Foucault - Lecciones Sobre La Voluntad de Saber PDF
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LA VOLUNTAD DE SABER
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1971 por la
1987].
1980.
1
LECCIONES SOBRE LA VOLUNTAD DE SABER
10
"
11
ADVERTENCIA
"
y foucault comenta:
Sera conveniente pode r discutir lo q ue he expuesto. A veces, cuando la clase
no fue buena, basrarfa poca cosa, una pregunta, para volver a poner todo en su
lugar. Pero esa preguma nunca se planrea. En Francia, el efeno de grupo hace
imposible cualquier discusin real. Y como no hay u n canal de retomo, el curso
se
ceac raliza. Tengo una relacin de actor o de acrbata con las personas pre
aos, a la salida del curso, dedicaba bastante tiempo a responder a las pre
tigadores. Por eso los cursos en ei College de France no duplican los libros
publicados. No son su esbozo, aunque haya temas comunes entre unos y otros.
Tienen su propio estatus. Suponen un rgimen discursivo especfico en el
fuera a arrojarse al agu a pa..'>a por encima de algunos cuerpos para llegar a su
silla, aparta los grabado res para colocar sus papel es se saca la chaqueta, enciende
una lmpara y a rr anca , a cien por hora. Una voz: fuerte, eficaz, r epr oducida por
,
[ ..]
esos
corres
ponsal es que todava tienen demasiado que decir una vez l legados al final de la
hoja. A las
19: 15
posic
i n; tambin encontraba en dla una dilucidacin del presente. El arte d.e
a
travs de l a
el siglo XJ.X o de la pastoral cristiana: el oyente siempre extraa de esos temas una
poder propio de Michel Foucault en sus cu rsos obedeca a ese sucil cruce enrre
una erudicin sabia, un compromiso personal y un trabajo sobre el acomecim iemo.
cambi d horario del curso, que pas de las 17:45 a las 9 de la maftana. Vase Mchd Foucaulr, "TI
jaut dfn
e dre la sociltl". Cnurr au Coll<gr de France, 1.915-1976, ed. de Mauro Benan i y Alessan<lro
Econmie3, 2000].
l2
l.ECC!ONF.S SOBRE LA
VOLUNTAD DE SABER
13
ADYl:JffENCIA
* * ,.
de
Con esta edicin de Jos cursos del Collcgc de France se publica una nueva zona
de la "obra" de Michel foucault.
. .,
En sentido propio, no se trata de inditos, porque esra ed 110n reproduce la
.
palabra pronunciada pblicamente por Foucaulr, con e.xclusion del soporte es-
cmo queuriJ.
1zaba y que
, elaborado. Daniel Deferr, que posee esas
n,u ser muv
Curso
Ciclo lectivo 1970-1971
Clase del
de diciembre de
1970*
(I]
La voluntad de saber: ste es, pues, el ttulo que querra dar al curo de
este ao. A decir verdad, creo que habra podido drselo tambin a la
mayora de los anlisis histricos que he hecho hasta el da de hoy. Es
asimismo e! que podra caracterizar los que me gustara hacer ahora. En
todos esos anlisis -pasados o por venir-, creo que podramos reconocer
[2]
nmicos del siglo XVI al siglo xvm, o cmo se organiz y dispuso el saber
de la sexuaJjdad entre los s iglos xvu y XIX. Orras veces, y sin duda con
La Volunti Jall()ir ser, en efecto, el rulo del primer volumen de la Hi.szoire de In Jl'Xlltt
/ir': arfs, GalLimard, 1976 {trad. esp.: Hiuoria de la mcuaii"4d, '"). 1: La 110/umad de saber.
Moneo, Siglo XXI,
1985).
17
18
(3}
f4]
15!
[G]
[7]
[81
19
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cuya borradur
.
hab(a borcado, Y
coscar al pensamiento e l
ra
debe
que
lo
ver
],
mbre
dicie
(de
El 23
lema de la [voluntad].. de saber.
hecho de plancear el prob
is r
iv za
121
- Entonces, para resumir codos esros procederes, cada uno de los cuales es muy prolongado y complejo, se habr resiruado el juego de la verdad .
en la red de las coacciones y dominaciones. La verdad -debera decir,
antes bien, el sistema de lo verdadero y lo falso--5 habr revelado la cara
n argen
banal, y cuya posicin inicial en el :
Texto muy conocido, muy
n,
enerlo a raya: "Todos los hombres nenc
de la Meta sica parece mant
las
de conocer; el placer causado
por naturaleza [<J>ot:i], el deseo
,
u
1lidad
su
de
n
que, aun al marge
sensaciones es la prueba de ello, puesto
de
a
sensaciones visuales por encim
nos complacen por s mismas, y las
Hay que decir con claridad que en esta investigacin el discurso filo
sfico es de bien poca ayuda. Sin duda, casi no hay filosofa que no haya
la verdad, etc. Pero, en rigor de verdad, muy pocos -con la salvedad, quiz,
de Spinoza y Schopenhauer- le dieron algo ms que un estatus marginal;
como si la filosofa no tuviera que decir en primer lugar lo que designa,
en
efecto, el nombre que lleva. Como si ese deseo de saber que ella retoma
[... ]**
[141
tara decir, como de unos cuantos otros que ocupan una posici6n similar
para justificar el hecho de existir y mostrar que es -<le una sola vez- ne
ste ma
se
[11)
!JO)
n hacer
[9]
21
Metaflsica.
Pgina 13 tachada.
22
[15]
particular.
a.. Se pasa en efecto del conocim ient o (ciiva.i) a la sensacin
(cxfo8T)Ol<;) y finalmente a la sensacin visual. En qu aspecto puede la
sensaci6n, con su placer, ser un ejemplo del deseo de conocer?
bolos empleados y sus reglas de uso; hay que entender lo que hace posi
lin-:_
[16]
tesis:
[18]
"
[171
23
(19]
sensacin un conocimiento.
que hace de la
(20]
24
(...r
[23]
(21]
f24]
actualizan las cualidades reales del objeto. El placer est ligado a la verdad
misma del conocimiento. Y donde no hay conocimiento no hay verda
deramente placer.
tteles, a saber, que algunos animales (las hormigas y las abejas) carecen
de audicin. Ahora bien, por audicin Aristteles entiende un fenmeno
dables para las personas de buena salud, y viceversa. Ahora bien, slo las
cosas agradables para las personas sanas son verdaderamente agradables,
25
Pgina 22 tachada.
26
(25}
[26]
27
,i.j.)
$.
4(
[30}
28
f32)
como verdadero
ayii1tT]Ol<;.
la palabra tycbrr101c;, <.:omo si designara la ma
humana de la felicidad.
En consecuencia, en este rexro de Aristteles hay menos ambige
dades que superposiciones de sentido:
- cuando Aristteles habla de naturaleza
(<j>tm;1),
entiende sta en
(331
y al cuerpo y darle por correlato cierca forma de goce; pero por otro, y
al mismo tiempo, le da estatus y fundamento en la naturaleza genrica
del hombre, en el elemento de la sabidura y de un conocimiento que no
tiene otro fin que s mismo y en el que el placer es felicidad.
dictado. FJ manus
Adi<:it'>n del edi1or sobre la base de un fragm n to conservado del curso
n:nuralen
cf>oi:1
diferenciacin
[31]
de la
Dualidad, pues, de
29
ejemplo
oric\ov
paradigma
placer
i<yci;cT)O\t;
felicidad
[34]
ospersasis
'
(v. 569).
Las
Manu5criro; Con
respecto al saber.
tes, v. 93).20
30
que mira y cuya mirada deslumbra a aquellos en los que se posa. Edipo
moneda?
a los mismos a quienes concierne que, cuando los dioses dejan escapar
[37)
[38)
se confunden.
Metafsica,
s:
(39]
otros o ganar causas injuscas), ser menester enconces cambiar para apren
sujeto del saber y sujeto del deseo no podrn ser el mismo. Eutidemo:
ensefiar es marar,24 y detrs de codo esto se perfila la gran pregunta que
a v_t
por una parte replegarse sobre s mismo como el objeto precioso de una
cin de la riqueza y los bienes?
qe
'.36]
el mundo supracelescial.
(351
31
1970
p
. cachada en sus tres
agrna
cuartas panes.
32
[42)
(40]
sistema que permite dar una unidad previa, una pertenencia recproca y
que se manciene.
.
tiene
Ese envolvimienro, y en Aristteles mucho ms que en Platn,
dos lugares dife
Ja consecuencia de que el saber y el deseo no estn en
sea .el
qu.ien
que
sino
poderes,
dos
rentes, posedos por dos sujetos o
sm
nc1a,
v1ol
sm
es
saber sea ya el que lo posee o es capaz de poseerlo; y
1ple ac
apropiacin y sin lucha, [tambin] sin comercio, slo po !a sm
. duda
sm
terminar
desea
lo
que
aquel
que
a,
tualizacin de su nacuralez
la
por saber: un solo sujeto va del deseo de saber al conocimienco, por
.
.
del
..,.26
sencilla razn de que si sce no estuviera aJI'1 como precedenc1a
deseo, el deseo mismo no existira.
[411
33
(43]
*Tomemos otra vez un poco de distancia. Desde hace siglos hay un tema
cuya banalidad llega a repugnar: el tema de que, en definitiva, todo el
mundo es un poco filsofo.
'.
'_
ros filsofos griegos. Pero puede verse sobre todo la funcin precisa que
guna
- por otra, en ese deseo no reconoceremos ninguna violencia, nin
.
uego
voluntad de dominacin, ninguna fuerza de exclusin y rechazo. El
encia
de exterioridad del deseo y el saber es sustituido por una coperten
se
algo
Y
segundo,
de uno y otro, el envolvimiento del primero por el
mejante a una connaruralidad.
De all se enrienden:
cimiento en general es un tema que habra parecido muy ajeno a los prime
ejerce: hay ya contemplacin en el conocimiento ms basto y ms corporal;
(44]
Segn las notas de una oyente, esta pgina 43 no habra fonn:illo pane de la exposicin oral.
35
NOTAS
1 Durante la clase inaugural del 2 de diciembre, publicada con el ttulo de L'Ordred u discoun,
Parls. Gallimard, 1971 [trad. esp.: El orden tkl discuno, Barcelona, Tusquets, 1987].
2 Al apelar de entrada a la metfora del juego urihuda por Nietzsche en El n11eimimto t IA
rragrdia, antes de que se convicrn en uno de sus conceptos clave, Foucault evoca a Eugen Fink,
que aparra a aque1 de la interpretacin heideggeriana por muso del juego? Vase Eugen Fink, fJ
Jru commt symbok du monde, trad. de H. Hildenbrand y A. Lindenberg, Pars, Minuit, 1966
(ed. orig.: Spitl a/J Weltsymbol Stutrgm, W. Koh l ha mm er, 1960). No se trau aqu de juego
estratgico, juego de verdad, al que Foucault recurrira ms adelante. (Vasc Situacin del curso,
infra, pp. 302-306, El juego de Foucaulc, donde el invocado es Ddcuu:. )
> El verdadero trmino del trayecto bien podra haber sido la clase del 6 de enero de 1982.
Vase Miche! Foucault, L'Hermlnrutiqi du mjer. Cours a11 College t France, 1981-1982, ed.
de F. Gros, Pars, Gallimard/Seuil, 1:0!. Hautes tmdes, 2001, pp. 18-20 [trad. esp.: La hume
nlutica del mjeto. Cuno tn el Col./}ge t Frantt (1981-1982), Buenos Aires, Fondo de Cultura
E.Gonmica, 2002].
Aqul, Foucault desp12Za por comp leto el objetivo de su investigacin con respeao a orro,
m.! epistemolgico, que es el presentado en su aaa de candidatura al Collegc de France. V
Michel Foucau!t, "Tirres et rravaux" ( 1969), en Dirut krits, 1954-1988 (en adelante, DE), 4 vols.,
ed. de D. Defen y F. Ewa.ld wn l a colaboracin de J. Lagrange, Parls, Gallimard, 1994, vol. l,
nm. 71, pp. 842-846; recd. en 2 vols., Pars, Gallimard, col. Qumo, 2001, vol. 1 , pp. 870-874.
M:ucd Detienne haba descripto poco tiempo atrs el par antirtico formado porAlitkia,
la verdad griega, y Lttht, el olvido, que l diferenciaba del par sealado por Wilhelm Luthec en
Wil.hrhtiT 1md "Lgt" im iilmrrn Grin:hmtum, Leipg, R. Noske, 1935, actualizado en 1954 y
1958. Vase Marce! Decienne, Lts Matm dt viriti dam Ja Grrce archaiqut, pref. de P. Yidal
Naquct, Pars, Maspero, 1967, pp. 45-49 [trad. esp.: Los matslTos t verdad m Ja Gmia amtiot,
Madrid, Taurus, 1 982). (Vase "Situacin
esp.: Mttafisica, Madrid, Gredos, 2000]. Esta cita falta en el manuscrito y en la transcripcin de
la duc durante la cual Foucau!t la ley.
7 En la clase del 6 de enero de 1 982, primera hora, Foucaulc describe
a Aristreles: "aquel
en quien hemos reconocido
al fundador mis mo de la filosofa. Vase Michel Foucault, L'Her
mtnrutiqw u tujet, op. cit.,
. a
p. l 9.
V.ue el texto del comicnw de l;u Mtitaconts citado por Michd Foucault, Histoi" de la
falit J l'.ige classiqzu, Pars, Pion, 1961, pp. 55 y 56 [trad. esp.: Historiad< la furtt en la lpoc<1
cltu: 2 vols., Buenos
Aires, Fondo de Cul rura Econmica, 1 992): objeto de una polmica con
que se extendi de 1963 a 1972; v:ase Jac:ques Derrida, L'critulY tt la differtncr, Pac!s,
1967 [trad. esp.: l tscrihlr47 t. iformcr, Barcelona, Anrhropos, J 989).
Aqul Foucault alude al 5 del TNllUID IA "fonn" i tnttndimmto, pasaje mucho
ms
da
Scu1!,
csiano que-estoioo a pesat de cienos paralelos, que aqul habla anotado en abundancia
en la
-..-..---- ---- .
. ..- .. .
' ..... " -.,,..
36
. . ..,
.. . '
37
17 Ariscteles, La Mltaphysique, A, 1, 980a 21, op. Cit., vol. 1, p. 2: "L:i visra es. entre todos
los sentidos, el que nos hace adquirir ms conocmienros y nos revela ms diferencjas".
18 E.squllo, Lospersas, vv. 780 y ss.
19 Sfocles, Les Trllhinimnes, eser. 569, vanse escrs. 555575, ed. y trad. de P. Masqueray,
Pars, Les Belles Lemes, 1942 (trad. esp .: Las muuinias, en Trogedm comptas, Madrid, Ctedra,
!998).
o Vase Esquilo, Les S11ppliantes, v. 93, ed. y trad. de P. Maz.on, Pars. Les Selles Lemes,
Collection des Universits de France, 1923 [rrad. esp.: Lm suplcames, en TragediaJ comp tas,
Madrid, Ctedra, 1983].
21 Sfocles, yax, w. 70 y ss.
ll
Esta frase cobra todo su sencido si se la compara con la de Nieci.sche: "kh erst habe das
Tragische entdeckt".Vase Friedrich Niemche, Der Wilk wrMarhr, 1029, en Nittzsches Wtrke
(1899), vol.16, Leipz.ig, C. G. Naumann, 1901, p. 377 !trad. esp.: La vQfuntad ! poderlo, Madrid,
Edaf, 1990]; citado por Charles Andler, Nim.sche. Sa vie ee sa pens, vol. 6: La DernTt! phiJso
phe t Nietzsche. Le rmouvtlkment de touw ks vakrm, Pars, Bossard/Gallimard, 1931, p. 358.
Vase tambin Friedrich Niewche, "Ce que je dais aux ancicnsft, 5, en Le Crlpuu:uk tks idoks,
ed. y trad. de H. Albert, Pars, Mercure de France, 1943, p. 235 [trad. esp.: CrepJculo de los
iolos o C mo se filosofa con e l martillo, Madrid, Alianza, 1979]: "lel] senrimienco trgico, que
desconocen tanto Aristcdes como nuestros pes mistas [ ... /. El nt1cimienro de la tragedill fue mi
primera tr asmutaci n de todos los valores: con ello, yo, el ltimo disdpulo del filsofo Oioniso,
yo, el maestro del eterno retomo, vuelvo a situarme en el terreno donde crecen mi voluntad, mi
saher" (edicin anotada por Foucault).
13 Ari.1ttcles, La Mlt4physitpu. A, 2, 983a. op. cit., vol. I, p. 1 O: "No es admisible que la
divinidad sea celosa ("frmula anticrgica por amonomasia", agrega la transcripcin).
! Platn, Eurhydeme, 284d, en CEuvm compl1tt1, ed. y trad. de L. Robin, Pars, Gallimard,
col. Bibliocheque de la Pliade, 1971. vol. ! , p. 577 (trad. esp.: Eutidema, en Dilogos, vol. 2,
Madrid, Grcdos, 1987): "Como vuestra intencin es que { [Clinias] no sea ms el hombre
que es hoy (Mchel Foucault escribe: el mismol f. ..], vuestra intencin no es simplcmenie
que petaca?".
De anima, 111, 3.
Pierre Aube nque escribe: Lo propio del silogismo es apoyatse en una verdad antecedente
[. ], preudmc a de la verdad con respeeto a s misma ms que crculo vicioso"; el nfasis pette
necc al editor (L t Prob/Lme de l'Etrrchez Aristore. Esrai mr '4problimatique ariuotilkmne, 2 ed.,
Pars, PUF, 1966, p. 54 [trad. esp.: Elproblema del ser enArirtrttles. 2 ed., Madrid,Taurus, 1987]).
16
[I)
[2)
40
Vimos asimismo:
- que si poda extraerse cierra forma de placer (ynra1c;) de la
sensacin, se deba a que sta era capaz de presenrarnos algo parecido a
(3]
En suma, por debajo del texco que hablaba de una especie de deseo
natural de conocer y en apariencia anterior a rodo conocimienro, haba dos
operaciones: una, de introduccin del conocimiento debajo del deseo y en
la verdad:
- si el deseo puede ser deseo de conocimiento, es porque en l ya es
cuestin de la verdad;
- a la inversa, si el deseo de conocimiento ya es en s mismo, en su
raz, del orden del conocimiento, es porque la relacin con la verdad es
fundamemal, y, para terminar,
- si el conocimiento y el deseo pueden no tener ms que un nico
sujem, el mismo, es porque la relacin con la verdad gobierna a uno y
otro. El sujeto del conocimiento y el sujeto del deseo pueden considerarse
como el mismo, porque tienen la misma relacin con la verdad.
La verdad desempea por tanto tres papeles: asegura el paso del deseo
al conocimiento; funda en cambio, y a cambio, la anterioridad del co-
[4]
y en el conocimiento.
Ahora bien, eso, ese juego de la verdad con respecto al deseo y el
verdad.
Por eso puede decirse que tambin en este caso Spinoi.a. lleg hasta el
a la verdad.
41
[6]
42
de conocer.
sensorial y el deseo
[101
aquello que, con ste, tiene un lugar comn que permite decir tanto que
el conocimiento. Ni parentesco en el
plano de
los fines ni
a otro, se podr pasar del otro lado del conocimiento sin caer en la pa
[tkteitari].
ideologa
-verdad inaccesible
-y conocimiento limitado.)
ll l ]
y de los deseos.
de Niensche.4 Pero todo este esfuerzo por pasar del otro lado del cono
la ingenuidad con que Nietzsche utiliza, para pasar del otro lado del
es
apoyemos para definir desde el exterior los lmites de ste? Sin embargo,
cmo podramos tener acceso a esa verdad, como no sea a partir del
conocimiento del que se trata de salir?
c. Se trata por ltimo de mostrar que detrs del acto mismo de cono
{9)
tafsica clsica.2
[8)
43
(7)
(12]
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44
IP1
"
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l'*
+''-"'+''
. '
'":
;..n' -,A.l(1!JJ.aJ4:s.,,
.
El positivismo de Nierz.sche no es un momenro de su pensamiento
que
sea cuest l 6 de superar; no es un nivel superficial cuya profundidad haya
.
,
que perc1b1r,
tal vez con una mirada desde lo alto' es un acto crmco
segn
.
.
dos d'1recc1ones ortogonales:
una
que
se
dirige
hacia
el
afu
era
e
d
conoCJ.
.
.
m1emo, otra que se dmgc al no lugar del conocimiento y la verdad.7 En
_ no hay que tratar ese positv
consecuencia,
i ismo por pretericin y como
NOTAS
;:
d el
otro
lado,
se
depra
escapar la verdad; y que el discurso que se enun
.
idea verdadera.
[!4)
.
.. . ' ....
.
[13]
los ne?kantian s .11 del propio Kant, 12 que crea poder escapar a Spinoza
'
pamr de la crmca. Ingenuidad de quienes creen poder escapar al idea
_
lismo del discurso
filosfico mediante el recurso a Spinoza. *13
Desca
fitres
mto -PrincipioJ de lafilosofia dt
1u ma / mundimi
,, en Trt1uo de la re&.r
o
..
._.Jmim
rnrrnut
ablemente
Foucault prob
en la dca
hn seala que, segn ste, la
citada en la nota ancerior, Appu
2
En su edicin de SpinoZ<t,
, y transforma !as cosas, el
niana
, baco
cin estoica sino activa, can:csiana
ciencia no es contempla
procura asimilrsclo.
que
sino
Todo
Gran
cientfico no se absorbe en el
cuerpo. el alma; el
ad por el pmsamienco.
Generacn de l a verd
y qu precursor!
o, m:uavillado. Tengo un pru1mor,
' Estoy completamente sorprendid
into. Ame,todo,
s
o a del
za. Habcr tenido ahora ganas de leerlo fue br
Apenas s conocla a Spino
1m
conoc
del
1ento la mas po
de su filosofa es la misma que la mla: hacer
la tendencia general
doctrina( ... ]:
su
de
ales
esenci
s
puma
reconozco adems en cinco
derosa de las pasiones. Me
mal" (rarjcra
el
o,
m
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u
r
c
al
el
so,
univer
del
ad, d orden moral
niega el libre albedro, la finalid
cirada en Georges
Franz Overbeck, Sils, 30 de julio de 1881;
postal de Friedrich Niet1..si;he a
, 1932. carta
Rieder
Nietzsche '11pr(s sa correspondanu, Pars,
Walz [comp.], La Vit de Frldric
2010,
Trona,
d,
Madri
1884),
ia !V(mero 1880-diciembrt
nm. 147 [erad. esp.: Cormpondmc
C2rt3
1977, p. 283 (erad. c.p.: FragmentospsNmiot, vol. 4, l 885-1889, M adrid, Tecnos, 2006}: "I.os
nmafsicos. Hablo de la
6 Charles
Le renouvelle mtnt dt tuutes les ualmrs, PHl.1, Bossard/Gallimard, 1931, recuerda a los amore.1
estudiados por Nietzsche en esos diferentes mbitos. Foucault hace alusin, sin duda, a la
'. '.'1 adas dura cc la clase por la seora Hlene Poi iris indican que aqu comenzaba
Las notas
una larga expos1c1n sobre Nierzsche, cnntinuada en la clase siguiente, del 23 de diciembre, Ya
no figura en el manuscrito. Sus principaJl:s arriculaciones reaparecen en una conferencia dictada
en el continente
'Toda esra discusin sobre el sentido de la empresa nie1ZScheana debe oponerse al texto de Martn
PUF,
46
3
Crlpmcuktks idoks, ed. y erad. de H. Albert, Pars, Mercure de France, 1943, pp. 133 y 134
(trad. esp.: CTrpscuw t is ocs o Cmo ufiwsofa con ti martilw, Madrid, Alianu, 1979}:
"El 'mundo-verdad', inaccesible, indemostrable, que no
se
"(El antiguo sol al fondo, pero oscurecido por la niebla y la duda, la idea empalidecida, :
nrdica, kiinigsbergiana)".
V ase tambin Friedrich Nim.sche, La VoJntlt puiJJanct, 2 vols., 168, ed. y trad. de G.
le vrai"
1,
cap. 2, p.
si'; haba perdido el derecho a perseverar en esa vicj=< distincin porque repudiaba como ilcita.
la conclusin que se remonta al fenmeno: la causa del fenmeno, de conformidad con su idea ..
'
de causalidad a la que atribua un valor estrictamente intraftnomeM/.
9
Friedrich Nietzsche, Ms all tkl bien y rkl ma 21O. En realidad, Nietzsche designa a:
Kant como "el gran chino de Kl>nigsberg [ . . . ],l mismo un gran crtico". Foucaulr vuelve a la
relacin enne ambos fllsofus en "La vrit er les formes juridiques",
op.
4, en Cripmculuks ido/es, op. ci1., p. 140, y Mm all tkl bimy tk/ mat 21.
11
Ese sobrevuelo de la historia de la filosofa parece remitir a las incerpm:aciones que plan
[!}
Fichu, ,
12
Sobre rodo, Crtica tkijuicio, 72, 73 y 80.
13 Esra alusin podria apuntar a Althusser, impllciramente recordado en varias ocasiones en
este curso.
sea
*;
vase tambin la
"* Tirulo de la clase manuscrira. Hemos rcsperado la mayscula inicial con que figura la
palabra kSofmas en d texto.
fue aspecto se desarr olla
47
48
(2)
(5}
En ese lugar, la realidad misma les tra1. el camino y los oblig a una
vameme forzados
Mctaftsica:
hcracliteano, No<;
de Anaxgoras y
[G]
Digamos pues que la verdad es la causa eficiente del cambio o el movi
miento en el discurso filosfico.
3. Pero hay ms. La filosofa tiene por objeto los primeros principios,
[ . . .J
No creo que haya que buscar ese acto de exclusin en Platn, ni siquiera
&fi,tacones
i
sofisticas y en algunos textos de los Anallticos y la Metafsica.'
18-20).4
oe
porque de la
lidad (T\
ocras
luego los acontecimientos del saber como actos singulares1 que actualizan.
de las
[4]
Esro significa, por tanto, que los filsofos ya estn de cierta manera
(3)
49
I004b 27),'.
causa de su ser; al contrario, ellos son la causa del ser de los otros em. As,
tamo como sea el ser de una cosa, tanta ser su verdad
Al enunciar los principios de las cosas, los filsofos enuncian el Ser mismo.
50
51
[7}
conocer y
.
verdadera? Cmo puede ser que entrae errores? Cmo puede ser que .
4, 98Sa 14-16).9
de cada filosofa, y sirve de fin a todas las palabras del filsofo. El filsofo.
tiene como gua la cudruple causalidad de la verdad.
{8]
CoNCLUsJN
[9]
dems dcursos
que, por su lado, participan de esas tcnicas de interpr
etacin y anlisis.
a. Al decir que la verdad es a la vez dicha y no dicha
por el filsofo
(dicha y no dicha a la manera del tartamudeo), Arist
teles se mantena
an muy cerca de los mtodos de interpretacin
que estaban vigemes
entre los gramticos cuando comenraban a los poetas
. Mtodos simb
licos, o alegricos, que indicaban lo que Home
ro haba ocultado volun
tariamente bajo las figuras de Nstor o Ulise 1 1
s.
[IO]
P ro hay no obstante una diferencia -y capita
l-, a saber, que para
o
e
Juego m orno laguna del conocimi
ento. Se trata de cierta falca que es
.
const1tut
va
de la relacin misma con la verdad. La verdad pronunciada
por el filosofo se determina, prec
isamenre, por lo que ste no dice
y no
.
puede decu.
!
:s1
..'
52
(11)
su posibilidad.
La historia de la filosofa se ajusta siempre a cierto juego de la obra
Y en comparacin con
las unid ades y los nombres propios que las designan, unidades como el
[ 12)
{14)
victorias que el discurso puede obtener sobre l, las justas en cuyo trans-:
De modo que la verdad siempre resulta pen sada -de pleno derecho,
para decirlo de algn modo- por coda obra filosfica (y por el hecho de
y que con pleno derecho deca lo que corresponda decir (lo que corres
retrico y poltico.
Y con respecto a cada obra singular, toda nueva filosofa tendr que
rio: cada una de ellas debe pensar lo impensado de las otras a travs del
cual
(13]
[es] que durance siglos, y sin duda hasta nuestros das, fij el modo de
existencia histrica de la filosofa.
nuncia en su discurso.
ecywv
el hombre del
53
Est claro que las variaciones fueron muy numerosas y no hay quiz
'
se
54
CLASE DEL 6
y d lugar que les otorga tienen un sentido muy diferente [del] que daba
zarla efectivamente.
Lo primero que debe sealarse es que ese texto se ocupa poco de los
Sofisras por su nombre. Poco del personaje del Sofista en general. Poco,
caro poltico y moral, ese saber apresurado y enciclopdico que los con
salvo por alusin, del oficio de sofista, esa enseanza asalariada, ese des
{19]
crtico y platnico con los Sofistas esruviera cerrado; como si del Sofista
discusin.
Todo sucede como si el sofisma y el Sofista se hubieran separado el
uno del otro; como si esta vez, por fin, ese par todava poco disociado en
o
. .
onsig
lizado porel Sofista y por todo lo que el personaje del Sofista traa c
Y si se admire que la ciencia ruvo sin duda origen denrro del discurso _
las
[17)
Tpicos,
[16]
55
DE ENERO DE 1971
3. Ahora bien, si este texto es interesante por lo que encierra -la posibi
lidad de una historia de la filosofa-, no lo es menos por lo que excluye.
(20]
56
[23)
afirmaciones;
- la dputatio tentativa que debe destacar los conocimientos del
alumno, y
es
ad misible, aunque,
apariencia,
se
[24]
sofstico, del que dice varias veces que slo [es un) razonaminto en
apariencia.*
Comienzo del texto [Refutaciones sofisticas}:
razo-
yioo].
Company,
verdaderos [CJUAAO
parecen serlo aunque no lo son, es una
Baldwin (c;omp.),
poder disiparse.
57
1971
. . ... 1 ,
.iv "n
?'*
58
SABER
{271
no
slo el
(puesto que la Sofistica es una sabidura aparente pero sin realidad [tO"tt
y el sofista, un hombre que obtiene una ganancia pecun ara con una .
sabidura aparente pero no real), est claro que les [= a "ciertas personas"} '
es necesario {. . . ] parecer hacer obra de sabidura, ms que hacerla real- .
menee sin parecerlo [165a 22-24].27 0/ase tambin 17tb.)
Ahora bien los sofistas no hacen esto; slo parecen hacerlo, por varias
,
ese
'
c:n los
guijarros que se usan para concar. Sin embargo, entre nombres y cosas
nom
[25J
59
..
an bastante coseos:
Dejemos de lado la amplitud que hay que dar a este texto. En l hay
- Hay, peor an, sofismas que proceden del hecho de usar dos palabras
diferentes por la pronun ciacin ro de onograffa similar; y adems hay
manipula no son
las cosas mismas, sino sus smbolos verbales. Para decirlo con exactitud,
su nombre.
Por otra parre, rambin se incluyen entre las tcnicas sofisticas el uso
de proposiciones a las cuales no se puede responder ni por s ni por no
(a las cuales no se puede atribuir un valor de verdad), y tcnicas como
(28)
son signos. Se produce en cierta diferencia entre los nombres y las cosas,
60
SABER
<f>oic; y vQ(;,
nito el de las cosas; en que hay una escasez relativa de las palabras, y en que
nes ligadas al propio discurso, pero no las dems. Por or-a parte, Aristteles
[32]
pronunciada o escrita, una sola expresin para decir cosas diferentes), estn:
que se siguen, y una vez establecida esra sucesin se las puede disociar y
agrupar a voluncad:
razonamiento
la cosa dicha.
A, B, e
misas menos acepcadas, sino en retener del mismo enunciado la misma cosa
Ejemplo: como S es (2
impar, porque es 3
'
Scrates es blanco.
rencia; donde haba necesidad lgica, hay escasez de hecho y azar; donde
haba nueva proposicin, hay repeticin de la cosa dicha, y, por ltimo.
donde haba coaccin de la verdad y conviccin del otro, hay trampa ,
mediante la cual el adversario queda atrapado en la cosa dicha: en b
materialidad de la cosa dicha.
(3.1]
,
Pero de inmediato surge una objecin: en el texto de Aristteles, la
escasez material de las palabras slo parece ex.plicar algunos sofismas Y .
El blanco es un color.
(30]
A y 8, e
AB y C
(29)
61
62
63
inscribe en una serie inmensa y, a decr verdad, nunca del todo contro
di
principio),
- ora porque es falsa (pero no se advierte que lo es).
- por fin, el hecho de que esa materialidad del discurso est ligada a
[34)
la sucesin y la permutacin.
el;
(gra-;
3) El
significado.
4) El
[36]
a dimensiones ms numerosas:
razonamiento (y no simplemente un
64
[.37]
(391
[40)
B. 996b 26-30).
La sofstica, por su parre, se mantiene siempre en el nivel de cierta
"hilrica" del discurso. Se desarrolla a partir de acontecimientos reales (lo
que se ha dicho efectivamente); juega con cualidades o determinaciones
..
[38]
65
[4!)
lidad del discurso. Y esta materialidad del discurso, Arisrceles sabe bien
que no es ms que una sombra, un residuo con respecto a la necesidad
ideal de la apof..ntica. De modo que detrs de su teatro de sombras en
el cual finge razonar, el Sofista mismo, entre bastidores, nunca pronun
cia otra cosa que la sombra de un discurso.
Podemos comprender as, a partir de ello, la gran escisin que se
produjo en la historia de la lgica:
66
(42)
Sofista se
dedicaba a
A lo cual Platn responde por la boca del Extranjero que puede haber
un discurso falso, vale decir un discurso que diga que lo que no exist e
existe (que Teeteto, aqu preseme , est volando [por el aire] )41 o que lo
(431
la
que, en consecuencia, no
- cuando
67
materialidad, una sombra irreal que asedia la realidad ideal del A.yoc;.
68
fondo de Cultura Econmica, 2000]: "Aristteles fue el pri mero en es1ablec:er, junto a su propia
NOTAS
1
filosofia, una concepcin de su pos icn pcrson.J en la historia" (citado en Pierre Aubenque, Lt
i
Pars, Gallimard, 1969. cap. 6 [rrad. esp.: La arquail.ogla dt! Jaber, Mxic o, Siglo XXI, l ?72].
2'fras los pasos de Dup rtcl, Aubenque dio al estudio dd rawnamienro sofi,-rico-la refutacin
sofscica- un lugar de c:isivo para la comprensin de la lgica y la omologa de Aristteles. Foucault
parece seguirlo en la primera parte de su argumentacin; vase Pierre Aubcnqu e , Le i"robf)me
lttre chezAriuou. Essai mr la problimatiq11e arirtotlicimnt, 2 ed., Pars, PUF, 1966, cap. 2: "tre
et langage
3
[erad.
Aristtd es , L,, Mltaphpique, f, 2, 1004b 27, ed. y erad. de J. Tricot (ed. de referencia) ,
2 vols .. Pars, J. Vrin, col. Bibliorhcquc des Textes Philosophiques, l948, vol. l. p. 117 [trad.
!bid., A, 2, 983a 13: "d asombro de que las cosas sean lo que son" (vol.!, pp. 10 y 11).
11
lhid.,
Para Hipi as (A, JO) o Antifonrc (A, 6), Nstor era una representacin de la sabidura,
como lilises de la asrucia. Se supona que uno y otro haban escrito en Troya
:mes
oratorias;
vase Richard Schcider, Gusrav Uhlig y Alfred Hilgard (comps.), Grammntici G"uri. Leipzig.
293 y 294) . Foucaulc cirn aqui a Marce! Decicnnc, Criu agrnire et attimde religiewt chtz Hsiode,
flruselas-Berchcm, 1.atumus, 1 ?63, pp. 42-51; nota extrada de w1a ficha de Michcl Foucaulr:
Ai.r)8c1et en
The Devrlopmtnt ofLogic, op. cit., p. 227. Eugenio Garin, l:Educatinn dt l'homme modmu. La
pdagogiule !.ti Renaissance, 1400- l600, uad. de J. Humben, Pars, Fayard, 1968, pp. 62-64
tiene un peso
y Mmha Kncale, Tht Devt!opment ofLogfr. op. cit., pp. 228 y 22?.
Sigcr de Courrrai ar:icteriz.aba la gramtica por el valor significativo de los trminos.
1' f \o avtjg,
ms influyente enuc los lgicos medievales. Vase William Calvcrr Knealc y Marcha Kncalc,
decisivo en Ja universidad parisina, y la escuela episcopal escalla en pedazos. [...] A pani r del
Press , 1962. p. 13 [trad. esp.: El desarrollo de La lgica, Madrid, Tecnos, 1980]: Dt sophiJtic
tL<ndis. generalmcn1c considerada como una de las primeras obras de l gica de Aristceles.
6 lhid.,
[rrad. esp.: La educacin m fitropa. 1400-1600. Problemasy programas, Barcelona, Critica, 1987),
69
Matm de viriti d111zs lo Crece archaiq11e, prcf. de ! Vidal-Naquet, Pars, Maspero, 1967. p. 25
m",
cuencia, el film<J est antes que d gramtico, ya que considera h esencia de las cosas. Infurmacin
extrada de Charles Thuror, Notices
tt nctraits
L1s disputaciones eran ejercicios de desueza lgica vigentes d urante mi de trescientos aos
en las prcticas un ve rsitar ia s. Vansc Wi l!iam Calven Kncale y Marrha Kneale, The Developmenr
of!.ogic, op. cit., p. 300, y Juan Buridan, Sophismata Buridnni, Pars, Jcan Lamberr, c. 1500.
!.l
y trd. de
J. Tricot (cd. de r eferencia), Pars,]. Vrin, col. Bibliorhcque desTexccs Philosophiqucs, 1969,
Gredos, 1982]. Vase tambin Aristteles, Rifiuatiom Jophistiqu<s. l 6 5 b 11-23, op. cit., p. 6.
t'r1
Ludwig Bider, ThtiosA11r. Das Bild des "goulichen Memchtn "in Spiitantilu 1md Friihchrism1tum,
13
La expresin privaciva
-).tjf:ia
verdad adauwuio es un objetivo co nsca nre de este curso, para ser fin:tlmcmc atribuida a una
ss.,
16
Wcidmann, 1923 [trad. esp. : Aristteln. Base p11ra !11 historia de ;u desarrollo inte/.ecN1a4 Mxico,
!6
en
Vanse mpra, pp. 33. 37, nota 24 y p. 52. Referencia a Platn, Eutidemo, 275d-277c,
1,
J. Vrin, 1936, pp. 4 y 5 [rrad. esp.: Ano.lticos primeros, en Tratados t lgica (Organon), vol. 2,
Ma dri d, Credos, 1988]. Trad uccin de Tricor: "un discurso ..."; segn esre craduct0r, rnrinna110 e.> d innino utilizad" por Cicern (De invenrione,
1,
57).
70
71
cuando se diga de lo que es que no es y de lo que no es que es" [trad . esp.: Sofista, en Didlogos,
Ateneo, 1966), seala que el griego y d latn pr oporcion an numerosos ejemplos de anfibol!a
4-17a 2 y ss.: "No todo discurso es una proposicin [.Xr:<java1<;}; slo lo es el discurso en el
cual ese l o verdadero o lo falso". Vise Ari s 161dcs, f.a MltaphysUue, I', 7. !Ollb 26-28, op. cit.,
o anfibologa. en los que d orden de las palabras no indica con certeza cul es sujeto y cu41
es
comp lemento.
vol. 1, p. 154: "Bien parece {.. .J que el pensamienlO de Herclito, al decir que todo
sir10 tambin por la diferencia de acenmacin (Hipias, citado po r Eugene Duprcl, Phil.osophit
Jos contradictorios, hace que todo sea fal.o, y 0, 1 O, 1051 b 3, ibid., vol. 2, pp. 54 y 55.
;J
ethiuoire.
34
3l
les sophism. l'rota goras, GorgiaJ, Prodicus, Hippias, Neuchatel, Griffon, 1948, p. 141).
cit., p.
F.n este caso, d color no c:spefica al h omb re: es accidente y n o esencia. Este aspecto remite
al debate entre los placnico s y los peripatticos; vase Aristteles, Mctafisica, 1, 9, 1058b 10-12.
.i Vase
Montaigne, 1959, sobre co do las frmulas ri tual es y los relatos sag ra dos en oposicin a las cosas
mostrndas. fo ucault designaba <le ese m odo -" las cosas dichas"- el objeto de La arqueologa del
saber
cit., p.
Gil l es Deleuze,
Differenu et rptition, Pa rs, PUF, 1968, sobre codo pp. 45 -50 [trad. esp.:
Pars, Gallimard, col. Quarto, 2001, vol. l, pp. 943-967 [trad. esp.: Theam1m phik>sophicum,
Barcelona, Tusquecs, 1972].
39
rondada por F.udides, discpulo de Scrates, la escuela de Megara se con si dera como uno
de los primeros ceneros de investigaciones lgicas sobre la base dd lenguaje cotidiano. Los me-
garitas fueron los primeros en ser calificados de ersticos. Eublides, suceso r d e Eucli des, pasa
por h abe r formulado la "paradoja del mentiroso" como una de las particiones entre lo verdadero :
y lo folso.
40
Adems de una reorfa de la voz discinra de la palabra arriculada. los estoicos distinguan :
exp resado , co rp re os. V6se Sexto Emprico, Adverm.s marhematicos, vn, 11 y 1 2, citado en William
Calvcrt Kncalc y M:mha Kneale.
41
op.
v11,
The Droek>pmentofLogic,
1962,
Le Sophte, 263 a ("Tcc1cco, con qu ien converso en e ste momenco, vuela por el .
aire "), en Cl:."1wm cnmp/)us, ed. y tra d. de L. Robn, Pars, Gallimard, c o l. Bibliorhcque de la :
!'l acn,
y no e.s,
hac.e que todo sea verdadero,.y que el de Anaxgoras, al decir que hay un inrermediari o entTe
"Por mi parte, estimo que: las cosas no cambian nicamcnce por el agregado de otra cosa,
l'l iadc, 1970, vol. 2, p. 329. y 240e-24la, p. 294: "se tendr;i igualmente por fulso un lengu aje '
'
(!]
La vez pasada vimos que Aristteles pona el sofisma fuera de juego con
referencia a la filosofa; que constitua un discurso filosfico que se situaba
con pleno derecho en el elemento de la verdad y que, con respecto a ese
discurso, la prctica sofstica ya no era ms que exterioridad e irrealidad.
Sombra.
Ahora bien, entre los historiadores que se ocupan de los Sofistas**
hay cierta tendencia a revocar esca medida de proscripcin;
(21
reducir
74
"T me deseas la captura del enemigo. Es decir qut deseas que el enemigo
sea capturado por mi, pero deseas igualmen te que d enemigo lleve a
son, pues, sombras que merodean, sin vida ni cuerpo, ms all de los
su realidad".
(3]
-S.
nes y los problemas de los Sofistas vengan a coincidir con los de los fil
clase
[6]
ya no sepa dnde
lo
que
burln.
[5]
has perdido
Y tambin: urilz
i ar cienos hechos gramaticales como el neurro (esto)
ramo,
Y otro mi: hacer una pregunta sin mosrrar por qu se la hace ni acerca
-Por
176b].
Y en
75
[7]
76
- por kimo, los que inducen a creer que el adversario habla para no
decir nada, amontona palabras unas sobre otras hasta el infinico.
Debajo de cada una de estas grandes rbricas, Aristteles indica cu
les son los sofismas utilizados con ms frecuencia para obtener este o
aquel resultado (por ejemplo la homon imi a sobre codo para la falsa re
futacin; el uso de discursos prefabricados para la paradoja, y las extra
ezas de la gramfoca para el solecismo).
Pero si nos preguntamos ahora qu pueden tener en comn todos
esos procedimientos que dan a juegos de palabras la forma de razona
mientos o que enredan discusiones mediante mtodos que nosotros ca
lifkaramos de "mala fe", es bastante fcil ver que se trata de cierta ma
nipulacin material de los elementos del discurso.
,
lOI
* *
[91
[8]
197 1
flll
78
y
de la memoria o el olvido.
La pertenencia a una actualidad determinada definida p o las palabras :
co servada s y por la m emo i a no diferencias formales inmucables sino
:
las fronteras fluccuames del campo de actualidad.
b. Pero que e l enunciado haya sido puesto el.<; ioov quiere decir ,
- las
est en juego
ro
cuenta el hecho de que se haya dicho una cosa; hay que tomar en cuenta
adems un
[14]
examen ms detenido.
con la propiedad como con el delito), coda esa relacin que caracteriza
el sofisma, la filosofa (y la ciencia), el discurso filosfico o cientfico,
la excluye como formalmente
ue
al uso de las palabras, y admitidas por todos los interlocutores. No hay
recurso a un "nivel dt arbitraje metalingstico". Cada sujeto est ligado
por una relacin inmediata de pertenencia o impu cin a lo q e se dice:
.
sea porque lo ha dicho l mismo, sea porque ha respondido " ,
Hay adherencia del sujeto hablante al enunciado y no adhes16 a
y psicolgicamente pueril.
sofisma.
(15)
y queda as excluido.
verdad y la contradiccin:
Aristteles, su
e
se sitan los
nc
[13]
interna), de su imputabilidad
s1 .
tido
112]
entre
otra cosa. Para que haya argumencacin sofstica no basta con tomar en
el hecho de que la ha dicho alguien. Pero esto mismo exige
79
en el
proposicin reconocida como nueva y verdadera, el sofisma
un acontecimiento discursivo contenido en un campo
plano
se juega
donde
de
ac
80
[16]
(17)
[18]
a. Pero cuando las cosas se miran ms de cerca, se advierte que la afirmacin planteada o concedida no incumbe en lo fundamental a la verdad
de la proposicin, sino a la voluntad del sujeto hablante de persistir en
lo que ha dicho. La afirmacin es ms del orden del juramento que del
orden de la constatacin. La declaracin no enuncia un hecho, no plan
tea una relacin enrre el enunciado y una realidad externa a l, que sea
capaz de verificarlo. Ata al locutor a su dicho. Es una afirmacin de fide
lidad ms que de realidad. Tener por cierco, en el sofisma, es comprome
terse a persistir. De all un hecho importante, a saber, que el sofisma
acarrea consigo una ontologa excraiia, parcial, limitativa, discontinua y
defectuosa.
En efecto, lo nico que manipula el Sofista, el nico eme al que se di
rige, es el de la cosa dicha; el del enunciado en su realidad material. Ma
terialidad paradjica porque implica ya sea los sonidos, ya sea las letras
y, por ende, una escasez como la de la<i cosas; su desenvolvimiento lineal y
serial y (no obstante] su mantenimiento.
Ahora bien, si las palabras tienen su realidad material especfica en
medio de todas las dems cosas, resulta claro que no pueden comunicarse
con ellas: no pueden significarlas o reflejarlas .9 expresarlas; no hay seme
janza entre las palabras y las cosas de las que presuntamente hablan. A lo
sumo, las cosas pueden incitarlas, suscitarlas.
Pero como las palabras no significan las cosas, no s e puede, por tanto,
tener acceso a stas a partir del discurso. El discurso est separado de aque
llo de lo que habla por el mero hecho de ser l mismo una cosa, como
aqudlo a lo cual s e refiere. La identidad de la jerarqua de cosa implica fa
ruptura de la relacin significante.
Ahora bien, si no se puede rener acceso a las cosas a partir del discurso,
de qu hablan las palabras, a qu remiten? A nada: cuando se cree hablar
de los entes, no se habla de nada.
Sin embargo, cuando se dice que el ser no es, se utilizan palabras y
lo que se dice, el hecho de que se lo diga, es algo que existe. Por el
hecho de hablar se hace que el ser sea. Y del mismo modo se hace que
el no ser sea, porque se enuncia "no ser". Pero tambin se hace que el
no ser no sea, ya que las palabras utilizadas no [remiten] a nada y "no
ser" en particular no remite a nada, al igual que el ser que se le concede
o se le niega.
119]
(20]
81
82
1231
[22]
de dominaci6n.
[21]
opos1c1ones:
- Se opone de manera cxplcica
puede impurrscle.
A nagrama polmico.
Un tan cruel discurso.
Lo s juegos del deseo y el poder.
2. Discurso apofntico.
Tiene relacin con el ser: no en el nivel donde est, donde es aconte
cimiento, donde se produce, sino en el nivel de lo que dice; es un discurso
apofntico porque dice el ser o el no ser.
A c ontinu aci n, es apofntico porque no est excluido de la verdad
(por su no semejanza con las cosas) o incluido el} . dla (porque es una
cosa); es apofntico porque, al decir que algo es, resulta o [bien) que la
cosa es (y entonces es verdad) o [bien] que no e s (y entonces es falso); e
incluso porque, al decir que una cosa no es, o bien e lla es (y entonces el
discurso es falso) o bien no es (y enconces el discurso es verdadero).
El discurso es apofnrico no en cuanco la realidad y d ser vienen a la
vez a un irs e y polemizar entre s en el plano dd aconrecimienco producido,
sino en cuan ro el ser y el no ser son lo que se dice en el enunciado, y en
cuanco la verdad (y el error) se define por la relacin en ere ese ser que se
dice y el ser mismo
El discurso apof.lntico debe poner entre parntesis la materialidad y
el acontecimiento del enunciado.
Como sa es su relacin con el ser, se entiende por qu la proposicin
verdadera excluye la contradiccin. En efecto, supongamos que algo sea.
La proposicin slo ser verdadera si dice que ese algo es; no ser verda
dera si dice que ese algo no es; en consecuencia, no puede ser verdadera
$i afirma a la vez que esa cosa es y no cs.
83
[24]
(hic
84
Y en comparacin
[2S)
85
tienen que ver con el discurso exterior sino con el que se pronuncia en
el alma: "6 eow Ayoc;, E:v rn ipux". Y AJejandro de Afrodisa iba
a comentar: "oK ;v -raic; Airn1 V ou.U.oyiooc; ou 't'O d va: t exei,
)
(().
.. tv 'to\.; orcx lvoivo1c;" .16 La exclusin de la materialidad del
discurso, el surgimiento de una apofntica que propone las condiciones
en las cuales una proposicin puede ser verdadera o falsa, la sobeI"dna de
la relacin significante-significado, y el privilegio owrgado al pensamiento
como lugar de aparicin de la verdad: escos cuatro fenmenos estn li
gados unos a otros y dieron fundamento a la ciencia y la filosofia occi
dentales en su desarrollo histrico.
(291
Co:>1cws1s
S he insistido en esca morfologa del sofisma ral como puede percbrsela
desde el punto de vista que an nos gobierna y que es d de Aristteles,
es porque permite definir mejor d problema histrico que debe resolverse:
et.. Cmo pudo la relacin del discurso con e1 sujeto hablanre -al
menos en una prctica discursiva determinada- desplazarse de manera
tal que dio origen al discurso filosfico cientfico
P- Cmo pudieron las relaciones de dominacin que actuaban en las
discusiones sofsticas excluirse, eliminarse o ponerse entre parntesis, o
acaso olvidarse y reprimirse, para dar lugar a un discurso apofntico que
pretende ajust:irse al ser segn el modo de la verdad
Hay que hacer la historia de esra doble transformacin. Es muy pro
bable que los Sofistas no sean ms que su ltimo episodio.
86
vernsl
" ada d.
e una lectura de foucault. Es.
suspenso, probablemente acompan
.
de
pieza
(las
tres
de
la ms sofst ica Y panlctana
.
mil que se tracara de la Ekara de F.urlpides,
..
12).
?
sabi
ccs
n
cnro
s
e
n>, quin
f.squilo, Sfocles y l mismo): Si Apolo es insensa
1 c al sousma
. 110 -"'puede ser 1usto sm ser mJUSto.
"
equ1vai
S.1 APolo pued e ordenar un parnc1 d10' esto
les
)' A mrme
erutad a por 1'1awn
re
ellas
de
a
segund
la
tesis.
dos
une
) Una ontologa que
8 Referencia en
NOTAS
1 Georgc Grote, Ari11otle, Londres, J. Murray, 1872. Grote rehabilit a los sofistas antes
que
Nietzsche, quien, segn A.ndlcr, hiw suyas sus conclusio nes (Ltt volttntad de podero, 427 y437;
'ase Charles AnJler, Nietzsche. Sn. vie er sa pmse, vol. 6: l11 Derniere philJJSopht t Nierzsche.
1. el
renouvelkmmt de tomes ks valmrr, Pars, Bo.1sar<l/Gallimard, 19.3 1, p. 213). Vase 1bcodor Gomperz
et al, !.es Penmm dt In Crhe. Htoire dt '4 phi/a;ophie amqttt, 3 vols ., trad. de A. Reymond, Pms
y l..ausana, FlixAlcan/Pay(){, 1908-191O {ed. orig.: Griechi;che Denker. Eint Geuhichre r.r=tlren
Phifusophie, Leip 1.ig, Vd & Co., 1896-1909; reed. de los caps.
en
D'Jcranian y el cculo de !.es Sophistes, Houilles, Manuus, col. Le P hilusuphe, 2008) [trad. esp.:
Pmsadom griegos. Una htoria de la filo.<ofia de la Antigedad, 3 vuk, Barcelon:1, Herder, 2000);
Corisco: personaje a menudo mencionado por Aristteles, que diriga el crculo platnico
Lo que toca al grupo se depu>ita en el medio, un espa ci(> poltico, que di.11i ngue la palabra .
plblica de la palabra pri\'ada, mante ni da al margen dd medi o. Vase Marccl Oetienne, La
[tr ad . esp.: Lo; maestros de tcrdad en la Grecia arcaa, Madrid, Tal1rm, 1982).
5
Esce sofisma (Aristteles, Refitraciones sofisticas, J66a 30-35), que pre senta el Sa la vez
corresponde al comenrario de
:
'
Este verbo significa canto aprender como comprender. l)obl1: sentido que c.1 objero de una
Michel Foucault ya relaciona a estos trc.1 autores, as co rno a Zenn, en "Scpl propos sur :
le sepiicmc ange" (1970), en DitJ et crit;, 1.954-1988, 4 vols., ed. de D. Defert y F. Ewald con.
73,
2 vols., Pars, Gallimard, c<>l. Qumo, 200 I, vol. l, pp. 881-893 [erad. esp.: 7 rmtencias sob"el.
7 .ingel Madrid, Arena Libros, 19991. En 1970. Foucaulc public. de Jean-Pier re Brisset, I
Cmmmaire logiq11e, Pa rs, Tchou, en tanto que Deleuze prolog un libro de Lo uis Wolfson,
Schizo et les langue;, l'ar.1, Gallimard. Esrns lib ros prescncan diferentes rat:i.mientOS del discurso
como cosa y no como significante; un ripo de anlisis prefigurado en .'vlichel Fo ucault, Raymond
Rormel, Pa rl> , Gallimard, 196.) [erad. esp.: Rnyrnond Rorwel. Mxico, Siglo
XXI,
1973}. Giltcs
Deku:te menciona a ln mismos autores y su rgimen de los signos en f,qgiqut du sms [1969),
Pars, Minuit, col. Critique, 1982 [uad. esp.: lgica delsentido, Barcelona, Pa.id6s, 1989], donde
la cuesti<'>n es "derribar el platonismo"'.
12
de Esccpsis, en Tra<le. Su hijo, Ndeo (1'.'clus), habra recibido los manuscricos del wca gir ita.
Griffon, 1948.
Vase M iche! rouc aulr, L'Archfolngie d11 savoir, Pars, Galli mar d, 1969, cap. 3, pp. 140-148
[trad . C$p.: [.a arqueologia del saber, Mxico , Siglo xxr, 1972), donde se enconrr a r: una extensa.
e.1, y
sri11m1 Verhiilmis zur Philosophie desfo11fte11 jahrhunr.ns, Lcip1.ig y Berln, B. 'ICubner. 19l2, y
Eugene Duprd, Phiwsophie et hfrt"ire. Les rophistes. Proragoras, Corg11.1. Prodicus, Hippias, Neuchtd,
:
(Ectra, ?
2. todo es uno.
.
Thcory of \canmg a nd Trueh".
w vase Willam Calverc Kneale y Martha Kneale, "Aristodes
dun Press 196 . pp. 45-54.
The Devefupment o/Logir, Qc:ford, Claren
. .
..
dispm
a (l'hton, f.1t11demo, 272h). Termino bastante
la
u
de
ciencia
"la
:
a
t
p
s
I> De gi. d i
Lacrcio, Vitae phik1111'.;ho1:1 '.' 106.
ico . patrimonio de los mcgricos; yase Dig encs
tcn
vanse mnhin Thodor Gomperr, Sophirtik 1md Rhetorik. DiJ.J Bildimgsideal dtr i:t A.iye1v in
87
1971
CLASE DEL 13 DE ENERO DE
rc'.
?
<l
_.1.
2, p. 3JO.
ellas significan
'"Los modernos. que siguen las expresiones ti:cxc; A.rnw] y no lo que
yen lus trmi
u
t
i
st
u
s
se
[s
resulcado
o
m
s
i
m
el
ltoi.:; oriaivofvoi). dicen que no se obtiene
gu ndo de los
se
C.,
d.
lll
siglo
Afrodisa,
de
(Alejandro
"
nos por sus expresiones equivalentes
n.na11icomm priomm
en
ligados a La verdad.
11'TRODUCCIK
[I)
la
apofntica.
se constituy sta.
- Volver atrs, no para recuperar el pensamiento presocrtico, sino
para analizar los tipos de discurso que estaban institucionalmente ligados
a la verdad:
[2]
tud io se
es
J.
EL ESTADO TER;\flAL Y
EL .ESTADO
lIClAL
89
.''
..
. . .... . . . .
....,
. .
. ..
. .
... .
''!
, . ......
.
''f"".....":',..-,,,,.,.
..
90
CLASE DEL
;]
fe
13]
c-
nio surgido del rumor, la ley lo prohbe a menos que el amor de los dichos
haya fallecido" ("Contra Esrfano", u, 6).2
- la punicin.
[61
est
ser verdadero o
referir
);
- la fijacin del sentido del testimonio (lo que dir, lo que afirmar
[4)
. Es
funda la enunciacin urdica de la verdad
'
de percepc1on
.
.
la expenenc1a
lo que b hace posible. El testimonio se orga.niza rededor de
.
del ver. (A partir de la poca romana en Alcandna, y t e:z camb1n antes,
d1Co pas al saber.)
se admite por aadidura d testimonio de los ex.penos: e
'
La rel ac1on
fic
'JI
27 DE ENERO OE 197 I
como verdadero), y
fo
fa
sujetos que no estn involucrados con la causa y slo hayan sido sus es
[7]
cimiento y que rengan, por lo tanto, una relacin no de parre con la causa
sino de saber con los hechos de la causa.
92
una inculpacin
9.3
minar de qu lado esc sino cul de las <los panes ser la que se atreva a
[!O]
son las cosas mismas, sino antes bien la desnude7. desarmada de quien
rehuirla. Ahora bien, el hecho de que una de las dos panes acepte exponerse
asi gnaci n sus efecros, ms an, aquello por lo cual se afirma como
,
[9]
fil]
aywv:
en ese sentido, es singular e irreductible a codas las otras. Cul es, por
tamo, su fuerza opcracoria'.
ha lanzado el desafo.
bufet}.
Grafla indescifrable.
[121
tras
[14)
universo dominado por el podero de los dioses. Pero la verdad no ata a los
con los de la lucha, y donde las leyes a las cuales l obedece son absolu :
efecto a la soberana de Zeus (que estremece las tierras y los mares) cuando
.
_
hasta el infinito;
a sali r a
.
consecuencia, es terminal y slo puede adoptar dos formas: s o no, y
'
triple
un
tiene
que
dioses,
los
con
O. para terminar, el enfrenramiemo
la invira
de dicha soberana.
se
va
de la soberana;
[13 ]
se
una parte la lanza como un desafo a otra, que puede aceptarlo o no;
Hay una sola cosa indudable: el da que los dioses se decidan a casti- :
se sabe que est en poder de los dioses y que stos pueden castigarlo 0
95
91
de verdad judicial se trata sin duda del poder en el hecho mismo de que
en la poca helenstica encontramos an de manera bastante habitual el
tipo de juramento "prejurdico".
ll6J
134 a. C.:
CLASE DEL 27 DE
{ 1 9]
ellos sostienen.
c. Pero hay ms: los jueces no se ocupan del asunto mismo del asesinato; no tienen que decir quin es el asesino y a qu pena debe sometr
selo. Slo deben decir si el precio de la sangre ha sido bien pagado. Tienen
DE TRANSFORMACIONES
. ,
l l . EL PRIMER GRt:PO
97
[17)
ENERO DE 197 l
[20!
98
unos contra los otros. La lucha (aywv), por una especie de mettesis real,
NOTAS
vemos aparecer un poder poltico que juzga, y lo hace en dos etapas (los
jueces son antiguos y ellos mismos son juzgados); una competencia ju
dcial que se les impone, pero bajo la forma muy incierta del tot"WQ; un
juicio que los deslinda pero que, a decir verdad, slo concierne a los \
procedimientos de reparacin, no al dao mismo.
..
9'J
1 .Fuente cicada en Claire l'raux, "La preuve a l'poque hellniscique. pri ncipalemen t dan
l'gypte grecque", en &cueils de la Sociiijean Bodin pour /"histoire comparative des instutions, 16.
"La prrnve. Premiere partie: Antiqu it", Bruselas. .ditions de la Librairie Enc:ydopdique, 1 %5,
PP 16 1-222.
2 Citado en Clairc l'raux, "La prcuvc a l'poquc hdlnistique . . . ", op. cit. (Claire Praux no
parece discucir la atribucin a Demstenes; Louis Cerner se inclina por Apolodoro).
-' Yase I.ouis Gcrnet, "lntroduction a l'rude du droit grcc ancicn", en Archives d'histoire d11
dr!lir orienraf (AHTJO), 2, 1938, pp. 281-289.
El concepto de p re derecho rcmi1c a los escudios de l.ouis Gerner: uDroit ec pr-droit en
G rece ancienne", en L'Anne sociologiq11e, 3 serie (1948-1919), Pars, 1951, pp. 2 1 - 1 1 9 , donde
se analizan los casos aqu abordados por foucault; reed. en Louis Cernee, Anrhropologie de la
Crece ancienne, Pars, Maspero, 1 968 [trad. esp.: "Derecho y predcrecho en Ja Grecia ancigua",
en Antropolog
a de la Greca
i anrigua, Madrid, Tau ru s, 1984, pp. 153-2261, y en Droit er irutiru
tioru en Crece antique, Pars, flammarion, col . Champs , 1 982.
' Homero, Jliade, xxmf'I', \'V. 340-592, ed. y trad. de P. Mazon, Pars, Lc.s Bdlc.s Lemes,
1938, vol. 4, pp. 1 1 1-121 [trad. ep.: l.a f!fada, Barcelona, Iberia, 1960].
6 'Aywv, uasamblea convocada en los juegos, que dio su nombre a stos y luego a los pro
cesos" (Louis Gernet, "Droit et pr-droit. . . ", op. cit.); "desi gn a la competicin en un estadio, o
un proceso" (Grard Sautel, "Les preuves dans le droit grec archaue", en Rccutils de la Socilr
jmn Bodin. . , op. cir., p. 121).
7 Louis Gernet, "Droir et pr-droi i . . . ", op. cir., p. 104: "Los smbolos del prcdcrccho son
esencialmente eficaces: la mano que da o qu e recibe; el bascn que afirma el poder, que desiste
de l o que lo confiere; la palabra imprecatoria, el gesto o la postura que tienen valor de impre
cacin [ . . . I todo lo que act de inmediato y en virtud de su propia dynamis".
8 Vase Claire Ptaux, "La prcuvc a !'poque hellnsiquc . . . ", op. cit. , p. 221.
'! Epismo: obrestamc, trnlo de diYersos "uncionuios" de hAntiged:id griega, sobre todo
los ue tenan a su cargo la j llsticia.
1 " l lomcm, lliade, x:v ul:E, vv. 497-508, op. t., vol . 3, p. 186. Lo que se describe forma
1
parce de la decoracin del e>cudo forjado por Hefrsms, en tres dtrnlo,; el llniverso, en el centro;
la ciudad, en el primer drcu lo; la escena del rri hunal , la labranza, en el segundo crculo, y l a vida
pastoril. La escena del escud o de Aquiles fue comentada por muchos a\llotes. Vanse Jean
Gaudemec, Les fn;titwitms de l'A111iq1tl, Pars, Sircy, 1967, pp. 1.19 y 140, y rambin H. J.
Wolfl: R. J. Borrner, G. Smich, A. Steinwcmer, G. Glon y l.. Gernet, que afirma que la escena
s "un ejemplo paradigmtico".
:l
Hesodo, /.e Boucfier, cd. y trad. de P. Mazon, Pars, Ln Relles Lemes, 1928 [trad. esp.:
Eswdo, en Obras yfragmenrns, Madrid, Gredos, 1983].
ll
Homero, llada, xxwl'I', v. 486. Este pasaje e.; igualmeme comencado por J. Gaudemet,
Les ftutimtiom. . . , op. cit., p. 140, que acribuy<' a la palahra htor la ra1, is wid (larn video;
Vase Alfred F.rnout y Antaine Meillet, Dictionnaire tymoLogique de la. L:znKtu latine, 3 cJ. re\.
=
100
en d aspecto "cescigo,
aquel que ve y urn(h11 y, en su calidad de heredero del mnemon, cambn es memorialisr11H' (le:s
Maitmde 11irirldam bi (;reu 11n.haiq11e, prcf. de P. Vid:tl-Naquec, Pars, Mapero, 1 967, p. 101,
n. 80 [tr.id. esp.: los maertros d
e 11erd114 tn bi Greci11 11rcaic11, Madrid, Taums, 1982)) [' trmirio
puesto en itlicas por d editor].
..
Clase del
de febrero de
1971
de juicios.
En el grupo de los guerreros, dista de tratarse de un juicio; es ms
bien una disputa que se cierra con el juego del juramento y el desafo de
verdad. En un medio urbano o aldeano, intervencin de una aumridad,
pero en el segundo nivel, con
desplegarse las reparaciones. su curso sea regular. Estos dos tipos de pro
cedimientos corresponden sin duda a dos tipos de grupos sociales y qui
zs a dos pocas diferentes.
101
102
[3]
[5]
este ltimo a la ordala: era el caso de las mujeres (con la prueba del
Pero lo que hay que entender bien es que esa palabra verdadera no se
tigos de las acciones de sus amos, pero que se hayan visro impedidos de
El suplicio se sita en el orden de la verdad-testimonio, pero el amo
[6]
[4]
103
Habra que hacer toda una historia de las relaciones entre la verdad
y el suplicio.
Glorz dijo tal vez lo esencial acerca de la ordala griega, pero es en esta
,
la percepcin: manifestar las cosas como si uno esruviera ame ellas, como ,
ex-
El mrtir manci ene la verdad incluso hasta el suplci o, con la e>encualidad aleatoria de la
iniervencin de Dios para salvarlo. (Nota de M ichel Foucau!t.i
104
para obcener la confesin. Hay toda una red de disyunciones que sostie
de sus secuaces. Mereces pues ocro suplicio, hasta el ddinicivo que han
[7]
LA TRANSFORMACIN
[S]
(9)
mien to. Acaso sea ms bien quien acepta la prueba de la verd ad y somC-:,
011c(Elv
ta<
se t n
ms primiva.
105
b. En uno y otro caso, hay sin duda recurso a la autoridad, pero cuando
se tr ca de la buena j usticia, parece que dicho recurso implica un acuerdo
[IO]
106
el OiK(eiv.
bres, y
'
meten con ella. Se exponen como ella a la venganza de tos dioses contra :
los perjuros. Pero al mismo tiempo manifiesran el peso social de la persona ;_
a quien acompaan.
En cuanto a la sentencia, no es una libre decisin acerca del hecho o d
mismo soporte:
con la verdad;
,
:
B.
sociales. -
Ahora bien, ese juicio cobr con mucha rapidez gran extensin, al
(adicin a la ley). Sera ese KQVt:\ v el que ocupara poco a poco codo el
espacio de la prctica judicial griega. En qu consisre? AJ parecer, en un
[12!
[13]
(1 l]
107
l.
esos casos no hay ley), vemos que, segn la ley de Gonina -al menos en
cienos ca.sos-, el juez debe jurar la verdad del hecho. Se rraca, con todo, de
108
verdad. No se exponen
Las partes son descalificadas como portadoras de
el poder de ecirla o no
a la potestad de la verdad; conservan para s
a propmo de lo que
falso
o
decirla. (Y el juez podr tener un decir veraz
ellas juran.)
.
ento. En
Pero ese retroceso funcional se acompaa de un desplazanu
pero funciona cmo rico de
efecto, el juramento subsiste para las panes,
las partes mamfiestan que
nto,
introduccin de instancia. Por el jurame
[171
ro o.
-'
.
tortuosas que'.
.
.
que siguen la huella de las sentencias torcid " (Trabajos. . . , 219).
obarde atacar al valiente con palabras
a><>}'3r en un falso juramento (Trabajos. . , 195 y 196); "juramentos
as
El manuscrim indica yeJ, rx; ahora bien, esre libro no conric:nc referencias al junmento.
La cucscin se menciona en trminos un poco diferentes en el libro xn, 948lr949b, v sea.la una .
evoluci{rn desde lo. fumosos juramcnros <le los dioses en la poca de Radamancis
.
prolongar y consumar la
de decisin; ya no tiene del todo el papel de
te en transponerla a una
consis
n
rivalidad de los dos litigantes. Su funci
ser una lucha (seguir lla
escena distinta: es cierto, el proceso siempre
<;); 17 pero tendr una
mndoselo hasta la poca dsica ayWV O vdKO
adver
distinra, porque uno ya no prevalece sobre el
1 fesodo: "El
organizacin muy
[16)
109
[18]
y sancionar
arar
dejar asentada la victoria de uno de los adversarios, comp
_
sentido la cons
a las fuerzas enfrentadas; atribuye la vicwria. En cierto
ipio de medida?
tituye. Pero sobre qu base? Con referencia a qu princ
.
ncia que se
sente
la
ser
Qu es lo que autoriza esa sentencia? Y cul
110
'to cov.20
verdad o la relacin con el ente que funda la sentencia y que esa justa
sentencia manifiesta.
slido.
y que volveremos a ver hasta fines de la era clsica, es que toda acci6n
debe ser iniciada por una persona contra otra; en el derecho griego no
[21)
- homicidio involuntario.
Siempre debe haberdos adversarios, uno de los cuales acusa al ouo, quien,
a su vet, se defiende.11
ficar sus derechos: hay dos luchadores que, uno fren re a otro, deben
legtimo su omisin.
juzgada. Siempre se puede hacer valer una nueva ra.zn para recusarlos.
heredero.
slo puede exigir lo que se le debe una vez que aqul ha comentado a
exigir su parte.)
[20]
{19]
111
sea
compensado
122]
1 12
con su
jusro ciclo.
[26]
'.
El
la ciudad;
La justicia es uno de los medios de hacer imperar el orden en
nte,
naturalme
se
debe
le
que
lo
quien
cada
a
no canto de hacer reconocer
que
para
velar
ciudad,
sino de anudar como corresponde los lazos de la
otros. Lo
el lugar de cada uno est en equilibrio armonioso con el de los
icia,
cual implica: a) que sea la autoridad poHtica la que se ocupe de la jusr
por
de
ocupar,
ha
se
la
justicia
y b) que todo hombre que se ocupe de
jure
? .
actua de mrermed1ano. Cuando los reyes no juzgan bien,
LlKT) se ausenta '
de la Tierra y va a solicitar a la vez la venganza de Zeus
(se refugia en las
rodillas de su padre),
(24]
[27)
leyes ser al mismo tiempo aquel que dice el ordenamiento del mundo; v la
i mo de la Poltica de la ciudad.
El discurso judicial se reconoce de inmediaro como discurso [poltico]. "'
eso m s
.
la JUst1c1a es al mismo tiempo el signo y la garama de
la felicidad de las
ciudades; en ese mismo sentido, Araro se refiere a las tres
edades:u una en
que la Justicia est presente en la plaza pblica. y las encruc
ijadas. Edad de
oro; en la edad de plata se ha retirado a las cumbres de las
montaas donde
Trabajo:/
o
- Por qu e l fallo tiene: esencialmente la funci6n n o de declarar
repa
mismo
l
como
e
inscribirs
de
bien
ms
sino
conscimir el derecho,
racin, redistribucin, compensacin en el ciclo de los repartos. Ms que
.
1 . . .
A_. coteles.30
atribuir, a JUSC1c1a cornge. Vase ru1s
- Cmo se distribuyen y funcionan en el fu.llo lo verdadero y lo falso;
113
[28)
CONCLUSIN
Con el KQVei.v se constituye en el discurso y la prctica judiciales todo
un nuevo cipo de afirmacin de la verdad.
1 14
y;
.:
- El establecimiento de una ley escrita que, en cierra medida, fijaba .
el voc; que rige lo justo y la prctica judicial. Es l: primera gran derrota
de la justicia aristocrtica y guerrera dictada a partir de los momenros:
decisorios. El decir judicial que prevalece ya no es aquel en el cual la
imprecacin tiene ms peso, es el que se conforma al voc;. Es la poca
, 33
.
[Es} euvota.
'
- Zaleuco v Oracon.
3>
de Carondas,
=.
l El juez dice la verdad en la Grecia arcaica; la conexin 5K1.no K<Xl .ArOtj se constata
con mucha frecuencia: vanse F.urpidcs, La1111p/.icanm, v. 859; Plcn, l,ryes, IX, 859a; Dems
cenes, Harangues, 11, cd. y trad. de M. Croiser, Pars, Les Belles Lemes, 1925, pp. 110-112 (trad.
esp.: Dimmo1 polftia;s, 3 vols., Madrid, Credos, 1980-1985 ], y Sfocles, Edipo rry. v. 1 158
(segn Rudolf Hi nel, Thtmis, Dke und Verwandtts. Ein Beitrag zur Gtschichu der R,chtsidu bei
tkn Gritchen, Leipzig, S. Hi rn l , 1907, pp. 108- 1 1 5; rccd. Hildcsheim, G. Olms, 1966).
l Grorgcs Dumiil , Strvius et fa Forttmt. Essai sur 4 fonction so11fe de ouange et de blame
rt fJIT k1 iVments indo-e11ropiem du cenr romain, Pars, Gallimard, 1943, pp. 243 y 244.
3 Sobre la ordala, vanse Gu.mve Glmz, L'Ordalie dans /,a Cr;.u primitivt, rrurk de droit etde
mythologie. Parls. A. Fonremoing, 1 904, y tudes socr/rs etj111idiq11 mrL'Anriquirigrmpu. Pars,
Hachetrc, 1906, pp. 81-84 y 94; y Grard Sautcl, "s preuves dans le droir grec archaiqueA,
:
Pero lo que hay que describir ahora es la historia poltica que puede :
en
parcie: Amiquic", Bruselas, dicioM de la l.ibrairie Encydopdique, l 965, pp. 125 y 126.
4 La mujer culpa hle se remita a las divinidades marinas arrojndose desde lo alto de un
115
NOTAS
discurso del saber, en el cual se enuncia e! orden del mundo. Es ese dis
curso el que enconrr su ms aira formulacin en Soln y Empdocles,
[29]
1971
Lou1.S Cerner, Le cemps <.lans les formes archa'i ucs du droir", en fo11rnal de Psychologit
q
N rma t
k e P11thologiqut, 53(3), 1956, pp. 379-406.
o
10
El car:cter de ocultacin o desocultacin de la
116
f.QS maeJtroJ de verdad en la C:re<ia arcaica, Madrid, Taurus, 1982), pan soslayarla :1 partr de
una rccons1i1ucin de la s prcticas judiciales. Vase "Situacin del curso", infra, PP- 293-309.
i
;i
Vbse Louis Gemct, "Sur la not ion de jugcment en droit grec", en Archivn d'hi;roire du
Es1a1 crftic;is del juicio decisorio son citadas por Grard Sau ce!, "U:s preuves dans le <lroit .. .",
i s .O.1miov: lo "justo"; vase Hesodo, Trab11joJ.. . , v. 225; la sentencia decisoria segn Erik
Wolf, Griechischu Rechtrdenkm [1882], 4 ,.oJs., Frncfon, Klos1ermann, 1 950-1956 [trad. esp.:
El origen de omologa jurdfrn ('n el pe1w1miento griego, Crdoba (Argentina), nivcrsidad
Arisleb, Poltim, u, 1274b 15 y 16: " H ay leyes {nomoij de Dracn, establecidas de_
conformidad con Ja constirucn {politein/ existente. Esos nomoi (leyes) o thesmi (usos) atri-
buidos a Drac1)n un obj ero de controversias enrre historiadores; vase Franise Rw., Diliblrati
npmwo ir d!lm In Gtgrecque: de Nmor ll Socrat(, Pars, Publications de la Sorbonne, 1997, PP,
342-345.
i.s 1 .oui s Gm1cc, "Sur la nocion de jugcmenc. . . ", op. cir., pp. 126-129.
14 lbid. , pp . 1 1 1-144.
25 Louis Gerner, Droit et shciitl dam la Grece ancimne [1955], 2' cd., Pars, Si rey, col,
Publications de l'lnstitut de Droir Romain de l'Universit de Pars, l 964, nm. 13.
::6 Erik Wolf, Griechische1 &ch11denkm, op. cit., pp. 85-?4. cita efectiva.mente cinco usos en.
19-55; 23-539; 18-497; 16-542, y 16-388.
27 Hanvig Frisch, Might and Right in Anriquity, op. cfr., pp. 98 y 99, identifica todos los USOS
1
de dike en Hesodo.
1 17
1-R Acato, Fenmenos. poema a.cronmico cxrrelllaclamclllC popular en todo el mundo griego:
vase .\1 arcel Onienne, C,re agmire et ,mfr11de religimse, Brmelas-Bcrchem. Laromus, 1 963, pp.
.30 y 3 1 lI
Hisrorias.
1,
65.
1' Soln , arconi e.le Atenas, 594-59 l a. C. Arisrtdcs data en l d comiemo de la democracia.
.l 'Ioovoa: igualdad :1111c la ley; y de hecho, la ley, verdadera soberana de la ciud,d are
iense, es con frecuencia el ermino elegido por los gricgc>s para designar el rgimen democrtico.
Vase Gregory Vlastos , "Jso11omia", America11 j1111rn11l ofl'hilolog_y ( Bahirnore, Maryland) . 74,
1 953. pp. 337-366.
St-gn fdouard Will, otra fucnce de Michd Foucaulc: Jonoma. no igualdad ante la ley sino
igual reparto {de nemein, di srrihui r); vase douard Will. Lr Mondr grec et /'Orient, voL 1: Le V'
sifr/(, 510-403, Pars, J>uF, l 972, p. 73 [trad. esp.; El mundo gri(go y l' Orienrr, vol. 1: El si1Jo V
n
(510-403), Madrid, Akal, l 9'.17). roucault co nsulr asimismo el libro de Pierre Uvqu y Pi erre
Yid:1l-'.\'aquet, Cliithl-ne l'Athnim, Pars, l.c. Rlles Lemes, col. ;\nnale; Littraires de l'Cnivcrsi1
de Bcsan\on, l 964.
JGJ. Roger Dunkle, "Thc Grck ryram :md Rornan polilical invective of che late Rcpuhlic ",
en 7ram4c1iom 1ind l'roceedings oftf.e Americri Phiw!ogical As;ociaiion (Clevdand, Ohio}, 97,
1967, pp. 151-171.
.,.;.. ..
' i ..;-
. . ....
;
:
"'" ..
...
120
(.3]
A. LA Al'ARtc1r-;
[4]
[6)
en juego el KQW:W.
[5]
EL KCXlOV
DE
HESODO
DEL Kcnov
121
17]
122
.
los castigos. En Hesodo, la vctima de la injusticia de
sus reyes es la ciudad encera; la parentela no marca de:: antemano a las
vctima posibles: el Estado o la Ciudad los abarcana codos sin distinciones.
A menudo una ciudad emera sufre la culpa de uno solo que reina y urde.
240 y 241) .7
_ El sistema incluye a un
[8]
[9]
320-327) . 10
dar
de comunicacin de
el crimen (Trabajm. . . ,
123
dioses, una
piedad y la observancia de las reglas.
349-360). 12
349-352).13
124
j i I]
a.
los dioses);
p. ligada al tiempo <le los ciclos y las restituciones (tiempo del retorno
das, por una parte, y el orden del trabajo y los das, por otra.
venganza divina);
eso la miseria.
- Si no sembramos y labramos la cierra en el momento oporruno,
[13]
..
El orden de las cosas, el momento del trabajo, las estaciones favorables y loi
das fastos: sos son los dementos sobre los cuales debe apoyarse la conducta:
justa; as como ese orden natural. a su vez, vendr espontneamente
recompensar la conducta justa (vanse los ltimos versos de los Trabajos
...
Teogonftt:16
(12]
125
Esros cuatro elementos de la medida y el "un poco ms", el cumplimiento y el "de nuevo", estrucruran el OK<nov que constituye la regla
inmanente del KQVEiV.
126
que dice lo que es y lo que debe ser. Pero, como se ve, los elementos ya
taciones y del tiempo fijado enjuga o prorroga; que las medidas, en ausen
KQVEl.V.
{17]
l I SI
- el deve!amiento de lo verdadero, y
La :
- el ejercicio de la soberana.
Nos encon eramos ya en el espacio donde debatirn los Sofistas y Plar6n.
i<Qvet v sea dd
r ar
acordarse de las reglas, tener a Temis en la memoria. Es menester acod
de las estaciones y los tiempos; es menester haber medido los bienes. Es
KQVlV;
[16]
127
(18)
.
sino mantener lo idntico. Escritura.
.
man.
que
preciso
es
justa,
sea
sentencia
la
que
- Por otro lado, para
cer .
f1este la verdad, que diga a la vez lo que debe ser (cmo deben ha
qu:.
los repartos) y lo que es (los elementos que son idnticos, las fechas
vuelven, el retorno del tiempo).
.
., .
o deTambin aqu una transformac1on importante: en el JUramen .
,
dec1S1on
la
a
acarreab
verdad,
.
cisorio, una sola formulacin afirmaba la
.
.
iace en 1a mente este conseo;
fi'"
escucha pues a la justicia
[&'KTJ<; emh:ouc], olvida la violencia para siempre (Trabajos. . . , 274
y 275 ).
El deudor exacto, el labriego que hace cada cosa a su tiempo, aquel que
sabe qu hay que hacer y no hacer segn el tiempo que hace, se, sin
128
CabI
>
[21)
Pern si, por un lado, cualquier hombre puede ser justo cuando
sabe
escuchar la palabra verdadera de la medida y el orden; a la inversa,
el
.
vcr adero ciclo de las cosas, sus proporciones reales, el retorno del calendan , son la justicia misma en el reparto de las cosas.12 Zeus, segn
-
:;
(Trabajos. . . , 9 y 10).23
saria para
i:iesro<lo, vcl para que la riqueza de las cosechas recompense con exac-
'
los asrros; de los climas, los vientos y las estaciones: es decir, codo un
Babilonia.26 Y se constituyeron
castigaran.
el que se indicaban los das fastos y nefastos para las decisiones, los tra
bajos, las batallas y la siembra; b) implicaban tambin la medida de las
el sis1ema ad
Es cierto, lo que
poder poltico.
Ahora bien, esos dos saberes tienen una localizacin histrica y geo-
del ufraces y el Cercano Oriente, entre los hititas, entre los asirios, en
!20]
a Zeus: "T, que la justicia rija rus decisiones! Por mi parce, voy a hacer
[19)
129
poder real como estructura a la vez polcica y mgico religiosa era, con
forme un ricual indoeuropeo, restablecido regularmente y en fechas fijas
[23}
130
saber fsico, Y
ber
a
la ocasin, el momento: s
3) saber del acontecimiento,be
' .
30
de la agronoma, la medicina; sa r mag1co.
.
a p c hacia
En cambio, el saber del rnomenco fue expulsado po
medica que
los mrgenes: lgica estoica, conocimiento mgico; tradc1 n
del mom1ento
conoc
el
sustituye
a clnica, que
1
conduce a 1a med1,1n
2)
[24]
y el orden numrico.*
co
m
c
t
b
a
o s,,
Los dos pnmer
.
.
.
del uempo
orden
el
;
cantidad
la
y
sucesin
la
t
1 ongen y la med1"da,
al : e
rrn:
131
'
Pero hay que sealar desde ya que, s en los siglos VII y VI hay retorno y
reaparicin de formas mticas ms antiguas; si la escritura, suprimida por
contables y los amlogos del poder; ser el saber que todo hombre ne,
cesita para ser justo y reclamar, de cada uno, lajusticia. El saber se desplaza
del ejercicio del poder al control de la justicia.
Para terminar, hay que hacer notar que esas tres grandes direcciones
del saber oriental van a organizar hasta cierto punto el saber griego y
occidental.
cualicanvameme
132
LECCIONES SOBRE
LA VOLUNTAD DE SAB
ER
1 S Una ficha titulada "Sur justice et vrir" [Sobre justicia y verdad] indica rres obras: Rudolf
NOTAS
' vease
1
9
7
A49
, P ., , menc10nado por Gerud 5auccl'
.
'
Les preuves dans :
le dro1t grec archa!que", en &cu
eils de la SocitlJean Bod .
- comparative
t
l'lmtoir
des institu- .
tions, 16, "La preuve. Premiere
parre: Amiquit
. e'"' Bruselas, Edmons
de
la
L1brairie Encydopdiquc,
1 965, pp. 147-160.
."'
3 Thesmo,s no es en 5U
origen fa ley escrira o nomos .
.
,
1a rnsr
rac1. on
de una cosrumbrc,
sea por un colegio de magistra
;
dos, sea por un solo leg s r
(Dra
wn
es tm tesmocera; Saln
.
un nomoreca). Pero 5oJon
.
'
un " ambos n!rmmos
.
- , nim
como smo
os. Thesm; desaparece en
o
'.lH
m
' onea,1
, rtspm
U
dence, Londres, Humphre
Milford, 1920, vol. 1, p. 73 y 7
y
5, y ean Gaudemec, L nst
p
uriom
J
es
I
1
de l'Anriqttit, Pars, Sirey,
-1
7
196 , pp. 1 8 5 92.
; :
/
PP 85-94 [rrad. esp.:Elorigen tk la onto,.,
.
:5
'";ur
i
d
ica en elpemamientogriego,
cor
, doba (Argentina.),
Universidad Nacional de Crdoh
.,
a, D'ireccmn
G
ener
al
de
Publicaciones' 1965]
.
.
.
",
v
5
ea.1e H artv1g Fnsch M'1g,htand
.
Rzght m Antquity, op. cit
6
. , pp. 98 y 99.
Hes1,odo, Le1 irava11x et lesjoim
, vv. 243-247, ed Y trad.
de P. Mazon (ed. de referencia),
Pars, Les Belles Lenres' 1928
.'
p 95 [trad. esp"- iraba1o
ias, en Obras yfa'(lgmentos, Mad .
.,.. ., sy d.'
Gredos, 1983].
rid
7 !bid , vv. 240 Y 241 . Michel
Foucaulc: reina"' P. M"
,"
?
n
n ,. "se excrav1a
.
8 !bid. , vv. 262 y 263,
p. %.
VV. 256-262, pp. 95
y 96.
/bid., VV. 320-327, p. 98.
l ! Jbid., VV. 346 y 347
, p. 99.
n
:/bid,
14
!bid , VV. 399-403, p. 10 L
!bid. , vv. 826-828, p. 1 1 6.
16 Hes1,odo, Thlo
gonie, vv. 901-903 cd
, Les
Y trad de P. Mazon, 1'ans,
Belles Leccres' J 928'
-r. on/a,
P 64 [trau, . csp ieog
en Obras yfa'llgmentOJ, Madrid, Gred
as,
1983 ]; vase Erik Wolf.
_
Grieh.ch1 Rcc
ll
h"-'
'nken, op. cit.
J
e
133
den Grechen,
Hirzel, Themis. Dikr und Verwandtes. Ein Betrag :mr Gesthichu drr Rechrsidee bei
Ehrenberg,
Ldpzig, S. Hirzel, 1907, pp. 108 y 109; rccd. Hildesheim, G. Olms, 1966; Vicror
Rechtsidee mfrhen Griechentum. Unterruchungen z11r Geschichre der werdenden l'vfis, l .eipzig,
Die
tude de droit et de
S. Hir7.cl, J 921, p. 59, y Gustave Glotz, L'Ordalie dans la Crece primirive,
1904.
mythologie. Pars, A. Fonccmoing,
19 Hesodo, Les Travaux. . . , vv. 274 y 275, op. cit., p. 96. Hermano de Hesodo, en cuyo
beneficio los "reyes" de 'Iespias, sin duda venales, "devoradores de regalos", haban dividido
desigualmenrc la herencia paterna. FJ litigio recorre los Trabajos y di'as (vase noca 7 de la clase
fbid., V, 694, p. 1 1 1 .
Vase Jean-Pierre Vernanr, "Travail et namre dans la Grece ancicnne", enjo11rnal de psy
chologie norma/e et pathologue, 52( l), 1955, pp. 18-38 [trad. esp.: "Trabajo y naturaleza en la
i antigua, Barcelona, Ariel, 1983].
Grecia antigua", en Mito y pensamiento en fa Greca
mvaux. . . , vv. 9 y 1 O, ap. cit., p. 86. La edicin de Les Bellcs Lemes recuerda
l! Hesodo, Les T
/I
2"
que el preludio de la Teogona (v. 28) contiene palabras anlogas: Hesodo no canta ms que la
verdad.
la
aitm de vlritl dans Crece archaique.
24 Comprese con el anlisis de Marccl Dctienne, Les M
pref. de P. Vidal-N aquer, Pars, Maspcro, 1967, p. 26 [trad. esp.: !.os maestros de verdad m la
Crecia arcaica, Madrid, Taurus, 1982]: "En T
rabajosy das, laAltheia, en consecuencia, es doble:
es ame rndo la Altheia de las Musas que el poeta pronuncia en nombre de stas [ ... ], es a
continuacin la Altheia que posee como propia el lahrador de Ascra. 'Verdad' que, esca vez, se
'
define cxplfcitamence por el 'no olvido de los preceptos del poeta".
25
WcrnerJaeger, The Theology o/the Early Greek J>hi!.osophm, Oxford, Ciarendon Press, 1 947
Gregory V1rn:os, "fa1ualiry and Juscice in Early Greck Cosmologies", en C!assical Phi/bwgy,
42(3), julio de 1947, pp. 156-178; Ihnel Leendert van der Waerden, Ontwakende wetenschap.
Egyptisthe, BabyoniJChe en Griekse wiskrmde, Groninga, P. Noordhoff, 1950 (ed. ingL: Science
Awakming, trad. de A. Dresden, Nut"Ya York, Oxford Univetsiry Press, 1 954), y Otro Neugebauer,
17 Marshall Clagecr, Grrek Science in Antiqttity [ 195 5], 2 ed. , Nueva York, Collicr Book.s, 1963.
Vase la idea de Nietzsche de que el coro poltico reclamaba un corifeo, a saber, el tirano,
que prepara el advenimiento de la democracia. FJ siglo VI a. C. fue para Niet.sche la gran reve
lacin <le la hora oriental que se apoder del pueblo griego.
[t]
ha recibido y en el da fijado.
121
d. Para terminar, es la justicia que concuerda con el orden del mundo tal
y como los dioses lo han prescripto: es lajusticia que observa las oportunidades,
los momentos propicios, las prescripciones cotidianas de lo fuco y lo nefasto.
Tal justicia es muy diferente de la que se pona en
135
136
que llevan a la prctica rodos y cada uno de los hombres, roda vez que
trabajan e incercambian.
la aristocraca
i y La fundacin de la ciudad-Estado, pero una ve:z. cumplido
[)]
Grecia, por su parce, se valdr de la moneda con el primer fin, sin duda
los das y las estaciones-, ese orden no es otra cosa que el decreto de Zeus
(en la poca de la tirana), pero muy pronto le asignar sobre todo fines
y su ley soberana.
"T, que la justicia rija rus decisiones! Por mi parte, voy a hacer or a
Pcrses unas verdades"
los impuestos y los cnones (el uso comercial tiene un lugar secundario).
en su nervio mismo, la verdad de las cosas -el orden exacto de los astros,
Hesodo comenzaba
de Escado.
(Trabajos. . . , 9 y l O).2
cionales, los reyes de justicia, los poderosos de sentencias tai madas esta
,
minacin d.e un momento para la siembra y las cosechas, y por tanto para
pero, como los doce meses lunares no abarcan por completo el ao solar,
su canto es una justicia que se articula con un nuevo saber (el del calen
[4]
137
la moneda)
[G]
138
[9]
dominar y gobernar, que para permitir y hasra obligar [a] devolver lo que
'
los pondr en cuestin sin cesar. Pero en lneas generales podemos decir
[IOJ
[8]
en
por Occidente. Y las dos figuras de lo jusco, el que sera ajeno a la verdad
la verdad como saber de las cosas, el tiempo y el orden, y otra que despfau .'
el saber del dominio del poder a la regin de la justicia.
[71
139
la ;
'
mugre del no saber, y por eso mismo presa, bajo la forma de la tentacin,
de todos los desrdenes del mundo. Y el otro, Fausto, el hombre que, lle
oportuno por los sabios, los expertos, los exgetas, y aplicadas como es
pretende que entre ese poder y ese saber, el hilo del deseo y de la inocen
\
debido por los reyes de justicia. Esa jus;icia va a tender ahora a articularse . ;
entonces algo as como el fiel poder del saber. Pero la fbula occidental
cia rompa el acuerdo.
(l lJ
140
no hay orgamzac1on
estatal, lo cual ocasiona una disminucin de ]
productividad media de las tierras cultivadas. Y dificultades de caresta'
necesidad de pedir prstamos.
[12]
y la
colonizacin.
.. Manuscrro: ellos.
141
142
143
dad; el guerrero aislado con su carro, slo rodeado por sus servidor,
de soberana.
queda descalificado como unidad militar bsica. Pero hace falta ademas
que "el pueblo" sea lo bastante rico para comprar armas, mantenerlas y
(16]
B. EL EJRCITO
Lo que permiti al pequeo campesinado resistir y obtener una victoria
es
movimiento, pasar juntos del venablo a la espada, y la huida los deja sin
Los dorios haban trado consigo las tcnicas de ese metal. Pero durante
esponcnea del conjunto para llegar a la armona final. Ahora bien, este
un saber del orden del mundo y los orgenes, localizado en los escribas
ductores de carros.
[17]
iXQf:'tT.1 6
fuerza entre esos grupos que apenas podemos llamar ciudades se modi
blo (.Acxc;,
[19]
C.
vu y VI. Parece, en efecto, que para asegurar los intercambios con Asia
Menor y las colonias de Sicilia e Italia, las ciudades de Grecia y Jonia se
pusieron a fabricar objetos que no estaban destinados al uso inmediato
sino al intercambio.
144
expulsados de sus tierras y que iban a las ciudades para encontrar una manera
actividades.
[20)
145
saber de las suscancias y los momentos, las cualidades y las ocasiones, las
oportunidades y los cambios. Puede hacer con sus manos lo que los dio
ses hicieron otrora con las suyas: y los dioses, universalmente, no pudieron
trigo y vino.
En cambio, las colonias agrcolas prsperas de Italia y el mar Negro
(22)
lo hay todava entre los campesinos y los artesanos. Ante todo porque
con frecuencia son los mismos: en invierno o en sus momencos libres los
'
de Quos);
de Licurgo en Esparta;
[21]
0. l.As
[231
pos: oi noAAo(, oi 1tAOfrt01, que los griegos traducan como los pobres
y los ricos
146
Licurgo).
Es probable que siempre se haya tratado de un conjunto de medidas
en que, segn los casos, prevalecan la redistribucin de las cierras o la
VII
Aristteles: "En la ciudad, las dos clases ms distintas son los ricos y los
pobres: ellos son las partes de la ciudad ms opuestas una a otra" (Polltica,
rv, 1291 b).22
[26)
los reformadores, prescribe que nadie podr pedir la ayuda de sus hijos
(25]
147
En trminos generales, puede decirse que las transformaciones polticas que se produjeron en Grecia en los siglos Vll y vr representaron una
victoria parcial, y a menudo provisoria, de los campesinos y los artesanos,
con una franja de la aristocracia que se uni por inters o bien a los se
gundos (como sucedi con Cpsdo o con Pisstrato) o bien al campesinado
(como Soln).
148
r:
C1pselo parece no haber sido nunca realmente ejercida por los hombres
149
NOTAS
1
i
Brusclas-Berchem,
Vase Marce! Dericnnc, Crire agraire er attituM religieuse chez Hsiode,
vv. 765-768, e<!. y tr:id. de P. Mazon (ed. de
referencia}. Pars, Les Bcllcs l.enres, 1928 [erad. esp.: Trahajm y dios, t:n Obrasyftagmentos,
Madrid, Gredos, 1983).
rt111au.x. . . , vv. 9 y 1O, op. (,. p. 86; vase supra, p. 129.
2 Heslodo, Les T
J Hurnfrey Michdl, 1t
Je Ecunomics vfAncimt G'reece, 3 ed., Cambridge (Inglaterra), W Hdfcr
Press. 1922.
s
Concepto imroducido en la hiscoriograffa por Bartel Lccndert van der Wacrdcn, Om:wakende
[28)
CONCLUSIN
A travs de esas transformaciones vemos la redistribucin, en la sociedad
.
griega, de las relaciones del discurso de justicia y el discurso de saber; Las
tcnica de la pedagoga.17
ingl.: SenceAwakening, crnd. de A. Dresdcn, Nueva York, Oxford University Prcss, 1954), y
retomado por Jean-Picrre Vernanc.
6 La mencin ms ancigua de nomo; se encontrara en Hesodo (Les Travaux. . . , v. 276,
op. cit.): ''Tal es la ley que el Crnida ha prescripto a los hombres" (La Travaux. . . . op. cir.,
p. 96). Vase Harrvig Frisch, Might and Righs in Antiquity. Dike1: From Homer to the f'mian
rr, trad. de C. C. Marrindale, Copenhaguc, Gyldendal f)ghandd, 1949, pp. 98 y 99.
7 La comparacin entre Fausto y san Amonio ya se menciona en la 'Jtmacin dnan Antonio de
Flaubm; vase Michel Fouc;iuh, "l'osrfaa: a Flaubert" (1964), en Dits tt krits, 1954-1988, 4 vols.,
cd. de D. Dcfcrt y F. Ewald con la colaboracin de J. Ligrange, Pars, GJlimard, 1 994, vol. 1, nm.
20, pp. 293-325; recd. en 2 vols., Parfs, Gallmard, col. Quarto, 2001. vol. 1, pp. 321-353, y I.a
hbliorhequc fimcasrique" ( 1970), en Dits et crits, op. cit vol. 2, nm. 75, pp. 27-29 {col. Qumo,
vol. 1, p. 895) [tr:ld. esp.: u biblioteca fantstid', en Estudios. Filmofta-Histvrin-frtras, 9, verano
.
de 1987).
R
tres puncos:
[F.se smbolo] se acompaa del conflicto teolgico del libre y del siervo albedro, la condenacin
Foucaulc conoda bien la Histoi"de la ltgendrdt Fa.test de Emesr Faligan (Pars, Hachene. 1888),
que describe as a F:iusro: ".l\maba demasiado lo que no debe ser amado y lo persegua noche y da"
(Archivos Michd Foucault). Esca figura mtica reaparece en 1982 en Michel Foucaulc, L'Hmnb1eu
tiq11e d11 sujet. Co1m au Coll}gr de Frima, 1981-1982, cd. de F Gros, Pars, Gallimard/Seuil. col.
i
tki sujeto. Curso
Hutes tudcs, 200 l , pp. 296, 297 y 300, ns. 39 a ' 1 [erad. esp.: L11 hermmurictt
en el College dr Fmnce (J981-1 982). Buenos Aires. fondo de Culrnra Econmica, 2002), y en Le
Court1gr de la verti. l.e gouvernemmtde so et des 1111trrs ll. Co1m " Colgr de Fra11ce, 1984, cd. de
F. Gros, Pars, Gallimard/Seuil. col. Hauces trudes, 2009. p. 196 [rrad. esp.: Elcoraje de la 1-erdad
E/gobierno de riy de los otros n. Cuno en el Co/J}gede Fra11u (/9831984), Buenos A ires, Fondo de
Cultura Ewnmica, 2010]. l.a figura de Fausto es, desde luego, recurrente en Nietzsche.
150
9 !douard Will, "La. Grece archaique'', en [Acm de la/ Deuxirme Confrt11ct inttmarion11k
1 Clan queconfisc el poder en Corimo entre los siglos Vln y vu. Proclama dos descendien
tes del rey Baquis, los Baquadas fueron derrocados por Clpselo, fundador de la tira.na. Vasc
> Manin
y Alfred French, "The Economic Background ro Solon's Reforms", en Ckmical Quarttrly, nueva
Jj
Ciudades de Eubea dispuradas por grupos hereditarios sucesores de los reyes. Este confliao
ltima batalla
hopliras. Vase Anrony P. Andn:wes, The Greck Tjrarrt1. Lmdres, Hucchinson's Universiry Library,
1956, pp. 12-14 y 39-42.
16
AQ&'ttj; vircud, honor o excelencia, que debe entenderse como valor moral e incdecrual;
vase Jules Tricot, en Arittdes, La Politiqtte, op. cir. , p. 385 (Q IO'tO: hombre excelente}.
se
aprenderse" (Henri-lrne Marrou, Histoire de f'ducation dam /'Antiquitl [ 1948], 6a ed., Pars,
Seuil, 1964
19851). Vase
Pars, Gallimard, 1964; ed. orig.: Paid11: dit Formung des grirchiJchm Mtnschen, Berln y
Le ip zig, Walter de Gruyter, 1936 [trad. esp.: Paidtia. I ideaks de la cultura griega, Mxico,
18
Vanse Percy Nevlle Ure, Tht Origin of1jram1y, op. cie., pp. 257-264, y Arist6celes,
Paltica, libro v, que transmite codos los relacos sobre los tiranos.
io
21
iv,
op. cit.
Gallimard, col. Bibliothcque de la Pliade, 1 970, vol. 1, p. 984: "Es un pulular de Estados [. ..]
en todo caso hay dos, enemigos entre si, uno de los pobres, otro de los ricos".
12
y SS.
21
PUF,
Antony P. Andrewes, Tht G"e!t TyrilntJ, op. cit., pp. 39-42. La batalla de Hisias fue pro
bablemente la primera gran victoria hopltica. Fidn pasa por ser el primer tirano que no cenia
151
, La
l . U INSTITl;CJ:-.r DE LA MONEDA
[1]
(2]
154
CLASE
signo por la cosa misma, en vinud de una suerte de error filosfico prid . 12
mero y r
a 1ca
la ciudad: el mensurador de las tierras, las cosas, las riquezas, los derechos,
hechos:
musicales.10
hay que olvidarlo, fue una inmensa prctica social y polimorfa de esti- ,
es
en cantidades
(9, 12, 100) que son los nmeros rituales puestos en juego
en Jos sacrificios.
la moneda.
A. Las interpretaciones
c. Hay que agregar a esto que los primeros grandes usos de la moneda
155
FEBRERO DE 1971
[3]
DEL 24 DE
(6)
156
Un
ejemplo
, minas de plata.
Hay que sealar adems lo siguiente: Connto no renta
rio. Una vez en el poder, fij a iodos los propietarios un impuesro de una
.
dcima parre de su forruna, con lo cual, al cabo de diez aos, se habra
'
acumulado en el templo de Zeus toda la fortuna corintia.
De hecho, el esquema fue al parecer ms o menos el siguiente: Cpselo,
tras
(7]
ese
uso del
cosca adritica y del sur de Italia, donde haba mineral de piara. Y sobre
las tierras, sino de algunas de ellas. (Ningn texto lo dice con precisi6n:
pero Soln, un poco posterior a Cpselo, alude a un rirano demago
generarse. Por eso el impuesto del 10%, no sobre las propiedades sin
sobre los ingresos ms altos, un impuesto que permite a continuacin:
[81
157
dades del
esquema del rito sacrificia1 (se aporca la vctima; el dios, el templo y los
[II]
158
s perfeccameme que
es un ejemplo.
Acaso no hubo nacimiento de una sola vez de la moneda en general.
Lo que apareci en las orillas del Mediterrneo entre los siglos VIU y vt ;
poder?
Si el tirano Cpselo da intervencin a la institucin monetaria, es
porque:
[14]
trabajo asalariado.
Ms adelante, cuando Sofn haga su gran reforma en Atenas, la mo
[12]
Soln borra las deudas pero mantiene la propiedad. Para reducir las
tensiones, desarrolla el artesanado (para lo cual apela a la mano de obra
bien determinado:
En codo caso, este anlisis histrico nos muestra que la esencia mcr-
cantil de la moneda no es su raz histrica. El comienzo de la moneda no:
'.
lo'
[13)
_
una anstoc
rac1a ms comercial y manufacturera, y,
- por ltimo, reforzar[la)** poniendo en manos
de los gobernantes
el doble .mstrumenro del impuesto y el
salariado, acompaado de la fa
cultad de acuar la moneda.
.
.
Lo que se mscr1be en 1a marca monetaria -en
figuras que son el caballo en Corinto, la corruga en Egina y
, pronco, la lechuza en Atenas- no
es, en su naturaleza semiolgica genera
l, el signo; es una lucha por y en
orno d I oder poltico; es un despla
zamie
nto, un manrenimiento y un
ortaJec1m1ento de ese poder.
18
159
[15]
ya
b. Pero no se trata de la toma del poder por los propietarios (que
en
lo tenan) o por nuevos propietarios, sino ms bien por una alianza
cierto tipo de propietarios y la mayora de los campesinos pobres Y 1
artesanos.
nuevo
La aparicin de la moneda se vincula a la constitucin de un
en
nir
tipo de poder, un poder que tiene por razn de ser la de interve
:
el
rgimen de propiedad, el juego de las deudas y los pagos. De all
Manuscrito: despl:u.arlo.
Manuscrito: reforzarlo.
160
(l8]
161
poco un signo representativo. Hay que encenderla com o una serie coa
gulada de sustituciones superpuestas [ . . ]:*
.
[16)
2.
LA MONEDA-SIMULACRO
Ahora bien, ese poder as man ifestado (poder a la vez compar tido
que circulaba entre los jefes de grupo) era el que les conferan sus tierras.
[19]
siendo mucho tiempo no slo un instrumento econmico sino una cosa que
emana del poder y vuelve a l, por una especie de carga y fuerza interna; un
.j
y prstamos;
cin por otra. Fue su realidad de simulacro lo que permiti6 a la moneda seguir
[20]
162
[24]
es aquel que, como Soln,26 se sita como un lmite entre los parridos y
no cede ni ante uno ni ante otro; es aquel que tiende entre ellos el escudo
- el don y la reunin,
11
- el sacrificio y el reparto,
- la redistribucin, y
[bajo) la forma de regalos o dones, se evita que los pobres sean muy pobres(1
por el impuesto aplicado a los ricos, se evita que stos sean demasiado ricos._:
La moneda es en verdad gov -un instrumento de medida-, pero :.
indefinido; permite a los ms miserables redimir sus deudas y escapar a la esclavitud que los amenaza. Si es i:QOV, no es porque proponga un. ::
patrn del valor respectivo de cosas diferences, es porque pone un lmite ;
a la riqueza y a la pobreza. Es medida no como definicin de una canci
dad comn, sino como exclusin de los excesos opuestos (riqueza/pobreza). Manuscrito: de signio fdesuin}.
3. LA MONEDA-MEDIDA
[22]
[23]
163
[el] Kaiov 1ml. <iA.ri8t. Pero al mismo tiempo tiene un papel funda
la McGil l Univrsry.
164
Repblica, IV, 422e: cada ciudad encierra al menos dos ciud<1des enemi- .
Aristteles, Poltica (VI, lll, 1 5): en la ciudad, las dos clases ms distinw
son los ricos y los pobres:
10
signo -signo natural o arbitrario-, signo que permite juzgar como verdad
en rigor de verdad necesaria) una problemtica del significante moneta
Repblica,
IV, 421 d:
ligada al valor de las cosas en su verdad, sino al O1Ca lOV, a la justicia que .
debe reinar en la ciudad e impedirle perecer.
la que perm iti, sea a tiranos como Cpselo sea a legisladores como Soln
pero sirve a otra cosa y no a s misma: sirve para adquirir lo que se necesita.36
ei :
Repblica,
165
ta.:
(28]
.
del.;
vigor
el
y
orden
del
disociable
es
no
moneda
la
La verdad de
.
,
[N. dd T.)
convencin.38
166
C
IASE DEL 24
167
9 Charles H. K:ihn, Ana.ximander andrhe Origim ofGrt'tk Cosmology, J\.ueva York, Columbia
NOTAS
1 frmula atribuida a Soln, poltico favorable a las clases medias, en oposicin a la frmula
aristocrtica "nada en exceso" que fijaba un 1echo pero no un limite inferior; va. GeorgeThomson.
la eschvimd slo ie ..
expande con las Guerras Mdicas.) En realidad, Arisrteles cuenta que Fid6n transform su reino
Antony P. Andrewes, The Cruk 1jmrm, Londres, Hurchinson's Univcrsity Library, 1956,
pp. 78-83.
1
."
F.douard Will, "Rflexions ce hypotheses sur les origines du monnayage", en Rroue Nu-- :
mismatique.
s serie, 17,
douud Will,
19 55 , pp. 5-23.
Arhenian Comtittttion to the Fnd ofthe Fifrh Cent11ry B. C, Oxford, Clarendon Press, 1952.
6
lntroducrion tlJ thr Lift and Thought, Londres, ChattO & Windus. :_:
.
1963 [erad. esp. : losxrfrgosde laAntigedad Barcclon, Labor, 1 963). Ficha de Michel Foucault
7 "Se dice que Ucurgo proscribi en Esparta el estudio de la ariuntica por ser sta popular
'
y democrtica en sus efectos, e incrodujo la geomc1 ra en cuanco se aj ustaba mejor a una ol igarqufa -.
.
rigurosa y una monarqua insritucional. Sucede que la aritmrica, al uciliz:ll' los nmeros, dimibuye ;'.
las cosas con igualdad, y la geometra, al utilizar la proporcin, las discriburc segn el mrito. En .
consecuencia, la gcometcfa no es una fueme de confusin del Erado: comporca un pri ncipio de .
distribucin enrre los buenos y los malos, que no redhen su parte por obra del azar o d peso sino
pnr la diferencia emre d vicio y la virtud" (Plucarco, G"h4rlas dt sobremesa, libro vm, 7 l 9a-b, en
Obras morak; y t costumbm). Cita copiada por Foucault en sus nocas preparatorias.
8 Segn <louard Will (le Monde grec et l'Ormt, vol. l: Lt v' scft, 510-403. Parfs, P\JF,
1972. p. 73 (trad. esp.: El mundo gritgo y el Oritnu, vol. 1 : Elsiglo V (510-403), Madrid, AJcal,
1997]), Hipodamo de Mileto (segunda mirad dd siglo v a . C.) se habra ocup:ido de la reorga# :
nii.acin de El Preo, y de acuerdo con Bemand Gillc, habra conscruidn asimismo '!Urios y Rodas.
en Iral ia (s Micanictnsgrm. [.11 n4!sanct de la technolag, P:irls. Seuil, 1980, pp. 50 y 5 1 (trad.
esp.: f cultura rcnica tn Grecia, Elnacimiento de la tecnologa, Barcelona, Juan Granica, 1985)). .
ji/rJ
sofor grfrgos, Mxico, Fondo de Cultura Econmic:i, 1 952].
JU
JJ
Ahhusser y sus alumnos habfan vuelto a escrucar la g nesis de la forma moneda en Marx
como proceso antropolgico de reificacin de las relaciones sociales
(el dinero) : "La categora de la cosa es la ms ajena a Mant (Louis Alchusser, Pour Marx, Pars,
Maspero, 1966, p. 237 [erad. esp.: la r(llf}lucin urica tMarx, Madrid, Fundamentos, 1987)).
JJ Humfrey Michcll, The E'conomicf ofA11cient Cruce, 3 ed., Cambridge (Inglaterra), W.
u
y criticado el "fetichismo"
Heffer & Sons, 1963. pp. 31 1-314; ed. orig.: Nueva York, Macmillan, 1940.
1 4 El
J.
C. B. Mohr, 1 924;
thique des origines grecques de la monnaie", en Revue Historique, 21 2(2), 1 954, pp. 2 1 1-213:
1 ) el buey es objeto, no medio de intercambio;
2) en los sacrificios y las valuaciones enconcramos la misma unidad (el buey) y los mismos
mltiplos
(9, 12,
100).
1; A partir de aqul, Michel Foucanlr sigtJe principalmente los estudio.; de douard Will, entre
los cuales Korinthiaka. &cherches mr l'hisUJire et la cvilisnrion t Corinthe dLs origines aux gutrm
mdiques, Pars, De Boccard,
JI>
17 Alusin a la
0--D
No sirve de nada recordar las tres funciones de la moneda universal para Marx: medio de
Po, medio de compra y maceria social de la riqucz en general? Vase Karl Marx, Capital
primera seccin, lll, 3, en (J::1vm,
1
vol. !, ed. de M. Rubcl, Pus, Gallimard, col. Bibliothcque de
la
1963, p. 687 [cra<l. esp.: ElCapital. 3 vols., Mxico, Fondode Culnua Econmica, 1946].
Pla<lc,
Perc:y Neville Ure: "En Grecia, las tiran as se fundaron en la economa monetaria" ( The
168
us. Une archlologie des scicnm humaineJ, Pars, Gallimard, 1966, p. 90 (nad esp.: .:
laspawbrasy las caias. Una arquco/Qxia de l.a.J ciencias humanas, Buenos Aires, Siglo XXI, 2008)).
Mol$ et LJ ch
vv
"
pp. 21 1 213 .
22
que.
23 Desde la dcada de 1960 circula una conceptuali7.acin creciente del simulaoo -en opo:
scin al signo y el smbolo- cnuc Klossowski, que lo vincula al "eterno retorno", Deleuz.e,
Clase del
Differcncc
- Economa y
thesms)
'.
354-365 [trad. esp.: "La prosa de Acten'', en De lenguaje y literatura, Barcelona, Paid6s, 1996). .
ses ... ", op. cir.). De donde Deleuze deduce igualmente el trmino "Nmada", en Dif/lrtll(t d: ':
25
(l]
la virmd de la rque'1.a comparable a la de dos cosas, cada una de las u1ales, puesra en uno dc iol.l:
rv,
' -
.
42ld, op. cit., p. 982: "S !a pobreza le impide procurarse lat :
"
herramienta.1 o alguna de las ocras cosas que necesita para ejercer su oficio".
_u Segn el d icci ario Roberr, "la Academia consic.lera femenina esta palabra. Pero los ar- "
':
quelogos la usan siempre en masculino".
-14 Humfrey Michcll, Th( Economics o
fAncienr Greece, op. t., PP 331 Y 332.
11n
37
Arisrtcks, f'olttica,
1,
;
11,
.2,.'.
t o
27 Demstenes c.lir que hasra un pice de violencia significa una injusticia; vase Grcgorr
JI
ripriri<
ZG
197 1
{nomos y nmisma)
4 vols., ed. de D. Deforc y F. Ewald con la colaboracin de J. Lagrange, Parfs, Gailimard, 1994,
vol. 1, nm. 21, pp. 326-.'37; rccd. en 2 vols., Pars, Gal!imard, col. Quarto, 2001, vol. 1, PP
n ,
de marzo de
24
[2]
propietarios.
tratar de
por el poder.
169
170
La"nu
,.
ley se opone a la anrigua segn otro modelo.
!51
A. El 6eo<;
era una de las riquezas de las grand es familias, una de sus reservas, un
en
; cuan "'
hay d1sput , l regla indica que debe implementarse la prueba
dd jura'.
mento dec1sono. El buen jefe es aquel que sahe recordar la regla
cuan
16]
p.
0eo:
ha',;.
unai
,J
"
14)
f3J
17!
[ 7]
B.Elvoc;
[Elvoc;] no podra identificarse con la ley escrita, as como el f:ac;
no puede resumirse en la tradicin oral.
En efecto, tan pronto como se presta un poco de atencin a los rexros,
se advierte que voc; designa varias formas de instituciones bien distintas:
et. Desde luego, la ley escrita, yde manera ms precisa la ley inscripta,
172
(hbito, naturaleza).
Pndaro: Quirn ense a Jasn a utilizar las drogas segn la ley.
[8]
Emur.>
La escritura slo es, por tanto, una de las formas posibles del voc;,
Naturaleza
[9]
><
a.. A travs de esos cuatro* puntos de apoyo del voc; (la escritura, el
8rnc;.)
[8']
173
1971
U11 "eres" inicial fue corregido e11 codas parces por u11 c uac ro ; d cuarco trmino, ilegible,
parece ser "11aruralcza".
Toda< las menciones de la naturaleza que siguen se agregaron con tinta ms reciente. la
clase dictada en el College de France no comicnc la palabra "naturalc-,a".
mo
"
"
174
parado del
[IOJ
ejercicio singular
[11)
hbitos, legible en
Reconstruimos un fragmento de la redaccin con tres demencos, que a nuestro juicio aclara
raleza, y
- cuando las palabras pa r ticip an de alguna manera en el ser, se ensea
la verdad.
Consecuencias:
a. Con ello vemos formarse las gra n des pregu neas filosficas de
a la forma memoria-secrcco-1csoro,
- y su establecimiento como forma a la vez colectiva y permanenre.
Occidente:
I.as tres remiten pues a una redistribucin fundamental del poder polfcico y sus condiciones
(12]
de cjeICicio.
El problema pasa por .saber cul fue esa redistribucin: pucsco que es en ella y no en la
es
lo
que sirve <le apoyo al vo.;. A travs de ste, remite a cierta forma de poder polltico cuyo
esa di s posicin. A
.;
tanto, decisivos para comprender el lugar de emergencia de ese saber, su modo de funcionamiento. ..,
El saber, es cierto, no refleja pura y simplemente rd:u:iones de poder, y con mayor ra7.n fuemas ''
Todas las discusiones que surgen desde d siglo va. C. en Grecia con referencia al privilegio -,
que debe otorgarse al .lyo.;, a la escritura o a la pedagoga, todas esas discusiones que aspr. -
A.. los cextos de Placn sobre d papel de la cscritma, el .l..yo<; y la naiocu deben desci
frarse no en trminos de una represin de la ecritura sino de una lucha hisc6rica bien precisa
por el poder".'
'Se reconoce aqu una cita de Derrida: "Anlisis de una represin y una inhibicin histrica
de la escri cura desde Placn. Fsa represin consciruye d origen de fa filosoffa como episrmu; de
la verdad como unidad dd logos y la phoni" (Jac<ucs Derrida, "rreud ec la sdne de I'aitunt
1967. p. 293, n. l
su forma propia.
La instauracin del vo.; y el desplanmienco del poder que est ligado a l son, por lo
natura)e-La.
.,.
escritas.
La inst au racin de la filosofa res pondi a esa disociacin. Mediante la
introduccin de un quinto elemento, un par: el Ser-la Verdad como prin
cipio de im plicaci n [o comp licacin) de los cuatro elementos ante riores:
Scraces: leyes escricas - leyes no
la natu raleza.*
ramizan a la vez
WECONOMA y l'OLTICA
[13)
175
DE 1971
CU.SE DEL 3 Df. MARZO
176
l.
onde cada un ; de
ta parte que corresp
deriva tambin la jwticia, la jus
en de las cosas, las nqu
la regular distribuci
riva como divinidad central
No yevoa
at
(14]
euvofo:.8
a. A pri e ra v'.sra Noc; es la ley y Evoa es la buena Jegislaci6n.-
[16]
lKtj,
2.
[15]
.
se instaur
porque se buscaba la i:voa.
Y'. in duda, hay que Jig r directamente EUVOa a Ja raz NEM, l I que
lPQt<;/E:uvofo:.) 12
La euvofo de Soln
'.
.
de una mejora,
un ajuste que se aade a la institucin neutral en s misma .
de Sol6n.
bastante bien en la obra
la\
xvu/P, 487).
d e ElQTIV'l'l Y
o es, en
o y cuyo remo este mvoca n.
tas Y
JUS
s
ley
stitucin, un conjunco de
consecuencia, una buena con
una
,
nes
los bie
ndo; es un jusco reparco .de
reconacidas por todo e l mu
1r e
ciclo, un mov1m1ento re
od
La evoa caneada por Hes
las riquezas y su
buena distribucin de
es. De esra re1vmd1cion
ribu
dist
las
y
s
rno
g0 de los gastos, los reco
. ' .
'
e1 JUe
poI1t1ca
como escructura JUl d1co
oi;;
v
el
er
nac
a
va
a
o
ev
cacin de
o desarrollo se capta
ud de una operacin cuy
de la ciudad, y dio en virt
177
[17]
una euvoa 3
obra como la instauracin de
El propio Soln caracteriza su
segunda eleg1a
reinaba anees de l. En su
opuesta a la ouovoa que
escla
ouovoet. Los pobres caen en la
vemos con daridad qu es esta
En
en.
pose
que
se los expulsa de la parte
vitud a causa de sus deudas;
zn
cora
a el
perseguidos por la violencia hast
cuanto a lospropietarios, son
os y llega al
mur
los
y
eras
barr
encima de las
de sus casas; el mal salta por
d.
la familia y la propieda
hogar, el lugar ms sagrado de
pulsi n e invasin, trastrueque
La ouovoa: doble movimiento de ex
doble aspecto.
ex. Aspecto econmico:
s que
as, s al menos de las hipoteca
- extincin, si no de las deud
os
regreso de unos cuantos campesin
pesaban sobre la tierra, y, sin duda,
as,
cierr
las
de
ral
gene
tribucin
a la tierra liberada. Pero ninguna redis
o existan en su desigualdad. Y
com
tal
s
ione
mantenimiento de las divis
tierras liberadas no pudieron per
cabe decir incluso que algunas de las
los campesinos que las haban re
manecer mucho tiempo en manos de
iba la erradicacin de los olivos;
cuperado: en efecco, la legislacin proh
anado. El comercio en favor de
- promocin del comercio y el artes
dice que nadie tena derecho a com
los propietarios de olivos (Plutarco
178
san ado
J3.
fl8J
, que
el arte
(19)
ciuda-/
NB:
Soln, al revs,
damrak
'.
fun'.".
o
mismo.
es
'.
propiedad exclusivtl f
Ja;.
.;
b. En el sistema arcaico era la misma distribucin la que reparta .
las',
riquezas y el poder.
.. '
Con Soln, dos princ i pios
.
.
- si uno se apropia de demasiado poder, la ciudad lo casriga, y
:
-si uno se apropia de demasia da riqueza, habr que esperar eJ castigo:
'
de Zeus.
Pgi na agregada durancc una presentadn en francs, en maro de l 972, en !a State Unl- .
versi ty of Ncw York, Bfalo. Despus de ese ao, Foucaulc reescribi sus conferencias en inglb.
,:
evitar l a rcdiscribucin.
de Sol<n se opone con suma claridad a la di: Cpselo est t:n una <le las
[20)
'
"
"
simulacro .
lucha sin :
Aspectos positivos"'
desplazamiento). En el
cierto
del poder
En
de la evocx.
ve:: ime aos a n :s]. tste haba llevado a la p r ctic a una redistribuci<Sn
ecom)mica mportantt:, gr acias a la cual haba ma nteni do el ej e rcic io
. ,
d reparto
Aspectos negativos,.
La euvofo. inst au rada por Soln fue una manera de sustituir
179
elegas del primero, 16 do nde Soln hace notar a los ms ricos de Atenas
que l mismo -como un tirano-- habra podido repartir las cierras.
por i
180
f2l ]
na
bien se vuelve rico por un don de los dioses; quien se vuelve rico por
el poder y las riquezas. En Saln, es verdad, uno tiene una parce de poder
en proporcin a su fortuna, pero se presume que las particiones de sca
y el reparto de poderes no obedecen a los mismos mecanismos.
Lo que hace que uno sea rico o pobre est al margen de: la Euvo(a:
.
A pri mera visra, una correlacin exacta entre la camidad de riquez.a yd
grado de participacin en el poder: los individuos se reparten en cuatro
clases censatarias, en funcin de sus riquezas (medidas de manera cuantita- .:.
.
tiva: los pentacosiomedimnos, 17 o cualitativa: jinetes, propietarios de bueyes)
.'
f221
[24]
y de una manera que no es justa, pues bien, en el hecho de que los dioses
lo castiguen o castiguen a sus descendientes, segn las antiguas creencias,
pequea del poder; el que no tiene otro poder que el de participar en la.. i
poder que sirve para mancener (pero [al] oculrarlos) los principios de
atribucin de las riquezas .
El vo<; es la forma que adopta la cesura de lo poltico y lo econ
pular . No hay nadie, por tamo -a menos que sea esclavo o extranjero-que '
no tenga un poco de poder.
mico: cesura que, podr verse con claridad, es la ficcin de un corre real,
porque el reparto de los poderes polticos entre las cinco* clases censata
una parte del poder y ste se ejerce en su rotalidad a travs de todos dios. ...
[25]
de relaciones econmicas.
":
'
[23]
181
simulacro del poder repartido entre las manos de todos, cuando en rea La re f.orma so 1oniana
Foncult asimila a una quinta
d'tsunguc
clase
182
ntangibk
.
, mutable , in tangible' como debe ser
- sea como e scntura, m
que ella protege;
la apropiacin de las riquezas
_
do pblicamente y por rodos, de mauncia
pron
rso
_sea como discu
e que sea, peda ejercer el poder con
nera cal que cada cual, por pobr
iones e con mtcas ;
P ena independencia de las relac
indiferencia a las riquezas y las
- sea como pe dagogfa que ense fia la
sobre el respeto de la ley, o
desigualdades y, al contrario, instruye
corre aparen
entre las oporrunidades irregulares de la fortuna y la inmovilidad
de
estructura poltica que reparte de manera regular y conscance
[26)
el poder.
m ant iene y p .
ellas
- o por la Asamblea.
'
va a insricucionalizarse:
garantiza
su funcionamiento.
nadie lo
dice?
. .
babilnicas, la aprop1ac1n del poder por el soberitual de ls re
rano se renovaba y reaseguraba mediante la recitacin
ese vooc:;
ahora,
laros legendarios, las geneal og as y las teogonas. Y
a reforzarse?
que no se apropia del poder sino que lo distribuye co va
de que
cuenta
habida
vigor,
su
y
ad
De dnde va a sacar su autorid
En las sociedades
CONCLUSIN
[27]
183
129]
,
Vemos esbozarse la necesidad de un discurso que cante no al soberano
sino al voc:; mismo, el principio de distribucin, su valor y su sabidu
ra,
los
184
,'
- ya no tiene que recordarlas como las verdades secreta
s de Ja me
'
for
noc1 m 1ento.
.....
,:,,
de la Srate University'.
distinta de
la
posesin a.siria
del p od er :
tiene los mis mos efectos, porque sie mpre se erara de poner lat :'
cosas en orden: hacer fecunda la naturaleza, justos a los hombres, castigar a los culpa.:
bles, te rmin ar con las guerras.
otra p arre,
Ahora bien, fen] todos los pueblos indoeuropeos, el poder est ligado a la palabn
ex.
cmre los
discurso de soberana no pueda ser igual
asm. os y
Genea lo ga .
Es cc lic o;
rey y los
el cielo y la tierra.
. en Grecia:
el discurso de soberana debe ser perm a nente,
con
io.
med
heroico:
otros. Decir la
las cosas,
el orden de los
."
oposicin euvoa:hQavvoi;.
maneras:
el
lo refuerza.
El par verdad-justicia.
de do.s
Se comprende que
- de m ocracia.
la palabra: es
- por
en
reaparecer al hroe.
- ariswcracia,
p. se funda
- juicios
- profeca.
- la permanencia dd escrito,
La
- orden
l mismo
d eb
. . y
a reconst1tu1r,
.
ofNcw York en
185
La cuvofa
voi:; y viooc
reparto y medida
el
186
C
LASE DEL 3 DE MARZO UE 1971
todo
[de] .,
la va del A.yoe;.
. :
'.
o,
mejor,
mejor, su medida:
su ley: voc;;.
v6rna.
1 87
No"IAs
1 Nioa: moneda. Vase A ristccles tica a Nicmaco.
v i:ad"
,
v. 11: "o-:L ov 4>oe1 ::)..)..
(por ser de insticucn, vCf. y no por nacurale1.a, o <j>acL). Bernha rd Laum
seala J; diferencia enere nmisma: "lo que vale", medio de valoracin, y khrbnnta, r iqueza; rn
uaduc.ci n de nomoJ es "a rreglo de particin", repa rto (HeiligeJ c;eld. Einc historische Untersuchung
iihtrdcn Jakrakn Uriprung des GeldeI, Tubinga, J. C. B. Mohr 1921).
2 Los oyentes de Foucault escuchaban a la sazn fa alusin a un trnlo de reciente aparicin:
L'criture et la di/frence (Pars. Scuil, 1967), de Jacques D errida [trad. esp.: La e;crimra y la
diftrencia,
1920, vol. 2, pp. 76-78, y Hnvig Frisch , Might andRight in Antiq11ity. "Dike" 1: From Homcr
' tht Pmitm Wfirs, trad. de C. C. M3rti
ndalc, Copenhaguc, Gyldcndal lfoghandel, 1949.
4 Los intrprcces eumlpidas se arncian a la familia sacerdotal de Atenas, los Eumlpidas que
insticuyeron el culto de Eleusis: vase Paul Vinug radov, Outlines ofl!istorico/J11rpmdence, op.
cit., 1101. 2, pp. 76-78. Los cxget:is terminaron por desempear un pa pel de
onscjcros jurldicos.
1 Vanse Herdoto, Hisrorias, IV, l 05. y relix Heinimann, Nomos 1mdPliysis. Hn-Jmnft 1tnd
[ l 945],
2 ed., Basilea,
Thomas Alan Sinclai r, Hstt>irt de la pmsle poliritue grecque, sin mencin de traducwr,
Pars, Payot, col. Bibliorheque Hitorique, 195.3; cd. orig.: A History ofGmk Political Thoughr,
Londres,
7 P!
Romle<lge
1951.
Ehrenberg, Aspecrs ofrhe Ancimt World. Es;oys and Review1, Oxford, Blackwcll, 1946, pp. 71"86;
md. fr. de Michel Foucaulr).
? Hes
10
odo, 1eogona,
w.
900-902.
Gregory Vimos, " 'Ioovoa loAinK , en Jrgen Mau y Ernsc G. Sch midr (comps.),
1964.
1
Glrhhtworstcllung im grechiuhen
i
Dr.nken, Berln,
et Comrncnraires,
Par>,
Akademie-Verl ag.
nm. 6, 1949. Laroche hace hincapi en las nociones tica> asociadas a esta ral..
1 2 rpQL
: ausencia de orden, desencaden:unicmo de las fuerzas, tema ahordado en Michel
Foucaulr, Histoirt de lafolie a liige darsique, Pars, Pion, 1961 ftrad. esp.: lfot<1ria de la locur..z en
{, ipoca cUsica, 2 vols., Buenos Aire.1, Fondo de Cultura l:::.conmica, 1992]. F.clouml Will dice
quela nocin es intraducible en francs. FJ campo que abarca es el de las relaciones de los hombres
entre s Y de los hombres cm los dioses; vase douard W'ill, '-e /'vfonde grec er l'Orienr, vol 1 :
.
sieck, 510-403, Pars, l'UI', 1 972, p. 598 [trad. esp.: El mundo grie,oy el Oriente, vol. \ : EL
1-: v'
si
t
ia V(5I0-403), Madrid, Akal, 1997).
188
13 Foucault utiliza una serie de citas exrraldas de: Wcrner Jacgcr, "Solons
Eunomie",
Sitwng!berichte des PrewJ'iff/,e Akademie dtr Wissemr;haften, Berln, 1926, pp. 69-85; G
Vlastos, "Solonian Jus1ice", en Clmscal Phi/Q/Qg-, 41 (2), abril de 1946; !van Monimer
Linfo
Solon the Arhenian, Berkeley, U1vcrsiry of' California Prcss, 1919, y Pierre Lvcque y
p
Vidal-Naquet, Clirrhrne l'Arhinim, Par.. Les Selles I.emes, col. Annales Lictraircs de l'Un.i
de Besanc;:nn,
'
1964.
1962,
15 Iooo1Qct
Aix-m-
:,
Slo las dos primeras cla.es censatarias permiran el accern al poder: los uconres se el
dentro de ellas. Ambas clases representaban nicamenrc a una quinca pane de los ciuda
cuyas tierras producan ms de 500 celemines de trigo.
18
<louard Wil!, Le Monde xrec et f'Orient, op. cit., vol. l, p. 65, escrhe: "Ni siquiera se
s los reces, h iltima clase, tenan acceso a la ekklesia, la Asamblea del pueblo que
magistrados".
elegf a
l..A INTRODUCCIX DE
[I)
LA
DE LO Ill'URO
le
"puro" m Homero
.
- Aquiles vudve lleno de sangre <le! combate; se presenta ante Ulises
y Diomcdes
(2]
xxn/X, 572-576).
2. Pero no est wmprobado que este gesto ritual esc destinado a borrar
189
.*
&,
;
;... +
41
h.mF
Z
. .; '"""""" ...
'
0.. :.>.. . '
111
.
!90
uaLj
una comida.
l.b
1 ac1ones en llOmenaje a Atenea.2
[5]
3]
::
se
'
,_,;;
(6)
J.
Hads [/!. , xv111/Z, 179 y 1 80]. Pero Aquiles se niega a lavarse ames de.
;
rendir a Patrodo los homenajes requeridos.
,:
- "
nregramenre constituido, hay que decir ms bien que los ritos de ablucin :
marcan las discontinuidades de un espacio y un tiempo socio rreligioso
regiones separadas; por ltimo, en ese caso, mancha, una mancha que se
produce de tal maner.1que: a) la regin afectada queda m ancillada por
no
/
'\
o de borrar el crimen:
en
dems:
..
191
[7)
vu y v1.6
en
nos, desde luego, eran muy numerosos y sin duda muy p erentorios mucho
. . """ ----""'
"
*'"'
. . -....
tt
"
""
""'
""
.
..
.
.
192
1971
CLASE DEL 10 DE MARZO DE
[tO]
dad
de
entre los
siglos
et.
c. Estos ritos permiten a cada quien ser por s mismo responsable dd '
en el
imporcancia de los ricos agrarios y de las referencias agrcolas
culto que se le rinde;
[9]
a la
As, Penteo, rey de Tebas, trata de cerrar las puertas de la ciudad
s Bacantes
invasin dionisaca; las Mnades terminan por desgarrarlo (l a
vado permite ser directamente amado por los dioses. Es preciso adems .
'
que el riro esr al alcance de todos.
d. Ahora bien,
hay que hacer notar justamente que esos rituales son '.
de Eurpides), y
nacen
y. organizacin en grupos cultuales, los ciasos, cofradas que
de
espontneamente *o bajo el efecto del proselitismo, pero al margen
regla
Y
la
de
s
poseedore
lmente
tradiciona
toda pertenencia a los grupos
r1
arbitrarios
religiosa.)
193
Se ve: Ja
._.
[8]
.-
,.,_...,._..
194
iooatl)c;;12 ,
Homero: - lucha
(J3]
- susntuc1ones.
nombre de Apolo.
a.;
los aqueos, y otros a los troyanos; y entre los que protegen a los aqueosr:
estn los que protegen a los argivos, etc. Pero esta proteccin de cada :
1121
eni-.;
nombre de los dioses populares: del dios popu lar. Jams hubo legislacin
- deslumbramiento
[l IJ
195
i"
'.
[14]
Con el presunto objeto de poner fin a los males que hacen estragos
Pissrraro organiza un cortejo, que significa a las claras que ambos vuel
ven del exterior, para hacer reinar la paz.
De all el importante desplazam iento de la localizacin cultual: el peso
Koo<;,
4. Es difcil saber cules son exactamente los procesos por los que pas
esta lucha por la apropiacin de los antiguos cultos o la dominacin de
'
medida misma en que son exteriores a ella, sobre codo Delfos y Olimpia.
Apolo de Delfos (el Delfinin), como si el dios cuviera que ser objeto de
hono res en su exterioridad con respecto a los diferentes partidos que se
disputan la ciudad. Por otro, los grandes centros cultuales que son exte
riores al marco de la ciudad y le prescriben leyes (anres de prescribirle
una poltica) permanecen en manos de las familias aristocrticas, que
196
[15]
[17]
,
'
[ 16)
Remmm
es a la vez populares e indiEl forralecimcnto de las prescripciones ritual
religiosos de c_onjto
vidualiscas y su reasuncin por movimientos
(coma ;.
n religiosa del md1v1duo,. u.na-_:
el orfismo) conduce n a cien:a calificaci
de una observancia:
calificacin que depende del rigor y la exactitud
puro y !o impuro.
. ,
.
. ,
. .
ob\1go, no sm luchas VlO".',,
El vigor del desarrollo del culto d1on1sfaco
Y a una cohab'itaeton df .
lencas, a un reajuste de las estructuras re!tgiosas
..
ma .
las divinidades tradicionales con esas neas fo
,
reaustada como ustifi...
Por lcimo, la intervencin de la rel1g10n as1
integracin'. n el StSte
cacin del nuevo poder poltico permitir .1.
.
LOsas del md1v1duo.
legal del Estado,\ 5 de esas calificaciones rehg
rse ahora desde el Esca o
1:i
;;;
son su smbolo.
.
Pero no por ello las familias aristocrticas quedan despojadas de sus
.
o
privilegios cultuales. La insttuci6n les encara el ejerccio de cal
o
lo
culto, que antao era en efecto el suyo propio, pero que en sucesiv .
es el de la ciudad.
templos
Para terminar, los grandes trabajos, la construccin de los
as y '
ofrend
de
a
(de Zeus en Corinto, de Atenea en Atenas) y el sistem
de esos culros .
sacrificios colectivos constituyen el correlato econmico
.
o
Estad
de
culto
que adoptan ahora un aspecto de
197
118]
cnnerro:
a. Estas leyes desposeen en parte al yvoc:;, la familia en sentido lato,
de sus derechos colectivos sobre la herencia. Dan al individuo la posibi
lidad de mantener hasra cierto punto d carcter individual de su fortuna
al transmitirla a sus herederos di rectos y, en caso de necesidad, a suce
sores adoptados. La individualidad comienza a perfilarse como forma
de la propiedad (esro en relacin con el desarrollo comercial, la necesi
dad de no dividir indefinidamente las cierras). La medida no es en abso
luto democrtica.
b. Con la reglamentacin muy escricta de los ritos funerarios no se
trata de una medida suntuaria, sino de otra cosa. (De qu cosa?
- prohibicin de inmolar al toro (sobre la tumba de una persona que
acaba de morir];
- prohibicin de un tmulo demasiado alto y un herma en la punta;
- limitacin del tiempo y la extensin del duelo, y
- prohibicin de cantar trenos o de llorar a un muerro anciguo.
Como se ve, no es un asunto tan econmico. Se traca de limica codos
r
los procesos mgico-religiosos mediante los cuales se prolonga,
se revi-
198
ccin funeraria
funden en el pueblo hacia la misma poca. La jurisdi
de los hroes y los arist;
Saln desposey la inmorralidad privilegiada
m que slo las riquezas
eraras (o al menos la forma de vida post mrte
forma a su generalizacift;'
el podero econmico podan garantizar). Dio
(19]
un acto que, a la vez que ocasiona la muerte, puede ser de calidad diferente
[21)
d:
La ley entraa:
,,
redpro
- homicidio involuntario, y
qu
odo
_
Y
a
i
rpl
iliares. Una sola
posible.
[201
1,
e concierne a la jurisdiccin
2. La pieza legislativa ms important
as;18 y si bien fue modifica ,
asesinato. La introdujo Dracn en Aten
aron en referirla a l.
duda, los atenienses siempre se empe
199
cnmen Y que permite volver a unir lo que esa mancha haba forzado a
separar.
De aqu en ms, por medio de la mancha, la impureza, la segregacin,
_
cacin
urdico religiosa de los actos y de las personas mismas que Jos han
perpetrado.
200
(23)
Aho
macin no
a causa de
de su existencia concreta;
un
espacio
social (del que vimos por otra parce que es, antes de cualquier intercam
* .. .
escala;
r1
religin de la ciudad;
(24)
es
zas
201
NOTAS
en el mismo orden que 1ienen en la obra de Louis Moulinier, "Le Pur et l'lmpur dans la pense
la sensibilic des Grecs jusqu' la fin du IV" .. av. J.-C.", Pars, Sorbonnc, 1950 (ejemplar de
tesis). [Esta obra se public ms addanre con el ttulo de Lt Pur et l'imp r dam lapnue
l et la
ec
Es excluido por el voc;, pero est excluido del voc;, del lugar
i6n./,
las formas en que se ejerce. Queda al margen del principio de distribuc
a
Lo impuro no puede cener acceso a la verdad. Pero si la impurez
y
el:'
es
o,
la calificacin individual aplicada por el crimen una vez cometid
propaga
principio de contacco peligroso y el foco desde el cwl el mal se
saber si :
es
o
necesari
cun
nde
por codo el espacio del voc;, se compre
e
caso
todo
en
o
o,
el crimen se ha cometido, y por quin. En Homer
el elemento primor,..
la poca arcaica, la verdad fctica del crimen no era
. Lo esencial era que:
dial y condicionante del conjunto del procedimiento
correcto.
el desarrollo de los desafos y las restituciones fuera
lo vengaba, sobre ella;
(Si se haba cometido un crimen y la familia no
or
ento decis
juram
al
llegar
caa la clera de los dioses. Pero se poda
n
arregle
se
dioses
los
<aceptas jurar que no has matado? Si lo haces, que
<
y da'
..
n produce la man.
.
n.t.
amente crune
efectiv
hubo
cha y sta afecra a la ciudad, es esencial saber si
vv.
550-579.
jancc a un dios#.
/bid. , xv/O,
Vase Louis Moulinier, "Le l'ur et l'Impur. . . ", op. rit., pp. 44 y ss., y Gustave Glocz, La
260-285: "Teoclfmeno, de
romo sem e
1954. pp. 180 y 181; ed. orig.: Cruk Folk &ligion, Filaddfia, Univeisity of Pcnnsylvania Press, 1 940.
R "El
[28)
Homero,
contigo.)
[27]
Homero, llada, xxm/'I', vv. 31-7 3. Foucault cita todos los ejemplos tomados de Homero
a ;:
de la ciudad, y
- ya no puede acercarse a la ciudad misma.
203
202
orfismo es 'un nuevo espritu infuso' en las religiones anciguas" (Louis Moulinier, Orphe
IU
Referencia a Nietzsche, para quien el ritual y el ascetismo son suscitucos del sacrificio.
1\ Andr-Jean Festugiere, "Les mystl:res de Dionysos", en Revue Biblique, 44(3), 1935, pp.
Hesodo, 1ogonn (que canra la genealoga de los dioses en vez de canear la ley del trabajo
douard Will, De l'aspcct chique des origines grccques de la monnaic", en Rnmr Hi;to
Mases l. Finley, The Ancimt Greeks. lnrroduction to their Lfi and Thought, Londres, Chatto
& \Vindus, 1963 [erad. esp. : Losgriegor de laAntigeddd. Barcel ona, Labor, 1963]: "Sin quererlo,
lo. tiranos posibilitaron la conscirucin del Esrado" (trad. fr. de Michel Foucaulr).
16
Hanvig Frisch, Mighr and Right in Antiquity. "Dike" !: From Homtr to the Pman
i Wars,
Reenconcramos aqu el tema subyacencc a Michel Foucault, Nsnnct de /,a cliniqtt.e. Une
archiowgie du regard mdica/, Pars, PUF, 1 %3 (rrad. esp.: El nacimiento dr la clnica. Un a nr
<utolog
a de In mirada midcia, Buenos Aires, Siglo XXI, 1 966).
)7
18
t:
Es
qui
lo, l.O
mtu, ed. y erad. de P. Ma.zon, Pars, Les Belb Lemes, 1931 (erad. esp.: La
Ormfa, en Tragedias completas, Madrid, C:<edra, 1983]. Sobre esl:t evolucin,
vase l.ouis
Moulinier, "Le Pur ce l'lmpur . . . , op. cit.
.
204
'I
:
t Jntfo, :oucalt o slo recuerda la divisin <le Histoire de lafolie a l'dge c/Jus .
lra . esp.. H1stor1a ,, la locura en la poca c/4.si
.
ca 2 vols., Buenos Aire
s, Fo
de Culrura Econmica, 1992]) de l:.1. que part.
.
o
t . en Ia pnm
era clase, sino que anuncia Su :
11
et punir. Nawana de la
pmon (Pars, Gallimar<l 1975 [rra
,,...,
_:
.
d. esp. .. Vigzla
. ry CaJti.,
. .,
. N
u
ar.
I'
*
c
1m
. ,.a
Je laprwon, Mxico, Siglo xxr' 1976]) cuyo
.
s marcn'ales comienzan a ser erna del
.
.
.
semin
ano
esce mismo ;io lci:tivo de 1970t
( Par;s, ;o'
.
i!
Antifome, Di.sco1m
..
1971.
saber, poder - E
L Edipo de Sfocles versus el Edipo de Freud - Lo que
enmascara el lugar del Sabio -Qu es un acontecimiento discursi
vo? -
(!]
Utilidad de Nietzsche.
cnmen;
y por quin.
CREONTF.: [... ] El rey Apolo nos ordena expresamente liberar este terri
torio d.c una mancha que l ha alimentado en su seno, y no dejar que
[2]
vv. 96- 1OI],1 el dios ordena hoy claramente castigar a los asesinos, cua
lesquiera que sean.2
205
206
Eo1ro:
un crimen an ti guo?
era;
[3]
[Sl
[4]
cojuradores.
que
La verdad est an contenida en la forma de la lucha. Pero resulta
ocurrido,
el fallo al decidir la victoria de una de las partes, recae sobre lo
o, sino
ya no nicamente sobre el cumplimienco de un procedimient
sobre la realidad de un hecho.
encuentrn a
p. Es caracterstico que entre las pruebas del hecho se
"
s [de la epo 1
durante mucho tiempo signos de pureza. En los alegato
le,
clsica , los acusados dicen con frecuencia: no soy culpab
6
,
ct,
cqoQ
a
1
-porque no me han prohibido la entrada a
;:
'
-porque no he naufragado,
- porque no padec ningn .,fortunio.
[6]
207
208
iot"c.>Q.
Conclusin
[7}
1. Ya se
[9]
IX.
p. Por eso hay que excluirlo del voc;, del "espacio social" que define
la ciudad:
[JO]
Manucrico: se hace.
tratar
mezclado; distribuir como corresponde el interior y el exterior, Y
los lmites entre lo que es puro e impuro.
vv.
abolirlo: entre los dos una pura espera: indecisin, inminencia indefinida.
(8]
209
210
(11)
ci6n. Sino donde se formula su ley. El sabio es aquel que tiene su lugar
;usJt
condicin para tener acceso a la ley: para ver el orden de las cosas y po
proferir el v01:;. Este lugar medio a cuyo respecto hemos visto que
l 12]
Quien conoce el mundo por haber viajado, por haber recogido ensean
'.'
<
J
"
';
:,
Se define cierto lugar que es el del fundador del poder poltico {ms
que el d.e su poseedor),* del conocedor del orden del mundo (ms que
el del depositario de las reglas tradicionales), del hombre de manos puras
(ms que el de aquel que acepta indefinidamente el desafo de las ven
ganzas). Ahora bien, hay que reconocer que es una figura ficticia bajo
cuya mscara se guardan operaciones econmicas y polticas.
a que es impuro.
se
anudan finalmente
i mermedio del saber. Para saber enunciar la ley, es preciso no ser impu
. ::
'
en manos de las grandes familias, el saber de la ley, del vo<;, del buen
los sabios pueden llegar a ocupar.
* ....
i.
[ 131
211
.
''.As queda definido cierto lugar, que es a la vez d del fundador del poder polfrico ms que
el de su poseedor, y el dd conocedor del orden del mundo ms que el del depo5itario de las
reglas tradicionales, el del hombre de manos puras ms q uc el de! hroe que acepta indefinida
mente el desafo de l as venganzas. fato es lo que define el vnculo a parrir del cual va a desplegarse
d conjunto del conocimiento tal como lo practican los griegos: el conocimiento jurdico de la
l(y, d conocimiento filosfico del mundo, d conocimiento moral de la virrud ... y la figura del
212
ll5j
impureza que exige saber, sino de la impureza que impide saber) reen
[17]
{Q8<;)15 la
ciudad; son
se u
'
El sabio como puro poseedor del saber y del voc; debe pues prot
a la ciudad contra s misma y prohibirle autogobernarse. 14 La sabidura:
De all el llamado a todos los que pueden saber: del di05 al pastor. Edipo
dos, el tirano,
un poco de su poder.
por el sabio.
[16]
contramos a Edipo. Edipo es (se dice varias veces al comienzo del texto)
los crminos que
3. Enrre los
213
Esta copertenencia del saber y el poder, ese lazo d.el voc; con
la:
verdad por intermedio de la pureza, vemos que son muy diferentes de Jo:
[18)
"
Ahora vemos que la pureza es esencial para conocer no los hechossino el orden mismo del mundo; quien es impuro no puede conocer el
Y't.,
Con todo, en esce segundo tipo de relacin {en la que la cuestin
injusto como l
mismo lo
'.
C.,
:
Tal vez la historia de Edipo sea descriptiva de cierta forma que Grecia
214
119]
. dos y conserv
bnos en hechos adqum
ados de una vez por todas en la cons
de los rest os; x.igencia poltica, jurdica y religiosa de
fundar
.
pnnc1p10 de la d1stnbuc
1n del poder en e! saber de un orden de las cosa$'
al cual slo da acceso la sabidur a (exigencia, por tanto, de fundar
el
.
en un saber-virt
u que es scnc1llameme el respeto de ese mismo
lo que cuenta Ed1po son estas coacciones histricas impuestas al
taaci
- en
hasta la singularidad
discurso develador del orden del mundo y las cosas
del hecho;
d,
v'
v:
discurso!
d el poder y el
deseo.
.
.
ese lugar inventado va a pronunciarse [un] discurso de
desde
:
Ficcin
crey que Edipo le hablaba de las formas universales del deseo,17 cuan
en realidad Je contaba las coacciones histricas de nuestro sistema
de
o, cient
verdad (que poco a poco se especificar como discurso filosfic
fico, discurso poltico)-*
* .. .
[20)
edpica, no es en l planc).
de nuestro deseo sino en el de nuestro discurso verdadero. Esa determ
>
bacfoi
(21)
[.. ]
Despus de este guin, el resto de la pgina est tachado en d m:urnscr iro. Nos ha parecido
"Y es este emplazamiento fic ticio el que, para pronunciar ese discurso, va a calificar de
215
- el docto (como descubrido r de la verdad del mlindo, cnunciador de las cos;is mismas o de
su relacin),
los siglos
Ahora bien, 5e
advcrrir que,
alianzas y transaccion
que pusieron un parare a la gran reivindicacin popular de un re
- por un lado, manrcncrsc a panados del ej ercic io del pndcr. Pueden fundarlo, pueden decir
cul es la buena distribuci6n del poder, pero con un a condicin: no wmar parte en l y mante
minalidad".
- por otro lado, i mponerse !as condiciones rest rictivas de la purcia, la inocenc ia, la no cri
.:
Aqu comienzan tres hojas sin pag inar, con una caligrafa ligaamente diferente. forman
par te de la misma clase, como sustirncos de la pgina tachada del manuscrito, o de una rec:i.pi
tulacin hecha en otras ciccunsranci:1S? fu difcil decidirlo.
216
CLASE DEL
Jaa.':
Dos observaciones:
217
.
siruarse de manera unvoca en coordenadas temporales y espaciales.
Ua:
acontecmienco20 siempre es una dispersin; una mulciplicidad. Lo que
17 DE MARZO DE 1971
cin; o
- que la lucha de clases define el lugar ficticio del discurso y la calificacin (real o ideal) de quien puede y debe pronunciarlo; o
- que tal o cual tipo de objetos debe llegar a ser objeto de discurso
como instrumento de esa lucha, o
- que ese discurso ejerce una funcin de ocultacin con respecco a la
lucha que lo ha hecho posible.
La cuestin pasa por analizar el conjunto de esas relaciones en trminos
de condiciones de posibilidad, de funcin, de apropiacin, de codifica
***
contramos en un rexro.
de
la.
[la} lucha librada en torno del poder polcico por las clases sociales opueseaa.
En suma, crarar de mostrar la verdad como un efecto, en el plano
las prcticas discursivas, de esa lucha.
Recuperar esa muy otra cosa de la que hablaba Nietzsche.
bte final abrupto puede indicar que faltan algunas hojas. Un fi-agmento conservado de la
transni pcin oral corresponde con fidelidad a las notas sintticas de Hlenc Politis, una oycncc.
.
Lo proponemos a continuacin como anexo.
...,. ---
....._,
LECCIONES SOBRE LA
VOLUNTAD
2Ul
FRAGMENTO CONSER
VADO DE
ANEXO.
LA
TRANSCRIPCIN DEL
CURSO DICTADO
'.
LJ'.
'.
acomcci.i_:
de t
'.
M1111i4 :'.
na,
:
219
DE SABER.
slc{.
que:,.
de su propio di>curso
Freud crey que escuchaba hablar al deso, cuan.do era el eco
o verdader
0
verda dero ' la forma a la que estaba sometido su d1scur.
omcte
shques
.
'
1on que e
Vemos as perfilarse el sistema de coaccionesy una dccermmac
.
de
exigencia
la
sumee
que
ado;_la
ra o del acontecimiento al yugo del hecho comprob
ley
la
de
r
punficad
y
punfiGld
r
d_ \ucin universal, regularmente repetida al sabe
un Sistema que
1 51 agregamos a ello que e! sistema del significante es Sll1 duda
inmovl.
.
uci.6n, vercmo s
l
d
1
d
'b
1stn
a
e
ley
a
en
. e acontecimienro para introducirlo
. e marcar
permit
. .
.
nto al yugo
acontec1m1e
del
'fi1cante es lo que permite someter la fulguracin.
1 s1gni
que e
.
..
be
r punfi1do
sa
al
n
o
buc1
o comprobado y, asimismo , reducir la exigencia de d
ISH:
<>tr1
,
tal en esa coacc1on
.
de la ley. El sistema del significan{e es el principal demento msuumen
.
significame.
edp c por eso hay que trastrocar el orden del
.
yd
_ 1. he intentado analizar m trminos de hicoria la relacin entre la verdad
dd hech
esa bcr" no se ha
sistema de la purificacin, pero d proyecto de analizar la "Volunta d d
cumplido.
Ja
La hiptesis de ese anlisis era que el modelo aristotlico pa r eca caractem.ar
filosofa clsica. Ese modelo implica que la Voluntad de sabe no sea ot'.a cosa que
l f< >rma
_
de la sens acin y, para terminar, que haya una relacin originaria entre el conoc1m1enro
conocimiento prev io que sea como la sensacin, sino el inscinto, la lucha, la Voluntad
donde la verdad misma no sea m. que un efecto. Quiere, adems, que la Voluntad de
nn
l. El principio de exterioridad: detrs del saber hay muy otra cosa que el saber.
error.
3. El principio de la dispersin:
.....
4(0.<.'a8.
220
audicin
recuerdo
TireJIJ
2) Yocasta
No eres t
testi moni o
Edipo
Soy yo
Lo mar en l a encrucijada
3) Corintio
Criado
de mis padres
'.
econmica y poltica.
y Yocasca
El a Po.Aov c a el propio Edipo. Dado por al guien, recibido por ouo. A esta mitad
. rv
..
..
de l
de los a mos. Slo .
d10>es I conoce n en su corali dad. El cy E<lipo estaba arapado entre los dioses que saban
y los criados qu haban visto todo. El no sabfa nada.
Es prec iso ese tstimonio v i5Ual para que la profoda se concrete, se realice.
extcndb
sobre'&_;
:-..:
:1
l.
.'
Este pasaje se rcicera en "l..:i vrir et les formes juridiques", conferencia de 1973 en Ro .
Parfr..
Gallimard, col. Qu a rto, 2001, "l. 1, pp. 1406-1490 (trad. esp.: "La verd ad y las formas',
cas", en E.rtraugiaJ de pode Obra; escnda/e5 ll, Barcelona, Paids, 1999)].
.'
l''
tcxm.
zz
. aq;;;;ep ;py; ut
.
.
__ .... .
...
221
lo haban dejado
. 0
'a.1...,4
.
Es Edipo
E/opol..ov
1) Apolo
mancia
;;.
a
. :4
J
:Z:
222
1971
223
14 Vase Vctor
NOTAS
.: .
1 Sfocks, CEd;peroi, vv. 96-IOI ed vtrad deP. Masqueray (ed de e
), a.ns, 'LQ:
_
ren:rencia
.
- &r.
U
M
I.mes, 1922,
[rrad. esp.: Edipo rey, en 1ragedias compktas, Madiid, Ccoora, J 998]. __
.
" La altcrnanva encre el exilio ,v la muerte es normal en uj
- t ca En camb'
A
10,
a
.
.
. . .
parnc1d10 1 vanablcmcn e la mu nc. Si Apolo huber anunciado que
haba que matar -.
p. 44
p,
,
1 pena ..aJ
-;J.
de funilfa
106-111.
p. 145.
.
"loi:wg: rbiuo, qu:sabe. Vase supra, nota 12 de la clase del 27 de enero, y
Hom
'.
335-331 .
ndn, xxm/'l',
I
!t
. i
s uis Moulinicr, "Le Pur ec l'Impur dans la pense et la sensibilic des Grecs jusqu'
la fl :
du 1v' s. av. J .-C.", Pars, Sorbonne, 1950 (ejemplar de tesis), p. 85: "Cascigar es purificar
a Ji;.. ;
_
ciudad encera de la mancha".
de Bernard Mac:Gregor Walker Knox, Oedip11> at Thebrs (New Haven y Londres, Yale Univcniq..;
Press r Oxford Univmiry Press, 1957), que ahorda la rragcdia de S fo l es a parrir del P
.'
miento judicial dc investig-dCi6n ral como estaba vigenrc en el siglo va. C. en Atenas. y tambiR::
con 1rcfcrenci:i a la polrica imperialista de esca ciudad.
..
1 Loui.1 Moulinier escribe: "Es el drama d que nos enrera de que Oresres y Edipo e
s
11i"
i ncorporan a las leyendas escritas luego de Homero y Hes!.,
manchados f... ]. Ls manchas
on anrerioridad n o se nos deca que lo esruviesen" ("l .c Pur et nmpur .. op. cit. , PP 60 y 60
C
?
Sfocles, CEdipe ro, vv. 24-27, op. cit., p. 142: lebas est "sumergida en un rorbcUmi
IOI:
sangriento: perece cn los grmenes fo."Undos de la ierr , perece en los rebaos que pacen,
.
abonos estriles Je las mujeres".
1 3 lbid. , vv. 236-241, p. 149: ''Prohbo a todos los habiramcs de esce pafs [.. } recibiu olt
'.
dirigirle la palabra, hacer!<> participar en las oraciones y los sacrifi- ,
hombre, cualquiera que
,
vv.
v.
se
vez
et
PUF,
w.
10
tsta
se
12
.C2.
n,
en
cios a los dioses o compartir con l el agua lustral; codos, al contraro, deben .Ucjarlo de sus cua.:
reza
s10
nene
IX
. .
su crahajo antropolgico".
19
i cursiv
ds
Acontecimientos
et
..
socutes
m
l':uchulogie
59, pp. 696-731 ;
1994.
Lagrange, Pars,
al Crculo
724-759
2001,
Pierre
Contemporneo, 1970, pp. 221-270).
del "discurso como acontecimenro.
singulares que
La descripcin de! acontecimiento: "conjun o Je singularidades, puntm
a y moral",
psicolgic
persona
cuaccerizan una curva matemcica, un esiado de cosas fsicas, una
l 982;
Critique,
col.
Miouit,
Pars,
[1969!,
du
es fundamcnral para Gilles Ddeuzc, Logiqut
Ltl;ica
esp.:
[trad.
74
p.
1973,
10/18,
col.
.
di!i1ms
d'
Gnr.ile
facs. de la 2 ed., Pars, Union
tklsentido, Barcelona, Paids, 1989].
20
um
Leccin
sobre Nietzsche*
225
226
.
. 1 {ue no cc i_ncripco en la naruraleza humana, que no consticuye cam
su forma m1sma n1
conoc1m1e
'
n
. ..
encuentra su pos1b1lidad en un espacio de juego donde se crata de m
:.
u
yotr
a
de d :
insumos.;
eno.':
2.
..
o)
..
u na percepci6n o una evidencia con la estructura del mundo. Las cosas no,
un
rosuii':
inteligible que nos mire y es pere el cruce de nuestra mirada con la suya.
227
Non ridere, non lugere, neque deustari, sedinteltigere!, dice Spinoz;/ con la manera
produjo el
>losotros, que slo t0mamos conciencia de las lti mas escenas de conciliacin,
de los ltimos arreglos de cuentas de est: largo pleito, creemos debido a ello que
inte!ligere,
cialmente opuesto a los in.tintos: pero 1.n ver<lad no se trata ms que de cierta
relacin <le los instintos entre
miemo]
mltiple en su esencia",9
"mientras que [el hombre] obliga a su menee al conocim i ento , contra su propia
incli nacin y a menudo incluso contra el anhelo mismo de su corazn [ . . . l
(de] afirmar, amar, adorar" .10
se trata de
hacer lugar al pro y el comra.11 Pero ese juego no hace sino trasponer la maldad.
228
229
Aparici
s6lida
y vigorosa". Esa renuncia tiene ahora para nosotros tanto encamo que
no
podramos renunciar a ella.13
:
Esa maldad es la que va a buscar el secreto detrs de la superficie de
I;
cosas, a tratar de extraerle una esencia detrs de la apariencia, un poder,
un ;
dominio detrs del centelleo fugaz. Y para hacerlo se utilizan todos los medio
s
de la asrucia y la seduccin, de la violencia y la suavidad con respecto a la cosa.1
Pero es tambin aquello que, en ese secreto por fin roto, sabe reconocer que
todava no hay ms que apariencia, y ningn fundamento onrolgico. Y que ,
el hombre mismo, que conoce, es an y siempre apariencia.15
El conocimiento no es la operacin que destruye la apariencia (sea al
oponerla al ser como hace Platn, sea al desenmascarar el objeto x que se
oculta ms all de l); no es tampoco el vano esfuerzo que no abando na nunca
la apariencia (a la manera de Schopenhauer). Es lo que constimye indefini .
da.mente la novedad de la apariencia en la penetracin de la apariencia. El
conocimiento es lo que va ms all de la apariencia, aquello que, en su mal 1
dad, la destruye, la somete al tormento, le arranca sus secretos. Un conocimiento que se mantuviera en el nivel de lo que se da como apariencia no'
sera conocimiento.
-
'
'
Por qu el hombre no ve
c. De all, en suma, los dos grandes cortes: con respecto al ser y con respecto
al bien.
Conocer y conocer la
verdad
230
.
largo tiempo: ciego, a tientas. La verdad se da como resultado de una historia. '.
Pero esa relacin finalmence establecida entre la verdad y el conocimiento
emre
I&
;
.
! .;
'.
haber dicho: la verdad sobreviene en el conocimiento, sin que ste est destinado
de la verdad.
TI.
D1' LA VERDAD?
cono- ';
conocer" que se opone a las esquematizaciones y simplificaciones de un
.
cirnienro que se oriente hacia lo verdadero.
s
195 (1884): Todo el aparato del conocimiento es un aparato de ab
..'
"'
omtflll
d
la
para
sino
to
n
e
i
im
c
co
o
n
el
aci(n organizado no para
cn y simplfic
de las cosas.17
1,
su
esencia,
I?
Aurora, 432:
Uno siente el
inspiran [los) secretos [de las cosas]; otro, al con trario , por la indiscrecin y la
el que hace bien, es decir, el que hace orra cosa que conocer.
;,
cirn
MABM, 230:
VP 1,
231
miento. 22
Y asctico. ste suprime el punto de visea del cuerpo, suspende la utilidad, borra
las parcialidades y los lmites, quiere verlo todo con una mirada igual y sin
Genealoga,
m,
gc::neral
232
:.
Aqu se afirma l t oposicin entre un conocimienco real, inmediatamente
:
articulat o co la v'.da, la necesidad, y u n conocimiento a la vez histricame
nte
cfccnvo e 1lusono, paradjico. El del erudito asctico, el de Kant.
sona, una
1n1erprcac1n, una f
rmula, un arreglo, un malenrendido psicolgico.2
dominar y crecer.
:.
En otras palabras, lo "completamente otro" de la violencia que sirve de trama
.
al conocer y que se pone en escena en el conocimiento da lugar a la maldad
intil y profanadora del conocer, a la pura transgresin del saber; [ese "com- '
.
plctamenrc otro"] da lugar a la parcialidad de la vida que se explicica en S'l :
!
propio crecimiento.
DE SABER
233
de dom
inacin, y
un cuerpo con otro cuerpo; un grupo con o cro grupo; u n individuo con una
son
diferencias, a las que violen can para imponerles la analoga de una semejanza,28
una comn ucilidad o pertenencia, y sea larlas con una misma marca.n
si
!'
1'
234
Pero puede decirse igualmente que esa voluntad slo es voluntad de podero
(id est ms que accin y reaccin, [ms bien] infinito del querer) porque hay
i n;
As dio vuelca Niensche d tema de Schopenhauer: voluntad y representac
que
nica
es
volumad
y
toda
ilusin,
que
la -,
ms
es
no
que
una reprcsemacin
realidad.
Qu es en suma el conocimento?
i
Este "incerpretan, "introduce un sentido", no
explica (en la mayora de los casos es una nueva incerprctacin de una interpre
Jl
tacin antigua ahora ininteligible y ya no ni. que un signo): .
la sustanci
la cacegorfa, y con el cual a cambio se relaciona bajo la forma de
ujenit.,'
del s
de la esencia inteligible, de la naturaleza o de la creacin, la voluntad
con
del
corazn
el
en
poner
a
amente
Por eso Nietzsche se niega obstinad
se
objeto
el
donde
cimiento algo como el cogito, es decir, conciencia* pura,
las
s mismo. Todas
bajo la forma del sujeto y el sujeto puede ser objeto de
blecida del suj
preesta
relacin
la
en
iento
losofas han fundado el conocim
.posible uno y _
.
ms
lo
acercar
y el objeto, y su nica inquietud consisti en
a de la sensacin, sea
(sea en la forma pura del cog.to, sea en la forma mnim
.
:"
una pura tautologa A "' A).
sujet0
o
mxim
al
r
aparta
quiso
che
Para explicar el conocimiento, Nierzs
slo la i.lusi. ,
de ellos productos distantes uno de otro y que
objeto y hacer
racin:l2
Conclusin
a. Se comprende por qu Nietzsche habla del conocimiento como mentira (el
instante de la mayor mentira con referencia al descubrimiento del conoci
miento). Es mentira en dos sentidos; ante rodo porque falsea la realidad, por
que es perspecrivista, porque borra la diferencia y porque ins tala el reino abu
sivo d lasemej nza; a conrin uacin porque es muy oua cosa que el conocmen ro
_
(r lac1n de SUJeto con obJeto).
Esa relacin, lejos de ser la verdad del conoci
:
miento, es su producto menciroso. El ser del conocimiento es ser mentira.
b. Se comprende por qu Nietzsche dice a Ja vez: que ese conocimiento
.
.
nm rd1al
s
nes
d.
cion,
y de su carcter indisociabJe, al margen
de una fenomenologfa
;
235
- hablar de
. . .
0ngi nano;
.
margen de cualquier referencia a un su1em
.
interpret
ac10n
, a1
'o\ .
236
blemtica de la v r d , y
manera ms fundamental que en la relacin suj
_
obeto. El conoc1m1cnco liberado de la relacin sujeto-objeto es el sabe
r.
d_a
III. EL ACONTECIMIF.NTO DE
LA
.
evidencia y la pedagoga.
en la
encontramos
cue
lo
dad,
voluntad-ver
relacin
la
de
corazn
el
En
voluntad;
la
a
respecto
con
libre
es
verdad
La
libertad.
la
es
uadicin filosfica
VERDAD
1,
291 (1887) :
encontrar, descubrir, sino una cosa que hay que crear y que propo rciona
nomhre a cieno proceso y, ms an, a una voluntad de violentar los hecho.-;.
hasta d infi n ito; introducir la verdad en los hechos, por un proceso in infi.11/;.\
ui\>
podero".31
VP 1,
199
dG;;c'
, .
: ;i .
[1883]:
237
...
ac
ni-.
1. La voluntad de verdad
(la libertad de lo verdadero ser Dios o la naturaleza); una tica (el deber de la
voluntad ser el interdicto, la renuncia, el paso a lo universal). Esta libertad
fundamental que articula una con otra voluntad y verdad es lo gue se formula:
- en la owoic; 6c de Placn;
- en el carcccr intelig ible de Kam, y
- en !a apertura heideggeriana.
que la segunda no tiene que hacer valer la prime ra. Querer la verdad era querer :
que apareciera, que se enunciara, que esruvicra presente. Era hacerle lugar.
Ahora bien, para hacerle lugar a la verdad, la voluntad deba borrar de s m isma 1
wdo lo que no fuera lugar vado para sta. Borrar todos sus rasgos individuales, 1
Sur ge n paradojas.
todos sus deseos y toda sus violencias. Un puro querer. Una voluntad a la ves. '
Si es cierto qut: la verdad es violencia hecha a las cosas, ella se sita sin duda en
suspendida, porque
, .
":''
..
238
es un sistema de errores.
todo un;'
y que
es :;
proceso de conocmienros -de conocimientos an privados de verdad
:
por
hace
surgir
que
de
resulta
,
verdaderospreciso reelaborar para que sean
.
Hay que ir ms lejos. Si la verdad es destruccin de la ilusin de coocer, y CM
CS&li:,
de
n
t
destruccin se hace a contrapelo del conocimiento y como d srrucc
mismo, la verdad, enconces, es una mentira. Es otra cosa que lo que preten '.:
, la
ns
i mo. El segundo se llam has!a aqu el "mundo verdadero
36
"Dios". Es l el que debemos dcsuuir.
..
. .._;
ancap:l
Mverdadrt,
:. '
. "
- La verdad no es verdadera en
porque superpone
_
ser
La verdad no es verdadera cuando pretende
. _ to;
un conocimten
mentira.
, .
.
ser predicado de s1 m
a. postular como principio que la verdad no puede
d se despliega en lo no v.
Lo verdadero no es verdadero. Toda la verda
.
En el
de la
la verdad es lo no verdadero. No hay ontologa
ser tiene el s nti o on colog1co
predicacin: la verdad es verdadera, el verbo
Lo cual permite:
verdd.
e d
J,UClO
. ,.
tica "la verdad no existe en :
Nierz.sche transforma la afirmacin escp
la verdad no es verdadera- '
sere de paradojas que derivan de la propsicin:
la verdad existe.
239
el error y la mentira.
l,
e, 265: Cules son en ltima instancia las verdades <le! hombre? Sus errores
mefucables.
38
240
Todo(
_.;
lemen
m t
afirmacin frau:-,
,
destruccin .
nto
por Mid1el foucwk) [trad. esp.: St/bre verdady mentir,1 en sentido etramora Madrid, Tecnos,
1998]. l.:i. men cin de la hist<Jri univeral es una riJiculiz:i.cin de la 'X'eltgeschifhtr de Hegel. Y
:i
es una
critica de Kant. Michcl Fnucaulr rernerda que ese texto se escribi en pleno neo kantismo ("La
pp. 5.8-646: reed. en 2 vol s., Pars. Gall imar<l, col . Q_uartn, 200 1 , vol. 1, pp. 1106 l 190 (trad.
estaba contenida en I
En i\ristceles, la voluntad de conoce r
el retardo del conoo 1en o co ,
revio del conocimiento; no era otra cosa que
y por eso era
Fricdrich Nic.'czsche, "lmro<luction thorique sUI la vriu' er i<' m<'ns<lllg au scns extra
moral" (verano dr 1873), en Lt f.i11re du phiwu;phe. ."ru.de,- rhorique1. rd. bil inge, rrad., i n1rod.
y nola.I <le A. Kremcr-Marieni, Pars, Auhier--lamm:irion, 1969, p. 171 {rraducci6n retocada
1
vr 11,
;.especto a s mismo,
NOTAS
Sobre la apariencia:
241
3 Alusin
a la distincin hed1 por Hu:;scrl ('ntrc orige n y comienw; va.c Edmund Husserl,
ru1;,
fr.: La Haya, M. Nijhoff, 1954; cd. orig.: -oie Fragc nach dcm Ursprung der Geometric als
pp. 163-192j).
; Este "muy otra cosa" tc1ido de violencia, m;ildad o utilidad .:n icczschc es lo que Foucault
transcribe cambin corno polti ca 1 volver :i. alud ir a esta conferencia en 1973, en Ro de Janeiro
(DE, ntm.
'
139, op.
t.).
Friedri ch NietJ.sche, !.a. Volont de puiwmce. 2 vols. , ed. y trad. de G. Bianquis {cd. de
de la voloni de pussance", p. 282, aforismo 274 [trad. esp.: La voluntad de poder11, Madrid.
Edaf. 19901.
Econmica, l 'J85J.
R Fr icdrich Nicm;ch le Gt1 ;,1 oir. 333,
' QL'.c signific connalm", op. cit., pp. 3J3 y .334.
.' .
.
Donde foucaulc
escnbe .msunco
. Pierre Klossowsk1 tr:tduce "impulso". Donde r:oucault c.'scribe'
en la ltima parte <le 1a cua. en to
242
9
Friedrich Niet?.sche, Par-delit le bien et le mal l'rilude d'ime phil.osophie de l'avenfr, 230,
23
cd. y erad. de H Alberr, Pars, Mercure de France, 1948, cap. 7, p. 236 [trad. esp.: Ms aii. del
le 5ens de rnut idal asctique?", 12, ed. y trad. de H. Alberr (ed. de referencia), Pars,
bien y del mal. l'reludo de una filasnfia delfimro, Madrid, Alianza, 2000].
'
213
Mercure de France, 1 9 1 3 ( 1 cd., 1900), pp. 206 y 207 [trad. esp.: La genealoga de la moral,
Madrid, Alianza, 1971 J. Aforismo muy imponanre en la definicin del conocimiento como
ascerismo.
24
195: "5<\lo mur carde la verdad se revel como la forma menos apremiante del conocimiento.
!bid. , 13, p. 207. Niet:i.sche prosigue: "el ideal asctico tiene su origen en el in;tinro pro
Pareca que no podramos vivir con ella y que todo nuestro organismo estaba conformado para
ftl.dctico de una
los tipos de sensacin se ajustaban a esos inveterados y fundamentales errores desde los orgenes.
normas con arreglo a las cules .le e.11ablcca lo 'verdadero' y lo 'no verdadero', h:i.sra en las regio-
contra esa fabulacin de los conccpms antiguos y peligrosos que ha fijado un 'sujeto de conocimiento,
contradeci rh: lOdas sus li.mcones superiores, las percepciones sensibles y absolutamente todos
nes m:s :ilcjadas <le la lgica pura". Vase tambin 1 1 l, "Origine du caractere de la logique".
t2
26 foedrich Nietzsche, La VoluntidepuMm:e, 206 (1888), op. Cit., vol. 1, libro 1, cap. 2,
p. 10 l.
Michel Foucauk: "Pero [es] ese imlinro de conocimien to el que se desarroll en exceso para que :'
podamos apreciar an la felidad sin conocimiento, o bien la dicha de una ilusin fuerte y slidli ..
sufrimos anee fa mera idea de un estado de cosas as".
ll
"En cuanto soy 'el que conoce', bailo mi propia danza; el nico destino del 'que conoce' U
prolongar la dama terrenal y [ . .] en ese sentido figura entre !0_1 maestros de ceremonias de las
.;
'
Friedrich Nietzsche, Aurore, 438. 'Thomme et les d1oses", op. cit., p. 339.
17 friedrid1 Nimsche, ltt Volonti dep11imrnre, 195 (1 884), op. cit., vol. l, libro 1, cap. J, .,
p. 98.
>
1 8 Jhid. , 193 ( l 888), vol. 1 , libro 1, cap. 2, p. 97.
df
F1iedrich Nimsd1e, l'ar-de4l le biw et l.e mal 230, op. cir., p. 236: A esta voluntad
.
inclinaciM
la
opone
u
]
.
.
.
[
superficie
de
manto,
de
apariencia. de sirnpliflcacin, de mscara,
.
lai;
tomar
quiere
y
toma
que
inclinacin
una
n,
rnnocimienr
d
sublime de quien busca
!!!
cosucI.:
.
terml -
friedrich Niemche, A11rore, 432, op. cit. , pp. 335 y 336. El aforismo
res, rodos los
Nosouos, buscadores, como rndos los conqui.uadores, rndos los explorado
parecer bien qlllt:
debe
nos
suma,
en
y.
audaz
moral
ganres, todos los aventureros, somos de una
'
se nos tenga por malos".
20
21 !bid.' p. 336.
na\.
1 cap.
o/onr de pusance, 192 (18 87), op. cit., vol. l. libro
21 friedrich Nietzsche, Li1 V
p. 97.
r,
cap. 2, p. 99.
ia
>U
2"
!bid. , 289 y 290 (1885). vol. 1, libro 11, cap. 4, pp. 286 y 287.
3' Esta difcil cuestin es bien esclarecida en Gilles Deleuzc, Prourt et lcr signes, Pars,
PUi',
1964 [trad. esp.: Proust y lus signos, Barcelona, Anagrama, 1972); se encontrar un cratamienm
m1 e"haustivo desde el punto <le vista filosfico en Miguel de Beisregui, Jous5ance de Prourt.
l'riedrich Kietzschc, Le Gai sa11oir, 54, "La conscience de l'apparc'nce", op. cit., p. 115:
/bid., 12, P- 206: "fatcmos pues de aqu en adelante ms en guardia, seores fil5ofos,
Friedrich Nietzsche, La Vofom de puissance, 207 (1888), op. cit. , vol. 1, libro 1, cap. 2, p. JO L
miento, o la dicha de una ilusin slida y vigorosa; jSufrimos con slo figucarnos un estado se
mcjmte de cosas! [ . . . ] Fn nosorros e! conocimiento se ha rransformado en pasin; trad. de '
11
25
nes comr.:idctoria.1 como 'razn pura', 'espiritualidad absoluta', 'conocimiento en sf"'; vase tambin
13 Friedrich '.'!icczsche, Aurqre. R<!f/rxiom sur lesprjugs mora1ix, 429, "La nouvelle passion,
esp.: Aurora. Refoxione; JObre /mprejuicios morales, Barcelona, Alba, 1 999]: "Pero nuestro instini.
.
de conocimiento se desarroll en exceso para que podamos an apreciar la felicidad sin conoQ
degenerante que busca curarse, quc se afana en conservarse por todos los
sujeto puro. sin voluntad, sin dolor. liberado del ricmpo'; guardmonos de los tentculos de nocio
cd. y md. de H. Alberi (ed. de referencia), Pari>. Mercure de France, 1912, pp. 333 y 334 [trad.
!'ida
medios, que lucha por la existencia 1 . , . J. El ideal asc!ico es pllcs wdo lo con1tario de lo que sus
Pour rme mhtique de la mtaphore, Pars, Michalon, col. Encre Marine, 2007.
-12
33
Friedrich '.'!im.sche, La Volont de puissana, 197 (188 5-1 886), op. cit., vol.
cap. 2, p. 99.
1, 1ibro 1,
Vase la cita de Rcn Cha1 escogida por fnllcauh para la contraportada de los dos ltimos
34 Friedrkh Nietzsche, La Volonide puissance, 291 (18 87), op_ cit., vol. !, libro n, cap. 4 ,
p. 287.
J;
_s hiedrieh Nierzsche, Le G
ai savor, 265, "Demier sccnicisme", op. cit., p. 269. Aforismo
que segn Colli y Mominari tena varias versiones.
m.,
1 En las notas tomadas por Hlcne Politis e n d Collegc de France -manu,criras y luego
daculografiadas (con diferencias)-, reaparecen todas las articulaciones de las conferencias pro-
:
nunciadas en la McGill Uni\'ersity, pero bajo una forma mi nerviosa, con menos comen
tuiOI.
<le textos, cal vez porque los teJ<tos de Nieczsche leidos por Foucault figuran all sobre
codo co
'.
2. Por otra parre, l'oucauh rermina esca conferencia con una violema diatriba contra " _
i deologa del saber como efecto de la liberead". Es difcil no encender que aqu se designa:
.
onformi
hL:l apcrmridad del comportamienco. lo que hace intrnsecamente posible la c
se funda en la l ihc rml. La esencia de la verdad es la libertad", del capitulo 4 de Dr 14
de ll verdad! aunque fouc.:aulr recuerde que sa es la concepcin clsica (desde Descarte
claro est).
r1u1[.
J\.lichel Foucauh, "Rsum du cmirs"', en A11niwire du Col!tge de Fn:mce, 71' 11nnie, Histoire
crits,
l'c,rs, Callimard, col. Bihliorheque des Sdtnccs Humain cs , 1994: vase vol. 2, nn1. 1 01 , pp.
240-244; re<l. en ! vols., Pars, G:tllimard, col. Qunrto, 200 1. vol. l. pp. l \08-11 12.
El curso de este afio pone en marcha una serie de anlisis que, fragmento por
fragmento, procuran constituir poco a poco una "morfologa de la voluntad
de saber". Este rema de la voluntad de saber ser a veces objeto de inves tiga
ciones histricas determinadas; otras veces se lo tratar por s mismo y en sus
implicaciones tericas.
Este ao, la cuestin pa.aba por siruar su lugar y definir su papel en una h is coria
singular entre todos los que posibi litan el anlisis de los sistemas de pensamiemo:
el de las prcticas discursivas. La sisremaricidad Je marras no es de tipo lgico
y las teoras. Cada una de ellas supone, pues, un juego de prescripciones que
gobiernan exclusiones y elecciones.
a la fuerza con lo que suele llamarse ciencias o disciplinas, aun cuando sus
incluso que atraviese cierto nmero de ellas y conjugue en una unidad a veces
248
249
sm
. emb argo , no podemos conformarnos con caracterizarlas como un cambio
travs del tiempo. Nada, en fin, permite pensar que las elaboraciones an muy
rudimentarias del psicoanlisis sobre las posiciones del suj eco y el objeto en el
deseo y el saber puedan trasladarse intactas al campo de los estudios histricos.
Sin duda es necesario admitir que los instrumentos capaces de analizar la volun
pleja de mo<liflcacioncs que pueden producirse sea Fuera de ella (en las formas
de produccin, en las rdaciones sociales, en las instituciones polticas) , sea
ricos cuyo an;lisis puede permitir un primer se1a1amiemo. En ere todos los que
su lado (en ouas prcticas discu rsivas) . Y la prctica en cuestin est ligada
Aristteles , Nietzsche, etc.), los dos tltimos fueron los escogidos en primer
lugar y estudiados este ao, habida cuenta de que constiruycn dos formas ex
crernas y opucsras.
.
autnomas, no remiten a un sujeto de conocimiento (histrico o trascendemal) )'
.
que los invente de manera sucesiva o los funde en un nivel originario; designan
ames bien una vol unrad de saber, annima y polimorfa, pasible de rransforma
tener la sensacin;
hisroria natural, ere., permitieron aisla r el nivel de las prcticas discursivas. Los
caracteres generales de escas prcticas y los mtodos apeos para an alizarlas se:
dar a ese conjunto una justificacin terica. Por d momento se puede indicar
de manera muy general en qu direcciones tendr que avanzar sra: disti ncin
de
.
_'
relaciones:
250
:.
El ;
no
'.
'.
del. :
:
el que, en el cu rso de este aio, se imp lement con referencia a una serie de ."'
nable de los postulados de la metafsica clsica. Y fue l, utilizado libremente,
ejemplos.
Ja bsqueda de un
nomos,
orden de la ciudad al hacer reinar en ella un orden que es orden del mundo, y
- los rituales de purificacin despus de los asesinatos.
saber occidental.
"' w ,.
odio y maldad; su vnculo originario con la verdad se deshace, porque laverdad. '.
slo es en l un efecto, el de una falsificacin que se denomina oposicin de'"
.
lo verdadero y lo falso. Este modelo de un conocimiento fundamentalmente ':
interesado, que: se produce como aconrecimienro del queret y que determina ;
por fabificacin el efecto de verdad, est sin duda a la mayor distancia magi :
251
principalmente el texto de las pericias mdico legales hechas por los contem
porneos y discpulos de Esquirol.
El saber de Edipo*
[2]
2SS
256
por la visra, por lo que uno ha visto con sus propios ojos; del saber trado ,'
que habla el rumor podra dar ninguna informacin til. El nico recurso
'
los tcsrigos pre.mues; del saber cuyos portadores son los jefes (o los adi-
profeta {'tov 6eov vi:tv, v. 298), Tiresias. ste est muy cerca d e
Apolo. Rey como l CAvaK't ttV<XKtl, v. 284). V e las mismas cosas que
l (tcce' QWV't[<X], v. 284). Hermanado con l como lo muestra el
choqu e d e los dos nombres en el verso 285 (<l>oP<f Ti::ieeoa:v). La
vinos, sus iguales) al saber que poseen en el fondo de sus chozas sus es- :
clavos; del saber que riene la forma de la prescripcin-predic.cin
''I
.:>.
(esto
e.s lo que cienes que hacer, est0 es lo que va a sucederte, esto es lo que .
vamos a descubrir) al sahcr que tiene la forma del testimonio (esto es lo .
noche de sus ojos completa la luz del dios; y lo que sta se obstina en
que he vi.seo, esto es lo que he hecho); del saber que se retira por volu n-,
rad propia en el enigma y la incomplerud (de donde ni siquiera el rey
[6]
ai <l>TJ \,v. 366); prediccin ("De los dos lados a la vez te perseguir un
tan duramente aniquilado como t" , vv. 4 1 7-427). Tiresias y Apolo ha
blan del mismo modo: uno proclama que hay mancha y que es preciso
purificar la ciudad; o tro dice quin es el responsable de la mancha y
proclama que debe ser expulsado. Entre los dos, la divinidad y el adivino,
!cual. ;
_
que le impida haber dicho en vano ('tTJV, v. 365). A ese futuro del
descubrimiento anunciado le hace falra la revelacin de lo realmente
la
..:
a
supone una vfcrima .v un ases in o. Febo5 ha sealado con claridad
. . J
.
.
c nmin de
vctima, pero en .su respuesta falta aun la otra mitad, la parte
ta oracula r
.
Se trata, pues, de enconrrar la parte que falta en la respues
los que u .'
de
es
no
ste
Apo!o. y sera intil pedirla al propio dios:
.
hay apremio q
pueda forzar a hablar; con la voluntad de los dioses no
Edipo y Tiresias: las acusaciones de ste no valen ms, sin duda, que las
[5j
362; AcA.rietvm
da la Maldicin de pies terribles [ ... ]Nadie entre los hombres ser jams
.
es que ese pasaje obedece a una especie de "ley de las mitades".
.
,
de
asesino
al
expulsar
.
que
hay
respuesta:
su
da
Jnrerrogado, el dios
."
resume
el
sigue
L ayo . (A dc:cir verdad, la respuesta del rey Apolo, si se
se confirman y se ajustan?
f4j
286).
al
:.
257
:
'.
"
258
18]
EL SABER DE F.DIPO
[v. 506]), pruebas (P<Xoetvoc;). Y no hace falta menos para que: la palabra
del adivino se torne "g8ov cnoc;".6
Despus de la parre: divina, oracular, mnrica, la mirad humana que
va a venir se ajusta a ella. Y a su vez se divide en dos mitades : una consagrada al a sesinato de Layo; otra, al nacimiento de Edipo; y la rotalidad, '
una vez que se junten una con otra, vendr a llen ar el vaco de la profeca. :
Pero cada una de esas dos mitades se subdivide. El asesinato de Layo queda
establecido en un principio por los recuerdos de Yoc asr a; recuerdos indi-
rectos de lo que sta oy decir o de lo que le contaron: un asesinato en la .'
encrucijada de rres caminos. El recuerdo de Edipo se ajusta con exactitud:
a e se dato (vv. 729 y 730 y 771-834). "Mat a un anciano en la encruci-
jada de los tres caminos." Entre el testimonio inmediat o del criado ahora:
desaparecido y el recuerdo presente de Edipo hay un ajuste perfecto, con
la salvedad, empero, de que d testigo ha hablado de varios asesinaros.
Magra incertidumbre que exige verificacin: hay que prcguncar a quien
estaba all (nQoc; i:o no:gvi:oc; x<X8nc;. v. 8.35). Bastar a con es e
detalle para que roda la profeca del dios, toda la mntica del adivino -o:
como mnimo la mitad de ella misma que atae al ascsinaco de Layo
quedara reducida a nada.
En cuanto a la otra mitad, el nacimiento de Ed.ipo, la a restigua el
ajuste de otros dos fragmentos. El mensaj ero de Corinto viene a afirmar.
que Edipo no es hijo de Plibo, sino un nio entregado a l por un
'
pastor del Cicern; y este pastor dice que recibi a Edipo de manos de.
Yocasra para que lo expusiera. Debe scnalarse que: tambin aqu, en es
"mitad nacimiento'', como hace: un momento en la "mirad asesinato">
hay un ligero resto, apenas perceptible, un desgarrn, un muy pequeo
,
fragmento que falta. En el asesinato de Layo era el nmero de quienes.
lo haban marado, uno o varios-lo cual no es lo mismo, recuerda Edipo-;'
slo la desaparicin del pastor que huye de Corinro cuando Edpo coma
.
el po de r en la ciudad es una prueba silenciosa; pero ni siquie ra en el es
cenario el pascor testimoniar que ha visto con sus propios ojos a Edip<>
matar a Layo: eso no se dir. En el nacimiento de Edipo, una laguna:
simtrica: el pastor slo sabe una cosa, que ha reci bi do al nio de manos
de Yocasra y que el rumor pblico lo supona hijo de ella. Pero de eso,
'.
[9]
(10]
!I ll
[12)
259
260
EL SABER DE EDIPO
[13]
[14]
fl 5]
261
hij os, hijos hermanos de su padre, esposas a la vez muj eres y mad res de
su marido" [vv. 1403-1407). Lo que el mecanismo del opo.Aov hace
ver a travs del juego de las mitades faltantes es una figura compuesta de
mitades excesivas, monstruosas, que los ojos de ningn hombre pueden
ya soportar ver.
[17]
tra como dobles, en cuanto dicen dos cosas a la vez, 10 muchas de las
palabras pronunciadas por el propio Edipo o a su respecto: al llorar por
!a ciudad, l gime por s mismo (v. 64); condena al destierro al asesino,
aun cuando viva bajo su propio techo (vv. 249-251), y sabe que no se
puede forzar a los dioses a hacer lo que no quieren (vv. 280 y 281). Todas
estas frases y muchas otras decan dos cosas a la ve'f., y en ese aspecco
cada una de ellas era como un oGpoA.ov, una pieza en dos parres de
262
EL SABER DE EDIPO
s
la que Edipo y el coro no vean ms que un fragmento, mientra que el '
del
ltimo
te
ajuste.
instan
otro habra de llegarles ms adelante, en el
dos
cosas, .'
.Enronces, Edipo comprende a su vez que sus palabras decan
.
endido con :
lo que los oyentes al tanto del oJ3oA.ov haban compr
das por los
claridad. Las dos panes del "smbolo" slo estaban separa
,
pecsonajes en el escenario.
rey. Es ella . ;
Edipo
rodo
de
largo
lo
a
a
imper
A.ov
aJ3o
del
La forma
llll]
cimiento; es ella la '
la que rige las relaciones de la peripecia y el recono
cados o inespera- :
convo
dos,
que rige la entrada de los personajes espera
.
s, descubrimien-. .
dos; es ella la que rige la serie de bsquedas, expectativa
las frases: amenazas,.,
tos, y es ella la que rige muy a menudo el sentido de
modo alguno (al'
en
es
no
promesas o imprecaciones. Pero esca forma
de una forma:
trata
se
menos en primera instancia) una forma retrica:
un reconocimiento.,
ritual y jurdica que permite establecer una prueba,
prctica tradicional
Vieja
ajes.
identificar individuos o autenticar mens
ir los fraudes y
que permite sellar las rdenes y los decretos, imped
s las rdenes, los.
mentira, establecer un contrato, recibir sin alteracione
cio del poder.
decretos, los orculos. Insrrumenro ritual del ejerci
aqu. La indagacin
d4r
Ahora bien, hay un punto que es preciso recor
[19]
los tebanos no haber
puesta. en marcha por Edipo (y que sre reprocha a
o bajo el signo de
realizado cuando era oportuno) queda muy pront
con tanta lentiru<l;
ado
avanz
ha
desconfianza. Si ha dado cantos rodeos, si
porque no se dio'
es
y la yuxtaposicin de tantos fragmentos diversos,
precisas y claramen
.
crdito a las palabras del adivino, a pesar de que eran
crey que hablaba,
coro
el
y
lot
comp
un
l
en
ch
sospe
o
Edip
:
doras
acusa
ras sagradas, y el coro.
movido por la ira. Edipo se aparra de esas palab
ar ya en los mensajer05 .
con l; Yocasta, un poco despus, apenas confi
mismas son vctimas de
de los dioses (vv. 945-953). Las divinidades
precaucin de hacer urti1
esta incredulidad? Sin duda, Yocasra tiene la
Pero, despus de todo, no ,
diferencia entre los dioses y sus servidores.
los decrecos i nevitables ;
han credo ella y Edipo que se poda escapar a
cantar.:
en hacer[lo], no se apresuran a
[201 de los dioses? Y cuan do pued
cial
esen
Lo
, poco importa.
vicmria sobre los orculos? Por el momento
o,
in
adiv
amenazantes del
o tergiversar las palabras
es que, para verificar
cha
o muy alejado de la escu
Edipo pone en prctica un procedimient
oracular.
;
la;
la'.
;
;
(21 I
[22]
26.'3
264
.. * *
:
es que se ajustan y furmaa
En consecuencia, hay en Edipo rey dos saber
lo mismo (el asesina ..
finalmente un Q0v noc;. Dos saberes que saben
a del orculo, la vid
y el incesto), pero uno lo proclama bajo la form
..
en
y l la ceguera del ad1vmq
la adivinacin; es un saber al que nada escapa,
es un sa r que se exr . _
equivale a la luz del dios. El ocro, al contrario,
y de la cnfes1on: no sabe -..
bajo la forma del testimonio, del recuerdo
e decir nada. Uno dom1 .
que lo que ha visto y hecho; ms all, no pued
el pasado, y el pasado en "
el tiempo porque ve tanto el futuro como
profeca de los versos 408- 2:.
misma forma que el futuro (en su gran
o, el odio del que es ob)Ct .
Tiresias dice a Edipo lo que ste ha hech
.
ovan a abrumarlo); otro no pu
actualmente y los males que muy prom
a la coaccin de la larg1dura...,-_
decir sino lo que pas antes, esr sometido
de Lla} vtjr (v. l 131).
cin (v. 1141) y debe obedecer a !a ley
que fuerza a ambos a form ol"
Entre esos dos saberes, Edipo. Edipo,
[24]
ra mi voluntad", le dice Tirest ,
se -"T me has obligado a hablar cont
ondes de bu gra o, respond
(v. 357); y Edipo al criado: "Si no resp
[23]
(26)
(271
265
EL SABER DE F.DTPO
[2R]
266
EL SABER DE EDIPO
[29]
;
'.
"el rirano".)
:
No por ello deja de ser cieno que en varias oportunidades la sobera-".
na de Edipo se identifica con marcas especficas. Edipo ya ha co nocid o ,
un destino dispar, la miseria y la gloria; surgido en lo ms alto, cay en ::
lo ms bajo, y cuando estaba en lo ms bajo, se remonc hasta la cumbre:.
"Los afios que crecieron conmigo tan pronto me degradaron como rne:
exaltaron" (v. l 083). Debe admitirse que esa alternancia de la fortuna el.
caraccerfscica del hroe trgico, sea tirano o no. Pero en vez de ver eft.
(30]
* Vase
Foucaulc.)
w KQchiaTov
JtCllV
Oiinou
267
/321
Hazaas como sas son caractersticas de las figuras histrico legendarias de tiranos o nomoretas que han ejercido por un tiempo el
poder, derribado tradiciones y muy a menudo sacudido las estructuras
ar aica: de la sociedad griega. La. expresin "g0wocn, avog8woa.1
Ol V . , que reaparece oporrunamenre, es tpica: el propio Soln la mi
lizaba para definir su obra. Edipo, como los hroes mitolgicos, conquista
un :,odcr que no !e pertenece al imponerse en una prueba; pero, como
los hacedores de constituciones" del siglo vr a. C., hace que la ciudad
vuelva a levantarse, la sanea, la pone "derecha". Y con ello insraura con
sus sbditos una relacin de reconocimiento, deuda y afecro que no tiene
na a que ver con el privilegio de nacimiento. La proeza salvadora ha
umdo a los ciudadanos con su sefor, y mientras no los fuerce alguna
268
[331
daria del hroe que tras la prueba instaura su poder por matrimonio,
el perfil histrico del tirano o el "reformador", cuyo reino se apoya en
del 'JtAT)8oc;.
cl\.l
[36]
Pero hay ms. Edipo tambin est dotado de una serie de rasgos tra-.
dicionalmente negativos del tirano. Se identifica con la ciudad; no, claro. :
en :
:
jusw,
sean
que
poco
importa
(v. 630). Cuando Edipo lanza rdenes, le
basta con que las haya dado ("Hay que obedecer en cualquier circuns-;
rancia", v. 628): la ciudad no es acaso slo de l (v. 629)?
y
ano
r
i
t
del
retrato
el
trace
adelanre
ms
,;
Por eso el coro, cuando
:
.
L\Kt)''
"
a
cerne
no
muestre los rasgos de su desmesura, podr decir que
Hubo comentaristas que se asombraron justamente de ese coro que pinta,.
bunda; no lo hizo, por lo dems, sin el auxilio de los dioses que permi
tieron que la ciudad se salvara. Edipo es, por tanto, muralla de la ciudad
[35]
(y
"Y yo tambin formo parte de la ciudad; no es slo tuya (oux\ 001. )"
gratitud,
soberano a quien el pueblo sostena hace un momenro con su
a co
y que estaba can dispuesco, en la desgracia, a despachar a Creonte
ambw
te
nalmen
tradicio
:
rasgos
los
,
realidad
sulrar al dios de Delfos? En
a
disemin
Eclipo
de
tas
dos al tirano que se refieren a palabras o conduc
por
(y
ellos
en
en el texto son demasiados para que no se lo reconozca
orculos). Cuando
momento dejo de lado el problema de la escucha de los
.
-como smblo dd
la fortuna de Edipo empieza a desplomarse, el coro
que ha dado hasta en
retorno del 7tA.T10oc;- invierte la imagen positiva
reinar en la ciudad los decretos divinos. Hay una triloga que reaparece
o dd..
cin de las cosas sagradas, negativa a escuchar los orculos, abandon
d.
cuico. Hace verdaderamente falta reconocer en ese retrato a Edipo,
la ayuda de los dioses, al menos para triunfar de la prueba {v. 38), no hace
varas veces en el texto de Edipo rey: los dioses, el soberano, Ja tierra
porque haya nacido en ella y sea a la vez su hijo y su ciudadano (no sabe, :
(34]
269
EL SABER DE EDIPO
que hay que expulsar al asesino que mancha la ciudad y atrae sobre ella
la ira de los dioses, y que es preciso hacerlo "por m, por el dios, por el
pas", ndica, a su pesar y sin saberlo, al ponerse de tal modo en evidencia,
[3 7)
270
"
que "pasaba por all" (omv-coc; [v. 393]), resolver el enigma; fue
preciso que ese transente de quien ahora Tiresias bien querra creer que
poder, lo hace bajo la forma del que sabe: s, he visto. As, Edipo mani
fiesca sin cesar su saber y su poder de manera solidaria [vv. 58, 65 y 67].
Olocx es la palabra 18 mediante la cual se afirma: una palabra que est
[391
'
[40]
271
272
[43)
[44]
EL SABt:.R DE EOIPO
[45)
[46]
273
271
[47]
EL SABER
}
adivinos (vv. 857 y 858), tener por vana toda precisin, coda nQVO\ ::
11
'.;
Ahora bien, por ms que ese otro saber se individualice como el del
;'
La
;
la oiQtt que los adivinos parecen reservar al hombre (v. 713). Es lo que X
148]
hacer Edipo al huir de Corinto. Y sin duda es Yocasta quien mejor expresa
[v.
trans-;
trata, tanto en uno como en otro caso, pero segn distintas formas de
[51]
.'
un\
que.:
"
est suspendida sobre el tiempo, se despliega en la dimensin de la 1tQ\IO\
Tenemos pues dos series que se oponen, y cada una de ellas caracteriza
tipo de saber y un tipo de poder. Por una parce la serie de la mntica,
En
espliega
soberano-religioso. Por otra parce est la serie de la yv<..>r: sta se d
han .
ienes
entre el pasado y el presence; y, sobre la base de! testimonio de qu
sf
por
visco, han presenciado, "estaban all", permite que uno "descubra''
mbos
mismo y encuentre el remedio; se es el saber del tirano. Saludados a
con
uno
cada
ntan,
con el ttulo de VAva:, el tirano y el adivino se enfre
su
saber y su dcsrno.
(49)
traca de interrogar al
de la TxTJ y el Poder del hombre: tal es la parte de aquel que sabe no'.
se
pueblo para saber si hay cestigos; convocar a quienes han sido as sealados;
la relacin del tirano [con] su saber y su desrino,* cuando dice que Jo,\
envan mensajeros a la sede misma del dios, pam quevuelvan con el orcu
luto es poder escapar a ellos; siern pre es posible sustituir por otro destino
afirma (vv. 707 y ss.) y lo que ha querido moscrar en los hechos Yocasra_
275
DE EDJPO
rn
a. C. Es
cionar del segundo. Y con ese mismo procedimiento, C..rconcc quiere poner
fin a su litigio con Eclipo cuando ste lo acusade complot. Delante de Yocasra
276
perezca maldito si he hecho aquello de que me acu sas" (vv. 644 y 645),
Es cierto que aqu el procedimiento no esr compleco; falta el elemento ;
[53)
ame todo por boca de Creome y de Tiresias. Pero no hay que olvidar que
&tipo slo los requiere en ltima instancia: "Sabed que he [.,.] derramado
[56]
[. . . ]
palac
io, en los campos o en tierra extranjera? [. . . ] Ningn camarada ha
visto
_
dfico y una manera ritual izada de obtener de l la verdad. Cada forma
nuacin apela a Tiresias, lo hace porque las preguntas que ha hecho para
sitJo':.
y de
y, para emplear una expresin anacrnica, inquisitoria del pas" {enqulw '
.)
Fouauh
Michd
de
(Nota
saben en lo relacionado con un licgio.
;
t
del
seala con claridad el carcter judicial del l imo episodio
u Un detalle entre anos
do y amenazado de tonur. si no habla, se presenta "'!"'
convoca
esclavo,
El
descubrimiento.
canto, a la dr Edipo. Ahora bien, en el
perteneciente Jcsde siempre a la casa de Layo y, por
a los esclavoscomo prueba de verdad .
n
a
g
n
o
mp
i
SC
V a. C, la regia es que las tonuras slo
y vwT)
diW?
saberes. Demasiado
Enrre los tres procedimientos y los saberes que son su efecto especfico,
1&::
su enfrentamiento, En
En consecuencia, Edp
i o rey pone en escena los eres grandes proced- .
mienros uri!izados por el "prederecho" y el derecho griegos para borrar'.
[54 J
277
EL SABER DE EDIPO
Hubo un tiempo en
que los comcmaristas se preguntaban si era verosmil que Edipo ig
n_orara por completo las circunstancias de la muerte de Layo. En realidad, esas preguntas de
en
., verso 227, tambin forma parte del proccdimjento. (Nota de Michel Foucauk)
278
[571
encontrar, sin que las aves me instruyeran" (v. 398). Edipo el tirano,
Edipo a !a vez wberano y juez, quiere descubrir la verdad por s solo,
hallando a q u ienes han visto y odo. A los viejos procedimientos ora
culares a los que lo han empujado la piedad y el terror del pueblo, al
[60)
que los dioses les haban pronosticado, y aun ahora se niega a escuchar
lo que profetiza el sacerdote de Apo lo. En vez de inclinarse ante las
palabras de los dioses que lo ven todo pero que amenazan su poder,
como tirano que se sabe o se cree amado por el rr,l...iJ0oi; pero que ejerce
sobre l su soberano poder, busca en la mulcicud a los cescigos oculares.
A lo largo de Edipo rey reaparecen sin cesar las dos palabras, KOt:\V
y QiiV, pero con un sentido que se desplaza, de la "sumisin" a los
decreros de los dioses que "ven" todo a la escucha del relato de quienes
[5 9)
escuchar y de mirar hace ver las mismas cosas vistas p or los dioses,
y r esonar palabras idnticas a las pronunciadas por ellos. La escena
con el viejo pastor es caracterstica. Con arreglo a las formas regula
res del procedimiento inquisitorio, multiplica los signos de la pre-
yciQ) eiwc; ou6(v [v. 1 151]). Todo esce juego de la mirada, la desig
nacin, la presencia y el recuerdo atcsciguado est puesto bajo el signo
de la expresin tcnica iotOQEV, ioi-oQf)ocn (vv. 1 1 50, ll 56 y 1 165):
prestar testimonio, ser interrogado como cescigo de lo que uno ha visto.
Y todo lo que aporta la escucha de esos testimonios sometidos a las
condiciones de la presencia y la mirada consiste en forzar a Edipo a or
lo que no haba querido escuchar, a ver lo que no haba querido ver.
" . AJ..J. ' wc; cbcouo'tfov" (v. 1 1 70). "Tc1 nv-c. av i:iK01 oa<pft"
(v. 1 1 82).
,
"
27')
EL SABER DE F.OTPO
de la ci udad para interrogar ahora a los testigos sobre la base de las leyes
recientes. Los decretos de los dioses cobran cuerpo visible en las prcticas
judiciales de la ciudad; y los nuevos procedimientos reciben a cambio un
280
largo de todo Edzpo rey asegura d vnculo entre esas dos maneras de
eas dos maneras de escucha r, esas dos maneras de somecerse: esos
mules
[621
[641
vl)l), y lo que
sbito, l, soberano que quera ver con sus propios ojos, se descubre en
lo que se le traa de oera parte -de Dclfos, de los Dioses-, quera ser el
rey-juez que "oa y vea". Ahora bien, finalmente ve con sus ojos a quie
(65]
nes lo han visto con los suyos, hijo maldito abandonado por Yocasra,
nino perdido recogido por Plibo. Al querer ver l mismo
ha visto a s mismo
(e<X\J'tV) en el
(air). se
Pero en ese aj use exacco de los decretos de los dioses con las leyes de
r
Edipo, a no dudar, querra tambin taparse esos odos que jams habran
ciudad, lo que le pasa, el mal que se abate sobre elJa o el remedio que se
pred1;0, con aquell o sobre Jo cual se presta testimonio; lo que era del
voi, las que deben reinar sobre ella. Y esas leyes no son una
Podramos deci r tambin que d proce<limieruo por juramenro es, a fin de c uencas, igw.1menrc convalidado. La indagacin, en efecto, muestra que Cremte no ha alterado el mensaje
del dios ni complotado comra Edipo. El derrumbe de la acusacin induce un derrumbe del
poder y una inversin de b pena de exilio. (Nora de Michel Foucaulr.)
las leyes,
Las
[63)
(vv. 865-871).
mnrica. Son los dioses mismos quienes rigen la xwecx. Entre ellos, qu
producido; el olvido jams las dejar dormir; un gran dios hay en ellas y
fundan en los decrecos de los dioses; los acontecimientos que suceden,
281
EL SABER DE EDll'O
esperar hasta que llegurn, crados finalmente por mensajeros, los dccrecos
282
Edpo, no
blasn
167]
Edipo es una lucha de saberes y poderes, una lucha entre formas de poder
los orculos de los dioses; es tal vez la imagen, ms cerc:foa an, que en
los ciudadanos". 34
El problema del saber poltico -de lo que hay que saber para gobernar
283
los orculos de los dioses y los testimonios de la ciudad, con arreglo a sus
procedimientos especficos y las formas de saber producidas por stos,
284
285
<le 1968, pp. 99-135; ase ramhin, del mismo auwr, La Violence et le snal, Pars, (;rasiet,
1972. cap. 3: "CEdipe et la victime missaire", pp. 102-130 [trad. esp.: "'Edipo y la v cti ma
NOTAS
11,
J. Lallot, Pars, Seuil, 1980 (Foucaulr ucilizabaArtpotique, ed. de J. Voilquin y J. Capelle, Pars,
Garnier, col. Classiqucs Garnier, 1944) [trad. esp.: Potica, en Potit-11 - Magna moralia, Madrid,
(:;redas, 201 l ] ; vase tambin Jean-Pierre Vern ant, "Ambigit et renverscmcm. Sur !a scrucrure
i
t!nigmacique rl' (]:"dipe roi", en Jean Pouillon y Pirre Maranda (wmps.), J::.'changes et commun
carion.1. Mlange; ojftr Ji C!a11de Lvi-Stmuss, a l'occll.lio11 de son Gif anniver1nire, l.a Haya y Pars,
Moucon, 1970, vol. 2, pp. 1253-1273 (tt:td. e.p.: "Ambigedad e inversin. Sobre la estructura
enigmcica del Edp
i o rey", en Jean-Pierre Vernam y Pierre Vid:tl-Naquec,
Grtcia antigu. Barcelona, Paids, 2002, vol. l, pp. 103-135).
Cosa que ya cuen ta !'lucarco, '"De curiositatc", 522c, en Pl11111rchs Moralia (1 936), vol. 6,
Harvard, Harvard Universi ty l'ress y W Heinemann, c.:ol. Loeb Classical Library, 1970 [erad.
esp.: "Sobre el emromccimienco"", en Obras moralesyde cosmmbm. vol. 7, Madrid, Credos, 1995].
11
1 ' sra es asimismo la tesis <le Knox, que identifica el vocabulario cientfico del siglo va. C.
las palabras de Edipo. Pero Fouc aulr insiste m:is en el saber del tirano. Knox encuentra catorce
menciones de tjrann1Js, ora en el se mido ne1Jrro de- b11siL11S, rey, con refere ncia a Layo, en los
versos 799 y l 043, ora en el sencido pcyora!vo del siglo v a. C., el de dspota, en lm ersos 541
en
y 873.; de all <le<luc.:e una interpretacin del sentido de: esta cragedia.
11
De igual manera, Knox sefiah que Edi po c:mp rende una accin judicial privada. Quien
busca al asesino es el individuo y no el Estado, pero como b vctima es d rey, Edipo acta
L'Archiolo 11
Sfocles, <Edipe mi, vv. 1 1 2 1 y 1 1 22, ed. y erad. de P. Masqucray (ed. <le referencia), 1'2rs,
Les fldb Lemes, 1 'J22, p. 1 8 1 [md. esp.: Fdipo rey, en Tragedias completas, Madrid,
Ctedra,
19?8]: "Responde a mis prcgunmn / "Edipo: Responde a rodas las pregunt s que te har".
>
En Febo Apolo, literalmente "luminoso y p uro [karhars/". tambin habita con p asin el
asinaco; lo puro y lo
main.
Scicnces Humaines, 191)8; reed., col. Tel, 2009 [md. esp.: Apolo con el mchillo m la mano. U114
505.
7 'Jhd. de Masqucray: "No podra seguir d11 ran ic mucho t iempo !a pista del criminal si no
de rcconocimiemo encrc los portadores de ada una de: las micadcs de un objeto corrado en dos,
y dc:sp11s signo, imagen. Sfocles uriliza la palabra c:n el verso 221. Vase: 1ambin mpra, p. 220.
3
li
soscenr que d libro fue una fuente para Foucault. Vase Bernard McGrcgor Walkcr Knox, Oedipus
11/ Thtbes. Nw Haven y Londres, Yale Univcrsicy Press y Oxford Universiry l'ress, 1957.
Oia recuerda a la vez oivc.:i, "hinchar, inflar", oiT]a, "hinchazn" (los pies de
ojos.
Sfocles, (E
dipt TIJi, op. cit. , p. 184: JOh riquC'1. , podero, superioridad del arce".
10 El poder
<le Edipo se caracteriza como oficio -los oficios fueron inventados por los dioses
Y luego robados por los hombres- y Iaher: .:iXVT] yyvw'I), saber apren dido de nadie. Hcrdoro,
Historias,
1,
207 y 208, empica y vwTJ para dc.1ignar la opinin que se ha dado duran te las
deliberaciones polcicas.
n
!!
Sfocles, <Edipt ms op. cii., p. 42: "sin saber nada por nosotros.
Knox recuerda que en la poci de Perides l:t verdad de las profeca. es una cuestin dc
baci a. A diferencia de Herdoto, Pericles no cree en ellas. foucault no plamea ese debate.
.".1 Moclc, dipo rey, vv. 4 1 y 1 2: "iKc:ciJov oc r:v.:t; oi'.c :tQ01:QOno1 :AKtjv
t\"
<Edipe roi,
te
conjuramos a encon
4 Sfocles, Edipo. rty1 v. 440: "'Oiicouv ou -:o:li-; . agio-:oc CUQOK&\V iqm;"; (]:iipe roi.
op. ti., P1 57: "TIRESIAS: No tienes una habilidad natural paraencomrar t"Ss enigmas?" (como
.
;6, Sfocles,
G::.ilipt r1Ji, op. cit., p. 140: "No quise enterarme por boca de otros"'.
rpli :i F.
_ mro: Qu oscuro y en igmtico es todo lo que dices", v. 439).
Knox form11la igualmente la liipccsis de que Sfodcs sigue d procedimiento judicial arc:
cir.
En 1980 -es decir, en h versin <le Fdipc1 donde se habla en trminos de alecurgias-,
.l
17
lR
lbid., vv. 834 Y 835, p. 1 71 : ""ten esperanza ham que el tesign t haya instruido"'.
ecwv avntt:a, "'orculos divinos"
Louis Gernet, "Le ccmps dans les formes archa:iques . . . , op. cit., reed. en Droit et imtitt1
trom ei C:rea amiq1u, Pars Flammarion col Champs
'
conviene en modo alguno. La palabra (?KO de igna ame todo no el juramen to en sentido
286
abscracto, sino una materia, una suancia sagrada con la cual se pone en comacto quien juq._
Jurar es, por lo tamo, ingresar al Jominio de fuertas religiosas [ . . .] <le las ms temibl es. la apuema:.
wcal que significa un cam bi o <le eHado o, para ser m:s preciso, un <lesplaiamiemo del ser es i
sustancia lo esencial de la ordalfa".
2' Vase la clase <lel 27 Je enero de 1971, mpra, p. 92.
-' Sfocles,
Escados \:nidos.
Vase d verso 1 S 1 6:
en
sobre Grecia se conviene en tirana, que con el rey sabio oriemal. Tradicion:ilmcme, la expresin
''primer ciudadano" (Edipo rry, v. .31) se comenta como una alusin a Pei:klcs.
Situacin
del curso
Daniel Defert
F.n general. Le Monde resena las lecciones inaugurales en el Colleg de Francc y los discur
sos
289
290
1 :1mbin c:s inaugural el sopo ne al que se ha debido recurrir para editar esie
;
:
curso: ya no "la cosa pronunciada", la voz grabada con lo que ella aporra de
entonaciones, comencarios instantneos, rcincerpretaciones, sino "la cosa escrita" .'
(on, p. 70), los ma nuscriros acroamcicos, es decir, segn Lon Robin, desti- ":,
nados a la escucha de un pblico y no a la lectura.3
1.
, de su ).
291
construye "a la luz de la muerte" nuescra medicina modern<l, una m edicina que
dilogo con los dioses, el dilogo con el mundo y el dilogo consigo mismo se
parece explicitar.
que dinamita toe.la teora del conocimiento como faculcad, concepcin tradi
La voluntad de saber,
1
vida" ( Frdrich :-Jierz<.:hc, !.e G11i J,;voir, cd. y trad. c.1 P Klossowski, Pars, Le Club Franf?is
du Livrc. 1965. p. 3 5 1 [md. ep.: Lt1 gaya encia, .\1adri<l, Alba, 2000].
!vi ichd Foucault, Le Court1ge de la 1>t'rir. Le gouvernement de ro et des titltres !l. Coun llll
2009, dase
(19.'13- 1984),
6
!!.
::'
:;
Foucaulc (Ll gaya ciencia, 1 1 O y 1 1 1 ; Ms 11/l del bien y del mal, 230; La
Michel foucaulr, "Thcatrum philosophicu m" (1970), en Diu er icrits, J954-J988 (en
adelante. DE). 4 vols., cd. de D. Defen y E Ew:1ld con h co\ahor:1cin de J. l.agrange, Pars,
Gallimard, l 994; vase YOI. 2, nm. 80, pp. 75-99, en especial p. 77; reed. en 2 vols., Pars, Galli
en
" J\farcd Dcticnne, ; Mtm dr vlrit d1111s lit Gri:re 11rchtdq11e, pref. de P. Vidal-Naquct,
Pc;rs, Maspcro, l ')G7 [trad. <'Sp.: Los rnamros de vtrdflden / Grria ,1rraim, Madrid, "linirus, 1 982].
.l
C:ol/,ge de Frt1nu, 1981. cd. de F. Gros, Pars. Gallimard/Sruil, col. Hautes Erndes,
La clase inaugural anunciaba una gc:neal oga dd saber sn que Foucault empleara
Tanto Detiennc como Jcan-Pierre Vern:tnt haban comenzado por entonces a cscrihir en el
Jormudde Psyrho!ogir Norma!t u l't11hr1/11gique coordinad<> por Ignace !\1evcrson, quien tambin
tuvo una influencia real sobre Foucault, que lo frcuent duramc ms aos de esrudio de la
psicologa. Segn i\frycr,on, las funciones psicolgicas participan de los cambios del con0<.:imiento
Y <ld inacabamicn to de este. Y csdn por s mimas somctid:is al cambio, inacabadas e inacabables.
Ve lgnace Meyerson, !,es Foncti011;p\ycho/bgiq11ts et k-1 tmvm, Pars, Vrin, 1 948.
_
, Jcan-P1errc
Vernant, "Le suiet tragique. Historicir et transhistoricit", en Jean-l'ierrc
Vcrnan y Pierre Vidal-Naqucc, A1ydit t rmgdie n1 (,"rece ,mcimne, vol. 2. Pars, Maspero, l ')86,
P'. 8 5 [trad. esp.: "El -<ujcw trgico. 1-liswrci<lad y rranhi.storicidad", en Mito y 1ragedia m la
.
Grma 11111igull, vol . 2, Barcclun. Paids, 2002, pp. 77-86].
292
genealoga de fa moral,
111,
1,
195}, coi
cim iento,
cunof;,'
en
para arricularse con una teora del poder. Sin emba rgo, la genealoga nieczs
cheana. como toda genealoga, plantea en primer lugar la cuesrin del valor:
'.
mucha.s aventuras,
guntarnos? Qu parte
1" .
..}..
:nn ms fundami:mal.
2000).
1
El
e nta
realeza del Suj cco (yo [je] nico, yo {moi] coherente) " y a "la Repres
ei:
n
pensam
el
qire
imagen
]
.
.
.
[
mirada)
(ideas claras que atravieso con una
,
se haba formado de s mismo" 11 y, como consecuenc ia, de toda la mecaflsict
: 19?
akt;
voluntad, hasta que term inam os por qui:da r en suspenso frente a una cuest<n
ca
durante mucho tiempo nos dcmvi m os frente a esta pregunta: la razn de esa
[ . . . ] qui:
d no nombrado de este curso, pero que podra ser su blanco, toda vez que Jt>'
Heidegger.ti:'
{
:
con la cual se construy. La cosa no pasa para Niensche, al contrario,
han hablado con veneracin, cuntos proble mas n o ha dejado ya de pla mear
293
Y,
exclusi n, una violencia llevada a cabo, a su juicio, por la exclusin -tarda, por
11 Fricdrich
Y trad.
;e000'
J.
:i
Pars, Auhic:rMoncaignc, 1 939; vase vol. 1 , p. .'l 5 [trad. esp.: Fmom(riologa del erpritu, Mxico,
Fondo de Cultura Econmica, 1966].
294
DE SABER
lo dems- de los sofistas; una exclusin que Platn calificaba de acto moral, '
1
"purga": "rechazar codo lo que aqu y all bien puede no valer demasiado" . "
Foucauh no atribuye a Platn esa divisin, ni, como lo atestigua esce curso,
:
'
:;
"
ente irreductibld :
KiclZ.schc o Arlaud, indefinidam
cin de obras rnmo las de Holderlin, Nerv:i.l,
a s:is alienaciones que s curan.
.
: Science er 5avoif!''
16 M::hel foucau!r, l:Archolugit du savor, Pars, Gallimard, 1?69, cap. 6
cnne
Siglo xx1, 1 972]. La discincin
[trad. esp.: Li arq11eologf.i dt! iaber, Mxi,o.
conocim1ento
. .
ins1s1eme en Nietzsche entre el conocimiento, peligroso, mortal (Empdocles
se arroja al crter del Etna por instinto de saber), y la vida. Nierz.sche es el adver
sario de toda manifestacin de la voluntad egosta de conocer. "Necesaria ante
IOdo: la alegra de lo que existe; llevar ese gusto lo ms lejos posible es la misin
.
.
.
del maestro. "18 El
, mee 1ecto es un med10 de conservacin para el individuo
.
nada es mas ..mconceb .1bl e" que el advenimiento de un "sincero y puro instinto
de verdad entre los hombres'' . 19
Si
'
describir "epistemes "sin tener que apelar a las divisiones que son lo verdadero
y lo falso o la ciencia y la ideologa. Dio a su enseanza el ttulo de "Historia de
los sistemas de pensamiento", lo cual no poda confundirla con el nombre
de la otra ctedra de filosofa del CoJlege de France, justamente denominada
"Ctedra de filosofa del conocimiento", cuyo titular era Jules Vuillemn, el
especialista en lgica que present a sus pares la candidatura de Foucault.
.aber
Gallimaid.
5,
2'J5
lafo!ie.
..
555. La materia-
V<)(. J , p. 11) .
11 Friedrich Ni<nsche, lntroduction aux R(tmf fllr LrF.dipe mi de So'Phode (iti 18701 suivi
"
de lnrr
V.
o
dTtctwi1
U/IX m1
der dt philologie classque (ltl 1871), trad. Je F. Dascur v M. Haar, La
'
ersa.nnc, Encr e Marine, 1994, 94.
P
. dne
''' Fne
. hN.1erzsche, Uvre d11philo1ophe. tuder ihlorhiques 37 ed. bT
1 mgue, uad.,
.
.,. nol:ls de A K rcmer-Ma11ett1, Pans, Auh o cr- Flammaron 1969 p 53 f d. "'P. L:.
a
e
tr
.
,
ntrod
'
Taurm, 2000].
296
El i nsti nto de conocim icmo, llegado a sus lmites, se vuelve contra s mismo
para pasar a la crtica del saber {Kritik des Wissem], el conoc im iento al servicio
de la mejor vida. Debemos querer incluso la ilusin , eso s l_o trg co." [ . . .] El
)"
gunta meta-,
flsica lleg a ser objco de consi deraciones cientficas, es decir, de investigacinc
_
' y la b'iolog a ! . . . ) . 1Mediante una comparacin rcrrospecuva y .
og1a
de l a ps1co
.
.. :
filo!1ca del pasado, se
Slo de manera muv tarda, en el transcurso del siglo XIX, esta
pre
lcg6,}
a Hecluo r :
_
'a dt:1 eonoc1' m1'ento" [ ) Podramos perfectamencc hacer casct>
"tcou
mcante
.
.
_
"
omiso de esta monstruosidad que e,.; la crudua teona del conoc11 1ento
ella [ . . . 1.
.
, SI.-
avcmura
Si el pensamiento de
o, a
p
de
_'
:1.:
vicne
cal de la mecafsica nieu.scheana y el ltimo de la mctafis1ca occ1dental, o
,t :
_
conoC1m1ento,
I.
21
ilabkl'
,
.
.
saber en 1967, Foucaul
A parcir de esa singularizacin de una voJuntad de
.
t.J
_
'
.
Vincennes durante C::V
.
dedic una serie de lecciones a Nietzsche: pnmer0' en
2
1
Erkenntnstrieb
i
( 25, "instinto de conocimiento").24
El nacimiento
de la tragedia acusa al
brill con la dulce locura del entusiasmo esttico" y ni siquiera vea que "la
26
tragedia pudiera 'decir la verdad"'.
en
DEL TTULO
con todo "fijo en la tragedia su gran ojo ciclpeo, un ojo n co que jams
297
p:.5;88.
lbro m, PP 3
vol. 1 , 1
DE
Nietzsche, la genedfoga, la
h.rroria, Valencia, l'rc-Texcos, 1 9 8 8
).
.
...,, Fnedr
ich Ni erzsche, La Naimince de la tragdi
t, 1 5 , ed. y trad. d G. Bianqus, l'aris,
Galli mard, 1949, p. 78 [u-ad.
esp.: };"/nacimimto de fa tmgedia. o Grecia y elpesimismo.
M ad rid,
Alian7.a, 1973].
_1
l>
LECCIONES
298
l1!i;
tragei!i,}
cuando en sus escritos podra recortarse una verdadera teora de la tragedia, di.
tu secreto?
[ . . . J Lo que yo log.:
cuernos que, sin ser necesariamente un toro, era un problem a nuevo, dira
h.)
'.
que era elproblema mismo del saber; el saber concebido por primera ve:z. CO!llq.";
"
problemtico y sospechoso [. . .}. Ahora considero [ese libro] [ ) una obra _- .
...
"'/
pf:f
primera vez ese libro audaz, examinar la ciencia a la luz dearte, y el-arte,
luz de la vida.2x
A ,,..
regmenes
de veridiccin.2?
., .
, ,
princip iantc
299
Es fcil ver que el lugar de nacimiento de este curso es Nietzsche. Pero tres
publicaciones casi simultneas configuraron, adems, su coyuntura: Los
r't..
-_,
Desde El nacimiento t la tragedia sin duda existe, por lo tanto, la posibili
de una genealoga del conocimiento, un conocimiento envuelto en una avi c:le:r,; .,
_
literarias o psicologizanres. 33
de la Grecia arcaica -de los siglos vrr y vr, precisamente la estudiada por
Nierzsche en sus aiios basilienses-, la pregunta, que ha adquirido un car.cter
al
genealoga
sujeto :
pr:
sa:
r
de la mora
constitutivo del dispositivo de la sexualidad como una genealoga
a .
dio
se
s,
estudio
dos
los
moderna. A fin de evitar cualquier confusin entre
incluye no :
.
Critrism, 31(5-6),' :
Andrcw Cmrofe!lo, "foucu(t on uagedy", en Philosophy and Social
2005, pp. 573-584.
.
886), en a Na ance t la ":'gldre,
lR Fricdrich Nietzsche, "Essai d'amocritiquc"
ro dt la tragedia, o Grtt: J
.
pp. 128 y 129 [trad. esp.: "Ensayo de aurocrllica , en El nacrmtm
27
,,'1
pesimismo.
Madrid, Aliania,
1 973].
;r
. '\
0P",.
Crmen el Coltegt de Fnmce (1982-1983), Buenos Aires, Fondo de Culrura Econmica, 2009].
'
de ctmunto
el
de Foucault en Michel Fo11cauft. Arhlolngie te gb1laogie, Pars, Seghers, 1974.
_
( Ernsc Benram, Nittzrche. Essaz
Vease
de myehologie, prcf. de P. Hadot, trad. de R. Pitrnu '
Pars, Flin, 1990; 1 ed. fr.: Pars, Riedcr, 1932.
'1
trab'.i
.
sobre
300
Diferenciay repeticin,
y la coaccin de la verdad.
y su
301
retornQ,
es un libro sobre las intensidades y las diferencias ontolgicas, y el eterno
l
individua
recorrido
de lo mismo siempre desfasado; dos obras clave en el
inflexin';.
ambos filsofos, dos consumaciones y probablemente dos puntos de
a lo largo
rn su pensamiento, cuyas rrayecrorias no dejaron de confrontarse
tica.
problem
la
invertido
haber
ms de diez aos. De hecho, Deleuze pareca
la
sobre
e
heideggeriana: el f1\6sofo suabo haba interpretado a Nietzsch
a subrepticia
su propio pensamiento del ser como diferencia; Odeuze reescrib
f
,
mente Et ser y el tiempo a partir de la ontologa nietzscheana.
apo
ti
-Mariet
Kremer
Por 1.'iltimo, para cerrar esta triangulacin, Angele
riguroso de las rdac1onea
con su traduccin del texto de Nietzsche, un estudio
_;
el centro mismo de la
del lenguaje y la verdad, un objetivo que esiaba en
en las clases del 6 y el 13,
lizacin en el primero dd efecto sofstico desarrollado
.
a. . . ", foucalt h120 la;
de enero. De un fragmento de "Sobre verdad y mentir
de su n:anuscr1to, de s
apertura de la leccin sobre Nietzsche desaparecida
.
y Montinari
Obras completas de
asociados Foucaulr y Deleuze-, que dio de baja las dos compilaciones pstu
mas tituladas
La voluntad de podero,
Heidegger entre 1936 y 1939, esto es, despus de su siniestro discurso del
de
bas '.
b,:
l
Diferenca y repeticin
y la irnica "Un
vez. 4_
'R foucault asisti en 1946-1 947 al <.:urw de Jcan Wahl, brillante objetor, sobre las relacio
ncs Je He1-dcgger c:on P Iawn. El propio
Wal1I se rnspiraba
92 .
302
Se dira pues que la divisin, una vo. que abandona su m.<;c;ara de especificacin
y descubre su verdadera meta [ . . . ], [se hace] relevar por el simple "juego" de un
miro. [ . . . ] El Poltico invoca la imagen de un Dios que gobierna el mundo y a
los hombres [ . . . J. El mismo proceder en el Fedro: a la hora de distinguir los
"delirios", Platn menciona abruptamcmc un mito. fsce describe la circulacin
de las almas antes de la encarnacin, el recuerdo que llevan de las Ideas que han
podido comemplar.41
Es en el
Soflstr1,
hace sin miro, aislando al sofista, el falso pretendienre por excelencia, que lleva
303
rodas las cosas al estado de simulacro. Puesw que la meta suprema de la dia
desde Louis Gernet a Gustave Glotz, a comienzos del siglo :xx, hasta douard
Will, cuyos trabajos, por entonces muy recientes, y apoyados en los ltimos
JUEGO DE FoucAULT
Geschichte y la historia-Historie,
es decir, la
rigor inrelectual que se espera del nuevo postulante, Foucault invoca "el juego
ciado por Deleuze, Foucault opone el que Eugen Fink califica no de juego
s
El terna y la posibilidad de una historia global com ienzan a borrarse y vemo
historia
una
llamar
s
podramo
que
lo
de
eshozarse el dibujo, muy difereme,
ir la forma
general. El proyecto de una historia global es el que procura reconstru
- de una
espiritual
o
l
-materia
de conjumo de una civilizacin, el principio
la ley
perodo,
un
de
os
fenmen
los
sociedad, la significacin rnmt'tn a todos
l
.
41
304
46 Sobre la relacin enrre Foucault y Deleuze, conviene leer Judrh Rcvcl, Foucll"I,
et
une
llM
1987]; Y Anne
305
devenir de la
de Informacin sobre las Prisiones y abra el debate acerca de los futuros "comi
es el ascenso de
la ind ivid uac in, ya no como efecto ideolgico del derecho sino en la transfor
macin de las formas msrico religiosas del poder; es la emergencia del ascetismo
Michel Foucaul1, "Niensche, la gn'alogie, J'hiscoire", op. rit., vol. 2, p. 146; col. Quarco,
vol. I, p. 1014.
306
Ese ascenso hacia la Grecia arcaica serva, como ya haba servido al joven
Nietsche wagneriano, de metfora de la actualidad.
Pars, Mercure de Francc. 1904, p. 290 [uad. esp.: Humano, demflJiado humano. Un lihro parll
espritm libres,
307
dionisaco Sfocles.
- En segundo lugar, Heidegger repiensa la composicin arbitraria y pstuma
de La
itinerario hacia esa voluntad y mostrar sobre todo, apoyado en numerosos afo
rismos. que la nocin <le conocimiento es una de sus esrruccuras; la voluntad de
1981-1982,
F. Gros, Pars, (;allimar<l/Seuil. col. l lautcs tu<les, 2001. pp. 16 y paHim, sobre todo
(l. 164 [erad. esp.: L1 hermenimica del iujno. C11rsu m el <..ollege de Frn11ce (1981-1982), Buenos
d. <le
IIJ,
p. 490.
308
podero corresponde por su parte a una imerpreracin del destino del ser, lo cual
anula su verdad nietzscheana. Cosa que Foucaulr no sigue en ningn momento.
- En tercer lugar:
Si d pensamie nto de la Yoluncad de podero es el pensam iento fu nda mental
Je la ml'tafsca niet7.scheana y el ltimo de b metafsica occidental, conviene
entonces parti r de esa VolumaJ para determinar la esencia del conoci miento,
o sea la esencia de la vcr<laJ. [ . . . } Por eso el hombre, en todos sus compona
'
"
dt., vol.
Jbid. . p. 398.
399.
de
!bid., p.
ed.
.
G. Colli y M. Mominan,
.09
\'
! Vase en especial Manin t leidegger, "l remur au fondcmcnt <le la mmphysique", erad.
de R. \-fu nier, en &vue des Scienm Phi/osqphiq1m tt J"ho/qgiqtm,
310
Oedipus at Thebes,62
cin de dirigirse al
"Creekless reader
31 1
inten
"
1 980, Foucault utilizaba tanto los caracteres latinos como los griegos cuando
redactaba sus cursos. (A partir de la existencia de grabaciones del curso pro
nunciado, sus editores adoptaron la cranscripcn en caracteres latinos.)
archivos.
lisra los temas centrales que iba a exponer, ayuda memora que Foucault sola
tener a mano durante sus conferencias, es la nica que permite situar esa alo
cucin en McGill.
2. En 1970 no era habitual que los cursos en el College de France, que son
propiedad de quien los dicta, se grabaran. Las mnicasetes no estaban en uso;
no obslante, y con el acuerdo de Foucault, Gilbert Burlet registr parcialmente
algunas clases con una grabadora Nagra. 63 Las cintas se borraban una vez hecha
la transcripcin, razn por la cual, desdichadamente, es imposible autenticar
4.
Press
Bcmard McGrcgor Walkcr Knox, Oedipm at Tlubes, New Haven y Londres, Yalc Univcrsity
G: En la c.1for:1 de i nflucncia de Foucau lt, Gilbert Burlet e> una personalidad inusual,
el
prirnno que pr<.>pus<.> gr:1b:1r los cursos en el College de France; lo relev en esa actividad Jacques
v;i rios aos de grah:icioncs que sirvieron <le ba1c a estas ediciones. Burlet, antillano
nacido en
Vietnam, esrudi<i teologa en la universidad pontificia del Ges u en Roma; luego pas por la &ole
National e d'Ad min istration y finalmente se dcscmpcfi como mdico en los hospitales de Pars
y como investig<lor wntracado del Instituw Pa.steur en Tokio y en Pekln. Particip
en el seminario dedicado
asin_iio
nes, Jacqucline Gcrm, tambin nacida en Vietnam, no asistla a los cursos y estudiaba chino co
el Instituto de Lenguas Orientales; era adems una de las cs1ilistas Je Paco Rabanne.
Foucault.
Esta conferencia des arrolla la duodci ma clase del curso de 1970- 1971. En
lo formal, desempea en parte, con respecto a ese curso, el papel que tienen
las siguientes con respecto a la teora de la representacin en
cosas.
312
US
FUENTES
Michcl Foucault, "Theatrum philosophicum", op. cit p. 80; col. Quano, vol. 1, p. 948.
.
:l U
Arisrore,
bl>
Pierre Aubcnque, Pmb/me de l'f:trt chez Ariuote. F:ss,Ji .tr1r la prob/h1111tiq11e ari;rotil
311
68
\X/crner Jaeger,
ress,
t 947, p. J) (na<l. de Michd Foucault) fmd. esp.: La teolog4 de /05 primeros filsofos gruf,O$,
\lxico,
ndices
NDICE DE CONCEPTOS
ablucin homrica: 190-192; v1t<e
ritos;
acontccimiento(s): 216;
(aronttcmiemo transformado en
hecho): 208, 214;
(-de cosas dichas) : 63, 70 n.;
(- del saber y conocimienco): li7. 48,
afirmacin (es):
conocimiemo;
()8 n.;
(afirmacin-juramento y
(- enunciacivo): 83;
significante;
Will.
11ase
af10Ao\!;
(- d la oposicin puro/impuro
a la oposicin inoccnrc/criminal):
200, 2 0 1 ;
{F.dipo rey}.
ajuste; t:Scucha-obediencia,
Mley de las mrades"; vauTiresia..
{- del orculo al
,.1Lrhein: 309 n.;
-.....----
. .
. ..
Detienne.
317
--- ... .
testimonio): 143,
n.,
... . --
-
262.
1 , (1
1 1 :!
i 1!.
1 i,
J 1,
' I
(- de la ''etdad-dcsafo a la
adi\inacin:
318
Nietrn:he.
alma sensiriva: 24; vme sensan{es);
z>ase
Ariscrdes.
analoga(s): 53. 105. 229:
(- de una semejanza): 233;
238, 239;
145;
(-y sisrema de alianzas): 145, 146,
i Soln.
1 58, 159: va.se
Asamblea, asamblea del pueblo: 160,
NlJICE
DE CONCEPTOS
c
l culo(s), calcular: 70 n., 123; vanse
calendario, medida. moneda;
(- de equivalencia y sustituibilida<l
religiosa): 155; vase
sacrificio.
,alendario, sisccma de clculo del tiempo:
1 4 1 ; vau Hesodo.
209;
180, 182;
Nietzsche.
mancha;
(las grandes - de
la verdad no
vtue Ari5tteles.
cesura polrica/economa (aprie11cia
de -): 18 1 - 185 ;
(- econmica y poltica}: 22 1; vnme
l
Evoa, voc;.
ciq;o'3:
319
vase
Sol<n.
coaccin:
(- de la verdad, lgica): 18. 20, 60,
63, 92. 289, .300; 11a.re Ari5ctelcs;
(- hi,trica impuesta al discurso
verdadero: - edpica): 214, 218.
219, 2611;
(referencia obligada a la escritura): 98;
(sistema de - y rclaci()ncs de
...,sts.
,..,
_
320
. ;
14l.JM. .!4pl
,4\J.$J
.. MJ
}
#4/
,#
$4Q.@
.. . .i
. t.
Q
J
,J(
,
A... .. . ..4
.J
f$
s;
1.*
4
.1._. ' . ?44ZQ
Z!..
. T
Z.
4
44
,
11A .
4u
%
.
...
210, 2 1 1 , 21 214, 24
Hesodo, _Jaeger.
comprobacin, constatacin [del
:u:ontecimiento]: 80, 95, 102, 103.
verdad;
(- de los testigos): 214, 2l8.
concepto(s): 247; vame diferencia,
ramnamicnco, silogismo;
(ajuste <le los -): 248;
(coaccin del -): 63;
(- <lel concepto }' de la diferencia): c;c;;
(-peligrosos): 243; vase Nimsche.
placer;
lNim.sche].
Nietzsche;
{- teolgico): 149 n.;
..eq::+
:
z
aa
a
t
c
e
. P
P
(- sensorial): 39, 24 9;
(-supremo): 26;
(- trgico): 244 n.;
(-y supresin de la voluntad): 231;
(-y maldad /detrrtarij): 227-229,
250; vase Nietzsche;
(convertido en forma normativa): 48;
vau
Sofistas;
(deseo de -): 29, 40; vase deseo;
(efecto de-): 47;
(el - como acontecimiento): 250;
(el - como saber): 236; ("sed de saher"
y-): 297;
(el - como sistema que <la
connaruralidad al deseo y el
saber): 27, 32, 33;
(el - en cuanro previo a la volunrad
de conocer): 31;
(el - en cuanto previo a la voluntad
de saber versus el -: efecto interno
del conocer): 47;
(el - para conocer): 230, 231;
(el - y la vida, relacin originaria entre
\hiptesis]): 219; vase voluntad
de saber;
(esencia del -): 296, 308; 11au
Heidegger;
(naturaleza primera del -): 232;
{''rganos de-"): 231 [Nict7.sche};
(teora del -): 47, 54, 291, 292, 296;
vame
Heidegger, Marx.
conocimimtu m s: 243 n.;
(negacin niet:ischcana del -): 232.
rnnocimit:nro-ignornncia (dimensin
dd -): 255, 264, 273.
conocimiento-memoria, conocimiento
sin saber, mito de la rcmin iscencia:
3 1 ; vase Platn.
conocimiento sin conciencia, liberado
de la relacin sujeto-objeto, negacin
del cogito: 234;
(- pura): 234:
{la - qut: toma - de s): 47, 48.
; "
NDlCE DE CONCEPTOS
clovcu,
cmottjri, yvwT}; villJt juego;
va11St Nietzsche versw Aristteles
y Kant, Platn;
(actividad de - [humano y animal):
25, 26; (modo de - especifico
del hombre): 26, 27;
{anrerioridad del - con respeao
al deseo): 39, 40; {exterioridad
del deseo con respecto al - [scgl'.
Niet7..scht: y Freud]): 33;
(hasamenro del -: el juego de las
diferencias): 37 n., 232, 233;
(- asctico, - secundario: superacin
del - para conocer, suspensin
de lo utilitario): 231;
(- como "invencin"): 249;
(- como medio de apropiarse
y dominar): 248;
(- como mentira): 235, 240;
(- cualirarivo y sensacin): 23;
11ase
. . .
. ,
.
"'
t.u:.
;
JO
. ;
0
. 4
.. . ..4
<
321
(sofsrica): 65.
.1'1Q41!f.9tb
<
Di
.'
322
.ws_.., % :o.
significanre): 80;
(mentira de las-): 235; vase
interpretacin;
(violencia hecha a la.1 -): 237; 11iase
verdad.
cosa(s) dicha(s): 60, 63, 66, 67. 70 n., 80:
("gmrdianes de las -"): 1 7 1 .
cosa en s y conocimiento: 228 ; vame
Husserl, Kam, Niet1.sche.
cosa escrita: 290.
Ora.en,
Hesodo, Homero, Sfocles;
(-y ca.1tigo de lm dioses): 122;
(-y pureza: superposicicn jurdico
religiosa): 190, 200, 201, 205.
criminal (calificac
in individual del -):
201, 202, 205.
derecho:
( - a la supervivencia): 200;
(-criminal): 203 n.
derecho griego: 1 10-1 1 3, 1 1 5 n. , 1 1 6 n.,
1 2 1 , 276;
(- d:sico):
196;
ioovoc(.
deseo:
(- 11errns voluntad): 20;
(el -: conoc.irnienm diferido): 3L.
d(';eo de conocer: 19, 31, 32;
(cierre dd - en d conocimicnm
mismo): 34;
(-, inscrito en la naruralC7.a por
193-196, 201;
Arisitt:lc.I): 28;
(-y placer de la st:Il>4,un}: 23;
(- verrus soberana del conociinirnw):
decisin:
(-judicial, derecho arcaico y dc1
chlsico): 96, 97, 106, 109, 1
21;
rirano, verdad.
denctos-predicciones, dccreros-profe
11au
Scfocle.1];
rrevota.
dcmocra1i1.acin de la inmortalidad
alma: 305.
,.,
195;
272, 274;
323
NDICE DE CONCEPTOS
4(
..QA(
.. 1
#P4.
desigualdad(es):
(- de fortuna, !destino] del rir.mo):
266, 267, 273, 274 [Edipo rey!;
vrm Txr;
cosas): 62;
(- socioeconmica.1, de <lisrribucn,
siglm v11 y VI a. C.): 139, 140,
169, 177, 1 8 1 , 183.
del VlO<;):
174, 214;
Yocasta; vanse
oiQa. T)(11
/Edpo reyl
324
interpretacin, juego de
diferencias, signo; venus semejanza;
vase
y vmus repeticin;
(horradura de la-): 234 [Nierz.che];
(- e idealidad del sentido): 64;
(- genricas): 25, 26;
(- [moral): entre el vicio y la virtud}:
166 n. [Plutarco] ; (- entre la
riqueza y la vinud): 168 n.
{Platn);
(- sofistica y manipulaciones): 60, 63.
64, 76; (- de naturaka entre
57 [Aristtc:lcs];
-(la -, condicin de la apofnrica): 64;
(lgica del concepro de la -: neucraliza
la materialidad del discurso):
65, 66;
(pensamientu de la-): 18, 19.
diferenciacin: 79;
(- material de los saberes): 284 n.;
(el enfrcncamienw igualitario
sustituido por la - social): 106;
vanse
Grote;
discursivo(s):
a1to<j>rxvnJCc;;
la filosofa;
(elisin del deseo de saber en el -): 20;
(eliminacin del afuera del -): 54;
(independencia dd - con respecto a la
poltica): 52: Aristteles versus
Platn.
discurso filosfico cientfico
(fundamento[sj del -): 54, 85.
discurs judicial: PJame
KQVCl V, VO<;;
(-y con la justicia): J 13. 1 14, 122,
129, 130;
(-y discurso polfrico): 1 14;
(-y discurso de saber): 148;
(-y relacin con la verdad): 89. 101,
102, 108, 109, 1 1 3.
discurso potico: 52, 89.
325
NDICE DE CONCEPTOS
t.
.
1'
discusin(ei;}:
(- dialctica): 55;
(- pblica): 174;
(- retrica y poltica): 52;
(- sofstica[s]): 55, 85;
( - y efecto de desconocimiento,
siglo v a. C.): 174; vase pedagoga
y escritura.
disputa judicial o prejudicial: 92, 94, 96,
I :
,
250,
1
:.
c
;
;
c 0 0
versus l lomero, Mcnclao/Antloco.
di.<p utatio: 56, 69 n.; viase Burid:n.
divisin: 302 [Deleuze]; versus diferencia.
doble monstruoso: 261; vase Girard;
vlme mitades.
dominacin: 18, 20, 32, 33. 82, 85,
233-235, 237. 3J2; vanst discusin(e.s),
sofma(s), Sofista, sofistica;
:
(-de clase, siglos VII a v a C.): 160;
;;5 ; ! :: :
discurso(s), manipulacin.
cnfrentamienro: 265, 277, 290;
sofstica.
PJase
pistcmolgico: vase
operador(e.1).
cesura; vanse
euvorx, v tocc;
.''
poca:
(- arcaica): 202, 206, 208;
(- clsica): 95. 102, 170, 203 n., 206;
(- cristiana): 161 ;
(-helenstica): 95;
(- homrica): 140, 191.
Fr.findung. 225, 241 n.; vase "invencin"
[Niensche] .
'
1
326
ersrica: 83;
11enus
apofntica.
Periandro): 147;
(interrogatorio y restimonio del -,
de los -): 208, 256, 259, 263-265,
ztJSe icnwg.
(Heidegger] ;
(conocimiento de la-): 26, 308 n.
esencia del conocimiento y esencia
Heidegger, Niemche.
esencia de la cosa, de las cosas: 226, 227,
228, 230.
Hesodo
verst1s
ve
Homero;
exclu.in:
(definicin por - de un afuera
del discurso filosfico): 54;
(- conscirutiva de la divisin inocentd
criminal): 206;
255, 259.
escucha-obediencia/sumisin (del
adivino): 271;
(-crisana): 161;
237, 305;
(indiferencia -): 183.
eumlpidas (intrpreces -) : 187 n.; vlttse
il)yT)mt Eo1t{wv.
mnoma:
187 n.; vase cuvoa; vase
r1omos venus dysnomfa; vanse
Hesodo, Homero, Soln.
verdadero/falso, razn-sinrazn):
Spinu-La;
201;
(- terica): 30;
248;
ficcin:
{reglas de - e inscicucion<:$ de
memoria): 1 7 1 ; vas
e mancha;
vas
e
11ase
i principios del anlisis
(la cesura de lo polrico y lo
econmico como -): 1 8 1 .
exclusin, leyes
nieczschcano;
f:oc;.
de Dracn,
procedimientos de reparacin,
purificacin :
281.
fhuln:
(- sensorial): 41;
(medidas de -); 20 l;
vlme
Nietzsche.
[Nict7-che] , 229;
(- occidental): 139; vlase Mcfistfeles.
(- de la contemplacin): 29;
(- oracular): 262;
327
fNDICE DE CONCEPTOS
[Mnafisca A];
48;
(-: conocimienro de los primeros
328
fNOICE DE CONCEPTOS
30 l; vame
(- occidental has1a Nietzsche): 4 1 ;
(-: volunrnd oscura de acceder a (la]
sabidura): 28 [Aristteles].
Fonuna (rueda de la -): 220: va;eTuxri:
(alternancia de la - caracterstica del
hroe trgico): 266 [F.dipo].
fragmcmo(s):
opoov.
Fuego heraclireano (principio <lel -): 49.
fuerza(s);
(- de la ciudad; la moneda): 163, 161;
vase vwa;
(- de la verdad, - autnoma): 92;
(- de produccin): 174 n.
fulguracin <lel acontecimiento: 125, 171,
218, 219.
gcnealoga(s):
(-<le la moral): 232, 243 n.;
(- del rey, de los aneemos, de los
dioses): 137, 183, 297; vase
discurso de soberana;
(- del saber): 291, 298;
(- nietzscheana del conocimiento):
292, 298.
geometra: 1 3 1 n., 133 n., 166 n.
[Licurgo];
(-: principio de distribucin): 166 n.
[Plutarco].
gramtica: 62, 69 n., 75, 77, 86 n., 234.
'"hacedores de construcio11cs" (siglo v1 a.
C.): 267.
hroe{s): 185, 198, 2 1 1 n., 266;
(- homrico): 200, 209;
(- mitolgicos): 267;
(- trgico): 29, 266, 3 1 3: vase
tambin extranjero; va;e Edipo.
hiers [it:Q<;]: 222 n.
hipotecas [levanramiento de las -): 1 n:
Soln.
vase dJ vo(a; vase
hstor: 99 n., lOO n.; vase iotWQ.
historia de la filosofa: 5 1 ([segn]
Aristteles), 52-55, 249.
historia de la lgica: 66.
historia de la sofstica: 48.
historia de las sociedades: 19.
historia de los discursos verdaderos: 20;
(-de la verdad): 52.
historia global e historia general: 302.
historia occidental: 34.
historia "simblica" de Edipo: 260; vanse
fragmencos, "ley de las mitades".
historicidad de la filosofa: 54.
homicidio:
(impureza cualitativa del - y exilio): 199;
(- en legtima defensa): l l l;
(-voluntario, involumaio): 198.
hoplitas [comienzos <le! siglo VII a. C.J:
135, 142, 143, 146, 150 n.
hopltico/a:
(ejrcito - de pequeos campesinos):
156, 159:
(estrategia -y CcQtttj): 142, 143;
(victoria-): 1 SO n.
idea de causalidad: 45 n., 46 n.; vase
Nietzsche verms Kant.
idea verdadera (adecuacin a la felicidad):
22, 4 1 ; vase Spinoza.
ideal asctico: 242 n., 243 n.; vase
NierLSche.
idealidad del scnrido: 64; vase
diferencia.
identidad:
(- del sujeto en el deseo y el
verdad;
conocimiento): 4 1 ; vase
iaootQfo;
(-de las oportunidades de
vanse
tirano;
(- de la memoria, materia del
conocimiento): 26; vanse tambin
materia, sonidos;
(- de la teora y sensacin): 27, 28;
329
<j>unaaa.
imprecacin: 93-95, 99 n., 102, 1 14, 1 1 9,
121, 262; vme tambin juramento.
impuestos y cnones (imperios de Asia,
Lidia): 129, 137(en Grecia), 140, 155,
157, 162, 163, 192.
impureza; 1 99-202, 207-209; vanse
exclusin, homicidio; venus acceso
a la verdad;
(- cualitativa individual): 202, 205,
209;
(-, relacin con la ley y saber): 210.
impurezas: 189;
(-: exclusiones no cumplidas): 209.
impuro:
(carcgor!a jurdico religiosa de lo -):
189;
(-: lo que no tiene acceso a la verdad
y no puede rolerarse [en la
ciudad]: 202;
(Ju -: el &voo<;, coexcenso con el
voi;, ciego al voi;, excluido
del y por el vo<;): 209, 210.
incesto: 223 n., 260, 264 {Edpo rey};
vame "ley de las mitades", mitad.
inconsciente:
(iEdipo, blasn del -?): 264, 282.
indagacin:
(-, saber de indagacin): 260, 262,
263, 265, 280, 281, 286 n.; vase
"ley de las mitades" (Edipo rey};
(procedimientos de - [prederccho y
derecho griegos]): 276-280;
(procedimiento judicial de-): 222 n.,
294; vaH leyes de Dracn.
indagacin histrica: 17, 303, 304.
indiferencia tica a las riquezas: 183.
individualidad(cs): 197, 200, 201;
330
NDICE DE CONCEPTOS
305;
procedimiento
(-judicial): 102;
(- de la ley escrita): 169;
(- de la moneda, monetaria): l 48,
153-155. 158, 159, 163, 164.
v1T).
vase instinto(s)
[Nietzsche] .
intclecco: 226;
inte rs:
192, 193.
intereses:
{conAicro de - enrre grupos de
aristcratas): 144;
vlame
"invencin"
Nieczsche
Erftndung, verdad; vase
i ntos, de impulsos, de
(- de nsti
" inve nci n";
discribuciones): 177;
(- del buen entendimiento y de la
deuda reembolsada): 136;
(- del ingrc:liO y la cari<lad): 161;
(- del sacrificio y sus simulacros): 155.
j uego de diferenci as: 233; vase
conocimiento.
juego de la apariencia: 239;
(- <le mscara): 65.
juego de la juscic ia y la m:ompensa: 121,
122; vase OK.1).
juego tle la. mirada, de fa designacin:
279.
falso): 20;
Aristteles): 73.
3.31
[Edipn rey}.
juego de mitades falcamcs, "dohle juego"
del mecanismo simblico: 261;
vare "ley de las mitades"; vasr
opoAOV.
juego de prescripciones: 247.
32;
(-y el deseo): 54:
(-de Ja verdad con respecto al deseo
y el conocimiento): 4 1 ;
(- de exte riori dad del deseo y el
saber): 32;
discursos): 1 1 9 ;
(- de las represalias): 98;
(-etimolgico): 264;
(- : juego de y sobre la materialidad
del discurso): 65-67;
(-: de la suce5in y la pc:rmu cacin) :
62;
332
jurdico poltico/a(s):
(desapropiacin de la regla -
juramento,
reyes;
Hesodo, Homero.
poder; vase
i voc;;
(procedimic:ntos - de indagacin
!Grecia clsica]): 294.
(- homrico}: 98;
90;
(- de Cortina): 199;
(-de Soln): 198.
justas [discursivas]: 52; vame
discusi
juramt:nco, testigo.
(-homrico): 95;
de Gorrina;
137;
126, 1 27 .
a] la justicia del
accin,
exigencia, prctica(s), rituales:
va
nse
Glotz;
(defmin - del individuo): 197;
(documenws,
rexcos
11.
juramento-decisin, de la regla):
125, 126, 135,
136. 164;
K!UOV K<Xl
aA.r8ti;. v6oc;.
lcy{es): vase
legislacin;
libre:
1 1 1 , 199;
nacurab.a"): 309.
(vtrsus naturaleza),
1 1 5 n., 1 1 9,
[Hesodo] ;
cuvoet, voc;:
'Ayoc;;
[ Pl atn],
175. 289,
133 n,
ajuste,
fragmentos, mitades; vase oo).ov
[J.:.dipo rey/.
v1ist
discurso.
l-:
(- de Filolao): 140;
vanse
libenad:
120, 199:
juramento:
lucha.
aA.rieti;.
vase Hesodo:
(-decisorio):
333
NDICE DE CONCEPTOS
n.,
148;
vioet,
voc;.
[ly no escrita): tradicin oral (cri nombre
de Apolu): 1 97, 198; via11se
(- policas, siglo
vanse
Sfocles.
fNDICE DE CONCEPTOS
334
ciudad, crimen,
puro/impuro; versus verdad;
(- griega y- cristiana): 313:
(los tres procedimientos de borradura
de la -): 276.
manipulacin de los elementos del
discurso: (- lgica vasu.s material,
sofstica, de los enunciados): 76. 78,
79, 82, 83.
(devaluacin de Hipias).
mncica; 271, 274, 276. 278, 286 n.;
vase :idivino; vanse eKaOciV'
TIQVOla.
fragmentos, "ley
de las mitades'';
{mitad -, parre -): 258, 259.
marca(s):
(comparacin errnea encre - y signo
lingstico desde Turgot): l 59;
(la -: identificador. multiplicador de
la relacin): 233;
(- de identidad y realidad del objeto):
234;
causa material;
nombres, sofisma(s);
{- de la cosa dicha): 60;
(- de las palabras): 59;
(- de los smbolos}: 64;
(-y acontecimiento dd enunciad
82;
{surgimienro de lo inmaterial dd
stntido a parrir de la - de la ce
dicha); 66.
materialidad del discurso: 61-67, 79.
83, 84;
{eliminacin de la-: condicin de la
apofntica): 65.
mecanismo poltico religioso: 263; va.
o3oA.ov.
medida: vase 'tQOV; vase juicio/ful!,
(- monetaria): 136.
memoria: 25, 26, 30, 31, 78, 106, 107,
170, 171;
vase
interpret.1cin.
[lfo<leggcr];
(- preplatnica): 307.
metresis del podtr, funcin de la
moneda: 158: vase
vtoa.
Dioniso,
Niet7.sche.
mirnd(cs): 220, 256-26 J , 284 n.; vase
oJ3oA.ov;
(mecnica [deJ ajuste de las -): 259,
260 ("- relato" -"orculo";
"incesto" -"asesinato";
"tcbana"-"corinria"); 11ase "ley
<le las mitades";
(- "'en exceso"): 261; vmc doble
monstruoso.
mtico religioso (saber - de los orgenes):
130.
J35
paradigma.
Moira: 132 n.; vase oiQ<X.
336
vame
Layo,
Plibo, Scrates;
(efectos econmicos y sociales de la e individualidad): 200;
1 98;
((relacin]: -, mancha, purificacin):
199, 200.
naturaleza: 173-175, 183, 187 n., 209,
vmw Aristteles):
244 n.;
vl4Je juego(s).
nmisma: 168 n. [Will], 187 n. [La1
vase vioa; fJase moneda.
nomos: 132 n., 149 n., 168 n., 187 1
218, 305; v4J(
voc;:;
fJtJ
euvoa.
nomoreta(s): 132 n., 1 82 , 213, 215,
267.
norma; vase medida;
(- y juscia): 127, 128; vau <l><
(-y verdad): 237. 238; vlase
Nietzsche.
(la arqurowgla
delsaber/.
objeto (el -: pllnto de aplicacin de la
marca): 234;
ocultacin:
vlast
nietzscheano/a:
(paradigma -
(- de &lipo): 312;
(- de fa regla y peligro de violencia)
1 9 1 , 209;
(-: "Lethe"): 35 n.;
(- versus no olvido, forma de la
saber, verdad;
337
NDICE DE CONCEPTOS
vast tambiln
"Aiitheia'; vase Derjenoe.
ontologa:
(- aristotlica): 68 n.;
vanse
Aubenquc, Duprcl;
(-del sofisma): 80;
(-e imputacin de enunciado): B 1;
(- [nietzscheana]): 237. 300;
(- presocrtica): 8 1 .
305; vame
Dcleuze, Foucault.
"operador(es) ep istemolgico(s)": 22;
n.,
8 1, 105, 119,
van:
i Aristteles;
(- sofsticas): 80, 8 1 ;
uaJ
e
juego(s).
[Nietzsche];
ordenanza, ordenamiento, orden: v4Je
medida; vlanse OKa.lov, vo<;;
(- de la ciudad, del mundo
vme
vase rico(s);
vanse
(- de la moneda, de la acuacin):
11i
asrWill.
orfismo:
(el -: "nuevo espritu infuso"): 203 n.
[MoulinicrJ:
(-y fortalecimiento de las
prescripciones rituales): 192, 196.
otro: lo cocalmenrc otro, "muy otra cosa"
[nict7.schcanal: 230. 241 n., 249;
338
educacin.
pas: vase XWQ<X; vase
tambin
inquisitoria del pas.
palahra(s): 8 1 , 99 n., 1 20, 138, 160, 184,
Esquilo,
Sfocles;
(-, escritura y pedagoga): 174 n.;
van;e
cosa dicha,
cusas, .1ofisma(s).
paradigma: vase modelo;
(- <le un conocimiento que no tiene
otro fin que s mismo): 27;
(la sensacin intil, como - de la
contemplacin venidera): 27;
(- ni ct7.schcano de la voluntad de
saber): 3 1 1 ;
(- nietzscheano 11ersus - ariscotlco):
244 n.
paradoja(s):
(- de la voluntad de verdad):
237-240;
de la verdad): 91 [Demstenes] ;
n.
[Nietzsche]:
(pura - de conocer, dcsinrers): 2l
pedagoga: 148, 173, 175, 1 86, 237; v.
TI(X
lOf.ct;
exrrapensamienco, violencia e
210-212;
(F'oucault, une pense du discontinu):
304 n.:
(interprecaciones del - nietzscheano):
295;
(- presocrtico): 89; (-del siglo
Vl
a. C.): 175;
(- griego aristocrtico): 2 1 1 ;
['.'\ietzsche].
308 [Heidegger].
percepcin: !02, 226, 242 n.;
339
NDICE DE CONCEPTOS
Hc.1odo, Homero.
peste en Tebas (causa de la-): 269
/F.dipo rey].
pho11 versus lektn: 70 n.; vase
Digenes Laercio,
Sexto Emprico.
placer: vame
:y&;r'llaic;, iovi;
(-de la[s] scnsacin[cs] inril[es] ): 25,
diferencia(.1), verdad
del conocimiento; 11ase
Ari.1ttdcs:
(Frica eudemia};
181;
n.,
305;
vame
clases censatarias,
reforma(s) de Soln;
1v
pueblo;
(-y compccenca judicial): 98, 99 n.;
vme prederecho. vase 'latwQ;
(reivindicacin de un-): 130; vame
K<XlOV, KQVE:iV.
340
v
e
r
m
..<
pasaje del
OtK<i(ct v al KQ(\lctv.
.
oones
1 8 1 - 184;
([relacin de] dependencia desfasada)
(- econ1)mico [garante} de la
160, 182;
reparto por d
reparto poltico}: 180.
posicin de existencia y enunciado de
inmonalidad: desapropiacin
(sustirucin del
11.
[DetienneJ;
(- anstocrfocos): 150 n.; vanse
Marrou, l' ndaro, 'Jcognis;
1 37, 138;
(vnculo entre prictcas judiciales
'
funciones - y sacerdotales
vo<;;
/Edipo rey};
Y am:sanado, si<>
los vr
o
L.); 147.
l.
poltica y economaleconmico/a:
Y V a.
305;
gov .
n)
1 4 1 , 142;
va1JSe
'
pbica
l y palabra pri
vada
Gernet.
prcdicado(s): 77, 240; vau verdad.
. 1os vn y vt a. C.):
s
1
g
145-151
Soln;
(autoridad - y medida
monetaria).
.
(conmociones, transforma
D
e
e
nn
e
fNDICE DE CONCEPTOS
l l ' --
principios:
(- [ariscoclicos)): 26, 27, 49,
53. 54;
(los cuatro - del anlisis
.....
..
-.,..
341
286 n.;
Tc:gencs de Mcgara.
punicin:
purc1.a:
199, 200;
verdad; vame
tambin
xclusin, exilio.
. !'
;::
.
.
- :0:
1
'
'
;
,
, o
.
.'
--
'
- --
342
puro:
{categora de lo - en Hornero):
189-19\.
impuro, oposicin;
(-: ajuste a inocente/criminal): 20 \,
203 n. [Moulinicr], 208.
razn/sinrazn: 20 l .
razonamienrn(s): vase Aristteles;
(- dialctico): 36 n.; vase silogismo;
(- falsos: apariencias de -): 57; vase
1'JeuoT)c; ouUoy 1.ac; ;
realidad:
([establecimiento de la] - del hecho):
207, 208:
vemu impureza:
vanse apariencia,
conocimiento;
(- ideal del Ayoc;): 67 [Aristteles];
(- marerial del enunciado): 80, 82;
vase
materialidad.
reconocimiento: 155, 1 6 ! , 21 4; vase
:vr.tyvwgwtc;;
vame
sacrificio, sus!cucin;
:'-'. .
(-y jusricia, d
iovr.t): 113, 179.
reforma(s): vame legislacin, leyes;
(- de Cpsc\o en Corinto): 158;
(- de Licurgo en Esparta): 145;
(-de Soln): 1 5 0 n., 159, 178-181;
v11Se
cuvoa:
(necesidad de -, siglo
V1
a. C.): 306
[An<ller].
n., 74,
75.
vase exgetas:
vianst
..
. :
,.,..
'
..
familiares;
poder, siglos
(- reajustada [al] nuevo
196 .
VII y VI a. C.):
reminiscencia: 226;
): 3 1 ;
(mito de la- , teora de !a1 4 9 n.
-):
la
de
a
(nocin platnic
[Andler].
es): 1 0 1 , 1 1 0 - 1 1 3 ;
in(
reparac
(el fallo como -): l 1 3 ;
1 1 ; vase
(legislacin de la-) : 1 10, 1
Dracn.
vase sentencia:
vase iaovoa;
177;
{justo - de \os bienes): 176,
;
128
s):
cosa
las
de
((- de los poderes): l 8 1 ; vase
euvo.a; vase Soln;
(- econmico de la riqueza): 177.
vase
repeticin: 54, 184, 233. 301, 304;
del
iento
tenim
man
s
versu
retorno;
orden;
io):
(relacin recproca dt: - y comentar
53; vase filosofa(s);
(- de la cosa dicha): 60;
343
fNDICE DE CONCEPTOS
Aristteles, De!cuze.
jurainento, punicin;
(sustimcin <le la - por !a exclusin
legal): 20 l.
rcstitucin(es):
(medida de la-): 136; vase
distribucin;
125
(tiempo de los ciclos y las -):
[Hesodo].
vase
retrica/ Retrica: 36 n., 52;
Aristteles.
retorno:
ciones):
(- de la deuda y - de las esta
rno,
reto
no
eter
se
vm
125 , 126;
tos.
exac
rnos
reto
los
de
justicia
127, 128 ,
rey(es) de justicia: 106, 114,
136, 138.
<le
reyes devoradores de regalos,
; vase
135
,
obsequios: 105, 1 1 4
odo.
Hes
btKci(civ; va.<e
riesgo, arriesg-J r la verdad: 94, 102, 106,
107, 127, 128.
us
(- de purificacin: ruprura, desp
189,
o):
grup
del
homogeneil.acin
216;
oc;,
(- funerarios: sometidos al v.
197.
C.):
a.
VJ
y
vn
s
siglo
194, 208,
rimal(cs): 153, 155, 162, 165,
e sacrificio, verdad; vase
299; 11ans
oiKci(eiv;
:
(acontecimiento - y enunciacin)
170;
n.,
262, 263;
344
(- cosmolgico): 129;
(-cosmognico o teognico ligado
al poder polt ico): 1 37;
{- de la sexualidad, siglos XVll
a XIX}: 17;
(-: el conocimienco liberado de la
Nietzsche;
(- oracular y -indagatorio}: 130;
(- oriental: del origen, de las
cantidades, del acontecimiento):
130, 217:
345
fNOICE DE CONCEPTOS
vo<;;
(- transgresor, - trgico): 17, 29. 255;
(sed de -, Erkmntnistrirb): 297;
(tipos de -): 255, 256, 263, 264
em
y maldad.
.
tico (recorrido del campo -): 175
semejanza:
.
(conocimiento y -): 233, 234; ven.t
[Edipo rry].
Niet7sche;
) : 59,
(-/no - de la.s palabras y la.s cosas
oocx; vanse
249;
sensacin(cs}: 21-34. 226, 233, 234,
s
11.-rsu
e
zsch
Niet
1,ase ctio8T] ot<;;
Arlsttcb ;
Nstor, Spinoza.
(la-, lugar ficticio): 212; vat(
interdicto; vtlSt Nietzsche;
(- aparente): 58; vase sofstica; versus
conocimiento supremo; vasr
conocer;
Aristteles.
28. 29;
(- como paradigma de la
contemplacin): 27, 28 ; vase
ay<JtT]Ot;
(- intil y placer): 27, 39;
(- tillcs] por na turaleza): 27;
(- til/intil}: 25;
15 7. 196;
(- econmico): 179, 182.
sangre:
n:(nv, KQVElV.
yvwT]:
1 12, 160,
signo(s}: 28, 59. 86 n., 95, 103,
1 6 1 , 164, 165 ;
rry}.
n.;
l 26;
(sistema penal): 18.
si.tema verdad - deci.sin judicial soberana polcica (transformaciones
del-): 96.
346
(ejercicio.de la - y develamiento de la
verdad): 127;
(- de 7..eus, de su ley): 95, 1 22, 136;
v11.<e justicia hesidica;
(- del juez, jurdica, de la ley): 95,
109, 1 1 3, l 14, 1 17 n., 127; vase
KQVEL v;
va
nse juicio-medida,
legislacin de Gorrina;
ava.
Pcwi.l.e<;.
NDICE, DE CONCEPTOS
200.
suplicio: 103, 104. 1 20;
(manipulacin - de la materialidad
de los enunciados, del discurso):
47, 48, 54-60, 83;
(- versus apofnri ca): 64-67, 83-85, 89.
sombra(s):
(luz que es -): 5 1 ;
saber.
198,
vame
prueba,
ordala;
(- de los esclavos): 103.
surgimiento del scmido, de la verdad: GG,
85. 107, 170, 173, 216; vaucosa dicha;
(lugar de - del saber): 175;
(-del .Ayo<; y del sentimienm
rrgico : la yog): 291.
vase
f:a.
lo'CWQ;
280[F.dipo rey/.
347
279.
escrita): 148;
tirano(.s):l 1 7 n., 133 n., 142, 146, 148.
150 n., 153-156, 158, 159. 164,
166 n., 172, 175 n., l 7'J, 195, 200,
203
n.,
Cpselo, fidn,
c(vT); vanse
313:
(polcmarcos convertidos en -): 146;
(saber del - y sabe.r <lel adivino): 274,
275; vase QCtV;
(-y advenimiemo de la democracia):
306.
torcura(s) (siglo v a. C.): 265, 275,
276 n., 280.
totalmente ouo: vase
otro.
trabajo: 143 (artesanado), 154
(urbanismo, cartografa);
(orden del trabajo y los das): 124.
127, 128, 133 n., 167 n.; vanse
Hesodo, Vernant;
(paso del - manual al - artesanal) :
1 (,(, n.:
("- J1\lropolgico"): 223 n.; vlare
Malinowski;
Soln;
(-de deimplicacin): 43;
(-.1crvil): lGGn.
348
11.,
Arisrrelcs, Knox,
307 n., 3 1 3 ; vame
Nietzsche, Sfocles.
vlnse moneda;
!!lnse vioa;
ycTwv; vase
Hesodo.
venganza de los dioses: 106-108, 127,
250, 275.
verdad: 1 7 -24, 33, 35 n., 37 n., 40,
49-54, 60, 63, 68 n., 73, 82, 83,
Alitheia,
Spinoza;
aconcecimiento en hecho
(-de la palabra): 259 /F.dipo
(- de las
rey}, 300;
E<lipo):
283;
n.,
1 16
n.,
sistema verd3deroff.ilio;
(Ja
(esenca de la-): 1 1 5
193,
20 1 , 305.
(d hombre
de la - y el conocer en
(- de la fulguracin del
constiruido): 218;
'54/ithtia";
(copertenencia
ciudad): 209;
<iywv]): 93;
(la -, condicin
primordial de la
purificacin): 208 ;
misma}: 238;
naturaleza.
ase Niet1.sche.
232; v
349
NDICE DE CONCEPTOS
via.re Nietzsche;
(sol de la -): 29 1 .
verdad ordlica (derecho arcaico) y
verdad-saber
-
1 26 1 28.
voluntad de
saber): 18.
2%;
fllosoa): 53.
verdad y ejercicio de la soberana: 95.
violencia: 94, 1 23, 217, J.11, 1 63, 168
(historia de la
n.,
232;
[Nict1..sche].
vanse
conocimienco, verdadero/falso
n.,
vlau sabc:r;
n.
hablante): 79;
[Nietzsche];
de Zcus): 1 12, 1 8 1 ,
rey};
248;
vuclra a Schopenhaucr:
conocimiento):
conocimiento,
4.3.
previo a la-): 3 l,
i
Platn;
48 ; vau
voluntad-conocimiento-verdad: 42.
(- irreductible al
11i
nnst Kant, Platn;
(- dd poder popular): 2 1 1 ;
(c:l
236-240. 248,
[iemche);
(- de ironizar): 227
..
viast
voluntad de podero
215 n
(- de los dioses,
verdad, violencia.
voluntad de saber: 1 7 2 1 , 191. 219, 248,
querer
29 5, 296;
[Nietzsche]): 4.3;
(- del conocer):
verdad):
(verdad-conocimiento: relacin de
verdad y/o
instinto de
11ime Niet<Sche;
vcrdad-sabn-conocimenro:
(desimplicar verdad y conocimiento
(voluntad de
(-e
234.
269.
..., ..,.._ ,
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-.@-
n.,
He.1odo.
vmt
n.;
vame
cii-r8c;.
2ase
justicia; vase
voc;;
(ofrrc; tn:KOUr.): 127 [Edipo rey}.
n:conoc1m1ento.
176, 268;
i
ase
KT-OKO'.WV: 1 2 1 .
ouovoi'.cx: 177;
Ayoc;
n.
Cll'YT)'tal Euoh&wv:
i:&gr.uv:v:
ctc;: 28.
n.:
vase -rx.vr.
X,WQa.
felicidad/dicha.
Euvofo. [diosa]: 124 (E"o(rv);
conocimiemo,
1111se
! lesodo
saber; va.<e
tambin "t:X,\'T).
351
1 7 1 . 187
va.<t' wnhn
vase r.uvofa_
civcn: 23. 36 n.
Eigl)vr jdiosal: 124 (Eigtjvrv}, 176;
rcy(e.1).
PcxcnA.cc;: 266; 1Jt1.<e
yfi: 269;
n.,
142;
rambib1 Aetc;.
/Teogona}.
''
356
Bchder, Franz: 1 15 n.
n.:
v
ase eunoma.
oneda.
Platn
{Eutitmo].
Clstencs el Ateniense [Kleisrhenes,
Colli, Giorgio: 45
n.,
Aristteles, Robn.
Coro (el): 30, 256, 257, 262, 265-269,
rey}.
241 n.
Esquilo [- 525-456 a.
296, 312.
.
(Fdipo
rey].
{llada].
Croiset, Mauricc: 1 1 5 n.
Cmrofello, Andrew: 298.
Da.reste de La Chavannc, Rodolphe: 107,
n.
244 n.
vlast Herdoto
[Historias].
245
n.,
291 n.
SofotaJ.
Homero {Iada].
Fausto,
n.,
n.,
222 n., 241 n., 253 n., 284 n., 285 n.,
286 n., 289-313.
French, Alfred: 150 n.
Freud, Sigmllnd: 33, 174
n.,
214, 218,
219, 223 n.
Frisch, Hartvig: 1 1 6 n., 117 n., 132 n.,
149 n., 187 n., 203 n.
Garin, Eugenio: 69 n.
Germ, Jacqueline: 310 n.
[Las traquinas].
i
n.
203 n.
l l O, 1 1 5 n., 168 n.
Derrida,Jacques: 35 n., 174 n., 187 n.,
357
299-305, 309.
n.,
305. 31 1-313.
284
n.,
133
n.,
n.
Faligan, Klo5sowski.
166 n.
1 16
fNDlCE DE NOMBRES
.......
-.---
.... ..
.
. . . ,.. -... .
..
''. .
Vl
Dunkle, J. Roger: 1 17 n.
Haussoul!icr, Bernard: 1 1 6 n.
Hayduck, Michael: 87 n.
Hefesros, micologa: 99 n.; vtl5e Homero
[llJada/.
Hegel, Georg Wilhelm Fricdrich: 241 n.,
293 n., 304, 312.
Heidegger, Martin: 36 n., 45 n., 46
n.,
-
_
358
LECCIONES SOBRE
vtmse
dkam,
11tase Glorz.
C.], tiran o de
anse M ichel,
Atenas [527-510]: 165; v
Will.
Menor, el Sofisra: 68
i
Hipas
n., 70 n.;
11.,
n.,
170, 176,
n.,
n.,
294 n.,
3;
166
1642]: 1 1 5 n.
n.,
11.
n., 286 n.
295 n
n.
n.,
Lalande, Andr: 70 n.
Midas: 165.
n.
n.
11.,
188 n.
[llada}.
/Odisea}.
[-
627-585
a.
C.J,
hijo de
285 n.
craros,
Pisstrato [Peiss
223
223 n.,
313.
168 n.
301, 308.
299, 300.
C.), tirano
de Sici n: 146.
66, 296.
286 n., 3 1 0
313.
70 n., 87 n.
Knox, Bernard McGregor Walker:
133 n.,
Esquilo.
Nicrzsche.
Homero fOdiua/.
1 5 1 n., 203 n.
Luthcr, Wilhelm: 35 n.
1707-1778): 22, 36 n.
n.
Lacan, Jacques: 1 3 l
vlast reforma.
G.,
n.;
390-
n.,
241
359
1NDICE DE NOMBRES
LA VOLUNTAD DE SABER
187 n.
600-527 a. C.].
360
/Eutidemo, Leyes,
Repblica, So/itttr}; vau
308, 312, 313
Schuhl, Pierre-Maxime: 70 n.
n.,
Tuddide.<>: 2 1 1 .
296.
Sreinwenter, Artur: 99 n.
Susong, Gilles: 87 n.
NDICE DE NOMBRES
Sofista] .
n.
361
NDICE ANALTICO
Advertencia .. . .. . . . .. . .. .. . .. . .. . . . . . .. . . . . .. . . .. . . . . . . .. . . . . . .. . .. . . . .. . .. . . .. . . .. . . . . .. .. . . . . . . .. .
.........
. . . ...............................
...
..
17
...................................................
39
..
..
..
...
..
.........
.......................... ..
47
364
73
101
119
..
..
...
..
Distribucin de la palabra de verdad entre dikazein y krinein Aparicin de un dlkaion hesidico como reivindicacin de un orden
justo - Papel del vecino en el juego de la justicia y la injusticia - De
la verdad ordlica a la verdad-saber - Aporre de los saberes asirios e
bici tas. Su transformacin en Grecia.
l53
135
conio
89
365
fNDICE ANAl.fTTCO
169
. ...
189
205
366
iliiifil
0 02456027 7
2 904
L-
verdad
ndices
ndice de conceptos.............................................................................
ndice de trminos griegos...................................................................
fndice de nombres...............................................................................
3
3
3
Esta