Como Hacer Ensayos Resumen

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Fundación CIENTEC

COMO ESCRIBIR
UN ENSAYO
Gabriel Vargas Acuña
Vargas, G. (1966) Un concepto de ensayo. Redacción de Documentos Científicos, Informes
Técnicos, Artículos Científicos, Ensayos. Escuela de Ciencias del Lenguaje.
Recuperado el 6 de septiembre de 2007 en:
http://www.cientec.or.cr/concurso2/concepto.html

A. TEXTOS DENOMINADOS ENSAYOS

Llevan el nombre de "ensayos" escritos relativos a muy diversos campos:


historia, ciencia, filosofía, política, etc.

Además de la temática, existen otros rasgos que se presentan muy


diferenciados entre los textos llamados ensayos: la extensión oscila entre
algunas pocas páginas y varios cientos de ellas; la rigurosidad de los
planteamientos va desde un análisis impresionista hasta un detallado marco
conceptual; el vehículo de comunicación puede ser desde el periódico, hasta el
voluminosos libro, pasando por la conferencia o el trabajo de graduación.

B. DEFINICIÓN DE ENSAYO

La más generalizada de ellas dice que "el ensayo es literatura de ideas". Esto
significa que a la preocupación estética y la creación de recursos expresivos se
suma un afán utilitario: el planteamiento y debate de temas de interés actual. El
uso que Rodrigo Zeledón (1982) hace del género con el fin de "despertar
interés en nuestras generaciones jóvenes por los atractivos problemas que nos
depara el anchuroso campo de las ciencias biológicas" es una buena muestra
de este rasgo.

Otra de las definiciones es la atribuida a J. Ortega y Gasset: "El ensayo es la


ciencia sin la prueba explícita". Con esto se subraya que no es un discurso
irresponsable sino un texto que obvia el aparato teórico y la aridez de las
fórmulas y cuadros con el fin de aumentar la lecturabilidad y la capacidad
explicativa. José L. Vega Carballo (1979) señala sobre el esquema analítico de
un de sus ensayo: "el que aquí se discute no puede, ni debe tomarse como
final y exhaustivo, se trata, más bien de una aproximación basada en un
examen global".

La última definición por analizar es la que proporciona Alfonso Reyes: "el


ensayo es la literatura en su función ancilar". La palabra "ancilla", es decir,
esclava, sirve para expresar el papel subalterno que lo ornamental e
imaginativo tiene para el género. Al respecto dice Gómez de Baquero (1917):
"El ensayo está en la frontera de dos reinos: el de la didáctica y el de la poesía
y hace excursiones del uno al otro".

PREPARACIÓN DE ENSAYOS

Las siguientes son algunas recomendaciones, derivadas de la observación de


la buena práctica, para la preparación de ensayos. No pueden dirigirse al
escritor profesional, ni al experimentado investigador, quienes, por un lado
pueden crear sus propias estrategias y, por otro, tienen necesidades muy
particulares. Se dedican, pues. Al estudiante que debe preparar ensayos para
efectos de evaluación, y tal vez, al que quiera explorar las posibilidades del
género para comunicar de manera diferente sus contenidos.

1. Establecimiento de la intención

En cualquier trabajo de redacción se parte de una clara determinación de su


propósito. Este requisito permite saber si lo que se requiere es un ensayo u
otro tipo de escrito; también ayuda a concretar el enfoque que debe darse, el
nivel, los recursos por aplicar, etc. Es muy corriente que el escritor deslice en
los primeros párrafos de su escrito la intención:

Nos proponemos, en las páginas siguientes, describir a grandes rasgos la labor


de los físicos que corresponde a la meditación pura del investigador (A.
Einstein 1943)

Las páginas que aparecen a continuación y que proponemos como una


introducción a la pedagogía del oprimido son el resultado de nuestras
observaciones en estos tres años de exilio. (P. Freire 197).

Este libro trata del tema centras de nuestros tiempos: de la dominación y la


liberación de los hombres y de los pueblos. Que es también el tema radical de
la existencia humana, y por eso, una idea básica de a historia del hombre. (S.
Salazar B. 1977)

En los textos más breves, ensayos periodísticos o de carácter más literario, no


es tan frecuente que la intención se haga explícita. No obstante es
imprescindible que quien se dispone a preparar uno lo haga como primer paso.

2. Investigación bibliográfica

Un segundo paso en el proceso de producción de un ensayo es investigar los


contenidos que se desea desarrollar. La bibliografía es la base de esta labor. El
objetivo es ampliar criterio, contrastar con posiciones ajenas, conocer los
antecedentes de la discusión al respecto. No obstante, no se busca una
fundamentación de los criterios; al respecto señala José Luis Gómez (1976):

El verdadero ensayista, por ejemplo, sólo en ocasiones muy especiales hará


uso de notas al pie de la página, y esto nos lleva al meollo de nuestro tema: las
citas, numerosas en los ensayos, tienen valor por sí mismas en relación con lo
que el ensayista nos está comunicando: importa destacar que alguien creó una
idea, representada en la cita, pero el "quién" y el "dónde" carecen en realidad
de valor. No son las citas importantes porque fulano o mengano las dijo, sino
por su propia eficacia. Y el hecho de señalarlas como citas es sólo con el
propósito de indicar que no son de propia cosecha, sino que forman parte del
fondo cultural que se trata de revisar.

Las ideas derivadas de la bibliografía pueden ser muy importantes pero es


necesario que lo sean aún más las del propio ensayista. Por tanto, la revisión
que se haga debe realizarse en función de un planteamiento base e ir
incorporando, para ilustrar, contrastar o comparar, las ideas de otros autores.

3. Elaboración del diseño

En literatura se denomina diseño a la disposición que el autor decide darle a


la información del texto. Es realmente el producto de su creatividad. Diseño
del ensayo podría ser, por ejemplo, la decisión de empezar por un
planteamiento general para incluir, posteriormente, los argumentos; presentar
detallados antecedentes y pasar luego a una rápida resolución: desarrollar, una
por una las partes del planteamiento; etc.

La forma en que el escritor disponga sus ideas en el texto puede ser muy
personal. Por tal razón podría resultar innecesaria para muchas personas una
sugerencia al respecto. No obstante, para efectos didácticos, es posible
proponer una guía.

Esta guía puede derivarse de la forma de organización del discurso clásico,


manifestación por excelencia del afán persuasivo del lenguaje, así como del
periodismo moderno, expresión por parte del sentido práctico contemporáneo.
La siguiente es una estructura aplicable al ensayo.

Motivación. Ningún discurso sería escuchado ni material escrito alguno leído,


si su receptor no tuviera motivación. La oratoria clásica perpetuaba la
necesidad de preparar el alma del auditorio y ganarse su benevolencia en una
sección inicial que llevaba el nombre de exordio. El periodismo moderno
propone hacer una entrada llamativa, que capte el interés. El ensayo puede
aprovecharse de esos consejos. Véanse algunos ejemplos:

La lluvia que refresca y humedece la tierra y el sol que la calienta y seca,


contribuyen por igual al mantenimiento de la vida. Los grandes espíritus, ya
sean optimistas o atormentados, por más que sean opuestos, forman un
complejo cuyo conocimiento es tan útil al desarrollo intelectual de los que los
suceden, como son útiles a la vida el agua y el son. (C. Picado T. "Pasteur y
Metchnikoff").
Un fantasma recorre Europa: el fantasma del comunismo. Todas las fuerzas de
la vieja Europa se han unido en santa cruzada para acosar a ese fantasma: el
papa y el zar, Metternich y Guizot, los radicales franceses y los polizontes
alemanes. (Marx y Engels. "El manifiesto comunista")

Me invitaron a la playa. Acepté con gusto. Había acabado el curso escolar


cansado y sentía la necesidad de descanso. Para mi este consiste en hacer lo
contrario que cuando "trabajo", compré veinte novelas policiacas y salí a la
playa. (C. Láscaris. "Pesca con siesta")

Con gran frecuencia, el papel de captar la atención del lector se realiza por
medio de una cita textual. Esto es lo que se denomina un epígrafe, y se ubica,
resaltado, en la parte superior del escrito, después del título.

Proposición. En el discurso clásico esta es una breve mención de la tesis


general que se pretende impulsar. Ese recurso suele presentarse en los
primeros párrafos del ensayo. Los siguientes son algunos ejemplos:

Pretendo mostrar cómo el desarrollo social y la conducta humana actual, no


son logros del presente, sino que se apoyan en el conocimiento de los hechos
pasados; y que el conocimiento es una progresión de ideas y acciones que se
juntan y han sido transmitidos a través de las épocas. (J. Jaramillo. La aventura
humana).

Cabe advertir, por otra parte que el ensayo tiende a evidenciar el papel
decisivo que, a la par de los factores de cambio endógenos, han jugado los
exógenos como resultado de la rápida inserción del país en el mercado
internacional, a partir de la década de 1840. (J.L. Vega. "Etapas y procesos de
la evolución sociopolítica de Costa Rica")

Así, pues, mi propósito no es enseñar aquí el método que cada cual debe
seguir para conducir bien su corazón, sino solamente mostrar de qué manera
he tratado yo de conducir el mío. (R. Descartes. El discurso del método)

División. Un procedimiento que en el discurso y en el texto relativamente


extenso ayuda mucho, es enumerar los asuntos que se tratarán. Considérense
algunos ejemplos:

Este ensayo comprende, primero, varios capítulos introductorios. Luego vienen


tres grandes "cuestiones" relacionadas con la pobreza. Por su orden: La
cuestión internacional, que señala el reparto indebido del Producto Mundial; la
Cuestión Social, que se ocupa de la mala distribución del Producto Nacional; la
Cuestión Económica, que indica errores y sugiere remedios, en los
mecanismos de la producción contemporánea. Finalmente aparece una
Conclusión, que pretende dar sentido al esfuerzo económico del hombre. (J,
Figueres. La pobreza de las naciones)

Trata de mis recuerdos de niñez: del paisaje, de cosas y gentes del antaño
orotinense y de mi juventud en San José de Costa Rica. Presenta cierta
intimidad, como toda remembranza. Hay en él la colaboración del tú; en otras
palabras, de muchos otros. (L. Ferrero. Arbol de recuerdos).

La división o mención de los puntos por tratar predispone a la comprensión y


permite seguir el hilo expositivo.

Desarrollo. Cada uno de los puntos propuestos para el ensayo se desarrollará


en el orden que convenga. Por ejemplo, en el ensayo "La isla que somos" I. F.
Azofeifa (1979) incluye tres grandes componentes: la geografía costarricense,
el carácter nacional, el proceso histórico.

Recapitulación. Debe disponerse un espacio para repasar los aspectos


fundamentales del desarrollo del ensayo. Esto puede hacerse dentro de un
apartado que se llame "conclusión" o no, pero debe estar al final del trabajo con
el fin de atar los cabos sueltos. Véanse algunas recapitulaciones:

Sean estas notas tan aburridas sólo para recordar que muy a nuestra manera,
pero que siempre, tuvimos carnaval si carnaval es hacer loco para tranquilizar
la carne, la diferencia con los europeos no está en la ausencia del antifaz. La
verdadera diferencia es que ellos después de sus excesos "se borraban los
pecados" pintarrajeándose en la frente una cruz con ceniza para, piadosos,
comenzar la Semana Santa. (M.A: Jiménez 1979).

En resumen: parece que pueden caer partículas en agujeros negros que luego
se desvanezcan y desaparezcan de nuestra región del universo. Las partículas
parten hacia pequeños universos que se separan del nuestro.

Es posible que esos universos reintegren en algún otro punto. Quizá no sirvan
gran cosa para los viajes espaciales, pero su presencia significa que seremos
capaces de predecir menos de lo que esperábamos, incluso aunque
encontráramos una teoría unificada completa (...) en los últimos años, varios
investigadores han comenzado a estudiar los pequeños universos. No creo que
nadie se haga rico patentándolos como un modo de viaje espacial, pero se han
convertido en un campo muy interesante de investigación. (Stephen Hawking
1994)

4. Elaboración del esquema

Una vez establecido el diseño, valga decir que la forma de organización


general del ensayo, es conveniente preparar un esquema de redacción.

Bajo cada uno de los grandes asuntos (motivación, proposición, división,


desarrollo, recapitulación) pueden irse apuntando las ideas que allí se
considerarán. De paso, cabe estudiar la posibilidad de introducir algún tipo de
subdivisión del escrito mediante títulos. No obstante, en los textos
relativamente breves no se suele incluir ningún tipo de separaciones.

Dentro de cada apartado propuesto puede pensarse en algún tipo de


ordenamiento de las ideas: presentarlas cronológicamente, en orden causa-
efecto, de manera comparativa, etc. Estos criterios se tratan con mayor
amplitud en la sección "Técnica textual del ensayo".

El esquema es una herramienta imprescindible para la generación de un texto


amplio. El tiempo invertido en su perfeccionamiento y desarrollo se va a
recuperar con creces en el proceso de redacción.

5. Redacción

Con base en el esquema preparado y todas las felices improvisaciones que


surjan, se inicia la redacción. Lo normal es que se requieran varios borradores
sucesivos. El resultado, de acuerdo con un generalizado precepto de
redacción, puede guardarse algunos días entre una versión y otra.

No es de extrañar que resulte necesario hacer grandes correcciones,


modificaciones del orden, supresiones, ampliaciones, etc. Conviene aceptarlas
con resignación y estar en capacidad de renunciar a amplios fragmentos otrora
considerados perfectos, o tener que redactar nuevo material para ampliar un
asunto.

A continuación se tratan algunos recursos específicos de redacción.

5.1. Ordenes de la información

El orden es el criterio con que se clasifica la información en un texto. En los


escritos de carácter práctico, los órdenes más corrientes en el ensayo son tres:
cronológico, causa-efecto, comparativo.

Se denomina orden cronológico al que permite distribuir la información según


el criterio del tiempo. Esta forma de organizar la información domina la
referencia de hechos históricos, los procesos de elaboración o transformación
de productos, etc. Analícese un ejemplo:

En un principio el hombre cosechaba sin sembrar. Se alimentaba de los frutos


naturales del mar y de la tierra. No había nacido el derecho de propiedad. Solo
existía el instinto de la cueva propia. /Cuando los productos gratuitos
escasearon, el hombre trabajó. Sembró y cosechó para si mismo y para su
familia. Nació la agricultura, Nació la propiedad./ Pronto el cazador tuvo más
carne de la que podía comer, y el agricultor más legumbres de las que
necesitaba. Vino el trueque. Vino la dependencia en otros./ Con el tiempo, el
hombre primitivo se dedicó a producir más y más verduras, o más y más carne
de caza. Cambiaba sus productos por granos de caco y con los granos
compraba pieles finas, flechas y ornamentos almacenados por alguien que a
su vez los obtenía de diversos productos. Se había establecido el comercio. (J.
Figueres 1973)

El orden cronológico se caracteriza por una serie de nexos que ayudan a


reforzarlo: inicialmente, posteriormente, luego, finalmente, de inmediato,
después, con posterioridad, con anterioridad, al principio, seguimiento, al final.
Por otra parte, lleva el nombre de orden comparativo el procedimiento de
relacionar la información según semejanzas y diferencias. Es una
manifestación típica de todos los razonamientos de contraste. El siguiente es
un ejemplo:

Desconfiado y astuto como un montañés: cortés pero tímido; trabajador sin


constancia, buscando el provecho fácil de su esfuerzo; campesino egoísta,
pero bondadoso, cazurro siempre, vive aquí un pueblo que no ha sido ni
miserable ni inmensamente rico; ni guerrero ni sumiso; ni servil, ni rebelde;
independiente sin guerra de independencia; liberado del coloniaje español por
virtud de un oficio llegado de Guatemala un día de octubre de 1821, en que se
le hacía saber que desde el 15 de setiembre ... en suma, un pueblo sin sentido
trágico de la existencia. Un pueblo sin héroes, y que si alcanza a tenerlos, los
destruye o los olvida, que es otro modo de destruir. (I: F. Azofeifa 1979).

El orden comparativo se refuerza en el texto por medio de enlaces como los


siguientes: por otra parte, más bien, contrariamente, a diferencia de, no
obstante, sin embargo, en contraposición, en cambio, etc.

Por otra parte, se llama causa-efecto una manera de ordenar un texto en el


que se mencionan las razones y las consecuencias de una situación. Véase un
ejemplo:

El hombre, en la actualidad, no está en ciento modo ya sometido a esta


selección. Por ello, la selección natural no podrá impedir en el futuro la
acumulación de trastornos hereditarios, pues el ser humano está interveniendo
en este aspecto y dando supervivencia a seres que en otro tiempo no tendrían
oportunidad de sobrevivir y reproducirse y que en términos genéticos se
podrían considerar taras hereditarias. Esto podría significar para el ser humano
que la herencia se fuera empeorando con los años, al no ser eliminados los
seres con mutaciones negativas, ya que estas continuarán presentándose en
nuestros elementos hereditarios y la recombinación de genes enfermos podría
generar en un futuro lejano una civilización mucho menos sana. (J. Jaramillo
1992).

El orden causa-efecto se evidencia, entre otros, por medio de los siguientes


enlaces: por tanto, en consecuencia, debido a ello, por esto, como resultado de
ello.

El uso de enlaces en la redacción ayuda a ilustrar mejor las relaciones entre las
ideas; no obstante, es necesario tratar con mesura este recurso para no
recargar el texto.

5.2. Recursos retóricos

La retórica es la técnica del bien decir, de dar al lenguaje eficacia para deleitar,
persuadir o conmover. Se le asocia generalmente con la oratoria, por ser este
arte pionero en la preocupación de utilizar todos los medios posibles para
lograr su efecto persuasivo. El ensayo, por ser una forma de literatura en la que
sobresale el afán de convencer, tiene a la retórica como uno de sus medios
principales.

Los recursos retóricos se clasifican dos grandes campos:

Figuras de dicción y Figuras de significación

Las figuras de dicción, por adornar el texto en su nivel fónico o sea su sonido,
tienen papel fundamental en la poesía. En cambio, las figuras de significación,
que son las que permiten resaltar una idea, aunque desempeñan importante
papel en los otros géneros literarios, poseen participación especial en el
ensayo. A continuación se tratan algunas de estas figuras que pueden aplicarse
en el ensayo.

Sentencia. Es la exposición breve y enérgica de una enseñanza profunda.

Sin embargo, la producción y la guerra pueden ser fuentes de frustración.


Hasta los más nobles corceles, espoleados en exceso, se desbocan y se
desbandan, si no se aplica a tiempo el freno de otro de la cultura. (J. Figueres).

Gradación. Se colocan las ideas en forma ascendente o descendente.

Verbo, Logos, Palabra, diversas expresiones de un mismo y grandioso


instrumento mediante el cual el hombre no solo se sitúa en el Mundo y el
Universo, sino que se hace de ellos su hogar. (L. Zea)

Paradoja. Reúne ideas al parecer contradictorias para poner más de relieve la


profundidad del pensamiento.

El buen sentido es la cosa mejor repartida del mundo, pues cada uno piensa
estar tan bien provisto de él, que aun aquellos que son más difíciles de
contentar en todo lo demás, no acostumbran a desear más del que tienen. (R.
Descartes)

Antítesis. Contrapone unos pensamientos a otros, unas palabras a otras para


que resalte más la idea principal.

De altar se ha de tomar la patria para ofrendarle nuestra vida, y no de pedestal


para levantarnos sobre ella. (J. Martí)

Interrogación. Expresa el efecto en forma de una pregunta cuya respuesta no


se ignora.

¿Hasta cuándo respetarán esos sectores en Costa Rica el ordenamiento


constitucional, sobre todo si continúan deteriorándose, más y más, velozmente,
los índices del nivel de vida, se desata la inflación y siguen sin solución real los
problemas del subdesarrollo? (J.L. Vega)

Hipérbole.Exagera una verdad para inculcarla con más fuerza.


Más que un poeta único. Ezra Pound parece un grupo de poetas de escuelas
diferentes. (J. Coronel U)

Prosopopeya. Da vida a los seres inanimados.

Costa Rica está situada en una zona en que el Istmo centroamericano se


adelgaza más y más descendiendo hacia la cintura del continente donde el
Canal de Panamá muestra su herida abierta. (I. F. Azofeifa.

En el ensayo las figuras retóricas deben usarse con mesura y plena


justificación. Es necesario que estén al servicio de las ideas fundamentales que
se quieren impulsar.

5.3. Estilo del ensayo

El ensayo es un género moderno. Es por tanto un producto en el que se refleja


el sentido práctico contemporáneo. En consecuencia, su lenguaje debe ser
directo pero sin perder elegancia; su forma demanda sencillez aunque con
cuidado de la rigurosidad; su contenido exige información precisa, pero rechaza
el detallismo superficial.

El ensayista dirá lo que tenga que decir y callará lo innecesario. Planeará


meticulosamente su planteamiento y lo expresará en el mínimo de palabras
posible.

Le corresponderá garantizar su escrito contra la retórica innecesaria, la


vaguedad, la repetición, la inconsistencia. Con ese fin debe planear ,.
Investigar, ejecutar y revisar su producto.

En tiempos ya no tan modernos, Santiago Ramón y Cajal (1896) describen el


estilo de los trabajos científicos:

En síntesis, el estilo de nuestro trabajo será genuinamente didáctico, sobrio,


sencillo, sin afectación, y sin acusar otras preocupaciones que el orden y la
claridad.

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