13 04 Salgado
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El proceso de construccin
fontico-ortogrfico
Hugo Salgado*
El paso de la lengua oral a la lengua escrita fue posible, en un principio, por la
representacin grfica que el hombre ha hecho de la articulacin oral del
lenguaje. En los sistemas de escritura alfabtica, como la nuestra, dicha
representacin posee caractersticas singulares debido a las relaciones que
impone entre el plano fontico y el ortogrfico. (Tngase en cuenta que aqu la
ortografa no est considerada como una mera disciplina normativa que
determina el grado de correccin o incorreccin de una escritura, sino como la
nica parte de la gramtica, que estudia exclusivamente la representacin
grfica de la lengua, tanto en sus aspectos descriptivos cuanto normativos.)
Sin duda, las escrituras alfabticas se basan en las relaciones que se
establecen entre fonema y grafema; sin embargo, pareciera ser que los
escribientes no tienen clara conciencia de dichas relaciones. Esto fue lo que
aparentemente se pudo verificar en distintas experiencias llevadas a cabo con
maestros de escuela primaria, como, as tambin con estudiantes de
magisterio.
El objetivo de la experiencia era tratar de establecer las relaciones
entre los sonidos articulados que diariamente utilizamos al hablar y las letras
que empleamos para representarlos en nuestra escritura. Se reflexion sobre
algunas palabras para clarificar la distincin entre letra y sonido; se pidi, p.e.
que se nombraran palabras que comenzaran con el sonido /j/ (como gente o
jirafa), independientemente de los grafemas que se usaran para
representarlo en la escritura. Se fij como convencin que los sonidos fuesen
representados con letra imprenta minscula encerrada entre barras, y los
grafemas con letra minscula cursiva. Hecho esto, se propuso confeccionar
una lista completa de todos los sonidos reales que utilizamos al hablar con sus
correspondientes representaciones grafemticas posibles, de manera tal de dar
cuenta de todas las letras que empleamos al escribir.
Partiendo de la base de que todos los participantes eran individuos
altamente alfabetizados y aun, en algunos casos, alfabetizadores, la actividad
propuesta pareca muy sencilla, sin embargo, los resultados obtenidos
llamaron poderosamente la atencin, hasta de los mismos participantes. La
gran mayora, despus de un lapso aproximado de una hora, no haba podido
llevar a cabo la tarea por la gran dificultad que encontraba en diferenciar el
sonido articulado, de la letra que lo puede representar grficamente. Esto
provoc que no se identificara como un mismo fonema, p.e., el sonido inicial
de casa, queso y kilo, que apareca reiterado con representaciones
distintas. Entre los pocos que pudieron hacer una lista sin repetir sonidos, la
gran mayora introdujo fonemas inexistentes en nuestra articulacin oral,
como los que se suelen representar en otras comunidades lingsticas
mediante las letras elle o zeta. Ninguno de los participantes pudo encontrar
la forma de solucionar la dificultad de representacin grfica que plantean
*
ciertos grupos fonemticos como, p.e., el grupo /ks/ que encontramos en los
vocablos /eksmen/, /aksin/ o /ekselnte/.
No era lcito suponer que los participantes no conocieran los sonidos
que utilizaban al hablar, las letras que empleaban al escribir o las diferencias
existentes entre ambos. Conocer, las conocan; pero, no haba un
conocimiento exacto y reflexivo de las relaciones entre fonema y grafema.
Dicho de otro modo: no haba conciencia de esas relaciones
fontico-ortogrficas.
La nica explicacin que pude encontrar para esa falta de conciencia
lingstica es la de un proceso de aprendizaje deficitario, es decir, un proceso
que, si bien logr que los individuos construyeran un determinado
conocimiento, no favoreci la reflexin en torno a ste.
Si pensamos en todos los mtodos tradicionales para el aprendizaje de
la lengua escrita, veremos que, de una u otra manera, siempre han enfrentado
al individuo a las complejas arbitrariedades convencionales de nuestra
escritura y han dejado las relaciones fontico-ortogrficas libradas a lo que se
podra denominar una comprensin intuitiva espontnea. Algunos, como los
mtodos alfabticos, los silabarios e, incluso, la palabra generadora, han
tratado de facilitar el acceso al conocimiento de la representacin grfica a
travs de una parcializacin del contenido, a pesar del riesgo de deteriorar el
valor significativo de la escritura. Otros, como el global, tratando de no perder
dicha significacin, han prescindido de pautas facilitadoras y han enfrentado al
individuo a todas las complejidades de la lengua escrita.
Sin embargo, a pesar de las grandes diferencias metodolgicas,
ninguna propuesta favoreca la reflexin fontico-ortogrfica, en todo caso, se
efectuaban descripciones ortogrfico-fonticas al ensear las posibles
pronunciaciones de ciertos grafemas. Tal como suele expresarse en muchos
manuales de uso escolar y como solemos escuchar con frecuencia en boca de
nuestros maestros, decir, p.e., que para suavizar el sonido de la letra ge
cuando aparece delante de e o i se debe colocar una u es invertir la
relacin lgica fontico-ortogrfica y favorecer la confusin. No se trata de que
una letra provoque un determinado sonido, sino que un sonido se representa
grficamente mediante una determinada letra, que puede ser simple o doble,
segn la cantidad de dibujos que la conformen. De este modo, el fonema
inicial de las palabras /gto/ y /gera/ es exactamente el mismo, pero en un
caso se representa mediante una letra simple y en el otro, mediante una letra
doble.
Todos los mtodos tradicionales, pues, en lugar de partir del
conocimiento de la articulacin oral del lenguaje para llegar a su
representacin grfica, partan de la ortografa convencional de la escritura,
presentada como un objeto ajeno a la experiencia lingstica del individuo, y
trataban de lograr que se relacionara ese nuevo conocimiento con la oralidad,
que todo hablante tiene incorporada al entrar a la escuela. Creo que este
proceso de aprendizaje deficitario, basado en la alteracin de las relaciones
fontico-ortogrficas, es el principal causante de la inconsciencia lingstica
puesta de manifiesto en la experiencia anteriormente descripta.
palabras en las cuales deben aparecer todos los fonemas de uso real
representados unvocamente por el grafema ms adecuado. Es fundamental en
este momento que se ponga mucho cuidado en la relacin sonido-letra,
observando que a cada sonido le corresponde una letra y solo una,
independientemente de que est representado con un solo dibujo (como la a
o la ere) o con dos (como la che o la erre). En reiteradas oportunidades,
con los propios maestros, he podido observar cmo, despus de reconocer que
en la palabra guerra existen cuatro fonemas /g/, /e/, /r/, /a/, persisten en la
argumentacin de que dicha palabra se escribe con 6 letras o, en el mejor de
los casos, con 5 (hay quienes reconocen la erre como letra doble). Si la
palabra guerra tiene cuatro sonidos, su representacin grfica se compone
de cuatro letras, una para cada sonido: dos letras simples para los fonemas
voclicos /e/ y /a/, y dos letras compuestas que representan a cada uno de los
dos fonemas consonnticos.
El argumento que sostiene el hecho de que el grupo ge-u (gu) no
constituye una letra doble ante e o i porque tanto la ge cuanto la u
pueden funcionar por separado con otros valores carece de sentido al
reconocerse el grafema che como letra doble, cuando la ce y la hache
que la conforman tambin pueden, por separado, funcionar con otros valores.
En esta primera instancia, lo que se trata de construir es el sistema
bsico de la escritura castellana, fundado en la relacin un fonema-un grafema
(simple o doble). Este esquema slo deber reestructurarse para dar cabida a
la letra hache, en el tercer momento del proceso.
b) En segunda instancia, se podr desarrollar todo tipo de escritura
espontnea y significativa, favoreciendo siempre una representacin alfabtica
cuasifontica.
Sobre la base de un cdigo cuasifontico, se torna prcticamente
imposible la aparicin del denominado error ortogrfico. Los errores que
seguramente aparecern sern los de carcter fontico, es decir, correctas
representaciones de una inadecuada articulacin oral. Desde ya, sabremos
cmo trabajar constructivamente estos errores.
Tercer momento:
Momento de escritura ortogrfica
Este momento del proceso de construccin consistira en establecer las reglas
de transformacin, sobre la base de contextos generales, para construir por fin
la escritura convencional. As, p.e., una vez aprendida la representacin
unvoca del fonema inicial de palabras tales como /bka/ o /banco/, se podra
elaborar una regla de transformacin que d cuenta de que dicho fonema, al
final de palabra o ante consonante, se representa grficamente slo mediante
la letra be, pero ante vocal puede representarse mediante be o uve.
Expresado de otro modo: