Visitas Al Santísimo Sacramento y A María Santísima

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Visitas al Santsimo Sacramento y a Mara Santsima COMUNIN ESPIRITUAL Porque en cada una de las siguientes VISITAS AL SANTSIMO, segn

Santo Toms, en un ardiente deseo de recibir a Jess SACRAMENTO ha de hacerse la Comunin espiritual, ser bien explicar qu cosa sea y de cunto provecho. La Comunin Espiritual consiste Sacramentado y en darle un amoroso abrazo, como si ya lo hubiramos recibido. Cun agradable sea a Dios esta espiritual Comunin, y cuntas las gracias que por ella se nos conceden, lo manifest el Seor a su sierva Sor Paula Maresca, fundadora del Monasterio de Santa Catalina de Siena, en Npoles, mostrndole (como en su vida se refiere) dos vasos preciosos, de oro el uno y el otro de plata; y dicindole que en el de oro conservaba sus comuniones sacramentales, y en el de plata las espirituales. Y a la beata Juana de la Cruz le dijo que cada vez que comulgaba espiritualmente, reciba la misma gracia que si hubiese realmente comulgado. Baste sobre todo saber que el Sacro Concilio de Trento alaba mucho la Comunin espiritual, y exhorta a los fieles a practicarla. Por eso todas las almas devotas suelen hacer a menudo este santo ejercicio de la Comunin espiritual. La beata gueda de la Cruz lo haca doscientas veces al da. Y el Padre Pedro Fabro, primer compaero de San Ignacio, deca que para hacer bien la Comunin sacramental, ayuda sobremanera el comulgar espiritualmente. Estimlese, pues, quien desee adelantar en el amor de Jesucristo, a practicar la espiritual Comunin, siquiera una vez en cada Visita al Santsimo Sacramento, y en cada Misa que oyere; aunque mejor sera repetirla tres veces en esta ltima ocasin , o sea al principio de la Misa, al medio y al fin. Es la tal devocin mucho ms provechosa de lo que algunos juzgan, y al mismo tiempo facilsima. Deca la mencionada beata Juana de la Cruz, que la Comunin espiritual se puede hacer sin que nadie lo note, sin necesidad de ayuno o de permiso del director, y a la hora que nos plazca: con hacer un acto de amor, est hecha.

Acto para la comunin espiritual Creo, Jess mo, que estis en el Santsimo Sacramento; os amo sobre todas las cosas y deseo recibiros en mi alma. Ya que ahora no puedo hacerlo sacramentalmente, venid a lo menos espiritualmente a mi corazn. Como si ya os hubiese recibido, os abrazo y me uno todo a Vos. No permitis, Seor, que vuelva jams a abandonaros. Frmula breve Creo, Jess mo, que estis en el Santsimo Sacramento: Os amo y deseo. Venid a mi corazn. Os abrazo; no os apartis nunca de m.
Se ganan 3 aos de Indulgencia cada vez. Plenaria al mes hacindola todos los das. (Penit. 25 febrero 1933. Enchir. 164.)

Otros actos de amor y jaculatorias Rugote, Seor mo Jesucristo, que a mi alma consuma la encendida y suave fuerza de tu amor, para que yo muera de amor de tu amor, ya que por el amor de mi amor te dignaste morir (San Francisco). Oh, amor no amado, amor no conocido! (Santa Mara Magdalena de Pazzi). Jess amable, dulce amor mo! Hiere e inflama mi pecho fro, que arda y se abrase siempre por Ti! Viva el amor de Jess, nuestra vida y nuestro todo! Viva Mara, nuestra esperanza! Amn. Exposicin del Santsimo Sacramento En la Exposicin del Santsimo Sacramento, sea privada, o en el Copn dentro del Sagrario abierto, o solemne, o expuesto en la Custodia, suele cantarse el siguiente himno: Pang lingua glorisi Corporis mystrium,

Sangunisque pretisi, Quem in mundi prtium. Fructus ventris genersi. Rex ef fdit gntium. Traduccin castellana: Cante la voz del Cuerpo ms glorioso El misterio sublime y elevado, Y de la Sangre excelsa que, amoroso, En rescate del mundo ha derramado, Siendo fruto de un vientre generoso. El Rey de todo el orbe, ms sagrado. Pueden tambin cantarse eucarsticos, incluso populares. otros himnos y cnticos

Reserva al Santsimo Sacramento Cntase siempre este himno: Tantum ergo Sacramntum Venermur crnui: Et antiquum documntum Novo cedat rtui: Praestet fides supplemntum Snsuum defctui. Genitri Genitque Laus et jubiltio. Salus honor, virtus quoque Sit et benedictio. Procednti ab utrque Compar sit laudtio. Amen. Traduccin castellana: Demos, pues, a tan Alto Sacramento, culto y adoracin, todos rendidos, y ceda ya el antiguo documento a los ritos de nuevo instituidos: constante nuestra fe d suplemento

al defecto de luz de los sentidos. Al Padre con el Hijo sea dado jbilo, aplauso y gloria eternamente, salud, virtud y honor interminado; y al Espritu de ambos espirado sea gloria y honor no diferente. Amn. V. Panem de Caelo praestitsti eis. R. Omne delectamntum in se habntem. V. Pan del cielo les disteis R. Que contiene en s todas las delicias.

ORMUS Deus, qui nobis, sub Sacramnto mirbili, passinis tuae memriam reliqusti, trbue quasumus ita nos Crporis et Snguinis tui sacra mystria venerri, ut redemptinis tuae fructum in nobis jgiter sentimus. Qui vivis et regnas in sacula saeculrum. R. Amen

OREMOS Oh, Dios mo, que en el admirable Sacramento nos dejasteis la memoria de vuestra Pasin! Concedednos, como os pedimos, que de tal manea veneremos los misterios de vuestro Cuerpo y Sangre, que perennemente sintamos en nosotros el fruto de vuestra redencin. Vos que vivs y reinis por los siglos de los siglos. R. Amn

Dada la bendicin con el Santsimo, y colocado ste sobre el altar, se suelen rezar las siguientes:

Alabanzas a Jess y Mara en reparacin de las blasfemias Bendito sea Dios. Bendito sea su Santo Nombre. Bendito sea Jesucristo, verdadero Dios y verdadero hombre. Bendito sea el nombre de Jess. Bendito sea su Sacratsimo Corazn. Bendita sea su preciossima sangre. Bendito sea Jess en el Santsimo Sacramento del altar. Bendita sea la Gloriosa Santa Mara Madre de Dios. Bendita sea su Santa e Inmaculada Concepcin. Bendita sea su Gloriosa Asuncin. Bendito sea el nombre de Mara Virgen y Madre. Bendito sea San Jos, su castsimo Esposo. Bendito sea Dios en sus ngeles y en sus Santos.

Ind. de 3 aos: si se hace pblicamente, de 5. Plenaria al mes (Nmero 696).

Visitas al Santsimo Sacramento y a Mara Santsima Oracin preparatoria para todos los das Seor mo Jesucristo, que por amor a los hombres estis da y noche en ese Sacramento, lleno de misericordia y amor, esperando, llamando y acogiendo a cuantos vienen a visitaros; creo que estis presente en el Santsimo Sacramento del Altar; os adoro desde el abismo de mi nada, os doy gracia por todos los beneficios que me habis hecho, y especialmente por haberos dado todo a m en ese Sacramento, por haberme concedido por abogada a Mara, vuestra Madre santsima y por haberme llamado a visitaros en este lugar santo. Saludo hoy a vuestro amantsimo Corazn, y es mi intencin saludarlo por tres fines: el primero, para daros gracias por tan insigne don; el segundo, para reparar las injurias que habis recibido de todos vuestros enemigos en este Sacramento, y el tercero, para adoraros desde aqu en esta visita, en todos los lugares de la tierra donde estis sacramentado con menos culto y ms abandono. Jess mo, os amo con todo mi corazn. Me arrepiento de haber ofendido tantas veces en mi vida pasada a vuestra bondad infinita. Propongo mediante vuestra gracia no ofenderos ms adelante; y ahora, miserable como soy, me consagro enteramente a Vos, renuncio a mi voluntad, a mis afectos, a mis deseos, a todo lo que me pertenece, y os hago de ello donacin. En adelante haced de m y de todas mis cosas cuanto os plazca. No os pido ni quiero otra cosa que vuestro santo amor, la perseverancia final y el perfecto cumplimiento de vuestra voluntad. Os recomiendo las almas del Purgatorio, y en particular las ms devotas del Santsimo Sacramento y de Mara Santsima. 0Os recomiendo tambin todos los pobres pecadores. Por fin, oh Salvador amantsimo, uno todos mis afectos a los de vuestro amantsimo Corazn, y as unidos los ofrezco a vuestro eterno Padre, pidindole en vuestro nombre se digne aceptarlos, y oiga mis splicas por amor vuestro.

Rezndola delante del Santsimo se ganan 5 aos de Indulgencia cada vez. Planaria, una vez al mes, rezndola todos los das, confesando y comulgando y rogando por las intenciones del Papa. (Penit. 25 febrero 1933. Colec. 182.)

Visita al Santsimo Se lee la que corresponde al da del mes. Comunin espiritual Ver la frmula adecuada en la pgina 41. Visita a Mara Santsima Se hace ante alguna Ver el texto correspondiente al da del mes. Oracin a Mara Santsima Esta splica debe repetirse cada da a fin de alcanzar el poderossimo patrocinio de Mara. Inmaculada Virgen y Madre ma, Mara Santsima! A Vos, que sois la Madre de mi Seor, la Reina del mundo, la Abogada, la Esperanza y el Refugio de los pecadores, recurro en este da yo, que soy el ms miserable de todos. Os venero, Oh gran Reina, y os agradezco todas las gracias que hasta ahora me habis hecho, especialmente la de haberme librado del infierno, que tantas veces he merecido. Os amo, Seora amabilsima, y por el amor que os tengo, os prometo serviros siempre y hacer todo lo posible para que de los dems seis tambin amada. En Vos pongo todas mis esperanzas, toda mi salvacin. Oh, Madre de misericordia, aceptadme por vuestro siervo, y acogedme bajo vuestro manto. Y ya que sois tan poderosa para con Dios, libradme de todas las tentaciones o, al menos, alcanzadme fuerza para vencerlas hasta la muerte. Os pido el verdadero amor a Jesucristo, y de Vos espero la gracia de una buena muerte. Oh, Madre ma! Por el amor que tenis a Dios, os ruego que siempre me ayudis; pero mucho ms en el ltimo instante de mi vida. No me desamparis, mientras no me veis salvo en el cielo, imagen suya.

bendicindoos y cantando vuestras misericordias por toda la eternidad. Amn. As lo espero, as sea. Visita al Patriarca San Jos Vase el texto correspondiente al da del mes. Oracin a San Jos Debe rezarse todos los das al finalizar la visita. Acordaos, pursimo Esposo de la Santsima Virgen Mara, dulce protector mo San Jos, que jams se ha odo decir que ninguno de los que han acudido a vuestra proteccin y reclamando vuestro auxilio, haya quedado sin consuelo. Con esta confianza vengo a vuestra presencia y me encomiendo fervorosamente a Vos. No despreciis mi splica, Oh Padre adoptivo del Redentor!, antes bien, acogedla benignamente. Amn
Indulgencia de 500 das, nm. 472.

VISITA 1 Visita al Santsimo Oracin preparatoria, p. 53. He aqu la fuente de todo bien, Jess en el Santsimo Sacramento, el cual nos dice: Quien tenga sed, venga a m. Oh, cun abundante raudal de gracias han sacado siempre los Santos de esta fuente del Santsimo Sacramento, donde, como predijo el Profeta, dispensa Jess todos los mritos de su Pasin!: Sacaris agua de las fuentes del Salvador! La condesa de Feria, aquella ilustre discpula del B. Padre Maestro Avila, que se hizo religiosa de Santa Clara, y fue llamada, por sus frecuentes y largas Visitas a Jess Sacramentado, la esposa del Santsimo Sacramento, habindosele preguntado qu haca en tantas horas como pasaba ante el Adorable misterio del Altar, respondi: All estara yo por toda la eternidad. Pues qu, no est all la esencia misma de Dios, que ser eterno sustento de los bienaventurados? Ah, Dios mo! Preguntan, qu se hace en presencia de Jess Sacramentado? Y qu clase de bien deja de hacerse? Se ama, se alaba, se agradece, se pide... Y qu hace un pobre en presencia de un rico?; qu hace un enfermo ante el mdico?; qu hace un sediento a la vista de una fuente cristalina?; qu hace un hambriento, en fin, ante un esplndido banquete? Oh, Jess mo amabilsimo, dulcsimo y amantsimo, vida, esperanza, tesoro y nico amor de mi alma! Cunto os cost el quedaros con nosotros en este Sacramento!... Preciso es que murieseis para quedar despus sacramentado en nuestros altares. Y luego, cuntas injurias no habis tenido que sufrir en este Sacramento, para auxiliarnos con vuestra presencia! Mas todo lo ha superado vuestro amor y el deseo que tenis de ser amado de nosotros. Venid, pues, Seor, venid; entrad dentro de mi corazn, y cerrad despus la puerta para siempre, a fin de que no vuelva a entrar en l ninguna criatura que quiera robarme parte de aquel amor que se os debe y que yo consagro anteramente a Vos. Reinad en m Vos solo, amado Redentor mo; tomad slo Vos posesin de todo mi ser; y si alguna vez no os obedezco

perfectamente, castigadme con rigor, para que en adelante sea ms diligente en complaceros como Vos queris. Haced que nada desee, ni busque otro deleite que agradaros a Vos, visitaros con frecuencia en vuestros altares, conversar con Vos y recibiros en la Santa Comunin. Busque quien quisiere otros bienes, que yo no quiero ni deseo otra cosa que el tesoro de vuestro amor. Este solamente quiero pediros al pie del altar. Haced que me olvide de m para acordarme nicamente de vuestra bondad. Serafines bienaventurados, no os envidio vuestra gloria, sino el amor que tenis a vuestro Dios y Dios mo. Enseadme, pues, lo que he de hacer para amarle y darle gusto. Jaculatoria. Oh, Jess mo, slo a Vos quiero amar, slo a Vos quiero agradar! Comunin espiritual, p. 41. Visita a Mara Santsima Otra fuente, para nosotros preciossima, es nuestra Madre Mara, tan rica en virtudes y gracias, dice San Bernardo, que no hay un alma en el mundo que no participe de ellas. Fue Mara Santsima colmada de gracia por Dios, como lo atestigu el Angel al saludarla, dicindole: Dios te salve, llena de gracia. Mas no slo para Ella, sino tambin para nosotros, aade San Pedro Crislogo, recibi aquel tesoro, a fin de que hiciera participantes de l a todos sus devotos. Jaculatoria. nosotros. Causa de nuestra alegra, rogad por

Oracin a Mara Santsima, p. 58 Visita al Patriarca San Jos Qu ngel o que Santo, dice San Basilio, ha merecido ser llamado Padre del Hijo de Dios? Slo San Jos tiene derecho a este ttulo incomparable. Con este slo nombre de Padre, fue Jos fonrado por Dios ms que los Patriarcas, Profetas, los apstoles y

los Pontfices, ya que todos estos tienen el nombre de siervos; mas San Jos lleva merecidamente el nombre de Padre. Oh glorioso Patriarca! Yo venero en Vos al elegido de eterno Padre para que compartiese con l la altsima e incomparable autoridad que goza sobre su Unignito Hijo. Hacedme experimentar vuestra gran privanza con Dios, y vuestra tierna caridad para conmigo, alcanzndome todas las gracias que necesito para conseguir la eterna salvacin. Jaculatoria. San Jos, Padre adoptivo del Hijo de Dios, rogad por nosotros. Oracin a San Jos, p. 61.

VISITA 2 Visita al Santsimo Oracin preparatoria, p. 53. Dice el devoto Padre Nieremberg, que siendo el pan alimento que se consume comindole y se conserva guardndole, quiso Jesucristo quedarse en la tierra bajo las especies de pan, no slo para ser consumido al unirse por medio de la Santa Comunin con las almas de los que le aman, sino tambin para ser conservado en el Sagrario, y hacerse presente a nosotros, recordndonos as el amor que nos tiene. San Pablo dice: Se anonad a s mismo tomando forma de siervo. Mas qu diremos ahora vindole tomar forma de pan? Ninguna lengua es bastante, dice San Pedro de Alcntara, para declarar la grandeza del amor que tiene Jess a cualquier alma que est en gracia; y por eso, queriendo este dulcsimo esposo partir de esta vida, a fin de que su ausencia no nos fuese ocasin de olvido, nos dej por recuerdo este Santsimo sacramento, en el cual l mismo se quedaba; no queriendo que entre l y nosotros hubiese otra prenda para mantener despierta la memoria. Pues, oh Jess mo!, ya que estis en el Sagrario para or las splicas de los miserables que acuden a pediros audiencia, od ahora el ruego que os dirige el pecador ms ingrato que vive entre los hombre. Arrepentido vengo a vuestras plantas, conociendo el mal que hice en disgustaros; y primeramente os pido me perdonis todos mis pecados. Ah, Dios mo; quin nunca os hubiera ofendido! Pero sabis lo que adems anhelo?...Habiendo conocido vuestra suma habilidad , enamorado estoy de Vos, y siento grandsimo deseo de amaros y complaceros; mas si Vos no me ayudis, no tengo fuerza para ejecutarlo. Dad a conocer, oh gran Seor!, a toda la corte del Cielo vuestro sumo poder y bondad inmensa, convirtiendo a un rebelde miserable, como soy yo, en un verdadero amante vuestro. Vos podis y queris hacerlo. Suplid todo lo que me falta, a fin de que llegue a amaros mucho, o, a lo menos, tanto cuanto os tengo

ofendido. Os amo, Jess, sobre todas las cosas; os amo ms que a mi vida, Dios mo, amor mo y mi todo. Jaculatoria. Dios mo y mi todo. Comunin espiritual, p. 41. Visita a Mara Santsima Llegumonos confiadamente al Trono de la gracia, a fin de alcanzar misericordia y hallar la gracia con oportuno auxilio (Hebr. 4, 16). Dice San Antonio que este trono es Mara, por quien dispensa Dios todas las gracias. Oh, Reina amabilsima! Si tanto deseis ayudar a los pecadores, ved aqu un gran pecador que a vos recurre. Ayudadme mucho y ayudadme pronto. Jaculatoria. nico refugio de los pecadores, tened misericordia de m (San Agustn). Oracin a Mara Santsima, p. 58. Visita al Patriarca San Jos Habiendo Dios destinado a San Jos para ejercer el noble cargo de padre sobre la augusta persona del Verbo encarnado, debe tenerse por cierto que le confiri todas las dotes de sabidura y santidad que le eran menester para ello. Oh, bienaventurado Patriarca! Vos que ahora estis en el Cielo, cerca de vuestro amado Jess, tened compasin de m, que vivo todava en este valle de miseria, rodeado de tantos enemigos y siempre expuesto al peligro de perder la gracia de Dios. Socorredme, pues, amorosamente; cubridme con las alas de vuestro poderoso patrocinio, y no dejis de protegerme hasta que me halle en posesin de la patria bienaventurada. Jaculatoria. Alcanzadme, glorioso San Jos, las gracias que necesito para mi salvacin. Oracin a san Jos, p. 61.

VISITA 3 Visita al Santsimo Oracin preparatoria, p. 53. He aqu a nuestro Jess, que no contento con haber dado la vida en este mundo por nuestro amor, todava quiso permanecer con nosotros despus de su muerte en el Santsimo Sacramento, declarando que entre los hombres halla sus delicias. Oh hombres! (exclama Santa Teresa) cmo podis ofender a un Dios, que asegura que con vosotros tiene sus delicias? Jess halla sus delicias en nosotros; y no las hallaremos en Jess, nosotros singularmente, que hemos alcanzado la honra de habitar en su palacio? Cun honrados se juzgan aquellos vasallos a quienes el rey da lugar en su alczar! Pues he aqu el palacio del Rey de los reyes, sta es la casa donde habitamos con Jesucristo. Sepamos serle agradecidos y aprovecharnos de la conversacin con el Seor. Aqu me tenis, Seor mo y Dios mo, ante este altar, donde resids de da y de noche por m. Vos sois la fuente de todo bien, Vos el mdico de todos los males, Vos el tesoro de todos los pobres. Aqu tenis ahora a vuestros pies a un pecador, el ms pobre y ms enfermo de todos, que os pide misericordia; tened compasin de m. No quiero que mi propia miseria me desanime; porque veo que en este Sacramento bajis del Cielo a la tierra, solamente para mi bien. Os alabo, os doy gracias y os amo; y si queris que os pida alguna limosna, sta os pido, odme: No quiero ofenderos ms, dadme luz y gracia para amaros con todas mis fuerzas. Seor, os amo con toda mi alma; os amo con todos mis afectos. Haced que lo diga de corazn, y que lo diga siempre en esta vida y por toda la eternidad. Virgen Santsima, Santos protectores mos, ngeles y bienaventurados de la Gloria, ayudadme todos a amar a mi amabilsimo Dios.

Jaculatoria. Jess, Buen Pastor, pan verdadero, ten misericordia de nosotros; apacintanos, defindenos, y haz que veamos tus bienes en la tierra de los vivos. Comunin espiritual, p. 41. Visita a Mara Santsima Sus lazos son ligaduras de salvacin. Dice el devoto Pelbarto que la devocin a Mara es una cadena de predestinacin. Roguemos a nuestra Seora que nos afiance siempre, y cada vez ms fuertemente, con amorosas cadenas en la confianza de su proteccin. Jaculatoria. Oh clementsima, oh piadosa, oh dulce Virgen Mara! Oracin a Mara Santsima, p. 58. Visita al Patriarca San Jos Segn San Juan Damasceno, el Seor dio a San Jos, con el fin de falicitarle su cargo cerca de Jess, las tres principales cualidades de un excelente padre, esto es: el amor, la vigilancia y la autoridad. Diole la autoridad de padre para que el Hijo de Dios le obedeciese en todas las cosas; la solicitud y vigilancia de padre, a fin de que le asistiese y custodiase con todo cuidado tan precioso tesoro; y, finalmente, le dio el afecto de un tiernsimo padre. Oh, Santo Patriarca! Vos, que tanto deseis ver amado a Jess, alcanzadme un ardiente amor para con este Redentor divino. Jaculatoria. Protegednos, bendito Patriarca, con paternal amor. Oracin a San Jos, p. 61

VISITA 4 Visita al Santsimo Oracin preparatoria, p. 53 Es tanto el gusto que experimentan los amigos del siglo en su trato, que pierden das enteros departiendo juntos. Con Jess Sacramentado slo sienten fastidio los que no le aman; mas los Santos han hallado la gloria ante el Santsimo Sacramento. Santa Teresa, despus de su muerte , dijo desde el Cielo a una de sus Religiosas: Los de ac del Cielo, y los de all de la tierra, hemos de ser unos en el amor y pureza; los de ac viendo la esencia divina, y los de all adorando al Santsimo Sacramento, con el cual habis de hacer vosotros lo que nosotros con la esencia divina: nosotros gozando, y vosotros padeciendo, que en esto nos diferenciamos. He aqu, pues, nuestro paraso en la tierra: el Santsimo Sacramento. Oh, Cordero inmaculado y sacrificado por nosotros en la Cruz! Acordaos que yo soy una de aquellas almas que redimisteis con tantos dolores y con vuestra muerte. Haced que os posea siempre y que no os pierda jams, ya que os habis dado y os dais a m todos los das, sacrificndoos por mi amor en los altares; y haced tambin que yo sea todo vuestro. A Vos me entrego para que hagis de m cuanto os agrade. Os doy mi voluntad; aprisionadla con los dulces lazos de vuestro amor, para que sea eternamente esclava de vuestra voluntad santsima. Ya no quiero vivir para satisfacer mis deseos, sino para contentar a vuestra bondad. Destruid en m todo lo que no os agrade; concededme la gracia de no tener otro pensamiento que el de complaceros ni otro deseo que el de conformarme con los vuestros. Os amo, carsimo Salvador mo, con todo mi corazn; os amo porque deseis que os ame; os amo porque sois infinitamente digno de mi amor; siento no amaros cuanto merecis. Quisiera, Seor, morir por amor vuestro. Aceptad mi deseo, y dadme vuestro amor.

Jaculatoria. Oh, voluntad de mi Dios, a Vos por completo me consagro! Comunin espiritual, p. 41 Visita a Mara Santsima Yo soy la Madre del Amor Hermoso, dice Mara; es decir, del amor que hermosea las almas. Santa Mara Magdalena de Pazzi vio a Mara Santsima que iba repartiendo un licor dulcsimo, que era el divino amor. Don es ste que slo por medio de Mara se dispensa: pidmoslo, pues a Mara. Jaculatoria. Madre ma, esperanza ma, hacedme todo de Jess. Oracin a Mara Santsima, p. 58. Visita al Patriarca San Jos EL ejemplo de Jesucristo, que quiso en la tierra honrar a San Jos, hasta el extremo de sujetarse en todo a su autoridad, debera excitar en nosotros mucha devocin a este gran Santo; pues merece ser muy honrado de los hombres quien por el Rey de reyes fue tan honrado y enaltecido. Vos sois tambin nuestro padre, oh glorioso San Jos, y nosotros vuestros hijos, que ya somos hermanos de Jess. Por este ttulo tenemos derecho a la ternura de vuestro corazn paternal, y aguardamos confiados vuestra proteccin en esta vida, y especialmente en la hora de nuestra muerte. Jaculatoria. Concedednos la gracia de implorar vuestro patrocinio con filial confianza. Oracin a San Jos, p. 61

VISITA 5

Visita al Santsimo

Oracin preparatoria, p. 53 El gorrioncillo dice David- hall su habitacin en los agujeros de las casa, y la tortolilla en su nido; mas Vos, oh Rey mo y Dios mo, para haceros encontrar de nosotros, y permanecer en nuestra compaa, habis puesto vuestro nido en los altares, y fijado en la tierra vuestra habitacin. Preciso es, Seor, afirmar que sois en demasa amante de los hombres; no sabis ya qu hacer para que ellos os amen. Pero haced an, Jess amabilsimo, que tambin nosotros os amemos apasionadamente; pues no es razn que amemos con tibieza a un Dios que con tanto amor nos regala. Atraednos a Vos con los dulces atractivos de vuestro amor, y hacednos conocer las hermosas prendas de que estis adornado, para que os amemos. Oh, Majestad y Bondad infinitas! Amis en extremo a los hombres, y habiendo procurado tanto el ser amado de ellos, cmo son tan pocos los que os aman?... No quiero en adelante ser, como he sido, del nmero infeliz de esos ingratos: resuelto estoy a amaros cuanto pueda y a no amar sino a Vos. Y puesto que lo merecis y me lo mandis con tanta instancia, quiero complaceros. Haced, Dios de mi alma, que os agrade plenamente. Os lo suplico y lo espero por los mritos de vuestra pasin. Dad a quien los desee los bienes de la tierra, que yo slo deseo y busco el gran tesoro de vuestro amor. Os amo, Jess mo; os amo, Bondad infinita. Vos sois toda mi riqueza, toda mi alegra, todo mi amor. Jaculatoria. Jess mo, Vos os habis dado todo a m; yo me entrego todo a Vos. Comunin espiritual, p. 41. Visita a Mara Santsima Seora ma, San Bernardo os llama robadora de corazones. Dice que vais robando los corazones con vuestra hermosura y bondad. Robad tambin, os lo ruego, este corazn mo y toda mi

voluntad. Os la entrego toda; y unida a la vuestra, ofrecedla a Dios. Jaculatoria. Madre amabilsima, rogad por m. Oracin a Mara Santsima, p. 58. Visita al Patriarca San Jos Pasmados quedaron los hebreos cuando Josu mand al sol que se detuviese y vieron que el sol le obedeci. Mas, qu comparacin puede caber entre Josu, que se ve obedecido del sol, criatura inanimada, y Jos, que se ve obedecido de Jesucristo, que es el mismo Hijo de Dios? Humildsimo San Jos: cules seran los sentimientos de vuestro corazn, cuando veais a Dios sometido a vuestras rdenes! Oh, poderoso abogado de nuestras almas: rogad por m a este divino Redentor, decidle que me perdone mis pecados; decidle tambin que me desprenda de las criaturas y de m mismo; decidle, en fin, que me encienda en su santo amor, y despus disponga de m como le agrade. Jaculatoria. voluntad de Dios. Alcanzadme que obedezca siempre la

Oracin a San Jos, p. 61

VISITA 6 Visita al Santsimo Oracin preparatoria, p. 53. Dice Jesucristo que nuestro corazn estar donde est nuestro tesoro. Por esto los Santos, que no estiman ni aman otro tesoro que a Jesucristo, tienen su corazn y todo su amor en el Santsimo Sacramento. Amabilsimo Jess mo Sacramentado, que, por el amor que me tenis, estis de noche y da encerrado en ese Sagrario; atraed, os lo ruego, todo mi corazn de tal suerte que no piense sino en Vos, ni ame, ni busque, ni espere otro bien que poseeros. Hacedlo por los mritos de vuestra pasin, en cuyo nombre os lo pido y lo espero. Ah, Salvador mo Sacramentado y amante divino, cun amables son las tiernas invenciones de vuestro amor para lograr que las almas os amen! Oh, Verbo eterno, no os habis contentado con haceros hombre y morir por nosotros, sino que nos habis dado adems este Sacramento por manjar, por compaa y por prenda de gloria. Os habis dignado aparecer entre nosotros, ya como nio en un establo, ya como pobre en un taller, ya como reo en una Cruz, ya como pan en el altar. Decidme: Qu ms podais inventar para que os amsemos?... Oh, amabilidad infinita! Cundo empezar a corresponder de veras a tantas finezas de amor? Seor, no quiero vivir sino para amaros a Vos solo. De qu me sirve la vida, si no la empleo toda en amaros y complaceros a Vos, amado Redentor mo, que empleasteis vuestra vida entera en mi bien? Y a quin he de amar sino a Vos, que sois todo hermoso, todo afable, todo bueno, todo amoroso y todo amable? Viva mi alma slo para amaros; inflmese en amor con slo recordar el amor vuestro; y al or mencionar el Pesebre, la Cruz, el Sacramento, arda toda en deseos de hacer grandes cosas por Vos, oh Jess mo, que tanto habis hecho y sufrido por m.

Jaculatoria. Concededme, Seor mo, que antes de morir haga yo por Vos alguna buena obra. Comunin espiritual, p. 41 Visita a Mara Santsima Como oliva hermosa en los campos... Yo soy, dice Mara, la hermosa oliva de que brota siempre leo de misericordia. Y estoy en los campos a fin de que todos me vean y recurran a m. Oh, piadossima Reina -digmosle con San Bernardo-, jams se ha odo decir que haya sido de Vos abandonado ninguno de cuantos se han acogido a vuestro amparo...; no sea yo, pues, el primero que, recurriendo a Vos, tenga la desventura de ser desamparado. Jaculatoria. Oh, Mara!, concededme la gracia de recurrir siempre a Vos. Oracin a Mara Santsima, p. 58. Visita al Patriarca San Jos Tal era la sumisin que el Nio Jess profesaba a San Jos, que no daba un paso, no comenzaba una oracin, no gustaba bocado, ni descansaba sino conformndose con las rdenes del Santo. Esto lo revel Dios mismo a Santa Brgida, dicindole: Mi Hijo era de tal modo obediente, que cuando Jos le ordenaba que hiciese algo, al punto pona manos a la obra. Oh, Santa Patriarca!, yo tambin quiero dedicarme a vuestro servicio. Mandadme lo que queris, pues espero obedeceros en todo, buscando solamente la gloria de Dios y mi propia santificacin. Jaculatoria. Haced, San Jos gloriossimo, que siempre sirva yo fielmente a Jess, a Mara y a Vos. Oracin a San Jos, p. 61.

VISITA 7 Visita al Santsimo Oracin preparatoria, p. 53. Este nuestro amoroso Pastor, que dio la vida por nosotros, sus ovejas, no quiso ni aun muriendo separarse de otros. Aqu estoy dice-, ovejuelas amadas, siempre con vosotras; por vosotras me qued en este Sacramento, aqu me hallaris, siempre que quisiereis, para auxiliaros y consolaros con mi presencia. No os dejar hasta el fin del mundo, mientras permanezcis en la tierra. Deseaba el Esposo dice San Pedro de Alcntara- dejar a su Esposa en esta larga ausencia alguna compaa para que no quedara sola, y por eso instituy este Sacramento, en el cual se qued l mismo, que era mejor compaa que poda dejarle. Benignsimo Seor, amabilsimo Salvador mo, aqu estoy ante este altar, visitando en este da; mas Vos me pagis esta visita con amor infinito, cuando vens a mi alma en la Santa Comunin. Entonces no slo os manifestis a mi, sino que os hacis mi alimento, y todo os entregis y uns a mi alma; de suerte que puedo con verdad decir: Ahora, mi buen Jess, sois todo mo. Pues, Seor, ya que os entregis del todo a m, razn es que yo me entregue enteramente a Vos...Soy un vil gusanillo de la tierra, y Vos el Rey del universo... Oh, Dios de amor; oh amor de mi alma! Cundo lograr verme del todo vuestro, no slo en palabras, sino tambin en obras? Vos podis hacerlo. Acrecentadme la confianza, por los mritos de vuestra sangre, a fin de que obtenga seguramente de Vos la gracia de verme, antes de la muerte, todo vuestro y nada mo. Deseo amaros con todas mis fuerzas y obedeceros en cuanto queris. Sin inters, sin consolacin, sin premio. Quiero serviros slo por amor, slo por agradaros, slo por complacer a vuestro Corazn, tan apasionadamente enamorado de m. Amaros ser mi premio. Oh, Hijo amado del Eterno Padre, tomad mi libertad, mi voluntad, todas mis cosas, y a m mismo

enteramente, y daos a m. Os amo y os busco, por Vos suspiro; os quiero, os quiero, os quiero. Jaculatoria. Jess mo, hacedme todo vuestro. Comunin espiritual, p. 41 Visita a Mara Santsima Amabilsima Seora: la Iglesia toda os saluda y llama esperanza nuestra. Y puesto que sois la esperanza de todos, sed tambin la esperanza ma. San Bernardo os llamaba: Toda la razn de su esperanza, y deca: Espere en ti el que desespera. As tambin quiero decir yo, Madre ma; ya que hasta a los desesperados salvis, en Vos pongo toda mi esperanza. Jaculatoria. Mara, Madre de Dios, rogad a Jess por m. Oracin a Mara Santsima, p. 58. Visita al Patriarca San Jos SI bien San Jos no tuvo en la tierra la formal autoridad de un verdadero padre sobre la Humanidad sacrosanta de Jesucristo, la tuvo al menos en algn modo como legtimo Esposo de Mara, Madre natural del Salvador. Principalmente quiso el Seor que la Virgen se desposase con el Santo Patriarca, para que ste protegiera su honor y alimentase a su divino Hijo. Yo venero en vos, admirable San Jos, la persona escogida por el Espritu Santo, que quiso confiaros a su Esposa inmaculada, dndoosla por compaera. Oh, castsimo Esposo de Mara y Padre adoptivo de Jess!, recomendad a entrambos eficazmente mi alma, y alcanzadme la gracia que ms necesito. Jaculatoria. San Jos, amparadme ahora y en la hora de mi muerte Oracin a San Jos, p. 61.

VISITA 8 Visita al Santsimo Oracin preparatoria, p. 53. A cualquier alma que visita a Jess en el Santsimo Sacramento, le dice el Seor las palabras que dijo a la Sagrada Esposa: Levntate, date prisa, amiga ma, hermosa ma, y ven. Alma que me visitas, levntate de tus miserias que aqu estoy yo para enriquecerte de gracias. Date prisa, llgate cerca de m, sin temer mi Majestad, que se humilla en este Sacramento para quitarte el temor y darte confianza. Amiga ma: ya no eres mi enemiga, sino mi amiga, porque me amas y yo te amo. Hermosa ma: la gracia te hermosea. Y ven, ven ac; abrzate conmigo y pdeme lo que quieras con suma confianza. Deca Santa Teresa que este gran Rey de la Gloria se ha ocultado bajo las especies de pan en el Sacramento y ha cubierto su Majestad, para animarnos a llegar con ms confianza a su divino Corazn. Acerqumonos, pues, a Jess con gran confianza y afecto; unmonos con L y pidmosle mercedes. Cul debe ser mi gozo, oh Verbo eterno hecho hombre y Sacramento por m, sabiendo que estoy delante de Vos, que sois mi Dios, Majestad infinita, infinita bondad, que tanto amor tenis a mi alma! Almas que amis a Dios, dondequiera que estis, en el Cielo o en la tierra, amadle tambin por m! Mara, madre ma, ayudadme a amarle; y Vos, Seor amadsimo, sed el nico objeto de todos mis amores. Imperad en mi voluntad y poseedme por entero. Os consagro mi entendimiento, para que piense siempre en vuestra bondad; os consagro mi cuerpo, para que me ayude a complaceros; os consagro mi alma, para que sea enteramente vuestra. Quisiera, amado de mi alma, que todos los hombres conociesen el tierno amor que les tenis, a fin de que todos viviesen slo para honraros y complaceros, como deseis y merecis. Viva yo a lo menos siempre enamorado de vuestra belleza infinita.

De hoy en adelante quiero hacer cuanto pueda para agradaros. Propongo abandonar cualquier cosa que entienda no ser de vuestro gusto, por mucho trabajo que me cueste, aunque hubiese de perderlo todo, hasta la vida. Dichoso yo si lo perdiese todo para ganaros a Vos, Dios mo! Jaculatoria. Jess, amor mo, acogedme y poseedme del todo. Comunin espiritual, p. 41 Visita a Mara Santsima Mara llama a todos los pequeuelos que necesitan madre, para que recurran a Ella como a la ms amorosa de las madres. Dice el devoto P. Nieremberg que el amor de todas las madres es una sombra en comparacin del amor que tiene Mara a cada uno de nosotros. Madre ma, Madre de mi alma, que me amis y deseis mi salvacin ms que nadie despus de Dios... mostrad que sois Madre! Jaculatoria. Madre ma, haced que siempre me acuerde de Vos! Oracin a Mara Santsima, p. 58. Visita al Patriarca San Jos No s deca Santa Teresa- cmo se puede pensar en la Reina de los ngeles, en los aos que pas con el Nio Jess, sin dar gracias a San Jos por lo bien que les ayud en ellos. S, porque el Santo Patriarca estuvo siempre al lado de Mara para asistirla y ayudarla en todas sus necesidades, as en Nazaret, como en todas partes. Oh, bienaventurado San Jos!: por aquel mutuo amor que siempre rein entre Vos y vuestra santsima Esposa Mara, alcanzadme la gracia de servirla fielmente; de honrarla y amarla con todas mis fuerzas; amadla Vos, bendecidla y glorificadla por m, a fin de que por vuestro medio se le tribute el culto que se le debe y yo no puedo dignamente darle. Jaculatoria. Concededme, San Jos celossimo, que honre y sirva a Jess y a Mara como Vos los servisteis y honrasteis. Oracin a San Jos, p. 61

VISITA 9 Visita al Santsimo Oracin preparatoria, p. 53. Vio San Juan en el Apocalipsis al Seor, ceidos los pechos y sostenidos con una faja de oro. No de otra suerte aparece Jess en el Santsimo Sacramento del Altar, con sus pechos henchidos en la msitica leche de las gracias que en su misericordia anhela dispensarnos; y desde all, cual una madre que, al sentir lleno el pecho, vese precisada a buscar pequeuelos a quien darlo para que le alivien de su plenitud, as l nos busca y nos invita dicindonos: Trados seris a mis pechos. Ad bera portabmini. El V. P. Baltasar lvarez vio que Jess estaba en el Sacramento con las manos llenas de gracias buscando a quien dispensarlas. Y Santa Catalina de Siena, siempre que se acercaba al Santsimo Sacramento, llegbase con aquella prisa y ansia amorosa con que un nio se acerca al pecho de su madre. Oh, amadsimo Unignito del Eterno Padre!, conozco que sois el objeto ms digno de ser amado; deseo amaros cuanto merecis, o, a lo menos, cuanto puede un alma desear amaros. Harto comprendo que yo, traidor y rebeldsimo a vuestro amor, ni merezco estar cerca de Vos, como estoy a hora en esta iglesia; pero s tambin que Vos buscis mi amor, y s que me decs: Hijo mo, dame tu corazn. Amars al Seor tu Dios con todo tu corazn. Conozco que me habis conservado la vida y no me habis precipitado en el infierno para que me convierta enteramente a vuestro amor. Y pues an queris ser amado de m, aqu me tenis, Dios mo, a Vos me rindo, a Vos me entrego, oh Dios!, que sois todo bondad y amor. Os elijo por nico Rey y Seor de mi pobre corazn; Vos lo queris y yo quiero droslo; fro es y asqueroso, pero si le aceptis, Vos le mudaris. Mudadme, Seor mo, mudadme; no quiero vivir como en lo pasado, tan ingrato y tan poco amante para vuestra bondad infinita, que tanto me ama y merece infinito amor. Haced que, de

hoy en adelante compense todo el amor que he dejado de teneros en la vida pasada. Jaculatoria. quiero... Dios mo, Dios mo!, quiero amaros,

Comunin espiritual, p. 41 Visita a Mara Santsima Del todo semejante a su Hijo Jess, es su Madre Mara, que, siendo Madre de Misericordia, no goza sino cuando socorre y consuela a los miserables. Y es tan grande el deseo que tiene esta Madre de dispensar gracias a todos, que, como dice el devoto Bernardino de Bustos, ms desea ella darte bienes y concederte gracias, que t deseas recibirlos. Jaculatoria. Esperanza nuestra, salve! Oracin a Mara Santsima, p. 58. Visita al Patriarca San Jos Toma al Nio. Estas palabras del ngel dirigidas a San Jos, parecen ser la aplicacin del verso 14 del salmo 10: A tu cuidado se ha dejado el pobre. Jos dice Dios-, yo he enviado a mi Hijo a la tierra y le he enviado en traje pobre y humilde, sin ningn esplendor aparente de riqueza ni de nobleza; por esto ser despreciado en el mundo, y ser llamado hijo de artesano. A tu cuidado he dejado el pobre: cudale y sme fiel. Oh, afortunado Patriarca, alcanzadme que prefiera despreciar todos los honores y anteponga la pobreza a toda riqueza terrena! Jaculatoria. Aprended de m, que soy manso y humilde corazn. Oracin a San Jos, p. 61.

VISITA 10 Oracin preparatoria, p. 53

Visita al Santsimo

Oh, insensatos mundanos! dice San Agustn-; desdichados, adnde vais para satisfacer vuestro corazn? Venid a Jess , que slo l puede daros el contento que buscis. Alma ma, no seas t tan insensata; busca slo a Dios, busca el bien en el que estn todos los bienes, como dice el mismo Santo. Y si quieres hallarle pronto, aqu le tienes cerca de ti; dile lo que deseas, pues est en el Sagrario para orte y consolarte. No todos, dice Santa Teresa, consiguen hablar al rey; lo ms que algunos logran es hablarle por medio de tercera persona. Mas para hablar con Vos, oh Rey de la Gloria, no se necesitan mediadores: todos os hallan siempre dispuesto a darles audiencia en el Sacramento del altar. Cualquiera que os desea os halla siempre aqu y os habla familiarmente. Llegar a la persona del rey y hablarle cara a cara , puesto que alguno lo consigue, qu de diligencias no supone? Porque los reyes de la tierra dan audiencia pocas veces al ao. Pero Vos, en este Sacramento, siempre que nosotros queremos, nos dais audiencia, lo mismo de noche que de da. Oh, Sacramento de amor, que ya dndoos en la Comunin, ya permaneciendo en los altares, sabis, con los dulces hechizos de vuestro amor, atraer a tantos corazones que enamorados de Vos, pasmados por tanta bondad, arden felicsimos en vuestro amor y piensan siempre en Vos!: atraed tambin este miserable corazn mo, que desea amaros, y vivir esclavo de vuestro amor. Por mi parte entrego, de hoy en adelante, en manos de vuestra bondad, todos mis intereses, todos mis afectos y esperanzas, mi alma y mi cuerpo y todo mi ser. Aceptadme, Seor, y disponed de m como os agrade. No quiero, no quejarme ms de vuestras santas disposiciones; pues s que, procediendo de vuestro amoroso Corazn, amorosas y para mi bien han de ser todas ellas. Bstame que las queris Vos, para quererlas yo tambin en el tiempo y en la eternidad. Haced en m y de m cuanto queris;

nome enteramente a vuestra voluntad, que es soberanamente buena, y bella, y perfecta, y amable. Oh, voluntad de mi Dios, cuan agradable eres para m! Quiero vivir siempre y morir unido y sujeto a ti. Tu gusto es mi gusto; y quiero que tus deseos sean mis deseos. Dios mo, Dios mo, ayudadme; haced que desde hoy viva slo para Vos, slo para querer lo que queris slo para amar vuestra amable voluntad. Muera yo por vuestro amor, ya que Vos moristeis por m, y por m os hicisteis alimento del alma. Maldigo aquellos das en que hice mi voluntad con tanto disgusto vuestro. Os amo, oh, voluntad de Dios!, cuanto amo a Dios, puesto que sois Dios mismo. Os amo con todo mi corazn, y a Vos me entrego sin reserva. Jaculatoria. Oh, voluntad de Dios, t eres mi nico amor! Comunin espiritual, p.41 Visita a Mara Santsima Dice la excelsa Reina de los Cielos: En mi mano estn las riquezas...para enriquecer a los que me aman. Amemos, pues, a Mara, si queremos ser ricos en gracias. El Idiota la llama Tesorera de las gracias. Bienaventurado el que con amor y confianza recurre a Mara! Jaculatoria. Madre amable, ruega por m. Oracin a Mara Santsima, p. 58. Visita al Patriarca San Jos Dios constituy a San Jos jefe y cabeza de la Sagrada Familia de Nazaret, reducida en nmero, pero grande por la altsima dignidad de los personajes que la componan. En aquella casa Jos manda, y el divino Hijo obedece. Esta sujecin de Jesucristo, a la vez nos demuestra su incomparable humildad y la gran dignidad de Jos, superior a la de todos los dems Santos, si se excepta a la divina Madre.

Recibidme, oh, excelso Patriarca!, en el nmero de vuestros siervos, y mandadme segn os plazca, que yo procurar obedeceros prontamente. Jaculatoria. San Jos, tutor y custodio de la Sagrada Familia, orad por m. Oracin a San Jos, p. 61

VISITA 11

Visita al Santsimo

Oracin preparatoria, p. 53. Procuremos no apartarnos dice Santa Teresa- ni perder de vista a nuestro a amado Pastor Jess, porque las ovejas que estn cerca de su pastor son siempre las ms atendidas y regaladas, siempre reciben algn particular bocadillo de lo que l mismo come. Y si acaeciere que el pastor duerme, la ovejuela no se aparta de l hasta que se despierta, o le despierta ella misma con sus balidos, para ser entonces de nuevo objeto de sus caricias y regalos. Redentor mo Sacramentado, aqu estoy cerca de Vos, y no quiero otro regalo que el fervor y perseverancia en vuestro amor. Gracias te doy, oh, santa fe!, porque me enseas y aseguras que en el divino Sacramento del Altar, en aquel Pan celestial, no hay pan, sino que all est realmente mi Seor Jesucristo, y que est por mi amor. Seor mo y todo mi bien, creo que estis presente en el Santsimo Sacramento; y aunque desconocido a los ojos de la carne, os reconozco con la luz de la fe, en la Hostia consagrada, por Monarca del Cielo y de la tierra, y Salvador del mundo. Ah, dulcsimo Jess mo!, as como sois mi esperanza, mi salvacin, mi fortaleza y mi consuelo, quiero que seis tambin mi exclusivo amor y el nico blanco de todos mis pensamientos, deseos y afectos. Ms me complazco en la suma felicidad de que gozis y gozaris eternamente, que de todo el bien que yo pudiera alcanzar en el tiempo y en la eternidad.

Mi mayor contento es saber que Vos, amado Redentor mo, sois plenamente dichoso y que vuestra felicidad es infinita. Reinad, reinad, Seor mo, en toda mi alma; os la entrego sin reserva, para que siempre la poseis. Sean mi voluntad, mis sentidos y mis potencias esclavos de vuestro amor, y no me sirvan en este mundo ms que para daros gusto y gloria. Esta fue vuestra vida, oh, primera Amante y Madre de mi Jess, Mara Santsima! Ayudadme, Seor, y alcanzadme que en lo porvenir viva tan eternamente feliz en Dios, como Vos vivisteis. Jaculatoria. Jess mo, sea yo todo vuestro, y Vos todo mo. Comunin espiritual, p. 41. Visita a Mara Santsima Bienaventurado el que vela ante mis puertas todos los das y aguarda a los umbrales de mi casa...Dichoso el que, como los pobres que estn a las puertas de los ricos, pide solcito limosna ante las puertas de la misericordia de Mara; y ms dichoso an el que procura imitar las virtudes que en Mara considera, y especialmente su pureza y humildad. Jaculatoria. Socrreme esperanza ma. Santsima, p. 58. Visita al Patriarca San Jos Escribe San Bernardo que Jos fue aquel siervo fiel y prudente, escogido para ser no slo el apoyo de la Madre de Dios y del mismo Jesucristo, sino tambin el fidelsimo cooperador del gran consejo. La salvacin de los hombres, la redencin del mundo, fue, en efecto, la obra del gran consejo de las tres Personas de la Santsima Trinidad; y Jos fue elegido para cooperar en cierto modo a esta obra divina. Protector mo San Jos, os ruego humildemente que me hagis, como Vos, diligente y fiel en el cumplimiento de los deberes de mi estado. Jaculatoria. San Jos bendito, guiadme al Cielo. Oracin a San Jos, p. 61. Oracin a Mara

VISITA 12 Visita al Santsimo Oracin preparatoria, p. 53. Quien ama a Jess, est con Jess, y Jess est con l. Cuando San Felipe Neri comulg por Vitico, al ver entrar el Santsimo Sacramento, exclam: Aqu est el amor mo, aqu est el amor mo. Diga, pues, cada uno de nosotros en presencia de Jess Sacramentado: Aqu est el amor mo; ste es y ser el blanco de mis amores, durante toda mi vida, por toda la eternidad. Vos, Seor y Dios mo, dijisteis en el Evangelio, que quien os ame ser amado de Vos ms que otra cosa. Venid, y asentad vuestra habitacin en la pobre casa de mi alma, de tal suerte, que nunca os apartis de m; o, por mejor decir, que jams os despida yo a Vos. Vos nunca os ausentis si no sois despedido. Mas as como os arroj de m en lo pasado, temo me vuelva a suceder tamaa desgracia en lo venidero. Ah! No permitis que acaezca en el mundo esta nueva maldad y horrenda ingratitud: que yo singularmente favorecido de Vos con tantas gracias, llegue a echaros otra vez fuera de mi alma. Mas ay! Que puede suceder...Por eso, Seor, prefiero la muerte, si es de vuestro agrado, para que muriendo unido con Vos, con Vos viva eternamente. S, Jess mo, as lo espero. Os abrazo y estrecho en mi pobre corazn; haced que siempre os ame, y siempre sea amado de Vos. S, Redentor mo amabilsimo, siempre os amar, y siempre me amaris. Espero que nos amaremos siempre, oh, Dios de mi alma!, por toda la eternidad. Jaculatoria. Jess mo, quiero siempre amaros y ser amado de Vos. Comunin espiritual, p. 41. Visita a Mara Santsima

Los que se guan por m, no pecarn. El que se ocupe en obsequiarme dice Mara- alcanzar la perseverancia. Los que me esclarecen tendrn la vida eterna; y los que trabajan en hacer que los dems me conozcan y amen. Promete hablar siempre que puedas, pblica privadamente, de las glorias y de la devocin de Mara. Jaculatoria.sagrada! Dignaos recibir mis alabanzas, o

Virgen

Oracin a Mara Santsima, p. 58. Visita al Patriarca San Jos San Jos es llamado en el Evangelio hombre justo, hombre perfecto, que posee todas las virtudes. Posea, por consiguiente, Jos, fe viva, esperanza firme, caridad ardiente para con Dios y el prjimo, humildad profundsima, y todas las dems virtudes. Oh, gran Santo, modelo perfectsimo de jsuticia y santidad!, dignaos alcanzarme las virtudes que posesteis Vos en tan alto grado, y sobre todo un amor ardientsimo a Jesucristo y a su santsima Madre. Jaculatoria. Guiadme, santo Esposo de Mara, por la senda de la perfeccin. Oracin a San Jos, p. 61.

Visita 13

Visita al Santsimo

Oracin preparatoria, p. 53. Mis ojos y mi corazn estarn ah todos los das. He aqu cmo Jess cumple esta su hermossima promesa en el Sacramento del Altar, donde con nosotros se halla de noche y de da. Pudiera, Seor mo, bastaros es estar en el Sacramento slo de da, cuando tuvieseis en vuestra presencia adoradores que os acompaasen; mas de qu os sirve permanecer ah tambin por la noche, en la cual los hombres cierran las iglesias y se retiran a sus casas dejndoos enteramente solo? Pero ya os entiendo; el amor os hizo prisionero nuestro; el amor apasionado que nos tenis, os uni a este mundo, de tal suerte, que ni de noche ni de da os consiente apartaros de nosotros. Ah, Salvador amabilsimo! Slo esta fineza de amor debiera obligar a todos los hombres a acompaaros siempre en el santo Sagrario, hasta que por fuerza los echasen de all; y al ausentarse, deberan dejar al pie del altar su corazn y todos sus afectos en obsequio del Dios humanado que permanece solo y oculto en el Tabernculo, hecho todo ojos para mirarnos y remediar nuestras necesidades, y todo corazn, para amarnos, y esperando el prximo da, en que las almas, sus amadas, vayan a visitarle. S, Jess mo, contentaros quiero. Os consagro toda mi voluntad y todos mis afectos. Oh, Majestad infinita de mi Dios!, os quedasteis en este divino Sacramento, no slo para estar presente y prximo a nosotros, sino principalmente para comunicarnos a vuestras almas predilectas. Mas, Seor, quin se atrever a acercarse a vuestra mesa y alimentarse de vuestro cuerpo?... O, ms bien, quin podr alejarse de Vos?... Os ocultis en la Hostia consagrada, para entrar dentro de nosotros. Ardis en deseos de que os recibamos, y gustis de uniros a nosotros.

Venid, pues, Jess mo, venid; deseo recibiros dentro de m, para que seis el Dios de mi corazn y de mi voluntad. Cuanto es de mi parte, Redentor mo amabilsimo, ceda a vuestro amor: satisfacciones, placeres, voluntad propia..., todo os lo sacrifico. Os amo, Dios mo, os amo, y por siempre a Vos slo quiero amar. Jaculatoria.- Atraedme con los lazos de vuetro amor. Comunin espiritual, p. 41. Visita a Mara Santsima Nos exhorta San Bernardo a que busquemos la gracia y a que la busquemos por medio de Mara. Ella es dice San Pedro Damin- el tesoro de las gracias divinas; puede enriquecernos y quiere enriquecernos. Por eso nos invita y llama ella misma: Quien sea pequeuelo, vngase a m. Seora amabilsima, Seora nobilsima, Seora benignsima, mirad a un pobre pecador, que a Vos se encomienda y en Vos enteramente confa. Visita al Patriarca San Jos Jaculatoria. Apartad de m, San Jos pursimo, las tentaciones de impureza. Oracin a San Jos, p. 61. VISITA Visita al Santsimo Oracin preparatoria, p. 53. Amabilsimo Jess, oigo que desde el Sagrario en que estis, nos decs: Este es mi descanso para siempre; aqu tendr mi habitacin, pues la escog. Pues si Vos escogisteis vuestra morada en el Altar, quedndoos con nosotros en el Santsimo Sacramento, y por el amor que nos tenis hallis aqu vuestro reposo, razn es tambin que nuestros corazones habiten siempre con Vos por amor, y tengan aqu todas sus delicias y descanso. 14

Felices vosotras, almas amantes, que no hallis en el mundo ms grato reposo que el estar cerca de vuestro Jess Sacramentado! Y dichoso yo, Seor mo, si de hoy en adelante no tuviese delicia mayor que permanecer en vuestra presencia, o pensar siempre en Vos, que en el Santsimo Sacramento siempre estis pensando en m y en mi bien! Ah, Seor mo!, por qu perd tantos aos en que no os amaba? Aos mos infelices, os maldigo y bendigo a Vos, oh paciencia infinita de mi Dios!, que tanto tiempo me habis sufrido, siendo, como era, ingrato a vuestro amor. Mas con ser tan ingrato me esperasteis...Por qu, Dios mo, por qu? Para que vencido algn da de vuestro amor y misericordia, me entregase del todo a Vos. No quiero, Seor, resistir ms; no quiero ms ser desagradecido. Justo es que os consagre a lo menos este tiempo (poco o mucho) que me resta de vida. Espero, Seor, que me ayudaris para ser enteramente vuestro. Si me favorecisteis cuando de Vos hua y despreciaba vuestro amor, cunto ms me favoreceris ahora, que os busco y deseo amaros? Dadme pues, la gracia de amaros, oh, Dios digno de infinito amor! Os amo con todo mi corazn, os amo sobre todas las cosas, os amo ms que a mi mismo, ms que a mi vida. Me arrepiento de haberos ofendido, bondad infinita; perdonadme, y junto con el perdon, concededme la gracia de que os ame hasta la muerte en esta vida, y por toda la eternidad en la otra. Mostrad con vuestro poder, oh, Dios omnipotente!, este prodigio en el mundo: que un alma tan ingrata como la ma se transforme en una de las ms amantes vuestras. Otorgdmelo por vuestros merecimientos, Jess mo. As lo deseo; as propongo practicarlo toda mi vida; y Vos, que me inspiris este deseo, dadme fuerzas para cumplirlo. Jaculatoria. Gracias os doy, Jess mo, por haberme esperado hasta ahora. Comunin espiritual, p. 41.

Visita a Mara Santsima Nadie se salva dice San Germn, hablando con Mara Santsima- sino por Vos; nadie se libra de sus males sino por Vos; a nadie se conceden gracias sino por vuestra intercesin. De suerte, Seora y esperanza ma, que si no me ayudis, perdido soy; y no podr llegar a bendeciros en la Gloria. Pero creo, Seora, lo que dicen los Santos, que no abandonis a quien recurre a Vos; y que slo se pierde quien a Vos no acude. Yo miserable, recurro a Vos, y en Vos pongo todas mis esperanzas. Jaculatoria. Esta es mi confianza, sta la razn toda de la esperanza ma (San Bernardo). Oracin a Mara Santsima, p. 58. Visita al Patriarca San Jos Si la voz de Mara bast para santificar al Bautista y llenar del Espritu Santo a Isabel, a qu santidad tan elevada no subira la bellsima alma de Jos, conversando por espacio de tantos aos con la Madre Dios? Y si Mara es la dispensadora de todas las gracias que Dios concede a los hombres, con cunta profusin no enriquecera de ellas a su castsimo Esposo? Amado San Jos, Vos que fuisteis tan distinguido y privilegiado en la participacin de las grandezas de Mara, alcanzadme que tambin yo conozca sus virtudes para imitarlas y sus esclarecidos privilegios para honrarla y amarla con todas mis fuerzas. Jaculatoria. Alcanzadme la gracia de amar, servir e imitar a Mara Santsima. Oracin a San Jos, p. 61.

VISITA 15 Visita al Santsimo Oracin preparatoria, p. 53. Deca el V. P. Francisco Olimpo, Teatino, no haber cosa en la tierra que ms vivamente encienda el fuego del divino amor en los corazones de los hombres que el Santsimo Sacramento del Altar. Por eso el Seor se mostr a Santa Catalina de Siena, en el Santsimo Sacramento, como una hoguera de amor, de la cual salan torrentes de divinas llamas, que se esparcan por toda la tierra; quedando atnita la Santa al considerar cmo podan los hombres vivir sin abrasarse de amor en medio de tanto amor divino para con ellos. Jess mo haced que arda por Vos; haced que no piense, ni suspire, ni desee, ni busque cosa laguna fuera de Vos. Dichoso yo si este vuestro santo fuego me inflamase, y, el paso que se fuesen consumiendo mis aos, fueran felizmente destruyndose en m todos los afectos terrenos! Oh, Verbo divino; oh, Jess mo!, os veo enteramente sacrificado, aniquilado y destruido por mi amor en ese Altar. Justo es, pues, que as como Vos, vctima de amor, os sacrificis por m, yo del todo me consagr a Vos. S, Dios mo y supremo Seor, os sacrifico hoy toda mi alma, toda mi voluntad, mi vida toda y a m mismo. Uno este mi pobre sacrificio con el sacrificio infinito que de s mismo os hizo, oh, Eterno Padre!, vuestro Hijo Jess, Salvador mo, una vez en el ara de la Cruz, y que tantas veces os renueva diariamente en los altares. Aceptadlo, pues, por los mritos de Jess, y dadme gracia para repetirlo todos los das de mi vida, y para morir sacrificndome enteramente por honra vuestra. Deseo la gracia, a tantos mrtires concedida, de morir por vuestro amor. Mas, si no soy digno de tal merced, concededme a lo menos que os sacrifique mi vida, con toda mi voluntad, abrazando la muerte que de Vos me fuere enviada. Seor, anhelo esta gracia; quiero morir con la voluntad de honraros y

complaceros, y desde ahora os sacrifico mi vida, y os ofrezco mi muerte, sea cual fuere y cuando quiera que venga. Jaculatoria. Oh Corazn de mi amable Salvador, haced que arda y siempre crezca en m vuestro amor. Comunin espiritual, p. 41. Visita a Mara Santsima Permetidme, dulcsima Seora ma, que os llame con vuestro San Bernardo: Toda la razn de mi esperanza, y que os diga con San Juan Damasceno: En Vos he puesto toda mi confianza. Vos me alcanzaris el perdn de mis pecados, la perseverancia hasta la muerte, y el ser libertado del Purgatorio. Todos cuantos se salvan obtienen por Vos la salvacin: de suerte que Vos, oh Mara!, me habis de salvar . Quien t quisieres, se salvar. Quered, pues, salvarme y me salvar; y como Vos salvis a todos los que os invocan, os invocar diciendo: Jaculatoria. Oh, salvacin de los que os invocan, salvadme! (San Buenaventura). Oracin a Mara Santsima, p. 58. Visita al Patriarca San Jos Pas Jos dice San Lucas (2, 4)- desde Nazaret a la ciudad de David, llamada Beln; y Mara dio a luz a su Hijo unignito, y le envolvi en paales, y le acost en un pesebre. Considera aqu la pena de Jos aquella noche en que naci el Verbo encarnado, vindose, con Mara, echados de Beln, y obligados a guarecerse en un establo. Oh, Santo Patriarca!, por la afliccin que experimentasteis viendo al recin nacido Nio tan pobre, sin fuego y sin abrigo, os ruego que me alcancis un verdadero dolor de mis pecados, con los cuales fui, or mi desgracia, causa de las lgrimas y de los padecimientos de Jess. Jaculatoria. Haced, Santo mo, que imite la pobreza del Nio Jess.

Oracin a San Jos, p. 61 VISITA Visita al Santsimo Oracin preparatoria, p. 53 Oh, si los hombres recurriesen siempre al Santsimo Sacramento, para buscar remedio a sus males! Por cierto que no seran tan miserables como son. Lloraba Jeremas, diciendo: Acaso no hay resina (o blsamo) en Galaad; o no hay aqu mdico? Galaad, monte de la Arabia, rico en ungentos aromticos, es, como nota Beda, figura de Jesucristo, el cual tiene dispuestos en este Sacramento todos los remedios de nuestros males. Por qu, pues, hijos de Adn (parece que nos dice el Redentor), os quejis de vuestros males, cuando tenis en este Sacramento el mdico y el remedio de todos ellos? Venid a M todos...y yo os aliviar. Dir, pues, con las hermanas de Lzaro: Ved que est enfermo el que amis. Seor, yo soy aquel miserable a quien amis; tengo el alma llena de llagas, por los pecados que he cometido. Vengo a Vos, divino mdico mo, a que me sanis; y si queris, podis sanarme. Sanad, pues, mi alma; porque pequ contra Vos. Atraedme del todo a Vos, Jess mo dulcsimo, con los amabilsimos atractivos de vuestro amor. En ms estimo estar unido a Vos, que ser dueo de toda la tierra, y no deseo en este mundo otra cosa que amaros. Poco tengo que ofreceros; pero si pudiese poseer todos los reinos del mundo, quisiralos solamente para renunciarlos todos por amor vuestro. Os entrego, pues, cuanto poseo: parientes, comodidades, gustos y hasta los consuelos espirituales; os entrego mi libertad y mi voluntad. Quiero daros todo mi amor. Os amo, bondad infinita, os amo ms que a m mismo, y espero amaros eternamente. Jaculatoria. Jess mo, me entrego a Vos; recibidme. 16

Comunin espiritual, p. 41. Visita a Mara Santsima Dijisteis Seora ma, a Santa Brgida: Si el hombre verdaderamente arrepentido de cuanto hubiere pecado se vuelve a m, yo estoy pronta a acogerle. No miro la multitud de sus culpas, sino el espritu con que viene: ni me desdeo de curar y sanar sus llagas; porque me llaman, y soy verdaderamente, Madre de misericordia. Y ya que podis y deseis sanarme, A vos recurro, celestial Remediadora: sanad las llagas de mi alma. Jaculatoria. Oh, Mara, tened piedad de m! Oracin a Mara Santsima, p. 58. Visita al Patriarca San Jos Considera cul fue el amor y la ternura de Jos al mirar con sus propios ojos al Hijo de Dios hecho Nio, oyendo al mismo tiempo a los ngeles, que cantaban alrededor de su recin nacido Seor. Afortunado Patriarca, por aquel consuelo que experimentasteis al ver por vez primera a Jess Nio tan bello y graciosos, alcanzadme la dicha de que yo tambin le ame con vivo amor en la tierra, para ir despus un da a gozar con l en el Paraso. Jaculatoria. Concededme, bendito Jos, constante amor a Jess y a Mara. Oracin a San Jos, p. 61. VISTA Visita al Santsimo Oracin preparatoria, p. 53. No saben la almas amantes hallar mayor contento que estar en presencia de las personas que aman. Si amamos, pues, mucho a Jesucristo, estemos aqu en su presencia. Jess en el Sacramento nos ve y nos oye, y no le diremos nada? 17

Consolmonos con su compaa; gocmonos de su gloria y del amor que le tienen tantas almas enamoradas del Santsimo Sacramento; deseemos que todos amen a Jess Sacramentado y le consagren sus corazones; consagrmosle siquiera nosotros todo nuestro afecto, y sea l nuestro nico amor, nuestro deseo nico. El P. Salesio, de la Compaa de Jess, sentase consoladsimo slo al or hablar del Santsmo Sacramento, y nunca se saciaba de visitarle; si le llamaban a la portera, si volva a su aposento, si andaba por la casa, procuraba siempre con tales ocasiones menudear las visitas a su amado Seor; y as se not que apenas pasaba hora del da en que no visitase, mereciendo en fin morir a manos de los herejes en defensa de la verdad del Sacramento. Oh, si yo tuviese tambin la dicha de morir por tan hermosa causa como es defender la verdad de este misterio, por el cual, amabilsimo Jess, nos disteis a conocer el tiernsimo amor que nos profesabais! Pues ya que Vos, Seor mo, tantos milagros hacis en este Sacramento, haced todava otro prodigio ms, atrayndome del todo a Vos. Me queris enteramente para Vos, y bien lo merecis. Dadme, pues, fuerzas para amaros con todo mi afecto. Los bienes del mundo dadlos a quien os plazca, que yo los renuncio todos. Lo que quiero, y por lo que nicamente suspiro, es por vuestro amor. Esto solo os pido y siempre os lo pedir. Os amo, Jess mo; que as sea siempre. Jaculatoria. Jess mo, cundo os amar de veras? Comunin espiritual, p. 41. Visita a Mara Santsima Cunto me complace, Reina ma dulcsima, este hermoso nombre con que os invocan vuestros devotos: Mater ambilis! Porque Vos, Seora ma, sois sumamente amable y por vuestra hermosura se enamor de Vos el mismo Seor vuestro: El Rey dese tu belleza. Dice San Buenaventura que vuestro nombre es

tan amable para los que os aman, que slo al pronunciarle u orle pronunciar, sienten que se inflama y acrecienta en ellos el deseo de amaros. Oh dulce!, oh piadosa!, oh amabilsima Mara! No es posible nombraros sin que se encienda y recree el afecto de quien os ama! Justo es, pues, Madre ma amabilsima, que os ame yo. Mas no me contento slo con amaros, sino que deseo, ahora en la tierra y despus en el Cielo, ser, despus de Dios, el que ms os ame. Y si tal deseo es harto atrevido, clpese a vuestra amabilidad, y al especial amor que me habis demostrado; que si fueseis menos amable, menos deseara yo amaros. Aceptad, pues, oh Seora!, este mi deseo. Y como prueba de uqe lo aceptis, alcanzadme de Dios este amor que os pido, ya que tanto complace a Dios el amor que todos os tenemos. Jaculatoria. Madre ma amabilsima, os amo mucho! Oracin a Mara Santsima, p. 58. Visita al Patriarca San Jos Mand a Herodes que fuesen degollados todos los ninos del trmino de Beln. Mas Dios quiso librar por entonces a su Hijo de la muerte, y envi un ngel para avisar a Jos que tomase al Nio y asu Madre y huyesen a Egipto. Y al punto Jos emprende aquel viaje largo y penoso. Santo protector mo, por vuestra pronta y continua obediencia a la voluntad de Dios, alcanzadme la gracia de obedecer puntualmente los preceptos divinos, y que en el viaje de esta vida no pierda jams la compaa de Jess y Mara. Jaculatoria. Dichosos los que a Dios obedecen: nunca se extraviarn! Oracin a San Jos, p. 61. VISITA Visita al Santsimo Oracin preparatoria, p. 53. 18

En el valle de Josafat aparecer Jess un da sentado en trono de majestad; mas ahora, en el Santsimo Sacramento, su asiento es trono de amor. Si el Rey, para mostrar el amor que tiene a un pastorcillo, fuese a vivir a la aldea en que aqul habita, qu ingratitud no sera la del pastor si no fuese a visitarle a menudo, sabiendo que el Rey tanto lo desea, y que all haba ido para tener ocasin de verle con frecuencia? Ah, Jess mo!, conozco que por mi amor habis venido a estar con nosotros en el Sacramento del Altar. Quisiera, pues, si me fuese dado, permanecer de da y de noche en presencia vuestra. Si los ngeles, oh, Seor mo!, no cesan de estar junto a Vos, pasmados del amor que nos manifestis, justo es que yo, vindoos por mi causa en este altar, os complazca, a lo menos, permaneciendo ante Vos y alabando el amor y la bondad que para m tenis. Delante de los ngeles os alabar; vendr a vuestro templo a adoraros y ensalzar vuestro Santo nombre por vuestra misericordia y verdad. Oh, Dios Sacramentado!; oh, pan de los ngeles!; oh, sustento divino!, os amo. Mas ni Vos ni yo estamos satisfechos de este amor mo. Os amo, pero os amo muy poco. Haced, Jess mo, que conozca la belleza y bondad inmensas que amo. Haced que mi corazn deseche de s todos los afectos terrenos, y ceda todo el lugar a vuestro amor divino. Vos, para enamorarme enteramente de vuestra bondad, y uniros a m, descendis cada da del Cielo a los altares; razn es que yo slo piense en amaros, en adoraros y complaceros. Os amo con toda mi alma, os amo con todos mis afectos. Si queris pagarme este amor, dadme ms amor, ms llamas que me estimulen siempre a amaros y a desear siempre complaceros. Jaculatoria. Jess mo, amor mo, dadme amor. Comunin espiritual, p. 41. Visita a Mara Santsima

As como aquellos enfermos pobres a quienes por su miseria todos abandonan, hallan su nico refugio en los hospitales pblicos, as los ms miserables pecadores, aunque todos los despidieren, no se ven por esto desamparados de la misericordia de Mara, a quien Dios puso en el mundo con el fin de que fuese el asilo y hospital pblico de los pecadores, como dice San Basilio. Y por esto San Efrn la llama tambin el refugio de los pecadores. As, pues, si acudo a Vos, Reina ma, no podis desecharme por mis pecados. Antes bien, cuanto ms miserable soy, tanto ms motivo tengo para ser acogido bajo vuestra proteccin, ya que Dios, para asilo de los ms miserables, quiso crearos. A vos recurro, pues, oh Mara!: bajo vuestro mando me pongo. Vos sois el refugio de los pecadores: sed, por lo tanto, mi refugio y la esperanza de mi salvacin. Si Vos me desechis, adnde acudir? Jaculatoria. Mara, refugio mo, salvadme. Oracin a Mara Santsima, p. 58. Visita al Patriarca San Jos Considera cul debi de ser la pena de San Jos en la huida a Egipto, viendo cunto sufran su santa Esposa, no acostumbrada a caminar mucho, con aquel amable Nio, que llevaban, ora el uno, ora el otro, en sus brazos; yendo fugitivos y temerosos de encontrar a cada paso los soldados de Herodes; y todo esto en lo ms crudo del invierno. Oh, Padre adoptivo de Jess!, por aquellos padecimientos que sufristeis en el viaje a Egipto, alcanzadme fuerzas para sobrellevar con perfecta paciencia y resignacin todas las incomodidades e infortunios que me sobrevengan en este valle de lgrimas. Jaculatoria. Oh, bendito Jos!, dadme paciencia perfecta en todas las adversidades. Oracin a San Jos, p. 61.

VISITA Visita al Santsimo Oracin preparatoria, p. 53.

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Cosa gratsima es el hallarse cada uno en compaa de un amigo querido; y no ha de sernos deleitable en este valle de lgrimas estar en compaa del mejor Amigo que tenemos, del que puede darnos todo bien, del que puede darnos todo bien, del que nos ama apasionadamente, y por eso de continuo se halla con nosotros? Aqu, en el Santsimo Sacramento, podemos hablar con Jess a nuestra voluntad, abrirle nuestro corazn, exponerle nuestras necesidades y pedirle mercedes; podemos, en suma, tratar con el Rey del Cielo en este misterio, sin encogimiento y con toda confianza. Muy dichoso fue Jos cuando Dios, como atestigua la Escritura, descendi con su gracia a la prisin en que estaba para consolarle: Baj con l a la crcel, y entre las cadenas no le olvid. Pero mucho ms venturosos somos nosotros teniendo en nuestra compaa, en esta tierra de miseria, a nuestro Dios hecho hombre, que con su presencia real nos asiste tan afectuosa y compasivamente todos los das de nuestra vida. Qu consuelo no es para un pobre encarcelado tener un amigo carioso que vaya a hablar con l, le consuele, le d esperanzas, le socorra, y trate de alentarle en sus desdichas? Pues he aqu a nuestro buen amigo Jesucristo, que en este Sacramento nos anima dicindonos: Aqu estoy con vosotros todos los das. Aqu estoy todo con vosotros, y he venido de propsito desde el Cielo a esta vuestra prisin para consolarlos, favoreceros y libertaros. Acogedme, entreteneos siempre conmigo, unos a M, que as no sentiris vuestras miserias, y despus vendris conmigo a mi reino, donde os har plenamente bienaventurados. Oh, Dios, ocano incomprensible! Ya que sois tan benigno, que para estar junto a nosotros os dignis descender a nuestros

altares, propongo visitaros con frecuencia; quiero gozar lo ms que me sea posible de vuestra presencia dulcsima, que hace bienaventurados a los Santos en la Gloria. Oh, si pudiese permanecer siempre ante Vos, para adoraros y amaros continuamente! Despertad, os lo ruego, alma ma, si por tibieza o por negocios del mundo se descuida en visitaros. Encended en m grandsimo deseo de estar siempre cerca de Vos en este Sacramento. Ay, Jess mo amoroso, quin siempre os hubiera amado y complacido! Consulame el pensar que todava me queda tiempo de amaros, no slo en la otra vida, sino tambin en la presente. As quiero practicarlo; quiero amaros de veras, sumo bien mo, mi amor, mi tesoro, mi todo...; quiero amaros con todas mis fuerzas. Jaculatoria. Dios mo, ayudadme a amaros! Comunin espiritual, p. 41 Visita a Mara Santsima Dice el devoto Bernardino de Bustos: Pecador, cualquiera que fueres, no desconfes; recurre a esta Seora con certidumbre de ser socorrido, y la hallars con las manos colmadas de misericordia y de gracias. Y sabe aade- que ms desea la piadossima Reina hacerte bien, que t el ser socorrido por Ella. Siempre doy gracias a Dios, oh, Seora ma!, porque hizo que yo os conociese. Pobre de m, si no os conociera, o si me olvidase de Vos! Gran riesgo correra mi salvacin. Pero yo, Madre ma, os bendigo, os amo y confo en Vos, y en vuestras manos pongo mi alma. Jaculatoria. Oh, Mara!, dichoso quien os conoce y en Vos confa. Oracin a Mara Santsima, p. 58. Visita al Patriarca San Jos

EL Seor ha prometido recompensar a quien en su nombre d a un pobre un jarro de agua. Cun grande, pues, habr sido la recompensa recibida por Jos, ya que l puede decir a Jess: No slo te he proporcionado con el sudor de mi frente cuanto necesitabas, sino que hasta te salv la vida, librndote de las manos de Herodes! Oh, santo Patriarca!, por las fatigas y penas que sobrellevasteis por amor de Jess, os suplico me alcancis todas las gracias que necesito, para conformarme enteramente con los designios de la adorable Providencia, y para conseguir la eterna gloria. Jaculatoria. Oh, San Jos misericordioso!, alcanzadme verdadera caridad. Oracin a San Jos, p. 61. VISITA Visita al Santsimo Oracin preparatoria, p. 53 En aquel da dice el Profeta- habr una fuente abierta para la casa de David y para los moradores de Jerusaln, en la cual se lave el pecador. (Zac. 13, 1.) Jess en el Santsimo Sacramento es esta fuente, que el profeta predijo, abierta para todos, y en la cual, siempre que lo quisiremos, podemos lavar nuestras almas de todas las manchas de los pecados que cada da cometemos. Cuando alguno incurre en una culpa, qu remedio mejor hallar que acudir en seguida al Santsimo Sacramento? S, Jess mo, as propongo hacerlo siempre, mayormente sabiendo que el agua de esta vuestra fuente, no slo me lava, sino que tambin me da luz y fuerza para no recaer y para sufrir alegremente las contrariedades, y a la vez me inflama en vuestro amor. S que con este fin me esperis y que recompensis con abundantes gracias las visitas de los que os aman. Ah, Jess mo!, purificadme de cuantas faltas hoy he cometido; arrepintome de ellas por haberos disgustado. Dadme fuerzas para no recaer, concedindome grande anhelo de amaros mucho. 20

Oh, quin pudiera permanecer cerca de Vos, como lo haca aquella fidelsima sierva vuestra, Mara Daz, que vivi en tiempo de Santa Teresa, y obtuvo licencia del Obispo de vila para habitar en la tribuna de una iglesia, donde casi de continuo asista ante el Santsimo Sacramento, a quien llamaba su vecino, sin apartarse de all sino para ir a confesarse y comulgar. El Venerable Fray Francisco del Nio Jess, Carmelita Descalzo, al pasar por las iglesias donde estaba el Sacramento, no poda abstenerse de entrar a visitarle, diciendo no ser decente que un amigo pase por la puerta de su amigo sin entrar siquiera a saludarle y a decirle una palabra. Mas l, no se contentaba con una palabra, sino que permaneca ante su amado Seor todo el tiempo de que poda disponer. Oh, nico e infinito bien mo!, veo que instituisteis este Sacramento y que moris en ese altar con el fin de que os ame; y para esto me habis dado un corazn capaz de amaros mucho. Mas yo, ingrato, por qu no os amo, o por qu os amo tan poco? No, no es justo que sea amada tibiamente bondad tan amable como sois Vos: a lo menos, el amor que me tenis, merecera de m muy otro amor. Vos sois Dios infinito, y yo un gusanillo miserable. Poco fuera que por Vos muriese y me consumiera por Vos, que habis muerto por m, y que cada da por amor mo os sacrificis enteramente en los altares. Merecis ser muy amado, y yo os quiero amar mucho: ayudadme, Jess mo, ayudadme a amaros y a ejecutar lo que tanto os complace y tanto queris que yo haga. Jaculatoria. Mi amado para m, y yo para l. Comunin espiritual, p. 41. Visita a Mara Santsima Reina ma dilcsima, piadossima y amabilsima, qu confianza tan hermosa me infunde San Bernardo cuando acudo a Vos! Dceme que no os paris en examinar los mritos de los que recurren a vuestra misericordia, sino que os ofrecis para auxiliar

a todos cuantos se dirigen a Vos. De suerte que si yo os pido gracias, Vos me escuchis benigna. Od, pues, qu cosa os pido: pobre pecador soy, que merece mil infiernos. Quiero mudar de vida; quiero amar a mi Dios, a quien tanto he ofendido. A Vos me ofrezco por esclavo; a Vos me entrego, msero como soy. Salvad, os digo, a quien es vuestro, y ya no suyo. Seora ma, me habis odo? Espero que me habris escuchado y atendido favorablemente. Jaculatoria. Oh, Mara, tuyo soy, slvame! Oracin a Mara Santsima, p. 58. Visita al Patriarca San Jos Considera la pena que experiment Jos cuando perdi a Jess en la visita al templo. Cul sera su amargura al verse privado de su amado Salvador por espacio de tres das, sin saber si volvera a hallarle, y sin conocer la causa de tal prdida! Oh, glorioso Patriarca!, por la pena que sentisteis al perder a Jess, alcanzadme lgrimas para llorar las injurias hechas a mi Seor, de las cuales me pesa de todo corazn. Jaculatoria. Ayudadme, San Jos mo, para que nunca pierda a nuestro buen Jess. Oracin a San Jos, p. 61. VISITA Visita al Santsimo Oracin preparatoria, p. 53. Doquiera que estuviere el cuerpo, all se congregarn las guilas. Este cuerpo es el de Jess, segn los sagrados Expositores, en torno del cual las almas generosas y desprendida, que a manera de guilas se remontan sobre las cosas de la tierra y vuelan al Cielo, por el cual con pensamientos y afectos suspiran de continuo como por su perpetua morada, hallan su Paraso en este mundo de tal modo, que parece no se sacian jams de permanecer en su presencia. 21

Que si las guilas, dice San Jernimo, al olor de su presa desde muy lejos acuden presurosas a buscarla, cunto ms no deberemos nosotros correr y volar hacia Jess en el Santsimo Sacramento, como el ms regalado cebo de nuestras almas? Por eso los Santos, en este valle de lgrimas, corrieron siempre cual ciervos sedientos a esta fuente. El Padre Baltasar lvarez, de la Compaa de Jess, en cualquier ocupacin en que se hallase, diriga los ojos a menudo hacia aquella parte donde saba que estaba el Sacramento; le visitaba con suma frecuencia, y a veces pasaba junto a l noches enteras. Lloraba al ver los palacios de los potentados llenos de gentes, que obsequian a un hombre de quien slo esperan cualquier msero bien, y tan abandonadas las iglesias, donde habita el Supremo Prncipe del universo, que con nosotros mora en la tierra como en trono de amor, rico de bienes eternos e inmensos; y deca que era grandsima la dicha de los Religiosos, pues en sus casas mismas pueden visitar, cuando quisieren, de noche y de da, a este gran Seor en el Sacramento, cosa que no pueden lograr los seglares. Ya que Vos, Seor mo amantsimo, a pesar de verme tan miserable e ingrato a vuestro amor, me llamis con tanta bondad para que me llegue a Vos, no quiero desanimarme por mis miserias: aqu vengo, a Vos me acerco. Convertidme enteramente; arrojad de m todo amor que no sea para Vos, todo deseo que no os agrade, todo pensamiento que a Vos no se dirija. Jess mo, amor mo, slo a Vos quiero dar gusto. nicamente Vos merecis mi amor, y a Vos solo quiero amar con toda mi alma. Apartadme de todo, Seor mo, y unidme con Vos; pero unidme de tal suerte, que no pueda volver a separarme de Vos, ni en esta ni en la otra vida. Jaculatoria. Jess mo dulcsimo, no permitas que me aparte de ti. Comunin espiritual, p. 41. Visita a Mara Santsima

Llama Dionisio Cartujano a la Santsima Virgen: La Abogada de todos los inicuos que a ella recurren, Oh, excelsa Madre Dios!, puesto que es oficio vuestro defender las causas de los reos ms delincuentes que a Vos acuden, vedme aqu a vuestros pies. A Vos recurro, dicindoos con Santo Toms de Villanueva: Ea, pues, Abogada nuestra, cumple tu oficio. Encargaos de mi causa. Verdad es que he sido reo de graves delitos a Seor, multiplicando mis agravios despus de tantos gracias como me ha concedido; pero el mal, hecho podis salvarme. Basta que digis a Dios que Vos me l me perdonar y me salvar. los ojos del beneficios y est, y Vos defendis, y

Jaculatoria.- Madre ma amantsima, Vos me habis de salvar. Oracin a Mara Santsima, p. 58. Visita al Patriarca San Jos Mara y Jos saban cuanto los profetas haban predicho de Jess; y es de creer que hablaran muy a menudo de su dolorosa Pasin y Muerte, meditndola con ternura. Oh, padre compasivo!, por aquellas lgrimas que derramasteis pensando en la Pasin de Jess, alcanzadme continua y tierna memoria de los dolores de mi Redentor; y por aquella santa llama de amor, que arda en vuestro corazn, haced que prenda siquiera una centella de l en mi alma, que con sus pecados tanto contribuy a los padecimientos de Jess. Jaculatoria. San Jos, protector mo, haced que el recuerdo de la pasin de Jesucristo me conforte y anime Oracin a San Jos, p. 61. VISITA Visita al Santsimo Oracin preparatoria, p. 53 Andaba la esposa de los Cantares buscando a su amado, y porque no le hallaba, iba preguntando: Por ventura, habis visto 22

al que ama mi alma? Entonces no estaba Jess en la tierra; mas ahora, si un alma que le ama le busca, hllele siempre en el Santsimo Sacramento. Deca el B. P. Maestro vila que, entre todos los santuarios, no acertaba a hallar ni desear ninguno ms estimable que una iglesia donde estuviese el Santsimo Sacramento. Oh, amor infinito de mi Dios, digno de infinito amor! Cmo pudisteis, Jess mo, llegar a abatiros tanto que para morar con los hombres y uniros a sus corazones, os humillasteis hasta ocultaros bajo las especies de pan? Oh, Verbo humanado!, fuisteis tan extremado en humillaros, porque extremado fuisteis en amar. Cmo podr no amaros con todo mi ser sabiendo cunto habis hecho por cautivar mi amor? Os amo muchsimo y por eso antepongo vuestro beneplcito a todos mis intereses y a todas mis satisfacciones. Mi contento es contentaros, Jess mo, Dios mo, amor mo y mi todo. Fomentad en m un encendido deseo de estar continuamente delante de Vos sacramentado, y de recibiros y haceros compaa. Ingrato sera yo si no aceptara convite tan dulce y suave. Ah Seor!, destruid en m todo afecto a las cosas creadas. Vos queris, Creador mo, ser el nico blanco de todos mis suspiros y de todos mis amores. Os amo, bondad amabilsima de mi Dios. No os pido ms que a Vos mismo. No quiero mi contento; quiero y me basta el vuestro. Aceptad, Jess mo, este buen deseo de un pecador que quiere amaros. Ayudadme con vuestra gracia. Haced que yo, msero esclavo del infierno, sea desde hoy feliz esclavo de vuestro amor. Jaculatoria. Os amo, buen Jess mo, sobre todo bien. Comunin espiritual, p. 41. Visita a Mara Santsima

Dulcsima Seora y Madre ma, soy un vil rebelde a vuestro excelso Hijo; pero acudo arrepentido a vuestra piedad para que me alcancis perdn. No me digis que no podis, pues San Bernardo os llama la Dispensadora del perdn. A Vos toca tambin ayudar a los que en peligro se hallan; que por eso os denomina San Efrn, Auxilio de los que peligran. Y quin, Seora ma, peligra ms que yo? Perd a mi Dios y he estado ciertamente condenado al infierno; no s todava si Dios me habr perdonado; puedo perderle an. Pero de Vos, que podis alcanzarlo todo, espero todo bien: el perdn, la perseverancia, la gloria. Espero ser, en el reino de los bienaventurados, uno de los que ms ensalcen vuestras misericordias, oh, Mara!, salvndome por vuestra intercesin. Jaculatoria. Las misericordias eternamente. Eternamente las alabar. Oracin a Mara Santsima, p. 58. Visita al Patriarca San Jos Si los dos discpulos que iban a la villa de Emas se sintieron inflamados de amor divino en los pocos momentos que acompaaron al Salvador y oyeron sus palabras, qu deberemos pensar de las llamas de santa caridad que se encenderan en el corazn de Jos conversando por espacio de cerca de treinta aos con Jesucristo, acaricindole y recibiendo las caricias de aquel amado Nio? Oh, afotunadsimo San Jos, que por tantos aos tuvisteis la envidiable suerte de beber en la fuente de la divina caridad! Alcanzadme amor fervoroso y perseverante hacia Jess, que me haga despreciar todo otro amor y me separe totalmente de las criaturas, para unirme estrechamente al Sumo Bien. Jaculatoria. Glorioso San Jos, haced que yo ame a mi Seor Jess. Oracin a San Jos, p. 61. de Mara cantar

VISITA Visita al Santsimo Oracin preparatoria, p. 53

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Padecen muchos cristianos grandes fatigas y se exponen a innumerables peligros por visitar los lugares de la Tierra Santa en que nuestro amabilsimo Salvador naci, padeci y muri. No necesitamos emprender tan largo viaje, ni exponernos a tales riesgos; cerca tenemos al mismo Seor, el cual habita en la iglesia a pocos pasos de nuestras casas. Pues si los peregrinos tienen por gran ventura, como dice San Paulino, traer de aquellos Santos Lugares un poco de polvo del pesebre, o del sepulcro del Seor, con qu fervor no debiramos nosotros ir a visitarle en el Santsimo Sacramento, donde est el mismo Jess en persona, sin ser preciso para hallarle correr tantos trabajos ni peligros? Una persona religiosa a quien Dios concedi ferviente amor al Santsimo Sacramento, escribe en una carta, entre otros, estos afectos: Conozco dice- que todo mi bien procede del Santsimo Sacramento; y por esta razn me he entregado y consagrado enteramente a Jess Sacramentado. Veo que hay innumerables gracias que no se conceden porque no se acude a este Sacramento divino; y veo tambin el gran deseo que nuestro Seor tiene de dispensarlas por este medio. Oh, Santo misterio! Oh, Sagrada Hostia! Qu cosa habr fuera de ti en que Dios ostente ms su podero?; porque en esta Hostia est cifrado cuanto Dios por nosotros hizo. No envidiemos a los bienaventurados; que en la tierra tenemos al mismo Seor, y con ms prodigios de su amor. Procurad, pues, que todos aquellos con quienes hablis, se dediquen del todo al Santsimo Sacramento. Hablo de esta suerte, porque este Sacramento me saca fuera de m. No puedo dejar de hablar del Santsimo Sacramento, que tanto merece ser amado. No s qu hacer por Jess Sacramentado.

Oh, Serafines, cun dulcemente estis ardiendo de amor junto al Seor vuestro y mo! Y con todo, no por vuestro amor, sino por el amor que a m me tiene, quiso el Rey del Cielo quedarse en este Sacramento. Dejad, pues, oh. ngeles amantes!, que se encienda mi alma; inflamadme en ese vuestro fuego, para que juntamente con vosotros arda yo tambin. Oh, Jess mo!, dadme a conocer la grandeza del amor que tenis a los hombres, a fin de que a vista de tanto incendio de caridad, crezca en m cada vez ms el deseo de amaros y complaceros. Os amo, Seor amabilsimo; y quiero amaros siempre slo para agradaros. Jaculatoria. Jess mo, en Vos creo, en Vos espero, os amo, y a Vos me entrego. Comunin espiritual, p. 41. Visita a Mara Santsima Amabilsima Virgen, San Buenaventura os llama: Madre de los hurfanos; y San Efrn: Refugio de los hurfanos. Ay!, estos hurfanos miserables no son sino los pobres pecadores que han perdido a su Dios. Yo, pues, recurro a Vos, Virgen Santsima. Perd al Seor, mi Padre; mas Vos, que sois mi Madre, haris que le recobre. En tal desventura, os pido socorro; ayudadme. Vos... Quedar sin consuelo?... Ah!, no, que Inocencio III me dice de Vos: Quin la invoc y no fue por Ella atendido?... Y quin ha orado antes Vos sin que le hayis escuchado y favorecido? Quin se ha perdido de los que acuden a Vos? Slo se pierde el que a Vos no recurre. As, pues, Seora ma, si queris salvarme, haced que siempre os invoque y que en Vos confe. Jaculatoria. Mara, Santsima Madre ma, haced que confe en Vos. Oracin a Mara Santsima, p. 58. Visita al Patriarca San Jos

La vida de Jos en presencia de Jess y de Mara, era una continua oracin, rica en actos de fe, de confianza, de amor, de completa resignacin a la voluntad divina, y de consagracin entera de s mismo a la gloria de Dios. Por eso el glorioso Patriarca, que despus de Mara excedi en mrito y santidad a los dems Santos, tambin los supera a todos en la gloria del Cielo. Santo Patriarca mo, alcanzadme que viva siempre unido con Dios, resistiendo los asaltos del infierno, y que muera amando a Jess y a Mara. Jaculatoria. Jess, Jos y Mara, con Vos descanse en paz el alma ma. Oracin a San Jos, p. 61. VISITA Visita al Santsimo Oracin preparatoria, p. 53. Eres verdaderamente Dios escondido. En ninguna otra obra del divino amor se verifican tan a las claras estas palabras como en este adorable misterio del Santsimo Sacramento, donde Dios verdaderamente est de todo en todo escondido. En la Encarnacin, el Verbo Eterno ocult divinidad, y apareci en la tierra hecho Hombre; mas residiendo con nosotros en este Sacramento, Jess esconde tambin su humanidad, y slo descubre dice San Bernardo- las apariencias de pan, para demostrarnos de este modo el tiernsimo amor que nos tiene: Cubre su divinidad, recata su humanidad y slo aparecen por de fuera las entraas de su ardentsima caridad. A vista, pues, del extremo a que llega, oh, amado redentor mo!, el amor que tenis a los hombres, qued, Dios mo, fuera de m, y no s que decir. Vos por este Sacramento llegis por amor a esconder vuestra Majestad, y abatir vuestra gloria, y destruir y anonadar vuestra vida divina. Y mientras estis en los altares, parece que no tenis otro ejercicio que el de amar a los hombres, 24

y patentizarles el cario que les profesis. Y ellos, con qu gratitud lo recompensan, oh, hijo excelso de Dios? Oh Jess!, oh, amador (permitidme decirlo) excesivamente apasionado de los hombres, pues veo que anteponis su bien a vuestra misma honra! No sabis acaso a cuntos desprecios haba de exponeros vuestro amoroso designio? Veo, y mucho mejor lo veais Vos, que la mayuor parte de los hombres no os adora, ni os quiere reconocer por lo que sois en este Sacramento. S que muchas veces esos mismos hombres han llegado a pisar las Hostias consagradas, y a arrojarlas por tierra, y en el agua y en el fuego. Y veo tambin que la mayor parte de los que en Vos creen, en vez de reparar con sus obsequios tantos ultrajes, o vienen a los templos a disgustaros ms con sus irreverencias, u os dejan olvidado en los altares, desprovistos a veces hasta las luces, o de los necesarios ornamentos. Ah, si yo pudiese, dulcsimo Salvador mo, lavar con mis lgrimas, y aun con mi sangre, aquellos infelices lugares en que fue tan ultrajado en este Sacramento vuestro amor y vuestro amantsimo Corazn! Mas si tanto no se me concede, a lo menos deseo y propongo, Seor mo, visitaros a menudo para adoraros, en reparacin de los ultrajes que recibs de los hombres en este divinsimo misterio. Aceptad, oh Eterno Padre!, este cortsimo obsequio, que en desgravio de las injurias hechas a vuestro Hijo Sacramentado os tributa hoy el ms miserable de los hombres. Aceptadlo en unin de aquella honra infinita que os dio Jesucristo en la Cruz, y os da todos los das en el Santsimo Sacramento. Oh, si pudiese lograr, Jess mo Sacramentado, que todos los hombres estuviesen enamorados del Santsimo Sacramento! Jaculatoria. Oh, amable Jess!, haced que todos os conozcan y os amen. Comunin espiritual, p. 41. Visita a Mara Santsima

SEORA ma poderossima: cuando me asalta algn temor acerca de mi salvacin eterna, cunta confianza experimento con slo recurrir a Vos, y considerar, de una parte, que Vos, Madre ma, sois tan rica en gracias, que San Juan Damasceno os llama El amor de la gracia; San Buenaventura, La fuente de donde brotan juntas las gracias todas; San Efrn, El manantial de la gracia y de todo consuelo, y San Bernardo, La plenitud de todo bien; y, por otra parte, considero que sois tan inclinada a otorgar mercedes, que os creis ofendida, como dice San Buenaventura, de quien no os pide gracias. Oh, riqusima, oh sapientsima, oh clementsima reina! Comprendo que Vos conocis mejor que yo las necesidades de mi alma, y que me amis ms de lo que yo puedo amaros. Sabis, pues, qu gracia os pido hoy? Alcanzadme la que estimis ms conveniente para mi alma; pedid sta a Dios para m, y as quedar contento y satisfecho. Jaculatoria. Dios mo, concededme las gracias que Mara os pida para m! Oracin a Mara Santsima, p. 58. Visita al Patriarca San Jos San Jos, despus de haber prestado fieles servicios a Jess y a Mara, lleg al fin de su vida en la casa de Nazaret. All, asistido de Jesucristo, y de Mara, su Esposa, con una paz propia ya del Paraso, sali de esta miserable vida, con muerte tan inefablemente dulce y preciosa que, como deca San Francisco de Sales, muri San Jos por la fuerza del amor, como muri la Virgen, su Esposa. Protector mo San Jos: mis pecados me han merecido, sin duda, una mala muerte; pero si Vos me defendis, no me perder. Alcanzadme en la ltima hora particular asistencia de Jess y de Mara. Jaculatoria. Jess, Jos y Mara, amparadme en mi ltima agona. Oracin a San Jos, p. 61.

VISITA Visita al Santsimo Oracin preparatoria, p. 53

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Alaba San Pablo la obediencia de Jesucristo, diciendo que obedeci a su Eterno Padre hasta la muerte. Mas, en este Sacramento, su obediencia ha ido ms adelante, pues en l no slo quiso obedecer al Eterno Padre, sino tambin al hombre, y no slo hasta la muerte, sino cuanto dure el mundo: Hecho obediente (puede decirse) hasta la consumacin de los siglos. El Rey de la gloria desciende del Cielo por obediencia al hombre; y no parece sino que mora de continuo en los altares, tambin para obedecer a los hombres, sin resistencia alguna. All est sin moverse por s mismo: permite que le pongan dondequiera, o expuesto en la custodia, o encerrado en el Sagrario; deja que le lleven a todas partes, por las calles y las casas; permite que le den en la comunin, a quien quiera que lo pide, sea justo o pecador. Mientras vivi en este mundo, dice San Lucas que obedeca a Mara Santsima y a San Jos; pero en este Sacramento obedece sin resistencia a tantas criaturas cuantos son los sacerdotes que hay en la tierra. Oh, Corazn amantsimo de mi Jess, del cual salieron todos los Sacramentos, y principalmente este Sacramento de amor!, permitidme que hable con Vos hoy. Quisiera glorificados y honraros tanto cuanto Vos glorificis y honris al Eterno Padre en este Sacramento. Bien s que en ese altar estis amndome con aquel mismo amor que me tuvisteis cuando consumasteis en la Cruz el sacrificio de vuestra divina vida en medio de tantas amarguras. Ilustrad, oh Corazn divino!, a los que no os conocen, para que os conozcan. Librad del Purgatorio con vuestros merecimientos a aquellas almas afligidas, que son ya vuestras eternas esposas, o, al menos, aliviadlas.

Os adoro, os alabo, y os amo con todas las almas que actualmente os estn amando en la tierra y en el Cielo. Oh, Corazn pursimo!, purificad mi corazn de todo afecto desordenado a las criaturas, y llenadle de vuestro santo amor. Poseed, oh Corazn dulcsimo!, todo mi corazn, de tal suerte, que de hoy en adelante sea del todo vuestro y pueda decir siempre: Ninguna criatura podr jams apartarnos del amor de Dios, que se funda en Jesucristo nuestro Seor (Rom. 8, 39) Oh Corazn Santsimo!, imprimid en el mo aquellos tan amargos trabajos, que por tantos aos soportasteis en la tierra por m con inmenso amor, a fin de que a vista de ellos anhele de hoy en adelante, o a lo menos sufra por vuestro amor con paciencia todas las penas de esta vida. Corazn humildsimo de Jess, haced que yo tenga parte en vuestra humildad. Corazn manssimo, comunicadme vuestra mansedumbre. Quitad de mi corazn todo lo que no os agrade. Convertidle enteramente a Vos, para que no quiera ni desee sino lo que Vos queris. Haced, en suma, que yo viva solamente para obedeceros. Conozco que es mucho lo que os debo y que me tenis muy obligado. Poco hara en deshacerme todo y consumirme por Vos. Jaculatoria. Oh, Corazn de Jess! Vos sois el nico dueo de mi corazn. Comunin espiritual, p. 41. Visita a Mara Santsima Dice San Bernardo que Mara es la celestial Arca en la cual nos libraremos ciertamente del naufragio de la eterna condenacin, si en ella nos refugiamos a tiempo. Figura fue de Mara el arca en que No se salv del universal naufragio de la tierra. Pero Exiquio dice que Mara es un Arca ms amplia, ms fuerte y ms piadosa. Pocos fueron los hombres y animales que aquella recibi y salv; mas esta nuestra Arca salvadora recibe a cuantos se acogen bajo su pabelln, y a todos seguramente los salva.

Pobres de nosotros si no tuvisemos a Mara! Y sin embargo, Reina ma, cuntos se pierden!... Y por qu? Porque no recurren a Vos...Pues, quin se perdera si a Vos acudiese? Jaculatoria. Virgen recurramos todos a Vos. Santsima, haced que siempre

Oracin a Mara Santsima, p. 58. Visita al Patriarca San Jos San Bernardo, ponderando el poder de San Jos en dispensar gracias a sus devotos, se expresa as: A algunos Santos ha sido dado socorrer solamente en ciertos casos; mas no as a San Jos, que puede prestar su socorro en cualquier necesidad, y defender a todos los que recurren devotamente a L. Y Santa Teresa confirma exactamente lo mismo. Oh, mi poderossimo Abogado!, ya que Vos alcanzis de Jesucristo todo lo que queris en favor de vuestros devotos, alcanzadme la gracia de la oracin, tan eficaz, que me haga orar siempre como es debido. Jaculatoria. Socorredme, San Jos poderoso, en todas mis necesidades. Oracin a San Jos, p. 61. VISITA Visita al Santsimo Oracin preparatoria, p. 53. Alegraos con gran regocijo y alabad al Seor, moradores de Sin, porque en medio de vosotros est el Grande, el Santo de Israel. Oh, Dios! Y qu gozo deberamos tener los hombres, qu esperanzas y qu afectos abrigar, sabiendo que en nuestra patria, dentro de nuestras iglesias, cerca de nuestras casas, habita y vive el Santo de los Santos, el verdadero Dios; Aquel que con su presencia hace bienaventurados a los Santos en el Cielo; y que, como dice San Bernardo, es el amor mismo. 26

Porque este Sacramento no slo es Sacramento de amor, sino el mismo amor, el mismo Dios que, por el inmenso amor que a sus criaturas tiene, se llama y es el Amor: Dios es caridad. Mas oigo que os lamentis, oh, Jess mo Sacramentado!, de que habiendo venido a la tierra para ser nuestro husped, y por nuestro bien, no os hemos recibido: Husped era, decs, y no me recibisteis. Razn tenis, Seor, razn tenis: yo soy uno de esos ingratos que os dejan solo, sin venir siquiera a visitaros. Castigadme como quisiereis; mas no con el castigo que merecera de verme privado de vuestra presencia; no, Dios mo, que yo quiero enmendarme de la descortesa y desatencin con que os he tratado; y deseo de hoy en adelante, no slo visitaros a menudo, sino detenerme con Vos cuanto pudiere. Oh, piadossimo Salvador! Haced que os sea fiel, y que con mi ejemplo estimule a los dems a que os hagan compaa en el Santsimo Sacramento. Oigo tambin al Eterno Padre, que dice: Este es mi Hijo muy amado, en quien tengo todas mis complacencias. Pues si el mismo Dios en Vos halla todas sus complacencias, no las he de hallar yo, vil gusanillo de la tierra, en permanecer con Vos en este valle de lgrimas? Oh, fuego consumidor!, destruid en m todo apego a las cosas creadas, porque slo ellas pueden hacerme infiel y alejarme de Vos. Si Vos queris, podis destruirlo: y ya que tanto habis hecho por m, haced esto tambin; desterrad de mi corazn todo afecto que a Vos no vaya encaminado. Mirad que a Vos enteramente me entrego, dedicando hoy toda la vida que me queda al amor del Santsimo Sacramento. Vos, Jess mo Sacramentado, seris mi consuelo y mi amor, en la vida y en la hora de mi muerte, cuando vengis a servirme de Vitico y conducirme a vuestro bienaventurado reino. Amn, amn. As lo espero, as sea. Jaculatoria. Cundo, Jess mo, ver tu hermossimo rostro?

Comunin espiritual, p. 41. Visita a Mara Santsima En Vos, Madre nuestra santsima, hallamos remedio a todos nuestros males. En Vos, dice San Germn, tenemos el apoyo de nuestra flaqueza. En Vos, exclama San Buenaventura, la puerta para salir de la esclavitud del pecado. En Vos, exclama San Buenaventura, la puerta para salir de la esclavitud del pecado. En Vos, nuestra segura paz. En Vos, como dice San Lorenzo Justiniano, hallamos el alivio de nuestra msera vida. En Vos, finalmente, hallamos la gracia divina y a Dios mismo; y por eso San Buenaventura os llama: Tronco de la gracia de Dios; y Proco: Puente felicsimo por donde Dios, a quien nuestras culpas alejaron, pasa a habitar con su gracia en nuestras almas. Jaculatoria. Oh, Mara!, Vos sois mi fortaleza, mi libertad, mi paz y mi salvacin. Oracin a Mara Santsima, p. 58. Visita al Patriarca San Jos Es indudable escribe San Bernardino de Siena- que Jesucristo no ha olvidado en el Cielo la familiaridad y el respeto que profes en la tierra a San Jos; al contrario, es de, creer que estos sentimientos de un verdadero hijo para con su padre son al presente ms vivos y profundos. Ayudadme, glorioso Patriarca, a alcanzar por vuestras splicas el perdn de mis pecados, y la gracia de borrarlos con digna penitencia. Ayudadme a amar mucho a Jess y a Mara y alcanzadme especialmente la perseverancia final. Jaculatoria. Haced, San Jos bendito, que viva y muera en gracia de Dios. Oracin a san Jos, p. 61. VISITA Visita al Santsimo Oracin preparatoria, p. 53. 27

Canta la Santa Iglesia en el oficio del Santsimo Sacramento: No hay nacin alguna, por grande que sea, que tenga a sus dioses tan cerca de s como lo est de nosotros nuestro buen Dios. Los gentiles, oyendo hablar de las obras de amor de nuestro Dios exclamaban: Oh, qu Dios tan bueno es el Dios de los cristianos! En verdad, aunque los gentiles fingan los dioses conforme a sus caprichos, con todo, si leemos sus historias, veremos que, entre tantas fbulas y tantos dioses inventados, nadie logr imaginar un Dios tan enamorado de los hombres como lo es nuestro verdadero Dios; el cual, para demostrar su amor a sus adoradores, y para enriquecerlos de gracias, obr este prodigio de amor, de hacerse nuestro perpetuo compaero, oculto de da y de noche en nuestro altares, como si no supiese apartarse ni un instante de nosotros. De esta suerte, Jess mo dulcsimo, quisisteis hacer el mayor milagro de todos para satisfacer el deseo extremado que tenis de estar continuamente a nuestro lado. Mas por qu huyen los hombres de vuestra presencia? Y cmo pueden vivir tanto tiempo lejos de Vos, o venir tan raras veces a visitaros? Si pasan con Vos un cuarto de hora, parceles un siglo por el tedio que tienen. Oh, paciencia de mi Jess, cun grande eres!... S, lo entiendo, Seor mo; es tan grande, porque es grande a maravilla el amor que tenis a los hombres, y esto es lo que os obliga a permanecer siempre entre tantos ingratos. Ah, Dios mo!, que siendo infinito en vuestras perfecciones, sois tambin infinito en el amor, no permitis que en lo por venir sea yo tambin uno de esos ingratos, como en lo pasado lo he sido. Concededme el amor que a vuestros merecimientos y a mi obligacin corresponde. Tiempo hubo en que yo tambin me cansaba de estar en vuestra presencia, porque no os amaba, o porque os amaba muy poco; mas si logro con vuestra gracia amaros mucho, entonces no me cansar de perseverar a vuestras plantas en este Sacramento. Oh, Eterno Padre!, os ofrezco a vuestro mismo Hijo; aceptadle, y por sus mritos dadme un amor tan tierno y ferviente al Santsimo Sacramento, que cuando pase por alguna

iglesia donde est Jess Sacramentado, en l piense y desee con ansia eficaz el momento de ir a permanecer en su presencia. Jaculatoria. Dios mo, por el amor de Jess, dadme grande amor al Santsimo Sacramento. Comunin espiritual, p. 41. Visita a Mara santsima Es Mara aquella Torre de David, de la cual dice el Espritu Santo en el Cantar de los Cantares que est edificada con baluartes , y tiene mil defensas y armas para socorro de los que a ella acuden. Vos sois, pues, oh, Santsima Mara!, la defensa fortsima, como os llama San Ignacio Mrtir, de cuantos se hallan en el combate. Oh, qu asaltos me dan continuamente mis enemigos, para privarme de la gracia de Dios y de vuestra proteccin, Seora ma carsima! Pero Vos sois mi fortaleza; y no os desdeis, segn deca San Efrn, de combatir por los que en Vos confan. Defendedme, que en Vos confa y espero. Jaculatoria. Oh, Mara, Mara, tu hermoso nombre es la defensa ma!. Oracin a Mara Santsima, p. 58. Visita al Patriarca San Jos Escriba Santa Teresa: Es cosa que espanta las grandes mercedes que me ha hecho Dios, por medio de San Jos, de los peligros que me ha librado, as de cuerpo como de alma... No he conocido persona que de veras le sea devota y haga particulares servicios, que no la vea ms aprovechada en la virtud... Slo pido, por amor de Dios, que lo pruebe quien no me creyere. Oh, bienaventurado Jos!, alcanzadme la gracia de imitaros en la vida espiritual; que aprenda a conversar con Dios y glorificarle eternamente. Jaculatoria. Ilustrad mi espritu con el don de oracin, glorioso San Jos.

Oracin a San Jos, p. 61. VISITA Visita al Santsimo Oracin preparatoria, p. 53. Habindonos dado Dios a su mismo Hijo, dice San Pablo, cmo podremos temer que nos niegue bien alguno? Sabemos que el Eterno Padre todo cuanto tiene lo dio a Jesucristo. Agradezcamos, pues, siempre la bondad, la misericordia, la liberalidad de nuestro amantsimo Dios, que quiso enriquecernos con todos los bienes y todas las gracias, dndonos a Jess en el Sacramento del altar. De esta suerte, oh, Salvador del mundo!, oh, Verbo humanado!, puedo decir que sois mo enteramente, si quiero yo. Pero, puedo igualmente afirmar que soy todo vuestro, como Vos queris? Ah, Seor mo!, haced que no se vea en el mundo el desconcierto e ingratitud de que yo no sea vuestro cuanto Vos lo queris. Ah, nunca ms suceda! Si as fue en el pasado, no lo ser en lo venidero. Hoy resueltamente me consagro a Vos. Os entrego para el tiempo y para la eternidad mi vida, mi voluntad, mis pensamientos, mis acciones, mis padecimientos. Vuestro soy enteramente, y como vctima a Vos ofrecida, despdome de las criaturas, y por completo me dedico a Vos. Abrasadme en las llamas de vuestro divino amor. No quiero, no, que en mi corazn tengan ya parte las criaturas. Las seales con que me habis descubierto el amor que me tenais, aun cuando no os amaba, me mueven a esperar que ciertamente me recibiris ahora que os amo, y que por amor a Vos me entrego. Os ofrezco hoy, oh, Eterno Padre!, todas las virtudes, actos y afectos del Corazn de vuestro amado Jess. Aceptadlos; y por sus merecimiento, que todos son mos, pues l me los ha cedido, concededme la gracia que Jess os pide para m. Con estos, merecimientos os doy gracias por tantas misericordias como habis usado conmigo. Con ellos satisfago lo que por mis pecados debo. Por ello espero de Vos todas las gracias: el perdn, la perseverancia, la gloria, y, sobre todo, el sumo don de vuestro 28

perfecto amor. Bien veo que yo soy quien a todo pongo impedimento; pero aun esto, Vos lo remediaris. Os lo pido en nombre de Jesucristo; el cual nos prometi que nos concedera cualquier cosa que os pidiremos en su nombre. As, pues, no podis negrmelo. No quiero, Seor, sino amaros, entregarme enteramente a Vos, y no ser ya ingrato como hasta ahora lo fui. Miradme y odme: haced que hoy sea el da en que del todo me convierta a Vos, para nunca ms dejar de amaros. Os amo, Dios mo; os amo, bondad infinita; os amo, amor mo, gloria ma, mi bien, mi vida y mi todo. Jaculatoria. Jess mo, todo mi bien; Vos me amis y yo os amo. Comunin espiritual, p. 41. Visita a Mara Santsima Cuanto alivio siento en mis miserias, y cunto consuelo en mis tribulaciones, y qu esfuerzo recibo en la tentacin, no bien os recuerdo y pido vuestro auxilio, oh Santa y dulcsima Madre ma, Mara! S; razn tenis, oh, Santos del cielo!, en llamar a mi Seora: Puerta de atribulados; alivio de miserias; consuelo de miserables; remedio de nuestro llanto, como decan san Efrn, San Buenaventura y San Germn. Consoladme Vos, Madre ma; vome lleno de pecados, cercado de enemigos, tibio en el amor de Dios. Consoladme, consoladme; y sea la consolacin que me deis el hacerme empezar una vida nueva, que verdaderamente agrade a vuestro Hijo y a Vos. Jaculatoria. Renovadme, Madre ma, renovadme, puesto que podis hacerlo. Oracin a Mara Santsima, p. 58. Visita al Patriarca San Jos Por la gracia del Seor, no hay al presente cristiano alguno que no sea devoto de San Jos; pero entre todos ciertamente

reciben mayores gracias aquellos que ms a menudo y con mayor confianza se encomiendan a l. Pidmosle, pues, gracias, que todas nos las alcanzar, siempre que sean tiles para nuestra alma. Amado San Jos, yo os elijo, despus de Mara, como principal abogado y protector mo; por el amor que tenis a Jess y a Mara, admitidme por vuestro siervo perpetuo. Jaculatoria. Protector mo san Jos, atended siempre mis splicas. Oracin a San Jos, p. 61. VISITA Visita al Santsimo Oracin preparatoria, p. 53. Yo estoy a la puerta y llamo. Oh, Pastor amantsimo, que por amor de vuestras ovejas, no contento con morir una vez sacrificado en el ara de la Cruz, quisisteis, adems, quedaros oculto en este divino Sacramento, en los altares de nuestras iglesias, para estar siempre junto a nosotros y llamar a las puertas de nuestros corazones y procurarnos en ellos la entrada!. Si yo supiese gozar de vuestra ntima compaa, como vuestra Santa Esposa, que deca (Cant. 2,3): Sentme a la sombra de Aquel a quien mucho haba deseado! Ah, si yo os amase, si os amase de veras, amabilsimo Jess mo Sacramentado, cunto deseara no apartarme jams del Sagrario, ni de da ni de noche; y descansando all, junto a vuestra Majestad, aunque encubierta bajo la aparente sombra de las Sagradas Especies, probara aquellas celestiales delicias y aquel gozo que hallan las almas que os aman mucho. Atraedme, Seor, con el aroma de vuestra hermosura y del amor inmenso que en este Sacramento me manifestis. Y as, Salvador mo, dejar las criaturas y los placeres todos del mundo, y correr hacia Vos. 29

Oh, qu frutos de santas virtudes dan a Dios, como plantas nuevas, las almas venturosas que os visitan con amor en el Santo Sagrario! Mas yo me avergenzo de presentarme tan desnudo y vaco de virtudes ante Vos, oh, Jess mo! Ordenado tenis que quien va al altar para honraros, no vaya sin algn don que ofreceros... Pues qu he de hacer? Nunca presentarme a Vos para visitaros?... No, que no es esto lo que os agrada. Vendr, pobre cual soy, y Vos me proveeris de los mismos dones que de mi deseis. Veo que os quedasteis en este Sacramento, no slo con el fin de premiar a los que os aman, sino tambin para enriquecer a los pobres con vuestros bienes. Ea, pues, comenzad hoy. Os adoro, Rey de mi corazn, verdadero amante de los hombres, Pastor enamoradsimo de sus ovejas, acudo a este trono de vuestro amor; y no teniendo otro don que ofreceros, os presento mi corazn miserable para que todo l quede consagrado a vuestro amor y beneplcito. Con este corazn puedo amaros; y con l quiero amaros cuanto pudiere. Atraedle, pues, y unidle enteramente a vuestra voluntad; de suerte que de hoy en adelante tambin yo pueda decir, lleno de gozo, como vuestro amado discpulo deca, que estoy preso con las cadenas de vuestro amor. Unidme, Seor mo, del todo con Vos; haced que aun de m mismo me olvide, a fin de que llegue un da en que venturosamente me desprenda de todas las cosas y hasta de m mismo, para hallaros a Vos solo, amndoos siempre. Os amo, Seor mo Sacramentado; a Vos me entrego, A vos me uno, haced que os encuentre, haced que os ame, y nunca os apartis de m. Jaculatoria. Jess mo, Vos solo me bastis. Comunin espiritual, p. 41. Visita a Mara Santsima San Bernardo llama a Mara: Camino real para hallar al salvador y la salvacin. Si es cierto, pues, oh, Reina!, que sois,

como el mismo Santo dice, quien conduce nuestras almas a Dios, no esperis que yo a Dios me dirija si no me llevis en vuestros brazos. Llavadme, llevadme; si resistiere, llevadme a la fuerza. Con los dulces atractivos de vuestra caridad, obligad cuanto podis a mi alma, a mi rebelde voluntad, para que deje las criaturas, y busque slo a Dios y su voluntad santsima. Mostrad al Paraso cun poderosa sois. Mostrad, entre tantos prodigios, esta otra maravilla de vuestra misericordia, uniendo enteramente con Dios a quien tan lejos de Dios estaba. Jaculatoria. Oh, Mara, podis hacerme santo; de Vos lo espero!. Oracin a Mara Santsima, p. 58. Visita al Patriarca San Jos Cuando Jess viva en la humilde casa de Nazaret, si un pobre pecador hubiese deseado obtener del Seor el perdn de sus pecados, hubiera por ventura, podido hallar intercesor ms poderoso que Jos? Si queremos, pues, reconciliarnos con Dios, recurramos a este Santo Patriarca. Oh, glorioso San Jos!, ayudadme a alcanzar de la divina bondad no slo el perdn de mis pecados, sino tambin la gracia de no ofender jams, ni aun ligeramente, a mi amado Seor. Jaculatoria. Por Vos, protector mo, espero alcanzar el perdn y la perseverancia. Oracin a San Jos, p. 61. VISITA Visita al Santsimo Oracin preparatoria, p. 53. Por qu escondis vuestro rostro? Temor grande senta el santo Job al ver que Dios le esconda su divina cara; mas el saber que Jesucristo oculta su Majestad en el Santsimo Sacramento no debe causarnos temor, sino antes bien amor y confianza que precisamente con el fin de acrecentar nuestra confianza y 30

patentizarnos ms su amor, se quede oculto en los altares bajo las especies de pan: Ocultando Dios su rostro en la Eucarista, dice Novarino, nos descubre su amor. Porque, quin se atrevera jams a llegarse a L confiadamente, y manifestarle sus deseos y afectos, si el Rey del Cielo descubriera en el altar los esplendores de su gloria? Ah, Jess mo! Qu invencin pudo haber ms amorosa que esta del Santsimo Sacramento, en el cual os ocultis bajo las especies de pan, a fin de que os amen y puedan hallaros en la tierra cuantos lo deseen? Razn tena el Profeta al decir que clamasen los hombres y pregonaran y publicaran por todo el mundo hasta qu punto llegan las invenciones del amor que nos tiene nuestro buen Dios. Oh, Corazn amantsimo de mi Jess, digno de poseer todos los corazones de las criaturas! Corazn lleno, siempre lleno de llamas de pursimo amor; fuego consumidor, abrasadme del todo y dadme nueva vida de amor y de gracia! Unidme a Vos de tal modo que nunca me sea dado apartarme de vuestra amistad. Oh, Corazn abierto para ser refugio de las almas, recibidme! Corazn tan atormentado en la Cruz por los pecados del mundo, dadme verdadero dolor de todas mis culpas! S que en este divino Sacramento conservis los mismos sentimientos de amor que por m tuvisteis al morir en el Calvario; y que por esto tenis grande deseo de unirme enteramente a Vos. y ser posible que an me resista a entregarme del todo a vuestro amor y deseo? Oh, amado Jess mo! Por vuestros merecimientos, heridme, prendedme, atadme, unidme todo a vuestro Corazn. Resuelvo en este da, aydado de vuestra gracia, complaceros cuanto pudiere, pisoteando todos los respetos humanos, inclinaciones, repugnancias, todos mis gustos y comodidades que pudieran impedirme el contentaros por entero. Haced Vos, Seor mo, que as lo ejecute, de suerte que de hoy en adelante todas mis obras, sentimientos y afectos se conformen enteramente con vuestro beneplcito.

Oh, amor de Dios, arrojad de mi corazn los dems amores!Oh, Mara, mi esperanza, que con Dios todo lo podis, alcanzadme la gracia de que sea hasta la muerte siervo fiel del puro amor a Jess! Amn, amn. As lo espero; as sea en esta vida y en la eternidad. Jaculatoria. Quin podr apartarme del amor de Cristo? Comunin espiritual, p. 41. Visita a Mara Santsima Testifica San Bernardo que la caridad de Mara para con nosotros no puede ser ni mayor ni ms poderosa de lo que es en s: por lo cual siempre generosamente nos compadece con sus afectos, y nos asiste con su poder. Siendo, pues, pursima Reina ma, rica en poder y rica en misericordia, podis y deseis salvarnos a todos. Os dir, pues, hoy y siempre, con las palabras del devoto Blosio: Oh, Mara Santsima!, en esta gran batalla que con el infierno tengo empeada, ayudadme siempre, y cuando veis que me hallo vacilante y prximo a caer, tendedme entonces, oh, Seora ma!, an ms presto vuestra mano, y sostenedme con ms fuerza. Oh, Dios, cuntas tentaciones me quedan que vencer hasta la hora de la muerte! Oh, Mara, mi esperanza, mi refugio, mi fortaleza!, no permitis que pierda la gracia de Dios, pues propongo acudir siempre y en seguida a Vos en todas las tentaciones diciendo: Jaculatoria. Ayudadme, Mara...; Mara, ayudadme!. Oracin a Mara Santsima, p. 58. Visita al Patriarca San Jos La gracia ms preciosa que San Jos obtiene para los devotos que le sirven fielmente, es un tierno amor hacia el Verbo encarnado, nuestro amabilsimo Redentor. Alcanzadme, Santo

Patriarca, la mayor de las gracias, esto es: un tierno y constante amor a Jesucristo. Jaculatoria. En el amor a Jess, sed siempre mi gua, san Jos amantsimo. Oracin a San Jos, p. 61. VISITA Visita al Santsimo Oracin preparatoria, p. 53. Oh, cun hermoso espectculo ofreci nuestro dulce Redentor aquel da, en que, cansado del viaje, se sent junto a la fuente de Jacob, esperando benigno y amoroso a la Samaritana para convertirla y salvarla! Pues de igual manera, descendiendo ahora el mismo Seor todos los das desde el cielo a nuestro altares, como a otras tantas fuentes de gracias, dulcemente se entretiene con nosotros, esperando y convidando a todas las almas a que le hagan compaa, siquiera por algn tiempo, con el fin de atraerlas de esta suerte a su perfecto amor. Desde los altares, donde reside Jess Sacramentado, parece que nos habla, y a todos nos dice: Hombres, por qu hus de mi presencia? Por qu no vens y os acercas a M, que os amo tanto, y que por vuestro bien estoy aqu tan humillado? Qu temis? No he venido ahora a la tierra para juzgaros; antes bien me oculto en este Sacramento de amor con el nico fin de hacer bien y salvar a todos los que a M recurran. Entendamos, pues, que as como en el Cielo Jesucristo vive siempre para interceder por nosotros, as tambin en el Sacramento del altar est continuamente, de noche y de da, haciendo el piadoso oficio de abogado nuestro, y ofrecindose como Vctima al Eterno Padre para alcanzarnos su misericordia e innumerables gracias. Por esto deca el devoto Kempis, que debemos llegarnos a hablar con Jess Sacramentado, sin temor a sus castigos, y sin ningn recelo, sino como habla un amigo con otro amigo amado. 31

Pues ya que me lo permits, dejad, oh, invisible Rey y Seor mo!, que os abra confiadamente mi corazn, y os diga: Oh, Jess mo, enamorado de las almas!, bien conozco el agravio que os hacen los hombres. Los amis y no sois amado; les hacis bien, y recibs desprecios; queris que oigan vuestra voz, y no os escuchan; les ofrecis vuestras gracias, y no las admiten. Ah, Jess mo! Y ser verdad que tambin yo hice un tiempo causa comn con tales ingratos para ofenderos?... Oh, Dios mo, verdad es! Pero tengo deseo de entenderme y quiero reparar, en los das que de vida me restan, los pesares que os he causado, y hacer todo cuanto pudiere para agradaros y complaceros. Decid, Seor, lo que de m queris: que todo quiero hacerlo sin reserva; hacdmelo saber por medio de la santa obediencia, y espero ejecutarlo. Dios mo, resueltamente os prometo nunca omitir desde hoy cosa alguna que entienda ser de vuestro mayor agrado, aunque tuviese que perder todas las cosas: parientes, amigos, estimacin, salud y la misma vida. Pirdase todo, con tal que os agrade a Vos. Dichosa prdida, cuando todo se pierde y sacrifica por contentar vuestro Corazn! Oh, Dios de mi alma! Oh, sumo Bien amabilsimo sobre todos los bienes! Os amo; y para amaros, uno mi pobre corazn a todos los corazones con que os aman los Serafines; lo uno al Corazn de Mara, al Corazn de Jess. Os amo con todo mi ser, y nicamente a Vos quiero amar siempre. Jaculatoria. Dios mo, Dios mo, vuestro soy, y Vos sois mo!. Comunin espiritual, p. 41. Visita a Mara Santsima Dice el Beato Amadeo, que nuestra Santsima Reina Mara est continuamente ejercitando en la presencia divina el oficio de abogada nuestra, e intercediendo con sus oraciones, que son para con Dios poderossimas; porque como ve nuestras miserias y

peligros, la clementsima Seora se compadece de nosotros y nos socorre con amor de madre. De suerte que ahora mismo, oh, Madre amorossima y abogada ma!, veis las miserias de mi alma y mis peligros, y estis rogando por m. Rogad, rogad; y no dejis nunca de rogar por m hasta que me veis salvo, dndoos humildes gracias en el Cielo. Dceme el devoto Blosio que Vos, oh, Mara dulcsima!, sois, despus de Jess, la salvacin segura de vuestros siervos fieles. Ah!, hoy os pido esta gracia: concededme la dicha de ser vuestro esclavo fiel hasta la muerte, para que despus de esta vida vaya a bendeciros en el Cielo, seguro de que jams habr de apartarme de Vos. Jaculatoria. Oh, Mara, Madre ma, haz que sea tuyo siempre! Oracin a Mara santsima, p. 58. Visita al Patriarca San Jos Todos los cristianos saben que San Jos es el abogado de los moribundos y el protector de la buena muerte, ya que l tuvo la envidiable suerte de morir en los brazos de Jess y e Mara. Sus devotos deben, pues, esperar que en aquel supremo trance, vendr acompaado de Jess y de Mara para asistirnos. Amabilsimo San Jos, yo, miserable, imploro desde hoy vuestro patrocinio para aquel ltimo instante de mi vida. Alcanzadme la gracia de morir con la muerte de los justos, en los brazos de Jess y de Mara. Jaculatoria. Rogad por m, bendito San Jos, ahora y en la hora de mi muerte. Oracin a San Jos, p. 61.

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