Adenocarcinoma Del Colon y Recto
Adenocarcinoma Del Colon y Recto
Adenocarcinoma Del Colon y Recto
ETIOLOGÍA
Colé (12) llama la atención sobre el hecho que el cáncer del intestino
grueso tiene una baja incidencia en e! Japón comparada con la de los Estados
Unidos de América y que la mortalidad de los emigrantes japoneses hacia este
país se eleva y se acerca a la de los norteamericanos, por lo que algunos epide-
miólogos concluyen que la causa del cáncer del intestino grueso no es racial
o genética sino ambiental; el autor mencionado está convencido que el carci-
nógeno responsable del cáncer del colon es ingerido con la alimentación, posi-
blemente como un aditivo o creado en el tracto gastrointestinal durante el proceso
de digestión.
VIRUS.—En años recientes los oncólogos han acumulado evidencia que
parece implicar a los virus como causantes de una variedad de cánceres. Se
han descrito inclusiones citoplasmáticas conteniendo ácido desoxirribonucleico en
las células de tumores polipoideos del có!on y se ha sugerido que tales inclu-
siones podrían representar virus. Parece demostrado que las inclusiones intra-
citoplasmáticas ocurren tanto en los pólipos benignos y en los carcinomas como
en la mucosa colónica normal, en la colitis ulcerativa y en la diverticulitis. Se
cree que tales partículas representan fragmentos de los núcleos de linfocitos
degenerados y no virus. Aunque no está establecido que los virus produzcan
cáncer, es evidente que la investigación debe ser continuada.
PATOLOGÍA
CUADRO CLÍNICO
Fig. 6
ADENOCARCIXOMA DEL COLON Y RECTO 75
Iución para poder producir ambos. En dos de los casos los pacientes fueron
intervenidos quirúrgicamente como apendicitis aguda en una oportunidad y como
abceso apendicular fistulizado en otro. No fue constante la anemia manifestada
por palidez o debilidad.
Podríamos inferir que. en términos generales, los síntomas acusados por el
paciente sí estuvieron acordes con la sintomatología genera).
B.—Colon Izquierdo.—En nuestra casuística se incluyen 2 casos de la mitad
izquierda del colon transverso, 1 del ángulo esplénico, 2 del colon descendente
y 11 del sigmoide, lo que da un total de 16 casos para este segmento clínico.
Los síntomas acusados se detallan en el siguiente cuadro:
!os 3 casos en que hubo heces acintadas la neoplasia había invadido dístal y
circunferencialmente al ano o radicaba inmediatamente por encima de él, en
forma anular.
Si enfocamos nuestra atención sobre lo que ocurrió en nuestros casos en
el hábito defecatorio en el carcinoma del colon derecho y en el del izquierdo,
tendremos el siguiente resultado:
M A N I F E S T A C I O N E S D E A NE M I A
Colon Colon
Hallazgos derecho izquierdo
Palidez ................................................................................ 33% 6%
Debilidad ............................................................................ 33% 18%
Hemoglobina bajo 8 gm.% ( 5Q% ]2%
Hematócrito bajo 35 vols.% ' ......................................
en el lado izquierdo, donde son anulares. Su consistencia puede ser dura o blan-
da, usualmente están fijos en el momento que son detectados y su tamaño suele
ser mayor que el que estima la mano exploradora. Cuando hay dolor palpatorio
es indicio' de reacción inflamatoria secundaria. El área hepática puede estar
aumentada y si ello ocurre suele ser testimonio de metástasis. Se dice que las
neoplasias malignas del colon derecho hacen sus metástasis hacia e! lóbulo
derecho y que las del colon izquierdo lo hacen hacia el lóbulo hepático homónimo.
Puede detectarse el ganglio de Virchow en la fosa supraclavicular izquierda
e infartación neoplásica de los ganglios inguinales cuando el cáncer rectal ha
invadido la piel del ano.
En el cáncer rectal la exploración digital es de gran ayuda y puede demos-
trar la presencia de tumoración hasta 12 cm. por arriba del ano. índica,
además, las posibles infiltraciones de vecindad.
A continuación informaremos la signología comprobada en nuestros casos,
conservando la división en los segmentos apuntados en sintomatología.
Colon derecho.—Recordamos que los representativos del carcinoma del
colon derecho en nuestra revisión correspondieron exclusivamente al cáncer del
ciego. La constación más frecuente fue el hallazgo de una masa tumorai en
F. I. D., ya que se encontró en la mitad de los casos. En una tercera parte de
ellos se comprobó la existencia de una ulceración cutánea, representativa del
orificio fistulario externo de un trayecto cecocutáreo. En el mismo número de
casos se detectó palidez y dolor a la palpación en. F. 1. D. y en un sexto la
presencia de un empastamiento en dicho sitio. Este último caso fue considerado
como una apendicitis aguda complicada con peritonitis plástica, siendo interve-
nido en forma de urgencia; uno de los casos con fistulización externa fue
calificado como absceso apendicular fistulizado y fue llevado al quirófano en
forma selectiva con tal diagnóstico.
Colon izquierdo.—La lista de los hallazgos más frecuentes constatados
en el lado izquierdo del colon incluyeron: hiperperistaltismo intestinal (68%).
distensión abdominal (56%), timpanísmo aumentado (37%), dolor en fosa ilíaca
izquierda (37%), ampolla rectal vacía (37%) y comprobación de tumoración
(31%).
Como se observa, las manifestaciones dominantes correspondieron a una
obstrucción mecánica del intestino que, como antes se dijo, en cerca de un
tercio de los casos (31%) llegó al grado de completa en el momento de la
admisión hospitalaria.
Recio.—Al examen físico, en el que se destaca la exploración digital de
la ampolla rectal, los hallazgos en nuestros 29 casos fueron los siguientes:
Tumoración rectal ............................................................................................ 100%
En cara anterior ............................................ 7 casos
En cara posterior .......................................... 2 casos
En cara anterior y lateral .............................. 1 caso
Circunferencial ................................................. 11 casos
Sin-especificar ................................................. 8 casos
Sangrado al explorar .......................................................................................... 55%
Linfadenopatía inguinal .................................................................................... 17%
Palidez ............................................................................................................... 13%
Infiltración tabique rectovaginal ..................................................................... 10%
Distensión abdominal ....................................................................................... 10%
ADENOCARCINOMA DEL COLON Y RECTO 79
DIAGNOSTICO
de superficie lisa son casi siempre benignas, 3) las lesiones circunferenciales son
casi siempre malignas y 4) las lesiones con base angosta o pediculadas son casi
siempre benignas.
4) En el adenocarcinoma rectal:
a) sólo en 5 de 29 oportunidades se ordenó placa simple de abdomen y los
informes revelaron distensión colónica por gases o heces y en una ocasión se
comprobó osteólisis en sacro e ilíaco.
b) el enema baritado no se tomó en 14 oportunidades; los informes colec
tados de los restantes casos fueron:
Lesión estenosante con irregularidades ........... 9 casos
Defectos de relleno en ampola ........................ 2 casos
Proceso polipoideo en ampolla .................... 2 casos
Negativo en hallazgos ..................................... 2 casos
En los 29 casos rectales se efectuó rectoscopia en 24 oportunidades, no
siendo necesaria en 5 por ser muy baja la ubicación de la lesión o por impedirlo
la estenosis existente.
DIAGNOSTICO DIFERENCIAL
COMPLICACIONES
TRATAMIENTO
Hay autores que aconsejan ser agresivos aún en el caso que la lesión maligna
no esté circunscrita al colon o recto. Polk (35) hace la observación que la invasión
neoplásica directa a un órgano o estructura adyacente no es un dato estadístico
de mayor pronóstico adverso que 1 o 5 metástasis ganglionares regionales; el
autor informa su experiencia de extirpar en bloque la lesión original con sus
invasiones directas y cree que tal conducta trae consigo una contribución signi-
ficativa para la prolongación de la vida. Reconoce que tal actitud agresiva no
obedece a una técnica exacta y que a menudo hay que improvisar; en los casos
informados, junto con la lesión intestinal ha habido que extirpar pared abdominal,
útero, intestino delgado, estómago, vagina, vejiga urinaria y uréter. De los 24
pacientes analizados, 12 murieron (8 por recurrencia, 3 por enfermedad inter-
currente y 1 por muerte operatoria), 2 están vivos a los 33 meses pero con
recurrencia o metástasis hepática y 10 están vivos, aún clínicamente libres de
cáncer a los 6 a 47 meses de la operación. A la altura del informe, el 41%
está aparentemente libre de malignidad, cifra que no se hubiera alcanzado si
no se hubiera hecho una resección amplia.
S. K. ZUÑIGA REV. MED. HONDUR. VOL. 41—1973
PRONOSTICO
Las estadísticas pronosticas varían según los informes, siendo factor influ-
yente el grado de invasión de la neoplasia: aquellos casos seleccionados, aque-
llos considerados como "in situ", aquellos asintomáticos que fueron descubiertos
por un examen de rutina, tienen un mejor pronóstico de sobrevida de 5 años,
el que alcanza hasta el 88% de los casos (44). Aquellos otros informes que no
hacen selección sino que consideran el grupo como un todo dan un pronóstico
más sombrío, ya que sólo el 32% de los pacientes logra ser considerado libre
de cáncer al final de los 5 años (45). La presencia o )a ausencia de metástasis
ganglionares tiene una definitiva influencia pronostica ya que en un informe
de Swinton y Counts (46) la sobrevida fue de 6 1 % en los casos libres de metás-
tasis ganglionares y de 31%, o sea la mitad de las anteriores, si había partici-
pación gangüonar o de los vasos sanguíneos regionales.
Otro factor es considerar crudamente el período de 5 años postoperatorios
de vida, sin tomar en cuenta si solo permanecen vivos pero con recurrencia o
metástasis o si están libres de cáncer.
La edad del paciente en el momento del tratamiento también influye en el
pronóstico; Welch y Burke (38) obtuvieron un 38% de sobrevida en pacientes
menores de 40 años y una cifra mayor de 50% para aquellos que estaban entre
la 5 9 y 6^ década de vida. Asimismo, la evolución de la enfermedad juega un
papel en el pronóstico; una mayor duración de síntomas conlleva un mejor
pronóstico, sea porque la neoplasia sea diferenciada o sea por una mayor resis-
tencia del huésped. El segmento de intestino afecto, de igual modo, tiene dife-
rente pronóstico; ya anteriormente se ha dicho que los cánceres situados en el
sigmoide y en el colon descendente tienen más favorable pronóstico que los
restantes, particularmente a los de recto y ciego. Factor final que debe consi-
derarse es la existencia de una complicación (obstrucción mecánica aguda, perfo-
ración) o la coexistencia de una enfermedad colónica o extracolóníca que, obvia-
mente, ennegrece el futuro de estos enfermos.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS