La Trinidad - Libro Adventista
La Trinidad - Libro Adventista
La Trinidad - Libro Adventista
(5) CONTENIDO.PRLOGO: 09 INTRODUCCIN: .. 12 SECCIN 1: Evidencia bblica para la deidad plena de Cristo, la personalidad del Espritu, y la unidad y unicidad de la Divinidad CAPTULO 1: La evidencia bblica ms fuerte para la Trinidad 22
CAPTULO 2: La deidad plena y eterna de Cristo: Parte I Las Epstolas del Nuevo Testamento, el Antiguo Testamento y los Evangelios 40 CAPTULO 3: La deidad plena y eterna de Cristo: Parte II El Evangelio de Juan .
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SUPLEMENTO Al CAPTULO 3: Explicacin gramatical de Juan 1:1: "El Verbo era Dios" 68 CAPTULO 4: La personalidad y deidad del Espritu y la unicidad trina de la Divinidad 73 CAPTULO 5: Evidencias trinitarias en el libro del Apocalipsis CAPTULO 6: Objeciones bblicas a la Trinidad 86
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SUPLEMENTO AL CAPTULO 6: Otros textos que se usan contra la Trinidad . 119 CAPTULO 7: Objeciones lgicas a la Trinidad . 124
SECCIN II: Historia de la doctrina de la Trinidad desde el ao 100 d.C. hasta el 1500 d.C. CAPTUL 8: La Trinidad en los siglos I y II 132 CAPTULO 9: La Trinidad en los siglos III y IV .. 144 162
SECCIN III: La Trinidad y el antitrinitarismo desde la Reforma hasta el Movimiento Adventista CAPTULO 11: La Trinidad en la era de la Reforma: cuatro puntos de vista CAPTULO 12: La Trinidad y el antitrinitarismo en la Norteamrica primitiva 174 192
CAPTULO 13: La Trinidad y el antitrinitarismo en la historia de los adventistas del sptimo da 200
CAPTULO 14: El papel de Elena de White en el debate trinitario 215 SUPLEMENTO AL CAPTULO 14: Elena de White sobre la Trinidad: Los principales documentos bsicos 234 SECCIN IV: La doctrina de la Trinidad y sus implicancias para el pensamiento y la prctica cristianos CAPITULO 15: Por qu es importante la Trinidad: Parte I El amor de Dios y la deidad de Cristo 248 CAPITULO 16: Por qu es importante la Trinidad: Parte II El Espritu Santo y la unicidad trina de la Divinidad 263 CAPITULO 17: Deducciones y conclusiones prcticas .281
GLOSARIO 291 BIBLIOGRAFA ndice de referencias bblicas 310 ndice general alfabtico (8) CLAVE DE ABREVIATURAS.a.C. antes de Cristo BJ Biblia de Jerusaln c. alrededor del; cerca del cap. captulo caps. captulos cf. comprese con; cotjese con C-I Sagrada Biblia, versin de Cantera-Iglesias d.C. despus de Cristo ed edicin / editado por; edit IA (IASD) Iglesia Adventista (del Sptimo Da) NASB New American Standard Bible (Nueva Biblia Estndar Norteamericana) NBE Nueva Biblia espaola NEB New English Bible NKJV New King James Version (Nueva Versin King James) NRSV New Revised Standard Version (Nueva Versin Estndar Revisada) NVI Nueva Versin Internacional p. pgina pp. pginas rev revisada sec seccin t. tomo trad traducido por; tradujo ts tomos v versculo VM Versin Moderna vs. versculos
* En este libro "Deidad" y "Divinidad" se utilizan de manera intercambiable con el mismo valor y significado. Lo mismo para "persona" y "personalidad". * Se prefiri utilizar "unitariano (a)" y "unitarianismo" en lugar de "unitario (a)" y "unitarismo". Ver en el Glosario las definiciones. * El Editor responsable de esta versin en castellano ha aadido algunos vocablos con su explicacin para sumar mayor comprensin a la lectura de ciertos prrafos y citas. Estn en el Glosario, y son: Antitipo / antitpico(a); Espiritualismo / espiritualista; Tipo / tpico(a); Trino(a); Tripersonal; Unicidad. Otros trminos ingleses, sin equivalentes directos en castellano, han sido vertidos en forma de frases. (9)
PRLOGO.A LA VERSIN CASTELLANA.Estamos profundamente agradecidos y le tributamos una alabanza excelsa al Dios del amor trinitario en ocasin de la publicacin de la edicin castellana de nuestro libro sobre la Trinidad. Cuando se escribi originalmente este libro y se public en ingls, era el deseo nico de los tres autores que las grandes verdades teolgicas y prcticas de la Deidad trina pudieran ser recuperadas, experimentadas y proclamadas ms plenamente por el pueblo del movimiento adventista mundial. Con gratitud, nuestro testimonio a esta verdad est ahora ms fcilmente disponible para la vibrante y extensa feligresa hispana de la Iglesia Adventista del Sptimo Da. Este poderoso ejrcito de creyentes latinos (un ejrcito ms de tres millones que se expande con dinamismo) hara bien en considerar de nuevo y con especial cuidado las preciosas verdades que tan centralmente irradian de las poderosas personas del Padre, el Hijo y el Espritu Santo. La verdad de la Trinidad parece especialmente pertinente para el privilegio de testificar de la vasta mayora de nuestros creyentes de habla hispana. Muchos de esos testigos vibrantes viven y sirven en comunidades donde la mayora est formada por catlicos, pentecostales/carismticos y otros cristianos y evanglicos fervientes que creen en la Biblia. Adicionalmente, hay muchos buscadores sinceros que han sido alcanzados por algunas de las diversas formas del reavivado "espiritismo" o el resurgimiento de las religiones paganas. En consideracin a nuestros amigos catlico-romanos parecera apropiado que seamos capaces de afirmar con ellos lo esencial de (10) sus convicciones trinitarias (aunque existen diferencias que las hemos hecho notar). Por eso, nuestros creyentes adventistas deberan ser ms capaces de encontrar un terreno comn con ellos mientras buscan senderos que preparen ms fcilmente el camino para un testimonio ms claro de la verdad de la justificacin solamente por la fe y las enseanzas profticas ms distintivas que componen el cuerpo de la "verdad presente". En atencin a nuestros hermanos y hermanas pentecostales/carismticos deberamos ser capaces de afirmar fcilmente nuestra slida creencia en y experiencia de la plena personalidad y deidad del Espritu Santo, quien abundantemente otorga todos los dones y frutos del Espritu sobre el cuerpo de Cristo durante el tiempo del derramamiento de la lluvia tarda. Gracias al Seor, la vasta mayora de creyentes pentecostales/carismticos estn firmemente arraigados en sus convicciones doctrinales trinitarias. De esa manera tenemos una variedad maravillosa de convicciones sobre las cuales podemos compartir sin dificultad un terreno comn con ellos. En beneficio de otros evanglicos no carismticos (bautistas, presbiterianos, metodistas, menonitas, etc.) existe una fuerte necesidad de que sean conscientes de nuestras convicciones trinitarias, las que han sido cuestionadas por mucho tiempo. En cuanto a las variedades de "espiritismo" renaciente (tal como la "santera") y otras formas de paganismo animista, simplemente existe la necesidad urgente de que el pueblo de Dios "remanente" sepa que el poder divino de Jess y el poder victorioso del Espritu Santo siempre estn disponibles en nuestro ministerio y testimonio a esos muy religiosos, pero muy engaados, hijos de Dios. S, en el adventismo latinoamericano desde la pennsula Ibrica en Europa hasta las grandes comunidades de inmigrantes en Norteamrica, ms las huestes que se multiplican en Mxico, Amrica Central, las islas del Caribe y, a travs de los pases
hispanos de Sudamrica, hasta Argentina y Chile en el Cono Sur Dios est obrando en formas poderosas para la edificacin del cuerpo de Cristo. Con toda seguridad habr un ministerio para este libro y (11) sus exposiciones acerca de los Seres divinos y de su obra, a quienes Elena de White denomin las "tres personas vivientes del tro celestial" y "tres grandes poderes: el Padre, el Hijo y el Espritu Santo" (El evangelismo, p. 446). Oramos para que las ms ricas bendiciones del Espritu Santo acompaen la distribucin y el estudio de este libro. Deseamos expresar nuestro aprecio a la Asociacin Casa Editora Sudamericana por su visin y conviccin al tomar este proyecto para su publicacin, y por la fiel tarea de nuestro traductor, el Dr. y Pr. David P. Gulln Canedo. Deseamos que el lector sea bendecido y edificado en la "fe de Jess" y en su testificacin del amor de Dios por medio del ministerio de este libro. Los Autores
(12) INTRODUCCIN A LA VERSIN INGLESA.Alguna vez ha sentido un golpe inesperado en la puerta que interrumpi una tarde agradable de domingo? Usted deja cualquier cosa que est haciendo y se dirige hacia la puerta. De repente se da cuenta de que no es algn viejo amigo que le hace una visita inesperada. Ms bien es una pareja nerviosa que representa al Saln del Reino y a la Sociedad la Torre del Viga, la casa publicadora de los Testigos de Jehov. Usted traga saliva porque sabe que, si los invita a pasar, expondr su puado de conocimientos y doctrinas bblicas bsicas a una prueba ms bien molesta. Adems, por lo general se necesita un solo encuentro para darse cuenta de que uno de los primeros asuntos a discutir ser un intenso desafo a la doctrina de la Trinidad. Pero la sorpresa ms grande en mi vida y ministerio no fue tanto tratar con celosos Testigos de Jehov sobre la doctrina de la Trinidad, sino ms bien tener que hacer frente esencialmente a los mismos argumentos antitrinitarios provenientes de miembros de la Iglesia Adventista del Sptimo Da. Y ahora estn formulando este asunto con una intensidad que no est muy lejos del celo de los representantes de la Torre del Viga. POR QU UN NUEVO LIBRO SOBRE LA TRINIDAD? Algunos podran objetar la necesidad de escribir en este momento un nuevo libro sobre el tema de la Divinidad, o la Trinidad. Como la iglesia aparentemente ha resuelto este asunto con las posiciones claramente trinitarias en sus 28 doctrinas fundamentales, por qu reconsiderar el asunto?1 La respuesta es bsicamente triple. (13) Un reavivamiento del pensamiento antitrinitario.En primer lugar, como mencionamos antes, los nuevos desafos a la doctrina de la Trinidad han surgido tanto de dentro como de fuera del adventismo. Varios informes y observaciones sugieren que mi propia experiencia personal en este asunto refleja imparcialmente la situacin actual. Cuando trataba el tema de la Divinidad y la Trinidad siempre deca a mis congregaciones adventistas, y en las escuelas sabticas y en las clases de religin en la universidad, algo semejante a lo siguiente: "Por cuanto el arrianismo2 y el antitrinitarismo fueron muy fuertes entre muchos de los lderes pioneros adventistas,3 la opinin trinitaria de la Divinidad lleg a ser el criterio
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La clave declaracin trinitaria de creencia aparece en las "Creencias fundamentales de los adventistas del sptimo da", la N 2; las declaraciones 3 al 5 proporcionan posiciones adicionales sobre el Padre, el Hijo y el Espritu Santo. La declaracin 2 reza: "La Trinidad Hay un solo Dios: Padre, Hijo y Espritu Santo, una unidad de tres personas coeternas". Usted encontrar las 28 creencias fundamentales en el Manual de la iglesia (edicin aprobada en el Congreso de la Asociacin General de 2005, 17 revisin, y publicado por la ACES en 2005) y en el Seventh day Adventist Yearbook. Tambin lo tiene la obra semiautoritativa, Creencias de las adventistas del sptimo da: Una exposicin bblica de las doctrinas fundamentales de la IASD (Florida, Buenos Aires: ACES, 2007.). Preparado por la Asociacin Ministerial de la Asociacin General de los Adventistas del Sptimo Da, este libro proporciona exposiciones concisas y adecuadas de cada una de las creencias fundamentales. 2 Un arriano es una persona que, siguiendo las enseanzas de Atrio de Alejandra, quien vivi a principios del siglo IV d.C., niega la preexistencia eterna de Jess. Arrio declaraba: "Hubo un tiempo cuando Jess no exista". En otras palabras, Arrio y sus seguidores sostuvieron que Cristo no exista antes que el Padre lo trajera a la existencia. Adems negaron consistentemente la personalidad del Espritu Santo.
corriente alrededor de la dcada de 1940, si no antes. De hecho, esta opinin es ahora la posicin debidamente votada en nuestra declaracin oficial de las Creencias Fundamentales de los Adventistas del Sptimo Da. La accin ms reciente tuvo lugar en las sesiones del Congreso de la Asociacin General realizado en Dallas, Texas, en 1980. Haba odo de profesores importantes y lderes denominacionales que vivieron en las dcadas de 1950 y 1960 y que sostenan fuertes puntos de vista antitrinitarios.4 Sin embargo, desde mis aos de colegio superior y del seminario a mediados y fines de la dcada de 1960, tambin me gustaba decir a mis auditorios adventistas: "No he encontrado un adventista antitrinitario o arriano en mi vida". No era una a retrica dramtica de mi parte, sino la honesta verdad. S, estaba diciendo realmente la verdad; es decir, hasta los primeros aos de la dcada de 1990. Recuerdo inconfundiblemente una caminata vespertina placentera a lo largo del recinto de la Universidad Andrews, cuando dos jvenes que repartan panfletos en los escalones de la Biblioteca James White me saludaron inesperadamente. Siendo la persona curiosa que soy acept su material, comenc a examinarlo de arriba abajo y les pregunt: "Qu es lo que estn promoviendo?" (14) Para mi gran sorpresa procedieron a informarme que haban hecho un rescate maravilloso de una verdad preciosa: Haban redescubierto lo que afirmaban ser las enseanzas de los pioneros adventistas acerca de la Divinidad. Ahora estaban promoviendo ideas que negaban la preexistencia plena y eterna de Jess y la deidad personal del Espritu Santo. Ms tarde descubr, por parte de amistades que tengo en Estados Unidos, que los jvenes no eran un fenmeno aislado. No slo hay informes cada vez ms numerosos de grupos aislados de reavivamiento antitrinitario en varias partes a lo largo de Norteamrica, sino que por medio de la Internet se ha extendido su influencia alrededor del mundo. Y al ganar terreno este movimiento de origen popular, arriano o antitrinitario, las iglesias locales se encuentran cada vez ms arrastradas a sostener debate sobre estas cuestiones. La relativa negligencia teolgica acerca de la Divinidad.El segundo factor que ha suscitado nuestro inters en el asunto de la Divinidad es ms bien un descuido universal, aunque benigno, de este tema por parte de la erudicin adventista5 y el liderazgo adventista en las asociaciones y congregaciones locales
Exploraremos ms sobre esto ms adelante cuando examinemos la historia de los debates de la iglesia primitiva en cuanto a la Divinidad. 3 Entre los arrianos o semiarrianos notables estuvieron Jaime White (1821-1881), Jos Bates (17921872),J. H. Waggoner (1820-1889), Uriah Smith (1832-1903) y E.J. Waggoner (1855-1916). Jaime White finalmente confes la plena deidad y eternidad de Cristo, y Uriah Smith evolucion de la posicin arriana a la semiarriana. E.J. Waggoner, un semiarriano, estuvo muy cerca de confesar la deidad plena de Cristo. Una cierta cantidad de sus admiradores del siglo XX niegan enfticamente que fuera semiarriano. Sin embargo, la evidencia parece bien clara de que fue semiarriano. En la seccin III trataremos ms ampliamente el arrianismo de los "pioneros". 4 Probablemente los ms conocidos de los ltimos antitrinitarios prominentes sean W. R. French, antiguo profesor universitario de religin, y Charles Longacre, defensor de libertad religiosa y redactor jefe (1871-1958). Roger Coon cuenta el relato de un fin de semana de ex alumnos en el Pacific Union College a mediados de la dcada de 1960 en que W. R. French, ya jubilado e invitado a dar un breve culto vespertino, procedi rpidamente a pronunciar un discurso de una hora y meda en defensa de sus opiniones antitrinitarias. 5 Aunque han aparecido artculos ocasionales acerca de la Divinidad tanto en las revistas como en los libros de la iglesia dedicados a las creencias bsicas de los adventistas (por lo general exposiciones de nuestras doctrinas fundamentales), hasta muy recientemente no se public ningn tratamiento de la
adventistas alrededor del mundo. La iglesia ha aceptado ampliamente la Trinidad, pero por muchas dcadas reflexion poco sobre la enseanza. Como resultado, sentimos que ha llegado el tiempo para una nueva revisin de este tema. Un nuevo conocimiento de las opiniones de los pioneros.El factor tercero y final en el reavivamiento actual del inters en el tema de la Divinidad es del consejo de Elena de White para reimprimir y estudiar las obras de los primitivos pioneros adventistas y su disponibilidad en los CDs. La explosin de la tecnologa electrnica ha capacitado a laicos (con poca inversin de tiempo o (15) de dinero) para tener acceso inmediato a todas las declaraciones tempranas de los pioneros con slo hacer clic en las palabras o frases apropiadas. Para decirlo de una manera sencilla: Ahora tenemos un renovado conocimiento de amplio alcance de los puntos de vista antitrinitarios de los pioneros del movimiento adventista. ESTA OBRA EN S MISMA.Nuestro objetivo.Los autores de este libro tratan de hablar a los miembros de la iglesia local, as como a los pastores (o administradores) ocupados y a los estudiantes universitarios que han tenido que hacer frente a interrogantes acerca de la Trinidad. Verdaderamente, aunque trataremos de hablar desde la base de la mejor erudicin sobre este asunto, es nuestro propsito presentarlo en una forma que apele a todos los creyentes, jvenes y de edad madura, en las clases de la Escuela Sabtica, en las clases universitarias, y en los bancos y plpitos de los templos locales alrededor del mundo.
Cmo contestaremos las preguntas que plantea la Trinidad? Podemos contestar las preguntas que giran alrededor del asunto de la Trinidad desde las Escrituras (nuestra autoridad principal), os escritos de Elena de White, la razn santificada y la experiencia cristiana? Es apropiado para los adventistas del sptimo da ir contra la mayora de sus pensadores pioneros que indudablemente fueron antitrinitarios? Sobre que bases podemos continuar adhiriendo y profesar oficialmente una doctrina que tiene una larga historia de apoyo y desarrollo no slo entre la ortodoxia oriental y el catolicismo romano, sino tambin en el protestantismo? No invo1ucrara eso aceptar las tradiciones que componen la gran apostasa llamada "Babilonia"? No sera mejor seguir la posicin de nuestros pioneros valientes e impulsados por la verdad? (16) La Biblia, nuestra autoridad primaria.En el espritu de los pioneros de la Iglesia Adventista, los autores de este libro sostienen firmemente la siguiente conviccin: Si no podemos sostener cualquier enseanza por medio de la Biblia, no la deseamos.6 Humildemente abordamos este proyecto en el espritu de John Nevins Andrews (1829-1883), uno de los ms capaces de nuestros pioneros eruditos, quien exclam: "Cambiara mil errores por una verdad".
extensin de un libro sobre el tema desde el libro de Otto H. Christensen, Getting Acquainted With God (Washington, D.C.: Review and Herald, 1970). 6 Entre los "pioneros" incluiremos a Elena de White. El fuerte nfasis sobre 1 autoridad de la Biblia que sostenemos en ninguna manera disminuye la importancia de la contribucin de Elena de White a nuestro pensamiento sobre este tema. la vamos a tomar seriamente como nuestra escritora pionera ms autorizada, debemos obedecerla cuando nos dice que debemos probar cada doctrina por la Biblia.
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Y cmo conoceremos cul es la verdad acerca de la Divinidad y de las afirmaciones trinitarias de la mayora de los cristianos? Ante todo, la verdad emerger de una investigacin cuidadosa y piadosa de la Palabra escrita de Dios. Adems reclamamos la promesa de Jess: "El que quiera hacer la voluntad de Dios, conocer si la doctrina es de Dios, o si yo hablo por mi propia cuenta" (Juan 7:17). El Seor promete que los que estn dispuestos a seguir en obediencia a Dios pueden conocer la "doctrina" de Dios. Y adnde iremos para resolver este asunto? De nuevo Jess es muy claro: "Santifcalos en tu verdad; tu palabra es verdad" (Juan 17:17). El lector tambin debe saber que la conviccin establecida de los autores de este libro es que todo lo que abarque la expresin "tu palabra", por lo menos incluye los 66 libros cannicos de la Santa Biblia. Creemos que esta Palabra escrita contiene mensajes revelados que son suficientes para darnos claridad doctrinal sobre cualquier asunto controvertido, incluyendo el tema de la Trinidad. Seremos muy sinceros con nuestros lectores: Si la doctrina de la Trinidad no es bblica, no la deseamos, an si la vasta mayora de las autoridades en el mundo religioso la endosan (incluyendo pioneros adventistas y telogos de "Babilonia"). Por eso este libro comenzar con la evidencia bblica. La organizacin del libro.El capitulo 1 abrir la discusin presentando la evidencia ms (17) fuerte que hemos sido capaces de encontrar con respecto a las opiniones de (1) la naturaleza plenamente divina y eterna de Cristo, (2) la personalidad y deidad del Espritu Santo, y (3) la profunda unidad o unicidad de aquello a lo cual hace referencia Elena de White cuando dice: "Son tres las personas vivientes del tro celestial" (Ev:446). Despus de la presentacin inicial de la evidencia bblica ms fuerte y ms clara (el autor es Woodrow Whidden), procederemos en los captulos siguientes con presentaciones ms detalladas de la evidencia bblica del Antiguo Testamento y del Nuevo Testamento el autor tambin ser Whidden). Despus de la evidencia bblica, las siguientes secciones trazarn la historia del desarrollo de la doctrina trinitaria y la enseanza de sus adversarios a travs de la historia de la iglesia. El estudio histrico recaer en dos secciones principales: (1) desarrollos desde comienzos del siglo II hasta el siglo XVI (el autor es John W. Reeve), seguido por (2) la exposicin de las ideas desde la Reforma del siglo XVI hasta la historia del pensamiento trinitario y antitrinitario en la historia de la Iglesia Adventista (el autor es Jerry Moon). Despus del repaso histrico el libro reflexionar sobre las deducciones teolgicas de nuestros descubrimientos bblicos e histricos (el autor es Woodrow Whidden). En otras palabras, la primera seccin tratar la pregunta: Cul es la doctrina bblica? Las dos lecciones principales siguientes tratarn el hecho de cmo llegaron los cristianos a expresar esas doctrinas. Sin embargo, finalmente, debemos considerar la pregunta de por qu son importantes para el pensamiento y la experiencia cristianos. En otras palabras: Cules son las consecuencias decisivas de la creencia que sostenemos acerca del Padre, el Hijo y el Espritu Santo, y la relacin que mantienen entre ellos? Las cuestiones claves a las que debemos aplicarnos.Entonces, cules son las cuestiones claves que necesitamos tratar? (18) Qu asuntos han separado a los que aceptan la doctrina de la Trinidad de los que la niegan? En primer lugar, parece que no hay ninguno que est involucrado en este debate actual que niegue la deidad completa y eterna de Dios el Padre, la primera persona de la
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Divinidad. Por eso, los tres campos restantes de argumentacin que piden a gritos respuestas bblicas son los siguientes:
1. La deidad de Cristo.Este asunto tiene que ver con la cuestin de si Cristo posea una naturaleza divina que era, en sustancia, la misma que la de Dios el Padre. En otras palabras: Era el Jess que fue Hijo de Dios exactamente tanto como Dios el Padre? O fue alguna clase de semideidad teniendo una divinidad restringida o parcial? Existi verdaderamente como una persona divina desde toda la eternidad pasada? Fue no slo el "preexistente" sino tambin el Hijo de Dios "existente por s mismo", acerca de quien se "nos asegura que nunca hubo un tiempo cuando l no haya estado en estrecha relacin con el Dios eterno" (Ev: 446)? Esa "autoexistencia", significa que tuvo realmente una naturaleza divina cuya vida fue "original, no prestada ni derivada de otra" (DTG: 488)? 2. La personalidad y la deidad del Espritu.El segundo asunto importante tiene que ver con las cuestiones de la personalidad y la plena divinidad del Espritu Santo como una "persona divina" definida (Ev: 447). Es el Espritu Santo "una persona as como Dios es una persona" (Ev: 447)? "Camina" en verdad este Espritu Santo entre la humanidad como una "persona" que da "testimonio a nuestros espritus y con nuestros espritus de que somos hijos de Dios" [Rom. 8:16] (Ev:447)? El "testimonio" del Espritu Santo, manifiesta el "poder de Dios" que puede mantener "en jaque" al "poder del mal" y hacer esta gran obra como "la tercera persona de la Divinidad" (Ev:448)? (19) 3. La unicidad de la Divinidad.Finalmente, "hay tres personas vivientes en el tro celestial" (a los que tambin se refiere Elena de White como los "tres grandes poderes: el Padre, el Hijo y el Espritu Santo". [Ev:446]), en cuyo "nombre" son bautizados los que reciben a Cristo mediante la fe. Adems, son estos "tres grandes poderes" verdaderamente seres divinos, personales, que colaboran "con los sbditos obedientes del cielo en sus esfuerzos para vivir la nueva vida en Cristo" (Ev:446)? Podemos confesar honestamente que Cristo "era igual a Dios, infinito y omnipotente" (Ev:446)? Nos atrevemos a declarar que Jess el Hijo "es el Hijo de Dios preexistente y existente por si mismo" (Ibd.)? Son esos "poderes" (los "tres poderes supremos del cielo" [Ev:448]), a los que tambin se refiere como "los eternos dignatarios celestiales: Dios, Cristo y el Espritu Santo" (Ev:447), verdaderamente uno su naturaleza divina, poseyendo "toda la plenitud de la Deidad" (Col. 2:9)? Qu dicen las Escrituras? Notas provechosas para el lector.Al final del libro colocamos un glosario de los trminos clave que emplearemos, pues algo de la terminologa que usamos es tcnica. Por eso deseamos hacerlo fcil para el lector, para que sepa rpidamente lo que queremos decir cuando usamos palabras y trminos especializados que suelen acompaar a cualquier discusin de la Divinidad. Hasta donde fue posible tratamos de reducir al mximo la jerga o terminologa tcnica de los eruditos. Adems, el contexto explicar muchos de esos vocablos, y si no fuera as daremos breves explicaciones en las notas al final de cada captulo o al pie de las pginas. Tambin aclaramos que en el ndice de Referencias Bblicas muchos versculos estn agrupados para facilitar la comprensin en contexto y por las afinidades. (21)
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SECCIN 1: Evidencia bblica para la deidad plena de Cristo, la personalidad del Espritu, y la unidad y unicidad de la Divinidad.- (22) CAPTULO 1: LA EVIDENCIA BBLICA MS FUERTE PARA LA TRINIDAD.Una persona que comparti recientemente en la Internet sus luchas sobre la versin trinitaria de la Divinidad se encontr tan turbada por el supuesto origen pagano y papal de la doctrina, que concluy que su aceptacin por parte del adventismo podra ser posiblemente la "omega" de la apostasa mortal predicha por Elena de White. Sin embargo, apel a sus correligionarios adventistas para que abordaran este asunto con la seriedad y sinceridad de los bereanos, que eran ms "nobles"7 o de "sentimientos ms nobles" (NVI), descritos en el libro de Hechos. Ellos "recibieron la palabra con toda solicitud, escudriando cada da las Escrituras para ver si estas cosas eran as" (Hechos 17:11). En el espritu de los "nobles" bereanos, este primer captulo buscar las respuestas ms claras y ms francas de la Escritura a las siguientes preguntas: Hay suficiente evidencia bblica en apoyo de las afirmaciones trinitarias de la inmensa mayora de la tradicin cristiana y del adventismo del sptimo da contemporneo, al menos para que esas afirmaciones merezcan una consideracin seria? O es tan deficiente como para sugerir que esta doctrina es simplemente una vasta muestra de engao que ha llegado directamente del politesmo pagano y que ha sido "bautizada" errneamente por el cristianismo apstata (y, de esa manera, inconscientemente por los adventistas del sptimo da)? Invitamos al lector a seguir cuidadosamente las lneas de evidencia bblica que se presentan en las pginas siguientes y despus (23) a hacerse esta pregunta: Hay evidencia suficiente para que consideremos honestamente las afirmaciones trinitarias de la mayora de los cristianos en general y de los adventistas del sptimo da contemporneos en particular? En otras palabras, lo que estamos intentando hacer es presentar las evidencias bblicas ms obvias y convincentes en favor de la Trinidad. A riesgo de una repeticin innecesaria, deseamos hacer claro al lector que no estamos exigiendo que ninguno engulla todo el paquete en un simple trago. Slo lo exhortamos para que honestamente se haga la pregunta si la evidencia es suficiente para proseguir el tema con ms estudio de la Biblia y con una reflexin piadosa. As que vayamos a la Escritura. Trate de imaginarse que es un candidato al bautismo, que se ha unido a una clase de estudios bblicos del pastor con el fin de prepararse para ser miembro de iglesia. El pastor procede entonces a darle la mejor evidencia bblica en apoyo de la declaracin de la creencia fundamental en la Trinidad que sostiene la iglesia. Recordamos al lector que los asuntos bsicos para ser examinados bblicamente son: (1) la plena y eterna deidad de Cristo, (2) la personalidad y deidad plena del Espritu Santo, y (3) la unidad en naturaleza y carcter de las tres personas de la Divinidad. Dos aclaraciones importantes.7
A menos que se especifique otra cosa, todas las citas bblicas en este captulo son de la versin ReinaValera, revisin de 1960.
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1. Antes que comencemos la interpretacin directa de los datos bblicos el lector debera saber lo que queremos decir cuando decimos cosas como "naturaleza divina" o "plenamente divino en naturaleza". Todos los cristianos que creen en la Biblia, tanto trinitarios como antitrinitarios, parecen estar de acuerdo en que cuando la Biblia describe al Dios Creador (en contraste con dioses falsos o seres creados) tiene los siguientes aspectos divinos distintivos: Por naturaleza, Dios es... (24) (a) personal, pero presente en todas partes en su universo creado (omnipresente Sal. 139:7-12); (b) conoce todo (omnisciente Sal. 139:1-4); (c) todopoderoso (omnipotente Mat. 19:26); (d) desde "el siglo y hasta el siglo" (eterno Sal. 90:2); (e) inalterable en su naturaleza y carcter (inmutable Mal. 3:6); (f) justo y bueno (bondadoso Sal. 145:9; 19:7-9); (g) un ser de amor (amor perfecto, abnegado 1 Juan 4:8). Por tanto, si falta alguna de estas caractersticas divinas, no estamos hablando del gran Dios de la Biblia. 2. Mientras el Antiguo Testamento usa una cantidad de nombres y ttulos para referirse a Dios (tales como "El", "Elohim", "Adonai" y la expresin ms comnmente usada, "Yahweh" parece claro que cuando la Biblia desea hablar acerca del Dios verdadero, cualquiera de esos nombres puede aplicrsele apropiadamente. Sin embargo, como pronto llegar a ser patente, algunas veces el Nuevo Testamento clarifica que ciertos pasajes del Antiguo Testamento tienen ms especficamente en mente al Hijo, al Padre o al Espritu Santo. Por eso, cualesquiera de los nombres que se usan para Dios en el Antiguo Testamento pueden hablar de Dios en su unicidad unitiva (Deut. 6:4) o, ms particularmente, a una persona diferente, ya sea el Padre, el Hijo o el Espritu Santo. Algunos antitrinitarios (los Testigos de Jehov) tratan de restringir el trmino Seor (YHWH, Yahweh o Jehov) slo a Dios el Padre, mientras que otros (sintiendo la fuerza de la evidencia que estamos a punto de presentar) tratan de limitar el trmino Seor slo al Hijo. Sin embargo, la evidencia apoya claramente el hecho de que desde la perspectiva del Nuevo Testamento, el trmino Seor en el Antiguo Testamento puede referirse a cualquiera de los miembros de la Trinidad o a todos los tres en su profunda unicidad. Por ejemplo, Juan 8:58 interpreta claramente al Seor de xodo 3:14 y 15 como siendo Jesucristo. Sin embargo Apocalipsis 4:8 considera (25) al "Seor Dios Todopoderoso" de Isaas 6:3 como el Padre, ,el que era, el que es, y el que ha de venir". De esta manera el Seor (Jehov) puede referirse a ambos: al Padre y al Hijo.8 LA DEIDAD PLENA DE JESS.8
Encontramos otra ilustracin de este punto en los pasajes siguientes: cf. Gnesis 17:1, 35:11 y 48:3 con xodo 6:2, 3 y 3:6, 13, 14. En Gnesis 17:1 el "Seor" (Yahweh) se introduce a s mismo a Abraham como "el Dios Todopoderoso". Despus, en Gnesis 35:11, "Dios" (El) habla a Jacob y se refiere a s mismo tambin como "Dios Omnipotente" (cf. Gn. 48:3). En xodo 6:2 y 3 "Dios" (El) habla a Moiss y se identifica claramente como "Seor" (Yahweh) y "Dios Omnipotente". Los pasajes ms conocidos de stos son xodo 3:6, 13-14, los que Jess aplica claramente a s mismo al reivindicar el ttulo "YO SOY". En otras palabras, el Antiguo Testamento aplica ambos ttulos "Dios" (El) y "Seor" (Yahweh) al Dios de Israel, el Dios que Jess afirma ser en Juan 8:58. Adems, al Dios del Antiguo Testamento, a quien Jess presenta como siendo l mismo, tambin se lo llama el "Dios Omnipotente". Esto demostrar ser interesante ms tarde, cuando consideremos las evidencias trinitarias del libro del Apocalipsis. Aun cuando Apocalipsis nunca aplica directamente el trmino "Omnipotente" a Jess, es muy claro por los textos antes citados que Jess, junto con el Padre, lleva tambin ese ttulo como una parte de su descripcin divina.
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La cuestin clave que confront a la iglesia primitiva fue la siguiente: Podran retener su fuerte concepto de la unicidad de Dios heredada del judasmo) y sin embargo afirmar la deidad eterna de Jesucristo? La Epstola a los Hebreos.Este libro fascinante evidentemente tena en mente a conversos con una fuerte antecedente judo y veterotestamentario. Est saturado con citas del Antiguo Testamento y da por sentado que los .atores tiene una familiaridad ntima con el templo/santuario judo y sus servicios. Su mismsimo captulo 1 incluye tres lneas de evidencia que son bastante llamativas (tiene otras, pero aqu presentaremos slo las ms fuertes) que sugieren poderosamente que el Dios Jehov del Antiguo Testamento incluye en su identidad la persona de Jess de Nazaret. Uno de los temas principales de toda la Epstola es demostrar a partir del Antiguo Testamento la superioridad de Jesucristo sobre ngeles, Moiss y los sacerdotes levticos. Finalmente el autor la superioridad del sacrificio de Cristo, hecho una vez para siempre, comparado con las ofrendas numerosas y repetitivas que se hacan en el santuario terrenal. El captulo 1 trata de los ngeles, quienes son el tema de la primera comparacin. El argumento bsico del autor es que los ngeles son seres grandiosos, "espritus ministradores, enviados para servicio a favor de los que sern herederos de la salvacin" (Heb. 1:14). Sin embargo, los ngeles no pueden compararse con la importancia y dignidad del Hijo de Dios. La conclusin es que Jess es (26) "mejor" que los ngeles. Tracemos cuidadosamente el argumento del escritor. En los versculos 5 y 6 el autor pregunta a sus lectores si algn ngel ha sido establecido como objeto de adoracin. El Padre, el que "introduce al Primognito en el mundo", dijo alguna vez de un ngel: "adrenlo todos los ngeles de Dios"? La respuesta obvia es un resonante "No"! La inferencia clara es que Jess, el Hijo "unignito" y "primognito" del Padre,9 es quien recibe adoracin de los "ngeles de Dios". Qu sugiere esto acerca de Jess? La conclusin ineludible parece ser que el "Hijo' (Jesucristo) es Dios, dado que en el monotesta Antiguo Testamento slo Dios es digno de ser adorado por los seres creados (ver xo. 20:2-4; cf. Apoc. 19:9-10 y 22:8-9). Sin embargo, lo implcito en los versculos 5 y 6 llega a ser completamente explcito en los versculos siguientes. En Hebreos 1:7-8 el escritor contina diciendo que si bien Dios hizo a los ngeles "espritus, y a sus ministros llama de fuego" (v. 7), "del Hijo dice: Tu trono, oh Dios, por el siglo del siglo" (v. 8). Aqu el autor del libro de Hebreos usa indiscutiblemente el Salmo 45:6 para hablar de Jesucristo, el Hijo de Dios. Es en efecto la primera de las siete aplicaciones directas del Nuevo Testamento de la palabra griega para "Dios" (thes) a Jess. Los otros, que se tratarn en captulos sucesivos, aparecen en Juan 1:1, 18; 20:28; Romanos 9:5; Tito 2:13 y 2 Pedro 1:1 (Hatton, pp. 42-43). Tales pensamientos debieron haber llegado como una revelacin pasmosa a los primitivos creyentes judos: que podan dirigirse a Jess como Dios! Sin embargo no aparece ni un fragmento de evidencia en el Nuevo Testamento de que algn converso, ya fuera judo o gentil, objetase alguna vez esta conclusin tan sorprendente. Una vez ms, seamos muy claros en cuanto a lo que sucede aqu. Los escritores del Nuevo Testamento se estn refiriendo a Jess como "Dios" e interpretan el Antiguo Testamento, de principio a fin, aplicando a Jess un salmo dirigido originalmente al
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Exploraremos el significado de las expresiones "unignito", "nico unignito" y "primognito" en un captulo posterior.
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Dios del (27) Antiguo Testamento. Y no se equivoque con respecto a la gramtica de Hebreos 1:8: La expresin "oh Dios" est claramente en el caso gramatical griego de dirigirse directamente a l (se llama caso vocativo). Para poner el asunto en un castellano muy claro: Los autores de la Biblia estn llamando con toda claridad al Hijo de Dios con el ttulo de Dios. Sin embargo, el caso es an ms importante. Volvamos ahora nuestra atencin a los versculos 10 hasta el 12. Observe cuidadosamente que el escritor bblico contina exaltando al Hijo an por encima de la condicin privilegiada de los ngeles. Lo hace as aplicando pasajes del Antiguo Testamento al Hijo que elogian claramente el estatus divino del Hijo. El siguiente pasaje del Antiguo Testamento que se usa para el Hijo est en Salmo 102:2527. La porcin citada comienza con "T, oh Seor, en el principio fundaste la tierra, y los cielos son obra de tus manos" (Heb. 1:10). Qu vamos a hacer del uso del Salmo 102 por parte del escritor bblico? La primera cosa que necesitamos sealar es que en esta instancia el autor est diciendo de nuevo, como ya lo dijo en Hebreos 1:2, que Jess es el Seor Creador que hizo la tierra y los cielos. Esto, por s mismo, es ciertamente un apoyo poderoso para la plena deidad del Hijo, pero la evidencia llega a ser todava ms sorprendente cuando vamos al Salmo 102 y miramos el primer versculo de ese captulo. All descubrimos que el salmo en su totalidad es una oracin dirigida al "Seor" ["Jehov" en nuestra Reina-Valera revisada de 1960; ver aclaracin siguiente]. Piense por un momento acerca de esto. Este Seor no es otro que el Jehov Dios del Antiguo Testamento. Dondequiera que usted vea la palabra "Seor" con mayscula o minscula en traducciones castellanas tales como la Reina-Valera, revisin de 1960; Straubinger; Biblia de Jerusaln; Nueva Versin Internacional y otras, siempre puede saber que es la traduccin de la palabra ms sagrada en el idioma hebreo para Dios, el "tetragrmaton", transliterado del hebreo ya sea como JHVH o YHWH. A ms de esto, los eruditos de la Biblia traducen normalmente la palabra ya sea como "Seor" o `Jehov".10 Ahora bien, qu vamos a hacer con todo esto? (28) Lo asombroso en este contexto es que el autor de la Epstola en Hebreos 1:10-12 est tomando una oracin del Antiguo Testamento dirigida al Seor (Jehov o Yahweh Dios) y no la aplica a ningn otro sino al Jess del Nuevo Testamento! Este asunto parece muy claro: El escritor de esta enorme epstola juda est sugiriendo vehementemente que el Jehov Dios del Antiguo Testamento no es otro que el Jess del Nuevo Testamento. La evidencia bblica tal como se encuentra en Hebreos 1 proporciona una respuesta rpida que los cristianos suelen dar a menudo cuando los abordan los celosos Testigos de Jehov: "Puedo confesar francamente que yo tambin soy un 'Testigo de Jehov', pues testifico del Jess y para el Jess que es 'Seor' Jehov en la mente de los escritores del Nuevo Testamento".
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Los autores del libro Creencias de los Adventistas del Sptimo Da... han dado el siguiente comentario sucinto acerca de YHWH o Yahweh: "Yahweh es 'una transliteracin conjetural' del sagrado nombre de Dios en el Antiguo Testamento (xo. 3:14-15; 6:3). El hebreo original contena las cuatro consonantes: YHWH. Con el tiempo, y por temor a profanar el nombre de Dios, los judos llegaron a rehusar leer ese nombre en voz alta. En vez de ello, dondequiera que aparecan las cuatro consonantes YHWH las sustituan por la palabra Adonai. En los siglos VII u VIII de nuestra era, cuando se les aadieron vocales a las palabras hebreas, los masoretas suplieron las vocales de Adonai agregndolas a las consonantes YHWH. La combinacin produjo la palabra Jehov, la cual se usa en la versin Reina-Valera. Otras traducciones prefieren la palabra Yahvh (Biblia de Jerusaln, etc.) o el trmino "Seor" (vase Siegfried H. Horn, Diccionario bblico adventista del sptimo da, Aldo D. Orrego, ed., ed. rev. en castellano [Florida, Buenos Aires: ACES, 1995]. pp. 609-610)" (p. 33).
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El libro del Apocalipsis.El libro del Apocalipsis tambin ofrece evidencia para la plena deidad de Cristo similar a la que se encuentra en Hebreos 1:8-12. En Apocalipsis 1:12-17 tenemos una visin de Jess como el Sumo Sacerdote glorificado en el Santuario celestial. El lector debera notar particularmente el versculo 17, en el que Jess le dice al profeta temeroso y acobardado: "No temas; yo soy el primero y el ltimo". Una mirada rpida a las referencias y notas marginales o al pie de cualquier buena Biblia de estudio le dir al lector que Juan el Revelador aqu extrae de Isaas 41:4, 44:6 y 48:12. Por ejemplo, Isaas 44:6 declara: "As dice Jehov Rey de Israel, y su Redentor, Jehov de los ejrcitos: Yo soy el primero, y yo soy el postrero, y fuera de m no hay Dios". Qu vamos a hacer con esta terminologa que el revelador refiere como saliendo de la boca de nuestro glorificado Sumo Sacerdote? No es obvio que Juan se siente completamente cmodo cuando nos dice que Cristo, nuestro Sumo Sacerdote no es otro sino el Seor (YHWH, Yahweh o Jehov) del profeta Isaas del Antiguo testamento? No podemos concluir razonablemente entonces que el (29) Seor "primero" y "postrero" de Isaas es el "Seor Jess", el personaje central del Apocalipsis? Adems de eso, es interesante que esta designacin de Cristo como el "primero y el ltimo" se hace eco de un titulo similar que se aplica claramente a Dios el Padre en este mismo captulo inicial del libro. Apocalipsis 1:4 lo describe como "el que es y que era y que ha de venir", y en el versculo 8 lo presenta proclamndose a s mismo como "el Alfa y la Omega [primero y ltimo], principio y fin... el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso". No son semejantes ttulos que se refieren a YHWH en el Antiguo Testamento una fuerte evidencia de que el Hijo es igual al Padre en naturaleza divina cuando se aplican a ambos, al Padre y al Hijo, en el libro del Apocalipsis? Sin embargo, este no es el fin del asunto en cuanto a la expresin "el primero y el ltimo' en el Apocalipsis. En Apocalipsis 22:12-13 encontramos a Juan presentando la siguiente declaracin: "He aqu yo vengo pronto, y mi galardn conmigo, para recompensar a cada uno segn sea su obra. Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin, el primero y el ltimo". De qu persona de la Divinidad se est hablando aqu? Del Padre o del Hijo? Por el contexto no es absolutamente claro, pero parece ms probable que proviene de la boca de Jess. Por favor, observe cuidadosamente que lo que precede inmediatamente a estos versculos es una cita en los versculos 9 al 11 del ngel a quien Juan equivocadamente se "postr para adorar" (v. 8). Esta cita termina e inmediatamente, sin ninguna identificacin clara en cuanto a quin es el que habla, viene la gran declaracin de "el primero y el ltimo' de los versculos 12 y 13. Ciertamente la declaracin, que afirma ttulos que podran aplicarse slo a Jess o al Padre, no podra salir de la boca del ngel, que ha reprendido precisamente a Juan por tratarlo como a "Dios" (el nico que puede ser adorado!). Es totalmente evidente que el que afirma en estos versculos "venir pronto" y ser "el Alfa y la Omega, el principio y el fin, el primero y el ltimo', no es otro sino Jess! (30) A ms de esto, mientras no es claro que los versculos siguientes (14-15) se originan con Jess, el contexto sugiere enfticamente que se originan con Jess, y despus, en el versculo 16, viene un indicio clave en cuanto a la identidad del que habla. Claramente identifica a Jess como el que habla al afirmar que es "Yo Jess". Por otra parte, el versculo 20 hace sumamente claro que el que dice "vengo en breve" no es Dios el Padre, sino el "Seor Jess"! "El que da testimonio de estas cosas dice: Ciertamente vengo en breve". Despus viene el informe de la bendicin de un "Amn" seguido por un llamamiento sincero y devoto: "S, ven, Seor Jess" (v. 20).
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Qu vamos a hacer de este notable uso de los ttulos "Alfa y Omega, principio y fin" que, hasta esta parte del ltimo capitulo en el Apocalipsis, han sido aplicados slo al Padre?11 Sugerimos sencillamente al lector que la terminologa es una evidencia palpable de que cualquier cosa que es comn a la naturaleza divina del Padre, tambin lo posee el Hijo. Adicionalmente deberamos observar que estas expresiones son algunos de los medios ms poderosos que usa la Biblia para expresar la preexistencia eterna de ambos: el Padre y el Hijo. Finalmente debemos sealar que la razn ms probable por la que Jess emplea "Alfa y Omega" y "principio y fin" como ttulos autodescriptivos es que aqu por primera vez en el libro del Apocalipsis describe a ambos, a "Dios y al Cordero", como compartiendo plenamente "el trono". Observe muy cuidadosamente como Apocalipsis 22:1 y 3 designan claramente "el trono de Dios" como el "trono de Dios y del Cordero". Ya no es Cristo el "Cordero" descrito como estando ante el trono de Dios (cf. Apoc. 5:6-7); ahora se sienta en el trono sobre un universo redimido como un soberano completamente igual al Padre. El Evangelio de Juan.Muchos consideran que este Evangelio contiene posiblemente el testimonio ms fuerte en cuanto a la deidad plena y eterna de Cristo (31) en el Nuevo Testamento. Uno de los pasajes que se cita ms a menudo para demostrar la deidad plena de Cristo es Juan 1:1, especialmente la ltima frase en el versculo: "el Verbo era Dios". Me gustara sugerir que el versculo presenta un fuerte apoyo para el Verbo (Jess) como una persona divina. Sin embargo, puesto que una interpretacin fidedigna involucra algunas consideraciones gramaticales ms bien tcnicas, lo trataremos con ms profundidad en el captulo 3. Basta decir que este versculo y su gramtica detallada testifica claramente que Jess, el Verbo, es un ser con plena deidad. Sin embargo, la evidencia ms inequvoca e incontrovertible proviene de Juan 8:58. Juan 8 narra un dilogo serio con los lderes judos en el cual "Jess les dijo: De cierto de cierto os digo: Antes que Abraham fuese, yo soy" (v. 58). Algunos puntos asombrosos saltan a la vista de la declaracin de Jess. Primero, la abrumadora mayora de los estudiantes de la Biblia reconocen que cuando Jess dijo "YO SOY" se estaba refiriendo claramente a xodo 3:14 y aplicndolo a s mismo. En su famoso pasaje del Antiguo Testamento, Moiss le pregunta a Dios qu debe decirle a los hijos de Israel cuando le pregunten por el nombre del Dios que lo enviaba para sacarlos de la servidumbre egipcia (vs. 11-13). Dios le responde claramente a Moiss: "YO SOY EL QUE SOY. Y dijo: As dirs a los hijos de Israel: YO SOY me envi a vosotros". Adems, Dios le dijo a Moiss: "As dirs a los hijos de Israel: Jehov, el Dios de vuestros padres, el Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios de Jacob, me ha enviado a vosotros" (vs. 14-15). La aplicacin que de estos versculos hizo Jess refirindose a s mismo ofrece una evidencia convincente de su plena deidad. Cristo estaba apropindose claramente para s de las mismas expresiones usadas por el Dios de xodo del Antiguo Testamento para identificarse ante los esclavizados hijos de Israel. Adems de eso, no slo se presenta Jess a s mismo como el Dios que se refiere a s mismo como el "YO SOY", sino tambin la deidad que se refiere a s mismo como "el Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios de Jacob", el nico (32) que es "el Dios de vuestros padres" (v. 15). Jess est
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Es verdad que Jess usa estos ttulos en Apocalipsis 1:11 en la versin Reina-Valera, revisin de 1960. Sin embargo, la vasta mayora de las versiones ms recientes no registran a Jess como empleando esos ttulos, ya que la evidencia de los manuscritos para esas palabras es muy escasa en este versculo.
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afirmando de la manera ms obvia no ser ningn otro sino el Dios de xodo, el Seor (YHWH, Jehov) Dios de los grandes patriarcas fundadores de la nacin de Israel. Capt la audiencia de Jess el empuje de lo que estaba afirmando? Ciertamente que s! Entendieron claramente que estaba diciendo que l no era otro sino el Dios del Antiguo Testamento, el Seor de los patriarcas y el del libro de xodo. Y cmo es que sabemos que reconocieron sus pretensiones? El mismo versculo siguiente registra que la gente tom "piedras para arrojrselas" (Juan 8:59). Por qu? Porque era la respuesta juda apropiada a cualquier ser humano que hiciera afirmaciones que ellos consideraban blasfemas! Y qu es blasfemia? Que un ser humano pretenda ser Dios (cf. Juan 5:18). Ahora bien, reconocemos que algunos consideran que el uso que Jess hizo de la frase "YO SOY" en Juan 8:58 slo habla de una preexistencia limitada antes que de una preexistencia eterna. Max Hatton nos ha proporcionado algunos comentarios tiles: "Debe sealarse que si Jess hubiera simplemente querido decir que exista antes de Abraham, podra haber dicho Eg n (Yo era). En vez de eso us el trmino Yo soy en el sentido absoluto. La expresin se usa en otros lugares con un nombre que lo aclara: por ejemplo, Yo soy el buen pastor. Pero aqu Jess dijo abruptamente 'Yo soy', sin ninguna aclaracin ulterior: "xodo 3:14: 'YO SOY EL QUE SOY. As dirs a los hijos de Israel: Yo soy me envi a vosotros' ". "Debera ser evidente que el segundo 'YO SOY' es una forma abreviada del nombre que se da en primera instancia. 'YO SOY EL QUE SOY' en la traduccin griega Septuaginta del Antiguo Testamento se rinde como 'EG EIMI HO N'. Refirindose a Juan 8:58, Archibald Thomas Robertson, el gran erudito del griego del Nuevo Testamento, dice: 'Sin duda alguna, aqu Jess afirma existencia eterna con la frase absoluta que usa para Dios' " (Ibd., pp. 45-46). (33) Para poner el asunto tan cndidamente como sea posible, Jess fue lo que afirm ser en Juan 8:58, o de lo contrario fue una de dos: (1) o un loco, o (2) una de las personas ms blasfemas en la historia de la humanidad! El Evangelio de Juan contiene evidencia adicional para la plena deidad de Jess como uno igual en naturaleza al Padre. Sin embargo, dejaremos eso hasta que lo abordemos en el captulo 3. LA PERSONALIDAD Y DEIDAD DEL ESPRITU SANTO.Sobre este asunto no es tan extenso el testimonio de la Escritura como lo es para la plena deidad de Cristo. Sin embargo, an as la evidencia es muy sugerente (como mnimo), por no decir completamente persuasiva. El apoyo ms sorprendente aparece en Hechos 5. Hechos 5.La primera parte de este capitulo trata acerca del caso trgico de Ananas y su esposa, Safira. Los cristianos primitivos haban hecho un voto a Dios para donar todos los ingresos de la venta de sus propiedades para las necesidades de la naciente iglesia. El relato gira sobre el hecho de que la pareja secretamente "guard parte de los ingresos" para ellos. Cuando fueron a dejar la ofrenda parcial a los pies de los apstoles, murieron. Note cuidadosamente la explicacin que da Pedro para su ejecucin sumaria por el poder de Dios: "Y dijo Pedro: Ananas, por qu llen Satans tu corazn para que mintieses al Espritu Santo, y sustrajeses del precio de la heredad?... Por qu pusiste esto en tu corazn? No has mentido a los hombres, sino a Dios" (vs. 3-4). Reflexionemos un momento en las inferencias de este informe tan franco.
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En primer lugar, Pedro est diciendo que podemos mentirle al Espritu Santo. Es bien evidente que slo se le puede mentir a una (34) "persona" o personalidad. Uno no puede mentirle a una cosa inanimada, sino slo a seres autoconscientes con la habilidad de comunicarse personalmente y relacionarse responsablemente con otras personas. Puedo mentirle a mi computadora (u ordenador) todo el da y no lo afectar un pice en la forma que podra afectar al lector si procediera a contarle un paquete proverbial de mentiras. Slo se le puede mentir a seres personales que se relacionan, capaces de tener una comunicacin significativa, de manera que eso tenga consecuencias morales. En segundo lugar, Pedro no slo le informa a Ananas que ha mentido al "Espritu Santo", sino que luego procede a explicarle que no ha "mentido a los hombres sino a Dios" (v. 4). La obvia inferencia es que el Espritu Santo es Dios! Le pregunto al lector: Hay alguna otra conclusin a la que podamos llegar? Efesios 4:30.Una evidencia similar para la personalidad del Espritu Santo aparece en Efesios 4:30. Pablo amonesta a sus lectores y les dice: "No contristis al Espritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el da de la redencin". Podemos contristar a un "ello" [o ,,eso"; es decir, a algo neutro] o a una "cosa"? Por supuesto que no! Slo podemos contristar a las personas. Aqu contristar significa llevar al punto de profunda pena o chasco. Es una sensacin que slo los seres personales con sentidos, sentimientos y propensiones humanitarias pueden experimentar. Las cosas inanimadas o impersonales no tienen la habilidad de ser "contristadas". LA TRIUNIDAD DEL NICO DIOS.Aqu hacemos frente a uno de los misterios ms profundos acerca de Dios. Aunque tenemos algunas ilustraciones humanas de unidades poderosas que pueden ocurrir entre personalidades distintas (matrimonio, amistades, equipos, etc.), el concepto que sirve de base a la visin trinitaria de Dios es el ms profundo. Cul es la mejor (35) evidencia de que la Divinidad no es simplemente unitaria, sino que consiste en una pluralidad en unidad de personas divinas? Mateo 28:19.Probablemente las claves ms fuertes para tal triunidad divina ocurran en la famosa comisin evanglica que Jess le dio a la iglesia en su frmula bautismal: "Por tanto, id, y haced discpulos a todas las naciones, bautizndolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espritu Santo" (Mat. 28:19). Por favor, observe que declara que los tres miembros de la divinidad tienen un "nombre" (singular, no plural), lo que sugiere fuertemente que son uno en carcter y naturaleza personal. En la Biblia el concepto de "nombre" incluye carcter o naturaleza. Aqu la Escritura sugiere que los Tres Santos son uno en nombre desde que comparten el mismo carcter de divinidad. Este versculo, junto con el de 2 Corintios 13:14, ofrece una visin sorprendente de la vida de la primitiva iglesia apostlica. Los pasajes presentan los saludos apostlicos y la propia frmula de Cristo para el rito de iniciacin (bautismo) en la familia de Dios en formas trinas. Ambos sugieren la unidad de las tres grandes personas, quienes son operativas en la redencin y la vida de la iglesia. Mateo 3:16-17.Otra evidencia interesante de la unidad de la Divinidad surge de la presencia de los tres en el bautismo de Jess. Observe cuidadosamente Mateo 3:16 y 17: "Jess, despus que fue bautizado, subi luego del agua; y he aqu los cielos le fueron abiertos, y vio al
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Espritu de Dios que descenda como paloma, y venia sobre l. Y hubo una voz de los cielos, que deca: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia". Lo verdaderamente notable acerca del incidente es que al comenzar Jess formalmente su ministerio pblico de redencin, todos los tres miembros del Tro celestial estaban presentes. El recin (36) bautizado Jess permanece en la orilla del Jordn, desciende el Espritu sobre l semejante a una paloma, y el Padre habla audiblemente palabras de aprobacin e identidad divinas desde el cielo. La escena describe poderosamente la unidad de propsito que hay en la Divinidad. Adems de eso, patentiza claramente la distincin de cada ser divino. Mateo no presenta al Espritu y al Hijo como simples manifestaciones o personificaciones del Padre, sino como personalidades distintas conjuntamente con el Padre. Con todo, dan toda la apariencia de unicidad en propsito y carcter al concentrarse en la misin redentora del Hijo. EVIDENCIAS DEL ANTIGUO TESTAMENTO.Es esta concepcin de una unidad plural dentro de la Divinidad slo tpica del Nuevo Testamento? Ciertamente no. Lo sorprendente es que el gran pasaje que se recitaba siempre para comenzar los servicios en la sinagoga y que confesaba poderosamente la creencia juda en un Dios verdadero, sugiere fuertemente que el Dios de Israel era un Dios multipersonal y al mismo tiempo profundamente un Dios. Deuteronomio 6:4 y Gnesis 2:24.Mencionado comnmente como la Shem, Deuteronomio 6:4 dice: "Oye, Israel: Jehov nuestro Dios, Jehov uno es". Este famoso pasaje tiene una cantidad de puntos para ensearnos acerca de nuestro tema. Primero que nada, el Dios de Israel no es otro sino el Seor (YHWH). Segundo, Jehov Dios es el Seor que es "uno". Lo llamativo acerca de esta palabra importante traducida como "uno" en castellano es la palabra hebrea original: 'ejad. "Significa 'uno [entre otros]', estando el nfasis sobre uno en particular... La posibilidad de que all estn otros est inherente en 'dad, pero yajid excluye esa posibilidad" (Christensen, p. 69). Otra forma de explicar 'dad es que se refiere a la unidad que resulta de una unidad de numerosas personas. (37) Sin duda Moiss dispona de la palabra hebrea yajid la que podra haber empleado si hubiese deseado describir al Seor Dios de Israel como un ser exclusivamente unitario. En contraste con 'ejad la palabra yajid "significa 'uno' en el sentido de 'solo' o 'nico' " (Ibd.). Para ponerlo en otra forma, se refiere a uno en el sentido unitario, no plural. Sin embargo, Moiss emple el plural 'ejad (uno entre otros en una unicidad acoplada o compartida). Nos ayuda a entender ms completamente el sentido de 'ejad el recordar que la Escritura la emple para describir una de las uniones humanas ms profundas: "Dejar el hombre a su padre y a su madre, y se unir a su mujer, y sern una sola carne" (Gn. 2:24). Aqu la palabra 'ejad describe la unin matrimonial entre dos seres autoconscientes, amantes y relacionales. Gnesis 1:1-3, 26.Nuestra lectura del libro del Gnesis nos lleva a las lneas finales de evidencia para la unidad personal de las personas divinas en la Divinidad. Gnesis 1:26 describe al Dios Creador diciendo: "Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza". El pasaje presenta a Dios hablando de si mismo con referencias en plural. Cuando colocamos esta clase de evidencia al lado de otros dos hechos claves en los
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versculos 1 al 3, tenemos una evidencia fuertemente sugestiva de la naturaleza profundamente unitiva de la Divinidad: (1) Gnesis describe a Dios obrando en conjuncin con "el Espritu de Dios" que se mova sobre "la faz de las aguas", y (2) las declaraciones repetidas del Nuevo Testamento de que el agente activo en la creacin no es otro que Jess, el Hijo de Dios. Aqu la Divinidad crea humanos a "nuestra" imagen: Padre, Espritu e Hijo forman una pluralidad personal creadora y amante. Adems, cuando Dios cre a la humanidad a "nuestra" imagen estableci una pluralidad de dos individuos, distintos el uno del otro, y sin embargo capaces de llegar a ser "uno" (Gn. 2:24). Estos (38) versculos describen enfticamente el hecho histrico de que la pluralidad de unicidad involucra la imagen de Dios. Resumen.As que aqu tenemos algunas de las evidencias ms claras para la plena divinidad de Cristo, la personalidad y deidad del Espritu Santo, y la unin profundamente personal de la Divinidad. Ahora preguntamos: Es esta evidencia lo suficientemente persuasiva como para que el lector d consideracin a una evidencia bblica ms amplia para la demanda trinitaria, de que debemos entender la Divinidad como tres personas que existen en un vnculo profundo de unidad personal? Esperamos que s. Aunque hemos presentado algunas de las evidencias ms claras, hay mucho ms para presentar. Si usted est dispuesto, volvamos ahora nuestra atencin a otras lneas de evidencia de la Biblia. (40) CAPITULO 2: LA DEIDAD PLENA Y ETERNA DE Cristo - PARTE I.Las Epstolas del Nuevo Testamento, el Antiguo Testamento y los Evangelios.Al igual que la mayora de ustedes, en la enseanza media acostumbraba tener temor a la gramtica as como a las clases de idiomas extranjeros. Toda la cosa me pareca muy tcnica y seca. Sin embargo, a medida que la mayora de nosotros maduramos, llegamos a darnos cuenta de la importancia de la gramtica como una herramienta necesaria para una comunicacin clara. Esta parte ms tcnica de la comunicacin escrita tambin es una herramienta importante para emplear cuando somos llamados a interpretar pasajes importantes de la Escritura que se refieren a los asuntos de una comprensin correcta de la Divinidad. 2 Pedro y la Epstola a Tito.En Tito 2:13 tenemos una referencia a Dios muy interesante y bien conocida. Vamos a citar todo el contexto de los versculos 11 al 14: "Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvacin a todos los hombres, ensendonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente, aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestacin de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo, quien se dio a s mismo por nosotros".12 La frase clave que entraa la deidad de Cristo es la "manifestacin (41) gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo". La cuestin fundamental es: La expresin "gran Dios", se refiere a Cristo o a Dios el Padre? Podemos responder nuestra pregunta por medio de una explicacin de la gramtica empleada por el apstol Pablo. En el original griego la expresin "nuestro gran Dios"
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A menos que se especifique otra cosa, todas las citas bblicas en este captulo son de la versin ReinaValera, revisin de 1960.
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tiene un artculo definido y la expresin "Salvador Jesucristo" no lo tiene. Pero el lector puede preguntar: Qu tiene de significativo un artculo definido? La respuesta a esta pregunta demuestra ser muy iluminadora. La gramtica griega tiene una regla bien conocida, formulada por Granville Sharp (en 1798), la cual, en palabras sencillas, declara que cuando una conjuncin como "y" (ka en griego) conecta dos nombres del mismo caso gramatical (ambos estn en el caso genitivo, el caso de pertenencia), y un "artculo" definido [el] precede al primer nombre y no se repite antes del segundo nombre, el ltimo [o segundo nombre] siempre se refiere a la misma persona que est expresada o descrita por el primer nombre" (Metzger, p. 79).13 As pues, la expresin "Salvador Jesucristo" se refiere a "nuestro gran Dios", y la ReinaValera de 1960 la ha traducido correctamente como "nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo". Para decirlo en forma sencilla: el "Salvador Jesucristo" es el "gran Dios". Adems de eso debemos sealar que Tito 2:13 no es la nica vez en la cual un escritor bblico emplea esta clase de gramtica y terminologa. En 2 Pedro 1:1 tenemos una expresin muy parecida: "A los que habis alcanzado, por la justicia de nuestro Dios y Salvador Jesucristo, una fe igualmente preciosa que la nuestra". Bruce Metzger demuestra su tesis concisamente: "Todo lo que ha sido escrito [con referencia a Tito 2:13], incluyendo el juicio de las autoridades gramaticales citadas... se aplica con igual propiedad a la correcta interpretacin de 2 Pedro 1:1. De acuerdo con esto, en este versculo tambin hay una declaracin expresa de la deidad de Jesucristo... 'de nuestro Dios y Salvador Jesucristo' " (Ibd.). (42) Romanos 9:5.No es Tito el nico lugar donde Pablo aplica claramente la palabra "Dios" a Jesucristo. Tambin hace la misma cosa en Romanos. Cuando expresa su gran carga por la salvacin de los judos, sus "hermanos" y "parientes segn la carne" (Rom. 9:3), contina declarando que "Cristo", un judo "segn la carne", "vino" como el "Dios sobre todas las cosas, bendito por los siglos". Podran haber sido ms claras sus palabras? Pablo aqu declara categricamente que Cristo no vino sencillamente como un varn judo, sino como "Dios"! Sin embargo, el gran apstol no puede dejarlo all; se siente obligado a definir a Cristo como "el bendito por los siglos". Aqu est expresado con sencillez un poderoso testimonio no slo de la deidad de Cristo, sino tambin de su naturaleza como un "Dios" eterno y que existi siempre (cf. Isa. 9:6). La Epstola a los Colosenses.No slo la gramtica puede demostrar ser importante al interpretar ciertos pasajes bblicos, sino que tambin puede ser til la aclaracin ulterior del significado de palabras importantes. Como hemos visto en el captulo 1, el significado de palabras
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Metzger contina sealando que las traducciones basadas sobre la regla gramatical de Sharp que aparecen en la KJV, RSV y la NKJV [ver tambin la Reina-Valera del 60; BJ; NVI; Straubinger; C-11 las apoyan "gramticos eminentes del griego del Nuevo Testamento, tales como P. W. Schmiedel, J. A. Moulton, A. T. Robertson y Blass-Debrunner. Todos estos eruditos coinciden en el juicio de que Tito 2:13 se refiere slo a una persona y que por tanto debe traducirse: 'Nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo' " (p. 79). Adems, en tiempos ms recientes el estudio detallado hecho por Daniel B. Wallace ha confirmado enfticamente la validez de la regla de Sharp. l ha resumido en forma conveniente sus hallazgos en su Greek Grammar: Beyond the Basics, pginas 270-287. Wallace presenta un breve bosquejo biogrfico de Sharp, cmo descubri su "regla" y un estudio muy detallado de cmo se revela esa regla en el Nuevo Testamento. La interpretacin trinitaria de Tito 2:13 descansa sobre un fundamento gramatical muy seguro.
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tales como las hebreas yajid, 'ejad (uno) y YHWH (Yahweh, Seor, Jehov) han sido muy decisivas para una interpretacin slida. Lo mismo es verdad con respecto a las palabras griegas. En Colosenses, el significado de la palabra griega traducida como "Deidad" es fundamental si es que queremos obtener una completa comprensin de la deidad de Cristo. En Colosenses 1:19 Pablo se refiere a Cristo como aqul en quien habita "toda plenitud". Inmediatamente surge la pregunta: "toda plenitud" de qu? Encontramos la respuesta explcita en Colosenses 2:9: "Porque en l [se refiere claramente a Cristo] habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad". La palabra traducida "Deidad" es el vocablo griego "thetes", el cual significa "el mismo rostro de Dios, su expresa imagen, el mismo trasunto de su ser". (43) Ahora bien, lo que demuestra ser interesante e instructivo es que Pablo tena otra palabra griega muy similar a su disposicin para expresar la "plenitud" de la divinidad de Jess; podra haber usado "theites". Tambin se refiere a las caractersticas divinas (ver Rom. 1:20, donde Pablo emplea la misma terminologa). Pero a pesar de que estas palabras son parecidas en ortografa y significado, no son lo mismo. El lexicgrafo14 griego antitrinitario Thayer tiene esto que decir acerca de "thetes": "Thetes (Deidad) difiere de theites (divinidad) como la esencia difiere de la cualidad o atributo" (Thayer, p. 288). En otras palabras, en Romanos 1:20 Pablo est sugiriendo claramente que ciertas cualidades, atributos o parafernalias "invisibles" de la deidad (theites) son "vistas claramente, siendo entendidas por las cosas que son hechas". Sin embargo, en Colosenses 2:9 el apstol declara que en la persona de Jesucristo tenemos la misma "esencia" de la naturaleza de la deidad revelada "corporalmente". Lo interesante acerca del contexto de la Epstola a los Colosenses es que los as llamados herejes Colosenses estaban poniendo en tela de juicio la misma esencia de la deidad de Cristo. Esos falsos cristianos estaban tratando de rebajar a Jess al nivel de los ngeles o de ciertas emanaciones impersonales que supuestamente tenan el poder de revelar a la humanidad algn conocimiento secreto o esotrico. La respuesta de Pablo a tales enseanzas herticas fue proclamar a Jess no como algn ser meramente anglico, ni como una emanacin de algn mundo impersonal de espritus, sino como uno en quien "mora toda la plenitud" de la esencia de Dios, o la imagen expresa de Dios. Jess corporalmente lleva la misma naturaleza o el trasunto de un ser divino. Sugerimos humildemente que este uso de palabras, en el contexto de los desafos a los que hizo frente la iglesia de Golosas, es realmente un testimonio poderoso a la plena y eterna deidad de Dios el Hijo. (44) Filipenses 2:2-8.Uno de los rasgos ms interesantes de la Escritura es la forma en que aparecen inesperadamente asuntos profundamente teolgicos en contextos que tratan asuntos altamente prcticos. Filipenses 2 es uno de tales ejemplos. Pablo comienza apelando a los creyentes en Filipos para que sientan "lo mismo, teniendo el mismo amor, unnimes, sintiendo una misma cosa" (Fil. 2:2) y que no hagan "nada por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad estimando cada uno a los dems como superiores a l mismo; no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual tambin por lo de otros" (vs. 3-4).
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Un "lxico" es un diccionario de palabras griegas, latinas o hebreas, y por eso un "lexicgrafo" es un erudito que trata de definir claramente las palabras (en el caso citado, griegas) y sus contrapartes en otro idioma (como el ingls o el castellano).
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Despus Pablo exhorta a sus lectores a tener "este sentir que hubo en Cristo Jess" (v. 5). Es en este punto de completo espritu prctico que el gran pastor procede a establecer una de las expresiones ms profundas de la plena deidad de Cristo que se encuentran en la Sagrada Escritura. Cristo, "el cual, siendo en forma de Dios, no estim el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despoj a si mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres... se humill a s mismo, hacindose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz" (vs. 6-8) Los trminos clave que expresan la deidad de Cristo son: "siendo en forma de Dios" y no estimando "el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse". Qu quiere decir Pablo cuando declara que Cristo vino "en forma de Dios"? La palabra griega morf (forma) denota "todas las caractersticas esenciales y los atributos de Dios... Cualquier forma que esta manifestacin hubiera podido tomar fue poseda por Cristo, quien de esta manera existi como uno con Dios. Esto coloca a Cristo en igualdad con el Padre" (7CBA:160). Millard Erickson comenta sobre el significado de morf que "este trmino en el griego clsico as como en el griego bblico significa, el conjunto de caractersticas que constituyen a una cosa lo que (45) sta es'. Denota la naturaleza genuina de una cosa. La palabra morf contrasta con sjma, que por lo general tambin se traduce forma', pero en el sentido de figura o apariencia superficial ms bien que de sustancia" (Erickson, Christian Theology, p. 350). Ahora, qu podemos decir acerca del significado de la frase "no estim el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse"? Aqu la versin Reina-Valera del 60 interpreta correctamente lo que el griego est tratando de comunicar. Lo que Pablo est diciendo aqu es que uno que era igual al Padre estuvo dispuesto a dejar a un lado "el estatus y el privilegio que era suyo en el cielo" (Grudem, p. 551). Jess no anul su naturaleza divina, pero, al manifestar su renunciamiento y actitud redentora, tampoco consider los privilegios de "ser igual a Dios como cosa a que aferrarse" o "a lo cual aferrarse para su propia ventaja" (Ibd.). Lo llev a tomar "la forma de siervo, hecho semejante a los hombres" para el sufrimiento de la muerte, "y muerte de cruz" (vs. 7-8). En otras palabras, no fue que Cristo rehus aferrarse a la "forma" o esencia de la deidad, sino antes bien tuvo la disposicin a soltar su "asimiento" de su condicin privilegiada. Una vez ms, el comentario de Erickson demuestra ser perspicaz: "Algunos han sostenido... que Jess no posea igualdad con Dios; que, por tanto, el propsito de este versculo es mostrar que Jess no codici ni aspir a la igualdad con Dios. De esta manera, harpagmn ('una cosa a que aferrarse') no debera ser interpretado como 'una cosa a que aferrarse', sino 'una cosa para aprovechar'. Sin embargo, por el contrario, el versculo 7 indica que 'se despoj a s mismo'... Aunque Pablo no especifica de qu cosa se despoj Jess, es claro que este era un paso activo de abnegacin propia, no un declinar pasivo para actuar. De aqu que la igualdad con Dios sea algo que posea con anterioridad. Y uno que es igual a Dios debe ser Dios" (Erickson, Christian Theology, pp. 350-351). Para resumir, lo que este pasaje est diciendo realmente es que Jesucristo fue verdaderamente "igual a Dios" y que por eso no tuvo que aferrarse o agarrarse a su igualdad divina. "Tal "igualdad" le daba un estatus o privilegio divino que era suyo para ponerlo (46) a un lado temporalmente por causa de los propsitos redentores. El punto verdaderamente sorprendente de este pasaje notable es que Cristo no tuvo que asirse o aferrarse a "la igualdad con Dios" debido a un hecho sencillo pero, sin embargo, profundo: l posea intrnsecamente la esencia o sustancia de la naturaleza o "forma" divina.
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Ha observado usted que son los insignificantes oficiales del gobierno los que constantemente sienten la necesidad de adoptar una actitud afectada acerca de sus supuestos poderes y prerrogativas? Las personas que tienen el poder real estn tranquilas en sus privilegios y estatus. Parecen no sentir la necesidad de demostrar sus credenciales de poder. As fue con nuestro Seor Jesucristo: pudo tranquilamente renunciar a su condicin divina porque estaba plenamente consciente de sus credenciales divinas como uno igual al Padre. Hebreos 1:1-3.Antes de interpretar directamente estos versculos puede ser til presentar una explicacin ms extensa de los antecedentes monotestas de los cristianos del siglo I. La razn para hacer esto es que si los escritores apostlicos estaban enseando algo contrario a su querido monotesmo, ciertamente el Nuevo Testamento habra registrado en algn lugar una reaccin contra eso. Protestaron los cristianos primitivos el abandono del monotesmo unipersonal? Antes de responder, aclaremos un poco ms la estructura teolgica de los cristianos primitivos. Los tres grupos principales que componan la mayora de los cristianos primitivos (judos, gentiles "convertidos" al judasmo y "extranjeros" residentes), todos haban sido educados en el judasmo o bien atrados al judasmo debido a su elevado tono moral, sus Escrituras y su adoracin del nico Dios que habl a travs de los profetas del Antiguo Testamento. En otras palabras, una de las mayores atracciones del judasmo era su monotesmo, el cual se (47) destacaba claramente contra el desenfrenado politesmo pagano de aquellos tiempos. Examinemos ms atentamente los dos ltimos grupos de cristianos primitivos. Los "convertidos" (tambin llamados "proslitos") eran gentiles que estaban completamente de acuerdo con el judasmo y haban llegado a ser miembros de la sinagoga juda local a travs del rito de la circuncisin. Sin embargo, los "extranjeros residentes", aunque se sentan fuertemente atrados hacia la religin juda, no haban tenido el valor de recibir la circuncisin de los varones adultos. Ahora bien, si los cristianos primitivos eran judos religiosos, "proslitos" gentiles o "extranjeros residentes", todos estos fervorosos creyentes en Cristo tenan predileccin por el monotesmo judo. Muy naturalmente, si los apstoles estuvieran insistiendo en que aceptaran una nueva clase de politesmo, habran sido combatidos enrgicamente. Con estos comentarios en mente, volvamos a ver algunas consideraciones ulteriores sobre la deidad de Cristo en el libro de Hebreos. Necesitamos recordar que este libro es el libro ms judo y ms saturado con citas del Antiguo Testamento de todas las Epstolas del Nuevo Testamento. Naturalmente, si los apstoles estuvieran enseando algo contrario al monotesmo del Antiguo Testamento, se habra puesto en evidencia aqu. Sin embargo, lo que el autor de la Epstola a los Hebreos procede inmediatamente a hacer es abogar por la plena deidad de Cristo y el hecho de que l fue el agente activo en la creacin. Considere con especial cuidado Hebreos 1:2-3: "[Dios] en estos postreros das nos ha hablado por el Hijo, a quien constituy heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo; el cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder, habiendo efectuado la purificacin de nuestros pecados por medio de s mismo, se sent a la diestra de la Majestad en las alturas". (48) Por favor, note la fuerte afirmacin que declara que Cristo lleva "la imagen misma de su [de Dios] sustancia". Aunque alguno pueda debatir que "la imagen misma" se refiere
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slo al carcter de Dios ms bien que a su naturaleza divina esencial, el contexto sugiere enrgicamente lo contrario. Primero que nada quisiera recordarle al lector que los versculos siguientes en Hebreos 1, ya tratados en el captulo anterior, se dirigen claramente a Jess como Dios en el versculo 8, y que despus, en los versculos 10 al 12, el autor aplica a Jess un salmo del Antiguo Testamento que habla directamente al Seor (Jehov o Yahweh Dios), implicando enfticamente que Jess es el Jehov del Antiguo Testamento. Segundo, la frase en el versculo 2 que declara que Jess era el ser "por quien asimismo [Dios el Padre] hizo el universo", merece una profunda atencin. Lo que el autor de la Epstola a los Hebreos est diciendo aqu es que Jess, el Hijo divino, es el agente activo en la creacin del universo. Es muy parecido a afirmaciones hechas por varios otros escritores del Nuevo Testamento (ver Juan 1:3; Efe. 3:9; Col. 1:16). Tales aserciones proporcionan un fuerte testimonio para la plena deidad de Cristo. Podemos realmente decir que el nico que fue el agente activo en la creacin del universo es alguna especie de deidad derivada? Una pregunta as adquiere una urgencia particular cuando recordamos las grandes afirmaciones de los autores del Antiguo Testamento acerca de que lo que realmente identifica al Dios verdadero es su capacidad para crear. Isaas 40 ensalza al gran "Jehov el Seor" (v. 10) como el "Santo" (v. 25) del pueblo de Dios (Jud). En los versculos 25-26 y 28, el Santo Seor establece un desafo. "A qu, pues, me haris semejante o me compararis?, dice el Santo. Levantad en alto vuestros ojos, y mirad quin cre estas cosas; l saca y cuenta su ejrcito; a todas llama por sus nombres; ninguna faltar; tal es la grandeza de su fuerza, y el poder de su dominio... No has sabido, no has odo, que el Dios eterno es Jehov, el cual cre los confines de la tierra? (49) No desfallece, ni se fatiga con cansancio, y su entendimiento no hay quien lo alcance" (Isa. 40:25-28). Cuando colocamos el testimonio del "Santo", del "Jehov el Seor" del profeta Isaas al lado de Hebreos 1:2 y de los numerosos pasajes del Nuevo Testamento que proclaman a Jess como el agente activo en la creacin del universo, llega a ser bastante difcil decir que l es alguna especie de semideidad. Una vez ms, el testimonio del Nuevo Testamento de que Cristo es el Creador y la afirmacin del Antiguo Testamento de que este Creador no es otro que Jehov el Seor establecen inequvocamente que Jess el Creador no es otro sino el Seor Dios, Jehov el Creador del Antiguo Testamento. Hebreos 7:3.Desde Hebreos 4:14 hasta 8:2 el escritor contina su tema de que Cristo es "mejor". Habiendo mostrado que el ministerio de Cristo es "mejor" que el de los ngeles y el de Moiss, ahora trata de demostrar que el sumo sacerdocio de Cristo es superior al de Aarn y al de los levitas del Antiguo Testamento. Hace esto sugiriendo que el sacerdocio de Cristo es segn el orden de Melquisedec, no el de Lev. Y por qu considera que el sacerdocio de Melquisedec es superior? La respuesta clave est en el captulo 7. Usando mtodos de interpretacin tpicos de los rabinos, el escritor ve a Melquisedec como un tipo de Cristo por una cantidad de razones. Sin embargo, la nica que nos interesa aqu tiene que ver con el hecho de que la Escritura no slo llama a este antiguo rey "Rey de justicia, y tambin Rey de Salero, esto es, Rey de paz" Heb. 7:2), sino que ese Melquisedec fue "sin padre, sin madre, sin genealoga; que ni tiene principio de das, ni fin de vida" (v. 3). En otras palabras, como en la narracin que de este rey hace Gnesis no hay referencia a padre, madre, genealoga humana, o teniendo un principio y un fin de vida, por tanto
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Melquisedec llega a ser un maravilloso tipo de Cristo, "sacerdote para siempre, segn el orden de Melquisedec" (v. 17). Pero, en qu sentido particular? (50) La respuesta est clara en el versculo 3: Melquisedec fue "hecho semejante al Hijo de Dios", quien "permanece sacerdote para siempre". Y por qu Cristo puede oficiar para siempre? Porque nuestro Seor Jess y Sumo Sacerdote (al igual que su tipo Melquisedec), "ni tiene principio de das ni fin de vida". Hebreos 7:3 indica que Jess preexisti eternamente sin tener "principio de das" para recordar ni "fin de vida" para anticipar. Las caractersticas de preexistencia eterna del pasado y una vida interminable en el futuro pueden residir slo en una persona completamente divina. No encontramos ni una insinuacin en el libro de Hebreos o en el resto del Nuevo Testamento de que los primitivos cristianos monotestas se encontraron incmodos con estos testimonios poderosos de la plena deidad de Cristo. Por el contrario, el testimonio de Juan, Pablo y Pedro es tan directo que parece que de ninguna manera hay conflicto, excepto la controversia de los judos inconversos adversarios de Jess. Indudablemente si hubiera habido una reaccin monotesta a las declaraciones que los apstoles hicieron de la plena deidad de Cristo, la veramos reflejada en algn lugar de los documentos del Nuevo Testamento. Piense acerca de los grandes debates que han estallado sobre el asunto de la circuncisin que encontramos tan fuertemente reflejados en Hechos y en las Epstolas paulinas del Nuevo Testamento. No descubrimos nada de una naturaleza semejante con respecto a las declaraciones apostlicas de la deidad de Jess.
Cualidades comunes que poseen tanto el Padre como el Hijo.Innumerables escritores han notado que la Escritura atribuye a Cristo numerosas cualidades, actividades y actitudes que la Biblia tambin hace partcipe a Dios el Padreo las aplica a l.15 En primer lugar, Pablo habla de cualidades aplicadas a Cristo que el Antiguo Testamento las aplic especficamente a Dios: santificador (51) (xo. 31:13 y 1 Cor. 1:30), paz justicia (Jer. 23:6 y 1 Cor. 1:30) En segundo lugar, en sus escritos "aparece una cantidad de declaraciones intercambiables, en un lugar atribuidas a Dios y en otro a Cristo" (Johnson y Webber, p. 123). Observe cuidadosamente b siguiente: (1) el evangelio de Dios en Romanos 1:1 y el evangelio de Cristo en Romanos 15:19; (2) el poder de Dios en Romanos 1:16 y el poder de Cristo en 2 Corintios 12:9; (3) la paz de Dios en Filipenses 4:7 y la paz de Cristo en Colosenses 3:15 (NVI; Straubinger; BJ; NBE; Torres Amat; C-1); (4) de la iglesia de Dios en Glatas 1:13 se habla como de las iglesias de Cristo en Romanos 16:16; (5) del "Espritu de Dios" en 1 Corintios 2:11 y Romanos 8:9 tambin se refiere como el "Espritu de Cristo" en Romanos 8:9; (6) el "reino de Dios" en Romanos 14:17 se llama "el reino de su amado Hijo' en Colosenses 1:13. En tercer lugar, Pablo describe a Dios y a Cristo llevando a cabo una cantidad de obras o actividades comunes en la iglesia y en el mundo: (1) la gracia de Dios en Glatas 1:15 y la gracia de Cristo en 1 Tesalonicenses 5:28; (2) Dios nos salva en Tito 3:4 y 5, y Cristo nos salva en 1 Tesalonicenses 5:9; (3) perdn de Dios en Colosenses 2:13 y perdn de Cristo en Colosenses 3:13, o perdn que viene de Dios por causa de Cristo en Efesios 4:32; y (4) revelacin que se deriva de Dios el Padre en Glatas 1:16 y de Jesucristo en Glatas 1:12.
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Los puntos siguientes los extraje del libro de Alan E Johnson y Robert E. Webber, What Chrishans Believe: A Biblical and Historial Summary, pginas 123 y 124; y de la obra de Max Hatton, Understanding the Trinity, pgina 38.
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En cuarto lugar, la actitud de Pablo tanto hacia Dios como hacia Cristo es una y la misma: (1) gloriarse en Dios en Romanos 2:17 y gloriarse en Cristo en Filipenses 1:26; (2) "fe en Dios" en 1 Tesalonicenses 1:8-9, y "fe en Jesucristo" en Glatas 3:22. Qu vamos a hacer con tantas cualidades, adscripciones y actividades comunes compartidas por ambos, por Dios y por Cristo? No es esto una fuerte evidencia "de que aunque Pablo saba que Dios y Cristo eran distintos, sin embargo en su mente eran igual y eran uno" (Ibd.)? Vamos a volver nuestra atencin ahora de las Epstolas del Nuevo (52) Testamento a las profecas del Antiguo Testamento y cmo las vieron cumplidas los escritores de los Evangelios. Isaas 43:10-11.Aqu tenemos el gran texto estandarte de la mayora de los bien conocidos antitrinitarios de nuestro tiempo: los enrgicos arrianos Testigos de Jehov. Este pasaje es para ellos lo que Apocalipsis 14:612 es para los adventistas del sptimo da. Sin embargo, lo que es irnico acerca de l es que este texto de Isaas es una de las refutaciones ms fuertes a sus intentos de hacer del Cristo de la Escritura alguna especie de semidios creado o derivado. Es la porcin ms convincente de la evidencia del Antiguo Testamento que podemos citar para la plena deidad de Cristo. "Vosotros sois mis testigos, dice Jehov, y mi siervo que yo escog, para que me conozcis y creis, y entendis que yo mismo soy; antes de mi no fue formado dios, ni lo ser despus de m. Yo, yo Jehov, y fuera de m no hay quien salve" (Isa. 43:10-11). Obviamente, aqu Isaas cita las palabras del Seor (YHWH, Jehov) que dice claramente al pueblo de Dios que ellos son sus "testigos". Y quin es el Seor? Es el Eterno Dios-Creador, y declara que antes de l (en tiempo) "no fue formado dios [Dios, con maysculas, en Reina-Valera de 1909], ni lo ser despus de m" (v. 10). En otras palabras, el Jehov Dios del Antiguo Testamento nos dice claramente que nunca hubo ningn Dios "formado" ni antes ni despus que l. Piense acerca de esto por un momento. Si los arrianos consideran que Jess es alguna especie de cosa creada o derivada de Dios, entonces, cmo puede ser verdad este pasaje? Aqu los unitarianos y los arrianos, que quieren sugerir que Jess fue alguna especie de semidios dado a luz por el Padre en algn tiempo durante las largas eras del distante pasado, contradicen directamente el testimonio ms claro de Jehov Dios. La nica explicacin sensata para el significado de este texto, si (53) vamos a tomar con seriedad el claro testimonio de los escritores del Nuevo Testamento de que Jess es Dios, es concluir que quienquiera sea el Seor, YHWH, o Jehov que habla en Isaas 43:10 y 11, su identidad debe incluir la del Jess del Nuevo Testamento que aleg ser en algn sentido el Jehov del Antiguo Testamento. Adems de eso, el caso llega a ser an ms convincente cuando el Seor contina diciendo que "fuera de m no hay ningn otro salvador" (v. 11, NVI; BJ; NBE; C-1). Cuando los escritores del Nuevo Testamento declaran que Jess es el Mesas, el que "salvar a su pueblo de sus pecados" (Mat. 1:21), debe significar que el Mesas Jess del Nuevo Testamento es el Seor Jehov del profeta Isaas del Antiguo Testamento. Ahora bien, algunos arrianos podran replicar a esta interpretacin reconociendo que el Seor que est hablando aqu es en verdad el Jess pre-encarnado. Y luego interpretarn el pasaje como enseando que Jess fue "formado" o creado por el Padre y que nunca hubo otro "dios" antes o despus del Padre. El problema con esta interpretacin es que el Seor no est describiendo aqu sus orgenes tanto como contrastando su persona con la de los numerosos falsos dioses, los dolos que tantos israelitas del tiempo de Isaas
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estaban adorando. Claramente, el asunto en este captulo es distinguir al Dios de Israel, eterno y existente por s mismo, de los dioses falsos de las naciones. Isaas 7:14 y Mateo 1:23.Mateo aplica claramente esta profeca de Isaas a Cristo: "He aqu, una virgen concebir y dar a luz un hijo, y llamars su nombre Emanuel, que traducido es: Dios con nosotros" (Mat. 1:23). El escritor evanglico declara directamente que el nacimiento de Cristo a Mara y Jos "aconteci para que se cumpliese lo dicho por el Seor por medio del profeta" (v. 22). Mateo no slo cita Isaas 7:14, sino que se toma la libertad de interpretar el pasaje al traducir el ttulo "Emanuel" como "Dios con nosotros" (v. 23). Este autor del (54) Nuevo Testamento se siente completamente cmodo con decir de una manera sencilla que el nombre que Isaas le da a Jess es el de "Dios", el Dios que lleg a ser el Hijo de Dios encarnado. Isaas 9:6.La bien conocida y amada profeca del venidero Mesas de Israel ha conmovido los corazones tanto de judos como de cristianos durante ms de 2.700 aos. Las palabras de este texto nos proporcionan uno de los pasajes mejor conocidos del gran oratorio de Haendel: El Mesas. Tan profunda es la asociacin de estas palabras inspiradas de Isaas con el oratorio El Mesas, que cada vez que los cristianos leen este pasaje estallan espontneamente en expresin musical: "Porque un nio nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamar su nombre Admirable, Consejero, Dios fuerte, Padre eterno, Prncipe de paz". Es muy posible que el lector ya haya comenzado silenciosamente a cantar esas memorables palabras que han alegrado las celebraciones navideas por ms de 250 aos. Lo verdaderamente sorprendente acerca de este conmovedor pasaje es que se refiere a Jess como "Dios fuerte, Padre eterno". Es una declaracin proftica fuerte afirmar que Jess tiene y continuar teniendo una existencia "eterna". Tambin es interesante que, profticamente, podamos referirnos a Jess como "Padre". Evidentemente Isaas no est tratando de decirnos que Jess y el Padre de Jesucristo son una y la misma persona. Lo que el gran profeta ms probablemente est tratando de transmitir es que, aparte de ser un Dios "fuerte" y "eterno", Cristo es nuestro Padre tanto en la creacin como en la redencin. El mismo pasaje bsico aparece en las profecas de Miqueas acerca del Mesas. Miqueas 5:2.Mateo 2:6 ve esta gran profeca como encontrando su cumplimiento en el nacimiento de Cristo. Indica claramente con toda precisin (55) el lugar geogrfico del nacimiento de nuestro Seor y proporciona evidencia explcita para su preexistencia eterna. Observe con cuidado la plena resonancia de esta prediccin inspirada del venidero "Seor" de Israel: "Pero t, Beln Efrata, pequea para estar entre las familias de Jud, de ti me saldr el que ser Seor en Israel; y sus salidas son desde el principio, desde los das de la eternidad". Es la ltima y sublime descripcin la que habla tan enrgicamente de la preexistencia eterna del Beb de Beln, "cuyas salidas son desde el principio, desde los das de la eternidad". Podra haber sido ms claro el escritor proftico en cuanto a que las "salidas" de Cristo son desde tiempo inmemorial? Resumen.-
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La Biblia presenta repetidamente a Cristo en su deidad como nuestro "gran Dios y Salvador" (Tito 2:13), el Creador increado (Heb. 1:1-3) y el que Pablo declar como aquel en quien "habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad ['Divinidad', BJ; o la esencia de la naturaleza divina]" (Col. 2:9). Adems de eso, Jehov, o el Seor Dios del Antiguo Testamento declara l mismo ser el nico antes de quien y despus de quien no fue formado Dios. Por eso el Jess del Nuevo Testamento, anunciado como "Dios con nosotros" (Mat. 1:13), debe ser el Jehov (Seor, Yahweh) del Antiguo Testamento. Si hubiera sido formado o "creado" como un dios menor, cmo podra el Seor en Isaas 43:10 estar hablando verazmente cuando dice que ningn Dios fue formado ni antes ni despus de l? Finalmente, de qu ser humano, excepto del Cristo encarnado, podra declararse verdaderamente que "siendo en forma de Dios, no estim el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse" (Fil. 2:6)? Qu piensa usted? Es el argumento bblico lo suficientemente slido como para que podamos decir con humilde confianza que Jess es exactamente tan plenamente divino como lo es Dios el Padre? Podemos realmente acusar a los trinitarios de no ser bblicos (56) en absoluto en sus afirmaciones acerca de la plena y eterna deidad de Jess? Sugiere el peso de la evidencia que Jess fue ms que un simple ser humano o alguna especie de semidios, creado o derivado? Si usted an necesita ms pruebas, de nuevo apelamos a que nos siga acompaando. An tenemos ms testimonios de la Palabra de Dios. En el captulo siguiente volveremos nuestra atencin al testimonio del escritor que, probablemente ms que ningn otro, testifica que la naturaleza divina de Cristo es igual" a la de Dios el Padre. Por supuesto, nos referimos a Juan el Amado y su sublime Evangelio. CAPTULO 3: LA DEIDAD PLENA Y ETERNA DE CRISTO - PARTE II.El Evangelio de Juan.En cualquier proceso ante los tribunales, la evidencia principal para un veredicto justo se centra normalmente alrededor del testimonio de los testigos "clave", especialmente el de la persona a la que se refieren como el testigo "principal". Como ya se present en los capitules 1 y 2, tenemos muchos testigos bblicos importantes en cuanto a la plena y eterna deidad de Cristo. Sin embargo, si nosotros tuviramos que seleccionar el testigo principal para la deidad de Cristo, nuestro voto tendra que ir al testimonio del discpulo "amado": Juan. En su Evangelio y en el libro del Apocalipsis tenemos el testimonio ms preciso para la naturaleza divina de Cristo. Por eso este captulo y el captulo 5, que versar sobre el libro del Apocalipsis, tratarn de presentar el testimonio de Juan en cuanto a la naturaleza de Cristo, en especial lo que registra concerniente al propio entendimiento de Cristo acerca de s mismo, y a sus afirmaciones acerca de su relacin con el Padre eterno. Las declaraciones "Yo soy" de Jess.En el captulo 1 examinamos el dicho "Yo soy" ms sorprendente (58) de Jess: "Antes que Abraham fuese, YO SOY" (Juan 8:58; el nfasis es nuestro).16 Por favor, recuerde que lo que Jess estaba afirmando de modo inconfundible es que su preexistencia es la del "Seor" del xodo. Jess se est identificando claramente como el gran Dios "YO SOY" del Antiguo Testamento (xo. 3:14), quien orden a Moiss decir al pueblo de
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A menos que se especifique otra cosa, todas las citas bblicas en este captulo son de la versin ReinaValera, revisin de 1960.
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Israel que nadie sino el eterno "Seor Dios" de los padres de Israel, "el Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios de Jacob" (v. 15; ver tambin el v. 16), lo estaba enviando a ellos. Jess no slo afirma "preexistencia" antes de Abraham, sino tambin que es el eternamente existente "Seor Dios" de Israel. Para decirlo de forma terminante: fue una afirmacin osada de que era Dios. Entendieron sus oyentes claramente lo que estaba pretendiendo? Es muy manifiesto que lo entendieron, ya que Juan informa que ellos inmediatamente cortaron la conversacin y "tomaron entonces piedras para arrojrselas" (Juan 8:59); la medida apropiada para castigar a los blasfemos. Sin embargo, lo interesante es que no es la nica ocasin en el Evangelio de Juan que informa que Jess hizo declaraciones "Yo soy". En realidad, es ms bien notable que Juan registra otras declaraciones que usan la terminologa "Yo soy" para describir a Jess. A medida que rastreamos estos dichos "Yo soy", llega a ser evidente que reflejan metforas o smbolos diferentes que ilustran diversos aspectos de la obra salvadora de Jess como el gran divino "YO SOY". La 1 declaracin aparece en Juan 6:35 (cf. v. 48): "Yo soy el pan de vida". Lo que es verdaderamente sobresaliente acerca de esta afirmacin es que Jess contina diciendo que "si alguno comiere de este pan, vivir para siempre" (v. 51), o "tiene vida eterna" (v. 54). Obviamente, est declarando que puede impartir "vida eterna" a todos los que confan en l. La capacidad para dar "vida eterna" reside nicamente en la Deidad (1 Tim. 6:16). De esa forma, la afirmacin de Jess de ser el "Yo soy" del pan de vida eterna sugiere firmemente su propia comprensin de si mismo como (59) una persona divina. La 2 afirmacin aparece en Juan 8:12: "Yo soy la luz del mundo". Se hace eco y elabora el testimonio de Juan el Bautista (registrado antes en Juan 1:6-9) de que Jess es la "luz verdadera que ilumina a todo hombre que viene a este mundo" (v. 9, BJ). Ms tarde, en 1 Juan 1:5, el discpulo comenta que "este es el mensaje que hemos odo de l, y os anunciamos: Dios es luz y no hay ningunas tinieblas en l". Cuando uno mira cuidadosamente el contexto de 1 Juan 1:5 no es claro si el pronombre "l" seala al Padre o a su Hijo. Sin embargo, lo que es claro es que cuando Juan usa la metfora de la "luz" se refiere a "Dios". Los escritos del discpulo implican firmemente que la afirmacin de Jess de ser "la luz del mundo" se refiere al ser o a la naturaleza divina. La 3 vez est en Juan 10:7: "Yo soy la puerta de las ovejas" (ver tambin el v. 9). El contexto indica que es una manera ms para que Jess declare que la nica forma en que las "ovejas" "tengan vida, y para que la tengan en abundancia" (v. 10), es a travs de s mismo. Una vez ms esta vida abundante se refiere fundamentalmente a la vida eterna que mora o permanece de una manera natural slo en Dios. ntimamente relacionado con la metfora de la "puerta de las ovejas" est el cuarto "Yo soy": "Yo soy el buen pastor" (v. 11). Evidentemente la metfora tambin se refiere a la "vida" eterna que es el don nico de Dios. Note que Jess habla del don de "vida" como su mismsima prerrogativa: "Por eso me ama el Padre, porque yo pongo mi vida, para volverla a tomar. Nadie me la quita, sino que yo de m mismo la pongo... Tengo poder para volverla a tomar" (vs. 17, 18). Es ir demasiado lejos si sugerimos que aqu Jess alude al Salmo 23: "El Seor es mi pastor"? Podra ser que Jess est afirmando no ser ningn otro que el Seor Jehov dador de la vida del rey David del Antiguo Testamento? Todo lo que hemos dicho hasta aqu acerca de Jess como la fuente de vida eterna se resume en la 5, 6 y 7 declaraciones "Yo soy" de Jess: "Yo soy la resurreccin y la vida" (Juan 11:25); "Yo (60) soy el camino, y la verdad, y la vida" (Juan 14:6); y "Yo soy la vid verdadera" (Juan 15:1).
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Muy ciertamente, el sptuplo uso repetitivo de las declaraciones "Yo soy" en el Evangelio de Juan aumentan y subrayan las afirmaciones pasmosas de Jess de ser una persona de la Divinidad del Antiguo Testamento, el Cristo que ahora vena como el Salvador impartidos de vida del Nuevo Pacto. Juan 1:18.En este versculo encontramos una de las evidencias ms pasadas por alto para la deidad de Cristo en los escritos de Juan. Muchos comentadores reconocen que este es el clmax del prlogo, la seccin preliminar del cuarto Evangelio. La razn por la cual a menudo se pasa por alto resulta del hecho que, conjuntamente con la versin del Rey Jaime en ingls y la Reina-Valera en castellano, y muchas otras versiones tempranas de la Biblia, el versculo reza como sigue: "A Dios nadie lo vio jams; el unignito Hijo, que est en el seno del Padre, l lo ha dado a conocer" (Reina-Valera del 60). Sin embargo, la expresin "el unignito Hijo" est reemplazado en la mayora de las versiones contemporneas inglesas y castellanas ya sea como "el Hijo unignito que es Dios" (NVI), o "el Dios, Hijo nico" (Straubinger), o "El Dios Hijo Unignito" (C-I), o "el Hijo nico que es Dios" (NBE).17 La razn para este testimonio tan sorprendente de la deidad de Cristo es que los manuscritos griegos ms confiables y ms antiguos del Nuevo Testamento tienen la lectura monogens thes ("unignito Dios", o "nico y solo Dios", o "nico Dios") en lugar de monogens huis ("nico unignito Hijo", o "uno y nico Hijo", o "nico Hijo"). Aunque las anteriores traducciones de monogens thes son perfectamente aceptables, con toda posibilidad la traduccin sugerida por Len Morris, un bien conocido creyente en la Biblia y erudito del Nuevo Testamento, refleja mejor el sentido que Juan est tratando de comunicar. "Es posible que debamos interrumpir con una (61) coma despus de "unignito", dndonos as tres ttulos de Cristo: 'el nico-unignito, Dios, que est en el seno del Padre"' (Morris, pp. 113-114). Si el testimonio de los manuscritos griegos ms confiables apoya el trmino thes ("Dios') ms bien que huis ("Hijo"), lo que tenemos aqu es una de las pocas aplicaciones directas e indisputables del trmino "Dios" a Jess en el Nuevo Testamento (tales como Juan 1:1; Fil. 2:6, y Heb. 1:8). Juan 5.Este captulo notable relata la curacin del paraltico en el estanque de Betesda en un da de sbado. El incidente incit mucho la oposicin de los lderes judos contra Jess. El versculo 16 narra que ese sanamiento en sbado fue la razn por la cual "los judos perseguan a Jess, y procuraban matarlo". En su respuesta, Jess hizo una afirmacin muy importante: "Mi Padre hasta ahora trabaja, y yo trabajo" (v. 17). Muchos comentadores han considerado con especial cuidado su significado. Sin embargo, parece que el versculo siguiente da claramente su significado: "Por esto los judos an ms procuraban matarlo, porque no slo quebrantaba el da de reposo, sino que tambin deca que Dios era su propio Padre, hacindose igual a Dios" (v. 18; el nfasis en nuestro). Evidentemente los lderes judos entendieron lo que Jess quera apuntar: inequvocamente estaba rechazando sus conceptos falsos de quebrantamiento del sbado, y el escritor del Evangelio lo narra en trminos que no son inciertos. Se estaba "haciendo igual a Dios". Y puesto que rechazaron la pretensin de Cristo, no es
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Aun la New King James Version tiene una nota al pie de la pgina que reza: "nico unignito Dios", tomada del texto griego de Nestle-Aland.
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maravilla que trataran de matarlo. A su juicio, su pretensin era blasfemia, y el nico remedio apropiado era la ejecucin por apedreamiento. Sin embargo, Jess no dio marcha atrs. Adems explic su pretensin a la "igualdad" al afirmar: "Porque como el Padre levanta (62) a los muertos, y les da vida, as tambin el Hijo a los que quiere da vida. Porque el Padre a nadie juzga, sino que todo el juicio dio al Hijo, para que todos honren al Hijo como honran al Padre" (vs. 21-23). Aqu Jess sostiene su pretensin a la igualdad con el Padre al declarar que l tiene vida inherente en si mismo y que merece el mismo honor que el Padre, ya que "todo el juicio" le ha sido entregado. La ltima frase, "para que todos honren al Hijo como honran al Padre", es una evidencia poderosa de la igualdad del Padre y el Hijo. Cmo podra Jess haber sido ms explcito en su afirmacin de que l sera honrado en una manera caracterizada por la expresin "como", o exactamente de la misma manera que, el Padre? No es sorprendente que los judos "ms procuraban matarlo"! Juan 10.Los lderes religiosos no slo acusaron a Jess de blasfemia en Juan 5 y 8, sino que elevaron los mismos cargos cuando Jess hizo asertos similares en el capitulo 10. En Juan 10:27-30 Jess contina explicando su pretensin a ser el "buen pastor" (v. 11): "Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, y yo les doy vida eterna; y no perecern jams... nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre. Yo y el Padre uno somos" (vs. 27-30). Es muy evidente que la ltima clusula provoc a los judos no slo a acusarlo de blasfemia, sino en realidad a "tomar piedras para apedrearlo" (v. 31). Cuando Jess les pregunt: "Muchas buenas obras os he mostrado de mi Padre; por cul de ellas me apedreis?" (v. 32), los lderes religiosos respondieron: "Por buena obra no te apedreamos, sino por la blasfemia; porque t, siendo hombre, te haces Dios" (v. 33). Los judos entendieron indudablemente lo que Jess estaba afirmando, y l no hizo nada para corregirlos. Sin embargo Jess no se confes culpable de la acusacin de blasfemia. En realidad, en los versculos siguientes defiende indiscutiblemente su aserto de (63) ser "Hijo de Dios" (v. 36), y de que "el Padre est en m, y yo en el Padre" (v. 38). Ambas expresiones ofrecen descripciones ulteriores de su relacin con el Padre que apoyan su aserto declarado explcitamente, y percibido por los judos de que l "y el Padre uno somos" (v. 30). Captaron sus adversarios lo que quiso decir Jess? Sin ningn lugar a dudas es evidente que aunque no aceptaron el testimonio de Cristo, entendieron totalmente lo que el Maestro estaba diciendo. Juan sigue relatando que "procuraron otra vez prenderlo" (v. 39). La confesin de Toms: Juan 20:28.Juan no slo presenta evidencias para la divinidad de Jess a travs de sus relatos de las confrontaciones que tuvo Jess con sus adversarios, sino que tambin expone las razones relatando la forma en que sus discpulos llegaron a considerarlo. Probablemente el testimonio ms notable en cuanto a la deidad de Cristo de parte de los Doce proviene de una fuente muy inverosmil pero convincente: Toms el "incrdulo". De hecho, el asombroso cambio de posicin de Toms constituye lo que equivale a un fuerte y final testimonio al divino seoro de Jess en el Evangelio de Juan. El escenario es una reunin de los discpulos una semana despus de la resurreccin de Jess. En la noche de la resurreccin Jess se haba aparecido a sus discpulos, pero Toms no haba estado presente. Cuando le contaron de la aparicin de Jess, el reacio
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creyente haba declarado osadamente que "si no viere en sus manos la seal de los clavos, y metiere mi dedo en el lugar de los clavos, y metiere mi mano en su costado, no creer" (Juan 20:25). En la reunin decisiva que ocurri siete das despus de la resurreccin, Toms estaba presente y Jess se dirigi directamente a su reacio seguidor y a su escepticismo angustiosamente confuso: "Pon aqu tu dedo, y mira mis manos; y acerca tu mano, y mtela en mi costado; y no seas incrdulo, sino creyente" (v. 27). Toms (64) respondi dicindole en forma terminante a Jess que era "Seor mo, y Dios mo!" (v. 28). Su proclamacin de fe fue suficientemente notable en s misma y por s misma; sin embargo, lo ms sorprendente es que Jess no hizo en absoluto ningn esfuerzo para corregir el testimonio espontneo del ahora creyente jubiloso: que el Salvador era "Seor" y "Dios" de Toms. En realidad, Jess prosigui el episodio con "muchas otras seales en presencia de sus discpulos" (v. 30). Dio las seales no slo para capacitar a los discpulos, sino tambin para todos los que haban sido atrados a l para que "crean que Jess es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que al creer en su nombre tengan vida" (v. 31, NVI). Juan 1:1.Parece un poco extrao dejar el tratamiento del primer versculo de Juan para el final. Sin embargo, nosotros sentimos que podamos enfocar mejor la complejidad de traducirlo e interpretarlo correctamente despus de haber establecido claramente un entendimiento general de la deidad de Cristo revelada a lo largo del Evangelio. Aunque nos referimos brevemente a la interpretacin de este versculo en el primer captulo del libro, ahora hemos logrado el marco para un tratamiento ms a fondo. Algunas observaciones preliminares.En una fraseologa que seguramente se hace eco de Gnesis 1:1 ("En el principio... Dios"), Juan introduce su Evangelio declarando: "En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios" (Juan 1:1). Antes de intentar interpretar la redaccin y la gramtica de la frase clave, "el Verbo era Dios", deberamos considerar las siguientes observaciones contextuales y teolgicas. Ante todo, podra ser beneficioso establecer a lo que no se refiere la expresin "el Verbo era Dios". En este contexto, indudablemente el "Verbo" no tiene en mente a Dios el Padre. La razn es simplemente esta: la (65) primera parte del versculo dice que "el Verbo era con Dios" en el "principio". De esa manera, la persona llamada "Dios" con quien estaba el "Verbo" en el "principio" ciertamente debe ser Dios el Padre. Por tanto, sera altamente improbable que Dios el Padre sea el Dios al que se refiere la ltima frase de Juan 1:1. Adems de eso, si el "Verbo' se refiere a la persona del Padre, entonces caemos en la trampa de la antigua hereja cristiana del modalismo (tambin denominado sabelianismo).18 En segundo lugar, tambin es claro a qu se refiere la palabra "Dios" en la ltima frase del versculo. Los comentadores estn de acuerdo casi unnimemente en que habla de alguna especie de naturaleza divina en la persona de Jess. Incluso los Testigos de Jehov reconocen alguna versin de la deidad de Cristo cuando arguyen que el Padre es el "Todopoderoso", mientras que Jess es slo el "Poderoso"
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Esta hereja ensea que hay slo un Dios que se manifiesta sucesivamente como Padre, luego como Hijo y despus como Espritu. En tiempos ms recientes, los Pentecostales Unidos, conocidos popularmente como el pueblo de "Jess solo" (puesto que creen que Jess es el nico Dios verdadero que se manifest a s mismo como Padre y como Espritu), han enseado este concepto. El modalismo niega completamente la Trinidad de las tres personas coeternas en una profunda unicidad personal de naturaleza, carcter y propsito.
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Dios. Sin embargo, no sostienen la deidad plena de Cristo. As que no debera ser una sorpresa que su traduccin del Nuevo Mundo proceda entonces a apoyar su distincin entre la deidad del Padre y la del Hijo, declarando que el Verbo era "un dios". Adems de esto, otros antitrinitarios tambin quieren hacer esencialmente la misma preposicin: que Jess no es meramente un ser humano, sino alguna especie de semidis que en algn sentido deriv su naturaleza divina del Padre en algn momento en las nebulosas edades de la eternidad pasada. Tales conceptos acerca de Jess reflejan el pensamiento clsico del arrianismo.19 Es por eso que podemos declarar con alguna seguridad que prcticamente cada persona que alguna vez ha meditado en la cuestin de la deidad de Cristo, en el contexto de interpretar este versculo ambos, trinitarios y antitrinitarios), admite fcilmente que el trmino el "Verbo" se refiere a Jesucristo (ver Juan 1:14). Sin embargo, la pregunta clave es: Qu especie de naturaleza divina le atribuye Juan a la persona de Jess? Era completamente igual a la del Padre eterno, o era alguna clase de semideidad, derivada de la del Padre? (66) Consideraciones gramaticales importantes.Como sugerimos antes, la gramtica parece desempear un papel esencial en contestar esta pregunta acerca de la deidad de Cristo. Sin meternos en todos los detalles implicados en la gramtica de este pasaje, creo que podemos entender mejor la ltima frase de Juan 1:1 como "y el Verbo [Jess] era Dios" (no Dios el Padre, sino Jess, quien es Dios es el sentido que posey todas las cualidades del carcter divino y la naturaleza del Padre).20 En otras palabras, Juan comienza su Evangelio con la declaracin evidente de que Jess es un ser con todas las cualidades eternas y divinas que posee el Padre eterno. Por eso Juan 1:1 y 20:28 son como fuertes sujetalibros a cada extremo de un estante para libros, en este caso el llamado "cuarto Evangelio", un estante que contiene "tomos" de testimonios de "testigos principales" de la plena naturaleza divina de Jess! Resumen.Le preguntamos al lector: Qu piensa usted? Puede decirse verdaderamente que Juan el Amado es el testigo principal del Nuevo Testamento en dar el "testimonio de Jess" para la plena eternidad e igualdad del Hijo con el Padre? Aunque presentaremos ms evidencias bblicas para la plena y eterna deidad de Cristo de los escritos de Juan (ms evidencias vendrn del Apocalipsis), necesitamos ahora volver nuestra atencin a la evidencia bblica para los componentes clave segundo y tercero de la expresin trinitaria de la Divinidad. Qu podemos decir acerca del Espritu Santo, de ser una persona o personalidad distinta del Padre y del Hijo, como la tercera persona viviente y divina del "tro celestial" (White, El evangelismo, p. 445)? Adems de eso, hay alguna evidencia verosmil para apoyar la profunda unidad que se afirma que existe entre las tres personas de la Divinidad? Vamos a ver estos asuntos en el capitulo 4. (68)
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Atrio de Alejandra (c. 256-336) present la formulacin clsica durante la ltima parte del siglo III y la primera del siglo IV. Ense que "hubo un tiempo cuando Jess no era". En otras palabras, Atrio y sus seguidores afirmaron que Cristo no existi antes que el Padre lo trajera a la existencia. Ver un tratamiento ms completo de Atrio y sus enseanzas presentadas ms adelante por John W. Reeve en el captulo 9 de este libro. 20 Para los que estn interesados en una explicacin ms completa y detallada de la gramtica involucrada en esta interpretacin "cualitativa" de "el Verbo era Dios", por favor vean el Suplemento al captulo 3: "Explicacin gramatical de Juan 1:1", al final de este captulo.
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Suplemento al Capitulo 3: EXPLICACIN GRAMATICAL DE JUAN 1:1."El Verbo era Dios".La Regla de Colwell.Parece que una regla gramatical bien conocida, descubierta por el profesor E. C. Colwell (en la dcada de 1930), ofrece alguna evidencia convincente en cuanto a la traduccin e interpretacin ms apropiada de la expresin "el Verbo era Dios". Los eruditos han denominado apropiadamente a este concepto: "Regla de Colwell".21 La siguiente discusin es un poco tcnica, pero los lectores deberan ser capaces de seguir el argumento si pueden recordar algo de gramtica bsica del colegio secundario, la usada para analizar oraciones gramaticales. Los asuntos claves a los que se refiere la Regla de Colwell implican los siguientes factores bsicos de la estructura de la oracin gramatical: (1) El sujeto (la idea, concepto o persona clave); (2) los verbos intransitivos (esto es, verbos que califican o definen un sujeto ms bien que mostrar alguna accin llevada a cabo por el sujeto); (3) el predicado nominativo (que consiste generalmente en un sustantivo o un adjetivo que define, identifica o califica al sujeto); y (4) el significado de los artculos definidos o su ausencia en una frase (palabras tales como "el", que identifican claramente el sujeto o especifican el predicado nominativo). Con estos factores bsicos en mente, ahora podemos considerar directamente la famosa Regla de Colwell. (69) He aqu lo que dice: "A los sustantivos predicados definidos que preceden al verbo, generalmente les falta el artculo un predicado nominativo que precede al verbo no puede traducirse como un sustantivo indefinido o 'cualitativo' nicamente debido a la ausencia del artculo; si el contexto sugiere que el predicado es definido, debe ser traducido como un sustantivo definido". (Wallace, p. 257). Antes que tratemos de aplicar esta regla a Juan 1:1 puede ser til dejar preparada la frase clave del versculo tanto en griego como en castellano. En primer lugar daremos una mencin exacta de la frase como una transliteracin22 de las palabras griegas a las castellanas: ka thes n ho lgos. Ahora considere por favor lo siguiente: (1) la traduccin (entre comillas) y (2) las explicaciones del significado gramatical de las palabras colocadas entre parntesis luego de cada palabra griega y su traduccin castellana: ka ("y", una conjuncin); thes ("Dios", el predicado nominativo sin artculo definido que viene antes del verbo); n ("era", el verbo intransitivo que conecta el sujeto ho lgos, o "el Verbo", el sustantivo nominativo al predicado nominativo thes, o "Dios"); ho lgos ("el Verbo", el sujeto o sustantivo nominativo de la frase). La aplicacin de la "Regla de Colwell".Daniel Wallace ha demostrado de modo persuasivo que la Regla de Colwell tiene en cuenta tres traducciones posibles.23
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Para los que estn interesados en una discusin ms detallada del significado, la historia y la aplicacin de la Regla de Colwell, vean David B. Wallace, pginas 256-270. 22 El trmino "transliterado" significa tomar las letras de las palabras en griego y transponerlas o colocarlas en las letras equivalentes del alfabeto castellano u otro. Equivale a duplicar el sonido de la palabra, no a traducirlo. 23 Por supuesto, Wallace asume que la aplicacin apropiada resultar cuando hayamos investigado concienzudamente la regla en todos sus usos en el Nuevo Testamento, y al permitir que el contexto literario y teolgico del Evangelio de Juan nos gue.
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Lo que sigue es un compendio de la presentacin de las tres opciones de Wallace y su evaluacin de sus respectivos puntos fuertes y dbiles (Ibd., pp. 256-270): (1) LA OPCIN "INDEFINIDA": Como se observ previamente, el ejemplo mejor conocido de esta opcin aparece en la traduccin del Nuevo Mundo de los Testigos (70) de Jehov, "el Verbo era un dios". Aunque la Regla de Colwell permitira tal traduccin (si el contexto lo requiere), ambos, la gramtica y el contexto hacen dudosa tal traduccin. El 1er problema con la traduccin "indefinida" es que el argumento gramatical es dbil, con poca evidencia, si es que en verdad hay alguna, para apoyarla. Paul Stephen Dixon podra exagerar el caso, pero su punto es bsicamente vlido cuando sostiene que si thes fuera "indefinido" en Juan 1:1, llegara a ser el nico ejemplo de su clase en el Evangelio de Juan (Ibd., p. 267). La 2 complicacin tiene que ver con la inconsistencia de los que sostienen tal traduccin. El Nuevo Testamento tiene 282 lugares donde thes aparece sin el artculo definido, y la versin del Nuevo Mundo emplea la traduccin "indefinida" (un dios, dios, dioses o divino) slo 16 veces. De esa manera, los traductores de los Testigos de Jehov aplican el principio "indefinido" nicamente en el 6 por ciento de las veces. Claramente es un modelo de traduccin arbitrario e inconsistente; obviamente, impulsado por sus presuposiciones teolgicas e intereses polmicos.24 La 3 objecin involucra no slo el principal tema teolgico del Evangelio de Juan (Juan 17:3) sino tambin el resto de la Biblia. Las consecuencias teolgicas de la traduccin "un dios" derivaran hacia alguna versin de politesmo! Seguramente que una traduccin as indicara enfticamente que Jess es slo un dios secundario o semidis que habita en algn panten de deidades mltiples; un concepto totalmente en desacuerdo con el mensaje total de la Biblia! (2) LA OPCIN "DEFINIDA": La Regla de Colwell permite "de una manera clara" que el sustantivo thes ("Dios") sea traducido como si tuviera el articulo definido. Adems de eso, aun cuando en el griego no tiene artculo definido, el articulo sobreentendido no necesita ser traducido (como lo rinde la Reina-Valera del 60: "...y el Verbo era Dios"). (71) Aunque esta opcin es gramaticalmente posible, el contexto debera indudablemente imponer cautela si la traduccin implicara algo semejante a "el Dios". Como se not previamente en observaciones preliminares, el "Dios" "con" quien el "Verbo" estaba en la primera parte de Juan 1:1 es claramente Dios el Padre. Por tanto, si traducimos la ltima frase del versculo como "el Verbo era el Dios", una traduccin as hara que "el Dios" sea Dios el Padre, sacndonos del foso del arrianismo y metindonos en la zanja del sabelianismo o modalismo. (3) LA OPCIN "CUALITATIVA": El predicado nominativo (thes) puede traducirse en una forma ms "cualitativa". Si usamos este enfoque, el sustantivo funciona ms semejante a un adjetivo y trata de traducir algunas cualidades o caractersticas clave que definen ms claramente el sujeto (lgos). Los ejemplos incluiran versiones de la Biblia que traducen thes ya sea como "divino" (Moffatt) o como "lo que era Dios lo era el Verbo" (NEB).
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El trmino "polmica" se refiere a la actividad de los cristianos que estn tratando de defender lo que creen ser la verdad en contra de lo que se percibe como falsedades de otros adversarios cristianos. La "apologtica" involucra a los cristianos tratando de defender su comprensin de la verdad contra las afirmaciones de sus adversarios no cristianos.
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Esta opcin parece ser la ms satisfactoria. Wallace ofrece los siguientes comentarios acertados: "[Esta] opcin recalca que, aunque la persona de Cristo no es la persona del Padre, su esencia es idntica... La idea de un thes cualitativo aqu es que el Verbo tiene todos los atributos y cualidades que tiene 'el Dios' [mencionado antes en el versculo 1]. En otras palabras, comparte la esencia del Padre aunque difieren en persona. La construccin que eligi el evangelista para expresar esta idea fue la forma ms concisa en la que poda declarar que el Verbo era Dios y sin embargo era distinto del Padre" (Ibd., p. 269). Podramos ilustrar el razonamiento de Wallace de esta manera: Mi esposa y yo hemos sido esposos desde "el comienzo" de nuestro matrimonio. Compartimos la misma esencia de "humanidad casada" (lo he apodado "caracterstica de esposos humanos") aunque manteniendo nuestra distincin personal como varn y hembra y esposo y esposa. Aunque somos diferentes en nuestro gnero y en -71IA TRINIDAD el papel que representamos como esposos, todava compartimos la misma esencia del "estado de estar casados". Por eso ahora concluyo con la siguiente parfrasis ilustrativa de Juan H: "En el principio de nuestro matrimonio la mujer [mi esposa, la esposa humana] estaba con el hombre [yo, el esposo, el esposo humano], y la mujer [mi esposa] era de la misma esencia del 'estado de cnyuges humanos' que el hombre [yo, el esposo]". Es muy obvio que Juan no est diciendo que Jess, quien posee divinidad, es simplemente "un dios". Ni tampoco est sugiriendo que debemos igualar a Jess con la persona de Dios el Padre. Por el contrario, Juan est empleando aqu una gramtica elegida cuidadosamente para expresar su conviccin de que los cristianos, conjuntamente con el discpulo Toms, pueden confesar verdaderamente a Jess como "Seor mo y Dios mo" (Juan 20:28). Juan es muy claro al declarar que "Dios" puede usarse como un predicado nominativo "cualitativo" para describir a Jess como el nico que comparte la plena esencia de la naturaleza divina con Dios el Padre. CAPTULO 4: LA PERSONALIDAD Y DEIDAD DEL, ESPRITU Y LA UNICIDAD TRINA DE LA DIVINIDAD.La personalidad del Espritu.En el captulo 1 presentamos alguna evidencia para la personalidad del Espritu. Lo que sigue ser de mayor apoyo bblico para la personalidad y deidad del Espritu Santo. Mucha gente sincera entiende que el Espritu Santo es alguna especie de corriente elctrica o fuerza conectada al trono de Dios o a una Internet celestial que trata de proporcionar alguna lnea telefnica impersonal para que Dios se comunique con nosotros. S, el Espritu Santo es verdaderamente un gran canal de comunicacin! Sin embargo la evidencia bblica, que es abrumadora, indica que es una persona, un miembro consciente de la nica verdadera Deidad. Para aquellos de nosotros que no estamos inclinados hacia lo mecnico, las directivas escritas no son a menudo tan tiles como la orientacin y el estmulo de otra persona que verdaderamente conoce mecnica. Me acuerdo de mi niez y de la pasin de mi hermano Ivn y yo tenamos por el aeromodelismo y los barcos. Cada oportunidad que tenamos frecuentbamos los negocios de pasatiempos buscando las rplicas del ltimo modelo a escala de las grandes aeronaves militares y los navos de guerra de aquellos das. Me gustaba armarlos. Sin embargo exista un problema: tena una mano excesivamente temblorosa y no posea mucha destreza fsica. (74) Sin embargo mi
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hermano era el afortunado poseedor de una mano firme y una percepcin espacial maravillosa. Cuando segua simplemente las instrucciones escritas, no haca mucho progreso. Para ser totalmente honesto con usted, generalmente hacia de la tarea una chambonada muy mal hecha. Sin embargo, cuando Ivn trabajaba conmigo, dndome consejo y nimo y ocasionalmente una mano firme en los trabajos ms delicados, era capaz de producir algunos modelos ms bien magnficos. La evidencia bblica indica firmemente que el Espritu Santo es profundamente sensible, ayudador, y una presencia personal poderosa para guiar y dirigir. Su nica tarea es modelarnos en maravillosos modelos de la gracia transformadora. Ya hemos sealado el hecho de que al Espritu se le puede mentir (Hechos 5:3-4) y contristar (Efe. 4:30). Sin embargo encontramos aun ms evidencias de que es una personalidad interactiva. Mateo 12:31-32.Estos versculos bien conocidos hablan claramente de la blasfemia contra el Espritu Santo. Ahora bien, es claro que la blasfemia es slo contra Dios. Cualquier cristiano que crea en la Biblia reconoce que si la blasfemia se dirige ya sea al Padre o al Hijo tiene como su blanco una persona divina. Por qu entonces debera existir alguna diferencia con el Espritu Santo? Claramente, la blasfemia es una especie de insulto intensamente personal dirigido a Dios. No slo son estos versculos una evidencia para la personalidad del Espritu, sino que tambin muestran de manera convincente la deidad del Espritu. Como notamos antes, slo Dios puede ser blasfemado, y por eso es fcil concluir que el Espritu es un Dios personal y no alguna fuerza impersonal. 1 Corintios 12.Uno de los aspectos verdaderamente resaltantes de la descripcin que hace el Nuevo Testamento de las funciones del Espritu Santo (75) es la forma en que describe al Espritu de Dios como teniendo una "voluntad", o la capacidad para hacer elecciones. Esto es completamente evidente en la discusin de Pablo acerca de los dones espirituales que se encuentra en 1 Corintios 12:11. El apstol declara "todas estas cosas [los dones] las hace uno y el mismo Espritu, repartiendo a cada uno en particular como l quiere".25 Ahora bien, creo que todos deberan reconocer fcilmente que las mquinas (tales como computadoras [ordenadores] y calculadoras) no tienen voluntad. Son sencillamente instrumentos impersonales, pasivos, bajo el control de seres personales con conciencia de la propia identidad y racionales. Los dones espirituales son los talentos para el servicio que distribuye el Espritu Santo a cada persona del cuerpo de Cristo. Sin embargo el Espritu lo hace mediante el ejercicio de una voluntad que tiene conocimiento de si mismo; como l quiere! La capacidad para desear es uno de los rasgos ms profundos de los seres personales.
Romanos 8.Pablo presenta una descripcin ms amplia e ntimamente relacionada del Espritu Santo en Romanos 8:14-16 y 26. En primer lugar, en los versculos 14 al 16 describe al Espritu como el que gua (v. 14) a los hijos de Dios, y el que da "testimonio a nuestro espritu de que somos hijos de Dios" (v. 16). Tanto el guiar como el dar "testimonio"
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A menos que se especifique otra cosa, todas las citas bblicas en este captulo son de la versin ReinaValera, revisin de 1960.
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son acciones con matices intensamente personales. Sin embargo, quizs el versculo 26 sea la evidencia ms poderosa de la personalidad del Espritu en la carta a los Romanos: "Y de igual manera el Espritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qu hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles". Todo el fenmeno de "intercesin" entraa una intervencin voluntaria y activa entre dos seres personales. Adems de eso, "los (76) gemidos" que no pueden "pronunciarse" indican un elemento emocional en la intercesin del Espritu que tambin es tpico de seres personales, no de tecnologa electrnica impersonal. 1 Corintios 2:10-11.El pasaje presenta una de las indicaciones ms importantes de la deidad personal del Espritu. Observe cuidadosamente su estilo. Siguiendo el versculo bien conocido que declara que "cosas que Ojo no vio, ni odo oy, ni han subido en corazn de hombre, son las que Dios ha preparado para los que le aman" (1 Cor. 2:9), Pablo asegura a sus lectores que ellos pueden tener un conocimiento de las cosas "que Dios ha preparado para los que le aman". Y cmo es posible un conocimiento as? "Pero Dios nos la revel a nosotros por el Espritu" (v. 10). Y cmo es que el Espritu est enterado de tal conocimiento? La respuesta es: "Porque el Espritu todo lo escudria, an lo profundo de Dios. Porque, quien de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espritu del hombre que est en l? As tampoco nadie conoci las cosas de Dios, sino el Espritu de Dios" (vs. 10-11). Qu nos dice Pablo? Ante todo debemos sealar que l aqu describe al Espritu como quien tiene la capacidad de "escudriar" las cosas "profundas de Dios" y conocer "las cosas de Dios". Si bien es verdad que nuestras computadoras personales tienen capacidad para "buscar", no es ninguna especie de "bsqueda de palabras" lo que Pablo tiene en mente; es ms bien una exploracin intensamente personal de las cosas "profundas de Dios". Esto indica firmemente una comunin ntima, personal, entre el Espritu y Dios el Padre. Y cul es el resultado? Ciertamente es un conocimiento profundo de "las cosas de Dios". Adems de eso, lo que este pasaje parece dar a entender es que si usted desea conocer las "cosas de un hombre" no puede obtener semejante conocimiento a menos que ("excepto que") posea en usted "el espritu del hombre". Para ponerlo de una manera bien sencilla: (77) para conocer realmente a un hombre, usted debe ser un hombre; "se necesita ser alguien para conocer a alguien! Sin embargo, esto es verdad no slo en el mbito humano-a-humano sino tambin en el mbito de la Deidad. "As tampoco nadie conoci las cosas de Dios, sino el Espritu de Dios" (v. 11). Una vez ms, slo una persona divina puede conocer verdaderamente lo que est en la mente y el corazn de otro ser divino. Como en el mbito humano, as es en el divino; hace falta Uno para conocer a Uno! Pablo concluye notando apropiadamente que lo que hemos recibido del Espritu no es "el espritu del mundo" (hombre, la criatura), "sino el Espritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido" (v. 12). Si usted quiere realmente conocer las cosas de Dios, debe conectarse con un Dios personal (el Espritu), quien es el nico que puede descubrir las "cosas" de Dios. S que es difcil para m comprender lo que pasa en la mente de muchos de mis estudiantes que vienen de trasfondos culturales e idiomticos diferentes del mo. Sin embargo, a menudo ha resultado provechoso obtener conocimientos de personas que han tendido un puente sobre esos abismos culturales y pueden ayudarme a conocer la "mente" de aquellos a los que anhelo entender mejor. As es con la obra del Espritu: l
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conoce la mente de Dios porque es un ser personal y divino capaz de comunicarnos a nosotros la mente de Dios. Elena de White nos ha dado algunos comentarios explicativos muy directos y concisos sobre 1 Corintios 2:11 y Romanos 8:16: "El Espritu Santo tiene una personalidad, de lo contrario no podra dar testimonio a nuestros espritus y con nuestros espritus de que somos hijos de Dios [comentario sobre Rom. 8:16]. Debe ser una persona divina, adems, porque en caso contrario no podra escudriar los secretos que estn ocultos en la mente de Dios [y despus cita 1 Cor. 2:11] " (Ev: 447). Cuando colocamos estos versculos al lado de Hechos 5 y Efesios 4:30, forman un testimonio poderoso tanto para la personalidad (78) como para la deidad del Espritu. Juan 14-16.Estos captulos, que nos introducen en la narracin que Juan presenta de las escenas finales del ministerio terrenal de nuestro Seor, contienen palabras de consejo maravillosas y consoladoras. Uno de los grandes temas de los consejos de Jess a sus discpulos es el del Espritu Santo. Jess les dice que se aproxima su momento de prueba y partida, pero que no deben turbarse sus corazones (Juan 14:1). Y uno de los grandes consuelos que surgiran de las escenas de prueba que estaban adelante sera el envo del Espritu Santo: "Yo rogar al Padre, y os dar otro Consolador, para que est con vosotros para siempre: el Espritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocis, porque mora con vosotros, y estar en vosotros. No os dejar hurfanos; vendr a vosotros" (vs. 16-18). Mientras Jess contina hablndoles esas maravillosas palabras de consuelo, el don del Espritu Santo contina siendo un tema que satura no slo el captulo 14, sino tambin los captulos 15 y 16. En Juan 14:26 Jess declara: "Mas el Consolador, el Espritu Santo, a quien el Padre enviar en mi nombre, l [en griego, ekinos; literalmente: "aquel", o "l" en gnero masculino] os ensear todas las cosas, y os recordar todo lo que yo os he dicho". Palabras parecidas aparecen en Juan 15:26: "Pero cuando venga el Consolador, a quien yo os enviar del Padre, el Espritu de verdad, el cual procede del Padre, l [nuevamente el griego ekinos en gnero masculino] dar testimonio acerca de m". Sin embargo, es en Juan 16 donde este discurso maravilloso, tan lleno con las promesas de la venida del Espritu y su obra, alcanza su clmax. En los versculos 7 hasta el 17 encontramos algunas de las palabras ms llenas de esperanza y provechosas que Jess haya pronunciado alguna vez. (79) "Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya; porque si no me fuese, el Consolador no vendra a vosotros; mas si me fuere, os lo enviar. Y cuando l venga, convencer al mundo de pecado, de justicia y de juicio. De pecado, por cuanto no creen en m; de justicia, por cuanto voy al Padre, y no me veris ms; y de juicio, por cuanto el prncipe de este mundo ha sido ya juzgado. "An tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las podis sobrellevar. Pero cuando venga el [griego ekinos, gnero masculino] Espritu de verdad, l os guiar a toda la verdad; porque no hablar por su propia cuenta, sino que hablar todo lo que oyere, y os har saber las cosas que han de venir. l [griego ekinos, otra vez en gnero masculino] me glorificar; porque tomar de lo mo, y os lo har saber. Todo lo que tiene el Padre es mo; por eso dije que tomar de lo mo, y os lo har saber" (Juan 16:715). Lo verdaderamente notable acerca de este pasaje son las muchas evidencias directas para la personalidad del Espritu.
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Ante todo debemos observar que aunque la palabra "Espritu" (griego pnuma) en griego est en gnero neutro, el pronombre personal ekinos ("aquel" o "l", usado claramente para referirse a la palabra Espritu en gnero neutro) est en gnero masculino. Es este hecho gramatical lo que ha llevado a la mayora de los traductores a traducir los otros pronombres personales que se requieren en estos pasajes como "l" ms bien que como "ello" o "ese" (como hace la traduccin antitrinitaria de la Versin del Nuevo Mundo de los Testigos de Jehov). Lo que sigue es un listado detallado de los pronombres personales masculinos que se usan en Juan 14 al 16, subrayando una vez ms el pronombre masculino ekinos. "Para que est con vosotros" (Juan 14:16); "al cual", "le ve", "le conoce", "le conocis", "mora" (v. 17; "a quin el Padre enviar", "l [ekinos] os ensear" (v. 26); "cuando venga el Consolador, a quien yo os enviar", "l [ekinos] dar testimonio" (Juan 15:26); "os lo enviar" (Juan 16:7); "cuando l venga, convencer" (v. 8); "cuando (80) venga el [ekinos] Espritu de verdad, l os guiar... porque no hablar por su propia cuenta, sino que hablar todo lo que oyere y os har saber" (v. 13); "l [ ekinos] me glorificar; porque tomar..." (v. 14). La palabra en gnero neutro Espritu (pnuma) puede ser interpretada ciertamente como siendo impersonal, pero el hecho de que aparecen pronombres personales masculinos (especialmente ekinos) repetidamente, indican enfticamente la personalidad del Espritu. Aunque el hecho de que el gnero masculino del griego ekinos ofrece una slida evidencia para la personalidad del Espritu, de ninguna manera es el nico apoyo. Encontramos aun otras indicaciones para la personalidad del Espritu. "Ayudador" (traducido tambin como "consolador") "es un trmino que se usa comnmente para hablar de una persona que ayuda o da consuelo o consejo a otra persona o personas, pero en el Evangelio de Juan se usa para el Espritu Santo (14:16, 26; 15:26; 16:7)" (Grudem, p. 232). La Escritura atribuye otras actividades al Espritu que son altamente personales o interpersonales: ensear (Juan 14:26), dar testimonio (Juan 15:26; cf. Rom. 8:16), convencer de pecado, justicia y juicio (Juan 16:8); guiar a la verdad, hablar, or y decir (v. 13); glorificara Dios, tomando y diciendo (v. 14). Todas stas indican enfticamente la naturaleza personal e interactiva de una persona divina, no de una "cosa" celestial. Los Hechos de los Apstoles.A ms de esto, no slo es el Evangelio de Juan el que describe acciones personalmente interactivas del Espritu, sino que tambin aparecen en el libro Hechos de los Apstoles. El Espritu prohbe o no permite ciertas cosas (Hechos 16:6-7), habla (Hechos 8:29; 13:2), y evala y aprueba un curso particular de accin (Hechos 15:28). El uso de las palabras "poder" y "Espritu".Wayne Grudem ha planteado un detalle interesante acerca de la (81) manera en la que una cantidad de versculos de la Biblia emplean el trmino impersonal "poder" en asociacin con el Espritu Santo. Observe cuidadosamente su argumento: "Si se entiende que el Espritu Santo es simplemente un poder de Dios ms bien que una persona distinta, entonces una cierta cantidad de pasajes simplemente no tendran sentido, porque en ellos se menciona al mismo tiempo el Espritu Santo y su poder o el poder de Dios. Por ejemplo, Lucas 4:14: Y Jess volvi en el poder del Espritu a Galilea', tendra que significar: Jess volvi en el poder del poder de Dios a Galilea'. En Hechos 10:38: 'Dios ungi con el Espritu Santo y con poder a Jess de Nazaret',
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significara: 'Dios ungi a Jess con el poder de Dios y con poder' (ver tambin Rom. 15:13; 1 Cor. 2:4)" (Ibd., pp. 232-233). 2 Corintios 13:14.Un ejemplo final de evidencia para la personalidad del Espritu Santo est en 2 Corintios 13:14: "La gracia del Seor Jesucristo, el amor de Dios, y la comunin del Espritu Santo sean con todos vosotros. Amn". La primera cosa que debemos notar acerca del versculo es que describe al Espritu Santo como el tercer ser nombrado, presidido por Dios el Padre y el Hijo. La vasta mayora de los cristianos que creen en la Biblia concuerdan en que el Padre y el Hijo son seres personales divinos. Con mayor seguridad, la "gracia" que viene de Jesucristo puede tener slo un origen personal. El "amor de Dios" indica obviamente la personalidad del Padre, ya que el amor es la esencia de cualquier experiencia interpersonal y expresa afecto e inters. Despus, 2 Corintios 13:14 menciona al Espritu Santo de una manera totalmente directa, indicando firmemente que l es un ser divino personal coordinado: la tercera persona de la Divinidad de tres personas. Grudem lo ha expresado en esta manera: "Cuando 'el Espritu Santo' se coloca en la misma expresin y al (82) mismo nivel que las otras dos personas, es difcil evitar la conclusin de que tambin se contempla al Espritu Santo como una persona y de igual categora que el Padre y el Hijo" (Ibd., p. 230). Grudem se refiere como "una relacin coordinada' a la forma aqu descripta por Pablo de la relacin del Espritu Santo con el Padre y el Hijo. Contina explicando que "puesto que el Padre y el Hijo son personas, la expresin coordinada da a entender fuertemente que el Espritu Santo tambin es una persona" (Ibd., p. 232). Pero 2 Corintios 13:14 no es el nico versculo "donde se coloca al Espritu Santo en una relacin coordinada con el Padre y el Hijo" (Ibd.). Tambin Mateo 28:19, 1 Corintios 12:4-6, Efesios 4:46 y 1 Pedro 1:2 reflejan este mismo tipo de "relacin coordinada con el Padre y el Hijo". Estos versculos presentan evidencias fuertes de que el Espritu no es "apenas el 'poder' o la Fuerza' de Dios que opera en el mundo" (Ibd.), sino ms bien una persona diferente de la Divinidad. La segunda cosa para advertir acerca de la "relacin coordinada" del Espritu con el Padre y el Hijo (en 2 Cor. 13:14) es que asocia al Espritu Santo con "comunin", o "solidaridad" (NBE) o "comn participacin" (C-I). Esta palabra, directamente descriptiva de las operaciones del Espritu, indica de una manera enftica comunicaciones interpersonales entre seres que se relacionan; es decir, seres personales, ya sean humanos, anglicos o divinos. Este pasaje no slo apoya la personalidad del Espritu sino que tambin sugiere la profunda unidad o unicidad inherente en la doctrina de la Trinidad. Aqu estn tres seres divinos, alineados juntos de una forma tal como para sealar a su unicidad de propsito al impartir la gracia y amor al pueblo de Dios por medio de su profunda comunin entre ellos y los redimidos. Adems, parece ser una expresin no intencional de la personalidad del Espritu el que Pablo termine su segunda carta a los Corintios con un saludo de despedida que simplemente eslabona (84) la obra del Padre, del Hijo y del Espritu Santo como una fuerza personal completamente unida para la redencin de la humanidad perdida. El versculo es un pasaje de transicin para fomentar evidencia bblica para la plena deidad del Espritu y la profunda unidad encontrada dentro de la Divinidad. La deidad plena del Espritu.-
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En el captulo 1 indicamos que Hechos 5 proporciona una evidencia persuasiva para la deidad del Espritu. Pedro le dijo a Ananas que haba mentido al Espritu Santo (Hechos 5:3), y despus explic: "No has mentido a los hombres, sino a Dios" (v. 4), dando a entender enfticamente que Ananas haba mentido directamente a Dios el Espritu Santo, no a Dios el Padre o a Dios el Hijo. Adems de eso, los pasajes que hablan de una fuerte relacin coordinada entre el Padre, el Hijo y el Espritu no slo sugieren la personalidad del Espritu sino tambin la deidad del Espritu (Mat. 28:19; 2 Cor. 13:14; 1 Cor. 12:4-6; Efe. 4:4-6, etc.). En otras palabras, "presuponen significado para la doctrina del Espritu Santo porque muestran que al Espritu Santo se lo clasifica a un nivel igual al que tienen el Padre y el Hijo" como una persona divina (Grudem, Ibd., p. 237). Sugerir que el Espritu Santo es un ser creado o una fuerza impersonal parece totalmente impropio cuando la Escritura coloca reiteradamente al Espritu Santo en una posicin coordinada de igualdad con el Padre y el Hijo. Sin embargo, hay evidencias bblicas ms amplias para la plena deidad del Espritu. En Salmo 139:7 y 8 se pregunta: "A dnde me ir de tu Espritu? Y a donde huir de tu presencia? Si subiere a los cielos, all ests t; y si en el Seol hiciere mi estrado, he aqu, all t ests". Una vez ms tenemos un pasaje dirigido al Seor (YHWH), y el salmista atribuye al Espritu de Dios la caracterstica singularmente divina de omnipresencia, algo que no es caracterstico de poderes o seres creados. Una vez ms encontramos til el comentario de Grudem: "Parece (84) que David est igualando el Espritu de Dios con la presencia de Dios. Irse del Espritu de Dios es irse de su presencia, pero si no hay ningn lugar a donde David pueda huir del Espritu de Dios, entonces sabe que, a cualquier lugar que l vaya, dir: 'T [Seor] ests all' " (Ibd.). En conformidad con el mismo lineamiento, 1 Corintios 2:10 y 11 atribuye otra caracterstica nica de la deidad al Espritu Santo: omnisciencia: "Porque el Espritu todo lo escudria, aun lo profundo de Dios. Porque quin de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espritu del hombre que est en l? As tampoco nadie conoci las cosas de Dios, sino el Espritu de Dios". La capacidad para explorar "las cosas profundas de Dios" y conocer "las cosas de Dios", no denotan de una manera enftica la omnisciencia? Otra evidencia resaltante de la deidad del Espritu es que la Escritura lo describe como el autor del nuevo nacimiento. Sin embargo la obra de dar una vida espiritual nueva es un acto nico de Dios. Adems, 1 Juan 3:9 habla de ser "nacido de Dios". Por eso al nuevo nacimiento, realizado por el Espritu, la Escritura lo describe tambin en otros lugares como siendo producido por Dios, dando a entender claramente que la obra del nuevo nacimiento es el acto de un ser divino.
La unicidad o triunidad personal de la Divinidad.En el captulo 1 indicamos algunas evidencias importantes para demostrar la profunda unicidad de la Divinidad tripersonal. El uso del vocablo inherentemente plural 'ejad en Deuteronomio 6:4, el "nombre" singular empleado para describir al Padre, al Hijo y al Espritu Santo en Mateo 28:19, y el plural "hagamos al hombrea nuestra imagen" de Gnesis 1:26, todos sugieren poderosamente la profunda unidad manifiesta entre las personas divinas de la Divinidad. Este lenguaje inconfundiblemente presenta a Dios hablando de s mismo con referencias en plural. Lo interesante en la manera como esta clase de evidencia aparece en otros lugares del Antiguo Testamento. (85)
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Adems de la terminologa de Gnesis 1:26, "hagamos al hombre a nuestra imagen", encontramos un parecido lenguaje plural de Dios en los pasajes siguientes: 1. Refirindose al pecado de Adn y Eva: "He aqu el hombre es como uno de nosotros, sabiendo el bien y el mal" (Gn. 3:22). 2. En el relato del gran pecado de la gente en la torre de Babel, dijo Dios: "Ahora pues, descendamos y confundamos all su lengua" (Gn. 11:7). 3. En Isaas 6 se registra una visin notable en la que el profeta vio "al Seor sentado sobre un trono alto y sublime" (v. 1). Durante esa visin, Isaas informa que escuch "la voz del Seor, que deca: A quin enviar, y quin ir por nosotros?" (v. 8). Mientras que ninguno de ellos es coercitivo, su fuerza acumulativa proporciona una evidencia interesante del Antiguo Testamento para la pluralidad de personas dentro de la Deidad. Resumen.An no hemos terminado de presentar la evidencia bblica. Pero permtame hacerle esta pregunta: Lo que hemos presentado en estos cuatro captulos, no es harto suficiente como para hacer que an los bereanos ms nobles se inclinen a alguna especie de entendimiento de las tres personas de la Deidad? Tal vez usted an no est convencido. Si es as, le suplico que me siga al menos por un par de captulos ms. El prximo captulo tratar las evidencias trinitarias que se encuentran en el libro del Apocalipsis, y despus los dos captulos finales de esta primera seccin tratarn los pasajes que los antitrinitarios han considerado tradicionalmente como evidencia para su posicin. Volvamos ahora a las grandes visiones de Juan el Revelador. (86)
CAPITULO 5: EVIDENCIAS TRINITARIAS EN EL LIBRO DEL APOCALIPSIS.Es la conviccin de los autores de este libro que ningn estudio de la Divinidad quedara completo para los adventistas del sptimo da sin dar una atencin cuidadosa al libro del Apocalipsis.26
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Este capitulo es una versin condensada y editada ligeramente de un articulo escrito por Woodrow Whidden, titulado 'Trinitarian Evidences in the Apocalypse" [Evidencias trinitarias en el Apocalipsis] y publicado en el Journal of the Adventist Thelogical Society 11, Nos 1, 2 (2000): 248-260.
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Este gran libro visionario, junto con Daniel en el Antiguo Testamento, ha proporcionado la estructura proftica convincente para la misin del adventismo en el mundo. Hemos encontrado una trascendencia especial en las grandes escenas descritas por todas partes en el libro, especialmente en los captulos 11 al 14, que siempre se han destacado como especialmente significativos. El asunto que ahora nos confronta es este: Hay un tema trinitario que apuntala los panoramas profticos de este libro culminante de la Biblia en el que "todos los libros de la Biblia se encuentran y terminan" (White, HAp:482)? Al irse desplegando la experiencia adventista con el Apocalipsis ha llegado a ser cada vez ms evidente que el centro de este libro fascinante se encuentra en los captulos 11 al 14. Adems de eso, una de las cosas realmente sorprendentes acerca de esos captulos es la forma en que el conflicto entre las fuerzas del bien y del mal desciende a una lucha entre la Divinidad divina (Padre, Hijo y Espritu Santo) y sus imitaciones satnicas (el dragn, la bestia y el falso profeta). Lo que est llegando a ser cada vez ms claro para los mejores comentadores (tanto laicos como eruditos) sobre el libro del Apocalipsis (87) es que el dragn es una falsa parodia del Padre; la bestia leopardina trata de suplantar y hacer una parodia de la obra del Hijo; y el falso profeta es la versin engaosa de Satans de las operaciones del Espritu Santo (Paulien, pp. 105-150). Ahora, si hay alguna verdad en estos comentarios, tendra justamente sentido que el libro del Apocalipsis contuviera, como uno de sus temas clave, fuertes indicaciones de la profunda unidad del verdadero "Tro celestial", la deidad plena de Cristo y la personalidad del Espritu. Existe semejante evidencia fidedigna? Aunque el libro del Apocalipsis no se dirige directamente al tema de la Divinidad, parece tener categricamente al menos un teln de fondo "trinitario" (lo indispensable) que puede realmente ser un tema principal que satura la expresin que tiene el revelador de la Divinidad. Este captulo presentar evidencias en apoyo de los tres aspectos principales del concepto trinitario de Dios: (1) la Divinidad se manifiesta como tres personas personales y profundamente unidas, (2) la plena deidad de Cristo, y (3) la personalidad del Espritu Santo. La evidencia ms clara proviene de los captulos 1-5, 21 y 22. Evidencias de los captulos 1-3.Encontramos la naturaleza trinitaria del Dios del Apocalipsis indicada en la introduccin al libro. Apocalipsis 1:4 y 5 declara que toda la visin es "de parte de Aquel que es, que era y que ha de venir, de parte de los siete Espritus que estn ante su trono, y de parte de Jesucristo' (BJ).27 Claramente, el pasaje enfoca al Padre, al Espritu y al Hijo. Es directo en introducir a un grupo de tres personas celestiales. Mientras la referencia a "Jesucristo" es innegable, las expresiones "siete Espritus" y "el que es y que era y que ha de venir" merecen algunos comentarios ulteriores. Las razones ms obvias por las que el libro presenta al Espritu Santo como los "siete Espritus" tiene que ver con: (88) 1. El significado simblico de los nmeros que aparecen en el libro (conocido tcnicamente como numerologa). El siete, conjuntamente con los nmeros 12, 3, 4 y 8,
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A menos que se especifique otra cosa (como en este caso), todas las citas bblicas en este captulo son de la versin Reina-Valera, revisin de 1960.
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es uno de los que ms resaltan. Sin embargo, siete es el ms destacado y el que representa con ms probabilidad la integridad, o el poder perfecto y creativo de Dios.28 2. La sugerencia de que el Espritu habla y est disponible para las siete iglesias. 3. La participacin del Espritu en las providencias de las obras de Dios a travs de las numerosas series de siete en el libro: siete iglesias (Apoc. 2:1-3:22), sellos trompetas (8:6-11:15), truenos (10:2-4), seales (12:1-14:20) y plagas (15:1-16:21).29 Sin embargo, el ttulo dado al Padre es un poco ms complejo. Apocalipsis 1:8 llama al mismo ser "el que es y que era y que ha de venir", tambin "el Alfa y la Omega, principio y fin", "el Seor" y "Todopoderoso". Quin es este "Seor" del versculo 8? Es el Padre o es el Hijo? Es importante observar que Apocalipsis nunca aplica las expresiones "el que es y que era y que ha de venir" y "Todopoderoso"30 explcitamente a Jess (cf. Apoc. 4:8; 11:15, 17; 16:5, 7).31 Es ms bien una evidencia implcita fuerte de que el llamado "el que es y que era y que ha de venir" en Apocalipsis 1:4 no es el Hijo ni es el Espritu, sino exclusivamente Dios el Padre. Como ya notamos en el captulo 1 de este libro, es muy instructivo que el ttulo "el primero y el ltimo" que se usa en los versculos siguientes (Apoc. 1:10-13, 17) es muy similar al ttulo "el Alfa y la Omega" y que Apocalipsis la aplica a Jess. Adems de eso, tambin notamos que en Apocalipsis 22:12 y 13 Jess se apropia directamente de la expresin "Alfa y Omega, el principio y el fin", para s mismo (en adicin al ttulo "el primero y el ltimo"). Este uso de esos ttulos conjuntamente con el hecho de que la fraseologa "el primero y el ltimo" deriva de una descripcin del Seor Jehov en Isaas 44:6, proporciona una fuerte evidencia de la plena igualdad y unicidad del Padre y del Hijo como soberanos coeternos del universo. (89) Adems, semejante ecuacin aparentemente fcil de la identidad del Dios del Antiguo Testamento con el Jess del Nuevo Testamento ofrece una evidencia asombrosa para el reconocimiento, casi inconsciente y espontneo, de muchas de las caractersticas del
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Vase la discusin perspicaz sobre numerologa en el Apocalipsis por parte de G. K. Beale, The Book of Revelation: A Commentary on the Greek Text, pginas 58-64. 29 Aunque muchos de los antiguos comentarios interpretan los "siete Espritus" como refirindose al Espritu Santo, aparece una diferencia de opinin entre los dos comentarios magistrales ms recientes sobre el Apocalipsis. David Aune, Word Biblical Commentary: Revelation 1-5, proporciona una excelente recapitulacin de las posiciones de los principales comentarios antiguos y modernos (t. 52, pp. 33-34), y contina para luego negar claramente la posicin de los antiguos comentarios. Aune sugiere que se refieren a "l., siete ngeles principales de Dio? (p. 34). En contraste con Aune, G. K. Beale los interpreta como "una designacin simblica de las operaciones eficaces, del Espritu Santo" (Bcale, p. 189). 30 Aunque es verdad que Apocalipsis nunca se refiere a Jess como el "Todopoderoso", los pasajes siguientes sugieren firmemente que l tiene tambin ese titulo divino: compare Gnesis 17:1 y 35:11 con xodo 6:2-3, y 3:6, 13-15. Cuando colocamos estos pasajes con el de Juan 8:58, llega a ser evidente que el titulo Seor Dios del Antiguo Testamento se aplica al Jess del Nuevo Testamento, y este "Seor" que es Jess se llama a s mismo "Dios todopoderoso". Adems de eso, Apocalipsis 5:6 describe a Cristo como un Cordero teniendo "siete cuernos". En el Apocalipsis los "cuernos" simbolizan poder soberano, y "siete" denota plenitud, perfeccin o integridad. De esta manera los "siete cuernos" del Cordero en Apocalipsis 5:6 indican enfticamente plenitud de Fuerza y poder, lo cual est inherente en la deidad de Cristo. 31 Debemos notar cuidadosamente que en Apocalipsis 11:17 la expresin "el que eres y que eras y que has de venir" no debe tener la frase "y que has de venir", de acuerdo con la evidencia de los mejores manuscritos. La NVI refleja esta evidencia de los manuscritos: "Seor, Dios Todopoderoso, que eres y que eras" [Nota del Traductor: Ver tambin otras versiones castellanas, como C-I, BJ, Straubinger, NBE, Reina-Valera del 90 y 95, que no contienen esa frase]. Stefanovic sugiere que la razn para esto es que la escena que se describe aqu es una en la cual el Padre ha venido: "El reino del mundo ha pasado a ser de nuestro Seor y de su Cristo" (Apoc. 11:15, NVI).
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Padre que se le atribuyen al Hijo. Es un fenmeno sorprendente en la Escritura que presenta una fuente constante de consternacin para los arrianos.32 Aunque la evidencia para la unidad divina de la Divinidad y la plena deidad del Hijo es especialmente convincente en el Apocalipsis, las indicaciones para la personalidad del Espritu, aunque no tan convincentes, an son sugestivas. La evidencia inicial aparece en las cartas a las siete iglesias. Cada carta concluye con la misma exhortacin: "El que tiene odo, oiga lo que el Espritu dice a las iglesias" (Apoc. 2:7, 11, 17, 29 y 3:6, 13, 22). La Escritura casi siempre asocia el habla en el contexto de los mensajes hablados con comunicacin que tienen lugar entre personas. De esta manera el Espritu que habla a las iglesias indica la calidad de persona que tiene el Espritu.33 Evidencia de los captulos 4 y 5.Estos captulos contienen la evidencia ms dramtica (y posiblemente irresistible) para un tema trinitario en el Apocalipsis (por lo menos implcita, si no explcita). Ranko Stefanovic ha demostrado de una manera persuasiva que la mejor forma de entender estos captulos es verlos como describiendo la entronizacin de Cristo como rey en el tiempo del Da del Pentecosts en Hechos 2 (Stefanovic, pp. 1-8, 292-301). Esta visin impresionante se nutre del lenguaje figurado de la ceremonia de consagracin de los reyes de Israel. Se investa al rey con la autoridad del pacto en virtud del hecho de que sostena la ley de Moiss (el libro del pacto) en su mano derecha. El dinamismo de todo esto parece indicar (en Apoc. 4 y 5) que los privilegios del pacto del pueblo de Dios estn siendo restaurados por medio del gobierno del Dios trino que reina no slo por virtud del (90) poder creador del Padre (Apoc. 4:11), sino tambin por medio de las hazaas redentoras del "Len de la tribu de jud, la raz de David" (5:5), quien lleg a ser un Cordero inmolado y sacrificado (v. 6). Captulo 4.Esta visin de la escena de la entronizacin celestial, asombrosa y de gran alcance, se despliega en la clase de manifestacin trinitaria que tanto refleja las convicciones crecientes de la iglesia primitiva de la eternidad y unicidad trina del Dios de Israel. Sin duda, el personaje central del captulo 4, al que se llama "en el trono, uno sentado" (v. 2), y a quienes adoran como "Seor Dios Todopoderoso, el que era, el que es, y el que ha de venir" (v. 8), es Dios el Padre. Los ttulos en Apocalipsis 4:2 y 8 son claramente consecuentes con la escena que aparece en Apocalipsis 1:4 y 8. Una vez ms debemos sealar que aunque Jess comparte el ttulo "el primero y el ltimo" con el Padre en el captulo 1, el Apocalipsis nunca lo denomina "Todopoderoso" o "el que era y que es y que ha de venir" (Apoc. 4:8)! Adems debemos notar que delante del trono (e ntimamente asociado con los 24 ancianos del v. 4 y los 4 seres vivientes de los w. 6-8) "arden siete antorchas de fuego, que son los siete Espritus de Dios" (v. 5, BJ). Esta escena, que describe vvidamente la ntima asociacin de los siete Espritus con los 24 ancianos y los "cuatro seres
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Compare este uso en Apocalipsis 1 con Hebreos 1:10-12, en el que el autor de Hebreos aplica sin dificultad un salmo a Jess (Salmo 102:25-27) dirigido originalmente al Seor (Yahweh). Ofrece una fuerte evidencia de que, en la mente del autor bblico, el Cristo del Nuevo Pacto es el Yahweh del Antiguo Testamento. 33 Ejemplos similares del Espirito hablando ocurren en Apocalipsis 14:13 y 22:17.
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vivientes", indica con fuerza que el Espritu Santo es el catalista inspirador que inspira los himnos de alabanza que se encuentran m los versculos 8 y 11. Esta visin del Espritu es consecuente con las convicciones trinitarias ulteriores de la iglesia de que el Espritu se sujet voluntariamente al Padre (y al Hijo) para salir de ellos y para inspirara los seres inteligentes del universo a reconocer la "dignidad" del Padre como Seor-Creador Todopoderoso. Pero, por otro lado, el Espritu no est meramente contento con inspirar himnos de gran alabanza al Padre. La Escritura tambin lo presenta a l como teniendo una relacin ntima con el Hijo en su obra como el principal agente de la redencin: el Cordero/Len de Apocalipsis 5. (91) Captulo 5.Podemos concluir con seguridad que (1) Apocalipsis 5 es una continuacin de la visin que comenz en el captulo 4, y que (2) el Hijo es el personaje clave central mientras esta gran escena inaugural/pactual alcanza su culminacin.34 Apocalipsis describe grficamente la faceta regia de la persona del Hijo por medio del simbolismo del len (v. 5), pero la metfora clave que conduce a los grandes himnos de adoracin en este captulo (vs. 9-10, 12-13) tiene que ver con la escena que presenta al Hijo como el cordero del sacrificio expiatorio (vs. 6, 9-12). Atrapan nuestra atencin una cantidad de rasgos trinitarios de la visin. En primer lugar debemos observar que los "siete Espritus" descritos previamente como "siete lmparas de fuego" que ardan delante del trono (Apoc. 4:5), Apocalipsis 5 los imagina como los "siete ojos" del Cordero inmolado y los llama los "siete Espritus de Dios enviados a toda la tierra" (v. 6, BJ).35 Una identidad tan ntima del Espritu con el Hijo es totalmente consecuente con las amplias enseanzas de Juan con respecto a la relacin entre el Hijo y el Espritu que se bosquejan en el cuarto Evangelio (especialmente los captulos 14 al 17). El Espritu se extiende hacia adelante para iluminara todo el mundo. l es el nico que "me glorificar [al Hijo]; porque tomar de lo mo, y os lo har saber" (Juan 16:14). De ese modo parece justo concluir que la visin de Apocalipsis 5 trata de ensearnos que las hazaas del sacrificio redentor del Cordero/Len capacitan al Espritu para enviar con poder convincente un rayo lser de luz espiritual y redentora "por toda la tierra" (Apoc. 5:6). En segundo lugar, mientras los cielos encuentran al Cordero/Len digno de abrir el libro sellado que est en la mano del Padre porque el Hijo fue inmolado, ste es digno de ser inmolado slo porque l es el Hijo (el pasaje no lo identifica como tal, pero nos trae a la memoria al Jesucristo del comienzo del libro, y sabemos que l y el Cordero/Len son uno y el mismo). Ningn simple ser humano podra morir como (92) rescate por muchos (Mat. 20:28). Slo Dios poda pagar el precio exigido por quebrantar sus leyes. Pero el Padre, que no lleg a encarnarse, no poda morir esta muerte. Por eso el Hijo tom la carne humana, indivisiblemente humano y Dios, y de esa manera Dios el Hijo pudo llegara ser el Cordero del sacrificio y pagar el costo. Israel haba perdido el derecho a los privilegios del reino estipulados en el pacto a travs de su infidelidad, pero el Cordero inmolado, enviado como el Cordero/Len cogobernante con el Padre, trajo la salvacin y la restauracin del pacto.36
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Ver Aune (pp. 329-338) y Beale (pp. 337, 340-348). Una vez ms encontramos evidencia del marco histrico de la fiesta del Pentecosts del capitulo 5 como el momento en la historia de la redencin cuando Cristo es entronizado como el rey espiritual de Israel. Uno de los efectos poderosos de esta entronizacin es que el Espritu de Dios es enviado "por toda la tierra" (Apoc. 5:6); esta frase est ausente en Apocalipsis 1:4 y 4:5, lo que indica de manera enftica que el momento de la entronizacin no iba a describirse hasta Apocalipsis 5:6. 36 Sobre la identidad del rollo, ver Beale (pp. 339-342).
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En tercer lugar vemos la igualdad del "Seor Dios Todopoderoso" de Apocalipsis 4 y el Cordero/Len del captulo 5, sugerido firmemente por el hecho de que la adoracin del Seor Dios Todopoderoso por parte de los 24 ancianos y los 4 seres vivientes en el captulo 4 (vs. 8-9) ahora (en el captulo 5) se extiende a ambos, "al que est sentado en el trono" [el "Seor Dios Todopoderoso" o sea, el Padre] y al Cordero (v. 13). Todo el asunto de la adoracin merece ms explicacin. Repetidamente el Apocalipsis asocia actos de adoracin por las criaturas ("seres vivientes" [Apoc. 4:9; 5:81, "los veinticuatro ancianos" [4:10; 5:14] y Juan el Revelador [19:10; 22:8, 9]) con "postrarse" ante los sujetos de su adoracin. En los captulos 4 y 5 los seres que adoran no slo se postran ante el "Seor Dios Todopoderoso" que "est sentado en el trono" y cre "todas las cosas" (Apoc. 4:8-9, 11; 5:14), sino que tambin se postran, "delante del Cordero" (Apoc. 5:8). Qu debemos hacer ante semejantes actos de adoracin? No son estas escenas evidencias bien definidas, de que Jess el "Cordero' recibe la misma clase de adoracin que recibe el Padre? No podemos concluir que semejante adoracin es una evidencia poderosa de la deidad plena de Cristo? Adems, una conclusin as llega a ser an ms convincente cuando comparamos las escenas de adoracin en Apocalipsis 4 y 5 con las que aparecen en Apocalipsis 19:10 y 22:8-9. En estos dos ltimos pasajes Juan el Revelador se encuentra tan abrumado por las visiones que recibe que se postra a los pies de un ngel "para adorarle" (Apoc. 19:10; (93) "Me postr para adorara los pies del ngel [Apoc. 22:8]). Observe cuidadosamente que cada vez que Juan hace esto, el ngel lo reprende y le ordena: "Adora a Dios" (Apoc. 19:10; 22:9). Qu podemos deducir de estas escenas? Si el Cordero en Apocalipsis 5 es slo un ngel o un dios creado, no habra sido idoltrico para l recibir adoracin? Por supuesto que s! Pero no vemos que se les d tal reprensin a los "cuatro seres vivientes" y a los "veinticuatro ancianos" como la que se le da a Juan. Los contrastes entre los actos de postrarse para adorar, que son palpables en Apocalipsis 4 y 5, y los mismos actos de obediencia en 19:10 y 22:8-9, sugieren enfticamente la plena deidad del Cordero. Tal vez podramos resumirlo de esta manera: El Apocalipsis considera claramente al Hijo de Dios "Cordero/Len" junto con el Dios Todopoderoso (el Padre) como objetos legtimos de adoracin celestial. Si Cristo no es Dios, entonces tenemos idolatra. Si Cristo es alguna clase de semidis, entonces tenemos un caso de politesmo. Los antitrinitarios deben decidir si Jess es plenamente Dios o simplemente alguna especie de semidis semitrascendente. Si es plenamente Dios, entonces la adoracin es perfectamente aceptable. Pero si no lo es, entonces las nicas dos alternativas son que tenemos una de dos: idolatra o politesmo (ambas reprobadas en las Escrituras). En cuarto lugar, no slo los 24 ancianos y los 4 seres vivientes ofrecen loas y gran alabanza, sino que Apocalipsis 5 ahora amplifica y extiende esta escena trascendente de adoracin celestial a las alabanzas de "millones de millones" de ngeles (v. 11) y "a cuanta criatura" hay en el cielo y en la tierra (v. 13, NVI); todas alabanzas dirigidas a ambos: "Al que est sentado en el trono, y al Cordero" (v. 13). Mientras las inferencias de las proezas redentoras del Cordero inmolado llegan a ser patentes para todos los rdenes de seres creados del universo, observamos una aparente manifestacin espontnea de adoracin dirigida indiscriminadamente al Padre y al Hijo. Huelga decir que ofrece una evidencia poderosa de su profunda igualdad como soberanos divinos que gobiernan conjuntamente el reino restaurado. Y sin embargo encontramos todava ms inferencias en estas (94) escenas de adoracin. En quinto lugar, la evidencia ms convincente de la igualdad del Padre y del Hijo aparece en los himnos de los captulos 4 y 5. Como ya se indic previamente, los
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himnos contenidos en Apocalipsis 4:8 y 11 se enfocan en el Padre, el "Seor Dios Todopoderoso". Los dos primeros himnos del captulo 5 alaban al Hijo (vs. 9-10, 12), y el himno final glorifica tanto al Padre como al Hijo (v. 13). Deberamos observar cuidadosamente que el himno del versculo 12 est dirigido al Hijo, y el himno final del versculo 13 tiene como su objeto a ambos: al Padre y al Hijo. Lo verdaderamente convincente, pienso, es que los dos himnos finales le asignan caractersticas al Hijo que el captulo 4 le atribuye al Padre. Aunque algo repetitivos, observe cuidadosamente como usan los himnos las diferentes expresiones. Primero, el versculo 12 considera al "Cordero" "digno" "de tomar el poder, las riquezas, la sabidura, la fortaleza, la honra, la gloria y la alabanza". Sin embargo, en el versculo 13, el himno final le atribuye a ambos, al Padre y al Hijo, muchas de las mismas caractersticas o privilegios que se dirigen al Hijo en el versculo 12, especialmente "la alabanza, la honra, la gloria y el poder", trminos descriptivos asociados antes con el Padre en Apocalipsis 4:11. J. Ramsey Michaels ha expresado enrgicamente las inferencias de estos "himno[s] de alegra y alabanza". Al comentar inicialmente Apocalipsis 5:12, Michaels dice: "De nuevo es el Cordero el que es adorado, pero lo que 'recibe' ahora es ms que d libro sellado. A l se le atribuyen los mismos predicados (gloria, honor y poder) que en 4:11 estuvieron reservados para Dios mismo. En verdad, la lista se alarg ms del doble. Dios y el Cordero son los que reciben precisamente la misma clase de homenaje de la corte celestial. "Esta igualdad entre Dios y Cristo alcanza un crescendo en el cuarto y ltimo himno, un himno de alegra y alabanza de 'cuanta criatura hay en el cielo y en la tierra, y debajo de la tierra y en el mar, a todas las cosas que hay en ellos'... De esa forma, usando el vocabulario (95) de adoracin ms bien que el pensamiento especulativo, el libro del Apocalipsis ha triunfado al elevar al Mesas familiar davdico al nivel de deidad" (Barker, p. 367). La evidencia persuasiva que se acaba de presentar para la plena igualdad del Padre y del Hijo es la indicacin ms enrgica en el Apocalipsis para la deidad plena de Jesucristo. Si Jess tiene todos los "predicado" (o caractersticas) y las prerrogativas reales del Padre, entonces la deidad plena del Padre debe ser la deidad plena del Hijo. Aunque la evidencia para la plena deidad de Cristo es muy fuerte en estos captulos, tambin encontramos indicaciones de la caracterstica de persona del Espritu, aunque en una forma menos dramtica. En el captulo 5 los "siete Espritus" llegan a ser los "siete ojos" del Cordero "enviados por toda la tierra" (v. 6). La Escritura asocia a menudo el trmino "ojos" con inteligencia personal, y de esa manera el simbolismo proporciona alguna evidencia que hace pensar en la realidad del Espritu como una personalidad. Evidencias de los captulos 21 y 22.En Apocalipsis 21:1-6 somos testigos de una de las escenas ms conmovedoras de todo el libro. El "primer cielo y la primera tierra pasaron" y surgieron "un cielo nuevo y una tierra nueva" con su "Nueva Jerusaln" como capital. Aquel "que es y que era y que ha de venir" (Apoc. 1:4 y 4:8) literalmente ahora "viene" a la tierra con la Nueva Jerusaln y mora con su pueblo. Los versculos se refieren indudablemente a Dios el Padre, a quien la Escritura describe como haciendo algo paternal: enjuga "toda lgrima de los ojos de ellos" Apoc. 21:4). Su misma presencia confortadora parece haber desterrado completamente la muerte, el llanto, el clamor y el dolor. Adems, captaremos muchas vislumbres cuando comparemos Apocalipsis 21:1-6 con Apocalipsis 7:9 y 17. Apocalipsis 7 describe la "gran multitud" de los redimidos que
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estn delante del trono, y "el Cordero que est en medio del trono los pastorear, y los guiar a fuentes de aguas de vida; y Dios enjugar toda lgrima de los ojos (96) de ellos" (Apoc. 7:17). Aqu la visin describe grficamente la ntima relacin de funcin entre el Padre y el Hijo al consolara los redimidos despus de su peregrinacin a travs del reino del diablo y del pecado. Como mnimo, sugiere la profunda "unicidad" en propsito de los dos primeros miembros de la Divinidad. Despus, Apocalipsis 21:22 y 23 presenta una visin de la profunda unidad del Padre y del Hijo. Al describirla gloriosa Nueva Jerusaln, Juan dice: "No vi en ella templo; porque el Seor Dios Todopoderoso es el templo de ella, y el Cordero". Aqu encontramos la unicidad de la Divinidad descrita primordialmente por medio del simbolismo del templo. El templo del Antiguo Testamento encuentra su significado antitpico al llegar a su culminacin con la sugerencia convincente de que todo el simbolismo del templo apunta al triunfo de la redencin por medio de los esfuerzos unidos del Padre y del Hijo. No slo el Padre y el Hijo unidos desplazan al templo, sino que Apocalipsis ahora los imagina como llevando a la consumacin su pleno triunfo sobre las fuerzas del mal y el pecado. En la escena de coronacin de Pentecosts de Apocalipsis 5, la visin culmina con la adoracin de "todo lo creado" dirigida al "que est sentado en el trono [el Padre], y al Cordero" (v. 13). Sin embargo, este tema del trono alcanza su culminacin ms plena en Apocalipsis 22:1-3. Por primera vez el libro llama al trono "el trono de Dios y del Cordero". Ahora es explcito: el Padre y el Hijo son plenos cosoberanos, ambos sentados sobre el trono y compartiendo todas las prerrogativas del pacto aseguradas por medio de sus esfuerzos redentores en comn (alcanzados por medio de haber vencido a las fuerzas usurpadoras del mal y haber restaurado las bendiciones del pacto a los redimidos).37 La visin de la soberana conjunta del Padre y del Hijo es la pieza final de evidencia que nos convence de la plena deidad de Cristo. Claramente, el Hijo no slo comparte los ttulos `el Al & y la Omega, el principio y el fin", sino tambin todas las prerrogativas reales del Padre eterno sobre el trono del universo. Tales ttulos y derechos y poderes reales de una soberana igual pero compartida sugieren enfticamente (97) que la naturaleza divina, plena y eterna del Padre es tambin la misma naturaleza esencial del Hijo. En la escena con la que culmina todo el libro, el Padre y el Hijo son uno y son iguales. Lo que la Escritura puede decir acerca de la naturaleza y la autoridad de uno, puede ser dicho del otro. Es muy obvio que el Padre y el Hijo entronizados son el punto central en estos captulos, pero, est completamente ausente el Espritu Santo? En esta escena de triunfo glorioso, est el Espritu? Una vez ms observamos al Espritu haciendo las dos cosas en este marco tpico de las funciones redentoras que ha ejercido desde el principio: 1. Est llevando a la humanidad perdida de nuevo a una relacin de pacto con la Divinidad, especialmente al obrar por medio de "la esposa", la iglesia, en su misin evanglica. "Y el Espritu y la Esposa dicen: Ven. Y el que oye, diga: Ven" (Apoc. 22:17). 2. El Espritu obra, pero lo hace as desde el trono del Padre y del Hijo. Es ir demasiado lejos sugerir que el "ro... de vida" que sala del trono (22:1) representa el poder dador de vida del Espritu que concede la gracia de Dios a un mundo que est en
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Stefanovic sugiere que hasta esta escena en el libro, Cristo est subordinado l mismo al Padre. Sin embargo, con el triunfo completo del evangelio de la verdadera Trinidad sobre el falso evangelio del falsificador, Cristo ya no est subordinado al Padre (sugerencias compartidas en conversaciones personales, para ser publicadas en un prximo comentario).
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una necesidad desesperada de restauracin? Tenemos evidencias literarias, tanto bblicas como judas, para identificar el "ro... de vida" con el Espritu Santo.38 Evidencia bblica.Casi todo comentador ha notado que el simbolismo del "ro de vida" de Apocalipsis 22:1 se deriva fundamentalmente de Ezequiel 47:1-12 y Zacaras 14:8-11. Ezequiel 47:1-12 registra una visin de aguas que salan de debajo del umbral del templo en Jerusaln.39 Usando el principio interpretativo de la analoga de la Escritura (comparando escritura con escritura, lo ms claro arrojando luz sobre lo ms oscuro), Keil declara el caso como una interpretacin metafrica del agua: "Agua', que cambia la tierra estril en tierra frtil, y que proporciona bebida refrescante al sediento, se usa en la Escritura como una (98) ilustracin que denota bendicin y salvacin, lo cual estuvo representado an en el Paraso en la forma de riego (cf. Gn. 13:10)... Donde la bendicin corresponde al agua, se nombra al Espritu como la forma principal en la cual se manifiesta la bendicin, 'el fundamento de toda otra salvacin para el pueblo de Dios' (Keil y Delitzsch, p. 360). Adems de eso, Ezequiel 36:24-27 habla de esparcir de "agua limpia". El pasaje identifica estrechamente esta agua que limpia con el Espritu colocado dentro del corazn de piedra, que crea un "corazn de carne" en plena conformidad con los "estatutos" de Dios. La visin del "da de Jehov" en Zacaras 14:8-11 se hace eco de Ezequiel 47, con "aguas vivas" que salen de Jerusaln. El agua fluye tanto hacia el Mar Muerto como hacia el Mar Mediterrneo, y tiene un efecto restaurador sobre la "tierra" y la ciudad de Jerusaln. El mismo principio de analoga que se aplica a Ezequiel 47 tambin ilumina este pasaje. En cuanto a la evidencia del Nuevo Testamento de que el agua es smbolo del Espritu, es interesante que las referencias cruzadas ms persuasivas aparecen en los escritos de Juan, quien asocia de una manera clara el agua con la operacin del Espritu Santo (vea Juan 7:37-39 y compare con 3:5, 4:10-14 y 1 Juan 5:8-10). La referencia ms clara est en Juan 7:37-39. "El que cree en m, como dice la Escritura, de su interior corrern ros de agua viva. Esto dijo del Espritu" (vs. 38-39). Si uno admite la paternidad literaria comn del cuarto Evangelio y del Apocalipsis, la interpretacin del "ro de vida" como el Espritu Santo que procede del trono llega a ser an ms conmovedora. Aunque la evidencia para entender el "ro... de vida" descrito en Apocalipsis 22:1 y 2 como simbolizando al Espritu Santo no es absoluta, debemos enfatizar que esta escena est completamente de acuerdo con las afirmaciones trinitarias de la iglesia y el dinamismo de la Escritura de que el Espritu opera con placer en forma redentora con el Padre y el Hijo.40 (99) Resumen.38 39
El principal comentador moderno y primero en tomar esta posicin fue H. R. Swete (pp. 294-300). Compare el pasaje con Joel 3:18: "Saldr una fuente de la casa de Jehov" (as dice tambin la versin inglesa NASB). 40 Parece que de algn modo Beale se sinti atrado hacia esta interpretacin y sus conclusiones son llamativas: "Si las aguas simbolizan al Espritu, como en la descripcin en Juan 7:37-39, entonces Apocalipsis 22:1 es un cuadro temprano de la posterior confesin cristiana de que el Espritu procede del Padre y del Hijo... Como en Ezequiel 47, las aguas vivas fluan del templo, aunque ahora Dios y el Cordero son el templo (Apoc. 21:22). Aunque puede estar en mente el Espritu Santo, la metfora del agua representa primariamente la vida de eterno compaerismo con Dios y Cristo, lo que est corroborado por la forma que 22:3 -5 desarrolla 22:1 y 2" (Beale, p. 1.104).
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La evidencia para la unicidad y la igualdad del Padre y del Hijo y la asociacin estrecha del Espritu con ellos es totalmente convincente, y sugiere firmemente que uno de los grandes temas que saturan el Apocalipsis es la naturaleza trina de la Divinidad. Ciertamente, la evidencia para la unidad divina de los Tres y la plena deidad de Cristo es ms extensa que la que se da para la personalidad y plena deidad del Espritu Santo. Pero la asociacin ntima del Espritu con el Padre y el Hijo en estos tres marcos de referencia principales (captulos 1-3, 4-5, y 21-22) y los smbolos de personalidad atribuidos al Espritu (habla y es inteligente, ojos personales) proporcionan evidencia fidedigna de la plena deidad y personalidad del Espritu. CAPTULO 6: OBJECIONES BBLICAS A LA TRINIDAD.Aunque la evidencia presentada en los cinco primeros captulos nos parece completamente convincente, somos bien conscientes de una cantidad de pasajes bblicos que otros han usado tradicionalmente como evidencia contra la posicin trinitaria. Por aadidura, muchos han rechazado la doctrina de la Trinidad sobre la base de que es lgicamente inconsistente. En este captulo y en su suplemento nos referiremos a los textos principales usados por los antitrinitarios. Luego, el captulo que sigue tratar con la acusacin de que a la doctrina de la Trinidad le falta una coherencia lgica. De los pasajes bblicos que se usan normalmente para refutar la Trinidad, los arrianos y otros emplean la gran mayora para desacreditar la enseanza de la deidad eterna de Cristo. No debemos esquivarlos o pasar livianamente por alto dichos pasajes. Cualquier verdad que pretende ser bblica debe ser capaz de mantenerse firme ante la presencia de toda evidencia inspirada, aun los pasajes que parecen contradecirla opinin de la mayora. Si los datos contradictorios son convincentes, puede ser que la supuesta "verdad" necesite ser modificada seriamente o incluso abandonada. Y ninguno debera tener temor de hacer un cambio semejante si verdaderamente cualquier creencia, incluyendo la Trinidad, resultara no ser bblica. En realidad, abandonar doctrinas que finalmente revelan no ser bblicas puede ser una experiencia altamente liberadora. Mi propia madre haba dejado a un lado la doctrina de Dios y la Biblia debido a la doctrina del tormento eterno y consciente de los perdidos. No fue hasta que el testimonio de cristianos adventistas creyentes en la (102) Biblia le mostrara lo que la Escritura ensea realmente, que fue capaz de pensar ms claramente acerca de Dios como amor y la Biblia como una carta de amor de l. Slo cuando se dio cuenta de que la doctrina de una tortura interminable y consciente en el infierno no era ni bblica ni consecuente con el carcter de amor y la justicia de Dios, fue capaz de considerar la posibilidad de que Dios la amaba personalmente a ella. La cuestin ante nosotros ahora es esta: Hay evidencia suficiente en la Biblia que pueda exigirnos abandonar la doctrina de la Trinidad como indigna del Dios de la Biblia? Pasajes bblicos clave citados por los antitrinitarios.Cuando uno reduce a la forma ms sencilla la evidencia de la Biblia, relativamente slo aparecen unos pocos pasajes que a primera vista de ninguna manera daan la posicin trinitaria. Los que siguen son los citados ms a menudo: Juan 3:16; Colosenses 1:15, 18; Hebreos 1:5, 6 y 5:5-10; Juan 17:3; 1 Corintios 8:6; 1 Timoteo 2:5, 6; 1 Corintios 15:24-28, y Apocalipsis 3:14 del Nuevo Testamento, y Proverbios 8:22 del Antiguo Testamento. Lo que sigue ser un tratamiento con profundidad de los primeros cinco textos. Los ltimos cuatro los examinaremos en el suplemento a este captulo. Hemos provisto el
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suplemento para los que quieran un tratamiento ms extenso y exhaustivo de la evidencia contraria.41 Algunas observaciones preliminares.Daremos atencin especial a cada uno de los pasajes citados arriba. Sin embargo, antes de comenzar podra ser til captar alguna perspectiva bsica acerca de Jess. Siempre deberamos tener en mente que la Biblia ensea claramente que l es un ser con una naturaleza doble. Aunque la Escritura lo llama "Dios" (Juan 1:1) y se dirige a l como Oh Dios" (Heb. 1:8),42 la misma Biblia tambin (103) declara que "el Verbo se hizo carne" (Juan 1:14) y lo describe como "Jesucristo hombre" (1 Tim. 2:5). En otras palabras, cuando consideramos cualquier texto que se refiere a Jess puede resultar til preguntar si el pasaje tiene en mente su deidad o su humanidad encarnada. Max Hatton lo pone en una forma ligeramente diferente: "Se aplica [cualquier particular] versculo a la naturaleza de Cristo? O se aplica a su posicin?" (Hatton, p. 76). Despus hace la siguiente observacin razonable: "Si se aplica esta regla, se ver que una cantidad de pasajes aparentemente difciles dan poco motivo para preocuparse" (Ibd.). Algunos pasajes que parecen sealar la posicin de subordinacin que toma Cristo en relacin con el Padre podran muy bien estar hablando desde la perspectiva de su estado encarnado ms bien que de su posicin glorificada (ya sea antes o despus de su residencia temporal terrenal en "carne" humana).43 Otra consideracin importante incluye la forma como interpretamos la Biblia. Aqu el punto en cuestin es si debiramos interpretar algunos pasajes literalmente o si podemos tratarlos ms figuradamente. Tal vez podramos ilustrarlo de esta manera. Aunque a menudo nos referimos a Jess como "el Hijo" y con frecuencia llamamos "el Padre" a la primera persona de la Divinidad, en realidad debemos tomar ambas expresiones en forma completamente literal? O sera ms apropiado interpretar en forma ms metafrica esas ocasiones en que se expresan aspectos selectivos de filiacin y paternidad? Por ejemplo, si uno desea literalizar totalmente el trmino "Padre", significara esto que debe existir una "Madre de Dios" eterna y celestial (tal vez el Espritu Santo)? Otra ilustracin o dos deberan aclarar el asunto. Un antitrinitario acus a los trinitarios de negar que Jess es un "autntico" Hijo de Dios (l quiere decir literal), ya que rechazan la idea de que el Hijo fue generado literalmente como un ser divino (llamado Hijo) por Dios el Padre. Por supuesto, el antitrinitario usa "generado" (104) como significando engendrar un hijo en la misma manera que procrean los padres terrenales. Pero si empleamos la misma norma de interpretacin literal, entonces cuando Jess en Juan 15:1 afirma claramente que l es la "vid verdadera", debemos entender
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Max Hatton, en su libro recientemente publicado (Understanding the Trinity), presenta un estudio ms extenso de los textos usados contra la Trinidad y la pico. deidad de Cristo Su libro de bolsillo, altamente interesante, est ahora disponible en los North American Adventist Book Genera [libreras adventistas en Estados Unidos y Canad, denominados tambin ABC]. Ver especialmente el captulo 9 del libro de Hatton, "Answers to Objections to the Deity of Christ" (pp. 75-98), y tambin el captulo 12, donde presenta sus 'Answers to Objections to the Personality and Deity of the Holy Spirit" (pp. 109-120). Como notar el lector, en el cotejamiento de este captulo y su suplemento hemos extrado una cantidad de observaciones de Hatton. 42 A menos que se especifique otra cosa, todas las citas bblicas en este captulo son de la versin ReinaValera, revisin de 1960. 43 Un texto tal es Juan 14:28 y la declaracin de Jess que dijo: "Voy al Padre; porque el Padre mayor es que yo". Si Jess fuera alguna especie de "dios" humano o derivado, entonces Jess "hubiera parecido tonto por declarar lo evidente. No hay duda de que aqu Jess se estaba refiriendo a su posicin (no a su naturaleza)" (Hatton, p. 77).
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literalmente que Jess es una vid? Lo ms evidente es que aqu Jess est hablando figurada o ilustrativamente. Podra darse el mismo caso con las expresiones "Padre" e "Hijo"? Juan 3:16.Este, el versculo de memoria ms querido, contiene la frase bien conocida: "...que ha dado [Dios] a su Hijo unignito". Como se indic antes, la esencia de la interpretacin antitrinitaria de este texto afirma que Dios el Padre gener o "engendr" literalmente un ser divino (el Hijo) en algn momento en las edades de la eternidad pasada como una cierta clase de persona semidivina. Los arrianos ensean que fue un acto de creacin directa. Los semiarrianos sugieren que Jess es una especie de separacin de la naturaleza del Padre para formar una persona divina separada. De esa manera ambos grupos consideran que Jess el Hijo es un "dios" inferior, no un ser preexistente autntico y eterno tal como el Padre. Qu vamos a hacer con semejante interpretacin? Ante todo, la expresin "unignito" es una traduccin de la palabra griega monogens. Esta palabra es una combinacin de dos palabras griegas: mnos (que significa "nico" o "solo") y gnos ("clase", o, en un sentido ms amplio, "especie", "familia", "raza" o "nacin"; las palabras castellanas "gen" y "gene" derivan de esta palabra griega). Para ponerlo de la manera ms sucinta posible, la palabra significa "nico" o "uno de una clase". Una ilustracin de la experiencia de mi propia familia podra resultar til. Donald, mi hermano ya fallecido, era el hijo mayor en nuestra familia de cinco hermanos. Verdaderamente era una personalidad brillante, pintoresca, incluso terrible. La gente o lo quera realmente, o casi se senta totalmente rechazada por su disposicin (105) y expresin singular. Me acuerdo a menudo de nuestro padre describiendo la "singularidad" de Donald. Mi padre dira: "Si pudiera engendrar hijos por otros mil aos, nunca procreara otro semejante a Donald!" Donald no fue el "nico" hijo engendrado por nuestro padre, pero en la mente de pap era ciertamente el ms "nico. Ahora bien, cul es el significado bblico de este trmino importante? Juan y los escritores de la Biblia, usan el trmino en el sentido estricto de la analoga de relacionas humanas normales, sugiriendo enfticamente un padre preexistente que engendra literalmente un hijo? Es esto lo que significa el trmino monogens? El amplio uso de la palabra en la Biblia sugiere que se entienda de otra manera. La palabra gnos deriva del verbo griego gnomai, que significa "venir" o "venir a ser"; no deriva de la palabra griega genno, "procrear" o "engendrar". Por eso la palabra monogens no se refiere a Dios el Padre engendrando a Jess como su Hijo literal, semidivino. Ms bien indica la singularidad de Jess como el Hijo encarnado: el Dios hombre que "lleg a ser" un humano en la carne mientras retena su naturaleza plenamente divina como uno "igual a Dios" el Padre (Juan 5:18). Podra existir alguna manifestacin en la historia del universo ms "nica" que la del Dios-Creador llegando a ser "carne" (Juan 1:14)? La manera como la Escritura usa monogens para referirse a la singularidad de un hijo lo vemos bien ilustrado en Hebreos 11:17, donde se llama a Isaac el hijo "unignito [monogens]" de Abraham. Es evidente que el autor de la carta a los Hebreos no est tratando de decir literalmente que Isaac fue el nico o solo hijo de Abraham. El patriarca tuvo otros hijos, incluyendo a Ismael. Lo ms obvio es que el escritor se est refiriendo a Isaac como el "nico" hijo de la promesa de Dios por medio de la fe. Pero qu podemos decir acerca de las expresiones bblicas "Padre" e "Hijo'? Qu significan esos trminos si no especifican a un "padre" engendrando a un hijo? (106) Existen tres posibles respuestas:
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1. "Hijo", como se emplea en la Biblia, se refiere slo a generacin o precedencia paterna en el tiempo, lo cual tiene que ver con una derivacin fsica o filial? O puede tener un significado ms amplio, ms figurado, ms ilustrativo? Por favor, observe el siguiente uso del lenguaje figurado de "hijo". En numerosos lugares en la Biblia, "hijo" indica el carcter distintivo de una persona o de un grupo de personas. La Biblia se refiere a los "hijos de Sin" (Lam. 4:2), "hijos de Belial" (1 Sam. 2:12, VM), "hijos de Dios" (Gn. 6:4), "hijos de los hombres" (Ecle. 2:8), "hijos de luz" (Juan 12:36), "hijos de los profetas" (2 Reyes 2:3), "hijos de los extranjeros" (Isa. 56:6), "hijos de extraos" (Isa. 61:5, BJ), "hijos del trueno" (Mar. 3:17) e "hijos de desobediencia" (Efe. 2:2; 5:6). Probablemente el uso ms singular y sorprendente de este caracterstico lenguaje figurado provenga de nuestro Seor cuando le dijo a los judos: "Vosotros sois de vuestro padre el diablo" (Juan 8:44). Pero ciertamente ningn intrprete bblico que est en sus cabales desea interpretar Juan 8:44 en forma literal! Muy obviamente lo que la Biblia trata de comunicar fundamentalmente con el lenguaje figurado de "hijo" es que se refiere al rasgo ms caracterstico o al atributo distintivo de una persona o de un grupo de personas llamada(os) "hijo(s)". 2. El lenguaje figurado de "Padre" tambin denota la intimidad de la relacin entre la primera persona de la Divinidad con la segunda persona. Una interpretacin tal es muy evidente en los ltimos captulos del Evangelio de Juan, especialmente en el captulo 17. 3. Pareciera que hay algo an ms fuerte en el lenguaje figurado de Padre e Hijo empleado en el Evangelio de Juan. Una vez ms, note lo siguiente de Juan 5:17-18: "Y Jess les respondi: Mi Padre hasta ahora trabaja, y yo trabajo. Por esto los judos an ms procuraban matarlo, porque no slo quebrantaba el da de reposo, sino (107) que tambin deca que Dios era su propio Padre, hacindose igual a Dios". En estos versculos Juan indica claramente que el pueblo entendi las afirmaciones de Jess de tener a Dios por "su Padre" como una pretensin de igualdad con Dios ms bien que alguna clase de subordinacin de un dios menor a un Dios mayor. Jess "deca que Dios era su propio Padre, hacindose iguala Dios". Adems de eso, los versculos que siguen indican de manera enrgica una intimidad tpica de las slidas relaciones padre-hijo. Respondi entonces Jess, y les dijo: De cierto, de cierto os digo: No puede el Hijo hacer nada por s mismo, sino lo que ve hacer al Padre; porque todo lo que el Padre hace, tambin lo hace el Hijo igualmente. Porque el Padre ama al Hijo, y le muestra todas las cosas que l hace" (vs. 19-20). Lejos de sugerir que el Padre gener o engendr al Hijo como alguna especie de semidis derivado o creado, la metfora de Padre e Hijo seala a la intimidad eterna y profunda que siempre ha existido entre la primera y la segunda persona de la Divinidad como "iguales" divinos, a travs de toda la eternidad (pasada, presente y futura).
Colosenses 1:15, 18.Estrechamente relacionado con la expresin monogens est el trmino griego prottokos. Los traductores generalmente traducen prottokos ya sea como "primognito" o "primer engendrado". Note su uso en Colosenses 1:15 y 18: "l [Cristo] es la imagen del Dios invisible, el primognito de toda creacin... y l es la cabeza del cuerpo que es la iglesia, el que es el principio, el primognito de entre los muertos, para que en todo tenga la preeminencia". La interpretacin corriente antitrinitaria afirma que el trmino primognito" se refiere al Padre engendrando a Jess como el primer ser que "cre" en algn momento en el
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tiempo antes del origen del mundo. Por el uso que los escritores bblicos hacen de la palabra griega traducida "primognito" (prottokos), se proponan darle tal interpretacin? (108) Antes de presentar una explicacin ms completa del significado de "primognito" en la Escritura, Max Hatton ofrece un par de observaciones preliminares interesantes. "Digamos que uno no puede nacer y ser creado al mismo tiempo... Si el deseo de Pablo hubiese sido decir que Cristo fue el "primer creado", tena a su disposicin la palabra protoktstos. Pero ni Pablo ni ningn otro escritor bblico usan esta palabra con referencia a Cristo" (Ibd., p. 91). Entonces, cul es la definicin bblica de "primognito"? Aunque la expresin "primognito" se inspira en el hecho real histrico de los privilegios de la primogenitura que pertenecan al primognito literal, la Biblia lo aplica o usa con respecto a Cristo en una manera no literal. No se refiere a que el ser de Cristo hubiese nacido o fuese engendrado como un "dios", considerndolo el primer ser creado en el tiempo. Antes bien, la Escritura emplea ese trmino para indicar la posicin de privilegio en cuanto a honor y dignidad, o la preeminencia del hijo primognito que recibe la heredad correspondiente al "derecho de primogenitura". Este ltimo significado es la manera principal como lo usan los escritores de la Biblia. Observe cuidadosamente lo siguiente: La Escritura indica claramente la posicin especial de David entre sus hermanos al llamarlo el "primognito" (Salmo 89:20-27). Sin embargo David no fue el "primognito" literal. En realidad, David era el hijo ms joven de su padre. Adems, no slo la Biblia califica como primognitos a individuos que no fueron realmente los que nacieron primero ni los ms viejos en ese momento, sino que tanto el Antiguo Testamento como el Nuevo Testamento se refieren a "Israel es mi hijo, mi primognito" (xo. 4:22). En el mismo tono, el Nuevo Testamento habla de los miembros de la iglesia de Cristo como perteneciendo a la congregacin de los "primognitos" (Heb. 12:23). Qu vamos a hacer con semejante modelo? Nos est diciendo la Biblia que el Israel literal y espiritual puede componerse slo de la descendencia de "primognitos" literales? Es harto evidente que (109) la respuesta es un "No!" enftico. El Nuevo Testamento emplea el trmino "primognito" ocho veces. De los ocho casos, al menos dos indican que alguien fue realmente el primer nacido. As, Lucas 2:7 parece hablar de una manera literal cuando dice que Mara "dio a luz a su hijo primognito", y Hebreos 11:28 se refiere a los "primognitos" de los egipcios. Sin embargo, el uso principal en el Nuevo Testamento parece ser figurado, inspirndose en los privilegios y la preeminencia del primognito literal. De esa manera la Escritura designa a los seres humanos redimidos como "la congregacin de los primognitos que estn inscritos en los cielos" (Heb. 12:23). Evidentemente la iglesia no consiste slo en seres humanos primognitos literales. La expresin "primognito" enfatiza su posicin preeminente entre los "hijos de Dios". Ambos, Pablo y Juan, tambin emplean este uso figurado o metafrico de "primognito" para referirse a Cristo como "el primognito de entre los muertos" (Col. 1:18) o "el primognito de los muertos" (Apoc. 1:5). Con gran seguridad, ninguno est tratando de convencernos de que Jess fue la primera persona que alguna vez resucit literalmente de los muertos (Dios resucit a Moiss y Lzaro antes que a l, sencillamente por nombrar a dos). Es muy evidente que los apstoles estaban tratando de comunicar que la resurreccin de Cristo le garantiza el estatus privilegiado de "primognito" en el sentido de que su
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victoria sobre la muerte lo capacita para "tener la preeminencia" en "todo" lo que tiene que ver con la victoria sobre la muerte y el otorgamiento de vida eterna. El uso figurado o metafrico de "primognito" comunica la preeminente" autoridad de Cristo sobre la muerte de manera que "l sea el primognito entre muchos hermanos" (Rom. 8:29).44 Y quienes son "los hermanos" entre los cuales l es el "primognito"? Obviamente son los que confiara en l como el dador de vida por medio del poder de su resurreccin. Podramos ilustrar el concepto de preeminencia del "primognito" de esta manera: aunque Bill Gates no fue la primera persona en (110) dedicarse al negocio del software de las computadoras, podra justamente ser llamado el "primognito del software" en el sentido de su preeminencia dominante y reconocida mundialmente en la industria del software. Podramos decir lo mismo de Michael Jordan como el "primognito" en el mundo del baloncesto, y la preeminencia de la Madre Hale podra muy bien ser caracterizada como la "primognita" del cuidado abnegado y maternal hacia los trgicos bebs de los drogadictos de Nueva York. En una aplicacin ulterior. Pablo describe a Cristo como "el primognito de toda creacin" (Col. 1:15). Qu tiene en mente el apstol aqu? En la misma forma que Cristo como "primognito" de los muertos comunica su preeminencia sobre la muerte, as ser el "primognito de toda creacin" revela firmemente su preeminencia sobre la creacin como el Creador de "todas las cosas". Un lenguaje tal no tiene nada que ver con l como el primer ser que alguna vez fuera creado. Pablo adems comunica la preeminencia de Cristo en la creacin como Creador al declarar que todas las cosas fueron creadas "por medio de l y para l", y "todas las cosas en l subsisten" (vs. 16-17). De esa manera, as como los "hermanos" pueden ser salvados de la muerte slo por medio de la preeminencia del "primognito de los muertos", as tambin pueden tener existencia slo a travs de la preeminencia del nico. que es el "primognito de toda creacin" (v. 15). Que Cristo no fue el "hijo primognito" literal generado por Dios el Padre lo vemos apoyado ms ampliamente por el contexto de la teologa paulina de la divinidad de Cristo en Colosenses. Inmediatamente despus que Pablo declara en sentido figurado la "preeminencia" de la primogenitura de Cristo "sobre toda creacin" y "de entre los muertos", en el versculo 19 declara que "agrad al Padre que en l [Cristo] habitase toda plenitud". El interrogante que nos salta inmediatamente a la vista es: Tuvo Pablo la intencin de indicar que el Padre permiti que slo la "plenitud" de una deidad limitada (alguna cualidad semidivina de la naturaleza) morara en el Cristo encarnado? Encontramos la respuesta (111) en Colosenses 2:9, en la que el gran apstol declara sin lugar a dudas que en Cristo "habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad". El lector recordar que en el captulo 2 vimos que la palabra traducida como "Deidad" es la palabra griega thetes, que literalmente significa "la misma esencia de la divinidad", no tan slo su parafernalia o caractersticas seleccionadas. Y esta misma esencia de la naturaleza divina mora "corporalmente" en el Cristo encarnado, el "primognito"! Hebreos 1:5-6 y 5:5-10.44
Una expresin similar, "engendrado", extrada del Salmo 2:7, aparece o Hechos y se refiere a la resurreccin de Cristo. Pablo proclama que Dios resucit "a Jess; como est escrito tambin en el salmo segundo: Mi hijo eres t, yo te he engendrado hoy" (Hechos.13:33). Sin duda Pablo emplea la palabra "engendrado" en este versculo para hablar del Padre levantando a Cristo de la tumba, no producindolo como un dios. Estudiaremos el Salmo 2:7 a fondo ms adelante, cuando examinemos la forma en que el autor de Hebreos (Heb. 1:4-6 y 5:5-10) lo usa para indicar 1a encarnacin de Cristo y su calificacin para ser un Sumo Sacerdote segn el orden de Melquisedec.
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Una vez ms estamos tratando con un nuevo uso de la expresin prottokos ("primognito"), slo que ahora el autor bblico lo emplea en conjuncin con su interpretacin del Salmo 2:7 y Cristo, quien es "engendrado" por el Padre como un "Hijo". "[Cristo] hecho tanto superior a los ngeles, cuanto hered ms excelente nombre que ellos. Porque a cul de los ngeles dijo Dios jams: Mi Hijo eres t, yo te he engendrado hoy? [Salmo 2:7]... Y otra vez, cuando introduce al Primognito en el mundo, dice: Adrenlo todos los ngeles de Dios" (Heb. 1:4-6). Qu est tratando de ensearnos el escritor de Hebreos en estos versculos? Como sealamos en los captulos 1 y 2, aqu comienza el tema clave de la carta al exaltar a Cristo como el nico que es "mejor". Su primera comparacin acerca de lo "mejor" contrasta a Cristo con los ngeles. Por buenos y grandes que sean los ngeles, el escritor bblico exalta la superioridad de Cristo al demostrar que Dios nunca llam a ningn ngel "Hijo" o "engendrado", ni orden a nadie adorar a los ngeles. Ms bien los buenos ngeles, pero inferiores, deben "adorar" a Cristo. Por eso es muy obvio que Cristo es "mejor" que los ngeles. Por tanto, en este contexto, qu haremos con eso de que Dios-llama a Cristo "mi Hijo", "engendrado" y "primognito"? Los antitrinitarios son rpidos para darle a estos trminos una interpretacin muy literal en el sentido de que Cristo es un verdadero (112) "Hijo engendrado, primognito" generado por el Padre. De esa manera concluyen que Cristo es un "dios" con una deidad y dignidad menores que las del Padre eterno. Pero, es eso lo que ensea el pasaje? Naturalmente lo que est en mente aqu no es que Cristo fue generado por el Padre como un ser divino, en el mejor de los casos un dios diminuto o semideidad. Antes bien, el escritor presenta a Cristo como siendo "engendrado" como el "Hijo primognito" de Dios en la encarnacin. En el contexto literario de Hebreos 1, Cristo es un Hijo de Dios en el sentido de que l, quien es eterno e Hijo plenamente divino, ha llegado a ser "engendrado" como el "primognito' en la carne de la humanidad de manera que pueda tener preeminencia redentora sobre los "ngeles" que lo adoran. Adems, Hebreos llama a Cristo "engendrado" y el "primognito" en el sentido de que l, el Dios/ hombre encarnado, lleg a ser el "primognito' de todos los humanos a quienes vino a salvar. Sin tal singularidad divina/humana y preeminencia sobre todos los otros seres humanos no tendramos salvacin del pecado. Desde ya, Pablo no busca disminuir la deidad de Cristo al proclamarlo el Dios/hombre encarnado. El llegara ser humano en la encarnacin como un Hijo de Dios humano, "engendrado" "primognito', de ninguna manera disminuye su eterna y plena deidad. Una vez ms, el mismo contexto de Hebreos 1 excluye tal conclusin. Como se seal en captulos anteriores, Hebreos 1 aboga fuertemente por la plena deidad del Hijo encarnado. Hebreos 1:2-3 declara que Cristo no slo es (1) el hacedor del "universo", sino tambin (2) el nico que es "el resplandor de su gloria [la del Padre]", (3) la "imagen misma de su sustancia" y (4) el sustentador de todas las cosas "con la palabra de su poder". El versculo 6 manifiesta su deidad plena a travs de la orden dada a los ngeles de "adorarlo" (a Cristo). En el versculo 8 Dios se dirige directamente a Cristo como "Oh Dios", cuyo trono es un eterno asiento de poder. Los versculos 10 al 12 aplican a Cristo el Salmo 102:25-27, un himno de alabanza claramente dirigido al Seor del Antiguo Testamento, (113) Yahvh: el eterno, el existente por s mismo. Muy ciertamente el libro de Hebreos da por sentado que el Seor Yahvh del Salmo 102 no es otro que el Cristo encarnado a quien los ngeles dirigen su adoracin y ante quien se subordinan.
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"Engendrado" manifiesta un uso parecido en Hebreos 5:5-10: "As tampoco Cristo se glorific a s mismo hacindose sumo sacerdote, sino el que le dijo: T eres mi Hijo, yo te he engendrado hoy [Sal. 2:7]. Como tambin dice en otro lugar: T eres sacerdote para siempre, segn el orden de Melquisedec [Salmo 110:4]. Y Cristo en los das de su carne, ofreciendo ruegos y splicas con gran clamor y lgrimas al que le poda librar de la muerte, fue odo a causa de su temor reverente. Y aunque era Hijo, por lo que padeci aprendi la obediencia; y habiendo sido perfeccionado vino a ser autor de eterna salvacin para todos los que le obedecen; y fue declarado por Dios sumo sacerdote segn el orden de Melquisedec [Salmo 110:4]". Es obvio que "engendrado" en Hebreos 1:5 se refiere a la designacin de Cristo por el Padre al oficio de Sumo Sacerdote del Santuario celestial. Una vez ms, el contexto indica enfticamente que la Escritura no est usando "engendrado" en el sentido de que el Padre Dios genera un Hijo que es un dios menor, sino que usa dicho vocablo con la connotacin de que hace a Cristo el Sumo Sacerdote divino/humano. El autor del libro de Hebreos se esfuerza por demostrar que Cristo no slo es el Dios eterno "sin padre, sin madre, sin genealoga; que ni tiene principio de das, ni fin de vida" (Heb. 7:3), sino que tambin es completamente humano en su experiencia encarnada. Es una combinacin de estos dos aspectos esenciales de su persona nica lo que lo califica para ser un "sacerdote para siempre, segn el orden de Melquisedec" (Heb. 5:6). Una vez ms es el contexto literario de Hebreos 5:5-10 el que proporciona la clave de que Cristo es "engendrado" en el mismo sentido de ser hecho hombreo encarnado en carne humana. El versculo 7 habla de "los das de su carne, ofreciendo ruegos y splicas con gran clamor y lgrimas al que le poda librar de la muerte". Es (114) en este sentido de una dependencia total, piadosa y de una relacin ntima con el Padre que la Escritura puede describir a Jess como un "Hijo" "engendrado" del Padre (vs. 5, 8). Describe claramente una subordinacin dependiente de Cristo funcionando como el "Hijo" humano, no alguna subordinacin de la naturaleza divina de Cristo a la del Padre. En otras palabras, la Escritura califica a Jess como "Hijo engendrado" en el sentido de su humanidad encarnada y su relacin ntima y dependiente de su Padre durante ese perodo de su vulnerabilidad humana. En su humanidad qued calificado para ser un eficaz intercesor sumo sacerdotal, no slo por virtud de su naturaleza divina existente eternamente, sino tambin debido a aprender fiel obediencia "por lo que padeci" (v. 8) como ser humano dependiente, "engendrado". Tal sufrimiento obediente "perfeccion" su humanidad, de modo que "vino a ser autor de eterna salvacin... declarado por Dios sumo sacerdote" (vs. 9-10). L. E. Froom resume el detalle del uso que hace Hebreos del Salmo 2:7 y de Cristo como "hijo engendrado" de Dios: "'Este da te he engendrado' indica la entrada de Cristo en la forma humana, con la secuencia progresiva" de su "nacimiento, bautismo, resurreccin y sacerdocio encarnados. Todos estn involucrados y se originaron de su trascendental nacimiento en forma humana, porque l vuelve la segunda vez como Hijo del hombre... Ese es el alcance ms amplio del propsito del Salmo 2:7" (Froom, pp. 308-309). El lenguaje figurado de "engendrado", tal como se emplea en Hebreos, no hace referencia en absoluto a que Cristo fuera generado o "engendrado" por Dios el Padre como alguna especie de dios menor, derivado de la sustancia o esencia de la naturaleza divina del Padre. Juan 17:3.-
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Muchos emplean a menudo este pasaje bien conocido un llamado inspirador a los cristianos para que busquen un conocimiento (115) ms profundo de Dios con el fin de negar la plena deidad de Cristo. "Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el nico Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado". Los que se oponen a la igualdad del Padre y del Hijo pretenden que la afirmacin de Jess de que el Padre es "el nico Dios verdadero" muestra que Cristo se excluye de ser identificado con la deidad plena del Padre. Es esto lo que est indicando Jess? En su gran oracin sumo sacerdotal es bien patente que Jess no est discutiendo la relacin de su propia naturaleza divina con la del Padre, sino "la necesidad de que la gente reconozca al nico Dios verdadero como opuesto a los dolos y otros dioses falsos", y "la necesidad de que lo reconozcan a l como el medio de salvacin" (Hatton, p. 78). Erickson lo expresa de esta manera: "Al hablar del Padre como el nico genuino (griego alethins, "verdadero) Dios, Jess no est comparando el Padre con el Hijo, sino con los otros pretendientes a la deidad, los dioses falsos. En verdad, aqu Jess se vincula muy estrechamente con el Padre. La vida eterna no slo es conocer al Padre, sino tambin conocer a quien l ha enviado, a Jesucristo" (Christian Theology, p. 714). Adems, el contexto del Evangelio de Juan nos presenta una gran cantidad de evidencias para la deidad plena de Cristo. Si aqu Jess est afirmando que el Padre es exclusivamente la nica manifestacin del "Dios verdadero" en el universo, contradice la igualdad de Jess con Dios el Padre tan claramente evidente en Juan 1:1, 5:18, 8:58 y 10:30-33. Adems, si el Padre es el "nico Dios verdadero" en comparacin con Jess, no sera lgico concluir que cualquier otra persona designada como "Dios" (tal como Jess) sera un dios falso? Esto no parece ser lo que Jess est queriendo decir en este contexto. 1 Corintios 8:6.Vamos a citar primero el amplio contexto de la declaracin de Pablo. (116) "Acerca, pues, de las viandas que se sacrifican a los dolos, sabemos que un dolo nada es en el mundo, y que no hay ms que un Dios. Pues aunque haya algunos que se llamen dioses, sea en el cielo, o en la tierra (como hay muchos dioses y muchos seores), para nosotros, sin embargo, slo hay un Dios, el Padre, del cual proceden todas las cosas, y nosotros somos para l; y un Seor, jesucristo, por medio del cual son todas las cosas, y nosotros por medio de l" (1 Cor. 8:4-6). En una manera muy similar a su tratamiento de Juan 17:3, los antitrinitarios usan este pasaje como prueba de que el Padre es el "nico Dios"; y como este pasaje no llama explcitamente a Jess el "nico Dios", por tanto es slo algn Seor divino menor. Max Hatton nos dice que si seguimos la lgica de la interpretacin antitrinitaria, llegaramos a la siguiente conclusin inquietante: "Si este verso excluye a Jess de ser Dios porque dice que slo el Padre es Dios, tambin debe excluir al Padre de ser Seor porque dice que Jess es el nico Seor!" (Hatton, p. 80). Adems de todo esto, en el contexto Pablo est discutiendo el tema de los dolos y el asunto de si los creyentes debiesen comer alimento que fue previamente ofrecido a los dolos. La clave para entender todo el pasaje es ver que los versculos 5 y 6 son una explicacin o una elaboracin aclaratoria adicional del significado de la expresin en el verso 4, que dice: "No hay ms que un Dios". Y quin es este nico Dios? Pablo contesta que podemos definir este "nico Dios" como "el Padre... y un Seor, Jesucristo" (v. 6). "Si Pablo no pens de Jess como siendo Dios, por qu lo menciona a l en este contexto? Estaba tratando de probar que existe slo un Dios demostrndoles que l tena dos?" (Ibd.).
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Con mayor seguridad, Pablo no esta tratando de oponer la deidad del Padre a la del Hijo, sino comparar la deidad de ambos con los dioses falsos e dolos de la religin pagana del siglo I. Si el apstol est negando aqu la plena deidad de Cristo, lo tenemos en abierta contradiccin con sus categricas afirmaciones en Colosenses 2:9, donde dice que en Cristo habita corporalmente toda la plenitud de (117) la Deidad, y Filipenses 2:5, donde indica claramente que Cristo era "igual a Dios". Wayne Grudem dice que "1 Corintios 8:6 no niega que Dios el Hijo y Dios el Espritu Santo tambin son 'Dios', pero aqu Pablo dice que Dios el Padre se identifica como este 'nico Dios'. En otros lugares... Pablo puede hablar de Dios el Hijo y Dios el Espritu Santo tambin como 'Dios'. Por otra parte, en este mismo versculo contina hablando de 'un Seor Jesucristo, por medio del cual son todas las cosas y nosotros por medio de l'. Pablo aqu est usando la palabra Seor en su pleno sentido veterotestamentario de 'Yahvh' como un nombre para Dios, y dice que esta es la persona por medio de quien fueron creadas todas las cosas, afirmando as tambin la plena deidad de Cristo, pero con un nombre diferente. De esta manera, este versculo afirma ambas cosas: la unidad de Dios y la diversidad de personas en Dios" (Grudem, p. 239). Conclusin.Hemos completado nuestro examen de los pasajes que se usan con ms frecuencia para desacreditar la plena deidad de Cristo y la doctrina de la Trinidad. Para los que deseen un examen ms exhaustivo de los textos difciles, los instamos a que lean el suplemento que sigue inmediatamente a este captulo. Pero por ahora vamos a plantear las siguientes preguntas: Puede uno decir realmente que los pasajes estudiados en este captulo (y el suplemento) anulan la abundante evidencia presentada en los anteriores cinco captulos? No es harto evidente que los textos problema llegan a ser problemas slo cuando uno asume una interpretacin exclusivamente literalista de expresiones como "Padre", "Hijo", "Primognito", "Unignito", "Engendrado" y as sucesivamente? Un literalismo as, no va contra el significado principalmente figurado o metafrico que usan los escritores de la Biblia cuando se refieren a las personas de la Divinidad? Puede uno decir realmente que los escritores de la Biblia quieren decir que expresiones tales como "el nico Dios verdadero" y "nico Dios, el Padre", excluyen la plena deidad del Hijo, de Jesucristo? (118) Sugerimos humildemente que el peso de la evidencia bblica apunta de una manera enftica a la plena y eterna deidad de Cristo como uno en naturaleza, carcter y propsito con el Padre (y el Espritu Santo). Adems de eso, lo que demuestra ser completamente irnico es que algunas de las evidencias ms convincentes para la igualdad del Padre y del Hijo aparecen en contextos que emplean las mismas metforas de "Padre" e "Hijo" (especialmente en Juan 5:16-23) Ahora, qu podemos decir de las objeciones lgicas de que a la doctrina de la Trinidad le falta coherencia racional? Volveremos nuestra atencin a este asunto en el captulo siguiente. (119) Suplemento al capitulo 6: OTROS TEXTOS QUE SE USAN CONTRA LA TRINIDAD.1 Timoteo 2:5-6.Los seis primeros versculos de 1 Timoteo 2 dan uno de los mximos testimonios del alcance universal de los propsitos redentores de Dios. Observe las siguientes frases tan familiares a los cristianos agradecidos: "...Dios nuestro Salvador, el cual quiere que todos los hombres sean salvos" (vs. 3-4), y "Jesucristo hombre, el cual se dio a s mismo
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en rescate por todos" (vs. 5-6). Sin embargo, algunos han empleado los versculos 5 y 6 para negar la deidad plena de Jesucristo. "Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre, el cual se dio a s mismo en rescate por todos" (1 Tim. 2:5-6). Los antitrinitarios interpretan el pasaje para decir que, como hay "un Dios" y se llama a Jess "Jesucristo hombre", entonces Jess no es pleno Dios sino slo un mediador humano. Creo muy firmemente que Pablo no est excluyendo a Cristo como un "mediador" divino. Sin embargo, en este contexto Pablo naturalmente enfatizara el componente humano de ser un eficaz "mediador entre Dios y los hombres". Por favor, observe cuidadosamente que en los versculos 1, 2 y 8 el apstol est subrayando la necesidad de "rogativas, oraciones, peticiones... por todos los hombres" (v. 1), de manera que "todos los hombres" puedan ser "salvos" (v. 4). Por tanto, no debera sorprendernos que en este marco del tema de la oracin intercesora humana por "todos los hombres" recibiera nfasis el oficio de mediador de Cristo en su humanidad. Por favor, recuerde que en Hebreos este tema de Cristo como mediador e intercesor (como nuestro Sumo Sacerdote celestial) resalta (120) la necesidad que tiene de ser al mismo tiempo plenamente humano y plenamente divino. As Hebreos 2:14-18 recalca el Cristo humano, y Hebreos 7:3 donde se declara que Cristo (al igual que Melquisedec, quien es hecho "semejante al Hijo de Dios") es "sin padre, sin madre, sin genealoga; que ni tiene principio de das, ni fin de vida... permanece sacerdote para siempre" claramente resalta al Jess divino. Sin embargo en 1 Timoteo 2, Pablo, sin excluir la deidad de Cristo, ensalza la profunda identidad que tiene con aquellos por los que intercede ante Dios. Algunas veces se ha observado sabiamente que "siendo Dios, Jess puede representar perfectamente a Dios ante los hombres, y siendo hombre puede representar perfectamente al hombre ante Dios". Hatton comenta que "slo por ser Dios, Jess puede comprender completamente las exigencias de Dios, y slo por ser hombre puede comprender plenamente las necesidades del hombre" (Hatton, p. 79). 1 Corintios 15:24-28.Mirando hacia adelante, al "reino" de "Dios el Padre", Pablo describe la obra triunfante final de Cristo: "Luego el fin, cuando entregue [Cristo] el reino al Dios y Padre, cuando haya suprimido todo dominio, toda autoridad y potencia. Porque preciso es que l reine hasta que haya puesto a todos sus enemigos debajo de sus pies. Y el postrer enemigo que ser destruido es la muerte. Porque todas las cosas las sujet debajo de sus pies [cita del Salmo 8:6]. Y cuando dice que todas las cosas han sido sujetadas a l, claramente se excepta aquel que sujet a l todas las cosas. Pero luego que todas las cosas le estn sujetas, entonces tambin el Hijo mismo se sujetar al que le sujet a l todas las cosas, para que Dios sea todo en todos". Los que se oponen a la enseanza trinitaria de la igualdad de la naturaleza divina del Padre y del Hijo citan este pasaje para demostrar que Cristo posee una naturaleza inferior a la del Padre. Qu debemos hacer con esta interpretacin? (121) Ante todo, es obvio que aqu tenemos alguna clase de subordinacin "funcional" de Cristo al Padre "al fin". Cristo evidentemente "se sujetar... a l... para que Dios sea todo en todos" (v. 28). Sin embargo, la pregunta clave es si este pasaje ensea que la deidad de Cristo es de alguna manera una deidad inferior o derivada cuando se la compara con la del Padre. Pero, sencillamente, Pablo no plantea este asunto. Antes en el captulo sealamos que es importante diferenciar entre la naturaleza de Cristo y su posicin o funcin durante su encarnacin. Muy bien puede ser que aqu Pablo est enseando una posicin eterna pero funcional de subordinacin del Hijo al
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Padre. Lo ms probable es que tal subordinacin est basada sobre el hecho de que Jess retendr para siempre su humanidad. En cuanto al interrogante de por qu Cristo hace esto, slo podemos hacer conjeturas. Sin embargo, la razn ms verosmil es que nuestro encarnado Seor Dios mantendr solidaridad con los humanos a los que compr con su sangre derramada durante toda la eternidad. De esa manera Cristo siempre estar sujeto al Padre en formas completamente similares a su subordinacin al Padre durante su residencia temporal en este mundo. Pero esto de ninguna manera implica que la naturaleza divina de Cristo sea inferior a la del Padre. Adems de esto, este no es el nico cuadro que tenemos del reinado eternal de Cristo en relacin con el reino del Padre. Apocalipsis 22:1 y 3 llama al trono de Dios: "...el trono de Dios y del Cordero". Por eso, aunque Pablo al hablar de la resurreccin en 1 Corintios 15, puede describir a Cristo ("el primognito de entre los muertos" [Col. 1:18]) como estando en subordinacin funcional al Padre; sin embargo, en Apocalipsis 22:1 y 3 el Padre y el Hijo parecen compartir un trono como corregentes totalmente iguales en el reino eterno. Los dos pasajes no se contradicen intrnsecamente el uno al otro. Es razonable pensar que en 1 Corintios 15 Pablo trata de comunicar la solidaridad de Cristo con los humanos resucitados redimidos en (122) el reino, mientras que Juan el Revelador desea mostrar que el Padre y el Hijo estn completamente triunfantes en la Nueva Jerusaln como corregentes del reino eterno. Por eso, aunque encontramos una subordinacin funcional en 1 Corintios 15, Apocalipsis 22 describe la participacin completa de la soberana en el reino eterno. Apocalipsis 3:14.La controvertida expresin clave en este saludo de apertura a los laodicenses se refiere a Cristo como "el principio de la creacin de Dios". Los arrianos han entendido la frase "principio de la creacin" como significando que Cristo fue la primera criatura creada por Dios el Padre. Aunque una cantidad de versiones confiables usan estas palabras, en realidad la palabra griega significa "origen o fuente" ms bien que la primera criatura o "principio" de los actos creadores de Dios. El trmino griego en cuestin es arj, y una hueste de versiones modernas la traducen como "soberano" (NVI) u "origen" (NRSV). Tales traducciones contemporneas reflejan los avances hechos en el estudio del Nuevo Testamento griego durante el siglo pasado, un progreso en comprensin que se refleja en los comentarios del muy respetado A. T. Robertson: "'El comienzo de la creacin de Dios' (he arj ts ktseos to theo). No la primera de las criaturas, como sostenan los arrianos... sino la fuente originadora de la creacin por medio de quien obra Dios" (citado en Hatton, p. 93). Para ser extremadamente claro acerca de este asunto, esta expresin proclama a Jess como la causa originadora de la creacin, o aquel de quien se originan todas las cosas creadas. No es el primer producto de los esfuerzos creadores de Dios. Proverbios 8:22.He aqu lo que dice el pasaje: 'Jehov me posea en el principio, ya de antiguo, antes de sus obras". Los arrianos interpretan este versculo para indicar que Jess fue creado, personificado aqu como (123) la sabidura. Muchos comentadores cristianos han entendido que el versculo se aplica a Jess. Los adventistas del sptimo da comparten esta tradicin de interpretacin. Sin embargo, est diciendo este versculo que Jess fue creado?
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Aunque es verdad que la palabra hebrea gana puede ser vertida como "creado" (traducida como "posea" en la NKJV, y as en la Reina-Valera del 60), el significado ms bsico y comn no es "creado" sino ser "producido" o "posedo" para una misin especial de bendicin al mundo. En otras palabras, Jesucristo como la "sabidura de Dios" (1 Cor. 1:24) haba sido "posedo" por el Seor o "producido" para nuestro mundo rebelde y necio con el fin de manifestar la sabidura y el conocimiento de Dios. Adems, es bien evidente que no podemos traducir la palabra gana, en el contexto de Proverbios 8, como "creado" o "creara", una descripcin imposible de un Dios infinito". Si la sabidura fuera literalmente creada, entonces llegamos a una situacin difcil: la de haber existido un tiempo cuando Dios estaba sin sabidura. Obviamente esto no puede ser lo que se propone... Sugerir que hubo un tiempo cuando a Dios le falt sabidura... es absurdo" (Ibd., pp. 94-95). Ya dijimos bastante! (124)
CAPTULO 7: OBJECIONES LGICAS A LA TRINIDAD.El testimonio bblico dado en los seis primeros captulos indica de manera enftica que el Dios revelado en las Escrituras es un Dios que se manifest en tres personas divinas. Para muchos antitrinitarios el concepto de uno igualando tres parece ser evidentemente ilgico. Millard Erickson ha sugerido convincentemente que los trinitarios necesitan dar
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una explicacin verosmil y coherente de cmo podemos concebir lgicamente tres como uno. Erickson contina indicando que la vida real, el mundo prctico en el cual vivimos, no tolerara semejante confusin matemtica: tres uno. Si usted o yo vamos a la tienda de comestibles y tomamos tres panes, los llevamos a la caja y tratamos de persuadir a la empleada de que realmente son un solo pan, y que todo lo que tenemos que pagar es por un pan, la empleada podra estar tentada a llamar rpidamente a los empleados de seguridad (Erickson, Trinity, pp. 43-44). As que es bien aceptable que los trinitarios den algn fundamento razonablemente consistente que trate de explicar cmo uno son tres y tres son uno en la vida de la Divinidad. El asunto es este: Qu hay con respecto a la naturaleza de la Divinidad trina que hace que las supuestas personas llamadas Padre, Hijo y Espritu Santo sean "uno"? La primera respuesta a la cuestin de la lgica del pensamiento trinitario es admitir que estamos tratando con un misterio extremadamente profundo. Aunque creo sin dificultad en la Biblia cuando dice que Adn y Eva llegaron a ser "uno" y con todo eran dos, sin embargo todava tengo que desentraar plenamente el rastro del (125) hombre en la doncella (Prov. 30:19). Pero en las relaciones amantes parece desarrollarse una profunda unidad. Entonces, vamos a decir que las relaciones amantes son totalmente ilgicas e incoherentes? Creo que no. Y esta parece ser la mejor forma de dar una razn coherente del misterio de la Trinidad y su unicidad plural. Una vez ms, Erickson parece sealar inteligentemente el camino a una solucin armoniosa y creble: "Por tanto, proponemos pensar de la Trinidad como una sociedad, un complejo de personas que, sin embargo son un ser. Aunque esta sociedad de personas tiene dimensiones en cuanto a sus interrelaciones que no encontramos entre los humanos, hay algunos paralelos iluminadores. Dentro de la Divinidad el amor es la relacin vinculante que une a cada una de las personas con cada una de las otras" (Ibd., p. 58). Y no debera sorprendernos que Erickson recurra directamente a 1 Juan 4:8 y 16. 1 Juan 4:8."Dios es amor". Comprendemos verdaderamente la profundidad de esta declaracin inspirada que es tan cautivadora en su aparente simplicidad? Yo sugerira que estas tres palabras tienen una contribucin insondable que hacer a nuestro entendimiento de un Dios que ha preexistido eternamente en algo que los trinitarios llaman "unicidad". Una vez ms, los prudentes comentarios de Erickson son sugestivamente fascinantes: "La declaracin... 'Dios es amor' no es una definicin de Dios, ni es sencillamente una declaracin de un atributo entre otros. Es una caracterizacin muy fundamental de Dios" (Ibd.). Debo confesar que en las primeras etapas de mi experiencia cristiana era completamente indiferente a los asuntos que se arremolinaban alrededor del tema de la Divinidad. Sin embargo, fue cuando comenc a reflexionar ms cuidadosamente en la evidencia presentada en los seis primeros captulos de este libro que comenc (126) a sentir que algo profundo, incluso maravillosamente complejo, se despliega cuando la Biblia define la realidad ltima. El asunto comenz a enfocarse alrededor de la cuestin de un Dios que resplandece de las pginas de las Escrituras como uno que es intensamente personal y amante en naturaleza. Entonces, un da comenz a penetrar en mi actitud, ms bien racionalista hacia la religin y la teologa bblica, la idea de que el Dios de los cielos es fundamentalmente el Dios de la gracia amorosa, no una racionalidad abstracta.
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La frase "Dios de gracia amorosa" comenz a hacer surgir pensamientos asombrosos en mi mente acerca del amor como la esencia tanto de la existencia humana como de la divina. Recuerdo vvidamente el da cuando mi hermano Phillip comparti conmigo lo esencial del siguiente hilo de pensamiento:45 "Si verdaderamente Dios es, en su misma esencia, el Dios de "amor" (Juan 3:16 y 1 Juan 4:8), entonces necesitamos considerar las siguientes deducciones: "Podra uno que existi desde toda la eternidad pasada y que nos hizo a su amorosa imagen, podra, digo, ser llamado amor este Dios si existiera slo como un ser solitario? No es el amor, especialmente el amor divino, slo posible si el que hizo nuestro universo era un ser plural que estaba ejerciendo "amor" dentro de su pluralidad divina desde toda la eternidad pasada? No es posible el amor real, abnegado, slo si procede de la clase de Dios que era y es y ha de ser un Dios de amor por toda la eternidad? Es el Dios Creador, a quien se llama amor, de alguna forma dependiente en ltima instancia de sus seres creados para revelar y demostrar su amor?" Note cuidadosamente la manera clara en que Erickson, Bruce (127) Metzger y Otto H. Christensen establecen este punto crucial: "Hay un sentido en el cual el hecho de que Dios es amor requiere que sea ms que una persona. El amor debe tener tanto un sujeto como un objeto. De esa manera, con anterioridad a la creacin de otras personas humanas, Dios no podra haber amado realmente, y as no habra sido verdaderamente amor. Sin embargo, si siempre hubo personas mltiples dentro de la misma Trinidad, entre quienes el amor pudo ejercitarse, expresarse y experimentarse mutuamente, entonces Dios pudo haber estado amando activamente siempre. El amor genuino requiere que haya alguien que pueda ser amado, y esto necesariamente sera ms que un mero narcisismo... Debido a que Dios es tres personas, ms bien que dos, hay una dimensin de apertura y extensin que no se encuentra necesariamente en un amor entres dos personas, lo que puede algunas veces ser completamente cerrado en naturaleza" (Erickson, Ibd., pp, 58-59). "Los unitarianos profesan estar de acuerdo con la declaracin Dios es amor. Pero estas palabras, 'Dios es amor', no tienen autntico significado a menos que Dios sea al menos dos Personas. El amor es algo que una persona tiene hacia otra persona. Si Dios fuera una nica persona, entonces antes que fuera hecho el universo no era amor. Porque, si el amor es la esencia de Dios, debi amar siempre, y, siendo eterno, debi haber posedo un objeto eterno de amor. Adems, el perfecto amor es posible slo entre iguales. As como un hombre no puede satisfacer o poner por obra sus poderes de amor amando a animales inferiores, as Dios no puede satisfacer o llevar a cabo su amor amando al hombre o a otra criatura cualquiera. Siendo infinito, debi haber posedo eternamente un objeto infinito de su amor, algn alter ego [otro yo], o, para usar el lenguaje tradicional de la teologa cristiana, un Hijo consustancial, coeterno y coigual" (Metzger, p. 83). "La autocomunin y asociacin [de Dios] dentro de s mismo, (totalmente independiente del universo creado, es imposible para una esencia destituida de personalidad. Slo la unidad plural de la Trinidad explica esto, porque debe haber alguien para conocer. De (128) igual manera debe haber alguien para ser amado. Hubo un tiempo cuando el universo no exista, y si la felicidad y la perfeccin de Dios dependieran del universo, entonces habra habido un tiempo cuando Dios ni tuvo conciencia de s mismo [ni] fue bienaventurado. Tanto la inspiracin como la razn exigen un Dios trino compuesto de Padre, Hijo y Espritu Santo" (Christensen, p. 70).
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Aunque Phillip Whidden fue uno de los que primero trajo los siguientes conceptos a mi atencin, desde entonces he descubierto que Wayne Grudem (p. 247), Otto H. Christensen (p. 70) y Bruce M. Metzger (pp. 81-84) han expresado claramente los mismos conceptos (sin embargo, ninguno de ellos puso una nota de pie de pgina indicando la fuente de donde provenan).
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No hemos descubierto que las ms profundas unidades humanas son aquellas de amor desinteresado? Podramos experimentar uniones amorosas tan profundas si no existiera un Dios profundamente unido, un Dios plural de amor infinito que defini la misma esencia del universo y la existencia de las criaturas hechas ms especialmente a su imagen? La misma esencia de vivir en amor fluye de la gran Divinidad trina de gracia amante! Lo dir en la forma ms sencilla que puedo: Si Dios es amor, entonces el mismo fundamento del universo creado debe ser amor personal. Sugerira que el amor infinito, eterno y personal es la misma sustancia de lo que hace que el universo sea expansivo y lgicamente coherente. Aunque el amor no puede explicarse plenamente, sin l las cosas seran desesperadamente estriles. Podra ser que el universo creado por una amante y comunicativa Trinidad tenga una lgica que trasciende la del mundo fsico? Ciertamente, uno esperara que fuera as! A ms de esto propondra que las implicancias para la realidad, tal como estn definidas por una eterna e infinitamente amante Trinidad, tienen profundas posibilidades de recompensa cuando llegamos a clarificar los asuntos teolgicos que fluyen de la doctrina de la creacin, el pecado, la redencin, el cielo, el problema del mal y el sentido final de la existencia divina y la existencia social humana. "Si la realidad es fundamentalmente fsica, entonces la fuerza primaria para unirla es electromagntica. Sin embargo, si la realidad es fundamentalmente social, entonces la fuerza constitutiva ms poderosa es lo que une a las personas, es decir, el amor" (Erickson, Trinity, p. 58). Por qu no optamos por la lgica de una "realidad [que] es fundamentalmente (129) social", un mundo creado y generosamente gobernado por la Trinidad de amor eterno? En la seccin 3 volveremos a tener una exposicin ms completa de las inferencias de la creencia trinitaria. Pero antes que lo hagamos, necesitamos considerar los puntos en cuestin de como se desarroll el pensamiento trinitario y antitrinitario a travs de los siglos desde los das de los apstoles. Y ahora vamos a dedicar nuestra atencin a esas cuestiones. (131) SECCIN II: Historia de la doctrina de la Trinidad desde el ao 100 d.C. hasta el 1500 d.C. (132) CAPTULO 8: LA TRINIDAD EN LOS SIGLOS I Y II.Los escritos ms antiguos a nuestra disposicin los libros que conocemos como el Nuevo Testamento presentan con toda claridad un Padre, un Hijo y un Espritu Santo. Conforme con Mateo 28:19, las iglesias locales deban iniciara los nuevos conversos a la naciente religin cristiana bautizndolos en el "nombre del Padre, y del Hijo, y del Espritu Santo". Cada uno de los tres Seres era indiscutiblemente central al culto y creencia de los cristianos primitivos. Lo que no fue evidente de una manera inmediata a partir de los documentos del Nuevo Testamento fue la relacin entre los miembros de la Divinidad. Muchas de las discusiones y los desacuerdos entre los cristianos de los cuatro primeros siglos consistieron en intentos por establecer cmo debamos considerar las relaciones entre el Padre, el Hijo y el Espritu. Los dos captulos siguientes trazarn algo de las opiniones cristianas ms tempranas acerca de Dios, y explicarn cmo la frmula trinitaria lleg a ser la frmula cristiana preferida para la comprensin de la Divinidad. Podemos ver el desarrollo de la doctrina de Dios que tena la iglesia como la historia de gente ponindose de acuerdo con la Escritura y con lo que revela acerca de Dios. Los cristianos primitivos se encontraron necesitados de elaborar trabajosamente su acercamiento a las Escrituras en dos reas principales: Primero, tener que reconocer
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cules escritos iban a ser autorizados; y segundo, tener que resolver cmo interpretarlos. Basados en esas interpretaciones de la Escritura, despus lucharon para sintetizar las diferentes formas en las cuales la Biblia habla acerca de Dios. Lo que hizo la tarea particularmente desalentadora fue el hecho de que tal descripcin (133) sistemtica no se haba puesto en palabras humanas. Ni el idioma ni la filosofa contenan las categoras que necesitaban para expresar lo que la Escritura revelaba acerca de la Divinidad. La doctrina cristiana de Dios surge del pensamiento del judasmo primitivo. El mundo judo del siglo I, del cual creci el cristianismo, era fuertemente monotesta. Los judos permanecan aparte de otros grupos religiosos mayormente debido a su fuerte creencia en un, y slo uno, Dios. Las palabras de la Shem de Deuteronomio 6:4 llegaron a resonar diariamente en la mayora de los hogares judos: "Oye Israel: Jehov nuestro Dios, Jehov uno es". Aunque no es absolutamente cierto que la repeticin diaria de esta oracin se remonta al siglo 1 d.C., no es por casualidad que lleg a ser una de las oraciones practicadas ms universalmente en el judasmo, porque la Shem representa poderosamente la interpretacin monotesta central a la fe juda. Aunque el judasmo abarcaba una variedad de grupos de reflexin incluyendo los fariseos, los saduceos, los esenios y otros grupos diseminados a travs del mundo mediterrneo en general las muchas ramas diferentes del judasmo mantenan esta creencia en comn. La cristiandad, que tambin sostuvo las Escrituras hebreas como autorizadas, comparti la fuerte creencia en el monotesmo. Por contraste, el mundo religioso greco-romano abundaba en muchos dioses. A medida que el Imperio Romano se extenda, ms pueblos y ms dioses se unan a la mixtura religiosa. La ciudad promedio en el Imperio Romano representaba no slo una poblacin nacional tnica y muy diversa, sino tambin una amplia coleccin de deidades y templos paganos. Sin embargo, en las mentes de algunos filsofos surgi una fuerte reaccin contra tal pltora de dioses. Entre los filsofos greco-romanos creci una fuerte ola de monotesmo que reconoca a un Dios supremo que trascenda no slo al mundo invisible, sino tambin a cualquiera de los dioses paganos que se crea tenan interaccin con l. La nocin en el pensamiento filosfico griego de un solo Dios por encima y ms all de todos los dems se remonta al menos al siglo IV a.C. En ese tiempo Platn (134) escribi el Timeo, acerca de un Dios trascendente que hizo el mundo por medio de un agente llamado el "demiurgo". Aristteles llam a ese "Dios por encima de todo lo dems" el "Motor inmvil". Ms tarde, los filsofos estoicos reconocieron al ser trascendente como el "nico". Los estoicos trataron de mantener la reverencia tradicional hacia la literatura antigua acerca de sus dioses, tales como los poemas de Hesodo, Homero y Pndaro, mientras que al mismo tiempo elegan creer en un Dios supremo. Lo hicieron as por entender como alegora las descripciones de semejanza humana de sus dioses con su conducta inmoral y profana. Por los siglos II y III de la era cristiana, aspectos de todas estas filosofas, junto con varias otras, se haban combinado en una cosmovisin helenstica eclctica que inclua una clase de monotesmo, o en algunos casos un politesmo jerrquico dirigido por un dios supremo. Un rasgo importante de este dios supremo de la filosofa helenista era su completa trascendencia; crean que estaba ms all del alcance del mundo que vemos y tocamos. En contraste con la grosera de la descripcin de los dioses paganos y su interaccin con los humanos y el mundo fsico sus celos, asesinatos, actos incestuosos, pasiones voraces y adulterios los filsofos eligieron formarse un concepto del Dios superior como alguien por encima de la esfera humana. Por ejemplo, Platn ense que
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"el mundo real" no era el fsico, sino el mundo ms all, uno de "Ideas" de pensamiento puro fuera del alcance de los sentidos humanos. Los pensadores judeo-cristianos fueron capaces de utilizar la creencia greco-romana en un Dios completamente trascendente como un punto de contacto con amigos y conocidos paganos. Una forma en que el monotesmo judo se adapt a los conceptos helensticos de dios fue introduciendo agentes parecidos al demiurgo de Platn en el relato de la creacin, protegiendo a Dios mismo de una participacin directa con la sustancia material. Por ejemplo, en una de las parfrasis arameas del Gnesis, conocida como Trgum Nefiti,46 encontramos una cantidad notable de inserciones en las que un agente de Dios hace las cosas fsicas que el mismo Gnesis (135) atribuye a Dios. Note esta cita de Gnesis 1 del Trgum Nefiti: "Desde el comienzo con sabidura la Memra del Seor cre y perfeccion los cielos y la tierra... Y la Memra del Seor dijo: 'Sea la luz' ".47 La Memra acta aqu como un agente de Dios de manera que Dios, que es trascendente, no necesita ser descrito como manchndose con cosas materiales de la creacin. La Memra tambin habla por Dios, dado que Dios mismo no podra ser visto como teniendo caractersticas humanas tales como una boca o una voz. Un judo prominente que sugiri que los agentes hicieron la obra de Dios fue Filn de Alejandra. Filn fue un intelectual judo que vivi en la gran ciudad egipcia de Alejandra en los tiempos de Jess y Pablo. Como judo rico y culto que hablaba griego, Filn se encontr absorbido en los mundos culturales judo y greco-romano. Como resultado, a menudo trat de armonizar las inquietudes filosficas judas y grecoromanas por el monotesmo. Fue un escritor prolfico en varias reas de la interpretacin de la Tor, y us una rica mezcla de interpretaciones literales y alegricas en tratados sobre las vidas de Abraham, Jos y Moiss. Tambin tuvo mucho cuidado en sealar que cada descripcin fsica de Dios en la Tor es metafrica. De ese modo protegi al Dios trascendente de asumir atributos fsicos. Ms all de eso, describi las interacciones de Dios con el mundo fsico, o percibido por los sentidos, como siendo realizado por varios agentes, tales como la Justicia, la Sofa (Sabidura) v, particularmente, el Logos (Palabra). En su Sobre el origen del mundo, Filn describi al Logos un bien conocido agente estoico de Dios de una forma doble: tanto como la idea del universo fsico y como su hacedor. Es decir, Filn sugiri que, en el primer da de la creacin, Dios, la gran Mente eterna, concibi la idea del mundo entero e hizo al Logos como la imagen de esa idea. Uno puede entender el concepto al pensar en un arquitecto que planifica un edificio y despus hace una maqueta para imaginar a qu se parecer ese edificio. Para Filn, el Logos fue esa maqueta de todo el universo creado, aunque no era un modelo fsico. Sin embargo, el Logos no era sencillamente un modelo (136) pasivo sino activo, uno que hizo realmente lo que Dios plane. De esa forma el Logos fue el agente creativo o demiurgo, quien cre el mundo imaginado en la mente del Dios trascendente. La inquietud filosfica del mundo greco-romano para ver al nico Dios como trascendiendo la actividad mundanal y las caractersticas antropomrficas o semejante a lo humano tambin llegaron a compartir intrpretes cristianos de la Escritura. Como veremos, es un factor principal en varios de los primeros intentos errneos de describir a Cristo y a la Divinidad, y lleg a ser una parte integral de los conceptos arrianos sobre el Hijo en el siglo IV.
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Este Trgum es un documento judo de Palestina de comienzos de la era cristiana, y del que podemos pensar como una "Biblia reescrita" designada para hacer comprensible la Tor en el idioma popular. 47 El trmino Memra es una palabra tomada del caldeo que denota a un oficial autorizado o jefe supremo. Es un trmino adecuado para sugerir un agente del Seor Jehov.
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Alrededor del ao 180 d.C. Tefilo, obispo de Siria de Antioquia, escribi una serie de tres libros para el instruido pagano Autlico, quien se sinti atrado por el concepto monotesta de Dios pero de quien Tefilo opin que no estaba listo para escuchar toda la verdad acerca de Jesucristo. En el captulo 15 del segundo libro emple la palabra "trinidad", aunque no con el mismo significado inferido por los cristianos posteriores. El uso del trmino por Tefilo no tena en absoluto el propsito de representar una Divinidad en tres personas. Ms bien us el trmino para describir a Dios y a dos agentes, Logos y Sofa, que permanecan en una relacin con Dios muy parecida a los agentes de Dios descritos por Filn de Alejandra. Tefilo llam a Logos y a Sofa "las dos manos de Dios". Ms adelante describi al Logos como el agente de Dios que lo representaba cuando necesitaba aparecer y actuar en el mundo fsico, declarando que "el Dios y Padre del universo no est confinado y no est presente en un lugar... Pero el Logos por medio de quien hizo las cosas, quien es el Poder y la Sabidura asumi el papel del Padre y Seor del universo, estuvo presente en el Paraso en el papel de Dios y convers con Adn... Y puesto que el Logos es Dios y deriv su naturaleza de Dios, en cualquier momento que el Padre del universo desea hacerlo as, lo enva a algn lugar donde l est presente y es odo y visto" (Tefilo de Antioquia, Ad Autolicum 2.22). Observe que Tefilo identific tanto al Logos como a la Sabidura, as como al Poder, como un solo agente de Dios, y llam a este (137) agente el Hijo de Dios. Tefilo no fue un representante primitivo de la teologa trinitaria, sino uno que manifiestamente present a Cristo como un agente de Dios, un ser menor. Tefilo no menciona a Jesucristo por nombre en todo su libro, pero siempre se refiere a l en trminos de un agente de Dios. Esto pone de relieve la dificultad que tenan los cristianos del siglo II para entender y comunicar su fuerte creencia en un nico Dios, y al mismo tiempo su adoracin de un Padre, un Hijo y un Espritu Santo. Los cristianos del siglo II exploraron varias formas de ver a Cristo, algunas de ellas ya tratadas en los escritos del Nuevo Testamento. El "docetismo" palabra basada en el verbo griego doko, que significa "parecer semejante a" o "aparecer como si" comprenda una amplia gama de creencias que vean a Cristo como slo aparentemente ser humano. Los postulados bsicos incluan una creencia de que Jess era un ser humano completamente separado de Cristo, quien era un ser divino. Esta distincin permita a la divinidad estar separada de la humanidad y evitar su sujecin a la mortalidad, las pasiones y la volubilidad humanos. La amonestacin de Pablo en 1 Corintios 12:3 contra los que llamaban "anatema a Jess", en vez de llamarlo "Jess Seor", es sencillamente una defensa contra semejante creencia doctica. De manera parecida, la amonestacin para probar cada espritu en 1 Juan 4:1-3 identifica al espritu del anticristo como un espritu de negacin de que Jesucristo vino en carne. 1 Juan 1:1-3 describe a Jesucristo de las dos maneras: como estando eternamente con Dios el Padre y como alguien perceptible por los sentidos humanos; es decir, como siendo ambos, Dios y humano. En los Evangelios la gente que rodeaba a Jess a menudo lo vea como un simple humano y no como Dios, en gran medida porque se pareca y actuaba de manera semejante a un humano. Sin embargo, muy pronto despus de su regreso al cielo, sali a la superficie la tentacin contraria, y algunos cristianos comenzaron a ver a Cristo como Dios y a negar que en realidad hubiera llegado a ser un ser humano. La divisin que hacan de Jess del Cristo les permita (138) tenerlo de ambas maneras: Jess poda ser humano mientras que Cristo era divino. Sin embargo los libros del Nuevo Testamento repetidamente hacen claro que Jess es el Cristo. El problema lgico que esto supona lleg a ser la fuente de controversia por centenares de aos; las controversias
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cristolgicas desde los siglos II hasta el V trataron directamente este problema. En el contexto de nuestro estudio del trinitarismo, el foco de atencin no puede estar en la cristologa, excepto para mostrar el fuerte deseo de parte de tales telogos primitivos para proteger la divinidad de ser descrita en formas que sentan que no eran apropiadas para describir a Dios. Podemos, en consideracin a la sencillez, clasificar los muchas interpretaciones docticas de Cristo ya difundidas en el siglo 11 en dos grupos generales: los marcionitas y los gnsticos. Marcin fue un rico armador y dueo de barcos que naci y se cri en Ponto, debajo del Mar Negro. A mediados del siglo II se present en Roma como creyente cristiano; no un creyente cristiano promedio sino uno intensamente riguroso. Aparentemente haba vendido su negocio de navos y haba donado las ganancias a la iglesia en Roma, siguiendo el ejemplo de la iglesia primitiva descripta en Hechos. Marcin consigui tener gran influencia en la iglesia de Roma de dos maneras. Como mecenas ayud a la iglesia a travs de su riqueza e influencia, y como religioso ferviente fue su lder. Las creencias de Marcin como cristiano no eran ms corrientes que su conducta. Diferenci entre Cristo y el Dios del Antiguo Testamento, describiendo a este ltimo como una deidad justa pero incompetente que actu como Creador del mundo fsico malo. Marcin sugiri que este Dios legislador, el Dios de justicia rudimentaria que tomaba "ojo por ojo y diente por diente", era incapaz de amor o gracia o de ofrecer salvacin. Por el otro lado, Cristo era una deidad superior. Marcin describi a Cristo como el Dios de amor y gracia, capaz de perdonar y ofrecer salvacin. En sntesis, Marcin crea que el dios judo era una pobre deidad inepta, mientras que Cristo era un Dios bueno y salvador, completamente independiente del Dios del Antiguo Testamento y superior a l. (139) Obviamente, Marcin no poda creer en una separacin entre Dios el Padre y Dios el Hijo y todava sostener que las Escrituras hebreas eran revelaciones vlidas acerca de Cristo. Por tanto, rechaz el Antiguo Testamento como inferior a las Escrituras del recin revelado Dios. Marcin crea que las Escrituras hebreas pertenecan al Dios inferior, mientras que las nuevas Escrituras, que contenan mucho de lo que ahora llamamos el Nuevo Testamento, eran un retrato exacto de Cristo, el Dios de salvacin y amor. Debido a que los Evangelios describen a Cristo como ntimamente conectado con el Padre, quien es el Dios del Antiguo Testamento, Marcin tambin tuvo que rechazar mucho de lo que est en los Evangelios. En realidad, acept como Escritura slo partes del Evangelio de Lucas y algunas cartas de Pablo, y las purg de cualquier referencia al Padre. Aunque hubiera sido completamente inaceptable para la mayora de los cristianos, la lista de Marcin es el canon ms antiguo que se haya definido o lista de los libros escriturarios autorizados acerca de las Escrituras cristianas que tenemos ahora. En reaccin a la lista de Marcin, otro dirigente cristiano primitivo, Ireneo, abog por la aceptacin de los cuatro Evangelios Mateo, Marcos, Lucas y Juan entre los muchos que circulaban en aquel entonces. Las opiniones de Marcin habran tenido poca atraccin para muchos cristianos, a no ser por el ya presente modo de pensar antijudo. Fuentes antiguas hacen evidente que esa forma de pensar estaba bastante extendida en ese tiempo. As la Epstola de Bernab quizs escrita alrededor del 130 d.C. en Alejandra) y el Dialogo con Tritn (de Justino Mrtir, probablemente escrito cerca de Roma c. 150 d.C.) describen grficamente un deseo de distanciar a la cristiandad de todo lo judo. Exactamente tan importante para el crecimiento del marcionismo fue el hecho de que los creyentes an no haban explorado ampliamente los parmetros de la enseanza cristiana. Aunque en ese tiempo estaban en circulacin los escritos de Pablo y Juan, amonestando acerca de los lobos y anticristos
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futuros que traeran una doctrina falsa, nadie esperaba que fueran creyentes tan morales y generosos como Marcin. Despus de todo, (140) l haba dado de sus medios para el bien de la comunidad, de la misma manera que lo haban hecho los creyentes celosos en la iglesia apostlica. Viva una vida moral y enseaba una tica rigurosa. En resumen, a sus compaeros miembros de la iglesia cristiana no les pareca que fuera semejante a un lobo. Al final, la mayora de los cristianos, an en Roma, aceptaron los cuatro Evangelios como revelando informacin autorizada acerca de Cristo, y por eso rechazaron el concepto que Marcin tena de Cristo, rechazaron su canon limitado de la Escritura y el donativo que haba hecho le fue devuelto como inaceptable.48 Su desafo ayud realmente a estimular las decisiones con respecto a cules de los escritos de la comunidad cristiana se les debera dar autoridad como Escritura. Las enseanzas de Marcin tambin estimularon mucha reflexin acerca de cmo formular un concepto de Jesucristo que incluyera cada cosa que los documentos inspirados revelaban acerca de l. Otro desafo importante para la comprensin cristiana de Jesucristo provino de muchos grupos gnsticos diferentes dentro y alrededor del judasmo y la cristiandad durante el siglo II. Podramos, para nuestros propsitos, definir al "gnosticismo' como una filosofa religiosa que crea en un Dios supremo en el cielo ms elevado y cuyas emanaciones eran dioses menores que vivan en niveles inferiores de los cielos. Para los gnsticos, la oscuridad espiritual llenaba el mundo material, y slo los que tenan un conocimiento especial podran ascender a los cielos despus de la muerte del cuerpo fsico. En algunos sistemas de gnosticismo se acceda a ese conocimiento a travs de cierta forma de contraseas que contenan el poder de derrotar a los "arcontes" que guardaban cada nivel (141) de los cielos. Muchos gnsticos usaron la Escritura como un cdigo que contena conocimiento secreto dentro de sus palabras, pero no en su significado literal. En la primera parte de su obra Adversus haereses (Contra las herejas), Ireneo describi algunos de los mitos concernientes a las emanaciones de Dios que los gnsticos crean que poblaban los cielos. Ireneo derrot a los mitos usando la Escritura, pero en la forma contraria a como haba vencido a Marcin con la Escritura. En respuesta al rechazo que hizo Marcin de la Escritura con la cual no estaba de acuerdo, Ireneo restaur los cuatro Evangelios y las secciones que Marcin haba suprimido de Pablo. Por contraste, los gnsticos tendan a aceptar una cantidad mucho mayor de Evangelios y cartas como Escritura de lo que hacemos nosotros hoy. Como respuesta, Ireneo abog por slo los cuatro Evangelios. Pero an dentro de esos cuatro Evangelios y las cartas de Pablo los gnsticos se las arreglaron para "descubrir" palabras que contenan cdigos ocultos que describan su propio entendimiento del universo y de Dios. Por tanto, Ireneo abog por una nica versin correcta del texto: la aprobada por la verdadera iglesia apostlica. En el concepto de Ireneo todos los herejes haban sostenido originalmente esa versin correcta de la Escritura, pero la haban rechazado con un intento maligno en favor de otras interpretaciones. Desafortunadamente, hasta ese momento los cristianos no se haban puesto de acuerdo en una sola versin. Aunque Ireneo afirm que basaba sus ideas en la versin correcta original, en realidad estaba dando la versin que l entenda era la correcta. Afortunadamente lo hizo bien, especialmente cuando trat de entender quin es Dios.
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Nota del Traductor: Marcin era hijo de un obispo de Sinope, ciudad del Ponto; perteneca a una familia rica y ejerca el oficio de armador. Sali de su patria y march seguidamente a Roma, donde le vemos en el ao 140 rodeado de atenciones. El donativo considerable que hizo a la iglesia romana le fue devuelto cuando fue expulsado de ella cuatro aos despus a causa de su predicacin heterodoxa (ver Luis M. de Cdiz, Historia de la literatura patrstica, p. 157).
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Los gnsticos haban aparecido esencialmente con una nueva forma para proteger al nico Dios de cualquier conexin con el mundo material. En vez de usar agentes de Dios, tales como el Logos, Sofa y Justicia descritos por Filn, o la Memra del Seor representada por el Trgum Nefiti, describieron al Logos y la Sofa, y a una hueste de otras cuasi divinidades, como emanaciones del nico Dios y con existencia independiente. De muchas maneras eso (142) fue un regreso al politesmo de los paganos, con un Dios supremo en la cspide de la jerarqua. Estas otras divinidades, especialmente en la forma de gnosticismo denominada "escuela valentiniana", algunas veces tuvieron trminos derivados de las Escrituras cristianas, tales como Cruz, Salvador o Iglesia. Entonces los gnsticos usaron dichas palabras fuera de sus significados normales como la base para su lectura gnstica de la Escritura. La tarea de Ireneo no era slo identificar los cuatro Evangelios correctos desde los cuales construir una interpretacin de Jesucristo, sino tambin definir la correcta interpretacin de las Escrituras. El argumento de Ireneo y de algunos otros cristianos que se oponan a los sistemas gnsticos era que las Escrituras, rectamente interpretadas, describan a Jess como el Cristo, a la vez verdadero Dios y verdadero hombre. Sin embargo las formas gnsticas del docetismo enseaban que Cristo era una de las muchas emanaciones de Dios que componan la poblacin de los reinos celestiales y que no estaba a la par con Dios el Padre, el Dios nico y trascendente. Los docetistas rechazaron al idea de que Dios pudiera ser cambiable o pudiera sufrir. As el cristianismo del siglo II contena un cierto nmero de diferentes tendencias docticas acerca de Jesucristo que consideraban a Cristo como un representante del mundo de Dios, pero a Jess slo como un humano que fue posedo por el Cristo. Varias otras interpretaciones errneas acerca de Jesucristo fueron parte del entorno cristiano durante el siglo II, incluyendo el concepto de Sabelio. Sabelio desarroll sus ideas en reaccin a su lucha contra el tritesmo, que consideraba al Padre, al Hijo y al Espritu como tres dioses separados. Sostuvo que dado que haba un solo Dios un Dios descrito en las Escrituras en tres diferentes formas, entonces esas tres formas deban ser consecutivas. En otras palabras, Sabelio sugiri que el Padre, el Hijo y el Espritu eran tres modos diferentes del mismo Dios en diferentes tiempos. Segn ese concepto, Dios se revel a s mismo como Padre durante el viejo pacto, como Hijo durante su vida sobre la tierra y como Espritu Santo en tiempos de la iglesia, pero los tres eran una sola (143) persona. Los telogos llamaron sabelianismo o modalismo a ese concepto, porque denotaba tres modos del nico Dios. La mayora de los cristianos ha rechazado el modalismo sobre el fundamento de la Escritura. Una mirada de textos revela la personalidad independiente de cada miembro de la Divinidad, y demuestran que el Padre, el Hijo y el Espritu Santo existieron al mismo tiempo. Con el tiempo los telogos llegaron a reconocer al modalismo como otro intento fallido por mantener una creencia en un Dios mientras al mismo tiempo reconocan que hay un Padre, un Hijo y un Espritu Santo. Era claro que la Biblia pareca revelara Dios como ambos: como uno y como tres; pero nadie durante el siglo II pudo encontrar una forma de expresar la plena complejidad revelada en la Escritura. Marcin intent resolver ese dilema eliminando al Padre Dios del Antiguo Testamento junto con la mayora de los pasajes ms problemticos; a su vez los gnsticos lean la Escritura como un cdigo que tena significados ocultos y profundos que apoyaban su creencia en la emanacin de muchos "dioses" a partir del nico supremo. Sabelio explor un monotesmo radical que contrastaba fuertemente con el politesmo jerrquico de gnsticos como Valentino. Otros consideraron a Cristo con un agente del Dios trascendente. Mientras todos esos intentos sacaban algn sentido
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de los escritos revelados, ninguno fue capaz de colocar junto todo lo que la Escritura revelaba acerca de la Divinidad y de Jesucristo. El siglo II se cerr con muchos interrogantes sin contestar. (144)
CAPTULO 9: LA TRINIDAD EN L0S SIGLOS III Y IV.El siglo II termin sin ningn consenso en cuanto a cmo describir la relacin entre el Padre, el Hijo y el Espritu Santo. Los eruditos haban identificado como herticos y contraproducentes para la iglesia a quienes estaban manifiestamente equivocados. Ireneo y otros haban corregido varias concepciones equivocadas de Jesucristo, pero no
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haban encontrado trminos para definir lo que era correcto. An no haba surgido ninguna forma de explicar la Divinidad que pudiera ajustar cada cosa que revelaba la Escritura. Una de las consecuencias de tratar como hereje al abnegado Marcin y a otros semejantes a l fue que los cristianos comenzaron a identificarse ms sobre la base de lo que crean que sobre la base de cmo vivan y se comportaban. Este cambio acrecent la intensidad de la discusin teolgica, porque las ideas que prevalecieron llegaran a ser los medios para crear una lnea divisoria entre los que estaban dentro de la iglesia "verdadera" y los que estaban fuera de ella. Semejante ambiente caus que los debates de los siglos III y IV sobre la doctrina de Dios rugieran con una ferocidad creciente. Orgenes, cuyos comentarios de las Escrituras establecieron el escenario para esos debates, fue probablemente el intrprete individual de la Biblia que ejerci ms influencia en la historia del cristianismo. Aunque no siempre fue original en su modo de ver, alcanz muy impresionantemente su objetivo de reunir valiosas interpretaciones tempranas de la Escritura. Sus numerosos comentarios reunieron una cantidad tremenda de anteriores interpretaciones de la Escritura, y tambin incluy muchos de sus propios puntos de (145) vista. Estudiantes posteriores de la Escritura apreciaron grandemente tanto la coleccin de sus comentarios como su obra original, contemplndolo como un depositario de la interpretacin cristiana. Por consiguiente, los maestros cristianos consideraron importante ser vistos como concordando con Orgenes cuando se enfrascaban en cualquier debate teolgico durante los siglos III y IV. Orgenes creci como cristiano en Alejandra en las ltimas dcadas del siglo II. Sus padres sufrieron el martirio por la fe cuando l era an un adolescente, y Orgenes sigui su ejemplo de un cristianismo serio y comprometido. Vivi un estilo de vida disciplinado y tom muy seriamente los mandatos literales de la Escritura. Frecuentemente se cuenta el relato y muy posiblemente sea verdad que como siendo joven haca frente a tentaciones sexuales, llev a cabo literalmente la declaracin de Jess: "Si tu ojo derecho te es ocasin de caer, scalo, y chalo de ti" (Mat. 5:29). Sea esto verdad o no, que la gente lo insinuara testifica de su nivel de compromiso con la moralidad y espiritualidad personal. Debido a que uno de los principios ms elevados de interpretacin bblica en la iglesia primitiva era que el intrprete deba ser una persona espiritual y recta, el profundo compromiso de Orgenes aument grandemente la aceptacin de sus enseanzas. Aunque con probabilidad no ejerci un puesto oficial en la iglesia hasta tarde en su vida, Orgenes fue un maestro talentoso de interpretacin bblica desde una edad juvenil. Aunque los historiadores eclesisticos con frecuencia lo han criticado correctamente como siendo responsable por dirigir la erudicin cristiana dentro de mtodos alegricos, sus excelentes interpretaciones literales y tipolgicas de la Escritura fueron igualmente de gran influencia. Una de las razones para el uso frecuente de los comentarios de Orgenes fue que abarc bien a fondo los libros de la Escritura. Encontramos pocos pasajes que no haya tratado, y la mayora de los comentadores posteriores lo usaron aun cuando disentan con l. Uno de los inconvenientes de semejante cobertura meticulosa de la Escritura es que los escritos de Orgenes no conducen por (146) s mismos a una consistencia sistemtica. Dicho sencillamente, debido a su abultado volumen y diversidad, sus escritos podran ser y fueronusados para apoyar muchas conclusiones teolgicas que sin duda Orgenes nunca se propuso que se usaran para eso. En realidad, algunos de estos mismos problemas lo llevaron a su condenacin como hereje dos siglos despus de su muerte, cuando sus escritos parecieron decantarse sobre el sitio equivocado de los debates teolgicos de los cuales posiblemente no podra haber estado consciente.
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La verdad es que varios bandos en los debates teolgicos fueron capaces de usar sus escritos como una fuente de municin. Durante el tiempo de Orgenes la gente levant ms preguntas acerca de la Divinidad que los eruditos podan contestar de una manera definitiva, y l mismo parece haber investigado una cantidad de soluciones posibles. Como es el caso de cualquier buen escritor, Orgenes enfoc sus escritos en la manera que mejor pareca responder a las inquietudes de los adversarios que perciba. Para Orgenes, estos adversarios se extendan desde los gnsticos cristianos hasta el filsofo pagano Celso. Aunque tena algunos detractores, la mayora de los cristianos de comienzos del siglo IV consideraban a Orgenes como una parte importante de la tradicin ortodoxa de interpretacin, y su influencia fue tal que todas las partes en un debate deseaban tenerlo como aliado. En el libro 2 de su Comentario sobre Juan, Orgenes se dispuso a tratar con el meollo de la confusin concerniente a la Divinidad revelada en la Escritura; es decir, la forma en la cual podemos comparar la relacin entre Dios el Padre y el Hijo con la relacin entre el Hijo y la raza humana. Varios pasajes identifican a Jess como uno con el Padre y con los seres humanos, y sin embargo, racionalmente, la relacin parece excluirse una a la otra. Cmo puede el Hijo ser lo mismo que el Padre y con todo ser lo mismo que los humanos? La solucin de Orgenes fue usar interpretaciones literales de la Escritura para colocar al Hijo en una posicin intermedia, asemejndose al Padre en algunos sentidos y a los humanos en otros. (147) Ireneo ya haba plantado la semilla para una solucin tal al sugerir que el Hijo estaba relacionado tanto con el Padre como con los seres humanos de una manera idntica. Insisti en que las Escrituras mostraban que Jesucristo era ambos: pleno Dios y pleno hombre, pero le faltaban las herramientas y la terminologa necesarias para vencer la (alta de lgica de semejante declaracin. La frmula que describa a Jesucristo como teniendo una naturaleza doble tard mucho tiempo en establecerse, y no fue hasta el siglo V que alguien la articul claramente. Orgenes, cerca del comienzo del siglo III, no tena los conceptos estructurales con los cuales organizar la informacin que haba en la Escritura. En vez de eso sugiri que la conexin entre Dios el Padre y Dios el Hijo es una de participacin, siendo Dios el Padre el nico Dios verdadero y Dios el Hijo siendo Dios por medio de la participacin en la divinidad del Padre. En una declaracin que suena arriana, Orgenes sugiere que el Hijo "no permanecera Dios si no continuara en contemplacin interminable de la profundidad del Padre" (Orgenes, Comentario sobre el Evangelio segn Juan 2:18, comentando sobre Juan 1:1; citado de la traduccin de Ronald E. Heine, Origen: Commentary on the Gospel According to John, Books 110, p. 99). Por supuesto, Orgenes afirmara que tal cosa nunca sucedera, porque la Palabra siempre haba estado con Dios, y por tanto siempre haba sido Dios y siempre permanecera siendo Dios. Sin embargo, el hecho de que estuvo dispuesto an a hablar de esta idea como una posibilidad terica, demuestra que Orgenes no sostuvo que el Hijo de Dios fuera Dios por naturaleza, sino slo mediante participacin. En algunas porciones de sus escritos Orgenes tambin describi al Hijo tan realmente coeterno con Dios el Padre, aunque no de la misma naturaleza. Su entendimiento del tiempo hizo que leyera la palabra griega para "principio" (arj) en Juan 1:1 como significando "antes que hubiera tiempo". Aplic esta definicin a la frase "en el principio era el Verbo" para denotar la eternidad del Hijo y declar abiertamente que "antes de todo tiempo y eternidad, 'era la Palabra en el principio', y `la Palabra estaba con Dios (Ibd.., 2:9, p. 97) (148) Esto colocara al Hijo en una posicin intermedia entre Dios el Padre, quien era divino por naturaleza, y los humanos, quienes son criaturas por naturaleza pero pueden participar en algunos aspectos de lo divino.
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Arrio, de cuyo nombre deriva el trmino "arrianismo", tambin coloc al Hijo en una posicin intermedia. Al igual que Orgenes, el concepto de Arrio del monotesmo no le permiti afirmar ninguna otra cosa sino que el trascendente Padre era completamente Dios, pero, a diferencia de Orgenes, Arrio es mucho ms explcito en sus comentarios acerca del origen del Hijo como un ser creado. Mientras que Orgenes us lenguaje ambiguo para describir el principio, insistiendo que cuando por primera vez sabemos del Hijo est con el Padre, Atrio habl audaz y claramente acerca de un punto en el principio en el cual el Padre cre al Hijo y antes de lo cual no exista el Hijo. Uno podra afirmar que fue un mejoramiento positivo en precisin, pero al fin la iglesia entendi que aunque aparentemente eso encajaba bien con aquellas escrituras que sugeran un principio para Cristo, contradeca otros pasajes que hablaban de la divinidad y eternidad plenas del Hijo. El intento de precisin de Atrio demostr ser una equivocacin. Arrio naci en Libia a mitad del siglo III. Muy pronto despus del fin de la ltima y ms larga persecucin universal del Imperio Romano contra los cristianos la del emperador Diocleciano a comienzos del siglo IV Arrio actuaba como un presbtero en una iglesia en Alejandra. Como en muchas otras ciudades del imperio despus de la persecucin de Diocleciano, la iglesia de Alejandra experiment aos de argumentos y acusaciones en cuanto a quin mereca estar en posiciones eclesisticas y cmo deban ejercer su autoridad. Durante la persecucin haban huido muchos obispos o haban abandonado sus Escrituras, mientras que otros obispos haban sido martirizados. En Alejandra, el obispo metropolitano Pedro al principio haba huido, pero ms tarde, siguiendo la revocacin del edicto de tolerancia, haba sido encarcelado y martirizado. Alejandro, el obispo elegido para reemplazarlo, tuvo que tratar (149) con la contienda y divisin que haba crecido bajo un obispo que no haba sido nombrado y que se desempe durante la ausencia de Pedro. Arro acus a Alejandro de sostener un concepto falso de Cristo, aprovechndose posiblemente de su aparente debilidad poltica para ganar apoyo para sus propias opiniones en oposicin a las de su obispo. Atrio no tena forma de saber qu era lo que iba a surgir del debate que sigui. Las opiniones contrarias de Alejandro y de Atrio llegaron a ser centrales en el Concilio de Nicea varios aos ms tarde, en el 325 d.C., junto con las ideas de otros, incluyendo a Eusebio, el historiador eclesistico y obispo de Cesarea. Segn se dice, el Concilio de Nicea consisti en una reunin de ms de 300 obispos, junto con sus squitos de presbteros y asistentes, en la ciudad de Nicea, cerca de Constantinopla, en lo que hoy es Turqua. El emperador Constantino, que convoc el concilio, se las haba arreglado para unir el Imperio Romano bajo su propia soberana a pesar del hecho de que su padre haba dividido el imperio entre sus tres hijos. La meta principal de Constantino para el concilio era animar a una iglesia cristiana unida para ayudarlo a sostener la unin de su imperio. Lo chasque severamente encontrar desacuerdos entre los obispos sobre un asunto tan fundamental como la relacin entre Dios el Padre y Cristo el Hijo. Aunque las esperanzas de Constantino para el concilio nunca se materializaron, lo que el concilio logr al final fue el rechazo de las opiniones de Eusebio de Cesarea y de Atrio, y la formacin de una declaracin concerniente a la Trinidad que tenda a vindicar las opiniones de Alejandro de Alejandra. Esta declaracin era esencialmente lo mismo que un credo que haba sido establecido por la iglesia en Jerusaln pero con declaraciones adicionales, anatematizando aquellas opiniones que colocaban al Hijo como subyugado al Padre. Declara: "Creemos en un solo Dios, el Padre omnipotente, Creador de todas las cosas, de las visibles y de las invisibles; "y en un solo Seor Jesucristo, el Hijo de Dios, nacido unignito del Padre, es decir, de la sustancia del Padre, Dios de Dios, luz (150) de luz,
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Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no hecho, consustancial con el Padre, por quien todas las cosas fueron hechas, las que hay en el cielo y las que hay en la tierra, que por nosotros los hombres y por nuestra salvacin descendi y se encarn, se hizo hombre, padeci y resucit al tercer da, subi a los cielos, y ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos; "y en el Espritu Santo" (Peter Toon, Yesterday, Today and Forever: Jesus Christ and the Holy Trinity in the Teaching of the Seven Ecumenical Councils, p. 20; ver tambin Enrique Denzinger, El magisterio de la iglesia [Barcelona: Herder, 1963], p. 23). Histricamente, Arrio no fue ni de cerca tan importante en el debate teolgico como uno podra asumir por el hecho de que su nombre haya sido vinculado a casi cada cosa antitrinitaria por ms de 1.600 aos. Ninguno de los tres grupos principales que se opusieron a la frmula de la Trinidad durante el siglo IV reconocieron a Arrio como su representante, ni tampoco ninguno de los tres concordaba completamente con su cristologa. A pesar de esto, debido a que el credo del Concilio de Nicea contena una cantidad de anatemas contra las ideas sugeridas originalmente por Arrio e identificadas por el concilio como siendo inexactas acerca de Jesucristo, en cualquier momento que alguien afirmaba una idea similar, la teologa resultante lleg a ser llamada arriana. Atrio no crea en todas las cosas anatematizadas en Nicea, pero su nombre se ha usado comnmente para rotular cualquier concepto "inferior" de Cristo; es decir, cualquier concepto que entiende que Cristo es menos que pleno Dios. Atanasio, el joven secretario de Alejandro y presbtero en la iglesia de Alejandra, asisti al Concilio de Nicea. Aunque desempe un papel menor en las sesiones, el concilio fue un evento modelador de su vida. Pas el resto de su vida tratando de mantener el concepto niceno de Cristo como la doctrina aceptada de la iglesia. Por eso sufri encarcelamiento, fue enviado al exilio cinco veces y sufri amenazas de ejecucin. Atrio haba declarado osadamente al concilio que el Hijo era (151) una creacin del Padre. Bas su opinin en textos fcilmente sacados de contexto, tales como Hebreos 3:2 (que podra ser traducido "fiel al que lo hizo) y Hechos 2:36 (que podra ser traducido "Dios lo hizo Cristo"). La causa de estas interpretaciones difciles se centra en el verbo griego poio ("hacer" o "producir"), que tiene ambigedades similares a las que se encuentran en el trmino espaol "hacer", que puede significar cualquier cosa desde "crear" hasta "designar". Por ejemplo, cuando usted hace una torta, usted en algn sentido est "crendola". Por otra parte, cuando usted hace a alguien un juez o un oficial de polica no los est "creando" sino "designndolos" para un cargo. En Hechos 2:36 toda la frase reza as: "Dios le ha hecho Seor y Cristo". "Cristo", el "ungido", es un papel u oficio que el Padre design para su Hijo. En Hebreos 3:2 encontramos en juego la misma dinmica. Si leemos juntos los versculos 1 y 2 queda claro que Jess es "fiel al que lo constituy" para ser apstol y Sumo Sacerdote. De nuevo, son papeles semejantes a los de un juez o un oficial de polica. Atanasio emple argumentos como stos para refutar las malas interpretaciones de Atrio y sus aliados. Proverbios 8:22 signific un desafo interesante para Atanasio. Ya hemos tratado con el texto hebreo de este pasaje en un captulo anterior de este libro, pero Atrio y Atanasio usaron la versin griega del Antiguo Testamento llamada Septuaginta, que tiene una lectura ligeramente diferente. En el texto de la Septuaginta, tal como lo tenemos, el versculo dice: "Dios me cre [Sabidura] en el comienzo de sus caminos por sus obras", usando el verbo ktzo, que significa "encontrar", "edificar" o "crear". Este verbo generalmente tiene la connotacin de "traer a la existencia". Atanasio emple varios argumentos contra el hecho de aplicar esto literalmente al Hijo. El mejor sugera que como el texto est realmente hablando acerca de Sabidura, slo se aplica
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figuradamente a Cristo. No obstante, como Atanasio tena razones polticas en Alejandra para no ser visto en completo desacuerdo con Orgenes, y como Orgenes haba hablado de este pasaje como refirindose a Cristo, Atanasio interpret Proverbios 8:22 significando (152) que Cristo experiment un cambio de estatus en el tiempo cuando vino a la tierra. Atanasio afirm que "las obras" eran las obras de salvacin, incluyendo el llegara ser un humano, hacer la voluntad del Padre mientras estaba en la tierra, morir en la cruz, etc. En otras palabras, ley el texto como refirindose no a la creacin del Hijo de la nada, sino al cambio en papeles necesario para que el Hijo "hiciera las obras" de salvacin. Este nfasis sobre los cambios de papel desempeados por el Hijo explicaba todos los tres textos usados por Atrio para afirmar la creacin literal del Hijo por parte del Padre. Sin embargo cre otro problema, porque si el Hijo cambi papeles cuando lleg a ser carne, quera decir que el Hijo era cambiable y de esa manera lo descalificaba de ser pleno Dios en vista de la definicin predominante de divinidad. Cul? Junto con la trascendencia y la unidad, la mayora de los pensadores helenos consideraba que la divinidad inclua la inmutabilidad es decir, inalterabilidad como una de sus caractersticas principales. La opinin filosfica popular corriente sostena que Dios era insensible a cualquier clase de pasin o sentimiento, o a experiencias tales como el sufrimiento y la muerte. Pero de acuerdo con las Escrituras, Jesucristo cambi, sufri e incluso muri! Debido a que an no exista una definicin clara de la naturaleza doble de Jesucristo que entenda su naturaleza divina como manteniendo los atributos de Dios y al mismo tiempo su naturaleza humana exhibiendo los atributos de la humanidad, esta insistencia en que Dios igualara la descripcin filosfica de divinidad origin un desafo serio a la descripcin nicena del Padre y del Hijo como siendo los dos plenamente Dios. Para comenzar, Atanasio est hablando aparentemente de dos Dioses o, de hecho, tres cuando se aade al Espritu mientras que la definicin filosfica de Dios sostiene que l es uno e indivisible. Adems, "llegara ser carne" ciertamente sugiere un cambio, particularmente desde que Jesucristo sufri y muri. Jess sencillamente no satisfaca las nociones de lo que los filsofos pensaban que deba ser un Dios autntico. (153) Para muchos cristianos de comienzos del siglo IV que crean que el Hijo era eterno, este conjunto de expectativas impropias los llevaron a asumir que el Hijo era esencialmente diferente del Padre. Necesitaban examinar las definiciones y las categoras recogidas del pensamiento popular para ver qu era lo que poda apropiadamente representar las realidades de Dios tal como se revela en las Escrituras. De hecho, esto era verdad de la misma palabra "Trinidad". Tres en uno simplemente desafiaba todas las categoras matemticas en uso desde los das de Aristteles. Tambin era verdad del trmino homoosios, elegido en Nicea para representar al Padre y al Hijo como de la misma naturaleza. El trmino usado en el Credo Niceno y traducido comnmente como "de una sustancia" (con el Padre) tena dos significados posibles en el uso comn filosfico. Haba sido empleado para denotar a un grupo que comparta un conjunto similar de caractersticas (el gnus de Aristteles) y tambin para referirse a las caractersticas de un individuo (la especie de Aristteles). De esa manera los creyentes podan construirlo como describiendo al Padre y al Hijo ya sea como dos individuos de la misma clase esto es, dos Dioses o como un individuo dividido en dos partes esto es, Dios dividido en dos modos la forma de una creencia enseada primitivamente por Sabelio y conocida como modalismo. Ninguna representaba adecuadamente la relacin entre el Padre y el Hijo. Sin embargo, la cristiandad mantuvo el trmino por dos razones. Pragmticamente, Nicea ya se haba
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puesto de acuerdo sobre l como un trmino conveniente, y su significado en esta nueva situacin sencillamente necesitaba ser definido ms exactamente. Pero ms importante, el trmino homoosios enfatizaba el contraste correcto entre Dios y la criatura. Todos los seres creados compartan un conjunto de caractersticas, mientras que las personas de la Divinidad compartan un conjunto diferente de caractersticas. El Padre y el Hijo posean la misma naturaleza porque ambos estn sobre el lado del Creador en el abismo entre Creador y criatura. Es una separacin bblica. Por (154) ejemplo, a Dios se lo adora, a las criaturas no. Apocalipsis 22:8 y 9 muestra a Juan postrndose a los pies del ngel para adorarlo, pero el ngel no se lo permite porque l es un "consiervo" de Juan. En vez de eso, el ngel lo instruye para que "adore a Dios". Describir al Padre y al Hijo como homoosios es decir, de la misma naturaleza determina correctamente por qu ambos, el Padre y el Hijo, deben recibir adoracin: Ellos son el Creador. Esta es una versin simplificada del argumento bsico que us Atanasio en favor de los trminos "Trinidad" y homoosios. Por el tiempo de su muerte, en el 373, Atanasio haba convencido a la mayora de los telogos cristianos de la necesidad de usar la nueva terminologa ms bien que autolimitarse a los trminos que aparecan en la Biblia. Se necesitaba una precisin y concisin crecientes de manera que cada uno de los involucrados en el debate pudiera estar seguro de lo que los otros queran decir por sus palabras. Debido a las barreras del idioma entre los que hablaban y escriban griego y los que usaban latn, y los desafos posteriores de los que conocan griego slo como una segunda o tercera lengua, pasaron dcadas antes de que cada uno entendiera los nuevos significados de esos trminos. Las alineaciones y realineaciones polticas tambin desempearon un papel importante en la discusin acerca de esos trminos y sus significados. En muchas formas esas luchas se parecan a los problemas a los que hacemos frente hoy tratando de establecer un protocolo internacional de telecomunicaciones. No es suficiente ser capaz de fabricar un chip ms rpido para las comunicaciones; tambin es necesario conseguir que todos los interesados que lo van a usar estn de acuerdo en cmo debera funcionar y cmo formatear los datos. Pero eso requiere no slo creatividad y conocimiento, sino tambin una disposicin de todos los interesados en mantener el dilogo hasta entender todos los asuntos y tratar los desacuerdos. La iglesia gast el medio siglo entre el Concilio de Nicea en el 325 y el Concilio de Constantinopla en el 381 en un debate acalorado sobre la mejor manera de describirla relacin entre el Padre y el (155) Hijo, y, en la ltima parte, el Espritu. Una cantidad de facciones y de personalidades fuertes us medios polticos y teolgicos incluso la fuerza fsica para promulgar sus criterios. Tres grupos principales permanecieron en oposicin teolgica a la formulacin de Nicea. Aunque por ese tiempo ya haba fallecido Atrio y desde haca mucho tiempo haba dejado de ser el punto focal de las discusiones, tres de las principales opiniones se propusieron como correctivos a la frmula nicena defendida por Atanasio, y Atanasio y Epifanio las designaron como "arriana" y "semiarriana" respectivamente. La P de las designaciones, "arriana", se refera a una variedad de opiniones que compartan la actitud bsica de que toda la idea de describir adicionalmente la relacin entre el Padre y el Hijo era una mala idea. En vez de homoosios de la misma naturaleza segn la frmula nicena, este grupo usaba el trmino ms ambiguo hmoios (o "semejante") para indicar que el Hijo es semejante al Padre. Esta faccin prefera esa palabra por causa de su sencillez y porque aparece en la Biblia. Que la Escritura nunca la empleara para describir la relacin entre el Padre y el Hijo pareca que no les molestaba. Simplemente deseaban tener un trmino bblico. Pero esta interpretacin del Hijo como semejante al Padre de ninguna manera adelant la discusin de la relacin
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entre el Padre y el Hijo. Tampoco era el deseo. Fue un intento para volver al tiempo anterior al Concilio de Nicea cuando la iglesia toler gran diversidad sobre el tema. Desafortunadamente, tal intento fue de alguna manera semejante a tratar de poner pasta dentfrica de vuelta en el tubo despus que alguien lo apret. La 2 posicin, con frecuencia mencionada como "semiarriana", intentaba moderar el trmino niceno homoosios de la misma naturaleza para describir la relacin entre el Padre y el Hijo con la idea de que el Padre y el Hijo eran parecidos en vez de lo mismo. Este grupo lleg a estar asociado con el trmino homoiosios de una naturaleza parecida dando a entender que el Hijo es similar al Padre en naturaleza. Note que la nica diferencia en la ortografa de los dos trminos era una letra sola una iota, que hizo el (156) trmino plural antes que singular. Esto significaba que la identidad tena el elemento de pluralidad, obligando al significado a alejarse de "identidad" hacia "similaridad". La historia eclesistica considera generalmente a Basilio de Ancira el vocero del segundo grupo. Basilio lleg a ser obispo de Ancira cuando el emperador depuso al obispo anterior, Marcelo, por causa de su apoyo a la frmula de Nicea. El vocablo de Basilio de Ancira, homoiosios, trataba de eliminar el potencial para la unidad radical del modalismo o para cualquier divisin de la naturaleza de Dios. El temor era que si el Padre y el Hijo son lo mismo, entonces identificndolos como Padre e Hijo divide la nica esencia. La faccin de Basilio arguy adems que las cosas que son simplemente semejantes, ms bien que lo mismo, nunca pueden realmente ser el mismo ser; por tanto, no existe el peligro de dividir la unidad de Dios. Desafortunadamente, con este razonamiento slo el Padre era pleno Dios, porque la posicin identificaba la naturaleza del Hijo slo "semejante" a la de Dios. An cuando Basilio de Ancira agreg muchas advertencias al trmino "criatura", con todo termin aplicando esa designacin al Hijo.49 Una vez ms los telogos describieron bsicamente al Hijo de las dos maneras: como subordinado al Padre y como una criatura. Y una vez ms sucedi porque contemplaron al Hijo como una mezcla de las caractersticas de Dios y de la humanidad. El describir las caractersticas del Hijo como "semejante" a Dios, a diferencia de representar al Hijo como compartiendo la misma naturaleza y caractersticas con el Padre como Dios, siempre deja al Hijo como menos que pleno Dios. La experimentacin con este trmino permiti a la gente ver que no importa cuanto menos que Dios se describa a Cristo, cualquier cosa menos que Dios an no es Dios. La alternativa para Dios es la criatura, y no importa cmo defina usted criatura, surge la pregunta: Es correcto adorar a una criatura? Y sin embargo los cristianos (157) haban adorado siempre a Jess como Dios. La Y posicin podemos generalizarla bajo el trmino heteroosios: de sustancia diferente. Los telogos la emplearon para destacar la desemejanza de las naturalezas del Padre y del Hijo. En el siglo IV este grupo lleg a estar asociado con el nombre de Eunomio, aunque su fundador fue Aecio. En tiempos ms recientes los han designado como neoarrianos. Despus de haber sido acusados por una cantidad de concilios y rechazados de numerosas iglesias locales, los neoarrianos ordenaron sus propios obispos y establecieron su propia iglesia, que no era una prctica inusual para ese tiempo. De muchos modos este grupo fue ms intrnsecamente coherente que las facciones que sostenan los trminos hmoios u homoiosios. Consideraban al Padre no generado, al Hijo generado por el Padre, y que el Padre gener al Hijo de una osios (naturaleza) diferente que la suya propia. Segn Aecio no haba Trinidad, sino ms bien una jerarqua con el Dios verdadero como la cabeza y el Hijo y el Espritu como subordinados de naturalezas diferentes. La fuerza de esta opinin es que mantiene el
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Ver 1a estructura de los fragmentos de Basilio de Ancira en R. P. Hanson, The Search for the Christian Doctrine of God, pginas 352-353.
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monotesmo sin la necesidad de redefinir ninguna terminologa o categoras. Su debilidad consiste en que jesucristo no es Dios. Es interesante notar que la iglesia heteroosios supuestamente tena una frmula bautismal distinta, bautizando no en el nombre del Padre y del Hijo y del Espritu Santo, sino ms bien slo en la muerte de Cristo. La declaracin nicena haba sido extremadamente breve en su mencin del Espritu Santo. En respuesta a esto, an se levant otro grupo que se senta cmodo con la frmula nicena que describa la naturaleza del Padre y del Hijo como homoosios, pero afirmaban que el Espritu no poda tener la misma sustancia que el Padre y el Hijo. Sus detractores los llamaron los pneumatamjoi: los que combaten al Espritu. Varias circunstancias, ms o menos en la dcada antes del Concilio de Constantinopla en el 381, prepararon el camino para esta reunin en la cual la frmula trinitaria lleg a ser finalmente la teologa ortodoxa oficial de la iglesia cristiana. Un acontecimiento (158) con repercusiones extremadamente importantes para el concilio fue la coronacin del emperador Teodosio, que estaba comprometido con la frmula homoosios". Durante 50 aos cada nuevo emperador haba hecho alianzas diferentes con los varios grupos teolgicos. Algunas veces un emperador particular cambiaba su mente varias veces en cuanto a qu grupo apoyaba y a cual obstrua. Un emperador, Juliano, por un corto tiempo trat de volver al imperio hacia el paganismo y lejos completamente del cristianismo. El emperador Valeos, que muri en el 378, fue el ltimo emperador que abiertamente volvi a la teologa arriana y apoy a telogos arrianos. Es dudoso si el apoyo o la oposicin del emperador solo hubiesen determinado el resultado del Concilio de Constantinopla, porque slo 75 aos antes, otro emperador, Diocleciano, haba tratado de manipular y destruir a la iglesia mediante la fuerza y haba fracasado. El cristianismo se haba extendido por siglos a pesar de la censura o aprobacin imperial. Sin embargo, el hecho de que el nuevo emperador, Teodosio, estaba a favor de la frmula nicena, ayud grandemente a su aceptacin. Otro factor que prepar el camino para el concilio fueron los escritos teolgicos y el liderazgo poltico de los tres telogos capadocianos: Basilio de Cesarea; el amigo de Basilio, Gregorio Nacianceno; y el hermano menor de Basilio, Gregorio de Niza. Llegaron a ser la voluntad poltica y teolgica detrs del trinitarismo cuando el anciano Atanasio dej el escenario. Basilio y su amigo Gregorio Nacianceno, ambos haban sido educados en las escuelas filosficas de Atenas y pasaron varios aos estudiando la teologa cristiana y la interpretacin de las Escrituras. Adems de eso, Basilio haba viajado extensamente alrededor del mundo Mediterrneo y tena una amplia red de amigos telogos cristianos. Su amplia experiencia los prepar singularmente para llevar adelante la obra de Atanasio, aunque lucharon en medio de tiempos inciertos y cambiantes. Basilio compar las mentes cambiantes de obispos y emperadores y el cambiarse de bando a "una batalla naval que se pelea en medio de una violenta tempestad en el cual las dos flotas estn tan deshechas (159) por la tormenta que ya no pueden verse las banderas, ya no se reconocen las seales y uno no puede distinguir a su aliado de su enemigo' (Basilio de Cesarea, citado de la introduccin de St. Basil the Great: On the Holy Spirit, trad. David Anderson, p. 7). Su analoga describe bien las dcadas de la mitad del siglo IV, especialmente el tiempo que prepar el terreno para el Concilio de Constantinopla en el 381. Los tres grandes capadocios escribieron tratados y cartas explorando y solidificando la teologa trinitaria y creando una terminologa estndar. Hablaron del Padre, el Hijo y el Espritu Santo simultneamente como tres con respecto a hipstasis personalidad pero como uno con respecto a ousa, naturaleza. Los capadocios extendieron la
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naturaleza compartida del Padre y del Hijo para incluir al Espritu Santo, aclarando la vaguedad del credo niceno. Basilio, en su obra Sobre el Espritu Santo, abog por un reconocimiento de la relacin entre el Padre, el Hijo y el Espritu Santo como de una sustancia y de igual rango, y, por tanto, como dignos de adoracin. Fue en el contexto de la adoracin donde Basilio elabor sus argumentos ms eficaces. Otros telogos lo haban desafiado por su uso de las preposiciones con y juntamente con en la bendicin: "Gloria al Padre con el Hijo juntamente con el Espritu Santo'. Haban demandado que en la oracin de bendicin pronunciada al final del servicio de adoracin las preposiciones deban decir: "Gloria al Padre por medio del Hijo en el Espritu Santo", Basilio sostuvo como respuesta que las Escrituras no hacen una diferencia tan estricta en el uso de las preposiciones con Padre, Hijo y Espritu Santo. Los autores de la Escritura usaron una variedad de preposiciones para las tres personas de la Divinidad. Algunos tambin afirmaban que este uso especfico de las preposiciones mostraba una subordinacin del Hijo y el Espritu al Padre. Basilio demostr por la Escritura que una subordinacin tal del Hijo involucraba slo su encarnacin. Adems de esto, Basilio afirm que an cuando una precisin as en el uso de las preposiciones era comn en filosofa, era extrao a la Escritura, (160) y demostr cmo la Biblia usaba casi cada combinacin de las preposiciones comunes para describir al Padre, al Hijo y al Espritu Santo. El telogo fue literalmente a travs de veintenas de pasajes de la Escritura demostrando el uso amplio de las preposiciones con cada una de las tres personas de la Divinidad. Aunque eso contribua a que fuera una lectura tediosa, lo capacit para desactivar el impulso a hacer distinciones meticulosas entre preposiciones. Al hacerlo as, tambin demostr que las preposiciones a travs de y en no subordinan necesariamente al Hijo y al Espritu al Padre. Un ejemplo de la superposicin en el uso escriturario de preposiciones aparece en Romanos 11:36. "Porque de l, y por l, y para l, son todas las cosas". Basilio demostr por el contexto que el pasaje usa todas esas tres preposiciones del Hijo, pero an si sus enemigos insistieran en aplicarlas al Padre no cambiara el argumento, porque entonces las tres seran aplicadas al Padre. Con cualquier lectura, ya fuera al Padre o al Hijo, una distincin que insiste en todas las cosas viniendo desde el Padre a travs del Hijo no puede justificarse a la luz del pasaje. Con referencia al Espritu, tanto Mateo 1:20 como Glatas 6:8 usan la preposicin de en este sentido. Mateo 1:20 consigna que el ngel le dijo a Jos que no temiera recibir a Mara como su esposa porque el nio concebido en su seno "del Espritu Santo es". Glatas 6:8 describe la vida eterna como viniendo "del Espritu" (Basilio, pp. 7, 8). Los ejemplos de la Escritura que present Basilio continan as por captulos, demostrando concienzudamente que la Biblia describe la unidad e igualdad entre los tres miembros de la Divinidad. Intelectualmente Basilio extrajo su argumento de la Escritura, pero en la prctica fue mediante la prctica del culto cristiano como persuadi a los obispos cristianos a que reconocieran al Espritu Santo como pleno Dios. Mostr cmo en el bautismo y en la oracin los cristianos haban adorado al Padre, al Hijo y al Espritu Santo por igual a travs de los siglos a pesar de las disputas teolgicas del siglo IV. Cada grupo, con la posible excepcin del partido de Eunomio, los heteroosios, haban continuado adorando al Hijo y al (161) Espritu a pesar de su teologa. Basilio explic eso vigorosamente en los ltimos captulos de su obra Sobre el Espritu Santo, y las realizaciones que estimul prepararon el escenario para el pleno reconocimiento, en el Concilio de Constantinopla, del Hijo y del Espritu Santo como personas en la Divinidad, junto con el Padre. Es verdad que el Concilio de Nicea y el Concilio de Constantinopla hicieron declaraciones que ahora debemos rechazar porque no estn de acuerdo con la Escritura.
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An algunos aspectos de la interpretacin de Atanasio acerca del Hijo hoy parecen causar ms problemas de los que resuelven, incluyendo su descripcin del Hijo como "engendrado eternamente". Pero tales cosas ni son parte de la frmula trinitaria de Dios como tres en uno, ni son necesarias para ella; es decir, tres personas compartiendo una naturaleza como un Dios. Aunque como adventistas no podemos reconocer los concilios como autoritativos, debemos reconocer el valor de los argumentos que present Basilio desde la Escritura y desde la adoracin. No aceptamos la frmula trinitaria basados sobre la autoridad del dogma de la iglesia o de los concilios de la iglesia, sino sobre el hecho de que representa mejor lo que la Escritura presenta acerca del Padre, el Hijo y el Espritu Santo como un Dios. (162)
CAPTULO 10: LA TRINIDAD EN LA EDAD MEDIA.El Concilio de Constantinopla en el ao 381 afirm las creencias trinitarias en la mayora de las regiones de la iglesia. Sin embargo, continuaron existiendo en bolsones varias clases de cristianos arrianos, incluyendo los que estaban asociados con Aecio y
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Eunomio en Libia, as como otros grupos pequeos que no aceptaron la doctrina de la Trinidad como fue adoptada en el Concilio de Constantinopla. Varias de las tribus germnicas que se convirtieron al cristianismo antes del decisivo Concilio de Constantinopla tambin llevaban el sobrenombre de "arrianos". Segn una leyenda popular, los godos aprendieron el evangelio por medio de un misionero cristiano llamado Ulfilas, descendiente de un soldado romano que fue tomado cautivo por un grupo de ataque godo en Asia Menor en el siglo III. Ulfilas hablaba griego y latn hbilmente, y conoca ambas culturas: la grecorromana y la gtica en la cual fue criado. Se sabe que verdaderamente fue como misionero cristiano a los godos, y Eusebio, obispo de Nicomedia lo consagr en algn momento alrededor del 340 d.C. Eusebio haba estudiado con Arrio bajo Luciano de Antioquia, y fue una de las tres personas que apoyaron a Arrio en el Concilio de Nicea en el 325. Por esta razn muchos han supuesto que Eusebio era un simpatizante arriano, y que por tanto debe haber consagrado a Ulfilas como misionero arriano, haciendo de esa forma que los conversos de Ulfilas fueran arrianos en creencia. Sin embargo, no es claro que Eusebio siempre concordara con Arrio en su interpretacin de Cristo como un ser creado, aunque ciertamente no estaba de acuerdo con la idea de que Arrio fuese condenado ni tampoco con la (163) frmula de Nicea, homoosios de la misma naturaleza como una expresin apropiada para la relacin entre el Padre y el Hijo. Ms probablemente el cristianismo que Ulfilas le ense a los godos era ambiguo acerca del Padre y del Hijo, y no la adopcin de una doctrina arriana real. Despus de slo siete aos de obra misionera directa, Ulfilas se encontr arrojado del territorio gtico debido a su presunta conexin con los romanos, enemigos de los godos. Si su participacin con los godos hubiera terminado en ese momento, su obra no habra causado mucho impacto. Sin embargo, despus de su expulsin pas aos reduciendo el lenguaje gtico a su forma escrita y traduciendo la mayor parte de las Escrituras al gtico. Su obra tuvo un impacto profundo en la diseminacin del cristianismo entre los godos. Durante ese tiempo Ulfilas an se opuso a la frmula ni-cena y favoreci el trmino ambiguo hmoios similar ms bien que homoosios de la misma naturaleza como la descripcin de la relacin entre el Padre y el Hijo. Su prejuicio entr furtivamente en su traduccin de la Biblia al gtico, dndole un sutil sesgo contra el trinitarismo. Cualesquiera hayan sido las creencias de los godos acerca de la Divinidad, cuando esas tribus cristianas comenzaron a invadir el Imperio Romano cristiano durante el siglo V, sus enemigos "ortodoxos" les pusieron el apodo de arrianos. Fuera o no fuera que tuvieran diferencias teolgicas significativas, los dos lados usaban terminologa diferente para describir a la Divinidad. Dadas las razones polticas para que cada bando viera al otro como hertico de manera que pudieran sentirse justificados en su animosidad mutua, no tenan una motivacin seria para el entendimiento mutuo. Durante los pocos siglos siguientes, los godos y los cristianos romanos alternativamente intentaron destruirse los unos a los otros y coexistir lado a lado, y cada uno intent firmemente mantener su propia identidad por medio del uso de los calificativos "arrianos" y "trinitarios". Con el tiempo la corriente principal de la iglesia, con su descripcin trinitaria de la Divinidad, absorbi a las tribus godas, (164) posiblemente a travs de la influencia de algunos de sus allegados germnicos del oeste, quienes aceptaron una etapa ms tarda del cristianismo con su sistema de creencias seguramente trinitario. El enfoque principal de la teologa cristiana despus del Concilio de Constantinopla se centr en la descripcin ms amplia de Jesucristo, en lo que la historia de la iglesia recuerda ahora como las controversias cristolgicas de los siglos V y VI. El trinitarismo
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como un todo tambin comenz a desarrollarse en nuevas direcciones, avanzando a lo largo de lneas espirituales as como teolgicas. Agustn, obispo de Hiposa en el norte del frica a comienzos del siglo V, y con toda probabilidad el filsofo telogo ms influyente en la historia del mundo occidental, fue el punto central de este cambio en el desarrollo de la teologa trinitaria despus del Concilio de Constantinopla. Agustn acept la frmula trinitaria bsicamente como se la declar en el Concilio de Constantinopla, incluyendo la aceptacin oficial y completa de un conjunto nico de trminos y definiciones griegas. Acept que debamos identificarla unicidad de Dios en trminos de una sola naturaleza compartida por el Padre, el Hijo y el Espritu Santo, y lo expres por el trmino griego homoosios, el mismo trmino que us el Concilio de Nicea ms de 50 aos antes. Los telogos haban definido y vuelto a definir el trmino durante los ltimos 50 aos de manera que fuera finalmente aceptable a todos los que asistan al concilio. Los telogos que hablaban latn usaban un trmino correspondiente en latn, substantia ("sustancia" en castellano), esencialmente con el mismo significado que tena el trmino griego. Adems de esto, Agustn acept el uso que el concilio hizo del trmino griego hypstasis, que haba llegado a ser adoptado casi universalmente como el trmino para expresar la individualidad y la condicin de persona del Padre, el Hijo y el Espritu Santo dentro de la unidad de la Divinidad, junto con su contraparte, el trmino latino persona. De esa manera, en la primera parte del siglo V el cristianismo tena una frmula conjunta de trminos en griego y un conjunto correspondiente de trminos en latn que significaban (165) esencialmente la misma cosa y que haban sido bien aceptados por la mayora de la iglesia. Un reconocimiento del misterio contenido dentro del concepto de tres en uno, y el deseo de conocer a Dios dentro de este misterio, lleg a ser el siguiente avance principal en el desarrollo de la doctrina trinitaria a travs de la influyente obra de Agustn: De Trinitate (Sobre la Trinidad). En su libro Agustn describa su propia bsqueda para encontrar una comprensin ms ntima de Dios. Ley a travs de toda la Biblia, pensando en cada texto acerca de Dios, y, al hacerlo as, lleg a entender a Dios el Padre, el Hijo y el Espritu Santo: tres personas pero un Dios compartiendo la misma naturaleza. Reconoci tambin que esta no era una descripcin completa de Dios; que conocer a Dios no era simplemente un asunto de presentar una frmula matemtica de "tres en uno" o de tratar de entender el misterio de Dios en las caractersticas de su naturaleza compartida, su omnisciencia o su eternidad. En vez de eso, Agustn sugiri que conocer a Dios tambin entraaba experimentar su carcter amante, un carcter que permanece un misterio an despus que hemos presentado cada descripcin e interpretado cada revelacin en la Escritura. Adems de eso, Agustn desarroll y expres una vislumbre profunda. Dijo que cuando hemos producido nuestra descripcin ms plena de Dios, an no hemos alcanzado verdaderamente sino un conocimiento superficial de l. Con todo, est a nuestra disposicin suficiente conocimiento de manera que el cristiano puede entender la dinmica bsica de la salvacin y la forma de relacionarse con l y con los dems ante su mirada. Al fin de su obra, cuando haba hecho todo lo que pudo en su bsqueda de Dios, Agustn anunci con jbilo que haba experimentado un fracaso glorioso en su bsqueda de Dios porque, aunque haba descubierto mucho, aunque haba aprendido mucho y haba conocido mucho, an no haba aprehendido a Dios mismo. Este entendimiento, segn Agustn, debe esperar hasta llegar al cielo. Otros, an antes de Agustn, haban intentado contemplara Dios. (166) Tan temprano como el libro Vida de Moiss de Filn de Alejandra, los telogos haban intentado entender a Dios sobre un plano ms bien subjetivo que objetivo por medio de Moiss y sus experiencias. Gregorio de Niza tambin escribi una vida de Moiss concentrndose
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en su interaccin con Dios en Horeb, el monte santo, donde habl personalmente con Dios por largos perodos de tiempo. Aqu Gregorio trat de entender a un Dios personal, no sencillamente a un Dios terico, por medio de la Escritura. Sin embargo, por encima de todo, fueron los escritos de Agustn los que establecieron el escenario para los intentos medievales de entender el misterio de Dios desde el interior: contemplar y aprehender a Dios, no slo clasificarlo y entenderlo de un modo cognoscitivo. Habiendo reconocido que el libro de Agustn, De Trinitate, es principalmente una bsqueda espiritual, debemos declarar que tambin fue el tratado filosfico sobre la Trinidad escrito hasta ese tiempo ms meticulosamente razonado e intrnsecamente definido. El objetivo principal de Agustn era tener una relacin con Dios, tanto como fuera humanamente posible, pero su mtodo inclua interpretaciones cuidadosas de la Escritura y pasos lgicos detallados desde cada pregunta hasta cada conclusin. Buena parte del libro lleg a ser finalmente parte del dogma trinitario de la Iglesia Catlica medieval, pero la iglesia lo organiz sobre la frmula trinitaria bsica tal como se expres en el Concilio de Constantinopla. Por ejemplo, l le da mucha atencin en el libro 5 al "engendramiento" del Hijo por parte del Padre, definindolo cuidadosamente de una manera que mantuvo la coeternalidad e igualdad de los dos. Lo mismo se aplica al Espritu Santo "procediendo" del Padre y del Hijo. No obstante, ningn concepto es parte de la frmula trinitaria central de tres en uno. Hay ms aclaraciones sobre las relaciones dentro de la Divinidad a las que aludieron los concilios de Nicea y Constantinopla pero que no las definieron minuciosamente. Como la "eterna generacin" del Hijo, indicada por Atanasio casi un siglo antes. Agustn la acept como si fuera una parte integral de la doctrina trinitaria, aunque (167) no necesitamos verlas lgicamente como tales. En vez de eso, son intentos por resolver ms estrechamente las relaciones entre las tres personas en el nico Dios describiendo al Padre como la fuente eterna para el Hijo y el Espritu. Sin embargo, esta definicin ms restringida nos obliga a una de dos cosas: o a distorsionar la interpretacin que la Escritura da del tiempo, o a subyugar al Hijo y al Espritu al Padre. En su bsqueda por entender a Dios, Agustn no slo us informacin que proceda de la Escritura y de la filosofa, sino que tambin sugiri que como Dios cre a los humanos a su imagen, tambin podemos obtener vislumbres en la Trinidad cuando nos observamos a nosotros mismos. Su argumento bsico, que aparece en el libro 10.4 y aclarado en el libro 14.2, era que el alma humana es una trinidad de memoria, entendimiento y voluntad, as como el Padre, el Hijo y el Espritu Santo son una trinidad. La memoria, el entendimiento y la voluntad, cada una depende de las otras, cada una contiene a las otras, y cada una por s misma puede ser llamada "mente" o "vida" o "ser". Por ejemplo, cuando se distingue la "memoria" del "entendimiento" uno tiene que usar los dos trminos, pero cuando nos referimos slo a "entendimiento" puede designarse sencillamente como "mente". Por eso al Padre se lo llama "Padre" en referencia al Hijo o al Espritu, pero puede sencillamente ser llamado "Dios" con relacin a l mismo cuando no est siendo distinguido del Hijo o del Espritu. Tambin, como los tres memoria, entendimiento y voluntad constituyen una sola mente, es difcil definir dnde termina el uno y comienza el otro. Por ejemplo, dnde comienza a ser la funcin de la memoria la funcin de entendimiento? Es imposible decir en qu punto la memoria se convierte en entendimiento porque ambos son una mente. De la misma manera, razonaba Agustn, es imposible distinguir completamente entre los miembros de la Divinidad en vista de que son un Dios. El uso que hace Agustn del alma humana como una ilustracin de la Trinidad depende de la postura filosfica de la persona humana como teniendo un alma separada del cuerpo, pero lo que estaba
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tratando (168) de ilustrar muestra que se estaba explayando sobre la frmula trinitaria bsica: tres interactuando dentro de uno. Este enfoque sobre el entendimiento y la contemplacin de Dios continu hasta el siglo XII, cuando el mundo que hablaba latn volvi a descubrir los escritos de Aristteles, y Europa se volvi a un estudio ms cognitivo y emprico de la teologa y del mundo. Dos de los telogos escolsticos que siguieron la teologa filosfica platnica de Agustn, pero que tambin incorporaron la nueva teologa emprica bajo la influencia de Aristteles, fueron Buenaventura y Toms de Aquino. Buenaventura naci en 1221 y pas gran parte de su vida conectado con la Universidad de Pars, la institucin teolgica fundamental del escolasticismo de ese tiempo. Cuando resida en la universidad dio conferencias sobre la Biblia y escribi un comentario sobre el libro de las Sentencias de Pedro Lombardo, la forma estndar de recibir el ttulo de Doctor en Teologa. Buenaventura se uni a los franciscanos, y en 1257 lleg a ser el sptimo ministro de la orden despus de Francisco de Ass. Agustn y Francisco influyeron fuertemente la teologa de Buenaventura, la que, por tanto, fue profundamente espiritual. Mientras estaba en Pars, Buenaventura escribi un libro titulado Cuestiones polmicas sobre el misterio de la Trinidad, y por eso estaba al da en los asuntos involucrados con la Trinidad cuando escribi despus otro libro conocido como Itinerario o El viaje de la mente a Dios. En este libro presenta seis pasos para conocer a Dios y para estar en unin con l. Despus de comenzar con la contemplacin de la belleza y orden de lo que Dios hizo, los pasos finales se concentraban en una contemplacin de la bondad del ser puro; una meditacin que inclua una consideracin meditada de las caractersticas de la naturaleza de Dios. Para Buenaventura, el nivel ms elevado que puede alcanzar la mente humana es llegar a estar absorto en la comunicacin entre las tres personas del nico Dios. De esta manera su objetivo espiritual, en los pasos finales, lo construye alrededor de la realidad trina del Padre, el Hijo y el Espritu Santo. (169) Sin embargo, es en los pasos medios donde se hace ms evidente este desarrollo del pensamiento de Agustn. Los pasos tercero y cuarto del viaje de la mente a Dios de Buenaventura se concentran en el alma humana. Sigui la iniciativa de Agustn en su libro Sobre la Trinidad, quien sugiri que una forma para que los humanos conozcan a Dios es mediante el examen de la imagen de Dios dentro de nosotros mismos. Como lo haba hecho Agustn, Buenaventura vio esta imagen como una imagen trina. El alma humana, afirm, tiene tres componentes memoria, intelecto y voluntad dentro de una sola alma. Los tres aspectos corresponden al Padre, Hijo y Espritu Santo en el nico Dios. Hasta aqu Buenaventura haba repetido como un loro a Agustn, pero aade un componente que Agustn no declar abiertamente. El telogo del siglo XIII usa la forma en la que el intelecto y la voluntad surgen de la memoria como una ilustracin de la procedencia del Hijo y del Espritu Santo desde el Padre. Como el intelecto de uno procede de la memoria como sabidura que se obtiene por medio de acontecimientos que recordamos, as el Hijo, que es el Logos o la Palabra, procede del Padre como su Sabidura. Despus Buenaventura hace un paralelo parecido, aunque todava ms complejo entre la voluntad que surge de ambos, de la memoria y el intelecto, y el Espritu que procede del Padre y del Hijo. De nuevo, como sucedi con Agustn, Buenaventura vio la procesin del Hijo y del Espritu como integrantes en la doctrina de la Trinidad, pero no necesitaba ser as. Tom buena parte de su interpretacin de la contemplacin de Francisco de Ass, el fundador de los franciscanos. En particular Buenaventura nos dice, en el prlogo de su obra El viaje de la mente a Dios, que encontr inspiracin para la obra y para su estructura de seis pasos en la visin de Francisco de Ass en la que vio el serafn de seis
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alas de Isaas en la forma del Crucificado. Cada ala del serafn representaba un paso hacia la contemplacin de Dios y cada par de alas representaba una persona de la Trinidad. Estructur toda la obra en combinaciones de tres, usando grupos de tres y grupos de tres de grupos de tres. El autor presenta casi cada pieza de informacin (170) en tres partes y casi cada descripcin tiene tres adjetivos. De esa manera, las mismas palabras de la obra ilustran los tres en uno de la Trinidad. Pero hay otro aspecto de la obra que Buenaventura obtuvo de Francisco. El captulo 1 empieza con las palabras: "Aqu comienza la reflexin del hombre pobre en el desierto'. El "hombre pobre" es evidentemente Francisco de Ass, quien abandon su vida de rico como el hijo de un mercader para abrazar la pobreza de Jess. Sin embargo, el "hombre pobre" es evidentemente algo ms que sencillamente una referencia a Francisco. Tambin debemos verlo como la condicin de todos los humanos "torcidos" lejos de Dios por el pecado, incapaces de ver a Dios excepto por medio de la gracia y viviendo en el desierto de un mundo cado. De este modo todos los humanos son pobres en relacin con las riquezas de Dios, an aquellos que han elegido el sendero virtuoso de la pobreza. La nica forma de salir de esta pobreza espiritual es por medio del ascenso del corazn. "Pero", declara Buenaventura, "no podemos elevarnos por encima de nosotros a menos que nos eleve un poder superior". De esta forma Buenaventura comienza enza su viaje e hacia la contemplacin de Dios como Trinidad, y hacia el poner los afectos enteramente en las manos de Dios, con un reconocimiento de la necesidad humana de ser elevados por Dios. Buenaventura recibi esta actitud de pobreza de Francisco de Ass. Aunque Toms de Aquino fue posiblemente el telogo ms emprico de los telogos escolsticos del siglo XIII, tambin entendi algo de la imposibilidad de "conocer" verdaderamente a Dios que Agustn expresaba al fin de su propia bsqueda espiritual. Toms fundament su enfoque teolgico as como su interpretacin de la Trinidad en Agustn. En su Summa Theologiae (Suma teolgica) intent demostrar, por medios enteramente empricos, cmo la razn humana puede desarrollar una teologa natural que es anloga a la que encontramos revelada en la Escritura. Durante su intento para entender a Dios de una manera racional, Toms se hizo preguntas acerca de las caractersticas de Dios desde muchos ngulos diferentes. Por ejemplo, en cuanto a la eternidad (171) de Dios sus preguntas lo llevaron a concluir que slo Dios es verdaderamente eterno. Con respecto a la omnisciencia de Dios, Aquino determin que slo Dios lo conoce todo, porque Dios es eterno y slo algo que es eterno puede conocerlo todo. Desafortunadamente tal interrogatorio lgico e intrincado puede a menudo extraviara los que preguntan en espesuras de su propia elaboracin, porque la pregunta siguiente sera lgicamente: "Si Dios es al mismo tiempo eterno y omnisciente, entonces, puede conocerse a s mismo completamente?" Toms de Aquino lleg una vez ms a la realidad de que, cuando terminemos la discusin de lo que podemos conocer acerca de Dios, an permanecer muchos que no podremos conocer acerca de l. Para nosotros, su verdadero ser permanece un misterio. Que Dios permanece un misterio se ilustra fcilmente por la experiencia que tuve con mi propio hijo. Mientras le describa como era Dios, le mencion que era omnipotente y todopoderoso. "Quieres decir que puede hacer cualquier cosa?", me respondi mi hijo. Entonces, sin esperar una respuesta, me pregunt inmediatamente: "Si puede hacer cualquier cosa, puede hacer una roca tan grande que l mismo no la pueda mover?" Era una pregunta que no poda contestar. Sin embargo, no era algo que le pona algn lmite a Dios. Slo mostraba nuestra falta de capacidad para aprehender y entender a Dios, y demostraba de una forma concreta su supremo misterio.
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A pesar de todo el entendimiento humano, la descripcin y la conformidad respecto a como describir a Dios como una unidad de tres personas divinas adoradas como plenamente Dios, an no nos hemos acercado a definir o entender o conocer a Dios. Todo lo que hemos realizado an es simplemente conocer acerca de Dios. La historia de la contemplacin con respecto al misterio de la Trinidad es uno de aprender constantemente ms acerca de Dios sin nunca llegar a conocer todo acerca de Dios; y demasiado a menudo es una historia de tener que retroceder. Aunque la humanidad ha penetrado algunos niveles del misterio divino e incluso los ha codificado, (172) an permanece el misterio mayor. As que el feliz fracaso de Agustn al tratar de conocer a Dios y entender la Trinidad puede, de muchas maneras, ser tambin nuestro feliz fracaso. Tener una correcta visin de Dios y ser capaz de entender mejor su salvacin, su perdn y su amor no elimina el misterio de la Trinidad: el misterio de quin es Dios. (173)
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CAPTULO 11: LA TRINIDAD EN LA ERA DE LA REFORMA: CUATRO PUNTOS DE VISTA.Sola Scriptura, el trmino latino para "la Escritura sola", proporciona una clave principal para entender la variedad de enfoques a la doctrina de la Trinidad que se desarrollaron durante el perodo de la Reforma. Como el grito de batalla para el asalto popular sobre la autoridad de la iglesia medieval, prcticamente todas las modalidades de disidentes religiosos usaron sola Scriptura, pero no todos en la misma forma. La variedad de los conceptos de la Reforma sobre la Trinidad refleja fielmente el abanico de actitudes hacia sola Scriptura y los usos que se le dieron. Los cuatro grupos que examinaremos en particular en este captulo representan un continuo de puntos de vista sobre la Trinidad desde el tradicional al revolucionario. 1. Debido a que los catlicos romanos rechazaron la autoridad nica de la Escritura, retuvieron el dogma tradicional de la Trinidad como lo desarroll Atanasio, Agustn, Toms de Aquino y otros. 2. Los Reformadores influyentes Lutero, Calvino y sus seguidores cambiaron sus pruebas principales para la Trinidad de la tradicin y la filosofa a la Escritura, pero mantuvieron la frmula trinitaria de los antiguos credos cristianos. 3. Los anabaptistas restauracionistas hicieron un cambio ms radical con la tradicin, tratando de restaurar complemente la doctrina e incluso el modelo organizativo de la iglesia del Nuevo Testamento. Por consiguiente, (175) aunque retuvieron su creencia en la Trinidad, su explicacin de la Trinidad fue ms sencilla y cercana a las palabras reales de la Escritura. 4. Los racionalistas antitrinitarios tambin afirmaron la nica autoridad de la Escritura, pero con referencia a la Trinidad sus conclusiones tomaron abruptamente una direccin diferente. Aunque repudiaban los fundamentos filosficos de la teologa medieval (Servet, p. 67), su propia reverencia por la razn humana lleg a ser otra forma de comprometer la autoridad nica de la Escritura. Es patente que "la Escritura sola" no significaba el rechazo total de todas las otras fuentes de autoridad. Pero permaneci para la subordinacin de todas las autoridades humanas tales como tradicin, papas, concilios y emperadores a la autoridad suprema de la Escritura. Sin embargo, an Lutero, que populariz inicialmente el eslogan, no siempre lo sigui completamente. Por eso parece que los reformadores comprometieron el principio de "la Escritura sola" casi fatalmente, justo desde el comienzo, porque sus campeones no podan percibir en qu medida presuposiciones contrarias a la Escritura ya haban modelado su cosmovisin. Al vivir en una dominante sociedad religiosa, pocos consideraron que las suposiciones fundamentales extradas de la filosofa griega predeterminaban en gran manera la forma como interpretaban la Escritura. Aparecern varios ejemplos al mirar ms atentamente los cuatro enfoques principales con respecto a la doctrina de la Trinidad en la era de la Reforma. El dogma catlico-romano de la Trinidad.El concepto catlico-romano fue para todos los reformadores el punto de partida. Como se bosquej en captulos previos, la Iglesia Catlica Romana haba llegado durante la Edad Media a la conviccin de que la Trinidad era su "enseanza fundamental" y ms "central" (Pelikan, t. 3, p. 279). La formulacin filosfica de la Trinidad era al mismo tiempo central y fundamental porque, ms que cualquier otra doctrina, dependa directamente de las presuposiciones filosficas griegas. Por tanto, su definicin como un dogma (algo que se exige que todos los fieles deben creer) colocaba el sello de legitimidad (176) sobre las presuposiciones que Aristteles y Platn haban usado para interpretar la Escritura. Esto fue fundacional, porque los telogos de la iglesia emplearon las mismas presuposiciones para otras enseanzas tales como la inmortalidad
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natural del alma, que a su vez era el prerrequisito necesario para creer en un tormento eterno, en el purgatorio, en el limbo y en la intercesin de los santos, por mencionar unos pocos ejemplos. Por eso la aceptacin del dogma de la Trinidad ratific toda la estructura dogmtica de la iglesia medieval (ver Pelikan, t. 3, p. 279). En este punto necesitamos desempacar algunos de los elementos clave de la filosofa griega que influyeron tan poderosamente en el desarrollo de la teologa cristiana. Los conceptos ms importantes para la presente discusin involucran la nocin de dualismo radical. La filosofa griega perciba todo el universo como dividido en dos categoras de existencia: alma (o espritu), definido como inherentemente inmortal y bueno, y las cosas materiales, que eran transitorias y esencialmente malas. Tal dualismo era `radical" en el sentido de que abarcaba no meramente un conflicto entre el bien y el mal, sino drsticamente estados contrastados de existencia. Esto llegar a ser ms claro al considerar tres aspectos del dualismo radical que sirven de base al dogma tradicional de la Trinidad: (1) alma y cuerpo; (2) Dios y hombre; y (3) tiempo y atemporalidad. Lo que ofrezco aqu es una simplificacin exagerada general, pero la he fundamentado en parte en la obra erudita de Fernando Canale ("Doctrine of God"). En primer lugar, para muchas personas el aspecto ms familiar del dualismo griego es el concepto de que los seres humanos consisten en un alma inmortal naturalmente buena y un cuerpo mortal bsicamente malo, el cual finalmente debe morir para librar al alma. Un segundo aspecto del dualismo griego es una forma particular de definir a Dios en relacin con la humanidad. La filosofa griega no era atea; lejos de ello. La mitologa griega imaginaba un panten de dioses demasiado humanos, dioses varones y hembras, desde Zeus hasta Afrodita. Sin embargo, la filosofa griega de Platn y Aristteles ense una deidad suprema absolutamente distinta de los humanos. (177) Los filsofos griegos entendieron a Dios como la perfeccin absoluta. Lo llamaron el "Motor inmvil", porque Aristteles crea que en la medida en que Dios tan slo pensara acerca de los seres defectuosos, mortales y materiales, echara a perder su perfeccin absoluta. Dios era "impasible", es decir, libre de toda pasin (sentimientos y emociones); exactamente lo contrario del Dios descrito en Isaas 53:4-6 y Hebreos 4:15. Un historiador resume la situacin: "El Dios de Agustn, aunque trinitario, est cautivo de la teologa filosfica griega de simpleza, inmutabilidad e impasibilidad divinas, y llega a ser ms semejante a un gran emperador csmico que a un Padre celestial amante y compasivo. Anselmo neg absolutamente que Dios experimentara sentimientos de compasin... Los que critican justamente al desmo por subvertir las enseanzas bblicas abrumndolas con el iluminismo filosfico y la religin natural, deberan considerar en qu medida la doctrina cristiana clsica de Dios recibi una influencia excesiva de las categoras filosficas griegas de perfeccin metafsica" (Olson, Store of Christian Theology, p. 530). Que un Dios as entrara en la historia e interactuara con seres humanos en espacio y tiempo era, por definicin, imposible. La nica excepcin a esa separacin radical de Dios de la humanidad era el alma humana, entendida como una chispa del alma divina e intrnsecamente inmortal. Debido a su encarcelamiento en un cuerpo material, el alma proporcionaba el nico punto de contacto a travs del cual el Dios exterior de la historia podra tener influencia en los humanos atrapados en el tiempo y el espacio. Un tercer aspecto del dualismo radical que apuntala los dos anteriores, y adems afirma el aislamiento fundamental de Dios de la humanidad, es el dualismo de tiempo y atemporalidad. Los filsofos concibieron la eternidad de Dios como "atemporal" (es decir, un "presente eterno" sin pasado o futuro), en agudo contraste con la vida humana
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en el tiempo y su pasado, presente y futuro. Podramos diagramas esos aspectos del dualismo de la siguiente manera: (178) 1. Dios = pura Alma 2. Dios es impasible; no 3. Dios existe en puede entrar en la atemporalidad, el ahora historia eterno. Separacin radical entre las atemporalidad de Dios y la historia humana 1. Humanos = cuerpo malo 2. excepto por la va del 3. Los humanos viven en el material + chispa de alma alma humana. tiempo y el espacio. inmortal En cada uno de estos aspectos, la Escritura proporciona un cuadro muy diferente que el que ofrece el dualismo. En primer lugar, en vez de tener una alma natural inmortal en un cuerpo malo, la Escritura afirma que el cuerpo fue la creacin de Dios y "bueno en gran manera" (Gn. 1:31). Adems, el alma no era algo que pudiera experimentar una existencia consciente aparte del cuerpo (Ecle. 9:5, 6), Ms bien, la terminologa de la Escritura para un "alma viviente" se refiere a la persona en su totalidad, incluyendo el cuerpo (Gn. 2:7). Lejos de ser inmortal por naturaleza, "el alma que pecare, esa morir" (Eze. 18:4, 20). Corroborar esto plenamente est ms all del alcance del tema actual, pero el agudo contraste entre la Escritura y la filosofa griega en este terreno ha recibido cada vez ms reconocimiento en aos recientes por parte de telogos bien conocidos (Cullman, Fudge, Pinnock, Stott). En segundo lugar, la Escritura contradice la teora dualista de que Dios no puede intervenir en la historia humana. El dualismo pretende que como pura alma, Dios mora fuera del tiempo y del espacio, y que, adems, dado que es "impasible" sin compasin o sentimientos, no tiene inters alguno en los asuntos humanos. Por el contrario, la Escritura describe a Dios como entrando en la historia humana en tiempo y espacio a su voluntad. En Gnesis el Seor Dios camina y habla con la pareja en Edn (Gn. 3:8, 9); confronta a Can (Gn. 4:6); interviene en la torre de Babel (Gn. 11:5); y negocia con Abraham y Sara acerca de Sodoma (Gn. 18:16-33). Y en xodo Dios se aparece, habla y se nombra a s mismo a Moiss en la zarza ardiente (xo. 3:4-4:17); se revela visiblemente a 70 ancianos (179) de Israel (xo. 24:9-11); y le concede a Moiss una visin directa de su persona (xo. 33:19-23). Pero la filosofa griega considera tales cosas como sencillamente imposibles, impensables, y por tanto deben ser interpretadas como lenguaje figurado. Todo lo que la gente comn entendi por semejantes relatos bblicos (y sin tener en cuenta cmo los escritores bblicos pudieron haber considerado sus propios escritos), los filsofos "supieron" que para una deidad entrar en la historia era un absurdo, una contradiccin en trminos que evidentemente no pueden tomarse como una declaracin de la verdad ltima. Una tercera rea en la cual la Escritura desafi una premisa fundamental de la filosofa griega tiene que ver con el tiempo y la atemporalidad (Gonzlez, Christian Thought Revisited, p. 103). La Escritura describe a Dios como ms grande que el tiempo y experimentando el tiempo de manera diferente a la forma como lo experimentamos nosotros (Salmo 90:4; 2 Pedro 3:8), pero ese hecho no lo excluye de la vida en el tiempo. Debido a que "da vida a los muertos, y llama las cosas que no son como si fuesen' (Rom. 4:17), puede prever cmo sern las personas que actualmente estn muertas cuando las resucite (Mat. 22:32). Por eso conoce de antemano el futuro, lo cual nosotros no podemos conocer. Pero eso no es lo mismo que el concepto de atemporalidad que ve a Dios como existiendo en un "eterno ahora". La eternidad donde
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Dios vive (Isa. 57:15) y la vida eterna que promete a los creyentes fieles (Juan 3:16) no es la ausencia de tiempo, sino tiempo interminable (Sal. 102:27; Isa. 66:22, 23). Debido a estos conflictos bsicos con la Escritura, los filsofos griegos y sus seguidores consideraron la Escritura y especialmente las Escrituras hebreas como escritas para el "simple" y en gran manera inferior a la filosofa (Ibd., p. 119). Por consiguiente evaluaron cada cosa en las Escrituras desde la perspectiva de la filosofa griega. Cualquier cosa que estaba de acuerdo con la filosofa la aceptaban como verdad, y cualquier cosa que no estaba de acuerdo la consideraban como lenguaje figurado o un relato moralizador para las masas crdulas. (180) Note ahora lo que sucede con la enseanza bblica acerca de Dios cuando se vea travs de los lentes de la "atemporalidad". Cuando Dios dice en Malaquas 3:6: "Pues yo Jehov no cambio", quiere decir que su carcter es inalterable, estable y, por tanto, seguro. Absolutamente confiable, l cumple sus promesas. Hebreos 13:8 presenta la misma afirmacin para el Hijo de Dios, de que "es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos". Pero "atemporalidad" dice que no tiene "ayer", ni pasado ni futuro, sino que es esttico, inmvil, en un "presente eterno". Cuando Jess dijo: "Yo de Dios he salido, y he venido" (Juan 8:42), el significado natural de su discurso para quienes lo oyeron decir eso fue una afirmacin: "Mi testimonio del Padre es fidedigno porque lo conozco ntimamente; l es el que me envi al mundo, y yo hablo como su representante elegido" (parfrasis libre de Juan 8:14-17, 28, 29, 38, 42). Pero un filsofo griego observara inmediatamente que si Jess vino de fuera del mundo, l tambin vino de fuera del tiempo; de aqu que deba haber preexistido en la atemporalidad. Como se pensaba que la atemporalidad era un presente eterno, si Cristo "proceda" del Padre en atemporalidad, entonces su "procedencia" del Padre es eterna. No tuvo principio (pasado) ni fin (futuro), sino que est "procediendo" eternamente. Este dualismo interpreta la declaracin sencilla de Jess acerca de su venida al mundo como una acerca de su origen definitivo. De esto podemos deducir dos inferencias. Un resultado de leer filosficamente las declaraciones de "procedencia" es que "el Padre era el nico de tres personas que no vino de otro" (Buenaventura; citado en Pelikan, t. 3, p. 278). El concepto de los ortodoxos orientales difiere en detalles, pero tambin sostiene que slo el Padre "no es generado, el Hijo es generado por el Padre, y el Espritu Santo procede del Padrea travs del Hijo" (o como algunos dicen, "slo del Padre" [ODCC]). Una segunda inferencia es que si la eternidad es un "presente eterno" atemporal, entonces cualquier cosa que te haya sucedido a Dios, an est sucediendo siempre y continuar sucediendo por (181) siempre. De esto se deduce la teora de la "eterna generacin del Hijo. Algunos incluyen al Espritu Santo en esta "eterna generacin", dado que tambin se dice de l que "procede" del Padre [Juan 15:26] (ODCC). Esta teora no se ha salvado de ser criticada. Por ejemplo, Juan Calvino exclam que "es absurdo imaginar un acto continuo de generar cuando es evidente que las tres personas han existido en un Dios desde la eternidad" (Institutes, I. xiii. 29). Y sin embargo, a pesar de los opositores brillantes, famosos y eruditos (Gonzlez, History of Christian Thought, t. 3, pp. 91-92), la teora de la "eterna generacin del Hijo' permanece como una parte del dogma catlico-romano de la Trinidad hasta este da (Hogan y LeVoir, pp. 12-14). Pero el concepto y sus consecuencias tienen su fundamento slo en el concepto aristotlico de atemporalidad. La razn por la cual semejante dogma permanece virtualmente sin cambios hasta el presente es que la iglesia ha hecho de su base lgica una parte oficial de la ley eclesistica. El Concilio de Trento, que se inaugur el ao anterior a la muerte de Lutero y se cerr el ao anterior a la muerte de Calvino (1545-1563), representa el resumen de
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la respuesta catlico-romana a la Reforma. Despus de un prolongado debate, el concilio vot que la iglesia no puede basar la doctrina exclusivamente en la Escritura como los protestantes argan, sino en dos fuentes de autoridad: Escritura y tradicin, de las cuales la tradicin es la ms fundamental. Adems, Trento redefini la tradicin no como la herencia de la antigedad, sino como la inspiracin continua de la iglesia. Si la inspiracin continua de la iglesia es una autoridad ms fundamental que la Escritura, entonces los pronunciamientos oficiales de la iglesia son su propia autoridad suprema. Es el polo opuesto de sola Scriptura, y la razn por la que no hemos visto cambio significativo en el dogma catlico de la Trinidad. Los reformadores magistrales y la Trinidad.Los personajes principales que dominaron la Reforma protestante, tanto en el siglo XVI como hasta el presente, fueron Martn (182) Lutero (1483-1546) y Juan Calvino (15091564). Lutero y Calvino colocaron la Escritura por encima de papas, concilios de iglesia y tradicin; pero en reas teolgicas en las que no vieron problemas evidentes, asumieron que la iglesia las haba desarrollado bajo la direccin de Dios y por eso se inclinaron a interpretar la Escritura en formas que afirmaban las opiniones tradicionales. A travs de todos sus conflictos teolgicos con los catlicos continuaron asumiendo que sus conceptos de la Trinidad constituan un terreno comn (Pelikan, t. 4, pp. 157-158). Por eso Justo Gonzlez escribe que "Lutero es perfectamente ortodoxo" y Calvino es "enteramente ortodoxo y tradicional" sobre el tema de la Trinidad (Gonzlez, History of the Christian Thought, t. 3, pp. 41, 126). Sin embargo, en unos pocos puntos vislumbraron la inconsistencia entre el testimonio bblico acerca de la Trinidad y las especulaciones de los filsofos. Tanto Lutero como Calvino deseaban una doctrina de la Trinidad expresada estrictamente en trminos bblicos (Bainton, pp. 58-60; Pelikan, t. 4, pp. 187-188, 322). A pesar de todo, mientras Calvino criticaba la teora de la "eterna generacin" (Institutes I. xiii. 29) e insista en la autoridad nica de la Escritura, tambin estaba "dispuesto a interpretar esa Escritura a la luz de los primeros concilios ecumnicos". Cita "con frecuencia y generalmente con aprobacin" a los Padres de la iglesia primitiva (Gonzlez, History of Christian Thought, t. 3, p. 126). En un sentido es exageradamente injusto para nosotros culpar a los reformadores por fracasar en alcanzar en una generacin su ideal de una iglesia gobernada slo por la Escritura. Somos dolorosamente conscientes del lento progreso que hacemos en nuestras propias vidas. No obstante, echando una mirada retrospectiva, es evidente que siendo un producto de la Edad Media, estaban empapados en una cosmovisin derivada de la filosofa griega. Aunque en la fortaleza de Dios dieron grandes pasos hacia la reforma de la iglesia y la sociedad en formas bblicas, su formacin cultural filosfica y su inmersin en la cosmovisin comn hicieron prcticamente imposible para ellos reconocer que en algn grado interpretaban (183) la Escritura a travs de los lentes filosficos griegos. Debido a que no vieron claramente el conflicto bsico entre sola Scriptura y dualismo griego, los movimientos que comenzaron volvieron en gran medida, en la siguiente generacin, a los supuestos medievales. El resultado fue el escolasticismo protestante, un mtodo teolgico concebido sobre los mismos fundamentos filosficos que fueron usados por los escolsticos medievales antes de la Reforma. Los escolsticos Protestantes, a pesar de vanagloriarse en la autoridad nica de la Escritura, sostuvieron que la enseanza de Aristteles "tambin era `un don que desciende del Padre de las luces' [Sant. 1:17]" (Pelikan, t. 4, pp. 348, 349; Gonzlez, History of Christian Thought, t. 3, p. 24). De esta forma la fusin de Aristteles y la Escritura sobrevivieron a la Reforma y experimentaron un nuevo reavivamiento un siglo despus de Lutero.
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Semejante adherencia protestante a la filosofa griega inspir una rplica catlicoromana en el sentido que, si los protestantes deseaban retener la creencia en la Trinidad, podran tener que "abandonar su principio fundamental" de sola Scriptura (Pelikan, t. 5, p. 194). Esto levanta una de las preguntas fundamentales del debate posreforma sobre la Trinidad. Si desechamos la autoridad de la tradicin, la evidencia de la Escritura an nos obliga a entender a Dios en una forma trinitaria? Algunos catlicos romanos respondieron "No", pero lo crean de todas formas basados en la tradicin. Lutero y Calvino dijeron "S", pero sus descendientes espirituales parecan estar menos seguros acerca de eso. Un tercer grupo dara un bblico "S" a la pregunta, pero en el proceso simplificara los trminos de la doctrina. Los anabaptistas y la Trinidad.Los anabaptistas fueron ms lejos que Lutero y Calvino en rechazar la autoridad de la tradicin. Retuvieron la creencia en la Trinidad, pero en una forma considerablemente ms simple que la de los tradicionalistas y escolsticos. Los historiadores eclesisticos describen a los anabaptistas como restauracionistas (o restitucionistas), (184) porque su propsito no era sencillamente reformar es decir, mejorar la iglesia sino restaurarla realmente a su forma neotestamentaria, hasta cualquier punto que fuera posible 15 siglos ms tarde (Liechty, pp. 3-7). Especficamente, rechazaron el bautismo infantil, fundamento de la iglesia estatal, sosteniendo que la iglesia en el Nuevo Testamento no inclua a todas las personas en un territorio poltico dado, sino slo los que hicieron una eleccin personal de seguir a Cristo. Por tanto la iglesia debera reservar el bautismo para personas que fueran lo suficientemente maduras como para hacer un compromiso deliberado. Como todos los europeos de aquella era ya haban sido bautizados como bebs, la sociedad vio el bautismo adulto como un segundo bautismo. El nombre, anabaptistas, acuado por sus enemigos, significa "rebautizadores". La ley imperial romana haba castigado tal rebautismo con la muerte, y las naciones europeas reavivaron la antigua ley para tratar con los anabaptistas. La conviccin de stos de que la iglesia del Nuevo Testamento era una iglesia "slo de creyentes", era un juicio de que el bautismo infantil no era un bautismo genuino y que las personas bautizadas como criaturas no eran realmente cristianas. Por eso la sociedad contempornea vio a los anabaptistas como amenazando simultneamente la unidad de la Iglesia y la seguridad del Estado. Por esta razn, sus adversarios los quemaban a menudo en la hoguera o los ahogaban en un "tercer bautismo" (Snyder, pp. 112, 118, 193). Los anabaptistas escribieron poco sobre la Trinidad porque no se especializaron en teologa sistemtica. Crean que uno encuentra las marcas primarias del cristianismo verdadero en la pureza de vida y el fruto del Espritu ms que en una absolutamente precisa exactitud de creencia. Aunque no desdearon la creencia correcta en realidad, estuvieron dispuestos a morir por ella, para ellos la fe verdadera siempre llevara un "fruto visible en arrepentimiento, conversin, regeneracin, obediencia, y una vida nueva dedicada al amor a Dios y al prjimo, por el poder del Espritu Santo", incluyendo la buena voluntad a ser martirizado si fuese necesario (Ibd., pp. 151-152; la cursiva es suya). (185) El primer telogo anabaptista fue Balthasar Hubmaier, instruido en teologa en la universidad antes de dejar la Iglesia Catlica Romana. Afirm el Credo de los Apstoles y us el trmino "Trinidad", pero no elabor sobre l (Pipkin y Yoder, pp. 348, 349, 361, 430). El principal escritor anabaptista sobre la Trinidad fue Menno Simons, de quien toman su nombre los menonitas. Debido a "su deseo intenso de usar slo lenguaje escriturario", Menno "evit usar el trmino 'Trinidad'", pero defendi a
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partir de la Escritura el concepto bsico de un Dios en tres personas (Gonzlez History of Christian Thought, t. 3, p. 87). Ms tarde el trmino "restauracionista" se ampli para incluir a otros grupos protestantes que tambin sostuvieron el ideal de recobrar la doctrina y, hasta donde fuera posible, la organizacin de la iglesia del Nuevo Testamento. De lugares de origen en Suiza, Alemania y los Pases Bajos, los anabaptistas llevaron el impulso restauracionista tan lejos hacia el este como Rusia, norte y oeste de Inglaterra y, a travs del Atlntico, Norteamrica. En Inglaterra, los ideales restauracionistas desempearon una parte importante en el desarrollo de bautistas, puritanos y otros disidentes, la mayora de los cuales con el tiempo enviaron representantes a Norteamrica. El nfasis anabaptista de la prctica por sobre la teora tambin influy en los pietistas moravos, quienes a su vez ayudaron a moldear el pensamiento de Juan Wesley y los metodistas. De esa manera, el rechazo que los anabaptistas hicieron de la tradicin medieval en favor de la autoridad de la Escritura contribuy a formas distintivas de leer y pensar acerca de la Biblia, lo cual ejercera una influencia profunda en el curso de la religin en los Estados Unidos, incluyendo a los adventistas, 300 aos ms tarde. Los racionalistas antitrinitarios.El cuarto y ltimo grupo que vamos a considerar en este captulo es el de los racionalistas antitrinitarios. Al igual que Lutero y Calvino, (186) sostuvieron la autoridad nica de la Escritura. Y al igual que los anabaptistas, la historia de la iglesia los considera "reformadores radicales" por su repudio ciento por ciento de la autoridad tradicional. Sin embargo, a diferencia de los anabaptistas, los racionalistas estuvieron inclinados a criticar incluso la Escritura cuando no pareca satisfacer los criterios de la lgica racional. As tendieron a colocar la razn humana por encima de la Escritura. Lo que los eruditos han denominado la "guerra contra la Trinidad" comenz con Miguel Servet (1511-1553; Pelikan, t. 4, p. 323). Servet, un espaol, se encontr escandalizado y apenado por el tratamiento brutal que le daban a sus paisanos judos y musulmanes por rechazar la Trinidad: le confiscaban las propiedades, y deban elegir entre el destierro o la muerte en la hoguera. No eran paganos, pero vean la doctrina de la Trinidad como una creencia en tres Dioses y por eso una negacin de su fe en un Dios (Bainton, pp. 14-16). La trayectoria de la Reforma que al fin llevara a Miguel Servet a ser quemado en la hoguera en Ginebra comenz cuando investig las Escrituras para encontrar la palabra "Trinidad" y no pudo encontrarla. Ni tampoco pudo descubrir referencia alguna a la "nica sustancia" de las "tres personas". Vio al Padre, al Hijo y al Espritu Santo, pero nunca encontr que se los llamara "tres en uno", y qued escandalizado de que los judos y los moros deban ser quemados o exiliados por un dogma que ni siquiera se encuentra en la Escritura (Ibd.., pp. 15-16, 106). Evidentemente, la Espaa inquisitorial no iba a tolerar esta clase de pensamiento, as que cuando tena 19 aos, Servet emigr a Basilea en Suiza, y de all a Estrasburgo en Francia, donde public su primera obra importante, Sobre los errores de la Trinidad, en 1531. Cuando tanto los catlicos como los protestantes denunciaron su libro, Servet huy a Lyon, donde trabaj como redactor de libros, complet sus estudios de Medicina en la Universidad de Pars y lleg a ser un mdico practicante (Ibd., pp. 32, 58-74, 82, 97, 123). En 1552 public su segunda obra principal, Christianismi Restitutio, "la restitucin del cristianismo". A medida que su libro se acercaba (187) a su terminacin, Servet inici una larga y finalmente mordaz correspondencia con Calvino que estaba en Ginebra. Cuando sali el libro de la imprenta, un protestante fantico en Ginebra compr una
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copia. Conociendo Calvino la identidad del autor, inform a la Inquisicin en Francia acerca de Servet. Lo arrestaron, lo interrogaron y lo encarcelaron. Estuvo temporalmente en una pequea crcel local, pero se las arregl para escapar y comenz un viaje indirecto hacia Italia. Desafortunadamente se detuvo una noche en Ginebra, donde fue reconocido, arrestado, juzgado y, el 27 de octubre de 1553, quemado en la hoguera por los protestantes por atacar las doctrinas de la Trinidad y el bautismo infantil (Ibd.., pp. 130, 150-151, 207, 219). El papel de Calvino en la condenacin de Servet "plante la cuestin de la libertad religiosa para las iglesias evanglicas de una manera sin precedentes" (Ibd., p. 214). Por eso la muerte de Servet y la reaccin violenta que provoc influyeron en la historia cristiana probablemente ms profundamente que sus escritos contra la Trinidad. Un erudito eminente en la vida de Miguel Servet ha observado que aunque a Servet "le desagradaba la terminologa tradicional de la doctrina, el tambin era un trinitario de alguna clase, si no un atanasiano". Es decir, aunque Servet se opona a la terminologa dogmtica, coercitiva y filosfica de la doctrina de la Trinidad, personalmente aun crea en un Padre, Hijo y Espritu Santo. No obstante sus escritos influyeron en otros que desarrollaron ms an el razonamiento que haba comenzado (Wilbur, t. 1, p. 309). El beneficiario ms influyente de los escritos de Miguel Servet fue Fausto Socino (1539-1604), un italiano que viva en Rakv, Polonia. Socino mezcl la doctrina de la Trinidad y la teora de la generacin eterna del Hijo y rechaz ambas como "irracionales y no escriturarias" (Gonzlez, History of Christian Thought, t. 3, pp. 91, 92). Fue activo en la Iglesia Polaca Menor, pero muchos se refieren a sus seguidores simplemente como los socinianos. Negaron la preexistencia del Hijo, y creyeron que Cristo era "simplemente un hombre", aunque lleno con el Espritu, que "tena un conocimiento (188) especial de Dios, y que en su ascensin recibi dominio sobre todas las cosas. Definieron al Espritu Santo como 'una virtud o energa que flua de Dios a los hombres. Los actuales unitarianos son descendientes doctrinales de los socinianos (Berkhof, p. 96). Otro grupo unitariano se levant de pronto en Transilvania, parte de la actual Hungra. Francis David (1510-1579) naci catlico, pero finalmente lleg a ser luterano y despus dirigente de los calvinistas (Wilbur, t. 2, pp. 24-27). Por medio de un colega qued expuesto a los escritos de Miguel Servet. David tropez con conceptos antitrinitarios, y en una serie de debates (1566-1569) convenci al rey, a la Dieta y a gran parte del populacho de que la Trinidad era una doctrina falsa que deban abandonar. Adems consigui un edicto de tolerancia garantizndole a cada predicador el derecho a presentar el evangelio tal como lo creyera, y a cada comunidad el derecho de elegir a sus propios clrigos (Wilbur, t. 2, pp. 32-38). De esa manera Transilvania reconoci cuatro religiones legales: la catlica romana, la luterana, la reformada (calvinista) y la unitariana (Liechty, pp. 46-50). Con el tiempo Francis David desarroll un monotesmo similar al de los judos y musulmanes, enseando que slo el Padre debera recibir oraciones y adoracin. Por ensear la "no adoracin a Cristo", sus adversarios lo calificaron de judaizaste y lo condenaron por hereje. Su muerte por enfermedad durante su juicio lo hizo mrtir a los ojos de muchos y aument la credibilidad de sus cose-fianzas (Liechty, p. 52; Wilbur, t. 2, p. 77). Despus de la muerte de David, los unitarianos se separaron en dos grupos: los guardadores del domingo y los guardadores del sbado. En la primera generacin, los observadores del sbado se vieron a s mismos como cristianos con cosas significativas en comn con el judasmo. Crean (1) en el mismo Dios que los judos; (2) que la salvacin haba venido a travs de los judos; (3) que los cristianos deban observar el
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sbado as como lo observaban los judos; (4) que el trinitarismo era una invencin del papado; y (5) que los creyentes no deban comer cerdo y deban observar los das de fiesta de Levtico 23 (Liechty, pp. 55-63). (189) En 1618 el ostracismo social se convirti en una persecucin real y como una tctica para la supervivencia muchos unitarianos observadores del sbado ocultaron su no conformismo profesando ser miembros en las iglesias cristianas legales. A pesar de esta profesin exterior de cristianismo (o quiz debido a una repugnancia interior contra ella), la segunda generacin de los guardadores del sbado lleg a ser fundamentalmente juda en teologa y con elementos slo secundarios de cristianismo (Ibd., pp. 66-73). Hacia 1638 Transilvania tena entre 15.000 y 20.000 guardadores del sbado. En ese ao estall una "gran persecucin", que amenaz a los guardadores del sbado con la muerte a menos que renunciaran al sbado y se unieran a una de las cuatro iglesias cristianas reconocidas. Esto llev a dos siglos de guardar el sbado en secreto. Por 230 aos (1638-1867) la religin de los guardadores del sbado consista mayormente en leyes dietticas y en ensear a los nios (Ibd., pp. 73-79). Cuando Hungra y Transilvania quedaron bajo la soberana austriaca a comienzos de 1700, las iglesias protestantes perdieron su derecho legal, y por primera vez los que guardaban el sbado en secreto se unieron a la Iglesia Catlica Romana como una proteccin. Cinco aos ms tarde las autoridades descubrieron a 71 mujeres "catlicoromanas" guardadoras del sbado porque para cocinar usaban grasa de pavo, que era ms costosa, en vez de grasa de cerdo (Ibd., p. 79). Finalmente, en 1867 el Parlamento Hngaro declar la emancipacin de los judos. Cerca de 180 personas de 40 familias salieron de las iglesias cristianas, anunciaron su conversin al judasmo y formaron una sinagoga en Bszdujfalu, parte de la actual Rumania Ibd., p. 81). Evidentemente algunos tambin permanecieron en las iglesias cristianas, porque L. R. Conradi, que visit Bszdujfalu en 1890, inform que "cinco familias de cristianos nativos guardadores del sbado en el rea" aun "pertenecan nominalmente a la Iglesia Reformada o a la Iglesia Catlica" (Seventh-day Adventist Encyclopedia, t. 11, p. 468). (190) Desde 1868 hasta 1941 los guardadores del sbado estuvieron en paz, pero su cantidad merm. El fin de los unitarianos guardadores del sbado lleg en 1941 con un ultimtum nazi: volver a entrar en la iglesia cristiana o ser deportados como judos. Muchos eligieron la deportacin y perecieron en los campos nazis de la muerte. Los que profesaron el cristianismo tuvieron que demostrar su sinceridad quemando su propia sinagoga, un acto que fue un golpe psicolgico que complet la destruccin de su fe (Liechty, p. 81). Posdata: Transilvania es parte de la actual Rumania y tiene ms adventistas del sptimo da que cualquier otro pas europeo oriental debido, al menos en parte, a que su herencia de guardadores del sbado nativos prepar el camino para los misioneros adventistas. M. B. Czechowski fue un pionero del mensaje adventista en el verano de 1868-1869 en Pitesti, y L. R. Conradi lo sigui en 1890 (Seventh-day Adventist Encyclopedia, t. 11, p. 468). Por supuesto, en 1868 y aun en 1890 los adventistas del sptimo da todava eran ms o menos antitrinitarios, lo que debe haber provisto un terreno comn adicional con los unitarianos guardadores del sbado. Los antitrinitarios del perodo de la Reforma son significativos para nuestro tpico por varias razones: 1. Se mantuvieron fieles a la autoridad nica de la Escritura rechazando la tradicin y la filosofa especulativa. 2. En su celo por rechazar cualquier cosa que derivara meramente de la tradicin, desecharon algunos conceptos que, aunque tradicionales, reflejaban una
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interpretacin ms o menos correcta de la Escritura. 3. Sus argumentos doctrinales nos revelan los antecedentes principales del antitrinitarismo norteamericano y del de los primeros adventistas. No hemos encontrado mucho en el razonamiento bblico antitrinitario de los ltimos siglos que Miguel Servet, Socino, Francis David y otros no presentaran en alguna forma. Resumen.Durante la Reforma, la diversidad de creencias en la Trinidad (191) reflej la gama de actitudes hacia la autoridad de la Escritura. Los catlicos, que consciente y deliberadamente basaron su dogma en la Escritura y la tradicin filosfica, tenan razones lgicas para retener sin cambios el punto de vista medieval de la Trinidad. Los Reformadores principales hicieron un esfuerzo importante para establecer sus creencias slo en la Escritura, pero no siempre se dieron cuenta de cunto sus suposiciones filosficas dieron forma a su interpretacin bblica. Los anabaptistas fueron generales en su rechazo de la tradicin, pero tambin fueron radicales en su creencia de que por medio del poder del Espritu Santo es posible para los creyentes comunes vivir los mandamientos de la Escritura (1 Juan 5:3-4). Los antitrinitarios tuvieron razn al rechazar la tradicin y profesar la autoridad nica de la Escritura, pero su enfoque racionalista los llev a desdear la tradicin con tanta vehemencia que se desprendieron de cada cosa transmitida por la iglesia primitiva y medieval como siendo igualmente un producto de la apostasa. En su enfoque total de la Escritura, los adventistas estn mucho ms cerca de los restauracionistas que de los racionalistas. Sin embargo, ambos abogaban por una renuncia radical de la tradicin como que tuviese alguna autoridad en asuntos de doctrina. El captulo 12 demostrar que esta renuncia a la tradicin fue en un sentido un paso necesario hacia la recuperacin de la doctrina bblica de la Trinidad. Slo al poner totalmente a un lado la autoridad de la tradicin y confiar nicamente en la Escritura pueden los estudiantes de la Biblia distinguir conceptos que se encuentran en la Escritura de los basados slo en la tradicin. Porque si incluso uno concluye que algunos conceptos tradicionales reflejan verdad espiritual, es slo probando la tradicin por la Escritura como podemos preservar realmente la autoridad nica de las Escrituras. El siguiente captulo seguir los rastros de la lnea principal del protestantismo, del restauracionismo y del unitarianismo racional a travs del escenario norteamericano de principios del 1800. (192)
CAPTULO 12: LA TRINIDAD Y El ANTITRINITARISMO EN LA NORTEAMRICA PRIMITIVA.La originalidad de la religin en Norteamrica result en gran manera del hecho de que a los pocos aos despus de la Revolucin Norteamericana las autoridades separaran del Estado a todas las iglesias; es decir, las privaran del sostn de los impuestos. Las iglesias que los gobiernos europeos haban categorizado como "establecidas" (sostenidas por impuestos), "herticas" (fuera de la ley) o, raras veces, "sectarias"
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(toleradas), todas llegaron a ser conocidas de Norteamrica como "denominaciones": iguales ante la ley y dependiendo de su propia iniciativa para financiarse y la evangelizacin. Semejante clima permiti que la gente propagara legalmente sus creencias por las que otros haban muerto como mrtires en el Viejo Mundo. Las iglesias que una vez fueran perseguidas ahora florecieron. El captulo anterior diferenci cuatro grupos principales del perodo de la Reforma con relacin a su creencia en la Trinidad: catlicos romanos, reformadores, restauracionistas (anabaptistas) y racionalistas (unitarianos). Todas esas posturas aparecieron en Norteamrica antes de 1800. Las primitivas iglesias norteamericanas incluan a catlicos romanos, anglicanos (llamados episcopales despus de la revolucin contra Inglaterra), congregacionalistas (puritanas), bautistas, amigos, luteranos, reformados, hugonotes franceses, moravos, presbiterianos, metodistas, menonitas, cristianos (conexin cristiana), unitarianos y variaciones tnicas, lingsticas (193) o teolgicas de varias de stas (Olmstead, pp. vii-ix, 296, 310). Otras iglesias norteamericanas como adventistas del sptimo da, testigos de Jehov, mormones y ciencia cristiana todas eran futuras en 1800. Este captulo se enfocar en las que contribuyeron directamente a la doctrina adventista de la Trinidad metodistas, bautistas, conexin cristiana y milleritas con algunas observaciones breves sobre los destas y los unitarianos. Metodistas y bautistas: protestantes democrticos.Los metodistas y los bautistas fueron significativos para el desarrollo de los adventistas en varias maneras. Primero, compartan una amplia base de terreno comn doctrinal y aun organizacional con la naciente Iglesia Adventista (Mustard, pp. 26-32, 249-263). Ambas tenan races que se remontaban a la Reforma Inglesa. Cada una haba llegado a estar bajo la influencia de los anabaptistas del siglo XVI: los metodistas a travs de los moravos y los bautistas a travs de los bautistas ingleses. Y tanto metodistas como bautistas dependan fuertemente del liderazgo laico basados sobre su creencia del sacerdocio de todos los creyentes. Por 1855 los metodistas eran la denominacin ms grande de Norteamrica, y los bautistas la segunda. Cmo lleg a suceder esto revela mucho acerca de su originalidad. Muchas de las otras iglesias le daban mucha importancia a un ministerio instruido. Su prctica de reenviar sus ministros a las universidades europeas elev el nivel de su preparacin teolgica, pero el tiempo y los gastos involucrados colocaron serios lmites sobre su habilidad para capitalizar las oportunidades ofrecidas por la expansin de los Estados Unidos hacia el oeste. Sin embargo los metodistas y los bautistas fueron capaces de expandir rpidamente su ministerio y de esa manera ir al paso del movimiento hacia la frontera del oeste. Los metodistas tenan "circuitos": un grupo grande de iglesias atendidas por un solo pastor. Los pastores, conocidos como jinetes de circuito, hacan sus recorridos a lomo de caballo. En cada ciudad o pueblo adonde iban predicaban, organizaban clases, casaban a los comprometidos, dirigan un servicio (194) en memoria de los fallecidos, bautizaban a los infantes y despus cabalgaban hasta la prxima ciudad. Cuando surga un nuevo asentamiento en la frontera, el jinete de circuito ms cercano poda sencillamente aadir la nueva comunidad a su circuito. Mientras los jinetes de circuito eran pastores de tiempo completo, la gran cantidad de iglesias a las que cada uno serva dejaba espacio suficiente para la participacin laica en el ministerio. Los metodistas hicieron uso extenso de predicadores laicos, dirigentes de clases y otros oficiales de la iglesia local para sostener la congregacin en el tiempo que transcurra entre las visitas del jinete de circuito (Olmstead, p. 252). Los metodistas activos en el adventismo millerita incluyen a Josas Litch, Levi Stockman y Elena Harmon de White. El padre de Elena Harmon,
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Robert Harmon, era un lder de clase metodista y "exhortador" (uno que continuaba el sermn con un llamado extemporneo) (Notas biogrficas, p. 56; Arthur White, Ellen G. White, t. 1, p. 32). Los bautistas tenan un coloque diferente, tambin bien adaptado a la frontera que avanzaba. Los predicadores bautistas se sostenan a s mismos tpicamente como agricultores. Las calificaciones que esperaban de esos pastores de sostn propio eran una espiritualidad personal y habilidades innatas de liderazgo, complementadas por el estudio de la Biblia. Como el sistema no requera una educacin teolgica formal, podan reclutarse pastores tan rpidamente como surgan las necesidades (Olmstead, p. 251). Uno de esos predicadores-agricultores bautistas fue Guillermo Miller, quien lleg a ser el lder ms prominente del Movimiento del Segundo Advenimiento (Millerita) en Norteamrica. Ambos enfoques favorecieron un crecimiento rpido y facultaron a los laicos para ejercer responsabilidades importantes de liderazgo, lo que dio como resultado la "democratizacin de la cristiandad norteamericana" (Hatch). Una consecuencia de confiar en el liderazgo laico fue que las presuposiciones de la teologa tradicional perpetuadas a travs de una formacin teolgica formal no tuvieron un impacto tan fuerte en las congregaciones locales. Dada la disposicin (195) de nimo dominante de ser intensamente independientes de cualquier autoridad arrogante, civil o religiosa, tales condiciones el liderazgo laico y una falta de preparacin formal favorecieron el crecimiento de iglesias basadas en una lectura llana o de sentido comn de la Escritura. Por todas estas razones, hacia 1855 los metodistas llegaron a ser la mayor denominacin protestante en Norteamrica y los bautistas la segunda, con un milln y medio de miembros la primera, y con un milln cien mil miembros la segunda (Ibd.., pp. 251, 254). Destas y unitarianos: racionalistas norteamericanos.En contraste con las denominaciones protestantes relativamente ortodoxas, haba otros dos grupos los destas y los unitarianos que podemos incluir bajo el apartado de racionalistas. El lesmo representa una aplicacin al cristianismo de los principios fundamentales del Iluminismo del siglo XVII: a saber, "nada debe aceptarse como verdad... a menos que est fundamentado en la naturaleza de las cosas y en armona con la recta razn". Los principales reformadores protestantes basaron sus pretensiones a la autoridad de la Escritura en la intervencin del Espritu Santo tanto en la inicial "inspiracin de los autores y las palabras" de la Escritura como en la subsecuente iluminacin de los lectores y predicadores de la Escritura. En lugar de este enlace de la palabra inspirada con el Espritu Santo que se autentica por s mismo (1 Juan 2:20, 27), los destas elevaron la "razn humana y la religin natural por sobre la fe y la revelacin especial'. Para la mayora de los destas, las doctrinas de la deidad de Jess y la Trinidad eran "claramente... incompatibles con la religin natural' (Olson, pp. 520, 521, 530, 531). Destas norteamericanos prominentes fueron Thomas Jefferson, Benjamn Franklin y Joseph Priestley, que haban emigrado de Inglaterra. Guillermo Miller fue un desta declarado por unos 12 aos, pero asista a una iglesia bautista debido a relaciones de familia (Miller, pp. 2-5), un modelo tpico de muchos destas. Donde eran pocos asistan a cualquier iglesia disponible, pero donde eran lo suficientemente (196) numerosos para formar congregaciones a su gusto, las iglesias que formaban eran unitarianas. En la dcada de 1790 muchas iglesias congregacionalistas "llegaron a ser unitarianas con una teologa influida fuertemente por el desmo". La Asociacin Unitariana Norteamericana se organiz en 1825 "sin credo", "doctrina" o autoridad ms all de la congregacin.
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Con la Harvard Divinity School como su "seminario oficial", la denominacin ejerci una influencia fuera de proporcin por su cantidad de miembros, afirmando tener entre sus miembros a varios presidentes de los Estados Unidos y a muchos miembros del Congreso (Olson, pp. 531, 532). Con respecto a la Trinidad, los unitarianos eran los descendientes espirituales de Fausto Socino. Unitarianos representativos han tomado la posicin de que Dios el Padre en el nico Dios, que Jess fue slo humano y que el Espritu Santo es slo un aspecto o poder de Dios, no una persona divina. Tal concepto apela a la razn debido a su sencillez. Desafortunadamente, alcanza su sencillez pasando por alto los pasajes de la Escritura que hablan de la deidad y preexistencia de Cristo, y de los que adjudican al Espritu Santo los atributos de personalidad. Jaime White hizo una vez una referencia al concepto unitariano de Dios, el cual l rechaz por hacer a "Cristo inferior al Padre" (J. White, Review and Herald, 29 de Noviembre de 1877). Examinaremos esa declaracin y su contexto en el captulo 13. Conexin Cristiana: restauracionistas norteamericanos.El captulo anterior dividi a los protestantes en tres grupos: reformadores tradicionales, racionalistas y restauracionistas. Un ejemplo notable de restauracionismo en la primitiva religin de Norteamrica fue la llamada Conexin Cristiana. Esta denominacin comenz con congregaciones que se separaron de las asociaciones metodistas, presbiterianas y bautistas, y que se unieron bajo el liderazgo de Alexander Stone alrededor de 1810. Joshua V. Himes, un ministro sobresaliente de esta denominacin y que ms tarde lleg a ser el segundo lder millerita de mayor influencia, escribi en 1833 que el propsito principal de los conexionistas era (197) "seguir ms estrictamente la sencillez de los apstoles y cristianos primitivos", un punto de vista que los sealaba claramente como restauracionistas. Alexander Stone era no trinitario, aunque nunca impuso la creencia como una "condicin de membresa". En realidad, "varios" de sus asociados en el ministerio no estaban de acuerdo con l sobre ese tpico. La evidencia indica que Stone no hizo prominentes sus opiniones. Por lo dems, esta denominacin era completamente evanglica y difera poco de los Bautistas del Libre Albedro, con quienes pensaron unirse un siglo ms tarde (Conkin, pp. 13, 32). Sin embargo, en 1832 Alexander Campbell, fundador de la denominacin Discpulos de Cristo, busc unirse a los conexionistas. Debido a que Campbell era inflexiblemente hostil hacia los no trinitarios, su propuesta de unin dividi a stos precisamente en la "falla crtica" de la doctrina de Dios. La mayora de los trinitarios llegaron a formar parte de los Discpulos de Cristo, y los no trinitarios permanecieron en la Conexin Cristiana, de manera que despus de 1832 el concepto no trinitario lleg a ser dominante en esta denominacin. Al escribir un ao ms tarde, Himes mencion que los conexionistas "al principio eran por lo general trinitarios", pero que desde entonces la mayora haba "rechazado la doctrina trinitaria como una doctrina que no estaba en la Escritura" (Himes, p. 363). La Conexin Cristiana sobrevivi por otro siglo, fusionndose en 1931 con los congregacionalistas para formar la Iglesia Cristiana Congregacional (Conkin, pp. 29, 32-33). Tal vez la explicacin ms importante para la cantidad de milleritas que provenan de la Conexin Cristiana se da en el "principio distintivo" de conexionistas de que cada miembro "tiene el derecho a ser su propio expositor" de la Escritura, y que la "diversidad de modo de pensar no es un impedimento para la comunin de la iglesia" (Himes, p. 362). De los tres lderes fundadores del adventismo del sptimo da, dos (Jos Bates y Jaime White) haban sido conexionistas. No es sorprendente que la mayora de los primeros adventistas estuvieran de acuerdo con la declaracin de Himes
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de (198) la creencia conexionista de "que hay un Dios vivo y verdadero, el Padre todopoderoso... que Cristo es el Hijo de Dios... [y] el Espritu Santo es el poder y la energa de Dios, esa influencia santa por cuyo instrumento... los impos son regenerados, convertidos y recobrados para una vida virtuosa y santa" (Ibd., p. 363; la cursiva es nuestra). El Movimiento Adventista Millerita.La causa comn que agrup a tantos metodistas, bautistas y conexionistas fue el Movimiento (Millerita) del Segundo Advenimiento de las dcadas de 1830 y 1840. Como se mencion antes, Guillermo Miller fue uno de esos predicadores laicos bautistas que tambin result ser un granjero exitoso. Su investigacin privada de unos 15 aos lleg a ser un movimiento en 1831 cuando, con gran renuencia, tuvo su primera serie de conferencias pblicas sobre el segundo advenimiento. Tanto en su momento propicio como en sus races teolgicas, el millerismo apareci como el clmax del Segundo Gran Despertar: un reavivamiento evanglico que barri Estados Unidos durante las dcadas de 1820 y 1830. Miller mismo sustentaba un concepto tradicional de la Trinidad, pero no sin un saludable escepticismo de especulacin filosfica. Declar: "Creo en un Dios viviente y verdadero, y que hay tres personas en la Divinidad, as como en el hombre hay cuerpo, alma y espritu. Y si alguno me dice como existen stos, le dir como estn conectadas las tres personas del Dios trino" (James White, Life of Miller, p. 59). Evidentemente la tendencia no trinitaria del adventismo temprano no provino de Miller. Everett N. Dick compil una lista de 174 conferenciantes milleritas cuyas afiliaciones denominacionales son conocidas. Si su lista constituye un ejemplo representativo, entonces aproximadamente el 44,3% de los lderes milleritas eran metodistas; el 27% bautistas; el 9% congregacionalistas; el 8% cristianos (Conexin Cristiana); el 7% presbiterianos; el 2% episcopales; el 1,5% reformados holandeses; el 6% luteranos; y el 6% amigos (Dick, pp. 166-167). Aunque los miembros de la Conexin Cristiana eran por tanto slo una influencia entre muchas en el movimiento millerita, entre (199) los adventistas guardadores del sbado en los aos formativos entre 1845-1850, dos de los tres fundadores (Jaime White y Jos Bates) haban sido activos en la Conexin Cristiana. Bates eligi esa denominacin con preferencia a la Iglesia Congregacional, a la que iban sus padres, especficamente porque estaba de acuerdo con sus enseanzas en favor del bautismo por inmersin y contra la doctrina de la Trinidad (Bates, Autobiography, p. 205). El tercer fundador de la Iglesia Adventista del Sptimo Da, Elena Harmon de White, era hija de un lder laico metodista. Toda la familia de Elena sufri la expulsin de la Iglesia Metodista por su creencia en un cercano segundo advenimiento. Puesto que es bien conocido que ella discrepaba con la iglesia de su niez en cuanto a enseanzas cardinales tales como el destino de los impos, y ms tarde el sbado, no podemos simplemente concluir que sus opiniones en ese tiempo eran "metodistas". En el captulo 13 examinaremos la evidencia con respecto a sus creencias tempranas acerca de la Divinidad. En resumen, aunque los adventistas reconocen su deuda con Listero, Calvino y una hueste de otros cristianos del pasado, la observacin de Conkin es correcta en que en su aceptacin de las "leyes, historia y hroes" del Antiguo Testamento, y en abogar por "una versin de cristianismo menos afectada por las religiones y los filsofos gentiles", los adventistas son "en ese sentido" "restauracionistas en grado extremo" (Conkin, p. 115). Esto armoniza con la conviccin comn adventista de que su misin colectiva es llevar a su conclusin la Reforma que tan noblemente comenzaron y promovieron
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gigantes cristianos de los pasados cinco siglos. Los adventistas son partidarios de un cristianismo fundamentado en la autoridad nica de la Escritura: toda la Escritura, y nada por encima o contrario a la Escritura. En el prximo captulo consideraremos cmo un concepto as de la Escritura ha afectado el desarrollo de la doctrina adventista de la Trinidad. (200)
CAPTULO 13: LA TRINIDAD Y El ANTITRINITARISMO EN LA HISTORIA DE L0S ADVENTISTAS DEL SPTIMO DA."Con respecto a la trinidad, conclu que era imposible para m creer que el Seor Jesucristo, el Hijo del Padre, era tambin el Dios Todopoderoso, uno y el mismo ser", escribi Jos Bates con respecto a su conversin en 1827. Debido a esta creencia eligi unirse a la Conexin Cristiana antes que a la Iglesia Congregacionalista a la cual
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pertenecan sus padres (Bates, p. 205). Uno podra estar tentado a descartar la evaluacin de Bates como simple ignorancia del significado de trinidad, pero haba entonces y permanece hoy da una cantidad de conceptos que sostienen el trmino "trinidad". Roswell E Cotrell not en 1869 que exista "una multitud de opiniones" sobre la Trinidad, "todas ellas ortodoxas, supongo, con tal que nominalmente convinieran con la doctrina" (Cottrell). Que la mayora de los principales pioneros de la IASD no eran trinitarios en su teologa ha llegado a ser historia adventista aceptada, sorprendiendo hoy as como le son a la mayora de los adventistas de hace 40 aos cuando Erwin R. Gane escribi una tesis de maestra sobre el asunto. Ms recientemente ha surgido una nueva pregunta con creciente urgencia: la creencia de los pioneros acerca de la Divinidad, era correcta o incorrecta? Segn una lnea de razonamiento, o los pioneros estaban equivocados y la iglesia actual est (201) en lo correcto, o los pioneros estaban en lo correcto y la actual Iglesia Adventista del Sptimo Da ha apostatado de las verdades bblicas. El objetivo de este captulo es examinar las opiniones de los pioneros y los adventistas posteriores, y ver cmo cambiaron con el tiempo para evaluar si los cambios representan el resultado de una comprensin bblica creciente o una desviacin de la Escritura para abrazar opiniones basadas en la tradicin. Buscaremos respuestas slidas a las siguientes preguntas: Los pioneros, podran haber estado parcialmente en lo correcto pero no totalmente? Hay una doctrina bblica de la Trinidad que se dio a conocer gradualmente a la Iglesia Adventista en el propio tiempo de Dios? La aceptacin de una forma de trinitarismo por parte de los adventistas, representa el resultado de un discernimiento cada vez mayor de la Escritura, un ejemplo del por qu los pioneros rechazaron la formacin de un credo? O es un error hertico, un vestigio del cristianismo medieval sin una base slida en la Escritura, de manera que su aceptacin por la iglesia actual representa una desviacin de la fidelidad escrituraria de los pioneros? Podemos dividir la historia de la doctrina de la Deidad en el adventismo del sptimo da en cinco perodos: predominio antitrinitario (1846-1888); insatisfaccin con el antitrinitarismo (1888-1898); cambio de paradigma (1898-1915); decadencia del antitrinitarismo (1915-1946); predominio trinitario (desde 1946 hasta el presente). Erwin R. Gane, Russell Holt y otros han tratado los tres primeros perodos, y Merln Burt el perodo de 1888-1957, pero ninguno de ellos trat con la crisis de Kellogg o el perodo desde 1980. 1. Predominio antitrinitarios 1846-1888.Aproximadamente desde 1846 hasta 1888 la mayora de los adventistas rechazaban el concepto de Trinidad; al menos como ellos lo entendan. Todos los escritores prominentes eran antitrinitarios, aunque encontramos referencias dispersas a miembros que sostenan opiniones trinitarias. Ambrose C. Spicer, el padre del presidente de la Asociacin General, William Ambrose Spicer, haba (202) sido un pastor de la Iglesia de los Bautistas del Sptimo Da antes de su conversin al adventismo en 1874 (Anderson, pp. 11-13). Evidentemente permaneci trinitario, porque W. A. Spicer le volvi a contar a A. W. Spalding que su padre "se ofendi tanto por la atmsfera social antitrinitaria en Battle Creek que dej de predicar" (Burt, p. 3). S. B. Whitney haba sido trinitario, pero en el curso de su adoctrinamiento como adventista, evidentemente en 1861, lleg a ser un antitrinitario convencido. Su experiencia proporciona evidencia de que al menos algunos pastores enseaban el antitrinitarismo como un elemento esencial al adoctrinar a los nuevos conversos (Whitney). Por otra parte, R. E Cottrell escribi en la Review que aunque no crea en la Trinidad nunca haba "predicado contra ella" y que
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nunca haba escrito antes acerca de ella (Cottrell). Una tercera pieza de evidencia de que no todos estaban de acuerdo con el antitrinitarismo fue la observacin de Daniel T. Bourdeau en 1890: "Aunque pretendemos ser creyentes en un solo Dios y adoradores de l, he enseado que hay tantos dioses entre nosotros como concepciones de la Deidad" (Bourdeau). Los que rechazaban la doctrina tradicional de la Trinidad como aparece en los credos cristianos no tenan ningn problema acerca del testimonio bblico con respecto a la eternidad de Dios el Padre, la deidad de Jesucristo "como Creador, Redentor y Mediador", y la "importancia del Espritu Santo" (Gane, p. 109). Crean que Jess haba preexistido desde "tan lejos en los das de la eternidad que para la comprensin finita [l] existe prcticamente sin principio" (E. J. Waggoner, pp. 21, 22). Sin embargo, inicialmente no estaban convencidos de que Jess no haba tenido principio, o de que el Espritu Santo era una persona divina individual y no meramente una expresin del poder o la presencia de Dios. Los primeros adventistas expusieron a lo menos seis razones para rechazar el trmino "trinidad". La 1 era que no vean evidencia bblica para tres personas en una Divinidad. Captulos anteriores han establecido evidencias bblicas para el concepto de que Dios es uno (Deut. 6:4) pero que consiste en tres personas: Padre, Hijo y Espritu (203) Santo (Mat. 28:19; 2 Cor. 13:14; etc.) (Creencias de las Adventistas del Sptimo Da.., pp. 2933). El trmino "persona", tal como se aplica a Dios, indica un ser con personalidad, intelecto y voluntad. A diferencia de los dioses mltiples del politesmo, las tres personas de la Divinidad bblica estn unidas profundamente en propsito, mente y carcter, de modo que a pesar de su individualidad nunca estn divididos, nunca estn en conflicto, y por eso no constituyen tres dioses sino un Dios (Ibd.., pp. 29-30). Cmo podemos explicar esto ha sido el tema de mucho pensamiento y especulacin durante siglos. En captulos anteriores se ha observado la fuerte influencia de la filosofa griega sobre los desarrollos doctrinales de la historia primitiva y medieval del cristianismo, conduciendo a dogmas tales como la inmortalidad del alma y la santidad del domingo. Es fundamental que rechacemos los conceptos antibblicos. Sin embargo, el uso de palabras extrabblicas para describir conceptos bblicos no es inherentemente malo. Por ejemplo, la palabra "milenio" es un trmino latino extrabblico para un concepto complemente bblico: los 1.000 aos de Apocalipsis 20. As tambin "trinidad" es un trmino latino que significa "trada" o "tro": tres componentes que forman un todo. As como "encarnacin" la deidad hacindose carne Juan 1:14) es una palabra que no se encuentra en la Biblia y representa un concepto que desafa la capacidad humana para explicarla, y sin embargo es una verdad que la Biblia ensea y que los cristianos aceptan, as tambin acontece con el vocablo Trinidad. Una 2' razn que dieron los primeros adventistas para rechazar la Trinidad fue el concepto errneo de que la Trinidad haca al Padre y al Hijo idnticos. Ya observamos el testimonio de Bates: "Con respecto a la trinidad, conclu que era imposible para m creer que el Seor Jesucristo, el Hijo del Padre, era tambin el Dios Todopoderoso, uno y el mismo ser". Si por no ser "uno y el mismo ser" Bates intentaba negar que Cristo y el Padre son uno en naturaleza, entonces contradeca Filipenses 2:6 y Colosenses 2:9. Sin embargo, si por eso quera decir que no son "uno y la misma (204) persona", estaba en lo correcto. D. W. Hull, J. N. Loughborough, S. B. Whitney y D. M. Canright compartan el mismo concepto (Gane, p. 104). Los adventistas hoy da estn de acuerdo con ellos en rechazar el concepto de que el Padre y el Hijo son idnticamente la misma persona. Como ya hemos visto, es una antigua hereja llamada modalismo, monarquianismo o sabelianismo (segn Sabelio, uno de sus defensores del siglo III). Los modalistas "sostenan que en la Divinidad la nica diferenciacin era una mera
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sucesin de modos u operaciones". De esa forma negaban la triunidad de Dios y afirmaban que Padre, Hijo y Espritu Santo no son personalidades separadas (ODCC). Una tercera objecin opuesta a la doctrina de la Trinidad procede del concepto errneo que ensea la existencia de tres Dioses. "Si Padre, Hijo y Espritu Santo son cada uno Dios, habra tres Dioses", escribi Loughborough en 1861. l rechaz correctamente el tritesmo. Una cuarta opinin fue que la creencia en la Trinidad reducira el valor de la expiacin (Gane, p. 105). Razonaban que puesto que el "Dios que vive para siempre y existe por s mismo" no puede morir, entonces si Cristo tuvo existencia propia como Dios no podra haber muerto en el Calvario. Si muri slo su humanidad entonces su sacrificio fue slo un sacrificio humano, inadecuado para la redencin (J. H. Waggoner, pp. 173-175). Por eso, para proteger la realidad de su muerte en la cruz, los pioneros sintieron que tenan que negar que Cristo tuvo inmortalidad divina preexistente. Elena de White contest finalmente a esa objecin. En 1897 rechaz el razonamiento anterior al explicar que cuando Jess muri en la cruz, "no muri la Deidad, muri la humanidad" (Manuscrito 137, 1897). De nuevo escribi: "La humanidad muri; la divinidad no muri" (Youth's Instructor, 4 de Agosto de 1898). En quinto lugar, los adventistas ensearon que el hecho de que la Escritura llama a Cristo Hijo de Dios y "el comienzo de la creacin de Dios" (Apoc. 3:14), demostraba que deba ser de un origen ms reciente que Dios el Padre (Smith, Daniel and Revelation, p. 487; Looking Unto Jesus, p. 10). (205) En sexto lugar afirmaron que "hay varias expresiones concernientes al Espritu Santo que indicaran que ello [sic] no puede apropiadamente ser considerado como una persona, tales como siendo 'derramado' en el corazn [Rom. 5:5] y 'derramar mi Espritu sobre toda carne' [Joel 2:28]" (Uriah Smith, Review and Herald, 23 de Marzo de 1897). Todas las objeciones adventistas a la Trinidad o rechazaban formas extrabblicas especulativas de la creencia trinitaria o malentendidos de los testimonios bblicos. Ninguna de ellas es una objecin vlida a la verdadera enseanza bblica de un Dios en tres personas. Sin embargo, todas esas objeciones tienen textos bblicos en su ncleo. Finalmente los conceptos de la iglesia cambiaron porque los adventistas llegaron a una interpretacin diferente de la evidencia bblica. 2. Comienzos de insatisfaccin con el antitrinitarismo: 1888-1898.Para quienes lo aceptaron, el enfoque del congreso de la Asociacin General de 1888 sobre la prioridad de "Cristo nuestra justicia" envi ondas de renovacin a travs de cada mbito de su vida, pensamiento y prctica. La exaltacin de la cruz de Cristo puso en serias dudas si una divinidad subordinada, derivada, poda representar adecuadamente la naturaleza y el carcter de Cristo. E. J. Waggoner recomend encarecidamente la necesidad de "[establecer] la legtima posicin de Cristo con el Padre, con el fin de que su poder para redimir pueda ser mejor apreciado" (E. J. Waggoner, p. 19). Aunque por 1890 Waggoner no haba captado plenamente la preexistencia eterna infinita de Cristo, sostuvo convincentemente que Cristo no fue creado, que "tena 'vida en s mismo' [Juan 10:17]; l posee inmortalidad por derecho propio". Waggoner insisti en "la unidad Divina del Padre y del Hijo", y afirm que Cristo es "por naturaleza de la misma sustancia de Dios, y teniendo vida en s mismo es llamado apropiadamente Jehov, el existente por s mismo" (Jer. 23:6), quien es "por naturaleza Dios" (Fil. 2:6, NVI), "teniendo todos los atributos de Dios" (Ibd.., pp. 2125). (206)
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Waggoner aun no fue completamente trinitario, pero vio claramente que una concepcin ms exaltada de la obra de redencin de Cristo exiga un concepto ms elevado de su ser como deidad. "El hecho de que Cristo es una parte de la Deidad, poseyendo todos los atributos de la Divinidad, siendo el igual del Padre en todos los detalles, como Creador y Legislador, es la nica fuerza que hay en la expiacin... Cristo muri para poder llevarnos a Dios (1 Pedro 3:18); pero si le faltara una jota de ser iguala Dios, no podra llevarnos a l" (Ibd., p. 44). La fuerza de semejante lgica tambin conduce inevitablemente al reconocimiento de la plena igualdad en la preexistencia. Por eso la dinmica de la justificacin por la fe y sus consecuencias para la doctrina de Dios proporcionan el contexto histrico para el comentario provocativo de D. T. Bourdeau en 1890 de que "aunque pretendemos ser creyentes en un solo Dios y adoradores de l, he enseado que hay tantos dioses entre nosotros como concepciones de la Deidad". Semejante comentario de un evangelista y misionero tan altamente respetado pareca indicar que la confianza colectiva en el paradigma antitrinitario estaba mostrando algunas resquebrajaduras. Evidencia adicional de que ese era el caso apareci dos aos ms tarde, en 1892, cuando la Pacific Press public un folleto titulado "La doctrina bblica de la Trinidad" y escrito por Samuel T. Spear. El panfleto correga dos conceptos errneos corrientes de la doctrina de la Trinidad, mostrando que "no es un sistema de tritesmo, o la doctrina de tres Dioses, sino que es la doctrina de un Dios subsistiendo y actuando en tres personas, con la calificacin que el trmino 'persona'... cuando se usa en esta relacin, no es para que se lo entienda en ningn sentido que lo hara inconsistente con la unidad de la Divinidad". El libro de Uriah Smith, Looking Unto Jesus, fue la exposicin ms exhaustiva y cuidadosamente matizada del punto de vista no trinitario entre los adventistas. Smith repudiaba enfticamente su concepto ms antiguo de que Cristo haba sido creado, pero an sostena que "Dios [el Padre] solo existe sin principio. En la poca ms primitiva cuando poda haber un comienzo un perodo tan remoto (207) que para las mentes finitas es esencialmente eternidad apareci el Verbo". A travs de algunos medios no claramente revelados en la Escritura, Cristo haba sido "producido" o "engendrado'. "Por algn impulso o proceso divino, no por creacin", el Padre haba dado existencia a Cristo. En un prrafo Smith llega sorprendentemente cerca de una declaracin trinitaria: "Esta unin entre el Padre y el Hijo no le resta valor a ninguno, sino que fortalece a ambos. Por medio de ella, en conexin con el Espritu Santo, tenemos todo lo de la Deidad" (Smith, Looking Unto Jesus, pp. 3, 10, 13, 17). Pero esta lucha lenta hacia un entendimiento ms pleno qued opacada completamente por las declaraciones enfticas de El Deseado de todas las gentes, publicado el mismo ao. 3. Cambio de paradigma: 1898-1915.El perodo de 1898 a 1915 vio un cambio casi completo del pensamiento adventista acerca de la Trinidad. Digo "casi" porque el cambio de paradigma no condujo a la unanimidad sobre el asunto. Como lo ha documentado Merln Burt, lderes eclesisticos que se inclinaban hacia el "concepto antiguo" hicieron or su discrepancia y fueron influyentes por muchos aos (Burt). A pesar de eso, la publicacin en 1898 de El Deseado de todas las gentes, un libro de Elena de White, lleg a ser como la divisoria continental para la comprensin adventista de la Trinidad. En El Deseado de todas las gentes ella difera incisivamente con la mayora de los pioneros con respecto a la preexistencia de Cristo, comenzando con el primer prrafo del libro. En su tercera oracin del captulo 1 declaraba: "Desde los das de la eternidad, el Seor Jesucristo era uno con el Padre" (p. 11; la cursiva es nuestra). Sin embargo, ni siquiera esto fue lo suficiente inequvoco para aclarar su posicin con
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respeto a la deidad de Jess, porque, como hemos visto, otros haban usado un lenguaje muy parecido sin creer en la preexistencia infinitamente eterna de Cristo. Ms adelante en el libro, escribiendo sobre la resurreccin de Lzaro, cit las palabras de Cristo, "Yo soy la resurreccin y la vida", y las sigui con un comentario de doce palabras que (208) cambiara el curso de la teologa antitrinitaria entre los adventistas: "En Cristo hay vida original, no prestada ni derivada de otra" (Ibd.., p. 489; la cursiva es nuestra). En ltima instancia, Cristo no deriv su vida divina del Padre. Como un hombre sobre la tierra, subordin su voluntad a la de su Padre (Juan 5:19, 30), pero como Dios existente por s mismo tena el poder de dejar su vida y tomarla de nuevo. Por eso, al comentar sobre la resurreccin de Cristo, Elena de White de nuevo asever su plena deidad e igualdad con el Padre al declarar: "El Salvador sali de la tumba por la vida que haba en l" (Ibd.., p. 729). Esto por supuesto refuta no slo los conceptos semiarrianos de los primeros adventistas, sino tambin la ortodoxia tradicional. Como se observ en el captulo 11, el dogma trinitario tradicional sostena que Cristo era derivado del Padre, y de aqu que, por su misma esencia, estaba subordinado al Padre. Las aseveraciones de Elena de White acerca de la eterna existencia por s mismo de Cristo llegaron como una sacudida al liderazgo teolgico de la iglesia. M. L. Andreasen, que haba llegado a ser adventista justo cuatro aos antes (a la edad de 18), y quien con el tiempo enseara en el seminario de la iglesia en Norteamrica, dijo que el nuevo concepto era tan diferente de la interpretacin anterior, que algunos lderes prominentes de la iglesia dudaban si lo haba escrito realmente Elena de White. Despus de que Andreasen entr en el ministerio en 1902, hizo un viaje especial al hogar de Elena de White en California para investigar por s mismo el asunto. Ella lo recibi con satisfaccin y "te dio acceso a sus manuscritos". Andreasen haba trado con el "una cantidad de citas" que "deseaba ver si estaban en el original con la letra de Elena de White". "Estaba seguro que la Hna. White nunca haba escrito: 'En Cristo hay vida original, no prestada ni derivada de otra'. Pero ahora encontr en su propio manuscrito exactamente como se haba publicado. As fue con otras declaraciones. Al chequearlas, encontr que eran las expresiones propias de la Hna. White" (Andreasen, "Spirit of Prophecy", p. 20). El Deseado de todas las gentes contena igualmente declaraciones (209) inexorables con respecto a la deidad del Espritu Santo. En las pginas 622-625, Elena de White usa reiteradamente el pronombre personal "l" al referirse al Espritu Santo, y culmina con esta declaracin impresionante: "El Espritu iba a ser dado como un agente regenerador, y sin esto el sacrificio de Cristo habra sido intil... El pecado poda ser resistido y vencido nicamente por medio de la poderosa intervencin de la Tercera Persona de la Deidad, que iba a venir no con energa modificada, sino en la plenitud del poder divino" (p. 625; la cursiva es nuestra). Algunos recibieron estas y otras declaraciones parecidas como una correccin doctrinal inspirada para la iglesia. Otros, no creyendo que podran haber estado equivocados por tantos aos, continuaron repitiendo los viejos argumentos. Sin embargo, el testimonio de Elena de White, al llamar la atencin a las Escrituras cuya importancia la iglesia haba pasado por alto, cre un cambio de paradigma irreversible. (Los textos bblicos que cit Elena de White para apoyar varios aspectos de un concepto trinitario incluyen Juan 10:30; Col. 2:9; y Heb. 1:3 [todos estn en Ev:445-446]; Mat. 28:19, 20; Prov. 8:30; y Juan 1:1 [Ibd.., p. 447]; Juan 8:57, 58; 11:25; 16:8; Rom. 8:16; 1 Cor. 2:11-12 [Ibd.., pp. 447- 448]; y Juan 14:16-18, 26; 16:8, 12-14 [DTG:622-625].) Como adventistas, al igual que los bereanos de Hechos 17:11 volvieron a las Escrituras para ver "para ver si estas cosas eran as", llegaron finalmente a un consenso creciente de que el concepto bsico de la Trinidad era una verdad bblica para aceptar y abrazar.
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Aunque El Deseado de lodos las gentes puso en movimiento un cambio en la interpretacin adventista de la Divinidad, no fue su ltima palabra sobre el asunto. Ms tarde, durante la crisis de Kellogg de los aos 1902-1907, Elena de White us repetidamente expresiones tales como "tres personas vivientes en el tro celestial" mientras continuaba manteniendo la unidad esencial de la Divinidad. De esa manera afirmaba al mismo tiempo la pluralidad y la unidad la condicin de ser tres y la condicin de ser uno que son los elementos fundamentales de una comprensin bblica y sencilla de la Trinidad. En el (210) captulo siguiente, cuando hablemos de la crisis Kellogg, trataremos con ms detalles estas declaraciones y sus contextos. La evidencia de que algunos reconocieron las declaraciones de El Deseado de todas las gentes como removiendo las objeciones para una doctrina bblica de la Trinidad la muestra un resumen de creencias adventistas publicado por E M. Wilcox en la Review and Herald en 1913. Wilcox, el director de la publicacin ms influyente de la denominacin, escribi que "los adventistas del sptimo da creen: 1. En la divina Trinidad. Esta Trinidad consiste en el Padre eterno... el Seor Jesucristo... [y] el Espritu Santo, la tercera persona de la Divinidad" (Wilcox). 4. Decadencia del antitrinitarismo: 1915-1946.A pesar de la declaracin de Wilcox en la Review (o tal vez por causa de ella) se intensific el debate sobre la Trinidad en las primeras dcadas del siglo XX. En la Conferencia Bblica de 1919, la eternidad de Cristo y su relacin con el Padre fueron un tema principal de debate que qued sin resolver. Curiosamente, en vista de la declaracin de Elena de White en El Deseado de todas las gentes, de que la vida de Cristo "no deriva de otra", an W. W. Prescott, el defensor principal de un concepto trinitario en esa conferencia, sostuvo que la existencia de Cristo fue en alguna forma "derivada" del Padre (Burt, pp. 26-27, 31). Al menos muestra que el liderazgo busc una clara interpretacin bblica, que no estaban contentos con aceptar simplemente la declaracin de Elena de White sin verlo por s mismos en la Escritura. La polarizacin de la cristiandad norteamericana entre el modernismo y el fundamentalismo durante las primeras dos dcadas del siglo XX tendi a empujar a los adventistas a una posicin ms cerca de los trinitarios, ya que en tantas otras reas como evolucin, creencia en lo sobrenatural, nacimiento virginal de Cristo, milagros, resurreccin literal, etc.los adventistas se opusieron a los modernistas y simpatizaban con los fundamentalistas (Ibd., p. 33). (211) En 1930, respondiendo a un pedido de la Divisin Africana para tener "una declaracin de lo que crean los adventistas" que "ayudara a los oficiales del gobierno y a otros a entender mejor nuestra obra", la comisin de la Asociacin General nombr una subcomisin (M. E. Kern, secretario asociado de la Asociacin General; F. M. Wilcox, director de la Roiew; E. R. Palmer, gerente de la Review and Herald; y C. H. Watson, presidente de la Asociacin General) para que preparara una declaracin de creencias adventistas. Wilcox, como el experto escritor entre ellos, hizo un borrador de 22 declaraciones, publicado posteriormente en el SDA Yearbook de 1931 (Froom, MOD, pp. 410-414). El segundo punto hablaba de la Deidad o Trinidad", y el tercero afirmaba "que Jesucristo es verdadero Dios", un eco del Credo Niceno. Y para que nadie pensara que los adventistas del sptimo da intentaban hacer un credo, los que hicieron el borrador no buscaron "aprobacin formal u oficial" para el documento. Quince aos ms tarde, cuando la declaracin haba obtenido aceptacin general, el Congreso de la Asociacin General de 1946 lo hizo oficial, votando que "ninguna revisin de esta declaracin de creencias fundamentales, tal como aparece ahora en el Manual [de la iglesia], se har en algn otro momento excepto en un Congreso de la Asociacin
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General" ("Reunin decimoquinta", Review and Herald, 14 de Junio de 1946, p. 197). Esto marc la primera aprobacin oficial de un concepto trinitario por parte de la iglesia, aunque un antitrinitario "bien conocido" continu "sosteniendo el 'viejo' concepto" hasta su muerte en 1968 (Burt, p. 54). 5. Predominio trinitario: desde 1946 hasta el presente.Desde la dcada de 1950 hasta la publicacin de Movement of Destiny en 1971, L. E. Froom fue el defensor mejor conocido del trinitarismo entre los adventistas del sptimo da. Su libro, The Coming of the Comforter [La venida del Consolador], cuando se public por primer vez en 1928, fue sin precedentes entre los adventistas por su exposicin sistemtica (excepto por unos pocas citas de Elena de White) de la personalidad del Espritu Santo y la naturaleza trinitaria de (212) la Deidad (La venida del Consolador, pp. 33-52). El papel principal que desempeo Froom en la preparacin de la obra Questions on Doctrine, en 1957, ha sido documentado ampliamente en otra parte (Unruh, Moon). El libro evoc una tormenta de controversia por ciertas declaraciones sobre cristologa y la expiacin, pero su afirmacin clara de "la Trinidad celestial" (QOD, pp. 36-37, 645, 646) pas prcticamente sin protesta, tal vez porque M. L. Andreasen, su crtico principal en otras reas, era un trinitario convencido (Andreasen, "Christ, the Expresa Image of God"; Burt, p. 43). La palabra final de Froom fue su libro Movement of Destiny, de 700 pginas, publicado en 1971. A pesar de "pedidos de splica especiales" y problemas de prejuicios histricos que "rebajaban la obra como una historia confiable" (Maxwell), el libro documentaba totalmente la progresin de la teologa adventista hacia un consenso trinitario bblico. El clmax de esta fase de desarrollo doctrinal fue una nueva declaracin de las enseanzas adventistas votadas por el Congreso de la Asociacin General de 1980 en Dallas, Texas. Las nuevas 27 creencias fundamentales afirmaban la doctrina de la Trinidad con ms concisin, pero en trminos muy parecidos a la declaracin de 1931 votada oficialmente en 1946.50 Desde 1972 se desarroll ms extensamente la bsqueda para articular las presuposiciones bblicas que fundamentan una doctrina bblica de la Trinidad, diferenciadas con claridad de las presuposiciones (213) dualistas que apuntalan las declaraciones tradicionales de los credos. En un artculo que abri nuevos surcos, en 1972, Raoul Dederen present una breve exposicin de la Deidad desde el Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento. Rechaz la "Trinidad del pensamiento especulativo" que usaba trminos filosficos para describir "distinciones dentro de la Deidad para las cuales no hay una base definible dentro del conocimiento revelado por Dios" (Dederen, p. 13), y defenda ms bien el ejemplo de los apstoles: "Al rechazar los trminos de la mitologa o la metafsica griegas, expresaron su conviccin en una confesin de fe trinitaria sin pretensiones, la doctrina de un Dios subsistiendo y actuando en tres personas" (Ibd.., p. 21).
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La primera declaracin adventista de creencias fundamentales (1872) fue obra de Uriah Smith. Su postura explcitamente no trinitaria representaba un consenso en ese tiempo, pero debido a la fuerte oposicin a cualquier declaracin que pareciera un credo, nunca recibi el estatus de aprobacin oficial. La segunda declaracin (1889), tambin por Uriah Smith, fue capaz de ser interpretada favorablemente tanto por los semiarrianos como por los trinitarios. La tercera declaracin (1931), autorizada por una comisin pero escrita en realidad por F. M. Wilcox, editor de la Review and Herald, fue la primera en obtener el estafas de declaracin oficial. El Congreso de la Asociacin General de 1946 vot que la declaracin de 1931 no deba sufrir ningn cambio excepto por el voto de un Congreso de la Asociacin General. Por eso, la declaracin de Dallas fue la cuarta declaracin exhaustiva de creencias fundamentales de los adventistas del sptimo da y la segunda que fue formalmente votada por un Congreso de la Asociacin General.
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En 1983 Fernando Canale expuso un anlisis y una crtica radical de las presuposiciones filosficas griegas, teniendo como fundamento lo que Dederen haba mencionado como "pensamiento especulativo". La disertacin doctoral de Canale, A Criticism of Theological Reason, demostr que la teologa clsica catlica y protestante tom sus presuposiciones ms bsicas acerca de la naturaleza de Dios, el tiempo y la existencia, de una "estructura" proporcionada por la filosofa aristotlica. Razon que para que la teologa cristiana llegue a ser verdaderamente bblica debe derivar sus "presuposiciones primordiales" de la Escritura, no de la filosofa griega (Canale, Criticism , p. 359; p. 402, nota l). En la obra ms reciente, Handbook of Seventh-day Adventist Theology, editado por Dederen, Canale escribi un artculo original y de gran influencia resumiendo las conclusiones que ya haba formulado hasta ese momento de su trabajo continuado sobre la doctrina de Dios. En varios sitios en el artculo, Canale diferencia claramente entre una doctrina de Dios reflejando las presuposiciones filosficas griegas y una doctrina de Dios fundamentada en la evidencia bblica. "En un sentido muy real, el nfasis adventista en las Escrituras como la nica fuente de datos para llevar a cabo teologa le ha dado a la reflexin teolgica sobre Dios un comienzo nuevo y revolucionario. Sistemticamente desconfiados y crticos de las posiciones (214) teolgicas tradicionales, los adventistas estuvieron decididos a fundamentar doctrinas sobre la base de la Escritura sola. Las dificultades implcitas en este nuevo enfoque pueden ser la causa de la cantidad escasa de declaraciones adventistas sobre la doctrina de Dios" (Canale, "Doctrine of God", p. 48). Canale expone slidamente las razones para la opinin de que los adventistas han sido capaces de desarrollar una postura bblica de la Trinidad: porque "se apartaron de la concepcin filosfica de Dios como atemporal" y "abrazaron la concepcin histrica de Dios como se presenta en la Biblia" (Ibd.., p. 150). Conclusin.Este captulo ha bosquejado el largo proceso del rechazo inicial que los adventistas hicieron del trinitarismo tal cual aparece en los credos, hasta su aceptacin final de una doctrina bblica de la Trinidad. Desde una perspectiva de creer que Dios estaba dirigiendo al movimiento adventista, parece que una razn importante para el largo proceso fue que l no estaba llamando a los pioneros a una simple eleccin entre trinitarismo y antitrinitarismo. Ms bien los estaba convocando a desarrollar una nueva interpretacin que no dependiera de la filosofa griega. La nica forma para que los pioneros en su contexto separaran eficazmente la Escritura de la tradicin era abandonar cada doctrina que no estaba claramente apoyada por la Biblia sola. De esa manera al principio rechazaron la doctrina tradicional de la Trinidad, que claramente contena elementos que no eran evidentes en la Escritura. Al continuar trabajando sobre la base de la Escritura, estimulados y expandidos peridicamente por el Espritu Santo a travs de las visiones de Elena de White, llegaron a estar gradualmente convencidos de que el concepto bsico de un Dios en tres personas apareca verdaderamente en las Escrituras. El prximo captulo examinar con ms detalles el papel que desempe Elena de White en este proceso. (215)
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CAPTULO 14: EL PAPEL DE ELENA DE WHITE EN EL DEBATE TRINITARIO.E1 captulo anterior traz el cambio histrico en la teologa adventista de una postura antitrinitaria a la aceptacin de los conceptos bsicos de un Dios comprendido en tres personas divinas. Que ocurri un cambio as, nadie lo cuestiona. Lo que en algunos mbitos se debate acaloradamente es si ese cambio representa el descubrimiento paso a
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paso de un punto de vista bblico, o una apostasa de una posicin previamente sostenida como bblica. En la parte central del debate est la pregunta en cuanto a la posicin de Elena de White y su papel en el proceso de cambio. Muchos, tanto entre los trinitarios como entre los antitrinitarios, parecen compartir una presuposicin comn: que Elena de White no cambi; o que nunca fue trinitaria o que fue siempre trinitaria. Los antitrinitarios sostienen (1) que ella nunca corrigi las creencias no trinitarias de sus asociados (examinaremos esa opinin despus); (2) que sobre la base de interpretar los pasajes oscuros por medio de pasajes ms claros, deberamos ver las pretendidas evidencias de trinitarismo en sus escritos tardos a travs de los lentes de sus declaraciones tempranas no trinitarias; y (3) que algunas de sus declaraciones ms explcitas acerca de Dios en "tres personas" deberan atribuirse a la influencia desafortunada de algunos de sus asociados. Por supuesto, decir que sus colegas la condujeron exitosamente a escribir doctrina falsa es un rechazo categrico de su pretensin a (216) la direccin y proteccin divinas de una influencia semejante. Sin embargo, encontramos amplia evidencia de que las opiniones personales de Elena de White se modificaron en una cantidad de asuntos, as que es posible que tambin experimentara una transformacin en su comprensin de la Deidad. Cuando en 1849 declar "sabemos que tenemos la verdad", se estaba refiriendo a un conjunto especfico de creencias que definan al adventismo sabatista distinguindolo de otros grupos cristianos. Los puntos incluan los mensajes de los tres ngeles de Apocalipsis 14 (que contiene el "evangelio eterno", los "mandamientos de Dios" y la "fe de Jess"), la segunda venida de Cristo, su ministerio sacerdotal en el Santuario celestial, el sbado, la inmortalidad recibida slo mediante Cristo y "que los malvados no tengan acceso a la inmortalidad" (White, El otro poder, pp. 30, 31). Ella no crea que no tuviramos ms verdad para descubrir (Carta 5, 1849; en Manuscript Releases, t. 5, pg. 200). Cuando sostengo que cambiaron algunas de sus creencias personales, estoy haciendo una distincin entre sus "creencias personales" pasadas y lo que recibi a travs de sus visiones. En cada etapa de su vida despus de su primera visin, su conocimiento de Dios y su voluntad combinaban lo que haba aprendido a travs de medios comunes como la enseanza de los padres, la asistencia a la iglesia, el estudio de la Biblia y la experiencia personal y lo que reciba a travs de visiones. En consecuencia, su comprensin personal sobre varios asuntos, especialmente en los aos tempranos, contena elementos significativos que no estaban en armona con sus creencias posteriores, porque Dios no le haba llamado la atencin a ellas. Por ejemplo, despus de su primera visin, donde afirmaba que el 22 de octubre de 1844 ciertamente se haba cumplido la profeca, ella concluy que una creencia que era corolario de las enseanzas milleritas tambin era verdad en ese momento: que se haba terminado la prueba y que la "puerta estaba cerrada". Llev varios aos y varias visiones ms antes de que ella y sus hermanos adventistas distinguieran claramente entre los dos conceptos y abandonaran el de la "puerta cerrada". (217) Un segundo ejemplo de un concepto que cambi es que despus de su primera visin en diciembre de 1844 continu observando el domingo como sbado durante un par de aos ms. An no haba aprendido acerca del sbado del sptimo da. Un tercer ejemplo fue el descubrimiento del "tiempo de comenzar el sbado" en 1855. Durante nueve aos la mayora de los adventistas sabatistas, incluyendo a los White, haban observado el sbado desde las 6 de la tarde del viernes hasta las 6 de la tarde del sbado. No fue hasta 1855, cuando J. N. Andrews expuso el concepto escriturario de que el sbado comienza a la puesta del sol, que los adventistas comenzaron a guardar el sbado de puesta de sola puesta de sol. Elena de White misma no se convenci en
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realidad hasta que recibi una visin confirmando la interpretacin de Andrews (A. L. White, Ellen G. White, t. 1, pp. 322-324). Un cuarto ejemplo es lo que los adventistas han llamado histricamente la reforma pro salud. Hasta 1863 la mayora de los adventistas, incluyendo a Jaime y Elena de White, eran carnvoros, matando aun sus propios cerdos. No fue sino hasta que la iglesia alcanz la organizacin bsica que Dios llam la atencin del movimiento a la ms amplia plataforma de la reforma pro salud, la que inclua una completa proscripcin de los productos de cerdo y la fuerte recomendacin de ser vegetarianos (Robinson, pp. 6585). En vista de estas y otras reas de desarrollo doctrinal, no es particularmente sorprendente que Elena de White mostrara ambos: progreso y cambio en su concepto de la Divinidad. Su informe de las visiones que tuvo muestra una progresin clara de revelaciones cada vez ms explcitas acerca de este tpico. Antes de examinar ese progreso me gustara dejar bien en claro que no encontr que sus declaraciones tardas contradigan lo que escribi mucho antes. Ms bien, sus declaraciones posteriores son cada vez ms precisas y explcitas, mientras que sus declaraciones tempranas eran ms ambiguas. Algunas de sus declaraciones tempranas pueden ser ledas tanto desde una perspectiva trinitaria como de una no trinitaria. Pero no he encontrado ninguna declaracin (218) de su pluma que critique un concepto bblico de Trinidad. El desarrollo de la comprensin de la Deidad que tuvo Elena de White.Un aspecto del trinitarismo de los credos rechazado por los pioneros fue la declaracin un tanto curiosa de que "hay slo un Dios vivo y verdadero, eterno, sin cuerpo ni partes" (Doctrines and Discipline of the Methodist Episcopal Church [1856], p. 15). Los pioneros refutaron vigorosamente este concepto, y citaron varios pasajes bblicos que retrataban a Dios como teniendo tanto "cuerpo" como "partes" (xo. 24:9-11; 33:20-23; Juan 1:18; Heb. 1:1-3; cf. Smith, State of the Dead, pp. 27-30). Evidentemente esta cuestin tambin estaba en la mente de Elena de White (no sorprende, ya que el credo en cuestin era un credo metodista y ella se haba criado como metodista; adems de eso, estaba ntimamente asociado con los que citaban el concepto como uno de los errores del trinitarismo). Dos veces en sus primeras visiones de Jess ella le hizo preguntas relacionadas con la "forma" y "persona" de Dios. En una visin ella vio "un trono, y sobre l se sentaban el Padre y el Hijo. Me fij en el rostro de Jess y admir su hermosa persona. No pude contemplar la persona del Padre, pues le cubra una nube de gloriosa luz. Pregunt a Jess si su Padre tena forma como l. Dijo que la tena, pero yo no poda contemplarla, porque, dijo, 'si llegases a contemplar la gloria de su persona, dejaras de existir' " (Primeros escritos, p. 54). Alrededor de 1850 inform: "He visto con frecuencia al amable Jess, y s que es una persona. Le pregunt si su Padre era una persona y tena forma como l. Dijo Jess: 'Soy la imagen expresa de la persona de mi Padre' " (Ibd., p. 77). De esa manera obtuvo confirmacin, por medio de las visiones, de lo que su esposo haba escrito en una revista millerita unos pocos aos antes. Al exponer sobre Judas 4 acerca de los que "niegan al nico Seor Dios y a nuestro Seor Jesucristo", Jaime White haba declarado que "esta clase no puede ser otra sino aquellos que espiritualizan la existencia del Padre y del (219) Hijo como dos personas distintas, literales, concretas... La manera que los espiritualizadores... se han desecho del nico Seor Dios y de nuestro Seor Jesucristo, o lo han negado, es en primer lugar usando el viejo credo trinitario no escriturario" (J. White, en Day-Star, 24 de enero de 1846). Elena de White evidentemente estaba de acuerdo con su esposo en que Cristo y el Padre eran "dos personas distintas, literales,
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concretas", pero no tenemos registro (antes de la crisis de Kellogg de 1905) de que criticara explcitamente algn concepto trinitario como lo hizo su esposo. Otros indicios de sus conceptos tempranos llegaron en 1858 con la publicacin de su primer tomo de Spiritual Gfts [Dones espirituales] (el ttulo era una aseveracin de su pretensin de haber recibido el don de profeca). Su creencia en el Espritu Santo no est en duda, ya que vincula al Padre, al Hijo y al Espritu Santo en el relato bautismal de Cristo (Spiritual Gifts, t. 1, p. 28). Pero no menciona al Espritu Santo en relacin con los concilios divinos acerca de la creacin y el plan de salvacin (Ibd.., pp. 17, 18, 2227; ver tambin el t. 3, pp. 33, 44 [1864]). En 1869 su comprensin creciente, basada en sus visiones, haba adelantado muchsimo ms que sus colegas al aseverar que Cristo es igual a Dios (Testimonies, t. 2, p. 200 [Joyas de los testimonios, t. 1, p. 217]; cf. Smith, Revelation, p. 59). Tambin es evidente que si ninguno quera escuchar, por lo menos su esposo la escuchaba. Las declaraciones de Jaime White sobre la Trinidad son relativamente pocas y muy raras, pero en su siguiente mencin de la Trinidad sigui el ejemplo de ella. En un artculo en la Review en 1877, l tambin afirm que "Cristo es igual a Dios". Aunque esto no lo hizo trinitario, otro comentario en el mismo artculo sugiere que estaba comenzando a reexaminar la perspectiva ms amplia. Escribi: "La inexplicable trinidad que hace a la deidad tres en uno y uno en tres es lo suficientemente mala, pero ese ultraunitarianismo que hace a Cristo inferior al Padre es peor" (J. White, "Christ Equal With God", Review and Herald, 29 de Noviembre de 1877). En 1872 ella puso en contraste a los ngeles, que "eran seres creados, (220) con Cristo, quien "tena poder para dejar su vida y volverla a tomar", mostrando que Cristo no era creado (Review and Herald, 17 de diciembre de 1872). De nuevo les estaba llevando la delantera a sus colegas. Uriah Smith, quien haba publicado su creencia de que Cristo fue el primer ser creado, finalmente abandon ese concepto (cf. Smith, Revelation, p. 59, y Looking Unto Jesus, pp. 12, 17). La progresin del desarrollo de la comprensin de Elena de White de la Trinidad parece ser como sigue: 1850 Cristo y el Padre son seres personales con forma concreta (Primeros escritos, pp. 54, 77). 1869 Cristo es igual a Dios (Testimonies, t. 2, p. 200). 1872 Cristo no fue creado (Review and Herald, 17 de Diciembre de 1872). 1878 Cristo fue el "Hijo eterno" (Review and Herald, 8 de Agosto de 1878; Carta 37, 1887 [en Manuscript Releases, t. 15, p. 26]; Youth's Instructor, 31 de agosto de 1887; 1888 Materials, t. 1, p. 29; Review and Herald, 8 de Febrero de 1898; Review and Herald, 5 de Abril de 1906). Una clave para entender el significado de Cristo como un "Hijo eterno" puede encontrarse en una declaracin relacionada de que en su preexistencia eterna no fue un Hijo en el mismo sentido de lo que fue despus de haber nacido como un humano: "Por su encarnacin gan en un nuevo sentido el ttulo de Hijo de Dios. El ngel dijo a Mara: El poder del Altsimo te cubrir con su sombra; por lo cual tambin el Santo que nacer, ser llamado Hijo de Dios'. Si bien era el hijo de un ser humano, en un nuevo sentido se convirti en el Hijo de Dios. As estuvo en nuestro mundo: Hijo de Dios y, sin embargo, aliado por nacimiento con la raza humana. "Cristo estuvo unido con el Padre desde toda la eternidad' (Signs of the Times, 2 de Agosto de 1905; citado en el 5CBA:1089; la cursiva es nuestra). Una consecuencia de que Cristo llegara a ser el Hijo de Dios "en un nuevo sentido" puede ser que con su nacimiento humano lleg a (221) ser por primera vez un Hijo en el sentido de tener un comienzo. La filiacin en su preexistencia denotaba que era de la
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misma naturaleza que el Padre, en unidad y relacin ntimas, pero no presupona un principio, una derivacin del Padre, o la relacin dependiente que un nio pequeo tiene con su padre. La relacin de un hijo dependiente de un padre fue aparentemente parte de lo que Jess experiment por primera vez cuando, como humano, lleg a ser Hijo de Dios "en un nuevo sentido". Un aspecto adicional de esto es que su concepcin y nacimiento como humano fue cuando "procedi" y sali de Dios. 1887 Cristo preexista con el Padre desde toda la eternidad (Review and Herald, 5 de julio de 1887; El Deseado de todas las gentes [1898], p. 1 l). 1888 Una concepcin ms amplia de la justificacin por la fe exige la plena deidad de Cristo. "Si los hombres rechazan el testimonio de las Escrituras inspiradas acerca de la divinidad de Cristo, intil es querer argumentar con ellos al respecto, pues ningn argumento, por convincente que fuese, podra persuadirlos [cita 1 Cor. 2:14]. Ninguna persona que sostenga este error puede tener un verdadero concepto del carcter ola misin de Cristo ni del gran plan de Dios para la redencin del hombre" (El conflicto de los siglos [1888], p. 579; la cursiva es nuestra). 1888 Cristo era "uno con el Padre eterno uno en naturaleza, carcter y propsito.." (Ibd.., 547), "era uno en autoridad y poder con el Padre" (Ibd.., p. 549), y sin embargo, en persona, Cristo era "distinto" del Padre. "El Seor Jesucristo... existi desde la eternidad como una persona distinta, y sin embargo una con el Padre" (Review and Herald, 5 de Abril de 1906; la cursiva es nuestra). 1888 Cristo era "el nico ser en todo el universo que poda entrar en todos los consejos y propsitos de Dios" (CS:547 [1888]; PP:12 [1890]). (222) El contexto muestra que "el nico ser" est en contraste con los ngeles. Sin embargo, precede a la exposicin ms plena del papel que desempea el Espritu Santo. 1890 Cristo existe por s mismo; su deidad no est derivada del Padre (PP:15). 1897 El Espritu Santo es la tercera persona de la Deidad (Special Testimonies, Serie A, N 10, p. 37). 1898 La publicacin de El Deseado de todas las gentes recapitula los dos puntos anteriores: "en Cristo hay vida original, no prestada ni derivada de otra" (Ibd.., p. 489), y el Espritu Santo es la "Tercera Persona de la Divinidad" (Ibd.., p. 625). 1901-1905 Tres "eternos dignatarios celestiales", "tres poderes supremos del cielo", "tres personas vivientes del tro celestial"; el Padre, Hijo y Espritu Santo son uno en naturaleza, en carcter y en propsito, pero no en persona (Manuscrito 145, 1901; Special Testimonies, Serie B, N 7 [1905], pp. 51, 62, 63; MC:329 [1905]; todos citados en Ev:445-448). Primero, esta secuencia de conceptos muestra una clara progresin de lo simple a lo complejo, revelando que el entendimiento de Elena de White creci y cambi a medida que reciba luz adicional. Fernando Canale ha sealado que el desarrollo es similar al que encontramos en el Nuevo Testamento (Canale, "Doctrine of God", pp. 128-130). En los Evangelios, el primer desafo era convencer a los discpulos de que Cristo era uno con el Padre. Una vez que el concepto de monotesmo de los discpulos se haba desarrollado para aceptar "un Dios" en dos personas divinas, fue comparativamente fcil llevarlos a reconocer al Espritu Santo como una tercera persona divina. Segundo, es patente que el concepto de la Deidad de Elena de White estuvo completado esencialmente con la publicacin de El Deseado de todas las gentes en 1898. An 17 aos antes de su muerte estaba mental y fsicamente vigorosa, en la cumbre de su productividad (223) literaria. El libro no es el producto de su edad avanzada, sino la obra madura de sus mejores aos. La tendencia a desechar El Deseado de todas las gentes como un libro no representativo de su pensamiento delata una disposicin a
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abandonar definitivamente los hechos ms evidentes porque entran en conflicto con ideas preconcebidas o con una meta acariciada. Cambi de un concepto semiarriano a un concepto trinitario, o privadamente sostuvo una posicin trinitaria durante todo el tiempo? Es posible que no se pueda dar una respuesta cierta a eso. La evidente progresin en los informes de sus visiones podra ser el resultado de que haca una distincin cuidadosa entre sus opiniones personales y los mensajes de sus visiones. Por ejemplo, una vez declar: "En estas cartas que escribo, en el testimonio dado, les presento lo que el Seor me ha presentado. No escribo un solo artculo en la revisa que exprese meramente mis propias ideas. Son lo que Dios ha desplegado ante m en visin" (1MS:31). Es posible que cuando sus primeras visiones contradijeron algunos aspectos de su educacin metodista (el credo que deca que Dios no tena cuerpo ni partes), podra haber puesto el resto de los conceptos metodistas acerca de la Trinidad "en el estante", por decirlo de alguna manera, y esperar simplemente para ver si visiones futuras y el estudio de la Biblia los confirmaban o los negaban. As que pudo haber sido tentativamente trinitaria en su propia opinin, pero cuidadosa en sus escritos para expresar slo lo que Dios le mostrara en visin; la revelacin progresiva que hemos observado arriba. En cualquier caso, sus escritos tardos relacionados con la Trinidad nunca requirieron que repudiara sus declaraciones ms tempranas. Ella sencillamente escribi tan especficamente como sus visiones le permitan hacerlo, y cuando revelaciones adicionales hicieron ms claro el tema, sus escritos llegaron a ser ms explcitos. As Dios gui a la iglesia poco a poco y gradualmente: por una parte, sin prescindir del estudio individual de la Biblia, y, por otra parte, sin llevar a sus miembros a levantar sus manos y abrazar todas (224) las tradiciones trinitarias. El por qu Dios no los dirigi a abrazar sin sentido crtico el trinitarismo tradicional llegar a ser ms claro al considerar dos variedades de trinitarismo en los ltimos escritos de Elena de White. Dos variedades de trinitarismo.Mientras seguimos el desarrollo de su interpretacin, llega a ser evidente que describe por lo menos dos variedades distintas de creencia trinitaria. A una de ellas se opuso firmemente a travs de todo su ministerio adulto, y con la otra lleg a estar gradualmente de acuerdo. Aunque los indicios ms tempranos de eso se remontan a 1846 y 1850, esta diferenciacin lleg a ser ms explcita durante la crisis de 1902-1907 con Kellogg. Debido a que en aos recientes algunos han malentendido seriamente ciertos escritos de John Harvey Kellogg y de Elena de White durante ese perodo, es necesario examinar con algn detalle esa controversia. El doctor J. H. Kellogg, superintendente mdico del Sanatorio de Battle Creek, era una persona sobresaliente, con credenciales cientficas, entre los adventistas del sptimo da al comienzo del siglo XX. Posiblemente, al estar bajo la influencia de algunos compaeros intelectuales que no eran adventistas (Froom, Movement of Destiny, p. 351), con el tiempo lleg a estar convencido de que la vida de cada cosa viva era la misma presencia de Dios en ella, ya fuera un rbol, una flor, un animal o un ser humano. Vestigios de esa opinin aparecen en sus presentaciones pblicas y en sus escritos, as como en los de algunos de sus asociados adventistas, en la dcada de 1890. Sin embargo, la crisis sobre ese asunto no estall hasta 1902. Despus del incendio del sanatorio de Battle Creek el 18 de febrero de 1902, Kellogg propuso un plan para recoger fondos con el fin de financiar la reedificacin. l donara a la Review and Herald el manuscrito para un libro nuevo sobre salud. Si la Review and Herald respaldaba los costos de publicacin, y si los 73.000 miembros (225) que
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componan la Iglesia Adventista del Sptimo Da en 1902 se encargaban de vender las 500.000 copias a un dlar cada uno, los ingresos terminaran de pagar deudas de larga data y con ellos se reconstruira el sanatorio. La iglesia acept este plan. The Living Temple era primariamente un libro de texto sobre fisiologa bsica, nutricin, medicina preventiva y tratamientos caseros para dolencias comunes. Pero la primera pgina citaba 1 Corintios 6:19 acerca de que el cuerpo era el "templo del Espritu Santo", y aqu y all Kellogg incorpor sus opiniones teolgicas. El espacio no nos permite que relatemos aqu toda la historia. Basta decir que a pesar de las fuertes crticas de algunos lectores preliminares del manuscrito, Kellogg sigui adelante. Sin embargo, el 30 de diciembre de 1902, mientras la Review and Herald estaba a mitad de la tarea de imprimir la primera edicin, la casa publicadora se quem hasta los cimientos. Entre otras prdidas estaban las planchas de imprimir y las copias sin terminar de The Living Temple. Kellogg llev el manuscrito rpidamente a otro impresor e hizo un contrato para publicar 3.000 copias por su cuenta. Cuando el libro lleg finalmente a sus impacientes lectores, aparecan en el captulo primero, "El misterio de la vida", las ms fuertes desviaciones de la teologa adventista establecida (Kellogg, The Living Temple, pp. 28-30 [edicin original]).51 Kellogg declaraba: "Dios es la explicacin de la naturaleza; no un Dios fuera de la naturaleza, sino m la naturaleza, manifestndose a s mismo a travs de y en todos los objetos, movimientos y diversos fenmenos del universo". Unas pocas pginas ms adelante Kellogg insinuaba que el concepto de un Dios personal era esencialmente una idea falsa fabricada para beneficio de mentes inferiores, mentes (226) que no eran lo suficientemente inteligentes como para comprender la verdad de que Dios es impersonal y necesitaban una idea de un Dios personal que estuviera adaptada a sus limitaciones intelectuales. La inferencia era que quienes eran realmente intelectuales como l podan percibir la realidad espiritual ms all de la adaptacin antropomrfica (Ibd.., pp. 3032). Reaccionando manifiestamente a algunos de los crticos de su manuscrito, Kellogg trat de suavizar o sortear sus objeciones haciendo referencia especficamente al Espritu Santo. Razon que si el Espritu Santo poda estar en cualquier lugar sin prdida de tiempo, y si el Espritu Santo era tambin una persona, entonces nadie podra decir que el Dios que expona Kellogg como morando en todas las cosas era una deidad impersonal. El argumento de Kellogg en The Living Temple contina as: 'Alguien dice: 'Dios puede estar presente por su Espritu, o por su poder, pero ciertamente Dios mismo no puede estar presente en todos los lugares al mismo tiempo' " (la distincin entre `su Espritu, o... poder' y 'Dios mismo' marca esta objecin como proviniendo de una de sus amistades no trinitarias [ver G. I. Butler a J. H. Kellogg, 5 de abril de 1904, citado bajo]). Kellogg responde: "Cmo puede el poder ser separado de la fuente de poder? Donde el Espritu de Dios obra, donde el poder de Dios se manifiesta, Dios mismo est all en realidad y est presente verdaderamente" (Kellogg, p, 28). Aqu Kellogg no piensa con claridad, como lo mostrar una breve ilustracin. Si el presidente de mi pas promulga una orden para movilizar a las fuerzas armadas, el poder del presidente alcanzar justo hasta el hogar de mi vecino en la reserva del ejrcito, pero eso es totalmente diferente de que el presidente visite la casa de mi vecino en persona.
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La crtica del libro fue tan furiosa que para la segunda impresin Kellogg reescribi ciertas pginas. El editor incluso insert las nuevas pginas en copias que no se haban vendido de la primera edicin, y lo hizo cortando las pginas originales y pegando en su lugar las pginas sustitutas. Ejemplos de la edicin original, de la edicin retocada y de una edicin ltima estn disponibles en el Centro para la Investigacin Adventista, Andrews University, Berrien Springs, Michigan.
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La iglesia debati acaloradamente la opinin de Kellogg por varios aos. Como escritores adventistas de primer nivel ya haban sealado las debilidades del libro, Elena de White al principio esperaba que no le sera necesario involucrarse. Sin embargo, por septiembre de 1903, las opiniones de Kellogg haban ganado adherentes. (227) Cuando declar pblicamente que las enseanzas de The Living Temple "en cuanto a la personalidad de Dios" estaban de acuerdo con los escritos de Elena de White, ella ya no poda quedar en silencio por ms tiempo. "No permita Dios que prevalezca esta opinin. No necesitamos el misticismo que hay en ese libro", declar Elena de White. "El escritor de ese libro est en una senda falsa. Ha perdido de vista las verdades distintivas para este tiempo. No sabe a donde lo llevan sus pasos. El sendero de la verdad est situado muy cerca del sendero del error, y ambos pueden parecer ser uno a las mentes en las que no obra el Espritu Santo, y las que, por tanto, no son rpidas para discernir la diferencia entre la verdad y el error" (Carta 211, 22 de Septiembre de 1903, en Coleccin Spalding-Magan, pp. 320, 321). En una carta recordativa, ella se dirige de cabeza al asunto central: "El Seor Jess... no represent a Dios como una esencia que impregna la naturaleza, sino como un ser personal. Los cristianos deben tener en mente que Dios tiene una personalidad, tan ciertamente como la tiene Cristo" (Ibd., 23 de Septiembre de 1903, p. 324; la cursiva es nuestra). Unas pocas semanas ms tarde Kellogg defendi su opinin ante George I. Butler, antiguo presidente de la Asociacin General y ahora presidente de la Unin del Sur. Kellogg comenzaba: "Hasta donde yo pueda comprender la dificultad que se encuentra en el Living Temple, todo puede reducirse a esta cuestin: Es el Espritu Santo una persona? Usted dice 'No'" (Butler era de la vieja escuela que sostena que el Espritu Santo era un aspecto o poder de Dios pero no una persona). Kellogg continuaba: "He supuesto que la Biblia dice esto por causa del pronombre personal 'l' que se usa al hablar del Espritu Santo. La hermana White usa el pronombre 'l' y ha dicho en muchas palabras que el Espritu Santo es la tercera persona de la Deidad. Para m es difcil ver cmo puede ser el Espritu Santo la tercera persona y no ser una persona en absoluto" (J. H. Kellogg a G. I. Butler, 28 de octubre de 1903a, Centro de Herencia Adventista, Andrews University). (228) Aqu hay un ejemplo fascinante de Kellogg como polemista. En esencia est diciendo: "Me han entendido mal. No afirm que el Padre est en cada cosa; es el Espritu Santo el que est en cada cosa. Y si el Espritu Santo es una persona, entonces Elena de White est equivocada al decir que mi opinin socava la personalidad de Dios". De esta manera trat de superar la tctica de la reprensin de Elena de White y mantener la legitimidad de su propia opinin. Es un axioma que las estadsticas pueden mentir. Kellogg muestra aqu que la lgica tambin miente. Estaba intentando convencer a Butler que el pantesmo de The Living Temple era sencillamente una versin cientfica de la misma doctrina de Dios que Elena de White haba expuesto en El Deseado de todas las gentes. Sin embargo, Butler no fue embaucado. "Hasta dnde la Hna. White y usted estn en perfecto acuerdo, tendr que dejar eso enteramente entre usted y la Hna. White. La Hna. White dice que no hay perfecto acuerdo. Usted afirma que s hay... Debo darle a ella el crdito... de decir que existe una diferencia" (G. I. Butler a J. H. Kellogg, 5 de Abril de 1904; la cursiva es nuestra). Mientras el conflicto se prolong durante 1905, Elena de White escribi otro documento que expuso el asunto a la iglesia en lneas tan contundentes que nadie poda entenderlo mal. El manuscrito ofrece tal vez la acusacin ms radical y fundamental que ella escribi alguna vez contra una falsa opinin de la Trinidad, seguida por una de sus
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descripciones ms explcitas de lo que consideraba ser la verdadera comprensin. En ese documento, publicado en 1905, califica la opinin de Kellogg de "espiritualista", 52 "vaca", "imperfecta, inexacta", "las profundidades de Satans" [Apoc. 2:24] y "el sendero de la serpiente". Deca que quienes la recibieron estaban "dando odos a espritus seductores y a doctrinas de demonios, apartndose de la fe que haban tenido por sagrada en los pasados 50 aos" (Special Testimonies, Series B, N' 7, pp. 61-63). (229) En contraste con el concepto que ella censur incansablemente, expuso otro concepto que lo consideraba como 1a plataforma correcta", en armona con la "sencillez de la verdadera piedad", y "los viejos, viejos tiempos... cuando, bajo la gua del Espritu Santo, miles se convirtieron en un da" (Ibd.., pp. 63-64). El antagonismo entre las dos perspectivas contrarias apenas podra ser formulado en trminos ms severos en un contexto teolgico que un desacuerdo entre doctrinas de "espritus seductores" y las doctrinas de `los viejos, viejos tiempos" del Pentecosts original. De lo que ella est hablando es de dos enseanzas en contraste acerca de la Trinidad. He aqu la primera, atribuida explcitamente al "Dr. Kellogg" y a sus colegas en "nuestra principal fraternidad mdica": "He sido instruida para que diga: No se debe confiar en las opiniones de quienes buscan ideas cientficas avanzadas. Se han hecho exposiciones como la siguiente: El Padre es como la luz invisible; el Hijo es como la luz encarnada; y el Espritu es como la luz derramada'. El Padre es como el roco, vapor invisible; el Hijo es como el roco reunido en bellsimas gotas; el Espritu es como el roco derramado en el asiento de la vida'. Otra declaracin: El Padre es como el vapor invisible; el Hijo es como la nube plomiza; el Espritu es la lluvia que cae y obra con poder refrescante'. "Todas estas representaciones espiritualistas no son absolutamente nada. Son imperfectas y falsas. Debilitan y disminuyen la Majestad que no puede compararse a ninguna cosa de origen terrenal. Dios no puede ser comparado con las cosas que sus manos han creado. Estas no son ms que cosas terrenales, que sufren bajo la maldicin de Dios a causa de los pecados del hombre. El Padre no puede describirse mediante las cosas de la tierra" (Ibd.., p. 62; citado en Ev:445-446; la cursiva es nuestra). Despus, en la siguiente oracin, Elena de White define lo que entiende ser la verdad acerca de la Deidad. "El Padre es toda la plenitud de la Divinidad corporalmente, y es invisible para los ojos mortales. (230) "El Hijo es toda la plenitud de la Divinidad manifestada. La Palabra de Dios declara que l es `la imagen misma de su sustancia' [Heb. 1:3]. Porque de tal manera am Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unignito, para que todo aquel que en l cree, no se pierda, ms tenga vida eterna' [Juan 3:16]. Aqu se muestra la personalidad del Padre. "El Consolador que Cristo prometi enviar despus de ascender al cielo es el Espritu en toda la plenitud de la Divinidad, lo que hace manifiesto el poder de la gracia divina a todos los que reciben a Cristo y creen en l como un Salvador personal. Son tres las personas vivientes del tro celestial; en el nombre de estos tres grandes poderes el Padre, el Hijo o y el Espritu Santo son bautizados los que reciben a Cristo mediante la fe viviente, y esos poderes cooperarn con los sbditos obedientes del cielo en sus esfuerzos por vivir la nueva vida en Cristo" (Ibd.., pp. 62-63; citado en Ev:446; la cursiva es nuestra). Al cargar contra Kellogg diciendo que con su doctrina "espiritualista" de la Trinidad estaba "abandonando la fe" que los adventistas haban "tenido sagrada por los pasados 50 aos", Elena de White refuta claramente la premisa de que todas las doctrinas de la
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Nota del Editor de esta versin: Ver definicin de "espititualista" bajo Espiritualismo / espiritualista en el Glosario al Final del libro.
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Trinidad son iguales y de que la objecin de los pioneros a una de ellas exige el rechazo de todas. Ella vio al menos dos variedades de trinitarismo: una que representaba a un Dios personal y concreto, y la otra que lo espiritualizaba como impersonal, filosfico, pero, en el fondo, irreal. De manera significativa, Elena de White condena la opinin de la Trinidad que tiene Kellogg en trminos casi idnticos a los que us su esposo Jaime en 1846 cuando rechaz el "viejo credo trinitario no bblico" por "espirituali[zar] la existencia del Padre y del Hijo como dos personas distintas, literales, concretas". Esto es consecuente con la interpretacin de que capt semejanzas entre los credos que afirmaban que Dios era "invisible, sin cuerpo o partes", y las "representaciones espiritualistas" de Kellogg, al describir a Dios bajo las metforas de luz y agua. (231) Adems, Elena de White aleg que en la hereja de Kellogg ella "reconoci las mismas opiniones" a las que se haba opuesto entre los ex milleritas espiritualizadores en 1845 y 1846 (1MS:237). Esto quiere decir que ella asoci la espiritualizacin de los fanticos despus del chasco, la enseanza de los credos de que Dios no tiene forma y es intangible, y los conceptos impersonales de Dios que tena Kellogg, todos bajo el encabezamiento general de "teoras espiritualistas" (1MS:238). Esta percepcin de la naturaleza interior de la posicin de Kellogg est relacionada directamente con el debate actual dentro del adventismo, porque algunos han inferido que la opinin de Kellogg que conden Elena de White es el mismo concepto de la Trinidad que acept ms tarde la iglesia; una premisa que obviamente no est apoyada por la evidencia. Ella ense que un falso concepto de la Trinidad hace que Dios parezca distante, intocable, impersonal, irreal; y que un concepto verdaderamente bblico de la Trinidad muestra que Dios incluye tres personalidades individuales divinas que son uno en naturaleza, carcter, propsito y amor (MC:329). Su apoyo para un concepto bblico de la Trinidad lleg a ser tan explcito durante los aos entre 1902 y 1907, que por 1913 E M. Wilcox, director de la revista de ms influencia de la denominacin y uno de los cinco fideicomisarios originales sealados por Elena de White para supervisar su patrimonio, pudo escribir en la Review and Herald, sin temor de que ella lo contradijera, que los "adventistas del sptimo da creen: 1. En la Trinidad divina. Esta Trinidad consiste en el Padre eterno... el Seor Jesucristo... [y] el Espritu Santo, la tercera persona de la Divinidad" (Wilcox, "The Message Sir Today", Review and Herald, 9 de Octubre de 1913). La declaracin, que apareci en un artculo que resuma las creencias fundamentales de los adventistas del sptimo da, sigue directamente despus de un artculo de Elena de White, as que es prcticamente seguro que al examinar ella su artculo publicado, como lo haca habitualmente, tambin hubiera visto el de Wilcox. (232) Conclusin.Con respecto al cambio de paradigma en el concepto adventista de la Trinidad, este captulo ha estudiado dos cuestiones: El cambio, constituy un descubrimiento progresivo de un concepto bblico, o fue la apostasa de un concepto bblico?, y: Cul fue el papel de Elena de White en el proceso? La evidencia ha mostrado que las visiones que recibiera Elena de White condujeron a la denominacin a travs de etapas claramente perceptibles hacia la plena aceptacin de un concepto bblico de la Trinidad. Ese concepto estuvo esencialmente completo en 1898 cuando public El Deseado de todas las gentes, y sus declaraciones de 1901-1906 fueron suficientemente explcitas como para que por 1913 el director de la Review and Herald pudiera afirmar, sin temor de que ella lo contradijera, que "la Trinidad divina" es una creencia adventista fundamental.
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Sin embargo, la evidencia tambin es clara de que Elena de White reconoci al menos dos clases de creencias trinitarias: una a la que se opuso constantemente toda su vida, y otra a la que sus visiones la llevaron a estar de acuerdo progresivamente. El concepto con el que con el tiempo lleg a estar de acuerdo describe a los tres miembros de la Deidad como personas concretas, personales, viviendo desde la eternidad en unin de naturaleza, carcter, propsito y amor, y sin embargo teniendo cada uno una identidad individual. Este es un concepto sencillo y bblico de la Trinidad, en contraste con las opiniones tradicionales basadas en las presuposiciones de la filosofa griega. Si uno cree que entre todos los elementos humanos de la historia adventista tambin encontramos evidencias de una mano divina que acta, entonces uno tambin puede proponer una explicacin de por qu el proceso sigui su curso tan lentamente, incluso tortuosamente, desde el rechazo inicial del "viejo credo trinitario no escriturario" hasta la aceptacin final de los elementos bblicos del trinitarismo. La explicacin que para m es ms convincente es que Dios estaba dirigiendo al movimiento hacia una teologa bblica, libre de la influencia predominante de la filosofa griega. El dogma (233) tradicional de la Trinidad, basado en presuposiciones dualistas, era incompatible con los datos bblicos. La nica forma en que los pioneros podan separar los elementos bblicos del trinitarismo de los elementos tradicionales era rechazando completamente la tradicin como una base para la doctrina, y luchar a travs del largo proceso de reconstruir su creencia sobre la Escritura sola. Al hacerlo as siguieron las huellas de muchos de los pasos de la iglesia primitiva al aceptar primero la igualdad de Cristo con el Padre, y despus su igualdad y unidad tambin con el Espritu Santo. En el curso de este trayecto la teologa de los pioneros mostr semejanzas temporales con algunas de las herejas histricas. Su repudio de la tradicin como autoridad doctrinal fue muy costosa en trminos del ostracismo que sufrieron al ser observados como "herejes" y en trminos del tiempo que les llevara descubrir de la Escritura una doctrina exhaustiva de Dios, pero los resultados justifican la conclusin de que Dios los iba guiando a todo lo largo del sendero. (234)
Suplemento al captulo 14: ELENA DE WHITE SOBRE LA TRINIDAD: Los principales documentos bsicos.El misterio de la Deidad y la encarnacin."Esta verdad [que 'Cristo era uno con el Padre antes que se pusiera el fundamento del mundo'], infinitamente misteriosa en s misma, explica otros misterios y otras verdades inexplicables, aunque est envuelta es luz inaccesible e incomprensible" (Review and Herald, 5 de Abril de 1906).
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"Al contemplar la encarnacin de Cristo en la humanidad nos asombramos frente a un misterio insondable, que la mente humana no puede comprender. Mientras ms reflexionamos en ello, ms asombroso nos parece. Qu enorme es el contraste entre la divinidad de Cristo y el beb indefenso en el pesebre de Beln! Cmo podemos abarcar la distancia que existe entre el poderoso Dios y un nio indefenso?... Al contemplara Cristo en su humanidad vemos a Dios, y vemos en l el resplandor de su gloria, la expresa imagen de su persona" (Signs of the Times, 30 de Julio de 1896; citado en el 7A:441-442). "La naturaleza humana del Hijo de Mara, fue cambiada en la naturaleza divina del Hijo de Dios? No. Las dos naturalezas se mezclaron misteriosamente en una sola persona: el hombre Cristo Jess. En l moraba toda la plenitud de la Deidad corporalmente... "Este es un gran misterio, un misterio que no ser comprendido plena y completamente en toda su grandeza hasta que ocurra la traslacin de los redimidos... Pero el enemigo est empeado en que (235) este don sea tan desconcertante que quede reducido a la nada" (Carta 280, 1904; citado en el 5CBA:1088). "Es un misterio que Uno igual al Padre eterno se humillara tanto a s mismo hasta el punto de sufrir la cruel muerte de cruz para rescatar al hombre; y es un misterio que Dios amara tanto al mundo que permitiera que su Hijo hiciera ese gran sacrificio' (Signs of the Times, 24 de Octubre de 1906; citado en el 7A:457). "La obra del querido Hijo de Dios al encargarse de unir lo creado con el Increado, lo finito con el Infinito, en su propia persona divina, es un tema que muy bien puede emplear nuestros pensamientos por toda una vida" (Review and Herald, 11 de Enero de 1881). La plena deidad de Cristo."Si los hombres rechazan el testimonio de las Escrituras inspiradas acerca de la divinidad de Cristo, intil es querer argumentar con ellos al respecto, pues ningn argumento, por convincente que fuese, podra persuadirlos... Ninguna persona que sostenga este error puede tener un verdadero concepto del carcter o la misin de Cristo ni del gran plan de Dios para la redencin del hombre" (CS:579). "En Cristo estaban combinadas la divinidad y la humanidad. La divinidad no se degrad hasta la humanidad; la divinidad mantuvo su lugar. Pero la humanidad, por estar unida a la divinidad, resisti la ms tremenda prueba de la tentacin en el desierto" (Review and Herald, 18 de Febrero de 1890; citado en 1MS:478). "Como miembro de la familia humana [Cristo] era mortal, pero como Dios era la fuente de la vida para el mundo. En su persona divina habra podido resistir siempre los avances de la muerte... La Palabra eterna consisti en hacerse carne! Dios se hizo hombre!' (Review and Herald, 5 de Julio de 1887; citado en el 7A:443-444). "Cristo... camin en esta tierra como la Palabra eterna" (236) (Fundamentals of Christian Education, p. 400). "Era Dios mientras estaba en la tierra, pero se despoj a s mismo de la forma de Dios, y en su lugar tom la forma y el aspecto de un hombre... Era Dios, pero por un poco de tiempo renunci a las glorias de la forma de Dios... Llev los pecados del mundo y soport el castigo que se desplom como una montaa sobre su alma divina" (Review and Herald, 5 de Julio de 1887; citado en el 7A:444). "'Yo y el Padre uno somos'. Las palabras de Cristo estaban llenas de profundo significado cuando esgrimi el argumento de que l y el Padre eran de una misma sustancia y posean los mismos atributos" (Signs of the Times, 27 de Noviembre de 1893; citado en el 7A:435).
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"Sin embargo, el Hijo de Dios era el Soberano reconocido del cielo, uno en poder y autoridad con el Padre" (CS:549). "Cristo era esencialmente Dios, y en el sentido ms elevado" (Review and Herald, 5 de Abril de 1906). "En Cristo hay vida original, no prestada ni derivada de otra. 'El que tiene al Hijo, tiene la vida' (1 Juan 5:12). La divinidad de Cristo es la garanta que el creyente tiene de la vida eterna" (DTG:489). "Con solemne dignidad Jess respondi: 'De cierto, de cierto os digo: Antes que Abraham fuese, YO SOY'. Cay el silencio sobre la vasta concurrencia. El nombre de Dios, dado a Moiss para expresar la presencia eterna, haba sido reclamado como suyo por este Rabino galileo. Se haba proclamado Existente por s mismo, el que haba sido prometido a Israel, 'cuya procedencia es de antiguo tiempo, desde los das de la eternidad' " (DTG:435). "El Redentor del mundo era igual a Dios. Su autoridad era como la autoridad de Dios. Declar que l no tena existencia separada del Padre. La autoridad por medio de la cual l hablaba y haca milagros era expresamente suya, y sin embargo nos asegura que l (237) y el Padre son uno" (Review and Herald, 7 de Enero de 1890; citado en el 5CBA:1116). "Jehov, el eterno, el que existe por s mismo, el no creado, el que es la Fuente y el Sustentador de todo, es el nico que tiene derecho a la veneracin y adoracin supremas" (Patriarcas y profetas, p. 313). "Jehov es el nombre dado a Cristo" (Signs of the Times, 3 de Mayo de 1899). "La razn del nombramiento de Cristo consiste en su humanidad sobreaadida a su divinidad. Dios le ha entregado todo el juicio al Hijo, porque sin discusin l es Dios manifestado en la carne" (Review and Herald, 22 de Noviembre de 1898). La preexistencia eterna de Cristo."Cristo era esencialmente Dios, y en el sentido ms elevado. Era con Dios desde toda la eternidad, Dios sobre todo, bendito para siempre" (Review and Herald, 5 de Abril de 1906; Exaltad a Jess:10). Despus de su ascensin, "Cristo fue de veras glorificado con la misma gloria que haba tenido con el Padre desde toda la eternidad" (HAp:32). "El nombre de Dios, [YO SOY], dado a Moiss para expresar la presencia eterna, haba sido reclamado como suyo por este Rabino galileo. Se haba proclamado el Existente por s mismo" (DTG:435). "El Verbo exista como un ser divino, como el eterno Hijo de Dios, en unin y unicidad con su Padre. Era el Mediador del pacto desde la eternidad; el nico en quien, si lo aceptaban, seran benditas todas las naciones de la tierra, tanto judos como gentiles. 'El Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios'. Desde antes que fueran creados los hombres o los ngeles, el Verbo estaba con Dios y era Dios... Las palabras expresadas en relacin con esto son tan decisivas que nadie necesita quedar presa de las dudas. Cristo era Dios esencialmente, y en el sentido ms elevado. Era con Dios [el Padre] desde toda la eternidad, Dios sobre todo, bendito para siempre. (238) "El Seor Jesucristo, el divino Hijo de Dios, existi desde la eternidad como una persona distinta, y sin embargo una con el Padre... Esto no era robar a Dios... "Hay luz y gloria en la verdad de que Cristo era uno con el Padre antes que se pusiera el fundamento del mundo. Esta es la luz que brilla en un lugar oscuro, hacindola resplandecer con gloria divina y original" (Review and Herald, 5 de Abril de 1906; Exaltad a Jess:10).
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"Cristo es el Hijo de Dios preexistente, existente por s mismo... Al hablar de su preexistencia, Cristo nos remite mentalmente a las edades sin fecha. Nos asegura que jams hubo un tiempo en que l no haya estado en ntima comunin con el Dios eterno" (Signs of the Times, 29 de Agosto de 1900; citado en el 7A:438). "Aqu Cristo les muestra que aunque ellos podan rastrear su vida y afirmar que no llegaba a los 50 aos, su vida divina no poda medirse mediante cmputos humanos. La existencia de Cristo antes de su encarnacin no se puede medir por medio de cifras" (Signs of the Times, 3 de Mayo de 1899; citado en el 7A:438). "Desde los das de la eternidad, el Seor Jesucristo era uno con el Padre; era 'la imagen de Dios', la imagen de su grandeza y majestad, 'el resplandor de su gloria' " (El Deseado de todas las gentes, p. 11). "En ella [la Palabra de Dios] podemos aprender lo que nuestra redencin le ha costado al que desde el principio era igual al Padre" (Consejos para los Maestros:15). Slo Uno igual a Dios poda expiar el pecado humano."Ninguno de los ngeles podra haberse convertido en la garanta de la raza humana: su vida pertenece a Dios; no podan entregarla. Todos los ngeles llevan el yugo de la obediencia. Son los mensajeros asignados por aquel que es el Comandante de todo el cielo. Pero Cristo es igual a Dios, infinito y omnipotente. l poda pagar el (239) rescate por la libertad del hombre. Es el Hijo eterno, existente por s mismo, sobre quien no se haba puesto ningn yugo; y cuando Dios pregunt: 'A quin enviar?', l pudo contestar: 'Heme aqu, envame a m'. Poda hacer el compromiso de convertirse en la garanta del hombre, pues poda decir lo que el ngel ms encumbrado no poda decir: Tengo poder sobre mi propia vida: 'poder para ponerla, y... para volverla a tomar'" (Youth's Instructor, 21 de Junio de 1900; citado en el 5CBA:1110-1111). "El hombre no poda expiar al hombre. Su condicin pecaminosa y cada lo habra constituido en una ofrenda imperfecta, un sacrificio expiatorio de menor valor que Adn antes de su cada. Dios hizo al hombre perfecto y recto, y despus de la transgresin no poda haber un sacrificio expiatorio aceptable a Dios en su favor, a menos que la ofrenda hecha fuera de un valor superior al del hombre en su estado de perfeccin e inocencia. "El divino Hijo de Dios era el nico sacrificio de valor suficiente para satisfacer ampliamente las demandas de la perfecta ley de Dios. Los ngeles eran sin pecado, pero su valor era inferior al de la ley de Dios. Estaban sujetos a la ley. Eran mensajeros destinados a hacer la voluntad de Cristo y a inclinarse ante l. Eran seres creados y sometidos a prueba. Sobre Cristo no se impusieron requisitos. Tena poder para poner su vida y para volverla a tomar. No tena obligacin alguna de emprender la obra de la expiacin. El sacrificio que hizo fue voluntario. Su vida era de suficiente valor como para rescatar al hombre de su condicin cada" (Review and Herald, 17 de Diciembre de 1872; publicado ms tarde en The Spirt of Prophecy [ed. de 1877], t. 2, pp. 9-10, y citado en el 7A:459). "Slo Cristo poda abrir el camino, por hacer una ofrenda igual a las demandas de la ley divina" (Review and Herald, 17 de Diciembre de 1872). Al morir en la cruz, l transfiri la culpa de la persona del transgresor a la del Sustituto divino a travs de la fe en l como su Redentor personal. Los pecados de un mundo culpable, que en figura son representados (240) tan 'rojos como el carmes', le fueron imputados al Redentor divino" (Manuscrito 84a, 1897; citado en el 7A:460). "La justicia se movi de su exaltado trono, y con todos los ejrcitos del cielo se aproxim a la cruz. All vio a Uno igual a Dios que estaba sufriendo el castigo por toda injusticia y pecado. Con perfecta satisfaccin la Justicia se inclin en reverencia ante la
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cruz y dijo: `Es suficiente' " (General Conference Bulletin, cuarto trimestre de 1899, t. 3, p. 102; citado en el 7A:467). "La justicia requera los sufrimientos de un hombre. Cristo, que es igual a Dios, provey los sufrimientos de Dios. l no necesitaba expiacin" (Review and Herald, 21 de Septiembre de 1886; citado en el 7A:471). "Cristo llev nuestros pecados en su propio cuerpo sobre el madero... Qu debe ser el pecado si ningn ser finito poda hacer la expiacin? Cul debe ser su maldicin si slo la Deidad pudo conjurarla? La cruz de Cristo testifica ante cada hombre que el castigo del pecado es la muerte (Carta 23, 1873; citado en Nuestra Elevada Vocacin:46). "Ninguna tristeza puede tener alguna comparacin con la tristeza del Ser sobre quien cay la ira de Dios con fuerza abrumadora. La naturaleza humana puede soportar slo una cantidad limitada de prueba y afliccin. Lo finito slo puede soportar la medida finita, y la naturaleza humana sucumbe; pero la naturaleza de Cristo tena una capacidad mayor para sufrir, pues lo humano exista en la naturaleza divina, y cre una capacidad para sufrir y soportar lo que es el resultado de los pecados de un mundo perdido" (Manuscrito 35, 1895; citado en A Fin de Conocerle:66). Slo Uno que es Dios puede ser un eficaz Intercesor o Abogado de Dios."La reconciliacin del hombre con Dios slo poda ser realizada a travs de un mediador que fuera igual a Dios, que poseyera los (241) atributos que lo dignificaran, y lo declararan digno de tratar con el Dios infinito en favor del hombre y tambin de representar a Dios ante un mundo cado. El sustituto y la garanta del hombre deba tener la naturaleza del hombre, un entronque con la familia humana a quien deba representar y, como embajador de Dios, deba participar de la naturaleza divina, deba tener una conexin con el Infinito, con el fin de manifestara Dios ante el mundo y ser un mediador entre Dios y el hombre" (Review and Herald, 22 de Diciembre de 1891; citado en el 7A:486). "Cristo como Sumo Sacerdote en lo interior del velo inmortaliz de tal manera el Calvario que, aunque vive para Dios, muere continuamente al pecado y de este modo, si alguien peca, tiene un Abogado ante el Padre. Sali de la tumba rodeado por una nube de ngeles, revestido de un poder y una gloria maravillosos: los de la Divinidad y la humanidad combinados" (Manuscrito 50, 1900; citado en el 7A:482). "Jess se hizo hombre para poder mediar entre el hombre y Dios. Revisti su divinidad con humanidad, se hizo miembro de la especie humana, para que mediante su largo brazo humano pudiera envolver a la humanidad, y con su brazo divino aferrarse del trono de la Divinidad" (Carta 121, 1897; ver 7A:484). "La plenitud de su humanidad y la perfeccin de su divinidad constituyen para nosotros un fundamento slido sobre el cual podemos llegara reconciliarnos con Dios. Cuando todava ramos pecadores, Cristo muri por nosotros. Tenemos redencin a travs de su sangre, incluso el perdn de los pecados. Sus manos atravesadas por los clavos se extienden hacia el cielo y la tierra. Con una se aferra de los pecadores en la tierra, y con la otra del trono del Infinito, y as logra la reconciliacin para nosotros. Hoy Cristo se encuentra de pie como nuestro Abogado delante del Padre. Es el nico Mediador entre Dios y el hombre. Puesto que lleva las marcas de la crucifixin, defiende las causas de nuestra alma" (Carta 35, 1894; citado en el 7A:485). "Slo Jess poda darle seguridad a Dios, porque era igual a Dios. Slo l poda ser un Mediador entre Dios y el hombre; porque (242) posea divinidad y humanidad, Jess poda darle seguridad a ambas partes en cuanto al cumplimiento de las condiciones prescritas. Como el Hijo de Dios le da seguridad a Dios con respecto a nosotros, y como la Palabra eterna, como Uno igual al Padre, nos da seguridad acerca del amor del Padre
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por nosotros, los que creemos en la palabra que l empe. Cuando Dios quiso darnos seguridad acerca de su inmutable consejo de paz, dio a su Hijo unignito para que llegara a formar parte de la familia humana, para retener para siempre su naturaleza humana como una prueba de que Dios cumplira su palabra" (Review and Herald, 3 de Abril de 1894; citado en el 7A:485-486). La personalidad y la deidad del Espritu Santo."El Consolador que Cristo prometi enviar despus de ascender al cielo es el Espritu en toda la plenitud de la Divinidad, lo que hace manifiesto el poder de la gracia divina a todos los que reciben a Cristo y creen en l como un Salvador personal. Son tres las personas vivientes del tro celestial; en el nombre de estos tres grandes poderes el Padre, el Hijo y el Espritu Santo son bautizados los que reciben a Cristo mediante la fe viviente, y esos poderes cooperarn con los sbditos obedientes del cielo en sus esfuerzos por vivir la nueva vida en Cristo" (Special Testimonies, Serie B, N' 7, pp. 6263 [1905]; citado en Ev:446). "El prncipe del poder del mal puede ser mantenido en jaque nicamente por el poder de Dios en la tercera persona de la Divinidad, el Espritu Santo" (Special Testimonies, Serie A, N 10, p. 37 [1897]; citado en Ev:448). "Necesitamos comprender que el Espritu Santo, quien es una persona as como Dios es una persona, camina por estos terrenos" (Manuscrito 66, 1899; de una charla transcrita que se dio a los estudiantes del Colegio de Avondale y citado en Ev:447). "El Espritu Santo es una persona, porque testifica a nuestros espritus que somos hijos de Dios. Cuando se da este testimonio, lleva (243) consigo su propia evidencia. En esas ocasiones creemos y estamos seguros de que somos los hijos de Dios... "El Espritu Santo tiene una personalidad, de lo contrario no podra dar testimonio a nuestros espritus y con nuestros espritus de que somos hijos de Dios. Tambin debe ser una persona divina porque, en caso contrario, no podra escudriar los secretos que estn ocultos en la mente de Dios. Porque quin de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espritu del hombre que est en l? As tampoco nadie conoci las cosas de Dios, sino el Espritu de Dios (1 Cor. 2:11) " (Manuscrito 20, 1906; citado en Ev:447-448). "Los eternos dignatarios celestiales Dios, Cristo y el Espritu Santo, armndolos [a los discpulos] con algo ms que energa mortal... avanzaran con ellos para llevar a cabo la obra y convencer de pecado al mundo" (Manuscrito 145, 1901; citado en Ev:447). "Debemos cooperar con los tres poderes supremos del cielo el Padre, el Hijo y el Espritu Santo y estos poderes trabajarn mediante nosotros, convirtindonos en obreros juntamente con Dios" (Special Testimonies, Serie B, N 7, p. 51 [1905]; citado en Ev:448). Nota del Compilador: Observamos una significante similitud de expresin cuando Elena de White, al usar el lenguaje de Colosenses 2:9, aplica este lenguaje a todos los miembros de la Deidad: "El Padre es toda la plenitud de la Divinidad", "el Hijo es toda la plenitud de la Divinidad", y el Espritu Santo es "toda la plenitud de la Divinidad" (Ev:446). La unicidad o la unidad de la Deidad."La unidad que existe entre Cristo y sus discpulos no destruye la personalidad ni de uno ni de otros. Son uno en propsito, en mente, en carcter, pero no en persona. As es como Dios y Cristo son uno" (MC:329). (244)
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"La Divinidad se conmovi de piedad por la raza humana, y el Padre, el Hijo y el Espritu Santo se entregaron a s mismos a la obra de llevara cabo el plan de redencin" (Consejos sobre la Salud:219). "Cristo, el Verbo, el Unignito de Dios, era uno con el Padre eterno uno en naturaleza, en carcter y en propsitos era el nico ser que poda penetrar en todos los designios y propsitos de Dios" (PP:12; compare con CS:546). "Los judos nunca antes haban odo tales palabras provenientes de labios humanos, y una influencia convincente los invadi; porque pareca que la divinidad resplandeca a travs de la humanidad cuando Jess dijo: 'Yo y el Padre uno somos'. Las palabras de Cristo estaban llenas de profundo significado cuando esgrimi el argumento de que l y el Padre eran de una misma sustancia y posean los mismos atributos" (Signs of the Times, 27 de Noviembre de 1893; citado en el 7A:435). "Para salvar al transgresor de la ley de Dios, Cristo, el nico igual al Padre, vino a vivir el cielo delante de los hombres, para que stos pudieran aprender a conocer en qu consiste tener el cielo en el corazn" (Fundamentals of Christian Education:179; citado en el 7A:435). "La nica manera en que la raza cada poda ser restaurada era mediante el don de su Hijo, igual a l, poseedor de los atributos de Dios" (Review and Herald, 8 de noviembre de 1892; citado en el 7A:435). "El Hijo de Dios comparti el trono del Padre, y la gloria del eterno, del nico que existe por s mismo, cubri a ambos" (PP:15). "El Redentor del mundo era igual a Dios... La autoridad por medio de la cual hablaba y haca milagros era expresamente suya, y sin embargo nos asegura que l y el Padre son uno" (Review and Herald, 7 de Enero de 1890; citado en el 7A:437). (245) "El Verbo exista como un ser divino, como el eterno Hijo d, Dios, en unin y unicidad con su Padre. Era el Mediador del pacto desde la eternidad; el nico en quien, si lo aceptaban, seran benditas todas las naciones de la tierra, tanto judos como gentiles. El Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios'. Desde antes que fueran creados los hombres o los ngeles, el Verbo estaba con Dios y era Dios" (Review and Herald, 5 de Abril de 1906; 1MS:247; Ev:446-447). "Para que el transgresor pudiera tener otra prueba, para que los seres humanos pudieran ser atrados al favor de Dios el Padre, el eterno Hijo de Dios se interpuso personalmente para sufrir el castigo de la transgresin. Nuestro rescate fue pagado por Uno que se visti de humanidad, quien sin embargo era uno con la Deidad" (Review and Herald, 8 de Febrero de 1898; citado en Exaltemos a Jess:147). Escudriad las Escrituras' (Juan 5:39). Este mandato es del eterno Hijo de Dios" (Youth's Instructor, 31 de Agosto de 1887). "Cun privado de todo estuvo el Ser que, mientras iba de un lado a otro entre los sbditos a los que vino a salvar, apenas si una voz solitaria lo llam bendito, apenas si una mano solitaria se le tendi en amistad y apenas si un techo solitario le ofreci refugio. Luego miremos debajo del disfraz, y a quin vemos? A la Divinidad, al eterno Hijo de Dios, igualmente poderoso, igualmente dotado infinitamente con todos los recursos de poder, y al hallado en la condicin de hombre" (15ML:25-26; 1888 Material:28). "Cristo, el autor de la salvacin del hombre, [era] el eterno Hijo de Dios" (Review and Herald, 8 de Agosto de 1878). "El Seor jesucristo, el divino Hijo de Dios, existi desde la eternidad como una persona distinta, y sin embargo una con el Padre... Esto no era robar a Dios" (Review and Herald, 5 de Abril de 1906).
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"Son tres las personas vivientes del tro celestial; en el nombre de estos tres grandes poderes el Padre, el Hijo y el Espritu Santo son (246) bautizados los que reciben a Cristo mediante la fe viviente, y esos poderes cooperarn con los sbditos obedientes del cielo en sus esfuerzos por vivir la nueva vida en Cristo" (Ev:446). "Debemos cooperar con los tres poderes supremos del cielo el Padre, el Hijo y el Espritu Santo y estos poderes trabajarn mediante nosotros, convirtindonos en obreros juntamente con Dios" (Ev:448). "Los eternos dignatarios celestiales Dios, Cristo y el Espritu Santo armndolos [a los discpulos] con algo ms que energa mortal... avanzaran con ellos para llevar a cabo la obra y convencer de pecado al mundo" (Ev:447). "Si Dios el Padre hubiera venido a nuestro mundo y morado entre nosotros, humillndose, velando su gloria, para que la humanidad pudiera contemplarlo, la historia que tenemos de la vida de Cristo no habra cambiado... En cada acto de Jess, en cada leccin de su instruccin, debemos ver, or y reconocer a Dios. Para la vista, para el odo, es en efecto la voz y los movimientos del Padre" (A Fin de Conocerle:340). (247)
SECCIN IV: La doctrina de la Trinidad y sus implicancias para el pensamiento y la prctica cristianos.-
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CAPTULO 15: POR QUE ES IMPORTANTE LA TRINIDAD - PARTE I.El amor de Dios y la deidad de Cristo.Habiendo examinado la evidencia bblica para la Trinidad (el "qu" de la doctrina) y el desarrollo histrico de la doctrina (el "cmo" de la enseanza), ahora volvemos nuestra atencin a la pregunta de "por qu" la doctrina es decisiva para que la acepten los cristianos. En otras palabras, si la doctrina es verdadera, "entonces qu?" Componentes claves de la enseanza trinitaria.Antes de continuar, repasemos los elementos fundamentales de la doctrina. La doctrina de la Trinidad ensea que la Deidad consiste en tres personas divinas: el Padre, el Hijo y el Espritu Santo. No son tres Dioses, sino tres Personas divinas que son una en naturaleza (la misma esencia o sustancia), carcter y propsito. Cada una preexisti eternamente; es decir, nunca hubo un tiempo en la eternidad pasada cuando no coexistieron y nunca habr un tiempo futuro en que dejarn de existir. Aunque las tres personas divinas son una, han asumido diferentes papeles o posiciones en la obra de la Divinidad en la creacin, la redencin y la amante administracin del universo. El Padre ha asumido el liderazgo total, el Hijo se ha subordinado al liderazgo del Padre, y el Espritu est subordinado voluntariamente a ambos, al Padre y al Hijo. (249) El Hijo es la segunda persona plenamente divina de la Deidad, quien, mientras retuvo su plena deidad, dej a un lado las galas o prerrogativas de su poder divino y lleg a ser plenamente humano en la encarnacin. El Espritu acta como el representante personal y divino de la Trinidad en la tierra. El Espritu Santo es igualmente tan divino como el Padre y el Hijo, y es completamente personal. Estas son las convicciones principales que los cristianos han confesado como la verdad bblica acerca de la Santa Trinidad. El "por qu" o el entonces qu?" de la Trinidad.Lo que sigue en este captulo y en los dos siguientes son (1) las razones teolgicas ms importantes de por qu un creyente encontrar que la Trinidad es una doctrina esencial, y (2) algunas consecuencias prcticas que se desprenden de esas razones teolgicas. En otras palabras, el "por qu" o el "entonces qu?" de la Trinidad incluye consecuencias teolgicas importantes, incluso esenciales, que surgen de una reflexin seria sobre el amor del Padre, la plena deidad del Hijo y del Espritu, la personalidad del Espritu y la unicidad esencial de naturaleza que comparten los Tres. Una perspectiva sobre doctrina.La doctrina, por correcta que pueda ser intelectualmente, no es muy til a menos que pueda demostrar de manera clara algunas deducciones teolgicas muy prcticas. Podemos exponer mejor este asunto con las siguientes preguntas: Es realmente importante ser doctrinalmente correcto en las cuestiones provocadas por la Trinidad? Podra alguien perder su alma si negara la doctrina? Es esta doctrina esencial para tener un entendimiento claro de la misma naturaleza de Dios, del significado de la muerte de Cristo sobre la cruz, y de la victoria tanto de Dios como de su pueblo sobre el pecado, la tentacin y la muerte? Antes de comenzar una reflexin sostenida sobre estos asuntos que tenemos a mano, ofrecemos la siguiente perspectiva. (250) Aunque la doctrina es importante para la experiencia cristiana, ser doctrinalmente correcto no es un requisito absoluto para la salvacin. Debemos admitir que todos nosotros hemos estado doctrinalmente fuera de foco. Cada uno de nosotros ha sostenido
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algunas convicciones teolgicas bastante inmaduras en el pasado. La estricta verdad es que an tenemos que alcanzar algn crecimiento y claridad en nuestro entendimiento de Dios. Por eso, si la salvacin se basara absolutamente en la doctrina perfecta, todos estaramos condenados. Sin embargo, habiendo aceptado esto, tambin debemos reconocer que la falsa doctrina y la mala teologa pueden contribuir en gran manera a disminuir nuestra experiencia espiritual, principalmente por tener conceptos deprimentes o distorsionados de Dios. Estoy seguro de que muchos de nosotros hemos tenido la experiencia de recibir malas referencias sobre un empleado en perspectiva, un socio de negocios o alguna otra persona significativa. Todas estas referencias tienden a crear dudas que conducen a la desconfianza.. Cualquier desconfianza es un grave impedimento para cualquier amistad productiva o relacin de negocios. Sin embargo, citando tales argumentos demuestran ser falsos, y cuando obtenemos la verdad autntica acerca de la persona en cuestin, eso nos permite avanzar mucho en desarrollar amistades o asociaciones satisfactorias y productivas. Podemos comparar la sana doctrina a una buena investigacin para ver cmo Dios ha conducido el plan de salvacin y su parte en la gran controversia. Usted pregunta si necesitamos continuar con un Dios? La respuesta es S! El desafo es muy simple: ha habido tanta mala informacin divulgada por los enemigos de Dios, que una persona podra estar mejor informada si hiciese alguna investigacin bastante concienzuda sobre la veracidad o falsedad de cualquier afirmacin hecha acerca de Dios. Para los adventistas del sptimo da tal investigacin de antecedentes sera consistente con nuestra interpretacin del tema del gran (251) conflicto. Este escenario persuasivo describe un universo echado a perder por una gran lucha sobre la naturaleza de Dios y de su amor. Representa al Dios del universo invitndonos francamente a meditar cuidadosamente en la verdad acerca de su naturaleza y maneras de dirigir las cosas. Sus medios principales de comunicar la verdad acerca de su naturaleza y carcter son la Biblia y su autorrevelacin en la persona de Jess. As que nuestra pregunta es: Hay otros asuntos involucrados en la doctrina de la Trinidad que podran ayudarnos a ir al meollo de lo que realmente necesitamos conocer acerca de Dios? Adems de eso, puede un conocimiento tal darnos una ayuda especial para sobrevivir en las etapas finales del gran conflicto? Humildemente proponemos que la Trinidad es una doctrina absolutamente fundamental y esencial que aclara conceptos errneos muy generalizados acerca de Dios, su naturaleza y su carcter. Y lo que revela la Trinidad har ms fcil para nosotros el estar reconciliados con Dios y ser siervos ms eficaces en nuestra testificacin para l y por l. El asunto principal.Al completar el examen de la evidencia bblica en favor y en contra de la Trinidad en el captulo 7, dedicamos alguna atencin cuidadosa al tema de Dios como la encarnacin del amor. La doctrina de la Trinidad afirma que la Deidad consiste en tres personas divinas coeternas que han vivido en una relacin de amor sustentadora y sumisa por toda la eternidad. Este aserto, si es verdad, es muy significativo acerca de la naturaleza esencial de la Deidad. Adems de eso, lo que est en juego no es slo la naturaleza fundamental de Dios involucrada en esta revelacin de amor trino, sino tambin lo que tuvo en mente para quienes cre a su imagen.
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Si Dios es amor (1 Juan 4:8) en la misma esencia de su naturaleza y nos hizo a su imagen, "conforme" a su "semejanza" (Gn. 1:26-27), entonces esto debe decirnos que la misma esencia de lo que significa (252) ser un ser humano se encuentra en vivir en una relacin social/espiritual que sea amante, confiada y sumisa con Dios y nuestros semejantes. Tal vez podramos poner el asunto de esta manera: Si la esencia de la naturaleza de Dios es eterna, infinita y de amor en relacin, y l nos hizo a su imagen, entonces la misma esencia de lo que significa vivir es participaren relaciones que expresen amor! En otras palabras, existir real y verdaderamente es vivir en un amor orientado-hacia afuera, no en un amor dirigido-hacia adentro, no en una satisfaccin que se centra en el yo. La primera consecuencia prctica es que si la misma naturaleza del universo que Dios cre es de amor abnegado, es decir que est interesado en otros antes que en buscar alguna ventaja personal o egosta, entonces las actitudes o acciones que busquen el propio bien son destructivas, ya que las genuinas buscan el bien de los dems. Por eso las "relaciones de amor" (lcitas) semejantes a las de Dios son las que intentan fomentar los intereses de los dems antes que los del yo; todo lo que tenga que ver con el yo es sospechoso. Y esas actitudes y acciones que forman relaciones satisfactorias, productivas, son las que debemos buscar con afn.53 Sin embargo esto plantea un asunto muy serio: Pueden los seres humanos pecadores conocer verdaderamente lo que constituye una relacin de amor legtima, orientada hacia los otros? El gran adversario, Satans, ha sostenido que el nico camino para encontrar amor y verdadera felicidad es hacer del yo y de la satisfaccin de los deseos propios el objetivo principal de la vida. Quin tiene razn? Sugerimos que Dios, en su autorrevelacin trinitaria, ha afirmado que nos cre para reflejar el amor que reside sobrenaturalmente en su mismo ser como un Dios amante por la eternidad que es uno en tres. Adems, el amor trino que se encuentra en Dios no est orientado hacia el yo, y eso implica enfticamente que encontraremos nuestro gozo y satisfaccin ms grande en vivir para otros y servir a otros. (253) Nosotros creemos que todos los cristianos reconocern que el camino de amor de Dios es el mejor. En realidad, es el nico camino a seguir. Sin embargo, la siguiente consideracin es que, sencillamente, nosotros los seres humanos no deseamos en forma natural vivir de esa manera. Nuestra misma naturaleza, en conflicto con el corazn de la naturaleza de Dios, una naturaleza de relaciones abnegadas, nos empuja constantemente a vivir como el maligno: completamente para el yo! Qu dice la Trinidad acerca de esta situacin terrible en la que nos encontramos atrapados? Quin es el nico que puede redimir? El relato bblico nos cuenta que en la creacin original, Dios invisti a la humanidad con la capacidad natural para amar y vivir de manera semejante a la Trinidad. Pero los humanos se revelaron y ahora vivimos de una forma ms demonaca que amorosa. Cmo, pues, ha reaccionado Dios ante este trgico cambio de eventos? Las buenas nuevas de nuestro Hacedor son que no slo nos ha creado en un asombroso acto de amor desbordante (deseaba ampliar el crculo del amor trinitario), sino que ahora determin redimirnos en una impresionante efusin de amor abnegado. Es en la misma esencia de este amor sacrificado donde la verdad de la Trinidad recibe la prueba de fuego ms grande y la revelacin ms sorprendente y conmovedora.
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Trataremos ms de las deducciones prcticas y ticas del amor de Dios en el captulo final de esta seccin.
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Dios tuvo que hacer frente al problema de la rebelin anglica y humana, una clase de pecado totalmente contra del principio de su corazn de amor eterno. Entonces, qu es lo que hace Dios? El argumento irresistible de la Biblia es que el Dios trino ha elegido amarnos de una forma que crea el nico sendero posible para la reconciliacin y la redencin. Manifiesta un escenario redentor que puede restaurar las relaciones dirigidas hacia otros con las dirigidas a I mismo, y en el proceso establecer una orientacin de relacin que una vez ms capacitar a los seres humanos para visir en amor los unos con los otros. (254) Aunque Dios no ama nuestro pecado y pecaminosidad, su misma naturaleza de amor lo ha impulsado instintivamente a alcanzarnos en misericordia redentora, no a darnos un golpe en un fogonazo ardiente de recta justicia. Y l ha hecho todo esto en formas en las que se propuso restaurar nuestra condicin como sus hijos e hijas de valor infinito. Su meta es transformarnos a su imagen de una manera salvadora por medio de la curacin de nuestras historias y naturalezas pecaminosas que tanto han plagado de problemas nuestra existencia (y la suya). Preguntamos una vez ms: Cmo realiza Dios todo esto? Acta con la fuerza de la justicia y purga el universo de su rebelin? S, podra haber hecho eso, pero no ha elegido hacer un arreglo tan rpido. La narracin bblica sugiere enfticamente que su forma ha sido la senda de los llamamientos y las demostraciones pacientes, benignas, de su amor eterno. El corazn de su plan ha sido darnos en sacrificio a su propio Hijo divino para que viniera y fuera uno con nosotros, viviendo como hombre para mostrarnos lo que es en realidad en todas partes el amor divino. La culminacin de la misin del Hijo era vivir y morir de tal manera que pudiramos ser perdonados, reconciliados y, finalmente, sanados de la enfermedad del pecado. Slo Cristo es capaz de redimirnos.Pero tuvo que ser la persona de su propio Hijo el don del sacrificio? Podra haber sido el agente de la reconciliacin un ngel o algn otro ser no cado de algn otro mundo que siempre am a Dios y permaneci leal? Preguntas tales provocaron los antiguos debates del siglo IV sobre la naturaleza divina de Cristo. Atanasio, el principal defensor de la plena deidad de Cristo en Nicea, tom una posicin firme contra Arrio al afirmar que el nico que poda redimirnos eficazmente y sanar al mundo no era otro sino Dios mismo. Ningn ser creado o derivado (angelical o de otra naturaleza) fue considerado capaz de llevara cabo esta gran misin. (255) Pero, por qu es que slo el sin igual Hijo de Dios seria capaz de tal misin? Por qu es Jess el nico ser que poda revelar plenamente a qu se parece Dios? Lo que sigue son las respuestas que fluyen de la misma esencia de la naturaleza trinitaria de la Deidad! Slo Dios puede revelar a Dios.Slo uno que es Dios en el sentido ms pleno de la palabra puede mostrarnos eficazmente a qu se parece Dios (Juan 14:8-11; 1 Cor. 1:21-24). Y como Jess era plenamente uno en naturaleza y carcter con el Padre, poda demostrarnos la verdad acerca de Dios. No slo "se necesita Uno para conocer a Uno", sino que se necesita Uno que conoce realmente la deidad por naturaleza para dar una revelacin verdaderamente creble de a qu se asemeja Dios. Ningn dios creado, semidis o dios derivado de alguna naturaleza divina estara suficientemente equipado para hacer esa tarea. Slo uno
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"de adentro" de la Divinidad puede mostrarle realmente a la humanidad la verdad acerca de Dios. Slo Dios puede hacer el sacrificio.Sin embargo, la cuestin ms profunda gira alrededor de este punto: por qu slo un miembro de la Deidad (fue elegido Jess) poda ofrecer un sacrificio por el pecado completamente eficaz y salvador. Aqu necesitamos movernos con sumo cuidado y claridad. Necesitamos recordarnos que estamos en los lmites de una verdad importante envuelta en un profundo misterio. Ante todo necesitamos admitir que, en un sentido literal, la verdadera Deidad es inmortal por naturaleza y que no puede experimentar la muerte. Esta verdad sencilla y bblica (1 Tim. 6:14-16) explica una de las razones por las que fue necesaria la encarnacin (Heb. 2:9, 14-18). Slo una naturaleza dependiente, mortal, humana poda estar sujeta a muerte. Y en la experiencia de la encarnacin, Jess tom la naturaleza humana y muri. Pero una vez ms planteamos la pregunta: Por qu slo uno que (256) era plenamente divino poda ser capaz de ofrecer el sacrificio de una muerte expiatoria? Cmo es verdad esto si Cristo en su deidad era imposible que muriera? Jess es el nico hacedor de la expiacin.Parece que la respuesta tiene una cantidad de facetas cautivadoras: 1. La misma unin de la divinidad con la humanidad en la naturaleza encarnada de Cristo sugiere que aunque la divinidad no muri literalmente, es como si hubiera muerto en el siguiente sentido: La deidad de Cristo, junto con su humanidad, consinti en forma abnegada en morir en cada paso del camino a la cruz. Y al hacerlo as, la misma naturaleza de la muerte humana de Cristo lleg a estar investida con el valor infinito del amor eterno. Puede ser til una ilustracin de la muerte de Abraham Lincoln. Desde un punto de vista puramente personal, su muerte no fue ms trgica que la de cualquier otra vctima de asesinato. Pero desde la perspectiva de su valor para su nacin, su muerte fue una tragedia mucho mayor. El valor investido en la vida y el carcter de Lincoln, por virtud de su oficio como presidente y por virtud de sus hechos como el sonador de las heridas de la nacin en la Guerra Civil, revistieron su muerte con un significado mucho mayor que la de cualquier otro ciudadano comn. Y Cristo, el nico que era divino por naturaleza, dotado con las funciones de Creador y Redentor, era el nico ser de valor y virtud suficientes para ofrecer un sacrificio por el pecado eficazmente salvador. Elena de White, al seguir la misma tesis que sigui Atanasio y los primitivos escritores trinitarios, lo expres de esta manera: "El divino Hijo de Dios era el nico sacrificio de valor suficiente como para satisfacer ampliamente las demandas de la perfecta ley de Dios. Los ngeles eran sin pecado, pero su valor era inferior al de la ley de Dios... Su vida [la de Cristo] era de suficiente valor como para rescatar al hombre de su condicin cada" (The Spirit of Prophecy, t. 2, p. 10; citado en el 7A:459). (257) "Cristo es igual a Dios, infinito y omnipotente. l poda pagar el rescate por la libertad del hombre... l poda decir lo que el ngel ms encumbrado no poda decir: Tengo poder sobre mi propia vida: poder para ponerla, y... para volverla a tomar' " (Youth's Instructor, 21 de Junio de 1900; citado en el 5CBA:1111). 2. Slo un amor que residiera en un miembro de la Deidad era capaz de juzgar eficazmente el pecado. Podramos expresar el asunto del juicio del pecado en esta forma: El divino amor de Cristo posea completamente no slo un valor innato, sino
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tambin el poder de conquistar el pecado. Y por qu es esto as? Una clave posible yace en la misma naturaleza de lo que es el pecado. Cuando realmente vamos a la esencia del pecado, podemos decir con seguridad que el pecado involucra la naturaleza y las acciones "sin-amor" de la naturaleza de los seres creados. Usted podra preguntar: "De qu est hablando usted cuando usa el trmino `sin-amor'?" La misma naturaleza de la justicia piadosa es la manifestacin de amor. La ley de Dios es una expresin concreta de su naturaleza de amor (Mat. 22:36-40; Rom. 13:8-10; 1 Juan 5:2-3). La ley define, en mandamientos vvidos, la forma verdadera como pensarn y obrarn los seres llenos con amor divino. Y lo que va en contra de la expresa ley de Dios acta en forma contraria al amor de Dios. Por eso el pecado es pensar y obrar no slo de una forma ilcita, sino de una manera desprovista de amor. Para poner este asunto en otras palabras, el pecado puede entrar en la existencia slo por causa de la misma naturaleza del amor de Dios. Que el amor de Dios requiera el libre albedro hace posible la existencia del pecado. La misma libertad dada por Dios, que es esencial para el ejercicio del amor, permite la desobediencia pecaminosa. Sin embargo, cuando el pecado se aprovecha de la libertad nacida del amor de Dios y va contra la misma naturaleza de Dios, slo puede manifestarse como actitudes y acciones elegidas egostamente de criaturas "sin-amor". De esa manera el pecado llega a ser una creacin humana que se alimenta del amor de Dios y llega a ser una (258) deformacin intensamente perversa del amor divino. Sencillamente, el pecado no puede existir sin la naturaleza de amor de Dios, pues es un desarrollo perversamente parasitario [vive a expensas de otro]. Con toda seguridad, Dios no es en ningn sentido el autor del pecado. El pecado es el misterioso y perverso invento de Satans y nada podr explicarlo completamente jams. Pero si Dios no nos concediera el derecho a elegir cosas contrarias a su naturaleza de amor, no podra existir tal cosa como pecado. Dios poda haber evitado ese riesgo y habernos preprogramado para que no pecramos. Pero entonces habramos sido un montn de robots haciendo la voluntad de Dios slo por instinto. S, Dios tom un derrotero altamente arriesgado cuando cre seres a la propia imagen de su naturaleza amante. Pero, podra habernos hecho de alguna otra manera si en verdad deseaba una raza de seres que pudieran relacionarse amorosamente con l de una manera libre y responsable? Por tanto, puesto que podemos entender el pecado slo como lo que est totalmente en desacuerdo con el amor de Dios (elegir libremente las actitudes y acciones faltas de amor), entonces debe ser verdad que slo uno que es eterno, que es amor divino por naturaleza, estara equipado para desenmascarar, circunscribir y destruir al pecado y a su autor. Slo el poder inteligente de amor divino que reside en Cristo en quien "habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad" (Col. 2:9) tiene el poder de revelar y juzgar su parasitario lter ego [otro yo]. El resultado de esos hechos es que la muerte de Cristo en la cruz fue, en principio, el juicio y la derrota del pecado. Este juicio y destruccin del pecado por medio del poder divino de Cristo tiene dos consecuencias importantes: a. La vida y la muerte de Cristo revelaron el amor divino en una forma nunca antes vista en la historia del universo. Y esa justicia amante y misericordiosa se extiende en ondas de influencia moral y espiritual para darle a los pecadores el arrepentimiento por el pecado. Un arrepentimiento as es inspirado no slo por Cristo al revelar la enormidad del pecado, sino que tambin resulta de una apreciacin profunda del ofrecimiento que Dios nos hace de una misericordia que (259) realmente no merecemos. As, la revelacin de amor de Jess en su vida perfecta y en su muerte expiatoria cambia
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nuestras actitudes hacia el pecado y hacia Dios, de manera que somos capacitados para responder a su propuesta de misericordia y nueva vida. Pero el juicio que hizo el Hijo del pecado, por causa de la demostracin de su amor en su vida y su muerte, permite a Dios hacer un acto ms importante: b. La perfecta obediencia de Cristo a la ley y su llevar por nosotros el castigo por la ley quebrantada permite que Dios perdone a los pecadores arrepentidos. Por causa de Cristo l concede perdn al pecador arrepentido. Es decir, por causa de lo que el amor de Dios ha asegurado en la vida y la muerte de Cristo, Dios puede garantizar nuestro perdn al declarar que todo lo que le pertenece a Cristo es ahora considerado como nuestro. Se nos dan nuevas reseas histricas (la vida de Cristo es ahora nuestra), nuevo estado legal y motivos poderosos del amor de Dios para vivir una vida de semejanza a l y vivir para l desde ahora en adelante. Y todo esto se ha obtenido sobre la base de lo que el amor de Dios ha elaborado, no de lo que alguna criatura meramente humana ha realizado. Los mritos justificadores de Cristo son las manifestaciones de la justificacin de Dios, no los de alguna criatura! Este entendimiento de la forma en que Dios nos perdona y de su gracia que nos justifica est inevitablemente vinculado con su amor divino. Slo el amor que reside en el Cristo plenamente divino podra garantizar una justificacin as. Lo que ha demostrado ser completamente interesante es que, a travs de los siglos, las tradiciones religiosas antitrinitarias y unitarianas siempre han cado en los conceptos legalistas de salvacin. En otras palabras, slo cuando el pecador ha sido bueno y obediente puede una persona as ser considerada como perdonada. Pero cuando llega la claridad trinitaria, los movimientos trinitarios tienen una fuerte tendencia a dar un nfasis renovado al perdn o la justificacin por gracia slo por medio de la fe.54 El judasmo, el Islam, los Testigos de Jehov y el adventismo temprano no trinitario, todos han tendido a carecer de una doctrina clara (260) de la gracia justificante que slo se basa en los mritos de la divina justificacin de Dios. Fue slo cuando el adventismo del sptimo da comenz a salir de su interpretacin no trinitaria de la divinidad de Cristo que comenz a encontrar claridad en la justificacin por gracia slo por medio de la fe. De hecho, parece ser una ley de la historia sagrada que hasta que los creyentes no obtienen una vislumbre mayor de la plena deidad de Cristo, no le va demasiado bien a la salvacin por gracia slo por medio de la fe. No obstante, los beneficios de la plena deidad de Cristo no terminan con la manifestacin de la gracia que justifica. Su deidad tambin garantiza una experiencia poderosa de nueva vida para el creyente en la gracia que transforma. 3. La necesidad de un sacrificio divino surge tambin del hecho de que slo un ser que posee la inmortalidad en forma natural puede ofrecer vida eterna a los que se aprovechan del poder salvfico de su muerte expiatoria. La nueva vida que viene de Cristo incluye conversin a una vida de amor en el tiempo y a una vida que nunca termina en ocasin de la segunda venida. De esa manera su muerte no slo cancela el pecado y destruye el poder de la muerte, sino que el amor divino de Cristo nos faculta para ser restaurados en nuestros caracteres. 4. Llamamos santificacin o gracia que cambia la vida a la gran obra de la restauracin del carcter. No slo es absolutamente esencial la deidad plena de Cristo para su
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Una posible excepcin a esta tendencia es el catolicismo romano. Sugerira que la razn para esta excepcin es doble: (1) la doctrina de la Trinidad es casi una filosfica letra muerta en la tradicin romana (est en los libros, pero en realidad m se la utiliza teolgicamente). (2) La obra intercesora de Jess ha sido casi totalmente eliminada por el nfasis prctico sobre la intercesin de. Mara y los santos. En otras palabras, la intercesin humana ha desplazado prcticamente a la persona divino/ humana de Jess.
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ofrecimiento de perdn o de gracia justificante, sino que tambin provee el poder de la gracia que transforma. El pecado ha descompuesto tan profundamente la creacin de Dios, que el nico ser que poda arreglarla no era otro sino el agente activo original de la creacin: el divino Hijo de Dios! Jess, el gran Creador, llega a ser el gran mdico del alma humana destrozada por la violenta infeccin del pecado! Sus poderes curativos, que fluyen de su vida perfecta y su muerte expiatoria, son tan poderosos que ninguna alma desesperada necesita perder la esperanza de ser curada. (261) Posiblemente, aun otra metfora adems de la curacin podra explicar el asunto del amor transformador. Esa sera la metfora de la presencia consoladora de un padre fuerte que est con un nio dbil y temeroso. Cuando era un nio pequeo, tena mucho miedo de la oscuridad. Cuando tena que hacer algn mandado por la noche, me imaginaba toda clase de ogros malos acechando en las sombras. Pero de alguna manera, cuando mi padre que era fuerte estaba conmigo, todo pareca fuera de peligro y seguro. Cuando el poderoso Dios, el poderoso Jess, estn a nuestro lado, no necesitamos temer en la lucha contra las fuerzas demonacas de las tinieblas. 5. Adems de todo eso, no slo fue necesaria la plena deidad de Cristo para perdonar el pecado y transformar nuestros caracteres, sino que su naturaleza divina nos asegura que l siempre est all intercediendo por nosotros como nuestro Redentor. Es decir, el Cristo divino es un abogado eficaz y constantemente disponible, es un intercesor o mediador entre la humanidad y Dios. S, Uno que es divino es tambin "el hombre" (1 Tim. 2:5-6). Es un concepto expresado hermosamente en la metfora de la "seguridad". Este trmino tranquilizador proyecta la idea de una persona que sin cesar representa a otro particularmente en casos de deuda. El garante asegurar que ser pagada la deuda en caso de fallar el que ha incurrido en ella. Los escritores que creen en la Biblia han usado con frecuencia la maravillosa descripcin de Cristo como el "sustituto y la garanta" del pecador, para representarlo a l como nuestro abogado mediador ante el Padre. S, hay Uno que nos representa, cuya plenitud de amor infinito est a favor de nosotros! Qu Salvador completo y suficiente tenemos en Cristo! Una vez ms, Elena de White ha expresado este tema en una forma que se parece fielmente a las confesiones trinitarias clsicas del siglo IV "La reconciliacin del hombre con Dios slo poda ser realizada a travs de un mediador que fuera iguala Dios, que poseyera los atributos que lo dignificaran, y lo declararan digno de tratar con el Dios infinito en favor del hombre y tambin de representar a Dios ante (262) un mundo cado. El sustituto y la garanta del hombre deba tener la naturaleza del hombre, un entronque con la familia humana a quien deba representar y, como embajador de Dios, deba participar de la naturaleza divina, deba tener una conexin con el Infinito, con el fin de manifestara Dios ante el mundo y ser un mediador entre Dios y el hombre" (Review and Herald, 22 de Diciembre de 1891; citado en el 7A:486). Pero Cristo ya no est fsicamente presente con nosotros para hacer esa obra. Cmo entonces puede efectuar semejantes cambios y traernos tanto consuelo desde tan lejos? Encontramos la repuesta en la obra y persona de la poderosa agencia de la tercera persona de la Deidad, el poderoso Espritu Santo. Es a este asunto al que dedicaremos nuestra atencin en el captulo siguiente. CAPTULO 16: POR QUE ES IMPORTANTE LA TRINIDAD - PARTE II.El Espritu Santo y la unicidad trina de la Divinidad.-
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INTRODUCCIN.Ciertamente el Espritu Santo ha recibido menos atencin en la teologa y en el cristianismo prctico que la recibida Ciertamente por el Padre o el Hijo. Sin embargo, es muy probable que eso sea lo que el Espritu Santo quiere. Su especialidad nunca ha sido llamar la atencin a su propio ser o persona. Ms bien, su mayor deleite consiste en enfocar amorosamente su ministerio en poner de relieve al Padre a travs de su representacin del Hijo. Es en este ministerio donde podemos hablar verdaderamente del Espritu como el "Consolador" o "Auxiliador" (NKJV) celestial. Sin embargo nos preguntamos: Podra el Espritu Santo llevar adelante eficaz y verdaderamente su ministerio si fuera slo alguna especie de Internet celestial creado y no la poderosa tercera persona de la Deidad eterna? Y en conclusin, qu consecuencias teolgicas podra tener la unicidad trina o la profunda unidad de la Deidad para nuestro entendimiento de la salvacin y la seguridad de que Dios gobierna el universo? Primero veamos la persona y la obra del Espritu Santo. El Espritu Santo como el agente divino y personal de la salvacin.Relacionado estrechamente con los asuntos de la naturaleza y (264) persona divina de Cristo estn los que involucran la deidad, persona y obra del Espritu Santo. Las clsicas convicciones trinitarias han sostenido de una manera consecuente que slo un ser que es Pleno Dios puede representar apropiadamente al Padre y al Hijo a la raza humana. Adems de eso, slo el pleno Espritu divino puede hacer eficazmente la obra de Cristo como un hecho salvador en el corazn del ser humano. La plena deidad del Espritu.El texto bblico que da el testimonio ms persuasivo de la necesidad prctica de la plena deidad del Espritu Santo es 1 Corintios 2:7-12: "Hablamos sabidura de Dios en misterio... la que ninguno de los prncipes de este siglo conoci... Pero Dios nos la revel a nosotros por el Espritu; porque el Espritu todo lo escudria, aun lo profundo de Dios. Porque quin de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espritu del hombre que est en l? As tampoco nadie conoci las cosas de Dios, sino el Espritu de Dios. Y nosotros no hemos recibido el espritu del mundo, sino el Espritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido". El pasaje afirma claramente que podemos conocer a Dios slo mediante el Espritu de Dios, quien ahora es su representante autorizado en la Tierra, la revelacin de su amor y poder salvador. Por eso slo tiene sentido si el Espritu Santo representa correctamente a ambos, al divino Padre y al Hijo, pues entonces l tambin debe ser plenamente divino. Una vez ms, no slo "se necesita Uno para conocer a Uno, sino que se necesita un ser de la misma clase o naturaleza esencial para revelar esa clase a alguna otra clase de naturaleza. En otras palabras, slo un ser que es plenamente divino, quien comparte enteramente la naturaleza eterna del amor divino, puede comunicar adecuadamente tal amor a un mundo lamentablemente destituido del conocimiento divino y sentenciado a muerte. Reflexione cuidadosamente en una cantidad de otras implicancias "slo" de la plena deidad del Espritu Santo: (265) 1. Slo el Espritu Santo de Dios poda traer el poder convencedor y convertidor del gran amor de Dios a la humanidad cada. Slo Uno que ha estado eternamente unido con el corazn del amor abnegado en el Padre y en el Hijo puede comunicar plenamente semejante amor a los seres humanos perdidos.
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2. Slo el Espritu Santo, que comparte plenamente el corazn de adopcin de Dios, inflamado con amor por sus hijos perdidos, puede impartir a sus hijos humanos enemistados "el espritu de adopcin por el cual clamamos: Abba, Padre! El Espritu mismo da testimonio a nuestro espritu, de que somos hijos de Dios" (Rom. 8:15, 16). 3. Slo Uno que obr con el Hijo en la creacin estara equipado para volver a recrear a las almas arruinadas por las fuerzas destructivas de Satans y del pecado (Rom. 8:10, 11). La funcin recreados del Espritu est estrechamente ligada a la obra de producir fruto espiritual. Por eso slo el Espritu divino, que obra con Cristo la vid guau 15:111), es competente para producir en el pueblo de Dios las "primicias del Espritu" (Rom. 8:23). Adems de esto, el asunto del "fruto del Espritu" adquiere un significado ms claro cuando llega a ser evidente que todos esos distintos frutos (gozo, paz, benignidad, paciencia, etc.) no son sino manifestaciones del "fruto" del amor, el fruto que todo lo incluye (Gl. 5:22-24). 4. Slo el Espritu Santo que sostuvo a Cristo a travs del horror del Getseman y el Calvario puede consolarnos plenamente cuando pasamos por nuestros valles oscuros y las terribles noches del alma. 5. Slo el Espritu, que conoce completamente el corazn de nuestro gran Sumo Sacerdote Intercesor puede representar adecuadamente el consuelo e impartir las bendiciones de la intercesin constante de Cristo en favor de nosotros ante el Padre de amor. 6. Slo el Espritu que inspir las oraciones de Jess puede ayudarnos eficazmente en nuestras debilidades. "Y de igual manera el Espritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qu hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles. Mas el que escudria los corazones (266) sabe cul es la intencin del Espritu, porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos" (Rom. 8:26-27). 7. Slo Uno que puede estar plenamente afinado con el corazn del ministerio encarnado de Jess, y a su vez ser capaz de estar en todos los lugares al mismo tiempo (la omnipresencia de Dios), puede transmitir la presencia redentora de Cristo a todo el mundo. El nico ser que puede hacer una cosa as es el siempre y omnipresente Espritu Santo. La personalidad del Espritu.En el captulo 4 bosquejamos la evidencia bblica para la plena personalidad divina del Espritu Santo. Por qu este tema es tan crtico? Sentimos realmente el poder en la declaracin de que el Espritu de Cristo es la manifestacin de la presencia personal de Cristo a nosotros? No es la presencia personal del amado el corazn del poder del amor? Podra existir un amor redentor eficaz que en ltima instancia no se manifiesta en una presencia personal? El pensamiento de que el Espritu Santo fuera alguna especie de Internet celestial, le trae a su alma alguna sensacin de anticipacin personal? Gracias a Dios que el Espritu Santo es la persona divina que se comunica, en lugar de alguna especie de red electrnica impersonal! Recuerdo muy vvidamente el gozo de comunicarme, va electrnica, con mi prometida cuando estbamos separados temporaria-mente por los aparentemente interminables kilmetros y das. Pero benditos como pueden ser semejantes canales, en ltima instancia demostraron no ser un sustituto muy satisfactorio para el estar realmente con ella! Si las nicas esperanzas de amor a las que podra haber aspirado en aquellos das hubiesen sido un correo electrnico o una relacin telefnica, habra sido el ms digno
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de "conmiseracin de todos los hombres" (1 Cor. 15:19)! Gracias a Dios, el Espritu Santo es una presencia eficaz y personal del Novio a la novia. Cuntos han experimentado los servicios tcnicamente competentes (267) pero impersonales del personal mdico a quienes les falta lo que llamaramos un buen trato atento y gentil. Y sin embargo, cuando Cristo viene para consolarnos en todas nuestras situaciones estresantes y en las enfermedades relacionadas con el pecado, su trato atento y gentil satisface nuestras necesidades en forma poderosa y personal por medio de la persona de su Santo Espritu, su representante en la tierra. Adems, cuando Dios nos invita a servirlo, a testificar por l y a realizar grandes hechos para Dios, es el poder y la direccin del Espritu personal lo que nos fortalece y nos proporciona valor, visin y sabidura. Por eso, slo el Espritu Santo, el Consolador celestial, puede sanar verdaderamente al alma humana enferma y dirigir nuestro testimonio y nuestro servicio en el mundo. LA UNICIDAD DE LA DEIDAD Y SU SIGNIFICADO TEOLGICO.La unicidad de Dios y la unidad del universo.El mundo est lleno de divisiones terribles y profundas fracturas. La alienacin tirante entre individuos, grupos de gente, religiones y naciones ha desgarrado la trama social. Adems, basados sobre los conceptos que apuntalan el tema del gran conflicto, una sensacin intuitiva de desconfianza satura el gran universo cuando se encara el problema de cmo Dios hace frente a la crisis llamada pecado. Tiene algo que decir la unicidad de la Deidad en cuanto a estos dilemas que nos afligen? La unidad trina promete un universo unificado.Si las divisiones que perturban la tranquilidad de nuestro mundo y las preocupaciones csmicas del universo inteligente van a tener alguna posibilidad de ser curadas, tendrn que venir de los esfuerzos reconciliadores de la Deidad. Decimos esto porque la doctrina de la Trinidad sostiene que la unidad profunda de naturaleza, carcter (268) y propsitos de la Deidad proporciona la nica base segura para la esperanza de que alguna vez pueda ser curada la alienacin del orden creado. Wayne Grudem expresa el asunto de esta manera: "Si no hay perfecta pluralidad y perfecta unidad en Dios mismo, entonces tampoco tenemos base para pensar que pueda existir alguna unidad final entre los diversos elementos del universo" (Grudem, pp. 247248). La enajenacin que ha desgarrado el universo de Dios tiene su origen en el horrendo fenmeno del pecado. Lo esencial del problema es esto: Tiene la Deidad dentro de su naturaleza de amor infinito los recursos para reconciliar las separaciones que ha causado el pecado? La muerte de Cristo trae reconciliacin.Quisiramos proponer que el quid de la respuesta cristiana a la pregunta anterior gira alrededor de la muerte expiatoria de Cristo. Puede la muerte de Cristo verdaderamente traer plena reconciliacin? Estamos convencidos que puede, y el punto crucial del asunto tiene que ver con el juicio de Dios sobre el pecado que manifest a travs del sacrificio sustitutivo de nuestro divino Seor. Sin embargo, muchos cristianos han expresado profundas dudas acerca del concepto global de que Cristo ofreciera un sacrificio de sustitucin para satisfacer la naturaleza de la justicia de Dios. Argumentan que semejante concepto no slo es cuestionable moralmente, sino que hace que Dios se parezca a algn ogro airado que intenta descargar su ira sobre un tercero mal dispuesto. Cul es la verdad de este asunto?
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Si vamos a hace una evaluacin razonable del concepto de la muerte de Cristo, entendida en trminos de un acto de sustitucin por medio del sacrificio que satisface la justicia de Dios, sera necesario proporcionar algunos antecedentes sobre los diversos modelos explicativos que ha usado el cristianismo para explicar el significado de la cruz. Por eso pedimos que el lector preste atencin cuidadosa (269) a las siguientes lneas de pensamiento. Los modelos de la expiacin.Pensadores que han reflexionado profundamente sobre el significado de la muerte de Cristo han mencionado teoras o modelos clsicos con los cuales ilustrar o explicar el significado de la muerte de Cristo. En otras palabras, tales modelos tratan de responder a la pregunta de por qu tuvo que morir Cristo. Aunque todos esos modelos han demostrado ser tiles para nuestra interpretacin de la expiacin, ninguno de ellos (ni siquiera todos ellos puestos juntos) pueden agotar las misteriosas profundidades del acto redentor de Dios de amor propiciatorio. Pero con todo nos ayudan a concentrar nuestros pensamientos en una forma que se enfoquen mejor al pensar acerca del significado de la muerte de Cristo. Los modelos que tuvieron ms influencia caen en dos categoras bsicas: "subjetivos" y "objetivos". Modelos subjetivos: Lo que el trmino "subjetivo" intenta comunicar es que la muerte de Cristo busca principalmente demostrar los diferentes aspectos del amor redentor de Dios de manera que produzcan un cambio en la mente y el corazn de los pecadores rebeldes. De los modelos subjetivos, el mejor conocido es la teora de la "influencia moral", propuesta por Abelardo (1079-1142). Sostiene que Cristo muri para mostrar a qu extremos llegara Dios para manifestar amor al pecador; o sea, que el propsito de la propiciacin era ms bien hacer que los hombres de arrepintieran. Dios ya estaba reconciliado, as que la muerte de Cristo era la expresin de amor y simpata de Dios por los hombres pecaminosos. Su objetivo consista en mover a los hombres al arrepentimiento y a la obediencia amorosa. Dios nos am tanto que dio a su Hijo para morir de manera que pudiera expresar su amor en solidaridad con los pecadores en su terrible situacin. No conocemos a ninguno que est en (270) desacuerdo con este punto. Sin embargo, lo que hace que esta teora sea controvertida est en lo que niega, no en lo que afirma. No ve la necesidad de que la muerte de Cristo diera satisfaccin a la naturaleza de justicia de Dios como un requisito previo para su ofrecimiento de perdn. Los partidarios de la teora de la influencia moral afirman que el amor de Dios perdona el pecado libre y gratuitamente, y que no existi ninguna necesidad anterior para que se satisfaga la justicia divina en la ejecucin de un justo castigo por el pecado. Los defensores de esta teora declaran que la necesidad de la muerte de Cristo aparece en el deseo de Dios de demostrar amor, no en la amante satisfaccin de justicia a travs del pago de la penalidad del pecado. As ellos consideran que la muerte de Cristo es slo una demostracin de amor, no la ejecucin amante de la justicia divina. Otro modelo subjetivo bien conocido es la teora gubernamental de la propiciacin, propuesta por Hugo Grotius (1583-1645). Tambin afirma que la muerte de Cristo expone el amor de Dios y que no era necesario que Cristo muriese como un sustituto para satisfacer la ira personal de Dios, o sea su justicia La muerte de Cristo fue la exhibicin hecha por Dios de su propia alta estimacin de la ley y de su condenacin del pecado. Seamos muy claros acerca de este modelo: No niega la necesidad de que Cristo
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muriera, sino que simplemente pretende que Dios no requera la cruz para satisfacer la ira justa que reside dentro de su naturaleza de amor. Este modelo contina afirmando que Dios ilustra su amor por medio de una manifestacin de su justicia pblica. Lo que la muerte de Cristo establece es que Dios estuvo dispuesto a sufrir tanto como tena que sufrir para mantener el orden de gobierno del universo. Adems de eso, la teora sostiene que la muerte de Cristo muestra claramente que si los pecadores persisten en el pecado, tendrn que pagar las consecuencias de una muerte por ejecucin de la justicia. Por eso, por amor, Dios amonesta a los pecadores acerca de (271) los resultados de aferrarse al pecado y les recuerda que mantendr su justicia en su universo, en el cual preside como un gobernador moral. Lo que ambos modelos subjetivos tienen en comn es que la muerte de Cristo fue (1) una necesidad salvadora y (2) una clara demostracin del amor de Dios, pero despus proceden a presentar una modificacin importante: (3) el Padre no necesit la muerte de Jess para satisfacer la naturaleza personal de Dios de justicia o aversin al pecado. De esa manera la muerte de Cristo demuestra la grandeza del amor divino y amonesta contra el carcter mortfero del pecado. Sin embargo, los defensores de cada modelo subjetivo de expiacin han expresado profundas reservas acerca de cualquier necesidad real para la muerte de un sustituto cuyo sacrificio satisfara la naturaleza de amante justicia de Dios. Modelos objetivos: Estos conceptos de la expiacin presentan explicaciones de la muerte de Cristo que sostienen que Dios en su amor necesitaba emprender ciertas acciones para asegurar que las provisiones para la salvacin humana fueran plenamente consistentes con la justicia y misericordia del amor divino. Por eso estos modelos exigen ms que una demostracin de amor. Demandan enfticamente que el amor debe actuar en una forma que satisfaga completamente la justicia antes que Dios pueda ofrecer misericordia a los pecadores. Por tanto, la expresin "objetivo" se refiere a lo que la naturaleza de amor de Dios hizo por nosotros, no a un cambio en la forma como responderemos a Dios en nuestro interior. Objetivamente, Dios tena que demostrar su amor en la muerte de Cristo a travs de juzgar primero el pecado. Es entonces, sobre la base de su justo juicio del pecado, que Dios puede ofrecernos el fruto de su amor. Por eso provey un perdn misericordioso para nuestros pecados consistente con su naturaleza de justicia. En otras palabras, la muerte de Cristo cambi objetivamente la condicin humana ante Dios, no precisamente nuestro estado mental o nuestra actitud hacia l. El ms conocido de los modelos objetivos de la expiacin es la (272) as llamada teora de la satisfaccin, propuesta por Anselmo de Canterbury (1033-1109). Declara bsicamente que el amor de Dios ofreci a Cristo como el sustituto de los pecadores con el fin de pagar su justo castigo por el pecado (la muerte eterna). En el curso de su sacrificio sustitutorio, la muerte de Cristo satisfizo la justicia divina. El modelo o teora de la satisfaccin ha tenido numerosos y bien conocidos defensores. Martn Lutero, Juan Calvino, Juan Wesley y Elena de White estn entre los ms familiares para los protestantes y los adventistas del sptimo da.
Una evaluacin de los modelos.Ahora el lector podra preguntar: Qu tienen que ver todos estos modelos de la expiacin con la unidad divina de la Deidad? Y qu podra tener que ver nuestra
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interpretacin de la muerte de Cristo con su plena deidad y su igualdad con el Padre y el Espritu Santo? Como ya se seal, todos los defensores de los diferentes modelos afirman la verdad positiva que hay en los modelos subjetivos. Todos estn de acuerdo en que el amor divino necesita una demostracin extraordinaria hecha por ningn otro sino por Dios mismo. Y como hemos insistido en el captulo anterior, slo un Cristo plenamente divino poda revelar eficazmente la naturaleza completa del amor de Dios a un mundo alienado. Sin embargo, la pregunta crucial es: Necesit morir Cristo para satisfacer los requerimientos de la amante justicia de Dios? Fue necesaria la satisfaccin de la justicia divina una exigencia necesaria del amor de Dios antes de poder ofrecer su misericordioso perdn a los pecadores? Nosotros insistimos en que la amante justicia de Dios necesitaba ser satisfecha por la muerte de Cristo como un castigo por el pecado. Todo el fundamento para este argumento surge de lo que queremos decir por "amor de Dios". Afirmamos que el entendimiento de la Biblia y de Elena de White del amor divino incluye un equilibrio (273) perfecto de dos componentes complementarios: justicia y misericordia! El amor de Dios se manifiesta a s mismo en la justicia de su ley y su ira contra el pecado, no sencillamente en un ofrecimiento gratuito (gratis) de misericordia perdonadora. Todos estn de acuerdo en que Dios demostr su amor por medio de su buena voluntad para perdonar a los pecadores. Pero la pregunta que parece que exige una respuesta urgente es: Qu queremos decir cuando hablamos de la ira de Dios? Puede existir semejante cosa como una "ira justa" en la naturaleza de amor de Dios? Muchos se encuentran confundidos por la palabra "ira". Provoca visiones de Dios como si tuviera un mal temperamento o una explosin de venganza contra los pecadores. Pero tal visin no comprende el verdadero sentido de la justicia de Dios. Quisiramos someter a consideracin el hecho de que la ira de Dios se refiere a ese aspecto de su amor que no puede hacer otra cosa sino tener una reaccin alrgica al pecado. Es decir, cuando el amor de Dios hace frente a cualquier cosa que es contraria a su justa naturaleza, su naturaleza no puede en ltima instancia soportar ninguna cosa que se opone a su naturaleza esencial de amor justo! Sin embargo, la aversin de Dios es contra el pecado, no contra los pecadores. Por eso cuando el justo amor de Dios hace frente al pecado, entonces entra en juego su lado misericordioso. La amante misericordia de Dios sencillamente no le permitir abandonar a los que estn cautivos en las garras del pecado sin un esfuerzo vigoroso de ofrecerles redencin. Y Dios la provey mediante el sacrificio misericordioso de Cristo por nuestros pecados. En esa forma su muerte ha proporcionado misericordia en una manera completamente consecuente son la justicia divina. Cristo nuestro sustituto satisfizo la justa ira de Dios, capacitndolo para ser a la vez "el justo, y el que justifica al que es de la fe de Jess" (Rom. 3:26). Por tanto, en la muerte de Cristo tenemos no slo una demostracin de la justicia de Dios sino una satisfaccin plena e imparcial de la justicia de Dios de modo que puede haber un ofrecimiento plenamente justo de misericordia divina. (274)
Quin es el sustituto?
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Ahora la pregunta clave a la que hace frente el modelo de la satisfaccin es: Quin sera un candidato aceptable para desempear el cargo de sustituto expiatorio? Aqu vemos que entra en juego la unicidad de la naturaleza divina de la Trinidad. Ya hemos demostrado que cualquiera que fuera este sustituto, no podra ser un ser humano o alguna otra criatura. Slo uno que es plenamente Dios podra demostrar al mismo tiempo el amor divino y juzgar completamente al pecado en todo su horror. Si afirmamos que podra ser algn ser creado (la versin arriana del Hijo de Dios), o algn ser que posea slo alguna especie de deidad derivada (el concepto semiarriano del Hijo de Dios), entonces tenemos la situacin extraa de que Dios es dependiente de alguna criatura para demostrar su amor y satisfacer su justicia. Un cuadro tal evoca visiones de una criatura suplicando a Dios por misericordia o a Dios exigiendo justicia de alguna vctima que es criatura. Y finalmente, Dios estara descargando su ira sobre un tercero inocente, cuestionando la justicia completa de un acto tal. Sin embargo, si la vctima del sacrificio es a la vez plenamente Dios y verdaderamente humana, tal como lo es Jesucristo, entonces tenemos un nuevo conjunto de posibilidades. Piense en esto de esta manera: La muerte del Dios/hombre Jess no es meramente la muerte de un humano o de una criatura extraterrestre, sino que tambin es la muerte de Dios! Como indicamos antes, la muerte de Cristo requera su deidad; no que su deidad muri literalmente, sino que estuvo all en completa unidad con su naturaleza humana. Su deidad consinti plenamente con su muerte como sacrificio por el pecado. La deidad de Cristo muri, para decirlo en forma proverbial, "mil muertes" en la muerte de su humanidad! La ofrenda que hizo Abraham de Isaac nos proporciona una ilustracin emocionante de la verdad que estamos tratando de aclarar (ver Gn. 22). Dios llev a Abraham a soportar la prueba ms grande que podamos imaginarnos. "Toma ahora tu hijo, tu nico, (275) Isaac, a quien amas, y vetea tierra de Moriah, y ofrcelo all en holocausto sobre uno de los montes que yo te dir" (Gn. 22:2). Nadie sino Dios ser alguna vez capaz de conocer plenamente el dolor que retorca violentamente el corazn del gran patriarca! Aunque Abraham fue completamente obediente a Dios en su prueba asombrosa, la gracia de Dios lo exceptu de la ejecucin real de su "nico hijo". Pero para todos los propsitos prcticos, Abraham sacrific a su hijo y muri l mismo mil muertes en ese proceso. Y as fue con la deidad de Cristo. Su deidad, tan unida y mezclada con su humanidad, comparti plenamente la angustia mental de la muerte de Cristo de manera que podamos decir verdaderamente que Dios muri por nosotros. La Deidad sufre la penalidad.Con todo, cuando decimos de Dios muri, eso se refiere slo a la deidad del Hijo? Con seguridad, No! Debido a la profunda unidad de la unicidad trina en naturaleza, podemos reconocer que el Padre y el Espritu Santo estaban tambin profundamente presentes y en solidaridad con la muerte expiatoria de Cristo. Esta verdad profunda e incisiva la expresa el apstol Pablo: "Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcili consigo mismo por Cristo... que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo" (2 Cor. 5:18-19). As que, quin es el sustituto? Fue simplemente el hombre Cristo Jess? Absolutamente no! Incluy al hombre Cristo Jess? Con toda seguridad s! Fue eso todo lo que estuvo incluido en la muerte sustitutiva? Con toda seguridad no! La humanidad de Cristo estaba tan unida con su plena deidad que cuando muri podemos verdaderamente decir que toda la Deidad "estaba en Cristo" y sufri su muerte expiatoria.
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La deidad de Cristo es la plena deidad de toda la Divinidad trina. Y este sacrificio de s mismo asombrosamente unificado juzg al pecado de tal manera que hizo una completa provisin para la salvacin de toda la raza humana. (276) Por tanto, en verdad podemos decir que Dios, al satisfacer su naturaleza de justicia amante, no descarg su ira sobre un tercero inocente o sobre alguna vctima maldispuesta. Antes bien, en Cristo ha satisfecho las necesidades de justicia a travs de su propio sacrificio divino hecho voluntariamente. Se revela alguna injusticia en tal satisfaccin sustitutiva de la justicia de Dios? Y no es un sacrificio as la misma esencia del amor trino para toda la eternidad? Es un amor que es mutuamente sumiso de s mismo, abnegado y rebosando con consecuencias creativas y redentoras para los seres creados del universo. Adems de eso, lo que ha sido sustituido no es el carcter moral, sino el cumplimiento de los requisitos legales que reflejan la propia naturaleza de amor de Dios. Y una vez ms sostenemos que el amor de Dios incluye una demanda desbordante tanto de justicia como de misericordia. Y si se niega una, la otra llega a ser sin sentido, disolviendo el amor de Dios en alguna especie de misericordia sentimental o ira destemplada. Tanto Elena de White como John Stott han expresado poderosamente esta verdad: "Mediante Jess, la misericordia de Dios fue manifestada a los hombres; pero la misericordia no pone a un lado la justicia. La ley revela los atributos del carcter de Dios, y no poda cambiarse una jota o una tilde de ella para ponerla al nivel del hombre en su condicin cada. Dios no cambi su ley, pero se sacrific, m Cristo, por la redencin del hombre" (White, El Deseado de todas las gentes, p. 710; la cursiva es nuestra). "Con el fin de salvarnos en una forma tal como para satisfacerse a s mismo, Dios, a travs de Cristo, se sustituy a s mismo por nosotros. El amor divino triunf sobre la ira divina por el autosacrificio divino" (Stott, p. 159). La gran verdad de la Santa Trinidad y de la muerte expiatoria de Cristo habla elocuentemente de que Dios, en su Hijo, llev el castigo del pecado como nuestro sustituto e hizo una provisin infinitamente costosa y poderosa para la plena reconciliacin de toda la raza humana. Y si Dios puede hacer una provisin tan eficaz (277) para la raza humana alienada por el pecado, eso nos asegura que tambin puede sanar las grandes divisiones en el universo. El juicio y la vindicacin de Dios.Uno de los problemas filosficos ms apremiantes con el que luchan todas las religiones es el problema del mal. Muchos individuos-tambin han luchado con ese problema desafiante. La cuestin bsica involucra cmo un Dios bueno, que afirma ser el Creador amante, puede permitir que tanto mal, sufrimiento e injusticia echen a perder la felicidad y el gozo de los habitantes de la tierra. Una vez ms sugerimos que la doctrina de la Trinidad hace una contribucin vital a esta discusin. El quid de la respuesta cristiana al problema del mal y la injusticia de tanto sufrimiento es que el origen fundamental del mal y del sufrimiento que aflige a este mundo es el pecado. Sin embargo, de acuerdo con la interpretacin cristiana del pecado y del mal, la experiencia presente de sufrimiento no es toda la historia. Los cristianos creen que vendr un da cuando el mal ser erradicado y los males corregidos. Pero, quin har esa tarea? Aqu es donde la doctrina de la Trinidad revela una verdad profunda. La solucin al problema del mal tiene y continuar teniendo que venir de ninguno otro sino de Dios mismo en la persona y obra de su Hijo. Dios mismo se ha metido en la batalla contra el
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sufrimiento y el mal. Y como se ha involucrado? Al enviar a su propio divino Hijo como una solucin para la espantosa mancha que el mal ha esparcido de una parte a otra de la creacin. Ninguna mera criatura poda proporcionar completamente la respuesta; slo lo poda hacer Dios en Cristo. Puesto de otra manera, Dios no envi al ngel Gabriel, ni a ningn ser humano, ni a algn ser extraterrestre no cado de algn otro mundo. Envi a su Hijo para ser la persona clave en la batalla contra el mal. Por eso Dios no pas el problema a ningn ser finito (natural o sobrenatural) para que lo solucionara, sino que en su divino (278) Hijo Dios asumi completa responsabilidad. La Trinidad y el tema del gran conflicto.Nosotros proponemos enfticamente que la obra del Jess divino, en el marco del gran conflicto, proporciona la nica explicacin satisfactoria de la existencia del mal y su erradicacin final del universo. El pecado irrumpi en el cielo, la morada de Dios, a travs de la misteriosa e inexplicable rebelin de Lucifer. Dios soport largo tiempo a Lucifer, pero finalmente tuvo que expulsarlo de las cortes celestiales. Ahora bien, muchos han cuestionado por qu Dios no destruy inmediatamente a Lucifer y a los ngeles que se le unieron a l en su rebelin. La respuesta al gran conflicto es que Dios se adapt a una solucin a largo plazo ms bien que a un arreglo rpido. Saba que los seres no cados del cielo y del resto del universo no entendan entonces de una manera plena los asuntos involucrados con la deslealtad de Satans. Si hubiera destruido inmediatamente a Satans, eso seres lo serviran ms por temor que por amor informado racionalmente. Pero la emergencia del pecado no tom a la Santa Trinidad desprevenida. Haba concebido un plan en el cual Dios enviara a su propio Hijo a nuestro mundo para hacer frente a Satans en un combate cuerpo a cuerpo. Por medio de. su vida, sus enseanzas y especialmente por su muerte, Cristo venci a Satans, expi el pecado, y lo expuso como el mentiroso y asesino que realmente es. Aunque Satans surgi completamente derrotado de sus tentaciones a Cristo y enajenado del afecto de los seres no cados, otros asuntos permanecen an para ser aclarados. Involucra el arreglo final del pecado y la salvacin de los pecadores arrepentidos, cuestiones que pueden ser contestadas slo en un proceso de juicio. Y quin es el personaje clave en este juicio vindicativo? Ningn otro sino el mismo Seor Jess. El mismo Hijo de Dios, como Salvador y Juez, demostrar en cada fase del juicio que se ha comportado (279) en formas completamente consecuentes con su amor en su trato con todos y con cada caso individual. Los casos de los redimidos y de los que finalmente se pierdan, todos testificarn que Dios en Cristo ha actuado de una manera que justificar su extirpacin final del mal y la salvacin de los redimidos. La razn principal por la que an existen asuntos que deben ser arreglados despus de la muerte expiatoria de Cristo,55 muy probablemente proviene del hecho de que Satans acus originalmente a Dios de ser injusto al exigir obediencia a su ley de amor. Satans argument que la justicia de Dios debe ser consumida o engullida por la misericordia. Cuando Satans fue capaz de seducir al pecado a los seres humanos, entonces arguy que Dios no deba extenderles misericordia. Como Satans no recibi misericordia y Dios lo expuls del cielo, reclam que Dios no mostrara misericordia alguna ni a Adn
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Lo que sigue es una condensacin de la explicacin de Elena de White acerca de los asuntos esenciales que estn en juego en el gran conflicto, tal como aparecen en El Deseado de todas las gentes, pginas 709-712.
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ni a Eva. De esa manera gir alrededor de su argumento original y continu sosteniendo que la justicia deba consumir a la misericordia. El diablo ha continuado usando ambas lneas de argumentacin siempre que se adapten a sus propsitos. Pero cuando llegamos a la gran crisis de la cruz, Dios confront a Satans con un argumento poderoso. La muerte de Cristo manifestaba perfectamente tanto la justicia como la misericordia. En la muerte de Cristo, como nuestro sustituto, Dios provey una exhibicin perfecta de misericordia llena con inquebrantable justicia. Sin embargo, esta justicia, condicionada por la misericordia, le permiti a Dios perdonar los pecados por causa de Cristo. Al mismo tiempo, la muerte de Cristo demostr una justicia perfecta profundamente saturada con misericordia. De esa manera Dios hizo frente a las dos objeciones de Satans a su amor, y Cristo triunf. Por tanto, por qu contina la controversia? (280) La respuesta parece girar alrededor de la pregunta de cmo el tratamiento que Dios hizo del pecado y de los pecadores se expresara despus de la cruz. Esto es especialmente crucial cuando Satans, despus del Calvario, vuelve a presentar con plena fuerza su argumento original: la misericordia debe engullir completamente a la justicia, y la muerte de Cristo eliminar enteramente la ley de Dios. S, superficialmente parecera que la muerte de Cristo fue una manifestacin tan eficaz y profunda del amor misericordioso que es muy posible que Dios se incline ahora hacia el lado de la misericordia al aplicar los efectos de la expiacin a cada caso humano. Pero, la misericordia de Dios hara que l fuera blando con el pecado y el mal? Lo que mostrar el juicio (en todas sus fases: la fase anterior al advenimiento, la milenaria y la del fin del milenio) es que Dios no se ha salido del equilibrio. La investigacin de todos los casos, tanto de los redimidos como de los perdidos, justificar que el amor divino de Cristo sea aplicado de una manera consecuente y justa. Por eso, cuando termine todo el conflicto, Dios ser capaz de desterrar del universo al mal y a todos sus defensores. El amor perfecto derrotar finalmente al mal, vindicar a los fieles y apoyar plenamente a Dios como el legtimo soberano moral del universo. Entonces y slo entonces volver la unidad plena y armoniosa. La cuestin final es: Quin es el que alcanz la gran victoria sobre el mal? Claramente se ver que lo logr Dios, en Cristo, a travs del poder del amor divino e infinito. Y este amor es el mismo corazn de la naturaleza trina de Dios. Al fin, los seres inteligentes de todo el universo estarn unidos y unificados bajo el gobierno de la Santa Trinidad. Una pulsacin de armona latir a travs de la vasta creacin, y todos declararn que Dios es amor! (281)
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Al llevar este estudio bblico, histrico y teolgico a una conclusin, vienen al caso algunas consideraciones prcticas y ticas. Ciertamente, si una doctrina es tan importante teolgicamente como inferimos que es la de la Trinidad, debe tener algunas implicancias prcticas para nuestra vida cristiana diaria. Ya hemos sugerido algunas ideas reveladoras, prcticas y correspondientes a la salvacin, las cuales residen en la misma naturaleza de la naturaleza trinitaria de Dios y en su autorrevelacin. Pero qu podemos decir acerca de asuntos tales como la oracin, la alabanza y la adoracin? A quin debera orar la iglesia? La unicidad en naturaleza y carcter de las tres personas de la Deidad plantea la pregunta muy til acerca de la oracin, la alabanza y la adoracin. A quin deberamos dirigir nuestras peticiones y nuestra adoracin en las devociones personales y en el servicio de adoracin? Con toda seguridad, el mtodo comn de orar es seguir el ejemplo de nuestro Seor en su gran oracin y en su prctica de dirigirse reverentemente al Padre (ver Mat. 6:9-13 y Luc. 11:2-4). Es nuestro gran privilegio dirigir nuestra adoracin, peticiones y alabanzas al Padre en el nombre del Hijo, siempre conscientes de que el Espritu Santo transmite nuestros comunicados terrenales con "gemidos indecibles" (Rom. 8:26). Sin embargo, tenemos ejemplos en la Escritura en los cuales los siervos de Dios han dirigido piadosas splicas al Hijo de Dios. (282) Esteban, en sus hlitos finales, or directamente a Jess: "Seor Jess, recibe mi espritu" (Hechos 7:59). Pablo tambin se dirigi al "Seor Jesucristo", declarando "El Seor viene" (usando el trmino arameo "Maran-ata", 1 Cor. 16:22). Juan el Revelador termin su libro con una oracin: "S, ven, Seor Jess" (Apoc. 22:20). Pero, qu diremos acerca de orar directamente al Espritu Santo? Aunque no tenemos en la Escritura un claro ejemplo o una orden directa de orar al Espritu, el hacerlo as tiene, en principio, algn apoyo bblico implcito. Si el Espritu es en verdad divino y personal e interacta en toda clase de formas personales directas (produciendo conviccin, sanando, trayendo la gracia transformadora, concediendo dones, etc.), pues parece lgico que el pueblo de Dios pueda orar directamente al Espritu Santo y tambin pueda adorarlo. Vamos a expresar el asunto de esta forma: El modelo normal de oracin es al Padre, en el nombre del Hijo, con el conocimiento de que los "gemidos" del Espritu Santo dan curso a nuestras oraciones. Sin embargo, en las ocasiones en que oramos personal y corporativamente, parece mejor orar a la persona ms pertinente de la Deidad. Por ejemplo, al suplicar dones espirituales y poder para que la iglesia testifique, parecera ser lo ms apropiado orar directamente al Espritu Santo. Oraciones a Jess incluiran aquellas de confesin, arrepentimiento y perdn, y ruegos por su pronto regreso. En suma, si las personas de la Deidad son verdaderamente una en naturaleza, carcter y propsito, entonces parece lgico y prctico dirigir las peticiones y alabanzas apropiadas a cualquier persona del Tro celestial en cualquier momento y situacin dados. Consecuencias ticas.Aunque las limitaciones de espacio no nos permiten una discusin amplia acerca de las consecuencias ticas de la enseanza trinitaria, indicamos algunos de los principios ms importantes para las actitudes, acciones y relaciones cristianas. Antes demostramos que si la esencia de la naturaleza trina de Dios (283) es amor eterno, infinito y relacional (social), y que fuimos hechos a su imagen, entonces el mismo
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corazn de lo que significa vivir es hacerlo por medio de relaciones amantes! En otras palabras, si la esencia de la naturaleza de Dios es amor relacional, entonces la misma naturaleza de la existencia humana tambin debera reflejar tales relaciones amantes y satisfactorias. Pero, qu queremos decir por "relaciones de amor"? Si la realidad est definida verdaderamente por la naturaleza de la Trinidad, entonces podemos arribar slo a una conclusin: Existir realmente es vivir en amor orientado-al-exterior, no dirigido-alinterior, en una satisfaccin centrada en el yo. Pablo describi esto cuando declar, "Por tanto, si hay alguna consolacin en Cristo, si algn consuelo de amor, si alguna comunin del Espritu, si algn afecto entraable, si alguna misericordia, completad mi gozo, sintiendo lo mismo, teniendo el mismo amor, unnimes, sintiendo una misma cosa. Nada hagis por contienda o por vanagloria; antes bien, con humildad, estimando cada uno a los dems como superiores a l mismo; no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual tambin por lo de los otros" (Fil. 2:1-4). Con toda seguridad este principio, tan poderosamente patente en la misma naturaleza y acciones de la Trinidad, excluira todos los afanes destructivos de rango o satisfaccin del apetito, posicin, fama y poder. No vemos ninguna de estas caractersticas perniciosas en las manifestaciones de la Santa Trinidad. En vez de eso, encontramos constante sumisin propia, y amor que fluye hacia el exterior, del uno al otro. El Hijo se somete a s mismo al seoro del Padre en la encarnacin, y el Espritu se somete (an hasta el punto de eliminar su identidad personal) a ambos, al Padre y al Hijo, realizando sus mandatos de una manera abnegada. Sin embargo, el lector puede preguntar: Qu podemos decir acerca del Padre? Lo encontramos manifestando semejante sumisin abnegada y mutua? Qu hay de abnegado en dirigir? (284) Quiz la nica forma en que podamos responder esta pregunta es hacindosela a los lderes y padres cristianos. He aqu lo que diran: "Uno de los privilegios ms imponentes, y que sin embargo impone cargas pesadas en el mundo, es el liderazgo social y familiar. S, tal liderazgo le da a uno cierta prominencia, pero tambin conlleva una carga poderosa de cuidado y responsabilidad". Esto es ciertamente lo que el Padre soport al asumir su papel como el lder principal del gran plan de creacin y redencin. Sin duda, los que son enviados a hacer los mandatos de sus lderes llevan cargas especiales, nicas; pero quienes los envan tambin sobrellevan gran agona al sentir preocupacin por los que fueron enviados. Cada dolor de cabeza y pesar que afligi a nuestro Seor en su experiencia en la encarnacin, golpe el corazn del Padre amante. El gran Padre Dios se sacrific a s mismo en un sentido asombroso mientras "estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo" (2 Cor. 5:19). Slo en esta clase de amor abnegado podemos tener alguna sensacin de la armona y el gozo comunitario. El hogar y la iglesia.Este ltimo punto nos conduce a algunas consideraciones esenciales para las dos instituciones sociales claves de Dios: la familia y la iglesia. Ambas estn bajo severos ataques, especialmente en tiempos recientes. Tiene la Trinidad algo que contribuya a nuestra comprensin de la importancia y del funcionamiento adecuado de estas dos unidades fundamentales de la sociedad? Si la misma naturaleza de Dios de amor mutuo y dcil se despliega en el campo familiar del "tro celestial', entonces tenemos la esencia de lo que hace que funcione la institucin matrimonial. Si nosotros, al igual que la "Trinidad, estudiramos abnegadamente primero los intereses de nuestro cnyuge matrimonial, cunto ms feliz sera el mundo. Porque cuanto ms estudiemos la felicidad de los dems, seramos
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capaces de descubrir ms plenamente la verdad, y encontraramos en verdad los gozos ms profundos y ms satisfactorios de la vida. (285) Pero qu decir acerca de la iglesia? Una vez ms si la misma naturaleza de la existencia fluye de la naturaleza social de Dios, entonces podemos comenzar a vislumbrar ms de los privilegios de ser miembro de iglesia. La iglesia, junto con la familia, provee el campo de inters ms importante para el ejercicio y la manifestacin del amor mutuo y edificante. Aqu tenemos dos ambientes maravillosos en los que aprender y experimentar las bendiciones del estmulo mutuo, el servicio reflexivo, la experiencia de compartir, el adorar y la leccin vital de la paciencia. En realidad, las bendiciones y los desafos de participar en ambas instituciones el matrimonio y el compaerismo de la iglesia son tan cruciales para aprender y ejercitar el amor de Dios que con frecuencia me he preguntado si podra posiblemente ir al cielo sin los beneficios de estar en ellas. Con toda seguridad entrar en el ciclo una gran cantidad de personas solteras, y algunas personas, debido a circunstancias extremas, tendrn que ir al cielo sin haber tenido el beneficio de la participacin en la iglesia. Pero sern la excepcin, no la regla. Dnde, sino en la iglesia y en la familia, estaremos ms directamente invitados a expresar nuestras prcticas y actitudes cristianas en acciones concretas? Con toda seguridad el lugar de trabajo y otras situaciones sociales nos desafiara. Pero mi experiencia ha sido que la iglesia y el hogar son los lugares que esperan lo mximo de nosotros. Si usted puede triunfar verdaderamente como un cristiano abnegado, amante en el hogar y en la iglesia, usted puede muy bien triunfar as en cualquier lugar. Su familia y sus compaeros miembros de iglesia generalmente conocen lo autntico que es usted. Y la clave para un xito cristiano vibrante en ambas campos es el poder predominante del flujo exterior del amor que "estima a los dems como superiores" a nosotros mismos. S que lo que hemos bosquejado aqu desafa las actitudes altamente individualistas tan predominantes en la cultura occidental. Pero si la naturaleza profundamente amante establecida en la misma naturaleza social del mismo Dios significa algo, indica que la vida (286) encuentra sus niveles ms profundos de satisfaccin slo cuando vivimos como seres en unidades sociales. Slo en tales situaciones sociales impregnadas con el amor del Dios trino podemos experimentar las porciones ms satisfactorias de la vida. El individualismo radical no est donde se desarrolla la accin en un universo creado para relaciones amantes. Gnero y liderazgo.Muchos se han preguntado si la doctrina de la Trinidad tiene algo para contribuir a los ms recientes debates acerca del papel de las mujeres en el ministerio. Algunos han sostenido que la subordinacin de Cristo al Padre proporciona un ejemplo del papel menor que las mujeres deberan desempear tanto en el matrimonio como en las relaciones de la iglesia. Ms especficamente, otros han sostenido que la subordinacin de Cristo al Padre es eterna, y por eso afirman enfticamente que las mujeres siempre deberan estar en todas las jurisdicciones o puntos de reunin bajo el liderazgo de los varones. Es completamente posible que el hecho de la subordinacin de Cristo al liderazgo del Padre pueda sugerir algunas claves acerca del papel de liderazgo en la iglesia y en la familia. Perola Biblia compara slo el papel de liderazgo del esposo al de Cristo en la iglesia, no al del Padre sobre el Hijo durante la encarnacin (Efe. 5:22-29). Y aun con el modelo de Cristo, el novio lder de la iglesia que es su novia, cada esposo debe recordar que este papel de liderazgo en la familia es uno de servicio profundamente abnegado.
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Cualquier esposo que desee exigir cualquier clase de papel dominante de liderazgo sobre su esposa, debe considerar el pensamiento del apstol Pablo: "Maridos, amad a vuestras mujeres, as como Cristo am a la iglesia, y se entreg a s mismo por ella" (v. 25). Pero que podemos decir acerca de las mujeres y los puestos de liderazgo en la iglesia? Si alguno desea argumentar sobre la base de la supuesta subordinacin eterna de Cristo al Padre en la experiencia de la Trinidad, no encontramos evidencia bblica convincente de que la subordinacin de Cristo haya sido desde toda la eternidad. Su subordinacin (287) fue slo temporaria. Adems, la evidencia de la Escritura es que la subordinacin de Cristo al Padre y la del Espritu Santo al Padre y al Hijo es tan slo para los propsitos prcticos de creacin y redencin entre aquellos que por otra parte son iguales en su naturaleza divina comn. Y, finalmente, Apocalipsis 22:1 habla del trono de Dios como el "trono de Dios y del Cordero'. La poderosa inferencia es que compartirn el trono del universo como asociados completamente iguales. Por tanto, sugerimos que la Trinidad no proporciona ninguna clave precisa de una manera o de otra, cuando llegamos al asunto de qu clases de puesto de liderazgo debe recibir cada gnero en la iglesia. Debemos decidir el asunto sobre otros principios bblicos. Muchos otros asuntos ticos tambin piden a gritos un anlisis trinitario. Por ejemplo, cmo encaja la satisfaccin de la realizacin sexual en el ideal de amor de Dios como una sumisin mutua? Si el amor sexual encuentra su significado central en la experiencia de la Trinidad, de un amor expresado mutuamente por los respectivos miembros de la Deidad y sus criaturas, tienen tales consideraciones algo que decirnos acerca de ciertas formas de perversin sexual (tales como la masturbacin)? Qu tiene que ensearnos el amor trinitario cuando vamos a la educacin curativa, especialmente en la prctica mdica moderna que ha llegado a ser demasiado tcnica e impersonal? Estas y muchas otras cuestiones deben esperar posiblemente por otro libro, pero no por la reflexin seria y piadosa de usted. Conclusiones y llamamiento.Habiendo compartido las evidencias ms atrayentes y convincentes de la Biblia para apoyar el concepto trinitario de Dios, ahora indicamos enfticamente que aunque la Biblia no usa el trmino exacto "Trinidad" para describir a la Deidad, el significado esencial de la terminologa y los conceptos trinitarios reflejan el bsico concepto bblico de Dios. El Dios revelado en la Escritura consiste en tres personas (288) divinas que han existido por toda la eternidad en una profunda unidad, o unicidad esencial de naturaleza, propsito y carcter. Las inferencias ms resaltantes de esta unidad divina han surgido de la afirmacin de que Cristo es sencillamente tan pleno Dios como es el Padre, y que el Espritu Santo comparte la misma naturaleza y es una persona. Adems, hemos descubierto que la naturaleza esencial de su unidad divina es una de amor dinmico, creador, desbordante y abnegado. Este amor se ha revelado a s mismo de la manera ms conmovedora y ardiente en la encarnacin de Cristo Jess, el eterno Hijo de Dios. En esta asombrosa demostracin de amor abnegado, las buenas nuevas de la misericordia y justicia de Dios se revelaron en la victoria sobre la tentacin, en la muerte que provey perdn por medio de la satisfaccin de la justicia divina, en la resurreccin que lleva a la vida eterna, y en la intercesin celestial que hace que todas las realizaciones del amor encarnado estn siempre disponibles para todo el mundo en forma directa. Sin embargo, la encarnacin del Hijo no termin la comunicacin del amor de Dios al mundo. En la ascensin de Cristo, el Padre y el Hijo enviaron a la tercera persona de la
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Divinidad, el Espritu Santo, para ser su agente nico, divino y, sin embargo, terrenal de conviccin, conversin, consuelo y capacitacin para quienes respondan a la iniciativa salvadora de Dios en Cristo. Despus ofrecimos un panorama histrico de cmo el pueblo de Dios ha desarrollado su pensamiento acerca de Dios y cmo ha llegado reiteradamente alas convicciones trinitarias. Estas convicciones se desarrollaron a partir de un profundo estudio de la Biblia, de la experiencia del amor de Dios en la salvacin, de la reflexin piadosa, de la adoracin, y del conocimiento del poder de Dios experimentado en el testimonio y servicio cristianos. Finalmente hemos tratado de disear los aspectos teolgicos y prcticos convincentes de implicancias ticas seleccionadas de la autorrevelacin trinitaria de Dios. Indicamos que la doctrina de la Trinidad contiene principios absolutamente esenciales para la mayora (289) de las doctrinas fundamentales y para los principios ticos del evangelio. La contribucin extraordinaria y vital de la Trinidad a las enseanzas del evangelio nos han llevado finalmente a terminar la presentacin de nuestro alegato. Hay ciertamente ms cosas que podramos decir, pero deseamos terminar con esto: Estamos convencidos de que la doctrina de la Trinidad no es simplemente una sutileza menor sobre alguna doctrina perifrica o algn asunto moral dudoso. La verdad contenida en esta doctrina profunda forma la base esencial para el mismo fondo de lo que es nico al cristianismo. De nuestras percepciones de la Trinidad surge nuestro propio entendimiento de la mayor de todas las nociones bblicas: que Dios es amor. Tal amor no se define sencillamente por sentimiento o experiencia humana, sino por ningn otro ms que por el mismo Dios, el Creador y Redentor del universo. Y las definiciones de amor que cuentan realmente son las que residen en la misma esencia o sustancia de la naturaleza trina y eterna de Dios. Sin embargo, un amor as no estuvo simplemente en estado latente en el ser interior de Dios. Por el contrario, se ha revelado a s mismo en las formas como ha creado el mundo, lo ha redimido del pecado y ha buscado continuamente restablecer su gobierno moral sobre el universo. Si el gobierno moral del universo no est basado en la justicia de su amor, entonces toda la creacin se encuentra en un profundo problema. Sin las iniciativas creadoras y redentoras que tienen su origen en el amor de Dios manifestado y concedido libremente, el universo se hundira finalmente en una anarqua moral, social y fsica. Por tanto, slo el amor que abunda en la naturaleza trina de Dios puede establecer los principios morales que hacen que la vida sea ordenada y significativa. No slo le debemos nuestra existencia y salvacin a Dios, sino que somos enteramente dependientes de l para cualquier semejanza de orden moral (ya sea ahora o en el mundo del porvenir). (290) Pero su amor no es ms o menos un sentimiento tierno, misericordioso y de orden moral. La manifestacin trina de amor tiene un lado inflexible junto a l: la justicia. El pecado ha forzado al aspecto de justicia que tiene el amor a hacer frente al inenarrable horror de la invasin del mal en un universo creado por el expansivo amor divino. Y la pregunta persiste: Hay alguna solucin para este terror indescriptible? Contestamos con la afirmativa: el amor de Dios no slo es tierno, relacional y personal, sino que tambin es justo y soberano. Los ltimos conceptos nos consuelan con el hecho de que Dios no permitir que el pecado y su horrible fruto de mal y sufrimiento aflijan para siempre al universo. Aunque las ruedas del molino de su justicia han molido lentamente, finalmente molern hasta una finalidad satisfactoria. Dios venci los terrores del mal encargndose l mismo finalmente de la emergencia. En la persona de su amado Hijo Dios descendi y fue al encuentro del pecado y sus terrores concomitantes de una manera frontal. Dios no
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deleg la solucin del problema del pecado y todo su sufrimiento resultante en algn sustituto creado. El concepto de la Trinidad es simplemente demasiado fundamental, demasiado esencial, demasiado bblico y, finalmente, demasiado precioso para la misma naturaleza de nuestro entendimiento de Dios como para relegarlo a un asunto colateral. Exhortamos a un compromiso renovado a la verdad de la Trina Deidad y a la visin imponente del "tro celestial", visin de una existencia humana amante y bondadosa. En una palabra, la interpretacin trinitaria de Dios nos seala la excelsa experiencia de hacerlo a l central en toda nuestra adoracin, formacin moral, servicio y testimonio al mundo. Nuestra oracin es que un da, muy pronto, podamos ser capaces de estar en pie ante el trono eterno y aclamar: " 'Dadle gloria', 'porque la hora de su juicio' ha pasado y todo est bien con el universo. Amn, Maranata!" (291)
GLOSARIO.-
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Abba Palabra aramea para "Padre". Alter ego Literalmente: "un segundo yo". Anabaptistas Grupo de cristianos que, a comienzos de 1525, bautizaban a adultos por profesin de fe. El apodo, acuado por sus enemigos, significa "re-bautizador(es)". El bautismo de creyentes deriv en una iglesia de "slo creyentes bautizados", un concepto visto como una traicin contra las iglesias del Estado, las cuales incluan a toda la poblacin y se basaban en el bautismo infantil. Ver tambin Restauracionistas. Antitipo / antitpico(a) Realidad suprema y/o superior representada por modelos o ejemplos terrenales; lo prefigurado por el tipo. Por ejemplo: "Cristo es el anticipo de Adn". Ver tambin Tipo / tpico(a). Antitrinitaria Antagonista de la creencia en una Trinidad o quien la rechaza. Apocalipsis Lo que est revelado o se le ha quitado el velo. As es como el griego transliter el titulo del libro Revelacin en el Nuevo Testamento Apocalptico Clase de literatura que est mejor representada por los libros bblicos de Daniel y el Apocalipsis. Esta forma literaria presenta un simbolismo peculiar, un conflicto csmico entre las fuerzas del bien y del mal, y cubre grandes extensiones de tiempo que culminan con el fin del mundo. Arrianismo nfasis teolgico que apoya las enseanzas bsicas de Arrio y de sus seguidores. Arriano(a) Cualquier persona o posicin que bsicamente aprueba la enseanza de Arrio de Alejandra, un pensador y escritor de la primera parte del siglo IV d.C. que neg la preexistencia eterna de Jesucristo. La declaracin de Arrio era: "Hubo un tiempo cuando Jess no exista". En otras palabras, Arrio y sus seguidores sostuvieron que Cristo no existi antes que el Padre lo trajera a la existencia los arrianos tambin han negado en forma consistente la personalidad del Espritu Santo. Atanasio Dirigente y pensador de la Iglesia de Egipto que desempeo el papel principal en el triunfo de la enseanza trinitaria en el Concilio de Nicea, en el (292) ao 325, y despus de l. Fue el adversario principal de Arrio, el campen de la idea de que Cristo no fue preexistente eternalmente con el Padre. Atemporalidad Nocin no bblica del dualismo griego de que la eternidad de Dios es "atemporal"; es decir, un "presente eterno" en contraste con la vida humana en el tiempo con su pasado, presente y futuro. Autoexistente Ver Existente por s mismo. Canon /cannicoTrminos tcnicos que se refieren a los libros que llegaron a conformarla lista autoritativa de obras conocidas como la Biblia. Protestantes, catlicos romanos y la tradicin ortodoxa de la Iglesia Oriental no estn de acuerdo en cuando a qu libros incluir en el "canon' autorizado. El punto ms importante de esta controversia tiene que ver con los libros "apcrifos" del Antiguo Testamento. Caso Expresin gramatical que trata de identificar si la palabra en cuestin funciona como sujeto, objeto directo, objeto indirecto y as sucesivamente en una oracin gramatical. Celestial Palabra que se usa para referirse al cielo. Concilio de Constantinopla Importante concilio de la iglesia que se reuni en el ao 381 d.C. Los participantes reafirmaron la doctrina de la Trinidad y clarificaron la doctrina del Espritu Santo. Conexin cristiana Denominacin restauracionista norteamericana, organizada alrededor de 1810, que se fusion con los congregacionalistas en 1931. Cristianos, como se autodenominaban, que eran protestantes evanglicos similares a los Bautistas del Libre Albedro, excepto que muchos de ellos (no todos) eran antitrinitarios. Deidad Que tiene la naturaleza de Dios. Trascendente, como opuesto a lo que est confinado a la tierra o pertenece a lo terrenal, terrestre; infinito, como opuesto a finito.
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El asunto clave en las discusiones trinitarias es si estamos tratando con plena deidad o slo con sus adornos o caractersticas selectas. Se refiere a cualquier "ser' del que se declara que posee la naturaleza de deidad. Deben existir por s mismos desde toda la eternidad pasada hasta toda la eternidad futura, y tener una existencia que no es prestada ni derivada. Desmo Sistema de religin natural que se desarroll en Inglaterra y se extendi a Estados Unidos por el siglo XVIII. Aunque exista una variedad considerable entre los destas, compartan algunas doctrinas de manera amplia, incluyendo la fe suprema en la razn humana; dudas o rechazo abierto de la revelacin divina y la Escritura; y la creencia en que Dios, si bien haba creado el mundo, (293) no se interesa en l. Algunos destas crean que la Providencia sostena el mundo fsico pero sin estar interesado en los individuos. Tenan poca certidumbre acerca de una vida despus de la muerte. Divinidad Trmino teolgico usado a menudo para referirse al Padre, al Hijo y al Espritu Santo. Puede ser usado tanto en un sentido trinitario como m trinitario, dependiendo de si la persona que emplea el trmino es o no es trinitaria. Docetismo Del verbo griego doko, que significa "parecer" o "aparecer como si". Una opinin doctica de Cristo es una que asume que Cristo es divino pero no humano. Cristo slo "apareci como si" fuera humano. Doctrina Enseanza o creencia religiosa. Como se usa en este libro, doctrina es un vocablo ms general que dogma. Ver tambin Dogma. Dogma En la teologa catlico-romana, una enseanza definida por la iglesia y que todo miembro fiel est obligado a creer. Ver tambin Doctrina. Dualismo Creencia filosfica de que el alma (o la mente) y la materia (o lo material) son "distintas, igualmente reales" (Oxford Dictionnary of the Christian Church [ODCC]) y radicalmente estados contrastantes de existencia. Tres aspectos del dualismo griego que sirven de fundamento al dogma tradicional de la Trinidad son: (1) distincin de alma y cuerpo; (2) separacin radical de Dios y la humanidad; y (3) contraste entre el tiempo y la atemporalidad. "El gran conflicto", Tema Concepto que refleja el tema bblico de que hubo una lucha csmica que se llev a cabo en el universo entre las fuerzas de Cristo y las de Satans, ya que Satans (conocido entonces como Lucifer) se rebel en el cielo y trat de tomar el lugar de Cristo en el gobierno de la creacin. Emanacin Mensaje codificado enviado desde las regiones extraterrestres a los humanos. Por lo general involucra un conocimiento secreto de naturaleza mgica o espiritista. En la iglesia primitiva los gnsticos afirmaban que tenan un conocimiento especial proveniente del mundo de los espritus. Tales conceptos le causaron una preocupacin particular al apstol Pablo, segn se lo puede ver en su Epstola a los Colosenses. Encarnacin La experiencia de Dios al llegar a ser humano. Viene de dos palabras latinas que literalmente significan "en la carne", Se usa generalmente de una manera teolgica para referirse a Cristo, el Hijo divino, al venir a la tierra para tomar sobre si mismo la naturaleza humana. Escenario Bosquejo bsico o trama de una comedia u pera. Escolasticismo protestante Mtodo teolgico construido sobre los mismos fundamentos filosficos usados por los escolsticos medievales antes de la (294) Reforma. Los escolsticos protestantes sostenan que no slo la Escritura sino tambin Aristteles era un don de Dios y esencial para la teologa. Espiritualismo / espiritualista Doctrina filosfica que, en una de sus formas, afirma la existencia, esencia y preeminencia de entidades espirituales en la materia. Existe un espiritualismo dualista (el `tesmo') y un espiritualismo monista (el "pantesmo"). En
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Estados Unidos, adems, movimiento religioso (prominente desde la dcada de 1840 hasta la de 1920) que crea que ciertas personas especiales pueden tener contacto con los espritus de los muertos (en este caso, un movimiento "espiritista" originado por las hermanas Fox de Rochester). Existente por s mismo / autoexistente Fraseo palabra para describir cualquier ser que es divino y cuya existencia se entiende que no es dependiente de otro ser divino. Expiacin Trmino tcnico teolgico empleado principalmente para explicar las razones que subyacen a la muerte de Cristo, o su significado como un evento salvador en el plan de salvacin. Un ser que viene a la tierra desde el espacio exterior. Fundamentalismo En el cristianismo protestante, un movimiento que surgi ms o menos por 1895 -1914 en reaccin al modernismo, la evolucin y la alta crtica de la Biblia. Los fundamentalistas crean en: (1) la inspiracin verbal y la inerrancia de las Escrituras; (2) la deidad de Cristo; (3) el nacimiento virginal de Cristo; (4) la expiacin sustitutiva; y (5) la resurreccin fsica y la segunda venida literal de Cristo. Ver tambin Modernismo. Generacin Proceso de generar o ser generado. Algunos telogos trinitarios sostuvieron que slo el Padre exista desde la eternidad; que tanto Cristo como el Espritu Santo fueron `generados", es decir, trados a la existencia por el Padre. Gnosticismo / gnstico(s) Del sustantivo griego gnsis, que significa "conocimiento". La opinin gnstica del universo contiene muchos niveles de existencia desde el ms bajo, o material, hasta el ms elevado, puramente espiritual. El nivel ms bajo contiene criaturas y humanos que existen slo fsicamente, El ms elevado es el reino de la luz pura y est habitado slo por Dios. Los niveles intermedios estn habitados por emanaciones de Dios que guiara de manera diferente a los humanos hacia el reino de Dios, dndoles contraseas secretas [palabras clave], o guardan los reinos de humanos indignos. Para los gnsticos, la salvacin es aprender las contraseas secretas, o conocimiento secreto, que abre las puertas a los prximos reinos ms elevados. Cuantas ms contraseas secretas tenga usted, ms alto podr ascender su alma despus de la muerte. (295) Gracia justificadora Obra de la gracia de Dios que perdona al pecador y lo reconoce como completamente perfecto por causa de Cristo. Heteroosios Literalmente: "de naturaleza diferente". Este trmino denunci audazmente a homoosios como una presentacin equivocada de la relacin entre el Padre y el Hijo, y manifiestamente declara en vez de eso que el Hijo era de una naturaleza diferente que la del Padre. El vocablo griego contiene el prefijo htero-, que significa "otro", "distinto" o 'diferente", ms el verbo de "ser", el usado para denotar la naturaleza de una cosa: osios. Homoon Literalmente: "semejante". Este es el ms ambiguo de los vocablos sugeridos en lugar de homoosios. Omite cualquier referencia a la naturaleza (osios) del Padreo del Hijo, y simplemente sugiere que ellos fueron "similares", sin definir de qu manera fueron similares. Homoiosios Literalmente: "de naturaleza similar". Este es uno de los trminos sugeridos en lugar de homoosios, y que se us para indicar que la naturaleza del Hijo es muy semejante a la del Padre pero no idntica. La palabra que se emplea para la naturaleza de un ser aun est aqu, an, pero el prefijo homo-, que significa "el mismo", ha sido convertido en un plural por la adicin de una iota, transformndola en homoi, que significa "similar". Homoosios Literalmente: "de la misma naturaleza". Es la palabra que se us en el Concilio de Nicea (325) para representar la relacin entre el Padre y el Hijo. Es una
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transliteracin de una palabra compuesta griega que contiene el prefijo homo-, que significa "el mismo", y el verbo osios, que significa "ser" o "esencia de ser". Al ser definido durante los debates teolgicos del siglo IV, lleg a representar que el Hijo es de la misma naturaleza que la del Padre. Impasible Libre de todas las pasiones (sentimientos y emociones), incluyendo la compasin. La teologa filosfica griega consideraba la impasibilidad un atributo de Di.,. Inanimado Que existe en un estado nene, incomunicado o sin vida. Se usa a menudo para referirse a lo que es inorgnico como opuesto a lo orgnico. En este libro se usa principalmente para referirse a los temas o las sustancias sin vida. Juicio vindicativo La idea de que Dios tiene una fase investigadora del juicio final, no para informarse acerca de la dignidad o la culpa de los que son juzgados, sino para demostrar que actu en una manera totalmente justa al decidir el destino de cada persona que est en pie ante su tribunal de juicio. Legalista Idea bsica de que una persona puede ser reconciliada con Dios por la obediencia perfecta a la ley de Dios. El legalista entiende que esa obediencia (296) a la ley crea mrito que obliga a Dios a recompensar a la persona con la salvacin. Se opone a la creencia clsica protestante de salvacin por gracia slo por medio de la fe, no por obras de la ley. Lexicgrafo Persona que estudia el significado de las palabras. Se suele usar en estudios bblicos para describir a un erudito que desarrolla diccionarios en hebreo y griego, de manera que quienes no conozcan los idiomas antiguos puedan entender mejor cul es el significado de una palabra particular m un idioma moderno. E. el mundo hispanohablante, un lexicgrafo sera un erudito que trata de definir claramente las palabras griegas o hebreas con sus significados castellanos. Limbo En la teologa de la Iglesia Catlica Romana, el lugar para las almas que no son elegibles para la plena salvacin ni dignas de tormento eterno. Magistral Lder verdaderamente autoritativo o de mayor influencia en cualquier campo de investigacin. Se emplea normalmente para referirse a la obra distintiva de una persona. Maranata / Maran tha - Expresin aramea usada por Pablo en 1 Corintios 16:22 y que se traduce "El Seor viene". Modalismo Antigua enseanza cristiana que sostena que existe slo un Dios que se manifest sucesivamente como Padre, despus como Hijo y finalmente como Espritu Santo. La doctrina niega la Trinidad de tres personas coeternas que han existido siempre en una profunda unidad personal de naturaleza, carcter y propsito. Modalismo (definicin ampliada) Opinin severamente monotesta de Dios que se enfoca tan intensamente en la unidad de Dios que contempla al Padre, al Hijo y al Espritu como tres modoso fases del mismo ser. Ellos no tienen individualidad. Existen muchas formas de modalismo, pero la forma dominante tal como la present Sabelio consideraba al Padre, al Hijo y al Espritu como consecutivos; es decir, el Padre fue el modo elegido de Dios en el Antiguo Testamento, el Hijo durante la encarnacin, y el Espritu fue la fase de Dios durante el tiempo de la iglesia. El trmino antiguo para esto fue sabelianismo. Tambin se lo conoce como Monarquianismo modelista. Modelista Ver Monarquianismo. Modelo de la influencia moral Nombre dado a la teora o modelo de la expiacin que afirma que deberamos entender primariamente la muerte de Cristo como una demostracin del amor de Dios, m como un sustituto para satisfacer la justicia divina. (297)
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Modelo de la satisfaccin Nombre dado al modelo de la expiacin que declara que la muerte de Cristo se necesit para satisfacer la naturaleza de ajusticia de Dios. Al satisfacer la justicia, l o su muerte hicieron provisin para el perdn de los pecadores. Modelo gubernamental Nombre dado a la teora o modelo de la expiacin que recalca que Cristo muri para demostrar ajusticia celestial. Sostiene que Cristo muri para que Dios pudiera mantener el orden moral del universo mientras que al mismo tiempo perdonaba gratuitamente a los pecadores. Modelos objetivos Expresin empleada por los telogos para referirse a las teoras o los modelos de la expiacin que enfatizan que lo que Dios necesitaba hacer por los pecadores era hacer provisin para su perdn. Modelos subjetivos Expresin empleada por los telogos para referirse a las teoras o los modelos de la expiacin que hacen hincapi en la respuesta apropiada del pecador a la muerte de Cristo o al efecto deseado que hubiera tenido en ellos. Modernismo Durante la ltima parte del siglo XIX y la primera del siglo XX, un movimiento teolgico caracterizado por abrazarla evolucin y las teoras de la alta crtica de la Escritura, y negar los milagros sobrenaturales tales como el nacimiento virginal de Cristo, la resurreccin fsica y la segunda venida literal. Ver tambin Fundamentalismo. Monarquianismo Movimiento teolgico de los siglos II y III que trat de salvaguardar la unidad de Dios negando su pluralidad. Uno de los dos subgrupos fue el de los Monarquianistas modelistas, quienes "sostuvieron que en la Divinidad la nica diferenciacin era una mera sucesin de modos u operaciones". Ensearon que el Padre, el Hijo y el Espritu Santo no son personalidades separadas (ODCC). Sabelio fue uno de sus defensores en el siglo 111, y sus enseanzas se han llamado Sabelianismo. Monarquianismo modalista Ver Monarquianismo. Monotesmo / monotesta Creencia en un Dios y la adoracin de un Dios como opuesta a la adoracin de muchos seres divinos (politesmo). Niceno Trmino usado para referirse al famoso Concilio de Nicea en el ao 325, y en el que la idea bsica de la doctrina de la Trinidad triunf sobre las ideas de Arrio y sus seguidores El trmino tambin se aplica al pensamiento de los defensores principales de la Trinidad antes y despus del concilio. No trinitario El que no cree en una Trinidad. "Omega" Palabra usada por Elena de White para describir el ltimo gran engao (298) de Satans antes del fin del mundo. Muy probablemente tiene algo que ver con puntos de vista filosficos que despersonalizan casi totalmente a Dios. Omnipotente Facultad de ejercer poder ilimitado, un rasgo que los cristianos creen que es nico de Dios. Omnipresente Facultad de estar en cualquier lugar al mismo tiempo. Tambin es un rasgo que los cristianos creen que es una caracterstica nica de Dios. Omnisciente Facultad de conocer todo, una cualidad caracterstica que los cristianos entienden tradicionalmente que le pertenece slo a Dios. Oratorio Composicin de msica sagrada parecida a una pera, pero que no tiene actuantes. El oratorio ms famoso es el Mecas de George F. Haendel. Ortodoxo / ortodoxia (1) Creencia correcta contrastada con hereja. (2) [con maysculas] Rama del cristianismo que inclina el Imperio Romano de Oriente con su capital en Constantinopla. Denominado tambin Ortodoxos Orientales u Ortodoxos Griegos, e incluyendo iglesias nacionales tales como la Ortodoxa Rusa, la Ortodoxa Serbia y la Ortodoxa Rumana. La Iglesia de Roma excomulg a las iglesias ortodoxas en el ao 1054.
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Panten En d idioma griego significa literalmente "todos los dioses". Se us originalmente por los griegos clsicos y por los romanos para referirse a los edificios en que guardaban las imgenes de todos los dioses que tenan m exhibicin. Parodia Pieza de msica o escrito que imita a otro de tal manera como para burlarse de esa msica o ese escrito. Persona Ser que es racional, consciente de su propia identidad, capaz de hacer elecciones y distinciones morales, construir relaciones afectivas, y que puede comunicarse en formas que m slo son concretas sino tambin abstractas. "Pioneros" Trmino usado en los estudios adventistas para referirse a aquellos lderes del adventismo sabtico que ayudaron a establecer la Iglesia Adventista del Sptimo Da y modelaron su mensaje doctrinal. El periodo de tiempo para los pioneros va generalmente desde 1844 hasta el fallecimiento de Elena de White en 1915. Pneumatamjoi Literalmente: "luchadores contra el Espritu". Vocablo acuado para describir a un grupo de telogos en la ltima parte del siglo IV que concordaban en que el Padre y el Hijo podan ser de una naturaleza, homoosios, pero que esa relacin no se extenda al Espritu Santo, al que no vean como teniendo una identidad individual. Polmica Actividad de cualquier persona que trata de defenderlo que cree que es la verdad contra la falsedad, aparente o real, de un compaero creyente. La (299) apologtica involucra la actividad de los cristianos que defienden m comprensin de la verdad contra las afirmaciones conflictivas de los no cristianos. Politesmo Creencia de que existe ms de un Dios. Las personas o grupos que son politestas adoran muchos seres divinos que habitan en el universo y que influyen en la vida de este mundo. El politesmo es lo opuesto al monotesmo, la creencia en un Dios verdadero. Preexistente El asunto clave al cual se refiere este trmino es si Jess tuvo una existencia divina antes de tomarla naturaleza humana o llegara encarnarse. Casi todos los cristianos que creen en la Biblia asumen que Jess tuvo una existencia consciente de m propia identidad antes de venir a la tierra, pero el asunto clave trata con la cuestin de si fue coeterno con el Padreen su estado preexistente. Racionalistas Personas que aceptaron la razn como autoridad suprema en asuntos de creencia. Algunos racionalistas cristianos afirmaron la autoridad nica de la Escritura, pero mientras rechazaban los fundamentos filosficos de la teologa medieval, su tendencia era elevar la razn humana por encima de la autoridad de la Escritura. Ver tambin Unitarianos. Reforma / reformador(es) Vocablos usados normalmente por los protestantes y los catlicos romanos para referirse a los principales personajes y movimientos reformadores en la Europa del siglo XVI. Los protestantes usan ms frecuentemente el vocablo Reformador para referirse a sus principales lderes fundadores del protestantismo, tales como Lutero, Calvino, Zuinglio y as sucesivamente. Reformadores magistrales Reformadores que ejercieron una influencia dominante, los gigantes de la Reforma del siglo XVI. Los historiadores de la iglesia consideran generalmente que esta designacin incluye a Lutero, Zuinglio y Calvino, de los cuales Lutero y Calvino, por medio de sus escritos voluminosos, han ejercido la influencia mayor. Restauracionistas (llamados tambin Restitucionistas) Cristianos que no desearon meramente reformar (mejorar) la iglesia, sino que deseaban restaurarla completamente a su condicin del Nuevo Testamento. Los anabaptistas fueron los Restauracionistas del siglo XVI, impacientes con Lutero porque pareca posicionarse bastante lejos de la doctrina y organizacin de la iglesia del Nuevo Testamento. Un ejemplo norteamericano
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del siglo XIX fue la Conexin Cristiana. Los Adventistas del Sptimo Da se consideran a s mismos restauracionistas en el sentido de que acarician el blanca de "completar la Reforma". (300) Restitucionistas Ver Restauracionistas. Sabelianismo Variante importante de la antigua enseanza del modalismo. Movimiento teolgico nombrado as a propsito de Sabelio, su creador. Ver Monarquianismo. Enseanza que dice que en tanto el Padre y el Hijo no son personas coeternas, comparten la divinidad en el hecho de que el Hijo fue "engendrado" por el Padre, con el sentido de que Jess fue generado de la naturaleza divina del Padreen alguna especie de "divisin ambica". Por eso supone que hubo un tiempo cuando Jess como una persona separada e identificable m existi, y que la naturaleza divina de Jess fue derivada de la del Padre. Septuaginta Traduccin de la Biblia hebrea al griego hecha en el siglo 11 a.C. La expresin significa literalmente "versin de los setenta", y la versin fue producida supuestamente por 72 judos helensticos (hablaban griego) en la ciudad egipcia de Alejandra. Los escritores del Nuevo Testamento la citan a menudo. Socinianos / Socino Descendientes espirituales del dirigente unitariano Fausto Socino (1539-1604). Negaron la preexistencia del Hijo, crean que Cristo fue "simplemente un hombre" y definieron al Espritu Santo como una "virtud o energa" de Dios. Los socinianos fueron los precursores de los actuales unitarianos (Berkhof, p. 96). sola Scriptura Frase latina para "la Escritura sola". Popularizado por Lutero, este eslogan represent la subordinacin de todas las autoridades humanas tales como la tradicin, papas, concilios y emperadores a la autoridad suprema de la Escritura. Sustancia Palabra tcnica usada por los pensadores cristianos desde el siglo IV para referirse a la naturaleza esencial de una cosa o ser. Se la us para expresar el concepto de que Cristo posea la misma sustancia o naturaleza divina que la del Padre. Sustitutiva Trmino empleado en discusiones teolgicas acerca del significado de la muerte de Cristo. El concepto fundamental que transmite esta expresin es que Cristo sufri la penalidad de la justicia de Dios como sustituto de los pecadores. Su muerte satisface las exigencias de la justicia divina de manera que los pecadores puedan ser declarados perdonados. Tetragrmaton Vocablo tcnico que usan los eruditos bblicos para referirse al nombre o ttulo ms a menudo usado y aplicado al Dios del Antiguo (301) Testamento: YHWH, ms probablemente pronunciado "Yahveh" y generalmente traducido Seor o Jehov. Tipo / tpico(a) Modelos o ejemplos (hechos, cosas, personajes, etc.) que anticipan o remiten a una realidad superior. Por ejemplo: "Adn era un tipo de Cristo". Ver tambin Anticipo / antitpico(a). Transliterar Tomar las letras de las palabras de un idioma y expresarlas en las letras equivalentes del alfabeto de otro idioma. Por ejemplo, la palabra griega para "dios" se translitera al espaol como thes. Trinidad Creencia cristiana de que la Divinidad consiste en tres personas divinas y coeternas (el Padre, el Hijo y el Espirito Santo) que son "una" en naturaleza, carcter y propsito. No son tres Dioses, sino un Dios que se manifiesta como tres personas. Trinitario Persona, grupo, escuela de pensamiento o iglesia que confiesa la doctrina de la Trinidad. Tambin lo que est relacionado con la Trinidad o que favorece la creencia en la Trinidad. Adems se usa en este libro como un trmino general para todos los que sostienen alguna forma de creencia en un Dios en tres personas.
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Trino(a) Ser tres en uno; constituir una trinidad en (una) unidad. Tripersonal De tres personas; que consiste o existe en tres personas. Tritesmo Creencia de que el Padre, el Hijo y el Espirito Santo constituyen tres Dioses. Este concepto afirma la triple divisin de Dios, pero niega su unidad. Unicidad La cualidad (caracterstica o singularidad) o el estado o el hecho de ser uno. La cualidad de nico. La cualidad de estar unido en uno. Unitarianismo Caracterizado histricamente por la m creencia en la Trinidad y la deidad de Cristo, ensea la unidad pero m que Dios son tres. Careciendo de doctrinas oficiales, los unitarianos actuales sostienen que la razn y la conciencia son las normas definitivas de creencia y vida. Unitariano(a) Cualquier persona o grupo que niega la doctrina de la Trinidad al sugerir que existe slo un Dios: el Padre. Los unitarianos niegan consecuentemente la plena deidad del Hijo y la personalidad del Espritu Santo. (310)
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1 1:1-3, 26-27, 31 . 2:7, 24 3:8-9, 22 4:6 . 6:4 . 11:5, 7, 57 13:10 . 17:1 . 18:16-33 22:2 . 35:11 . 48:3 . xodo 3:4-4:17 3:6 . 3:11-16 4:22 . 6:2-3 . 20:2-4 24:9-11 31:13 . 33:19-23 Deuteronomio 6:4 . Jueces 6:24 . 1 Samuel 2:12 . 2 Reyes 2:3 . Salmos 2:7 . 8:6 . 19:7-9 23 . 45:6 . 89:20-17 90:2, 4 102:1, 25-27 .. 110:4 . 139:1-4, 7-12 .. 145:9 . Proverbios 8:22, 30 30:19 . Eclesiasts 2:8 . 9:5-6 . Isaas
135 37, 64, 84, 85, 178, 251 36, 37, 178 85, 178 178 106 85, 178 98 38, 99 178 275 38, 99 38 178 38, 99 24, 31, 32, 38, 39, 58, 99 108 38, 39, 99 26 179, 218 51 178, 218 24, 36, 37, 84, 133, 202 51 106 106 111-114, 118 120 24 59 26 108 24, 179 27, 100, 112, 179 113 24, 83 24 102, 122, 123, 151, 209 125 106 178
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6:1, 3, 8 7:14 . 9:6 . 40:10, 25-28 .. 41:4 . 43:10-11 44:6 . 48:12 . 53:4-6 56:6 . 57:15 . 61:5 . 66:22-23 Jeremas 23:6 . Lamentaciones 4:2 . Ezequiel 18:4, 20 36:24-27 47:1-12 Joel 2:28 . 3:18 . Miqueas 5:2 . Zacaras 14:8-11 Malaquas 3:6 . Mateo 1:13 . 1:20 . 1:21-23 2:6 . 3:16-17 5:29 . 6:9-13 12:31-32 19:26 . 20:28 . 22:32, 36-40 .. 28:19-20 Marcos 3:17 . Lucas 2:7 . 4:14 . 11:2-4 Juan
25, 85 53, 54 42, 54 48, 49 28 52, 53, 55 28, 88 28 177 106 179 106 179 51, 205 106 178 98 97-100 205 100 54, 55 97, 98 24, 180 55 160 53, 54 54 35 145 281 74 24 92 179, 257 35, 82-84, 132, 203, 209 106 109 81 281
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1:1, 18 1:3 . 1:6-9 . 1:14 . 3:5 . 3:16 . 4:10-14 5:16-23 5:19-30, 39 6:35, 48, 51, 54 .. 7:17 . 7:37-39 8:12, 14-17 8:28-29, 38, 42, 44 . 8:57-59 10:7-18, 27-39 .. 11:25 . 12:36 . 14-17 . 14-16 . 14:1 . 14:6, 8-18, 26, 28 . 15:1-11, 26 16:7-17 17 . 17:3 . 17:17 . 20:25-31 Hechos 2 . 2:36 . 5 . 5:1-4 . 7:59 . 8:29 . 10:38 . 13:2 . 13:33 . 15:28 . 16:6-7 17:11 . Romanos 1:1, 16 1:20 . 2:17 . 3:26 . 4:17 . 5:5 . 8:9-16, 23-27 .. 8:29 .
26, 31, 60, 61, 64-72, 102, 115, 147, 209, 218 48 59 65, 103, 105, 203 98 102, 104-107, 126, 179, 230 98 32, 61, 62, 105-107, 115, 118 208, 245 58 16 98-100 59, 180 106, 180 24, 31-33, 38, 58, 99, 115, 209 59, 62, 63, 115, 205, 209 59, 209 106 91 78, 79 78 59, 78-80, 118, 209, 255 59, 78-80, 104, 181, 265 78-80, 91, 209 106 70, 102, 114-116 16 26, 63, 64, 66, 72 89 151 77 33, 34, 74, 77, 83 282 80 81 80 118 80 80 22, 209 51 43 51 273 179 205 18, 51, 75-77, 80, 209, 265, 266, 281 109
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9:3-5 . 11:36 . 13:8-10 14:17 . 15:13 . 15:19 . 16:16 . 1 Corintios 1:21-24 1:30 . 2:4, 7-12, 14 .. 6:19 . 8:4-6 . 12:4-6, 11 12:3 . 15 . 15:19, 24-28 .. 16:22 . 2 Corintios 5:18-19 12:9 . 13:14 . Glatas 1:12-16 3:22 . 5:22-24 6:8 . Efesios 2:2 . 2:14 . 3:9 . 4:4-6 . 4:30 . 4:32 . 5:6 . 5:22-29 Filipenses 1:26 . 2:1-8 . 4:7 . Colosenses 1:13-19 2:9 . 2:13 . 3:13 . 3:15 . 1 Tesalonicenses 1:8-9 . 5:9, 28 1 Timoteo
26, 42 160 257 51 81 51 51 123, 255 51 51, 76, 77, 81-84, 209, 221, 243, 264 225 102, 115-117 74, 75, 82, 83 137 121, 122 102, 120-122, 266 282, 296 275, 284 51 35, 81-83, 203 51 51 265 160 106 51 48 82, 83 34, 74, 77 51 106 286 51 44-46, 55, 61, 117, 203, 205, 283 51 42, 48, 51, 102, 107-111, 121 19, 42, 43, 55, 111, 116, 203, 209, 243, 258 51 51 51 51 51
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2:1-8 . 6:14-16 Tito 2:11-14 3:4-5 . Hebreos 1:1-12, 14 1:1-3 . 2:9, 14-18 3:1-2 . 4:14-8:2 4:15 . 5:5-10 7:2-3, 17 11:17, 28 12:23 . 13:8 . Santiago 1:17 . 1 Pedro 1:2 . 3:18 . 2 Pedro 1:1 . 3:8 . 1 Juan 1:1-3, 5 2:20, 27 3:9 . 4:1-3 . 4:8, 16 5:2-4, 8-12 Judas 4 . Apocalipsis 1-5 . 1-3 . 1:4-5, 8 1:10-18 2:1-3:22 2:7, 11, 17, 24, 29 . 3:6, 13, 14, 22 .. 4, 5 . 4:1-11 5:5-14 6:1-8:1 7:9, 17 8:6-11:15 10:2-4 11-14 .
102, 103, 119, 120, 261 58, 255 26, 40, 41, 55, 56 51 25-28, 48, 61, 100, 102, 111-114, 118 46-49, 55, 111-114, 209, 218, 230 120, 255 151 49 177 102, 111-114, 118 49, 50, 113, 120 105, 109 108, 109 180 183 82 206 26, 41 179 59, 137 195 84 137 24, 125-129, 251 98, 191, 236, 257 218 87 87-89, 100 29, 87, 88, 90, 95, 100, 109 28, 39, 88 88 89, 228 89, 102, 122, 204 89-96 24, 88-95, 100 30, 90-96, 99, 100 88 95, 96 88 88 86
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11:15, 17 12-14 . 12:1-14:20 14 . 14-17 . 14:6-12 14:13 . 15:1-16:21 16:5-7 19:9-10 20 . 21, 22 21:1-6, 22, 23 .. 22 . 22:1-5 22:8-9 22:9-20
88, 100 88 88 216 91 52 100 88 88 26, 92, 93 203 87, 95-97 95-97, 100 121, 122 30, 95-97, 100, 121, 287 26, 29, 92, 93, 154 29, 30, 88, 97, 100, 282
LA TRINIDAD.Entre los adventistas del sptimo da es frecuente que la doctrina de la Trinidad tenga aceptacin. Pero ltimamente ha recibido gran oposicin por parte de una pequea
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minora que se ha retrotrado a la posicin antitrinitaria de los pioneros. Como respuesta, los autores, cada uno un especialista en su esfera de actividad, analizan 1a doctrina de la Trinidad desde distintos ngulos. La primera seccin repasa los fundamentos bblicos de la doctrina y toma en cuenta las objeciones que han surgido. Otras secciones trazan el desarrollo de la doctrina en la iglesia cristiana, en la historia del adventismo y en los escritos de Elena de White. Los autores explican por qu la doctrina fue resistida por muchos de los pioneros lderes. La seccin final pregunta: "Y ahora qu?" All se discute las deducciones teolgicas y prcticas de la creencia, adoracin y prctica trinitaria, y muestra cmo lo que creemos afecta nuestra salvacin, expiacin, el gran conflicto y otras doctrinas significativas. Con glosario, bibliografa e ndices, este exhaustivo manual bsico acerca de la Trinidad arrojar nueva luz sobre la creencia central del cristianismo, y mostrar cmo Dios an conduce a su iglesia a toda verdad. Woodrow Whidden, Ph.D., es profesor de Religin en la Universidad Andrews. Entre sus libros publicados se destacan Ellen G. White on Salvation y Ellen White on the Humanity of Christ. Jerry Moon, Ph.D., es director del departamento de Historia Eclesistica en el Seminario Teolgico Adventista de la Universidad Andrews y editor del Andrews University Seminary Studies. Es autor de W. C. White and Ellen G. White: The Relationship Between the Prophet and Her Son. John W. Reeve est cursando un Ph.D. mientras ensea Historia de la Iglesia en el Seminario Teolgico Adventista de la Universidad Andrews.