Guevara Discurso A Los Estudiantes de Arquitectura 1963
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TextosdelecturaparareflexinydebateTextoN4
TallerLibredeProyectoSocialSeminario2012
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Despus los mecanismos sociales en los diversos regmenes de opresin en que se vive
pueden ir
cambiando esta estructura mental. Pero el estudiantado es revolucionario en su gran mayora. Tendr ms o menos
conciencia de una revolucin cientfica, sabr de mejor o peor manera qu es lo que quiere y cmo lo quiere para su
pueblo o para el mundo, pero el estudiantado es, naturalmente, revolucionario, porque pertenece a la capa de los
jvenes que se abren a la vida y que estn adquiriendo conocimientos nuevos todos los das.
En nuestro pas ha sido as. Y a pesar de que se han ido evidentemente profesionales estudiantes
hemos visto con mucha satisfaccin, y a veces tambin
con sorpresa, que una gran mayora de estudiantes y de profesionales permaneci en Cuba, a pesar de todas las
facilidades que tena para irse y a pesar de todas las tentaciones que el imperialismo lanzaba sobre ella.
Y la razn es lgica: aun considerando que en los regmenes sociales de explotacin los estudiantes no
pueden elegir su carrera, seguir su real vocacin ntima, siempre hay un punto de contacto entre la vocacin del hombre
y la carrera que sigue, y los casos de frustracin son los menos. En general se sigue una carrera tambin influido por
una serie de tendencias econmicas, pero fundamentalmente porque esa carrera interesa.
En nuestro pas a los profesionales y a los estudiantes se les ha dado la oportunidad que realmente un
profesional debe aspirar a tener: la oportunidad de contar con todos los implementos de su trabajo para poder
realizar su obra.
Por primera vez en Cuba los profesionales se han sentido constructores reales de la sociedad, partcipes
de esta sociedad, responsables de la sociedad. Dejaron de ser asalariados, ms o menos escondidos tras las
diversas formas de explotacin, pero en su inmensa mayora asalariados al fin para la construccin de obras para
otros, para interpretar los deseos y los criterios de otros, para estar siempre creando la riqueza de otros mediante su
propio trabajo.
Claro que al principio las limitaciones han sido grandes. Nuestros cientficos no pueden realizar
las investigaciones que quieren. A veces faltan
colorantes, materias tcnicas de cualquier tipo para realizar las investigaciones. Nuestros arquitectos no pueden disear
con todo el gusto y toda la belleza con que ellos saben hacerlo. Faltan materiales. Es necesario distribuir al mximo lo
que hay para que aproveche ms a los que no tienen nada. Es necesario en esta etapa redistribuir la riqueza para que
todo el mundo tenga un poco.
Pero all concretamente, en el ejercicio de la profesin que ustedes representan, se pone a
prueba el espritu creador del hombre.
Est planteado el problema por los materiales que hay, por el servicio que deben prestar, pero la forma de
solucin es la que nuestros profesionales deben dar.
Y all deben batirse como se batieron contra la naturaleza, contra medios externos a la voluntad del hombre,
para poder realizar de la mejor manera posible el anhelo de dar ms a nuestro pueblo, y la satisfaccin personal de
construir con sus propias manos, con su talento, con sus conocimientos, la nueva sociedad.
[...] La tcnica se puede usar para domesticar a los pueblos, y se puede poner al servicio de los
pueblos para liberarlos. Esa es la conclusin que se desprende del documento que ustedes han aprobado.
Para poner el arma de la tcnica al servicio de la sociedad, hay que tener la sociedad en la mano. Y para
tener la sociedad en la mano hay que destruir los factores de opresin, hay que cambiar las condiciones sociales
vigentes en algunos pases y entregar a los tcnicos de todo tipo, al pueblo, el arma de la tcnica y esa funcin es de
todos los que creemos en las necesidades de cambios en algunas regiones de la tierra.
No puede haber tcnicos que piensen como revolucionarios y no acten como revolucionarios. Hacer la
Revolucin es una necesidad imperiosa de la mayora de nuestros continentes, de casi toda la Amrica, de toda
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generacin de sacrificios: esta generacin, nuestra generacin, no tendr ni remotamente los bienes que tendrn las
generaciones que sigan. Y tenemos que estar claros, conscientes de eso, conscientes de nuestro papel, porque hemos
tenido la inmensa gloria de ser la vanguardia de la Revolucin en Amrica, y tenemos hoy la gloria de ser el pas ms
odiado por el imperialismo. En todo momento estamos a la vanguardia de la lucha. No hemos renunciado ni uno solo
de nuestros principios, no hemos sacrificado ni uno solo de nuestros ideales, y nunca hemos dejado de cumplir ni uno
solo de nuestros deberes. Por eso estamos a la cabeza, por eso tenemos esa gloria que siente cada cubano en cada
lugar del mundo que visita. Pero tambin eso exige esfuerzo.
Esta generacin, que ha hecho posible el aparente milagro del surgimiento de la revolucin socialista a
unos pasos del imperialismo norteamericano, tiene que pagar la gloria con su sacrificio. Tiene que sacrificarse da a
da para construir el maana con su esfuerzo.
Ese que ustedes quieren, ese que ustedes suean, en que todos los materiales, todos los medios, toda
la tcnica van a estar a disposicin de ustedes para que los transformen, les den el soplo vital -si me permiten esa
frase un poco idealista -y los pongan al servicio del pueblo.
Para eso tenemos que construir los bienes materiales, rechazar el ataque del imperialismo y luchar contra
todas las dificultades. Por eso nuestra generacin tendr un lugar en la historia de Cuba, y un lugar en la historia de
Amrica. Nunca debemos fallar a la esperanza que todos los compaeros revolucionarios, que todos los pueblos
oprimidos de Amrica y quizs del mundo, tienen puesta en la
Revolucin cubana.
Adems, nunca debemos olvidar que la Revolucin cubana, por la fuerza de su ejemplo, no acta slo
aqu, internamente, y que sus deberes estn ms all de las fronteras [... ]; el deber de ser sensibles ante todas las
miserias del mundo, ante todas las explotaciones y las injusticias; el deber que sintetiza Mart en una frase que
muchas veces hemos dicho, y que siempre debemos tener en la cabecera de nuestra cama, en el lugar ms visible, y
es aquello de que "todo hombre verdadero debe sentir en la mejilla el golpe dado a cualquier mejilla de hombre".
Esa debe ser la sntesis de las ideas de la Revolucin hacia todos los pueblos del mundo. Y as debe estar
siempre nuestra juventud: libre, discutiendo, intercambiando ideas, preocupada por lo que pasa en el mundo entero,
abierta a la tcnica de todo el mundo, recibiendo de todo el mundo lo que nos pueda dar, y siempre sensibles a las
luchas, a las desgracias, a las esperanzas de los pueblos oprimidos.
En esa forma iremos construyendo nuestro futuro.
Hoy ya tienen ustedes -para llegar a un hoy prctico y actual del dfa de hoy- una tarea larga. Empiezan los
congresos donde primar la tcnica, y ya la poltica desaparecer de las relaciones y de los intercambios de
experiencias de los hombres. Pero ustedes, estudiantes del mundo, no olviden nunca que detrs de cada tcnica hay
alguien que la empuja, y que ese alguien es una sociedad, y que con esa sociedad se est, o se est contra ella. Y
que en el mundo hay los que piensan que
la explotacin es buena, y los que piensan que la explotacin es mala y que hay que acabar con ella. Y que, aun
cuando no se hable de poltica en ningn lado, el hombre poltico no puede renunciar a esa situacin inmanente a su
condicin de ser
humano. Y que la tcnica es un arma, y que quien sienta que el mundo no es perfecto como debiera ser, debe
luchar porque el arma de la tcnica sea puesta al servicio de la sociedad, y por eso rescatar antes a la sociedad
para que toda la tcnica sirva a la mayor cantidad posible de seres humanos, y para que podamos
construir la sociedad del futuro, dsele el nombre que se quiera. Esa sociedad con la
que nosotros soamos, y a la que nosotros llamamos, como le ha llamado el fundador del socialismo
cientfico, el comunismo".
(*) Discurso de clausura en el Encuentro Internacional de Estudiantes de Arquitectura,
29 de agosto de 1963. En Escritos del Che Guevara. Tomo. 2, pp. 219-229.