Caceta Cultural Del Perú - Conservación de La Historia

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Restauracin y puesta en valor del patrimonio cultural
Conservacin de la Historia
EL MUNDO SEGN TADEO ESCALANTE: NGELES Y DEMONIOS EN LA IGLESIA SAN JUAN BAUTISTA DE HUARO
LA EXPEDICIN PERUANA A MACHUPICCHU: PUBLICAMOS 53 FOTOGRAFAS INDITAS DE HIRAM BINGHAM
IGLESIA DE COAYLLO: REINVENTADA POR TERREMOTOS Y MLTIPLES REMODELACIONES
DESDE PARS: ENTREVISTA AL POETA CARLOS HENDERSON, QUIEN NOS ENTREGA SUS LTIMOS INDITOS
Conservacin de la Historia
Restauracin y puesta en valor del patrimonio cultural
EL MUNDO SEGN TADEO ESCALANTE: NGELES Y DEMONIOS EN LA IGLESIA SAN JUAN BAUTISTA DE HUARO
LA EXPEDICIN PERUANA A MACHUPICCHU: PUBLICAMOS 53 FOTOGRAFAS INDITAS DE HIRAM BINGHAM
IGLESIA DE COAYLLO: REINVENTADA POR TERREMOTOS Y MLTIPLES REMODELACIONES
DESDE PARS: ENTREVISTA AL POETA CARLOS HENDERSON, QUIEN NOS ENTREGA SUS LTIMOS INDITOS
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Direccin Nacional del Instituto Nacional de Cultura
Cecilia Bkula Budge
Direccin Nacional de Promocin y Difusin Cultural
Carina Moreno Baca
Ocina de Fomento de las Industrias Culturales
Luis Delgado
Edicin
Enrique Hulerig
Redaccin
Enrique Hulerig
Evelyn Nez
Azucena Tin
Diseo y Diagramacin
Manuel Espinoza
Fotografa
Walter Hupi
Carlos Daz
Agradecimientos
Direccin de Patrimonio Histrico Colonial y Republicano
Subdireccin de Conservacin de Restauracin Junta de
Vecinos Centro Histrico de Lima Proyecto de Conservacin
Restauracin de Obras de Arte del Templo San Juan Bautista
de Huaro Direccin Regional del Cusco INC Direccin de
Museos y Gestin del Patrimonio Histrico Conferencia
Episcopal Peruana World Monument Fund Museo Municipal
Huaca Malena Prelatura de Yauyos Museo Nacional de
Arqueologa, Antropologa e Historia del Per (MNAAHP)
Subdireccin de Investigacin, Registro y Catalogacin del
Patrimonio Cultural Mueble Moderno y Contemporneo
Foto Portada
Iglesia San Juan Bautista de Huaro, Ruperto Mrquez
Diseo Contraportada
Sara Tejada
La revista no se solidariza necesariamente con
las opiniones vertidas en su contenido.
La Gaceta Cultural del Per es producida por la
Direccin General de Promocin y Difusin Cultural del INC
Av. Javier Prado 2465 San Borja - Lima 41.
Telfono: 476-9888 Pgina web: www.inc.gob.pe
Correo: [email protected]
Febrero-Marzo del 2007
Lima - Per
Hecho el Depsito Legal
en la Biblioteca Nacional del Per N 2004-1045
EDITORIAL
Gaceta N 25, enero de 2007
Fotografa: Iglesia San Juan Bautista de Coporaque, Walter Hupi
EDITORIAL
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estaurar es recuperar. Es devolverle el brillo
de los primeros aos a algo que lo ha perdido.
Desde los dedos de una pieza Mendivil hasta
sitios monumentales como Caral, pasando por las an
numerosas casonas coloniales. Para ello se requiere de
manos expertas y el empuje de un gestor que haga que
lo imposible se convierta en realidad.
A veces es quien lidera el proyecto, un arquelogo o un
arquitecto. Otras veces una mano amiga convencida de
que las cosas no deben seguirse deteriorando con el
paso de los aos. La restauracin del Templo San Juan
Bautista de Huaro es un buen ejemplo del compromiso
desinteresado y de la gestin responsable, as como del
apoyo de la cooperacin extranjera, como es el caso de
la World Monument Fund Europe. Nosotros tuvimos
la suerte de presenciar la entrega a la comunidad de
esta joya arquitectnica, ecazmente restaurada, y
realmente no podemos dejar de estar agradecidos por
haber sido testigos de este acontecimiento, sobre todo
en el momento en que las pinturas del templo fueron
por n develadas y dejaron ver su inmortal huella tras
meses de espera y paciente trabajo. Ahora la comunidad
de Huaro tiene la enorme responsabilidad de conservar
este legado tal y como se lo entregaron, y preservarlo
de este modo para que sus hijos tambin lo puedan
conocer en todo su esplendor.
Y es que generalmente la recuperacin de un
sitio, monumento o espacio, es posible gracias a la
preocupacin no solo de fundaciones y patronatos
sino tambin de la empresa privada, que de un tiempo
a esta parte ha comprendido que invertir en cultura y,
especcamente, en restauracin, no es desperdiciar
el dinero sino preservarlo para el futuro y para que las
siguientes generaciones puedan conocer parte de su
pasado y se sientan orgullosos de sus antepasados.
Direccin General Promocin
y Difusin Cultural INC
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SUMARIO
SUMARIO
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Luchas de Toqto
Dos pueblos cusqueos demuestran su fuerza en
un enfrentamiento a 4.200 metros sobre el nivel del
mar. Un fotgrafo de La Gaceta registr in situ la
tradicional gresca.
Malena sobrevive
Uno de los cementerios prehispnicos ms
profanados es la Huaca Malena. Dos arquelogos
lograron, con xito, la creacin de un museo
municipal. En l se exhiben los textiles wari que
fueron adoptados.
Hecho a mano
El tejido que Rosa Choque aprendi de pequea la
convirti en una gran conservadora de textiles. Hace
poco ayud en el montaje de la exposicin Momias
de Leymebamba en el Museo de la Nacin.
Los murales del cielo
La iglesia San Juan Bautista de Huaro (Cusco) ha sido restaurada.
Aqu, la narracin del trabajo realizado por los profesionales de la
Direccin Regional del Cusco.
Proteccin de nuestro legado
Informe sobre el trabajo de conservacin de textiles, metales y
cermica en el Museo Nacional de Arqueologa, Antropologa e
Historia del Per.
Un nuevo Jirn se asoma
En el 2005 el INC y la Municipalidad de Lima empezaron el
Proyecto Piloto Jirn Contumaz, un plan integral que involucr
a los vecinos del otrora convento de las monjas agustinas de La
Encarnacin.
En busca de un templo
Pobladores de Coayllo, Caete, no pierden la esperanza
de encontrar la cooperacin de instituciones para
reconstruir su antigua e histrica iglesia.
Clnica de obras de arte
Los bienes muebles de las pocas virreinal, republicana
y contempornea buscan su forma original en los
talleres de conservacin y restauracin del INC.
Portafolio
Por primera vez, diez pginas presentan las fotos nunca
antes difundidas de la expedicin Bingham.
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En una conferencia de prensa por el trigsimo sexto aniversario del INC, la
directora nacional de nuestra institucin, Cecilia Bkula, anunci la prxima
inauguracin de dos museos, uno en Tarma (Junn), en el mes de mayo, y otro
en ncash, nada menos que el esperado Museo Nacional de Chavn, que podr
ser visitado a partir del 2008. De otro lado, la directora seal el lanzamiento de
los premios INC de fomento para poesa, novela y teatro. En otro momento de la
conferencia, la directora mencion, dentro de los logros del INC, la elaboracin
de la Lista Roja de Bienes Culturales, realizada junto al Consejo Internacional de
Museos (ICOM), la restauracin de la iglesia San Juan Bautista de Huaro, en Cusco,
el Acllawasi de Pachacamac y el jirn Contumaz del Centro Histrico de Lima.
En una reunin protocolar, la directora nacional del INC, recibi de
manos del canciller Jos Antonio Garca Belaunde, cuatro obras
de arte que fueron recuperadas en junio del ao pasado por la
direccin de adunas del aeropuerto de Lieja, en Blgica. Se trata de
las pinturas Virgen con el nio Jess, del siglo XVII; un Bodegn del
siglo XIX; Virgen con el Espritu Santo y el retablo de madera tallada
que rodea las pinturas de tema religioso. Actualmente, las piezas se
encuentran en el Museo de la Nacin, donde se les realiza un registro
para dar paso, posteriormente, a su restauracin y conservacin.
Alguien se imagina una Eva limea? La Casa Museo Jos Carlos
Maritegui, del Instituto Nacional de Cultura, mostr distintos
aspectos de la mujer peruana actual en la muestra Eva, arte
contemporneo limeo, de visin obligatoria. La muestra, inaugurada
en el marco del Da Internacional de la Mujer, cuenta con una mezcla
de pinturas, fotografas e instalaciones, cada una ms vanguardista
que la otra, que busca representar los diversos contextos sociales,
culturales, polticos y tnicos de la sociedad actual frente a la
mujer. Eva muestra obras de las destacadas artistas nacionales
Patsy Higuchi, Natalia Iguiiz, Gilda Mantilla, Susana Torres, Olga
Engelmann, Claudia Coca y Mnica Gonzles.
A n de recaudar fondos para la restauracin de la iglesia
Nuestra Seora de la Asuncin, en Chilca (Caete), el Coro
Nacional del INC, junto a la Orquesta de la Universidad de
Lima, realiz el ltimo 3 de marzo, dentro del propio espacio
del templo, su sexto concierto de verano. La presentacin,
organizada por la Prelatura de Yauyos en el marco de su 50
aniversario, estuvo dirigida por el maestro Andrs Santa
Mara, y cont con un selecto repertorio de composiciones
de Beethoven. El templo data de la primera mitad del siglo
XVIII, siendo considerada una joya del arte barroco de la
costa. En 1944 fue declarada Monumento Nacional.
LIENZOS DE REGRESO
EVA EN CASA MARITEGUI
DIRECTORA NACIONAL
HIZO ANUNCIOS A LA PRENSA
VOCES DEL CORO NACIONAL EN CHILCA
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Directora Cecilia Bkula muestra a la prensa parte del nuevo merchandising del INC.
Directora del INC devela uno de los lienzos devueltos por la embajada belga a la Cancillera.
Valiosa muestra podr verse en Casa Maritegui hasta el 31 de marzo.
Presentacin del Coro Nacional en iglesia de Chilca super las expectativas de toda la comunidad.
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Los vestigios hallados dentro de la zona arqueolgica del Parque de las
Leyendas sern preservados por especialistas del INC. Ello gracias a un
convenio de cooperacin suscrito el ltimo 12 de febrero por la directora
del INC, Cecilia Bkula, y el presidente del Consejo Directivo del Patronato
del Parque de las Leyendas, Wilfredo Prez Ruiz (primero de la foto).
Asimismo, con motivo del cuarto aniversario del Museo de Sitio Ernst W.
Middendorf, se inaugur una muestra con los ms recientes hallazgos
arqueolgicos de la cultura Maranga, denominada El ritual de la muerte.
El Ministerio de Trabajo y Promocin del Empleo se
sum a la campaa del cuidado de sitios arqueolgicos,
tarea ya emprendida por el INC. Esto mediante un convenio suscrito entre
Maruja Sachn, jefa zonal del programa A trabajar urbano y la directora del
INC, Cecilia Bkula. El acuerdo, rmado en enero, logr que por primera vez el
programa se desarrolle en Lima, favoreciendo la conservacin del patrimonio,
en este caso a travs de jornadas de limpieza en el complejo arqueolgico de
Armatambo y en Pachacamac. Ambas jornadas fueron supervisadas por el INC.
Uno de los sitios arqueolgicos ms antiguos de la costa
estar mejor vigilado a partir de ahora. Se trata de El Paraso,
en San Martn de Porres. El pasado 21 de marzo, la Asociacin
Kapaq Sumaq Ayllu y la subdireccin de Conservacin y
Gestin del Patrimonio Arqueolgico del INC, hicieron una
donacin de obras: la habilitacin de una caseta de vigilancia
y de carteles de sealizacin, as como el delineamiento de
un circuito de visitas. De esta forma quedan restringidos los
intentos de lotizacin en esta zona arqueolgica.
Compartir con la familia y aprender historia al mismo tiempo. El Museo
de la Nacin viene implementando talleres educativos en los que
participan padres e hijos. El primero fue Hagamos una momia! En l, los
asistentes hicieron la gura de una momia de Leymebamba a base de
cermica, atavindola con semillas y vasijas. El segundo fue el taller de
elaboracin de quipus. Ambos talleres fueron realizados por la ocina
de Extensin Cultural y Servicios Educativos del Museo de la Nacin.
CONVENIO CON
PARQUE DE LAS LEYENDAS
A TRABAJAR URBANO
PROTEGE PATRIMONIO
TALLERES FAMILIARES EN
MUSEO DE LA NACIN
INAUGURAN
OBRAS
EN EL
PARASO
UNESCO SUPERVISA CHAN CHAN
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Gracias a reciente convenio entre Patronato e INC espacio arqueolgico del Parque podr ser puesto en valor.
Nuevos frisos estaran en peligro.
Con varios aos de labor, A trabajar urbano se ha impuesto como uno de
los programas laborales de mayor dinamismo del Estado.
Huaca El Paraso, una de las ms depredadas del circuito, vuelve a
tener proyeccin gracias a caseta del INC.
Hagamos una momia ha resultado ser uno de los talleres ms creativos de los ltimos
aos en el INC y el Museo de la Nacin.
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Entre el 20 y 22 de febrero, una misin ocial de la UNESCO lleg al complejo arqueolgico de Chan Chan
(La Libertad), declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad, para vericar los trabajos de proteccin para
que el monumento no pierda su categora internacional. El director de la Unidad Ejecutora de Chan Chan,
Cristbal Campana, remarc que se ha reforzado la defensa de los muros perimetrales para evitar que las
sales afecten los frisos dentro del recinto. Asimismo, se han tapado los forados de los muros, por donde
antes se poda ltrar el agua, enemigo de las estructuras. Asegur que la misin de la UNESCO se llev una
buena impresin del trabajo realizado, por lo que se espera un reporte positivo. Cabe resaltar que durante
su visita la comitiva se reuni con autoridades vinculadas al sitio.
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a restauracin de inmuebles de
valor histrico, adems de ser un
proceso tecnolgico y cientco
en el que convergen diversas especiali-
dades, resulta un compromiso que asume
el inversionista propietario o poseedor
de un bien inmueble para contribuir
con la rearmacin de la identidad local
y nacional, con respeto por la memoria
colectiva y el pasado histrico. El propie-
tario que posee un inmueble histrico y
decide recuperarlo no solo es una persona
con sensibilidad por el arte o la arquitec-
tura, sino alguien que ha alcanzado un
sentido de pertenencia, orgullo, autoesti-
ma y que disfruta de la propiedad recu-
perada, difunde sus valores, los incorpora
en la dinmica contempornea, promueve
lo nuestro, obtiene ganancias por el uso
del inmueble y, adems, se identica con
el pasado histrico nacional. Identicarse
con la historia, la arqueologa y las mani-
festaciones culturales del pasado es tener
identidad nacional, un sentimiento que
nace con el conocimiento y el amor a la
patria, cuando es reconocido y trasladado
a nuestra conciencia, estimula e impulsa
a defenderla siempre.
Ese sentimiento es el que debemos
construir a diario y transmitirlo a la
ciudadana para generar conciencia sobre
la necesidad de proteger, mantener y
preservar nuestro legado histrico. Estas
acciones permiten salvaguardar la origi-
nalidad de los inmuebles y las mani-
festaciones materiales y espirituales de
los pueblos; coadyuvan a resguardar su
personalidad, y a los rasgos que lo iden-
tican y que a su vez los hacen diferen-
tes de otras realidades. Esa diferencia y
contraste ponen en evidencia los valores
que poseen por la comparacin que surge
del mayor o menor grado de excepcin
que pueda mostrar un inmueble o un
poblado. Mientras ms originales se
mantengan, tienen mayores posibilidades
para generar oportunidades de trabajo
y fuentes de riqueza, adems de que se
constituyen en atractivos para visitantes
de otras culturas.
Por el contrario, ejecutar obras decoradas
en cristal y aluminio en un pueblo andino,
costeo o selvtico, resulta una inversin
inadecuada que contribuye a despersona-
lizar, reducir la autoestima, debilitar la
identidad del pueblo y a transferir, a las
generaciones actuales, realidades fuera
de su dominio y pertenencia. Este plan-
teamiento no contrapone a la utilizacin
de tecnologa actual, que s es convenien-
te en sectores de la ciudad en reas
de expansin o ruptura urbanadonde
corresponde armar una expresin
contempornea coherente que se eslabone
con su pasado.
En ese sentido, invertir en recuperar un
monumento histrico de herencia indivi-
dual o colectiva tiene ms ventajas que
desaciertos, contribuye a rearmar la
identidad de la comunidad, a mantener su
originalidad y se constituye en una fuente
de riqueza, su preservacin est garanti-
zada siempre que exista el compromiso
de autoridades, ciudadanos, empresa
privada, as como de la prensa. Solo as
se generar una contribucin positiva
para su defensa y conservacin.
Modelos de
identidad
colectiva
ESPECIAL: CONSERVACIN Y RESTAURACIN DEL PATRIMONIO CULTURAL
Remozado patio interior de la Casa PIlatos, antiguo local de la Casa de la Cultura del Per y del INC en el jirn ncash.
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Edwin Benavente
Director de Patrimonio Histrico
Colonial y Republicano
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En la ruta del
barroco
andino
RESTAURACIN DEL TEMPLO SAN
JUAN BAUTISTA DE HUARO
Los murales coloniales del
templo San Juan Bautista de
Huaro resguardan desde hace
ms de doscientos aos la ms
impresionante galera de arte
barroco de la que se tenga
noticia en nuestro pas. Un grupo
selecto de restauradores de la
Direccin Regional del INC Cusco,
con la colaboracin de la World
Monuments Found, se ha encargado
pacientemente no solo de conservar
los frescos sino de desentraar
y develar singulares personajes
bblicos dentro de una apocalptica
simbologa poco a poco diluida por
el tiempo. Esforzado trabajo que, sin
duda, marcar un hito en la historia
del arte colonial peruano.
Restaurada fachada de la iglesia San Juan Bautista de Huaro, uno de los
poblados de mayor tradicin de la provincia de Quispicanchis.
Detalle de la arcada principal, donde puede verse singular jerarqua de arcngeles.
Arcada principal del templo San Juan Bautista.
Fotos:
Ruperto Mrquez
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l distrito de Huaro, ubicado en la
provincia de Quispicanchis, no es
precisamente una zona remota,
pues se ubica a solo media hora de la
ciudad del Cusco. Sin embargo, durante
muchos aos esta localidad pas casi
inadvertida al turismo, sin saberse que
albergaba uno de los ms importantes
testimonios del arte religioso barroco de
la regin andina. Nos referimos al Templo
San Juan Bautista de Huaro, declarado
monumento histrico en 1972. La singular
belleza de este recinto, reejada en sus
murales interiores, esculturas y lienzos,
permaneci oculta por los estragos del
tiempo, el descuido, el vandalismo y la
falta de recursos para su mantenimiento
y recuperacin.
Hoy, gracias a un proyecto de restaura-
cin, dicha iglesia exhibe, nuevamente, su
fastuosidad, y se perla
como un importante
atractivo del circuito
turstico de la regin y de
la futura ruta del barroco
andino. Esta recupera-
cin fue posible gracias
a un convenio de coope-
racin suscrito entre el
INC y la organizacin
World Monuments Fund
Europe (WMF), esfuerzo
al cual se sum tambin
la empresa privada. El
proyecto se inici el 2004 y la primera
etapa concluy a nes del 2006. Sin duda,
la nueva apariencia del templo represen-
ta un buen ejemplo de la importancia del
trabajo de restauracin, para una ecaz
puesta en valor de nuestro patrimonio
cultural.
Bertrand Du Vignaud, presidente de
WMF, cuenta que la iniciativa de restaurar
la iglesia naci tras la visita de una dele-
gacin francesa de esa organizacin en el
ao 2001. Ellos quedaron muy impre-
sionados por la calidad de los murales y
pinturas, pero tambin preocupados por
su lamentable estado. Decidimos tratar de
salvarlos y propusimos a las autoridades
peruanas recaudar fondos para su restau-
racin, recuerda Du Vignaud, al tiempo
que destaca el apoyo de doa Marcela
Temple de Prez de Cullar, esposa del
embajador Javier Prez de Cullar, quien
encabez una cruzada para conseguir el
apoyo de empresas y entidades nacio-
nales. El costo de esta primera etapa de
restauracin ascendi a 110 mil dlares.
Este ao se iniciar la segunda y ltima
fase que, adems de culminar con la recu-
peracin del recinto, incluir capacitacio-
nes a artesanos locales y la elaboracin
de un plano-gua para los visitantes, as
como un documento resea del proyecto.
Visin personal
Se sabe que el Templo San Juan Bautista
fue levantado en la segunda mitad del
siglo XVI por la Compaa de Jess.
Entre 1675 y 1699 se comision a artistas
locales para que realizaran murales y
Uno de los especialistas supervisa parte del mural llamado "El
Inerno", ubicado en uno de los muros laterales de la iglesia.
Representacin (casi) completa de "El Inerno", tras su restauracin.
La poblacin de Huaro ha sido la ms beneciada con la restauracin
de su templo, el cual constituye uno de los centros de su vida civil.
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La restauracin en el templo de Huaro, efectuada por un equipo de ocho especialistas de la
Direccin Regional del INC-Cusco, se enfoc, en la primera etapa del proyecto, en la interven-
cin de la pintura mural. La labor se realiz en base a trabajos interdisciplinarios de evalua-
cin, establecimiento de diagnsticos y formulacin de conclusiones para el tratamiento de
conservacin y restauracin ms idneo. As, antes de iniciar la restauracin se determin
que la pintura mural del templo sufri por un lado alteraciones intrnsecas, ocasionadas
por la mala calidad de algunos materiales utilizados originalmente en la construccin de
las paredes, as como daos extrnsecos, a consecuencia de la luz, humedad, contaminacin
ambiental y el vandalismo.
Para la intervencin se procur utilizar productos de la zona, compatibles con la tcnica de
manufactura del bien. Se elabor, por ejemplo, una pasta de barro en base al hawanccollay,
muclago que crece en las zonas altoandinas de la sierra peruana. Este material se us en
lugar del acetato de polivinilo, un producto que no es compatible con los muros de adobe
que se encuentran en los templos del sur andino. El total de pintura mural intervenida
fue de 1.361m2, que incluy, entre otros, el cielo raso, la nave, el arco triunfal, los frisos del
presbiterio, las capillas y el baptisterio. La restauracin tambin incluy la recuperacin de
49 pinturas, cuatro pinturas sobre estao y 27 esculturas. Cabe resaltar que en el friso del
presbiterio se aprecia pintura mural de inicios del templo, existiendo tambin en el muro
de la epstola, un sector de la nave, algunos rezagos que tratan de distinguirse de la actual
pintura, de Tadeo Escalante, que datara del siglo XVIII e inicios del XIX, segn reza, de hecho,
una inscripcin con la rma del pintor en las arcadas del sotocoro, correspondiente a 1802.
decoraciones que difundieran el evangelio
y simbolizarn el sincretismo de creencias
indgenas y coloniales. No obstante, la
ornamentacin actual corresponde, en su
mayor parte, al pintor cusqueo Tadeo
Escalante, quien desde nes del siglo
XVIII y hasta 1802, decor los murales
interiores y cielo raso con pinturas
que representan de manera secuencial
escenas del Viejo y Nuevo Testamento,
como la vida, pasin y muerte de Cristo,
la alegora de los santos, el Juicio Final,
entre otros.
La obra de Escalante abarca aproxima-
damente mil metros cuadrados pintura
mural de vvidos colores, plagada de
una fascinante iconografa, simbolismos
y mensajes, sin que se aprecie ningn
motivo repetido. Destaca la seccin La
Gloria, en la cual santos, ngeles, arcn-
geles y devotos, incluido el propio pintor,
aparecen otando hacia el cielo acompa-
ados por Dios. Las otras secciones, como
El rbol de la vida, Las Dos Muertes y
Las postrimeras reejan una visin ms
apocalptica, que culmina con El Inerno,
en que se ve a pecadores entrar en la
boca del diablo, que simboliza el averno.
(Azucena Tin).
Parte inferior de la seccin denominada "Las Postrimeras", ubicada en el sotocoro. Su riqueza temtica propiciar, seguramente, innumerables estudios en el futuro. Foto central inferior: En la
parte ms alta de "Las Postrimeras" Escalante ubic la gura de un demonio portando un mensaje escrito al revs, "Oprimamos al pobre", que solo puede leerse "al espejo". El pintor cusqueo
no rehuy los caprichos de la sintaxis demonolgica.
En el sector del muro del Evangelio se aprecia uno de los temas
de mayor belleza de Huaro: el denominado "ngel Cnefora".
Representativo de su visin del mundo, el mural "rbol de la
vida" conrma las visiones escatolgicas de Tadeo Escalante.
Ada Estrada Iberico
Restauradora INC Cusco
MATERIALES ORIGINARIOS DE LA ZONA
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l Museo Nacional de Arqueolo-
ga, Antropologa e Historia del
Per (MNAAHP), fundado poco
despus de la Independencia, es el museo
estatal ms antiguo del pas y, haciendo
honor a su historia y tradicin, alberga en
sus salas de exposicin y depsitos una
vasta recopilacin de ceramios, textiles,
metales, material orgnico y lticos de
nuestro pasado prehispnico, adems de
objetos de valor histrico-artstico de los
perodos colonial y republicano.
La asombrosa coleccin con que cuenta
el recinto oreci a partir de los trabajos
de Max Uhle, quien, como director del
museo, desde 1906, realiz las primeras
investigaciones de campo en sitios como la
isla San Lorenzo, Nasca y Choquequirao.
Solo para hacernos una idea, cuando en
1911 se deslig del campo, Uhle entreg,
como patrimonio nacional, el inventario
de 8.675 especmenes. Gracias a la labor
de Julio C. Tello y Luis E. Valcrcel, entre
los aos 1925 y 1945 las investigaciones
en el museo fueron intensas, explorn-
dose sitios como Paracas y Wari, casi
toda la costa sur, todo el valle del Rmac,
la regin del Cusco y gran parte de los
valles del Huallaga y del Maran.
Actualmente, la coleccin de piezas
arqueolgicas que se rescataron durante
ese periodo de boom de la arqueologa,
sumado a los objetos procedentes de
hallazgos ms recientes, se mantienen
almacenados en depsitos especiales
divididos de acuerdo a cada material.
Adems, cada depsito cuenta con labo-
ratorios y talleres que constituyen parte
medular del museo.
La licenciada Rosa Julia Martnez, coor-
dinadora general del MNAAHP, nos
advierte, para comenzar, que el tema de
la conservacin se divide en dos campos:
la conservacin preventiva y la curativa.
Mientras que la primera se concentra en
el mantenimiento de las piezas en exhi-
bicin, la segunda se dedica propiamen-
te a la recuperacin y restauracin de
objetos daados que se encuentran en los
depsitos. Este trabajo se realiza espe-
ccamente para los textiles, cermicas
y metales con limitaciones, adems de
material histrico como lienzos y escul-
turas, explica.
A imagen y semejanza
Uno de los trabajos ms meticulosos
en este aspecto se realiza en el depsito
de textiles, que cuenta con un rea de
restauracin de telares prehispnicos, que
concentra tanto aquellos textiles hallados
en recientes descubrimientos arqueol-
gicos como los que se conservan desde
inicios del siglo XX.
Cmo se inicia el proceso de restaura-
cin de un textil? La arqueloga Carmen
Thays, jefa de ese depsito, comenta que
en primer lugar se realiza una investiga-
cin documental para acercarse al aspecto
original de la pieza. A partir de ello, se
compara con el estado actual, observan-
do las deformaciones de plano causadas
por diversos motivos. Se elabora una
descripcin que considera siete tems:
confeccin y forma, dimensiones, dise-
El Museo Nacional
de Arqueologa,
Antropologa e Historia
del Per es ente
rector en lo que se
reere a preservacin
y restauracin del
patrimonio prehispnico.
Su gran coleccin se
conserva en depsitos
divididos de acuerdo al
material, cada uno con
un laboratorio y taller
enfocados a conservar
bienes provenientes
tanto de antiguos
como recientes sitios
arqueolgicos.
de la historia
Depsitos, laboratorios y talleres de conservacin en el MNAAHP de Pueblo Libre
Azucena Tin
Periodista INC
Fotos: Carlos Daz
Restauracin
Carmen Thays, jefa del rea de textiles y Rosa Martnez,
coordinadora del museo, muestran resultados.
Ceramios provenientes de diversos hallazgos
arqueolgicos se conservan en el depsito de cermica.
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os, ritmo cromtico, tcnicas y mate-
riales utilizados en la elaboracin de la
pieza y el promedio de hilos por cent-
metro cuadrado. Tambin se incluira las
muestras de tintes, pero no tenemos un
laboratorio adecuado. Luego, se verica
la fragilidad de las bras, para probar qu
tan manipulables son las piezas. Con todos
estos elementos de juicio, se determina el
tipo de tratamiento ms adecuado para la
restauracin, advierte.
En lneas generales, este proceso incluye
la eliminacin de intervenciones y
montajes anteriores (contemporneos), la
limpieza (un proceso que requiere mucha
cautela, para el que solamente se utiliza
agua destilada) y nalmente la recupera-
cin de la confeccin original del textil,
para el cual se procura utilizar hilos, telas
y pigmentos que ms se acerquen en
semejanza a los originales. Como conclu-
sin, se elabora un informe estndar en
el que se incluye y verica lo obtenido
respecto a la nivelacin de supercies,
cuadratura, consolidacin, montaje y
resultados nales.
En base a proyectos
Cabe resaltar que el depsito textil del
MNAAHP alberga un total de 35.000
piezas. Entre ellos, destaca la coleccin
conformada por los mantos que envolvan
los 460 fardos descubiertos en Paracas
por Julio C. Tello en 1927. Solo una parte
de las piezas ha sido restaurada.
Thays seala que la prioridad no es la
restauracin de cada pieza, una tarea que
demandara muchos aos y recursos, sino
establecer polticas de conservacin ms
globales. En ese sentido, advierte que la
restauracin de un determinado conjunto
de textiles se dene segn proyectos, ya
sean a nivel de Estado, con el apoyo de
la empresa privada o de la cooperacin
internacional.
As, por ejemplo, agrega, actualmente
se trabaja en la recuperacin de textiles
procedentes del cementerio Rinconada
Alta (Ate), tarea realizada en el marco
del Programa Qhapaq an. Dichos mate-
riales se rescataron entre 1996 y el 2002
gracias a un proyecto en conjunto entre
la municipalidad de Ate y el INC. Se
excavaron 650 contextos, que van desde
el Formativo hasta el Intermedio Tardo
y Horizonte Tardo, con material del
seorio de Ychma e Inca.
La arqueloga Thays indica que en el
caso de los textiles que se conservan en el
depsito, uno de los motivos de alteracin
es el material agregado contemporneo.
Segn explica, en las dcadas de 1920
La coleccin del MNAAHP cuenta, entre otros, con una asombrosa coleccin de 67.000 objetos prehispnicos de cermica.
El depsito de metales cuenta con un moderno laboratorio
donado por el gobierno del Japn en el ao 2004.
Las piezas de cermica se sumergen en agua desionizada
antes de su restauracin.
a 1940, las intervenciones se realizaban
con otros mtodos: era permitido cambiar
el color de telas y repintar las iconogra-
fas, a diferencia de ahora, que se busca
disminuir la intervencin a su mnima
expresin. Otros factores de alteracin
son la suciedad, los daos estructurales
(por factores arqueolgicos o contempo-
rneos) y el ataque biolgico tras largo
almacenaje.
El costo y tiempo que se emplean en la
restauracin de un textil vara segn el
tamao, el dao y la calidad del material.
La restauracin de un manto Paracas
puede tomar de tres a siete meses de
trabajo y costar entre seis y diez mil
dlares.
Resplandor original
Un trabajo similar se realiza en las
reas de conservacin de metales y de
cermica. En cada una, un grupo de
tcnicos emprende cotidianamente tareas
de registro, de estabilizacin y limpieza
de las piezas que lo requieran, as como
proyectos de investigacin del material
custodiado.
La licenciada Rosa Julia Martnez detalla
que el proceso de conservacin curativa
de estos materiales se inicia con la docu-
mentacin, es decir, la toma de fotogra-
fas y la creacin de chas tcnicas y
de diagnstico, as como el anlisis de
la materia original y la materia deterio-
rante. En segundo lugar viene el proceso
de tratamiento, que incluye la estabiliza-
cin del proceso de deterioro, limpieza
y eliminacin de la materia deteriorante
(manchas, sales, repintes adhesivos enve-
jecidos, etctera). Finalmente, se realiza el
proceso de restauracin, que puede incluir
la restitucin de fragmentos originales
desprendidos, la reintegracin estructural
de elementos ausentes y, opcionalmente,
la reintegracin cromtica.
El depsito de metales conserva una
coleccin de piezas prehispnicas de
metal de aproximadamente 11.000 ejem-
plares de oro, plata, cobre y sus aleacio-
nes, que representan el desarrollo meta-
lrgico de la regin centroandina desde el
periodo Formativo hasta la dominacin
inca. En tanto, en el rea de cermica,
donde se manejan objetos con diferente
deterioro, hay aproximadamente 67.000
mil piezas, procedentes de excavaciones,
donaciones y decomisos.
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De la Encarnacin
GRACIAS A GESTION PARTICIPATIVA ANTIGUO JIRN CONTUMAZ LUCE RECUPERADO
La restauracin de nuestro Centro Histrico ha encontrado
un referente indispensable en las obras que el INC en
coordinacin con el concejo metropolitano y los vecinos
del lugar, realiz en el jirn Contumaz, otrora plagado
de los males endmicos de nuestra sociedad: abandono,
delincuencia, drogadiccin, prostitucin y mendicidad.
Q
uien ahora visite el jirn
Contumaz no creera encon-
trarse en una de las tradiciona-
les calles del Centro de Lima, donde
deba lidiar con el trco, el desorden
o, en algunos casos, la delincuencia.
Al contrario, sentir que pasea por un
espacio detenido en tiempos de la antigua
Lima, aquella de los encantos, rodeada de
casonas bellas, nios disfrutando del solaz
y vecinos satisfechos al ver el resultado
de su esfuerzo. S, el jirn Contumaz
ahora luce diferente, hermoso y seguro.
Qu tuvo que ocurrir para lograr este
cambio?
En el 2005, el INC, a travs de la Direccin
de Patrimonio Histrico Colonial y Repu-
blicano y la Subdireccin de Conserva-
cin y Restauracin, ambas encabeza-
das por el arquitecto Edwin Benavente
Garca, convoc a la Municipalidad
Mayra Nieto Manga
Periodista INC
Fotos: Carlos Daz
Histrico pasaje
Arquitecto Edwin Benavente Garca a cargo de la Direccin de Patrimonio Histrico Colonial y Republicano del INC.
Inmueble ubicado en la esquina del jirn Lino Cornejo y jirn Contumaz totalmente restaurado.
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de Lima Metropolitana y a los vecinos
de la zona para ejecutar en conjunto el
Proyecto Piloto Jirn Contumaz del
Centro Histrico de Lima, un vasto plan
cuya nalidad de revitalizar las cuadras 9
y 10 de la mencionada va, adems de su
entorno, conformado por los jirones Lino
Cornejo (cuadra 1) y Pachitea (cuadra 2),
se hizo considerando que dichas cuadras
fueron declaradas Ambiente Urbano
Monumental por Resolucin Ministerial
N 0928-80-ED del 23 de julio de 1980 y
Resolucin Directoral Nacional N 1057/
INC-2004 del 13 de octubre del 2004,
respectivamente.
Por qu el jirn Contumaz?
El rea donde actualmente se ubica el jirn
Contumaz tiene un valioso signicado
histrico, y es que en este lugar se edic
el primer convento de clausura del Per y
Amrica, el de las monjas agustinas de La
Encarnacin. En 1571 el monasterio lleg
a tener una extensin de tres cuadras, un
espacio que hacia mediados del siglo
XVII lleg a albergar aproximadamente
mil personas entre monjas de velo negro
y velo blanco, criadas, esclavas y mensa-
jeras.
En el siglo XIX, cuando disminuy
la importancia de los monasterios, se
tuvo que expropiar la parte trasera de
La Encarnacin, vale decir los actuales
jirones Carabaya (cuadra 10), Pachitea
(cuadra 2) y Lampa (cuadra 10), para
establecer all la estacin del Ferrocarril
Lima-Chorrillos, que inici sus activida-
des en 1858. Luego de muchas dcadas, a
principios del siglo XX, la estacin de La
Encarnacin fue demolida para dar paso
a la avenida La Colmena y otras nuevas
calles, a la vez que se urbanizaron los
terrenos del convento y se trazaron cuatro
manzanas. La calle central se denomin
pasaje La Encarnacin, luego pasaje
Garca Caldern y, nalmente, jirn
Contumaz. All se edicaron preciosas
casas de departamentos de estilo europeo.
Para entonces, poco quedaba del viejo
convento. Finalmente, su capilla fue
demolida en 1940.
En la dcada del cincuenta los departa-
mentos seran ocupados por estudios de
abogados y destacadas familias, como
los Cneo, los Canevaro, la pintora
Renne Navarrete, entre otros. Ya en
los aos ochenta, debido a la prolifera-
cin del comercio ambulatorio, la calle
se convierte en lugar sucio e inseguro
Vistas de edicaciones construidas a inicios del siglo XX.
(1) Balcn de peculiares caractersticas, decorado
con caritides (inmueble construido en 1916). (2 y 3)
Importante recuperacin de edicios que simbolizan la
arquitectura de la poca.
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y muchos propietarios no tuvieron otra
opcin que abandonarla. (*)
Proyecto Piloto del Jirn Contumaz
Orientado a la conservacin y preser-
vacin de los edicios que integran
el ambiente urbano y a determinar los
valores culturales; busc, adems, iden-
ticar posibles conictos, as como nece-
sidades econmicas y sociales en sus
habitantes y usuarios, a n de encontrar,
de ese modo, verdaderas soluciones. Es
decir, un proyecto completo que, adems
de velar por el patrimonio arquitectnico,
mantuvo inters por el aspecto social.
El proyecto naci en base a experiencias
realizadas anteriormente, pero tambin a
una metodologa consolidada precisa el
arquitecto Benavente. El 16 de junio del
2004 convocamos a la junta de vecinos y
a la municipalidad a una primera reunin
y dos semanas despus les propusimos
trabajar en conjunto para intervenir en
este espacio pblico patrimonial, seala
el especialista. Cabe aadir, por otro lado,
que aunque en un comienzo fuera difcil
ganar la conanza del poblador, nal-
mente se consigui su aceptacin y, por
lo tanto, un buen ambiente laboral. A
nuestro proyecto se uni la municipali-
dad, nos dice Benavente, a travs de la
Gerencia de Servicios de la Ciudad, as
como la junta de vecinos encabezada por
la seora Mara del Carmen de la Puente.
ramos tres pilares fundamentales, pero
adems con el apoyo de otras organiza-
ciones.
Involucrados con el patrimonio
Al realizar nuestra investigacin sobre
la importancia monumental de la zona,
concluimos que era el espacio perfecto
de intervencin: si aqu exista un monas-
terio era necesario explicar a los vecinos
que el espacio donde viven forma parte
de un conjunto monumental que deba
ser recuperado, adems de que, como se
sabe, la zona estaba infectada de males
sociales crnicos, como la mendicidad
o la drogadiccin. Debamos recuperarla
en todo sentido, recuerda Benavente.
El programa incluy cursos de capacita-
cin que lograron generar en los pobla-
dores un sentido de pertenencia, involu-
crndolos en la defensa del patrimonio
histrico. Supuso, adems, mejoras en
la calidad de vida, haciendo de la zona
un espacio seguro para los visitantes. La
junta vecinal de Contumaz particip
activamente, reuniendo a la mayora de
vecinos para trabajar en las campaas de
limpieza de calles, pintado de fachadas,
limpieza de techos, entre otras activida-
des. Asimismo, recibieron el apoyo de
la Fundacin Renne Navarrete Risco,
quien cedi un local para llevar a cabo
los talleres educativos sobre temas de
identidad y patrimonio, la importan-
cia de los centros histricos, seguridad
ciudadana, autoestima, as como temas de
desarrollo, de capacitacin en hotelera,
alimentos y bebidas, y organizacin de
microempresas.
Actual jirn Contumaz (cuadras 9 y 10) en armona con el patrimonio monumental.
Jirn Contumaz (cuadras 9 y 10) ao 2003.
Grupo de teatro "La Encarnacin" participando
en la actividad por navidad, ao 2006.
(*) Lima, misterios y encantos. Lima, INC, diciembre
del 2006.
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Para la Municipalidad de Lima el proyecto
fue una experiencia interesante. Gene-
ralmente, en las gestiones municipales de
este tipo no participa la poblacin. Como
la propuesta del INC era trabajar con
intervencin tripartita, siendo principal
protagonista el poblador, la municipali-
dad rm el convenio, seala la arqui-
tecta Claudia Zegarra, coordinadora del
proyecto de la Municipalidad de Lima en
el periodo 2004-2006. Adems, asegura,
que esta experiencia permitir que la
municipalidad pueda organizar muchas
actividades y programas que bien se
podran replicar en el resto de Lima:
nueva iluminacin, veredas, pintado de
fachadas y otras obras.
Una grata experiencia para el vecino
contumacino
Ya culminado el proyecto, los vecinos
de Contumaz reconocen la labor de los
tres ejes comprometidos. Este proyecto
ha cambiado la imagen del INC. Ante-
riormente los relacionbamos con restau-
racin de monumentos, pero con este
trabajo lograron acercarse a la poblacin;
reexiona Roxana Chvez, vecina del
jirn. Por otro lado, los talleres de arte,
pintura y teatro, se comportaron como
otra herramienta de integracin para los
vecinos. El proyecto le ha dado un giro
a nuestras vidas, mostrndonos el rostro
humano de las instituciones y permi-
tindonos tomar conciencia de nuestro
entorno, naliza.
El INC y la municipalidad dejan la posta
del proyecto a los vecinos involucrados,
quienes tendrn la importante tarea de
continuar en el camino y generar micro-
empresas de bienes y servicios inspiradas
en la valoracin del patrimonio, con lo
cual, se espera lograr que las dos cuadras
rehabilitadas de Contumaz se conviertan
en un pasaje digno de visitarse.
En el 2005 se elimin 2 tons de basura gracias a una campaa organizada por la Municipalidad, el INC y la junta de vecinos.
Muestra de la recuperacin de la imagen urbana en el jirn Contumaz.
Vecinos en plena labor de limpieza de fachadas, ao 2005.
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TRABAJOS REALIZADOS:
Del INC
- Informe tcnico e histrico que declara la cuadra 10
Ambiente urbano monumental.
- Recuperacin de informacin histrica.
- Capacitacin de los socios (vecinos).
- Bsqueda de nanciamiento para las obras.
- Talleres de capacitacin y sensibilizacin para
fortalecer la identidad (arte, teatro, yesera).
De la Municipalidad Metropolitana
- Catastro actualizado.
- Estudios y encuestas referidas a tenencia y nmero
de ocupantes de cada inmueble.
- Seguridad-Direccin de Seguridad Ciudadana.
- Adoquinado del pasaje peatonal y mejoras en la
iluminacin.
De los vecinos
- Participacin en campaas de limpieza de techos y
fachadas, y en talleres de capacitacin.
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sta es la primera vez que se miran
las caras. Un arquitecto, cuatro
sacerdotes y varios vecinos. Todos
vienen caminando en la misma direccin
para que San Pedro, nico templo del distrito
de Coayllo, en Caete, pueda albergar a los
eles sin riesgo de un derrumbe. Esta maana
se han sentado en semicrculo para hacer una
especie de terapia de grupo. Cuentan cmo se
siente ser catlico sin un templo donde orar,
o, peor an, ver que existe uno adems
muy antiguo que no se puede usar debido
al riesgo de quedar aplastado.
Conferencia Episcopal Peruana busca recuperar iglesia
San Pedro de Coayllo, testimonio del renacimiento
religioso de la costa sur.
Fotos: Carlos Daz
Evelyn Nez Eduardo
Periodista INC
Dicen que un pueblo sin iglesia
tiende a desaparecer y quienes
viven en Coayllo luchan desde
hace ms de una dcada porque
este dicho no se cumpla. En
efecto, desde 1996 la comunidad,
la Iglesia y, desde hace poco,
el INC, buscan rescatar un
monumento que no solo
alberga la rme creencia de una
comunidad sino que representa
una de las ms valiosas muestras
del patrimonio arquitectnico de
la costa sur peruana.
Que no se
pierda la fe
en Coayllo
Pinturas de los 4 evangelistas adornan el interior del templo.
La iglesia es de planta cruz latina, de brazos cortos y de estilo barroco, aunque tiene reminiscencias renacentistas muy marcadas.
En el ao 1914 se intervino un sector de la iglesia.
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El peligro de derrumbe en esta iglesia es conocido desde hace
varios aos. Sin embargo, fue recin en un cabildo abierto, en
junio de 1996, que se expuso el tema y se cre el Comit Pro
Templo, integrado por algunos moradores. Y aqu, hay que
destacar que Coayllo es un distrito de agricultores, en cuyos
campos crecen los nsperos ms grandes y dulces del sur del
departamento, pero a partir de la formacin del comit, estos
hombres, expertos en tierras, han empezado a ocuparse de
proyectos, planos y materiales de construccin. Antes no haba
dinero ni tiempo, dice Juan Garca, vicepresidente del mencio-
nado comit. Pero, nalmente, las ganas de tener una iglesia bien
hecha fueron ms fuertes.
En San Pedro solo se haca misa para estas religiosas o en
ceremonias masivas: matrimonios, primera comunin o misa
de difuntos. Los domingos no eran considerados para la misa
porque los sacerdotes deban turnarse entre los otros distritos de
la provincia de Caete y eso implicaba recorrer poblados desde
Asia hasta la sierra de Yauyos. As se fue perdiendo la imagen
de un grupo alrededor de una fe y se consolidaba, ms bien, la
estampa de un pueblo sin jvenes porque la mayora migraba a
Lima. Hoy, once aos despus, pareciese que en Coayllo solo
habita gente adulta.
A falta de iglesia los pobladores construyeron en 1997 una capilla
al costado del templo de San Pedro, pero ello no signic olvidar
su restauracin: la capilla hara las veces de saln parroquial
una vez recuperada la antigua iglesia. Cansados de dar vueltas
sobre el sitio, los eles acudieron a la Comisin Episcopal para
los Bienes Culturales de la Iglesia, organismo perteneciente a
la Conferencia Episcopal Peruana, a n de proponer soluciones
para este monumento histrico, declarado as por el Ministerio de
La restauracin proyecta reponer las torres de los campanarios como lo eran antes del terremoto de 1970.
La nave presenta una bveda de medio caon. Est revestida por un
entablado que contiene guras sobre un fondo verde azulado.
Vista de la iglesia en 1943.
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Educacin en 1985. Por medio del monseor Salvador Pieiro,
que en ese momento presida dicha comisin, los vecinos cono-
cieron al arquitecto Humberto Palacios. l elabor, ad honorem,
el presupuesto nal para la restauracin, el ltimo despus de
cinco proyectos realizados por otros especialistas.
Era el ao 2004 cuando fui a Coayllo. Me impresion la
magnitud, el valor histrico y la representatividad arquitectnica
de la iglesia San Pedro. Sus orgenes son del ltimo tercio del
siglo XVI. Guarda cuatro estilos artsticos: renacentista, con su
techo de par y nudillo; barroco,
por la bveda, la cpula y
un crucero de brazos cortos;
neoclsico, por los retablos en
yeso; y contemporneo, por las
dos torres de concreto y ladrillo
del ingreso frontal. El arqui-
tecto explica que la razn de
estos cambios fueron los movi-
mientos ssmicos ocurridos en
Lima. El primero de ellos fue
un terremoto que hizo temblar
la costa en 1687. A ello le sigui
el sismo de 1966, el de 1970
y luego el de 1974, logrando
que la iglesia vaya mutando su
aspecto fsico.
Una vez que Palacios se
convenci de la importancia
Monseor Ricardo Garca, obispo de la Prelatura de Yauyos-Caete junto a monseor Federico Richter,
actual presidente de la Comisin Episcopal para los Bienes Culturales de la Iglesia.
Terapia de grupo. Moradores y autoridades eclesisticas exponen prximas actividades para conseguir fondos
para la restauracin.
Ingreso lateral del templo. Estilo renacentista.
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del templo, elabor un presupuesto detallado de cunto costara
tamaa restauracin. El resultado fue 320 mil 165 dlares con
49 centavos. Esta suma inclua demoliciones de muros contem-
porneos, movimiento de tierras, estabilizaciones, instalaciones
elctricas, trabajos en carpintera, pintura y otros acabados. No
hemos querido hacer un proyecto intrusivo a n de guardar la
originalidad del templo, explica el arquitecto.
En ese punto se ha quedado el deseo de quienes viven en Coayllo.
Ahora falta encontrar alguien que pueda nanciar el ambicioso
presupuesto. Monseor Ricardo Garca, obispo de Yauyos, nos
mostr la copia de una norma legal publicada en El Peruano el
27 de diciembre del 2006. En ella se aprueba el programa de
inversiones 2007 por cada provincia del Gobierno Regional de
Lima. Doce proyectos involucran a Caete, entre ellos la restau-
racin de la iglesia San Pedro, a la cual se asigna 700 mil soles.
El documento fue rmado por el entonces presidente de la regin
Lima, Miguel ngel Mufarech.
Pero, los habitantes de Coayllo no quieren que el proyecto siga
reposando como lo hace desde el 2005. Cada persona pone el
hombro para conseguir fondos. Hablan de rifas, donaciones,
propinas, y hasta de singulares carapulcradas para obtener el
dinero. De esta forma consiguieron su nueva capilla y ahora
pretenden restaurar esta importante muestra de las iglesias
rurales en la costa peruana.
Su construccin inicial comenz en la poca de la extirpacin de
idolatras. Cuentan que la iglesia era necesaria para evangelizar
a los indgenas, lo que provoc que se convirtiera en el centro de
la comunidad. Hoy, esta edicacin puede distinguirse a varios
kilmetros de distancia, y como si fueran los viejos tiempos, los
pueblerinos no se acostumbran a mirarla solo desde afuera. All
estn Dominica Vilcalury, Braulia Reyna y otras mujeres que
prcticamente vivan en el templo. Las devotas conocen cada
rincn: qu estructura se cay, qu virgen albergaba un retablo
que ahora luce vaco. Para el lente de esta revista mostraron
celosamente dnde guardan algunas esculturas. No quieren que
ocurra el mismo episodio de 1996, cuando desaparecieron seis
obras de arte y solo se recuper una.
Ahora el reto es un poco ms amplio: no solo se trata de cuidar
el patrimonio sino de rescatarlo y ponerlo en valor. Si esta
comunidad contara con la suma requerida seala el arquitec-
to Palacios, la restauracin del templo de San Pedro podra
terminarse en un ao. Solo hay que encontrar esa fundacin,
empresa o institucin que pueda aportar recursos de sus arcas.
Que se interese en los monumentos y que tome en cuenta la fe de
los hombres y mujeres de Coayllo. Ya han esperado varios aos,
no los hagamos esperar ms.
Delante del muro testero se ubica el retablo principal de estilo neoclsico. Tiene los bordes
de yeso despostillados.
Durante la etapa del neoclsico, la iglesia sufri transformaciones, entre ellos el retiro de los
altares barrocos.
Recuperacin de San Pedro no solo depende de su comunidad sino de la empresa privada. Si
contasen con el presupuesto, la restauracin tomara solo un ao. En espacio empotrado, en la zona
izquierda de la nave, placa alusiva. Foto derecha: Los amplios espacios delatan estilo renacentista.
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L
a estatua de San Buenaventura,
escultura en madera de aproxima-
damente un metro y medio de alto,
estaba fracturada y tena varias capas de
repintes de baja calidad que, descasca-
radas con el tiempo, daban a la obra un
aspecto deslucido y marchito. La pieza,
de origen desconocido, extrada proba-
blemente de una capilla, haba sido deco-
misada a inicios de los aos ochenta, y
permaneci almacenada en un depsito
durante estos aos, a la espera de recursos
para su recuperacin. Recientemente,
gracias un convenio gestionado por el
INC con la Superintendencia Nacional
de Banca y Seguros, se inici el proceso
para devolverle su original esplendor.
Seis meses despus, la escultura luce sus
vivos colores y admirable belleza original.
Los autores de este prodigio: el equipo de
restauradores, historiadores y especialis-
tas del Departamento de Conservacin
y Restauracin del Patrimonio Cultural
Mueble del INC.
Jaime Mariazza, responsable de la subdi-
reccin de investigacin, registro y cata-
logacin del Patrimonio Cultural Mueble
Moderno y Contemporneo, comenta que
este taller se encarga de la conservacin
Renacimiento
del arte
TALLER DE CONSERVACIN Y RESTAURACIN DEL INC
Desde su creacin en 1972, el rea de Conservacin y
Restauracin del Patrimonio Cultural Mueble del INC,
ubicada en el edicio del Museo de la Nacin, redescubre
el esplendor, perdido por el paso del tiempo, de bienes de
las pocas virreinal y republicana.
Foto superior: La escultura de madera de San Buenaventura lleg al taller con
capas de repinte y fragmentos perdidos. A la izquierda: Restaurador Miguel
Cornelio al inicio de la restauracin de la estatua de San Buenaventura. Seis
meses despus, la restauradora Lourdes Broggi da los toques nales a la obra.
Azucena Tin
Periodista INC
Fotos: Walter Hupi
Equipo de restauradores dedicado en pleno a restauracin de San Buenaventura.
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y restauracin de toda la gama de bienes
muebles de la poca virreinal, republi-
cana y contempornea, es decir, pintura
de caballete, escultura policromada,
retablos, mobiliarios de estilo, materiales
escultricos en piedra, mrmol y estuco.
En su mayor parte, los objetos que se
restauran provienen de la coleccin del
INC, pero tambin reciben, para ser
restauradas, piezas de otras institucio-
nes pblicas y de colecciones privadas.
El INC vendra a ser el coleccionista
ms grande del pas. El patrimonio que
mantiene consta de, aproximadamente,
200 obras que provienen de decomisos,
bienes del Estado y de la herencia de la
antigua Casa de la Cultura, explica.
El proceso
El jefe del taller, Elmer Zapata, resalta
que la restauracin de una obra es un
trabajo interdisciplinario que se inicia con
un estudio histrico, es decir, rescatar el
contexto de la pieza a travs de la inves-
tigacin documental, con el apoyo de un
historiador. A continuacin se procede al
anlisis qumico en el laboratorio. En el
caso de un lienzo se toman muestras de
bra y pigmentos, mientras que en el caso
de una escultura se realiza un examen
nas y arcones, adems de una escultura
de mrmol y una pintura de caballete.
Finalmente, desde hace pocas semanas se
trabaja en la restauracin de dos lienzos
y un altar recuperados en Blgica, los
cuales fueron entregados a inicios de
marzo al INC por parte de la Cancillera.
El doctor Jaime Mariazza destaca que se
espera concretar, con la cooperacin del
gobierno italiano, un proyecto para la
creacin del Centro Nacional de Conser-
vacin y Restauracin de Bienes Muebles
del INC. La idea surgi a iniciativa de
la actual gestin de nuestra institucin.
La propuesta es implementar un taller
de restauracin ms grande y efectivo,
que pase a conformar una unidad por s
misma, explic. Otro propsito que el
especialista quisiera ver hecho realidad
es la implementacin de un laboratorio
qumico ms moderno y con mejores
equipos, que permita el anlisis de
diversos materiales y que, adems de
perfeccionar el trabajo interno, pueda
prestar servicios de calidad a usuarios
particulares y empresas privadas.
estatigrco (que determina la cantidad
de intervenciones anteriores y la poca
en que fue realizada la obra, en base al
anlisis de los pigmentos) y un anlisis
para determinar el material de soporte.
Con esta informacin, el laboratorio
plantea los qumicos adecuados para el
tratamiento del objeto, inicindose, nal-
mente, la intervencin tcnica del restau-
rador. Cabe anotar que en el taller laboran
cinco restauradores, que cuentan con el
apoyo de jvenes egresados de la Escuela
Nacional de Bellas Artes.
En el caso de la estatua de San Buena-
ventura, el mtodo realizado const de la
cuidadosa eliminacin de cada capa de
repinte y suciedad, ms la posterior repo-
sicin de fragmentos del soporte perdido
(madera). En este caso, por la falta de
documentacin sobre su aspecto original,
se opt por no reconstruir elementos
faltantes, como la mano derecha, omisin
justicada porque dicha escultura no es
un objeto de culto, es decir, no permane-
cer en una iglesia, sino en un museo,
anota Zapata.
La restauradora Lourdes Broggi, dedicada
desde hace 25 aos a esta tarea, advierte
a su vez que en el proceso de recupe-
racin y puesta en valor se procura al
mximo no modicar la obra ni alterar
su concepcin original. Por eso, en el
caso de las pinturas y lienzos, se opta
por la reintegracin cromtica mediante
tcnicas especcas, como el puntillismo
o regatino, que consiste en yuxtaponer
puntos de colores puros en vez de pince-
ladas sobre tela, de tal modo que forman
un conjunto invisible a las distancias de
lectura del cuadro.
Tareas y proyectos
El doctor Mariazza declara que el taller se
encuentra embarcado en varios proyectos.
Entre los ms importantes se encuentra la
restauracin de cuatro obras de arte de
la Iglesia Nuestra Seora de la Soledad,
incendiada en el ao 2005. Actualmente
se encuentran en proceso de restaura-
cin dos piezas. La primera es el relieve
Epifana o Adoracin de los Pastores,
que pertenece al tico del altar mayor
del templo, cuyo trabajo de restauracin,
cabe sealarlo, se realiza con recursos del
INC. La segunda obra por restaurarse es
la escultura de escayola La Virgen de la
Soledad.
Otro proyecto en marcha es con la Super-
intendencia de Banca y Seguros, para
la restauracin y posterior prstamo de
once pinturas virreinales y una escultura.
En tercer lugar, gracias a un acuerdo
con la compaa de eventos especiales
CADEVES, est en su fase nal la restau-
racin de treinta piezas que se encontra-
ban en Quinta de Presa del Rmac, entre
armarios, mesas, consolas, sillas isabeli-
Jaime Mariazza: "El INC es el coleccionista de arte ms
grande del pas"
Clnica del arte. Escultura de madera tallada de un santo
dominico, perteneciente a la Quinta de Presa.
Lienzos y tallas de madera son restaurados tras paciente trabajo.
Egresadas de la Escuela de Bellas Artes realizan labores de restauracin.
21
22
Entre 1906 y 1911
Hiram Bingham,
profesor de
historia y geografa
sudamericanas en
Harvard y en Princeton,
protagoniza en nuestro
pas varios viajes de
exploracin. Culmina
su periplo por las
densas selvas del Cusco
nada menos que con
el descubrimiento
de una enorme
ciudad de piedra,
hasta donde haba
sido conducido por
lugareos felizmente
ya identicados para
la historia: Melchor
Arteaga, Toribio
Recharte, Anacleto
lvarez y un tal Fuentes
estos tres ltimos
agricultores en la
mismsima ciudadela,
todos adems
antecedidos por Agustn
Lizrraga, un casi
annimo explorador
que diez aos atrs,
buscando tierras
de cultivo, habra
conseguido poner pie
en la urbe de piedra.
Vista distante de lo que Bingham llam Ingenuity Group.
Publicamos por primera vez algunas fotografas
que National Geographic nos cediera en el 2006
53
FOTOGRAFAS DE HIRAM BINGHAM EN MACHUPICCHU Y ALREDEDORES
23
Cara posterior de
Machupicchu antes de
la gran limpieza de 1912,
cuando el follaje cubra la
ciudadela. En la pgina
siguiente aparece este
sector ya completamente
restaurado por el equipo de
limpiadores de Bingham.
Sobre las terrazas puede verse la Plaza Sagrada y el Templo Mayor, as como el Templo de las Tres Ventanas a
la derecha. En los edicios de la parte central de la foto se encontr numerosos artefactos de bronce y metal.
Cruzando el Apurmac. El balsero cusqueo parece observar con asombro que Bingham sepa usar el remo.
Gracias a este camino construido por el gobierno antes de
1911, Machupicchu se revelara a los forneos.
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El mrito de Bingham, sin embargo, resulta
de revelarle al mundo este portento de la
ingeniera antigua, liberndolo de su follaje y
estableciendo la primera pauta cientca. Tras
encontrar la ciudad sagrada, el explorador
parte hacia los Estados Unidos y meses despus
presenta un informe pormenorizado ante la
National Geographic Society, cuyo comit de
investigaciones acepta apoyarlo en la organizacin
de una segunda travesa. As, enrumba al Per en
1912, acompaado de un equipo de destacados
profesionales, dispuesto, esta vez, a tomar un
amplio registro cientco y grco de cada rincn
de la ciudadela. Naca de este modo la llamada
Expedicin Peruana. Su resultado, casi 300
fotografas de excelente factura, que son la mejor
muestra de la importancia de Machupicchu para
la arqueologa americana. Publicamos las vistas
correspondientes a 1913 y 1916, fechas clave
para el conocimiento de la zona.
En esta magnca toma puede verse los precipicios forticados que defendan Machupicchu de un ataque.
Tambin puede verse las tarrazas donde los habitantes de la ciudad sembraban sus productos.
Machupicchu fue ocupada por varios clanes, cada uno con 6 a 10 casas o palacetes.
Sin tienda de campaa, pernoctaron en una cueva otrora prisin inca. Haba brotes de viruela.
Interior de la cueva 11, mostrando el trabajo del ostelogo Eaton y sus ayudantes. El
soldado a la derecha, enviado por el gobierno, luce ropas ajadas por la dureza del viaje.
Bingham junto a uno de los enormes petroglifos de la zona. Foto de 1912.
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Cada lugar en la ciudadela estaba cubierto de terrazas propicias para cultivos de maz y
papas los mayores recursos de la poblacin conectadas a escaleras y rampas.
Detalle de la torre semicircular que contiene la Ventana de la Serpiente. Las escaleras de la derecha se dirigen al sector de las fuentes.
En un pasaje del Apurmac los expedicionarios tuvieron que esperar por horas a que
llegue el barquero local para pasar a la otra orilla mulas, instrumentos y maletas.
Muro Este del Templo Mayor en la Plaza Sagrada. Con ms de 4 metros de ancho y 3 metros de altura.
Muro que muestra piedras increblemente bien unidas. El doctor Eaton dentro de la cueva nmero 9, probablemente una enorme tumba.
En 1916 se hall este crneo aparentemente
intervenido por cirujanos incas.
Hay muchos restos de arquitectura inca olvidados, como esta antigua forticacin al lado
oeste del Urubamba, cerca de Ollantaytambo. Fue descrita por Squier en su libro Per.
26
Once norteamericanos integraron el equipo de la Expedicin
Peruana, entre ellos ocho especialistas convocados por el
profesor Bingham, quien ociara de director y fotgrafo de la
gira. Si bien sus nombres se han diluido, consumidos por la
proeza del director, cabe mencionarlos en este especial: gelogo
Herbert E. Gregory, topgrafo Albert H. Bumstead, arquelogo
Ellwood C. Erdis, cirujano Luther T. Nelson, ostelogo George
F. Eaton, los topgrafos asistentes Kenneth C. Heald y Robert
Stephenson, as como Paul Bestor, Osgood Hardy y Joseph Little,
todos ayudantes. Con excepcin de Bestor, retornado a Lima
por haber contrado disentera, todos culminaron la travesa. Se
sum un grupo annimo de peruanos llegados desde Lima y el
Cusco, como cargadores, guas o personal de seguridad.
Iniciales trabajos de excavacin en el Templo Mayor de Machupicchu.
Escalera tallada en un roca de una sola pieza.
Morteros empotrados en piedra. En la ciudad haba muchos.
Casa con mltiples nichos, los cuales, supona Bingham, se utilizaban como poyos y depsitos.
Los lugareos en
las inmediaciones
de Machupicchu
siempre se mostraron
interesados en
cada detalle de la
expedicin. Aunque
una vez, cuenta
Bingham, el topgrafo
y sus ayudantes
fueron atacados por
una docena de locales
quienes supusieron
que los instrumentos
tcnicos eran armas.
27
En la foto de la izquierda puede verse un agujero
que sola ubicarse en la parte lateral de las
puertas cuyo n ms probable era la seguridad.
A la derecha aparece un dispositivo colocado
sobre las puertas. Ambos funcionaban de manera
coordinada, segn el grco.
Arquelogo Erdis muestra una de las piedras sagradas. Tan solo 60 cm. de grosor, aunque ms de 4 metros de altura y
casi 10 metros de largo.
El arquelogo en una de las ms altas escaleras de la ciudadela.
La expedicin tambin lleg a Sacsahuayman, fortaleza con piedras de ms de 3 metros cada una.
Uno de los enormes muros de la fortaleza de Sacsayhuamn. La toma corresponde al ao 1916.
27
28
El arquelogo de la expedicin, Ellwood Erdis, hace un alto frente a un
muro de ms de 5 metros de altura.
La ciudadela wari de Pikillacta estaba protegida por este largo y alto muro. En su informe Bingham pidi se
estudie esta ciudad "antes de que los cazadores de tesoros vuelvan imposible la investigacin".
Detalles de la vida cotidiana en 1916, en una calle del Cusco. Ese da pasaban una pelcula sobre la Primera Guerra Mundial en un cine local.
El mdico L.T. Nelson tuvo mucho inters
por los estudios antropomtricos. Aqu, una
joven mujer con una vara que da a conocer
su estatura.
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Hacia 1916 los mtodos de labranza eran an muy rudimentarios.
En esta vista de 1916, podemos apreciar la misma calle de la foto inferior.
29
Entre los objetivos de la expedicin
no slo estuvo el levantamiento de
informacin arqueolgica y forense en
Machupicchu, sino tambin la exploracin
geolgica, arqueolgica y topogrca
del mayor radio de accin posible de
la regin colindante a la ciudadela, as
como la realizacin de un mapa de la ruta
terrestre Caman-Abancay-Puquiura,
un derrotero del Urubamba, un estudio
topogrco de la capital disidente, Vitcos,
la identicacin del reducto militar de
Vilcabamba, un reconocimiento del
inexplorado valle de Aobamba, as como
el de la ruta nortea a Choquequirao.
Torre semicircular descansando sobre granito
erosionado. Ntese la precisin del calzado de piedras.
En la Colina Sagrada se hall una roca tallada (Intihuatana)
con la que, segn los nativos, se amarraba al sol.
La arquitectura de Rumi Colca muestra dos diferentes tipos de construccin.
Muro de Rumi Colca, por donde tambin pas la expedicin, eco de la casa del sacerdote en Machupicchu.
Los andenes de Pisac tambin ingresaron al registro de Bingham.
Las casas en la ciudadela se techaban con paja seca.
Interiores de una tpica residencia en Machupicchu.
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En 1916, fecha de esta toma, era comn ver juntos alumnos
de distinta extraccin social en los colegios rurales. Ntese,
en la foto de abajo, el uso de un mapa ocial cado en
desuso desde haca dcadas.
Pescador de Salaverry llevando mantarrayas al mercado. Parte
del equipo se traslad a ciudades de la costa a continuar las
investigaciones y el registro etnogrco.
Ao 1913. Una vista de la celebracin del Corpus Christi en la Plaza de Armas de Lima.
Vendedora
de ollucos
y ocas en
tpica feria
dominical en
una localidad
cusquea.
30
31
Bingham haba previsto una etnografa
de las poblaciones de las tierras altas,
con una antropometra de al menos 145
individuos. Pens, asimismo, establecer
4 estaciones meteorolgicas a lo largo
del 71 de longitud oeste del meridiano
(a 14 y 6 mil pies, en zonas mineras
controladas por norteamericanos).
Uno de los mayores objetivos de la
expedicin, sin embargo, fue armar
y esto es clave una gran coleccin
de material arqueolgico, osteolgico,
etnolgico, paleontolgico y fotogrco.
Toda una travesa cientca uno de cuyos
resultados fueron 274 imgenes. En este
especial hemos utilizado material fechado
en 1913, ya publicado en abril de ese ao
en la revista National Geographic.
Otro punto del viaje fue Raqchi, singular sitio arqueolgico inca a 128 kilmetros del Cusco.
Bailarines y msicos enmascarados en algn poblado cusqueo durante 1916.
Grupo de cusqueos en la estacin del ferrocarril.
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Ao 1912. Una de las primeras fotografas de Machupicchu.
Uno de los objetivos
de la expedicin
fue armar una
gran coleccin
con material
arqueolgico
procedente de
Machupicchu y
alrededores. En esta
vista de 1916, uno
de los cargadores de
Bingham resguarda
ceramios.
En esta foto de 1916, tomada aparentemente en alguna localidad cercana al Cusco, puede verse a un grupo
de campesinos, muchos de ellos de apariencia mestiza.
32
Toqto
Los
rostros
de
A
l igual que en el Chiaraje, en el departamento del Cusco
se llevan a cabo otras batallas rituales. En el lmite de
las provincias de Chumbivilcas y Canas, en una zona
rodeada de cerros denominada Toqtopata, a 4.200 msnm, se
realiza una batalla de carcter distrital conocida como las
luchas de Toqto. En ella se enfrentan caneos procedentes
de las comunidades de Cheqa, Qewe, Kuti, Qayhua, Orqoqa,
Chitapampa, Tambobamba y Kunyukuyani, contra comuneros
chumbivilcanos llegados desde Livitaca, Quispicocha, Chamaca,
Chaupibamba y Aucho.
Esta batalla se lleva a cabo todos los aos en tres fechas: cada
1 de enero, luego en una fecha mvil en el mes de febrero, vale
decir, el jueves de compadres (celebrado antes de carnavales).
Pero segn decir de muchos la fecha principal se celebra el 8 de
diciembre.
BATALLA RITUAL EN EL CUSCO
Carlos Daz Huertas
Texto y fotos
1)
2)
3)
4)
33
Este registro fotogrco fue realizado el
jueves 8 de febrero en horas de la tarde.
Se parti desde la comunidad de Qewe,
perteneciente a Canas, para despus de
cinco horas de dura caminata llegar a
los cerros de Toqtopata. En el recorrido
las columnas de comuneros se iban
sumando una tras otra hasta formar una
slida franja a lo largo de la ruta. Cada
cierto tiempo arengaban, a gritos y en
quechua, haciendo notar su presencia
no solo a los Apus sino a los escasos
caseros que aparecan en la ruta.
Al llegar a Toqto se pudo reconocer, in
situ, la verdad de las estadsticas que los
caneos ostentan: Canas es la provincia
ms ganadora en estas batallas, aunque
esta vez ganara sin luchar, por walk over
como se dice, debido a que, mientras
los comuneros de Canas llegaban
nada menos que a cien, los luchadores
llegados de Chumbivilcas apenas podan
ser contados con los dedos de las manos.
El miedo sera una de las razones que los
caneos esgriman, tratando de explicar
la ausencia masiva de sus contendores.
Sin embargo, un comunero coment que
en la memoria de todos estaba la fuerte
y violenta batalla que se haba dado en
Chiaraje unos das atrs (exactamente el
20 de enero), y cuyas secuelas se vean
reejadas en algunos rostros plenos de
tranquilidad, que esta vez ya no tendran
que luchar. Haba, sin embargo, otros
rostros, en los que la mirada reejaba
precisamente lo opuesto: una especie de
malestar por no poder demostrar que son
los mejores en estas luchas.
Lo que se dio despus fue una especie de
invasin a caballo a travs de los terri-
torios del perdedor, para luego regresar
a la pequea pero surtida feria instalada
en la zona reservada a los de Canas,
donde comieron, bebieron y festejaron a
la Pachamama, sin ninguna prdida que
lamentar. Al menos no en esta oportu-
nidad.
1) Tensa calma en espera del rival. 2) Provocadores. 3) Listos
para la refriega. 4) Comuneros peinan la zona. 5) Guerreros y
msicos llegan namente ataviados a la lucha. 6) Msico. 7)
Heridas del Chiaraje. 8) Fuerza pap! 9) Interesado pblico
femenino en las laderas. 10) Mensajero en apuros. 11) En
algunos, la lucha dio paso a la broma.
5)
6)
7)
8)
9)
10) 11)
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34
E
l culto a los muertos, costumbre
practicada en nuestro pas, se quie-
bra en su totalidad cuando se visita
la Huaca Malena. Las tumbas han sido
abiertas, deshechas, la arena se mezcla
con los crneos, las costillas rotas con los
adobes. La motivacin de los huaqueros
para remover sitios arqueolgicos est
gracada aqu, en el nico cementerio
wari ubicado en el distrito de Asia y de
cuya historia se sabe poco.
En este sitio se enterraron los hombres de
alto rango. Los wari sometieron al grupo
local y lograron imponer su religin. Las
tumbas rompieron las antiguas estructu-
ras y dejaron de funcionar como centro
administrativo y habitacional. Como
evidencia de la importancia de estos
seores, los arquelogos han encontrado
tejidos extraordinarios en cuanto a cali-
dad y a estilo: los fardos de los varones
traan tnicas o uncus; y las mujeres,
mantas con alleres de metal o tupus. Y
el huaquero, que no ignora el valor mone-
tario de estos tejidos, saque de manera
sistemtica, sin dar tregua a que los espe-
cialistas investiguen con profundidad.
PROYECTO ARQUEOLGICO BUSCA SU RECUPERACIN
A 101 Km. de Lima nos
aguardan unos muros
rellenos de conchas,
hojas de huarango
y maz. Pertenecen
a la Huaca Malena,
cementerio wari en el
que fueron enterrados
cerca de tres mil hombres
de alto rango. Dos
arquelogos tratan de
sacar adelante este sitio
a pesar de los huaqueros.
Uno de los arquelogos que lleg a
Malena fue Julio C. Tello. Pensaba que
las piezas nasca, que a l le interesaba,
provenan de esta huaca. Es as que en
1925 junto a su ayudante, Toribio Meja
Xesspe, realizaron excavaciones durante
tres meses. El padre de la arqueologa
recuper 309 fardos funerarios y luego
emprendi un viaje a Paracas para centrar
ah su investigacin. La huaca qued
olvidada. Luego de varias dcadas, otro
arquelogo ingres a la historia de Male-
na. Era Rommel ngeles, que conoci el
sitio en dos momentos: en 1987, cuando
le inquiet la belleza de los tejidos wari,
y en 1996, cuando la Municipalidad de
Asia quiso empezar un proyecto. El sitio
no poda estar ms huaqueado. Camina-
bas entre los fardos profanados. Fue ah
donde se inici el proyecto.
La particularidad del sitio es la abundancia de tumbas
procedentes de la poca wari. Sin embargo, estos crneos no
pertenecen a ninguna excavacin arqueolgica. Son producto
del huaqueo, como puede apreciarse en los enormes hoyos
en la parte superior de la foto. Foto derecha: Textil hallado en
Malena, cuyo diseo llama la atencin por poseer una esttica
diferente a la de otras culturas andinas.
Evelyn Nez Eduardo
Periodista INC
Fotos: Walter Hupi
Proyecto Arqueolgico Huaca Malena en espera de mayores fuentes de nanciamiento.
Malena
de
Al rescate
34
35
Rommel, por entonces, era solo un estu-
diante, sin embargo, se compr el pleito
de rescatar los bienes hasta el da de hoy;
as tenga que presionar a las autoridades,
convencer a los ciudadanos o hacer las
veces de polica ante los huaqueros.
El Rescate
Entre trmites y autorizaciones, la Muni-
cipalidad de Asia nanci el Proyecto
Arqueolgico Huaca Malena. En 1997
se hizo el trabajo de investigacin, es
decir, excavacin y limpieza, adems de
la puesta en valor de algunas piezas. Los
arquelogos Rommel ngeles y Denise
Pozzi-Escot se encargaron del proyecto.
Solo en textiles, se recuper 4.000 ejem-
plares con distintas representaciones:
dioses wari, felinos, serpientes entrela-
zadas, diseos geomtricos y personajes
femeninos. Sus colores fueron obtenidos
con tintes vegetales y debido a que en
Asia no llueve se conservaron intactos.
Segn Pozzi-Escot, los tejidos cumplan
distintas funciones: se usaban como obje-
tos de intercambio, tributos o regalos para
ceremonias. Mientras ms bello era, ms
rango tena su poseedor.
Una vez recuperados los materiales,
apareci otro problema. No haba dinero
para la conservacin, as que asumimos
el reto de sensibilizar a la gente a travs
del programa Adopte un textil. En 1998,
junto al Comit Peruano del Consejo
Internacional de Museos, lanzaron diez
textiles para ser adoptados por empresas.
Es decir, conseguir una especie de padri-
nos que pudieran solventar la limpieza y
montaje del tejido. Y as fue: el Banco de
Crdito del Per, la Fundacin Telefni-
ca, Promper, AFP Horizonte, Salaman-
ca Ingenieros Per S.A.C., entre otras
compaas, se subieron al carro de la
recuperacin.
El xito del programa fue tal, que perso-
nas naturales tambin cayeron en la
nostalgia de la prdida y se apuntaron
en la lista de los benefactores. El Cole-
gio San Silvestre, por ejemplo, restaur
ocho tejidos y nanci el aire acondicio-
nado del depsito del museo; similar fue
el caso del Colegio Franco Peruano, que
apadrin otros mantos.
Posteriormente, estos dos arquelogos se
entrevistaron con el entonces alcalde de
Asia, Jos Arias. Le propusieron la cons-
truccin de un museo municipal para la
exhibicin de las piezas rescatadas. Si
bien Asia es un balneario de playa, est
dominado por una comunidad de pesca-
dores y agricultores. Es por eso que nos
interes que el museo est en el pueblo,
explica Rommel. Con esa idea conven-
cieron a la autoridad edil y emprendieron
la edicacin del recinto cultural. En el
2001 ya estaba listo.
El ambiente es pequeo, pero contiene
uncus, bandas de tapiz, bolsas, vinchas,
fajas de telar, gorros, ombligueras y
paos. Muchas de estas prendas tranqui-
lamente podran ser usadas en nuestra
poca. Han sido elaboradas con diversas
tcnicas de las cuales se han distinguido
32. El color y buen estado de conserva-
cin ha permitido que este lugar sea el
primer museo textil del pas.
A pesar de lo conseguido por este par de
tercos arquelogos, an hay mucho por
hacer. Se necesita dinero para el mante-
nimiento del museo, la colaboracin de la
comunidad para hacer un trabajo de vigi-
lancia, el compromiso del nuevo alcalde
de Asia y seguir con el trabajo de la adop-
cin para que el material no permanezca
guardado y pueda estar en exhibicin. Es
ms, Rommel comenta que en el futuro se
podran adquirir los terrenos que rodean
a la huaca y as crear un centro cultural
arqueolgico. Un ambiente que supere
las cuatro hectreas que abarca Malena.
Habr alguien que se compre este nuevo
pleito? Por el bien de este sitio arqueol-
gico, esperemos que s.
A la izquierda se lucen, retadores, los crneos de la lite
guerrera wari. A la derecha, cermica wari hallada en la huaca
y que actualmente se exhibe en el Museo Municipal Huaca
Malena (Calle Pedro La Rosa y Miramar, Capilla de Asia, Km 101,
Panamericana Sur).
Rommel ngeles:Hemos recuperado 50 fardos funerarios.
Caracterstica principal de Malena fueron las plataformas superpuestas y las rampas. Redecilla para la cabeza encontrada en la huaca.
35
36
Considerado un poeta de pausas y silencios, Henderson posee una de las ms singulares poticas de la literatura peruana. Catedrtico
en San Marcos y en Amiens (Francia), ha desarrollado, asimismo, una importante obra crtica. Marzo del 2007 en una calle de Pars.
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cin es de Jacques Ancet, uno de los mejores traductores del
espaol al francs. Ha traducido a San Juan de la Cruz.
Vallejo es elemento protagnico en tu poesa hasta los
aos ochenta. Desde entonces trabajas ms con pausas y
silencios, como sucede en Identidad. Has reelaborado la
inuencia de Vallejo a partir de esa poca?
Se ha diluido la presencia de Vallejo en mi poesa porque
me hice especialista de su obra pstuma. Y ese hecho me ha
ayudado a saber cuando estoy haciendo uso de un recurso
vallejiano que otros tambin toman prestado. Lo que me salva
es que yo rompo con la sintaxis. Eso se lo debo al habla popular.
Hago un juego de opuestos: el impulso es la expresin directa
incluso la frase hecha transformada en imagen. A ello le
opongo su contrario: el uso de vocablos del acervo potico
culto, sin hacer poesa fcil del silencio. Hago una poesa del
silencio porque me enfrento a las preguntas primeras como
si ese acto fuera de vida o muerte. Estoy volviendo a vivir con
una cierta alegra, y es natural entonces que me pregunte si el
tiempo existe.
Casi un trotamundos, Carlos
Henderson ha vivido entre
Santiago, Buenos Aires y Mxico,
hasta asentarse denitivamente
en Pars desde 1973. Ha sabido
conservar, sin embargo, un
poderoso lazo con nuestra
tradicin, siendo, de hecho, una
de las voces ms notables de
la generacin del 60. Cada vez
ms involucrado con la literatura
francesa, quizs sea momento de
revisitar y recuperar su poesa.
E
res miembro de la Academia Mallarm y el P.E.N. Club
francs. Adems, Bernard Nol le hizo un prefacio a
tu libro Lclat de ton corps. Por qu tu trabajo no es
sucientemente conocido en el Per?
Un viejo proverbio dice nadie es profeta en su tierra. Las cosas
son ms complejas que eso. Es cierto que mi trabajo no ha
recibido el debido reconocimiento en el Per, pero es porque
ya vivo ms de la mitad de mi vida fuera de mi pas. Y hay que
estar en el pas para dedicar tiempo a promocionar su obra.
Es lo mismo tambin aqu en Pars. La poesa se ha converti-
do en un gnero de muy difcil acceso para el lector comn.
La narrativa, en cambio, da cuenta del mundo de una forma
directa. La poesa tambin lo hace, pero primero hay que pasar
por un trabajo con el lenguaje, hay que implicarse no solo
ideolgicamente sino vivencialmente, hay que hacerse una
viviseccin, como dira Vallejo. Pero todo es relativo. Con mis
publicaciones en Ciberayllu, por ejemplo, actualmente tengo
ms lectores que nunca. Con la reescritura de Los das hostiles, y
que se public en esa revista virtual, en pocos meses tuve 1.500
lectores. Supongo que ms de un lector fue peruano porque
me lleg un email no digo de injurias pero s nada carioso.
Pareciese que desconaras del ritmo original de cada
palabra y las cortaras o refundaras tratando de encon-
trarles un nuevo sonido.
Te reeres al poema Lindifferenza, non. Es un poema que
naci en un estado de gracia y posiblemente sea uno de los
que menos he corregido. Lo escrib en un estado consciente
del mundo interior y exterior, adems de que era una declara-
cin de amor. Ya no corto las palabras para hacer ms visible
el juego con los signicantes. Sigo buscando que el ritmo sea
veloz, el ludismo eufnico a todo dar. Pero est comenzando a
pesar en m ese calicativo de poeta para poetas. Mi maestro
y amigo, y lirforo celeste, Bernard Nol, no hace mucho me
elogi ese poema. Pero no hay nada de extrao: la traduc-
Ritmo del
silencio
CON CARLOS HENDERSON
EN PARS
Enrique Hulerig
Periodista INC
el
Identidad (1986) Del que dijo no en el inicio (1988)
36
37
LINDIFFERENZA, NON.
CONFESSION GARCA LORCA
a Tala Urbina
escribir con el duende
es escribir
sobre la vida
la que vale vivirla?
desminteme
federico
que conociste a csar
vallejo y quisiste
que sus piezas
de teatro sean
puestas
en escena, gener
osa actitud
como rosa
que ponas
en sus manos
en su alma
para que
no sea
asesinado por el cielo
yo ahora te hablo
como me vienen
las palabras
para decir por ejemplo
algunas veces el viento
es un tulipn de miedo
ensame federico
amigo a morir
mi muerte
para eso tambin se escribe
para saber apartarse
del tumulto de los cementerios?
yo lo creo, pero tambin para arse
a la verdad de dentro
para ir a su encuentro con la suya
muerte, con la
ma muerte y
mirarle el rostro
de yeso
del otro
que somos?
eso es, si te sigo
bien el juego
el ms serio de seguro
es ponerse en escena
delante del gran teatro
del mundo e ir
solo con ojos
abiertos
ro de cristales
piedra penumbra
con heladas guirnaldas
palabras que para nosotros
son algo arraigado
y denitivo como:
la luna de par en par
que en estos das
me trotan
que las vivo
y que nos las digo
en poesa
sino como en este instante
mientras la nieve
ha invadido todo
rboles cspedes caminos
todo blanco como
el papel al cual
yo me enfrentaba
con todo el miedo del mundo
y que ahora me atrevo
a utilizar a mi guisa
y con alegra
porque estoy atrevesando
mi tramo en que cada
da es verdadera
mente
de vida
o muerte
nunca cre
que podra
llegar as
tan de repente
de zopetn
con paso rme
con avidez
mas sin estrategias
ni bsquedas
de resultados
simplemente
abrindome
a simples emociones
de su alma
anudada
desnuda
magma
s crispada, an
crispada hada de es
pejismos
fulgor
palpable
exce
so
en el pa
rs
de vallejo
pero en ser
io me ro
de mi ro
de mi trans
paren
cia que ra
ya y se raya
lbil lam
pa
da, para
el vulgo re
lm
pago
rspido
rpido
s de m
mismo
me sonro
a solas
y en multi
tud con
trita con
una co
sa no es
cualquier
otra
inmensidad no es
innito
para
eso
no te parece
federico
garca lorca
hermano
que me habita
desde antes
de leerte
poeta en nueva york
y no hace mucho
por instancia
de una lectura
de jacques ancet
sobre antonio gamoneda
ya ves como ests presente
siempre presente
en tu propia espaa
y en tu lengua
allende el gran ocano
en tu amrica
del sur, donde te sentiste
como en casa
en buenos aires?
bueno, te deca
que a ti te llevo
dentro desde
que comenc
a escribir
a leer por las plazas
de lima
y cierto cuando joven
poema del cante jondo
y por cierto llanto
por ignacio snchez meja
no, no he terminado
mi amigo
yo tambin te puedo decir
que en mi principio est
mi nal y que ha llegado
la hora de mi mayor
lucidez que yo quiero verla!
la faz no la mascarilla
de la ma muerte
para decirla
como ese
otro poeta de ngeles
y ocasos bellos
me reero a martn adn
y aqu te reno
maestro con mis maestros
pero me he reservado
para terminar el nombre
de bernard
nol, antes
de decir contigo
quiero dormir un rato
un rato, un minuto, un siglo
ahora que como nunca
caballo de nubes quietas
caballo de tempestades
y arenas del desierto
que soy yo mis
mo mi
car
ga carca
jada
acal.
Paris febrero
5-3 de marzo 2005
EN BLANCO Y NEGRO
en tu surco, en la greda
planta el movimiento
inmvil, el poema
no le des ventajas
la frase innita persigue, as
a nada
nos conduzca, a nada
rasga el blanco rapaz
va y parte desde lo oscuro
de intacta gota de roco
de la sed primera
no repudies rebufe
desata, mas a la par, enfrenta
tu caos, carea
sus viedos, la boca del abismo
mejor, olvida
sino estars obligado a
sombras, en la cubierta de proa
avanzan
y no lejos, en el instante mismo
cuando la barbaza, barbarotes
abrasamientos
ayos azumbrados
y yo delante del horror
del horror
del horror.
Pues de lo que hablo no es
sino de lo que pasa en esta poca...
Csar Vallejo
Lclat de ton corps (2000) Y sigo por tu aire (2003)
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T
engo un pauelo que cada vez que
miro, me ro, porque una vez me
hizo llorar. Rosa Choque segua
un taller sobre textilera chiribaya y le
haban dado un reto: hacer un diseo con
las tcnicas y caractersticas de esa cultura.
Al nalizar su trabajo solo consigui una
burla. Un norteamericano, especialista en
analizar tejidos, la hizo sentir mal. Por la
noche, Rosa, con la moral por el suelo, se
desvel haciendo un diseo con garos,
casi perfecto. Pareca una seora oriunda
de esa cultura preincaica, desarrollada en
ROSA CHOQUE: RESTAURADORA DE VOCACIN
la costa sur del Per. Al da siguiente, este
otro pauelo fue elogiado por el mismo
extranjero. Y desde entonces lo guarda
como un smbolo de fortaleza.
Hoy Rosa Choque puede hacer estos
tejidos sin dicultad. La tcnica est
en mi cabeza, dice. Se ha convertido en
una conservadora de tejidos prehispni-
cos, que sabe cmo limpiar, reconstruir
y alisar una tela, o cmo devolverle la
forma para ser comprendida y despus
expuesta. Un chiribaya se caracteri-
za por los colores prpura y rojo; pero
tambin hay marrones claros, sobre todo
en la ropa de los hombres. Tienen diseos
de camlidos, zorros, pelcanos, garos y
picaores. Yo puedo hacer cualquiera,
seala.
Y estas palabras no deben sonar a
soberbia. Rosa habla con la experiencia
de aquellos que aprendieron en el hogar.
Su seguridad la consigui en casa, cuando
a los siete aos su mam le ense a teir,
hilar, tejer y torcer. Aprendi este ocio
como todas las nias de Bellavista, anexo
del distrito de Carumas, en Moquegua.
Cuando haban estas en el pueblo,
todas queramos ir con un traje nuevo.
En Semana Santa, por ejemplo, uno tena
que alistarse con cuatro meses de antici-
pacin. En noviembre teas la lana, en
diciembre la tejas. Cosas los diseos
en enero y en marzo quedaban listos,
comenta.
Para llegar a esos trajes elaborados, las
nias empezaban haciendo fajas. En
su poca tejan animales, pero ahora la
tecnologa ha usurpado en la vestimenta
tradicional y estn retratados televisor,
radio y telfono. Luego que las nias
aprenden a tejer, la madre les cambia
la faja por una manta, de lana ms na.
Por esa experiencia previa a Rosa le fue
ms fcil aprender a restaurar las prendas
chiribaya: le resultan similares a las de su
infancia.
La primera vez que vi a Rosa alistaba,
junto a la arqueloga Sonia Guilln, la
exposicin Momias de Leymebamba,
en el Museo de la Nacin. Quin era?
Una experta cuyo conocimiento la ha
llevado nada menos que a Austria e Italia,
apoyando el montaje de las momias.
Qu le parecieron esos pases?, le
pregunt. Ms ordenados, limpios, nos
llevan aos de diferencia, responde. Ellos
no saben tejer ni a palitos, pero aprecian
los textiles ms que los peruanos. Yo
ofreca mis trabajos a 10 dlares y ellos
me pagaban calladitos.
Rosa vive y trabaja en el Centro Mallqui,
organismo dirigido por Sonia Guilln que
promueve la investigacin de antiguas
culturas peruanas. All hace inventarios,
restaura y participa en la museografa.
Y si bien se ha vuelto especialista en
la tcnica de los tejidos chiribaya, lo
referido a Leymebamba no le es ajeno:
He aprendido a apreciar los textiles
porque yo s cunto cuesta hacer un hilo,
un teido o terminar una manta.

Evelyn Nez
Periodista INC
Sangre
chiribaya
de
Personaje protagnico del Centro Mallqui, Rosa Choque es ecaz apoyo para el trabajo de la arqueloga Sonia Guilln.
C
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r
l
o
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D

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Historia cronolgica del Per
Jos Antonio del Busto Duthurburu, director
Lima, Departamento de Relaciones Corporativas de Petroper, noviembre 2006
749 pgs.
Valioso manual historiogrco que ha pasado casi desapercibido, como muchos libros de PetroPer.
Cada uno de los hechos que tuvieron algn signicado en la historia del Per se encuentra aqu
descrito y encapsulado. Proyecto de agudeza y puntillismo, enriquecido con el aporte de un puado
de investigadores invitados por Del Busto a este gape del dato. Figuran Margarita Guerra, Juan
Luis Orrego, Cristbal Aljovn, Paul Rizo-Patrn, Jos de la Puente Brunke, Miriam Salas, Francisco
Quiroz, entre otros. Miles de entradas, cada una con su apunte pero tambin con su cacumen,
buscan cerrar el crculo de nuestra historia con ms rigor que calentura, desde la primera cha,
procedente del periodo ltico arcaico, 11.600 a.C., terminando en diciembre del 2000 con la tercera
postulacin de Fujimori. La Historia cronolgica del Per es pues el ecaz testamento de uno de los
mayores historiadores de nuestro pasado prehispnico y colonial.
Lima, misterios y encantos
Direccin de Patrimonio Histrico
Colonial y Republicano del INC
Lima, Fondo Editorial del INC,
Diciembre 2006
23 pgs.
Vuelto a ser llamado Pasaje de
la Encarnacin, el histrico Jirn
Contumaz acaba de ser protagonista de uno de los
ms sonados proyectos de conservacin y rehabilitacin
impulsados desde el INCal menos en lo que se reere
a sus cuadras 9 y 10, amn de transversales y esquinas.
La proeza de su relanzamiento, sin embargo, no solo ha
demandado la participacin especializada de arquitectos
y tcnicos del INC y el municipio, sino tambin de
novedosos mtodos de divulgacin. Hacemos referencia
a Lima, misterios y encantos, la historia ilustrada de esta
otrora populosa arteria, realizada a manera de historieta
(vale decir, cmic), que, por otro lado, incluye tambin
la descripcin de los trabajos de remodelacin. Casi
producto bandera del INC, el Pasaje de la Encarnacin
recobra su color en este libro, sobre todo para los nios,
personajes estratgicos de esta recuperacin.
El tour de Francia. Estado actual de
la clase obrera en los aspectos moral,
intelectual y material (1843-1844)
Flora Tristn
Lima, Fondo Editorial de la Universidad
Mayor de San Marcos, prlogo de
Maurice Nahory, Traduccin de Yolanda
Westphalen, febrero 2007
412 pgs.
Al comienzo vivi lo que muchas:
siendo obrera cas por inters con
un litgrafo para salir de la pobreza
afortunadamente de este matrimonio naci Aline, madre
de Gauguin. Tras su divorcio, se vuelve una adelantada.
Antecede a Engels y a las feministas de nales del siglo XIX
cuando plantea en su libro La Unin Obrera la existencia
de una organizacin partidaria adems de un espacio de
lucha efectivo para las reivindicaciones de la mujer. Su hito
mayor, sin embargo, vendra a estar marcado por su viaje
al Per, tierra de su padre, en 1833, donde conoce por n
la naturaleza de un pas premoderno. Todo este bagaje le
sirve para desarrollar su ambicioso e inconcluso Tour
de France (1843-44). Escrito a modo de diario, el tour es la
lucha por construirse un espacio poltico pero tambin un
relato de viaje y una crtica severa de la moral de la poca.
La mujer en la historia del Per
(siglos XV al XX)
Carmen Meza y Teodoro Hampe,
compiladores
Lima, Fondo Editorial del Congreso
de la Repblica, prlogo de Maurice
Nahory, marzo 2007
645 pgs.
Todo y nada se ha dicho sobre la
mujer en la historia social del Per.
Cacicas, coyas, tejedoras, alfareras,
y en tiempos coloniales, doncellas,
casadas, viudas o monjas aunque
tambin cortesanas y concubinas. Nadie ha escapado
nunca de integrar una categora en una sociedad de
castas como la nuestra, menos la mujer. Pocas veces una
muestra tan regular de ensayos, todos de similar peso,
cada uno dispuesto a arrancarle a la historia verdades
tan esquivas como necesarias sobre la importancia del
rol femenino en la construccin de la sociedad. Quines
escriben? Rostworowski, Hernndez (ambas sobre coyas),
Basadre Ayulo (sobre matrimonio colonial), Vergara,
Puertas, Mannarelli (las tres sobre la mujer colonial),
Chang-Rodrguez, Glave (sobre literatura femenina),
adems de textos de Neuhaus, Carrasco, Zegarra, Oliart,
Cosamaln (sobre la divisin del trabajo), Carmen Meza
(leyes coloniales) y Teodoro Hampe (imagen colectiva de
la mujer), estos dos ltimos compiladores de la coleccin.
Aguas en el desierto. Los puquios de
Nasca
Katharina Schreiber, Josu Lancho Rojas
Lima, Fondo Editorial de la Ponticia
Universidad Catlica del Per, agosto 2006
307 pgs.
La civilizacin nasca se desarroll sobre
un tablazo, es decir, un levantamiento
tectnico poco propicio para la agricultura.
Si bien las civilizaciones previas tuvieron
marcada inclinacin por la experimentacin
hidrulica, la extrema transformacin
que sufre la costa central peruana y su medio ambiente
en manos de los ingenieros nascas es equiparable a un
cambio de era. El arquelogo Alfred Kroeber fue el primero
en mencionar en 1926 el sistema de puquios como parte
de un vasto engranaje hidrulico, pero recin en 1968 la
revista American Antiquity expone la importancia de la
tcnica, cuyo soporte reposaba en almacenes de agua de
procedencia geolgica tambin conocidos como jardines de
agua o mahamaes, que no eran otra cosa que trincheras
rellenadas mediante el uso de dinteles de madera. La
habilidad nasca para alcanzar fuentes de agua subterrnea
en un medio que de otro modo sera un desierto abrasador
sent, sin duda, ctedra en el mundo prehispnico,
permitiendo el desarrollo agrcola de muchas culturas
posteriores, como los incas o los chim.
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Museo de la Nacin - Da Internacional de la Danza
27 de abril - 4:00 PM
(Av. Javier Prado Este 2465, San Borja)
Intervencin de espacios con grupos de danza:
Consejo Nacional de Danza Ballet, folclore, amenco,
danza contempornea y danza indonesia.
La danza es un lenguaje universal: emisario para un mundo de paz, para la equidad, tolerancia y compasin. La danza
nos ensea sensibilidad, conciencia, a prestar atencin al momento. Es tambin una manifestacin del estar vivos. Es
transformacin. La danza encuentra al alma y otorga al cuerpo una dimensin espiritual. La danza nos permite sentir nuestro
cuerpo, elevarnos, ir ms all, ser otro cuerpo. Danzar es participar activamente en la vibracin del universo.
Extracto del Mensaje por el Da Internacional de la Danza, 2007
Sasha Waltz, Directora Artstica (Alemania, 1963).

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