1 El Tráfico de Mujeres Notas Sobre La Economía Política Del Sexo

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Gabriel Antonio Echeverra Nava

Lamas, Martha (2003) El trfico de mujeres: notas sobre la economa poltica del
sexo, En El gnero. La construccin cultural de la diferencia sexual.
PUEG: UNAM, Mxico, pp.35-96.
El trfico de mujeres: notas sobre la economa poltica del sexo.
La literatura sobre las mujeres, es una larga meditacin sobre la cuestin de la
naturaleza y la gnesis de su opresin y su subordinacin social. Para dar sentido
al carcter de este texto habra que dejar en claro que una mujer es oprimida bajo
ciertas relaciones, entonces una tarea importante es dar cuenta de Cules son
esas relaciones a partir de las cuales la mujer se convierte en una mujer
oprimida?. Para intentar encontrar el sentido de estas relaciones, nos
fundamentamos en los textos de Claude Lvi-Strauss y Sigmund Freud, de los que
surgen los instrumentos conceptuales necesarios para construir descripciones de
la vida social que funge como sede de la opresin de las mujeres, las minoras
sexuales y ciertos aspectos en la personalidad humana de los individuos.
A partir de esta necesidad surge el concepto sistema de sexo/gnero definido
como el conjunto de disposiciones por el que una sociedad transforma la
sexualidad biolgica en productos de actividad humana y en la cual se satisfacen
esas necesidades humanas transformadas. El origen de este concepto se da, en
la incapacidad de distintas corrientes del pensamiento para dar explicacin o
conceptualizacin de la opresin sexual. En el caso del marxismo como teora
social se da, puesto que este no se interesa en dar explicaciones sobre el sexo, el
hecho de que quienes conforman las clases sociales sean hombres o mujeres no
adquiere gran relevancia, en contraste con autores como Freud o Lvi-Strauss,
que otorgan un gran reconocimiento al papel de la sexualidad en la sociedad, lo
que genera diferencias importantes en la experiencia social entre hombres y
mujeres.
Marx
Dado que desde la teora marxista se da sentido a la opresin de clases sociales,
es recurrente encontrar que desde esta perspectiva se pretenda explicar la
manera en que las mujeres han sido oprimidas. Hay distintas formas de explicarlo,
por ejemplo se dice que las mujeres tienen la funcin de servir como una fuerza de
trabajo de reserva y dados sus salarios inferiores (en relacin a los hombres)
otorgan plusvala extra al patrn capitalista, as mismo se dice que dada su
funcin de administradoras del consumo familiar, son ellas en gran medida
quienes dictaminan el sentido del consumismo capitalista. No obstante algunos
artculos han pretendido fines ms ambiciosos ubicando la opresin de las
mujeres justo en el centro de la dinmica capitalista sealando la relacin entre el
trabajo domstico y la reproduccin de la mano de obra, siendo el primero vital
para el desarrollo del segundo. En este sentido son las mujeres, amas de casa
quienes desempean mayoritariamente dicho trabajo domstico (que adems se
argumenta que dicho trabajo domstico, al no ser remunerado, el trabajo
domstico ayuda a la obtencin de una plusvala mayor por parte del capitalista).
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A pesar de dar algo de sentido a las prcticas realizadas por hombres y mujeres,
no se centra en la tarea de explicar el porqu de la opresin hacia las mujeres, no
pretende explicar porque mujeres y hombres desarrollan funciones especficas, as
como tampoco da sentido al elemento histrico y social, que permite generar un
sentido y una herencia cultural que se transmite y se vuelve replicadora de
estereotipos bien establecidos de masculinidad y feminidad.
Engels
En el texto El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado, Engels ve la
opresin sexual como una herencia que adquiere el capitalismo de sistemas
sociales que le preceden, as mismo se busca integrar el sexo y la sexualidad en
su teora social. Engels indica que mediante la transformacin de los elementos
del mundo natural en objetos de consumo humano, se busca satisfacer las
necesidades, no obstante no se agotan los requerimientos humanos
fundamentales, puesto que un grupo humano busca la preservacin mediante la
reproduccin, es as que las necesidades sexuales y de procreacin deben ser
satisfechas.
Engels indica la existencia e importancia del campo de la vida social llamado
sistema de sexo/gnero, modo de reproduccin o patriarcado, tres propuestas
hechas para distinguir entre sistemas econmicos y sexuales. Esta terminologa
vincula al concepto de economa con el concepto de produccin a la vez que el
sistema sexual se vincula con la reproduccin, as se reduce la riqueza de amos
sistemas en tanto que en ambos se llevan a cabo producciones y reproducciones.
Cada sociedad tiene modos sistemticos de trata el sexo, el gnero y la
reproduccin, dicho sistema puede ser sexualmente igualitario o no, puede estar
estratificado por gneros (como comnmente ocurre). Sin embargo siempre es
importante mantener una distincin entre la capacidad y la necesidad humana de
crear un mundo sexual y los modos empricamente opresivos en que se organizan
dichos mundos sexuales, el trmino patriarcado subsume ambos sentidos en el
mismo trmino, mientras que sistema sexo/gnero es un trmino neutro que se
refiere a ese campo e indica que la opresin no es inevitable, sino que es producto
de las relaciones sociales especfica que se jactan en esa estructura. Cualquiera
que sea el trmino que utilicemos, lo importante es desarrollar conceptos para
describir adecuadamente la organizacin social de la sexualidad y la reproduccin
de las convenciones de sexo y gnero.
Parentesco (sobre el papel que desempea la sexualidad en la transicin del
mono al hombre).
Para los antroplogos, un sistema de parentesco no es una lista de parientes
biolgicos, ms bien es un sistema de categoras y posiciones que a menudo
contradicen en las relaciones genticas reales, el funcionamiento interno de los
sistemas de parentesco son desde hace mucho tiempo, objeto de una intensa
controversia, ya que los sistemas de parentesco varan mucho entre culturas y
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cada sistema contiene las normas que rigen las relaciones que se establecen o
que no se deben establecer.
El texto Las estructuras elementales del parentesco, escrito por Lvi-Strauss, se
entiende explcitamente a parentesco, como una imposicin de la organizacin
cultural sobre los hechos de procreacin biolgica, considerando la importancia de
la sexualidad en las sociedades humanas en las que no se concibe al humano
como abstracto o carente de gnero, en dicha obra el humano siempre es hombre
o mujer y por ende es posible seguir los divergentes destinos sociales de ambos
sexos. Puesto que para este autor la esencia de los sistemas de parentesco, se
encuentra en el intercambio de mujeres entre hombres, implcitamente construye
una teora de opresin sexual.
Vil y preciosa mercanca: Monique Wittig.
Las estructuras elementales del parentesco es un tratado sobre los sistemas de
parentesco, un intento de discernir los principios estructurales del parentesco.
Levi-Strauss en este texto articula una dinmica de funcionamiento, sin embargo
dos de sus elementos resultan ser de particular importancia para la mujer: el
regalo y el tab del incesto. En primer lugar, uno de los rasgos ms notables de
las sociedades primitivas es la capacidad de dar, recibir y devolver regalos o
presentes, lo que domina las relaciones sociales. Hacer regalos confiere a los
participantes una relacin especial de confianza, solidaridad y ayuda mutua, a
reserva que pueda interpretarse como una relacin de competencia o rivalidad.
Los reglaos son, los hilos del discurso social, medios por los cuales, esas
sociedades se mantenan unidas en ausencia de instituciones gubernamentales.
Lvi-Strauss aadi la idea de que el matrimonio es una forma bsica de
intercambio, en la cual, las mujeres constituyen el regalo. As, entender el tab del
incesto es entenderlo como un mecanismo para regular que dichos intercambios
tengan lugar entre familias y grupos, imponiendo los objetivos sociales de la
exogamia y la alianza a los hechos biolgicos del sexo y la procreacin, as
mismo, divide al universo de la eleccin sexual en categoras de compaeros
potenciales y otros prohibidos.
A diferencia de un intercambio regular, la relacin que se establece con el regalo
de una mujer, es no solo de reciprocidad, sino de parentesco, aquellos
involucrados en el intercambio pasan a ser afines y sus descendientes estn
relacionados por un lazo sanguneo. El tab del incesto origina una amplia red de
relaciones, un conjunto de personas cuyas conexiones estructuran una red de
parentesco y sus niveles, cantidades y direcciones estn ordenados por dicha
estructura.
Este parentesco significa cierta organizacin y con ello poder. SI el objeto de la
transaccin son las mujeres, entonces son los hombres quienes las dan y las
toman, quienes se vinculan y la mujer es conductor de dicha relacin, no un
participante, por lo que no reciben beneficios de dicha relacin.
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Este tipo de relaciones se presenta de forma muy regular en las sociedades
actuales, contrario a lo que se pudiera pensar en torno a estas prcticas. Por ende
el intercambio de mujeres no es ni una definicin de cultura, ni un sistema por s
mismo, es una aprehensin aguda de algunos aspectos de las relaciones sociales
de sexo y gnero. Un sistema de parentesco es una imposicin de fines sociales
sobre una parte del mundo natural, tiene sus propias relaciones de produccin,
distribucin e intercambio que incluyen formas de propiedad especficas, esas
formas de propiedad no son derechos de propiedad exclusivos y privados sino
derechos que unas personas tienen sobre las otras.
En los sistemas de parentesco no solo se intercambian mujeres, se intercambia
acceso sexual, situacin genealgica, nombres de linaje y antepasados, derechos
y personas en sistemas concretos de relaciones sociales. En este sentido, el
intercambio de mujeres es una percepcin profunda de un sistema en que las
mujeres no tienen pleno derecho sobre s mismas. Entonces la subordinacin de
las mujeres puede ser vista como producto de las relaciones que producen y
organizan el sexo y el gnero.
Ms adentro del laberinto.
El ensayo titulado la familia plantea el problema de las condiciones previas
necesarias para el funcionamiento de los de los sistemas de matrimonio, aun
cuando toda sociedad tiene algn tipo de divisin de tareas por sexo, la asignacin
de cualquier tarea en particular a un sexo y al otro vara enormemente, as es que
la divisin del trabajo por sexos plantea no una especializacin biolgica, sino que
tiene el propsito de asegurar la unin de hombres y mujeres haciendo que la
mnima unidad econmica viable contenga por lo menos a un hombre y a una
mujer, construyendo un estado de dependencia entre los sexos. Puede ser vista
entonces como un tab, un tab contra la igualdad entre hombres y mujeres, que
divide a los sexos en categoras mutuamente excluyentes, un tab que exacerba
las diferencias biolgicas creando el concepto de gnero. La organizacin social
del sexo se basa precisamente en el concepto de gnero, la heterosexualidad
obligatoria y la constriccin de la sexualidad femenina, el gnero es una divisin
de los sexos socialmente impuesta: es un producto de las relaciones sociales de
sexualidad.
Los sistemas de parentesco se basan en el matrimonio, por lo tanto transforman a
machos y hembras en hombres y mujeres, cada uno mitad incompleta que solo
puede sentirse entera cuando se une con la otra, entonces la idea de que hombres
y mujeres son categoras mutuamente excluyentes deben surgir de otra cosa que
una inexistente oposicin natura. Lejos de ser una expresin de diferencias
naturales, la identidad de gnero exclusiva es la supresin de las semejanzas
naturales.
Algunas de las generalidades bsicas encontradas en las teoras de Lvi-Strauss
que garantizan la organizacin de la sexualidad humana son: el tab del incesto,
la heterosexualidad obligatoria y la divisin asimtrica de los sexos. Estas
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aportaciones desde el marco antropolgico no explican sin embargo los
mecanismos por los cuales se graban en los nios las convenciones de sexo y
gnero. El psicoanlisis por otra parte aborda esta perspectiva desde la
reproduccin del parentesco. El psicoanlisis describe el residuo que deja en los
individuos su enfrentamiento con las reglas y normas de la sexualidad de las
sociedades en las que nacen.
El psicoanlisis y sus malestares.
El psicoanlisis se ha convertido en algo ms que una teora de los mecanismos
de reproduccin de las normas sexuales, se ha convertido en eso mismo. Segn
la ortodoxia freudiana, alcanzar la feminidad normal, es algo que tiene severos
costos para las mujeres. El psicoanlisis es una teora de la sexualidad en la
sociedad humana, ofrece una descripcin de los mecanismos por los cuales los
sexos son divididos y deformados, habla sobre como los nios, andrginos y
bisexuales, son transformados en nios y nias. En dado caso el psicoanlisis es
una teora feminista frustrada.
El hechizo de Edipo.
Hasta fines de la dcada de 1920 el movimiento psicoanaltico no tena una teora
del desarrollo femenino distintiva, en su lugar se ubicaban variantes de
denominado complejo de Electra en que se supona que la experiencia de las
mujeres era una imagen especular del complejo de Edipo descrito para los
hombres. Esta frmula, supona que ambas criaturas estaban sujetas a un
imperativo biolgico de heterosexualidad. Sin embargo el descubrimiento de una
fase pre-edpica en las mujeres permiti tanto a Freud como a Jeanne Lampl de
Groot articular la teora psicoanaltica clsica de la feminidad.
En la fase pre-Edpica, los nios de ambos sexos son psquicamente imposibles
de distinguir, lo que significaba que su diferenciacin en nios masculinos y
femeninos haba que explicarla, en dado caso eran descritos como bisexuales,
para ambos, el objeto de deseo era la madre, es decir, la nia manifestaba una
actitud libidinal femenina, por lo que habra que dar cuenta de su acceso final a
la feminidad. Ya no se podra dar por sentado el desarrollo femenino como reflejo
biolgico. Es al explicar la adquisicin de la feminidad que Freud emplea los
conceptos de envidia del pene y castracin.
La nia se aparta de la madre y reprime los elementos masculinos de su libido
como consecuencia de su reconocimiento de estar castrada. Desiste de luchar por
la madre y asume una posicin femenina pasiva ante el padre. Puede leerse
entonces que la feminidad es consecuencia de las diferencias anatmicas de los
sexos, sin embargo Freud nunca fue tan determinista biolgicamente hablando,
insistiendo en reiteradas ocasiones que la sexualidad adulta es resultado de un
desarrollo psquico, no obstante su manera de escribir ambigua dejan espacio
para generar interpretaciones biolgicas y estructurales. Lacan adopta una
postura, afirmando que Freud no pretenda decir algo sobre la anatoma, y que la
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teora de Freud era en cambio sobre el lenguaje y los significados culturales
impuestos en la anatoma.
El parentesco, Lacan y el falo.
Lacan sugiere que el psicoanlisis es el estudio de las huellas que deja en la
psique del individuo su conscripcin en sistemas de parentesco, conceptualizacin
de la sexualidad biolgica a nivel social. El psicoanlisis describe la
transformacin de la sexualidad biolgica en los individuos al ser inmersos en la
cultura.
En el esquema de Lacan, la crisis edpica se produce cuando el nio se entera de
los papeles sexuales inherentes a los trminos para los familiares. La crisis
comienza cuando el nio comprende el sistema y el lugar que le corresponde en
l. Y se resuelve cuando el nio acepta ese lugar y accede a l. Antes de esta
fase edpica, la sexualidad del nio es maleable y est poco estructurada, todos
los nios contienen las posibilidades sexuales disponibles para la expresin
humana, pero en cualquier sociedad, slo algunas de estas posibilidades se
expresan, mientas que las restantes son reprimidas. El complejo de Edpo
entonces es la maquinaria con la cual se modela las formas apropiadas de
individuos sexuales.
En la terminologa Freudiana, el complejo de Edpo, presenta al nio una
alternativa: tener pene o estar castrado, reformulada como tener falo o no tenerlo
(simblicamente). Esta presencia o ausencia de falo conlleva a diferencias entre
dos situaciones sociales: ser hombre o mujer. As mismo el falo conlleva tambin
un significado de dominacin de los hombres sobre las mujeres, y se puede inferir
que la envidia del pene es un reconocimiento a eso. Lacan habla tambin del falo
como un objeto simblico que se intercambia dentro y entre las familias, el falo
pasa a travs de la mediacin de una mujer, de un hombre a otro. En este crculo
familiar las mujeres van en un sentido y el falo en otro, dicho falo es algo ms que
un smbolo que distingue a los sexos, es la encarnacin del estatus masculino al
cual acceden los hombres y que tienen ciertos derechos inherentes.
Revisin del Edpo.
La crisis edpica es precipitada por algunas informaciones Los nios descubren las
diferencias entre los sexos y que cada uno tiene que ser de un gnero y otro.
Tambin descubren el tab del incesto y que hay sexualidad prohibida. Finalmente
descubren que los dos gneros no tienen los mismos derechos ni futuros
sexuales.
En el curso normal, el varn renuncia a su madre por miedo a que el padre lo
castre, a cambio de la afirmacin por el nio del derecho del padre a su madre, el
padre afirma el falo en su hijo, no lo castra. El nio cambia a su madre por el falo,
prenda simblica que ms tarde podr cambiar por una mujer. En el caso de la
nia este proceso es ms complejo, ella descubre toda la informacin al igual que
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el nio, pero ella descubre adems que lo que para el nio es un tab de
prohibicin con algunas mujeres, en el caso de la nia es con todas las mujeres, la
madre y todas las mujeres por extensin solo podran ser amadas por alguien con
pene (falo) y como ella no tiene, no tiene derecho a amar a ninguna otra mujer.
La nia concluye que el pene es indispensable para para la posesin de la madre,
por lo que se aparta de ella volvindose hacia el padre. El reconocimiento de la
castracin, obliga a la nia a redefinir sus relaciones consigo misma, su padre y su
madre. La nia se vuelve a su padre porque solo l puede darle el falo, para entrar
en la dinmica de intercambio simblico del falo, sin embargo el padre no le da el
falo, es afirmado al varn.
Al volverse hacia el padre, la nia reprime las partes activas de su libido, si la fase
edpica sigue normalmente, entonces la nia aceptar su castracin, su estructura
libidinal y su eleccin de objeto ahora son congruentes con el papel del gnero
femenino. En caso de que no sea as entonces la nia puede enloquecer, reprimir
su sexualidad totalmente o volverse asexual o bien aferrarse a su narcicismo y
deseo y volverse masculina y homosexual.
Un elemento adicional es que la nia primero se vuelve al padre porque est
castrada, porque tiene que hacerlo, despus descubre que la castracin es un
requisito para el amor del padre, tiene que ser mujer para ser amada por l, por lo
que comienza a desear la castracin y lo que era un desastre, ahora es un deseo.
Ante estas afirmaciones surgen comentarios en torno a cambios que podran
cambiar el panorama para las mujeres, sugieren por ejemplo que si la divisin
sexual del trabajo distribuyera el cuidado de los nios entre adultos de ambos
sexos por igual, la eleccin del objeto primario sera bisexual, si la
heterosexualidad no fuera obligatoria no sera necesario suprimir ese primer amor,
ni se sobrevalorara al pene. En suma, una revolucin feminista completa, no
liberara solamente a las mujeres: liberara formas de expresin sexual y libertaria
a la personalidad humana del chaleco de fuerza del gnero.
Pap, pap, bastardo, me cans. Sylvia Plath.
El sistema de sexo/gnero no es inmutablemente opresivo y ha perdido buena
parte de su funcin tradicional, sin embargo en ausencia de oposicin, no se
marchitar solamente. Dicho sistema debe reorganizarse polticamente, pero no
de una forma en la que se elimine a los hombres, esta visin mantiene al gnero y
la divisin de los sexos, es una visin que simplemente invierte los argumentos de
quienes fundamentan su defensa de la inevitable dominacin masculina en
diferencias biolgicas inerradicables y significativas entre los sexos. La propuesta,
el sueo, es entonces una sociedad andrgina y sin gnero (aunque no sin sexo)
en la que la anatoma sexual, no tenga ninguna importancia para lo que uno es.
La economa poltica del sexo.
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Ante el anlisis previo realizado en torno a la posicin de la mujer en la sociedad y
a los roles que esta asume, se considera que un anlisis completo de las mujeres
en una sola sociedad o en toda la historia tiene que tomar en cuenta todo: la
evolucin de las formas de mercanca a mujeres, los sistemas de tenencia de la
tierra, ordenamientos polticos, tecnologa de subsistencia, entre otros. Y lo que es
igualmente importante, los anlisis econmicos y polticos se mantendr
inconclusos en tanto que no consideren a las mujeres, el matrimonio y la
sexualidad. Las preocupaciones tradicionales de la antropologa y las ciencias
sociales tienen que ser revaloradas para incluir las implicaciones del matrimonio
entre primos cruzados matrilaterales, la conversin de la vida de las mujeres en
alianzas matrimoniales, la contribucin del matrimonio al poder poltico y las
transformaciones que han sufrido estos aspectos de la sociedad a lo largo del
tiempo.
Reflexin.
A lo largo del texto, la autora pretende lograr dar sentido a las explicaciones
que se dan desde distintas perspectivas sobre el origen y mantenimiento de las
consideraciones y prcticas en torno a lo que significa el ser mujer, la
sexualidad, las implicaciones de la feminidad y las consecuencias que
implica el concepto de gnero entendido como un constructo social, ms que
una condicin natural e inherente al ser mujer o ser hombre.
Considero que la autora hace una observacin bastante atinada al darse
cuenta que las estructuras ms tradicionalistas sobre las cuales se gesta este
sistema de sexo/gnero se ha transformado, lo que a su vez implica un cambio
en la manera en que se vive el ser hombre o el ser mujer, sin embargo
considero que an queda demasiado marcada esa tendencia a partir de la
cual se siguen oprimiendo tanto a las mujeres como a las minoras.
Pienso que es necesario hacer un anlisis como indica la autora de aquellos
dispositivos que han permitido que dicha situacin de opresin se mantenga
vigente, al tiempo que tambin se debe de buscar explicar aquellos procesos
sociales mediante los cuales, ciertos grupos han podido transformar la forma
de reconocerse y relacionarse, con el fin de crear estados de bienestar en los
que tanto mujeres como hombres puedan vivir sin la necesidad de soportar el
peso del gnero y los estereotipos que a l son atribuidos.



Gabriel Antonio Echeverra Nava

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