El Techo de La Ballena

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 3

A propsito de los 45 aos de su nacimiento

El techo de la ballena
Jenny Gonzlez Muoz Muchos movimientos artsticos son catalogados desde una ptica que obedece a ciertos preceptos que, a nuestra opinin, en ocasiones se autoreglamentan sobre las bases de la historia, la cronologa e incluso de la temporalidad, obligando a encasillar en un determinado ismo a una corriente por el slo hecho de haberse desarrollado en una estipulada poca o zona. Este es el caso de El Techo de la Ballena, movimiento cultural que muchos crticos han relacionado con el Vanguardismo, por el hecho de haberse desarrollado en los aos sesenta, en un pas latinoamericano. Desde nuestra perspectiva, el aporte y la concepcin de El Techo de la Ballena, van ms all de un simple hecho artstico. Su visin protestataria y provocadora encara visos relacionados ntimamente con una mirada posmoderna, que si bien no se estaba dando en ese momento no anula su capacidad de traspasar los lmites ante los que el mismo se negaba a permanecer. De all nuestra interrogante: Es que acaso el pertenecer a una poca determinada puede encasillarnos en una sola manera de pensar? El Techo de la Ballena: inicios y perspectivas Por qu la ballena? () Porque hubiera sido fcil elegir el caimn. O porque hubiera sido de seoritas estetas elegir el hipocampo. Y tambin porque la ballena est en el medio de la bondad y el horror, sujeta a todas las solicitaciones del mundo y el cielo, con su vientre dignsimo que se re de Jons y engulle un tanquero de petrleo, toda extendida de uno a otro extremo de la tierra, que casi es la tierra misma o es el pjaro minsculo que picotea su diente careado en el cual nadan los peces. Esa amplitud notoria, ese deslizarse frentico, que nos permite negarnos en un comienzo a contestar, y concluir contestando, porque, a pesar del odio al inquisidor, tenamos suficientes respuestas para anular su deleznable pregunta. Ese empuje hacia lo desconocido que puede acrecentarnos la razn de vivir y contaminar los instrumentos de una substancia corrosiva que cambie la vida y transforme la sociedad. (GONZLEZ LEN, Adriano. Rayado sobre el Techo, n 3. Caracas, agosto de 1964.) El Techo de la Ballena es un movimiento fundamental para la vida cultural venezolana del siglo XX. En sus filas cont con escritores, artistas plsticos, fotgrafos, cineastas, etc., de la talla de: Carlos Contramaestre, Juan Calzadilla, Caupolicn Ovalles, Edmundo Aray, Francisco Prez Perdomo, Efran Hurtado, Salvador Garmendia, Adriano Gonzlez Len, Jos Mara Cruxent, Fernando Irazbal y Pern Erminy, entre otros. Se constituy a comienzos del ao 1961, siendo marzo el mes que marc el inicio definitivo con la apertura de la exposicin intitulada Para restituir el Magma, la cual se mont en el garage de una casa ubicada en la urbanizacin El Conde, en el centro de Caracas. En su primer manifiesto, Rayado sobre el Techo, n 1, se dieron ciertas pautas y premisas acerca de la ideologa del movimiento. Ya acotaban Carlos Contramaestre, Gonzalo Castellanos, Caupolicn Ovalles, Edmundo Aray, Juan Calzadilla y Salvador Garmendia, en El gran Magma (marzo de 1961): bajo toda estructura que pretende encerrar una dinmica existe ya un germen de ruptura tenemos menos capacidad para organizar esta es evidente que para vivir vivir es urgente de ah que la ballena para vivir no necesita saber de Zoologa () Ese germen de ruptura se traduce en la puesta en escena de elementos utilizados para llevar una propuesta que marcar un desajuste en cuanto a lo preestablecido, no solamente desde el punto de vista artstico, sino tambin en lo que atae a lo social y poltico. Esa organizacin en aparente desorden es lo que permite a la ballena no encasillarse en un solo objetivo, o en una sola postura, pues no necesita de esos paradigmas para vivir, no precisa de sapiencia academicista para evolucionar. Ms adelante agregan: el techo de la ballena est fundado en la plena lucidez incontrolable

del orgasmo que slo los insomnios verifican porque la ballena es el nico prisma vlido es el nico prisma que tiene su barbarie pocas realidades son tan emocionantes como un nombre que rompe todas las liturgias del lenguaje el techo de la ballena es ms que un nombre () (Rayado sobre el Techo, n 1. Caracas, marzo de 1961.) Busca la verificacin de la realidad de la vida basndose en una lucidez aclaratoria, reiterativa, amenazante, que estalla de verdad, desde adentro, en lo ms ntimo, lo ms profundo, como un orgasmo. Ideas que llegan al orificio, al techo, y salen a la luz con una enorme violencia. Y all est la presencia de un lenguaje tan grfico como corporal. Tan exacto como equvoco. Tan fatal como risible. Tan vivo como putrefacto. El Techo de la Ballena reuni elementos de cido humor, crtica y opinin contestataria, literatura expresada en prosa, poesa sorpresiva y libre, fotografas de carcter, y en fin, una conjuncin de elementos materiales e ideolgicos que utiliz estticamente con una finalidad bastante concreta, perfilada hacia una protesta social y poltica. es necesario restituir el magma la materia en ebullicin la lujuria de la lava colocar una tela al pie de un volcn restituir el mundo la lujuria de la lava demostrar que la materia es ms lcida que el color de esta manera lo amorfo cercenado de la realidad todo lo superfluo que la impide trascenderse supera la inmediatez de la materia como medio de expresin hacindola no instrumento ejecutor pero s mdium actuante que se vuelve estallido impacto () (Rayado sobre el Techo, n 1. Caracas, marzo de 1961.) El restablecimiento de la lava quemante que vomita el volcn, se hace imprescindible en la labor del artista que coloca su lienzo al pie del fluido para renovar la lacerante trascendencia de un mundo carcomido por la basura y la pudricin moral. Aclarar la realidad mediante el exterminio, la quema, el incendio. Colocar una bomba de tiempo en la cadena que aprisiona la materia, que la oscurece. Es la tarea. La cohesin de El Techo estuvo sostenida por la coherencia de sus propuestas y los retos planteados en ellas, lo cual le dio gran libertad expresiva a sus integrantes, en la mayora de las ocasiones rayando en la intransigencia y la irreverencia. A todo esto se le agreg la presencia de elementos dadaistas y surrealistas al ir en contra de muchas cosas establecidas, e implantar lo onrico, no slo desde el punto de vista acadmico sino tambin aquellas relacionadas con los reglamentos sociales, la vida cotidiana, etc. En este sentido, la burla hacia aquello que pudiera ser demasiado literario era casi una constante, pues a los balleneros poco les importaba el estilo y lo retrico, haciendo, entonces, pleno uso de la libertad creadora construyendo una renovacin del lenguaje, lo cual es una caracterstica de la Posmodernidad. La crtica social y poltica fue punto importante en el desarrollo de El Techo de la Ballena. A pesar de ser un movimiento que englob la literatura, las artes visuales y las artes plsticas, como ya acotamos, fue en este ltimo rengln donde tuvo mayor repercusin en el pblico. Sus exposiciones llenas de collages que iban ms all del mero material tangible, constituan una manera amplia y completa de expresar desacuerdos frente a un sistema represor el cual estos creadores no compartan. Esta forma de protesta sustentada en una calidad artstica completamente plena de una creatividad avasallante que bien poda provocar una carcajada desde un humor cnico, o despedir un asco espantoso frente a huesos derruidos y carnes putrefactas, le

dio a El Techo una de sus caractersticas ms trascendente. Homenaje a la cursilera (junio de 1961) y Homenaje a la necrofilia (noviembre de 1962) fueron muestras que marcaron una verdadera importancia en la expansin de los pensamientos de El Techo. La primera, segn lo sealado por sus propios creadores, fue presentada como un gesto de franca protesta ante la permanente indeclinable farsa cultural del pas, o como deca Caupolicn Ovalles, un testimonio sobre farsantes con aires de comprometidos y hacedores de cultura, constituy un primer intento para despertar un pensamiento crtico-prctico hacia la posicin pequeo burguesa que se encontraba dominando el mbito cultural venezolano, en todas sus manifestaciones. La segunda, fue una plausible provocacin, sus bases construidas sobre la lava del escndalo generado, una inmejorable manera de dar a conocer pensamientos de protesta ante una sociedad que se estaba pudriendo tan visiblemente como aquellas vsceras que, carcominadas por las larvas, obligaron al Ministerio de Sanidad a clausurar la exposicin. Respecto a sta Ignacio Enrique Oberto (1997) extrae del texto de Salvador Garmendia: Huesos y vsceras de animales recin descuartizados cubrieron las paredes del garage que sirvi de escondite para la conservacin del sacrificio. En una fotografa del catlogo rotulada como El artista en su taller, aparecera Contramaestre en el momento de elegir cuidadosamente las piezas de su trabajo, inclinado sobre un satnico mesn de matadero pblico. Contramaestre propona ms que un ademn iracundo y exhibicionista, una respuesta cargada de sangrienta irona al muy real y cotidiano ejercicio de represin y brutalidad armada, que la polica del rgimen ejerca descaradamente en las calles. Espritu contestatario. Ya no el arte por el arte, sino una resonancia estruendosa. Asumir una posicin diferente ante lo que estaba sucediendo en el pas. Porque se hace imposible desvincularse de la realidad siendo artista. El entorno grita lapidariamente los sobresaltos de la tangibilidad. Es un tomar partida. Colocarse frente a frente, ante el final de la utopa. No se trata de resolver los problemas, sino de establecer estrategias para que no quede oculta la verdad, para que se levanten tempestades y tal vez, se llegue al final de la debacle. [email protected]

También podría gustarte