Misa Por El Día de La Madre
Misa Por El Día de La Madre
Misa Por El Día de La Madre
Introducción.
Hay personas que en nuestra historia personal nos han marcado de manera determinante, pero hay
alguien que especialmente lo hace desde que comenzamos a existir, esas son nuestras madres. Ellas
con amor cuidan de sus hijos en los momentos gratos y en los difíciles, en esos en que debe corregir
y también enjugar lágrimas, aconsejar.
Hoy queremos poner en manos del Señor Resucitado las intenciones de todas las madres de nuestro
Colegio, traer a la memoria del corazón aquellas que ya no están entre nosotros, pero que miran
junto a Dios a sus hijos y encomendar a las aquí presentes.
Comencemos pues esta celebración con el gozo de acompañar a las mamás en su día, nos ponemos
de pie y cantamos.
Lecturas.
Hchs. 6, 8-15:
La fe nos exige siempre dar testimonio de ella en momentos de dificultad. Escuchemos lo que el
libro de los Hechos nos narra acerca del testimonio del diácono Esteban.
Salmo 118.
El testimonio es un paso en la fe, otro paso en ella es la acción. En el Evangelio de San Juan vemos
cómo debe ser esa actitud al actuar: “creer en aquel que Dios envió”.
Comunión.
Ya está todo preparado. Así como en la familia las madres llaman a los suyos a la mesa, así el Señor
nos invita a la suya y compartir en pan. Al acercarnos a la comunión tengamos presentes a todas las
mamás que sufren porque no pueden compartir el pan con sus hijos por diversas razones, a ellas nos
unimos. Cantamos.
Despedida.
Habiendo compartido y celebrado esta Eucaristía dando gracias al Señor por la vida y recuerdo de
nuestras madres, vamos a dar testimonio de nuestra fe entre los demás miembros del Colegio, para
que así crezcamos según el querer de Dios en compañía de María Santísima.