Luis Bocchio Rejas
Luis Bocchio Rejas
Luis Bocchio Rejas
Bocchio Rejas
Anote, seor notario,
nada me llevo,
ni los copiosos agravios,
ni los escasos elogios.
Aqu, en esta hora,
imaginndola ltima,
digo simplemente,
quise ser autntico.
Luis Bocchio Rejas,
poema Testamento, 1978
Naci en Pacha, pequeo pueblo a 15
17 kms de Tacna un 20 de junio de
1929, con la esperanza de sus padres
de que esa tierra entonces cautiva
bajo el yugo del invasor, sera pronto
nuevamente libre, ya que nunca dej
de ser peruana.
Engendrado en Lima por el exilio
obligado de sus padres, el italiano
Agustn Bocchio y la tacnea Mara
Luisa Rejas, quisieron ellos que Luis
Orlando el segundo de sus hijos fuera
tacneo de nacimiento, para lo cual
volvieron a Tacna a fines de mayo de
1929, un mes antes del parto y tres
meses antes del retorno de Tacna a la
soberana del Per.
Si existe tal cosa, se podra decir que
Luis Orlando llevaba el patriotismo en
sus genes, sentimiento que encontr
un terreno frtil en el seno de su hogar
y sus experiencias de juventud en la
tierra que tanto quera. Escuchando
de primera mano las historias de su
padre y su abuelo Juan Mara Rejas
quienes haban sido expulsados por
los invasores chilenos debido a su
apoyo a la causa del Per, la
peruanidad tom un significado muy
concreto para l.
vido lector, autodidacta, cuidadoso al
extremo en el uso del lenguaje, quiso
consideraron
corazn.
siempre
tacneos
de
1
Presentacin al libro El Rostro de
mi Tierra de Luis Bocchio Rejas, Mayo de
1978.
No
obstante
las
desagradables
experiencias en el plano poltico, su
admiracin por la figura del Arquitecto
Belaunde no hizo ms que aumentar
con los aos. Entre los logros que
resalta est el hecho que como primer
acto
de
Gobierno,
se
hubiera
restaurado en 1963 la convocatoria a
elecciones municipales para elegir a
los
alcaldes,
prctica
que
los
gobiernos anteriores haban eliminado.
Por coincidencia, en aquella contienda
municipal result electa por el voto
popular como Alcaldesa de Pacha
doa Mara Luisa Rejas de Bocchio,
nuestra abuela y madre de Luis.
Destaca que an en circunstancias en
que los pronsticos electorales le eran
claramente desfavorables al Gobierno,
como luego de la devaluacin de
1967, nunca rehuy al escrutinio de la
voluntad popular. Asimismo, como lo
expresa
Lucho
en
sus
propias
palabras:
Empero, la prueba mayor de
su respeto a la soberana del
voto popular la dara cuando al
regresar de (la reunin de
Presidentes de Amrica en abril
de 1967 en) Punta del Este y
despus
del
fervoroso
y
7
Leyendas,
al
que
bamos
prcticamente todos los fines de
semana esperando que se culmine la
parte dedicada a la regin de la Sierra,
salieron al encuentro de mi padre
antes de bajar del auto para darle la
noticia entre susurros. Nosotros los
nios no sabamos lo que pasaba pero
intuamos que era algo serio por la
palidez de nuestro padre y al verlo
entrar a la casa a toda prisa. Cuando
en 1973 public su primer libro, el
poemario Paisaje de Paz, Luis
escribi un pequeo prlogo donde
indicaba que esas lneas las deba
haber escrito Artemio, su amigo, a
quien confesaba que le haba faltado
el valor para darle el ltimo adis
porque la pena lo embargaba.
Desde su reincorporacin al Banco en
1968, la carrera bancaria de nuestro
padre fue en constante avance,
logrando
el
reconocimiento
del
entonces Gerente General, el italiano
Paolo Cucchiarelli as como de otro
italiano que fue su jefe inmediato, el
Dr. Gianfranco Bardella.
En vista de que la actividad poltica
partidaria estuvo restringida durante
doce aos, sus inquietudes cvicas las
canalizaba Lucho a travs de su
participacin en el Rotary Club de
Pueblo Libre, cuya Presidencia lleg a
ocupar en 197__ y principalmente, en
el Club Departamental Tacna. Siendo
Diputado nuestro padre haba logrado
la aprobacin de la Ley 16682 que
ceda al Club Tacna un terreno para la
construccin de su sede social en el
distrito de Magdalena, contemplando
que
esas
instalaciones
sirvieran
tambin para ayudar a los estudiantes
tacneos residentes en Lima. Pese a
ello, la inscripcin en los registros
pblicos tom varios aos y cuando
finalmente se obtuvo, el terreno fue
vendido a la Asociacin Brisas del
Titicaca, porque ante la demora en los
trmites la Directiva del Club haba
11
El regreso a Tacna
(Para las elecciones del 80,
por temas de salud Luis viaj
a USA para chquearse y le
dej a Luis Fernando el
encargo de representarlo en
el caso sea necesaria su
inscripcin como candidato.
No se concret
Sin proponrselo y a pesar de haber
intentado a resistirse a la tentacin, la
Poltica se cruzara nuevamente en el
camino de Luis Bocchio Rejas en 1981.
En febrero de dicho ao, Lucho recibi
la llamada del General Enrique Lpez
Albjar, amigo desde la poca escolar
que en ese entonces se desempeaba
como Jefe de la Casa Militar de Palacio
de Gobierno para comunicarle que el
Presidente
Belaunde
deseaba
conversar con l.
Tras recibirlo con el habitual afecto
que siempre le dispensaba, Belaunde
le explic que la persona nombrada
para presidir el Organismo Regional de
y le expres la imposibilidad de
aceptar tan alto cargo.
El Presidente Belaunde dijo que
haba hablado con el presidente
del Directorio del banco, seor
Juan Francisco Raffo, quien le
haba ofrecido las mximas
facilidades para que pueda
desempear tales funciones y
que adems la resolucin
suprema ya estaba firmada,
como en efecto as era, llevaba
la firma del ministro Pedro
Pablo Kuczynsky, por ausencia
del Presidente del Consejo de
Ministro, doctor Manuel Ulloa
Elas.
De
manera
que
sorpresivamente fui nombrado
jefe del ORDETAM, agradec
nuevamente
al
presidente
Belaunde por esta reiterada
muestra de confianza y ofrec
servir lealmente los intereses
regionales y nacionales desde
esa nueva situacin privilegiada
que su gobierno me deparaba.
Me compromet a trabajar por la
regin por el plazo de un ao
para luego retornar a mi trabajo
particular en el Banco de
Crdito del Per.
Aquella
resolucin
suprema
debi ser modificada por cuanto
se
me
daba
en
el
nombramiento el tratamiento
de ingeniero, ttulo del que
carezco.
A raz de este inesperado
nombramiento, despus de casi
18 aos de obligada residencia
en Lima, volva a residir en la
ciudad de Tacna desde febrero
de 1981 hasta diciembre de
1983.
A los pocos das, volv a la sede
del Ejecutivo a despedirme del
Jefe de Estado; se encontraba
en el despacho presidencial
Manuel Ulloa Elas y tanto el
presidente de la Repblica
como el Presidente del Consejo
de
Ministros
recomendaron
prestar especial atencin al
departamento de Moquegua,
que dependa de ORDETAM
Part a mi tierra natal con las
ms
grandes
ilusiones
de
realizar los sueos convertidos
en proyectos para procurar el
desarrollo de la regin basado
en obras que favorecieran las
actividades
productivas
capaces de generar riqueza y
fuentes
de
trabajo
permanentes.
No se puede dejar de admirar la
astucia del Arquitecto Belaunde para
allanar todos los obstculos que los
argumentos
de
nuestro
padre
presentaban, al punto de adelantarse
y asegurarse de que el Banco de
Crdito le otorgara la licencia
necesaria para asumir la nueva
responsabilidad pblica.
Recordaba nuestro padre que fue
acogido con muestras de gran
satisfaccin y afecto por todos los
sectores de la colectividad tacnea,
independientemente de sus simpatas
polticas, quienes expresaron su
satisfaccin al ver a un tacneo al
frente
de
tan
delicadas
responsabilidades.
Las recomendaciones de Belaunde y
Ulloa con respecto a Moquegua seran
un presagio de uno de los mayores
problemas que debi enfrentar Luis
durante su gestin. A pesar de que
Lucho intent dar prioridad a la
relacin con Moquegua y pretendi
resolver
cualquier
situacin
con
criterios
tcnicos,
prim
en
la
alcaldesa de Moquegua, militante
15
izquierdista,
un
enfrentamiento poltico.
afn
de
19
21
de
expresin
que
como
buen
demcrata Belaunde siempre respet
al punto de elegir como primer acto de
su nuevo mandato la devolucin de los
medios de comunicacin a sus
legtimos propietarios, contribuyeron
sin quererlo a que la poblacin
comenzara a asociar injustamente a la
democracia
con
desorden
y
desgobierno, asociacin que otros
gobiernos democrticos posteriores
contribuyeron a reforzar y que dieron
paso a nuevas aventuras golpistas.
los
productos
elaborados
empresas peruanas.
por
Testamento
los quisiera
exentos de envidia, libres de rencor.
Para que el infierno interior
que arde en nosotros
no agote el altruismo
ni apague la fraternidad.
Tal vez haya vivido como culpable
de todos los dolores del mundo,
he sentido un dolor ecuatorial
hincndome en el pecho.
Hice mas las angustias concretas,
sintiendo la marea helicoidal,
sin que fueran mas
todas las alegras ajenas.
No quisiera escribir este poema,
surge como desde lejos,
sin embargo, abrindose paso
como agua de subsuelo.
No quisiera saber ya de versos
Incrustados como lanzas,
ni de alegras ocultas,
tal vez, ni de lamentos.
Hasta parece un estorbo
la tensa lucidez de la cordura,
todo tiende a ser oscuro,
todo es mbito vedado.
Anote, seor notario,
nada me llevo,
ni los copiosos agravios,
ni los escasos elogios.
Aquellos huspedes
del universo futuro
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