124715308010
124715308010
FORMACIONDEL PROFESORADO
continuacin de la antigua Revista de Escuelas Normales
N^ mero 18, SeptiembrelDiciembre 1993
I.S.S.N.: 0213-8646
Depsito Legal: Z-1573-87
Ilustracin de la portada: Luis Perpirin Snchez
Composicin de Textos: FotoKopias S.L., C1 Corona de Aragn 22, 50009 ZARAGOZA. Tel.
9761565853
Imprime: Grficas Olimar, C1 Rusiriol, 8, 50002 ZARAGOZA
La Revista no se identifica necesariamente con los contenidos de los artculos publicados, que
son responsabilidad exclusiva de sus autores. Slo el Editorial representa la opinin de la
Revista.
Esta Revista ha recibido, durante 1992, subvenciones del Ministerio de Educacin y Ciencia
(Secretara de Estado de Universidades e Investigacin) y de la Universidad de Zaragoza
(Vicerrectorado de Investi2acin)
ORGANOS DE DIRECCION
CONSEJO DE REDACCION
PRES IDENTE
MARTIN RODRIGUEZ ROJO (Universidad de Valladolid. Departamento de Didctica y
Organizacin Escolar. Facultad de Educacin de Valladolid)
SECRETARIO
SANTIAGO MOLINA GARCIA (Universidad de Zaragoza. Departamento de Ciencias de la
Educacin. Escuela Universitaria de Magisterio de Zaragoza)
VOCALES
FERNANDO ALBUERNE LOPEZ (Universidad de Oviedo. Departamento de Filosofa y Psicologa.
Escuela Universitaria de Magisterio de Oviedo)
JUAN JOSE CACERES ARRANZ (Universidad de Valladolid. Departamento de Didctica y
Organizacin Escolar. Escuela Universitaria de Magisterio de Soria)
NIEVES CASTAO POMBO (Universidad de Valladolid. Departamento de Didctica y Organizacin
Escolar. Escuela Universitaria de Magisterio de Palencia)
ANTONIO GARCIA CORREA (Universidad de Murcia. Departamento de Psicologa Evolutiva y de
la Educacin. Facultad de Educacin de Murcia)
MARIA DEL CARMEN GARCIA MARTINEZ DE VELASCO (Universidad de Zaragoza.
Departamento de Matemticas. Escuela Universitaria de Magisterio de Teruel)
ANTONIO GOMEZ ORTIZ (Universidad de Barcelona. Departamento de Geografa Fsica. Facultad
de Geografa e Historia)
JESUS MUOZ PEINADO (Universidad de Valladolid. Departamento de Didctica y Organizacin
Escolar. Escuela Universitaria de Magisterio de Burgos)
COLTILDE NAVARRO GARCIA (Universidad de Castilla la Mancha. Departamento de Pedagoga.
Escuela Universitaria de Magisterio de Cuenca)
JOSE EMILIO PALOMERO PESCADOR (Universidad de Zaragoza. Departamento de Psicologa y
Sociologa. Escuela Universitaria de Magisterio de Zaragoza)
CONSEJO ASESOR
JUAN AZCOAGA (Universidad de Buenos Aires. Cateclrtico de Neuropsicologa)
CESAR COLL (Universidad de Barcelona. Catedrtico de Psicologa de la Educacin. Director
General de Renovacin Pedaggica)
MARIO DE MIG'UEL (Universidad de Oviedo. Catedrtico de Mtodos de Investigacin y
Diagnstico en Educacin)
JOHN ELLIOT (Universidad de East Anglia. Centre for Applied Research in Education. School of
Education. Profesor de Educacin)
ENRIQUE GASTON (Universidad de Zaragoza. Profesor Titular de Sociologa)
GORDON KIRK (Director del "Moray House College of Education" de Edimburgo y miembro del
Consejo General de la Enseanza para Escocia)
JESUS PALACIOS (Universidad de Sevilla. Catedrtico de Psicologa Evolutiva)
ANGEL PEREZ (Universidad de Mlaga. Catedrtico de Didctica)
STEPHEM ICEMMIS (Profesor de la Universidad de Deakin. Australia)
J.H.C. VONK (Universidad de Amsterdam -Vrije Universiteit- Profesor Asociado)
CONSEJO ACADEMICO
VICENTA ALTABA RUBIO (Universidad de Valencia. Facultad de Ciencias Humanas y Sociales de
Castelln)
GERMAN ANDRES MARCOS (Universidad de Valladolid. Escuela Universitaria de Magisterio de
Soria)
ANA ROSA BARRY GOMEZ (Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. Escuela Universitaria de
Magisterio)
JOAN BISCARRI GASSIO (Universidad de Lleida. Facultad de Ciencias de la Educacin)
FLORENTINO BLAZQUEZ ENTONADO (Universidad de Extremadura. Instituto de Ciencias de la
Educacin de Badajoz)
LUIS CARRO SANCRISTOBAL (Universidad de Valladolid. Facultad de Educacin)
MARIA ROSARIO FERNANDEZ DOMINGUEZ (Universidad de Zaragoza. Escuela Universitaria
de Magisterio de Zaragoza)
JOSE FERNANDEZ GARCIA (Universidad de Granada. Escuela Universitaria de Magisterio de Jan)
MARIA DEL PILAR FERNANDEZ VIADER (Universidad Central de Barcelona. Escuela
Universitaria de Magisterio)
MARIA SAGRARIO FLORES CORTINA (Universidad de Len. Escuela Universitaria de
Magisterio de Len)
ROSARIO GARCIA GOMEZ (Universidad de Zaragoza. Escuela Universitaria de Magisterio de
Logrofio)
GONZALO MARRERO RODRIGUEZ (Universidad de Las Palmas)
CONSTANCIO MINGUEZ (Universidad de Mlaga. Facultad de Educacin de Mlaga)
JUAN MONTAES RODRIGUEZ (Universidad de Castilla-La Mancha. Escuela Universitaria de
Magisterio de Albacete)
JAIME OLIVER JAUME (Universidad de Palma de Mallorca. Facultad de Educacin)
ANTONIO ONTORIA PEA (Universidad de Crdoba. Facultad de Educacin y del Profesorado de
EGB de Crdoba)
JOSE ANTONIO ORAMAS LUIS (Universidad de la Laguna. Escuela Universitaria de Magisterio de
Tenerife)
MARIA DEL MAR POZO ANDRES (Universidad de Alcal de Henares. Escuela Universitaria de
Magisterio de Guadalajara)
ROSARIO QUECEDO (Universidad del Pais Vasco. Escuela Universitaria de Magisterio de Bilbao)
TOMAS RODRIGUEZ (Universidad de Cantabria. Escuela Universitaria de Magisterio de Cantabria)
OSCAR SAENZ BARRIO (Universidad de Granada. Facultad de Ciencias de la Educacin de Granada)
SEBASTIAN SANCHEZ FERNANDEZ (Universidad de Granada. Escuela Universitaria de
Magisterio de Melilla)
FRANCISCO JOSE SILVOSA COSTA (Universidad de Santiago de Compostela. Escuela
Universitaria de Magisterio de Lugo)
CARME TOLOSANA LIDON (Universidad Autnoma de Barcelona. Facultad de Educacin)
MARIA DEL CARMEN URONES JAMBRINA (Universidad de Salamanca. Facultad de Educacin)
MANUEL VAZQUEZ (Universidad de Sevilla. Escuela Universitaria de Magisterio de Sevilla)
MIGUEL ANGEL VILANUEVA VALDES (Universidad Complutense de Madrid. Facultad de
Educacin. Centro de Formacin de Profesores)
NAZARIO YUSTE (Universidad de Granada. Facultad de Humanidades y de Ciencias de la Educacin
de Almeria)
COMITE DE APOY0 INSTITUCIONAL
ESCUELA UNIVERSITARIA DE MAGISTERIO DE ALICANTE: MARIA ANTONIA CANO
IBORRA (Universidad de Alicante)
ESCUELA UN1VERSITARIA DE MAGISTERIO DE CUENCA: MARTIN MUELAS HERRAIZ
(Departamento de Filologa Hispnica y Clsica de la Universidad de Castilla la Mancha)
FACULTAD DE EDUCACION DE MURCIA: ANTONIO DE PRO BUENO (Departamento de
Didctica de las Ciencias Experimentales de la Universidad de Murcia)
FACULTAD DE EDUCACION. CENTRO DE FORMACION DE PROFESORES DE LA
UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID: JAVIER CERMEO APARICIO (Departamento
de Didctica de las Ciencias de la Universidad Complutense de Madrid)
ESCUELA UNIVERSITARIA DE MAGISTERIO DE MELILLA: SEBASTIAN SANCHEZ
FERNANDEZ (Universidad de Granada)
ESCUELA UNIVERSITARIA DE MAGISTERIO DE SORIA: FRANCISCO MAZO PANIAGUA
(Universidad de Valladolid)
ESCUELA UNIVERSITARIA DE MAGISTERIO DE TERUEL: PILAR ABOS OLIVARES
(Departamento de Ciencias de la Educacin de la Universidad de Zaragoza)
ESCUELA UNIVERSITARIA DE MAGISTERIO DE ZARAGOZA: MARIA EVA CID CASTRO
(Universidad de Zaragoza)
JUNTA DIRECTIVA
PRES IDENTE
JUAN JOS CACERES ARRANZ (Universidad de Valladolid. Departamento de Didctica y
Organizacin Escolar. Escuela Universitaria de Magisterio de Soria)
VICEPRESIDENTE
ADELICIO CABALLERO CABALLERO (Universidad Complutense de Madrid. Departamento de
Mtodos de Investigacin. Facultad de Educacin. Centro de Formacin de Profesores)
SECRETARIO
JOSE EMILIO PALOMERO PESCADOR (Universidad de Zaragoza. Departamento de Psicologa y
Sociologa. Escuela Universitaria de Magisterio de Zaragoza)
TESORERA
MARIA ROSARIO FERNANDEZ DOMINGUEZ (Universidad de Zaragoza. Departamento de
Psicologa Y Sociologa. Escuela Universitaria de Magisterio de Zaragoza)
VOCALES
FERNANDO ALBUERNE LOPEZ (Universiclad de Oviedo. Departamento de Filosofa y Psicologa.
Escuela Universitaria de Magisterio de Oviedo)
EMILIO GARCIA GARCIA (Universidad Complutense de Madrid. Departamento de Psicologa
Bsica -Procesos Cognitivos- . Facultad de Educacin. Centro de Formacin de Profesores)
MARIA DE LOS ANGELES MARTINEZ RUIZ (Universidad de Alicante. Escuela Universitaria de
Magisterio de Alicante)
AMPARO PINTO MARTIN (Universidad de Valladolid. Departamento de Didctica y Organizacin
Escolar. Escuela Universitaria de Magisterio de Palencia)
CONSUELO TAURA REVERTER (Universidad de Oviedo. Escuela Universitaria de Magisterio de
Oviedo)
La "Revista Interuniversitaria de Formacin del Profesorado,
continuacin de la antigua Revista de Escuelas Normales", es una
publicacin propiedad de la"Asociacin Universitaria
de Formacin del Profesorado (AUF0P)"
(Entidad Cientfico-Profesional de carcter no lucrativo).
Se edita en colaboracin con la Universidad de Zaragoza.
SEDE SOCIAL Y SUSCRIPCIONES
Universidad de Zaragoza
Escuela Universitaria de Magisterio de Teruel
Ciudad Escolar, s/n, 44071 TERUEL. Tel. 974/610325
Tel. Fax. 974/603225. Correo electrnico: teruel @ cc. unizar.es
Director de la Sede Social
Jos Emilio Palomero Pescador
INSTITUCIONES COLABORADORAS
DEPARTAMENTO DE CIENCIAS DE LA EDUCACION DE LA UNIVERSIDAD DE LAS
ISLAS BALEARES. PALMA DE MALLORCA
DEPARTAMENTO DE DIDACTICA Y ORGANIZACION ESCOLAR DE LA UNIVERSIDAD
DE VALLADOLID
ESCUELA UNIVERSITARIA DE MAGISTERIO DE ALICANTE
ESCUELA UNIVERSITARIA DE MAGISTERIO DE BURGOS
ESCUELA UNIVERSITARIA DE MAGISTERIO DE CADIZ
ESCUELA UNIVERSITARIA DE MAGISTERIO DE GUADALAJARA
ESCUELA UNIVERSITARIA DE MAGISTERIO DE HUESCA
ESCUELA UNIVERSITARIA DE MAGISTERIO DE LAS PALMAS DE GRAN CANARIA
ESCUELA UNIVERSITARIA DE MAGISTERIO DE LEON
ESCUELA UNIVERSITARIA DE MAGISTERIO DE LOGROSTO
ESCUELA UNIVERSITARIA DE MAGISTERIO DE MELILLA
ESCUELA UNIVERSITARIA DE MAGISTERIO DE SANTANDER
ESCUELA UNIVERSITARIA DE MAGISTERIO DE SEGOVIA
ESCUELA UNIVERSITARIA DE MAGISTERIO DE SORIA
ESCUELA UNIVERSITARIA DE MAGISTERIO DE TERUEL
ESCUELA UNIVERSITARIA DE MAGISTERIO DE ZARAGOZA
FACULTAD DE HUMANIDADES Y DE CIENCIAS DE LA EDUCACION DE ALMERIA
FACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS Y SOCIALES DE CASTELLON
FACULTAD DE EDUCACION Y DEL PROFESORADO DE EGB DE CORDOBA
FACULTAD DE CIENCIAS DE LA EDUCACION DE GRANADA
FACULTAD DE EDUCACION. CENTRO DE FORMACION DE PROFESORES.
UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID
FACULTAD DE CIENCIAS DE LA EDUCACION DE MALAGA
FACULTAD DE EDUCACION DE MURCIA
FACULTAD DE FILOSOFIA Y CIENCIAS DE LA EDUCACION DE LA UNIVERSIDAD DEL
PAIS VASCO
FACULTAD DE CIENCIAS DE LA EDUCACION Y PSICOLOGIA DE TARRAGONA
FACULTAD DE EDUCACION DE VALLADOLID
RECTORADO DE LA UNIVERSIDAD DE ZARAGOZA
INDICE
EDITORIAL
11-13
TEMA MONOGRAFICO: DIDACTICA DE LA LENGUA Y
LA LITERATURA
- PRESENTACION
19-20
- La Didctica de la Lengua y la Literatura y su enseanza (Guerrero Ruiz,
Pedro y Lpez Valero, Amando) 21-27
- El lenguaje en las edades tempranas (Seco Santos, Esperanza) 29-36
- Aproximacin a la lengua escrita en Educacin Infantil (011e Romeu, M
Angels)
37-42
- Juegos y poesa tradicional infantil (Pelegrn, Ana) 43-51
- El cine para nios, un captulo de la Literatura Infantil (Cano Caldern,
Amelia)
53-57
- La enseanza del lenguaje oral en la Educacin Primaria (Ruiz de Francisco,
Isabel; Perera Santana, Angeles y Guerra Snchez, Oswaldo) 59-66
- La lengua oral en la formacin de tnaestros de Educacin Primaria ('Zaragoza
Canales, Francisca)
67-73
- La lectura y la escritura en la Escuela Primaria (Monje Margel, Pilar) 75-82
- Tcnicas de lectura eficaz (Alvarez Alberdi, Carlos Miguel) 83-91
- La ortografa y su didctica en la Educacin Primaria (Carratala Teruel,
Femando)
93-100
- El cuento tradicional en Primaria (Garca Surralles, Cannen) 101-106
- Didctica de la poesa en la Educacin Primaria (Gmez-Villalba
Ballesteros, Elena)
107-115
- Estimulacin lingastica a travs de grficos e imgenes (Garca Rivera,
Gloria y Martos N ^ez, Eloy)
117-127
- Hablar y escuchar con sentido crtico (Sugerencias didcticas) (Trigo Cutio,
Jos Manuel)
129-140
- La Lengua y la Literatura en la Enseanza Secundaria (Rincn, Francisco) 141-153
- Realidad literaturizada, un motivo didctico (Romea Castro, M. Celia) 155-168
- La didctica del hecho teatral (Rodrguez Lpez-Vzquez, Alfredo) 169-174
- Bilingiiismo y educacin (Marco Lpez, Aurora) 175-185
- La Literatura infantil y su didctica (Lpez Valero, Amando y Guerrero
Ruiz, Pedro) 187-199
STATUS, PENSAMIENTO Y FORMACION DEL
PROFESORADO
- Los contenidos de la psicologa evolutiva y de la educacin desde la
perspectiva del profesor de E.G.B. (Garea Correa, Antonio; Montafis
Rodrguez, Juan y Castejn Costa, Juan Luis) 203-219
- Motivaciones de los profesores respecto a suformacin permanente (Biscarri
Gassi, Joan) 221-237
DIDACTICAS ESPECIALES
- Evaluacin y aprendizaje del francs-lengua extranjera (Fernndez Fraile,
Mara Eugenia) 241-253
- Propensiones en la evaluacin de las actividades prcticas propias de las
ciencias experimentales. Un escenario para el cambio (Sauleda Pars,
Narciso y Martnez Ruz, Mara de los Angeles) 255-271
PSICOLOGIA EVOLUTIVA Y DE LA EDUCACION
- Psicologa de la actividad fsica y del deporte (Garca Correa, Antonio;
Guilln Garca, Flix y Marrero Rodrguez, Gonzalo) 275-283
EDUCACION ESPECIAL
- Investigacin sobre la integracin social y educativa de los nios deficientes
en centros ordinarios (Aldea Muoz, Serafn) 287-295
RECENSIONES BIBLIOGRAFICAS 299-305
AUTORES 309-313
EDITORIAL
NUEVOS PLANES DE ESTUDIO A COSTO CERO
Parece ser una norma com^n de todas las Universidades el que la
condicin ms fundamental para poner en marcha los nuevos planes de
estudio de los futuros profesores de primaria y de secundaria, como
asimismo el nacimiento de nuevas titulaciones en las neonatas Facultades de
Educacin, es que no aumente el gasto corriente ni una sola peseta por encima
del gasto actual. Dicha condicin no sera llamativa si en las instituciones
universitarias de las que dependen tales estudios existiera un exceso de
profesorado y de recursos materiales. Si el punto de partida fuera ese, la
referida condicin no solo no sera negativa, sino que debera ser aplaudida
por todos, dada la explosiva situacin econmica por la que atraviesa Espaa
despus de los despilfarros que en aos anteriores produjo la "cultura del
pelotazo", entendida como un medio fcil de hacerse ricas unas cuantas
personas sin escr^pulos morales.
Como decamos antes, en una situacin econmica como la que
estamos atravesando, parece lgico que las Universidades intenten
racionalizar sus gastos corrientes, sobre todo cuando ocurre que en muchos
distritos universitarios hay Escuelas Universitarias de Magisterio con tan
escaso n^mero de estudiantes como para justificar sobradamente su cierre, o
bien cuando ocurre que, como consecuencia de los nuevos planes de estudio,
muchos profesores y profesoras de determinadas reas de conocimiento no
pueden completar su dedicacin horaria por falta de materias especficas de
sus campos de conocimiento. Sin embargo, ante situaciones tan
desequilibradas como las que acabamos de exponer, la solucin lgica no
parece ser la de dejar las cosas como estn y a cambio no dar facilidczdes para
que se implanten las siete especialidades en todas las Universidades del
estado espaol, o bien permitir que se implanten nueva,s titulaciones contando
^nicamente con el actual profesorado.
No hay que ser muy sagaces para darse cuenta de que ese tipo de
soluciones lo ^nico que van a lograr es que baje extraordinariamente la
calidad de la formacin de los futuros profesores y del resto de profesionales
relacionados con el mundo educativo (pedagogos, psicopedagogos, etc.).
Pero lo ms grave del caso es comprobar cmo nosotros mismos
contribuimos activamente a que prosigan esas esperpnticas situaciones, bien
cuando luchamos denodadamente por introducir en los nuevos planes de
estudio materias obligatorias u optativas absolutamente desconexionadas de la
realidad educativa, con el fin de justificar nuestra dedicacin horaria, bien
cuando aceptamos la transforrnacin de las actuales Escuelas de Magisterio en
Facultades de Educacin, intentando elevar nuestro status profesional (actitud
que, por otra parte, es muy justa) sin, al mismo tiempo, exigir la contratacin
de nuevos especialistas, o sin exigir que las Universidades ofrezcan al
profesorado de las Escuelas de Magisterio los medios necesarios para su
pelfeccionamiento y reconversin en las debidas condiciones. Por esta razn, .
estimamos que una publicacin dedicada a velar por la calidad de la formacin
de todo el profesorado, como es esta Revista, no puede permanecer callada
ante tan lamentable dao a la formacin de los profesionales de la educacin,
aunque a lo mejor podamos molestar a algunos compaeros y compaeras
con nuestros comentarios.
Somos conscientes de que, ante esa losa del "costo cero", la salida que
han adoptado las diversas Universidades es diferente, tal y como veremos a
continuacin.
En algunas se ha optado por poner en prctica ^nicamente aquellas
especialidades de Magisterio ms acordes con las preferencias de su
profesorado actual, dejando aparcadas para tiempos mejores aquellas otras
especialidades ms innovadoras y en las que puede existir mayor demanda de
profesionales, como asimismo no reconvertir nuestras vetustas Escuelas en
Facultades de Educacin, logrando as no implantar una licenciatura tan
atractiva como es la de Psicopedagoga. Probablemente, el ejemplo ms
lamentable de esta actitud sea el hecho de haber decidido implantar en la
prctica totalidad de las Escuelas de Magisterio existentes la especialidad de
Primaria, siendo que es la que menos salidas profesionales posee, ya que
mientras que los estudiantes que cursen cualquiera de las otras seis
especialidades van a estar preparados para impartir primaria, los que cursen
esta especialidad no estarn especializados en nada. Este es un ejemplo bien
claro de que lo que ha primado ha sido el asegurar un n^mero considerable de
horas de docencia para los colegas de las viejas especialidades suprimidas, a
costa de las necesidades reales del sistema educativo y, sobre todo, porque
actuando as se poda demostrar que se respetaba la grave premisa del "costo
cero".
En cambio, en otras la opcin ha sido la contraria; es decir, se ha
optado por iniciar el mayor n^mero de especialidades de Magisterio ms la
nueva licenciatura de Psicopedagoga e incluso la nueva diplomatura de
Educacin Social, en el marco de una nueva Facultad denominada de diversczs
maneras, aunque en la mayora de las Universidades se denomina Facultad de
Educacin. De esta forma, se ha logrado contentar a todos los profesores y
profesoras de las Escuelas de Magisterio, tanto a los que pretendan que todo
quedara ms o menos como estaba, y a aquellos otros que pretendan una
ampliacin de las ofertas de formacin del profesorado. Ahora bien, al ser
imposible contratar nuevo profesorado por la triste condicin del "costo
cero", dicha ampliacin de la oferta va a hacerse juntando grupos y ms
grupos de alumnos (con la consiguiente repercusin negativa de la calidad de
la docencia), o bien a costa de que el profesorado ms quijotesco e innovador
se cargue de horas de docencia, esperando que lleguen tiempos mejores.
Sin embargo, desde nuestro punto de vista, cualquiera de las dos
opciones es catastrfica, al no haber sido cuestionada la premisa del "costo
cero", aunque hay que reconocer que la segunda puede ser la ms operativa a
largo plazo, ya que si despus vienen tiempos de mayor bonanza econmica
es ms fcil conseguir la contratacin de nuevo profesorado para algo que ya
est en marcha.
Como decamos antes, la solucin sensata hubiera sido una
reorganizacin geogrfica de la oferta de las siete especialidades de Magisterio
y de las licenciaturas relacionadas con el mundo educativo a nivel de todo el
estado espariol, para evitar que se repitan especialidades en provincias
prximas entre s, o para que no queden grandes espacios geogrficos sin que
el alumnado pueda elegir sin demasiado coste econmico una cualquiera de
las nuevas titulaciones aprobadas en su da por el gobierno. Al mismo
tiempo, habra sido necesario disear un plan racional de perfeccionamiento y
de reciclaje del actual profesorado de las Escuelas de Magisterio (e igualmente
de las antiguas Facultades de Ciencias de la Educacin y de Psicologa) para
adecuarlo a las nuevas necesidades del sistema educativo. Por ^ltimo, una vez
realizada esa tarea de reorganizacin y de planificacin de los planes de
formacin, sera el momento de saber a cuantos nuevos profesores habra que
contratar y qu gastos habra que acometer en la construccin y dotacin de
nuevos edificios.
Desgraciadamente, como en tantas otras ocasiones, la reforma de la
fonnacin inicial del profesorado y del resto de profesionales relacionados
con el mundo educativo se ha Ilevado a cabo sin acometer con valenta las
reformas estruclurales necesarias, con el consiguiente perjuicio que tal
planteamiento Ileva consigo para las futuras generaciones durante muchos
aos. Pero esta vez con nuestra anuencia y nuestro consentimiento, lo cual es
mucho ms grave que cuando en tiempos de la dictadura se hacan las cosas
por la simple costumbre del "ordeno y mando" .
EL CONSEJO DE REDACCION
TEMA MONOGRAFICO:
DIDACTICA DE LA LENGUA
Y LA LITERATURA
PRESENTACION
PRESENTACION
No parece,que pueda cuestionarse, en el momento actual, la importancia que las
Didcticas Especiales han ido adquiriendo en los ^ltimos diez o quince aos en nuestro pas
(no somos pioneros, y en otros de nuestro mundo cultural el hecho es ms antiguo). La
preocupacin por cmo ensear es, obviamente, casi tan vieja como la propia institucin
escolar, y la bibliografa especializada as lo confirma. En todas las pocas, los docentes han
debido considerar que el buen resultado de su empeo depende no slo de sus propios
conocimientos de las materias que quieren transmitir, sino tambin de la b ^squeda de modos
adecuados de efectuar tal transmisin.
En las Escuelas Universitarias de Magisterio (antes Escuelas Normales de Maestros y
Escuelas Universitarias de Formacin del Profesorado de E.G.B., recientemente muchas de
ellas integradas en Facultades de Educacin o en Centros Superiores de Formacin del
Profesorado) esta preocupacin ha sido, lgicamente, prioritaria, y tradicionalmente las
asignaturas del curriculum han ido acompaadas de las orientaciones didcticas
correspondientes, y se ha realizado adems el llamado "perodo de prcticas". Que tales
orientaciones didcticas no eran, en muchos casos, tratadas con la extensin debida, o que la
estancia de los futuros maestros en los colegios resultara demasiado corta e
insuficientemente guiada, es un hecho que pudimos llegar a constatar los que conocimos los
^ltimos ribetes de los antiguos Planes 1950 y 1967 (por entonces a ^n haba alguien que,
discretamente, mencionaba la mayor adecuacin del Plan Profesional de la Rep ^blica a la
realidad escolar y a las circunstancias vitales). El Plan Experimental de 1971 result
seguramente demasiado ambicioso, pues pretenda formar, en tres aos, docentes
generalistas y, al mismo tiempo, especialistas en una de las tres reas que abarcaba. Desde
que las E.M. se transformaron en universitarias se viene hablando (con ms insistencia en
los ^l ^mos aos) de la necesidad de que los maestros tuviesen una titulacin de licenciatura,
y no de diplomatura. Que a ^n no sea as es realmente lamentable, y no insistimos en ello
por ser asunto de todos conocido, pero s aadiremos que la Reforma exige un tipo de
maestro distinto, y que el nuevo plan de estudios (el que se est implantando o acaba de
implantarse) sigue siendo insuficiente.
La LOGSE es un intento de actualizar el sistema educativo espaol y de mejorar
muchos de sus aspectos. Ante el cambio, unos se muestran ilusionados (porque ya era
necesaria la renovacin), otros pesimistas (porque quiz los organismos responsables no van
a hacerlo como es debido o a poner todos los medios necesarios, incluidos los materiales) y
otros indiferentes y desganados (no creen en este cambio o no tienen nimos para participar
en l). La puesta en marcha de esa ley obliga a los enseantes a tener conocimientos ms
profundos de lo que es el aprendizaje, a ser autnomos y tener mayor c,apacidad de decisin,
a considerar su materia en relacin con otras y no como un campo de conocimiento aislado.
Estos factores y algunos otros indican que el profesorado, en adelante, necesitar una
preparacin ms slida y una actitud ms rellexiva ante su tarea.
La responsabilidad de la formacin inicial para Infantil y Primaria sigue estando en
las E.U.M. El nuevo plan de estudios da ms importancia que los anteriores a las
asignaturas de tipo pedaggico o psicopedaggico, y a las Didcticas Especiales. En este
sentido, no cabe duda de que la lengua materna ha de tener un tratamiento de preferencia en
el currculum, porque su buen empleo no es slo indicador de conocimientos especficos,
Rvta. Interuniversitaria de Formacin del Profesorado, r a l 18, SepbrelDecbre 1993, pp 19-20
20REVISTA INTERUNIVERSITARIA DE FORMACION DEL PROFESORADO
sino (y ello es ms importante) de una estructuracin coherente del pensamiento. Sigue
habiendo misterios en cuanto a la adquisicin y desarrollo concreto de ciertos aspectos del
lenguaje en los nilios, pero ello no es obstculo para que se hayan Ilevado a cabo, en los
aos recientes, progresos considerables en la teora y prctica de la enseanza/aprendizaje de
la lengua.
El tema monogrfico de este n^mero de la R ev ista Interuniv ersitaria de Form acin
del Prof esorado se propone dar cuenta de esos avances, especialmente en su incidencia para
b Educacin Infantil, la Primaria y la Seeundaria. Sin duda sus distintos apartados sern de
alguna utilidad para los enseantes de Lengua y Literatura. Nos parece un honor, y
agradecemos efusivamente, que los responsables de la revista (ya con solera y predicamento
entre todos los que se preocupan por los problemas de formacin del profesorado, tanto
inicial como permanente) hayan encomendado la elaboracin de este n^mero a miembros de
nuestra Sociedad Espaola de Didctica de la Lengua y la Literatura.
Arturo DELGADO CABRERA
Presidente de la Sociedad Espaola de
Didctica de la Lengua y la Literatura
LA DIDACTICA DE LA LENGUA Y
LA LITERATURA Y SU ENSEANZA
PEDRO GUERRERO RUIZ
AMANDO LOPEZ VALERO
RESUMEN
Herrios pretendido explicitar con brevedad el estado de la cuestin existente en la Didctica de la
Lengua y la Literatura y su enseanza, recogiendo en el artculo la estructura de lo que puede ser un proyecto
resumen de este campo de trabajo: El marco epistemolgico; el currculo y la evaluacin; nuestro concepto,
mtodo y estrategias de estilo de la Didctica de la Lengua y la Literatura, y la prctica docente en centros
apropiados.
ABSTRACT
This article is intended as a short description of the state of the art in Language and Literature
teaching methodology. For that purpose, the following framework has been set up: episthemological
framework; syllabus and assessment; rationale and strategies for both language and literature methodology
and for teaching practice in schools.
PALABRAS CLAVE
Didctica de la lengua y la literatura, Proyecto curricular, Enstfianza de la lengua y la literatura.
KEYWORDS
Language and literature methodology, Curriculum, The teaching of language and literature.
1. INTRODUCCION
Si la lengua es el soporte de todas las materias del Currculo Escolar, la Didctica de
la Lengua en el proceso de enseanza/aprendizaje (transmisin de conocimientos y cre,acin
de situaciones estimulantes) ha de ser un componente esencial en la formacin del
profesorado. Ya no basta con "saber" lengua sino reconocer la importancia retroalimenticia
del proceso emisin-recepcin del conocimiento lingiistico, entroncado en lo que
conocemos como relaciones de comunicacin y que afecta al modelo enseanza/aprendizaje,
donde el alumno no es, y no puede ser, un sujeto paciente.
Para desarrollar un proyecto conceptual y dinmico de la Didctica de la Lengua y su
funcin esttica, es decir, de la Literatura, es necesario tener en cuenta los diversos aspectos
que le dan origen y que la hacen avanzar en el marco educativo.
Rvta. Interuniversitaria de Formacin del Profesorado, n 9 18, SepbrelDecbre 19 9 3, pp. 21-27
22GUERRERO RUIZ, PEDRO y LOPEZ VALERO, AMANDO
En primer lugar conocer las bases cientficas (el marco epistemolgico) donde est
fundamentada no slo la Lengua y la Literatura sino los procesos psicolgicos,
sociolgicos y pedaggicos que la entoman y por tanto dan registro a su perfil sincrnico.
En segundo lugar necesitamos de una propuesta para la ensefianza de la Didctica de
la Lengua y la Literatura; lo que conocemos como modelo conceptual de esta Didctica
especfica.
En tercer lugar entroncar el diseo curricular de la Didctica de la Lengua y la
Literatura en el marco de la ensefianza, la situacin real donde se produce la formacin
inicial o permanente, el modelo de ensefiante.
En cuarto lugar, las estrategias didcticas de las prcticas de enseanza, con referencia
a la tutorizacin-seguimiento de la actividad y evaluacin que determine no slo el registro
del alumnado sino el mtodo y el estado de conocimientos adquiridos.
Vamos a explicar con mayor detenimiento estas cuatro premisas que la ensefianza de
la Didctica en la Lengua y la Literatura precisa:
2. MARCO EPISTEMOLOGICO
En relacin a las bases cientficas de la ensefianza de la Didctica de la Lengua y la
Literatura debemos precisar que la lengua es el soporte de todas las dems materias del
currculo escolar y que el componente del proceso ensefianza/aprendizaje est intervenido por
diversos campos cientficos tales como la Lingstica y la Pedagoga (con los que se puede
lograr una necesaria autosuficiencia de las estrategias del desarrollo curricular del rea que
estamos delimitando), y la Psicologa y la Sociologa (como materias de apoyo,
interrelacionadas con la ensefianza de la Lengua y la Literatura). Desde este soporte
cientfico tendremos que conocer las diversas teoras lingasticas que diacrnicamente nos
vienen aportando (lingiistica histrica, estructural, generativa, actancial...), as como la
Lingstica a la Didctica de la L,engua: aportacin emprica (estructura y uso del lenguaje),
metodolgica (prctica pedaggica) y terica (fundamentos epistemolgicos).
En relacin al conocimiento de la lengua tendramos que hacer algunas
consideraciones de carcter innovador. En este sentido la autonoma de lo que se considera
como cuerpo gramatical, donde estn entroncadas la morfologa y la sintaxis, ha dejado
avanzar a disciplinas igualmente autnomas como la Semntica y la Fontica (estas ciencias
ya se encuentran en el marco del trabajo de otros proyectos distintos al filolgico o al
didctico especfico, como el etnogrfico, sociolgico, mdico-clnico, psicolgico, etc).
Los nuevos soportes del andamiaje lingastico, como son la Psicolingastica (que pone en
relacin la lengua y las problematizaciones personales) y la Sociolingastica (que sit ^ a y
analiza el lenguaje en su medio social) son nuevas reas de estudio en el currculo del
proyecto didctico al que estamos refirindonos.
Y no es posible hacer un desarrollo de bases cientficas del estudio de la Didctica de
la Lengua y la Literatura sin conocer la Literatura Infantil, como funcin esttica de la
Lengua y con dos vertientes de actuacin: la tradicin oral y la creacin autorial. En este
sentido los talleres de literatura como resorte para la produccin de textos, la motivacin a
LA D1DACTICA DE LA LENGUA Y LA LITERATURA Y SU ENSEANZA23
la lectura y un plan lector realizado por los propios alumnos, a partir de sus gustos
literarios, son elementos para esas bases cientficas que propugnamos.
Seamos un poco ms abundantes en relacin a este primer bloque epistemolgico
para la enseanza de la Lengua y la Literatura. En este sentido debemos recobrar la teora
constructivista evolucionada por Piaget, en el campo cognoscitivo, por Vigotski, en
aspectos socioculturales, y por Ausubel, teorificadas por el aprendizaje significativo.
Es necesario tambin, reparar en las aportaciones de la psicoling ^stica, como
estudio psicolgico de los hechos lingdsticos, entendiendo que el fundamento del proceso
educativo radica en la comunicacin lingiistica, en el feed-back, en el resultado de hacer
agentes activos tanto al emisor como al receptor para que haya una retroalimentacin
permanente de mensajes y, as, una comunicacin didctica renovable. Aqu el profesor es
motivador/activo de sus alumnos para que "construyan" sus conocimientos. Nos dice Carl
Rogers: "El profesor dejar que los alumnos sean los propios hacedores de su lenguaje". Es
en este momento, cuando entendemos que el profesor tiene tambin un papel de adaptacin
al alumno, un papel afectivo (de relaciones), motivador (metodolgico), donde la accin se
produjo por la propia dinmica enseanza/aprendizaje, el profesor mediador, dinamizador
socio-cultural.
No deben pasar desapercibidas, en el modelo psicolingdstico, las relaciones entre
pensamiento y lenguaje, incorporando tanto el debate (Piaget-Vigotski) como sus
coincidencias tericas, as como las teoras psicolgicas de adquisicin del lenguaje:
modelos behavioristas (Paulov y Skinner), modelos innatistas (Chomsky), modelos
cognitivistas (Vigotski y Brunner).
De esta manera podremos determinar que se debe fomentar en el nio/a su ritmo y
proceso personal, la comunicacin, manteniendo los ejercicios constructivistas como
modelo general y los de carcter conductista para superar determinados trastornos en el
desarrollo del lenguaje; conceder mayor importancia a la memoria comprensiva (comprender
para recordar) frente a la motrica; "aprender a aprender" y entender permanentemente que el
desarrollo en la lengua favorece el desarrollo global de la persona, convencidos de que la
accin educativa puede ayudar a favorecer el nivel de desarrollo, est tambin en manos del
afecto.
De las bases sociolgicas que, como dijimos al principio, estn en el entomo del
proceso de fundamentacin de la Didctica de la Lengua y la Literatura y entendiendo que un
hecho lingstico es un hecho social de comunicacin, estudiaremos la dinmica de
comunicacin entre las personas y entre los grupos y ello en la interaccin sociolgica,
profesor/alumnos y relacin entre alumnos.
La sociolingdstica que estudia las condiciones sociales de asentamiento de la Lengua
acusa a la escuela, a travs de Bemstein, de marginar al nio que procede de un medio social
lingsticamente ms popular, menos culto. Pero la escuela no debe repetir las
desigualdades, los roles sociales, los papeles de cdigos (restringido y elaborado), sino tratar
de activar, seg^n Crystal, el uso de la Lengua establecido en el contexto de su uso propio, y
no medido por otros patrones para los que dicha lengua no estaba destinado. En este sentido
no hay una lengua "mejor" que otra, sino tui uso -lengua normativa- que la sociedad asume
como ms apto; pero respetando las particularidades de la lengua materna, en el habla,
siempre que sean sujeto comprensivo y no estn en contra de las estructuras sintcticas de
norma elemental. Por eso, las particularidades son casi siempre fonticas o morfolgicas (de
24
GUERRERO RUIZ, PEDRO y LOPEZ VALERO, AMANDO
omisin o alteracin: seseo, ceceo, omisin de la "s" final de palabra, etc), aunque de
ninguna manera estas particularidades las llevaremos al terreno de la lengua escrita.
Finalmente, las bases pedaggicas que desarrollan el acto didctico, el acto de
ensear, sern conocidas en la Formacin del Profesorado en la enseanza de la Didctica de
la Lengua y la Literatura, todos los modelos didcticos: El "tradicional" (emisor-mensaje-
receptor) donde el examen es norma final para superar, promocionando, o repetir curso, si
no es superado; el "lineal", actividad docente con objetivos instructivos que sern estimados
por resultados finales; el "plan dicLctico", de Kemp (objetivos-contenidos-actividades-
recursos-evaluacin), modificado despus por Carrol que introduce el factor "tiempo"
(Modelo "temporal") en el proceso curricular; el modelo del "problema", de Bloch, cuya
novedad es el problema, en lugar de los objetivos y los contenidos. Gimeno Sacristn, que
tendr presentes junto a los dems elementos del Modelo Curricular (objetivos, contenidos,
organizacin, evaluacin), las relaciones de comunicacin; y Stenhause que eval ^a la
investigacin, ya que su modelo est en esta direccin.
Pero los modelos didcticos estn intimamente cohesionados con los estilos
educativos. Seg ^n Belth, podemos deducir los siguientes: el dialogustico (no existe verdad
absoluta, sino capacidad permanente de dilogo); el escolstico (Santo Toms) para el que
existen verdades absolutas y la enseanza debe estar al servicio demostrativo de lo verdadero.
Este se opondra al estilo naturalista (Descartes y Roseau) para los que la Naturaleza es
modelo educativo y tanto la verdad como las ideas esperan ser descubiertas. Finalmente, el
experimental (Dewey y Freinet) para los que la creatividad, la experimentacin, las hiptesis
educativas y el aprendizaje por descubrimiento son el verdadero proyecto que debiera
ejecutarse con trabajos monogrficos.
Nuestra propuesta de modelo didctico vendra determinada por la importancia de las
relaciones de comunicacin en el proceso educativo (teora de Gimeno Sacristn), sumada al
criterio de enseanza/aprendizaje y el Plan Didctico del modelo lineal (objetos, contenidos,
recursos, evaluacin), en un estilo experimental de trabajo (escuela/accin) que produzca los
descubrimientos por cuenta propia.
3. MODELO CONCEPTUAL
Para la enseanza de la Didctica de la Lengua y la Literatura hacamos una segunda
propuesta: El modelo Conceptual, porque no basta con tener una fundamentacin cientfica
de la Lengua, sino que el profesor debe conocer la "forma" de ensear, de comunicar esos
conocimientos.
En este sentido, el marco general de la Didctica de la Lengua y la Literatura
responde a dos preguntas: cmo se ensea la Lengua y la Literatura y cmo los alumnos/as
aprenden (enseanza/aprendizaje). Podemos tener en cuenta diversas consideraciones previas:
Que el alumno/a viene al centro de enseanza con "su" lengua que confronta con la
experiencia de "otros", que nuestros centros deben tener estmulos de estudio e investigacin
y tener en cuenta los conocimientos previos del nio para partir de ellos en ese esquema de
enseanza/aprendizaje. Por otra parte, la clase ser un cenuo de convivencia donde se
desarrollar la competencia comunicativa de la Lengua standar, pero sin infravalorar otras
formas de uso lingtistico, as el alumno realiza "su" propio aprendizaje.
LA DIDACTICA DE LA LENGUA Y LA LITERATURA YSU ENSEANZA25
Para terminar, recordar que la evaluacin no se hace slo al alumno sino que una
perspicaz evaluacin continua, formativa, tendr que ser un ejercicio, tambin, para el
proceso; metodologa, contenidos, profesor... y desde luego, el concepto de
enseanza/aprendizaje, ya explicitado, para el que Robert Galisson sefiaLa que didcticamente
debe contemplarse la competencia comunicativa del alumno para hacer nuevas incursiones
de actividad, esto es, a partir de bagaje cultural del alumno se produce la reflexin educativa.
4. CURRICULO Y MARCO EDUCATIVO
Para la ensefianza de la DicLctica de la Lengua y la Literatura hacamos una tercera
propuesta que consista en la formacin de buenos profesionales y el mantenimiento de una
formacin permanente en el marco educativo donde se encuentren, as como la investigacin
educativa en relacin a las propuestas de reforma, reconociendo como factores positivos el
sentimiento emptico, la planificacin adecuada a cada alumno, siempre que sea posible, un
clima de respeto, libertad y participacin donde el enseante sea un mediador que
proporcione suficientes bases instrumentales.
En relacin al marco educativo necesitamos conocer la legislacin suficientemente
(LOGSE, currculos, orientaciones didcticas...) para no perder en el presente el prximo
futuro, manteniendo siempre el.concepto de aprendizaje significativo en un modelo de
trabajo mocional-funcional, de enfoque comunicativo, y un estilo experimental. Y todo ello
incluido en la filosofa de los nuevos currculos (qu, cmo y cundo ensefiar y evaluar),
establecidos en los distintos niveles que tienen en cuenta las diferentes competencias: del
M.E.C., de las Comunidades Autnomas, de los Centros de Enseanza y de las adaptaciones
programticas del profesorado a sus alumnos.
En este sentido la necesidad de conocer toda la legislacin de la Reforma Educativa
(la lengua y la Literatura en Educacin Infantil, Primaria y Secundaria) es necesaria,
obtenida a travs de los Bloques Curriculares de lengua oral, escrita, usos y formas de la
lengua, literatura, anlisis y reflexin sobre la propia lengua, etc. Las Escuelas
Universitarias de Magisterio, los Centros Superiores de Educacin, las Facultades de
Educacin, no pueden ser lugares de expedicin de ttulos; se debe hacer un tratamiento
programtico integral en relacin a la preparacin terico-prctica del alumnado, vinculando
estratgicamente formacin inicial, cursos de especializacin, seminarios puntuales de
investigacin, congresos, grupos de trabajo...
Para conformar la formacin profesional curricular de los alumnos, que han de ser
futuros enseantes, diseamos unos bloques de contenido que, al menos, comprendan los
siguientes:
- Fundamentacin terica de la lengua y la literatura (Bases cientficas).
- La Didctica de la Lengua y el diseo curricular (objetivos, contenidos, estrategias
didcticas...).
- La lengua oral (gnesis y desarrollo).
- La lengua escrita (lectura y escritura, mtodos de enseanza y trastornos
dispedaggicos).
26GUERRERO RUIZ, PEDRO y LOPEZ VALERO, AMANDO
- Anlisis y reflexin sobre la propia lengua (cuerpo gramtico, Semntica,
Fontica...).
- Funcin esttica de la Lengua (talleres de produccin literaria).
- Literatura infantil y juvenil.
- Tcnicas y recursos para la enseanza de la Lengua.
Lgicamente todos estos bloques son los contenidos del programa mnimo que se
pudiera desarrollar y estn sujetos a la modificacin y/o ampliacin que la especialidad
determine, as como el grado de informacin que genere el propio nivel de estudios. En este
sentido, los bloques tendrn un soporte bibliogrfico para poder ampliar su estudio; as
mismo, los contenidos irn enmarcados en una propuesta de secuenciacin abierta y
flexible, dialogada y en relacin a las necesidades de los alumnos, partiendo de sus
conocimientos.
Las estrategias didcticas (principios metodolgicos) tendrn en cuenta las relaciones
de comunicacin, la contextualizacin, creatividad, libertad, actitudes..., y las actividades
sern: de aula, departamentales, investigaciones de campo...
En el marco educativo la enseanza de la Didctica de la Lengua y la Literatura
pondr en escena cuantos recursos y materiales curriculares se puedan contemplar. Medios
como la prensa, fotografa, vdeo, magnetfono, radio, grabadora, ordenador, y otros
manufacturados en talleres.
La evaluacin ser contnua, y se revisarn y consolidarn objetivos e ideas.
Evaluaremos la enseanza/aprendizaje y observaremos formativamente hasta qu punto el
programa satisface los propsitos del plan establecido en el currculo. Tanto el currculo
como su evaluacin estn determinados por el marco educativo (Centro, plan,
especialidad...), as como el modelo de perfil del enseante que pretendemos, y si se trata de
una formacin inicial o permanente.
5. PRACTICAS DE ENSEANZA
Las estrategias didcticas de las prcticas de enseanza, que en nuestra propuesta
inicial figuraba en ^ltimo lugar, tienen una virtual importancia como actividad definitoria de
perfil final del ensefiante para que determine no slo el mtodo de trabajo terico-prctico,
sino profundizar in situ el estado de la cuestin.
Los planes de prcticas sern autosuficientes como para que la accin de la enseanza
se consolide, bien se realice en centros de infantil, como de primaria o seeundaria. Para ello,
las experiencias de concertacin entre las Universidades y el M.E.C. o las Comunidades
Autnomas han sido muy positivas, a travs de los convenios entre ambas, que han
recogido a los alumnos en centros p^blicos ofertados previamente. Esta acogida estar sujeta
a seguimiento por parte de la Universidad, a travs de profesorado que coordine las prcticas,
y, tambin, tutorizada por el profesorado que acoge al alumnado.
LA DIDACTICA DE LA LENGUA Y LA LITERATURA Y SU ENSEANZA27
La coordinacin general vendr determinada por el convenio, as como la extensin
de una comisin de prcticas que consolide y revalide el acuerdo institucional.
En prcticas de enseanza, el alumnado conocer los centros, en una primera
aproximacin (rganos unipersonales, colegiados, asociaciones de todo tipo...), iniciar una
observacin del trabajo en aulas haciendo actividades con los alumnos/as de esos centros, as
como seminarios con los coordinadores -profesorado de la Universidad-; investigar
metodologas, siempre bajo la tutela del profesorado de acogida, consiguiendo as una
aptitud perfeccionada para planificar y desarrollar actividades en clase, poner la teora en
prctica y construir, en una comunidad escolar el discurso prctico de los principios de la
accin educativa.
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
AUSUBEL, P. (1982): Psicologa Educativa. Trillas, Mxico.
BRUNER, J. (1984): Accin, pensamiento y lenguaje. Alianza, Madrid.
CANO, A.; GUERRERO, P. y LOPEZ, A. (1992): Didctica de la lengua y la literatura (Bibliografa).
Universidad de Murcia.
CHOMSKY , A.N. (1983): Teoras del lenguaje. Grijalbo, Barcelona.
DISEO CURRICULAR BASE (1989): D.C.B. para Educacin Infantil, Primaria y Secundaria Obligatoria.
MEC, Madrid.
FREINET, C. (1970): Los mtodos naturales. El aprendizaje de la lengua. Fontanella, Barcelona.
GALISSON, R. (1979): Lexicologie et apprentissage des langues. Hachette-Larouse, Paris.
GIMENO SACRISTAN (1985): La enserlanza: Su teora ysu prctica. Akal, Madrid.
GUERRERO, P. (1992): "Experiencias en lengua y literatura (Educacin Infantil y Prirnaria)". Literatura
Infantil. Universidad de Castilla-La Mancha, Cuenca.
GUERRERO, P. (1993): El taller de lengua y literatura. Bruiio, Madrid.
M.E.C. (1991 y 1992): Materiales para la Reforma (Infantil; Primaria y Secundaria). Cajas Rojas, Madrid.
PIAGET, J. (1983): El lenguaje y el pensamiento en el nbio. Guadalupe, Buenos Aires.
VARIOS AUTOftES (1987): Innovacin en la enserianza de la lengua y la literatura. MEC, Madrid.
REALES DECRETOS DE ENSEANZAS MINIMAS (1991): B.O.E., Madrid.
VIGOTSKI, L.S. (1973): Pensamiento y lenguaje. La Plyade, Buenos Aires.
EL LENGUAJE EN LAS EDADES TEMPRANAS
ESPERANZA SECO SANTOS
RESUMEN
Este artculo, dividido en cuatro partes, no pretende dar a conocer, ni siquiera en una mnima pane,
cuantos misterios y profundidad del estudio que merece el tema que nos ocupa, sino empezar a tratarlo
esencialmente en sus races y con^nuar, a ser posible, estas refleziones para acercanos desde un punto de
vista, a su vez prctico, a la realidad del desarrollo evolutivo del lenguaje en el nio teniendo en cuenta el
tema del ORIGEN del mismo, cuya investigacin ha sido y sigue siendo motivo de polmicas cientficas que,
por supuesto, en un breve estudio no podemos sino tocar.
ABSTRACT
This article is divided in four parts, it doesn't mind to give all the knowledge about this theme, but
we can used it in its origens, and we can see the practical side and the children language evolution, and go on
is it posible with this reflezion to be able to get closer from a practical point of view to the real children
language evolution, always knowing that investigation on this, have been and still is a scientific
discussion, which we can not summarize in this project.
PALABRAS CLAVE
Gnesis lenguaje, Teoras, Etapas.
KEYWORDS
Language evolution, Theories, Stades.
1. EL ORIGEN DEL LENGUAJE
El problema del origen del hombre no deja de ocupar a la investigacin. El proceso
seg^n el cual los antropoides se desarrollaron hasta convertirse en seres pensantes y
hablantes dignos de llamarse hombres contiene muchas fases y suscita la curiosidad de
muchos cientficos. Y, en gran medida, concieme tambin al ling^ista, puesto que entre las
caractersticas que separan al hombre de los animales una de las principales consiste
justamente en la capacidad de hablar. Tal capacidad es la base de la evolucin intelectual
seguida por los antepasados del hombre. Sirvi de instrumento para toda la actividad mental
superior e hizo posible que la experiencia del individuo pasase a la especie. De modo que el
enigma del origen de la lengua es asimismo el enigma de la hominizacin.
Las posibilidades de que la ling^stica disponga de medios para resolver realmente el
problema del nacimiento del habla y de sus estadios ms antiguos han sido consideradas
escasas desde siempre. Los cientficos se han volcado sobre las lenguas de los pueblos
primitivos esperando descubrir en ellas estadios originarios. Pero en la mayoria de los casos
Rvta. Interuniversitaria de Formacin del Profesorado, n" 18, SepbrelDecbre 1993, pp. 29-36
30SECO SANTOS, ESPERANZA
se han encontrado con unos sistemas lingiisticos muy evolucionados y de extraordinaria
complicacin que constituan el indicio de un largo camino recorrido desde la prehistoria. El
intento de desvelar tipos originarios de nuestra lengua de cultura mediante la comparacin y
la reconstruccin de los estadios ms antiguos a los que se tiene acceso, en el mejor de los
casos deja adivinar capas lingiisticas que de ning ^n modo cabe considerar primitivas en el
sentido de originarias, puesto que apenas se diferencian, en principio, de las formas hoy
vivas. Mas se ha llegado a la conviccin de que tal estudio slo sirve para ilustrar cmo se
adquiere un sistema ya formado.
Uno de los primeros en la tentativa de sentar una base cientficamente slida para tal
empresa fue el gran lingiiista dans Otto Jespersen.
Comparando un gran n ^mero de lenguas, Jespersen crey poder establecer que todas
tienden a evolucionar desde una morfologa y complejidad muy grandes hacia una diseccin
crecientemente mayor de sus distintos miembros en elementos independientes. Por ^ltimo
Jespersen afirm que las pocas ms antiguas estaban caracterizadas por una capacidad de
abstraccin y de anlisis todava menor que pocas ms avanzadas, y afirmaba que las
primeras manifestaciones del habla humana deban imaginarse como complejos de sonidos
no identificados, proferidos en situaciones concretas de las que haban tomado su
significado. Pero seg ^n el Iingista no debi existir una diferencia clara entre el habla y el
canto dentro de este estadio ya que ambos eran manifestaciones de sentimientos que slo
gradualmente fueron adquiriendo lo que hoy entendemos por carcter lingiistico.
Aunque la teora de Jespersen no es slida, su labor fue la correcta desde el punto de
vista metodolgico.
Otro nombre a destacar es Van Ginneken que al igual que Jespersen mira hacia atrs
y cree as poder distinguir qu rasgos de los hoy existentes en las lenguas son primitivos y
qu ouos son tardos. Considera que las dos etapas ms primitivas de la evolucin
lingstica pertenecen a un estadio en que el hombre se expresaba ^nicamente por medio de
gestos y de escritura pictogrfica, sin palabras ni sonidos y la pura lengua del gesto
representara el primer estadio. Para l la escritura habra surgido como un intento de fijar en
imgenes el lenguaje de los gestos, y las letras, en principio, no seran ms que su
reproduccin. En este sentido comprueba que la coincidencia de los gestos de los pueblos
primitivos con los signos pictogrficos ms antiguos que se conservan es asombrosa y a
travs de esta pictografa se habran desarrollado gradualmente las letras modemas. Por
supuesto tan fantsticas teoras fueron rechazadas, aunque la teora de Van Ginneken
contiene una verdad: la de que nuesua lengua articulada no es, en principio, condicin
necesaria para el fenmeno de la lengua en s. La escritura Braille y el cdigo telegrfico,
como cualquier tipo de sistema de seales, constituyen medios de comunicacin
exactarnente en el mismo sentido que la lengua articulada, y no necesitamos contar en ellos
con la colaboracin del aparato fonador.
Pero las teoras sobre el origen de la lengua son innumerables. Ms numerosas quiz
de lo necesario porque en gran parte de ellas los investigadores dejan a un lado el problema
esencial de ver claro qu es en realidad la lengua.
Al plantear y buscar una respuesta a dicho concepto la lingiistica moderna ha
acercado el problema en un buen trecho hacia su solucin.
EL LENGUAJE EN LAS EDADES TEMPRANAS 31
Las ideas de G. Rvsz son, al menos en parte, nuevas. La lengua posibilita los
contactos entre los miembros de un cierto grupo social: una familia, una tribu, una unidad
poltica, un crculo cultural. En la necesidad de contacto, instinto primitivo en todos los
seres, ve Rvsz algo fundamental para el nacimiento de la lengua. Como ^ltimo paso de la
evolucin, tanto en el nio c.omo en los antepasados de hombre, considera Rvsz lo que
denomina la Ilamada, es decir, la situacin en que el grito espontneo se convierte en un
intento de suscitar atencin o de formular un deseo. Aqu nos encontramos ya ante un acto
consciente, cuyo objetivo consiste en entrar en contacto con el contorno.
Piensa Rvsz que a partir de la primitiva lengua imperativa (lengua de Ilamada) se
habra desarrollado lentamente una lengua ms diferenciada.
La teora lingllstica de Rvsz, basada en su gran experiencia de psiclogo, ha
significado un paso adelante, porque consideraba mejor las condiciones psicolgicas y
sociales de la lengua que otras formulaciones anteriores. Pero sus tesis han de ser
completadas con los puntos de vista de los lingllistas. Slo si definimos la lengua como un
sistema convencional de seales discretas con grados de complejidad diferentes resulta
posible delimitarla de otros medios de comunicacin no lingsticos. Lo cual quiz nos
permita un da imaginar su origen.
Para que la cuestin del origen de la lengua posea un contenido exacto hay que definir
y alcanzar previamente la esencia ^ltima de sta: sus funciones y caractersticas, las leyes
que rigen su estructura fundamental.
Como dijo Emest Renan en cierta ocasin, puesto que la lengua no es un don
regalado a los hombres, sino ms bien un instrumento creado por ellos, debera ser posible
al investigador llegar hasta su origen paso a paso.
PAULOV, despus de seguir numerosos estudios a su vez que otros investigadores
sobre el origen del lenguaje, introdujo el concepto de "Segundo sistema de seales" como
nivel superior de estructuracin mental que separa al hombre de los animales. La Psicologa
rusa ha estudiado genticamente el desarrollo y la funcin de este segundo sistema de seales
que es el lenguaje. A.R. LURIA, ya desaparecido, ha sido el gran impulsor actual de estos
trabajos que afortunadamente son cada vez ms apreciados y conocidos en el mundo del
habla castellana. Se ha consolidado la idea del gran papel que juega el lenguaje en el
desarrollo intelectual, as pues hemos de suponer que la comunicacin entre las primitivas
comunidades lingllsticas, a^n aquellas que el gesto era el primer y ms importante
elemento expresivo, ayudaba al hombre a desarrollar su inteligencia puesto que se ha
demostrado.
LURIA y YUDOVICH afirman que dentro del proceso general de maduracin existe
una correlacin y coincidencia entre el desarrollo del lenguaje y desarrollo intelectual. Ya
WALLON haba llamado la atencin sobre las diferencias que podan apreciarse entre una
inteligencia de las situaciones y una inteligencia discursiva, pero ambos aspectos de la
misma facultad especficamente humana son motivo de una interrelacin continua que nos
demuestra cmo el hombre en sus estadios primitivos y el nio en sus primeros estadios de
la vida van incorporando a su personalidad (salvando las diferencias) un doble cruce de
mejoras positivas en su desarrollo.
32SECO SANTOS, ESPERAN'ZA
2. EL DESARROLLO DEL LENGUAJE Y SU ORIENTACION
La conducta que sigue el nio en el desarrollo del lenguaje tiene que ser estudiada
desde dos puntos de vista, ambos muy importantes: terico y prctico.La investigacin nos
suministra datos cientficos acerca de la evolucin psicolgica, de la interaccin de todos los
elementos que constituyen , ese complejo entramado que inciden en el desarrollo del lenguaje
del nio.Las etapas de esa lnea ascendente tienen caractersticas especficas que a su vez se
reflejan en el lenguaje.
Hemos destacado en la primera parte de este estudio, la importancia de meditar en el
origen del lenguaje, cuya reflexin nos conduce a explicarnos el paralelismo existente entre
la marcha del proceso del aprendizaje de la lengua materna, con el avance articulatorio del
dominio del lenguaje en el adulto pasados los espacios interminables de la comunicacin
humana basada en el gesto y ms tarde en los sonidos complementarios que disearon en los
albores de la aparicin del hombre sobre la tierra el modo de entenderse mutuamente,
cuestin llena de incgnitas y misterios sin desvelar, a pesar de las innumerables
investigaciones realizaclas al respecto.
Otro punto de vista lo constituye el estudio paciente de conseguir, mediante la
observacin, ese proceso evolutivo, mediante la cual determinamos que la adquisicin del
lenguaje empieza en etapas anteriores a la utilizacin de los sonidos cuya interiorizacin
ac^stica permite al nio utilizarlos con sentido.
La etapa llamada 13ropiamente lingstica empieza generalmente entre los 18 y 24
meses, momento en que el periodo sensorimotor ha suministrado al beb los recursos
sensoriales y motrices para su desenvolvimiento.
Etapa prelingastica. Traemos a nuestras pginas las opiniones de algunos
investigadores para dar paso posteriormente a las mas propias que de forma directa y muy
interesada realic en su da observando y anotando con gran cuidado la evolucin rigurosa de
cmo mi pequea hija Rosaura iba adquiriendo vocabulario incipiente (dados los numerosos
puntos que debo exponer, recojo slo alguna muestra).
La primera vez que el nio manifiesta una expresin oral, a ^n sin vocalizacin
formal, es en el momento del nacimiento.En ese llorar que le abre a la vida, el nirlo ya se
expresa con energa, lo cual es absolutamente saludable.Realmente a ^n no resuelve
funciones articulatorias pero su voz se hace notar y su llanto es un preludio formidable de
que posee un elemento integrante y positivo para la vida ulterior.
La distincin voclica por el adulto se aprecia hacia el cumplimiento de los dos
meses y ya a los tres meses se intensifica la actividad fontica.Comienza la preciosa etapa
del balbuceo. El beb va seleccionando los sonidos que en una "reflexin l ^dica" le gustan
ms o le son ms fciles de emitir espontneamente.El adulto, concretarnente la madre o la
persona encargada de cuidar al beb, no se da cuenta de la gran importancia que tiene el
hecho de repetir y repetir cariosamente junto al nio estos sonidos tan genuinos como
graciosos.El misterio sigue si meditamos en su contenido que ms que significativo es de
relax, de estado feliz.
Si bien es cierto que el nio llora generalmente cuando siente alguna necesidad, no es
menos cierto que se debe procurar que no llore desaforadamente ya que este llanto irritara
demasiado el nimo del beb convirtindole en un ser infeliz y en cierta medida agresivo,
EL LENGUME EN LAS EDADES TEMPRANAS33
por no encontrar correspondencia afectiva. Todas estas reflexiones que hago son producto de
la experiencia y creo que ya desde las edades ms tempranas se debe ayudar al nio a que
exprese sus estados vegetativos y emocionales; luego todo ello constituye una
ORIENTACION para conseguir el lenguaje plcidamente. Las vocales comienzan a
diferenciarse por su tonalidad y ritmo. Ciertas formas de grito corresponden a malestar y
otras a bienestar.
3 meses: Sonidos agudos con tendencia a la nasalizacin (malestar). Sonidos
profundos, relajados (bienestar).
4 meses: Aumento de la tonicidad de los labios, indicios de imitacin. La mejor
condicin para el desarrollo: BUEN ENTORNO AFECTIVO, audicin de
una lengua, la materna en general, buen tono.
6 meses: Es el momento en que el beb progresivamente convierte el balbuceo en
ecolalia, imita sus propios sonidos y los repite probablemente por las
razones que dije anteriormente, es un juego el oirse y repetirse as como
apropiarse de los sonidos del entorno, repetirlos, imitar ciertos sonidos
que oye a sus familiares ms allegados, en general, padres, hermanos,
etc.
10 meses: Ya el beb transmite algunos significados con sus parlucheos. Se
aprecian diferentes entonaciones y sostiene parrafadas ms largas y
expresivas.
A continuacin paso a mostrar mis estudios e investigaciones que al respecto he
publicado en otra ocasin (SECO, 1970).
3. ENCANTO DEL LENGUAJE EN LA PRIMERA INFANCIA
Uno ms de los investigadores que en la edad infantil estudi el progreso del nio en
las edades tempranas fue ARNOLD GESELL, quien compagin maravillosamente el
progreso del nifio en todos sus parmetros que Ilam GRADIENTES, especificando sus
avances en los momentos ms significativos. El LENGUAJE INFANTIL pasa por diversas
etapas, como estamos exponiendo, que debemos analizar no slo desde el punto de vista
terico sino prctico, en contacto con el nio. Teniendo en cuenta cuanto estamos
exponiendo, tendr sentido y entenderemos mejor el desarrollo del lenguaje y su orientacin
perfectiva en la edad preescolar o infantil (como decimos en la actualidad):
Por medio del lenguaje se expresan los procesos intelectuales superiores. El es el
medio excelente para las relaciones sociales de lo cual hemos hablado. Por el lenguaje se
diferencia el hombre en cuanto a formas expresivas de comunicacin de los animales. Como
dice CARLOS BijHLER, es ante todo al lenguaje al que se debe la formacin de los
conceptos y, por tanto, la reorganizacin de la vida mental y el predominio del saber
conceptual sobre las imgenes concretas; en efecto, el influjo del lenguaje sobre la
formacin del pensamiento est reconocido que es insustituible y definitivo.
El lenguaje propiamente dicho surge en la segunda fase de la infancia y causa
sorpresa siempre, cuando pensamos en la complejidad del habla, el corto periodo de tres
34SECO SANTOS, ESPERANZA
aos. Es suficiente para que el nifio se forje un sistema muy desarrollado de hbitos
lingiisticos, que emplea para expresar todas sus necesiciades y deseos tanto fsicos como
intelectuales. Es, adems, capaz de usar las formas ms complejas de la frase con las
inflexiones adecuadas englobando su vocabulario unos miles de palabras. "La sorprendente
rapidez del desarrollo de tn complicado sistema de hbitos simblicos -dice MAC
CARTHY- en pleno periodo de formacin infantil ofrece especial inters al
paidopsiclogo".
En el desarrollo del lenguaje se puede observar cierto orden de sucesin en
adquisiciones animadas por un conjunto de expresivos impulsos, unos de imitacin, otros
creativos, pero todos dotados de gran actividad que han sido englobados en el sintagma
instinto del lenguaje. Se dan grandes diferencias individuales en la rapidez de sucesin de las
diversas etapas adquisitivas del lenguaje, pero en los nifios normales se da una constancia de
sucesin y duracin media que voy a ir exponiendo. No obstante, cualquier periodo en que
se denote retraso debe ser observado y uatado rigurosamente por el Pedatra, con el equipo
colaborador formado por psiquiatra, psiclogo, logopeda, quien en sucesivas sesiones de
ortofona consiga la recuperacin del lenguaje y trabajar justamente en el momento lgido y
preciso. No olvidemos que CIAPAREDE seal hasta los tres aos la etapa crucial de los
INTERESES GLOSICOS. Hay a veces un descuido por parte de los padres que no atienden
las orientaciones de los maestros, sobre todo de las parvulistas, que son quienes detectan en
primer trmino estos posibles retrasos y defectos en el habla del nio. Para otros trabajos
dejamos especficas declaraciones sobre disfunciones del lenguaje y sus posibles ayudas
como maestros de las edades tempranas del nio.
En cada uno de los periodos del desarrollo predomina su inters por una clase de
actividad. Entre los dos y tres aos este inters, como apuntbamos antes y ya desde el
balbuceo, se ha llamado inters glsico.
Una vez adquirida cierta perfeccin por el nifio e independencia en los movimientos
de sus miembros, se prepara para otros ms finos y complejos como son los requeridos por
los rganos de fonacin para HABLAR. Pero el lenguaje no es slo una adquisicin motora
sino que va incorporada la captacin del concepto, deseos voluntarios del nio o deseos
presididos por caprichos, las emociones infantiles, etc. Por consiguiente, todo estudio del
desenvolvimiento del lenguaje infantil debe ser realizado paralelamente al desarrollo de la
inteligencia. Lenguaje y pensamiento inseparablemente.
Siguiendo a VERMEYLEN, diremos que la adquisicin del lenguaje comprende
diferentes fases que se compenetran ms o menos y cuyos lmites de tiempo son muy
variables de un nifio a otro. Como las funciones del habla en cada edad son distintas, para
reconocerlas y estudiarlas se emplean claves que destaca:
FASES: - DEL LENGUAJE ESPONTANE0
- DEL LENGUAJE DE IMITACION
- DEL LENGUAJE SOCIAL 0 SOCIALIZADO
A) Lenguaje espontneo
Esta especie de lenguaje es el primero en aparecer y se manifiesta ya en el
nacimiento. Unas veces es de carcter reflejo y se manifiestan las necesidades vitales del
nio a travs del grito y el llanto, en otras ocasiones y pasados los dos meses aparece la
EL LENGUAJE EN LAS EDADES TEMPRANAS 3 5
sonrisa y en ocasiones antes. Como podemos observar, en estas expresiones hay un
predominio del aspecto emocional y reaparece en los adultos en circunstancias de conmocin
fuerte y rpida. Las primeras silabas aparecen hacia los dos meses, principalmente las
formadas de vocales abiertas, siguiendo ms tarde la emisin de sonidos consonnticos
acompaados o no de vocalizaciones. Esto es muy curioso, porque lo que vulgarmente
llamamos "AJJJOOS" en ocasiones no son ms que emisiones velares que desaparecen, para
reaparecer despus dejando paso a sonidos bilabiales o dentales. Desde el tercer mes en
adelante el beb se complace en sus emisiones vocales: juega a hablar y sus balbuceos se
repiten -como habamos dicho anteriormente, ecolalia-. Estas imitaciones sin fin constituye
una autoimitacin placentera. El balbuceo es un juego que posibilita al nio ejercitarse en
manejar los elementos fnicos de que tendr lugar ms adelante. Le bastar luego, para ir
incorporando los vocablos del adulto, COMBINAR de una manera exacta los materiales que
ya posee y poner en accin unos rganos ya flexibles y ejercitados por este juego del
BALBUCEO. He aqu cmo la funcin l ^dica se manifiesta en beneficio del nio muy
tempranamente. Por mi experiencia y anotaciones observadas (Seco, 1970), a los cuatro
meses y medio de edad exactamente, mi hija ROSAURA pronunci las sflabas ta, ta, ta,
que las combin con ba, ba, ba, que ya haba adquirido hacia los tres meses. Las primeras
fueron las velares: GUE GUE con la vocal "e" seguidas por QUE, QUE...
Ms tarde fue integrando el resto de los sonidos consonnticos y voclicos en
espacios sucesivos cortos con predominio de frecuencia sin sistema de los sonidos
bilabiales, dentales velares combinando oclusivos y fricativos indistintamente -me refiero a
la velarizacin-. Ello le permita sostener coloquios fonticos con sus hermanos a base de
estos sonidos. El mayor, Marino, que tena en ese momento ocho aos y ocho meses, la
entiende muy bien, tiene una gran paciencia para coloquiar con su hermana. Ella, que se ve
comprendida, repite durante esta fase (3 -4 meses) las mismas slabas con mayor o menor
entonacin; se imita todava a s misma. Es el balbuceo tautolgico, al que acompaan
algunas brevsimas palabras onomatopyicas. El siguiente hermano de seis aos,
FERNANDO; NO TIENE TANTA PACIENCIA DE ESCUCHAR A SU HERMANA
MAS 0 MENOS siempre lo mismo y la deja que siga parloteando sola. A la vez que
"gueguea" juega a esconder su cabecita debajo de la sbana del moiss donde descansa, por lo
que al destaparse y ver personas que la sonrien y la quieren emite sus slabas con una s ^bita
entonacin. ES EL MOMENTO DE CREARSE UN CIRCULO SOCIAL, que ya ha ido
preparando anteriormente. Deduzcamos, pues, la importancia que para el desarrollo del
lenguaje tiene este aspecto social, que a su vez se beneficia del lenguaje para conseguir su
relacin social, ya desde las edades tempranas.
B) Lenguaje de imitacin
Ya en el tercer mes, comienza el nio a pronunciar ciertas sfiabas de los adultos, que
oye y asimila a su manera. Personaliza y hace suyos los sonidos. Siguiendo mis
anotaciones sobre Rosaura, que son las ms ciertas que puedo ofrecer, y que cada madre ver
en sus hijos el mismo proceso, puedo asegurar que este lenguaje de imitacin, en principio
no es expresivo y si en ocasiones lo es, no sera suficiente para asegurar y dar a entender el
beb la cantidad de ideas que ya resuelve por s mismo sin necesitar ese mimetismo. Este
misterio se resuelve si pensamos que necesariamente el nio progresa en su lenguaje por la
va de imitacin, en general, pero tan cierto es tambin que la propia experiencia del beb le
permite adquirir ideas, estados emocionales relacionados con sus necesidades vitales
requeridas por su corta edad en el vivir cotidiano.
36SECO SANTOS, ESPERANZA
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
HJELMSLEV, E. (1981): Le langage. Romaine, Paris.
LENNEBERG, E.H. (1983): Fundameruos del desarrollo del lenguaje. Alianza, Madrid.
MANOLIU, M. (1973): El estructuralismo lingstico. C.tedra, Madrid.
PIAGET (1983): El lenguaje y el pensamiento en el nio. Guadalupe, Buenos Aires.
SECO, A. (1970): Educacin intelectual y sensorial en el prvulo. Escuela Espaola, Madrid.
VYGOTSKI, L. (1979): El desarrollo de los procesos psicolgicos superiores. Critica, Madrid.
YUDOVICH y LURIA, A.R. (1987): Lenguaje y desarrollo intelectual en el niiio. Siglo XXI, Madrid.
APROXIMACION A LA LENGUA ESCRITA
EN EDUCACION INFANTIL
M. ANGELS OLLE ROMEU
RESUMEN
La aproximacin al aprendizaje de la escritura deber conternplar las experiencias extra-escolares del
nifio. La manipulacin de juegos robotizados le proporcionan agilidad manual y comprensin de cdigos
ideogrficos, mucho antes de iniciar el aprendizaje de la escritura. Los ejercicios actuales de pre-escritura
-motricidad, percepcin, etc.- han de contemplar para qu tipo de escritura preparamos a los alumnos; los
ordenadores exigen una destreza manipulativa y unas capacidades perceptivas especiales. La compresin y
uso de cdigos ideogrficos favorecen el componente cognitivo de la escritura, as como la expresin oral y
la expresin plstica ayudan a organizar el discurso y a utilizar smbolos icnicos.
ABSTRACT
The approach to the leaming of writing will have to consider the extracurricular experiences of the
child. The handling of robotgames gives him manualability and understanding of ideographic codes, long
before beginning the leaming of handwriting. The current exercises of pre-writing, motivity, perception,
etc., have to consider what kind of writing we are preparing our students for computer, require some sort of
manual skill and some special perceptive capacities on the part of the user. The understanding and use of
ideographic codes favour the cognitive component of handwriting, as well as the oral and plastic production
help to organize the discourse and to use iconic symbols.
PALABRAS CLAVE
Agilidad manual, Cdigos ideogrficos, Microhabilidades motrices y cognitivas.
KEYWORDS
Manual motivity, Ideographic codes, Cognitive and motivity microhabilities.
1. INTRODUCCION
La apertura de gran cantidad de plazas para nifios de 0 a 6 aos, se ha hecho de manera
tan rpida que se han quemado algunas etapas en la evolucin de los recursos y las
estrategias didcticas para el aprendizaje de la lectura y escritura.
Prcticamente podemos decir que mientras muchos mtodos de aprendizaje estaban
anclados en la repeticin de pginas de caligrafa, la sociedad estaba utilizando mquinas de
escribir, mquinas que de un da para otro se electrificaron y poco despus se substituyeron
por otras mquinas ms perfectas: los ordenadores.
Rvta. Interuniversitaria de Formacin del Profesorado, rt 9 18, SepbrelDecbre 19 9 3,. pp. 37-42
38OLLE ROMEU, M. ANGELS
De la noche a la mariana, nuestras escuelas se han llenado de ordenadores, parece -que
el futuro va por ah- pero ?,y el futuro de nuestros alumnos?, i,qu se les exigir a nuestros
prvulos cuando empiecen la Ensefianza Primaria?, i,qu se les exigir a los alumnos de
Primaria cuando dejenla escuela?
Que la escuela se mueve o se mova ms lentamente que la sociedad, parece que es ya
substancial de la escuela, recordemos las propuestas de Decroly, o de Freinet, tan presentes
en los movimientos renovadores de estos ^ltimos 20 afios.
Es cierto pero, que en nuestra escuela de 0 a 6, conviven recursos clsicos como la
tiza o el lpiz, con los ordenadores, las fotocopiadoras, etc. Pero tambin tenemos que
recordar, en honor a la verdad, que algunos de estos recursos -especialmente los ordenadores,
etc.- son utilizados relativamente poco por los alumnos, o no lo son en absoluto, por los
ms pequeos.
Y mientras los maestros a^n nos ensuciamos las manos con tiza, evitaremos todo
contacto infantil con los aparatos audiovisuales, ordenadores, etc. de la escuela, la sociedad
consumista ha puesto en esas pequerias manos un nuevo mundo: los video-juegos y los
juguetes robotizados.
As se da el caso que el mismo nio que en la escuela no tiene acceso a la sala de
ordenadores, de audiovisuales, por razn de su edad, tiene en su casa video-juegos, juguetes
robotizados, sus casettes y libre acceso al video, o al ordenador familiar.
Algunos maestros quedan sorprendidos de la agilidad, destreza manual, comprensin
de los mecanismos de funcionamiento, y lectura de cdigos ideogrficos, que demuestran
muchos prvulos. Y es entonces cuando los maestros contemplan la paradoja que
representa proponer y valorar los ejercicios grficos que se han hecho copiar a su pequeo
alumno.
2. EL LUGAR DE LA ESCRITURA EN EDUCACION INFANTIL
SEGUN LA REFORMA
La nueva ley define la educacin como un todo integrador y ordenador de la propia
realidad de cada chico y chica, y propone que esta etapa sea de iniciacin al lenguaje escrito.
La realidad de cada prvuto y prvula es actualmente muy compleja y a su vez los
objetivos finales de su educacin plantea la necesidad de formar ciudadanos para una sociedad
plural llena de exigencias de todo orden. La variedad de estmulos manipulativos que recibe
el nio son muchos, y a los que debe responder slo con su destreza manipulativa. Es
posible pues suponer que la educacin que tenga como objetivo integrar y ordenar su
realidad, deber recoger esta realidad y, a partir de estas experiencias, iniciar cualquier
aprendizaje
En cuanto a los hbitos que el nio debe adquirir en relacin a la lengua escrita,
destaca la Reforma: el dominio del trazo, las grafas, la percepcin y la imaginacin
sensorial, la invencin de signos icnicos, la utilizacin de distintos medios de
comunicacin grfica.
APROXIMACION A LA LENGUA ESCRITA EN EDUCACION INFANTIL 39
Durante los afios 60 se abri una brecha en la didctica de la lengua, se pas de creer
que la lengua era materia de conocimiento, al concepto de uso de la lengua o comunicacin.
Cassany (1993).
Esta nueva orientacin hizo revisar con profundidad el aprendizaje de la lectura y
escritura y por aquellos afios se vio la necesidad de preparar al nio para este aprendizaje,
con ejercicios de pre-lectura y de pre-escritura. El resultado de aquel trabajo ha constituido
un cuerpo terico y gran cantidad de ejercicios y propuestas didcticas para que el nio
turabaje ya, mucho antes de empezar el aprendizaje propiamente dicho.
La psicomotricidad es hoy materia de programacin en todas las escuelas de
Educacin Infantil, y el rincn motriz es una realidad en las clases de 0 a 6 aos. Laguia
(1991). Se han mejorado, variado y recreado gran cantidad de ejercicios para educar el gesto
grfico, y aun en muchas escuelas, los equipos de maestros usan los libros de Kepfhart, Pic
y Vayer, G. Calmy, o L. Luart, como refiexin y revisin.
3. NUEVOS ASPECTOS
Pero a pesar del gran avance que han significado para el desarrollo del nio los
ejercicios motrices, y los ejercicios grficos y sensoriales, los maestros incurren en los
mismos errores que en estos ^ltimos aos. Errores que a mi parecer son debidos a:
- ignorar las experiencias manipulativas que tiene el nio fuera de la escuela
- no vislumbrar los objetivos finales de la escritura
- contemplar la pre-escritura como una actividad purarnente motriz.
3.1. Experiencias manipulativas
El nio que hoy asiste a los parvularios, llega a ellos como un aprendizaje motriz
que responde a las experiencias que su entorno le ha permitido realizar; la mayora de nifios
urbanos crecen con poco espacio, hecho que motiva el fomento por parte de los padres de
juegos o actividades pasivas dentro de la casa, la mayora de nios tienen lpices de colores,
rotuladores, etc, para garabatear, dibujar, etc., a su vez estos nios han crecido al lado de la
TV, el video etc, y la convivencia con estos aparatos los ha familiarizado con su manejo.
Podemos decir que a la destreza manipulativa, por lo que se refiere al manejo de ^tiles
de escritorio, hemos de afiadir el conocimiento del valor icnico de sus garabatos. Los
adultos acostumbran a pedir o dar explicaciones ante las primeras representaciones grficas
de los nios.
Por otro lado la familiarizacin con aparatos electrodomsticos, le da al nio
posibilidades de ejercitar una motricidad manual fina y a su vez la comprensin y uso de
signos o grafas.
Pero no solo llega con estas experiencias sino que a ellas, se irn aadiendo durante
toda su escolaridad aquellas que su ambiente familiar le permita ir realizando.
ao
OLLE ROMEU, M. ANGELS
Asi pues el nifio descubre muy pronto ciertos componentes del acto de escribir,
aspectos manipulativos, y de representacin -sus garabatos significan cosas-. Ferreiro y
Teberosky (1979).
Pero desgraciadamente, este mismo ambiente familiar, que favorece tan pronto la
manipulacin del nio, es muy escaso en presentar ejemplos diarios del uso de la escritura.
Actualmente se escribe poco, el telfono ha substituido a la correspondencia, las familias se
comunican poco por escrito, slo en unas fechas determinadas, y hacen comentarios
negativos o pesarosos sobre el acto de escribir.
El nio interiorizar todas estas experiencias, y con ellas tendrn que afrontar los
maestros el aprendizaje de la lectura y la escritura.
3.2. Objetivos terminales
En cuanto a los objetivos terminales de la escritura en la Educacin Infantil, i,ha de
ser un inicio, una aproximacin?, pero 1,qu criterios tiene el maestro de 0-6, sobre el
aprendizaje de la lectura y escritura?
No debemos olvidar que los ordenadores han iniciado un camino a favor de escribir
con la ayuda de mquinas, y adems, aparecen da a da ^tiles de escritorio ms sofisticados.
La escuela no puede desestimar todas las habilidades que el manejo de las mquinas,
maquinitas, etc. exige, creo modestamente que la escritura ya no se separar de ellas. El
ordenador ser como las plumillas antes de los bolgrafos, un instrumento imprescindible.
El futuro de la escritura es la mquina, y todo lo que tenga relacin con la manipulacin de
mquinas, es preparar al nio para la escritura.Y no slo por el aspecto motriz sino tambin
porque su manejo exige del usuario una comprensin y expresin de unas normas muchas
veces especificadas por cdigos arbitrarios.
3.3. Actividad motriz
Perdura la visin tradicional de la escritura, en la cual slo parece contemplarse el
aspecto grafomotor, pero hoy es imposible olvidar que las microhabilidades que necesita
dominar el alumno son de naturaleza muy diferente desde aspectos mecnicos y motrices,
trazo de las letras, caligrafas, hasta procesos ms refiexivos de seleccin y ordenacin de la
informacin, o tambin estrategias cognitivas de generacin de ideas, de revisin y de
reformulacin. Cassany, Luna, Sanz (1993).
1_,Pero qu se debe o se puede hacer en las clases de Educacin Infantil para aproximar
a los nios a la lengua escrita?
En este momento del discurso nos asalta una duda sobre la honestidad de todas
aquellas actividades que en las escuelas infantiles Ilevan el prefijo pre; pero si la escuela de
0 a 6 aos debe proporcionar a los nios todas aquellas situaciones de vida que preparen para
la vida, tendremos que resituar todas las actividades atendiendo a estos objetivos.
APROXIMACION A LA LENCUA ESCRTTA EN EDUCACION INFANTIL41
Y si estamos de acuerdo en que en las microhabilidades de la escritura hay unos
aspectos psicomotrices y otros cognitivos, tendremos que orientar las actividades sobre
estos dos grandes ejes.
Las microhabilidades motrices tendran que encontrar su razn de ser en actividades
manuales y l ^dicas, que exigieran una agilidad manual. Actualmente en las clases de 0-6 se
utilizan materiales varios: barro, arena, papel, tela, madera, agua, etc., tambin materiales
didcticos. especficos que ayudan al nio, en el descubrimiento de los objetos a travs de la
manipulacin de los mismos, tambin los ejercicios relacionados con la vida prctica le
ofrecen experiencias muy prximas a su vida cotidiana familiar, as como el dibujo, la
pintura, etc., y el material especfico para trabajar el gesto grfico -fichas de prescriptor-.
Baqus (1992), Condemarn, Chadwik (1990).
La escuela, pues, ofrece al nio un contacto como materiales y ^tiles de escritorio,
pero es fiel a su tradicin, contin^a hoy por hoy alejando al nio de la vida; del manejo de
unos ^ tiles que ya usa -en casa, fuera de la escuela- y necesariamente usar en su vida
adulta: las mquinas. Los programas en ordenador, los video-juegos, etc., no estn presentes
en los rincones de las aulas de 0-6.
Algunas veces la educacin psicomotriz se olvida del primer aspecto que
sealbamos, que la educacin ha de ser integradora de la realidad del nio, y en esta realidad
existen las mquinas, que le proporcionan al nio experiencias manipulativas muy precisas,
y la comprensin de cdigos; elementos estos, bsicos en el aprendizaje de la escritura.
4 CONCLUSION
La aproximacin al aprendizaje de la escritura en la Educacin Infantil deber
contemplar nuevos aspectos:
aadir a las microhabilidades psicomotrices todas aquellas relacionadas con la
manipulacin de mquinas: los juguetes robotizados, los video juegos, y
ordenadores, etc., tendran que tener su rincn en las aulas de Educacin Infantil
reorganizar actividades cognitivas a travs de actividades orales.
La oralidad pero parece que tiene a^n ciertas dificultades prcticas, -el n^mero de
alumnos, la organizacin de las aulas, etc., no ayudan al maestro a la realizacin de
actividades orales que evidentemente necesitan ser individuales.
Pero, los mismos maestros lo reconocen constantemente, la ordenacin de
informacin, la generacin de ideas, la reformulacin, que necesitar el futuro productor de
textos, siempre pasa por posibilitar la expresin oral. Es necesario que el alumno
experimente la tensin entre algo que quiere decir y el lenguaje y la situacin comunicativa
que tienen sus imposiciones. Camps ( 1990).
Vale la pena por lo tanto que el maestro est atento a todas aquellas situaciones
comunicativas que pueden darse en su clase, y que sern de diversos rdenes: comunicacin
gestual, grfica y verbal.
42OLLE ROMEU, M. ANGELS
El comentario que normalmente se hace con el nifio sobre sus dibujos, el escribir una
frase debajo del dibujo, le aporta la experimentacin de un acto comunicativo. Su dibujo
explica, dice algo a los dems. Incluso algunas veces tiene que repetir, que cambiar, su
dibujo, su frase, para que lo entiendan.
Cabe tambin recordar que las impresiones que algunos nifios recogen de su ambiente
familiar sobre la escritura son algunas veces poco positivas, y que stas formarn junto con
las experiencias escolares el modelo que el nifio interiorizar de la escritura.
La escuela, el maestro, la vida escolar en general, debern tener presente que la
comunicacin escrita parece que est en peligro de volver a ser slo para lites.
Precisamente en un momento en que la escolarizacin ya es para todos los nifios,
incluso para los de 0-6, aparecen los iletrados, que sabiendo leer y escribir, viven sin
hacerlo.
Por esto cada vez cuestionamos ms los aprendizajes escolares, hablamos del fracaso
de un sistema, de unos mtodos, etc.
La Educacin Infantil tiene tambin que responder sobre stos, son muchos los afios
que el nifio est en la escuela y es precisamente antes de los 6 que descubren el lenguaje
escrito. Cohen y Gilabert (1986).
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
BAQUS, M. (1992): Juegos previos a la Lecto-Escritura. CEAC, Barcelona.
CAMPS, A. (1990): Modelos del proceso de redaccin: algunas implicaciones para la enserianza.
Infancia y
Aprendizaje. 49, Madrid.
CASSANY, D.; LUNA, M. y SANZ, G. (1993): Ensenyar LLENGUA. Gra, Barcelona.
COHEN, R. y GILABERT, H. (1986):
Dcouverte et apprentissage du langage crit avant six ans. Presses
Universitaires De France, Pars.
CONDEMARN, M. y CHADWICK, M. (1990): La enseitanza de la escritura. Visor, Madrid.
FERREIRO, E., y TEBEROSKY, A. (1979):
Los sistemas de escritura en el desarrollo del nio. Siglo XXI,
Mxico.
LAGUIA, M.J. y VIDAL, C. (1991):
Rincones de actividad en la escuela infantil (0 a 6 arios). Gra,
Barcelona.
JUEGOS Y POESIA TRADICIONAL INFANTIL
ANA PELEGRIN
RESUMEN
El juego y la poesa estn intimamente ligados en la infancia. La poesa de tradicin oral toma, a
veces, la relacin juego-rima, y todos sus aspectos de puesta en escena reflejan la expresividad teatral a travs
del cuerpo.
En este artculo se hace una reflexin diacrnica del repertorio de los juegos y una nueva
aproximacin a la retahila que ha enriquecido la multiforme poesa oral, sin ser adivinanza, cancin ni
romance. El sinsentido juguete rtmico es acompaado por toda la tradicin surrealstica popular de la
oralidad.
El cuento de cantos, la aventura de oir, las colecciones donde el juego y la poesa toman cuerpo en el
decir potico juego-rima.
ABSTRACT
Game and Poetry are intimately linked to childhood. Oral tradition poerty is based at times, on the
relationship between game and rhyme and all its performance features are, in some way, a reflection of the
type of body language on which drama lies.
This article is entended as a diachronical study of games and as a new approach to rhymes, which
have enriched the enormous variety of forms encountered in oral tradition poetry. Nonsense rhyming is
accompanied by oral surrealistic traditions.
Collections in which games and poetry take shape in the poetic relationship game-rhyme.
PALABRAS CLAVE
Juego y poesa popular, Tradicin oral, Poesa infantil, Retahla.
KEYWORDS
Game and popular poetry, Oral tradition, Children's poetry, Rhyme.
DIFICULTAD DEL TEMA
El estudio del juego tradicional infantil, crece en dificultad seg ^n disminuye
aparentemente su importancia, como bien lo anunciara el humanista Rodrigo Caro.
"iQu tecla toca vuesa merced! iTan fcil en apariencia y tan dificultosa en la obra!".
En efecto, las dificultades cumplen tanto a la amplitud del tema propuesto, como a
las varias resonancias y conexiones que "toca la tecla", las innumerables piezas de un mvil
semejantes a las imgenes sucesivas y cambiantes de un calidoscopio.
Rvta. Interuniversitaria de Formacin del Profesorado, n g 18, SepbrelDecbre 1993, pp. 43-51
44PELEGRIN, ANA
POESIA POPULAR
La hiptesis que sostengo es que el juego se inscribe en la poesa popular, en su
doble vertiente de poesa tradicional de patrimonio oral infantil, y en la poesa no tradicional
escrita con rasgos popularizantes, de autor o de annimos versificadores, en los pliegos de
cordel que Ilegan a los lectores infantiles.
En esa hiptesis sigo la huella de texto oral, y de un pliego de cordel del siglo
XVIII, distinguiendo sus rasgos caracterizadores.
POESIA TRADICIONAL
El hilo conductor que me gua, es considerar que el texto l ^dico tradicional, que
denomino juego-rima, no consiste slo en su aspecto verbal, sino que se presenta como
condensacin de actos expresivos diversos, (del lenguaje verbal, gestual, sonoro), ocurriendo
en el espacio y en el tiempo, y guarda semejanzas con el juego dramtico.
SENTIDO DE LA TEATRALIDAD
La representacin, (performance), es el acto mismo del juego-rima, en el cual en un
espacio tiempo simultneo, los participantes actores, actualizan y transmiten el mensaje
potico, nuevo y antiguo, recibido y recreado, uno y vario, sujeto a la ley de herencia y a la
ley de innovacin.
Considero a los juegos-rimas como pequeas escenas teatrales, con los elementos
bsicos de una estructura dramtica. Un lenguaje verbal-corporal que impregna al poema
l^dico, transformndolo en un juego dramtico codificado en la tradicin oral.
EXPRESIVIDAD CORPORAL
El gesto, el ritmo corporal en casos a) subraya la significacin del texto, b) ampla y
prolonga y c) reemplaza su significado.
El gesto engendra en el espacio la forma extema del poema -seala Paul Zumthor.
El lenguaje no verbal comunica en algunos juegos una potica corporal en el
espacio, como es notorio en los de acrobacia, es el caso del "Besacul/Quebrantahuesos". En
el clebre juego de la Rayuela, el diseo espacial, atraviesa la nocin de laberinto, el curso y
discurso de la iconografa de Las Edades de la Vida, la creencia de situar al hombre como eje
del cielo y la tierra; la corprea simbologa del ritmo corporal: avanzar en menguado
equilibrio, saltar, retroceder, hacer una pausa, voltear, llegar al fin a la meta sealada, a la
Campana, la estancia final que abre sus puertas del Cielo, de entrada al Paraso sin artificio.
JUEGOS Y POESIA TRADICIONAL INFAISTTIL45
Los muchaellos mas traviesoa
itiegan al Quebrania-haesos.
Aleluya Juegos de la Infcincia ng 62 [dib. Francisco Orteg o Vareda]. Madrid. Mars.
1858.
PERIODIZACION
La prolong ada duracin de la mayora de los jueg os recog idos en la iconog rafa, en el
plieg o de cordel dieciochesco, y en el Repertorio son objeto de estudio en los distintos
tramos de su presencia histrica.
Un posible esquema de periodizacin resultara de tener en cuenta los:
- Jueg os-rimas en la tradicin oral antig ua (sig los XV-XVII)
- Jueg os-rimas en la tradicin oral del sig lo XVIII
- Jueg os-rimas en la tradicin oral moderna (sig los XIX-XX)
En el Repertorio fig uran jueg os-rimas y retahilas del Sig lo de Oro, otros perteneeen
a la transmisin en el sig lo dieciocho, y un n ^mero relevante estn recog idos de la
transmisin oral moderna.
Entindase que esta periodizacin no ofrece datos medievales y slo alg unos
ejemplos del Cuatrocientos, carencia que espero afrontar en prximos artculos.
Este amplio marco cronolg ico facilita acercarse a la transmisin oral l ^dica en
distintos periodos histricos y analizar aquellas versiones que se prolong an a una larga
duracin temporal, y a las versiones de breve duracin y en la recepcin colectiva.
Los jueg os y sus rimas denominadas de larga duracin son aquellos renacentistas que
hunden sus races en el meclievo, cabe suponer sean leg ado de pocas anteriores; por ej. el
jueg o de la pelota aparece en una miniatura de las Cntigas de Alfonso el Sabio, el mismo
46
PELEGR1N, ANA
juego de la pelota al aire llega a los pasatiempos hasta el siglo XX, con las variaciones y
transformaciones que incorpora su andadura en un prolongado y extenso espacio-tiempo.
Otros cuantos juegos han desaparecido, otros perviven reduciendo su desarrollo,
como en el juego de ingenio e. improvisacin potica de "Elegir una letra" que se transforma
en el actual juego de prendas De la Habana viene un barco cargado de la letra...
La casi totalidad de los juegos-rimas nombrados en el pliego de cordel valenciano de
la primera mitad del siglo XVIII en torno al cual se construye mi Repertorio, los considero
una prolongacin de los juegos-rimas de transmisin antigua (siglo XV-XVII), y que, en
variante textuales, frecuencia en la prctica, y/o modificaciones de algunas reglas de la
accin, continuaron su vigencia hasta finales del siglo veinte en la tradicin oral modema,
con las excepciones que indico en el Repertorio.
DEL ESTUDIO
Del anlisis de iconografa, de mi experiencia en la recoleccin tradicional, del
estudio de la oralidad, -y reconozco mi deuda permanente por las ensefianzas e ideas recibidas
en el Seminario Menndez Pidal-, del anlisis de las versiones y a partir del material de
poesa tradicional reunido, elaboro las notas y clasifico la materia potica, en dos grandes
grupos -lrica y romancero-, con sus correspondientes subgrupos e interrelaciones.
En el bloque Lrica agrupo entre otros temas, adivinanzas, disparates y retahlas.
LA RETAHLA
Escojo del heterogneo caudal l ^dico la retahila para agrupar bajo esa denominacin a
los textos, que sin ser adivinanzas, canciones, canciones narrativas, ni romances, enriquecen
la multiforme poesa oral.
Su diversidad textual-gestual, permite comparaciones con los procedimientos
expresivos de la cancin y el romancero oral infantil, y permite traz,ar equivalencias en las
colecciones de la tradicin europea no hispnica.
Estas breves escenas orales, tienen un tronco com^n: las retahilas, las comptines, las
nursery rhymes, filastroche, todas ellas proceden del acervo l ^dico y guardan la seduccin de
la magia de la palabra, el gesto, el ritmo, el obstinato, para el encantamiento de la
sensibilidad potica del nifio.
Sealo a la retahila como la forma potica que suele aparecer con mayor frecuencia
en la poesa l^dica y que est representada en una amplia gama en este Repertorio.
Las variantes y motivos confirman el grado de apertura, los cauces abiertos a la
interpretacin y recreacin individual y colectiva, la biografa intema del poema oral. La
vigencia del texto oral y sus variantes en la tradicin moderna, indica que el motivo, la
imagen potica sigue hablando a las necesidades emocionales y expresivas del nio. Los
JUEGOS Y POES1A TRADICIONAL INFANTIL47
motivos, las imgenes primeras que se imprimen en la emocin, son "invitaciones a
imaginar de nuevo".
OTROS RASGOS EXPRESIVOS
Tengo en cuenta otros rasgos expresivos orales: brevedad, elementariedad, repeticin,
estribillo, enumeracin, enumeracin distributiva, encadenamiento, e irracionalidad potica.
EL SINSENTIDO
La retahila de escasos o varios elementos a menudo irracionales, de difcil
interpretacin lgica, se considera como el decir potico del nio, en cuanto la palabra
acompaa en salmodia, el ritmo gestual, convirtindose ella misma en un juguete rtmico
oral. Su sentido es su sonido. El gesto diseando un espacio significativo.
La irracionalidad es audible corporal y oralmente en sus series rtmicas. Resuena
como alegre y percutible disparate, jitanjfora, "nonsense", del surrealismo de la tradicin
popular.
"El surrealismo se .encontraba precisamente en lo popular, dice Rafael Alberti, en
una serie de maravillosas retahilas, coplas, rimas extraas".
PEZ PECIGAA
Una de estas surrealistas retahilas es la de Pez Pecigaa, que agrupo en dos series de
versiones:
1 Pez pecigaa2Piz pipirigaa
jugaremos a cabaa.mata la gaa.
Los perros en el monte.
- i,A qu jugaremos?
Las cabras en la corte.
- A la mano cortada.
Corte real
- i,Quin la cort?
para ir por sal,
- El Rey y la Reina.
sal menuda
- Quita la mano
para la cutia.
. . . .
vi;44,.............*****************************
*********"."-A*************0.00.0041...
*******Plaza P^blica
re.........................
*********999,414Yese************************
a s c u ******************************************
Castillos .4400..04448.0090000..0440.441.00....
0+.00.0...00.41.4+1.4:000**0.044449.00....
T h r r e s .4)00.0 000.0....04100....*******0
333_1 _533J3J3
ro e s , M o ro s
n i o re s , C rf i n e n e s
i v al i d ad e s
ES T IM ULAC ION LING OIS T IC A AT RAVES DE G RAFIC OS E IM AG ENES 1 25
G rf i c o 1. Es c e na de Ambie nta c in
Pr e s e nta c in s inttic a y r e for za mie nto de los c onte nidos a tr a vs de u n e s c e na r io
(Me tonimia : El lu ga r a l qu e s e a s oc ia por la le ye nda ).
EL PUEBL O Y L ASL EYENDAS
I /
Se relaciona con
Tradicin
localizada
-r-=wzmzLEYENDAS
TIPOS DE
EYENDAS
vv... .~ .~1 ..ew_ ..." ..,sr" ;11,,,r ..... ,/,. '_ ...
OTROS TROS
V V V Y%
TEXTOSDISCURSOS '--.
== .ovffArey e n das '
4.4~...
eyendas """
VVV. ." ...." . .v.v....
=V V II
W
El cuentoRitos,fiestas ",11
Maravillosas Y1 histricas vl
.,.Leyendas
maravilloso,procesiones, ty"
Mitolgicas no+ v
A religiosas
~...,
el mito,laomeras
...,,....","
AN". "
V v%
.V .ww.
.~~),..^"v".", vv."' "N
.~.".1~."/
ancdota,la
4": " ~T '.; ~" ,...."~".-
.~1~...~ ~^ ~ ...~
toria
........ ."Nvvv.~Wsh
V V Is % WvW"
Ws,n n W".".""
Prodigios
El Ms
All
V V n o %
..^."' ~"frd
n n n 09~" 1
NYV .W., is
..~# vVk " ."
" ~vVy Ao% -
, vW/VVv who
."/~.0 % ,V ^ rv ^ ,
..n -..~~","~".'4"/
N.WWWWW"." "".
VWWWWW" .~"
N O VVV11..^" ,
vvv,wv*. w..^.0
..o.vn .~
vv, vvvoe .vv." ^.
v.
v
- - - - -~-~'n
^#,~ .....~
vvv.
,41n
V ."',
."0
.'
" ~1...."n
,y,n ,..
L.picas,
de moros,
caballeresca
"~"Mo
ow"."~"Mo
" PV V V % hhh
V o sA ww,~ 0~~%
ANNOWv%
WWWn
tV 0~~,
hwg,
wv ~~1
4 'IWY NO~1
WWWWn
It .1 7,<,, V W
V V V Y" 'W9~'NZ
4/V % " ~" b"~"" 4 1 ~51'
n """
hhA,
A"
Vn
V' w
V s
V n
w n
11,
V WWWV N"
n ~0~~
WWW"A"
WWW.,/~d
IW"."~"."
woV V V W".""
vh#WWW"A"
" Y.V.V1
Seres
sobrenat.
y extr aor
omntica
' vo
Objetos
maravillos
tesoros
4
Monum.
casas y
torres
eyendas
naturalistas
y explicativas
n "
M i t
/v
VeVN
Santos
y leyendas
sobre
mrtires
../~vv v~o
~NYVVS~
0~~~~"~1,v1
^~~.~."Nv%0^ov
~../~/~~..r.WVVV
~WWWWV~VVVVWv
~V~MVVVn VMvA"~A, VV
s "1iMVWV~V~ ,~1~"V`
VVVv VVod ^" "
" ,~~0~~~Wth" ." ." " O V vV%
V~h^
oW" ,
MO v%^
.01~^
~04~
A.M
,VV' y
VN M.
v "r ov
~.M .
vy,~"
G rut as
wivvv~
n "~"""". Montaims
Aguas
n <N.
v~v,,,,~~~~~". "/~Vnw."~". 11.
VV," ~V~W W" WdVW1W.W." "
%N .
risto
Leyendas
sobre Cruces V irgenes
Leyendas
Marianas
y Milagros
hoWthr" ~" IVVV~~" " .
126
GARCIA RIV ERA,GLORIA y MARTOS NUEZ,ELOY
Grfico 2.Mapa Conceptual
Diferenciacin de conceptos seg^n un esquema lgico-analtico,reforzado con
elementos analgico-figurativos: El "pulpo",m ^ltiples brazos de la leyenda.
"s"~"."1*~~~~",~
Ad"."1.0.0+0
""OvV y
NOV NA
oV v
NM."."."/"..""" "".".".""".
0o
FICTANTES
ESTIMULACION LING^ISTICA ATRAVES DE GRAFICOS E IMAGENES 127
Grf ico 3. Grfica para comparar bloques de datos.
ROSAURA LA DE
TRUJILLO
LA SERRANA DE LA
VERA
NOTAS
1 NOVAK, J. y GOWIN, D.B. (1984): Aprendiendo a aprender. Martnez Roca, Barcelona.
2 GRUPO ALBORAN (1992a): Atlas de Lengua Casiellana y Literatura para Enseanza Secundaria.
Junta de Extremadura. 24 edicin aumentada y corregida de Editorial AKAL Vanse tambin trabajos anteriores
como La Enserianza analgica de la Gramtica, Cuentogramas para Educacin Primaria y Secundaria, La
Ideograrnacin y los Talleres Abiertos en EGB y Enseanzas Medias, y recientemente Museo del Espariol.
Cartas grficas para la enseanza del espaol para Extranjeros, todos ellos publicados por la Junta de
Extrernadura.
3 PAIVIO, A. (1971): Imagery and verbal processes. Nueva York, Holt, Rinenhart Winston.
HABLAR Y ESCUCHAR CON SENTIDO CRITICO
(SUGERENCIAS DIDACTICAS)
JOSE MANUEL TRIGO CUTIO
RESUMEN
El lenguaje oral se nos introduce irremediablemente en nuestro mundo interior durante todos los
momentos del dia. Hoy resulta irnprescindible forrnarse en el dominio de la oralidad, tanto en su aspecto
comprensivo como en el expresivo.
Luchar c,ontra la servidumbre que se nos quiere imponer, en todos los sentidos, desde los diversos
medios de comunicacin, para conseguir ciudadanos pasivos, alienados y serialmente acuados, requiere
lograr el desarrollo y petfeccionamiento de la escucha critica y selectiva, asi como de un habla rica, fluida y
coherente.
ABSTRACT
Oral language irretrievably submerges us in our inner world all day long. Today it is absolutely
necessary to be trained in its command, both in its receptive and productive aspects.
To fight against the slavery the mass media tries to impose on us to obtain passive, standardized
citizens, demands the development of selective and critical listening as well as a coherent, fluent and rich
spoken language.
PALABRAS CLAVE
Oralidad, Comprensin y expresin, Capacidad crtica, Argumentacin, Recursos didcticos.
KEYWORDS
Spoken language, Comprehension and production, Critical capacity, Discussion, Methodological
reSOUrCeS.
1. INTRODUCCION
La Ley Orgnica 1/1990, de Ordenacin General del Sistema Educativo, ha
establecido una nueva diversidad de etapas educativas, entre ellas, del Bachillerato. A este
nivel se accede a los diecisis aos, una vez que se ha cursado la Educacin Secundaria
Obligatoria, cuya duracin es de cuatro aos, entre los doce y diecisis aos.
Esto supone, como es bien conocido, la ampliacin de la educacin obligatoria y
gratuita para todos los nios espaoles, recogiendo los dos ^ltimos aos del actual ciclo
superior de E.G.B. que, junto con la prolongacin de dos aos ms, integran la primera
etapa de la Educacin Secundaria. El Diseo Curricular Base correspondiente (MEC. 1989,
71) marca como obje^vo general de ella, "la preparacin de los adolescentes para ser
ciudadanos de una sociedad plural, democrtica y tecnolgicamente avanzada".
Rvta. Interuniversitaria de Formacin del Profesorado, n 18, SepbrelDecbre 1993, pp. 129-140
130TRIGO CUTIO, JOSE MANUEL
La sociedad actual o el mundo que nos ha tocado vivir en estos momentos se
caracteriza de manera prioritaria por la importancia inusitada que ha cobrado la imagen, la
informacin y la comunicacin.
Todos los aspectos y elementos de la comunicacin oral se estudian y analizan desde
los primeros aos de escolaridad. Sin embargo, hemos de reconocer que no se lleva a cabo,
salvo en casos aislados, una eneanza sistemtica y programada de la comprensin y
expresin orales. Esto, a pesar de que en los momentos actuales se le debe dar preferencia a
la enseanza del lenguaje oral, sobre todo en la edad de 12 a 18 aos, por razones de muy
diverso tipo.
Algunos argumentos justificativos los expone certeramente C.R. Garca Fernndez,
(Barrientos, 1987, 25) cuando alude a la preparacin que los alumnos deben recibir para
poder insertarse en una sociedad democrtica, cuyos principios se basan en la participacin
activa, la tolerancia, el respeto para una convivencia plural y que reclaman una iniciacin
prctica en la toma de la palabra, el dilogo y la escucha.
Y por oua parte, tal como decamos nosotros ms arriba, el hecho de estar inmersos
en un mundo en el que los medios y las formas de comunicacin han cobrado una extensa
variedad e importancia, reclama de manera prioritaria la formacin de sujetos capacitados
para dar y recibir informaciones de tipo muy diverso, para analizar, seleccionar y escuchar de
modo afectivo y crtico.
Ello significa saber adecuar el currculo formativo del nio y del joven a las
circunstancias y a los modos culturales que los envuelven. Y eso debe repercutir, dentro de
nuestra Area de Lengua y Literatura, en eliminar definitivamente de la Educacin Secundaria
Obligatoria, la enseanza de un lenguaje muerto y estril, por la que se adquieren muchos
conceptos e ideas acerca de la lengua, pero no se logra un aprendizaje activo, funcional y
^til de la lengua oral. Si esto ^ltimo no se hace, el nio se sentir un tanto indefenso en
sus relaciones socio-laborales y gravemente amputado en la formacin de su lengua
matema.
Decimos esto porque en la diaria labor de enseanza-aprendizaje dentro del aula, el
nivel escrito es casi exclusivamente el que se trabaja con asiduidad, de manera sistemtica y
programada. Y es ya hora de que en la Enseanza Secundaria, tal como lo propone el MEC,
se tenga en cuenta que "el rea de Lengua y Literatura coopera preferentemente en afianzar y
mejorar las capacidades comunicativas del alumno, desarrollando sus destrezas linglisticas
de comprensin y expresin" (DCB, pg. 84).
Plantearse seriamente la formacin del hablar y el escuchar resulta, por consiguiente,
totalmente ne,cesario en la actual situacin social, sobre todo para aquellos muchos jvenes
que slo van a adquirir una formacin bsica obligatoria terminal. Estos precisan de "una
carta de ciudadana", o lo que es lo mismo, requieren una educacin integral y signific,ativa
de la cultura media, en la cual la lengua se afiance y les sea realmente funcional, ^til y
aprovechable.
Nos resistimos a pensar que la Educacin Secundaria refleje a^n una sociedad con
esquemas totalmente obsoletos, en la cual el modelo de enseanza reproduca o manifestaba
los mismos valores y, por consiguiente, con una formacin en la oralidad de la lengua oral
totalmente esterilizante, lo que daba lugar a que muy pocos profesores se preocuparan con
rigor por la dimensin oral de la lengua.
HABLAR Y ESCUCHAR CON SEIVTIDO cRrrico13 1
Afortunadamente, hoy estamos ya lejos de aquel modelo de didctica y de aquella
sociedad; por ello, de manera lenta, pero manifiesta, se va imponiendo como absolutamente
necesario el que el alumno disponga en las aulas de m ^ltiples ocasiones especialmente
diseadas para aprender a hablar mejor, a escuchar con juicio crtico y evaluativo. Eso
requiere del profesorado preparacin para disponer de recursos y estrategias que posibiliten el
que cada joven o adolescente goce de medios motivadores que impregnen su aprendizaje de la
lengua de frescura, de inters y eficacia, porque la sociedad necesita de personas que dominen
su lengua en el nivel oral, y no slo en el escrito.
Y a la inversa, hoy se necesita y exige un buen dominio de la lengua, si se quiere
estar en el grupo social bien integrado y adquirir una posicin o nivel adecuado o
conveniente. No olvidemos que los cambios intelectuales y cognitivos que en esta edad de
la adolescencia se producen, traen consigo la adquisicin de un tipo de pensamiento de
carcter abstracto, con ampliacin de la capacidad de razonamiento, argumentacin, de
sentido crtico y creativo.
El conocimiento y manejo de la realidad, como se dice tarnbin en el DCB para la
E.S.O. (pg. 73), a travs del pensamiento abstracto, requiere diferentes modos y cdigos de
representacin, entre los cuales sobresale el lenguaje, pues desempea un papel crucial
como elemento regulador del pensamiento. Gracias principalmente al lenguaje, somos
capaces de recordar, argumentar, planificar, procesar informacin, recorrer altemativamente
hiptesis contrapuestas, etc. Y surge inmediatamente la pregunta: posible lograr esto
sin una verdadera y fecundaeducacin de la comprensin y expresin oral de la propia
lengua?
Ahora bien, mejorar y perfeccionar la habilidad oral presupone el que los profesores
tomen conciencia de la importancia que ello tiene y, por consiguiente, que adquieran o
conozcan tcnicas, recursos y medios para conseguirlo. Es Mnica Rangel (1977, 7) la que
llama la atencin de manera ms clara sobre esta idea que estamos glosando, cuando advierte
que "la sociedad actual demanda con urgencia individuos capaces de expresar con claridad sus
opiniones frente a los cambios y frente a las alternativas necesarias para el progreso y
bienestar del mundo en que viven. La habilidad para comunicarse oralmente -contin ^a- no
puede considerarse en estos momentos como un don o un privilegio; es ya una necesidad
imperiosa en todos los mbitos de la vida socialmente organizada".
Escuchar y hablar todos los das en las aulas, con el objetivo de perfeccionar ambas
actividades, exige que se preparen tareas y ejercicios mo^vadores, atractivos y significativos
para los alumnos. De lo contrario, podemos incurrir en la rutina y en la apata, lo que dar
lugar a que se oiga, pero no se escuche y a que se hable por hablar, cayendo en el
verbalismo o palabrera hueca. Y de este modo, como muy bien advierte Martha A. Salotti,
corremos el peligro de lanzar desde los centros educativos a la sociedad remesas de
irresponsables. (Salotti, 1959, 41).
2. LA ORALIDAD
El lenguaje verbal se manifiesta tanto por el habla como por los textos escritos.
Ello hace que ambas facetas se vean reciprocamente influenciadas. Un nio o joven que lee
asiduamente, que es un buen lector, en el amplio sentido del trmino, dispondr de un fluyo
mayor y ms rico, tanto de ideas como de elementos lingsticos, para interpretar lo que
escucha y para expresarse con claridad y coherencia.
132'TRIGO CUTIO, JOSE MANUEL
Nos atreveramos a decir que una de las funciones de la lengua escrita, o sea, de la
lectura, puede y debe ser la de ayudamos a manifestarnos oralmente mejor en p ^blico, sea
cual sea el contexto en el que lo llevemos a cabo. Y esto es precisamente lo que ha llevado
a W. Ong a diferenciar entre "oralidad primaria y secundaria", seg ^n tengan o no influencia
de la escritura (Ong, 1987, 72).
A propsito de ello, Ana Teberosky comenta que "las funciones de registro, de
comunicacin, de reificacin resultante, el control y la esttica escrita han afectado tambin
a la manifestacin oral del lenguaje". Asimismo, que "la oralidad secundaria se parece a la
primaria en que necesita del grupo, individuos a los que el hablante los convierte en
auditorio, en p^blico. La oralidad primaria era espontnea, por no disponer de posibilidad de
reflexin, su capacidad de planificacin era slo formularia. La oralidad secundaria tambin
es espontnea, pero con deliberacin; adopta, seg ^n Ong, un deliberado aire de
espontaneidad". (Taberosky,1991, 63).
Estas reflexiones nos llevan a proponer actividades que persigan la formacin de la
oralidad secundaria, centrando la praxis en el perfeccionamiento del lenguaje oral, a fin de
conseguir algunos de los siguientes objetivos generales que, al respecto, se formulan en el
D.C.B para la Educacin Secundaria:
- Comprender y producir mensajes orales y escritos con correccin, propiedad,
autonoma y creatividad.
- Utilizar de forma autnoma y crtica las principales fuentes de informacin
existentes en su entomo (prensa, radio, TV., revistas especializadas, enciclopedias, etc.) con
el fin de planificar sus actividades (trabajo, ocio, consumo, etc.), confrontar informaciones
obtenidas previamente y adquirir nuevas informaciones. (DCB, pg. 77-78).
- El rea de Lengua y Literatura -se aade tambin en el citado documento- coopera
preferentemente en afianzar y mejorar las capacidades comunicativas de los alumnos,
desarrollando sus destrezas lingsticas de comprensin y expresin.
Despus de un anlisis del Diseo Curricular para la nueva Educacin Secundari,
hemos podido comprobar con satisfaccin cmo se reconoce la importancia y la prioridad
quer tiene la lengua oral, puesto que una buena formacin en la oralidad permite un mejor
acercamiento al lenguaje escrito. Por eso se expresa all que "no existen razones vlidas para
primar el estudio del lenguaje escrito en relacin con el estudio y perfeccionamiento del
lenguaje oral". (pg. 375).
Adems, se advierte claramente que "la finalidad ^ltima de la enseanza y aprendizaje
de la lengua y la literatura en esta etapa, consiste en mejorar la capacidad comunicativa de
los alumnos, mediante el desarrollo de sus capacidades crticas y creativas en el uso del
lenguaje".Y es tambin significativo que el primer bloque de contenidos del rea sea el de
La lengua oral como medio de comunicacin.
En la breve introduccin de dicho bloque ya se indica que sus contenidos son
importantes porque no se suelen atender especficamente en las programaciones y, sin
embargo, se considera fundamental un desarrollo sistemtico y planificado de los mismos,
pues el dominio de la comprensin y expresin oral se alcanza a travs de un tratarniento
cclico y progresivo. (MEC, 1989, 385).
HABLAR Y ESCUCHAR CON SEIVTIDO CRITICO 133
Para ello, se aconsejan diversos tipos y formas de discursos en la metodologa del
lenguaje oral, tales como la conversacin, el coloquio, el debate, la entrevista, o la
narracin, descripcin, exposicin, argumentacin, y se proponen procedimientos de
comprensin, comentario crtico y produccin de textos orales con distintas finalidades e
intenciones comunicativas.
3. SUGERENCIAS DIDACTICAS
De entre los diversos tipos de estrategias, consideramos que pueden ser ms
apropiados, idneos, y ^tiles para nios en edad de 12 a 16 aos, la conversacin didctica o
programada, la exposicin oral, la descripcin y el debate. Tambin el torbellino de ideas y
ciertos juegos del lenguaje que, aunque no se mencionan expresamente, s se presuponen e
insin ^an.
Para todos ellos es necesario y conveniente la motivacin y el ejercicio sistemtico
de leer, reflexionar, deliberar, contrastar ideas, exponerlas con correccin, claridad, razn y
lgica, as como aprender progresivamente a rebatir y argumentar. Todo ello, en la
seguridad de que la clase, el aula, se convierte en ese momento en un auditorio, en un
p^blico respetuoso y crtico.
A veces, dentro de una de estas modalidades se pueden incluir otras, como ocurre con
el debate cuando se lleva a cabo una conversacin, o con la exposicin oral cuando se
ejercita la descripcin, etc. Por eso hemos seleccionado los tres procedimientos siguientes,
a fin de sugerir a nuestros compaeros en la docencia alguna reflexin e indicaciones para
que las puedan practicar, junto con otras altemativas que conozcan.
A. La conversacin
A tal efecto hemos propuesto en ms de una ocasin un modelo de conversacin
didctica, dirigido especialmente a nios o adolescentes entre doce y dieciocho aos que, al
menos por lo que hemos podido experimentar a travs de nuestra prctica docente, puede ser
muy vlido para conseguir m ^ltiples objetivos relacionados con el perfeccionamiento del
campo de la oralidad. Dichos objetivos, en total coherencia con los conceptos,
procedimientos y valores que la Reforma sugiere, los formulamos y sintetizamos as:
- Fomentar y afianzar el hbito de escuchar.
- Perfeecionar la capacidad de enjuiciar y criticar las ideas y opiniones ajenas.
- Desarrollar e impulsar las aptitudes de comunicacin, eliminando bloqueos,
inhibiciones y encogimientos.
Impulsar las actitudes de respeto mutuo, tolerancia, receptividad e inters por la
opinin ajena.
- Desarrollar la habilidad para organizar juicios en forma lgica, as como para
expresarlos con claridad, precisin y sinceridad.
- Lograr el control de las propias emociones.
- Habituarse a respetar el orden en las intervenciones.
- Tomar conciencia de que es necesario pensar e informarse en fuentes dignas de
crdito, antes de intervenir, exponiendo ideas y juicios que se presten a
controversia.
134TRIGO CUTISIO, JOSE MANUEL
- Ayudar a que los ms tmidos puedan vencer la resistencia para participar en la
conversacin o debate.
Despertar en todos los alumnos de la clase el inters por temas concretos y la
reflexin crtica.
- Favorecer el deseo de poner en prctica conversaciones escolares, como medio de
intercomunicacin de ideas, sentimientos y experiencias.
Estos objetivos, como es lgico, se han de ir consiguiendo de manera progresiva y,
en cualquier caso, han de considerarse terminales. Ahora bien; se deben ir seleccionando
aquellos que en cada momento parezcan ms necesarios y urgentes, en funcin del resultado
que nos ofrezca la evaluacin continua y puntual del grupo-clase. Creemos, sin duda alguna,
que con ello recogemos la advertencia explcita del DCB para la Educacin Secundaria que,
en la pgina 378 reza as:
"La finalidad ^ltima de la enseanza-aprendizaje de la Lengua y la Literatura consiste en
mejorar la capacidad comunicativa de los alumnos, mediante el desarrollo mximo de sus
capacidades crticas y creativas en el uso del lenguaje".
La conversacin didctica es una de las tcnicas de expresin que en la enseanza-
aprendizaje de la lengua oral resulta ms ^til, necesaria y fcil de realizar, por ser algo
natural y consustancial al hombre. Su prctica, bien preparada, orientada y evaluada, se
convierte en una propuesta didctica que desde el primer momento desarrolla
procedimientos, valores y destrezas, de manera vivencial, motivadora y eficaz.
En la Educacin Secundaria, estas actividades que se realizan ante el grupo, porque
as es necesario hacerlo, deben proponerse de tal manera que en ellas el adolescente presienta
y advierta que va a conseguir superarlas, porque "necesita demostrar ante s y ante los dems
de lo que es capaz, al tiempo que se inhibe en la realizacin de aquello que teme no poder
hacer con el nivel de competencia acorde con la imagen que pretende dar de s mismo".
(DCB, pg. 217). No olvidemos que el alumno, en esta edad, necesita y pretende dar
siempre una idea, concepto y sensacin afirmativa y vlida de s mismo.
El gran estudioso y conocedor de la enseanza de la lengua, A. Maillo, aconseja que
"las sesiones de conversacin deben tener un lugar en el programa y en el horario escolar,
con propsitos a la vez de perfeccionamiento ling ^stico, de desarrollo personal y de
madurac in social". (Mafflo,1971, 50).
Sobre este mismo recurso se manifiesta de manera admirable De Luca con estas
palabras: "Actividad afectiva, intelectual y social: complejo aprendizaje de la vida para la
vida. Es una tarea de formacin de personalidad. Por ello hemos dicho que es una
preparacin para la vida democrtica que los adultos aspiramos a vivir. Por eso, los
profesores no debemos quedarnos en simples tcnicas metodolgicas, sino que debemos
formar a travs del ejercicio de la lengua". (De Luca, 1983, 75).
No podemos desarollar ahora todos los pasos que requiere la puesta en prctica de la
conversacin didctica; nos ocupara un espacio del que no disponemos. Para ello,
remitimos al lector interesado a otro lugar (Trigo, 1992, 33) en donde se explica
detalladamente esta propuesta metodolgica, y del que entresacamos, a manera de sintesis, el
proceso a seguir, que consta de los siguientes pasos:
1 9 Motivacin de la actividad.
29 Seleccin del tema del que se va a conversar o debatir.
HABLAR Y ESCUCHAR CON SENTIDO CRITICO135
39 Preparacin y b^squeda de materiales de consulta.
49 Desarrollo de la conversacin, con atencin prioritaria al escuchar y al hablar.
59 Evaluacin y crftica constructiva de la misma.
69 Actividades derivadas y de refuerzo.
El enfoque que se le d a la conversacin didctica debe ser el de una gran riqueza,
diversidad, flexibilidad y dinmica, pues en ella cabe la discusin, el dilogo y el debate,
tendentes a perfeccionar lo que se ha llamado la "conducta comunicativa".
Cualquier contenido curricular es apropiado para establecer una conversacin en el
aula, pero dentro del Area de Lengua y Literatura encontramos temas y referentes muy
oportunos para ser debatidos. Sin olvidar, como se afirma en el DCB que "todos los
contenidos de Lengua y Literatura han de estar subordinados a mejorar la capacidad de
comprensin y expresin de los diferentes tipos de mensajes verbales, orales y escritos".
(pg. 378).
Como es lgico suponer, han de tener prioridad aquellos asuntos, temas o cuestiones
que ms interesan en la etapa de la preadolescencia, como pueden ser: la amistad, la
pandilla, las relaciones con los padres, el problema de la droga, los estudios, la formacin
profesional, las relaciones con el otro sexo, la ecologa, el consumismo, la influencia de la
T.V. y otros medios de comunicacin, etc.
B. La descripcin
Es una tcnica de expresin oral que exige capacidad de anlisis, de atencin y de
observacin, aspectos que ya el alumno de 12 a 18 aos ha desarrollado y debe perfeccionar
plenamente. Porque describir es, seg^n el Diccionario de la R.A.E., "representar a personas
o cosas por medio del lenguaje, refiriendo o explicando sus distintas partes, cualidades o
circunstancias". (RAE, 19 9 2, 49 8).
A. Maillo, (19 71, 82) ya desde el punto de vista de la enseanza de la Lengua, define
esta actividad como "situar con exactitud seres, aspectos o fenmenos en el espacio,
comunicando a otro lo que hemos observado".
Como vemos, se trata de favorecer la comunicacin, que es el fin principal de la
adquisicin del lenguaje, tanto en el nivel oral como en el escrito. Y a ello se refiere Juan
Cervera Padrino y Medina,19 88, 263) cuando trata este recurso junto con la narracin
y afirma: "Descripcin y narracin coinciden en su objetivo de presentar y comunicar una
imagen de la realidad. La descripcin intenta hacer visibles las cosas materiales mediante la
explicacin de su aspecto externo, sobre todo. La descripcin implica anlisis reflexivo
sobre los objetos".
En nuestro intento de conseguir que los jvenes vayan adquiriendo una escucha
crtica y juiciosa, que d paso a una expresin oral clara, desenvuelta y argumentativa,
proponemos este recurso didctico que, utilizado frecuentemente, en un contexto libre,
abierto, pero respetuoso, positivo y estimulante, va a exigir del alumno un esfuerzo
continuo por dominar los recursos lingsticos necesarios para ello.
El alumno ha de habituarse a pasar de la percepcin global a la puntual y detallista, a
estructurar y organizar su pensamiento y a distinguir razonadadamente lo principal de lo
136
TRIGO CUTIO, JOSE MANUEL
secundario. Adems, como tambin declara J. Cervera, "La buena descripcin ha de contar
con dominio claro del lenguaje, sentido preciso y rico de las palabras y sus matices. Todo
esto se logra mediante la observacin perspicaz, la seleccin atinada y la presentacin
suficiente". (Idem, 264).
Hablar de algo despus de haberlo observado requiere ordenar las ideas y exponerlas
ante los dems y que el p^blico, en este caso la clase, se sienta atrado, interesado y
estimulado a la participacin para afirmar, negar, ariadir o reafirmar lo escuchado. Por ello,
cada alumno debe tener en su escolaridad suficientes oportunidades de realizar ste y otros
ejercicios de lengua oral, si de verdad se desea conseguir la finalidad prioritaria que marca el
DCB para la Educacin Secundaria Obligatoria (pg. 375), al afirmar que el alumno debe
afianzar y desplegar en profundidad las destrezas bsicas de escuchar, hablar, leer y escribir.
Sin embargo, al adolescente hemos de proponerle alguna gua que le ayude a
realizarlo lo mejor posible, a que sea consciente de que puede hacerlo bien, con xito y
satisfaccin que, al fin y al cabo, es lo que le ir estimulando a repetirlo con frecuencia e
incluso a desearlo. Es, sin duda, el mejor refuerzo positivo que podemos ofrecer al joven,
pues en esa edad, como antes se dijo, es muy importante el xito ante s mismo y ante los
dems.
A modo de orientacin que facilite al alumno este ejercicio, se suelen proporcionar
distintos enfoques para describir y hablar sobre alg^n objeto, persona, etc. He de confesar
que a nosotros nos ha dado muy buenos resultados, por cuanto facilita el orden de las ideas
o sentimientos y da oportunidad de que cada uno desarrolle su propio estilo y se exprese
conforrne a su personalidad e idiosincrasia.
Dichos enfoques son:
1. Enfoque diccionario
Se exponen los aspectos externos de lo observado, procurando ir de lo ms general a
lo ms puntual y resaltando aquello que ms haya llamado la atencin. Se puede analizar un
objeto por partes, a fin de que los olvidos y la improvisacin no bloqueen e inhiban al
hablante.
Como es obvio, nos situamos en un nivel puramente denotativo, y para ello ser
necesario, sobre todo, disponer de un vocabulario activo y rico en adjetivos.
El proceso a seguir, dicen F. y C. Ezpeleta (1989, 188) se puede resumir en las
siguientes fases: 1Q , seleccin de los rasgos relevantes del objeto de la descripcin; 22,
organizacin y estructura de esos datos elegidos y 39, disposicin ,oral o escrita de todo ello.
Uno de los problemas iniciales se encuentra en la primera parte del proceso. Y
siguen comentando estos autores: El alumno debe distinguir las caractersiticas generales e
irrelevantes de las particulares y caracterizadoras.
Nosotros proponemos, para que la descripcin no resulte pobre y escasa en este
enfoque, que se puede ir acostumbrando al alumno a percibir aspectos a travs de todos los
sentidos y a expresar lo percibido tanto si el objeto se contempla esttico o en movimiento,
formando parte de un grupo o de manera individual.
HABLAR Y ESCUCHAR CON SEIVTIDO CRITICO137
Puede resultar ^til ordenar mentalmente los datos o aspectos que vaya a exponer en
su descripcin, a travs de las informaciones sensoriales extradas por medio de cada sentido;
por ejemplo:
- Informacin Visual: cmo es (forma, tamafio, color...)
- Informacin auditiva: qu dice, cmo suena, ladra...
- Informacin tctil: cmo es el tacto, temperatura...
- Informacin olfativa: cmo huele...
- Informacin gustativa: si ello es posible.
Parece oportuno realizar esta actividad, en principio, por equipos pequefios, de tres
integrantes como mximo, para que haya ms abundancia, riqueza y variedad de datos.
2. Enfoque directo
Consiste en hacer hablar al objeto mismo, es decir, en recurrir a la prosopopeya o
personificacin. Se habla en lugar de algo o de alguien y eso facilita la expresin y el
empleo de estructuras ling^sticas divergentes, creativas y literarias. Por ejemplo, si el
alumno va a hablar de su perro, podran comenzar as : "Y a que me dais la oportunidad de
dirigirme a personas amantes de los animales, os dir que soy un can muy singular. Mi
figura es larga y alta, por eso tengo las patas muy largas, que me permiten alcanzar gran
velocidad para atrapar a mi presa. La cabeza es menuda, con ojos..., etc. .
En este caso, el que describe se convierte como en un traductor del lenguaje posible
y figurado del ente, objeto de la descripcin.
Muy oportunamente me ha llegado en estos das una reducida, pero preciosa
publicacin, del Instituto "Francisco Rodrguez Marn", de Osuna, en la cual se describe,
alternando los tres enfoques que estamos tratando, la vida y vicisitudes de un toro, desde que
nace en su ganadera hasta que muere en la plaza. El autor describe muchas secuencias desde
este punto de vista directo , metafrico o simulado, siendo el mismo animal descrito el que
se expresa por boca del autor. Transcribo, a modo de ejemplo, un fragmento relativo al
momento o tercio de banderillas, durante la corrida que el protagonista, un toro llamado
"Sefiorn", hubo de sufrir:
"Tres veces se repiti aquel juego, que era coreado con gran algaraba desde las
alturas que me rodeaban. De nada sirvi que persiguiera con fiereza a aquellos osados, que se
me escapaban como un pjaro al que se quiere alcanzar con las manos ".
3. Enfoque intimista
Es ahora cuando cada uno tiene la oportunidad de expresar los sentimientos que le
sugiere el objeto, el hecho o la persona que va a describir. Nos situamos, pues, en un nivel
marcadamente connotativo. Se trata de sombrear y de recubrir lo descrito con la propia
sensibilidad y estado de nimo o con los sentimientos e ideas que nos sugiere la visin
personalsima del paisaje, objeto o entidad.
Es bien sabido que, al principio sobre todo, a los alumnos de esta etapa les cuesta
hablar y expresarse bajo este enfoque, por el acendrado sentido del ridculo que poseen,
caracterstico de la edad. Pero, una vez que sistemticamente se lleva a cabo la actividad, en
un clima positivo y acogedor, se vence la timidez, la inhibicin y la resistencia inicial.
138TRIGO CUTIO, JOSE MANUEL
Siguiendo con el mismo simil anterior, es decir, con la descripcin de su perro,
pudiera servir de ejemplo esta formulacin: "Eres un ser extraordinario y encantador; tu
aspecto es valeroso y plcido a la vez. Tu tacto es agradable y suave. Siempre ests
dispuesto y pronto a cualquier demanda..., etc.".
Esta sencilla forma de plantear la descripcin facilita y motiva al alumno a participar
activamente. Pero es preciso darle tiempo al adolescente para que ordene sus ideas y
sentimientos, incluso para que pueda hacer un pequeo guin, sin atosigamientos ni prisas
desmedirlas.
C . Juego combinado con el "torbellino de ideas"
Hay muchos juegos de lenguaje que favorecen y motivan el aprendizaje de los
diversos aspectos de la lengua. Y hemos de huir de la idea de que las actividades l ^dicas son
adecuadas ^nicamente para la educacin primaria.
Tambin en la Educacin Secundaria se pueden poner en prcticas juegos que animen
a hablar y a leer o a escribir. "Los cuentos incompletos", "Vamos a cazar
gazapos","Poemas colectivos", "La rueda de las respuestas", "El bingo de las palabras", etc.
(Aller, 1990, 50-85) son ofertas, entre otras muchas, de aplicaciones prcticas para el
aprendizaje de la Lengua.
Ello nos lleva a proponer, para estas edades de 12 a 16 aos, el juego del bingo, pero
combinado con el torbellino de ideas o "brainstorming". Para llevarlo a cabo, se puede
partir de la lectura de un texto que sea de inters o bien de una conversacin sobre un tema
previamente seleccionado.
Los alumnos irn eligiendo las palabras o los sintagmas que ms les hayan
impactado, impresionado, o que les sugieran ms recuerdos, ideas, etc. En el momento
oportuno, el director del juego debe pedir a cada uno que justifique su eleccin y que
explique el significado y las connotaciones que el vocablo designado tiene para l.
Por ejemplo, si alguien elige la palabra "carroza", la podr describir o definir como
"carro de lujo, tirado por caballos o alazanes, utilizado por reyes y nobles en pcas pasadas
y a^n hoy mismo, para actos solemnes, etc." Y tambin podr explicar otras
significaciones actuales, en contextos diferentes y en relacin a otros campos semnticos.
Es esto lo que da lugar a que se escuche y se hable reflexivamente, para luego
proceder al juego del bingo, tachando las palabras cantadas por el profesor y que cada uno
haya escrito antes en su cartn. Se puede cantar linea o bingo, seg^n los casos, tal como se
hace e n el popular juego.
Con esta modalidad se enriquece el referido juego, porque se pone a la clase en
disposicin de practicar la lengua oral y de conseguir los objetivos que nos marquemos. Y
no tenemos inconveniente en poderlo denominar como el juego del t orbe bin go. En l la
tempestad de ideas debe traducirse en expresin oral fluida, ms el aliciente de terminar
jugando con estructuras plenamente significativas.
Seg^n recoge A. Mafllo (1971, 62), al que remitimos para mejor informacin sobre
esta t,cnica, Osborn propone estas 4 reglas, que deben ser observadas:
HABLAR Y ESCUCHAR CON SEITTIDO CRITICO
139
1)
Debe fomentarse el juicio crtico; la crtica de las ideas expresadas se har al final
de la sesin.
2)
Ninguna idea se rechazar, de momento, por extravagante que parezca, ya que
puede ser modificada y reservar un aspecto importante de la cuestin.
3) Se buscar la aportacin del mayor n^mero posible de Ideas.
4) En la intervencin de cada participante, no slo podr proponer las ideas que se le
ocurran, sino tambin cmo deben mejorarse y corregirse las ideas expuestas
antes por otros, o cmo pueden combinarse dos o ms ideas para formar otra
mejor.
En este momento es necesario hacer una observacin oportuna. Porque es fcil
pensar que esta ^ltima tcnica pueda resultar algo infantil para los nios de doce a diecisis
aos. El juego que se propone puede sustituirse por otro, si realmente no nos sirve para
motivar a hablar y a refiexionar o a producir un intercambio de opiniones y puntos de vista.
En cualquier caso, tambin resulta ^til para Ilevar a cabo sintesis y repaso o refuerzo de
temas o aspectos ya estudiados.
Es evidente que para ello el alumno ha de entrenarse en saber escuchar, analizar y
evaluar lo que oye, lo cual dbe ir consiguiendo progresivamente, con la ayuda de sta y
otras diversas tcnicas y procedimientos que existen y que muchos compaeros estn
poniendo en prctica, con todas las dificultades que puedan acarrear en los comienzos, pero
con la ilusin de experimentar nuevos recursos didcticos que, sin duda, Ilevarn a muchos a
modificar y a descubrir o crear otros muchos.
No creemos estar muy lejos de la realidad si decimos que en las aulas se suele
trabajar ms la expresin que la comprensin oral. Realmente falta por sistematizar bien
esa actitud de escucha crtica y selectiva.
Ahora bien; muchos profesores, con su entusiasmo y creatividad pueden suplir esa
carencia. A partir, por ejemplo, de una grabacin de radio o de televisin, que
verdaderamente interese a nios de 12 a 16 aos, y despus de su audicin en el aula, se
pueden hacer ejercicios diversos, tendentes a encontrar el tema, el mensaje subyacente, la
ideologa, etc. Tambin se puede establecer un turno de preguntas y respuestas reciprocas
sobre la audicin: fondo y forma, intencin, etc. (Barrientos, 1987, 34).
Podemos los profesores ser responsables, en buena medida, de que los alumnos
salgan de la escolaridad obligatoria con notable pobreza Iingstica, tanto comprensiva
como expresiva. Porque i:,somos de verdad muchos los que nos proponemos hoy ensear a
escuchar y a hablar a nuestros alumnos? Y sobre todo, sacrifican otros aprendizajes
menos relevantes y prioritarios para dedicarse a ensear una escucha crtica, respetuosa,
analtica y reflexiva?
Una persona que no es capaz de interpretar y decoficar en profundidad el lenguaje que
percibe oralmente, mal podr organizar y organizarse en la realidad en que est inmerso, y
menos a^n "transformarla". Ello le Ilevar tambin a ser deficitario en recursos expresivos y
se convertir, o lo convertiremos, sin duda, en uno ms de tantos analfabetos funcionales
como hay en Espaa, porque se sentir incapaz de interpretar el mundo o la realidad que le
rodea.
140TRIGO CUTIO, JOSE MANUEL
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
ALLER, C. (1990): Estrategias lectoras. Marfil, Alcoy.
BARRIENTOS, C. (1987): Orientaciones didcticas sobre la lengua. Narcea, Madrid.
CAMUEZ, J. (1993): Yo, "Seriorn". Instituto Fco. Rodrguez Marn, Osuna (Sevilla).
CERVERA, J. (1987): En: Garca Padrino y A. Medina, Didctica de la Lengua y la Literatura. Anaya, Madrid.
DE LUCA, M. (1983): Didctica de la lengua oral. Kapelusz, Buenos Aires.
EZPELETA, F.y C. (1989): En Actas II Congreso Educacin y Sociedad. Distrito Universitario de Granada.
MAILLO, A.(1971): Didctica de la lengua en la E.G.B. Magisterio Espariol, Madrid.
M.E.C. (1989): Diseo Curricular Base.Educacin Secundaria Obligatoria. Madrid.
ONG, W. (1987): Oralidad y escritura, tecnologas de la palabra. Fondo de Cultura Econmica, Mxico.
RANGEL, M. (1977): Comunicacin oral. Trillas, Mxico.
SALOTTI, M. (1959): La lengua viva. Kapelusz, Buenos Aires.
TEBEROSKY, A. (1992): Aprendiendo a escribir. (Cuademos de Educacin, 8). ICE, Barcelona.
TRIGO, J.M. (1992): Didctica de la lengua. Propuestas metodolgicas. Grupo Investigacin. Universidad de
Sevilla.
LA LENGUA Y LA LITERATURA EN LA
ENSEANZA SECUNDARIA
FRANCISCO RINCON
RESUMEN
Reflexin sobre la expresin literaria, sus objetivos de mejora de capacidades y desarrollo del hbito
de lectura, entendiendo que los recursos no pueden ser cons ^tuidos, por s mismos, en objetivos.
En el artculo se hace un repaso diacrnico del estado de la cuestin hasta la LODE, incidiendo en las
distintas aportaciones de contenidos a lo largo de la historia de la enseanza de la Literatura, sefialando
finalmente que el acceso al texto debe ser construido desde modelos sicolgicos y planteamientos de
expresividad creativa.
ABSTRACT
This is a study on the literary expression and the development and improvement of the readings
skills.
In this article we make a diacronic review of the matter until the L.O.D.E., analysing the different
contributions of contents throughout the history of the teaching of Literature. Finally we emphasize that the
approaching to the text must be developed starting from psychological patterns and models of creative
expres iveness.
PALABRAS CLAVE
Reforma y Literatura. Expresividad crP-ativa, La E.S.O. y la Literatura
KEYWORDS
Reform and Literature, Creative expressiveness, E.S.O. (Compulsory Secondary Education) and the
Literature.
1. PERSPECTIVA HISTORICA: LA GRAMATICA DESDE EL LATIN A
LA LITERATURA
1.1. Los inicios del bachillerato
En los cien aos de bachillerato que van de 1836 a 1936 es donde se ha configurado
el estudio de la lengua y la literatura castellanas, tal como ahora se suele denominar a esta
discipl ina.
Es precisamente en el plan ciclico de 1934 donde por primera vez se re^nen estas dos
ramas, que hasta ese momento haban hecho recorridos diversos: lengua espaola y
Rvta. Interuniversitaria de Formacin del Profesorado, n9 18, SepbrelDecbre 19 9 3, pp. 141-153
142
R1NCON, FRANCISCO
literatura, recogiendo en esa nomenclatura, asimismo los diversos saberes antes
desparramados en gramtica, preceptiva, retrica, composicin, historia de la literatura...
Al principio, la adquisicin del dominio de la competencia lingstica se considera
indisolublemente unida al latn. Las distintas denominaciones de la asignatura (gramtica
latina y castellana -o a la inversa-, lengua latina y castellana o simplemente castellano y
latn), aluden al hecho com^n de que el latn es el modelo y punto de partida ^nico y vlido
que Ilevar al correcto conocimiento del castellano.
Esto no es una simple deduccin del hecho de la programacin conjunta de ambas
asignaturas, de por s llamativo. A ms de un plan de estudio sigue la explicacin de los
contenidos muy explicitados en este sentido. El latn no se ve slo como "la puerta ^nica
que da paso a los tesoros de la antigiiedad", sino que es al mismo tiempo "el fundamento y
principio seguro para conocer y manejar con acierto la lengua castellana". De acuerdo con
ello para el estudio que se programa de lengua castellana y latina desde "el primer curso el
Profesor explicar a los alumnos, en sencillas y metdicas lecciones, la primera parte de la
gramtica latina, o sea, la analoga, hacindoles notar los puntos de contacto y de diferencia
con la lengua castellana..." (Plan de 1866). Este proceder, que especifica la prctica com^n
de entonces en el estudio de la gramtica, es el mismo que se sigue recomendando para el
estudio de la sintaxis, de la retrica y la potica.
El proceso de separacin y distincin de la gramtica y del latn es lento y va unido a
la aparicin de los estudios de la historia de la literatura. En este sentido, y de una forma que
podramos llamar "anacrnica", el plan de estudios del 5 de junio de 1873 prev dos
modalidades de bachillerato, uno el normal, y otra posibilidad sin la presencia del latn. En
este segundo, la lengua latina se ve sustituida por un primer curso de lexicografa espaola,
un segundo de gramtica espaola, y un tercero de principios de literatura e historia de la
espaola, que aparece slo en esta segunda modalidad de bachillerato, pero a^n desvinculada
del estudio de la gramtica. Hasta el punto que el catedrtico de esta asignatura es el de
historia del arte, no el de gramtica, que presumiblemente sigue siendo el de latn.
Esto resultaba, de todas formas, demasiado atrevido, y no se lleg ni a practicar.
Publicado el 3 de junio, es derogado el 10 de septiembre del mismo ao, en que se vuelve a
la programacin clsica de "latn y castellano" (aunque deja incorporada la "historia
elemental de la literatura" en el segundo ao de "los estudios preparatorios", sexto de
bachillerato, cuyo objetivo es el "dominio terico y prctico, fundado sobre el conocimiento
de la matriz latina, ya en la composicin del discurso o elocucin, ya en el juicio elemental
de las obras literarias").
Unos aos ms tarde, en el plan de 1898, se vuelve al intento, pero con un proceso
ms lento, que invierte los papeles de las dos gramticas, y que va a fijar el proceso del
estudio en los aos siguientes.
En vez de ir del latn al castellano se procede al revs, del castellano al latn -"de lo
conocido a lo desconocido, de lo fcil a lo difcil" apostillar la ley-, pero en el proceso, y
entre ambas, introduce el francs. As la "seccin lingstica" queda configurada por el
castellano-francs-latn. Junto a Bellas Letras y Bellas Artes configuran la seccin de letras.
En el segundo apartado queda ya introducida la literatura espaola junto a la preceptiva y el
arte.
LA LENGUA Y LA Lf TERATURA EN LA ENSEANZA SECUNDARIA143
Pero la vida de este plan vuelve a ser efimera, un ao ms tarde se retoma la
vinculacin anterior. En los seis primeros aos del plan de 1899 aparecen de nuevo unidos
latn y castellano, tanto para el estudio de la gramtica como para el de la preceptiva y la
historia de la literatura.
A partir de 1901 se vuelven a separar de nuevo, esta vez en aos sucesivos: dos aos
de gramtica castellana, dos aos de latn y uno de historia de la literatura. Esquema que se
repite en 1903 y se mantiene hasta 1926. En este bachillerato ocurre algo llamativo:
desaparecen la lengua castellana y el latn. En su lugar aparece una historia de la literatura
espaola en el bachillerato elemental y otra, en el bachillerato universitario de letras, de
"literatura espaola comparada con la extranjera". Esta situacin, un bachillerato sin estudio
de lengua, es excepcional en el conjunto de todos los planes de bachillerato. Pero al mismo
tiempo resulta un indicio de la preponderancia que la historia de la literatura va adquiriendo,
a pesar de su corta vida, en los planes de estudio.
En 1931 hay plan nuevo, y se vuelve por los fueros y las estructuras de uno de los
planes de ms larga vida en nuestro bachillerato, es decir, comienzo con dos aos de lengua
castellana, uno -en este caso- de latn y otro de preceptiva literaria y composicin, y un
ltimo de historia de la literatura.
Con la Rep^blica llegamos en 1934 al plan cclico de siete aos con revlida final
(hay otro examen de conjunto en tercero) con una ^nica asignatura sobre nuestra materia que
se repite en todos ellos: lengua espaola y literatura. Por primera vez se unen en una
asignatura la lengua y la literatura, maridaje que va a tener aceptacin y va a permanecer por
mucho tiempo.
Resumiendo el proceso seguido en la programacin de la lengua espaola durante los
cien primeros aos de estudio en enseanza media:
Se introduce en el bachillerato como una prolongacin prctica del latn, cuya
gramtica se considera imprescindible para el conocimiento de la espaola y, por tanto, para
el aprendizaje de la lengua. Esta situacin didctica sera vlida hasta el ao 1900, a pesar de
los intentos efimeros en otro sentido de los planes de 1873 y 1898.
29 A partir de 1901 el aprendizaje de la gramtica y la lengua espaola se separa del
latn, precedindole siempre en su estudio, de forma que es ahora la estructura de la lengua
castellana la que sirve de trampoln o escaln para el acceso a la gramtica latina. La
justificacin de esa inversin la indica la ley de 1898: "de lo fcil a lo difcil, de lo conocido
a lo desconocido".
39 La unin de la literatura al estudio de la lengua es un hecho tardo y que se va a
producir muy al final de esta etapa, prcticamente en el plan de estudios de la Rep ^blica. Y
va a resultar una forma atrevida, y que va a dar su sentido a los estudios de historia de la
literatura, cuya incorporacin a los planes de estudio es posterior y con unos objetivos
didcticos inciertos que hasta esta ley no hallar su centro y su justificacin plena.
La relacin del latn con la literatura en la retrica "clsica" es profunda, central.
Cuando la historia desplaza a la retrica, el latn comienza a hacerse problemtico, pierde el
porqu inicial, que no se relacionaba con el estudio de la "lengua espaola" sino con el de la
retrica.
144RINCON, FRANCISCO
En el proceso final de la retrica queda:
- El latn desvinculado de la lengua y de la literatura.
- La retrica, ms prxima a la historia de la literatura.
- La historia de la literatura, sin relacin con el latn, ni con la lengua.
El camino de reencuentro se procluce por la aproximacin primero de lengua-latn, y
posteriormente de lengua-historia de la literatura (la primera descentraba al latn, que ya
nunca encontrar su lugar y andar como tercero en discordia).
4Q La denominacin de la asignatura es fluctuante entre gramtica y lengua, o
simplemente castellano. En todos los casos parece que el objetivo es el dominio oral y
escrito de la lengua. Situacin que va acompariada del convencimiento de que este dominio
se alcanza por el conocimiento de la gramtica.
Este hecho hace que el latn se asocie a la lengua, por la conviccin de que slo ese
conocimiento explica la gramtica castellana.
La unin de la grarntica y la literatura, en sustitucin del latn, hace entrar a los
estudios de la lengua en una nueva fase, cuya problemtica empieza a plantearse ante el
hecho dudoso de la aportacin real de la gramtica al dominio de la lengua y frente a la
eficacia -cada vez ms demostrada- de la literatura concebida como serie de modelos a imitar.
De forma, que la cuestin ^ltima, a travs de los planes de estudio siguientes a la guerra
civil, es: 1,qu tipo de literatura? Pues en esta incorporacin de la literatura a la lengua, la
primera arrastra toda una praxis didctica y unos objetivos ideolgicos que, evidentemente,
influyen en la programacin y en la realizacin de la asignatura como tal.
1.2. Desde 1938hasta la LODE
Aunque a primera vista el plan de estudios de 1938, de Siz Rodrguez, recoge en su
distribucin cclica el plan de la Rep^blica, es slo la apariencia, incluso en la estructura
externa, pues si en sus objetivos y finalidad difiere tan notablemente, sera extrario que no
se trasluciera esa diferencia en la programacin.
Atenindonos a nuestras disciplinas, su presencia a lo largo de los siete cursos
esconce unas diferencias considerables. Lo que se programa en los cinco primeros arios ya
no es "la lengua espaola y literatura", sino slo "lengua espaola". Y la literatura queda
como objetivo de los dos ^ltimos cursos. Este hecho, junto al resto de la programacin,
donde siempre encontramos la lengua espariola precedida, y con el mismo n ^mero de horas,
de la lengua latina, hace de este plan una regresin, ms que una continuacin respecto a los
planes vistos, en lo que a nuestra asignatura se refiere. En su planteamiento de las tres
asignaturas resulta una vuelta a la situacin de principios de siglo, de separacin de ambas,
pero de apoyo mutuo, sin que est muy claro aqu quin debe apoyar a quin.
El papel de la historia de la literatura y la manipulacin selectiva a la que se la
somete s que es elocuente en este sentido. De forma que la funcin de la historia, que haba
hallado su acoplamiento en el ^ltimo plan, vuelve a distanciarse de la lengua, para ser de
nuevo un muestreo de prohombres de la patria, fundamentalmente. Por supuesto, del
concepto de patria surgido de la "cruzada", en pleno proceso de exaltacin, definicin y
fijacin ideolgica.
LA LENGUA Y LA LITERATURA EN LA ENSEANZA SECUNDARIA145
La gramtica queda al servicio del aprendizaje del latn ms que del dominio de la
lengua. El "bachillerato universitario" (frente al bachillerato universitario de los planes
anteriores, que slo se refera a los dos ^ltimos aos de estos estudios) la formacin que
pretende dar es la clsica (latina y espaola), en el convencimiento de que esa cultura es la
que Ilevar de nuevo a la "Espaa Imperial".
Corrobora este hecho la introduccin, en cuarto curso, de la "preceptiva literaria",
asignatura que recuerda las an^guas retrica y preceptiva de los planes finiseculares.
El entronque didctico con la legislacin de la Rep^blica se producir en la ley de
1953. En ella, salvo el primer ao de gramtica espaola, en los restantes cinco aos
encontramos de nuevo la "lengua y literatura espaola", llevada en este caso la simbiosis a
todas sus consecuencias. En el marco del plan cclico, en efecto a nivel de gramtica, los
tres primeros cursos (sin que se observe diferencia especial entre el proceso de estudio de
primero y el de segundo y tercero -gramtica-lengua-) repiten, ampliando en cada curso, el
esquema de: fontica, ortografa, morfologa, sintaxis. Cuarto pasa a ser un curso
exclusivamente de sintaxis.
Pero la explicacin de esa teora gramatical, especifica la ley que se realice sobre una
serie de textos que puntualiza detalladamente. En el primer curso estas lecturas, en prosa y
verso, van desde el Renacimiento a Marquina. En segundo incorpora -como poca anterior-
el Calila e Dimna y Don Juan Manuel, por un lado, y Machado, por otro. Por supuesto, la
seleccin es muy curiosa y cuidada.
En tercero y cuarto las lecturas no se orientan slo a la gramtica, sino que al mismo
tiempo ilustran y sirven de base a la historia de la literatura, cuyo primer repaso se reparten
estos dos cursos, tomando como eje, com^n en ambos, a Cervantes, partiendo desde la
Biblia y Homero, y llegando hasta la actualidad, y no slo de la literatura espaola, sino de
la universal.
El esquema de la literatura de tercero y cuarto se vuelve a repetir estrictamente en
quinto y sexto, acompaados en esta ocasin, en el aspecto de la lengua, por un estudio
paralelo de historia de la misma, del indoeuropeo al espaol del XVII, en quinto, y desde el
espaol del XVII hasta hoy, en sexto.
Todo esto se completa con unas orientaciones metodolgicas, que acaban de fijar la
balanza del aprendizaje de la lengua en un aceptable equilibrio entre la gramtica y la
literatura, con inclinacin, si existe, a favor de sta.
Un tema llamativo ser la irrupcin del comentario de texto, a nivel legal, en la
programacin. Las orientaciones metodolgicas recogen autnticos esquemas de comentarios
ling^sticos (lxico y gramtica sobre todo) -primero, tercero y cuarto-; de comentario
literario (noticia del autor y su poca, argumento y sucinta interpretacin histrico-crtica) y
de comentario estilstico -quinto y sexto- (literal, es^lstico, histrico, cr^co-biografa en
funcin de la utilidad, encuadrar la poca...).
Irrupcin legal que contrasta, por otro lado, con el empleo masivo de esta
metodologa en el bachillerato, que ser un hecho bastante posterior y cuyas causas y
motivaciones son difciles de precisar (aunque lo intentaremos en su momento).
146RINCON, FRANCISCO
La valoracin global, desde el punto de vista didctico, del plan de 1953, en lo que a
la lengua y literatura se refiere, lo resumiramos, pues, as:
19 Vuelve a las directrices y orientaciones, en cuanto a metodologa de la
asignatura, del plan de 1934, superando el retroceso que en este sentido haba supuesto el
planteamiento del plan de 1938.
2Q No se limita a retomar la metodologa del plan de la Rep ^blica, sino que lo hace
avanzar, o si se prefiere, lo explicita en el sentido de la unificacin prctica de la gramtica
y la literatura, en su colaboracin para el estudio de la lengua. No rompe con el
convencimiento de que la gramtica sirve para este aprendizaje, pero parte de una gramtica
prctica, estudiada desde los textos literarios.
Lo inverso se produce en el estudio de la literatura, analizando como elemento
importante sus estructuras lingiisticas.
32 Introduce como tcnica de trabajo, a todos los niveles de conocimiento y de
edades, el comentario de texto, tanto lingiistico como literario y estilstico.
_
42 A partir de este momento el problema se centrar, dentro de la didctica de la
enseilanza de la lengua, entre el empleo de la gramtica o de la literatura, o ambas, en la
medida y proporcin adectlad2s como medios para este aprendizaje.
De rechazo, este aspecto toca la didctica de la literatura, a la que atribuye distintos
papeles seg^n el momento.
- Uno inicial como auxiliar cualificado en el aprendizaje de la lengua, mediante la
aportacin de modelos lingtisticos.
- Otro posterior, con personalidad propia, en que se inicia el estudio de esta
disciplina y se introduce as al conocimiento de la historia de la literatura. Sin perder por
ello su cualidad de modelo de lenguaje, para lo que arbitra este tipo de estudio a travs de los
textos.
5Q En conjunto, pues, la valoracin didctica de la ley del 53 es positiva y
progresista, con apertura a perspectivas didcticas realmente interesantes.
El plan de 1957 pretende llevar a sus ^ltimas consecuencias algunos planteamientos
tericos de la ley del 53. En concreto se fija en tres criterios: descongestionar el bachillerato
de materias tericas, evitar la excesiva reiteracin del mtodo cclico y garantizar el cultivo
de las asignaturas ms importantes y formativas.
En nombre de estos principios remodela el plan de estudio suprimiendo tanto la
lengua como la literatura de tercero y quinto curso, y distribuyndola en dos conocimientos
sucesivos y desconectados: lengua espaola, en primero, segundo y cuarto de bachillerato
elemental, y lengua y literatura espaola (de hecho una agotadora historia de la literatura
universal, que comprende desde las literaturas orientales hasta la actual) en sexto. El mtodo
cclico, ya tocado en el planteamiento de Ruiz Jimnez, queda as definitivamente
abandonado.
LA LENGUA Y LA LITERA TURA EN LA ENS EA NZ A S ECUNDA RIA 147
Menos clara es la aplicacin de otro de los principios regentes: la descongestin de
asignaturas tericas. En realidad la supresin de cursos de lengua y literatura pasa por la
previa reduccin de esta materia a "asignatura terica", mediante la supresin (a la que no se
alude) de la metodologa "prctica" de la anterior.
De esta forma, la "lengua espaola" de primero y segundo queda reducida de nuevo al
esqueleto gramatical. Y la literatura al curso de informacin cultural, situado al final de los
estudios de bachillerato.
En buena parte esta remodelacin, realizada a la corta distancia de cuatro aos de la
ley anterior, debi ser la causante por bastantes aos, tuvo diez de vigencia, del
truncamiento de la metodologa del comentario de textos, que se comenzaba a producir y a
dar sus mejores fnitos (se haban editado unos comentarios de textos de Daz Plaja, y Lzaro
Carreter deba tener ya preparado el suyo, que se publica por primera vez en 1958). Esto
explica, en el caso concreto del segundo libro, el limitado xito inicial, a pesar de lo
novedoso -cinco ediciones en diez aos- frente a la eclosin estruendosa posterior.
Es evidente la relacin -la reproduce casi literalmente- de esta distribucin de la
materia con la ley de 1901-1903, con la respectiva aparicin del latn en tercero, a par
^r de
dos aos de estudio de la gramtica castellana. Pero en este caso, la regresin al inicio del
siglo carece del sustentculo firme de una ideologa ya en deterioro, y por tanto del rigor de
planteamiento, en objetivos y procesos, que caracteriz -con todo lo viciado de esta
ideologa- a la ley anterior.
Desde el punto de vista metodolgico, especialmente en el caso de la literatura, esta
regresin se vio necesariamente acompaada del consiguiente retroceso didctico, pues una
historia de la literatura como la de sexto est abocada por necesidad -y pese a todos los
esfuerzos en contra de buenos historiadores de la poca- a un aprendizaje memorstico de
fechas, nombres, movimientos, obras...
Consideracin aparte merece el PREU, curso establecido en el 53 y cuya
programacin, a partir del 57 (hasta el 62) se reducir, despus del maratn literario de
sexto, a un curso monogrfico sobre un solo autor. De esta forma se sucedieron, en la
atencin de este curso, Caldern (1957), Cartas de Hemn Corts (1958), Gngora (1960),
Lope (1961), Menndez Pelayo (1962). En 1963 Lora Tamayo reestructura el curso un poco
ms racionalmente y lo centra en tomo a la literatura actual, configuracin que perdurar
hasta el COU del siguiente plan de estudios.
Es un dato curioso la observacin del decreto del 8 de agosto de 1963, sobre los
nuevos cuestionarios del curso preuniversitario, en tomo a la expresin "literatura espaola"
del cuestionario que antecede, que debe entenderse siempre que se refiere a las obras escritas
en las lenguas castellana, catalana, gallega o vasca. Pero despus, en la programacin, no
encontramos ning^n apartado que invite a la introduccin de esas literaturas. Y en las
"lecturas" tan slo se introduce Idilis i cantichs mistichs de Verdaguer.
En el 67, la ley del pndulo nos devuelve de nuevo al contexto didctico de 1953.
La causa que justifica la vuelta a aquel plantearniento es ahora la unificacin de las
cnseanzas mcdias elementales.
1 4 8 R1 NCON, FRANCISCO
El bachillerato laboral, creado en 1 94 9, bifurcaba los estudios medios desde los diez
aos, obligando a esa edad a los nios a realizar una opcin, intelectual y laboral, muy
definitiva, por ms que estuvieran previstos cauces de trasvase de un bachillerato a otro. La
realidad es que esos trasvases eran mnimos (sobre todo del laboral al clsico) por lo que
supona de prdida de cursos y por la ubicacin, en la mayora de los casos, de ambos
institutos, pues, salvo en zonas muy populosas, donde exista el bachillerato laboral no se
daba el otro. En realidad cada uno iba destinado a un tipo social y se situaban donde
dominaba esa clase social.
La ley de 1 967 simplifica estos bachilleratos, y programa el "bachillerato unificado".
Aunque las razones que invoca el ministerio para esta unificacin son ideolgicas
(unidad de formacin para todos los espaoles) y pedaggico-profesionales (orientacin
profesional e intelectual prematura), las consecuencias inmediatas que saca orientan la
didctica y estructura de este bachillerato.
Su delineacin como un estudio com ^n, y que tiende a ser obligatorio, hace que su
planteamiento no sea propedutico para el bachillerato superior, y que busque una lnea
media entre asignaturas tericas y prcticas, con invitacin expresa a "evitar la clase
magistral", y recomendando el comentario como el "ejercicio ureo", de modo que "la
literatura debe ser estudiada en forma de comentarios de textos, con la doble finalidad de
conocer en sus lneas generales la produccin de sus figuras ms importantes y las pocas
literarias (Renacimiento, Barroco, etc.)".
Para ello propone un esquema de comentario de textos a seguir por los profesores de
la asignatura: "El comentario de textos debe comenzar aclarando el significado de todas las
palabras en el contexto y las posibles dificultades gramaticales. Despus, se intentar
determinar, en lo posible, la intencin del autor, y destacar el tema que constituye el n ^cleo
de la obra, y la adecuacin de los procedimientos formales a dicho tema. Ser el momento
de poner de manifiesto el valor de todos los recursos estilsticos (formas gramaticales,
lxicas, mtricas, etc.), as como el del gnero literario escogido. En todas estas etapas el
comentario deber conectarse con las circunstancias histrico culturales del texto, con objeto
de completar su comprensin".
"Dada la multiplicidad de interpretaciones posibles de la obra literaria, deber
procurarse que el alumno manifieste con toda sinceridad su apreciacin personal, sin
limitarse a una mera comprensin y anlisis del texto. Ello puede facilitar eficazmente la
formacin del gusto esttico".
La valoracin de esta propuesta de comentario, en relacin a las del 53, la haremos
en otro lugar. Aqu nos limitamos a dar fe de la metodologa propuesta por la ley, que por
supuesto no se restringe al comentario. Todas las "orientaciones" por curso son
absolutamente prcticas y exigen que a esa prctica se dedique, al menos, las dos terceras
partes de la asignatura.
Y sobre todo especifica que se programe el estudio de la literatura "en la medida
necesaria para el mejor conocimiento de la lengua", objetivo y centro de la programacin de
la asignatura, a lo que se dirige, no slo la metodologa vista de la literatura, sino la
proclamacin de la unidad indivisible de la lengua y la literatura y la programacin, como
complemento de una gramtica normativa.
LA LENGUA Y LA LITERATURA EN LA ENSEANZA SECUNDARIA 149
La reestructuracin del bachillerato-EGB, realizada por la Ley General de 1970, alter
considerablemente la perspectiva de planteamiento de la lengua y la literatura en el B1UP, al
menos como complemento de una gramtica normativa.
Basados quiz en el hecho del retraso de la entrada en el bachillerato de tres ailos, el
BUP se aproxim ms en esta ley, al menos en su concepcin prctica, a una antesala de la
universidad y a una preparacin directamente enfocada hacia ello, olvidndose as la funcin
especfica del bachillerato, que no se limita a un problema de edad.
De acuerdo con esto, la distribucin de los programas de lengua y literatura adoptan
la estructura peculiar propia de los bachilleratos anteriores a la Rep ^blica, en los que la
literatura se sit ^a al final, como una visin general culturalista. Esta es la funcin del
segundo de BUP, donde se repasa la literatura desde el siglo XI al XX, en contraste con la
recomendacin, imposible de realizar, de verla a travs de los comentarios de textos.
Despus se produce la bifurcacin de los estudios.
La lengua ocupa, igualmente, su puesto en un solo curso, primero, en el que abre la
puerta a la moderna lingtistica: estructural, generativa, la semitica... en un claro intento de
servir de introduccin al conocimiento de todo ese material con vista a los estudios
universitarios, por un lado. Y por otro como un reconocimiento tcito de la posible utilidad
de los estudios lingsticos, frente a la gramtica tradicional o junto a ella, para el
aprendizaje de la lengua.
La introduccin de este material, novedoso para alumnos y profesores, ms que una
renovacin de la metodologa va a suponer una experiencia frustrante. El intento de incluir
las investigaciones ^ltimas en el bachillerato denota una falta de concepcin realista de lo
que supone este nivel de estudio como tal, que ha llevado al extravo, en una selva
terminolgica y tecnicista, que pensamos que para lo que sobre todo ha servido ha sido para
abrir los ojos a los docentes, en el sentido de hallar y buscar la personalidad y la entidad de
este nivel de estudios, siempre a caballo entre el temor de ser una extensin de EGB, y la
aspiracin inconfesada de presentarse como antesala de la universidad.
Todo lo dicho contrasta con la primera definicin de la asignatura en los diversos
cursos, que podra hacer pensar otra cosa. En efecto la denominacin de la asignatura desde
primero a tercero es la de "lengua espaola y literatura". Pero el desarrollo de los programas,
bifurca esta denominacin com^n en cosas tan dispares como el curso de primero, segundo
y tercero actuales, que convierten a primero en un curso exclusivo de lengua, completado
con un apartado final sobre la lengua literaria; y a segundo y tercero en cursos de historia
literaria, 'con tmidas incursiones en la gramtica histrica.
Se recordarn los espacios citados y los descritos, relacionando los que aparecen en
los diversos fragmentos.
185
FERNANDEZ, M. (1983): "Mantenimiento y cambio de lengua en Galicia: el ritmo de la desgalleguizacin en
los ^ltimos aos" en Verba, vol. 10. Servicio de Publicaciones de la Universidad de Santiago.
FISHMAN, J. (1982): Sociologa del lenguaje. 2g ed., C.tedra, Madrid.
INSTITUTO DE ESTADISTICA (1992): Cofiecemento e uso do idioma galego. Xunta de Galicia.
MACKEY, W. (1970): "The Description of Bilingualism" en Fishman, .1., Reading in the Sociology of
Language, La Haya.
REAL ACADEMIA ESPAOLA (1992): Diccionario de la Lengua Espaola. Madrid.
ROJO, G. (1981): "En tomo a las Actitudes ling^sticas de los profesores de EGB" en Revista de Educacin. ng
268, Madrid.
VILA, I. (1992): "Aspects psicolbgics del biling ^isme" en Actas doCongresso Interruzcional da lngua
Galego-Portuguesa na Galiza. Agal, A Corunha.
VILA, I. (1992): "La educacin biling ^e en el Estado Espaol" en La educacin bilingiie. Ice, Universitat de
Barcelona.
LA LITERATURA INFANTIL Y SU DIDACTICA
AMANDO LOPEZ VALERO
PEDRO GUERRERO RUIZ
RESUMEN
El presente artculo ofrece una serie de cuestiones que plantean la ya tradicional problemtica de la
Literatura Infantil:
Concepto, caracteres, elementos que no debe tener, gneros, formas y funciones.
Lo que pretendemos realmente con este trabajo es demostrar que la Literatura Infantil adems de ser un
hecho social, histrico o psicolgico es tambin un hecho literario artstico-esttico que engloba varios
apartados: La literatura creada por un autor especficamente para los nifios; la literatura creada por un autor, no
pensada en principio para los nifios, pero que stos han hecho suya; la literatura annima procedente del
folklore popular, la literatura creada por los propios nios.
ABSTRACT
This article poses a series of traditional matters in the teaching of children's literature: concept,
characters, elements that should not be present in it, genres, forrns and functions.
What we intend to demonstrate in this work is the fact that children's literature is not only a social,
historical or psychological fact, but also an artistic-aesthetic product which includes different sections: The
Literature created by an author specifically for children; the literature created by an author not addressed to
children but that children have made their own; the anonymous literature coming from folklore and finally
the literature created by children themselves.
PALABRAS CLAVE
Literatura Infantil, Concepto, Caracteres, Gneros, Fonnas y Funciones.
KEYWORDS
Children's literature, Concept, Characters, Geners, Pattems and Functions.
1. CONCEPTO
Compartimos con Andrs Amors el criterio de que las "etiquetas" en el campo del
conocimiento humano son siempre relativas e histricas, de ah que la frontera entre
literatura y lo que se ha decidido en Ilarnar subliteratura, no sea algo tajante y absoluto. Esta
ya vieja cuestin de fijar los lmites de lo que es y no es literatura se ha planteado desde
siempre y como es lgico, debido a su relatividad, todava est por resolver, siendo
numeroros los crticos e historiadores que se han planteado la cuestin. Lo que s es cierto
es que, desde los comienzos de la humanidad, son muchos los siglos de cultura los que han
sido expresados, en gran parte, a travs de la literatura, la cual puede presentarse con varias
formas, y stas a su vez implicar contenidos diferentes, de ah que surgirn tipos de
literatura variados. En el momento actual la riqueza de contenidos es tal que no se pueden
Rvta. Interuniversitaria de Formacin del Profesorado, ri g 18, SepbrelDecbre 1993, pp. 187-199
188LOPEZ VALERO, AMANDO y GUERRERO RUIZ, PEDRO
clasificar, por su parte no slo existen los gneros literarios clsicos sino que en el interior
de ellos y entre ellos ha surgido una gama de diferencias.
Para Ancirs Amors tendramos que prescindir de nociones abstractas ("esencias",
"categoras lgicas") y darnos cuenta que, a veces, lo considerado subliteratura en un
momento histrico ha sido admitido en otra poca como literatura pura y simple.
Otro punto a tener en cuenta dentro de la literatura es el aspecto oral. Esta oralidad
siempre ha estado ligada a lo popular, siendo reehazada o simplemente no estudiada en los
lugares llamados "academicistas".
La belleza es otro aspecto esencial para que la obra literaria sea artstica, pero donde
el subjetivismo, ya sea desde el punto de vista cre,ador o de intrprete, es fundamental.
Por todo ello contenido y forma irn de tal manera unidos y adaptados guardando
siempre una relacin constante. La crtica literaria ayudar a descubrir las calidades de la obra
literaria, pero lo fundamental deber ser captado por el propio lector u oyente, que a travs
de su subjetividad conceder un valor personal a la obra.
Dentro de esta Literatura General encontramos un gnero especial, muy maltratado,
sin justificacin, hasta el momento actual: LA LITERATURA INFANT1L, la cual presenta
unas caractersticas propias que la diferencian de otros gneros. Hasta el momento presente,
ha estado indiscutiblemente ligada a la Pedagoga, no se conceba de otra manera, ni se le
asignaba otro objetivo que no fuese la formacin. En cierta medida, este concepto es cierto,
pero cabe hacerse la siguiente pregunta: ,Acaso no contribuye la literatura general a la
formacin directa o indirecta del individuo adulto o nio? Y sin embargo no se estudia
siempre desde un punto de vista didctico, sino por el contrario se empieza a estudiar desde
un punto de vista artstico, para pasar a ver el histrico y el sociolgico. En segundo
trmino y con unos objetivos muy concretos como la formacin del profesorado se aborda
en el plano didctico.
i,Por qu entonces tenemos que subyugar la Literatura Infantil al estricto plano
educativo? (:,Por qu no se estudia dentro de la Literatura General si realmente tiene una
calidad creativa y artstica? Cuando todo esto se consiga habr alcanzado su independencia,
su "mayora de edad", podr delimitar su existencia y entonces se alzar como arte que es, de
tal manera que ser estudiada desde todos los mbitos de la crtica literaria, pudiendo de esta
forma ir avanzando. Slo as podremos Ilegar al convencimiento de que nos encontramos
con una amplia materia interesante de estudiar por todas las posibilidades que lleva consigo
de belleza, deleite espiritual e imaginacin.
Esta literatura, por las causas alegadas, ha sido cuestionada a lo largo del tiempo por
la crtica, siendo muchas y variadas las opiniones que sobre ella pesan. La primera pregunta
que se plantea es la existencia o no de un arte para nios. El hecho de que no sea objeto de
estudio en las Facultades de Filologa, que las historias de la Literatura no incluyan a los
autores que escriben para nios es indicativo del desprecio con que es sentenciada por
amplios sectores de la poblacin, y como indica Arturo Medina, juicios de Valor
peyorativos o superficiales anlisis la etiquetan en subproducto apenas digno de ser tenido
en cuenta. Sin embargo se trata de juicios apriorsticos y anlisis bajo los que subyacen
autoeliminacin, tosquedad e ignorancia de lo que es un nio y de cmo son los medios de
expresin en los que el nio crece y se satisface.
LA LITERATURA INFANT1L Y SU DIDACTICA189
La consideracin de Literatura marginal viene dada por el hecho de estar considerada
^nica y exclusivamente como didctica. Esto no responde a la realidad. Si nos decidiramos
a incluir la Literatura Infantil en este apartado, sta tendra un valor sociolgico lo
suficientemente importante para ser estudiada. Pero i,es esto cierto? tiene la Literatura
Infantil la suficiente calidad esttica y entidad propia que no merezca ser analizada ni
investigada con criterios literarios cientficos, relegada siempre al campo didctico de las
escuelas, al no considerar al nirio capaz de sentir ese placer esttico que consigue el adulto
con la obra bella? Si como nos indican Sanz Villanueva y Daz Borque, en la subliteratura
hay una reduccin al mximo de la labor y misin del autor, el grado de redundancia es
mximo y el de originalidad mnimo, tanto en el plano de la expresin como en el del
contenido, entonces nos atrevemos a decir que la Literatura Infantil no es subliteratura,
pues, aunque existan excepciones, la originalidad suele ser algo caracterstico, como se
puede comprobar en la mayora de los autores, tanto esparioles como extranjeros. De ah que
defendamos ya la Literatura Infantil como una "rama" de la Literatura General, con las
mismas calidades estticas.
La Literatura Infantil existe, y ya sea considerada como hecho social, histrico o
psicolgico, es tambin un hecho literario artstico-esttico. Aunque el autor pueda crear
obras para la infancia sin tener conocimientos de psicologa, por simple intuicin, sin
embargo hay que comprender el alma infantil si queremos llegar a ella.
Esta literatura ha reaceionado a lo largo de su historia ante los cambios polticos,
sociales y literarios, refiejando sus grandes conientes siendo casi siempre mal considerada.
Destinada normalmente a lectores que se encuentran en una eclad determinada, habitualmente
hasta la juventud, abarcando infancia y adolescencencia, respondiendo a los intereses de estos
grupos. Puede adoptar varios gneros, en virtud del contenido que tenga.
Al igual que el nio se encuentra en lo ms bajo de la edad cronolgica, el pueblo se
ha hallado siempre en la parte inferior de la escala social, de ah que la literatura popular est
en la base de la literatura infantil.
Existen diferencias entre las producciones de los diferentes pases, pues son polticas
diferentes las que alientan tambin esta literatura, sin embargo, encontramos ms unidad en
su evolucin que la observada en la Literatura General, precisamente debido al nio, que
presenta caractersticas similares en todo el mundo, en lo que respecta a su evolucin
psicolgica general.
Marc Soriano cree que la dificultad de precisar lo que es la Literatura Infantil radica en
la multitud de factores que inciden en ella, por ello slo un mtodo interdisciplinar se puede
ocupar de esta materia, situada en un punto de encuentro de varias ciencias humanas como la
historia de la Literatura, la Historia de las mentalidades o de la educacin, historia,
demografa, sociologa, folklore, psicologa, pedagoga, psicoanlisis, semiologa,
marxismo, ... Este mtodo interdisciplinar va a presentar problemas de heterogeneidad, pero
hay que tener en cuenta que la relacin establecida por la Literatura Infantil con su p ^blico
es una "comunicacin" de una gran complejidad. Es muy difcil abarcarla de manera
exhaustiva, pero no es sta una razn para satisfacerse con explicaciones simplistas que de
alguna manera trocean o allanan la realidad, lo que acaba por restringir el poder que nosotros
tenemos sobre ella.
Algunas de las dialcticas dominantes comienzan a ser accesibles: Marx y Freud
existieron y hemos empezado a comprender lentamente que toda conducta humana obedece al
190LOPEZ VALERO, AMANDO y GUERRERO RUIZ, PEDRO
principio de determinacin. Estas razones nos dan valor para afirmar que Ilegar un da en
que dispondremos de ms conocimientos y mejores tcnicas de investigacin.
Finalmente queremos apuntar la nueva concepcin que de Literatura Infantil seala
Juan Cervera:
"Una nueva concepcin de Literatura Infantil se est abriendo paso: incluir en esta
denominacin todas las manifestaciones y actividades que tienen como base la palabra con
finalidad artstica o l^dica que interesen al nio" (1).
Nos encontramos entonces con dos tesis fundamentales ante esta literatura: la liberal
y la dirigista.
La liberal no considera necesaria la literatura infantil, ya que este mismo ttulo hara
referencia a una subliteratura, una divisin dentro de la literatura equivaldra ms que a una
especializacin a una marginacin. Tan slo existira buena o mala literatura y cada uno
seg^n su edad, condicin, gustos, etc... tendra que elegir la que ms le gustase. De esta
manera los nios elegiran la ms apropiada para ellos. Con ello se evitara la manipulacin
del nio en la seleccin y por otro lado acabara con la falsa idea de que la literatura infantil
es un gnero menor.
La tesis dirigista defiende la literatura creada especficamente para nios, y sus
objetivos seran muy amplios, donde cabran criterios pedaggicos, psicolgicos,
religiosos, ideolgicos, sociales, polticos,
Ambas tesis son defendibles, pues si la primera lleva consigo una serie clara de
ventajas, sin embargo, cierra las puertas a la especializacin de ciertos autores que de hecho
dieron y estn dando unas obras de gran calidad. Por su parte las aportaciones
psicopedaggicas son las ms valiosas de la tesis dirigista, constituyendo tut fuerte cimiento
en la especializacin de autores para nios.
No debemos olvidar de mencionar la idea que propugna una literatura hecha por los
propios nios, sin embargo, tenemos que apuntar que sta, surgida de mtodos pedaggicos
activos y liberadores, tiene una intencin ms didctica que literaria.
Podemos concluir diciendo que esta polmica Literatura Infantil engloba varios
apartados:
- La literatura creada por un autor especficamente para los nios.
- La literatura creada por un autor, no pensada en principio para los nios, pero que
stos han hecho suya.
- La literatura annima procedente del folklore popular.
- La literatura creada por los propios nios.
2. PROBLEMATICA
i,Existe una Literatura Infantil, o se trata tan slo de "libros para nios, escritos
exclusivamente para ellos, siendo un producto de consumo hecho a su medida, sin otra
finalidad que el lucro de editores y autores? Esta es la primera cuestin que todo
investigador, estudioso o simplemente amante de la Literatura Infantil se debe plantear, ya
que de la respuesta depende su futuro. Por otro lado, la gran importancia que estos libros
LA LITERATURA INFANTIL Y SU DIDACTICA
191
estn adquiriendo en la escuela, al ser utilizados como medios didcticos para el aprendizaje
no slo de la lectura y de la escritura, sino de todo el currculo en general, debe hacemos
reflexionar sobre el inters que tiene este tipo de literatura, tanto en el campo artstico como
en el didctico.
Partimos de que la literatura infantil es y debe ser artstica en todo momento, y para
ello, aunque pueda ser utilizada como medio didctico, nunca debe olvidar el aspecto de la
calidad, si no quiere descender a ser un gnero marginal subliterario.
La historia del libro para nios nos muestra que fue en un principio la Literatura
General la que se adapt, para despus pasar, ya en el siglo XIX, a la creacin de toda una
industria del libro infantil. Pero queda la duda de saber si aquellas adaptaciones agradaban o
no a los nios. Para comprender el verdadero significado de esta literatura debemos partir del
concepto de lectura, sta comienza siendo para el nio un obligado acto escolar; si no
logramos que de esta obligacin nazca, a la larga, tambin un placer, estaremos en el
camino seguro para que ese nio abandone muy pronto esa va. La literatura es una obra de
creacin de un autor, en la que debe participar tambin el lector; si este encuentro no tiene
lugar no va a existir tal literatura. Este valor de la literatura infantil ha sido muy poco
considerado por la crtica literaria, que le dedica muy poca atencin, al considerarla como
"marginal". Los libros de crtica sobre este tipo de literatura en Espaa son muy pocos y la
mayora de ellos estn destinados a padres y educadores para que les sirvan de gua a la hora
de comprar un libro para sus hijos o alumnos. En este sentido, seala Mercedes Gmez del
Manzano:
"Una pregunta como punto de partida: i,Por qu queda desierto el Premio Nacional de
Investigacin y Crtica sobre Literatura Infantil?
Esta pregunta me ha llevado a plantearme el acercamiento crtico a la crtica de Literatura
Infantil que aparece en la prensa diaria y peri6dica. He recorrido las crticas desde 1968, ao en el
que descubr el valor y la realidad de la Literatura Infantil y desde el que he venido realizando una
tarea de profundizaci6n de este feni^ meno que est expuesto a una comercializacin e
ideolog izaci6n progresiva.
Sin pretender hacer un recuento de todo aquello que se ha dicho acerca de la Literatura
Infantil, ni siquiera de asomarme a los distintos medios en los que la crtica de libros infantiles ha
aparecido, (...), me encuentro con una realidad insistentemente repetida: la crtica o la
exposicin, seg^ n los casos, del contenido de la literatura. Muy pocas veces una alusin genrica
a la forma y alguna vez, como un atisbo de realizar la presentacin crtica, como expresin
esttica.
Este tratamiento es, en su tanto cuanto, vlido. Sin embargo una introspeccin as
realizada en el texto, sin una crtica adecuada de la tcnica y de la estructura narrativa, por un lado,
y del lenguaje, por otro, no alcanzar nunca el carcter ni la tipificacin de crtica literaria" (2).
Llegamos a la conclusin de que el libro infantil es de creacin muy reciente,
ocurriendo que, tras Rousseau, cada generacin rechaza las intenciones de la anterior al
considerar anticuadas sus ideas, sin llegar incluso a imaginar que las que ella defiende en su
literatura sern rechazadas por la generacin siguiente.
La historia de la literatura se convierte as en una sucesin de modas tan efmeras
como las del vestido. El crtico y el historiador de la literatura se interesan por escuelas y
estilos, sin darse cuenta que la voluntad de cambio de los escritores, no es otra cosa que la
192LOPEZ VALERO, AMANDO y GUERRERO RUTZ, PEDRO
evolucin de las modas que tienen en com^n algunos rasgos dominantes: modas de vida,
modas de pensamiento, estilo y eleccin de los temas.
Una de las caractersticas del libro infantil va a ser entonc,es el haber sido escrito en
el estilo de moda, convirtindose as en la ms convencional. Hasta el momento muy pocos
se estn preocupando de que los nios participen en las investigaciones literarias de su
poca, lo que es un gran error, ya que son ms accesibles a ellas que los adultos formados y
"deformados" por los "juegos" de la literatura. En muchos casos, por su actitud
conservadora, el escritor de Literatura Infantil contribuye al bloqueo de todo ^po de progreso
de la lectura. No nos extraftemos entonces que los nios hayan preferido y prefieran todava
los tebeos cuya lectura hace referencia a smbolos mucho ms complejos que los de las
lecturas tradicionales, pero cuyos autores, escapando a las censuras editoriales, dan prueba de
ser ms inventivos que los escritores cogidos por reglas gramaticales y sintcticas escolares.
En las clases de Lengua, donde se ensea al nio el gusto por la literatura, est la
base para que a ese nio le guste o no el resto de su vida leer. Si le ofrecemos textos de
"grandes clsicos" considerados excepcionales por los adultos para que los vea y comente,
probablemente el nio no lea ms en toda su vida, debido al horror que sinti hacia ellos, al
no comprenderlos. Ahora bien, si les presentamos unos clsicos adaptados a su edad, que
siempre los hay, y junto a ellos les proporcionamos unos libros que les interesen, que
lleven planteamientos suyos y que tengan una gran calidad literaria, puede que ese nio se
aficione a leer, ahora bien, los libros debern atender siempre a sus intereses.
Con respecto a todo esto, nos dice Carmen Bravo Villasante:
"En los principios de la Literatura Infantil estuvo la Pedagoga, y hoy todava, muchas
veces Pedagoga y Literatura para nios van unidas, a veces como buenas amigas y otras, la
mayora, sufriendo la literatura como una bella Cenicienta, la dura persecucin de su pedaggica y
env idiosa madrastra.
En esta literatura, lo popular y lo infantil van unidsimos siempre; la buena literatura, por
fuerza, siempre ser popular.
El puro deleite en la lectura ennoblece al nio cuando tiene calidad artstica la pgina del
libro (...)" (3).
3. CARACTERES
El hecho de que muchos libros que fueron escritos para nios sean rechazados por
stos, mientras que otros que no lo fueron, pertenecen de hecho a su mundo, pues se han
apoderado de ellos sin que nadie les d permiso, nos lleva a pensar que la Literatura Infantil
tiene unos caracteres particulares que la distinguen de cualquier otra, quiz porque su
destinatario ^ltimo sea el nio, aunque defendamos tambin su universalidad.
Estos caracteres han sido estudiados por diversos crticos, aqu presentarem,os tan
slo los serialados por Jesualdo y por Gmez del Manzano.
Para Jesualdo (4), los caracteres fundamentales que harn interesar al nio por la
Literatura Infantil son:
LA LITERATURA INFANTIL Y SU DIDACTICA
193
- El carcter imaginativo. Esencial, ya que la vida del nio es ms imaginativa que
real, en todas sus etapas, as que su imaginacin para suplir lo que ignora en relacin con la
distancia que va del raciocinio a la comprobacin experimental, es tan fundamental como el
movimiento interior de sus relaciones cognoscitivas.
- El dramatismo. Refleja el del propio nio, pues piensa que en este drama que estn
viviendo sus sentidos se podrn repetir los movimientos interiores que hacen el suyo. El
mismo Perrault indicaba la alegra o la afliccin de los nios mientras se desarrollaban las
escenas de su narracin. El drama importa al nio en cuanto es traductor de Sus
movimientos interiores y en cuanto en l, el nio siente vivir.
- La tcnica del desarrollo y el lenguaje. Se refiere a la manera cmo el autor
presenta la invencin y el instrumento con el cual se desarrolla el drama. El lenguaje es
fundamental para la obra y resume en cierto modo la habilidad del creador. Cuanto ms
depurada sea la expresin, ms sencilla pero bella, ms gustar y atraer al nio a su lectura.
Por su parte, Mercedes Gmez del Manzano (5), tras analizar las opiniones de
diversos crticos, llega a la conclusin de que los caracteres de esta literatura sern: sencillez
creadora, audacia potica y comunicacin adecuada.
Sencillez creadora. La sencillez debe abarcar la obra completa: en la trama, en el
tema, en la estructura, en el lenguaje. Ser sencillez, no simplicidad, pero favoreciendo un
enriquecimiento progresivo temtico y ling^stico que se convierta en un cauce estructural y
expresivo adecuado a la capacidad de asimilacin infantil.
Audacia potica. El lenguaje en la literatura infantil no debe empobrecerse, es en este
empobrecimiento y mutilacin donde radica su fraude y el mayor desencanto. Debe ser un
lenguaje potico pero sometido a una progresin racionalizada. El escritor debe conceder un
margen a la creatividad y a la audacia potica. En esta progresin potica y creativa, se
facilita el acceso del nio al texto.
La dimensin potica centra la atencin del nio en la forma del mensaje, la audacia
potica adentra al nio en un mundo abierto, l ^dico, expresivo, intuitivo y provocador. Este
mundo lo ir captando hasta que llega a desvelar y decodificar plenamente el mensaje. La
dimensin potica juega un papel de interiorizacin en el nio, lo capacita para una postura
crtica. En los primeros niveles de lectura, el nio carece de capacidad crtica. Asimila
inconscientemente y lleva a cabo una transferencia de su "yo" intimo y social sobre los
modelos brindados. La funcin de la dimensin potica es apenas perceptible. A veces esta
literatura ofrece al nio la posibilidad de experimentar la dimensin potica mediante un
proceso l ^dico. Aqu hay un acercamiento a la literatura y se desencadena su curiosidad.
Simbolismo y comunicacin. El nio decodifica movido por un desencadenamiento
afectivo ante el estmulo, consiguiendo poco a poco una respuesta equilibrada en la que se
conjugan inteligencia y sensibilidad.
Las obras que tan slo pretenden la formacin del nio, obstruyen la comunicacin
verdadera, pues el nio no tiene un conocimiento verdadero de lo real. La verdadera
comunicacin se da cuando hay posibilidad para el contraste y la crtica. Las lecturas que
quieren ser edificantes, a veces manipulan al lector, dndose entonces en el nio una especie
de insensibilidad que le impide poner en accin la inteligencia, la afectividad y la voluntad.
194LOPEZ VALERO, AMANDO y GUERRERO RUIZ, PEDRO
Los obstculos que encuentra esta literatura para proporcionar una buena
comunicacin son: la comercializacin por las altas cotas alcanzadas en la venta y la falta de
informacin de padres y educadores en tomo a la verdadera produccin de literatura infantil.
4. ELEMENTOS QUE NO DEBE TENER LA LITERATURA INFANTIL (6)
EL ANIAMIENTO. Es cuando se parte de la idea falsa y vulgar de lo que es un
nifio. Se le considera sin inteligencia y sin capacidad de seleccin de sus gustos o de
comprensin de la calidad de las cosas que le rodean. Entonces, quien se dirige al nio, sin
entenderlo, trata de reducir las palabras, las imgenes y las temticas a la pobreza creativa. Y
as se llega a lo simple. As se utiliza exageradamente el diminutivo: piedrecitas, carritos,
horitas, 0 por el contrario utiliza el aumentativo: Era una gran casaza enorme, donde
viva un hnbrn,
DIDACTISMO. Frente a lo que se propone la literatura infantil que es despertar
en el nio el placer por la lectura y desarrollar su capacidad de disfrutar de la belleza de su
i1ioma,7e1 didactismo concibe al nio exclusivamente como sujeto permanente de
aprendizaje.
El nio desde que nace se encuentra inmerso en un didactismo que a veces le agobia,
todo el mundo quiere ensearle algo, sacar consecuencias positivas de todo lo que hace. Si
utilizamos tambin la literatura infantil para continuar transmitindole ms informacin,
acabaremos no slo ahogndole con datos, sino mermndole sus posibilidades naturales de
investigacin, al alejarlo por cansancio del hbito de la lectura.
Entre las formas de didactismo que podemos encontrar estn: La Moralizante, que
utiliza el texto literario para transmitir al nio los principios morales del autor y del
momento social en que ste se desarrolla.
- Religioso: Uso del libro infantil para crear en el nio un afecto especial hacia una
determinada confesin o fe religiosa.
- Patriotero: Exaltacin, por medio del libro, de determinados valores que se suponen
emblemas de una nacionalidad.
- Ideologista: Es la ms peligrosa desde el punto de vista de la formacin mental del
nio. Su propsito es construir en la mente del pequeo lector una predeterminada
concepcin del mundo. De ella depende lo que ese nio va a decidir durante toda su vida
sobre el mundo, la sociedad y el pensamiento.
Toda actuacin del ser humano en cualquier poca, tiene una marca ideolgica, es
decir, que obedece a la forma como el hombre concibe, observa y desea las cosas que le
rodean. Por lo tanto, toda persona tiene una concepcin ideolgica del mundo que le ha
tocado vivir. Un libro para nios, por supuesto, no puede escapar a esto. No es una
excepcin. El autor de literatura infantil tiene obviamente su propia y personal visin de la
realidad. El problema nace cuando utiliza el libro infantil para manipular la conciencia del
pequeo lector hacia una determinada concepcin del mundo. Esta situacin se da cuando el
nio acude al libro para divertirse y, sin que l pueda darse cuenta, otros estn organizando
su mente y su sensibilidad en determinada direccin, sin que el pequeo lector tenga la
LA LITERATURA INFANTIL Y SU DIDACTICA
I 95
posibilidad ni mental ni emocional de contradecir, de confrontar con la realidad, con su
realidad.
- El instruccionismo: Esta tendencia quiere seguir ensefiando al nio, por medio de
la Literatura. Esta literatura asfixia de conceptos la mente infantil. La sobrecarga
informativa que se pretende dar al nio por medio de la literatura ahoga su ritmo natural de
aprendizaje y lo aleja del hbito de la lectura, como protesta consciente o inconsciente
contra esa mana adulta de ensefiar.
EL PATERNALISMO. El patemalismo en la literatura trata al lector siempre como
a un hijo. El nifio entiende que el libro as concebido, es una especie de remedo pobre de su
padre y lo rechaza. Su curiosidad natural al ampliar su universo se resiente ante esta reducida
concepcin de lo que debe ser el universo infantil.
Lo peor de este paternalismo es su melosera. Se cree, falsamente, que para dirigirse
a un nio literariamente es necesario un tratamiento dulzn, absolutamente pueril, que el
nio inmediatamente rechaza. Todo nio huye instintivamente de la literatura as concebida,
a la cual haba acudido, entre otras razones, para huir de la normatividad que le imponen los
adultos, y adquirir autonoma como individuo, afirmando su independencia.
LA CURSILERIA. Surge cuando el escritor, queriendo tener un estilo demasiado
elegante y formal cae precisamente en lo preciosista, ridculo y de mal gusto. Lo cursi es
mal recibido por los nios, por ser poco espontneo y natural.
LA AMBIGOEDAD. La literatura infantil debe ser clara conceptualmente, tanto en
la temtica como en los personajes. La ambigedad, la yuxtaposicin de rasgos opuestos en
los personajes, de elementos ambivalentes, dificultan la comprensin de la historia. El
joven lector no posee a^n las experiencias vitales que le permitan asimilar las complejidades
del comportamiento humano en la vida real. Por esto, los caracteres totalmente opuestos,
ayudan al lector pequeo a hacer identificaciones claras, que van formando firmemente su
capacidad de eleccin vital. Esto es factor clave para su positivo desarrollo.
5. GENEROS Y FORMAS
Generalmente, cuando se trata de literatura infan ^l, se hace referencia a unos gneros
ficticios o simplemente no se hace referencia a ninguno, de ah la necesidad de establecer al
menos un marco referencial de cada uno de ellos. Necesidad que estar justificada si
hojeamos las distintas investigaciones, que, aunque en muy reducido n^ mero estn
surgiendo en torno a este fenmeno.
R.L. Tams en su obra Introduccin a la literatura infantil (7), tras hacer una breve
introduccin general, se limita al estudio de los gneros literarios clsicos y divide la obra
en los siguientes epgrafes: -Narrativa; - Poesa Infantil; - Teatro Infantil; - Los medios de
comunicacin social y la literatura infantil. Basa su criterio en la necesidad de clasificar los
gneros en la literatura infantil, aunque no elude la problem ^ca que puede conllevar y as
se pregunta si los gneros son convencionales o se basan en la misma naturaleza humana,
de la lengua, plantendose a la vez si tan slo se tratar de pocas normativas, peso de
autoridades o surgirn por la imitacin ante la exactitud de clasificar las ciencias, taxonoma
de la botnica y zoologa. 0 simplemente por esa "excusable debilidad" como pensaba
196LOPEZ VALERO, AMANDO y GUERRERO RUIZ, PEDRO
Montesquieu que el hombre tiene de reducir las cosas a la unidad. Porque efectivamente, si
la obra artstica es realizacin individual y hallazgo ^nico, difcil es su clasificacin. Sin
embargo "la esttica necesita el cauce del gnero literario para la comprensin de la obra
como la biologa utiliza el concepto de especie para acercarse al individuo orgnico" (8).
Para otros autores, la clasificacin de la literatura en gneros estara basada en la
experiencia humana ms que en cualquier otra razn. Staiger, en su libro Conceptos
fundamentales de potica, defiende que los conceptos de pica, Irica y dramtica representan
posibilidades fundamentales de la existencia y se refieren a lo emocional, intuitivo y lgico,
dimensiones que definen lo humano como constituyentes en cualquiera de las etapas de
nuestro desarrollo: infancia, juventud y madurez. Genett defiende su fundamento natural
porque el discurso literario se produce y desarrolla seg ^n estructuras que ni siquiera puede
transgredir por la sencilla razn de que las encuentra en el campo de su lenguaje y de su
escritura.
Otros hacen su clasificacin partiendo de la base natural de los gneros: modos de
ficcin, verosimilitud, dimensiones de lo trgico y de lo cmico, por la naturaleza del
auditorio o relaciones entre el espectador, autor y hroe.
Wellek y Warren apuntan por su parte que:
"el gnero literario es una institucin de la razn humana; tiene por tanto, un sentido y
una funcin. No existe como una cosa, como un animal; existe como un principio de orden, y
precisamente no de un orden exterior (espacio, lugar, tiempo, materia, ...), sino de un orden
interior, de estructura, de naturaleza" (9).
Lo cual nos lleva a decir con Pearson que los gneros pueden considerarse cotno
imperativos institucionales que se imponen al escritor y a su vez son impuestos por ste, y
hacernos partcipes de lo que Mico Buchon apuntaba: "... los gneros ya no son moldes
fijos sino especies naturales de la creacin literaria" (10).
Todas las opiniones expuestas nos dan ya una mayor libertad en la consideracin de
esta problemtica en el interior de la literatura infantil. Para comprender la clasificacin de
gneros en la Literatura Infantil se hace necesario primero haber aceptado plenamente el
concepto de la existencia de la literatura infantil como materia independiente dentro de la
Literatura General, que al estar dirigida a los niflos, debe tener, adems de una gran calidad
artstico-literaria, exigencias propias, adecuadas a la etapa psicolgica de sus lectores
naturales. Por otro lado es necesario tambin el haber reconocido la diferenciacin entre
"libro infantil" y "literatura infantil", lo que nos llevar a la comprensin de que en ciertas
clasificaciones mezclen ambos conceptos, obteniendo de esta manera algo muy heterogneo.
Esquema de los gneros y de las formas existentes en la Literatura Infantil:
- NARRATIVA:
197
- FORMAS POETICAS: Folklore Infantil: Adivinanzas
Trabalenguas
Refranes
Oraciones
Retatulas
Canciones: De cuna
Balanceos
Cosquillas
Juegos
De trabajo
Estacionales
Villancicos
Coplas
Rondas
Mayas
De corro
De comba
- FORMAS DRAMATICAS:
Poemas de autor
El juego dramtico o dramatizacin
Teatro de marionetas
Teatro de tteres
El mimo
El teatro de sombras
El teatro por los nios
El teatro de autor
Fbulas
Libros de consulta
Cine
Radio
Televisin
Prensa
- FORMAS DIDACTICAS:
- OTRAS FORMAS:
6. FUNCIONES
Seg^n Mara Clemencia Venegas (11) seran las siguientes:
- Es recreativa: Da la posibilidad al nio de descansar agradablemente de los trabajos
escolares cuando ya es un alumno y de gastar su tiempo en actividades diferentes al juego
cuando a^n no es escolar.
- Da acceso a la palabra: La literatura sumerge al nio en el universo de la palabra y
el lenguaje, formas fundamentales de comunicacin entre los seres humanos, ayudndoles
desde los primeros aos a utilizarlas de manera precisa y bella.
198
LOPEZ VALERO, AMANDO y GUERRERO RUIZ, PEDRO
- Pone al nio en contacto con el arte: La literatura, por la amplitud de sus temticas
y tratamientos, introduce al nio en el conocimiento de lo esttico, no slo desde el punto
de vista de lo artstico-literario, sino en relacin con todas las formas de Arte, que tienen
intima relacin con la literatura: la m ^sica, la pintura, la escultura, el teatro.
Este contacto empieza a crear en l, a^n sin que se d cuenta, un gusto esttico que
va a ser fundamental en su proceso fonnativo y en su vida, ya que la vivencia esttica es
una de las necesidades del ser humano, tan vlida e importante como las dems.
- Desarrolla la imaginacin: La literatura permite al nio desarrollar de manera
ilimitada la imaginacin, puede darle acceso a todo lo que existe, pero fundamentalmente a
lo que no existe. Aqu radica especialmente la importancia de permitir a los nios, desde sus
ms cortos aos, poner a volar la imaginacin y concebir cualquier tipo de realidad, por
imposible que sta sea.
Esa capacidad de crear en la mente, es precisamente la que aos ms tarde gesta las
grandes ideas y no slo en el campo de lo artstico, sino en el cientfico y social.
- Proporciona conocimiento del mundo: La literatura no debe tratar siempre de
ensear, pero es cierto que introduce al nio en el conocimiento del mundo fsico,
geogrfico y social, a la vez que en el conocimiento del ser humano.
El nirio va captando, lentamente, pero de manera segura a travs de sus lecturas, los
diversos tipos psicolgicos con los cuales, ms adelante, va a tener que entenderse.
- Ayuda a la creacin del hbito de la lectura: La literatura va creando en el nio la
necesidad de leer, si en ella ha encontrado cosas interesantes, y diferentes a las lecciones de
la escuela.
La literatura, por ser agradable y por ensearle al nio numerosas cosas sin la
obligatoriedad del texto escolar, le hace tomar cario a la lectura y desarrollar de esta manera
un nimo investigativo. Si ste se complementa con una adecuada tarea formativa, el lector
acudir al libro para consultar cualquier duda, comprobar cualquier afirmacin no
convincente y confrontar cualquier idea que no est de acuerdo con la verdad que se haya
formado acerca del mundo, la sociedad o el pensamiento.
El buen lector ser un adulto autnomo en sus conceptos y maduro en sus
decisiones. Las ideas extraas a l lo van a convencer o no, pero jams a manipular. El
hbito lector es una manera importante de formar seres con vocacin de libertad.
NOTAS
AMOROS, A. (1974): Subliteratura. Ariel, Madrid.
(1) CEVERA, J. (1984) La literatura infantil en la educacin bsica. Cincel-Kapelusz, Madrid, p.
15.
(2) GOMEZ DEL MANZANO, M. (1984): La prensa: informacin, crtica y promocin.
Simposio Nacional de Literatura infantil. Ministerio de Cultura, Madrid, p. 15.
(3) BRAVO VILLASANTE, C. (1969): Historia de la Literatura Infanid Espaola. Doncel, Madrid,
p. 11.
(4) JESUALDO (1959): La literatura infantd. Losada, Buenos Aires.
LA LITERATURA 1NFANTIL Y SU D1DACTICA199
(5) GOMEZ DEL MANZANO, M. (1985): Cmo hacer un nbio leaor. Narcea, Madrid.
(6) VENEGAS, M4 C. (1987): Promocin de Ia leatua a travs de la literatura irtfantil en la
biblioteca y en el aula. Ed. L.T.D.A., Colombia, pp. 54 -56.
(7) LOPEZ TAMES, R. (1985): Introduccin a la literatura infantil. Universidad de Oviedo, p. 18.
(8) Ibidem.
(9) WELLEK y WARREN, (1972): Didctica de Ia literatura. Cit. por Castro Alonso. Anaya,
Madrid, p. 111.
(10) Ibidem.
(11) VENEGAS, Mi C. Ob. cit., p. 65.
STATUS, PENSAMIENTOY
FORMACION DEL PROFESORADO
LOS CONTENIDOS DE LA PSICOLOGIA EVOLUTIVA Y
DE LA EDUCACION DESDE LA
PERSPECTIVA
DEL PROFESOR DE E.G.B.
ANTONIO GARCIA CORREA
JUAN MONTAES RODRIGUEZ
JUAN LUIS CASTEJON COSTA
RESUMEN
El presente trabajo trata de establecer cules son los contenidos del Area de Psicologa Evolutiva y de
la Educacin que se consideran ms importantes por los profesores de E.G.B. en ejercicio, desde la
perspectiva de su prctica educativa.
Los resultados obtenidos en una muestra de 287 profesores de E.G.B. de las provincias de Alicante,
Albacete y Murcia, ponen de manifiesto principalmente, que son los contenidos relativos a la intervencin
psicolgica en el desarrollo y en el aprendizaje, junto a los procesos psicolgicos en la instruccin de
contenidos acadmicos, los que se consideran ms importantes.
ABSTRACT
This work try to define the more important contents of the Development & Educational Psychology
Area, from the prirnary teacher perspective.
The results, getting in a sample of 287 teachers of Alicante, Albacete and Murcia provinces, shown
what the content of psychological intervention and the psychological process in the leaming of academic
contents are considered the more important topics.
PALABRAS CLAVE
Currculum de Formacin del Profesorado de E.G.B., Psicologa Evolutiva y de la Educacin, Prctica
profesional, Anlisis descriptivo.
KEYWORDS
Curriculum, Development & Educational Psychology, Professional prac^ce, Descriptive analysis.
1. INTRODUCCION
Estamos viviendo una profunda reforma de la educacin en Espafia. Reforma que, en
opinin de muchos, ha de pasar necesariamente por la transformacin de las Escuelas
Universitarias de Formacin del Profesorado de E.G.B., ya que no es posible entender la
renovacin de la enseilanza en cualquiera de sus niveles sin la previa reconversin y
modernizacin de los centros encargados de formar al motor de esa transformacin, el
maestro. De ah que las Escuelas Universitarias de Magisterio estn llamadas a ser el
corazn de la reforma educativa.
Rvta. Interuniversitaria de Formacin del Profesorado, n 9 18, SepbrelDecbre 19 9 3, pp. 203-219
204GARCIA CORREA, A.; MONTANES RODRIGUEZ, J. y CASTEJON COSTA, J.L.
Autores como Lanier y Little (1986) o Zeichner (1988) han presentado y discutido
diversas estrategias para mejorar la calidad de la enseanza a travs de la reforma de la
formacin del profesorado. En su opinin, la reforma pasa necesariamente por la mejora de
la calidad de los alumnos, de los centros de formacin, y del currculum, y especialmente,
por la orientacin hacia la actividad investigadora.
En nuestro pas, en Ios diversos Encuentros, Jornadas y Seminarios celebrados en
los aos ochenta para estudiar la problemtica de nuestras Escuelas (Segovia, 1980;
Mlaga, 1981; Badajoz, 1984; Valladolid, 1985; Teruel, 1987; Len, 1987; Murcia, 1988;
Cuenca, 1988; Soria, 1989; Almera, 1989; Barcelona, 1989); y las diversas
investigaciones realizadas sobre nuestros centros (Albuerne, Garca y Rodrguez, 1986;
Atienza y Monserrat, 1987) se ha hecho evidente la situacin de crisis por la que pasan las
Escuelas Universitarias de Formacin del Profesorado de E.G.B., y la necesidad de cambiar
tanto su identidad como sus funciones. Precisamente en cuanto a estas ^ltimas nos hemos
encontrado con una permanente polmica entre aquellos que defienden una formacin
profesional y de contenidos esencialmente psicoeducativos, y quienes defienden una
formacin basada en contenidos similares a los de un primer ciclo universitario, sin atender
a los aspectos profesionales. Polmica que hoy se debe superar por estril, y llegar a un
compromiso de sintesis donde se busque la formacin profesional del profesorado sin
olvidarnos de los conocimientos particulares. Est demostrado que los profesores ms
expertos y competentes son aquellos que poseen unas slidas estructuras y habilidades
cognitivas, tanto en dominios de contenido como en procesos, planes y estrategias de
enseanza (Leinhardt y Smith, 1985; Leinhardt y Greeno, 1986).
En lo que a nosotros concierne, varios trabajos han puesto de manifiesto la
importancia concedida por los profesores de E.G.B. y por los alumnos de las Escuelas de
Magisterio a las disciplinas psicoeducativas, entre ellas a la Psicologa Evolutiva y
Educativa. Lo mismo que tambin se ha detectado la creciente tendencia de unos y otros
hacia una formacin profesionalizadora (Gimeno y Prez, 1980; Varela y Ortega, 1985;
Albuerne, Garca y Rodrguez, 1986). Al respecto Corominas (1988), en un trabajo sobre
las actitudes educativas de los estudiantes del profesorado de E.G.B., afirma que los alumnos
menos vocacionales prefieren un modelo de profesor de carcter ms instructivo; y Vera,
Castejn y Carda (1990) encuentran que los alumnos de la Escuela Universitaria del
Profesorado de E.G.B. de Alicante que obtienen mejores calificaciones expresan una mayor
necesidad de formacin en Psicologa Evolutiva y Educativa.
Ante estas opiniones y ante los recientes Planes de Estudio, creemos necesario
profundizar en el estudio del tema de los contenidos psicoeducativos en la formacin del
maestro.
Desde la dcada de los 70, un procedimiento habitual para precisar los contenidos de
la Psicologa de la Educacin (Feldhusen, 1978; Ash y Love-Clark, 1985) as como la
importancia relativa de cada uno de ellos (Rivas, 1980) es a travs del anlisis temtico de
revistas especializadas y manuales. En nuestro pas son muy numerosos los Proyectos
docentes elaborados para el acceso a las plazas de profesorado universitario que contienen
anlisis de este tipo. Los anlisis bibliomtricos de contenido son un acercamiento muy
utilizado para la delimitacin de los contenidos desde el mbito de generacin del
conocimiento cientfico psicoeducativo.
LA PS1COLOGIA EVOLUTIVA Y DELA EDUCACION SEGUN EL PROFESOR DE E.G.B.205
Desde el ngulo de la prctica de la enseanza sin embargo, son pocos los trabajos
que se han ocupado de establecer las necesidades percibidas por los profesionales en su
actividad prctica, los profesores en este caso.
En la elaboracin de Planes de estudio y en la propuesta de temas de este tipo de
disciplinas puede olvidarse un anlisis de las tareas profesionales que realizan los docentes.
Sin entrar en la polmica formacin terica, formacin prctica -parece haber un acuerdo
razonable sobre el carcter tecnolgico de estas disciplinas, estrechamente unido a los
mbitos tericos y tcnico-prcticos-, es necesario confeccionar un currculum para la
formacin del profesor que tenga en cuenta el anlisis de su funcin y necesidades de acuerdo
con los conocimientos psicopedaggicos actuales.
La importancia que conceden los docentes a diversos temas de la Psicologa
Evolutiva y Educativa puede ser un indicativo de las necesidades, problemas y tareas con las
que se enfrentan en la prctica. Ello puede contribuir por tanto a perfilar un programa mas
acorde con sus funciones.
Tenemos presente, sin embargo, las limitaciones de este acercamiento circunscrito al
dominio tcnico profesional y prctico. Lejos de mantener un concepcin de la Psicologa
de la Educacin como una "praexologa" o una psicologa escolar de mbito reducido, los
resultados de este acercamiento los consideramos slo como un criterio ms, junto al
anlisis terico-epistemolgico y al examen emprico de la produccin cientfica del
conocimiento en nuestra disciplina, a la hora de definir y delimitar la importancia de una
serie de contenidos.
Aunque numerosos trabajos ponen de manifiesto la importancia que conceden los
profesores en ejercicio (Gimeno y Prez, 1980) y los estudiantes de las E.U. del Profesorado
de E.G.B. a una slida formacin en disciplinas como la Psicologa Evolutiva y Educativa
(Varela y Ortega, 1985; Vera, Castejn y Carda, 1990), no existen muchos trabajos sobre
la importancia que tienen para el profesor de E.G.B. diferentes contenidos y tpicos de la
Psicologa Evolutiva y de la Educacin.
Nuestro objetivo es determinar la importancia que tienen para el maestro en ejercicio
diversos contenidos del Area de Psicologa Evolutiva y de la Educacin, desde la perspectiva
de su prctica docente, para aprovechar su opinin en la confeccin de los programas de las
nuevas asignaturas. Para ello llevamos a cabo un estudio descriptivo con una muestra de
profesores de E.G.B., procedentesde distinto mbito geogrfico, sexo, edad, Plan de
estudios inicial, ciclo docente y aos de experiencia.
2. METODOLOGIA
2.1. Sujetos
La muestra de sujetos esta compuesta por 287 profesores de E.G.B. en ejercicio,
repartidos proporcionalmente entre las provincias de Alicante, Murcia y Albacete.
206GARCIA CORREA, A.; MONTASTES RODRIGUEZ, J. y CASTEJON COSTA, J.L.
El 45% son hombres y el 55% restante mujeres. El intervalo de edad en el que
predominantemente se sit ^an los sujetos es de 31 a 40 aos (35.5%), seguido del intervalo
41 a 50 aos, con el 34.5%.
2.2. Procedimiento
La tarea consiste en responder a un cuestinario en el que se incluyen preguntas de
carcter general referidis al sexo, titulacin acadmica o Plan de estudios seguido, edad,
ciclo en el que se imparten clases y aos de experiencia; a continuacin se formulan 32
cuestiones referidas a tpicos de la Psicologa Evolutiva, y otras tantas referidas a tpicos
de la Psicologa de la Educacin; ver apndice 1.
El sujeto deba valorar en una escala de 5 puntos la importancia de cada uno de los
temas propuestos, "desde su experiencia docente y formacin acadmica, con el objetivo de
elaborar nuevos programas para las Escuelas Universitarias de Magisterio, que adec ^en
mejor la futura formacin psicolgica del maestro a la realidad escolar". El cuestionario es
annimo y se aplica en las provincias de Alicante, Murcia y Albacete. En cada provincia
los cuestionarios se repartieron entre los profesores de varios Colegios P ^blicos tomados al
azar teniendo en cuenta dos subpoblaciones, la ciudad y los pueblos de menor n ^mero de
habitantes. En varios casos se aprovecharon las reuniones de profesores para cumplimentar
los cuestionarios.
2.3. Anlisis de datos
Los datos se someten a anlisis estadsticos descriptivos, anlisis de varianza y
anlisis discriminante, teniendo en cuenta las variables de la muestra, as como a anlisis
factorial.
Todos los clculos se llevan a cabo mediante el paquete estadstico SPSS/PC.
3. RESULTADOS
Los resultados de los distintos anlisis se ofrecen por separado para cada una de las
disciplinas, la Psicologa evolutiva o del desarrollo, y la Psicologa de la Educacin.
3.1. Resultados relativos a la Psicologa evolutiva
- Anlisis descriptivo
En la tabla 1 se ofrecen de forma esquemtica los resultados del anlisis descriptivo,
medias, desviaciones estndar y distribucin de frecuencias por categoras de respuesta
obtenidas para el conjunto de toda la muestra.
LA PSICOLOGIA EVOLUTIVA Y DELA EDUCACION SEGUN EL PROFESOR DE E.G.B. 207
Tabla 1. Medias, desviaciones estndar y distribucin de frecuencias por categoras de
respuesta para el cuestionario de Psicologa Evolutiva.
Items Media D.S. 1 2 3 4 5
1 3.32 .98 3.2 1 6.5 35.6 35.5 1 1 .2
2 3.47 .98 2.2 1 5.9 27.8 40.4 1 3.7
3 3.55 .85 .7 8.0 40.2 37.3 1 3.8
4 3.99 .84 1 .1 3.6 1 9.4 47.8 28.1
5 3.81 .96 1 .1 8.7 24.4 39.3 26.5
6 3.47 1 .08 4.6 1 4.4 28.2 34.5 1 8.3
7 4.05 .91 1 .1 4.2 20.1 37.3 37.3
8 4.23 .85 1 .0 3.1 1 1 .8 39.7 44.3
9 4.40 .85 1 .4 2.1 1 0.1 27.5 58.9
1 0 4.37 .82 .4 2.8 1 1 .2 30.2 55.4
1 1 4.27 .80 .3 3.1 1 0.5 40.6 45.5
1 2 4.55 .69 0.0 2.1 5.6 26.7 65.6
1 3 4.36 .84 1 .0 1 .4 1 3.6 28.0 55.9
1 4 3.95 .88 .4 4.6 25.8 38.2 31 .1
1 5 4.28 .84 .7 1 .4 1 7.1 30.1 50.7
1 6 4.20 .81 .4 4.9 7.7 47.9 39.1
1 7 4.1 2 .83 .7 3.2 1 5.3 44.5 36.3
1 8 3.56 .90 1 .9 9.5 32.7 42.2 1 3.7
1 9 4.08 .90 1 .4 2.8 20.4 36.5 38.9
20 3.91 1 .04 2.9 6.1 23.9 30.7 36.4
21 4.25 .84 1 .4 2.1 1 1 .1 40.7 44.6
22 4.1 0 .88 1 .0 4.2 1 5.7 41 .6 37.4
23 4.27 .86 1 .1 2.5 1 3.3 34.4 48.8
24 4.1 1 .87 1 .1 3.9 1 4.9 42.9 37.2
25 3.01 .97 6.3 23.2 38.0 28.0 4.4
26 3.1 5 1 .06 6.6 1 9.4 36.6 26.4 1 1 .0
27 3.28 1 .06 6.2 1 5.2 31 .5 22.1 1 7.0
28 3.57 .85 1 .1 8.6 34.6 43.5 1 2.3
29 4.20 .83 .7 4.6 8.2 46.5 40.1
30 4.05 .86 .4 4.6 1 8.6 42.5 33.9
31 3.06 1 .02 7.6 1 9.6 38.9 26.5 7.3
32 2.76 1 .1 1 1 5.0 25.2 33.9 20.1 5.8
1 =muy poco importante; 2=poco importante; 3=regular; 4=bastante importante;
5=muy importante.
Atendiendo a los valores medios, el item al que se concede mayor importancia es el
1 2 "desarrollo del lenguaje" (media=4.55), seguido por el item 9 "desarrollo del aprendizaje"
(media=4.40), el item 1 0 "desarrollo cognitivo (inteligencia)" (media=4.37), el item 1 3
"desarrollo de la creatividad" (media=4.36), el item 1 5 "desarrollo de las emociones y la
afectividad" (media=4.28) y el item 1 1 "desarrollo de la memoria" (media=4.27), hasta llegar
a los que se consideran menos importantes, que son el item 31 "intervencin en la vida
adulta" (media=3.06), el item 25 "bases biolgicas del desarrollo" (media=3.01 ) y por
^ltimo el item 32 "intervencin en la tercera edad" (media=2.76).
208GARCIA CORREA, A.; MONTANES RODRIGUEZ, J. y CASTETON COSTA, J.L.
Si se tienen en cuenta los valores medios de cada bloque, el orden de importancia de
mayor a menor es "desarrollo de la infancia y de la adolescencia" (media=4.13),
"introduccin" (media=3.62), "intervencin evolutiva" (media=3.52) y por ^ltimo
"desarrollo adulto y de la tercera edad" (media=3.20).
Parece pues que el inters se centra en el desarrollo de las etapas infantil y
adolescente y en los temas reteridos al desarrollo de aspectos cognitivos como lenguaje,
capacidad de aprendizaje, inteligencia, cre,atividad y memoria.
- Anlisis de varianza
Se llevan a cabo una serie de anlisis de varianza con cada uno de los items del
cuestionario para las variables provincia, sexo, titulacin o Plan de estudios, edad, ciclo
educativo en que se imparte docencia, y aos de experiencia docente.
En la tabla 2 se resumen los resultados del anlisis de varianza indicando los temas
que tiene una valoracin diferentes en cada una de las variables de diferencias.
Tabla 2. Resumen de los anlisis de varianza.
Items con diferencias significativas en cada variable.
A. Provincia: 8, 13, 14, 15, 16, 19, 21, 22, 23, 24.
B.Sexo: 10, 11.
C. Titulacin acadmica: 4, 5, 7, 8, 14, 15, 17, 28,
D. Edad: 3, 4, 5, 7, 12, 13, 14, 15, 25, 28, 29, 31,
E.Ciclo: 7, 8, 11, 15, 16, 28.
F. Aos de experiencia: 4, 5, 6, 14, 15, 18, 25, 26,
29,
32.
28,
31,
29,
32.
31, 32.
Aunque no son previsibles diferencias entre los profesores de las distintas provincias
en la importancia concedida a los temas, como podemos observar en 10 de stos aparecen
diferencias significativas.
El sentido de estas diferencias es el mismo en todos los items, existe una tendencia
en los profesores de Alicante a considerar los 10 temas sealados como menos importantes.
Son temas incluidos en los distintos bloques y que se sit ^an entre los considerados por el
conjunto de los profesores como de mayor y menor importancia; en estos ^ltimos hay un
mayor acuerdo entre los profesores de las tres provincias.
La variable sexo ^nicamente establece diferencias en los items 10 y 11 referidos al
"desarrollo cognitivo" y al "desarrollo de la memoria". La mujer da mayor importancia que
el varn a estos temas.
LA PSICOLOGIA EVOLUTIVA Y
DELA EDUCAC1ON SEGUN EL PROFESOR DE E.G.B. 209
Los profesores formados con diferente Plan de estudios o con distinta titulacin
(pedagogos, psiclogos), muestran diferencias significativas en 11 de los temas propuestos.
Los profesores del Plan 71 conceden mayor importancia en todos los casos a estos temas,
que los profesores del Plan 50o Plan 67. Todas las diferencias se dan entre estos grupos de
profesores, ^
nicamente en la cuestin 17 "la escuela como contexto de desarrollo" se
producen adems diferencias del mismo sentido entre los profesores del Plan 71 y los
profesores que son licenciados en otras carreras distintas a pedagoga y psicologa.
Temas como "factores de desarrollo", "desarrollo biolgico y psicomotor",
"desarrollo perceptivo", "desarrollo del dibujo", "desarrollo de las emociones y la
afectividad", "la escuela como contexto de desarrollo", "modelos de intervencin evolutiva",
o "intervencin en la etapa escolar" se consideran ms importantes por los profesores del
Plan 71 que por los del Plan 50y 67.
En relacin a la edad, tambin se producen diferencias en bastantes de los temas
propuestos (13), en todos los casos los profesores de 41 a 50 aos consideran menos
importantes temas tales como "modelos y teoras que explican el desarrollo", "factores del
desarrollo", "los estadios en psicologa evolutiva", "desarrollo biolgico y psicomotor",
"desarrollo del lenguaje", "desarrollo de la creatividad" e incluso "intervencin
psicoeducativa en la etapa escolar".
Las diferencias se producen sobre todo entre los profesores de 41 a 50aos con los
profesores de menos de 30 aos y en algunos casos con los de 31 a 40 aos. En el item 28
"modelos de intervencin evolutiva" son los profesores menores de 30 aos quienes
muestran un interes por el tema, mayor que todos los dems.
El carcter actual del tema de la intervencin y su contenido terico, si bien
prescriptivo, hacen de este tpico un tema de interes para los egresados recientemente de las
Escuelas de Formacin del Profcsorado.
Por otro lado el ciclo educativo en el que se imparte docencia es fuente de diferencias
para 6 de los itcms. Los profesores de preescolar dan mayor importancia que los profesores
del ciclo mcdio o superior, a temas tales como: "desarrollo biolgico y psicomotor",
"desarrollo perceptivo", "desarrollo de la memoria", "desarrollo de las emociones y la
afectividad", "dcsarrollo social" y "modclos de intervencin evolutiva".
Finalmcnte la variable aos de experiencia diferencia a los profesores en 12 de los
temas de los cuestionarios. En todos los casos cl sentido de estas diferencias es la mayor
importancia que conceden los profesores con 10aos o menos de experiencia a varios de los
temas propucstos, en relacin sobre todo a los profcsores de 21 a 30 afios. Los profesores
de menor experiencia conceden ms importancia a temas tales como "desarrollo del dibujo",
"desarrollo de las emociones y la afectividad", "otros contextos del desarrollo", "bases
biolgicas de I desarrollo", "dcsarrollo cognitivo en el adulto y la tercera eclad", "modelos de
intervencin evolutiva", "intervencin psicocvolutiva en la edad escolar", "intervencin en
la vida adulta" c "intervencin en la terccra edad".
Muchas de cstas diferencias se producen en el mismo sentido que lo hacen en la
variable edad. La alta correlacin (r=.85) entre cdad y aos de experiencia puede explicar
cstas semejanzas.
210GARCIA CORREA, A.; MONTANES RODRIGUEZ, J. y CASTEJON COSTA, J.L.
3.2. Resultados relativos a la Psicologa de la Educacin
- Anlisis descriptivo
Tabla 3. Medias, desviaciones estndar y distribucin de frecuencias por categoras de
respuesta para cuestionario de Psicologa Educativa.
Items Media DS. 1 2 3 4 5
1 3.32 .92 3.6 14.4 35.0 40.1 6.9
2 3.30 .91 2.2 18.0 34.2 38.8 6.8
3 3.42 .93 1.9 14.6 33.7 39.1 10.7
4 3.60 .91 0.0 9.7 24.0 42.7 23.7
5 3.77 .91 .7 7.1 24.5 38.8 23.8
6 4.07 .83 .7 3.2 17.6 44.7 33.8
7 4.17 .78 .7 2.8 10.9 49.8 35.8
8 4.11 .80 .7 3.6 11.8 51.1 32.9
9 4.46 .71 .3 2.1 4.5 36.9 56.1
10 4.27 .76 1.4 .7 8.8 46.6 42.4
11 4.39 .71 .4 1.8 6.0 42.2 49.6
12 4.49 .71 0.0 1.4 8.5 29.6 60.6
13 4.52 .68 .7 .4 5.4 32.4 61.2
14 4.32 .78 .4 1.8 12.3 35.7 49.8
15 3.90 .87 0.0 7.0 22.5 43.5 26.9
16 4.15 .82 0.0 5.3 11.6 45.1 38.0
17 3.83 .80 .8 4.5 23.8 52.5 18.5
18 4.12 .90 1.8 3.2 14.9 41.3 38.8
19 4.00 .81 1.5 2.3 16.9 52.6 26.7
20 4.21 .81 1.4 1.1 12.9 43.6 41.1
21 4.43 .77 1.4 1.8 3.9 38.2 54.7
22 4.53 .79 1.7 1.7 3.5 27.6 65.4
23 4.45 .78 1.4 1.6 4.9 33.7 58.2
24 4.32 .84 1.8 2.1 7.4 39.2 49.5
25 4.32 .84 1.8 1.8 8.6 38.2 49.6
26 4.20 .88 1.8 2.5 12.4 40.4 42.9
27 4.08 .97 2.8 3.9 15.2 38.5 39.6
28 4.06 .94 2.1 4.2 15.9 41.0 36.7
29 4.38 .87 2.1 1.8 8.1 31.3 56.7
30 4.28 .78 .4 2.1 11.7 39.9 45.9
31 4.27 .82 .4 3.2 12.1 37.6 46..8
32 4.65 .62 0.0 1.1 4.9 21.4 72.6
1=muy poco importante; 2=poco importante; 3=regular; 4=bastante importante;
5=muy importante.
En la tabla 3 se ofrecen de forma esquemtica los resultados del anlisis descriptivo,
medias, desviaciones estndar y distribucin de frecuencias por categoras de respuesta
obteniclas por el conjunto de los profesores.
LA PSICOLOGIA EVOLUTIVA Y DELA EDUCACION SEGUN EL PROFESOR DE E.G.B.211
Destaca . en primer lugar la importancia concedida a los tpicos presentados, con un
valor medio para el conjunto de stos, superior al punto 4 (media=4. 08) de "bastante
importante". El rango de respuesta se sit ^a en 3. 30 para la segunda cuestin "Historia y
tendencias actuales", y un valor mximo 4. 65 para la ^ltima cuestin "Ensefiar a pensar",
situado en el bloque de "intervencin".
Los contenidos considerados ms importantes seg ^n su valor medio son el item 32
"Ensefiar a pensar" (media=4. 65); el item 22 "Procesos psicolgicos en la ensefianza de la
lectoescritura"; el item 13 "Dificultades en el aprendizaje"; el item 12 "Estrategias de
aprendizaje"; el item 9 "Motivacin";e1 23 "Procesos psicolgicos en la enserianza de las
matemticas"; el 21 "Procesos psicolgicos en la ensefianza del lenguaje" y as
sucesivamente hasta el item 4 "Metodologa de invesfigacin"; el item 3 "Los modelos en
Psicologa de la Educacin"; el item 1 "Concepto de Psicologa de la Educacin" y el item
2 considerado de menor importancia "Historia y tendencias actuales".
Entre los ^ltimos destaca la baja importancia dada al item 4 relativo a metodologa
de investigacin.
Por bloques la importancia concedida a cada uno, es por este orden, "intervencin"
(media=4. 4), "los procesos de instruccin" (media=4. 27), "procesos de aprendizaje"
(media=4. 25), "los procesos sociales enel aprendizaje" (media=4. 0) y por ^ltimo
"introduccin" (media=3. 46).
-Anlisis diferenciales: anlisis de varianza y anlisis discrimi-
nantes
Para examinar si las variables incluidas enel cuestionario son fuentes de diferencias
se lleva a cabo un anlisis de varianza para cada variable en cada una de las cuestiones o
tpicos del cuestionario.
La caracterizacin de forma conjunta para todos los items en cada variable se realiza
mediante anlisis discriminantes.
En la tabla 4 se resumen los resultados del anlisis de varianza, indicando las
cuestiones que muestran diferencias significativas en cada variable.
Tabla 4. Resumen del anlisis de varianza.
Items con diferencias significativas en cada variable.
A. Provincia: 3, 4, 10, 11, 12, 13, 14, 15, 16, 21, 27, 30, 31, 32.
B. Sexo: 21, 22.
C. Titulacin acadmica: 17, 18, 22, 27, 28, 30, 31.
D. Edad: 17, 21, 28.
E. Ciclo: 17, 26, 27, 28.
F. Afios de experiencia: 16, 27, 28.
212GARCIA CORREA, A.; MONTAES RODRIGUEZ, J. y CASTEJON COSTA, J.L.
EI mbito geogrf ico es la variable donde se producen mayor n ^mero de diferencias,
lo cual no es esperable como hiptesis inicial de trabajo.
Sin embargo, el sentido de estas diferencias es claro, en todos los items del
cuestionario donde se producen diferencias significativas, los profesores de la provincia de
Alicante les conceden una impOrtancia menor que los profesores de Murcia y Albacete.
Esta tendencia a responder en el sentido de una importancia menor de los profesores
de Alicante no parece tener una interpretacin clara ms all de la tendencia observada.
En relacin a la variable sexo las diferencias se producen slo en dos temas, el 21 y
22, referidos a los procesos psicolgicos en la enseanza del lenguaje y de la lectoescritura.
En ambos casos la profesoras dan mayor importancia a estos dos temas. Una interpretacin
posible quizs sea la mayor presencia del sexo femenino en el ciclo preescolar, donde estos
temas tienen una importancia capital.
La titulacin acadmica establece tambin diferencias en 7 de los items del
cuestionario, todos ellos situados en los bloques de "Procesos de instruccin" e
"Intervencin".
El sentido de estas diferencias es tambin claro los profesores del Plan 71 expresan
una mayor importancia para estos temas, que los profesores que han seguido otros Planes;
los profesores del Plan 67 son los que en mayor medida consideran que estos temas tienen
una importancia baja, seguidos por los profesores del Plan 50. Es de destacar que los
licenciados en Psicologa y Pedagoda u otras licenciaturas concedan menor importancia a
estos temas que los profesores que se estn formando en el Plan actual, vigente desde el 71.
Respecto a la edad ^nicamente existen diferencias en tres de los items; son los
profesores de mayor edad (41 a 50 aos) los que conceden menor importancia a estos temas
en relacin a los profesores de 30 aos o menos.
Los profesores que imparten docencia en diferentes ciclos educativos manifiestan
diferencias en cuatro de las cuestiones. En todos los casos los profesores del ciclo superior
son los que conceden menor importancia a estos temas en relacin a los profesores de
preescolar que son quienes les dan una mayor importancia. El hecho de que los profesores de
preescolar den ms importancia a temas como educacin fsica, educacin musical o
pretecnologa parece tener un sentido claro.
Finalmente, los aos de experiencia establecen diferencias en tres de los items. En
todos ellos los profesores con 10 aos o menos de experiencia conceden ms importancia a
estos temas que los profesores con 21 a 30 aos de experiencia. En los items 27 y 28
referidos a la educacin musical y la pretecnologa se producen diferencias en el mismo
sentido en el caso de la variable ciclo y titulacin acadmica.
- Anlisis discriminante
Cuando se trata de caracterizar las diferencias establecidas por las distintas variables
en el conjunto de todos los items recurrimos al anlisis discriminante. Para simplificar los
anlisis se han considcrado ^nicamente dos grupos en titulacin o Plan de estudios y edad,
en el primer caso se comparan los titulados en el Plan 50 y 67 (grupo 1) con el resto
(grupo 2), mientras que en la edad se incluyen hasta 40 aos en un grupo (grupo 1) y de 40
en adelante en otro (grupo 2).
LA PS1COLOGIA EVOLUTIVA YDELA EDUCACION SEGUN EL PROFESOR DE E.G.B. 213
Tabla 5. Funciones discriminantes, medias en la funcin discriminante y porcentaje
de casos clasificados correctamente en cada funcin, correspondientes a las variables
provincia, titulacin y dad.
Provincia
Funcin 1
Titulacin
Funcin 1
Edad
Funcin 1
Item 14 .615 Item 7 -.774 Item 7 -.697
Item 16 .367 Item 8 .592 Item 8 .633
Item 21 .955 Item 9 -.386 Item 17 .554
Item 23 -.909 Item 10 .379 Item 18 -.823
Item 27 .650 Item 15 .475 Item 25 -.837
Item 23 .763 Item 26 .620
Item 25 -.837 Item 30 .842
Item 30 .541 Item 31 -.626
Medias de los gruposMedias de los gruposMedias de los grupos
1 Alicante -1.32Grupo 1 -.548Grupo 1.49
2 Murcia.83Grupo 2 .761Grupo 2 -.74
3 Albacete .45
Chi-cuadrado = 146.99Chi-cuadrado = 58.4Chi-cuadrado = 60.28
% casos clasif.= 68%% casos clasif.= 75.5%% casos clasif.= 71%
De los anlisis discriminantes realizados, los referidos a provincia, titulacin o Plan
de estudios y edad resultan con funciones significativas. En la tabla 5 se resume la
informacin sobre estos anlisis.
El anlisis discriminante tomando como grupos criterio los profesores de los
distintos mbitos geogrficos resulta en una ^nica funcin discriminante que aunque
altamente significativa, tiene un poder de clasificacin limitado, slo del 68%. La funcin
indica que los profesores de Alicante conceden menor importancia a los items 14,16,21 y
27 y mayor al Item 23.
La funcin discriminante que separa a los profesores del Plan 50 y 67 por una parte,
del Plan 71 y licenciados por otra, queda definida por la mayor importancia que dan estos
^ltimos a temas tales como pensamiento (item 8), interaccin educativa (item 15) procesos
psicolgicos en la ensefianza de las matemticas (Item23) y mejora intelectual (Item 30),
frente a la mayor importancia que dan los profesores del Plan 50 y 67 a temas ms clsicos
como inteligencia (Item 7) y motivacin (Item 9). Es la funcin que mayor n ^mero de
casos clasifica correctamente.
Por ^ltimo, la funcin discriminante que establece diferencias entre grupos de mayor
y menor edad puede interpretarse atendiendo a la mayor importancia que dan los profesores
de edad inferior a 40 afios a temas tales como expectativas y percepciones escolares (item
17), pensamiento (item 8) y estimulacin y mejora intelectual (item 30), frente a la mayor
importancia que conceden los profesores de ms de 40 aos a temas tales como inteligencia
(item 7), la disciplina en el aula (item 18) o la mejora de la adaptacin personal y social.
Parecen contraponerse elementos de ^po intervencin y mejora intelectual a los de tipo
social y temas clsicos.
214GARCIA CORREA, A.; MONTANES RODRIGUEZ, J. y CASTEJON COSTA, J.L.
- Anlisis factorial
El anlisis factorial tiene como objeto agrupar los distintos temas propuestos en un
conjunto reducido de fac:ores que nos indique tanto 19 estructura como la ponderacin y
conexin de los temas.
El anlisis factorial de componentes principales y rotacin varimax realizado sobre la
matriz de correlaciones entre las respuestas dadas a los distintos temas nos agrupa stos en 5
factores, que en su conjunto explican el 71.4% de la varianza total.
Tabla 6. Anlisis factorial sobre las respuestas realizadas por los profesores de
E.G.B. al cuestionario Temas de Psicologa de la Educacin.
Factores
VariablesI 11 111 IV V
1 .79 .72
2 .84 .83
3 .73 .75
4 .50 .59
5 .61 .65
6
7
.43
.73
.58,
.80
8 .71 .81
9 .63 .73
10 .65 .76
11 .72 .75
12 .52 .60
13 .51 .59
14 .51 .60
15 .58 .64
16 .78 .73
17 .54 .64
18 .50 .55
19.49 .51
20.44 .56
21.72 .77
22.80 .81
23.82 .86
24.85 .89
25 .82 .82
26.83 .85
27.78 .80
28.80 .80
29.65 .65
30 .71 .73
31 .76 .77
32 .62 .58
Valor propio 15.76 2.82 1.69 1.38 1.19
% varianza49.30 8.80 5.30 4.30 3.70
LA PSICOLOGIA EV OLUTIV A YDELA EDUCA CION SEGUN EL PROFESOR DE215
Nota: Se suprimen aquellos coeficientes factoriales con valor menor a .40, que no son
significativos para definir el factor.
La matriz factorial rotada, con las saturaciones, comunalidad de las variables,
varianza relativa de cada factor y valor propio de cada dimensin, se encuentran en la tabla
6.
El primer factor explica un 49.30% de la varianza y se encuentra definido por un
n^mero amplio de temas, todos ellos con altas saturaciones factoriles, referidos a los
procesos de instruccin, que se configura como el n^cleo de mayor importancia explicativa
en relacin a los dems. Son exactamente todos los 11 temas incluidos en el bloque de los
"procesos de instruccin" los que definen este factor.
El segundo factor con un porcentaje menor de varianza explicada (8.8%), se
encuentra definido por los temas referidos a Intervencin (30, 31, 32), las dificultades de
aprendizaje (13), alumnos con necesidades especiales (14) y Procesos sociales en el
aprendizaje (15, 16, 17, 18). Los temas que ms saturan en el factor son el 16 "El aula
como grupo y tcnicas de grupo en el aula", y el tema 31 "Mejora de la adaptacin personal
y social".
El segundo factor parece estar referido a las "dificultades personales, sociales e
intelectuales en el aprendizaje y a la consiguiente intervencin educativa". La intervencin
se percibira as como consecuencia de los problemas, antes que como estimulacin y
mejora del proceso normal de aprendizaje.
El tercer factor explica un 5.3% de varianza, estando claramente definido por los
"temas introductorios", incluido el tema de las teoras del aprendizaje. Los temas que ms
saturan en el factor son el 2 "Historia y tendencias actuales" y el 1 "Concepto de Psicologa
de la Educacin".
El cuarto factor explica el 4.3% de la varianza y est definido por los temas referidos
a la Atencin (11), Motivacin (9), Estrategias de aprendizaje (12), Memoria y adquisicin
de conocimientos (6). Este factor est referido a los "procesos de aprendizaje en general".
El quinto factor explica el 3.7% de la varianza, estando definido por el tema 7
"Inteligencia", 8, "Pensamiento", y 10, "Personalidad". Son temas clsicos en el estudio de
la materia.
En suma parece que los intereses centrales de los profesores de E.G.B. en ejercicio se
sit^an alrededor de los procesos psicolgicos en la instruccin de contenidos acadmicos.
Qu contenidos ensear, y cmo hacerlo en las diversas reas, son los temas fundamentales
por los que estn preocupados estos profesores. Asimismo ocupa un lugar preponderante en
sus intereses y/o necesidades la remediacin de las dificultades de aprendizaje, posiblemente
a travs de una intervencin sobre la adaptacin personal y social y la estimulacin
intelectual. Ocupan un segundo plano las cuestiones tericas, tanto de ^po introductorio,
como el estudio (terico) de los procesos de aprendizaje, y aquellos temas clsicos de
carcter fundamentalmente descriptivo.
Todo ello apoya la hiptesis de que el profesor est interesado fundamentalmente en
la transmisin de unos conocimientos y en la intervencin sobre aquellos alumnos que
21 6GARCIA CORREA, A.; MONTAES RODRIGUEZ, J. y CASTEJON COSTA, J.L.
tienen dificultades de aprendizaje para, posiblemente, adaptarlos a la enseanza y ritmo de la
clase.
4. DISCUSION
Los resultados muestran que existen temas que suscitan mayor inters que otros, as
como que se producen diferencias en la importancia concedida a varios tpicos en razn a
variables como provincia, titulacin acadmica, edad, ciclo en el que se imparten clases y
aos de experiencia.
Los tpicos de la Psicologa evolutiva a los que se concede mayor importancia giran
alrededor del estudio del desarrollo de la infancia y la adolescencia, la edad escolar. Destaca
adems la importancia concedida a temas relativos al desarrollo cognoscitivo, lenguaje,
procesos cognitivos, memoria, aprendizaje, etc., antes que a temas como desarrollo social,
desarrollo moral, etc. El tema de la intervencin evolutiva se encuentra entre los
considerados como ms importantes, si lo reducimos a la edad escolar.
Los profesores estn interesados mayormente en el estudio del desarrollo de
funciones o procesos cognitivos en la edad escolar as como en la intervencin evolutiva en
esa edad. Estos temas estn estrechamente relacionados con el aprendizaje y la adquisicin de
conocimientos, funcin que parece considerarse central por los profesores; sin descuidar
tampoco el aspecto del desarrollo afectivo.
El carcter prescriptivo y de intervencin que tiene la Psicologa Evolutiva actual
(Case, 1978, 1989; Case y Bereiter 1984), el inters renovado por la primera infancia y el
estudio del desarrollo de procesos psicolgicos en la asimilacin de conocimientos pueden
dar respuesta al inters mostrado por los profesores en estos temas.
Tomados en su conjunto, los resultados relativos a la Psicologa de la Educacin
ponen de manifiesto, en primer lugar, la gran importancia concedida por los profesores en
ejercicio a todos los temas de la Psicologa de la Educacin. De forma especial hay que
resaltar la importancia que tienen los temas referidos a procesos psicolgicos en la
instruccin de contenidos particulares (lectoescritura, ciencias sociales, matemticas,
m^sica, etc.) y el rea de intervencin (estimulacin y mejora intelectual, ensear a pensar).
Las diferencias establecidas por las variables provincia, sexo, titulacin, edad, ciclo y
aos de experiencia tienen quiz una trascendencia menor en nuestro estudio, a no ser para el
anlisis de ciertas cuestiones particulares como reciclaje y perfeccionamiento, etc. En todo
caso van en la direccin prevista. Deberamos resaltar aqu la importancia que conceden los
profesores del Plan 71 a todos los temas del cuestionario, especialmente los referidos a los
procesos de instruccin y de intervencin.
Las orientaciones tericas actuales de la Psicologa de la Educacin centradas en el
diseo del proceso de ensefianza-aprendizaje y en el estudio de dominios concretos de
contenido, como la psicologa cognitiva de la instruccin (Gagne y Dick, 1983; Pintrich et
al., 1986) ha contribuido a formar un cuerpo firme de conocimientos sobre la adquisicin y
aprendizaje complejos en disciplinas tales como matemticas, fsica, historia (Dillon y
Sternberg, 1986; Wittrock, 1986; Mayer, 1987; Beltrn y otros, 1987), que puede dar
respuesta a las necesidades e intereses de los actuales profesores en ejercicio y de los
alumnos de las Escuelas Universitarias del Profesorado.
LA PSICOLOGIA EVOLUTIVA Y DE LA EDUCACION SEGUN EL PROFESOR DE
217
APENDICE I
CUESTIONARIO DE PSICOLOGIA EVOLUTIVA
llsITRODUCCION
1.
Antecedentes Histricos y conceptos bsicos en Psic. Evol
1 2 3 4 5
2.
Mtodos y estrategias de investigacin en Psic. Evol
1 2 3 4 5
3. Modelos y teoras que explican el desarrollo
1 2 3 4 5
4. Factores del desarrollo
1 2 3 4 5
5. Los estadios en Psicologa del Desarrollo
1 2 3 4 5
DESARROLLO DE LA INFANC1A YLA ADOLESCENCIA
6. Desarrollo prenatal y nacimiento
1 2 3 4 5
7. Desarrollo biolgico y psicomotor
1 2 3 4 5
8. Desarrollo perceptivo
1 2 3 4 5
9. Desarrollo del aprendizaje
1 2 3 4 5
10. Desarrollo cognitivo (inteligencia)
1 2 3 4 5
11. Desarrollo de la memoria
1 2 3 4 5
12. Desarrollo del lenguaje
1 2 3 4 5
13. Desarrollo de la creatividad
1 2 3 4 5
14. Desarrollo del dibujo
1 2 3 4 5
15. Desarrollo de las emociones y de la afectividad
1 2 3 4 5
16. Desarrollo social
1 2 3 4 5
17. La escuela como contexto del desarrollo
1 2 3 4 5
18. Otros contextos de desarrollo
1 2 3 4 5
19. Desarrollo del juego
1 2 3 4 5
20. Desarrollo moral
1 2 3 4 5
21. La adolescencia
1 2 3 4 5
22. Desarrollo fsico y sexual del adolescente
1 2 3 4 5
23. Problemas actuales del adolescente
1 2 3 4 5
24. Psicopatologas del nio y del adolescente
1 2 3 4 5
DESARROLLO DEL ADULTO Y DE LATERCERA EDAD
25. Bases biolgicas del desarrollo
1 2 3 4 5
26. Desarrollo cognitivo
1 2 3 4 5
27. Desarrollo social
1 2 3 4 5
INTERVENCION EVOLUTIVA
28. Modelos de intervencin Evolutiva
1 2 3 4 5
29. Intervencin psicoeducativa en la etapa escolar
1 2 3 4 5
30. Intervencin psicoeducativa en la adolescencia
1 2 3 4 5
31. Intervencin en la vida adulta
1 2 3 4 5
32. Intervencin en la tercera edad
1 2 3 4 5
SEALE OTROS TEMAS QUE USTED CONSIDERE IMPORTANTES Y DELES SU VALORACION
1 2345
1 2 3 4 5
1 2345
218GARCIA CORREA, A.; MONTAES RODRIGUEZ, J. y CASTEJON COSTA, J.L.
CUESTIONARIO DE PSICOLOGIA DE LA EDUCACION
INTRODUCCION
1. Concepto de Psicologa de la Educacidn 1 2 3 4 5
2. Historia y tendencias actuales 1 2 3 4 5
3. Los modelos de la Psicologa de la Educacin 1 2 3 4 5
4. Metodologa de Investigacin (que le permita, por ejemplo, leer
un informe de investigacin) 1 2 3 4 5
PROCESOS DE APRENDIZAJE
5. Naturaleza y Teoras del Aprendizaje 1 2 3 4 5
6. Memoria y adquisicin de conocimientos 1 2 3 4 5
7. Inteligencia 1 2 3 4 5
8. Pensamiento 1 2345
9. Motivacin 1 2345
10. Personalidad 1 2 3 4 5
11. Atencin 1 2 3 4 5
12. Estrategias de aprendizaje 1 2 3 4 5
13. Dificultades en el aprendizaje 1 2 3 4 5
14. Alumnos con necesidades especiales: Alumnos
deficientes y alumnos superdotados 1 2 3 4 5
LOS PROCESOS SOCIALES EN EL APRENDIZAJE
15. Interaccin Educativa 1 2 3 4 5
16. El aula como grupo y tcnicas de grupo en el aula 1 2345
17. Expectativas y percepciones escolares 1 2 3 4 5
18. La disciplina en el aula 1 2 3 4 5
LOS PROCESOS DE INSTRUCCION
19. Anlisis de tareas (anlisis de contenidos con fines de enseanza) 1 2 3 4 5
20. Procesos de enseanzaJaprendizaje de conceptos y solucin de problemas 1 2 3 4 5
21. Procesos psicolgicos en la enseanza del lenguaje 1 2 3 4 5
22. Procesos psicolgicos en la enseanza de la lecto-escritura 1 2 3 4 5
23. Procesos psicolgicos en la enseanza de las Matemticas 1 2 3 4 5
24. Procesos psicolgicos en la enseanza de las Ciencias Naturales 1 2 3 4 5
25. Procesos psicolgicos en la enseanza de las Ciencias Sociales 1 2 3 4 5
26. Procesos psicolgicos en la enseanza de la Educacin Fsica 1 2 3 4 5
27. Procesos psicolgicos en la enseanza de la Educacin Musical 1 2 3 4 5
28. Procesos psicolgicos en la enseanza de la Pretecnologa 1 2 3 4 5
29. Evaluacin del rendimiento 1 2 3 4 5
IIVTERVENCION
30. Estimulacin y mejora intelectual 1 2 3 4 5
31. Mejora de adaptacin personal y social 1 2 3 4 5
32. Ensear a pensar 1 2 3 4 5
SEALE OTROS TEMAS QUE USTED CONSIDERE IMPORTANTES Y DELES SU VALORACION
1 2345
1 2 3 4 5
1 2 3 4 5
LA PSICOLOGIA EVOLUTIVA Y
DELA EDUCACION SEGUN EL PROFESOR DE E.GB.
219
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
ALBUERNE, F.; GARCIA, G. y RODRIGUEZ, M. (1986):
Las Escuelas Universilarias de Magisterio: Anlisis
y Alternativa.
(Monografa 5). Oviedo, ICE Universidad de Oviedo.
ASH, M. y LOVE-CLARK, P. (1985): An historical analysis of the content of Educational Psychology
textbooks. Educational Piychologist, 20, 1, 47-55.
ATIENZA, J.L y MONSERRAT, O. (1987):
Balance y futuro de las Escuelas Universitarias de Formacin del
Profesorado de E.G.B. ante la Reforrna Universitaria. Oviedo, Mayo, 1987.
BELTRAN,J. y otros (1987): Psicologa de la Educacin. Madrid, EUDEMA.
CASE, R. (1987):
Piaget and beyond: Toward a developmentally based theory and lechnology.
Vol. 1.
Hillsdale, N. J: LEA.
CASE, R. (1989): El desarrollo intelectual. Buenos Aires, Paids. (Orig. ingls 1985).
CASE, R. y BEREITER, C. (1984): "From behaviorism to cognitive behaviorism in cognitive development:
Steps in the evolution of instructional design". Instructional Science, 13, 141-158.
COROMINAS, E. (1988):
Actitudes educativas en estudiantes del profesorado de E.G.B. En A. Villa (Coord):
Perspectivas y problemas de la funcin docente. 11
Congreso Mundial Vasco. Madrid, Narcea, pp.
183-197.
DILLON, R.F. y STERNBERG, R.J. (1986): Cognition and Instruction. Orlando, Academic Press.
FELDHUSEN, J.F. (1978): Two views of the development of educational psychology.
Educational
Psychologist, 14, 297-304.
GAGNE, R.M. y DICK. W. (1983): Instructional psychology.
Annual Review of Psychology, 34, 265-295.
GIMENO, J. y PEREZ,M. (1980): La formacin del profesorado de E.G.B. Anlisis de la situacin espaola.
Madrid, MEC.
LANIER, J. y LITTLE, J. (1986): Research on Teacher Education. En M.C. Wittrock (Ed.) Handbook of
Research on Teaching. Nueva Y ork, Macmillan, pp. 527-569.
LEINHARDT, G. y GREENO, J. (1986): The cognitive skill of teaching. Journal of Educational Psychology,
78, 2, 75-95.
LEINHARDT, G. y SMITH, D. (1985): Expertise in mathematics instruction: subject matter knowledge.
Journal of Educational Psychology, 77, 3, 247-271.
MAY ER, R.E. (1987): Educational Psychology. A cognitive approach. Boston, Little, Brown and
Company.
PINTRICH, P.; CROSS, D.; KOZMA, R. y MCKEACHIE, W.J. (1986): Instructional Psychology. Annual
Review of Psychology, 37, 611-651.
RIVAS, F. (1980): El anlisis factorial como mtodo para la construccin de un modelo objetivo de programa
universitario. Psicologa, I, I, 47-76.
VARELA, J. y ORTEGA, J. (1985): El aprendiz de maestro. Madrid, MEC.
VERA, M.; CASTEJON, J. y CARDA, R. (1940): Deficiencias percibidas por el alumno en la formacin del
profesorado de su propio Centro (E.U. Profesorado E.G.B. Universidad de Alicante). Primeras -
Jomadas Nacionales de Didctica Universitaria. Madrid, Consejo de Universidades, Secretara
General, pp. 131-146.
WITTROCK, M.C. (1986): Handbook of Research on Teaching. Nueva Y ork, Macmillan.
ZEICHNER, K. (1988): Estrategias alternativas para mejorar la calidad de la enserianza por medio de la
reforma de la formacin del profesor: tendencias actuales en Estados Unidos. En A. Villa (Coord):
Perspectivas y problemas de la funcin docente. 11
Congreso Mundial Vasco. Madrid, Narcea.
MOTIVACIONES DE LOS PROFESORES RESPECTO
A SU FORMACION PERMANENTE
JOAN BISCARRI GASSIO
RESUMEN
Este artculo se basa en parte de los resultados de la investigacin del autor sobre la identificacin de
los factores motivacionales que subyacen en las decisiones que toman los profesores sobre su participacin
en actividades de formacin permanente. Se concluy que, si bien los profesores deciden participar en estas
actividades principalmente por la presencia de ciertos factores motivadores o intrinsecos que afectan a su
instrumentalidad percibida, sus decisiones de no participar se basan principalmente en la ausencia de otros
factores extrnsecos que afectan a la expectativa de realizacin de las actividades.
ABSTRACT
This paper is partly based on the outcomes of the author's research about identification of the
motivational factors underlying in decisions that teachers are taking about your participation in training
inservice activities. It is concluded that, although the teachers resolve to attend to the activities mainly by
the presence of certains motivator or intrinsic factors affecting the perceived instrumentality,- their decision
to not participate is mainly based on the lack of anothers extrinsic factors affecting the realization
expectancy of activities.
PALABRAS CLAVE
Formacin permanente de los profesores, Motivacin de los profesores, Condiciones de la
enseanza, Anlisis factorial.
KEYWORDS
Teacher training inservice, Teacher motivation, Teaching conditions, Factorial analysis.
1. INTRODUCCION
El presente artculo se basa en parte de los resultados de la investigacin del autor
(Biscarri, 1991, 1992) sobre la identificacin de las motivaciones de los profesores con
respecto a su propia fonnacin permanente.
Actualmente, nadie pone en duda que la formacin de cualquier profesional no se
agota durante su periodo de formacin inicial, sino que forma parte de un proceso que, de
alguna manera, continua a lo largo de todo su ciclo vital profesional de modo
ininterrumpido. Esto resulta especialmente pertinente en el caso de la formacin de los
profesionales de la educacin. La formacin permanente de los profesores constituye, en
nuestra sociedad, una necesidad prioritaria desde diversos puntos de vista, tanto para la
actualizacin de sus conocimientos metodolgicos y de contenidos, como para dar respuesta
Rvta. Interuniversitaria de Forrnacin del Profesorado, n9 18, SepbrelDecbre 19 9 3, pp. 221-237
222BISCARRI GASSIO, JOAN
a las cambiantes expectativas sociales respecto a la funcin docente, como, en definitiva,
para incidir significativamente en la eficacia del sistema educacional y en la calidad de los
procesos de enseanza-aprendizaje de los que el profesor se responsabiliza (Imbemon, 1987).
Por otra parte, las cOndiciones coyunturales comunes a la mayora de las sociedades
desarrolladas de nuestro entorno han conducido a un retraimiento de la incorporacin de
nuevos profesores a los sistemas escolares, mientras que la renovacin vegetativa del
profesorado de estos sistemas ser previsiblemente muy lenta en las prximas dcadas, dada
la juventud de la mayora de los profesionales de la docencia en activo. Con ello, la
necesidad general de formacin permanente se ve agudizada si se quiere evitar el
estancamiento, la rutinizacin y la impermeabilidad de los sistemas escolares ante cualquier
tipo de renovacin, reforma o innovacin educativa (Lester, 1988; Vonk, 1988; Samper,
1990).
Despus de numerosas experiencias de formacin permanente de los profesores en las
^ltimas dcadas, caracterizadas por loables iniciativas individuales y voluntaristas, pero con
una escasa incidencia en el conjunto del profesorado y, por tanto, en el propio sistema
educacional, el reto al que se enfrentan actualmente los pases de nuestro entorno es el de la
institucionalizacin y la generalizacin de la formacin permanente a todos los
profesionales de la educacin (0CDE-CERI, 1982; Vilarrasa, 1985; Ant ^nez, et al., 1987).
Ello requiere plantearse con una cierta rigurosidad, por una parte, las caractersticas y
necesidades generales del profesorado en su desarrollo profesional y, por otra, y en
particular, la cues^n de las motivaciones que subyacen en los profesores para participar en
las diversas actividades de formacin permanente. Ni siquiera una hipottica obligatoriedad
de esta formacin permanente para los profesores permitira obviar esta cuestin, de modo
similar a como la extensin y obligatoriedad de la enseanza bsica a toda la poblacin
infantil tampoco resolvi, en su momento, el problema de "como motivarles a hacer lo que
se supone que deben hacer, y, adems, hacerlo bien".
Sin embargo, el estudio de las motivaciones que conducen a los profesores a
implicarse en actividades de formacin permanente cabe relacionarlo fundamentalmente con
el desarrollo de su actividad profesional, esto es, con su trabajo como profesor. Por ello, las
motivaciones para realizar esa "parte" de su rol profesional que es la formacin permanente
deben relacionarse asimismo con las que les impulsan a desempear, con mayor o menor
acierto, el conjunto de tareas relacionadas con el rol profesional de profesor y las
condiciones en que se ejercen. Es por ello que cabe enmarcar las motivaciones del profesor
para participar en actividades de formacin permanente en la cuestin ms general de las
motivaciones del profesor respecto a su trabajo o, en otros trminos, de las motivaciones
del profesor para ensear (Genovard y Gotzens, 1990).
A diferencia de la extensa literatura disponible sobre la motivacin de los alumnos en
el aprendizaje, la motivacin de los profesores para ensear ha recibido muy escasa atencin
desde el campo de la psicologa educacional. Y menos a^n las motivaciones de los
profesores respecto a la cuestin especfica de su formacin permanente. Las escasas
aproximaciones disponibles a ambos temas parten habitualmente de las teoras generales
sobre la motivacin en el trabajo, y representan una mera aplicacin al trabajo del profesor,
del mismo modo que podran aplicarse a cualquiera otro trabajo o actividad profesional, aun
teniendo en cuenta ligeras especificidades de la tarea docente.
MOTIVACIONES DE LOS PROFESORES RESPEC7'0 A SU FORMACION PERMANENTE223
Pareca necesario, por tanto, abordar la cuestin motivacional directamente
relacionada con la especfica actividad docente, tratando de identificar cuales son los factores
o dimensiones motivacionales que subyacen, en la prctica, en las decisiones que toman los
docentes de implicarse en actividades de formacin permanente, as como el valor o
importancia relativa que le otorgan a cada uno de ellos para tomar una u otra decisin.
Con este objetivo principal se plante la presente investigacin. Despus de revisar
las principales teoras y conceptos sobre la motivacin en el trabajo, en la medida que
pudieran resultar significativas para enmarcar el estudio de las motivaciones de los
profesores para ensear, se revisaron algunos estudios que, desde diversos contextos
tericos, se han centrado en las motivaciones del profesor respecto al conjunto de su
actividad profesional, para terminar revisando aquellas escasas investigaciones
especficamente centradas en la motivacin del profesor respecto a las actividades de
formacin permanente. De enue todas ellas researemos ^nicamente aqu, de modo muy
breve, los trabajos de Silver (1982), debido a su interesante aproximacin terica a la
motivacin en el trabajo de los profesores, el de Corwin y Egner (1977), sobre las
motivaciones de los profesores respecto a su formacin permanente, y el de Thompson
(1984), sobre esta misma cuestin, debido al inters metodolgico de su aproximacin a
ella.
2. PRECEDENTES DE APROXIMACION AL TEMA DE ESTUDIO
Silver (1982) propuso una interesante articulacin terica, para abordar el estudio de
la motivacin del profesor en su trabajo, entre la teora de la expectativa de Vroom (1964) y
la teora bifactorial de la motivacin-higiene de Herzberg (1959).
Recordemos que, de acuerdo con la teora de la expectativa de Vroom, la accin del
individuo en su trabajo produce dos tipos de resultados: directos, o inmediatos a la propia
accin, e indirectos, que suceden como consecuencias ms o menos previsibles de los
resultados directos. La motivacin para realizar una accin estara en funcin de la
expectativa de obtencin de los resultados directos o inmediatos a esa accin, y de la
instrumentalidad de la misma, es decir, la probabilidad percibida de que se deriven de ella,
asimismo, cienos resultados indirectos ms o menos deseados.
As, por ejemplo, sugiere Silver, cuando un profesor prepara una leccin para la
clase, el resultado directo podra ser una buena leccin, una leccin mediocre, o una leccin
deficiente. Estos seran los posibles resultados directos de la accin de preparar una leccin.
Si, finalmente, el resultado es una buena leccin, los estudiantes quizs se muestren ms
atentos y en orden, quizs consigan aprender ciertos contenidos, quizs el profesor se sienta
bien, quizs la direccin le reconozca su buena actuacin, etc. Mientras que cabra esperar
otras consecuencias indirectas derivadas de un resultado directo negativo.
Una persona se siente motivada a realizar una accin en funcin del grado en que cree
que los resultados directos de ella producirn resultados indirectos ms o menos deseables,
as como del grado en que crea que el resultado directo resulta factible para ella y en ciertas
condiciones. En el ejemplo de la planificacin de la leccin, el profesor se sentir motivado
para invertir su esfuerzo en planificarla si cree que de este modo es probable producir una
buena leccin (expectativa), y si cree que esa buena leccin conllevar probablemente ciertos
Estimaciones
sub'etivas
motivacin n .
mccin
interpretaciones de la experiencia pasada
Factores
motivadores
(alta valencia)
Resultados
expectativa Resultados
directos
instrumentalidad
224BISCARRI GASSIO, JOAN
resultados indirectos (instrumentalidad) suficientemente atractivos o valiosos para el
profesor (valencia).
Por otra parte, Silver considera que, entre los resultados indirectos, cabe distinguir
fundamentalmente entre los factores que Herberg denomin "motivadores", y que tendran
una valencia elevada para el profesor, y los que llam "de higiene", de valencia moderada.
Los primeros, seg ^n Herzberg, son los que producen satisfacciones de carcter
intrinseco al propio trabajo, y representan los autnticos motivadores en un sentido
positivo. Por ejemplo, un profesor puede esperar un elogio (reconocimiento), un sentido de
cumplimiento (logro), o la satisfaccin de haber aprendido algo (posibilidad de desarrollo),
como resultado de su esfuerzo. Mientras que los factores de higiene se refieren ms bien a
las condiciones ms o menos satisfactorias en que se realiza el propio trabajo y a su posible
mejora como consecuencia de su esfuerzo, tales como aumentos salariales, un ambiente de
trabajo ms agradable, un mejor sistema de supervisin de su trabajo, etc. Adems, para
Silver, los factores motivadores resultan ms atractivos para el profesor, y de ms probable
consecucin como consecuencia de su esfuerzo, que los factores de higiene.
Silver ilustr esta sintesis terica con el siguiente esquema:
Esquema 1. Sintesis de los enfoques de la motivacin-higiene (Herzberg) y de
la expectativa (Vroom) respecto a la motivacin del profesor
Silver (1982)
El modelo de Silver indica que la motivacin del profesor para realizar una accin
relacionada con su trabajo est afectada por la expectativa de conseguir ciertos resultados
directos de ella, y por su instrumentalidad, o probabilidad percibida de que esta accin
conlleve ciertos resultados indirectos deseados. Y sera en base a las experiencias pasadas
similares como los profesores realizaran estimaciones subjetivas sobre la expectativa y la
instrumentalidad de una accin presente.
{ >
indirectos
Factores de
higiene
(valencia
moderada)
Por su parte, el trabajo de Corwin y Egner (1977) constituye una de las escasas
investigaciones que han tratado de poner de manifiesto las motivaciones reales que subyacen
en las decisiones de los profesores de participar en actividades de perfeccionamiento y
formacin permanente, tomando como marco de referencia la teora de la expectativa de
Vroom. Basndose en las respuestas a un cuestionario enviado por correo a 135 profesores,
Impulso
E V a 1 1
Y k u
1 2
Mot i va ci n
i ndi vi dua l
A ct i vlda d 1
A ct i vi da d 2
A ct i vi da d 3
A ct i vl i da d n
R e sult a do 1
R e sult a do 2
R e sult a do 3
R e sdlt a do n
A ct ua li za ci n de
conoci mi e nt os
MOTIVACIONES DE LOS PROFESORES RESPECTO A SU FORMACION PERMANEIVIE
225
propusieron el siguiente esquema que dara cuenta de su motivacin individual respecto a la
participacin en actividades de perfeccionamiento profesional:
Esquema 2. Motivacin del profesor para participar en
actividades de perfeccionamiento profesional
Corwin y Egner (1977)
En este modelo, la Expectativa (E) se refiere a la probabilidad percibida de poder
realizar con xito una actividad para la mejora profesional, distinguiendo esta realizacin
exitosa de la actividad de lo que sera su resultado directo, que, en este caso, sera la
actualizacin de conocimientos del profesor. Por otra parte, la Instrumentalidad tiene aqu
dos vertientes: la Instrumentalidad 1 (I1), que sera la probabilidad percibida de que la
realizacin de una actividad produzca el resultado directo de una actualizacin de
conocimientos del profesor, y la Instrumentalidad 2 (I2), entendida como la probabilidad
percibida de que esa actualizacin de conocimientos conlleve unos resultados indirectos, ms
o menos valorados, relacionados con el trabajo del profesor.
Corwin y Egner concluyeron que los profesores invierten su esfuerzo en las
actividades de perfeccionamiento cuando las perciben con un alto grado de instrumentalidad
para obtener los resultados que desean. Sin embargo, la decisin de participar en actividades
de este tipo estara mediatizada de alg ^n modo por la expectativa, o probabilidad percibida de
poder realizar efectivamente esa actividad. Pareca que, cuando esta expectativa era baja,
resultaba poco probable que se diese el esfuerzo por muy alta que fuera la instrumentalidad y
la valencia de los resultados deseados. Adems, mientras que la instrumentalidad de una
accin pareca afectada principalmente por factores intrinsecos a la propia actividad, la
expectativa apareca relacionada con factores de carcter extrinseco a la propia actividad, y
vinculados mas bien a ciertas condiciones que hacan posible su realizacin.
Estos datos, que recuerdan en cierto modo la distincin bifactorial de Herzberg, nos
llevaron a preguntarnos si pueden distinguirse efectivamente unos motivos predominantes
para participar en actividades de forrnacin, relacionados principalmente con la percepcin de
una alta instrumentalidad de las mismas, de otros motivos bsicamente distintos para no
participar, y cuya ausencia se relacionara ms bien con una baja expectativa de realizacin.
Por ^ltimo, el trabajo de Thompson (1984) representa un precedente metodolgico
interesante para abordar el tema que nos ocupa, principalmente por su utilizacin del
anlisis factorial para identificar empricamente ciertas dimensiones u orientaciones
motivacionales en las que se basan los profesores para tomar sus decisiones de
participacin.
226BISCARRI GASSIO, JOAN
Este autor remiti un cuestionario, basado en el Education Participation Escale de
Haag (1976), a 151 profesores que haban participado recientemente en alguna actividad de
formacin, que constaba de 40 items sobre los que los profesores deban valorar su grado de
influencia (mucha, bastante, poca o ninguna) en su decisin de asistencia.
Mediante el anlisis factorial de las respuestas identific seis factores principales, con
valores propios (eigenvalue) iguales o mayores que 1, que explicaban entre el 42.7 To
(primer factor) y el 6.9 % (sexto factor) de la variancia total:
El Factor 1, Relaciones sociales, se refera a la necesidad de asociacin y aceptacin
social, participacin en actividades grupales, evitacin de la monotona, etc, y poda
interpretarse, por tanto, como un factor motivacional de b ^squeda de relaciones sociales.
Con una puntuacin media de 1.70 (sobre una escala de 1 a 4), se situaba en 5Q lugar en
cuanto a su importancia motivacional para los profesores.
El Factor 2, Avance o progreso social, expresaba una preocupacin por el avance o
progreso dentro de la propia profesin, tanto en un sentido de mayor competencia como de
elevar su status profesional. Con una puntuacin media de 2.79 resultaba el factor mas
valorado por los profesores para decidir su participacin.
El Factor 3, Expectativas externas, expresaba un intento de satisfacer ciertos
requeriemientos o necesidades externamente impuestas por ciertos individuos o
instituciones. Con una puntuacin media de 2.15, este factor se situaba en un tercer lugar de
importancia.
El Factor 4, Estimulaciniescape, reflejaba una necesidad de estimulacin, de escapar
del aburrimiento o de un ambiente poco estimulante. Con una puntuacin de 1.41 este
factor resultaba el menos valorado en cuanto a su importancia percibida.
El Factor 5, Inters cognitivo, manifestaba un deseo de aprender y una b ^squeda de
conocimientos por su valor intrinseco, y, con una puntuacin media de 2.71, se situaba en
segundo lugar en cuanto a su importancia percibida por los profesores, muy ligeramente por
debajo del factor de Avance profesional.
Por ^ltimo, el Factor 6, Bienestar social, reflejara un amplio sentido humanitario y
de preocupacin de servir a la comunidad, y, con una puntuacin de 2.11, se situaba en
cuarto lugar en cuanto a su importancia percibida por los profesor es para decidir su
participacin en actividades de formacin.
Thompson no observ diferencias significativas relacionadas con ciertas variables de
identificacin controladas como grupo de edad, estado civil, nivel de estudios, tiempo de
experiencia, etc.
Del trabajo de Thompson se desprenda, por tanto, que el anlisis factorial de las
respuestas de los profesores a un cuestionario sobre sus motivos de participacin permita
identificar ciertos factores o dimensiones motivacionales relevantes que influyen
diferencialemente en su decisin de participar en actividades de formacin permanente,
F a c t o r e s
C o n o c i m i e n t o s
E,A c t i v i d a d e s d e 1 1
____>adquiridos 12
m o t i v a d o r e s
y d e
}f o r m a c i n
( r e s u l t a d o s
\ ,
'h i g i e n e
p e r m a n e n t e
d i r e c t o s )
( r e s u l t a d o s
i n d i r e c t o s )
Es t i m a c i o n e s
s u b j e t i v a s
i
i n t e r p r e t a c i o n e s d e l a e x p e r i e n c i a p a s a d a
\J"
M o t i v a c i n
d e l p r o f e s o r
1
<
MOTIVACIONES DE LOS PROFESORES RESPECTO A SU FORMACION PERMANEIVTE
227
siendo los factores ms influyentes, en su estudio, el avance y progreso profesional que
esperan obtener con su participacin en ellas, y el inters cognitivo por los conocimientos
adquiridos en s mismos.
Sin embargo, Thompson trat de averiguar los factores motivacionales subyacentes
en la decisin de asistir a actividades de formacin, pero no aquellos que los profesores
pueden tener en cuenta cuando stos toman la decisin contraria (de no asistir), los cuales,
como se apuntaba anteriormente, quizs podran estructurarse de un modo cualitativamente
distinto si uno y otro tipo de decisiones se asentasen en aspectos distintos del proceso
motivacional (expectativa vs. instrumentalidad).
3. PLANTEAMIENTO GENERAL DE LA INVESTIGACION
En base a estos precedentes tericos y metodolgicos se realiz el planteamiento
general de nuestro estudio para tratar de identificar los factores motivacionales que subyacen
en las decisiones de los profesores respecto a la participacin en actividades de formacin
permanente. En efecto, los esquemas descriptivos propuestos por Corwin y Egner (Esquema
1) y por Silver (esquema 2) parecan susceptibles de una integracin coherente para describir
este proceso motivacional de los profesores. Esto es lo que se pretendi ilustrar con el
Esquema 3:
Esquema 3. Motivacin del profesor para participar en
actividades de formacin permanente
En este modelo, la motivacin del profesor para participar en actividades de
formacin permanente estara en funcin de los tres elementos definidos por Corwin y
Egner (1977):
1) la Expectativa (E), o probabilidad percibida de poder realizar con xito una
actividad de formacin permanente;
2) la Instrumentalidad 1 (11), o probabilidad percibida de que esa actividad conduzca al
resultado directo de una cierta adquisicin de conocimientos;
228
BISCARRI GASSIO, JOAN
y 3) la Instrumentalidad 2 (I2), o probabilidad percibida de que los conocimientos
adquiridos mediante la actividad de formacin conlleven ciertos resultados indirectos ms o
menos deseados.
Adems, el modelo incorpora dos aspectos de la propuesta de Silver (1982):
1) los resultados indirectos de las actividades pueden referirse, en principio, tanto a
factores motivadores como de higiene (en la terminologa de Herzberg);
y 2) las estimaciones subjetivas de los profesores sobre una actividad particular
propuesta se configuraran de acuerdo con las interpretaciones del profesor de sus anteriores
experiencias similares, lo que le permitira anticipar las consecuencias previsibles de su
accin.
Cuando el profesor, en funcin de experiencias similares en el pasado, estimase que
cierta actividad de formacin permanente probablemente no conllevar la presencia de ciertos
factores contextuales (como, por ejemplo, del tipo que Corwin y Egner denominaron
"tiempo y dinero"), su Expectativa (E) de realizacin de esa actividad sera baja y, por tanto,
sera ms probable una decisin de no participacin. Si, por el contrario, el profesor
estimase que dichos factores de higiene se hallaran probablemente presentes, al menos hasta
cierto punto, en relacin a dicha actividad, la Expectativa (E) sera alta, y lo que pasara a
percibirse como preponderante para decidir su asistencia sera su instrumentalidad (Il e 12)
para obtener ciertos resultados directos y/o indirectos.
4. POBLACION, METODO DE RECOGIDA DE DATOS Y MUESTRA
De acuerdo con este esquema, nuestra investigacin se bas en una poblacin de
profesores sin el requisito previo de haber participado recientemente en actividades de
formacin (como en el caso del estudio de Thompson), esto es, en todos los profesores en
activo de una rea territorial determinada. Puesto que la formacin permanente de los
profesores en Catalunya tiende a territorializarse comarcalmente alredcdor de los
denominados Centres de Recursos Pedaggics, se consider que una buena delimitacin
poblacional podra ser la de todos los profesores (EGB, FP y BUP) de la comarca de La
Noguera (Lleida), cuyas caractersticas en cuanto a poblacin docente no son, en trminos
generales, significativamente distintas de las del conjunto de Catalunya.
El total de la poblacin docente en ac ^vo en esta comarca en el curso 1989-90 era de
319 profesores (197 de EGB y Preescolar, 57 de FP y 65 de BUP).
El instrumento de recogida de datos consisti en un cuestionario de elaboracin
propia que constaba de 33 preguntas divididas en tres bloques temticos (datos demogrficos,
el trabajo de profesor, y su formacin permanente).
El tercer bloque temtico era el principal para la investigacin al recoger preguntas
(de la 18 a la 33) directamente relacionadas con su formacin perrnanente. De ellas, las ms
MOTIVACIONES DE LOS PROFESORES RESPECTO A SU FORMACION PERMANEITTE229
importantes para el objetivo principal de nuestro estudio, eran la 24, la 30, y la 33, cada
una de ellas compuestas por 20 items. La pregunta 24 relacionaba los diversos motivos que,
potencialmente, pudieran haber tenido alguna influencia en la decisin de asistir a una de las
^ltimas actividades de formacin permanente en que participaron los profesores. La pregunta
30 se refera a los posibles motivos por los que tomaron una decisin contraria (de no
asistencia a una actividad de formacin). Mientras que la pregunta 33 planteaba las posibles
condiciones en las que, hipotticamente, los profesores crean que aumentara sensiblemente
su participacin en actividades de formacin. En los items correspondientes a todas estas
preguntas se ofrecieron cuatro alternativas de respuesta sobre su grado de influencia (mucho,
bastante, poco o nada).
De los 319 cuestionarios enviados por correo fueron devueltos correctamente 150, lo
que representa un 47.02 %, a^n con notables diferencias entre los niveles docentes (EGB:
56.34 %; FP: 35.08 %; BUP 29.23 %).
Sefialaremos aqu ^nicamente algunos de los resultados del anlisis descriptivo de las
respuestas a estas tres preguntas bsicas, as como los correspondientes anlisis factoriales
con los que se identificaron los factores en cada caso.
5. ANALISIS DE LOS RESULTADOS
Los tres motivos de asistencia (P.24) considerados ms importantes por los
profesores (sobre una escala de 0 a 3) fueron:
1 9 La utilidad prctica de la actividad de cara a su aplicacin o utilizacin en el aula
(M= 2.490).
29 El inters de la actividad para la actualizacin o mejora de sus conocimientos en
las materias que imparten (M= 2.272).
39 Las posibilidades de horario o tiempo disponible para ir (M= 2.000).
Se observa, por tanto, que los dos motivos mas valorados para decidir asistir a una
actividad de formacin remiten a que las caractersticas intrinsecas de la actividad propuesta
la hagan instrumentalmente eficaz para su trabajo como docentes, lo que se relaciona con la
percepcin de instrumentalidad de nuestro modelo. Mientras que el tercer motivo se refiere
ms bien a una condicin posibilitadora, la disponibilidad de tiempo, antes que al contenido
particular de la actividad propuesta, distincin que parece crtica de acuerdo con el
planteamiento de la investigacin.
Los tres motivos ms influyentes para decidir la no asistencia (P.30) fueron:
1 9 Las dificultades de horario o tiempo disponible para ir (M= 2.397).
230
BISCARRI GASSIO, JOAN
2Q La existencia de otras tareas relacionadas con su actividad docente que requeran
su atencin (M= 1.653).
La excesiva distancia o dificultades de traslado al lugar donde se realizaba la
actividad (M= 1.339).
Si se comparan, pues, los principales motivos de asistencia alegados con los
principales motivos de no asistencia, se aprecian ya diferencias cualitativas entre los tipos
de motivos manejados. Distincin que queda reforzada al comparar el conjunto de los
motivos valorados en uno y otro caso.
Parece, por tanto, que la percepcin que tienen los profesores de los motivos por los
que asisten a una actividad y la de aquellos por los que no asisten difieren cualitativamente,
y no es la mera ausencia de los motivos valorados de asistencia lo que justifica la decisin
de no asistencia. Los primeros hacen referencia principalmente a apreciaciones sobre la
instrumentalidad de las actividades de formacin, mientras que los segundos se refieren a
estimaciones sobre la ausencia de condiciones posibilitadoras extrinsecas al contenido de la
actividad en s misma.
La pregunta 33 se refera a las condiciones que, hipotticamente, podran aumentar en
el futuro su participacin en estas actividades, las cuales no tienen porqu coincidir con los
motivos por los que toman sus decisiones en las condiciones actuales. Sealaremos aqu
^nicamente que las seis condiciones ms valoradas por los profesores parecan mezclar
altemativamente uno y otro tipo de motivos. As, las condiciones la, 3a y 5a (en orden de
valoracin) hacan referencia al contenido e instrumentalidad de la actividad, y figuraban
asimismo entre los motivos ms valorados de asistencia (mayor utilidad de la actividad para
su aplicacin prctica en el aula; que contribuyan ms a aumentar sus conocimientos en las
materias que imparten; y que sean ms atractivas en s mismas). Mientras que las otras tres
condiciones ms valoradas (2a, 4a y 6a) se referan ms bien a aspectos de formato o
condiciones extemas al contenido de la propia actividad, y correspondan asimismo a la
modificacin de tres de los motivos ms valorados de no asistencia (distancia al lugar de la
actividad; horario o tiempo disponible para asistir; y coste econmico).
Esta coincidencia induca a pensar que los profesores, cuando tratan de proyectar hacia
el futuro las condiciones ideales que podran aumentar su asistencia a esas actividades,
resuelven la aparente dicotoma que se observaba entre el tipo de motivos actualmente
predominantes de asistencia y el tipo de motivos por los que actualmente no asisten a una
actividad, mediante alguna combinacin integradora de ambos.
Por otra parte, el anlisis factorial a travs del programa SPSSx de los motivos de
asistencia permiti identificar los siguientes seis factores, rotados mediante el mtodo
Varimax, que, con valores propios iguales o superiores a 1, explicaban conjuntamente el
64.7 % de la variancia total:
F 6
Otr os
p a r ti c u l a r e s
M.20: P= 0.211;DT= 0.704
M.8: P= 1.347;DT= 1.203
M.1: P= 2.000;DT= 0.936
M.3: P= 1.068;DT= 0.991
M.11: P= 0.633;DT= 0.722
F5
Condi c i one s
m a t e r i a l e s
MOTIVACIONES DE LOS PROFESORES RES'PECTO A SU FORMACION PERMANEIVTE 23 1
Figura 1. Factores motivacionales de asistencia (M)
Fl
Pr e si one s y
c om p r om i sos
soc i a l e s
M.19: P= 0.293;DT= 0.588
M.14: P= 0.272; DT= 0.568
M.17: P= 0.159; DT= 0.525
M.13: P= 0.803; DT= 0.926
P= 0.406
DT= 0.708
F 2
P= 2.252
Moti va r i one s
DT= 0.827
doc e nte s o
p r of e si ona l e s
1,
-decidir que medir
Evaluacin de resultados
cn trminos dc:
- reformulacin
-diseflo
-tcnicas
.6
- etc.
'
Figura 2. Resolucin de problemas. (Assessmentof Performance Unit,1986).
26 2SAULEDA PARES, NARCISO y MARTINEZ RULZ, MARIA DE LOS ANGELES
. . . . . . . . . . : . . . . . . . . . .
: Deltieziu'aithiar . . . ev
. . . . : . . . : . . . . . . . . . . . . . . . . . : . . . . : .
dese : : . Ctialidai . ni aiel: pl. : 1 1 . : eith.
gear1 V
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
iacin
. . . . . . . ,. . . .
(a) Reconocirniento y formulacinde un
problenia
Defendibilidad de las hip6tesis y postulados; identificaci6nde las
variables a estudiar; identificacinde las variables a controlar.
(b) Diseo y planificacindel diseo
experimental
Eleccinde las condiciones experimentales, incluyendo la seleccin
de los aparatos y tcnicas y
procedimientos para medir; disponer lo
necesario para variar y controlar las variables; secuenciar las
operaciones, etctera.
(c) Ejecucindel trabajo experimental
(manipulaci6n)
Trabajo metdico; correcciny seguridad de la tcnica experimental,
destreza manual enla ejecucindel trabajo prctico; ordeny
organizacin.
(d) Habilidad de observar y medir
(incluyendo el registro de datos y
observaciones)
Exactitud y pecisinenlas mediciones; fiabilidad de las
observaciones. Cuidado y fiabilidad enla recolecciny registro de
datos y observaciones.
(e) Interpretaciny evaluacinde los
datos y observaciones
Defendibilidad de las conclusiones e inferencias obtenidas de los
datos experimentales, y su relevancia para el problema investigado.
Evaluacit5nde las limitaciones y potenciales fuentes de error
asociadas conel trabajo experimental.
Figura 3. Dimensiones a considerar enla evaluacinde los procesos de la ciencia.
(Kempa, 1 986).
Se halla, relativamente, extendida la opininde que la evaluacinde los procesos o
habilidades cientficas slo puede ser efectuada a travs de actividades de laboratorio o de
campo, empero si se analizanlas destrezas formuladas enla figura 3 se percibe que, excepto
la habilidad ejecutar trabajo experimental, el resto puede ser valorado a travs de pruebas de
lpiz y papel, ya que las operaciones sonbsicamente de carcter cognitivo. De todas las
destrezas sefialadas anteriormente la ejecucin de trabajo experimental (manipulacin) es la
^nica que obligatoriamente debe ser evaluada enel laboratorio. Enbase a ello y para facilitar
su anlisis y evaluacin, Kempa (1 986) propone la subdivisinrefiejada enla figura 4.
. Destreza-. --
. .
Rasgos presentes en la ejecticin. .
Trabajo met6dico