Caste Llano 9. Prof. Fernando Tambo L.
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PLAN DE ESTUDIOS
La marcha a lo largo del río Buritaca, trepando por escabrosos senderos de la selva andina
hasta llegar a Ciudad Perdida tarda algunos días y cobra su tributo en fatiga y sudor. Ciudad
Perdida, también llamada Buritaca 2000, es eventualmente la ruina de la Suramérica
precolombina más impresionante después de Machu Picchu: un vasto asentamiento en las
cumbres de la Sierra Nevada de Santa Marta, en Colombia, descubierto sólo en 1975. Nuestro
camino hacia las alturas de la Sierra nos condujo a través de numerosos poblados de los
indios Kogi, quienes, puliendo con un pequeño palo constante e incansablemente sus
calabazas, pronto se transformaron en un cuadro habitual. Con ocasión de su iniciación, las
jóvenes de esta tribu reciben grandes manojos de collares, en tanto que a los jóvenes se les
hace entrega de estas calabazas, llamadas poporos que, llenadas con cal de concha
supuestamente, atenúan el fuerte sabor de la coca y activan los alcaloides estimulantes de las
hojas. Es tarea del chamán iniciar al joven en el simbolismo sexual del poporo: representa a la
mujer, que de esta forma y en sentido figurado es puesta en sus manos. Luego, con la entrega
de un pequeño palo y la invitación a introducirlo en la calabaza, el joven recibe una ilustración
cultural del acto sexual.
Cuando sólo algunos días después en el Museo del Oro de Bogotá admiré poporos finamente
trabajados en aleaciones de oro, evocando las figuras de los Kogi con sus sempiternas
calabazas en las manos conjeturé que en ellos, descendientes de los Tairona, una tradición
muy singular ha logrado sobrevivir. De hecho, los Kogi en sus ceremonias aún emplean y lucen
antiguos objetos rituales de oro, cuyo significado nos permite adentrarnos en la dimensión
místico-espiritual de este noble metal.
Colombia fue la cuna de unas culturas altamente desarrolladas, entre ellas la Tumaco, Calima,
Quimbaya, Muisca, Sinú y Tairona. Para todos estos pueblos, los objetos sacros de oro
revestían una importancia especial. Por ello, y también porque en los mitos de numerosas
tribus colombianas “el oro de los antepasados” sigue cumpliendo una importante función
simbólica. Hace poco el antropólogo Gerardo Reichel-Dalmatoff, abordó y estudió desde esta
perspectiva los millares de objetos que componen la colección del Museo, proporcionándonos
en su libro Goldwork and Shamanism una visión fascinante de su significado espiritual.
En primer lugar tenemos un mero exterior, su apariencia: a pesar de los siglos, los artefactos
no muestran indicios de corrosión. Por el contrario, de su brillo y resplandor no han perdido
ápice. El oro: símbolo de la eternidad y de la luz solar. Al cronista Juan Rodríguez Freyle (1636)
debemos la siguiente narración que ilustra cómo percibían los Muiscas a su cacique, el
representante terrenal de su deidad principal, el sol: su piel era untada con aceite y luego
recubierta, mediante cerbatana, con una capa de finísimo polvo de oro. Montado en una balsa
junto con cuatro sacerdotes y gran cantidad de ornamentos de oro y piedras preciosas,
acompañado por sonoros cánticos y música, era conducido al centro del lago Guatavita, donde
el oro y las gemas, cual votos, eran volcados al agua.
A este rito se remontan todos los rumores e infundíos sobre El Dorado, el hombre de oro, y las
arriesgadas excursiones en busca de legendarios tesoros andinos.
Muchas de estas piezas de orfebrería tienen forma de plantas, discos, o bien otra que ofrezca
una impresión bidimensional. Pequeñas chapas que penden de ellas mediante anillos,
probablemente habían de reflejar la luz del sol o de una vela. Como pudo observar Reichel-
Dolmatoff, los chamanes se valen de objetos brillantes, preferiblemente cristales de roca, a fin
de transportarse, la vista fija en ellos, a otros estados de la conciencia.
Para los Kogi, que custodian algunas de las piezas de la antigua cultura Tairona artefactos
elaborados hace más de medio milenio existe una relación de resonancia energética entre el
sol y los objetos áureos. Significativo es que ambos comparten uno y el mismo nombre, a
saber, “nyui”. En ciertos días los Kogi disponen su orfebrería de oro en torno a los templos y
la exponen por u determinado tiempo a los rayos solares: para que absorban la energía y
renueven su brillo.
Entre os ritos que han perdurado a través de los siglos se encuentra también una ceremonia
especial en la cual el sumo sacerdote y su esposa encarnan el sol y la luna, respectivamente.
Ambos se reúnen en un templo, iluminado por cuatro fogatas y en presencia de cuatro
sacerdotes que simbolizan los cuatro puntos cardinales, mutuamente y a lo largo de varias
horas se atavían con objetos rituales, por ejemplo, la esposa al marido con una máscara de
jaguar y él a ella con una que muestra un puma.
El chamán
Abundan en las vitrinas del museo las piezas trabajadas en oro en las que se aprecia la figura
naturalista de un sacerdote o chamán vistiendo tan sólo una banda en torno a las caderas,
pero tocado con un rico arreglo de plumas. Característica es también la postura de los brazos.
De los chamanes de la cultura Tucano sabemos que bajo los efectos de alucinógenos se les
revela el aura de estas figuras: la cabeza pasa a ser el sol y las plumas, sus rayos.
Un objeto Tairona muestra a un sacerdote con alhajas y adornos en la nariz, orejas y cuello,
montado sobre la cabeza de un pájaro. Antes de que el alma emprendiese su viaje, mediante
un pequeño hueso de ave se le soplaba a la persona un polvo alucinógeno en la nariz
tradición que también observamos en ciertas culturas. Los instrumentos musicales, entre
ellos la flauta de Pan, trompetas de concha, campanitas y matracas de calabaza, están
igualmente presentes en la muestra, aquí trabajados en oro. Sin estos instrumentos los
momentos de éxtasis serían difíciles de concebir: su música multiplica los efectos alucinógenos
y orienta el espíritu, evocando, por ejemplo, motivos asociados con determinados tonos e
invocando a los espíritus del reino animal.
De esta manera, el chamán se vale del saber y poder del mundo animal y vegetal para curar
enfermedades, encontrar objetos extraviados o bien mirar hacia el futuro y dar el consejo
acertado.
Las vivencias y visiones durante las transmutaciones espirituales de los sacerdotes son
manifestadas a los presentes valiéndose de las máscaras.
Así por ejemplo, al recurrir a una máscara de jaguar, los Kogi revelan que la persona tras ella
está contemplando en esos momentos su entorno con los ojos de este felino. Las caretas
empleadas durante las danzas representan fuerzas en pugna que gracias a la lucha recobran
su equilibrio.
El hombre pájaro
En la orfebrería de la antigua Colombia el hombre pájaro (en todas las culturas chamanísticas
representa la imagen del alma abandonando el cuerpo) es un tema central. Se le figura con
una cara o cuerpo humanos, las plumas de la cola terminan en dos puntas, alas y una corona
luminosa, y hace referencia a la cosmología, es decir al estudio del universo, a su
organización, a su transformación bajo el efecto de los alucinógenos. Es un ave da la familia de
las golondrinas y su comportamiento ha inspirado esta figura mística. Un pájaro migratorio
que, oportunamente para el equinoccio, en grandes bandadas invade la región del Amazonas.
Anunciando la próxima presencia de vastos cardúmenes (gran cantidad de peces), la
maduración de los frutos y la aparición de constelaciones de estrellas. La cola en forma de
tenedor representa la bifurcación de una rama, es la familia que se une en matrimonio a otra
familia. En su vuelo nupcial, las aves realizan verdaderas proezas acrobáticas, como cortar en
pleno vuelo pedacitos de ramas que dejan caer y que su pareja coge en el aire para
devolvérselos: las ramitas simbolizan a las mujeres que son intercambiadas entre las tribus.
También durante el vuelo nupcial, estas aves se alimentan de hormigas, a las cuales los
indígenas atribuyen cualidades afrodisíacas, lo que contribuye a reforzar su prestigio de
portadoras de fertilidad. Un mito de los indios Desana habla de un indígena que en una
oportunidad tiró un palo a una de estas aves y que ésta, transformada en chamán, cayó a
tierra. Los hombres pájaro de los Tairona, también de oro, muestran a veces toda una serie de
cabezas de ave, dispuestas una al lado de la otra, en tanto que en otras piezas el chamán se
encuentra montado sobre la cabeza de este animal. Ejemplares Muisca muestran otro atributo
chamanístico: ya bien una corona de plumas o una aureola, que bajo los efectos de la
ayahuasca es percibida por los chamanes como el alma.
Para los pueblos primitivos, las extremidades pies y manos y los orificios del cuerpo
como nariz y orejas son peligrosas aberturas de las cuales los espíritus maléficos se valen
para tomar posesión del individuo. El animal o la alhaja de oro, lucida en estas partes, sirve de
protección, a pesar de que ya apenas se tiene conciencia del origen de este uso.
Eventualmente, uno que otro visitante del Museo del Oro de Bogotá intuye la magnitud del
universo espiritual que aguarda más allá del mero pero maravilloso exterior brillante de estos
objetos atávicos. Un universo que ciertamente podría iluminar el camino hacia una relación
armónica con nuestro Yo, la naturaleza y el cosmos.
Actividades:
1 … evocando las figuras de los kogi con sus sempiternas calabazas en las manos …
a. Eternas b. Inmortales
c. Infinitas d. Renovadas
a. Cruzar b. Ver
c. Entretener d. Encontrar
a. Incómodos b. Intrincados
c. Fragosos d. Escandalosos
4. Cuando el autor del texto afirma: Eventualmente uno que otro visitante del Museo del
Oro de Bogotá intuye la magnitud del universo espiritual que aguarda más allá del mero
pero maravilloso exterior brillante de estos objetos atávicos, quiere expresar que la
mayoría de los visitantes del Museo del Oro:
Hormigas:
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Hombre pájaro
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Alucinógenos
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5. De acuerdo con la descripción que aparece en el texto sobre el poporo, explica las partes
que constituyen el elemento simbólico.
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7. El antropólogo Gerardo Reichel Dalmatoff interpretó los objetos indígenas desde la
perspectiva:
Estilística
Étnica
Económica
Simbólica-religiosa
8. Elabora el siguiente cuadro con la descripción de los ritos y mitos Kogi, que se mencionan
en el texto:
Ritos
Mitos
9. Elabora el siguiente esquema con la información sobre los diversos significados que tiene el
uso de las joyas para la sociedad indígena y para la sociedad occidental:
Sociedad indígena
Sociedad occidental
Precolombina
Del descubrimiento y conquista
De la colonia
De la conquista
Firman: