Este artículo analiza las novelas de Ignacio Manuel Altamirano, especialmente Clemencia, Julia y El Zarco. Estudia la representación del amor y el patriotismo en sus obras narrativas. Considerando las relaciones entre el Romanticismo europeo y el liberalismo literario de Altamirano, muestra cómo toma ciertos aspectos de los modelos discursivos europeos al mismo tiempo que rechaza elementos del ideario romántico que podrían amenazar la consolidación del Estado y la subjetividad poscoloniales, así como las relaciones armónicas
Este artículo analiza las novelas de Ignacio Manuel Altamirano, especialmente Clemencia, Julia y El Zarco. Estudia la representación del amor y el patriotismo en sus obras narrativas. Considerando las relaciones entre el Romanticismo europeo y el liberalismo literario de Altamirano, muestra cómo toma ciertos aspectos de los modelos discursivos europeos al mismo tiempo que rechaza elementos del ideario romántico que podrían amenazar la consolidación del Estado y la subjetividad poscoloniales, así como las relaciones armónicas
Título original
amor y nación en las novelas de ignacio manuel altamirano
Este artículo analiza las novelas de Ignacio Manuel Altamirano, especialmente Clemencia, Julia y El Zarco. Estudia la representación del amor y el patriotismo en sus obras narrativas. Considerando las relaciones entre el Romanticismo europeo y el liberalismo literario de Altamirano, muestra cómo toma ciertos aspectos de los modelos discursivos europeos al mismo tiempo que rechaza elementos del ideario romántico que podrían amenazar la consolidación del Estado y la subjetividad poscoloniales, así como las relaciones armónicas
Este artículo analiza las novelas de Ignacio Manuel Altamirano, especialmente Clemencia, Julia y El Zarco. Estudia la representación del amor y el patriotismo en sus obras narrativas. Considerando las relaciones entre el Romanticismo europeo y el liberalismo literario de Altamirano, muestra cómo toma ciertos aspectos de los modelos discursivos europeos al mismo tiempo que rechaza elementos del ideario romántico que podrían amenazar la consolidación del Estado y la subjetividad poscoloniales, así como las relaciones armónicas
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ruerdos de un emigrado. za ed.
r1a de Ch. Bouret, 1888.
J Mexico (1819-1906). Mexico: 1 de America, siglo XIX. Col. :> XXI Editores I CIESAS, En La nove/a del Mexico colo- r pr61. Antonio Castro Leal. I indio en la pintura del siglo (ia en el arte contemporaneo. Mexico: UNAM, 1982. 51- . New York: Vintage Books, en el Mexico colonial. Trad. :a I Alianza Editorial, 1991. World's Fairs. Berkeley I Los Jifornia Press, 1996. lirica. El problema del otro. iglo XXI Editores, 1987. [anuel Payno". Historia Mexi- r indio en el espaiiol del siglo e Filosofla, Letras y Ciencias :ndigenismo en Mexico. Mexi- ' as ciencias sociales. Mexico: Amor y naci6n en las novelas de Ignacio Manuel Altamirano FRIDHELM ScHMIDT UNIVERSIDAD LIBRE DE BERLIN UNIVERSIDAD NACIONAL AUT6NOMA DE MEXICO REsuMEN: En este articulo, se analizan las novelas de Igrtacio M. Altamirano, sobre todo Clemencia, Julia, y El Zarco. El estudio concede especial importan- cia a Ia representaci6n del amory del patriotismo en su narrativa. Consideran- do las relaciones intertextuales concretas entre el Romanticismo europeo y el liberalismo literario de Altamirano, se muestra que el escritor retoma ciertos aspectos de los modelos discursivos europeos, a! mismo tiempo que rechaza todos los elementos del ideario romantico que podrfan ser un obstaculo o una amenaza para Ia consolidaci6n del Estado y del sujeto poscoloniales, y para Ia creaci6n de relaciones arm6nicas entre los generos. En las novelas de Altamira- no, el amor y el patriotismo se representan como dos pasiones fntimamente ligadas; Eros y Polis se construyen mutuamente uno sobre el otro. ABS7RACT: In this article, the novels of Ignacio M. Altamirano are analyzed, mainly Clemen cia, Julia and El Zarco. The study grants special relevance to his work's representation of love and patriotism. By taking into consideration the concrete intertextual relations between the European romanticism and Altamira- no's literary liberalism, it is shown that the writer retakes certain features of the European discursive models, while rejecting all other elements of the romantic ideals that might be an obstacle or a threat to the post-colonial State and individ- uals, and to the creation of harmonic relations between genders. In Altamirano's novels, love and patriotism are represented as two closely linked passions; Eros and Polis are mutually constructed one on top of the other. Literatura Mexicana X.l-2 (99.1-2), pp. 97-117 Amor y naci6n en las novelas de Ignacio Manuel Altamirano La bandera de la patria tendria entonces para el un simbolo mas que idolatrar: el de su amor. IGNACIO MANUEL ALTAMIRANO, Cfemencia I. LOS CONCEPTOS DE AMORY NACION A PARTIR DEL ROMANTICISMO "Es por palabras [ ... ] por simples palabras que nos ha separado la suerte" (Altamirano 1986a 91), le dice Julia a Julian al final de la novela corta de Ignacio Manuel Altamirano, novela que, como tantas otras del siglo XIX, se engalana en su titulo con el nombre de la bella protagonista. Es quizas la {mica frase de la noveHstica de Altamirano en que nos recuerda que el amor, que en general aceptamos ver como un sentimiento ahist6rico, eterno y casi divi- no, o, a veces, como un complicado quipu de sentimientos, inso- luble como el nudo gordiano, a lo mejor pueda ser nada mas que un c6digo comunicativo que tiene sus reglas y su historia. Un c6digo cuyo modo de empleo, en fin, se puede aprender mediante la lectura de novelas o, en nuestros d!as, por via de peHculas. "El am or es -cuando en el cine resuenan los violines", que es exact a- mente el momenta en que ya no se necesita palabra alguna para entenderse-. El hecho de que todos los espectadores supuesta- mente "entienden" este momenta como en el que "entra" el amor, y los sollozos y las lagrimas nos muestran que de veras lo entien- den; este hecho no solo confirma la idea de que se trata de un Literatura Mexicana 99 codigo comun, sino revela ademas una paradoja en nuestra forma de percibir y concebir el amor. Es, al mismo tiempo, el sentimien- to mas intima y personal, y, por otra parte, el supuestamente mas generalizado, un sentimiento universal. Esta paradoja tambien es historica. Es el resultado de un cam- bia radical en la concepcion del amor que comienza en el siglo xvm con la experiencia de la incomunicabilidad (Luhmann 1994 153-161), y cuyo apogeo llega a ser el Romanticismo. Es en la filosofia yen la literatura romanticas en que "La concreticidad y La unicidad del individuo se declaran como principios universales. Para elias, dos almas son dos mundos" (Luhmann 167). 1 La unici- dad del mundo (y no solo del caracter) del otro requiere una nue- va subjetividad en la percepcion de la realidad como tal. Sabre todo en el Romanticismo aleman, este cambia es el resultado de la revaloracion del mundo para el que ama por parte del otro ama- do.2 El mundo de los objetos y la naturaleza se vuelven caja de resonancia para el amor; es en el encantamiento de los objetos en que los amantes experimentan su amor en relacion con el otro (Luhmann 167-168). El amor mismo es ideal y paradojico ala vez, porque trata de basar la unidad en la dualidad. Por esto, es posible una intensificacion de la emocion en y por la distancia en que viven los amantes, y el acento de la realizacion se disloca a la esperanza, al anhelo distante (Luhmann 172). El proceso de subjetivizacion, individualizacion y privatizacion del amor durante el Romanticismo incluye una nueva valoracion de lo bello y de lo feo, 3 que ahara se distinguen por la imagina- 1 Subrayados en el original. La traducci6n es rnia. 2 "Ellos Oos franceses) encuentran uno en el otro al universe, porque pierden el sentido para todo lo demh. Nosotros no. Todo lo que amabamos en otras ocasiones, ahora lo amamos con mas calor. Tanto mas comprendemos el mun- do" (Schlegel 89). La traducci6n es m.la. 3 Cf., por ejemplo, el "Pr6logo a Cromwell", de Victor Hugo (32-40). Hugo insiste en que la introducci6n de lo feo y de lo grotesco es una de las caracteris- Literatura Mexicana 100 cion puramente individt do por un cambia del 01 Ahara, esta se inicia por al mismo tiempo como mann 180-181). Con la i no solo se inicia una reb( les dominantes de la soci go del amor. El siglo x consecuencia de este pre ciones amorosas desapar como un nuevo instrum' . . ' mcacwn amorosa. Extraiia coincidencia amor con la formaci6n con este ultimo, la del na te, a partir de finales del definicion que del nacion Imagined Communities. Nationalism (1983), pode te de un paralelo tempe entre los dos conceptos. tanto de la naci6n como cepci6n que se opone a l ticas mas importantes de la lite tura romantica. El proceso de 1 en la del amor se deriva de su feo, mil tipos (38). Para las art forma en 'lo interesante'. 4 Cf., para una historia de 1 (1983). Anderson afirma que ~ da a finales del siglo XVIII, en Mexico, en vez de emplear la habla por lo general de "patrio .a paradoja en nuestra forma rnismo tiempo, el sentimien- parte, el supuestamente mas al. , Es el resultado de un cam- )r que comienza en el siglo nicabilidad (Luhmann 1994 el Romanticismo. Es en la en que "la concreticidad y la :omo principios universales. ' (Luhmann 167). 1 La unici- ) del otro requiere una nue- la realidad como tal. Sabre cambia es el resultado de la Lilla por parte del otro ama- tturaleza se vuelven caja de ntamiento de los objetos en lOr en relaci6n con el otro s ideal y parad6jico a la vez, ualidad. Por esto, es posible . y por la distancia en que realizaci6n se disloca a la lll 172). idualizaci6n y privatizaci6n duye una nueva valoraci6n distinguen por la imagina- ~ rnia. otro al universo, porque pierden fodo lo que amabamos en otras .nto mas comprendemos el mun- ",de Victor Hugo (32-40). Hugo grotesco es una de las caracteris- cion puramente individual. Ademas, este proceso esta acompaiia- do por un cambia del origen y comienzo de la relaci6n amorosa. Ahara, esta se inicia por azar, un azar parad6jico, porque aparece al mismo tiempo como necesidad, destino y libre elecci6n (Luh- mann 180-181). Con la individualizaci6n del concepto del amor, no solo se inicia una rebeli6n del individuo contra las reglas mora- les dominantes de la sociedad, sino tambien un cambia en el cadi- go del amor. El siglo xvm significa el fin de la ret6rica. Como consecuencia de este proceso, los manuales y reglas para las rela- ciones amorosas desaparecen, y comienzan a florecer las novelas como un nuevo instrumento para aprender el c6digo de la comu- nicaci6n amorosa. Extraiia coincidencia esa del cambia radical del concepto del amor con la formaci6n del Estado nacional moderno, y, junto con este ultimo, la del nacionalismo 0 patriotismo respectivamen- te, a partir de finales del siglo xvrn. 4 Ademas, si consideramos la definicion que del nacionalismo da Benedict Anderson en su libra Imagined Communities. Reflections on the Origin and Spread of Nationalism (1983), podemos aiiadir que nose trata exclusivamen- te de un paralelo temporal, sino que hay una cierta semejanza entre los dos conceptos. Esta reside en la percepci6n subjetiva tanto de la naci6n como del amor como conceptos antiguos, per- cepci6n que se opone a la modernidad objetiva de ambas nocio- ticas mas importantes de la literatura moderna, cuya maxima forma es la litera- tura romantica. El proceso de la individualizaci6n en la percepci6n del mundo y en la del amor se deriva de su afirmaci6n de que lo bello tiene un solo tipo, lo feo, mil tipos (38). Para las artes, esta afirmaci6n significa que 'lo feo' se trans- forma en 'lo interesante'. 4 Cf., para una historia de la naci6n moderna y del nacionalismo, Anderson (1983). Anderson afirma que la palabra "nacionalismo", a pesar de que fue crea- da a finales del siglo xvm, en general no se usa hasta finales del XIX (14). En Mexico, en vez de emplear la palabra "nacionalismo", durante el siglo XIX se habla por lo general de "patriotismo". Literatura Mexicana 101 nes. 5 En general, esta coincidencia es abstracta, es decir, que ni en la literatura ni en la critica literaria se hace referencia a una rela- ci6n directa o concreta entre las nociones modernas de amor y naci6n, aunque el Romanticismo europeo se asocia con ambos. 6 El prop6sito de mi estudio es, entonces, analizar par una parte la imagen del amor en las novelas de Altamirano, tomando en cuenta los cambios radicales en las ideas sabre el mismo y sabre la relaci6n individuo-sociedad e individuo-mundo a partir del Ro- manticismo. Par otra, quiero examinar las relaciones amor-naci6n y amor-patriotismo. Aunque no me parece justa la transferencia del arden de las epocas literarias europeas a la historia de las litera- turas hispanoamericanas, es includable que la lectura de escritores del Romanticismo europeo 7 exige cierta influencia sabre la escri- tura de autores hispanoamericanos. En vez de hablar de un "Ro- manticismo tardio" en Hispanoamerica o de una o dos generacio- nes romanticas que cubren todo ellapso entre 1823 y 1890, como se hace en la mayoda de las historias literarias hasta nuestros dias, 8 prefiero considerar las relaciones intertextuales concretas, 5 Cf., con respecto a la paradoja entre la modernidad objetiva de las naciones vistas por el historiador versus su antigi.iedad subjetiva para los nacionalistas, Anderson (1983 14). 6 Cf, con respecto al cambio general del concepto del amor en el Romanticis- mo, Luhmann (1994 163-182). El caracter nacional de la literatura se vuelve programa en el Romanticismo de Alemania, Francia, Inglaterra, Espana, e lta- lia. Cf., en cuanto a la relaci6n entre literatura y naci6n y los conceptos de literatura nacional en estos paises a partir del Romanticismo, Picard (1987 29- 32); Brennan (1990); During (1990); Kirkpatrick (1988 260). 7 Hablar de Romanticismo europeo por cierto es una generalizaci6n. Cuan- do me refiero a las semejanzas y diferencias entre este y la narrativa de Altami- rano, siempre se deben entender por "Romanticismo europeo" el frances, el aleman, el ingles, y, en menor grado, el espaiiol y el italiano. 8 Cf., con respecto al uso del termino "Romanticismo tardio", Varela Jaco- me (1987 93). El concepto de dos generaciones romanticas, lo emplean Ander- son Imbert (1954 107-172); Arrom (1963 133-171); Carilla (1975, tomo 1, 26, y Literatura Mexicana 102 que durante el siglo XIX er: en esto- no en todos, so1 II. LA REPRESENTA DE IGJ'. Clemencia, la primera no' de entregas en El Renaci1 muy claras al Romantici: citan dos frases del nar1 mann, que funcionan a rr lema para indicar de ante1 se mencionan, aparte de ] se consideraron romanti< kespeare, Lord Byron, V mirano 1986a 158, 169, 1 tomo 2, 138-143); Portuondo ( cismo hispanoamericano que ; tambien Suarez-Murias (1963 (1954 7 y 51); Carballo (1991); 9 Muchos criticos, por eje Heredia es el primer escritor 1 influyeron en la escritura de : (1988); Gicovate (1963 305-306 10 No tiene nada extraiio 1 manticos. Aun en el Romanti' consideraron "romanticos". ~ te, Shakespeare, Calderon, Ta! rencias en la clasificaci6n de e! Byron, por ejemplo, es considc: Inglaterra la mayoda de los CJ 1957 149-173). Lo mismo suce que se incluyen entre los ron siglo XIX), pero que en Alemai , abstracta, es decir, que ni en 1e hace referencia a una rela- ciones modernas de amor y opeo se asocia con ambos. 6 analizar por una parte le Altamirano, tomando en tas sobre el mismo y sabre la luo-mundo a partir del Ro- lr las relaciones amor-naci6n parece justa la transferencia peas a la historia de las litera- e que la lectura de escritores influencia sobre la escri- vez de hablar de un "Ro- ca o de una o dos generacio- >so entre 1823 y 1890, como ias literarias hasta nuestros Les intertextuales concretas, odernidad objetiva de las naciones :1 subjetiva para los nacionalistas, D.cepto del amor en el Romanticis- acional de la literatura se vuelve Francia, Inglaterra, Espana, e Ita- ura y naci6n y los conceptos de l Romanticismo, Picard (1987 29- ck (1988 260). erto es una generalizaci6n. Cuan- lltre este y la narrativa de Altami- Lllticismo europeo" el frances, el ol y el italiano. manticismo tardio", Varela Jaco- !5 romanticas, lo emplean Ander- 171); Carilla (1975, tomo 1, 26, y que durante el siglo XIX en muchos casos, pero -y hay que insistir en esto- no en todos, son unilaterales. 9 II. LA REPRESENTACI6N DEL AMOR EN LAS NOVELAS DE IGNACIO M. ALTAMIRANO Clemencia, la primera novela publicada por Altamirano en forma de entregas en El Renacimiento (1869), incluye algunas alusiones muy claras al Romanticismo europeo. En el primer cap.ltulo, se citan dos frases del narrador rom:fmtico aleman E.T.A. Hoff- mann, que funcionan a manera de introducci6n a lo narrado y de lema para indicar de antemano el conflicto amoroso. En la novela se mencionan, aparte de Hoffmann, autores romanticos o los que se consideraron romanticos en la epoca, como son William Sha- kespeare, Lord Byron, Victor Hugo y Heinrich Zschokke (Alta- mirano 1986a 158, 169, 177, 250, 305, 311).10 Aparte de la men- tomo 2, 138-143); Portuondo (1981 88 y 90-91). El periodo amplio de Romanti- cismo hispanoamericano que abarca mas que seis decadas del siglo XIX, lo usa tambien Suarez-Murias (1963 11); y, para la literatura mexicana, Brushwood (1954 7 y 51); Carballo (1991); Millan (1963 135); Warner (1953 59-60). 9 Muchos criticos, por ejemplo, afirman que el poeta cubano Jose Marfa Heredia es el primer escritor romantico en lengua espanola, y que sus poemas influyeron en la escritura de Jose de Espronceda. Cf., entre otros, Laurencio (1988); Gicovate (1963 305-306); Gonzalez (1955). 10 No tiene nada extrano la inclusion de Shakespeare entre los autores ro- manticos. Aun en el Romanticismo europeo, los escritores casi nunca se auto- consideraron "romanticos". Para ellos, las obras romanticas fueron las de Dan- te, Shakespeare, Calderon, Tasso, Cervantes (Behler 1972 9). Ademas hay dife- rencias en la clasificaci6n de escritores romanticos en los pa1ses europeos. Lord Byron, por ejemplo, es considerado escritor romantico en el extranjero, pero en Inglaterra la mayoria de los criticos no ve en ei a un autor romantico (Bowra 1957 149-173). Lo mismo sucede en el caso de los alemanes Goethe y Schiller, que se incluyen entre los romanticos en el extranjero (sobre todo durante el siglo xrx), pero que en Alemania se consideran clasicos (Hoffmeister 1990 7). Literatura Mexicana 103 cion de estos autores, que en la nota al final de la novela expllcita- mente se consideran como modelos formales de su escritura, ~ u les son los rasgos comunes entre el Romanticismo europeo y la novela de Altamirano en lo que se refiere al concepto del amor? Primero, el amor se inicia en Clemencia, igual que en el Ro- manticismo europeo, por un azar fatal. Los personajes se dejan "arrastrar por la mano del destino" (185), y al mismo tiempo, este azar provoca una libre decision, como se puede ver en el hecho de que Fernando Valle se enamora de su prima Isabel. A pesar de que el protagonista de la novela "sintio, al encontrarse con la mirada de Clemencia, que se le oprimia el corazon" (183), es decir, a pesar de este amor a primera vista, se enamora de su prima, porque ella le parece ser un angel que puede cambiar su vida solitaria y triste (186). Con el encuentro casual y con el estremecimiento a prime- ra vista se inicia tambien el tema del amor en la novela corta julia, en los fragmentos Antonia y Beatriz de una novela nunca conclui- da que Altamirano publico bajo el titulo de Idilios y elegias, en la novela El Zarco yen el fragmento Atenea. Pero mas importante en cuanto a los paralelos y las diferencias entre el Romanticismo europeo y la narrativa de Altamirano, me parece el estudio de ciertas caractedsticas de las figuras en sus no- velas. En Clemencia, por ejemplo, hay un contraste de apariencia y caracter demasiado acentuado y hasta estereotipado entre los dos protagonistas Fernando Valle y Enrique Flores, 11 contraste que solo se puede explicar por los fines educativos que Altamira- no le atribuye al genera de la novela. 12 11 Cf., en cuanto a los estereotipos de caracterizaci6n de las figuras de Alta- mirano, Diaz y de Ovando (1954 44-47); Rodriguez Coronel (1983 113-114). 12 Cf. el articulo "Revistas literarias de Mexico (1821-1867)", en I. M. Altami- rano (1988 48 y 56). Cf., para una critica de la escritura pedag6gica de Altamira- no, Azuela (1947 117-118 y 121-122); Holz (1984 11-12). Literatura Mexicana 104 Mientras que Flores es l les-, simpatico, querido F Valle es todo lo contrario, feo -lease moreno, con ca co y frio (164). Pero esta d1 cide con sus caracteres. Po lo europeo de belleza cali como guapo, por la otra, como una persona de rna largo de la novela, se evide Valle, que se transforma d tar y amorosa. En este se. modelo romantico de Vic interesante porque tiene J uno (Hugo 1971 38). Se tr mestizo como verdadero I como veremos mas adela amor y nacion en esta y la la descripcion de la aparie cuestiona el modelo de bel y la fealdad del mestizo o c cia, sino en todas las nove donde el heroe bueno Ni1 indio horrible" (Altarnirat despues, y por primera ve:1 (110). En la representacion d Clemencia, tambien se pue ticismo europeo. Sin emb: la novela de Altamirano. l Juan y como un dandy, figuras se interpretan en I 1 l final de la novela expllcita- de su escritura, lomanticismo europeo y la iere al concepto del amor? rencia, igual que en el Ro- :ai. Los personajes se dejan y al mismo tiempo, este cse puede ver en el hecho de prima Isabel. A pesar de que l encontrarse con la mirada lZon" (183), es decir, a pesar >ra de su prima, porque ella 1iar su vida solitaria y triste estremecimiento a prime- nor en la novela corta Julia, una novela nunca conclui- .Uo de Idilios y elegias, en la "ea. IS paralelos y las diferencias de Altamirano, me cas de las figuras en sus no- . un contraste de apariencia sta estereotipado entre los Flores, 11 contraste is educativos que Altamira- ! terizaci6n de las figuras de Alta- iguez Coronel (1983 113-114). co (1821-1867)", en I. M. Altami- :scritura pedag6gica de Altamira- 14 11-12). Mientras que Flores es guapo -lease de pelo rubio y ojos azu- les-, simpatico, querido por sus amigos y por las mujeres (162), Valle es todo lo contrario, es decir, de cuerpo raqu1tico y endeble, feo -lease moreno, con cabellos negros y ojos pardos-, antipati- co y frio (164). Pero esta descripcion de los protagonistas no coin- cide con sus caracteres. Por una parte, Altamirano sigue el mode- lo europeo de belleza calificando al rico criollo Enrique Flores como guapo, por la otra, contradice este modelo describiendole como una persona de mal caracter y traidor, mientras que a lo largo de la novela, se evidencia el caracter sumamente positivo de Valle, que se transforma del anti-heroe en heroe de la trama mili- tar y amorosa. En este sentido el autor no solo quiere seguir el modelo romantico de Victor Hugo, segun el cual lo feo es mas interesante porque tiene mil tipos, mientras lo bello solo tiene uno (Hugo 1971 38). Se trata mas bien de una representacion del mestizo como verdadero heroe con fines puramente ideologicos, como veremos mas adelante en el analisis de la relacion entre amor y nacion en esta y las demas novelas. Lo fatal, en el nivel de la descripcion de la apariencia de los protagonistas, es que no se cuestiona el modelo de belleza en s1; es decir, la belleza del criollo y la fealdad del mestizo o del indlgena. Y no solo es as! en Clemen- cia, sino en todas las novelas de Altamirano, y hasta en El Zarco, donde el heroe bueno Nicolas al comienzo se retrata como "ese indio horrible" (Altamirano 1986b 107), imagen que cambia solo despues, y por primera vez dentro de la noveHstica de Altamirano (110). En la representacion del caracter de los dos protagonistas de Clemencia, tambien se pueden comprobar influencias del Roman- ticismo europeo. Sin embargo, estas conducen a fines distintos en la novela de Altamirano. Enrique Flores se retrata como un Don Juan y como un dandy, casi de la misma manera en que estas figuras se interpretan en la obra de E.T.A. Hoffmann, donde el Literatura Mexicana 105 clasico Don Juan de Tirso de Molina toma las caractedsticas del dandy cuyo modelo historico es el Beau Brummell (Gniig 1990). Pero mientras que en Hoffmann, esta figura se caracteriza por su inconformismo y su rebelion contra las normas establecidas por la sociedad de la epoca y por su diferenciacion del hombre adoce- nado (Gniig 232-235), es decir, que funciona como portavoz de una rebelion contra lo trivial y portavoz de la busqueda de un amory una vida ideales, esta figura adquiere caractedsticas distin- tas en Altamirano. El galan Enrique Flores "era el tipo completo del lion parisien- se en su mas elegante expresion, y se desprend!a de ei [ ... ] ese delicado perfume de distincion que caracteriza a las gentes de buen tono" (Altamirano 1986a 163). Hasta aquila descripcion del dandy romantico. Pero al mismo tiempo, Altamirano no solo le atribuye una serie de cualidades negativas que se asocian con el libertinaje de la figura, sino lo presenta, en ultima instancia, como un hombre sin moral, sin corazon y sin amor (240), un hombre que traiciona a las mujeres (193) y a la patria (cap. XXIX) con "el despotismo de su influencia terrible" (181). Esta caracterizacion en parte es una reaccion contra los rasgos aristocraticos de esta figura romantica, pero ademas Altamirano rechaza todo tipo de rebelion individual tan frecuente en el Romanticismo europeo. El libertinaje de Flores cuestiona el modelo de relaciones amorosas que el escritor quiere establecer para Mexico, modelo que esta ligado !ntimamente a la concepcion de la nacion, como veremos mas adelante. Antes de examinar esta problematica, quiero analizar algunas caractedsticas del otro protagonist a de Clemencia, Fernando V a- Ile, que tam bien tiene atributos romanticos. valle es descrito como un sofi.ador triste, sentimental y melancolico con "particu- lar disposicion al Romanticismo"; ei siente y sufre como un poeta (191), y tiene cierta ansiedad por la muerte (300), es decir, tiene Literatura Mexicana 106 todas las caractedsticas de xrx, desde N ovalis hast a B su Romanticismo la imag (194), y hasta se le considc ' . suma, es un romanuco, en sus sentimientos y en su ac En un comentario del medico que supuestament( noche de invierno, este I cuanto al culto del amor aqu1 con la literatura rom Shakespeare. (Cito todo el vision del Romanticismo c Yo creo que esta especi, mientos, y que no hace c es mas que el retroceso envuelve y se mezcla en1 narle y destruirle, come caliz de una flor pompo: [ ... ] a medida que nu costumbres extranjeras, adoraci6n del interes au1 que en otro tiempo r ~ cuando los vemos una q Cuando el mundo est difkil, y solo hay lugar cen la reputaci6n de los tas satiras que no por d menos terribles en la bo Si parumos de la conex romantica, se puede con maciones de Altamirano. toma las caracteristicas del Brummell (Gniig 1990). figura se caracteriza por su l las normas establecidas por del hombre adoce- funciona como portavoz de rtavoz de la busqueda de un dquiere caracteristicas dis tin- 10 completo del lion parisien- se desprendia de ei [ ... ] ese 1 caracteriza a las gentes de Hasta aqui la descripcion del mpo, Altamirano no solo le que se asocian con el en ultima instancia, como sin amor (240), un hombre la patria (cap. xxrx) con "el {181). Esta caracterizacion rasgos aristocraticos de esta tllrano rechaza todo tipo de l Romanticismo europeo. El delo de relaciones amorosas a Mexico, modelo que esta ie la nacion, como veremos :ica, quiero analizar algunas le Clemencia, Fernando V a- nanticos. Valle es descrito y melancolico con "particu- iente y sufre como un poeta nuerte (300), es decir, tiene todas las caracteristicas del mal du siecle de poetas europeos del xrx, desde N ovalis hast a Baudelaire. Ademas, son ingredientes de su Romanticismo la imagen idealizada del amor y de la mujer (194), y hasta se le considera un "personaje de Byron" (250). En suma, es un romantico, en el sentido mas amplio de la palabra, en sus sentimientos y en su actitud frente a la vida en general. En un comentario del narrador omnisciente de la novela, un medico que supuestamente cuenta la historia de Clemencia en una noche de invierno, este revela las opiniones de Altamirano en cuanto al culto del amor y de los sentimientos, culto que asocia aqui con la literatura romantica encarnada en Romeo y Julieta, de Shakespeare. (Cito todo el parrafo porque del mismo se deduce la vision del Romanticismo en Altamirano). Yo creo que esta especie de ate!smo que se burl a de los senti- mientos, y que no hace caso sino del estupido goce material, no es mas que el retroceso que toma una nueva forma, y que se envuelve y se mezcla entre las galas del progreso para emponzo- narle y destruirle, como un insecto que logra esconderse en el caliz de una flor pomposa y perfumada para roerla y secarla. [ ... ] a medida que nuestro pueblo va contagiandose con las costumbres extranjeras, el culto del sentimiento disminuye, la adoraci6n del interes aumenta, y los grandes rasgos del coraz6n, que en otro tiempo eran frecuentes, hoy parecen prodigiosos cuando los vemos una que otra vez. Cuando el mundo est a as!, la poes1a es imposible, la novela es diflcil, y solo hay lugar para los cuentos de cocottes que hoy ha- cen la reputaci6n de los escritores franceses, o para las sangrien- tas satiras que no por disfrazarse con la elegancia moderna son menos terribles en la boca de los Juvenales del siglo XIX (177). Si partimos de la conexion entre este parrafo y la literatura romantica, se puede constatar cierta contradiccion en las afir- maciones de Altamirano. Por un lado, comparte la filiacion que el Literatura Mexicana 107 Romanticismo tenia con el cristianismo, asimismo su oposicion al atdsmo de la filosofla de la llustracion y al materialismo del pro- ceso de la industrializacion. Por otro, condena toda la influencia de las costumbres extranjeras y la literatura francesa contemporc1- nea que precisamente se basan en los cambios de la vida y de la literatura introducidos por el Romanticismo. cComo se puede ex- plicar esta contradiccion? La respuesta mas obvia es que ella nace de la experiencia de la invasion francesa, del interregna de Maxi- miliano, que no solamente constituye el fondo historico de la no- vela, sino que, para los intelectuales liberales mexicanos, significa una ruptura en su vision de la cultura y literatura francesas que hasta entonces fueron las mas influyentes en Mexico. 13 Ademas, el afan de crear una literatura nacional independiente de los mo- delos europeos debe influir en esta vision mas negativa de todo lo que viene de Europa. Pero me parece que estos no son los unicos motivos para el rechazo polemico de las costumbres y la literatura extranjeras como contagiosas y destructivas para la vida cotidiana y la litera- tura mexicanas. En esta opinion polemica se expresa mas bien el rechazo de cierto concepto moral inherente al Romanticismo eu- ropeo. Para Altamirano, las costumbres, el estilo de vida y el gus- to tal como se expresan en la literatura francesa, en lo que el deno- mina "cuentos de cocottes", representan una forma de decadencia moral. Son precisamente este estilo de vida y este gusto distingui- do que caracterizan a figuras como Enrique Flores, y a "las ami- lias opulentas, las que reinan por su lujo y por su gusto" {216). De esta manera, la decadencia moral se asocia con el materialismo que 13 Es de extraiiarse que en la mayor!a de los trabajos sobre la influencia de la literatura francesa en el Mexico del siglo XIX, esta misma se analiza como si la ruptura que resulta de la intervenci6n francesa no existiera (A. I. Altamirano 1933). El hecho de que Ignacio M. Altamirano, a partir de este momenta, insista en la necesidad de estudiar la literatura alemana, posiblemente se debe a su vi- sion de la literatura francesa despues del interregna (Martinez 1986 10). Literatura Mexicana 108 critica Altamirano, y que de Flores como en los d Zarco. En Altamirano, el en otros autores de su ep lismo literario y de su af negativa consciente a la n a este gusto. El gusto calificado en superficial, lo material, lc todo, un gusto femenino. . " s1ca europea como en {208), y se le califica com Guadalajara" (215). En El crata disfrazada" (Altarni su estilo de vida "irnitaci 247), y Julia solo conoce A pesar de la aparente primera vista que el autor lifica la creencia en la ap: tas. Las mujeres, afirma casi todas las mujeres, pol organizacion especial. An ria que en el alma [ ... ] Cn bueno [ ... ]" (185). Pero t1 prende de la cita, no por . gica, por ser mujer. Mie01 errores cuando juzgan el mera vista, las mujeres se 1 4 Francisco Zarco, por ejei que el pueblo no va a leer um contraposici6n con lo que exF trucci6n del buen gusto (Holz o, asimismo su oposicion al I y al materialismo del pro- condena toda la influencia atura francesa contempora- cambios de la vida y de la cismo. {Como se puede ex- ! mas obvia es que ella nace sa, del interregna de Maxi- d fondo historico de la no- mexicanos, significa 1 y literatura francesas que Ltes en Mexico. 13 Ademas, l independiente de los mo- mas negativa de todo lo OS unicos motivos para el y la literatura extranjeras l vida cotidiana y la litera- uca se expresa mas bien el rente al Romanticismo eu- s, el estilo de vida y el gus- trancesa, en lo que el deno- l una forma de decadencia y este gusto distingui- Flores, y a "las fami- , y por su gusto" (216). De ia con el materialismo que :rabajos sobre la influencia de la sta misma se analiza como si la no existiera (A. I. Altamirano 1 partir de este momento, insista 1, posiblemente se debe a su vi- :no (Martinez 1986 10). critica Altamirano, y que esta representado tanto en el personaje de Flores como en los del Zarco y de Manuela en la novela El Zarco. En Altamirano, el rechazo del "buen gusto" no es, como en otros autores de su epoca, una mera consecuencia de su popu- lismo literario y de su afan educativo, 14 sino el resultado de una negativa consciente a la moral que para el estaligada 1ntimamente a este gusto. El gusto calificado en ultima instancia como un gusto de lo superficial, lo material, lo extranjero y extranjerizante, es, sobre todo, un gusto femenino. En Clemencia, es Isabel quien toea mu- sica europea como "en el salon mas aristocratico de Europa" (208), y se le califica como una "especie de inglesa naturalizada en Guadalajara" (215). En El Zarco, Manuela se retrata como "aristo- crata disfrazada" (Altamirano 1986b 101). Clemencia prefiere en su estilo de vida "imitaciones del extranjero" (Altamirano 1986a 247), y Julia solo conoce las flores extranjeras (66). A pesar de la aparente contradiccion con la imagen del amor a primera vista que el autor crea en sus novelas, muchas veces desca- lifica la creencia en la apariencia cuando la tienen las protagonis- tas. Las mujeres, afirma en Clemencia, "juzgaban como juzgan casi todas las mujeres, por elevadas que sean, y eso en virtud de su organizacion especial. Aman lo bello y lo buscan antes en la mate- ria que en el alma[ ... ] Creen que en lo bello se encierra siempre lo bueno [ ... ]" (185). Pero todas elias se equivocan, y, como se des- prende de la cita, no por falta de educacion, sino por razon biolo- gica, por ser mujer. Mientras que los heroes positivos no cometen errores cuando juzgan el caracter de alguien o se enamoran a pri- mera vista, las mujeres se dejan engafiar por la belleza. Este es el 14 Francisco Zarco, por ejemplo, adopta las formas folletinescas porque cree que el pueblo no va a leer una literatura erudita, pero al mismo tiempo, y en contraposici6n con lo que expresa Altamirano en sus novelas, lamenta la des- trucci6n del buen gusto (Holz 1990, especialmente 385). Literatura Mexicana 109 case de casi todas las heroinas de la prosa de Altamirano. Tanto Manuela en El Zarco como julia en la novela corta del mismo titulo y Clemencia e Isabel en Clemencia prefieren al heroe guapo en vez del bueno. Las {micas mujeres que nose someten al gusto extranjero son Pilar en El Zarco y Carmen en La navidad en las montaiias, y por consiguiente son las {micas que en recompensa ganan el matrimonio con el heroe bueno. Ademas, los heroes males que tienen el mismo gusto que las heroinas, son calificados como afeminados, cobardes, ambiciosos y materialistas. Enrique Flores admira las culturas europeas, se considera a si mismo un sibarita (192), palabra que se usa en la novela en un doble sentido para caracterizar su actitud, y ve en Mexico una "inculta patria, donde todavia se usan el color natural y las lagrimas sinceras" (193). Ellucha en la guerra para hundirse despues "en todos los goces del orgullo, del poder, de la riqueza, del amor, de la gloria" (195), y encarcelado por haber traicionado al ejercito liberal, su corazon esta "proximo a estallar, como el de un nino o el de una mujer" (290-291). El Zarco se describe como un cobarde que mata a mujeres y niii.os, como "un lam- brijo y una gallina" (Altamirano 1986b 215). Lo que Altamirano critica de manera impHcita con estes retra- tos de personajes de sus novelas, son el gusto y el estilo de vida de los salones europeos de la epoca romantica, la filiacion del Ro- manticismo de orientacion conservadora a la aristocracia y su nos- talgia del pasado, una nostalgia que con razon no se puede com- partir en un pais colonizado durante el tiempo del feudalismo. El escritor se pronuncia a favor de un Romanticismo social compro- metido y conforme a la ideologia liberal, perc no acepta los co- mienzos de la emancipacion de la mujer y del feminismo conecta- dos a esta tendencia del Romanticismo. 15 15 Cf., con respecto al Romanticismo social y la relaci6n entre este y el ferni- nismo naciente, Picard (1987 46-54 y 307-324). Literatura Mexicana 110 Como se desprende de 1 influencias del Romanticisr concepcion del amor y a la < estas influencias tienen un acepta la rebelion individu: ella conduce al ateismo, a la roses y de la armenia entre ceso de consolidacion de un do su independencia politic: ciertas ideas del Romantici pueden ser asimiladas a su cos. La clave para entender amor romantico y las con1 novelistica de Altamirano f el discurso amoroso y el de ill. P ASIONES ENTRl EN LA NARl Mientras que la tendencia d amor se impone definitivaJ sobre todo en el aleman (L1 novelistica de Altamirano, dos pasiones intimamente ejemplo, el protagonista J amor en el memento de se Es preciso que otra gran nos ha abatido, venga a le de la existencia. Y esta amor, porque sera. mentil partida doble", pero yo mas que una vez en la vi< Lil : prosa de Altamirano. Tan to ~ la novela corta del mismo 1ncia prefieren al heroe guapo IS que no se someten al gusto Sarmen en La navidad en las I lS umcas que en recompensa 11eno. men el mismo gusto que las inados, cobardes, ambiciosos Lira las culturas europeas, se ~ 2 , palabra que se usa en la ;acterizar su actitud, y ve en dav1a se usan el color natural 1a en la guerra para hundirse illo, del poder, de la riqueza, celado por haber traicionado roximo a estallar, como el de 291). El Zarco se describe res y niiios, como "un lam- 16b 215). era implkita con estos retra- el gusto y el estilo de vida de mantica, la filiacion del Ro- ora a la aristocracia y su nos- :on razon no se puede com- e! tiempo del feudalismo. El .omanticismo social compro- leral, pero no acepta los co- jer y del feminismo conecta- to.lS al y la relaci6n entre este y el femi- 1. Como se desprende de la interpretacion de sus novelas, hay influencias del Romanticismo europeo en lo que se refiere a la concepcion del amor y a la caracterizacion de los personajes, pero estas influencias tienen un limite bien marcado: Altamirano no acepta la rebelion individual que condena como libertinaje pues ella conduce al atdsmo, a la destruccion de los sentimientos amo- rosos y de la armon1a entre los generos, y pone en peligro el pro- ceso de consolidacion de una sociedad que recientemente ha logra- do su independencia poHtica. En suma, se puede decir que retoma ciertas ideas del Romanticismo europeo siempre y cuando estas pueden ser asimiladas a su ideario poHtico y a sus fines ideologi- cos. La clave para entender la aplicacion parcial del concepto del amor romantico y las contradicciones internas del mismo en la noveHstica de Altamirano es, ami modo de ver, la relacion entre el discurso amoroso y el de la nacion. ill. PASIONES ENTRETEJIDAS: AMORY PATRIOTISMO EN LA NARRATIVA DE ALTAMIRANO Mientras que la tendencia de la subjetivizacion y privatizacion del amor se impone definitivamente en el Romanticismo europeo y sobre todo en el aleman (Luhmann 1994 168-169 y 177-178), en la noveHstica de Altamirano, amor y patriotismo se describen como dos pasiones 1ntimamente ligadas. En la novela corta Julia, por ejemplo, el protagonista Julian busca un alivio de sus penas de amor en el momento de ser rechazado por Julia, y dice: Es preciso que otra gran pasi6n tan dominadora como la que nos ha abatido, venga a levantarnos de nuevo en el camino triste de la existencia. Y esta gran pasi6n tiene que ser diversa del amor, porque sed. mentira para los que tienen un coraz6n "por partida doble"' pero yo creo que el arbol del amor no florece mas que una vez en la vida. Literatura Mexicana 111 Mi pasi6n creda, mi tedio a la vida me daba miedo, el insomnio me quitaba la salud; pensaba en Julia en todos los instantes [ ... ] Pero la esperanza me hada soltar el arma. iEsperanza! (en qut!? me preguntark Pues bien: si., esperanza, no en Julia, sino en la patria. Gracias al cielo, comenzaba a romper las tinieblas de mi alma algo parecido a un fulgor cada vez mas creciente. Era el amor ala libertad (Altamirano 1986a 80). Esta pasi6n rivaliza con la del amor a Julia (81), y a la larga la vence, como tambien es el caso en Clemencia, en que Fernando Valle "no vacilaba un momenta en preferir la patria a su amor y en consagrarse todo entero ala defensa de su pais" (233). Ellibera- lismo, palabra que en ambas novelas se emplea como sin6nimo del amor a la libertad, funciona como medicina para curar los dolores !ntimos de Julian. Lo mismo le pasa a Fernando quien quiere "refugiarse en sus deberes de soldado, para escapar de los peligros de una pasi6n que acababa con sus fuerzas" (207). En julia, Altamirano ademas construye un paralelo entre el heroe doblemente herido por el rechazo de la mujer amada y la lucha en la guerra por una parte, y, por otra, la herida del Estado nacional causada por la guerra con los Estados Unidos y la intervenci6n francesa. La identitas del sujeto se equipara a la de la naci6n, am- bas son vistas como un cuerpo herido. De la misma manera, la tragedia personal de Fernando y Clemencia que culmina en el fusilamiento de el, coincide con la derrota de las tropas liberales en Jalisco durante la intervenci6n francesa (309). De ah!, tambien, los paralelos en el nivellingii!stico: en gran parte de la noveHstica de Altamirano, tanto el discurso del amor como el de la naci6n se basan en ellenguaje de la medicina y de la guerra (92, 221). El intento de fundar una identidad y una cultura nacional homoge- neas, despues de la independencia poHtica, esta ligado de manera inseparable a la constituci6n del sujeto aut6nomo y emancipado. La unidad de la naci6n, en el sentido de que forme un cuerpo Literatura Mexicana 112 J l "t organico, solo es imagin viceversa. 16 Para Altamirano, tan ., naCl;)n son proyectos ut nente por los efectos de constituyen el fondo his ah!la creaci6n de una so de clases, en un fuerte conflictive en La navid consolidaci6n recien in como del sujeto pascola el cuestionamiento tant de la moral tradicional amor er6tico y el patri< rebeli6n individual, por tivo y socialmente corr trucci6n de un Estado n Por esto, no tiene n: no coincide con el patri se califica como "un de 137), el caracter de Ma En cambio, el amor ch: Pilar se asocia con el pa se mezclan los sentimie1 no 1986a 257), y muen cuando se da cuenta q1 Pero ya no puede impt mienza a amar de un 1 heroica y patri6tica. EIJ 16 Cf., para una interpret: la corta julia, Schmidt (1997 ~ daba miedo, el insomnio en todos los instantes [ ... ] el arma. iEsperanza! {en I 'J'eranza, no en Julia, sino aba a romper las tinieblas :ada vez mas creciente. Era &a 80). a Julia (81), y a la larga la 'Jemencia, en que Fernando referir la patria a su amor y a de su pais" (233). Ellibera- se emplea como sinonimo 10 medicina para curar los le pasa a Fernando quien oldado, para escapar de los con sus fuerzas" (207). En un paralelo entre el heroe a mujer amada y la lucha en l herida del Estado nacional s Unidos y la intervencion ~ p r a la de la nacion, am- o. De la misma manera, la :mencia que culmina en el rrota de las tropas liberales cesa (309). De ah1, tambien, gran parte de la noveHstica nor como el de la nacion se r de la guerra (92, 221). El a cultura nacional homoge- itica, esta ligado de manera D autonomo y emancipado. o de que forme un cuerpo organico, solo es imaginable junto con la integridad del sujeto y viceversa. 16 Para Altamirano, tanto la integridad del sujeto como la de la nacibn son proyectos utopicos. Por esto su preocupacion perma- nente por los efectos de la guerra civil y de la intervencion, que constituyen el fonda historico de Clemencia, Julia y El Zarco. De ah!la creacion de una sociedad utopica basada en la reconciliacion de clases, en un fuerte afan de populismo y en un amor poco conflictive en La navidad en las montafias. El estado fragil de la consolidacion recien iniciada e incompleta tanto de la sociedad como del sujeto poscolonial no permiten, a juicio de Altamirano, el cuestionamiento tanto de las relaciones entre los generos como de la moral tradicional (Cruz 1993-94). La coincidencia entre el amor erotica y el patriotismo impide toda forma de libertinaje 0 rebelion individual, porque estas -y con ellas el amor no produc- tive y socialmente corrosive- sedan un obstaculo para la cons- truccion de un Estado nacional armonico (Sommer 1993 14 y 16). Por esto, no tiene nada extrafio la condenacion del amor que no coincide con el patriotismo. E1 amor de Manuela y del Zarco se califica como "un deseo sensual y salvaje" (Altamirano 1986b 137), el caracter de Manuela como perverso y demon!aco (174). En cambia, el amor de los "corazones buenos" (170) Nicolas y Pilar se asocia con el patriotismo liberal de los dos. En Clemencia se mezclan los sentimientos del amor y del patriotismo (Altamira- no 1986a 257), y muere su amor a Enrique Flores en un instante cuando se da cuenta que el ha traicionado a la Patria (295-296). Pero ya no puede impedir la ejecucion de Fernando, a quien co- mienza a amar de un momenta a otro reconociendo su actitud heroica y patriotica. En cambia, Fernando, que quer!a "derramar 16 Cf., para una interpretacion mas detallada de esta problematica en la nove- la corta julia, Schmidt (1997). Literatura Mexicana 113 todavia mas" su "pobre sangre en los altares de la patria" y morir "a la sombra de" su "bandera republicana" (305), muere al final par su amor a Clemencia. El patriotismo se asocia con la clase media y con campesinos y artesanos indigenas o mestizos, mientras que los ricos y los con- servadores imitan la cultura y el gusto europeos. Solo consideran- do este hecho, se entiende par que Julian rechaza a Julia al final de esta novela corta diciendo que "Si Julia hubiera sido pobre, no habria vacilado a pesar de las otras consideraciones; ipero rica!, no: ijamas!" (Altamirano 1986a 93). Pero los ind!genas y mestizos heroicos de las novelas de Altamirano en realidad solo lo son en apariencia. Ante todo, son representados como buenos ciudada- nos patrioticos (Altamirano 1986b 236) que no solo adaptaron la ideologia liberal, sino tambien la idea del Estado nacional y la del amor romantico. Socialmente son mas criollos que indigenas, y las clases populares en realidad se desprecian y, al menos en El Zarco, se califican de ser el populacho sin civilizacion ni cultura (200). Como he intentado mostrar en este articulo, en la noveHstica de Ignacio Manuel Altamirano, amor y patriotismo estan repre- sentados como dos pasiones intimamente ligadas, relacion que en ultima instancia se debe al afan de fundar una sociedad armonica en que tanto el sujeto como la naci6n poscolonial puedan conso- lidarse. En sus novelas, Eros y Polis se construyen mutuamente uno sabre el otro, y las relaciones intertextuales e influencias del Romanticismo europeo se limitan a la adopcion de ciertas ideas sabre el amor y la imagen de la mujer, siempre y cuando estas sean coincidentes con el ideario de Altamirano, y sin considerar las consecuencias esteticas y la rebelion individual contra las socie- dades establecidas que impregnan este Romanticismo. Par otra parte, la construccion aparentemente armonica de Eros sabre Polis no funciona del todo bien, porque se limita a la Literatura Mexicana 114 busqueda de relaciones h den representar al todo c nacional. La creacion de entre clases, etnias y gene1 relaciones amorosas prod1 dominante se queda en ur no no pudo dominar de principia del Eros, como mentos Antonia y Beatri2 tambien fragmentarias. El estas novelas que no solo eroticas que las otras, m1 queria ser- patriota, educ no los aspectos esteticos : fundar una cultura y una ALTAMIRANO, ALBERTO I. Inj rature mexicaine. Essai Cosmos, s.f. (alrededo1 ALTAMIRANO, Ignacio Mam Nove/as y cuentos. Tom 1986b. Obras completa. Mexico: SEP, 1986. Obras completas. Volut 1. Mexico: SEP, 1988. ANDERSON, Benedict. /magi" and Spread of National; ANDERSON lMBERT, Enrique. Mexico: FCE, 1954. 1 altares de la patria" y morir licana" {305), muere al final 1e media y con campesinos y tras que los ricos y los con- :> europeos. Solo consideran- rechaza a Julia al final de ulia hubiera sido pobre, no consideraciones; jpero rica!, ero los indlgenas y mestizos 0 en realidad solo lo son en :ados como buenos ciudada- que no solo adaptaron la . del Estado nacional y la del t.ls criollos que ind!genas, y esprecian y, al menos en El 10 sin civilizacion ni cultura te articulo, en la noveHstica r y patriotismo estan repre- ente ligadas, relacion que en ndar una sociedad armonica 1 poscolonial puedan conso- se construyen mutuamente e influencias del la adopcion de ciertas ideas jer, siempre y cuando estas Jtamirano, y sin considerar n individual contra las socie- : Romanticismo. 1parentemente armonica de :> bien, porque se limita a la busqueda de relaciones intimas estables poco sensuales que pue- den representar al todo de la sociedad en forma de una alegoria nacional. La creacion de una nacion en que las contradicciones entre clases, etnias y generos supuestamente se resuelven a base de relaciones amorosas productivas para esta sociedad y su ideolog!a dominante se queda en un proyecto utopico. El propio Altamira- no no pudo dominar del todo la fuerza erotica y creativa del principio del Eros, como se desprende de la lectura Je los frag- mentos Antonia y Beatriz y de Atenea, publicaciones postumas y tambien fragmentarias. El hecho de que abandono la escritura de estas novelas que no solo son mas poeticas, sino sobre todo mas eroticas que las otras, muestra que al final, Altamirano era -y queria ser- patriota, educador y maestro, y por lo tanto subordi- no los aspectos esteticos y poeticos de su narrativa a la tarea de fundar una cultura y una literatura nacionales. Fridhelm Schmidt BIBLIOGRAFfA ALTAMIRANO, ALBER TO I. Influence de La litterature franr;aise sur La litte- rature mexicaine. Essai de litterature comparee. Mexico: Librairie Cosmos, s.f. 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