Estudio de 1 Pedro 2 (9-10)
Estudio de 1 Pedro 2 (9-10)
Estudio de 1 Pedro 2 (9-10)
Ps Alex Donnelly
UN PUEBLO ESPECIAL
TEXTO 1 Pedro 2:9-10
Introduccin
Aunque Pedro dirigi esta carta a creyentes gentiles, l mismo era judo. Por eso, no es de
sorprenderse que su vocabulario est lleno de palabras y conceptos provenientes del Antiguo
Testamento (ver 1 Ped 1:1-2, 10-12, 15-16, 18-20, etc.). Notamos esto en el pasaje que nos toca
estudiar ahora, donde Pedro toma palabras y conceptos, que originalmente fueron usados de
Israel, y los aplica a la Iglesia de los gentiles. Por qu lo hace? Porque quiere animar y alentar a
los creyentes del primer siglo, que estaban sufriendo mucho por el evangelio.
En estos dos versos, Pedro hace referencia a tres cosas, en relacin con la Iglesia de Cristo, de la
cual sus lectores eran miembros:
i.
ii.
iii.
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Todos estos son los privilegios que las personas que conforman el pueblo de Dios pueden gozar.
Qu tremendo privilegio para estos creyentes gentiles (muchos de ellos pobres o esclavos)!
Qu aliento para ellos leer estas palabras del apstol Pedro!
La segunda cosa que Pedro describe en estos versos es:
2. LA NATURALEZA DE LA IGLESIA (v.9a)
Hoy en da muchas personas hablan de la Iglesia, como si fuese simplemente una institucin
humana. Aun ms triste es cuando lderes de la Iglesia se comportan como si el pueblo de Dios
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fuese una entidad poltica, para ser manipulada a su antojo y conveniencia personal. Es urgente
que prestemos atencin a lo que Pedro dice acerca de la Iglesia. Ella es:
a. Un Linaje Escogido
La palabra, linaje, (griego, genos) significa un grupo de personas que estn vinculadas por
nacimiento. El pueblo de Israel era del linaje de Abraham (ver Hch 13:26), y los judos se
sentan muy orgullosos de ello (Lucas 3:8; Juan 8:39).
Cada miembro de la Iglesia tambin pertenece a un linaje; al linaje del Espritu Santo, porque
es l quien engendra, en el nuevo nacimiento. Por eso nos llamamos hermanos, y conformamos
un pueblo; el pueblo de Dios. Nacidos, como dice Juan, no de sangre, o por la voluntad del
hombre, sino de Dios (Juan 1:12-13).
El pueblo de Israel era el pueblo de Dios, porque Dios los haba escogido de todas las naciones
(ver Deut 7:6; 10:15). Lo mismo es cierto de los creyentes. Hemos nacido de nuevo, e
integramos la Iglesia, por la eleccin de Dios. Esto fue lo que Pedro enfatiz al inicio de la carta
(1 Ped 1:2).
b. Un Real Sacerdocio
Cuando Dios rescat a Israel de Egipto, y los llev a la Tierra Prometida, estableci un
sacerdocio. Inicialmente, toda la nacin iba a ser un reino de sacerdotes (ver x 19:6); pero
luego, Dios nombr a Aarn como cabeza del sacerdocio. Aarn era de la tribu de Lev; la
monarqua vino de la tribu de Jud. En el Antiguo Testamento no hubo un real sacerdocio. Esto
solo se dio en el Nuevo Testamento.
Cada creyente es hijo del Rey; somos llamados a reinar con Cristo (Apo 1:6; 5:10). Al mismo
tiempo, somos llamados a ser sacerdotes. Tenemos el derecho de entrar en el Lugar Santo (el
cielo), para servir a Dios, adorarle, e interceder por otros (ver Heb 10:19). Por lo tanto, la Iglesia
en su conjunto es un real sacerdocio. Qu increble privilegio!
c. Una Nacin Santa
Israel era una nacin. Los judos tenan un parentesco tnico, y compartan una cultura. Sus
costumbres y creencias eran bsicamente iguales, y estaban unidos por medio de estructuras
civiles. Cada hijo de Abraham se senta parte de un grupo mayor la nacin de Israel. Y era una
nacin santa; santa, en el sentido de estar separado de las dems naciones. Tambin deban ser
santos en su comportamiento.
Todas estas caractersticas Pedro aplica a la Iglesia. La Iglesia, aun cuando sta era conformada
por gentiles de diversos trasfondos culturales, era una sola nacin. El Espritu Santo produce en
cada creyente un conjunto de creencias y valores, que los une en un solo cuerpo, llamado
Iglesia; somos una nacin espiritual.
Y somos una nacin santa. Cada creyente es llamado a salir del mundo, y a vivir en forma
diferente de l. Esto es lo que Pedro ya ha inculcado en los lectores (ver 1 Ped 1:14-15), y lo
seguir repitiendo a lo largo de esta carta (ver 1 Ped 2:11-12; 3:16; 4:1-5; etc.). Esta separacin
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Las palabras, por Dios, no son parte del texto original. Han sido aadidas a la traduccin, para que el
texto sea ms comprensible.
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En 1 Tes 5:9 y 2 Tes 2:14, la palabra ha sido traducida, alcanzar, pero realmente significa obtener o
poseer. Pablo emplea la misma palabra en Tito 2:14, y la RV traduce, purificar para s un pueblo
propio.
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i.
ii.
iii.
Aunque en este pasaje Pedro est hablando de una responsabilidad que la Iglesia tiene, y que ella
debe cumplir a cabalidad, en Efe 3:10-11, Pablo habla de otra manera en que la Iglesia sirve para
anunciar las virtudes de Dios. En ese pasaje, Pablo est describiendo la manera en que Dios
utiliza la misma existencia de la Iglesia para declarar la tremenda sabidura de Dios, ante toda
autoridad y poder espiritual. Y Pablo enfatiza que este es el propsito eterno de Dios.
Conclusin
Para los creyentes gentiles del primer siglo, a quienes Pedro escribe la carta, estas palabras
seguramente fueron de tremendo aliento y motivacin. En medio de su sufrimiento, y en medio
del rechazo del mundo que los rodeaba, era hermoso saber que en planes eternos de Dios, sus
vidas tenan gran importancia.
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