Este documento trata sobre la extensión universitaria y las misiones socioeducativas en Uruguay en las décadas de 1950 y 1960. Resume dos experiencias educativas rurales: la primera en La Mina durante 5 años desde 1960, y la segunda en Centurión desde 1951 hasta su oficialización en 1964. Ambas experiencias buscaban brindar instancias de aprendizaje a sectores rurales y urbanos a través de jóvenes educadores comprometidos con mejorar la calidad de vida.
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Este documento trata sobre la extensión universitaria y las misiones socioeducativas en Uruguay en las décadas de 1950 y 1960. Resume dos experiencias educativas rurales: la primera en La Mina durante 5 años desde 1960, y la segunda en Centurión desde 1951 hasta su oficialización en 1964. Ambas experiencias buscaban brindar instancias de aprendizaje a sectores rurales y urbanos a través de jóvenes educadores comprometidos con mejorar la calidad de vida.
Este documento trata sobre la extensión universitaria y las misiones socioeducativas en Uruguay en las décadas de 1950 y 1960. Resume dos experiencias educativas rurales: la primera en La Mina durante 5 años desde 1960, y la segunda en Centurión desde 1951 hasta su oficialización en 1964. Ambas experiencias buscaban brindar instancias de aprendizaje a sectores rurales y urbanos a través de jóvenes educadores comprometidos con mejorar la calidad de vida.
Este documento trata sobre la extensión universitaria y las misiones socioeducativas en Uruguay en las décadas de 1950 y 1960. Resume dos experiencias educativas rurales: la primera en La Mina durante 5 años desde 1960, y la segunda en Centurión desde 1951 hasta su oficialización en 1964. Ambas experiencias buscaban brindar instancias de aprendizaje a sectores rurales y urbanos a través de jóvenes educadores comprometidos con mejorar la calidad de vida.
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ACERCA DE LA EXTENSIN UNIVERSITARIA
Los textos que fueron seleccionados pretenden acercarnos a las propuestas de
extensin que desde nuestras instituciones educativas pblicas se fueron construyendo como formas de trabajo, en una sociedad de la que somos parte. Magisterio y la Universidad mediante las Misiones Socio edaggicas y !cciones de "xtensin generaron principalmente en las d#cadas del cincuenta y sesenta instancias formativas de aprendi$aje para integrantes de esos centros de estudio y diversos sectores de la poblacin urbana y rural. %oy estamos ante la falta de una definicin universitaria sobre extensin que sin perder la diversidad de abordajes enriquecedores, formule l&neas orientadoras compartidas que nos ayuden a avan$ar. or ello creemos saludable reflexionar desde estas y otras experiencias que 'acen a nuestro pasado y de aquellas que estamos construyendo. "speramos que ello nos permita proyectarnos en uno de los tres objetivos de nuestra Universidad como lo es la ("xtensin). *bjetivo que tiene la potencialidad de articularnos con una sociedad que nos sostiene, de la cual somos parte y en la cual integramos saberes que tienden a encarar problemas y desaf&os, buscar alternativas de solucin, 'acia una mejor calidad de vida.
5 AOS DE EDUCACIN RURAL EN LA MINA MIGUEL SOLER. (1965) PALABRAS PREVIAS "n octubre de +,-, se cumplieron los cinco primeros a los de existencia del rimer .cleo "scolar "xperimental. La ocasin parece propicia para dar, como se 'ace en este folleto, una idea de su organi$acin, sus reali$aciones y resultados. La &ndole de esta publicacin obliga a ser breves, a condensar en pocas p/ginas la descripcin y el somero an/lisis de algo que requiri muc'as jornadas de esfor$ado trabajo. 0al ve$, mas que los detalles de m#todo y las estad&sticas minuciosas, que pudieron darse, importe poner de relieve un estado de /nimo1 el de un grupo de maestros que luc'an por cumplir en medio de los campos su trascendente oficio. 2omo este estado espiritual no nos pertenece en exclusividad y son muc'os los maestros del campo y de la ciudad que obran con sensibilidad social, aportamos los resultados de nuestra experiencia para que la informacin provoque, en lo que convenga, la imitacin, en lo que sea justo, la cr&tica y, en todo caso, la reflexin constructiva en beneficio de la educacin. La educacin, como cualquier obra 'umana, debe tener un sentido din/mico. Lo que aqu& se detalla es lo que 'emos podido y sabido 'acer, seguros de que nuevas experiencias modificar/n nuestros actuales puntos de vista, tanto en materia de doctrinas como de t#cnicas. .o es malo tener que modificar la estructura de una obra por muc'o que se le quiera. Lo que importa es poder seguir siendo fieles al destino superior del 'ombre, sirvi#ndole con el precioso instrumento que se nos 'a ense3ado a usar1 la educacin. .o es posible pasar al relato de lo 'ec'o sin tener una palabra de gratitud 'acia el fervoroso equipo de educadores que 'a estado trabajando con nosotros en La Mina. Su entusiasta juventud 'a sostenido la obra4 su vocacin les 'a de permitir proseguirla y 1 extenderla. 0al es nuestro deseo, presintiendo que al 'acer m/s felices y grandes a los 'ombres de nuestro campo, estos educadores encontrar/n su propia felicidad y grande$a. HACIA LOS OTROS Dr. FELIPE CANTERA SILVERA PALABRAS PRELIMINARES "n el a3o +,5, se cre en el departamento de 2erro Largo el primer 2entro 6epartamental de Misiones Socio pedaggicas del pa&s, y en setiembre de ese mismo a3o este centro organi$ su primera jornada misionera en un ncleo de ranc'er&os ubicada en la cuarta seccin judicial de aquel departamento, sobre la frontera con 7rasil, a sesenta 8ilmetros de Melo y centrados en la $ona conocida con el nombre de 2enturin. ! esta jornada tuve la oportunidad y la suerte de asistir siendo an un novel estudiante de medicina. osteriormente, en los a3os +,-+9-5, el 2entro de Misiones de 2erro Largo volvi a 2enturin en misiones viajeras de quince d&as de duracin. :inalmente, en el a3o +,--, este centro se instal all& en misin permanente 'asta la oficiali$acin de las misiones, a3o +,-;, cuando se aleja de 2enturin y la experiencia contina con car/cter privado, transformada ya en un ensayo de organi$acin y desarrollo de comunidades rurales. "ste libro se inspira en esta experiencia y aspira a no ser una trabajo mas, escrito con el propsito de 'acer literatura sobre la necesidad social, tema de inagotable inspiracin, explotado con fines tan diversos, es un mensaje expresado en el lenguaje de los 'ec'os y dirigido a aquellos que desean y pueden 'acer algo por el bienestar del 'ombre. 6e ese 'ombre que 'a motivado tantos desvelos por su situacin social y por cuyo bienestar se 'an 'ec'o tantos planes sin consultarle ni 'acerle intervenir en ellos jam/s4 de ese 'ombre que integra un capital invalorable < energ&a 'umana capa$ de traducirse en sentimiento, pensamiento y accin 9, pero improductivo y siempre dejado de lado en aquellos planes, como si los recursos 'umanos no contaran para nada frente a los recursos materiales4 de ese 'ombre en fin, que est/ viviendo el drama social de este momento de la 'istoria en calidad de simple espectador, ya porque no se 'a dado cuenta de que puede ser actor o porque si se percat de ello no sabe cmo o carece de recursos para 'acerlo. "ste libro aspira, en la medida de lo posible, a ser un mensaje destinado en parte a ese 'ombre, de cualquier ideolog&a pol&tica o religiosa, de cualquier clase social y nivel cultural, con el propsito de despertarle una actitud constructiva ante la vida, la sociedad y la 'istoria, sobre la base de un an'elo sin l&mites de convivencia 'umana libre y solidaria4 y un mensaje dirigido a todos aquellos que en cualquier lugar, con cualquier recurso y de cualquier nivel cultural, puedan convertirse en agentes capaces de activar aquel capital 'umano improductivo del que 'abl/bamos, convirti#ndolo en produccin y creacin y promovi#ndolo en el sentido de su transformacin social. ara ellos 'a sido escrito, no para los intelectuales, t#cnicos y tericos del cambio social, para quienes no tenemos tiempo que perder, pues ya saben muc'o, m/s an, demasiado de seta actividad. .o 'e sido yo el autor de la experiencia que aqu& se relata sino varias generaciones de jvenes idealistas y los mismos 'abitantes de 2enturin, por quienes simplemente 'ablo. =venes que un d&a se dispusieron a recorrer el camino de un ideal, sin calcular que sus piedras y espinas pudiesen impedirles de llegar 'asta el final de la meta, pero pensando qui$/s 2 que los sue3os del caminante importan tanto como las aldeas del camino. =venes como aquellos que una noc'e, reunidos en asamblea en un saln de clase de una 'umilde escuelita rural perdida en la soledad de nuestro campo, al asaltarles la duda sobre el #xito final de esta aventura, eran capaces de exclamar1 (Lleguemos o no, pensamos que siempre 'abr/ de existir una ra$n no menos valedera para justificar nuestro esfuer$o1 el impulso que un d&a nos ec' a andar). Lector1 t puedes comen$ar 'oy mismo a andar en camino que te sugieran estas p/ginas sin necesidad de repetir la experiencia de 2enturin4 experiencia que si te la contamos es simplemente para facilitarte una idea de trabajo. 0, quienquiera que seas, en cualquier lugar, con cualquier recurso y en cualquier medida, puedes convertirte en un agente de cambio social4 de ese cambio que las clases necesidades est/n an'elando sin poder esperar m/s. 0 puedes 'acer algo por el bienestar del 'ombre, algo que aunque infinitamente peque3o puede resultar un mundo en medio de la nada. "s por eso que nos dirigimos a ti a trav#s de este mensaje4 no para que nos aplaudas desde la platea sino para que te incorpores con nosotros al escenario. > par terminar con esta invitacin, escuc'a esta advertencia1 Una y mil veces, invadidos por el pesimismo, 'emos pensado en el fracaso y nos 'emos sentido tentados de abandonar la luc'a. ero? una y mil veces 'emos sido sordos a la duda, ciegos a los escollos que parec&an insuperables y 'emos logrado dar siempre el paso adelante necesario para recobrar la fe. 2uando en una etapa del viaje, en su comien$o sobre todo, nos detuvo un atolladero que parec&a insalvable, tendimos un puente para continuar la marc'a mas all/ de #l. 2uando la realidad vino a nosotros a trav#s de sus caminos, 'ostil e impenetrable, resisti#ndose y desanim/ndonos, fuimos 'acia ella a trav#s de nuestras rutas interiores, transfigur/ndola 'asta reencontrar la senda verdadera. or el puente, camino mas f/cil, el paso siempre fue desmedido y anticipado. ero tuvo la virtud de arrastrarnos en su impulso, oblig/ndonos a dar el otro paso con fervor y entusiasmo, necesario para continuar el viaje mas all/ de #l. ienso que aqu& radica el secreto por el cual superamos siempre las etapas de pesimismo de nuestra experiencia4 etapas de luc'a dram/tica por la que seguramente atraviesan todos los trabajadores sociales. 2uando no fuimos capaces de transformar una realidad objetiva, ni fuimos suficientemente 'eroicos como para aceptarla, la transfiguramos desde nuestra realidad subjetiva liber/ndonos de ella. @ui$/s, en ltima instancia, para atrinc'erarnos ante el miedo de no encontrar la verdad o de perder la fe en nosotros mismos. Seguramente que continuaremos reali$ando el ensayo de 2enturin 'asta que nos queden fuer$as para ello. > otro volumen, que ser/ la continuacin de #ste, y que ya 'emos comen$ado a escribir, relatar/ el final de aquel ensayo. 3 LOS RANCHEROS SU !ENTE TAREAS" COSTUMBRES" HISTORIAS DE VIDA U.AB"CSA6!6 6" L! C"U7LA2! < 6"!C0!M".0* 6" "D0".SAE. Universitaria < F+,GHI PRESENTACIN 1. ANTECEDENTES "n mar$o de +,G; el 6epartamento de "xtensin Universitaria Fa cargo del profesor !bner radaI llev a la pr/ctica el rograma !ccin Social Universitaria, sobre ranc'er&os rurales. 6ic'o rograma, pensado y coordinado por el rof. "nrique Aglesias, fue preparado con varios meses de anticipacin y cont con el asesoramiento t#cnico del personal especiali$ado del mismo 6"U y la colaboracin de los Anstitutos de 0eor&a y Urbanismo de la :acultad de !rquitectura y de 2iencias Sociales de la :acultad de 6erec'o. "l rograma, en su doble objetivo de accin social y de investigacin, fue llevado a cabo por doscientos universitarios. "ste contingente de voluntarios fue distribuido en cuarenta ncleos, seleccionados por muestras dentro del total de conglomerados que aceptan, como denominacin gen#rica, la de (ranc'er&os). #. TRABA$O DE CAMPO Los grupos de universitarios <cuyo nmero de integrantes oscil entre tres y seis9 convivieron durante tres semanas en los lugares que les fueron asignados. Un doble juego de consecuencias ocurri a partir de entonces. ara los estudiantes1 recibir un impacto formativo en su personalidad, resultante del conocimiento de nuestras realidades 'umanas mas deficitarias y sin perspectivas. "ste enriquecimiento no deriv, desde luego, del solo c'oque emocional. 2ada lugar fue cient&ficamente estudiado, a trav#s de la aplicacin de cuestionarios preparados de forma muy cuidadosa. or un lado el relevamiento censal y la investigacin de actitudes y opiniones4 por otro, la aplicacin de la cartilla etnogr/fica Fpreparada por Cen$o &I para el conocimiento Fincluso a trav#s de la documentacin fotogr/ficaI de la cultura material y espiritual de la pobre$a rural uruguaya. Los ncleos visitados, a su ve$, recibieron, cuando las circunstancias fueron propicias, la din/mica juvenil proyectada como accin social1 organi$acin de reuniones, solucin de alguno de los problemas comunitarios b/sicos Fen escuela, letrinas, 'uerta, sanidad, etc.I. 0odo muy distante de las formas de caridad o beneficencia generali$adas durante a3os en experiencias estudiantiles sobre ranc'er&os. %. MATERIALES RECO!IDOS Las tareas de investigacin fueron, al fin, las que se cumplieron con mas esmero y dedicacin. Se llevaron centenares de fic'as censales familiares, se aplicaron los cuestionarios sobre actitudes y opiniones a la muestra prevista en los cuarenta ncleos, se presentaron las descripciones de vidas solicitadas. "sos materiales est/n destinados a seguir un camino lgico1 la codificacin, tabulacin y explotacin mecani$ada. 0odo eso, en un pa&s subdesarrollado es lento, caro y engorroso4 los resultados tardar/n a3os en conocerse. ero 'ay una rique$a documental en los arc'ivos del 6"U que no puede postergarse y menos an supeditarse a una explotacin estad&stica, a una valoracin cuantitativa. Son esos materiales, precisamente, los que demuestran el subdesarrollo mas n&tido en el /mbito rural, y 4 los que denuncian con mas dram/tica fuer$a las consecuencias del actual sistema de tenencia y explotacin de la tierra. or eso cre&mos importante divulgarlos, a'ora, present/ndolos tal cual son1 documentos para el an/lisis. &. PLAN DE DIVUL!ACIN Seguir/ tres grandes l&neas1 notas etnogr/ficas4 rese3as departamentales y monograf&as, documentacin fotogr/fica. "n la primera serie se presentar/ las informaciones recogidas en o a partir de la cartilla etnogr/fica. ! #ste primer volumen que se tiene entre manos seguir/ un segundo sobre (Biviendas y familias). "n la segunda serie se ordenar/n los datos recogidos en los informes preliminares sobre los cuarenta ncleos que presentaron, de inmediato a su regreso, los grupos de trabajo. Las rese3as incluir/n planos de las $onas con la ubicacin exacta de los ncleos. ero #sta segunda serie incluir/ tambi#n las monograf&as que, sobre el lugar en que les toco actuar, reali$aron ya o vienen reali$ando los equipos de trabajo m/s slidos, m/s responsables y con m/s sentido universitario. Lo 'acen siguiendo una pauta comn, una gu&a, que se les proporcion desde el 6"U. 2ada monograf&a ir/ acompa3ada por la foto a#rea <incluyendo su interpretacin agroeconmica9 de la regin donde se enclava el ncleo1 trabajo en etapa avan$ada que est/ a cargo de una funcionaria especiali$ada del 6"U, la Ang. !gr. !na Mar&a Jme$. :inalmente, la tercera serie tendr/ un doble alcance1 libro y diapositivas. "l libro presentar/, sistem/ticamente ordenadas y explicadas, fotos elegidas de entre las que se tomaron por la mayor&a de los equipos en sus trabajos de campo. Se tratar/ de 'acer coincidir la aparicin de este volumen9/lbum con la fec'a de la exposicin sobre ( La vida rural uruguaya en los ncleos deficitarios) que se 'ar/ en coordinacin con la Antendencia Municipal de Montevideo. "n cuanto a las diapositivas, tres series 'ay previstas. aI viviendas y condiciones de vida4 bI tareas y costumbres4 cI tipos 'umanos, familias y edades. 2ada una contendr/ veinte im/genes explicadas de esa misma vida rural. Ser/ un material especialmente pensado para estudiantes, maestros y profesores. 5. CONTENIDO DE ESTE VOLUMEN
2on excepcin de la admirable obra de Coberto =.7outon (La vida rural en el Uruguay) FCevista %istrica KH9K5 , julio +,-K I, las versiones m/s importantes sobre los estilos de vida en el interior consisten en testimonios literarios1 cuentos y novelas. !l leerlos es frecuente que perdamos un marco cronolgico y los remontemos a un pasado remoto, ya superado. 0ras conocer los testimonios que van a leerse, recogidos todos ellos simult/neamente en +,G;, se tiene la clara sensacin de que nada de aquel pasado est/ superado, por el contrario, lo vemos m/s revitali$ado y polifac#tico que nunca. "n todos los casos se trata de experiencias vividas personalmente por los universitarios del programa, recogidos casi sin excepcin con la mayor objetividad y respetando las expresiones de los informantes. "n algunas pocas ocasiones se trabaj con grabador. arece innecesario aclarar que esta documentacin no pretende ser perfecta ni completa, es, si, absolutamente aut#ntica . !l material referente a tareas, creencias, recreaciones e 'istorias de vida, 'emos decidido <ya al final9 agregar una seleccin de respuestas representativas sobre de algunas de las cuestiones fundamentales interrogadas en la investigacin sobre actitudes y opiniones. Son las expresiones e ideas que nunca podr/n ser encerradas en el nmero de un cdigo o en la 5 perforacin de una tarjeta. 7asta esa breve transcripcin para descubrir lo que 'ay y lo que falta de toma de conciencia en la poblacin de los ranc'er&os. *jal/ que cada lector indague 'ondo en esta seleccin documental y extraiga conclusiones trascendentes. ara ello 'ay que superar el asombro ante la sintaxis de don !polonio describiendo su tarea de domar, el inter#s participante en una cacer&a de tates y mulitas, la incredulidad 'acia la vencedura de una paletilla ca&da, la sonrisa go$osa tras el baile de familia. %ay que repensar a don Marcelino viviendo como vive y sentirse cerca de !racelia cuando tiene sus 'ijos. Slo as& llegaremos a comprender que distantes estamos de estos contempor/neos compatriotas, condenados a una (devaluacin) permanente de sus expectativas 'umanas. Mara Csukasi - Perla Svirsky- Germn Wettstein Funcionarios del D.E.U.- Encarados de !.S.U. - "oviem#re de $%&'. SE VIVIE COMO SE PUEDE ANNIMO LA SITUACIN EL M'TODO "l estancamiento del proceso evolutivo del agro en !m#rica Latina 'a dado motivo en las ltimas cuatro d#cadas a la acentuacin del #xodo rural. Son millones quienes forman el contingente de aquellos que se 'an visto obligados a emigrar del campo, procurando en las ciudades un mejor nivel de vida para ellos y sus familias. "ste #xodo rural 'a alcan$ado dimensiones insospec'adas en pa&ses como er, 2olombia y sobre todo en 7rasil. "n Uruguay, pese a ser un pa&s en el que siempre su poblacin 'a sido mayoritariamente urbana, tambi#n 'a visto agudi$arse este problema durante los ltimos tiempos. !nte la persistencia de estructuras de la produccin del campo que no ayudan al afincamiento de una numerosa poblacin en el mismo, en los ltimos treinta a3os son muc'&simas las familias que dejando el viejo pago se 'an acercado a las ciudades. .o eran por cierto, familias que estuvieran exentas de todo4 algunas 'asta ten&an algn pedacito de terreno, alguno que otro animal, caracter&sticas del minifundio que siempre aparece junto al des'umani$ante y execrable latifundio. !l no poder sostenerse en su lugar de origen, empacaron sus cosas e intentaron mejor suerte en los pueblos o las ciudades. 6esgraciadamente, es conocido por todos que el proceso de industriali$acin del pa&s qued detenido, y que luego se inici un per&odo de retroceso, desde mediados de la d#cada del cincuenta. 6e a'& quienes salieron del campo, en su gran mayor&a se 'an visto obligados a vivir en condiciones an peores que las de antes al 'abitar en los centros urbanos del pa&s. "n efecto, al escasear las fuentes de trabajo en la ciudad, result cada ve$ m/s dif&cil encontrar un modo de vida digno de #sta. "l &ndice de industriali$acin no pudo compensar el de urbani$acin. or lo tanto, este alto nmero de personas < 'ombres y mujeres, adultos y ni3os < que procuraba un mejor destino para sus vidas, se vi obligado a quedar al margen de la vida normal de los medios urbanos. Sin trabajo seguro, dependi de las c'angas que pudo conseguir, o de que'aceres clandestinos, o no tuvo mas remedio que intentar ganar algunos pesos por medio del a$ar o a trav#s de acciones indebidas. Uno de los mayores problemas que padece este grupo creciente de personas es el que se refiere a la vivienda. .o pudiendo pagar un modesto alquiler, se fue nucleando en los barrios de emergencia que 'an pululado en el cinturn de nuestras ciudades desde 'ace veinte 6 a3os. !s& tomaron forma los diferentes (cantegriles)? :ocos donde va muriendo la esperan$a de la vida 'umana, pero donde an 'ay latentes posibilidades enormes de esfuer$o y de trabajo, que bien canali$ados pueden ayudar a provocar el necesario cambio del pa&s. La crisis que 'a golpeado 'ondo en el cora$n mismo de Uruguay, 'a tenido efectos desastrosos entre estos ncleos. !n'elan un futuro mejor, pero todos los caminos para concretarlo est/n cerrados. Una 'osca resistencia al que viene de afuera los caracteri$a4 un 'ondo resentimiento de su respuesta ante las promesas de los salvadores de 'ora, es lo que se esconde detr/s de su impasibilidad. "nti#ndase bien, esos no son sino los frutos que 'ace germinar en ellos un sistema injusto e insoportable. "sa resistencia y ese resentimiento no son m/s que su respuesta a la marginacin social a la que 'an sido condenados. .o obstante, ni ellos ni quienes disfrutan en su favor las injusticias de este sistema pueden olvidar que quienes viven en esos barrios son personas 'umanas, y que como tales tienen derec'os y dignidad. L 2mo 'acer para que sean ellos mismos los que 'agan se valer como personasM L@u# reali$ar para que no se dejen conducir por la corriente de la injusticia, y luc'en con sus fuer$as para detenerla y vencerlaM "n otras palabras1 Lcmo provocar en ellos una toma de conciencia de su situacin, de su condicin 'umana, de los obst/culos y resistencias que se oponen para que sean considerados con justicia y con el respeto que se merecenM 2laro est/, que al plantear estos interrogantes, inmediatamente 'ay que desec'ar el tipo de accin asistencialista, o paternalista, que incluso movido por las mejores intenciones, en el fondo no 'ace mas que mantenerlos en una situacin de dependencia y de opresin. *presin, s&. orque #ste es el t#rmino que concretamente los define. %an salido del campo porque no pudieron rebelarse contra la injusticia que existe en #l. La emigracin del pago 'a sido la salida resignada4 casi sin protestar? Cesultaba imposible para ellos poder pensar que el estanciero Fa quien debieron tantos y tantos favoresI era la imagen visible de una estructura opresora, causante de sus desventuras. >, al llegar a la ciudad, pese a la resistencia y al resentimiento que 'an ido incubando en su seno, la conciencia 'a continuado oprimida. 6e otra manera no se explica su sumisin a un sistema que los destruye, que los aniquila, que no les brinda oportunidades de trabajo, que pervierte a sus 'ijos, que mata sus esperan$as? La rebeld&a que en algn momento pueden sentir, la vuelcan contra la autoridad civil, o contra quienes viven mejor que ellos4 lamentablemente, no alcan$a a tener dimensiones pol&ticas. "sa opresin, esa dependencia, parece acompa3arlos siempre, encaden/ndolos, aline/ndolos, someti#ndolos a un sistema que constituye su propia perdicin. "n su situacin de pobre$a, de miseria, de despojamiento, las perspectivas de una vida mejor no son lo suficientemente atractivas como para provocar el esfuer$o por su liberacin de esa condicin de vida enajenante. 6e a'& que, teniendo en cuenta todos estos factores, en los ltimos die$ a3os 'aya crecido entre algunos pedagogos de !m#rica Latina la preocupacin por cmo llegar 'asta esas masas oprimidas con una pedagog&a liberadora. !s& 'a cundido entre varios la curiosidad por algn m#todo que pueda ayudar a estos 'ombres a ser due3os de s& mismos, y entonces liberarse de la opresin que las agobia. 6esde el comien$o result evidente, para quienes actuaban movidos por este incentivo, que dic'o m#todo pedaggico deb&a ser muy distinto por cierto, del tradicional. "n #ste, segn 'a sido descrito de una manera muy gr/fica, se concreta una concepcin (bancaria) de la pedagog&a4 en efecto, por medio del mismo, el maestro deposita conocimientos en la mente del alumno, pero no llega a crear en #ste un ser realmente cultivado, alguien que puede crear cultura. Se asiste, como bien se sabe, a un proceso de informacin Fen muc'os casos des'umani$anteI, pero no de formacin 'umana. Barios fueron los intentos reali$ados con miras a concretar este m#todo de ense3an$a. .o es el caso a'ora de mencionarlos y de caracteri$arlos. 7aste decir, simplemente, que entre ellos 'ay uno que 'a merecido una atencin especial1 el de educacin de adultos que se debe a la inspiracin de aulo :reire. "ste pedagogo, oriundo del .oreste de 7rasil, supo crear un m#todo educativo que se basa en el di/logo. ! trav#s de la formacin de (c&rculos de cultura) que focali$an su atencin en una imagen dada, se procura la formacin de una (conciencia 7 cr&tica), que a medida que va madurando y creciendo, necesariamente 'a de superar a la (conciencia oprimida). ara llegar a este objetivo, el di/logo es el instrumento adecuado. "n efecto, crea una relacin 'ori$ontal, a trav#s de la cual las partes que dialogan se interpelan mutuamente. Se elimina as& la posicin superior del educador, t&pica de la concepcin bancaria de la pedagog&a. "n realidad, el educador ya no es tal4 es apenas un animador del di/logo. "l verdadero educador en este caso es el educando mismo. > debe ser as&, porque de otro modo no podr/ superar su conciencia oprimida. 2laro est/, la formacin de una conciencia cr&tica no significa que todos los problemas de una persona oprimida ya 'an sido superados, ni tampoco que 'a de luc'ar por una sociedad mas justa. Sin embargo, a trav#s de la formacin de esa conciencia resulta indudable que la persona est/ en mejores condiciones para llegar a ser un militante por la transformacin de s& y de su medio. 0omando conocimiento de la existencia de este instrumento pedaggico, y ante la realidad dolorosa que manifiestan los barrios de emergencia de Montevideo, un grupo de personas FNI decidi iniciar una experiencia en uno de los barrios marginales de Montevideo. Surgi as& un trabajo en equipo, que fue planteado a partir de la situacin de las personas con quienes iba a ser reali$ado. Se trataba de un grupo de mujeres que constituyen un taller de costura, y que con el futuro de su trabajo de tejidos trata de paliar en algo las necesidades de sus vidas. 0eniendo en cuenta esta situacin se plante un curso que fue puesto en pr/ctica desde el mes de julio de +,GK. ! partir de entonces, a trav#s de sesiones semanales de m/s de una 'ora de duracin cada una, aquel ncleo de mujeres Fmuc'as de ellas ya abuelasI, 'a experimentado una verdadera transformacin. La misma se reflej en la forma como se fueron entablando los di/logos. Si bien en el comien$o de esas sesiones de discusin el animador del grupo intervendr&a a menudo, cada ve$ lo fue 'aciendo menos a medida que el c&rculo de cultura se desarroll. >, lo que es m/s importante, notables cambios de actitud existieron entre los integrantes del grupo1 sus intervenciones en el debate fueron cada ve$ m/s aplomadas, m/s firmes, m/s claras. Mientras ello ocurr&a, muc'as comien$an a asumir posiciones pol&ticas que revelaron un evidente crecimiento interior, una verdadera madure$. "s decir, tomaron conciencia de su situacin, y adoptaron poco a poco actitudes que indudablemente, de mantenerse, 'an de 'acer de ellas verdaderos agentes transformadores de su condicin 'umana y del barrio en el que viven. 6e este modo, aparentemente, 'a sido superada la conciencia oprimida. ero, cosa m/s importante, la conciencia cr&tica FculturalI parece estar dando paso a la conciencia pol&tica. Los que 'emos intervenido en esta experiencia, sea a trav#s de su planeamiento, de su ejecucin o de la reflexin evaluadora, estimamos que los resultados son m/s que aleccionadores. Sin embargo, no pueden ser considerados definitivos. "n efecto, ante lo expuesto, se imponen algunas preguntas1 Lersistir/ esa conciencia pol&ticaM LSe seguir/ desarrollando con un contenido realmente socialM "stos cuestionantes no se refieren nicamente a la situacin vivida con este grupo de mujeres, cuyos di/logos constituyen este volumen, sino al m#todo culturalista de educacin de adultos de aulo :reire. orque, y esta afirmacin que sigue nadie la puede discutir, resulta evidente que esa toma de conciencia que 'an tenido estas personas debe ser continuada con una formacin adecuada. !qu& aparece un nuevo desaf&o1 L2mo llevar a cabo esa formacin sin traicionar el m#todo que provoc esa toma de concienciaM ara algunos, qui$/s esto ponga en tela de juicio el m#todo. "stimamos que esta posicin no toma en cuenta los valores positivos del mismo ya demostrados por su puesta en pr/ctica. "s decir, que el m#todo culturalista, que procura la formacin de una conciencia cr&tica en el adulto con miras a la formacin de una conciencia pol&tica en el mismo, de ninguna manera debe ser desestimado. "s m/s, para varios de los miembros del equipo de trabajo, resulta clara la conviccin de que la multiplicacin de experiencias de esta &ndole en muc'os barrios y ciudades del Uruguay, 'a de ser de gran valor para la transformacin necesaria de nuestro pueblo. ara terminar4 en un momento en el que quienes est/n muy interesados en mantener a los sectores populares del pa&s en una situacin de conciencia oprimida 'an llegado a controlar 8 los medios de comunicacin social, se impone la experimentacin de los nuevos m#todos que ayuden a la liberacin de nuestro pueblo. "l di/logo y la puesta en cuestin de lo meramente tradicional son elementos a no desec'ar. La ra$n para esta afirmacin se basa en la experiencia de la cual las p/ginas que siguen dan cuenta. "n ellas el lector podr/ advertir no slo la injusticia de un sistema social que debe ser dejado atr/s, sino tambi#n el cambio que se fue produciendo en quienes comen$aron conversando como tantos de nosotros, con la conciencia oprimida, para llegar poco a poco, 'asta casi el umbral de la militancia4 como de ser juguetes de un destino al que parec&an conformarse fatalmente, 'an pasado a querer afirmarse en sus vidas como sujetos responsables de su propia 'istoria. ()*+nteraron dic,o ru-o las Srtas. .a/uel Carreira y .a/uel 0arreira y los Dres. Enri/ue M1nde23 4ulio de Santa !na y 4ulio 0arreiro. UNA ETAPA DE LA EXTENSION UNIVERSITARIA EN EL BARRIO SUR (UNDAMENTOS U)* E+,-./-)0/* 1- E+2-)3/4) U)/5-.3/2*./*. ! partir de mayo de +,-;, se inici en un sector de la ciudad de Montevideo, una experiencia de "xtensin Universitaria en una escala an no conocida en nuestro medio, con participacin de organismos directivos, docentes y estudiantiles de las :acultades de Medicina y !rquitectura y las "scuelas Universitarias de "nfermer&a y de Servicio Social, as& como de la "scuela de Servicio Social del Ministerio de Salud blica. La experiencia se encuentra an en pleno planteamiento y en realidad no 'a sobrepasado sus etapas preliminares. La presente publicacin tiene por finalidad 'acer conocer el trabajo reali$ado en el /mbito de la Universidad en torno del 7arrio Sur de la capital, centrado en dos 2ensos1 el de los estudiantes de !rquitectura del H, de mayo de +,-;, de Bivienda y oblacin, y el de los estudiantes de Medicina y la 2/tedra de %igiene de esta ltima :acultad9 la encuesta sanitaria del H+ de agosto de +,-;. L* D602./)* 1- 7* E+2-)3/4) U)/5-.3/2*./* La iniciativa de esta vinculacin entre la Universidad y la comunidad del 7arrio Sur, surgi del 2omit# opular de los vecinos de la $ona y r/pidamente fue recogida por algunos sectores docentes y estudiantiles. "xisten muc'os integrantes de nuestra 2asa de "studios, conciencia formada acerca de la necesidad imperiosa de reali$ar "xtensin Universitaria. La "xtensin Universitaria surge como concepcin, en Latinoam#rica, del movimiento de la Ceforma Universitaria de +,+K. 2omo reaccin contra la Universidad claustral y clasista, sus grupos renovadores sientan la tesis de que ella slo puede cumplir su misin en forma acabada, acerc/ndose al pueblo, viviendo sus problemas y colaborando para solucionarlos. %ay varios factores que conspiran contra el logro de ese sentido amplio de los fines de la Universidad. Su alumnado y su profesorado no son en general de extraccin popular y, salvo peque3os ncleos interesados en revitali$arla, la mayor&a se preocupa tan slo de la obtencin de un t&tulo profesional que le permita un cmodo medio de vida y un lugar social de cierta preminencia. 9 La "xtensin Universitaria se propone efectuar una serie de tareas incumplidas por la actual Universidad1 - 2onocer los problemas del medio en que acta, para planificar soluciones4 - %acer llegar los conocimientos de la ense3an$a superior y la t#cnica moderna a aquellos sectores que, por ra$ones principalmente econmicas, no tienen acceso a la Universidad4 - Lograr que los egresados de la Universidad tengan una visin aut#ntica de la realidad en que deber/n actuar y que lo 'agan con una concepcin social y solidaria y no ego&sta e individualista como 'asta a'ora4 odemos decir entonces, que con la "xtensin Universitaria se forja una 'erramienta til para la capacitacin de los alumnos, docentes y graduados. %asta 'ace pocos meses, la "xtensin Universitaria en nuestro ambiente era escasa, por no decir casi nula, y corr&a por cuenta sobre todo de los centros estudiantiles1 c'arlas sanitarias por la !sociacin se "studiantes de Medicina, las Misiones Socio9edaggicas con alumnos de magisterio y varias :acultades, y alguna 2/tedra que sal&a a la lu$ pblica para asesorar a la poblacin en asuntos de inter#s individual o colectivo. "n forma casi conjunta con la iniciacin la los trabajos en el 7arrio Sur, la Universidad puso en funcionamiento una 2omisin de "xtensin Universitaria y !ccin Social, que contar/ con medios y orientaciones suficientes como para encau$ar a nuestra Universidad por esta senda apenas 'ollada. L63 ,.68.*9*3 1- E+2-)3/4) U)/5-.3/2*./*. La reali$acin en amplia escala de la "xtensin Universitaria supone un esquema organi$ativo basado en dos pilares esenciales1 La Universidad y la comunidad. "n cuanto a la Universidad, todos los actores deben participar en el programa, las diferentes :acultades, las 2/tedras, los estudiantes, los graduados. La "xtensin Universitaria se dirige 'acia una comunidad en su conjunto para estudiarla en todas sus facetas y contribuir a la solucin de todos sus problemas. 6e a'& que se requiera la participacin de los diversos ncleos t#cnicos que componen la Universidad, apropiados para cada tipo de problema que presente la comunidad. "ventualmente, es conveniente la vinculacin de estudiantes no universitarios, como ser liceales, de la Universidad del 0rabajo, magisteriales, etc., brind/ndoles la oportunidad de conocer un grupo que busca la solucin de sus problemas de vivienda, salud, educacin. "sto en lo referente a la Universidad. ero no 'ay que olvidar que la "xtensin Universitaria es fundamentalmente una experiencia de comunidad. .o puede de ninguna manera tener el propsito paternalista de ofrecer soluciones 'ec'as y desde arriba. Los propios 'abitantes del ncleo en que se acta, a trav#s de sus agrupaciones vecinales, sindicales, sociales, culturales, deportivas, etc., 'an de ser los ejecutores de los programas de "xtensin Universitaria. La Universidad les da asesoramiento t#cnico, los ayuda a organi$arse, les brinda algunos elementos materiales. ero el elemento base es la propia comunidad, viviendo y conociendo sus necesidades y aplicando sus energ&as para subvenirlas. 6e a'& que el comien$o lgico de una experiencia de "xtensin Universitaria sea auscultar y reavivar el inter#s de los vecinos en la solucin de sus problemas. ! partir de entonces, los universitarios ofrecen a la comunidad su asesor&a t#cnica para la instalacin de los servicios sanitarios, educacionales, recreativos y otros que los mismos vecinos sientan como necesarios. or lo tanto, un programa de "xtensin Universitaria debe tener Servicios comunitarios donde los vecinos vayan resolviendo sus dificultades. ara la instalacin de dic'os Servicios, es imprescindible el conocimiento previo de la realidad en que se va a trabajar. "sto se logra mediante relevamientos censales que permitan 10 conocer en forma cabal a la comunidad, desde el punto de vista social, econmico, sanitario, ocupacional, de vivienda, jur&dico, etc. "n el caso que motiva esta publicacin, se 'an logrado dos de los referidos elementos1 el inter#s del ncleo social y la encuesta sobre sus caracter&sticas y necesidades, 'abi#ndose empe$ado a trabajar en la creacin de Servicios. EDUCACIN POPULAR HISTORIA CONCEPTUALI:ACIN JORGE BRALICH (199&) L! "6U2!2AE. *UL!C ". L! %AS0*CA! "L SAJL* DD LA EXTENSIN UNIVERSITARIA La accin de la Universidad sobre los adultos que no concurren a sus cursos regulares tienen una larga tradicin. Sin embargo, el concepto espec&fico de "xtensin Universitaria como accin de la Universidad sobre el medio, aparece a fines del siglo DAD en "uropa. Se3ala alacios F+I1 ("n +K-O contesta una comisin real a una peticin de algunos nobles, aceptando los recursos ofrecidos por iniciativa privada, para llevar a los pobres la ense3an$a de las universidades4 crece el entusiasmo, multiplicanse las instituciones populares, suc#dense las conferencias? y nace, producida por el ambiente, en +K;+, la University "xtensin, con el profesor Stuart, de la Universidad de 2ambridge, que 'ace un curso en una asociacin de se3oras. "l ejemplo fue imitado. Siguieron *xford y otras universidades despu#s. Los ferrocarriles ponen esos frutos al alcance de los distritos m/s inaccesibles4 surge una organi$acin acabada? se crean clases, colegios t#cnicos, incorporacin de estudios a las universidades?). Caybould por su parte, confirma estos datos se3alando que (? las actividades de extensin universitaria, como las dem/s formas de educacin de adultos? no 'an surgido como resultado de una iniciativa espont/nea de las universidades, sino como respuesta a necesidades que se 'ab&an 'ec'o sentir y se 'ab&an expresado fuera de su recinto. 0al fue el origen del movimiento de extensin, aunque su iniciador, en la medida en que puede decirse que ese movimiento se debe a la iniciativa de una persona individual, fue un profesor universitario, =ames Stuart1 en efecto, las organi$aciones que recurrieron a Stuart y m/s tarde , siguiendo sus consejos, solicitaron a la Universidad de 2ambridge, de cuyo claustro formaba parte Stuart, que patrocinara estas actividades, eran organi$aciones que principalmente se preocupaban de poner la ense3an$a superior al alcance de los sectores de la poblacin que en general no ten&an acceso a ella, como las mujeres y los trabajadores.) FHI "l movimiento se extiende a los "".UU. en +KKG, aunque anteriormente se contaba con los antecedentes de los cursos nocturnos gratuitos dictados, entre otros, por %oracio Mann. ("l medio generalmente utili$ado al comien$o del movimiento de educacin de adultos fue la conferencia pblica. ! principios del siglo DAD, las bibliotecas mercantiles, las sociedades 'istricas, los institutos para mec/nicos y las asociaciones filosficas se disputaban los conferenciantes sobre temas t#cnicos. Sabido es que el !merican Lyceum fue originado en +KHG por =osia' %olbroo8, de 6erby, 2onnecticut y ya en +KO5, la organi$acin contaba con OPPP filiales en los "".UU. Jeneralmente, cada filial preparaba un programa semanal, consistente en ensayos, debates, conferencias y discusiones). ("l t#rmino (extensin universitaria) tuvo su origen en Jran 7reta3a y 'asta +KK; la extensin universitaria fue poco conocida en los "".UU.) FOI "n +K,P se funda en :iladelfia la !merican Society for "xtensin 11 of University con el objeto de (extender el ideal universitario a los que no recibieron la educacin de las universidades4 de mantener despierto entre los ('ombres de la Universidad) los gustos suscitados por la educacin universitaria y de introducir sus m#todos en el estudio de los asuntos que atraen la curiosidad del pueblo) F5I "n !lemania, en 7#lgica, :rancia, "spa3a y otros pa&ses europeos se extendi el referido movimiento. 2on respecto a las caracter&sticas de los beneficiarios de la (extensin) se3ala asimismo alacios que (no 'ay gran diferencia entre el que adecue aqu& a la "xtensin y el que aprovec'a sus ense3an$as en el extranjero. Las nuestras recaen generalmente en los mismos estudiantes de las Universidades, en otras gentes de cierta ilustracin, ya de la clase media casi siempre, aunque de ella participen obreros. Lo mismo pasa en Anglaterra, :rancia, 7#lgica y otros pa&ses donde la institucin lleg a la mayor importancia). "n !m#rica Latina fue el Movimiento de Ceforma Universitaria el que promovi esta idea. La extensin universitaria figuraba entre las +P bases que sustentaban el movimiento, junto a otras como la co9participacin estudiantil en el gobierno universitario, la asistencia y la docencia libre, etc. ("n lo &ntimo de la (extensin universitaria) sostenida desde +,+K por el movimiento de la Ceforma Universitaria, estaba? el problema del derec'o de todos a la educacin integral. .o es slo la (extensin) de la Universidad lo que corresponde al pueblo, sino todo el contenido de la Universidad, comen$ando por la educacin pblica universal completa) F-I. "n los a3os siguientes el tema de la extensin estuvo presente permanentemente en casi todas las actividades vinculadas al movimiento de Ceforma Universitaria. !s& en +,H+ se funda la primera Universidad opular en el er, que desarroll una activa labor, segn es descrita por uno de sus protagonistas1 (La sala de conferencias de la federacin ? ve&ase todas las noc'es repleta de obreros y estudiantes atra&dos , ya sea por el tema sugestivo de las conferencias ya por el renombre de algn conferencista, ya por el deseo noble de instruirse. %aya de la 0orre procur dar, desde los primeros d&as, a la extensin universitaria que en la universidad popular se reali$aba, un car/cter revolucionario? Cespondiendo a ese fin se extendi la accin de la universidad popular al pueblo textil de Bitarte, compuesto exclusivamente de obreros). ("n Bitarte la poblacin obrera cada d&a se entusiasmaba m/s y m/s con la obra que la universidad popular reali$aba. 0res noc'es en Lima y tres en Bitarte se dictaba clase sobre materias varias4 conferencias diversas sobre mltiples temas1 arte, 'istoria, econom&a, ciencias , cuestiones obreras y revolucionarias. !lejados de su seno los profesores (snobistas), formada por una minor&a de muc'ac'os revolucionarios, con la confian$a plena de la masa proletaria de Lima y sus alrededores la universidad popular fue bauti$ada en los comien$os del a3o +,HO con el nombre de (Jon$ale$ rada)?) "sta universidad se compon&a del cuerpo de profesores y los alumnos. La asistencia era libre, aunque exist&a un registro donde los obreros de inscrib&an. La ense3an$a era gratuita. .i los alumnos pagaban ni los profesores recib&an paga. "n Bitarte el sindicato de trabajadores recargaba a cada asociado - centavos semanales para los gastos que demandaba el local de clases y los pasajes de los profesores. La Universidad opular de Lima recib&a 'asta el a3o +,H5 la cantidad de - libras de la Universidad de San Marcos? 0odos los profesores reunidos formaban la junta de profesores, que estaba integrada adem/s por los representantes de los alumnos, que deb&an ser obreros? La junta de profesores... se ocupaba de todas las cuestiones relativas a la ense3an$a, a la orientacin doctrinaria, a las conferencias, a las diversas campa3as en pro del proletariado y al ingreso de nuevos profesores?) FGI "n ese mismo a3o el 2ongreso Anternacional de "studiantes reunido en M#jico, resolvi )?que la extensin universitaria es una obligacin de las asociaciones estudiantiles, puesto que la primera y fundamental accin que el estudiante debe desarrollar en la sociedad es difundir la cultura que de ella 'a recibido, entre quienes la 'an menester. oco despu#s, en +,H;, los estudiantes de 6erec'o de araguay, al proyectar una ley de Ceforma Universitaria se3alaron1 (Sin duda uno de los puntos m/s descuidados 'asta 'oy en nuestro pa&s 'a sido el relativo a la extensin universitaria, institucin nacida en Anglaterra 12 con el nombre de (University extensin) 6ice al respecto el sabio profesor espa3ol Cafael !ltamira y 2revea1 ( 2onfesamos que no se concibe nada m/s 'ermoso , mas digno de la juventud. Servir a la obra social de una manera tan amplia y generosa4 devolver al pa&s en actos positivos y de trascendencia suma los beneficios que del pa&s se reciben en los grandes centros universitarios4 contribuir personalmente a la regeneracin y cultura de las clases des'eredadas e ignorantes4 tener por clientes y alumnos a los obreros y no desde3ar que la toga doctoral se ocupe en escuelas de adultos m/s o menos superiores, eso s& que es servir a la patria, amarla desinteresadamente y sentir el latido de la verdadera fraternidad y el verdadero socialismo) F;I. "n +,O+, el congreso Universitario !mericano reunido en Montevideo, aprob entre sus conclusiones1 (bI "l establecimiento de la "xtensin Universitaria considerada como un servicio obligatorio de profesores y estudiantes en todo el territorio del estado, d/ndose preferencia a los barrios industriales, centros fabriles, regiones agr&colas o mineras. cI "l estudio especial, en cursillos, conferencias, etc. 6e todo problema que plantee la realidad ambiente). "sto se fundamentaba en que (la universidad tiene que contribuir de manera eficiente a la formacin del esp&ritu pblico? 6ebe pues, abrir sus puertas lo m/s ampliamente posible a fin de que todos los integrantes del cuerpo social est#n en igualdad de condiciones para adquirir la alta cultura4 pero adem/s, deben extender su accin y llevar la c/tedra a todos los sectores de la opinin pblica, especialmente aquellos que mayores dificultades tienen para llegar, por su situacin econmica, a escuc'ar la palabra de los grandes maestros. 6ebe tambi#n promover el estudio de todos aquellos problemas que constituyen la actualidad ambiente, yendo a buscar inspiracin para el mayor acierto de las soluciones, en el foco mismo de la realidad.) FKI Los universitarios uruguayos, por otro lado, en el proyecto de "statuto Universitario aprobado en +,O- por la !samblea del 2laustro proponen la creacin de un Anstituto de "xtensin Universitaria , se3alando1 (La Universidad debe tomar a su cargo la tarea de extender la cultura que el "statuto enuncia como uno de sus fines esenciales? y 'acer que su labor irradie en todo el medio social, fecund/ndolo generosamente? La universidad procurar/ establecer el contacto necesario con las entidades obreras e incorporar a sus trabajos a los obreros que se dispusieran a ello.) F,I ! mediados de este siglo, en el C&o de la lata, se produce una interesante experiencia de extensin universitaria , cuando la Universidad de 7uenos !ires crea en +,-G un departamento especiali$ado. !l anali$ar su primer a3o de actividad, afirma que la misin de la extensin (es lograr la integracin de la Universidad a su contorno social) , y explicita esto as&1 (or una parte, facilitar por los medios que le son propios el doble acceso a la Universidad de sectores cada ve$ m/s amplios de la poblacin. or otra parte, lograr una reestructuracin de la Universidad <paralela a un cambio de actitud profesional y 'umana de estudiantes , profesores y egresados9 para que la tarea universitaria responda efectivamente, a las necesidades reales del pa&s). > se se3ala despu#s1 ( !l asign/rsele al 6epartamento de "xtensin Universitaria una funcin de "ducacin opular, en el momento de su creacin, se pens que la Universidad es una institucin que se 'alla en inmejorables condiciones para aplicar el sistema denominado "ducacin :undamental) F+PI. !corde con este ideario , el departamento cre tres plantas piloto de extensin , una de ellas en Asla Maciel, vecindario vecinal marginal con graves problemas socio9econmicos. Las otras actividades giraron en torno a ciclos radiofnicos, asesoramientos t#cnicos a comunidades , reactivacin de bibliotecas populares, etc. or otro lado, por esa misma fec'a la universidad uruguaya <ya en los prolegmenos de una nueva Ley *rg/nica crea una comisin espec&fica de extensin universitaria que luego se convertir&a en departamento. "l reglamento de este departamento <aprobado en +,GP9 estableci, entre otros objetivos1 (2apacitar a la comunidad para la comprensin y solucin de sus problemas mediante el esfuer$o organi$ado de la propia comunidad. !mpliar la esfera social de la Universidad poni#ndola al alcance de sectores que no tienen acceso a ella por 13 ra$ones socio9econmicas. 2rear una vinculacin solidaria entre la Universidad y los sectores populares a efectos de que 'aya una interaccin activa entre ambos. Ceali$ar el estudio de problemas de inter#s general propendiendo a su comprensin publica en estrec'o contacto con el pueblo. 6ivulgar los conocimientos culturales art&sticos, t#cnicos, cient&ficos, a la poblacin en general, a las comunidades organi$adas y a los rdenes universitarios?) F++I 6esarroll el departamento una labor centrada en tres programas1 uno rural, en el ranc'er&o intos del departamento de :lores, otro en un barrio sub9urbano <7orro y Unidad 2asavalle9 y el ltimo en el 7arrio Sur de la ciudad de Montevideo. M/s adelante <ya a comien$os de la d#cada del ;P, se extendi la accin a otros puntos del interior del pa&s1 :lorida, 0reinta y 0res, San =os#, etc. "xistieron siempre algunas dificultades para precisar los objetivos de este movimiento de extensin universitaria. >a a principios de este siglo alacios Fop.cit.I afirmaba1 (!s&, en tanto que algunos autores? parecen designar con aquel nombre todo movimiento popular de educacin social superior, con car/cter privado o pblico, piensan otros que se refiere slo a la nueva extensin de la ense3an$a cient&fica, en cierto modo llevada por la Universidad, que sale de sus confines, al pueblo que trabaja y no puede acudir a ella? y an otros todav&a que ?la 'acen trascender? a toda accin expansiva de car/cter educativo y social que la Universidad efecta fuera de su esfera oficial docente.) ara Savloff ("l concepto de extensin implica una teor&a de la Universidad, segn la cual la ense3an$a impartida en sus aulas, as& como la investigacin concentrada en sus laboratorios constituyen una parte de la funcin de aquella y S*L* U.! !C0"? Se basa? en el principio de que no 'ay una funcin espec&fica de car/cter /ulico y adem/s una actividad complementaria ('acia el exterior), llamada extensin, sino que la actividad propia y esencial de la Universidad es a la ve$ ambas cosas.) F+HI "n esa misma obra, =. de Santa !na rese3a dos de los encares t&picos de la extensin universitaria1 (La manera m/s cl/sica como fue encarado el trabajo de extensin por parte de la Universidad tiene un marcado tono (culturalista)4 es decir que intenta promover a nivel popular el tipo de cultura propio de la #lite universitaria? la extensin universitaria se concibe como un m#todo de llevar la cultura universitaria a los sectores populares? *tra expresin del trabajo de extensin universitaria ? que tuvo gran desarrollo a partir de fines de la ltima gran guerra mundial, entiende su labor no como una conquista cultural? sino fundamentalmente como un trabajo de 'ondo contenido social que se desarrolla en t#rminos de solidaridad y colaboracin entre la Universidad y el pueblo, a partir de un encuentro en situaciones concretas donde se plantean problemas espec&ficos y que es necesario solucionar.) F+OI "l ya mencionado Savloff se3ala como una de las manifestaciones de la extensin universitaria los programas de educacin popular, la que es entendida de forma mas amplia que la tradicional1 ("l car/cter de la "ducacin opular, supera ampliamente la naturale$a de actividades que tradicionalmente se entienden bajo esa denominacin1 cursos, conferencias, alfabeti$acin de adultos, divulgacin de conocimientos tiles para la salud, el 'ogar, exposiciones, bibliotecas, etc. 2iertamente esas actividades est/n incluidas en la "ducacin opular, pero #sta va m/s all/ en la sociedad moderna1 a trav#s de procedimientos no necesariamente escolares, se dedica al ser 'umano durante toda su vida, cualquiera sea su nivel educativo, para integrarlo din/micamente al cambio social y a la innovacin tecnolgica y cultural.) Andica tambi#n como algunos de los fines de esta educacin popular el (desarrollo intelectual Finformacin y discusin sobre problemas y temas reales de la vida cotidiana, social, pol&tica y econmica? etc.)I y la (participacin activa del individuo en la sociedad local y nacional1 en el barrio o pueblo, en el sindicato, la cooperativa, el partido pol&tico, la asociacin cultural) , agregando que la metodolog&a a utili$ar (toma tambi#n la forma de grupos de discusin sobre problemas de actualidad, c&rculos de lectura, tele9clubes, grupos de aficionados a una actividad determinada, clubes cient&ficos juveniles, conjuntos vocacionales de teatro, cine clubes, etc.) 14 ara . :reire, sin embargo, resultar&an incompatibles el concepto de extensin y el de una accin educativa de car/cter liberador. (or esto mismo, la expresin (extensin educativa) solo tiene sentido si se toma la educacin como pr/ctica de la (domesticacin). "ducar y educarse, en la pr/ctica de la libertad no es extender algo desde la (sede del saber) 'asta la (sede de la ignorancia) para (salvar), con este saber, a los que 'abitan en aquella.) F+5I or el contrario, m/s adelante enfati$a que (cualquier esfuer$o de educacin popular, est# o no asociado a una capacitacin profesional? debe tener un objetivo fundamental1 posibilitar a trav#s de la problemati$acin del 'ombre9mundo, o del 'ombre en sus relaciones con el mundo y con los 'ombres, que profundicen su toma de conciencia de la realidad, en la cual y con la cual est/n.) *tro autor que sigue en cierta medida a :reire9reconoce en cambio la posibilidad de una (extensin agr&cola) que acte como una forma de educacin liberadora. regunta 7osco into1 (Luede la "xtensin !gr&cola?'acer suya una filosof&a liberadora, que plantea como objetivo b/sico la liberacin del 'ombre, el que este 'ombre deje de ser un objeto y se 'aga un sujeto cr&tico y activo de la 'istoriaM) y contesta1 (?es una tarea dif&cil pero no imposible. "l cambio de objetivos que esto supone Fpasar de una visin tecnicista de la sociedad 'acia una visin estructural, de un concepto de cambio como adopcin de tecnolog&a a cambio como transformacin de estructuras b/sicas, de una estrategia educacional domesticadora, manipuladora, a un planteamiento educacional que propone un redescubrimiento cr&tico de la realidadI, implica ciertos riesgos? "n cualquier caso es posible crear ciertas condiciones en las cuales pueda emerger la conciencia cr&tica y generali$arse las organi$aciones de base que son los elementos que llevan en s& la promesa de un cambio profundo en las estructuras). F+-I Bemos as& que la extensin universitaria 'a sido encarada desde esas dos perspectivas1 la (culturalista), desde la cual se percib&a a los destinatarios de la extensin como seres pasivos que deb&an recibir una cultura (superior) elaborada por los sectores universitarios y otra perspectiva distinta (liberadora) desde la cual se procuraba un acercamiento al destinatario de la extensin para desarrollar en #l su propia capacidad de crear cultura, para reali$ar conjuntamente con el extensionista universitario, una interpretacin de la realidad y una transformacin de la misma. La primera perspectiva 'a sido la m/s comn en los or&genes del movimiento de extensin 'asta bastante avan$ado el presente siglo 9por la d#cada del los -P aproximadamente9 , en tanto la otra perspectiva se desarroll a partir de entonces vinculada a las concepciones de ciertas formas de trabajo y de accin pol&tica. +I alacios, Leopoldo. (Las Universidades) Sempere. Madrid +,P; HI Caybould, C. S. (Los servicios de extensin Universitaria en Jran 7reta3a Fen (Las universidades y la educacin de adultos) U."S2*.+,-H,p.KGI OI Qoods y %ammarberg (La educacin de extensin universitaria en los "".UU.) Fen (Las universidades y la educacin de adultos) U."S2*, p.+-+I 5I alacios, op.cit. -I J. del Ma$o, Fen 2onf. Antern. de "studiantes. (La reforma Universitaria en !m#rica Latina). +,GPI GI 2rnica del mov. "stud. eruano. "nrique 2ornejo Roster, Fen J. 6el Ma$o, (La Ceforma Universitaria) 0.AA, pp.+K y H+9HHI ;I (La Ceforma Universitaria) 0.AA, op. cit. p.+K,. KI Memorias del 2ongreso, Fen (La Ceforma Universitaria) 0.AA, pp.+P+9+PHI ,I Universidad de la Cepblica, !samblea del 2laustro. 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