La Transición Adolescente Peter Blos
La Transición Adolescente Peter Blos
La Transición Adolescente Peter Blos
LA TRANSICIÓN ADOLESCENTE
Peter Blos
CONFLICTO GENERACIONAL:
BRECHA GENERACIONAL:
La regresión, tal como la concibe Blos, no es de índole defensiva sino que cumple
una función adaptativa. Un yo adolescente será capaz de cumplir la tarea
regresiva si puede tolerar la angustia resultante de la regresión pulsional y del
yo. Y esto solo es posible si permanece lo suficientemente ligado a la realidad
como para impedir que la regresión alcance la etapa de indiferenciación. Si no
está preparado para dicha tarea, por fuerza evitará la resolución regresiva de los
conflictos infantiles, y no podrá consumar el desapego emocional de los lazos
familiares y de las fantasías y símbolos infantiles. Si al adolescente le es imposible
conciliar e integrar las necesidades y deseos del período infantil, tenderá a
reafirmar su libertad de las dependencias de la niñez por medio de la acción y la
imitación. Ya que no puede entablar contacto regresivamente con su mundo
infantil, desplaza el drama interior al exterior. La consecuente desmezcla de
pulsiones aumenta la intensidad de la acción y de la emoción, la resolución del
conflicto queda como tarea externa, sólo consumable mediante cambios exteriores
logrados por medio de un obrar enérgico. Esta lucha con el ambiente demora o
impide la restauración de la mezcla de pulsiones, y perjudica la concertación de
una alianza entre las pulsiones libidinales y agresivas (condición previa para el
logro de la genitalidad).
En el plano superyoico, las posturas libidinales irresueltas o inconciliables
(infantiles y puberales, dependientes y autónomas) se presentan bajo la apariencia
de elementos absolutos y opuestos: el bien contra el mal, lo nuevo contra lo viejo,
lo hermoso contra lo feo, etc.
Es común observar que los adolescentes tienen tendencia a ver el mundo y a las
personas en términos de “blanco o negro”
El adolescente se percata que esta división tajante en opuestos es bastante irreal y
no puede ser sostenida. Con esta disposición anímica, atribuye a los objetos
cualidades en una forma primitiva (lo bueno y lo malo)
Originariamente en la mente del niño la madre “buena” y la madre “mala” no son
un objeto idéntico; cada una de ellas es diversa y separada de la otra. Sólo con la
formación del objeto y la constancia del self se vuelve factible la síntesis de los
objetos parciales, y puede emerger el objeto total. Sin embargo, a lo largo de la
vida nunca se extingue del todo la posibilidad de que, en situaciones de stress,
este proceso se revierta.
La elevada posición de la madre es mantenida primero mediante la escisión y
luego mediante la idealización. Las distorsiones de la realidad inherentes a ambas
reaparecen en la adolescencia, con una idealización transitoria del self y el objeto
2) La continuidad yoica
Segunda tarea o desafío que el adolescente tardío debe encarar a fin de concluir el
proceso adolescente.
3) El trauma residual
4) La identidad sexual