Maternidades Libres. María Juárez Escario
Maternidades Libres. María Juárez Escario
Maternidades Libres. María Juárez Escario
Primer curso
Mster en Estudios de la Diferencia Sexual
Duoda
2008-2009
NDICE
La necesidad que gui mi deseo de realizar este trabajo...2
Introduccin...5
El origen..6
La maternidad al final del patriarcado.12
Traer vida entre mujeres16
Cuando las mujeres desean que suceda a su manera.23
Bibliografa
del
proceso
de
crear
vida
que
no
parece
estar
ante
la
maternidad
as
como
el
imposible
cuerpo
de
las
mujeres
contra
las
propias
mujeres,
El origen
La relacin que se establece entre la madre y su criatura, su
obra, es una relacin humana, es la relacin humana primera.
Relacin que se establece entre dos seres entre los cuales no existe
jerarqua sino disparidad y por lo tanto, el poder no es un elemento
presente en su relacin.
Cada ser humano, por el hecho de haber sido hija o hijo, ha
tenido experiencia real de la capacidad humana de relacionarnos
desde el amor, la relacin como un fin en s misma y no como un
medio, pues la relacin primera que mantuvimos con otro ser
humano, con una mujer, con nuestra madre, se estableci en estos
trminos. De este modo,
posibilidad
que
se
nos
de
entablar
relaciones
no
las
relaciones
civilizadas
civilizadoras
que
posibilitan
la
hace posible que cuando surge el deseo femenino libre, ste nos
conduzca a iniciar este tipo de relaciones. Pues la capacidad de ser
dos implica la posibilidad de vivir la experiencia que pone en juego
una relacin con otra u otro que es distinto de m, en trminos
diferentes a la oposicin o a la asimilacin. Hace posible la aceptacin
necesaria para convivir pacficamente, que es la aceptacin de que es
posible establecer relaciones ms all de la dialctica, ms all de la
polaridad o de los contrarios-opuestos sin que ello implique intencin
de asimilacin ninguna. La primera relacin que disfrutamos se
estableci en estos trminos y fue con una mujer, con nuestra
madre. Reconocer que esto es as es el primer paso para iniciar un
camino de esperanza, pues sabemos de la posibilidad y de la
capacidad que nos ha sido ofrecida por nuestra madre como un don,
de crear relaciones civilizadoras ms all de la violencia que genera la
confrontacin
de la
dialctica o
los
intentos
asimiladores.
Es
de
la
primera
infancia
coincidiendo
con
la
14
femeninas
que
tradicionalmente
la
acompaaban
La institucin,
15
las
mujeres,
autoras
de
cuerpos,
despreciadas
en
malinterpretada
por
ltimo,
usurpada
por
las
no partir de la
17
aceptacin sino del tratar de explicar una experiencia del ser que no
se puede reducir a meras secuencias de procesos fsico-qumicos, se
sienten abrumados, superados por el misterio y por miedo a ser
engullidos por l, han urdido la quimera de que pueden controlarlo y
hacerlo servir a sus intereses. Pero es solo una quimera, y lo es ms
an desde el momento en que nosotras sabemos que lo es.
Traer vida entre mujeres
A lo largo de la historia las mujeres se han acompaado
mutuamente en los procesos femeninos que comparten, creando
redes de mujeres de vital importancia para ellas. Espacios entremujeres donde se expresa libertad femenina y donde el apoyo mutuo
posibilita la realizacin del deseo libre de cada una. Una de las
experiencias vitales compartidas tradicionalmente entre mujeres es el
embarazo y el parto. Esta manera de hacer, la eleccin de dar
autoridad a mujeres en procesos vitales para nosotras es poltica y
repercute significativamente en las vidas de las mujeres que as lo
eligen. El embarazo y el parto, son los momentos donde la diferencia
sexual se muestra con toda su grandeza, aunque en ocasiones se
desdibuje y lleve a confusin cuando se oyen expresiones del tipo
estamos embarazados.
Cuando el embarazo y el parto son objetivados por la ciencia,
por la medicina, por las instituciones que ostentan el poder y la visin
resultante del mismo es devuelta a la mujer que est vivenciando
esta experiencia, el desorden simblico es absoluto. Porque ella sabe
que su estado es un estado de cambios profundos en el ser, no es un
conjunto de sucesiones de procesos fsico-qumicos que los doctos en
la materia conocen y la desvelan cuando acude a una consulta
mdica. Porque la capacidad femenina que ella encarna no es
medible, ni cuantificable ni tampoco generalizable al resto de las
18
por
las
instituciones
poderosas
debido
la
misoginia
embargo, para las mujeres que eran atendidas en este trance por una
partera, el oficio de la partera y la matrona que permaneca junto a
19
parto,
as
como
sus
recursos
fsicos
psquicos
fueron
intento de explicar y
no
las
mujeres,
esta
situacin
nos
produce
malestar
cada
vez
ms
aisladas.
Tradicionalmente,
los
necesarias.
Esto
genera
fuentes
de
ansiedad
mdica
donde
una
diferencia
sexual,
en
demasiadas
25
26
espacios
entre-mujeres
donde
establecer
relaciones
acarrearles,
un
estado
de
invalidez
que
las
mantiene
28
BIBLIOGRAFA
Beitia Hernndez, Nria. Dos para saber, dos para parir. Duoda.
Estudis de la Diferncia Sexual. Nm 31-2006.
Muraro,
Luisa.
El
orden
simblico
de
la
madre.
Cuadernos
Garretas,
Mara
Milagros.
El
cuerpo
insdispensable.
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