El documento resume el modelo de psicología transpersonal de Ken Wilber. Wilber propone que el desarrollo psicológico refleja el crecimiento universal, desde la materia hasta el espíritu. El yo humano se desarrolla a través de estados pre-personales, personales y transpersonales de conciencia. Wilber también describe líneas de desarrollo como la moral, cognitiva y espiritual, y propone que el crecimiento espiritual es la meta de la vida humana.
0 calificaciones0% encontró este documento útil (0 votos)
436 vistas9 páginas
El documento resume el modelo de psicología transpersonal de Ken Wilber. Wilber propone que el desarrollo psicológico refleja el crecimiento universal, desde la materia hasta el espíritu. El yo humano se desarrolla a través de estados pre-personales, personales y transpersonales de conciencia. Wilber también describe líneas de desarrollo como la moral, cognitiva y espiritual, y propone que el crecimiento espiritual es la meta de la vida humana.
El documento resume el modelo de psicología transpersonal de Ken Wilber. Wilber propone que el desarrollo psicológico refleja el crecimiento universal, desde la materia hasta el espíritu. El yo humano se desarrolla a través de estados pre-personales, personales y transpersonales de conciencia. Wilber también describe líneas de desarrollo como la moral, cognitiva y espiritual, y propone que el crecimiento espiritual es la meta de la vida humana.
El documento resume el modelo de psicología transpersonal de Ken Wilber. Wilber propone que el desarrollo psicológico refleja el crecimiento universal, desde la materia hasta el espíritu. El yo humano se desarrolla a través de estados pre-personales, personales y transpersonales de conciencia. Wilber también describe líneas de desarrollo como la moral, cognitiva y espiritual, y propone que el crecimiento espiritual es la meta de la vida humana.
Descargue como PDF, TXT o lea en línea desde Scribd
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 9
Pastoral Psychology, Vol. 48, No. 2, 1999, 81-90.
Psicologa Transpersonal de Ken Wilber: Una Introduccin y Crtica Preliminar
Duane R. Bidwell
Traduccin por Esteban Navarro
Ken Wilber es incuestionablemente la figura lder en el campo en vas de desarrollo de la Psicologa Transpersonal, y su trabajo merece un compromiso serio por parte de los telogos y consejeros pastorales que tratan de encontrar su lugar en la cultura postmoderna, cristiana, de hoy. Este artculo resume los conceptos principales del modelo de Psicologa Transpersonal de Wilber, provee una crtica pastoral y teolgica de sus ideas, y sugiere contribuciones que el pensamiento de Wilber puede hacer al campo de la teologa y el asesoramiento pastoral.
INTRODUCCIN
Ken Wilber es incuestionablemente la figura lder en el campo en vas de desarrollo de la psicologa Transpersonal, una ciencia posible slo a finales del siglo veinte cuando las tradiciones religiosas antiguas comenzaron a intersecarse y entremezclarse con las psicoterapias y psicologas modernas en una forma sin precedente. Presagiado por Kelly (1991) como "la primera de las ciencias modernas en tomar seriamente la espiritualidad humana", la Psicologa Transpersonal intenta una sntesis que vuelve a pensar la espiritualidad y la psicologa. Y as como el polvo comienza a reacomodarse cerca de la fundacin recin construida de una cultura postmoderna, cristiana en el corazn del pueblo global, el pensamiento de Wilber merece un compromiso serio por parte de los telogos y consejeros pastorales de hoy da. La Psicologa Transpersonal crece sobre la certeza de que "detrs de lo que ocurre en el drama [de la vida] hay un patrn ms profundo o ms alto o ms ancho, u orden, o una inteligencia" (Wilber, 1995, p vii) que puede ser entendida por seres humanos. Wilber (1997) propone un "espectro de conciencia" en el cual, "en los confines ms altos de la conciencia - en los estados ms altos- las personas informan consistentemente sobre una conciencia de ser uno con el todo, o idntico con el espritu, o enteramente en espritu, etctera " (p. 124). Estos niveles de conciencia (de los cuales Wilber afirma que han sido patologizados por "las psicologas superficiales, como el psicoanlisis" (p. 124.)) estn abiertos para "la divulgacin experimental" y aunque no pueden ser reconstruidos racionalmente s pueden ser racionalmente experimentados. Wilber (1984) describe esta experiencia como sigue:
En la conciencia mstica, la realidad es aprehendida en forma directa e inmediata, significada sin alguna mediacin, alguna elaboracin simblica, alguna conceptualizacin, o abstraccin alguna; sujeto y objeto se convierten en uno en un acto eterno y sin lmites que est ms all de cualquiera forma de mediacin (Wilber, 1984, p. 7).
Solitario y prolfico, Wilber document exhaustivamente su trabajo y busc no estrechar el campo y lograr una "visin lgica", meta que consiste "no slo en decidir cules son las problemticas del individuo, sino en mantenerlas juntas en la mente para encontrar la posibilidad de encajarlas unas con otras dentro de una misma visin verdadera" (Wilber, 1995, p. 185). Al declarar (1997) que las ciencias contemplativas (la meditacin, la oracin, etc) son el "nico dominio de datos directos", Wilber sostiene la opinin de que la introspeccin contemplativa y la verificacin comunal de tal experiencia prueban que "los dominios superiores de conciencia, el abrazo, el amor, la identidad, la realidad, el ego y la verdad" (p. 265) existen y pueden ser experimentados por los otros. Wilber (1997) escribe poticamente sobre la bsqueda humana de Dios, forcejeando con la pregunta esencial y buscando respuestas con la esperanza apasionada en el futuro desarrollndose alrededor de nosotros.
Somos an el hijo e hija bastardos de una evolucin an no acabada, atrapados siempre entre los fragmentos del ayer y las uniones del maana, las uniones aparentemente destinadas a llevarnos mucho ms all cualquier cosa que posiblemente podemos reconocer hoy, y las uniones que, como todo nacimiento, son exquisitamente dolorosas e insoportablemente eufricas (p. 254).
Este escrito resume los conceptos principales del modelo de Wilber de Psicologa Transpersonal, provee una crtica pastoral y teolgica de sus ideas, y sugiere que el pensamiento Wilber puede hacer una contribucin al campo del asesoramiento pastoral.
CONCEPTOS CLAVE DEL MODELO INTEGRAL DE WILBER
La esencia del modelo integral de Psicologa Transpersonal de Wilber es: "El desarrollo o crecimiento psicolgico en la humanidad es simplemente una reflexin microcsmica del crecimiento universal en general y tiene la misma meta: El despliegue de unidades de orden e integracin superiores" (Wilber, 1983a, p. 83). As, su pensamiento transciende la psicologa para ir hacia una cosmologa (Wilber, 1995, p viii.) organizada por "generalizaciones orientadoras". Estas generalizaciones son principios que "nos muestran, con una gran cantidad de atino, donde estn ubicados los bosques importantes, aun si no podemos estar de acuerdo en cuntos rboles contienen" (p ix.). Hay cinco forma de aproximacin a la Psicologa Transpersonal (la teora general de sistemas, los estados alterados de consciencia, el modelo holotrpico de S. Grof, la psicologa jungiana, y el "espectro" de consciencia de Wilber o acercamiento "integral") (Wilber, 1997, p. 139), y Wilber afirma que los conceptos cruciales de su modelo incluyen y trascienden los otros avances.
La gran cadena del ser
La Psicologa Transpersonal entiende la conciencia como ser parte del universo, el campo en el cual se manifiesta todo lo dems. La gran cadena del ser la cual va de la materia (lo ms remoto de la conciencia pura) a la vida, de la vida a la mente, de la mente al alma, y del alma al espritu (lo ms cercano a la conciencia pura y las cosas de las cuales la conciencia est hecha) dicta la manifestacin de la realidad, derramando la fecundidad que esconde cada etapa.
La siguiente etapa superior parece ser completamente un 'otro mundo', un 'mundo invisible' no tiene existencia para el individuo. El individuo simplemente no puede comprender las otras caractersticas del otro mundo que se encuentran alrededor del l (Wilber, 1997, p. 267).
El S Mismo Humano
La individualidad humana emana de la gran cadena del ser, desarrollada a partir de la subconsciencia pre-personal (caracterizada por una conciencia de la naturaleza y el cuerpo) que pasa luego por la autoconciencia (una conciencia de la mente y las realidades psquicas) y finalmente hacia la superconciencia transpersonal (una conciencia de las realidades sutiles, causales y ltimas) (Wilber, 1981, p. 9). El yo que evoluciona tiene tres componentes: una estructura bsica (la cual contiene caractersticas como la lingstica, la cognicin, la coordinacin espacial, etc.); las estructuras transicionales (las caractersticas que se desarrollan y se disuelven como las visiones de mundo, las necesidades de yo, las etapas morales, etc.); y el yo y sus fulcros (caractersticas que integran y unen los dos componentes anteriores, algo semejante a la identificacin, organizacin, voluntad, defensa, y "digestin de la experiencia") (Wilber, 1997, p. 142-144).
Modelo Desarrollista
El ser humano es catalogado como cuasi independiente "en menos de una docena de lneas desarrollistas " (p. 215) a travs de todos los niveles de conciencia. Estas lneas desarrollistas incluyen la moral, el afecto, la cognicin, lo espiritual, lo interpersonal, y los componentes de las relaciones objetales del ser humano."Traducir" {translation} es el proceso de integrar, estabilizar y equilibrar las diferentes lneas de desarrollo en un nivel horizontal. Transformar" {transformation} es el proceso de transcender una conciencia y avanzar verticalmente a la siguiente. El desarrollo" ocurre en la tensin entre estas dimensiones horizontales y verticales del ser humano. Segn Wilber, la lnea espiritual de crecimiento (los niveles de conciencia llamados psquicos, o la experiencia del Self universal; el matrimonio interno con el espritu; y la experiencia causal, o no-dual ms all del yo y Dios) (Wilber, 1995, p. 279-316) es la meta de la vida humana y el corazn de la Psicologa Transpersonal. Wilber (1997) se une a Tillich en "definir la lnea espiritual como esa lnea de desarrollo en el cual el sujeto sostiene su ltima preocupacin" (p. 221) a pesar del contenido (los cuales van de rangos de preocupaciones pre-personales [sobrevivencia], a preocupaciones personales [pertenencia] y preocupaciones transpersonales). El crecimiento espiritual (basado en la "filosofa perenne" esotrica en el corazn de las religiones mundiales) es medido en la habilidad del individuo para trascender un punto de vista subjetivo y seguir hacia perspectivas superiores. Esta trascendencia es una marca de un yo integrado en el corazn del modelo psicolgico de Wilber. Avanzar desde las preocupaciones personales hacia las transpersonales, escribe Wilber (1995), es "el proceso Csmico evolucionista, el cual es el desarrollo propio a travs de la auto-trascendencia; el mismo proceso ocurre en los tomos y molculas y clulas, un proceso que, en los dominios humanos, contina naturalmente en lo superconsciente, sin contar con nada misterioso u oculto acerca de eso" (p. 258). Porque la conciencia "se ha diferenciado de (o desdiferenciado, o transcendi) una identificacin exclusiva con el cuerpo, el personaje, el yo, y la mente, y ahora los puede integrar en un todo unificado, en un holn nuevo y ms alto con cada uno de ellos como socios menores (p 262). Contemplen al S Mismo Integrado.
Modelo de patologa
Las patologas pueden ocurrir, como lo han documentado las ciencias tradicionales, en todas las lneas de desarrollo y en todos los niveles de conciencia. Wilber considera que las patologas nuevas y potenciales sern descubiertas conforme el transcurso del desarrollo (p 197). La patologa espiritual primaria, sin embargo, es la ansiedad existencial nacida de la concepcin de que la "vida personal es una chispa concisa en la laguna mental csmica" (p. 263). El yo separado, segn Wilber (1983b), es "una contraccin de angustia" (p. 51). "No importa cun maravilloso es todo lo que hay ahora, an vamos a morir: temor... es la respuesta autntica... un temor que nos llama del auto-olvido a pasar a la auto-presencia, un temor que se apodera de una u otra parte de m (el cuerpo o el personaje o el yo o la mente), pero abarca gran parte de mi ser-en-el mundo (p. 263). La trascendencia es la nica cura, pero la trascendencia completa es improbable: "la gran liberacin finalmente toma lugar slo en el nivel casual / ltimo de adaptacin. Todas las etapas inferiores, son asediadas an con el humor {mood} primitivo de yo, el cual es la enfermedad en la muerte " (p. 50).
APLICACIN PSICOTERAPUTICA
Wilber demanda una "terapia integradora" que tome un direccionamiento holstico investigando y acercndose a cada una de las lneas de desarrollo, que prescriba tratamientos que van desde la nutricin y el ejercicio a la reestructuracin cognitiva o la Individuacin Jungiana hasta las disciplinas espirituales especficas, dependiendo de la etapa del desarrollo y las patologas del cliente. El terapeuta transpersonal debe estar listo a tomar prestado de todas las tradiciones, del este o del oeste. Un compendio de psicologa verdaderamente integrador y envolvente que debera hacer uso de los recursos complementarios ofrecidos por cada escuela psicolgica" (Wilber, 1977, p. 15), cada uno, dice Wilber, est dirigido a un nivel diferente del espectro de la consciencia. As, el terapeuta debe ser un experto que gue al cliente a travs del laberinto de posibilidades para el desarrollo. Adems, Wilber presenta la psicoterapia como una tarea hermenutica. Los sntomas psicolgicos son textos escondidos y los subtextos que sealan que algunos aspectos de la conciencia se dividieron durante el proceso de desarrollo. Su aproximacin da la apariencia de los terapeutas narrativos, siendo ms explcito acerca de lo que el terapeuta trae al encuentro: un conocimiento de desarrollo estructural que podra determinar cules aspectos de la conciencia necesitan ser reestructurados. El terapeuta ayuda al cliente a integrar esas caras del poliedro del yo reubicndolas y as reautorizndolas, lo anterior instaura la responsabilidad por la propia existencia... sobretodo, la terapia implica una introspeccin crtica sobre las translaciones 1 pasadas y posibles errores de translacin (textos ocultos)" (Wilber, 1983b, pp. 129-132). No importa qu tradiciones sean tradas al tratamiento, la terapia transpersonal siempre tratar de enviar al cliente hacia dentro. "Lo ms que se pueda introspectar y reflejar en uno mismo ser proporcional a la cantidad de desprendimiento que uno mismo puede hacer del yo, y as al superar los lmites del mismo (yo), ser menos narcisista y menos egocntrico (se descentrar ms)" (Wilber, 1995, p. 256). La terapia ayuda al cliente a revelar las "herramientas cognitivas requeridas" (p. 267) (a travs de la meditacin y la contemplacin) para experimentar y percibir los niveles transpersonales de conciencia. El proceder requiere que el terapeuta evale la estructura profunda del yo del cliente para saber qu nivel de desarrollo ha sido alcanzado y as qu prctica espiritual es ms apropiada. Por ejemplo, "un individuo pre-racional, fronterizo, quien necesita desesperadamente crear estructuras racionales y fortalecer el yo, no debera ser introducido a las disciplinas ms transracionales y extenuantes como la meditacin o el yoga, porque estn diseadas para perder la estructura racional temporalmente y as si se aplica este tipo de tratamiento se desmantelar la pequea estructura limtrofe que queda" (Wilber, 1983b, p. 124). Wilber reconoce que pocas personas estn listas para trabajar en los niveles transpersonales que l apoya. l (1997) escribe que en Amrica "un nmero desproporcionadamente grande de personas que son atradas por la espiritualidad transpersonal est a menudo en un nivel preconvencional de desarrollo propio. Esto quiere decir que muchos de los maestros (espirituales) americanos deben involucrarse en psicoterapia comprensiva, no en espiritualidad transformativa o transpersonal " (p. 227). Uno tambin se pregunta cuntos terapeutas estn acondicionados para trabajar en estos niveles transpersonales de cuidado.
1 La palabra translacin hace referencia al movimiento o al hecho de traducir un significado de un leguaje a otro (Nota del traductor). Finalmente, Wilber (1995) enfatiza que la terapia transpersonal exitosa har que, despus de cambiar la direccin del cliente hacia la introspeccin, salga al mundo exterior. El espritu (en cualquier nivel) se manifiesta como un yo en una comunidad con fundaciones sociales y culturales y sus objetivos correlativos, y as cualquier yo ms alto intrincadamente implicar una comunidad ms ancha existiendo en un estado objetivo ms profundo. Contactar al yo ms alto no es el fin de todos los problemas sino el comienzo de un trabajo inmenso y difcil... cuanto ms contacte a un yo elevado, ms se preocupar por el mundo, como un componente de su Mismo yo, el yo de cada uno y de los dems (496-497).
CRTICA PASTORAL Y TEOLGICA
La teologa pastoral y el asesoramiento pastoral casi han ignorado a la Psicologa Transpersonal, a pesar de varias llamadas en la literatura para comprometerse con el trabajo de Wilber. "Parece extrao," escribi Eades (1992), "que el asesoramiento pastoral... necesitara una llamada que tome en serio las dimensiones transpersonales de la existencia.... Las posibilidades de un desarrollo ms all del yo deben ser asumidas intencionalmente por aquellos que dicen hacer intervenciones espirituales psicolgicas con personas adoloridas " (p. 33). Creo hay varias razones para la renuencia a ocuparse del trabajo de Wilber. Primeramente, el modelo psicolgico de Wilber es postmoderno y post- cristiano."A pesar de un parecido distinto, la psicologa transpersonal es distinta de la teologa confesional en tanto que toma en cuenta (Logos) el Espritu (Theos) y no lo subordina al espectro disciplinario (las ciencias naturales y humanas), a los mitos y los smbolos centrales de un credo particular o a una tradicin revelada " (Kelly, 1991, p. 439). As, la Cristiandad institucional no lleva un papel central en la Psicologa Transpersonal. Mientras Wilber respeta a Cristo y ve la "conciencia cristiana" como una meta de desarrollo humano, l cree que la iglesia se equivoc al desarrollar creencias acerca de Cristo y Dios que reemplazaron una experiencia de Cristo y Dios (Kornmann, 1995). Esta negativa a hacer a Cristo la parte central puede ser un obstculo grande que separe a la psicologa transpersonal de la teologa pastoral cristiana y el asesoramiento pastoral. A pesar de lo anterior, los pastores no escatimamos en hablar seriamente de los aportes de Wilber. Segundo, Wilber (quien se denomina budista) hace un uso liberal de las palabras en ingls "Emptiness" y "Void" 2 . Estos son trminos tcnicos del budismo, pero los lectores poco familiarizados con esta tradicin no pueden captar el significado que l trata de comunicar. Adicionalmente, estos significados no son consistentes con las condiciones "Abyss" (abismo) y Meaninglessness" (sin sentido) tan usados en la psicoterapia existencial, lo cual puede causar una confusin adicional. Los trminos de Wilber tambin pueden transmitir connotaciones negativas para muchos telogos cristianos, dificultando el involucrarse en un dilogo con la Psicologa Transpersonal. Tercero, Wilber (1995) rechaza la doctrina cristiana de la vida eterna. Las enseanzas de las religiones mundiales, dice l que son " acerca de la liberacin de la individualidad y no acerca de su perpetuacin eterna" (p. 265). Mientras algunos cristianos estaran de acuerdo con Wilber, su posicin puede alienar a muchos otros. Finalmente, Wilber acomete el tema con una irreverencia jubilosa (una vez public un artculo titulado "Dios es tan aburrido 3 "). Su actitud iconoclasta puede ofender a aquellas personas que toman en serio su tradicin religiosa, lo cual, impide un compromiso serio (de las personas) con sus ideas. No obstante, el nfasis de Wilber en la preocupacin comunal por los otros y la transformacin radical hacen eco de preocupaciones primarias de la tradicin cristiana. La conciencia transpersonal que l describe es tambin la autntica cristiana bien documentada en las escrituras de msticos cristianos. Su trabajo provee
2 Palabras que hacen referencia a vaco, invalidez y similares (Nota del traductor). 3 God is so Damm Boring (Nota del Traductor). inters mutuo para el dilogo con la teologa pastoral. En particular, la antropologa de Wilber, la doctrina de la vocacin, la escatologa, la doctrina de la creacin, y el nfasis inherente en la soberana de Dios merecen ms atencin.
La Soberana De Dios y la Doctrina de la Creacin
Wilber (1983b, p. 135) entiende a Dios como un S Mismo (demandando identidad) y un Otro (demandando relacin y participacin). Los seres humanos encuentran a este Dios en medio de un proceso evolucionista, y Dios es experimentado como un orden o una inteligencia de la cual no somos completamente conscientes. Nos acercamos a este Dios en la introspeccin contemplativa, y Dios influye en todos los aspectos de la realidad (la conciencia superior e inferior). No podemos escapar! As, Dios es soberano sobre todo lo que se manifiesta en la gran cadena del ser; Dios es cadena y espacio en el cual la cadena se despliega. La concepcin en que Wilber tiene de Dios resuena con la experiencia cristiana del mismo, tan mayor que cualquier concepcin humana, ilimitado por estructura y por los lazos con los que la humanidad trata de imponer sobre la Realidad Divina. l (1997) describe a Dios como:
El espritu que no daa a ninguno, abraza todo, y se anuncia a s mismo con la ms simple claridad, el cual no deja lugares sin tocar en las personas ni da su abrazo a unos pocos seleccionados; ... demasiado obvio para ignorar, demasiado simple para describir, demasiado fcil para creer (p xix).
Algunos pueden preocuparse porque Wilber pueda caer en el pantesmo, pero creo que l habla de un pantesmo que es consistente con la tradicin cristiana. sta es la creencia, particularmente evidente en la teologa de proceso, de que el "universo existe en Dios sin ser idntico con Dios o agotar la infinitud de su ser" (Hickey). En otras palabras, mientras que el universo es parte de la realidad de Dios, la identidad de Dios es mayor que el universo (Beck). MacQuarrie (1972) entiende las relaciones entre Dios y la creacin as:
Como una fuente creativa, Dios est antes del mundo y trasciende a este; porque l ama al mundo y este es su propio trabajo, en cierto sentido, del cual la obra de arte humana ofrece alguna analoga distante, Dios es tambin inmanente en el mundo. Es de suma importancia que la relacin de Dios para con el mundo debera ser dejada en claro en cualquier declaracin de la doctrina de creacin (p. 84).
Estoy incmodo, sin embargo, con la unin de los reinos finitos e infinitos (segn Wilber) en los niveles ms altos de conciencia. El mundo creado la gran cadena del ser es bastamente diferente al infinito de Dios, y este abismo no puede ser cruzado por nuestro ser finito; el "mundo es obra de Dios y por consiguiente no es divino", segn MacQuarrie (1972). Uno podra caracterizar la posicin de Wilber como quien entiende los niveles ms altos de conciencia y quien puede causar la deificacin de la creacin, pero "la deificacin", como fue definida por Moltmann (1996) en su estudio sobre las iglesias Ortodoxas del Este, "no quiere decir que los seres humanos sean transformados en dioses. Quiere decir que comparten las caractersticas y los derechos de la naturaleza divina a travs de su comunidad con Cristo, el ser humano en Dios " (p. 272).
La Antropologa y la vocacin.
Wilber entiende a los seres humanos como criaturas evolucionando en una relacin especial con Dios. As, somos llamados a la transformacin que tiene lugar en los niveles causales y sutiles de conciencia. La antropologa de tres partes (preconsciente, auto conciente, y superconsciente) que Wilber expone es similar a la nocin cristiana de cuerpo, mente, y espritu. Sin embargo, l no puede ocuparse del asunto del pecado humano. Este fracaso debilita su atractivo para los telogos cristianos. Parece razonable, sin embargo, dar por supuesto que el pecado para Wilber es esa accin o esa condicin del ser que fortalece la creencia en el yo finito y lo bloquea en el ascender en la conciencia superior. Esta concepcin de pecado es similar a la propuesta por Keenan (1995): "El pecado no es simplemente un asunto privado entre un dios y una persona humana. Ms bien, es un cierre de la conciencia hacia Dios que se adhiere a ideas y realidades determinadas. Es la accin... de optar por s mismo y ejercitar esa opcin a travs de las habituales ataduras a realidades falsas para proteger un falso self (p. 86).
La escatologa
Mientras Wilber rechaza la nocin de salvacin por Jesucristo, l (1983b) echa mano de la metfora de la crucifixin y la resurreccin para describir la experiencia humana de crecimiento a travs del espectro de conciencia. "Cada transformacin es un proceso de muerte y renacimiento: la muerte para el viejo nivel, y la transformacin para el renacimiento en el nivel que recin emerge. Y, segn los sabios, cuando todos los estratos del S Mismo han sido transcendidos, cuando todas las muertes han sido muertas, el resultado es el encuentro con dios y la verdad final , y un destino nuevo ms all del destino es resucitado del espectro de la conciencia" (p. 54). Este proceso de evolucin trascendente lleva la delantera, segn Wilber, hacia una realidad nueva no muy diferente del "cielo nuevo y la tierra nueva" que describe en Sagrada Escritura cristiana; una realidad que se detiene en el esplendor de Dios. Cuando ese tiempo llegue, dice Wilber (1995)
El s mismo sin amor, trillado, estropeado dejar ir el tormento y la tenencia de sus formas que se estrechan solas, cansado del matrimonio con un sufrimiento especial que haba escogido sobre la soledad, para cuidarlo a travs de la larga brutalidad de una vida que no le importa, se rendir a la asesina aventura amorosa con su propia reflexin a la que se dej perplejo, la cual ha pretendido por s misma al trono de lo Divino, y encuentra en lugar de eso su alma en gracia que se haba empapado completamente en un Dios luminoso que es su propio ser verdadero su siempre y nica Cara Original, sonriente ahora desde el abismo radiante, irrazonablemente feliz por cada mirada, puesto sin ayuda a flote en el Mar de la Intimidad, a la deriva en las corrientes de la Compasin y acariciado por un Cuidado implacable, uno con el otro y uno con el todo en mutuo S Mismo, danzando en un amanecer que presagia el Self que verdaderamente es, y la Comunidad del todo que podra ser, y el Estado de todo que est por llegar (p. 495).
Contribuciones a la consejera pastoral
Como se ha insinuado arriba, el trabajo de Wilber ha tenido poco impacto en el asesoramiento pastoral hasta la fecha. Sin embargo, varias contribuciones son posibles: una comprensin nueva del desarrollo humano ms all de las comprensiones psicodinmicas de salud y la totalidad; una perspectiva y vocabulario nuevo para el dilogo con otras religiones y credos, y para ubicarse en la preguntas que autnticamente les importan al mundo cristiano y postmoderno; una categora nueva de patologa que podra ser comprendida como la resistencia ante los elementos transpersonales; y una nocin ms cristalina de qu psicoterapias son apropiadas para un nivel especfico de desarrollo del espectro de conciencia. Finalmente, el trabajo de Wilber provee un nfasis nuevo en las disciplinas meditativas y contemplativas como recursos para aconsejar. Creo que la Psicologa Transpersonal tiene mucho que ofrecer al campo de la teologa y el asesoramiento pastoral, particularmente en lo que se refiere a entender la meta del trabajo pastoral. Como Thornton (1985) pregunt: "Podra ser... que una condicin estable de conciencia ms all de la madurez del yo en el reino de la experiencia religiosa... sea el tesoro sin precio que buscan nuestros ministerios pastorales?" (p. 16) o, como Wilber (1995) mismo ha preguntado, " Cmo calzamos eso que se mueve por siempre ms all de nosotros? Significa la liberacin estar fuera de nosotros, o ser enteramente una parte de algo Ms Grande o alguna otra cosa?" (p x.).
REFERENCIAS
Alexander, J. (1996). Human person in the mirror of transpersonal psychology. Journal of Dharma,21, 104-124. Beck, W.D. (1988). Panentheism. In Sinclair B. Ferguson, David F. Wright, and J. I. Packer (Eds.),New dictionary of theology, (p. 486-487). Downers Grove, IL: InterVarsity Press. Eades, W.M. (1992). A revisioning of resistance within a transpersonal context. Journal of Psychology and Christianity, 11, 33-43. Mickey, J.T. (1979). Panentheism. In Paul Kevin Meagher, Thomas C. O'Brien, and Consuelo Maria Aherne (Eds.), Encyclopedic dictionary of religion, (p. 2656) Washington, D.C.: Corpus Publications. Keenan, J. (1995). The gospel of Mark: A Mahayana reading. Maryknoll, NY: Orbis Books. Kelly, S.M. (1991). The prodigal soul: religious studies and the advent of transpersonal psychology. In Klaus K. Klostermaier and Larry W. Hurtado (Eds.), Religious Studies: Issues, Prospects and Proposals, (p. 429-441). Atlanta: Scholars Press. Koltko, M.E. (1989). The humanized self: A response to Schneider's critique of transpersonal psychology. Journal of Humanistic Psychology, 29 (4), 482-492. Kornman, R. (1996). Big map: The kosmos according to Ken Wilber. Shambhala Sun, September, 34-66. MacQuarrie, J. (1972). The faith of the people of god: A lay theology. (NY: Charles Scribner's Sons. Mellars, P. and Stringer, C. (Eds.), (1989). The human revolution: Behavioural and biological perspectives on the origins of modem humans. Princeton: Princeton. Moltmann, J. (1996). The coining of God: Christian eschatology. (M. Kohl, Trans.). Minneapolis: Fortress Press. Nelson, P.L. (1990). The technology of the praeternatural: An empirically based model of transpersonal experiences. The Journal of Transpersonal Psychology, 22 (1), 35-49. Schneider, K.J. (1989). Infallibility is so damn appealing: A reply to Ken Wilber. Journal of Humanistic Psychology, 29 (4), 470- 481. Thornton, E.E. (1985). Finding center in pastoral care. In Gerald L. Borchert and Andrew D. Lester (Eds.), Spiritual dimensions of pastoral care: witness to the ministry of Wayne E. Oates. Philadelphia: The Westminster Press. Washburn, M. (1988). The ego and the dynamic ground: A transpersonal theory of human development. Albany: State University of New York Press. Welwood, J. (1990). Intimate relationship as path. The Journal of Transpersonal Psychology, 22 (1), 51-58. Wilber, K. (1977). The spectrum of consciousness. Wheaton, IL: Quest Books. Wilber, K. (1980). The Atman project: A transpersonal view of human development. Wheaton, IL: The Theosophical Publishing House. Wilber, K. (1981). Up from Eden: A transpersonal view of human evolution. Garden City, NY: Anchor Press/Doubleday. Wilber, K. (1983a). Eye to eye: The quest for the new paradigm. Garden City, NY: Anchor Press/ Doubleday. Wilber, K. (1983b). A sociable god: A brief introduction to a transpersonal sociology. New York: New Press. Wilber, K. (1984). Quantum questions: Mystical writings of the world's great physicists. Boston: Shambhala New Science Library. Wilber, K. (1995). Sex, ecology, spirituality: The spirit of evolution. Boston: Shambhala. Wilber, K. (1997). The eye of the spirit: An integral vision for a world gone slightly mad. Boston: Shambhala.