evalundolo. Aquel chico de quien ni saba el nombre estaba a punto
de explotar por la vergenza.
-Vos no. -sentenci categrica. Y se dio media vuelta.
En ese instante el rojo del rostro del chico era el mismo, pero los motivos eran otros.
Aquella maana Ezequiel supo dos cosas: primero, que si no llevabas el mapa que te peda la de
Geografa, te ganabas un uno; y segundo, que se haba enamorado de la que seguramente iba a
ser la chica ms linda y ms puta de todo el colegio.

Volviendo a Tiffany, pronto se aburri de sus compaeros de Primero (los ms lindos) porque no
estaban a su altura en muchas cosas. Su fama de putita iba creciendo, an cuando todava no
haba cogido con nadie del establecimiento, y ni siquiera era la mascota de los de Quinto.
Su amistad con Cherry se afianz, al punto de estar todo el da juntas mostrndose y calentando
pijas por doquier.
Antes de mitad de ao ya se la estaban cogiendo los de Quinto. La primera vez fue en uno de los
baos, al final de un recreo. Haba sido demasiado rpido. El flaco se la haba mandado al fondo
sin ningn tipo de prembulo. Haban ido hasta all para eso y l la arrincon contra una pared y le
haba bajado la bombacha blanca en un segundo. Se la haba clavado casi en seco pero con poca
dificultad porque la calentura que tena Tiff la haba lubricado bien.
En slo cinco o seis movimientos el de Quinto le haba acabado adentro. La experiencia haba sido
olvidable, pero Tiffany descubri ese da el placer de sentirse usada. No sera la ltima
oportunidad que los de Quinto la usaran, pero sabra disfrutarlo cada vez mejor.
El primero en saber que ella haba sido cogida en el cole fue Ezequiel. Hasta aquel momento para
Tiffany -como para todo el mundo- ese chico anodino no era ms que un insecto. No por lo
asqueroso o feo, sino por lo insignificante.
Aquel fue tambin el da en que ella lo registr -aunque levemente- por primera vez.
Es que Ezequiel viva pendiente de ella. En silencio. Sin levantar la vista de sus libros y cuadernos.
Pero pendiente siempre.
La haba visto entrar al bao cuando ya haba terminado el recreo. Y ahora que volva al aula, con
la clase recin empezada, fue el nico en advertir un hilo de lquido entre blancuzco y
transparente que le caa por la entrepierna.
Cuando Tiffany pas a su lado para ir hacia su escritorio, que estaba al fondo de todo, Ezequiel le
cruz casi imperceptiblemente una pierna. Tiffany se detuvo. Lo mir sin entender qu pretenda
con ella un cero a la izquierda como l.
Para su sorpresa, el chico le ofreci un pauelo de tela, limpio.
-Qu me das? Ests loco?
Ezequiel se puso rojo como un tomate. Es que ese chico no poda dejar de ruborizarse nunca en
la vida?
-Tenelo. Despus me lo devolvs.
Tiffany tom el pauelo solo para no contradecirlo y no demorar ms su ya tarda entrada a clase.
Se sent y not la humedad abajo, y recin entonces comprendi. Y, por una vez, la que se puso
roja fue ella.
Mir al banco de Ezequiel y slo vio su espalda. Tiffany era lo suficientemente inteligente como
para darse cuenta que ese tal Ezequiel la ignoraba para no manchar su integridad de diosa. Y lo
agradeci en silencio y de todo corazn.

Se limpi como pudo los delgados hilos de semen que le chorreaban por el interior de sus muslos y
piernas, tratando de disimular lo mejor posible. No era difcil: ella se sentaba al final de todo y la
de matemticas ya haba comenzado.
Durante los cincuenta minutos que dur la clase, Tiff no pudo quitar sus ojos de las espaldas de
Ezequiel, esperando que l girara para verla en algn momento. Jams lo hizo. Estaba sobrecogida
por la situacin y por el gesto generoso de ese chico de quien no conoca ms que el nombre.
Si bien toda la hora se sinti profundamente agradecida por aquella actitud, un minuto antes del
recreo sinti la extraa necesidad de que Ezequiel se diera vuelta y la mirara a los ojos. No supo
por qu. No tena forma de entenderlo. Pero ya haba pasado el peligro de que la delataran. Ya se
haba acostumbrado a la idea de que alguien saba. Y por alguna razn necesitaba que aquel chico
la mirara a ella.
Y como si se tratara de transmisin de pensamientos, en el momento en que el timbre del recreo
comenz a sonar, Ezequiel se levant de su asiento guardando sus cosas y gir tmidamente
buscando verla. Y, por un segundo, por un solo segundo, antes que su timidez lo obligara a bajar la
vista nuevamente, aquel chico la mir directo a sus ojos.
Y en aquel instante, sin comprenderlo, ella sinti cmo se estremeca levemente su cuerpo de una
excitacin desconocida.
Dame un Segundo - Captulo 6
DAME UN SEGUNDO

Captulo 6:
Una Ausencia Muy Presente

A pesar del incidente del pauelo, las vidas de Tiffany y Ezequiel continuaron sus caminos lgicos
respectivos.
l sigui siendo un cero a la izquierda, invisible a los ojos de todos y anodino por donde se lo
mirara. Y ella...
No volvieron a cruzarse seriamente. Ni siquiera se saludaban. Tiffany lo haba buscado con la vista
un par de veces al otro da, pero Ezequiel pareca o bien demasiado respetuoso o temeroso de
enfrentar su mirada.
Como fuere, aquello qued como un hecho aislado y la falta de testigos y comentarios al respecto
lograron sepultar rpido el incidente, al punto que unos meses ms tarde Tiffany se preguntara
irnicamente si aquello no habra sido producto de una siesta en la hora de Educacin Cvica.

Tiffany, entonces, continu su vida como la tena que continuar: emputecindose. S, Ezequiel
saba. Gran cosa. Ella se iba a coger a todo quinto ao as que de cualquier modo pronto todos los
chicos lo iban a saber.
En menos de veinticuatro horas Tiffany se convirti oficialmente en la putita del colegio. Apenas se
la haba cogido uno de los chicos, pero la noticia vol.
Ella y Cherry se pavonearon como siempre. Pero esta vez, la rubia era solicitada y abordada por
cada uno de los de quinto.
Tiff, sos hermosa; Tiff, vamos al bao?; Tiff Quiero mostrarte algo
Las dos amigas rean y ella disfrutaba ser el centro del universo.
Antes de que terminara esa misma semana, Tiffany ya se haba dejado garchar por otro chico de
quinto. La haba llevado al bao igual que su antecesor, pero esta vez la experiencia fue completa.
Haban estado el recreo entero y ella pudo acabar sin complicaciones. No necesitaba demasiado
para hacerlo. Ser usada como una cosa la excitaba sobremanera, y el morbo del lugar pblico era
un plus slo superado por saber que en el patio, al otro lado de la puerta, una docena de alumnos
se agolpaban con la esperanza de espiar o escuchar algo de la cogida.
Esa certeza de saberse espiada por los varones menores mientras uno de los ms grandes le
clavaba su carne entre las piernas potenciaba la calentura.
Comenz a coger en el bao cada vez ms seguido. A los dos meses ya le haba chorreado por sus
piernas la leche de casi los dos quintos.
Era todo tan relajado que los varones no hacan otra cosa que permanecer en el bao durante casi
todos los recreos, a la espera de que ella pudiera entrar en cualquier momento. Los de tercero y
cuarto tenan prohibido entrar, pero deambulaban bien cerca con la ilusin de conseguir una
buena ubicacin apenas comenzara el espectculo. En el fondo, y aunque nadie lo admitiese, cada
uno de ellos tena la secreta esperanza de que Tiffany se desbocara y rasguar as alguna migaja
sexual.
Aunque apareca por all slo tres o cuatro veces por semana, Tiff disfrutaba tanto de esta rara
situacin como de la cogida: Pareca una estrellita de Hollywood llegando a una fiesta de famosos.
Al acercarse al bao ya poda observar a todos los curiosos, vindola llegar como si fueran
admiradores. Nadie le deca nada, aunque cada tanto algn osado le tocara la cola al pasar.
Tiffany busc ms de una vez la presencia de Ezequiel. Por alguna razn se acordaba de l en
momentos as y asuma que poda estar en ese grupo de admiradores voyeurs. Nunca lo encontr.
Y por alguna razn, experimentaba una levsima sensacin cercana al desencanto.
Pero era cruzar el manojo de mirones y olvidarse de Ezequiel y de todo. Porque dentro del bao
estaba su harn particular. Siete u ocho chicos de quinto. Ella llegaba y todos se acomodaban en
sus posiciones, irguindose naturalmente. Ella slo sonrea y se acercaba al que quera cogerse ese
da. Lo tomaba de la pija y lo alejaba del grupo. Los otros se iban en silencio, maldiciendo su suerte
esquiva.

Claro que la mayora de las veces el trmite no era tan expeditivo porque los perdedores siempre
trataban de conseguir algn tipo de premio consuelo. Por lo general la arrinconaban entre dos o
tres y la magreaban a gusto. Ella se dejaba hacer y festejaba la osada con sonrisas y mohines. Los
chicos metan mano por debajo de la minifalda y la mayora de las veces la encontraban ya
empapada. Le agarraban las duras nalgas con ganas, trataban de hundir sus dedos en la conchita
caliente
Pero el recreo era corto y aquello no haca ms que molestar y demorar al que s se la iba a coger,
as que ste terminaba echando casi a empujones a sus amigos.
Ante la ausencia de las autoridades del colegio, Tiffany comenz a relajarse y a putanear en el
bao cada vez ms y ms. Un buen da cedi a la presin de los que no haba elegido y se hizo
coger por los seis que all estaban.
Fue uno de los encuentros en los que ms usada como una puta se sinti. Pero se excit tanto que
tuvo tres orgasmos sin el menor esfuerzo.
El recreo duraba diez minutos y los varones ya haban perdido mucho tiempo tratando de
convencer a Tiff. Si no se apuraban, ahora que ella haba accedido, los ltimos en suerte no
llegaran a cogrsela.
Tiffany se abri de piernas y se puso contra la pared, de espaldas a ellos, que no dejaban de
discutir por ver quin se la cogera primero. Se baj la tanguita blanca hasta las rodillas o un poco
ms. Con las piernas bien abiertas, los mir.
-Cjanme de una buena vez, hijos de puta
Uno de los chicos dej de discutir y fue hacia ella mientras sacaba la pija dura de su pantaln. Los
otros reaccionaron un segundo despus y, para cuando fueron a detenerlo, ya era demasiado
tarde. Le estaba enterrando la pija a Tiffany, que gema de puro placer.
-Ohhh!
El chico comenz a bombearla mientras se agarraba a las nalgas de Tiff. La pollerita le molestaba
las manos y no lo dejaba ver claramente la penetracin. Sus amigos estaban al lado
desalentndolo y exigindole que se apurara, que sino ellos no llegaran a cogrsela antes de que
terminara el recreo.
Acab a la dcima estocada. Ver a sus amigos con las pijas en la mano manoseando a esa pendeja
putsima era demasiado.
Tiffany sinti el chorro de leche caliente adentro y el goce comenz a invadirla.
Uno de los otros sac casi de un empujn al que ya se la haba cogido y ocup su lugar. Tiff apoy
sus brazos en la pared y descans all su rostro. Y sinti con placer la nueva penetracin y cmo el
chico nuevo la agarraba de la cintura.
La embisti una vez. Dos veces. Tres veces. Sinti los testculos contra el final de sus nalgas.
Aunque estaba excitada porque la usaban, sta pija no le gustaba tanto. Tiff dijo entonces:
-Apurate que me tienen que coger tus amigos tambin

El chico acab al instante.


Su lugar lo ocup de inmediato el tercero. Tiff abri los ojos cuando sinti la verga abrirle la
concha al mximo. Conoca esa pija de grosor poco habitual. Ya le haba proporcionado sabrosos
orgasmos.
-Tom, puta! Tom verga, que te gusta!
La pija dio unas pocas sacudidas ms y tambin la inund de leche. Tiff tuvo en ese momento su
primer orgasmo, aunque medio entrecortado porque el pijudo la abandon y le dej el lugar al
sucesor.
La cuarta verga se la cogi un poco ms decentemente pero Tiffany slo escuchaba el chapoteo
que haca su concha llena de leche cada vez que ese hijo de puta le sacaba la pija al completo y se
la volva a enterrar.
-Llename! suplic. Llename de leche
El pibe le acab en medio de un sonoro espasmo y la leche comenz a derramarse de su concha y
a recorrer groseramente su entrepierna.
Inmediatamente, Tiff tuvo un flash-back del primer da que haba cogido en el bao y Ezequiel le
haba descubierto los hilos de semen bajando por sus piernas.
Cuando el cuarto sac la pija de su concha para darle lugar al quinto, el semen que llevaba adentro
comenz a escaprsele en buena cantidad. Tiff tuvo un sbito impulso por retenerlo. Quera la
leche de todos adentro y movi el bajo vientre en un intento de que no se le fuera mucho. No lo
lograba del todo as que apur al siguiente para que de paso le hiciera tambin de tapn.
-Metmela rpido, mi amor Rpido, rpido!
El quinto no se hizo rogar. Ya tena la pija afuera desde hacia unos minutos, manosendosela a la
vez que la manoseaba a ella. Se la enchuf de un saque y hasta el fondo. Tiff sinti el semen
dentro como reacomodndose. Era una sensacin emparentada de alguna forma con las ganas de
hacer pis o algo parecido. Como fuere, los lquidos movindose adentro y la pija que los
desplazaba con cada bombeo le originaban un placer novedoso y satisfactorio.
Tiff comenz a acabar por segunda vez slo con escuchar el chapoteo grotesco y ruidoso de la pija
del quinto y el semen acumulado de los otros que ya se la haban cogido. Volvi a cruzrsele por la
cabeza otra vez Ezequiel aunque sin entender por qu. Tampoco se dio cuenta en ese momento
que al pensar en eso su orgasmo comenz a hacerse ms intenso.
-Ah. Ah Ahhh!!!
Aunque no era una acabada furiosa, estaba durando ms de la cuenta. Y a Tiffany le encant.
Comenz a sentirse medio mareada pero estaba acabando y no le import.
Tiff se derrumb un instante despus. Ya no se poda apoyar en la pared y entonces comenz a
bajar su cuerpo, ms por cansancio y el leve mareo que por otra cosa.

Aunque ella se iba desplomando, el chico que se estaba beneficiando sigui clavndosela hasta
que ella qued arrodillada en el piso, con la cola hacia arriba, a merced de la pija que la taladraba
y que tanto placer le estaba dando.
Ella termin de acabar junto con el chico, quien la llen de leche igual que los anteriores, pero
trajo la novedad de tirarle algunos chorros sobre la cola empinada que tenia adelante. Se limpi
burdamente el semen de su pija con las nalgas de su putita y le dio el paso al nuevo.
El sexto y ltimo ya no tomaba a Tiffany sino que en realidad la sostena de la cintura para que no
se cayera contra el piso y pudiera mantenerse de rodillas y con la cola parada hacia l. Lo nico
que le importaba era clavrsela.
Tiffany escuch el timbre que anunciaba que haba terminado el recreo, al mismo tiempo que le
enterraban una verga descomunal.
-Ezequiel
Los que ya se la haban cogido primero estaban acomodndose la ropa y casi saliendo del bao.
Giraron hacia ella.
-Ezequiel -repiti.
El que la sostena de la cintura le segua dando sin entender pero sin importarle demasiado. No
dej ni un segundo de cogerla.
-Qu decs, putita? Yo no me llamo Ezequiel.
Tiff volvi a la realidad.
-Qu pedazo de pija que tens, hijo de puta! los otros retomaron el camino para salir del bao
pero ella les grit:- Busquen a Ezequiel! Primero B!
El que se la estaba garchando ya no poda aguantarla ms as; la rubia se caa sola sin voluntad de
sostenerse. Era un peso muerto y le molestaba porque as no se la poda clavar hasta el fondo. La
dej caer contra el piso gris sin mucha delicadeza. Se lament tener que sacarle la pija por unos
instantes, pero no le quedaba otra. La pendeja pareca dormida, o borracha, pero estaba bien
porque gema de delicia sin parar.
El chico decidi que ya era hora de irse de ah. Ya haba terminado el recreo y saba que nadie
estara vigilando para avisarle si vena alguna autoridad. Le peg tres chirlos en la cola perfecta y le
acab diez litros de la mejor leche que vena acumulando. Tiff tambin termin de acabar aunque
eso al chico poco le importaba. Se levant del suelo y se abroch el pantaln con rapidez.
La dej tirada all, con el cabello rubio despegndose de la mugre del piso como la luna en la
noche. La cara contra el piso, la cola enchastrada de semen y la tanguita, que haba sido blanca,
casi por los tobillos. No le dio lstima. Era la putita del colegio. Y se mereca eso.
Se fue sin siquiera decirle gracias. Igual que los otros.

Cuando abri los ojos, la luz le fastidi los sentidos. Luego todo comenz a encajar en la realidad.
Alguien la estaba acariciando dulcemente. Era su amiga Cherry, que sonri aliviada cuando la vio
volver en s.
-Cherry?
-Qu hacs, boluda? Me asustaste!
Tiff mir a su alrededor. Estaba en la Sala de Profesores. Sbitamente record cmo haba estado
cuando perdi la conciencia y se sobresalt. Busc de un manotazo su tanga por los tobillos. No
estaba all. Se toc las piernas y la cola buscando todo el enchastre de semen que era imposible
que no hayan notado.
Estaba limpia y seca.
-Cherry Vos me trajiste ac?
-S, con la Directora. Te desmayaste en el bao, boluda
El pavor invadi el alma de Tiff. La Directora le iba a informar a su madre y eso iba a ser sin dudas
la peor pesadilla de su vida. El bochorno, el castigo, la desilusin. Se sinti inmediatamente
deprimida.
-Nooo Qu pelotuda que soy! Mi vieja me va a hacer mierda!
-Boluda, no es para tanto Cualquiera se desmaya; pudo haber sido algo peor
-Cuando a mi vieja le digan que me encontraron en el bao de varones con la tanga por
-Qu bao de varones, boluda? Te desmayaste en el bao de mujeres!
-Cmo en el bao de mujeres?
-Me parece que la baja presin te afect el cerebro, loca. Como no aparecas en el aula y la clase
ya haba empezado haca rato, te fui a buscar a los baos. Y te encontr en el de mujeres, sentada
contra una pared.
-No me encontraste en el bao de hombres?
-No, boluda. Cmo quers que te lo diga?
-No tena la bombacha por los tobillos? No tena las piernas y el culo enchastrados de leche?
-Pero qu decs, ests en pedo? Te encontr as como estas ahora!
Tiff estaba perfecta. Meti su mano bajo la minifalda buscando tocar su tanguita. Ah estaba. Pero
no haba sido un sueo. Su bombacha estaba totalmente empapada. Llev sus dedos a la nariz. Era
su olor pero tambin haba olor a semen.
-No seas asquerosa, hija de puta! la reprendi Cherry con gesto exagerado.
-Fueron los chicos de quinto a avisarles? No entiendo
-No. Nadie avis. Pero la idea de que podas estar en los baos se le ocurri a Gonzlez.

Tiff dud un instante tratando de ubicar el apellido.


-Gonzlez? Ezequiel!
-Estuvo un siglo en mapoteca buscando unas lminas y cuando lleg se le ocurri que podas estar
descompuesta en el bao Acert, el tarado ese
Tiffany mir a su amiga con seriedad. Cherry se sinti extraamente censurada y call.
Al otro lado de la puerta comenz a escucharse la voz asustada de una mujer que se acercaba.
-Mi vieja Bueno, por lo menos hoy me voy ms temprano Y no me matan!
Tiff agarr la mochila que le haba trado su amiga directo desde el aula. Al llevarla hacia su
hombro not que algo blanco sobresala del bolsillo derecho. Lo sac. Era otra vez un pauelo
blanco igual o muy parecido al que alguna vez le haba dado ese chico raro llamado Ezequiel.
Estaba bien doblado y alisado pero apenas lo toc se dio cuenta que estaba empapado de semen.
Lo apret unos segundos con toda la mano, impregnndose los dedos y la palma con lo que no
tena dudas era la leche de los seis chicos de quinto que se la haban estado garchando.
Con dulzura volvi a ponerlo en el bolsillo de la mochila y se puso de pi.
Y sali a encontrar a su madre con una sonrisa en los labios.

Fin del captulo 6


Dame un Segundo - Captulo 7
-

DAME UN SEGUNDO

Captulo 7:
Un Protector Muy Evasivo

Por Rebelde Buey

El da que Ezequiel le salv el pellejo ante la escuela y ante su madre, Tiffany lo puso en el mapa.
En su mapa particular, que era mejor que estar en cualquier otro mapa.

Sin embargo, para su sorpresa, aquel chico extremadamente tmido no haba dicho una sola
palabra al otro da. Ni al siguiente. Ni al otro.
Tiffany esperaba que le dijera que haba sido l quien la salv. Estaba dispuesta a premiarlo con
una cogida como no iba a tener en su vida. Digna de un rey. Nada de diez minutos en el bao ni
cosa parecida; no, seor. Pensaba ir a un buen telo y hacerle lo que quisiera por espacio de dos
horas. As de agradecida se senta.
Pero las cosas iban a resultar distintas. Al da siguiente de su desmayo, bien temprano, Tiff entr al
aula con una sonrisa que le ocupaba toda la cara y buscando a Ezequiel con la mirada. Lo
encontr; l siempre llegaba ms temprano que ella. Se plant adelante del chico y lo salud.
-Hola!
Ezequiel levant la vista, tmidamente. La vio pegada a l, mirndolo directamente a los ojos y se
ruboriz hasta la exageracin.
-Ho la -ensay bajando rpido la cabeza. La sonrisa de Tiffany se pulveriz en el instante.
Ezequiel no slo ni la mir sino que adems se sent y comenz a buscar alguna cosa en su
mochila, ignorndola.
-Este-Tiffany no saba qu hacer. Jams haba estado en una situacin as.- Ayer -Ezequiel
segua buscando, dndole casi la espalda como si ella ni siquiera estuviera all, junto a l, en
minifalda y camisa desabotonada Es ms, el idiota comenz a hablarle al chico de al lado!
Tiffany se sinti turbada. Qu era aquello? Qu haba pasado? No entenda nada pero se sinti
haciendo el papel de tonta, ah de pi, sonrindole a nadie.
Se fue a su asiento, desconcertada.
El resto del da lo busc un par de veces ms. No tanto ya para saludarlo sino ms bien para
comprender qu suceda. No tuvo xito. Ezequiel segua mostrndose huidizo.
Esa misma maana los chicos de Quinto se le haban insinuado en cada uno de los recreos. La
noticia de que la putita de Primero se haba dejado garchar por varios a la vez alborot a todos los
varones de las divisiones superiores.
Ella se mostr evasiva. Aunque saba que ellos no tenan forma de haberse enterado, el hecho de
que ninguno de los que se la haban cogido supiera que ella se haba desmayado, la molestaba.
Era raro, porque a la vez eso la haca sentirse ms usada y, por lo tanto, ms puta. Si iba a ser
honesta, el hecho de que la hayan abandonado en el bao, tirada en el piso y baada en la leche
de seis chicos la excitaba de una manera muy morbosa. Pero a la vez le dola que a ella le haba
pasado algo malo y nadie haba estado all ni siquiera para enterarse.
Bueno; nadie, no.
Haba estado Ezequiel.

Por supuesto a ella le haba encantado sentirse as de puta. Pero y si en la prxima gang-bang la
volvan a abandonar desmayada? El milagro de que Ezequiel estuviera all para arreglar todo no se
repetira nuevamente.
Mierda! No iba a poder! Emputecerse de esa manera implicaba riesgos demasiado altos. Pero
aquello estaba demasiado bueno! Qu hacer?
Lo primero que se le ocurri fue proponerles a los chicos que al menos uno se quedara con ella
ms all del final. Deberan designar a uno para que la ayudara a recomponerse, limpiarse y
sacarla de ah ms o menos entera, o esconderla si llegaba alguna autoridad.
Era un precio que los chicos pagaran gustosos con tal de enfiestrsela.
Claro que ya no se sentira tan usada. No. De ninguna manera sera lo mismo. Pero era eso o no
poder hacerlo de esa forma nunca ms. Algo haba que sacrificar.
Al da siguiente, Tiff volvi a buscar a Ezequiel. Quiz haba sido un mal da para el chico. Hoy
apreciara su compaa.
-Hoy estas mejor? Tiffany haba decidido esperar al segundo recreo para saludarlo. Se haba
sacado de encima a algunos pesados de cuarto ao y lo haba encontrado leyendo en el bufete.
-Hola!
No haba sido un saludo. Haba sido casi un grito de susto. Ezequiel poco menos que se cae de su
silla.
Tiffany lo vio enrojecer nuevamente. Mirar hacia todos lados y escudarse el pecho con la revista.
Se sinti un poco molesta.
-Estas asustado! Qu te pasa?
-Yo No, yo
-Me tens miedo?
-Me voy. Tengo que preparar la clase de Biologa
Tiff no poda dar crdito a lo que estaba sucediendo. Era posiblemente la chica ms fuerte de todo
el colegio. La que todos queran coger. Y este estpido le hua como si ella tuviera lepra.
Vio que se le escapaba y sac el pauelo blanco que haba sido usado para limpiarla del semen de
seis chicos, dos das atrs.
-Encontr esto en mi mochila, anteayer.
-No s. No es mo. Permiso
-Tiene tus iniciales. Y debs ser el nico ridculo en toda la escuela que tiene sus cosas con
iniciales.
Ezequiel se puso ms rojo, si eso era posible, y se fue sin mirar ni decir nada.

Tiffany se crisp de furia. Quin carajo se pensaba que era, ese idiota? Que la hubiera salvado de
ser descubierta como una puta por la directora y su madre no le daba derecho a hacerle ese
desplante. Se crea una estrella?
La estrella era ella, qu mierda. Pero ese tarado la estaba ignorando. Y eso era para ella una
experiencia absolutamente nueva que no saba cmo manejar.
Se par erguida sacando cola y pecho, ms para recuperar un orgullo extraamente averiado que
otra cosa, y volvi al patio con el nimo opuesto al que haba llegado.

Tiffany decidi abandonar sus sanas intenciones de agradecerle y se dedic a lo que ms le


gustaba y mejor saba hacer: cogerse a los chicos de Quinto.
Como si fuera una reaccin involuntaria al rechazo de Ezequiel, Tiff increment desbordadamente
sus incursiones al bao de hombres.
El primer da ese mismo da- utiliz el sexo para descargar su enojo. Cada uno de los orgasmos
que le proporcionaban los chicos al usarla de puta, se lo dedicaba al imbcil de Ezequiel.
Los das subsiguientes lo tom con muchsima ms calma y slo se encarg de gozar como una
puta. Sin embargo, en ms de una oportunidad, le volva a dedicar algn polvete a Eze o, para ser
ms exactos, algunas veces al acabar pensaba en l y en lo que haba hecho por ella.
Les coment a los chicos que si queran cogrsela entre varios, deban cuidarla al final. Pero
descubri con cierta decepcin que por la misma naturaleza de este nuevo manejo, no haca falta
que nadie velara por ella.
Le encantaba ser usada por cinco o seis tipos, pero ahora lo hacan bajo un marco nuevo y todos
parecan demasiado preocupados por un posible desmayo (como si eso fuera a suceder cada vez
que cogiesen) La calentura no llegaba as ni a la mitad de lo que haba sido la primera vez. Tambin
era impensable que perdiera el conocimiento, de modo que ahora no haca falta que nadie se
quedara hasta el final. Si se iban apenas terminaban de cogrsela, era lo mismo. Ella poda
arreglarse sola sin el menor problema.
Por supuesto, ser enfiestada le segua gustando. Y la morbosidad del bao era igual de atractiva.
Pero la verdad era que ya no haba tanta diferencia entre ser cogida por uno que por un montn.
Al cuarto da seguido de coger en casi todos los recreos, Tiffany se dio cuenta que cada vez que
ella se vengaba de Ezequiel, pensndolo mientras acababa, su orgasmo era ms intenso. Comenz
a utilizar la imagen del chico para aumentar el placer en los orgasmos que ella adivinaba iban a ser
suaves o leves. Para su sorpresa, el truco funcionaba a la perfeccin y era infalible. Cuando se
acordaba de Ezequiel, sus orgasmos eran siempre mucho ms intensos y placenteros.
Una semana despus, todo haba vuelto a la normalidad. Todo, excepto la cabeza de Tiffany.
El sexo era mucho ms seguido que antes. Pero la excitacin haba disminuido. Y no slo la
excitacin. Tambin la lujuria, el morbo, la adrenalina, la sensacin de sentirse usada como una
cosa. Y la calidad de los orgasmos.

Aunque para esto ltimo tena un truco: si pensaba en Ezequiel en el momento de acabar
Ezequiel Eso era!
Haba encontrado la solucin. Tena que hablar con ese chico para hacerle una propuesta ms que
interesante.
Dame Un Segundo - Captulo 08
-------------------DAME UN SEGUNDO
(Novela)

Captulo 8:
La Proposicin.

Por Rebelde Buey


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-Tengo una proposicin muy importante para hacerte.


Ezequiel abri los ojos y trag saliva.
La tarde era apacible, casi clida. La plaza en la que Tiffany lo haba citado no estaba lejos del
colegio pero era de incmodo acceso y, por lo tanto, bastante privada. Estaban solos en ese
momento.
-S-s?
Ezequiel mir alrededor. A lo lejos una vieja cargaba una bolsa que pareca pesarle demasiado. Y
ms lejos an, el ruido castigado de un evidente colectivo raspaba la tarde.
-Mierda que sos poco comunicativo, Ezequiel.
-Yo -Ezequiel baj la vista. Amaba a esa chica desde el da en que la conoci, le fascinaba su
cuerpo perfecto y su carita de ngel. Y ahora ella lo haba citado ah, a solas, para hacerle una
proposicin. Estaba tan nervioso que senta retorcijones en el estmago.- No s Decime.
Tiffany subi sus esplndidas piernas al banco plano de cemento, enfrentndolo. En el
movimiento, su corta minifalda se reacomod y por un instante Ezequiel pudo echar una mirada
furtiva a la entrepierna de ella. Llevaba una tanguita amarilla de algodn.

Tiffany sonri.
-Te gusta el amarillo?
Ezequiel enrojeci al quedar en evidencia.
-No, yo yo -baj nuevamente la vista.- Disculpame, no quise
-No te preocupes. anunci Tiffany con tono cmplice.- Me encanta provocarte.
Ezequiel no pudo quitar el rubor de sus mejillas pero al menos sonri tmidamente. No dijo nada.
-Me encanta provocar a todo el mundo; eso ya lo sabs -l alz la vista y la mir. Lo que no
sabs es que provocarte a vos me gusta mucho ms.
La escudri con un leve desconcierto. Saba lo que estaba diciendo pero no adivinaba hacia
dnde iba.
Callaron. Una seora con dos nenes pas junto a ellos con tranco lento, tironeando del ms
chiquito. Fue como un pequeo recreo a la creciente tensin.
-Quiero dejar un par de cosas claras antes de seguir. dijo resuelta Tiffany cuando los testigos ya
estaban lejos.- S que vos me rescataste del bao de varones el da que me enfiestaron los seis. S
que me limpiaste, me volviste a vestir y de alguna manera te las arreglaste para llevarme
desmayada hasta el bao de mujeres -Ezequiel miraba a ella y al piso alternadamente.- Lo s y lo
aprecio muchsimo. Pero muchsimo en serio, eh? Ms de lo que te pods creer. Lo que no
entiendo y me enoja mucho es que desde ese da me cortaste el rostro mal.
Cuando Tiff mencion su enojo, Ezequiel se sobresalt.
-No. Yo No quera que te enojes
-No me diste siquiera la oportunidad de agradecerte
-Yo No quera que lo sintieras como una presin o un favor o no s No lo hice como un
favor
-Ya lo s. Tampoco esperaste nada de m. Y s que si se dieran otra vez las cosas igual que ese da,
haras lo mismo... Y creo que los dos sabemos por qu.
Ezequiel otorg con su silencio. Y por un minuto ninguno de los dos dijo una palabra. Tiffany
retom con un tono ms didctico y con mejor humor.
-El tema es que no va a volver a pasar. Ese da me desmay porque la situacin fue demasiado
especial.
-O porque te baj la presin
Tiffany lo mir raro. No esperaba una correccin de alguien que saba la adoraba. Pas por alto el
comentario.
-Una situacin que no volvi a repetirse desgraciadamente

Ezequiel pareci armarse momentneamente de cierto valor.


-Te gusta terminar desmayada en el piso mugriento del bao de varones?
-No. Me gusta despertarme seca, limpia y bien vestida en un silln porque alguien se ocup de
recomponerme y limpiarme el enchastre de los otros como hiciste vos ese da. Ezequiel estaba
para el infarto. Tamborileaba los dedos, mova sus piernas. Necesitaba un vodka, un sedante, un
caf. Todo junto.- Te voy a ser sincera. Me encant lo que hice ese da. Me encanta que me
emputezcan, que me usen, que me llenen Incluso disfrut que me hayan abandonado ah tirada
como una cosa -Tiff suspir como con cierta nostalgia.- Pero es peligroso, y saber que todo
puede terminar para el carajo no me pone en clima. Ni a los chicos tampoco. Necesito liberarme
para disfrutar como la puta total que quiero ser o que soy.
Tiffany call y lo mir. Estaba como esperando su reaccin, o algo. Pero Ezequiel no tena la menor
pista. Se hizo un silencio tenso porque l estaba esperando que ella lo ayude o deje de mirarlo.
-Y? dijo Ezequiel estirando la pregunta para que ella siguiera.
-Y eso. Necesito liberarme. Necesito estar tranquila
Ezequiel haca verdaderos esfuerzos para entenderla pero no lo lograba.
-Ya s. Pero qu tiene?
-Necesito a alguien que me proteja. Que est ah si las cosas se van de mambo O si me pasa
algo -Ezequiel puso una cara de incomprensin tal que en otra situacin hubiese resultado
grotescamente cmica. -Necesito que alguien haga exactamente eso que hiciste vos ese da pero
siempre que lo necesite -Ahora comenzaba a entender, pero de a poco. -Necesito que alguien
sea mi ngel de la Guarda.
Entonces Ezequiel se qued rgido.
-Vos No vas a pretender que yo vaya a arreglar todo despus de que te enfiesten no?
-N-no Bueno, s. Tiffany not que algo no andaba bien. El chico estaba raro- Pero no es que me
voy a desmayar cada vez que coja por ah. Sonri nerviosa sin saber muy bien por qu.- Necesito
liberarme. Y saber que alguien va a estar ah por las dudas me va a relajar
Ezequiel estaba atnito.
-Pero
-Yo te compensara. Tiff le tom un brazo con ambas manos.- Obvio que vos tambin me podras
coger S que te gusto
Ezequiel se solt de las manos de ella.
-No quiero que cojas conmigo para compensarme o como pago de un servicio... -Tiffany
comenz a asustarse. Aquello estaba saliendo inesperadamente mal. No quiero que seas mi
puta
-Pero si soy puta. Lo sabe todo el colegio.

-Eso es otro tipo de puta. Si me pags con sexo seras como las putas de la calle.
Tiffany se avergonz. No por ser ms o menos puta sino porque estaba siendo nuevamente
rechazada por ese nadie.
-Tanto necesits sentirte as para coger?
Ella admiti con la cabeza.
-Es otra cosa. Otro plano. Si yo s que vos estas cerca para cuidarme, yo me liberara y podra
lograr eso cada vez que quisiera.
-Eso que decs es lo mas egosta que escuch en mi vida
-Por eso te deca que podras cogerme vos tambin.
-Si aceptara eso, yo sera tan egosta como vos. Ezequiel resopl cansado y completamente
desalentado.- Vos me gusts ms que nada en el mundo. Pero no soy ciego. S que yo a vos, no.
Cuando me citaste ac no tena esperanzas de nada pero jams imagin que me ibas a proponer
usarme de esta manera
-No. No lo tomes as -Tiffany se sinti culpable por primera vez en su vida. Iba a decirle que no
quera a cualquier protector sino solamente a l. Pero call. Como venan las circunstancias,
tuvo temor a empeorar las cosas.- Por favor, no quiero que lo tomes as. Me siento muy
agradecida por lo que hiciste No te quiero usar
Tiffany comenz a angustiarse. Se le cerr el estmago y se le hizo un nudo en la garganta. La
nica persona que no la haba tratado como a una puta y que no esperaba nada a cambio estaba
descifrando todo al revs. Sinti repentinas ganas de llorar. Lo que ms le gustaba en el mundo
era ser esa puta usable por todos pero, de alguna manera, solamente eso la dejaba medio vaca.
Y la nica vez que no se haba sentido as haba sido cuando Ezequiel la haba cuidado entre
algodones, despus de una sesin de emputecimiento perfecta. Y ahora esa posibilidad se
evaporaba.
Tiffany rompi a llorar desconsoladamente.
Y no era teatro. Ezequiel lo supo en el primer instante.
-No te quiero usar No te quiero usar
Tiff lloraba a moco tendido y repeta triste su desconsuelo: -No te quiero usar, te lo juro No te
quiero usar
Sin embargo, lo que ms impactaba a Ezequiel era la angustia contenida en cada sollozo. Ahora l
era el que se estaba sintiendo mal por ver cmo sufra la chica que quera.
La abraz. Y a pesar de la angustia y del dolor, tambin sinti la tibieza del cuerpo de ella y
agradeci a Dios tener esa pequea fraccin de felicidad por contenerla entre sus brazos.
-No llores No llores, por favor. Est todo bien
-No, no est todo bien Me debs odiar

-Sabs que no
Tiff dej de llorar y qued slo en sollozos e hipos.
-S. Ya s. sonri y se dej estar entre los brazos de l.
-Y con respecto a lo que hablamos cont conmigo para cuidarte
-No
-No?
-No quiero que hagas las cosas de lstima. Vas a creer que estoy llorando para que me digas que
s
-No. No pienso eso. Pero sabs que no puedo dejarte desmayada en el bao de varones cada vez
que hagas una locura.
-Me desmay una vez, tonto No es por eso
-Ya lo s. dijo l. Ella gir levemente su rostro hacia l, siempre acurrucada entre sus brazos. l
intuy que poda besarla pero no se anim.- Tambin sabs que siempre voy a estar para
protegerte o para lo que necesites
-S, ya s Vos me ams. Se hizo un silencio incmodo.- Pero yo Bueno, yo
-Shhh! la call l.- No digas nada.
Ella le hizo caso y volvi a sumergirse en sus brazos. Se senta tan a gusto
-Gracias. le dijo a l. Y se acurruc an ms.
Dame Un Segundo - Captulo 09
Captulo 9: El Protector

Por Rebelde Buey

Haban llegado a un arreglo. Aunque a Tiff esa palabra no le gustaba demasiado para referirse al
acuerdo con Ezequiel. Arreglo era sucio. Sonaba a corrupcin. A prebendas pasadas por debajo de
la mesa.
Y no era ste el caso, por supuesto. Ella le haba ofrecido el trato en forma cristalina, natural. Ni
siquiera ofreca nada a cambio por lo que peda. Bueno, le ofreca hacer el amor con l. Pero no
por una cuestin de intercambio comercial. Sino simplemente porque pensaba que todo aquel
asunto iba a ser del gusto de los dos.

Adems, arreglo o cualquier otra palabra bastarda no iba con Ezequiel. Tiff comenzaba a conocerlo
cada vez ms profundamente y a medida que lo haca poda darse cuenta de lo lejos que l estaba
de ese tipo de miserias.
Una de las cosas que la haba impactado era la falta de egosmo que haba en l. Mientras todos
los chicos que haba conocido en su vida siempre estaban con ella para obtener diversos
beneficios (una mamada, una cogida, una orga para seis, etc.) Eze no le peda absolutamente
nada.
Mejor an, no slo estaba con ella sino que adems viva atento y la cuidaba de las cosas
importantes, de todo lo que ella no poda manejar.
Por eso ellos no tenan un arreglo. Tenan un acuerdo. Aunque era cierto que l prefera no
haberlo tenido, tambin era cierto que si ella iba a correr el mnimo riesgo de algo, l prefera
acordar y acompaarla.
As las cosas, Tiff poda ahora enfiestarse despreocupadamente a un buen nmero de chicos de
quinto ao que siempre tendra a Ezequiel velando por ella. De esa manera se desentenda de
todo, se liberaba y se dedicaba nicamente a disfrutar y gozar como una yegua libidinosa.

Tiff se hallaba en estas elucubraciones cuando son el timbre del recreo. Mir hacia adelante, al
primer banco. All estaba Ezequiel, de espaldas a ella. Se sinti instantneamente agradecida y
record su abrazo contenedor del da anterior, en la plaza. Una tibieza reconfortante la invadi
por el recuerdo.
Se levant. Camin sensualmente hacia el chico y apoy una mano sobre el hombro, arrastrndola
casi como si fuera una caricia.
Ezequiel se estremeci. Se estremeca siempre que aquella rubia imposible lo tocaba. Pendiente
de ella como viva, aunque estaba de espaldas supo que era Tiffany. Su perfume la preceda. Pero
adems, casi poda sentirla y adivinar sus movimientos y necesidades.
-Eze -le dijo Tiff. Ezequiel entrecerr sus ojos y suspir. -Despus quiero hablar con vos
Alrededor, los otros chicos y chicas miraban incrdulos. Era la segunda vez en el da que la diosa
del colegio tocaba a un mortal, y las dos veces haba sido a Ezequiel. Y no slo eso: Adems tena
que habar con l!
Tiff se perdi en el alboroto del patio y Ezequiel supo que era tarea suya encontrarla para lo que
pudiera necesitar.
Aunque la rubia no se iba a quedar en el patio. Haba ido directo hasta el aula de Quinto A. Quera
armar un buen equipo ahora que tena quien la cuidara. Quera a los ms pijudos y a los ms
morbosos. Quera inaugurar su nueva libertad con lo que saba la iba a transportar hasta el cielo.
Tiff entr con paso seguro. Sonri cuando comprob que se la coman con la mirada.
-En el prximo recreo voy al bao de varones. -los dos o tres chicos que haba all sonrieron como
lobos.- Y va a ser como el primer da. Quiero que no se midan... -Por alguna razn Tiffany se sinti

de pronto poderosa y algo sdica. Si Ezequiel hubiese estado all seguramente no hubiera dicho
aquello de esa manera.- Consegu a alguien que se va a hacer cargo de los restos que dejen
ustedes
Los chicos lanzaron una risa.
-Ah vamos a estar.
-Avsenle a Santi, a Cartucho y a Ramiro y chicos no traigan ms gente de la necesaria. El
recreo dura solamente diez minutos.
Tiffany sali y comenz a buscar a Ezequiel. Tena que decirle ahora mismo lo que iba a suceder en
el prximo recreo para que la acompaara en su nuevo papel de adltere.
Supuso que estara esperndola al salir del aula de quinto pero se equivoc. Se senta
extraamente excitada. No sexualmente. Pero estaba inusualmente ansiosa y senta un agradable
revolotear en su estmago.
Pero dnde se haba metido Ezequiel? Tena que contarle o explotara Y claro, adems, deba
prepararlo para lo que se vena.
-Cherry! Lo viste a Ezequiel?
-Quin? Ah, noBoluda, qu te pasa ltimamente con ese pibito?
-Nada Bh, me est ayudando con algunas cosas
-Te lo ests cogiendo tambin a l? -la cara de sorpresa de Cherry era para una foto.
-No! Ests loca? -Tiff se despeg de Ezequiel en un acto reflejo. Al segundo se sinti tan culpable
como hija de puta. Se ruboriz. Cherry no comprenda pero no era estpida. A todas luces all
estaba sucediendo algo.
-Menos mal -pronunci sus palabras despacio, midiendo la reaccin de la rubia. -porque la verdad
que es un pescado
Tiff se sinti mal porque no lo estaba defendiendo. Y no le gustaba escuchar aquello de su amiga.
-Bueno, no me lo cog Pero y si lo hiciera, qu?
-Que es un desastre!
-Es un buen flaco. Es de diez.
-Y desde cundo te cogs buenas personas, vos? Dejate de joder, Tiff! -Cherry se ech a reir.
Tiff se estaba fastidiando. Saba que su amiga no la criticaba con maldad, sino desde su
incredulidad.
-No s -Tiff miraba constantemente alrededor. Ezequiel no apareca.-Quiz hacer algo con l
tenga algn beneficio.
-Salvo que tenga una poronga as! Jajaja!

Tiffany termin de fastidiarse, ms por no haber defendido a Ezequiel que por los comentarios
bobos de su amiga. Se alej buscando a su protector.
-Tarada

Al volver del recreo Tiffany estaba frustrada. No haba encontrado a Ezequiel por ningn lado y lo
quera preparado para la fiestita que haba armado.
Lo encontr dentro del aula en el escritorio del profesor, viendo entre ambos unos libros y una
serie de fotocopias.
Apenas ella entr, atento como siempre, el chico la mir. Ella puso una cara teatral de exagerado
enfado y le dijo con los labios Tengo que hablarte. Ezequiel le respondi en el mismo silencio
con una expresin que se poda resumir en un Y qu quers que haga? No pude zafar
Tiff se fue a sentar atrs. Le dira cmo vena la mano apenas empezara el prximo recreo.
Pero antes de que terminara esa misma clase, Ezequiel fue solicitado por la Direccin del colegio,
con lo que tuvo que salir antes de que comenzara el bendito recreo.
Pero qu suerte de mierda la de la pobre Tiff! Justo ese da su chico estaba siendo solicitado por
todo el mundo!
Pero Haba pensado en Ezequiel como su chico? De ninguna manera! Si haba pensado as era
porque justamente l era el encargado de su seguridad. Era como su guardaespaldas. Desde ese
punto de vista, s era suyo. Como un empleado o un contratado, no? S, eso.
El timbrazo violento la sobresalt de su ensoacin. Ezequiel no haba vuelto y los chicos de quinto
estaran encaminndose hacia el bao de varones, esperndola.
Mierda! Por qu todo le sala mal? Buscara a Eze por el patio. De ltima le informara
brevemente aunque no tena idea si a esa altura iba a ser til o no. Llegara al bao un par de
minutos ms tarde. Pero bueno, que la esperen. Por alguna razn era ms importante que
Ezequiel se entere de sus actos que la orga con los chicos.
Lo busc rpido por el patio lleno de alumnos. No lo vio. Seguramente estara con la Directora
asesorndola o algo as. Ezequiel era de los ms responsables e inteligentes.
Tiff ya no tena tiempo. Y no quera fallar a su harn de machos. No le gustaba faltar a su palabra,
aunque, ya lo saba, si Ezequiel no estaba para velar por ella eso significara coger con varios pero
sin liberarse como a ella le gustaba. Dej entonces de buscar entre los chicos del patio y suspir
vencida. Se encamin rpido hacia el bao de varones.

-Uhhh! Ahhh! Sssiii!


Tiff estaba de pie, apoyada contra la pared con las piernas abiertas y la bombacha por las rodillas,
como tantas otras veces. Una verga prodigiosa le entraba y sala arrancndole gemidos de
satisfaccin. Aunque no era lo planeado, la estaba pasando bastante bien. Los chicos estaban ms
degenerados que nunca y eso la motivaba. Tena a uno cogindosela por atrs y varias pijas duras
alrededor, mostrndose y esperndola.
Lstima que no le haba podido avisar a Ezequiel. Sino ahora estara realmente sacada.
De pronto la asalt una duda. Se bancara Ezequiel verla as con otros chicos? Hasta ahora no
haba pensado en eso. Saba que s se bancaba encontrarla ya cogida. Pero si l iba a ser su
protector oficial, ms de una vez iba a tener que dejar su puesto de vigilancia y entrar quiz unos
segundos antes de que el ltimo termine de cogrsela.
-Putita al piso! Te quiero coger en perrito
Las palabras del machito la arrancaron de sus pensamientos. Se dio cuenta y le dio bronca que en
vez de estar disfrutando a pleno estaba pensando en Ezequiel.
-S -alcanz a decir mientras el chico le sacaba la pija por un instante.
Tiff se arrodill primero en el piso y se acomod dcil en cuatro patas, como le peda el chico.
Sospech -y con razn- que la quera as para cogrsela mientras algn otro se haca chupar la pija.
Era una buena idea, concluy. Ya haba pasado la primera mitad del recreo y recin estaba
recibiendo al primero.
Se coloc finalmente en cuatro. Subi su minifalda y par la cola perfecta. Baj el pecho hacia el
piso para parar an ms la cola y dejarla a merced de sus victimarios. Le gustaba entregarse as de
fcil.
Si tan solo Ezequiel estuviera all
Entonces vio aquello. As como estaba, con la cabeza casi contra el piso mientras un flaco le estaba
dando verga sin miramientos, pudo ver, por debajo de la puerta de unos de los cubculos donde
estn los inodoros, un par de zapatos lustrados, apenas cubiertos por un anodino pantaln gris.
Era Ezequiel! Y estaba oculto tras la puerta. Los zapatos estaban de costado, como si su poseedor
no estuviera sentado en el inodoro si no apoyado contra la pared de lado.
-Eze! -casi grit Tiffany de alegra.
Sus verdugos no entendieron. Ninguno de ellos se llamaba as. Aunque tampoco les interesaba
demasiado lo que la rubia dijera o callara. Lo nico que queran era que abriera bien las piernas
para dejarse usar. Uno record, sin embargo, que la primera vez que se la haban enfiestado
tambin mencion ese nombre. Pero no se cuestion nada ms y se ubic delante de Tiffany
apoyndole en los labios su pija hinchada
-Chup, putita

-S! -casi grit en medio de una oleada de entusiasmo desproporcionado. Se senta repentina y
sorprendentemente feliz de que Ezequiel se encontrara all, oculto pero a menos de un metro,
para cuidar de ella.
Excitada, tom con sus manos la pija ofrecida y la llev decidida a su boca golosa. La estaban
llenando de verga y sentir la carne caliente de sus amantes en dos sitios a la vez la volvi loca.
Los otros chicos seguan rodendola y manosendola. Uno de ellos se impacient.
-Acabale, boludo! Que la tenemos que coger todos!
Tiffany comenz a percibir dentro de su propio cuerpo los espasmos del que la surta por atrs y
enseguida la tibieza del chorro de semen.
Fue inevitable pensar en Ezequiel en ese momento; pero, para regocijo de la rubia, esta vez l
estaba all. Ella no poda dejar de mirar hacia los zapatos negros que se escondan delante de ella,
movindose nerviosos al escuchar el orgasmo del primer chico que le estaba acabando.
Para Tiffany fue un momento mgico. Su amante le clavaba los dedos en sus nalgas y le inundaba
la concha de leche, mientras ella miraba los piecitos inquietos de Ezequiel. Tiff sinti cmo le suba
incontenible un fuego desde sus mismas entraas y explot de golpe en un orgasmo intenssimo.
-Eze -no pudo evitar murmurar.
La pija del de atrs se estaba retirando. La sensacin era placentera y la expectativa de la nueva
verga, un ansia difcil de manejar.
La nueva pija entr sin piedad.
-Uhhh!
Tiff mir nuevamente los zapatos. Se volvieron a mover. Aquella carne que se le enterraba
inmisericorde era ya conocida. Era de las ms grandes y siempre la llenaba de placer. Tiff sigui
recibiendo y disfrutando intensamente cada una de las estocadas. Los piecitos de Ezequiel haban
dejado de moverse.
-Ahhh! Ahhh! -Tiff gema de placer genuino pero tambin estaba testeando la reaccin de su
protector. Los zapatos se movan inquietos cada vez que ella gema. Eso le encant. No supo bien
por qu pero le result halagador. De alguna manera esos piecitos reaccionaban a sus gemidos. No
a otra cosa. Y ella viva esa reaccin como un cumplido.
Mientras senta esa cosa enorme abrirla de lado a lado incrementando su excitacin hasta nuevos
niveles, decidi subir la apuesta para probar a Ezequiel.
-Aaahhhhhh!!! Qu pedazo de verga, Rodrigo! -Mir los zapatos. Se movieron mucho ms
que antes. -Llename! Llename de leche, hijo de puta! -Los zapatos se pusieron frenticos ahora.
Tiff se excit pero adems experiment algo nuevo en su vida. Tuvo conciencia plena de su poder
sobre ese chico. Por primera vez no lo vivi como algo intuitivo. Saba que tena poder para influir
sobre l. Para hacerlo reaccionar de una u otra manera. Y supo tambin que podra manejar ese
poder casi a discrecin y que -en definitiva- podra hacer con Ezequiel lo que quisiera.

Supo esto en un segundo y automticamente su cuerpo se revolucion. Su excitacin aument y


tuvo su segundo orgasmo ms por ver a esos piecitos descontrolados que por la formidable pija
que estaba recibiendo.
Y lo grit con toda su alma de hembra emputecida. Lo grit porque as le vino pero, adems, se lo
grit a Ezequiel. Era un especie de regalo de agradecimiento que le entregaba a ese chico
formidable que la estaba cuidando.

Pero Ezequiel lo recibira como un obsequio? Pareca que s, a juzgar por los movimientos
frenticos. Aunque tambin poda ser que estuviera sufriendo. No sera la primera vez que ella
interpretara mal a aquel chico. Decidi guiarse por sus instintos y abandonarse al placer. En el
fondo, si Eze estaba all, saba lo que le esperaba.
El tercer chico la penetr salvajemente y sin el menor prembulo. El pijudo que recin le haba
acabado adentro se la puso adelante ofrecindole su pija chorreada de semen.
-Limpi, putita. Hasta la ltima gota. -Tiffany cerr los ojos extasiada por la propuesta. Limpi esa
verga empapada con mxima devocin.
Como Ezequiel no estaba viendo, Tiff se la chup entre sonoros gestos de placer. Largos "mmm..."
fueron sus nicas palabras por unos momentos, mientras el tercero que le estaba dando por la
concha le gritaba: "Tom, puta! Tom pija!"
Aunque los chicos creyeron que los "mmm" eran por ellos y para ellos, Tiff tena casi plena certeza
de que su protector entendera mucho mejor a quin iba dirigido.
Tiff sigui chupando, gimiendo, recibiendo pija e insultando a sus machos con cada clmax. No dej
e mirar ni un instante los zapatos prolijos pero nerviosos que se alborotaban con cada orgasmo de
ella. No saba por qu y tampoco le interesaba saberlo- pero ver a Ezequiel reaccionando as ante
su propio disfrute le fascinaba. Descontaba que su chico se inquietara de excitacin, aunque no lo
poda asegurar hasta preguntarle. Pero fuese por excitacin o por angustia, movilizar esos piecitos
a voluntad le provocaban una excitacin extra, potenciaba sus sentidos a niveles que no haba
imaginado.
Supo en un momento que ese tipo de placer le gust ms que lo que haba venido a buscar.
Restaba saber si a Eze tambin le gustaba.

Los chicos la dejaron abandonada en el piso del bao como la primera vez. Llena de leche por
todos lados y con la concha ardiendo. Ninguno intent siquiera preguntarle nada ni recibi el ms
mnimo gesto de afecto. La estaban tratando como a una puta de mierda y eso a ella le encant.
Especialmente porque all estaba Ezequiel.
Cuando los pasos de los chicos se perdieron en el silencio del bao, Ezequiel abri tmidamente la
puerta y se asom.
Tiff lo vio y su corazn se llen de alivio y felicidad.

-Mi amor -musit casi inaudible en medio de una sonrisa dulce y serena.
-Ests bien? pregunt l.
Ella segua en el piso, mirndolo como a un nio.
-S -Tiff levant su brazo para que l la agarre. -Y vos?
Ezequiel le tom la mano y la ayud a incorporarse, aunque sin levantarla del suelo.
-Yo? S-s Creo que s
Tiff sonri cansada pero feliz.
-No sabs cmo me alegra escuchar eso
Ezequiel carraspe nervioso. Sac un prolijo pauelo blanco y comenz a limpiarle pacientemente
todo el semen de las piernas, la cola, la delicada pancita Slo le faltaba el rostro.
Estaban tan cerca uno del otro que Tiffany poda escuchar el corazn de l golpeando como un
tambor.
Ezequiel se acerc an ms hacia ella, con el pauelo esgrimindolo en su mano derecha. Estaba a
unos diez centmetros de su boca y hubiese dado el brazo izquierdo por besarla en los labios. Su
mente se convulsion por completo cuando sinti en su alma el perfume de su amor y los aromas
fuertes de la leche de los machos.
-Besame -le suplic ella.
Ezequiel sinti que se le hinchaba el pecho.
-Pero -seal con la vista el rostro salpicado del lquido blanco y espeso.
Ella slo cerr lentamente los ojos y acerc su rostro un centmetro. Ezequiel se sinti como
mareado, a punto de estallar en ms de un sentido, y franque torpemente la distancia que los
separaba.
Hasta besarla.
Se estremeci por completo. Los labios carnosos y hmedos lo recibieron generosos. Se sinti por
unos segundos como en el Cielo, sin importarle nada el semen de la rubia que se le pegaba en su
propio rostro.
El beso fue algo salado. Supo que estaba degustando no slo a la chica que amaba sino tambin a
las seis pijas que ella haba chupado recin. No le import. Lo nico real para l era que estaba
besando a esa chica.
Separaron sus bocas lentamente. Casi con pesar. Ella sonri al final, con satisfaccin. Siempre
crey que aquel chico jams haba besado a nadie. Ahora lo saba. Pero no haba estado nada mal
para un primer beso.
Lo mir a la cara y de pronto ri. Eze tena sus mejillas pegoteadas con el semen de sus propios
amantes.

-Qu enchastre hicimos!


-Tengo que terminar de limpiarte.
-S Y despus nos vamos
Y despus se fueron.
Dame Un Segundo - Captulo 10
Captulo 10: Cherry

Por Rebelde Buey

Afuera haba una tarde hermosa y dentro del Mc Donalds ya raleaba la gente. Era la ventaja de
vivir en un barrio no demasiado cntrico, haba momentos para enloquecerse y momentos para
gozar de una cierta tranquilidad.
Tiffany mir venir a Cherry con la bandeja temblorosa y sonri para s. Poda ser por la torpeza de
su amiga o tambin un juego de seduccin hacia los dos tipos trajeados, ms all, que se la coman
con los ojos.
-Tanto quilombo por dos Cocas? -la provoc con sorna.
-Quera venir bien despacio y parar el culo, boluda.
Tiffany ri sin tapujos cuando su amiga apoy la bandeja en la mesa inclinando innecesariamente
el torso y exhibiendo su cola apenas cubierta por la minifalda. Los trajeados de all casi se
atragantaronn con las papas fritas.
Cuando Cherry por fin se sent, Tiff le dijo:
-Los cogemos? -y apunt con los ojos a sus admiradores.
Cherry llev la pajita de su Coca-Cola a la boca e inclin su cabeza con sensualidad. Recin ah gir
su rostro para ver a los dos treintaeros. Solo sonrea, pero cuando volvi hacia Tiff no pudo evitar
rerse con ganas.
-No, boluda! Te los cogeras en serio?
Tiffany sonri mirando a su amiga directo a los ojos, pero sin decir nada. No haba forma de
adivinarla.
-Le dije tambin a Luana que viniera -Cherry regres a lo que le importaba y por lo que haba
trado a su amiga. -No te jode, no?

-Luana? No la ubico
-La coreana del otro segundo. La que cambia de novio a cada rato
Este dilogo se estaba dando unos meses antes de que mi Luana comenzara a salir conmigo,
cuando noviaba con chicos y los corneaba sin remedio.
-Ah, s. Pero que vuelve siempre con el coreano de quinto No la conozco.
-Es una mina copada, te va a gustar. Necesito mucha ayuda y quiero comparar las experiencias de
las dos.
-Ahora me intrigs Qu te est pasando? Quers perder la virginidad?
-Boluda! -la amonest Cherry en broma, tirndole unas gotitas de la Coca-Cola que an haba en
la pajita.
Se miraron un segundo en silencio y Cherry dese que sus ojos expresaran su sincero
agradecimiento.

La historia de Cherry era bastante simple. Era una chica de 15 con un cuerpo exuberante, cabello
castao oscuro, largo y lacio, carita redonda y mirada siempre expectante. Cargaba pechos de
mujer adulta, grandes, con una cada elegante que haca inevitable apuntar los ojos a sus remeras
escotadas o ajustadas. Tena carne, s, pero de ninguna manera era gordita o rellenita. Quiz lo
llegara a ser a los 40, pero a los 15 tena mejor cuerpo incluso que Tiffany, aunque ella nunca
aprovechaba esa ventaja.
En principio porque en ese momento el emputecimiento de Cherry no estaba tan arraigado en el
alma como el de la rubia. Disfrutaba de saberse deseada, como cualquier mujer, pero no tena la
pasin que s tena Tiffany.
Quiz porque no le falt en general nada en su vida (si bien tampoco le sobr), quiz porque sus
padres haban revestido su relacin con ella con cierta cmoda indiferencia, quiz porque de chica
no haba tenido ningn sobresalto en su despertar sexual, Cherry lleg a la secundaria como una
chica ms de las miles que llegaban, sin expectativas particulares ni hambre de nada.
Por supuesto, durante toda su infancia haba pertenecido siempre al grupo de las chicas ms
lindas. Sus compaeros se peleaban para conseguir de ella una salida o algo. Pero nada ms. En
sexto grado haba besado a un chico por primera vez, sin volver a repetir la experiencia. Y en
sptimo haba comenzado a disfrutar del deseo de los otros.
Sin embargo, por ser indiferente y desapasionada en todo, no haba sentido mayores ansias de
desarrollar esta veta. Simplemente viva el momento.
En la secundaria se encontr con Tiffany y se hicieron compinches rpidamente. Con ella comenz
a desarrollar su costado exhibicionista y descubri nuevos lmites a ese placer. Se mostraba igual al
ao anterior, cuando estaba en sptimo, pero ahora los chicos que la devoraban con los ojos
tenan 16, 17 y hasta 18 aos. Esto era un halago que iba ms all de todas sus pretensiones

infantiles. Y le encantaba. Su amiga Tiff pareca la compaera ideal, era evidente que saba ms
que ella y sus intenciones eran ir ms lejos.
Esto le permita exhibirse desde un lugar seguro, dejndole a su amiga el trabajo que ella todava
no se animaba a hacer. Un mes despus que Tiffany cogiera en el bao de varones con el primer
chico de quinto, Cherry haba ya abandonado su apata y haba decidido perder su virginidad.
Cogtelo a Santi, le haba recomendado Tiffany. Es el que te va a tratar bien. No es el mejor
pero a vos te va a venir de diez. Despus pods seguir con Rodrigo.
Pero despus no sigui con Rodrigo. A Cherry le gustaba mostrarse como un objeto sexual entre
los de quinto pero aun no senta la necesidad de ser la puta que todos crean que era. De modo
que se hizo coger por Santiago en la casa de l, y luego no pas a otro chico sino que repiti con
Santi varias veces ms. Hasta sentirse cmoda con su cuerpo y un poquito ms conocedora de
estas nuevas situaciones.
Recin ah pas a otro chico. Y luego a otro. A diferencia de Tiffany, ella no juntaba a sus amantes
en la misma ocasin. Y tampoco se los coga en el bao del colegio. No era que esto le resultara
particularmente promiscuo, simplemente no tena tal necesidad. Al menos, hasta ese momento.
Pero luego s, conforme pas el tiempo y se hubo garchado a todos los de quinto y varios de
cuarto, Cherry se haba convertido ya en otra de las putas del colegio. El hecho de no hacerlo en el
bao ni dejarse coger como una cosa no la exima de la realidad: todos saban que todos se la
cogan.
El dato en s no le quitaba el sueo a Cherry, pero poco a poco fue descubriendo lo que su mejor
amiga le haba dicho que le sucedera tarde o temprano: la pasaba bien en el momento pero luego
se quedara con la sensacin de que no se quedaba con nada. Era un tema que comenzaba a
molestarla y saba por su amiga Tiff que no se trataba de multiplicar amantes; eso slo
multiplicara su sensacin de soledad.

-Hola, chicas. Luana apareci de golpe con su eterna sonrisa y su presencia sutilmente
arrolladora. Tiff casi no la reconoci. Estaba muy distinta que como la vea en el colegio, aunque
era cierto que all la rubia no registraba a nadie que no tuviese 17 o 18 aos y una buena pija
entre las piernas.
Conoca a Luana de vista y le pareca agradable. Cherry haba comenzado a frecuentarla cuando
ella se internaba en los baos y la dejaba sola. En algn momento incluso Cherry temi que le
hiciera una escena de celos o algo parecido. Pero la morocha tuvo otra prueba de la inteligencia y
madurez de Tiff al ver da tras da cmo no solo no se molestaba sino que adems se alegraba de
que haya hecho una nueva amiga del palo. Pareca inevitable que las chicas ms conocidas del
colegio terminaran encontrndose.
Cherry se sinti feliz de que sus amigas se conocieran finalmente. Aunque haba diferencias
obvias: Tiff era su mejor amiga y Luana una amistad en construccin.
-Se est hablando cada vez ms de vos, Lu -la recibi Tiffany. En el cole.

Luana sonri complacida. Lo que Tiff le estaba diciendo era que los chicos de quinto estaban
hablando de ella. Eso significaba que Luana comenzaba a ser registrada por el radar de los ms
grandes, que se estaran percatando de que tambin era una putita. Era un halago el de la rubia,
pero ella estaba en otra cosa.
-Hay chicos muy lindos, pero saben que siempre vuelvo con Huan.
-No creo que stos busquen una novia, precisamente.
Las tres rieron.
-Chicas, tengo un problema. Cherry las tom a ambas de las manos, e inici su confesin: Cada
vez la paso peor cuando termino de coger
-Te arde? pregunt Luana, desconcertada.
Cherry se haba expresado mal, como tantas veces; y Tiffany la haba entendido, como siempre.
-No. Se siente vaca.
-Vaca? Cmo vaca? quiso saber Lu.
-Nunca te pas? le pregunt Cherry. No s cmo explicarlo, es raro. Porque no es que la paso
mal, al contrario. Pero cuando ya pas y me dejan y me quedo sola No s, a veces en ese
momento me siento mal
-Qu raro!
-No tanto. A m me pasaba igual -terci Tiff. -Es horrible.
-S. No es que una no pueda vivir, jajaj. Y tampoco es que voy a dejar de coger, pero
-Yo lo solucion con Ezequiel.
-Ezequiel? Quin es? No saba que tenas novio.
-Jajaja! Cherry disfrutaba el equvoco de Luana. Muchas veces le haba dicho a Tiffany que
Ezequiel era su novio, solo para hacerla enojar.
-No, no es mi novio. Aunque a l le gustara Creo que me quiere.
-Te quiere? Se muere por vos! Cherry gir hacia Luana para explicarle: Es un chico que vigila
para que no le pase nada a ella mientras los de quinto se la cogen.
Se hizo un silencio cortadsimo, hasta que finalmente Luana aull de fascinacin.
-Waaaw! Entonces es cierto?
-Qu cosa?
-En el cole escuch que tenas un sirviente que te protege, o algo as Hay mil versiones dando
vuelta!
Tiffany sonri con curiosidad.

-En serio?
-S. Que es un chico de segundo, que es un chico de quinto, que te coge cuando todos se van, que
le pags, que te paga a vos De todo se dice! Y yo siempre pens que eran boludeces de pajeros
forros
-Bueno, s tengo un protector. Pero no le pago Lo hace porque me quiere, supongo Realmente
no s muy bien por qu lo hace Es Ezequiel Gonzlez, de mi divisin.
-Quin?
-El sabihondo que dio el discurso del Da de la Raza.
Luana comenz a buscar en su memoria. Hasta que lo encontr.
-Ese? Nooo Jajaja, sos una hija de puta! Te cuida nada ms que para tenerte cerca y verte en
bolas!
-No, no, no! Estn hacindose la pelcula que quieren. Adems, Ezequiel es re dulce. Ya s que es
un desastre, pero no es feo y me cuida de verdad. Se preocupa por m, y me cuida y me mima, y
desde que l est ah para cuidarme no sent ese vaco nunca ms.
Luana no terminaba de entender pero el tema le interesaba mucho. Nunca haba tenido esa
sensacin pero ya se haba preguntado si ponerse de novia constantemente una y otra vez y
alternar con Huan no sera una forma catica de obtener sexo del bueno y contencin.
-Par, par, par Cmo que te mima? Te protege o te mima?
-S, me mima. Cuando me cogen cinco o seis termino hecha mierda. Muerta. l ah se encarga de
limpiarme, me arregla la ropa, me abriga, me abraza si se lo pido a veces nos besamos
-Me ests jodiendo, boluda! Es imposible! Cmo se lo banca?
-Creo que en el fondo le gusta. Nunca me lo dijo pero a m me parece
-Hija de puta, sos una genio!
-Te dije que mi amiga era una capa o no?
Tiff hizo un gesto de falsa modestia, teatralmente exagerada.
-Gracias, pueblo, gracias
Luana estaba fascinada con toda esta nueva informacin.
-Pero debe hacer eso para poder cogerte, boluda. No puede ser
-No me toca un pelo
-Es el nico boludo que no te coge?
-Pero no por culpa ma, eh? Yo quiero que me coja. Se lo ofrec como compensacin. Pero el hijo
de puta no quiso. Ahora no s cmo coge y la verdad es que me da un poco de curiosidad

-Y cmo quers que coja, Tiff? Como la mierda! Si nunca cogi en su vida!
-Y no sera dulce eso? -pregunt Tiffany. -Desvirgar al chico que hace el mximo sacrificio por
vos?
Las tres se quedaron en silencio.
-Vindolo as, est bueno tener un Ezequiel.
-Vos tens a tus novios, Lu. Por eso te traje ac. Quiero que me digan qu es mejor para m: tener
un Ezequiel o conseguirme un novio para coger y ser mimada al mismo tiempo.
Luana segua maravillada con los logros de Tiff.
-Hasta hace cinco minutos te hubiera dicho que te consigas un novio y un amante que te garche
bien Pero ahora, no s Lo de Tiff est muy bueno tambin.
Tiffany dijo:
-Ya sabs que es imposible encontrar otro Ezequiel. Ya lo intentamos.
Era odiosamente cierto. Tiempo atrs, para cuando Cherry recin comenzaba a sentirse medio
vaca, su amiga Tiffany, siempre ms adelantada, haba resuelto el problema consiguindose un
protector. Esta figura, y en especial el elegido para el caso, Ezequiel, le haban provocado a
Cherry primero desconcierto y luego directamente risas. Ella no despreciaba al chico de su amiga
pero sencillamente no lo vea capaz de proteger a nadie, mucho menos a una chica tan liberada e
independiente como su amiga.
El tema de Ezequiel siempre provocaba una discusin. Tiff lo defenda cada vez con ms
vehemencia y ella finalmente haba decidido no expresar ms su opinin acerca del arreglo
porque, posiblemente, su amiga estuviera enamorndose del zopenco sin darse cuenta.
Luego, cuando ella sinti tambin aquella necesitad por fin entendi de qu se trataba todo. No
importaba si el protector era un idiota o un sex symbol. Lo que contaba era que estuviera all.
Cherry admir la claridad de Tiffany y se sinti orgullosa de ser su amiga.
El problema se solucionaba consiguiendo un protector. Pero cmo se consegua algo semejante?
Pues no lo consigui. No es que creyera que iba a ser fcil, pero fue directamente imposible. Le
pidi a Tiff que la ayudara. Tiff le pidi colaboracin a Ezequiel. Ezequiel tena un amigo tmido y
enamoradizo como l. Le propuso la idea. El amigo se atemoriz. Ninguno en el colegio entenda
bien la posicin de Ezequiel, que velaba por Tiff en sus pequeas orgas sin obtener nada a
cambio. Ezequiel siempre haba sido visto como un perdedor pero ahora tambin como alguien
bizarro. Esa perspectiva desalent a su amigo y a un par de candidatos ms.
Tiff tampoco pudo lograr nada por su cuenta, y Cherry menos. La proposicin era demasiado
fuerte. La imposibilidad de conseguirse su propio Ezequiel la desalent. Segua cogiendo con los
cada vez ms turros chicos de quinto y la pasaba cada vez mejor, pero segua faltndole algo.
-S, ya s que es imposible. Cherry aclar la garganta y mir a su amiga con una sonrisa de
compinche. Por eso quera ver que te pareca la idea de compartir a Ezequiel

Luana comenz a sonrer aprobatoriamente cuando vio la expresin sombra de Tiff. Se hizo un
silencio tenso como la cuerda de un Stradivarius.
Cherry trag saliva. Tuvo que desviar la vista de los ojos de su amiga. Jams en estos dos aos la
haba visto as.
-Vos ests mal de la cabeza, pendeja de mierda?
El desconcierto fue total y por un segundo el mundo se congel.
-Bueno, era una idea, nada ms No te pongas as
Cherry estaba sofocada por la situacin. Luana senta un impulso natural en ella de mediar y
calmar los nimos, pero al no conocer a Tiffany, senta que no estaba autorizada polticamente a
hacerlo.
-A Ezequiel no lo comparto. Y que no me entere que te puso un dedo encima porque a l lo castro
y a vos te saco los ojos.
Cherry y Luana se miraban de reojo sin animarse a decir nada. Cherry permaneca muda pero
histrica por dentro, a punto de explotar. Fue Luana la que descomprimi la situacin.
Imitando la voz de El Chavo, dijo:
-Al cabo que ni quera
Hubo un segundo de sorpresa y finalmente las tres estallaron en carcajadas. Cherry descarg en la
risa nervios, miedo y frustracin. Fue evidente, pero sus amigas eran buenas amigas e hicieron
como que no se dieron cuenta.
Lo mismo sucedi con toda la situacin. Cuando se extinguieron las risas, ninguna volvi sobre el
tema. Las tres haban entendido y aprendido cada una de las cosas que haban sucedido all.
Que Cherry se haba excedido.
Que Tiffany ya no poda sostener ms que no senta nada por Ezequiel.
Y que Luana se convertira en una buena amiga para ellas.
-Tens que conseguirte un novio pijudo, Cherry. El tono de Luana marcaba que el momento de
tensin haba quedado completamente atrs. Como Huan. Pero Huan no quiere novia, quiere
coger.
-As estn todos.
-Yo no te recomiendo mi sistema -sigui Luana. -Cuando tu novio te descubre, es un garrn.
-Salvo que te consigas un novio muy boludo que no se d cuenta que lo cornes todos los das.
-No, Tiff. No quiero un boludo al lado mo. Quiero un novio que me coja bien. No puede ser tan
difcil, no?
Pero Tiffany hizo la pregunta del milln:

-Y cuando consigas ese novio pijudo, vas a dejar de coger con todos los dems? Vamos, nena!
Era cierto.
-Salvo que -interrumpi Luana. -con cuntos chicos de tu colegio cogs?
-Qu se yo. Un montn. Cherry estaba impaciente.
-Entonces te tens que conseguir un novio de fuera del colegio. El novio de afuera, los amantes de
adentro.
-Podra ser -el rostro de Cherry se afloj.
-No hagas lo que hice yo. Amantes y novio del colegio. Al final el chisme se corre y el cornudo se
entera y se te pudre todo.
-Es buena esa idea aprob Tiffany. Decidi que Luana le estaba cayendo muy bien. -Tens algn
pretendiente fuera del colegio?
-S, varios del barrio Pero ninguno que me guste -Cherry pareca repentinamente
desalentada. Bah, hay uno un rubiecito de ojos claros Estuvo atrs mo desde el jardn de
infantes.
-Y bueno.
-Pero no s Es muy chico qu se yo Me gusta como cualquiera, pero no siento nada por l.
-Ms vale, boluda. No ests buscando marido. Es un flaco que te guste para mimarte un poco
cuando necesites Y en el medio descontrols con l o con los de quinto Y el da que te
enamores de alguien de verdad lo mands a la mierda.
A veces Tiffany era despiadadamente prctica.
Cherry lo pens un instante y supo que era la mejor solucin posible. Al menos le dara tiempo.
-Y cmo se llama el afortunado?
Cherry sonri. Y luego cerr los ojos con vergenza de pera.
-Gregorio.
Luana fue la primera en sepultarla.
-Gregorio? Jajaja! Qu nombre de mierda!
-Es cierto. Es el nombre de mi abuelo terci Tiff, divertida.
-Qu yeguas putas que son! Y ustedes se dicen mis amigas? Cherry reciba las cargadas con
cierta hidalgua.
-Yo jams saldra con alguien que tenga nombre de viejo se burl Luana sin saber aun que unos
meses despus sera la novia enamorada de un chico llamado Vicente (yo, claro).

En ese momento entr Ezequiel al Mac Doanlds. Llevaba un paquetito envuelto en papel madera y
buscaba con la mirada al amor de su vida. Tiffany lo vio y lo llam con la mano.
Cherry y Luana vieron cmo el rostro de Tiffany se iluminaba al ver acercarse a Ezequiel. Cruzaron
miradas cmplices pero callaron.
-Hooola, mi amor salud la rubia con alegra.
-Hola, Tiff. Ezequiel pareca incmodo, aunque esto no era ninguna novedad. Hola, Cherry.
Mir a Luana sin decir nada.
-Ella es Luana.
-Hola, Ezequiel. Hoy me hablaron muy bien de vos. Luana le sonrea pero no dejaba revelar nada
en su expresin.
Ezequiel se ruboriz. Y se volvi a Tiffany.
-Te traje -Le ofreci un paquetito chico que poda ser cualquier cosa. Cuando Tiffany lo agarr, se
not que era algo blando.
-Qu es? pregunt Luana.
Tiffany se irgui en su silla y luci una sonrisa abierta, orgullosa, digna de un comercial de pasta
dental.
-Mi tanguita. La que us hoy a la maana. Abri el paquetito y esgrimi una diminuta tanguita
turquesa. Ezequiel se haba puesto aun ms rojo y bailoteaba inquieto, mirando al piso.
-Te la compr? No entiendo.
-Es la que us hoy en el bao de varones. Cuando me enfiestan muchos siempre termina hecha un
enchastre y el bueno de Eze me da unas limpias, se lleva las usadas a su casa y me las lava y seca.
No es un amor?
Luana no daba crdito a lo que oa. La relacin de Tiffany le estaba abriendo la cabeza de un modo
que nunca se haba imaginado. Aunque estaba aprendiendo a apreciar a la rubia ms puta del
colegio, no pudo evitar sentir un poco de envidia por el pseudo novio que haba conseguido. Ella,
que lo cambiaba cada quince das, no haba conseguido ni remotamente una porcin de aquella
devocin.
-En serio hiciste eso? El rubor del chico era ms que elocuente. Y Luana se atrevi con aquel
cumplido que no era solo para l, sino tambin para Tiffany. Ezequiel Sos un amor
Cherry tambin miraba a Ezequiel. Pero sus pensamientos estaban en otra sintona: iba a tomar a
ese chico como ejemplo para modelar a gusto a su futuro novio Gregorio.
Dame un Segundo - Captulo 11
Captulo 11: Gregorio - 7205

Gregorio resopl fastidioso contra la naturaleza. Haba apoyado una mano sobre la tierra y se le
haba impregnado de un barro pegajoso que habra nacido con la lluvia de la maana. Dios,
esperaba que sea barro porque no ola demasiado bien.
Pero no era solo contra esta naturaleza la direccin de su enfado. Era contra la naturaleza humana
en general. Contra su propia naturaleza, que lo haca celoso y lo haba llevado a ocultarse tras
aquellos arbustos para confirmar o negar el chisme con el que le haban ido. Contra la naturaleza
de esa chismosa.
Ese da era su aniversario. Un ao. Para l era una fecha especial. Y se supona que para las
mujeres deba ser ms especial an. Pero no haba sucedido as con Cherry. l la haba visto esa
misma tarde y haban festejado yendo a un Burguer King. l le haba dado una gran tarjeta y un
regalo muy ntimo, un conjuntito carsimo que ella haba visto en la vidriera de una lencera del
barrio. No era romntico sino sexual. Pero en este ao Gregorio haba aprendido que su chica no
era de las romnticas.
Gregorio haba tenido la esperanza de que lo estrenara esa misma noche con l, pero Cherry le
haba dicho que deba ir a la casa de su abuela a cuidarla de alguno de sus variados problemas.
Decidi compensarlo con una mamada que le practic en su casa y, aunque haba estado bueno,
Gregorio comenz a notar que ltimamente le negaba coger y lo consolaba con una paja o sexo
oral.
No haba sido siempre as. Al principio hacan el amor mucho ms seguido. Al menos una vez cada
veinte das. Y era la gloria. No solo porque Cherry era la chica que le gustaba desde que tena
memoria sino tambin porque el sexo era para l algo totalmente nuevo y desconocido. Y, aunque
no tena forma de comparar, estaba seguro que su chica era una experta en la materia.
Ahora, sin embargo, estaba all, en la solitaria noche, esperando tras unos arbustos porque no
crea del todo en el cuento de que Cherry estuviera cuidando a su abuelita.
Pero, adems, Gregorio sospechaba otras cosas. Podra decirse que los momentos de xtasis que
l le haba proporcionado a su novia se reducan a cero. S: a su pesar, se era el nmero de veces
que le haba provocado un orgasmo. Tambin era casi seguro que ella no estuviese tan enamorada
de l; como l, de ella. A quin engaar? Era obvio que Cherry no senta algo profundo. Quiz s
cierto cario, pero nada ms. Y qu poda hacer l?
Esto era otra de esas naturalezas humanas que a l hoy le fastidiaban tanto. La naturaleza de su
novia Cherry. Siempre neutra, siempre fra, con una indiferencia ni siquiera total, sino la justa para
estar ah pero insuficiente para que signifique demasiado.
Estaba harto de Cherry? Imposible. Le haba gustado desde que estaba en el jardn de infantes y
ahora que la tena no la iba a dejar escapar. Necesitaba tiempo para enamorarla. Nada ms. Pero
en el medio deba arreglar el problema de esta noche.
Las luces de un auto zigzagueando en la calle lo trajeron a la realidad. Un Ford Fiesta corto,
tuneado, pintado de colores flo y escape escandaloso se meti en la entrada para autos de la
casa que estaba vigilando. Cuando las puertas del coche se abrieron, los graves de una msica

electrnica movieron el aire. Una rubia sali de la puerta del copiloto. Gregorio la conoca: era
Tiffany, la amiga de Cherry. El sonido y las luces se apagaron. Un muchacho alto y de msculos
marcados y cabello corto sali tambin de adelante, haciendo un chiste o algo.
De modo que era Tiffany la que se iba a encontrar con ese tal Rodrigo. Gregorio casi suelta una
risa de alivio. La idiota que le haba ido con el chisme se haba equivocado de cornudo. Debi
haberle avisado a
Ezequiel -murmur desconcertado Gregorio. Ezequiel estaba bajando de la puerta de atrs del
Fiesta, del lado de Tiffany. Qu haca l all? Pareca que el chisme era un fraude total. No solo se
haban equivocado de chica sino tambin de situacin. Y l sospechando de su novia, creyendo
ms en la voz annima de alguna envidiosa que en su propia
Cherry!
Cherry fue la cuarta en bajar, y la ltima. Gregorio pronunci su nombre tan fuerte por la sorpresa
que ella dirigi su vista a los alrededores. Vesta una remera blanca ajustada y una minifalda negra
muy cortita, y Gregorio no pudo evitar admirar nuevamente esa figura.
Rodrigo accion la alarma de su auto con el remoto y los cuatro entraron a la casa.
En su escondite, Gregorio se derrumb, confundido y desalentado. Resultaba que los annimos
que haba estado recibiendo eran ciertos. Al principio no le haba dado importancia: Si quers
seguir saliendo con Cherry te vas a tener que acostumbrar a ser un buen cornudo, le haban dicho
la primera vez, y le haban colgado. Lo haba tomado como una broma de mal gusto. Pero los
annimos continuaban. Cmo puede ser que tu novia est bien cogida si vos nunca te la cogiste
bien?. Si lo penss framente, que tu novia coja con otros es lo mejor que les puede pasar. Vos
jams vas a lograr satisfacerla como ella necesita, pero s pods mantenerla a tu lado.
Las palabas seguramente buscaban mortificarlo. No lo lograban. Pero ahora tena que reconocer
que haba algo de cierto y que quiz l no los haba tomado en serio por miedo a que las
advertencias fueran una realidad. Lo que no comprenda era que all tambin estaban Tiffany y su
novio Ezequiel.
Pensando decididamente mal sobre la humanidad, la teora ms firme era que el muchacho alto le
hubiese pedido a Tiffany que le presente a su amiga Cherry. Haran una reunin en su casa y luego
la rubia y Eze iran a un cuarto a coger y los dejaran solos. Pero ese estilo de chicos no necesitaba
de una amiga para hablar por ellos. Por otro lado, no poda creer que Ezequiel estuviese
involucrado en algo as. De Tiffany se poda esperar casi cualquier cosa, pero de su novio
Gregorio se puso de pie y sali de su escondite. Era un idiota: Tiffany deba manejar a Ezequiel
como una marioneta. Por ms buena persona que le pareca el chico, no lo vea capaz de
contrariar a la rubia.
Comenz a caminar hacia su propia casa, furioso. Por un segundo se le haba cruzado por la mente
golpear a la puerta de esa casa para sacarse sus dudas y mandar a la mierda a Cherry, al menos
por mentirosa. Pero no lo hizo. Y antes de llegar a la esquina se pregunt por qu. Por temor?
Temor a qu? A descubrir que su novia le meta los cuernos? Mmm... No. Temor a que ella se

viera forzada a abandonarlo? Tampoco le pareca probable. Cherry seguira como si nada hubiera
pasado.
A las cuatro cuadras no aguant ms. Deba escuchar la mentira de boca de su propia novia.
Hola, Cherry? -dijo Gregorio desde su celular, sin dejar de caminar. Del otro lado hubo un
segundo de silencio.
Greg?
Hola, mi amor. -Gregorio trataba de sonar lo ms natural posible. Se sorprendi de lo bien que
poda disimular. Llegaste a lo de tu abuela?
Eh S, s
A Gregorio le pareci escuchar una risita.
Cmo est?
Al otro lado de la lnea, Cherry sonri con malicia en direccin a Tiffany. Tomando en sus manos la
verga dura de Rodrigo, dijo:
Mucho mejor de lo que me haban dicho. -Cherry mir el corpio celeste que se haba quitado,
colgando de la enorme verga de su amante. Record divertida que le haba prometido a su
cornudo que ese regalo de aniversario lo estrenara con l.
Tiffany estaba a su lado, desnuda a excepcin de una diminuta tanguita negra. Las dos se
encontraban arrodilladas frente a las piernas abiertas de Rodrigo, que las esperaba con ansia.
Y qu ests haciendo ahora, amor?
Ahora? Mmm -Cherry acerc su rostro a la entrepierna del macho. Sin soltar el celular con
su mano derecha, ni el vergn con la izquierda. Estaba por comerme un tremendo pedazo de
carne.
A Gregorio le pareci escuchar otra risita. Aunque tambin poda ser esttica.
Ah, ests comiendo?
Un silencio. Greorio escuch unos segundos con atencin y aunque a veces la seal se debilitaba,
poda apreciarse cmo Cherry efectivamente estaba comiendo algo.
Mmm S, estoy comiendo, mi amor Y est muy rico Mmm
Por los sonidos no pareca que estuviera masticando, sino ms bien chupando. Pero Gregorio
descart que su novia estuviera chupando una pija o algo as. Aunque pareca eso, simplemente
resultaba demasiado osado para hacerlo tan evidente.
Maana quiero hablar con vos. Es importante.
Si quers te llamo despus. Apenas acabe, te llamo.
Acabes? Qu ests haciendo?

Apenas acabe de cenar y de cuidar a abu.


No. Tenemos que hablar personalmen...
Gregorio mir su celular. Se haba cortado la comunicacin pero eso poco le importaba. Se
pregunt por qu su novia le estaba mintiendo tan descaradamente. Era obvio que ocultaba algo.
Si no le estaba metiendo los cuernos, al menos estaba preparando el terreno para cambiar de
novio. Descubri que le doli ms la mentira manifiesta que la posibilidad de una infidelidad. Y la
culp con dolor por semejante falta. Aunque por otro lado, qu poda esperarse? l era ms
chico; ella, casi indiferente.
Y estaba lo del sexo. Era sencillo adivinar que Cherry necesitaba ms que unos pocos y malos
minutos cada 15 o 20 das de un novato.
Quiz los annimos tenan razn. Maana hablaran seriamente.

Mientras tanto, en la casa, a Rodrigo se le haba terminado la paciencia. Le quit el celular a


Cherry y lo apag. Lo nico que le interesaba era apretar la cabeza de la morocha para que trague
su pija hasta la garganta mientras la Tiffany le chupaba las pelotas.
As As, putitas
Cherry y Tiffany se aferraban a la pija henchida con ganas desbordadas. Se abalanzaban sobre ella
con la boca entreabierta y lenguas hambrientas, repartindose alternadamente la cabezota
brillosa. A veces la ansiedad de una la haca adelantarse y ambas bocas coincidan sobre el mismo
punto de la pija y se fundan en un beso efmero.
Rodrigo las miraba y gema de placer. Ms all de Tiffany poda tambin ver al cornudo de Ezequiel
casi acostado sobre el piso y devorando la conchita de su novia. La irona lo desconcertaba pero le
diverta. Aunque era su novio, esa noche Ezequiel no se la cogera, ese privilegio estaba reservado
solo para l.
Y hablando de privilegios, ya estaba bien de mamadas! Era el momento de cogrselas.
Chupala tambin un poco a Cherry, que me las voy a clavar a las dos en cualquier momento.
Ezequiel sac su rostro de la entrepierna de su novia buscando una respuesta en un gesto de ella.
Tiffany solt la pija y gir hacia l.
Cornudo, ni se te ocurra tocar a otra mujer porque te mato!
Ezequiel volvi a rendirle pleitesa a su chica a la velocidad de la luz. Rodrigo solt una carcajada,
porque el chico le pareci hasta temeroso.
El macho se puso de pie y sus dos hembras continuaron arrodilladas. Tiffany tom el rostro de su
cornudo y lo llev hasta su ano. Ezequiel supo inmediatamente que deba lubricarlo con su lengua
lo mejor posible, porque esa noche un suertudo iba a enterrar su verga hasta la base en ese
rinconcito celestial. Chup con dedicacin.

Las dos putitas siguieron con la mirada a Rodrigo, que se dirigi a la habitacin de sus padres. Se
miraron divertidas. Aun sentan el sabor a pija en sus bocas y la proximidad de ellas era tanta que
se vieron unidas por el contacto de sus pechos.
Quin va primero?
Nos va a coger a las dos juntas, boluda.
Un minuto ms tarde Rodrigo tena sobre la cama y a su merced las dos colas ms deseadas de
todo el colegio. Las dos de espaldas a l, arrodilladas con el cuerpo hacia adelante, esperando.
Cherry a su izquierda, Tiffany a su derecha. Sus colas, una pegada a la otra de tan juntitas que
estaban. Llev una mano a cada una de esas nalgas perfectas y meti sus dedos en las dos chicas,
para comprobar sus humedades. Mir ms hacia su derecha, a Ezequiel, que se estaba pajeando
en el piso y contra la pared.
Y penetr sin ms prembulos a Cherry
!Ah!
El gemido de la morocha era una delicia. La formidable pija la estaba abriendo por la concha y eso
la llenaba de placer. Cherry gir apenas la cabeza ay descubri a su amiga Tiffany sonrindole.
Atrs, el macho sac la pija casi hasta su totalidad y volvi a ensartarla esta vez con furia. Repiti
el movimiento unas veces ms y retir la pija.
No -se quej la morocha, desconsolada.
Pero Rodrigo le dio un chirlo en una nalga y se movi hasta Tiffany. Ech una mirada soberbia a
Ezequiel, tirado en el piso y se aferr a la cola de la rubia. Le penetr la deliciosa conchita mientras
miraba a los ojos al cornudo. Y sonrea. Ezequiel intensific su paja sin despegar sus ojos del
morboso sacrificio que le propinaban a su novia.
Rodrigo ri y gir hacia Tiffany mientras la segua sacudiendo con nuevas estocadas.
Qu pedazo de puta que sos, Tiff! -y continuaba hilvanndola. Mir lo que le hacs a tu
pobre cornudo
Uhhh -casi grit la rubia. Cada vez que uno de sus machos se refera a su novio como
cornudo senta un calor inexplicable subirle desde las entraas.
Rodrigo se separ de Tiff y volvi a cogerse a Cherry. Le daba diez o doce estocadas a cada una y
volva con la otra. Esto aparentemente lo excitaba mucho porque enseguida comenz a agitarse
ms y tratar de puta a sus dos hembras.
Tiffany llam en un momento a Ezequiel y lo ubic justo delante de ella.
Te amo -le murmur, y Eze se infl como un globo. Rodrigo comenzaba a bombearla
nuevamente y ella tom a su novio del cuello. Besame -le implor. Besame mientras Rodri me
la clava hasta los huevos.
Ezequiel la bes en la boca apasionadamente y sinti el lejano sabor a la verga del macho. El
movimiento que le imprima a la cogida haca que el rostro de Tiff chocara con el suyo y a veces las

bocas se despegaban. El sudor que chorreaba por la carita de ella no mejoraba la situacin y era
tarea de Ezequiel lograr que ese momento ntimo entre ambos fuera lo ms perfecto posible.
Porque a Tiff le estaba llegando el orgasmo. Eze se daba cuenta porque ella ya no poda buscar su
boca y tena los ojos cerrados de aquella forma especial.
Te amo, mi amor, te amo -comenz a susurrarle la rubia mientras detrs de ella Rodrigo segua
tomado de las ancas y se la clavaba como un animal. Te amo, te amo, te amo, te amo
Hasta que explot en el orgasmo.
Ah! -Tiffany se tom de las manos de su novio mientras senta la carne de Rodri perforarla y
una oleada de placer superior a cualquier cosa la inund por completo. Le clav las uas con
fuerza, no tuvo forma de evitarlo. Ahhh. Te amo, mi amor, te amo
Ezequiel la abraz con una ternura y amor tan sentidos que era difcil pensar que alguien poda
amar ms a Tiffany que Ezequiel.
Rodrigo segua atrs, sacudindola, pero no haba acabado. Cuando advirti que Tiffany estaba
ms con su novio que con l, fue a prestar sus servicios nuevamente a Cherry, que lo recibi con
ganas.
Y con placer. Aquella era una pija prodigiosa. Tiffany haba sabido elegir al chico, como pareca
saber tantas cosas. Senta la verga de Rodrigo entrarle y salirle como si estuviera drogada o
borracha. Es decir, la pija era tan gruesa que adems de sentir la cogida habitual, poda percibir
con plena conciencia cmo la verga le rozaba las paredes vaginales.
Uh S S, hijo de puta, s Dmela, dmela
Cherry tena los ojos cerrados y se morda los labios. Tuvo de repente el impulso de buscar a su
amiga para agradecerle ese momento aunque sea con un gesto.
Pero lo que vio la sacudi. Tiff haba bajado al piso y mantena la misma posicin que tena antes
en la cama: pechos al suelo y la cola bien paradita. Pero lo que le impact fue ver a Ezequiel
arrodillado tras ella chupando a su novia. Conoca el juego. Incluso saba que Ezequiel haca
aquello cuando los machos de Tiff le acababan adentro. Pero escucharlo decir de la boca de su
amiga era una cosa, y verlo era otra. Sinti por primera vez envidia. A ella le gustara encontrar a
un chico tan sumiso a su sexualidad como aquel. Pero pareca imposible.
Vio a su amiga abandonarse al placer de ser limpiada por su cornudo y cerr sus ojos y hundi la
cabeza en la almohada mientras reciba pija. Tiffany tena razn: qu bien que garchaba Rodrigo!

Gregorio saba algo. Cherry jams lo haba visto tan seguro de algo y era evidente que por ms que
ella jurara que la noche anterior estaba en lo de su abuela, l no iba a creerle.
Est bien -resopl vencida. Mir a su novio a los ojos pero le fue imposible. Una luminosidad
enceguecedora pegaba sobre la ventana de la cocina que estaba detrs de l, sumiendo su rostro
en una oscuridad borrosa. Est bien, no estaba en lo de mi abuela -Cherry hizo una pausa con

la esperanza de que Gregorio dijera algo. Necesitaba ver qu saba su chico. Pero a su pesar, solo
le respondi el silencio. Fui a lo de un amigo con Tiffany y Ezequiel.
Gregorio pareci complacido. Al menos haba arreglado la mentira con una verdad, y no con otra
mentira.
Por qu?
No preguntaba por qu haba ido. Preguntaba por qu le haba mentido. Y Cherry lo entendi.
Porque te hubieses enojado conmigo. Era nuestro aniversario y no te ibas a bancar que yo me
fuera a estudiar justo la misma noche que vos queras estrenar ese conjuntito conmigo -Cherry
call un momento. Pero Gregorio segua sin hablar. Hoy tena que rendir un examen y no tengo
ganas de que esa materia me quede para Marzo.
Gregorio entonces se sinti un poco culpable. Ni siquiera saba que su novia se haba llevado una
materia.
Estudiando Pero con un chico de quinto ao?
S, con Rodrigo. Cmo sabs?
Y con Ezequiel! Ahora resulta que Ezequiel se lleva materias!
No, l fue a acompaar a Tiff. Cmo sabs tanto?
Nada. Yo s. -Gregorio quiso probar que l poda tener la dimensin de su novia, de estar a su
altura. Digamos que s ms de lo que vos te cres.
Pero el bluff no fue credo o a Cherry le import poco porque enseguida ella se levant y dijo:
No quiero que sospeches de m.
Pero haba muchos puntos oscuros en la historia de Cherry. Lo de Ezequiel sonaba cierto, pero
Y qu tiene que ver ese Rodrigo con tu examen?
l ya pas por segundo ao Est en quinto. -Gregorio sigui mirndola sin creerle demasiado.
Cherry sinti un impulso repentino por divertirse, y vengarse de su frase anterior. Digamos que
Rodrigo nos llen a Tiffany y a m con todo su conocimiento.
El comentario era toda una provocacin. Gregorio intuy que si segua avanzando seguramente
iba a tener que enfrentarse a ms comentarios como ese. No supo qu hacer. Por un lado quera
creerle. Le molestaba la situacin pero siempre era mejor una mentirita piadosa que la
confirmacin de algo ms grande y peor. Por otro lado, muchos cabos sueltos para resolver lo
ponan escptico. Para qu haba inventado esa boludez de la carne, al hablar por telfono? Y
las risitas? Y por qu no le dijo a l que la acompaara, como hizo supuestamente Ezequiel con su
novia? Tambin estaba la cuestin del horario: era necesario estudiar de noche teniendo toda la
tarde?
La duda lo inmoviliz. Seguramente Cherry tendra una respuesta para todo y llamar a Ezequiel o
Tiff no lo ayudara en nada.

Por otro lado quiz era mejor as: que Cherry tuviera todas las respuestas. Eso le evitara hacer
todas las preguntas.
Cuando Cherry se le sent arriba, sobre su falda, Gregorio se sinti extraamente derrotado.
Acarici sus piernas desnudas y el placer que sinti con el contacto de su piel lo termin de
desarmar.
Bueno, por lo menos hoy vamos a poder estrenar ese conjuntito celeste que te regal.
No, mi amor. Lo puse a lavar esta maana.
A lavar?
Cherry lo mir con aire experimentado.
Claro, no vas a pretender que lo use sin antes lavarlo, no?
Y lo bes.
Ese da tampoco haran el amor. Cherry se haba reservado la tarde para estar nuevamente con
Rodrigo, pero a solas.
Y Gregorio tuvo que hacerse, otra vez, una solitaria paja recordando cmo le haba tocado los
muslos a su novia aquel medioda veraniego.

Fin del Captulo 11 7205


Dame Un Segundo - Captulo 12
DAME UN SEGUNDO
Captulo 12: Saber o no saber, esa es la cuestin.

Por Rebelde Buey

Lo que sigui para Gregorio desde aquel da fue difcil de explicar. A ojos de un observador al paso
se dira que su vida fue regida por los celos y la desconfianza. Para alguien que lo conociera mejor
o que estuviera en similares circunstancias, la cosa no era tan taxativa.
Era cierto lo de los celos. Desde que l haba visto a su novia Cherry entrar a la casa de Rodrigo,
pero, especialmente, porque en esa oportunidad ella le quiso hacer creer que estaba cuidando a
su abuela enferma, en vez de estar all, Gregorio no poda dejar de pensar en todas las mentiras
posibles de su chica.
El problema se agrav despus del verano, cuando retornaron las clases y l y Cherry comenzaron
a verse menos seguido. Gregorio cay en la cuenta de que en realidad siempre haba sido as.

Para qu engaarse? Todo el ao anterior la haba visto, con suerte, una vez por semana, y a
duras penas podan hacer el amor cada quince o veinte das. Y eso solo pareca molestarle a l,
porque Cherry estaba bien. Incluso feliz. Y eso que su novia pareca una bomba sexual siempre a
punto de estallar, luciendo minifaldas audaces, remeras ajustadas y escotes generosos. Los jeans
se los calzaba sper enterrados para destacar la cola. Hasta con los anodinos joggings se las
arreglaba para lucir sexi.
Pero evidentemente todo era una farsa, porque su chica nunca quera hacer el amor. O al menos
no tanto como l. Un da le haba preguntado por qu no tenan relaciones ms seguido, que l lo
deseaba.
Ay, mi amor, no te ofendas -le dijo ella haciendo un mohn de disculpa. Pero es que no s
como decrtelo pero te falta prctica no s no me dan muchas ganas porque con vos no es
para tanto
P-pero me ests diciendo que lo hago mal?
Y -ella haba dejado la frase en el aire y l se haba sentido abatido al instante. Saba que su
novia tena ms experiencia porque l haba dejado su virginidad haca muy poco, justamente con
ella, pero confirmar sus sospechas de la boca de su amada le doli en lo ms profundo de su
autoestima.
Y bueno -dijo sin demasiado convencimiento. Qu mejor razn para practicar ms?
Ey! Prefiero pensar que me hacs el amor, aunque sea mal, y no que ests haciendo un
entrenamiento.
Est bien, no quise decir eso, pero a vos te alcanza con las pocas veces que lo hacemos?
Cherry respir y se tom su tiempo para responder.
Digamos que yo me voy arreglando
Gregorio haba interpretado que su novia se masturbara cuando lo necesitaba.
Ahora tena sus dudas.
El problema no era que no le crea a Cherry. El problema era que le quera creer. Desde que su
novia le haba mentido para ir a estudiar con Rodrigo, ese chico de Quinto, y una pareja amiga, l
haba comenzado a ver ms seales.
Cherry siempre tena una excusa a mano para desaparecer los viernes y sbados a la noche. A
veces simplemente le deca que iba a bailar con sus amigas y l tena la sensacin que, esa era la
nica vez que paradjicamente, le deca la verdad.
La mayora de las tardes ella tena el celular apagado. O iba a la casa y tardaba unos quince
minutos en salir.
Los das que hacan el amor tambin resultaban ser una mala seal. Por lo general eran das en
que ella tena algn compromiso previo de esos que l no tena forma de chequear y que por una
razn u otra a Cherry le cancelaban. Entonces l tena la suerte de recibir la llamada imperiosa y

urgente de ella y era seguro que a la media hora estaran haciendo el amor. l muy suave,
romntico, dulce. Ella furiosa y como poseda. En ocasiones le pareca escuchar que mencionaba
algn nombre, pero lo haca tan silenciosamente que Gregorio no poda afirmarlo. Y tampoco le
pareca muy adecuado preguntarle. En esto, como en tantas cosas, prefera quedarse con la duda.

Ezequiel?
Se escuch un ruido de algo golpeando contra el telfono y un bostezo mal disimulado.
Eh? S quin es?
Gregorio, Eze necesito tu ayuda!
Eh? Q-quin? -el pobre Ezequiel vena de estar profundamente dormido. Era un sbado,
eso lo saba. Lo que no saba era que eran las 8:30 de la maana.
Yo, Gregorio. El novio de Cherry.
Ah S Son las 8 de la maana, Gregorio
S, perdname, ya s. Pero necesito que me ayudes Estoy desesperado!
Qu quers? Qu pas?
Creo que Cherry me engaa. Tenemos que hablar, Ezequiel, vos me pods aconsejar. -Ezequiel
recuper repentinamente el conocimiento. Su novia Tiffany le haba dicho que Gregorio le pedira
ayuda ms tarde o ms temprano. Voy para tu casa ahora.
Eh? No, qu ahora. Venite emmm a las diez y media.
Ezequiel mir el reloj. Tena que pedirle instrucciones a Tiffany pero era muy temprano para
llamar. La noche anterior su novia haba tenido una sesin con dos de sus machos a la vez y haba
quedado exhausta, como siempre. La llamara un rato antes de que apareciera Gregorio.

Caminaban por la calle ancha y medio descampada, pateando piedras y arrastrando sus nimos.
Gregorio, por estar deprimido; Ezequiel, por estar aun medio dormido.
Entonces?
Cmo entonces? Te digo que Cherry me est metiendo los cuernos. Que anoche no durmi
en su casa, acabo de pasar por ah
Una briza casi fra amag levantar delante de ellos. Era uno de los primeros das de otoo y una
niebla delgada y pegajosa traa un olor lejano a curtiembre. No era la mejor foto del barrio,
aquella.
Se habr quedado en lo de la ta. Le preguntaste a ella? O a los viejos?
N-no -no quiso decir que no se haba animado.

La viste con alguno?


No, en realidad, no
La viste cogindose algn macho?
No
Quers verla?
Gregorio se petrific. Ezequiel primero comenz a rerse pero al verlo se puso inmediatamente
rojo.
Me ests cargando, pelotudo?
Jajaj! Era un chiste, ch. Quera ver qu cara ponas! -quiso que se lo tragara la tierra porque
haba metido la pata.
A dnde estamos yendo? Qu es este barrio de mierda?
Ezequiel no respondi, solo gui doblando una esquina.
Ahora si vens sospechando desde hace meses que te vienen poniendo los cuernos Por qu
no la mandaste a la mierda a Cherry?
No puedo. Cherry es lo que ms quiero, no puedo mandarla a la mierda por una idea ma. Y si
estoy equivocado? Si la pierdo por nada, me suicido.
Y si confirms que te engaa, qu? La abandons? O te aguantaras las guampas y seguiras
con ella?
No -Gregorio baj un poco el nimo y la voz. No podra aguantrmelas. -no dijo aquello con
orgullo sino con simple desconsuelo, como si no bancarse los cuernos de su novia fuese lo ltimo
que deseaba.
Algunos chicos se la bancan
S. Cherry me lo dijo. Un da nos peleamos y me dijo que ojal yo fuera como algunos
compaeros de ella que se bancan los cuernos y encima cuidan de sus novias
Siempre caminando, Ezequiel mir una verdulera en una esquina, y a un muchacho rooso
acomodando cajones. Cualquier cosa con tal de no enfrentar la mirada de su compaero.
Es as. Algunos se la bancan...
No s cmo hacen. Si tuviese a uno de esos cornudos delante mo, le preguntara. Bah! No
importa, nunca lo voy a entender! Mir cmo estoy yo y ni siquiera s si me cornea.
Si no sabs, no te cornea. Uno es cornudo recin cuando sabe
Esto es peor que no saber nada.
Jajaja! Y s, se supone que los idiotas son felices por no saber que son idiotas

Y los cornudos que no saben que lo son


La pregunta es ser idiota o ser infeliz?
Ser idiota o ser infeliz Yo tambin me lo pregunt ms de una vez A veces me doy cuenta que
me callo preguntas por miedo a las respuestas
Ezequiel subi de la calle a la vereda. Ya haban dejado la peor parte del trayecto y estaban en una
cuadra de chalets de clase media.
Quiz no sepas todava lo que quers Y quiz ests haciendo peligrar tu noviazgo por nada Es
ac.
Mir, puede ser que no sepa qu carajo quiero, pero s qu cosa no quiero. Y no quiero ser un
idiota. -Gregorio hizo una pausa. No quiero ser un idiota feliz o un cornudo ignorante
Bueno, ahora vas a tener la oportunidad de salir de esa ignorancia y entrar de lleno en la verdad
de Cherry y tus posibles cuernos.
Gregorio se sobresalt como afectado por una descarga elctrica. Sus ojos no pudieron ocultar su
temor.
Qu? De qu habls?
De que por fin te vas a sacar todas las dudas y vas a poder mandar a la mierda a Cherry, si es
que est garchando con otros, como vos penss. -Ezequiel gir su cabeza casi imperceptiblemente
hacia el chalet donde se haban detenido. Y sonri. Ac vive uno de los referentes de Quinto ao
de mi colegio. l est enterado absolutamente de todo lo que sucede en el cole con todo el
mundo. Bah, los curos superiores -Ezequiel vio como Gregorio trag saliva. Estaba lejos de
parecer animado por el posible final de su incertidumbre. Si tu novia anda en algo, este chabn
ya lo sabe. Con quin, con cuntos, si de a uno o se la enfiestan, en dnde y la cantidad de veces
que se la cogen. -Ezequiel poda ver ya no el temor sino el pnico en el rostro de Gregorio y,
adems, unas gotas pequeas de sudor que le cubran toda la frente. No ri. Ezequiel era
demasiado respetuoso. Y al revs, si l no sabe nada, pods quedarte tranquilo.
Pero No s, estemmm as de repente?
S. Tocamos timbre, sale y le pregunts.
No s. No me parece No me conoce y me puede mandar fruta. Adems, no vamos a caer as
de golpe, sin avisar Mejor lo llamamos en la semana y le anunciamos que venimos No quiero
que piense que soy un desubicado
Es cierto -lo tranquiliz Ezequiel. Adems, qu apuro hay? Si Cherry te est corneando ya
ests al horno. Y averiguar la verdad una semana antes o una semana despus no te va a hacer
ms cornudo, no?
Gregorio suspir aliviado y humillado al mismo tiempo. Ese chico al que aun conoca poco y que
sala con una rubia espectacular le estaba dando una leccin dolorosa pero a la vez le ofreca una
salida ms o menos digna. Algn da debera agradecrselo.

S Una semana ms o una semana menos En tal caso yo te aviso cundo puedo venir hasta
ac y vos arregls con l... Te parece?
Me parece.
Por ah la semana que viene, no Hmmm y la otra creo que tengo un cumpleaos
Quedate tranquilo. El da que vos puedas me aviss o vens a verlo directamente vos. Total,
ahora ya sabs dnde vive.
S, s, eso va a ser lo mejor.
Quedaron en silencio y Gregorio dijo que se tena que ir. Ezequiel le indic dnde quedaba la
parada de colectivo ms cercana y lo vio perderse al doblar la esquina. Ezequiel qued solo y
esper un prudencial minuto. Gir sobre sus talones y toc timbre en el chalet.
Su novia Tiffany sali con cara medio dormida.
Bonito! -salud la rubia. Qu lindo que ests ac.
Acabo de hablar con Gregorio, amor. Sabe que es cornudo pero se miente para no verse
obligado a mandar a la mierda a Cherry.
Uh qu lstima.
Olvidate que sea como Vicente o yo. Vas a tener mucho trabajo si quers que tu amiguita tenga
su propio cornudo consciente.
Pero para eso cuento con vos, bonito. Ahora vamos a mi cuarto que de premio te voy a dar una
cogida como para volarte la cabeza.
Como la que le diste el otro da a Ramiro?
No, tontito. Si ya sabs que con vos me pongo re romntica.
Lo s, mi amor, lo s
Dale, cornudito, que hoy te toca

Fin del Cap 12


Dame un Segundo - Captulo 13
Captulo 13: La Aceptacin

Por Rebelde Buey

Gregorio haba aceptado demasiadas cosas los ltimos meses. Lo primero era su cobarda, su
amigo Ezequiel haba puesto todo en evidencia: no tena el valor para enfrentar la posibilidad de
ser un cornudo. Era un cobarde? Quiz su nica cobarda tena que ver con el hecho de perder a
su novia Cherry. Porque si l la descubra engandolo, la mandara a la mierda. No podra hacer
otra cosa. Sin embargo, cuando estuvo a tiro de averiguar algo o todo dej pasar la
oportunidad.
Tambin haba tenido una charla con Ezequiel, una vez. Aquella maana le podra haber
preguntado qu haban hecho l, Tiffany, Rodrigo y Cherry la noche que l los haba visto entrar a
una casa. Y en cambio prefiri callar. Su pnico era perderla, eso lo inmovilizaba para averiguar la
verdad ms all de lo conveniente.
Su amor por la morocha era otra de las cosas que haba aceptado. O mejor dicho, su amor no
correspondido. Porque Cherry segua tan bien dispuesta como siempre, pero manteniendo la
distancia habitual. Y eso era lo que ms le dola aceptar.
A veces tena el impulso de averiguar hasta el final, descubrirla y terminar de una vez con todo.
Pero no le resultaba fcil. En sus picos de celos, o cuando Cherry se exceda con sus desapariciones
o cambios de planes misteriosos (que l no quera creer que eran cogederas y fiestas con sus ex
amantes del colegio), Gregorio lanzaba un dardo para saber ms y armar polmica.
Pero no lograba nada. Lo que se enteraba nunca era suficiente para dejarla y, peor an, lo iba
poniendo en una situacin cada vez ms humillante.
Alguno de los chicos de Quinto con los que vas a estar estudiando te cogieron alguna vez?
pregunt en una oportunidad que Cherry haba suspendido repentinamente unos planes
romnticos.
S, claro dijo ella con naturalidad. Creo que todos
Y l no pudo decir nada. Solo cargarse de frustracin y ms celos. S, se haba quejado y
comenzado una discusin, pero en el fondo saba que era intil porque no la poda acusar de nada
excepto de tener un pasado y ser sincera.
Una vez haba juntado coraje y le pregunt directamente si ella lo estaba haciendo cornudo.
Mi amor, vos sos mi novio recibi como respuesta. Poda ser toda una negacin. Pero tambin
una afirmacin. El valor que haba juntado para hacer esa pregunta no era tanto como para
enfrentar una repregunta.
Un mes despus la haba indagado sobre si sus amantes anteriores la tenan ms grande o ms
chica que l. Cherry no pudo ser muy precisa. Dijo que haba garchado con tantos que siempre
haba ms grandes y ms chicas. Eso s, le haba aclarado que l la tena normal y que a ella le
gustaba su tamao, aunque a veces extraaba una buena pija.
Pero las cosas empezaron a cambiar una vez que fueron a la casa de uno de los chicos de quinto a
buscar unos libros. Los recibi un flaco alto, musculoso, de sonrisa suficiente. Dej entrar a Cherry
pero l haba quedado afuera, en el porche, porque al no ser un conocido de la casa, por simple
cordialidad Gregorio haba desistido brevemente de entrar.

Sucedi que Cherry tard ms de 45 minutos en salir de all, y lo hizo muy jocosa y sin los libros,
que tuvo que alcanzarle el chico un minuto despus.
Aquello habra sido motivo de pelea un tiempo antes pero a esa altura Gregorio ya se estaba
acostumbrando. Gregorio, en vez de buscar certezas, prefiri conservar el misterio, como deca
para s, con irona, y actu como si esperar a la novia de uno en la casa de su ex amante fuera lo
ms normal del mundo.
Para su sorpresa, actuar de esa forma lo recompens. Cherry estaba de tan buen humor porque su
novio ignor la escapada que lo premi con un formidable momento de sexo.
Haban ido directo a la casa de l, a su habitacin. Se desnudaron rpido y l percibi en ella un
sudor previo, inmediatamente anterior. Ella pareca ms excitada que nunca, y eso a l lo colm
de entusiasmo. Entusiasmo que decay un instante cuando su boca explor la entrepierna de su
novia. El olor a ltex no era escandaloso pero estaba all, sutil. Su pija perdi rigidez cuando
comenz a chuparle la concha, pero apenas Gregorio la toc con la lengua, Cherry lanz un
gemido tan profundo y autntico de excitacin que la pija Gregorio retom su rigidez al instante.
Comenz entonces a chuparla a conciencia. ltimamente era lo que ms hacan porque era lo que
a ella ms le gustaba. Cherry arque su torso y jade de placer, tom a Gregorio de sus cabellos y
le presion la cabeza contra su sexo.
Ay, Greg cmo me gusta
Gregorio casi se fue en seco al escuchar su nombre. Era la primera vez que su novia lo nombraba
cuando hacan el amor. Su corazn dio un brinco, feliz.
Quiz ella estaba cambiando. O estaba cambiando l? Ignorar las actitudes sospechosas de ella
era el camino? No crea poder seguirlo. Aunque por otro lado, quiz ella era realmente inocente
de todo lo que l sospechaba.
Decidi no preguntar por el olor a ltex, ni por el sudor, ni por el repentino cambio de humor. Ni
por los 45 minutos en la casa de su ex amante. Saba que Cherry tendra una respuesta para cada
cosa y saba que l no se animara a profundizar en ninguna cuestin dudosa. Por otro lado, era la
primera vez que la chica que amaba estaba realmente disfrutando con l.
En el preciso momento en que su novia acababa por primera vez gracias a l, tom la decisin de
nunca ms volver a cuestionar nada, por sospechoso que pareciera. Ese era casi con seguridad el
da ms feliz de su vida y no solo no lo iba a arruinar con estupideces sino que adems lo quera
repetir.
Cherry acariciaba su cabeza con ternura cuando de pronto sonri y lo mir a los ojos. Gregorio se
sinti feliz, supo que ahora se la cogera. Con suerte y si ella segua igual de excitada, volvera a
hacerla acabar.
Mi amor dijo ella con inesperado entusiasmo. No lo vas a poder creer. Ahora que lo pienso
me traje un libro de menos.
Y qu?

Que en vez de cuatro libros, ste salame me dio tres Tendra que volver a lo de Maxi y pedirle
el que falta el otro
A hora?
Por ah despus l se va.
Pero y nosotros?
Cuando volvemos la seguimos. No me voy a perder lo que sigue, amor Hoy estuviste genial.
Si bien Gregorio estaba tocando el cielo con las manos, la perspectiva de que su novia volviera a la
casa de su ex amante lo puso nuevamente celoso. Sin embargo, contra su impulso, opt por seguir
la nueva estrategia.
Ok, mi amor. Vamos.
Y fueron.
Esta vez Cherry permaneci dentro de la casa de su ex amante una hora completa o ms. Gregorio
volvi a esperar afuera, caminando en crculos y mirando su reloj. Comenzaba a hacer frio y tuvo
el impulso, ms de una vez, de dejar a Cherry para siempre, pero inmediatamente recordaba el
glorioso momento que haba vivido haca un rato y desestimaba cualquier sentimiento rebelde.
Cuando su novia por fin sali, estaba notoriamente exhausta, al punto que Gregorio temi que no
quisiera hacerle el amor. Pero al llegar a su habitacin, ella pidi.
Quiero que me hagas el amor.
Gregorio se puso eufrico, Cherry estaba cansada pero le iba a dar lo que corresponda. Se
acomod sobre ella como para penetrarla.
No, mi amor. Chupame un poquito, primero.
Accedi sin mucho entusiasmo. Quera cogrsela ya para brindarle un orgasmo con su pija, como
ella le haba dicho que hacan sus ex amantes.
Ubic nuevamente su rostro entre las piernas de ella y descubri con horror que esta vez no haba
olor a ltex, sino a algo distinto y ms fuerte. Era olor a semen? O solo lo pareca?
Mi vida qu es este?
Gregorio alz apenas su cabeza y vio cmo su chica ya estaba con los ojos cerrados, mordindose
el labio inferior, esperando su lengua que la iba a transportar al xtasis. Prefiri callar. Supo que si
segua cualquier camino que no fuera hacer como que nada pasaba, la cosa no terminara bien. Al
menos por hoy quera ver cmo resultaba esta nueva estrategia.
Meti su cabeza en la concha hmeda de su novia y aunque el fuerte olor le dio rechazo, el
gemido de placer de su novia ante su primer contacto fue tan intenso y excitante que en menos de
un segundo se olvid de todo y su pija se hinch como un pochoclo en una sartn caliente.
Sigui chupando y metiendo su lengua cada vez ms profundo. Cherry volvi a tomarlo de sus
cabellos para hundir nuevamente su cabeza en ella. Gregorio poda sentir sus lquidos y sabores,

pero tambin otros. Cherry comenz a gemir como Gregorio jams haba escuchado. No haba
pasado un minuto cuando su novia comenz a sacudirse entre espasmos, jadeos y pequeos
gritos, siempre aferrada a la cabeza de l, que tanto placer le estaba dando.
S, Greg. S Haceme el amor as S as
Gregorio tambin estaba en un xtasis. Devoraba la conchita de su novia con una entrega
intenssima. Y pareca que esto solo redundaba en ms placer para su novia.
Ah Ah Ah Ah Ahhhhh
Increble! Estaba haciendo acabar a su chica por segunda vez. Si tena algn temor de que ella
estuviera aburrida de l por el mal sexo, esto que estaba sucediendo no poda ser mejor noticia. Se
hallaba casi al borde de las lgrimas cuando Cherry, ya relajada de sus orgasmos, lo invit a entrar
definitivamente en ella.
No fue como otras veces. Gregorio estaba ms excitado que nunca, y su novia tambin. Apenas la
penetr sinti la concha de ella hirviendo y la encontr diferente a otras veces. Cherry gimi
complacida y l se dio cuenta que no iba a aguantar ms all del segundo movimiento.
Postr su cabeza sobre el hombro de ella, ocultando las lgrimas que no lograba retener y
descarg todo su amor dentro de esa chica que lo haca subir y bajar como en una montaa rusa.
S, mi amor deca dulcemente Cherry en su odo. Acabame Qu lindo te siento Qu
lindo Acabame

El atado de veinte de Marlboro y el encendedor de 1 peso descansaban aun sin ser tocados en la
mesita de luz. Era extrao que Cherry no encendiera un cigarrillo, como siempre que hacan el
amor.
Me encant, Greg dijo en un momento ella, totalmente relajada. Fue la mejor cogida que
me diste en la vida.
l se sinti satisfecho: por fin la haba hecho gozar.
Y eso que casi no te cog se sincer con las acciones de su autoestima en fuerte alza. La
prxima vez
No me importa que acabes rpido siempre que me chupes as
La euforia de Gregorio se oscureci. Cunto de lo sucedido en la casa del ex amante haba
influido en los orgasmos de su novia? No estaba restndose mritos, pero y si haba una
conexin? Hasta ahora adivinaba que la buena predisposicin de Cherry era porque l haba
optado por no reaccionar como Otelo ante una sospecha, pero cmo sera su prximo encuentro
cuando no hubiera ninguna actitud sospechosa de la que cuidarse?
Mi vida pregunt l con fingida inocencia mientras jugaba con uno de los pezones de ella.
Cmo es eso de los cornudos de tu divisin? Cmo hacen? Nunca entend muy bien eso

No hay mucho que entender. Son dos chicos que piensan que ser cornudos no es tan grave, que
es una forma de amar como cualquier otra.
Mmm me parece ms bien que es la nica forma de amar que les dejaron.
Cherry le quit los dedos de sus pezones con una sonrisa provocativa. Se los llev a la boca y los
bes.
No, nadie los obliga a bancarse nada. Yo los conozco, te puedo asegurar que lo hacen con gusto.
Incluso ayudan a sus novias, las protegen, las miman
De pronto Gregorio descubri a su chica mirando un horizonte imaginario, aorando quiz a esos
cornudos tan comprensivos o envidiando a las afortunadas poseedoras de semejantes novios.
Los conocs? Quines son?
Cherry dej el horizonte y lo mir seriamente.
En serio quers saber quines son? gir hacia la mesita de luz y tom su celular que estaba
junto al paquete de Marlboro. Solamente uno es compaero mo. El otro, no; es del otro
tercero A ese no lo conozco tanto, pero es un buen flaco Se llama Vincent Bah, Vicente.
Cherry haba marcado en el telfono y estaba esperando. Gregorio escuch del otro lado una voz
femenina.
Hola, soy yo: Cherry Me acaban de preguntar quines son los dos cornudos del colegio.
Gregorio se sorprendi. Y se sinti ms expuesto de lo que debiera y esper con impaciencia que
terminaran de hablar del otro lado. Okey dijo finalmente Cherry. Despus hablamos bien
Besos.
Y cort. Gregorio la escudri con el gesto.
Era Tiffany. Hizo un silencio, pero no para generar expectativa. Gregorio se dio cuenta que por
primera vez en toda su relacin, a Cherry le iba a importar la reaccin de l. El otro cornudo es
Ezequiel.
Dame un Segundo - Captulo 14
Captulo 14: Las Cartas Sobre la Mesa

Por Rebelde Buey

Hijo de puta! Hijo de puta! Hijo de recontra mil putas!


Gregorio diriga su furia hacia Ezequiel sin atenuantes ni desviaciones de ningn tipo. Saba que
adems estaba descargando frustraciones, inseguridades y mierdas que estaba viviendo desde que
sala con Cherry, pero su enojo, adems de enorme, era tambin lcito, de modo que descargarse
en su nuevo amigo no le generaba ningn conflicto.

Sos un hijo de puta, Ezequiel! Cmo no me dijiste que vos eras uno de los cornudos del
colegio?
Ezequiel tambin estaba sumido en una variedad de emociones. No le gustaba recibir insultos de
nadie, mucho menos que se lo griten en la cara. No era que le importara demasiado lo que
pensaba Gregorio. El chico no era del colegio, ni de su crculo cercano, ni siquiera era un amigo de
verdad. Era el novio de la mejor amiga de su novia, nada ms. De todos modos, por su
personalidad, no poda evitar sentirse afligido y humillado, aunque el que lo provocara fuese,
como en este caso, ms chico que l, y encima ms cornudo.
Ezequiel aguant la furia y la frustracin de Gregorio ms que nada porque se lo haba pedido su
novia Tiffany.
Te vine con mis quilombos, mis cagazos, mis dudas, todo. Sabas que me mora por entender
cmo era esto. Y resulta que vos sabas todo, todo el tiempo.
Saber qu?
Saber todo! Cmo es la mano. Cmo se aguanta Gregorio buf frustrado. Si vos sos el
cornudo de la divisin, entonces Tiffany es una de las putas del colegio, y Cherry es su mejor amiga
as que debe ser tan puta como tu novia.
Si tu novia es puta o no es puta, no es culpa ma.
Podras haberme avisado, sos un hijo de puta!
No, no poda. No se te ocurri pensar que ser un cornudo consciente no es algo que quers
contarle a todo el mundo? Te cres que es fcil? Te cres que cada flaco que conozco lo primero
que le digo es hola, soy Ezequiel, soy el cornudo de aquella rubia impresionante, te la quers
coger?
Es distinto. Yo puedo estar ms del lado tuyo que de los otros. Hace un ao que vivo un infierno
pensando cualquier cosa, rompindome la cabeza y vos tenas la respuesta.
No, momento. Yo solo tengo respuestas sobre mi novia.
Me vas a decir que no sabs si Cherry me cornea o no?
No. Digo que yo solo puedo hablar por Tiffany. Por Cherry solo puede habar ella.
Me siento un pelotudo. Todos saban lo que pasaba alrededor menos yo
Habls como un cornudo brome Ezequiel.
No me rompas las pelotas!
Ezequiel borr su sonrisa. Se sinti repentinamente desubicado.
Le preguntaste a tu novia si se acost con otros?
No, no me anim. Quiero que me sea fiel, que me sea honesta. Pero tengo cagazo de que si le
pregunto, una de las dos cosas no va a poder ser

A Ezequiel se le hizo palpable cmo el otro chico se debata entre saber la verdad o seguir
creyendo lo que quera creer. En algn momento, indefectiblemente, todo cornudo en este
mundo se haba sentido igual.
El da ese que fueron a la casa del chico del auto tuneado sigui Gregorio yo estaba
escondido enfrente. Los vi entrar. Siempre tuve la esperanza de que ah poda no haber pasado
nada porque estaban vos y Tiffany pero ahora Ahora no s hasta pienso que por ah el flaco
ese se las termin garchando a las dos juntas
Ezequiel se estremeci ante el recuerdo de esa noche. Haba sido muy excitante.
Pero Gregorio segua sin preguntarle si esa noche Cherry haba cogido con otro o no.
Gregorio vos la pass bien con Cherry?
S qu se yo A veces s, a veces no
Pero ltimamente s.
Gregorio se sobresalt.
Cmo sabs? S, ltimamente la pasamos como nunca Bah, ltimamente Desde el martes
que fue a buscar unos libros y Gregorio call. Supo que Ezequiel estaba al tanto y sus mejillas
enrojecieron.
Y hoy? Hoy volvieron a coger?
Hoy haban vuelto a coger, s. Y haba sido mejor que el martes. Cherry lo haba llamado a su casa y
l fue puntual, como siempre. Esper en la puerta cinco minutos y su novia sali de la casa
charlando risueamente con un chico de unos veintipico y que l nunca haba visto.
Lo despidi delante suyo con un sonoro beso en la mejilla y llev rpidamente a Gregorio a su
habitacin. All se repiti lo de dos das antes. Cherry se haba abierto de piernas para una sesin
de sexo oral y estall en un orgasmo al minuto. Gregorio haba percibido nuevamente olor a ltex
pero esta vez lo pas por alto. Luego del segundo orgasmo, su novia se haba dado vuelta y le
haba exigido que le chupara el ano como solo l chupaba. Esto lo haba llenado de amor propio
y se haba zambullido en esa cola espectacular que admiraba desde siempre. Para su sorpresa, el
ano de su novia estaba enrojecido y quiz levemente dilatado, aunque no poda asegurarlo. Como
Gregorio no era experto en el campo sexual, no pudo confirmar o desmentir si ese culito exquisito
que estaba besando con devocin era recin hecho.
Su novia haba acabado una vez ms de esta forma y luego l la penetr de frente con
desesperacin. Como la vez anterior, solo haba podido moverse un par de veces antes de
desahogarse.
Pero Cherry estaba satisfecha y feliz, y l, aunque se sospechaba cornudo ms que nunca, tena la
autoestima y un sentimiento de felicidad ms all de lo que hubiera imaginado alguna vez.
S, ayer hicimos el amor Estamos cada vez mejor, pero no s cunto puede durar Gregorio
mir hacia abajo y jug con la punta de su zapatilla contra el piso. Si vos me confirmaras que
Cherry nunca me corne, o que no me cornea

No, Greg. Yo lo nico que puedo confirmarte es que ser el cornudo de una chica como Tiffany
o como Cherry, supongo es lo ms excitante y romntico que pueda sucederte en la vida.
Vos ests loco! Sos un infeliz!
Las palabras quedaron colgadas en el aire con una agresividad de la que Gregorio se arrepinti casi
en el mismo instante en que termin de pronunciarlas. No solo por Ezequiel, sino porque era
consciente que quiz estuviera hablando tambin de s mismo. Y se odi por eso.
Ezequiel lo hubiera mandado a la mierda all mismo. Incluso hasta podra haberle pegado. Pero era
un chico de paciencia slida y, adems, tena pleno conocimiento del infierno en el que se debata
el otro.
Loco, puede ser Pero Tiffany me hace el tipo ms feliz del mundo.
Vos ests en pedo! Tiffany es la puta de tu colegio se la cogen todos!
S. Y yo la ayudo en lo que puedo. Y la protejo.
La protegs de qu, si se la garchan todos?
No, no entends. La protejo de todo. De ellos, de los excesos, de ella misma Sabs lo que se
siente cuando la mina que vos quers te entrega todo su cuerpo, toda su confianza, todos sus
momentos y los pone en tus manos, solamente en tus manos, para que vos seas responsable de
ese cuidado, para que seas el que vela por su integridad, por su seguridad, por su satisfaccin?
Su entrega total obedece a que ests ah, y que cumplas con ese poder que te est dando. De vos
depende que se suelte, que se libere, que su esencia pura aflore por todos sus poros y explote
como lo que verdaderamente es Y lo que verdaderamente es, su esencia, depende de vos, de
que ests ah No entends? Tiffany puede ser ella en esencia pura por m. Y yo debo velar
para que siga siendo lo ms pura posible.
Gregorio escuch en silencio. Muchas de las cosas que deca Ezequiel, l tambin las senta. Era
como que Ezequiel haba dicho en forma ordenada los pensamientos confusos que lo venan
volviendo loco desde haca meses, pero muy especialmente desde el martes en que mejorara el
sexo con Cherry.
Y vos? Tu esencia?
No s cul es mi esencia. Yo no soy tan especial como Tiffany, pero de todos modos verla
feliz verla liberada tan ella Ese es mi mayor disfrute. S que suena loco, pero verla
acabando como una yegua, como una puta, ida totalmente No tiene precio para m. Me da tanto
placer como un orgasmo mo.
Ests loco pero bueno, est bien: no sos un infeliz
Sabs qu es lo mejor de todo? Que te gans su amor.
Ms vale, si la dejs garcharse todo.
No, boludo. Si la mina te da valor slo porque la dejs coger con otros, es una pelotuda. Tiffany
est conmigo porque se siente amada totalmente, incluso con sus cositas. Se siente amada sin

peros. Incondicionalmente. No es porque la dejo coger. No me necesita a m para coger con


otros. Tiffany est conmigo porque yo me hago cargo de lo que siento por su esencia, y porque
respeto eso. Porque prefiero que ella sea feliz siendo ciento por ciento ella, aunque eso signifique
que yo deba sacrificarme.
Ezequiel suspir largamente. Haba sido un alivio a fin de cuentas tener esa charla. Se qued unos
segundos callado tratando de que Gregorio asimilara sus palabras.
Es muy raro lo que me decs. Ms o menos lo entiendo, pero Gregorio estaba tratando de
ordenar las cien mil ideas que tena en su cabeza. Cherry era como Tiffany? Deba l convertirse
en Ezequiel? Poda entender el amor que surga del sacrificio personal y de la realizacin del otro.
El martes y ese mismo da haban sido situaciones que tal vez se podran encuadrar dentro de la
filosofa de Ezequiel. Y la verdad era que no poda ocultar que la haba pasado mejor que nunca y
que incluso haba visto pequeas seales de algn tipo de sentimiento de Cherry hacia l. Haba
estado no solo menos indiferente, sino desacostumbradamente cariosa y con iniciativa propia
para hacerle el amor.
Pero no. Aceptar ser un cornudo consciente era demasiado. Para su orgullo. Para su salud mental.
Para el qu dirn... Poda entender lo que haba dicho Ezequiel. Incluso compartirlo. Pero entrar
en ese juego no estaba hecho para l. No se imaginaba a s mismo en esa situacin. Tampoco a
Cherry. Qu hacan Tiffany y Ezequiel, organizaban un especie de cumpleaos y se la cogan
todos? Y cmo la protega a Tiff? No lo vea a su amigo ni a l mismo agarrndose a trompadas
con chicos ms grandes si surgan problemas. Y tampoco la vea a Cherry en un juego semejante. S
poda imaginarla metindole los cuernos en forma tradicional. No era una chica que sola pedir
permiso, precisamente. Aunque Tiffany tampoco. Dios, su cabeza iba a explotar.
Por otro lado, por qu le deca Ezequiel todo aquello? Ese era un asunto de pareja ente Tiffany y
l. Gregorio y Cherry tenan su propia relacin y a juzgar por sus ltimos encuentros todo iba
mejor que nunca y sin que fueran necesarios los permisos, cuernos, protecciones y todas esas
cosas raras. Ellos tenan una relacin normal, ella no le meta los cuernos y l estaba
enamorndola poco a poco, como vena planeando desde haca meses. Claro que s.
Ezequiel carraspe y agreg en tono confidencial, como si le hubiera ledo la mente:
Te cuento todo esto porque me preguntaste cmo poda bancarme los cuernos No es mi idea
venderte un modelo. Ezequiel no le menta. La que quera venderle el modelo era Tiffany, a
pedido de la propia Cherry. Pero eso no iba a aclararlo.
Me conts esto porque penss que tarde o temprano voy a descubrir a mi novia garchando con
otro. Pero no va a ser as
Como quieras, Gregorio. Pero ya pusimos todas las cartas sobre la mesa.
De pronto un ringtone insufrible mortific ese momento de confesiones. Era el celular de
Gregorio.
Hola, mi amor S Ac, en lo de Ezequiel, vos?... Otra vez en lo de ese chico? Ah Okei S,
mi amor, te paso a buscar S, ahora mismo, si quer.. Ah!... Necesits una horita ms? Bue
bueno, amor Te paso a buscar a las seis S, mi vida. Beso. Te quiero mucho.

Gregorio cort y gir desafiante hacia Ezequiel.


Era Cherry. Est en la casa de un amigo, y me pidi que la pase a buscar y que pasemos por mi
casa... Sabs qu significa eso? La sonrisa de Gregorio no entraba en su rostro.
Tengo una idea Ezequiel fue modesto.
Significa que hoy tambin vamos a hacer el amor. Dos veces en el mismo da! En la puta vida
me imagin que Cherry iba a querer coger dos veces en el mismo da! Cada vez me ama ms y
ms, y no es una puta infiel como tu novia.
Ezequiel se molest con el innecesario comentario. Entenda que Gregorio se sintiera mal y
confundido, pero era la segunda vez que ofenda Tiffany. Y tuvo una reaccin sangunea. Al fin y al
cabo, aunque de bajsimo perfil, l tambin era un adolescente apasionado.
Est bien dijo con revancha en su voz. La prxima fiesta en la que me entere que participe
Cherry te aviso y te vens. Nada de annimos. Te lo voy a informar en la cara. Y nada de espiar
desde la casa de enfrente, te voy a hacer entrar a escondidas y vas a observar todo lo que sucede
ah dentro.
Gregorio trag saliva. No esperaba algo as pero tampoco poda decir que estaba del todo
sorprendido. Pero el amor propio que haba ido construyendo en la semana de pronto se vio
agujereado por ese cornudo consciente, y su orgullo ciego habl por l.
Cuando quieras. O cuando puedas, porque dudo que Cherry haya ido alguna vez a esas
reuniones que vos decs. Cuando pasen las semanas y no puedas voy a rerme en tu cara.
Pareca firme pero en realidad no estaba seguro de nada de lo que haba dicho.

Fin del Captulo 14


Dame Un Segundo - Captulo 15
Captulo 15: Ojos que no ven

- Por Rebelde Buey - 12.668

A todo se acostumbra el hombre sola decir Tiffany para explicarle a su amiga Cherry los pasos
a seguir. No era que tena un plan detallado o un cronograma pero saba que no poda llegar a una
instancia sin afirmarse en la anterior. Gregorio nunca iba aceptar ser un cornudo consciente. Eso
estaba clarsimo. Era de los que niegan las evidencias aunque las tengan frente a sus narices. A
Tiffany le pareca grandioso, no era lo ideal pero estaba cerca. Su amiga al fin consegua su
buscada mezcla de sexo salvaje con amantes y contencin y amor con un novio permisivo.
Cherry confiaba en que iba a ser agradable, se lo haba dicho Tiff, pero jams haba pensado que
ira a tener sensaciones tan intensas. El morbo de entregarse al cornudo instantes despus de

coger con otro era un plus que Cherry estaba descubriendo y disfrutando con resultados
sorprendentes.
El sexo era algo mental, tambin lo estaba descubriendo. Gregorio quera ser el primero en algo
con ella. No era el primero en poseerla, claro, ni el primero en hacerle la cola. Pero para su
sorpresa, su novio era s el primero en hacerla acabar con la lengua.
Era consciente que buena parte del placer vena del hecho de hacerlo chupar instantes despus de
ser cogida. Eso le daba una sensacin de dominio que no poda experimentar con otras cosas,
dndole una adrenalina que la excitaba hasta lmites impensados. Pero deba admitir tambin que
Gregorio, poco a poco y a fuerza de prctica, se estaba convirtiendo en un experto en dar sexo
oral. Y no solo eso, cada vez lo haca con ms ganas.
Esa era otra de las cosas que ms le estaban gustando de Gregorio y que ms la excitaban cuando
hacan el amor: la devocin y las ganas con las que le chupaba la concha da a da eran crecientes y
decididamente fantsticas. Se senta adorada y honrada como una reina en cada sesin de sexo.
Recin ahora entenda cabalmente muchas de las cosas que le deca Tiffany. Y eso la haca feliz.
Aunque no del todo.
Es muy riesgoso, Cherry. Te puede salir el tiro por la culata.
Quiero hacerlo. Quiero que sea tan cornudo como tu Ezequiel!
Tiffany no comulgaba con la estupidez. Era una estratega en potencia y, como tal, saba considerar
cundo detenerse.
Cherry haba conseguido mucho ms de lo que haba buscado. Pretenda un novio cornudo e
ignorante y lo haba conseguido. Luego le haba pedido a Tiff que la ayudara a convertirlo en un
Ezequiel. Tiffany haba estudiado a Gregorio y haba llegado a la conclusin que la cuerda se poda
estirar hasta el punto de coger con otros y jugar con el cornudo inmediatamente despus. Pero no
integrarlo a sus juegos. No como lo haba logrado Luana conmigo Vicente- o como se haba ido
dando entre ella y Ezequiel.
Por qu no me ayuds?, le haba pedido una vez Cherry, con evidente resentimiento. Quers
ser la nica con sirviente?
El comentario le haba dolido a Tiffany por varios lados. El desprecio con el que se haba referido a
su novio la mortific, y el tono resentido le encendi una pequea alarma. Como fuere, quiz para
calmar sus nimos o para ayudar a su amiga, Tiffany haba accedido. Y haba bocetado un plan
lgico que vena funcionando con xito desde haca varios meses: ella le dara pistas por telfono.
Cherry le dejara seales. Cuando Gregorio se acostumbrara y aceptara esa situacin, entonces
Cherry debera cornearlo y tener una actitud muy sospechosa pero no evidente, y hacerle el amor
a su novio de inmediato para ver sus reacciones.
Aprobado este examen, Cherry debera someterlo a esta situacin hasta que el cornudo lo
considerara normal dentro de la pareja. Y Cherry tendra lo que quera.
Bien, esto ya era una realidad. Cherry coga con sus amantes mientras haca esperar a Gregorio
afuera de la casa, y el cornudo no se quejaba.

Pero ahora Cherry quera ir por todo. Quera que su Gregorio la viera coger con sus amantes, que
la ayudara, que se pajeara a su lado mientras ella coga, que la besara en la boca mientras un
macho de buena pija la haca acabar.
Por qu no te conforms con lo que ya tens, Cherry? Tiff decidi insistir por ltima vez. Si
Greg no se la banca te va a mandar a la mierda l no es como Ezequiel o Vincent Te pods
quedar con las manos vacas
Tiffany no quiso decirlo, pero si Gregorio la abandonaba, Cherry iba a ponerse insoportable, y no
tena ganas de bancarse un drama advertido y perfectamente evitable si su amiga no fuese tan
estpida.
Cortala! dijo Cherry decidida. Lo quiero tan cornudo como a tu novio!
Tiffany suspir con resignacin. Las cosas iban a salir mal.

Aunque haba pasado algo de tiempo y el enojo ya haba desaparecido, Ezequiel disfrut esta vez
sin disimulos los vaivenes emocionales de Gregorio.
Te dije que cuando me enterara de alguna aventura de Cherry te iba a avisar.
Gregorio sinti seca su boca. No quera escuchar. Gir su cabeza de lado y mostr sus dientes en
una sonrisa forzada y estpida, de soberbia derrotada. Gregorio no era soberbio, pero lo haba
sido con l, una vez.
Y ah voy a estar dijo sin el mnimo convencimiento. Para que veas que mi Cherry no es
ninguna puta

Y ahora que iba a hacer? Sera cierto lo que le haba venido a decir Ezequiel? Tena una fecha y
un lugar. Y se le asegur que poda ingresar y espiar sin ser visto.
Gregorio sinti la desazn estrujarle el pecho. Desde haca casi dos meses estaba viviendo los
mejores momentos de su vida. Y estaban relacionados directamente con su novia Cherry.
Era cierto, haba sido testigo de innumerables situaciones descomunalmente sospechosas. Pero la
recompensa por no reaccionar era enorme. l optaba por callar, no preguntar y descansar en la
buena fe que debera tener en su novia.
Pero esta provocacin de Ezequiel lo enfrentaba a la realidad. En su fuero ntimo, muy muy
adentro, Gregorio dudaba de querer enterarse de la verdad.
Tendra que inventar una buena excusa. Se ira a lo de una ta, dira estar enfermo, se rompera
una pierna, si fuera necesario. Cualquier cosa con tal de mantener las sospechosas actitudes de su
novia en el misterio.

Pero Gregorio fue. E, irnicamente, enfermo. No por un virus o algo, pero los nervios le revolvan
el estmago y lo descomponan. Le sudaba la frente sin fiebre y tena la garganta seca y las manos
hmedas.
Era de noche, no demasiado fra por ser invierno. Ezequiel lo haba recibido en la esquina y haban
caminado en silencio hasta la casa. Ezequiel sac unas llaves y abri la puerta sin mayores
prembulos. Gregorio volvi a tener otro impulso de huir corriendo de all como un cobarde, pero
saba que su orgullo no se lo permitira.
Entraron en silencio al pequeo patio delantero y se encaminaron por un pasillo del costado.
Vamos a entrar por la cocina. Ya estn garchando y as no los vamos a molestar.
Gregorio se estremeci. Ezequiel estaba tan calmo que no poda ser que estuviera mintiendo.
Cherry estara all. Y si adems estaba Ezequiel, entonces tambin estara Tiffany.
Los viejos? Se refera a los padres de quienquiera hubo cedido su casa.
Fin de semana afuera.
Claro.
Los retorcijones en el estmago ya lo estaban matando al pobre Gregorio. Tuvo repentinas ganas
de ir al bao.
Olvidate le aclar Eze. No podemos ir ni para mear. Vamos a espiar desde la cocina, y el bao
est del otro lado.
Ezequiel abri la puerta de atrs de la casa con mucho cuidado y tratando de no hacer ruido.
Entraron a una cocina amplia y Gregorio debi acostumbrar sus ojos a la falta de luz. Adems, el
ruido de la calle desapareci y el silencio gan el lugar. Unos jadeos suaves y lejanos se hicieron
claros instantes despus.
Gregorio descubri en seguida que entre la cocina y el comedor haba un enorme hueco de
ventana en la pared que separaba los dos ambientes, con una angosta mesada pasa-platos en la
parte inferior.
Del otro lado de la arcada estaba el comedor diario, con una mesa y unas sillas alrededor, y a dos
metros un silln que cortaba el ambiente y daba comienzo a una sala de estar. Y all estaba la
accin.
La luz no era buena, haba una lmpara en algn lado que desgranaba una tenue luminosidad. Lo
primero que sorprendi a Gregorio fue la cantidad de gente que haba. Pudo contar diez o ms
personas de las cuales tres eran mujeres.
Era difcil reconocerlos. Por la distancia. Por la penumbra. Porque l deba ocultarse mientras
espiaba. Haba una rubia que deba ser Tiffany. Estaba cabalgando tranquila sobre alguien y
gimiendo suavemente, como disfrutando de cada subida y cada bajada. Haba una morocha en

cuatro patas sobre un silln, recibiendo pija desde atrs y a la vez chupando otra. Y ms all. Casi
en la oscuridad total, un grupito de muchachos desnudos rodeaban a otra chica sometindola bajo
sus dominios.
La pija de Gregorio comenz a crecer lentamente, acompaando la tranquilidad de la fiesta que
estaba espiando. No se esperaba esa calma. Haba imaginado a un flaco cogindose a una chica
(la suya, tal vez?) entre insultos y fuertes gritos de excitacin. En cambio estaba siendo testigo de
una orga suave, de movimientos cadenciosos. Casi de ritmo de vals.
Pero aun as era muy excitante. Los movimientos eran ms lentos, por lo que se poda apreciar
mucho mejor cada detalle. Como la espalda arqueada de Tiffany para sacar mejor la cola y
enterrarse la verga hasta la base, que era todo un espectculo.
Y el sonido
El sonido era algo que no estaba de ninguna manera en sus planes, pero escuchar esos jadeos
femeninos, liberados, plenos de disfrute, eran las ms exquisita msica que se poda escuchar.
ta bueno, eh? Ezequiel se le haba acercado y le habl al odo, casi en un susurro.
Gregorio se incomod por la proximidad de su amigo.
No dijo con la voz temblorosa. Es Es un asco!
Ezequiel ri en silencio. Aun en la oscuridad poda verse la mentira en el rostro de Gregorio.
No es tan malo Ahora mismo mientras miro a Tiffany cabalgndose a Diego tengo una ereccin
que me explota la pija.
Te calienta?
Si no estuviera escondindome ac con vos, estara all besando a mi novia o pajendome al
lado de ella
Gregorio asinti en silencio con los ojos atornillados a la orga. Ahora miraba a la morocha del
fondo. Estaba rodeada de machos pero haba un muchacho ms, apartado, que l no entenda qu
haca.
Al lado? Te dejan estar ah al lado?
Gregorio se sorprendi. Porque no se imaginaba a un macho aceptando a un cornudo a su lado y
porque al enterarse de la posibilidad no sinti repulsin sino una receptiva curiosidad. Si a esa
distancia y en semi penumbras la escena era tan excitante, no quera imaginarse estando junto a
una de esas chicas.
S, ms vale. Soy el novio, no?
Gregorio sali por un segundo de su trance hipntico y gir su rostro hacia Ezequiel. Era cierto. Ser
el novio daba una potestad irrefutable. Tambin era irnico, porque la potestad para cogrselas
estaba reducida a las necesidades y caprichos de sus novias. Pero evidentemente ellas saban
administrar ese poder.

Por qu estaba pensando en plural? No, su novia no estaba all. De hecho, la claridad no era
suficiente para ver perfecto y las dos morochas estaban casi de espaldas.
Qu hace aquel que est con la morocha del fondo? Est en el piso? No se ve bien
Es Vicente, boludo! Lo que pasa es que cuando Luana no necesita ayuda le gusta que l se pajee
mirndola coger
Gregorio se conmocion. En ese tiempo me conoca a m, Vicente, quien escribe estas lneas, solo
de haberme visto un par de veces cuando Cherry y Luana se cruzaban en la calle y se saludaban
unos minutos. Saba que yo era un cornudo consciente, pero verme all, arrodillado en el piso y a
los pies de los victimarios era otra cosa.
Pero qu hace? No entiendo
Ya te dije: se est pajeando. Luana no lo deja coger. Lo quiere virgen hasta que se casen. Lo
nico que le permite es una paja cuando se la garchan a ella.
Increble La ereccin de Gregorio ya estaba tomando una importancia ms severa. Por lo que
vea, claro, pero tambin porque si aquella del fondo era Luana y la rubia era Tiffany, eso dejaba
como nica posibilidad de ser Cherry a la morocha que reciba de atrs en cuatro patas, sobre el
silln.
Sus ojos fueron directo a ella como llevados por una voluntad propia.
Estaba medio de espaldas, era cierto, pero el cabello lacio que le caa de costado y le cubra el
rostro era el de ella. O no? Cherry tena el cabello que tena cualquier chica. Ella no se destacaba
justamente por eso sino por su figura. Por la cola, por la cintura, por las piernas perfectas. Miraba
ese cuerpo que deba ser suyo y poda reconocerla sin verle la cara. El macho de atrs la tena
tomada de la cintura y ahora aceleraba un poco sus movimientos.
Se estaban garchando a su novia! Pero no, no poda ser. Un cuerpazo como el de Cherry lo poda
tener cualquiera, no? Adems, con esa luz no se vea nada. Y la cara estaba justo del otro lado,
oculta por el cabello, por las sombras y por las mismas manos del macho que haba adelante,
sobre su boca, que acompaaba el movimiento de sube y baja de la cabeza de la chica que se
tragaba pija hasta la garganta.
Esa no es Cherry! sentenci Gregorio.
Ezequiel abri grande los ojos. Aunque fue evidente que su amigo no crea en sus propias
palabras, la negacin tan obstinada lo desconcert.
Cmo que no es? Hasta yo me doy cuenta que es Cherry!
No, no, no. Parece Cherry. Tiene el mismo cuerpo, pero de dnde la sacaste, Ezequiel?
Ezequiel suspir contrariado. Iba a decir que en cuanto cambiaran de posicin le iba a verla cara
y
Pero no tena sentido. Y por otro lado, quiz era mejor.

Vio a Gregorio seguir mirando cmo se cogan a su novia y con la expresin que tena lo entendi
todo. Cherry comenz a jadear ms fuerte porque el macho de atrs cada vez le daba ms duro.
Gregorio se humedeci inconscientemente los labios con su lengua.
Te gusta cmo le dan a la putita esa? arriesg Eze.
S Gregorio sonri con satisfaccin. S, me encanta Pero no es Cherry!
La chica solt por un momento la tremenda verga que sostena con sus manos mientras chupaba y
gir su rostro hacia su macho de atrs. El corazn de Gregorio dio un salto como para infartarlo.
Era Cherry! Pero no poda ser, sera alguien muy parecida. Haba corrido sus cabellos de la cara y
le haba sonredo al que le estaba dando con una cara de perra demasiado vil.
Pero era imposible determinarlo con certeza. La oscuridad dificultaba la visin, lo mismo que el
sudor que le bajaba de la frente a los ojos y le nublaba la vista. La ereccin que tena era
formidable y su pija mal acomodada se retorca contra el jean provocndole un dolor cada vez ms
molesto.
Meti su mano dentro del pantaln para acomodar su miembro y liberarlo de la presin cuando
escuch a esa chica que no deba ser su novia.
Abrime bien la cola, la quiero sentir hasta el fondo quiero sentirla bien adentro!
Gregorio dej la mano dentro del pantaln porque se qued congelado al escuchar la voz de
Cherry. La pija le creci aun ms y casi explota en su propia mano cuando el macho comenz a
bombearla abrindole las nalgas para clavarla ms profundo.
Ahhh! Hijo de puta! As As
La chica volvi el rostro hacia el macho de adelante y continu chupando verga pero esta vez sin
sostenerla. Aun con la boca repleta de carne podan escucharse sus gemidos e insultos de placer.
Gregorio vea cmo el gruessimo pijn del de atrs taladraba a su novia a esa chica!- una y otra
vez con violencia y sin respiro, y a pesar de unos celos irracionales que le hacan hervirla sangre,
not que tambin su propia pija estaba latiendo en su mano, sin que l la moviera ni la incentivara
de ninguna manera.
Reconoci esa cola y esa espalda. Ese cabello. Ese rostro que amaba y esa sonrisa de puta que lo
haba enamorado. Tambin reconoca esa voz. Y ahora ese jadeo descontrolado y pleno e gozo.
Reconoca todo, era Cherry.
Pero sencillamente, no poda. Si esa puta hermosa que lo estaba hipnotizando era Cherry, l no
estara ahora sintiendo la mano en su pantaln hmeda y pegajosa.
Ahhhh! S! S!
Era otra muy parecida. Tena que serlo. Haba decenas de chicas parecidas a Cherry Iguales! l
siempre lo deca. Ezequiel se haba pasado con la broma.
_Ah! Ah! Ah! As, as Acabame, hijo de puta! Acabame!

Gregorio mir a Ezequiel sin lograr sostenerle la mirada ms que un segundo. Ese encuentro de los
dos ocultndose en la cocina para espiar a sus novias cogiendo con otros no necesitaba de aquella
sinfona orgistica para terminar de ser del todo irreal, casi un sueo.
Los gritos de su novia Cherry. Los jadeos. Los chirlos en la cola. Los reclamos de ms verga. Las
puteadas.
Las puteadas
Cherry nunca puteaba cuando hacan el amor. Jams.
Quiz todo aquello era un malentendido y esa chica no era su novia. Seguramente era un error. La
oscuridad era mucha y l realmente no haba podido ver muy bien el rostro. Entre el cabello y
las sombras No poda ser No estaba seguro
De pronto Gregorio respir aliviado. La chica esa que se pareca tanto a Cherry haba terminado de
acabar y l poda pensar ms claro.
Adems, maana podra preguntarle a su novia dnde haba estado esta noche y ella le dara una
buena respuesta. S, seor. No tena por qu preocuparse. Ella sabra qu decir. Y si l se esforzaba
en creerle y no le cuestionaba sus argumentos, hasta seguramente lo premiara con una tarde de
sexo de esas que a l tanto le gustaban.
Gregorio sonri ya con satisfaccin y levant la vista para mirar a Ezequiel a los ojos.
Esa no es Cherry dijo ahora muy seguro. Cherry jams acaba como una puta cuando
hacemos el amor.

Fin del Captulo 15 - 12.668


Dame Un Segundo - Captulo 16
Captulo 16: El Segundo Macho

Por Rebelde Buey - 12.986

Luana me sorprenda casi constantemente con humillaciones nuevas y distintas. No lo haca


deliberadamente o con maldad, ms bien surgan como resultado de una cierta inocencia y
despreocupacin.
Yo ya me haba acostumbrado a la degradacin de que su ex novio se la garchara una vez por
semana. Tambin a chuparla toda cuando estaba recin cogida, y a la vergenza de que todos en
el colegio supieran la clase de cornudo consciente que yo era.
Esta tarde iba a ser vctima de una nueva humillacin, que me provocaba querer desaparecer de la
faz de la tierra.

Habamos ido con mi Luanita a una casa grande de lencera que quedaba en las afueras del barrio.
Como siempre que se iba a coger con otro, ella me peda que le compre un conjuntito nuevo para
estrenarlo y de esa forma tenerme presente mientras le daban verga en forma tupida.
Sin embargo esta vez era distinto. Me haba convencido a regaadientes de que la dejara
garcharse a un segundo macho. Yo haba aceptado fingiendo oposicin aunque en el fondo ya
comenzbamos a darnos cuenta que la perspectiva de una nueva paja para m, ms lo del telo, me
entusiasmaba secretamente.
Ahora estbamos eligiendo un conjunto para estrenar esa noche, y el entusiasmo de que le
hubiera aceptado un segundo macho la desbordaba y haca que no se cuidara al hablar. Me
tomaba del brazo, enganchada con el suyo como a veces hacen los viejos, y me sonrea y besaba
con ternura delante de la vendedora, como la novia enamorada que era.
Tambin tens este en negro ofreci la vendedora sacando una prenda del un cajn. El
corpio tiene este bordecito de encaje re delicado y la bombachita es tipo culote, re lindo
Luana me haba soltado para tomar el conjunto y estudiarlo.
No s dudaba. Mi amor, vos qu decs? Le gustar a Pablo?
Emmm mir nervioso a mi novia y de reojo a la vendedora, que tendra unos cuarenta aos y
contuvo sin xito un sobresalto. No s, Lu A m me gusta
Es parecido al que me compraste la ltima vez Luana miraba la ropita con mueca de no estar
del todo convencida. El que estren con Huan, te acords?
Era evidente la confusin de la vendedora. Quiso ayudar, quiz ayudarme Fue peor.
Es lindo y est en precio dijo nerviosa y me seal con la mirada. Y a tu novio le gusta
Luana fue categricamente sincera.
Ah, pero eso es lo de menos. El gusto de l ya lo conozco. Gir sin preocuparse en absoluto por
cmo me estaba dejando parado a los ojos de esa extraa y seal otra prenda. Mostrame ese
verde.
La vendedora me mir con ojos abiertos como huevos y acerc la prenda. Era un conjunto
escandaloso. La tanga era de las que se metan en la cola dejndola expuesta. Vena con portaligas
y todo el conjunto rezumaba sexo por donde se lo mirara.
Me encanta! exclam Lu. Y a Pablo seguro que tambin le va a encantar!
Mi amor trat de reconstruir un poco mi imagen, aunque si la vendedora hubiese mirado mi
entre pierna hubiese notado una formidable ereccin. El solo hecho de imaginarme a mi Luana
vestida con eso en una sesin de sexo furioso haca que mi pija se hinchara sin remedio. No te
parece un poco provocativo? Quiz sin el portaligas.
Ay, pero si no lo voy a estrenar con vos, Vincent. Lo voy a estrenar con Pablo y a l le encantan
estas cositas La vendedora se haba alejado un metro y miraba para otro lado, dndonos una

sensacin de intimidad que era inexistente. Escuchaba nuestras deliberaciones aunque no


quisiera. No seas malo, comprame ste que a Pablo lo va a volver loco
Yo estaba ms colorado que el corpio Caro Cuore que posaba detrs de m. Claudiqu ms para
acallarla y terminar con ese momento humillante que por otra cosa.
Acept en un murmullo y mi Luana explot de alegra como una nena. Me llen de besos y mimos
mientras yo pagaba la prenda y la envolvan para regalo.

Lo del segundo macho es muy particular, y est subestimado. Es cieto que todo nuevo macho que
se est por coger a tu novia te trae sensaciones nuevas. El primero, por ser justamente el primero,
es especial. Pero el segundo tambin lo es, ms que nada por lo que significa.
Contra lo que pueda pensar una persona ajena al mundo de los cuernos, o un cornudo novato que
est haciendo sus primeras armas, es el segundo macho y no el primero la verdadera bisagra en la
pareja, y ms especficamente en la esposa o novia. El segundo macho es el que separa a tu mujer
de haber experimentado una vez con otro, o de permitirse una excentricidad, o de tirarse una
canita al aire, o de tener una noche de locura momentnea; de otra cosa muy distinta: ser una
mujer dispuesta a cogerse machos nuevos cuando lo desee.
Es decir, hasta el primer macho, tu chica tuvo una experiencia con un hombre. Con el segundo,
tu chica experimenta con hombres; no tiene un amante: tiene amantes. Y una forma de
sexualidad en donde la variedad de hombres es parte de las posibilidades y del men del que ella
dispone. El segundo macho es el que te marca que tu mujer ha dejado de tontear con su
curiosidad y se ha convertido en una putita a la que le gusta variar de pija.
As que aqu estaba yo, viendo vestirse a Luana para su segundo macho, en su dormitorio, ansiosa
y eufrica, llenndome de besos a cada instante y preguntndome una y otra vez si estaba linda, si
se cambiaba de ropa, si el maquillaje no era exagerado, si
Ests divina, mi amor le dije y la bes frente al espejo. Le tom el mentn con dulzura y
agregu en un susurro: Y no te preocupes, le vas a encantar Lo vas a volver loco
Luana me sonri hecha un caramelo y llev sus brazos hasta rodear mi cuello.
Sos un dulce me dijo, y me bes con tanta delicadeza y sentimiento que pude literalmente
sentir su amor en el estmago y pecho. Una embriaguez acogedora y fuerte me envolva y me
mareaba. No senta el piso bajo mis pies mientras nuestras bocas se fundan. No poda en realidad
sentir nada que no fuera su lengua, sus brazos, la textura de su piel, su perfume
Fue de los besos ms sentidos y especiales, aunque a lo largo de nuestro noviazgo y luego
matrimonio tuvimos innumerables besos y momentos memorables... Pero el recuerdo de ste en
especial aun hoy me hace estremecer.
Pablo nos pas a buscar a la media hora. Cuando Luana sali a la calle, el chico recibi todo el
impacto de su belleza.

Waw! exclam sin poder reprimir la sorpresa. Mi Lu se haba puesto una camisa blanca muy
elegante y sexi, y una minifalda negra en extremo corta, bien de putita. Le pestane seductora.
Ests para matarte!
Luana le sonri agradeciendo el piropo. Me llevaba de la mano cuando salimos e incluso cuando
Pablo me dijo, a modo de saludo: Qu buena que est tu novia, Vicente!
Apret inconscientemente la mano de Luana. El comentario me hubiese halagado en otro
contexto, pero estbamos encaminndonos a una nueva asta en mi cornamenta, por lo que solo
logr ruborizarme. Luana me solt al llegar al auto. Yo ya saba que mi lugar era el asiento de
atrs, as que encamin hacia all como un buen perro domesticado. S, ya s: o como un cornudo
dcil.
Pablo le abri la puerta a ella mientras se la coma con la mirada. Luana respondi con sus propias
seales. El cuerpo erguido, la cola perfectamente parada, y la mejor carita de puta que saba
poner. Se meti en el auto y l le cerr la puerta, galante, y aprovech que ella no escuchara su
susurro.
Cmo te la voy a coger, cornudo! Cmo te la voy a coger!!
Estaba tratando de mortificarme o slo estaba jugando? Si bien el comentario me nublaba de
humillacin, tambin sent la sangre bullirme excitada.
Ya en el auto, Pablo se larg a hablar.
Qu linda que ests, Lu! deca mientras la manoseaba. En el colegio nunca te veo as tan
producida, tan hermosa tan perra
Yo callaba. Vea a mi novia reciba sus magreos abusivos y era como un dejavu de nuestra
primera salida con Huan. Aunque ahora algunas cosas eran completamente distintas. No me
pesaban la angustia y la incertidumbre, y Luana ya no estaba tan pendiente de m por temor a
cmo reaccionara. Esta vez se dedicada a su nuevo macho y me ignoraba por completo: pequeas
dosis de indiferencia redundaban en mayor excitacin para los dos.
El plan era el de siempre: ir hasta el hotel y dejarme a m en la puerta, hacer ellos lo suyo por
espacio de dos horas para luego regresar ella al hotel, pero esta vez conmigo.
No result exactamente as.
Llegamos a la puerta al portn para autos, en realidad y antes de entrar una voz metlica de
intercomunicador nos advirti:
Hay una demora de 45 minutos.
Yo estaba abriendo la puerta para bajarme e ir al bar de la esquina, como haca habitualmente.
Qu hacemos? pregunt Pablo.
Nos quedamos! exclam Luana, categrica. Yo me muero por que me cojas!
Seran tres horas de espera para m! me quej.0

El portn estaba ya abierto. Si entraban tendran que esperar 45 minutos en el hall del hotel,
seguramente junto a otras parejas. Y yo deba esperar 2 horas 45 en el bar, como mnimo.
Cerr la puerta, mi amor me invit Luana.
Cerr y los tres ingresamos con el auto a la oscura playa de estacionamiento. Pablo miraba a mi
novia con cierto recelo.
No es justo que Vincent espere tanto para su turno le explic. Por lo menos si estamos ac
charlando como amigos, se le va a pasar ms rpido.
Supuse que Pablo habra pensado que bancarme a m un rato hablando pavadas era un costo bajo
para garcharse a mi hermosa novia. Estacion el auto y apag el motor. Gir en el asiento hacia su
derecha, y Lu hacia la izquierda, de ese modo los tres quedamos semi enfrentados para hablar.
Solo que se empezaron a tocar en seguida, la oscuridad era toda una invitacin.
Qu quisiste decir con que despus le toca a l? quiso saber Pablo mientras acariciaba suave
los muslos desnudos a mi Luanita.
Con Vincent nos regalamos nuestra propia sesin de sexo cada vez que me coje otro
Luana! la ret quedamente. Me daba vergenza que me expusiera de una forma tan llana.
Qu bueno! celebr Pablo mientras ya meta una mano por debajo de la minifalda y luchaba
contra la tela de la tanguita. Sin dejar de manosearla, se dirigi a m. En quinto todos
pensbamos que vos no te la cogas.
A pesar de que Luana estaba entrecerrando sus rasgados ojitos por la satisfaccin que le daban los
dedos de Pablo, yo me sent estpidamente orgulloso. Ahora los de quinto pensaran que s me la
coga.
Mmm Pero no, Pablito Los dedos estaran haciendo un muy buen trabajo porque Lu ya
empezaba a jadear. Uhhh con Vincent no cogemos Luana segua con los ojos cerrados. Si los
hubiese tenido abiertos habra visto mi rostro desencajado, suplicando con muecas para que no
agregara ms nada. Solamente Ahhhh
Hasta que por fin abri los ojos y me vio hacerle gestos. Me di cuenta que se sinti mal porque
estaba a punto de hacerme quedar como un cornudo. Se cort de pronto e interrumpi todo para
salvar mi honor:
Alguno debera ir a la recepcin del hotel para que nos den un nmero o algo, o se nos van a
colar todos los que sigan entrando.
Por supuesto, alguno era el cornudo.
Efectivamente haba un par de parejas en el lobby, frente a la caja. Me acerqu a la ventanilla
semi espejada y me recibi un gordo de mediana edad, posiblemente harto de ver cmo todo el
mundo coga menos l.
Hay una demora de 45 minutos
S, lo s. Hay que esperar ac o hay alguna?

Me desliz con desidia una tarjeta de acrlico ancho y transparente con un nmero grabado en
negro.
Ok le dije. Estoy en la cochera con mi novia En 35 o 40 minutos vuelvo
Ya en la playa de estacionamiento observ los otros autos. No todos estaban vacos, supuse que
las parejas en el lobby deban ser solo las que venan a pi o estaban a punto de entrar.
Estaba llegando al auto de Pablo cuando advert vacos los asientos delanteros, y los vidrios
empaados. Y lo supe.
Carajo, pens, no me pueden aguantar dos minutos?.
La puerta estaba previsiblemente cerrada, aunque mi fastidio se evapor en seguida al notar que
se me presentaba una oportunidad nica para espiar a Luana. Hasta ese momento no se me haba
ocurrido ni siquiera la posibilidad, y ahora la tena. Aunque no saba si me gustara o no.
Mir alrededor. Haca frio all y me apret dentro de la campera. La oscuridad era importante.
Deba ver!
Entonces el auto comenz a moverse un poquito, rtmicamente, y pude or un rumor grave que
vena desde el interior. Los vidrios no estaban polarizados pero lo que estaba sucediendo adentro
haba empaado buena parte de los mismos. Acerqu mi rostro hacia uno de los bordes del vidrio
trasero donde todava permaneca transparente. Se poda ver muy poco: algo de carne humana
que poda ser el culo de Pablo y alguna pierna. Y ropa. Sin dudas eran los movimientos tpicos de
una cogida. Deba ver ms!
La ventanilla del conductor conservaba un buen pedazo sin empaarse. Desde all vea ms
aunque me tapaban los respaldos del asiento. Igual, era mejor. Los pechos de mi adorada Lu y su
carita angelical aparecan intermitentes cuando no eran cruzados por los brazos o el torso de su
nuevo macho.
Pablo estaba encima de ella, en una posicin medio rara, de costado. Se la serruch as unos
momentos mientras yo buscaba mejores ngulos y recorra el resto de las ventanillas tratando de
obtener una mejor visin de cmo se empernaban a mi novia.
Mi suerte mejor unos minutos despus. Pablo corri a Lu y la ubic arriba suyo, sentndola,
evidentemente sobre su verga. Yo no vea tanto, por supuesto, pero s el torso de Luana con la
camisa toda abierta y su cabello desordenado sobre su rostro. A Pablo no lo vea porque estaba
debajo de ella. Salvo sus manos que la tomaban de la cintura o le manoseaban las tetas, no haba
ms evidencias de l.
Y claro, los jadeos. Ya no eran suaves. Ahora Luana gema excitadsima y desbordada, y Pablo le
gritaba:
S, putita! S!
Yo tiritaba ms de los nervios que del frio. Sin embargo, mi pija estaba hirviendo. No me atreva a
hacerme una paja mientras espiaba a Lu; la perspectiva de ser sorprendido por alguien que
entrara a la playa o que abandonara su auto para ir al hotel no me agradaba.

Solo que cuando Pablo puso a mi amorcito como en cuatro patas fue inevitable. Uno de los
asientos delanteros estaba totalmente reclinado y a mi novia la haba ubicado en diagonal, con su
rostro hacia la ventanilla del copiloto, y la colita para el otro lado. Pablo se ubic detrs para
garchrsela a conciencia.
Por la oscuridad y los vidrios empaados era imposible ver cmo la penetraban, pero el rostro de
Lu quedaba cerca de una de las ventanillas y hacia all fui.
Lu me sigui con la vista cuando pas por delante del auto y su lvido se revolucion.
Ay, sii! grit eufrica de deseo. Luana me vio acercar hacia la ventanilla del acompaante,
donde descansaba su rostro, y la calentura la desbord. Cogeme, hijo de puta! Partime en dos!
Partime en dos, haceme mierda!
Pablo comenz a bombearla con todo. Aquella conchita exquisita era mucho ms de lo que haba
dicho su amigo Huan.
Lu vio mi rostro pegado al vidrio, buscando espiarla, y eso le dispar el primer orgasmo de la
noche.
S, Pablito! Dame con todo! Partime, mi amor! Lu le hablaba a Pablo pero me tena en sus
ojos abiertos, mirndome. Cogeme que el cornudo no est! Cogeme, Pablo, cogeme! Siii!
Ahhhhhhhh!
Pablo la sacuda con todo. Yo vea a mi novia muy borrosa; como me estara viendo ella. Mejor, as
yo me inhiba.
Luana comenz a acabar y fue como una tcita autorizacin para el orgasmo que su macho se
vena aguantando.
Ay, s! Llename, hijo de puta! Llename de leche para el cornudo! Siii! Sii, asii!
Tom, hija de puta! Tom!
S! Si!
Puta! Puta! Puta!
S, s, s, s! Ahhhhhhhhhhhhhhhh!
Se fueron desinflando lentamente como muecos exhaustos. Uno sobre la otra. Yo haba sacado
mi pija por la bragueta del pantaln y me haba estado manoseando con cierto disimulo, sin
acabar. Mir alrededor. Mi corazn estaba acelerado y ahora que la situacin pareca normalizarse
me pregunt si haba hecho bien en espiarlos. O mejor dicho: en espiarlos y dejarme ver. Poda
desaparecer. Tena la excusa de ir al lobby y preguntar cunto faltaba. Guard como pude la pija y
ya me encaminaba hacia all, volviendo a rodear el auto, cuando un sonido me congel.
Plac!
Haban destrabado las puertas desde adentro. Me qued quieto sin saber qu hacer. Hasta que la
puerta de atrs se abri.

Sali Pablo, tranquilo y satisfecho, abrochndose el pantaln con desparpajo, sin importarle nada.
Tu turno, cornudo.
Dej la puerta abierta y abri la suya, la del conductor. Dud un par de segundos, siempre inmvil.
De pronto estaba caminando en silencio hacia la puerta trasera, subyugado por el momento, pero
muerto de vergenza por dentro. Llegu y lo que encontr fue un regalo de Luana para festejar mi
definitiva e irreversible cornudez.
Estaba acostada a lo largo del asiento trasero, boca abajo, sus piernas levemente separadas y
recogidas, porque no entraba estirada. La vi semi vestida, la falda tirada en el piso, la tanguita
trabada a la altura de las rodillas y los cabellos enmaraados. Su conchita estaba expuesta para m
y al acercarme me sorprend de todo el semen que la enchastraba.
Lu No saba qu decir. Te adelantaste, j!
Pero mi Luana ya haba pasado por el momento de euforia y salvajismo. Era otra vez una novia
enamorada. Gir su cabeza con dificultad hasta poder mirarme y sonrerme con dulzura.
Haceme el amor, mi vida Era la primera vez que me peda hacer eso delante de testigos.
Pablo miraba todo con estupor y deleite morboso. Amame como solamente vos sabs amarme
Cmo negarme a un pedido as? Yo no poda. Rojo de vergenza, aunque feliz de ser amado
profundamente por Luana, apart la humillacin que todo aquello representaba y tomndola de
los muslos hund mi rostro en su concha rebalsada de semen, hacindola gemir de placer.

Fin del Captulo 16 - 12.986


Dame Un Segundo - Captulo 17
DAME UN SEGUNDO
Captulo 17: Ash
Por Rebelde Buey 19.660

Cmo contar la historia de Ash sin que nos tilden a todos de corrompedores, de brbaros, de
reverendos hijos de puta?
Imposible. Definitiva y categricamente imposible. Porque a todas luces la introduccin de Ash al
mundo de los cuernos es la historia ms depravada y vil de la que he sido testigo en toda mi vida.
Creen que exagero? Cuando terminen de leer los prximos captulos creern que me qued
corto. Porque la historia de Ash no es solo la de otra iniciacin en este estilo de vida. Es tambin la
historia de una manipulacin despiadada. De torcer voluntades con el solo propsito de divertirse.
De construir necesidades, de esconder respuestas, de tergiversar realidades.
Y no fue un error comenzar este captulo con una pregunta en plural. Porque esta es tambin la
historia de cinco hijos de puta pervirtiendo a dos criaturas inocentes y destruyndoles toda

posibilidad de erigir personalidades normales, para construir desde cero una pareja diseada a
gusto y conveniencia de nosotros.
Es la historia, en definitiva, de nuestra pequea, dulce y angelical Ash. La Pioja. La ms chica del
grupo. La que siempre estar en nuestro corazn como la mascota del equipo. Ash, la hermanita
menor de todos nosotros a quien le enseamos las ms viles artes amatorias, manipulaciones
diversas, perreras extremas y una batera de herramientas para ser la novia emputecida que todo
cornudo de corazn desea. Y adems, para completar el combo, nos encargamos de disearle a su
cornudo.

Ash tena trece aos cuando ingres al colegio. Era una nena menudita y tmida, de una belleza
entre latina y rabe muy singular, y duea de unos ojos enormes, brillantes como dos lagos en la
noche.
Morocha. Delgadita. Delicada. Era un ngel tierno y etreo, una imagen como para una publicidad
sobre la pureza de la Humanidad.
Era imposible no verla. No voltear para verla. Incluso para las mujeres. A tal punto cautivaba la
mirada que Ash era la nica chica que Ezequiel y yo tenamos autorizado mirar delante de nuestras
novias. Gregorio no. Su Cherry no le soltaba un milmetro de soga, por lo que inevitablemente le
echaba miradas a hurtadillas.
Cuando Ash entr a Primer Ao, Tiff, Cherry, Luana, Ezequiel y yo Vicente estbamos en Cuarto
Ao. Tenamos 16 los varones y 18 las mujeres. Gregorio, para que completen el cuadro, estudiaba
en otro colegio y cursaba Segundo Ao con 14 o 15.
La Pioja no era solamente hermosa, con lo cual habra sido olvidada rpido por nosotros. Era
adems dulce, buena compaera, educada, solidaria, humilde, simptica. Era lo que las viejas
llaman un amor de persona.
Dada su belleza ya todo el colegio se la quera garchar, pero ella pareca estar en otra cosa.
Siempre cordial y con buena predisposicin, iba rechazando todo tipo de insinuaciones. Algunas ni
las entenda, aunque sospechaba implicancias sexuales de las que sus padres le haban advertido
que se cuidara.
Muy pronto su don de gente trascendi su belleza y Ash se convirti sin pretenderlo en uno de los
conos del colegio. Siempre brindaba ayuda, respaldaba a sus compaeros, era solidaria, se
preocupaba por todos o simplemente escuchaba con atencin si alguien le contaba algn
problema. Como fuere, Ash siempre estaba.
Su qumica con Tiffany fue inmediata. En rigor de verdad, Ash tena qumica con casi todos, pero
con la rubia ms puta del colegio se estableci rpidamente una relacin de hermana mayor y
hermana menor.
Se conocieron en un recreo. Tiffany estaba en una de sus escapadas al bao de varones que a esa
altura ya no eran tan habituales como en los primeros aos y las autoridades del colegio haban

hecho una razzia. La Directora en persona irrumpi en el lugar y aunque Ezequiel haba dado la
alarma, su novia no haba podido escapar de all.
El protocolo era que la Directora se hiciera presente y bloqueara la puerta. Desde all haca salir de
a uno a los que estuvieran adentro, hasta vaciar el lugar. Si sala Tiffany, habra problemas. Si no
sala ninguna mujer se daba por supuesto que el bao estaba vaco y entonces la Directora entraba
a revisar. Y si encontraba a una alumna, ya se imaginan.
Estaba promediando la rutina cuando del bao de chicas, que estaba casi al lado, sali Ash. Ash
era buenita pero no estpida. Adivin de inmediato lo que estaba sucediendo y, por lo que
murmuraban los chicos que iban saliendo, la que iba a tener problemas era Tiffany.
Ella tena registro sobre Tiffany, como tienen los chicos de las divisiones inferiores sobre los ms
grandes. Tiffany le caa bien. Era una rubia hermossima y exuberante, deseada por todo el colegio
que, sin embargo, no era una creda. Vio en un segundo al novio de Tiff rogndole a la Directora
para que no entrara al bao de varones pero procurando no dejar en evidencia lo que todos
saban: que adentro estaba su amor.
No recordaba el nombre del chico, aunque alguna vez se lo haban dicho. No entenda cmo poda
defender as a su novia si ya todos saban y l tambin que ella lo corneaba cada dos por tres en
los baos. Pero tampoco lo cuestionaba.
En cambio vio la expresin de la Directora cuando lo escuchaba rogar a l y le dio indignacin. La
Directora lo miraba con desprecio, casi asqueada, como si el chico fuese una aberracin imposible
de existir. Le responda con soberbia y con comentarios irnicos y envenenados.
Ash se revel. La Directora estaba de alguna forma ejerciendo abuso de poder, porque el chico
estaba evidentemente consternado y porque tambin estaba en una posicin vulnerable y en
desventaja.
Entonces hizo aquello.
Aaah!
El grito desgarrador de una chica casi le para el corazn a la Directora. Gir y vio a una pequea de
Primer Ao tirada en el piso y agarrndose un tobillo, llorando y gritando de dolor sin consuelo.
Desesperada, la Directora fue hacia la chica en un impulso: la prioridad de pronto era otra, y ella
era una buena directora.
Qu te pas, mi amor? Qu tens?
Mi tobillo! Me romp el tobillo!
Era tan buena en su trabajo que advirti un rpido movimiento a sus espaldas. No pudo girar
porque estaba atendiendo a Ash, que segua en un grito.
Para cuando pudo volver supo que en el bao de varones no iba a encontrar a nadie ms.
Y Ash, por su corta edad e inexperiencia, al ver que su maniobra haba tenido xito, se haba
curado repentina y milagrosamente.

La Directora haba sido burlada y humillada ante los chicos de Quinto y algunos otros curiosos que
se haban dado cita para ver cmo atrapaban a Tiffany. Y no iba a olvidar.
Pero tampoco iba a olvidar Tiffany. Al recreo siguiente fue a buscar a la pequea Ash para
agradecerle y sinti una empata especial. Se cayeron estupendamente bien al instante. A la
chiquilla le haba encantado que Tiff viniera especialmente a reconocerle el gesto. Le confirmaba
lo que ella vena pensando de solo verla moverse en los recreos: que era una chica desprovista de
poses e histerias, con la humildad de una grande.
A Tiffany le gust, en cambio, que la pequea aceptara su agradecimiento con naturalidad y sin
pretensiones. Le gust su simpleza y su humanidad, que le brotaba por los poros. Se record a s
misma en Primer Ao, mostrndose para los ms grandes y hacindose amiga de Cherry. Le
sorprendi tener nostalgias de tiempos idos, como si fuese una treintaera. Tambin se maravill
de lo bien que se llevaba con este beb, que era todo lo contrario de lo que haba sido ella.
Pronto estaban hablando del colegio, de su adaptacin y, por supuesto, de chicos. Ash no tena
absolutamente ninguna experiencia. Tampoco se desesperaba por tenerla. Este detalle desalent
a Tiffany, que por un momento haba imaginado que la Pioja tena mucho de su propia esencia.
Ash haba besado a un chico por nica vez en el Sptimo Grado de la primaria, en un baile del
colegio. Le haba gustado pero no la haba vuelto loca. S le despert como una mnima curiosidad
que se fue apagando a los pocos das.
Hmmm arriesg Tiffany, sonrindole cmplice como una hermana Eso se puede arreglar.
Te ayudo a producirte un poco, te presento a un par de chicos que besen bien y
Ash ri encantada. Pero Tiff se dio cuenta que no por la idea. La nia estaba disfrutando de hablar
de estos temas con alguien que tena experiencia y no se pona en pose o se vesta un personaje.
Se senta cmoda y ninguna estaba fingiendo un papel que no era, o alardeando cosas que
desconocan. Con Tiffany no se senta en medio de una competencia para ver quin era menos
tonta, como suceda con sus amigas.
Se despidieron del recreo con un beso, como si fueran amigas de toda la vida.
Boluda, cuando quieras venite con nosotros se refera a sus amigas y todos los chicos de
Quinto. Ambas saban que una invitacin de semejante calibre era algo inusual y enorme. Pero a la
vez eran conscientes que tambin era una gran estupidez sobredimensionada. Aunque las dos
eran absolutamente distintas, en el fondo se entendan en lo esencial porque estaban hechas de la
misma madera.
Todo bien, no te preocupes. Aunque no creo que toda esa gente sea como vos.
Tiffany agradeci el cumplido con un mohn casi imperceptible y se alej hacia el aula. La pendeja
le haba cado especialmente bien. Pero pobre, no tena idea de lo que eran los chicos, el sexo, el
goce del otro y con otro Y mucho menos sabra lo que era disfrutar de la exquisitez de ser
adorada por su propio cornudo.

En el final de aquel primer encuentro comenz a nacer en Tiffany la semilla de lo que luego se
convertira en toda una transformacin en Ash. Se le estaba ocurriendo que aquella beb
humanamente hermosa se mereca la mejor de las experiencias y el mejor de los novios.
S, claro, un novio cornudo que le permitiera tener por afuera la mejor de las experiencias.

Fin 19.660
Dame Un Segundo - Captulo 18
Dame un Segundo
Captulo 18: La Piedra Filosofal
Por Rebelde Buey - 20.103

Ash se integr a nosotros en forma rpida y natural. Tena la virtud de acompaarnos sin
desatender en absoluto su vida social en Primer Ao. Nos veamos principalmente en los recreos,
pero los recreos son momentos muy dinmicos, de modo que la beb poda dividirse fcilmente
entre su gente y sus nuevos amigos.
Ash entendi al grupo a golpe de vista. Supo cul era el ncleo y quines los satlites. El ncleo:
Tiff, Lu, Cherry, Eze y yo (Vicente). Los satlites: los chicos ms cancheritos y mujeriegos de Quinto
Ao.
No crean que es sencillo advertir esto tan rpido. Las chicas viven rodeadas de los de Quinto, no
de nosotros. Ellos las hacen rer, las magrean a gusto, las chicanean todo el tiempo con
insinuaciones sexuales y, finalmente, se las garchan. En cambio Eze y yo permanecamos en el
conjunto pero callados y sin participar ni obtener ninguno de estos beneficios. No era tan malo: al
menos ahora no estbamos lejos como en los primeros tres aos.
Bien, Ash ley el cuadro como haba que leerlo. Las guilas de Quinto le haban dado la bienvenida
con inequvoco inters sexual pero Tiffany los mantuvo a raya enrgicamente.
Dejen de molestarla con eso! No ven que es una beb?
Ash sonri tmida. Saba cuidarse sola pero por otro lado jams haba estado entre varones tan
grandes, de modo que quiz era mejor as.
No es que los ms grandes les cayeran mal ser cortejada todo el tiempo con palabras ms
audaces de las que haba odo en su vida era divertido y le brindaba un cosquilleo raro pero con
nuestro grupo se senta mucho ms a gusto.
Pronto se entendi con mi Luana casi tan bien como con Tiff. Adoraba a mi novia y se senta
identificada con su dulzura. A Ezequiel y a m nos puso de inmediato en su lista de amigos. Los dos
ramos muy buena gente y ella se encariaba fcil con la buena gente. Con Cherry fue distinto. Se
llevaban bien y todo, pero la habitual indiferencia de la novia de Gregorio haca que las cosas no
resultaran tan llanas como con el resto.

De modo que as estbamos. A la banda se haba sumado una mascota a quien en poco tiempo
querramos como a una ms, pero que no estaba informada ni comparta nuestros gustos.
Los cdigos los tiene dijo Tiffany una noche en que nos habamos juntado los cinco en un pub
para esperar a Gregorio y luego ir a bailar. No juzga, tiene la cabeza abierta, respeta y se hace
respetar Pero s es cierto que no comparte nuestros gustos
Y cul es el problema? trat de desdramatizar. Tenemos una buena amiga que no es del
palo. No somos una secta.
Somos Cornudos Annimos interrumpi Ezequiel, y se puso de pie con cara de pelcula de
Hallmark Channel. Hola, soy Ezequiel y soy cornudo.
Hola, Ezequiel respondimos Tiffany y yo al mismo tiempo, rindonos. Tiffany se agarr de mi
mano y choc su rostro risueo contra mi brazo. Mi adorable Lu se sinti incmoda por una
mnima fraccin de segundo. No mal. Ni celosa. Pero no estaba acostumbrada a que otra mujer
siquiera me toque.
Soy cornudo desde los 14 aos y vine a este grupo a curarme sigui Eze. Cherry lo abuche con
sorna y todos le arrojamos las cascaritas huecas de los manes que ya habamos comido.
Tiffany retom:
Ya s que est todo bien. A la pendeja la adoro. Pero no les gustara que sea exactamente
como nosotros? No les gustara que en vez de una amiga sea parte de la familia?
De modo que no ramos una banda; ramos una familia.
S! casi grit Cherry desbordada de entusiasmo. Que sea bien bien puta, como nosotras!
La verdad terci Lu mientras me acariciaba un muslo. La pendeja se lo merece Es una divina
pero as como va termina enganchada con un pelotudo
Chicas, todo bien interrump en mi rol de sentido comn. Pero no pueden convertir a
cada flaca copada que se nos acerque.
Pero Tiffany:
Vincent, en estos tres aos, cuatro, que estamos en esto cunta gente copada se nos acerc?
Cunta gente nos busc sin algn inters o sin prejuicios morales?
No pude responderle.

Por programa escolar debamos hacer gimnasia dos veces por semana. Al Estado le pareca que
esa cantidad era suficiente para el desarrollo normal de un adolescente. Por suerte nuestras
novias hacan gimnasia casi todos los das, por eso se mantenan en tan buena forma.
Aquella tarde (porque actividad fsica se daba a contra turno) Tiffany decidi encarar a Ash.
Hola, Pioja. Tiffany era sincera en su trato carioso.

Qu hacs, Tiff?
Pas algo con Leo? Leo era un chico de Primero que a Ash le gustaba un poco.
Nah! No se anima.
Deberas probar con un chico ms grande.
No s Ash mir alrededor. Su curso ya haba terminado con la clase haca un rato y sus
compaeras se estaban yendo. Ahora eran Segundo A y B quienes padecan las exigencias del
profesor. Me intimidan
No seas boluda
Las ltimas chicas de Primero pasaron y saludaron a Ash con un gesto. Ash era algo as como una
herona en su curso, representaba la prueba viviente que un piojo de Primero se poda codear con
la crema de Cuarto y Quinto.
Era el final del otoo. Al medioda haba llovido y aunque ahora asomaba el sol, algunas nubecitas
grises y obstinadas resistan la retirada, cerca del horizonte. Ash se senta melanclica esa tarde.
Vos como eras en Primero?
Como ahora. Me garchaba todo.
Ash abri grande los ojos y rieron.
Pero qu hacas? Cmo era?
Yo siempre fui as. Desde Sptimo -se refera al ltimo ao de la Primaria, el ciclo educativo
anterior. Bah, al principio quiz era como vos. No tmida, pero no tena conciencia de que se poda
disfrutar el sexo como lo hago ahora.
Yo tengo un montn de miedos. Si me va a doler. Si me va a gustar. Si le va a gustar. Qu tengo
que hacer
Son miedos normales. Se te van cogiendo
Jajaja! Para vos es fcil decirlo.
No, yo al da de hoy sigo teniendo miedos
Vos?! Ash se sorprendi tanto que la expresin que puso fue cmica. De qu pods tener
miedo, vos?
Uuuh Tiffany dej colgada la frase para dar a entender que la lista era larga. Yo tambin me
pregunto si les gustar. Si que me usen de puta no los har confundir sobre m. Si no se pasarn de
la raya Si me seguirn cogiendo dentro de unos aos
Tiff hizo una pausa. Se estaba poniendo nostlgica tambin ella. Sigui:
Pero todo eso no es demasiado importante. Las preguntas ms difciles son: Me ama alguien?
Soy importante, soy valiosa? Alguien me necesita? Alguien se dar cuenta si estoy triste?

Estar mal ser como soy, una puta que se coge todo pero tambin una mujer que necesita
mimos, contencin, amor?
Wow! musit la pequea. Yo jams pienso esas cosas tengo 13!
Tiff sonri ante la humorada.
Son preguntas que te vas a hacer ms tarde o ms temprano. Y yo, al menos hoy, tengo la
respuesta.
A todo? Y cul es esa respuesta tan poderosa?
Ezequiel.
J! Me parece que ests un poquito enamorada, jaja!
S, me declaro culpable. Pero es verdad, Ezequiel me permite explorar lo frvolo y buscar en
todas esas preguntas vanidosas, pero al final l siempre est ah para darme las respuestas ms
importantes.
Eze es un amor declar Ash. Nunca estuviste tentada de cambiarlo por alguno de tus
amantes o por otro?
Ni en pedo! Eze me adora. Me da todo lo que no me puede dar nadie y est siempre ah sin
pedir nada.
Me doy una idea. Mi mam una vez lo cag a mi viejo y se arm flor de quilombo. Cuando l la
apret un poquito no dud un segundo y volvi corriendo a los brazos de l.
Ah est la cosa. Volvi a sus brazos. Yo voy de pija en pija pero siempre vuelvo a los brazos de
Ezequiel Aunque en realidad no me voy nunca de ah
Lindo negocio, jajaj!
Te gusta el sistema? Te podemos ayudar.
No. Es decir, s y no. Nunca tuve novio, as que tener un novio que me deje coger con otros ni
siquiera entra en mi cabeza.
Una lstima porque las que conocemos la diferencia entre una relacin tradicional y sta, no
dudaramos con cul quedarnos.
Todava me falta
Tiffany se pregunt si no se habra excedido con el folleto publicitario, lo ltimo que quera era
presionarla. De todas formas, la charla haba sido til. Tena ahora ms informacin pero por sobre
todas las cosas, una impresin de primera mano de cmo estaba parada la Pioja con todos estos
temas.

Desde entonces, Tiffany, Cherry y Luana dejaron de cuidarse delante de Ash y comenzaron a
contarle sus cosas ms ntimas sin preocuparse de nada. Las aventuras con sus amantes, la

excitacin que sentan al saber que sus cornudos estaban esperndolos para su turno, a sabiendas
o no. Tambin comentaban de sus particulares goces con sus novios, la adrenalina del poder, la
calidez de la devocin La bombardearon con todo, tratando de excitarla, aunque ms no sea por
acumulacin. Si stas iban a ser las primeras calenturas de la pendeja, la idea era que terminara
asociando calentura con cuernos y amantes.
Ash era muy chica y no tena permitido salir de noche, de modo que para el siguiente paso, Tiff la
invit a su casa una tarde que sus padres se ausentaran por horas.
Al principio la tarde fue por los cnones habituales: mate entre amigas e intercambio de aventuras
con amantes y cuidados y mimos de los novios. Ash actuaba como siempre: callada y con los odos
bien abiertos. A veces preguntaba algo, pero en general absorba todo sin interrumpir.
Hasta que lleg Ezequiel. Salud al grupete de cuatro chicas y se fue con Tiff a la habitacin de la
rubia. Lu dijo que se iba, que tena que verse conmigo, y Ash y Cherry se iran luego de pasar por el
bao para descargar los efectos diurticos de tanto mate.
Pero a la vuelta del bao, ya agarrando sus cosas y abrigos para irse, Cherry le sonri a Ash con
picarda y le pregunt:
Quers saber para qu vino Ezequiel?
Ash respondi con expresin desconcertada, pero no dijo nada.
Ven decidi finalmente Cherry, y la tom de la mano.
Dejaron los abrigos y la pequea fue arrastrada ms all del living, por un pasillito que conduca a
las habitaciones.
Cherry se detuvo antes de llegar a una puerta entornada y mir a su amiguita llevando su ndice a
los labios, en seal de silencio. Sonri al ver el rostro sorprendido de Ash escuchando los primeros
gemidos.
Era Tiffany, sin dudas. Sus jadeos suaves, rtmicos pero tranquilos, rezumaban satisfaccin y una
paz que no era coherente con las estridencias orgisticas que siempre comentaba su amiga.
Sin embargo, aunque la calma rega el acto, era la primera vez que Ash escuchaba el sonido real
del sexo real y se sorprendi con lo rpido y fcil que se excit. Y con lo intenso de esa excitacin.
Fue como un calor que le subi de pronto y que no pudo controlar.
Los jadeos de Tiff a veces se hacan ms fuertes, a veces ms espaciados, a veces
Ash se asom para ver. No poda escuchar un sonido tan excitante sin intentar mirar un poco. Se
asom a la habitacin, vio a Tiff desparramada en su cama, boca abajo, y al bueno de Ezequiel
prendido de sus muslos y con el rostro enterrado en su entrepierna.
Sinti un cosquilleo confuso en su propio sexo. Esa imagen era algo para lo que no estaba
preparada. Le subi ms calentura de la que ya tena, pero era raro porque, adems, le provocaba
un sentimiento de ternura que se contradeca con todo.

Saba lo que estaba haciendo Ezequiel. O al menos tena una idea. En las ltimas semanas sus
amigas no haban dejado de hablar de sus costumbres y rituales. Al principio algunas cosas le
haban resultado quiz un poquito bizarras, pero finalmente se haba acostumbrado. Ahora que lo
vea con sus propios ojos le gustaba, aunque no la excitaba particularmente ms.
Ash y Cherry siguieron espiando a su amiga durante la media hora que dur el acto. Cuando Eze
penetr a su novia, Ash casi gime de la emocin. Verlos coger le haba gustado y excitado. Lstima
que el acto sexual en s duraba tan pero tan poco. Y la variedad tampoco haba sido gran cosa, a
juzgar por lo que recordaba que le decan siempre sus amigas. De todos modos eso era lo mejor
que haba visto en su corta vida, y quedara grabado en su memoria para siempre.

Das despus, Ash volvi a espiar a Tiffany un par de veces ms. Tambin lo haba hecho con Luana
y conmigo. Cherry la guiaba, siempre, aparentemente a escondidas de las otras chicas. Era
gracioso porque durante ese mes la pobre Ash viva alrededor de Cherry como un perrito faldero,
preguntndole incesantemente cundo habra otra oportunidad de ver, o si no quera que cayeran
juntas esa tarde a la casa de una u otra chica, a sabiendas que a algn novio le tocara algo de
sexo.
Si el plan de Tiff era excitarla, lo haba logrado. Porque Ash no hablaba de otra cosa que no fuera
de sexo. Comenz a mirar a los chicos de otra manera y los ms grandes dejaron de intimidarla. Al
menos, los ms grandes hasta la edad de Eze y ma, que era a quienes espiaba.
Digamos que vernos no le daba una idea correcta de lo que era el sexo pero eso ella no lo saba ni
lo sabra por un buen tiempo pero le haba despejado muchas dudas y miedos, y haba
desdramatizado un poco toda esa cosa mtica y enaltecida del coito.
Sin embargo, como habrn ledo entre lneas, no era ste el nico objetivo de Tiffany.
Para el invierno Ash ya se haba mimetizado ms profundamente con nuestras chicas y haba
cambiado de a poco su look. Ahora vesta minifaldas ms cortas o pantalones ajustadsimos y
remeras ms provocativas. Se pintaba un poco la cara y sus ojazos comenzaban a inquietarse ante
la presencia de un chico. Segua lejos del emputecimiento mnimo necesario para ser una de las
nuestras.
Cuando Ash pregunt cmo hacer para levantarse a un chico de Tercer Ao que le gustaba, Cherry
le cort sin rodeos.
Esper, no hagas boludeces. Uno de Tercero no te va a coger como vos te merecs. Son un
desastre!
Ests loca? Yo los vi a Ezequiel y a Vincent. No viste cmo las hicieron gozar a?
No, no, no, no Eso no es ni un entrenamiento comparado con lo que te puede hacer gozar un
macho de verdad
No entiendo.
Si quers entender, tens que espiar a Tiffany cuando vaya al bao de varones.

No va a querer.
Le va a encantar, beb. Dej que yo lo arreglo.
Estara bueno, pero me vas a ayudar o no a levantarme a uno de tus compaeros?
Despus que veas cmo se la enfiestan los pibes ms grandes, me decs si te siguen gustando
esos boludos
Pero si esos son los machos de verdad, qu son los pobres Eze y?
Noooo, beb. Los de quinto tampoco son la gran cosa, pero es lo mejor que se puede conseguir
ac adentro, y en una partuza se comportan un poco mejor. Los machos de verdad son tipos de 35
para arriba. Ya los vas a conocer
A medida que Tiff, Luana y Cherry le mostraban una fraccin del mundo adulto, Ash las tena en un
pedestal cada vez ms alto y era vctima de una influencia creciente.
Para cuando Ash pudo entrar al bao de varones, Cherry ya le haba dicho que el chico de Tercero
que a ella le gustaba no tena inters porque estaba de novio. Era un invento. Pero haban
decidido que ese chico no tena el perfil de cornudo que ellas pretendan para ser el novio de la
Pioja.
Si ver a Tiff y Luana haciendo el amor con sus novios le abri la cabeza, estar en el mismo lugar
presenciando sin siquiera tener que ocultarse cmo cinco de los chicos ms intimidantes del
colegio se garchaban como animales a su amiga le hizo volar el cerebro.
Ash simplemente no poda imaginar que existiera algo as.
Tena a su amiga un metro adelante, arrodillada como una esclava y rodeada de machos de
Quinto. El de atrs la sacuda con una violencia desmedida mientras le gritaba puta y todo tipo
de insultos. Los dos de adelante haban pelado sus pijas y Tiff las chupaba con fruicin y
desesperacin. Era la primer vez que Ash vea una pija (bueno, varias, en realidad) y lo que le
llamaba la atencin eran las cabezotas infladas y el brillo acuoso cada vez que la sacaban de
adentro de su amiga.
No saba qu cosa la excitaba ms, si ver el garche en s, si ver las pijas, o la forma brbara en que
trataban a la rubia. O quiz lo que la estaba haciendo mojar la entrepierna eran los gemidos.
Gemidos? Eran gritos de placer. Ahora entenda a Cherry cuando se refera a que sus novios no se
las cogan bien. Ella haba escuchado a su amiga hacer el amor con Ezequiel, pero aquello y esto no
podan ser la misma cosa. Esto era no solo infinitamente superior, sino adems distinto. Si los
jadeos de Tiffany fuesen una multitud alentando a un deportista, se podra decir que con Ezequiel,
Tiffany festejaba un empate en un challenge de ajedrez colegial, pero con estos machos, era la
hinchada de Boca festejando un gol contra River en el ltimo minuto.
Ash tambin experiment cosas que no tena forma de definir. El sexo y los jadeos la estaban
volviendo loca, s, pero haba una serie de detalles que le hacan revolotear cosas en el bajo
vientre: el lugar, el aroma del perfume de Tiffany con el olor a sexo y bao pblico. El trato de los
de Quinto le estaban propinando a su amiga le disparaba mil preguntas y sensaciones. El Te voy a

llenar de leche, putita le haba golpeado en el estmago con una zozobra dulcsima que la haca
desear ms.
Pero lo que ms la impresion a la pequea fueron los orgasmos de Tiff. Los gritos, los insultos, la
cara de placer puro que expresaba en cada segundo eran como de un estado de gracia total. Una
mujer no tena derecho a pasarla tan bien! Y sin embargo haba algo todava mejor, fue que en
tres de los cuatro polvos que su amiga se echara, ella haba gritado el nombre de su novio.
_Ahhh! Ah! Eze Uhhh Ezequieeeel Ahhh! Ahhhhhhh!
Era sorprendentemente contradictorio. Bizarro. Pero de alguna manera incomprensible, Ash se dio
cuenta que tambin era romntico.
Con el timbre que marcaba el final del recreo se haban ido todos. Ezequiel entr entonces para
cuidar de su novia. El trato era que Ash deba irse con el timbre, pero todo le haba resultado tan
fantstico, en el sentido de irreal, que segua petrificada contra una pared.
Tiff la mir de costado. Estaba sucia, exhausta, usada como un trapo de piso. Y ahora que haba
llegado su novio, tambin se senta plena.
Ash entendi que deba irse, que aquel era un momento ntimo de la pareja. Pero no quera. Le
haban contado mil veces lo que segua y lo haban descripto tan lleno de amor y sentimientos que
no se lo quera perder. En honor a la verdad, lo que haba visto la haba sacudido de tal manera
que no deseaba otra cosa que seguir viendo y disfrutando todo el da de ms cosas como la de
recin.
Tiff finalmente se apiad de su expresin de peluche triste y, arrodillada en el piso y con la cola en
alto como estaba, gir su carita hacia atrs, hacia Ezequiel, que ya acomodaba su rostro entre sus
piernas, y con su mejor expresin de perra, demand:
Dale, mi amor Demostrale a la Piojita cmo un buen cornudo le hace el amor a su novia.

Ese da, aunque aun estaba muy lejos de darse cuenta, Ash haba cambiado su vida para siempre.

Fin - 20.103
Dame Un Segundo - Captulo 19
Dame un Segundo
Captulo 19: La Misin
Por Rebelde Buey 22.730

La misin era clara, pero nada sencilla de cumplir: Tienen que conseguir un novio cornudo para
Ash.
No eran ni las nueve de la noche y ya haba oscurecido haca rato. Era invierno. Y no haba nadie
en la plaza.
Tiffany apenas se hamacaba en su silla colgada de cadenas y Ezequiel y yo permanecamos a su
lado, de pie. Mi atencin no poda ser total porque unos metros ms all, junto al tamborcaballo,
estaban Cherry y Luana con dos ex alumnos que se las haban cogido varias veces unos aos antes.
El clima era de provocacin y seduccin, y las chicas se dejaban manosear con facilidad aceptando
pretextos baratos.
Ezequiel advirti:
No es fcil, amor. Por dnde empezamos?
Por los chicos de Primero. Empiezan y terminan ah. No quiero que sea ms grande, quiero que
sea su perfecto cornudo.
Pero
No hay que hacer un curso para detectar un chico con ese perfil, no? Descarten a los
cancheritos, los mujeriegos, los ganadores Ya saben.
Trat de recordar algn rostro de Primero; se me hizo imposible. A excepcin de Leo, el hermanito
menor de un ex alumno, casualmente el que ahora estaba hacindose el vivo con mi novia, no
tena identificado a nadie. Adems, Leo no daba el perfil de sumiso o siquiera retrado.
De pronto me distraje con Luana. Se haba subido al tambor y sacaba su cola, riendo pcaramente
hacia uno de los machos. Para aquellos que no sepan de qu se trata este juego de plaza, les
cuento que es un tambor metlico industrial, acostado y suspendido en el aire por cuatro cadenas
que terminan amarradas a cuatro palos que rodean al tambor. La persona se sube y el tambor se
balancea un poco sobre s mismo, dependiendo del margen que le den las cadenas.
Martn, el ex alumno que estaba con mi novia, fue a su lado y le pas una mano por todo el muslo
hasta esconderla bajo la minifalda, manosendole la cola. Mi Luana se levant un poquito para
que profundizara el movimiento.
Pero cmo? No entiendo, amor Cuando elijamos uno, qu? Le pregunto si le gusta ser
cornudo? Es ridculo!
Ah, no s cmo van a hacer. Pero le tienen que conseguir un cornudo a la pendeja.
En medio de bromas, el hijo de puta de Martn se haba sentado en el barril detrs de mi novia,
como si estuvieran en una moto. Cherry tambin quera subirse.
Trat de concentrarme un poco y pregunt:
Ash a quin quiere?
Ash no sabe nada.

Ezequiel y yo nos miramos sorprendidos.


Cmo que no sabe nada?
No. Nuestra mascotita est cada vez ms puta y no falta mucho para que la desvirguemos le
estamos metiendo el morbo a full y ya tengo al macho que la va a inaugurar Solo nos falta el
cornudo.
Ya tens al macho? Y ella quiere debutar con l?
Ella quiere debutar. Y nosotros le vamos a dar el macho ms pijudo, turro y morboso que
tengamos a mano
El guachito que estaba pegado atrs de mi novia no dejaba de hablarle al odo y hacerla rer con
cada cosa que le deca. Le robaba besos furtivos y la manoseaba con impunidad, aun sabiendo que
yo estaba ah, a pocos metros, hablando con Tiff y Eze. Luana me echaba una mirada encendida de
vez en cuando.
Quin? Quin se la va a garchar?
Tiffany hizo un breve silencio, deleitndose con nuestro suspenso.
Mc Cormack.
Hija de puta! exclam Ezequiel, casi trastabillando de la sorpresa.
Federico Mc Cormack o el Dr. Mc Cormack era un atorrante de primera. Era el tpico chanta
porteo, vago y mujeriego que nunca se sabe bien qu hace pero cobra cheques de los gordos. Era
una autoridad del colegio, pero en una posicin no muy bien definida. Estaba por debajo de la
Directora, por supuesto, y presumiblemente por sobre el Jefe de Profesores, aunque nadie se
atrevera a afirmarlo.
Se haba casado tres veces y cargaba con dos divorcios, ambos por su infidelidad. A la actual
esposa tambin la corneaba, casi a diario. Se garchaba a la Directora, claro, pero tambin a cuatro
profesoras, todas casadas. Y tambin tena otras historias por ah, con alguna madre de algn
alumno.
No tena tica, y su moral era muy particular. Una vez lo haba venido a ver una madre hecha un
llanto porque su hijo repetira si no revean una nota de Geografa. La madre estaba desesperada,
pero adems, muy atractiva, y la remera apenas escotada haba servido de excusa para que Mc
Cormack dejara entrever que una buena revolcada poda hacer milagros con las calificaciones.
Se garch a la madre all mismo, en su despacho, mientras el propio alumno esperaba en la
antesala.
Pero lo peor o lo mejor, segn cmo se mire era que esto no lo haba hecho solo una vez, sino
varias.
Mc Cormack era arrogante y vivillo, pero en honor a la verdad, tambin hay que decir que a sus
cuarenta y pico de aos era dueo de un cuerpo bastante trabajado, una sonrisa carismtica y

ganadora, ojos penetrantes y un nimo siempre despreocupado y bien dispuesto. Ah, y tambin
era muy pero muy bueno usando su pija.
Mc Cormack se va a comer ese caramelo? pregunt como suspendido en el aire. El te lo
pidi?
A ella le gusta, amor? Ests segura?
Paren, paren! Tiff disfrut de nuestra incertidumbre. Ya les dije que nadie sabe nada. Mc
Cormack no tiene idea todava, pero es el ms fcil de manejar, y el que ms beneficios nos va a
traer a nosotros con las notas y las faltas. Yo lo vi mirando a la pendeja y creo que se deja cortar
un brazo con tal de cogrsela Y Ash Eso djenlo por nuestra cuenta.
Por nuestra cuenta se entenda Tiffany, Luana y Cherry, aunque mi novia era la menos
entusiasmada con toda la manipulacin. Ella hubiera preferido que las cosas se dieran
naturalmente, aunque tampoco iba a poner piedras a la conversin que queran hacer sus amigas.
Pensar en Luana me hizo buscarla con la vista. Cherry se haba subido finalmente al tambor, pero
de frente a mi novia, y besaba al otro machito. Martn segua atrs de mi coreanita, luchando
aparentemente por manosearle la cola. Era raro porque ya la haba manoseado No. El turro ese
quera hacer algo con la bombachita y Luana procuraba impedrselo; aunque rea, con lo que no
haca ms que alentarlo a insistir.
Me pregunt qu pretenda Martn y cunto durara la dbil resistencia de mi amorcito.
Tiffany se baj de la hamaca y se puso de pie, acomodndose su pantaln para calzrselo bien en
el culo.
As que lo nico que falta es que consigan al cornudo.
Pero mi amor, es casi imposible. Podemos tardar aos
Mejor que tarden poco porque hasta que Ash no tenga a su novio cornudo, vos no vas a estar
autorizado a cogerme.
Ezequiel se puso lvido. Conoca a su novia y saba que hablaba en serio.
Mi amor, no comenz a implorar detrs de la rubia mientras ella iba hacia el tambor, a
saludar a sus amigos. Por favor, no
Tiffany despidi a las chicas y a m con un beso en la mejilla y a los dos muchachos con un beso en
la boca.
Y se march, con Ezequiel a cuestas, tratando sin xito de convencerla.
No! ret Luana a su macho. Y le peg un chirlo en la misma mano que procuraba correrle la
tanguita. Estamos en una plaza, puede pasar cualquiera!
Yo me puse nervioso. Estaba ahora de pie frente a los cuatro. Cherry apretando con uno, y mi
Luana y Martn manosendose entre risas.
No hay problemas dijo l. Que nos tape el cornudo.

Luana me mir directo a los ojos en medio de una sonrisa. Observ la situacin: del otro lado
estaban cubiertos con arbustos y un par de rboles. Por el nico lado que alguien podra ver algo
era desde mi lado. Martn se dirigi a m pero le estaba explicando a ella:
Si te pars pegado a nosotros, con el cuerpo justo donde me la clavo a tu novia, los que vengan
por all van a notar algo raro pero no van a ver realmente nada porque vos mismo los vas a tapar.
Ac? yo estaba bastante nervioso. Un lugar pblico, en nuestro propio barrio, no me
gustaba.
Pero Luana sentenci:
Dale. Total, a esta hora y con este frio no va a pasar nadie.
Mir hacia todos lados. Comenc a sudar bajo mi campera. Luana puso una expresin amorosa y
angelical, y par un poco la cola, suspendindola en el aire. El macho se abri el pantaln y se lo
baj un poco.
Mi amor, no s dije abriendo los ojos al ver la pija que estaba sacando ese hijo de puta.
Luana cambi su expresin al sentir cmo su amante le corra la tanguita para un costado y la
dejaba expuesta y a merced de su verga. Me sostuvo la mirada, pero ahora la carita que me
regalaba era la de una perra turrsima y en celo.
Mi pija haba alcanzado su plenitud nada ms de ver a mi novia levantando la cola para entregarse.
Cuando la poronga del macho comenz a penetrarla lentamente cre que me ira en seco.
Me encontraba de pie, cubriendo con mi cuerpo la perforacin, de modo que tena toda la escena
a centmetros. Y el rostro de mi novia pegado al mo.
Uh gimi Luana mientras la llenaban de placer.
Quise quejarme. Quise hacerlos razonar. Quise decir cualquier cosa pero tena la garganta
demasiado seca. Vea las manos del macho aferrarse a las nalgas de mi novia que, aprovechando
el movimiento, las abra ms para una penetracin ms profunda. Sin embargo, no estaban
cmodos, el tambor se mova mucho.
Mi vida me anim a decir por fin. Me parece que no
Callate, cornudo, y hac algo til me interrumpi Martn. Esto se mueve demasiado.
S, amor Luana siempre era dulce conmigo. Cmo me amaba esa mujer. Sostenelo un poco
para que me la puedan enterrar mejor
Por supuesto, yo haca todo por mi novia. Pero no era sencillo. Inmovilizar el tambor era
quimrico, y a lo mximo que se poda aspirar era a que se sacudiera lo menos posible. Cherry se
baj del tambor y comenz a saludar para irse con su amante; el quite de lastre sobre el tambor
me dificult ms la tarea. Finalmente, y mientras el otro turro no dej de garcharse a Luana ni un
solo segundo, termin minimizando el movimiento apoyndome con mucha fuerza contra el
tambor. Como estaba en un costado, las cadenas se tensionaron hacia un lado y comenzaron a
bailar menos.

Pero Martn se la serruchaba cada vez ms violentamente, y la fuerza que yo deba hacer era
enorme.
Muy bien, cornudo. El macho me alentaba pero me hunda en la humillacin. Me gusta que
ayudes a tu novia a comerse un buen pedazo de verga.
En cambio mi Luana procur disimular mi mala imagen.
Ahhh... Ahhh Ahhh Vincent es Ahhh un divino no les dije? y usahhh ahhh esto
para aprender
Con el correr de los minutos le haban encontrado la vuelta. Luana se haba inclinado hacia
adelante y se sostena con las manos a la punta del tambor, estirando los brazos. De esta forma
poda mantener la cola en el aire y bien paradita. Su macho estaba sentado agarrndola de la
cintura. Con el movimiento del mismo garche, el tambor lograba una cadencia perfecta que haca
que l se moviera. Y como mi novia sostena su cola en el aire, la pija del macho suba y bajaba y
lograba una penetracin limpia y sin ningn esfuerzo.
Mirhhh uhhh y aprend aaaaah para cuando uhhh nos casemos s?
Ellos no hacan el esfuerzo; yo, s. Y ya no poda aguantar ms. Si Luana hubiese tenido los ojos
abiertos me hubiese visto la cara desencajada por el agotamiento.
Entonces mi novia comenz a acabar.
Aaaahhh!
Tuve la intencin de besarla. Realmente me mora por hacerlo. Por desgracia no pude. Moverme
hacia su boca era correr el eje del movimiento y por lo tanto, perder el equilibrio que estaba
logrando y sosteniendo con tanto bro. La perfeccin en la penetracin se poda ir al diablo. Decid
seguir haciendo fuerza mientras Lu acababa.
Mi amor, mi amor, mi amor repeta dulcemente mi novia siempre que acababa con otros en
mi cara. Sus palabras de amor fueron lo nico que lograron sostenerme ante ese trabajo agotador,
descomunal.
Martn se dio cuenta que mis esfuerzos eran tremendos y se desvanecan a medida que mi novia
terminaba de orgasmar.
Aguant un poco ms, cornudo. El macho se la segua serruchando. Aguant que te le lleno
de lechita
Saqu fuerzas de donde no tena. Luana ya haba acabado y haba abierto nuevamente los ojos y
me miraba con esa mezcla de admiracin, sorpresa y preocupacin con la que se mira a la
secretaria linda del lanzacuchillos.
Aguant que te la lleno, cornudo! segua Martn. Aguant. y se la segua cogiendo cada vez
ms fuerte.
Lu me mir con ojos implorantes.
Aguant as me pods limpiar en tu casa, mi amor musit para m.

No s si fue por esto o por qu, Martn comenz a acabarle adentro.


Ahhh! Ahhh! Ahhhhhhh! Le daba pijazos con fuerza animal. Su cuerpo se sacuda
violentamente una y otra vez, primero elctricamente, luego no tanto Tom, puta! Tom!
Me est llenando, mi amor Me est llenando
Tom, puta! Para el cornudo!
El macho comenz a desinflarse sobre mi novia, cayndole encima, sobre su espalda y hombros,
mientras le besaba el cuello y le daba las ltimas, ya mnimas clavadas de verga.
Finalmente el silencio y el frio se aduearon de la noche. Ella se acomod la tanguita ignorada y la
minifalda, y l se puso de pie para subirse el cierre de la bragueta.
Martn se congel cuando mir en mi direccin. Luana levant la vista de su pollerita y se puso
dura tambin.
Gir lentamente, preso del terror. En medio del garche y las acabadas habamos perdido el control
absolutamente de todo. De seguro yo no era Ezequiel; difcilmente podra proteger alguien que
perdiera la nocin de las cosasl con tanta facilidad.
Termin de girar y lo vi. All estaba. Tan petrificado como nosotros y con la boca abierta como un
idiota: Leopoldo Leo, el hermanito menor de Martn. El que hubiese podido ayudarnos a
encontrar a un cornudo en su Divisin si no hubiese presenciado este espectculo, claro.
Me dijo mam que te avise anunci tmidamente Leo. que llegaron tu novia y tus amigos y
que vayas cuanto antes porque si no los echa a patadas
Cerr la boca, se dio media vuelta y sali corriendo como el viento.
Leo, par! Martn sali corriendo tras su hermanito y se perdi en la noche.
Luana y yo nos quedamos en silencio, sin decir nada y un poco preocupados. Nos tomamos de la
cintura y tambin nos fuimos, dejando el tambor atrs, con un charco de semen y flujo arriba.

Fin - 22.730
Dame un Segundo - Captulo 20
Dame un Segundo
Captulo 20: El elegido
Por Rebelde Buey - 23.503

Pareca que Leopoldo quera hacerse el misterioso. O darse corte. Pronto Ezequiel y yo nos dimos
cuenta que el chico se cubra con una mscara. Era obvio que algo del incidente de la plaza lo tena
perturbado, o amedrentado, y hacerse el interesante lo protega.

Se postular para el papel de cornudo? me pregunt Ezequiel mientras lo esperbamos en La


Terraza del colegio.
Era imposible. Yo haba visto su expresin la noche en que haba sido testigo de una morbosa
metida de cuernos y no haba forma de que eso fuera as.
La cabeza de Leopoldo asom por la escalera destruida que comunicaba un pequeo depsito de
porqueras con la terraza del colegio. Camin tmidamente hacia nosotros esquivando unos
tablones con clavos oxidados y unos cajones que debajo de la mugre deban ser de plstico.
Ms rpido, nene. Que tenemos que volver cuando termine el recreo. Yo me senta ms
poderoso con los chiquitos de Primero. S que es un sentimiento miserable pero para qu
mentirles. Aunque este chico no era el tpico novato apichonado. Su hermano haba egresado de
ese mismo colegio y era todo un pirata. Seguramente el ejemplo lo estara moldeando a su
imagen.
Y tu novia? Ustedes no cortan ni pinchan S que hay que negociar con Tiff.
Tiff no sube a este lugar de mierda ni por Brad Pitt.
Leopoldo se mostr molesto, haba sido engaado.
Me voy a la mierda! Y comenz a desandar el camino, pero en seguida se detuvo. Ezequiel le
insisti:
Estamos ac. Sabs que buscamos un cornudo. Vos me dijiste que lo tenas pero que queras
algo a cambio. Leopoldo se afloj. El bullicio del recreo suba sordo y grave desde el patio de
abajo. Si regresaba volvera a ese mundo. Al mundo de todos. Y a l le gustaba estar aqu arriba,
como en una conspiracin. Negociemos y listo.
Un viento no muy fuerte pero fro le despein los cabellos castaos, casi rubios, y lo oblig a
entrecerrar los ojos.
Tengo al cornudo que buscan. Pero quiero ser el primero en cogerme a Ash.
Ezequiel y yo nos miramos. Lo que peda Leopoldo era imposible de cumplir.
De dnde sacaste que nosotros elegimos el macho de Ash?
Ezequiel saba la respuesta, solo estaba ganando tiempo. Su cerebro y el mo trataban de medir su
proposicin. Sabamos por un lado que no podamos cumplir con su condicin, pero si haba
encontrado un candidato o se ofreca l mismo no podamos dejar pasar la oportunidad.
Mi hermano. Se enter la noche en que de pronto Leopoldo se ruboriz; se refera a la noche
de la plaza en que vio cmo su hermano se coga a mi novia delante de mis narices. No importa.
Qu me dicen de Ash?
Ash ya tiene elegido el chico con quien quiere debutar
No me jodan si no quieren que los joda.

Eze y yo habamos sido cuidadosos al encarar a los chicos de Primero. No bamos con ninguna
propuesta, por supuesto, pero guibamos las conversaciones hacia el lado de las chicas, de Ash, de
las relaciones, de las urgencias sexuales, de cmo nos vean a Eze y a m, de lo bueno que era y
sera salir con chicas tan atractivas. Era una exploracin, claro, que desgraciadamente no haba
arrojado resultados alentadores. La mayora de los chicos se asustaba. El resto fue apareciendo
despus, pero solo para garcharse a la pequea Ash.
Te puedo ofrecer a Tiffany.
No. No quiero a tu novia.
Te ofrezco a Tiff y a Cherry. Ms no puedo hacer.
Leopoldo se sorprendi. La negociacin era tan bizarra que por un momento hice como que
buscaba un bicho inexistente en mi hombro, para ocultarle mi rostro y que no me descubriera
riendo. Dos cornudos y un chiquillo negociando con mujeres como si se tratara de esclavas.
Aunque era cierto que Ezequiel tena autorizado negociar con Tiff y Cherry.
Tiffany y Cherry se palade Leopoldo. Era evidente que nunca haba siquiera soado con esa
posibilidad. Las dos juntas? arriesg.
Ezequiel estaba acorralado.
S minti. Pero solo si el cornudo nos sirve.
Leopoldo dud, se estaba arrepintiendo de algo.
S, va a servir. Cuando vean lo que yo vi Pero no! nos mir desafiante, aunque me di cuenta
que en el fondo tena temor. Quiero garcharme a Ash. Quiero hacerlo cornudo a mi
compaero Quiero ser como mi hermano, no como ustedes.
Ok cedi finalmente Ezequiel. Ash. Procur no mirarlo a los ojos porque saba que le estaba
mintiendo. Pero solo si el cornudo nos sirve.
Leopoldo casi levit de alegra, con una sonrisa ms grande que su cara.
Si vas a garcharte a la pendeja tens que tener experiencia lo desafi yo. Vos ya
debutaste? O tus conocimientos son solamente escuchar lo que te cuenta tu hermano?
Estaba queriendo herirlo deliberadamente, aunque no saba por qu. Quiz porque haca poco me
haba visto humillado por su hermano. Aunque no. De pronto me di cuenta: Leopoldo no era un
corneador. Quera serlo. Pero no lo llevaba en la sangre. Simplemente se le haba presentado la
oportunidad y por alguna razn que ni siquiera l tena claro, buscaba emular a su hermano. Sus
motivaciones no eran sexuales sino morbosas. O ni siquiera eso. Eran un simple reflejo, un clculo,
una ecuacin donde cogerse a la novia del amigo le reafirmara o despejara vaya a saber qu
cosas propias.
En el fondo, yo despreciaba esa actitud.
No me jodan, o no les digo un carajo.
Me puse de pie, ya harto.

Escuchame, pelotudo. Si tens el dato tiralo y andate. Tens el trato cerrado como vos queras,
dej de hacerte el canchero o te pongo.
Ezequiel se incorpor rpidamente, blanco. S que por su cabeza pas como un flash el peligro de
que Leopoldo hablara con Ash. Pero yo estaba seguro que no. O quiz no me importaran las
consecuencias porque tena menos que perder y Luana no le daba tanta importancia a todo este
jueguito.
Bueno, ya termin el recreo cort Eze, medio nervioso y reprendindome con la mirada. Y
Leo se tiene que ir no, Leo?
S balbuce para Ezequiel, sin quitarme los ojos de encima. Camin un poco ms hacia atrs e
inform: Isidoro, del otro Primero.
Habamos estado averiguando ms que nada en el primero de Ash, y no tanto en el otro. A ese
Isidoro no lo tenamos ni de nombre.
Del otro curso ninguno parece
Ac. Leopoldo fue tajante y serio por primera vez. Pero vayan a una clase de gimnasia de ese
Primero. Van a ver cosas que los van a sorprender. Isidoro va a ser tan cornudo que al lado de l,
ustedes dos van a parecer los protagonistas de Divisin Miami.

Estbamos en la clase de gimnasia de Primero B, casi tres horas antes de nuestro turno. A esa hora
los de Cuarto estbamos habitualmente almorzando y mirando tele en nuestros hogares. Luego,
los ms responsables estudibamos y hacamos la tarea escolar, y el resto vagaba, perda tiempo,
o garchaba con sus novias (o con las nuestras).
No sabamos bien qu habamos ido a buscar. Nos haban dicho que all pasaban cosas pero
nada podra ser demasiado sobresaliente: el campo de deportes era un lugar abierto y cada tanto
deambulaban chicos de otras divisiones que llegaban un poco antes o se iban ms tarde.
Decidimos quedarnos a cierta distancia porque cremos que lo que fuera que estbamos
esperando, iba a ser algo bsicamente fsico, como una palea o una broma.
Haca ya un rato largo que Eze y yo hablbamos detrs de un auto estacionado para que no
repararan en nosotros, y fue l quien not algo casi imperceptible.
No nots algo raro en Isidoro cada vez que el profe le habla?
Mir con atencin hacia donde se estaba dando la clase de gimnasia de Primero B. De la docena
de chicos, Isidoro era el nico que se vea contrado sobre s mismo, achicado y acobardado. Los
dems estaban bien, incluso distendidos y algunos hasta sonriendo.
El profe segua explicando un ejercicio con la suficiencia y seguridad que ya le conocamos. Pero
esta vez se dirigi a Isidoro y su gesto (o postura corporal, para ser ms exactos, ya que los gestos
se nos negaban con la distancia) se endureci y se hizo macabro y amenazante. Isidoro se retrajo

aun ms y baj la vista como un perro apaleado. Jurara que se levant temblando y corri hacia el
gimnasio techado, a unos treinta metros.
Ezequiel y yo nos miramos sorprendidos.
Tenemos que saber qu carajo pas ah.
Cuando terminen la clase le preguntamos a alguno qu fue eso.
Se debe repetir todos los das Leo saba que esto iba a pasar as que debe ser habitual.
Isidoro regres al campo deportivo con una bolsa llena de cosas y se la alcanz, temeroso, al
profe. ste lo mir con un desprecio tal que fue casi violento y el chico corri a sentarse entre sus
compaeros, con miedo evidente.
Esto tengo que verlo y orlo en persona dije sintiendo cmo mi cuerpo se llenaba de
adrenalina.
Hicimos como que fuimos al gimnasio techado, para lo que tuvimos que pasar bastante cerca del
grupo, por suerte no muy a la vista. Nos quedamos detrs de unos arbustos, no ocultndonos, sino
como si estuviramos charlando, pero no sacbamos la vista del grupete de Primero B. Si alguno
nos haba visto, ya se habra olvidado de nosotros.
Vimos al profe que haba terminado la charla instructiva y abra la bolsa de tela y miraba adentro.
Su rostro se ensombreci y mir con furia al pobre Isidoro.
Pero qu me trajiste, imbcil? Isidoro se ruboriz. Te dije pelotas 5. Pelotas nmero 5!
No cinco pelotas Cmo carajo vamos a hacer el ejercicio con cinco pelotas, si son doce chicos?
Ah no entend bien perdn
Sos un reverendo pelotudo No servs ni para ser el utilero
Nos quedamos helados. El momento era violentsimo y yo agradec ntimamente estar cubiertos
por los arbustos y no exponer dems a ese pobre chico.
Sin embargo hubo una cosa que me llam poderosamente la atencin, casi tanto como lo que
estaba sucediendo. Los compaeros de Isidoro seguan relajados. Incluso un par le sonrean
burlones. Era cierto que el nico blanco de la furia desmedida del profe era Isidoro, pero aunque
sea por contagio o por mimetismo, los dems deberan haber estado al menos tensos. Y no era el
caso.
En ese momento el profesor levant la vista y miro en derredor. Nosotros nos hicimos ms chicos
y no movimos un pelo, tratando de ser invisibles.
Quin quiere usar el palo?
Un rumor grave, entre excitado y divertido, lleg hasta nosotros.
No, profe, no! rog con preocupacin Isidoro. No me haga eso, profe, se lo pido por favor
Pero la suerte del chico ya estaba echada. Dos o tres voces traviesas gritaron Yo! y el profe se
dirigi otra vez con furia a su vctima.

Al frente y al suelo, intil! Vas a aprender a prestar atencin cuando te pido algo.
Isidoro se levant apesadumbrado y fue hasta el profe con gesto de resignacin. Uno de los chicos
sali disparado hacia atrs y trajo un bate de cricket, grande y grueso, aplanado como una paleta.
Por favor, profesor No los deje! Por favor
Dej de llorar, maricn! O hago que te den con el palo, todos!
La amenaza surti efecto y el pobre Isidoro se hinc sobre el pasto con lentitud y lgrimas
contenidas. Se arrodill frente al profesor, dejando la cola en punta y acunando su rostro con los
brazos, acaso para ocultar su vergenza. Los pies del profe estaban sobre l, casi sobre su cara. Y
el chico con el bate estaba detrs.
El chico pas parsimoniosamente el palo por la raya del culo de Isidoro. Los otros hacan un coro
de uhhh sostenido y cada vez ms alto, creando un divertido suspenso a medida que el palo
avanzaba por la raya del infortunado chico, para alcanzar un clmax cuando el palo se alejaba de la
cola, suspendido en al aire, y volvi de sbito para golpearlo sonoramente.
Ah los chicos rompan en un festejo lleno de algaraba y el pobre Isidoro temblaba de humillacin.
El segundo chico repiti el ritual pero esta vez le peg bastante ms fuerte. El tercero y ltimo le
peg con menos violencia pero se regode con maldad en la raya del culo y especialmente cuando
presionaba sobre el ano.
Con el tercer golpe los chicos se levantaron riendo y se alejaron con el profesor hacia una canchita
de ftbol donde comenzaran verdaderamente la clase.
El pobre Isidoro y futuro cornudo de Ash (alguien podra dudarlo despus de haber visto lo que
habamos visto?) se qued solo y temblando en el piso como una hoja, sollozando.
Se levant y fue hacia el gimnasio techado, casi donde estbamos nosotros. Nos ocultamos
rpidamente tras la puerta, como en las pelculas viejas, y lo vimos agarrar el resto de las pelotas y
meterlas en una bolsa con la que sali nuevamente al campo de deportes.
Ezequiel me code con fuerza.
Es el elegido. Tena razn Leopoldo. Es el Neo de los cornudos.
Ests loco? Pobre pibe, si estaba casi llorando
Mirale la pija!
Con el sollozo en la garganta y las lgrimas cerca de derramarse, el inequvoco pantaln de
gimnasia lo contradeca con su verdad inapelable. Lo haban degradado, basureado, humillado en
pblico. Se haban redo de l y haban jugado con su hombra hasta mostrarlo como un mueco
pattico. Y sin embargo all estaba, expuesta y erguida, sincera, la ereccin imposible de disimular
y la prueba misma de que nuestra bsqueda haba terminado.

Fin - 23.503

Dame un Segundo - Captulo 21


CAPTULO COMPLETO

Dame un Segundo
Captulo 21: Se acaba el tiempo de Ash
Por Rebelde Buey

NOTA: Este captulo es corto y sencillo, un prembulo para lo que est por sucederle no solo a Ash
sino a Isidoro, muy especialmente en el prximo captulo, que ser mucho ms largo de lo
habitual, mucho ms morboso, mucho ms extremo y que incluir por primera vez fantasas
sexuales nunca tratados en esta novela.

El informal (o infernal?) plan de Tiffany vena cumplindose relativamente bien. El nico


contratiempo importante era que al mostrarle cmo cogan los machos de verdad, Ash haba
acelerado su calentura; al mostrarle cmo un buen cornudo renda pleitesa a sus diosas tan
sumisamente, le haba despertado todo un morbo inimaginable. Ash ahora era una bomba de
calentura a punto de explotar, y ya no quedaba margen para contenerla.
Entre Tiffany y Cherry la haban ido convenciendo de las bondades de conseguirse un buen
cornudo, pero debutar con un flor de hijo de puta. Al principio la pequea no se haba mostrado
particularmente interesada, aunque a fuerza de insistencia y manipulacin, lo haban logrado.
No era sin embargo tan sencillo, los tiempos jugaban en contra y no haba candidatos potables que
le gustaran a la Pioja. Invariablemente siempre le echaba el ojo a chicos atractivos, seguros,
mujeriegos y de personalidad fuerte. A veces incluso muy fuerte. Esto era positivo porque
garantizaba a futuro una lnea de conducta acorde al grupo pero, por otro lado, a Ash no le
cerraba ningn candidato a cornudo. Los vea sosos. Demasiado tmidos, quiz. O directamente
blandos.
Es que esa es la idea le revelaba Tiffany. Demasiado tmidos como para enfrentarte cuando
los cornees.
No me gustan tan tmidos. Me gusta que me lleven.
Esa es tarea del macho. Sino mir a mi Ezequiel.
Es distinto. Ezequiel te llena de amor cuando ests hecha una puta. Tiffany la mir
confundida. Ninguno de estos pibes puede ser como Eze.

Isidoro se fue acercado a Ash disimuladamente, a medida que haba avanzado el recreo. La Pioja le
haca parar la pija como al resto aunque, sinceramente, no sabra bien qu hacer con una mujer y

la pija en ese estado. Pero los dos chicos de Cuarto le haban dicho que l estaba en la mira de la
chica, y si se tiraba un lance le podra ir bien.
Isidoro lo dudaba. Es decir, saba que era uno de los tontos de la divisin, y Ash, la chica ms
deseada quiz del colegio entero. Lo nico que le daba cierta esperanza era que ella tambin
pareca algo tmida (a pesar de sus minifaldas cada vez ms cortas) y que esos dos chicos, ms
grandes y con ms experiencia, le decan que poda resultar.
Ash le dijo casi imperceptiblemente, en medio del batifondo del recreo. Ho Hola
Ash lo mir con algo de asombro.
Quin sos?
Yo? Ehhh Isidoro, me llamo Tena el corazn latindole a mil por minuto. No saba qu decir.
Haba pensado varias cosas pero ahora su mente estaba en blanco. Dijo aquello ms por llenar un
silencio que comenzaba a ser incmodo que por otra cosa. No te dijeron los chicos?
Qu chicos? Ash se senta incmoda y estaba ponindose rpidamente a la defensiva.
Los de Cuarto Ezequiel, creo Quera saber qu opinabas de m Quera saber qu
opinabas de m? Qu carajo estaba diciendo? Aquello vena resultando peor que la ms
humillante de sus pesadillas.
Cmo qu opino de vos? Quin te mand? Ezequiel?
Ash poda ser chica e inexperta, ms no era idiota. Y aquel encare de alguien tan anodino y
annimo la irritaba.
O sea, no Yo Nadie me mand Dos chicos que venan corriendo entre s lo chocaron sin
querer y lo empujaron hacia ella. Ash se asust cuando l qued enredado entre sus brazos.
Yo quera saber si vos queras ser mi ejem! mi novia
Aquello deba ser una broma. La chica mir hacia alrededor, sonriendo y buscando a alguien que
se estuviera riendo a costa suya. No lo encontr.
Que qu? Era la peor declaracin de amor imaginable. Por qu no te vas a la mierda,
nene?
Isidoro se puso rojo y su expresin mostr todo su desconcierto. No esperaba que lo putearan.
Se fue en silencio y cabizbajo, como un perro apaleado.

Qu carajo anduvo diciendo tu novio por ah? En qu quilombo me estn metiendo?


Apenas comenzado el siguiente recreo, Ash haba ido a ver a su amiga, hecha un petardo
encendido.
Ezequiel? No s, boluda, por qu?
Tiffany saba por qu. Pero no iba a admitirlo.

Llamalo, quiero preguntarle algo.


Solo que Ezequiel no aclar en nada las cosas. Ms bien las disfraz:
S, vino un pibito del otro Primero y me pregunt por vos minti el novio de la rubia, algo
nervioso. Me dijo que le gustabas, por?
Ash debi frustrar la ira que planeaba descargar sobre su amigo.
Vino a hablarme. Me pregunt si l me gustaba. Creo que me tir onda, aunque por la idiotez
que dijo todava no s si es una broma de alguien.
Si se te tir, puede ser bueno especul Tiffany. Te gust?
No. Y aunque me hubiese gustado, para qu lo quiero? Si no sabe encararme, mucho menos
debe saber coger.
Para coger estn los de Quinto, ya te lo dije.
La rubia supo que esa frase la colocaba al lmite de descubrirse. Ash la escrut con la mirada y su
amiga se hizo la tonta nuevamente y le pregunt a su novio.
Qu tal ese flaco?
Parece buen pibe. Un poco tmido pero est loco por ella.
Ash lo mir con sospecha. Tiffany la volvi a distraer con una frase decididamente estudiada.
Todos quieren cogerse a la Piojita.
Ezequiel saba para dnde iba su novia. Y hacia all fue:
No, l la quiere de verdad, no para coger.
Aunque no le gustaba aceptarlo, que alguien la quisiera en serio, sin pensar solo en el sexo, era
toda una novedad para la pequea.
Yo tengo necesidad de pija, no de amor Dej la palabra suspendida pero no engaaba a
nadie. No pudo aguantarse y pregunt: Cmo que me quiere?
Es lo que me dijo. Igual lo ms importante es que se le notaba Ash lo miraba ahora con cierto
inters. No habl de sexo, ni de tu culo, ni de tus tetas. Hablaba de vos, de tu sonrisa, qu se
yo Esas cosas.
El timbre salv a Ezequiel de seguir mintiendo y lo agradeci en secreto. Se march luego de pedir
permiso sutilmente con la vista.
Las dos chicas quedaron a solas.
Yo quiero garchar. Cmo puede ser que todos me quieran coger y ninguno me dice nada?
Tiffany no poda decir que entre ella y Cherry tenan todas las llegadas bloqueadas, de una u otra
manera.

Tengo al candidato justo se jug la rubia con una sonrisa.


Quin? El pibito que me encar? Ser muy dulce pero no se puede garchar ni a una mueca
inflable.
No, a ese no Tiffany se detuvo, no poda dejar pasar lo que haba dicho su amiga. Qu, te
pareci dulce?
Bueno, no Bah, no s Por lo menos fue el nico que tuvo los huevos de encararme Aunque
por ah era mejor si se callaba
Alguna vez le prestaste atencin al profesor de gimnasia de los varones?
No se sorprendi Ash.
Porque l s te vio a vos Era casi una mentira. Y s que te tiene ganas.
Un profesor? Ash pareci nuevamente asustada. Ests loca? Qu edad tiene?
No s Qu importa? Le gusts, est re fuerte, coge re bien y tiene una poronga as
Ash guard silencio por unos instantes.
No sera mejor debutar con alguien ms chico, primero?
Eso depende de vos. Si quers, te lo muestro; va a pasar maana por ac para dejar y llevarse
planillas de los chicos
Me parece que mejor no Es muy grande! Y cmo sabs que se animara con una pendeja tan
chica como yo?
Tiffany hizo un silencio premeditadamente largo y se acomod como para salir de all y dirigirse
hacia su aula. Por supuesto, le dej la frase que saba la iba a dejar pensando.
No, no lo s. Lo que s s que es un reverendo hijo de puta. Un turro de que no le importa nada y
que si tiene que domar a una pendeja de tu edad no le temblara el pulso para ponerla en su lugar.
Hizo otro silencio, ahora breve. Pero bueno, si no te va
Y se march, con la certeza que su amiguita estara humedeciendo su ropa interior y sintiendo
hervir la sangre.

El bullicio era grave y retumbaba sordo al otro lado de las paredes. Los recreos vivan al pulso del
gritero y de cierta histeria colectiva, y siempre resultaba raro andar dentro de los pasillos de
Administracin con ese marco de fondo. Era como estar en una reunin aburrida mientras en el
piso de arriba truena la mejor fiesta de toda la ciudad.
Ash iba temerosa pero la confianza de su amiga la animaba a seguir.
No seas cagona fue la reprimenda. Si alguien nos pregunta qu hacemos, ya sabs lo que
tenemos que decir.

No se cruzaron con nadie y llegaron rpido a una puerta cerrada con la inscripcin Educacin
Fsica.
Ash se mora de ganas de conocer al famoso profesor de gimnasia al que tanta fama le haba
hecho su amiga. Sin embargo, tambin se senta insegura. Era un tipo grande, no saba si ella le iba
a gustar a l. Y tambin tena miedo de sentirse una completa intil. Esto quiz era lo que ms
nerviosa la pona.
Por otro lado, el morbo de que se tratara de un profesor tambin la cautivaba. Y era medio turro,
segn Tiffany? Eso la haca sentir cosas en su bajo vientre que jams haba sentido.
Abrieron la puerta y Ash sinti sus piernas temblequear. Adentro haba una sala abarrotada de
trastos, pelotas, armarios metlicos y dos escritorios viejos como el colegio.
Y el profesor de gimnasia de los varones apoyado en uno de ellos. Ojeaba una planilla y sin
moverse levant una ceja cuando las chicas irrumpieron.
Hola salud Tiffany alegremente. Ash se qued muda y petrificada, clavando la vista en el
Profe.
El Profe sonri. Tena identificada a las dos beldades que se hallaban de pie frente a l, aunque
conoca solamente a una y bien a fondo.
Tiffany le sonri l, y luego pos la mirada sobre Ash. La chica estaba como asustada, aunque
mantena la boca abierta y los ojos grandes. La minifalda tableada muy corta y las medias bajas. Y
la respiracin agitada que le inflaba y desinflaba los pechitos, sabs muy bien que no pueden
estar ac.
Nos confundimos, Profe Tiffany mir alevosamente el bulto del profesor. El pantaln de
gimnasia le marcaba sin eufemismos la pija que ya iba al palo.
El Profe sonri divertido y se acomod la verga marcndosele aun ms. Vio cmo Ash entreabri
un poco ms sus labios y casi se echa a rer.
Me comprometen, chicas dijo, y se puso serio inmediatamente.
Un chico de los que vos tens se quiere levantar a mi amiga Tiffany tom a Ash de la mano y se
acercaron al Profe. Quera saber qu opinabas vos, que lo conocs mejor.
El profesor saba que Tiffany se traa algo entre manos pero no adivinaba qu. Haba aprendido
que era difcil descifrar siempre a esa chica.
De quin se trata?
Isidoro. Vos cres que le conviene a mi amiga?
El Profe apenas pudo aguantar la carcajada. Imaginarse a esa pequea diosa con el otro pobre
infeliz era bizarro.
Y bueno, si se aman dijo sin decir nada. En realidad iba a ciegas porque no saba qu estaba
pretendiendo la rubia.

Pero la rubia se dio cuenta y ayud.


Yo le digo que Isidoro puede ser tan buen novio como mi Ezequiel Todava mejor. Y creo que
ella podra tener una relacin como se merece mejor que la ma, incluso
El Profe no necesit ms. Se puso de pie y se acerc a la tiesa Ash, que lo miraba con mal
disimulado inters sexual.
Creo que aunque no lo sabe, Isidoro naci dbil y destinado a ser un flor de cornudo Mi
cornudo particular, dira. Yo, personalmente, lo detesto, y les juro que a ese chico lo voy a hacer
cornudo durante toda su vida, sea con quien sea que salga Se peg a Ash y quedaron frente a
frente, casi tocndose las narices, mirndose a los ojos. Ash senta que las rodillas se le licuaban.
As que la chica que vaya a ser su novia, que sepa que no le va a quedar ms remedio que hacerlo
cornudo conmigo las veces que a m se me antoje.
La pequea se empap y el rubor le invadi las mejillas. No poda hablar. Hubiese querido cogerse
all mismo a ese tipo pero a la vez tena deseos enormes de salir corriendo.
El profesor se alej un paso y seal la puerta con porta-papeletas de madera donde apoyaba las
planillas.
Vyanse. Si alguien entra ac voy a tener problemas.
Las chicas esta vez obedecieron sumisamente y caminaron hacia la puerta. Cuando Ash pas junto
al Profe, ste le dio una nalgada fortsima con la madera, que son estrepitosa.
El golpe haba sido realmente duro. Ash reprimi un grito, de alguna forma crey que no haba
lugar para la queja. Quiz porque no le haban dado ese lugar. La nalga le arda, aunque era un
ardor dulce, en algn punto, y sinti su cuerpo estremecerse con un placer raro y contradictorio.
Sali asustada, confundida, roja de vergenza y empapada de una calentura increble.
Tiff declar apenas cruzaron la puerta. Tengo que coger ya! No aguanto ms!
Su amiga no supo qu decir. O no quiso.
Me hara coger por ese hijo de puta, pero me da cagazo Y la otra opcin es el idiota de Isidoro.
Llegaron rpido al patio del colegio. El recreo se iba a morir en cualquier momento. Tens que
conseguirme a alguien A Ash se le haba terminado la paciencia. No estaba pidiendo, estaba
exigiendo. Aunque sea a alguno de tus machos No seas turra y entregame a alguno que se
banque coger con una pendeja inexperta como yo.
Est bien cedi Tiffany si esta tarde me acompas a ver la clase de gimnasia de los
varones de Primero
Para qu? Ya me demostraste que ese hijo de puta del profesor me quiere coger
Vos haceme caso. Acompaame y despus te entrego al que vos quieras.
El timbre del recreo son y Tiffany se fue a su aula preocupada y haciendo cuentas. El tiempo de
Ash se haba acabado.

Dame un Segundo - Captulo 22


Dame un Segundo
Captulo 22: Isidoro y el Profe

Por Rebelde Buey

Isidoro y Ash volvieron a encontrarse unas horas despus, en el maxi quiosco de Juan, que era la
parada obligada para los chicos o chicas que iban al primer turno de Educacin Fsica. All vendan
panchos, sndwiches, gaseosas, caf y hasta mercadera de almacn y artculos escolares.
Todos terminbamos all, ms tarde o ms temprano, porque estaba a medio camino entre el
colegio y el campo de deportes, y si te tocaba el primer turno vespertino de Gimnasia, no tenas
tiempo de ir a tu casa a almorzar.
Isidoro se coma una salchicha llena de mayonesa, disimulada en un pancho, cuando vio venir a
Ash y Tiffany. Se sorprendi e inmediatamente se puso nervioso: haba sido insultado a la maana
del da anterior por la pequea, y temi una nueva arremetida. Ezequiel ya le haba marcado
cules haban sido sus errores, aunque segua insistiendo en que Ash estaba enamorada de l.
Sin embargo, al verla ahora, dudaba que sus nervios no lo fueran a traicionar. No saba bien qu
hacer y, contrariamente a lo que haba calculado, tena ms miedo de equivocarse que antes.
Las dos chicas llegaron a la esquina y saludaron brevemente a otros alumnos que haba por all,
tambin almorzando. Ash le regal una mirada que a l se le antoj manchada de rencor. Isidoro
desvi los ojos y le peg un tarascn apurado a la salchicha. Claro que en menos de un minuto su
problema se hizo presente.
Cmo est el pancho?
Casi se atraganta. Ash estaba frente a l, de pie, con sus piernas en apertura de comps, tapadas
apenas por la cortsima minifalda, y con sus brazos en jarra.
B-bien Est rico El chico busc a Tiffany con la mirada. La hall sentada a unos cinco
metros, vindolos.
Te gusta? insisti Ash.
S Isidoro no era consciente de las razones pero verla a Ash en aquella postura y casi sobre
l, con cara de pocos amigos, lo estaba excitando ms de la cuenta. Se sinti pequeo ante ella y,
sin saber por qu, extendi su mano con el pancho. Quers?

Ash guard silencio unos segundos. Lo tena sentado casi debajo suyo con evidentes nervios y
temor. Fue consciente que le estaba ofreciendo aquello porque ella estaba en una posicin
dominante y su pretendiente en una posicin de vulnerabilidad. Se excit mucho al darse cuenta
que con dos palabras lo podra presionar aun peor, incluso hasta doblegarlo. Sonri.
Me ofrecs el pancho que te ests comiendo vos?
l trat de adivinar algo detrs de sus palabras. Ash supo de inmediato que jams nadie haba
estado tan pendiente de ella como Isidoro en ese momento. El miedo a cualquier mnima reaccin
suya era pattica, y en ese instante tuvo la certeza de que podra enloquecer a ese chico con una
cada de ojos o, mejor an, con un gesto enojado, cargado de presagios.
Ante esta idea, Ash sinti una ola de fuego recorrindole todo el cuerpo hasta hacerla humedecer.
Esper unos segundos, el chico no le dijo nada. Finalmente dio media vuelta y fue a la mesa de
Tiffany.
Isidoro suspir, rojo de vergenza. No saba qu hacer. Qu haba sido aquello? Ash se haba
arrepentido? O era una broma con la que se estaba vengando? Las mir a las dos amigas
intercambiar unas palabras. Hasta que la rubia se levant y se dirigi hacia adentro del maxi
quiosco. Ash qued sola, esperando. E Isidoro se debati nuevamente entre lo que saba que
deba hacer y la casi certeza de la nueva humillacin que seguro recibira.
Que s, que no. Que s. Que no. Decidi acercarse solo para hablar, como le haba dicho Ezequiel.
Nada de mencionar noviazgo. O relacin. O amor.
Ho Hola dijo quedamente.
Hola. Vas a volver a preguntarme si me gusts? O me vas a proponer matrimonio? Con qu
me vas a salir, ahora?
Isidoro fue sorprendido. No solo por las palabras de Ash, sino por el agresivo tono.
Ehhh no Te quise saludar nada ms
Una frase entera y coherente, aquello era un gran progreso. Ash se sinti un poco fuera de lugar.
Sin embargo estaba muy enojada con muchas cosas y lo pusilnime del chico era toda una
invitacin a descargarse con l.
Cmo se te ocurre que yo podra salir con un tipo como vos?
Qu se yo No s Ezequiel sale con Tiff, Vicente con la coreana
Ash mir hacia otro lado con fastidio, como si sostener aquella conversacin la hiciera perder
tiempo. Ella no era as, pero las influencias de Tiffany y Cherry la estaban convirtiendo en el peor
tipo de histrica, en ciertas situaciones.
Yo no estoy buscando novios. Estoy buscando machos. Lo mir directo a los ojos, desafiante.
Vos sos un buen macho?
Isidoro enrojeci nuevamente, baj la vista y maldijo para s mismo.
No todos tenemos la suerte tuya de tener experiencia siendo tan chicos

Ahora la sorprendida fue Ash. Descontaba que Isidoro no tena experiencia pero que l pensara
que ella s, no lo tena ni como posibilidad. Se sinti estpidamente halagada por causas que no le
correspondan (aunque halagada al fin) y automticamente la seguridad en s misma se apoder
de ella y la agresividad baj.
Y saldras con una chica que tiene ms experiencia que vos? Qu le ofreceras?
Qu se yo. No s crecer juntos. Crecer juntos en experiencias.
Ash se sinti de pronto poderosa, soberbia, magnifica. Le sonri con superioridad y abri
provocativamente sus piernas perfectas. Dijo aquello por jugar, aun era muy chica para saber que
las cosas no se dicen porque s.
Y qu sacrificios haras para salir con una chica como yo?
Isidoro dud. No saba si era en chiste o en serio y, para peor, estaba demasiado jugado para
arriesgarse a perder. Tom aire con intencin de responder cuando justo Tiffany apareci con un
agua mineral, una 7up y dos sndwiches. Isidoro la mir como si fuera el mismo diablo, pero en el
fondo se sinti aliviado.
Bueno, quera saber cmo andabas dijo l. Nos vemos
Y se fue caminando por la vereda con rumbo seguramente hacia el campo de deportes.
Y ste? pregunt Tiffany con la mayor de las curiosidades.
Nada. Quera hablar. Y al menos esta vez fue casi normal.

Por la maana el da haba estado lindo. Fresco, soleado. Ahora, en cambio, el cielo vena cubierto
de nubarrones espesos. El invierno se haca notar cuando se ausentaba el sol, el viento se sacuda
en rfagas repentinas y fuertes, y levantaba las polleritas de Ash y Tiffany con generosidad. El viejo
que vigilaba la entrada al campo de deportes del colegio se las comi con la mirada y les sonri
con devocin regalada, un gesto que a la rubia se le antojaba casi auto humillante y la irritaba. Ash
estaba demasiado nerviosa como para fijarse en esas cosas y lo salud mientras luchaba sin xito
con la minifalda que el viento le levantaba.
Me quers decir qu carajo hacemos ac, boluda?
Tiffany ya se diriga directamente hacia el gimnasio techado.
Si tenemos suerte te voy a mostrar algo de tu pretendiente.
Ash iba detrs de su amiga con paso cortito y apurado. Pareca un perrito tras su dueo. Sonri:
siempre le decan que era la mascota del grupo.
Basta de ese pibe. Quiero coger. Coger. Mir hacia arriba, el cielo ya estaba negro y en el aire
se senta olor a tierra mojada trada por el viento. Mostrame algo de alguno de tus machos, hija
de puta.

Ya te dije que maana te paso uno mo Estaban llegando al gimnasio. Tiffany mir alrededor y
vio al profesor y a los chicos de Primero B en la canchita de ftbol, como a unos cincuenta
metros. Pero hoy dejame mostrarte algo que quiz sea importante.
Una gota fra le cay en el cuello a la rubia y la hizo estremecer.
Qu estn haciendo all?
Tiffany sonri. La Piojita haba descubierto a Isidoro por ella misma; mejor no poda ser. Mir hacia
los chicos y vio al profesor alentando a sus alumnos mientras corran. Excepto por un pobre infeliz
que estaba tirado, marginado en el piso haciendo flexiones.
Cay otra gota de lluvia.
Estn corriendo dijo Tiffany, disimulando.
Pero y el otro? Hay otro chico separado haciendo algo
El desconcierto de Ash no se deba solo a eso. El que estaba marginado y flexionando contra el
piso cargaba sobre sus espaldas una bolsa enorme con cosas adentro. O al menos eso pareca a la
distancia.
Cay otra gota. Esta vez sobre el rostro de Ash y rod por una de sus mejillas perfectas. Tiffany
volvi a admirar la belleza en el rostro de la Pioja, y se descubri contemplndola un poco ms de
lo debido.
Es Isidoro dijo por fin. Ash se le qued en silencio reclamndole una explicacin. Como es un
intil siempre lo mandan a hacer trabajos pesados...
Pero Ash no lograba salir de su asombro.
Ya escuchaste al Profe, hoy Le va a hacer la vida imposible
Otra gota.
Hijo de puta sentenci Ash con cierta indignacin. Pero no se engaaba. Se dio cuenta que a
la vez se estaba excitando como a la maana cuando haba estado con el profesor. Mir
nuevamente hacia el campo. Los chicos corriendo cansados y jugando a darse golpes entre s,
riendo. El profesor miraba la hora y anotaba cosas, tranquilo. Y a sus espaldas el pobre Isidoro
haca unas flexiones ruinosas, flagelndose bajo la opresin de la pesada bolsa. Ignorado por
todos.
Excepto por ella, que no poda sacarle la vista de encima.
Las gotas ahora caan de a dos. O de a tres. Cada vez ms rpido.
Vamos para adentro invit Tiffany.
Ash mir por ltima vez el campo y al profesor que ya miraba al cielo y a los chicos
alternadamente. Iba a suspender las actividades.
La lluvia era una bendicin y una maldicin para los varones. Cuando llova, los profesores ms
piolas suspendan la clase. Eso significaba quedarse en casa jugando a la playstation o en alguna

esquina con amigos. Lo malo vena despus. El da posterior a la lluvia era un infierno porque el
campo estaba embarrado y no se poda jugar al ftbol, con lo que habitualmente se pasaban casi
toda la hora y evitaban aburridos ejercicios.
En los casos como ste, cuando la lluvia se desencadenaba a mitad de una clase, los profesores
deban continuar con su trabajo en el gimnasio techado. No lo hacan. Preferan licenciar a los
chicos para irse tambin ellos ms temprano a casa.
Ash y Tiffany vieron cmo los varones de Primero B se iban corriendo bajo la lluvia que ya
comenzaba a precipitarse, abandonando el predio de deportes. La tarde se haba oscurecido y
estaba bajando bastante la temperatura.
Cuando vieron venir al profesor, las chicas corrieron adentro del gimnasio techado y fueron a
esconderse detrs de un armario metlico derrumbado contra una pared llena de trastos viejos.
Ash increp con la mirada a su amiga. Estaban en un lugar sucio y con telas de araa por todos
lados. La rubia minimiz la situacin, intua que la recompensa podra valer la pena.
Apurate a traer eso, imbcil, que la bolsa es de tela y no se puede mojar.
Perfecto! exclam apenas audible Tiffany, llena de emocin.
El profesor cruz la cancha de bsquet de piso de parquet lustrado con paso distendido, sin
sospechar que era observado por las chicas. Atrs vena Isidoro cargado con dos bolsas llenas de
cosas y unas cuerdas y palos. Completamente empapado y tiritando de frio.
Las gotas de lluvia repiqueteaban en el techo de chapa y hacan un ruido bastante fuerte y
monocorde. Tiffany lo agradeci. Por el frio que se senta ah tema no poder reprimir un
estornudo y tambin pens en algn gritito contenido de la Pioja, si apareca una araa.
Isidoro no poda con su alma pero aun as se las arregl para atravesar la canchita y llevar todo
hasta el otro lado. Apoy las bolsas junto al profesor, que haba quedado de espaldas a l, y
suplic exhausto.
Ya est, seor? Me puedo ir ahora?
Hubo un minuto de silencio. Un minuto completo. Fue tan largo que Tiffany y Ash se asomaron
desde atrs del armario metlico, casi exponindose de cuerpo entero.
Hasta que explot el grito.
Pero qu hacs, hijo de remil putas? Me ests provocando?
Pero Profe
Qu profe ni qu carajos, mir cmo dejaste el piso! Pedazo de intil!
El pobre Isidoro mir hacia atrs y vio con horror la huella de barro que haba dejado tras de s
cuando cruz el gimnasio. Empalideci. A tal punto que las dos chicas lo notaron aun a buena
distancia. El piso de impecable brillo estaba cortado de barro y mugre que haba puesto con sus
zapatillas y desparramado con las bolsas que haba arrastrado.

Isidoro gir, preso de un ataque de terror, justo para ver al profesor tomando una de las sogas con
las que hacan algunos ejercicios, y empundola en su mano a modo de un ltigo.
Te voy a ensear, pendejo!
No, Profe! Por favor, no! Isidoro llev las manos a su rostro para protegerse. El profesor se
envalenton y alz la mano amenazando toda su humanidad. No, Profe, que me va a dejar
marcado!
El profesor se contuvo un segundo. Hasta ese momento, Ash estaba sorprendida y curiosa, pero
advirti al instante que Isidoro no haba pedido que no le pegara. Su splica era para no quedar
marcado. Esta diferencia comenz a excitar a Ash primero imperceptiblemente, luego con mayor
intensidad.
El profesor contuvo el latigazo pero se descarg con una sonora bofetada. La mano con la que le
peg tena la soga, de modo que a Isidoro le deba haber dolido bastante.
El chico cay casi a un metro sobre su derecha, gritando de miedo.
Tirado en el piso, arrodillado, gimi.
No me pegue! Por favor, no me pegue ms!
Vas a limpiar esa mugre que hiciste, basura
Isidoro se alegr por un instante. Pero no ms.
S, Profe Gracias, Profe Voy a buscar un trapo y
No, mierdita, no La vas a limpiar con tu pantaln.
Isidoro abri los ojos como dos huevos.
Ese segundo de duda enfureci aun ms al profesor, que se vino encima con intenciones de
patearlo.
No se enoje, Profe! No se enoje! Limpio todo como usted diga, no se enoje!
Desde el piso y como estaba se sac rpidamente el pantaln.
Ash y Tiffany no lo podan creer. All, delante de ellas, el chico de Primero B se haba quitado sus
pantalones de gimnasia solo para quedar en un culote de mujer?
S, Isidoro llevaba puesto debajo un mini short de lycra.
Tiffany se derrumb, aquello iba a ser demasiado para la Pioja. Era el adis a sus aspiraciones de
integrarla al grupo como Dios manda.
Bajo el tronar de la lluvia sobre el techo, Ash le sonri a Tiffany y le dijo, divertida.
Boluda, viste lo que lleva puesto el pendejo?
Tiffany le sonri sin terminar de entender la gracia que le encontraba su amiga.

El profesor aport lo suyo al surrealismo general.


Por lo menos me hiciste caso con la ropa de tu hermana para mis clases
Isidoro permaneca arrodillado con el pantaln de gimnasia en un puo, fregando enrgicamente
el barro que haba trado. Consciente o no, su cola quedaba en punta y el culote de lycra se le
enterraba discretamente entre las nalgas.
Con razn pens Tiffany Estos dos ya se conocan de antes Mir a Ash. Para su sorpresa,
la pequea tena los ojos atrapados por la escena.
Te quiero con el culo bien paradito El profesor caminaba lentamente alrededor del pobre
Isidoro, acaricindolo con la gruesa soga por todo el cuerpo. Lo miraba con desprecio, mostrando
cierto sadismo en su actitud, que el chico soportaba quiz para no enfurecerlo ms.
Para sorpresa de Tiffany, Isidoro efectivamente par aun ms la cola, quedando absolutamente
expuesto ante su dominador.
El profesor fue hacia el portn de entrada y lo trab desde adentro. El clamor metlico de los
goznes retumb en el gimnasio a pesar de la lluvia contra el techo de chapa.
Isidoro se estremeci y dej de fregar.
Ash gir hacia Tiffany con una sonrisa animada y la rubia le descubri un brillo en los ojos que
jams le haba visto.
Esto se puede poner bueno se deleit la Pioja.
El profesor lleg hasta Isidoro y volvi a maltratarlo.
Por qu paraste, imbcil? No pares hasta que dejes el piso brillante como lo encontraste!
Ahora vas a ver
Para sorpresa de las chicas, que imaginaron una golpiza o al menos una bofetada, el profesor se
coloc delante de Isidoro y comenz a hacerle un nudo a la soga. El chico lo miraba con temor, no
dejaba de fregar ni un segundo.
Con la cola bien parada, te dije! El profesor estaba terminando un segundo nudo, los dos
haban sido hechos en medio de la soga, aunque a cierta distancia uno del otro. Ahora vas a ver
lo que es bueno
Se arrodill frente a Isidoro, y como ste estaba boca abajo, el rostro qued muy cerca de la
entrepierna del profesor, a quien ya se le notaba una formidable ereccin bajo del pantaln de
gimnasia.
Se va a hacer chupar la pija! dijo Tiffany, ms para medir la reaccin de su amiga que para
aportar algo que pareca obvio.
No respondi Ash con inesperada seguridad. Y con una expresin que ya era de pura
expectativa. Va a hacer algo con la soga

Como si la hubiera escuchado, el profesor pas la soga con los dos nudos por debajo y a lo largo de
Isidoro, y la sac por detrs. La subi por la espalda del chico, mientras ste segua fregando,
tembloroso, y junt las dos puntas de la soga nuevamente en sus manos, empundola frente a
los ojos de su vctima.
Isidoro sinti cmo la soga le bailote por la espalda y le pas por un lado de su cabeza, rozndole
su mejilla derecha. La soga le pegaba la vuelta por debajo de su cuerpo, enterrndosele entre las
nalgas y rozndole agradablemente los testculos, al otro extremo, y el pecho.
Limpi, imbcil!
Isidoro estir sus brazos para fregar y cuando fue para tomar impulso y recomenzar el
movimiento, se dio cuenta del truco.
Su propio cuerpo tens la soga y logr que sta se le enterrara en la cola. Los nudos estaban all,
se sentan. Si el profesor no aflojaba su puo, l debera ir menos hacia atrs con su cuerpo, para
que la soga no se le enterrara. El profesor no afloj el puo pero igual lo exhort a limpiar como
deba.
Como te dije, pendejo! Con el culo bien parado y yendo hasta el fondo!
Isidoro obedeci. Fue hacia atrs, despacio, firme, y sinti cmo la soga le rozaba todo con su
rusticidad.
Se estremeci. De incertidumbre. De temor. De placer.
Fue hacia adelante con los brazos extendidos limpiando el piso. El profesor apenas movi la soga.
Cuando volvi, uno de los nudos le recorri la raya de la cola y se le incrust en el ano. Suspir, sin
poder evitarlo.
Ms atrs, putito
Isidoro par ms la cola y empuj para atrs. El nudo ya estaba calzado justo y una sbita
excitacin se apoder de todo su cuerpo. El profesor volvi a mover apenas aquel engranaje
casero, el movimiento hizo que el nudo se le saliera pero el otro fue a rozar sus testculos. Haca ya
unos minutos que Isidoro estaba totalmente erecto y este cosquilleo le rob una gota de lquido
pre seminal.
Fue para adelante con otro suspiro, ahora lleno de expectativa. Y volvi. Y esta vez el nudo lo hizo
gemir quedamente. Y movi la cola acomodndose, para volver a gemir, ya sin inhibiciones.
Detrs del fichero Tiffany no daba crdito a sus ojos. Mir a Ash buscando complicidad pero lo que
encontr la sorprendi todava ms.
Boluda, est buensimo!
Qu cosa estaba buensimo? El profesor? El jueguito de la soga?
Es medio bizarro arriesg Tiffany, desconcertada.
Yo me estoy re calentando.

Tiffany observ a su amiga y el rostro del vicio y la lujuria estaban all. La chiquilla no sacaba la
vista de la morbosa escena y ya haba comenzado a bajar su mano. Se tocaba los muslos en un
acto absolutamente reflejo, lo mismo que se morda los labios con fruicin.
Los movimientos de Isidoro eran menos solapados y mucho ms rtmicos. Si todo aquello haba
sido un juego entre ellos, nadie lo sabra, pero el chico ya no limpiaba y solo se dedicaba a cabalgar
la soga hacia adelante y atrs y gemir con satisfaccin creciente.
Su sometedor tampoco era el mismo. Su gesto duro y furioso se haba convertido en una careta
lujuriosa. Manipulaba la tensin de la soga con manos maestras y los dos nudos que l mismo
haba fabricado estaban siempre arrancando nuevos gemidos a su vctima. Hizo un movimiento
casi imperceptible con los ojos.
Isidoro no se hizo el desentendido y en menos de un segundo le baj pantaln de gimnasia y
calzoncillo, lo suficiente como para dejarle la pija al desnudo.
Ohhh!
El asombro de Isidoro era genuino. All frente a su rostro se ergua una pija no muy ancha pero
larga, inflada de carne. Y dursima.
A la mierda! murmur asombrada Ash. Qu pedazo de poronga!
Tiffany mir a su amiga con cara de te lo dije.
Pero el que no pronunciaba palabra era Isidoro. Mientras el profesor segua jugando con la soga, el
chico tom la verga poderosa en sus manos y se la llev con timidez a la boca. Sus ojos no se
apartaron de los de su sometedor ni un instante, especialmente cuando sus labios rozaron la
cabeza brillosa del miembro y se abrieron en un beso hmedo, aunque inexperto, pero tan sumiso
y lleno de deseos que hicieron que el profesor levantara su rostro hacia el techo, invadido por el
placer.
Ash estaba exultante.
Waw!
Tiffany a esa altura no saba qu pensar de la reaccin de la pequea. No tuvo tiempo de
preguntar.
Le est chupando la pija, boluda! Le est chupando la pija!
Isidoro le tom el miembro sin tener demasiada idea por no decir ninguna idea. El profesor le
gui las manos hacia la base de la pija y apret fuerte, marcndole que l tambin deba apretar y
no agarrarlo como si fuera de papel crepe.
Isidoro capt rpido y en un instante comenz a hacerle una mamada todava insegura pero
mucho ms placentera.
S, putito, s
El profesor lo tom de los cabellos y le fue hundiendo la pija en la boca cada vez con ms presin.
Isidoro no tard en atragantarse pero supo que deba aguantrsela para satisfacer el capricho de

esa pija imponente. De ese macho imponente. Se dej enterrar la verga hasta el fondo de su
garganta y aunque se ahog ms de una vez disfrut tan solo por satisfacer ese capricho.
Las chicas no podan quitar la vista. Tiffany not que la mano derecha de su amiga rozaba su mano
izquierda. La piel de Ash era clida y decidi no apartarse. Se senta cmoda con el contacto, no
saba si era casual o intencional, pero no iba a promover un momento incmodo con aquel marco.
El profesor sigui hacindose chupar la pija unos cuantos minutos ms. A veces recordaba la soga
y la estiraba con fuerza para s, con lo que lograba enterrarla en el culo de Isidoro hasta el fondo,
con cierta violencia. Esto excitaba sobremanera a su vctima y haca que ste se esmerara
chupndole la pija cada vez mejor.
As, putito repeta. Te voy a romper bien el culo, putito
Ash sigui con su mano pegada a la de su amiga mirando la escena. Ni advirti ni se cuestion que
Tiffany no la retirara, estaba demasiado concentrada para captar sutilezas. Claro que saba que se
estaban tocando, pero era solo eso.
En cambio la rubia estaba sintiendo cosas. Ver el sometimiento de Isidoro la haba puesto como
predispuesta a ideas nuevas. Y el roce segua siendo clido. Y Ash era tan dulce. Y tan hermosa
Su corazn estaba ya acelerado cuando el profesor se puso de pie con la pija imponente y erecta, y
oblig al chico a permanecer en el piso.
Segu limpiando, putito. Y rodendolo fue hacia atrs de l.
Ash movi su mano y busc con el dedo meique algn dedo de Tiffany. Lo encontr. La rubia
trag saliva y lo dej. Acerc imperceptiblemente su pierna izquierda hacia el muslo derecho de la
pequea.
Isidoro fue obediente y recomenz a fregar el piso con la cola ms parada que nunca.
Muy bien, putito, muy bien Te voy a convertir en mi mucamita paraguaya el Profe se baj
los pantalones hasta los tobillos y se arrodill detrs de Isidoro. Te vas a venir a mi casa a limpiar
todos los das.
Ash sinti el contacto del muslo de su amiga y sinti aun ms calor del que ya tena. Apret su
dedo sobre el dedo de Tiffany. Su boca estaba seca. Solt suavemente la mano de su amiga y sus
dedos fueron a caer sobre la pierna de la rubia.
De pronto el profesor peg un violento chirlo a la cola enfundada en el ajustadsimo culote de
lycra. Isidoro volvi a estremecerse, pero por primera vez pareci darse cuenta de la seriedad del
asunto y dud en el movimiento.
Qu te pasa, putito? Segu movindote
Isidoro obedeci, no del todo convencido. Fue hacia adelante y sinti el roce de los brazos de su
captor. Cuando fue hacia atrs los dedos del profe se colaron bajo la telita del short y le
manosearon groseramente la cola. Se sinti usado y excitado. Y lleno de temor.
Profe, no No me va a querer hacer algo, no, profe?

Tiffany sinti cmo la Pioja soltaba su mano y la dejaba caer sobre sus muslos. Volvi a excitarse y
aprovech la proximidad de sus cuerpos para aspirar profundo y llenarse los pulmones con el
perfume de Ash.
Callate, imbcil. Ac el nico que dice lo que se hace soy yo
El profesor sigui magrendolo hasta que con una de sus manos corri para un costado el short,
dejando una nalga y la raya expuestos.
Profe, no! suplic Isidoro.
Pero el profesor quera probar ese culito virgen esa misma tarde, y los gimoteos de su vctima solo
lo encendan ms. Por toda respuesta llev su dedo medio a la boca y luego lo llev hacia el ano en
punta de Isidoro.
Profe, se lo suplico No me haga esto
El profesor lo ignor por completo y enterr ligeramente su dedo en el pequeo y estrecho
agujerito.
Ahhh!
No mariconees, putito! Te va a gustar.
Me duele, profe! Me duele! Por favor
Isidoro gimoteaba y lagrimeaba. Pero el profesor comenz a mover lo poco que haba metido
dentro del culo de su alumno.
No te met casi nada
Me est rompiendo todo, Profe! Se lo suplico, me duele mucho!
Putito, and relajndote porque dentro de un rato te entierro la verga y ah s que te voy a
romper bien el culo.
Isidoro sigui gimiendo y quejndose pero estaba ms al palo que nunca. El profesor enterr un
poco ms el dedo y advirti que el chico ya se estaba acostumbrando.
Ah!
Mientras tanto, en el Saln de la Justi perdn, detrs del fichero, Ash ya acariciaba los muslos de
Tiffany sin disimulo. No la miraba porque segua absorta con la escena que espiaba, pero era
consciente de que estaba rozando y jugueteando con el encaje de la tanguita de su amiga.
Ahora movete, putito orden el profesor. Para adelante y para atrs y enterrate mi dedo
vos solito
Profe, por lo que ms quiera
Un soberbio cachetazo en la nalga retumb en todo el gimnasio. Isidoro grit de dolor y comenz
a satisfacer al profesor. De a poco comenz a ir hacia atrs y muy lentamente se enterr el dedo
uno o dos centmetros

Me duele, Profe. Me duele


Callate, putito de mierda, y segu enterrndotelo
Un milmetro ms. Otro. Otro ms. Las lgrimas de Isidoro rodaron sobre sus mejillas y fueron a
dar al piso.
El Profe se cans.
Te voy a romper el culo, putito Te lo voy a romper ahora mismo!
La expresin de sorpresa de Isidoro fue absoluta. Gir su cabeza y vio con horror cmo su
sometedor enfilaba su larga verga hacia la cola indefensa.
No, Profe! No!
Qu no ni qu carajos!
El profesor escupi sobre el ano apenitas dilatado de Isidoro y lo tom con fuerza y decisin de la
cintura, reteniendo los desesperados intentos de su alumno por zafar de la penetracin.
Por favor, Profe! Me va a doler!
Como el shortcito tenda a volverse hacia el centro, al Profe le tom un minuto ms doblegar los
intentos de resistencia de su vctima.
Por favor, por favor, por favorrr!
Hasta que se lo clav.
Ahhhhhhhh.!
El grito fue atroz. Ash pens que haba pasado algn accidente pero enseguida entendi que no.
Pens que el profesor haba ido demasiado lejos y se sorprendi al darse cuenta de que a ella no le
importaba; la situacin ms bien la excitaba, de tal manera que la suerte del pobre chico era algo
bastante secundario.
Sin embargo quiz por puro morbo observ a Isidoro. El chico estaba siendo penetrado aunque
todava solo la punta por una verga interesante, y gritando y pataleando y llorando con toda su
alma, pero segua tan al palo como siempre. O quiz aun ms.
De pronto su calentura se revolucion. Saba que aquel chico no era puto. Al menos, no al ciento
por ciento. Saber que quera salir con ella y verlo all llorando y ensartado por un tipo de 30 la
sofoc literalmente de excitacin. Y verlo al palo, disfrutando de ese sometimiento absurdo y
grotesco la inund de una sensacin morbosa y embriagante que la llev a un lmite de calentura
que ni siquiera imaginaba existiese.
Ash tom la mano de Tiffany y la llev lenta pero decididamente hacia su entrepierna. Lo hizo con
total naturalidad, como si hubiera hecho eso miles de veces. Tiffany acept tcitamente,
prestando sus dedos.
Ahhh! sigui llorisqueando Isidoro.

Callate, putito. Recin entr la cabeza. Quedate quietito hasta que te acostumbres.
Squemela, Profe! Squemela, por favor!
Shhht! Aguant, putito. Aguant que no es para tanto.
Me duele, Profe! Me est partiendo!
Los sollozos de Isidoro solo lograron que el profe hincara sus dedos en la carne tiernita de las
nalgas como para prepararse y clavarlo a fondo.
Y empuj.
Ahhhhhh!
Y se movi un poco para atrs y volvi a clavrselo.
Ahhhhh! Me est matando, Profe, se lo suplico!
Calmate, putito. Si no te relajs no lo vas a disfrutar.
Como para que Isidoro tomara en cuenta sus palabras, el profe dej la cabeza adentro pero sin
moverse. Isidoro agradeci interiormente la pausa. Cada vez que la pija se mova adentro suyo, no
solo para adelante sino para cualquier lado, un ardor rabioso lo martirizaba como jams nada lo
haba hecho antes. Era como si lo cortaran desde adentro.
Por otro lado, cuando no se mova, como ahora, poda sentir el latido de ese pijn que tena el
profesor; con tal presencia la senta dentro de l que casi era como si fuese un pedazo de su
propio cuerpo.
As, Profe Qudese as
Y se qued as, expectante, arrodillado en el piso y con el culo parado, y el profesor abotonado
sobre l.
Le gustaba. Cuando no se mova, le gustaba. Aunque no saba si era exactamente eso o el simple
alivio de no sentir su ano desgarrndose.
Tiffany se estremeci. Haba dejado de mirar el espectculo un minuto antes y haba cerrado sus
ojos para concentrarse mejor en su placer. Y el placer no consista, como siempre, en recibirlo,
sino en darlo. Jams lo haba pensado pero hurgar con sus dedos en la conchita empapada y
caliente de su amiga le estaba fascinando. No era igual que cuando se tocaba ella misma. Era tan
distinto por tantas cosas Tiffany deba ser suave. Quera ser suave. Disfrutaba de la humedad, de
la textura, de buscar el cltoris de su amiga para acariciarlo y dejarlo unos breves instantes por
nuevas bsquedas. Se excitaba con la respiracin agitada de Ash. Con sus labios mordidos de
lujuria.
Ash iba directo al clmax y ella se lo estaba dando. Ella y los chicos que seguan all brindando el
espectculo y al que su amiguita no dejaba de mirar ni un segundo.
Ya te acostumbraste, putito?

Isidoro volvi a la realidad. Haba estado tan a gusto con la pija adentro, aunque inmvil, que
pareca haber olvidado el sufrimiento previo para llegar a esa paz.
No, Profe. Djelo as.
Fue intil. El mismo Isidoro se dio cuenta que sus palabras haban sonado vacas y sin la menor
conviccin.
Qu putito divino que sos! Tom la soga que estaba descansando y se la colg de la cabeza
al chico. Mord porque en esta te la clavo hasta el fondo.
Profe, se lo suplico
El profesor acerc su rostro al de Isidoro. El solo movimiento hizo que el chico volviera a sentir
aquel dolor en el ano. El profesor, que estaba detrs, le tir el cuerpo encima para acercrsele y
hablarle al odo, logrando una inesperada intimidad.
Vos y yo sabemos que vas a ser mi puta y mi sierva. Y que desde hoy te voy a romper el culo
cuando quiera y como quiera Isidoro se dio cuenta que era cierto, que de alguna manera lo haba
sabido desde siempre. As que ponete la soga en la boca y mord con ganas porque te lo voy a
partir. Este es el da en que se cumplen todos tus deseos Hac que valga la pena.
Isidoro guard silencio,
El profesor volvi lentamente hacia atrs y el chico llev manso la soga a su boca. Estaba tan
excitado que su pija le doli dentro del culote de mujer que usaba por calzoncillo. Y le tir aun ms
cuando baj su torso y par la cola para someterse incondicional a su victimario.
El profesor sonri con deleite y exultante de poder, y tomando a Isidoro de las nalgas comenz a
enterrarle lentamente su verga gruesa y hambrienta.
Mmmfff. Isidoro gritaba mordiendo. Si lo primero era doloroso, esto entonces era el infierno.
Sinti cmo lo abran por dentro y el ardor result insoportable. Sin embargo no quera gritar, y
ahogaba el dolor apretando sus dientes con toda la fuerza de su alma.
Decan que si entraba la cabeza, el resto dola menos. l senta cada milmetro de penetracin
como si lo rasparan con algo rugoso. Y eran muchsimos milmetros. Sin embargo, estaba
dispuesto a no defraudar a su macho. S, su macho. Porque en el momento en que el profesor lo
tena contra el piso, sometindolo con su peso y su fuerza, y mientras ya tena media verga suya
adentro, Isidoro tuvo conciencia plena que l era una pertenencia de su sometedor. Una cosa. Un
juguete. Algo sin voluntad.
El profesor se lo segua clavando sin decir una palabra. Disfrutaba del silencio de Isidoro porque
saba que era un tributo de su abdicacin a su superioridad. Lo haba doblegado y lo disfrutaba.
Vea los esfuerzos del chico por no gritar. La violencia sufrida y descargada solo en la soga
mordisqueada, vea las lgrimas de dolor y la cara roja, pero tambin la pija furiosamente al palo
dentro del culote y ste, manchado, empapado de semen que no poda contenerse.

Decidi detenerse y comenzar a sacarla. Por suerte el putito le dola tanto cuando le entraba como
cuando le sala. Eso le gust. Llev su pija casi hasta la cabeza y volvi a detenerse. Le dio un
minuto a Isidoro para que descansara del sufrimiento.
Cmo estaba disfrutando de romperle el culo a este pendejo! Le encantaba humillarlo y verlo
sufrir. Le rompera el culo todas las semanas hasta que ya no le doliera ms. Pero y despus?
Seguramente se aburrira. A l le gustaban las mujeres pero someter a un chico pusilnime como
ste siempre lo morboseaba. Quiz cuando ya no le doliera ms, lo hara coger por otros. Amigos
ms pijudos o cualquier tipo sacado de internet. Isidoro sera su putita y cuando se aburriera, se
divertira obligndolo a hacerse romper el culo por cualquiera. Le hara la vida imposible con todo
lo que pudiera. Lo humillara. Lo doblegara en cada situacin de su vida. Le hara limpiar su casa,
le hara pagar sus vicios, le garchara a su mujer y
El profesor comenz a empujar nuevamente, penetrando al chico con ms fuerza. Record la
extraa charla de esa maana con Tiffany y la pequea sobre noviazgos y romance, y el solo hecho
de pensar en cornearlo con un caramelito como Ash casi lo hace acabar.
Clav ms y esta vez llev su pija hasta el fondo, sin la menor clemencia. Isidoro lo aguant mejor
de lo que pensaba, mordiendo, bufando y gruendo, golpeando el piso con sus puos mientras
senta que le abran el culo como a una flor.
Aguant, putita Aguant que ahora no te va a doler tanto
Retir la pija nuevamente, lleg hasta la cabeza y volvi a arremeter. Senta su verga estirarse para
abrirse paso en la estrechez de ese culito virgen y los movimientos reflejos de ese cuerpo flagelado
procurando evitar el dolor. El chico estaba rojo y llorando. l, cnico.
Shhht! No seas maricn, si no duele y se la clavaba con ms violencia. Ves que no duele?
Isidoro se retorca de dolor y no dejaba de morder la soga Si ni siquiera grits Y le volva a
dar fuerte, hasta que cayero directamente al piso las primeras lgrimas. Si hasta ests llorando
de la alegra, putito!
Los movimientos se fueron haciendo ms fuertes y rpidos, y mucho menos pensados. Los gritos
contenidos fueron extinguindose poco a poco y el cuerpo del ultrajado Isidoro se relaj.
Pronto el profesor se lo estaba garchando a conciencia y como Dios manda. E Isidoro comenzaba
por fin a gozar.
No dur poco ni mucho. El profesor se tom su tiempo para disfrutar de ese culito que estaba
inaugurando, para amoldarlo a su verga a pesar del dolor infringido y los lloriqueos. Clav, goz,
extrajo la verga de all con parsimoniosa lujuria, y volvi a penetrar una docena de veces. No tena
mucho tiempo y era un culito demasiado virgen como para demorarse mucho en volcarle toda la
leche adentro. Y lo inund. Lo llen de leche a ese chico y lo hizo para siempre suyo.
El primer gemido de placer de Isidoro le lleg a Ash con claridad y fue como si el goce de l
liberara en ella toda la calentura contenida hasta ese momento.
Con los dedos de Tiffany en su conchita y el murmullo de Isidoro disfrutando de buena verga como
msica de fondo, a Ash le vino el orgasmo casi automticamente. Se contrajo. Como estaba de pie,

se le aflojaron las piernas. No poda gritar. Aunque la lluvia sobre el techo le permiti desahogarse
un poco con un gemido bastante fuerte.
Crea que alguna vez, tocndose, haba tenido un orgasmo. Ahora, con lo intenso y distinto de
ste, supo que no. ste era un orgasmo. Aunque segua siendo una chica sin experiencia de modo
que no estaba segura de nada.
De lo que s estaba segura era de que ver a Isidoro siendo sodomizado por aquella figura tan
poderosa como la del profesor, le haba disparado un millar de sensaciones, impulsos y deseos. Y
supo que de ninguna manera iba a dejar esta experiencia como algo aislado e incompleto.
Mir a Tiffany con el rostro encendido y fue consciente que la rubia la mir por primera vez en su
vida como a una igual.
Tiff dijo con la voz entrecortada. Tengo que ganarme a ese chabn mientras me coje.
Tiffany no entenda.
A quin? Al Profe?
No. A Isidoro. Quiero que me pida ser su novia mientras ese otro hijo de puta me est
desvirgando. Me lo pods arreglar?
Los ojos de Tiffany brillaron como gemas. Despus de cornear a Ezequiel en sus narices, arreglar
estas cositas era lo que ms le gustaba en la vida.

F in
Dame un Segundo - Captulo 23
Dame un Segundo
Captulo 23: Sin Cuernos Para Vincent

Por Rebelde Buey

Era difcil simular una resistencia despus de chuparle la concha a Luana frente al macho que se la
hubo cogido. De todos modos, a veces lo haca, pero era ms una manifestacin para salvar mi
machismo averiado que otra cosa. Luana tambin lo entenda as y adhera tcitamente a mi falsa
postura. Me peda hacer de las suyas, entonces, con un por favor, y me haca caritas. Me
prometa que era la ltima vez, o que llegar a hacer tal o cual cosa no implicaba establecerlo como
habitual y que de ninguna manera ira a usar ese nuevo lugar para ir por ms.
Por supuesto, nada de todo esto se cumpla. Ella avanzaba cada vez ms y con mayor descaro,
pero disculparse, pedirme por favor y prometerme que cada nueva cosa era la nica vez, era su
forma de ayudarme a sostener mi machismo constantemente atacado.

Como aquella noche que ya les cont, en que Pablo se la cogera por primera vez. Era su segundo
macho y no tena forma de justificar ese encuentro, as que all utiliz por primera vez lo de
hacerlo por nica vez. Se imaginarn que con Pablo lo hizo muchas muchsimas nicas
veces.
Ese mismo martes, luego de que ella y Pablo fueran finalmente a la habitacin del hotel y yo me
quedara esperando en la cochera, fui abordado por mi novia muy sutilmente mientras ella me
pajeaba con sus propias manos.
Me encant cmo me hiciste el amor en el auto
Era la primera vez que el macho que se la coga vea cmo yo la limpiaba. Descontaba que a ella le
haba gustado pero escucharlo de sus labios siempre era grandioso. Como una confirmacin de su
amor.
Ms romntico que nunca y mientras deliraba de placer con sus caricias, dije:
A m tambin me gust, amor. Estabas como encendida.
Me re calent verte mironeando alrededor del auto Y despus saber que Pablo estaba
viendo cmo me hacas el amor
Yo tena sentimientos contradictorios con respecto a esto. Por un lado, la adrenalina que
disparaba la violacin a mi intimidad, nada menos que por el mismo tipo que violara mi potestad
sobre Luana, era extraamente excitante. Pero la humillacin que la conllevaba era tan
abrumadora que me perturbaba y me angustiaba de cara al futuro.
No s fue muy intenso dije sin lograr decidirme.
Te gust, mi amor Yo s que s Luana me mir con ternura y llev la segunda mano a mi
pija, haciendo un sndwich exquisito. Igual que vos ests justo por ah cada vez que Pablo me
coja va a ser casi imposible
Era una de esas frases ambiguas, elpticas, que mi Luana saba utilizar tan bien. Cada vez no
significaba justamente que lo de Pablo haba sido por nica vez. Saba lo que seguira. Yo emitira
alguna queja, ella me explicara con paciencia, yo me ofendera brevemente. Y ella dejara las
cosas sin volver a hablar hasta ms o menos el jueves. Para el jueves yo ya habra asimilado lo ms
espinoso del asunto y ella demolera con lgica y con mimos una defensa ms endeble que una
pared hecha con galletitas Opera.
Es que sus caricias eran tan agradables El movimiento hacia adelante y atrs sobre mi miembro
me aceleraba el corazn. Pronto sent mi pija latir. Y ver a Luana ante m con la ropa interior que
haba estrenado con Pablo me excitaba aun peor.
Mi amor, yo comenc a cumplir mi parte del ya consabido ritual.
Shhht! me cay suavemente Luana mientras inclin su cabeza un poco hacia abajo. Sin
dejar de mirarme me sonri y lo que hasta haca un segundo era una expresin angelical, ahora se
haba convertido en el rostro de una perra emputecida. Mi calentura creci y mi pija comenz a
latir violentamente. No te preocupes, mi amor Te prometo que sta es la ltima vez que me

dejo coger por Pablo Segua mirndome con cara de puta y su sonrisa cnica me deca
cornudo, mir cmo te miento en la cara. Pero como ella saba que yo la lea, todo se converta
en un juego. Verla y orla mentirme en la cara tan hija de putamente me excit terriblemente y de
pronto sent cmo me vena la leche desde mis huevos.
Seguro, mi vida? se la segu. No me ments?
Ella sinti los latigazos de mi pija y en mi rostro vio que me vena. Llev una de sus manitos a mis
testculos y comenz a acariciarme pija y huevos a la vez. Era el cielo.
Te juro, Vincent. Nunca ms te voy a meter los cuernos Aquello era demasiado, comenc a
acabar. Nunca ms me van a meter verga hasta la base, amor Me iba y la amaba. Nunca
ms me vas a tener que limpiar las cogidas de mis machos Dios, cmo amaba a esta mujer.
Nunca ms mi amor Nunca ms
El primer lechazo le peg en la pancita perfecta y luego mi semen comenz a derramarse sobre su
mano. Ella supo que necesitaba sus besos y sin decir nada me llen la boca con sus labios y lengua.
Mientras yo acababa. Te amo, mi amor Te amo, me deca, y apost, susurrndome al odo: y
tambin te prometo que nuestra luna de miel no va a ser en el Caribe y no vas a tener que esperar
una semana hasta que me terminen de coger todos los negros del Resort
Era una promesa. Lo supe. Y le puso pimienta a mi orgasmo y en un segundo dese estar casado y
de luna de miel en el Caribe vindola a ella rodeada de negros. Claro que no se lo dira.
Te amo conced a cambio. Y ella me abraz sonriendo y camos sobre la cama para
quedarnos as, unidos y enchastrados con mi semen, hasta que termin el turno.

Sin embargo no fue tan sencillo que repitiera con Pablo. No, no crean que por mis negativas. O s.
Pueden juzgarlo ustedes. Lo nico cierto es que ella utiliz mis amagues para jugarme una broma
o ensearme una leccin.
Como saben, el permiso para cogerse a Pablo era por una nica vez. Segn ella, su idea no era
perpetuar un segundo amante sino tan solo sacarse las ganas. Bien, regresando aquella misma
noche del hotel hacia su casa, me pareci prudente plantarme de la manera ms sutil posible.
Y, mi amor? Vali la pena probar a Pablo?
Lu crey que la pregunta era motivada por mi morbo y mi cada vez ms visible vocacin
cornudezca. Se le ilumin el rostro en una enorme sonrisa. Era cierto que yo tena un poco de
curiosidad masoquista, pero mis intenciones eran dejar establecido que aquello era una sola vez
y no un nuevo macho semanal. Ahora bien: era lo que yo realmente quera?
S, mi amor! me respondi enseguida y se me abalanz con un abrazo y un ruidoso beso en el
cuello. Fue genial! La tiene bastante grande y me coge tan bien como Huan Bah, en realidad
no tan bien, son como distintos pero Pablo igual me hizo ver las estrellas

Su entusiasmo era genuino. Ya lo haba demostrado mientras me haca chuparla toda en las
mismas posiciones en las que se la haban cogido. Como en el hotel, sentirla tan libremente
deseosa de otra pija haca que la ma se irguiera con velocidad. Sin embargo, tambin quera
retener su fuego dentro de un tipo de pseudo exclusividad que ni siquiera saba si tena sentido
para m. Ya aceptaba compartirla con su ex, pero compartirla con ms hombres Y si luego senta
curiosidad por otros? Dnde terminaramos?
La prxima semana Pablo no puede el martes, es el cumpleaos de la madre Recin podra el
mircoles
Perdn? Y eso que nos importa a nosotros?
Lu se turb. Su gesto de confusin fue total.
Es que arranc. Y call. Estaba tratando de comprender mi reaccin contradictoria. Despus
de los roles que habamos jugado en el hotel haca unos instantes, despus de comprobar que yo
haba disfrutado del show en el asiento de atrs del auto de Pablo, se le haca difcil entender mi
actitud.
Y era lgico. Ni yo mismo la entenda. Estaba siendo histrico de una manera burda y llana.
Aunque por algo. Aos ms tarde entendera esta contra marcha que repetira ms de una vez y
que es tan tpica en los comienzos de la mayora de los cornudos conscientes. La razn que nos
hace retroceder un paso cada tanto no es otra que reconstruir un machismo despedazado, un
amor propio muy agujerado y una masculinidad muchas veces cuestionada (cierto que de forma
engaosa, pero uno qu sabe en esas instancias).
Todo esto hace que al cornudo le baje en la seguridad en s mismo y entonces aparecen las
contradicciones: no dejar a la pareja con alguien, hacerle algn berrinche, quejarse, ofenderse o
enojarse por minucias o detalles sin importancia, desconocer pactos previos explcitos o
tcitos.
La mujer que entienda esto tiene la solucin en sus manos. Sabr que su tarea es recomponer da
a da esa autoestima con otros valores, y mantendr a su cornudo con la seguridad en s mismo y
en la pareja bien altos y como valor supremo. Es que sin eso comienzan los problemas. La
seguridad del cornudo es como el aceite de un motor: hace que todo fluya, que las cosas se
muevan sin que ningn engranaje se trabe o se fuerce.
Claro, una mujer no puede darle a su cornudo seguridad en lo estrictamente sexual. Porque no
ser l el que la tiene ms grande. Ni el que mejor se la coge. Ni siquiera ser el que ms se la
coge. Igual, el cornudo no necesita de esa seguridad. Como la mujer, el cornudo necesita ser
especial para ella. Quiz no sea un gran semental pero puede ser el que mejor la chupa. O el que le
brinde mayor devocin. De base, debe ser el nico que ella ama. O el que la enciende con una
palabra, o el que la hace rer como nadie. O quiz necesite ser el ms inteligente. O el ms lindo, o
gracioso. Algo.
Un cornudo no es ni ms ni menos que la mitad de una pareja. Y como tal, adems de sentirse
amado como cualquier mitad, necesita tambin sentirse especial por una o varias razones. Su
machismo, su orgullo, sus derechos, su potestad y hasta su voluntad sern doblegados bastante

seguido. Sus mujeres, si son inteligentes, deberan darle aire y mantenerlos fuertes de espritu, de
modo de seguir doblegndolos a su antojo todos los das, sin jams quebrarlos. Tengan en cuenta
que el cornudo debe tener siempre algo de qu preocuparse, algo plausible de perder, algo por lo
que ser doblegado. Porque si un da no tiene nada que perder, no solo dejar de preocuparse sino
que dejar de ser cornudo.
As que no. Aquella noche yo no estaba dispuesto a que mi Luana adosara un nuevo macho a su
cama mientras a mi me postergaba para despus de casarnos. Y ella era aun muy inexperta para
manejar bien la situacin.
Vos dijiste que iba a ser solo una vez, te acords?
S-s
Bueno, ya lo probaste.
Mi amor, te pasa algo? Ests raro
Vaya si lo estaba. Me haba encantado lo que sucedi esa noche. Pero tena miedo de estar siendo
manipulado y eso me irritaba. En realidad, me haca sentir inseguro y por lo tanto agresivo con
ella.
No le dije, y agregu con frialdad: pero sera bueno que al menos una vez mantuvieras tu
palabra.
Mi amor, pens que te haba gustado Lo que jugamos en el hotel sabas que te estaba
mintiendo a propsito, no? Era un juego!
Ya s. Pero vos me dijiste que te lo ibas a coger una sola vez.
No te gust la paja de hoy? Se acerc y me susurr al odo: No te gustara una paja as
todos los martes? Mi pija volva a izarse de solo pensar en el doble de pajas por semana. Una
todos los viernes y otra
S dije. Y me correg en un grito. No! O sea: s que me gust. Lo que no me gusta es que
cambies los planes segn lo que se te antoje.
Esta era cierto, aunque tambin era cierto que Luana se cuidaba de cambiar las cosas sabiendo
que, en el fondo, yo tambin quera. Pobre Lu, qu desconcertada estara.
Est bien acept mi novia, ms confundida que convencida, como prefieras. Yo te ped
cogerme a Pablo una sola vez y lo voy a cumplir. Tengo palabra, sabs? Se detuvo y me mir. La
noche le ensombreci el rostro. No te entiendo. Pens que la habas pasado tan bien como yo, y
por eso me pareci lindo repetir. No para cagarte, para compartir algo los dos.
En ese momento me di cuenta que me haba equivocado y que ella no insistira ms con Pablo.
Mierda! Un segundo despus de haberlo conseguido ya me estaba arrepintiendo. Solo hubiese
necesitado que me insistiera con lo de Pablo una vez. Una sola vez ms. La hubiera dejado
cogrselo dos das por semana si fuera necesario. Era martes a la noche y ya extraaba la paja de
los martes. Me sent muy histrico e irremediablemente estpido.

Esa semana Luana se comport algo cortada y fra. Las cosas no estaban del todo bien y yo no
saba cmo arreglarlas. Nunca haba estado en una situacin semejante porque no estbamos
peleados ni tampoco bien. La primera sorpresa vino a las 72 horas, el viernes, da en que siempre
coga con Huan. Yo estaba convencido que utilizara esa salida para vengarse de mi berrinche por
el martes. Pens que al terminar ellos, Lu quiz me negara la paja. En el fondo de mi ser abrigaba
la esperanza de que el encuentro con Huan le cambiara el nimo y nos reconciliramos cuando ella
me hiciera limpiarla.
Pero sucedi algo distinto.
Te paso a buscar hoy a la noche, amor? le pregunt distradamente esa maana en uno de
los recreos, aunque con mis sentidos ms atentos que nunca a su respuesta.
Ella saba a lo que yo me refera con pasarla a buscar. Ira a su casa como todos los viernes, y la
vestira de pies a cabeza para el encuentro con su ex.
No su voz era triste. Hoy no estoy muy de nimo ya le dije a Huan que esta noche no nos
veamos
Me qued helado. Luana se alej hacia el aula y yo permanec en el patio sintiendo un vaco
repentino e inesperado en la boca del estmago. Y en el corazn.
Seores, no les voy a mentir. Es cierto que vi desaparecer todo mi contacto sexual con ella y eso
me perturb, pero lo que me ahuec el alma fue verla resignada a perder su esencia, a convivir en
una monogamia para la que no tena vocacin.
Saba que era coyuntural, las cosas no iban a cambiar al final, esto era solo un bajn del momento.
Supe en ese instante que le estaba haciendo dao porque la obligaba aunque sea este viernes
a dejar de ser ella misma. Como tantas veces vi en otras parejas, el que ganaba, perda. Y yo haba
ganado pero en realidad, los dos estbamos perdiendo.
Volv al aula yo tambin, tratando de convencerme de que en el fondo quiz era mejor as. Que de
esa forma ella me respetara ms y que seguramente el prximo viernes ella ya sentira la
necesidad de coger con Huan.
Era cierto. Solo que no cont con mis propias ganas. Mis ganas de vestirla. De entregrsela a Huan
y esperarlos en el bar de enfrente del hotel mientras ellos disfrutaban de sus dos horas. No
contaba con mis ganas de verla salir tomada de la cintura por su amante y que me lleve luego ella
hasta la habitacin donde yo deba rendirle pleitesa. Con lo nico que haba contado era con mis
ganas de recibir mi paja semanal, pero para mi total sorpresa, sta era solo una ms de todas las
cosas que ya anhelaba.
Ese viernes a la noche, mientras no lograba conciliar el sueo en mi cama, solo, me di cuenta en
forma palpable y tangible de mis muchas y variadas necesidades. Y no pude ni quise evitar
hacerme una furiosa paja mientras recordaba cada uno de los otros viernes en que mi Luana me
haba hecho cornudo con tantas ganas hacia su ex, y tanto amor hacia m.

El fin de semana nos vimos, como siempre. Un poco el sbado, y buena parte del domingo. El
tiempo hizo que las cosas se fueran recomponiendo y, si bien no estbamos todava como
debiramos, al menos Luana ya no se vea tan distante.
Mi paja del viernes a la noche haba sido toda una sorpresa en mi cabeza y corazn. Era la primera
paja que me haca pensando en mi novia ponindome los cuernos. Y eso no era poca cosa. Aunque
no me gustaba admitirlo, era una claudicacin en direccin definitiva, no solo de lo que ella haca
sino de lo que a m me gustaba.
El fin de semana fue de menor a mayor. Hacia el final del domingo, cuando sent que ya estbamos
lo suficientemente bien entre nosotros, junt el coraje para decir:
Mi amor estbamos abrazados en el banco de una plaza, besndonos y mimndonos. No
te gustara hacerme una pajita? Como la que me hacs siempre
Un gesto de desencanto empa su rostro hermoso. Si hasta ese momento estaba seguro de ir
mejorando nuestra onda, en ese instante cre que podamos retroceder todo el terreno
recuperado.
No, Vincent No da
Aunque sea un poquito por la del viernes
No tengo ganas de coger con Huan mucho menos de hacerte una paja
Bueno, pero El viernes que viene vas a ir al hotel con l y la pajita de hoy podra ser como un
adelanto
No s, no creo que este viernes haga nada
Tragu saliva. Cmo? Tampoco iba a cogerse a su ex esa semana?
No entiendo, amor
No estoy de nimo Como que lo que pas el otro da me quit todas las ganas No s, estoy
en cero.
No fue para tanto, Lu. No es como si yo te hubiera prohibido coger con tu ex
Ya s, ya s Es que tus cambios de nimo me pusieron a pensar muchas cosas
Yo me estaba poniendo nervioso. Contaba con cualquier cosa excepto que mi Luana se hiciera
mongama.
Pensando? Qu estuviste pensando? Por qu no me dijiste nada?
Es que no tengo nada definido. No me hagas caso Es que todo esto me confundi un poco

Mientras ms me explicaba, ms desahuciado me senta yo. Estaba descubriendo que no deseaba


que mi novia cambie sus costumbres. O mejor dicho: que deseaba que continuara con ellas. Trat
de engaarme y engaarla con la excusa de la paja.
Por favor, ncesito tu pajita, amor El viernes no la tuve.
No te hiciste una vos mismo?
Me ruboric. Imaginara ella que me la haba hecho recordando cmo me corneaba?
Yo No saba qu decir. Cundo vas a volver a coger con Huan? Cundo me vas a volver
a hacer una paja?
Qu se yo?! se enoj. No me presiones, Vincent!! Hay ms cosas adems del sexo, no?
El dilogo se hizo surrealista. Cualquiera que nos escuchara pensara que yo la estara acosando
para cogrmela, cuando en realidad solo pretenda que otro se la cogiera para roer una msera
paja.
Y para vestirla. Y acompaarla. Y esperarla. Y para volver a sentir otra vez en mi pecho y mi piel
toda la conexin y qumica que siempre disfrutbamos.
Obvio, esto no lo iba a admitir todava.
Decid no presionarla ms. Claro que mis ocultas y sorpresivas ansias de cornudo me estaban
presionando a m. El mircoles fue una tortura. Hubiese sido el da en que Pablo se la habra
garchado por segunda vez. El solo recuerdo de lo que haba entrevisto dentro del auto me provoc
la primera paja del da, a las dos de la tarde.
Pero mi calentura no cej. Por el contrario, a medida que se fue acercando la noche, me
lamentaba cada vez ms y con ms bronca por mi idiotez de la semana anterior. Me preguntaba
cmo habra sido esa noche. Recordar a mi Luana lucirse en el espejo con ropita interior para
estrenar con sus amantes me provoc la segunda paja.
A las seis de la tarde la acompa a comprar unas cosas. Ella siempre anda sexy, no de puta, es
sexy naturalmente, aunque est en jean y remera. Verla as y notar cmo los dems hombres se la
coman con la mirada me enloqueci. Me pregunt por primera vez en mi vida qu sucedera si yo
le daba luz verde para cogerse a todos los que quisiera.
Esa noche volv a evocar los cuernos que me haba puesto y volv a acabar en mis propias manos
con gran intensidad.
Para cuando lleg el otro viernes yo ya estaba loco. Era plenamente consciente que deseaba que
mi novia se acostara con Huan y me hiciera partcipe como de costumbre. Ya estbamos bien con
Luana pero ella segua reticente a hablar del tema. El martes siguiente no solo volv a pajearme
recordando los cuernos con Pablo. Esta vez me di cuenta de que el recuerdo no iba a ser
suficiente. Quiz queriendo recuerdos nuevos, dese con todo mi cuerpo no solo que Pablo se la
volviera a coger sino que lo hiciera seguido. Quiz hasta semanalmente, como lo haca Huan. En el
momento de acabar pensando en l cabalgndose a mi novia sent el deseo de que se la cogiera
cuando quisiera.

Cuando el jueves Luana me avis que al da siguiente tampoco cogera con Huan, mi
desesperacin cruz el lmite de la cordura y me enoj.
Qu?! Cmo que maana tampoco te cogs a Huan? Me ests cargando?
Pero, amor Qu te pasa?
Maana vas a coger con Huan y despus me hacs una paja como Dios manda!
Estaba sacado, casi gritndole.
Vincent, te volviste loco
Qu Vincent ni Vincent! Te hiciste monja de golpe? O me tens en abstinencia para vengarte
de que no te dej coger con Pablo?
No seas tonto se sorprendi. Aunque en el fondo, la venganza o el escarmiento por mi actitud
del mes anterior tenan bastante que ver.
Maana te compro la ropa ms de puta que consiga y te lo cogs a tu ex en un turno doble, me
entends? Y el martes te lo garchs a Pablo!
A Pablo? Luana se entusiasm de golpe.
S. El martes o el da que quieras!
Lu se puso pensativa, sin ocultar de todos modos la sorpresa de mi reaccin.
Hmmm Los das que quiera
Otro sutil cambio de palabras al que me tena acostumbrado mi novia. Los das que quiera era
plural, y cambiaba el significado de lo que yo habia dicho, implicaba ms de un da a la semana.
o dej pasar, a esa altura, si Pablo y Huan se la cogan ms veces por semana, solo significaba
que yo gozara en manos de mi novia en la misma proporcin.
Vas a volver a cornearme con tus amantes, me entends? No voy a permitir que dejemos de
hacernos el amor por un capricho tuyo!
Haba otra cosa detrs de mis palabras que recin en ese momento pude ver. Ms all de mis
ansias de paja, ms all incluso del descubrimiento aun confuso de los cuernos como placer, yo
estaba reaccionando a sus cambios de espritu.
Su luz se haba debilitado. Su brillo ya no era el mismo. Aun sabiendo que era algo coyuntural (ms
tarde o ms temprano ella volvera a sentir deseos del buen sexo que le daban otros) verla a Luana
era como ver a una persona vital y llena de vida eclipsada por una grave enfermedad.
Mi reaccin, mi clamor, mi exigencia, no era ms que un llamado de atencin a su apaciguamiento
que ya me asustaba y que, adems, no me gustaba para nada. Porque a fin de cuentas yo estaba
enamorado de la Luana vital, alegre, sensible, y s, sexualmente emputecida.
Luana me mir con entusiasmo creciente, pude ver cmo literalmente el alma le volva al cuerpo.
Su sonrisa y sus ojos se agrandaron en una expresin casi eufrica, me tom de la campera y se

me acerc y, al tiempo que me deca cornudo moooo me llen la boca con un beso carioso,
apasionado, y esperado largamente por m.
Dos veces Luana me dijo cornudo por primera vez. Porque son dos las formas. Esta fue la
primera vez que me lo dijo cariosamente, amorosamente, con ternura. Sin lujuria ni morbo. Era
un cornudo descriptivo y lleno de amor. Ni ofensivo ni humillante.
Aunque para humillante, mi novia se tena reservada otra carta.
Est bien me dijo por fin. Voy a volver a cornearte con Huan y Pablito. Hizo un
premeditado y breve silencio. Pero como todo este tiempo les tuve que cortar el rostro por
culpa tuya, me parece que lo ms justo es que vos mismo lo arregles
Qu? Yo no entenda, aunque supe que detrs de todo esto haba algo srdido que le
estaba gustando solo a ella.
No tengo por qu poner la cara por vos, as que vas y te junts con ellos y les peds que vuelvan
a cogerme.
No, amor Va a ser demasiado raro
Como quieras. Pero yo no voy a ir a hablarles, as que seguiremos sin cuernos y sin pajas
S, era un escarmiento.
Est bien, turra dije vencido. Se los voy a pedir as que ms vale que me hagas una buena
paja cada vez que te cojan
La mejor que te puedan hacer, mi amor Una paja por cada cuerno que te ponga Me dio
otro beso, ms breve, y me mir con sus ojos rasgados y encendidos y me susurr: As que
preparate porque desde ahora te voy a convertir en el novio ms pajero del planeta

Fin
Dame un Segundo - Captulo 24
Captulo 24: Puede un Beso Cambiar las Cosas?
(versin 1.1)

Por Rebelde Buey

Volvamos ahora a la historia de Tiffany, al momento en el que la dejamos, cuando se enfiest en


los baos a seis chicos de Quinto mientras por primera vez Ezequiel permaneca escondido en
el cuartito donde est el inodoro, para limpiarla y contenerla despus (ver Captulo 9).

Tiffany y Ezequiel se haban besado en el bao, finalmente. Ambos haban sentido ese deseo
alguna que otra vez pero nunca se atrevieron.
Ahora que estaba hecho, Tiffany se pregunt si ese beso cambiara algo. Saba que Ezequiel se
estara haciendo la misma pregunta, eso era ms que obvio, lo sorprendente era que ella tena el
tema en la cabeza. Sera bueno o malo? Le haba encantado besar a Ezequiel. Pudo percibir una
electricidad suave que no haba sentido con ninguno de los otros miles de besos que haba
recibido. Ezequiel habra sentido lo mismo? Esperaba que s, pero tambin que l no creyera que
aquella intimidad eventual significara algn tipo de potestad sobre ella, porque entonces l ya no
querra protegerla. Y la rubia necesitaba su presencia y su contencin.
De pronto se encontr en medio de la clase de Historia, colgada como nunca de sus pensamientos.
Le habra gustado el beso a Ezequiel? Descontaba que s, pero necesitaba confirmarlo. Lo que la
haca pensar en otra cuestin: por qu necesitaba esa confirmacin? A ella nunca le haba
importado esto con ningn otro chico, daba por sentado que era una excelente besadora, por
qu de pronto era importante? Si necesitaba una confirmacin era porque no estaba segura. Y eso
no le gustaba. Ezequiel la pona insegura? Pareca improbable: ella se vena cogiendo chicos de 18
desde la escuela primaria, un simple beso con alguien inexperto jams podra ponerla as. Se dio
cuenta que su incertidumbre no vena por el lado del beso, sino de lo que el beso poda cambiar. Y
se encontr igual que al principio.
Si Tiffany tena alguna duda sobre coger bajo el cuidado de Ezequiel, el encuentro en el bao haba
resultado toda una revelacin. Porque no fue que se haba soltado, como era previsible, fue que la
presencia del chico la haba excitado aun ms. Verlo reaccionar tras la puerta del cuartito la llen
de sensaciones distintas: agradecimiento, ternura, maldad, complicidad, poder, lujuria, seguridad,
emputecimiento y, sobre todo, compaa.
S, compaa. Tiffany dej todo otro pensamiento y se concentr en eso. Acababa de caer en la
cuenta de que quiz por primera vez en la vida se haba sentido acompaada en un acto sexual. Es
decir, realmente acompaada, en cuerpo, alma y corazn.
El descubrimiento la sobresalt. No estaba ni remotamente preparada para especular con un
concepto semejante. La idea la asust un poco ya que, si eso de que se haba sentido acompaada
era cierto, estaba ante una puerta a medio abrir que conducira a un mundo distinto.
Mir el primer banco. A Ezequiel, que a su vez miraba hacia el pizarrn y le daba la espalda. Solo
mirarlo la calm. Decidi no pensar ms en puertas ni en sentimientos. Por fin haba logrado que
Ezequiel la acompaara en sus aventuritas sexuales y haba sido maravilloso. No poda permitir
que eso cambiara. Solo rogaba con toda su alma que su chico que ese chico, perdn no creyera
que el beso cambiara las cosas.
El beso El beso haba sido fabuloso. Ezequiel tena los labios carnosos, como a ella le gustaba. Y la
haba llenado de ternura. Y que l la hubiera besado con el rostro enlechado por los otros seis
vagos la hizo volar de inexplicable calentura. Y esa conmocin suave que haba sentido en todo el
cuerpo, y
Va a pasar a dar la leccin o le pongo un 1?

Tiffany sali de su ensueo. Tena a la profesora de pie junto a ella con gesto grave. Las risitas de
sus compaeros mortificaban el momento como una cortina, all al fondo. Le pregunt tres
veces lo mismo y ni cuenta se dio. Qu va a hacer?
La rubia se vio descolocada por completo. No saba qu estaban tomando y ni siquiera quera
ponerse a pensar en si haba estudiado o no. Lo nico que deseaba era hablar con Ezequiel, volver
a besarlo y que la dejaran tranquila con sus pensamientos.
Pngame un 1.
Y pos sus ojos en los de Ezequiel, que se haba dado vuelta hacia ella, como el resto, para ver la
resolucin de la nota. No dej de mirarlo y le sonri con calidez, para regresar a su ensoacin.
Apenas son el timbre del recreo fue directo a l.
Quiero hablar con vos le pidi tomndolo de la mano; y lo sac fuera del aula, casi a la rastra.
Terminaron en un rincn del patio, a merced del fro, sin curiosos alrededor.
Qu pasa, Tiff? Organizaste otra reunin en el bao?
La rubia se moj de solo or la sugerencia de boca de su protector.
Mmm se palade ante la idea. No, quera saber De pronto se interrumpi y lo
escudri con la mirada. Por qu?, te gustara?
La pregunta tom por sorpresa a Ezequiel.
No Es decir a vos tendra que gustarte
Te molestara, entonces?
No, no, no. Eso depende de vos, Tiff. Cuando acept tu propuesta, acept que todo esto era a tu
criterio a tu ritmo S que por ah no me necesits en una semana o por ah me necesits dos
veces en un da
S, pero como todo eso lo hablamos antes de que las cosas pasaran de verdad
Tiff, no te preocupes. Es raro que me arrepienta de algo. Cuando tomo decisiones importantes
es porque estoy seguro o porque lo pens mucho.
Entonces no ests arrepentido Tiffany suspir. El gesto fue tan elocuente que Ezequiel
sonri. No sabs el alivio que me das, Eze
Tiffany lo mir a los labios. Eran tan tentadores... Lo tom de la mano otra vez y el chico se
estremeci.
Me alegra mucho
Unos alumnos ms chicos, con un jugo y un pancho destinados a compartir, se pusieron a charlar
cerca. Tiffany puso cara de fastidio y empez a caminar a la deriva. Ezequiel la acompa.
Cmo te sentiste?

Carraspe, l. Ciertas preguntas personales aun lo turbaban.


Qu se yo Bien
Bien qusyo? Bien o mal? Necesito la verdad.
Ezequiel la mir sin entender. La rubia se explic:
Me interesa saber cmo te sents. No s me importa. No me gustara que yo la est pasando
diez puntos y vos ests sufriendo
La adrenalina recorri el cuerpo de Ezequiel. A aquella chica que amaba le importaba l.
Obviamente era un paso hacia su direccin y se sinti eufrico. Se reprimi para no mostrarlo.
No sufr nada, quedate tranquila. Pero fue raro, no s Se me pasaron muchas cosas por la
cabeza Fue intenso
Es que cuando vi que estabas en el cuartito me recontra calent
Me di cuenta Ezequiel sonri, ms por no saber qu cara poner que por otra cosa. En un
momento pens que te iban a escuchar desde Direccin.
Vos tens la culpa brome la rubia. Si no estuvieras ah para cuidarme no hara tanto
escndalo.
Si quers, no voy ms.
No! Vos vens! reclam Tiffany en un reflejo, y aferr a Ezequiel de su cintura, asindolo. En el
mismo segundo ella comprendi que l no se estaba negando, solo continuaba con el tono jocoso
que haba iniciado ella misma. Haba actuado apresurada y estpidamente. Se sinti desubicada y
solt a Ezequiel de golpe, de forma bruta.
Mierda!, se maldijo. Cuando estaba con ese pibe era una mquina de hacer cagadas. Viva
demasiado pendiente de lo que poda pensar o sentir l. Menos mal que se supona que era al
revs! Lo mir a la cara ensayando una disculpa que no pareciera una disculpa, cuando le vio...
Qu tens en la cara?
En su mejilla izquierda Ezequiel tena algo muy pequeo y apenas brilloso. Tiffany se le acerc para
examinarlo y quitarlo, y entonces sus rostros se juntaron. Ella debi ponerse un poco en puntas de
pie y se sostuvo de l. Ezequiel entrecerr los ojos disfrutando la proximidad y el aroma de la
rubia. Su corazn lo golpeaba cada vez ms rpido. Sinti el roce de la piel de Tiffany sobre su
mejilla. Se excit.
Boludo, es semen dijo ella totalmente sorprendida. Y demasiado entusiasmada. Mi amor,
es un resto de semen del beso que nos dimos en el bao
La calentura invadi el cuerpo de Tiffany. Ver semen de otros en el rostro de su chico la hizo
humedecer al instante. Se acerc ms y not la dureza en la entrepierna de l. Esto la hizo calentar
peor y decidi:
Ahora me toca a m limpiarte a vos.

Acerc su boca al rostro de Ezequiel y le dio un lengetazo lento y premeditado por toda la mejilla,
quitndole y tragndose la gotita de semen seco.
Describir las doce mil sensaciones que tuvo Ezequiel mientras la lengua de Tiffany lo acariciaba
llevara un libro completo. Pero digamos simplemente que el pobre tuvo que reprimirse para no
acabar sin tocarse.
Ezequiel se desarm por completo. Tiffany poda pedirle en ese momento un pulmn o los dos
y l los hubiese cedido sin ningn pero.
Ella segua agarrada a l sin dejar de mirarlo a los ojos. Estaba exultante, lo del semen en la cara la
estaba haciendo volar de fiebre. Volvi a mirarlo a los labios y sinti un impulso primitivo y bestial
de arrancrselos de un mordisco.
Dale Partime la boca de un beso
Se elev un poquito ms en puntas de pi mientras Ezequiel se dispona a recibirla. Tiffany cerr
los ojos palpitando el sabor del beso que ya era suyo cuando en ese momento apareci Cherry
comiendo una Rodhesia. Miraba a la pareja con sonrisa burlona.
Hola, tortolitos salud jocosa. Tiffany se separ de Ezequiel y fulmin a su amiga con la mirada,
al tiempo que el chico enrojeca.
Estoy hablando con Eze Es privado.
Pero Cherry extendi la mano ofreciendo compartir la oblea de chocolate. No se la aceptaron.
Cmo les fue en el bao?
Lo dijo con su habitual mezcla de desinters y naturalidad, como si preguntara Cmo les fue en la
prueba.
Ezequiel pas de rojo a plido y, bailando nervioso en sus propios pasos, ofreci:
Bueno, chicas mejor me voy.
Vos te queds ac! orden Tiffany con furia. Ezequiel supo que la furia estaba dirigida hacia
Cherry, seguramente por haber echado a perder el momento. Se qued.
Bueno Cherry se declar derrotada, pero igual sonri con irona. Despus me conts bien.
Quiero todos los detalles de cmo se port cada uno de ustedes aunque por lo que parece se ve
que les fue muy bien
Cherry se fue tan alegre y despreocupada como cuando lleg.
Idiota murmur Tiffany mientras su amiga se alejaba. Desde que vos y yo estamos juntos
est hecha una pelotuda
Al instante se dio cuenta de lo que haba dicho. Vio que Ezequiel tambin, pero permaneca
piadosamente mudo. O sea. Desde que vos y yo Bah, no haba nada que aclarar. Ezequiel
era fantstico y entenda todo mejor de lo que ella siempre supona. Vamos al aula, ya est por
tocar el timbre

Tiffany advirti que haba pasado todo el recreo y no haba podido siquiera preguntar lo que ms
la preocupaba. Un beso cambiara las cosas? Sonri para s al sentarse en su escritorio, feliz y
complacida.
No, un beso no cambiara las cosas.
Ya las haba cambiado.

Fin - 39.177
Dame un Segundo - Captulo 25
Captulo 25: Necesidades y Caprichos.

Por Rebelde Buey

Lo que sigui hasta el verano fue breve pero intenso. Ya desde el da siguiente Tiffany comenz a
putanear en presencia de Ezequiel. En el segundo recreo organiz un encuentro en los baos de
varones y le pidi a su chico que se escondiera en uno de los compartimientos semi cerrados, igual
que haba estado antes.
Ezequiel le hizo notar que en realidad era mejor que l permaneciera afuera, para poder avisar si a
la Directora se le ocurra entrar a controlar. Pero Tiffany rechaz la idea de plano. La gobernaba
una sola obsesin, aunque todava no lo tena muy claro: ver los piecitos de su chico por debajo de
la puerta mientras reciba verga en cantidad.
Se dio el gusto y lo disfrut mucho ms que el da previo. Jugaba con sus jadeos y las reacciones
que esto provocaba en Ezequiel. Y era como un crculo vicioso vicioso de vicio porque una
cosa calentaba ms a la otra.
Se solt. La charla del da anterior y la confirmacin de que Ezequiel se bancaba bien su lugar slo
la liberaban ms y ms. Se senta poderosa, pero no de poder, sino embriagada con una sensacin
omnisciente de que era posible lograrlo todo. Tuvo en ese recreo ms orgasmos que en ningn
otro, y en cada uno murmur o grit el nombre del chico que estaba all, velando por ella. Era su
forma de agradecerle y era seguro que l as lo entenda.
Sus piernas se aflojaron antes de que el ltimo zngano se la empezara a clavar. La remach
contra el piso sucio un par de minutos y la inund de leche por dentro. Aunque ya haca rato que
se la venan enfiestando, los chicos seguan usndola como una cosa y preocupndose solo por su
propio placer. Esto la calentaba ms. No saba por qu, pero si la usaban se senta ms puta, y si se
senta ms puta, aumentaba su goce.
Trat de adivinar si este gusto por la cosificacin de ella tambin se aplicaba a las reacciones de
Ezequiel. Era difcil determinarlo porque no se emitan sonidos que lo manifestaran, salvo alguna

que otra frase de sus victimarios. Ella aprovechaba esas oportunidades y retrucaba con sus propias
palabras. Los provocaba. Los retaba. Y miraba los piecitos de Ezequiel para medir sus posibles
cambios.
Movete, pendeja! Haceme acabar rpido que no vamos a tener tiempo de cogerte todos!
Y ella se calentaba y responda.
S, turro! Usame de puta! Usame de puta, turro de mierda!
Las reacciones de Ezequiel siempre parecan positivas y entonces ella acababa como una yegua.
A partir de entonces y durante dos semanas, Tiffany cogi en el bao de varones todos los das.
Incluso muchas veces repeta en un segundo recreo. Ezequiel le insista en que l no debera
quedarse adentro sino vigilar desde la entrada. Pero ella la pasaba tan bien con l ah cerca que no
lo quera afuera por nada del mundo.
A esa altura todos los de Quinto saban que Ezequiel se ocultaba tras la puertita del habitculo
donde est el inodoro, y lo aceptaban como una excentricidad ms de Tiffany. Incluso
polemizaban sobre si seran o no novios secretos.
Un da la rubia fue taladrada desde atrs con tanta violencia que termin empujada hacia
adelante, hacia la puertita donde se ocultaba Ezequiel. Tiffany termin con la cabeza casi contra la
puerta, abajo, mientras reciba pijazos inclementes. Entre jadeos de placer pas sus brazos por el
hueco debajo de la puerta y dijo en voz alta:
Eze, agarrame una mano, por favor Agarrame que me vengo
Nadie se asombr. Tiffany haba pasado de nombrarlo en medio de sus orgasmos a hablarle
directamente, aunque sin esperar respuesta. Ezequiel tampoco habl esta vez. Pero, obediente,
tom no una sino las dos manos de la rubia y las aferr con ternura y firmeza.
Tiffany se sinti de golpe en el Cielo y el orgasmo le vino instantneamente. Incontenible. Enorme.
Desbordante. Tena las manazas del macho tomndola de las nalgas con violencia, hundiendo sus
dedos con desesperacin. Disfrutaba la carne de la gruesa verga atravesndola y arrancndole
espasmos de placer. Era raro. Rarsimo. Se senta como poseda por una verga gigante que la
llenaba y le expanda todas las sensaciones, pero a la vez tambin se senta llena de una emocin
novedosa que le inflamaba el corazn y la haca sentir plena, completa.
Tuvo consciencia que esas emociones eran opuestas pero a ella le resultaban extraamente
complementarias. La calidez y hasta el amor que le brindaba Ezequiel eran tal limpias y
contrastaban tanto con la verga viciosa y degenerada que la estaba vejando y con la fila que
esperaba su turno para seguir usndola que el orgasmo que result de esa mezcla fue el ms
intenso y dulce de todos los que haba tenido hasta ese momento.
Ahhhhh! Siiiii!
Tiffany se fue mentalmente del bao, transportada. Le apret tanto las manos a Ezequiel que ste
tuvo miedo que le rompiera uno de los dedos. Sin embargo, su misin protectora estaba para todo
lo que ella necesitara.

Aquel orgasmo de Tiffany fue el primero en el que ambos tuvieron contacto fsico, y tambin el
primero en el que a ella se le mezclaron sensaciones fsicas y sumisas con el amante y emociones
tiernas y amorosas para con Ezequiel. La rubia no tena idea qu era ese coctel pero jams haba
vivenciado algo tan hermoso e intenso. Y no iba a dejar de repetirlo.
Desde ese da, los chicos se cogan a Tiffany al lado de la puertita para que Ezequiel pudiera
siempre tomarla de las manos.
Ms tarde, ya casi terminando las clases, Ezequiel se puso ms firme con la cuestin de la
seguridad.
Es muy riesgoso, Tiff. Si nadie vigila nos pueden enganchar en cualquier momento.
No me importa! rechazaba ella con vehemencia. Yo te quiero agarrar cuando me cogen!
Quiero que ests ah conmigo!
Ezequiel suspir.
Amor, no entends, por una cosa as nos echan a la mierda!
El rostro de Tiffany se ilumin como por un sol interior. Le brillaron los ojos cuando pregunt:
Cmo me dijiste?
Ezequiel dud. Le haba dicho amor ms como forma cariosa de llamarla que como algo
profundo sentimiento. Aunque sus sentimientos eran obvios.
Amor. Te dije amor No te molesta, no?
Tiffany se acerc y lo rode con sus brazos por el cuello.
Tonto me encant!
Ezequiel suspir aliviado. E inmediatamente se sinti feliz.
Dame un beso, amor propuso ella sonriendo burlonamente. Y se elev un poquito
buscando su boca.
Se fundieron en un beso fresco y apasionado que los transport brevemente al paraso. Para
Ezequiel, era el segundo beso de su vida y otra vez se sinti a punto de acabar sin tocarse.
Quiero cogerte le implor ella cuando se separaron.
Yo Estamos en el colegio, Tiff
Y qu? Me cogs en el bao.
Nadie vigilara Adems, yo
Qu pasa? Si cuando me re cogen y me agarrs de la mano se te para la pija.
Ezequiel se ruboriz en el acto. Ya haban hablado una vez de esto y l haba confesado a
regaadientes que cuando escuchaba cmo se la cogan, tena erecciones formidables. Claro que
aunque ya lo supiera, igual senta vergenza.

No es que no me gustara, pero ya sabs No tengo experiencia y vos


Con ms razn, bobo. Te puedo ensear. Le sonri buscando un espacio de complicidad.
No puedo, Tiff Yo estoy ah cada vez que te cogen
Cmo Tiff? Qu pas con el Amor? Me gustaba ms cuando me llamabas Amor
l sonri.
Ok, amor No puedo competir con esos pibes Tengo miedo de defraudarte, entends? De
no estar a la altura.
No seas boludo! No te lo estoy proponiendo para que me cojas bien. Te lo propongo para
compartirlo con vos, para que sepas lo que se siente Para que me sientas a m una vez, en vez de
escuchar cmo me sienten los dems
No s. No s si estoy preparado Dame tiempo, s? No te estoy rechazando, entends? Sabs
que me muero por hacerte el amor
Mucho amor, mucho amor, pero sos el nico que se me niega a una noche de sexo.
l sonri y dijo desproporcionadamente triunfal:
Es que soy nico, querida.
No: sos un salame Tiffany ri y volvi a apoyarse en l para pararse en puntas de pie. Te
voy a comer la boca, salame
Volvieron a besarse.
Dese ese da comenz a correr en el colegio el chisme que Tiffany y Ezequiel eran novios. No era
cierto aun, pero un compaero los haba visto besndose y a esa altura a nadie le cost creerlo,
puesto que ltimamente siempre se los vea juntos y ya varios saban que l siempre siempre
acompaaba a la rubia en sus incursiones sanitarias.

Con el correr de los das la relacin entre ellos se puso ms tensa. Tiffany tena cada vez ms
curiosidad y verdaderas ansias de hacerle el amor a Ezequiel. Es decir, de cogrselo. Le insista,
claro, solo que a l aun le faltaba un poco. Esto frustraba a Tiffany, porque se daba cuenta que en
el fondo Ezequiel segua creyendo que ella lo quera probar como macho y ella no poda estar ms
lejos de semejante pretensin.
No saba bien por qu quera cogrselo. La curiosidad estaba ah, por supuesto, aunque tambin
haba unas enormes ganas de agradecerle todo lo que haca por ella.
Mentira.
No poda engaarse. Todo eso bien poda ser al principio, no ahora. Ahora haba algo ms. Tena la
certeza de que sentirlo adentro suyo le iba a dar ms de esas sensaciones emocionales que senta
cuando se la cogan otros y ella lo tomaba de la mano. Tena la certeza que haba algo en Ezequiel
que oficiaba de conductor hacia ese plano. Y sentirlo en ella y vivirlo en su primer orgasmo se le

antojaba dulce y romntico, y seguramente mil veces ms intenso y profundo que lo que senta en
el bao.
La sensacin emocional, por supuesto. Lo fsico saba que no estara. Salvo un milagro, Ezequiel no
podra estar a la altura, lo que realmente no le importaba en lo ms mnimo. Explosiones fsicas
tena todos los das, las veces que quisiera. Ella buscaba otra cosa y senta que en Ezequiel poda
encontrarlo.
Claro que ella no tena consciencia plena de todo esto. Simplemente tena deseos, pulsiones,
confusin y una ensalada de cosas que casi ni se cuestionaba. Pero todo estaba all.
Las negativas de Ezequiel se sumaban a sus paranoicos pedidos de abandonar el bao para ir a
vigilar afuera. Tiffany se tomaba esto cada vez ms personalmente. Ezequiel no se estara
arrepintiendo del acuerdo? Quiz ya no le gustaba tomarla de la mano mientras todo quinto ao
se la garchaba por detrs?
No, amor. No es que no me gusta se justificaba Ezequiel. Ya me conocs
Aquel era el ltimo da de clases y Ezequiel se puso firme. Las cosas entre ellos ya estaban
bastante tirantes de modo que la charla previa a la cogida del bao termin medio mal.
Vos me dijiste que estuviera con vos para protegerte.
Era una proteccin por si pasaba algo malo como cuando me desmay. La onda es estar cuidada
para disfrutar ms y como estamos ahora es como ms disfruto!
Ests confundiendo las cosas! No se trata solamente de que disfrutes. Si llega a venir la
Directora o un profesor te van a echar del colegio! Qu carajo vas a disfrutar despus?
Tiffany abri grande los ojos. Era la primera vez que Ezequiel insultaba de esa forma cuando
hablaba con ella. Era cierto que estaba comportndose un tanto necia, se daba cuenta, como era
cierto que no podan faltarle la presencia del chico o sus manos. Los necesitaba como una droga y
negaba infantilmente que pudiera suceder algo.
No pasa nada, Eze. Hace como dos meses que garcho ah todos los das y nunca vino nadie.
Si pasa algo y yo estoy adentro, con vos, no puedo hacer nada. Es peligroso seguir hacindolo
as, es irresponsable Mejor me quedo afuera, en la puerta.
Tiffany saba quin tena razn pero no quera admitirlo. Eso la contrariaba, ponindola furiosa
contra l. Y la haca decir cosas que no pensaba.
Mir, si no quers estar ms al lado mo no te voy a andar rogando. Quedate en la puerta,
quedate en el aula Hac lo que quieras! Tiffany arranc para alejarse. Se senta mal porque en
el fondo saba que lo estaba mortificando sin razn.
No seas boluda, amorEzequiel no pudo retenerla . Entendeme
As fue que al recreo siguiente Tiffany estaba de cara contra la pared mientras los de Quinto se la
gozaban. Fue la peor fiesta de su vida. Su enojo segua, as que estaba de mal humor. Ezequiel no
se encontraba all, as que no senta su presencia. Los chicos fueron cogindosela de uno en uno,

sin tregua, magrendola, penetrndola, disfrutndola usndola e inundndola de leche. Y ella


estaba casi igual que al principio.
Eze sigue en la puerta?
Uno que aun no se la haba cogido se asom hacia afuera.
S.
Carajo! Qu desperdicio! Ella sin poder conectarse y Eze ms en el patio que acompandola.
Esa cogida no poda terminar as.
Llamalo!
Ezequiel entr con reticencia, primero, aunque enseguida se le borr el gesto escrutador.
Lo que vio al entrar se le antoj lo ms excitante que pudiera ver un hombre en la vida (luego
sabra que haba otras cosas aun mejores). Haba escuchado a su amor jadear muchas veces,
incluso acabar. Haba visto lo que quedaba de ella cuando sus machos la dejaban, y haba
aguantado la presin sosteniendo sus manitos en cada uno de los ltimos orgasmos de ella. Pero
ver a su amor contra la pared, con las piernas abiertas y uno de los de Quinto moviendo su pelvis
pegado a ella, entrndole, una y otra vez, penetrndola cada vez con ms violencia era
simplemente perfecto!
Tiffany gir hacia l, complacida con su presencia. En ese instante Ezequiel se dio cuenta que la
rubia aun no haba ni calentado motores. Se sinti repentinamente mal. Saba lo que a ella le
gustaba todo eso y se le hizo evidente que hasta ese momento la haba pasado mal. Igual no se
culp. Lo que l haba decidido estaba bien, de modo que deban encontrar la forma de solucionar
aquello.
Amor me estn dando dijo Tiffany, siempre de espaldas, girando su cabeza para mirarlo. Le
sonrea y era evidente que se estaba calentando. La escena tambin encenda a Ezequiel, aunque
no se engaaba: las discusiones y la tensin previa, ms la pelea la primera que haban tenido
desde que se conocieron empaaba lo que por alguna razn l saba que deba ser un momento
nico, especial.
De todos modos eso no fue nada cuando escuch:
A ver los que estn en el bao Terminen de hacer sus necesidades y vayan saliendo
La voz chillona de la Directora congel el aire, dejndolos rgidos a todos. Estaba afuera, y era
obvio que su intencin era entrar a inspeccionar apenas salieran todos los varones.
Tiffany y el que se la vena cogiendo fueron los primeros en reaccionar, y se subieron y
acomodaron las ropas. El rostro de la pobre rubia era una pintura de incredulidad, derrota,
angustia y terror. Pero a Ezequiel lo que ms le doli fue ver la splica en sus ojos. Ella lo miraba y
le peda perdn y ayuda. Un despropsito, lo que haca falta all no era ayuda sino un milagro.
Vamos, vamooooos se escuch otra vez.

Hay que salir dijo uno de los chicos con una expresin que iba entre el espanto y la
incertidumbre.
De a uno y despacio resolvi Ezequiel. Necesito tiempo para pensar
Pobre Ezequiel, la angustia y responsabilidad que sentira! Eran siete ratas en una trampa, no
haba nada que pensar. Sin embargo, su aparente determinacin tranquiliz un poco a Tiffany.
Vamooooosss La directora recibi con un bufido de impaciencia al primer chico que sali.
Hay ms gente adentro?
El chico asinti.
Entonces entr y deciles que se apuren que tengo que entrar a inspeccionar.
El chico entr, mir a todos con cara de asustado y se encogi de hombros. El ms grandote de los
machitos le hizo seas de que vuelva a salir.
Un momento despus se fue el segundo. Ezequiel caminaba en crculos, ms concentrado que
nunca.
Ya est? chill la Directora. No qued nadie? Ya puedo entrar?
Aun no poda. Sali el tercero.
El ms grandote era tambin el ms tranquilo. Saba que no tena nada que perder, l estaba en el
bao y no incumpla ninguna reglamentacin. Los problemas recaeran sobre Tiffany y, aunque
algo le importaba, ya nada poda hacer. Se recost sobre una pared y trajo a Tiffany hacia l.
Comenz a acariciarle la cola por debajo de la minifalda, no con mucho erotismo, sino ms bien
como un mimo sexual. La rubia se qued quieta, sorprendida por lo desubicado del manoseo, y lo
dej hacer, no de morbosa sino porque realmente su cabeza estaba en otro lado.
Sali el cuarto chico.
La directora segua refunfuando afuera, cuando de pronto su chillido se cort y se escuch el
murmullo calmado de un hombre. Se percibi cierto cabildeo que no alcanzaba a revelar qu
suceda.
El grandote de Quinto ya haba metido la mano por debajo de la bombacha de Tiffany y avanzaba
con algn dedo explorador por la hmeda y caliente conchita. La rubia no pareca enterada.
El otro de Quinto que no estaba manosendose a Tiffany se acerc a la puerta y par la oreja.
Creo que es Rosenthal arriesg.
Tiffany se asust, aunque no dijo nada cuando un dedo se le enterr un poquito ms.
Van a entrar los dos y me rajan!
Ezequiel se acerc para contenerla un poco.
Calmate, amor le dijo tomndola de la mano. Yo te voy a cubrir con tu vieja

Tiffany se relaj. Ezequiel estaba pensando un paso ms all. Colegios donde estudiar borrando
este episodio haba varios. En cambio madre haba una sola.
Estn por entrar dijo el otro chico. Y sali despavorido.
Siempre con los dedos del grandote dentro de ella, Tiffany llev a Ezequiel hasta su rostro.
Besame le pidi.
Rosenthal entr y los encontr as. Ezequiel besando a la rubia como dos enamorados mientras
uno de los ms sinvergenzas de Quinto la tena apoyada contra l y le meta manos por debajo de
la pollerita.
Ah, bueeeeno dijo en voz lo ms baja posible.
Los chicos se reacomodaron al notar a la autoridad. Rosenthal estaba solo.
Vos. Sal.
El grandote de Quinto se fue sin ms.
Cuando quedaron los tres solos, el hombre dijo:
Ustedes estn locos!
Tiffany estaba muda y roja de vergenza.
Qu va a pasar? pregunt Ezequiel, pragmtico.
Vos sals conmigo. Y vos, nena, te esconds en el baito con la puerta semi cerrada, sin cerrarla,
y subs las piernas para que no se te vean por debajo y rez para que la Directora me crea y no
entre!
Tiffany asinti con la cabeza como una nenita de tres aos.
Vamos, por favor suplic Ezequiel.
Afuera estaba la Directora en un malicioso coctel de euforia, cinismo y hasta cierto enojo.
No qued nadie adentro. le inform Rosenthal cuando salieron.
Cmo? La desagradable sorpresa le peg una bofetada en pleno rostro. No puede ser!
ste era el ltimo dijo Rosenthal con una indiferencia y tranquilidad que asombr a Ezequiel.
Pero pero La Directora no daba crdito a lo que escuchaba. Comenz a mirar a un lado y
otro buscando absurdamente una respuesta. Pero por qu no salieron enseguida? Qu
estaban haciendo ah?
Estaban fumando Cosas de chicos minimiz Rosenthal, y comenz a llevarse a Ezequiel del
brazo, dndole ya la espalda a la pasividad absorta de la Directora. Puede entrar si no me cree
termin sin siquiera mirarla y sabiendo que ella no le hara semejante desaire.

La Directora trag su furia, totalmente desconcertada. Ezequiel respir aliviado, recibira apenas
una amonestacin por fumar, un costo bajo para que su chica permaneciera a salvo.
La Directora se jur para s una revancha. Y la tendra, como ya vimos en el Captulo 17
(http://rebelde-buey.blogspot.com/2011/01/dame-un-segundo-capitulo-17.html), un ao y medio
despus, cuando a punto de atrapar nuevamente a Tiffany, fuera burlada por una mocosa de 13
aos llamada Ash.

Fin - 40.231

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