La Teoría Del Imperialismo de Lenin

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LA TEORA DEL IMPERIALISMO DE LENIN


M. Roca Monet

El gran debate sobre el imperialismo, en los medios marxistas, se produce en la coyuntura


de la Primera Guerra Mundial (1914-1918). A la determinacin del carcter imperialista de esta
guerra, une la traicin socialdemcrata, encabezada por el partido rector de la II
Internacional, que es el alemn, que vota los crditos de guerra y realiza la colaboracin de
clase conocida por la unin sagrada con la burguesa. De esa afloracin del oportunismo
reformista, y sus variantes en la coyuntura blica (socialimperialismo, socialchovinismo y
socialpacifismo), slo queda enteramente libre el partido bolchevique ruso que dirige Vladmir
Ilich Ulinov (Lenin, 1870-1924), y aquellos grupos de extrema izquierda que luchan contra la
socialdemocracia oficial en sus respectivos pases. En esas circunstancias, Lenin es el que
encabeza la lucha del internacionalismo revolucionario, en cuya perspectiva acomete la
exposicin de la teora marxista del imperialismo, en la primavera de 1916, con su folleto El
imperialismo, fase superior del capitalismo.
Con anterioridad, otros autores marxistas haban analizado los nuevos fenmenos de la
poca, si cabe con mayores pretensiones, produciendo algunos libros importantes, como
fueron el El capital financiero de R. Hilferding (1912), La acumulacin de Capital (1913) de
Rosa Luxemburg, y La economa mundial y el imperialismo (1915) de N. Bujarin. Justamente,
en el prefacio a esta ltima obra, destacaba Lenin tres cuestiones de gran inters: 1) que el
imperialismo es el problema ms esencial en la esfera de la ciencia econmica que estudia el
cambio de la forma de capitalismo en la poca contempornea; 2) que el no entenderlo as
conduce a reducir el concepto cientfico de imperialismo a una especie de expresin injuriosa,
y 3) la consideracin de la supremaca del capital financiero, como el amo del mundo, por ser
ste particularmente mvil y flexible, particularmente entrelazado dentro del pas y en el orden
internacional ...particularmente impersonal y separado de la produccin directa, se presta a la
concentracin con particular facilidad....
Ahora bien, la pregunta obligada es qu aporta, qu distingue El imperialismo, fase
superior del capitalismo respecto a los textos anteriores de inspiracin marxista? La respuesta
es que en el pensamiento de Lenin, no hay slo una descripcin de los nuevos fenmenos
caractersticos de la poca imperialista, sino una teora completa del imperialismo que
desborda su propio libro, aunque est sealada en el mismo. Por qu y cmo? Es sabido que
El imperialismo, fase superior del capitalismo surgi de un encargo de la editora Parus de
Petersburgo, de cara a realizar un folleto de divulgacin legal sobre la economa mundial
contempornea. Cosa que Lenin -exiliado en Zurch- aprovech para estudiar el imperialismo
con mayor acopio de publicaciones y estadsticas, cuyas notas y materiales preparatorios son
los Cuadernos sobre el imperialismo. Aunque la publicacin del libro, bajo la censura zarista,
oblig a Lenin a utilizar un lenguaje a lo Esopo, en algunas cuestiones peliagudas, l mismo
lo justifica en sus prlogos posteriores, en nombre de la obligatoriedad que tienen los
revolucionarios de aprovechar, en las circunstancias adversas, los pequeos resquicios de la
legalidad, para difundir sus ideas, ms all de los crculos militantes clandestinos.
En este caso, se trataba de mostrar pormenorizadamente la naturaleza econmica y poltica
del imperialismo, en unos momentos en que la guerra imperialista haba puesto la revolucin
socialista a la orden del da en los pases de capitalismo avanzado, en las metrpolis
imperialistas, y la alianza de sta con las luchas por la autodeterminacin de las naciones
oprimidas, en las que las naciones coloniales (del luego llamado Tercer Mundo) tenan un
papel de primer orden. Pues si era importante conocer la esencia econmica y poltica del
imperialismo, no menos importante era la consideracin de que toda la lucha contra el
imperialismo es humo o una frase vaca, si no va acompaada de la lucha contra el
oportunismo reformista. Y esto era necesario proclamarlo, no slo en Rusia, sino en los pases
europeos beligerantes, entre los que la vecina Alemania ocupaba un lugar decisivo en la
perspectiva de la revolucin europea. Eso explica la crtica al oportunismo reformista
representado por el centrista y socialpacifista alemn K. Kautski, mxima autoridad de la II
Internacional socialdemcrata en aquella coyuntura. Y que, no obstante, la vergonzosa
capitulacin de la socialdemocracia alemana, mantena su prestigio en el movimiento obrero,

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con el agravante de cubrir el oportunismo reformista con ropaje marxista, con deliberado
empeo, todo lo cual slo era manifiesto para las minoras marxistas y de vanguardia. Lo cual
engarza con el hecho de que el imperialismo escinde el movimiento obrero en dos tendencias
fundamentales: la revolucionaria y la oportunista, en la medida que crea -mediante el soborno
derivado de la superganancia monopolista- una categora repulsiva de obreros aburguesados,
la aristocracia obrera, principal punto de apoyo del reformismo socialdemcrata, y un tumor
maligno a combatir.
1. LOS RASGOS ECONMICOS DEL IMPERIALISMO
En el debate terico sobre la naturaleza del imperialismo, las posiciones en la II
Internacional oscilaron, desde las que equiparaban el imperialismo al fenmeno colonial, dado
que las conquistas coloniales de las grandes potencias aparecan como su aspecto ms visible
y agresivo, hasta los que interpretaban el imperialismo como una poltica preferente o
dominante del capitalismo industrial desarrollado, caso de Karl Kautsky, el principal terico del
partido socialdemcrata alemn y de la II Internacional, o una poltica del capital financiero, en
el caso de R. Hilferding. Con todo la idea unilateral de ser una cuestin de comercio exterior o
de intercambio desigual entre centro y periferia, es de las que ms ha proliferado en la
posteridad1.
Para Lenin, por el contrario, el imperialismo es el capitalismo altamente desarrollado, cuya
esencia econmica es el monopolio, y cuyos rasgos principales describe y articula, empezando
consecuentemente, con el materialismo histrico, por los cambios operados en la produccin,
(y no por la esfera de la circulacin y los mercados). Los cinco rasgos econmicos principales
descritos por Lenin son:
1) El elevado desarrollo de la produccin capitalista conduce al monopolio;
2) el nuevo papel de los bancos y la fusin de stos con el capital industrial lleva a la
formacin del capital financiero y al poder de la oligarqua financiera;
3) la exportacin de capital adquiere una gran importancia respecto a la exportacin de
mercancas, caracterstica de la fase precedente;
4) la formacin de asociaciones de capitalistas internacionales que se reparten el mundo, y
la terminacin del reparto territorial del mundo entre las potencias capitalistas ms
5)
importantes.
Hay que fechar, por tanto, el paso del capitalismo concurrencial al ascenso del capitalismo
monopolista. Lenin seala:
1) que las dcadas de 1860-1880, representan el punto culminante de la libre competencia;
que ya la crisis de 1873 impulsa la creacin de los crteles, como un fenmeno
2)
pasajero, y
3)
que es la crisis de 1900-1903 la que hace de la cartelizacin de la industria una base
poderosa de la vida econmica, operando la transformacin del capitalismo en
imperialismo.
Lenin no deja de evocar la gran contribucin de Marx al exponer la ley de concentracin y
centralizacin del capital, en la poca del capitalismo concurrencial, cuando la libre
competencia era concebida por la economa burguesa como el orden natural de la vida
econmica. En ese sentido, la perspectiva histrica trazada por Marx se haba impuesto de
forma evidente. Recordemos al efecto la diferencia entre concentracin y centralizacin,
establecida por Marx en Das Kapital. A diferencia de la mera concentracin de capital que todo
capitalista individual representa, la centralizacin de capital significa: concentracin de
capitales ya formados, abolicin de la independencia individual, expropiacin de un capitalista
por otro, transformacin de muchos capitales menores en pocos capitalistas mayores. Y
aada Marx: La centralizacin alcanzara su lmite extremo en una rama dada de la
1

En los aos setenta, por ejemplo, el concepto leninista de imperialismo poda no estar
demasiado claro. John Harrison en Economa marxista para socialistas, p.159, dice, por
ejemplo, al respecto: El ttulo de la obra de Lenin puede resultar confuso para los lectores
modernos. Actualmente el trmino imperialismo se utiliza generalmente para describir las
relaciones desiguales y opresivas entre las economas avanzadas del centro del sistema
capitalista y las de la periferia, que se describen eufemsticamente con los trminos
subdesarrolladas o incluso en vas de desarrollo.

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produccin cuando todos los capitales invertidos en ella se fundieran en un capital nico. A lo
que agrega Engels en una nota a la cuarta edicin: Los recientsimos trusts ingleses y
norteamericanos tienden ya a esa finalidad, intentando unificar en una gran sociedad annima,
con un monopolio prctico, a todas las grandes empresas, por lo menos de una rama
econmica2.
1.1. El monopolio en la produccin capitalista
A diferencia de los monopolia mercantiles de los albores del capitalismo, los monopolios
capitalistas son grandes o gigantescas empresas que concentran la mayor parte de la
produccin en las principales ramas de la industria. Esta supremaca les permite fijar los
precios en el mercado y obtener elevadas ganancias de forma continuada, de ah que las
formas monopolistas ms destacables de los comienzos sean los crteles, trusts, sindicatos y
consorcios3. En el surgimiento de los monopolios, finales del siglo XIX, interviene el desarrollo
de las fuerzas productivas que caracteriza a la llamada Segunda Revolucin Industrial, y la
reorganizacin de las relaciones de produccin que lleva a la creacin de la gran empresa:
Las grandes o gigantescas empresas aparecen como resultado y agente de la
a)
monopolizacin, sealadamente en Alemania, Inglaterra y Estados Unidos de
Norteamrica. En contraste con la tpica empresa individual o familiar del siglo XIX, la
formacin de la gran empresa, luego corporaciones gigantes, estn vinculadas a las
sociedades annimas. Ilustrando los efectos de la centralizacin de capital, ya Marx haba
sealado: El mundo no contara an con ferrocarriles si hubiera tenido que esperar hasta
que la acumulacin (de capital) hubiera puesto algunos capitales individuales a la altura
de la construccin de ferrocarriles. En cambio, la centralizacin consigui eso en un abrir y
cerrar de ojos, gracias a las sociedades por acciones. Pero no quedan ah los efectos de
la centralizacin. La masa de capitales fundidos de un da para otro por la centralizacin agrega Marx- se reproducen y aumentan como los dems, aunque ms deprisa y se
convierten as en nuevas palancas potentes de la acumulacin social. Por eso cuando se
habla del progreso de la acumulacin social se incluye implcitamente los efectos de la
centralizacin4.
b) Monopolios y crisis econmicas. Pese a que los crteles y trusts se haban fraguado bajo
los efectos de las crisis econmicas, la estabilizacin y expansin de las primeras formas
monopolistas hizo concebir la idea de que los monopolios reducan el alcance de las crisis
econmicas. En los crculos revisionistas del marxismo, encabezados por el alemn
E.Berstein, se argumentaba -a favor de la debilitacin de la crisis- el dominio del mercado
que supona la organizacin del monopolio, frente al desconocimiento del mercado que
caracterizaba a la competencia anrquica de las empresas no monopolistas. De lo cual se
deduca que, si las crisis parciales eran factibles, una crisis general de superproduccin
sera imposible, dada la correspondencia del volumen de produccin monopolizada con la
demanda de la misma. Es ms, si la crisis estallaba, los trusts y los crteles reaccionaran
rpidamente para evitar la catstrofe. A decir de J. Schumpeter, la debilitacin de la crisis
se deba a la capacidad de los grandes consorcios y trusts para introducir innovaciones de
manera uniforme a lo largo del ciclo econmico. En todo caso, los contemporneos
2

Obras de Marx y Engels, OME/41, Ed. Grijalbo, Barcelona 1975, pp.271-272. Aunque Marx
no vivi para poder analizar el capitalismo monopolista, eso no quiere decir que ignorara lo que
era un monopolio y la renta de monopolio. En una obra anterior: Miseria de la filosofa (1847)
habla de la competencia y el monopolio, en trminos dialcticos, sealando: En la vida
prctica se encuentra no slamente la competencia, el monopolio y su antagonista, sino
tambin su sntesis, que no es una frmula, sino un movimiento. El monopolio produce la
competencia, la competencia produce el monopolio. Los monopolistas se hacen
la
competencia, los competidores devienen monopolistas. Si los monopolistas restringen la
competencia entre ellos mediante asociaciones parciales, la competencia se acrecienta entre
los obreros, y cuando ms aumenta la masa de proletarios frente a los monopolistas de una
nacin, tanto ms desenfrenada se hace la competencia entre los monopolistas de las
diferentes naciones. La sntesis resulta tal que el monopolio no puede sostenerse ms que
pasando contnuamente por la lucha de la competencia.
3
A la concentracin y centralizacin horizontal (que abarca empresas de la misma rama) se
une o le sigue la de tipo vertical, como los combinados monopolistas, en la que empresas de
distintas ramas actan bajo un mando nico.
4
OME/41, p.273.

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estaban bastante impresionados por el mantenimiento de los precios que caracterizaba a


los monopolios, dado que la cada de los precios era un claro exponente de las crisis y de
las quiebras de las empresas que la crisis llevaban consigo.
Lenin, por el contrario, considera que la eliminacin de la crisis por los monopolios es una
fbula de los economistas burgueses, los cuales ponen todo su empeo en embellecer el
capitalismo. Las virtudes de la empresa combinada respecto a la coyuntura -expuestas
por Hilferding5 no le resta nfasis al planteamiento de la crisis por Lenin: 1) porque
considera el monopolio que se crea en varias ramas aumenta y agrava el caos propio de
todo el sistema de la produccin capitalista en su conjunto; 2) Se acenta an ms la
desproporcin entre el desarrollo de la agricultura y el de la industria, desproporcin que
es caracterstica del capitalismo en general; 3) La situacin de privilegio en que se halla
la industria ms cartelizada, lo que se llama industria pesada, particularmente la hulla y el
hierro determinan en las dems ramas de la industria la falta mayor de armona. 4) Y
junto a ello los progresos extremadamente rpidos de la tcnica traen aparejados consigo
cada vez ms elementos de desproporcin entre las distintas parte de la economa
nacional, elementos de caos y crisis. 5) Y las crisis -crisis de todas clases, sobre todo las
econmicas, pero no slo stas- aumentan a su vez, en proporciones enormes, la
tendencia a la concentracin y el monopolio.
c)
La socializacin contradictoria de la produccin por el monopolio. La contradiccin
netamente capitalista entre el carcter social de la produccin y la concentracin de la
propiedad privada de los medios de produccin en pocas manos, se agudiza bajo el
imperialismo. Eso significa, 1) que el imperialismo arrastra, por decirlo as, a los
capitalistas, en contra de su voluntad y de su conciencia, a un cierto nuevo rgimen social,
la transicin entre la absoluta libertad de competencia y la socializacin completa; 2) el
yugo monopolista sobre el resto de la poblacin se hace cien veces ms duro, ms
sensible, ms insoportable; 3) aunque la produccin mercantil sigue reinando como
antes y es considerada la base de toda la economa, en realidad se halla ya quebrantada, y
las ganancias principales van a parar a los genios de las maquinaciones financieras.
1. 2. El nuevo papel de los bancos, la formacin del capital financiero y el poder de la
oligarqua financiera
A) EL NUEVO PAPEL DE LOS BANCOS
La crisis de 1900 tambin intervino en el proceso de concentracin y centralizacin de la
banca en las economas nacionales avanzadas, arrojando tres aspectos principales en la
transformacin del capitalismo en imperialismo:
a) El proceso por el cual los bancos se convierten en monopolios omnipotentes que
disponen de casi todo el capital monetario de todos los capitalistas y pequeos patronos,
as como de la mayor parte de los medios de produccin, y de las fuentes de materias
primas de uno o muchos pases. El incremento del capital bancario como la expansin de
las redes bancarias (por el nmero de oficinas y el drenaje de ingresos de todo gnero),
redunda en otro aspecto del papel de los bancos, sealado por Marx: "Los bancos crean a
escala social la forma y nada ms que la forma de la contabilidad general y la distribucin
de los medios de produccin".
b) Entrelazamiento de los grandes bancos con la industria. Este aspecto, subraya Lenin, es
el ms evidente del nuevo papel de los bancos. Los bancos no se resignan a ser simples
intermediarios y aspiran a la ganancia monopolista y hacerse copropietarios de las
empresas, por medio de los hilos que facilitan las sociedades annimas. El
entrelazamiento, por medio de este u otros procedimientos, contribuye a dar celeridad e
intensidad a los monopolios en la industria y el comercio, al tiempo que supone el resultado
5

Lenin: Obras Completas, Editorial Progreso, Mosc 1984, Tomo 27, p 327-328. La
combinacin -dice Hilferding- nivela las diferencias de coyuntura y garantiza, por tanto, a la
empresa combinada una cuota de ganancia ms estable. En segundo lugar, la combinacin
conduce a la eliminacin del comercio. En tercer lugar, hace posible el perfeccionamiento
tcnico y, por consiguiente, la obtencin de ganancias suplementarias en comparacin con las
empresas simples (es decir no combinadas). En cuarto lugar, fortalece la posicin de la
empresa combinada en comparacin con la empresa simple, la refuerza en la lucha de
competencia durante las fuertes depresiones (estancamiento de los negocios, crisis), cuando
los precios de las materias primas disminuyen en menos que los precios de los artculos
manufacturados.

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de la subordinacin, cada vez mayor, del capital industrial. Dada la magnitud del negocio
bancario y las relaciones de control de los bancos con las empresas industriales afines y
los grupos de empresa que giran en su rbita, aparece una especializacin de la banca y la
introduccin de los servicios de estudios financieros que sirven a esos fines.
c) La unin personal de los grandes bancos con las grandes empresas industriales y
comerciales, se refuerza con la unin personal de stos con los altos funcionarios de los
Gobiernos.
d) El poder de los bancos influye en la prdida de importancia del papel de la bolsa, desde el
momento que los bancos pueden colocar la mayor parte de las emisiones entre sus
clientes, resumido en el dicho de que todo banco es una bolsa. Esta circunstancia tpica
del caso alemn, era interpretada como la expresin del Estado Industrial, completamente
organizado y la manifestacin de la regulacin consciente de las leyes econmicas a
travs de los bancos. A lo cual responde Lenin: que esa regulacin consciente a travs de
los bancos consiste
en el despojo del pblico por un puado de monopolios
completamente organizados. Por eso, de este periodo datan las quejas del pequeo
capital, contra el terrorismo de los bancos.
B) EL CAPITAL FINANCIERO.
Lenin corrige la definicin de capital financiero dada por R.Hilferding, que brevemente dice:
Capital financiero es el capital que se halla a disposicin de los bancos y que utilizan los
industriales. Considera la definicin incompleta. Primero, por no tener en cuenta la elevada
concentracin de la produccin que supone la aparicin de los monopolios; segundo, por no
apreciar la fusin de los grandes bancos con la industria, que especifica la formacin y dominio
del capital financiero, de lo que resulta que un pequeo nmero de magnates dominan ambas
esferas.
C) EL PODER DE LA OLIGARQUA FINANCIERA
El dominio monstruoso de la oligarqua financiera que dispone de considerables fortunas
en capital dinero, por lo cual crea una espesa red de relaciones de dependencia sobre todas
las instituciones econmicas y polticas de la sociedad burguesa contempornea sin
excepcin.
Un medio de reforzar el poder piramidal de los grupos financieros, son las redes creadas
por la difusin de las sociedades por acciones y el sistema de participacin entre stas. El
sistema de participacin consiste en la posesin de acciones de una compaa por otra. De
esta suerte, un grupo financiero adquiere el control de una sociedad annima, sin una gran
inversin, mediante un paquete de control del total de las acciones, y puede, a partir del capital
de esta sociedad madre, crear otra sociedad annima hija, que a su vez puede crear otra
sociedad nieta, en todas las cuales el grupo financiero en cuestin tiene el paquete de control
y ocupa el papel dirigente. Estos efectos multiplicadores del poder de los grupos financieros
cuentan con la impunidad para realizar todo tipo de negocios oscuros y especulativos, dado
que las distintas sociedades creadas son formalmente independientes.
A esto se suman las prcticas de ocultacin, en las sociedades annimas,
los
malabarismos en los balances (ingeniera contable), son otro de los medios empleados para
engaar al pblico y al accionista medio, y a la vez salvarse los responsables en caso de
fracaso o quiebra. No menos destacables resultan los manejos de los trusts norteamericanos,
que mediante la expresin de capital diluido multiplicaban por ocho el monto de capital
fusionado en el trust del azcar, y que mediante la llamada recapitalizacin calculaban de
antemano los beneficios monopolistas y pagaban monstruosos dividendos diluidos.
Frente al supuesto de capital popular o de democratizacin del capital, al que se presta
la apologa de la sociedad annima, Lenin seala el reforzamiento que stas representan del
capital financiero, lo cual pasa por la emisin de acciones ms pequeas. Algo que tena claro
el capitalista alemn Siemens, al decir que la accin de una libra esterlina es la base del
imperialismo britnico.
La emisin de valores es otra de las operaciones ms lucrativas del capital financiero, ya
sea la emisin de valores industriales, como el servir de intermediario en la emisin de
emprstitos al extranjero, (en consonancia con la importancia del capital de prstamo en la
exportacin de capital de este periodo). En ese sentido, Francia ocupa un papel de primer
orden, dado que el dominio de la oligarqua financiera se basa en los cuatro bancos ms
importantes, que gozan del monopolio absoluto en la emisin de valores. De hecho se trata de

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un trust de los grandes bancos. Y el monopolio garantiza beneficios monopolistas de las


emisiones.
Tambin los procesos de urbanizacin de las ciudades, resultantes del crecimiento de la
industria, hacen de la especulacin de terrenos -por parte de los bancos- una operacin
especialmente lucrativa.. En este caso -dice Lenin- el monopolio del banco se funde con el
monopolio de la renta del suelo y con el monopolio del transporte, pues el aumento de los
precios de los terrenos depende principalmente de los buenos medios de comunicacin con la
parte cntrica de la ciudad.
El poder de la oligarqua financiera se consolida gracias a los enormes beneficios que
sacan tanto de la coyuntura de auge econmico, en general, como de la depresin econmica,
en particular, que arruina las empresas ms dbiles, y que los bancos adquieren a bajo precio
en su lucrativo negocio de saneamiento y reorganizacin. En definitiva, por la propia
naturaleza y prctica de la ganancia monopolista, el dominio de los grupos financieros impone
a toda la sociedad un tributo en provecho de los monopolistas.
El predominio del capital financiero lleva a proporciones inmensas la separacin
propiamente capitalista entre la propiedad del capital y la gestin de ste en la produccin,
dada la difusin de la sociedad annima; al separar el capital dinero del capital industrial o
productivo; al separar el rentista que vive del corte del cupn, el especulador que se lucra de
los emprstitos, de las operaciones burstiles y del trfico de capitales monetarios, respecto a
los empresarios y gerentes que participan en el funcionamiento del capital productivo.
Sobre estas separaciones del capital en funciones, abunda toda una literatura econmica
destinada a los capitales financieros buenos y malos, en los que el autobombo servil hace
que las publicaciones alemanas se reclamen de la honradez de los alemanes, frente a los
modales dinamiteros y venales de los monopolios norteamericanos, por un lado, y la
especulacin de los franceses, por otro, sin apreciar los elementos de corrupcin y de
plutocracia, puestos de manifiesto en la secreta aspiracin de los altos funcionarios del Estado
a la sinecura de los grandes bancos.
Pero es justamente la potencia del capital financiero sobre todas las dems formas de
capital, en los cuatro pases ms importantes de este periodo: Inglaterra, EE.UU, Francia y
Alemania, lo que convierte a estos Estados en potencias financieras, respecto a los cuales, el
resto del mundo tiene funciones de deudor y tributario de esos pases banqueros
internacionales, de esos cuatro pilares del capital financiero mundial.
1.3. La exportacin de capital
a) El sello distintivo del ascenso de los monopolios es la exportacin de capital, a diferencia
de la primaca en la exportacin de mercancas, caracterstica del capitalismo concurrencial
o premonopolista. Lo cual, a su vez, redunda en reforzar la exportacin de mercancas,
introduciendo en las transacciones los principios monopolistas.
b) Ahora bien, la exportacin de capitales exige dos premisas fundamentales: un excedente
de capital en los pases avanzados, y la creacin de un mercado mundial, en el que los
pases atrasados ofrecen oportunidades de inversin ms lucrativas, o donde se han
asegurado las condiciones elementales de desarrollo de la industria. La primaca de
Inglaterra, derivada de ser el primer pas capitalista del mundo, explica que tras implantar
el libre cambio pretendi ser el taller del mundo, el proveedor de artculos manufacturados
para todos los pases, los cuales deban suministrarle a cambio materias primas, se refleja
en el volumen de exportacin de capitales a sus colonias.
La exportacin de capital aparece relacionada inicialmente con unos pocos pases
c)
europeos, principalmente: Inglaterra, Francia y Alemania, en los que la acumulacin arroja
un excedente de capital, equiparable a una maduracin excesiva de capital en las
metrpolis imperialistas. A la objecin de por qu se invierte el capital fuera, en lugar de
hacerlo en el propio pas, ya haba respondido Marx: Cuando se enva capital al
extranjero, no es porque este capital no encuentre en trminos absolutos ocupacin dentro
del pas. Es porque en el extranjero puede invertirse con una cuota ms alta de ganancia6.
Objecin que vuelve a plantearse y a la que responde Lenin: Mientras el capitalismo sea
capitalismo el excedente de capital no se consagra a la elevacin del nivel de vida de las
masas del pas, ya que esto significara la disminucin de las ganancias de los capitalistas,

K. Marx: El Capital, tomo III, Fondo de Cultura Econmica, Mxico, 1985, p.253.

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sino al acrecentamiento de estos beneficios mediante la exportacin de capitales al


extranjero, a los pases atrasados.
d) La exportacin de capital se realiza por consiguiente para obtener una ganancia ms
elevada, la cual, en el caso de los pases atrasados, se basa en el hecho de que los
capitales son escasos, el precio de la tierra relativamente poco considerable, los salarios
bajos y las materias primas baratas. A su vez esta exportacin de capital acelera el
desarrollo capitalista en estos pases. El imperialismo crea capitalismo y se agudiza la ley
capitalista del desarrollo desigual.
e) El capital invertido en el extranjero por Inglaterra, Francia y Alemania hasta 1914, refleja
la supremaca de Inglaterra, dada la gran magnitud de su imperio colonial; seguida por
Francia cuyo exportacin de capital se diriga principalmente a otros pases europeos,
encabezados por Rusia, con la particularidad de que a diferencia de Inglaterra, se trataba
de capital de prstamo, de emprstitos pblicos. En tercer lugar, estaba Alemania, con el
menor peso colonial y un capital invertido sobre todo entre Europa y Amrica.
La exportacin de capital estimula la exportacin de mercancas bajo principios
f)
monopolistas. Esto significa: la utilizacin de las 'relaciones' para las transacciones
provechosas. En el caso del capital de prstamo, Lenin cita como ejemplo el que las
clusulas del emprstito imponga la inversiones de una parte del mismo en la compra de
productos al pas acreedor, particularmente barcos y armamentos.
1. 4. El reparto econmico del mundo entre los monopolios internacionales
Las asociaciones monopolistas -crteles, sindicatos, trusts- se reparten entre s el
a)
mercado interior, en primer lugar, al apoderarse de las principales ramas de la produccin
del pas, para pasar luego a los mercados exteriores, en los que la exportacin de capital,
la existencia de las colonias y el mercado mundial preparan el terreno.
b) La formacin de los crteles internacionales mediante el acuerdo entre monopolios de
distintos pases, es considerado por Lenin un nuevo grado de concentracin mundial del
capital y de la produccin, un grado incomparablemente ms alto que los anteriores. Los
crteles internacionales, a semejanza de los nacionales, fijan los precios y condiciones de
venta, y se reparten los mercados. Son acuerdos que afectan al campo de las materias
primas, metales y fuentes de energa, como la electricidad y el petrleo.
c) El hecho de que en estos acuerdos internacionales se unan los monopolios privados y los
monopolios estatales, significa que tanto los unos como los otros no son ms que distintos
eslabones de la lucha imperialista que los ms grandes monopolistas sostienen en torno al
reparto del mundo.
d) Los acuerdos monopolistas de los crteles en el reparto econmico del mundo eran
tenidos por modelos pacficos de entendimiento internacional, en los medios burgueses y
socialdemcratas. Lenin responde que eso significa ocultar y confundir los objetivos de la
lucha -entre los grupos monopolistas- con las formas de lucha que revisten. Cuando son
los objetivos de la lucha, el que aclara el sentido histrico-econ-mico de los
acontecimientos, pues la forma de lucha puede cambiar constantemente en dependencia
de diversas causas, relativamente particulares y temporales, mientras la esencia de la
lucha, su contenido de clase, no puede cambiar mientras subsistan las clases. Suplantar
el contenido de la lucha y de las transacciones entre los grupos capitalistas por la forma de
esta lucha y de estas transacciones (hoy pacfica, maana no pacfica, pasado maana
otra vez no pacfica) significa descender al papel de sofista.
e) El reparto econmico del mundo, la internacionalizacin del capital en manos de los
monopolios, no es un simple efecto perverso del capitalismo, sino el nico camino para la
superganancia. Este reparto se hace en funcin de la fuerza de los grupos capitalistas,
dado que otro procedimiento de reparto es imposible en el sistema de la produccin
mercantil y del capitalismo. Y cmo la fuerza est en razn del desarrollo econmico y
poltico, para entender las correlaciones de fuerzas hay que saber cules son los
problemas que se solucionan con los cambios de las fuerzas, pero saber si dichos cambios
son puramente econmicos o extraeconmicos (p.e. militares) es un asunto secundario
que no puede hacer variar en nada la concepcin fundamental sobre la poca actual del
capitalismo.
1. 5. El reparto del mundo entre las grandes potencias capitalistas
a) El rasgo distintivo a comienzos del siglo XX es el reparto territorial definitivo del planeta,
por vez primera, no en el sentido de que sea imposible repartirlo de nuevo, sino en el de

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b)

c)

d)

e)

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que la poltica colonial de los pases capitalistas ha terminado ya las conquistas de todas
las tierras no ocupadas que haba en nuestro planeta; de modo que lo que en adelante
puede efectuarse son nicamente nuevos repartos, es decir, el paso de territorios de un
propietario a otro y no el paso de un territorio sin propietario a un dueo.
Desde finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX se ha realizado el reparto del mundo
entre Inglaterra, Francia y Alemania, las principales potencias coloniales europeas. Por
qu esta relacin entre auge de la conquista colonial y el ascenso del capital financiero?
Porque el control de las materias primas es indispensable para la solidez del dominio
monopolista, que se asegura de una manera ms cmoda y lucrativa mediante la
opresin colonial. Adems no se trata slo del presente. Para el capital financiero no
tienen importancia slo las fuentes de materias primas ya descubiertas, sino tambin las
posibles, pues la tcnica avanza en nuestros das con una rapidez increble y las tierras
hoy inservibles pueden ser convertidas maana en tierras tiles....
A diferencia de la poca clsica de la libre competencia, en la que la poltica burguesa era
partidaria de la independencia de las colonias, el ascenso de los monopolios se vincula al
florecimiento de la ideologa y poltica imperialista, sealadamente durante este periodo en
el caso de Inglaterra y extensible al entusiasmo por la panacea de la riqueza de las
naciones. La salvacin est en el monopolio, decan los capitalistas al fundar los crteles,
sindicatos y trusts. La salvacin est en el monopolio, repetan los jefes polticos de la
burguesa, apresurndose a aduearse de las partes del mundo todava no repartidas.
El reparto del mundo entre las grandes potencias capitalistas abarca una variedad de
formas de dependencia poltica-estatal. Desde las colonias, en sentido estricto, que son los
pases sometidos econmica y polticamente a las metrpolis imperialistas, a los pases
semicoloniales y dependientes, que son los que, pese a gozar de independencia poltica,
estn sometidos de hecho, en mayor o menor grado, a las redes financieras del
imperialismo. Y esto porque: El capital financiero es una fuerza tan considerable, puede
decirse tan decisiva, en todas las relaciones econmicas e internacionales, que es capaz
de subordinar y en efecto subordina, incluso a los Estados que gozan de la independencia
poltica ms completa.
Los nuevos repartos del mundo y la redistribucin de las reas de influencia expresan las
correlaciones de fuerzas de las potencias imperialistas, tanto en el sentido de la lucha por
la supremaca entre ellas, como por la necesidad de debilitar a los adversarios.

2. EL ANLISIS DE LAS CLASES, CRTICA DEL OPORTUNISMO REFORMISTA Y DE LA


ARISTOCRACIA OBRERA
Cmo afrontar la lucha contra el imperialismo, contra la monstruosa dominacin de la
oligarqua financiera? Para Lenin es indudable que si las fuerzas del imperialismo no
tropezaran con resistencia alguna se impondran en toda su extensin. Pero la funcin del
anlisis es detectar, desde el punto de vista de la lucha de clases -en el sentido motor de la
historia- las tendencias y contratendencias que dimanan, apreciando el antagonismo de
intereses que imprime a las formaciones sociales. El hecho objetivo de que la guerra
imperialista, ponga a la orden del da la estrecha vinculacin de la poca del imperialismo con
la poca de la revolucin proletaria, no implica la simpleza del anlisis, ni la vulgarizacin del
marxismo. Por el contrario, obliga a resolver toda una serie de cuestiones, producto de la
complejidad que presenta la doble vertiente del imperialismo, en cuanto capitalismo parasitario,
corruptor y agonizante, por un lado, y de poca de transicin del capitalismo al socialismo, de
antesala latente hacia una forma social superior, que abre la ruptura revolucionaria, la
revolucin social.
En esas condiciones, hay que aguzar ms si cabe la exigencia del anlisis marxista de las
clases sociales para orientar la accin revolucionaria, puesto que de ese anlisis depende la
fundamentacin cientfica de la poltica. El marxismo -escribe Lenin en Cartas sobre tcticaexige de nosotros el anlisis ms exacto, objetivamente comprobable, de las clases y
peculiaridades concretas de cada momento histrico. Nosotros, los bolcheviques, hemos
procurado siempre ser fieles a esta exigencia, indiscutiblemente obligatoria desde el punto de
vista de toda fundamentacin cientfica de la poltica7 .
2. 1. La importancia del anlisis de las clases
7

Lenin: O.C. Tomo 31, p.139.

Laberinto 3

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Efectivamente, desde el punto de vista marxista hay que establecer el antagonismo entre la
dos clases principales del modo de produccin capitalista, cuyas leyes de movimiento actan y
agudizan bajo formas ms o menos modificadas. Cmo se presenta este antagonismo a
escala mundial? En la correlacin de clase entre la burguesa y el proletariado, bajo el
imperialismo, tenemos el dominio en bloque de la burguesa, en un polo, y el bloque proletario
en otro. Entre ambos bloques se encuentran las capas intermedias de la pequea burguesa,
cuya crtica subalterna al imperialismo no se puede perder de vista.
a) Dominio de la burguesa imperialista: Paso en bloque de todas las clases poseyentes al
imperialismo, originado por la red extraordinariamente vasta y densa de relaciones y
vnculos que ha subordinado a su frula, no slo a la generalidad de los capitalistas y
patronos medios y pequeos, sino tambin a los ms insignificantes, por una parte, y la
exacerbacin por otra de lucha con otros grupos nacionales de financieros por el reparto
del mundo y por el dominio sobre otros pases8.
Esto significa que la burguesa de todas las grandes potencias europeas (Inglaterra,
Francia, Alemania, Austria e Italia), ms Japn y Estados Unidos son reaccionarias de pies
a cabeza y estn penetradas de la dominacin mundial, razn por la cual todas sus guerras
son rapaces, criminales y reaccionarias, o sea, imperialistas. No as la guerra contra esas
burguesas imperialistas, por parte de los pueblos oprimidos y las colonias, que tambin
son naciones, en lucha por la autodeterminacin nacional, por la independencia poltica.
El imperialismo no es slo la tendencia a la anexin econmica de los mercados y los
territorios bajo frmulas coloniales y neocoloniales. El aspecto poltico principal del
imperialismo es la tendencia a la reaccin en toda la lnea. El imperialismo no quiere la
libertad, sino la dominacin mundial, lo cual comprende dos fenmenos concomitantes: 1,
la tendencia a la nivelacin o la desaparicin de las diferencias polticas entre las
respectivas burguesas imperialistas, y 2, la tendencia a la corrupcin y escisin del
movimiento obrero, bajo la frula del oportunismo y la aristocracia obrera, sobornada por
las superganancia monopolistas, y enquistada en el partido obrero burgus.
Adems, en la apreciacin del dominio econmico y poltico mundial del imperialismo, hay
que tener en cuenta no slo el monopolio de la violencia que representa la maquinaria
represora de los Estados capitalistas, sino tambin la ideologa imperialista, con sus
prdicas de reforma y embaucamiento que penetra en la clase obrera y dems clases
subalternas. Esas prdicas estn destinadas a alentar los sentimientos de confianza de la
masa inconsciente hacia los capitalistas. Por eso, la burguesa se mantiene no slo por
medio de la violencia, sino tambin gracias a la rutina, la ignorancia y la falta de
organizacin de las masas.
b) El proletariado revolucionario. Es el sujeto de la revolucin social que se avecina. Por
qu? Porque el proletariado revolucionario es la clase que no slo puede ofrecer
resistencia al imperialismo, sino que ha de hacerlo en forma de revolucin social. En los
pases capitalistas beligerantes, la situacin revolucionaria creada por la guerra imperialista
supone un viraje histrico. La gran guerra -dir Lenin- ha permitido a los socialdemcratas
europeos comprobar su tctica (y estrategia) en una crisis mundial, revelndose ante la
capitulacin socialdemcrata y la bancarrota de la II Internacional, la necesidad del partido
marxista revolucionario. Convertir la guerra imperialista en guerra civil por el derrocamiento
de las burguesas imperialistas, y oponer a la carnicera y la matanza entre proletarios de
distintos pases, la confraternizacin entre ellos, para que vuelvan las armas contra sus
gobiernos y los derriben, exige un partido de nuevo tipo. Pues: La poca imperialista no
tolera la coexistencia en un mismo partido de elementos de vanguardia del proletariado
revolucionario y la aristocracia semipequeo-burguesa de la clase obrera, que se beneficia
de las migajas, de los privilegios proporcionados por la condicin dominante de su
nacin. La vieja teora de que el oportunismo es un matiz legtimo dentro de un partido
nico y ajeno a los extremismos se ha convertido hoy en da en el engao ms grande a
la clase obrera, en el mayor obstculo para el movimiento obrero9.
Vista la necesidad de la constitucin del proletariado para s, la constitucin del
proletariado en partido de clase revolucionaria, hay que establecer a rengln seguido la
poltica de alianzas. En trminos generales esta alianza estratgica -en los pases
imperialistas- pasa por atraer a las masas semiproletarias, sealadamente los campesinos
8
9

Lenin: O.C. Tomo 27, El imperialismo....., p.427.


Lenin: O.C. Tomo 26, El socialismo y la guerra, p. 277.

La teora del imperialismo de Lenin

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pobres, especificada por la famosa alianza obrero-campesina, y arrancar a la burguesa


los pequeos propietarios que ella engaa y los millones de trabajadores cuyas
condiciones de vida son ms o menos pequeo burguesas10. En ese sentido, cabe
apreciar la crtica democrtico pequeo-burguesa al imperialismo, y el sesgo reformista que
le caracteriza, en la medida que su crtica no afecta a las bases profundas del dominio
imperialista.
c) Reformismo democrtico pequeo-burgus. Lenin destaca cmo aparece en todos los
pases imperialistas, el rechazo al ascenso del imperialismo, a principios del siglo XX.
Expresa sobre todo la oposicin a la omnipotencia de los bancos, a la oligarqua financiera,
contra la exportacin de capital al extranjero, en lugar de emplearlo en el fomento de la
industria patria y elevar la capacidad de consumo de la poblacin.
En ese contexto reformista, destaca la crtica del economista ingls J.A.Hobson, clebre por
su libro El imperialismo (1902). Junto a la salida de tipo subconsumista, que Lenin
rechaza, hace notar que el mrito de Hobson radica en que, pese a no ser marxista, hace
un anlisis ms profundo que los realizados por algunos marxistas. En este sentido,
destaca el nfasis de Hobson en el parasitismo imperialista, consistente en que el dominio
colonial europeo, cuyo mximo exponente es Inglaterra, permite enriquecerse a las clases
superiores y sobornar a las clases inferiores. El parasitismo hace presagiar todo tipo de
degeneraciones, tal como educar al negro para el trabajo, liberando as a los trabajadores
de las metrpolis imperialistas de los peores trabajos, y en otros fenmenos de ociosidad,
evidenciado por el hecho de que se reduzca la agricultura en provecho de las zonas de
diversin y recreo de los ricachos, ejemplo del turismo de la Riviera francesa, el sur de
Inglaterra y otros lugares de Italia y Suiza.
Pero, sobre todo, est el hecho de la mella que el parasitismo ha ocasionado en una parte
de los obreros, creando una categora especial diferenciable de la gran masa proletaria. Se
trata de una diferencia entre las capas superiores de los obreros y la capa proletaria
inferior, propiamente dicha. Esa capa superior integra a los miembros de las cooperativas y
de los sindicatos, de las sociedades deportivas y de las numerosas sectas religiosas. El
derecho electoral se halla adaptado al nivel de esta categora...Para dar una idea favorable
de la situacin de la clase obrera inglesa, ordinariamente se habla slo de esa capa
superior, la cual constituye la minora del proletariado. Por ejemplo, el problema del paro
forzoso es algo que afecta principalmente a Londres y a la capa proletaria inferior, de la cual
los polticos hacen poco caso...11.
Por otro lado, est en palabras de Hobson, el peligro gigantesco de parasitismo occidental,
vinculado al proyecto de creacin de los Estados Unidos de Europa, como federacin europea
de grandes potencias, en un contexto de interimperialismo, que a su vez designa la
posibilidad de grandes imperios federados, en este caso, animados especialmente por el
reparto pacfico de China. En esto Lenin recuerda que, ya el social-imperialista alemn
G.Hildebrand haba propuesto, en 1910, la formacin de los Estados Unidos de Europa
Occidental (sin Rusia) para aplastar a los negros africanos y al Islam, para sostener un ejrcito
y una marina potente contra la coalicin chino-japonesa.
Pero, qu es lo importante en la crtica del imperialismo? Lo esencial en la crtica del
imperialismo -dir Lenin- es saber si es posible modificar mediante reformas la base del
imperialismo, si hay que seguir adelante agudizando y ahondando ms las contradicciones que
el imperialismo engendra, o hay que retroceder atenuando dichas contradicciones. Y
retroceder era lo que haca el oportunismo reformista, representado por K. Kautsky.
2. 2. La lucha contra el oportunismo reformista y la aristocracia obrera
La crtica del oportunismo reformista, concretada en la crtica del papel del kautskismo,
reviste una doble importancia. Kautsky haba sido la mxima autoridad de la II Internacional
(1989-1914) y conservaba una importante influencia en el movimiento obrero. Por eso Lenin
estaba obligado a: 1) mostrar la errada actitud de Kautsky, y 2) hacer patente que esa actitud
era una negacin del marxismo.
Kautsky, como se dijo, entenda por imperialismo no una fase, etapa o estadio del
capitalismo. Negaba de plano que el imperialismo abarcara todas las modificaciones o
10

El imperialismo...., ver prlogos de los aos 1917 y 1920.


Ibid. p. 424. Lenin agrega: Se debera decir: del cual los politicastros burgueses y los
oportunistas socialistas hacen poco caso.

11

10

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fenmenos que le eran inherentes al capitalismo contemporneo, dado que en dicho caso,
tendra que concluir con que el imperialismo es una necesidad vital del capitalismo, como l
mismo admita. En lugar de esto daba una definicin errnea e inofensiva: El imperialismo es
un producto del capitalismo industrial altamente desarrollado. Consiste en la tendencia de toda
nacin capitalista industrial a someter y anexionarse cada vez ms regiones agrarias sin tener
en cuenta la nacionalidad de sus habitantes. Lenin rechaza esa definicin: 1 porque no es el
capital industrial, sino el dominio del capital financiero lo que caracteriza al imperialismo; 2
porque ste se anexiona econmicamente todo lo que puede, tanto las regiones agrarias como
las industriales, y 3 porque el aspecto poltico anexionista (de las colonias) no lo enmarca en el
aspecto poltico principal del imperialismo, que es la tendencia a la violencia y a la reaccin.
La nocin del imperialismo, en cuanto tipo peculiar de poltica capitalista, como lo era el
manchesterismo al que ha reemplazado12, significaba en Kautsky dejar la puerta abierta a la
posibilidad de recomendar otra poltica burguesa; para que -en lugar de malo- el capital
financiero fuera bueno y pacfico. Una poltica socialpacifista, en definitiva, animada por el
cese de las rivalidades imperialistas, llamada a la sazn ultraimperialismo o
superimperialismo, cuyo modelo lo encuentra en los acuerdos monopolistas de los crteles,
segn la cual bastara la aplicacin de la poltica de los crteles a la poltica exterior. A eso
respondan consejos de este tipo: Como mejor puede realizar el capital su expansin -deca
Kautsky- no es por medio de mtodos violentos sino por la democracia pacfica. De camino
ignoraba las prcticas menos pacficas o decididamente violentas de los crteles, tanto en el
terreno econmico y poltico, de cmo se las gastaban contra los out siders (empresarios que
se resistan al monopolio), los dumping a la exportacin y el recurso a los aranceles
proteccionistas, para eliminar al competidor, y dems exponentes de la falta de ejemplaridad
democrtica de los principios monopolistas. La teora del superimperialismo, aspiraba pues a
la unin de los imperialismos de todo el mundo y no la lucha entre ellos, la fase de cesacin de
las guerras bajo el capitalismo, la fase de la explotacin general del mundo por el capital
financiero unido internacionalmente. Naturalmente para Lenin, todo eso eran serviles
recomendaciones en torno a la idea profundamente errnea, que lleva el agua al molino de los
apologistas del imperialismo, segn la cual la dominacin del capital financiero atena la
desigualdad y las contradicciones de la economa mundial, cuando en realidad lo que hace es
acentuarlas.
El planteamiento de Kautsky se reclamaba de la significacin puramente poltica de la
palabra imperialismo, que a su juicio era la que primaba entre los tratadistas ingleses, los ms
versados en la materia. Pero, curiosamente, I.A. Hobson, el distinguido reformista autor de El
Imperialismo, era todo un ejemplo de anlisis econmico, y Lenin poda hacer notar, no slo
que el interimperialismoal que aluda Hobson era asimilable al ultraimperialismo o
superimperialismo de Kautsky, sino lo por debajo que el marxista Kautsky quedaba del
social-liberal y reformista Hobson, tanto en la apreciacin de las rivalidades imperialistas, como
en lo relativo a las degeneraciones parasitarias del imperialismo, a las que ni Kautsky ni
Hilferdin haban prestado atencin. Obviamente la pregunta era: Por qu estos campanudos
marxistas no ven la tendencia al parasitismo en las potencias imperialistas, ni las
consecuencias sociales y polticas que acarrea para el movimiento obrero? Por qu no
reparan en la significacin de los Estados Unidos de Europa, tan admirablemente expuesta por
Hobson, y disimulan el hecho de que los socialchovinistas colaboran con la burguesa
imperialista para formar una Europa imperialista sobre los hombros de Asia y frica, en
palabras de Lenin?
La temtica del parasitismo y la descomposicin del capitalismo es un punto de reflexin al
que Lenin le presta necesariamente gran atencin. Pues, el hecho de que los monopolios
manejen sumas astronmicas de millones, lejos de ser un mero dato econmico, indiferente a
la vida poltica y social, es un fenmeno que lo penetra todo llevando a las sociedades a la
degeneracin y la decadencia, con independencia del rgimen poltico y de cualquier otra
particularidad. Ms exactamente: El imperialismo es una enorme acumulacin en unos
pocos pases de un (gran) capital monetario....De ah el incremento extraordinario del sector
rentista, esto es de individuos que viven del 'corte del cupn', que no participan para nada en
ninguna empresa y cuya profesin es la ociosidad. En ese clima de corrupcin y
descomposicin que alimenta el parasitismo, es tambin donde la superganancia monopolista
permite sobornar a las capas superiores del proletariado y con ello nutre y refuerza el
12

Lenin, O.C. Tomo 28, Cuadernos sobre el imperialismo


Kautsky) p.268.

(referencia de un artculo de

11

La teora del imperialismo de Lenin

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oportunismo. Por eso, en un sentido pionero fue el imperialismo ingls el que, desde la
segunda mitad del siglo XIX, refleja a la perfeccin las causas y las consecuencias del
fenmeno oportunista. En este sentido, las causas fueron:1) la explotacin del mundo por
Inglaterra, 2) la situacin de monopolio en el mercado mundial, y 3) el monopolio colonial
ingls. Las consecuencias han sido: 1) el aburguesamiento de una parte del proletariado ingls,
y 2) el que una parte del proletariado permita que lo dirija gente comprada por la burguesa o,
cuando menos, pagada por ella.
Para respaldar su lnea de argumentacin, Lenin, invoca a Marx y Engels, que aunque no
alcanzaron la poca imperialista del capitalismo mundial, s observaron las caractersticas de
Inglaterra a mediados del siglo XIX, y los dos rasgos principales del imperialismo -las
inmensas colonias y la ganancia monopolista en el mercado mundial-, por lo cual Inglaterra era
entonces una excepcin entre los pases capitalistas. Y de esos dos rasgos imperialistas, Marx
y Engels, pudieron sacar la conclusin de la victoria temporal del oportunismo en el movimiento
obrero ingls, y el problema que planteaba para la revolucin socialista en el pas, que por su
mayor desarrollo capitalista, tendra que haber sido el primero en realizarla. En consecuencia:
por qu el monopolio de Inglaterra da la victoria temporal del oportunismo en ese pas?
Porque el monopolio da superganancias, es decir un exceso de ganancias por encima de las
ganancias normales, ordinarias del capitalismo en todo el mundo. Los capitalistas pueden
gastar una parte de esta superganancias ( e incluso una parte no pequea!) para sobornar a
sus obreros, creando algo as como una alianza ...de los obreros de una nacin dada con sus
capitalistas, contra los dems pases13. Esto explica la existencia de la aristocracia obrera en
Inglaterra, detectada por Engels, en el magnfico prlogo de 1892 a su obra La situacin de la
clase obrera en Inglaterra14, as como la creacin en ese pas de un partido obrero burgus.
Ahora bien, cabe preguntar, entonces: Qu diferencia se plantea respecto al precedente
de la Inglaterra de mitad del siglo XIX? Para Lenin hay dos aspectos diferenciales. Ahora, en
primer lugar, no hay uno sino varios, ahora el partido obrero burgus es inevitable y tpico en
todos los pases imperialistas, puesto que Inglaterra ya no tiene el monopolio absoluto, no est
sola en el contexto imperialista; pero, en segundo lugar, los partidos obreros burgueses de las
metrpolis imperialistas no pueden triunfar por largo tiempo, no pueden ser tan duraderos como
lo fue el partido obrero burgus en Inglaterra. Las rivalidades imperialistas por el reparto del
botn y la mayor explotacin y opresin de las grandes masas, conducir a las guerras
imperialistas y a la lucha revolucionaria encaminada a derribar a la burguesa y a los partidos
obreros burgueses que la mantienen en pie. Visto el fundamento econmico de la aristocracia
obrera y del partido obrero burgus, lo importante es fijar la atencin en el desplazamiento
en las relaciones entre las clases que comporta, razn por la cual ese desplazamiento
encontrar sin gran 'dificultad' una u otra forma poltica. Pues las instituciones polticas y
econmicas del capitalismo reservan a la aristocracia obrera los privilegios y prebendas
correspondientes a los servicios que le prestan: La burguesa imperialista atrae y premia a los
representantes y adeptos de los partidos obreros burgueses con lucrativos y tranquilos
cargos en un gobierno o en un comit de la industria de guerra, en un parlamento y en diversas
comisiones, en las redacciones de los peridicos legales "serios", o en la direccin de los
sindicatos obreros no menos serios y obedientes a la burguesa15.
En esa direccin, cmo interviene la democracia poltica burguesa y la manipulacin de las
masas? En nuestro siglo no se puede pasar sin elecciones; no se puede prescindir de las
masas, pero en la poca de la imprenta y del parlamentarismo no es posible llevar tras de s a
las masas sin un sistema ampliamente ramificado, sistemticamente aplicado y slidamente
organizado de adulacin, de mentiras, de trapicheos, de prestidigitacin con palabras
populares y de moda, de promesas a diestro y siniestro de toda clase de reformas y beneficios
para los obreros con tal de que renuncien a la lucha revolucionaria por derribar a la
burguesa16.
El oportunismo del partido obrero burgus se manifiesta asimismo en la invocacin del
marxismo en falso. Donde el marxismo es popular entre los obreros, esta corriente...invocar a
Marx y jurar en su nombre. No hay modo de prohibrselo, como no se puede prohibir a una
13

Lenin: O.C. Tomo 30, El imperialismo y la escisin del socialismo, p.180.


OME 6/ Federico Engels, La situacin de la clase obrera en Inglaterra, Barcelona 1975, pp.
600-601.
15
Lenin, Tomo 30, El imperialismo y la escisin del socialismo, p.183.
16
Ibid.
14

12

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empresa comercial que emplee cualquier etiqueta, cualquier rtulo, cualquier anuncio. En la
historia ha sucedido siempre que despus de muertos los jefes revolucionarios, cuyos nombres
eran populares en las clases oprimidas, sus enemigos intentarn siempre apropirselos para
engaar a estas clases17[17]. Mientras que, por otro lado, el oportunismo socava el terreno,
presentndose como matiz legtimo, a la par que factor de corrupcin de la inteligencia y
desmoralizacin del movimiento obrero, al darse como argumento aplastante de la causa
perdida. Baste lo dicho por el ruso L. Martov, al esgrimir en defensa del oportunismo, que la
causa de los adversarios del capitalismo sera una causa perdida, si el capitalismo avanzado
condujera al reforzamiento del oportunismo, o si los obreros mejor retribuidos mostraran
inclinacin hacia el oportunismo.
No hay tampoco que dejarse impresionar por la apelacin de los oportunistas a las masas, a
las organizaciones de masas, y de stas como abrigo del oportunismo. Porque el hecho de
que el sindicalismo tradeunionista ingls estuviera del lado del partido obrero burgus fue
observado por Marx y Engels, que no se conformaron con ese partido y lo desenmascararon.
Hay masas y masas. Primero, porque esa organizacin de masas sindical era una minora del
proletariado. Bajo el capitalismo -dice Lenin- no puede pensarse seriamente en la posibilidad
de organizar a la mayora de los proletarios. En segundo lugar -y esto es lo principal- no se
trata tanto del nmero de miembros de una organizacin, como del sentido real, objetivo, de su
poltica: si esta poltica representa a las masas, sirve a las masas, es decir, sirve a las masas
para liberarlas del capitalismo, o representa los intereses de una minora, de su conciliacin
con el capitalismo. En qu consiste, entonces, la lnea marxista de masas, de rechazo a la
masa de maniobras del oportunismo, imbuido de respetabilidad burguesa? Hay que ir a las
masas, al ms abajo y ms hondo, donde estn las verdaderas masas proletarias, a luchar
por el socialismo y la revolucin a travs de las largas y dolorosas peripecias de la guerra
imperialista y de los armisticios imperialistas. A las masas hay que decirles la verdad. El
oportunismo y el tumor maligno que representa para la revolucin debe ser explicado. La
nica lnea marxista en el movimiento obrero consiste en explicar a las masas que la escisin
con el oportunismo es inevitable e imprescindible, en educarlas para la revolucin mediante
una lucha despiadada contra l, en aprovechar la experiencia de la guerra para desenmascarar
todas las infamias de la poltica obrera nacional liberal y no para encubrirlas18.
Ms adelante, despus de la gran revolucin rusa de octubre de 1917, que confirma la
revolucin venidera, aunque haya fracasado luego la revolucin alemana de 1818, y la
revolucin europea parezca aplazarse, en el prlogo de 1920 a su libro El imperialismo.., el
concepto de aristocracia obrera es resumido por Lenin en trminos lapidarios. Primero, el
concepto designa a una capa de obreros aburguesados. Segundo, que son enteramente
pequeoburgueses por su rgimen de vida, por sus retribuciones y por toda su concepcin del
mundo. Y tercero, que son el principal apoyo de la II Internacional, de la socialdemocracia
oficial. En suma son: verdaderos agentes de la burguesa en el seno del movimiento obrero,
lugartenientes obreros de la clase de los capitalistas, verdaderos vehculos del reformismo y
del chovinismo. En la guerra civil entre el proletariado y la burguesa se colocarn
inevitablemente, en nmero considerable al lado de la burguesa.
3. LA REVOLUCIN SOCIAL Y LA ALIANZA CON LA LIBERACIN NACIONAL DE LAS
COLONIAS
Las grandes cuestiones que se perfilan en la coyuntura revolucionaria explicitan del todo la
teora del imperialismo, en su sentido poltico e ideolgico. En ese orden, aparece en primer
lugar la necesidad del partido de nuevo tipo ya entrevisto, por un lado, en la obligatoria lucha
contra el oportunismo, y las condiciones requeridas, por otro, para la creacin de la nueva
Internacional. En esa direccin, importar antes que nada saber que el modelo de la II
Internacional es el desechable, a la par que se presagia, en trminos alternativos, el modelo del
partido bolchevique, cuya fuerza terica y prctica sobresale muy por encima de los grupos
internacionalistas europeos, llamados a organizarse en torno a la vieja bandera del marxismo,
que dir Lenin.
En esas circunstancias de mxima agudizacin de la lucha de clases, el pensamiento de
Lenin, siempre complejo y vigoroso se agiganta, ante los desafos que lleva aparejado el
desarrollo del marxismo, especificado en los debates de los innumerables problemas
17
18

Ibid. p.184.
Ibid. p.185

13

La teora del imperialismo de Lenin

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planteados y la pertinencia de las soluciones marxistas dadas. La problemtica candente de la


guerra y la revolucin es la esfera estratgica sustancial, en la que se debate la conexin de la
revolucin socialista con el progreso de la lucha de clases y la eficacia prctica de las
consignas polticas basadas en el anlisis concreto. El progreso -como dice Lenin en 1916-, si
no se toman en cuenta los posibles y transitorios pasos atrs, es factible slo en direccin a la
sociedad socialista, a la revolucin socialista. Pero la ley capitalista del desarrollo desigual en
la economa y en la poltica permite presagiar que la revolucin socialista pueda realizarse en
Europa, en uno o varios pases.
La alianza de la revolucin europea con la liberacin de las colonias, que son naciones y
pueblos oprimidos y sojuzgados por las grandes potencias imperialistas, vuelve a poner en
primer plano la discusin sobre la autodeterminacin de las naciones, y la exigencia primordial
que sta comporta para el proletariado de la nacin opresora. No obstante los numerosos
escritos de Lenin sobre la temtica de la autodeterminacin nacional, volvern a ella en la
controversia con los izquierdistas, poniendo el dedo en el economismo imperialista, como
exponente del aplastamiento u opresin del pensamiento humano por los horrores de la guerra
imperialista, y el menosprecio de la democracia y la renuncia al anlisis que de ello resulta.
3. 1. La necesidad del partido revolucionario y la nueva Internacional
La traicin socialdemcrata a la revolucin social y, por tanto, la bancarrota de la II
Internacional ponen en primer plano la necesidad del partido revolucionario de nuevo tipo. Los
bolcheviques rusos son -en la teora y la prctica- los que encabezan la lucha contra el
oportunismo y los que estn mejor situados para afrontar la gestacin de la nueva
Internacional. Los bolcheviques, que dirigen el Partido Obrero Socialdemcrata de Rusia, han
luchado contra las diversas variantes del oportunismo (economicismo, liquidacionismo, etc), lo
cual ahora les ahorra los males del socialchovinismo y el socialimperialismo. Tras sufrir, en
1913, una escisin de los oportunistas, el grupo de diputados obreros rusos en la Duma, que
seguan la pauta marcada por el partido bolchevique, no slo se negaron a votar los crditos de
guerra en 1914, sino que se dirigieron, en protesta contra la guerra, a los sectores ms hondos
de la clase obrera, llevando la propaganda contra el imperialismo a las amplias masas de los
proletarios rusos. Por eso fueron arrestados y llevados a la deportacin en Siberia,
demostrando as, con la excepcin de la regla, que no todos los grupos parlamentarios eran
iguales.
No haba ocurrido as, en Alemania, en la que el grupo parlamentario haba votado los
crditos de guerra, y el partido socialdemcrata, el partido rector de la II Internacional, tras la
vergonzosa capitulacin estaba dividido en tres tendencias: una derecha oportunista
(socialchovinista y socialimperialista, que ha llegado a la mayor degradacin), el oportunismo
socialpacifista, el centro kautskiano, y la izquierda representada por los revolucionarios e
internacionalistas, que publican revistas y llamamientos ilegales, como el titulado El enemigo
principal est en el interior del pas, y en los que denuncian el carcter imperialista de la
guerra.
En el folleto El socialismo y la guerra, Lenin seala las trapaceras de que se valen los
oportunistas socialdemcratas respecto a la bancarrota de la II Internacional, cuyas opiniones
al respecto tachan de exageradas. As como las previsibles tentativas de reconstituirla
despus de la guerra, en sintona con la afirmacin exculpatoria de Kautsky de que la
Internacional era un arma para tiempos de paz, por lo que deduca que, en tiempos de guerra,
no estuviese a la altura de las circunstancias. Esa definicin conciliatoria con el
socialimperialismo, lo era a cambio de ignorar el Manifiesto de Basilea (1912), por el que todos
los partidos socialistas europeos se comprometieron, en caso de guerra imperialista, a
aprovechar la crisis econmica y poltica para precipitar la cada del capitalismo. Pero, cuando
lleg la guerra y la crisis revolucionaria, la mayora de los partidos socialdemcratas aplic una
tctica reaccionaria, embrollando de paso todo lo relativo al carcter de clase de la guerra,
promoviendo la defensa de la patria y el apoyo a los gobiernos respectivos, acusndose unos
oportunistas a otros de tener las manos llenas de sangre, y aplicarse mutuamente el trmino
injurioso de imperialismo y de guerra imperialista, sin ms problemas ni escrpulos de
conciencia.
Y cuando la guerra haya terminado, seala Lenin, se amnistiarn unos a otros,
reconocern que todos tenan razn, que en tiempos de paz vivimos como hermanos, pero que
en tiempos de guerra, basndonos exactamente en tales o cuales resoluciones, exhortamos a
los obreros alemanes a exterminar a sus hermanos franceses y viceversa. (..) Se echar tierra
a la discusin y todo marchar a pedir de boca. En lugar de ayudar a los obreros a comprender

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Laberinto 3

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lo que ha pasado, se le engaar con una aparente unidad sobre el papel. La unin de los
socialchovinistas y de los hipcritas de todos los pases ser denominada reconstitucin de la
Internacional19[19].
Visto cmo no debe reconstituirse, en componenda con los oportunistas, la nueva
Internacional, el germen de la misma aparece ya unida a la ejecutoria y el desvelo del partido
bolchevique, y de aquellos grupos internacionalistas, que luchan contra el oportunismo
socialdemcrata, principalmente, en una serie de pases europeos. No ofrece la menor duda dice Lenin- de que para crear una organizacin marxista internacional es indispensable que en
los distintos pases haya fuerzas dispuestas a formar partidos marxistas independientes. En
este sentido, Alemania, el pas de movimiento obrero ms antiguo y vigoroso reviste una
importancia decisiva. El futuro prximo nos dir si han madurado ya las condiciones para
constituir una nueva Internacional marxista. Si han madurado nuestro Partido ingresar con
alegra en esa III Internacional, depurada de oportunismo y chovinismo. Si no han madurado
quedar claro que para semejante depuracin an es precisa una evolucin ms o menos
larga20.
En el agrupamiento de los internacionalistas marxistas, y no slo de Alemania, la lucha
contra el centro kautskiano es de suma importancia. Lenin celebra que el autor de un artculo
de fondo de la revista alemana Die Internationale haya sealado el carcter daino del
kautskismo, pues mientras el socialchovinismo es manifiesto, el kautskismo es desde el punto
de vista de los principios el ms nocivo. Por eso la piedra de toque para todo internacionalista
debe seguir siendo la actitud hostil al neokautskismo. Por qu? Porque tratndose de
oportunismos, el oportunismo honrado es el peor de los oportunismos, como deca Engels. El
oportunismo franco -dice Lenin- que provoca la repulsa inmediata de la masa obrera, no es tan
peligroso ni perjudicial como esta teora del justo medio, que exculpa con palabras marxistas la
prctica del oportunismo, que trata de demostrar con una serie de sofismas lo inoportuno de las
acciones revolucionarias...
Al punto que Lenin considera que los posibles fracasos de la gestacin de la II Internacional
se deben a la falta de lucha abierta contra los oportunistas21 y la ruptura con ellos, sobre todo
en Alemania, en la que hay miedo a la escisin y miedo a las consignas revolucionarias, y cuyo
principal defecto es la falta de una organizacin clandestina consolidada. Cuando el legalismo
puro, el legalismo exclusivo de los partidos europeos ha caducado...Este legalismo debe ser
complementado con la creacin de una base ilegal, de una organizacin clandestina, de una
labor ilegal sin ceder al mismo tiempo ni una sola posicin legal. La experiencia demostrar
cmo debe hacerse esto; lo que hace falta es que haya deseos de emprender este camino y
conciencia de su necesidad...22. En esas tareas de la organizacin ilegal y la combinacin de
las formas legales e ilegales de lucha, los bolcheviques tenan una slida experiencia.
De la falta de contundencia frente al oportunismo socialdemcrata, no se libra la eminente
Rosa Luxemburg, tanto en su erudito anlisis de la guerra imperialista, en el folleto Junius ,
como en Las tesis sobre las tareas de la socialdemocracia internacional (1915-1916). A juicio
de Lenin, el folleto Junius era un paso atrs respecto a los planteamientos de la revista La
Internacional que daba nombre al grupo, luego Grupo Espartaco, en la medida que no
estableca la vinculacin obligada entre la capitulacin de la socialdemocracia alemana y el
19

O.C. Tomo 26, El socialismo y la guerra, p.357-358.


Ibidem, p.363.
21
Curiosamente, una anotacin de Lenin en Cuadernos sobre el imperialismo, pp 270-272,
destaca cmo el izquierdista holands A. Panneloek no ha rebatido, con un artculo en Die
Neue Zeit a Kautsky, porque no cuestiona el centro. Y seala Lenin: La lucha por el
socialismo consiste en la unidad de la lucha por los intereses inmediatos de los obreros ( en
consecuencia, por las reformas) y la lucha revolucionaria por el poder, por la expropiacin de la
burguesa, por el derrocamiento del gobierno burgus y de las burguesas. Lo que hay que
combinar no es la lucha por las reformas + frases sobre el socialismo, la lucha por el
socialismo. Aproximadamente: 1. Votar por las reformas + acciones de masas. 2.
Parlamentarismo + manifestaciones...3. Demanda de reformas + demandas concretas de
revolucin. Lucha econmica en conjunto con los no organizados, con las masas, y no slo en
nombre de los obreros organizados. 4. Literatura para la vanguardia + literatura gratuita en
masa para los ms atrasados, para los no organizados, para las masas inferiores. 5. Literatura
legal + ilegal.
22
O.C. Tomo 26, La bancarrota de la II Internacional, p.276.
20

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La teora del imperialismo de Lenin

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oportunismo, no yendo ms all de la denuncia de la traicin de los dirigentes oficiales de la


socialdemocracia, cuando la revista s haba criticado al kautskismo, por su prostitucin del
marxismo y su servilismo socialimperialista. Esa ausencia de la lucha contra el oportunismo era
del todo inconsecuente, en el caso de las Tesis, por cuanto -en la 12 tesis23- se propona crear
una nueva Internacional. Otro error sobresaliente de R. Luxemburg era el relativo a la
imposibilidad de las guerras nacionales bajo el imperialismo, suscrito asimismo en la 5
tesis24[24] del documento sobre las tareas de la Internacional, equivalente a la negacin de la
autodeterminacin de las naciones, que se consideraba irrealizable en la poca imperialista. Al
combatir estos y otros errores, Lenin subraya lo incompatible que es la despreocupacin por
la teora marxista en un momento en que la fundacin de la III Internacional slo es posible
sobre la base de un marxismo no vulgarizado.
3.2. Guerra imperialista y revolucin socialista
En la mayora de los pases capitalistas avanzados, la guerra imperialista haba creado una
situacin revolucionaria, cuya direccin objetiva no puede ser otra que la revolucin socialista.
Pero es al partido de la clase revolucionaria al que corresponde proclamarlo, mostrando que
el socialismo en tiempos de guerra es imposible sin una guerra civil. Pero cmo convertir la
guerra imperialista en guerra civil? El ejemplo lo ha dado, desde el comienzo, el partido
bolchevique, al pensar en acciones sistemticas, consecuentes, prcticas, absolutamente
realizables, cualquiera que fuese el ritmo de desarrollo de la crisis revolucionaria. Estas
acciones se indican en la resolucin de nuestro Partido: 1) votacin contra los crditos de
guerra; 2) ruptura de la paz social; 3) creacin de una organizacin ilegal; 4) confraternizacin
entre los soldados; 5) respaldo a las acciones revolucionarias de las masas. El xito de todos
estos pasos lleva inevitablemente a la guerra civil25[25].
Los oportunistas al renunciar a la revolucin han propagado la mentira burguesa de que la
guerra imperialista se hace en defensa de la patria, en nombre de lo cual, los socialchovinistas
se han pasado al campo de la burguesa contra el proletariado. El medio de que ms se vale
la burguesa para engaar a los pueblos, en esta guerra, consiste en ocultar sus objetivos de
pillaje con una ideologa de liberacin nacional. Pero, tanto los que defienden la victoria de
su gobierno en la guerra imperialista, como los que defienden la consigna de ni victoria ni
derrota, son igualmente socialchovinistas. De rechazo al engao que es la defensa de la
patria en la guerra imperialista, haba surgido, entre los grupos internacionalistas de Holanda,
Escandinavia y Suiza, la idea de sustituir el punto del armamento del pueblo, del antiguo
programa mnimo socialdemcrata, por la consigna de desarme.
Sus promotores aducan, fundamentalmente, que la consigna de desarme era la expresin
ms decidida contra todo militarismo y contra toda guerra. Pero precisamente, dice Lenin, en
este argumento fundamental reside la equivocacin fundamental de los partidarios del
desarme. Y esto porque los marxistas revolucionarios, si son consecuentes con la lucha de
clases, no pueden estar en contra de todas las guerras. Quien admita la lucha de clases no
puede menos de admitir las guerras civiles, que en toda sociedad clasista representan la
continuacin, el desarrollo y el recrudecimiento de la lucha de clases. Negar las guerras civiles
u olvidarlas sera caer en un oportunismo extremo y renunciar a la revolucin socialista. Otro
tanto ocurrira si se ignoran los diferentes tipos de guerra y sus correlaciones, en razn de su
carcter de clase, bajo el imperialismo.
Desde el punto de vista terico, sera totalmente errneo olvidar que toda guerra no es
ms que la continuacin de la poltica con otros medios. La actual guerra imperialista es la
continuacin de la poltica imperialista de dos grupos de grandes potencias, y esa poltica es
originada y nutrida por el conjunto de las relaciones de la poca imperialista. Pero esta misma
poca imperialista ha de originar y nutrir, tambin inevitablemente, la poltica de lucha contra la
23

La 12 tesis deca:Ante la traicin de las representaciones oficiales de los partidos


socialistas de los pases dirigentes a los objetivos e intereses de la clase obrera, ante su giro
desde el campo de la Internacional proletaria al campo de la poltica burguesa imperialista, es
vitalmente necesario para el socialismo crear una nueva Internacional obrera que dirija y
organice la lucha de clase revolucionaria contra el imperialismo en todos los pases.....
24
Los prrafos de la 5 Tesis en cuestin eran ....En la era de este imperialismo desenfrenado
no puede haber guerras nacionales. Los intereses nacionales no son ms que un engao para
poner a las masas populares trabajadoras al servicio de su enemigo mortal, al servicio del
imperialismo.
25
O.C. Tomo 30, Sobre el folleto Junius, p.14.

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Laberinto 3

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opresin nacional y de lucha del proletariado contra la burguesa, y por ello mismo, la
posibilidad y la inevitabilidad, en primer lugar, de las insurrecciones y de las guerras nacionales
revolucionarias; en segundo lugar, de las guerras e insurrecciones del proletariado contra la
burguesa; en tercer lugar, de la fusin de los dos tipos de guerras revolucionarias, etc26.
Adems, no slo la revolucin socialista es una guerra, sino que el triunfo de la revolucin
social desatar ms guerras, tanto desde fuera, como desde dentro, dado que la resistencia de
la burguesa a ceder el paso a la sociedad socialista es la ms encarnizada de todas las
guerras. Sin embargo, es todo este cmulo de cuestiones y problemas concretos de la
revolucin los que pasan por alto los defensores de la consigna del desarme, con su huda de
una realidad detestable y no la lucha contra ella. O es que los partidarios del desarme estn
a favor de un tipo completamente nuevo de revolucin sin armas?.
En consecuencia, subraya Lenin, el socialismo triunfante en un pas no excluye en modo
alguno, de golpe todas las guerras en general. Al contrario, las presupone. El desarrollo del
capitalismo sigue un curso extraordinariamente desigual en los diversos pases. No puede ser
de otro modo, bajo el rgimen de la produccin mercantil. De aqu la conclusin irrefutable de
que el socialismo no puede triunfar simultneamente en todos los pases. Empezar triunfando
en uno o varios pases, y los dems pases seguirn siendo pases burgueses y preburgueses.
Esto habr de provocar no slo rozamientos, sino incluso la tendencia directa de la burguesa
de los dems pases a aplastar al proletariado triunfante del Estado Socialista. En tales casos,
la guerra sera de nuestra parte una guerra legtima y justa. (..) Slo cuando hayamos
derribado, cuando hayamos vencido y expropiado definitivamente a la burguesa en todo el
mundo, y no slo en un pas, sern imposibles las guerras. Y desde un punto de vista
cientfico, sera completamente errneo y antirrevolucionario pasar por alto o velar lo que tiene
precisamente ms importancia: el aplastamiento de la resistencia de la burguesa, que es lo
ms difcil, lo que ms lucha exige durante el paso al socialismo27.
El hecho de que el desarrollo desigual econmico y poltico sea una ley absoluta del
capitalismo, permite a Lenin presagiar el socialismo en un solo pas, antes de 1917, apuntando
las tareas internas e internacionales que acometera. Se refera, en base a dicha ley, a la
posibilidad de que el socialismo triunfe primeramente en unos cuantos pases capitalistas, o
incluso en un solo pas capitalista. El proletariado triunfante de este pas, despus de expropiar
a los capitalistas y de organizar la produccin socialista dentro de sus fronteras, se enfrentara
con el resto del mundo, con el mundo capitalista, atrayendo a su lado a las clases oprimidas,
levantando en ellas la insurreccin contra los capitalistas, empleando en caso necesario,
incluso la fuerza de las armas contra las clases explotadoras y sus Estados28.
Pero cuando se trata de empezar a enfocar el objetivo de la lucha revolucionaria de masas,
en algunos pases, en los que los grupos internacionalistas son dbiles, la pregunta es cmo
hacerlo de manera concreta? El objetivo concreto de la lucha revolucionaria de masas responde Lenin- slo puede consistir en medidas concretas de la revolucin socialista y no del
socialismo en general. Porque del socialismo en trminos vagos, se reclamaban entonces
hasta los socialchovinistas y los polticos sociales burgueses, cuando de lo que se trata, para
elevar el grado de conciencia y organizacin de las masas, es de llevar a trmino medidas
concretas. En ese sentido pondr de ejemplo el programa de los camaradas holandeses, que
propona medidas tales como: la cancelacin de las deudas del Estado, expropiacin de los
bancos y todas las grandes empresas. Adems, aade Lenin: Sera absolutamente errneo
pensar que la lucha inmediata por la revolucin socialista significa que podemos o debemos
abandonar la lucha por las reformas. De ningn modo. No podemos saber de antemano
cundo lograremos el xito, cundo permitirn las condiciones objetivas el surgimiento de esta
revolucin. Debemos apoyar toda mejora de la situacin de las masas, tanto econmica como
poltica. La diferencia entre nosotros y los reformistas no consiste en que nosotros nos
oponemos a las reformas, mientras que ellos las apoyan. Nada de eso. Ellos se limitan a las
reformas y como resultado descienden...al papel de enfermeros del capitalismo. (..) Las
condiciones de la democracia burguesa muy a menudo nos obligan a adoptar una u otra
posicin respecto de un sinnmero de reformas pequeas y minsculas; pero debemos saber
adoptar esta posicin -o aprenderlo- respecto de dichas reformas, de tal modo que
simplificando el problema para mayor claridad, en todo discurso de media hora, se dediquen
26

Tomo 30, El programa militar de la revolucin proletaria, p.141.


Ibid. pp.141-146.
28
Tomo 26, Los Estados Unidos de Europa, p.378.
27

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La teora del imperialismo de Lenin

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cinco minutos a las reformas y 25 minutos a la revolucin venidera29. En definitiva, a los


oportunistas le vendra de perlas el que se le dejase por completo a ellos las reformas,
mientras los revolucionarios se limitan a la fraseologa y las vaguedades sobre el socialismo.
Por el contrario se trata de que stos afronten las medidas de revolucin socialista y un
programa de reformas que tambin debe ser dirigido contra los oportunistas.
3. 3. Autodeterminacin de las naciones e independencia de las colonias
La imposibilidad de las guerras nacionales bajo el imperialismo, planteada por la eminente
Rosa Luxemburg y ratificada por el grupo alemn "La Internacional", que ella lideraba,
constituye, como se dijo, otro de los sonados errores combatidos por Lenin. El error en cuestin
era argumentado en base a que, en la poca imperialista, toda guerra nacional contra una de
las grandes potencias imperialistas conduce a la intervencin de otra gran potencia, tambin
imperialista, que compite con la primera, por lo que toda guerra en principio nacional se
convierte en guerra imperialista. Lenin responde que este argumento es falso, que puede
suceder, pero que no siempre sucede as. Muchas guerras coloniales, entre 1900 y 1914 han
seguido otro camino. Y sera sencillamente ridculo decir que, p.e. despus de la guerra actual,
si termina por un agotamiento extremo de los pases beligerantes no puede haber ninguna
guerra nacional, progresista y revolucionaria, por parte de China, pongamos por caso, en unin
de la India, Persia, Sian, etc., contra las grandes potencias. En definitiva, rechazar la
posibilidad de las guerras nacionales bajo el imperialismo es tericamente falso y errneo
desde el punto de vista histrico y equivale en la prctica al chovinismo europeo: nosotros
que pertenecemos a naciones que oprimen a centenares de millones de personas en Europa,
en Africa, en Asia, etc., tenemos que decir a los pueblos oprimidos que su guerra contra
nuestras naciones es imposible!
Para Lenin, las guerras nacionales de las colonias y semicolonias no slo son probables,
sino inevitables. En las colonias y semicolonias (China, Turqua y Persia) viven cerca de 1.000
millones de almas, es decir, ms de la mitad de la poblacin de la tierra. En estos pases, los
movimientos de liberacin nacional, o bien son ya muy fuertes, o bien crecen y maduran. Toda
guerra es la continuacin de la poltica con otros medios. Las guerras nacionales de las
colonias contra el imperialismo sern inevitablemente una continuacin de la poltica de
liberacin nacional de las mismas. Esas guerras pueden conducir a una guerra imperialista de
las grandes potencias imperialistas actuales, pero pueden tambin no conducir a ella: eso
depender de muchas circunstancias30. Las guerras nacionales contra las potencias
imperialistas son inevitables, progresistas y revolucionarias, aunque su xito depende de la
fuerza del nmero, de los millones de habitantes en los pases oprimidos, as como el que se
produzca una coyuntura favorable, como sera la paralizacin de la intervencin de las
potencias imperialistas, agotadas por la guerra, o la insurreccin del proletariado en una de las
grandes potencias, lo cual sera lo ms deseable y ventajoso para la revolucin socialista y su
alianza con la liberacin de las naciones coloniales.
En conexin con la imposibilidad de la guerra nacional, de la que se desprende la negacin
de la autodeterminacin de las naciones bajo el imperialismo, aparece la caricatura del
marxismo a que han llegado algunos socialdemcratas holandeses y polacos al negar la
autodeterminacin de las naciones incluso en el socialismo. Se recordar que la
autodeterminacin de las naciones tambin haba enfrentado a Rosa Luxembug con Lenin,
siendo decisivas las aportaciones de ste ltimo para enfocar y aclarar el problema. Ahora se
argumenta que la autodeterminacin o independencia poltica de las naciones era irrealizable
bajo el imperialismo e innecesaria en el socialismo. A ese respecto, Lenin sealar a ese
respecto:
1) que, desde el punto de vista del capital financiero, puede darse el caso de ser ventajoso
para sus intereses el conceder la independencia poltica a algunas naciones, llegando
incluso a la independencia estatal de algunas pequeas naciones, a fin de no correr el
riesgo de ver perturbadas sus operaciones militares. Hay que estudiar la originalidad de
los alineamientos polticos y estratgicos y repetir, venga o no a cuento la palabreja
imperialismo. Y hay que tener en cuenta que las colonias son tambin naciones;
que la guerra de los pueblos oprimidos, como los de las colonias, es una guerra
2)
verdaderamente nacional, y en sta la defensa de la patria s es del todo justa, cuando
por otro lado era un engao en la guerra imperialista; ya que esta ltima no se hace para la
29
30

18

Tomo 30, Tesis sobre la actitud del partido socialdemcrata suizo hacia la guerra, p. 228.
Ibid. Sobre el folleto Junius p.6-7.

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liberacin de las naciones, sino para decidir qu grupo de carniceros someter a mayor
nmero de naciones;
que las guerras nacionales contra las potencias imperialistas, como luchas que son por la
3)
autodeterminacin nacional, implican: 1 la accin del proletariado y el campesinado
oprimidos nacionalmente, junto con la burguesa oprimida nacionalmente contra la nacin
opresora; 2 la accin del proletariado, de su partido consciente, en la nacin opresora,
contra la burguesa y todos los elementos de la nacin opresora que le sigan;
4) que la consigna de autodeterminacin en relacin con las colonias, planteada por el
partido obrero, an en colonias donde no haya obreros, no slo no es un absurdo, sino
obligatorio para todo marxista; aunque en China, Persia, India, Egipto hay obreros,
tambin habra que promoverla, en caso de no haber ms que esclavos y esclavistas;
sobre todo, teniendo en cuenta que la autodeterminacin es una cuestin de dos naciones,
la opresora y la oprimida, y debe ser el proletariado de la nacin opresora el ms
interesado en proclamar el derecho a la independencia poltica de la nacin oprimida.
En definitiva: La lucha nacional, la insurreccin nacional y la separacin nacional son
completamente realizables y se observan de verdad bajo el imperialismo; es ms, incluso se
intensifican, pues el imperialismo no detiene el desarrollo del capitalismo ni el crecimiento de
las tendencias democrticas en la masa de la poblacin, sino que exacerba el antagonismo
entre dichas tendencias democrticas y la tendencia antidemocrtica de los trusts31.
Pero esta incomprensin de la lucha contra el imperialismo, calificada de caricatura del
marxismo y economismo imperialista, plantea el problema de la democracia poltica, ya
sealado en la temtica de las reformas, y al que Lenin responde una vez ms. Por un lado, al
tratar de la opresin nacional, en la que rechaza que se salga del paso, con frases tendentes al
socialismo ya resolver. Pues hay que distinguir, los males econmicos propios del capitalismo
y que no tienen solucin, mientras no se suprima el capitalismo, y los males que provienen de
la falta de democracia poltica, que es a la que pertenece la autodeterminacin de las naciones,
y por lo tanto es realizable bajo el rgimen capitalista. Tan a ciencia cierta, como que la
sociedad socialista no poseer colonias ni tampoco naciones oprimidas.

31

Tomo 30, Sobre la caricatura del marxismo y el economismo imperialista, p.107.

19

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