Elite Fanfiction - The Gutter

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The Gutter

Story: The Gutter


Storylink: https://www.fanfiction.net/s/11780431/1/
Category: Twilight
Genre: Romance
Author: Elite Fanfiction
Authorlink: https://www.fanfiction.net/u/5926885/
Last updated: 02/09/2016
Words: 4269
Rating: M
Status: Complete
Content: Chapter 1 to 1 of 1 chapters
Source: FanFiction.net
Summary: TRADUCCIN: Cuando Bella le pide al hijo de su
vecino limpiar sus canaletas, l termina haciendo eso y muchsimo
ms! OS

*Chapter 1*: The Gutter


Disclaimer: La historia no nos pertenece, los personajes son de S.
Meyer y la trama de CullensTwiMistress, slo nos adjudicamos la
traduccin.
The Gutter
By: CullensTwiMistress
Traduccin: Rosie Rodrguez
Beta: Flor Carrizo
The Gutter
Uhg, maldito Forks! Todos los otoos pasamos por lo mismo. Todas
las hojas muertas caen lejos de los rboles en el patio trasero y la
siguiente primavera le tengo que pedir a mi pap que suba la
escalera y saque todo el lodo de las jodidas canaletas.
Y luego l siempre me dice lo mismo:
As que, Bells, si tuvieras un hombre en casa no tendras que
preguntarle a tu viejo.
Claro que l dira cosas como esas, tener a una hija de veintisis
aos de edad an dependiendo de l deba ser espantoso.
Bufo mientras veo la sucia agua lodosa salir de los aleros. Las
canaletas necesitan limpieza ahora que el clima es clido y la nieve
ya no est.

Es tanta mi suerte que mi padre no est aqu, sino en Florida con


Mary, su nueva esposa. La jubilacin debe ser genial. Dijo que
regresara para el final del verano. No le encuentro lgica, pero cada
quien con su tema.
Esto slo significa que tendr que hacer el trabajo por m misma.
No soy la persona ms coordinaba y las alturas, de hecho, son la
nica cosa que intento evadir a toda costa, pero viendo cmo los
aleros estn goteando y el lodo est saliendo a chorros, no tengo
opcin.
Respiro profundo y cierro mis ojos. Puedo hacer esto.
Camino hacia afuera, hacia el pequeo cobertizo en el patio trasero.
Tiene todo tipo de herramientas, incluyendo la dichosa escalera.
Con otra respiracin profunda, abro las chirriantes puertas dobles y
mir dentro del pequeo cobertizo. Por lo general no entro a buscar
muchas cosas ya que mi pap se ha tomado la tarea de hacer la
mayora de los trabajo de aire libre, incluyendo cortar la grama en el
verano.
Afortunadamente, es un hermoso clido da, si no fuese por el
calendario, pensara que era mediados de julio en lugar de mediados
de junio. Tengo que limpiar las canaletas ahora porque estamos
esperando una gran tormenta y no me puedo permitir pagar un
nuevo techo.
Doy un paso atrs y miro la casa. He puesto la escalera contra ella
pero dudo sobre escalar esa cosa tan delgada. Supongo que mi pap
tiene razn, si tuviera un hombre en la casa Nope, ni siquiera
puedo terminar ese pensamiento.

Tengo suficientes amigas casadas y todas se quejan de lo mismo:


tienen que decirles a sus parejas que hagan todo en la casa,
incluyendo colocar papel sanitario en su lugar cuando el anterior se
acaba.
Yo, por ejemplo, no necesito eso en mi vida en estos momentos.
Lo que necesito es un hombre de mantenimiento!
Suspirando y frunciendo mis labios, giro sobre mis talones y me
dirijo hacia el vecino.
Carlisle, mi vecino, casi siempre tiene a alguien que le hace las
cosas en su casa. l debe saber a quin puedo llamar para que haga
esto, cierto? Si no, googlear a alguien.
De hecho, Bella, Edward acaba de llegar de la universidad de
Washington. Estoy seguro de que podra ayudar. Carlisle sonre y
me invita a pasar.
Recuerdo a Edward un poco. Le ensen ingls en tercer ao de
secundaria. l era alto, puras extremidades. No puedo recordar
mucho su rostro, excepto por un grave caso de acn y lentes negros
de gran montura. Era muy inteligente y tambin bastante tmido. No
recuerdo verlo desde que se fue a la universidad el otoo pasado,
conforme con Carlisle y Esme le estaba yendo maravillosamente
bien en sus clases.
Sera genial. Lo hara yo misma pero t sabes, yo y las
alturas? No nos llevbamos muy bien. Le sonro tmidamente a
Carlisle. Me ha conocido por aos y, como mi doctor, ha curado
bastante mis golpes y moretones como para no discutir con mi
lgica.

No te preocupes, Bella. Djame ir a buscarlo. Ya regreso.


Asiento mientras Carlisle se encamina hacia la cocina.
En pocos minutos, est de vuelta con una amplia sonrisa.
Si no te molesta, Edward terminar de desayunar y te ver en un
momento. Dijo que estara feliz en ayudar.
Dejo escapar un suspiro de alivio. El saber que no tendr que
hacerlo yo me quita un peso de encima.
Muchsimas gracias, Carlisle. Dile a Edward que vaya a la puerta
trasera, estar en el porche extendiendo la ropa.
Con eso, sonro y dejo su casa. Me siento ligera y el clima est
calentando mi piel mientras camino el corto sendero hacia mi patio
trasero.
En la maana me haba puesto un suter tejido sobre una ligera
camisa sin mangas, pero toda las energa que haba puesto en mis
quehaceres, ms el clido aire, me est dando un poco de calor.
Subo los dos escalones del porche y entro en el recibidor. Me quito
el suter y lo cuelgo en un gancho en la puerta y procedo a vaciar la
lavadora colocando las toallas blancas en una cesta. Luego vuelvo a
llenar la lavadora con una carga de ropa oscura. Despus tomo la
cesta de ropa mojada y la saco.
Mi patio trasero es bastante aislado, rboles altos y arbustos
rodeando el patio, concedindome sombra y privacidad de mis
vecinos. Lo haba convertido en mi santuario privado, lleno de
coloridas flores silvestres y un estanque Koi*. Cuando me siento y
leo o le coloco nota a los trabajos en mi silln, se siente como si
estuviera en un prado. Es silencioso y hermoso. Y a la vez, estoy en

mi patio trasero.
Comienzo a colgar las piezas ms grandes como mis camisas
blancas y unos cuantos sujetadores. Finalmente llego a las cosas
ms lindas, como mis tangas de volantes.
Puede que est soltera, pero s como mezclarme y conseguir un
polvo. Prefiero a las parejas annimas, sin rostros, sin nombres.
Esos a los que no tengo que ensear y regaar. Es ms fcil para m.
Mientras contemplo la idea de salir ms tarde, escucho pasos y la
puerta abrirse y cerrase.
Estoy de espaldas al sonido y mis brazos estn alzados para alcanzar
la cuerda.
Edward? pregunto mientras guindo mi braga color rosada con
blanco punteada.
Escucho la grama ser pisada y los pasos acercndose ms.
S. Una profunda voz resuena en el aire, dejndome paralizada.
El Edward que yo recuerdo tiene una voz temblorosa. Temblorosa y
nerviosa. Rpidamente me volteo quedndome muda.
El hombre delante de m es alto y ligeramente musculoso, no mucho
pero la camisa con corte en V que est usando se amolda a l en
todos los lugares correctos.
Puedo ver su clavcula salir del cuello de su camisa y siento la
irracional necesidad de pasar mi lengua sobre ella. Es
completamente inapropiado, pero casi espero que este no sea
Edward para as poder saltarle encima.

Mirando con detenimiento, su rostro es angular y su mandbula,


bueno, no hay palabras Su rostro es perfecto. Sus ligeramente
partidos labios se ven suaves y atrayentes. Me pregunto cmo se
sentirn sobre mi cuerpo.
Su nariz est ligeramente torcida pero le va con la apariencia. Es
como si fuese perfecto porque no lo es. Me gusta.
Sus lentes estn cubriendo sus ojos, lo cual es muy malo porque
estoy segura de que son tan adorables como el resto de l.
Cubro mi rostro del sol y doy un paso al frente.
Edward, eres t?
Porque si lo es, el chico ha estado comiendo sus vegetales.
S. Eh mi pap dijo que necesitaba ayuda con algo. Su
mandbula se abre y mis bragas se destruyen en los escasos
segundos que le toma decir esas palabras.
Aclaro mi garganta. Esto no puedo pasar. Yo soy por lo menos ocho
aos mayor que l. Fui su profesora por Dios!
Oh, las cosas que podra ensearle
No, esto est tan mal. l es demasiado hermoso para no tener una
novia de su edad. Qu mujer americana de sangre roja no querra
una parte de eso?
Sacudo mi cabeza y, sin xito, intento aclarar mis pensamientos.
As que, eh, s. Las canaletas.

Edward se quita sus lentes y me brinda una pequea sonrisa torcida.


Traga en seco. No voy a sobrevivir el da.
Qu sucede con sus canaletas, seorita Swan?
Nada, a excepcin de mi cabeza que se vuelve loca cuando se trata
de ti, Edward.
Respiro hondo pero todo lo que huelo es l. Chico y pino con algo
de especias que no puedo adivinar qu es. Esto no puede ser bueno.
Las canaletas estn llenas de hojas y escombros.
Oh, es esa la razn por la cual la escalera est afuera?
pregunta y sonre abiertamente, mostrando sus dientes.
Mis ojos caen en su cabello alborotado color oxido y siento mis
bragas mojarse al pensar en que se vera como un nido en mi
entrepierna mientras pone su lengua en un buen uso.
Tengo problemas.
Estoy en un deslumbramiento de lujuria por lo que parece horas
hasta que l se mueve incmodo. Pobre chico, finalmente me he
vuelto loca y lo he follado con la mirada.
S, s. Escalera afuera. Muevo mi mano quitndole
importancia mientras un sonrojo se aloja en las mejillas de Edward.
Debera sentirme mal, pero no.
Usar mi tiempo libre en una buena causa.
Dios, por favor, haz que las bateras aparezcan en mi gaveta
porque quiero sacar el vibrador para poder masturbarme

adecuadamente con pensamientos de un adolescente limpiando mis


canaletas. De acuerdo? Gracias, adis.
Froto mis manos en mi rostro y suspiro cuando l se gira y sale de
mi patio trasero por la verja. Me siento un poco incmoda porque l
tuvo que presenciar ese lapso momentneo de prdida de juicio.
Es un chico de dieciocho aos. Hombre. Chico es un chico. No,
espera, con dieciocho es un hombre.
Estoy bien, no soy una robacunas. Todava.
Joder.
Mordisqueo mi labio y muerdo mi cutcula. Es asqueroso pero lo
hago cuando me pongo nerviosa. En estos momentos estoy
nerviosa.
Y cachonda.
Aww, a la mierda.
Termino de colgar mi ropa en la cuerda y corro a la casa.
Logro abrir un hueco en el suelo de mi sala de estar al caminar de
un lado al otro por cinco minutos, fisgoneando por la ventana.
Ahora lo estoy acosando. Pattico.
Todo lo que puedo ver desde mi posicin estratgica es un poco de
la escalera y sus piernas. Me muevo un poco hacia la esquina de la
ventana y obtengo un vistazo de su tonificado abdomen cuando sus
brazos estn en frente de l y su camisa se ha subido.

Sus pantalones cuelgan de sus caderas esbeltas y puedo ver la cinta


elstica de sus negros bxers sobresaliendo.
Lamo mis labios y me pongo de puntillas para observar mejor.
Sigo el pequeo rastro de vello de su camino feliz y jadeo cuando
desaparece en sus bxers.
Golpeo mi cabeza contra la ventana y siseo cuando el dolor se
propaga en mi cabeza.
Mierda, tengo que parar con esto. Tiene dieciocho! me digo a
m misma cuando me encamino hacia mi habitacin para hacer que
ese vibrador viva.
Luego de recorrer rigurosamente toda la casa en busca de bateras,
decidido tomar el camino del bien y olvidarme del temblor entre mis
piernas. Adems, tengo cosas por hacer, cierto?
Cierto.
Saco la ropa limpia de la lavadora y la llevo afuera. Reviso las que
ya han estado colgadas por casi una hora y me doy cuenta de que
an no estn secas. Suspirando, tomo la ropa mojada y procedo a
colgarla con la ropa blanca.
Cuando estoy colgando la ltima de las camisas, Edward aparece
por la esquina de la casa con la escalera en sus manos. Est un poco
sucio, no mucho, slo lo suficiente para hacerme jadear y cubrirlo
con una tos.
Quieres algo de beber? Se me ocurre que el pobre chico ha
estado trabajando duro en mis canaletas.

S, por favor dice con una sonrisa tmida.


Asiento.
Tomate un descanso. Ir a la casa y har un poco de limonada.
Pu-Puedo usar su bao? pregunta, su voz apenas un susurro.
Es tan lindo.
S, adelante, termino y entro.
Edward entra a la casa mientras termino de colgar la ropa.
Paso la puerta del bao de camino a la cocina y pienso en lo que
est haciendo adentro.
Decido que no necesito saber. Al menos que se est masturbando.
Entonces me gustara observar. Y participar. Tal vez.
Definitivamente.
Arg
Saco dos vasos de vidrio y el colador del refrigerador. Colocando
todo en una bandeja, decido colocar unos bocadillos. Saco el
contener de las fresas de la nevera, las lavo y las coloco en una taza
sobre la bandeja.
Para cuando estoy lista, Edward ya est de vuelta en el patio. Muy
poco tiempo para interaccin dentro de la casa.
Tomo la bandeja y me encamino a mi pequeo oasis, sin tropezar y
sin que nada se caiga de la bandeja. Un gran logro, si me permiten
decirlo.

Hola, traje unos bocadillos. Sonro. No s por qu hago esto,


pero est sentado en mi silln y mi vista es excelente.
Oh, wow, gracias. Edward se endereza y hace un ademn de
levantarse.
Lamo mis labios y lanzo la cautela al viento.
Tiene dieciocho y es completamente legal.
Hazte un lado, la silla es lo suficientemente grande. Sonro y
puede que haya batido mis pestaas una o dos veces. Tal vez.
De acuerdo, estoy coqueteando con l.
Edward hace lo que le digo y se arrima un poco, dejando un
pequeo espacio para que yo me siente.
Coloco la bandeja en la mesa a un lado de la silla y tomo asiento.
Puedo sentir el calor que el cuerpo de Edward irradiar en mi
direccin y estoy bastante consciente de la ajustada camisa sin
mangas que estoy usando. Dios sabe que mis pezones han estado
apuntando en su direccin desde la primera vez que pos mis ojos
en el chico lindo.
Me giro un poco hacia l y le entrego el vaso.
As que, estaban llenas las canaletas? Sonro y hago educada
conversacin mientras vierto limonada en su vaso.
S, aunque he visto peores dice y toma un sorbo.
Veo con fascinante atencin cuando alza su cabeza y traga mi jugo.
Su manzana de Adam se mueve con cada trago y pequeas gotas de

limonada caen de las esquinas de su boca.


La escena es pecadora, sacada de mis sucias fantasas.
Tienes un poco de Sealo su barbilla cuando coloca su vaso
vaco en su regazo.
Sin pensarlo, deslizo mi pulgar sobre la gota de humedad en la
esquina de su boca y recojo el lquido antes de meter el dedo
mojado en mi boca.
Edward mira fijamente mi mano con la boca abierta, traga
audiblemente y lame sus labios.
Nunca he querido ser con tantas ganas un vaso de limonado en toda
mi vida.
Quieres fresas? le pregunto entrecortadamente mientras el
aire entre nosotros cambia.
S, seorita Swan.
Sonro ligeramente.
Dime Bella.
Sonre.
Bella.
Un temblor sube por mi columna, alojndose en mi centro cuando
mi nombre se desliza por su lengua.
Joder Jadeo un poco cuando cojo una fresa. Me volteo hacia

Edward, ofrecindosela. Abre.


Llevo la fresa a sus labios y l abre su boca para m, probndola con
su lengua y chupando un poco antes de morderla.
La. Cosa. Ms. Sexi. Jams.
Sacudo mi cabeza para aclarar mis pensamientos y mis ojos caen en
el frente de sus pantalones. El bulto all me hacer querer hacerle
malas, malas cosas.
Tienes una novia en la universidad? pregunto, porque si no
tiene que comience el juego!
No tengo tiempo para chicas me dice tmidamente.
Mis ojos estudian su rostro.
Por qu?
Se encoge de hombros.
No tuve citas cuando estuve aqu y no s cmo comenzar.
Adems, estoy ocupado.
Pero, mrate. Seguramente hay chicas que te han invitado a salir.
Frunzo el ceo, es decir, en serio!
Edward respira hondo.
S, pero yo simplemente no pude.
Coloco mis manos en sus muslos.
No pudiste qu? Mirando al bulto, s que se le puede parar,

as que obviamente ese no es el problema.


Soy virgen. Demonios, nunca siquiera he besado a una chica. Eso
es como socialmente inaceptable en la universidad. No quise ser
ridiculizado. Tuve suficiente de eso aqu dice en un solo respiro y
desva su mirada de la ma.
Aprieto sus muslos fuertemente.
Oye, mrame.
l cierra sus ojos y deja escapar el aire.
Estoy tan avergonzado.
No lo ests. Te ayudar digo sin siquiera pensarlo.
Pero luego, el peso de mis palabras se viene abajo cuando me doy
cuenta de lo que acabo de decirle, que lo ayudara con su
situacin.
Es decir, slo si quiera mi ayuda. Me recuesto en el silln.
No puedo creer que me acabo de ofrecer a uno de mis estudiantes.
Ex estudiante, seorita Swan me dice con una sonrisa.
Le respondo su sonrisa torcida con una de las mas.
Ests seguro?
Lame sus labios y se inclina hacia delante, su rostro a escasos
centmetros del mo.
Creo que te puedo seguir.

Cierro la distancia entre nosotros y beso la esquina de su boca


ligeramente, acostumbrarse a mi toque es la primera cosa que
necesito ensearle. l est ansioso, aunque es bueno para l, no lo
llevar a ningn lado con las chicas.
Sin embargo, es tan jodidamente hermoso, que probablemente no
importara.
El rostro de Edward est tenso y paralizado mientras beso la otra
esquina de su boca. No se est relajando en lo mas mnimo y creo
que puede que haya dejado de respirar.
Reljate digo entre pequeos castos besos en sus mejillas, nariz
y mentn.
Sus manos agarran mi cintura fuertemente cuando se relaja un poco.
Sabiendo que ya est ms tranquilo, beso su boca por completo,
saboreando la suavidad y el grosor de sus labios.
Agarra el hilo rpidamente y comienza a mover sus labios con los
mos. Tomo su labio inferior en mi boca y succiono un poco
mientras el imita el movimiento con mi labio superior. Gimo ante la
sensacin, es tan natural.
Mis manos encuentran su lugar en su cabello, manteniendo su rostro
justo donde lo quiero. No s ir a ningn lado y tampoco quiero que
se vaya.
Paso mi lengua sobre sus labios, pidiendo permiso el cual me
concede con gusto, encontrando mi lengua con la suya. Nuestros
movimientos son lentos y sensuales mientras nuestras lenguas bailan
juntas lnguidamente.
Me alejo un poco, necesitando tomar un poco de aire.

Joder, ese es el mejor beso que he tenido en aos digo,


jadeando.
Luego me pongo a ahorcadas en su regazo y me restriego
ligeramente en el siempre presente bulto, ganndome un siseo.
Podemos encargarnos de eso si quieres le digo mientras me
inclino para besarlo otra vez.
Las manos de Edward bajan a mis caderas. Sus dedos enterrados en
mis costados mientras me deslizo y restriego contra l desesperada
por algo de liberacin.
Edward gime y alza sus caderas mientras yo me giro y restriego
contra l.
Dejo una hilera de besos hasta su barbilla y llevo mis manos al
dobladillo de su camisa. Jalo de ella y la saco por la cabeza de
Edward.
Ninguna palabra es intercambiada cuando hace lo mismo conmigo,
slo que ahora estoy completamente desnuda de la cintura para
arriba ya que haba optado por ponerme una de esas camisas con
sujetador incorporado.
Edward mira fijamente mis senos y lame sus labios.
Los puedes tocar aseguro, asintindole. Necesito que me
toque.
Edward sube sus dos manos y acuna mis senos y roza sus pulgares
sobre mis endurecidos pezones ganndose un gemido de mi parte.
Estoy tan mojada por l que ni siquiera es gracioso.

Mierda gruo y me restriego contra l ms rpido, girando mis


caderas para una mejor friccin.
Mierda, Bella, amo tus tetas dice antes de meter un pezn en
su boca.
Saboreo la sensacin de sus labios movindose sobre ambos pechos,
dndole a cada uno la misma atencin mientras su bulto se
presionaba contra mi vagina y aliviaba algo de mi dolor. No es
suficiente pero s que puedo hacerme cargo de eso despus.
Masajeo su cabello y guio su rostro hacia mi pecho. Esta es la cosa
ms ertica que he hecho.
Te deseo tanto, Bella. Quiero estar dentro de ti dice entre
besos y lame mi piel.
Oh, mierda, Edward. Tambin quiero eso. Me quito de su
regazo y desabrocho mis pantalones. Los bajo hasta mis pies en
conjunto con mi ropa interior y me paro enfrente de l.
No puedo contenerme, l es la fantasa hecha realidad.
Su rpida respiracin es suficiente indicio de que est tan excitado
como yo. S que acabar rpido, pero lo deseo tanto. No me
importa.
Me arrodillo entre sus piernas a los pies del silln y gateo hasta l.
Luego desabotono su pantaln mientras l alza su trasero para
ayudarme a sacrselo. Retrocedo, llevando su pantaln y ropa
interior conmigo.
Cuando alzo la mirada, obtengo un vistazo de su verga apuntando
orgullosamente hacia su estmago. Es perfecta, no demasiado

grande y no demasiado pequea. Gruesa y s, perfecta.


Gateo de vuelta al silln y me subo sobre sus muslos, su polla entre
nosotros. Puedo sentir la suavidad de su piel sobre su dura verga.
Toma todo mi fuerza de voluntad no montarlo justo all.
Mmm, tan bien gimo cuando retoma su actividad en mis
pezones.
Tomo una de sus manos entre las mas y le guo hacia mi resbaladizo
coo. Mientras su otra mano se desliza por mi cuello y atrae mi
rostro al suyo para un abrasador beso.
Los agiles dedos de Edward hacen un rpido trabajo de deslizarse
entre mis pliegues, tanteando mi entrada ligeramente y luego
haciendo crculos en mi cltoris.
Edward, has estado viendo porno? pregunto mientras beso su
boca, su cuello y su hombro.
Por aos responde entre besos.
Mierda sise cuando mete dos dedos en m, golpeando ese
suave punto perfectamente mientras su dedo pulgar trabaja en mi
cltoris. Para un nervioso virgen, lo est haciendo mejor de lo que
haba tenido en aos.
Me restriego contra su mano y jadeo en su cuello cuando siento el
creciente orgasmo hacer maravillas en mi cuerpo.
Edward mantiene sus dedos trabajando en mi coo y mis tetas
cuando envuelvo mis manos alrededor de su polla. Estoy dudosa en
mis acciones debido a que no quiero que acabe antes de tenerlo
dentro de m.

Estoy cerca Edward digo y me corro, montando su mano


y apretando sus dedos. Tan bueno Respiro en su cuello y
veo mi mano mientras la muevo sobre su polla, masturbndolo.
Tengo condones en mi bolsillo ofrece Edward.
Me inyecto y estoy limpia es mi respuesta.
Edward lleva sus manos a mi trasero y me alza ligeramente mientras
guio su polla a travs de mis pliegues, recolectando la humedad
antes de deslizarme sobre l.
No me muevo mientras mi cuerpo se acostumbra a l.
Mierda, eso se siente tan bien. No voy a durar mucho, hermosa
dice Edward apoyando su frente contra la ma.
Est bien. Ya tuve el mo. Ahora puedes tener el tuyo le digo,
girando mis caderas un poco.
Edward se recuesta en el silln mientras que yo me inclino hacia
adelante y lo beso. Nuestras bocas se mantienen conectadas
mientras alzo mis caderas y suavemente me deslizo de nuevo sobre
l.
Edward grue y maldice mientras marca un ritmo con sus manos en
mis caderas.
Con mi cltoris rozando contra su hueso pbico con cada embestida,
siento mi orgasmo construirse rpidamente y aumento el ritmo para
alcanzar mi propia liberacin.
Tan bueno, Edward. Ests cerca? No puedo creer que haya
durado tanto tiempo y ni mencionar el que haya podido tener un

segundo orgasmo.
S, nena. Tan cerca joder dice cuando sus movimientos se
vuelven frenticos.
El choque de piel contra piel junto a pjaros cantando poda ser
escuchado en el aire. Slo esperaba que sus padres no estuvieran en
el patio.
El pensamiento no me detuvo de montarlo y caer por el precipicio
por un segundo orgasmo mientras Edward ruga.
Bella, me voy a correr Dios Increble.
Edward me sostiene cerca de su pecho mientras ambos bajamos de
nuestro xtasis. Nuestra respiracin laboriosa y nuestros cuerpos
brillando con sudor.
No puedo creer que acabo de tener sexo con mi vecino de
dieciocho aos. Al aire libre. A mitad del da digo cuando me
quito de encima de l y me siento sobre su regazo.
Estaba destinado a pasar. Siempre fuiste sexy, seorita Swan
dice Edward, besando mi hombro.
Alzo mi mirada hacia l, confundida.
Qu?
Yo, eh, tena una especie de enamoramiento contigo me dice,
dejndome muda.
Wow. Bueno, supongo que perder tu virginidad conmigo fue un
sueo hecho realidad, eh? Le sonro flojamente. No puedo

encontrar en m las ganas de discutir o sentirme aterrada. Sucedi y


fue el mejor sexo que he tenido en un largo tiempo.
Lo cual dice mucho de la calidad del hombre por el cual me siento
atrada.
De hecho, s, lo fue. Me gustara que pasara otra vez Si
quieres? dice y me sostiene ms fuerte.
Me relajo contra l.
Necesitas terminar de limpiar mis canaletas primero.
Es un trato, seorita Swan. Me sonre torcidamente y no
discuto sobre cmo me llama, es ms o menos sexy.
Luego de que nos vestimos no le toma mucho termina de limpiar las
canaletas, slo que esta vez, lo hace sin camisa y puedo admirarlo.
Maravilloso!
*Estanque Koi: es un estanque ornamental que se utiliza para
alojar peces Koi, por lo general como parte de una parquizacin o
jardn.

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