Tradiciones
Tradiciones
Las "Tradiciones de Huamanga", son relatos que se conserva para la posteridad en forma
de Tradiciones, constituyendo sta como una de las fuentes de nuestra historia.
El contexto cultural que se desarroll en la ciudad dio lugar al progresivo surgimiento de
una historia urbana llena de ancdotas y explicaciones legendarias de muchos
acontecimientos de la vida de la ciudad, como de la vida particular de muchos de sus
pobladores. Esta historia se transmita y an hoy se transmite oralmente, incorporando
personajes o desaparecindolos o magnificando algunos hechos y circunstancias
de acuerdo al momento cuando se relata y transmite a las nuevas generaciones, ese
mensaje de la historia urbana rescatado del tiempo.
Cinco esquinas
Por los aos de 1774, viva en esta ciudad, un seor espaol de muchas campanillas,
pues pudo haber sido un Conde o Marqus, por lo menos, posea varias haciendas y
tena mucho dinero. Viva en una casa magnfica, situada en la calle "Tambo" actual jirn
"2 de Mayo", tercera cuadra.
Era un jugador empedernido, y tambin un copista de los notables. Jugador de profesin,
algunas veces perda, pero en ms ocasiones ganaba.
A pesar de sus malos instintos, era devoto y de buena fe. Todas las noches, cuando se
retiraba, el camino forzado hacia su casa era "Cinco Esquinas". Cuando pasaba por all,
casi siempre se encontraba, con un viejecito, que le peda una limosna. El caballero le
daba algunos reales y santas pascuas.
Una noche, se retiraba del club, despus de haber perdido hasta el ltimo cntimo; su
gran anillo de diamantes y hacienda de Pomacocha; iba aburrido y triste. El viejito le pide
una limosna "Vea ya mi buen viejito, que no tengo ni un centavo, la nica cosa que me ha
quedado es este revolver, puedes empearlo o venderlo, es tuyo y haz lo que quieras".
"Muchas gracias", dijo el vejete.
Al da siguiente, su buena esposa, mujer de alta alcurnia, espaola y devota, acuda a la
Misa en la catedral. Despus de la Misa, se arremolin la gente al altar del Santsimo; la
seora asoma a dicho altar, y momento impresionante, reconoce el revolver de su marido.
El arma tena un mango de ncar con dos letras, monograma del dueo.
Todos decan: clrigos y legos; han robado la Custodia, o por lo menos sus brillantes,
palos o zafiros, pero al revisar, nada faltaba.
La seora al regresar a su casa, le reprende severamente, pues la gente deca: al robar la
Custodia, el ladrn por olvido haba dejado su revlver.
Le deca la matrona: "Eres jugador, bebedor, pero me maravillo, que hayas llegado al
terreno de la ignominia, de ser ladrn de las cosas sagradas, no faltaba ms, para la
desdicha de tu esposa". Y llorando con una amargura indecible. El caballero cavilaba y
deca: "seguro, uno de los compaeros de juego me habra sustrado mi revolver y habra
dejado en la Catedral al robar dichos objetos o joyas". Averiguaba... nada para sacar en
limpio. Al fin, record que su revlver, le dio al limosnero. "Seguramente ste era un
maleante, deca, que disfrazado de mendigo, me ha
recibido el revlver, todava todas las noches me
peda limosna". Al buscar al mendigo, cosa
infructuosa.
A propsito sala de noche para agarrar al viejo, y
nada por encontrarlo. Felizmente, para poner
trmino a sus dudas, el seor le ilumin su mente,
que el limosnero era el mismo Seor de cielos y
tierra.
Convencido de la revelacin divina, seguro de la
verdad, public delante de sus amigos y mucha gente piadosa, que el limosnero era Dios.
Hombre verdadero: Cristo Jess.
En recuerdo de lo sucedido, hizo levantar aquella urna, con una cruz y la efigie de
Jesucristo, como hasta ahora se venera respetuosamente, la Cruz de Cinco Esquinas.
Tres Mscaras
En los aos de 1706, exista una misin opulenta en Huamanga, en el jirn que hoy lleva
su nombre.
Isabel, bella mujer, hija del Marqus de "La Totora", era enamorada de un joven noble y de
buen parecer fsico, al cual corresponda ella, pero su padre, quera casarla con un vejete,
el Marqus de Valdelirios, porque era rico y de ttulo nobiliario.
Tanto insista el padre de Isabel para esta unin, que lleg a odos de su enamorado, el
joven Ricardo; quien escal la casa para raptarla a la chica, pero antes de poder entrar a
la mansin de su enamorada, fue detenido por un embozado, quien le ret a un lance de
espada. El joven le acept, y era nada menos que el vejete pretendiente de la mano de
Isabel. La lucha fue recia y reida. Al escuchar el chasquido de las espadas, acudieron
Isabel y su padre, quienes miraban estupefactos el duelo. Despus de cuarenta minutos
de altercada pelea, recibi una estocada mortal el Marqus de Valdelirios, cay
pesadamente al suelo, y en un charco de sangre era difunto.
Al ver esto, el padre de Isabel. Marqus de Totora, recogi la espada del difunto y ret l,
al joven. Se trab nueva lucha, pero despus de veinte minutos de crueles maniobra,
cay tambin el Marqus de La Totora de una estocada cruel, porque Ricardo era un gil
espadachn.
Isabel al ver este incidente fatal, ret a su enamorado, quien le expres enfticamente su
odio al joven. Dijo: "hasta este momento te he amado mucho, pero ahora que has matado
a mi padre, te odio en el alma". Ahora, luchar hasta que muera yo, o t... miserable.
La joven pidi perdn, pero la chica fue inflexible.
Ricardo tir la espada, se arrodill, y esper paciente el ltimo segundo de su vida. Dijo:
Manchay Puito
Helme
Seor de Quinuapata
Jess Nazareno
Mara Parado de Bellido
Festividades
Semana Santa Ayacuchana
La Semana Santa de Ayacucho es una festividad religiosa y popular en donde todo el
pueblo participa de tal manera que, en conjunto, pareciera una gran representacin
escnica de la pasin, muerte y resurreccin de Jesucristo.
La Semana Santa Ayacuchana da inicio el Domingo de Ramos con la bendicin de las
palmas y flores que luego sern arrojadas por nios en el camino que recorrer el Cristo
montado sobre un pollino, el lunes Santo, ser el da del recorrido del conocido Seor del
Huerto, ya el martes Santo se ver por las calles de Ayacucho la imagen del Seor de la
Sentencia, el mircoles Santo, si bien an conserva la sencillez de los dos das anteriores,
esta fecha es tambin casi tan importante como la del jueves, ya que es la representacin
del camino que el Cristo Nazareno recorre al Calvario y donde el Nazareno ir a
encontrarse con la Santa Virgen, el jueves Santo se contina con los eventos; este da
tambin es verdaderamente resaltante ya que en l se celebra la Misa de la Consagracin
de los leos y el lavatorio de pies a cargo del Obispo quien en un acto de humildad y en
representacin del Cristo se encarga de lavar los pies a doce hombres pobres de la zona.
El viernes Santo, que es el da en el que se recuerda la muerte de Cristo, este comienza
con El sermn de las tres horas, seguir con la procesin del Seor del Santo Sepulcro.
Este da tambin quien se encuentre participando de las celebraciones tendr un tiempo
de poder acudir a las diferentes ferias regionales que se organizan.
En el sbado de Gloria, despus de dos das de fervoroso silencio por fin se escucha el
bullicio de las calles y una gran alegra pues se espera el momento de la resurreccin de
Jess. En este da el pueblo ayacuchano puede visitar diferentes ferias, as como acudir
a festejos de carcter popular tales como los Morochucos. En la Plaza Sucre tambin
puede observarse exhibicin y venta de distintos platos tpicos ayacuchanos.
El ltimo da, el Domingo de Resurreccin, sale en procesin antes del alba la procesin
de la Aurora para ya en la tarde seguir con el hermoso recorrido del Seor de la
Resurreccin.