El documento analiza la evolución del concepto de vanguardia desde el siglo XIX hasta la década de 1960. Comenzó como una metáfora militar y política que denotaba radicalismo y compromiso con la revolución, pero luego se aplicó también al arte para describir a aquellos movimientos que buscaban revolucionar las formas artísticas. En el siglo XX, la vanguardia se asoció con corrientes extremas y experimentales que rechazaban el pasado, pero para la década de 1960 muchos consideraron que había "muerto" al ser absorb
El documento analiza la evolución del concepto de vanguardia desde el siglo XIX hasta la década de 1960. Comenzó como una metáfora militar y política que denotaba radicalismo y compromiso con la revolución, pero luego se aplicó también al arte para describir a aquellos movimientos que buscaban revolucionar las formas artísticas. En el siglo XX, la vanguardia se asoció con corrientes extremas y experimentales que rechazaban el pasado, pero para la década de 1960 muchos consideraron que había "muerto" al ser absorb
El documento analiza la evolución del concepto de vanguardia desde el siglo XIX hasta la década de 1960. Comenzó como una metáfora militar y política que denotaba radicalismo y compromiso con la revolución, pero luego se aplicó también al arte para describir a aquellos movimientos que buscaban revolucionar las formas artísticas. En el siglo XX, la vanguardia se asoció con corrientes extremas y experimentales que rechazaban el pasado, pero para la década de 1960 muchos consideraron que había "muerto" al ser absorb
El documento analiza la evolución del concepto de vanguardia desde el siglo XIX hasta la década de 1960. Comenzó como una metáfora militar y política que denotaba radicalismo y compromiso con la revolución, pero luego se aplicó también al arte para describir a aquellos movimientos que buscaban revolucionar las formas artísticas. En el siglo XX, la vanguardia se asoció con corrientes extremas y experimentales que rechazaban el pasado, pero para la década de 1960 muchos consideraron que había "muerto" al ser absorb
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La idea de vanguardia
Los modernos de los ltimos dos siglos estuvieron a favor de la
aplicacin de la metfora de Avant-Garde. Algunas de sus tendencias: sentido claro de militancia, elogio del inconformismo, valiente exploracin precursora, confianza en la victoria final del tiempo e inmanencia en las tradiciones que intentan aparecer como eternas. Durante la primera mitad del siglo XIX el concepto de vanguardia fue tanto poltica como culturalmente, poco ms que una versin de la modernidad radicalizada. Sin embargo, la vanguardia es en todo aspecto ms radical que la modernidad. La metfora vanguardia en el Renacimiento: una figura retrica Aqu dice que el trmino Vanguardia fue introducido en 1825 a partir de la filosofa utpica de Saint-Simon. Sin embargo, destaca el uso que hace para la historia literaria el abogado humanista francs Etienne Pasquier en su Recherches de la France. Al referirse a poetas como Ronsard, anticipa un siglo la querella entre los antiguos y los modernos. Demuestra cmo los poetas franceses modernos son superiores a sus maestros antiguos. Sin embargo, la analoga de la vanguardia que us Pasquier es uno de los diversos elementos que forman una constelacin retrica sobre el asunto. La vanguardia romntica: de la poltica a la poltica de la cultura. La autoconciencia es crucial para la definicin de la vanguardia ms reciente. El trmino Vanguardia comenz con las repercusiones de la Revolucin Francesa. Hacia el final de su vida Saint-Simon consider a los artistas junto con los cientficos e industriales (influenciado por la obra de Rodrigues) como naturalmente destinados a formar parte de la trinitaria elite gobernante del estado ideal. El hombre de la imaginacin no solo puede prever el futuro sino crearlo. Tomar la edad dorada del pasado y proyectarla hacia el futuro. Aqu se observa la paradoja de estar al frente de la liberacin pero con programa. Se asigna al artista un rol vanguardista solo para hacer de l un soldado disciplinado y militante. Segn Rodrigues, el principal cambio consiste en la implicacin de que la vanguardia es -o debera ser- consciente de estar delante de su propio tiempo. Ser miembro de la vanguardia es formar parte de una lite aunque con el objetivo utpico final de que la gente comparta todos los beneficios de la vida. Es un enfoque elitista-antielitista. La vanguardia artstica asiste a la misma paradoja aunque desde un ngulo esttico. Su diferencia con la vanguardia poltica es que la primera tiene un ideal independientemente revolucionario del arte. En la segunda, el arte es sometido a las necesidades de los polticos
revolucionarios (aunque ambos comparten la premisa de que la vida
debe cambiarse radicalmente). La idea de la misin del artista tiene un toque romntico. Esta idea es desarrollada en el romanticismo por Shelley, pero a diferencia de SaintSimon, en nfasis casi exclusivo est puesto en la imaginacin per se, considerada como la ms alta cualidad moral. Para Saint-Simon, hay un programa que la imaginacin debe cumplir y sin el cual no tiene ningn poder real sin un impulso comn una idea general. Fourier no le asign explcitamente un rol vanguardista al artista, pero insinu la idea en ms de un modo en su doctrina. Fourier se orientaba hacia el anarquismo y a algunos de los individualistas romnticos fueran atrados por el fourierismo y el anarquismo. Lo mismo con los simbolistas, quienes tomaron algunas declaraciones artsticas ms significativas del vocabulario de la poltica (Mallarm: el poeta moderno esta en huelga ante la sociedad). Algunos escritores de mediados del siglo XIX y la vanguardia Hacia mediados del siglo XIX el concepto de vanguardia apenas haba sido usado por figuras literarias o artsticas. Uno de ellos fue Vctor Hugo, luego Balzac. El primer crtico literario importante que utiliza vanguardia en sentido figurativo parece haber sido Saint-Beuve, en sus Causeries du Landi. (1856). Usado frecuentemente en el lenguaje poltico del radicalismo, el trmino vanguardia, cuando se lo aplica a la literatura y las artes, tenda a indicar el tipo de compromiso que se habra esperado de un artista para que se concibiera que su rol consiste principalmente en propaganda de partido. Baudelaire, en este sentido, rechaz de forma drstica el trmino vanguardia que an no se haba asociado con el extremismo artstico y espritu experimental que posteriormente se convertiran en elementos esenciales de la esttica de vanguardia. Fue el primer escritor que resalt alguna de las aporas bsicas que resultan del uso cultural del concepto de vanguardia, tratando en el ensayo de Hans Magnus Enzsensberger: Las aporas de la vanguardia (1962). Calinescu cita el ejemplo de que al caracterizar al surrealismo quede en evidencia la contradiccin entre el inconformismo supuestamente valiente de la vanguardia y su final sumisin a una disciplina ciega e intolerante. Dos vanguardias: atracciones y repulsiones En la dcada de 1870, en Francia, el trmino vanguardia, mientras que an conservaba su gran significado poltico, lleg a designar el pequeo grupo de escritores y artistas avanzados que transfirieron el espritu de crtica radical de las formas sociales al dominio de las formas artsticas. Pues crean que revolucionar el arte era lo mismo que revolucionar la vida. Para este caso, Calinescu cita como ejemplo a Rimbaud. La utilizacin de la vanguardia en el marxismo aparece sobre todo el Lenin, quien utiliza el argumento de la vanguardia revolucionaria para
condenar drsticamente cualquier tipo de actividad literaria que no
funcione como un pequeo diente en el gran mecanismo de la democracia social, mecanismo que habra de ser puesto en funcionamiento exclusivamente por el partido. Con la Revolucin de Octubre de 1917 en Rusia, el trmino vanguardia lleg a asociarse automticamente con la idea del monoltico partido comunista. Por eso, muchos crticos marxistas trataron a la literatura de vanguardia como modernista o decadente. Georg Lkacs mientras estticamente condenaba al modernismo como expresin del predicamento histrico de la burguesa, pens que las verdaderas tendencias de vanguardia deben buscarse en las obras de los principales realistas contemporneos. (cita tambin a Apollinaire cuando identifica vanguardias con escuelas extremas en un ataque contra los futuristas). Vanguardia y extremismo esttico Para Apollinaire, la vanguardia era sinnimo de lo que ms tarde denominara como esprit nouveau (1917) Hacia la segunda dcada de nuestro siglo, todas las nuevas escuelas definan sus programas estticos, en general, por su rechazo al pasado y por el culto de lo nuevo. La vanguardia tiende a convertirse en una categora predominantemente histrica, agrupando a los movimientos ms extremos surgidos especialmente durante la primera mitad de nuestro siglo. La vanguardia no anuncia ni un estilo ni otro: es en s misma un estilo, o mejor dicho, un antiestilo. Ionesco es el primero que habla de la muerte de la vanguardia: se estaba muriendo porque fue reconocida como artsticamente significativa por la misma clase cuyos valores rechaz tan drsticamente. La muerte de la vanguardia habra de convertirse, de hecho, en uno de los temas recurrentes de la dcada del 60. La crisis del concepto de vanguardia en la dcada de los sesenta Aqu se refiere a la acusacin de la muerte de la vanguardia al verse absorbida como moda o por los medios. Tambin por su xito o consagracin. Su ofensiva e insultante retrica lleg a considerarse como algo sencillamente divertido, y sus apocalpticas protestas fueron transformadas en cmodos e inocuos clichs. Enzensberger en Aporas de la vanguardia observ que nada genuino podra surgir de las premisas y actitudes auto contradictorias del movimiento. Leonard Meyer diferencia el arte contemporneo como anti-teleolgico y al caracterizarlo en trminos de estasis (ilustrado por la nocin de un estado-permanente fluctuante entonces tiene razn al descartar la idea de una vanguardia como un movimiento dirigido hacia un objetivo.
Guglielmi distingue entre la vieja e histrica vanguardia y lo que l
denomina experimentalismo. El experimentalismo utilizara los recursos ms pacficos, sofisticados y minuciosos que son caractersticos de nuestra poca electrnica. De ah su rechazo de la etiqueta de neovanguardia y su sustitucin por sperimentalismo ideolgicamente neutral. El hecho es que desde su mismo comienzo la vanguardia artstica se desarroll como una cultura de crisis, tal como la modernidad misma. Estticamente, la actitud de vanguardia implica el categrico rechazo de ideas tradicionales tales como la de orden, inteligibilidad, e incluso xito. Se supone que el arte debe convertirse en una experiencia deliberadamente dirigida- de fracaso y crisis. Si la crisis no se da, debe crearse. La vanguardia ha estado murindose siempre, consciente y voluntariamente. Cuando, simblicamente, no queda nada que destruir, la vanguardia est obligada por su propio sentido de consistencia a suicidarse. Esta tanatofilia esttica no contradice otros rasgos generalmente asociados con el espritu de la vanguardia: juego intelectual, iconoclasta, culto de falta de seriedad, mistificacin, vergonzosos chistes prcticos, humos deliberadamente estpidos. Vanguardia, deshumanizacin y fin de la ideologa Desmitificacin del hombre y crtica del humanismo. Tambin el humanismo es considerado una manifestacin ideolgica. La crisis del Hombre ltimamente ha alcanzado el nivel donde la nocin apocalptica de la Muerte del Hombre se ha convertido en un clich filosfico ampliamente utilizado. Aqu cita a Foucault en Les mots et les choses (1967), en donde utiliza su mtodo antihistrico y antipositivista denominado la arqueologa del saber, y donde intenta establecer la fecha exacta en la que apareci el Hombre como conciencia epistemolgica de s mismo y, de modo parecido, la fecha de fallecimiento del Hombre. Para otro filsofo francs, que pertenece tambin a la vanguardia intelectual de moda, el hombre es simplemente una mquina deseante. Deleuze y Guattari en El antiedipo hacen una crtica radical a la opinin ortodoxa piscoanaltica del inconsciente, opinin subordinada por Freud a su concepcin expresiva de la psique humana. Pero el inconsciente no es una nueva representacin de una tragedia griega en la que los personajes humano-mticos se enfrentan entre s. El enfoque expresivo de Freud, con todas sus acciones teatrales, debe destacarse y reemplazarse por una teora productiva no-antropomrfica: el inconsciente funciona como una unidad industrial, es una fbrica del deseo. Freud es drsticamente revisado a travs de Marx, cuya teora de la produccin supuestamente contienen todos los conceptos claves que se necesitan para una descripcin funcional del insciente. La postura del autor no es, sin embargo, ms marxista que anarquista. De modo
interesante, su amplia utilizacin de la imaginera y nociones
tecnolgicas que siguen bastante la mstica de la tecnologa fomentada por ciertas ramas del anarquismo moderno-tiende a confirmar la opinin general de Renato Poggioli referente a la relacin existente entre vanguardia y tecnologismo. El pensador o artista de vanguardia-dice Poggioli- es particularmente susceptible al mito cientfico. La crisis de la ideologa se encuentra reflejada en otro fenmeno altamente significativo que es caracterstico de una gran parte del arte de vanguardia: su impulso antiteleolgico Vanguardia y posmodernismo En este apartado comienza a hacer disquisiciones entre el modernismo y el posmodernismo. Apunto apenas algunos detalles que me interesan. Una cuestin interesante sobre la distincin entre vanguardia y modernidad (relacin tanto de dependencia como de exclusin, dice) es que podemos considerar a la vanguardia como una parodia de la modernidad misma deliberada y autoconsciente. Intelectualismo, anarquismo y estasis Dice que comparada con la vieja vanguardia, la nueva vanguardia, posmodernista, parece ms sistemticamente implicada en el pensamiento terico. El Grupo 63, el nouveau roman, Tel Quel, el grupo de poetas concretos dirigidos por Max Bense. En Inglaterra y EEUU una tendencia ms espontnea y por as decirlo, anarquista comenz a autoafirmarse con el movimiento Beat de la dcada de 1950 (Jack Kerouac, Allen Ginsberg, etc.) con el grupo Liverpool de poesa Pop y en msica con John Cage. A la larga existe una semejanza esencial entre lo que hemos denominado la vanguardia intelectual y la tendencia anarquista. El principio unificador de los dos aspectos principales del arte de neovanguardia es su comn impulso antiteleolgico. El cambio est en todos sitios pero nosotros vivimos, culturalmente en un mundo perfectamente esttico. La contradiccin es solo aparente, porque la estasis no es la ausencia de novedad y cambio- una quietud total- sino ms bien la ausencia de un cambio secuencial ordenado. Estas estasis me parecen una consecuencia de las irreductibles contradicciones implicadas en el concepto de tiempo de la modernidad. Tales contradicciones han sido autoconscientemente exageradas por la vanguardia, que se ha esforzado por llevar a toda forma de arte individual al pinto de la crisis ms profunda. En este proceso, tanto la modernidad como la vanguardia han desplegado una extraordinaria imaginacin de crisis, y juntas han logrado crear una sensibilidad compleja, a menudo irnica y autoirnica para la crisis, que parece ser tanto su ltimo logro como su resultado inevitable. Como resultado, lo viejo y lo nuevo, construccin y destruccin, belleza y fealdad se han convertido a travs de la relativizacin casi en categoras carentes de significado. Arte y anti-arte se han fusionado. Y la estasis es solo el aspecto ms observable de una crisis que parece haberse
convertido en el principal criterio de cualquier actividad artstica