El documento describe la conciencia de un conejo bebé que se esconde asustado ante los sonidos de pájaros, mostrando que es consciente de su entorno. Luego explica que la conciencia es un misterio que subyace a toda experiencia interna y que aunque es íntima, es difícil de definir. Finalmente, señala que nuestra conciencia despierta es sólo una pequeña parte de nuestra conciencia total, que incluye recuerdos e ideas inconscientes.
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El documento describe la conciencia de un conejo bebé que se esconde asustado ante los sonidos de pájaros, mostrando que es consciente de su entorno. Luego explica que la conciencia es un misterio que subyace a toda experiencia interna y que aunque es íntima, es difícil de definir. Finalmente, señala que nuestra conciencia despierta es sólo una pequeña parte de nuestra conciencia total, que incluye recuerdos e ideas inconscientes.
El documento describe la conciencia de un conejo bebé que se esconde asustado ante los sonidos de pájaros, mostrando que es consciente de su entorno. Luego explica que la conciencia es un misterio que subyace a toda experiencia interna y que aunque es íntima, es difícil de definir. Finalmente, señala que nuestra conciencia despierta es sólo una pequeña parte de nuestra conciencia total, que incluye recuerdos e ideas inconscientes.
El documento describe la conciencia de un conejo bebé que se esconde asustado ante los sonidos de pájaros, mostrando que es consciente de su entorno. Luego explica que la conciencia es un misterio que subyace a toda experiencia interna y que aunque es íntima, es difícil de definir. Finalmente, señala que nuestra conciencia despierta es sólo una pequeña parte de nuestra conciencia total, que incluye recuerdos e ideas inconscientes.
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Introduccin
Sentada en mi patio entre las ltimas sombras del crepsculo, veo la
cabeza de un pequeo conejito asomndose detrs de un matorral. Moviendo la nariz; se atreve a salir, se detiene, olfatea un poco ms y empieza a mordisquear briznas de hierba. Una urraca grita de modo estridente. El conejito se vuelve a meter disparado en el matorral. Minutos despus, emerge cautelosamente y sigue mordisqueando la hierba. Un cuervo grazna. El conejo da la vuelta, y se vuelve a meter en el matorral. Ese beb es claramente consciente. Su conducta me dice que es consciente de lo que ve y de lo que oye, a su alrededor y reacciona ante ello. Mi experiencia consciente de l me dice que l tambin es consciente. No puedo experimentar su conciencia directamente, estoy encerrada en la ma. El tiene experiencias subjetivas y privadas, slo conocidas en su interior. Yo no puedo compartir directamente su vida interior ni l la ma. Habis experimentado la conciencia intensamente desde que nacisteis; e incluso antes, en el vientre materno. Excepto en el sueo profundo y en los estados anormales de conciencia, tenis un conocimiento interno continuo de las cosas de vuestro entorno y de vuestras propias sensaciones, pensamientos y sentimientos. Este conocimiento es la base de todo lo que experimentis, el trasfondo donde surge toda experiencia. La mesa de ah fuera parece slida y pesada, el girasol parece amarillo, el canto del tordo melodioso. Cuando estis conduciendo podis ver a los otros coches sin chocar con ellos. Todo esto lo sabis slo a travs de vuestra conciencia. De esa forma, es como lo conocis todo, tanto si est "ah fuera" como dentro de vuestra mente. Cuando estis inconscientes; o en el sueo profundo, el mundo externo y el interno no existen para vosotros. Qu es la conciencia? La conciencia tiene una cualidad proteica. Puede enfocarse hacia fuera, al trfico en movimiento; o hacia dentro, a vuestra sensacin de prisa y de ansiedad. Puede expandirse para obtener una visin panormica o contraerse para enfocar una brizna diminuta. Adapta su forma a su contenido cambiante. Si vuestras emociones son tristes, sentiris que vuestra conciencia se vuelve triste. Si tenis fro, vuestra conciencia registra el fro. Los cambios de contenido parecen cambios de la misma conciencia. Pero la conciencia es la base inmutable que hay detrs del contenido cambiante, la silenciosa realizacin dentro de la cual todos los pensamientos, emociones y percepciones vienen y van. 2 La conciencia es un profundo misterio que ha desconcertado a filsofos, psiclogos, telogos y otros pensadores durante siglos. Aunque es tan ntima y familiar, la conciencia es difcil de definir. El diccionario la define como un estado del ser caracterizado por la sensacin, la emocin, la voluntad y el pensamiento. Las variedades de la conciencia nombradas en el diccionario, como el sentir, el conocer, el reflexionar, tienen la caracterstica comn de la subjetividad, de saber desde dentro, lo que el paleontlogo jesuita Teilhard de Chardin llama "el dentro de las cosas", de la manera de sentir la experiencia desde dentro. Es la subjetividad, el sentimiento o la realizacin que subyace a toda experiencia, el verdadero sentimiento o realizacin que es inequvoco. En dcadas recientes, se ha desarrollado un campo cada vez mayor de investigacin de la conciencia en reas como la ciencia cognitiva, la neurociencia, la ciencia social, la percepcin extrasensorial, la religin comparativa y la flosofa. Los investigadores han estudiado reas diversas como el cerebro y el sistema nervioso, las prcticas contemplativas y la mecnica quntica. El increble y complejo funcionamiento del cerebro y su farmacologa innata han sido investigados con herramientas muy sofisticadas y ahora tenemos muchos detalles para saber cmo funcionan el cerebro y el sistema nervioso. Pero no tenemos ni idea de la forma en que una intencin; un acto de la conciencia, puede desencadenar impulsos nerviosos y musculares que hagan levantar el brazo o girar la cabeza. Varios estados de conciencia han sido identificados y estudiados. Pero estos paralelismos fsicos con la conciencia; y los cambios del contenido de la conciencia, no son la conciencia en s. Como la electricidad, que conocemos por la lectura de los contadores; por los motores que funcionan, y por las bombillas que se encienden, la conciencia en s misma desafa toda definicin. Sigue siendo un misterio. Podis observar fcilmente el contenido cambiante de vuestra conciencia. Ahora mismo; desviando la atencin, podis notar un ligero dolor en el cuello o en la espalda que empieza a cansarse o el tacto del libro en las manos. Podis observar cmo surgen los pensamientos y van pasando mientras estudiis las palabras de la pgina, tal vez evocando recuerdos o ideas similares. Tal vez sintis alguna oleada de emocin con la aprobacin o el escepticismo que conllevan esos pensamientos. Podis mirar por la ventana y ver un rbol, percibiendo su imagen en vuestra mente. En cualquier momento, podis ser conscientes de las sensaciones, emociones, imgenes y pensamientos que se mueven por el ro de vuestra conciencia. Pero no capturis la capacidad de conocer todo esto; la conciencia en s misma, que se halla detrs de todo el contenido cambiante. 3 Aunque siempre est con nosotros, la conciencia es normalmente imperceptible, como el ojo que no se puede ver a s mismo. Y sin embargo, la conciencia es el teln de fondo constante de toda nuestra experiencia, cada momento a lo largo de toda nuestra vida. Es la pantalla inmutable e incolora sobre la que se proyectan las imgenes en movimiento siempre cambiantes de la vida. Somos muy conscientes de las sombras cambiantes, pero no de la pantalla sobre la que se proyectan, aunque podamos tener un vislumbre de ella en los momentos de silencio que hay entre dos pensamientos. Consciente e inconsciente Sentimos que nuestra conciencia est confinada a aquello de lo que somos conscientes en un momento determinado, y lo que podemos recordar fcilmente. Sin embargo, reaccionamos a unas seales subliminales tan fugaces y tan breves que no quedan registradas en nuestra conciencia. Freud y generaciones de psiclogos y psiquiatras desde entonces, confirman que el margen de la conciencia es mucho ms amplio que nuestra conciencia despierta. William J ames; psiclogo pionero, dijo: Nuestra conciencia despierta normal no es sino un tipo especial de conciencia) mientras que en toda ella) y separadas de ella por la ms transparente de las pantallas) hay formas potenciales de conciencia totalmente distintas. Podemos pasar por la vida sin sospechar su existencia) pero si aplicamos el estmulo necesario en un instante estn all en toda su plenitud. Estas "formas potenciales de conciencia" incluyen las sensaciones, los sentimientos, los pensamientos, y los recuerdos de los cuales no somos conscientes. El mismo Freud tuvo un sueo, en el que apareca el nombre latino de un helecho determinado. Result que existe un helecho con ese nombre, pero estaba seguro de que nunca lo haba odo antes. Sin embargo; un tiempo despus, vio el nombre latino escrito por su propia mano en una libreta de su poca de estudiante. Su conciencia haba retenido; de alguna manera, ese recuerdo lejano, aunque haba desaparecido de su conciencia inmediata. Usando una metfora que se ha hecho famosa, Freud comparaba la conciencia despierta con la punta de un iceberg. Descubri los impulsos "subconscientes" lujuriosos u hostiles, demasiado amenazadores para dejarlos pasar a nuestro conocimiento. J ung; y otros descubrieron impulsos ms elevados y nobles, y una sabidura en el inconsciente de lo cual no somos conscientes. El psiquiatra Roberto Assagioli llama a esta zona "el sper-consciente". El y otros psiclogos trans-personales tratan de los aspectos espirituales de la conciencia que normalmente se hallan ms all de 4 la conciencia cotidiana. Tenemos recuerdos, sentimientos, pensamientos inconscientes que pueden transmitirse fcilmente a la conciencia; pero tambin hay experiencias menos accesibles enterradas muy profundamente en las regiones inferiores, de la mente. El contenido del subconsciente y del sper-consciente, est dentro de una conciencia global que es ms grande que la conciencia despierta normal. Aquello de lo que somos conscientes en un momento determinado, es tan slo una pequea parte de nuestra conciencia total. Por ejemplo, podis tener un sueo que os traiga a la mente una poca en la que; de nio, estuvisteis en el hospital por Navidad. Vuestra sensacin de abandono, puede aparecer con el recuerdo de ese incidente. Erais inconscientes de tener ese recuerdo hasta que el sueo lo evoc. Sin embargo; puesto que era recuperable, estaba dentro del marco de vuestra conciencia ms amplia. Cmo podemos usar la palabra "consciente" para algo de lo cual no somos conscientes? Puesto que "conciencia" implica conocimiento, tal vez necesitemos otra palabra para el marco de la experiencia interna potencial. Blavatsky pareca creerlo as cuando escribi: "Tal es la pobreza de la lengua que no tenemos ningn trmino para distinguir el conocimiento en el cual no pensamos de forma activa del conocimiento que somos incapaces de llevar a la memoria". (Blavatsky H. P. 1987, S. D. I) No slo los recuerdos sino el conocimiento de verdades trascendentales se hallan en nuestra conciencia ms amplia, pero no en nuestra concienciacin. Conocemos estas cosas sin saber que las conocemos. Al hablar de la conciencia absoluta; es decir, de la conciencia indiferenciada sin contenido, Blavatsky dice; "No es el tipo de conciencia que podamos manejar para distinguirla de lo que nos parece el inconsciente" (Op. cit. I) La conciencia no local La mayor parte del tiempo, nos sentimos encapsulados dentro de nuestra piel y nuestra mente, de nuestros "trajes espaciales". Slo somos conscientes de lo que nos dicen los sentidos en un momento determinado; ms los recuerdos, pensamientos, imgenes y sensaciones que surgen dentro de nosotros. Pero hay una evidencia abrumadora de que la conciencia puede extenderse ms all del aqu y el ahora; y ms all, de lo que hemos aprendido mediante el cerebro y los sentidos. Por ejemplo, es bastante frecuente que alguien conozca el peligro o la muerte de un ser querido lejano. Adems de estos incidentes espontneos, hay miles de experimentos controlados registrados que demuestran que los pensamientos pueden 5 transferirse de una persona a otra a travs de la distancia. En una serie de experimentos, conectaron a unas personas a unos aparatos que miden la actividad electro-drmica, una indicacin del grado de actividad del sistema nervioso autonmico, que controla funciones como el latido del corazn y la digestin. La gente enferma de lceras, hipertensin y de ansiedad tienen unas funciones autonmicas sper-activas. En los experimentos, los influenciadores intentaban calmar o estimular la actividad autonmica de los pacientes que estaban en otra habitacin; y lo hacan, tranquilizndose a s mismos o agitndose y enviando a las otras personas las imgenes mentales adecuadas. Aunque esas personas no saban cundo ocurran los perodos "de influencia" de treinta segundos, repetidamente mostraron un incremento en la direccin sealada durante esos perodos. A veces, hablaban de imgenes que correspondan a las que se les haba mandado. Una persona habl de haber tenido una fuerte impresin del influenciador entrando en su habitacin, acercndose a su silla por detrs y sacudindola vigorosamente. El influenciador, intentando activar al sujeto desde lejos, haba utilizado precisamente esa imagen. El conocimiento a distancia ha sido confirmado por aos de experimentos controlados en la "visin remota", respaldados por el gobierno americano. En esos experimentos, normalmente una persona va en coche hasta un punto lejano para explorarlo. Mientras est explorndolo, su compaero del laboratorio intenta sintonizarse con l. Y describe las imgenes que le vienen a la mente, mientras el otro sigue explorando. Hay jueces que dicen que estas imgenes se corresponden con el lugar mucho ms de lo que cabra esperar de una simple casualidad. Los investigadores creen que todos tenemos la habilidad latente de sentir algo a distancia. (Murphy, Michael 1992. "Future of Body"). "La no-localidad" es un trmino tomado de la fsica quntica para describir esa capacidad que tiene la conciencia, de extenderse ms all de la localidad inmediata. Tambin se la ha definido como un campo de conciencia, que indica una continuidad de la conciencia en la que el espacio no es un impedimento. La conciencia y la materia Hay motivos para creer que la conciencia no es solamente el subproducto de la organizacin intrincada de complejas molculas en el cerebro, tal como ha mantenido tradicionalmente la ciencia materialista. La teosofa ensea; y algunos cientficos contemporneos estn de acuerdo con ello, que todo el Universo es consciente. Que incluso los minerales aparentemente inertes, tienen cierto grado de sensibilidad o capacidad de sentir. Segn Blavatsky: 6 Todo lo del Universo; en todos sus reinos, es consciente: Es decir, est dotado de una conciencia propia en su propio plano de percepcin. Los hombres debemos recordar que simplemente porque no percibimos ninguna seal que podamos reconocer como perteneciente a la conciencia; por ejemplo en las piedras, no tenemos derecho a decir que no existe conciencia all. No existe lo que podremos llamar materia muerta o ciega (1. S.1). La conciencia indivisa Normalmente nos sentimos separados y aparte de todas las dems cosas. En el nivel de la pura conciencia; detrs del contenido cambiante, somos uno con todo, un foco de aquello que es indiviso y universal. El yo aparentemente separado es una ilusin. Hay una sola conciencia omnipresente que nos impregna a nosotros y a todo lo dems. Igual que los innumerables estanques; e incluso charcos llenos de barro, reflejan una sola luna, la luz de la conciencia tiene un solo origen. Los que han experimentado esa conciencia en su pureza nos dicen que; a pesar de las distinciones externas, en la base todos somos uno. El reverendo sabio Ramana Maharshi dice que en esa concienciacin trascendental, en la que solamente est el Ser: "No hay ni t, ni yo, ni l". El poeta mstico Rumi lo expresa as: Yo t ella y nosotros En el jardn de los amantes msticos Estas no son verdaderas distinciones. Nuestra conciencia no es realmente "nuestra" conciencia en absoluto sino que la compartimos universalmente. Nuestras experiencias corrientes de la conciencia son un plido reflejo del atma, modificado y reducido a travs de nuestros principios; y los vehculos a travs de los cuales, acta la conciencia. Segn el Lankavatara Sutra: La conciencia intelectual (Mente inferior) clasifca y juzga las impresiones) atracciones y repulsiones sensoriales. La conciencia universal se compara con la superficie del ocano donde se forman las corrientes, las olas y los remolinos. Mientras que su profundidad permanece inmvil, imperturbable, pura y clara. La mente es el punto focal entre la conciencia de la superficie y la de la profundidad. Atma; la conciencia una infinita, est enfocada en nosotros como individuos. La auto-conciencia Aunque la conciencia ocurre en todo cuanto existe, solamente el reino 7 humano est caracterizado por la auto-conciencia. Sabis desde siempre que sois distintos a vuestro hermano, a vuestro coche, a las plantas del jardn. Tal vez os despertis en un sitio extrao y os preguntis: "Dnde estoy? Pero nunca os preguntis "Quin soy? Y sin embargo, no siempre hemos tenido este sentido al parecer gentico. Los bebs recin nacidos, tienen que aprender a diferenciarse a ellos mismos de lo que est a su alrededor. Los bebs algo ms mayores se miran la mano o el pie, asombrados por ese objeto extrao. Cuando crecen un poco, su sentido del yo incluye las partes de su cuerpo; y saben, que su cuerpo forma parte de ellos mismos. Los adultos en los niveles ms elevados de desarrollo se identifican con un yo observador o testigo, como algo distinto al yo externo y objetivo o persona. Ya no piensan en s mismos exclusivamente como el cuerpo, la persona, el ego o la mente; y pueden integrarlo todo de forma unificada, desde un punto de vista interno. Durante muchos aos, el sentido del yo evoluciona desde una simple diferenciacin entre uno mismo y el entorno a la identificacin con el conocimiento, con la conciencia que se halla detrs de los elementos cambiantes, que constituyen el yo objetivo" (Wilber, Ken "Sex, Ecology, Spirituality). La divisin sujeto-objeto Blavatsky relaciona la auto-conciencia con la mente; manas, que es el identificativo de los seres humanos. Una funcin de la mente es la de separar y dividir, la de clasificar las cosas en compartimentos. Esta capacidad, crea el orden a partir de la confusin de las numerosas impresiones sensoriales que invaden nuestra mente. Pero en ese proceso de diferenciacin y encasillamiento; dividimos el mundo en dos categoras bsicas, yo y todo lo dems. Nos situamos como observador, aparte de cualquier contenido que surja en nuestra conciencia. Este hbito inconsciente nos lleva a tener la impresin de estar separados, solos, alienados de todo lo dems. Sin embargo; tanto el sujeto con el que nos identificamos como los objetos que observamos, ocurren en una conciencia que queda polarizada en sujeto y objeto. Como muchos maestros de meditacin han descubierto, nuestro sentido normal de un "yo" independiente es una ilusin, un concepto cristalizado de nuestra mente. La observacin del contenido de la mente; como en la meditacin Vipassana, revela solamente las sensaciones, pensamientos, emociones, recuerdos e imgenes que pasan, sin ningn yo encapsulado en ninguna de ellas. Lo que normalmente consideramos como "yo" es un punto 8 de referencia que nos orienta en la corriente fluctuante del contenido cambiante de la conciencia. Si aprendemos a desligarnos del flujo cambiante de la conciencia, podemos conocer realmente quienes somos. Lo que tomamos como un ego separado e individualizado que planifica y escoge, es una entidad secundaria. Es una localizacin en el tiempo y el espacio de la conciencia csmica pura e indivisa. Fundamentalmente; nuestra conciencia es la conciencia del Ser, podramos decir de Dios, es trascendente. Est fuera del tiempo y del espacio, ms all de la divisin sujeto-objeto. El fsico Amit Goswami dice: "No hay otra fuente de la conciencia. Es todo cuanto hay". En otras palabras, atma y Brahman son uno, o como dijo el mstico alemn Meister Eckart: "El Terreno de Dios y el Terreno del Alma son el mismo". Sin embargo, a un nivel ms profundo que nuestro egocentrismo egosta, existe un centro inmortal del ser en nosotros, nuestra localizacin en el campo universal de atma. Atma adopta un vehculo de buddhi, el campo ms etreo y menos definido de nuestros campos. A esta combinacin de atma y buddhi, Blavatsky la llama la mnada. Es el "peregrino", nuestro lugar permanente de la conciencia a lo largo de nuestro extenso viaje evolutivo en los campos. Nuestro sentido fundamental de ser un yo es un reflejo de este foco permanente de la conciencia. Sin embargo, aunque atma-buddhi en cada uno de nosotros sea individual, no est separado de la conciencia universal, la Vida Una. Blavatsky dice que es "el principio egosta en el hombre, debido a nuestra ignorancia que separa nuestro "yo" del Yo Uno Universal. Conciencia y evolucin La teosofa ensea que, a travs de las experiencias de la vida; tanto las felices como las trgicas, estamos desarrollando los potenciales de atma mediante nuestros principios. Como raza humana, desarrollamos poderes cada vez ms refinados de la mente, la emocin, la intuicin y la voluntad. Estamos ampliando nuestras fronteras, aumentando con ello nuestro sentido del yo. Estamos evolucionando hacia el objetivo de una unidad consciente con todo. Las meditaciones y las prcticas espirituales pueden ayudarnos a ir hacia ese objetivo porque purifican la mente; y eliminan, los obstculos de la revelacin espontnea de atma. 9 Maestros como Krishnamurti y Ramana Maharshi insisten en la importancia de realizar esa conciencia sin obstculos, en la cual tiene lugar toda nuestra experiencia. En esta realizacin, sabemos que la conciencia que experimentamos es fundamentalmente una en su naturaleza con la conciencia universal. El padre Bede Griffths; sacerdote cristiano que fund un Ashram en la India, comprendi la universalidad de la conciencia cuando escribi lo siguiente: Estamos recuperando lentamente el conocimiento que era universal en el mundo antiguo, de que no existe materia aparte de la mente o conciencia. La conciencia est latente en cada partcula de materia y el orden matemtico que la ciencia descubre en el Universo se debe al funcionamiento de la conciencia universal en l. A medida que la conciencia humana se desarrolla cada vez se hace ms consciente de la conciencia universal en la cual tiene su raz. Esta opinin deja claro que nosotros no somos fundamentalmente nada ms que conciencia primaria; en la base de todo lo que es, atma. Nuestra conciencia pura ms profunda y sin cualificar; libre de contenido, es una con la conciencia universal. Los videntes y sabios testifican que si se eliminan todos los objetos de la conciencia; es posible experimentar eso, su Yo ms fundamental, su conciencia primaria. Sankara dice en la Joya Suprema de Sabidurea: El hombre sabio es aquel que comprende que la esencia de Brahman y Atman es la Pura Conciencia, y que realiza la identidad absoluta de los dos. O, en palabras de Annie Besant "El YO del universo y el YO del hombre son uno solo, y conociendo el YO, conocemos AQUELLO que est igualmente en la raz del universo y del hombre".
(Condensado de Insight. Theosophical Digest. N.97) 10 El amor que ni pide, ni aguarda, ni espera nada a cambio, es una irradiacin pura, cuya benigna luz se derrama sobre cada uno en su esfera. Cuando existe verdadero amor, la rara y sutil belleza oculta en el objeto del amor descuella ante la propia visin como si fueran caracteres luminosos. Pensamientos para aspirantes, 2a serie. N. Sri Ram CONTENIDO Introduccin Qu es la conciencia? Consciente e inconsciente La conciencia no local La conciencia y la materia La conciencia indivisa La auto-conciencia La divisin sujeto-objeto Conciencia y evolucin 11 PD: Informacin extrada de la revista Sophia, septiembre 2014 (Sociedad Teosfica Espaola)