Heidegger y Gadamer - Fundamentos de La Filosofía Hermenéutica
Heidegger y Gadamer - Fundamentos de La Filosofía Hermenéutica
Heidegger y Gadamer - Fundamentos de La Filosofía Hermenéutica
ISSN: 0049-3449
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Pontificia Universidad Catlica de Chile
Chile
Teologa y Vida,
XLVI (2005),
122
- 138
LUISVol.
MARIANO
DE LA
MAZA
122
1.
ANTECEDENTES
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En este contexto se desarrolla tambin la filosofa fenomenolgica, cuyo fundador, Edmund Husserl, se propone la misin de superar la crisis de la ciencia
positivista que haba dominado casi sin contrapeso la escena cultural europea durante gran parte de la segunda mitad del siglo XIX. El sentido de esta crisis consiste,
para Husserl, en que la ciencia ha dejado de tener significado para el hombre, pues
no le proporciona orientacin sobre los problemas acuciantes del presente, ni criterios rigurosos para guiar su conducta. La fenomenologa se presenta como una
reflexin filosfica que quiere fundamentar firmemente la objetividad del saber mediante un mtodo, cuya principal regla es dejar que las cosas mismas se hagan
patentes en su contenido esencial, a travs de una mirada intuitiva que haga presente
las cosas tal como se dan inmediatamente para el que las vive y poniendo entre
parntesis el juicio sobre la validez de los presupuestos, opiniones o interpretaciones
acerca de ellas.
La conciencia no es para la fenomenologa algo cerrado en s mismo, sino que
est definida por la intencionalidad, es decir, por la particularidad de estar siempre
abierta y referida a algo como su correlato objetivo. El anlisis fenomenolgico
muestra, adems, que los objetos no se dan a la conciencia aisladamente, sino insertos en un contexto mayor, en el que se destacan como lo que son. Este contexto es el
mundo, horizonte general de todo lo que es y puede llegar a ser contenido de la
experiencia. Husserl distingue dos formas de relacin de la conciencia con el mundo. La primera es la forma natural o ingenua en que todos nos desenvolvemos en el
mundo en el que nacemos, trabajamos, pensamos y morimos, y que por lo tanto se
nos presenta como realmente existente. La segunda se refiere al mundo visto con la
perspectiva del fenomenlogo, que ya no da por supuesta su existencia, sino que lo
tematiza en forma crtica y reflexiva como constituido por actos intencionales de
una conciencia pura. Pero es precisamente esa exigencia metodolgica de la epoj,
de poner entre parntesis la existencia del mundo y de los sujetos y objetos reales
para quedarse nicamente con la experiencia de la conciencia pura, analizable por
un observador desinteresado, lo que Heidegger, asistente y discpulo de Husserl a
partir de 1918, terminara por rechazar para orientar la fenomenologa hacia la
hermenutica.
2.
Segn Heidegger, el problema de la fenomenologa, tal como la ha desarrollado su maestro, es que sucumbe a la enorme influencia que tiene la posicin terica
en el pensamiento filosfico tradicional. Heidegger est de acuerdo con Husserl en
relacin al concepto de intencionalidad. Que la conciencia est directa e inmediatamente dirigida a su objeto, el cual nunca es un ingrediente de la propia conciencia,
es, para Heidegger, el gran descubrimiento de las Investigaciones lgicas. Pero, a
diferencia de Husserl, no considera que el flujo de las vivencias intencionales constituya un mbito que deba ser investigado por s mismo. Heidegger considera que
Husserl permanece adherido al prejuicio moderno, que recibe a travs de Brentano,
de la existencia de una esfera subjetiva incuestionable. Ese sera un prejuicio que
comparte con el psicologismo, a pesar de la dura crtica que le ha dirigido en las
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mismas Investigaciones lgicas (1). Heidegger considera que para combatir de verdad al psicologismo hay que criticar tambin la concepcin de una esfera de la
conciencia como regin de investigaciones propias.
En el curso La idea de la filosofa y el problema de la cosmovisin, del semestre de invierno de 1919 (2) y en el curso sobre Problemas fundamentales de la
fenomenologa de 1919-20, Heidegger presenta una concepcin de la fenomenologa
como ciencia originaria de la vida fctica. En estos cursos Heidegger se refiere a la
cientificidad de la filosofa como esencialmente ligada a su carcter originario, en el
sentido de ser preterico.
En esta poca Heidegger considera que la filosofa es revivencia o repeticin
de la vida inmediata y espontnea. Pero esta repeticin no puede tener la forma de la
reflexin que propone Husserl, porque esta produce una modificacin esencial en la
vivencia primitiva. La reflexin puede sacar a luz todo lo que estaba presente en la
vivencia, pero no puede revivirla. Mi vivir no se me da como un objeto puesto ante
m, ni menos como una forma inmanente a la conciencia, sino como un ocuparse de
variadas formas con las cosas, que me involucra y afecta, pues me puede resultar
bien o mal. La repeticin tiene que tomar ntegramente todo lo que aparece en el
vivir inmediato, especialmente los modos no tericos de ese aparecer. Esto equivale
a adoptar una posicin estrictamente opuesta a la reduccin fenomenolgica o epoj
de Husserl, pues implica coejecutar la posicin de la actitud natural, sumirse en ella,
no ponerla fuera de circulacin.
En el semestre de invierno de 1919-20, Heidegger dicta un curso sobre Fundamentos de la mstica medieval, al cual siguen, en el semestre de invierno de 192021, otro sobre Introduccin a la fenomenologa de la religin, y en el semestre de
verano de 1921, otro sobre San Agustn y el neoplatonismo. El tema dominante de
estos cursos es la precariedad del aparato conceptual metafsico para dar cuenta
adecuadamente de la experiencia viva del cristiano. La insuficiencia principal de la
metafsica para exponer la experiencia de la vida y de la historia consiste, segn
Heidegger, en privilegiar, desde el punto de vista terico, la simple presencia, olvidando, entre otras cosas, que la experiencia cristiana originaria del tiempo y de la
historia no est dirigida al presente, sino al futuro, como expectativa del acontecimiento de la segunda venida de Cristo.
Por otra parte, desde las lecciones universitarias de 1919, Heidegger comienza
a conectar su peculiar concepcin de la fenomenologa con la tica a Nicmaco de
Aristteles, y particularmente con los anlisis sobre la frnesis para ilustrar formas
de comportamiento humano que no se dejan reducir al mbito de lo terico. En las
Interpretaciones fenomenolgicas sobre Aristteles (1921-22), Heidegger se refiere
a la triple estructura del comportamiento, distinguiendo aquello hacia lo que se
dirige, el sentido referencial (Bezugssinn), el cmo es ejercido el comportamiento,
su sentido de ejecucin (Vollzugssinn), y el respecto de qu, la referencia o sentido
de contenido (Gehaltssinn). El sentido de ejecucin tiene un significado especial,
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(2)
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Las principales referencias se encuentran en el curso del 20-21 sobre Introduccin a la fenomenologa de la religin, y en el curso del 21-22 sobre Interpretaciones fenomenolgicas de Aristteles.
Heidegger distingue en toda pregunta aquello 1) por lo que se pregunta (das Gefragte), 2) a qu o
quin se pregunta (das Befragte), un ente determinado, 3) de qu se pregunta, es decir, lo preguntado (das Erfragte) o aquello que se espera encontrar al llegar la pregunta a su meta. Aplicado a
la pregunta que nos ocupa, aquello por lo que se pregunta es el ser y lo que se espera encontrar es
el sentido del ser. Pero a qu ente hay que dirigir la pregunta? La respuesta de Heidegger es: la
pregunta debe ser dirigida a aquel ente que est constitutivamente abierto al ser porque se preocupa de su propio ser. Este ente no es otro que el hombre, pero desde esta perspectiva no interesa
como ente con tales o cuales caractersticas, sino en su condicin de radical apertura al ser. Cf.
Sein und Zeit, 2.
127
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terminadas. En primer lugar, hay posibilidades que no hemos escogido, pero con las
que nos encontramos y nos condicionan: el haber nacido en tal lugar, con tal sexo,
bajo tales condiciones sociales, etc. Nos encontramos fcticamente arrojados en el
mundo de tal o cual modo que no depende de nosotros, lo que determina nuestra
disposicin de nimo o modo de encontrarnos. Otras posibilidades s pueden ser
escogidas libremente, pues estn disponibles o abiertas a la proyeccin que hagamos
de nuestra existencia. Estas ltimas son las que definen la comprensin como modo
de ser del Dasein desde el cual las cosas adquieren significado. En el mundo circundante, cotidiano de las cosas a la mano, todas las cosas estn relacionadas entre s
y tienen una funcin y un significado comprensible, que depende del modo como los
hombres proyectan su existencia. Las cosas no tienen un significado en s mismas,
pues significan algo distinto para alguien que se proyecta como artesano, como
deportista, como cientfico, etc. Cada una de estas proyecciones determina en vista
de qu hacemos uso de las cosas.
Heidegger llama interpretacin a un desarrollo ulterior de la comprensin, la
que se apropia de lo comprendido, hacindolo expreso o explcito. Una forma elemental de interpretacin que se da en la vida cotidiana es designada por Heidegger
ver en torno o circunspeccin (Umsicht), que ocurre, por ejemplo, cuando se
interrumpe el curso normal de la actividad prctica. Un martillo no funciona bien, lo
que provoca un preguntarse por el en cuanto qu o cmo del martillo o de la
actividad que trato de realizar con l. Esta pregunta puede llegar a derivar en caso
extremo hasta la teora pura sobre la esencia de los instrumentos en general.
En el 32 de Ser y Tiempo, Heidegger afirma que lo que hace posible la
apropiacin es el sentido, al que define as: Sentido es el horizonte del proyecto,
estructurado por el haber-previo, la manera previa de ver y la manera de entender
previa, horizonte desde el cual algo se hace comprensible en cuanto algo (9). El
sentido es aquello en base a lo cual podemos comprender algo en tanto que algo,
aquello hacia lo que se proyecta la existencia humana y desde lo cual es posible
comprender mejor a los entes, hacerse cargo de ellos como algo, determinado. Es
una estructura del hombre en tanto que Dasein, no es algo que est adherido a los
entes, u oculto detrs de ellos, ni flotando en algn espacio ideal. En ese hacia
dnde ya est dado por anticipado lo que se comprende, de tres maneras: Lo que se
interpreta se posee ya de antemano, recortado o perfilado de una cierta manera y
acompaado de una cierta conceptualizacin.
Si la interpretacin de mueve dentro de lo ya comprendido y se nutre de ello,
entonces se mueve en un crculo. Pero no se trata de un crculo vicioso, sino de un
crculo hermenutico. Es decir, no es un crculo que haya que eliminar del saber,
como aspiran a hacerlo algunos historigrafos positivistas, sino un crculo en el que
hay que entrar de manera adecuada. Lejos de hacer caducar las cosas mismas, conlleva, segn Heidegger, la exigencia de legitimar la interpretacin desde las cosas
mismas: la primera, constante y ltima tarea [de la interpretacin] consiste en no
dejar que el haber previo, la manera previa de ver y la manera de entender previa le
sean dados por simples ocurrencias y opiniones populares, sino en asegurarse el
(9)
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3.
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GW I, p. 174; VM I, p. 222.
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GW
GW
GW
GW
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I,
I,
I,
I,
I,
p.
p.
p.
p.
p.
271; VM I, p. 333.
286 s.; VM I, pp.348 s.
300; VM I, pp. 365.
298 s.; VM I, p. 363.
299 s.; VM I, pp. 363 s.
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sin, sino que tiene un rendimiento productivo para ella, no meramente porque
permita desconectar en alguna medida los intereses del intrprete sobre el objeto,
sino sobre todo porque esa distancia permite apreciar mejor los efectos de la obra en
las distintas pocas: lo que perdura y lo que pierde validez, los prejuicios verdaderos
y los prejuicios injustificados que la acompaan (24).
Ahora bien, Gadamer destaca que poner en suspenso los prejuicios para examinar sus pretensiones de validez es lo que define la pregunta, en tanto que sita
nuestras opiniones en el terreno de lo abierto. Lo trasmitido nos interpela, poniendo
en cuestin nuestras convicciones actuales. Pero para poder responder a ese cuestionamiento, nosotros, los interpelados, debemos, a su vez, plantear ciertas preguntas
al pasado, interrogando a los textos que ese pasado nos lega (25).
En este cuestionamiento recproco del presente y del pasado ocurre lo que
Gadamer llama la fusin de horizontes. Poniendo en juego los prejuicios es posible
destacar aspectos del pasado que son significativos para el intrprete, los que a su
vez permiten destacar aspectos del presente que abren perspectivas de anlisis del
pasado. El horizonte del presente no se forma al margen del pasado, pero el horizonte del pasado tambin est sometido a los efectos del presente: Comprender es
siempre el proceso de fusin de estos presuntos horizontes para s mismos. [...] La
fusin tiene lugar constantemente en el dominio de la tradicin, pues en ella lo viejo
y lo nuevo crecen siempre juntos hacia una validez llena de vida, sin que lo uno ni
lo otro lleguen a destacarse explcitamente por s mismos (26).
En este proceso de la fusin de horizontes entra en juego el problema hermenutico central, que a juicio de Gadamer es el problema de la aplicacin, tradicionalmente reducido a un aspecto especfico de las hermenuticas teolgica y jurdica.
Gadamer considera, en cambio, que estas hermenuticas son ejemplos paradigmticos de algo que pertenece constitutivamente a toda autntica comprensin. Siguiendo el modelo aristotlico de la frnesis, sostiene que la aplicacin en sentido hermenutico no presupone un concepto o ley general bajo el cual se subsume un caso
particular, sino al revs, la concrecin del caso particular es la que hace posible la
autntica comprensin de lo general.: [...] si el texto, ley o mensaje de salvacin,
ha de ser entendido adecuadamente, esto es, de acuerdo con las pretensiones que l
mismo mantiene, debe ser comprendido en cada momento y en cada situacin concreta de una manera nueva y distinta. Comprender es siempre tambin aplicar (27).
3.3. Lenguaje y filosofa
La tercera parte de Verdad y Mtodo est basada en la tesis de que el lenguaje
es el medio universal en el que se realiza la comprensin (28). En su lucha contra
el distanciamiento metodolgico, la hermenutica gadameriana parte del supuesto
que toda incomprensin, malentendido o extraeza supone y est precedida por una
comprensin o acuerdo que la sostiene. Pero la naturaleza de este acuerdo es esen(24)
(25)
(26)
(27)
(28)
GW
GW
GW
GW
GW
I,
I,
I,
I,
I,
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doctrina agustiniana del verbo interior (33), para explicar, entre otras cosas, de
dnde nace la necesidad de filosofar. Dado que las palabras no pueden dar adecuada
cuenta de todo lo que se comprende cuando algo se comprende y de todo lo que se
dice cuando algo se dice, ellas siempre se quedan cortas y llaman a seguir buscando
ms palabras que permitan desarrollar la comprensin, es decir, interpretar, y finalmente hacer filosofa (34). No filosofamos porque estemos en posesin de la verdad
absoluta, sino justamente porque ella nos falta.
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RESUMEN
En primer lugar se expone sucintamente cmo Martin Heidegger, desde los inicios de su
enseanza universitaria, transforma la fenomenologa en una filosofa hermenutica, haciendo
hincapi en los conceptos de comprensin e interpretacin que ofrece su obra Ser y Tiempo.
En segundo lugar se examinan algunos rasgos fundamentales de la filosofa hermenutica,
con especial referencia al arte, la historia y el lenguaje, tal como se presentan en la obra que
consolida y consagra esta vertiente de la filosofa contempornea: Verdad y Mtodo de HansGeorg Gadamer.
ABSTRACT
In this article the author first discusses the way in which Martin Hiedegger, form his early
days of university teaching, turned the phenomenology into a hermeneutic philosophy placing
special emphasis on the concepts of comprehension and interpretation of his work Being and
Time. Then, the article goes on to examine some of the most fundamental aspects of the
hermeneutic philosophy, paying especial attention to the arts, history and language, as
presented in his work, which comes to consolidate this contemporary philosophical current:
Truth and Method by Hans-Georg Gadamer