Lenguaje y Pensamiento.
Lenguaje y Pensamiento.
Lenguaje y Pensamiento.
Normalmente el hablar con otras personas se nos hace algo de lo más cotidiano, sin embargo, el lenguaje es
algo muy complejo donde interactúan diversas actividades mentales.
Primero es necesario reconocer las palabras dentro de la cadena sonora, después determinar el significado
de cada una de ellas en el contexto de la oración que forman, identificar el nivel de significado o significados
de la oración, y formular una respuesta. El hombre se sirve del habla para numerosos propósitos como para
satisfacer demandas y necesidades, controlar a otros, establecer contactos con la gente, expresar
sentimientos, simular o crear, preguntar o escribir.
También el lenguaje es la razón fundamental por lo que el hombre crea cultura mientras que los animales no.
El lenguaje debe reconocerse como algo más que sólo un medio de comunicación entre los seres humanos,
pues es la característica que hace claramente humana la conducta humana.
Con lo anterior se deduce que el lenguaje es el tipo más complejo de comunicación intencional. Un lenguaje
relaciona sistemáticamente símbolos (sonidos, letras y signos) con el significado, y establece reglas para
combinar y recombinar los símbolos para ofrecer diversos tipos de información.
Primordialmente a los psicólogos les interesan dos aspectos del lenguaje, que son el cómo se adquiere y
cómo se utiliza, nombrando al estudio de estos aspectos Psicolinguística. Algunas escuelas lingüísticas
entienden el lenguaje como la capacidad humana que conforma al pensamiento o a la cognición.
Observaremos como el lenguaje es el indicador más tangible de nuestro poder pensante y como
comprobaremos, el lenguaje participa en muchos procesos psicológicos que el hombre posee.
En este trabajo el lenguaje será definido como: medio de comunicación entre los seres humanos por medio de
signos orales y escritos que poseen un significado. Y en un sentido más amplio se entenderá por lenguaje a
cualquier procedimiento que sirva para comunicarse.
Introducción
La familia y la escuela son los marcos donde básicamente se adquiere y desarrolla el lenguaje de la mayoría
de los niños de nuestra sociedad. Nadie discute el papel del entorno familiar en el acceso a las primeras
etapas del lenguaje. La importancia de la escuela es igualmente incuestionable, ya que favorece las
relaciones e interacciones necesaria para que se desarrolle la comunicación interpersonal y, en buena medida
como consecuencia de ello, la evolución del lenguaje. Así, una de las características de la escuela es que
puede potenciar el desarrollo del lenguaje.
Paralelamente, la escuela exige unos niveles mínimos de lenguaje para poder acceder y seguir mejor los
aprendizajes que en ella se imparten. Este es un factor determinante que se ha de tener siempre presente. Si
no se da este nivel requerido en un momento preciso de la vida escolar, se obstruye el acercamiento a otros
conocimientos para cuyo acceso es básico un adecuado desarrollo que al mismo tiempo precisa para cumplir
la función de impartir conocimientos y favorecer el pensamiento.
DEFINICIÓN.
LENGUAJE: Es le función de expresión del pensamiento en forma oral y escrita para la comunicación y el
entendimiento de los seres humanos.
CONCEPTUAR: Operación del pensar del concepto. El concepto es una operacíón mental por ¡o que se
abarca en un solo acto del pensamiento las características esenciales de una clase. lmplica las operaciones
educación
RAZONAR: Operación del pensar por la cual se produce el raciocinio que es el recurso del pensamiento que
cubre la relac¡ón esencial y general entre las cosas por medio de juicios hasta llegar a una conclusión.
es una planta.
satisfacción.
El proceso del pensar lógíco siempre sigue una determinada djrección.
con avances, paradas, rodeos y hasta retrocesos. El proceso del pensar se presenta como una totalidad
coherente y organizada, en ¡o que respectal a sus diversos aspectos, elementos y etapas.
La relación entre pensamiento y lenguaje es fundamental en todo proceso de construcción del desarrollo
personal. Para que éste tenga lugar es
imprescindible que el niño se relacione con los demás, es decir, que establezca relaciones sociales, pero
¿puede darse esta socialización sin un instrumento,sin el lenguaje
LENGUAJE, donde el papel del docente , la familia y los iguales es vital pues actuarán como dadores de
modelos de imitación que posteriormente serán interiorizados por el alumno a fin de darles un significado, un
pensamiento.Si estudiamos por separado cualquier función psíquica superior(atención, memoria,
pensamiento, lenguaje…etc.) estamos creando un modelo de persona alejado de cualquier rasgo social, de
cualquier matiz interaccional y global, pero ¿ somos realmente así?. Desde nuestro punto de vista pensamos
que no, pues el ser humano es una criatura social desde que nace, donde el lenguaje es clave para su
relación con los demás y consigo mismo. Vigotsky hizo hincapié en este tema con una nueva psicología
donde la interacción y las claves sociales, como el lenguaje, han de servirnos como parte integral y
fundamental de nuestra formación y desarrollo.
De igual manera no podemos dejar de nombrar el concepto de “zona de desarrollo próximo” que da Vigostky
puesto que en la educación es importante que el docente distinga entre aquello que el alumno es capaz de
aprender por sí solo y lo que es capaz de aprender con ayuda de otras personas ( amigo, adulto,
compañero…) de ahí la vital importancia de la interacción social en el proceso de adquisición del lenguaje y
del pensamiento.
individuo para interiorizar cualquier aspecto de la sociedad en la que se haya inmerso, igualmente contribuirá
a la regulación de su comportamiento y de esta forma podremos adelantar el aprendizaje al desarrollo de
cada uno pretendiendo con esto atender las necesidades educativas específicas y crear en él un verdadero
aprendizaje significativo.
El lenguaje tiene una doble vertiente, la expresiva, la receptiva, cada una de las cuales tiene, a su vez,
diferentes elementos que la constituyen.
palabra en frases (nivel sintáctico) y de frases en un lenguaje más complejo (nivel lingüístico).
LA RECEPCIÓN SE REALIZA EN
La articulación de sonidos aislados (los fonemas) o en sílabas, que corresponden a un nivel motor y práxico.
La asociación de sílabas en palabras (nivel fonético), que supone ya la emisión de un continuo de sonidos en
un orden definido.
El lenguaje interior.
Hay tres tipos de lenguaje que son: el idioma oído, el pronunciado y el visual.
La pronunciación de las palabras es un carácter general para todos los tipos de lenguaje. Por lo cual Pavlov
consideraba que el componente fundamental del Segundo Sistema de Señales son los impulsos cinéticos que
llegan al analizador motor verbal desde los órganos del lenguaje.
El lenguaje visual permite ampliar las condiciones de relación. El lenguaje visual se puede manifestar en tres
tipos: cuando se lee para sí, en voz alta y cuando se escribe (el lenguaje escrito).
En el lenguaje oral, cuando hablamos debemos preparar la pronunciación de un sonido al mismo tiempo que
pronunciamos el precedente, o sea la pronunciación en voz alta exige una especie de preparación anterior.
El lenguaje escrito influye grandemente en el desarrollo del lenguaje oral, se desarrolla después del oral sobre
la base de éste último.
Para dominar el lenguaje escrito es necesario aprender a pasar de un tipo de lenguaje a otro. Para que esto
sea posible es necesario un entrenamiento especial, pues el análisis y la síntesis de la palabra sonora y
escrita son distintos.
Las investigaciones experimentales han demostrado que el aprendizaje de la lectura tiene tres etapas (datos
de Egorov):
Sintética. Los estudiantes con frecuencia se aceleran a sintetizar los elementos de las palabras y as
pronuncian en conjunto antes de que hayan percibido todos sus elementos.
Analítico-Sintético. Se regulan los dos lados del proceso y se consigue el paso rápido y exacto de la palabra
percibida visualmente a la palabra oral. Esta es la etapa de la lectura de corrido.
Elemental. El escolar fija su atención principal en los elementos que componen las letras, en cómo debe
coordinas los movimientos y utilizar la pluma y el papel.
Literal. La atención se fija principalmente en el dibujo de las letras, mientras que la representación de sus
elementos y la observación de las reglas técnicas se automatizan.
Después aparece una nueva tarea: escribir conforme a las reglas ortográficas.
La forma más desarrollada del lenguaje escrito se alcanza cuando el sujeto puede exponer por escrito sus
pensamientos de manera consecuente y coordinada.
Además del lenguaje oral y escrito existe el lenguaje interno o lenguaje para sí mismo. Este se la cubierta de
los pensamientos, cuando pensamos sin expresar en voz alta su contenido. El lenguaje interno es la
articulación encubierta de los sonidos verbales.
La articulación encubierta del lenguaje envía al cerebro excitaciones originadas en los receptores cinéticos,
que aunque son muy débiles, son suficientes para que se desarrolle el proceso normal.
En los últimos años, varias investigaciones se han dirigido a estas cuestiones, tanto por su propio valor como
por las luces que arrojan sobre otras áreas del aprendizaje. Han habido innumerables controversia sobre el
modo preciso en que se desenvuelve este proceso, pero es posible destacar cuatro componentes que en
formar parte de él:
Imitación.-tiene un gran papel en el aprendizaje del lenguaje. Es evidente que los niños aprenden sus
primeras palabras por lo común meras etiquetas oyendo e imitando.
Estructuras lingüísticas innatas. El lingüista Noam Chomsky (1959), piensa que todo ser humano nace con
las estructuras mentales para la adquisición del lenguaje, que permite que el niño procese selectivamente la
información lingüística del medio y formule una gramática generativa con la cual produce su lenguaje.
Desarrolló cognoscitivo. subrraya la relación entre el aprendizaje lingüístico y las nociones y conceptos
infantiles en desarrollo. Esto dice que las estructuras gramaticales básicas no están presentes en las primeras
expresiones verbales, sino que se desenvuelve progresivamente, de lo que los teóricos concluyen que su
aprendizaje depende del desarrollo cognoscitivo previo (Bloom, 1970). Así, cada patrón particular de habla no
aparecerá antes de que el niño adquiera el concepto en que se funda, y son capaces de expresar sólo los
conceptos que ella domina.
Piaget (1962) especulaba que la habilidad de hacer un concepto de una idea precede a la de expresarlo con
palabras. Otros han observado que muy pronto después de que el niño comienza entender relación como
"mayor" o "más que", las palabras contribuye a delinear, afinar y transformar el pensamiento conceptual
(Brunner, 1983, Vigotsky, 1962).
Chomsky propone la existencia de una "caja negra" innata, un "dispositivo para la adquisición del lenguaje" o
LAD (por sus siglas en inglés), capaz de recibir el input lingüístico y, a partir de él, derivar las reglas
gramaticales universales. Este input es muy imperfecto; sin embargo, el niño es capaz de generar de él una
gramática que genera oraciones bien estructuradas y que determina cual es la forma en que deben usarse y
comprenderse éstas. La naturaleza de este LAD no es conocida, pero es bastante aceptada la idea de que el
hombre tiene una tendencia innata para aprender el lenguaje.
Para Bruner, tanto las cogniciones como los contextos son cruciales para el desarrollo del lenguaje. Bruner
sugirió que el niño aprende a usar el lenguaje para "comunicarse en el contexto de la solución de problemas",
en lugar de aprenderlo se enfatiza el aspecto comunicativo del desarrollo del lenguaje más que su naturaleza
estructural o gramatical. De acuerdo con Bruner, el niño necesita dos fuerzas para lograr el aprendizaje del
uso del lenguaje. Una de ellas es equivalente al LAD de Chomsky; la otra fuerza sería la presencia de un
ambiente de apoyo que facilite el aprendizaje del lenguaje. Bruner denominó a éste sistema de apoyo para la
adquisición de un lenguaje o LASS. Dentro de este LASS sería relevante la presencia del "habla infantil",
forma de comunicación que tienen los padres con sus hijos pequeños que se caracteriza por su lentitud,
brevedad, repetitividad, concentración en el "aquí y ahora" y en su simplicidad; esta manera de comunicarse
le permite al niño "extraer la estructura del lenguaje y formular principios generales" (Davidoff, 1989). Esta
"habla infantil" aparecerá generalmente en un contexto de acción conjunta, en el que el tutor y el niño
concentran su acción en un solo objeto y uno de ellos "vocaliza" sobre él.
La teoría de Piaget.
Piaget presentó una teoría integrada del desarrollo cognitivo, que era universal en su aplicabilidad y fue
caracterizada la estructura subyacente del pensamiento. Su aproximación es constructivista e interaccionista a
la vez. Se proponen 2 mecanismos constructores de las estructuras cognitivas para tratar con entornos cada
vez más complejos: la organización y la acomodación. Estos principios son aplicables al estudio del
desarrollo del lenguaje; éste se centraría en una expresión cada vez más clara y lógica del pensamiento y en
una progresiva socialización, basada en la capacidad progresiva del niño para comprender puntos de vistas
ajenos (de lenguaje egocéntrico a social).
Es un teórico dialéctico que enfatiza tanto los aspectos culturales del desarrollo como las influencias
históricas. Para Vigotsky la reciprocidad entre el individuo y la sociedad, siendo definida esta tanto histórica
como culturalmente, es muy importante. El contexto de cambio y desarrollo es el principal foco de atención,
dado que ahí es donde podemos buscar las influencias sociales que promueven el progreso cognitivo y
lingüístico. Para Vigotsky el habla es, fundamentalmente, un producto social.
Stern distingue tres raíces en el lenguaje: la tendencia expresiva, la tendencia social a la comunicación y la
tendencia intencional. Las dos primeras no son rasgos diferenciados del lenguaje humano, ambas aparecen
en los rudimentos del lenguaje animal. Pero la tercera está ausente por completo del lenguaje de los
animales, es un rasgo específico del lenguaje humano.
El principal error de esta teoría radica en pretender la explicación a partir de lo mismo que necesita ser
explicado. De ahí su cualidad antigenética (los rasgos distintivos de las formas avanzadas de desarrollo del
lenguaje son relegadas a su inicio por una tendencia intencional) y como resultado su inconsistencia interna.
El aprendizaje del vocabulario y de la gramática se haría por condicionamiento operante. La gente que se
encuentra alrededor del niño recompensará la vocalización de enunciados correctos gramaticalmente, la
presencia de nuevas palabras en el vocabulario, la formulación de preguntas y respuestas, etc. y castigará
con la desaprobación todas las formas del lenguaje incorrecto, como enunciados agramaticales, palabras
obscenas.
El problema de esta teoría es que no explica la similitud en el desarrollo del lenguaje de todos los niños, aun
presentando todos diferentes historias de refuerzo en el ámbito de lo lingüístico.
Entendido el lenguaje como la producción y la percepción de un idioma, cabe decir que el lenguaje evoluciona
en la medida en que lo hace la especie humana. Entendido como sistema de comunicación, se puede
relacionar con los otros sistemas de comunicación de otros animales. Sin embargo, el lenguaje humano tiene
aspectos creativos e interpretativos que parecen marcar sus diferencias. Se cree que la comprensión del
idioma está ligada a la función que realiza una determinada zona del cerebro en el hemisferio izquierdo
(conocido como área de Broca). Hasta que se produjo esa especialización fisiológica, se podía pensar que no
había diferencias entre el lenguaje humano y el medio de comunicación que realizan otras especies animales.
Parece ser que en la era de Neandertal (hará entre 100.000 y 30.000 años) se inició el lenguaje, pero que fue
con la aparición del Homo sapiens (puede que con un cráneo y una cavidad bucal más adecuadas para el
lenguaje) cuando se dio una evolución lingüística significativa. Así pues, el lenguaje humano puede contar con
30.000 ó 40.000 años de existencia. La enorme diversidad de lenguas que hay en el mundo, demuestra que
una vez que apareció el lenguaje se produjeron los cambios a gran velocidad. No es posible saber si hubo
una primera y única lengua, ni cuáles fueran sus sonidos, gramática y léxico. La lingüística histórica que se
encarga de enfocar, descubrir y describir, cómo, por qué y de qué manera aparecen las lenguas, apenas
puede sugerir hipótesis que expliquen el cambio.
En el siglo XVIII el filósofo alemán Leibniz sugirió que todas lenguas que existen y han existido proceden de
un único protolenguaje. Esta hipótesis recibe el nombre de monogénesis. Muchas personas que han
estudiado estas cuestiones opinan que una lengua así se podría proponer todo lo más como un conjunto de
fórmulas hipotéticas de una de las cuales habrían procedido todas las demás, y eso explicaría sus relaciones
de parentesco; lo que es diferente a proponer que la reconstrucción reflejara una primera lengua real tal y
como se hablaba entonces. Aunque muchas lenguas vivas proceden de una única lengua anterior, esto no
significa que el lenguaje humano haya surgido en varias partes del mundo simultáneamente; y tampoco que
las lenguas vivas precisen de un solo antepasado, sino que pudo haber varios. Esta hipótesis, que explica el
origen múltiple para las familias de lenguas, recibe el nombre de poligénesis.
Sea cual sea el origen de la lenguas, monogenético o poligenético, se cree que las diferencias entre ellas son
relativamente superficiales. Aunque muchas personas tengan dificultad en aprender una segunda lengua, y
parezca que no existen grandes similitudes entre el español, el swahili y el chino, por ejemplo, las diferencias
entre los idiomas no son mayores que los parecidos entre ellas. Los fonemas y sus combinaciones en las
lenguas que existen en el mundo, a pesar de lo que pueda parecer, es muy posible que pertenezcan a una
especie de inventario universal donde cada lengua selecciona los que precisa. Cualquier idioma posee
determinadas características estructurales que elige dentro de esa reserva universal de propiedades
disponibles. Es decir, ninguna lengua emplea todos los fonemas que la persona puede emitir, ni dispone de
todas las categorías gramaticales posibles— como tampoco emiten todos los fonemas ni utilizan todas las
categorías los hablantes con su propia lengua ni con otra que aprendan.
Cuando una lengua sufre transformaciones sustanciales, tanto en su estructura fonética como en la léxica,
puede llegar a convertirse en otra lengua. Con el paso del tiempo ese dialecto deja de ser incomprensible
para los demás; puede dar lugar a su vez a la creación de nuevas formas dialectales en su seno. Lo que
caracteriza al lenguaje es su continuo crecimiento y evolución en todos los aspectos, en tanto que expresión
viva de la naturaleza y la cultura humanas.
El desarrollo del lenguaje está ligado a la evolución nerviosa cerebral y se produce por la coordinación de los
diferentes órganos bucofonatorios. El responsable directo de posibles dificultades en el desarrollo de la
adquisición del lenguaje suele ser la falta de maduración o dificultades del sistema nervioso central.
Desde pequeños percibimos el modelo sonoro e intentamos reproducirlo; imitamos sonidos, palabras y las
diferentes formas morfosintácticas hasta llegar a una correcta utilización de código. La riqueza del lenguaje
infantil dependerá en buena medida, sobre todo en un principio, del lenguaje utilizado por el medio familiar y
sociocultural cercano.
La comunicación verbal suele revestir un significado afectivo, predominante en el niño pequeño. De ahí la
clara importancia de un desarrollo emocional adecuado para la adquisición del lenguaje. No hay verdadero
lenguaje si no se desea la comunicación con el otro. El desarrollo de aquél se verá afectado sino existe ese
otro afectivo y acogedor, esencial en la primera infancia, o si el otro existe de forma patológica.
En el niño normal, la adquisición de lenguaje se desarrolla con gran regularidad, si bien se han de tener
presente las posibles diferencias individuales debidas a diferentes factores, algunos de los cuales acabamos
de señalar, o causadas por especificidadesdel pequeño que no son en sí mismas motivo d alerta, aunque
deben llevar a una observación más detallada.
Para interpretar adecuadamente el lenguaje oral del niño es imprescindible tener datos evolutivos acerca de
su desarrollo. Estos datos son útiles para enmarcar al sujeto en una etapa de evolución concreta, adecuada o
no a su edad cronológica.
Observar y valorar los progresos que lleva a cabo como consecuencia de la intervención educativa o
terapéutica.
Primeras palabras.
El niño emite sus primeras palabras al final del primer año. En un principio se referirán a objetos y personas,
pero no demorarán en expresar peticiones o en describir el ambiente. Estas primeras palabras se caracterizan
por usar un número limitado de elementos fonéticos y por referirse a categorías más amplias que las aceptada
por la lengua adulta, tanto en lo que se refiere a los objetos y acciones. Las palabras, en esta época, "parecen
ser esfuerzos por expresar ideas complejas, ideas que un adulto expresaría mediante oraciones" (Dale, 1992);
a esto se le denomina habla polisintética.
Etapa I (LME de 1 a 2)
Esta etapa comienza generalmente entre los 18 a 20 meses. Se empiezan a formar frases que constan de,
generalmente, 2 palabras, pudiendo llegar a las 7.
Las frases escuchadas por el niño, al ser imitadas, sufren un proceso de reducción característico, que
conforma lo que algunos investigadores llaman "lenguaje telegráfico" (Brown,1981) (aunque antes existen
los enunciados expresados por el niño que solo poseen una palabra y que son llamados holofrases (Darley,
1990)), el que se caracteriza, principalmente , por la retención de los elementos con alta carga semántica
(sustantivos, verbos, adjetivos) y la omisión de aquellos elementos que cumplen con una función gramatical
(ilativos, inflexiones, verbos auxiliares, etc). ; en el aspecto formal, estas frases se caracterizan por mantener
el orden original y en mantener, para una determinada etapa del desarrollo, un largo constante no importando
la extensión de la frase modelo. La elección de las palabras por el niño se haría en razón de la función
referencial de las palabras continentes (los sustantivos, verbos y adjetivos hacen referencia a objetos o
cualidades de estos presentes y actuales), la brevedad de la palabra, por la imposibilidad de inferencia del
contexto de la palabra y por la acentuación más fuerte que se le da las palabras con carga semántica dentro
de la oración (Brown, 1981)
Otros investigadores parten de la base que los niños generan sus propias gramáticas , las cuales "poseen
propiedades estructurales características, es decir, regularidades sistemáticas de orden de palabras"
(Mussen, 1978). Estas gramáticas se caracterizarían por usar 2 clases de palabras: palabras "pivotes", clase
de reducido número, ubicadas en un determinado lugar de la oración, acompañando siempre a palabras X; y
las palabras de clase abierta o "X", clase más grande, las cuales son las que no pertenecen a la clase pivote.
El niño, en un principio, sólo sabe que determinadas palabras (las pivotes) son usadas antes de todas las
otras (las de clase abierta), no estableciendo mayor diferenciación; con el tiempo, el niño aprende a
diferenciar que palabras pueden y cuales no pueden preceder a otras, adaptándose a los patrones adultos de
lenguaje.
Las interrogaciones son idénticas a las afirmaciones, con excepción de la entonación, que es ascendente
(Dale, 1992).
El niño posee ya un vocabulario que excede las 50 palabras. El niño comienza a utilizar las inflexiones del
lenguaje, o sea, aquellos elementos que modifican el significado de las palabras, dándoles una connotación
más específica (pluralidad, tiempo) o estableciendo relaciones entre otros elementos. El orden en que estas
se aprenden, por lo menos en el inglés, es bastante consistente y depende, en parte, de la complejidad
"cumulativa" de los morfemas (Dale, 1992). Un hecho interesante de este aprendizaje de flexiones es la
hiperregularización, o sea, el uso de las mismas inflexiones de los verbos regulares en los irregulares, lo que
muestra que el niño busca patrones en el lenguaje.
Función expresiva o emotiva. Es la orientada al emisor. Permite inferir la subjetividad del hablante, su
estado emocional. Son propias las interjecciones, el énfasis en la entonación, las interrupciones, la alteración
del orden de las palabras, las exclamaciones, elementos emotivos de todo tipo (diminutivos, aumentativos,
despectivos), adjetivos valorativos, términos connotativos y modo subjuntivo optativo. Lenguaje coloquial,
literario con frecuencia y en periodismo de opinión.
Función fática. Está orientada al canal. La finalidad es establecer, prolongar o interrumpir la comunicación, o
bien comprobar si existe "contacto". Su contenido informativo es nulo o escaso, de alta redundancia y
previsibilidad en determinadas ocasiones. La charla intrascendente sobre el tiempo, la salud y otros tópicos
son función fática. No se pretende intercambiar información sino mostrar la buena disposición mutua.
Función metalingüística. Es la centrada en el código. Cuando la lengua se toma a sí misma como referente,
cuando la lengua habla de la lengua.
6) Función poética. Es la orientada al mensaje. Aparece siempre que la expresión atrae la atención sobre su
forma. En sentido técnico, posee una elevada información. Constante en lenguaje publicitario. Cualquier
manifestación en la que se utilice a propósito el lenguaje con propósito estético o chocante. Sus recursos son
variadísimos, todas las figuras estilísticas y juegos de palabras.
Las patologías del lenguaje se pueden clasificar, según sus dificultades, en función de los siguientes factores:
Etiología (en función de su origen). Se refiere a la diferencia entre las alteraciones orgánicas (de orden
genético, neurológico, y anatómico) y funcionales (dificultades tradicionalmente consideradas de tipo
psicológico, que no afectan a la comunicación social y afectiva, pero comprometen el aprendizaje lingüístico),
definiendo a las primeras como las que tienen un origen orgánico y a las segundas como las que no
dependen de una base orgánica. No se ha de olvidar, no obstante, la frecuencia con que una alteración de
lenguaje de base orgánica puede comprometer de forma importante procesos psicológicos a nivel evolutivo.
Trastornos de articulación
Retraso de la palabra
Audiomudez, disfasias
Dificultades de aprendizaje en la lengua escrita
La tartamudez
El mutismo
Cronología. En función de éste factor puede establecerse una discotomía entre alteracines adquiridas y
alteraciones en la adquisición del lenguaje. Las adquiridas pueden tener una causa conocida orgánica y
sobrevienen cuando el lenguaje está suficientemente adquirido, como ocurre, por ejemplo con los trastornos
afásicos. En el segundo caso nos encontramos con una problemática que se suele manifestar desde el
principio del desarrollo del lenguaje y que puede tener causa conocida o no, como los casos de los retardos
desde el momento en que se inicia el lenguaje.
Lenguaje- habla. La afectación de la comprensión y la expresión llegaría a plantear una alteración del
lenguaje, y la afectación de la producción dirigiría a una problemática específica del habla. Las dificultades del
lenguaje son más graves en principio que las del habla ya que afectan a la estructura del lenguaje, mientras
que las del habla se refieren a los aspectos más externos de la comunicación, en especial cuestiones de voz,
ritmo y articulación. No es dificil encontrar niños con alteraciones entre ambas patologías, y así puede haber
alumnos con dificultades muy generalizadas de articulación que podrían conducir a un problema del lenguaje.
Trastornos de voz: Pueden dificultar la comunicación de una manera importante. Las causas de las disfonias
son diversas (nos centraremos en las disfonias funcionales por mal uso)
Articulación: va a estar afectada cuando el niño o el adulto no pueda producir o articular uno o varios sonidos
o fonemas de su lengua. En el lenguaje infantil son normales estas dificultades articulatorias en el desarrollo,
hasta lo 4 ó 5 años no hay estabilidad fonético-fonológico, más adelante si se puede considerar un trast. de la
articulación
En niños: existen diferentes niveles desde ligeros retrasos del lenguaje (RSL) con problemas morfosintácticos
hasta casos graves en la capacidad de adquisición del lenguaje (adquisición nula: disfasias, autismos,...)
En adulto: en muchos casos son trast. del lenguaje que aparecerían ya en la infancia y que continuan . En
otros casos las alteraciones del lenguaje en el adulto se manifiestan por primera vez por causas diversas
(lesión cerebral hemisférica, tumor cerebral, envejecimiento cerebral, afasias)
Trast. de la fluencia: Personas que tienen una adquisición normal del lenguaje articulatorio pero que tienen
unos problemas concretos en cuanto a la expresión, saben lo que quieren decir pero no saben decirlo
normalmente. Repiten palabras o partes de palabras, se bloquean con algún sonido o fonema, prolongan
algún sonido y suelen aparecer una excesiva tensión muscular con tics faciales o con movimientos del cuerpo.
Empiezan a manifestarse en la infancia. La tartamudez es un síntoma de la disfemia (problema del ritmo del
habla)
Trast. de al audición: Una audición normal es fundamental para la adquisición del lenguaje. Las alteraciones
de la audición puede provocar toda una serie de trastornos de la comunicación (hipoacusias,...)
Hipoacusia de transmisión: tiene la lesión en la conducción del sonido, en el OE ó OM
Hipoacusia de percepción (neurosensorial): cuando la lesión esta situada en el OI, en el nervio auditivo o en
las áreas de la corteza que reciben los EE auditivos.
El problema del pensamiento y el lenguaje es tan antiguo como la propia psicología; sin embargo, la relación
entre el lenguaje y el pensamiento es el aspecto que resulta menos estudiado. El análisis atomista y funcional,
que dominó la psicología científica a lo largo de la última década, dio lugar a considerar las funciones
psíquicas de forma aislada y a elaborar y perfeccionar métodos de investigación psicológica aplicados al
estudio de esos procesos aislados y separados entre sí. Por lo anterior, debemos segmentar el complicado
conjunto en unidades. Por unidad entendemos el resultado del análisis que, a diferencia de los elementos,
goza de todas las propiedades fundamentales características del conjunto y constituye una parte viva e
indivisible de la totalidad. Entonces, una psicología que desee estudiar las unidades complejas tiene que
comprender que debe sustituir los métodos de descomposición en elementos por un método de análisis que
segmente en unidades.
El hecho principal que encontramos en el análisis genético del lenguaje y el pensamiento es que la relación
entre ambos procesos no es constante a lo largo de su desarrollo, sino variable. Esta relación cambia durante
el proceso del desarrollo, tanto en cantidad como en calidad. Por lo tanto, la evolución del lenguaje y el
pensamiento no es paralela ni uniforme. Sus curvas de crecimiento se juntan y separan repetidas veces, se
cruzan, durante determinados períodos se alinean en paralelo y llegan incluso a fundirse en algún momento,
volviendo a bifurcarse a continuación.
Los experimentos de Köhler ofrecen una demostración patente de que los rudimentos del intelecto, es decir,
del pensamiento propiamente dicho, surgen en los animales con independencia del desarrollo del lenguaje y
sin relación alguna con sus logros. Las invenciones de los monos en la preparación y uso de instrumentos o
en el empleo de vías indirectas (rodeos) durante la resolución de diferentes tareas, constituyen
indudablemente una fase inicial en el desarrollo del pensamiento, pero una fase prelingüística.
Según el propio Köhler, la principal conclusión del conjunto de sus investigaciones consiste en haber
demostrado que el chimpancé manifiesta rudimentos de un comportamiento intelectual similar al del hombre.
La ausencia de lenguaje y lo limitado de la huella estimular (las representaciones) son las principales razones
de la enorme diferencia existente entre el antropoide y el hombre más primitivo. Köhler dice: “la falta de una
herramienta tan infinitamente valiosa (el lenguaje) y las limitaciones del importantísmo material intelectual
básico, las denominadas representaciones, explican por qué el chimpancé le resultan inaccesibles incluso los
rudimentos elementales del desarrollo cultural (Köhler, 1921, pág. 192).
Con lo anterior expuesto por Köhler, se resume que: se manifiesta una inteligencia parecida a la humana en
ausencia de un lenguaje más o menos comparable al humano, luego las operaciones intelectuales son, en los
antropoides, independientes del lenguaje.
A continuación otro ejemplo que podríamos comparar con las investigaciones y resultados de Köhler. Allen y
Beatrice Gardner (1969) de la universidad de Nevada utilizaron a una joven chimpancé llamada Washoe
partiendo de que la chimpancé no podía hablar a falta de un aparato fonador, y le enseñan una versión
sumamente simplificada del lenguaje de los sordomudos. La chimpancé aprendió un reducido repertorio de
signos, y después de unos 3 años empezó a combinarlos para formar secuencias cortas y sencillas, muy
parecidas a las primeras que producen los niños. Pero su comunicación fue lograda a base de la imitación,
con lo cual no pudieron demostrar que la chimpancé entendía lo que decía.
Basándose en sus años de observación en la Estación Antropoidea de la Isla de Tenerife, Köhler escribe
sobre el lenguaje del chimpancé: “Todas sus manifestaciones fonéticas sin excepción reflejan tan solo sus
deseos y sus estados subjetivos; por tanto, se trata de expresiones emocionales, nunca son signos de algo
objetivo” (Köhler, 1921, pág. 27).
En resumen lo que interesa es la relación entre pensamiento y lenguaje en el desarrollo filogenético de ambas
funciones:
El desarrollo del pensamiento y el lenguaje siguen líneas distintas y son independientes uno del otro.
La relación entre el pensamiento y el lenguaje no es una magnitud más o menos constante en el transcurso
del desarrollo filogenético.
Los antropoides manifiestan un intelecto semejante al del hombre en unos aspectos (rudimentos de empleo
de instrumentos) y un lenguaje semejante al del hombre en otros (fonética del habla, función emocional y
rudimentos de la función social del lenguaje).
Los antropoides no manifiestan la relación característica del hombre: la estrecha correspondencia entre el
pensamiento y el lenguaje. En el chimpancé uno y otro no guardan ningún tipo de conexión.
En la filogenia del pensamiento y el lenguaje, podemos reconocer indiscutiblemente una fase prelingüística en
el desarrollo de la inteligencia y una fase preintelectual en el desarrollo del lenguaje.
En cuanto a la ontogenia, la relación ente las líneas de desarrollo del pensamiento y el lenguaje son mucho
mas intrincadas y oscuras. Podemos establecer diferentes líneas en la evolución y distintas raíces genéticas
del pensamiento y el lenguaje.
A lo largo del tiempo se han obtenido pruebas experimentales objetivas de que el pensamiento del niño
atraviesa en su desarrollo una fase prelingüística. Los experimentos de Köhler con los chimpancés,
convenientemente modificados y utilizados por él mismo, fueron trasladados a niños para efectuar
comparaciones. Bühler ha investigado sistemáticamente estas cuestiones en los niños y dise: “Se trataba de
actos (refiriéndose a sus experimentos) idénticos a los del chimpancé, de modo que esta fase de la vida
infantil se puede denominar edad del chimpancé”; refiriéndose a niños con edades de entre 10 y 12 meses.
“En la edad del chimpancé, el niño realiza sus primeras invenciones, naturalmente muy primitivas, pero
enormemente importantes en su desarrollo” (Bühler, 1930,
Por lo general, el lenguaje infantil ha sido considerado como una forma de comportamiento
predominantemente emocional en esta fase de su desarrollo. Algunas investigaciones de Bühler sobre las
primeras formas de comportamiento social del niño y el inventario de sus reacciones durante el primer año de
vida, y la de sus cols. Hetzer y Tuder-Gart sobre las reacciones tempranas del niño a la voz humana;
muestran como durante el primer año de vida del niño encontramos un rico desarrollo de la función social del
lenguaje, precisamente en su fase preintelectual de desarrollo.
El relativamente complejo y rico contacto social del niño da lugar a un desarrollo extraordinariamente
temprano de los recursos comunicativos. Se ha constatado la aparición de reacciones simples pero bien
definidas del niño a la voz humana ya en su tercera semana de vida (reacciones presociales) y la primera
reacción social a la voz humana en el segundo mes
En el momento a partir del cual el lenguaje se hace intelectual y el pensamiento se hace verbal, se reconoce
por dos rasgos:
Consiste en que el niño en el que se ha producido este cambio comienza a ampliar activamente su
vocabulario, su repertorio léxico, preguntando como se llama cada cosa nueva con lo cual aparecen la función
simbólica que mencionaré más adelante.
Este rasgo es consecuencia del primero, consiste en el aumento extraordinariamente rápido del número de
palabras que domina el niño, ampliando más y más su vocabulario.
Stern define la función simbólica del lenguaje como la actividad mental del niño en el sentido exacto de la
palabra; comprender la relación entre el signo y el significado, tal como se manifiesta en el niño en este
momento, es algo esencialmente distinto de la simple utilización de las ideas y sus asociaciones. La exigencia
de que a cada objeto, del género que sea, le corresponda su nombre puede quizás considerarse, en efecto,
como el primer concepto general del niño.
Un concepto es nuestro conocimiento sobre una categoría de objetos o acontecimientos. Al tener un concepto
de lo que es una cosa o un acontecimiento, podemos clasificar algo nuevo.
En la edad adulta, el concepto de verdad es mucho más complejo, y no muchos se atreverían a definirlo.
Los conceptos pueden resultar fáciles o difíciles de aprender, también según el tipo de reglas que los definen.
Cuando algo debe poseer dos o más rasgos o características para pertenecer a una categoría, se habla de un
concepto conjuntivo. Son mucho más difíciles los conceptos disyuntivos.
Nuestros conceptos se basan en nuestro conocimiento del mundo y en nuestras teorías e ideas sobre como
es el mundo.
La formación del concepto esta dividida para efectos de estudio y de acuerdo con Vigotsky en 3 partes: el
predominio de la imagen sincrética, el complejo y el del concepto. Esta última se divide en varias etapas: la
primera se refiere a los elementos que participan en la formación del concepto, tales como el pensamiento
complejo, que es la unificación de las impresiones perceptivas y la abstracción o la separación de los
elementos de una totalidad. La siguiente etapa se caracteriza porque la abstracción se enfoca en un solo
elemento del todo y con ello se crea la formación de los conceptos potenciales; donde un rasgo del todo es
abstraído pero es inestable. La formación del concepto se da cuando los rasgos abstraídos son sintetizados y
esa síntesis se utiliza para pensar.
La relación que guardan los conceptos, el lenguaje y el pensamiento es la que sigue: el lenguaje es la
actividad mediadora entre el pensamiento y la formación del concepto. Existen dos propuestas para atender la
adquisición de los procesos científicos o no espontáneos y la de los conceptos cotidianos, la primera nos
habla de una simple asimilación, la segunda hace referencia a los mismos procesos del desarrollo del
concepto en la edad infantil.
La diferencia entre los conceptos cotidianos y científicos estriba en que los primeros son producto del propio
esfuerzo mental y los segundos están influidos por los adultos.
Vigotsky hace dos críticas a la teoría de Piaget sobre los conocimientos científicos. En primer lugar nos habla
de la inadvertencia de Piaget al considerar solo uno de los dos tipos de conceptos en la formación del
pensamiento, en segundo plano establece una contradicción al principio de socialización progresiva del
pensamiento de Piaget.
La instrucción y el desarrollo son factores que se influyen en la formación de los conceptos anteriores ya que
se ven afectados por los intereses del niño, así como por sus experiencias. Piaget explica que para que el
niño alcance el conocimiento y dominio de sus pensamientos se deben tener en cuenta dos leyes: la del
cambio; propuesta por Cleapeaed y la ley del cambio, propuesta por Piaget. El niño preescolar no es
consciente de sus pensamientos.
CONCLUSIÓN.
Tanto el lenguaje como el pensamiento son factores muy relevantes dentro de nuestro dia a dia.En este
trabaja he intentado perofundizar sobre estos temas obteniendo y conociendo todas nuevas informaciones, el
pensamiento es fundamental para vivir en una sociedad pero algo mucho mas importante es el lenguaje la
forma en la que entramos en directa comunicación con los demas por todo esto y las diferentes
argumentaciones e información recabadas en el trabajo es un tema de mucho interes.
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