Cuentos de Terror
Cuentos de Terror
Cuentos de Terror
El relato del hombre comienza as: Siendo las 00.30 hs. me hallaba mirando
televisin con las puertas de la casa cerradas, cuando de pronto se comenc a or
aullidos de perros. Yo en mi habitacin sin inmutarme para nada segua mirando
televisin, pero uno de mis sobrinos se levanto a mirar por la ventana si haba
algo en el patio. Cuando de pronto escucha ruidos en la cocina, enseguida se va
con su hermano a la cocina y divisan una anciana vestida de negro con una
cartera entre sus manos. Cuando acud al lugar por el llamado asustado de mis
sobrinos me encuentro con esta anciana con ojos blancos y figura fantasmal.
Luego de calmarme un poco la interrogue:
- Que hace aqu dentro de mi casa?
- Que busca?
- Por donde entro?
La mujer permaneci en el lugar por un rato sin inmutar palabra alguna.
Cuando de pronto con su extraa voz respondi: No se como llegue hasta aqu,
solo quiero desaparecer y volver al lugar donde me encontraba.Bueno entonces me decid a abrir la puerta y la invite a salir, de a poco fue
saliendo de mi casa. Pero cuando traspaso el umbral la puerta se doblo. Cuando
tomo la calle y doblo en la esquina un auto levanto sus luces al verla y cuando
pareci que la atropellaba esta figura se desvaneci. Hasta el da de hoy no nos
explicamos que sucedi y la puerta sigue en el estado que la dejo la anciana al
pasarla.
El cuento de la llorona
Esto sucedi en el mes de diciembre de 2004 el fro era ms intenso, las calles
estaban ms silenciosas y oscuras de lo normal y
una fuerte lluvia haba cado en la ciudad. Roberto
viva con su mujer y su hijo pequeo de tres aos en
la Macarena en Sevilla. Escucho una voz mientras
andaba
por
la
calle
que
deca:
"Mis hijos... mis hijos... Donde estn mis hijos...?"
Roberto pens que era una mujer borracha que no
saba lo que deca y sigui caminando hacia su
casa. Al llegar entr a un viejo bao para lavarse la
cara antes de dormir y escucho la voz con el eco del
bao:
"Tu
has
visto
a
mis
hijos...?"
Al girarse vio en el espejo reflejada la silueta de una
mujer y pronto desapareci, Roberto sinti pnico y
llamo a su mujer para contrselo:
-Ana he visto una mujer en el bao que me hablaba y deca cosas al odo...
-Que ms quisieras, Dnde estuviste?
-Te lo juro...
-Ya, bueno vamos a dormir.
Cuando ya llevaban un rato dormidos y reinaba el silencio en la habitacin se
volvi a escuchar:
"Mis hijos... ah llegan mis hijos..."
Roberto se dio cuenta y dijo:
-Ana!
-Roberto Qu es eso?
-Te lo dije yo la escuch, es real.
-Sabes qu? Ya me contagiaste tus nervios, debe ser alguien que no tiene nada
ms que hacer, ve a ver al nio no valla a ser que se haya despertado con tus
gritos.
Roberto entr a oscuras en la habitacin de su hijo, despacio se acerco a su cama
para tocarlo, pero este no estaba ya, solo quedaban ya las sabanas extraamente
mojadas, entonces Roberto dijo:
-Ana El nio esta ya contigo? porque no lo encuentro por ningn lado.
Entonces se escuch:
"T eres uno de mis hijos...? ven... ven conmigo... t eres uno de mis hijos...
*Suspiros*"
Los padres se aterraron al escuchar estas palabras, su hijo no estaba por ningn
lado, pero al parecer aquella aparicin de terror lo haba encontrado antes que
ellos:
-Sultame tu no eres mi mama! Voy a llamar a mi papa! Sueltame, dejame!
"Tu eres uno de mis hijos.... ven..."
-Roberto corre, ve a ver donde est el nio!
-Esta en el labadero!
Cuando el padre del nio subi las escaleras vio como era abrazado por aquella
aparicin terrorfica abrazaba a su hijo, vestida de blanco, con la piel ms blanca
que su tnica, los labios morados y sus ojos negros y sin brillo, con mirada triste
pero a la vez terrorfica.
Ella lo tomo de los cabellos y lo hundi de cabeza en la pileta del labadero.
Roberto quiso acercarse a ayudar a su hijo pero dela oscuridad salieron dos
perros negros llenos de rabia que le impedan el paso hacia esa mujer, para
salvar a su hijo. Ana grit:
-Porfavor deja mi hijo, por dios te lo pido!
Dichas estas palabras como por un milagro los perros salieron despavoridos, la
mujer desapareci en la oscuridad y Roberto pudo acercarse a su hijo pero ya era
tarde, su hijo haba muerto ahogado.
FIN