El documento explica cómo el título "Señor" se aplicó a Jesús en el Nuevo Testamento y en las primeras comunidades cristianas. En el Antiguo Testamento, el título se refería a Dios (Yahvé). En el Nuevo Testamento, se transfirió a Jesús para reconocer su señorío universal como verdadero Dios y fuente de salvación. En Hechos de los Apóstoles, cuando se llama a Jesús "Señor", se está reconociendo su divinidad y su papel como instrumento de salvación envi
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El documento explica cómo el título "Señor" se aplicó a Jesús en el Nuevo Testamento y en las primeras comunidades cristianas. En el Antiguo Testamento, el título se refería a Dios (Yahvé). En el Nuevo Testamento, se transfirió a Jesús para reconocer su señorío universal como verdadero Dios y fuente de salvación. En Hechos de los Apóstoles, cuando se llama a Jesús "Señor", se está reconociendo su divinidad y su papel como instrumento de salvación envi
El documento explica cómo el título "Señor" se aplicó a Jesús en el Nuevo Testamento y en las primeras comunidades cristianas. En el Antiguo Testamento, el título se refería a Dios (Yahvé). En el Nuevo Testamento, se transfirió a Jesús para reconocer su señorío universal como verdadero Dios y fuente de salvación. En Hechos de los Apóstoles, cuando se llama a Jesús "Señor", se está reconociendo su divinidad y su papel como instrumento de salvación envi
El documento explica cómo el título "Señor" se aplicó a Jesús en el Nuevo Testamento y en las primeras comunidades cristianas. En el Antiguo Testamento, el título se refería a Dios (Yahvé). En el Nuevo Testamento, se transfirió a Jesús para reconocer su señorío universal como verdadero Dios y fuente de salvación. En Hechos de los Apóstoles, cuando se llama a Jesús "Señor", se está reconociendo su divinidad y su papel como instrumento de salvación envi
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EL TITULO SEOR EN LOS HECHOS DE LOS
APSTOLES
Por tanto con toda seguridad conozca toda la casa de Israel que al mismo Jess, a quien vosotros crucificasteis, Dios lo ha constituido Seor y Mesas (Hechos 2, 36)
Antes de introducirnos en el estudio del ttulo Seor en el libro de los Hechos de los Apstoles conviene hacer un breve repaso sobre la aplicacin de este ttulo en el Antiguo Testamento y como luego este ttulo fue aplicado por las primeras comunidades cristianas a Jess de Nazaret.
En el Antiguo Testamento a Yahveh se le llama Seor porque ha creado a su pueblo y, por tanto, es su propietario y lo gobierna legtimamente; adems, lo liber de la servidumbre de Egipto (Ex 19,4-6; Sal 100,3; Is 1,24; 6,1.8; 43,1.21; 60,21). Yahveh es el seor de toda la tierra (Jos 3,11, 13; Miq 4,13); su gloria llena la tierra, ya que l ha creado el cielo y la tierra (Gn 1,1; Is 6,3), Yahveh es el seor de los seores (Dt 10,17; Sal 136,3), En el AT, 2Sam 3,4 contiene el testimonio ms antiguo de fecha determinable del hecho de que Israel daba a su Dios el ttulo de seor (Adonas).
Esta forma expresara, pues, la superioridad del seoro de Dios sobre todo lo que es llamado seor. Con todo, incluso Eissfeldt acepta la idea de que escribas posteriores cambiaran, en muchos casos, adoni En adonai, debido a que este segundo ttulo era cada vez ms corriente. Hasta el nombre de Yahveh fue reemplazado progresivamente por el ttulo de seor, lo cual explica el hecho de que la versin griega del A. T lo traduzca regularmente por kyrios 1 .
El Nuevo Testamento transfiere a Cristo el ttulo Kyrios.
1 Cf. DICCIONARIO ENCICLOPEDICO DE LA BIBLIA. Voz: Seor 2
A partir del trmino que se halla en el Salmo110,1 haba Jess querido dar a entender que, aun siendo hijo de David, le era superior y anterior (Mat 22,43ss; d. Lc 1,43; 2,11). La Iglesia naciente, apoyndose en este mismo salmo, proclama en su predicacin el seoro de Cristo, actualizado por su resurreccin (Act 2,34ss). En su oracin conserva largo tiempo la invocacin aramea primitiva: Marana tha, Seor nuestro, ven! (lCor 16,22; Ap 22,20). La luz de pascua, la reflexin sobre la Escritura, he aqu las fuentes de la primera confesin cristiana: Jess es Seor (Rom 10,9; ICor 12,3; Col 2,6).
Jess merece el ttulo supremo de Marana tha y de Kyrios, en cuanto mesas entronizado en el cielo que inaugura su reinado por el don del Espritu (Act 2,33) y est siempre presente a su Iglesia en la asamblea eucarstica en tanto llega el juicio (Act 10,42). Ahora bien, esta soberana de Cristo, en el primer plano en el ttulo Kyrios, es la de Dios mismo, tanto que se transfiere al Seor de todos (Act 10,36) lo que convena a Yahveh solo, por ejemplo, la invocacin del nombre (Act 2,20s).
Tambin todo el universo, cielos, tierra, infiernos, proclama que Jess es seor (Flp 2,10s). Este ltimo ttulo asegura el valor divino del ttulo: Jess, que era de condicin divina, despus de haberse hecho esclavo es exaltado por Dios y recibe, de l el nombre por encima de todo nombre, irradiacin de la divinidad sobre su humanidad glorificada, que funda su soberana universal.
El Apocalipsis hace comprender tambin que el ttulo seor de los seores, testimoniado hada ya mucho tiempo en Oriente (hacia 1100antes de J.C.), no conviene a1 emperador divinizado, sino a slo Cristo como al Padre (Ap 17,14; 19,16; el. Dt 10,17; lTim 6,16).
Lucas, proyectando la luz de pascua sobre los acontecimientos de la vida de Cristo, se complace en designar a Jess bajo su ttulo de Seor (Lc 7,13; 10,39.41...); Juan lo utiliza con menos frecuencia (Jn 11,2), pero muestra al discpulo al que amaba Jess descubriendo al seor en aquel que se hallaba en la ribera (21,7), y a Toms 3
proclamando que Jess resucitado es a 'la vez el Seor de los creyentes y verdadero Dios: Seor mo y Dios mo! (20,28) 2 .
Todos estos ttulos aplicados ahora a Jess tienen una prehistoria en el Antiguo Testamento, el judasmo intertestamentario y el paganismo. Pero su sentido originario recibe un troquelado nuevo de la persona de Jess a la que son aplicados. Sobre ellos se proyectan la vida histrica como la resurreccin de Jess, y desde ella se los relee, recorta o ensancha para que estn a su medida 3 .
En el libro de los Hechos de los Apstoles se deja notar claramente que la aplicacin a Jess de Nazaret del ttulo Seor para referirse a su persona refleja ya con claridad la postura de fe de las primeras comunidades con respecto a Jess.
Cuando en el libro de los Hechos llaman a Jess de esa manera no se refieren a un hombre sin ms a un personaje carismtico con una doctrina atractiva, al hijo de una mujer llamada Mara que vivi entre ellos, sino ms bien a aquel que fue enviado por Dios como instrumento de salvacin para todos los hombres, aquel que venciendo al pecado y a la muerte ha sido resucitado por Dios, aun ms este Jess al ser llamado Seor es reconocido como Dios.
Se puede apreciar esto en el discurso de Pedro (Hch 9, 11-36) en donde se predica los acontecimientos que prepararon el camino de la venida del Mesas y como esto se ha cumplido en Jess que ahora est vivo y glorificado.
Por tanto cuando en las primeras comunidades cristianas se refieren a Jess como el Seor, estn reconociendo su seoro universal como verdadero Dios, es decir que ahora es objeto de fe y fuente de salvacin para los creyentes.
Siguiendo esta lnea Jrgen Roloff hace un estudio de los alcances y las consecuencias de aplicar este ttulo a Jess, dice:
2 Cf. Vocabulario de Teologa Bblica. (Dir) LON-DUFOUR, Xavier. Voz: Seor 3 Cf. GONZLEZ DE CARDENAL, Olegario. Fundamentos de Cristologa II .pg.483-484
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La denominacin de Jess como Seor (Kyrios). El ttulo Kyrios, punto de partida y centro, al mismo tiempo, del mensaje cristolgico del discurso, es un predicado sinttico en el que confluyen mltiples races.
a) Ya en la tradicin prepascual (Mc 7,28; Mt 8,8) aparecen los discpulos dirigindose a Jess con el apelativo "Seor (en arameo,mari). Slo que aqu la expresin no es ms que una muestra de cortesa y respeto; an no tiene el significado pleno de reconocimiento de su soberana.
b) En varios pasajes encontramos la aclamacin litrgica maranatha (Seor nuestro, ven), tpica de la comunidad primitiva de lengua aramea (1 Cor 16,22; Ap 22,20; Did 10,6), con la que se peda no slo la vuelta de Jess en la parusa, sino adems la continuidad de su ayuda en el momento actual. El que haba de venir era aclamado, al mismo tiempo, como el siempre presente, a cuyo refugio se acoga la comunidad en la celebracin litrgica. Esta actitud implica la concepcin de que Jess, ya ahora, antes de su parusa esperada para el futuro, est en el cielo como Seor y es accesible por medio de la invocacin comunitaria.
c) La aplicacin a Jess del ttulo griego Kyrios por parte de los judeocristianos que vivan en ambiente helenstico, se debe a influencia de los LXX. En las sinagogas donde el culto se celebraba en griego, era costumbre leer Kyrios (=Seor) en los pasajes en que el texto hebreo original traa el sacrosanto e impronunciable nombre de Dios, el sagrado tetragrama (YHWH =Yahv); y esto aun en los casos en que el mismo texto griego escrito mantena el tetragrama hebreo. De esta manera, los cristianos de lengua griega pasaron fcilmente a aplicar al Kyrios Jess una serie de afirmaciones que, en su sentido original, se referan al Kyrios Yahv. Pero desde luego que esto no se haca sin ms e indiscriminadamente. Al principio slo ocurra esto con algunos pasajes del Antiguo Testamento en que resonaba alguna idea central que la comunidad consideraba relacionada con su profesin de fe en Jess Seor. Por ejemplo, ciertas actuaciones de Dios con sentido escatolgico, las afirmaciones de su soberana universal y las expresiones de su presencia liberadora al salir por los fueros de su pueblo.
d) Con todo, la cita ms importante es el Sal 110,1 (LXX): "Orculo del Seor a mi Seor: sintate a mi derecha, que vaya hacer de tus enemigos estrado de tus pies". Ya el 5
judasmo precristiano haba interpretado este salmo en sentido mesinico, sobre todo por tratarse de uno de los salmos reales en los que se vea una mayor relacin con la figura del Mesas. El cristianismo primitivo lea este salmo como prueba de la entronizacin de Jess como Seor y con una funcin de dominio, sentado a la derecha de Dios" en el cielo (Mc, 12,35-37). De esta manera, el salmo 110,1 se convirti en fundamento para unir el ttulo Kyrios con la idea de la realeza soberana de Cristo, exaltado sobre todas las potencias del mundo; y, por otra parte, ofreci la posibilidad de combinar dos ttulos: Seor y Mesas (=Cristo). La antigua idea de un Mesas de condicin regia se puede transferir ahora a Jess glorificado, como portador de una soberana divina.
e) Un ltimo punto. El ttulo Kyrios adquiere una nueva dimensin al ser relacionado con la idea de preexistencia. Esta idea no es nueva. Ya el judasmo helenstico haba personificado la Sabidura como una realidad de origen celeste, preexistente a la creacin y mediadora en el proceso creador (Prov 8,22-31; Eclo 24,33). Ahora esta concepcin se transfiere a Jess. Y as nace el esquema de la llamada cristologa en tres etapas, que se puede sintetizar como sigue: Jess fue, ya desde el principio, mediador de la creacin; en su encarnacin se abaj y se humill, para llevar as a cumplimiento el plan de Dios de salvar al mundo; por eso Dios lo exalt y lo constituy Seor y dominador de todas las potencias que subyugaban al universo (Flp 2,6-11; Heb 1,3s). Esta presentacin implicaba la atribucin a Jess de una excelencia de carcter divino. El Seor Jesucristo" (cf. Flp 2,11) es considerado como persona divina, a quien se puede rendir la adoracin que se debe a Dios, y cuyo poder y soberana quedan rotundamente afirmados, en polmico contraste con la pretensin de dominio atribuido a las divinidades clticas del paganismo y especialmente en anttesis con el culto al emperador, expresado por el Kyrios Kaisar (Ap 17,14; 19,16) 4 .
Como hemos venido diciendo la aplicacin del ttulo Seor por parte de las primeras comunidades cristianas a Jess, deja entrever una conciencia por parte de los fieles de que no ha sido un hombre solamente sino tambin que por haber sido resucitado y exaltado por Dios a su derecha luego de su muerte en la cruz ahora goza de una condicin privilegiada: es Dios en el mismo sentido que el Padre.
4 ROLOFF, Jrgen. Hechos de los Apstoles. Pg. 87. 6
Por tanto en libro de los Hechos resalta la clara conciencia de que slo despus de la Pascua, es decir de la glorificacin de Jess, ha podido ser constituido y es Seor.
As lo expresa Rudolf Schnackenburg:
El mensaje de Pascua dice as: El Seor ha resucitado verdaderamente (24,34). Sobre todo, de la resurreccin de Jess se deduce con arreglo al Sal 110,l: Dios le constituy como el Seor y (precisamente por eso) como el Mesas, como el Redentor que trae la salvacin (Act 2,36). Por tanto, lo de Seor es en general un ttulo de majestad, que se contempla tambin en contraste con los seores terrenos. En una ocasin, al emperador, a la majestad imperial (Sebastos) a la que Pablo apela, se le llama Seor (Act 25,25s). Se confirma que el Kyrios en el mensaje anglico se halla tambin en este contexto y tiene una resonancia especial para los lectores helensticos. El Seor no es slo el que se sienta a la derecha en el trono de Dios (cf. Lc 20,42s), sino que es tambin la persona contra quien se alzan en vano los reyes de la tierra y los soberanos (cf. Act 4,26) Y ante quien palidece la majestad del emperador. Hay que destacar adems: Jesucristo (Jess el Cristo), el Seor, a pesar de su dignidad divina, permanece subordinado a Dios, el Seor. En la visin teocntrica de Lucas, Jess recibe de Dios el Seor su trono (Lc 1,32), sigue siendo el Ungido del Seor (2,26), es constituido por Dios en su posicin soberana como Mesas (Act 2,34.36). Dios sigue siendo propiamente el Seor y Dios (Lc 1,68; 4,8.12; Act 2,39; 3,22). Por muy cerca que Jess est de Dios Padre, ste sigue siendo el Seor del cielo y de la tierra, y Jess, Aquel quien todo le fue confiado por su Padre (Lc 10,21). La plena autoridad de Jess procede del cielo (cf. 20,3-9), Y el seoro que Jess ha de ejercer le fue conferido por su Padre (22,29) 5 .
Tamben Joseph Fitzmayer comentando el primer discurso de Pedro en los Hechos de los Apstoles (Hch 9,36):
5 SCHNACKENBURG, Rudolf. La Persona de Jesucristo. Pg. 225-227 7
As pues, que toda la casa de Israel sepa ciertamente que ha hecho Seor y Mesas a este Jess que vosotros crucificasteis. Pedro concluye de este modo su argumento escriturstico y, proclama su punto culminante a los judos reunidos. Como resultado de la resurreccin/exaltacin por Dios, Jess crucificado es un vencedor, Kyrios y Christos. Cristo resucitado es ahora el ,Seor, de quien David habla en el Sal 110, 1 (LXX) Y el "Mesas no est mencionado ni en el salmo 16 ni en el 110, pero est sobreentendido en uno de sus descendientes (Sal 132,1), el mismo salmo que habla del histrico rey David como el Ungido de Dios (132, 10). De esta manera, Pedro afirma la victoria de Cristo sobre la muerte y la instalacin de l en la presencia gloriosa del Padre. Esto es lo que Pedro proclama a toda la casa de Israel, el eco de un ttulo veterotestamentario; cf. Lvi 10, 6; Nm 29; 1 Sm 7, 2.3; Jr 9,25; Ez 37, 11 (LXX). Sobre pas oikos Israel toda la casa de Israel, cf. ZBG 190; IBNTG, 95.
El primero de los dos ttulos cristolgicos implica que Jess, en su condicin de resucitado, ha sido hecho igual que el Yahv del Antiguo Testamento, pues los judos palestinos de los ltimos siglos precristianos usaban "Seor como un ttulo para Yahv: sea mar o marya' en arameo, o 'adn en hebreo, o Kyrios en griego. Todas estas formas estn ahora atestiguadas en importantes textos extrabblicos contemporneos (Luke, 200-204; Lucas 1, 337-342; WA, 115-142); as que ya no es apropiado decir que, la expresin 'el Seor', no modificada, es impensable en el uso judo o que Seor, referido a Dios, siempre lleva algn calificativo (Bultmann;TNT 1, 51). Ms bien, los judeocristianos se apropiaron de un ttulo dado a Yahv por los judos contemporneos de Judea y se aplicaron a Cristo resucitado en una fecha temprana. Lucas describe a Pedro haciendo uso de ese ttulo en su primer testimonio de proclamacin a los judos reunidos en Jerusaln. 6
Por otra parte en este mismo sentido Alfred Wilkenhauser afirma que:
Pedro saca la conclusin final de su argumento: mediante la efusin del Espritu Santo por obra de Jess, de lo cual acaban de ser testigos, todo Israel puede y debe
6 FITZMAYER, Joseph A. Los Hechos de los Apstoles. Pg. 353-354 8
reconocer con absoluta certeza que Dios hizo Seor y Mesas (Cristo) a aquel a quien los judos rechazaron y crucificaron. Que slo a travs de su resurreccin y exaltacin a la diestra de Dios, Jess fue constituido Seor, es decir, soberano universal y copartcipe del poder ilimitado de Dios, es cosa clara, y adems dicha expresamente por el propio Jess en Mt 28.l8: Me ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra. As lo acept tambin la fe del cristianismo primitivo. 7
Para concluir con este breve trabajo podemos afirmar con certeza de que en el libro de los Hechos de los Apstoles la aplicacin del ttulo Seor a Jess, lleva consigo toda una experiencia pascual en donde se le reconoce como aquel que ha venido al mundo para reconciliar a los hombres con Dios segn el designio de salvacin prometido a los Patriarcas en el Antiguo Testamentos y con la llegada y las obras de Jess el Seor y Mesas esto se ha cumplido.
7 WILKENHAUSER, Alfred. Los Hechos de los Apstoles. Pg. 73 9
LIBROS CONSULTADOS
Diccionario Enciclopdico de la Biblia. Dir. Centro: Informtica y Biblia Abada de Maredsous. Barcelona. Editorial Herder, 2003. FITZMAYER, Joseph A. Los Hechos de los Apstoles. Traduccin, introduccin y comentario. Vol. I. Salamanca. Ediciones Sgueme, 2003. 353- 354 GONZLEZ DE CARDENAL, Olegario. Fundamentos de Cristologa II, meta y misterio. Madrid. Biblioteca de Autores cristianos, 2006. ROLOFF, Jrgen. Hechos de los Apstoles. Madrid. Ediciones Cristiandad, 1984. SCHNACKENBURG, Rudolf. La Persona de Jesucristo, reflejada en los cuatro Evangelios. Barcelona. Editorial Herder, 1998 (Traducida al espaol por: Ruiz- Garrido, Constantino) 225-227 Vocabulario de Teologa Bblica. (Dir) LON-DUFOUR, Xavier. Barcelona. Editorial Heder, 1965 WILKENHAUSER, Alfred. Los Hechos de los Apstoles. Barcelona. Editorial Herder, 1967. 73
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FACULTAD DE TEOLOGA SAN VICENTE FERRER VALENCIA
EL TTULO SEOR EN EL LIBRO DE LOS HECHOS DE LOS APSTOLES
Prof. DIAZ RODELAS, Juan Miguel
ZAMUDIO GANOZA, Eddison Ricardo (Curso I de Licenciatura)