1 La Vida de Buda Shakyamuni
1 La Vida de Buda Shakyamuni
1 La Vida de Buda Shakyamuni
Alexander Berzin
Febrero del 2005, revisado en abril del 2007
Traducido por Ildefonso María Paneros
Contenido
• Introducción {1}
• Fuentes {2}
• Nacimiento, comienzo de su vida, y renuncia {3}
• Estudios e iluminación {4}
• Enseñanzas y establecimiento de una comunidad monástica {5}
• Expansión de la orden monástica {6}
• La fundación de la orden monástica de monjas {7}
• Métodos didácticos del Buda {8}
• Conspiraciones contra el Buda y escisiones {9}
• Fallecimiento del Buda {10}
• Conclusión {11}
Introducción
Fuentes tradicionales citan que Buda Shakyamuni (Shakya thub-pa) vivió desde el año 566
hasta el 485 a.e.c., en el norte central de la India. Dichas fuentes budistas contienen
numerosos y diferentes relatos sobre su vida, apareciendo, en ocasiones, con el paso del
tiempo más detalles. Es difícil establecer con precisión los detalles de estos relatos ya que los
primeros textos budistas se escribieron tres siglos después del fallecimiento del Buda. El
hecho de que algunos textos aparezcan de forma escrita posteriormente a otros, no es razón
suficiente para descartar su validez, pues muchos de ellos pudieron haber continuado
transmitiéndose mediante vía oral después que otros fuesen escritos.
Además, debemos tener en cuenta que biografías tradicionales de grandes maestros budistas,
incluyendo la del mismo Buda, fueron recopiladas con fines didácticos y no como documentos
históricos. Mas aun, existen específicamente biografías de grandes maestros que se crearon de
modo que enseñasen e inspirasen a los seguidores budistas a buscar el camino de la liberación
e iluminación. Por lo tanto, para beneficiarnos de la historia de la vida del Buda, tenemos que
entenderla dentro de este contexto, analizar las lecciones y aprender de ellas.
Fuentes
Las primeras fuentes de la vida del Buda se incluyen dentro de los textos teravada, algunos
sutras en pali de Colección de discursos medianos (Pali: Majjhima Nikaya) y, de varias
escuelas hinayana, también de varios textos vinaya acerca de las reglas monásticas de
disciplina. Sin embargo, cada uno de estos textos ofrece sólo trozos de la historia de la vida
del Buda.
El primero y más amplio relato aparece en la literatura poética budista a finales del siglo
segundo a.e.c. en la obra Grandes materiales (sct. Mahavastu) de la escuela hinayana
mahasanghika. Este texto que estaba fuera de Las tres cestas (sDe-snod gsum, sct. Tripitaka),
añadió, por ejemplo, el detalle de que el Buda nació como príncipe en una familia real, como
también lo hace otro trabajo poético aparecido en la literatura de la escuela hinayana
sarvastivada: El sutra de la obra vasta (sct. Lalitavistara sutra). Posteriormente, versiones
mahayana de este texto (rGya-cher rol-pa'i mdo) tomaron prestada esta versión previa y
dieron más detalles, por ejemplo, explicando que Shakyamuni había alcanzado la iluminación
muchísimo tiempo antes emanando como príncipe Siddhartha, simplemente como
demostración del camino para obtener la iluminación con el propósito de enseñar a otros.
En última instancia algunas de estas biografías se incluyeron en Las tres cestas. La más
famosa es Hazañas del Buda (Sangs-rgyas-kyi spyod-pa zhes-bya-ba 'i snyan-ngag chen-po,
sct. Buddhacarita) del poeta Ashvaghosha (rTa-dbyangs), escrito en el primer siglo e.c. Otras
versiones aparecieron, aun después, en los tantras, como en la literatura del Chakrasamvara
('Khor-lo bde-mchog), allí encontramos el relato en el cual el Buda, a la vez que apareció
como Shakyamuni enseñando Los sutras sobre la sabiduría discriminativa de largo alcance
(Sher-phyin mdo, Prajnaparamita sutras, Sutras de la perfección de la sabiduría)
simultáneamente emanó como Vajradhara y enseñó los tantras.
De cada relato podemos aprender algo y obtener inspiración. No obstante miremos ante todo
las versiones que representan al Buda histórico.
De joven, el Buda vivió una vida de placer. Se casó y tuvo un hijo, Rahula (sGra-gcan 'dzin).
En versiones posteriores, aparece el nombre de su esposa, Yashodhara (Grags 'dzin-ma). Sin
embargo, a la edad de veintinueve años, el Buda renunció a su vida familiar y a la herencia de
príncipe y se convirtió en un mendicante errante en busca de espiritualidad (dge-sbyong, sct.
shramana).
Es importante entender la renuncia del Buda dentro del contexto de su sociedad y tiempo. Al
convertirse en un mendicante errante en busca de espiritualidad, el Buda no abandonó a su
esposa e hijo, dejándoles viviendo solos en la pobreza, ciertamente, ella y su hijo habrían sido
cuidados por sus acaudalados familiares. Además, el Buda siendo un miembro de la casta de
guerreros tendría, sin duda alguna, que dejar un día su hogar por la batalla. Una familia de
guerreros aceptaría esto como el deber del hombre. Los guerreros en la India antigua, no
llevaban a sus familias con ellos al campo de batalla.
Fuentes 2
La vida de Buda Shakyamuni
Aunque las batallas pueden combatirse contra enemigos externos, la lucha verdadera es contra
nuestros enemigos internos, y esta es la guerra que el Buda salió a combatir. Que el Buda
dejase a su familia con este fin, indica que es el deber del buscador espiritual el dedicar su
vida entera al mismo tipo de propósito. Sin embargo, en nuestro mundo moderno, si
dejásemos a nuestra familia para hacernos monásticos y proseguir esta lucha interna,
necesitaríamos asegurar que ellos estuviesen bien cuidados. Esto significa no sólo atender las
necesidades de nuestro cónyuge e hijos, sino también las de nuestros mayores. Pero dejemos o
no a nuestras familias, es el deber de un budista disminuir el sufrimiento superando la
adicción a los placeres, tal como lo hizo el Buda.
Este episodio que implica el recibir ayuda en el camino espiritual por parte del cochero es
análogo al relato de Arjuna del Bhagavad Gita (Srid-sgrub) contado por su chofer de carroza,
Krishna ('Dom-pa nag-po), acerca de la necesidad de continuar su deber como guerrero y
luchar en batalla contra sus parientes. En ambos casos, budista e hindú, podemos ver un
significado más profundo en el hecho de salir más allá de las murallas de nuestra vida cómoda
con lo que nos es conocido y nunca abandonar nuestro deber por descubrir la verdad. En cada
caso la carroza representa, quizás, al vehículo de la mente que la conduce a la liberación, y las
palabras del chofer, representarían entonces, la fuerza motriz que impulsa este vehículo, a
saber, la verdad acerca de la realidad.
Estudios e iluminación
Como errante célibe en busca de espiritualidad, el Buda estudió con dos maestros los métodos
para obtener varios niveles de estabilidad mental (bsam-gtan, sct. dhyana) y absorciones de la
no forma. Aunque logró obtener estos estados profundos de concentración perfecta, en los
cuales no experimentaba ni sufrimiento burdo ni felicidad mundana común, no quedó
satisfecho. Estos estados superiores producían solamente alivio temporal y no permanente de
estos sentimientos contaminados, y desde luego, no eliminaban los profundos sufrimientos
universales que él buscaba superar. Entonces practicó un ascetismo extremo con cinco
acompañantes, pero esto tampoco erradicó los profundos problemas involucrados en los
constantes e incontrolables renacimientos ('khor-ba, sct. samsara). Solamente en relatos
posteriores, aparece el incidente en donde el Buda rompió sus seis años de ayuno en la orilla
del río Nairanjana (Chu-bo Nai-ranyja-na) con la doncella Sujeta (Legs-par skyes-ma) que le
ofreció una taza de arroz con leche.
Para nosotros, el ejemplo del Buda indica que no podemos estar satisfechos, solamente,
obteniendo un estado de calma total o alcanzando un estado placentero con la meditación, y
mucho menos por medios artificiales tales como las drogas. Retrayéndonos en trances
profundos, torturándonos o castigándonos, tampoco conseguimos nada. Es necesario recorrer
todo el camino hasta alcanzar la liberación y la iluminación, y no estar satisfechos con
métodos espirituales que no nos llevan a culminar estas metas.
Después de rechazar el ascetismo, el Buda meditó solo en la jungla para vencer el temor. El
miedo subyacente es una actitud egocentrista y de apego a un inexistente "yo" aun más fuerte
que aquella detrás del anhelo compulsivo por el placer y la diversión. Así en La rueda de las
armas a filadas (Blo-sbyong mtshon-cha'i 'khor-lo), el maestro indio del siglo diez e. c..
Dharmarakshita (Dharma-rakshi-ta) usaba la imagen de pavos reales deambulando por la
jungla de plantas venenosas, para representar bodisatva usando y transformando las
emociones venenosas del deseo, el enojo y la ingenuidad para ayudarles a superar su actitud
egocéntrica y de apego a un "yo" imposible.
En los primeros relatos, el Buda consiguió la iluminación obteniendo los tres tipos de
conocimiento: el conocimiento completo de todas sus vidas anteriores, el del karma y
renacimiento de todos los demás, y el de Las cuatro verdades nobles. Relatos posteriores
explican que con la iluminación él obtuvo la omnisciencia.
Este detalle podría ser un elemento satírico indicando la superioridad de las enseñanzas del
Buda, que sobrepasaban los métodos ofrecidos por las tradiciones espirituales tradicionales
indias de su tiempo. Después de todo, si hasta los dioses superiores admitían que el mundo
necesitaba de las enseñanzas del Buda porque ellos mismos carecían de métodos para terminar
con el sufrimiento de todos y de manera definitiva; nosotros, seguidores corrientes,
necesitamos estas enseñanzas aun más. Además, en el simbolismo budista, Brama representa
al orgullo arrogante. Su falsa creencia que él es el creador omnipotente representa la
personificación de la falsa creencia en uno mismo existiendo como un imposible "yo", como
un "yo" que puede controlar todo en la vida. Esta creencia errónea inevitablemente genera
frustración y sufrimiento. Solamente las enseñanzas del Buda acerca de la manera en cada uno
de nosotros existimos, ofrecen la solución para conseguir acabar con este sufrimiento
verdadero y sus causas verdaderas.
Al aceptar la petición de Brama e Indra, el Buda fue a Sarnath y en el Parque de los ciervos
(Ri-dags-kyi gnas, sct. Mrgadava) enseñó Las cuatro verdades nobles a sus cinco antiguos
compañeros. En el simbolismo budista el ciervo representa suavidad, ternura y de esta manera
el Buda enseña un método suave que rechaza los extremos del hedonismo y el ascetismo.
Estudios e iluminación 4
La vida de Buda Shakyamuni
Pronto el Buda regreso a Magadha (Yul ma-ga-dha) el reino en el que se encuentra Bodh
Gaya, fue invitado a la capital, Rajagrha (rGyal-po'i khab), hoy día Rajgir, por el rey
Bimbisara (gZugs-can snying-po), quien se convirtió en su benefactor y discípulo. Allí los
amigos Shariputra (Sha-ri'i bu) y Maudgalyayana (Mo'u dga-la-gyi bu) también entraron en la
creciente orden del Buda y se hicieron de los discípulos más afines.
Un detalle posterior que aparece acerca del encuentro del Buda con su familia es el de haber
usado sus poderes supernaturales para ir al cielo de Tushita (dGa'-ldan) y enseñar a su madre
que había renacido allí. Esto indica la importancia de apreciar y retribuir la bondad materna.
El rey Bimbisara sugirió al Buda que adoptase las costumbres de otros grupos espirituales de
mendicantes, tales como los Jains (gCer-bu-pa), de mantener una junta cada cuarto de mes
(gso-sbyong, sct. uposhadha). De acuerdo a esta costumbre, los miembros de la comunidad
espiritual se reunirían al comienzo de cada cuarto de fase lunar para hablar de las enseñanzas.
El Buda aceptó, lo que demuestra que estaba abierto a sugerencias para seguir las costumbres
de su tiempo. En realidad, el Buda siguió el ejemplo en muchos aspectos de su comunidad
espiritual y del esquema de sus enseñanzas de los Jains. Mahavira, el fundador del Jainismo,
vivió alrededor de medio siglo antes que el Buda.
Poco tiempo después, Shariputra pidió al Buda que formulase reglas para el código de
disciplina monástica. Sin embargo, el Buda decidió esperar hasta que algunos problemas
específicos surgieran y luego instituir un voto para evitar cualquier repetición de algún
incidente similar. El Buda siguió esta directiva tanto para las acciones destructivas por
naturaleza, las cuales eran dañinas para cualquiera que las cometiese, como para las acciones
éticamente neutras, las prohibidas para ciertas personas en ciertas situaciones y por ciertas
razones. Por lo tanto las normas de disciplina ('dul-ba, sct. vinaya) fueron pragmáticas y
formuladas ad hoc, siendo las consideraciones principales para el Buda las de evitar
problemas y no causar ofensas.
La siguiente norma que el Buda estableció fue la del retiro de tres meses en la estación de
lluvias (dbyar-gnas, sct. varshaka) durante el cual los monjes permanecerían en un sitio y
evitarían viajar. El propósito era prevenir que los monjes dañaran las cosechas al tener que
caminar a través de los campos cuando los caminos estaban inundados. El mantener los retiros
en la estación de lluvias condujo al establecimiento de monasterios fijos. De nuevo, este plan
surgió para evitar dañar a la comunidad laica y obtener su respeto. La construcción de
monasterios fijos también fue adoptada porque resultaba práctico.
A partir del retiro de la segunda estación de lluvias, el Buda pasó veinticinco estaciones de
lluvias de retiro en la arboleda Jetavana (rGyal-bu rgyal-byed-kyi tshal) fuera de Shravasti
(gNyan-yod), la ciudad capital del reino de Cósala (Ko-sa-la). El comerciante Anathapindika
(mGon-med zas-sbyin) construyó en ese lugar un monasterio para el Buda y sus monjes, y el
rey Prasenajit (rGyal-po gSal-rgyal) patrocinó el sustento de la comunidad. Este monasterio
en Jetavana fue el escenario de muchos grandes acontecimientos en la vida del Buda. El más
famoso fue el derrotar a los líderes de las seis escuelas más importantes no budistas de su
tiempo en un concurso de poderes milagrosos.
Hoy en día, ninguno de nosotros es capaz de realizar proezas milagrosas. No obstante, el uso
de poderes milagrosos por parte del Buda en lugar de la lógica para derrotar a sus adversarios,
indica que cuando las mentes de los otros están cerradas a la razón, la mejor manera de
convencerles de la validez de nuestro entendimiento, es demostrando nuestro nivel de
realización a través de nuestras acciones y conducta. Hay un dicho en inglés que en español
diría "Las acciones hablan más alto que las palabras" ("Actions speak louder than words")
Sin embargo, el Buda era, en general, reacio a crear reglas y estaba dispuesto a suprimir las de
menos importancia si se les consideraba innecesarias. Sus normas representan la dinámica de
las dos verdades: la verdad última y al mismo tiempo respeto por la verdad convencional, de
acuerdo a las costumbres locales. Aunque de acuerdo a la verdad última no hay problema en
tener una orden de monjas; sin embargo, para evitar que la gente común mirase con desprecio
las enseñanzas budistas, era necesario que hubiese más normas de disciplinas para las monjas.
A partir de la verdad última, no importa lo que la sociedad diga; sin embargo respecto a la
verdad convencional, es importante para la comunidad budista merecer el respeto y confianza
del público. De la misma manera, sería una falta de respeto si existiese cualquier muestra de
prejuicio, por parte de las costumbres budistas, para con las monjas o las mujeres en general o
las minorías, el espíritu del Buda es corregirlas de acuerdo a las normas de los tiempos.
Después de todo, la tolerancia y la compasión han sido la tónica más importante en las
enseñanzas del Buda. Por ejemplo, el Buda animaba a los nuevos discípulos que previamente
habían mantenido a otras comunidades religiosas, a continuar apoyándolas. Dentro de las
órdenes budistas, también ordenó a los miembros a cuidarse entre ellos. Si por ejemplo, un
monje se enfermaba, los otros monjes tenían que cuidarle, porque todos eran miembros de la
familia budista. Este también es un importante precepto para todos los budistas laicos.
Otro ejemplo es el de la enseñanza del Buda a una madre afligida que le llevó su niño muerto
y rogó al Buda que le devolviese a la vida. El Buda le dijo que le trajese una semilla de
mostaza de una casa en la cual nunca se hubiese producido una muerte, y entonces él vería
que podría hacer. La mujer fue de casa en casa, pero en cada uno de los hogares alguna
persona había fallecido. Poco a poco ella se dio cuenta que todos algún día tenemos que morir
y de esta manera ella fue capaz de incinerar a su niño con mayor paz mental.
Los métodos de enseñanza del Buda nos muestran que para ayudar a la gente en encuentros
individuales, lo mejor es no crear enfrentamientos. Lo más efectivo es ayudarles a pensar por
ellos mismos. Sin embargo, en grupos de gente que desea aprender las enseñanzas,
necesitamos explicarlas directamente y con claridad.
Devadatta entonces intentó engatusar a los monjes para que dejasen al Buda, afirmando que él
era incluso más "sagrado" que su primo y por lo tanto propuso una serie de reglas de
disciplina más estrictas. De acuerdo con El Camino de la purificación (Pali: Visuddhimagga)
del maestro teravada del siglo cuarto e. c., Buddhaghosa, los planes de Devadatta para los
monjes incluían:
El Buda dijo que si sus monjes querían seguir estas reglas adicionales de disciplina, que
podían hacerlo, pero que nadie estaba obligado. Algunos de sus monjes, no obstante,
escogieron seguir a Devadatta y entonces dejaron la comunidad del Buda y fundaron su propia
orden.
En la escuela teravada, las reglas adicionales de disciplina que Devadatta dictó se llaman las
trece ramas de la práctica observada (Pali: dhutanga). Tal parece que la tradición de los
monjes del bosque, que hasta el día de hoy se encuentra, por ejemplo, en lo que hoy en día es
Tailandia, derivaron de dicha práctica. El discípulo del Buda Mahakashyapa ('Od-bsrung
chen-po) fue el más famoso seguidor practicante de esta disciplina más estricta. Muchas de
estas reglas de disciplina son observadas por los errantes hombres sagrados (sct. sadhu) de la
tradición hinduista. Sus prácticas parecen ser una continuación de la tradición de los
mendicantes errantes en busca de espiritualidad de los tiempos del Buda.
Las escuelas mahayana poseen una lista similar de doce características de la practica
observada (sbyangs-pa'i yon-tan, sct. dhuntaguna). Esta lista omite "no saltarse ninguna casa
cuando mendigan comida", añade "ponerse hábitos que han sido tirados al cubo de la basura"
y cuentan "ir a pedir limosnas" y "comer solamente de su propio cuenco" como una misma.
Muchas de estas disciplinas fueron seguidas posteriormente por las tradiciones indias de
practicantes tántricos con grandes logros (grub-thob chen-po, sct. mahasiddha) que se
encuentran tanto en el budismo mahayana como en el hinduismo.
El separarse de una tradición budista establecida hasta entonces y formar otra orden, en
términos de nuestros tiempos, para formar un centro de Darma separado, no es el problema;
pues hacer eso en sí mismo, no supone crear una "escisión en la comunidad monástica", que
es uno de los cinco delitos atroces (mtshams-med lnga). Sin embargo, Devadatta, creó tal
escisión y cometió tal delito porque el grupo que se separó y le siguió mantuvo un extremo
rencor contra la comunidad monástica del Buda y la criticaban severamente. De acuerdo a
algunos relatos, el daño de esta escisión duró varios siglos.
[Para conocer la lista de los cinco delitos atroces, ver: Los votos raíz del bodisatva {13}.]
Así que el Buda enfermó mortalmente, en la casa de Chunda, después de una comida que
dicho anfitrión ofreció para él y un grupo de sus monjes. En su lecho de muerte, el Buda dijo a
sus monjes que si tenían alguna duda o preguntas sin respuesta, tendrían que apoyarse en las
enseñanzas del Darma y su disciplina ética. Estas serían ahora sus maestros. De esta manera el
Buda indicó que cada persona tiene que obtener sus propias respuestas de las enseñanzas, no
hay autoridad absoluta que las proporcione todas. Después de esto, el Buda falleció.
Chunda estaba totalmente angustiado, pensando que había envenenado al Buda. Pero Ananda
consoló al dueño de la casa diciéndole que había, en realidad, acumulado una gran fuerza
positiva o "mérito" por haber ofrecido al Buda la última comida antes de su fallecimiento.
Buda fue incinerado y sus cenizas se colocaron en estupas (monumentos donde se depositan
reliquias) especialmente en los lugares que se convirtieron en los cuatro sitios más importantes
de peregrinaje para los budistas:
Conclusión
Varias tradiciones budistas enseñan diferentes relatos de la vida del Buda. Las diferencias
indican como cada tradición concibe a un buda y lo que podemos aprender de su ejemplo.
• La versión hinayana habla solamente del Buda histórico. Al mostrar como trabajó
intensamente en sí mismo para alcanzar la iluminación, aprendemos que tenemos que
esforzarnos nosotros mismos.
• De acuerdo a la versión general mahayana, el Buda había obtenido ya la iluminación
muchos eones atrás. Al manifestarse en una vida con doce actos iluminados, nos
enseña que la iluminación conlleva el trabajar siempre para el beneficio de los demás.
• En los relatos del anutarayoga tantra, el Buda se manifestó simultáneamente como
Shakyamuni enseñando Los sutras de la sabiduría discriminativa de largo alcance
(Los sutras del prajnaparamita) y como Vajradhara enseñando los tantras. Esto indica
que la práctica del tantra está totalmente basada en las enseñanzas madyámaka del
vacío.
Por consiguiente, podemos aprender muchas cosas de cada una de las versiones de la vida del
Buda que nos pueden ayudar a adquirir inspiración a muchos y distintos niveles.
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wheel_sharp_weapons.html
{13} http: / / www.berzinarchives.com / web / es / archives / practice_material / vows /
bodhisattva / root_bodhisattva_pledges.html
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