Cárdenas, María Luz - Museos o Mausoleos
Cárdenas, María Luz - Museos o Mausoleos
Cárdenas, María Luz - Museos o Mausoleos
Las referencias que nos aproximan a esta nueva experiencia creativa dentro del
discurso museolgico han sido en diversas ocasiones articuladas, tanto por curadores de
exposiciones, como por artistas cuyas propuestas entretejen sus bordes con los del texto
museal. En ambos casos, la nocin de museo abarca una realidad mucho ms amplia y
compleja que la tradicional: es un juego libre de diferencias, un entramado de significaciones y
desplazamientos que rompen el sometimiento a un orden lineal en la percepcin de la obra de
arte.
CUANDO SE ROMPE EL CRCULO
El espacio, escenario de un museo fue concebida por su curadora como "una investigacin
sobre el espacio, sus limites y sus posibilidades. Una investigacin, desde el museo, sobre el
museo mismo, del espacio del museo como el lugar que se habita, que se enfrenta, que se va
realizando en la misma medida en que se existe en l (por cada proyecto o exposicin)": el
Museo se mira en el espejo de su espacio y la imagen que devuelve es una imagen de
identidad y doble alienacin (espacio quebrado desde sus inicios por la, divisin GAN-MBA). La
elacin con el espacio fue modificada ac desde sus coordenadas ms profundas, revelando
nuevas formas de interaccin con el museo y restituyendo la experiencia originaria de
relaciones con la casa y el hogar. Las salas del museo se abrieron como presencia intensa y
recompuesta en su doble identidad (la identidad del propio museo y la del espectador / visitante
clsico, que abandona sus instancias pasivas.
CCS 10, ms que una exposicin, es el resultado de una relacin interactiva entre el
espacio arquitectnico de la Galera de Arte Nacional, los criterios del curador y las obras de
los artistas. Se trabaj con el concepto de SITE/ESPECIFIC, espacios asignados a cada
artista, sobre el cual trabajaran sus propuestas. Cada proposicin deba adecuarse al espacio
arquitectnico, el cual a su vez sera transgredido, recreado, habitado por los cdigos
particulares, para crear un espacio de confrontacin y potenciacin de cada propuesta
particular. Rejilla dlmata y diecisis bandejas, de Sigfredo Chacn, quiebra alli el discurso
museolgico, afirmando la posibilidad de integrar la pintura cruda, a secas, como parte de ese
discurso: altera doblemente el espacio clsico de la Sala Uno de la Galera de a Arte Nacional,
tanto por la desproporcin en el manejo de su escala fsica como por la comprensin
conceptual del acto de pintar en un recinto consagrado por tradicin a la pintura / pintura. El
resultado es una reflexin acerca del espacio y su relacin con el hecho pictrico, es pintura sin
trucos, cruda, sin adornos, en bandeja, despojada de s misma. Con ello logra cercar al
espectador, lo obliga a fijar una posicin frente al texto pictrico y sus maneras de ser exhibido.
En todas estas experiencias, retomando la palabra de Luis Prez Oramas en su texto sobre la
exposicin de Max Pedemonte en la Galera de Arte Nacional (1994), "el museo se desliza
felizmente entre lo pblico y lo privado, entre lo ntimo y lo colectivo, entre lo histrico y lo ritual,
entre el mundo y la casa, entre la exterioridad y la interioridad de nuestro cuerpo social... Se
trata, en suma, de restituir la conciencia del espacio (fenomenolgico) a la experiencia de lo
visual".
Elas Heim (Colombia, 1966) ha desarrollado un texto artstico interconectado con las
situaciones museogrficamente vividas entre la obra, el espectador y el espacio de los museos.
Sus mquinas vivientes, orgnicas, respiran las atmsferas del museo y proponen una nueva
relacin, mucho ms abierta, con la rigidez del discurso museolgico. En su artculo sobre el
artista ("Elas Heim", Art Nexus, N 23, Enero/Marzo, 1977), Miguel Gonzlez resalta su
carcter antropomorfo, erticamente imbricado con la energa de las obras de arte que
anteriormente han habitado los espacios del museo. Su trabajo es una franca invitacin a
pensar el arte y su relacin con el espacio del museo en trminos ecolgicos, tecnolgicos y
semnticos. Arrullador porttil para obras de arte, 1992, es "un objeto potente y minimalista que
recoga formalmente el espritu de un enfriador, con huevos en fibra de vidrio, referencia al
mundo animal. Produce el sonido del aire acondicionado pero sin enfriar realmente.. El sonido
como nostalgia del falso aparato climatizador. El arte para el arte". Hbrida flora intermuseal,
1993, es referenciada por Gonzlez como "una obra clara y atenta que recoge con coherencia
sus intereses en cuanto a intercambio, conservacin, vida fsica y funcionamiento activo y
mecnico. Percibida como una gran planta mecnica que rene materiales de dos contextos
para provocar su sustento. Es un trabajo que recrea lo botnico documental. Una planta a la
ofensiva de lo inocente, barroca y ldica. Los elementos mecnicos tienen que ver con tiempos
de funcionamiento, ventilacin, hinchazn de los fuelles / ptalos que motivan a estos procesos
de impronta vegetal". Extractor de atmsferas acumuladas, 1995, es concebida como un
organismo cuyo aliento alude a los recuerdos de obras de arte que han sido exhibidas en los
recintos del museo, a las memorias que guardamos de ellas. Genera una nueva potica con
respecto a la comprensin de las salas de los museos y los objetos que en ellas han habitado.
Heim se inspira bajo la franca intencin de problematizar la esencia de las funciones de los
espacios expositivos como receptculos e inscribe sobre ellos una accin transformadora.
Javier Tllez
La extraccin de la piedra de la locura (vista general), 1996 Museo de Bellas Artes, Caracas Foto: Carlos
Germn Rojas
Luis Lartitegui (Venezuela, 1962) aloja sus reflexiones en la posibilidad de modificar las
lecturas del espacio de circulacin de la obra de arte, generando procesos disruptivos y
paradjicos. Los mismos ttulos (por ejemplo)
T/S: Ttulo Sin, Saln Nacional de Arte Aragua, Museo de Arte de Maracay, 1996) juegan con
los contenidos y asociaciones que se
asignan al objeto artstico por convencin o
prejuicio: Su investigacin se centra en
sealar lo manipulable que puede ser la
lectura de la obra de arte y, por
consiguiente, el lector. La utilizacin de los recursos tiende a producir ambigedad, pues a
medida que el espectador desea acercarse ms a la obra o al objeto de hallazgo exhibido en la
caja de hierro y vidrio, la situacin museogrfica de la baranda lo aleja de su propsito.
Cuando estos artistas abren el espectro y otorgan a los museos su fuerza activadora de
creacin, se modifica sustancialmente nuestra experiencia de lectura y comprensin de la obra
de arte. El espectador se convierte en explorador de espacios oblicuos, mutantes, deslizados.
El museo, al final, deja de ser el mismo espacio y queda perturbado desde sus bases ms
estables, pero, sobre todo, comienza a existir como nuevo territorio: un territorio flexible y
detonante de futuras creaciones. "