Misa Primera Comunión

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Monición de entrada

Bienvenidos sean todos a la casa de nuestro Dios.

Grande es hoy nuestra alegría y nuestra emoción al congregarnos para la celebración

de esta santa misa en la que los niños, habiéndose preparados, recibirán por primera

vez en sus pequeñas almas a nuestro señor Jesucristo, verdaderamente presente con

su cuerpo, su alma, sangre y divinidad en la santa hostia consagrada.

Es un día de fiesta, que debe perdurar en su memoria durante todos los días de su vida,

como primer encuentro con el amor y este, debe ir dando frutos a medida que avancen

en años y madurez, siendo el alimento permanente que haga fuerte su fe.

Pidamos hoy al señor que su gracia se derrame con abundancia en el alma de estos

pequeños, que sean obedientes a sus acciones y se transformen sus vidas al contacto

con el poder, el amor y la santidad de Dios.

Con un corazón exultante, recibamos la procesión de entrada cantado con alegría.


Monición de las lecturas

Primera lectura

El libro del éxodo nos enseña como el señor alimento al pueblo de Israel, liberado de la
esclavitud de Egipto y peregrino en el desierto, con pan del cielo. Este Mana es figura
de la eucaristía. Escuchemos atentos.

Segunda Lectura

En su carta a los corintios, san pablo nos recuerda que el pan y el vino que comemos al
comulgar nos hace entrar en comunión con el cuerpo y la sangre del señor y nos lleva a
la unidad entre todos los que lo recibimos. Oigamos con atención.

Evangelio

El santo evangelio según san Lucas nos relata el momento en el que Jesús, en la última
cena, instituye el sacramento de la eucaristía, su cuerpo y su sangre dados en alimento
para nuestra salvación. En la presencia del señor nos levantamos para escuchar la
proclamación de la buena noticia.
Oración de los Fieles

1. Por la santa Iglesia de Dios para que, fiel al mando del señor, no cese de ofrecer

el santo sacrificio del altar hasta el fin de los tiempos dando a sus hijos el

alimento de vida eterna. Oremos.

2. Por todos los que se encuentran alejados de la Eucaristía para que pronto

puedan volver a experimentar el amor de Dios que se nos entrega en este

Sacramento. Oremos

3. Por estos niños que hoy se encuentran con Jesús por primera vez para que

aumente cada su hambre y sed por este pan del cielo con el que Dios nos

alimenta. Oremos

4. Por las familias de estos pequeños que hoy vienen a comulgar para que juntos

perseveren en la amistad con cristo y puedan ser lugares donde la fe y los

valores cristianos se vivan y den fruto. Oremos

5. Por todos estos niños, para que, habiendo recibido el alimento divino, no deje

nunca de acudir al encuentro de aquel que puede saciar todos los anhelos de su

corazón. oremos
PRESENTACIÓN DE LOS NIÑOS.

Padre/Madre de familia: Padre Pablo. cuando Dios nos concedió estos hijos, nuestra primera
preocupació n fue hacerlos bautizar, para que el Señ or los hiciera hijos suyos. Hoy los traemos
nuevamente para pedir que sean admitidos en la participació n plena de la comunidad de los
bautizados, por la recepció n de la Sagrada Eucaristía y nos comprometemos a respaldarlos con
nuestro ejemplo y con nuestra palabra, para que cumplan responsablemente con sus obligaciones
y, así, sean fieles como hijos de Dios y miembros de la Iglesia cató lica.

Sacerdote: ¿Está n debidamente preparados?

Catequista: Padre Pablo, he acompañ ado la formació n catequética de estos niñ os y puedo dar
testimonio ante Dios y ante esta comunidad aquí presente, que estos niñ os está n preparados para
recibir el Sacramento del Cuerpo y la Sangre del Señ or, por eso se los presento: (nombre de los
niñ os)

Sacerdote: Queridos niñ os que han sido presentados por su catequista por el nombre que fueron
bautizados. ¿Está n ustedes conscientes de lo que van a recibir en este Sacramento?

Niño/Niña: Sí, Padre Pablo. A través de nuestro catequistas y de nuestros padres, hemos podido
conocer a Dios y a sentirlo presente en nuestras vidas y nos comprometemos a seguir conociendo
cada día má s a Jesú s, para amarlo, celebrarlo y seguirlo como discípulos suyos.

Ademá s, contamos con la ayuda de nuestros padres para poner en prá ctica el mandamiento del
amor en nuestros hermanos y amigos y, de este modo, demos testimonio con valentía del nombre
de cristiano.

Sacerdote: En nombre de Cristo y de su Iglesia, acepto con gusto esta petició n. Dios que ha
iniciado esta obra buena en ustedes, el mismo la lleve a término.

Todos: Demos gracias a Dios.


LECTURAS DE LA MISA

PRIMERA LECTURA. Lectura del libro del Éxodo (16, 2-4a. 12a. 12c. 13b-15)

En aquellos días, la comunidad de los israelitas protestó contra Moisés y Aaró n en el


desierto, diciendo: «¡Ojalá hubiéramos muerto a manos del Señ or en Egipto, cuando nos
sentá bamos junto a la olla de carne y comíamos pan hasta hartarnos! Nos han sacado a este
desierto para matar de hambre a toda esta comunidad».

El Señ or dijo a Moisés: «Yo haré llover pan del cielo: que el pueblo salga a recoger la ració n
de cada día. He oído las murmuraciones de los israelitas. Diles: “Por la mañ ana se saciará n de pan;
para que sepan que yo soy el Señ or, su Dios”».

Por la mañ ana, había una capa de rocío alrededor del campamento. Cuando se evaporó la
capa de rocío, apareció en la superficie del desierto un polvo fino, parecido a la escarcha. Al verlo,
los israelitas se dijeron:«¿Qué es esto?» Pues no sabían lo que era. Moisés les dijo:« Es el pan que el
Señ or les da de comer».

Palabra de Dios.

Salmo responsorial (Sal 144, 10-11. 15-16. 17-18)

R. Danos, Señor, el pan de la vida.

Que todas tus criaturas te den gracias, Señor,


Que te bendigan todos tus fieles;
Que proclamen la gloria de tu reino, Que
den a conocer tus maravillas.

R. Danos, Señor, el pan de la vida.

Los ojos de todos Te están aguardando,


Tú les das la comida a su tiempo;
Abres tu mano generosa,
Y sacias de favores a todo viviente.
R. Danos, Señor, el pan de la vida.

El Señor es justo en todos sus caminos,


Es bondadoso en todas sus acciones;
Cerca está el Señor de los que lo buscan, De
los que lo invocan sinceramente.

R. Danos, Señor, el pan de la vida.

SEGUNDA LECTURA

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios (10, 16-17)

Hermanos: El cá liz de la bendició n que bendecimos, ¿no es comunió n con la sangre de


Cristo? Y el pan que partimos, ¿no es comunió n con el cuerpo de Cristo?

El pan es uno, y así nosotros, aunque somos muchos, formamos un solo cuerpo, porque
comemos todos del mismo pan.

Palabra de Dios.

EVANGELIO

Lectura del santo evangelio según san Lucas (22, 14-16. 19-20)

Llegada la hora, se sentó Jesú s con sus discípulos y les dijo: «He deseado enormemente
comer esta comida pascual con ustedes, antes de padecer, porque les digo que ya no la volveré a
comer, hasta que se cumpla en el reino de Dios».

Y, tomando pan, pronunció la acció n de gracias, lo partió y se lo dio, diciendo: «Esto es mi


cuerpo, que se entrega por ustedes. Hagan esto en memoria mía».

Después de cenar, hizo lo mismo con la copa, diciendo: «Esta copa es la nueva alianza,
sellada con mi sangre, que se derrama por ustedes».
Palabra del Señor.

MONICIÓN ANTES DE ENCENDER LA VELA Sacerdote:

Queridos niñ os, este Cirio que hoy se encuentra encendido junto al Altar, representa a Jesú s
resucitado.

En el día de su bautismo, Jesú s empezó a iluminar sus corazones. Por eso el sacerdote entregó a
sus papá s y padrinos una vela que significa la luz de Cristo. A lo largo de estos añ os ustedes han
ido conociendo en qué consiste ser cristianos y amigos de Jesú s.

Ahora ustedes mismos van a recibir esa Luz, para decirles a todos que Cristo es la Luz que
ilumina nuestra vida y nos enseñ a el camino para llegar al cielo.

En este momento los padrinos y madrinas van a acercarse a encender las velas del Cirio y
pasará n la luz a todos los niñ os.

RENOVACIÓN DE LAS PROMESAS DEL BAUTISMO Sacerdote:

Queridos niñ os y niñ as, cuando eran pequeñ os, sus papá s y padrinos prometieron en su
nombre que ustedes renunciaban al mal, al egoísmo y a la mentira y que iban a seguir a Jesú s y sus
enseñ anzas. Hoy que ya son má s grandes y se encuentran aquí porque quieren recibirlo por
primera vez en la Comunió n, los invito a que todos juntos renovemos las promesas de nuestro
bautismo y hagamos personalmente la profesió n de nuestra fe cató lica.

RENUNCIAS

Sacerdote: ¿Renuncian ustedes al pecado, para que puedan vivir en la libertad de los hijos de
Dios?

Sacerdote: ¿Está n ustedes dispuestos a luchar contra el pecado, que se manifiesta entre otras
cosas en el egoísmo, la envidia, la venganza y la mentira?

Todos: Sí, estoy dispuesto.


Sacerdote: ¿Está n ustedes dispuestos a perdonar a quienes los ofendan, a amar incluso a quienes
no los quieren bien, a ayudar a quienes los necesiten, aunque no sean sus amigos?

Todos: Sí, estoy dispuesto.

PROFESIÓN DE FE

Sacerdote: ¿Creen ustedes en Dios Padre Todopoderoso, creador del Cielo y de la Tierra?

Todos: Creo Señ or, pero aumenta mi fe.

Sacerdote: ¿Creen ustedes en Jesucristo, su Ú nico Hijo, Nuestro Señ or, que nació de Santa María,
Virgen, murió , fue sepultado, resucitó de entre los muertos y está sentado a la derecha del Padre?

Todos: Creo Señ or, pero aumenta mi fe.

Sacerdote: ¿Creen en el Espíritu Santo, que es Dios y vive con nosotros para ayudarnos al
encuentro del Señ or y de los Hermanos?

Todos: Creo Señ or, pero aumenta mi fe.

Sacerdote: ¿Creen ustedes en la Santa Iglesia Cató lica, en la comunió n de los Santos, en el perdó n
de los pecados, en la resurrecció n de los muertos y en la Vida Eterna?

Todos: Creo Señ or, pero aumenta mi fe.

COMPROMISO

Sacerdote: ¿Prometen vivir su vida como buenos cristianos y amigos de Jesú s, obedeciendo su
Palabra y haciendo el bien como É l nos enseñ ó ?

Todos: Sí, prometo.

Sacerdote: ¿Prometen amar a su pró jimo como Jesú s nos enseñ a en su Evangelio y seguir los
impulsos del Espíritu Santo?
Todos: Sí, prometo.

Sacerdote: ¿Prometen amar a la Santísima Virgen María y ser como ella obedientes, caritativos,
serviciales y fieles discípulos de Jesú s?

Todos: Sí, prometo.

Sacerdote: Que Dios Padre Todopoderoso, Padre de nuestro salvador Jesucristo y Padre Nuestro,
los bendiga y los mantenga siempre firme en la fe que acaban profesar, para que viviendo
alegremente esta fe, puedan merecer la salvació n eterna. Por Jesucristo, nuestro Señ or.

Todos: Amén.

ACCIÓN DE GRACIAS

(Antes de la Bendició n final)

Padres: Te damos Gracias, Padre Nuestro, por la alegría de haber podido participar con nuestros
niñ os en esta Eucaristía, en la que ellos han recibido el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo Jesú s. Danos
las fuerzas necesarias para seguir caminando con ellos y hacer realidad el compromiso que hemos
hecho de seguir siendo su soporte y fortaleza para que vivan a plenitud su vida de Fe.
Gracias, Señor Gracias.

Niños: Te damos gracias Señ or, porque hemos recibido tu Cuerpo y tu Sangre, que es tu misma
vida. Gracias Señ or por este don tan maravilloso que nos has dado en esta Eucaristía y te pedimos
nos concedas permanecer siempre en ti y junto a nuestros hermanos todos los días de nuestras
vidas. Gracias, Señor Gracias.

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