El Credo Explicado Por Benedicto Xvi 3 - La Fe en Iglesia PDF
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de
las
promesas,
el
celebrante
pide
la
Podemos hacernos la
misma pregunta que
Benedicto: Vivo mi
fe solo?
Qu aporta la
comunidad eclesial
en la que participas
(parroquia, colegio,
oratorio, etc) a tu
vida de fe?
La fe se fortalece
dndola En qu, a
quin ests dando tu
fe?
Ese
creo
pronunciado
singularmente se une al de un
inmenso coro en el tiempo y en el
espacio, donde cada uno contribuye,
por as decirlo, a una concorde
polifona en la fe. El Catecismo de la
anunciando abiertamente el misterio del que haban sido testigos. En los Hechos de los
Apstoles se nos refiere adems el gran discurso que Pedro pronuncia precisamente el da
de Pentecosts. Parte de un pasaje del profeta Joel (3, 1-5), refirindolo a Jess y
proclamando el ncleo central de la fe cristiana: Aqul que haba beneficiado a todos, que
haba sido acreditado por Dios con prodigios y grandes signos, fue clavado en la cruz y
muerto, pero Dios lo resucit de entre los muertos, constituyndolo Seor y Cristo. Con l
hemos entrado en la salvacin definitiva anunciada por los profetas, y quien invoque su
nombre ser salvo (cf. Hch 2, 17-24). Al or estas palabras de Pedro, muchos se sienten
personalmente interpelados, se arrepienten de sus pecados y se bautizan recibiendo el
don del Espritu Santo (cf. Hch 2, 37-41). As inicia el camino de la Iglesia, comunidad que
lleva este anuncio en el tiempo y en el espacio, comunidad que es el Pueblo de Dios
fundado sobre la nueva alianza gracias a la sangre de Cristo y cuyos miembros no
pertenecen a un grupo social o tnico particular, sino que son hombres y mujeres
procedentes de toda nacin y cultura. Es un pueblo catlico, que habla lenguas nuevas,
universalmente abierto a acoger a todos, ms all de cualquier confn, abatiendo todas las
barreras. Dice san Pablo: No hay griego y judo, circunciso e incircunciso, brbaro, escita,
esclavo y libre, sino Cristo, que lo es todo, y en todos (Col 3, 11).
La Iglesia, por lo tanto, desde el principio es el lugar de la fe, el lugar de la transmisin de
la fe, el lugar donde, por el bautismo, se est inmerso en el Misterio Pascual de la muerte y
resurreccin de Cristo, que nos libera de la prisin del pecado, nos da la libertad de hijos y
nos introduce en la comunin con el Dios Trinitario. Al mismo tiempo estamos inmersos en
la comunin con los dems hermanos y hermanas de fe, con todo el Cuerpo de Cristo,
fuera de nuestro aislamiento. El concilio ecumnico Vaticano II lo recuerda: Dios quiso
santificar y salvar a los hombres no individualmente y aislados, sin conexin entre s, sino
hacer de ellos un pueblo para que le conociera de
verdad y le sirviera con una vida santa (Const. dogm.