Geografía Fisica Del Ecuador PDF
Geografía Fisica Del Ecuador PDF
Geografía Fisica Del Ecuador PDF
C.E.D.I.G.
QUITO - ECUAOOR
Las opiniones ellpresadas en este \ibro son de responsabilidad ellclusiva de sus autores
y no constituyen necesariamente eriterio atribuible a las entidades auspiciantes.
Autores:
IPGH
RSTM
IGM
Alain Winckell
Claude Zebrowski
Michel Sourdat
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~
CEDIG
\QIJlJJ7
Publicaci6n dei Centro Ecuatoriano de Investigaci6n Geognifica, en el marco dei acuerdo de Cooperaci6n
Cientffica entre el Instituto Panamericano de Geograffa e Historia, Secci6n Nacional de1 Ecuador, y el
Instituto Francs de Investigaci6n Cientffica para el Desarrollo en Cooperaci6n
SUMARIO
LAS REGIONES y PAISAjES DEL ECUADOR
Presentaci6n ...
Prefacio
Inlroducci6n
xv
............................................................... xix
....................................................... xxiii
Capllulo 1
LOS PAlSAjES ANDINOS DE LA SIERRA DEL ECUADOR
Alain Winckell, Claude Zebrowski
1. LAS VERT lENTES y ESTRlBACIONES ANDINAS EXTERNAS
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4.1 1. Los macizos con grandes vertientes rectilfneas sobre litologfa indiferenciada .
Los modelados cimeros {unidad 194)
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4.2. Las vertientes inferiores de los valles y los relieves de las cuencas
4.2.1. Las partes medias e inferiores de las vertientes .
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Capftulo 2
LOS PAISAJES COSTEROS
Alain WinckeIl, Claude Zebrowski
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1 El piedemonte costanero . .
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4.1.1. Los conos cercanos. aluviales 0 de deyecci6n y disectados (unidades 93. 94. 95. 96) .
4.1.2. Los conos de esparcimiento. mas alejados. pianos a poco disectados (unidades 97.98.99) .
~.1.3. Los glacis ferruginizados deI Sur (unidades 100.101).
~. 1.-1. Las ondulaciones bajas sobre sedimentos marinos cuaternarios (unidad 113)
UffLlZAc:rON y MORfODINAMICA ACTUAL
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Capitul03
LOS PAISAjES DE LA AMAZONLA ECUATORLANA
Michel Sourdat. Alain Winckell
1. LOS RELlbVES SUI:3ANDINOS .
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2. 1. Los piedemontes .
2.1.1. Los piedemontes cercanos, con cobertura de cenizas volcanicas .
Niveles DO diferenciados, entallados y disetados de Tena, Puyo y Macas (unidad 264) .
Conas coalescentes, quebrados al pi deI Sangay (unidad 265) .
..
..
Testigos colinarios emergentes (unidad 266) .
2.1.2. Los piedemontes sin cenizas
.
Las mesas y relieves derivados dei viejo piedemonte central (unidad 268) .
.........
Los testigos disectados de los piedemontes no diferenciados (unidad 267)
Las gradas medias de los piedemont.es recientes: mesas bajas y lIanuras sobre
..
.
conglomerados con guijarros (unidad 269)
Las gradas alejadas dei segundo piedemonte: llanuras,
terrazas y cordones arenosos (unidad 270) ..
22. Las coLinas de la Amazonia Periandina .
2.2.1 Las baJ3S colioas orientales (unidades 273, 274)
2.2.2. Las colinas occidentales (unidades 271,272).. .
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Capitl04
LOS PAlSAjES DE LAS ISLAS GALAPAGOS 3SO
Alain Winckell
1. Las islas 0 partes de islas bajas hasta poco elevadas .
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13. La parte oriental de San Crist6bal (, La cima de un segundo edificio apegado? (unidad 281) .
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. .... ....
2.3.1. Las superficies cimeras, con relieve suavemente ondulado (unidad 287) .
2.32 Los campos de conos de escorias (unidad 288) .
2.33. El estrato-volcln cimero de Pinta (unidad 289)
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3.1. Las cimas de volcanes apenas emergidos, con pequeiia caldera cimera ...
3.1.1. Las faldas externas, abarrancadas, y erosionadas par los acantilados marioos (unidad 290) ..
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Las l'aidas confonnadas por lavas antiguas
Las vertientes cubierts con proyecciones piroclasticas (unidades 297, 299, 301 )....
3.32 Los relie l' es cirneros ."
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Las superficies cimeras de r e b o r d e . . . . .
Las inmensas calderas cimeras
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Bibliograffa ..
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JLUSTRACTON ES
SIERRA
Fig. 1. Regiones y paisajes de la Sierra
Fig. 2. La segmentaci6n de la vertiente andina occidental
Fig. 3. Los coluviones de la entalladura deI rfo Cafi.ar
Fig. 4. La estructura en franjas de la cordillera occidental
Fig. 5. El modelado de disecci6n sobre granito: la zona de Peiiaherrera .
Fig. 6. La morfologia de disseci6n de la cuenca de Guaranda
Fig. 7. La depresi6n de Pallatanga
Fig. 8. Los contrafuertes suroccidentales
Fig. 9. Los niveles en los contrafuertes de Arenillas
Fig. 10. Corte de los niveles de los contrafuertes de Arenillas
Fig. 11. El glacis de Gramadal
Fig. 12. Un modelado glaciar: el extremo noroeste dei Parque de CaJas
Fig. 13. Las variaciones de alhtud dei modelado glaciar
a. AI norte, los paramos de El Angel
b. En el centra, el Parque NacionaJ de Cajas
c. AI Sur, los paramos de Amaluza
Fig. 14. Los abruptos dei contomo de las zonas con modelado glaciar
Fig. 15. Tect6nica y relleno en la cuenca de Tulcan y el valle dei Chota
Fig. 16. Principales volcanes y lineamientos tect6nicos
Fig. 17. Estructura dei "nu do" Imbabura-Mojanda
Fig. 18. El volcan Sangay
Fig. 19. Las variaciones de la cobertura de los nevados
Fig. 20. El derrame lavico reciente de Papallacta
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COSTA
Fig. 1. Relieves y paisajes de la Costa
Fig. 2. Corte esquematico de la cuenca Borb6n-Valdez
Fig. 3. El cono de esparcimiento de El Placer
Fig. 4. Las formas litorales de la zona de Valdez
Fig. 5. La red fluvial de la cuenca de Borb6n.
Fig. 6. El valle deI rio Esmeraldas
Fig. 7. Tectonica y paisajes de Esmeraldas-Muisne
Fig. 8. Los dep6sitos litorales de Muisne-Cojimies
Fig. 9. Tectonica y litologia de la cardilJera castera norte
Fig. 10. Los modelados estructurales de la cardillera areniscosa
Fig. 11. Corte esquematica de los relieves casteros
Fig. 12. La estructura anticlinal vaciada de Chone-Portoviejo
Fig. 13. Los paisajes aluviales dei valle de Chone
Fig. 14. Esquema representativo de las unidades de paisajes tabulares
Fig. 15. Los relieves tabulares dei Manabi Centro-Sur
Fig. 16. Corte esquematico de las mesas destruidas occidentales
Fig. 17. Los Tablazos de Manta-San Lorenzo
Fig. 18. Zonificaci6n climatica de la Penfnsula de Salinas
Fig. 19. Los Tablazos de la PeninsuJa de Salinas
Fig. 20. Cortes en los Tablazos de la Penfnsula
Fig. 21. Los dep6sitos litorales recientes en el sur de la Isla Puna
Fig. 22. Zonificaci6n fisiogrMica de la Ilanura costera
Fig. 23. Conos imbricados en la zona de Valencia-La Mana
Fig. 24. El cano antiguo colgante de El Corzon
Fig. 25. Tect6nica cuatemaria en la zona Bucay-La Troncal
Fig. 26. Zonificaci6n c1imatica de la lIanura costera
Fig. 27. Los canos de esparcimientos dei piedemonte noroccidental
Fig. 28. Formaciones superficiales y suelos de la lIanura castera
Fig. 29. Las formas elementales dei relieve de la Ilanura alta
Fig. 30. Cortes esquematicos de los paisajes de la lIanura alta
Fig. 31. Las formas elementales dei relieve de la lIanura baja
Fig. 32. La L1anura y la subsidencia en el Golfo de Guayaquil
Fig. 33. Las inundaciones de 1982-1983 en la cuenca costera baja
Fig. 34. El paisaje fluvio-marino y su aprovechamiento por las camaroneras
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AMAZONiA
Fig. 1. Regiones y paisajes de la Amazonfa
Fig. 2. Cortes esquematicos de algunos pafsajes de la Amazonia ecuatoriana
Fig. 3. La historia de las capturas
Fig. 4. El relieve de las Mesas
Fig. 5. El frente subandino y las Ilanuras de divagaci6n
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GALPAGOS
Fig. 1. Regiones y paisajes de Galapagos
Fig. 2. La tect6nica en Santa Cruz - Baltra
Fig. 3. La isla Espanola
Fig. 4. San Crist6bal, una isla compuesta
Fig. 5. Santiago: sus generaciones de lava
Fig. 6. Las entalladuras de la parte occidental de San Crist6bal
Fig. 7. Floreana: sus campos de conos
Fig. 8. Generaciones de formas y formaciones de la Isla Pinta
Fig. 9. Las dos calderas de Genovesa
Fig. 10. Los dos volcanes apegados de Pinz6n
Fig. 11. Los conjuntos de relieve de Marchena
Fig. 12. Las placas oceanicas y el archipilago
Fig. 13. Un volcan viejo, el Alcedo
Fig. 14. Un volcan reciente, el Femandina
Fig. 15. Lineamientos y tectonica superficiaJes dei archipilago
Fig. 16. La caldera vieja dei Alcedo
Fig. 17. La caldera reciente dei Femandina (antes de 1988)
Fig. 18. Una colada de lava dei Volcan Chico (Sierra Negra)
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PRESENTACION
PREFACIO
Esta obra, realizada en su forma final pOl' un equipo relativamente reducido, slo plldo
llevarse a cabo gracias a multiples colaboraciones pOl' una parte, y porque fue posible
disponer de trabajos allteriormente realizados.
Este tomo, resultado de un trabajo colectivo, se benefici del aporte de diferen/es
participantes.
Responsable del tomo y coordinacin general: Alain Winckell
Elaboracin del mapa de paisajes natllrales:
Alain Winckell
Claude Zebrowski
Michel Sourdat
Svetlana Zavgorodnyaya de Costales
Realizacin de la leyenda explicativa:
Libro J. Las condiciones generales del medio natural del Ecuador
Capltulo J. Los grandes conjuntos del relieve, pOl' Alain Winckell
Capitulo 2. Bosquejo de la evolucin geodinamica. pOl' Ren Marocco y Thierry Winter
Capltulo 3. Las grandes regiones clinu1ticas y sus formaciones vegetales naturales, pOl'
Charles Huttel
Capitulo 4. Caracterlsticas hidrograficas e hidrolgicas de los grandes al1lbitos
morfoclimaticos, pOl' Pierre Pourrut
Capitulo 5. Los factores de la pedogllesis y los sue/os, pOl' Claude Zebrowski y Michel
Sourdat
Capltulo 6. La erosi6n agrcola de los suelos, pOl' Georges De Noni, Marc Vien IlOt \'
German Trujillo
Libm 2. Las regiones y paisajes del Ecuador
Capitulo 1. Los paisajes andinos, pOl' Alain Winckell (paisajes y geol1lorfolog(a) COli la
colaboracill de Claude Zebrowski (suelos)
Capitulo 2. Los,paisajes costeros, pOl' Alaill Winckell (paisajes y geol11orfolog(a) COli la
colaboracin de Claude Zebrowski (suelos)
Capitulo 3. Los paisajes de la AmQZonla eCliatorialla, pOl' Michel Suurdat COll la
colaboracin de Alain Winekel/
Capi/ulo 4. Los paisajes del arehipilago de Galapagos, pOl' Alain Winekell
ES(e trabajo incorpora, pOl' otra parte, los resultados de trabajos esellciall1lt!lIle de ordell
cartografico, realizados en el marco de diferelltes instituciones eCliatorianas:
El Programa Naeional de Regionalizacin Agraria (PRONAREG) del Ministerio
Ecuatoriano de Agricultura y Galladeria (MAG). ql/e elabora, ell colaboraein con el
ORSTOM (Institut franais de recherche scientifique pOlir le dveloppement ell coopration),.
un inventario nacional de lns recursos nalurales relluV(lbles ell el marco dt! convenios de
eooperacion illternacional elltre 1975 y 1935.
Entre el personal eeuatoriano del PRONAREG, participaron mas partieularll/ente a la
car/ograjia de illventario:
Jorge Acosta
Guillermo Almeida
Armando Carvajal
Nicolas CorvalO.n
Luis Gordillo
Osvaldo Guevara
Csar Loaiza
Galo Manrique
Alfredo Muiioz
Gustavo Tapia
Gustavo Tipantuiia
Patricio de la Torre
Jaime Torres
Svetlana Zavgorodnyaya de Costales
Marcelo Ztiiiiga
Este inventario cartografico s6lo pudo ser llevado afeliz trmino gracias al apoyo decisivo
que recibimos de los sucesivos directores de PRONAREG, los Ingenieros, Enrique Suarez,
Baldemar A lava y Jaime Torres.
La CEDEGE(Comisi6n de Estudios para el Desarrollo de la Cuencadel Guayas) que, por
intermedio de su departamento de Agrologia, dirigido por Victor Mendoza, realiz6 numerosos
estudios sobre la edafologia y agronomia de la cuenca del Guayas.
El PREDESUR (Programa Regional para el Desarrollo del Sur del Ecuador) que elabor6
investigaciones sobre la edafologia y la agronomia de las regiones cercanas a lafrontera sur.
Conviene tambin mencionar los diferentes organismos
fue esencial para la realizaci6n de este trabajo:
INTRODUCCION
La orientaci6n dei estudio
Presentar en una sola obra un media ffsico tan diversificado coma el dei Ecuador fue un
verdadero reto. Cuando se sabe que sobre un corte en lfnea recta de menos de 50 km, se pasa en
forma continua, gracias al gradiente altitudinal, dei bosque perennifolio de la Amazonfa a los
paisajes glaciares actuales que alcanzan mas de 6.000 m de altitud, resulta facil sospechar la
dificultad de semejante empresa.
Se nos presentaban dos soluciones para intentar enfrentar ta! diversidad.
- Un primer mtodo, relativamente convencional, consistfa por ejemplo, en estudiar
sucesivamente cada uno de los temas relacionados con el medio natural ecuatoriano. El estudio
tomaba entonces la forma de una serie de contribuciones asumidas por cada uno de los
especialistas de las diferentes disciplinas involucradas: geologfa, geomorfologfa, climatologfa,
hidrologfa, ecologfa, edafologfa e agronomfa, etc.
Este acercamiento monodisciplinario, indispensable en una primera fase para adquirir el
conocimiento de todos los fen6menos que conforman la caracterizaci6n dei medio, deja sin
embargo en el ge6grafo un sentimiento de insatisfacci6n, ya que tiende a menospreciar, por 10
menos parcialmente, el componenle espacia!.
- El segundo consislfa en privilegiar el acercamienlo regional intentando abarcar el
conjunlo de las caracterfslicas deI medio ffsico, para llegar a una divisi6n, creando unidades
regionales, homogneas 0 helerogneas, pero facilmenle perceptibles y que inlegren las
caraclerfsticas ffsicas en el marco espacial dei medio ambienle.
Esta forma es indudablemente mas diffcil de Ilevar a cabo que la primera, ya que realizar
una zonificaci6n realista. exige por una parte un buen conocimienlo de la realidad geografica y
por otra parte, una coordinaci6n mas completa entre los diferentes especialistas lemalicos.
Sin embargo, presenta para el usuario una segura venlaja ya que puede enconlrar asf
unidades paisajfslicas que conoce y ademas percibe intuitivamente.
Este segundo mtodo de analisis, que adoptamos, era aplicable en el casa dei Ecuador
debido a las siguientes circunstancias favorables:
- el Ecuador, con una superficie de 270.670 km 2 , es un pafs relalivamenle pequefio, con una
accesibilidad globalmenle satisfacloria, 10 que nos permiti6 recorrer, conocer y esludiar el pafs
en su totalidad;
- los trabajos realizados durante el convenio PRONAREG-ORSTOM, produjeron la
documentaci6n cientffica indispensable, pero tambin nos permitieron residir en el pafs durante
un perfodo suficienlemenle largo (desde 1975 a 1985), para adquirir el conocimiento necesario
dei medio ecuatoriano.
Por 10 lanlo, fue en condiciones relativamente favorables que junlos, ge6grafos y
edaf610gos, pudimos dominar esle acercarnienlo paisajfstico dei medio natural dei Ecuador.
Las fuentes de informaci6n
Todos los documenlos publicados en el marco de esle proyeclo fueron sometidos a una
actualizaci6n y a una homogeneizaci6n general, coma preambulo indispensable a la
presentaci6n de los resultados a nivel nacional.
La cartografin btisica
Por razones de comodidad de presentaci6n, el mapa final de los paisajes est publicado a
escaJa de 1: 1'000.000, pero se escogi una escala intermedia de elaboracin a 1:500.000.
El unico documento existente a esta escala en el Ecuador y que presentaba una fiabilidad
suficiente para ser utilizado con fines cartograficos era, al principio de la realizacin de este
trabajo, el Mapa Aeronutico dei Ecuador, en Proyecci6n Conforme de Lambert, realizado por
el I.G.M. Pudimos beneficiarnos de copias en soporte indeformable de las "minutas" originales
de este documento, que en aquel entonces estaba en proceso de elaboracin; son las hojas:
CAE 1: Norte, 1987
CAE 2: Centra-Oeste, 1984
CAE 3: Centro-Este, 1986
CAE 4: Sur, 1985
CAE 5: Galpagos, 1986.
Este mapa presentaba dos ventajas decisivas:
- separaba netamente las regiones que haban sido objeto de una cartografa regular clsica
a 1:25.000, 1:50.000 0 1: 100.000, con todos los criterios de fiabilidad indispensables a una
explotacin cartogrfica. Se diferenciaban as netamente de las dems, donde a falta de mapas
con gran 0 mediana escala, se haba procedido a una representacin esquemtica de los
principales rasgos planimtricos;
- era perfectamente compatible con toda la cartografa elaborada a 1:200.000 durante los
trabajos PRONAREG-ORSTOM, segun un mtodo similar. Para este ultimo, habiamos
procedido as mismo a la reduccin de la cartografa regular disponible, que se haba
completado, en las zonas sin informacion, por ensamb1ajes de fotomosicos areos 0
ampliaciones de imgenes Landsat, ajustados en la cartografa bsica disponible.
La reduccin a 1:500.000 de toda la cartografa bsica ORSTOM-PRONAREG, nos
permiti por 10 Lanto disponer de una carta complementaria al mapa aeronutico en la regin
costanera, Galpagos y gran parte de la Sierra.
Para las dems regiones: parte norte y vertientes externas de la Sierra, as coma la casi totalidad de la Amazonia, sobre las cuales la cartografa de inventario haba utilizado bases de origen y flabilidad diversas: croquis planimtricos, mapas provisionales al :250.000 y 1:500.000,
realizamos una reordenacin global. Para eso, elaboramos un mapa bsico a 1:500.000 por
interpretacin de las redes hidrogrficas, carreteras, ciudades y principales cumbres a partir de
ampliaciones de las imgenes Landsat, ajustadas luego sobre la cartografa precedente.
Esta fase preliminar constitua el prembulo indispensable a cualquier cartografa temtica,
y nos permiti disponer de una base geogrfica homognea, actualizada y confiable, sobre la
La documentacwn temtica
Se trata, en su casi totalidad, de las cartografas de inventario realizadas durante los trabajos
PRONAREG-ORSTOM, que dieron lugar a la elaboracin de los siguientes documentos
utilizados:
Inventario cartogrfico a 1:200.000, de los recursos naturales renovables de la Costa deI
Ecuador:
- mapas morfoedafol6gicos,
- mapas de las formaciones vegetales,
- mapas de aptitudes agrfcolas.
Cartograffa morfoedafol6gica a 1:500.000 de la Amazonia ecuatoriana.
Cartograffa edafol6gica a 1:50.000 y 1:200.000 de los Andes del Ecuador.
Inventario cartografico de los recursos naturales renovables dei archipilago de Gal<ipagos
(Convenio ORSTOM-PRONAREG-INGALA):
- mapas geomorfol6gicos y de las formaciones vegetales al: 100.000,
- mapas edafol6gicos, de uso actual de suelo y de aptitudes de las zonas agrfcolas a 1:50.000
Cartograffa de las formaciones vegetales de los Andes dei Ecuador a 1:50.000 y 1:200.000.
Estas diversas cartograffas habian sido realizadas integrarido los resultados de los diferentes
trabajos anteriores, entre los cuales destacan las obras de T. Wol f (1892-1976), W. Sauer
(1965) Yeltrabajo de F Faucher y E. Savoyat (1973).
Tambin recogia parte de los numerosos trabajos locales
regionales, de extensi6n
Libro 2
DEL ECUADOR
Capitulo 1
El limite inferior con las regiones costeras es materializado por un angulo muy marcado y una ruptura
brusca de pendiente situada por 10 general cerca de los 300 m pero que se levanta progresivamente deI Sur y deI
Norte, para alcanzar cerca de 800 m al Noreste de Santo Domingo, en la parte central. En la vertiente amaz6nica, el
limite es ms graduai gracias a la transici6n con los relieves subandinos moderados dei domo dei Napo al Norte, 0
accidentados de Jas cordilJeras dei Santiago al Sur. Prcticamente nunca llega a bajar a menos de 900 m mientras que
sube a mas de 1.200 m detrs de Puyoo
Las altitudes promedias de las Ifneas de crestas (sin tomar en consideraci6n los edificios volcnicos sobrepuestos) se encuentran generalmente entre los 3.200 y 3.600 m, por consecuencia las vertientes aJcanzan desniveles
relativos entre los 2.000 y 3.000 m. Como adems su extensi6n lateral generalmente es de entre 20 y 50 km, forman
verdaderas murallas, entalladas por estrechos y gigantescos desfiladeros al paso de los principales ejes hidrogrficos.
Se trata de un medio casi cerrado, dificilmente penetrable e inhospitalario que juega un autntico papel de
barrera por bloqueo de las circulaciones atmosfricas. Allf las Iluvias de tipo orogrfico son particulannente abundantes; las precipitaciones al Noroeste de la vertiente occidental, 0 hacia el centro de la vertiente amazonica,
sobrepasan los 5.000 mm. Ciertas zonas con cobertura nubosa y neblina constante (en la parte entre inferior y
4
Fig. 1. Regiones y paisajes de la Sierra
,'N
78' W
79 W
0'
,'s
2' S
10
50
100 Km.
3' S
Elaboracl6n: A. Winckell
mediana de estas vertientes) no habian podido ser, en la fecha de este estudio, objeto de alguna toma area, convencional 0 satelitaria, y s610 han podido ser cartografiadas mediante grabaciones de RADAR.
Climatologicamente, la vertiente occidental de los Andes representa la variante altitudinal de la parte muy
humeda de la regi6n costera y las precipitaciones presentan, en ese lugar, caracteristicas semejantes, tales coma valores medias anuales elevadas y una buena repartici6n con un dbil maxima relativo durante los primeros meses( 1).
- La mayor parte de las estribaciones noroccidentales posee precipitaciones medias anuales comprendidas
entre 1.500 y 2.500 mm. Se puede notar una gradiente de disminuci6n con la altitud: las estaciones de Cachaco y de
Lita ubicadas respectivamente a 710 Y740 m de altitud reciben 2.120 y 3.370 mm repartidos en 150 y 300 dias par
ano, mientras que, con 200 dias de lIuvia por ano, Achupallas (ait. 3.160 m) s610 recibe 1.235 mm. Gracias a la
repartici6n regular de las lluvias durante el ano, a la presencia frecuente de la cobertura nubosa y a la disminuci6n de
las temperaturas con la altitud, el nUmero de meses secos al ano esta comprendido entre 0 y 2 Yel dficit hfdrico anual
no alcanza los 100 mm; coma excepci6n, existe la desembocadura dei valle seco dei Guayllabamba en donde los
datos de la estaci6n Vina de Chespi muestran unas precipitaciones medias anuales de 810 mm y un numero de meses
secos dei orden de 7.
- La parte central de esta vertiente, al Sur de la desembocadura de las entalladuras de los rios Blanco y Toachi, presenta condiciones menos humedas: precipitaciones medias anuales comprendidas, segun la altitud, entre
1.390 mm (Pinllopata, 2.360 m ait.) y 2.975 mm (El Coraz6n, 1.500 malt.) durante 205 a 225 dfas al ano. La gran
depresi6n de la cuenca de Guaranda, parcialmente protegida de los vientos humedos provenientes de la regi6n
costera, es mas seca con precipitaciones medias anuales' de menos de 1.000 mm (920 mm en 170 dias en Chillanes,
705 mm en 120 dfas en San Sim6n), un numero de meses secos dei orden de 6 y un dficit hfdrico anual entre 150 y
200 mm. Se encuentran condiciones analogas en las partes altas de los valles que surcan la vertiente pero que no
desembocan en la depresi6n interandina: en Angamarca (ait. 2.970 m) las precipitaciones medias anuales son de
aproximadamente 600 mm repartidos en 155 dfas, el numero de meses secos de 6 y el dficit hfdrico anual de 150 mm
mientras que las partes bajas de Este mismo valle son comparables al resta de la vertiente (por ejemplo El Coraz6n).
- El flanco occidental al Sur de la entrada al valle de Pallatanga, muestra una zonificaci6n marcada con una
parte inferior perteneciendo a la zona hUmeda (la mayor fracci6n) y el resta a la zona muy humeda, con una cobertura
nubosa importante en la parte media. Los accidentes topograficos, asf coma la desembocadura dei valle dei Jubones
y la parte alta dei valle dei Puyango, crean situaciones protegidas de los vientos humedos y las condiciones hfdricas
son comparables a las de la parte inferior.
En las vertientes, las precipitaciones medias anuales disminuyen con la altitud (1.755 mm en Pancho Negro,
70 m de altitud y 1.005 mm en Pallatanga, 1.500 m de altitud), el numero de dias de lluvia por ana es dei orden de 200
- 210. En las partes mas bajas, el numero de meses secos es de 6 a 7 y el dficit hfdrico anual no alcanza los 500 mm,
(1) Los datos cIimat610gicos Ulilizados para elaborar esta caracterizaci6n provienen de distintos orfgenes.
- Para la pluviometrfa, son datos publicados de los trabajos INERHI-ORSTOM. Se trata de dalOs homogenizados
(correcci6n de los valores aberrantes) y reconstituidos (calculos de los datos faltantes mediante el mtodo de vectores regionales).
Para las estaciones mejores, estos datos cubren el perfodod 1963-1985. Los datos pluviomtricos asf coma los de la evaporaci6n
Piche y de la insolaci6n han sido aproximados al 0 0 5 mas cercano. Las cifras concemientes a los dfas de lIuvia se refieren
solamente al perfodo 1963-1974, por no estar disponibles las series completas. Sin embargo, verificaciones puntuales no han
perrnitido revelar diferencias sognificativas.
Los diferentes regimenes de humedad escogidos se reparten segUn los siguientes rangos:
Arido: 12 meses secos
Muy seco: 10-11 meses secos
Seco: 8-10 meses secos
Hunedo: 4-8 meses secos
Muy humedo: menos de 4 meses secos
- Las temperaturas, humedad dei aire y evaporaci6n no presentan variaciones interanuales mayores. Los datos utilizados
provienen de los estudios anteriores PRONAREG-ORSTOM y han sido actualizados en pocos casos con cifras mas recientes de
INERHI-ORSTOM.
- Los datos de insolaci6n provienen de los estudios mas recientes INERHI-ORSTOM.
Referencias mas precisas acerca de estos datos constan en el Capitulo "Grandes regiones cIimaticas dei Ecuador y sus
formaciones vegetales naturales". Ver tambin el mapa 4: Ubicaci6n de las estaciones metereol6gicas, en el mismo capftulo.
mientras que en las partes mas altas, el numero de meses secos es inferior a 5. En los valles abrigados, se vuelven a
encontrar condiciones analogas a las de las partes bajas de las vertientes con numero de meses secos de 6 y unos
dficits hfdricos anuales inferiores a 500 mm.
Las demas caracteristicas climatologicas parecen mas homogneas.
Las temperaturas medias anuales varfan segun la altitud desde mas de noc en Lita, por ejemplo, hasta vaJores inferiores a 10C en la parte superior.
La humedad relativa dei aire es siempre elevada, alrededor deI 90 % en las vertientes, mientras que en las
zonas abrigadas, coma la desembocadura deI valle deI Guayllabamba 0 la cuenca de Guaranda, baja hasta
%.
Las escasas mediciones climatol6gicas permiten recolectar valores anuales de la evaporaci6n Piche entre
450 y 500 mm por ana en la parte Norte y 300-350 mm hacia el Sur, mientras que en la cuenca de Guaranda (San
Sim6n) la evaporaci6n alcanza 745 mm por ano y la duracion anual de la insolaci6n es de 1.670 horas.
sa
- La vertiente oriental de los Andes se caracteriza, ante todo, por precipitaciones elevadas, un dficit hfdrico
anual nulo y una cobertura nubosa muy importante. Las precipitaciones medias anuales son maximas en la parte
inferior de la vertiente, alrededor de los 1.000 m de altitud (cerca de 5.000 mm en Archidona y Hacienda Sangay), y
a 3.150 m de altitud (Papallacta) notamos unas precipitaciones medias anuales de 1.405 mm. De la misma forma que
en la region amaz6nica, las precipitaciones medias mens ua les maximas estan ubicadas a mediados de ana y la
mfnima se observa a fines 0 a principios de ano. Las diferencias entre las precipitaciones medias mensuales maximas
y mfnimas son reducidas y ningun mes presenta dficit hfdrico.
Las temperaturas medias mensuales disminuyen tambin con la altitud; son dei orden de 20C a 1.000 m de
altitud y de SoC en Papallacta (3.150 m). La humedad relativa deI aire es elevada, cercana al 90 % Y la evaporaci6n
(Pic he) es reducida, inferior a 600 mm por ano. No disponemos de los val ores de duraci6n de insolacion pero estos
deben ser netamente inferiores a 1.000 horas al ano.
Cabe mencionar una disminucion de las precipitaciones medias anuales hacia el Sur y la estaci6n mas meridional (Zumba, precipitaciones medias anuales de 1.105 mm) parece presentar algunos meses secos pero con un
dficit hidrico anual reducido.
La vegetaci6n es de tipo tropical humedo; arb6rea densa exuberante, perenne, con helechos arborescentes y
epifitos. Estas condiciones climaticas explican la presencia de una pedognesis de tipo ferralftico; los suelos rojos,
localmente profundos, pueden recubrir las vertientes hasta altitudes superiores a los 3.000 m.
Por otra parte, tambin son una barrera para las comunicaciones y las actividades humanas. Las entalladuras de los principales ejes hidrograficos provenientes de las cuencas interandinas son los unicos medios de penetraci6n; cortes estrechos en los que, con dificultad, se ubican las principales carreteras coma la via Banos-Puyo por el
desfiladero dei Pastaza 0 la carretera Quito-Santo Domingo por el valle deI rfo Toachi.
La colonizaci6n humana se limita, a pesar de un incremento reciente, a estrechos pasillos por ambos lados
de estos principales ejes 0 en las zonas de relieves moderados; la cobertura vegetal que se observa en la mayor parte
de esas vertientes puede entonces todavia ser considerada coma poco intervenida.
Resumen
- Vertientes externas de los Andes
- Modelados vigorosos y mu)' disectados sobre rocas antiguas diversas
- Climas htimedos a muy htimedos confuerte nubosidad
- Formaci6n arborea, perenne, tropical htimeda
- Dominio ferralftico, suelos rejuvenecidos por erosi6n, cobertura parcial de cenizas volcanicas recientes
- Ocupaci6n humana limitada a los bordes de las vfas de comullicaci6n
- Movimientos de gravedad localizados
timado, mediante levantamientos de campo, entre los 200-300 m y los 3.200-3.600 m al Norte, mientras que no
culminan a mas de 2.800 m en los derramamientos volcanicos recientes de Paccha-Zaruma al Sur. Sus contactos
inferiores est<in localmente fosilizados bajo los espesos dep6sitos de los conos de deyecci6n cuaternarios, que suben
hasta los 1.600 m hacia Lita y hasta los 2.350 m al Oeste de Tandayapa.
Su originalidad primera proviene de1 afloramiento de potentes formaciones voJcanicas, producidas por las
erupciones secundarias y terciarias consecutivas al establecimiento de los grandes conjuntos estructurales andinos.
Ellmite que comunmente era aceptado entre las dos formaciones reconocidas (Macuchi y Celica), se situaba sobre
el trazo Este-Oeste de la garganta dei rio Jubones, al Este de Machala. Estudios recientes (M. Lebrat, 1985), revelaron
un contacto mas complicado y orientado segun una lfnea Suroeste-Noreste, interna al flanco occidental y que se une
al valle interandino en las proximidades deI accidente de Pallantanga.
Al Norte, se extiende la fonnaci6n Macuchi, arco voJcanico insular sobre corteza ocanica (pillow-lavas
pueden ser observados) en su mayorfa de naturaleza toleftica y enlazado al continente por una subducci6n efectiva dei
Cretacico inferior al principio dei Eoceno. Todos sus estratos presentan una pendiente muy marcada hacia el Este (de
mas de 40-50). Se trata de una formaci6n de origen al6ctona, compuesta principalmente de bancos espesos de
basaltos y de andesitas que van dei color gris obscuro al negruzco con afloramientos de tipo riolftico. Su variabilidad
litol6gica es grande, e incorpora tambin diabasas, porfiritas, sedimentos voJcano-sedimentarios 0 de tipo flysch
intercalados: brechas y conglomerados piroclasticos, niveles de toba, grauwackas, areniscas, arcillitas y lutitas
silificadas. Presenta ademas las hue lias de una intensa tect6nica; numerosas fracturas y fallas con diversas orientaciones, revelan los accidentes contemporaneos 0 posteriores a su fonnaci6n.
La fonnaci6n Celica, de edad muy cercana, prolonga la precedente al Sur y localmente al Este. Ella tambin
representa un arco vo!eanico, que fue originado por la subducci6n de la formaci6n Macuchi, pero sobre el substrato
continental dei borde pacfico dei continente. Mas maciza que la precedente, se compone casi exclusivamente de coladas sobrepuestas de andesitas de color gris verdoso, en bancos espesos de estratificaci6n subhorizontal 0 con dbil
inclinaci6n. Esta es menos basica que la anterior e incluye interestratificaciones de piroclastitas, niveles tobaceos andesfticos, cuarcitas y calizas.
A pesar de que se trata de dos fonnaciones geodinamicamente muy diferentes esta distinci6n no se denota
claramente en el comportarniento geomorfol6gico, debido a su resistencia mas 0 menos similar frente a los procesos
de a1teraci6n y erosi6n. Sobre los afloramientos, mas tectonizados, de la fonnaci6n Macuchi se desarrollan relieves
netamente mas disectados y audaces que los modelados macizos derivados de los estratos de la fonnaci6n Celica.
Aigunos de los accidentes que segmentan muy claramente la vertiente occidental, con direcci6n predominante dei
SW-SSW hacia el NE-NNE, se relacionan con los mayores accidentes notados en los relieves costeros, en la
prolongaci6n de los cuales estan situados (Fig. 2).
Es diffcil hacer una caracterizaci6n precisa de tales paisajes, por tanto en raz6n a las grandes dificultades de
acceso coma por la extrema diversidad de las fonnas de relieve. La heterogeneidad es la caracterfstica principal.
Los modelados son literalmente exacerbados, de una extraordinaria frescura, testificando ellevantamiento
reciente y actual de la Cordillera de los Andes y consecuentemente una erosi6n Ifneal muy activa. Predominan las
grandes vertientes rectilfneas. Desarrolladas sobre distancias y desniveles que rebasan el kil6metro, son comunmente
vertiginosas y sus pendientes muy fuertes, superiores a 70% y hasta 100%. Sus crestas agudas y afiladas (las
"cuchillas") continuan sobre kil6metros y bajan gradualmente de las cuspides andinas hacia el exterior. Materializan
los interfluvios entre estrechos barrancos encajonados de perfil en fonna de V cerrada, al fondo de los cuales corren
torrentes impetuosos. Tener la oportunidad de contemplar esas cadenas serpenteantes hundfendose en el mar de
nubes bloqueadas sobre los flanc os inferiores de la vertiente occidental, es una de las mas !indas visiones que estos
paisajes pueden ofrecer.
En este medio, constantemente rejuvenecido, las formas sobre substratos son numerosas: afloramientos y
caras rocosos, cornizas desarrolladas sobre fonnaciones in situ, vertientes sin cobertura de alteritas 0 de sue los, etc.
La estructura interna es, por 10 general, suficientemente visible y el examen de las fotos areas pennite
analizar numerosos relieves orientados correspondientes a los estratos erguidos de las fonnaciones. Igualmente, los
accidentes estructurales (fallas y fracturas) estan explotados por la red hidrografica en fonna de gargantas con trazo
rectilfneo u ortogonal. Las diferenciaciones litol6gicas mayores repercuten sobre el modelado; a las coladas de lavas
compactas corresponden relieves netamente mas macizos, mientras que las intercalaciones piroclasticas 0 tobaceas,
mucho menos resistentes a la meteorizaci6n, se expresan comunmente mediante alineamientos excavados, e incluso
por pequei'ias depresiones de fonnas suaves.
En estos paisajes, donde todo parece exagerado, las zonas de relieve moderado son escasas. Existen solamente en fonna de estrechas lenguas 0 rellanos encaramados a 10 largo de los principales valles. Bajo su superficie,
horizontal 0 ligeramente ondulada, afloran dep6sitos pedregosos torrenciales, que testifican un origen por aluvio-
RELIEVES ANDINOS
35
10 20
50
Elaboraci6n: A. Winckell
100 Km
namiento, aunque algunos no son mas que simples aplanamientos rocosos por abrasin. Representan antiguos niveles
locales, elaborados por la red hidrognifica en el transcurso de su encajonamiento concomitante allevantamiento de
los Andes. La carretera de Santo Domingo a Al6ag muestra magnfficos ejemplos, de los cuales, los mas altos han sido
Ilevados ahora a altitudes superiores a los 2.500 m. Las formas de origen hfdrico - jirones de terraza, conos de
deyecci6n y ni veles de relleno - son mas numerosas en las partes aguas abajo.
Las vertientes volcanicas, sin cobertura de cenizas (unidades 134, 135, 136)
Se situan en las partes central y Sur de la vertiente occidental, fuera dei area de influencia de los volcanes
andinos recientes. De extensin relativamente limitada, inician en la latitud de Babahoyo, con una franja delgada en
la parte inferior de la vertiente, al contacto con los conos de esparcimiento del piedemonte entre los 30 y 100 m. Su
importancia crece hacia el Sur, hasta la latitud de Chunchi-Cailar, donde suben hasta los paramos, entre los 2.800 y
3.200 m. Desaparecen al Sur deI valle deI rfo Puyango, dominio de las facies metam6rficas.
Las formaciones superficiales son tambin muy diversificadas y asocian afloramientos e vertientes completamente rocosas, coberturas pedregosas 0 de bloques sobre los conos de escombros y de deyeccin, con alteritas
localmente profundas en las zonas menos rejuvenecidas. Las matrices son limo-arcillosas con una importante proporcin de arena.
Los suelos son generalmente ferraHticos asociados a otros tipos que justifican la divisi6n en tres unidades.
La unidad 134, empieza al Sur dei paralelo 2Sur, primera en el lfmite inferior de la vertiente occidental y, progresi vamente, sobre la totalidad de esta vertiente a partir de la latitud de Cailar. Esta corresponde a la
unidad tfpica con suelos ferralfticos desaturados rojos, arcillosos y profundos.
Esta unidad se diferencia tambin de las otras unidades por algunos elementos de orden geomorfolgico.
- En primer lugar, por la presencia de numerosos dep6sitos de deslizamientos y coluviones antiguos, arcillopedregosos, en recubrimiento de vertientes, y de rellanos con resaltos escalonados, con dimensiones que alcanzan
localmente el ki16metro. Dan a la morfologfa de los cuatro valles donde afloran - los rios Chimbo, Chanchan, Caiiar
y Jubones - un aborregamiento caracterfstico de las vertientes y provocan una suavizaci6n general deI relieve (Fig. 3).
Hoy colonizados por la vegetacin y estabilizados, estos testifican la existencia de (por Jo menos) un antiguo
episodio, mas humedo que el clima actual, acompaiiado de una generalizaci6n de los fen6menos de movimientos de
masa y escurrimiento difuso.
- Se desarrolla parcialmente en la parte superior, al Sur dei paralelo 3, sobre los afloramientos volcanicos
de lavas andesfticas, dacfticas a riolfticas intercaladas de sedimentos piroclasticos dei grupo Saraguro, de edad oligocena, heredados de la actividad volcanica terciaria en la Sierra. A pesar de las diferencias de composici6n y de yacimiento con las rocas deI substrato (las lavas "Saraguro" son mas acidas, mas ricas en intercalaciones piroclasticas y
afloran en estratos subhorizontales, menos tectonizados que las dei volcanismo cretaceo), esta distinci6n unicamente
es reflejada por caracteristicas morfol6gicas menores. Asf, el relieve alrededor de Pucara esta constituido por grandes
espinazos de formas pesadas, que adoptan, casi exactamente, el dibujo de los estratos volcanicos terciarios
subyacentes. Lo mismo sucede con la diferenciacin entre Macuchi y Celica cuyo supuesto Ifmite cruza oblicuamente esta vertiente de SSW a NNE, y que ningun trazo geomorfolgico revela claramente.
- Sin embargo, esta vertiente esta afectada al Noreste de Balao por una gran falla (i,desco)gante?) de orientaci6n WNW-ESE, perpendicular a los accidentes tectnicos mayores. El compartimento Sur, desplazado de una
decena de kil6metros hacia el Este, se traduce en un movimiento similar dellfmite inferior de la vertiente. La escotadura que asf se origin esta ocupada por vastos con os de deyecci6n y esparcimiento, limitados al Norte por un
abrupto de falla rectilfneo de varios centenares de metros de commando y situado dentro de la prolongaci6n dellfmite
Norte de la isla de Puna (Fig. 2). Este accidente, dei que poco se hace menci6n en los documentos geolgicos, tiene
ciertamente un significado regional.
La unidad 135 situada exclusivamente al Sur deI rio Jubones corresponde a la parte superior deI flanco occidental de
la cordillera, entre Chilla y Paccha, cercando los valles y las depresiones de los rfos Jubones al Norte
y Puyango al Sur. Su lfmite inferior desciende hasta 800-1.200 m mientras que su lfmite superior coincide con el
abrupto de la orilla de las tierras frfas cimeras, hacia los 2.800-3.200 m.
Su basamento, idntico a la parte Sur de la unidad 134, asocia las lavas "Celica" en posici6n inferior, coronadas a partir de los 2.500 m aproximadamente por recubrimientos de lavas y piroclastitas mas recientes
"Saraguro". El modelado general esta constituido por grandes espinazos con cimas redondeadas, formas pesadas y
grandes vertientes heterogneas con resaltos cuyos mas bellos ejemplos son los que entornan la depresin coalescente Piiias-Portovelo-Zaruma.
Tienen coma particularidad, unos recubrimientos parciales de cenizas volcanicas e6licas. Dichos recubrimientos son siempre poco espesos (50 cm aproximadamente) y por 10 general estan situados en lugares con
10
Fig. 3. Los coluviones de la entalladura dei rio Canar
...
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. . . . . . . . . ...........
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1':'0:0:1
LiJ
1 2
10 km
7fr
modelados suaves, de pendientes moderadas 0 de abrigo coma el paso al Norte de Paccha 0 los rellanos y zonas coluviales.
La cobertura pedol6gica asocia entonces a los suelos ferralticos desaturados, de la unidad 134, andosoles
desaturados tpicos tanto mas humfferos cuanto que estan a mayor altitud,
El origen de un semejante recubrimiento de cenizas, a una gran distancia deI volcan reciente mas cercano,
puede sorprender. Un estudio reciente (A. Winckell, C. Zebrowski et al, 1994 en publicaci6n) mostr6 que durante los
recientes paroxismos volcanicos, las caidas de cenizas experimentaban un alargamiento en sentido NE-SW, en funci6n de la direcci6n de los vientos de altitud predominantes. Segun estas observaciones, los dep6sitos reliquias conservados aquf, son originarios dei Sangay, a aproximadamente 220 km de distancia, sobre el f1anco amaz6nico de los
Andes. Constituyen el testimonio de una cobertura de piroclastitas mas extensa que la que actualmente se observa y
testifica el poder de las erupciones vo!canicas causantes.
Dep6sitos abundantes de vertientes, localmente espesos de varios metros, tambin recubren las pendientes
de esta unidad: deslizamientos de la capa de alteritas, extensas zonas coluvionadas 0 formas de solifluxion encerrando localmente bloques rocosos con dimensiones mtricas hasta decamtricas. Todas estas formas no present an
actualmente ningun caracter de funcionalidad y atestiguan una evoluci6n morfodinarnica bajo un c1ima mas humedo.
Son particularmente abundantes y notorias entre Uschcurrumi y Chilla en donde dibujan alveolos semicirculares en
formas de circos de dimensiones kilomtricas, de los cuales, los mas altos, han podido tambin funcionar coma
nichos de nivaci6n durante los episodios mas frios deI Cuaternario.
La unidad 136 se localiza todavia en el limite superior de la vertiente, entre los 2.400 y 2,600 m y el abrupto topo-
JI
grafico de 50 a 200 m, que aqui constituye ellfmite inferior de los pramos entre 2.800 y 3.200 m. Situada de un lado
y otro de la garganta dei rio Canar, corresponde a modelados ondulados, ms suaves que aquellos de las vertientes
ms bajas, con cimas convexas redondeadas, separadas por interfluvios convexo-concavos de 50 a 100 m de desnivel
relativo. Tienen un dibujo en piano caracteristico de lenguas alargadas en el sentido de la vertiente, y bajan
graduai mente dei ESE hacia el WNW, donde terminan por pequenos abruptos, rebasando los flancos accidentados de
la vertiente occidental.
Esta morfologia tfpica de disecci6n es heredada de la naturaleza dei substrato, parcialmente constituido aqui
por recientes derrames de piroclstitas cidas cimentadas, de edad pleist6cena (formaci6n Tarqui).
Situadas abajo dei limite inferior de los glaciares cuaternarios, estas zonas no experimentaron en ton ces el
cepillado glaciar y estn recubiertas por alteraciones relativamente espesas. Los suelos, de tipo ferralftico 0 fersialftico humifero, estn tambin localmente recubiertos por delgados enchapados de cenizas volcanicas recientes.
12
Fig. 4. La estructura en franjas de la cordillera occidental
79W
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Relleves sedlmentarlos
Modelados granfticos
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Relleves disectados
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1~ il
... ......
Cordlllera volcnlca
Cordlllera volcano-sedlmentarla
mrrm
espesor sobrepasa 6 m en las proximidades dei Pichincha y alcanza todavia 1 a 2 m al pie de la vertiente.
Las cenizas de la parte Norte son originarias dei Chi les. dei Cuicocha pero tambin parcia1mente de volcanes colombianos (Cumbal y volcanes asociados) y posiblemente tarnbin dei Pichincha. Las proyecciones de este
ultimo imbricadas con las dei Cotopaxi han recubierto las vertientes de la parte central, mientras que aquellas de la
parte meridional provienen deI Tungurahua y dei Sangay.
13
Geomorfol6gicamente esta vertiente se distingue poco de su hom6loga meridional, sin cenizas (unidad
134). Las formas de relieve son globalmente similares a excepci6n de una precisa orientaci6n SW-NE, en la excrecencia noroccidental de la orilla derecha dei rfo Guayllabamba. Por una parte, se trata de la explotaci6n par la red
hidrografica, de los accidentes (l.fallas de rumbo?) heredados dei establecimiento dei arco volcanico pero tambiln de
alineamientos monoclinales formados por estratos rocosos ((.llegadas tardias ultrabasicas?) en relieve sobre ell'razo
de ciertos accidentes.
Sin embargo los modelados de detalle estan menos marcados que al Sur, ya que el recubrimiento de cenizas
gener6 una difuminaci6n generalizada de las formas. Este anegamiento es todavia mas acentuado par los movimientos posteriores de vertientes (creep, solifluxi6n lenta, coluvionamiento) que provocan un adelgazamiento de las
capas de piroclastitas sobre los relieves mas expuestos y, correlativamente, un engrosamiento por acumulaci6n en las
depresiones y zonas bajas.
En las proximidades de los volcanes de la cordillera occidental, numerosas formas volcanicas vienen a sobreponerse al modelo preexistente; coladas de lava, lahares, corrientes lodosas de deshielo, f1ujos piroclasticos, etc.
Ellos engendran formas caracterfsticas, mas ca6ticas, generalmente sobrepuestas 0 con niveles escalonados que la
escala de cartograffa no permiti6 figurar.
Por fin, anotaremos tambin la presencia de numerosas paleoformaciones de vertientes coma deslizamientos de masa, fen6menos de gravedad 0 coluviones; estan bien representadas sobre los f1ancos de los valles de la vertiente noroccidental 0 en la proximidad dei piedemonte central. Constituidas por dep6sitos arcillo-pedregosos recubiertos de cenizas, colonizados y estabilizados por la vegetaci6n, estas formas, actualmente no funcionales, constituyen un recurso agrfcola no despreciable, raz6n por la cual comienza comunmente aquf el desmonte agrfcola.
Las dos unidades representadas provienen de variantes edafol6gicas:
La unidad 124 situada unicamente en la excrecencia noroccidental, bajo condiciones climaticas hiperhumedas, presenta andosoles desaturados y perhidratados, relativamente arenosos.
La unidad 125, es la unidad mas extensa, recubre la totalidad de la vertiente. Sus suelos, siempre andicos, estan menos hidratados que los precedentes, pero mas humfferos, especialmente en las partes elevadas.
Las altas vertientes dei Norte y dei centro bajo cenizas (unidad 123)
Estas altas vertientes se distinguen por la presencia de un manto de proyecciones de cenizas volcanicas. Par
su altitud, escalonada entre 3.500 y 1.200 m, escaparon a la fase glaciar y son modeladas unicamente por la erosi6n
lineal.
Este paisaje se desarrolla exclusivamente sobre forrnaciones metam6rficas que fueron subdivididas par los
ge610gos en cuatro grupos: Cofanes y Arnbuquf en el Norte, Llanganates en el centro y Zamora en el Sur. Se escalonan dei Precambrico al Paleozoico inferior. Constituidas por estratos fuertemente erguidos a subverticales con
buzamiento dominante hacia el este, estas formaciones se componen esencialmente de esquistos, cuarcitas y gneis
con presencia mas importante de filitas y anfibolitas en la parte septentrional de la vertiente.
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Los modelados se caracterizan por una disecci6n aguda, irregular y asimtrica, que se ve influenciada:
- por las direcciones estructurales dei conjunto. Su expresi6n en el relieve se caracteriza, sobre todo, por
alineamientos muy visibles de crestas agudas en sentido Norte-Sur (aquel de la direcci6n de las capas) y por una disimetria de las vertientes este y Este, en funci6n de los buzamientos siempre fuertemente erguidos;
- por la naturaleza de las facies dominantes. As los sedimentos mas blandos (esquistos y filitas) dieron lugar
a formas "en hueco": valles alargad~s, corre dores mas 0 menos deprimidos; mientras que los estratos mas resistentes
(gneis y sobre todo cuarcitas), arman los principales relieves: barras rocosas, esperones longitudinales 0 pitones de
tipo "inselberg" en las zonas deprimidas dei Sur.
Las pendientes son cortas 0 largas, pero siempre fuertes y abruptas, generalmente superiores a 40% y, muy
a menudo, a 70%. Las modalidades de contacto entre el substrato y el manto de cenizas condiciona el mantenerse en
su lugar, la erosi6n 0 la transformaci6n de la cobertura pedol6gica.
Las caractersticas climticas son parecidas a las de la vertiente occidental: temperaturas medias anuales
comprendidas entre S y 20C, precipitaciones medias anuales de 1.200 a 5.000 mm, fuerte nubosidad. La vegetaci6n
natural es evidentemente forestal, con algunas formaciones estratificadas altitudinalmente.
La cobertura pedol6gica contiene suelos mas 0 menos desarrollados, evolucionados, erosionados 0 removidos. El tipo predominante es un andosol perhidratado negro y humfero en altitud, beige y menos humfero en zonas
mas bajas, desarrollado sobre cenizas volcanicas. De la misma forma que sobre la vertiente occidental, hay que
mencionar la gran abundancia de afloramientos rocosos y de zonas recubiertas por formaciones gruesas colocadas
por gravedad.
Este paisaje, de dificil acceso no pudo ser estudiado mas que a 10 largo de algunas carreteras que sirven de
caminos privilegiados. El paso de los andosoles de altitud a los andosoles perhidratados se efectua entre 3.000 y
2.000 m, por el aumento de las temperaturas y de las precipitaciones. Pero esta franja de altitud corresponde a los
tramos mas accidentados de los itinerarios, donde la erosi6n es maxima.
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piro al Norte y al Sur, rodeando los gneis, migmatitas, esquistos y anfibolitas de la formaci6n San Roque. En el
nucleo central aflora una asociaci6n de esquistos verdes, micaesquistos, cuarcitas, gneis anfib6litas y facies ultrabsicas dei grupo Piedras y de la formaci6n Raspas ((,de edad cretcica inferior?).
Esta estructura heredada de una historia geol6gica muy compleja no se traduce claramente en la arquitectura
general de la vertiente, directamente derivada de los movimientos tect6nicos recientes responsables dei levantamiento de los Andes y par consecuencia de su estratificaci6n en pisos altitudinales.
- Por ultimo, siendo esta vertiente el primer relieve desde el ocano, recibe el azote de las precipitaciones
orogrficas y se caracteriza por una cobertura casi constante de nubes y neblina, bloqueada sobre el obstculo ffsico
de la cordillera.
En estos substratos metam6rficos relativamente alterables, sometidos adems a condiciones climticas
humedas 0 muy humedas, las alteraciones son profundas y avanzadas. Formaciones rojizas de arcillas abigarradas,
provenientes de la alteraci6n in situ de las rocas dei substrato, recubren el conjunto de modelados en ms de una decena de metros de espesor. Presentan todas las caracterfsticas de las rocas subyacentes cuya estructura conservan:
muy arcillosas sobre facies esquistosas, son mas ricas en elementos gruesos y seudo-arenas sobre gneis y cuarcitas,
encerrando numerosos bloques cuarzosos derivados de n6dulos y filones originales, unicos fragmentos al no estar
total mente arcillificados. Su nexo con el substrato metam6rfico es evidente; en granito son menos coloreadas y ms
arenosas, mientras que sobre rocas volcanicas son mucho menos profundas. Aunque, en las partes central y alla de
este paisaje, parecen estar en equilibrio con las condiciones climticas actuales, las interpretamos coma formaciones
en su mayorfa heredadas. Se extienden hacia abajo, en zonas actualmente demasiado secas para dar lugar a la
producci6n de alteritas ferralfticas.
Los suelos son ferra1fticos desaturados rojos, de textura dis tinta, segun la naturaleza deI material original.
Resulta interesante relacionar estas alterttas espesas con las formas de esparcimiento abundantes en el piede mon te costero Sur: conos de deyecci6n, de esparcimiento y glacis. Las formaciones que las constituyen son en
efecto muy parecidas, arcillosas rojizas con pied ras y bloques, y estn tambin en desequilibrio con las condiciones
climticas actuales, muy secas en esta franja baja. Adems en muchos lugares de este piedemonte, entre Pasaje y La
Avanzada, estas formaciones de esparcimiento se empalman suavemente con las bajas vertientes coluvionadas de la
unidad 146. Es evidente que se trata de un mismo conjunto elaborado bajo un clima francamente mas humedo que el
actual, y confeccionado superficialmente par procesos morfogenticos donde el escurrimiento difuso era preponderante. Las alteritas producidas en los relieves andinos ms cercanos, verdaderas zonas de alimentaci6n, eran
removilizadas y luego depositadas a la orilla deI piedemonte.
1.1.3. Las vertientes con caracteristicas estructurales rnarcadas (unidades 127, 143)
Reunimos en este grupo dos unidades de paisajes exclusivamente localizadas en la parte septentrional de la
vertiente andina occidental, al Norte dei rio Blanco, donde las formas deI relieve son completamente regidas por las
caracterfsticas estructurales de las formaciones geol6gicas en donde se encuentran desarrolladas. Su dificil acceso no
permiti6 un estudio profundo.
La unidad 127, constituye una gran parte deI flanco occidental, al Geste de Quito. Se situa en la ms alta mitad orientai, de este ultimo. Tiene la forma de un tringulo de base Suroeste, que se cierra en las proximidades
de la Frontera con Colombia, cuyo centro est ocupado por una gran intrusi6n granftica. Aflora entonces en dos
partes, una franja occidental cuyo Ifmite inferior se situa entre 1.000 y 1.600 m y una franja oriental que se eleva hasta
la lfnea de separaci6n de las aguas con la cuenca interandina, hacia los 2.800-3.200 m.
Poco accesible, esta zona fue delimitada mediante interpretaci6n de imagenes RADAR y de satlite, sobre
las cuales se reconoce facilmente la presencia de orientaciones preferenciales que "ce bran" los paisajes de
lfneamientos continuos, dei Suroeste hacia el Noreste (Fig. 4).
Estas traducen la presencia de una estratificaci6n de las formaciones subyacentes, diferenciadas por los
ge610gos con los nombres de Yunquilla, Silante y Chontal, de edad cretcica y de composici6n variada, pero
provenientes todas de la destrucci6n de los relieves emergidos en este entonces: cordil1era oriental 0 arco volcanico
"Macuchi" y de la sedimentaci6n de estos sedimentos dentro de una fosa segun procesos de tipo flysch. La primera
incluye una alternancia de capas centimtricas a decimtricas de lutitas y arcillas compactas, negruzcas, con
areniscas, lavas y calizas. La secunda, se compone de capas decimtricas a mtricas, rojizas a violetas, de sedimentos volcano-clsticos diversos: areniscas y grauwackas de todas granulometrias, conglomerados, lutitas, arcillas e
intercalaciones de toba y de lava. La tercera muestra una asociaci6n de esquistos, finamente estratificados y local-
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mente pizarrosos con rocas silceas muy duras, cuarcitas, arcillas, lutitas silicificadas y cherts de color dominante
verdozo a amarillo-verdozo.
Menos que la naturaleza de estas rocas, es la existencia de las variaciones litol6gicas la que gufa el desarro110 de los modelados actuales, compuestos de vertientes disectadas, algunas veces disimtricas, de extension y desniveles moderados. La valoraci6n de las estratificaciones y contactos litol6gicos - las capas, fuertemente erguidas
estan alineadas en el mismo sentido dei alargamiento de la cordillera, dei Suroeste hacia el Noreste - de las diferencias de dureza entre facies en contacto y al parecer, tambin, de los grandes accidentes tectonicos, se traduce sobre las
cimas, los talwegs e incluso las vertientes, por la presencia de resaltos, rellanos y alineamientos que se prolongan
sobre grandes distancias, en conformidad con la direccion de los estratos. Estas caracterfsticas son siempre mas
facilmente identificables sobre la imagen area que en la observacion de campo.
En estos paisajes de disecci6n vigoroza y de pendientes siempre muy fuertes, superiores a 70 e incluso
100%, las vertientes se componen de una asociacion de afloramientos rocosos predominantes y de alteritas relativamente poco espesas, constantemente rejuvenecidas y siempre muy pedregosas. A pesar de encontrarse situados
dentro de la zona con depositos piroclasticos contfnuos, estos paisajes, por su disecci6n y pendientes, no conservaron
mas que una cobertura discontfnua de cenizas, sobre los relieves mas moderados 0 en las partes protegidas.
Los suelos asocian entonces a los ferralfticos rejuvenecidosy coluvionados, con los andosoles desaturados
tfpicos, muy humfferos en las zonas altas.
Por ultimo, cerca de los principales edificios volcanicos de la cordillera occidental andina, que amojonan su
terminaci6n oriental (dei Norte al Sur, Cotacachi-Cuicocha, Pululahua, Casitagua, Pichincha, Atacazo y Coraz6n),
formas de origen volcanico eS!<ln sobrepuestas a los relieves precedentes: derrames, lahares, flujos de piroclastos
gruesos, vestigios de antiguas construcciones destruidas.
La unidad 143 corresponde a la terminacion de la vertiente andina al contacto con los modelados sedimentarios de
la cuenca de Borb6n-Valdez, hacia los 150-300 m.
Presente en forma de una franja de 10 a 15 km de ancho, se extiende en el sentido de las direcciones estructurales predominantes, deI Suroeste hacia el Noreste, terminandose con estrechamientos marcados sobre sus
bordes entre los rfos Blanco al Sur y Mira al Norte.
Los modelados exclusivamente estructurales marcan alineamientos muy claros, en el mismo sentido SWNE, compuestos por una sucesi6n de formas monoclinales muy erguidas con superficies inclinadas hacia el Noroeste,
resaltando el fuerte buzamento de las capas subyacentes, y de abruptos cortos pero fuertes, dirigidos hacia el Sureste.
Esta asociacion superficie-abrupto se repite localmente mas de una decena de veces sobre todo 10 ancho de la unidad,
resultado de una fragmentaci6n de las capas por un gran numero de rupturas internas paralelas a los grandes
accidentes regionales, 0 bien de una valorizaci6n, por erosi6n diferencial, de los estratos resistentes de una sedimentaci6n rftmica. Las pendientes, similares en las superficies y en los frentes, son casi siempre superiores a 70%.
Estas formas estan bien representadas sobre todo en el borde externo de la unidad al Noroeste, esquema clasico de un macizo con estructura monoclinal inclinandose bajo dep6sitos sedimentarios mas recientes. Se asemejan
a barras monoclinales que se siguen paralelamente al alargamiento de las capas, con inflexiones locales en la parte
central. En la terminaci6n Norte, de direcci6n mas puramente NNE, los buzamientos estructurales mas acentuados
favorizaron una disecci6n avanzada y la confecci6n de verdaderos pequefios "chevrones" buzando hacia el Noroeste.
Hacia el interior, las estructuras monoclinales se difuminan progresivamente, reemplazadas por formas fuertemente
disectadas pero siempre caracterizadas por un claro alineamiento de crestas y valles en sentido SW-NE. Estos alineamientos son atravesados de un lado a otro por los rfos provenientes de la vertiente andina: San Miguel, Agua Clara
y Bravo Grande, que los franquean en gargantas perpendiculares impresionantes, verdaderos "cortes de sierra"
estrechos en cuyos fondos los escurrimientos son violentos torrentes con lechos lIenos de bloques y pefiascos.
Las rocas, que solamente pueden ser observadas en los desfiladeros mas accesibles, muestran una estrati ficaci6n muy erguida con buzamento de 15 a 30 hacia el Noroeste. Esta franja de relieves corresponde, en la parte
mas externa, con los alineamientos monoclinales mas francos, al afloramiento de los sedimentos e6cenos de las
formaciones Santiago y Zapallo. La primera comprende un conglomerado basal cubierto por areniscas calcareas interestratificadas con calizas arenosas y algunas capas de lumaquela. La segunda, aparentemenre concordante, se caracteriza por facies silicificadas de gran dureza; areniscas cuarcfticas, arcillas silicificadas, lutitas muy consolidadas
y algunas capas de toba.
Sin embargo, hacia el interior, parecerfa (segun la carta geol6gica al: l '000.000, OGGM, 1985) que parte
de la unidad, en donde las formas monoclinales son mas difusas. corresponde a afloramientos volcanicos de tipo
Macuchi. Tales formas no fueron jamas observadas en estas facies volcanicas. y nos parece probable que revelan
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- Ademas, profundas arenizaciones y alteraciones afectan todos los cuerpos granitoides. Sobre espesores
que pueden rebasar varias' decenas de metros, afloran arenas de color blancuzco, amarillento a ligeramente rojizo
cuy a caracterfstica principal es el haber conservado c\aramente la estructura de la roca original. En estos medios relativamente humedos, los granitos se comportan relativamente mal, tanto frente a la desagregaci6n coma a la meteorizaci6n y son rapida y profundamente transformados en alteritas ar~nosas 0 areno-arcillosas; s610 los cuarzos
guardan una cierta coherencia. El muestreo de rocas es muy dificil excepto en el fondo de las incisiones y en los casos de bolas y bloques repartidos sobre las vertientes, pero estas ultimos eSlan comunmente desalTollados sobre variaciones locales de facies (granos mas finos, variedades mas ricas en silice, etc.) de cuya representatividad real convendrfa cuestionarse. Sobre algunos de ellos se desarrollaron bellas formas de disoluci6n superficial: pilones, seudocavidades y acanaladuras radiales que llegan a alcanzar la decena de centfmetros en profundidad, coma al Norte de
Paccha. Allf emergen tambin de las arenas, magnfficos bloques erguidos verticalmente, con formas ovoides y
paredes negruzcas no alteradas perfectarnente lisas; verdaderas miniaturas de inselbergs.
Todas estas facies granitoides son siempre comparativamente mas alterables que las roc as encajantes, volcanicas, volcano-sedimentarias 0 metam6rficas. Estas arenas granfticas, sin coherencia interna son asf facilmente
despejadas por la erosi6n hfdrica, superficial y Ifneal y estas procesos logran en medio granftico una de las mejores
muestras de erosi6n diferencial reconocida en Ecuador. Es asf coma se dibujan estas marcados alveolos donde los
granitas juegan, par comparaci6n, el papel de rocas fragiles.
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Son medios estabilizados bajo cobertura vegetal natura\' Pero toda intervencion dei hombre y sobre-ulilizacion agricola se traducen rapidamente en la reactivaci6n y el desencadenamiento de los fen6menos de arroyada con
consecuencias a veces catastr6ficas.
Las diferenciaciones en siete unidades son esencialmente de orden pedologico.
En lil parte norandina. AI Norte dei paralelo 2S, todas las unidades de la vertiente oriental y de la
vertiente occidental estan recubiertas por proyecciones piroclsticas de cenizas. Esta cobertura es, sin embargo,
casi siempre discontinua, las pendientes fuertes y los fenomenos de escurrimlenlO superficiales habiendo
contribuido a una ablacion parcial pero rapida de las cenizas superficiales, incluso a poca distancia de los
volcanes. Estas ultimas son conservadas sobre todo en los interfluvios redondeados 0 convexos; un simple vistazo
sobre estos paisaJes muestra claramente la oposici6n entre los suelos limosos negruzcos y obscuros sobre las
cuspides y las vertientes c1aras, amarillentas a rojizas, mas arenosas sobre las arenas graniticas.
Las subdivisiones cartograficas siguen las topo-c1imato-secuencias entre los relieves superiores y las partes
centrales deprimidas.
La unidad 1) 9 corresponde a las partes superiores de estos batolitos: relieves encajantes de los bordes 0 flancos superiores de las depresiones, expuestos a las circulaciones dominantes y a abundantes precipitaciones
orograficas. Ubicadas al extremo Noroeste de la vertiente occidental yen la mitad Norte de la vertiente oriental, gozan de condiciones que van de humedas a muy humedas con cobertura casi permanente de neblina y de nubes.
Los suelos, siempre desaturados y perhidratados, son andosoles, cafs en las zonas mas bajas, negros y muy
humiferos a mayor altitud.
En la vertiente oriental, el bat61ito La Bonila-Mera no forma un tipico relieve en depresion. Esta excepcion
es probablemente debida a su posicion original. como primera estribacion de la vertiente amazonica, y a movimientos
tectonicos verticales recientes.
Ubicado entre 1.200 y 3.500 m, este paisaje corresponde a una intrusion granitica que rodea al Este la vertiente andina metam6rfica con una extension submeridiana de mas de 200 km (con excepcion de una interrupci6n al
nivel dei volcan Reventador) y menos de 30 km de ancho. Abarca dos flancos simtricos separados por una larga
cresta mediana y constituye una barrera continua que recibe directamente los flujos humedos provenientes de la
Amazonia, de aqui las fuertes precipitaciones. supuestamente superiores a 4.000 mm y la extrema nubosidad. Sus
temperaturas varian entre 8 y 20e.
Aqui se desarrollan pendientes largas y fuertes de mas de 70%, limitadas por crestas anchas y rectas. La
cobertura pedol6gica reune todos los estados de desarrollo. de evoluci6n y de transforrnaci6n de la alterita granftica,
deI mante de cenizas superficiales 0 de coluviones mezclados. El tipo de suelo predominante es andico, perhidratado,
beige.
La red hidrografica que drena la vertiente occidental de esta barrera granitica se une a los desaguaderos deI
macizo metamorfico, despus se concentra y explota la poca resistencia relativa de los flyschs dei corredor submeridiano que separa las dos forrnaciones. Son muy raros los agujeros transversales en este macizo granftico, dominio de
las "aguas verdes", extraordinariamente limpidas.
La unidad 120. es el equivalente de la precedente, pero se localiza exclusivamente sobre la vertiente occidental, bajo
condiciones de humedad menos marcadas. Sus suelos, todaVia desaturados, est<in menos hidratados
que los precedentes: son andosoles tipicos cafs, en las zonas bajas, 0 negros en zonas de mayor altitud.
Las unidades 12) Y 122. tambin tfpicas de la vertiente occidental, conciernen a los relieves centrales de los principales bat6litos. Estos disfrutan de una posici6n de abri go y se benefician de condiciones
c1imticas francamente mas secas, contraste mas observable en la medida en que el alveolo granftico es mas grande,
coma en el de Apuela-Nanegalito por ejemplo. Esta diferenciaci6n no es perceptible al nivel de las estaciones
metereol6gicas, pero la poca densidad de la red no perrnite captar fen6menos a esta escala. Esta impresi6n de seguia
es aun mas acentuada por la fuerte perrneabilidad deI substrato alterado; esta ademas acompaiiada tambin por una
diferenciaci6n en la utilizaci6n agrfcola actual yen la zonificaci6n de los procesos morfodinmicos actuales.
En la unidad 121, los suelo5 son andosoles desaturados tfpicos.
En la unidad 122, menos humeda, pero todavfa con rgi men udij:"o, son brunizems.
En lil parte surandina, sin recubnmiento piroclastico, la repartici6n es idnlica. Simplemente es necesario
seiialar, en relacion a la ausencia dei recubrimiento de cenizas y ias condicioncs c1imaticas netamente menos humedas que al Norte, una agravaci6n dei papel de la ablaci6n reciente y actual.
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La unidad 129. representada sobre la vertiente oriental y sobre su hom610ga occidental, corresponde a las partes altas
mas expuestas. Estan cubiertas por suelos ferralfticos rojizos arcillo-arenosos mas 0 menos erosionados.
Las unidades 130 y 131 son caracterfsticas de las zonas protegidas, mas secas.
La unidad 130 es la mas comun, sus sue los ferralfticos estan poco desaturados.
La unidad 131, tfpica deI alveolo de Chaucha, particularrnente protegido. tiene suelos menos evolucionados; son suelos cafs, coluvionados, que presentan un espesor muy variable.
10Km
1
t:
N
:1
.140'5
...........
f:~~~J
Vertlente Interandina
~
~
--
21
22
Las caidas de esta fase aqui tambin moldean un antiguo relieve, y son anteriores a la diseccin actual de los
interfluvios recortados por las quebradas. Son posiblemente emisiones provenientes de los volcanes antiguos de la
generacin deI Chimborazo y dei Carihuairazo por eJemplo .
La segunda fase es muy reciente, posterior a la fase principal de diseccin dei actual relieve, de la cual recubre uniformemente los modelados bajo una capa de cenizas recientes, negras, arenosas 0 areno-limosas entre 2 y
3,5 m de espesor en los lugares menos inclinados y mejor protegidos. Estas cenizas provienen de vo1canes recientes
o actuales coma el Cotopaxi, el Tunhurahua y posiblemente el Sangay.
Los afloramientos de la cuenca de Chillanes, menos disectada, son menos explicitos, Demuestran, sin
embargo, una estratificacin idntica con una sedimentacion lacustre horizontal conteniendo caidas pirocJasticas eolicas con capas concordantes de toba y de areniscas finas, de gris a beige, localmente con estratificaciones
entrecruzadas. Esta recubierta por un episodio coluvio-aluvial con bloques y piedras angulosas, heteromtricas y
luego por los recubrimientos piroclasticos elicas de cerca de 3 m de cspesor.
Sobre el conjunto de estas cuencas, los suelos se formaron unicamente a partir de las caidas piroclasticas
superiores. Son suelos isohumicos, franco-arcillosos, profundos, que se convierten progresivamente en andosoles, a
mayor altitud.
23
interandino muy seco a la vegetaci6n forestal hmeda perenne de las vertientes exteriores. Esta brusca oposicion
obedece a una ley idntica: las circulaciones atmosfricas pacfficas, responsables de los aportes de humedad sobre las
estribaciones externas, no penetran en las zonas deprimidas dei medlO interandino, lab cuales por un efecto de
sotaviento no reciben mas que una fnfima parte de las precipitaciones de la vertiente al barlovento.
Esta transici6n se realiza segun varias modalidades:
- La mas comun es el papel de abrigo que juega una lfnea de cresta situada inmediatamente al este de la
depresi6n concerniente. Esta constituye el obstaculo topografico en el que tropiezan las masas de aire, allf descargan
su humedad y luego se levantan siguiendo los relieves de la vertiente andina.
- En ciertos casos es la orientaci6n deI valle, oblicua en relaci6n a los vientos dominantes, la que no permite
allf la penetraci6n deI aire humedo, como sucede por ejemplo en Huigra.
- Por ultimo, un coda marcado sobre el trazo dei valle puede constituir una barrera muy eficaz. El ejemplo
de la entalladura deI Jubones es elocuente en este aspecto.
Entre estos dos medios existe toda una serie de vertientes en posici6n de transici6n 0 de semi-abrigo, menos
humedas y nubladas que las vertientes externas pero incomparablemente menos secas que los val les interandinos, a
los que ellas anuncian.
La segunda caracterfstica de estos valles es de origen morfogentico y morfodinamico. Mas que las formaciones en las cuales estan entalladas, que incluyen rocas volcanicas recientes y antiguas, intrusiones granfticas y reIlenos de tipo interandino, son las caracterfsticas actuales y la evolucion de los modelados que marcan su unidad. AI
contacto entre los val les internos y la vertiente externa, el encajonamiento de los rfos provenientes dei medio andino
es extremadamente vigoroso, las pendientes son comurimente abruptas y los desni veles fuertes, cercanos 0 superiores
a 1.000 m.
Las vertientes prote~idas en la desembocadura de los valles y devresiones interandinos (unidades J26. J 38. J39 )
Estas reagrupan tanto la terminacion rfo abajo de las depresiones, al contacto con los relieves de las vertientes externas, coma la parte superior de las vertientes que dominan la salida de las principales arterias hidrograficas.
La unidad 126 se localiza solamente en la parte Norte de la vertiente, con recubrimiento piroclastico de cenizas. Es
la gran vertiente al sotavento de Pacto, desarrollada sobre rocas volcanicas antiguas en la prolongacion de la depresi6n granltica de Apuela-Nanegalito. Situada detrs de una cresta a 1.600 m, desciende hasta el rIo
Guayllabamba cerca de los 1.000 m.
Tambin incluye a la pequena cuenca deprimida de Sigchos, entre 2.400 y 2.800 m, protegida detnis de la
cresta Norte-Sur de Chugchiln. Desarrollada sobre volcanitas recientes y sedimentos de tipo interandino, se caracteriza por ni veles escalonados de rellenos fluvio-volcnicos provenientes dei volcan Quilotoa.
Ademas esta representada por el alto valle deI rfo Changuil al Noroeste de Chillanes, sobre volcanismo
Macuch.i.
Se trata de paisajes todavla hmedos pero sin la cobertura de nubes y neblina que caracteriza las unidades
circundantes. Las cafdas de cenizas recubren uniformemente las formaciones subyacentes y los suelos son andosoles
desaturados tfpicos, caf oscuro.
Las unidades 138 y 139. subdivididas por razones edafol6gicas, se localizan en la parte central y Sur dela vertiente
occidental sin recubrimiento piroclastico, y se desarrollan esencialmente sobre rocas volcanicas antiguas deI complejo volcnico "Macuch.i" en Huigra 0 en los bordes dei rfo Canar, volcnitas mas acidas
"Saraguro" en Santa Isabel y 'Tarqui" en el alto valle deI rio Canar.
Son grandes vertientes heterogneas tfpicas, escalonadas entre 600 y 2.000-2.500 m, que asocian segmentos
rectilfneos en pendientes superiores a 70-100%, rellanos estrechos con superficie ondulada e incisiones abruptas
comunmente rocosas 0 cubiertas de escombros. Por IOdas partes muestran huellas de la elaboraci6n morfogentica
bajo la forma de ni veles encaramados e ligeramente inclinados hacia el valle (terrazas suspendidas 0 ni veles de
aplanamiento fluvial), asf coma numerosos conos y dep6sitos coluviales areno-arcillosos con piedras y bloques
grandes, testigos de la evoluci6n de estas vertientes bajo un clima mas humedo que el actual.
Las senales de erosi6n superficial por escurrimientos estan allf omnipresentes: ablaci6n de alteritas, vertientes desnudas, incisiones lineales en barrancos y gargantas, etc.
La unidad 138 ocupa la salida de los valles de Huigra y Santa Isabel. Sus suelos son cafs, arcilloso-pedregosos, medianamente profundos.
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La unidad 139 es tipica de la parte rio arriba y de los flancos superiores de la entalladura reciente dei valle
dei rio Cafiar. Mejor protegida que las anteriores, se caracteriza por sus condiciones climaticas menos humedas y los
suelos, todavia menos desarrollados, estan erosionados y poco profundos.
~argantas.
Corresponden a la parte inferior de las entalladuras, mas abajo de las vertientes representadas en las unidades 138 y 139; estan igualmente situadas en la prolongaci6n de los val les interandinos pero total mente insertadas en
la vertiente exterior. Allf todas las formas son heredadas de las fases sucesivas de excavaci6n yaluvionamiento,
resultado deI proceso de encajonamiento de la red hidrografica consecuentemente allevantamiento andino reciente.
El valle es una entalladura con perfil en V, paredes fuertes a abruptas, desarrolladas en las formaciones deI substrato
o entre los testigos de antiguos conglomerados aluviales. Sus flancos asocian vertientes empinadas con cobertura
pedregosa 0 llenas de bloques rocosos, angulosos 0 redondeados, con paredes y acantilados rocosos.
Las hondonadas estan ocupadas por jirones discontinuos de terrazas pedregosas estrechas, en los que se
empalman pequefios conos de deyecci6n a la desembocadura de los arroyos afluentes. El canal de desage actual es
casi exclusivamente rocoso y pedregoso, entrecortado por pasajes en cascadas. Las aguas de tipo torrencial est an
siempre muy cargadas de materiales en suspenci6n; el colar pardo-rojizo dei rfo Chimbo a Bucay por ejemplo, traduce la removilizaci6n de las alteritas de la parte central de su cuenca.
Tres variantes han sido definidas:
La unidad 140 corresponde a los flancos superiores, entre 1.000 y 1.500 m, de los tres valles coalescentes que forman
la depresi6n de Zaruma-Portovelo. Las rocas volcanicas antiguas deI basamento estan cubiertas por
suelos ferralticos rojizos, probablemente heredados, en parte, de una fase mas humeda; el clima actual parece muy
poco humedo para justificar semejantes alteraciones. Los suelos presentan un complejo absorbente saturado.
La unidad 141 caracteriza el valle Pallatanga - Bucay (Fig. 7). Este sector es una zona tect6nica mayor de los Andes
deI Ecuador, por donde penetra al medio interandino el gran accidente Dolores-Guayaquil Megashear,
Ifmite entre los terrenos aut6ctonos orientales y los aportes al6ctonos dei arco volcanico Macuchi. Esta discontinuidad tect6nica, materializada por fallas de rumbo SW-NE a SSW-NNE, ha constituido una zona de dbil resistencia, explotada por la erosi6n y actualmente ocupada en su parte inferior por el curso de rfo Chimbo. Muy ampliamente
excavado, este valle constituye una de las mas faciles vias de acceso al corredor interandino, donde se ubica el gran
eje vial Guayaquil - Riobamba.
Comienza rio abajo con una garganta estrecha, desde Bucay al contacta con la Ilanura a 300 m y se prolonga
hasta la entrada en la cuenca de Pallatanga a 1.200 m. A partir de alli se extienden magnificas superficies que se
levantan graduaI mente hasta 1.600 m en la terminaci6n de la cuenca mas arriba deI poblado de Pallatanga. Representan un nivel de origen fluvial, inclinado de 7-9 % aproximadamente hacia abajo al SSW, con una superficie no
disectada en cima de un relleno de conglomerado torrencial grueso, cuyo espesor sigue siendo indeterminado pero
que al parecer rebasa unas centenas de metros. La red actual esta encajonada de 150 a 250 m, al fondo de impresionantes gargantas, estrechos cortes en V, como aquella que atravieza la carretera al puente Salsipuedes. Esta pequefia
cuenca de 10 a 12 km de largo sobre un maximo de 2 km de ancho, se enlaza con los relieves andinos de borde
mediante abruptos de falla muy claros con bellas facetas, amojonados al pie por una serie de pequenos conos de
deyecci6n pedregosos, aigu nos de los cu ales. que son 'todavia funcionales, muestran desbordamientos devastadores.
En 10 que se reflere a su origen, dos hip6tesis pueden anticiparse. Puede ser que se trate de dep6sitos resultantes de procesos de tipo "cono de deyecci6n" a la llegada de torrentes cargados dentro de una depresi6n
topografica, 0 dei relleno por estos mismos torrentes de un antiguo lago. Si fuera el primer caso, se deberian notar
pendientes convergentes de estas descargas de sedimentos hacia el centro de la cuenca, 10 que no aparece en la
topograffa
Pensamos que la segunda hip6tesis es la mas probable. En esta zona, muy afectada par fallas, se cre6 una
depresi6n tect6nica dibujada por fallas SSW-NNE y limitada rio abajo por un horst. Tambin sta pudo ser parcialmente excavada por erosi6n diferencial, ya que corresponde bastante bien con una inclusion de facies volcanosedimentarias (i,formaci6n Yunguilla ?) compuestas por cuarcitas y por bancos decimtricos rftmicos de lutitas negruzcas y de areniscas de color gris a rojizo. Estas formaciones fuertemente tectonizadas y erguidas con buzamientos cercanos a 50 hacia el NE, son muy profundamente alleradas y parecen menos resistentes que las rocas volcanicas encajantes. Posteriormente al relleno en ambienle lacustre por rfos de regimen torrencial, un basculamiento,
debido al levanlamienlo andine reciente dl6 al dep6sito su inclinaci6n general actual. Su disecci6n posterior, que
llega ahora al substralo, se efectu6 en funci6n dei avance de la incisi6n dei horst, rfo abajo.
25
1
1
1 1
1
1
1
Valle de
Huigra
/-AlaUSI
cl'ilJ'
GI'lll'~
~~
10
25 Km
1
~
~
Vertienle inlerandina
..
~
- --
AcumulaCiones coluviales
N
1
Dep6silos nuviales
EntaJladura erosionada de! rio Chimbo
PrinCipales Iineas de crestas
Principales fallas y accidentes
Es necesario hacer nolar, a proposito de esta zona, el extraiio trazo deI rio Pangor. Este ultimo, rectilineo en
su parte, desde su fuente, sobre el trazo dei accidente regional, dibuja rio arriba de Pallatanga un brusco codo hacia
el Geste para llegar a unirse, encajonandose en altos relieves, a la garganta dei rio Chimbo. El trazo mas 16gico
26
hubiera sido de seguir la direcci6n SSW y atravesar luego la cuenca de Pallatanga, depresi6n que el contribuy6 a
Ilenar. El cambio de curso es relacionado con la erecci6n reciente dei horst de San Rafael-El Tabl6n, al NE de
Pallatanga. Otras sefiales de una tect6nica muy reciente a actual son evidentes, testificada por ejemplo por el aspecto
rectilfneo y la extraordinaria frescura de ciertos abruptos de falla de los bordes de la depresi6n de Pallatanga, 0 los
pequefios resaltos de direcci6n SSW-NNE y de amplitud mtrica que afectan sobre distancias de varios kil6metros
los modelados actuales de las vertientes dei alto valle dei rio Pangor.
Un estudio sobre la cinematica de la falla de Pallatanga (T. Winter, 1990) permiti6 cuantificar estos desplazamientos. Levantamientos precisos de terre no efectuados hacia los 3.600 m de altitud, arriba de este valle, dentro de un sector donde el rfo Pangor abandona el trazo dei accidente, aquf desplazado de 1 a 1,5 km sobre el flanco
izquierdo dei valle, han puesto en evidencia 10 siguiente:
- desplazamientos horizontales sobre los cursos inferiores de los afluentes paralelos de orilla derecha, recortados por el accidente, variando de 50 a mas de 300 m,
- desplazamientos horizontales de los pequefios interfluvios, que separan los diferentes drenes afluentes,
comprendidos entre 27 y 60 m con desniveles deI orden de 5 a 7 m,
- que las aparentes anomalias que afectan el conjunto dei relieve y de los ejes hidrograficos de este sector
podrlan explicarse perfectamente por un desplazamiento de 590 110 0 mas probablemente de 995 145 m dei
compartimento occidental hacia el NNE, siguiendo la direcci6n exacta de este accidente.
Estos desplazamientos permiten deducir una velocidad media de deslizamiento horizontal dei orden de 4,2
mm por afio para el Holoceno, mientras que las reconstrucciones que permiten explicar los desplazamientos a largo
plazo hacen intervenir velocidades iguales 0 superiores a 5,3 mm por ano.
Las colinas vecinas estin cubiertas por dos tipos de alteritas. Las mas corn unes corresponden a suelos relativamente poco desarrollados, cafs, arcillo-pedregosos. Pero resulta interesante senalar la presencia de abundantes
alteritas arcillosas profundas, sobrepasando localmente varios metros, de color rojizo abigarrado. Se desarrollan sobre todos los substratos, incluso en algunas intrusiones granfticas locales y son heredadas, ya que el clima actual es
a la vez muy seco y muy fresco para permitir la ferralitizaci6n. Ademas, estan localmente coronadas por suelos
pardos mas recientes, y desaparecen arriba de 1.400 y 1.500 m.
La unidad 142 corresponde a la parte terminal, protegida, de los valles recientes. Estas bordean casi todos los cauces
actuales pero s610 las de los rios Chimbo y Canar tienen el tamafio suficiente para poder cartografiarlas. Se trata de cortaduras con flancos entre empinados y abruptos, gargantas estrechas que asocian diversas
vertientes erosionadas recubiertas de formaciones pedregosas y de bloques socavados, con afloramienlos y acantilados rocosos que se desarrollan uniformemente cualquiera que sea la naturaleza deI substrato, volcanismo antiguo,
intrusiones granfticas 0 rellenos volcano-sedimentarios de tipo interandino.
Los suelos, troncados por la erosfon, son poco evolucionados, pedregosos y poco profundos.
Los cauces actuales son de aspecto torrencial y alternan los lechos atestados de materiales gruesos con guijarros y bloques, los desfiladeros rocosos y los pequenos ensanchamientos formados por jirones de terrazas 0 con os
de deyecci6n laterales.
UTILIZAC/ON y EVOLUCION MORFODINAMICA ACTUAL
Losflancos exteriores de los Andes deI Ecuador, relieves vigorozos con pendientes entre fuertes y muy
fuertes, sometidos a condiciones climaticas entre humedas e hiperhumedas con presencia casi constante de nubes
y neblina, constituyen un medio relativamente poco propicio para la implantaci6n dei hombre y para el desarrollo
de las actividades agrfcolas.
Bajo condiciones naturales, 10 cual es todavfa 10 dominante, constituyen un medio relativamente estable
donde los movimientos actuales se limitan asi exclusivamente a los fen6menos de deslizamientos por gravedad
sobre las vertientes de los valles donde descalzan grandes paredes rocosas. Pero su poca extensi6n relaliva proviene
de la buena protecci6n asegurada por una cobertura vegetal forestal, perenne, que incluye los diversos estratos de los
niveles tropical, templado y frio cerca de las cuspides.
Las actividades agrfcolas se limitan a las zonas mas accesibles: vfas de comunicaci6n terrestres mas importantes coma las de Santo Domingo-Quito-Nueva Loja, Quevedo-Latacunga, Babahoyo-Guaranda-Ambato-Puyo,
Guayaquil hacia Riobamba 0 Cuenca y Machala-Cuenca, y la via frrea Ibarra-San Lorenzo. Pero tambin se localizan en la desembocadura de los valles andinos 0 sobre las primeros estribaciones de relieve moderado al contacto
inmediato con los conos de piedemonte cerca de La Mana, Echeandia 0 Balzapamba. Nuevos frentes pioneros se desarrollan actualmente a 10 largo de las vfas de penetraci6n de apertura reciente coma la que une NaranjaJ con Cuenca
por Molleturo.
27
Generalmente se trata dei desmonte de la vegetaci6n forestal en claros con implantaci6n de pastos, cultivos
de subsistencia y arboricultura tropical de caf, cacao 0 citrfcos (bien representados en la unidad 137, en los alrededores de Balzapamba) asociados a la cana de azucar destinada a la destilaci6n. En la mayor parte de los casos, una cobertura relativamente buena dei suelo es mantenida y asegura una protecci6n suficiente contra los fen6menos erosivos. Estos, localizados, se limitan a movimientos de maza por solifluxion y deslizamientos por gravedad que una vez
desprendidos se ven acompanados por escurrimientos difusos y concentrados. Su extensi6n es todavia limitada, pero
serfa conveniente asegurarse que el nipido proceso de colonizaci6n en curso en ciertas zonas, entre Ibarra y San
Lorenzo 0 hacia Molleturo por ejemplo, no implique una destrucci6n sistematica de la cubierta forestal con consecuencias catastr6ficas sobre el equilibrio ecol6gico y el papel hidrol6gico regulador de estas vertientes.
Sobre la vertiente amaz6nica, los danos a los recursos naturales parecen haber alcanzado un estado mas
avanzado. La cubierta vegetal natural contiene un piso de maleza y varios estratos de bosques que son substituidos,
a 10 largo de los frentes de co!onizaci6n que progresan a partir de la infraestructura vial, por desmontes con cultivo
de mafz sobre talas pronto reemplazados por pastos llamados "naturales". Esta substituci6n que llega incluso a las
pendientes mas fuertes tiende a generalizarse a 10 largo de las carreteras que se encuentran por debajo de los 2.000 m.
Desafortunadamente, estos medios se caracterizan generalmente por aptitudes extremadamente limitadas a
excepci6n de los derrames de lava insertados en los principales valles, y ahora disectados en jirones con superficie
levemente ondulada y cubierta por suelos espesos sobre cenizas volcanicas.
Referente a la unidad 123, no se puede negar que la explotaci6n haya ofrecido algunas perspectivas a corto
plazo, en compensaci6n a importantes limitaciones que afectan a esas zonas: c!ima, pendientes, inestabilidad de los
substratos y de los suelos, caracter esponjoso y extrema lixiviaci6n de los suelos, susceptibilidad a la erosi6n 'la los
efectos degradantes deI pisoteo deI ganado. Estas limitaciones pennanecen drasticas y deberfan motivar una severa
protecci6n de las inmediaciones de las infraestructuras viales, petroleras e hidroelctricas. Sino hay que te mer graves
danos y serias repercuciones ecol6gicas, la sedimentaci6n en la represa de Paute es un ejemplo muy i1ustrativo.
Los paisajes de la unidad 132 presentan limitaciones clim<iticas, morfol6gicas y edafol6gicas aun mas desfavorables a toda explotaci6n. El relieve de disecci6n muy jven, las pendientes fuertes y los materiales comunmente
inestables dei substrato no estan protegidos por cenizas volcanicas coma en los paisajes equi valentes dei Norte. Aquf
se observan marcas de una intensa actividad morfodinamica: desprendimientos continuos de terreno y abarrancamientos consecutivos cuya sucesi6n cronol6gica es dada por el aspecto de la vegetaci6n que [os ha colonizado. Las
agresiones suplementarias que son la extensi6n de los desmontes para cultivo y pastoreo asf coma los trabajos de
infraestructura afectan a un paisaje 'la inestable por naturaleza. Se puede temer los danos que podrfan resultar de esto,
tanto para el mantenimiento de la infraestructura vial coma para los grandes equilibrios ecol6gicos. Se hace indispensable una preservaci6n.
Los paisajes desarrollados sobre las intrusiones graniticas constituyen, desde el punto de vista de su utilizaci6n y de su evoluci6n morfodinamica actual, un medio original. Son generalmente zonas muy fragiles, donde las
alteritas predominantemente arenosas yen consecuencia sin cohesi6n interna, son removidas por escurrimientos, con
el mas mfnimo aguacero, en cuanto el suelo esta al desnudo.
Resalta una zonificaci6n muy clara, entre los paisajes que cuentan con un recubrimiento superficial de cenizas vo\canicas e61icas 0 aquellos que estan desprovistos por una parte, entre las regiones superiores y los sectores
deprimidos de estos relieves por otra.
Asf, el recubrimiento piroclastico superficial, incluso discontinuo y de dbil espesor, aporta una protecci6n
no despreciable a las arenas subyacentes y los fen6menos de escurrimiento estan mucho menos desarrollados dentro
de las unidades 119,120,121 Y 122.
Pero es sobre todo la estratificaci6n altitudinal, la que ocasiona la oposici6n mas clara. Los relieves mas
fuertes y las partes altas de las depresiones, sometidas a condiciones de humedad relativamente fuertes con nubosidad frecuente, han conservado gran parte de su cobertura forestal original, solo reemplazada local mente por claros de
cultivos de subsistencia y pastos asociados. La protecci6n dei substrato esta entonces todavfa global mente asegurada
y los fen6menos erosivos son muy localizados (unidades 119, 120 Y 129).
Al contrario, las partes inferiores de las depresiones (unidades 121, 122, 130 Y 131) situadas en posici6n de
abri go clim<itico, constituidas por relieves con pendientes menores y ubicadas en zonas facilmente accesibles, son el
dominio de una utilizaci6n agrfcola mas intensa caracterizada por la asociaci6n cana de azucar para alcohol, pastos
y cultivos de subsistencia. En las regiones de Nanegalito, El Coraz6n 0 Chaucha, que constituyen buenos ejemplos de
tal situaci6n, estos cultivos 'la no aportan una protecci6n suficiente a las fonnaciones arenosas dei substrato que sufren, con cada aguacero, una ablaci6n de las capas superficiales, seguida de incisiones que progresan rapidamente en
la medida en que el espesor de estas arenas es considerable. Es asf coma se fonnan entalladuras y barrancos algunas
veces de dimensiones decamtricas, con sus acumulaciones terreras correlativas, en fonna de conos y de esparcimientos, que se desarrollan en las zonas bajas, obstruyendo las vfas de acceso y la red fluvial elemental. Sobre la ma-
28
yorfa de las vertientes slo afloran arenas amarillentas 0 blancuzcas, casi estriles que contrastan claramente en el
paisaje con las cuspides de los interfluvios 0 de las colinas, de menor pendiente y relativamente protegidas, donde
afloran andosoles desaturados negruzcos sobre cenizas vo1canicas al Norte y suelos rojizos, ferralfticos al centro y al
Sur.
Sobre el bat6lito Baeza-Mera de la vertiente amaz6nica (unidad 119) las Iimitaciones debidas al clima, las
pendientes, la inestabilidad dei substrato meteorizado, al caracter esponjoso y a la extrema lixi viacin de los suelos,
y a su susceptibilidad al escurrimiento supeIiicial, exigen una proteccin integral. Ninguna forma de explotacin
parece poder sostener una produccin duradera sin repercuciones ecolgicas.
La vegetaci6n climacica es un bosque denso, escalonado, de montana que sufre las primeras consecuencias
de colonizaci6n y desmonte a 10 largo de las carreteras de penetraci6n. La colonizaci6n anterior a la oleada de los
anos 70 se estableci6 en el piedemonte subandino mas alla de la barrera granftica y sin fijarse allf; sucedia 10 mismo
para las poblaciones indfgenas. El contraste es aun impresionante, tanto sobre el terreno coma en Jas fotografias
areas, entre los desmontes dei piedemonte y la selva virgen densa y obscura dei macizo granftico. Es desconsolador
constatar que la reciente colonizaci6n no fue disuadida, ni se le impidi6 implantarse a 10 largo dei eje CosangaJondachi a pesar de las condiciones que invariablemente condenan sus explotaciones al fracaso. Esta implantacin
amenaza en el futuro la misma existencia de la carretera y las funciones ecolgicas esenciales dei paisaje.
En el extremo Sur, en las cercanfas de Zumba (unidad 130) los desmontes estan en progresin a 10 largo dei
eje vial Loja-Zumba, ahora practicable en todas las temporadas. La destrucci6n dei bosque, facilitada pOl' la posibilidad de realizar quemas, se traduce pOl' el desencadenamiento de diversos fen6menos de escurrimiento de
superficie. Si no se pone algun freno a este tipo de desmonte sera todo el stock de alteritas de estas pendientes que se
vera gravemente amenazado.
Ultimo grupo de paisajes de estaS vertientes externas: las cuencas, los corredores y val/es responden a una
problematica similar en cuanto a su utilizaci6n actual y morfodinamica.
POl' su posici6n protegida, estas zonas se benefician de condiciones climaticas netamente menos humedas
que las vertientes circundantes. Estas han permitido la implantaci6n de sistemas de ocupaci6n del suelo parecidos al
tipo interandino y de los cuales, la cuenca de Guaranda (unidad 128) con una agricultura que asocia trigo, maiz y
praderas, constituye un buen ejemplo. Mas abajo, la vegetaci6n forestal a retrocedido mucho, reemplazada pOl' cultivos de subsistencia a base de mafz, de praderas localmente asociadas con plantaciones artesanaJes de cana de azucar
para destilaci6n 0 a la arboricultura dei caf coma cerca de Portovelo-Zaruma (unidad 140).
Desde el punto de vista de la morfodinamica actual una clara degradacin aparece segun una zonificacin
altitudinal.
- Las unidades superiores (128, 138 Y 139) se caracterizan pOl' una dinamica semejante a aquella de las
cuencas interandinas: escurrimientos difusos de superficie, con ablaci6n localizada y aparici6n de erosi6n lfneal con
formaci6n de desgarramientos, incisiones y barrancos, bien desarrollados en las cercanfas de las entalladuras recientes de las que bradas.
- Las unidades inferiores, con pendientes mas fuertes, muestran fen6menos similares pero mas activos y
extensos que afectan por ejemplo la mayorfa de las vertientes de la depresi6n de Zaruma-Portovelo (unidad 140).
Dentro dei valle de Pallatanga (unidad 141) la ablaci6n es muy activa sobre los niveles, mientras que los conos de los
bordes se ven afectados pOl' desbordamientos catastr6ficos. POl' fin, en los flancos fuertes de las entalladuras y
gargantas de la unidad 142, totalmente erosionados por los escurrimientos difusos y concentrados, afloran casi exclusivamente paredes pedregosas 0 rocosas. El valle medio dei Chimbo, se caracteriza ademas pOl' una intensa erosi6n e6lica que llega a penetrar rfo arriba hasta en la cuenca de Guaranda (unidad 128).
Todos los 'fondos de valles son final mente sometidos a crecidas de desbordamiento con consecuencias a veces devastadoras sobre las infraestructuras de comunicaciones que las siguen, a la salida de las cuencas interandinas.
29
occidental entre Uzhucurrumi y Balzas y de la cordillera Celica-Alamor al Sur. Alcanza la Frontera peruana meridional al Sureste de Sabanilla, delimitando asi un triangulo, que se abre hacia el Suroeste (Fig. 8).
Sus altitudes son relativamente bajas, en su casi totalidad inferiores a 800 m; situandose el 1imit~ con los
fuertes relieves de la vertiente andina entre 800 y 1,000 m. Al contacto con la zona costera al N rte, las altitudes
varian entre 100 y 150 m, bajan igualmente hacia el Sur donde son inferiores a 200 m cerca de Zapotillo.
Son formas muy moderadas pero bastante diversificadas, estas asocian ondulaciones y relieves de colina que
se levantan progresivamente hacia el Sur, pequefios macizos relativamente gallardos pero siempre aisl' dos y de poca
extension, depresiones y valles que contribuyen a "abrir" el conjunto, y modelados mon6tonos desrticos desarrollandose ampliamente hacia el Sur. Esta diversidad de formas y de relieves es, en parte, debida a la variedad de
formaciones petrograficas que afloran: metam6rficas, volcanicas, graniticas y ultrabasicas entre las mas importantes.
Fig. 8. Los contrafuertes suroccidentales
Elaboraci6n: A. Aing, LIA-Tldtection, ORSTOM; Fuente: Canal 7 de la imagen Landsat MSS 0111063 dei 2511111978
30
Presentando una gradiente climtica muy pronunciada, calcada sobre la fisiografa, estos contrafuertes suroccidentales se asemejan a colinas que preceden una primera cordillera montanosa. El alza, aunque moderada, de las
altitudes de sus vertientes expuestas al viento, se traduce por la aparici6n de pisos humedos y muy humedos, con una
importante cobertura nubosa. Las vertientes Noroeste de las cordilleras de Tahufn y Chilla son representativas de
estas zonas muy humedas, pero la ausencia de estaciones climatol6gicas solo pennite, por comparaci6n, estimar el
numero de meses secos en menos de 4.
Por el contrario, ciertos val les 0 depresiones muy protegidas se distinguen por condiciones mucha ms secas. De confonnidad con la zonificaci6n climtica regional caracterizada por una sequfa acentuada hacia el Geste y
cl Suroeste, los paisajes occidentales Ilegan a niveles muy secos y hasta ridos cerca de Chacras 0 Zapotillo. Las caracteristicas de estas zonas son variadas y en las dos estaciones escogidas para representar los extremos, Zapotillo y
Marcabelf, las precipitaciones medias anuales van de 500 a 1.000 mm (con 30 a 65 das de Iluvia); el numero de
meses secos varfa de 7 a 10 Y el dficit hfdrico anual de 600 a 800 mm.
En relaci6n con las altitudes moderadas, las temperaturas medias anuales no pasan generalmente los 20e.
La conjunci6n de esta variabilidad climtica y de una litologfa diferenciada explica en parte la diversidad de
las coberturas pedol6gicas en esta regi6n y la fragmentaci6n relativamente acentuada de los paisajes morfopedol6gicos.
Resumen
- Estribaciones de relieves con altitudes mode radas
- Substrato litologico muy diversificado
- Condiciones climaticas con tendencia semidesrtica
- Sue los muy diferentes, segun el gradiente climatico: de poco evolucionados en las zonas secas, a ferra[(tieos ell las zonas las mas humedas
- Muy escasas ocupacion humana y utilizacion agricola
- Fenomenos de escurrimiento superficial difuso y concentrado
31
res pueden rebasar la decena de metros como en La Chilca al Sureste de La Avanzada 0 al Sur de Arenillas, a 10 largo
de la antigua vfa ferrea a Tahufn y Piedras. Los guijarros, de litologfa variada segun la naturaleza de] entomo, son
muy redondeados, de tamafio decimtrico aunque pueden alcanzar localmente el media metro. Estn asociados a
lentes con cantos angulosos en una matriz variable entre arcillosa y arenosa gruesa. No es raro observar secciones
muy alteradas, total mente "arcillificadas" con guijarros fantasmas. Estas fonnaciones, cuyo origen aluvial y tOrrencial no se po ne en duda, se \ocalizan siempre en antiguas depresiones topograficas que contribuyeron a rellenar y
atestiguan por 10 menos de un episodio de crfsis climatica. Se desarrollaron bajo condiciones climaticas incomparablemente mas humedas que las actuales y necesitaron de la existencia de importantes stocks de alteritas. Su removilizaci6n y transporte se efectuaron por corrientes hfdricas relativamente violentas, hasta su dep6sito bajo fonna
de conglomerados con guijarros. Posteriormente sufrieron una alteraci6n y "arcillificaci6n" local mente muy intensas
que con firman la persistencia de condiciones climaticas, posteriores a los dep6sitos, netamente mas humedas que las
actuales.
Mas arriba estan los testigos de dep6sitos superficiales, muy abundantes en roda esta zona. Los mas tfpicos
se localizan al Sur de Arenillas, por ambas partes deI arroyo de Palmales y sobre todo alrededor de La Victoria. Son
en su mayorfa dep6sitos de glacis, con un espesor que va desde algunos centfmetros hasta uno 0 dos metros,
confonnados por piedras y bloques entre centimtricos y decimtricos, angulosos, dentro de una matrfz areno-arcillosa generalmente amarillenta u ocre-rojiza, comunmente muy rica en fierro y de col or rojo-vino. Pueden estar 10calmente endurecidos.
Son herencias, ahora no funcionales, elaboradas bajo condiciones climaticas todavfa humedas:
- Corresponden a una fase posterior al establecimiento de los rellenos torrenciales, los cuales recubren 10calmente.
- Estan siempre situados en posici6n alta de los modelados, en la cima de las colinas subiguales, que
penniten asf reconstituir la topograffa de la antigua superficie de esparcimiento. Su poca pendiente de s610 aIgu nos
grados esta casi siempre orientada hacia el Norte, confonne al descenso general de los relieves.
- Necesitaron de la existencia de un escurrimiento superficial, no concentrado, relativamente abundante y
generalizado en toda la zona, 10 cual no es actualmente el caso.
- Sufrieron una cavadura posterior por erosi6n hfdrica Ifneal responsable de su situaci6n encaramada y de la
disecci6n de las superficies sobre las que se expandieron. Esta fase humeda podria ser la misma que provoc6 la alteraci6n de los rellenos torrenciales anteriores subyacentes.
Su estudio pennite comprender y reconstituir la gnesis de los paisajes de esta zona. Se ha reconocido una
serie de pequefios ni veles, escalonados dei Norte al Sur (Fig. 9 y 10). Estan dispuestos en franjas global mente
paralelas, con orientaci6n Este-Geste siguiendo los principales conjuntos litol6gicos; incluso desbordan hacia el Sur,
mas alla de la unidad de paisaje presentada:
- un primer nivel al Norte dei arroyo de Palmales entre los JOO-120 m,
- un segundo, entre 160 y 200 m al Geste de El Mango, 0 mas elevado hacia La Florida entre 230 y 280 m,
- un tercero, al Geste de La Victoria, entre 350 y 450 m,
- finalmente, los testigos cimeros sobre el fJanco Norte deI valle deI rfo Puyango, escalonados entre 650 y
800m.
Si los dos primeros presentan una morfologfa de superficie reJativamente plana con dbiles desniveles, los
siguientes, topograficamente mas elevados, sufren una disecci6n mas profunda. El tercera es una asociaci6n de colinas entre bajas y medianas, convexo-concavas, donde s6to las cimas conservan todavfa rastros de los glacis originales, mientras que el cuarto subsiste s610 en fonna de jirones encaramados, pIanos 0 dbilmente ondulados, recubiertos de dep6sitos esparcidos, que contrastan claramente con las grandes vertientes circundantes.
En detalle, es interesante subrayar que la baja global de las altitudes deI Sur al Norte, no es graduaI pero
revela de facto esta sucesi6n de pequefios rellanos, escasamente inclinados hacia el Norte y se parados por bandas paralelas de relieves mucho mas disectados; el recorrido de las dos carreteras Arenillas-Alamor pennite observaciones
interesantes en esta sucesi6n.
Aunque su origen en relaci6n con fen6menos de tipo glacis no pueda ponerse en duda, no se excluye la
posibilidad de que reactivaciones recientes de antiguos accidentes tect6nicos, paralelos a los contactos litol6gicos,
hayan tambin participado en la confonnaci6n de algunos de es loS desniveles.
Sobre el conjunto de estas zonas, cubiertas 0 no por los glacis, las alteraciones de los substratos son siempre
muy evolucionadas, de col or rojo vivo y de tipo fersialftico. Con excepci6n de los dep6sitos de glacis mas espesos,
son relati vamente poco profundas, inferiores a un metro y rebasan los substratos siempre visibles mediante contactos
32
. .
3"30'S
..
. . ..
Relieves
Andinos
R PtJysogo
N
0
10
25 Km
~
~
Contrafuertes andinos
Niveles escalonados de abajo hacia arriba:
3
4
~
b-=-=--=-.=J
~
~
33
La
Cordillera de
Llbe~ad
El Llmo
El GUineo
La VlclOrla
Rio Puyango
Carfelera
ArenlllasHuaQulllas
Valle de
Palmales
SOOm
Om
Elaboracion: A. Winckell
comunmenle abrupt os. Por una parle, porque los di versos procesos, en el origen de su transporte y depositaci6n
superficial, lograron un reJuvenecimienlo acenluado de las formaciones-madre constitutivas de los modelados: por
otra, porque se {rata de formaciones heredadas que evolucionan poco 0 nada actualmenle.
Por 10 tanlO es posible observar una ciena influencia de la lilOlogfa. Sobre las facies de esquislos, las alleraciones son mas profundas, rojas y arcillosas: sobre los gneis y mlgmatitas stas sc hacen mas arenosas y mas
amarillentas, mienlras que sobre rocas basicas se conservan muy rOJizas. arcillosas pero muy superlciales. Finalmente. sobre las vertientes de las zonas mas accidenladas estas alteraciones fersiaiflicas tienden a desaparecer y los
atloramienlos rocosos se vuelven dornJnantes.
Los suelos son muy rojos, medianamenle profundos, y presentan una eSlruClura en seudoarenas, tfplca de
ciertos suelos fersialfticos.
Seiialaremos tambin el evidenle vfnculo entre estos diferentes niveles de glacis y los esparcimientos dei
mismo lipo que eSlan silUados en la franp costera septentrional (unidades 100 Y 101). los primeros habiendo sido las
zonas de alimentacin de los segundos.
Los pequenos macizos-barrera eristalinos (unidad 145)
De extensin muy restringida y geograficamente casi integrada en su tOlalidad en el paisaje 146, esta unidad
unica fue delimitada a causa de su originalidad en relacion a los paisajes circundanles.
- Sus altiludes y topografa son claramenle mas conlrasladas. Esta unidad esla bordeada al Norte por una
franja de colInas montonas subiguales entre 230 y 300 m, que prolongan al nivel de La Florida. situada mas al Oeste.
La carretera que sigue hacia el Sur se levanta bruscamente a 10 largo de un abrupto, orientado al Norte, para alcanzar
un paso cerca de 450 m. Pero los relieves vecinos. con cimas gallardas y grandes vertientes rectilineas fuertemente
inclinadas, alcanzan 720 m en el C~ITO El Batan e incluso 780 m en el punto culminanle. el Cerro Buenavista; de ahi
dominan netamente la depresin de La Victoria situada hacia los 400 m al Sur.
- Un substrato en gran parte constituido, al menos en la mitad inferior dei abrupto. por rocas granitoides que
han sido calificadas como inlrusivas pero que tambin pueden constituir los trminos mas granitizados de migmatilas
locales (gneis San Roque). De grano medio a grueso, son granitos 0 granodioriws con biotita y accesoriamente
muscovita u hornblenda. Ciertos pasajcs son orientados. otros no, algunos otros con facies pegmatticas, pero lodos
estan coronados por potentes alleritas arenosas, blancuzeas a blanco-amarillentas, tipicas de los afloramientos
graniticos.
Causa sorpresa encontrar estas rocas granitoides en posicin de relieve, dentro dei eontexto regional donde
la erosi6n diferencial \lega normalmenle a la excavaci6n de los granitos en relacin con las rocas volcanicas encajonantes. Aqui, dos fenmenos pueden ayudar a explicar esta aparente anomala. Por una parte 13s facies vecinantes,
esquistos, gneis 0 migmatitas presentan un aspecto, una composicin y por consecuencia una alterabilidad muy
semejantes a las de este balolito. Por olra parle no se debe subestimar el papel de reactivaciones tect6nicas recientes.
sobre el lrazo de antiguos accidentes Este-Oeste, en la surrecin de esta barrera de misma orientacin. Su parte
superior, constituida parcialmente por gneis San Roque parece compljobar esta segunda explicaci6n, pero la
adaplacin de los contornos dei macizo a la litologfa no es mas que muy aproximativa.
- Su originalidad mas notable proviene de su papel de "micro -barrera" topogrfica. A pesar de la poca al-
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tura deI macizo, el abrupto Norte constituye un obstaculo muy eflcaL para las masas de aire provenientes deI ocano.
Se produce un interesante efecto de pantalla, con aparici6n de precipitaciones orograficas y ocultas (nubes y neblina
muy frecuentes) y una transici6n climatica extremadamente rapida. Mientras que los paisajes circundantes y la parte
baja dei abrupto estan sometidas a condiciones secas a muy secas. por arriba de los 400 m aparece una vegetaci6n
densa y humeda, helechos arborescentes y Ifquenes, que revelan condiciones humedas (que ninguna estaci6n
climatica permite medir) y que incluso hacen posible el cultivo deI caf y dei pl<itano.
Esta caracterfstica climatica se acompafia de una profundizaci6n de las alteraciones y de la presencia de suelos ferralfticos.
35
los SSE-NNW que avanzan desde los relieves andInos y descienden, muy progresivamente, coma al Norte de Orianga y Buenavista. OomInan, por grandes vertientes rectilineas, los valles de trazo generalmente paralelo y con igual
orientacin.
Las alteraciones son muy parecidas a las de la unidad precedente pero en relacin con las condiciones de
humedad mas acentuada, los suelos son mas lixiviados, son sue los ferraliticos desaturados.
Las vertientes entalladas dei valle dei rio Puyango (unidades 148, 149)
Siendo el mayor eje hidrografco de estas estribaciones, el rio Puyango adopta un trazo de direccin ENEWSW, conforme con las direcciones estructurales regionales, sobre la ubicacin de una discontinuidad mayor, al
contacta con la serie metamrfica Tahuin sobre la orilla Norte y los flysch Alamor al Sur. Su valle es una profunda
garganta con perfil en V, flancos empinados, en cuyo fondo el rio circula desde los 800 m al Este en direcci6n de la
Frontera peruana donde slo esta a 300 m.
La unidad 148 corresponde a su vertiente Norte. El encajonamiento es alli muy fuerte y el descenso, brutal desde el
Norte, puesto que los desniveles son dei orden de 400 a 500 m abajo de los testigos de ]a superficie
r:imera de La Libertad.
Cuando la parte superior esta elaborada sobre los esquistos y cuarcitas Capiro; en la parte inferior, estas
facies metamrficas estan recubiertas, en discordancia, por estratos sedimentarios de espesor entre decimtrico y
multimtrico, con inclinacin Sureste a Surde 15 a 25 Se trata de depsitos muy diversifcados que comienzan por
series detriticas grues as, negruzcas, amarillentas a rOjo-violetas, compuestas de conglomerados y areniscas, coronadas por lutitas mas 0 menos calcareas intercaladas con pequefias capas de calizas. El conjunto fue fuertemente silicificado (por (,metamorfismo '1); numerosas facies presentan aspectos cuarciticos 0 sacharroides. Es en estos estratos
que se localizan los en ormes troncos siliClfcados dei Puyango. Estas roc as fueron incluidas en el grupo Alamor, en
donde constiluyen el trmino basal, y recibieron el nombre de formacin Cazaderos (Cretacico inferior).
Su influencia en los modelados es muy visible. Los estratos monoclinales homogneos y fuertemente resistentes bajo condiciones climaticas secas, arman en efecto tipicos relieves de cuestas y espigas (0 "chevrones")
cuyos frentes en forma triangular se elevan hacia el NNW y los revs se hunden paralelamente a la pendiente de la
garganta hacia ellecho actual dei Puyango. El relieve de este flanco de la garganta puede ser, entonces, califlcado de
estructural.
Sobre los revs, con modelado de superfcie ligeramente ondulado y con diseccin poco acentuada, se localizan alteraciones ferraliticas de mediana 0 poca profundidad, y testigos de depsitos de glacis, pedregosos, rojizos y
localmente ferruginizados. Alcanzan su espesor maximo cerca de 2 m, al fondo de la garganta.
Las otras vertienles son generalmente abruptas, ocupadas por afloramientos rocosos claramente dominantes
y algunos enchapados de alteraciones rojlzas que son tambin reliquias.
Los suelos, en gran parte heredados de una antigua pedognesis, son ferraliticos y saturados.
La unidad 149 se localiza unicamente al Sur, y se diferencia de la precedente por dos elementos:
- Las inclinaciones de los estratos sedimentarios y deI flanco de la vertiente son aqui secantes a la topografia, 10 que no permiti el desarrollo de relieves monoclinales coma al Norte. Los modelados se presentan entonces
coma una sucesin de crestas poco claras, yacentes paralelamenle al curso dei Puyango y que se elevan graduai mente
en direccin al Sur, hasta cerca de 600-700 m.
- El otro elemento de diferenciacin es su posici6n al abri go de los relieves en la orilla Norte, 10 que origina
en esta vertiente pocas precipitaciones. Las alteraciones son escasamente desarrolladas, poco evolucionadas yen su
mayoria pedregosas.
El paisaje tipico es entonces una vertiente helerognea, globalrnrnte rectilinea y fuerte, donde predominan
los afloramientos rocosos en salientes, asociados a algunos enchapados de alteraciones heredadas rojizas, de aspecto
ferralitico. Los suelos estan sin embargo rejuvenecidos por la erosin, y aquellos poco profundos y poco evolucionados son dominantes.
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Anexamos a esta zona la pane extrema occidental de la orilla lzquierda deI Puyango, al Noresle de Cazaderos, muy semejante por sus aspeclos morfologlcos y climaticos.
Por ultimo, la pane inferior de la conadura dei valle (unidad 227) baJo un clima desnico y con numerosos
restos de glacis, se asemeja a las unidades similares de los valles de la region surandina que sla prolonga hacia el
Geste.
Cuencas y valles recubiertos por testigos de glacis (unidades ISO, 151, 152)
Los paisajes con restos de glacis son otro elemento caracterfstico de la region.
- Son modelados topograficos netamente mas bajos en comparacion con los relieves circunvecinos. Las altitudes varian relativamente poco, de 500 a 540 m en el alveolo de Marcabeli al Sur de los relieves que rebasan 800
y 1.000 m, de 360 a 440 m en el rellano de la Victoria detras de una barrera que culmina a 600-700 m, y entre 200 y
400 m en los glacis de Gramadal a orillas dei Puyango.
- Tienen una posicion de abri go por delras de barreras mas humedas por precipitaciones orograficas. Todas
estas unidades se caracterizan por precipitaciones dbiles y pueden asimilarse a las zonas secas por Marcabeli y La
Victoria 0 incluso muy secas en Gramadal.
- Su morfologia es muy suave. Las pocas variaciones de altilud alestiguan la existencia de modelados pianos 0 escasamente ondulados, con desniveles de poca amplitud. Asi el alveolo de Marcabell 0 el nivel de La Victoria estan constituiJos por clmas redondeadas y rebajadas, muy poco disectadas. La depresion de Gramadal, con 200
m de desnivel relativo, constituye la unica excepcion a esta regla.
- Estan cubienos por extensos restos de glacis. Estos dep6sltos coluvio-aluviales, conformados por material
detrftico, de rojizo a rojO, local mente endurecidos, son tambin aqui formaciones heredadas que fueron posteriormente disectadas y no subsisten mas que coma testigos cimeros. Constituyen los testimonios de la existencia de
procesos generalizados de escurrimientos difusos y luego de condiciones climaticas, con estaciones contrastadas,
mas humedas que las actuales.
La unidad 150 corresponde al rellano de La Victoria. El paisaje es una asociacion de colinas subiguales muy
aplanadas de 20 a 50 m de desnivel relalivo, de perfil suave convexo-concavo que llevan a su pane
superior los tesligos de glacis. Son aquf deposiloS delrflicos con espesores variables de algunos centimetros hasta uno
o dos y excepcionalmente tres metros, consliluidos por una malriz areno-arcillosa, generalmenle de amarillenta a
ocre-rojiza hasta roja a color heces de vino, comunmente muy ri ca en ferro. Los elemenlos gruesos pueden lIegar a
constituir hasta 500809'0 de la formacion, son guijarros y bloques de cenlimlricos a decimlricos angulosos, con
angulos recortados 0 hasta seudo-redondeados. Estos deposiloS pueden ser localmenle endurecidos 0 mas ricos en
cuarzo.
El origen coluvio-aluvial es atestiguado por el comienzo de desgasle en los angulos, signo de una colocacion
por via hfdrica. Su posici6n topografica les cataloga como formaciones reliquias, correlativas a la elaboracion de la
superficie de erosion representada por la subhorizontalidad y subigualdad de las cimas de las cotinas.
La zonificacj6n de la cobenura pedologica sigue la repanicion de las formas:
- Sobre los restos de glacis, los suelos ferraliticos rojo vivo y pedregosos conlraslan claramenle con los
suelos superfciales de pedognesis mas aClual, y de col or marron-amarillenlo ligeramenle rojo, limo-arenosos y
poco pedregosos.
- Sobre los flancos de las colinas, recubieI10s de alleraciones arcillosas profundas, rojas, desarrolladas sobre
el subslralo melamorfico son suelos ferralflicos.
La unidad 151 represenla el alveolo de MarcabelL Su dibujo, de fonna sinuosa corresponde casi exaClamenle al dei
afloramienlo dei granilo-granodiorila de Marcabe1f, con grano medio, biolita y hornblenda.
Los modelados son muy suaves, compueslOS por pequenas colinas enlre rebajadas y muy dbiles desniveles,
inferiores a 20 m y con cimas suavemenle redondeadas 0 aplanadas. Se desarrollan sobre arenas graniticas, casi
siempre de color blancuzco cuyo espesor puede sobrepasar la decena de melros. Rodeado de relieves desarrollados
sobre metamorfitas, eSle alveolo debe su origen a una alleracion diferencial dei granilo.
Es una zona relativamente seca, prolegida por los alIos relieves de Balzas, 10 que explicaria la meleorizacion
menos inlensa y la presencia de aherilas arenosas no rubificadas. Sin embargo lambin puede Iralarse de una sequia
edatca ya que no se debe subestimar el papel "desecador" de es la espesa cobeI1ura arenosa donde el agua se infillra
muy rapida y profundamenle, volvindose indisponible para la vegelacion.
Esta zona conlie ne, sobre algunas cimas de colinas alrededor dei poblado de Marcabel i, lestigos de glacis,
constiluidos por fonnaciones areno-arcillosas muy ricas en granos de cuarZO de] granilo y con bloques de cenlim-
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Iricos a decimlricos provenientes de los filones de cuarzo lechoso. Generalmenle son amarillentas. hasla ligeramen le rojizas y poco ferruginizadas, en relaci6n con las caraClerfsticas dei subslrato. Siguen siendo relativamente
escasas, pero su espesor que puede alcanzar 2,50 m y las caracterfslicas dei modelado actual nos hacen suponer que
estos glacis recubrieron originalmenle superficies mas extensas, que fueron posteriormente decapadas.
Los sueJos, con rgi men de humedad actual ustico, son sin embargo sue los ferralflicos.
La unidad 152 es el glacis de Grarnadal (Fig. Il) De muy diffcil acceso. eSla unidad no pudo ser reconocida de manera satisfacloria. Se Irala de un glacis rnuy disectado que se extiende desde los 400 mal piedemonte
de los relieves de la parle occidenlal de la unidad 146, y se prolonga hasla cerca de 200 m a orillas dei rfo Puyango.
En la misma forma que en los glacis de la Penfnsula de Salinas, existen por 10 menos dos fases de elaboraci6n:
- un glacis antiguo con cima plana, encaramada, digilada y rnuy diseClada, mejor represenlado en los bordes
de los relieves 0 encima de los inlerfluvios,
- una segunda generaci6n abajo, imbricada al pie de los testigos superiores. Elaborada en el transcurso de
una segunda etapa, despus de una fase de erosi6n dei glacis superior (en un periodo probablemente mas humedo) se
caracteriza por un modelado mas ondulado y una asociaci6n de cimas redondeadas suaves, rebajadas que se unen insensiblemenle con los rellenos aluviales de los val les.
Fig. 11. El glacis de Gramadal
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Esta asociacin de formas, situada en un medio climatico con tendencia desrtica prefigura los paisajes dei
Perli, al Sur.
Sus suelos son generalmente poco evolucionados de erosin, asociados con aigu nos testigos de sue los fersialfticos rojizos, poco profundos sobre las cimas de los glacis.
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pequenos desmoronamientos 0 abarrancamientos locales. Finalmente, en los niveles superiores ms hmedos, situados en las cercanfas de la zona de contacto con los relieves de Loja, muchas vertientes tienen una topograffa de
perfil aborregado, signo de grandes paleo-deslizamientos ahora estabilizados.
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Resumen
- Cirnasfrias de las cordilleras andinas
- Paisajes glaciares heredados y de "paramo"
- Conos volccinicos de diferentes edades
- C/imas frios 0 muy frios con heladas noctumas cotidianas
- Suelos negros humiferos y minerales poco evolucionados
- Uti/izaci6n agrfcola casi inexistente, pastoreo ovino extensivo y localizado
- Acciones glaciares y periglaciares actuales
- Algunos fenOmenos de escurrimiento, localizados y poco activos
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Entre los bellos paisajes glaciares de Ecuador, facilmente accesibles, en donde podemos observar el conjunto cl las formas tfpicas. figuran el puerto entre Pifo y Papallacta sobre la ruta Quito-Amazonfa, las arillas dei
trayecto Ambato-Guaranda al Este cl ] macizo Chimborazo-Carihuarazo. Los mas relevantes son ciertarnente aquelIos 'ituados al Ceste d Cuenca obre la cordillera occidental, lugar donde ha sido delimitado el Parque Nacional de
Cajas, cruzad por la arrelera de Molleturo (Fig. 12).
Ahf, la morfologa glaciar muestra magnfficos conjuntos de circos y de valles glaciares. Los primeros se
localizan sobre los espinazos en relieve, cuyos flancos son recortados por una sucesi6n de anfiteatros de forma semlcircular, con paredes verticales y fondo piano. Pero el paisaje dominante es constituido por valles de perfil en pila 0
"U", que surcan esos paisajes de altura e imprimen sus modelados "en hueco" tan caracteristicos.
Los perfiles transversales son muy demostrativos. Los dos grupos de formas asocian acantilados rocosos,
desarrollados sobre las rocas in situ, localmente interrumpidas por magnficos rellanos, a menudo estriados en el
borde de los valles. Ellos incluyen par la general, en su base, un tapiz de conos de desprendimientos que se empalman
con fondos amplios, en suaves pendientes, de pianos a ligeramente c6ncavos.
Los perfiles longitudinales presentan igualmente la irregularidad tfpica de los glaciares de valles. Estos son
una serie de cubetas ensanchadas, sobrecavadas y ocupadas par rellenos pedregosos morrnicos y/a aluviales, muy
frecuentemente pantanosos, los ombligos, en donde estan diseminados una multitud de pequefios lagos. Estan separados por umbrales normalmente rocosos y magnfficamente estriados, "los cerrojos", los que han constituido tantos
niveles de base locales para los rellenos rfo arriba y que las actuales corrientes de agua atraviesan en cascadas.
Fig. 12. Un modelado glaciar: el extremo noroeste dei Parque de Cajas
79'()()'W
N
1
10Km
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Magnfficos especfmenes de estos yacen en los valles glaciares al Noroeste de Cuenca, a 3.430 m ro arriba dei valle
dei rio Machangara, 0 sobre su afluente de ribera derecha a 3.330 y 3.410 m, este Iiltimo habiendo sido utilizado para
la confeccion dei dique de represa de El Labrado.
Estas formas incluyen varios grupos de morrenas, sobre todo bien representadas por arcos terminal s aguas
abajo de los grandes valles glaciares. Ellos jalonan los mas grandes avances glaciares (h cia 2.950 ru en el valle deI
rio Machangara), a partir de los cuales se produjeron los retractos sucesivos. Pero tambin son visibles en todos los
niveles deI valle con formas de morrenas laterales y medianas.
Dos tipos de formas emergen de esos paisaJes:
- Crestas y cuchillas rocosas y agudas. Demasiado inclinadas para conservar una c berlur de hielo durante
el Cuaternario frio, estas formas, no protegidas, sufrieron ataques de tipo perigJaciar (ver la unidad 164). Los modeJados son audaces: numerosas agujas (los hom), paredes disgregadas y fracciona a por la helada, pie tapizados de
escombros. Los principales rasgos de su morfologa son pues heredados, pero siguen si ndo funcionales en la actualidad, debido a las a1ternancias helada nocturna-deshielo diumo.
Elias reflejan la valoracion de facies rocosas resistentes. C rresponden muy frecuentemente a puntas volcanicas rodeadas de circos coalescentes 0 constituyen alineamientos sinu sos que separan 10 val les de los diferentes
ejes glaciares. Pero ellas pueden tambin corresponder a diferenciacioncs estructurale 0 blOI6gicas y enton es aparecen en forma de diques que surcan la superficie, como a \0 largo de la carretera Pujilf-Ang arca.
- Formas suaves, convexo-concavas. Su origen es mas enigmatico, ya que parece que esos relieves suaves
no fueron elaborados por hielos cuaternarios. Simplemente recubiertos por nieves 0 nevizas poco patentes, no sufrieron mas que retoques superficiales menores, y sus formas se relacionan mas con 10 modelados de nivaci6n de los
paramos (unidades 160, 161 Y 163).
Tambin hay que notar la presencia de numerosos grandes bloques de rocas, dispersos en la superficie. De
origen diverso -bloques morrnicos erraticos, porciones derrumbadas de acantilados, rocas abolTcgadas sobre
afloramientos mas resistentes- todos lIevan los rasgos de estras dejadas por el flujo de los hielos cuaternarios. Entre
los mas accesibles, un magnffico lomo de ballena de dimensiones decamtricas, ta. ituado en una p quei'ia plaza
mas abajo de la carretera, en la localidad de Papallacta. a 3.100 m.
Siendo imposible una cartografa de formas glaciares a la escala de 1: 1'000.000, solo tres unidades han ide
representadas en el mapa de paisajes. Se trata de variantes, resultados tanto de formaciones superficiale' diferentes
(la presencia 0 ausencia de cenizas piroclasticas), coma de la evoluci6n de la pedognesis en funci6n de las
variaciones climaticas.
Las unidades 157 y 158 reagrupan los paisajes glaciares que se podrian calificar de picos en Ecuador. Tienen una
cobertura importante e uniforme de proyecciones de cenizas recientes, con excepci6n de las
pendientes mas acentuadas sobre las cuales no pudieron mantenerse (picos y agujas rocosas, !lancos d circos y de
valles en acantilados, rocas aborregadas de modelado liso 0 inclinado, etc). Estas cenizas han fosilizado los modelados bajo una capa que, luego dei retiro de los ultimos glaciares, suaviz6 las fomlas y atenu6 las diferenciaciones
topograficas originales, pero que tambin constituy6 un material parental uniforme para los suelos desarrollados
ulteriormente. Constituyen magnficos paisajes como los de la cordillera oriental entre Cayambe y Cotopaxi, 0 deI
Parque Nacional de Cajas, pero engloban tambin conjuntos de formas glaciares menos marcadas como los de las
crestas de la cordillera occidental, al Sur dei Chimborazo, deI Sur de Cotopaxi a J entalladura deI Pastaza 0 al
Noroeste de San Fernando.
- La unidad 157 se extiende desde la Frontera Norte hasta la latitud de Canar. Los suelos. desarrollados a partir de capas de piroclastos de gran espesor, son andosoles desaturados humiferos y negros.
- La unidad 158 constituye una delgada franja al Sur de la precedente, hasta el nivel de la garganta transversal deI rio Jubones; y est esencialmente representada en el Geste de Cuenca. La capa de piroclastos es de menor
esperor y la granulomtra de las cenizas mas fina; los suelos son andosoles desaturados, muy humferos y perhidratados.
La unidad 159 abarca todos los paisajes glaciares meridionales. Mucho menos extendidos que sus hom610gos dei
Norte. estos presentan un dibujo en piano mas filiforme. que traduce su posici6n en la cima de
estrechos interfluvios. Su anchura que no excede nunca de 10 km. es a menudo de 2 a 5 km. Al Sur de Loja no
subsisten mas que bajo la forma de una muy estrecha banda sinuosa, a veces discontinua, que marca la divisoria de
aguas entre los medios andinos y amaz6nicos. Esta situaci6n es reveladora de los profundos cambios eSLrUcturales en
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alimentaci6n de los glaciares que les modelaron. Esas condiciones siendo globalmente mejores en el Norte de la
Sierra, netamente mas elevada, parece "normal" que hayamos identificado unidades de paramos mas extendidas en
las regiones centrales y meridionales.
Si su lfmite superior coincide exactamente, segn los trminos de la definici6n, con la terminaci6n de los
modelados glaciares; su Ifmite inferior presenta variaciones notables. Mientras que principian por encima de 3.400 m
al Geste de Tu1can y al Noreste de Quito, no estan a mas de 3.200 mal Sureste de Ouamote, 3.150 m al Sur de Cuenca,
y descendien hasta 3.100 0 3.000 m al Este de Loja y al Sur de Amaluza. Aunque este Ifmite sea parcialmente
artificial, ya que representa local mente al frente de colonizaci6n de la progresi6n en altitud dei campesinado andino
tradicional, no es menos cierto que esas variaciones, similares a las de las zonas enhieladas durante el Cuaternario, se
relacionan con el gradiente c1imatico meridiano.
Describir un paisaje de paramos es a la vez sencillo y arduo. Sencillo, si nos interesamos en el aspecto
global. Se trata de extensiones mon6tonas en donde todas las diferenciaciones se realizan mediante transiciones, con
desniveles relativos que no sobrepasan los 100 m. El paisaje se compone esencialmente de cimas suavemente onduladas y rebajadas, con cumbres anchas, redondeadas 0 aplanadas, de donde emergen localmente espinazos
rocosos. Sus vertientes tienen dbiles pendientes, convexo-c6ncavas, que se enlazan suavemente con hondonadas.
Estas ltimas pueden estar representadas por simples acumulaciones coluviales 0 por rellenos aluviales de tipo
terraza en donde los cauces actuales serpentean en el fondo de pequefias entalladuras de algunos metros con perfil en
V. La caracterfstica esencial de esos fondos bajos es la presencia de grandes extensiones pantanosas, con sue los
esponjosos y pequefios montfculos enyerbados en almohadillas decimtricas, los "Thufur".
Pero es arduo si tratamos de interpretar esos relieves. Es un paisaje de morfolofa compuesta; no tiene la
nitidez de los paisajes glaciares, pero guarda de estos algunos aspectos: circos y nichos con paredes atenuadas, valles
serpenteantes y ensanchadas, acumulaciones de tipo morrnico y lagos en ombligo. Contie ne tambin rasgos
vo1canicos: picos 0 diques salientes, despedazados por el hielo, con grandes vertientes cubiertas de escombros, derrames vo1canicos que se adivinan a poca profundidad y mas 0 menos colonizados, campo de proyecciones piroclasticas cerca de los edificios vo1canicos. Finalmente, tiene en su parte inferior las primeras huellas de la reanudaci6n de
la erosi6n lineal ligada al encajonamiento de la red hidrografica en las vertientes andinas.
Un ejemplo particularmente interesante de estos paisajes esta constitufdo por el paramo situado al Sur de
Cuenca, entre los va Iles de Gir6n-Santa Isabel y el de Nab6n. El modelado general se caracteriza principalmente por
un aborregamiento general de las formas, ondulaciones con vertientes suaves, hondonadas pantanosas lIenas de
material coluvio-aluvial y una gran abundancia de relieves "en hueco". Son pequefias depresiones en anfiteatro de
dimensiones entre decamtricas y hectomtricas, con fondo piano 0 hinchado, y limitadas por pequefios taludes decamtricos con perfil rectilfneo muy suave; las interpretamos coma nichos de nivaci6n derivadas de antiguas acumulaciones de nieve y/a nevizas.
Su origen geomorfol6gico no puede ser definido con certeza si no por comparaci6n con los paisajes vecinos.
Se trata, de hecho, de modelados circunglaciares, heredados de acciones periglaciares, nivales 0 nivoglaciares.
El paisaje de paramos es mucho men os desarrollado sobre las vertientes externas de las crestas andinas que
sobre el flanco interandino. Esta disimetrfa es particularmente notable en los puertos entre Oualaceo y Lim6n (Oral.
Leonidas Plaza O.) en la Amazonfa, 0 entre Pujilf y La Mana. Mientras que se observa un extenso paisaje aborregado
glaciar 0 de paramo sobre las vertientes internas; la reanudaci6n de la erosi6n lineal es total desde el paso dei puerto,
probable mente en relaci6n con las pendientes mas acentuadas y las precipitaciones mas fuertes sobre los flancos
externos.
Las diferenciaciones entre las unidades de paramos son esencialmente de orden edafol6gico, y siguen las
mismas reglas de repartici6n que los relieves glaciares.
Las dos primeras unidades se caracterizan por la presencia de la cobertura continua de cenizas recientes, negruzcas, postglaciares, con espesores que varfan de algunos decfmetros a varios metros a proxirnidad de los principales vo1canes recientes. De ahf resulta el suavizarniento general de las formas, la acumulaci6n de las proyecciones
piroclasticas siendo generalmente mas importantes en las zonas deprimidas que sobre los relieves. Posteriormente a
su dep6sito, esta cobertura de cenizas fue afectada por numerosos deslizamientos internos, visibles en los afloramientos por la presencia de horizontes humiferos secantes 0 entrecruzados y reconocibles por los hinchazones generalizados de la superficie actual. Son testigos de una fase de solifluxi6n, perteneciente a un periodo mas humedo.
Pero esos recubrimientos de cenizas tambin trajeron una uniformizaci6n de las alteraciones superficiales y
de los suelos, siendo todos desarrollados a partir de productos vo1c<inicos recientes bastante homogneos. Las diferenciaciones pedol6gicas son entonces unicamente dependientes de condiciones climaticas: efectos dei escalonamiento altidudinal y variaciones pluviomtricas.
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La unjdad 160 repre enta todos los pramos de! Norte, hasta la latitud de Chunchi. Los suelos son andosoles desaturadas tfpicos negros, humfferos, profundos.
La unjdad 161 es un medio de tmnsici6n, correspondiente casi exactamente al "Nudo de Azuay", y a los altos rel ieves
que radean Canar. Sus suelos son menos profundos pero siguen siendo andosoles desaturados y muy
humfferos. Se caracterizan p r su contenido en agua extremadamente elevado (mas de 200%).
La umdad 163 reagrupa todos los paramos que se extienden deI Sur de Cuenca hasta el Per. Desprovistos de cobertura piroclastica, Jos modelos guardaron sus caracterfsticas originales heredadas de diferenciaciones
en a itol0gla, l' e tructura 0 la tect6nlca: diques 0 picas volcanicos en relieve al Sur y al Sureste de Cuenca,
"aloraci6n por erosi6n cliferencial de los bancos de cuarzitas mas duras fonnando alineamientos en la superficie de
la ramo' orien laies. etc S encuentran sobre todas esas zonas alteraciones desarrolladas sobre rocas dei sustrato.
la mayorfa ,on de tipo ferralftico humffero. Pero mientras los verdaderos suelos ferraliticos amarillo/roJo se situan
en los njvele menos elevados, los niveles superiores mas 0 menos troncados presentan suelos rejuvenecidos e
inclusu po 0 evolucionados.
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El piso inferior corresponde generalmente al afloramiento de las proyecciones antiguas mas gruesas, am arilJentas. de lapilli, escorias y cenizas. Cuando esas proyecciones son ligeramenle endurecidas, han pemlilido el desarrollo de un piso rocoso moldeado por el viento. tiso y patinado, en la superficie dei cuai eslan, en vias de elaboraci6n, formas de corrasi6n (acanaladuras, pilas, etc.). Pero existen tambin numerosas formas de descalzamiento:
adoquinado con piedras 0 gravillas de estilo "reg", resultado de ablaci6n selectiva, por el vienlo de los elemenlos linos; las escorias mas gruesas, no transportables. constituycn entonces la casi lotalidad de los afloramientos. Bloques
y piedras muestran lambin bellas superficies patinadas y moldeadas por la abrasi6n e6lica.
Si la explicaci6n y la comprensi6n de laies fenomenos no plantea problema -en las condlciones actuales que
se podrian calificar de nalUrales y normales, es evidenle que esas formas eStan en equilibrio con la dinamica e6licano es 10 mismo en 10 que toca a su origen.
Pensamos que este ltimo debe ser relacionado con una cmis, una ruptura de un equilibrio particulam1ente
fragil, debido tal vez a un exceso de pastoreo ovino. Serfa interesante investigar en los lextos dei pasado, la perlinencia de esta hipotesis. En nuestros dfas, los paramos cercanos al Arenal son utilizados como terre no de recorrido
para la crianza de ganado ovino y bovino. Una vez degradada la cobertura vegetal herbacea naturaI, estos suelos sin
cohesion interna estan expuestos a fen6menos eolicos, que provocan el decapado r<ipido de las capas superficiaJes y
la elaboracion de esas formas, sin necesidad de intervenci6n humana.
Como corolario de esta ablaci6n, las parlfculas finas Ilevadas de las alturas dan lugar a dos grandes tipos de
acumulaclOn.
Las dunas, localizadas en zonas abrigadas 0 marcadas por una baja notable deI viento, son 10 mas espectaculaI'. Las principales se locallzan en los val les de los rios Colorado y Culebrillas y de sus afluentes. Se trata de
campos de barkhanes sucesivas, de algunos metros de alto sobre una decena de metros de exlensi6n. cuya progresi6n
en situaci6n de tempestad logra sel' extremadamente rapida. A su paso. pueden fOimar considerables barreras en los
caminos sobre el trayecto Ambato-Guaranda.
Pero la movilizacion mas importante esta tal vez relaclOnada con vientos cargados de arena que reinan en los
paisajes cercanos. Las panfculas mas finas son asf transponadas sobre varios kil6metros, luego depositadas en la
superficie de todos los relieves de! contorno Suroeste dei Arenal yen toda la pane superior de la cuenca de Guaranda.
Este fen6meno, a menudo espectacular para los que frecuentan de la carretera Ambato-Guaranda, es una de las
caracterfsticas almosfricas mayores de la cuenca de Guaranda. Estimamos que las canlidades de sedimentos linos
asf transportados e61icamente y luego depositados son fntnilamente supcriores a los conslituyenles de las barkhanes.
50
Las superficies rocosas son la regla, puestas al desnudo, descalzadas y destrozadas sobre las cimas por las
alternancias hielo-deshielo que explotan todas las debilidades de la roca: fallas, fisuras y diaclasas, pianos de foliaciones, etc. Estos procesos de agrietamiento por helada acarrean una producci6n de grandes volumenes de rocas, bloques y piedras que recubren por dep6sitos de gravedad todos los modelados inferiores: amontonamientos de bloques
desprendidos de los acantilados y picos cimeros, "madrigueras" rocosas, conos de escombros.
Se trata de un paisaje esencialmente minerai en donde la vegetaci6n es extremadamente reducida, con excepcion de los musgos y Ifquenes. Sometidas a condiciones mas favorables con aportaciones de humedad provenientes de Amazonfa, las unidades situadas en la cima de la vertiente externa oriental son parcialmente recubiertas de
vegetaci6n de paramos 0 de matorral. El clima actual es rudo por todas partes, con alternancias cotidianas hielo
nocturno-deshielo diurno.
Esos fen6menos periglaciares son tambin muy activos y extensos en las zonas de modelado glaciar, pero no
se representaron en raz6n de la escala de la cartografia. Estan presentes sobre todos los afloramientos rocosos:
relieves agudos y destrozados de horn emergiendo de las superficies antiguamente cubiertas de hielo, pero tambin
sobre flancos abruptos de los valles glaciares situados por encima dei Ifmite superior de la capa de hielo.
Encontramos, en el seno de los paisajes glaciares dei Parque Nacional de Cajas, algunas formas periglaciares menores tfpicas:
- muy numerosos conos y vertientes de escombros rocosos que tapi zan las partes inferiores de las crestas
rocosas 0 los f1ancos de valles;
- alteritas desplazadas pero raramente "lechigadas", con 0 sin trenes de bloques, provocadas por el movimiento descendente de los restos sobre las vertientes (solifluxi6n lenta), en el curso de perfodos relativamente humedos;
- escombros rocosos ordenados, muy numerosos por encima de 3.850 m. Se trata de verdaderos dpositos
lechigados (grzes lites), cuyos cortes muestran, en algunos casos, varias generaciones con pendientes que varian de
23 a 26 para los mas inclinados hasta 10_12 para los de pendiente menor.
El material, de origen volcanico, es diverso:
- capas de espesor inferior a 50 cm., compuestas de plaquetas de roca de tamaiio decimtrico Cl a 5 cm. de
espesor por 10 a 20 cm. de largo), dispuestas paralelamente a la pendiente, a veces a contrapelo, con 0 sin matriz;
- capas mas finas, compuestas exclusivamente de arenas gruesas, a veces de grava, de color amarillo herrumbre, muy parecidas a la matriz de las capas precedentes.
Esas formaciones, no funcionales hoy, reposan ya sea sobre el sustrato rocoso local mente aborregado 0 bien
sobre dep6sitos fluvio-morrnicos parcialmente removidos por via hidrica. Estan recubiertas por cenizas recientes
negruzcas. Son heredadas de perfodos frios, contemporaneos de las fluctuaciones glaciares y/a Iigeramente
posteriores al deshielo. Las diferencias de composici6n y estratificaci6n observadas estn posiblemente relacionadas
con diferentes fases climaticas (l,locales 0 regionales ?) mas 0 menos agresivas, y con sus efectos sobre la gelifraccion de las rocas y los transportes "asistidos" sobre las vertientes. Un estudio ms profundo de esos depositos recientes pennitiria ciertamente confirrnar estas hip6tesis.
Los suelos. desarrollados a partir de cenizas volcnicas, son andosoles humferos desaturados tpicos. En las
hondonadas pantanosas, los sue los impregnados de agua presentan evidencias de hidromorfa con una removilizacion importante de hierro: gleyficaci6n y plintita aparecen en el horizonte en contacta con el sustrato.
51
laguna de Yambo (2.600 m), morrenas recortadas por el rio Pastaza al pie dei Tunguarahua, a solo 1.690 m de
altitud.
Perofue W. Sauer(Geolog{a dei Ecuador, 1965) quien abordo por la primera vez el problema globalmente
Dejaremos de lado su cronolog{a de las glaciaciones y per{odos interglaciales, dudosa y controvertida, para
considerar unicamente sus observaciones en el terreno. En los Andes ecuatorianos septentrionales cita un
glaciar proveniente de la cordiltera oriental, a la salida de la Quebrada Palugilto hacia 2.600-2.800 m,
morrenas a 2.400 men Guangopolo, a 2.350 m sobre losflancos dei rio Chiche 0 en Tumbaco, 1.600 m cerca de
Macuchi en la cordillera occidental y a 1.400 m sobre unos afluentes dei Pastaza provenientes de los
Llanganates en la cordiltera oriental.
En los Andes meridionales, nota morrenas hacia 3.000 m entre Chunchi y Canar en el nudo dei Azuay, pero
tambin las observo a 2.060 y a 1.750 m en el valte de Giron y aun entre 1.014 y 800 m en los alrededores de
Pinas! Esta ultima interpretacion le parecio tan poco plausible que intento explicarla as/: "... Mas bien es de
suponerse que esta region haya sido sometida a hundimientos considerables despus de la formacion dei
glaciar... " Lo que era 10 m{nimo necesario para concebir tal anoma[{a!
Publicaciones recientes aportan correcciones a las observaciones de W,. Sauer.
As/, S. Hastenrath (1981, P 48 Y 49) retoma las observaciones de W. Sauer, para discutir su interpretacion.
En un cuadro recapitulativo (p 63), menciona tres etapas de morrenas y una fase mas baja representada por
senales de estriaciones glaciares por debajo de 3.000 m.
CM. Clapperton (The Glaciation ofthe Andes, 1984) se interesa sobre todo eh los problemas de cronolog{a
y menos en la extension supuesta u observada de los glaciares cuatemarios. Sus estudios recientes sobre los glaciares ecuatorianos (CM. Clapperton y C McEvan, 1985) mencionan morrenas mas bajas a los 3.600 m y un
"tilt" -un deposito de morrena de fondo- a 3.250 m cerca de Mocha. Esos resultados son dificilmente
extrapolables en el conjunto de las zonas heladas de Ecuador, ya que se obtuvieron en los alrededores de los
volcanes Chimborazo y Carihuairazo, y por 10 tanto sobre glaciares de valtes relativamente bien alimentados y
desarroltados a partir de nevados de gran altitud.
Es en una publicacion reciente (CM. Clapperton y R. Vera, 1986), que aparece el primer cuestionamiento
y un replanteamiento de las interpretaciones de W. Sauer concemientes a sus observaciones det rio Chiche, de la
Quebrada Guarangupugru y de Guangopolo. Los autores se alinearon en la evidenciti de que la mayor parte de
estos sedimentos asignados por W. Suaer afenomenos glaciares, fluvio-glaciares 0 glacio-lacustres son en realidad depositos interestratificados, principalmente de origen volcanico: proyecciones, flujos y lahares, 0 fluvial:
aluviones y depositos fluvio-lacustres.
Por otra parte, nos parece obvio que las formaciones pedregrosas como las de Pinas 0 Giron por ejemplo,
no ten{an ninguna relacion con algun origen glaciar; tratan exclusivamente de conglomerados fluviatiles
torrenciales, localmente en relacion con fenomenos tectonicos locales.
En este estudio de los paisajes geograficos ecuatorianos, la aproximacion de los fenomenos glaciares es diferente. Mas que la observacion minuciosa de depositos morrnicos 0 correlativos de los glaciares, basamos
nuestras investigaciones sobre la identificacion de morfolog{as paleoglaciares y las correlaciones con la cronolog{a de las manifestaciones volcanicas recientes.
La primera etapafuefacilitada por las condiciones mismas de desarrolto de la cartografia de los paisajes
por interpretaci6n de documentos de satlite Landsat y Spot,. la identificacion de control sobre fotos areas y los
reconocimientos dei terreno. En esas condiciones una delimitacion precisa y completa de las zonas con morfolog{a glaciar pudo realizarse sobre la totalidad de la Sierra ecuatoriana.
Aqu{ interviene la diferencia de significado entre el glaciar de valte (objeto de la mayoria de los estudios
precedentes) y las altas tierras heladas que coronan las cordilteras. En efecto, mientras que ell{mite de los glaciares de valte depende ante todo de las condiciones locales de alimentacion (altitud dei nevado de acumulacion,
cantidad de precipitaciones y valores de las temperaturas locales), el de las tierras altas revisten una
significacion {je ordn general. Este corresponde a la extension de un recubrimiento glaciar regional, ligado a la
evolucion de las condiciones climaticas generales, y cuyo [{mite inferior es necesariamente mas elevado que el de
los glaciares de valtes que representan excrecencias puntuales en condiciones favorables.
Nuestras observaciones nos permiten afirmar que el [{mite de lQS wnas enhieladas dei Cuatemario se sita
'J
(Fig. 13: a, b, c):
- en la regi6n Chiles-paramo de El Angel, por encima de 3.550-3.600 m,
- a partir de 3.400-3.500 m sobre el trayecto Pifo-Papaltacta 0 en los paramos al Norte dei Cotopaxi,
52
\
'-
COLOMBIA
3.400
Tulcan
~ San Gabriel
Mira
Rio Mira
0'30 N
10
25 Km
1
Curvas altimtricas
CJ
Zonas glaciales
1
N
~
1
Santa Isabel
10
1
Curvas altimtricas
Cd
Zonas glaciales
25 Km
1
53
Amaluza
N
1
10
25 Km.
1
PERU
Curvas altimtricas
Zonas glaciales
Elaboraci6n: A. Winckell; Fuente: Cartografla geomorfol6gica de la Sierra a 1:500.000. indita y Carta Aeronautica dei Ecuador a 1:500.000. IGM. hojas
n 1. 2 Y 4
54
Si las primeras tentativas de correlaciones intentadas por W Sauer, se apoyaban sobre la transposici6n en
el medio andino de las enseiianzas de la glaciologfa europea, las reconstituciones cronol6gicas actuales basadas
sobre dataciones absolutas, en su mayorfa por el mtodo Cl 4, constituyen referencias totalmente satisfactorias.
S. Hastenrath (1981) permanece relativamente impreciso en cuanto a la edad de algunos de sus grupos.
Basandose sobre un fechado efectuado a partir de sedimentos orgtinicos, entrampados en la base de un derrame
volcanico en la regi6n de Azogues, donde la relaci6n no aparece evidente con los perfodos glaciares, asigna una
edad maxima de 25000 anos B.P. a las morrenas del grupo (Jll), sienda los grupos (1) Y (11) evidentemente mas
recientes, y las estrfas glaciares inferiores a 3000 m, mas antiguas.
55
56
57
un cambio entre la vegetaci6n herbacea cimera y una cobertura pionera densa que asegura la transici6n con el bosque
umbr6filo de las vertientes.
Por el contrario, sobre los flanc os internos de las vertientes interandinas, este contacto puede efectuarse de
acuerdo a diversas modalidades y sus limites son a menudo menos claros. La figura dominante en todo el medio
Norte interandino (cuencas de Quito, Latacunga y, parcialmente, Riobamba) es una transicion graduai entre las tierras frias y las vertientes superiores. En unos sectores de las partes Norte y central de la Sierra, los relieves cimeros
se limitan hacia abajo por abruptos y/a vertientes fuertes que justifican por sus razgos morfol6gicos y climaticos, su
individualizaci6n y agrupaci6n con las tierras altas de la cordillera.
2.2.1. Las cornizas externas de los entablamientos volcanicos (unidades 165, 167)
Estas constituyen la unidad tipica de los abruptos en los bordes, y se extienden alrededor de las tierras altas
de la Sierra central, desde el Noroeste dei macizo Chimborazo-Carihuairazo hasta la entalladura de Santa Isabel al
Sur.
La unidad 165 es el paisaje mas elevado dei media interandino. Gcupa un estrato homogneo de altitud que inicia
cerca de 2.800-3.000 m para elevarse hasta las tierras frias altas hacia 3.200-3.400 m. Muestra el
mismo descenso hacia el Sur que las zonas frias: entre 3.000 y 3.400 al Geste dei Chimborazo, 2.800-3.200 hacia
Cailar 0 Cuenca.
Su modelado es tambin relativamente constante. Es un verdadero abrupto bastante imponente, con perfil
rectilineo y pendiente pronunciada superior a 70-100%, cuyo desnivel relativo avecina los 400 m y constituye un
elemento resaltante de los paisajes alrededor de las cuencas de Cuenca, Santa Isabel y Nab6n-Saraguro. Formas similares tambin estan presentes sobre la terminaci6n occidental de las altas tierras andinas, entre Simiatug y la
garganta dei valle de Huigra, 0 entre Cafiar y el valle dei rio Jubones, en donde un abrupto continuo corona los reIieves disectados de la vertiente andina occidental.
Algunas variaciones de las formas de detalle merecen anotarse. Los relieves que dominan la parte Sur de la
cuenca de Cuenca y el valle de Gir6n-Santa Isabel (Fig. 14), se asemejan ya sea con vertientes fuertes y abruptas con
perfiles transversales accidentados en forma de "dientes de sierra", 0 bien con modelados de disecci6n asociando
interfluvios estrechos y entaJladuras lineales muy acentuadas. Esto revela una acentuaci6n de la evoluci6n de las
formas y debe ponerse en relaci6n con el aumento de la disecci6n consecuti va al ca vamiento dei valle de Santa Isabel,
al fondo dei cual el rio Jubones corre hacia los 1.200 m. Los flanc os de este valle, con desniveJes totales dei orden de
2.000 m han sido objeto de una intensa erosi6n hidrica lineal en las partes inferiores muy secas, an sensible hacia
arriba don de las formas originales deJ entablamiento estan en vias de destrucci6n.
Este abrupto es de origen estructural y corresponde al derrame vo1canico "Tarqui", presente en toda la parte
central de la Sierra desde Guamote hasta Saraguro y que arma planicies tabulares elevadas con aspecto de los
"trapp"(2). La base dei afloramiento coincide con el pie deI abrupto, cerca de 2.800-3.000 m mientras que sobre la
superficie cimera, que puede sobrepasar los 4.000 m se desarrollaron los reJieves glaciares y de paramos. Es una secuencia potente en donde predominan piroclastos cimentados de composici6n entre rioiftica y andesftica: aglomerados de tobas, capas de p6mez y lapilli, flujos de ignimbritas, medianamente consolidados. Las coladas de lavas son
escasas, acidas (dacfticas a riodacfticas), localizadas cerca de pequefios conos relativamente bien conservados, de
unos ci en metros de desnivel, y dispuestos segn alineamientos bastante claros, fuera de la influencia glaciar coma
entre Cumbe y Saraguro.
Se trata de un vo1canismo efusivo, emitido a partir de numerosas pequefias fisuras repartidas de manera
bastante regular en el sustrato para permitir la colocaci6n de verdaderas "galletas" cimeras con espesor relativamente
constante.
J.W. Baldock (1982) propone una edad pleistocena, entre 25.000 y 34.000 afios B.P. Esta estimaci6n nos
parece muy joven, por una parte en vista de las formas vo1canicas de superficie muy atenuadas, y por otra parte por
su muy fuerte remodelamiento glaciar posterior, al Geste de Cuenca por ejemplo. Ademas, esta localmente recubierto
por formaciones conglomeraticas de la tenninaci6n dei relleno interandino (fonnaci6n Turi, de edad presumiblemente mas antigua, Plioceno inferior) sobre el borde occidental de la cuenca de Cafiar. Una edad pliocena seria
mas convincente.
El estudio reciente de Ch. Noblet et al. (1988), elaborado posteriormente a nuestros trabajos de campo, estima que los afloramientos cartografiados coma "Tarqui", pertenecen de hecho al grupo "Saraguro", conjunto volcanico oligo-mioceno de la base de relleno de las cuencas interandinas vecinas. Es posible que las dos fonnaciones
(2)Ttrapp: es una altiplanicie 0 meseta volcnica constituida por un apilamiento de productos volcnicos emitidos a partir de
fisuras y constituido por una altemancia de capas delgadas de lavas muy fluidas y de escorias finas. El trapp mas conocido es la
meseta dei Dekkan en India.
58
Fig. 14. Los abruptos dei contorno de las zonas con modelado glaciar
300' S
Santa Isabel
R. Jubones
Cuenca de
Santa Isabel
Vertiente
de
Zaruma
Vertiente oriental
10
25 Km.
1
hayan sido confundidas hasta la fecha en vista de sus litologfas muy similares, pero, tomando en cuenta sus rasgos
morfo16gicos mayores -un entablamiento generalizado extraordinariamente claro sobre los relieves preexistentes, en
la continuidad de las formaciones volcanicas similares situadas mas al Norte-, preferimos sin embargo seguir interpretandolo coma un derrame volcanico cimero mas reciente.
Incluimos en este grupo los abruptos similares desarrollados enlIe Angamarca y el flanco Norte dei valle de
59
Pallatanga. Estos son aquf aglomerados (tobas y brechas) intercalados con f1ujos masivos basallicos y andesfticos
pertenecientes a la formacion Pisayambo dei fin dei Terciario, que annan una gran parte de los relicves interandinos
superiores de la Sierra central.
Las fonnaciones superficiales, estan en estrecha relacion con la morfologfa.
Cuando la pendiente es pronunciada. con procesos de crosion consecutivos que provocan un rejuvenecimiento de las alteritas y de los suelos, las af1oramientos estan constituidos por una asociaci6n entre rocas 0 aglomerados poco alterados y alteritas de varios metros de espesor. Estas ultimas, de color blanquecino, conservan la estructura de la roca in situ, pero muestran una meteorizacion profunda y una tranfonnacion completa en arcilla. Esta
alteracion muy visible sobre la ruta de acceso entre la Costa y la cuenca de Caiiar, y sobre la carretera que conduce a
Molleturo 0 al Sur de Cumbe, se acompaiia de la oxidacion de numerosas venas de pyrita y de la cristalizacion de
azufre en manchas de color amaril lento 0 de herrumbre, que constituyen elementos caracterfsticos de reconocimiento
de este conjunto.
Cuando la pendiente es menos marcada, sobre los pequeiios niveles suspendidos en la parte superior dei
abrupto, aproximadamente por encima de los 2.700 m, af10ran alteritas que constituyen la continuaci6n de las caracterfsticas de la unidad 163. Los cortes mas represenlativos, situados a 10 largo de la ruta Oiia-Saraguro, sobre el
descenso dei paramo hacia Paquishapa, muestran alteritas jaspeadas de color entre rojo y violaceo con espesores que
sobrepasan a menudo los diez metros.
El perfil tipo es el siguiente:
- un horizonte negro superficial de 30-40 cm,
- un horizonte caf-amarillento de 50 cm, arcillo-Iimoso, masivo,
- un horizon te arcilloso muy rojo, muy compacto, que se derriba en bloques decimtricos y de espesor variable entre 60 y 150 cm,
- una zona de alteracion salpicada, de color abigarrada, entre rosada y color vino. Su espesor varfa de 2-3 m
a unos diez metros. De textura limosa y muy friable, conserva la estructura de la roca in situ y se torna mas amarillenta
en profundidad al acercarse a la roca de color entre blanquecino y blanco-amariIJento, a menudo bastante alterada y
desmenuzable. Son las mismas rafces de eslas alteraciones las que af10ran sobre las pendientes mas expueslas 0 los
relieves erosionados.
Estas alteraciones ferralfticas antiguas, inadapladas a las condiciones c1imticas actuales demasiado frfas,
son heredadas de un perfodo ms dlido y ms humedo que el actual, 10 que explica su eSlricta delimilaci6n a!liludina) y su eXlension regional. Fueron paradojicamente mejor conservadas sobre las vertienles de las entalladuras que en
los relieves cimeros ms suaves de pramos, en donde se efectuo posterionnente a su fonnacion, un decapado por
procesos de tipo nivo-glaciar (unidad 163).
La unidad 167 constituye el borde compuesto de las alturas Chilla-San Lucas; es la ex lensi6n y la tenninaci6n hacia
el Sur dei conjunto precedente dei que se diferencia por tres aspectos:
- Primero, por sus sue los poco desarrollados pero mas arenosos.
- Segundo, por la composici6n de las fonnaciones atlorantes. Por sus fonnas tfpicas y el aspecto de sus
af1oramientos, se puede identificar en las partes noreste y noroeste Jas marcas deI derramamiento superior volcnico
de tipo "Tarqui". Se trala tambin de una orilla compuesla, desarrollada parcialmente sobre afJoramientos localizados de lavas y piroclastitas terciarias de la formacion Saraguro subyacente, y localmente en su parte meridional, sobre
roc as volcnicas bsicas de la vertiente occidental (fonnacion Celica). Hacia el Sureste, desborda adems sobre los
granitos y granodioritas de la intrusion de San Lucas, en donde la profunda alteracion se manifiesta por potentes
arenas blanquecinas, particularmente sensibles al escurrimiento superficial.
- Finalmente, por su topograffa. Las cornizas y abruptos, tan tfpicos de las tierras altas alrededor de Cuenca,
desaparecen progresivamente hacia el Sur y el desnivel decrece (entre su Ifmite inferior hacia 2.600-2.700 m y su
terminacion cimera hacia 2.900-3.100 m) siguiendo la disminuci6n deI espesor deI derrame volcnico cimero
superior. Este contacto se transforma entonces en un paisaje muy accidentado asociando pequeiios interfJuvios
estrechos alargados, separados por entalladuras profundas con perfil en V. Adems, sobre volcanilas antiguas y granito, el abrupto dei borde desaparece y es reemplazado por un relieve fuerte y disectado de vertientes rectilfneas pronunciadas separadas por crestas agudas.
60
COLOMBIA
Vertiente occidental
030' S
Ve~nte oriental
01
c=J
c=J
10
25 Km
61
Norte de Mariano Acosta y se prolonga, segn una direcci6n SSW-NNE, hasta la latitud de San Gabriel, de ahf se
hace oblicuo hacia el Este (Fig. 15).
La ausencia de documentos topognificos confiables no permite una caracterizaci6n altimtrica precisa. Con
un desnivel siempre superior a 500 m, se eleva aproximadamente entre 3.000 m, al contacta interandino, hasta 3.5003.600 m, en la cercanfa de los modelados glaciares superiores.
Las partes centrales mas marcadas, tienen la apariencia de un abrupto con un dibujo en piano rectilfneo y un
perfil muy tendido. En sus extremidades, los modelados son atenuados: al Norte a causa de la elevaci6n dei piso de
la cuenca y al Sur por la existencia de contrafuertes muy disectados en los alrededores dei alto valle dei rio Chota. Se
transforma entonces en una vertiente disectada compuesta por una succesi6n de crestas agudas, paralelas a la
pendiente, y separadas por entalladuras estrechas y muy pronunciadas con el caracteristico perfil en V. Es local mente
interrumpido par algunos niveles intermedios poco extensos, en forma de rellanos de inclinaci6n diversa.
i,Cual es el origen de este abrupto?
Es un abrupto tect6nico. Su trazado rectiifneo, su perfil tendido, la existencia de rellanos y gradas intermedios escalonados sobre la pendiente, identifican un abrupto de falla, con levantarniento dei bloque oriental. Es caracteristico el aspecto de su parte central, en donde se suceden facetas trapezoidales que, correspondiendo al plan de la
falla, se hallan separadas por entalladuras en V elaboradas por los rios provenientes de las tierras frias. Ademas, su
orientaci6n corresponde con las direcciones estructurales andinas mayores (SW-NE) en ese sector, cuya influencia se
repercute hasta la repartici6n de las formas de la cuenca.
Pero tambin es un abrupto de erosi6n diferencial pues se encuentra casi exclusivamente desarrollado sobre
un sustrato metam6rfico de las series "Ambuqui" y "Cofanes" en el extremo Norte. Estas series constituyen la vertiente oriental extema (unidad 123) y se componen principalmente de esquistos, cuarzitas, gneiss y filitas. Son por
ende facies casi siempre mucho mas resistentes que las proyecciones y aglomerados volcanicos mas 0 menos cimentados dei relleno de la cuenca interandina. Aun mas, es posible cornprobar una concordancia casi perfecta entre
los ifmites de formaciones y el pie dei abrupto, en los sectores central y Norte de la cuenca.
Lo interpretarnos por 10 tanto coma un declive originalmente tect6nico, de edad plio-cuatemaria, pero cuyo
disefio actual provien tambin localmente de una adaptaci6n erosional a las diferencias Iitol6gicas entre los dos
bloques.
Las formaciones superficiales son tarnbin originales. Las alteraciones blanquecinas, poco potentes, arenoarcillosas con gravas, asociadas a rocas aflorantes 0 a poca profundidad dominan; pero existen localmente testigos de
alteraciones profundas, arcillosas, rojizas, y posiblemente ferraifticas. Esas formaciones, que desaparecen sobre las
zonas cimeras, antiguamente enhieladas, son tambin aqui heredadas de un periodo anterior y se inscriben en la
misma problematica de la evoluci6n paleografica de los altos modelados de la Sierra Sur, con formaciones idnticas
(unidades 163 y parte de 165).
2.3. LOS VOLCANES ANDINOS
Los volcanes andinos, cuyo nmero total sobrepasa el centenar, juegan un papel primordial en Ecuador.
lnicialmente por los productos que han generado, y de los cuales los ltimos cubrieron de una espesa capa
de piroclastitas finas (lapilli y cenizas) alrededor de las dos terceras partes septentrionales y centrales de la Sierra, asf
coma vastas extensiones de las regiones costeras y, mas localmente, amaz6nicas. El volcanismo esta asi, en el origen
{je la mayorfa de los suelos andinos, capaces de soportar una agricultura muy variada. En la planicie costera central,
modelados recubiertos de cenizas e6licas recientes constituyen "el granero dei Ecuador"; en la regi6n amaz6nica, son
los transportes y removilizaciones fluviatiles de proyecciones volcanicas los que depositaron los suelos de
Shushufindi, entre los mas ricos dei piedemonte andino oriental.
Son tambin, por su propia existencia, el elemento clave de la geograffa de la cordillera de los Andes en
Ecuador.
En efecto, los relieves interandinos les deben sus principales caracteristicas. Ellos marcan los Ifrnites externos, sus emisiones contribuyeron para realzar las dos cordilleras submeridianas de una forma significativa, y algunos edificios entre los mas altos (Cayambe 0 Chimborazo por ejemplo), aparecen coma verdaderos guardianes; es
imposible desplazarse en este medio sin tener frente a sf un horizonte con unD 0 varios de estos edificios.
Pero tambin estan presentes en el valle interandino, donde subrayan los pasajes entre cada cuenca. Es la
existencia de varios edificios coalescentes la que constituye los umbrales 0 "nudos" entre cuencas, delirnitando asf
pequefias entidades regionales con caracteristicas tan diferentes que dan la impresi6n de cambiar de "mundo" cada
vez que se cruza un paso y que se baja hacia otra cuenca.
62
Ninglin otm calificativo podrfa aplicarse mejor a las partes septentrionales y centrales de la Sierra dei
Ecuador que el de "La Avenida de los Volcanes", seglin la expresi6n de A. von Humboldt (1837 - 1838).
Pero la realidad dei volcanismo explosivo reciente, entre pleist6ceno y cuatemario, es mas compleja que
los esquemas elaborados anteriormente. Un examen de los edificios volcanicos de la Sierra hace aparecer en
efecto todas las gradientes entre viejas construcciones muy erosionadas como la de Las Puntas, en donde unicamente la mirada dei especialista puede detectar un origen volcanico, y la dei Sangay, volcan con cono perfecto
(3) Volcan de gran lamafto con evoluci6n compleja y larga, aparentemente de varias decenas de miles de anos, compuesto de una
sobreposici6n de derrames de lava y proyecciones piroclsticas (brechas, escorias, lapilli, cenizas) emitidas desde una chimenea
unica en posici6n central. Cada elemento evoluciona luego dando formas caracterfsticas a su estructura.
63
64
para figurar solamente aquellas fonnas actuales mas caracterfsticas, no indicamos mas que una parte de los volcanes
ecuatorianos. Es evidenle que existe un numera mucha mayor de construcciones, que un esludio especffico pennitirfa identifiar y caracterizar mejor.
La presentaci6n adoptada para las unidades 168 a 174 de la carla de paisajes al: l '000.000, respela la ubicaci6n geografica segun las direcciones meridianas y lista de Norte a Sur los edificios de cada una de eslas (Fig. 16).
65
COLOMBIA
.~
'
N
1
0
1
1. Mar
2. Antizana
3. Atacazo
4. casitagua
5. Carihuairazo
6. Cayambe
7. Cerro dei Medlo
6. Cerro Negro
9. Chiles
10. Chimborazo
11. Cotacachi
12. Cotopaxi
13. Cotourcu
14. Coraz6n
15. Cubilche
16. Ciucocha
17. Cusin
16. Igualata
19.1guan
20.lIa16
21. lIinizas (norte y sur)
22. Imbabura
23. La Bon~a (volcn sin nombre)
24. (Este de) Latacunga: dos volcanes sin nombre
25. Uimpi
26. Mojanda (0 Fuya Fuya)
27. Quilinda~a
26. Pan de Azucar
29. Posochoa
30. Pichincha (Rucu y Guagua)
31. Pululahua
32. Puntas
20
2S
50
100 Km
33.
34.
35.
36.
37.
36.
39.
40.
41.
42.
Qullotoa
Reventador
Rumi~ahui
Sagoatoa
Sangay
Santa Cruz
Sincholagua
Sumaco
Tungurahua
Yanaurcu de
Pi~an
(Negro
Pu~o)
---
66
cuaternarios. La imp nancia respectiva de las formas volcanicas originales, dei remodelaje glaciar y de la erosi6n
puramente hidrica en la elaboraci6n de las vertientes permiten una estimaci6n deI periodo de construcci6n.
Unldad 169. Son los volcanes que, por su edad bastante antigua y su altitud elevada, se recubrieron de hielo y nieve
durante los perfodos glaciares cuaternarios. Todos presentan perfiles que sufrieron una remodelaci6n
profunda de su superficie: destrucci6n avanzada en los mas viejos de los cuales no quedan mas que crestas afiladas
que dominan vertientes rocosas 0 recubiertas de caos de bloques y desprendimientos, separados por amplios circos 0
valles glaciares en cuneta.
Los mejor conservados tienen conos todavia bastante accidentados. Una forma particular es la disecci6n de
sus laderas en formas triangulares con la punta hacia arriba - las mesetas 0 "planzes", resultantes de la erosi6n diferencial de los derrames volcanicos superpuestos - con entalladuras de valles glaciares en U atestados de derrames y
complejos escalonados de morrenas. Asocian tambin a vertientes muy disectadas con formas audaces yescarpadas,
separadas par crestas agudas 0 desgarradas.
Es diffcil determinar cual es el papel respectivo de los episodios volcanicos y glaciares en la elaboraci6n de
los relieves cimeros, ya que la mayaria de las calderas de hundimiento, a menudo en forma de herradura, fueron
transformadas y remodeladas por los glaciares que las ocuparon.
Las formaciones piroclasticas superficiales antiguas estan ausentas hasta el Ifmite inferior deI enhielarniento; las mas recientes, estan removidas por gravedad 0 corriente hidrica. Los afloramientos provienen entonces
casi exclusivamente dei basamento: lienzos rocosos de los relieves residuales 0 flancos de vaIles, caos de bloques por
desprendimientos, vertientes rectilfneas sobre piroclastitas 0 recubiertas de escombros rocosos, formaciones pedregosas de los arcos morrnicos, etc. Es solo en las formas menos inclinadas que se conserva la cobertura de cenizas
recientes, arenosas, de edad postglaciar, idntica a las de las cimas de cordilleras, y cuyo espesor, generalmente
mtrico, puede alcanzar 2 a 3 metros en la cercanfa de los volcanes mas activos.
Los suelos se desarrollan esencialmente a partir de estas cenizas. Su acumulaci6n, mas importante en los
sectores deprimidos y abrigados que en los relieves mas expuestos, suaviz6 las formas heredadas de la remodelaci6n
glaciar. Son suelos negros y humfferos y corresponden a andosoles desaturados tfpicos.
a) Cordi/lera occidental
Chiles, 4.768 m. Posee una caldera abierta al Norte, con una ligera actividad fumar6/ica, y dos volcanes
adyacentes: el Cerro Negro al Oeste (4.440 m, caldera hacia el Oeste) y el Cerro deI Medio (4.120 m, caldera hacia
el Noroeste).
Yanaurcu de Piiian, 4.535 m. Es un antiguo volcan muy erosionado con dos volcanes coalescentes: el Negro
Puiio, situado al Oeste y con una caldera abierta hacia el Sureste, y el segundo (sin nombre) al Suroeste que no tiene
crater.
Ilinizas (Norte: 5.120 m y Sur: 5.248 m), "nevado". Son necks muy despezados sobre el flanco oriental de
una caldera abierta al Suroeste, con un pequeiio casquete glaciar en el mas elevado, y rodeados de escombros y acantilados rocosos.
Sagotoa (4.162 m). Es un edificio antiguo masivo, redondeado, sin crater.
Carihuayrazo. Este "nevado" es un gran volcan antiguo y elevado, 5.020 m, en un estado de destrucci6n
avanzada. Su cima serfa el borde Suroeste de una caldera, muy poco visible. Sus formas actuales son IOdas de descalzamiento: pitones y neck, murallas rocosas, partes de flancos inclinados en forma de "planzes".
Chimborazo, "nevado". Este inmenso volcan cubierto de glaciares extensos, constituye la cima deI Ecuador
a 6.310 m, y es inclusive el punto culminante de la tierra, si se tiene el cuidado de medirla desde su centro, habida
cuenta deI abonbamiento de la Ifnea equinoccial! Su tamaiio se deberfa supuestamente a la adyacencia de dos
volcanes: el mas antiguo y erosionado al Este y un edificio occidental, mas joven con algunas vertientes originales.
Se supone la presencia de un crater cimero, recubierto de hielo? Sus vertientes sufrieron una remodelaci6n glaciar
casi completa: valles, circos, murallas rocosas y vertientes de desprendimientos mas abajo, etc. Su ltimo perfodo de
erupci6n no parece muy lejano, ya que un lahar localizado en su ladera occidental se derram6 en el fondo de un
antiguo valle glaciar.
b) Cuencas interandinas
Igualata, 4.430 m. Gran volcan masivo, con fonnas redondeadas, sin crater, unido l Chimborazo y al
Carihuayrazo.
- Borde interno de la cordillera oriental.
Sincholagua, 4.893 m. Es un edificio muy erosionado dei cu al no subsiste mas que un neck rodeado de
acantilados rocosos coronando vertientes de escombros.
67
Al Este de Latacunga, se encllentran dos edificios pcgados con formas suaves y cimas redondeadas, sin
nombre precisa, que culminan a 4. 155 m al Norte y 4.231 m al Sur.
c) CordiLlera oriental
Cayambe, 5.790 m. "nevado'. Es un gran macizo con furmas angulosas y con una silueta general trapezoidal, cubierto por impunentes glaciares. La conslrUcci6n actual se cdifi;;6 en el r.eno de una gran caldera de la cual
uno de los restos es claramente visible en el cami no de acceso turistico por d Oesle. La fonna alargada de su cima,
parecera ht"redada de varias bocas de emisi6n alineadas, todas recubiertas de hielc y nieve.
Antisana, 5.758 m, "nt>vado". Es un gr~n edificio masivo. bas tante parecido al anterior, pero con tres cabezas. La destruccion glaci:lf es bastante avanzada y es dificil reconocer las fonnas originales. Parece sin embargo
que el espol6n cimero corresponde al borde occidental de una gran caldera profunda, de alrededor de 2 km de diametro, sobre la cual se edific6 un l1uevo volcan mas joven que constituye el runto culminante central, y que seria el sitio
de fumarolas actuales (?).
Quilindafia, 4.878 m. Volcan muy antiguo, total mente remodelado pur la erosi6n glaciar, con neck, paredes
rocosas y vertientes de escombros.
Altar, 5.319 m, "nevado". Es un enonne macizo quese extiende sobre mas de 30 km de Norte a Sur, con por
la menos dos fases de reconstrucci6n, y :otalmente remudelado por los glaciares. La r>ri mera. con fonnas muy
desgarradas, se represent6 con la lInidad 168. El edificio culminante en parte central es un magnilco volcan gallardo
pero truncado por una Ifnea circular de crestas con formas de horns raracteristicos, rodeando una caldera central
redonda de aproximadamente 3 km de diametro, ahicrta hacia el Oeste, y ocupada por glaciare~ encaramados. Picos
y acantilados rocosos estan recubiertos por una importantc cobcrtura glaciar y nival.
Unidad 170. Pertenecen a la misma generacion que los anteriores. pero no sufrieron un tot:ll enhdamiento cuaternario, ya sea por razones altitudinales dado que sus cumbres eran menos el~vadas 0 situadas en un
entorno por 10 general mas bajo, 0 bien a caUSJ de las condic!ones dimaticas locales desfavorables: precipitaciones
insuficientes, temperaturas demasJado elevadas Son "'olcanes de modelado compuesto: la rcmodelacion glaciar se
limita a la parle superior de las construcciones, en donde las formas son estrictamente parecidas a la categoria
precedente (unidad 169). Las partes inferiores fueron remodeladas simplemente por retoques glaciares locales: valles
en U en el asentamiento de los glaciJres mas importantes 0 mejor alimentados, s0bw las vertientes particulannente
expuestas a los tlujos humedos, por ejcmplo. Es probablemente a esta acci6n glaciar a la que se debe la similitud de
las fonnas de las calderas de los volcanes de la fila 0ccioental y de la cuenca interandina, ~n la parte Sur de la cuenca
de Quito. En fin, algunos pequenos volcan es. tel'lricamente situados por abajo de la exterrsi6n maxima de los hielos
cuaternarios, tienen tambin las marcas de una remodelaci6n glaciar en su r:ima. Es el casa dei llal6. par ejemplo,
bien expuesto a la desembocadura deI valle de PapalJacta, una de las entradas de! aire humedo amaz6nico.
La mayorfa de las formas actuales deriva direclamente de las fases de la construcci6n y de su disecci6n posterior par la erosion hfdrica lineal. Es aqui yen la unidJd siguiente (171) en dur;de ias fonnas tfpicas de la erosi6n de
los estrato-volcanes estan mejar represer.lada~: laderas masivas ren.:anas J su pcrfl miginal, recortadas par valles
radiales en V, "planzes" con modelado de superfcie ondulado separadas por entalladuras con bordes abruptos, alineamientos en relieves sobre el emplazamiento de diques, pcqueiios damas parasitas redondeados, etc.
Las fonnaciones superficiales se caracterizan par la misma zorificaci6n altitudinal. En las partes superiores,
ocupadas par los glaciares, atloran las fonnaciones originales dei sustrato, emitidas durantc la fase de construcci6n:
lavas y piroclastitas de toda naturaleza y grar.ulometrfa. unicamente recubinlos de proyecciones piroclasticas
arenosas recientes post-glaciares. negruzcas. Par el cOlltrario, por deb::lje; dellf~itc dt:! enhielamiento cuaternario, se
acumularon las dos generaciones de piroclastos: pruyeccianes Jntiguas de lapilli y cenizas, muy a menudo cimentadas en ta bas y cangahua en las zonas mas secas, y recuhlertJS pm las cenizas post-glaciares
El modelado de disecci6n se desarro1l6 escncialmentt en los matcriales de esta cobertura que decap6 parcialmente aprovechando las discontinuidades estratigraficas. Las furmas de superficie se parecen mucha a las desarrolladas sobre los modelados de la parte inferior de las cuencas interandin:ls, y muy especialmente las unidades 175,
203 Y 209.
Los suelos siguen siendo andicos desaturados, y se acomodan de aCllerdo a una gradiente climalica muy
clara. A los suelos de color caf, poco humfferos, de haja altilud, les siguen progresivamente los suelos negros y muy
humfferos en las altitudes mas ekvadas.
a) CordiLLera occidental
Cotacachi, 4939 m. Volcan ilntigul" :on taueras escarpadas, muy crosionadas par los glaciares cuaternarios, de las que no subsiste rns que un ntck central d~ fonna hurdamente piramldal, rodeado de acantilados rocosos
abruptos y de verentes de t>scombro~.
68
b) Cuencas interandilws
Imbabura, 4.560 m. Estrato-volcan antiguo y masivo, su cima es un crater (,0 una pequefia caldera?) abierta
hacia el Sureste, moderadamente retocada por los glaciares.
Cubiche, 3.836 m. Edificio pequefio de cima redondeada y dbil enhielamiento cuaternario, pegado a la
parte oriental dei Imbabura.
Cusin, 3.989 m. Parecido a los dos anteriores, pero recortado por una gran caldera abierta sobre el relleno
lacustre de San Pablo, al Noroeste.
Mojanda (0 Fuya Fuya), 4.300 m. Es el mas grande de los estrato-volcanes interandinos, con laderas masivas disectadas en "planzes". Su cima es una gran caldera abierta hacia el Suroeste, con fonna rectangular guiada
por fallas ortogonales. Fue profundamente modificada por los glaciares cuaternarios de circos, separados por cuellos
de difluencia y cuyas sobre-cavaduras estan ocupadas por lagos (ver la descripci6n de la unidad 181). Su coalescencia con los dos anteriores constituye un nudo que separa las cuencas de Ibarra y Quito (Fig. 17).
Pasochoa, 4.200 m. Sus laderas relativamente suaves, estan disectadas en bellas "planzes", su cima esta
reventada por una gran caldera abierta hacia el Noroeste y modificada por los glaciares cuaternarios.
Rumifiahui, 4.712 m. Volcan de la misma generaci6n que el anterior, pero habiendo presentado un enhielamiento mas importante, cima compuesta de picos y agujas muy desgarradas que dominan una gran caldera abierta
hacia el Suroeste.
Santa Cruz (Este de llinizas), 3.945 m. Cima redondeada y vertientes suaves.
c) Borde interno de la cordillera oriental
Cotourcu (Este de IlaI6), 3.596 m. Similar al anterior, pero con un crater (i,0 pequefia caldera ?) abierta hacia el Norte.
d) Zona subandina
Volcan sin nombre, al Noroeste dei pueblo de La Bonita, revelado por fotointerpretaci6n, en la prolongaci6n
deI alineamiento Sumaco-Reventador. Edificio redondeado, el cual no parece muy antiguo, con laderas rectilfneas,
reventado por una caJdera circular abierta hacia el Sureste y prolongada por un derrame meridiano de 10 km de largo,
situado en el fondo de un valle.
Unidad 171. Son los volcanes menos elevados. Por su altitud baja 0 su posici6n en los medios interandino y subandino, no sufrieron enhielamiento y se caracterizan entonces por la ausencia de las fonnas reventadas
t[picas de esta remodelaci6n. Se aproximan a la parte inferior de las vertientes de los volcanes de la unidad 170.
Los volcanes interandinos guardaron global mente sus fonnas originales. Sus cimas son redondeadas, con
crateres 0 calderas no profundizadas por los glaciares. Las laderas externas rectilfneas, de pendiente entre moderada
y marcada, estan cercanas a la de los dep6sitos originales, y tienen un modelado superficial suavizado por las proyecciones piroclasticas, estan a menudo disectadas en "planzes" triangulares separadas por entalladuras estrechas en V,
dehidas al escurrimiento concentrado. Se encuentran generalmente menos disectadas que las de la unidad anterior, en
donde un gran numero de entalladuras, con funcionamiento actual epis6dico, fueron elaboradas por las aguas provenientes de los casquetes glaciares 0 nivales cuspideos.
Sus fonnaciones superficiales son idnticas a las caractersticas de la parte inferior de los volcanes de la
unidad 170: proyecciones piroclasticas antiguas cimentadas en tobas, cangahua y capas superficiales de cenizas recientes.
El modelado de superficie es tambin similar con una excavaci6n parcial de las capas recientes blandas y la
puesta en relieve de los materiales endurecidos de la cobertura antigua (ver unidad 175).
a) Cordillera occidental
Pululahua, 3.356 m. Pequefio volcan con laderas masivas disectadas por la erosi6n lineal. Su centro se abre
en una gran caldera en herradura de 2,5 a 3 km de diametro, hacia el Geste, de donde se escapa un lahar. En el interior,
sobre su fondo piano al parecer heredado de antiguos dep6sitos lacustres, se localizan extrusiones de lavas mas recientes. Una de ellas, el Pondofia, se eleva a 2.969 m. Los flancos externos estan constituidos en su mayoria por
69
10
25 Km
proyecciones piroclasticas gruesas: brechas, escorias y lapilli que parecen indicar erupciones explosivas violentas y
se extienden hasta San Antonio de Pichincha. Es un volcan, deI que no se ha reportado aCli vidad aigu na. pero cuya
edad no parece muy antigua. La superficie de su lahar (unidad 183) no \leva cobertura de cenizas recientes; y por olra
parte. es posible que las proyecciones que cubren Jas ruinas arqueol6gicas de Rumicucho provengan de una de sus
erupciones.
Casitagua, 3.515 m. Situado inmediatamente al Sur dei anterior , se le asemeja mucho. De edad al parecer
mas antigua, presenta laderas mas erosionadas y una gran caldera central. abierta hacia el Norte, cuyo fondo ha evolucionado posteriarmente en glacis.
b) Cuencas inlerandinas.
Iguan, 3.841 m, al Oeste de El Angel. Pequeno volcan de laderas conadas par entalladuras en V, con una
pequena caldera en herradura, abierta hacia el Noroeste.
lIal6, 3.169 m. entre las cuencas de Sangolqui y de Tumbaco. Sus Jade ras estn disecladas, en pequenas
"planzes" triangulares, por profundas quebradas en V, su cima revienla en una caldera abierta hacia el Noroeste
70
Vertiente exlerna
Modelados glaciares cuaternarios
Relieves interandinos
Vertientes superiores
Vertientes inferiores
Cuenca erosionada dei Chota
Piso de las cuencas interandinas
Glacis y modelados interandinos inferiores
Rellenos lacustres, fluvio-Iacustres, localmente coluvionados
I~I
Gargantas y quebradas
Construcciones volcnicas
Relieve volcanicos indiferenciados, muy disectados
Edificios volcanicos, vertientes superiores fuertes
Edificios volcanicos, vertientes suaves y glacis-conos inferiores
----
caldera
Domo
c) Zona subandina
La parte extema dei Reventador (descripcin inclufda en la presentacin deI volcan Reventador. unidad
174)
Pan de Azcar. 3.600 m. Se sita en posicin central deI alineamiento que une el Reventador con el Sumaco.
Es el mas antiguo de los tres, apagado desde hace milenios, y tal vez contemporaneo de la fase antigua dei Reventador. Del edificio original, no subsiste mas que un macizo de forma burdamente circular, con flacos muy disectados
en cuchillas y entalladuras radiales muy densas. Su centro revienta en una depresi6n volcano-tect6nica alargada dei
Sureste al Noroeste ((,antigua caldera?), en el sentido deJ alineamiento Sumaco-Reventador, y ocupada por relieves
desgarrados.
Partes Este y Norte deI Sangay. (descripcin inclufda en la presentacin deI volcan Sangay, unidad J74).
Estos volcanes parecen demasiado antiguos para haber emitido las piroclastitas de la ltima generacin. Por
el contrario, es evidente que contribuyeron a alimentar el potente manlO continuo de proyecciones antiguas, que se
observan actualmente bajo tres formas:
- los productos diversos (alternancias de derrames. lahares, nubes ardientes, piroclastitas, etc.), los que,
removilizados. han contribufdo al relleno detrftico continental de las cuencas interandinas,
- las cenizas e61icas antiguas, blandas,
- las formaciones Hamadas "cangahua". facies endurecida de las anteriores.
71
Cuadro 1.Clasificaci6n tipol6gica de los volcanes activos de los Andes dei Ecuador
Guagua Pichincha
Cuicocha
Quilotoa
Sumaco
Reventador
Cotopaxi
Tungurahua
Sangay
Consideramos a estos volcanes como la fuente de las proyecciones piroclasticas que constituyen los mantos
de cenizas recientes: su espesor disminuye muy marcadamente a medida que su alejantiento es mayor deI cono de
emisi6n.
Una de las secuencias mas demostrativas, a este respecto, es la dei Pichincha. Su capa de cenizas se extiende
hacia Quinind en cl medio costero en donde su espesor es de 80 cm; alcanza 150 cm en San Vicente de Andoas, a
medio carnino entre ellfmite de la capa y el cono de emisi6n; 200 cm en Los Bancos; 300 cm hacia Mindo y 510 cm
en la cima de la vertiente andina externa occidental cerca de Tandayapa.
Su posici6n esta ligada al accidente SSW-NNE, al contacta entre ~ graben interandino y la vertiente interna
de la cordillera andina oriental. Es probable que se ubiquen tambin en la intersecci6n de direcciones secuildarias,
coma parecen indicarlo los alinearnientos transversales de los edificios (Fig. 16).
Por su altitud elevada, esos nevados tienen todavfa un casquete glaciar importante. Sin embargo, los rasgos
72
de modelado glaciar son visibles en altitudes muy inferiores al limite actual de las nieves (cerca de 4.600-4.800 m) y
muestran vertientes recortadas por valles glaciares con perfil en U y llenas de complejos escalonados de morrenas.
Esos modelados son heredados de la retracci6n generalizada de los glaciares. Las morrenas mas bajas han
sido fechadas entre 10.000 y 16.000 aiios, es decir, correspondientes al ultimo glaciar; en cuanto que las morrenas
abandonadas en las partes superiores de los valles se escalonan entre 900 y 4.000 aiios (c. M. Clapperton y C.
McEvan, 1986). Esta comprobado entonces que esos dos edificios ya estaban construidos, con una configuraci6n
similar a la actual, durante las ultimas grandes fases de enhielamiento cuaternario.
Los glaciares actuales se mantienen sobre casquetes cuspfdeos y no se prolongan mas que en las partes rio
arriba de los grandes valles glaciares abandonados, los que recortan los conos hasta su base.
Cotopaxi
Latitud Sur: 0 0 41', longitud Oeste: 78 0 26'
Altitud: 5.897 m
Desnivel relativo: 2.800 m
El Cotopaxi es uno de los mas grandes volcanes dei mundo; es tambin el mas alto volcan activo. Es un magnffico edificio c6nico gallardo, cubierto de un casquete de nieves y hielos permanentes por encima de 4.800 m.
Constituye la separaci6n de las cuencas de Quito y de Latacunga, las que domina desde sus 5.897 m.
Posee flancos rectilfneos muy empinados, cercanos al perfil de equilibrio en la parte superior, y profundamente esculpidos por grandes valles glaciares radiales. Llenos de numerosos dep6sitos morrnicos escalonados, estos valles estan aun ocupados, rfo arriba, por la terminaci6n de los glaciares actuales, y remodeJados por las corrientes
hfdricas dei deshielo de esos glaciares. El remodelamiento glaciar es sensible en la totalidad dei edificio, al parecer
por causa de su gran altura (casi 6.000 m) que favorece las precipitaciones, la alimentaci6n y el mantenimiento de una
importante capa de hielo. El edificio tenfa en una forma muy similar al actual durante el ultimo glaciar y sus
erupciones posteriores no aportaron mas que retoques menores a su morfologa de conjunto.
Sus Jaderas exponen los productos piroclasticos deI cono, compuestos por una sucesi6n de capas de espesor
entre decimtrico y mtrico deescorias, lapilli y cenizas arenosas. Las coladas de lava parecen mucha menos
abundantes que las proyecciones, situandose las mas recientes al Noroeste deI edificio actual.
Su cima esta ocupada por dos crlteres encajonados, con forma circular: un crater extemo de cerca de 800 m,
encerrando a uno mas pequeiio de alrededor de 250 m de diametro y de unos cien metros de profundidad.
Su historia geol6gica parece ser relativamente compleja. El Cotopaxi actLial es un estrato-volcan, pero esta
asentado sobre los restos de un antiguo edificio total mente destrufdo, al parecer por explosiones, de las cuales el
Morurco 0 Picacho al Sur (4.840 m) constituirfa el unico testigo facilmente identificable, considerado coma uno de
los bordes de la antigua caldera (Hantke et al., 1966 y Hradeka et al., 1974). Si pocas observaciones geomorfol6gicas
permiten confirmar esas interpretaciones, la gran abundancia alrededor deI edificio de facies brechosas poco consoIidadas con numerosos bloques angulosos, parecen indicar la existencia de antiguos episodios muy violentos que
contrastan con las ultimas emisiones compuestas de delgadas capas piroclasticas alternadas y concordantes. Es con
esta fase que podrfan relacionarse las gruesas capas de piedra p6mez de las cuencas de Quito y Latacunga.
Los productos emitidos se componen de lavas andesfticas y dacticas y de una gran cantidad de piroclastitas: aglomerados, brechas, escorias, pomez y tobas. Las facies mas antiguas son mas silfceas y de composici6n dactica a riodactica con pyroxeno, hornblenda y biotita, con 70% de Si02; mientras que las ultimas son tfpicamente
andesitas con hypersteno y augita, conteniendo entre 57 y 60% de Si02 (Hradecka et al., 1974).
Volcan hist6ricamente muy activo, el Cotopaxi se caracteriza por tres tipos de fen6menos:
- Una gran extension de los lahares, provocados por los deshielos (parciales 0 totales) de su cobertura de
nieve y hielo, consecutivamente a fen6menos de recalentamiento interno con 0 sin episodios eruptivos. Los escurrimientos de tipo lodoso asf provocados (mezclas de facies volcanicas y de deshielo deI manto glacio-ni val) recubrieron, de manera a veces catastr6fica grandes extensiones hacia Limpiopungo y el valle dei Rfo Pita al Norte (en
1877, segun T. Wolf, 1982),0 hacia la cuenca de Latacunga al Sur.
- Erupciones explosivas, originarias dei crater, y acompaiiadas de grandes columnas de gas,humos y proyecci6n de espesas capas de piroclastitas (peleanas, escorias, lapilli y cenizas) sobre los relieves circundantes. El ultimo perfodo eruptivo muy activo se produjo entre 1877 y 1904 (fecha de los ultimos derrames de lava conocidos).
- Una actividad fumar6lica, contfnua, localizada en la cima de los dos crlteres encajonados. Los dos ultimos
periodos de recalentamiento tuvieron lugar en 1975-1976 y en 1990, provocando en la parte superior suroccidental
dei cono un deshielo parcial de la cobertura glacio-nival. No se excluye que esos fen6menos, todavia localizados,
sean los signos que anuncien una nueva fase de mayor actividad.
73
Tu n2urahua
Latitud Sur: 128', longitud Geste: 78 27'
Altitud: 5.016 m
Desnivel relativo: alrededor de 3.000 m
El Tungurahua es un joven estrato-volcan, constitufdo por un magnffico cono gallardo, de forma casi
simtrica y con Jaderas escarpadas y rectilfneas cercanas al perfiJ de equilibrio, de 30 a 35. Se localiza en el sena de
la cordillera oriental en donde rebasa directamente el sustrato metam6rfico, en la proximidad de la confluencia de los
rfos Patate y Chambo, dominando la ciudad de Banos de alrededor 3.000 m.
La huella glaciar no es visible mas que en la parte superiar dei cono. La altitud mas baja (5.016 m) dei
Tungurahua explica la existencia de un manto glaciar menos importante y menos extenso, a pesar de su posicin en
la garganta dei Rfo Pastaza, lugar privilegiado de entrada dei aire humedo amaz6nico. Por otra parte, su vertiente
occidental es en parte posterior al maximo glaciar.
Se trata de un cono histricamente muy activo, cyyas [aderas muestran una zonificaci6n notable:
- Testigos de la construcci6n de un volcan mas antiguo con algunos restos de sus flancos bajo la forma de pequenas "planzes" triangulares inclinadas hacia el Norte, aparecen al Sur de Banos.
- Sus flancos orientales y meridionales son recortados por las profundas entalladuras de los glaciares cuaternarios y escurrimientos hfdricos; algunas estan ocupadas por derrames recientes. Esos paisajes pasan sin transici6n
a los modelados glaciares que se extienden ampliamente en el flanco Sureste dei edificio actual, donde se terminan
mediante un abrupto de forma curva (una "Somma") que culmina hacia 4.300 m y que representa la Ifnea de cresta dei
antiguo edificio.
- Su mitad occidental, esta por el contrario constitufda par flancos rectilfneos, con pendiente fuerte y poco
entallados, que descienden hasta el valle dei rfo Chambo. Se trata en efecto de la ultima fase dei volcan, representada
por un cono reciente, encajonado en la parte noroccidental deI volcan antiguo. Es evidentemente de modelado mas
reciente, ya que tiene muy pocas huellas de erosin glaciar. Recubiertos por espesos depsitos de materiales
piroclasticos finos (lapilli y cenjzas), esos flancos son recorridos por pequenas entalladuras radiales poco profundas,
debidas a escurrimientos hidricos de superficie.
Este edificio no tiene actualmente mas que un casquete cuspfdeo limitado de nieves y hielos, rodeando una
cima compleja. Su crater bien definido en forma de embudo, pero excentrado en 10 alto de la ladera Noroeste, es de
forma circular, y con un diaroetro de alrededor de 800-900 10; es dorninado hacia el Sureste por la cima actual a 5.016
m.
De este crater, cuy a boca da hacia el Noroeste, provienen la mayoria de las manifestaciones recientes; tanto
las espesas capas de piroclastitas de los flancos occidentales que las corrientes de lava que bajaron sus laderas hacia
los rios Chambo al Geste y Pastaza al Norte 0 en los alrededores de la ciudad de Banos.
Los materiales emitidos, homogneos en su conjunto, se componen principalmente de grandes cantidades
de proyecciones piroclasticas asociando escorias, piedras p6mez, lapilli y cenizas, y de depositos peleanos (nubes
ardientes) asociados con corrientes de lava y lahares. Las lavas mas antiguas son andesitas porfuiticas con fenocristales de plagioclase, hornblenda, augita (diopsfdica), hipersteno y olivino. Las mas recientes muestran una basicidad
mas clara y son de tipo basaltico con fenocristales de plagioclase, hipersteno y olivino (DGGM, mapa geol6gico a
1:100.000 de Banos, 1980).
El Tungurahua presenta una gran actividad histrica. Asf, desde 1850 por 10 menos una decena de periodos
de actividad se sucedieron. La mayorfa de las ultimas manifestaciones son de tipo explosivo, vulcano-peleano, con
fuertes explosiones y proyecciones de grandes cantidades de piroclasti tas , emisiones de nubes ardientes, y en segundo lugar derrames de lava y lahares. La ultima, muy importante, se produjo en 1944. El crater es actualmente sitio
de fumarolas.
Esas manifestaciones constituyen un gran peligro potencial, sobre los flancos occidentales, recientes dei
volcan actual, por abajo de la parte inferior dei crater actual.
74
Situado sobre la vertiente andina de los Andes, fuera de toda vIa de comunicaci6n, el Sangay es uno de los
volcanes mas activos dei mundo. El Sangay tiene en su parte superior un pequeno casquete que parece mas nival que
glaciar, pero la presencia de pequenos glaciares cuspfdeos locales no se debe exclufr. Su identificaci6n en fotos
areas es imposible y su papel, extremadamente limitado, no modific6 la morfologfa volcanica original.
Una interpretaci6n minuciosa de los documentos areos muestra par 10 menos tres generaciones sucesivas
en la construcci6n de este gran estrato-volcan, que aparece coma un edificio sobrepuesto sobre los relieves subyacentes de la cordillera oriental (Fig. 18).
Aproximadamente a 5 km al Suroeste dei volcan actual se localiza un antiguo edificio rasgado (un protoSangay, unidad 168), rebasando el sustrato metam6rfico de la cordillera oriental con un modelado caracterfstico en
cuchillas disectadas, agudas, muy den sas y orientadas segun direcciones preferenciales. Esos relieves han sido totalmente remodelados por los glaciares cuaternarios.
En la peri feria Noreste y Noroeste deI cono actual, se levantan testigos triangulares de antiguos tlancos,
fuertemente disectados por una red densa de barrancos estrechos y profundos, perfilados en V. Estn separados por
corredores por donde bajan los torrentes de lahares y de proyecciones piroclasticas actuales. Seglin su pendiente y
morfologfa, pareciera tratarse de restos de un edificio de mayores dimensiones que el actual Sangay.
El magnffico co no simtrico actual es la liltima fase de esta evoluci6n, atestiguando la migraci6n de la actividad hacia el ENE. Sus vertientes son rectilfneas y recorridas par una red superficial radial no encajonada y recubiertas por piroclastitas, y derrames limitados a proximidad de las bocas de erupci6n. En su mayorfa se trata de vertientes de escombros, formados por el descenso de los materiales inestables sobre sus pronunciadas pendientes, cercanas a las de gravedad.
Estos flancos se prolongan al Este y al Sureste, hasta el contacto con los relieves amaz6nicos, mediante
varias generaciones de glacis-conos de esparcirniento, Jocalmente afectados por pequenos desniveles tect6nicos meridianos, y disectados en paisajes de "bad-lands" par grandes barrancos estrechos y profundos.
Su historia volcanica no parece entonces muy compleja y las diferentes fases de la construcci6n no han estado separadas por largos perfodos de calma 0 episodios de destrucci6n muy marcados.
Su cima es compleja. Se compone de tres bocas alineadas ENE-WSW. La mas pequena, al Este, parece estar inactiva. En 1956, el crater central, de alrededor de 100 m de diametro, estaba el sitio de importantes emisiones de
humo, proyecciones y lavas que bajaban por la ladera Norte, en direcci6n dei rio Namaquimi, provocando una escotadura en la cobertura de nieve.
En 1981, la actividad principal se desplaz6 en el crater occidental, proyectando piroclastitas y lavas sobre
las laderas Noroeste y Oeste, mientras que el talud de escombros de la vertiente Norte estaba totalmente cubierto por
la nieve.
La actividad volcanica actual, fumar6lica y explosiva, es permanente y cercana a la actividad vulcaniana tfpica con producciones de grandes cantidades de piroclastitas, de derrames de lava y lahares cuyos efectos son particularmente visibles en los valles de la red hidrografica naciente dellado ariental. En funci6n de los vientos dominantes, que soplan hacia el Oeste-Suroeste, las cenizas proyectadas ininterrumpidamente se depositan sobre los modelados glaciares preexistentes, en donde difuminan las fonnas glaciares originales bajo una espesa capa fosilizante,
prolongandose con rumba hacia Palmira-Guamote en la cuenca interandina.
Las lavas emitidas son andesitas y andesitas basalticas con olivino, augita e hipersteno (M. Hall, 1977).
7'5
Fig. 18. El volCAn Sangay
Ca~owafia geomorio:69Ic~
10
25 Km
In
E~t:1 s:luiido ~0hre Ir. lade!"2. Sil!" dei ar.tig.lll) vok:in erosiqr;ado CrJlac'achi (4. ~\39 m), para el cl)al parece
representM una chimen'c'J I.erminal par~~!a El Cu!cocha es hoy M hecho, :~r. crater de expli:.si6n (inlcrpretaci6n mas
acertada que la de caldera l, ocupado prw un lago d;: forma 0'. alada rie ',5 km
E~tc a Oe~re por 2 km de Norte a Sur.
Se situa al centro de un pequen CODO tru'lcado ::le baj(1 desni vd. Sl'~ vert ient.;s externas en pendiente -,;uave, estan
poco desarrollada~ y ~e Lermman er. la verticaliciad dcllago pr-r ac:antilados abruptl)s d~ cerca de 100 m de desnivel
sobre su lader" Sur, pCfC' CJue :>e aproxirr.an a los 250 r:1 al NllC (ver tctmbin la de,cripcin de la unidad 181).
En el centro deI lago emerger. dos islotc5 separado~ pl):' un pfqlieno canal. Ellslote occidenlal esta constituicio po!" dos pequeIos dom os vo\c;\nil;()'. '-"'ll~scenle~. l'l isloLC oric!lt:: :;e comrone de un" sola extrusion, pero
conserva sohre su lader::i Norte un acamihlr1 ahrl!pto. v\::stigw de un cu;1l10 edificjo (runcad0. Cunstituldos por lavas
andcsfticas, son el te:>tir!1cnio de :,;uh,d:b Vi.'CO;:lS df' iava :lI parte',;er postcriores a las ultifllas manifestaciones
explasiva!>.
Mientras que las r0ca~ del hasamen:v. C0~jtitutjYas del volcan L0t.'1cadli :>on andesitas gris-rojizas con
plagioclast' y bi0ti~J. IDs proliuC10S rl~l C~iC0dl\ ~011 de s')rnpc!~ici6n daciticCl a riod;Jcftica (DGGM, mapas geolgicos a \'\00.000 cie Iharra v Otavalo, 10S).
Todc~ :>us produc!:\s n~uestran !.:tLI aet; vidad fuert':'lnln~c ('xl~lsiva. COli excepcin de los bordes gue rl)-
ne
76
Paisajes de cordillera
Palsajes amaz6nicos
~
~
c=J
Entalladuras y quebradas
CS]
Abruptos y desniveles
~
~
c=J
Fase reciente
EIIiII
_
Fase antigua
dean ellago en donde afloran los productos dei desembocamiento (brechas vo1canicas con bloques de lava de tama'io
decimtrico en una matriz piroclastica arenosa mas 0 men os endurecida), la mayorfa de las emisiones provenientes
dei Cuicocha son piroclastilas entre medianas y finas, compuestas principalmente de lapilli, escorias, tobas, p6mez y
cenizas, que parecen haber sido emitidas en una sola fase, de corla duraci6n, posterior a la fonnaci6n de la caldera por
explosi6n. Afeclan sectores relativamente limitados a los alrededores dei volcan pero son particularmente abundames al Sur y al Sureste en donde se elabor6, por remoci6n de esos productos, un gran glacis de esparcimiento coluvio-aluvial. Lleva en su superficie una capa de cenizas recientes de aproximadamente 1 metro de espesor.
Pichincha (Gua~ua)
Localizado inmediatamente al Geste de Quito
Latitud Sur: 0 II', longitud Geste: 78 38'
A1titud: 4.782 m
Desnivel relativo: 1.800-2.600 m (Su base esta entre 3.000-3.200 m al Este y 2.000 - 2.200 m al Geste)
El Pichinca es tambin un volcan con historia compleja. Enonne macizo de mas de 25 km de base, se
compone de por 10 menos dos edificios sucesivos pegados, que atestiguan una migraci6n de la actividad hacia el
Geste. Pero es probable que los contrafuertes situados mas al Este, en la verticalidad de las urbanizaciones occidentales de Quito, conocidos bajo el nombre de Cerro Ventanillas 0 de Las Antenas (4.002 m) al Norte y Cerro Cruzloma
(4.016 m) al Sur, sean los testigos de una fase mas antigua.
77
AI Este, el Rucu Pichincha es un voldn, hoy apagado, que representa una fase antigua de construcci6n.
Domina directamente Quito por flancos masivos recortados en pequefias "planzes" triangulares con pendiente
fuerte y entalladas de valles en gargantas, en el fondo de las cuales las corrientes torrenciales consecutivas a fuertes
aguaceros, constituyen una de las amenazas mas graves para la ciudad de Quito. Su parte superior, que culmina a
4.640 m, lIeva las huellas de una intensa erosi6n glaciar cuaternaria y se compone de cuchillas agudas con acantilados rocosos dominando vertientes de escombros bien desarrollados sobre los flancos de los antiguas valles glaciares.
Sobre su vertiente occidental, se levanta el Guagua Pichincha, edificio mas reciente que culmina a 4.800 m.
De fonna globalmente c6nica, fue destruido casi total mente por una explosi6n y no queda mas que una porci6n de
una gran caldera en herradura, abierta hacia el Suroeste, de 4 km de diametro y de 700 m de profundidad (Guagua,
fase 1). El edificio subsiste solo por sus partes oriental y nororiental, en fonna de cuerno. Sus paredes internas, muy
inestables, muestran en su parte superior, una alternancia de derrames de lavas masivas, recubiertas por vertientes de
escombros en la parte inferior. Los flancos externos son ya sea vertientes de gravedad sobre piroclastitas (El Arenal),
o bien puntas volcanicas residuales, y estn lardeadas par algunos derrames y diques radiales.
Sobre su piso interiar, hacia 4.000 m, se edific6 otro volcan mas reciente (Guagua, fase 2), mas pequeno,
que culmina hacia 4.500 m, tambin parcialmente destrufdo por una segunda caldera de 1,5 km de diametro y de la
cual no subsiste mas que la Jadera Sur. En el interior, alrededor de un domo de lava situado cerca de la extremidad
occidental se localiza una importante actividad fumar6lica con dep6sitos de azufre, visibles tambin localmente en la
base de la ladera de la caldera interna. La actividad actual se localiza entonces a unos doce kil6metros de Quito.
Aunque los materiales constitutivos de los diferentes edificios comprenden lavas y piroclastitas alternadas,
los rasgos morfol6gicos actuales de esos volcanes son testigos de una actividad explosiva dominante, de estilo cercano al peleano, con emisi6n de grandes cantidades de proyecciones. Las lavas son andesftas porffriticas con plagioclases y piroxeno, las de las ultimas erupciones son dacitas con hornblenda (DGGM, mapa geol6gico al: 100.000 de
Quito, 1980).
Ouilotoa
Situado a 30 km al Oeste de Latacunga
Latitud Sur: 0 51', longitud Oeste: 78 54'
Altitud: 3.914 m, ellago de agua dulce esta a 3.500 m
Desnivel relativo: 300 a 700 m
Ocupa una situaci6n excepcional en el valle dei rfo Sigchos, deI que contribuye a cerrar la parte rio arriba.
Esta ultima est.localizada en un "graben" sobre una falla meridiana y ubicado en la cordillera occidental. El volcan
es una construcci6n original de pequena dimensi6n, con un cono rebajado casi perfecto, y laderas de perfil rectiHneo
pero fuertemente erosionadas por barrancos y gargantas radiales. Su desnivel es debil, ya que se eleva a partir de los
relieves subyacentes situados entre 3.200 m al Norte y 3.600 m al Sur. En el centro se situa un gran crater - al parecer
caldera de hundimiento - que destruy6 la parte central deI edificio. Est. ocupada por una laguna circular de 2 km de
diametro, rodeada de paredes abruptas inestables desarrolladas en proyecciones debilmente consolidadas.
Estas ultimas son de extensi6n muy limitada y se componen casi exclusivamente de cenizas arenosas, lapilli
y piedras p6mez, con estratificaci6n clara, constituyendo los afloramientos de las vertientes pero tambin el material
de los niveles de relleno con removilizaci6n fluviatil situados al Sur, al Este y al Norte. Aigunas coladas de lava son
visibles en el fondo de las entalladuras, al pi de la vertiente Norte; son dacitas con plagioclases, hornblenda, biotita
y un poco de cuarzo (DGGM, carta geo16gica al: 100.000 de Latacunga, 1980).
Su mayor perfodo de actividad no es muy reciente, ya que sus laderas fueron recubiertas, posterionnente a
su abarrancamiento, por una capa de cenizas recientes de esperor mtrico, originarias dei Cotopaxi (A. Winckell, C.
Zebrowski et al, 1994, en publicaci6n).
La actividad actual se limita a despejes de vapores en el centro dellago (ver la descripci6n de la unidad 181)
Y localmente sobre las paredes internas de la caldera (?).
78
79
El examen de las fotos areas muestra un co no muy gallardo y simtrico que se compone de dos partes distintas:
- Laderas inferiores de perfil c6ncavo que emergen suavemente dei bosque y luego se acentuan progresivamente hacia 10 alto. Presentan un modelado relativamente disectado por una red densa de barrancos radiales.
- Un cono superior, que se superpone al anterior. Sus !lancos se empalman casi exactamente sobre los anteriores con un angulo bastante claro; son netamente mas suaves, en su parte inferior, que Jos subyacentes pero se
elevan luego rapidamente hasta la cima. Estan poco disectados, no tienen mas que algunas estrfas radiales debidas al
escurrimiento hfdrico y parecen mas recientes que la base dei cono. Existirfa entonces ahf, marcas de la construcci6n
de dos edificios superpuestos, silUaci6n unica en Ecuador e hip6tesis merecedora de una investigacl6n mas profunda.
Su cima tendrfa un crater con un diametro de algunos centenares de metros (M. Hall, 1977). Hemos visto
tres pequenas bocas alineadas hacia una direcci6n SSE-NNW; la mas grande en la extremidad Norte es un crater de
200 m de diametro.
En cuanto a su actividad, existe la misma incertidumbre. Nadie senala alguna erupci6n de este volcan, 10 que
explicarfa la presencia de una cobertura forestal muy significativa sobre sus vertientes. Pero la frescura de sus Jaderas
superiores y su excelente estado de conservaci6n general en una zona con fuerte lluviosidad implican, con toda
evidencia, erupciones poco antiguas.
Los materiales emitidos son poco conocidos pero las morfologfas visibles sobre fotos parecen indicar un
claro predominio de las proyecciones piroclasticas. Las pocas roc as analizadas (M. Hall, 1977) son tefritas y basanitas con augita, plagioclase, un poco de olivina, hornblenda y feldspatoides (hayna y noseana). Es el unico volcan
de Ecuador que haya emitido rocas tan deficitarias. Esta caracterfstica esta relacionada con su posici6n muy oriental,
en relaci6n con la estructura de la zona de subducci6n actual. i,Pero porque el Reventador, en una posici6n casi
similar, emiti6 lavas diferentes')
El
ori~en
Numerosos paisajes amaz6nicos, subandinos y periandinos se caracterizan por una cobertura piroclastica,
80
homognea y regular y por los andosoles que genera. Siete edificios volcanicos repartidos en dos alineamientos
submeridianos, con altitudes comprendidas entre mas de 5.000 m hasta menos de 1.500 m, presentan una morfologia
c6nica que denota una actividad volcanica y una edad hol6cena. Pueden ser considerados como las fuentes mas
probables de esos materiales:
- El Pan de Azucar esta en via de desmantelamiento y definitivamente apagado. Por el contrario, el pequeno
volcan de "La Bonita", con fonnas claramente mejor conservadas, podrfa jugar un papel nada desdenable.
- El Sumaco esta casi intacto con sus tres crateres principales; no se senala de l ninguna actividad hist6rica,
pero sus formas frescas indican una actividad relativamente reciente.
- El Cotopaxi y el Tungurahua estan intactos y la historia ha registrado sus despertares epis6dicos, que
consistieron sobre todo en lahares, corrientes de lava 0 sismos y emisiones de proyecciones.
- En cuanto al Reventador y al Sangay, su actividad volcanica se mantiene, de acuerdo a ritmos mas 0 menos intennitentes pero de baja intensidad.
Los otros, Cayambe, Antisana, Quilindana y Altar, no parecen ha ber emitido desde hace mucho tiempo
nada mas que lavas y lahares, muy puntuales. Es a es lOS volcanes a los que hay que relacionar con las lavas masivas
que se insertaron hace tiempo en los valles que cruzan la cordillera oriental, deI Antisana hacia el Valle dei Rio
Quijos, y deI Tungurahua en el Valle dei Pastaza. Ahora estan disectadas en consolas colgadas a las laderas de los
valles, tomando aspecto de terrazas suspendidas, con abruptos columnarios, recubiertos de cenizas evolucionadas,
generadoras de andosoles perhidratados.
Tal vez no existe ninguna relaci6n entre el recubrimiento piroclastico espeso que se extiende sobre largas
superficies de la Amazonia ecuatoriana y el tipo de actividad de la cual son testigos los conos mejor conservados 0 los
que se han reconstituido constantemente. Las escupidas actuales deI Reventador y dei Sangay son las que pueden
acrecentar los terriles piroclasticos, cumbres de las cuales emergen, pero parecen incapaces de fosilizar los espacios
aledanos bajo sus caidas.
Parece ser necesario atribuir el origen de esas coberturas piroclasticas a episodios pasados de un volcanismo
mucho mas intenso que el actual. En efecto, no hay que olvidar que la circulaci6n atmosfrica dominante de los
vientos alisios tiene una direcci6n orientada hacia el Oeste y el Suroeste. Este componente caracteriza el conjunto de
las coberturas originarias de los volcanes de la Sierra, que se alargan asf todas, hasta el medio costero. Ahora bien, en
Amazonia, las coberturas piroclasticas constituyen una capa que se prolonga en alrededor 80 km hacia el Este, a
contra corriente de los vientos dominantes. Es imposible tratar de explicarlas con cambios eventuales de esas
circulaciones, ya que en la misma poca las proyecciones se depositaban sobre las regiones costeras segun esta regla.
Por otra parte, los conos actuales estan visiblemente encajonados en los vestigios de estructuras mas antiguas y de extensi6n mucho mas grandes: i., caldera 0 crater de explosi6n ?
Consideramos entonces razonable admitir que estos 7 volcanes recientes conocieron, a 10 largo de un pasado
reciente, explosiones violentas, afectando regiones distantes de aproximadamente 80 kil6metros para explicar la
repartici6n des piroclasticos sobre los paisajes dei piedemonte amaz6nico.
81
Dimos a esta apelaci6n un sentido relativamente restrictivo: las altas cimas recubiertas de un casquete glaciar y/a de nieve permanente. Por este hecho, no seguimos la acepci6n ecuatoriana dei trmino. por cierto bastante
ambiguo. ya que basta una simple cafda de nieve 0 de granizo, para que el Atacazo 0 el Coraz6n, por ejemplo, reciban
entonces la apelaci6n de "Nevado".
Es comun encontrar cafdas de nieve en los paramos por encima de 4.000 m, pero su desaparici6n por deshielo es muy rapida, dei orden de un medio dfa. En los Andes dei Ecuador, ellfmite altitudinal normal actual de los
hie los y de las nieves permanentes esta situado alrededor de 5.000-5.200 m, la isoterma promedio anual OC, obtenida por calculo, parece localizada cerca de 4.900-5.000 m. Es en efecto s610 mas alla de esta altitud que la muy corta
duraci6n diaria de las temperaturas superiores a OC no permite una ablaci6n significativa de las precipitaciones
nevosas por deshielo 0 sublimaci6n. Las caidas sucesivas acumuladas se mantienen asf bajo forma de nieves a los
niveles inferiores. luego de "nvs" cuando la capa es mas espesa y que una cierta compactaci6n se haya lIevado a
cabo, y finalmente de hielo, con la acci6n conjugada de los ciclos de helada-deshielo y de la presi6n resultante de la
acumulaci6n de las nevadas renovadas sobre el. mante nivo-glaciar preexistente.
Sin embargo, este rango de altitudes (4.900-5.200 m) no es mas que el piso te6rico dei mantenimiento deI
mante glacio-nival. El lfmite inferior de la extensi6n de los glaciares es notablemente inferior (Cuadro 2).
Cuadro 2. El "enhielamiento" de algunos "nevados" dei Ecuador
NOMBRE
ALTITUD
DE LA CIMA'
Cordillera occidental
lIiniza Norte
Iliniza Sur
Carihuayrazo
Chimborazo
5.120
5.240 (5.248: CAE)
4.960 (5.020: CAE)
6310
4.840
4.840
4.560
4.800
4.840
4.840
4.560
4.800
Cordillera oriental
Cayambe
Antisana
Sincholagua
Cotopaxi
5.790 (CAE)
5.758 (5.753: CAE)
4.893
5.897
4.720
4.880
4.520
4.640
no disponible
4.440
4.520
4.560
Las altitudes fueron leidas normal mente sobre los mapas topogrficos a 150.000 y 1: 100000 delIGM.
Cuando Bevan la mencion CAE. las medidas provienen dei Mapa Aeronutico dei Ecuador a 1:500.000
Estos daros, no esuin disponibles para el conjunto de los nevados dei Ecuador. A pesar de su caracter incompleto, ilustran bien las variaciones de los Hmites dei enhielamiento que dependen de varios factores.
- Primero, la alimentaci6n en nieve es funci6n de la importancia de las precipitaciones. Es asf coma los
relieves expuestos a los flujos de aire humedo proveniente de la Amazonia reciben precipitaciones superiores. El
lfmite inferior de los hielos se situa hacia los 5.200 m en la cordillera occidental 0 la cuenca interandina (comparaci6n
entre los dos l1inizas), pero es notoriamente mas baja (5.000 m) en la cordillera oriental. Asf el Cotacachi (4.939 m,
al Oeste) no lleva mas que un minusculo glaciar y un delgado manto nevado muy epis6dico, mientras que al Este, el
Tungurahua (5.016 m) esta recubierto de un casquete glaciar 0 glacio-nival cuspfdeo permanente.
No debe extranarnos la muy alta posici6n de los Ifmites en el Chimborazo, Iigado evidentemente a su situaci6n en un media climatico muy seco. La mayor parte de las otras cimas con una altitud inferior a 5.000 m s610
presentan nvs en forma muy epis6dica, con exepci6n deI Saraurcu que parece escapar a esta regla. Debido a que
culmina sol6 a 4.678 m, ste lIevarfa nvs hacia los 4.300 m. Parece ser que, por una parte, se beneficia de un enfriamiento local debido a la proximidad de los hielos dei Cayambe y, por otra parte, de una exposici6n muy marcada
a las corrientes amaz6nicas.
Aigunos volcanes de la cordillera oriental, coma el Cotopaxi 0 el Antisana, muestran ademas una disimetrfa
82
muy acentuada entre sus vertientes con una disminuci6n neta dellfmite nevado inferior al Este. Este ltimo desciende
440 m mas abajo sobre la ladera oriental dei Antisana particularmente bien expuesto a las circulaciones amaz6nicas
pero s610 80 m en el dei Cotopoxi (este ltimo valor parece estar subestimado con respecto a la realidad).
- Su protecci6n contra la radiaci6n solar, particularmente asegurada por la presencia de nubes y neblinas,
pero tambin por el manta nevado superficial. Ahf tambin, los relieves de la cordillera oriental disfrutan, por aSI
decir (! i), de condiciones mas favorables.
- La existencia de una inercia trmica, funci6n de la importancia dei volante frigorffico que constituye la
masa frla de nieve y hielo acumulada. Los glaciares descienden tanto mas bajo cuanto mas alto culminen: 5.897 y
4.150 m, respectivamente para el Cotapoxi (segn S. Hastenrath, J981. Ellector interesado consultara con provecho
este estudio muy completa, sobre todos los aspectos dei enhielamiento actual en los Andes deI Ecuador).
- Los efectos deI calentamiento interno. Es aSI coma el Sangay, que a pesar de elevarse a una altura de 5.230
m, no presenta mas que un collar glacio-nival, por razones de su actividad permanente. El poco extenso manto glacionival dei Tungurahua procede sin lugar a duda de una causa similar y, por otra parte, la orilla Suroeste dei crater dei
Cotopaxi es epis6dicamente desnevada a causa de las fumarolas que aquf se escapan.
Aunque no existen altas cimas actualmente nevadas en la parte Sur de la Sierra, se puede evidenciar la
misma gradiente Norte-Sur quela verificada para las zonas de morfologfa gl aciar heredada 0 de paramos, cieftamente
por el doble efecto de la exposici6n a los flujos hmedos amaz6nicos y de la disminuci6n lenta de las temperaturas
promedio hacia el Sur.
Tres cimas, verosfmilmente no volcanicas, situadas en los alrededores de la laguna de Atillo, al Sureste de
Cebadas: el Yanaurcu a 4.580 m, el Achipungu a 4.630 m y el Soroche a 4.720 m, tendrfan (segn los mapas IGM)
mantos nevados que descenderfan, respectivamente, hasta 4.320,4.400 y 4.160 m.
Se trata en sf de afloramientos rocosos y de escombros, pero que se encuentran a menudo recubiertos, segn
algunas tomas de vista area y hasta de satlite (Landsat MSS 10-61 deI 17 de agosto 1978), por abundantes cafdas
de nieve 0 granizos a baja altitud. Una situaci6n similar ha sido observada para todas las demas cimas iguales 0
superiores a los 4.500 m, de la cordillera oriental, coma las crestas rocosas situadas al Sur dei Altar, cubiertas de
nieve 0 de nvs temporales, en relaci6n con los ritmos actuales, de enhielamiento 0 de deshielo, estacional 0 plurianual.
Conviene ademas precisar que estas observaciones fueron hechas en el curso de una dcada de deshielo generalizado (1975-1985). Las coberturas areas recientes paredan indicar una evoluci6n contraria entre 1986 y 1988.
En los afios 1989-1990, un gran dficit de precipitaciones provoc6 una nueva recesi6n espectacular de los mantos de
nieve. Las variaciones dei balance glaciar general alimentaci6n-ablaci6n, se tradujeron entonces rapidamente por
variaciones dei enhielamiento actual, signo de glaciares en situaci6n relativamente precaria.
Geomorfol6gicamente, estas zonas se presentan sobre todo coma casquetes glaciares generalmente circulares conforme a la forma original de los edificios volcanicos. Estos se prolongan por glaciares de valles, radiales que
Forman excrescencias sobre el contomo de los conos, y se terminan en el fondo de val les glaciares sobredimensionados en relaci6n con los glaciares actuales y siempre hacia tras dei ltimo arco morrnico, 10 que confirma su reciente retirada. Sobre los interlluvios redondeados, el mante de nieve esta mucho menos desarrollado y no esta representado mas que por pequefios nvs y glaciares, localizados en unos circos. El magnffico glaciar suspendido de
circo que ocupa el fondo de la gran caldera dei Altar (5319 m) sigue siendo la excepci6n.
Las fuertes pendientes ocasionan aceleraciones locales de la velocidad y la superficie dei hielo, quebrada.
esta muy a menudo ce brada de fracturas transversales: las grietas 0 "sracs". Aigunos presentan aSI un perm longitudinal ca6tico, como en el Chimborazo 0 sobre la ladera este dei Cotopaxi. En la base Norte de este ltimo, figuras
de deshielo. de estilo "penitentes de hielo" de 2 a 5 m de desnivel, recubren la totalidad de la terminaci6n de un
glaciar.
;.Fueron lOJ glaares del Ecuador afectados por un notable retroceso historico?
Paralelamente a la hip6tesi~; de la acentuaci6n dei caracter arido de algunas regiones litorales y de la progresi6n df la dsertificaci6n, nmerosos autores se refirieron a la literatura hist6rica para afirmar que los hielos y
nleves cubrfan, hace algunas decenas de afios 0 algunos siglos, superficies incomparablemente mas extensas que actuai mente.
83
En este enfoque, los trabajos de M. Villavicencio (1858, reedici6n en 1984), E. Whimper (1892), W. Reiss
y A. Stbel (1892-1898 Y 1896-1902), T. Wolf (1892, reedici6n en 1976) y de W. Sauer (1965), para mencionar s610
los mas importantes, atestiguan todos de un manto nevado mas extenso, mas bajo y presente sobre un mayor numero
de cimas que actualmente. Es asi coma el Pichincha, el Coraz6n, el Atacazo 0 el Casitagua se caracterizan coma
"recubiertos de nieve permantes" (contrariamente a los que no reciben mas que precipitaciones de nieve ocasionales),
y el Chi les coma de "cima con nieves eternas y grandes glaciares". Otras ilustraciones muestran por ejemplo el
Cotacachi con un importante manto glacio-nival. Estas afirmaciones parecen confirmarse en las observaciones
hechas por los cientificos de la misi6n geodsica francesa (1736-1743) que relatan en su cr6nica las di ficultades,
encontradas a 10 largo de sus levantamientos, con tormentas de nieve, de extrema violencia sobre las laderas dei
Pichincha.
Nuestro prop6sito no es poner en duda el buen fundamento de estas observaciones, pero relativizarlas (Fig.
19). Por una parte, es diffcil interpretar en estos trabajos si se trata realrnente de nieves y hielos permanentes 0 de
mantos ocasionales provocados por caidas de nieve 0 de granizo a la hora de las observaciones. No es raro observar
hoy en dia tales precipitaciones de nieve 0 de granizo que se mantienen por espacio de un medio dia 0 incluso por
algunos dias sobre el Pichincha 0 el Coraz6n, por ejemplo. Por otra parte, las altitudes mencionadas, expresadas en
medidas antiguas, son diffcilmente comparables con los datos actuales y permiten rara vez aflITnaciones definitivas.
Por ultimo, la confusi6n entre el limite de la nieve 0 hielo permanente y el de la progresi6n maxima de los glaciares,
mucha mas bajo, no desaparece siempre sin ambigedad.
Un estudio exhaustivo y critico de la abundante Iiteratura escrita al respecto seria ciertamente muy instructivo, a fin de valorar con certeza la amplitud de las variaciones de los mantos nevados y glaciares a 10 largo de los
ultimos siglos. En el estado actual de los conocimientos, algunos datos pueden permitirnos una estimaci6n dei retroceso.
- T. Wolf, utilizando las observaciones de W. Reiss y A. Stbel (en las cuales tiene total confianza) da un
limite de las nieves permanentes a 4.742 m en la cordillera occidental (14 medidas), pero a 4.800-5.000 m al pie dei
Chimborazo y a 4.564 m en la cordillera oriental (19 observaciones); el mas bajo alcanza a 4.242 m en el Cerro
Hennoso, ya sea una variaci6n dei orden de 180-200 m a favor de la cordillera oriental, comparables a las observaciones actuales.jEste limite habrfa entonces regresado globalmente de aproximadamente 450 m desde hace un
siglo'
El mismo autor situa el limite inferior de Jos glaciares a 4.542 m en la cordillera occidental (promedio de Il
medidas), pero a 4.295 m en la cordillera oriental (9 medidas), siendo el limite mas bajo alcanzad por un glaciar el dei
Cayamb~ a 4.134 m. Esta segunda serie de resultados confirma las diferencias actuales observadas entre las dos
cordilleras.
- Los estudios recientes de S. Hastenrath (1981) confirman esta rapida subida a 10 largo de los ultimos siglos.
Una compilaci6n de toda la Iiteratura existente le permite afirmar, para las cimas mas conocidas y pr6ximas a Quito
(Pichincha, Atacazo, Coraz6n e Iiinizas), que el limite de las nieves permanentes se encontraba a:
- 4.650-4.675 m en 1.740 y 1.802, respectivamente
- 4.725-4.750 m en 1.872 y 1.892, respectivamente
- 4.800 m en 1.903
- 4.950-4.975 fi en 1.975.
Para los dos voJcanes de la cordillera oriental (Sincholagua y Ruminahui), los limites, muy Iigeramente
inferiores son afectados por variaciones idnticas con excepci6n de la de 1.975 situada hacia 4.875-4.900 m.
i,Acentuaci6n muy reciente dei contraste climatico entre las dos cordiJleras 0 afinamiento de las observaciones mas
recientes?
- Estas observaciones son confirmadas por las ultimas publicaciones de P. Gouze et al, sobre Bolivia (1986)
Yde C. M. Claperton (1983) sobre el conjunto de la cadena andina, que prueban la existencia, desde el fin dei ultimo
gran periodo glaciar, entre 14.000 y 10.000 anos B.P.(antes dei presente), de varias fases de progresos y retrocesos a
partir de la posici6n glaciar consecutiva a la ultima desglaciaci6n, muy proxima de la posici6n de los glaciares
actuales.
Entre estas fluctuaciones, una de ellas conocida coma pequena edad glaciar, "Little Tce Age", se produj6 en
el siglo 14 y se rnantuvo hasta el siglo 18 y posiblemente durante la primera mitad dei siglo 19. Ocasion6 un avance
de los glaciares de aproximadamente 200 m por debajo de su posici6n actual, y la formaci6n dei complejo superior
de morrenas, presente, rio arriba, en la mayor parte de los valles glaciares. El estudio de las formaciones correJativas
permiti6 deducir que este avance estaba mas ligado a un crecimiento de Jas precipitaciones que a un descenso de las
temperaturas (P. Gouze et al.).
84
CHIMBORAZO
{17-07-89}
Fuente: Folografl85 areas, IGM
85
Son casi seguramente las fotograffas de esta situacion las que encontramos en los relatos de los distintos
cientfficos 0 viajeros de los siglos pasados, a veces con algunas exageraciones ...
86
Las quebradas proceden entonces a un recorte de estas unidades segun un dibujo global mente radial y constituyen as un elemento caracterstico deI entorno fsico interandino. Estas son tambin una referencia esencial de la
historia geomorfologica andina cuaternaria.
El origen de estas primeras estribaciones es evidentemente volcnico. En el perodo de las erupciones volcanicas los materiales proyectados caen, y se distribuyen segun procesos de gravedad, para formar las vertientes externas de los conos (unidades 169 a 174). La parte de estas materiales que alcanza la base de los volcanes en
formacin es enseguida removilizada por escurrimientos hdricos, procesos que, por otro lado, estn favarecidos por
la presencla de grandes cantidades de agua, consecutivas a Jas erupciones. Dos series de procesos mayores
intervienen:
- la elaboracin de conos de deyeccin. Localmente coalescentes, se ubican en la desembocadura de los torrentes provenientes de las entalladuras en las laderas de los volcanes,
- una asoeiacin entre tres formas de escurrimientos: superficial en capa, difuso y anastomosado, que provocan un esparcimienlo generalizado de tipo glacis, asislido par va hdrica, ro abajo de los conos torrenciales.
Es as coma se elaboran estas vastos pIanos incJinados, que se elevan lentamente a medida de la edificacin
de los volcanes y de la aportacion de mate rial. Su perfl regular es ligeramente cncavo, moderadamente ondulado al
nivel de los conos de deyeccion coalescentes y luego mas uniforme y con una pendiente suavizada hacia abajo, en
donde estos esparcimientos se conectan insensiblemente con los modelados de los fondos de cuencas.
Este episodio de la elabaracin de los relieves cs practicamente invisible en los afloramientos, puesto que la
topografa original se halla recubierta como el conjunto dei medio Interandino inferior, por espesas proyecciones
piroclasticas. Encontramos aqu el corte tpico con superposicin de las dos generaciones de piroclasticas, que seran
eSludiadas ms delalladamente en la prcsentacin deI medio IOterandino (ver: Las vertientes interandinas Inferiores:
los recubrimienlos piroclaSlicos y el problema de la cangahua), y que son Jalones importantes de la evolucin
geomorfolgica cuaternaria de los Andes dei Ecuador.
- En la parte inferior afloran las proyecciones lIamadas "antiguas", compuestas por la superposicin de capas alternadas, de decimtricas a multimtricas, de cenizas, lapilli, mtercalaciones mas escoriceas y de espesas
capas continuas de blancuzcas piedras pmez. Esta primera generacin esta corn un mente endurecida con facies con
aspecto de tobas, muy coherentes, de gris blancuzco a beige-amarillento: la "cangahua". Las numerosas interestratif!caciones entre estos mantos piroclsticos y los productos emitidos (fluJos piroclsticos, lahares, denames de lava,
etc., como cerca de Tabacunbo 0 alrededor dei grupo Carihuayrazo-Igualata) por los antiguos volcanes de la Sierra,
sin actividad aClual, atestiguan una depositacin contemporanea y la evidente reJacin entre estos productos y esta
generacin de volcanes. Estos depsitos estan siempre recortados por las entalladuras de las quebradas.
- En la parte superior aflora el segundo grupo de proyecciones: capas decimtricas de cenizas mas recientes,
generalmente arenosas, siempre friables. De color obscuro, de caf a caf negruzco, moldean perfectamente la morfologa de superficie, con capas parallelas de uno a dos metros.
Entre estos dos grupos, hay mucho mas que una simple diferencia cronolgica, pus se oponen tambin en
el dominio de la morfognesis y de la pedognesis. Las primeras se depositaron bajo condiciones morfogenticas
poco agresi vas, durante las cuales las transformaciones se limitaron a procesos de esparcimiento, participando as a
la formacin de los glacis-conos al pie de los volcanes.
La diseccin posterior de estos depsitos, cuyas herederas son las que bradas actuales , indica la eXlstencia
de una crisis climatica y el paso, sobre estos glacis-conos, a un escurrimiento en forma concentrada.
Este modelado, recubierto par la cada de las proyecciones recienles, evolucion, despus de esta fosilizacion, en forma menos rapida, mostrando un regreso a condiciones morfodinamicas menos agresivas.
La unidad J 75 del mapa no se limita a los solos glacis-conos, ro abajo de los volcanes. Le hemos incorporado tres categorias de vertientes.
.
- Las vertientes bajas dei Quilotoa. Situadas en idntica posicion topografica, estas vertientes se distinguen
de los glacis-conos por la naturaleza de sus formaciones. Los afloramientos se componen exclusivamente de
proyecciones blanco-amarillentas, sin cimentacin, de lapilli y arenas de la ultima emisin dei Quilotoa, y de una fina
capa de cenizas superficiales negruzcas. En relaci6n con la poca coherencia de estas materiales, la diseccin esta muy
avanzada, mostrando una fuerte densidad de torrenteras y barrancos profundos con laderas rectilneas que dejan
solamente muy escasas partes de interfluvios intactos.
- Las vertientes mferiores deI conjunto Pichincha-Atacazo. Ubicadas al este dei rellano de Quito y sus
estribaciones, son lugares privilegiados de las extensiones urbanas actuales, controladas 0 no, por e,lemplo, las localizadas entre el paso de Lloa al Sur y el de Nono al Norte. Encontramos ah pendientes mas pronunciadas, de 15 a 2025%. Dominan los interfluvios inclinados, a los gue la gran pendiente longitudinal hace ver coma pequeiias
87
"planzes" triangulares. Su superficie ondulada es recorrida por pequefias quebradillas superficiales. La disecci6n es
notoriamente mas marcada y los cortes lineales son casi exclusivamente barrancos profundos, estrechos con laderas
empinadas.
- La totalidad de los flancos de los volcanes Casitagua y Pululahua. Por su morfologia, las laderas de estos
pequefios volcanes (3.515 m y 3.356 respecti vamente), tienen un gran semejanza con Jos anteriores. No obstante las
pendientes son notoriamente mas fuertes, cercanas de un 40% sobre la ladera Este dei Casitagua. Pero su modelado
general, con una disseci6n porcarcavas y barrancos radiales, y sus formaciones superficiales -manto generalizado de
proyecciones antiguas cimentadas en cangahua y capas superficiales de cenlzas reclentes- son similares. El
Pululahua, de actividad mas reciente, constituye un caso un poco particular, ya que posee proyecciones recientes
gruesas, local mente importantes; brechas explosivas, piedras pomez asociadas con cineritas y cenizas.
En 10 que concierne las formaciones superficiales, convienc distinguir entre los tres tipos de elementos que
componen estos paisajes. Por otra parte, con el objeto de simpll ficar la definici6n y la cartografia de los suelos, hemos
reunido las diferentes zonas climaticas bajo el nombre de "humedo", aun cuando las condiciones cllmaticas de la
parte inferior de algunas de estas, al Noreste deI Ilal6 0 hacia Tabacundo por eJemplo, presentan earaeteristicas
cercanas a un clima seco.
En la superficie de los interfluvios, los suelos se desarrollan sobre el manto de proyecciones piroclasticas
recientes de cenizas arenosas entre gruesas y finas, conteniendo poco lapilli. Los sue los, isohumieos, son arenosos y
profundos.
En numerosos lugares, las cenizas recientes superfciales fueron obJeto de una ablacion pareial 0 total por
procesos posteriores: escurrimiento de superficie, pero tambin, probablemente, deslizamientos en masa por pequefios paquetes sobre horizontes arcillosos profundos. El resultado es el afloramiento de las proyeceiones cimentadas antiguas sobre grandes superficies endurecidas y estriles; las diseontinuidades dei sustrato provoean una nlvelacion diferencial en funcion de la resistencia de eada una de las capas eonstituti vas y Forman un relieve en forma de
escalones.
Estas mismas se hallan coronadas por las proyecciones mas recientes, sueltas. que subsisten bajo la forma de
cerros testigos cuya extension va aumentando hacia arriba, en donde todavia puede subsistir el manto continuo. El
contacto esta materializado por un abrupto muy sinuoso con un desnivel que vara de algunos decmelros a unos
pocos metros, siguiendo el espesor de los coberturas originales.
Los suelos obedecen a las rr.ismas reglas de reparticion:
- sobre los afloramientos superiores, son idnticos a los de los precedenles inlerfluvios no disectados,
- cuando la cangahua se encuentra al descubierto, los suelos se vuelven poco evolucionados, de erosion.
Las pequefias carcavas superficiales 0 las incisiones coluviales prescntan los mismos sue los que en los interfluvios. Por otra parte, las vertientes de los barrancos exponen el conjunto de las capas constituyentes: estratos
coherentes de rocas y fonnaciones endurecidas (lavas, breehas, fluJos piroclasticos, lahares, tobas, cineritas y eangahua) 0 niveles friables de proyecciones blandas (cenizas arenosas. capas de lapilli, etc.), en procesos continuos de
derrumbe. Los suelos son entonces poco evolucionados, de erosin.
Las dimensiones de estas entalladuras, labradas por una red hidrogr.fica abundantemente allmentada
durante la crisis climatica consecutiva a la ultima desglaciacion, son desproporcionadas en relacion a las
caractersticas de la red hidrogr.fica actual, muy subdimensionada. Muchas no son objeto de ningun escurrimiento
perenne y funcionan solo despus de precipitaciones de fuerte intensldad.
Todos los volcanes que poseen en la cima, uno 0 mas crateres, fuerol\clasificados en esta categoria. Se trata
de la tenninacion al aire libre de la chimenea por la cual ascienden los gases y los materiales proyectados en el
momento de las erupciones explosivas que caracterizan los estrato-volcanes dei Ecuador. Su profundidad es algunas
veces considerable y las paredes internas raspadas por los arrancamientos ocasionados por el soplo de las explosiones y proyecciones son mayormente subverticales. Los diametros medidos, variables, no exceden jamas unos cen-
88
tenares de metros. La buena conservaci6n de sus fonnas, en materiales no consolidados relativamente sensibles a los
fen6menos morfodimimicos externos, implica una edad relativamente reciente.
Para los imperativos cartograficos, hemos utilizado una sola representaci6n que reune los crateres c6nicos
simples coma el dei Reventador, los crateres disimtricos 0 desbocados coma el dei Tungurahua, los multiples crateres alineados tales coma los dei Sumaco 0 los dei Sangay, 0 los crateres encajonados dei Cotopaxi.
89
"neck" rodeado de paredes rocosas y de escombros, permiten identifcar el emplazaITento de la antigua chimenea.
Es el casa del Sincholagua 0 deI lliniza.
- Una segunda categorfa de volcanes, en donde la cobertura de hielo y nieve no permite defnir y localizar
con certeza la presencia de un crater 0 de una caldera, aun cuando stos sean mencionados en la literatura especializada; coma ejemplo tenemos al Chimborazo 0 al Antisana.
- Una ultima serie esta constitufda por volcanes mas pequefios, no enhielados y apagados desde hace mucha
tiempo; fueron remodelados por los procesos superfciales (meteorizaci6n y desagregaci6n aceleradas por alternancia de los ciclos hie)o-deshielo, procesos de gravedad, escurrimiento superftcial, etc.) que lIevaron a la desaparici6n de crateres por rellenos y derrumbes de sus paredes. Esta difuminaci6n se acentu6 tambin por los recubriITentos piroclasticos originarios de los volcanes mas recientemente activos de su alrededor. Sus cimas son domos
redondeados, con formas masivas y con modelado mas 0 menos ca6tico, coma las dei Sagoatoa 0 el Cubilche.
90
de kilometros, de Este a este, pudiendo su anchura alcanzar localmente 1,5 km; el desnivel total es dei orden de
900 m. Se compone de un amontonamiento de grandes bloques escoriceos entre decimtricos y mtricos. de color
de negruzco a caf-rojizo, muy poco alterados. El examen de las fOlOS areas muestra un derrame con una rara
frescura en donde todas las corrientes dei escurrimiento de la lava son facilmente discernibles. Su colocacion en las
entalladuras fluviales existentes desorganizo total mente la red anterior, ocasionando la formacion de numerosos
lagos pequefios por represamiento (Laguna Muerte Pungu 0 de Secas), y obligo asi a que los escurrimientos se abran
camino entre los flancos de la colada y las antiguas riberas dei valle. 1. Wolf (1892), basandose en actas notariadas
de cesion de tierras entre haciendas por causa de imposibilidad de hacer atravesar el ganado a raiz dei "reventazon de
Antisanilla", estima esta colada de lava ligeramente anterior a 1760.
La segunda es la de Papallacta 0 Potrerillos, en la ladera Norte dei mismo volcan (Fig. 20). Tiene igualmente
por origen un orificio sobre la ladera izquierda de un antiguo valle glaciar, coma a 3.900m, en la salida dei cual se
edifico un pequefio cono desbocado de algunas decenas de metros de alto. La lava emitida sigue este valle sobre 6 km
en direccion Noreste, originando, por contencion. la formacion de tres lagos: uno grande rio arriba y dos pequefios en
las confluencias con sus tributarios secundarios sobre la ribera derecha de la colada. Pero 10 mas espectacular es su
terminacion hacia los 3.350 m, justo arriba dei puebla de Papallacta, sobre la ruta Quito-Amazonia. Ahl. la lengua de
la colada de lava compuesta por grandes bloques escoriaceos en mas de un centenar de metros de espesor, desemboca
en el antiguo valle glaciar deI rio Tambo. que atraviesa a todo su ancho de 500 m aproximadamente. hasta unirse con
su ribera Norte. Es asi coma constituyo una magnifica presa de contencion natural. detras de la cual esta retenida la
laguna dei Papallacta. Se trata de una barrera porosa en el sena de la cuallas aguas se infltran y descienden luego en
cascadas hasta el pueblo de Papallacta, a unos 250 m rio abajo. Lo que explica las fuertes variaciones de niveles de
esta laguna tan tributaria de su alimentacion, ya que el caudal de su exutorio puede ser considerado como
relati vamente constante. Este derrame dataria de 1773. seglin los informes recopilados por T. Woi f (1892).
Las otras corrientes de lava identificadas en el valle de Pifo y Papallacta, son todas ellas mas antiguas,
prehistoricas y casi siempre recubiertas de piroclastitas mas recientes, con una meteorizacion y una cubierta vegetal
significativa.
Representamos tambin en esta categorfa, las coladas de lava, recientes a actuales, que recubren el cono
actualmente activo dei Reventador. incluyendo las de la erupcion de 1976.
91
92
mitar pero de aspecto mas complejo, y ocupado ademas por los restos de una segunda caldera, un domo de lava y
sitios de fumarolas (ver la unidad 174)
La vegetaciOn esta claramente estratificada. Arriba, los pisos superiores rocosos, pedregosos 0 arenosos
que caracterizan a todos las agujas supra-glaciares, constituyen un medio minerai donde se desarro\lan solamente
musgos y Ifquenes. Abajo, la vegetaci6n clfmax es el paramo: estepa de altura, herbacea baja y sin arboles. Sobre los
bordes, en las incisiones y hondonadas 0 en posici6n de abrigo al pie de los relieves, se extiende la densa vegetaci6n,
de arbustiva a arborea, prena y diffcilmente penetrable de matorral, remplazada localmente par islotes de vegetaci6n
mixta. Estos son maleza arb6rea, arbustiva 0 herbacea con helechos numerosos que caracteriza zonas en proceso de
recolonizaci6n, luego de un desmonte y de su abandono.
La utilizaci6n agricola de los paramos se limita a los terrenos de recorrido 0 de pastoreo extensivo para
ovinos coma en la provincia de Chimborazo, 0 para bovinos acorralados naturalmente en el seno de inmensidades
solamente delimitadas por trincheras ahuecadas de algunos metros de profundidad y de ancho. Pero, en las zonas interandinas donde la presi6n demografica es la mas fuerte (regiones de Chimborazo y de Bolfvar), las partes mas bajas de aigu nos paramos son objeto de desmontes localizados y progresivos para la implementaci6n de parcelas destinadas al cultivo de papas y de habas, asociadas a la crfa ovina y bovina. Bajo condiciones climaticas tan diffciles,
tales actividades representan una utilizaci6n marginal y extremadamente riesgosa.
El conjunto de los paisajes volcanicos superiores, siLUados en pisos climaticos similares, soporta los mismos
tipos de cubierta vegetal. El piso minerai superior (paredes rocosas, coladas de lava, desprendimientos y vertientes
recubiertas de proyecciones piroclasticas arenosas) no \leva mas que musgos y Ifquenes, mientras que los pisos
inferiores estan cubiertos con paramos y matorrales. A pesar de eso, son objeto de una utilizaci6n turfstica naciente
y para practicas de caminatas en montana.
Por el contrario, los glacis-conos de la parte inferior de los edificios volcanicos ocupan una situaci6n privilegiada al contacto con el media interandino y soportan una utilizaci6n agrfcola algunas veces intensa. Sobre estos
modelados relativamente suaves, se localizan principalmente las culturas dei piso superior interandino frio, lugar
predilecto de la papa, asociada a la haba, a las praderas y localmente a la cebada. Las partes inferiores de estos
paisajes alcanzan tan seguido la transici6n climatica hasta los fondos secos de las cuencas y lIevan cultivos de mafz
en la zona de Otavalo, 0 sobre el contomo Sur de la cuenca de Ibarra al pie de los volcanes Imbabura y Mojanda.
En 10 que concierne la morfodilUimica actual, se trata globalmente de un conjunto de paisajes todavia relativamente poco afectados por los fen6menos de origen antr6pico.
La evoluci6n dominante es aun de origen naturaJ y esta ligada al volcanismo; los edificios con actividad
actual persistente 0 cfclica (unidades 172 a 174) muestran una dinamica acelerada.
Las cardas piroclasticas continuas sobre las [aderas dei Sangay provocan un rejuvenecimiento rapido de su
cobertura, su bajada por gravedad y su transporte por vfa hfdrica rio abajo; alimentan luego aluvionamientos excesivos que perturban la red hidrografica amaz6nica en este sector. Estas cafdas se encuentran a 10 largo de grandes
distancias, enchapados sobre los relieves glaciares y de paramos situados al Oeste y al Suroeste 0 recubrimientos de
cenizas en las estribaciones y la cuenca de Guamote-Palmira-AlausL Parecerfa que las dei Reventador afectan zonas
mas limitadas y muy poco conocidas sobre la cordillera oriental. Estos volcanes emiten tambin coladas de lava que
se limitan a las laderas inmediatas dei cono; la mitad occidental dei Sangay y la casi totalidad dei cono reciente deI
Reventador.
93
En Il) Ylie concieme los volcanes andinos, lres conservan una aClividad fumarlica y rcpresenlan un riesgo
potencial. El mas conocido es cl COlopaxi cuyas ultima'> erupciones se caraclerizaron por la emisi6n de un manlo de
nizas y lapilli, 10 quc no significa un gran peligro para el fUluro ya que los accesos inmediaLos dei cono, sometidos
a cstas proyecciones, eslan praclicamenle despoblados. Sus lahares con consecuencias caLaSlr6ficas son potencionalmcnle mucho mas peligrosos para las cuencas de Quilo y Lataeunga, eslos riesgos sern esLudiados al
mismo liempo que los paisajes inlerandinos a los que afecLan (unidades 220 y 221).
Un segundo volcan peligroso es el Guagua Pichincha, en el cual, la aclividad explosiva (vulcano-peleana)
constiluye un peligro potencial para Quito. situado sobre su ladera orienLaI. Sin embargo hay que mencionar que las
fases volcnicas sucesiva'>, han migrado neLamente hacia el Oeste y llevaron a la consll1JCcin de edificios cada vez
mas alejados de QUilO. El Lap6n de lava que obtwa la chimenea aclual, silio de la aclividad fumar6lica, y dei cuaJ la
explosion consliluye el mayor peligro, esta siluado a 12-] 5 km en linea reCLa de Quito, en una caldera profunda y
abierta hacla el Ocsle. Los riesgos conciemen princi palmente a la vertiente occidental, poco poblada. pero sobre todo
al puebla de Li<Yd, situado al Surocste.
El Tungurahua es, a nuestro juicio y por su locaJzaci6n, el volcn mas peligroso para el hombre en el
Ecuador. Domina una zona dedicada a una actividad agrfcola inLensa y occupada por una poblaci6n numerosa, habiendo Lenido el hombre la poco afortunada idea de construir inmediaLamenLe en sus l'aidas la ciudad de Banos, silio
lermal y lugar esLralgico de comunicaci6n con la Amazonia. Por Olra parle, debido a la esLruclura misma dei volcan
y la orienLacion de su crter desbocado, sus laderas Oeste y NoroesLe son las mas expuesLas a emisiones pi roc1sLicas,
lahares y derrames de lava, como 10 demuesLran daramente los ultimos aconlecimienlos hist6ricos y las numerosas
coladas que bajaron hasLa obturar el valle dei Pastaza Este ultimo presenLa en lodo este secLor un perfil longiludinal
muy irregular, compueslo de represamienlos por derrames lavicos, alravesados por cascadas 0 garganLas
impresionantes y tmmos poco inclinados, derivados dei relleno por acumulaciones de aluviones l.OITenciales, rio
arriba. Este peligro es permanente, como 10 podemos apreciar en las pinluras expuesLas en la iglesia de Banos, hello
mueslmrio de los diferentes tormentos que trde consigo el Tungurahua.
Pero Lampoco hay que descuidar los efectos indirectos de estos reinicios de actividad. Tuvimos la ocasi6n de
observar in situ diferentes movimientos de vertientes (deslizamienlos de terrenos, derrumbamientos. elc.) consecuencia de las erupciones dei RevenLador en ]976, que afecLaron en una decena de Kil6metros los principales eJes de
comunicaci6n. Por otra parte, estas reactivaciones acaITean cnormes riesgos sobre las infraestructuras que fuemn
construidas 0 esLan en proyecto al pie de algunos volcanes: la plan La hidroelctrica de Agoyn, rfo abajo de Banos, y
cl proyecto" Cascada dei Coca", que utilizar el desnivel oca'>ionado por una anligua colada de lava, en el eje de la
caldera dei RevenLador ('). Eslos dos conjunlos seran somelidos, en el futura, a fen6menos sfsmicos intensos, y
Lambin a movimientos de terrenos consecuentes a ciertas erupciones, e incluso posiblemente a derrames lvicos. El
riesgo, evidenlemente tomado en cuenta en el momento dei establecimiento de laies proyeclos, j, no es acaso
demasiado grande?
Fuera de las zonas expuestas a los fen6menos volcanicos, la morfodinamica que afecLa esLas reas se ordena
siguiendo un escalonamiento altitudinal neto, de origen c1imtico.
Los eslrdtos superiores (unidades 168 a 174 y 177) debaJo de la'> nieves y los hielos permanentes, pero por
arriba de la aparici6n de la vegeLaci6n, esta es entre 5.000-5.200 m y 4.400-4.5CX) m, son el dominio de acciones
periglaciares acluales y reguladas por las altemancias de la helada noctuma y el deshielo diumo. Se acompanan de
dos tipos de acciones.
Fenmenos directos de destrucci6n de los relieves in situ, por la acci6n combinada de la penelraci6n deI
agua, de los cambios de temperaturas y de la gelifracci6n que provoca la desagregaci6n de las rocas. el arranque de
bloques en los acantilados y la formaci6n de Laludes y vertientes donde se ordenan por gravedad los restos asf
producidos. La mayor parte de esLas formas observables son heredada'> de los perodos cuatemarios frfos. Las localizadas en este piso esLan todavfa en funcionamiento, coma bien 10 mueslran las caida'> de bloques 0 los desprendimientos de partes de murallas que es comun encontrar en cada manana, en las vertienles de los macizos volcamcos 0
en las faJdas de los abruptos y de las agujas modeladas por los glaciares cuatemarios.
Acciones de transporte que comprenden ya sean escurrimientos hfdricos localmente muy abundantes. por
deshielo de los mantos nivo-glaciares provocando una erosi6n selectiva de las maleria'> finas (cenizas vo1cnicas,
limo y pol vos glaciares), ya sea una ablaci6n de estas mismas partfculas por los vientos, comunmente violentos a
esta'> al turas.
Los suelos y formaciones superficialcs de los pisos inferiores de las zonas de mode]ados glacial y volcnico
94
(unidades 157 a 164), cubiertos por la vegetaci6n de paramo, son el sitio de fen6menos periglaciares mas indirectos.
Es ahi en donde se fonnan los terreros cespederos 0 "Thufurs" seglin un trrnino de origen islands, cuyo orign se
ha explicado por las altemancias repelidas de heladas y deshielos que provocan segregaci6n dei hielo e inchamientos
deI suelo. Estos liltimos fonnan unos extensos campos tfpicos en los sectores de los paramos andinos con abundante
agua superficial:
Pero, estos suelos fragiles, muy a menudo impregnados de agua, experimentan tambin une activa dinamica superficial. Por una parte, se produce un movimiento lento deI manto superficial, por creeping, reptaci6n y
gelifluxi6n, que desemboca en la forrnaci6n, alin sobre las pendientes dbiles, de dep6sitos de alteritas asistidas, estriadas 0 lechigadas.
Por otra parte, las altemancias diaras muy marcadas debidas a las heladas nocturnas provocan, por congelamiento y deshielo de la capa superior de agua, continuos movimientos internos (inchamiento-retracci6n) deI manto
superficial que 10 hacen muy fragil, especiaJmente cuando pasa por un estado lodoso, al deshielarse cada mafiana. Si
existen discontinuidades en la superficie 0 el sustrato (rupturas de pendiente, cambios Iitol6gicos 0 de forrnaciones
superficiales), se producen pequefios asentamientos localizados, que evolucionan en hundimientos y en desgarramientos de amplitud decimtrica en la cobertura vegetal, poniendo al desnudo sobre aigu nos metros, las forrnaciones
deI basamento.
El manto vegetal y herbaceo juega ahi un papel muy importante de protecci6n. Si existen condiciones favorables de pendiente 0 de rgimen hfdrico, se realiza muchas veces una recoionizaci6n lenta deI suelo asf descubierto. Pero si estas fonnas experimentan una coacci6n externa incluso muy dbil, por ejemplo el paso deI ganado
cuando el paramo es utilizado coma pastizal muy extensivo 0 el pisoteo de caminantes y turistas (sobre todo si se
realiza en la mafiana cuando el sueJo esta lodoso), el descalze de la vegetaci6n herbacea se vuelve rapidamente
catastr6fico. Es entonces cuando se desencadena, sobre estos suelos arenosos sueltos particularrnente vulnerables,
una importante erosi6n Iineal que subraya cada escurrimiento superficial, seguido por el deslizamiento en paquetes
de las cenizas negras superficiales, simulando grandes "golpes de cucharadas ", y, local mente, por fen6menos
e6licos. La evoluci6n parece ser entonces irreversible, pues la recolonizaci6n por la vegetaci6n no se efectua mas que
muy lentamente bajo tales condiciones extremas. La susceptibilidad cr6nica de estos paisajes a la erosi6n implica un
severo control de su utilizaci6n turfstica, condici6n sine qua non de su conservaci6n.
Aigunos sectores son, por naturaleza, particularmente mas sensibles a los efectos deI escurrimiento. Este es
el casa de los relieves de paso entre Jas cuencas de Saraguro y de Loja (unidad 167). En los alrededores de San lucas,
las vertientes dei margen de las antiguas zonas enhieladas, elaboradas en arenas granfticas blancuzcas, muy potentes,
son sometidas a procesos de escurrimientos concentrados muy activos, que provocan el abarrancamiento de un
paisaje tipico de "bad-lands" rfo arriba, y aluvionamiento considerable sobre los modelados fluviales, rio abajo.
Dos unidades son objeto de una reanudaci6n neta de la actividad morfodinarnica a causa, en parte, de una
utilizaci6n antr6pica inadecuada.
En primer lugar, las faldas dei Quilotoa (unidades 174 y 175), donde se realiza un intenso abarrancamiento
hidrico. Estan totalmente disectadas por una multitud de entalladuras radiales, de profundidad entre mtrica y decamtrica, estrechas y con laderas fuertes; forrnan otro tfpico paisaje de "bad-lands". El material deI cono, con proyecciones de lapilli y cenizas arenosas sin coherencia interna, es originalmente muy sensible al escurrimiento superficial, pero la pnktica extensiva de ganaderfa ovina y caprina sobre estas laderas constituye tambin un segundo
factor favorable al desarrollo de estos fen6menos de ablaci6n dei manto arenoso. Las consecuencias son particularmente espectaculares en el camino de Chugchilan, donde las fonnaciones decapadas experimentan luego una removilizaci6n y depositaci6n por vfa hidrica acompafiadas por una ablaci6n e6lica, particularmente violenta en este
pasillo Norte-Sur de comunicaci6n con la zona costera.
Los fen6menos mas activos afectan el conjunto de glacis-conos en las faldas de los volcanes (unidad 175).
Hemos anotado en su descripci6n, el papel preponderante de las dinamicas superficiales recientes -escurrimientos difuso y concentrado, casi siempre acompafiados de deslizamientos- en la elaboraci6n de los modelados
de superficie. Estos ultimos son la sede de una intensa actividad actual que, aunque temporal 0 estacionaria, no deja
de ocasionar una evoluci6n rapida de las fonnas. Cada precipitaci6n de fuerte intensidad se traduce por fen6menos
diversos, dependiendo de las forrnaciones.
Las aguas que escurren en la superficie dei manto de cenizas recientes arenosas se concentran y cavan rapidamente pequefias carcavas decimtricas. Estas alcanzan dimensiones mtricas en los abruptos terminales de erosi6n, cuyo retroceso se relaciona directamente con la erosi6n regresiva de estos escurrimientos. Pero, en estas formaciones permeables se establece tambin una circulaci6n subterranea, al contacta con las cenizas profundas endurecidas, casi siempre subrayado por un horizonte mas arcilloso. Estas aguas resurgen en las faldas dei abrupto, provocando desprendimientos por "soutirage" de los materiaJes inferiores, asf como deslizamientos por bloques sobre
95
este horizonte resbaloso y, en definitiva, asentamientos seguidos de hundimientos de la parte frontal dei abrupto.
Sobre las superficies endurecidas, con un substrato de permeabilidad dbil, los procesos son generalmenle
mas sencillos y la evacuaci6n dei agua se efeclua unicamenle por escurrimienlo. Es en un principio, al pie dei
abruplo, un escurrimienlo difuso que evacua rapidamenle los maleriales ya desprendidos, haciendo rodar piedras y
bloques decimtricos. Pero lambin se produce en forma concenlrada en las incisiones lineales enlre mtricas y
muILi-mtricas, con perfillransversal caracterstico en escaleras que revelan las diferencias de resistencia de las capas
endurecidas; ah se elaboran localmente lindas figuras de erosi6n hdrica coma pequei'ios mandros encajonados 0
"mini-ollas de gigante". Este escurrimiento hdrico puede ser extremadamente violento y la desembocadura de estas
laminas 0 cascadas sobre los frentes de los abruptos, tallados en cangahua, que jalonan la mayor parte de las rutas
interandinas, puede ser muy espectacular en casa de una lIuvia de fuerte intensidad. Tales paisajes, pr6ximos a los
"bad-lands", se observan regularmente en las laderas inferiores dei Ila16, sobre los contornos Sur de la cuenca de
Quito y Norte de la de Latacunga, 0 cerca de Pomasqui, aqu asociados con una removilizaci6n e61ica secundaria de
las formaciones arenosas descubiertas.
Es problable que se lrate de un medio degradado por una utilizaci6n agrcola inadecuada. Estas zonas fueron
objeto de explotaci6n agricola, pero tambin de un intenso pastoreo ovino y caprino (todava practicado localmente)
que provoc6 el deterioro dei manto vegetal, la ablaci6n de las cenizas arenosas superficiales por escurrimiento y la
puesta al desnudo de la cangahua subyacente. Tales procesos certifican el fragi! equilibrio morfodinmico de algunos
paisajes interandinos, facilmente roto por la intervenci6n dei hombre con vistas hacia su aprovechamiento.
Son ahora sitios casi estriles, inutilizables 0 en proceso de abandono, donde la recuperaci6n de las formaciones endurecidas aflorantes 'sera muy difcil, teniendo necesariamente que ser operada por arado y reblandecimiento mecanizado con bulldozer, soluci6n que amerita un calculo previo de rentabi]jdad.
96
3. EL AMBITO INTERANDINO
El ambito interandino se encuentra notablemente limitado. Se ve reducido a un estrecho corredar meridiano,
encerrado entre las dos cordilleras. con un ancho relativamente constante, siempre comprendido entre 25 y 40 km;
par 10 tanto, representa menos deI 20 % de la superficie de la cordillera andina.
Pero el realizar una presentaci6n geognifica sencilla de este estrecho corredor resulta ser una ardua tarea. En
efecto, su realidad geografica, compleja y extraordinariamente variada, se traduce par una fragmentaci6n generalizada dei espacio. Por 10 tanto, escogimos quedarnos en un nivel de acercamiento paisajfstico, con el fin de proporcionar una imagen relativamente simple, aquella impresi6n que el viajero guarda desde su primer contacto con este
entomo geografico excepcional.
Se ofrecian varias soluciones para esta presentaci6n. Una de ellas, siguiendo las "tradiciones locales", consistia en tomar en cuenta, sucesivarnente, los diferentes conjuntos ffsicos que se suceden durante un viaje Norte-Sur
por la Sierra: describir la cuenca de Tulcan, la bajada al valle dei Chota, el cruce por la cuenca de Ibarra-Otavalo, la
subida al paso que la separa de la cuenca de Quito. los diferentes niveles de esta ultima, etc.
Si bien esta presentaci6n ofrece la ventaja de 10 conocido, presenta, par otra parte, varios inconvenientes
mayores:
- Mientras este esquema se aplica bastante bin a las partes septentrionales y centrales de la Sierra, en donde
la arquitectura general guarda el ordenamiento longitudinal: dos cordilleras externas y una cuenca central; ya no
sucede 10 mismo a partir de Cafiar en donde la realidad se aparta dei modelo, y se le aleja definitivamente al Sur dei
Rfo Jubones.
- Introduce importantes repeticiones, ya que numerosas unidades son idnticas de una cuenca a otra, y que,
coma en todo medio de montafia. la regla de repartici6n de los paisajes sigue una zonificaci6n basada en el escalonamiento altitudinal y sus consecuencias climaticas. Pero tambin porque procesos morfogenticos idnticos en
pisos similares de todas estas cuencas, generaron unidades muy parecidas.
- Por fin, s610 rinde cuenta, en forma parcial, de las variaciones de los materiales y formaciones superficiales, a pesar de que constituyen elementos esenciales para la comprensi6n de estos paisajes ya que gufan su morfodinamica y hasta su uso actual.
La arquitectura de la presentaci6n adoptada para el comentario dei mapa tiende pOl' 10 tanto a evitar estos
escollos y a proparcionar la mejor visi6n posible de la realidad geografica de este medio.
El primer nivel de di visiones adoptado es de orden morfo-pedoI6gico, tomando en cuenta las diferenciaciones morfol6gicas, la naturaleza de los constituyentes dei sustrato 0 de las formaciones superficiales, y en con secuencia, de los suelos. Desde este punto de vista, los Andes ecuatorianos se dividen en tres tramos claramente diferenciados:
- AI Norte, la Sierra con un recubrimiento total de proyecciones piroclasticas provenientes de los volcanes
recientes. Es el tipico media interandino, con sus dos cordilleras, sus alargadas cuencas meridianas, dominadas por
volcanes diseminados. Esta se termina a la salida dei valle de Alausi-Chuncru.
- Al centra, la Sierra con basamento vo1canico antiguo, pero sin volcanes ni cobertura de cenizas superficiales; se prolonga hasta el paso de San Lucas, entre las cuencas de Saraguro y de Loja. Las dos cordilleras todavfa
existen pero estan orientadas NNE-SSO; las cuencas centrales, entre las cu ales algunas se asemejan mas a valles
ensanchados, se dividen en dos alineamientos: Cuenca-Santa Isabel al Oeste, y Gualaceo-Nab6n al Este.
- Al Sur, los relieves de la provincia austral de Loja, sin una estricta regla de repartici6n y con una apariencia
desordenada. Los ejes de relieves, las cuencas y los valles estan dispuestos segun direcciones ortogonales, deri vadas
de la estructura y de la litologia deI basamento.
El segundo nivel de diferenciaci6n, individualiza tres estratos altitudinales:
- las allas vertientes y relieves interandinos superiores,
- las bajas vertientes y los relieves inferiores,
- los paisajes de los pisos de las cuencas y de los valles.
AI interiar de cada unD de estos subconjuntos, las distinciones entre unidades se basan, segun las caracterfsticas dei medio, en variaciones que afectan las formas de relieve, los microclimas, las formaciones superficiales y
los suelos.
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antigua y reciente, sobreimpuesta sobre el sustrato montafioso, coma resultado de la orognesis andina, y que se
traduce por modelados y formaciones superficiales originales, tanto sobre las cordilleras coma en las cuencas interandinas.
Esta porci6n comprende mas de la mitad de la cordillera y se extiende sobre 350 km desde la frontera colombiana, al Norte, hasta aproximadamente la latitud de 230'S, a la salida occidental dei rio Chanchan, materializada por el valle de Alausi-Chunchi. Presenta una direcci6n totalmente meridiana al Sur de Quito y una ligera inflexi6n hacia el NNE, desde Quito hasta Tulcan.
Evidentemente, su mayor caracterlstica resulta ser la presencia de un gran nmero de estratovolcanes, entre
los cuales, el mas meridional, el Sangay, se encuentra exactamente a 2 de latitud Sur. Pero escogimos un limite mas
al Sur, debido a la extensi6n de las coberturas de piroclastitas recientes que proporcionan a la Sierra septentrional su
originalidad.
La arquitectura general deI media interandino dei Norte es la que ha sido muchas veces descrita como la
"avenida de los volcanes" de Humboldt. Entre las dos cordilleras, estan insertas depresiones topograticas estrechas
y alargadas en la direcci6n meridiana, las "hoyas". Estas estan dominadas por numerosos volcanes diseminados
sobre las dos cordilleras, las vertientes y en las cuencas interandinas. La posici6n de la mayora de estos edificios esta
ligada con lfneas de fracturas longitudinales y transversales a la cordillera; cuando estan cercanos, constituyen barreras topograficas que delimitan asf claramente las cuencas entre si: son los "nudos". El cruce se realiza por intermedio
de un paso ubicado sobre los glacis-con os inferiores de estos volcanes coalescentes.
El generalizado recubrimiento de proyecciones piroclasticas provoc6 una homogeneizaci6n de las formaciones superficiales y de los suelos. Por 10 tanto, su evoluci6n depende esencialmente de su edad y dei rgimen
climatico al cual estan sometidos (precipitaciones y temperaturas, esencialmente); aSI, su repartici6n se ordena segn
notables topo-climato-secuencias.
Ocurre muchas veces 10 mismo con fen6menos morfodinamicos actuales, relacionados con la naruraleza y
la evoluci6n pedol6gica de las formaciones afectadas, pero tambin con las caracteristicas climaticas y sus consecuencias en cuanto a la utilizaci6n agricola actual de los suelos.
Resumen
- Cuencas interandinas con rellenos volcano-sedimentarios
- Omnipresencia de la morjognesis volcdnica
- Grandes estratovolcanes de recientes a activos
- Suelos desarrollados sobre recubrimientos pirocldsticos generalizados
- lntensa actividad agrfcola y morjodindmica actual.
GEOMORFOLOGIA y GEOLOGIA REGIONAL
98
La de Tuldm-San Gabriel es una cuenca con doble orientaci6n a ambos Lados de un paso al Norte de
Huaca, ubicado a 3.290 m, y armado por una punta volcanica interandina, parecidn a los nudos. Sufondo esta
conformado por niveles de relleno, con disecci6n variable, suavemente inclinados desde los rebordes hacia el eje
en donde se acercan a la horizontalidnd.
Su parte Sur aparece desdoblada. Al Este, la cuenca de San Gabriel conforma un corredor NNE-SSO, de
unos quince kil6metros de ancho, inserto entre los dos abruptos rectilineos de misma direcci6n que limitan las
cordilleras. Su piso, por los 3.000-3.100 m al Norte, baja progresivamente en direcci6n al Sur hasta 2.400 m en
el reborde de la entalladura del Chota. En este sector yen la cercania del abrupto oriental, el corredor esta compuesto por una sucesi6n de niveles altitudinalmente escalonados, la mayorfa de origen tectnico; pero algunos,
en el borde del valle del Chota, fueron parcialmente remodelados por acciones fluviales. Esta cuenca se proLonga hacia el Oeste, mas alla de los relieves de Garera Moreno, por la depresi6n de Mira-El Angel, verdndero
golfo enclavado en la cordillera occidental, entre 2.200 y 3.100 m.
Se ensancha al Norte dei paso, alrededor de Tulcan, abrindose asi hacia Colombia. Los relieves del piso
bajan desde 3.100 ma proximidnd del paso y sobre los rebordes, hasta 2.950 men Tulcan y 2.780 m en la frontera, al Norte.
La red hidrografica refleja esta divisi6n, la parte de Tulcan es drenada hacia Colombia, al Norte, mientras
que al Sur del paso, todos los drenes son tributarios del sistema Chota-Mira.
En la orilla izquierdn del rio Chota, la parte meridional de la cuenca esta representada por la depresi6n
Ibarra-Otavalo. Sus rebordes suben por lo general hasta 2.800 m pero alcanzan 3.200 m al Sur de Cuicocha. Su
piso es netamente mas bajo, 2.600 men Otavalo, 2.250 m en Ibarra y alcanza menos de los 1.800 m al acercarse
al valle del Chota. Su moifologia se caracteriza ademas por un predominio de las formas de esparcimiento y de
relleno de origen volcanico: grandes glacis-conos inclinados y disectados en piedemonte de los volcanes de reborde (Cuicocha, Cotacachi e 1mbabura) y cubetas centrales con superficies planas heredadns de rellenos fluvio-lacustres.
La parte central esta ocupadn por el valle de los rios Chota y Mira, exutorio de esta cuenca en direcci6n al
ambito costanero. Es un gran corte transversal, entre ambas partes de la cuenca, materializado por una
profunda entalladura con barrancos empinados y erosionados cuyo fondo varia desde 1.800 m rio arriba, al
Sureste, hasta 1.400 m rio abajo, al Noroeste. Este valle, con un trazado rectilfneo, derivado de una granfractura
transversal, se prolonga hacia la parte baja, mucho mas alM de la terminaci6n de la cuenca interandina, por una
quebrada estrecha y encajonada sobre unos treinta kil6metros, en la vertiente occidental. Es un lugar
privilegiado de penetraci6n de las masas de aire costanero, que se manifiestan por vientos constantes y relativamentefuertes provenientes del Noroeste. Desecado por precipitaciones orograficas, este aire contribuye a
acentuarse el caracter semidesrtico de este valle y de sus rebordes, que constrasta claramente con los relieves
circundnntes hiperhumedos, y es todnvia muy marcado en el pueblo de Chota, al pie de la vertiente interandina
oriental.
Esta cuenca septentrional esta limitadn al Sur por un primer nudo volcanico que resulta de la coalescencia
de los volcanes Imbabura (4.500 m) y Mojandn (4.300 m) a los cuales estan arrimados el Cubilche y el Cusin al
Este (Ver fig. 16 Y 17). El nudo se prolonga hacia el Oeste por intermedio de los vestigios del antiguo edificio
reventado por la depresi6n de San Jos de Minas. El paso entre las dos cuencas se encuentra a 3.100 m. Este
conjunto de edificios esta ordenado segun una direcci6n NO-SE, oblicua a la cordillera y toscamente paralela al
valle del Chota, reveladora de la existencia de fracturas transversales que cortan indistintamente el medio
interandino y las dos cordilleras. Se pudieron evidenciar dos: el alineamiento Norte compuesto por el Cotacachi,
ellmbabura y el Cubilche (que se prolonga hasta el Reventador) y un alineamiento Sur con el Cuicocha, el Cusin
y el Cayambe. El Mojandn, por su parte, se encuentra apartado de esta reparticin.
Las dos cordilleras que rodean esta cuenca estan casi desprovistas de grandes edificios volcanicos recientes; al Este, el volcan de La Bonita ya esta ubicado sobre la vertiente amaz6nica, mientras que al Oeste se encuentran los conjuntos del Chiles cerca de lafrontera colombiana y de los Negro Puno-Cotacachi, al Sur.
La cuenca de Cavambe-Ouito
(fi~,
21)
Segundn cuenca en direcci6n al Sur, esta es mas sencilla que la anterior. Su orientaci6n general, submeridiana, sigue la de la cordillera andina. Es un corredor de unos veinte kilmetros de ancho que baja lentamente
desde 3.800 m al pie del Cotopaxi hasta 2.200-2.400 m cerca de su exutorio por Guayllabamba. La unica excepci6n es la depresin de Tabacundo-Cayambe que la prolonga hacia el Noreste, con un desvio Lateral de unos
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100
veinte kil6metros hacia el Este, revelador de un accidente tect6nico importante en el alineamiento dei valle dei
rio Pisque, y bien marcado por un desplazamiento correspondiente en la cordillera oriental. Por 10 tanto, su
parte None, al pie dei Mojanda, se ve afectada por una pendiente contraria con direcci6n al Sur.
Su zonificaci6n geomOlfol6gica sigue la repartici6n interandina general: vertientes internas sobre derramamientos volccinicos y unfondo de cuenca conformado por formas de rellenos y de esparcimiento. Rio arriba,
en la pane Sur predominan las llanuras de esparcimientos lafu1ricos provenientes dei Cotopaxi. Estas se ven reemplazadas hacia el centro y rio abajo por niveles de rellenos lacustres modelados supe1icialmente por los esparcimientos dei pie de los volcanes y de las cordilleras,jormando asi unos conjuntos de glacis-conos coalescentes que pasan gradualmente a las llanuras inferiores localmente remodeladas en niveles escalonados, de origen
jluvial. Algunos rellenos lacustres recientes se produjeron en sectores deprimidos. alrededor de Cayambe 0 por
Machachi.
El sitio de Quito presenta una notable originalidad. La ciudad estci ubicada en el reverso, relleno por sedimentos lacustres, de una grada tect6nica ubicada al pie dei Pichincha y que domina, por medio de un abrupto
rectilineo de 300 m de mando, la depresi6n interandina propiamente dicha. Su trazado sigue fallas meridianas
(;, rplicas de las que limitan la cuenca interandina?), el abrupto aparece prog resivamente a panir dei Atacazo
al Sur y desaparece asi mismo al Norte dei Casitagua.
Esta cuenca es drenada por un unico sistemajluvial, la red dei Cuayllabamba, en direcci6n al ambito costanero. El encajonamiento es muy pronunciado. sobre todo rio abajo, en donde los principales riosjluyen en verdaderos canones, entallando las diferentes formaciones dei relleno. Luego se escapan en la cordillera occidental, cerca de /.500 m, 0 sea altitudes bastante similares a las dei rio Chota al None. Alrededor dei pueblo de
Cuayllabamba, algunos fen6menos de divagaci6n hidrica (;, en una zona tectonizada?) elaboraron una depresi6n sub-circular compuesta por niveles escalonados. La quebrada, rio abajo, tambin es un lugar de
penetraci6n de aire caliente y seco proveniente de las regiones costaneras, pero su configuraci6n particular con
un brusco codo de 90 hacia el Oeste al principio dei cruce de la cordillera, limita los efectos de estos vientos
desecantes sobre la parte inferior de la cuenca. S610 resultan realmente sensibles en la depresi6n de PeruchoChavezpamba. y en men or escala hasta en el alveolo de Cuayllabamba y el valle de Pomasqui.
La principal originalidad de esta cuenca proviene de la gran importancia de los edificios volccinicos, qEe
constituyen los elementos dominantes al Sur y al Oeste (Fig. 16). Estcin ordenados segun cuatro filas paralelas,
con orientaci6n meridiana:
- en la cordillera occidental: Pululahua, Casitagua, Pichincha, Atacazo, Coraz6n. !linizas;
- en el centro de la cuenca: !la16, Pasochoa, Rumiilahui;
- en el reborde oriental de la cuenca: Cotourcu. Sincholagu, Cotopaxi;
- en la cordillera oriental: Cayambe, Antizana, Quilindana.
Si bien estas filas meridianas son evidentemente responsables de los rasgos de la m01010gia general de la
cuenca, tres alineamientos transversales, con direcci6n NO-SE, pueden tambin ser facilmente evidenciados:
- Pichincha, lla16 y Antizana
- Atacazo, Pasochoa y Sincholagua
- Coraz6n, Ruminahui, Cotopaxi y Quilindana.
Estas direcci6nes revelan accidentes con importancia regional, en la exacta prolongaci6n de algunas porciones rectilineas de los rios Toachi y Blanco en el ambito costanero.
La abundancia de edificios volccinicos al Sur de Quito explica la clara oposici6n entre la pane Sur de la
cuenca. constituida por volcanes aislados separados por corredores deprimidos y la parte al Norte del!laI6, exclusivamente conformada por los niveles volcano-sedimentarios. Pero tambin contribuye a laformaci6n de una
clara barrera que separa esta cuenca de la cuenca de Latacunga, al Sur. El nudo es elfruto de la coalescencia
de tres volcanes principales, de Oeste a Este: !liniza (5.248 m), Rumiilahui (4.712 m) y Cotopaxi (5.897 m); el
paso ubicado entre los dos primeras se acerca a 3.500 m.
22)
Ubicada inmediatamente al Sur, presenta bastante similitudes con la de Quito: una orientaci6n rectilinea
meridiana y un ancho equivalente de unos veinte kil6metros de Este a Oeste. Esta limitada por vertientes interandinas volccinicas y sufondo esta constituido por la misma secuencia deformas volcano-sedimentarias: llanuras de esparcimientos laharicos dei Cotopaxi al None, iuego glacis y niveles de esparcimiento coluvio-alu-
Elaboraci6n: A. Aing. L1ATldtection, ORSTOM; Fuente: Canal 7 de la imagen Landsat MSS 010/061 dei 17/08/1978
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viales moderamente disectados y, por fin, rellenos lacustres horizontales en las partes central y baja.
Sus diferencias mas notables son las siguientes:
- Su drenaje se realiza de Norte a Sur. La baja de las altitudes dei piso sigue una inclinaci6n graduai desde
aproximadamente 3.400 m al pie dei Cotopaxi al Norte, hasta 2.400-2.600 m al Sur de Pelileo.
- Es la unica cuenca interandina dei conjunto volcanico en poseer un exutorio sobre la cuenca Amaz6nica,
materializado por la entalladura Este-Oeste dei rio Pastaza entre Banos y Puyo. Su altitud, al entrar en la
cordillera oriental rio arriba de Banos, es de aproximadamente 1.800 m, es decir ligeramente mas alta que las
anteriores.
- Pese a estar claramente separada de la cuenca de Riobamba al Sur por un nudo muy marcado, las dos
cu encas poseen una conexi6n por intermedio dei rio Chambo. Su red, que drena toda la parte Norte de la cuenca
de Riobamba, se reune con el rio Patate, por una incisi6n muy pronunciada entre los volcanes 19ualata y
Tungurahua en el margen oriental dei valle interandino, para luego conformar el rio Pastaza, por los 1.900 m.
Esta entalladura en la vertiente oriental favorece el acceso dei aire proveniente de la Amazonia, y provoca
violentos vientos. Descargados de su humedad por precipitaciones orograficas, toman luego una direcci6n ob[[cua hacia el Sur, en la cuenca de Riobamba, y provocan 0 mantienen fen6menos de erosi6n e61ica particularmente desastrosos hacia el Oeste (Arenal dei Chimborazo) y el Suroeste (Arenal de Palmira).
- Ningun gran volcan esta presente entre los nudos dei Cotopaxi y dei Chimborazo, ya que las unicas construcciones notables, son antiguas 0 con dimensiones modestas, sobre las cuales la erosi6n ha ampliamente borrado las formas orig inales: Sagoatoa, 0 los dos edificios al Oeste de Latacunga. El unico volcan reciente es el
Quilotoa (3.914 m), ubicado sobre lafranja externa de la cordillera occidentll, en el sena dei valle hundido de
Sigchos. Enclaustrado entre relieves con altitudes similares, s610 se vue Ive visible al acercarse y no llega nunca
a constituir un elemento geomorfol6gico mayor, como los alineamientos paralelos dei valle de Quito.
- La separaci6n con la cuenca de Riobamba, al Sur, es particularmente clara yalta (Fig. 16). Resulta de la
coalescencia de los volcanes Chimborazo (6.310 m), Carihuairazo (5.020 m), 19ualata y Tungurahua (5.016 m).
Alli tambin, las elevaciones volcanicas han sido guiadas porfracturas transversales NNO-SSE, la principal esta
localizada sobre el alineamiento Carihuairazo-1gualata-Altar, pero una secundaria, ubicada inmediatamente al
Norte, podria poner en relaci6n el Tungurahua y el Llimpi, pequeno volcan interandino al Sur de Pelileo. El paso
de la carretera paname ricana, ubicado al Oeste, entre el conjunto Chimborazo-Carihuairazo e 19ualata,
constituye, a 3.600 m, el mas alto de los pasos interandinos. Sin embargo, esta barrera puede ser rodeada, ya que
las comunicaciones son posibles por el valle dei rio Chambo al Este, en donde las altitudes no sobrepasan los
2.500 m.
La cuenca Riohamba-Guamote v el valle Alausi-Chunchi
Ultimo elemento de la sucesi6n, esta depresi6n continua que se extiende sobre unos 100 km de Norte a Sur,
se caracteriza sobre todo por la desaparici6n de los edificios volcanicos (Fig. 16). Los ultimos volcanes
interandinos no sobrepasan 130' de latitud Sur, en el nudo Chimborazo-1gualata- Tungurahua. La desaparici6n
es un poco nuis meridional sobre la cordillera oriental (140'S para el Altar) y progresa todavia para el Sangay,
ubicado a 2S sobre la fa Ida andin a oriental. En la cuenca y sobre sus inmediaciones, en donde ningun volcan
reciente es claramente identificable, s610 subsisten restos de edificios antiguos, muy erosionados y casi
destruidos, probablemente contemporaneos de las primeras fases de manifestaciones volcanicas pliocenas a
pliocuaternarias.
Tambin constituye una entidad topograficamente diferenciada que esta compuesta por dos conjuntos distintos:
- Al Norte, se extiende la ultima verdadera cuenca interandina volcano-sedimentaria, con orientaci6n
meridiana. Sus altitudes bajan progresivamente desde 3.300 m por Palmira al Sur, hasta 2.600 m, en Riobamba
al Norte. Esta drenada en direcci6n al Norte por la red dei rio Chambo, cuya entalladura de empate con el rio
Patate empieza por los 2.500 m, aguas arriba al Sur.
Presenta una zonificaci6nfisica muy clara. Por Riobamba y Chambo, constituye una cuenca bien individualizada, similar a las cuencas septentrionales: llanuras laharicas y conjuntos de glacis-conos de esparcimiento provenientes deI nudo volcanico deI Norte; rellenos lacustres y fiuvio-lacustres horizontales al Este.
Su parte central es mucho mas accidentada, constituida por relieves colinarios bastante macizos que pueden alcanzar 3.400 m. Armados por capas superpuestas de piroclastitas cimentadas, conforman una pequena
barrera que se cruza por ejemplo entre Colta y Guamote, y qu~ se junta con las estribaciones interandinas.
A partirde Guamote, se abre de nuevo una depresi6n in te randina con unfondo entre plano y ondulado, bien
103
diferenciado en relacion con los relieves circundantes. Su altitud crece lentamente de 3.000 m en Palmira a
3.300 m en Guamote por el Sur. Esta formada por tlpicos rellenos interandinos fluvio-lacustres a partir de
elementos volcanicos removilizados cubriendo el basamento volcanico; pero su principal caracterfstica es la
presencia de una intensa morjodinamica actual eolica, generalizada en el extremo Sur. Esta depresion esta
ligeramente desviada hacia el Oeste y limitada sobre su margen oriental por relieves en continuidad con los de
la zona central.
- La region de Palmira constituye una notable lfnea de demarcacion de las aguas. All, los paisajes cambian
bruscamente. A lasfonnas suavemente onduladas de la cuenca de Palmira, con pendiente suave hacia el None,
se opone, en cuanto se cruza el paso, una veniente Sur muy desnivelcuia. en donde se abre un gran valle con
faldas escarpcuias que recorta todos los relieves andinos en direccion al SSO (Fig. 23).
Este valle, obra de los rfos Atapo y luego Chan chan, posee un nivel de base inferior a 1.400 m. cerca de su
salida hacia el ambito costanero. por Huigra. Las procesos de regularizacion, por 10 tanto muy eficaces, explican las dimensiones de la entallcuiura con desniveles relativos de 1.500-2.000 m por Chunchi y muestran con
toda evidencia una potente erosion regresiva, mucho mas eficaz que la de la cuenca dei Chambo. como 10 prueba
la disimetrfa de la divisoria de aguas y el vigor de la reanudacion de la erosion inmediatamente al Sur de
Palmira. Ellfmite actual de las redes esta en curso de evolucion, y es probable qe se realicen en el futuro cambios de curso por captura de la red rfo arriba dei RIO Chimbo, a costa de los rfos Guamote y Cebadas.
Las vertientes son variadas, rectillneas, con rellanos y muchas veces afectadas por movimientos de terreno
antiguos y actuales. exacerbados por los desniveles y las pendientes muy fuertes. La fuene erosion alcanzo las
formaciones dei sustrato interandino y de las primeras fases volcanicas y volcano-sedimentarias dei relleno,
haciendo de este valle, un lugar privilegicuio para su observacion.
Si bien su modelado proviene. en gran parte, de la cavcuiura fluvial, no se excluye que se pueda tratar
tambin de la explotacion de grandes accidentes tectonicos, de misma naturaleza y orientacion que los dei valle
de Pallatanga. No se pudieron evidenciar. pero queda por realizarse un estudio geologico profundizado. Este
valle, ubiccuio en la prolongacion dellfmite externo de la vertiente occidental, sigue en efecto exactamente el
cambio de orientacion de la Sierra. al contacto con el tramo Sur, claramente orientado NE-50. Tambin coincide con la desaparicion de las dos fracturas paralelas meridianas que delimitan el valle interandino en toda la
pane central de la cordillera, desde Quito hasta Guamote.
Por fin, hay que anotar que esta liltima depresion interandina posee dos redes hidrograficas con direcciones opuestas y exutorios en los dos ambitos costanero y amazonico, la parte Norte siendo drenada hacia los rIos
Chambo y luego Pastaza
- La edcui de esta diferenciacion tectonica. No se dispone de ninguna datacion de esta liltima, pero correaciones realizcuias con la llegada masiva de sedimentos detrfticos gruesos en las formaciones costaneras y sub-
104
..
10
WZJ
25Km
N
1
Cuenca de Palmira-Guamote
Rellanos pianos, concavos e irregulares
Principales aportes y formas coluviales
Dep6sitos fluviales de valles
Elaboraci6n: A. Winckell; Fuenle: Cartografia geomortol6gica de la Sierra a 1:500.000. indila
landin.as atestiguan de una surreccion andina accelerada en la segunda mitad dei Terciario. Ademas, una comaraci6n con la base de los rellenos de las cuencas sedimentarias deI centro y Sur dei Ecuador permite afirmar que su
'ndividualizaci6n se realiz6 en la misma poca. Por 10 tanto, es probable que la formaci6n de la depresi6n interandina
e sea contemporanea, prosiguiendo luego durante toda la duraci6n de la surecci6n de la cordillera andina en el
lioceno y el Cuaternario.
- La amDlitud deI desnivel original. Se disponen de pocos datos, pero las lavas de tipo Macucht son visibles
por los 1.700 m en el jondo de la quebrada deI rio Guayllabamba sobre el camino de San Antonio de Pichincha
a Atahualpa, es decir que la cuenca de Quito tiene un espesor de relleno deI orden deI kilometro. Este espesor
debe ser considerado como un minimo, ya que este punto esta ubicado cerca de la cordillera occidental,
probablemente sobre una gradn intermedia. Olros afloramientos dei basamento. metamorficos, pueden verse por
los 1.600-1.700 men eljondo dei valle dei Chota, 0 por Palmira, Alausi y Chunchi. Estos indican espesores
equivalentes de rellenos.
- Las diferentes etavas deI volcanismo y dei relleno. Todavia se conoce relativamente mal la historia geologica reciente de estas zonas. Podemos destacar cuatros jases principales:
105
- Un volcanismo antiguo que se derram6 sobre el sustrato del piso de la depresi6n. Se trata de potentes
conjuntos volcanicos compuestos por lavas andesfticas, con intercalaciones de brechas, flujos y tobas piroclasticas, pero que incluyen tambin trminos mas acidos, riolfticos. Estos dep6sitos sobrepasarfan 1.500 a 2.000 m de
espesor. Reagrupamos en esta jase, de edad miocnica, las diversas jormaciones geol6gicas conocidas como
Saraguro, Alausl, Chinchillo, etc. Es posible que estos conjuntos, constitutivos de las panes altas de las cordilleras centrales, esten tambin presentes en el ambito interandino del Norte, pero totalmente cubiertos por derrames mas recientes.
- Las cimas de las cordilleras llevan, sobre mas de 1.000 m de espesor,jormaciones mas recientes pero con
una litologfa parecida a las anteriores. Es la jormaci6n Pisayambo, de edad ligeramente mas reciente, miopliocena y compuesta por brechas, aglomerados y tobas piroclasticas cubiertas por patentes coladas de lavas
andesfticas. Las piroclastitas similares de lajormaci6n Sicalpa, en el corredor Riobamba-Palmira, constituyen
probablemente su equivalente en el medio interandino. Resulta imposible distinguir los volcanes 0 centros eruprivos suceptibles de haber emitido los productos de estos dos conjuntos.
- El relleno de las cuencas interandinas seguramente empez6, por comparaci6n con las cuencas del centro
y del sur ecuatoriano, en el Mioceno. Luego jueron parcialmente colmatadas por dep6sitos volcanosedimentarios que tapan las bases de la sedimentacion original. Los sedimentos que hoy afloran, representan
unicamente la parte superior de la sedimentacion de estas cuencas, sin embargo muestran una zonificacion
bastante clara. El corte de Calderon a Guayllabamba, permite evidenciar tres grupos principales:
un grupo inje rior de sedimentos en donde alternan proyecciones piroclasticas cimentadas en cineritas, seguramente en ambiente lacustre, y aportes entre fluviales y torrenciales: gravas, conglomerados, gravillas,
arenas y guijarros con estratificaciones entrecruzadas;
un grupo intermedio, caracterizado por la intercalacion de productos volcanicos (lahares, coladas de
lava, proyecciones piroclasticas) en una sedimentaci6n que pierde poco a poco su caracter fluvial dominante,
un grupo superior, compuesto casi exclusivamente por productos volcdnicos; coladas, lahares y piroclastitas y que termina con proyecciones piroclasticas areas (cenizas, piedra pomez y lapilli) sobre varias decenas
de metros de espesor.
- Los ultimos episodios morfogenticos son volcanicos y estan relacionados con los estratovolcanes. Los
mas antiguos, de edad pliocena: grupo Altar (unidades 168 a 171), emitieron lavas y aglomerados pirocasticos
andesfticos bastante parecidos a los anteriores, que se mezclaron con los materiales de rellenos de las cuencas.
Los mas recientes: grupo Cotopaxi (unidades 172 a 174) se escalonan desde el Cuaternario hasta la poca
actual, y sus productos se intercalan con los rellenos superiores 0 constituyen los ultimos recubrimientos de los
modelados actuales.
Recientes estudios aportan precisiones y dataciones absoluras muy utiles. Asf, T. Winter, tomando los resultados de los trabajos de F. Barberi y al. (1988) Y de T. Bonhomme y al. (en proceso), propone para la cuenca
de Latacunga-Ambato, un esquema en el cual se distingllen tres unidades litoestratigraficas:
- un volcanismo Mioceno supenor (entre 12,5 0,9 y 6,1 0,6 MA.), con predominio andesitico (lavas,
flujos y tobas sobre mas de /.000 m de espesor) presente sobre las dos cordilleras pero constituyendo tambin la
base de la depresion interandina;
- macizos andesiticos, que constituyen los estratovolcanes antiguos, de edad pliocena (de 5,1 l,la 2,6
0,2 MA.);
- el relleno volcanoclastico Cuatemario de la depresi6n de Latacunga que esta principalmente compuesto
por lahares y aglomeradDs volcanicos, recubiertos por dep6sitos fluviolacustres, sobre aproximadamente 500 m
de espesor. Algunas coladas de lava intercaladasfueron respectivamente jechadas en 1,8 0,2 y 1,7 0,4 MA.
Esta interpretaci6n confirma parcialemente nuestras observaciones. El esqllema es sin embargo mas senciLlo, pero el hecho de que haya sido concebido para una sola cuenca interandina, la de Latacunga-Ambato, puede
explicarlo.
106
Paralelamente al descenso general de este limite hacia el Sur, ya s610 se encuentran a 3.300-3.400 m al Este de Quito
o de Latacunga y a 3.200 m sobre la cordillera oriental de la cuenca de Riobamba. Su contacto con las partes
inferiores de las vertientes andinas internas est ubicado globalmente por los 3.000 m sobre la falda ariental de la
cuenca de Quito por ejemplo, pero varfa asf mismo de 3.200 m en la cuenca de Tulcn a 2.S00 m para los testigos
encaramados dei valle de Chunchi.
Por la morfologfa de conjunto. Confonnan una discontinuidad ffsica y una zona de contraste, ya que estn
ubicados, en su parte superiar, directamente al contacto con las tierras frias de la Sierra, extensiones cimeras onduladas, moldeadas por las coberturas glaciares y de nieves holocenas y cubiertas par vegetaci6n de pramos. La ruptura de pendiente es siempre muy clara, y el descenso hacia las cuencas, es abrupto y rpido. Los modelados interandinos superiores estn por 10 general bien disectados, los desniveles amplios y las pendientes, longitudinales y
transversales, de fuertes a muy fuertes.
Luego, por el contraste climtico. Por oposici6n con las cimas de las cordilleras con clima frfo, con precipitaciones muchas veces bajo la fonna de nieve y con una cobertura nubosa y neblinas muy frecuentes; el medio
interandino, detrs de estas barreras naturales, est en posici6n de resguardo climtico ya que las masas de aire proveniente de las regiones occidental y amaz6nica han perdido parte de su humedad por precipitaciones orogrficas
sobre las vertientes externas y las cimas.
Las altas estribaciones interandinas estn sometidas a condiciones climticas muy humedas (sin cobertura
nubosa persistente) y frescas; cerca dei limite superior, las temperaturas medias anuales son dei orden de SoC (con un
riesgo importante de helada, sobre todo a mediados de ana) y de cerca de 15C hacia el limite inferior; las variaciones
de estas temperaturas medias anuales son reducidas y no sobrepasan los 2C.
El gradiente general de disminuci6n de las precipitaciones medias anuales hacia las altitudes menores es diffcilmente observable debido a la fonna muy estrecha de estas vertientes; ademas, se encuentra muchas veces oculto
par las importantes variaciones de las precipitaciones debido a la exposici6n de las estaciones; en el alto valle dei
Mira, separado de la regi6n amaz6nica por una cordillera montanosa relativamente baja, se puede notar unas precipitaciones medias anuales superiores a 1.000 mm (1.065 mm en Sigsipamba, 1.0S0 mm en Mariano Acosta c:'n 195
y 120 dfas de Iiuvia), mientras que en las pendientes de la cuenca de Palmira, protegida en sus dos faldas por altos
relieves, las precipitaciones medias anuales se mantienen netamente inferiores a 500 mm (345 mm en s610 75 dfas en
Cebadas ubicada a la misma altitud que Mariano Acosta). Estas dos situaciones extremas que corresponden a un
numero de meses secos de 0 y 10 respectivamente s610 afectan a algunas zonas limitadas de la unidad cuya mayor
parte tiene un numero de meses secos entre 1 y 4 (zona muy humeda con precipitaciones medias anuales de 750 a
1.000 mm repartidas en 120 a 160 dfas par ano) y en una fracci6n reducida un numero de meses secos de 4 a S (zona
humeda con precipitaciones medias anuales inferiores a 750 mm durante 100 a 150 dfas).
La humedad relativa dei aire varia deI SS % en Patate, estaci6n expuesta a los aportes de humedad provenientes de la regi6n amaz6nica, al 73 % en El Angel, estaci6n protegida. La evaporaci6n Pic he es elevada y depende
de la altitud y de la temperatura media anual; los extremos observados son de 935 mm-ano en Pachamam (altura
3.600 m temperatura media anual de 7,SC) y 1.335 mm-ano en Patate (altura 2.270 m, temperatura media anual de
15,SC).
Estas altas vertientes se diferencian asf fuertemente de los relieves interandinos inferiores, ms calientes y
ms secos.
107
- La segunda generaci6n de proyecciones recientes cuyo espesor varfa de une a aigu nos metros. Se trata de
las cenizas arenosas negruzcas, cuyas capas abarrancan la generaci6n anterior y siguen las ondulaciones de la topograffa.
Sobre estas vertientes, el decapado de las piroclastitas superiores sigue siendo relativamente escaso y los
suelos se desarrollan casi exclusivamente sobre las proyecciones recientes. Su diferenciaci6n proviene de la estratificaci6n climatica altitudinal. Los suelos ubicados en partes altas, con un rgi men de temperatura msico y un rgimen de humedad Lidico, son generalmente Andosoles desaturados, negros y muy humfferos. AI disminuir la altitud,
la lemperalura aumenta, el rgimen dei suelo se vuelve termico. Conservando un rgimen Lidico, los suelos se
encuentran bajo condiciones mas secas, los minerales arcillosos aparecen, y los Andosoles pasan graduai mente a
Brunizems franco-arenosos menos humfferos y oscuros que los Andosoles.
108
sinuosidad muy marcada que encierra total mente los relieves volcanicos y glaciares deI paramo de El Angel (Fig. 15).
Empieza al Norte por un tramo ONO-ESE desde el pie dei volcan Chi les hasta el Suroeste de Tulcan y se reune con
el valle dei Chota segun una direcci6n NE-SO, luego de haber descrito un gran golfo hacia el Norte, alrededor de la
depresi6n satlite de Mira-El Angel. Sus altitudes, relativamente uniformes, se escalonan entre 2.800-3.000 m en la
parte inferior y 3.400-3.600 m en el contacto con los modelados de paramos.
Proximos a su terminaci6n occidental, al Oeste de Mira, hemos asociado, a este paisaje, rnodelados volcanicos disectados similares, que derivan de la deslrUcci6n de edificios muy antiguos entallados por profundas quebradas con numerosas cicatrices de arrancamienlO, cerca de Juan Montalvo. Aquf, ellmite inferior se acerca por 10 tanto
excepcionalmente a los 2.600 m, par La Concepci6n.
- La franja oriental de la cuenca Cayambe-Quito, parece mas compleja. Tiene un trazado en zig-zag, dividido en cualro tramos:
NO-SE, por Mariano Acosta, es decir una direcci6n similar al valle dei Chola que domina hacia abajo,
N-S entra la laguna de Yaguarcocha y Cangahua al Sur de Cayambe, en el reborde oriental dei estrecho
corredor de Olmedo,
luego E-O, sobre unos treinta kil6metros al Sur de Cayarnbe,
y por fin, NNE-SSO, en el reborde de la cuenca de Quito, en donde va a terminar al Norte dei volcan
Sincholagua.
Sus allitudes inferiores, en todas partes cercanas a los 3.000 m, bajan hasta 2.800 m por Mariano Acosta, en
el borde dei valle dei Chota al Norte. Su lmite superior, en la zona de contacto con los paramos, sube a 3.400-
3.600 m.
El origen de estas estribaciones sigue sin explicaciones detalladas, ya que los episodios volcanicos sucesivos no permiten reconocer eventuales accidentes. El dibujo en tramos onogonales nos permite sin embargo interpretarlos, por 10 menos parcialmente, como abruplOs tect6nicos ubicados sobre las principales fracturas que limitan
las cuencas interandinas.
La direcci6n predominante NE-SO a NNE-SSO, que se vuelve a encontrar en ellfmite de los paramos de El
Angel, alrededor de la depresi6n de Mira, por Cayambe 0 Pifo, es la direcci6n interandina predominante de los Andes
ecuatorianos, que gua el ordenamiento general de las cuencas.
La componente ortogonal NO-SE de Tulcan 0 Mariano Acosta, sigue la direccion de los rios Chota y Mira.
Es probable que se trate de una segunda red de fracturas regionales.
La tercera E-O, por Cangahua, parece ser excepcional; esta ubicada en la prolongaci6n dei alveolo de
Guayllabamba, en donde existen direcciones de este tipo que gui an aigu nos tramos hidrogrficos coma en el ro
Pisque.
Es probable que se trate de abruptos compuestos. Estos son escarpamientos de falla, heredados directamente
de los movimientos tect6nicos originales, y tambin abruptos de Inea de falla, es decir, ubicados sobre ellugar de la
falla pero parcialmente elaborados por erosi6n diferencial, siendo excavados los materiales ms blandos deI relleno
de las cuencas. Pues subrayan local mente los lmites de los esparcimientos volcnicos plio-cuaternario de las
cordilleras (Grupo Altar y Sicalpa) por abruptos de contacto litologico.
Los modelados son relativamente homogneos. Dominan las grandes vertientes con perfillongitudinal rectiJneo, fuertemente disectadas por una densa red de quebradas: torrenteras y barrancos estrechos, con faldas ernpinadas y perfil en V. Esta red paralela a la pendiente dominante es sin embargo heredada; ya que la mayorfa de las arterias, desprovistas de cualquier tipo de escurrimiento perenne, s610 es recorrida durante los aguaceros mas fuertes. Su
elaboraci6n se relaciona con el deshielo de los casquetes glaciares y de nieves cimeras, hace unos 10.000-12.000
anos. Entre estas incisiones, el modelado de superficie transversal es mucho menos accidentado, compuesto por
interfluvios hectomlricos suavemente redondeados.
Unidad 187. Esta segunda unidad, caracteriza paisajes geomorfol6gicamente pr6ximos a los de la unidad anteriar, de
la cual representan un estado mas avanzado de disecci6n, con incisiones mas densas y profundas.
Se encuentra en ambos rebordes de las cuencas centrales de Latacunga 0 de Riobamba, pero pros igue luego,
en forma mas discontnua, hasta la terminacl6n de la Sierra vo!canica, sobre las vertientes superiores dei valle de
Alaus hasta Huigra, al Sur. Se pueden distinguir tres subgrupos:
- Los rebordes de la cuenca de Latacunga y el borde oriental de la de Riobamba.
La franja meridiana de paramos que se exliende entre los volcanes Quilotoa e Iliniza, esta Iimitada par un
pequeno abrupto ubicado altitudinalmente entre 2.800 y 3.200 m. Sigue, en forma global, la extension dei manto de
109
lava y piroclastitas asociadas de los derramamientos pliocenos (Orupo isayambo), cuyas superficies superiores
llevaron glaciares cuaternarios. Por 10 tanto, se trata aquf de un abrupto de contacta litol6gico, pero tarnbln con un
origen tectnico parciaJ, ya que est sobrepuesto a la fractura interandina occidental.
En la orilla izqUlerda deI rfo Cutuchi, cerca de 2.600-2.800 m, el reborde oriental de lacucn a esta tambin
subrayado, entre las confluencias de los rios Yanayacu y Ambato, por un abrupto bastante rectilfneo con una direccin igualmente meridiana, de 200 a 250 m de mando, debajo de una su rficie ubicada por 2.900- 100 m. Podria
corresponder a una grada tectnica intennedia en el borde de la cordillera oriental, pero aparece mas como un pliegue monoclinal. Los estratos volcano-sedimentarios detrfticos dei relleno de la cuenca de Latacunga, nonnahnenle
en posicin subhorizontal, muestran en efecto una muy clara acentaci6n de los buzarruentos cerca deI abrupto, en
donde se inc1inan fuertemente hacia el Oeste, acercando e localmente a la vertical. Esto comprueba que unos movimientos tectnicos muy recientes han afectado los rellenos interandino : le mp esi6n Este- ete. Q remodelamiento en cobertura de movimientos verticales sobre un bloque fallado intennedio/
La superficie cimera, muy clara en posicin central por Pfllaro, se eleva progresivarnente hacia 1Este hasla
3.300-3.400m y parece cortada cerca de 3.200 m, por otro pequeiio abrupto topografico. con direccion meridiana,
orientado hacia el Oeste y con menos de 100 m de mando. Se trata probablemente de tlna rplica deI accidente
anterior.
Esta grada oriental se prolonga hacia el Norte, en las cercanfas dei cerro Putzalagua, en donde se escalona
entre 3.000 y 3.400 m, y mas hacia el Sur hasta la entrada dei desfiladero de Banos-valle deI Paslaza, bajando por los
2.200 m, conforme a la pendiente general dei fondo de la cuenca.
Luego de un hiato en la latitud dei volcn Tungurahua, esta estribacion continua sobre toda la franJa orientaI de la cuenca de Riobamba, hasta el Este de Cebadas-Palmira. Su poca anchura no permiti6 representarla en f nna
continua, y hemos escogido privilegiar el nivel cimero que la corona (unida 184). 0 interpretamo aquf como una
grada tect6nica intermedia sobre la falda interna de la cordiilera oriental, moldeada n su mayorf , por derramamientos volcanicos pliocenos deI grupo Altar.
- Los relieves de la parte central y de las estribaciones occidentales de la cuenca de Riobamba merecen una
distinci6n pese a pertenecer al mismo grupo altitudinal. Constituyen un conjunto de altas colioas con fonnas pesadas.
cimas anchas 0 redondeadas y vertientes empinadas, con vexas en la cima y luego con tendencia rectilinea hacia
abajo. Las incisiones, empinadas y en V, son relativamente profundas, con desniveles relativos deI orden de 200 a
300 m. Todos estos elementos confieren a estos relieves un aspecto macizo, poco comun en el arnbito inlerandino.
como 10 demuestra claramente el trayecto Sicalpa-Guamote. Las altitudes extremas se e calonan entre .000 y 3.600
m en la mayorfa de la cuenca, pero las variaciones se estrechan al pie deI Chimborazo, al Norte. en donde el iso e la
ubicado por 3.200-3.300 m, 0 al Oeste de Guamote en donde alcanza 3.400 m.
Estos Inodelados corresponden casi exactamente a los afloramientos conocidos baJo el trmino 1 cal de
formaci6n Sicalpa, que pertenecen al grupo de los derramamientos pliocenos sobre el piso deI graben tectonico
Riobamba-Guamote. Se compone de una superposicn de productos pirocJsticos: tobas, cineritas y aglomerados
con escasas intercalaciones de coladas de lavas. Estas capas potentes, de color gris-blancuzco a beige, muestran con
toda evidencia varias generaciones, las mas antiguas afectadas por fallas, y las mas recientes por pliegues c n 1 gos
rayos de curbatura, manifestaciones q e atestiguan dei proseguimienlO de la tect6nica interandina, durante las fases
de relleno. Estas son por 10 general secantes con los modelados y cubiertas por las proyecciones piroclaslica
recientes.
Su afloramiento entre Riobamba y Guamote se relaciona con ellevantamiento dei piso de esta depresi6n en
direcci6n al Sur; los rellenos de tipo volcano-sedimentario detrftico recientes estan limitados a los pequeiios grabens
locales de ngulo de falla en Guamote 0 Palmira por ejemplo.
- Las vertientes deI valle Alausf-Huigra (Fig. 23)
Fueron integradas a esta categorfa ya que pertenecen al mismo piso climtico y se caracterizan por procesos
pedo y morfogenticos similares; por 10 tanto, sus coberturas de suelos son idnticas.
En cambio, su morfologfa es original, en comparacin con las estribaciones sensu estricto de las CUencas
interandinas. El valle Alausf-Huigra, incisi6n muy profunda con direcci6n NE-SO que entalla la Sierra central en
direcci6n dei ambito costanero, esta drenada por el Rio Chanchan, el cual se encuentra a 2.800 m inmediatamente rio
abajo de Tixan, pero baja a 1.200 m cerca de Huigra, a proximidad de la salida a las regiones costaneras, mientras que
los relieves que 10 rodean alcanzan 3.300-3.600 mal Oeste y 3600-3.800 m en su orilla oriental.
Esta unidad cartografica reagrupa diferentes paisajes:
Las grandes vertientes superiores, rectilfneas 0 abruptas, raspadas y erosionadas longitudinalmente por
estrechos barrancos profundos con perfil en V. Las pendientes son, por 10 general, superiores al 70-100 %.
Agruparnos con esta categoria las vertientes empinadas de la parte alta dei rfo Cebadas. do abajo de Jas lagunas de
110
Atillo, profundamente encajonadas entre 3.200 y 3.600 m, pese a que este valle esl orienlado sobre el rio Chambo,
hacia el Norte .
Los giganlescos hundimientos y deslizamientos de paredes enleras, con una superficie ca6tica que cubren
las faldas de la incisi6n alrededor de Chunchi entre 2.800 y 3.600 m y sobre las partes superiores de la orilla derecha,
entre 2.800 y 3.400 m, de Alausi a Huigra.
Los niveles y rellanos escalonados de diferenles origenes: resaltos estructurales mas 0 menos pianos desarrollados sobre bancos vo1canicos mas resistentes, pequefias gradas de origen tect6nico, rellanos deslizados con
una superficie aborregada e inclinada con direcci6n al valle, huellas de aplanarniento dejadas por los rios duranle su
encajonamienlo 0 rellenos superficiales coluvials, coma entre 3.400 y 3.800 m, en la parte alla dei rio Guasunlos, rio
abajo de Toloras.
Todas constituyen grandes vertienles de erosi6n. Se desarrollan indeferentemente sobre varios tipos de sustratos vo1canicos de edad terciaria (formaci6n Macuchi y Saraguro) en las parles inferiores 0 de edad plio-cuaternaria
sobre las estribaciones de la cordillera oriental al Este de Chunchi (vo1canismos Tarqui y Altar) pero incluyen lambin gargantas en las metamorfitas de los grupos Paule y L1anganales, en las partes allas de las incisiones. Las
formaciones afloranles son en Iodas partes similares y asocian el sustrato rocoso con dep6sitos de vertientes, por
gravedad 0 coluvionamiento, muy pedregosos, con matriz areno-arcillosa.
El aborregamiento general de los perfiles longitudinales, es el sig no de una cr6nica inestabilidad de estas
vertientes. El paisaje esta marcado en todas partes por las hueHas y cicatrices de antiguos movimienlos superficiales
(Fig. 23): paredes deslizadas con superficie aborregada al pie de una vertienle puesta al desnudo por procesos de
gravedad, vertientes enleras con modelado ca6tico alestiguando de una bajada generalizada deI manto superficial
tanto de manera lenla y graduai, coma por descolgamientos bruscos y calastr6ficos. La inestabilidad es aun acentuada
cuando el manIa superficial de proyecciones piroclasticas esta direclamente sobrepueslo sobre las pendienles fuertes
y erosionadas dei sustralo rocoso subyacenle. El derrumbe de Chunchi (ver "Utilizaci6n y evoluci6n morfodinamica
aClual") constituye un ejemplo particularmenle demostrativo de esle tipo de dinamica.
Esta siluaci6n es una herencia de la evoluci6n morfogentica. La surrecci6n de la cordillera, al provocar un
fuerte encajonamienlo de la red hidrografica, con desniveles relalivos que pueden sobrepasar los 2.000 m, favorecio
la elaboraci6n de entalladuras con vertientes muy empinadas, cubiertas por fonnaciones superficiales en equilibrio
inestable que han sufrido, anterionnente, una (0 varias) fase(s) de deslizamientos durante perlodos mas humedos. La
recolonizaci6n por la vegetaci6n indica una estabilizacion temporal de estas formas, que pueden vol verse rapidamente funcionales bajo condiciones naturales excepcionales, coma precipitaciones mas abundantes 0 trabajos viales
que modifican las condiciones deI equilibrio de estos dep6sitos. Por 10 tanto, se impone una gran prudencia.
III
gados en el sentido de la pendiente poseen cimas estrechas, de redondeadas a subangulosas. Las zonas de relieve
moderado no existen, las pendientes son extremadamente fuertes, siempre superiores al 70 -100 %.
Bajo estas condiciones, los fen6menos erosivos gufan la repartici6n de las formaciones superfciales. Los
afloramientos rocosos dei sustrato predominan y estan asociados con dep6sitos pedregosos coluviales de vertientes,
y restos de coberturas piroclasticas locales, conservados en sectores con pendientes menores. Es probable que las
recientes emisiones volcanicas tambin hayan cubierto el conjunto de estas vertientes, pero la intensa erosi6n hfdrica,
acompanada por fen6menos e61icos particularmente activos en las partes inferiores occidentales, procedieron a un
decapado posterior casi total.
Los suelos atestiguan de estos fen6menos de erosi6n y de rejuvenecimiento de los perfles. Ellos son "poco
evolucionados de erosi6n" asociados local mente, sobre las pendientes poco acentuadas, con Brunizems.
112
~ Zona muy erosionada, interfluvios decapados por deslizamientos en masa y escurrimientos, red densa de quebradas paralelas
Erosion por escurrimiento dominante, carcavas y quebradillas
N
1
0
1
25Km
1
Clima arido
~ Clima humedo
~ Clima muy humedo
~ Clima muy humedo a hiperhumedo con neblina
N
1
Elaboraci6n: A. Winckell; Fuente: Cartografla geomorfol6gica de la Sierra a 1:500.000, y Mapa de zonificaci6n climatica dei Ecuador a 1: 1'000.000, C.
Huttel, A. Wlnckell, C. Zebrowski, indito)
113
miocenas de base, hasta en las capas terminales de edad plio-cuatemaria. Se pre.felltan bajo /a forma de
cineriras de toda granulometria y hasta de bloques, inter slrarificados con emisiones vo/canica (lavas. /allores,
etc.) y aportes sedimentarios, fluviales 0 lacustres con predominio detn'tico (gravas, arenas, etc.).
Hacia la cima, los depositos tipicamente areos se vuelven predominantes, atesliguando llfla desecacion
progresiva de estas cuencas por relleno.
Las pirocldstitas de cobertura pertenecen exclusivamente a las ltimas fases, son proyecciones por via
area quefosilizan una moifologia existente. Por 10 tanto, poseen una significaci6n paleogeografica.
La mas antigua de estas fases, que liamamos "cenizas antiguas ", tambin cubre la parte superior deI relleno. As/, los levantamientos geologicos de la DGGM, hablan de un paso tran iciol/al entre la tiltima fase de
sedimentacion lacustre de la cuenca de Quito (Formacion Chiche, Pleistoceno) y laformacion Cangahua. Esta
ultima conforma un conjunto complejo que reagrupa la cima dei relleno fluvio-lacustre (llanuul CangahuQ'lacustre), y las proyecciones piroclasticas de cobertura, antiguas y recientes sin diferendacion (!lamada
Cangahua eolica).
La utilizacion de estos trminos puede llevar a confusiones. Por 10 t I/tO, resulta necesario intentar precisar algunas definiciones:
- La "cangahua" 0 "cangagua" es un trmino utilizado en Ecuador para desigllar unaformacion
endurecida, compacta, de color gris-blancuzco a pardo-amarillento. compuesta par Ulla superposicion de capas
globalmente concordantes, de proyecciones volcanicas areas. Un lugar "tipo" de esta formaci6n se situa
alrededor deI pueblo de Cangahua, ubicado en la vertiente interandina occidental, al Sur de Cayambe.
- Se deberia evirar llamar "cangahua" a depositos sedimentarios 0 lacustre cuyo proceso de cimentacion
es puramente sedimntario, aun si los materiales originales son de origen volcanico y aporlados por proyecciones consecutivas a erupciones. Se trata entonces de cineritas (cenizas lacustres endurecidas), de cinerizas con
bloques, de areniscas 0 de conglomerados volcano-sedimentarios. En esta optica. la cima de la sedimentation
fluvio-lacustre "Chiche", no debe ser considerada como una cangahua.
- No se deben !lamar "cangahua" a todas las capas piroclasticas mas 0 menos compactas. Asi. los flujos
piroclasticos, como el de la cobertura de ignimbrita de la cuenca de Latacunga 0 los lahares de la cuenca de
Riobamba, no deben ser considerados como tal.
- Las cenizas sueltas recientes que recubren este conjunto endurecido. tampoco debut ser !lamadas
"Cangahua ", ya que por definici6n, la cangahua es unafacies cimentada.
Utilizamos el trmino de "cangahua" exclusivamente para formaciones provenientes de caldas por
gravedad de proyecciones piroclasticas eolicas. Las capas que la componen tienen diversos espesores (desde
algunos decimetros hasta algunos metros), pero par 10 general, son concordantes y moldean una
paleotopografia. Compuesta en su mayoria por materialesfinos "cenizas, arenas y lapUli" con unn composicion
mineralogica idntica a las lavas dei mismo periodo. estas capas han sufrido un endure imiento que puede
variar de una capa a otra. Los fen6menos responsables de este endurecimiento son varias, pero casi siempre de
origen secundario (el endurecimiento no esta directamente relacionado con el fen6meno de depositaci6n) y
hacen intervenir cimentaciones relacionadas con su composicion granulomtrica, con la circulacion y la
cristalizacion de percolaciones internas, de origen geologico, pedogentico 0 consecutivos a su exposicion al
aire libre, pero siempre bajo condiciones climaticas con sequia muy marcada.
Este endurecimiento les permite luego resistir peifectamente a la meteorizacion, sobre IOdo en el medio interandino relativamente seco, aflorar bajoformas de acantilados subverticales y conservar este perfil por mucho
tiempo. Sin embargo, son muy sensibles a la incision hidrica linear que los entallo profundamente durante el
ultimo deshielo, los estrechos barrancos asi cavados han guardado luego sus paredes verticales originales y
constituyen excelentes puntos de referencia de la evoluci6n moifogentica.
La cangahua dei Ecuador solo se form6 a partir de las cenizas antiguas. En forma global tiene un aspecto
de toba soldada, con una granulometria entrefina y media, queforma un manto de 10 a 30-40 m de espesor y que
se caracteriza par la presencia de potentes capas intercaladas de lapilli y piedras pomez, como en las cuencas de
Quito y Tulcan. par ejemplo. En los alrededores de Quito, la parte inferior de laformacion es facil de reconocer
por la presencia de dos capas superpuestas de piedras pamez blilncuzcas a amarillentas: una capa inferior de 2
a 5 m, y una superior de 1 a 3 m, separadas por 2 a 4 m de tobas pardo-amarillentas.
Su extension, en el medio interandino dei Norte, es significativa.
- Sobre las cimas planas de los rellenos, los afloramientos de cenizas anliguas cimentadas en cangahua son
114
generalizados. La abundancia de las intercalaciones de proyecciones piroclasticas en la parte superior de los sedimentos de las cuencas, comprueba que las erupciones volcanicas empezaron durante el relleno, y continuaron
luego de la desecaci6n de los lagos y de sus dep6sitos, que s610 sufrieron posteriormente retoques areos.
Sin embargo, estan ausentes de dos tipos deformas en este medio, de elaboraci6n mas reciente: los niveles
aluviales y rellanos inferiores, mas recientes que el piso de las cuencas, tal coma el alveolo de Cuayllabamba. y
en la parte inferior de las incision es y quebradas.
- Sobre las vertientes interandinas, estan presentes enforma generalizada y acusan ondulaciones de gran
amplitud que corresponden a una antigua topografia, independiente de la superficie actual. Las capas estan
recortadas, abarrancadas por las quebradas, que, necesariamentefueron cavadas posteriormente a su deposito.
- Coma 10 hemos anotado anteriormente, su desaparici6n en las altas tierras frfas de las cordilleras andinas con morjologia glaciar cuaternaria 0 de paramos es tambin muy significativa (ver parafo S 2/: Los diferentes ciclos glaciares).
.
Hemos notado tambin que resulta poco probable que estas emisiones sean anteriores al ciltimo periodo
glaciar y las dataciones demuestran que no se continuaron posteriormente a su deshielo.
Las cenizas recientes
Este segundo periodo de emisiones se diferencia claramente de las proyecciones anteriores, por criterios
de extension, de repartici6n y de evoluci6n interna:
- Se trata de una superposici6n de capas alternas, entre decimtricas y multidecimtricas, con arenas entre
medias y gruesas, entre gris-amarillento y gris-azulado, de lapilli y piedras p6mez centimtricas blanco-amarillel/tas y de cenizas negruzcas.
- Han guardado todns las caracterfsticas ftsicas dei dep6sito original, )' /10 se ven endurecidas. Esta gran
diferencia de evoluci6n entre dosformaciones, muchas veces sobrepuestas, implica par 10 tanto que exista una diferencia en los procesos de depositacion 0 un claro desfose temporal acompanado por marcados cambios de las
condiciones climaticas.
- Recubren uniformemente la mayorfa de los paisajes interandinos, pero segun diversas modalidades:
. sobre los interfluvios, existe una seudoconcordancia entre la topografia actual y las emisiones
recientes que moldean en casi conformidad las amplias ondulaciones que afectan las proyecciones antiguas;
. por la contrario, los cortes sobre los rebordes de las incisiones muestran claramente que estas
ultimas, cavadas luego de la depositaci6n de las proyecciones de cenizas antiguas, tienen susfaldas casi uniformemente cubiertas por las emisiones recientes, discordantes sobre las generaciones anteriores. La cavadura estaba par 10 tanto en su mayor parte realizadn al momento de las caidas de segunda generaci6n quefosilizaron una
nueva topografta, abarrancando la anterior.
- Por fin, esrtin presentes sobre las altas tierras frias con morjologia glacionival, en donde reel/bren tante
las superficies y rocas raspadas par los glaciares que los dep6sito5 mornicos 0 fluvioglaciares.
Es entonces probado que esta emisi6n es posterior al deshielo que sigui6 el ultimo maximo glaciar. Como,
ademas, fosiliza la topografia posterior a la cavadura de las incisiones, resulta razonable atribuir esta fase de
incisi6n al periodo de juerte escurrimiento que caracteriz6 este deshielo.
Esta segunda emisl6n es diftcil de observar sobre la parte inferior de las incisiones, con pendientes muy
fuertes e inestables, donde estas dep6sitos e61icos se conservan con dificultad. Por otra parte su ausencia sobre
lasformas aluviales puede explicarse por un decapado hfdrico en las hondonadas, pero tambin es probable que
la cavadura de algunas entalladuras haya proseguido posteriormente. En la red de quebradas f6siles y sin escurrimiento actual que zurcan los modelados interandinos, las emisiones recientes bajan localmente hasta los pisos,
recubriendo las vertientes y hasta los dep6sitos dellecho aluvial.
Tentativa de reconstitucion paleogeogT(ijlCo de la evolucion holocena
Las ensefianzas de las dataciones
radio-cronolo~ias.
Algunas dataciones con C 14, realizadas para un estudio reciente (A. Winckell, C. Zebrowski et al, 1994, en
publicacion), dieron los siguientes resultados.
- Las emisiones antiguas empezaron antes de los 40.000 afios B.P. AIgulUls muestras recogidns a la base de
estos depositos jueron datadas respectivamente en 37.300 1.700 afios B.P. (en una profundidad de 7 m pero
sobre por 10 menos 4,30 m de cenizas mas antiguas, por El Angel) y mas de 42.000 afios B.P. (projundidad de
9 m, pero cubriendo todavia mas de 1 m de cenizas mas antiguas, en San Miguel de los Bancos en la vertiente
occidental).
115
Ellas prosiguen sin mayor interrupci6n hasta un poco menos de 17.150 170 afios B.P. (horizonte ubicado
a 65 cm de la cima de las proyecciones antiguas recubiertas por cenizas recientes).
- La base de las cenizas recientes a sido fechada en Il.600 110 afios B.P. (zona de El Angel) y 8.390 anos
B. P. (pie dei Cotopaxi); y las emisiones se escalonaron hasta los 1.620 50 afios B. P. (por Mindo, sobre la fa Ida
andina occidental); algunas muestras, probablemente mas recientes, estan siendo analizadas.
Estos resultados coinciden con otros datos contenidos en varios documentos geol6gicos publicados por la
DGGM. Asi, una madera encontrada en las capas superiores de la formaci6n geol6gica llamada "Cangahua
lacustre" (se trata de la cima deI relleno lacustre con intercalaciones de aportes fluviales y piroclasticos,
cubiertos por dep6sitos piroclasticos estrictamente e6licos), ha sido fechada en mas de 48.800 anos B.P.
Basandose en consideraciones arqueol6gicas, los autores de los mapas geol6gicos al :50.000 de Sangolqui
y El Quinche, afirman que lafase principal de dep6sitos de la cangahua (e61ica) se termin6 antes de los 21.600
mlos B.P y probablemente 12.900 anos B.P.
En 10 que arane a las proyecciones recientes, obtuvieron una edad de 6466 55 afios B. P., para una madera
atrapada al interior deI relleno lacustre de Quito (66 m de dep6sitos que reposan sobre la cangahua).
Algunas proyecciones puramente e61icasfueronfechadas en 6.753 60 afios B. P. (lignita intercalada en un
relleno aluvial y fosilizada por 20 m de proyecciones recientes atribuidas al Pululahua) y a 2.300 anos B.P.
(cenizas recientes superficiales tambin atribuidas al Pululahua).
La reconstituci6n de la evoluci6n
~eomoifoI6~ica
El cruce de todos estos datos asi como la comparaci6n con los resultados obtenidos en Colombia (T. Van
der Hammen) yen Bolivia (M. Servant) nos permiten proponer la siguiente cronologia:
- Las emisiones de cenizas antiguas empezaron un poco antes de los 42.000 afios B. P. Sobre las altas tierras
de las cordilleras, stas caian sobre la cobertura de hielo y nieve (maximo glaciar entre 28.000 y 14.000 en
Bolivia). En las altitudes inferiores, fosilizaban los relieves existentes mientras el clima era mas frio (de 6 a 8C)
y mucho mas seco que actualmente, segun los datos obtenidos en Colombia. Estas condiciones climaticas explican la homogeneidad de los dep6sitos, con una alteraci6n moderada y relarivamente constante sobre todo su
espesor asi como la ausencia de horizonte humifero intercalado, ya que ningun periodo bas tante humedo permiti6 su desarrollo.
Tambin es probable que una parte de las induraciones daten de esta poca ya que se correlacionan con las
condiciones climaticas reinantes. La presencia de fuertes cimentaciones, aun a gran profundidad y las variaciones segun los diferentes dep6sitos incitan a proponer un endurecimiento contemporaneo 0 ligeramente posterior a la depositaci6n. Tampoco se excluye la posibilidad de que la induraci6n haya proseguido, por 10 menos
en el nivel de las capas superiores, durante periodos posteriores secos, por percolaciones y precipitaciones de
soluciones provenientes de las capas superiores.
- El rapido retroceso de los glaciares observado entre 14.000 y 10.000 anos en Bolivia, se produce en la
misma poca en el Ecuador. Sobre las superficies recientemente deshieladas caen algunos decfmetros de las emisiones terminales de cenizas antiguas por El Angelo al pie deI Chimborazo por ejemplo. Este deshielo provoca
unafuerte alimentaci6n de la red hidrografica, que se vuelve potentemente erosiva sobre los relieves de la Sierra
en donde elabora la mayoria de las incisiones, abarrancando las antiguas proyecciones. Los materiales aportados por el deshielo de los casquetes de hielo y nieve provocan aluvionamientos en algunos sectores deprimidos de
las cuencas interandinas (Latacunga, Riobamba), pero sobre todo rio abajo de las desembocaduras de piedemonte en las regiones amaz6nicas (salida dei Pastaza) y costaneras (regiones de El Placer, Los Bancos y El
Triunfo).
Este calentamiento deI clima se traduce, en el Ecuador, por laformaci6n de potentes horizontes humiferos,
casi continuos, en la cima de los dep6sitos de cenizas antiguas, los mismos que, fosilizados, permiten fechar el
inicio de la cobertura de las cenizas recientes. Esta pedognesis se vuelve particularmente intensa a partir de
10.000 anos que es considerado como el mciximo de calor. Entre 9.400 y 8.600 anos, el clima es, en Colombia,
mas calido que el actual de 1 a 2C y con una humedad media.
- Las ultimas etapas de este deshielo coincidieron mas 0 menos con las primeras caidas de cenizas recientes, que comenzaron localmente por los 11600 anos en la regi6n de El Angel, pero se generalizaron luego en toda
la Sierra entre 8.390 y 1.620 anos.
Son post- glaciares, ya que, arriba, fosilizan las superficies y dep6sitos dejados por el retiro de los glacia-
116
res, abajo concuerdon con/a actua{ topografia, y recubren las vertientes de las incisiones cavadas por las guas
de deshie/o los depos;lOs de piedemon te concomitantes.
La ausellcia de evoluci6n pedogentica en eslas cardas, que guardaron sus caracleres lexlurales originales,
dehe ser relacionada con W edad ma rI' ci ente pero tambin con una nuevafase de resecamiento del clima, COIltempo raill'a 011 esta segunda fase de erupciones.
Desde estafecha, los cambios climdlicos anotados en Bolivia, que acompaizan una lenta degradaci6n del
<:Lima con alternancias de pl' dodos mas!rros y ciclos de resecamiento, s6lo se traducen claramente en el Ecuador,
en iaj1ucluacioll de las coberturas glaciares de los principales nevados, en donde han dejado varias generaciones
de areos mornicns superpueslOs.
Por lo lanto, aparece que los rasgos mayores de la morfologra superficial interandina, yen particular la
red de quebr das, son relativamente fijos desde aproximadamenle 10.000 aios, y que las aeciones morfogenficos posteriores se aparentan a retoques de superficie 0 de delalle en un marco general ya establecido.
As! oeurre COli las atenuaciones de las diferenciaeiones lopograficas luego de lafosilizaci6n por las cenizas
recieTlleS, COI! todos los procesos de erosi6n superficial (decapado de las capas de cenizas superiores y
denudaci6n de las superficies de cangahua), con las diferenles manijestaciones volcanicas (coladas, lahares,
etc.) cerca de los edificios activos 0 con los ltimos episodios de remodelaci6n de los lechos fluviales.
S )n paisaje 111 y parecido . 10' de la unidad 187, pero ubicados en posici6n inferior, bajo condiciones
c1imatir.a secas y exdusivam nte en las cuencas de Latacunga y Riobamba.
La uDldad 20Q corresponde a modelados astallt s masivos. Esta localizada sobre el reborde occidental de la cuenca
de Lat.acunga. en donde delimita una franja meridiana por encima de 3.200 m sobre la falda Sur dei
Iliniza, y prosigue al Oe te d Saquisilf y Pujilf en donde baja hasta 3.000 m. Se trata de una lengua de colinas, con
t'onnas cimeras masivas entre onduladas y redondeadas, por 3.400-3.600 m. La disecci6n es poco den sa, marcada po~
inci. iones en que recortan la periferia en forma de jirones radiales. Su reborde oriental esta materializado por un
abrupto sinuo'o de proximadamente 150-200 m de mando.
Tod s Jo afloramientos bservados cerea dellfmite oriental pertenecen al relleno vo1cano-sedimentario de
la cuenca: gravas y arenas fluvio-Iacustres con elementos volcanicos, pero es probable que esta zona des borde al
Oeste sobre los derramamientos volcnicos pliocenos (formaciones Pisayambo y Altar) de las cordilleras. Los sedimentos d 1relleno muestran pliegues con direcci6n Norte-Sur, que se asemejan a los que se evidenciaron sobre el
reborde Este (unidades 184 y 187). Pensamos que se trata aquf deI mismo fen6meno, un pequeno pliegue-flexura de
superficie, que traduce la existencia de movimientos tect6nicos verticales recientes: relacionados con una grada intennedia entr graben y cordillera.
El equeno horst con cima redondeada, desarrollado sobre piroclastitas mas 0 menos cimentadas que se
eleva a 3.000 m al Norte de Pelileo. parece tener un origen tect6nico similar. Lo integramos a esta categorfa.
Las formas de la arte occidental de la cuenca de Riobamba son tfpicamente idnticas a las de la unidad 187
(ver 1 descrip i6n de esta unidad): altas colinas con formas pesadas y cimas redondeadas, separadas por estrechas
inclsiones en V, desarrolladas sobre las piroclastitas pliocenas dei piso de la depresi6n.
La ynidad 201. ubicad alred dor de la anterior, atestigua de un estado mas avanzado de disecci6n. Representa los reIicves terminal s d 1 contorno, con una morfologfa de abruptos sinuosos con perfil rectilfneo y
emplD do de uno 200 m de mando, que pareee corresponder al lfmite deI derramamiento volcanico plioceno
(fonnaci6n Sicalpa).
P ro tambin incluye los relieves de rebordes mas disectados, en donde estan claramente marcados los efec[0 de la erO'i6n regresiva a ambos lados de los rios Chambo, Guamote y Cebadas. Las vertientes presentan pendientes largas rectilfneas, por 10 general fuertes y las incisiones mas abiertas poseen muchas veces fondos ensanchados c n relleno coluvio-aluvial. Sus altitudes estan comprendidas entre 2.800 m (piso de la depresi6n) y las cimas
ubicadas cerca de 3.200 m, pero que alcanzan 3.400 m por Guamote.
La vertiente de la orilla derecha dei rfo Chambo, rfo abajo de Riobamba, ha sido incluida en esta unidad. Se
traLa de la parte inferior (entre 2.600 y 2.800 m) deI abrupto tect6nico. con perfil muy disectado, que delimita la grada
vole i a interrnedia ubicada sobre la falda interandina oriental y cartografiada coma unidad 184.
117
El conjunto de estas unidades esta cubieno por las dos generaciones de piroclastitas de las eSlribaciones
andinas mferiores: cenizas antiguas desigualmente cimentadas en cangahua, y cenizas recientes arenosas superficiales.
Los suelos, desarrollados sobre estas piroclastitas, son simtlares; baJo un rgimen de humedad ustico, son
sue los franco-arenosos, isohumicos, con un complejo de intercambio cati6nico saturado.
Las laldas
erosion~as de
Las cuencas de la Sierra vo1canica norecuatoriana estan drenadas por redes hidrogrMicas independientes
que poseen cada una un exutorio. Entre los cu ales cualro se dirigen hacia la Costa: el rio Chota en el valle dei mismo
nombre, las cuencas de Ibarra y San Gabriel (FIg. 15); el rio Guayllabamba en la cuenca Quito-Cayambe (Fig. 25);
el rio Sigchos en el valle dei mismo nombre; y el rfo Chanchan para el valle Alausf-Huigra. Las cuencas mas
meridionales de Latacunga-Ambato y de Riobamba-Guamote tienen como exutorio el rfo Pastaza que se dirige hacia
la Amal.Onfa (Fig. 23).
Todas las salidas presentan caracterfsticas simllares. Los exutorios constituyen impresionantes gargantas,
estrechas y profundas, talladas en el sustrato resistente de las cordilleras, volcanico al este y metam6rfico al Este.
Constituyen lindas pruebas de erosi6n linear regresiva y contrastan claramente con los perfiles ensanchados de los
valles interandinos, rfo arriba donde los constituyentes de los rellenos, poco consolidados, no ofrecen mayor resistencia a los procesos de nivelaci6n hfdrica y son facilmente excavados. Tambin conviene anotar que las entradas de
estas incisiones constituyeron para las redes hidrograficas andinas, verdaderos ni veles locales de base, en funci6n de
los cuales se elaboraron la mayorfa de los niveles escalonados en los pisos de las cuencas.
Los fondos de estos valles, estan ubicados en altitudes relativamente bajas en comparaci6n con el media
Interandino: el valle deI rfo Chota se escalona entre J.600 Y 1.400 m, pero penetra en la cordillera por los 1.200 m en
La Concepci6n; las altitudes dei rfo Guayllabamba varfan entre 1.600 m par San Antonio y 1.400 m en la entrada de
la quebrada al Sur de Perucho; el valle de Sigchos es relativamente mas elevado, entre 2.600 y 2.000 m, el gigantesco
cone deI ro Chanchan baja de 2.400-2.600 m al Sur de Alausf, hasta 1300-1.400 m rio abaJo de Huigra.
Estas gargantas son por demas sobredimenslOnadas en comparaci6n con las caracterfsticas de los rfos que
las ocupan. El escummlenta actual esta constituido por un rfo con caracter torrencial y con aguas muy cargadas de
elementos en saltaci6n y su pensi6n, 10 que atestigua de la acti vidad de los fen6menos morfodinamicos actuales deI
medio interandino; la observaci6n deI rfo Guayllabamba en el puente de Guayllabamba constituye un elocuente
ejemplo. SIn embargo, aun en perodo de crecida, estos escurrimientos s610 llevan algunos retoques menores a estas
quebradas, cuya mayor pane de la cavadura proviene dei encajonamiento de la red hidrogrMica, paralelamente a la
surecci6n plio-cuaternaria de los Andes, por rfos con fuerte escurrimiento, y tambin durante los perfodos
interglaciares asf coma el ltimo deshielo hace 10.000-12.000 arios
Pero su principal caracterfstica sigue siendo la generalizaci6n de los fen6menos erosivos actuales.
Primero, en el modelamiento de las venientes. Estas son siempre extremadamente empinadas (mas dei
100 %), a veces subverticales. Pero son heterogneas y comprenden partes con perfil rectilfneo, acantilados rocosos
asociados con aplanamientos locales 0 niveles de relleno como sobre l.a orilla Norte deI rfo Chota y jirones de terrazas
encaramadas, elabaradas durante el encajonamiento. La disecci6n linear secundaria esta siempre muy avanzada, y las
vertientes estan recorridas por una red muy densa de torrenteras y barrancos longitudinales con perfil en V, que les
proporciona un caracterstico aspecto "ranurado".
Luego, en la evoluci6n actual de las superficies. El decapado por escurrimiento di fuso y concentrado es
generalizado, la superficie esta esculpida, entallada por una densa red de zanJas mtricas. Las formaciones superficiales son muy variables: las rocas dei sustrato predominan, alternando con afloramientos pedregosos de gravedad 0
dep6sitos de pendientes, y testigos de arigen aluvial, arenosos 0 con guijarros, etc. Los dep6sitos superficiales piroclisticos fueron muhas veces decapados y, por 10 general, s610 subsisten bajo la forma de reliquias aisladas y
alargadas en el sentido de la pendiente, en posici6n de abrigo 0 en interfluvio entre las zanjas y torrenteras.
Por fin, estas quebradas constiLUyen corredores de acceso privilegiados para las masas de aire costanero 0
amaz6nico, que, al penetrar en el ambito Interandino, ocasionan violentas vientos. Estos ltimos, que han perdido su
humedad sobre las estribaciones andinas debido a precipitaciones orograficas, lIevan aire seco que acenta todavfa
mas el caracter arido de estas zonas, ya bastante bien resguardadas topograflcamente. Bajo estas condiciones c1imaticas, la vegetaci6n natural, muy abierta, no asegura al suelo una protecci6n signiftcativa contra la erosi6n hfdrica 0
e61ica. Los valles deI Chota 0 de Guayllabamba son panicularmente demostrativos, con fen6menos erosivos e6licos
118
Fig. 25. Los niveles de Guayllabamba-Tabacundo
7830'
10
25l<m
1
N
1
CJ
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r==-=l
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bastante activos y una avanzada ablaci6n de los Jep6sitos superficiales arenosos finos sobre sus vertientes
erosionadas. Las marcas de acumulaci6n son poco numerosas y estn localizadas en alineamientos transversales de
tipo barkhane coma por Perucho 0 Chavezpamba, al None de la abertura deI Guayllabamba.
119
En la unidad 202, los suelos, constantemente rejuvenecidos por procesos erosivos, son poco evolucionados, muy poco profundos, asociados local mente, en los relieves suaves sobre los cuales la cobertura de cenizas
no ha sido erosionada, con suelos mas profundos, isohumicos, franco-arenosos.
La unidad 227, se ubica en el valle deI Chota, en donde el acceso de las masas de aire costanero se ve facilitado por
el valle reclilfneo dei rfo Mira; los niveles inferiores poseen caracterfsticas climaticas aridas. Es la
variante pedolgica, de la unidad anterior (202), bajo condiciones aridas. La casi IOtalidad de las caracterfsticas
geomorfolgicas anteriores se aplica por 10 tanto a esta unidad; con excepcin de sus modeladas ligeramente mas
suaves, y de las superficies mas complelamente decapadas de sus formaciones superficiales. Asf mismo, aparecen
localmente testigos muy localizados de glacis, compuestos por depsitos pedregosos heredados, en proceso de
destruccin 0 subactuales: fenmenos morfodinamicos caracterfsticos de este piso climatico. El trayecto IbarraBolivar, es particulannente demostrativo de esta zonificacin c1imato-morfo-pedolgica.
Los suelos, muy poco profundos y poco humfferos, son poco evolucionados.
Las vertiellles de los valles de los rios Toqchi v Chanch<ill (ullidad 2031
Esta unidad esta localizada exc1usivamente en el Sur de la Sierra volcanica, por una parte, sobre el contorno
Sur y Sureste dei volcan Quilotoa. Allf, enlre 3.000 y 3.600 m, la parte alta dei sistema hidrograt"ico dei rfo Toachi se
caracteriza por vertientes bastante ensanchadas, con resaltos intermedios superpuestos, desarrollados sobre los
eslratos de los derramamientos vo!canicos pliocenos de tipo Pisayambo.
Por otra parte, en la parte alta deI valle dei rfa Chanchan (Fig. 23). AI Este de Alausf, sobre la ori lia izquierda
dei rio Atapo, y en ambos lados dei rfo Guasuntos, su afluente de orilla izquierda, las faldas de las incisiones,
recLilfneas y erosionadas, se ven reemplazadas por vertientes heterogneas, constituidas por una sucesin de rellanos
escalonados, entre 2.600-2.800 m y 3.200 m aproximadamente. Seria necesario emprender un estudio preciso de su
gnesis, pues hemos repertoriado por 10 menos tres tipos de rellanos.
Dos se caracterizan por superficies entre planas y suavemente onduladas e inclinadas en direccin a la red
hidrografica:
- niveles estructurales annados por intercalaciones de lavas duras en los derramamienlos volcanicos miocenos constituyendo el pisa de las cuencas,
- rellanos elaborados por la red fluvial durante su encajonamienlO en la entalladura. Son jirones de terrazas
o conos de deyecci6n encaramados a la salida de un valle aftuente, y se pueden identifIcar con facilidad debido a la
presencia, en superficie, de conglomerado fluvial.
Se reconoce ellercer grupo gracias a las superfIcies caticas heredadas de anLiguos movimientos de vertientes, hoy en dfa estabilizados y por los cuales las faldas dei valle de Alausf-Chunchi se ven afectadas en fonna crnica
(ver unidad 187): lupas de solifluxin, deslizamientos de paredes de vertientes, coladas de lodo, etc. El aborregamiento general de estas superficies proviene deI remodelado de las vertientes por un deslizamiento generalizado
dei manto de alteritas, sea en fonna lenta (solifluxin), sea por movimientos bruscos y mas 0 menos carastrficos
(desprendimientos mas 0 menos asistidos hfdricamente coma derrumbes y deslaves).
Los suelos, desarrollados a partir de maleriales piroclsticos recientes, [lenen un rgimen de humedad usLico; son franco-arenosos, isohumicos con 2 a 3% de materia organica en superficie.
120
valle, pOl' los 1.600 m, y los relieves deI piso de la cuenca Tulcan-San Gabriel, encaramado sobre su falda Norte a
2.400-2,600 m cerca de Bolivar, pOl' ejemplo (Fig, 15). Luego de un l'api do ascenso, a Jo largo de las faldas
escarpadas de la parte inferior de la quebrada, la segunda milad dellrayeclo recorta una serie de niveles entre 2.400
y 2.800-3.000 m, par Bolivar y Garcfa Moreno, 0 2.200-2.800 m en el alveolo de Mira, mas al Oesle.
Una rapida oJeada permile discernir niveles y rellanos similares alrededor de la garganla, con eXlensin mas
reducida y no factibles de sel' cartografiadas, al pie deI abruplo lfmile oriental.
La morfologfa superftcial es uniforme: inlerfluvios bastante anchos, enlre aplanados y ligeramente redondeados, separados pOl' pegueiias incisiones con perfil convexo 0 en V de unas decenas de metros de profundidad. El
conjunto de las superficies esta, sea en posicin subhorizontal sobre el rellano, al Sur de Bolivar, sea ligeramente
inclinada hacia la entalladura, entre Bolfvar y Garcfa Moreno, pOl' ejemplo.
Su origen nos parece tectnico. Algunos de sus Ifmites rectilfneos (Fig, 15), se superponen a las fallas
verticales con direccin SO-NE, que fracturan el relleno volcano-sedimentario de la cuenca. Asi, se originaron
rellanos intermedios sobre gradas tectnicas, en el reborde Sur de la cuenca de San Gabriel-Tulcan constituyendo
verdaderos balcones colgados encima de la entalladura deI rfo Chota, cuyo origen es probablemente, en parte,
tambin un graben de hundimiento, Los materiales deI relleno -proyecciones areas, flujos piroclaslicos, lahares e
intercalaciones de coladas de lava, interestratificados con gravas y arenas fluviales cada vez mas importantes hacia la
base- se ven afectados par fallas bastante numerosas, faciles de observaI' en la bajada de! abrupto, y que atestiguan de
una vigorosa tect6nica reciente contemporanea y posteriar al relleno.
Los afloramientos de superficie tambin son originales.
POl' una parte, la secuencia de cenizas (recientes arenosas post-glaciares sobre proyecciones antiguas cimentadas en canguahua y descrita en la introduccin) se ve allf muy facilmente, pOl' ejemplo entre Bolivar y Garcia
Moreno,
POl' otra parte, porque la evolucin marfogentica reciente ha sido particularmente original. Algunas reliquias encaramadas y aisladas de depsitas entre pedregosos y gravosos, muchas veces endurecidos e inclinados
sigulendo la pendiente dominante actual, atestiguan de la elabaracin de grandes glacis sobre estas rellanos, 10 que
contribuye a explicar la homogeneidad de estas superficies aplanadas.
Fueron seguidos pOl' una intensa erosin hidrica que los ha destruido casi totalmente, pero que tambin ental16 profundamente los depsitas piroclasticos subyacentes. La superfIcie actual constituye pOl' 10 tanto una asociacin de dos modelados:
- El paisaje dominante esta conformado pOl' grandes extensiones entre planas y suavemente onduladas, desarrolladas sobre los estratos de cangahua. La valorizacin de los diferentes nive les endurecidos se traduce par relieves en gradas, entre decimtricas y mtricas. Las superficies, con apariencia rocosa, son recorridas pOl' escurrimientos superficiales difusos en cada aguacero, 10 que provoca el transporte, pOl' rodamiento, de blogues centimtricos de
cangahua 0 de rocas, y la formacin de acumulaciones terreras arenosas en las partes deprimidas.
Concomitantemente, se Forman pequenas incisiones superficiales entre centimtricas y decimtricas.
- Encima, los testigos de las proyecciones de cenizas recientes son muy localizados y aislados. Forman
pequeiias colinas reliquias de une a dos metros de alto, con bordes en forma de acantilados que retroceden pOl' fenmenos de derrumbe y lavado interno (sufosin) de la base, Su extensin varfa de algunos metros a algunos cienlos de
metros, pero casi nunca representan mas dei 20 % de la superficie de la unidad global. Su cima plana permite reconstiluir la morfologfa original, y estimaI' la gran cantidad de maleriales retirados pOl' la ablacin.
La edad de eslos fenmenos s610 puede sel' relativamenle joven, ya que las formaclOnes de recientes cenizas, erosionadas, han sido fechadas, en regiones cercanas, enlre 6,250 y 2.600 aiios. En cuanto a su origen, s610
podemos formular hiplesis. Una crisis climatica no nos parece verosfmil ya que exisle la misma superposici6n de
formaciones en numerosos lugares deI ambito inlerandino, pOl' 10 general mejor conservada. Parece mas probable que
su acaecimienlo resulle de una accin antr6pica, un sobrepasLOreo 0 unautilizaci6n no controlada deI riego, pOl'
ejemplo, TaI praclica es aqui perfectamente concebible, a partir de los relieves humedos ubicados inmediatamente al
Noroeste, con el fin de mejorar la produccin sobre estas extenciones de relieves muy moderados pero deficitarias en
agua pOl' estar ubicadas bajo un clima seco.
Se produjo enLOnces una ruptura de equilibrio en este medio frgil, y un acelerado decapado de las cenizas
recientes superficiales, suellas, pOl' escurrimienlo difuso y luego concenlrado. Esta degradaci6n provoc6 el abandono
de las tierras, pero los proce~os siguen siendo activos durante cada precipitacin, ya que las condiciones secas no
permiten una recolonizacin significativa porla vegetacin.
Se trata aqui de una de la mas completa destrucci6n de origen antrpico que hayamos observado en la Sierra
deI Ecuador. Eslos paisajes eSlriles y abandonados deberfan servir de ejemplo para la ejecuci6n de practicas
agrfcolas razonables.
Dependiendo dei nivel alcanzado pOl' los procesos erosivos posteriores, los afloramientos y los suelos di-
121
fieren total mente. Sobre las cenizas recientes, son suelos arenosos a franco-arenosos, cafe-oscuro e isohumicos.
Sobre las proyecciones antiguas, afloran los horizontes endurecidos de cangahua que presentan muy a menudo una
red hexagonal de concreciones calcareas, las cuales son pruebas deI clima seco de estas areas.
122
Rio Guayllabamba
Calder6n
Barrio Carceln
3,000m L==QUITO
2.200m
2.600 m
_ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _--1
Rio Machngara
Belisario Quevedo
G uangUI'It agua
R S
P d
;:::t~Q-U-IT-O--~ 'H ru
San Juan
aNa
3000 m r---....~
2,600 m
2.200 m
QUITO
__
~
R. San Pedro
Perf.ldelvolcn
IIal6
3,125 m
ESE
,.,.~
~Ide
la caldera
5 Km
Elaboraci6n: A, Winckell; Fuente: Cartografia topogrfica a 150000 y 1:100,000, IGM, hojas de Nono, Quito, Sangolqui
En eslas zonas en proceso de urbanizacion, los afloramientos superficiales ya no lienen mucho significado,
La casi lotalidad dei revs eSla urbanizada, asf coma parte dei abruplo, Sobre esle ltimo, las pendienles son muy
fuerles y el suslralo aflora casi en Iodas partes, exponiendo las diferenles capas piroclaslicas endurecidas, arenosas,
conglomerticas 0 de lavas.
Las pendienles entre fuerles y abruplas y una coberlura vegetal muy disconlfnua, relacionada en parle a
condiciones climlicas secas, han favorecido un inlenso decapado superficial de las cenizas recientes arenosas poco
coherenles, la denudacion dei suslralo y su erosion por escurrimienlO difuso y concenlrado, ESIOS procesos se ven
adems acelerados por la eXlension urbana.
Las dos unidades diferenciadas corresponden a variaciones de orden climalico:
- En la unidad 205, ubicada al Sur, los suelos lienen un rgimen de humedad dico, son franco-arenosos,
humfferos (5 a 9% de maleria organica en superficie) y presenlan un complejo absorbenle ligeramenle desalurado,
- En la unidad 206, los caracteres de sequfa son mas marcados, bajo la influencia de la proximidad de la zona
sec a 0 muy seca deI alveolo de Guayllabamba, Tambin incluye las eSlribaciones al Oesle de COlocollao, que
consliluyen el Ifmile occidental de la grada de Quito, entre los volcanes Pichincha y Casilagua, debido a evidentes
simililudes de modelado de superficie, de malerial y de recubrimienlos superficiales. Los suelos, todavfa isohumicos,
son mas secos que aquellos de la unidad precedente: su rgi men de humedad es ustico, su complejo absorbenle es
salurado y el conlenido de maleria organica es mas baJo.
123
Estas zonas tambin son la sede de una intensa erosi6n par decapado de la capa superficial de cenizas recientes, de la desnudaci6n de Jas superficies enduceridas sobre cangahua y de la elaboraci6n de incisiones lineales estrechas a expensas de estas u1timas, segun procesos parecidos a los que fueron descritos para Jas vertientes inferiores
de los volcanes (unidad 175).
Las diferencias cartograficas son de orden pedol6gico:
La unidad 207. esta ubicada sobre el reborde surariental de la cuenca de Quito, en donde se eleva Iigeramente entre
Pifo (2.700 m) y el pie dei volcan Sincholagua (2.800 m); su contacto con las vertientes superiores
circunda los 3.000-3.200 m.
Los sue los, con un rgimen de humedad udico, son franco-arenosos e isohumicos, tienen 5 a 9% de materia
organica en superficie.
La unidad 208. esta ubicada al Norte de la anterior. Sus altitudes son simiJares, pero confonne a la pendiente generai de la cuenca, bajan hasta 2.600 m por Cayambe, al Norte. El rgi men de humedad deI suelo mas
seco (ustico) que en la unidad anterior, favorece una saturaci6n dei complejo absorbente mas fuerte y contenidos de
materia organica mas bajos en suelos muy similares a los precedentes.
El trazado, confonnado por dos tramos rectilineos ortogonales, es de origen tect6nico y corresponde a dos
abruptos de l'allas: el accidente SSO-NNE que limita la cordillera de la cuenca de Quito entre Pintag y Oton, y el
segmento E-O al Sur de Cayambe, que desplaza la cordillera oriental de unos treinta kilometros hacia el Este.
Intercaladas en el seno de las piroclastitas antiguas, se observan las dos capas caracteristicas de piedra pomez blancuzcas sobre todos los cortes de ambas l'aidas de la cuenca de Quito. Estan compuestas por una capa inferior
de 2 a 5 m de espesor y de una superior de 1 a 3 m, separadas por 2 a 4 m de cenizas cimentadas en tobas pardogrisaceo. No se conoce su origen, pero indican unas erupciones de gran violencia explosiva (i,flujos piroclasticos?),
que podrian correlacionarse con las erupcioncs responsables de la formacion de laCs) caldera(s) deI Guagua
Pichincha 0 de diferentes fases de la construcci6n deI Cotopaxi.
Esta unidad tambin es caracteristica deI reborde occidental de la cuenca de Latacunga en donde se escalona
entre 3.000-3.200 m, al Norte de Saquisili y 2.800-3.000 m, por Pujili 0 Cusubamba, al Sur.
La sucesion de las formaciones es parecida y la topografia modelada por una capa de cenizas recientes entre
gris y gris-amarillento de 2 m de espesor, aproximadamente. Al interior de la secuencia de las piroclastitas antiguas,
existe una potente capa de piedras p6mez blancuzcas, un flujo piroclastico de ignimbrita, dei cual no se conoce el
origen, compuesto por elementos fibrosos de 2 a 10 cm, ligeramente cimentados en la masa. Con un espesor variable,
pero que se acerca nonnalmente a algunas decenas de metros, arma en ambos lados dei valle de Latacunga, un
modelado de pequenas colinas masivas, con cimas redondeadas subiguales y unos cincuenta metros de desnivel, que
se atraviesa, por ejemplo, entre Latacunga y Pujili. La parte meridionaJ, al Sur de Pujili y deI rio Isinche, es menos
disectada. Es una superficie moderadamente ondulada, con un aspecto monoclinal que se eleva insensiblemente
hacia el Este hasta alcanzar 3.133 m en la cima dei abrupto, al Oeste de Salcedo, 0 sea una topografia en
contrapendiente de la inclinaci6n deI valle. Este flujo recubre tambin la mayoria de los modelados circundantes
incluyendo, segun parece, los materiales dei relleno volcano-sedimentario de la cuenca.
Su pertenencia al grupo de las cenizas antiguas es evidente. Ha sido abarrancado durante la fase de incision
de las colinas, y posterionnente moldeado por las proyecciones de cenizas recientes. Entre estas dos fonnaciones
afloran, sobre numerosas cimas, lentes de gravas torrenciales a fluviatiles, de espesor mtrico, que atestiguan de una
fase de escurrimiento generalizado entre el dep6sito dei flujo de ignimbrita y el principio de su disecci6n, probablemente contemporaneos dei ultimo deshieJo.
Por fin, esta zona de bajas colinas domina por un abrupto meridiano de unos cien metros, los modelados dei
piso de la cuenca por Latacunga-Salcedo. Este limite es particularmente claro al Sur de Pujili, en donde toma el
aspecto de un pequeno abrupto rectilfneo, de origen tectonico y con orientaci6n N-S, de 250-300 m de mando entre
la superficie alta (punto culminante a 3.133 m) y las llanuras de relleno deI valle deI Rio Cutuchi, situada a 2.750 m.
Corresponde a un pliegue anticlinal reciente evidenciado par T~ Winter (1990), que seria inmediatamente anterior a
los dep6sitos fluviatiles deI corredor central. Por 10 tanto, el papel de la tect6nica reciente en la fonnaci6n de los
relieves de los rebordes orientales y occidentales de la cuenca de Latacunga se ve c1aramente demostrado. Las
proyecciones piroclasticas recientes s610 moldean una topografia de gradas tect6nicas preexistentes.
La unidad 209, esta ubicada unicamente al Norte de la incisi6n deI Chota. Sus altitudes son ligeramente mas altas:
2.800-3.200 m cerca de Tulcan y 3.000-3.400 m al Oeste de San Gabriel (Fig. 15). La humedad es
mas pronunciada, los suelos isohumicos, humiferos, tipicos de las partes bajas, son poco a poco reemplazados, en
altitud, por Andosoles caf oscuro, desaturados.
124
Alain Willckell.
Laude Zehrowski
Reagrupa el reborde de tipo "jironado" al pie dei paramo de f:l Angel, particularmente afectado por la erosion hidrica Iinear en ambos Jados de San Gabriel, con los modelados muy disectados al Oeste y al Sureste de Tulcan.
La erosi6n regresiva entall6 profundamente las superficies del relleno, a partir de las principales quebradas con
vertientes empinadas y perfil en V, cavan do una den sa red de torrenteras y barrancos paralelos. Los niveles inferiores
pennanecen solo por interfluvios estrechos, entre pIanos y redondeados, con fonna de lenguas perpendiculares al
curso principal.
125
intennedio dei rio Chamizo, toda la parte Sur de la cuenca hasta el paso entre Huaca y Tubin. La parte Norte de la
depresi6n de Tulcan esta drenada por los rios Carchi y Guaitara hacia Colombia al Norte; y la red de su franja
nororiental, alrededor de El Cannelo, se dirige hacia el rio Aguarico en la Amazonia, por intennedio deI rio Chingual.
Esta situaci6n tiene que relacionarse con movimientos tect6nicos recientes, que provocaron un levantamiento dei piso de la cuenca, sobre la ribera Norte dei rio Chota, cuyo desnivel se vi6 acentuado ademas, por la vigorosa erosi6n hidrica linear consecutiva en este valle. El paso, al Norte de Huaca, que materializa la separaci6n entre estas redes hidrograficas, representa la zona mas elevada. (,Podrfa corresponder a un abombamiento con gran rayo
de curvatura 0 a un pequefio horst interandino? Ademas, esta subrayado por derramamientos volcanicos probablemente plio-cuaternarios de lavas de blancuzcas a blanco-amarillentas, con una apariencia acida ((,riolfticas'J) y
grandes fenocristales.
La conjunci6n dellevantamiento de estos rellenos, posterionnente a su depositaci6n, y de la rapida cavadura
de la red dei Chota, impidi6 cualquier modificaci6n posterior en las superficies, por las divagaciones de la red coma
en las cuencas mas meridionales. La erosi6n linear se vuelve dominante mientras que las superficies guardaron sus
caracteristicas de origen.
Los modelados son bastante unifonnes y se dividen en:
- Amplias extensiones horizontales par los 2.800-3.000 m, con superficie entre plana y muy ligeramente
ondulada, separadas por pequefias y estrechas incisiones en fonna de V, de algunas decenas de metros de profundidad. Estan muy bien representadas alrededor de Tulcan 0 en la zona de El Cannelo.
- Superficies inclinadas hacia el SE 0 el SO, que constituyen el paisaje dominante. Se componen de interfluvios entre pianos y redondeados, con altitud subigual, separados por una red de barrancos en V, de varias decenas
de metros de profundidad, mas densa que en los modelados precedentes. Son caracteristicas de la parte Sur de la
cuenca entre Pioter y Huaca por los 3.000-3.100 m y bajan hasta 2.600 m al Sur de San Gabriel. Tambin se los
vuelven a encontrar en el alveolo satlite de El Angel-Mira entre 2.400 y 3.200 m. Los hemos reunido con los testigos
de superficie, ubicados sobre la grada tect6nica intennedia, cortada en pequefios bloques aislados e ligeramente
inclinados hacia el Oeste, que bajan hasta 2.200 m al SE de Bolivar, al pie deI abrupto-limite oriental entre la confluencia de los rios Chota y Chamizo.
Los materiales son los tipicos de los rellenos interandinos. Resulta relativamente faciJ distinguir tres
grandes grupos de fonnaciones, visibles sobre el corte entre el valle dei Chota y el nivel superior de Bolivar:
- En la parte baja, entre 1.600 y J.700-1.750 m, aflora un relleno con una dominancia de aportes fluviales
(gravas y conglomerados con guijarros redondeados, intercalaciones arenosas), que se vuelven casi exclusivos en la
base de la sedimentaci6n.
- Una fase intennedia, hasta 2.000 m, en donde predominan los aportes volcanicos (caidas de proyecciones,
flujos piroclasticos, lahares y algunas coladas de lava), con intercalaciones de gravas fluviatiles cada vez menos
numerosas.
- Entre 2.000 y 2.500 m, se alcanzan las superficies cubiertas por las dos fases de recubrimiento piroclastico
presentes en toda la sierra Norte: las proyecciones antiguas cimentadas en cangahua y las cenizas recientes, arenosas
y negruzcas.
Numerosas fallas recientes afectan las fonnaciones dei relleno. Estas detenninan un ordenamiento en bloques fallados, escalonados en altitud, que dibujan las diferentes gradas de este gigantesco relieve en fonna de escalera, perfectamente visible en la orilla Norte dei rio Chota, por ejemplo.
Alrededor de Tulcan, al otra extremo de la cuenca, la tect6nica quebradiza si gue presente, pero la sedimentaci6n es mucha menos potente. La parte inferior es casi exclusivamente conglomeratica, con guijarros que pueden
alcanzar 20 cm de diametro, y muestra un predominio de aportes de origen fluvial. La parte media, mezcla de aportes volcanicos y fluviatiles, presenta ondulaciones que prueban la fosilizaci6n de un relieve ya diferenciado. Por fin,
la parte superior s6lo muestra caidas piroclasticas. Las proyecciones antiguas en capas mtricas, cimentadas en fonna
desigual sobre varias decenas de metros, contienen, coma en la cuenca de Quito, una potente capa de piedra p6mez
blancuzca de 2 a 4 m de espesor. Est..n abarrancadas y cubiertas por 100 a 120 cm de proyecciones recientes, con una
segunda intercalaci6n de una capa de piedra p6mez de 50 a 70 cm de espesor.
Todos estos niveles, ubicados en altitud y bajo condiciones clim<'iticas humedas, han conservado la casi totalidad de su cobertura piroclastica reciente. Los suelos son isohumicos, franco-arenosos, caf-oscuro y presentan
altos contenidos de materia organica (5 a 9%).
Sobre las faldas empinadas de las incisiones que alcanzan las capas superiores dei relleno, afloran las
formaciones deI substrato representadas por una alternancia de capas arenosas friables y de estratos resaltantes
(fonnaciones volcanicas endurecidas y conglomerados) con algunos afloramientos rocosos de lavas.
126
127
miento de su papel protector sobre el suelo. Pero, si bien estas condiciones climticas pueden explicar la pennanencia
de estos fen6menos, no bastan para explicar su origen. Es necesario apelar a una ruptura, aunque parcial, de la
cobertura vegetal protectora.
- i,Podrfan ser recubrimientos de cenizas dei Sangay, particularmente potentes, que habrfan provocado un
enterramiento de la vegetaci6n superficial, en algunos sectores edficamente desfavorecidos?
- i, Una utilizaci6n agrfcola no adaptada 0 demasiada intensiva: sobrepastoreo, cultivo de habas 0 papas con
desmonte dei pramo y denudaci6n del suelo, etc.? Un estudio sobre la evoluci6n de la utilizaci6n deI suelo mediante
el examen de los textos hist6ricos deberfa pennitir contestar, por 10 menos parcialmente, a esta pregunta.
Todas las fonnas dei modelado superficial dei suelo por los fen6menos e6licos estn presentes; son muy
parecidas a las que hemos visto en el Arenal dei Chimborazo (unidad 162). Una clara zonificaci6n las caracteriza.
- La ablaci6n es preponderante sobre los altos que rodean la cuenca, sta predomina en la cordillera oriental
en donde afecta las vertientes cultivadas pero tambin grandes extensiones de pramos. Las formas tfpicas asocian
pequefias roturas localizadas en las parcelas cultivadas, campos de deflaci6n con una superficie arenosa constantemente removilizada en los pastos 0 los pramos, y zonas en vfa de destrucci6n completa en donde se elaboraron notables figuras de yardangs (fonnas alargadas en el sentido dei viento, compuestas por surcos cavados por el viento y
faldas abruptas erosionadas en las formaciones superficiales. Su desnivel puede alcanzar 1,5 a 2 m sobre las estribaciones orientales). En las zonas ms afectadas, s610 subsisten algunas lomas, testigos de la antigua extensi6n de
esas cenizas y verdaderos "penitentes" aislados sobre las fonnaciones pedregosas 0 endurecidas deI sustrato descubierto.
- La acumulaci6n de las partfculas se realiza muchas veces a poca distancia bajo la fonna de pequefias arrugas 0 nebkas detrs de matas de vegetaci6n 0 de cortinas de cultivo. Pero las figuras ms notables estn ubicadas en
la parte central baja, plana de la cuenca, al Sur de Guamote, que cumula la rnisma orientaci6n meridiana que los
vientos y una posici6n de resguardo entre las dos cordilleras. Ahi, barkhanes evolucionan al capricho de los vientos
de arena. Estas grandes dunas transversales en fonna de media !una, alcanzan 3 a 5 m de alto y la a 20 m de ancho
en la base. Dispuestas al tresbolillo, se juntan localmente y fonnan entonces grandes alineamientos ondulantes que
progresan hacia el Sur. Hasta 1977, no era extrafio que invadan la carretera de Guamote a Palmira, interrumpiendo la
circulaci6n, pero este inconveniente desapareci6 en fonna parcial desde el desplazamiento de algunos tramos de esta
via sobre la falda Oeste de la cuenca. Aigunas tormentas son verdaderas tempestades de arena y el admirar estos
vientos cargados con partfculas arenosas que penetran en la entalladura de la parte alta deI valle de Alausf-Chuncru,
constituye un espectculo impresionante.
La separaci6n en dos unidades se hiz6 siguiendo criterios pedol6gicos:
- La parte meridional (unidad 216), al Sur de Palmira, es la ms alta, entre 3.400 y 3.600 m, sometida a un
clima humedo. Presenta algunas fonnas de acumulaci6n, pero su posici6n, en la ruptura de pendiente, entre la
tenninaci6n de la cuenca y el principio deI valle, favorece sobre todo los fen6menos de deflaci6n, que alimentan los
vientos en direcci6n al Sur.
Los suelos, debido a la juventud dei material original, son arenosos y tienen solamente poca cantidad de
al6fana, de tal manera que son todavfa suelos isohumicos. Debido a la altitud en la cual se encuentran, son negros y
presentan contenidos elevados de materia orgnica y un complejo absorbente ya desaturado.
- La parte septentrional (unidad 217), es ms baja, cerca de 3.200 m, y corresponde a la gran zona de desarrollo de las barkhanes. Por razones de simplificaci6n cartogrfica, hemos extendido esta unidad hasta las estribaciones internas de las cordilleras, en donde los fen6menos y formas de ablaci6n se vuelven ms importantes.
Los suelos muy arenosos, poco humfferos. presentan un perfil poco diferenciado. Son suelos poco evolucionados.
Los rellenos escalonados con glacis y conos de deyecciOn (unidades 218, 219, 222, 223)
Representan la mayorfa de los relieves de los fondos de cuencas, desde Ibarra, al Norte hasta Riobamba, al
Sur. Pese a una apariencia general de horizontalidad, presentan una muy ligera inclinaci6n en la parte central y baja
de las cuencas, conforme a la pendiente de la red rudrogrfica. Asf, en la cuenca de Quito, las altitudes bajan desde
128
los 2.600 m al Sur, por Pifo, hasta los 2.200 m por Guayllabamba, al Norte, sobre aproximadamente 20 km de
distancia, 0 sea una inclinaci6n global de 2 %. Esta pendiente se acentua cerca de las estribaciones, alcanzando, sobre una estrecha franja valores de 5 all0 %.
Su morfologfa de superficie se compone de amplios interfluvios con cimas perfectamente planas 0 muy
ligeramente onduladas, con dimensiones hectomtricas a kilomtricas. Estin separados por las quebradas, profundas
incisiones fluviales con faldas empinadas y escarpadas, perfil en V, y por 10 general sobredimensionadas en comparaci6n dei escurrimiento actual. Su tamaii.o es extremadamente variable, desde las pequeii.as torrenteras y barrancos de
unos diez metros hasta las grandes incisiones de unos 250 m de ancho sobre 120 m de profundidad para el rfo
Guambi, rfo arriba de Puembo, pero que pueden alcanzar respectivamente 800 y 260 m para el Rfo Guayllabamba al
Sur de Guayllabamba.
Los materiales constitutivos de estos rellenos pueden ser esquematicamente diferenciados en tres grupos,
coma 10 demuestran los transectos en la cuenca de Quito. sobre las vertientes de las incisiones de los rfos Pisque y
Guay llabamba.
- Una primera fase inferior, con predominio detrftico, compuesta por una superposici6n de capas entre decimtricas y mtricas de arenas con estratificaciones entrecruzadas e intercalaciones de gravas. El ambiente general
dei dep6sito es por 10 tanto fluviatil, pero con aportes torrenciales bastante numerosos: conglomerados con gravas,
gravillas y guirrajos, algunos muy heteromtricos. Tambin se observan intercalaciones de capas cimentadas, de
blancuzcas a beige, muy cercanas a las cineritas, formadas por sedimentaciones, en ambiente lacustre, de finas proyeccions piroclasticas.
Este conjunto esta fuertemente tectonizado, por numerosas fallas y pliegues con pequeii.o radio de curvatura,
probablemente heredados de deslizamientos sinsedimentarios.
- U na segunda fase, en recubrimiento, se caracteriza por la aparici6n de productos volcnicos en una sedimentaci6n que va perdiendo poco a poco su caracter fluvial dominante. A este nivel, afloran lahares que han metamorfizado local mente en "Iadrillos rojos" unas arcillas preexistentes, coladas de lava poco numerosas, y potentes capas superpuestas de proyecciones piroclasticas de IOda granulometrfa (cenizas, lapilli y escorias) cimentadas 0 no.
Segun los lugares, estos apilamientos pueden ser concordantes 0 discordantes.
Esta generaci6n tambin se ve afectada por numerosos movimientos tect6nicos, pero con menOr amplitud;
pequeii.as fallas normales y pliegues con gran radio de curvatura.
- Una tercera fase, exclusivamente constituida por proyecciones piroclasticas e6licas. Estas ultimas comportan las dos fases evidenciadas, sobre el conjunto de los relieves interandinos .
. Las proyecciones antiguas, anteriores a la ultima glaciaci6n, moldeando una antigua topograffa ondulada,
sobre mas de diez metros de espesor. Siempre Ile van la misma alternancia de capas mtricas de col or entre beige y
amarillento, cimentadas en cangahua; contienen las capas caracterfsticas de piedras p6mez, y fueron fuertemente
abarracandas .
. Las proyecciones recientes, arenosas, con un espesor mtrico, mas 0 menos conformes a la topograffa
actual. Su presencia sobre la mayorfa de las pendientes de las incisiones elaboradas en estos rellenos atestigua que
estos modelados de incisi6n son anteriores a las proyecciones de segunda generaci6n. Una muestra recogida en la
base de la secuencia reciente, en la cima dei relie no de la cuenca dei rfo Sigchos, ha sido fechada en 8.130 90 aii.os
B.P.; 10 que confmna la correlaci6n entre la fase de mayor disecci6n y el ultimo deshielo, por los 12.000-10.000 aii.os.
Si bien estos paisajes heredan sus rasgos generales de los diferentes episodios de relleno, su morfologfa de
superficie ha sido remodelada por episodios posteriores.
- En su periferia, los niveles superiores pasan insensiblemente a conos de deyecci6n que forman una franja
casi continua en la desembocadura de los numerosos pequeii.os barrancos que entallan el reborde de las vertientes interandinas. Estos aportes laterales, mas torrenciales, tambin participaron al relleno de las cuencas y se imbrican con
los dep6sitos aluviales y lacustres aportados por las arterias maestras longitudinales. El aumento graduai de las
pendientes de los rebordes (7% para el co no entre 2.600 y 2.800 m, al Sureste de Pifo) indican que estos conos han
funcionado hasta los ultimos episodios de relleno.
- Su superficie, inclinada paralelamente a la pendiente general de la red actual, ha sido remodelada por un
escurrrimiento hidrico longitudinal de superficie, difuso y divagante. A esta fase pertenecen las potentes capas de
dep6sitos arenosos encontradas sobre los principales interfluvios pianos. por los 2.300-2.400 m, en el reborde
oriental de la cuenca de Quito entre Puembo, Yaruquf, El Quinche y Guayllabamba, por ejemplo.
La conformaci6n de la red actual parece ser heredada de este episodio. El ejemplo mas notable esta
129
constituido por la cuenca de Quito, en donde todos los drenes de la parte oriental presentan cursos perfectamente
paralelos, con orientaci6n SSE-NNO, hasta desembocar en los rios San Pedro y Guayllabamba, con direcci6n
ortogonal SSO-NNE, ubicados 16gicamente en posici6n aguas abajo, al pie del abrupto de la grada Quito-Calder6n
(Fig. 25). Todo parece indicar el establecimiento de una red en posici6n consecuente, sobre el piano inclinado de la
cima dei relleno, y luego un encajonamiento in situ durante la fase con escurrimiento abundante y con fuerte
capacidad erosiva dei ultimo deshielo.
Por su parte, el curso dei rio Guayllabamba, principal dren de esta cuenca, esta conformado por tramos
dominantes SSO-NNE y pequenos elementos ortogonales SSE-NNO, trazado guiado por las direcciones tect6nicas
preponderantes de esta zona, en la prolongaci6n de las de la grada de Quito.
La divisi6n en cuatro unidades obedece a criterios climato-pedol6gicos:
La unidad 218. corresponde a las partes su peri ores de este nivel de relleno. Ubicadas aguas arriba en las cuencas,
cerca de los edificios volcanicos, de los "nudos" 0 en el borde de las vertientes interandinas, se
caracterizan sobre todo par un clima humedo, de ta] manera que los suelos, arenosos y poco evolucionados, tienen,
sin embargo, contenidos altos de materia organica. Estas partes reagrupan dos tipos de modelados:
- las estribaciones onduladas, al pie de la vertiente occidental de la cuenca de Ibarra, entre Cahuasqui
(2.200 m) y Cotacachi (2.800 m);
- las formas de esparcimiento como e] glacis-cono entre el volcan Imbabura y la cordillera oriental, al
Sureste de Ibarra (2.300-2.800 m); aquellos bien disectados, al Sur de Cayambe (3.000-3.400 m); 0 los notables
glacis dei piso de la antigua caldera alrededor de Atahualpa (2.000-2.400 m).
Debido a su posici6n en los margenes de las cuencas, estos modelados incluyen tanto los conos de deyecci6n
coalescentes de los rebordes como los glacis-conos de esparcimiento al pie de los edificios volcanicos. Las superficies han sufrido, por escurrimiento difuso y esparcimientos de materiales provenientes de las cuencas de recepci6n, aguas arriba, una remodeJaci6n superficial coluvial. En ambos casos, el modelado es ligeramente mas contrastado, constituido por interfluvios con cimas mas redondeadas, y por una red mas den sa de torrenteras.
La unidad 219 es caracterfstica de las zonas mas bajas, bajo condiciones climaticas secas, de tal manera que los suelos, todavfa poco evolucionados, son menos humfferos que los precedentes. Corresponde a la mayorfa
de las superficies tipicas de los rellenos, pero comprende localmente glacis establecidos al pie de algnos volcanes.
El de Tabacundo sobre la falda Sur dei Mojanda, es uno de los mas caracterfsticos. Su morfologfa es tfpica
de estas formas: interfluvios pianos a suavemente redondeados, separados por incisiones en V. Las superficies de sus
interfluvios, inclinadas hacia el Sur de 5,5 a 6,5 %, muestran abundantes hue lias de un escurrimiento difuso antiguo
y actual: canales anastomozados, socavado de algunas capas mas resistentes, bloques esparcidos en la superficie que
se asemejan loca1mente a un pavimento muy abierto, en las cercanfas de Tocachi 0 Tabacundo.
Los principales componentes de esta unidad son mas numerosos que los de la unidad anteriar, y se reparten
en diferentes cuencas.
- Estan presentes en el contomo Oeste y Sur de la cuenca de Ibarra, entre 2.200 y 2.400 m, y bajan hasta 1800
mal Noreste, cerca dei valle dei Chota.
- Cubren la falda Sur dei Mojanda, entre 2.400 y 2.8OQ m para el glacis de Tabacundo, y la totalidad dei piso
de la cuenca Tumbaco-Guayllabamba, entre 2.600 m por Pifo y 2.oo0-2.2oom al Norte,
- Se ubican igualmente al pie de los edificios de la cordillera occidental: los glacis poco disectados dei fonda
de la caldera de] Casitagua y de San Antonio de Pichincha (2.000-2.400 m), los glacis-conos disectados de la
vertiente occidental dei Atacazo y de Machachi entre el Pasochoa y el Ruminahui, el fonda dei alveolo de L10a (una
muy antigua caldera 0 una cuenca de hundimiento sobre la falda Sur dei Pichincha), todos ubicados entre los 2.800
y los 3.200 m.
- Son los extensos glacis disectados, caracterfsticos de la cuenca de Latacunga. Recubren los dep6sitos de
rellenos lacustres, fluviales y torrenciales de la formaci6n pleistocena Latacunga: superposici6n irregular de capas de
arenas, gravas y conglomerados, limos con proyecciones piroclasticas de tobas y cineritas. Pero se desarrollan
tambin localmente sobre el flujo piroclastico reciente de ignimbrita (unidad 208). Van escalonandose entre 3.000 m
al Norte de Latacunga y 2.600 m al Sur, por Salcedo, pero las partes altas alcanzan 3.400 ID al pie dei Cotopaxi. Al
Oeste y al Suroeste de Ambato, se escalonan entre 2.800 y 3.200 m al pie dei Carihuairazo y entre 2.600 y 3.000 m
por Pelileo,
- Por fin constituyen, en la cuenca de Riobamba, todo el conjunto de glacis-conos bien disectados en lomos
alargados con cimas redondeadas, que bajan de 3.200-3.400 m hasta 2.600-2.800 m al Sur dei nudo Chimborazo-
130
Igualata. Estas fonnas se desarrollan mayoritariamente sobre el gran lahar reciente proveniente dei Chimborazo,
compuesto por numerosos bloques de lava y piroclastitas de todo tamaflo y fonna, en una matriz arenosa entre beige
y gris-blancuzca, medianamente consolidada, conocida bajo el nombre de formaci6n Riobamba. Pero tambin
desbordan sobre diferentes asociaciones de lavas y piroclastitas pliocenas y pleistocenas (fonnaciones Sicalpa, Altar
y Chimborazo).
Unidades 222 Y223. Los glacis-conos de los esparcimientos dei Cuicocha y dei Quilotoa, pueden ser integrados a
este conjunto. Pertenecen al grupo de los modelados de fondos de cuencas interandinas, pero
con fonnas especfficas, genticamente relacionadas con la evoluci6n volcanica reciente de estos dos volcanes. Por
esta raz6n fueron descritos con los edificios volcanicos (unidad 174). Estos dos glacis son fonnas muy similares, con
una diferencia introducida de origen c1imato-pedoI6gico. Aunque los sue los sean en ambos casos suelos arenosos
poco evolucionados, aquellos deI esparcimiento dei Quilotoa (unidad 222), bajo un clima seco, presentan bajo
contenido de materia orgnica, mientras los dei esparcimiento de Cuicocha (unidad 223), se ubican en condiciones
ms humedas que han favorecido la accumulaci6n de materia organica.
Las "Ilanuras de esparcimientos laJuiricos" dei Cotopaxi (unidades 220,221)
Se reparten en ambos lados dei volcan, tanto en las cuencas superiores de Quito al Norte y de Latacunga al
Sur. Aj}licar a estas grandes extensiones mon6tonas al pie dei Cotopaxi el calificativo de "llanuras" puede parecer
exagerado. &>nlieves muy poco acentuados que van desde las extensiones planas sobre los rellenos fluviales de los
altos valles, hasta los modelados suavemente inclinados y disectados en colinas alargadas, separadas por las
incisiones de algunas decenas de metros de la red hidrografica actual, en el valle de los Chillos 0 lio arriba de Mulal6.
Pese a estar ubicadas en la parte alta de las cuencas, estas fonnas no reposan sobre los sedimentos dei relleno, cubiertos por aportes piroclasticos y volcanicos recientes de gran espesor.
El origen de los modelados es complejo. Constituyen principal mente glacis-conos construidos a partir de los
materiales piroclsticos proyectados sobre las faldas de los volcanes y remodelados luego hacia abajo, segun una
zonificaci6n tipi ca.
- Cerca de los volcanes predorn.inan los conos de deyecci6n y de esparcimiento a las salidas de las principales entaJiaduras de los conos vo\canicos. Recortan los rellenos dei margen proglaciar, fluvio-glaciar, fluvial 0 fluviolacustres y los amontonamientos ca6ticos de las coladas lodosas de los lahares. Contienen intercalaciones de
proyecciones piroclasticas: bloques, escorias, bombas, lapilli y cenizas. Sus superficies estan remodeladas por intensos fen6menos de escurrimiento superficial difuso.
- AI alejarse de los conos, los modelados estn confonnados por interfluvios alargados, con cimas entre
planas y suavemente redondeadas, separados por incisiones generalmente ensanchadas y poco profundas de la red hidrogrfica actual. Son superficies de origen similar, heredadas de los 'diferentes esparcimientos por escurrimiento
hfdrico, lahares y coladas lodosas, pero de edad mas antigua. Hoy en dia no son funcionales y se encuentran en via de
disecci6n.
- Los ultimos fen6menos deesparcimientos se produjeron al interior de los principales valles pianos que
entallan estas superficies: las dei Pita al Norte, dei Tambo al Este y de] Cutuchi al Sur, en donde fueron guiados por
el escalonamiento de las fonnas aluviales. Los actuales canales de escurrimiento y terrazas bajas han concentrado la
casi totalidad de los lahares vo\cano-glaciares mas recientes.
Sobre estos modelados mon6tonos, las formaciones son muy semejantes. Son planicies arenosas, desarrolladas sobre dep6sitos heterogneos cuyos componentes son exclusivamente de origen volcanico con una matriz
arenosa a areno-limosa sin estratificaci6n, parcialmente de origen tobaceo, cornpuesta por proyecciones piroclasticas
finas (cenizas, arenas, lapilli). Contiene una gran cantidad de bloques de lavas 0 de proyecciones escoriaceas gruesas.
Su origen lahrico es evidente. Los sucesivos recalentamientos internos dei Cotopaxi 0 las erupci-ones de
tipo "nube ardiente" 0 flujo piroclastico provocaron deshielos por liquefacci6n parcial de su casquete nivo-glaciar y
la formaci6n de flujos de lodo que bajaron por las faldas dei volcan, movilizando a su paso todo el material
disponible: proyecciones superficiaJes, porciones dei sustrato, partes de morrenas y acumulaciones anteiiores, etc. Se
originaron asf enonnes coladas de lodo, capaces de transportar bloques de varias decenas de metros cubicos, coma se
los puede observar, esparcidos, en las inmediaciones de Mulal6.
Al entrar en contacto con las llanuras circundantes, depositan una parte de los materiales transportados, inc1uyendo los de mayor tarnaiio, bajo la forma de seudo-conos 0 llanuras de esparcirn.iento. El flujo lodoso es luego
evacuado por la red hidrogrfica existente, amenazando las poblaciones establecidas a las orillas de los rios actuales,
tanto en la cuenca de Lataeunga (rfo Cutuchi) coma en la de Quito (Rfos Pita, San Pedro y Santa Clara). La colada
131
lodosa. asf canalizada, aumenla en fuerza y velocidad y su acci6n devasladora es sensible sobre decenas de ki 16metros. Segun T. Wolf. la de 1877. habrfa provocado inundaciones hasla en Esmeraldas. sobre la cosla pacffica. Rfo
abajo. estos dep6sitos se asemepn mas a flujos lodosos torrenciales; el malerial sigue siendo heleromlrico pero los
elemenlos tinos predominan y ellamafio de los bloques ya s6lo es decimtrico.
Se conocieron lahares asf duranle la poca hisl6rica (en 1742. 1768 Y 1877 para los mas importantes) y las
deslrucciones que los acompafiaban fueron objelo de descripciones (T. Wolf. 1905; M. Hall. 1975).
La mayona de las recienles superficies de esparcimienlo de lahares. al pie deI COlopaxi, poseen una escasa
coberlura vegelal y eslan somelidas a un inlenso escurrimienlo difuso aClual y a una deflaci6n e6lica local.
Las diferenciaciones son de origen pedol6gico:
La unidad 220 esla ubicada cerca de los edificios. Corresponde a las exlensiones planas a suavemenle onduladas dei
valle dei Rfo Pila. desde el pie deI COlopaxi por 3.600-3.800 m. hasla los modelados mas acenluados,
con cimas subiguales, moderadamenle enlalladas por los drenes paralelos de la red hidrogrfica dei valle de los
Chillos, al pie deI Ilal6, por 2.400-2.600 m. Sobre la falda Sur del COlopaxi. reagrupa lodos los modelados baslante
diseclados (inlerfluvios alargados con cimas redondeadas, separados por profundas incisiones en V) ubicados entre
Mulal6 (3.200 m) y el Colopaxi (3.600-3.800 m). Por fin, hemos inlegrado a esla calegorfa, los va Iles pianos de los
rios Tambo y Tamboyacu, ubicados por los 3.950-3.600 m enlre los volcanes Cotopaxi y Quilindafia.
Se caracteriza porcondiciones generalmente humedas y los suelos son Andosoles desaturados, negros en las
areas con altilud alta, cafs en las areas con altilud menor. En las zonas mas bajas y secas, el al6fana desaparece, los
sue los se lornan en sue los isohumicos con rgimen udico y luego, mas al Norte. ustico.
La unidad 221 esla ubicada mas abajo que la anlerior en la cuenca de Lalacunga, enlre 3.000 y 3.400 m. Su modelado
es menos disectado, compueslo por inlerfluvios que han guardado cimas mas 0 menos planas,
separadas por incisiones recientes. poco profundas y baslanle ensanchadas.
Bajo un c1ima seco, eslan cubiertas por suelos poco evolucionados. arenosos.
132
Quinche, 1980). El final de su relleno es hist6rico, en las inmediaciones dei parque de la Carolina y al Sur deI Panecillo. Pero el de Salcedo-Ambato es mas antiguo, anterior a las grandes incisiones fluviales consecutivas al ultimo
deshielo.
Las tres categorfas canografiadas corresponden a variantes de la cobertura pedol6gica segun la zani ficaci6n
climatica.
La unidad 224, en clima humedo, lleva suelos isohumicos. humfferos (5 a 9% de materia organica), y ligeramente
desaturados.
Se compone de tres conjuntos.
- El contorno dellago de San Pablo ubicado a 2.680 m. Atrapado entre los tres volcanes Imbabura, Cusfn y
Mojanda, este lago debe su origen a una represa provocada por una pequeiia cu pula volcanica. cubierta por cangahua,
ubicada sobre ellugar de un pequeno horst, probablemente levantado por reactivaciones tect6nicas recientes de poca
amplitud, que separa ellago de San Pablo de la depresi6n de Otavalo. El exutorio 10 corta sobre su l'aida Noreste. El
relleno, heredado en gran parte de los materiales detrfticos acarreados por el deshielo desde los volcanes cercanos,
todavfa esta en proceso, sobre las orillas deI lago, con aportes de materiaJes finos: limos y arcillas.
- El estrecho corredor entre el volcan Cusfn y la cordillera oriental. Este llega hasta Cayambe a 2.750 m al
Sur, Olmedo a 3.100 m y termina al Norte en Zuleta por 2.900 m. Actualmente drenado por dos valles fluviales
divergentes, al Norte y al Sur, que elaboraron una serie de terrazas, incluye al Sur de Cayambe un dep6sito conglomeratico que podrfa tener un origen laharico.
- La depresi6n de Quito, cuenta con dos dep6sitos lacustres. El uno corresponde al relleno de la parte inferior de la grada y esta separado en dos niveles: el de Quito a 2.800 m que se termina al Sur por Guamanl a 3.000 m,
y el de San Antonio de Pichincha a 2.400 m.
El otro conforma un estrecho corredor, ubicado al pie dei abrupto de la grada de Quito desde Machachi, por
los 3.000 m. Algunos conos de esparcimiento en su parte Sur hacen subir las altitudes a 3.400 m al pie dei Iliniza, de
donde baja gradualmente hacia el Norte: 2.600 m en Amaguana y 2.400 m en Cumbaya. Remodelado por los escurrimientos de los rios San Pedro, Santa Clara y Pita y los lahares provenientes dei Cotopaxi, muestra dep6sitos de superficie esencialmente compuestos por materiales gruesos: guijarros y bloques en una matriz entre arenosa y tobacea.
Su disecci6n esta avanzada con incisiones entre las cuales las mas grandes alcanzan algunas decenas de metros.
La unidad 225. en clima seco, esta cubierta por suelos franco-arenosos poco humiferos (1 a 3% de materia organica),
los cuales pueden ser poco evolucionados 0 presentar un perfil isohumico.
Esta presente en el reborde Oeste de la cuenca de Ibarra, entre Atuntaqui a 2.400m, e Ibarra, por los
2.200 m, donde baja luego suavemente hacia el Norte en direcci6n al rio Chota, hasta 1.800 m al Este de Tumbabiro.
Su disecci6n es acentuada, las gargantas mas grandes sobrepasan los 100 m.
La depresi6n de Otavalo, casi plana, por 2.520-2.550 m, resulta tambin dei relleno de un lago, en un nivel
ligeramente superior, sobre el alto curso dei rio Ambi.
Se encuentra tambin en las orillas deI rfo Cutuchi, cerca de 2.650-2.700 m, entre Salcedo y Ambato. Su
modelado de superficie asocia ondulaciones bastante pronunciadas, con incisiones de varias decenas de metros. Los
principales rIOS, Cutuchi y Ambato, poseen un encajonamiento superior a los 250 m. Allf, los sedimentos son particularmente potentes (mas de 250m) y compuestos por superposiciones de arenas, limos, gravas y tobas con importantes intercalaciones conglomeraticas y guijarros hacia la cima. Muestran una consolidaci6n parcial e irregular, est ratificaciones entrecruzadas, y estan local mente cubiertos por los dep6sitos de ignimbrita en la parte alta de la cuenca.
Su reborde sube ligeramente al Sur de Ambato, donde alcanza 2.800 m sobre la falda Norte dei volcan Llimpi.
Los recientes pliegues evidenciados sobre los margenes de esta cuenca afectan tambin la parte central, final de este relleno. Sobre los margenes, los sedimentos fluviatiles terminan en bisel contra las estructuras plegadas,
que los enderezan localmente (T. Winter, 1990). Pareceria que los sedimentos fluvio-Iacustres se hubieran depositado al interior de un corredor deprimido, entre estructuras plegadas ya existentes, definidas por ondulaciones meridianas. Aigunas recientes reactivaciones tect6nicas provocaron, localmente, basculamientos parciales de estos
dep6sitos fluvio-Iacustres. Tambin explican algunos rasgos de la evoluci6n morfogentica posterior: la fuerte cavadura de las incisiones en relaci6n con movimientos diferenciales verticales, asi como el origen de la laguna de
Yambo, bloqueada aguas arriba de un pequeno horst (i,monoclinal?) limitado por fallas.
El ultimo testigo se localiza alrededor de la ciudad de Riobamba en donde una superficie poco inclinada, con
una topografia entre plana y muy poco disectada, se inclina suavemente desde 2.900 m al Noroeste hasta 2.720 m al
133
El media interandino concentra casi la totalidad de la poblacion andina; por 10 tanto ha sido profundamente
transformado por las actividades agricolas, haciendo desaparecer la vegetaci6n natural. La reparticion de las zonas
agricolas esta evidentemente guiada por las limitaciones de orden geomorfologico y pedologico (val or de las pendientes y calidad de los suelos, principalmente), pero el primer criterio de zonificacion es climtico. La temperatura
es la que constituye el determinante fundamental y los principales cultivos 0 sistemas de cultivo estn ordenados
segun una estratificacion altitunidal muy clara. Por 10 general, las variaciones de la humedad solo desempeian un
papel secundario, ya que estn calcadas sobre los pisos climticos. Sin embargo, sc vuclven limitaciones principales
en la parte inferior de las cuencas 0 cerca de las quebradas sometidas a entradas de aire seco proveniente deI exterior,
cualquier actividad agrfcola est sujeta a aportes complementarios por riego.
Las vertientes interandinas superiores, frfas y generalmente humedas, conslituyen, por excelencia, el dominio de la papa, deI haba y de la cebada, asociadas con amplias praderas para ganaderia extensiva. En los pisos superi ores ms frios, dominan los dos primeras cultivos mientras que la cebada esta ubicada generalmente en posicion
inferior. Las zonas mas accidentadas y las incisiones estan cubiertas por matorral, en continuidad con el de las tierras
frias cimeras. Esta tipica asociacion es bien representada en las cuencas de Tulcn, Quito 0 Riobamba.
Cerca de las principales quebradas de los exutorios hacia las regiones amazonica y costanera, los aportes de
aire mas caliente permiten una gama de cultivos mas extensa, con la implementacion de variedades dei ambito
templado, normalmente presentes en la parte inferior de las vertientes. Asi aparecen asociaciones que incorporan el
maiz, el trigo y el frjol en las cuencas de Ibarra, de Latacunga y en el valle de Chunchi.
El Ifmite superior es cambiante, y en las zonas con fuerte densidad de poblaci6n coma el Carchi 0 el
Chimborazo, especialmente en la cuenca de Riobamba y el Valle de Chunchi, se observa frentes de desmonte con
implantaci6n de la asociacion papa, haba, y pradera, bajo forma de claros aislados en detrimento de la franja inferior
de los paramos. En estos casos se lIega a los limites de utilizaci6n agricola ya que todas estas zonas entraiian muy
elevados riesgos de helada.
Las vertientes interandinas inferiores se caracterizan por la generalizaci6n de las asociaciones de cultivos de
tipo templado, que aparecen localmente en la parte inferior de los anteriores. Constituye, por excelencia, el dominio
de los sistemas culturales a base de malz, asociado con trigo y con frjol y a los cultivos secundarios como las
lentejas, el chocho y la alverja. Los pastos siguen estando presentes pero en menor extensi6n que en las zonas superi ores ms humedas. Las cuencas de Quito, de Latacunga y Riobamba son ejemplos demostrativos de esta estratificaci6n vertical.
En las zonas mas frias de las cuencas de Tulcan, Latacunga, Riobamba 0 dei vaite de Chunchi, la papa, el
haba y la cebada, presentes en la parte superior, desbordan sobre la franja alta de las vertientes inferiores.
Aigunas interesantes variaciones caracterizan la parte inferior de este piso, en donde las entradas de aire caliente se traducen por la aparici6n de variedades tropicales:
134
- es el casa de la asociacion maiz-cana de azucar en la parte inferior dei valle deI Chota y cerca de la entrada
a la que brada de Lita;
- 10 mismo ocurre con los cultivos de hortalizas coma los de tomate, maz tropical, yuca y cana de azucar
cerca de Huigra, en el valle de Chunchi, destinados a la aglomeracion de Guayaquil.
Las partes bajas de los fondos de cuenca constituyen el ultimo trmino de esta zonificacion altitudinal. El
sistema cultural caracterfstico es una asociacion con maz dominante, cereales coma el trigo y la cebada, asf coma
frjol, alfalfa, chocho, lentejas y alverjas. En las cuencas de Riobamba y sobre todo de Tulcan, estos cultivos est an
asociados con la papa que baja relativamente mas en estas zonas mas fras.
La segunda caracterstica dominante es la presencia de grandes superficies de pastos, en pequenas parcelas
asociadas con el policultivo de mafz pero sobre todo en grandes parcelas dedicadas a una ganadera intensiva tecnificada sobre pastos mejorados 0 cultivados. Varios sectores son tpicos de esta utilizacion: las llanuras alrededor de
Cayambe 0 por Lasso sobre la parte alta de la cuenca de Latacunga.
Cerca de los grandes centros urbanos, estan ubicadas explotaciones de hortalizas templadas: cebolla, ajo,
zanahoria, etc. por Ambato, Riobamba 0 Machachi.
Por fin, hay que anotar la importancia de los vergeles templados (manzanas, peras, duraznos y ciruelas) alrededor de Ambato 0 en la quebrada deI Chambo, rfo arriba de Banos, en relacion con las entradas de aire caliente
proveniente de la Amazonia. Este fenomeno es particularmente sensible en la inmediata proximidad de las incisiones
en donde se crean verdaderos microclimas calientes y secos, que permiten cultivos tpicamente tropicales, en algunos
sectores en donde se puede practicar el indispensable riego:
- los vergeles "tropicales de altitud" de cftricos, aguacates, y local mente mangos ro arriba de Banos y en el
alveolo de Guayllabamba;
- las plantaciones de cana de azucar en la parte inferior de la cuenca de Ibarra y dei valle deI Chota, cuya
importancia es subrayada por la presencia de un ingenio azucarero.
Las partes mas accidentadas, las grandes vertientes erosionadas y las faldas de las incisiones fluviales recientes son poco utilizadas y estan cubiertas por vegetaciones secundarias arbustivas a local mente arboreas. Generalmente abiertas, cubren poco el suelo y no aseguran una suficiente proteccion de estas zonas fragiles. En el piso
inferior, se vuelven verdaderas formaciones arbustivas tropicales espinosas sobre las faldas de la incision dei Chota,
por ejemplo.
Sobre las estribaciones internas su.periores, sometidas a condiciones climaticas relativamente humedas, la vegetacion y los cultivos aseguran una significativa proteccion para los sue los y los fenomenos erosivos son todavfa
escasos. Estos afectan principalmente los modelados mas accidentados de las u.lidades 187 y 188. La erosion hfdrica predomina y se manifiesta primeramente por un escurrimiento difuso de superficie y un adelgazamiento por
barrido de la capa de cenizas superficiales. Cuando el decapado se acentua, aparecen en la superficie, manchas
claras que dan a los paisajes su caracterstico aspecto "anubarrado". Este es el signo revelador de que las capas
profundas, mas claras, muchas veces conformadas por proyecciones antiguas endurecidas en cangahua, estan
subaflorantes.
Este fenomeno, el primera de la cadena, esta muchas veces relacionado espacialmente con un principio de
cavadura lineal por escurrimiento concentrado que se manifiesta por aranazos, surcos, zanjas y torrenteras que evolucionan luego en barrancos y quebradas paralelas a la pendiente dominante, y que, localmente, alcanzan varias decenas de metros de profundidad. Esta fase constituye el ultimo estado de destruccion de la cobertura pedologica superficial, dei cualla falda Norte deI valle deI Chota constituye un buen ejemplo.
Tales dinamicas estan representadas sobre el margen occidental de la cuenca de Latacunga y entre
Riobamba y Guamote. Tambin estan presentes sobre las faldas de la cuenca de Palmira, en donde estn asociados
con yardangs y corredores de deflacion eolica.
El viso de las vertiootes inferiores se ve mucho mas afectado par la morfodinamica actual, por razones de orden ffsico
pero tambin socioeconomico.
- Es una zona con muy fuerte ocupacion indgena, practicando una agricultura tradicional manual, sobre
135
136
Una evolucion de los microabruptos asf formados por derrumbamiento de la grada terminal, acompanado
de un retroceso por erosion hldrica regresiva de] frente.
Una limpieza por escurrimiento difuso, de las formaciones antiguas exhumadas, y la realizacion de empedrados localmente bien desarrollados. Resulta interesante anotar que esta superficie recientemente exhumada representa, en la mayorfa de los casos, la paJeotopograffa anterior a las caidas de cenizas recientes.
Una cavadura lineal muy pronunciada en las formaciones consolidadas deI sustrato antiguo, materializado
por la muy densa red de zanjas, pero sobre todo de barrancos, torrenteras y quebradas, paisaje tfpico dei medio interandino.
Hemos visto que la elaboracion de los rasgos mayores de estas formas debe ser relacionada con la ltima
fase de incision generalizada que acompano el ltimo deshielo. Sin embargo, serIa un error creer que estos paisajes,
con aspecto lunar, son fijos, tanto en sus formas de superficie coma en el fondo de las incisiones, generalmente sin
escurrimiento perenne. Su evolucion es significativa en cada precipitacion de fuerte intensidad: laminas de agua que
barren las superficies endurecidas exhumadas, que decapan los horizon tes sueltos superficiales y evacan, por
escurrimiento difuso y concentrado, los materiales movilizados; ollas de agua que revientan y derrubian los frentes
de abruptos; pequenas cascadas a la salida de las incisiones cavadas en el sustrato; inundaciones en lbs fondos de las
quebradas que provocan aluvionamiento y terreros consecutivos muy importantes; cavadura y profundizacion de las
incisiones Iineales existentes, etc.
Basta con observar una sola vez la formacion extremadamente rapida de un microcono de deyeccion, conteniendo muchas veces bloques decimtricos, en la desembocadura de una pequena incision recortada por una trinchera
de carretera, por ejemplo, para comprender el vigor y la velocidad de evolucion de estos modelados: 10 que resulta
eficaz son los fenomenos excepcionales.
Los paisajes mas afectados por esta dinamica actual se situan en las vertientes disectadas orientales de la
cuenca de Quito (por Cangahua por ejemplo) y las occidentales de la de Latacunga (unidades 207 y 208), el abrupto
de reborde oriental de la grada de Quito (unidades 205 y 206) y, en menor escala, la franja oriental de la cuenca de
Tu\can, sobre todo entre San Gabriel y Garcia Moreno (unidad 209).
Estos fenomenos tambin afectan los rellanos y niveles encaramados en el borde de la entalladura deI Chota
(unidad 204), en el valle al Sur deI Quilotoa y en la parte alla dei de Alausf (unidad 203) en donde estan asociados con
acciones e6licas localizadas de ablacion y de acumulaci6n. En este ltimo valle, los perfiles heterogneos de las
vertientes, COll dibujo en forma de gradas, demuestran una fase generalizada de deslizamientos de las formaciones
superficiales, heredados de perlodos mas hmedos y en parte estabilizados. Estas formas s6lo vuelven a ser activas
en condiciones particulares; fue el casa deI derrumbe de Chunchi.
Este derrumbe (en realidad un gran desprendimiento-deslizamiento de la vertiente, acompanado por coladas
lodosas) tuvo coma origen la removilizaci6n, luego de las muy fuertes precipitaciones provocadas por El Nino de
1982-1983, de un antiguo deslizamiento de vertiente con su tfpica superficie aborregada. Las precipitaciones provocaron un empapamiento general dei manto de las fonnaciones superficiales, y su paso por los estados plastico y llquido. El conjunto de la cobertura superficial de la parte alta deI anfiteatro volvi6 a moverse hacia abajo 10 que se tradujo
por deslizamientos de paredes en la parte superior, y un fenomeno de coladas de Ioda en la parte baja, cortando la
carretera y la vfa frrea. Los trabajos de infraestructura vial, al crear un verdadero "llamado al vacfo" sobre estas
vertientes con muy fuertes pendientes, probablemente favorecieron tarnbin el desencadenamiento de estos procesos.
Es diffcil proponer medidas de prevenci6n, si no es el rodear la zona sensible, ya que se trata de un fenomeno
antiguo y es probable que otras removilizaciones se produciran en el futuro.
Los relieves de los fondas de cuencas tarnbin son la sede de una importante morfodinamica actual. Se han observado
cuatro grandes tipos de fen6menos.
- Fenomenos eolicos, localizados cerca de los exutorios de las cuencas, lugares de paso de las masas de aire
caliente y desecante provenientes de las ~egiones periandinas (ej. Chota) 0 en direccion a estas ltimas (ej. Palmira y
el valle de Alausf) y sedes de violentos vientos.
La serie completa de los fen6menos puede ser observada en las unidades 216 y 217 deI arenal de Palmira:
los procesos de ablacion superficial dominan en las partes superiores (superficies desnudadas, yardangs de altura mtric a y formas de acumulacion en arrugas decimtricas 0 nebkas fijadas por las matas de vegetaci6n), mientras que las
grandes barkhanes movedizas ocupan las partes bajas abrigadas.
La misma dinamica afecta zonas mas limitadas sobre el glacis-cono dei Quilotoa (unidad 222). Par 10 general, las part(culas extraidas de las faldas de las quebradas 0 de los relieves vecinos se depositan en la proximidad
bajo forma de arrugas, nebkas 0 de pequenas acumulaciones dunarias. Estos fen6menos, muy frecuentes, son visibles
por Pomasqui-Perucho-Chavezpamba, Ma\chinguf-Tabacundo 0 Guano, sobre los interf1uvios pianos de los glacis
137
en los pisos de las cuencas entre El Quinche y Guayllabamba (unidad 218 y 219), 0 sobre los rellenos lacustres de
Salinas en el valle dei Chota (unidad 226).
Son procesos actualmente activos coma 10 demuestran las remodeJaciones y progresiones continuas de las
acumulaciones dunarias, 0 los remolinos cargados de polvo, caracterfsticos de las zonas secas y de las grandes entalladuras.
- La asociacion compleja de los escurrimientos difusos y concentrados con movimientos de masa superficiales, constituye otra dinamica caracterfstica de la superposicion de cenizas recientes sueltas sobre formaciones inferiores cimentadas. Estos fenomenos, idnticos a los de las vertientes interandinas inferiores, afectan grandes superficies del fondo de la cuenca de Tu!Can-San Gabriel (unidad 215).
- Los escurrimientos difusos y conccntrados son los mas activos y extensos. Pese a las pendientes dbiles de
los pisos de cuencas, generalmente entre pianos y poco disectados. diversos factores favoren el desarrollo de dichos
escurrimientos:
una fuerte ocupacion humana y una intensa actividad agrfcola;
una vegetacion arbustiva abierta, que no impide el desencadenamiento ni el desarrollo dei escurrimiento;
una gran extension de los cultivos que no aseguran al suelo una protecci6n suficiente: asociaci6n a base de
maiz, cultivos de hortalizas y vergeles;
prcticas culturales muchas veces poco dirigidas hacia una conservaci6n de los recursos naturales con un
riego local mente mal controlado que ocasiona importantes escurrimientos residuales;
formaciones superficiales no coherentes, arenosas a pulverulentas, facilmente removilizadas por todos los
fen6menos de escurrimiento.
Estos escurrimientos se traducen, primera, por un barri do de las superficies no protegidas. Provocan entonces un decapado de las arenas y limos superficiales, cuyos dep6sitos recubren todas las cubetas, incisiones coluviales 0 fluviales y hasta las porciones ligeramente deprimidas de las arterias de comunicacion vial, particularmente
rfo abajo de El Quinche, por Guayllabamba 0 Lasso.
Se producen durante los fuertes aguaceros, pero tambin son provocados por riegos excesivos coma en el de
los cultivos de hortalizas y verge les por El Quinche y Guayllabamba 0 de los pastos y cultivos intensivos en la parte
alta de la cuenca de Latacunga. Hacia la parte baja, se tranforman rapidamente en incisiones 1ineales con zanjas,
torrenteras y barrancos, de varios metros de profundidad.
Estos afectan principal mente tres tipos de paisajes.
Las llanuras y niveles de esparcimiento que han evolucionado superficialmente en glacis. El material
superficial, areno-limoso 0 arenoso con piedras, es cxtremadamente sensible al e~currimiento, con diferenciaciones,
seglin la zonificacion c1imatica. En las partes altas, mas hmedas, el escurrimiento esta asociado con deslizamientos
superficiales de las cenizas recientes sobre el sustrato endurecido, en el reborde Oeste de la cuenca de Ibarra (unidad
218) 0 en las formas de esparcimiento de la parte alta de la cuenca de Quito, al Sur de Ilalo (unidad 220).
Al contrario, en las partes inferiores mas secas, predomina el cscurrimiento s610. Afecta la casi totalidad de
las zonas; entre las mas significativas, podemos mencionar la unidad 219 en las cuencas de Ibarra, de Quito (al Norte
dei Ilalo y hacia el Sur de la ciudad, al pie dei Atacazo), y de Latacunga-Ambato, asf coma la unidad 221 en la parte
alta de la cuenca de Latacunga.
Esta particularmente activo en la zona de Tabacundo-Pomasqui-EJ Quinche, asociado aqui con acumulaciones eo1icas localizadas de las arenas. Lo mismo ocurre alrededor de Riobamba, pero con menor importancia de las
acciones eolicas (unidad 219). Por fin, la existencia de un empedrado abierto (bloques decimtricos de lavas y facies
endurecidas) en el glacis de Tabacundo, demuestra la existencia de un escurrimiento difuso, actualmente activo .
Los glacis-conos de los volcanes recientes, Quilotoa y Cuicocha (unidades 222 y 223). Constituidos por
proyecciones potentes y relativamente homogneas de arenas, lapilli, piedras pomez y cenizas que contienen localmente una importante cantidad de bloques, estos depositos de rellenos son muy vulnerables a los efectos dei escurrimienLO y objeto de una importante diseccion por torrenteras. La evoluci6n actual es muy marcada por importantes
ablaciones por abarrancamiento sobre las superficies y abruptos; los rellenos correlativos se producen en todos los
fondos de incision, en donde los rios divagan en canales anastomosados siempre remodelados, entre Otavalo y la
laguna de Cuicocha por ejemplo. Los grandes acantilados de la garganta dei rfo Sigchos, evolucionan tambin por
hundimiento de paredes enteras que contribuyen al aporte de sedimentos en el rio principal.
Los rellenos lacustres de los fondos de cuenca. Los fenomenos son muy parecidos a los que afectan los
138
glacfs y superficies de rellenos, y sus efectos idnticos. Se los encuentra en la parte alla de la cuenca de Quito entre
Machachi y Tumbaco (unidad 224), al Norte de la ciudad de Quito, 0 entre Salcedo y Ambato (unidad 225). Tambin
son particuJarmente activos cerca de Salinas, en la pane baja dei valle dei Chota, asociados con acumulaciones
e61icas localizadas.
Pero merecen una distinci6n especial ya que afectan tambin la ciudad de Quito en donde no pudieron ser
representados debido a la extensi6n de la aglomeraci6n. Aquf, los riesgos morfodinamicos revisten un caracter particular, ya que el fondo de esta cubeta deprimida corresponde al relleno lacustre, cuyo drenaje hacia el exterior es insuficiente. Ademas, la ciudad esta bordeada al Geste por la falda oriental dei Pichincha, entallada par grandes quebradas cuyos exutorios estan marcados por una serie de conos de deyecci6n coalescentes. Cada aguacero importante
sobre el Pichincha, se traduce en escurrimientos hfdricos considerables, y aportes de materiales a veces catastr6ficos,
i agrandados por el hecho de que los exutorios naturales (las que bradas) -para permitir las construcciones de la ciudad- han sido rellenados y reemplazados por canalizaciones de una secci6n insuficiente! Muchas veces se producen,
en la salida de estas entalladuras, desbordamientos que se tranforman en coladas lodosas 0 inundaciones que afectan
barrios enteros de la ciudad. Poner remedio a estos males exigira grandes trabajos, con un redimensionamiento de las
secciones de los escurrimientos canalizados a la salida de las quebradas y la implementaci6n de colectores que drenen
eficazmente la parte central deprimida de la cubeta.
- Acordaremos una menci6n especial a las que bradas, estos barrancos heredados en su mayorfa deI perfodo
de disecci6n generalizado dei ultimo deshielo, que dan a los paisajes interandinos, su tan caracterstico aspecto en jirones.
Estas parecen fljas en cuanto a sus rasgos generales, en las condiciones morfodinamicas actuales, pero,
como la mayorfa de las demas formas interandinas, sufren un remodelamiento y retoques no despreciables. Si bien su
evoluci6n parece imperceptible, no por eso es menos real y eficaz. La cobertura vegetal de estas incisiones es relativamente importante, subrayada en el paisaje y sobre las imagenes areas por alineaciones continuas de vegetaci6n
entre arbustiva y arb6rea, con una densidad equivalente a la deI matorral, tanto sobre sus faldas coma en las
hondonadas; contrastan claramente con las zonas secas circundantes, s610 provistas de una alfombra herbacea y arbustiva muy discontinua. El crecimiento de la vegetaci6n arbustiva en las quebradas es favorecida por la significativa
humedad de escurrimientos en los fondos, pero tambin por las multiples infiltraciones sobre las faldas abruptas:
escurrimientos superficiales que bajan por las pendientes, chorreos subterraneos que siguen los contactos estratigraficos, aguas de riego en exceso que fluyen sobre las paredes. Estos escurrimientos actuales provocan asf la cavadura de pequefias torrenteras laterales en estas vertientes.
En las hondonadas, el escurrimiento es casi siempre intermitente, limitado a los aguaceros con fuene intensidad, con excepci6n de las entalladuras mas grandes, pero cada escurrimiento provoca remodelaciones a veces
importantes de los dep6sitos en los fondos de las quebradas y tambin de las formas de esparcimiento en sus salidas.
Ademas, sus pendientes fuertes a abruptas se ven local mente afectadas por deslaves y derrumbes. Por fin, debido a su
trazado rectilneo, estos barrancos canalizan eficazmente los vientos, provocando numerosas formas de ablaci6n
sobre Jas superficies descubiertas: barrido superficial, excavaci6n de las capas arenosas 0 pulverulentas, cavadura de
cavidades segun las diferenciaciones litol6gicas, etc.
139
3' 5
50 Km
1
140
Zona costera
Sedimentos cuaternarios
Zona interandina
Lavas y volcanoclastitas oligocenas
Cobertura cimera de lavas y piroclastos pleistocenos
Rellenos detrfticos mio-pliocenos
Rellenos cuaternarios
---
- La cuenca occidental es una cuenca doble, cuyos bordes no sobrepasan los 2.700-2.800 m. Su parte septentrional. en Azogues. es drenada hacia el Sur por el rfo Burgay; su parte meridional. por Cuenca, en direccion al
Norte, por la red dei Tomebamba. Su confluencia, ubicada por los 2.400 m, en parte central, marca un brusco cambio
de orientacion y la entrada de una entalladura ortogonal a travs dei macizo central para juntarse con la red de Paute
al Este, en direccion a la Amazonia (Fig. 28).
Se prolonga mas alla deI paso de Tarqui por el valle Santa Isabel-Rfo Jubones que baja desde los 2.700 m rfo
arriba de Gir6n, hasta los 1.100 m por Uzhcurrumi, cerca de la salida en el ambito costanero (Fig. 29). Los cursos de
todas Jas arterias maesrras se alinean en forma casi perfecta segun la misma direcci6n NE-SO.
- El macizo central, que separa los alineamientos paralelos de val les. esta muy cJaramente individualizado
y su clima mon6tona. subrayada por paisajes de pramos, sobrepasa comunmente los 10 km de ancho. Es Iigeramente
menos elevado que las cordilleras externas, pero guarda una altitud casi constante: 3.170 m al Norte entre Azogues y
Paute, 3.332 m al Este de Tarqui, 3.328 mal Noroeste de Nab6n.
- Las cuencas orientales tambin presentan un drenaje opuesto (Fig. 28). Las de Sfgsig-ChordelegGualaceo, al None. escalonadas entre 2.500 y 2.200 m. son drenadas por la red del do Gualaceo, afluente dei Paute
que influye hacia el Noreste. El valle dei Paute. que 10 prolonga al Norte, es relarivamente ancho hasta por los 2.200 m
cerca de la represa hidroelctrica. Luego se orienta bruscamenre hacia el Este, encajonandose a travs de la verriente
oriental.
AI Sur dei paso de Gima, se exriende las cuencas Nab6n-Ona, que bajan desde los 2.800 m. ffo arriba de
Nabon, hasta los 1.600 m al Oeste de Ona. Estan drenadas hacia el Sur por el do Leon, cuyo trazado rectilfneo esta
en la exacta prolongaci6n de los rfos Bolo-Gualaceo-Paute, al Norte. Luego forma un brusco coda hacia el Noroeste,
por un tramo onogonal en garganta que marca eltrmino de la cordillera central, para unirse con el rio Jubones que
drena la parte deprimida occidental, en direcci6n al ambito costanero. Es una situacion exactamente opuesta a la de
las cuencas dei Norte.
- S610 la pequena cuenca de Canar, al Norte, constituye una excepci6n en esta repartici6n general (Fig. 28).
Ocupando una ensilladura entre el nudo de Tiocajas y los altos relieves dei parque Nacional de Cajas, esta orientada
hacia el NNO y directamente abierta sobre la verriente externa occidental, cortada por la gran entalladura dei Rfo
Canar. Su modela do es relativamenre suave pero permanece en altitudes elevadas: 3.200-3.300 m en sus
extremidades Sur y Sureste. mientras que su reborde Oeste baja hasla los 2.800 m. Esta claramente separada de la
cuenca meridional de Biblian-Azogues, por un macizo volcanico elevado, por encima de los 3.500 m.
141
Pinas
10
50 Km
1
Elaboraci6n: A. Winckell; Fuenle: Carta aeronulica dei Ecuador a 1:500.000, IGM, hoja W 2
Es una Sierra disimtrici\, sobre todo en los pisos superiores. Los paramos y zonas antiguamente enhieladas
de la cordillera occidental se extienden sobre ms de 30 km de ancho de Geste a Este, al Geste de Cuenca. En forma
opuesta, las de la cordillera oriental, s610 raramente sobrepasan los 10 km, en el Sur de Gima por ejemplo y se
reducen por 10 general a una estrecha franja sinuosa.
Esta situaci6n retleja la repartic6n de los derrames volcnicos plio-cuaternarios cimeros. Muy desarrollados
al Geste, constituyen una gran "meseta" con una altitud uniforme cuyo efecto de masa favoreci6 el establecimiento
de grandes casquetes glaciares; poco extendidos al Este, fueron cubiertos por glaciares localizados que s610 lograron
remodelar los relieves disectados dei basamento metam6rfico de la cordillera oriental.
Es una Sierra sin volcn. El Sangay marca la desaparici6n, en la latitud de 2S, de los grandes edificios
142
Elaboraci6n: A. Aing, L1A-Tldctection, ORSTOM; Fuente: Canal 7 de la imagen Landsat MSS 010/062 dei 17/08/1978
volcanicos recientes, activos 0 n6. Se podra anotar la concordancia entre esta desaparici6n, el cambio de las direcciones estructurales y las caracterfsticas geomorfol6gicas mayores.
Las nicas construcciones son algunos restos erosionados de pequefios edificios dispersos, contemporaneos
de los extensos derramamientos lavicos cimeros plio-cuaternarias. Con dimensiones que no sobrepasan el centenar
de metros, son formas menares cuya actividad no parece haber proseguido mas alla de la emisi6n de las formaciones
cimeras. No constituyen elementos estructurantes mayores dei relieve.
Es una Sierra sin cobertura de cenizas. La barrera natural que constituye el nudo de Tiocajas tambin representa el lfmite meridional de la extensi6n de las capas piroclasticas emitidas por los volcanes andinos septentrionales y centrales, transportadas luego, segn una componente Suroeste, par las circulaciones atmosfricas dominantes
en altitud. S610 subsisten algunos enchapados con una reducida extensi6n al Sur dei nudo de Tiocajas, sobre los altos relieves dei Parque Nacional de Cajas, al Geste de Cuenca 0 en las cimas de la cardillera central al Sur de Tarqui.
Pese a estas diferencias de aspecto con la Sierra septentrional, en este tramo, son las mismas reglas las que
rigen la repartici6n de los paisajes y unidades morfo-pedoI6gicas.
Por 10 tanto procedimos a un recorte en tres estratos altitudinales, que delimitan medios homogneos desde
el punta de vista climtico, pedogentico y morfodinamico; pisos que corresponden tambin a la zonificaci6n altitudinal de los sistemas agrarios y de uso agrcola de los sue los:
- las vertientes y estribaciones superiores de los valles: unidades 189 a 193,
RESErVA DE LA HISTORIA CEOLOCICA DE LAS CUENCAS INTRAMONTArVOSAS CONTINENTALES DEL CENTRO y DEL SUR DEL ECUADOR
Esla preselllaciull fue eswblecida a parlir de las pllbficaciollel de la VCCM ( 1973-1982), de 1. W. Boldock
(1982) .' de los reciellles lrabajos de C Noblel, A. L"vellll, F. Sclilleider (1988) ." de T. Wil1ler (1990). Lo illlerprelacilI origillalfue desarol/ada paro la Ct/ellca de Cllellca, pero pllede sel' eXlropolada a las olrels CllellCClS
de la regioll ecualOrialla suballdilla: la de NablI ell paniclllor,
La aperlllra ." el fllllciollomiel1!O de eSlas Cllellcas, de edod OIi!?O-liliocella, elllpie,:-all IlIef!,o de los 1I/OI'ilIlielllos de colisilI ." de acrecioll dei bloqlle de origel/ ocel1ico (jomlUcill Macllchi) dei Crelceo lerlilil/alPaleogello, lIIiel/lmS se desarrol/aba la sllbduccioll de la placa ocelllica (Farol/oll-Na~ea) bOJo ILl plaUi
cOlllillelllal suralIIericalla. Eslas cuellcas eSlall ubicadas sobre descolgalIIiel/lOs III(/\Or!'s, illlerllOS (/ la
cordil/era alldilla.
EII el caso de la de Cuenca, de oriell!acir!1I SO-NE 0 SSO-NNE. el (/Iiolisis dei rel/el/() liace ({pOl'!Cer Ires
gral/des fases de depsilOs:
1 - El suslralo de la Cllellca es idlllico al de lus relie l'es ellcajollallles circlllldwlles, Se Imlo de los lal'(ls illlermedias ." acidas, illlereuladas COli deposilos piroclaslicos de la fomwcioll Samguro, de edad olif,ocella
superior, COli mas de 1.000111 de espesor, Es discordallle sobre el "~calo" cOlISlilllido por meus l'Ole/micas de
lipo Celica.\ por faciesflysch que le eslall asociadas 01 Oesle. Lo /IIismo oCllrre al Esle, ct! elllrarell eOlllaclo COli
las facies melamrjieus dei basamelllO,
2 - El 1'1'1/1'1/0 sedimenlario de las cllencas IWI/bill es dis co rdQl Il l' sobre la IIl/idad alllerior, Es esel/ciallIlellle delrilico.\ esla cOlllpueslo porallemallcias de cOlIglolIIerados, arel/OS, arelliscos." pefill/s, COli algllllas il/lercalaciolles de lavas, lObas .'. brechas volcallieus de cO/llposicil!1I elllre wldesilica ." riollica, EII la CllellC({ de
Cllenca, se recOilOcieroll 4,500 m de sedimelllos deposilOdos dllrOllle el Miocello.
El allofisis de l'sIe rel/eno evidellcia ulla clara ~ol/ificacil/ de lasfol'/1lOCiolles alribuidas a dos secuel/cios
sedimenlarias:
- La parle illferior, de mas de 1.20011/ de espesor, IllueSlra ulla clara evolllcilI de las facies, desde la b({se
hacia la cima (cano aluvial, rios w/Qsloll/o~ados, I/OIIL/ra de esparcimiell!O, depsilos deltaicos, 1IIrbiditas, sedimentos lacl/slres). Esla evolucilI. grallo-decresciellle y eslralo-decresciellle, es siglli(icaliva de la aperlul'O de
las cuellcas asi COIIIO de su ahol/dalllielllo, pOl' hlll/dilllienlo leClllico, durallle el Miocello il/ferior. ESIOS dep6silOS correspondell a la formaci/l Biblicill: depsilos arcil/o-arelliscosos de IIl1a red OI/Oslolllo~ada, COI/
illlercalaciolles de COli 05 aluviales COI/ facies gntesas \' g/lljarros, ." es la lillica l'II l'sIal' presel1le el/ las dos
subcllencas. Se lermilla par 1111 episodio mlcill/ico y leClllico que deja defil/ilil'amellle fue ra dei alcallce de las
aguas a la parle orielllai de la Cllellca, al Esle dei comparlifllielllo celllralleval1lado (/torsl de Sal1la Ana).
- La parle superior, de 3.000 111 de espesor, I1Il/eSl/ll la evolllcil/ il/versa. Es rel'eladoro dei rel/el/o \' dei
cierre progresivo de 1'5105 cu el/cas, dei Miocello media a sl/perior. Discordwlle sobre I({ al/lerior, reune, desde
abajo hacia arriba:
, laformacioll Loyola: pelilas." lulilas elllre a/llClril/elllas y gris oscuro, COI/ algullas illlercalaciones COIIglomeralicas, que repreSel/lWI el lil/ico eslado de origell exclusil'amellle lOCI/SIre:
la formacin Azogues: depsilOs gmesos de lipo el/Ire dellaico .'. fllIvieilil, compueslos par arenas, arelIiscas y gravas al Sur, pero progresalldo hacia el NOrle, ell dOl/de se vuel\'e/lmasfil/os, la que il/dica claramel/le
una alimenlacin domillanle provelliellie dei Sur;
, la formacin Mal/gal/: sedimelllOs conglomeralicos y arcillo-arelliscosos, de mas de 2.000 fil de espesor,
144
que atestiguan del avance, hacia el Norte, de los depositos detriticos relacionados con una Ilanura de
esparcimiento una red anastomozada y luego conos aluviales pedregosos (miembro Turi).
3. - Luego de un intenso perfodo de erosion. al origen de una superficie de ablacion, la sedimentacion se termi-
na por algunas decenas de metros de conglomerados, brechas y tobas volcanicas pleistocenas. de las formaciones Tarqui al Norte y L1acao al Sur. Los depositos de esta Liltima formacion estan exactamente ubicados en
el lugar en que la red hidrografica actual forma un coda hacia el Este, entre la parte Sur de la cuenca de orientacion SSO-NNE y su parte Norte mas meridiana.
Ademas. esta sedimentacion en fase de subsidencia se ve acompanada por importantes plegamientos y
f/exuras monoe/inales con ejes meridianos, que proporcionan, a las capas, configuraciones muy erguidas. Los
autores reconocieron tres fases sin sedimentarias, cuyos resultados se pueden reconocer perfeetamente en los
modelados:
-en la cuenca occidental se suceden de Oeste a Este, un sine/inal disimtrico con una falda oriental muy
erguida, centrada sobre Dleg, afloramientos sub-verticales en la alineacion El Val/e-Cojitambo (estructura
Fig. 30. Formas de relieve de la cuenca dei rio Jubones
Cuenca de Cuenca
Valle de
Sigsig
Depresi6n de
Zaruma
79W
Valle de Loja
25 Km
145
anticlinal para la DGGM 0 capas fal/adas para C. Noblet y al., 1988) y una nueva estructura sinclinal poco
acentuada en la parte alta dei valle dei rfo Quingeo y Azogues;
-en la cuenca oriental, Sigsig-Gualaceo, las capas muestran, mas sencil/amente, un buzamienlO monoclinal hacia el Geste que podria constituir la fa Ida oriental de un sinclinal poco marcado.
Este esquema l'inde perfecta cuenta de la reparticion de las facies de los rel/enos interandinos centrales
y meridionales. Sin embargo nos parece que la importancia otorgada a ka formacion volcano-sedimentaria
Saraguro es demasiado grande. Si bien estos deposilOs constituyen efectivamente el basamento de las cuencas interandinas de Saraguro y Nabon, pOl' ejemplo, y probablemente tambin de Cuenca, no es probado que
los que arman los altos relieves tabulares de lasfrfas cimas de las cordil/eras en este seclOr deban tambin sel'
atribuidos a esta fase, en perjuicio de la formacion Tarqui (Plio-pleistocena) como habia sido propuesto en las
anteriores interpretaciones.
Nos parece que laformacion que origina estos relieves seo efectivamente dtferente, como 10 atestiguan
algunos criterios geomorfologicos:
- su aspecto general de una extensa emision que cubre en forma indistinta las rocas y formas subyacentes;
- una clara oposicion entre los modelados de las partes superiores, caracterizados pOl' una mayor uniformidad de las formas. (idebido a una instalacion mas reciente?), y los de las faldas de las cuencas de
Saraguro 0 Santa Isabel en donde se realizo, pOl' el contrario. una valorizacion diferencial de las facies;
Relieves interandinos
Grandes vertientes abruptas disectadas
Vertientes moderadas, rectilineas, disectadas
Rellanos disectados en tiras y lenguas longitudinales
Piso caotico, muy disectado y erosionado, capas sedimentarias paradas y sobrepuestas
Diseccion y erosion muy avanzada: estratos sedimentarios afloranles generales
Fondos de valles suaves, concavos
146
- lofrescura de los abrtlplOs caraclerislico:, de reborde, con tilla nlOrjolog/a gelleral delllel/oda, que diJfcilII/ellle puede .1er exp/icada si se lrala de ulla II/ismoformacioll;
- la hOl1logelleidad de los compollenles de la IJane superior (lobas dominanles), mienlras 4ue los cOllslilUrellles de la parle illferior haall aparecer III/a grall call1idad de facies volcano-sedimenlarias mas gruesas,
brerhas \' cOl/glolllerados asociados COI/ lavas;
- las paleo-alleracio/les ferral/licas qlle sulo afeclall los dep6silos sllperiores mas recienles de lipo
"Tarqui".
Se encuentran esencialmenle en la parte superior de las grandes entalladuras dei conjunto Len-Jubones
(Fig 30), asf coma en ambos lados dei rfo Paule (Fig. 31). Se trata de grandes vertientes empinadas, con fuertes
pendientes, muchas veces superiores al 50-700/c, que comportan numerosos tramos a mas deI 100 % Y partes
subvenicales a abruptas, preferentemente ubicadas inmedialamenle debajo de los acanlilados de reborde de las zonas
l'rfas cirneras, 0 cerca de las porciones mas estrechas de las profundas y recienles gargantas.
La geomorfologfa es bastanle diversificada y asocia tres formas mayores:
- venientes con perfil longitudinal homogneo, rectilfneo, con pendientes muy fuertes;
- venientes con apariencia global reclilfnea, pero marcadas en de talle por una muy fuene disecci6n en pequenas crestas agudas, longitudinales 0 transversales, separadas por nancos rectilfneos, conos y de fuerte pendlenle;
- Interiluvios lotalmenle diseclados en forma de lomos agudos y estrechos.
Estos modelados asocian alteraciones In situ con un espesor variable que puede sobrepasar el metro sobre
los interfJuvios, con numerosos anoramienlOs pedregosos y rocosos. Los primeros provienen sea de vertientes de
escombros retocadas al pie de las cornizas, sca de depsitos de gravedad 0 de solinuxin en recubrimiento de las
vertientes, sea tambin de alteritas in situ desarrolladas diferencialmente segn la heterogeneidad dei sustralo. Los
segundos provienen de la valorizacin de los eSlratos anoranles mas resislenles, loman la forma de bloques dispersos
o amontonados, esparcidos sobre la superficie de las vertienles 0 se vuelven verdaderos anoramienlOS conlinuos
sobre capas panicularmente resistentes 0 cuando nue vos alaques erosivos han pueslo al desnudo el basamenlO.
Son los paisajes dominantes cerca de las enlalladuras de la red hidrografica secundaria: incisiones lineales
con dimensiones decamtricas, torrenteTas y barrancos estrechos paralelos a la pendiente dominante, localmente baslanle densos, con vertientes rectilfneas y abruptas.
Las diferenciaciones entre las tres unidades son de origen pedolgico, y marc an tres estados de la evolucin
ferralflica de los suelos en estas zonas. Aigunas particularidades de menor imponancia atanen a algunos rasgos
morfolgicos 0 a las formaciones dei suslralO.
La unidad 189 esta ubicada exclusi vamente en la tenninacin meridional de la depresin de los rfos Len y Jubones,
en donde dibuja una franja continua, con orienlacin ESE-ONO, debajo de los relieves dei paso entre
las cuencas de Saraguro y de LOJa. Su Ifmile inferior varfa segn los lugares entre 1.600 y 2.800 m, mientras que su
cima alcanza los 3.200 m al pie de los abruplos de reborde de los relieves cimeros
Es la unidad mas represenlaliva, en donde dominan las grandes venienles reclilfneas 0 reconadas con cimas
por 10 generaJ agudas. Se lrala lfpicamenle de un modelado de diseccin sobre el basamenlo, constituido aquf por tres
grandes formaciones:
- AI Oesle, cerca de Man, afJora el compleJo volcanico lerciario (grupo Saraguro, ligoceno a Mioceno
inferior) dei relleno inferior de las cuencas inlerandinas cenlrales. el cual reposa en discordancia sobre el conjunto
volcnico Celica y los tlyschs asociados (Crelaceo-Eoceno), conslilulivos de la cordillera occidenlal y dei piso de las
cuencas. Sobre espesores considerables, que pueden alcanzar 1.500 a 2.000 m, mueslra una superposicin de lavas de
147
intermedias a cidas (andesitas, dacitas y ex.cepcionalmente riolitas) e intercalaciones piroc1asticas variadas. Las ms
comunes son tobas con fino grano de amarillenlO a rosado, depsito de ignimbritas, brechas y conglomerados con
bloques entre decimtricos y mtricos. Estos estratos estan ligeramente plegados 0 inclinados seglin direcciones NOSE, paralelas al aJargamiento de las cuencas.
- Al centro, par Saraguro, estas vertientes superiores suben hasta los afloramientos deI derramamiento
148
Valle de Sigsig-Gualaceo
Terrazas altas
...
volcanico plio-pleistoceno (formaci6n Targui) de los relieves frios superiores: aglomerados piroclasticos andesiticos
a riolfticos, con cenizas consolidadas en tobas, capas de ignimbritas intercaladas, y escasas lavas con idntica
composici6n. Como 10 hemos anotado anteriormente, estan cubiertos por alteraciones ferralfticas, gue se prolongan
hacia el Sur, en la provincia de Loja, donde constituyen una interesante paleo-clima-toposecuencia.
- Por fin, al Este de Saraguro, estos modelados se desarrollan tambin sobre las formaciones metam6rficas
antiguas de la vertiente oriental: exguisitos, cuarcitas y gneis deI grupo Zamora.
Estas diferenciaciones litol6gicas estan poca marcadas en los modelos y se traducen sencillamente por
una mayor importancia de los abruptos y escarpes rectilineos sobre los estratos mas coherentes (lavas, aglomerados
e ignimbritas consolidados) de las formaciones voicanicas occidentales, mientras que al Este, los paisajes metam6rficos se caracterizan por una densa y fuerte disecci6n en crestas agudas separadas por inciciones con faldas rectilineas.
Los suelos, generalmente rojos 0 amarillo/rojos, son profundamente meteorizados; son ferralfticos humiferos con complejo absorbente desaturado.
La unidad 190 esta ubicada en la misma vertiente gue la anterior, pero mas abajo, en donde comienza por los 2.6002.800 m y baja hasta por los 2.200 m. Es representativa de las cimas de los lomos secundarios, en
posici6n de interfluvio, que avanzan perpendicularmente a la vertiente, y separan las diferentes cuencas-vertientes
abrigadas de los afluentes de orilla izquierda de los rios Le6n y Jubones, delimitando asi de Oeste a Este, las
depreciones de Guanazan, Manu, Selva Alegre, Saraguro y Ona. Los relieves son muy accidentados, compuestos por
una asociaci6n de crestas agudas separadas por vertientes rectilfneas empinadas.
149
Estn conformados por las mismas formaciones volcanicas terciarias deI grupo Saraguro. Aigunos afloramientos ofrecen formas caracterfsticas: una capa muy potente, sobre mas de 50 m de espesor, de tobas aglomeradas
amarillentas, arma los grandes abruptos y escarpes que rodean Saraguro; sobre los rebordes dei alveolo de Ona,
alloran ignimbritas al Norte, brechas gruesas y conglomerados al Suroeste.
La individualizaci6n de esta unidad se justifica por su posici6n Iigeramente ms baja que la anterior, con un
aumento de las temperaturas y una clara disminuci6n de las precipitaciones; sin embargo, sigue gozando de condiciones climaticas humedas. En este contexto, los suelos estan menos meteorizados que los precedentes, son suelos
fersialfticos medianamente profundos, arcillosos, rojizos.
La unidad 191 constituye la continuaci6n de esta secucncia pedoclimatica, con una gradaci6n un poco mas acentuada
hacia regfmenes climaticos menos humedos. Esta situada en la misma franja de altitud que la unidad
190, pero se ubica en una mas marcada posici6n de resguardo, en la terminaci6n baja de los valles deI Jubones 0 sobre
las faldas dei valle superior dei Paute.
Sus sue los son sin embargo ferralfticos pero con un complejo absorbente saturado, coma consecuencia dei
clima mas seco.
Se notaron algunas distinciones secundarias, de orden geomorfologico, entre dos grupos de paisajes dominantes:
- El primer conjunto constituye la extremidad occidental y noroccldental dei valle deI rfo Jubones, a la entrada de la quebrada de Uzhcurrumi-Pasaje, en la cordillera occidental. Son grandes vertientes, disectadas en forma
de lomos e interfluvios longitudinales, con crestas agudas y fueI1e pendiente, exclusivamente desarrollados sobre el
volcanismo antiguo, oligo-mioceno. Su situaci6n topografica se asemeja a la de los anteriores: se elevan hasta por 10
2.600 m sobre la vertiente Sur por Abailn y 2.800 m al Sur de Pucar, en la vertiente Norte. Sin embargo ale an zan
altitudes mas bajas, cercanas a los 2.000 m y hasta 1.600-1.800 m cerca de la entrada de la garganta, en don de estan
sometidos a condiciones netamente secas.
- El segundo est representado en las faldas superiores deI valle dei Paute, entre las zonas frfas de las cordilieras por los 3.000-3.200 m, y el fondo de la incision cerca de 2.200 m en la ciudad de Paute, rio arriba, y 2.000 m
en la represa de Amaluza, rfo abajo, en la entrada de la garganta en la vertiente oriental. Se trata de grandes vertientes
fuertes con perfil rectilfneo y abruptos locales; pueden ser muy densamente disectadas en lomos transversales con
crestas agudas y faldas empinadas.
Su originalidad proviene de la traduccion en la geomorfologfa de las variaciones Iitologicas deI basamento.
Los estratos metam6rficos diversificados deI grupo Paute, dei Cretacico superior, que afloran a 10 largo dei valle, son
menos metamorfizados (esquistos y filitas) que las cuarzitas y gneis dei grupo Zamora, constitutivos de la cordillera
andina oriental y de algunas cabezas de val les afluentes de orilla derecha deI Paute. La zonificaci6n de las formas esta
en perfecta correlacion con los datos dei mapa geologico al: 100.000 de Azogues (DGGM, 1980).
En la parte Sur, rio arriba de Tomebamba y la orilla izquierda dei rfo Paute, afloran formaciones volcanicas metamorfizadas (lavas y tobas andesfticas). Los modelados de las vertientes son macizos, heterogneos con, 10calmente, paredes roc osas sobre los estratos mas resistentes.
En la parte baja, afloran esquistos verdes, filitas, pizarras, lutitas y cuarzitas. Los modelados son tfpicos deI
medio metam6rfico: disecci6n bastante densa y homognea con aspecto anguloso. Las formaciones superficiales
estan fuertemente meteorizadas y compuestas por alteraciones arcillosas rojizas in situ. Sin embargo, los espesores
raramente sobrepasan el metro, debido a los fen6menos de rejuvenecimiento sobre las faldas de estas incisiones en
donde se desarrolla adems una intensa erosion consecutiva a una inadecuada explotacion agricola.
Por fin, la terminaci6n baja deI valle se situa sobre los alloramientos de la intrusion granodiorftica con
grano medio y biotita de Amaluza, con su tfpica diseccion densa y sus espesas alteritas arenosas.
Los relieves colinarios macizos con cimas redondeadas (unidad 192)
Segundo grupo de paisajes de las veI1ientes superiores, este conjunto se caracteriza por una gran homogeneidad. Dos subgrupos geomorfol6gicos han sido identificados.
- Los relieves de los margenes externos de las cuencas 0 de separacion entre estas, en contacto inmediato
con las vertientes inferiores 0 los rellenos de los pisos, estn particularmente bien representados alrededor de la
cuenca de Cuenca (Fig. 31).
Se trata de tfpicos modelados de diseccion, constituidos por lenguas 0 lomos yuxtapuestos, por 10 general
masivos, con cimas redondeadas subiguales, separadas por una fuerte cavadura lineal en forma de incisiones, torren-
150
teras y barrancos estrechos con faIdas empinadas. Los desniveles relativos son bastante fuertes y alcanzan normalmente 300 a 400 m en la cordillera central por ejemplo.
Cuatro zonas componen este conjunto:
La cordillera central, en forma de horst, separa las cuencas de Cuenca-Azogues al Geste y Sigsig-Gualaceo
al Este. Baja a 2.700-2.800 m (2.600 m por Biblin) al entrar en contacta con los modelados inferiores de las cuencas,
y se eleva a ms de 3.200 m, alcanzando los 3.332 m en su punto culminante, entre Cuenca y Sigsig.
AI Sur de Tarqui, el margen meridional de la cuenca asegura la separaci6n con el valle Gir6n-Santa Isabel.
Este varia entre 2.750 m (altitud deI paso) y 3.100-3.200 m en ellfmite inferior de los relieves de pramos.
El reborde Sur y Sureste de la cuenca de Canar es el ms elevado de todos, situado a 3.200 m en su terminaci6n occidental y 3600 m en su separaci6n con la cuenca Azogues-Biblin al Sur. Su punta culminante, al Geste,
alcanza 3.864 m.
El reborde oriental de la depresi6n de Sigsig, donde estos relieves materializan el contacto entre el fondo
deI valle por los 2.800 m y los relieves glaciares y de pramos por los 3.300-3.400 m.
La mayorfa de estos paisajes se desarrollan sobre los af1oramientos deI extenso derramamiento volcnico
"Tarqui". No obstante, estos relieves desbordan localmente sobre las formaciones dei basamento ms antiguo: metamorfitas deI grupo Paute al Este de Sigsig y Canar, flysch Yunguilla al Norte de Azogues.
Las caracterfsticas dei esparcimiento volcnico cimero ya fueron presentadas. Las recordaremos brevemente:
Es una acumulaci6n de piroclastitas compuestas de tobas, cineritas cimentadas, aglomerados varios con
intercalaciones de ignimbritas y capas secundarias de lavas. La composici6n de este volcanismo efusivo, oscila desde
andesftica a riolftica.
Es la ultima manifestaci6n volcnica de la Sierra central, cuya edad se presume pleistocena (J.W. Baldock,
1982). Sin embargo es probable que sea ms antigua, ya que, por una parte, sufri6 una disecci6n posterior y adems
est cubierta, al Noroeste de Canar por ejemplo, por dep6sitos detriticos y gravas de las ultimas fases de relleno de las
cuencas, estimados plio-pleistocenos.
Estas proyecciones forman los grandes entablamentos encaramados de los paisajes frios, glaciares y de
pramos en las cordilleras, constituyendo as! verdaderas mesetas parecidas a un altiplano. Tambin originan todos
los elementos mayores que estructuran el relieve general de los Andes centrales dei Ecuador, yen particular la franja
meridiana entre la cuenca de Cuenca y la de Sigsig-Gualaceo, 0 la superficie cimera de la pequena cordillera central
entre la cuenca de Nab6n y el valle de Santa Isabel.
Su morfologfa, aquf original, proviene directamente de la disecci6n, por una red hidrogrfica no jerarquizada, de los entablamentos volcnicos; la subigualdad de las cimas representa la superficie estructural subhorizontal
original. La evoluci6n de los modelados difiere segun el avance de la disecci6n hidrica posterior: los interfluvios son
pIanos a convexos por Pucar, con ci mas redondeadas bajo la forma de lenguas alargadas al Sur de Cuenca, 0 con
crestas agudas coma al Sureste de Sigsig.
Estos afloramientos estan subrayados por las paleo-alteraciones de tipo ferralftico, rojas y potentes, anteriores a la ultima glaciaci6n. Se desarrollaron durante un perfodo interglaciar ms caliente, 10 que coroboraria, para
este derramamiento vo1cnico, una edad ms antigua que la que se le asigna actualmente. Marcan un estrato altitudinal claro, que comienza por encima de los 2.600-2.700 m y desaparece por los 2.950-3.000 m, en los antiguos
niveles glaciares. Su espesor puede alcanzar varios metros.
Los suelos son ferralfticos desaturados, arcillosos.
- El "rellano" al Sur de Pucara (Fig. 30). Allf, el contacta entre las tierras frfas de la cordiUera occidental y
las vertientes interandinas, por 10 general abrupto, esta representado por un rellano basculado, con una superficie que
se inclina suavemente desde los 3.200 m, por Pucar, hasta los 2.800 m, hacia el Sur. Este modelado de transici6n esta
constituido por lomos paralelos con cimas planas 0 redondeadas subiguales y separadas por incisiones estrechas en
V. Las formas aquf observadas resultan de la disecci6n hidrica de una "lengua" inclinada deI mismo derramamiento
acido ''Tarqui'', fosilizando las vertientes superiores interandinas.
151
asociaci6n de superficies y ondulaciones escalonadas, suavemente inclinadas hacia los ejes de las cuencas y valles,
y se encuentran comunmente disectadas por una red de pequenas incisiones en V paralelas a la Ifnea de pendiente.
Cada grada esta separada de la otra por pequenos abruptos sinuosos, con desnivel decamtrico, que atestiguan de una
valorizaci6n de las capas dei sustrato por erosi6n diferencial.
Esuin presentes sobre el reborde Oeste de la cuenca de Azogues-Biblin, y en las inmediaciones Suroeste y
Sur de Cuenca, en donde se van escalonando desde el contacto con los fondos de las cuencas, por los 2.700-2.800 m,
hasta el pie deI abrupto, por los 3.000 m (Fig. 31). Los relieves ms tfpicos poseen un modelado en forma de escalera,
subrayando la superposici6n de las capas sedimentarias de la falda occidental dei sinclinal asimtrico, constituidas
casi exclusivarnente por las facies detrfticas arenosas, areno-arcillosas y pedregosas con guijarros de la terminaci6n
deI relleno (formaci6n Mangan). Aigunas de estas capas, consolidadas en areniscas relativarnente coherentes, arman
paredes rocosas superpuestas, de poco a moderadamente inclinadas hacia el Este. La disecci6n, por la red de
torrenteras y barrancos paraleJos, es muy intensa, asf coma el escurrimiento de superficie. Estos relieves rararnente
desbordan sobre las primeras estribaciones dei esparcimiento volcnico cimero, salvo localmente, al Suroeste de
Cuenca, en donde la valorisaci6n diferencial es entonces mucha menos clara, debido a la mayor homogeneidad deI
sustrato.
Estan sobre todo bien representados en el valle de Santa Isabel (Fig. 30). Se localizan siempre por debajo de
los abruptos cimeros. Son mucho mas extensos sobre su falda occidental en donde bajan desde los 2.800-3.000 m,
hasta los 2.200 m al Oeste de Gir6n y 2.000 m al Norte de Santa Isabel, que en la orilla izquierda en donde forman
pequenos rellanos, entre los 2.800 y 2.200-2.000 m, en el desplome de la conf1uencia de los rios Le6n y Rircay.
Se desarrollan aqui sobre las capas alternas de la formaci6n volcano-sedimentaria Saraguro, en la cual una
a1teraci6n diferencial de las facies resalt6 las capas mas resistentes (aglomerados, brechas e ignimbritas intercalados
con lavas), sobre las capas mas blandas (piroclastitas y tobas). El modelado de las vertientes sigue la pendiente estructural, suave hacia el Sures te, y se presenta coma una juxtaposici6n de jirones alargados y disectados. Las superficies son redondas, con testigos aislados de capas superiores, decapadas en forma de pequenas pinirnides triangulares; esuin separadas por incisiones decarntricas en V, pero que pueden sobrepasar varias decenas de metros, al Oeste
inmediato de Gir6n, por ejemplo.
La parte alta deI valle de Gualaceo propone una situaci6n diferente (Fig. 31). Aqu, las vertientes con
rellanos estn ubicadas en posici6n topogrfica inferior, entre los 2.800-2.900 m arriba y 2.400-2.500 m en su
terminaci6n baja. La estrechez dei valle no permiti6 el desarrollo de formas tan completas, pese a que las formaciones
dei basarnento sean idnticas, volcano-sedimentarias Saraguro en las partes inferiores y volcanicas Tarqui encima.
Las formas mejor elaboradas estan ubicadas al Sur por Gima, con vertientes suavemente inclinadas y disectadas en colinas convexo-c6ncavas subiguales; pero tarnbin al Norte, por Sfgsig, en donde un valle ensanchado
presenta un perfil transversal c6ncavo con rellanos intermedios escalonados. En la parte media, la disecci6n se encuentra ms avanzada y las superficies ya s610 se pueden reconocer por las cimas subiguales de los lomos.
Sobre estos modelados bien diferenciados, la zonificaci6n de las formaciones superficiales y de los suelos
es marcada:
- las superficies han guardado las potentes alteraciones rojas hederadas, los suelos son ferralfticos saturados.
- por el contrario, sobre las vertientes de las incisiones recientes, la cavadura posterior puso al descubierto
las formaciones deI sustrato y las paredes rocosas avecinan con af1oFarnientos sueltos arenosos a pedregosos; los
sue los son poco evolucionados.
152
Gualaceo.
La humedad dei aire es mas reducida en las estaciones dei valle de Jubones asi coma en los demas sitios
protegidos de las masas de aire amaz6nico (74 % en Santa Isabel ubicado en el valle de Jubones, pero 84 % en Paute
localizado en el valle dei mismo nombre).
Las unidades de este pise s610 fueron claramente identificadas en los dos principales valles de la Sierra centraI, los de los rios Le6n y Jubones al Sur, y deI Paute al Este, en donde grandes desniveles entre las cimas y los rios
introducen una estratificaci6n altitudinal muy marcada.
Por el contrario, la cuenca de Cuenca-Azogues presenta una configuraci6n especffica con un fondo bastante
elevado, por los 2.500 m aproximadamente, rodeado por vertientes interandinas abruptas. La transici6n entre las
zonas humedas superiores, y los fondos secos de la cuenca, es extremadamente rapida y se realiza sobre algunos
cientos de metros en la parte inferior de las vertientes. Como resultaba materialmente imposible representar esta situaci6n con la escala de representaci6n escogida, hemos optado por privilegiar la parte superior hUmeda, mas extensa, a la totalidad de las vertientes interandinas.
Las diferentes unidades repertoriadas representan, por 10 esencial, la continuaci6n, bajo condiciones climaticas mas secas, de las vertientes superiores. Sus caracteristicas morfol6gicas son similares y las diferencias tratan
esencialmente sobre las consecuencias dei entomo climatico: pedognesis, repartici6n de los suelos y procesos
morfodinmicos actuales.
153
caracterizada por una ganaderfa caprina extensi va, que contribuye a destruir la delgada cobertura vegetal.
Las fonnas son variadas y comprenden tanto los simples pies de vacas en red anastomozada sobre las faldas
de las vertientes, como las marcas de un intenso abarrancamiento superficial: aranazos, surcos, torrenteras y hasta
barrancos de tamano decamtrico, que se tenninan, en la parte baja, por pequenos conos de deyecci6n pedregosos.
Es un media casi totalmente minerai en donde dominan los afloramientos rocosos y pedregosos y las al teraciones s610 se conservan en los rellanos, ni veles 0 interfluvios protegidos de este decapado generalizado.
Estas fom1as y formaciones son probablemente casi todas heredadas; presentan comunmente caracterfsticas
de alteraciones ferruginosas (colar de amarillento a rojizo, cimentacion y ferruginizaci6n pronunciada), que no
pueden desarrollarse bajo las condiciones climaticas actuales demasiado secas. En consecuencia, los suelos, siempre
rejuvencidos por la erosi6n, son generalmente poco evolucionados y poco profundos.
154
rrimiento difuso y concentrado de superficie, que abarrancan los interfluvios y moldean numerosas zanjas y torrenteras subparalelas a la pendiente dominante. Se vuelven particularmente marcados en la parte baja de Ofia, cerca dei
trama SE-NO dei do Le6n y dei valle de Santa Isabel.
155
La unidad 214 esta ubicada mas abajo, hacia la represa de Amaluza. Se escalona entre 2.800-3.000 m en la zona de
contacto con los relieves cimeras y 2.000 m, en las orillas dei embalse.
La incisi6n esta mas pronunciada que rfo arriba, y los desniveles relativos sobrepasan comunmente 1.0001.200 m con las cimas que bordean directamente el valle, atestiguando de un encajonamiento excepcional que
alcanza localmente 1.800 m. Las vertientes rectilfneas predominan, con fuerte pendiente y con numerosos afloramientos rocosos y bloques superficiales, modelados sobre las metamorfitas 0 los flyschs en las partes altas de los
valles afluentes de la orilla occidental, por Pindilig por ejemplo.
Sin embargo se ensancha en la parte inferior, conformando asf alveolos coma en la zona de confluencia con
el rio Collay. Se escalonan entre los 2.400 y los 2.600-2.700 m rfo arriba por Sevil1a de Oro 0 Guachapala, y bajan
hasta los 2.200-2.500 m al Norte de Santa Rosa. No se trata de rellanos bien definidos, sino mas bien de tramos menos
empinados (pendientes dei 20 al 50%) en la parte inferior de la incisi6n, caracterizados por una disecci6n en pequefias
colinas con vexas con cimas aplanadas, separadas por estrechos barrancos.
Las observaciones de campo s610 permitieron evidenciar enchapados aluviales muy localizados, encaramados y poco potentes. Pese a la ausencia de una capa aluvial continua, interpretamos estos modelados como aplanamientos de origen fluvial. Los actuales datos no permiten concluir sobre su origen: i,Modificaci6n de la dinmica
fluvial? i,Disminuci6n de la velocidad dellevantamiento andino y de la cavadura consecutiva? i,Represa de origen
tect6nico rio abajo? i,Franqueo dei Ifmite granftico particularmente resistente de Amaluza? Representan testigos de
una fase de calma momentanea en el vigoroso proceso de encajonamiento que resulta ser la marca distintiva de toda
la parte central deI valle deI Paute.
Esta unidad, ubicada en su totalidad en la vertiente andina oriental, esta enteramente sometida a un c1ima
tropical caliente y humedo. Las alteraciones son moderadamente profundas, arcillosas y rojizas. Estan particularmente desarrolladas sobre los suaves modelados inferiores, pero tambin recubren las vertientes mas empinadas en
donde colindan con alteraciones rejuvenecidas por erosi6n y afloramientos rocosos y pedregosos.
Los suelos son fersialfticos medianamente desaturados.
La ultima caracteristica esencial de esta zona es la presencia de una intensa dinamica actual (solifluxi6n,
deslizamientos y escurrimiento) relacionada con fuertes pendientes y formaciones superficiales muy sensibles a las
consecuencias de un usa agrfcola intenso en esta zona fuertemente poblada.
156
particularmente cxtensos.
Una segunda zona, mas Iimitada, esta ubicada en ambos lados de la entrada a la entaJladura occidental entre
los 1.100 y 1.400 m, conformada por grandes vertientes rectilfneas, de empinadas a abruptas y disectadas por incisiones en V, decamtricas. Su limite inferior es bajo ya que alcanza los 950 m en la conlluencia Jubones-Rircay y
hasta los 800 m por San Francisco, rfo abajo.
Estas dos unidades se desarroHan integramente sobre los alloramientos terciarios de la formaci6n Saraguro.
Aquf tambin se oper6 cierta valorizaci6n diferencial y las capas ms resistentes (Iava.~, brechas y aglomerados volcano-sedimentarios) se traducen por comizas, acantilados 0 caos de bloques, en la subida hacia Santa Isabel por
eJemplo. Las vertientes presentan su tfpico perfil heterogneo en l'orma de gigantcscas gradas, altcrnando rellanos
moderadamente inclinados sobre las ci mas de capas duras y resaltos con desnivel mtrico a decamtrico cn su terminaci6n.
Las condiciones generales deI medio: fuertcs pendientes heredadas de una cavadura reciente, facies re1ativamente resistentes a la meteorizaci6n, caracterfstica.s climaLicas de subaridas a aridas, no favorecen la produccin de
alteritas. En asociaci6n con los anoramientos rocosos, las formaciones superlciales dominantes son muy delgada.s,
de areno-pedregosas a pedregosas.
Los suelos, poco humfferos, son "poco evolucionados de erosi6n".
Estas zonas, en donde se pueden ver las hueHas generalizadas de una morfodinamica antigua, todavfa estan
sujetas a intensos fen6menos de escurrimiento sobre las vertientes, favorecidos por la auscncia de cohesi6n de las
formaciones superficiaJes, y una vegetaci6n natural arbustiva abierta, adaptada a las condiciones c1imatica.s entre
subaridas y aridas, que no aporta una protecci6n significativa.
157
lomos. calcados sobre las eXlremidades salienles de los cslralos erguidos. En los frenles de las capas. las pcndientcs
son mas fuertes y asocian acantilados rocosos subverticales sobre facies resistcntcs, con partes c6ncavas excavadas
sobre los anoram ientos arci Ilosos. AI contrario, los rcversos soportan formas ms mon6tonas con pianos eSlruCluraies dominantes.
AI examinar documentos areos, sc pucden discernir bancos de rocas duras disectados transversal mente en
alineamientas de pequeiios "chevrons" hcctomtricos. Otras formas. que asocian capas finas alternadas de arcniscas
y arcillas, proporcionan lfpicas disecciones con una disposici6n jerarquizada de la red hidrografca de tipo "espinn de
pez".
Las fuertes pendienles, siempre superiores a 40 y amenudo 707(, asf como la baJa allerabilidad relativa de
las facies areniscosas baJo estas condiciones cl imaticas relalivamenle secas, no favorecen la produccion de las aileritas. Se desarrollan prcferentemenle sobre los reversos: son areno-pcdregosas sobre las capas dctrfticas y sc vuclven
c1aramente arcillosas sobre los sedimentos pelflicos. Estas, prcticamente. no existcn sobre los frcntes rocosos de
capas arenlscosas.
Los suelos, a veces con caraclerfslicas vrticas, son sin embargo poco evolucionados.
Ademas, sobre estas pendientes, los procesos de crosi6n por cscurrimienlo, favorecidos por una cobertura
vegetal insufciente y una intensa actividad agrfcola, son bastante activos y rrovocan un rejuvenecimiento importante
de los perfiles.
Este decapado generalizado de las formaclones de superficie esta probablcmenle al origen de la
desaparici6n de las alteraciones ferralfticas rojizas que recubren los paisajes circundantcs de la parte Sur de la cuenca
(unidad 230), en condiciones de SUSlrato, altitud y c1ima idnlicos, pero con un relieve ms moderado y menos
expuesto al escurrimicnto superfcial.
En la cuenca de CQ/ar, las altitudes dei piso son relalivamenle elevadas (Fig. 3]). Aguas abajo, cerca dei
inicio de la entalladura occidental dei rio Caiiar, las altitudes promedias estan a 2.800 m, pero el fonda de la
cuenca se eleva, con relieves de colinas disectadas, hasta los 3.200-3.300 m cerca de Ingapirca, al Esle y alcanza
los 3.400 m al pie dei nudo de la separaci6n con la cuenca de Azogues, al Sureste.
Esla cuenca se apoya al Esle en relieves alIos (3.700-3.800 m), donde anora el Suslrato de melamorfilas y
flysch de la cordillera orienlal. Ellfmite orienlal esta constilUido por una falla mendiana. prolongaci6n de una similar
en la cuenca de Cuenca. El relleno es la compuesto por una potenle sedimenlaci6n delrflica:
- En la parle orienlal, los dep6siloS gruesos, conglomeralicos, son inlercalados con arcillas limosas enlre
gris-azulado y rojizo, sobre mas de 1.500 m de espesor, y corresponden al relleno nuviatil a deltaico de la formaci6n
Mangan en Cuenca. Rellenan una cuenca sinclinal limitada por dos fallas meridianas, donde plegamienlos
acenluados provocaron un clara enderezamienlo de las capas.
- En la parle occidenlal, los eslralos eslan menos teclonizados, subhorizQiltales 0 con una Iigera inclinaci6n
hacia el Este. ESl'in compuestos por conglomerados con gruesos guijarros, de cimenlaci6n moderada variable,
inlercalados con areniscas, arenas mas 0 menos arcillosas, Iimos, tobas y aglomerados volcanicos con cementa 10baceo. Represenlan un episodio nuviatil parlicularmenle torrencial, al final dei relleno (formaci6n Turi).
Todo este conjunto ha sido excavado por episodios sucesivos que modelaron una lfpica morfologfa, conslituida por una asociaci6n de pequeiios pIanos inclinados c6ncavos, encajonados en forma concnlrica, separados por
158
pequenos abruptos con desniveles entre mtricos y decamtricos, e inclinandose suavemente hacia el centro de la
cuenca. AlI, los ros estan moderadamente encajonados en algunas decenas de metros.
Tres aspectos geomorfologicos merecen ser anotados:
- La casi totalidad de la parte baja, occidental, de la cuenca, esta cubierta por depositos con un espesor mtrico -que no sobrepasa nunca los 5 metros- de arenas medias a gruesas, moderadamente cimentadas y que contienen
mas de 30% de piedras, bloques y guijarros localmente bien redondeados de diametro decimtrico. Estos recubrimientos detrticos, heteromtricos, estan presentes tanto en las cimas de los interlluvios coma en los fondos.
Los interpretamos coma una removilizaci6n de dep6sitos morrnicos por las aguas de deshielo, probablemente deI ultimo episodio glaciar. Los procesos de depositacion se effectuaron, en el area proglaciar, mediante un
esparcimiento por escurrimiento anastomosado superficial de tipo glacis. Por 10 tanto, no se trata de morrenas 0 tilitas
sensu-stricto, que atestiguaran de la extension de antiguos glaciares (DGGM, Carta geol6gica al: 100.000 de Canar,
1975).
La gran cantidad de materiaJ es perfectamente compatible con la extension de las zonas altas cubiertas de
hielo de los contornos Noreste y Suroeste. La cavadura de la entalladura abrupta de! ro Canar, en la vertiente occidental, tambin tiene que ser relacionado con este perodo de escurrimiento hdrico muy importante.
- Esta cuenca posee dos lmites geograficos originales.
AI Sur, su separaci6n con la cuenca de Cuenca se materializa por un horst, elevado hasta los 3.800 m en e!
Cerro Bueran, y compuesto exclusivamente por los mismos depositos detrticos y conglomeraricos de la cuenca, en
perfecta continuidad topogrMica con los esparcimientos volcanicos cimeros circundantes; no es un tpico "nudo"
volcanico. La continuidad de las formaciones sedimentarias en ambos lados Norte y Sur de este horst confirma que
las cuencas de Canar y Cuenca pertenecen a una misma entidad estructural, y que su indi vidualizaci6n reciente se
debe a movimientos tect6nicos verticales plio-cuaternarios.
AI Noroeste, el piso de la cuenca, ubicado a 2.800-3.000 m cerca de Juncal, domina directamente la vertiente externa occidental. La entalJadura deI ro Canar se desarrolla rapidamente sin tener que atravesar ninguna cordillera y alcanza rapidamente mas de 500 m de desnivel relativo, tomando la forma de un verdadero "corte de serrucha" que constituye tambin un notable ejemplo de erosi6n regresiva. Hoy en da, alcanza el lmite inferior de las
formaciones deI relleno de las cuencas, que empieza a "mordisquear". En un atardecer bien despejado, es posible de
contemplar, desde las estribaciones de Juncal, el magnfIco panorama que constituyen esta cada de la vertiente occidental y, a 10 lejos, los modelados de la llanura costanera.
- La ausencia de una cordillera occidental y la configuracion particular de la red hidrografica confirman la
importancia deI papel de los recientes movimientos tect6nicos en la actual configuraci6n deI relieve.
La red dei Canar posee una estructura caracterstica con afluentes de orilla derecha, todos orientados paralelamente NNE-SSO. El Canar, que presenta un curso alto rectilneo de orientaci6n simiJar a 10 largo de la Falla
Huayrapungu, se ve afectado por un coda brusco de 90 al ESE de Canar, en donde adopta luego un trazado rectilneo ortogonal SE-NO, en direcci6n a la regi6n costanera, con alluentes de orilla izquierda muy poco desarrollados
(Fig. 32).
Todo ocurre coma si recientes movimientos diferenciales hubieran provocado una reorganizaci6n de la red.
La surrecci6n dei horst entre Canar y Biblian y el ahondamiento relativo deI sector Canar-Juncal, originaron un
desvo dei curso deI Canar deI Suroeste hacia el Noreste, independiente de la estructura meridiana de los afloramientos sedimentarios dei relleno, en la prolongaci6n de la cuenca de Cuenca, al Sur.
Por fn, existe un valle meridiano al Este, cuyo punto mas alto culmina por los 3.250 m, en la lnea de
demarcaci6n de las aguas entre las dos cuencas. Podra constituir el testigo de un antiguo curso deI Cafiar hacia el Sur,
que fue aprovechado para el cruce de la antigua va frrea.
En la cuenca de Cuenca, esta unidad tambin esta presente en las extremidades Sur y Suroeste, al contacta
con los relieves de reborde (Fig. 31):
- al Oeste de la ciudad, en donde se eleva de 2.500 m cerca de los rellenos fluviales, hasta por los 2.8002.900 m al pie dei abrupto de los relieves dei Parque de Cajas;
- al Sur, en El Valle con altitudes similares, y en la terminaci6n de la cuenca. Es caracterstica deI valle
oriental de Cumbe entre 2.700 y 2.900 m y ocupa toda la transici6n entra la cuenca de Cuenca por Tarqui a 2.650 m
y el principio deI valle de Giron, hasta el paso de Porte te a 2.750 m.
Estos paisajes se desarrollan sobre los sedimentos deI relleno detrtico terciario: gravas, areniscas, conglomerados y alternancias arenisco-pelticas. En los bordes de la cuenca, los estratos guardan posiciones mas cercanas
159
2'30' S
a
~
5 Km.
1
Rios importantes
--.
Elaboraci6n: A. Winckell; Fuente: Cartografla topogrfica. IGM, y geol6gica, DGGM, hoja de Canar, 1: 100.000
a la horizontal y las alternancias de facies parecen menos marcadas, al no traducirse tan claramente en los modelados.
Los relieves son suaves, con una topografa de "glacis", en ascenso regular hacia el Sur. Se trata de colinas rebajadas,
con cimas anchas, de planas a redondeadas, y con vertientes muy suaves, c6ncavas, que se juntan con hondonadas y
valles poco encajonados - deI orden de unos veinte metros - en el fonda de los cuales serpentean pequenos riachuelos
sobre estrechos rellenos aluviales; el de los ros Tarqui y Cumbe, en el paso de Portete, esta particularmente
desarrollado.
Estos relieves de disecci6n desbordan localmente sobre las formaciones dei sustrato anterior al relleno; dep6sitos v6lcano-sedimentarios de tipo Saraguro en el paso de Porte te 0 flyschs de la formaci6n Yunguilla en el valle
de Cumbe, 10 que atestigua de una activa fase de ablaci6n en el interior de las cuencas.
La diferenciaci6n cartografica realizada es de orden pedol6gico:
- La unidad 230 es la mas extensa, representada en las cuencas de Canary de Cuenca. Se caracteriza principalmente por la presencia, en todo el contomo de la segunda cuenca, de profundas alteraciones arcillosas rojas, de
tipo ferraltico. Su espesor promedio de 2 a 5 m, puede sobrepasar, localmente, los diez metros.
Estas alteraciones, desarrolladas sobre 'Ios rellenos detrticos, muestran una importante meteorizaci6n de las
rocas-madres, potentes horizontes de arcillas blancuzcas 0 moteadas, con granos, guijarros y bloques "fantasmas",
totalmente arcillificados "in situ", con la estructura de los constituyentes originales. Hasta las areniscas,
ordinariamente resistentes, estan profundamente meteorizadas.
160
Los suelos. ferralfticos. presentan un complejo absorbente saturado, 10 que no es extrano debido a las pocas
precipitaciones actuales. Estos suelos serian heredados de periodos climaticos mas agresivos; ya que las aClUales
condiciones no son ni 10 bas tante humedas ni 10 bastante calientes para explicar el desarrollo actual de semejante
pedognesis. Oeben relacionarse con las alteritas ferralfticas muy similares que jalonan los relieves superiores y de
paramos dei eje central, entre los valles de Giron y dei rio Leon.
- La unidad 231, posee una extension mas restringida y solo se encuentra al Oeste de la ciudad de Cuenca.
entre los reJlcnos aluviales recientes. y las primeras colinns mas elevadas de la unidad 230, entre 2.500 y 2.600 m.
Es la variante de la unidad anterior, pero bajo di ma seco. Los suelos son entonces menos desarrollados.
corresponden a vertisolcs.
Los relieves en forma de escalera sobre capas superpuestas (unidades 233 y 234)
La mayorfa de los valles y depresiones de la Sierra central presentan un tercer conjunto de modelados, que
se podrfan calificar coma intermedios, mas acentuados que las unidades anteriores (230 y 231), pero menos
accidcntados que los relieves monoclinales de la unidad 229.
En la cuenca de Cuenca, dos sectores son representativos (Fig. 31).
- Al Oeste de Azogues poruna parte, en donde se ubican entre la franja central meridiana de relieves monoclinales y las vertientes interandinas occidentales. Se escalonan entre los 2.800 m al Norte y los 2.600 m al Sur,
pero culminan en 2.900 m al Oeste de Azogues y bajan hasta los 2.500 m a orillas dei rfo Machangara en el Sur.
Son relieves moderados, de 150 a 200 m de desnivel relativo promedio, que revelan los componentes estruclurales. Los diferentes estratos paralelos, entre subhorizontales y poco inclinados, arman un relieve que baja
graduai mente hacia el centro de la cuenca, por interrnedio de gradas de tamano decamtrico y con una superficie poco
disectada.
Se desarrollan sobre los ultimos episodios dei relleno interandino: sedimentos alternados areniscosos, arenisco-arcillosos y gravas conglomeraticas de las formaciones Mangan y Santa Rosa. La bue na adaptacion relativa de
la morfologia con la estruclUra puede explicarse, por una parte, por la valorizacion diferencial de estas superposiciones litologicas; pero tambin porque, en el borde occidental de la cuenca, la estructura sinclinal es poco marcada
y las capas solo se ven afectadas por una suave inclinacion hacia el Este, hasta parecer localmente subhorizontales.
Entre los rfos Oleg y Machangara, estos estratos detriticos estan cubiertos por testigos superiores de capas
horizontales, discordantes, alrededor de Santa Rosa. Ubicadas por los 2.800 m, estan conformadas por de areniscas
y gravas conglomeraticas con gruesos guijarros de la formacion Turi, interpretados como conos aluviales
coalescentes (c. Noblet y al., 1988) y, mas al Sur, por sedimentos de origen voldnico: aglomerados y tobas blancoamarillentas deI vo\canismo Llacao. Estos depositos, estimados dei plio-pleistoceno (OGGM, 1980), fosilizan una
superficie de erosion que enraso los trrninos anteriores deI relleno y marcan las ultimas fases deI relleno de la
cuenca.
- Tambin estan presentes al Suroeste y al Sureste de Cuenca. en donde se extienden hasta las primeras estribaciones interandinas entre 2.600 m al Norte, por El Valle, y 2.800-2.900 m en el pueblo de Quingeo, al Sur.
Son relieves de origen similar. pero con una morfologia menos clara y una disposicion menos ordenada,
probablemente en reJacion con los constituyentes en este sector. El sustrato corresponde a los componentes inferiores
deI relleno: areniscas, areniscas tobaceas y arcillas areniscosas alternadas de la formacion Biblian, con una
cimentacion uniforme y facies de dureza comparable que no dieron lugar a una evidenciacion diferencial muy clara.
La erosi6n posterior tambin desbordoligeramente los limites de la cuenca sedimentaria, sobre los flyschs en el valle
de] rfo Quingeo 0 los depositos voicanicos Tarqui al Sureste, ademas bastante tectonizados.
Estas (ormas se orolongan al Sur deI nudo de Portete, en la bajada desde Giron, entre 2.500-2.600 m al Norte hasta
los esparcimientos de tipo glacis, cerca de 1.400-1.500 m, al Sur (Fig. 30).
Con una orientaci6n casi NE-SO, el valle de Giron esta ubicado en la exacta prolongaci6n de la parte Sur de
la cuenca de Cuenca, de la cual esta separado unicamente por el pequeno paso de Portete, a 2.760 m.
El largo valle que se abre luego hacia el Sur muestra modelados suaves relativamente mon6tonos cuyo
desnive\ transversal total no sobrepasa los 300-400 m en la parte supcrior, pero alcanza 1.000 m cerca de Santa Isabel
aguas abajo. Estas vertientes est:.in compuestas por anchos niveles escalonados, con aspecto de grandes pianos
ligeramente c6ncavos, inclinados hacia el eje del valle con una superficie moderadamente entallada por pequenas
incisiones mtricas en V. Se pueden ver 10calmente varios niveles superpuestos entre Giron y Santa Isabel, limitados
por desniveles decamtricos con perfil empinado.
161
AI contacto con Jas altas vertientes occidentales, algunos sectores muestran una diseccion mas avanzada por
erosi6n ]inear y se componen de hermosos jirones alargados en el scntido de la pendiente y separados por torrenteras,
entre Giron y Asunci6n por ejemplo.
Aquf tambin, el relieve es de origen estructural. Este valle esta ubicado sobre la falla mayor SO-NE, que
siguen los rfos Gir6n y Rircay, en la prolongacion de las de la cuenca de Cuenca. Origin6 una depresi6n tect6nica con
igual orientacion, cuyo basamento esta constituido, coma en las cuencas centrales, por lavas, aglomerados y tobas dei
grupo Saraguro, los mismos que afloran en la vertiente oriental. Su particularidad proviene de su disposicion en
cuenca de angulo de falla, con el bloque occidental hundido, y una morfologfa disimtrica con una falda occidental
en pendiente continua y moderada desde las cimas de la cordillera occidental hasta el fondo dei valle, y una vertiente
oriental que constituye un verdadero frente montanoso rectilfnco en el reborde de la pequena cordillera central.
El relJeno se realizo a partir deI Mio-plioceno en una estructura sinclinal poco marcada. La sedimentacion
es tfpicamente detrftica, compuesta de arenas ms 0 menos areniscosas 0 conglomeraticas, arcillas, Jimolitas y capas
tobceas con intercalaciones de gravas, conglomerados, bloques gruesos y guijarros redondeados de tamano decimtrico a mtrico, de arcillas rojas a violaceas y de areniscas en finas capas decimtricas. Para los geologos de la
OGGM, se trata deI grupo Ayancay, comparable a la formacion Mangan de la cuenca de Cuenca. Es un relleno desigual, estimado en mas de 2.600 01 de espesor al Noreste y en menos de 18001 al Suroeste, 10 que atestigua de una
importante tectonica y explica la dominancia de los trminos gruesos.
Los Ifmites de las facies dei relie no y de la unidad morfo-pedologica 233 corresponden en forma casi exacta,
limitandose, la evidenciacion de las discontinuidades litologicas y estructurales, a la orilla derecha deI rfo Gir6n.
En las partes aguas arriba y noroccidental de la cuenca, numerosos depositos detrfticos superficiales, inclinados en el eje de la cuenca, yacen en posicion discordante sobre los rellenos terciarios. Se trata de los restos de una
cobertura de depositos torrenciales de areniscas y. conglomerados con gruesos guijarros heterogneos, de 5 a 50 cm
de diametro, angulosos 0 redondeados, en una matriz areno-arcillosa cimentada, de amarillenta a beige, local mente
ferruginizada y no estratificada. Estas capas cuyo espesor alcanza algunas decenas de metros coma mximo, son casi
todos de composici6n volcnica.
Los interpretamos coma los dep6sitos terminales dei relleno, bajo la forma de conos aluviales coalescentes,
bien representados al pie de la vertiente occidental, mas grande, mas Iluviosa y por 10 tanto susceptible de proporcionar un escurrimiento mas importante y una mayor cantidad de materiales que la pequena cordillera central.
Fueron luego removilizados hacia abajo por el escurrimiento difuso y los esparcimientos coluviales, particularmente
entre Gir6n y Santa Isabel, en donde estan presentes sobre numerosos interfluvios, alcanzando, coma maximo, 3 a
4 01 de espesor.
La granulometrfa gruesa de estos depositos de relleno de ultima generacion - ide edad plio-pleistocena? indica la permanencia de fenomenos muy activos de erosion. Oeben relacionarse con una crisis climatica - un deshielo interglaciar por ejemplo - pero tambin con una subsidencia siempre activa dei valle de Giron durante aquel
perfodo. Un reciente estudio (T. Winter, 1990) permiti6 evidenciar movimientos verticales recientes y actuales, que
serfan, parcialmente, el origen dei abrupto en forma de acantilado que limita al Oeste la pequena cordillera central
(ver libro 1, capftulo 2). Es probable que estas reactivaciones tctonicas recientes se traduzcan esencialmente por un
hundimiento diferencial dei piso de esta cuenca de ngulo de falla, ya que no parecen sensibles sobre la superficie
superior de la peguena cordillera central, en posici6n subhorizontal yen relativa continuidad con las superficies cimeras de las dos cordilleras andinas, en ambos lados.
Esta evoluci6n morfodinmica vigorosa reciente tambin es comprobada por la abundancia de los dep6sitos
de talwegs que jalonan la falla de Gir6n. Son formas de diverso origen: vertientes de escombros, deslizamientos,
desprendimientos y recubrimientos coluviales constituidos principal mente por bloques que alcanzan tamanos
mtricos en un cementa arenoso. Constituyen las huellas de una inestabilidad cr6nica de estas vertientes relacionada
con la amplitud de los desniveles provocados por la cavadura. con la poca coherencia de las alteraciones superficiales y con la actividad sfsmica hasta el perfodo actual.
Los modelados dei fondo de la devresiOn NabOn-Las Nieves pertenecen tambin a esta categorfa (Fig. 30).
Representan allf un escalonamiento altitudinal bastante marcado. entre 2.000 01 en la parte baja al Este de Susudel y
2.800-2.90001 al pie de las vertientes de la parte alta y sobre el contorno de la cuenca.
Por falta de estudios precisos, no se pudieron evidenciar grandes fallas en esta cuenca alargada desde el
Suroeste hasta el Noreste. Ubicada en la terminacion Norte dei valle dei rfo Le6n, rama oriental simtrica y con igual
direcci6n que el conjunto occidental valle de Gir6n-cuenca de Cuenca-Azogues, constituye otro rasgo tect6nico
mayor de la zona. Los trazados rectilfneos de los rfos Bolo y de la cuenca de Sfgsig-Gualaceo, prueban su continuaci6n hacia el Norte. El anlisis de las estructuras sedimentarias muestra un dispositi vo sinclinal poco acentuado
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en las roc as volcanicas resistentes dei basamento, debajo dei piso de la depresi6n de Nab6n, constituye una notable
prueba dei vigor de esta erosi6n reciente.
La distinci6n entre las dos unidades cartografiadas es de orden climatico y pedol6gico:
- La unidad 233, bajo condiciones climaticas secas, esta representada en todas las cuencas. Las alteraciones
arcillosas todava son bastante profundas, desarrolladas sobre arc il las y lutitas dominantes. Sobre estos materiales se
han formado vertisoles.
- La unidad 234 esta ubicada en la parte central baja, arida, de la cuenca de Nab6n, por debajo de los
2.600 m. Las faldas de la depresi6n se ven aqul modeladas sobre las facies volcano-sedimentarias resistentes de la
formaci6n Saraguro; las pendientes en ambos lados de la garganta dei rio Le6n son fuertes, las alteraciones muy poco
desarrolladas y los afloramientos rocosos cubren gran parte de las vertientes, pudiendo llegar a ser exclusivos en las
entalladuras.
Debido a una intensa erosi6n superficial por escurrimiento, los constituyentes sedimentarios afloran en
fonna generalizada en su estado original 0 cubiertos por delgadas alteraciones arcillosas a arcillo-arenosas con piedras y bloques provenientes deI sustrato no meteorizado.
Los sue los, siempre erosionados, son poco evolucionados.
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Los fen6menos de escurdmjenlo tarnbin estn bien representados en la Sierra central, donde se ubican en los valles
confluentes de los rios Giron y Leon, en el dei Jubones, y a 10 largo dei valle dei Paute.
Corresponden a pisos interandinos clararnente diferenciados de los anteriores, en las partes inferiores de las
cuencas, bajo condiciones climticas entre secas y ridas. Todas son zonas con una proteccion notoriamente insuficiente dei suelo: sea con una cobertura vegetal discontinua, utilizada adems coma terreno de recorrido para una ganaderia ovina 0 caprina extensiva, sea con un uso actuallimitado a culti vos anuales que no cubren el suelo - coma el
mafz - dejndolo desnudo en el perfodo de los aguaceros 0 con excesos de riego no controlado en las parcellas de cana
de azucar.
Los procesos son generalizados y afectan todas las pendientes a partir de aigu nos grados. Las superficies de
las vertientes muestran una ablacion muy importante de los suelos y formaciones superficiales y, en numerosos
lugares, aparecen los sustratos rocosos, arenosos 0 pedregosos. Se relacionan tambin con las composiciones de los
afloramientos de superficie y son ms avanzados sobre las formaciones con insuficiente coherencia interna, entre
arenosas y arerio-arcillosas con piedras.
Parece ser que el escurrimiento difuso de superficie constituye el fenomeno de arranque. Provoca asf una
ablacion larninar superficial pero se ve reemplazado muy pronto por una fase de incisiones en pequenas torrenteras
en V, con dimensiones entre mtricas y decarntricas, que operan una diseccion muy densa de la superficie. El resultado es una degradacion generalizada dei medio por decapado sobre los interfluvios e incisiones en las vertientes
y los talwegs.
Las zonas ms afectadas estn ubicadas en el valle de Giron y sobre todo a ambos lados de Jas gargantas de
los rios Leon y Jubones; esencialmente las vertientes inferiores, los fondos de las cuencas (unidades 227,233,234,
237 Yen menor medida 210 y 212), pero las vertientes superiores no son indemnes de este fenomeno (unidades 191
y 193).
En la cuenca de Nabon, los paisajes presentan un verdadero aspecto de desolacion, ya que, hasta en las
pendientes suaves, los suelos desarrollados sobre materiales detrfticos han sufrido un decapado generalizado y una
diseccion lineal muy avanzada, dejando aflorar el sustrato en extensas manchas entre blancuzcas y rosadas. La excavacion de los suelos y formaciones superficiales sobre varios metros proporciona, a las vertientes, perfiles en tfpica
forma de escalera; pies de vaca, desgarrones, surcos, carcavas, quebradillas y barrancos que destrozan
completarnente los paisajes.
Las vertientes de los rios Leon y Jubones, ms empinadas, tambin estn muy afectadas, casi desnudas y
abandonadas por cualquier tipo de agricultura, diffcilmente viable bajo estas condiciones extremas. El Ofigen de esta
degradacion nos parece doble.
No queda la menor duda de que las prcticas culturales actuales no pueden sino favorecer los fenomenos de
escurrimiento. Pero no se debe menospreciar el papel de los factores naturales: climas secos a ridos con violentos
aguaceros, grandes desniveles con pendientes empinadas heredadas de la fuerte recrudescencia de la cavadura
consecutiva al levantamiento reciente de los Andes, suelos entre arenosos y areno-arcillosos sin cohesion interna,
vegetacion natural de arbustiva a arborea con cobertura insuficiente. Todos constituyen factores que predisponen a
una fuerte actividad morfodinmica, y contribuyen a explicar el desencadenamiento y desarrollo de una erosion
geologica antigua. Las vertientes llevan por todas partes las huellas de este decapado, anterior a la intervencion dei
hombre, cuyas formas muy extensas de depositos coluviales 0 de glacis en las partes inferiores de los relieves atestiguan el vigor y la antigedad.
Sin embargo, seria conveniente no favorecer el desarrollo total de estos procesos de degradacion e implementar, desde ahora, prcticas culturales ms adaptadas: cultivos que cu bren el suelo, supresion dei pastoreo para
favorecer la recuperacion de la cobertura vegetal, manejo correcto dei riego, etc. ~Pero, resultarian posibles, bajo
condiciones naturales tan extremas? Con excepcion de aigu nos rellanos localizados (Giron, Santa Isabel, Ona) y de
una parte de la cuenca de Nabon, estas regiones poseen una aptitud agrfcola muy restringida. Sin embargo serfa poco
razonable dejar de interesarse por ellas.
Comparativarnente, las cuencas de Canar y Cuenca estan men os afectadas.
En la primera, solo se manifiesta un escurrimiento de superficie difuso y concentrado, pero localizado en
algunas zonas marginales. Estos fenomenos pueden ser calificados coma normales en las condiciones de utilizacion
agricola actual: fuertes pendientes, suelos arenosos y sistemas agricolas con cultivos dominantes que no cubren el
suelo coma el mafz 0 la papa.
La situacion actual es menos favorable en la segunda. Un escurrimiento muy activo de superficie afecta los
relieves de la parte inferior, seca, de la cuenca, asi coma los valles orientales. Grandes extensiones ya estn desnudas,
por decapado de las formaciones entre arenosas y areno-arcillosas de cobertura, principalmente en la parte baja de la
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cuenca, por Azogues, Santa Rosa, Cuenca (unidades 229 y 233) Y sobre las lObas y aglomerados volcanicos de
Liacao, sometidos a una intensa ablaci6n por escurrimiento. Estos fen6menos tambin son particularmente sensibles
sobre las unidades 193, 213 Y 233 de las cuencas de Quingeo asi coma por Ludo, Sigsig y Gualaceo.
Se deben implementar, prioritariamente, medidas de protecci6n para Iimitar el desarrollo actual de tales
procesos y, consecuentemente, reducir la carga aluvial dei rio Paute que asegura su drenaje.
Resumen
- Complejos de terrazas, grandes esntal/aduras recientes, rel/anos y niveles escalonados
- Afloramiento de los substratos en las vertientes, suelos aluviales relativamente ricos en los valles
- Condiciones climaticas generalmente secas a subdesrticas
- Vegetacion arbustiva en las vertientes
- Actividad agrfcola diversificada, a menudo con irrigacion en los fondos de val/es
- lntensa morfodinamica actual generalizada en las vertientes yen los fondos.
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3.3.2. Los valles anchos con complejos de terrazas (unidades 239, 240, 241)
Los valles con lerrazas cartografiados, derivan de una elaboraci6n exclusi vamente fluvialil, excluyendose
los diferenles niveles de relleno de las cubetas interandinas. Localizados por una y otra parte de los drenes mayores,
son el resullado de la evoluci6n reciente de la red hidrografica andina y de las diferentes fases de cavamienlo y relleno
consecutivos a la elaboraci6n de las grandes entalladuras aCluales. El paisaje cartografiado comprende lanlo la 0 las
terrazas escalonadas coma el curso actual generalmente encajonado.
Las diferenciaciones efectuadas provienen de variaciones en la naturaleza de sus componenles. Todas son
situadas en las partes inferiores de las cuencas interandinas, bajo c1ima seco, en donde los procesos de alteraci6n de
los maleriales son relalivamenle lentos. Formaciones superficiales y suelos quedan poco evolucionados.
La unidad 239 corresponde a las terrazas constituidas de materiales gruesos: arenas y depositos de guijarros en una
matriz arenosa.
Ella caracteriza al valle alto dei rfo Chota, entre la poblaci6n de Chota, a 1.600 m y Tababuela a 1.500 m, y
el valle dei Mira, entre Salinas a 1.400 m y La Concepci6n hacia 1.200 m (Fig. 15). En esta cuenca con tendencia
desrtica, los exutorios son rios de aspecto torrencial, con lecho rocoso y pedregoso en medio de un valle mayor lleno
de dep6sitos pedregosos con bloques y guijarros; el rfo Ambuqui, afluente dei Chota, es un ejemplo claro. El
escurrimiento perenne puede ser muy dbil, pero las crecidas son repentinas y violentas. Las terrazas son jirones de
extensi6n limitada, dos niveles escalonados entre 1 y 5 metros siguen el curso actual.
Este paisaje incluye tambin las formas laterales de acumulaci6n: conos aluviales y de deyecci6n pravenientes de los torrentes afluentes, sin escurrimiento permanente en su mayorfa.
La parte inferior deI rfo Mira presenta caracterfsticas similares. Pero los umbrales rocosos, franqueados en
cascadas, se vuelven mas numerosos mientras que la pendiente longitudinal aumenta, al entrar en la garganta que
atraviesa la cordillera occidental.
170
Esta unidad se localiza tambin en el alto valle dei rio Chambo, entre 2.800 m al Sur de Punga1<i y 2.400 m
hacia Penipe. El valle muestra tambin la sucesi6n de dos niveles superpuestos, bien diferenciados y compuestos de
capas de arena y de dep6sitos de guijarros, alternados con cafdas de cenizas volcanicas, local mente cimentadas en
tobas.
El material relativamente grueso proviene en parte de la erosi6n de los relieves metam6rficos de la cordiliera oriental y de la removilizaci6n de dep6sitos lahricos, bien representados en Riobamba.
En todos estos valles ubicados en clima seco, los suelos son poco evolucionados, arenosos, poco humfferos.
La unidad 240 es una variante edafol6gica de la anterior, situada unicamente en la cuenca de Latacunga, en donde se
extiende un valle amplio desde 3.100 m rfo arriba de Mulal6, hasta 2.600 m en Salcedo, al Sur, al
inicio de la garganta dei rio Ambato.
Su modelado de superficie varia de 10 piano absoluto a dbiles ondulaciones, con rios fluyendo en valles
poco marcados y de nivel casi idntico. Es s610 rio abajo de Latacunga, en donde el Cutuchi, cuando adquiere un
cierto volumen, empieza a encajonarse de 20 a 30 metros, mientras que todos sus afluentes corren cerca de la superficie.
Los materiales de este valle provienen de la remoci6n de los dep6sitos fluvio-Iacustres arenosos de relleno
de la cuenca: arenas, limos, tobas y conglomerados. La delimitaci6n adoptada reagrupa tambin a las avenidas laharicas procedentes dei Cotopaxi, canalizadas en este sector por los cauces de escurrimientos fluviales, coma sucedio
en 1877. Sus materiales constitutivos son bloques de diversos tamaiios en una matriz arenosa parcialmente consolidada.
Los suelos son arenosos poco evolucionados. Se distinguen de los anteriores por la presencia de importantes
capas de aguas fraticas a poca profundidad -debido a la abundancia dei escurrimiento proveniente de los relieves dei
Norte y al dbil encajonarniento de la red hidrografica- y por un horizonte superficial mas humifero.
La unidad 241, se localiza exclusivamente en la Sierra central y meridiona1.
Alrededor de Caiiar representa todo el fonda de la cuenca, desde 3.000 m rio arriba hacia el Este y se
tennina a 2.800 m al Noroeste. Hacia el Suroeste, incluye acumulaciones coluviales 0 de deslizamientos en los
rebordes, las cuales ascienden hasta los 3.400 m (Fig. 31).
En la cuenca de Cuenca, los desniveles son poco marcados. Los valles altos alcanzan 2.600 m, 2.800 m rio
arriba de Biblian mientras que al inicio de la entalladura de Paute, la garganta de Gualaceo no esta mas que a
2.400 m (Fig. 31).
Comparando, las terrazas de Macara parecen muy bajas, situadas entre 480 m rio arriba y 400 m cerca dei
rio Macara al Sur.
Esos tres valles se reagrupan en funci6n de la naturaleza de sus suelos arcillosos, profundos, vrticos.
3.3.3. Las grandes entalladuras recientes, con tlancos empinados y niveles encaramados
(unidades 242 y 243)
Los rios que drenan el media interandino escapan de las cuencas mediante gargantas estrechas y profundas
en las cordilleras, antes de descender por cauces torrenciales en las vertientes extemas de la cordillera.
A pesar de la relativa juventud de la configuraci6n actual de esta red y de la gran resistencia de los constituyentes de las cordilleras, los efectos de la erosi6n regresiva han alcanzado el medio interandino, marcando la morfologia de la parte rio abajo de las cuencas.
La altitud de los rios en los exutorios de las cuencas interandinas es siempre inferior a los 2.000 m, 10 que
implica un encajonamiento vertical de alrededor de 1.000 m con relaci6n a la altitud estimada dei basamento de las
cordilleras. Es este sustrato el que juega el papel de un verdadero nivel de base local para la evoluci6n dei medio interandino, ya que las altitudes promedio actuales de las cordilleras, dei orden de 4.000 m, fuera de los estratovolcanes, resultan de derramarnientos volcanicos recientes cimeros que no constituyeron un verdadero obstaculo para los
escurrimientos hidrograficos.
Este encajonamiento al paso de las cordilleras externas se traduce en las cuencas interandinas por una incisi6n correlativa de las fonnaciones dei relleno, siguiendo un proceso de regularizaci6n por erosi6n regresiva. Esta
incisi6n fue rapida y sus efectos son aun sensibles en las partes medias de las cuencas interandinas. Dos factores facilitan dicha progresi6n:
- por una parte, la dbil resistencia de los materiales de relleno, aportes detriticos espesos, desordenados y
poco consolidados,
- por otra, la presencia de escurrimientos abundantes durante la fonnaci6n de estas entalladuras.
171
Las correlaciones con otros eventos de la evoluci6n andina cuaternaria -variaciones de los casquetes glaciares, cafdas de las differentes generaciones de coberturas piroclsticas, succesion c1imtica y de los fen6menos morfodinmicos- permiten correlacionar la fase principal de esas incisiones en los rellenos con el ultimo deshielo hace
12.000-10.000 aiios. Sin poseer datos cuantitativos sobre los escurrimientos de este perfodo, es evidente, a la vista de
la gran extensi6n de las zonas marcadas par una paleomorfologfa glacial 0 nival, que este deshielo de la cobertura
glacio-ni val liber6 grandes cantidades de agua, sin medida comun con los caudales actuales. Fu en esta poca
cuando se trazaron las Ifneas mayores de la red hidrogrfica actualmente observable: las grandes entalladuras de los
exutorios, pero tambin toda la red de barrancos y quebradas que recortan las vertientes y rellenos interandinos.
Es en este sentido que hablaremos de "red f6sil", las entalladuras sobredimensionadas eslando hoy
ocupadas por rfos mucho menos potentes que las que los fonnaron. La evoluci6n posterior al cavamiento general es
relativamente menor; represa localizada en la garganta por desmoronamiento de vertientes 0 por derrames de lava,
con regularizaci6n posterior dei perfillongitudinal par relleno y luego cavadura, fen6menos de gravedad sobre los
flanc os fuertes y muy inestables de las entalladuras, inundaciones, aluvionamiento y cavaduras en las partes
inferiores de los cauces actuales. Los perfiles longitudinales constituyen asf una serie de pequeiias hondonadas con
pendiente poco marcada en los sectores rellenos y rpidos 0 cascadas en el franqueamiento de las represas.
Las fonnas actuales se componen principalmente de flancos rectilfneos con pendientes muy pronunciadas,
su peri ores a 100%, que descienden desde la cima deI encajonamiento (superficies de relleno 0 relieves di versos)
hasta el fondo de las gargantas estrechas en donde los rios lienen caracteristicas torrenciales: lecho aparente compuesto de ensanchamientos atestados de aluviones pedregosos y de pasos rocosos, flujos burbujeantes y espumosos,
siempre con alto contenido de malerias finas en suspensi6n y saltaci6n, siendo un ejemplo ilustrativo el rfo
Guayllabamba en el puente dei mismo nombre.
Los perfiles transversales son generalmente muy parecidos a los de los caiiones. Presentan irregularidades
de detalle que provienen de la valoraci6n de las diferencias de resistencia de las fonnaciones: cornisas 0 desplomes
rocosos entallados en las rocas duras deI basamento 0 sobre las fonnaciones consolidadas de los rellenos (lavas, lahares, cineritas, etc.), vertientes rectilfneas sobre las capas no consolidadas y sujetas a desprendimientos, rellanos
suspendidos en fonna de consolas enganchadas a los flancos de las vertientes (superficie de flujo de lava, nive! de
abrasi6n fluvial 0 jirones de terrazas pedregosas encaramadas).
Las fonnaciones superficiales son casi inexistentes, y los afloramientos dei sustrato dominan. Las vertientes son arenosas a conglomerticas en los rellenos y rocosas en las cordilleras.
Los suelos poco profundos, son poco evolucionados de erosi6n.
Cuatro gargantas fueron presentadas. La de la entalladura de los rios Chota-Mira no fu inclufda en esta categorfa, porque se trata ms de un gran valle encajonado con flancos ensanchados que de una garganta en el sentido
estricto de la palabra. Ella fu asimilada a la unidad interandina 202. Su abertura hacia el Oeste en la cordillera, rfo
abajo de La Concepci6n se convierte en una verdadera garganta; por muy angosta fu unida con la unidad anterior.
La l:arl:anta dei rfo Guayllabamba. que drena el valle interandino de Quito, es una entalladura profunda que
se dirige hacia el Oeste (Fig. 25). Situada en la parte inferiar noroeste de la cuenca, es aun muy marcada sobre los
cursos inferiores de los rios Guayllabamba. Pisque y de sus tributarios, incluso rfo arriba de su confluencia. El curso
se ve afectado por sinuosidades y cambios bruscos de rumbo, los tramos de direcci6n SW-NE y SSE-NNO estando
guiados por la tect6nica.
Rio arriba de la garganta, en la confluencia San Pedro-Chiche, el desnivel es deI arden de los 300 m, entre
el piso deI valle interandino a 2.400 m y el curso deI Guayllabamba a 2.100 m. A la salida de la depresi6n interandina,
sobrepasa los 600 m, ias altitudes de la depresi6n y dei curso actual son, respectivamente de 2.200 y 1.600 m.
Finalmente, cuando alcanza la cordillera al Noroeste de Perucho, mediante un trama Este-Oeste de 3 km de largo, el
rfo no est ms que a 1.400 m, encajonados entre las cuchillas meridianas de la cordillera occidental que alcanzan los
3.000m.
El valle es estrecho, en fonna de caii6n muy encajonado, solamente adornado con aigu nos jirones de terrazas 0 aplanamientos encaramados sobre los tlancos de la garganta Norte-Sur ms all de la confluencia. Bellas entaIladuras muy estrechas, y no cartografiables, se elaboraron par erosi6n regresiva alrededar deI glacis de Malchinguf
o hacia Atahualpa, sobre la ribera derecha.
La entalladura deI rfo Toachi es comparable a la dei Guayllabamba. Su desnivel aumenta progresivamente
de 300 m rio arriba (cumbre deI relleno a 3.300 m y curso actual a 3.000 m), a 600 m rio abajo (respectivamente
3.000 m y 2.400 m).
172
Ella hereda sus caracterlsticas geomorfol6gicas de la proximidad deI Quilotoa. Totalmente desarrollada en
sus partes rfo arriba y central sobre las proyecciones recientes dei volcan -lapilli, arenas y cenizas homogneas-, es
una entalladura con perfil rectiHneo, a veces en acantilados verticales, que contrastan netamente con la superficie
muy plana de la cumbre dei relleno, compuesta por dos niveles escalonados entre si de unos diez metros. La dbil
resistencia relativa de este dep6sito explica las grandes dimensiones de esta entalladura, mientras que la cuenca-vertiente dei rio que la drena posee dimensiones modestas. Rio abajo, hacia Sigchos, esta tallada en formaciones volcano-sedimentarias de tobas y aglomerados volcanicos mas antiguos, y presenta entonces un perfil heterogneo segun la dureza de las diferentes capas.
La erosi6n es muy viva y la maY0rla de las vertientes de esta garganta muestran una evoluci6n reciente y
actual intensa. Los flancos modelados en las emisiones piroclasticas dei Quilotoa, son jalonados de grandes hundimientos de lienzos enteros de vertientes, cuyos materiales ]Jenan el valle actual bajo forma de amontonamientos
ca6ticos, coma entre el volcan y Guangaje. Hacia Chugchilan, un actual desprendimiento, simulando un gigantesco
circo de erosi6n, se traduce en superficie de los niveles superiores por fsuras decimtricas de descolgamiento
atestiguando asentamientos y deslizamientos en masa.
Otra gran garganta entalla la parte rio abajo de las cuencas de Latacun~a-Ambato y Riobamba. AI Norte,
corresponde al encajonamiento dei rio Cutuchi, aguas abajo de Salcedo, a partir de su confluencia con los valles en
garganta de los rios Nagsiche y Yanayacu; el valle esta entonces a 2.650 m y el fondo de la cuenca a 2.800 m. Se hace
mas profundo gradualmente hasta Ambato, y luego rapidamente hacia el Sur despus de su conf1uencia con el rfo
Ambato. En Pelileo, el rio Patate fluye a 2.000 m hacia el fondo de una garganta de 800 m.
El valle es un gran can6n, con f1ancos empinados y de perfil compuesto en escalera valorando las diferencias de sustrato. El rio Ambato constituye un ejemplo particularmente demostrativo, en donde se puede admirar todo
el proceso de elaboraci6n de meandros encajonados. El anfiteatro circular San Fernando-Pasa, con su fondo piano
situado a 3.200 m, es aparentemente un antiguo meandro abandonado y recortado, 250 m por encima dei curso actual.
La ciudad de Ambato esta situada sobre la ribera con vexa de otro antiguo meandro encaramado, en donde el
deslizamiento progresivo dei rfo hacia el exterior dej6 dep6sitos gruesos de terrazas; el encajonamiento actual es dei
orden de los 150 m. Par otra parte, es probable que algunos trazos ortogonales entre Ambato y la conf1uencia sean de
origen tect6nico.
Otros numerosos niveles encaramados a 10 largo de la garganta (pedalOS de terrazas 0 de aplanamientos)
atestiguan la evoluci6n compleja de esa cavadura; adquieren cada vez ms importancia rio abajo, por una y otra parte
dei rio Patate hasta su conf1uencia con el Chambo.
Esta se prolonga hacia el Sur por el valle dei rfo Chambo. de direcci6n opuesta. En la cuenca de Riobamba,
el rfo Chambo corre en un valle ancho con terrazas escalonadas; es solamente a partir de Penipe que se model6 una
gran garganta atrapada entre los volcanes Igualata y Tungurahua. El encajonamiento se hace rapidamente
importante, mientras que la entrada en la garganta hacia Penipe esta .a 2.500 m, la conf1uencia con el Patate para
formar el Pastaza. 25 km mas al Norte se situa a 1.950 m, y el desnivel de la garganta se aproxima a los 1.000 m.
Banos. 6 km mas al Este esta solamente a 1.800 m.
Esta garganta presenta similitudes con las anteriores: entalladura con desniveles marcados, niveles escalonados, pero tambin algunas diferencias. Arrinconado contra el Tungurahua al Este con una fuerte vertiente rectilfnea, presenta un perfil transversal disimtrico con un flanco Oeste establecido en los relieves dei conj unto IgualataLimpi. Esta vertiente entre rectillnea e irregular. esta modelada por una reanudaci6n reciente de erosi6n en las formaciones deI sustrato. Es la sede de una fuerte inestabilidad y de numerosos movimientos de gravedad: des\izamientos en masa. desmoronamientos. que favorecen luego el desencadenamiento de procesos de abarrancamiento hfdrico
sobre sus pendientes pronunciadas y apenas protegidas por la vegetaci6n. Los aportes consecutivos de materiales en
el curso deI rio Chambo abajo, son muy importantes.
Tales deslizamientos existen mas al Norte, hacia Pillaro sobre el riO Cutuchi 0 cerca de Pilahufn sobre el rio
Ambato. pero son siempre fen6menos aislados. Aqul, su generalizaci6n entre Pelileo y Penipe, proviene dei vigor de
la entalladura elaborada en las proyecciones inestables dei Igualata y dei Llimpi y los materiales de relleno, pero
sobre todo de la proximidad deI Tungurahua, volcan activo cuyas repetidas erupciones destabilizan los flancos de la
garganta muy cercana.
Rio abajo de la conf1uencia, la garganta muy encajonada, hacia la Amazonia, dei Pastaza aSI formado,
muestra importantes derrames de lava, con su caracterlstico yacimiento en 6rganos, en las cercanlas de la confluencia Chimbo-Patate, 0 lahares descendidos de los flancos dei Tungurahua. Afloran actualmente ya sea coma recubrimientos de terrazas 0 de rellanos, 0 bien en coladas de represas en fondo de garganta que provocan rellenos f1uviolacustres por aluvionamiento rio arriba, coma en el que se situa la ciudad de Banos. Algunos derrames son
franqueados por gargantas de tipo "filo de sierra" modeladas por marmitas de gigantes coalescentes, rfo arriba de
Banos, 0 cascadas coma en Agoyan. El descenso hacia Banos es un recorrido particularmente demostrativo de la
173
asociaci6n de esos modelados, que se prolongan lejos, rfo abajo, en donde algunas coladas, disectadas en consolas
suspendidas en los flancos de garganta pueden observarse a 20 km de Banos.
Los fondos de val les tienen cauces actuales importantes, de caracterfsticas torrenciales. sobrecargados en
sedlmentos. Alternan entalladuras, en las cuales los rfos se reducen a un estrecho canal en dondc abundan cascadas
en el paso de los umbrales rocosos, y ensanchamientos con lechos atestados de aluviones torrenciales con grandes
guijarros, rodeados de niveles de terrazas escalonadas de misma composici6n.
La ultima gran gaq~anta reDresentada es la dei rfo Le6n rfo arriba de su confluencia con el rfo Rircay, para
formar el rfo Jubones (Fig. 30). Situada al fonda de la gran depresi6n formada por la coalescencia de estos valles, esta
garganta s610 alcanza altitudes moderadas en el ambito andino. Inicia rfo arriba hacia 2.000 m al Sur de la cuenca de
Nab6n, luego desciende rapidamente hacia 1.200 m en la confluencia Le6n-Naranjo. Desde ahf, adopta una direcci6n
transversal SSE-NNO, con un encajonamiento maximo de 500 m, hasta su confluencia con el rfo Rircay, situado a
1,050 m
La morfologfa de esta entalladura prefigura ya a las caracterfsticas de los grandes valles de la Sierra meridional, en donde debido a la ausencia de niveles de relleno bien individualizados coma en las partes septentrional y
central de la Sierra, las vertientes presentan una gran homogeneidad desde las cimas de interfluvios 0 cordilleras
hasta el fondo de las entalladuras actuales, haciendo muy arriesgada cualquier delimitaci6n.
La garganta figurada aquf no representa entonces mas que la ultima fase de este encajonamiento, la enlalladura estrecha, con flanc os rectilfneos empinados, elaborada en las formaciones volcano-sedimentarias terciarias dei
piso de la depresion de Nabon y de la parte rfo abajo dei valle dei rfo Leon. Sobre esas vertientes erosionadas, recorridas por un drenaje en barrancas paralelas y sometidas, ademas, a una de aridez muy marcada, los afloramientos
rocosos dominan, asociados a algunas alteritas 0 enchapados coluvio-aluviales entre pedregosos y conglomeraticos
y con algunas vertienles de escombros.
Su trazo en tramos rectilfneos ortogonales resulta de la adaptacion a la l'alla regional de direccion SW-NE y
al parecer a una fractura sccundaria en 10 que respecta a la parte rfo abajo SSE-NNO.
UTlLlZACIN y EVOLUCIN MORFODINAMICA ACTUAL
Las grandes entalladuras interandinas no son obJeto, por sus caracterfsticas topograficas y c1imaticas, de
ninguna utilizaci6n agrfcola signircativa. Sometidas a condiciones secas, que Ilegan a Jo arido rfo abajo 0 en la
garganta dei rfo Le6n, son cubiertas por una vegetacion, arbustiva 0 arborea abierta, espinosa en las partes mas secas,
asociada a manchas de vegetaci6n herbacea a menudo seca.
Por el contrario, los valles fluviales son, a pesar de su dbil extension, el lugar de una intensa actividad
agrfcola. Es diffcil proponer reglas estrictas de reparticion, pues los tipos de 'utilizacion varfan en funcion dei escalonamiento climatico y dei sistema agrfcola. Los valles mas frfos, coma el de Canar, se caracterizan por el uso
agrlcola de las vertientes superiores interandinas con la asociacion cebada, haba, papa, pradera; las de Cuenca y
Riobamba, de caracterfsticas mas templadas lIevan la asociacion de la zona interandina inferior con malz, frijol, all'alfa, trigo y praderas; estas ltimas constituyen el elemento dominante de la utilizacion dei suelo en el Norte de
Latacunga. La irrigacion, facilitada por la topograffa plana de esas acumulaciones aluviales, explica el desarrollo de
grandes zonas de produccion de legumbres y hortalizas vecinas a las principales aglomeraciones de Ambato,
Riobamba y Cuenca.
.
.
Las terrazas dei piso inferior. sometidas a la influencia de las entradas de aire dlido proveniente de las regiones costera y amazonica, pertenecen ya casi al dominio tropical. Hacia Ambato, son plantaciones de manzanas,
peras, duraznos y ciruelas; en Guayllabamba, verdaderos verge les tropicales de aguacate, mangos y cftricos; en el
valle dei Ch ota, plantaciones de cana de azucar irrigada; en Macara, los magnfficos pequenos arrozales escalonados.
Las grandes gargantas de las principales entalladuras son, entre los paisajes interandinos, los que presentan
la evolucion actual mas importante.
En sus hondanadas se localizan importantes crecidas, que se traducen por inundaciones de los niveles inferiores de terrazas y recubrimientos aluviales de tipo torrencial con cantos rodados y arenas. Las consecuencias son a
veces catastroficas para las infraestructuras de comunicaci6n y sobre la utilizacjon agrfcola ya que esos paisajes
pianos y facilmente irrigables son a menudo objeto de una intensa valoracion po?sus huertos y vergeles. Los valles
de los rios Chambo y Pastaza son dos ejemplos caracterfsticos.
Los flancos de esas entalladuras, en pendientes pronunciadas y hasta abruptas, sobre forrnaciones ademas
poco coherentes, son particularmente inestables. La continuaci6n dei entallamiento en algunas de ellas ocasiona una
inestabilidad cr6nica dei conjunto de la vertiente afectada por deslizamientos, desprendimientos, etc. Esos
fenomenos no son recientes. ya que los flancos estan marcados par numerosas huellas de formas de gravedad desi-
174
175
176
Elaboraci6n: A Aing, LIA-Tldtection, ORSTOM; Fuente: Canal 7 de la imagen Landsat MSS010/063 dei 17/08/1978
177
79'W
80 0 W
N
1
[::=J
0- 200 m
c=J
200800 m
8001.600 m
1.600 - 2.800 m
> 2.800
10
1
20 Km.
1
5 S
Elaboraci6n: A. Winckell; Fuente: Carla aeronautica dei Ecuador a 1:500.000, IGM, hojas n02 y 4
La zonificaci6n climatica es el ultimo factor clave para la comprensi6n de los paisajes de la Sierra Sur.
Calcada casi exactamente sobre la hipsometrfa, muestra un notable escalonamiento con las cimas muy humedas, las
laderas de los relieves humedos en la parte alta, y luego mas secas hacia abajo, separadas por los valles y cuencas,
algunos de las cuales, ya sea en las proximidades deI Peru 0 bien en posici6n de abrigo marcado, alcanzan los pisos
climaticos muy secos y hasta aridos (Fig. 37).
La delimitaci6n resultante de los paisajes de la Sierra austral es original con relaci6n al resto dei media andino de Ecuador.
El primer nivel de diferenciaci6n es climo-fisiografico. Los suelos de Loja presentan un alto nivel de
correlaci6n con la gradiente climatica, que origina un recorte en tres grandes conjuntos morfo-edafol6gicos
esquemlticamente representados par los macizos humedos, las vertientes de transici6n y las zonas deprimidas con
sequfa acentuada. Sus caracterfsticas climaticas estan presentadas en cada estrato.
Las relaciones entre los grandes tipos de rocas, las alteraciones y los suelos intervienen en segundo !ugar,
pero no son menos importantes para la comprensi6n de algunas anomalfas aparentes de la repartici6n de las formas
178
NNW
3~3O'S
Rio Pindo
'-~
2.000
1.000
zamora
Cazaderos
W
4"05'5
CelJCa
Cataeoeha
RIo Calameyo
Cuenca de Lota
E
405'5
::~~
1.000
10
soKm
1
La escala vertical ha sldo exagerada -x10- para permlhr una vlsuahzacl6n satlsfactona de
los paisajes de los contrafuertes costeros
Elaboraci6n: A. Winckell; Fuente: Carta aeronautica dei Ecuador a 1:500.000, IGM, hojas n02 y 4
o fonnaciones superficiales. Cuatro grandes tipos han sido agrupados, cuyos comportamiento 0 productos de alteracian son similares frente a la evoluci6n morfo-pedoI6gica: los granitos; las formaciones metam6rficas, volcanicas 0
voJcano-sedimentarias; los sedimentos terciarios; los dep6sitos coluviales de glacis.
Finalmente, varias generaciones de alteritas y de suelos cubren los relieves actuales, est.n ordenadas de
acuerdo a paleo-topo-climo secuencias, de las cuales una es heredada y la otra es actual. Sus caracterfsticas se reflejan sobre los modelados, las fonnaciones superficiales, la vegetaci6n y las actividades agrfcolas, los fen6menos
morfodinamicos actuales y las Iimitaciones a la utilizaci6n agrcola.
Resumen
- Medio abierto con grandes va/les y depresiones ortogonales.
- Clara estratificacion clitruitica de 10 humedo a 10 cirido.
- Alteracion y ajloramiento de las formaciones antiguas dei substrato.
- Paleo-topo-climo secuencia edafoI6gicaferralitica-fersialitica.
- Intensos fenomenos morfodintimicos antiguos y actuales
179
79'W
4' S
10
50 Km
1
Ejes de relieve
____
Rios principales
franja en cu/a hacia Chaguarpamba y Capiro. Marcan la division entre tres provincias estructurales: el macizo
volcanico cretticico limitado por la gran fal/a de Portovelo al Norte; los flyschs Alamor, con su caracterfstica
orientacion dei ENE- WSW al Sur; el rel/eno volctinico y volcano-sedimentario terciario de una cuenca interandina meridiana de hundimiento limitada tambin por unafal/a Norte-Sur.
Pero, es hacia el Este en donde esttin bien represelltadas por la formacion conocida como Esquistos
Zamora que constituye casi la totalidad de la vertiente andina oriental. Es una potente serie de edad paleozoica,
de esquistos sericfticos y micaesquistos con biotita y muscovita, conteniendo numerosas intercalaciones de
cuarzitas, pizarras y pasajes gnisicos y granitizados. Estos se diferencian netamente de. los anteriores por su
estructura, con un rumbo marcado en sentido del alargamiento de la cordil/era oriental (NNE-SSW a NNWSSE) y plegamientos muy intensos en sentido de la direccion de las capas ya sean isoclinales subverticales, 0
180
7gW
4 S
,"
"
-1
50 Km
10
Zonas aridas
Zonas muy secas
Zonas secas
Zonas hmedas
Zonas muy humedas, con neblina trecuenle
5 S
Elaboraci6n: Mapa de zonificaci6n climatica dei Ecuador a 1:1'000.000, C. Hunel, A. Winckell, C. Zebrowski, indi10
bien muyfuertes con buzamientos predominantes hacia el Este y el Sureste. Esas capas se ven tambin afectadas
por una intensa tectonica quebradiza de direccion Norte-Sur. Se trata de rocas antiguas pertenecientes al
zocalo guyano-brasileno. contra 0 sobre el cual se colocaron los diferentes elemenlOs constlutivos de la cadena
andina actua!. Como resultado de la ausencia de cobertura volcanica, ese basamenlO ocupa en la Sierra austral
una extension poco habituai, descendiendo hasta el pie de la vertiente andina interna de la cordillera oriental
hacia Amaluza, por ejemplo.
Las rocas volccinicas y volcano-sedimentarias se presentan en cuatro conjuntos.
1. Las mas recientes estcin representadas por los entablamientos cimeras de lavas y piroclastlas de tipo
181
.s
Zona costera
Sedimentos cuaternarios: arcillas. arenas y conglomerados
CJ
CJ
Rocas sedimentarias
Arcillas, areniscas y conglomerados (miopliocenos?), aluviones cuaternarios
Flysch cretaceo: conglomerados, areniscas, lutitas
Rocas intrusivas
Batolitos granitoides
Intrusiones ultrabasicas
Elaboraci6n: A. Winckell; Fuente: Mapa Geol6gico dei Ecuador, DGGM, 1982
10
20 Km.
182
La parte superior esta mucha mejar representada, conocida bajo el nombre de formacion lapotillo-Ciano
con I/n espesor superiora 2.500 - 3.000 m. Proviene de la sedilllentacion detrltica, en unafosa, de 105 productas deI arco volcanico-cordillera que las erupciones Celica edificaban sobre el lImite occidel/tallevantado deI
zocalo guyano-brasilel/o.
Los antiguos documentas geologicos nlOstraball UI/Q dljerel/c/aci6n el/tre dos formaciones, coincidiendo
con la z.onificacion geomOlfologica. AI extrema Suroeste, af/oran losf/rschs rltmicos de laformacion lapotillo
(ver 105 paisajes desrticos 153 a 156). AI Norte deI pa ra Ielo 4 N, lafornlacion Ciano coTlStituye el armazon de
las partes Norte y Este de la cordillera de A/omar (paisajes 146 y 147). Se tra/a tlpicamente de jlyschs
compuestos de areniscas, trtlitas negras y limolitas multicolores, asociadas COll grauwackas, conglomerados y
cuarcitas. Los af/oramientos volcanicos son bastante numerosos y comprenden lavas entre las cuales hay
pillow-Iavas, y sobre todo tobas y cineritas; las mas pequenas se interpretan coma intercalaciones
sinsedimentarias mientras que se presume que las mas extensas pertenecen a la formacion Celica (I W.
Baldock, 1985).
El conjunto se ve afectado par pliegues illtensos de direccion NE-SW al Suroeste en E- W al Norte, 105
buzamientos son siempre muy fl/ertes y 105 estratos erguidos se illclinan de 30-45 hacia el Sur.
Representamos a proposito una cartograFa simplificada de esosf/yschs. Ella no da cuenta de la aparicioll
de un ligera metam01ismo con facies de esquistos y fi litas en la lOna de Orianga y BI/ena Vista al None deI
paralelo 4 N. La ine/uimostambin, de acuerdo con investigaciones geologicas recientes (I W. Baldock, 1982
y DCCM, cana geologica de laruma, 1980) lasfilitas, pizarras, Cl/arcitas con vetas calcareasligeramente metamorfizadas de laformacion lambi, al extrema Noreste.
4. El wano conjunto volcanico unicamente se encuentra en la parte media orielltal de la Sierra austral, bajo la
forma de unafranja Norte-Sur de 25 a 40 km de ancho. Se tra/a de un graben bien individualizado tectonicamente desde el Paleoceno (las otras cuencas de la regiollilo el1lpezaron afuncionar antes deI Mioceno), pero
olga diferenciado en la topograFa (Catamayo al Norte, Conzanama-Nambacola al centra, Las A radasAmaluza al Sur) y fimitado par folios meridianas colltinuas sobre el borde Este ql/e sufrio el hundimienlO
183
nuiximo, pero discontinuas al Oeste, en donde los sedimentos reposan, localmente, en discordancia sobre los
granitos, volcanitas Celica y flyschs Ciano.
El relleno de ese "graben" consiste principalmente, sobre nuis de 2.000 m (?) en una interestratificacion de
coladas de lavas y piroclastitas de la fonnacion Sacalpaca (Paleoceno-Terciario inferior). Las primeras son
basalticas, andesiticas 0 dadticas de color gris 0 caf, las segundas son tobas 0 conglomerados andesiticos
multicolores caf, violaceos, amarillos 0 grises. Todos los estratos muestran intensos plegamientos claramente
visibles, en anticlinales y sinclinales disectados con direccion N-S, NNW-SSE 0 NNE-SSW. Los buzamientos son
de muy pronunciados a subverticales. Las lavas parecen dominantes en la parte Noreste hacia GonzanamaCatamayo, mientras que los sedimentos piroclasticos lo son hacia el centro y en la parte Sur de Cariamanga
hasta Arnaluza. Agrupamos en esta unidad las porfiritas eocenas de Purunuma (carta geologica de Gonzananui,
1975) pero sin papel geomarfologico particular.
Por sus caracteristicas tectonicas y por las facies de su relleno, ese graben puede ser relacionado con la
gran depresi6n de los rios Leon y Jubones, al Norte de la intrusion granitica de San Lucas.
En su parte oriental, alrededor de la cuenca de Catamayo, ese relleno volcanico esta cubierto por las facies
volcano-sedimentarias jinamente estratificadas en capas centimtricas de lutitas y limolitas multicolores, negras, verdes, violetas 0 cafs, areniscas y arenas de lafonnacion Gonzanama (Paleoceno). Contienen intercalaciones locales calcareas y de cherts. Hacia los bordes Sur de la cuenca, las facies se hacen nuis gruesas y
aparecen intercalaciones volcanicas (lavas andesiticas, lObas y conglomerados). El espesor total se estima en
nuis de 1.000 m.
Una erosion diferencial relativamente completa se lIevo a cabo y se reconocenfacilmente sobre lasfotos
areas las colatlas de lava quefonnan planos monoclinales 0 pequeiios relieves enfonna de "chevron es ", mientras que las piroclastitas y sedimentos fueron excavados.
Numerosas ;ntrus;ones
~ranfticas
Estas formaciones, con excepcion de los flyschs Alamor, fueron recortadas por intrusiones granitoides
cuya colocacion se extendio sobre un largo periodo, ya que las nuis antiguas son los balOlilOs de Portachuela al
Sureste de Amaluza y del Rio Mayo a Zumba (;, Cretacico?), mientras que el pequeiio punteamiento de Amaluza,
no representado sobre el croquis. fu fechado en 29 5 MA. Dos grandes categorias se evidenciaron (J. W.
Balbock, 1982).
1 - Granitos metasonuiticos, foliados y metamorfizados del Paleozoico.
Son representados por dos cuerpos alargados en los contrafuertes suroccidentales: al Noroeste la
cuarzodiorita de Marcabeli, nuis antigua que 214 6 MA, Y la granodiorita gneisica de La Florida al Sureste.
El cuerpo de Palanda, en la extremidad Este de la vertiente amazonica esta constituido por una tonalita con
hornblenda, con textura gneisica, queforma parte de la serie Zamora de la que incluye numerosas inclusiones.
Su edad es nuis ahtigua que 180 5 MA.
2 - Las intrusiones del Cretacico y del Terciario inferior son las nuis numerosas en los relieves de la Sierra
austral.
Un primer grupo atraviesa a las metamorfitas de la vertiente amazonica. En el extrema Sureste, el batolito
del rio Mayo es una granodiorita con biotita sobre el borde oriental de la cuenca de Zumba en la continuaci6n
del pluton metasonuitico de Palanda (carta geologica de Zumba, 1979). A 25 km nuis al Oeste, la gran intrusion
de Portachuela varia de un granito (cuarzo, albita, ortosa) a una granodiorita leucocrata de grano medianogrueso con grandes homblendas y biotitas y, luego hacia el Sur, a una tonalita gris a homblenda con grano de
jino a mediano. Estas datan probablemente del Cretacico y parecen nuis jovenes que las volctinicas Celica.
La mayor intrusion de la Sierra del Ecuador esta representada por el batolito de Tangula, en posici6n central, intrusivo en las rocas del grupo Celica, pero cubierto en discordancia por las volcanitas de Sacapalca. De
textura de media a gruesa, representa una zonificacion clara con un nucleo central de granodiorita con biotita
y homblenda, y una tonalita leuc6crata (nuis de 10% de cuarzo y biotita superior a la homblenda) sobre las
nuirgenes del batolito. Facies de diorita con 45% de minerales negros (predominando la homblenda, biotita y
plagioclase andesina) y nuis raramenfe de granito se observaron (carra geol6gica de Cariamanga, 1973). Fue
fechado entre 113 + 3 y 114. 30 MA, 0 sea del fin del Cretticico (l. W. Baldock, 1982).
Sufonna globalmente redondeada, con un nucleo centro-Sur excavado sugiere una extension mayorde esta
intrusion por debajo de las volcanitas Celica, no erosionadas, en la parte Sur.
184
La esquina Noreste de la region esta cubierta por un gran numero de afloramientos dispersos que estan ligados probablemente en profundidad y parecen indicar la existencia de unafase regional de intrusion. Entre stos, unD de los mas extensos es el de San Lucas, granodiorita con biotita de grano mediano con, localmente,
tonalita y granito. Un pasaje transicional con facies gnefsicos indica unprobable origen por migmatizacion. Su
edad es post-cretacica, comprendida entre 52 MA y 70 2 MA. Pertenece a esa misma generacion la
granodiorita El Tingo, al Norte de Catamayo, que sefecho en 50 MA (carta geologica de Loja, 1975).
Esasfacies granitoides presentan caracterlsticas globales -un grano mediano. composiciones de granodiorita a tonalita con bajo contenido de cuarzo y abundancia de homblenda y biota- que las hacen muy sensibles
a la alteracion (ver las unidades 119 a 122 y 129 a 131 de las vertientes andinas). Cada paisaje de granito se
identifica facilmente en el campo por sus potentes arenas in situ sobre un espesor de varias decenas de metros.
Los mas extensos, coma el batolito de Tangula por ejemplo, fueron objeto de notables valoraciones por erosion
diferencial.
Los sue/os de la Sierra austral: una secuencia climatica sobrepuesta sobre una pa/eosecuencia
De buenas a primeras, la cobertura edafologica se presenta coma una yuxtaposicion de suelos sin Ley de
reparticion evidente. Mientras que las variaciones elimaticas, relacionadas con la topografia (cimas y altas vertientes humedas, bajas vertientes secas y hondonadas frecuentemente aridas), insinuarlan la existencia de IIna
topo-elimo-secuencia tipica con bel/as transiciones de suelos, en la realidad no es as/.
Si los suelosferratiticos profundos y desaturados se encuentran efectivamente en las zonas humedas, estos
alteman con suelos menos alterados, fersiatiticos 0 aun poco evolucionados. En las zonas mas secas, los sue los
poco evolucionados y cafs estan asociados con los suelos rojos, a veces con alteritas profundas que mu estran
una pedognesis muy avanzada. Finalmente, mientras que el gradiente pluviomtrico parece muy regular, el
limite altitudinal de tal 0 tal suelo no es constante de una vertiente a otra.
De hecho, tal distribucion de los suelos se expfica gracias a una pedognesis antigua, bajo un elima mas
humedo que el actual y durante la cual los suelos se distribuyeron bajo forma de una topo-elimo-secuencia
(paleosecuencia actual). Luego, en el transcurso de una resecacion dei elima (~), se producio un rejuvenecimiento local de estos suelos por erosion. Finalmente con un nuevo cambio elimatico, mtis l/uvioso (?), se instalo
una nueva pedognesis, bajo condiciones eli/naticas similares a las actuales. Es esta la que hab ria formado una
segunda generacion de suelos, siempre distribuidos bajo forma de topo-climo-secuencia, pero con caracteristicas acordes al clima actual.
Por otra parte, la orientacion de los vaUes con relacion a los vientos dominantes, aSI coma la posicion de
las vertientes a barlovento 0 a sotavento, son responsables de la variacion altitudinal de los limites elimaticos
de una vertiente a la otra (Fig. 39).
La paleosecuencia muestra la transicion de los suelos ferraUticos desaturados en altitud, hacia los suelos
ferraliticos saturados y luego a los suelosfersialiticos saturados en lo bajo de la cuenca (Cuadros 3 y 4). Esta
bien claro que las condiciones elimaticas actuales son incompatibles con la existencia de tales suelos, Tanta en
altitud, en donde los sue los ferratiticos no reciben rru:is que 1.300 mm, coma en las zonas bajas y secas, en donde
la profundidad de algunas alteraciones (mas de la m de espesor sobre granito) de suelos fersialiticos es
inexplicable bajo las precipitaciones presentes (alrededor de 500 mm).
Esos suelosfueron decapados en parte por la erosion, tanto mas intensa sobre una pendiente igual, cuanto
mas seco es el clima y menos protectora la coberlUra vegetal, es decir en la parte baja de la cuenca.
Los suelos recientes que se observan a 10 largo de la toposecuencia muestran bien la pedognesis actual,
menos agresiva que la anterior. As!, en la altura seformaron suelosfersiatiticos, salurados, ricos en minerales
2/1, y con rastms de minerales 1: 1, que se yuxtaponen a los paleosuelos ferrallticos desaturados. Por el contrario, en las zonas bajas, la bisialitizacion es la reg la; se observan de preferencia suelos cafs y vertisoles, a menudo poco evolucionados por erosi6n que circundan, sobre todo en los glacis 0 en otros lugares privilegiados,
con los testigos de los paleosuelos fersialiticos.
185
similares septentrionales y centrales; por consiguiente, sus temperaturas medias anuales son sensiblemente ms
elevadas.
La topograffa de este sector, y en particular la parcelaci6n de la vertiente occidental en pequenas cardilleras,
con variadas orientaciones y altitudes moderadas, permite el predominio deI rgi men pluviomtrico tropical hasta el
pie Geste de la cordillera oriental (estaci6n de Yangana por ejemplo) que, por su parte, permanece bien marcado.
5610 se vuelve a encontrar un rgimen pluviomtrico ecuatorial en Gonzanam, en donde la estaci6n lluviosa de
principio de ano es dos veces ms importante que la de fin de ano. Las zonas ms humedas estn cercanas a la cordillera oriental (Yangana: precipitaciones medias anuales de 1.110 mm en 155 dfas, par 1 a 2 meses secos); las zonas
menos protegidas de las influencias "pacfficas" tienen un numero de meses secos dei orden de 4 en la parte central de
la regi6n (Gonzanam: precipitaciones medias anuales de 1.130 mm en 100 dfas) y este numero alcanza 6-8 en la
Cuadro 3. Secuencia climatica en Loja
Altitud (msnm)
2.450
P(mm)
1.300
Rg. de humedad
M.O.(%)
300
1.000
700
500
ustico
udico
ustico-aridico
4 - 10
2,5-6
pH
4-5
4,5-6
5,5-6,5
6,5-7
CIC (me/100g)
< 10
5 - 15
10 - 20
15-25
SaI. (%)
< 20
50-70
50-80
> 75
30-80
1-4
m = 100 AI/(AI+S)
Minerales
arcillosos
Suelos
<2
<1
Metahaloisita
Gibbsita
Metahaloisita
Goethita
Metahaloisita
Pocos min. 211
Goethita
Min. 211
Metahaloisita
Goethita
Ferralftico
desaturado
Ferralftico
saturado
(S72)
Fersialitico
saturado
(S63)
Fersialftico
saturado
(S61 -S62)
(S81)
UNIDADES
PALEOSECUENCIA
SECUENCIA
ACTUAL
194 y 198
Monosialltlzaci6n
-Suelos ferraliticos
desaturados
Monoy
bisialitlzaci6n
195 y 196
-Suelos ferralfticos
saturados
197 y 199
Mono y
blslalltlzacl6n
-Suelos fersialfticos
210 Y 211
227 y 228
RGIMEN DE
HUMEDAD
Muy humedo
Humedo
-Suelos fersialfticos
Humedo
Bisialitizacl6n
Seco
-Suelos isohumicos
(m6Iicos)
-Suelos vrticos
-Suelos poco
evolucionados
Seco
Muy Saco
186
Fig. 39. Corte esquematico de la repartici6n de los suelos en la Sierra austral
SURESTE
NOROESTE
Cordillara
da Calica
Rio Playas
Cordillera de
Gonzanam
Rio Catamayo
Cordillera
Real
U.194-198
4.000 m
U.194198
2.000 m
Om
/
U.195196
4.1.1. Los macizos con grandes vertientes rectilineas sobre litologia indiferenciada.
Tres grandes subgrupos de paisajes han sido identificados, segun una clara estratificaci6n altitudinal.
187
y Alamor al Suroeste; podrfa representar un gran accidente regional de orientaci6n WSW-ENE (?). No se ha podido
obtener, sin embargo, ninguna otra prueba sobre la ex.istencia de ta! accidente. Esta orientaci6n WSW-ENE, asf coma
la masividad de los relieves se relacionan tambin con las caracterfsticas de la fonnaci6n Alamor, cuyos estratos.
alargados dei WSW al ENE, se han plegado 0 enderezado fuertemente.
Es una verdadera cordillera, con laderas disimtricas. La Hnea divisoria de aguas, con trazado casi rectHneo, de direcci6n similar con el alargamiento de las capas, dei ENE hacia el WSW, siempre es superior a 2.7002.800 m. Su ladera Sureste es abrupta y muy corta, no pertenece a esta unidad. La ladera Noroeste, por el contrario
bien desarrollada, esta compuesta por grandes espinazos paralelos que avanzan hacia el Noroeste perpendicularmente al eje cimero.
Las fonnas son pesadas y macizas, compuestas por interf1uvios con cimas redondeadas asociadas a amplias
ensilladuras c6ncavas, heredadas de procesos coluviales. Esuin separadas unas de otras por entalladuras ensanchadas
con vertientes rectilfneas que se profundizan rapidamente en direcci6n dei rfo Puyango, al Norte.
- Los punteamientos superiores de los macizos aislados mas importantes de la parte central. Este piso pudo
identificarse en tres de estos. El mas alto es el de Gonzanama que culmina en 3.095 m, mientras que los de Sozoranga
y Cariamanga no sobrepasan 2.662 y 2.658 m, respectivamente. Muestran tambin una clara disimetrfa de altitudes
sobre vertientes opuestas: entre 1.600 y 2.000-2.400 para el primero, 1.600-1.800 y 2.000-2.200 para el segundo,
1.600 y 1.800-2.000 para el tercero.
El basamento es variado. En Sozoranga, son volcanitas dei grupo Celica, mientras que los macizos de
Cariamanga y Gonzanama se desarrollan sobre los sedimientos volcano-sedimentarios de tipo Sacapalca.
Esos modelados cimeros con un aspecto aborregado caracterfstico, son mas homogneos que los dei conjunto precedente, redondeados con fonnas pesadas separadas por valles coluviales. Estos se terminan en la peri feria
por vertientes y abruptos pronunciados dominando los relieves subyacentes.
- La parte superior de la ladera interna de la cordillera oriental amerita tambin ser integrada a este conjunto.
Sobre esta ultima muralla, la mas alejada dei ocano y bien abrigada detras de los relieves precedentes, el escalonamiento es relativamente comprimido. Ellfmite inferior se situa entre 2.200 y 2.400 m, mientras que ellfmite
superior alcanza 2.800 m, cerca de la Hnea divisoria de las aguas con la vertiente amaz6nica oriental sensu-estricto.
El basamento esta aquf exclusivamente constituido por las metamorfitas de la cordillera oriental (esquistos
y cuarzitas dei grupo Zamora), y los modelados estan claramente mas disectados, con una red densa de pequefios interf1uvios y talwegs, perpendiculares con el eje de la cordillera. Las pendientes siguen siendo pronunciadas y hasta
muy accidentadas, como al Sur de Yangana 0 hacia Amaluza. Las vertientes rocosas siempre muy presentes son btra
caracterfstica de estos paisajes.
Una originalidad cornun en estas zonas proviene de la existencia de una potente capa de alteritas, cuyo espesor puede comunmente sobrepasar los diez metros y con colores vivos caracterfsticos dei rojo al amarillo rojizo.
Un perfil tipo descrito a 2.450 m cerca de Cariamanga, muestra sobre el basamento volcanico Celica, la
superposici6n siguiente:
- 0-30 cm: Arcilloso grumoso, friable, de caf a caf amarillento.
- 30-90 cm: Arcilloso un poco estructurado en prismas decimtricos verticales, amarillento con manchas
caf y rojo.
- 90-150 cm: Alterita in situ, arcillo-limosa moteada rojiza, blancuzca, rojo-violacea. Bloques de rocas con
caras recubiertas negras, herrumbres, ocres, desescamandose.
- 150-900 cm: Alterita arcillo-limosa en donde se reconoce la estructura de la roca in situ. Arcilla de beigeamarillenta a rojo violacea, manchas nacaradas violceas. bloques alterados de rocas con caras negruzcas.
- superior a 900 cm: Roca in situ alterada, gris, arcillo-limosa.
Esas alteritas profundas y muy evolucionadas no estan en equilibrio con las condiciones climaticas actuales.
Las interpretamos como fonnaciones reliquias, heredadas de perfodos mas humedos y mas calidos, y que se sitl1an en
continuidad con las que han sido presentadas en el estudio de los paramos de Tarqui 0 Saraguro (unidad 163),0 de los
paisajes glaciares de Arnaluza (unidad 159). La ausencia de recubrimiento piroclastico reciente en la Sierra austral
pennite el atloramiento casi continuo de esas fonnaciones sobre todos los relieves cimeros.
Varias observaciones ayudan a estimar su edad. Hacia Catacocha, fechamos un horizonte enterrado en la
cima de esas alteritas y cubierto por un glacis, compuesto de material no rubificado, en 8900 + 350 B.P. (Winckell A.,
Zebrowski c., et al, 1993, por publicarse). Sobre los paramos de Saraguro, esas alteritas han sido afectadas por dos
fases de deslizarnientos por solitluxi6n. Dos horizontes organicos enterrados fueron fechados en 26.900 + 2.370 1.840 B.P. Y 18.900 + 820 - 750 B.P. Esta comprobado, por ende, que se trata de formaciones que tienen al parecer
mas de 20.000-30.000 afios, observaciones que se aproximan a las efectuadas sobre los paramos entre Tarqui y
188
Nabon, en donde las comparaciones entre niveles escaJonados nos habfan inducido a estimar esas formaciones
anteriores al ultimo episodio glaciar que se termina hacia 14.000-10.000 ai'ios.
Los suelos dominantes, y por consecuencia los unicos representados en la escala deI mapa al: 1'000.000,
son ferraliticos desaturados; heredados de los paleoclimas mas humedos; constituyen los suelos mas pobres de la
paleo-topo-climo-secuencia. Su pH es particularmente bajo, a menudo inferior a 5, y los contenidos en aluminio
intercambiable son elevados (Indice de Kamprath, comprendido entre 30 y 80).
Se asocian espacialmente con suelos fersialiticos saturados, que pueden perfectamente estar formados bajo
un clima similar al actual. Las alteraciones con las que se relacionan, de color entre caf y caf amarillento, se desarrollan ya sea sobre afloramientos rocosos decapados de las antiguas alteraciones sobre pendientes 0 en zona de reactivacian erosiva, 0 sea en la parte superior de las alteraciones precedentes que juegan asf un papel de roca madre.
Estos testigos cimeros constituyen entonces un medio particularmente interesante donde estan yuxtapuestas
dos generaciones y tipos de alteritas y suelos pertenecientes a dos ambientes climaticos.
189
2.600 m.
Los relieves muestran una disecci6n densa, compuesta por lenguas e interfluvios estrechos longitudinales,
con cimas redondeadas y con pendientes exteriores entre fuertes y muy fuertes, separados por una red densa de torrenteras mtricas y decamtricas paralelas a la pendiente. Su segunda originalidad proviene de la existencia de marcas generalizadas de erosi6n, de reciente a subactual, relacionadas con los mismos fen6menos en las dos cuencas deprimidas de Loja y Malacatos. El decapado de las alteritas y formaciones superficiales es muy avanzado, los perfiles
de suelos han sido todos truncados y los afloramientos de las facies metam6rficas omnipresentes. La subida de Loja
hacia el paso de Sabanilla al Este ofrece ejemplos demostrati vos.
Es tambin posible reconocer aguf las dos generaciones de suelos. Los suelos dominantes son poco evolucionados de erosi6n, actuales, asociados muy local mente a suelos fersialfticos, y hasta ferralfticos, saturados y seguramente heredados.
Constituyen la franja mas baja de los relieves supeliores, cuya caracterfstica principal es la de estar sometida
exc1usivamente a condiciones secas, debidas a su posici6n de abrigo par debajo 0 atras de los relieves cimeros.
Se sitan siempre en la parte superior de los grandes valles y cuencas y estan mayormente representados por
vertientes de rectas a abruptas, a menudo disectadas por una red densa de entalladuras en V, paralelas a la pendiente.
Los mas significativos ejemplos se localizan sobre las vertientes gue rodean el valle deI rfo Playas, en donde
se escalonan entre los J .200 Y2.100 m al Sur de Celica. La disimetna entre vertiente a barlovento y a sotavento se ve
netamente por una y otra parte deI contrafuerte al Geste de Catacocha (J .000-1.600 m al Geste, contra J .600 a mas de
2.000 m al Este). Se les encuentra en forma de aureola alrededor deI punteamiento aislado al Noroeste de Macara,
entre 600-800 m sobre la ladera Geste y 800-1.200 m al Este, pero sobre todo alrededor de los relieves de Gonzanama
(entre 1.200 - 1.400 m al Geste y por encima de 1.600 m al Este), y en la parte rfo arriba deI no Catamayo, hacia las
Aradas, entre J.600 Y 2.000-2.200 m.
A pesar de las condiciones c1imaticas netamente mas secas, las alteraciones y los suelos marcan una transici6n progresiva y son muy parecidos a los precedentes. Son un poco menas profundos, ligeramente menos coloreados, un poco mas licos en pseudo-arenas y casi siempre completamente saturados. Son sue los fersialfticos arcillosos rojizos gue pertenecen, al parecer, a la antigua secuencia heredada.
Las variaciones de la roca madre se traducen esencialmente en modificaciones de colar; las unidades situadas sobre las facies volcanicas de tipo Celica al Geste, 0 sobre las metamorfitas de Zamora al Este, son mas arcillosas
y presentan colores mas vivos, mientras gue los de la parte central (Cariamanga-Gonzanama) sobre sedimentos
volcano-sedimentarios son mas amarillentos y menos arcillosos.
190
Los sue los son tambin suelos ferralfticos desaturados, pero en funci6n dei caracter granitoide dei substrato
y de la granulometria gruesa de las alteritas, son de textura arcillo-arenosa y de color amarillento en la superficie,
volvindose nipidamente blancuzca en la profundidad.
La unidad 199 se situa en la parte baja de la anterior y por 10 tanto en condiciones climaticas secas. Es el equivalente
de la unidad 197, situada en las facies no granfticas.
Una sola unidad ha sido representada. Localizada sobre la ribera Sur dei rio Catamayo, esta culmina al Norte
de Sozoranga y Cariamanga, hacia 2.200 m y desciende hasta cerca de 1.400-1.600 m en el contacta con los modelados muy secos de la parte inferior de las vertientes.
Un corte representativo, situado a 2.010 m, 10 km al Geste de Cariamanga, muestre la sucesi6n siguiente:
- 0-20 cm: Arcilloso, caf-amarillento, coherente, inicio de estructura vertical.
- 20-60 cm: Arcilloso, de rojo a caf-rojizo, bien estructurado en poliedros verticales centimtricos angulosos, coherente.
- 60-90 cm: Arcillo-limoso, amarillento, grandes prismas decimtricos menos coherentes que el horizonte
anterior.
- 90-120 cm: Limo-arcilloso, alterita amarillenta.
- 120-300 a 400 cm: Limo-arenoso, alterita blanco-amarillenta.
- 300 a 4()()"1.500 cm: Arena granftica totalmente desagregada in situ, arenosa, de blanco-amarillenta a grisblancuzca. Es el "granito fantasma".
En funci6n de las caracterfsticas c1imaticas y de la cobertura vegetal poco densa, un intenso decapado se reaIiza tambin sobre esas vertientes que se presentan coma una sucesi6n de pequei'ias colinas redondeadas convexas,
densamente disectadas, sobre el flanco de la entalladura deI valle dei Catamayo. Las alteritas pueden aun ser potentes, siempre blancuzcas, y lIevan suelos fersialfticos mas arenosos que circundan con suelos erosionados poco profundos y afloramientos rocosos.
191
192
Por otra parte, tampoco es conveniente subestimar el papel desempenado por los procesos de erosi6n
hist6ricos y actuales todavia muy acti vos en Loja, que pudieron tambin contribuir a una eventual destrucci6n de los
testigos mas significativos.
Aun si los argumentos para probar la existencia de una antigua superficie parecen faltar, esos modelados
cimeros representan sin embargo importantes hitos en la historia geomorfol6gica de la regi6n austral.
Es el modelado suave de las dos unidades su peri ores menos disectadas (194 Y 195) -superficie mon6tona
constituida por ondulaciones y sobre todo por pequeiias lamas convexas yuxtapuestas, con cimas subiguales, separadas por pequenas entalladuras c6ncavas- que ha permitido la buena conservaci6n de las potentes alteraciones reliquias, cuyo decapado ha sido mucho mas acentuado sobre las variantes entalladas (unidad 196, 197 Y 199).
Ella ha conservado los rasgos de dos morfodinamicas postenores representativas.
Los modeJados cimeros estan marcados por formas "en hueco" que son el testimonio de una fase generalizada de movimientos en masa. El trayecto Alamor-Celica, 0 la travesia de la cordillera de Lauro Guerrero por la carretera de Orianga permiten observar esos grandes golpes de cuchara en forma de nichos y de anfiteatros alineados de
dimensiones hectomtricas 0 hasta kilomtricas. Estas formas tambin estan presentes sobre las partes cimeras detras
de Catacocha, sobre la cordillera de Veracruz, por encima de Paccha, 0 hacia Gonzanama, en donde algunas presentan facies de tipo "convoy de bloques".
Las formaciones solifuidas tienen de 2 a 5 m de espesor, pero hacia Celica, un corte particulannente profundo muestra:
- 5 a 6 m de un coluvi6n arcil1oso, compacto, constituido de arcillas moteadas de rojo-ladrillo a amarilloocre. Contiene menos de 5% de bloques volcanicos redondeados de 20 a 80 cm de diametro.
- 2 m de un conglomerado conteniendo de 80 a 90% de bloques redondeados, alterados (en vfas de "cantos
rodados fantasmas") y desescamandose, con una matriz muy compacta parecida al horizonte superior.
- Por debajo, 4 m de una alterita de la roca in situ, totalmente transformada en arcillas moteadas de rojo-ocre
a amarillo-blancuzco, sin bloque de roca.
Abajo de los nichos, zonas de partida de Jos desgarramientos, las vertientes presentan perfiles abollados
ca6ticos tfpicos que denuncian antiguos movimientos de masa, hoy estabilizados en su mayorfa y Ilevan en superficie
numerosos bloques rocosos, esparcidos, de dimensiones decimtricas a multimtricas. El espesor de esos dep6sitos
muestra la potencia de los fen6menos acontecidos, y su extensi6n les da una significaci6n paleoclimatica: existencia
de una fase climtica netamente humeda y generalizada, responsable de la movilizaci6n de las alteritas producidas,
seguida de una fase menos humeda durante la cual se oper6 una colonizaci6n y una estabilizaci6n por la vegetaci6n.
Tambin es probable que algunas formas en anfiteatro particularmente claras hacia Celica 0 en la cordillera
de Lauro Guerrero hayan tambin funcionado como nicho de nivaci6n durante el (los) ultimo(s) perfodo(s) frio(s),
cuando los relieves superiores a 2.800 m tenian aparentemente una cobertura de nieve perdurable.
Segundo episodio notable que habrfa afectado grandes extensiones de esos modelados cimeros: los glacis
que dejarOn dep6sitos caracterlsticos. Entre los mas representativos, figuran los situados por encima de Celica, sobre
los relieves cimeros entre Catacocha y Catamayo 0 en la cercana de Cariamanga.
AI Este de Catacocha, a 1.740 m, es posible observar, sobre una pendiente dei 7%, el corte siguiente de
arriba hacia abajo:
- 130-140 cm de un horizonte pedregoso, 30 a 40% de bloques rocosos de 5 a 50 cm de diametro (media: de
15-20 cm) con bordes angulosos 0 redondeados. La mat riz es arcillosa, caf; sobre los 20 cm superiores, luego
arcillo-arenosa, moteada de beige-amarillenta a caf amarillenta, con lentes arenosos que contienen gravas centimtricas ovoides y pequeiios guijarros en via de alteraci6n.
- 80 a 100 cm de un horizon te arcilloso de rojo a gris-blancuzco en pequenos poliedros. No contiene bloque
de grandes dimensiones. Encierra menos de 5% de gravas de 2 a 3 cm y aigu nos guijarros de 5 a 10 cm, con caras
redondeadas.
- 150 cm de un segundo horizonte pedregoso en donde los bloques representan mas deI 90% de volumen
(diametro: de 10 a 80 cm, pero los tamaiios superiores a 50 cm representan mas dei 40% dei conjunto), y estan en vias
de convertirse en "fantasmas". Los de diametro inferior a 10 cm son redondeados y hasta ovoides, los superiores a
30 cm son angulosos 0 con angulos redondeados. La matriz es idntica al horizon te superior.
- mas de 1.500 cm de roca in situ totalmente arcillificada, moteada de rosa-violacea a blancuzca.
Los analisis atestiguan una ferralitizaclon generalizada de todos los niveles con presencia de minerales 1/1
dominantes. Por encima de la roca alterada y ferralitizada bajo un clima humedo, se superponen entonces tres generaciones de formaciones: un glacis antiguo, muy detritico, marcando un primer resecamiento dei c1ima y removilizando las formaciones ferralitizadas con elementos pedregosos provenientes de los relieves rocosos superiores; una
193
segunda fase de alteraci6n ferralftica, sobrepuesta por un nuevo episodio de glacis superior, signo de un nuevo resecamiento dei clima.
Otros cortes cercanos muestran sucesiones similares con presencia en profundidad de formaciones pedregosas, de tipo "convoy de bloques" hasta conglomeraticas que podran tener un origen parcialmente periglaclar en las
altitudes superiores. Sobre una de ellas, un horizonte organico enterrado entre la cima dei glacis de primera generaci6n y su cobertura de alteraci6n ferralftica, di6 una edad de 8.900 + 350 - 340 anos B.P. (Winckell A., Zebrowski c.,
et al. 1994, por publicarse).
Esos episodios dejaron huellas facilmente reconocibles coma rellanos presentes en una y otra parte dei eje
de relieve entre Catacocha y Catamayo. En la proximidad dei cruce de la ruta de Machala, uno de esos jirones mueslra dos niveles sobrepuestos con superficies de 12-10% Yde 10-8%, respectivamente, de pendiente hacia el centro de
la cuenca y separados por pequenos desniveles de 2 aS m. Su cobertura es tambin tpicamente ferraltica (minerales
1/1 dominantes), con pocas gravi lias, arcillosa, de caf-amarillenta a rojo-violacea. Tales fonnas son numerasas en
ambos lados dei valle dei ro Playas, al Noreste de Catacocha; otras rodean Nambacola. Elias muestran diversas
generaciones (probablemente 2) de glacis sobre las vertientes superiores que rodean los relieves cimeros, su
inclinaci6n suave en direcci6n de las principales arterias hidragraficas actuales indica, en el momento de su
elaboraci6n, un modeJado que ya tenia caractersticas fisiogrMicas e hipsomtricas muy parecidas a las actuales.
4.2. LAS VERTIENTES INFERIORES DE LOS VALLES Y LOS RELIEVES DE LAS CUENCAS
Los paisajes de este estrato se caracterizan por:
- su posici6n altitudinalmente mas baja, en relaci6n al grupo precedente, en la parte intermedia 0 inferior de
las grandes entalladuras y en el piso de las cuencas,
- sus caractersticas climaticas mucho mas desfavorables, resultado de su situaci6n protegida, por debaJo de
las circulaciones humedas, 10 que se traduce en una acentuaci6n muy clara de la sequa, con condiciones que van
desde secas, arriba, a aridas, abajo.
194
de las capas.
Todos los paisajes de este nivel conservan rastros de su origen por erosi6n consecutiva a los episodios de
encajonamiento de la red fluvial. Ellos asocian:
- grandes vertientes rectilfneas dominantes,
- relieves muy disectados en lomas y tiras longitudinales, separadas por quebradas en V que bajan
paralelamente a la pendiente de la vertiente,
- vertientes compuestas heterogneas con resaltos sobre las formaciones con litologfa diferenciada,
- huellas de aplanamiento fluvial, rellanos rocosos, 0 restos de terrazas fluviales en las partes inferiores,
elaborados concomitantemente al encajonamiento.
Las formaciones superficiales son tambin muy diversas. Predominan los afloramientos rocosos,
pedregosos 0 deI substrato poco meteorizado, en oposici6n a los stocks potentes de alteritas heredadas de los niveles
superiores. Estan asociados con caos de bloques sobre las vertientes fuertes 0 al pie de las comizas y resaltos, y con
conos de escombros 0 coluviones pedregosos. Esta relativa rareza de las formaciones superficiales sueltas y de los
suelos, debe ser corelacionada con los episodios de escurrimiento y de decapado consecutivos a la excavaci6n, pero
tambin con las caracterfsticas c1imaticas desfavorables que no permitieron una renovaci6n de est os stocks por
alteraci6n posterior asf coma con los fen6menos de erosi6n hist6rica. Estos afloramientos anuncian los glacis,
paisajes tfpicos que ellos mismos alimentaron y que los prolongan hacia abajo en las cuencas y valles.
Aparte de stos ultimos, ningun nivel de erosi6n de importancia regional pudo ser evidenciado. Es posible
que nunca haya existido debido a la rapidez con la cual se realiz6 el encajonamiento lineal, pero es tambin posible
que toda huella ulterior haya sido borrada por los procesos morfodinamicos hist6ricos y actuales, muy agresivos en
este piso.
La unidad 210. bajo condiciones climaticas secas es altitudinalmente la mas elevada. El incremento de las altitudes
segun el gradiente Oeste- Este es muy marcado, entre 400 y 800-1.000 m por ambas partes deI Celica,
hasta 800 y 1.100-1.200 m en el valle medio deI Puyango, 0 800 Y 1.400 m en el contorno de los relieves de
Sozoranga-Cariamanga y 1.200 Y 1.600-1.800 m en el valle deI rfo Pindo al Este. Los contrastes entre vertientes
expuesta y protegida siempre resultan significativos; la unidad se escalona entre 1.200 y 1.600 m sobre el f1anco
Oeste de los relieves de Sacalpaca. pero se eleva hasta 1.600 y 2.000 m sobre la vertiente opuesta deI valle de
Malacatos.
El paisaje predominante es una gran vertiente disectada, con fuerte pendiente. Esta compuesta por
interfluvios redondeados con cimas agudas 0 redondeadas estrechas, separados por entalladuras en V, paralelas a la
pendiente.
Las antiguas alteraciones fersialfticas heredadas son allf menos potentes, de color de rojizo a rojo vivo, ricas
en pseudo-arenas; s610 subsisten en forma de chapeados muy localizados, cuando existen condiciones muy
particulares 0 de abrigo que permitieron su conservaci6n.
Los suelos actuales, representativos de estas zonas protegidas con rgimen de humedad ustico, son poco
espesos, arcillo guijarrosos. de erosi6n.
La unidad 227 es su variante edafol6gica bajo un rgimen muy seco e incluso rido. Muestra altitudes que se c1asifican entre las mas bajas de la Sierra austral. Inferior a 400 m al Noroeste de Macara 0 en el valle bajo
dei Puyango, no Ilega a alcanzar 800 m arriba de Portovelo y se escalona entre 800 y 1.000 m en el valle deI rio Playas
o entre 900 y 1.200-1.400 m en el valle deI rio Pindo al Este. Las oposiciones entre las vertientes en este nivel son
todavfa sensibles; los Ifmites sobre las dos vertientes deI valle deI rfo Catamayo, citado en la unidad precedente, son
respectivamente de 1.000 y 1.200 m al Oeste y 1.200 Y 1.600-1.800 m al Este.
En estos flancos de valles, erosionados y en pendiente fuerte, no se desarroll6 una pedognesis significativa
posteriormente al encajonamiento. Los afloramientos rocosos se hacen predominantes y los suelbs poco
evolucionados, de erosi6n, siempre contienen menos deI 1% de materia organica.
195
Los paisajes granfticos de la Sierra austral presentan modelados y formaciones superficiales semejantes a
aquellos que se encuentran situados en las vertientes externas (unidades 119 y siguientes).
Una de las caracterfsticas originales de los paisajes granfticos deI Sur debe asociarse con el escalonamiento
climatico que allf alcanza niveles mucho mas secos e incluso aridos, con una repartici6n consiguiente de las
formaciones aflorantes.
Pero la caracterfstica mas importante atane a la notable explotaci6n por erosi6n diferencial deI batolito de
Tangula. Con una forma circular y un diametro de cerca de 45 km, este batolito situado en posici6n central, se
prolonga mas alla de la frontera peruana.
El estudio detallado de este afloramiento muestra muchos rasgos caracterfsticos de una adaptaci6n entre
lfmites geol6gicos y formas deI relieve. El dibujo de la repartici6n entre facies vo!canicas y granfticas es debido a la
tipica acci6n de la erosi6n.
- Su parte centro Sur esta ocupada por rocas vo!canicas Celica, en las cuales el granito es intrusivo,
conservadas allf en forma de una capa cimera que recubre los afloramientos granfticos subyacentes. Es interesante
constalar que estas facies vo!canicas arrnan todas las cimas y altos relieves de esta zona y que sus contornos se
traducen fielmente en aquellos de las cuspides de Sozoranga 0 Cariamanga.
- En las partes bajas, al contrario, existe una coincidencia exacta entre el trazo de los grandes valles (rios
Catamayo, Tangula 0 Pindo) y la aparici6n de facies graniticas. La adaptaci6n deI relieve a la litologia es incluso tan
perfecta que el fondo deI pequeno valle de la quebrada Sasaco, al Sur de Sozoranga, 0 de la entalladura que gufa la
ruta panamericana a Macara, estan ambos excavados en los afloramientos granfticos.
Todo parece indicar la existencia en profundidad de una gran intrusi6n granitoide, mas extendida de 10 que
se puede suponer a travs de los afloramientos actuales, y recubierta por una delgada capa cimera de los vo!canicos
Celica. El encajonamiento de la red hidrogrMica ~evel6 al afloramiento estas facies graniticas sobre los flancos de los
valles y depresiones, mientras que las cuspides conservaron su cobertura vo!canica.
Este comportamiento diferencial no causa sorpresa ya que, por todas partes en el Ecuador, encontramos los
granitos jugando siempre el papel de rocas blandas frente a las facies encajonantes, aquf vo!canicas y vo!canosedimentarias. Esta erosi6n se realiz6 facilmente puesto que las formaciones aflorantes (alteraciones blancuzcas in
situ, de varias decenas de metros de espesor) no presentan ninguna cohesi6n. Hemos visto, ademas, que es probable
que se trate de formaciones heredadas de climas mas calientes y mas humedos. La excavaci6n reciente y actual se
efectu6 de manera probablement rapida a expensas de un stock de alteritas preexistentes, no eficientemente
protegidas por la vegetaci6n.
Un perfil tipo, 3 km al Norte de Macara a 650 m de altitud, muestra la siguiente sucesi6n:
- 0-15 cm: Pardo, arcilloso, grumoso.
- 15-60 cm: Pardo amarillo, arcilloso a arcillo-limoso, coherente, prismas verticales decimtricos.
- 60-90 cm: Arcillo-arenoso, amarillento, alterita en la que se reconoce el grano pero no la estructura de la
roca.
- 90-200 cm: Semejante a la precedente pero areno-arcillosa.
- 200-1500 cm: Arena granftica (granito fantasma), arenosa, de blancuzca a blanco amarillenta.
La unidad 211 es el equi valente, sobre substrato granftico, de la unidad 210, bajo condiciones climaticas secas, en la
parte intermedia de las vertientes y entalladuras. Sus altitudes son similares: 400-1.200 m en el valle
al Norte de Macara, 1.000-1.600 m al Noroeste de Sozoranga y 1.200-1.600 en el curso medio deI no Catamayo, al
Sur de Catacocha. Los dos val les cartografiados en esta categorfa al Norte de Loja tienen altitudes mucho mas
elevadas, 1.600-2.000 m por el no Guayabal y 1.600-2400 m por el valle alto deI Zamora, pero sus caracterfsticas tan
marcadas de sequfa se deben a su muy fuerte encajonamiento en los relieves de la cordillera oriental.
Los afloramientos observados sobre el substrato granftico son demasiado espesos - comunmente rebasan la
decena de metros coma por ejemplo en la entalladura al Norte de Macara -para poder relacionarlos con una
pedognesis actual. Son arenas blancuzcas, alteradas in situ, que han guardado toda la estructura de la roca- por eso
se habla de granito "fantasma" - que presentan todas las caracteristicas fersialiticas y que hemos interpretado coma
la base de la antigua secuencia heredada.
La pedognesis actual es muy limitada y se caracteriza por suelos poco evolucionados, arcillo-arenosos,
elaborados a partir de las alteritas fersialfticas heredadas que juegan el papel de roca madre.
La unidad 228 es la variante edafol6gica de la precedente, hacia abajo con regmenes muy secos. Presenta siempre
altitudes muy dbiles: 400-800 m aguas abajo en el valle de Macara, 700- 1.000 m en la con vergencia
196
de los nos Catamayo y Tangula. 800-1.200 m en el curso medio dei rfo Catamayo 0 en la frontera peruana al Suroeste
de Caramianga.
En relaci6n con las condiciones mas crfticas que incluso se aproximan localmente al arido en la parte baja
de las entalladuras. estos paisajes han sido objeto de un fuerte decapado superficial. Las alteritas fueron
profundamente removidas. despejadas y los afloramientos rocosos dei substrato se transforman en el elemento
predominante dei paisaje. El desarrollo actual de los suelos sobre estas alteritas arenosas es muy limitado. Los sue los
predominantes son erosionados. superficiales. arenosos, su contenido de materia organica es siempre inferior a 1%.
197
Contiene un conglomerado basal de tipo torrencial con bloques de lamano de multidecimtrico a mlrico,
que esta bien representado en la parte Norte de la cuenca, hacia La Toma. Esta recubierto por tobas y
aglomerados amarillentos de composicion andesftica, en capas de decimtricas a mtricas, mas abundnntes ell
el Sur. Fueron observadas intercalaciones de lavas en el valle dei rfo Yangana. El extremo Norte de la Cuenca
de Loja, es exclusivamente volcanico (lavas, tobas y conglomerados alldesfticos) y pare ce estar relacionado con
el volcanismo terciario dei valle Leon-Jubones al Norte.
Ln gradacion de las facies es significativa de la apertura de la cuenca y de su ahondamiento
2 - Laformacion Trigal (250 m a 450 m, Mioceno), es concordante con la precedente y af/ora principalmente en
forma de bandas, en la parte occidental de la cuenca de Loja y en el centro de aquella de Malacatos. Comprueba
una sedimentacion en agua mas profunda, con predominancia de una arcilla caf homognea, finamente
laminada, que contiene vetas de yeso e intercalaciones de areniscas, limolitas, tobas y capas de lignita en la
parte superior.
3 - Lnformacion San Cayetano, (500 m a 700 m, Mioceno), af/ora en bandas meridianas que recubren las
precedentes hacia el Este 0 que reaparecen a favor de desniveles tectonicos al Este del rio Zamora 0 de
Malacatos. Consiste en areniscas finamente estratificadas, asociadas con limolitas, lutitas calcareas
intercaladas de bancos de diatomitas, capas de carbon y lignita.
Espesas capas caracteristicas de conglomerados con guijarros gruesos, mas 0 menos cimentados, y bancos
de areniscas arcosicas, que ml/estran hermosas estratificaclones entrecru1.adas, atestiguan una sedimentacion
en agua poco profunda y anuncian el fin del relleno de estas cuencas. Tambin son notables las lutitas silfceas
blancu1.cas y sus intercalaciones de diatomitas que, por su gran resistencia relativa, arman barras y
promontorios monoclinales que se reconocen facilmente.
4 - Lnformacion Quillollaco (400 a 800 m, Mioplioceno), af/ora siempre en discordancia sobre los estratos de
las formaciones precedentes mas antiguas, en la parte oriental de la cuenca y al Geste de la ciudad de Loja, pero
sobre todo en la mitad suroriental de la cuenca de Malacato:;. Esta compuesta principalmente por
conglomerados de guijarros y bloques de centimtricos a decimtricos (la mayorfa provienen dei 1.ocalo
metamorfico de la cordillera Real) inlercalados por areniscas gruesas y limolitas. Las espesas capas
conglomeraticasfueron objeto de una valoracion diferencial muy daramente visible en los modelados actuales.
Atestigua tfpicamente el relleno y el cierre de la cuenca.
Resulta tentador el correlacionar esfOS dos illtimos trminos de los rellenos con aquellos de las cuencas del
Norte Cuenca-Nabon. Es probable que el Grupo Ayancay (Mioplioceno) determinado en las cuencas nortenas,
pueda aquf compararse tanto con los conglomerados. areniscas, lutitas y carbon de laformacion San Cayetano
en la cuenca de Loja como con los conglomerados y areniscas de la formncion Quillollaco en aquellos de
Malacatos y Zumba.
198
La zonificaci6n de las fonnas esta calcada sobre esta disposici6n tect6nica y litol6gica contraponiendo una
parte central con modelado suave a los relieves de borde, mas marcados. Sobre una franja occidental, donde aflora la
fonnaci6n arcillosa Trigal, se extienden relieves de colina suaves resultantes de la disecci6n de antiguos niveles
sobrepuestos. Estan dominados hacia el Este por dos pequenas cuestas sucesivas, Iimitadas por abruptos orientados
al Geste y mostrando bellas fonnas monoclinales con buzamiento Este, elaboradas en las fonnaciones detriticas San
Cayetano y Quillolaco; los modelados dominantes son pianos c6ncavos con inclinaci6n oriental.
La orilla Este dei rfo presenta un modelado mas heterogneo. Las dos series de ejes anticlinales y sinclinales
meridianos modelan relieves mas vigorosos, y las fonnas estructurales y de disecci6n se traducen en alineamientos
de pequenas espigas con buzamientos opuestos al Noroeste de Loja 0 de capas muy erguidas en el extremo Sur y
suroccidental de la cuenca. La erosi6n y el decapado superficial son allf muy intensos, coma en los paisajes que
atraviesa la ruta Loja-Zamora.
Las acumulaciones aluviales recientes y actuales, areno-guijarrosas estan muy localizadas en una estrecha
franja, por ambas partes dei actual curso dei rfo Loja. Un jir6n de terraza antigua encaramada, situada a una centena
de metros por arriba dei curso actual, es particulannente visible en la salida Sur de la ciudad de Loja.
Esta cuenca representa un media de transici6n seco-humedo perteneciente al dominio de la bisialitizaci6n;
allf son casi inexistentes los testigos de suelos rojos. Sobre estos sedimentos compuestos por arenas y guijarros
alternados de capas de arcillas se localizan suelos m6licos, localmente vrticos, relativamente espesos, en especial
cuando se desarrollan sobre las aportaciones aluviales recientes.
Los rondos de cuencas disectados y caoticos con capas erguidas (unidad 235, 236)
La unidad 235 es la mas representativa dei fondo de estas depresiones. Situada en c1ima seco, se caracteriza por la
ausencia de testigos de viejas alteritas. La alteraci6n de las fonnaciones se encuentra ahf muy poco
avanzada y los suelos, de areno-pedregosos a arcillo-pedregosos, son poco espesos, poco evolucionados, tanto sobre
los sedimentos coma sobre las aportaciones coluviales recientes.
La Cuenca de Malacatos es la mas grande de estos valles-depresiones. Se alarga, confonne a una direcci6n
NNWoSSE, sobre unos 50 km desde Catamayo al Norte, hasta el Sur de Vilcabamba. Tiene una amplitud maxima de
10 km de Este a Geste en la Toma 0 en Vilcabamba y un estrechamiento hasta de 5 km en su parte central.
Las altitudes dei fondo presentan una disimetria bastante tangible entre el Este y el Geste. A partir de los
lfmites rfo arriba situados hacia 1.700 m sobre el curso dei rfo Palmira y 2.000 m en el rfo Yangana, stas altitudes
descienden lentamente sobre la orilla oriental hasta 1.600 m al Este de Catamayo, mientras que la bajada es
netamente mas acentuada sobre la orilla occidental: 1.400-1.500 m en la parte central, 1.300 m en su extremo
Noroeste y 1.200 m a la entrada deI rfo Catamayo en su desfiladero rfo abajo, al Suroeste de Catamayo. Esta
disimetria repercute en la disposici6n de la red hidrografica, ubicada sobre la orilla Geste de la depresi6n siguiendo
una direcci6n casi rectilfnea SSE-NNW, marcada por los rfos Palmira-Yangana al Sur, Solanda-Chinguilamaca en la
parte central, Catamayo y luego Guayabal al Norte, hasta el cambio brusco de direcci6n dei rio Catamayo hacia el
WSW.
Se trata tambinaquf de una fosa de hundimiento limitada por notables fallas de direcci6n NNW-SSE. Las
de la orilla oriental son mas continuas y presentan un trazado rectilfneo con excepci6n de un descolgamiento de unos
5 km hacia el Este dei compartimiento Sur a nivel dei trama ENE-WSW en el curso dei rfo Malacatos, que se traduce
por un desplazamiento similar en el dibujo de la cuenca. El borde occidental, fragmentado por accidentes
transversales mas numerosos, presentan un aspecto mas parcelado.
La estructura es relativamente simple. Las capas se inclinan suavemente hacia el ESE, modelando asf una
disposici6n general monoclinal. La parte Norte es volcano-sedimentaria mostrando una pequena aureola externa de
lutitas, limolitas, areniscas y arenas atribuidas a la fonnaci6n Gonzanama; se halla recubierta por los muy extendidos
afloramientos de tobas, aglomerados e intercalaciones de lava tipo Loma Blanca. AI Sur de una falla NE-SW, situada
sobre la quebrada de San Agustfn, que levanta el compartirniento Sur y permite la reaparici6n de toda la serie, afloran,
dei Noroeste hacia el Sureste, los sedimentos Loma Blanca. Estos se hallan superados por dos estrechas capas
arcillosas de la fonnaci6n Trigal, que estan seguidas por las areniscas, Iimolitas y lutitas San Cayetano, y luego
recubiertas por los guijarros mio-pliocenos de tipo Quillolaco, los cuales ocupan las tres cuartas partes dei sector Sur
de esta depresi6n. La tect6nica quebradiza interna es relativamente intensa. Se manifiesta tanto por enderezamientos
acentuados de capas en las formaciones Trigal y San Cayetano; coma por fallas oblicuas N-S que levantan el bloque
oriental y penniten la reaparici6n local de las capas mas antiguas como al Este de Vilcabamba, 0 tambfen accidentes
199
tranversos WNW-ESE y NNE-SSW a ENE-WSW. Se realiz6 asf un compartimiento de esta depresi6n en diferentes
bloques con limites externos desfasados al Geste 0 al Este, cerca de Malacatos por ejemplo. Los pliegues visibles en
la cuenca de Loja parecen estar aquf ausentes.
Los modelados y las altitudes oponen c\aramente las dos partes de este valle en ambos lados dei
estrechamiento central. Los de la parte Norte, se escalonan entre 1.400 y 1.600- 1.700 m, y el punto mas alto se situa
a 1.880 m al Noroeste de Malacatos. Estos corresponden a colinas redondas, de disecci6n entre moderada y fuerte,
donde los desniveles relativos no rebasan jamas los 400 m. Las fonnas de origen estructural estan relativamente bien
marcadas. La mas clara es un abrupto de cuesta con convexidad arientada hacia el Geste, por el cuallas fonnaciones
sedimentarias de la base (Gonzanama y Loma Blanca) dominan, con desniveles de 150 a 300 m, las terrazas aluviales
dei rfo Catamayo al Geste y los glacis al Noroeste. Gtros rasgos estructurales tambin son notables sobre las partes
allas de las colinas, por fonnas monoclinales, poco extendidas pero claras, que asocian un pequei'io abrupto de
desnivel decamtrico con orientaci6n Geste y un fianco estructural con buzamiento suave hacia el Este, resultante de
la valoraci6n diferencial de los estratos aglomeniticos mas cimentados de la fonnaci6n Loma Blanca.
AI Sur dei estrechamiento central, las fonnas son mas marcadas y se escalonan, en promedio entre 1.6001.800 Y 2.000 m, culminando en 2.278 m al Sureste de Vilcabamba. Son tres los hechos que contribuyen a explicar
esta exageraci6n de las fonnas deI relieve.
Primero, la posici6n. Esta parte de la cuenca, por estar ubicada rfo arriba de la red hidrogratca, sufri6 una
erosi6n menos acentuada, tanto mas cuanto que el rfo Catamayo, arteria maestra longitudinal de la cuenca Norte,
corre en este lugar parcialmente encajonado en el z6calo Geste, y que la excavaci6n de los sedimentos de la cuenca
es eltrabajo de sus afiuentes dei margen derecho, transversales u oblicuos (rfos Malacatos, Vilcabamba y Yangana).
Segundo, las capas fueron tectonizadas por movimientos quebradizos recientes que las enderezaron
fuertemente.
Tercero, las dos fonnaciones dominantes presentan estratos muy consolidados; aigu nos fueron objeto de
notorias valoraciones por erosi6n diferencial, tanto de la litologfa coma de la estructura. Principalmentc son las capas
de 1uti tas si lfceas bl ancuzcas, intercaladas con diatomitas, que arman las crestas y los visi bles promontorios
monoclinales al Geste de Malacatos (formaci6n San Cayetano), luego estan los espesos estratos de conglomerados y
guijarros torrenciales cimentados de la formaci6n Quillolaco entre Malacatos y Vilcabamba. Sobre elterreno, pero
sobre todo en las fotos areas y en las imagenes de satlite, estos paisajes conservan por todos lados las huellas de su
origen estructural: alineamientos de pequei'ias espigas, crestas meridianas mas 0 menos continuas independientes de
la red aClUal, relieves monoclinales muy parados que asocian abruptos orientados al Geste y pianos estructurales
inclinados hacia el Este, pequei'ios escarpamientos y continuos resaltos sobre las vertientes, etc.
Las fonnas recientes de acumulaci6n estan poco representapas. Se trata, por una parte de los depositos
aluviales arenosos a areno-guijarrosos en los estrechos valles alrededor de Malacatos y Vilcabamba cerca de 1.550 m
o dei rfo Yangana, jalonados par algunos jirones de terrazas guijarrosas suspendidas que se empalman con pequei'ios
conos de deyecci6n. Por otra lado, son los grandes deslizamienlOs y desprendimientos de terreno, hoy en dfa en su
mayor parte estabilizados, los que afectaron las vertientes en las formaclOnes guijarrosas y conglomeraticas, en
aquella poca inestables a consecuencia de la excavaci6n de la red hidragrafica. El conJunto de las formas experiment6 un posterior e intenso escurrimiento concentrado y por 10 que hoy se ven, local mente, lindas formas de diseccion de tipo "lavaka" 0 "cheminea de hada".
La unidad 236 corresponde a una variante de la unidad precedente, bajo condiciones entre muy secas y aridas. Se
caracteriza por suelos adaptados a estas caracterfsticas climaticas; guijarrosos, muy poco espesos y
que presentan en particular un contenido en materia organica, siempre inferior al 1 %.
Esta incluye par una parte los dos sectores deI valle deI Catamayo, al Geste de Malacatos 0 al Sur de
Catamayo, en posici6n de admirable abrigo detras de la vertiente occidental dei valle.
Tambin se compone de la depresi6n dei rfo Playas que, en posici6n central, constituye un ejempto original
en las cuencas de la Sierra austral. Esta es la mas pequei'ia de las depresiones, con 20 km dei Este al Geste sobre un
maximo de 8 km de Norte a Sur en su parte oriental. Sus altitudes son relativamente homogneas con un fonda entre
900-950 m en la parte rfo abajo al Sur (el rfo PJayas se escapa de esta depresi6n por una garganta, situada a 880 m)
y 1.050-1.100 m en la parte Norte. Sus Ifmites se levantan hacia su extremidad occidemal (1.200 m en El Lim6n),
pero sobre todo al Este donde alcanza 1.250 m en las cercanfas de Catacocha y hasta 1.800-2.000 m en el bloque
fallado al Geste de Veracruz.
Esta depresi6n es interpretada coma una fosa tect6nica alargada en el sentido WSE-ENE; es una cuenca en
200
angulo de falla con un hundimiento diferencial, bien marcado hacia el Norte, donde se tenTna contra las formaciones
volcnicas Celica mediante una falla muy clara llamada "Falla Rio Playas".
Los buzamientos de la sedimentaci6n son generalmente moderados y arientados hacia el Norte; una cierta
valoraci6n de los contrastes de dureza entre estratos se realiz6 y hoy esta subrayada por los pequenos relieves
monoclinales (bancos rocosos, pequenas cuestas, algunas espigas) inclinados hacia el Noroeste y el Noreste, sobre
todo bien visibles en el rinc6n Noreste. Lo mismo sucede con las intercalaciones vo!canicas mas potentes que annan
una pequena cuesta situada al Norte de la quebrada Macanchanima.
En la proximidad dei abrupto Norte, yace una cobertura de dep6sitos de conos de deyecci6n que se
transfonnan en glacis con una superficie suavemente ondulada, cubierta por esparcimientos de mater:iales arenogravillosos finos con guijarros y bloques decimtricos.
Una de las caracteristicas principales de esta depresi6n es tambin la existencia de fen6menos de erosi6n
reciente y actual particularrnente extensos y completos.
- Sobre el contorno Norte y Este de la cuenca, en el contacta con las vertientes circundantes, se extienden
grandes conjuntos de conos de deyecci6n-glacis de esparcimiento coalescentes. Por 10 menos dos generaciones han
sido evidenciadas; los mas elevados, en vfa de disecci6n, se presentan en fonna de jirones con cimas redondeadas
subiguales enlazandose con los dep6sitos de vertientes y parecen prolongarse par media de los testigos esparcidos
alrededor de Catarnayo. Casi siempre endurecidos, son de un color rojizo.
En posici6n inferior se extienden extensos conos de deyecci6n, localizados en la desembocadura de las
principales entalladuras y evolucionando superficialmente en glacis, con un suave y tfpico perfil c6ncavo de 5 a 8 %
pero que puede alcanzar localmente el 10-15 %. Estos se unen gradualmente con el reciente relie no aluvial arenoso
dei rio Catamayo, cuyo origen es una presa de contensi6n ocasionada par una reactivaci6n tect6nica reciente en la
entrada dei desfiladero rfo abajo dei rfo Catamayo.
Un perfil tfpico muestra la siguiente superposici6n
- 0-5 cm: Areno-limoso, un poco de arcilla, caf, lixiviado.
201
- Los testigos encaramados en los alrededores de Catamayo constituyen los ejemplos mas palpables de
estos fen6menos, similares a los que fueron estudiados en el desfiladero de los rfos Le6n y Jubones. Se trata de jirones
alargados, con una cima aplanada, con inclinaci6n de 3 a 5 %, de algunas decenas de metros de ancho, y de los cuales
los mas significativos dominan la ciudad, de unos diez - quince metros, al Sureste.
Un perfil tfpico en esta generaci6n muestra la sucesi6n siguiente:
- 30 cm de un horizonte paraJelo a la topograffa actual, de caf obscuro a ligeramente rojizo, de arenoso fino
a areno-arcilloso conteniendo 30 % de guijarros (metam6rficos dominantes) de 1 a 5 cm de diametro.
- de 30 a 65 cm de un horizon te de rajo vivo a caf-rojizo, de arcilloso a arcillo-arenoso, ligeramente
endurecido, y conteniendo 50 % de guijarros de 1 a 3 cm de diametro (maximo 20 cm). Paralelo al precedente, el
horizon te esta discordante sobre el dep6sito inferior, el mismo que ste abarranca.
- Mas de 150 cm de un dep6sito, claramente inclinado, de 6 a 8 %, hacia el Oeste y mostrando una
alternancia de capas sobrepuestas de 1 a 5 decfmetros de espesor, compuestas por una matriz de arena entre fina y
media y guijarros angulosos dispersos. Algunas variaciones son significativas segun las capas de esta sobreposici6n:
arena media, de blancuzca a beige, conteniendo aIgu nos guijarros / arcilla beige con revestimientos caJcreos 0
negruzcos / de arcilla a arcillo-arenosa gris-negruzca / arena gruesa con guijarros de 1 a 5 cm de diametro / arenoconglomeratica con guijarros dominantes de 1 a 10 cm, metam6rficos, no redondeados y no clasificados.
- 50 cm de un banco arcillo-arenoso, rubificado caf-rojizo y ferruginoso, compacto, concordante con la
sedimentaci6n precedente.
Esta sucesi6n, aunque incompleta, muestra una evoJuci6n relativamente compJeja. Esta compuesta,
primero, por una fase de dep6sitas que se ferruginizaron para luego ser abarrancados durante un perfodo de erosi6n,
seguido, por otro dep6sita, discordante, endurecido y finalmente recubierto por un horizonte con una evoluci6n
pedol6gica subactual. Pertenecen todos al grupo fersialftico, con minerales 21! dOITnantes, pero en el harizonte
feruginoso enterrado aparecen trazas de mineraI es mas evolucionados, de tipo 1/1, caracterfsticos dei ambiente
ferralftico.
Los suelos son pedregosos, fersialfticos, rojizos, mas 0 menos endurecidos.
Como en el casa de los dep6sitos semejantes que jalonan el rfo Jubones, las caracterfsticas de alteraci6n,
textura, color y ferruginizaci6n indican dep6sitos heredados de perfodos mas humedos, con estaciones alternadas y
contrastadas, condiciones climaticas muy diferentes a las actuales que no pueden permitir tales alteraciones.
La existencia misma de estas formaciones implica, en el perfodo de deposito, un escurrimiento hfdrico
generalizado, en los piedemontes. Es tentador asociarlo a un perfodo de deshielo, posterior a un episodio de
enhielamiento 0 de nivaci6n en las partes superiores de los relieves. Este calentamiento deI clima, pudo
probablemente haber provocado su ferruginizaci6n y endurecimiento contemporaneos al perfodo de dep6sito.
La dataci6n de estos episodios sigue siendo incierta. La posici6n topografica sobrealzada de unos diez a
quince metros por arriba dei pise de la cuenca, implica que estos testigos sean bastante antiguos, anteriores a una 0 a
mas fases importantes de disecci6n. La siITlitud de aspecto con las alteraciones heredadas de los niveles superiores,
incita a establecer una correlaci6n con estos ultimos. Esto implica que la sierra austral habfa sido excavada en sus
grandes lfneas (y hasta muy bajas altitudes) en el momento de la elaboraci6n de las alteritas cimeras, 10 que
contradice en parte la existencia de una superficie de erosi6n alta. Otros testigos de glacis 0 de alteraciones similares
fueron observados en diversos fondos de valles, como en la cuenca deI rfo Play as por ejemplo; y en la zona de
Zapotillo, a s610 200 m de altitud, en la proximidad de los paisajes seIT-desrticos deI Peru.
Por otra parte, como estas dep6sitos provienen, par 10 menos parcialmente, de la removilizaci6n de las
formaciones ferralfticas superiores heredadas (como 10 demuestran las coberturas sobre la vertiente oriental de la
depresi6n), es normal que Ileven las marcas de esta herencia y que presenten ciertas caracterfsticas de la evoluci6n
anterior. Recordemos que una fase interglacis, fue fechada en 8.900 afios B.P. cerca de Catacocha (A.Winckell, C.
Zebrowski et al, 1994, en prensa), poca que aquf nos parece, muy (i,demasiado?) reciente.
202
Morfodintim:a actuai
La morfodinamica actual que afecta la Sierra austral se estratifica segun una zonificaci6n similar y
aproximada a los diferentes reglmenes climaticos.
Los modelados cimeros (un;dad 194) Y las vert;entes sUDer;ores (un;dades 195 v 1961 son los menos
afectados par la morfodinarnica actual. Hemos ya anotado la existencia, sobre estos paisajes, de una intensa paleomorfodinarnica par gravedad y masa, que dej6 huellas en las formas (anfiteatros, nichos de arrancamiento, perfil
aborregado de las vertientes) y en las forrnaciones superficiales (deslizamientos, lupas de solifluxi6n, convoyes de
bloques). Estas herencias de un perfodo mas humedo, estan hoy total mente recolonizadas por la vegetaci6n y
generalmente estabilizadas. Son, sin embargo, objeto de algunas removilizaciones, sea bajo pastizales cuando una
sobrecarga de ganado provoca asentamientos y micro-deslizamientos por pisoteo, despus de importantes perfodos
J1uviosos que empapan el sustrato, por ejemplo, 0 sea cuando obras de infraestructura vial recortan tales dep6sitos,
creando asf condiciones de inestabilidad como a 10 largo de la carretera Alamor-Celica. Estos arrancamientos estan
claramente subrayados en los paisajes por la aparici6n de manchas rojizas cuando afectan alteritas ferralfticas
heredadas 0 caf-amariJ1entas a blanquecinas cuando se trata de forrnaciones superficiales actuales.
203
La dinamica actual se limita a una red anastomozada de formas en pies de vaca, terracetas y a pequei'ias
gradas provocadas por el pisoteo dei ganado perpendicularmenle a la pendienle. Se acompai'ian de un escurrimiento
difuso superficial, localizado y poco activo, pero que puede concentrarse y cavar rapidamente incisiones de
decimtricas a mtricas cuando se abre un desgarr6n. El escurrimiento superficial es un poco mas activo sobre los
testigos de glacis localizados en los rebordes, cerca de Catacocha 0 Cariarnanga por ejemplo, donde una ablaci6n
selecliva de los elemenlos finos provoca la e1aboraci6n de superficies de gravillas.
Los fen6menos aClualmenle ms activos afeclan los modelados granilicos de los alrededores de San Lucas
(unidad 198), donde las pOlenles alterilas arenosas son objeto, coma en las vertientes extemas de la Sierra, de un
intenso decapado y de una disecci6n en paisajes excavados de bad-lands. Decapado y disecci6n que provocan
dep6sitos correlativos en las hondonadas y lechos fluviales, a menudo con uso agricola, que los rios actuales se
revelan incapaces de "Iimpiarlas". Los trabajos realizados en 1986, para el mejoramienlo dei eje vial Loja-Saraguro,
contribuyeron a acelerar localmente este fen6meno. Se trata de zonas fragiles. A todo aprovechamiento deben
accompai'iarse medidas adecuadas de protecci6n si se quiere reducir al minimo los riesgos de escurrimiento
superficial.
El contraste es muy marcado al enrrar en el media de las vertientes internas de los valtes v uencas. Los
paisajes aquf se asemejan a los muy erosionados, ya estudiados, deI valle dei rio Jubones, de la depresi6n alrededor
de Portovelo 0 de los contrafuertes suroccidentales. Tres factores perrniten explicar el desencadenarniento de los
fen6menos de erosi6n que aparecen en el limite superior de este piso y se extienden hacia abajo.
- Los regfmenes climticos son aqui mucha ms desfavorables, de secos a muy secos mientras se baja; se
traducen por una cobertura vegetal a menudo discontinua y por ende poco protectora.
- Los modelados de los flanc os de estas entalladuras, resultantes de los procesos de encajonamiento de la red
fluvial, son generalmente de fuertes a muy fuertes y las pendientes globalmente superiores a 40-50%.
- La uLilizaci6n agrfcola aClual esta muy desarrollada; y se halla representada en las partes inferiores por la
clsica policultura andina a base de mafz y otros cultivos que cubren insuficientemente el suelo, dejandolo desnudo
en la temporada de lluvias Por otra parte, la vegetaci6n natural leflosa abierta de las partes inferiores esta
parcialmente destruida por ser lugar de transito para el ganado ovino, capri no y bovino, y no aporta a los suelos la
indispensable protecci6n contra los procesos de escurrimiento.
Los efectos deI escurrimienlo muestran una marcada zonificaci6n. Comienzan en la parte superior por una
ablaci6n laminar superficial (unidades 197 y J 99) que es rapidamente reemplazada por una densa red de incisiones
paralelas con formas en V: surcos, quebradillas y barrancos mtricos (unidades 210 y 211). Los sue los de las
vertientes muestran su caracteristico aspecto anubarrado y marrnoJeado, con tonalidades rojizas, caf 0 arnarillentas
segun la composici6n de las forrnaciones superficiales: sean estas aJtritas herededas, actuales 0 afectadas por un
decapado total.
Los paisajes de la parte inferior (unidades 227 y 228), bajo un rgimen climtico muy seco, han sufrido una
degradaci6n mayor por decapado casi generalizado de las forrnaciones superficiales sobre los interfluvios y la
cavadura de un tfpico modelado de disecci6n longitudinal en barrancos y quebradas decarntricas. Las forrnaciones
arenosas, pedregosas y rocosas de los sustratos constituyen los afloramienlos dominantes. Toda agricultura es
dfficilmente viable en semejantes condiciones climticas y edficas.
La cuenca de Loja (unidad 232), que goza de un rgimen climtico mas humedo, y las vertientes
occidenlales del valle dei rio Pindo (unidad 210), cubiertos por suelos mas arci llosos, en parte heredados, son
afectadas por una dinmica mas compleja asociando escurrimientos y pequeflos movimienlos en masa. Se trata de la
reactivaci6n de una dinamica antigua de pequeflos asentamientos, seguidos de hundimientos y luego de
deslizamientos, cuyas cicatrices son muy visibles en el paisaje: vertientes con perfiles escalonados y gradas
intermedias, 0 aborregados por nichos y lupas de solifluxi6n. Los desgarrones constituyen luego el punto de
concentraci6n de los escurrimientos superficiales y el lugar de desencadenamienlo de las pequeflas incisiones
lineares en surcos y carcavas.
Los paisajes desarrollados sobre substrato granftico (de arriba hasta abajo las unidades 199, 2 J J Y 228)
merecen una alenci6n especial, en relaci6n con la extrema sensibilidad de las arenas graniticas a todos los procesos
de escurrimiento superficial. Sensibilidad aun mas acentuada por la presencia, sobre estas alteritas granfticas, de una
vegetaci6n muy abierta, verosimilmente en relaci6n con las condiciones de sequfa edafica debido a la fuerte
perrneabilidad de estas mantos arenosos y a su dficit de reservas hidricas durante la estaci6n seca. Los desgarrones
son numerosos y uniforrnemente repartidos, rapidamente seguidos por un escurrimiento cuyos efectos atestiguan de
su eficiencia, por ejemplo, a 10 largo dei valle dei rfo Catarnayo cuando cruza el bat6lilo de Tangula, donde ciertas
facies de disecci6n consLituyen bad-lands bien desarrollados.
204
Como en el casa dei Valle deI rfo Le6n-Jubones. el papel de los faclOres naturales y de la herencia
morfogentica es evidente en el desarrollo y la extensi6n de los fen6menos morfodinamicos actuales: pendientes
fuertes con grandes desniveles. climas de secos a muy secos con violentos aguaceros, cobertura vegetal
insuficientemente protectora, formaciones superficiales y suelos poco coherentes, etc. La existencia de testigos de
glacis escalonados en estos flancos atestigua de la antigedad y permanencia de este tipo de dinamica a diversos
estados de la evoluci6n morfogentica.
Por otra parte, es tambin cierto que esta degradaci6n es parcialmente de origen antr6pico. Estas vertientes
lIevan por todas partes las huellas de una sobre-utilizac6n pastoral: caminos coalescentes generalizados de transito
dei ganado, pies de vacas y teracetas dando origen a pequenos asentamientos. luego desgarrones y
desmoronamientos reactivados por erosi6n hfdrica. Numerosas vertientes muestran tambin parce las agrfcolas
abandon ad as, despus de haber sido completamente decapadas de sus sue los 0 ce bradas por une densa red de
carcavas y barrancos paralelos que hacen imposibJe toda explotaci6n. La observaci6n de las practicas culturales
actuales pennite poner en evidencia fen6menos activos de escurrimiento difuso y concentrado, cuya intensidad se
incrementa con el aumento de la pendiente. la textura arenosa dominante de los suelos y las asociaciones culturales
a base de maiz. Estas asociaciones no aportan una protecci6n significativa al suelo, dejandolo desnudo frente al
desencadenaIlento de la temporada de lIuvias que marca el comienzo deI cielo agrfcola. Es entonces probable que
semejantes practicas durante el perfodo hist6rico y reciente hayan contribuido significativamente al decapado
generalizado.
Estos procesos revisten un aspecto muy dramatico porque se desencadenan sobre un stock de alteritas, a
menudo heredadas, que no podran renovarse bajo las condiciones climaticas aclUales. Si medidas de recuperaci6n
parecen ut6picas en los sectores total mente "raspados" de la depresi6n de Portovelo sobre el alto valle dei rfo
Puyango. sobre todas los vertientes dei valle deI rfo Catamayo, dei rfo Calvas aguas arriba de Macara 0 en el valle dei
Pindo, convendrfa tomar medidas adecuadas (control dei paso dei ganado. utilizaci6n de plantas de cobertura
asociadas con el maiz, etc.) para proteger de la ablaci6n 10 que resta de suelos y formaciones superficiales en los
sectores todavfa preservados.
Los mOdelados de los rondos de yalles y pisos de cuencas {unidades 235 y 2361 muestran resultados todavfa
mas avanzados de esta morfodinamica. Los paisajes minerales, estriles, en la cuenca dei rio Playas 0 en el valle dei
rfo Catamayo. aguas arriba de Catamayo, presentan local mente aspectos de desolaci6n que no es costumbre
encontrar en el medio interandino dei Ecuador. Tres factores pueden contribuir a explicar esta exageraci6n de los
procesos.
- Las caracterlsticas e1imaticas son mucho mas severas, de muy secas a aridas, con sus consecuencias
negativas sobre la cobertura vegetal, muy abierta e insuficientemente protectora contra los efectos dei escurrimiento
superficial.
- La existencia de formaciones sedimentarias con dominancia detrftica, de areno-pedregosa a
conglomeratica. las cuales bajo estos climas han generado suelos poco espesos, livianos y sin coherencia.
- Practicas agrfcolas "no conservadoras" que asocian la policultura con mafz dominante, la ganaderfa
itinerante sobre las vertientes y la irrigaci6n a proximidad de los nos. Es muy notorio que una practica no controlada
de esta irrigaci6n provoca consecuencias catastr6ficas por ablaci6n de los horizontes superficiales no coherentes,
coma 10 demuestran los dep6sitos terrerros provocados por exceso de riego aguas abajo de las parcelas en curso de
irrigaci6n, ineluso en el caso de cultivos muy tcnificados coma la cana de azucar en Catamayo, Malacatos 0
Vilcabamba.
El resultado global es un "cumplimiento" casi hasta el tnnino de los procesos observados en las bajasvertientes. Por consecuencia deI decapado generalizado, los suelos no afloran mas que muy localmente,
reemplazados par las formaciones sedimentarias dei relleno sobre las cuales se dibuja una red muy densa de cami nos
de ganado, anastomozados y localmente unidos. El paisaje es una asociaci6n de colinas redondas roc osas 0 arenosas,
total mente decapadas en la cuenca dei rfo Playas y recortadas por una densa red de entalladuras con flancos
empinados. de mtricas a decamtricas, paralelas a la pendiente, que se asemejan a los lavakas. El trayecto
Malacatos-Vilcabamba-Yangana permite observar otra facies de paisaje, mas disectada con numerosos rasgos
estructurales, donde afloran en su casi totalidad las fonnaciones pedregosas y conglomeraticas sobre las cuales se
desarrollan, ademas de las numerosas incisiones lineares, muy notables fonnas de erosi6n en "chimineas de hada" de
a1gunos metros de alto.
Escurrimientos difusos y concentrados son siempre muy activos, en detrimento de las formaciones
sedimentarias. Debido a la cobertura vegetal muy dbil, cada aguacero impacta en el modelado de superficie:
arrancamiento y transporte de arenas, cantos y bloques; profundizaci6n de las entalladuras; dep6silOs terreros y
construcci6n de micro-conos de deyecci6n a la salida de todos los canales de escurrimiento. Otras dinamicas
sec und arias han sido observadas: derrumbamiento y bajada por gravedad sobre las vertientes entalladas en las
205
fonnaciones pedregosas inestables y ablaci6n e6lica de los elementos finos entre Malacatos y Vilcabamba.
Los glacis (unidad 237) estan tambin sometidos a un eficiente escurrimiento difuso que elabora en su
superficie un pavimento por ablaci6n selectiva de los elementos finos, en la franja Norte de la Cuenca de Playas y
sobre todo en los alrededores de Catamayo. Aquf, los abruptos externos de los testigos alargados y elevados son
entallados por los escurrimientos epis6dicos en caso de Iluvias y retroceden luego debido a los derrumbamientos en
sus bordes inestables.
S610 quedan relativamente poco afectadas las acumulaciones fluviales que bordean los rfos. Son zonas de
densa utilizaci6n agrfcola y compuestas de aluviones sueltos, de limo-arenosos a Iimo-arcillosos, que deberfan ser
objeto de un aprovechamiento mas conservador y protector. Para contrarrestar los efectos deI escurrimiento en
estaci6n Iluviosa deberfa utilizarse plantas de cobertura y lIevar un estricto control de las practicas de irrigaci6n, tante
artesanales como tcnificadas.
A pesar de mostrar una relativa estabilidad aparente, las bajas-vertientes y los fondos de las entalladuras de
la Sierra austral constituyen, de hecho, un medio morfodinamico muy activo. Es recomendable preservarlos en este
entorno ffsico particularmente degradado y por ende muy ingrato.
Capitulo 2
208
Fig. 1. Relieves y paisajes de la Costa
80
79
C>
78'
"
f
O'
o
o
o
Region noroccidental
3'
80'
'0
50
o
o
79'
ElaboraCl<in A Winckell
La unica excepcion a esta uniformidad esta constituida por el gran cano de esparcimiento dei Rio Mira que
culmina par los 750 m en Alto Tambo al Sureste y se inclina luego hasta 200-300 m al Noreste.
La secunda originalidad de esta region es la existencia de un clima muy humedo, a parte en la franja costanera, con precipitaciones de 1.500 mm al Suroeste de la Tala, en donde un maxima de 4 meses consecuti vos
pueden ser secos, pero con un dficit hidrico anual inferior a 100 mm. Las precipitaciones estan elevadas y bien repartidas; cerca de la costa, las precipitaciones medias anuales se ubican entre 2.000 y 3.000 mm (Barbon 2.155, San
Pedro 2.565), pero aumentan rapidamente segun un gradiente NO-SE hacia las estribaciones de la cordillera, donde
sobrepasan ampliamente los 3.000 mm, pero las series son demasiado fragmentarias para poder proporcionar un
val or maxima (Cayapas 3.495 mm, San Javier 4.155 mm en el periodo 1964-72, E placer 8.215 mm en el periodo
1964-67).
Aparte de la estaci6n de Borbon, no se observan precipitaciones medias mensuales inferiores al 00 mm; el
209
Paisajes
118
1-:-:-:-:1
~
~
Elaboraci6n: A. Winckell
10 Km
NO
SE
Arenas plio-cuaternarias
Dep6sitos litorales actuales
mes de maxima precipitaci6n no esta bien definido y se ubica entre enero y mayo, mientras que el minimo se observa
en noviembre. El numero de dias de lIuvia por ana oscila entre 240 y 280. La humedad relativa dei aire es elevada y
cercana al 90 % durante todo el ano.
En la franja costanera, la insolaci6n alcanza 1.000 haras por ano; no existen datos para las estaciones ubicadas tierra adentro, pero se puede estimar en alrededor de 800 horas por ana; el cORtraste entre la franja costanera y
la parte de adentro tambin puede ser ilustrado por las diferencias de evaporaci6n (Piche) que es de 800 mm-ano en
el primer casa y entre 450 y 600 mm-ano en las demas estaciones.
Las temperaturas medias anuales son homogneas en toda la regi6n y se ubican entre 25,1 oC y 26,5C ; para
una misma estaci6n, la diferencia entre la media mensual mas elevada y la mas baja no alcanza 1C.
Esta uniformidad climatica, al Este de la frnja costanera, ocasiona dos consecuencias:
- sobre la vegetaci6n, cuyo climax es aqui el bosque denso humedo;
- sobre los fen6menos morfopedogenticos, ya que estamos en el campo de la ferralitizaci6n con una meteorizaci6n profunda de todas las rocas deI substrato y la formaci6n de potentes alteritas.
Resumen
- Re/ieves monotonos de cuenca sedimentaria
- Cono de esparcimiento cuaternario
- Clima tropical humedo con estacion seca mu)' corta
- Dominio ferratrtico y seudo-ferratrtico, suelos desaturados profundos
- Medio en proceso de colonizacion
210
211
212
213
una vegetaci6n herbacea halofila discontinua. Representan uno de los estados de la colonizacion posterior de las
zonas de manglares y pueden, por 10 tanto, ser asimilados a los "schorres" de los pantanos litorales templados.
Unidad 118: De los depositos arenosos que estan imbricados espacialmente con las zonas de manglares, solo se indicaron los mas importantes. Por 10 general se presentan bajo la forma de alineamientos mas 0 menos
contInuos, con direccion predominante SO-NE y aparecen en relieves de 2 a 3 m sobre los manglares. Son depositos
marinos IilOrales de arenas con residuos de conchas que removilizan los aportes fluviatiles continentales. Asocian
playas y cordones litorales local mente remodelados en cordones de dunas.
Un estudio detallado de Jos documentas areos mostro varias generaciones, las primeras dibujando una entrada hacia el Este en la latitud de San Lorenzo, las ultimas arcercandose al trazado actual de la costa a la cual aseguran su regularizaci6n. La direcci6n general de los alineamientos, y por 10 tanto de las corrientes litorales, es SONE, con una componente ENE hasta cerca de San Lorenzo y NNE mas alla.
AI Oeste de La Tola, el manglar ya casi no existe; es reemplazado por una suces ion de cordones litorales
arenosos pegados y paralelos sobre unos doce kil6metros de ancho (Fig. 4). La topografla refleja bien este origen y
presenta, en el sentido transversal, una sucesion de ondulaciones de algunos metros hasta unos diez metros asociadas
con hondonadas inundadas, mas estrechas. Estas uitimas pueden presentar local mente una gran extension y constituir
verdaderas marismas internas, como al Sur de La Tola.
Esta disparidad entre las dos orillas deI rIo Santiago, muestra la importancia dei aporte fluviatil. La deriva
litoral, con una direccion general SO-NE, deposita al Oeste dei estuario, sedimentos gruesos provenientes de las
costas rocosas y/a dei rIo Esmeraldas, mientras que al Este se enriquecen relativamente con materiales finos, aportados por los dos Santiago y Onzole que drenan extensas zonas cubiertas con profundas aiteritas arcillosas.
1.1.4. El gran cono de esparcimiento de El Placer (unidades 68, 69, 70, 71)
El contacta "normal" entre los relieves andinos y costaneros por intermedio de una gran vertiente abrupta
esta parcialmente borrado en la zona noroccidental por la existencia de un relieve tabular, Iigeramente inclinado hacia el Noroeste. Este culmina hacia los 750 m en Alto Tambo, pero su superficie cimera baja hasta los 550-600 m
hacia El Placer en donde domina la cuenca por un abrupto digitado. Es justamente la existencia de este relieve la que
permiti6 la implantaci6n de la vIa frrea en este lugar. Estos relieves tabulares en vIa de disecci6n representan
antiguos conos de esparcimiento coalescentes establecidos en la desembocadura de los principales dos con rgi men
torrencial que son los rIos Mira, Lita y Gualpi que drenan la cuenca interandina de Ibarra, (ver Fig. 4).
Estan compuestos por depositos detrlticos y torrenciales gruesos sobre aproximadamente 600 m de espesor.
Fueron recubiertos por proyecciones volcanicas recientes, las cuales, bajo un c1ima cal ido y humedo (4.000 a mas de
6.000 mm de Iluvia), dieron lugar a andosoles perhidratados relativamente arenosos en la parte alta dei cono y mas
limosos en la parte baja.
Unidad 68: Se trata de un paisaje compuesto, que inlegra la superficie cimera y los abruptos circundantes. El nivel
cimero presenta el aspecto de una superficie muy regular, moderadamente disectada en pequenas cimas
redondeadas biconvexas, culmina en Alto Tambo en la salida de la garganta deI rIo Lita y alcanza mas de 800 m en
la desembocadura dei do Mira. Estos conos se reunen luego y la superficie se ensancha rapidamente.
Presenta una orientacion di vergente con estrechas avanzadas hacia la fuente dei rio Santiago al Suroeste 0
hasta El Placer, en donde se termina por los 550-600 m. Pero su mayor extensi6n esta ubicada al Norte; alli, se
conecta con el cono que proviene dei rio Gualpi para formar una amplia superficie de mas de 30 km de ancho que baja
luego suavemenle, encurvandose hacia el Noroeste hasta alcanzar altitudes inferiores a los 100 mal contacto con los
relieves inferiores de la cuenca, hacia Ricaurte y la Frontera colombiana.
La repartici6n actual, resultado de la erosi6n posterior, concuerda con las direcciones de los principales rios,
y corrobora su papel en el modelado de estas formas. Sin embargo, la existencia de testigos digitados hacia el Oeste
y el Suroeste atestiguan una antigua extension mas importante en estas direcciones y la probabilidad de importantes
cambios de curso posteriores a estos depositos.
Esta superficie esta Iimitada por un impresionante abrupto de mas de 200 m de desnivel constituido por una
parte superior subvertical de aproximadamente 50 m, desarrollada sobre areniscas finas y grauwacas, de color entre
pardo oscuro y negruzco, muy consolidadas, que recubren gravas torrenciales con guijarros redondeados, de tamano
decimtrico a mtrico, no alterados, en una matriz arenosa ferruginosa, sobre los cuales el abrupto se suaviza
ligeramente.
214
10 Km
1
tN
1
\
COLOMBIA
"",
C=:::J
c:::::::J
_
c:::::::::::J
c:::::::J
215
Existen testigos encaramados de Ja superficie en diferentes niveles de la parte superior de los abruptos.
Pueden ser jirones hundidos, 0 evidencias locales de aIgu nos niveles secundarios consolidados.
Los actuales ros fluyen en el fondo de impresionantes gargantas con faldas rocosas escarpadas; las mas
importantes alcanzan el nivel deI substrato.
Los andosoJes perhidratados que recubren las superficies tienen un espesor que dismi nuye regularmente dei
Sureste hacia el Noreste. Sobre los abruptos, los suelos son erosionados y coluvionados, y los andosoles colindan con
suelos arcillosos poco profundos, muchas veces pedregosos:
Unidad 69: Son testigos de depositos escalonados mas arriba de los conos, y por 10 general encaramados sobre las
faldas de Jas quebradas de los actuales rios. Algunos presentan una suces ion completa con superficie
cimera y abruptos, otros estan truncados bajo la fonna de jirones encaramados.
Su posicion, hacia el interior de la vertiente andina, favoreclo el mantenimiento de una cobertura mas importante de cenizas volcanicas. Los andosoles perhidratados alcanzan all profundidades de 2 a 3 metros.
Unidades 70 Y 71: AI pie deI abrupto cimero, se extiende un conjunto complejo de colinas y vertientes moderadas,
esencialmente representadas en la parte occidental dei cono, la mas erosionada, entre El Placer y
Ricaurte.
Se desarrollan sobre depositos reJativamente homogneos de areniscas y conglomerados profundamente
meteorizados en arcillas abigarradas y guijarros "fantasmas". Las observaciones de campo muestran que se trata de
sedimentos de la base deI cono, revelados en este lugar por una erosion mas profunda. Presentan por una parte una
facies menos torrencial, y por otra un estado de alteracion muchsimo mas avanzado que solo puede explicarse por
una edad mas antigua que Jos depositos superiores, ademas ubicados en condiciones c1imaticas mas humedas.
La cobertura de cenizas, aqu de poco espesor, ha si do parcialmente despejada par la erosion. Los andosoles perhidratados limosos colindan por 10 tanto con los suelos ferralticos y seudo-ferralticos amarillos, muy desaturados.
216
Fig. 5. La red fluvial de la cuenca de Borb6n
COLOMBIA
[.:-':::'>:::':'.:.J
CJ
c==J
p..........
:o..?j
10 Km
N
1
217
- La unidad 71 cubre las partes inferiores 0 situadas adelante de las anteriores vertientes. Los modelados son
suaves, siendo las pendientes c6ncavas e insensiblemente prolongadas por los relieves subyacentes. Algunos rellanos
localizados jalonan niveles mas consolidados.
Otros ejemplos de esparcimiento de este tipo se encuentran en otras regiones del pafs en donde ocupan
superficies mas extensas (hacia Los Bancos en la regi6n costanera 0 el Puyo en la Amazonfa). Tienen un origen
comun; la edad y su significado geomorfol6gico seran tratados al momento de su presentaci6n.
218
Bajo este clima, de tendencia semihumeda, medianamente agresivo, la desaturacion de los suelos es baja,
pero sensible; las acumulaciones de carbonato de calcio no existen. El proceso de bisialftizacion es general.
Resumen
- Seudocordillera compuesta por altas colinas arcillosas
- Inadaptacion parcial de la red hidrogrdfica
- Clima tropical semi-humedo con estacion seca corla
- Suelos arcillosos moderadamente profundos, con minerales arcillosos 2/1 Y complejo de cambio saturado
- Movimientos de masa y de solifluxion.
219
Unldades 13 v 16: AI Suroeste de Cube, en la orilla Geste deI rio Esmerdldas,las zonas Ilamadas Montafias de Mache
y de Cojimies muestran relieves mas accidentados. Constituyen la terminali6n Nor! de la
cordillera costanera, de la cual son la prolongaci6n baJo la forma de palsajes dlsectados en las grandes losas
monoclinales de la cobertura de areniscas miocenas, culmlOando por los 450-500 m encima de las coJinas arcillosas
subyantes.
Seran tratados en dctalle, con los paisaJes equivaJentes de la cordillera, a los cuales se parecen. Aqui estn
simplemente ms erosionados, con testigos de superficies monoclinales poco c'tendldos en la unidad 13 y lomos
subparalelos con cimas redondeadas en la unidad 16.
220
N
1
01
10Km
1 1
EillJ
E3
..
con una corta es cion eca; lambin esta cubierta por una selva humeda perennifolia de diffcil acceso con excepcion
de la cortadura dei rio Esmeraldas. Por la tanto, la utilizacion agrfcola se limita a la franja Noroeste, con relieve mas
moderado y al valle dei rio Esmeraldas, ocupados par una asociaci6n de bosque y desmontes para pastos, cultivos de
subsistencia y plantaciones de arboricultura tropical bajo sombra. Dos zonas con vocacion mas agrfcola sobresalen
221
222
Fig. 7. Tect6nica y paisajes de Esmeraldas-Muisne
01
10Km
Il
t
N
1
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/)
0
0
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'Y
0
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--
223
Resumen
- Relieves de cuencas y colinas sedimentarias
- Clima tropical humedo con estacion seca
- Suelos arcillosos entre poco y moderadamente profundos, con minerales arcillosos 2/1 y complejo de
cambio saturado
- Fenomenos de solifluxion
224
en donde un pequeno horst levantado provoca la separaci6n con la cuenca de Muisne al Oeste y la avanzada de ]a
Ifnea de costa hacia el Norte.
Los suelos, poco evolucionados debido a su constante rejuvenecimiento, poseen un rgimen de humedad
ustico debido tanto a su falta de profundidad coma al clima seco al cual estan sometidos.
1.3.2. Las colinas costeras de aspecto tabular (unidades 51, 52, 112)
Estan exclusivarnente representadas en el estremo Naroeste de la regi6n, entre Muisne y Galera. DesarroIladas sobre formaciones idnticas a las anteriores, y sobre una estructura sedimentaria monoclinal, s6lo puede tratarse de antiguos niveles de erosi6n mas 0 menos bien conservados. Par analogfa con las observaciones realizadas en
el contorno de las costas dei Ecuador, las hemos interpretado coma testigos encaramados de antiguos nive les de
transgresiones marinas.
Unidad 51. Se trata dei nivel mas alto. Es un conjunto de colin as redondeadas, con vexas, con pendientes fuertes y
cimas subiguales par los 250-300 m que bajan ligeramente hasta 200-250 m hacia el Norte.
Primero se retuvo la hip6tesis de un origen estructural pero no fue confirmada par las observaciones de
campo; ninguna diferenciaci6n de facies esta al origen de este aplanarniento, la superficie parece coincidir con una
sedimentaci6n de buzarniento NNO. Par 10 tanto consideramos la hip6tesis de un nivel de abrasi6n marina, pese a las
altitudes elevadas. Evidentemente se tratarfa de un nivel antiguo cuya superficie, degradada posteriormente, ya s610
se puede identificar por la presencia de cimas subiguales de colinas.
No se pudo reconocer ningun dep6sito, ya que las alteraciones avanzadas no favorecen su identificaci6n en
una regi6n en donde, ademas, las dificultades de penetraci6n vuelven las observaciones diffciles.
Con un rgimen de humedad udico, los suelos son arcillo-limosos, saturados y presentan caracteres m61icos
muy claros.
Unidad 52: Ubicada en regi6n seca, no se trata simplemente de la prolongaci6n de la unidad anterior. Existen dife
rencias significativas :
- las altitudes de la superficie cimera ya s610 alcanzan aquf 70-100 m. Ademas, esta superficie esta mucho
mejor conservada y subsiste todavfa baJo la forma de jirones pianos extendidos, separados por pequenos barrancos
muy estrechos;
- ellfmite Sur esta materializado por un pequeno abrupto mirando al Norte de unos 100 m de mando, que
tiene probablemente un origen tect6nico;
- no se observ6 ningun dep6sito, pero el origen marino parece imponerse. En cuanto a la cronologfa escogida, es diffcil concluir con certeza. El abrupto de origen tect6nico probablemente incita a ver allf una misma
superficie desnivelada par tect6nica, pero la mejor conservaci6n de las formas tambin puede indicar aquf una
elaboraci6n mas reciente que la de la unidad anterior;
- los suelos, desarrollados bajo un clima mas seco tienen un rgimen "ustico" y son menos profundos. Son
suelos pardos arcillosos, cercanos a la neutralidad.
Unidad 112: Ultimo escal6n de esta secuencia, aquf se reconocieron verdaderas superficies de abrasi6n con dep6sitos
correlativos sobre una franja de unos 5 km de ancho entre Quinge y Galera. Los trabajos de fotointerpretaci6n y de campo permitieron Identificar una sucesi6n de varios niveles:
- una generacion antigua con formas mas altas, encaramadas entre] 40 Y 160 m al Sur, mostrando afloramientos discontinuos de areniscas y gravas sobre superficies onduladas disecadas;
- formaciones mas recientes mas abajo sobre varios niveles escalonados entre 30 y 120 m al Sur y al Este de
Punta Galera. Las superficies planas bien conservadas estan simplemente disectadas por pequenos barrancos poco
profundos y cubiertas por dep6sitos arenosos, mas 0 menos consolidados, intercalados con piedras y residuos de
conchas.
Los suelos desarrollados sobre los dep6sitos finos encaramados de las superficies son planosoles con caracteres vrticos de profundidad, mientras que los de las entalladuras mas recientes, en los materiales dei substrato,
son suelos pardos arciliosos.
Es probable que el conjunto de las unidades 56, 57 Y ]]4 provenga dei rnismo origen marino, siendo las
unidades 56 y 57 simplemente los testigos de episodios mas antiguos y/a cubiertos por dep6sitos mas delgados que
no fueron conservados.
225
226
Fig. 8. Los deposilos lilorales de Muisne-Cojimies
--
L:....:-J
o -
de segunda generaci6n
~
_
- de cuarta generaci6n
Manglares y salitrales
o
1
5
1
10 Km
1
227
Unidad 114: Son pequenas colinas y ondulaciones suaves de unos veinte metros de alto con cimas subiguales lIuncadas que constituyen el pedunculo de la pennsula de Cojimes. Se desarrollan sobre arenas mas 0
menos eementadas, con alternancias de lentes de guijarros y de piedras, que prosiguen hacia cl Sur hasta el contaclO
con la cordillera, en donde fosilizan relieves subyacentes.
Se trata aqui de otro jir6n de dep6sitos marinos antiguos (Lplio-cuatemarios?) levantado . Pero contrariamente a los anteriores que presentan suelos con textura unifonnemente arenosa, estos dep6 itos dan Jugar a suelos
arcillo-arenosos fuertemente "planosolizados" y basicos.
228
2.1. LA
ORDILLERA COSTANERO
La cordillera costanera es el elemenlo mayor que estructura el relieve de la costa dei Ecuador y la recorre en
toda su parte central. Aparece al Norte, sobre la orilla izquierda dei rio Esmeraldas, por Viche, y forma un macizo
estrecho rectilineo con direcci6n NNE-SSO que prosigue hasta el Norte de Bahia de Caniquez. Inexistente en la parte
central de la costa entre Bahia y Portoviejo, reaparece luego al Sur de Montecristi para alcanzar sus mayores dimensiones despus de Jipijapa: 40 km de Este a Oeste y 830 m de altitud (punto culminante de los relieves costaneras) en donde se encurva netamente hacia el Este dibujando un arco que baja y desaparece por Guayaquil.
Se desarrolla sobre diferentes formaciones dei basamento cuya influencia se lraduce claramente en la repartici6n de las formas deI relieve. A los afloramientos dei coraz6n volcanico y volcano-sedimentario, corresponden los
relie es mas altos, macizos 0 disectados, mientras que sobre los diferentes estratos de la cobertura sedimentaria
superior se desarrollan series de relieves monoclinales mas 0 menos erguidos seglin sus buzamientos estructurales y
asociando por 10 general superfcies estructurales con modelados suaves, abruptes y zonas fuertemente disectadas.
La asociaci6n de estos dos tipos de modelados explica la disimetria marcada de la cordillera meridional con una falda
Sur, bien disectada y con una pendiente empinada, y una vertiente Noreste con una sucesi6n de relieves monoclinales
suavemente inclinados que se hunden bajo los modelados sedimentarios mas recientes.
Sobre toda su extensi6n, se trata de una verdadera barrera de aspecto compacto, dificiJ de atravezar como)o
atestigua la ausencia de un eje importante de comunicaciones.
Resumen
- Cordillera costanera
- Relieves volctinicos y volcano-sedimentarios
- Relieves sedimentarios estructurales de cuestas y espigas
229
230
Fig. 9. Tect6nica y litologa de la cordillera costera norte
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1
01
10 Km
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Cordillera volcnica
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c=J
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Pedernales
R. Mongoya
Convento
presentan las mismas caracterfsticas en cuanto a su estructura maciza. Se desarrollan sobre la cobenura volcanosedimentaria dei complejo volcanico (formaci6n Cayo, cretacico superior) y numerosas formas se heredaron de las
diferenciaciones deI substrato: areniscas, grauwackas, arcillas silicificadas (chens), intercaladas con lavas y pillowslavas.
Asf, en la parte sur, la disecci6n evidenci6 superficies monoclinales y frentes de espigas, desarrollados so-
231
Il
la Km.
1
N
1
rnrrm
L-.:.-:.J
bre los estratos mas duros, con buzamiento oeste y apoyados sobre las facies vo1canicas dei basa!llento. En otras
partes, son relieves colinarios moderados, con pendientes rectilfneas pero sin formas estructurales claras.
Las alteraciones son muy variadas, dependiendo por una parte de la zonificaci6n climatica altitudinal, pero
tambin de la repartici6n de las diferentes facies. Sobre las rocas mas alterables coma las-reniscas, se desarrollan
Paisajes
L1anuras
29
63
38
63
33 50
51
78
25
31
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SE
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Arcillas,
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23
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ONO
10
26
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40-41
18
16-17
14 5922
20
22
24
59
90
104
Paisajes
OSO
Corte c
Corte a = en la cordillera de Jama (Norte de Manabi)
Corte b = en la depresi6n de Chone (Centra de Manabi)
Corte c = en la cordillera de Calanche (Sur de Manabi)
10Km
1
233
alteraciones arcillo-limosas mientras que, sobre las facies volcanicas 0 silfceas abundan afloramientos rocosos y
pedregosos. Los suelos siguen siendo, en su conjunto, poco profundos debido a su rejuvenecimiento por erosi6n y por
el clima relativamente seco bajo el cual se forman.
234
235
Las intrusiones granfticas y granodiorticas dt los Cerros de Pascuales al Noreste de Guayaquil estan seiialadas por su tfpico modelado con vertientes arenosas de donde emergen caos de gruesos bloques redondeados.
Estas rocas vo!canicas poseen una resistencia muy grande a la meteorizaci6n; como, ademas, estan localizadas en zonas entre secas y muy secas, s610 llevan alteraciones poco profundas, arcillo-pedregosas, con numerosos
afloramientos de bloques rocosos en superficie.
En este contexto climtico, los enchapados a veces potentes de arcillas abigarradas rojo-violaceas, observados sobre numerosos flancos de estos relieves, s610 pueden ser interpretados coma paleo-alteritas relictas elaboradas
bajo un clima mas humedo que el actual; coma 10 comprobaron ademas observaciones convergentes en paisajes
vecinos.
236
Los modelados dei abrupto Sur reflejan la valorizaci6n de las diferenciaciones litol6gicas y estructurales por
una disecci6n en espigas con caras trapezoidales y fuerte buzamiento sur, sobre los bancos claramente estratificados
de facies silfceas y cherts de la formaci6n Guayaquil. En las partes superiores, por el contrario, son relieves de
disecci6n, fuertes y con vertientes empinadas rectilfneas.
La mayor parte de los altos relieves, estn estos ubicados en posici6n cimera en la cordillera 0 sobre su falda
sur, desempefian un papel de bloqueo de las circulaciones atmosfricas y estan particularmente sometidos a las precipitaciones orograficas y ocultas. De esta forma lIevan alteraciones y suelos con caracteres m6licos relativamente
profundos que colindan con afloramientos rocosos y pedregosos. El rgimen de humedad dei suelo es udico.
Unidades 5. 6 Y7: Recubren relieves que se aparentan a los anteriores pero que estan ubicados en altitudes inferiores,
par 10 general por los 450-500 m. La impresi6n de forma maciza tambin es menor en esta zona,
porque la baja de las altitudes se ve acompafiada por desniveles relativos menos acentuados. Los relieves toman por
10 tanto formas menos vigorosas, las cimas de las colinas son mas redondeadas y las entalladuras mas ensanchadas.
Ademas, ubicadas mas abajo que las anteriores, son zonas mas desfavorecidas que no gozan de las mismas
condiciones de humedad, sus alteraciones son menos profundas y las vertientes rocosas y pedregosas mas extensas.
El rgimen de humedad de los suelos es ustico y los suelos son ligeramente mas basicos que los anteriores.
Las diferenciaciones cartognificas son de orden edafol6gico.
- La unidad 5, concieme una fina franja de relieve entre 400 y 600 m, sobre el contorno de las unidades
anteriores, bajo condiciones climaticas con una estaci6n seca marcada, y sobre un relieve con pendientes fuertes. Los
suelos, con perfil truncado por la erosi6n, son poco evolucionados.
- La unidad 6, caracteriza una parte de la falda norte de la cordillera de Chong6n, con relieve moderado y
altitudes entre 200 y 300 m, bajando suavemente hacia el Norte. Sus suelos, mas profundos, vrticos, tienen su
complejo absorbente saturado y su pH ligeramente basico.
- Por fin, la unidad 7 s610 esta representada en la parte septentrional entre Montecristi y Puerto L6pez.
Reagrupa los dos cerros aislados de Montecristi y Portoviejo, de origen tect6nico en la intersecci6n de dos redes de
fallas: una con direcci6n SSO-NNE a la cual pertenece la falla Jipijapa-Portoviejo asf como la fractura secundaria
Membrillal-Montecristi y la otra con direcci6n E-O, representada aquf por el accidente de Portoviejo-Cabo San
Lorenzo.
Estos dos cerros son bloques basculados cuyas formas disimtricas traducen claramente el origen. Las
altitudes van bajando de Sur a Norte, pero tambin de Este a Oeste a partir de la falla Portoviejo-Jipijapa. La falda
Sur, abrupta, se eleva rapidamente hasta las altitudes mas elevadas, acercandose a los 600 m, de donde los relieves
bajan luego lentamente hacia el Noroeste hasta entrar en contacta con los relieves circundantes de Membrillal 0 de La
Pila.
El substrato esta constituido por el complejo volcano-sedimentario cretaceo, pero tambin incorpora facies
de la cobertura sedimentaria (formaci6n San Mateo, eoceno medio a superior), compuesta por areniscas mas 0 menos
consolidadas, intercaladas con lutitas, arcillas y margas tobaceas reposando sobre un conglomerado basal.
Este conjunto se ha visto afectado por una intensa tect6nica interna que rompi6 la estratificaci6n original.
Sin embargo, subsisten hermosas formas estructurales sobre las faldas Norte: pIanos erguidos, espigas y seudo-cuestas con buzamiento Noroeste.
Ubicados en un entomo climatico entre muy seco y iirido, estos modelados no Ilevan aiteraciones profundas
y los afloramientos rocosos y pedregosos predominan. Los suelos, arcillosos, son vrticos, pero poco profundos.
Presentan un rgimen de humedad aridico, con un pH claramente superior a 7 y abundantes acumulaciones de carbonato de calcio.
237
el Noreste y estan constituidos por superficies entre horizontales y suavemente inclinadas y con Iimitada extensi6n.
Se trata de los testigos de la primera cobertura sedimentaria (formaci6n Angostura, miembro Delicias, oligo-mioceno) compuestos por areniscas y calizas asociados con arenas, brechas y conglomerados. Esta cobertura, horizontal
y luego con suave buzamiento Norte, reposa en discordancia sobre los estratos fuertemente erguidos, con inclinaci6n
Suroeste, dei complejo volcano-sedimentario cretacico. Una fase de erosi6n se intercal6 entre el levantamientobasculamiento de la cordillera y los dep6sitos sedimentarios, es a este episodio que conviene relacionar los modelados ondulados subiguales de la falda norte (ver la unidad 18).
Esta sedimentaci6n se traduce en el relieve por conjuntos estructurales tabulares, sobrepuestos sobre el
substrato volcano-sedimentario subyacente. Las superficies, disectadas segt1n un esquema policonvexo, s610 subsisten bajo la forma de testigos fragmentados, alargados y encaramados. Se terminan por pequenos "abruptos" que
pasan insensiblemente a las grandes vertientes volcano-sedimentarias inferiores. Hacia el Norte, el buzamiento en
direcci6n dei Noroeste se acentt1a gradualmente, y aparecen entonces verdaderas cuestas inclinadas, al Geste de
Pedro Pablo G6mez, localmente fracturadas por una importante tect6nica quebradiza.
Sobre las superficies altas, sometidas a las precipitaciones, se desarrollaron profundas alteraciones arcillosas. Los suelos, muchas veces lixiviados, con un rgimen de humedad t1dico, presentan un hermoso horizonte humlfero, espeso y friable. El complejo absorbente esta siempre saturado.
Las vertientes dei contorno, por 10 general con escaso desnivel, muestran una asociaci6n de afloramientos
pedregosos in situ 0 coluvionados y de suelos poco profundos, con textura mas gruesa. El horizonte humifero, aunque
poco espeso, es generalmente rico en materia organica.
238
men de humedad ustico, mucho menos desarrollados. Son poco evolucionados, mas 0 menos coluvionados y erosionados.
Unidades 13 Y14: Cerca de la terminaci6n Norte de este grupo de relieve, materializado por la falla Jipijapa-El Guanabano, el aumento local de los buzamientos se traduce por una modificaci6n brusca de las formas.
Los pIanos estructurales se inclinan hasta formar localmente verdaderos relieves de espigas fuertemente erguidas hacia el Suroeste. Las superficies estructurales, mejor conservadas, dominan entonces el paisaje y presentan un modelado superficial entre ondulado y moderadamente disectado en colinas con vexas con cimas subiguales. Los abruptos
ocupan comparativamente superfices menores, ubicados en la parte alta de las capas erguidas 0 de ambos lados de
algunas entalladuras consecuentes de las arterias de la red hidrografica, como la deI rio Banchal cerca de Cascol.
Las diferenciaciones entre las dos unidades son de orden edafol6gico.
- La unidad 13, con un clima semi-humedo, presenta todavia una asociaci6n de suelos profundos, lixiviados,
humiferos, sobre las superficies y de suelos poco profundos sobre los abruptos.
- En la unidad 14, bajo un clima seco, los suelos son menos humiferos. Las superficies est<in cubiertas por
sue los arcillosos vrticos medianamente profundos y los abruptos lIevan suelos poco evolucionados de erosi6n.
239
existencia de testigos de una superficie inclinada que recorta la totalidad de los conjuntos de paisajes desarrollados
sobre su falda Norte. Esta superficie de erosi6n toma varios aspectos.
En la parte sur, sobre las cimas de la cordillera, esta representada por ondulaciones suaves con cimas subiguales, planas 0 redondeadas que truncan sin distinci6n todas las diferenciaciones litol6gicas volcanicas y volcanosedimentarias dei substrato. Los desniveles relativos son por 10 general inferiores a 50 m. signo de una buena
conservaci6n. Estos testigos se escalonan entre los 400 m al Sur y los 600 m al Suroeste (en donde estan fosilizados
por la sedimentaci6n miocena bajo la cual se hunden, 10 que atestigua de su anterioridad) y bajan progresivamente
hasta los 200-250 m al Norte.
No pudimos evidenciar dep6sitos correlativos .superficiales. Sin embargo, la presencia, sobre todos estos
testigos, de bloques cuarcfticos con angulos redondeados, prueba la existencia de antiguos dep6sitos de esparcimiento, hoy en dfa casi completarnente decapados. Los suelos, arcillo-pedregosos, son someros y hasta inexistentes.
AI Norte, se prolonga hasta la cercanfa de Pedro Carbo, por un relieve colinado con pendiente suave hacia
el Noreste, cuyas cimas subiguales estan cubiertas por los dep6sitos de un esparcimiento arcillo-pedregoso rojizo.
Este paisaje que no pertenece a los relieves de la cordillera sera tratado mas adelante (unidad 101), pero es evidente
que se trata de un mismo conjunto, heredado de una misma generaci6n de procesos y formas a los cuales conviene
quizas juntar tambin los glacis dei piedemonte sur de la cordillera, cerca de Chong6n.
Los
~lacis cercanos
{unidad 1021
240
Resumen
- Depresiones anticlinal y perifricas excavadas
- Colinas arcillosas entre bajas y moderadas
- Clima tropical entre semihumedo y semidesrtico
- Vertisoles y suelos vrticos con acumulaci6n de carbonato de calcio en las regiones ms secas
- Intensa cutividad agricola diversificada
- Importante morfodiruimica actual: movimientos de masa, escurrimiento, inundaciones.
10 km
N
1
CJ
CJ
CJ
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Manglar
Ejes anticlinales
241
242
243
Los relieves de esta zona son mas acentuados que los de la depresi6n central de Chone y se asemejan mas
bien a los de Jipijapa-Julcuy: altitudes maximas entre 250 y 300 m, colinas medianas con vertientes fuertes generai mente comprendidas entre e! 25 y el 40 % pero que pueden alcanzar el 70 %. Ademas, en numerosos lugares, las
colinas arcillosas estin coronadas por relieves areniscosos, tabulares, monoclinales 0 por simples lomos limitados
por fuertes abruptos rocosos. De esta manera actuan coma una capa protectora de los relieves arcillosos subyacentes
y participan en la exageraci6n de los desniveles.
Unidad 63: Corresponde a los confines Norte de la zona deprimida, a las depresiones aisladas de Convento y de Diez
de Agosto, insertas entre los relieves de los rebordes occidentales y orientales superiores y separadas entre
si por testigos areniscosos. Pese a una posici6n protegida detras de la cordillera de Jama, estas depresiones gozan de
un clima semihumedo con corta estaci6n seca. Las alteraciones son poco profundas y los suelos vrticos, suavemente
acidos, a veces ligeramente lixiviados, presentan algunos caracteres de hidromorffa en profundidad. Pasan
progresivamente a suelos ferruginosos Iixiviados en las zonas mas humedas.
Unidad 64: Prolonga la unidad anterior hasta entrar en contacto con el piso mferior de la depresi6n de Chone, al Sur.
Aquf, los modelados parecen mas "abiertos" debido al alejamiento de los altos relieves de reborde,
distantes de mas de 25 km al Sur.
Abarcando las depresiones de Eloy AI faro y San Isidro, Briceno y Boyaca, esta unidad es una variante de la
anterior pero bajo un clima tropical seco con larga estaci6n seca. Los sue los, vrticos, son netamente mas basicos.
Pero mas que por sus caracteres morfol6gicos propios, estas dos unidades se distinguen de las anteriores
sobre todo por la presencia de una muy importante dinamica actual; ya que las vertientes arcillosas deforestadas y
cubiertas por pastos estan sometidas a numerosos movimientos de masa: solifluxi6n, desgarraduras, deslizamientos,
etc.
Los valles fluviales y sus rebordes fluvio-marinos (unidades 109, 117, 118)
La depresion de Chone-Portoviejo contiene dos de los mas grandes val les costaneros que pueden alcanzar
local mente hasta 6 km de ancho.
AI Sur, el dei rio Portoviejo presenta un trazado relativamente rectilneo, SE-NO, que por 10 tanto, entrecorta ortogonalmente las direcciones estructurales y todos los conjuntos de relieves que de ellas provienen. Su estructura es sencilla: esta compuesta en su casi totalidad por una terraza alta y plana, ubicada entre 6 y 10 m encima deI
curso actual e inundada muy excepcionalmente, durante estaciones lluviosas particularrnente importantes coma las
que estaban relacionadas con el fen6meno dei "Ni no" durante el invierno 1982-1983. Los suelos, limo-arcillosos a
arcillosos, son bsicos y netamente vrticos, ligeramente salados rfo abajo de Rocafuerte.
Desde Santa Ana, hasta el Norte de Portoviejo, una estrecha franja de 500 m de ancho constituida por una
terraza bajajalona el curso actual. Compuesta por aluviones de limo-arenosos a Iimosos, esla lerraza que esla ubicada
a altiludes relativas enlre 2 y 5 mes inundada en cada eSlaci6n lluviosa enlre diciembre y abril; sus suelos son poco
evolucionados.
AI Norte, la disposici6n deI valle de Chone mueslra diferencias bien marcadas (Fig. 13). El nive! superior,
el mas eXlenso, es idntico al deI valle de Portoviejo. Pero los niveles inferiores son mucho mas represenlados y son
sujelos a inundaciones anuales en la eSlacion Iluviosa:
- el primero, que equivale a la lerraza baja de Portoviejo, jalona el Rfo Chone desde Chone y se ensancha en
la conf1uencia de los nos Carrizal y Canulo. Ubicado enlre 1 y 4 m encima deI nivel de las aguas, lleva suelos limosos
poco evolucionados;
- el segundo esta constiluido por extensiones sumergidas: cuencas de decanlacion y de desbordamienlo, antiguos cursos abandonados por enlrecortamienlo de meandros, cubelas deprimidas. Las aguas se eslancan allf duranle
lodo el ano y algunas sirven para la piscicullura. Los sue los son mas arcillosos y por 10 general gleyificados.
Las desembocaduras en el ocano de eslos dos ejes hidrogrficos tambin son muy diferenles: la de
Portoviejo (con un caudal muy empobrecido, es verdad, por la utilizacion de sus aguas para el riego) se tira directamente al oceano en el sena de una costa rectilinea luego de haber atravesado un pequeno cordon de dunas (unidad
118) y una estrecha franja de manglares. Por 10 contrario, el rfo Chone se pierde muy rapidamente al fondo de un
amplio estuario, parcialmente de origen tect6nico, en medio de amplias extensiones de manglares (unidad 117), lugar
de desarrollo actual de la acuacultura de camarones.
244
........
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Pese a su localizaci6n en zonas de clima seco a semiarido, estos vaU es irrigados son la sede de una intensa
actividad horticoJa. La construcci6n de embalses rio arriba (Poza Honda, La Esperanza) contribuye a aumentar las
posibilidades de riego y a disminuir los efectos de las inundaciones de invierno.
245
de franjas rectilneas, de 5 a 15 km de ancho coma maximo hacia Rocafuerte, con orientaci6n SSO-NNE, paralela a
los accidentes tect6nicos regionales.
Estos relieves estan desarrollados sobre facies que han sido geol6gicamente clasificadas en la formaci6n
Tosagua, miembro Villingota 0 Charapot6. Pero esta denominaci6n encierra en realidad un importante cambio litol6gico. La roca dominante pasa a ser una lutita entre beige y blancuzca, finamente estratificada y compactada, tobacea y rica en residuos de diatomeas. Se disgrega en pequefias placas que Iiberan carbonato de calcio por la alteraci6n. La dureza relativa de estas facies, por comparaci6n con las arcillas y lutitas caf-chocolate de la depresi6n se
acompaiia por dos consecuencias sobre la morfologa:
- Los relieves son mas acusados, por 10 general comprendidos entre 200 y 300-350 m, pero pueden subir
hasta los 450 m en las zonas mas altas entre Portoviejo y Jipijapa. en donde las pendientes alcanzan 40 a 70 %.
- La presencia de estratos sedimentarios compactados y que ofrecen cierta resistencia a la alteraci6n, combinada con la influencia de los buzamientos opuestos consecutivos al abombamiento anticlinal de Chone provoca la
aparici6n de afloramientos estructurales sobre las vertientes. Se trata, por 10 general, de resaltos sobre las capas mas
resistentes. proporcionando as a estas vertientes un aspecto irregular con perfil caracterfstico en escalera. Ademas,
son disimtricos: la parte orientada hacia el centro de la depresi6n y que recorta los l'rentes de capas, presenta un
modelado mucho mas acusado que las vertientes orientadas hacia el exterior que se modelan muchas veces sobre el
techo de las capas. con pendientes mas suaves. En algunos sectores, se trata de verdaderos relieves monoclinales con
aristas suavizadas: cuestas con abruptos orientados hacia el centro de la depresi6n y pianos estructurales suavemente
inclinados hacia el exterior al Suroeste de Portoviejo 0 al Sur de Baha de Caraquez. AI Norte de esta ciudad, un
basculamiento local mas acenlUado ocasion6 la formaci6n de pequefias espigas.
La cobertura edafol6gica esta constituida, para las dos unidades, por una asociaci6n de suelos vrticos sobre
las cimas estrechas de las colinas. y por suelos arcillosos pero friables, poco espesos. m61icos sobre las pendientes.
En la unidad 61, ubicada mas al Norte y sometida a un clima tropical con larga estaci6n seca, la lutita, a poca
profundidad, esta cubierla por suelos Iigeramente basicos con poca acumulaci6n de carbonato de calcio.
Los suelos de la unidad 62, mas al Sur bajo un clima semiarido, son mas basicos. Las acumulaciones de
carbonato de calcio son generalizadas y las vertientes estan jalonadas de pequefias placas de lutita no alterada.
S610 mencionaremos aqu las depresiones arcillosas ubicadas al Norte y al Sur de Bahfa de Caraquez
(unidad 59). Verdaderamente atrapadas entre las colinas sobre lutitas calcareas y las mesas destruidas dei reborde occidental, se aparentan genticamente a este ultimo paisaje y seran tratadas conjuntamente.
UT/LIZAC/ON Y EVOLUCION MORFODINAM/CA ACTUAL
Por sus modelados entre suaves y moderados y la presencia de formaciones sedimentarias y aluviales que
generaron suelos arcillosos relativamente espesos. la zona deprimida Chone-Portoviejo constituye una regin propicia para las actividades agrfcolas, bien desarrolladas. Esta intensa ocupaci6n agricola se acompafia muchas veces
por numerosos movimientos de dinarnica actual, hasta sobre los relieves mas moderados.
Toda la parte norte, mas humeda (unidades 63 y 64) asf coma localmente aigu nos paisajes de las unidades
65 y 66, son objeto de una monoexplotaci6n en pastos cultivados en su mayorfa, pero amenudo degradados, con una
carga demasiado importante en cabezas de ganado por hectarea. Las formaciones superficiales se caracterizan por
sue los bien arcillosos, que cubren, por una discontinuidad eslructural marcada. un substrato arcilloso local mente a
poea profundidad. As, acaecen fenmenos de gravedad generalizados, acentuados ademas por climas cada vez mas
humedos a medida de que nos dirigimos hacia el Norte.
En cuanto las pendientes alcanzan 40 %. la mayora de las vertientes llevan las huellas de esta actividad:
vertientes aborregadas, pies de vaca y terracetas, pero tambin golpes de cuchara, desgarraduras, lupas de solifluxi6n
y hasta deslizarnientos y decapados generalizados de las vertientes mas fuertes, sobre todo por Eloy Alfaro y San
Isidro.
.
Se trata aqu de un medio particulannente favorable al acaecimiento de este tipo de fen6menos como 10
muestran las vertientes con perfiles irregulares anteriormente afectadas por deslizamientos, hoy en da estabilizadas
por reconqusta de la vegetaci6n. Sin embargo. estos procesos se ven favorecidos, y amplificados por la explotaci6n
pastoral actual y exigen la rapida toma de medidas de conservaci6n, si no se qUlhe asistir en los futuros decenios a
un decapado generalizado por deslizamiento . .Ademas este ultimo se ve asociado con un escurrimiento de estacin
Iluviosa en cuanto se abre una brecha en la cobertura herbacea.
La parte central (unidades 63 y 64), mas agrcola, esta sometida desde hace aigu nos afios, a un intenso escurrimiento difuso y concentrado. En efecto, la extensi6n de los cultivos de zona seca (maiz, algod6n, man, etc.)
sobre las colinas, se ve acompafiada por la desaparici6n de la cobertura vegetal que aseguraba la protecci6n de los
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suelos. ASI, durante la estaci6n lIuviosa (diciembre a abri!) que corresponde a la ep6ca de las siembras y de las
primeras fases de crecimiento, los suelos estan en su mayoria desnudos y sin protecci6n durante los aguaceros de
fuerte intensidad. El escurrimiento se produce muy rapidamente sobre estos suelos arcillosos, provoca en primer
lugar un decapado laminar y luego se concentra rapidamente y no resulta extraordinario ver formarse garras, grietas,
surcos y torrenteras de Jas cuales algunas alcanzan el metro de profundidad durante un s6lo aguacero. Aquf tambin,
la utilizaci6n de plantas para cubrir el suelo resulta indispensable para evitar un decapado generalizado de la cobertura edafol6gica. Estos fen6menos han sido recientemente amplificados por la extensi6n de las superficies sembradas
por Rocafuerte, Tosagua 0 Calcela por ejemplo. El riego en proceso de desarroll0 debera tambin ser manejado con
todas las precauciones indispensables para no lIegar a la aceleraci6n deI desencadenamiento de estos procesos.
Por fin, tenemos que afiadir las inundaciones anuales de estaciones lIuviosas sufridas por los niveles inferiores de los valles en donde esta localizado un intenso cultivo hortfcola bajo riego.
S610 las colinas calcareas (unidades 61 y 62) se ven relativamente protegidas, pero constituyen un medio
bastante desfavorable, todavla poco valorizado y en donde la vegetaci6n natural arbusliva y arb6rea con ceibos asegura todavla una protecci6n suficiente.
Resumen
- Cuestas areniscosas
- Relieves monoclinales arcillosos muy disectados
- Clima tropical semihtimedo con estacion seca corta
- Suelos arcillosos moderadamente profundos con complejo de cambio saturado, transicion a suelos pardos
y fersialiticos
- Movimientos de masa localizados
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248
inmediatamente al este. Esta superficie estructural, que es una de las mejor conservadas de todos los relieves
costaneros, se mantiene bajo la forma de un verdadero piano inclinado unicamente entallado localmente par pequenos valles con perfil en V. Esta fragmentada por varias gargantas en forma de canones con faldas empinadas,
ocupadas por los valles "obsecuentes", que son los rios Junfn, Carrizal, Grande y Mosquito.
La disposici6n de la red hidrogrMica en esta regi6n, es notable, con una Ifnea de demarcaci6n de las aguas
muy desviada hacia el este, y una dominancia dei drenaje hacia el oeste, es decir en sentido contrario al buzamiento.
Probablemente se explica por un fen6meno de antecedencia. La red primitiva, repartida entre las cuencas dei rfo
Chone al oeste y la deI Daule-Peripa al este, se estableci6 con anterioridad al abombamiento anticlinal de Chone.
Luego compens6 el levantamiento y el basculamiento de la parte occidental, encajomlndose en profundas
entalladuras y guardando su direcci6n hacia el oeste, en sentido contrario a los buzamientos estructurales.
Estos paisajes se prolongan hasta el Norte de Ricaurte por una fina franja que desaparece hundindose bajo
los relieves arcillosos mas recientes.
La parte norte, desviada hacia el oeste cerca de Eloy Alfaro, constituye la continuaci6n de este relieve: una
franja de unos diez kil6metros de ancho, con diseno rectilfneo y con orientaci6n global mente meridiana. Se compone
de un abrupto de unos 200 m con orientaci6n oeste, con una parte inferiar c6ncava desarrollada sobre lutitas, limolitas
y arcillas arenosas, una parte superior areniscosa, abrupta y un reversa mon6toilO, con pendiente estructural de 15
hacia el ESE. Esta superficie de disecci6n moderada esta conformada por un conjunto de pequenas colinas con vexas
que culminan por los 400-420 m al oeste y bajan suavemente hacia el este, hasta por los 300-340 m.
Mas al norte, se encurva para tomar una direcci6n SO-NE conforme a la de la cordillera, pero guarda caracterfsticas topograficas y morfol6gicas similares. La unica diferencia se relaciona con la desaparici6n de la depresi6n
arcillosa central y su reemplazo por pequenas cubetas aisladas al borde de la cordillera. El ordenamiento de estos
conjuntos se vuelve por 10 tanto un poco mas confuso, ya que, localmente, las cuestas areniscosas se apoyan
directamente sobre la cordillera.
Estas formas monoclinales con buzamiento opuesto aparecen, por 10 tanto, coma directamente heredadas de
la estructura tect6nica y derivadas de las faldas de la b6veda anticlinal de Chone que proporciona a la regi6n dei
Manabf central toda su originalidad.
Los suelos son limo-arcillosos, profundos, con caracteres m6licos.
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250
que en el Sur, se anoto una tendencia actual a la generalizacion y a la acentuacion de esta dinamica en relacion con
la extension de la ganaderfa, tfpico sistema de valorizacion dei Manabf norte. Aquf tambin se imponen urgentes
medidas de conservacion.
1'----
....
11
11
1
.... ~
~
25-26
19 - 20 - 21
"" 23 - 24
_.... ~27
~
28-29-30
___A-A
31
32
Elaboracl6n: A. Winckell
'
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Geomorfol6gicamente, la totalidad de estos paisajes pertenece a un solo grupo de relieve desarrollado sobre
una misma asociacion de forrnaciones geoJogicas, de tipo capa dura cimera sobre capa blanda inferior: un basamento
de arcillas y de limolitas, coronado por un conjunto de sedimentos detrfticos: areniscas, arenas y conglomerados.
Quedaron poco afectados por las manifestaciones recientes de la tect6nica con excepcion de fallas locales y de una
ligera inclinaci6n hacia el exterior que se puede ver sobre todo en la regi6n central, sobre las faldas externas de la
estructura anticlinal de Chone.
La disposici6n y la asociacion de los paisajes entre sf perrnitieron diferenciar tres grandes subregiones:
- el modelado tipo, una mesa cimera coronando, por abruptos, colinas arcillosas subyacentes, bien representado al Sur de una Ifnea Portoviejo-Pichincha,
- la parte Noreste presenta una inclinacion estructural mas marcada hacia el Este y las mesas, bien disectadas, se hunden suavemente en la misma direcci6n,
- la parte occidental es analoga a la anterior pero aquf, buzamiento y declinaci6n de las altitudes estan
orientados hacia el Oeste. Ademas, la superficie cimera esta casi total mente destruida y resulta diffcil reconocerla.
Es notable constatar que esta regionalizacion geomorfol6gica esta en perfeeta concordancia con la estructu ra geol6gica. Las mesas mas cercanas a la horizontal estan ubicadas sobre la plataforrna de Daule, al Sur, en donde
la base de la secuencia terciaria esta comprendida entre 1.000 y 2.000 m. Por 10 contrario, al Norte, en donde el
hundimiento dei z6calo cretacico es maximo y alcanza valores de 3.000 m en El Empalme y hasta 4.000 m en
Quinind (J.W. Baldock, 1982), las estructuras sedimentarias se ven afectadas por buzamientos mas evidentes que
gufan todavfa toda la evoluci6n de la morfologfa actual de superficie.
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- Puede lratarse de un dep6sito posterior a los principales movim.ientos tect6nicos responsables de los levantamientos y basculamientos observados sobre las formaciones mas antiguas, al Geste. Por 10 tante estos ultimos
serian anteriores al mioceno inferior.
- Es solamente el efecto dei alejamiento de estas dep6sitos en relaci6n con los focos tect6nicos que constituyen la cordillera costanera y el anticlinal de Chone. Ubicados en zonas de rebordes, s610 habrlan registrado una
pequena parte de los movimientos producidos.
Estos buzamientos homogneos hacia el Este dan origen a la aparente anomalfa de distribuci6n de la red
fluvial. En efecto, la Ifnea de separaci6n de las cuencas hidrograficas se calca sobre la extrem.idad occidental de las
mesas. A partir de ail!, todas las arterias hidrograficas f1uyen hacia el Este conforme a los buzamientos. Al Norte, los
cauces de los rIos Mongoya y Quinind superior se juntan con el curso Sur-Norte dei rIo Quinind. Asi mismo, al Sur,
los rIos Pescadillo, Plata y Pescado se juntan con el rIo Peripa que fluye de Norte a Sur. Ademas, estas arterias
maestras presentan tambin la particularidad de una localizaci6n bien adaptada, jalonando en numerosos lugares el
contacto entre relieves tabulares terciarios y alla llanura central de esparcimiento.
De la misma manera, es una zona climaticamente sencilla y homogenea. Las precipitaciones medias anuales, en su mayor parte dei orden de 2.000 mm crecen regulannente dei Geste al Este (1.885 en Quinind, 2.500 mm
en Palmeras Unidas) y se reparten en mas de 200 dlas por ano (cifras seguramente subestimadas debido a la presencia
de precipitaciones ocultas de garua y neblinas); el dficit hldrico anual es de 200-250 mm y el numero de meses secos
es solamente de 4-5. La humedad relativa dei aire es de un 90% y la evaporaci6n (Piche) es reducida, alrededor de 500
mm por ano; la temperatura media anual es de unos 24,5C y las temperaturas medias mensuales varlan poco durante
el ano. El sector sur presenta ligeras diferenciaciones: precipitaciones inferiores a 2.000 mm por ano (1.500 mm en
Flavio Alfaro) y temperaturas un poco mas elevadas (temperatura media anual superior a 25C).
Bajo condiciones climticas de tipo tropical semi-humedo, la cobertura edafol6gica, relativamente homognea, corresponde a suelos fersiallticos que representan el estado intermedio de evoluci6n entre los suelos vrticos de las regiones suroccidentaJes y los suelos ferrallticos de las regiones nororientales, ms lluviosas.
Resumen
- Relieves tabulares areniscosos disectados
- Clima tropical semihumedo
- Suelos arcillosos fersialfticos saturados asociados con algunos sue los ferralfticos
- Vegetacionforestal
- Pastos y arboricultura tropicales
- Movimientos de masa localizados.
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consolidada y que contiene una gran cantidad de material de origen volcanico: minerales e inclusiones de proyecciones en n6dulos de tamafio centimtrico. La alla cantidad de hierro de estos diversos componentes contribuy6 asf a
favorecer el proceso de rubefacci6n de estas alteritas. Tenemos aquf un hennoso ejemplo de ruptura de la continuidad de los procesos edafol6gicos en una secuencia climatica, provocada par las variaciones de los materiaJes originales.
Por fin, en la parte superior, se anot6 la presencia de una capa continua de cenizas volcanicas e61icas
provenientes de los volcanes andinos. Estan presentes bajo la fonna de enchapados de unos 50 cm de espesor en la
cima de las crestas en La Crespa pero se espesan rapidamente y alcanzan l,50 a 2 m al entrar en contacto con los
relieves de la alla lIanura central en Maicito. Estas cenizas generaron andosoles desaturados facilmente identificables
por su colar amarillento.
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255
extensa; ya que los desmontes se ven Iimitados por una parte, por las fuertes pendientes y por otra parte por la ausencia de vfas de comunicaciones, con excepci6n dei gran eje de comunicaci6n que constituye la carretera ChoneSanto Domingo.
La valorizaci6n se realiza por 10 generaJ por la implantaci6n de pastos mejorados con Saboya asociados a
una arboricultura tropical (caf, cftricos) ubicada sobre las alturas sometidas a la garua 0 en las hondonadas y vertientes suaves, que guardan una humedad de profundidad.
En estas condiciones los fen6menos de dinamica actual se limitan a movimientos de masa sobre las vertientes mas fuertes 0 en los paisajes ocupados por los pastos. Se observaron dos tipos de fen6menos.
- Movimientos de gravedad: derrumbes, desprendirnientos de paredes rocosas y deslizamientos afectan las
pendientes mas fuertes, los abruptos y cornizas rocosas, aun con cobertura forestal original (parte de las unidades 21,
25,27 Y31).
- Ocurren localmente movimientos de masa sobre la mayorfa de las vertientes arcillosas bajo pastos en
cuanto la pendiente sobrepasa el40 %. Toman la forma de golpes de cuchara, deslizamientos en tablas, nichos y lupas
de solifluxi6n, que se pueden observar sobre todas las unidades repertoriadas, pero que son particularmente sensibles
donde la explotaci6n es mas activa (unidades 21,31 Ya veces 58) cerca de la carretera Chone-EI Carmen. Aqui, la
asociaci6n de un mante de alteritas arcillosas, de fuertes pendientes por una parte y los efectos dei pisoteo bovino por
otra llevan al desencadenarniento de un gran numero de deslizamientos que llegan a afectar la carretera en varios
lugares. Constituyen un riesgo cr6nico de estas regiones, inherente a la presencia de una discontinuidad estructural
bastante marcada entre los suelos, las alteraciones arcillosas y el substrato rocoso. La valorizaci6n de estas zonas no
puede descuidar esta caracterfstica.
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Resumen
- Re/ieves de mesas areniscosas encaramadas
- Bajas vertientes arcil/osas
- C/ima tropical semihumedo
- Sue/os arcil/osos con caracterlsticas mlicas en las mesas encaramadas; suelos arcil/osos, transicin a
suelos pardosfersiaUticos en las vertientes bajas
- Arboricultura tropical y pastos mejorados
- Escurrimiento difuso y concentrado
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son escasas, estrechas y siempre coluvionadas y la red hidrogrfica, muy poco importante, parece indicar la
existencia de una importante infiltraci6n y de una probable circulaci6n subterranea (?).
Por fin, localmente, la superficie se desdobla en varios niveles escalonados, todos disectados y revelando
cada uno de ellos la parte superior de una capa dura. Este tipo de asociaci6n es bastante notable cerca de la terminaci6n suroriental de las mesas en la zona de Noboa, Olmedo, Pueblo Nuevo.
Esta disecci6n muy avanzada dei conjunto de los modelados cimeros debe relacionarse con:
- la relativa alterabilidad de las rocas constitutivas de estos relieves que no se caracterizan por una gran dureza: areniscas bastante friables, conglomerados de cimentaci6n variable intercalados con capas arenosas;
- la existencia de un clima bastante hmedo en donde precipitaciones convencionales y ocultas provocan
una fuerte humedad ambiental favorable a los procesos de alteraci6n rapida;
- y por fin, con la existencia de desniveles relativos importantes, dei orden de 300 m, entre las cimas y las
arterias hidrograficas deI ni vel de base ubicado por los 50-100 m.
La diferenciaci6n en tres unidades tiene un origen edafol6gico.
Unidad 19: Representa la casi totalidad de las superficies cimeras con excepci6n del extremo Sur y de una franja
oriental. Ademas de los caracteres anteriormente mencionados, presenta un dibujo en piano
notablemente festoneado bajo la forma de estrechas franjas sinuosas que constituyen la lnea de demarcaci6n de las
aguas entre las cuencas de los rios Portoviejo y Chone al Oeste y dei Guayas al Este.
Bajo condiciones climaricas semihmedas, las alteraciones de estos substratos arenisco-arenosos, facilmente meteorizables, son relativamente fuertes y alcanzan muchas veces varios metros. Se trata de potentes alteritas
limo-arenosas pardo-amarillentas, mientas que los atloramientos rocosos son casi inexistentes.
Los suelos, arcillosos a arcillo-limosos, son profundos, muchas veces coluvionados. Su horizonte humifero
espeso y el grado de saturaci6n dei complejo absorbente elevado, hacen de ellos suelos con caracteres m6licos.
Unidad 20: Se trata de una unidad con caracteristicas morfol6gicas idnticas a la anterior, pero localizada en clima
seco: la mesa ubicada entre Pajan y El Guanabano al Sur.
Agui, la disecci6n es menos avanzada y el modelado de superficie es mas suavemente ondulado, comprendiendo localmente superficies relativamente planas al Este. La inclinaci6n hacia el Este es particularmente sensible
ya gue la superficie alcanza 350-400 m inmediatamente al Norte de El Guanabano, pero s610 es de 200-250 m en su
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limo-arcillosas se desarrollaron agui y alla en zonas con menor pendiente y contienen siempre un fuerte porcentaje de
elementos gruesos.
Por fin, el abrupto Sur de la mesa de El Guanabano, expuesto a un clima mas seco, presenta una asociaci6n
casi exclusiva de acantilados rocosos y de desprendimientos areno-pedregosos.
Los sue los son siempre poco espesos, areno-limosos, por 10 general coluvionados. El horizon te humifero es
mas clara en los suelos de la regi6n norle, humeda, que en los dei abrupto de la mesa de Guanabano, mas seco.
Situados generalmente por debajo dei eslrato con humedad almosfrica ambiental, estas bajas vertientes
arcillosas estan por 10 general ocupadas por pastos mejorados extensivos. Sin embargo, este substrato arcilloso se ve
tambin afeclado por moviemos de masas, en cuanto la pendiente alcanza el 50 %, cuando estos fen6menos se ven
amplificados por el pisoteo deI ganado.
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vertientes arcillosas, suaves, concavas 0 con niveles intennedios que estan dominadas por los testigos deI entablamiento areniscoso. Pero aqui, la erosion mas avanzada solo dejo restos aislados de las capas cimeras. Estas, bajo la
forma de colinas con vertientes rectilfneas y cimas subiguales, constituyen aSI los testigos de la antigua extension los
niveles estructurales areniscosos de las mesas hacia el Este, hasta el mismo reborde de la lIanura en numerosos
lugares. El retroceso hacia el Oeste, de unos 30 a 40 km en la regi6n de Coli mes puede explicarse en parte por la baja
resistencia relativa (cimentacion y cohesion incompletas) de las facies areniscosas de la parte superior.
Las altitudes de estas colinas areniscosas decrecen de 280-320 m al Oeste, hasta los 180-200 m al Este, siguiendo el decrecimiento general, estructural y de las altitudes. Su parte inferior sobrepasa pocas veces los 50 a 80 m.
Sobre estos paisajes compuestos, alteraciones y suelos muestran una estratificaci6n vertical:
- En la parte superior areniscosa resistente, las pendientes fuertes superiores al 40 %, lIevan alteraciones
limosas, poco potentes, asociadas con afloramienros areniscosos desagregados y arenosos. Los suelos, de poco a
medianamente profundos, tienen caracteres m6licos.
- Abajo, las alteraciones arcillosas medianamente profundas recubren los relieves moderados sobre limolitas y arcillas alterables, con pendientes genera\mente comprendidas entre 12 y 40 %. Los suelos, poco profundos, son
vrticos y ligeramente acidos.
Unidad 59: A proximidad dei contacto con la IJanura, se extiende una aureola de relieves colinarios muy suaves, por
10 general comprendidos entre 40 y 80 m cerca de la Ilanura pero que se elevan progresivamente hasta los
80-100 m al Norte de Pedro Carbo y 200 m en Cascol al pie de la mesa de El Guanabano. Son colinas muy bajas con
vertientes suaves convexo-concavas y cimas rebajadas, anchas y aplanadas. Las pendientes, comprendidas entre el
12 y el 25 %, bajan muy suavemente hasta el contacto con la lIanura, mediante una transici6n poco marcada.
Estan ubicadas en la prolongaci6n hacia el Este de las colinas subyacentes a las mesas, y tambin se desarrollan sobre las arcillas arenosas y limolitas idnticas. Pero aqui no subsiste ningun testigo areniscoso superior. Toda
huella pudo ser borrada por la erosi6n posterior, pero no se ha demostrado que la sedimentaci6n areniscosa haya
tambin cubierto estas zonas perifricas.
Sobre estos relieves mon6tonos, muy suaves, las alteraciones arcillosas a arcillo-limosas son medianamente
profundas, pues el c1ima ya es aqui relativamente seco. Los suelos, saturados y basicos, son vrticos, muchas veces
planosolizados sobre los relieves mas blandos.
Unidad 101: Entre los bajos valles arcillosos y la cordillera costanera al Sur, se extiende un relieve de colinas intermedias al Sur de Pedro Carbo. Estas bajan regulannente desde 120-150 mal contacto con la cordillera
al Suroeste hasta por los 50-70 m en Pedro Carbo e Isidro Ayora al Noreste. Se caracterizan por cimas redondeadas
y ensanchadas, suave mente onduladas, separadas por vertientes fLiertes bordeando las estrechas entalladuras
fluviales.
Pero su particularidad mas importante radica en la existencia, en sus cimas de restos de esparcimientos
arcillo-pedregosos rojizos. Este modelado ondulado prolonga la antigua superficie de esparcimiento que baja progresivamente hacia el Noreste desde la superficie de la cordillera de Chong6n (unidad 18).
Los dep6sitos estan aqui mejor conservados que en el Sur y se presentan bajo la fonna de lentes discontinuas, de arcillosas a arcillo-arenosas rojizas, de 30 a 50 cm de espesor. Contienen una gran cantidad de bloques angulosos y redondeados de areniscas, rocas volcanicas silfceas y cuarzo, de tamano generalmente centimtrico (0,5 a
5 cm) pero que pueden alcanzar 35 a 30 cm. Su porcentaje baja hacia el Noreste, paralelamente al decrecimiento de
las altitudes.
Se debe considerar como los restos de un antiguo glacis de esparcimiento coluvio-aluvial, observado desde
las superficies de erosi6n deI techo de la cordillera costanera hasta el contacto con la llanura. Se trata de un episodio
bastante antiguo:
- s610 subsisten lentes discontinuas en cimas de los relieves preexistentes y una disecci6n de unos 50 m se
realiz6 posterionnente al dep6sito;
- sus caracterlsticas de arcillificacion y rubefacci6n parecen heredadas debido a las condiciones climaticas
actuales relativamente secas; estarlan mas de acuerdo con un clima humedo con estaciones alternadas;
- su tenninaci6n norte se junta insensiblemente con la llanura antigua de esparcimiento cuy a edad es probablemente pleistocena.
Esparcimientos coluviales parecidos, rubeficados y localmente ferruginizados se encuentran en varios
lugares de la parte costanera meridional y constituyen un importante hito de la evoluci6n morfol6gica reciente.
261
Los relieves que se pueden observar actualmente resultan por 10 tanto de una elaboracin compuesta:
- Las ondulaciones cimeras constituyen la herencia de este amplio piano inclinado, glacis hoy en dfa disectado. Los suelos son fersialfticos, rojos, arcillo-limosos, ricos en suedoarenas.
- Las colinas subyacentes provienen de la revelacin deI substrato por la erosin posterior. Son partlcularmente faciles de observar en las partes mas deprimidas 0 sobre las faldas de los val les actuales en donde los rfos,
con trazado paralelo a la pendiente longitudinal general, fluyen en el fondo de val les encajonados de unos cincuenla
metros aproximadamente. Estan desarrolladas sobre la sedimentacin con dominante arcillosa, por limolitas y
arcillas arenosas de la formacin Onzole, que produce alteraciones de arcillosas a arcillo-arenosas potentes con
suelos vrticos basicos.
262
poco desarrollados. S610 se producen inundaciones de estaci6n lluviosa, por desbordamiento de los riachuelos
locales, pero siguen siendo relativamente poco importantes.
Parte Norte
Paisajes 28, 29
Paisaje 26
Parte Sur
263
Resumen
- Antiguos relieves tabulares entre muy disectados y destruidos
- Clima tropical seco con larga estacion seca
- Suelos arcillosos de erosion, poco profundos, poco evolucionados
- PaslOs extensivos
- EscurrimienlO difuso y concentrado
264
Las variaciones entre las unidades cartogrficas son de origen climtico y edafol6gico.
Unidad 28: Ubicado al extremo Sureste y en la prolongaci6n de la cordillera de lama, se trata de un bloque tect6nicamente delimitado por los accidentes de la cordillera y elevado durante el mismo episodio orognico
plio-cuaternario. Los testigos superiores de la superficie cimera fueron Ilevados a 370-400 m en el extremo Este y
gozan asi de condiciones climticas semihumedas.
Las alteraciones de las rocas deI substrato. facilmente meteorizables. son medianamente espesas. de limoarenosas a limo-arcillosas. Sin embargo. son mas potentes y con una granulometria mas fina sobre las superficies que
sobre las vertientes en donde el rejuvenecimiento provocado por la pendiente y el coluvionamiento producen alteritas
mas arenosas. Los sue los. con caracteres m6licos. poseen un rgimen de humedad udico.
Unidad 29: Es la mas extendida, ocupa toda la franja costanera, bajo condiciones tropicales secas. Aqui. la sequia
acusada dei clima esconde. en parte. la influencia de los modelados. Los productos de la alteraci6n tienen
en todas partes una tendencia de arenosa a limo-arenosa, muy pulverulenta en la estaci6n seca. Sobre los abruptos.
aparecen afloramientos pedregosos y rocosos a cada resalto de roca dura.
La cobel1ura edafol6gica resulta ser una asociaci6n. Sobre las cimas de las colinas. los suelos son relativamente profundos, arcillosos. pero con una hermosa estructura polidrica fina: son sue los con caracteres m6licos.
saturados. con acumulaci6n de carbonato de calcio en la pane profunda dei perfil. Sobre las pendientes fuertes. son
sue los poco evolucionados de erosi6n.
265
capas areniscosas de la formaci6n Angostura dei Mioceno medio a inferior) pero continuo hasta el Plioceno cuaternario afectando con un Iigero basculamiento los dep6sitos Onzole y Borb6n deI Mioceno medio a Plioceno.
En la regi6n de Bahia de Carquez, los movimientos parecen haber sido ms importantes. Adems, se
verific6 la existencia de grandes accidentes quebradizos de orientaci6n SSO-NNE, paraleJos a la costa. Estn ubicados en la prolongaci6n de los de la cordillera costanera norte, hasta El Pueblito en la desembocadura dei rio
Portoviejo al Sur. Estas fallas. de tipo normal, dispuestas en escalera, llevan a un levantamiento relativo dei compartimiento occidental y contribuyeron asf a acentuar el buzamiento dei bloque. Estn localmente fosilizadas por
dep6sitos detrfticos no desnivelados de la formacion Borbon, 10 que atestigua, por 10 menos en parte, de su anterioridad.
28 y 29).
No obstante, estos fenomenos no presentan un acentuado carcter de gravedad en relaci6n con la poca
utilizaci6n deI medio. Sin embargo, no debemos subestimar la sensibilidad cronica de estas formaciones a los escurrimientos.
266
Como promontorio adelantado hacia el ocano, cl cabo de San Lorenzo reclbe directamente los efectos resecantes de la corriente frfa de Humboldt. Cerca de la costa, las condiciones son aun mas rigurosas que en Manta, la
precipitaci6n medIa anual es de 240 mm (y apenas 45 das de lluvia por ano), todos los meses dei ano muestran un
neto dficit hdrico, el dficit anual sobrepasa los 2.000 mm. Las estaciones que existen tierra adentro (Camarones,
Los Cerros) tambin estan ubicadas en la zona arida; pese a unas precipitaciones medias anuales ligeramente
superiores a 400 mm, el numero de meses secos es de 12. No existen estaciones climatol6gicas en las demas zonas
que fueron reconocidas y delimiladas unicamente por la cobertura de vegetaci6n natural.
Los relieves ubicados al Este y al Sureste inmediato dei Cabo San Lorenzo gozan, por su altitud, de un
crecimiento de la humedad por precipitaciones, pero sobre todo por humedad atmosfrica. Las cantidades maximas
registradas alcanzan 800 mm y delimitan una zona de clima seco y hasta semihumedo en la cima.
Tambin se puede notar que Jas temperaturas medias anuales son elevadas (25,3C) y que, durante el ano,
las temperaturas medias mensuales varan de 23,9C a 26,8C.
El pedoclima sigue siendo seco a muy seco, y las acumulaciones de carbonato de calcio y hasta de yeso, son
frecuentes.
Resumen
- Clima tropical seco a subdesrtico
- Colinas sedimentarias muy erosionadas
- Meseras y llanuras sobre sedimentos recientes, ondulados y disectados en forma desigual
- Sue los arcil/osos vrticos, moderadamente profundos, mas 0 menos planosolizados
- Vegeraci6n natural de seca a subdesrtica, pastos localizados
2.4.1. Las colinas erosionadas dei cabo San Lorenzo (unidad 55)
Paisaje caracterfstico de este medio, ocupan una franja litoral de 5 a 10 km de ancho desde Manta al Norte
hasta el Sur deI cabo San Lorenzo. Allf aflora una serie sedimentaria antigua (fonnaci6n San Mateo, Eoceno medio
a superior) constituida principalmente por areniscas de finas a medias en capas decimtricas de color amarillo a ocreamarillo, interestratificadas con lutitas, arcillas y conglomerados. Las facies arcillosas se vuelven dominantes hacia
la cima de la sedimentaci6n, pasando graduaI mente a las lutitas y arcillas oligo-miocenas de la fonnaci6n Tosagua
que afloran al Oeste de la ciudad de Manta. Se trata de Jos primeros trminos de la sedimentaci6n costanera, que
constituyen el basamento de los relieves de esta zona, recubierto en otras partes por dep6sitos mas recientes.
Pero estas caracterfsticas lito16gicas s610 ejercen una influencia secundaria sobre las formas de relieves. En
efecto, dos grupos de factores son preponderantes:
- La tect6nica, por una parte, que es responsable de la rapida subida de las altitudes entre el ocano al Norte
en donde los acantilados se elevan a 50 m aproximadamente y la zona de El Aromo en donde los modelados culminan
por los 320-360 m. En los documentos geol6gicos al: 100000 cons tan dos direcciones, NNE-SSO y E-O. La primera
no se marca en la topograffa, pero contribuye a guiar una mayora de ejes de la red hidrogrfica arientada SSO-NNE,
por 10 menos en su curso superior.
La segunda es una l'alla regional, afectada por descolgamientos, que sigue desde el cabo San Lorenzo hasta
el Sur de los cerros de Montecristi, y luego de Hojas al Oeste de Portoviejo. Se caracteriza por un claro levantamiento
dei compartimiento Sur con, sin embargo, un movimiento aparentemente diferencial; la zona de El Aromo parece
estar mas afectada que la parte oriental al Sur de Montecristi-Portoviejo.
Su influencia sobre la morfologfa actual es manifiesta y este Jevantamiento reciente se traduce por una inclinaci6n acentuada de los interfiuvios y superficies residuales cimeras hacia el NNE. La realidad resulta ser mas
compleja ya que los trabajos de fotointerpretaci6n nos permitieron evidenciar otros accidentes secundarios con
direcci6n O-E y ONO-ESE. Estos delimitan varios compartimientos mediante un relieve en gradas y un escalonamiento de las superficies: cada bloque Sur domina el bloque Norte por un desnivel marcado de 20 a 50 m.
- La erosi6n, por otra parte, origin6 la avanzada disecci6n de este sector. El relieve aparece en efecto como
desmenuzado y resulta de una asociaci6n de interfluvios estrechos con fonna de lomos alargados dei SSO al NNE
que dominan, par vertientes empinadas, rectilfneas 0 irregulares, valles profundamente encajonados. Por 10 general,
son estrechas quebradas que se ensanchan al aproximarse a Manta. Los desniveles relativos, dei orden de los 200 m
al Sur no sobrepasan los 50 m al Norte, pero la disecci6n sigue siendo importante.
Esta disecci6n antigua ha sido reemplazada por una intensa erosi6n superficial reciente y actual que ha
abarrancado la mayorfa de las vertientes accidentadas. Los escurrimientos difuso y concentrado llevaron a un deca-
267
pado generalizado dei manto de alteritas y a la fonnacin de surcos, [orrenteras y barrancos. Los anoramienlos son
arcillosos, arenosos, pedregosos 0 rocosos pero alcanzan casi siempre el substrato. Las partes bajas de las vertientes
son recubiertas por acumulaciones terreras superficiales y conos de deyeccin en la desembocadura de cada incisin
lateral.
Las razones de este intenso abarrancamiento son de orden climatico y antrpico. En esta zona, con condiciones c1imaticas secas, la vegetacin natural arbustiva muy abierta no asegura una proleccin suficiente deI suelo
cuando empieza la estacin Iluviosa. Ademas, estas regiones han sido y siguen siendo ocupadas por una ganaderfa
caprina extensiva, cuyos efectos son particularmente nefastos sobre estos terrenos accidentados semidesrticos.
En estas condiciones los suelos con rgimen de humedad arfdico prcsentan pcrlles muy poco diferenciados.
El horizonte humifero esta poco marcado. La textura es arcillosa debido a la naluraleza dei material original. Son
suelos vrticos, con acumulacin de yeso.
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concuerda perfectamente con la disecci6n posterior, bien avanzada, realizada por una red hidrogrfica confonne las
pendientes estructurales heredadas de la tect6nica: direcci6n NE al Norte y SE al Sur.
Es interesante anotar que estos movimientos tect6nicos (fallas, levantamiento y basculamiento), eSl3n 10calizados exactamente en ellugar en donde la cordiilera submarina de Carnegie entra en colisi6n con el continente.
i Los efectos son localmente impresionantes, ya que estos dep6sitos de transgresiones marjnas pleistocenas hall sido
IJevados a altitudes superiores a los 350 me')
En la zona mas afectada por la tect6nica, y que ha sufrido la erosi6n mas agresiva al Oeste y al Suroeste de
Manta, s610 subsitieron testigos residuales encaramados. Estos constituyen Jas cimas planas de los interf1uvios
anotados en la unidad 55.
Unidad Ill. Es la parte mas elevada con altitudes superiores a los 300 m y condiciones climaticas de secas hasta semihlimedas al Suroeste de El Momo. El contraste clim<itico es particularrnente marcado en las regiones
circundantes con dominante de seca a subdesrtica, que se ve amplificado por el hecho de que esta zona alta es el
primer obstaculo a la circulaci6n de las nubes desde el ocano. La sensaci6n de frescura es muy acentuada y la
presencia de garlia frecuente.
Las alteraciones medianamente profundas, son mas potentes, de limo-arenosas a limo-arcillosas. Sobre las
vertientes de las quebradas, alternan con resaltos conformados por afloramientos rocosos sobre los bancos mas consolidados de areniscas y lumaquelas. Los suelos, con un rgimen de humedad listico, son planosoles que presentan un
hennoso horizon te albico (hasta 40 cm de espesor). En profundidad, la estructura es maciza y la textura es muy
arcillosa. Las caracterlsticas vrticas se exteriorizan en bellos slickensides.
Unidad 110: Ubicada sobre el contorno de la anterior y mas abajo, se caracteriza por un clima semidesrtico. Ademas, los diferentes elementos dei paisaje se reparten en proporciones iguales: interfluvios pianos
estrechos y alargados sobrepasan raramente los 500 mal km de ancho y numerosas entalladuras en quebradas
bastante abruptas riO arriba, se transforman en pequenos valles c6ncavos, rfo abajo.
Las alteritas son poco profundas, de arenosas a areno-arcillosas. En las hondonadas, los dep6sitos terrfgenos
superficiales arenosos colindan con las alteritas arcillosas medianamente profundas sobre antiguos dep6sitos
coluvio-aluviales arenosos. Los sueJos, arcillosos, presentan un rgi men de humedad arfdico. Son vertisoles muy
basicos asociados, cuando el relieve se vuelve mas suave, con planosoles.
270
'lifectan el reborde litoral donde provienen de procesos locales, difciles de generalizar y de acciones recientes a
subactuales fluviales y/a marinas.
- Pero las ensenanzas mas importantes provienen dei estudio de los contactos entre las dos formaciones. AI
Sur,los estratos inclinados dei primer conjunto son evidentemente anteriores porque estan recubiertos por los niveles
arenosos subhorizontales de los dep6sitos mas recientes. AI Norte, el contacto toma otro aspecto, se trata de un
pequeno abrupto atenuado de unos diez metros de desnivel ubicado por los 40-50 m de altitud. Distante dellitoral de
unos diez kil6metros por Manta, vuelve a unirse con este al este de Jaramij6. Su aspecto general sinuoso que
reproduce escotaduras cercanas a las de la costa actual, permite identificarlo coma una antigua Ifnea de costa,
disenada en el nivel antiguo de estos dep6sitos.
- Por fin, estas observaciones se ven corroboradas por un estudio similar sobre formaciones semejantes en
la pennsula de Salinas.
En este segundo conjunto con un relieve muy mon6tono, son las caractersticas climaticas las que rigen la
producci6n de alteritas. Bajo un clima de semi-desrtico a desrtico, las formaciones con dominante arenosa s610 se
alteran superficialmente. Las alteritas son poco potentes, de areno-arcillosas a arenosas hasta en la superficie.
Los suelos poseen un rgimen de humedad ardico, las acumulaciones de carbonato de calcio son generalizadas a partir de 50 cm. Constituyen hermosos planosoles: el horizonte albico, siguiendo un horizonte humfero poco
marcado, es espeso, arcillo-limoso y pul veruJento en la estaci6n seca. El horizonte subyacente, oscuro, esta siempre
muy bien y muy finamente estructurado. S610 debajo de este horizonte aparece una estructura maciza a veces con
algunos slickensides.
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Fuenle: mapa de zonlllcacl6n cllmllca dei Ecuaoor a 1:1'000.000, C. Huttel, A. Wlnckell, C. Zebrowski, indlto
Las altitudes maximas sobrepasan muchas veces los 300 m y aJcanzan 427 mal Noroeste de Playas. Por 10
tanto, no se trata de relieves muy vigorosos, pero en comparaci6n con los modelados circundantes, esta pequefia
cordillera constituye un elemento estructurante mayor.
273
Las condiciones climaticas de esta cordillera, relativamente baja, no difieren mucho de las de las regiones
cercanas y son de tipo muy seco a arido con un numero de meses secos que sigue siendo de 10 a 12 y precipitaciones
medias anuales que van de val ores inferiores a 300 mm a totales superiores a 500 mm cerca de la cordillera costanera.
Las estaciones pluviomtricas son escasas (El Azucar, Zapotal) y sus registros muy incompletos.
No obstante, no se pueden despreciar los efectos de esta primera barrera montafiosa sobre la circulaci6n
atmosfrica. Las cimas que sobrepasan los 200-250 m reciben, por su posici6n de pantalla, precipitaciones ocultas de
neblinas 0 garuas que temperan un poco las caracterfsticas de extrema sequfa deI clima de la parte occidental, pero sus
bajas altitudes son insuficientes para modificar sensiblemente el dficit de precipitaciones.
Resumen
- Horsts y relieves monoclinales areniscosos
- Clima tropical muy seco
- Suelos poco profundos y poco evolucionados de erosi6n, con acumulaci6n de carbonato de calcio
- Vegetaci6n arbustiva y arb6rea degradada
274
La cordillera esta prolongada al Norte por una serie de altos relieves con un disefio en herradura abierta hacia cl Sureste, que unen la cordillera Chanduy-Playas y la cardillera costanera, conslituyendo asi ellmite occidental
de li:! cuenca de Gmez Rendn.
Los relieves, si bien aparecen m nos vigorosos que los anteriores, siguen conformando una barrera neta con
un ama[ occidental de orientacin SSE-NNO cuyas cimas estn todas comprendidas entre 150 y 200 m y un ramai
Norte, con orientacin ONO-ESE, ms alto y macizo, siempre su peri or a 200 m. Su punto culminante alcanza los
350 m.
La litologia es muy diferenciada. Comprende bloques aislados deI complejo volcano-sedimentario de la
cordillcra costanera (formacin Cayo, Cretcico superior), las areniscas y conglomerados deI grupo Azcar, las areniscas ms 0 menos tobceas, limolitas, lutitas con intercalaciones conglomerticas dei grupo Ancn (Eoceno medio
a superior) y hacia el interior las areniscas gruesas fuertemente cimentadas, intercaladas con conglomerados y lutitas
de la base de la fOrrrlacin Tosagua (miembro Zapotal, Oligoceno superior a Mioceno inferior).
Pero estas variaciones se ven parcialmente borradas par una intensa tectnica quebradiza vertical, segn dos
direcciones predominantes: SSE-NNO al Oeste, paralelamente al gran accidente Playas-Zapotal-Colonche; ONOESE al Norte, segn la direcci6n de la cordillera costanera. Adems existe tambin una gran variedad de pequefias
fallas transversales y orto go n'Iles.
Es esta tectnica la que proporciona la unidad de estos paisajes, ya que muchas formas dei relieve derivan
de ella: barras y alineamientos monoclinales areniscosos fuertemente erguidos al Oeste, horsts volcano-sedimentaros y areniscosos fragmentados y levantados al Norte, mesas monoclinales areniscosas y conglomerticas suavemente inclinadas hacia el interiar, en el eje de la cuenca de Gmez-Rendn.
Sin embargo, se trata de una tectnica antigua, anterior al Oligoceno, que marca la emersin definitiva de
estos relieves, el principio de la individualizacin y de la sedimentacin de la cuenca de Gmez Rendn. Esta
tectnica prosigui6 posteriormente ya que deform tambin los estratos oligo-miocenos deI relleno.
Pese a que los relieves no son muy vigorosos, la abundancia de facies areniscosas duras y la existencia de
condiciones semiridas no favorecen la produccin de alteritas, que siguen siendo poco profundas, areno-arcillosas
con gravas y bloques. Los sue los estn poco evolucionados par efecto de la erosin, vrticos sobre lutitas.
275
a fenomenos de escurrimiento difuso muy localizados en las desembocaduras de los principales barrancos.
Unidad 101: Incluimos en estos paisajes los restos de glacis que jalonan la terminacion Sur de la cordillera costanera
por Chongon y Guayaquil, ya que, aunque no estn juntos geograficamente, pertenecen a una misma
generaci6n de fen6menos morfogenticos con un similar significado paleoclimatico.
Aquf, la disecci6n posterior a su elaboraci6n esta mucho mas avanzada. Los dep6sitos originales estn
compuestos por bloques y gravas volcanicos, silfceos, areniscosos y calcareos en una matriz arcillo-arenosa rojiza.
S610 subsisten bajo la forma de jirones en posici6n cimera, sobre las cimas redondeadas de los interfluvios y colinas
rebajadas, con vexas y alargadas.
Esta destrucci6n mas avanzada no puede relacionarse con un origen mas antiguo si no mas bien con el levantamiento tectonico local reciente de la cordillera costanera cercana. Este ultimo, al aumentar los desniveles relativos, provoc6 un encajonamiento posterior mas acentuado de la red hidrografica, favorecido ademas por precipitaciones mas abundantes. Por Guayaquil, al Este, esta franja de glacis se junta, sin desnivel alguno, con los dep6sitos
deI reIJeno fluvio-marino reciente y actual.
Los suelos son fersialfticos, rojos, arcillo-pedregosos, medianamente 0 poco profundos sobre los jirones
cimeros, vrticos y basicos sobre las faldas de las colinas.
Estos glacis, presentes en varios lugares dei litoral ecuatoriano, son los testigos de un episodio morfogentico importante, cuyo estudio detallado podria ayudar a la comprensi6n de la historia paleoclimatica.
276
Resumen
- Relieves diversificados de cuenca sedimentaria
- C/ima de semirido a seco
- Vertisoles y suelos vrticos, con acumulacion de carbonato de calcio
- Fenomenos de escurrimiento superficial
3.2.1. Las colinas arcillosas dei contorno occidental (unidades 62, 66)
Relativamente poco desarrolladas, estn representadas par dos franjas meridianas cuyo ancho total es de
10 km. Corresponden a los primeros trminos de la sedimentaci6n de la cuenca constituida aqui par una sucesi6n de
capas concordantes con buzamiento moderado hacia el Este.
Unjdad 66: Mas abajo de los relieves de la cordillera Chanduy-Playas-Colonche, se extiende una franja con bajas colinas arcillosas comprendidas entre 80 y 120 m, de convexas a convexo-c6ncavas y con anchas cimas
redondeadas.
Corresponden exactamente al aflaramiento de las arcillas y lutitas de colar pardo-chocolate de la formaci6n
Tosagua, miembro Dos Bocas, que se encuentra pOl' erosi6n selectiva en posici6n similar en zonas deprimidas deI
Manabi central y Sur; posici6n topognifica evidentemente relacionada con la muy dbil resistencia de estas facies.
Las alteraciones son, pOl' comparaci6n con el clima, relativamente profundas, arcillosas. Los sue los vrticos, con rgimen de humedad arfdico son fuertemente basicos y aparecen acumulaciones de carbonatos de calcio que
estan presentes a poca profundidad.
Unidad 62: Son reemplazadas hacia el Este pOl' una segunda franja de colinas con caracteres estructurales mas marcados. Contrariamente al conjunto anterior, aqui subsisten relieves monoclinales claros con un frente
orientado hacia el Oeste y un reverso moderadamente disectado con buzamiento suave hacia el Este y el Sureste.
Estas formas destacan la presencia dei segundo trmino de la formaci6n Tosagua, el miembro Villingota
(Mioceno inferior a medio) compuesto pOl' lutitas calcareas con residuos de diatomeas asociadas con interestratiflcaciones arenosas finas y limosas en la parte superior. Las facies de lutitas, las mejor compactadas, muestran una mayor
resistencia y se marcan en los relieves pOl' dos Ifneas sucesivas de monoclinales, local mente atenuados, pero que
subrayan claramente la estratificaci6n sedimentaria. Los relieves son ligeramente ms altos y alcanzan 120 a 150 m
en la cima de los rebordes occidentales.
Las alteraciones son comparativamente menos profundas que sobre las lutitas pardo-chocolate, y se caracterizan pOl' la presencia de carbonato de calcio, Iiberado pOl' meteorizaci6n y de numerosos bloques y placas de lutitas blancuzcas hasta en la superficie. Los suelos son poco profundos, arcillosos, vrticos con un color negro inesperado tomando en cuenta su rgi men de humedad aridico.
3.2.2. Las colinas areniscosas dei contorno oriental (unidades 39, 42)
Al Este, alrededor de Chong6n, la cuenca de G6mez-Rend6n esta limitada pOl' un conjunto de relieves areniscosos cuyas formas redondeadas contrastan con los relieves monoclinales dei centro de la cuenca. Se desarroJJan
sobre una litologfa semejante a la de las estribaciones de la unidad Il de la cual constituyen, en cierta forma, la
terminaci6n hacia el Este de la rama septentrional, paralelamente a la cordillera costanera. Estn conformadas principalmente pOl' areniscas y conglomerados, fuertemente cimentados, localmente silicificados y ferruginizados, intercalados con lutitas en la parte Norte. Pertenecen a diferentes conjuntos geol6gicos presentes en \a peninsula, entre
los cuales estan los grupos Azucar, Anc6n y la formaci6n Tosagua, miembro Zapotal. Todas estas facies, relativamente resistentes conforman relieves estructurales y s610 lIevan alteraciones poco profundas, areno-arcillosas que
contienen numerosos bloques y piedras hasta en la superficie.
Unidad 39: Ubicada en la zona de contacta con la cordillera costanera, una estrecha franja de colinas moderadas dominan los relieves circundantes. Los puntos culminantes rodean los 150 m y s610 alcanzan raramente los
200 m. Son colinas redondeadas cuya a1titud actual resulta de un levantamiento reciente, segun una red de fallas
ortogonales E-O y NO-SE. Sin embargo, en el detalle, la situaci6n es ms compleja, ya que unos horsts alargados en
el sentido Este-Oeste estan separados pOl' estrechos bloques hundidos. Los suelos, con rgi men de humedad ustico,
son vrticos.
Unidad 42: Al Sur de Chong6n, sobre las facies areniscosas y conglomerticas dei miembro Zapotal, se extienden
relieves mon6tonos, suavemente inclinados de 90 a 120 m al Norte hacia 40 m al Sur-Sureste.
277
Son ondulaciones de colinas bajas con cimas planas 0 redondeadas y con vertientes con vexas a convexoc6ncavas de unos veinte metros de desnivel relativo. En su mayoria, derivan de un antiguo nivel de erosion de misma
inclinaci6n, todavia identificable hoy en dia por la observacion de tres elementos concordantes:
- la subigualdad de Jas cimas, que permite asi reconstituir la planeidad de la antigua superficie suavemente
inclinada hacia el SSE;
- el decapado generalizado de las alteritas, ya que las (micas formaciones superficiales que se pueden observar son alteritas arcillosas muy poco potentes directamente en contacto con el substrato areniscoso y conglomenitico
subaflorante, 0 testigos local izados de antiguos dep6sitos superficiales coluviales gruesos con bloques y gravas
redondeados;
- la casi continuidad de esta superficie, con los depositos y glacis observados sobre el reborde Sur de la
cordillera.
Por 10 tanto, se trata de un testigo deI antiguo episodio morfogentico. correspondiente a un periodo ms
humedo, y cuyos glacis deI contomo de la cordillera de Chanduy constituyen otra prueba.
Los sue los. con rgimen de humedad ustico. son arcillosos, vrticos, pero contienen a veces, en su perfil,
gruesos guijarros no alterados, tipicos deI material original.
278
raciones superlciales. Estas son poco profundas, areno-limosas con sue los pardos limosos bsicos sobre los reversos
estructurales pero se vuel ven mas potentes y arcillo-arenosas sobre las colinas circundantes: los sue los son entonces
mas profundos, mas arcillosos. vrticos. Los abruptos tectonicos y monoclinales son rocosos 0 cubiertos por bloques,
desprendimientos y depositos de vertientes areno-pedregosas.
Incluimos en este paisaje, la extremidad Suroeste de la isla de Puna con caracterfsticas idnticas donde el
cerro Zambapalo, horst arenisco-arenoso, alcanza 297 m, punto culminante de la isla.
279
Este nivel esta cubierto por un relieve bien disectado de 120 a 150 m de mando moldeado en las arenas
areniscosas intermedias, local mente precedido por testigos muy localizados, luego por un nivel cimero de piano a
suavemente ondulado establecido sobre las calizas y lumaquelas superiores, deI cual el sitio deI pueblo de Bellavista
constituye un bonito ejemplo.
En este conjunto, no se pudo relevar ninguna huella de los movimientos tect6nicos que afectaron las sedimentaciones miocnicas mas abaJO, por 10 tanto 10 consideramos posterior. Por analogia con las observaciones
realizadas mas al Norte, son probablemente dep6sitos contemporaneos a los de la formacin Borbn que presenta una
horizontalidad similar.
Los desniveles relativos son allf bastante fuertes y las pendienles siempre acentuadas tanto sobre los
abruptos como sobre la superficie inferior disectada. En estas condiciones, las alleraciones son relativamente poco
potentes, de arenosas a limo-arcillosas y los abruptos estan cubiertos por coluviones areno-limo-pedregosos, desprendimientos 0 afloramientos rocosos in situ, con suelos pardos limosos. Sobre la superfcie superior, suavemente
ondulada, las alteraciones son arcillosas, calcareas pero muy poco profundas, debido a la dureza dei substrato. Los
sue los son vrticos, negros, basicos.
UTILIZACION y EVOLUC/ON MORFOD/NAM/CA ACTUAL
Pese a gozar de las condiciones climlicas mas favorables de la peninsula, la cuenca de Gmez-Rend6n no
es objeto de una explotaci6n agricoJa generalizada 0 intensiva. Por 10 contrario, las precipitaciones comprendidas
entre 500 y 800 mm al Este, imponen drasticas restricciones a las actividades agricolas que se limitan a cultivos de
subsistencia localizados alrededor de los pueblos (maiz, mani, etc.) asociados con una ganaderia extensiva de bovinos, pero sobre todo de caprinos que utilizan las zonas cubiertas de vegetacin natural como terreno de recorrido, ya
que los pastos artificiales se quedan secos durante un largo tiempo en el ano.
Las superficies cultivadas ocupan, sin embargo, un espacio cada vez mas importante hacia el Este, en la
zona de Cerecita-Chongn, paralelamente al crecimiento deI gradiente pluviomtrico. Por 10 general, se trata de
cultivos anuales de maiz, algodn, manf, higuerilla, explotados mecanicamente sobre los relieves menos empinados
de las unidades 39, 42 Y54.
En las hondonadas, con humedad en profundidad por la presencia de capas freaticas 0 en los val les que se
pueden regar, se desarrollan prsperos cultivos de hortalizas: IOmates, frijoles, melones y sandias, asociados con la
arboricultura tropical de mangos. Estas actividades estan esencialmente localizadas en la proximidad de los principales centros urbanos: Gmez Rendn, Chongn, GuayaquiL
Los fen6menos morfodinamicos actuales se encuentran, ellos tambin, poco desarrollados, pero pudimos
observar su crecimiento reciente y espectacular en la parte nororiental. En efecto, la introducci6n dei cultivo mecanizado de mafz y algod6n se acompana de una preparaci6n por labranza de las tierras antes de que Ile gue la estaci6n
Iluviosa. Por 10 tanto, los terre nos estan desnudos, sin proteccin, cuando empiezan los aguaceros de diciembre-enero
y numerosos fen6menos de escurrimiento difuso, pero tambin concentrado (decapado superfcial, rasgunos, zanjas
y torrenteras de 6rden mtrico) se desarrollan paralelamente a depositos terreros en las hondonadas. Estos afectan
sobre todo las pendientes comprendidas entre el 12 y el 40 0/0, en las unidades 39 y,54.
Estos fenmenos, similares a los que se observan en la regi6n de Pedro Carbo, no presentan la misma
gravedad ya que las alteritas mas arcillosas son aqui menos sensibles a los efectos dei escurrimiento. Sin embargo, se
deberfan implementar algunas medidas de protecci6n dei suelo a principio dei ciclo cultural.
La practica de la ganaderia itinerante y extensiva no acarrea actualmente consecuencias importantes, y la
densidad deI ganado sigue siendo insuficiente para modificar el equilibrio ecol6gico. Pero no se debe pensar en un
aumento deI numero de cabezas; se trata de un medio con una cobertura vegetal fragil, con reconstituci6n lenta, y una
degradaci6n brutal podrfa revelarse catastrOfica.
280
- al Norte, un relieve de colinas sedimentarias mas altas y mas diversiFicadas que se elevan hasta 200 m
cerca de la cordillera costanera al Este. Se terminan en cuna al Norte de Ol6n-Manglaralto, atrancados entre la Inea
de orilla y la cordillera costanera cuando sta alcanza el mar.
Siendo el promontorio mas avanzado dei Ecuador sobre el ocano Pacfico, la penfnsula de Salinas esta
totalmente expuesta a los efectos "desertificadores" de la corriente Frfa de Humboldt que, de la orientaci6n Sur-Norte
que tenfa, toma aquf una direcci6n ONO hacia el archipilago de Gal<ipagos. La punta de Salinas puede considerarse
coma la parte Final Norte dei desierto costanero peruano.
Las precipitaciones son muy bajas en esta regi6n cubierta en su mayor parte por las zonas arida y muy seca
de la regi6n costanera, salvo al Norte en donde una delgada Franja septentrional, al pie de la cordillera costanera recibe la gara. El rgimen climatico mas seco se caracteriza por precipitaciones medias anuales bajas (men os de
100 mm en Salinas hasta mas de 400 mm en Playas) pero las vanaciones interanuales son muy importantes; en
Anc6n, las precipitaciones medias anuales registradas desde 1959 a 1985 varfan entre un mfnimo de 0 (1974) Y un
maximo de 2.900 mm (El Nino de 1983). Las precipitaciones estan concentradas durante el primer trimestre dei ano
y numerosos meses consecutivos pueden pasar sin una sola Iluvia; IOdos los meses dei ano presentan un notable
dficit hfdrico y el anual es superior a 1.000 mm.
Todos los suelos tienen un rgi men de humedad arfdico.
La orientaci6n SE-NO de la costa Sur de la penfnsula la expone directamente a la corriente Frfa de Humboldt
yen Salinas se registra la temperatura media anual mas baja de la regi6n costanera (23,4C) y sobre todo variaciones
muy importantes de la temperatura media mensual, que oscila de un mfnimo de 21,1 oC en septiembre a un maximo
de 26,2C en marzo. Comparando estos valores con los de Manta, estaci6n de zona arida menos expuesta a la
corriente de Humboldt, se puede notar que la diFerencia de las temperaturas medias anuales se debe sobre todo a la
baja de las temperaturas en la estaci6n seca, es decir cuando la corriente frfa alcanza las latitudes del Ecuador.
Faltan datos para las demas zonas de este conjunto; pero s610 representan superficies reducidas que pueden
asemejarse a las zonas cercanas descritas anteriormente.
Resumen
- Rajas colinas sedimentarias arc il/osas a areniscosas
- Transgresiones marinas cuaternarias
- Region desrtica a subdesrtica
- Planosoles mas 0 menos vrticos, con acumulacion de carbonato de calcio y yeso
- Escurrimiento supeificial difuso
281
Colonche. Son colinas de bajas a moderadas con vertientes suaves de convexas a convexo-concavas y cimas amplias
redondeadas por los 120 a 150 m. Rodeadas por todas partes por relieves ms fuertes, constiluyen una zona deprimida
ubicada sobre el eje dei abombamiento anticlinal atestiguado por los buzamientos opuestos de las dos formaciones de
la orilla.
Litologicamente, estmos en presencia de facies alterables tfpicas de la formacion Ancon (Eoceno medio a
superior) constituida aquf por areniscas blandas, finas, caf a gris, intercaladas con arcillas y !utitas tobceas pardoverdosas.
Bajo condiciones c1imticas aun ms subdesrticas, las alteraciones son de moderadamente a poco profundas, arcillosas y los suelos vrticos, bsicos.
282
cubiertas 0 no por los depositos marinos. Es un media con fuertes pendientes, muchas veces superiores al 40 %, Y
bien disectado por numerosas zanjas y torrenteras que, solo son ocasionalmente funcionales. Las diferenciaciones de
la Iitologfa, alternancia de areniscas, arcillas y lutitas, localmente tobaceas de la formacion Ancon (Eoceno media a
su peri or), solo ejercen una restringida influencia sobre las formaciones superficiales. En efecto, bajo los efectos
conjugados de la abrasion marina cuaternaria y de un clima de subdesrtico a desrtico, las alteraciones est an muy
poco desarrolladas, con poco espesor y son arcillo-arenosas.
Los suelos arcillosos, vrticos, presentan un perfil de color pardo amarillo caracterfstico, sin horizonte
humffero, pero con numerosas acumulaciones de yeso. No estabilizados por la cobertura vegetal, se ven ademas decapados y abarrancados en cada aguacero importante de estacion Iluviosa.
Los depositos marinos cuaternarios
Similares a los que observamos en la region de Manta-Cabo San Lorenzo, presentan aquf una sucesi6n de
varios niveles lUYO estudio de las relaciones ayuda a la comprension de la paleogeograffa cuaternaria (Fig 19).
283
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Cordillera de Chanduy y contrafuertes areniscosos terciarios asociados
Colinas sedimentarias terciarias indiferenciadas
Mesas dei Tablazo antiguo
Elaboraci6n A. Winckell
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Terrazas aluviales
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285
Las diferenclas litol6gicas se traducen muy netamente en Jos relieves. Las capas consolidadas de areniscas
y lumaquelas arman los abruptos y cornizas mientras que sobre las arcillas y arenas inferiores deI basamento se
desarrollan vertientes c6ncavas mas suaves. Ademas, hay que anotar un adelgazamiento progresivo de estas dep6sitas, hacia el interior, al acercarse a los relieves circundantes. Las superficies cimeras, de origen estructural a orillas
deI ocano, se transforman asf gradualmente en superficies de erosi6n al acercarse a los relieves, constituyendo una
prueba mas de la abrasi6n y de la sedimentaci6n marina, al origen de estas dep6sitos.
Las formaciones superficiales y los suelos son conformes a la zonificaci6n morfol6gica:
- Sobre las superficies se desarrollan alteraciones muy arcillosas, poco profunda' y suelos vrticos. a eces,
planosolizados, con rgimen de humedad arfdico.
- Los abruptos son esencialmente rocosos, pedregosos 0 arenosos, y cubiertos en su parte inferior por escombros, coluviones y bloques desprendidos de la corniza superior. Los sue los son arenosos, poco espesos, pero
ricos en materia organica (1 a 2 %), si se compara con el clima bajo el cual se encuentran.
- Por fin, la parte baja, desarrollada sobre las rocas dei substrato terciario, lleva esencialmente alteraciones
arcillosas cubiertas allf y aca por bloques dispersas caidos y coluviones provenientes de la comiza cimera.
Hemos reagrupado en este paisaje toda la mitad occidental de la Isla de Puna, en donde, en continuidad con
la penfnsula, se extiende la misma altemancia de arenas, arcillas y lumaquelas, pero con una disminuci6n de las capas
consolidadas. Los movimientos tect6nicos posteriores no llevaron estas relieves a altitudes tan pronunciadas coma
en la penfnsula y el modelado actual consiste mas bien en una mesa baja subhorizontal, comprendida entre 20 y 45 m,
en donde la superficie bien disectada ya s610 subsiste bajo la forma de estrechos jirones separados por pequefios
valles coluvio-aluviales c6ncavos.
286
Fig 21. Los dep6sitos litorales recientes en el sur de la Isla Puna
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Manglar
Acumulaciones IitoraJes actuales de lodos, limos y arenas
Valle fluvial
Elaboracl6n: A. WinckBII
y posiblemente tambin tangencial, muy reciente, ya que desnivela los dep6sitos consolidados de la primera fase de
los Tablazos. Esta provoc6 un hundimienlo y desplazamienlo relativo hacia el interior de cada compartimiento
oriental, dando asf al disefio de la costa su aspecto tfpico en escalera.
- Una removilizaci6n por el viento de los dep6siloS marin os mas recientes, que forman asf una Ifnea de
dunas y nebkas litorales.
287
rectilfneos y SE-NO sobre la costa Sur, pero encorvados y SSO-NNE sobre la costa occidental.
Al Sur de la isla de Puna, su yacimiento es mas complejo y atestigua de varios perfodos de establecimiento.
Cerca deI Cerro Zambapalo, se distinguen claramente tres generaciones (Fig 21): la mas antigua al Noreste muestra
una direcci6n SO-NE, y esta conada en su pane Sur por una serie compleja de cordones O-E a ONO-ESE. Estas dos
primeras fases son antiguas ya que estan directamente en contacto con el pie dei Cerro, y demuestran la direcci6n de
las primeras derivas, cuando las corrientes litorales venian a chocar directamente contra el Cerro Zambapalo, hoy
aislado a mas de 2 km al interior de las tierras. La tercera generaci6n es esencialmente O-E. y caracteristica de toda
la parte Sur, hasta los cordones actuales. Todos estan estrechamente reJacionados con dep6sitos de manglares y
salitrales. en medio de los cuales constituyen los testigos de las diferentes fases de la regularizaci6n de esta costa.
Tambin estn presentes sobre una estrecha franja a orillas de la costa occidental, pero con una direcci6n SN a SSO-NNE, homognea y semejante a las de la costa y de la deriva litoral. En su pane Sur, la situaci6n se complica un poco y cordones oblfcuos y encorvados aseguran la transici6n con los de la zona anterior.
288
- Pero estas regiones se ven sobre todo sometidas a un escurrimiento superficial activo. Sobre formaciones
con dominante arenosa, que ademas no gozan de ninguna protecci6n debido a la cobertura vegetal casi inexistente a
principio de la estaci6n l1uviosa (diciembre-enero), se desarrollan intensos fen6menos de escurrimiento difuso y
concentrado que provocan rapidamente el decapado superficial, el cavado de zanjas y torrenteras as! coma
acumulaciones terreras arenosas en las hondonadas.
Estos fen6menos afectan esencialmente la unidad 114, aun sobre las pendientes mas suaves, de algunos
grados, pero tambin parcialmente las unidades 110 y 55, destruyendo as! los suelos superflciales muy poco desarrollados. Se trata aqui de un ejemplo de susceptibilidad de una formaci6n a la erosi6n - esencialmente debido a su
textura arenosa - sin intervenci6n humana, que s610 la utilizacion de una planta proteclOra de cobertura podria parar;
10 que es casi irrealizable bajo las condiciones climaticas actuales. Conviene estar alerto para no intensiflcar la utilizaci6n de estas zonas como terreno de recorrido para el ganado caprino con el fin de no destruir 10 que todavia persiste de la escasa cobertura vegetal que queda. Algunos fen6menos de escurrimiento tambin podrian acompafiar la
pnklica dei riego en los valles si no se realiza un perfecto manejo dei agua de regad!o.
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Bahia de Caraquez
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El piedemonte andino
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Elaborad6n: A. Winckell
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291
cits hfdricos anuales varfan segun las mismas reglas y estan comprendidos entre menos de 250 mm y cerca de
600 mm.
La evaporaci6n (Piche) disminuye cuando nos acercamos al piedemonte y pasa de 735 mm en San Carlos a
410 en San Juan La Mana. La insolaci6n presenta valores relati vamente bajos y su valor minimo se encuentra en el
borde oriental de la unidad (735 horas al afio en San Carlos, 575 h-afios en San Juan La Mana).
Las temperaturas medias anuales son, por 10 general, mas bajas que para el resto de la regi6n costanera
(salvo la penfnsula) y, segun la altitud, estan comprendidas entre 25C para las partes mas bajas y valores menores
sobre las primeras elevaciones: 23,6C en San Juan (290 m), 23,9C en Caluma (350 m). En el sector meridional
correspondiente a la parte mas estrecha de la regi6n costanera, se puede ver una ligera influencia de la corriente de
Humboldt con diferencias entre los val ores extremos de las temperaturas medias anuales de mas de 3C.
Resumen
- Conos de deyeccion y de esparcimientos de piedemonte
- Clima tropical de semihumedo a hUmedo
- Suelos limosos con caracterfsticas ndicas en el Norte; arcillosos, ms
este 0 localmente aluviales arenosos
- Arboricultura tropical. pastos y cultivos anuales mecanizados
- Algunosfenomenos de escurrimiento
4.1.1. Los conos cercanos, aluviales 0 de deyecci6n, inclinados y disectados (unidades 93,
94,95,96)
Se reagrupan aguf los conos con caracterfsticas topograficas bas tante marcadas. Estan ubicados directamente en la zona de contacta con la vertiente andina, al interior de la cual suben muchas veces bastante alto en las
escotaduras que jalonan algunos rfos, coma par Valencia y La Mana al Norte.
Todos son conos con pendiente longitudinal marcada hacia abajo, variando de 2 a 5, pero que pueden 10calmente alcanzar 0 sobrepasar los 10. El modelado de superficie esta disectado, ondulado y compuesto por interfluvios ondulados y redondeados dominantes, con pendientes comprendidas entre el 12 y el 25 %, separadas par pequefias torrenteras y quebradas con faldas empinadas, iguales 0 superiores al 40 %.
El perfil longitudinal es tfpicamente c6ncavo, las pendientes crecen hacia la parte alta al contacta con los
conos coluviales, con los cuales se juntan insensiblemente y que reunimos con esta unidad por imperativos cartograficos.
Las altitudes son extremadamente variables, conforme a las variaciones que afectan la llanura de Norte a
Sur. Asf, por Alluriqufn, se escalonan entre 1.200 y 1.000 m, mientras gue bajan a 80-4O m por Valencia-La Mana
y s610 son de 500-150 m por Bucay al Sur.
El material es generalmente grueso. Esta compuesto par dep6sitos detriticos, aluviales y torrenciales de
guijarros, bloques y gravas en una matriz areno-arcillosa, No es raro encontrar bloques redondeados de dimensi6n
mtrica, 10 que implica agentes de instalaci6n con fuerte capacidad y competencia.
Viendo sus caracterfsticas, situaci6n y repartici6n espacial, parece 16gico relacionar estos dep6sitos con los
deshielos glaciares cuaternarios de la Sierra, 10 que es atestiguado ademas por su composici6n mineral6gica y
petrol6gica, en su mayorfa volcanica. OCUITe 10 mismo con la amplitud de los dep6sitos sin relaci6n alguna con la
actual red hidrognifica, notoriamente subadaptada en valles encajonados con terrazas, en el fondo de los cuales serpentean pequefios torrentes con curso tembloroso. El encajonamiento de la red actual, de 20 a lO m segun los sectores, indica ademas un cavado posterior acentuado y por 10 tante evidentemente una edad relativamente antigua
U,Pleistoceno de inferior a medio?).
La alteraci6n de las formaciones es bastante avanzada y profunda; numerosos afloramientos muestran guijarros fantasmas en una matriz arcillosa rojiza. Esta meteorizaci6n esta relacionada con la edad de estas formaciones,
pero tambin con su posici6n al pie dei obstaculo montafioso andino que provoca una pronunciada humedad que
favorece una alteraci6n rapida.
Un estudio mas detallado de algunos sectores permiti6 distinguir dos generaciones en esta serie de conos:
- Conos recientes, en proporci6n dominante, cuyas caracterfsticas corresponden a las descritas anteriormente. Constituyen los testigos de una segunda fase de dep6sitos, probablemente mas importante que la primera que
s610 subsiste localmente.
- Conos mas antiguos, con modelado superficial disectado en pequefias colinas convexas, presentes bajo la
forma de testigos alargados, que emergen de los anteriores coma por Valencia-La Mana (Fig. 23); 0 conos sobre-
292
alzados hasta 1.600 m, disectados y rodeados de abruptos coma en El Corazon (Fig. 24) 0 detras de Bucay (1.0001.200 m). Aigunas delimitaciones y abruptos pueden tener un origen tect6nico, coma en la zona de La Troncal (Fig.
25). Estos conos, delimitados por fallas 0 elevados a altitudes mayores, son evidentemente testigos de un deshielo
glaciar mas antiguo, estan mas disectados, y sus componentes totalmente meteorizados en arcillas rOJizas y guijarros
fantasmas. Parte de eslOs, de reducida extension, no estan representados en el mapa.
Se representaron cuatro unidades, segun las formaciones superficiales y los suelos:
La unidad 93: al Sur y al centro, puede ser considerada como la unidad tipo, con formaciones superficiales arcillosas
que se desarrollan sobre dep6sitos originales areno-pedregosos, actualmente bien alterados en arcilla
mas 0 menos arenosa y guijarros fantasmas. Los suelos, casi todos arcillosos y lixiviados, son ferralfticos en las zonas
mas humedas, fersiaifticos en las zonas mas secas.
Las unidades 94. 95. 96: ubicadas al Norte de la anterior, estan recubiertas por una potente cobertura de proyecciones
piroclasticas e61icas recientes (cenizas y lapilli) provenientes de los principales edificios
vo1canicos activos y recientes deI Norte de la Sierra: Cotopaxi, Pichincha, etc. distantes de unos 120 a 150 km.
Estos dep6sitos, con una granulometrfa arenosa fina a limosa solo tienen unos diez centfmetros sobre los
conos meridionales, pero su espesor va aumentando rapidamente hacia el Norte, alcanzando mas de 4 a 6 m al
Noreste de Quevedo y tapando asf los afloramientos dei substrato. Segun las condiciones de humedad, estan bastante
alterados y se caracterizan por una textura limosa a limo-arcillosa y un color caracteristico amarillento a grisaceo.
Recubren el conjunto de las superficies de los con os de los cuales suavizan las formas, siendo las acumulaciones mas potentes en las zonas deprimidas que en las colinas en relieve. Estos recubrimientos son posteriores por 10 menos los mas recientes - a las principales fases de cavado ya que fosilizan la mayorfa de las entalladuras y
ondulaciones. El estudio de su cobertura en los valles con terrazas escalonadas es muy interesante: los nive les mas
bajos, lecho actual 0 de inundaci6n y terrazas bajas, areno-pedregosas, no llevan esta cobertura y por 10 tanto, 0 son
mas recientes, 0 se limpiaron par decapado durante las crecidas. Al contrario, los niveles de las terrazas superiores
llevan capas de espesor intermedio, de orden mtrico: por 10 tanto las emisiones mas recientes son posteriores a esta
fase de dep6sitacion.
Las diferencias entre las unidades cartogrficas son de orden pedogentico:
La unidad 94: ubicada al Este de Bucay, se caracteriza por la presencia de andosoles perhidratados, de color amarillo
vivo. Es el unico lugar de la zona costanera, a parte de los relieves tabulares entre Portoviejo y Pichincha, en donde
estos suelos, habitualmente derivados de cenizas antiguas, existen sin estar recubiertos por andosoles no hidratados,
mas recientes. Pareceria que aquf no se hayan desarrollado a partir de cenizas antiguas sino mas bien a parLir de
cenizas recientes. Seria la granulomtria muy fina de dichas cenizas, debido a su alejamiento dellugar de origen, la
que habrfa causado su fuerte alteracion en andosoles perhidratados, bajo el clima humedo de Bucay.
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La unidad 95: corresponde a una zona ubicada mas al Norte, bajo un clima tambin humedo, cubierta por cenizas
igualmente recientes, pero mas cercanas a los centros de emisi6n, por 10 tanto con una textura mas gruesa. Los sue los
estn en consecuencia menos evolucionados; son andosoles desaturados.
La unidad 96: situada mas al Suroeste, corresponde a estas mismas cenizas recientes; pero bajo un clima mas seco,
dieron lugar a andosoles saturados.
4.1.2. Los eonos de esparcimiento, mas alejados, pianos a poco diseetados (unidades 97,
98,99)
Por 10 general, estn ubicados debajo de las unidades anteriores, que prolongan por topograffas mas suaves
hasta entrar en contacto con la llanura al Oeste. Los mas extensos estan ubicados en la zona de contacto con la baja
llanura entre Bucay y Naranjito 0 sobre el borde oriental de la llanura costanera sur; las altitudes varlan entre 100 Y
200 m rio arriba y 5 a 20 m rfo abajo. Sin embargo, ocupan tambin espacios relativamente extensos encima de
Quevedo, por Valencia y La Mana en donde se escalonan entre 500 y 150 m. Jalonan casi exclusivamente la desembocadura de las principales arterias hidrograficas: los tributarios Norte de Quevedo a Valencia, los rIos Chimbo
y Canar al Oeste de Guayaquil y el rfo Balao.
Los modelados superficiales son netamente menos acentuados que los anteriores y se presentan camo superficies rigurosamente planas, y ondulaciones amplias y rebajadas cuyos desniveles relativos no exceden los diez
metros; las pendientes son siempre inferiores al 12 %.
Pmductos de una misma dinmica fluvial, estn estrechamente asociados espacialmente con los conos an-
293
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Conos recientes
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5Km
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teriores, dentro de los cuales se insertan por intermedio de un contacto digitado. Una fase de dinmica agresiva que
!levo a la diseccion y hasta a la destruccion parcia) de algunos conos de primera generacion, separ6 los dos episodios
de dep6sitos, viniendo el segundo a llenar los espacios vacfos debajo de los testigos de los antiguos conos
erosionados.
En cuanto a su caracterizaci6n, preferimos hablar de conos de esparcimiento. ya que el deposito de material
se realiz6 aquf sobre amplias extensiones, por rfos probablemente divagantes. Los anteriores eran tfpicamente
dep6sitos de deyecciones debido a la prdida brutal de energfa de los nos relacionada con Jas rupturas de pendientes
a la salida de las entalladuras de la vertientc andina.
El material depositado presenta tambin sensibles diferencias con el de los anteriores. Se puede observar
294
Fig. 24. El cano antiguo colgante de El Coraz6n
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Conos intermedios
Conos recientes
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una clara gradaci6n entre los dep6sitos areno-pedregosos de la parte alla y los arenosos finos a areno-limosos de la
parte baja. Ademas, en oposici6n al grupo anterior, estos dep6sitos nunca son arcillificados, 10 que concuerda con la
edad mas reciente pero tambin con el clima menos humedo que reina sobre estos atloramientos.
Se trata entonces de un dep6sito cronol6gicamente mas reciente (Pleistoceno superior), correspondiente a
una segunda fase de deshielo glaciar. Su repartici6n geografica homognea atestigua de su significaci6n regional y
por 10 tanto probablemente climatica. En efecto, fen6menos puntuales (desage de una represa originada por un
obstaculo: horst tect6nico 0 derrame lavico, erupci6n particularmente importante, etc.), s6lo hubieran tenido
repercusiones muy localizadas.
La sucesi6n observada concuerda ademas bastante bin con la cronologfa cuaternaria: un primer deshielo
295
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glaciar, al origen de los dep6sitos de primera generaci6n, fue seguido por un pen~o de cavamento y de disecci6n de
esta primera fase de dep6sitos por rIos poco cargados. con sobrecarga de energla por 10 tanto correspondiente a un
penodo glaciar. Un segundo episodio de des'hielo de los glaciares andinos provoc6 luego la formaci6n de esta
segunda generaci6n de conos de esparcimiento. Estos conos ms recientes se juntan insensiblemente con los dep6sitos de la alta llanura al Norte, pero dominan con relativa claridad la baja llanura al Sur.
Se cartografiaron tres unidades:
296
La unidad 97: corresponde a los conos deI Sur, con depsitos areno-pedregosos arriba y areno-limosos abajo. Las alteraciones superficiales y los suelos varfan en el mismo sentido de areno-limosos con gravas a arcillolimosos al contacto con la llanura.
Las unidades 98 y 99: son las unidades septentrionales, recubiertas por las cenizas volcnicas. Sus formaciones superficiales son idnticas a las de las unidades 95, 96. En 10 que atane a los suelos:
- la unidad 98 se caracteriza por andosoles desaturados;
- la unidad 99, ms al Suroeste, par 10 tanto en regiones ms secas, por andosoles saturados.
4.1.4. Las ondulaciones bajas sobre sedimentos marinos cuaternarios (unidad 113)
Los relieves subyacentes, que fueron parcialmente cubiertos superficialmente por los esparcimientos
anteriores, se parecen en todo a las ondulaciones bajas sobre sedimentos cuaternarios vistas en la penfnsula de Salinas
yen las inmediaciones de Manta (unidad 114).
297
Como estas ultimas, presentan una topografa de suave a moderada con altitudes escalonadas entre 60 y 80100 m, al entrar en contacto con las primeras estribaciones andinas al Sur, pera que van bajando graduai mente hasta
15 a 20 metros al Norte, cerca de las Ilanuras bajas, fluviales 0 f1uvio-marinas. Este contacta se materializa por un
pequeno abrupto bastante rectilfneo, heredado de una antigua lfnea de orilla.
Al Sur, los modelados estan constituidos por pequenas colinas convexas, disectadas con cimas redondeadas
separadas por entalladuras convexo-c6ncavas de algunas decenas de metras. Hacia el Norte, confonne bajan las altitudes, se transfonnan en ondulaciones mas suaves con cimas rebajadas, planas a suavemente redondeadas, separadas
por valles coluviales muy poco marcados, c6ncavos, ensanchados, poco encaJonados. El rasgo comun caracterfstico
es la subigualdad de las cimas, herencia de la superficie original deI dep6sito.
Estos relieves dibujan una franja casi continua de unos diez kil6metras de ancho desde Arenillas hasta la
frantera peruana. Pero se prolongan tambin al Sur, a 10 largo de los principales valles de los rfos Naranjo 0 Palmales,
en donde constituyen verdaderas depresiones interiores, en continuidad topogrfica.
Se trata de una sedimentaci6n detrftica con dominancia cuarzosa, localmente cimentada por 6xidos de hierro y conteniendo numerosos lechos gravosos, con guijarros y localmente conglomerticos. Los rellenos dei valle dei
rfo Palmales, por ejemplo, son exclusivamente cuarzosos. Por 10 contrario, hacia el Norte, aparecen intercalaciones
de capas de arenas arcillosas, de arcillas marinas de verduzcas a amarillentas. ms abundantes en las cercanfas dei
litoral. Estos sedimentos tienen un doble origen, al Norte. son el resultado de una transgresi6n marina, que estimamos
contempornea de la segunda generaci6n de los depositos 'Tablazos" vistos por Salinas y Manta. Hacia el Sur, cerca
de las estribaciones andinas, pasan a ser gradualmente rellenos aluviales, hasta torrenciales, provenientes de los relieves continentales.
Bajo un clima caracterizado por una acentuada aridez, las alteraciones arcilJo-arenosas a arcillosas son relativamente poco profundas, y los sue los, con rgimen de humedad arfdico, son vrticos, a veces planosolizados.
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Fuente: Mapa de zoniflcacl6n climtlca de! Ecuador a 1:1'000.000, C. Hutte!, A. Winckell, C. Zebrowski, indita.
299
sensibles, desarrollados sobre cenizas volcanicas e6licas, con textura de limo-arenosa a limo-arcillosa. En la mayoria de casos, provocan un decapado superficial con dep6sitos terreros arenosos en las hondonadas; pero tambin se
constata el cavado de rasgunos, zanjas y luego torrenteras de orden mtrico cuya existencia constituye una grave
molestia a la mecanizaci6n.
Estas tierras, potencialmente muy ricas, deben absolutamente ser protegidas. La practica de tcnicas agrfcolas apropiadas destinadas a mejorar la cobertura dei sueJo y por 10 tanto su protecci6n al principio de la estaci6n
lIuviosa debe ser una de las prioridades dei uso agrfcola en estos sectores.
En el extremo Sur, sometido a condiciones subdesrticas, los fen6menos actuales no requieren los mismos
grados de protecci6n. Sobre los dep6sitos areno-pedregosos de los glacis, con potencialidades agron6micas muy
bajas, y con una cobertura vegetal muy discontinua, de herbacea a arbustiva con espinos y cactos, las condiciones
climticas no permiten la implantaci6n de actividades agrfcolas, con excepci6n de una ganaderia caprina extensiva
sobre terrenos de recorrido. Por 10 tanto, la morfodinamica actual se limita a un escurrimiento superficial difuso que
remueve de algunas decenas de metros la superficie de los dep6sitos, lIevando sus elementos fmos, que son depositados en las hondonadas coluviales 0 aluviaJes.
300
El apelativo utilizado "alla llanura ". solo es perfectamente valido para la parte Sur en donde se observa un
crecimiento muy graduai de las altitudes. desde el contacta con la [[anura baja que domina por un pequio
abrupto dentellado de unos diez metros. Por Vinces-Puebloviejo. las altitudes de las partes superiores son de 2025 m y crecen luego gradualmente hacia el Norte, 60 m en El Empalme y Quevedo. 180-200 en Puerto Limon y
Puerto Nuevo al Sur y al Oeste de El Carmen.
Por 10 contrario, la parte Norte presenta una inclinacion mas fuerte, As/, a partir de las altitudes
mas bajas ubicadas por los 180-200 m al Norte de Quindind. se asiste a IIna subida regular de las altitudes.
lenta hasla Puerto Quito (300 m), luego mas rapida, 600 m en Santo Domingo)' 1.200 m en Los Bancos. Los
relieves de la alla llanura se juntan insensiblemente con los enormes conos de esparcimiento en la desembocadura de los principales rios andinos. Se inserlan, mas arriba, a 10 largo de sus entalladuras que jalonan por testigos encaramados. El dei rio Toachi alcanza 1.000-1.200 m por Alluriquin, ,pero el gigantesco cono de los rios
Blanco y Cuay[[abamba culmina a 2.350 m al Oeste de Tandayapa(!)
Las observaciones de la topografia concuerdan perfectamente con los resultados dei estudio geomorfologico. Alta /lanura)' conos de esparcimientos son genticamente relacionados. Estanformados por los depositos
aportados por los principales rios provenientes dei Norte de la Sierra segun el proceso invocado en el capitulo
anterior acerca de los conos de deyeccion y esparcimiento. Esa estrecha relacion en cuanto a su origen. asi como
la imposibilidad de encontrar un limite entre la llanura alta y los grandes conos de esparcimiento. justifica que
se haya escogido unificar cartogrjicamente estos dos cOl/juntos. y por consecuencia no representar conos de
piedemonte al pie de la vertiente andina septentrional (Fig. 24). Tai solucion presenta ademas la ventaja de
permitir una rapida comparacion visual entre estas formas heredadas de un misma generacion de procesos y
otras entidades relacionadas con episodios similares como el cono de El Placer 0 el conjunto de las "Mesas"
orientales.
Debidoa la amplitud de la sedimentacion y dei encajonamiento posterior (400 m en Mindo), es evidente que
se trata de depositos antiguos, en relacion con rios de capacidad y competencia mucho mas elevadas que la red
actual. Es razonable relacionarlos a uno 0 va rios periodos de deshielo glaciar y al aumento consecutivo dei
escurrimiento hidrico fluvial por la fundida dei casquete glaciar andino. Asi mismo parece evidente que se debe
relacionar la enorme cantidad de material depositado con lafuerte actividad volcanica andina.
La localizacion de estos depositos esta, evidentemente, relacionada con la rllptura de pendiente en su perfil
longitudinal, en la salida de la vertiente andina. Esto provoca una brusca baja de su potencia y de su capacidad
de transporte y conlleva el deposito inmediato de los sedimentos en sobrecarga. ,Si bien talesfenomenos son bien
conocidos, resulta sin embargo, dificil imaginar los procesos capaces de generar un cono de 100 km de largo y
de 2.150 m de desnivel total, como el de la zona de Los Bancos(')
Otras relieves similares jalonan las vertientes andinas: el cono de El Placer al Noroeste 0 el de la desembocadura dei rio Pastaza en la Amazonla. Nos parece razonable pensar que las primeras fases de sedimentacion
dei cono de Bucay pertenece tambin a esta generacion, pero el hundimiento importante y continuo de la llanura
dei Guayas no permite observarios actualmente. Sonfenomenos generales y por 10 tanto, de origen climtico.
Sin embargo, no hay que subestimar el papel de la tectonica cuaternaria)' dellevantamiento continuo de la
barrera andina. Estos movimiemos, contemporneos, pero tambin parcialmente posteriores a la edificacion de
los conos, participaron al crecimiento de las altitudes de la parte alta de los conos; a[[i radica seguramente la
explicaci6nde los 2.350 m de la parte alta dei cono de los rios Blanco)' Guayllabamba. Es tambin parcialmeme
a una red defracturas ortogonales NO-SE y SSO-NNE que atribuimos el dibujo dentellado dei contacto llanura
alta-[[anura baja. La primera direcci6n es paralela a las fracturas de la cordillera coste ra y de la peninsula, la
segunda corresponde a una direccion andina predominante relacionada con la abertura dei golfo de Guayaquil.
Pese a su amphtud. los depositos actualmente observables solo representan una pequena parte dei relleno
de lafosa localizada sobre el emplazamiento de las llanuras costaneras. Los datos de geofisica y de sondeos pro-
30\
fundos (Mapa geologico nacional de la DCCM. /982) permiten, en efecto, deducir que la base de la secuencia
terciaria varia de /.500 m en Santo Domingo a 4.000 men Quinind. En la parte Sur de la llanura se aproxima
a 2.000 m pero alcanza 3.000 m al Norte de El Empalme. Al Sur, por Vinees, se vuelve a levantar y solo es de
1.500 m (Fig. 32). Espesores enonnes que incluyen tambin los sedimentos terciarios, pero que permiten pensar
que el relleno cuarternLlrio es ms potente que lo que deja suponer el examen de los cortes areos. Sobrepasan
probablemente los 1.000 m.
Formaciones litologicas y superficiales han sido poco estudiadas en los documentos geologicos establecidos. Mencionan una formacion Baba (Plio-pleistoceno), una formacion San Tadeo (Pleistoceno), una
fonnacion Pichilingue (CuaternLlrio), aluviones cuatemarios y terrazas no diferenciadas. No hemos adoptado
esta nomenclatura cuyas diferenciaciones nos parecen muy discutibles tanto en su contenido como en su
delimitacion cartogrfica.
Debido a la potente cobertura plroclstica superficial, solo las entalladuras de los conos permiten observar
302
la sedimentacin.
El corte nuis alto, a 10 largo de la quebrada de Mindo, mostr mas de 400 m de una sucesin de conglomerados, arenas y areniscas. Los primeros dominan y constituyen capas mtricas a decamtricas de depsitos
torrenciales sin ordenamiento, compuestos por guijarros y bloques redondeados de tamaiio variable entre el decfmetro y el metro. La matriz arenosa, gruesa puede ser blanda 0 completamente cimentada en arenisca extremadamente resistente. Arenas y areniscas son de medias a gruesas, muchas veces pedregosas, y dispuestas en capas
por 10 general menos potentes. El mate rial es casi exclusivamente de origen volcanico: rocas, piedras pmez y
lapillis. Slo la cimentacin los diferencia y se escalonan entre un polvo arenoso friable pardo y facies de
grauwackas, muy duras, de negras a verduzcas. Se observaron otras intercalaciones de horizontes arcillosos de
blancuzcos a grises y depsitos heterogneos que, al acercarse a la Sierra, removilizan probablemente lahares.
Hacia la parte baja, los sedimentos se vue/ven, lgicamente, IJUis fin os. El mejor corte en la llanura esta
constituido por las vertientes de los taludes de la entalladura de la represa Daule-Peripa. Muestra una
altemancia de capas con dominancia arenosa y areniscosa de espesor decimtrico a mtrico y un porcentaje
mucho nuis bajo de capas pedregosas y conglomeraticas. El tamaiio de los guijarros ya slo es de 2 a 5-10 cm
como maximo. La cementacin de algunos niveles areniscosos sigue siendo fuerte y todavfa se encuentran bancos
de grauwackas. Sin embargo, las capas limosas y arcillosas son mucho mas importantes, algunas con alta
cantidad de componentes de origen volcanico (cenizas, lapillis y piedras pmez) se asemejan -q las cineritas,
areniscas y limos tobaceos.
Se pueden observar grandes variaciones de las condiciones de depsito. Luego de series finamente estratificadas sobre decenas de metros suceden conjuntos de tipo torrencial, heteromtricos y sin ordenamiento. Lo
que parece indicar un medio con dinamica cambiante de tipo fluviolacustre con perfodos tranquilos que provocan
sedimentaciones finas, estratificadas y concordantes, asf como bruscas modificaciones con aportes fluviales,
gruesos hasta torrenciales.
Al extremo sur, por Daule, dominan los estratos arenosos de grisaceos a pardos, de blandos a muy poco
cimentados en altemancia con limos tobaceos con aspecto de cineritas y alineamientos de piedras pmez centimtricas.
La segunda caracteristica se relaciona con la cobertura piroclastica potente, general sobre los conos y al
Norte de la llanura.
Se trata de una superposicin de varios conjuntos piroclasticos cuyas diferenciaciones bien visibles en la
cercania de la Sierra, se atenuan luego sobre la llanura. Los espesores son considerables, superiores a 8 m por
Los Bancos, cercanos a 6 m en Santo Domingo, de 4 m en Quinind y Quevedo. El espesor disminuye luego rapido
y paralelamente al alejamiento de los volcanes; las cenizas desaparecen en la parte meridional de la llanura.
Se pueden distinguir claramente dos conjuntos superpuestos, correspondientes a dos grandes perfodos de
emisin:
- Una capa inferior que corresponde globalmente a las tres cuartas partes dei espesor total, de color pardoamarillo intenso, con textura limo-arcillosa y sin huelias de estratificacin 0 de discontinuidad. Se trata de una
primera emisin de cenizas antiguas, hoy en dfafuertemente alteradas. La basefue fechada a mas de 42.000 aiios.
- Una segunda capa superior, con textura ligeramente nuis gruesa, de limosa a limo-arenosa, color pardo
a gris amarillento, corresponde a una segunda serie de emisiones mas recientes que empezaron hace aproximadamente 8.500 aiios. Cerca de la Sierra, la granulometria de los depsitos aumenta y se vuelve netamente arenosa. Aparecen claras diferenciaciones en este conjunto: horizontes organicos enterrados, niveles nuis gruesos
de piedras pmez y lapillis, capas de proyecciones arenosas, etc. Estas atestiguan de una actividad claramente
diversificada proveniente de varios edificios volcanicos andinos (A. Winckell, C. Zebrowski, M. Delaune, 1994,
en prensa).
Por otra parte, se reconocieron dos niveles escalonados sobre el esparcimiento de Los Bancos, geneticamente relacionado con el piedemonte central y meridional (Fig. 27).
- La parte central y oriental, alta, disectada, cubierta por cenizas, corresponderfa a una primerafase, contemporanea de los conos de piedemonte mas antiguos.
- La parte baja, noroccidental, entre los rios Blanco, Canand y Guayllabamba representafases posteriores. Su superficie es nuis plana y regular y su cobertura piroclastica mas fina y discontinua, atestigua de una
remodelacin y de un decapado parcial por escurrimiento fluvial superficial, posteriormente a los grandes
perfodos de actividad volcanica. Esta superficie debe relacionarse con los sistemas de terrazas encajadas de los
conos de piedemonte, con idnticas caracteristicas superficiales.
303
La repanicion de
Los dos llimos faclOres presentall un buen grado de correlacion y provocal/ una reparticion en fraI/jas paraie/as de orienracion NNO-SSE. Los hemos ulilizado como primer crilerio de delimilaciol/ de los medios climato-pedogenticos homogneos.
Luego, estos fueron divididos segn los paisajes que cOlltienen ." sus formas de re/ieve caraclerfslicas.
(Cuadro J)
Cob. total de
Cob. parcial de
cenizas: paleosuelos cenizas: paleosuelos
rojos sobre cenizas rOJos sobre substrato
Substrato
sin cenizas
Paisajes elementales
Superficies planas
a onduladas
Unidad 72
Unidad 77
Unidad 82
Unidad 86
Superficies disectadas
Unidad 73
Unidad 78
Unidad 83
Unidad 87
Niveles aluviales
inferiores
Unidad 88
Unidad 74
Unidad 79
Superficies disectadas
asociadas con
valles en V
Unidad 75
Unidad 80
Unidad 84
Unidad 89
Unidad 81
Unidad 85
Unidad 90
Testigos disectados
encaramados
Superficies disectadas
asociadas a valles
con fonda piano
Unidad 76
Unidad 91
Unidad 92
304
Comprende los dos conos de los rios Blanco y Guayllabamba, ast camo la parle Norle de la aira llanura
hasra media camino entre Sanlo Domingo y Quevedo. Corresponde a la zona mas hmeda con mas de 2.500 mm
de //uvia. Los suelos lien en un rgimen de humedad nico, haslCl pen/dico. Bajo eslas condiciones elimalicas, la
alleracion de las cenizas volcanicas proporciona produclos amorfos que, con elliempo, se man lien en en el suelo
y la desaluracion dei complejo absorbenle es marcada.
ASt, los sue/os formados a parrir de las cenizas recienles son andosoles desalurados, ligeramenle
Fig. 28. Farmacianes superficiales y suelas de la Ilanura castera
1 79'
N
1
0'
o
1
10
1
20
1
SOKm
1
Santo DomIngo
AndosoJes desaturados
Andosoles saturados
Con os de piedemonte
2'
D
D
Elaboraci6n: A. Winckell
305
hidromoiftcos en supeiftcie, en la region de los conos de los rios Guayllabamba y Blanco. Ubicados cerca de los
centros de emision, tienen tal espesor que cubren todo el relieve, sea cual fuera la pendiente.
Los suelos desarrollados a partir de las cenizas antiguas siguen siendo andosoles, pero con textura nuis
fina y netamente perhidratados. Representan los suelos "clinuicicos" de estas regiones.
- Con cobertura toral de cenizas volcdnicas Que cubren paleosuelos rojos sobre cenizas
Ubicada al Sur, esta segunda zona se presenta bajo el aspecto de una estrechafranja hasta El Empalme. El
clima, mds seco, sigue siendo sin embargo bastante humedo para que el rgimen de humedad de los suelos siga
siendo udico. Pero ya que las precipitaciones son menores, la desaturacion de los suelos es menos fuerte.
Los suelos desarrollados sobre cenizas recientes son andosoles saturados limosos. Sin embargo, los que
provienen de las cenizas antiguas son muy arcil/osos, rojizos y lixiviados. Son suelos ferralticos saturados que
afloran en algunas zonas confuertes pendientes, en donde las cenizas recientes, menos potentes,fueron decapadas por la erosion.
- Con cobertura parcial de cenims volc4nicas cubriendo valeosuelos rojos sobre rocas dei substrato
Esta se prolonga hacia el Sur de la zona anterior hasta Balzar- Ventanas. La cobertura de cenizas se vuelve
mds Jina; aquf, en cuanto el relieve es pronunciado, se encuentra erosionada, dejando aparecer suelos inicialmente enterrados. Bajo un clima todav{a nuis seco, con precipitaciones inferiores a 1.500 mm, el rgimen de
humedad de los suelos es ustico.
Los sue los sobre cenizas recientes son un poco nuis arcillosos que sus equivalentes en la zona mds humeda.
Las cantidades de productos amoifos disminuyen, los suelos son brunizems poco potentes.
Los suelos subyacentes son siempre sue/os ferralticos saturados. Pero resulta imposible establecer un
LImite entre los suelos provenientes de las cenizas volc4nicas antiguas, al Norte, y los que provienen dei substrato, al Sur; ya que este ultimo tambin estd compuesto por materiales volcdnicos.
- Sin cenizas con suelos desarrollados sobre rocas dei substrato
Esta ultima zona reagrupa dos conjuntos:
- La parte Sur de la aira llanura, al contacta con la baja llanura inundable, corresponde a la zona nuis seca.
Las cenizas recientes no alcanzaron estos sectores alejados de los centros de emision y par 10 tanto, los suelos
provienen todos de sedimentos aluviales antiguos. Al Noreste, todav{a son suelos ferrallticos saturados que pasan muy rpidamente, con la baja de las precipitaciones, a ser suelos fersial{ticos y luego a suelos vrticos arenoarcillosos mds 0 menos planosolizados segun el relieve. Estos suelos vrticos llevan muchas veces lentes arenosos en relacion con la textura misma dei material original. Estdn asociados a suelos muy arcillosos, vrticos,
ubicados en las hondonadas.
- Los niveles inferiores, con remodelacion supeificial aluvial reciente a orillas de los rios Guayllabamba y
Blanco, sobre los cuales las cenizas han sido decapadas por los rios. Los suelos son aluviales, arenosos y profundos.
306
Fig. 29. Las formas elementales dei relieve de la lIanura alta
10Km
c::::::J
Gargantas encanonadas en V
E::J
N
1
cobertura piroclastica superficial participa, por su atenuaci6n de las fonnas, a acentuar todavfa mas esta monotonfa
en la parte septentrional.
307
Referencia de las
unidades de paisajes
(f)
Perti! esquemtico
72,77,82,86
Q)
Ci
'Ui
(f)
Q)
.~
(f)
L1anura
alta
.Cil
Q.
88
--', 1
(r ...... _ - _ .... -
~_J
74, 79
L1anura
alta
76
(f)
'0)
Ci
(f)
Q)
.~
81,85,90
(f)
.Cil
Q.
L1anuras
alta
y
baja
91
92
versificado que en la unidad anterior. Son colinas con cimas redondeadas anchas 0 estrechas cerca de las entalladuras
recientes y separadas par vertientes de moderadas a fuertes. de con vexas a rectilfneas pero con bajo desnivel que
nunca sobrepasa los 20 m en la llanura y 50 m sobre los conos. Las pendientes estan comunmente comprendidas entre
308
el 20 Yel 40 %.
En las zonas cubiertas por cenizas volcanicas, las capas son por 10 general mas potentes sobre las cimas que
sobre las vertientes en donde coluvionamiento y movimientos de gravedad provocaron un adelgazamiento relativo.
Las superficies entalladas de valles en V (unidades 74, 75, 76, 79, 80, 84, 89)
Estos paisajes muestran de una estrecha asociaci6n entre las superficies superiores y las entalladuras elaboradas por la red hidrograflca. Jalonan todos los rIos importantes, pero suben tambin bastante alto, rio aniba, siguiendo las arterias secundarias. Son sobre todo entalladuras estrechas con vertientes empinadas rectilfneas de 30 a
50 m y mas de desnivel relativo, en el fonda de las cuales se encajonan los rfos. Las faldas, con pendientes su peri ores
al40 %, son, por 10 general, cubiertas por coluviones provenientes de los estratos aluviales dei substrato. Las terrazas
son inexistentes 0 muy estrechas, y los unicos ensanchamientos son de origen coluvial. Todas presentan direcciones
similares: SE-NO siguiendo la pendiente de los conos al Norte de Santo Domingo, NNE-SSO en la Ilanura al Sur. De
esta manera, proporcionan al paisaje su caracterfstico aspecto con intertluvios sinuosos de algunos cienlOs de metros
a un kil6metro de ancho que prosiguen sobre decenas de kil6metros.
Las unidades 74 y 79 corresponden a la asociaci6n de las superlcies de planas a onduladas (unidades 72, 77,
82, 86) Yde estas entalladuras.
Las unidades 75, 80, 84 Y89 representan la asociaci6n de las superficies disectadas (unidad 73, 78, 83, 87)
Yde las entalladuras.
Por ln, la unidad 76 s610 se ubica en la parte alta de los conos. Figuran los testigos de dep6s;tos aluviales
idnticos y contemporaneos con los de los conos. Estos se encuentran en posici6n encaramada a 10 largo de las
entalladuras actuales por el encajonamiento posterior de la red hidrogralca. fuertemente disectados en superlcie, se
aparecen morfol6gicamente a las asociaciones superficies disectadas-entalladuras. Sus vertientes exteriores son muy
abruptas, compuestas por atloramientos pedregosos y conglomeraticos.
Las superficies entalladas de valles con fondo piano (unidades 81, 85, 90)
Estan ubicadas esencialmente en la parte meridional de la alla llanura. Las superficies bajan graduai mente
309
hacia el Sur. paralelamenle a las alliludes y presenlan un modelado bien diseclado en pequenas cimas redondeadas
estrechas. Eslan asociadas con numerosos valles enlallados, con vertienles generalmenle suavizadas cuyos desniveles sobrepasan raramente los 20 m. Ademas, se caraclerizan por un ensanchamienlo marcado y fondos pianos en los
cuales los actuales rfos tienen lrazados en fonna de meandros. Evidentemenle, eSlan subadaplados y en fase de
reciente a aClual de rel1eno, alesLiguada por la presencia de complejos de lerrazas encajadas y con bajo desnivel. Los
lechos aluviales se ensanchan al acercarse a la Ilanura baja y aparecen las fonnas deprimidas e inundadas caracterfsLicas de aquel1a.
4.2.3. Los paisajes compuestos asociando llanura alta y llanura baja (unidades 91, 92)
Jalonan exclusivamenle el contaclo enlre las dos Ilanuras. Las colinas redondeadas, caracterislicas de )os
dep6siloS de la alla l1anura, bajan progresivarnente hacia el Sur, donde empiezan a desaparecer bajo los aluviones
mas recientes.
El paisaje aparece enlonce.s muy fragmenlado y resulta de una asociaci6n de pequenas colinas rebajadas redondeadas que pertenecen a la alta llanura y que sobrepasan de unos 5 a 10 melros las exlensas planicies aluviaJes
(Fig. 30). La Ifnea de separaci6n enlre los dos medios es exlremadarnente digiLada, ya que las ultimas colinas aparecen
como "inundadas" por todas partes, por los aluviones. Entre estos U1timos, hay que senalar la presencia de numerosas
zonas inundadas 0 hidrom6rficas: lagos y brazos de cursos abandon ados, depresiones de decantaci6n y de
desbordamienta, etc. Todas estas formas atestiguan dei vigor deI relleno reciente, con rfos verdaderamenle
estancados en su desembocadura en la l1anura dei Guayas.
La unidad 91: es el propio tipo de la asociaci6n descrila, con una repartici6n sensiblemenle igual dei espacio enlre colinas y extensiones aluviales.
La unidad 92: es una variante de la anterior. Ubicada preferenlemenle en la desembocadura de los rfos mas imporlanles 0 mas cargados, se caracleriza ademas por la presencia de diques y cordones aluviales limosos 0
limo-arcillosos que serpenlean en la llanura aluvial, alesliguando asf la hisloria divagante recienle de la red fluvial.
310
bajo sombra, respetando por 10 tanto las condiciones de protecci6n de origen. Sin embargo, sobre algunas vertientes
de los conos, la explolaci6n de especies forestales sin precauciones particulares provoca el inicio de fen6menos de
gravedad (derrumbes, descolgamienLOs, lupas, etc.). Una generalizacion de esta explotacion podria acompaiiarse de
consecuencias catastr6ficas.
- Los fondos plan os de la parte baja de los valles y las extensiones aluviales dei extemo Sur sufren, durante
cada estacion lluviosa, crecidas de desbordamiento que moles tan considerablemente la utilizacion agrfcola durante
este perfodo. Es una limitacion generalizada al conjunLO de la Ilanura aluvial baja y las medidas de proteccion solo
pueden ser concebidas por una planificaci6n integral de la cuenca vertiente.
- Pero los fenomenos mas peligrosos ataiien a las mejores superficies culti vables. La cobertura de cenizas
volcanicas e61icas gener6 suelos con textura delimo-arenosa a limo-arcillosa. Observamos que stos ultimos son
extremadamente sensibles al escurrimiento superficial, difuso 0 concentrado cuando estan descubiertos.
Actualmente, la mayorfa de las prcticas culturales adoptadas en las explotaciones mecanizadas de estas
zonas llegan a un descubrimiento de esLOS suelos cuando empiezan las lluvias. Explotaciones modelo de soya al
Noroeste de Quevedo, plantaciones de mafz por El Empalme, las principales fincas hortfcolas, pero tambin las
parcelas pre paradas para el establecimienLO de plantaciones de palma, de banano 0 de abac se ven igualmente afectadas.
Estos fenomenos de escurrimiento ocurren hasta sobre pendientes muy suaves dei orden de aigu nos grados,
provocando en un primer tiempo un decapado superficial de las cimas redondeadas y acumulaci6n de los terrenos
correspondientes en las hondonadas. Pero estos fen6menos de escurrimiento difuso son muy rapidamente reemplazados por incisiones imputables a la concentraci6n de las aguas. Asf nacen rasguiios, torrenteras decimtricas
y luego mtricas. Pudimos observar entalladuras de un metro de profundidad y de ancho, desarrolladas durante una
sola estacion lluviosa.
Correlativamente, las acumulaciones en las hondonadas aumentan y constituyen microrepresas que obstruyen el escurrimiento natural. EntaJladuras y reJlenos constituyen asf un obstculo mayor a la mecanizacion de los
cultivos y un grave perjuicio a la conservaci6n de estos recursos.
Como estos fen6menos tienden a generalizarse paralelamente con la extensi6n de la mecanizacion, resulta
primordial tomar medidas de proteccion para asegurar al suelo una protecci6n duradera y eficaz (plantas de cobertura, prcticas mas apropiadas, etc.). En caso contrario, es evidente que en un futuro proximo, la creciente mecanizaci6n va a verse acompaiiada por rupturas deI equilibrio ffsico que pondrn en peligro Jas inestimables potencialidades agrfcolas de esta llanura, el verdadero "granero" deI Ecuador.
4.3. LA BAJA LLANURA ALUVlAL
Al Sur dei pequeiio desnivel, inferior a unos diez metros, que materializa el Ifmite con la alta llanura, a Jo
largo de la Ifnea Daule-Puebloviejo- Ventanas, se extienden ms abajo los paisajes monotonos de la baja llanura
aluvial inundable.
Esta presenta su maxima extensi6n al Norte de Guayaquil en donde su ancho, entre los relieves sedimentarios deI Manabf y los conos dei piedemonte andino, alcanza 80 km de Oeste a Este. Se estrecha muy rapidamente
entre Guayaquil y los cerros de Masvale, al Sur de los cuales ya s610 constituye una estrecha franja de unos 10 km que
se prolonga hasta Arenillas.
Las altitudes son siempre inferiores a 20 m, pero la mayorfa de ellas s610 alcanzan 5 m con una ligera subida
en direcci6n a los conos de piedemonte. Los modelados son evidentemente de una gran planeidad y monotonfa. Las
ondulaciones existentes, que no pasan nunca de los 2 03 m de desnivel, llegan a ser diffcilmente perceptibles.
Del punto de vista climtico, la baja Ilanura costanera es mas homognea que la anterior, ya que su extensi6n mas reducida de Sur a Norte limita las variaciones geogrMicas.
La mayor parte de esta zona que corresponde a la lIanura inundable de Guayaquil-Babahoyo pertenece a la
zona seca en donde, pese a que el numero de meses secos sigue prcticamente invariable en 8-9, las precipitaciones
medias anuales varfan segun los mismos gradientes que en las unidades anteriores; aumento de Oeste a Este: 1.180
mm en Daule con 75 dfas por aiio, 1.555 mm en Isabel Marfa con 120 dfas de lIuvia y 2.215 mm en La Clementina
repartidos en 205 dfas por aiio, y disminucion de Norte a Sur: 1.555 mm en Isabel Marfa, 1.475 mm en Milagro (105
dfas de lluvia) y 990 mm en Taura (con unicamente 65 dfas de lluvia). Se trata entonces de un verdadero medio de
transici6n, con tendencia semihUmeda al acercarse al piedemonte andino. Las precipitaciones de estacion seca son
comparables en toda la zona, y las diferencias de precipitacion media anual provienen de variaciones de las
311
precipitaciones de estaci6n lIuviosa (los meses de enero a mayo reciben 890 mm en Taura, 1.090 mm en Daule, 1.440
mm en Isabel Marfa, 1.975 mm en La Clementina).
La estrecha franja Iitoral al pie de la vertiente andina que se prolonga hasta Machala y Huaquillas al Sur,
presenta variaciones menos marcadas desde 500 mm por Machala hasta 1.000 mm en Naranjal. Es tambin una zona
seca, pero continua al Suroeste entre Machala y Huaquillas por la prolongaci6n deI desierto costero peruano. Las
precipitaciones decrecen rapidamente a proximidad de la Frontera en donde se alcanzan los Ifmites dei c1ima arido,
precipitaci6n media anual de 210 mm (Huallaco) a 575 mm (Arenillas), un numero de meses secos de II a 12 y un
dficit hfdrico anual que puede sobrepasar los 1.000 mm.
Las temperaturas medias anuales estan comprendidas entre 24,2C y 25,8C y los valores mas fuertes corresponden a las estaciones mas "continentales". Las mayores diferencias de temperatura media mensual se encuentran en las estaciones directamente expuestas a las influencias marftimas, coma Machala, en donde las temperalUras
medias mensuales extremas son 23,0C y 27,2C (diferencia de 4,2C) mientras que en Daule, estaci6n protegida,
son de 24,9C y 26,7C (diferencia de l,8C).
Esta unidad goza de una insolaci6n media (valores comprendidos entre 850 y 1050 horas de sol por ana)
gracias a la proximidad dellitoral, la evaporaci6n (Piche) es fuerte (750 a 1.270 mm-ano), pero la humedad relativa
deI aire sigue siendo elevada (deI 79 al 89%).
Resumen
- Llanura aluvial baja, arcil/osa
- Clima tropical seco
- Sue los en general arcil/osos profundos, con caracter/sticas hidrom6rficas frecuentes
- Arrozales, plantaciones de banano y complejos azucareros
- Inundaciones anuales de estaci6n l/uviosa
4.3.1. Los paisajes de las Ilanuras dei Guayas y dei piedemonte Sur
Es una tfpica lIanura aluvial (Fig. 31), constituida por el relleno de una profunda fosa de subsidencia, con
una direcci6n predominante NE-Sa, ubicada entre el arco costanero y los Andes y relacionada con la abertura dei
golfo de Guayaquil (ver libro l, capftulo 2). El hundimiento dei z6calo cretacico Ilega a mas de 9.000 m (profundidad
de la base de la serie terciaria) al Suroeste y al Sur de la isla Puna en la cuenca de Jambeli, situada en la prolongaci6n
dei golfo (Fig. 32). La lIanura dei Guayas esta ubicada sobre su Jado Norte y los espesores de los sedimentos son
menores en esta zona. Inferiores a 500 m sobre la orilla oriental, cerca dei piedemonte, alcanzan ya 1.500 a 2.000m
al Sur de Guayaquil y mas de 2.000 m en la orilla Norte en donde se ubica un hundimiento secundario en direcci6n
al Norte.
La naturaleza de los sedimentos sigue siendo poco conocida, los afloramientos son casi inexistentes y s610
sondeos profundos pueden evidenciarJos. Los estratos observados en el afloramiento, en los cortes y trincheras mas
profundas, son arcillas compactadas localmente estratificadas en finas capas concordantes superpuestas de color de
gris a verde oliva, de negruzco a azulado. Las intercalaciones son relativamente raras, de arcillo-arenosas a arcillolimosas.
El origen de estos dep6sitos debe compararse con la que se produce actualmente en el golfo dei Guayas en
donde sedimentos muy fmos, limos y arcillas, aportados bajo la forma de lodos por vfa fluvial se depositan en el
ambiente fluvio-marino deI estuario deltaico deI rfo Guayas. La sedimentaci6n deI medio continental progresa sobre
el ocano hacia el Sur, ya que los aportes aluviales se producen a una velocidad superior a la deI hundimiento continuo provocado por una subsidencia actualtodavfa activa.
El relleno proveniente de la Sierra provoc6, por 10 tanto, la migraci6n graduai de la antigua orilla, desde la
alla lIanura hacia el Sur; la baja Ilanura continental actual puede inteq1retarse como la antigua zona de sedimentaci6n
dei estuario, hoy en dfa fuera deI alcance de las aguas.
Por fin, estos sedimentos estan cubiertos superficialmente por limos y atcillas depositadas por los diferentes rfos, durante sus desbordamientos anuales en la estaci6n lIuviosa.
312
Fig. 31. Las formas elementales dei relieve de la IIanura baja
[=:J
1::-::>1
~
a
Diques aluviales limo-arenosos
2
1
la
Km
1
N
1
"Cerro" de Samborond6n
no sobrepasan respectivamente 113 y 290 m. Existen otros, pero no fueron reproducidos debido a su pequefio tamafio, coma el de Taura, por ejemplo, cuya cima alcanza 125 m.
Todos estan perfectamente individualizados al interior de la llanura aluvial que dominan por contornos netos. Sus vertientes son empinadas, y las pendientes fuertes siempre superiores al40 y hasta al70 %. Por 10 gentral son
rocosas, ya que el substrato esta constituido por roc aS muy resistentes, poco alterables bajo las actuales condiciones
c1imaticas. sec as.
Sin embargo llevan alteraciones, entre las cuales algunas, arcillosas. ferruginizadas. rojizas y profundas. son
heredadas de paleoclimas mas humedos. Los suelos se integran bien en este esquema y asocian suelos poco
evolucionados rojos y suelos fersialfticos rojos con seudoarenas.
Unificadas por las necesidades de la cartograffa, estas unidades son en realidad muy diversificadas.
- Los cerros de Duran, constituyen el final de la cordillera costanera sobre la orilla oriental deI rfo Guayas;
la baja graduai de las altitudes hacia el Este corresponde al hundimiento del substrato en esta direcci6n. Es la pro-
313
20
50 Km
N
1
L1anuras costeras
..3000 -
,... -f
_ .......-
longaci6n de la unidad 12 de la cordillera, con sus relieves monoclinales caracterfsticos de cuestas y espigas elaboradas sobre los estratos silfceos de los cherts "Guayaquil". AguI,las capas calcareas de la faldSur han desaparecido.
- El de Samborond6n, constituye un testigo avanzado deI flanco Norte de la cordillera (unidad 2). Confor-
314
mado por roc as vo1canicas provenientes de un trozo de costra oceanica (formaci6n Pin6n), corresponde a un bloque
relativamente menos hundido y reaparece gracias a fallas de direcci6n SO-NE, que limitan la cordillera en este sector.
- El macizo de Masvale, el mas importante de todos, tambin es volcanico. Pero. desde el punto de vista
geol6gico, parece pertenecer mas bien al arco volcanico cretacico Macuchi, que constituye la vertiente occidental de
la cordillera andina. y esta compuesto principalmente por lavas grises, de andesiticas a basalticas intercaladas por
grandes cantidades de volcanodastitas. Si se pudiera verificar esta pertenencia, atestiguaria de la complejidad de los
movimientos tect6nicos en esta zona ubicada a proximidad dei trazado de la gran falla de rumbo deI corredor de
Pallatanga al Norte y de la cuenca subsidente actual de Jambel.
315
316
disminuyen y aparecen numerosas formas que resultan dei relleno y de por las inundaciones peri6dicas: levantamientos aluviales, cuencas de decantaci6n, depresiones de desborde, etc. Asf aseguran una transici6n graduaI con
los paisajes de la lIanura dei Guayas.
317
318
Ventanas
N
1
10
20
50Km
3'8
[::::J
Manglar
"'-----------
Pasaje
Fuente: J Acosta, A Winckell, CEDIG, 1983
319
subsidencia.
La parte tluvio-marina se ve particularmente afectada por el reciente "boom" de la acuacultura. Grandes extensiones de salitrales, pero tambin de manglares han sido transformadas en piscinas para camarones (Fig. 34)
Desde un estricto punto de vista morfodinamico, estos acondicionamientos no ponen en peligro el equilibrio
deI medio si mantienen intacta una franja litoral de manglares, 10 que ocurre generalmente. Sin embargo, la puesta en
agua de suelos entre los cuales algunos estaban en Via de desalinizaci6n, en los salitraJes por ejemplo, los transforma
en forma irreversible en zonas irrecuperables para la agricultura. i,Qu decir, tambin, dei reemplazo de algunas
plantaciones de banano por piscinas de camarones? Felizmente esta sigue siendo un fen6meno marginal.
Su alimentaci6n en agua dulce entra evidentemente en competencia con las necesidades de riego de los cultivos continentales que siguen siendo elevadas en estas zonas de clima seco. Ademas, la destruccin de los manglares perturba el ciclo de reproducci6n natural de las larvas 10 que obliga a recurrir a la reproducci6n en medio artificial.
Pero, se trata de una utilizaci6n racional, que ademas es remunerativa, de un media abandonado, impropio
para la agricultura, que convendrla planificar a escala regional.
Capitulo 3
Nota preliminar
Debido a las condiciones mismas deI desarrollo de este estudio en el medio amazonico - bibliografia y conocimientos anteriores muy parciales, gran extension dei area estudiada, dijiculdades de acceso a un gran numero de zonas, etc. - el reconocimiento cartografico de la region amazonica ecuatoriana se realizo a la escala de
1: 500.000 y mediante la determinacion de grandes conjuntos morfopedologicos homogneos que aparecen directamente en la siguiente parte deI texto. No hemos creido conveniente efectuar una agrupacion en base a regiones y subregiones, no justijicada aqui por la homogeneidad deI medio estudiado.
Por estas razones, la exposicion dijiere ligeramente de aquella adoptada en los otros tres dominios fisicos
dei Ecuador: Sierra, Costa y Galapagos. Sin embargo, la informacion presentada es similar, y se indican en
conclusion deI estudio de cada paisaje 0 grupo de paisajes similares, observaciones sobre su utilizacin actual,
su eventual actividad morfodinamica asi coma comentarios concernientes a una adecuada utilizacin de los recursos naturales renovables, en funcion de las potencialidades biofisicas.
La Amazonia ecuatoriana es un territorio politico cuyos limites son convencionales. Sin embargo, este
territorio se inscribe en una region natural: el subsector perifrico de la cuenca amazonica mas cercano a la
linea equinoccial, adosado al segmento mas volcanico de los Andes. En efecto, todos sus rasgos se encuelltran
enmarcados en esta definicion.
Los paisajes estan ordenados con logica, desde las vertientes de los Andes hasta las llanuras pantanosas
deI nivel de base fluvial, segn diversas modalidades de transicion. Sus rasgos corn unes son, a priori, la latitud
ecuatorial y la pertenencia al sistema ecolgico amazonien. A posteriori, aparecera que la proximidad de los
Andes y de sus volcanes tambin es signijicativa.
Esta presentacion procede de una interpretacion exhaustiva, durante la dcadn de 1975-1985, deI conjunto
de las imagenes disponibles, sobre todo de las fotografias areas, asi coma de documentos Landsat y RADAR.
Esta interpretacion ha sido controlada por numerosos reconocimientos de campo, tan sistematicos coma 10
permitia el acceso. Asi, se delimitaron)' se caracterizaron treinta y cinco unidades de paisajes morfopedolgicos.
La leyenda deI mapa y el ordenamiento de la exposicin tienden a sugerir el caracter organico de sus mutuas relaciones. tal coma aparece luego deI estudio de las imagenes, de los documentos elaborados y. claro esta,
de las observaciones directas deI terreno.
Resulta clasico distinguir los Andes, lafranja subandina y la cuenca amaznica. Insistiremos sobre la importancia de una zona de piedemonte particularmente desarrollada y notable ell Ecuador. Le aplicaremos, asi
como a la parte ecuatoriana de la cuenca amazonica. el calijicativo de "periandino" para subrayar todo 10 que
los paisajes de la Amazonia ecuatoriana deben a la proximidad de los Andes.
Se puede describir un paisaje por sus rasgos caracteristicos 0 definirlo refirindose a las condiciones en las
cuales seformo, asi coma a aquellas que determinan su evolucion actual ante nuestros ojos. Redactores y lectores dan privilegio a tales 0 cuales elementos descriptivos 0 genticos. segn sus preocupaciones, sus medios de
acercamiento y sus mtodos. Estos elementos pueden ser la vegetacion 0 sus sistemas de explotacin. la estructura geolgica 0 la topografia, el clima actual 0 el balance de la evolucion climatica anterior, los escurrimien-
322
78"W
77"W
0"
1"
2"
Relleves subandinos
Corredores y depresiones
Cordillera dei Napo, con cobertura de cenizas volcanicas
Cordilleras de Santiago
Contrafuertes orientales
Amazonia periandina
Piedemonles prximos, con cobertura de cenizas volcanicas
"Mesas" dei piedemonte central
Gradas medias y disectadas de piede monte alejado
L1anuras y lerrazas dei piedemonte alejado
4"S
f
Elaboracin: A. Winckell
10
50
100 Km
1
323
tos y el drenaje, el suelo; asi como otros, mas 0 menos primordiales, pOl" la anterioridad cronol6gica 0 la anterioridad causal, en un sistema interactivo.
Anteriormente, la geograJfafisica no tomaba mucho en cuenta los suelos. Se dejaba a los especialistas el
cuidado de identificarlos y evaluar sufertilidad. Hoy en dia, es admitido que los suelos estan ubicados en el centro de la problematica ecol6gica: factores y expresiones a la vez dei equilibrio de los sistemas de paisajes.
Nuestro inventario de los paisajes de la Amazonia ecuatoriana reconoce a los suelos una importancia discriminante. No debemos extrafiarnos de esta ya que procede, en parte, de un antilisis morfoedafol6gico, realizado anteriormente pOl" PRONAREG-ORSTOM. Ademas, resulta importante prestar atenci6n a los suelos como
expresi6n y factor de los equi/ibrios ecol6gicos locales: son elementos de la problematica de conservaci6n y explotaci6n y cualquier tentativa de desarrollo agrfcola tie/le que tomarlos en cuenta.
Las potencialidades y limitaciones de cada paisaje, en trminos de explotaci6n 0 conservaci6n estan, relacionadas en primer lugar con el e1ima, el relieve, el suelo y su drenaje. Deben tambin sel" moduladas segun
factores humanos y de infraestructura para sel" evaluadas en el marco de una problematica global de desarrollo
regional, e ineluso nacional.
Una gran homogeneidad e1imatica
Esta regi6n se caracteriza pOl" dos gradientes pluviomtricos:
- El mas importante se nota de este a oeste. Asi, Tiputini, la esraci6n mas oriental, recibe precipitaciones
medias anuales de 2.500 mm, Limoncocha en el centra de la Amazonia ecuatoriana, 3.245 mm; y Tena, estaci6n
al pie de la vertiente andina oriental, 3.895 mm.
- El segundo sigue un transecto norte-sur. Con altitudes similares, las precipitaciones medias anuales son
superiores a 4.000 mm al norte de 1 40'S (4.590 mm en Cotundo, 4.410 mm en Puyo); sobrepasan los 2.000 mm
entre 2 y 3S (2.550 mm en Macas y 2. 110 mm en Mndez), y siguen disminuyendo levemente hacia el sur: 2.190
mm en San Francisco y 1.910 mm en Cumbaratza. Las variaciones mensuales son poco marcadas: un maximo
relativo poco acentuado se situa entre marzo y julio (especialmente enjunio) y el minimo esta comprendido entre
julio y febrero, con unafrecuencia nuis elevada en diciembre. No hay mes seco y la totalidad de la regi6n tiene
un dficit hfdrico nulo.
Solamente las estaciones e1imatol6gicas situadas pOl" debajo de 300 m tienen temperaturas medias anuales
iguales 0 superiores a 25 oC (Tiputini, PUlllmayo, Curaray), el isoterma de 20C corresponde a estaciones entre
1.000 y 1.100 m (Puyo, Pastaza); 0 sea temperaturas ligeramentes inferiores a las de la regi6n coste ra. Las variaciones de las temperaturas medias mensuales son poco marcadas, inferiores a los 2C; el mes menos caliente
es julio, mientras que el mas caluroso es noviembre.
La humedad relativa deI aire es elevada, entre 85 y 90%, con muy pocas variaciones mensuales. La evaporaci6n (mtodo Piche) es reducida y los pocos datos disponibles no muestran valores encima de los 800 mm al
ano. La duraci6n anual de la insolaci6n se aproxima a las 1.000 horas para las estaciones cercanas a los Andes,
pero aumentan hasta 1.400 horas en Tiputini, hacia el este.
324
325
pelfticos, silfceos, margosos 0 calcareos, amaril los 0 negros, que alternan con bancos mas macizos de calizas fosiIfferas negras. S610 los bancos fosilfferos son evidentemente calcareos. No se puede presuponer la reacci6n de las
de mas rocas y sta s610 se revela al contacto con acido.
Hay que anolar panicularmente el aspeclo alternado y laminado de esla facies, ya que explica el modelado
que le es caraclerfslico. En efeclo, ningun eslralo seria 10 baslanle duro ni 10 baslanle macizo para estruclurar el modelado. Por Olra pane, el agua se infiltra y empapa lodos eslos eslralOS a gran profundidad. Asi los disgrega, los meleoriza y provoca hinchamienlos y deslizamienlos diferenciales que desembocan en fen6menos generalizados de
movimienlos de masa sobre las venienles. La disecci6n dei paisaje correspondienle es por 10 lanlo moderada por su
ineslabilidad. Las venienles son irregulares, formadas por facelas conas. Se ven remodeladas en cuanlO sus pendienles lienden hacia un valor deI orden dei 40 % .
Esle paisaje eSla escalonado enlre 2.000 y 500 m de altura. Las lemperaluras medias anuales eslan comprendidas enlre 16C y 24C segun la altura, las precipilaciones rodean los 2.000 mm.
La coberlura edafol6gica de estas zonas con facies flysch esta lfpicamenle conformada por una asociaci6n
de sue los amarillos y pardos enlre los cuales predominan perfiles ferralilicos y seudoferralfticos amarillos, remodelados por coluvionamienlo. Todos eslos suelos son poco profundos y fuenemenle mezclados debido a la ineslabilidad dei lerreno.
El afloramienlo de los bancos de caliza y el desarrollo direclo de perfiles sobre facies calcareas son relalivamenle escasos; dominan areniscas finas, grises a negras con grandes f6siles bivalvos cubienos de suelos pardos
desaturados. Los bancos calcareos pueden disolverse fnlegramente sin dejar reslos ni residuos de alleraci6n perceplibles. Por 10 lanlo, los suelos sobre calizas lienden siempre a integrarse a la cobenura amaril la dei conJunlo.
Esle paisaje fue foreslal hasla una fecha recienle y la aClividad de los indigenas Shuar no 10 po nia en peligro.
Hoy en dia se enfrenla a un desmonle generalizado debido a la colonizaci6n que dispone de varios accesos, caminos
de herradura 0 lransilables, desde el Azuay. Sin embargo, si bien eSle paisaje gozade un clima refrescado por la allUra
y de precipilaciones relalivamenle moderadas, su explolaci6n sigue siendo limilada por Jas severas reslricciones que
conforman la ineSlabilidad de las pendienles, la escasa profundidad de los perfiles, la acidez, la lixiviaci6n y la aluminoloxicidad excesiva de los suelos amarillos. Se puede ver conslanlemenle que el pisoleo deI ganado induce una
desnaturaci6n de los perfiles por gleyzaci6n.
En la medida en que el modo de explolaci6n aClUalliende a una exlensi6n siempre mas generalizada de los
paslizaJes, se puede lemer una eSlerilizaci6n complela, a cono plazo, baJo la forma de praderas improduclivas y de
pendientes insuficienlemenle prolegidas. No se puede esperar que un suelo cuyos recursos en nUlrimenlos son Lan
insuficienles y cuya loxicidad aluminica es Lan fuerte, permila una producci6n soslenida de forraje nUlrilivo. Por 10
lanlo eSla zona deberia ser reforeslada.
1.1.2. Los corredores bajo cenizas vo1canicas de Cosanga y Macas-Mndez (unidad 244)
Lo que se anol6 sobre la geologfa y a la geomorfologfa dei paisaje anlerior (unidad 245) es valido para sle:
afloramienlos de las series dei grupo Lim6n y disecci6n limilada por la ineslabilidad dei subslralo. Sin embargo esle
paisaje eSla cubieno por las cenizas que generan andosoJes hidralados. Por 10 demas, las precipilaciones son mas
elevadas, cercanas a los 2.500 mm.
El valle dei rio Cosanga esla ubicado delras de la cordillera granilica dei none, mas bien en el ambilo andino
que subandino, pero se lrala lambin de un afloramienlo dei grupo Lim6n. Se puede observar la facies flysch, las
mismas capas de rocas negras, de calizas fosilfferas asf coma los efeclos de la ineslabilidad dei terreno.
Por 10 lanlo, las reslricciones reJacionadas con la localizaci6n, con el clima hmedo y nebuloso, con la
ineslabilidad de las pendienles, el caracler esponjoso y perdfslrico de los suelos, limilan draslicamenle la explolaci6n
de ste paisaje, cuya degradaci6n por la eXlensi6n de los paslizales es particularmenle evidenle. Su des mon le es
lamenlable.
1.1.3. Las vertientes coluviales bajas de los valles deI sur (unidad 247)
Los valles deI sur son generalmenle eslrechos. Se insenan en paisajes vigorosamenle diseclados 0 accidenLados que comportan, a veces, rocas sensibles a la meleorizaci6n y susceplibles de deslizamienlos en las pendienles;
y a veces, cornizas de areniscas que se derrumban por faldas.
Los sislemas de lerrazas fluviales, laies coma las que se observan al none y al cenlro de la Amazonfa, no
encuenlran su lugar aquf, asf coma lampoco los grandes glacis delrflicos. Sin embargo, sus panes bajas eslan lapi-
326
zadas por numerosos conos detrfticos pequenos, alineados al pie de los relieves. Lateralmente, estos conos son muchas veces coalescentes; longitudinalmente. s610 se extienden sobre algunos cientos de metros. Se juntan a las vertientes altas por fuertes pendientes irregulares cubiertas de desprendimientos 0 deslizamientos en masa. y con las
terrazas aluviales (en donde stas existen, estrechas, finas y arenosas) por cortos glacis. Estos conos estan disectados
par pequenos barrancos longitudinales, desprovistos de ramificaciones laterales. AI ser divididos en compartimientos por esta disecci6n y deforrnados por las remodelaciones, estas conos toman un aspecto de colinas.
La alta terraza disectada de Chipana cerca de Mndez resulta interesante coma testigo de un antiguo nivel.
cubierto por suelos rojos sobre un material coluvial, muy rico en guijarros y bloques detrfticos granfticos 0 gnefsicos;
sta contrasta con la terraza sobre guijarros andesfticos de Patuca, que esta frente a ella y que se reune con el
piedemonte (unidad 269).
La agresividad dei clima lluvioso se ve reforzada por un ligero contraste estacionario que creee progresivamente haciael sur. Al sur de Zamora, la existencia de una pequena estaci6n seca permite la practica de chamiceras (que no pueden ser practicadas en el norte 0 el centro) 10 que facilita el desmonte y la eliminaci6n irreversible de
la cobertura forestal, acrecentando el peligro de erosi6n.
Las vertientes bajas se escalonan entre 2.000 y 600 m de altura, las temperaturas medias anuales son superi ores a 15C y las precipitaciones estan comprendidas entre 1.500 y 3.000 mm. La cobertura edafol6gica esta
constituida por suelos rojos 0 amarillos, ferralfticos, periacidos y perdistricos, pedregosos. remodelados 0
"pnvolus".
Puede ocurrir que un valle se ensanche localmente, forrnando una alvola en el conjunto montanoso, relativamente propicia a la colonizaci6n. Este es el caso, a 10 largo dei rfo Mayo, alrededor de Valladolid. Ya en 1743, La
Condamine, quin cruz6 este pueblo, escribfa que 10 unico que le quedaba de ciudad era el nombre pese a haber sido
opulento y poblado de espanoles un sigle antes.
Tambin es el casa de Zamora, Yantzatza, etc., pero en una situaci6n menos aislada, 10 que explica su
crecimiento actual.
Las vertientes bajas dei sur son desmontadas y cultivadas pese a fuertes restricciones: pendientes, piedras,
inestabilidad y escasa fertilidad. Los colonos han establecido allf sobre todo pastizales. pero esta practica no se
mantendra por mucho tiempo sin arruinar las potencialidades de los suelos y los equilibrios ecol6gicos locales. Estos
colonos desarrollan tambin cultivos arbustivos y sistemas agroforestales mejor adaptados. Resulta lamentable que
hayan reservado a stos cultivos los lu gares mas pedregosos.
327
251
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267
273
270
273275-277
b) El piedemonte central
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f.
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f.
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1.
f.
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~J~. t t
2n
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1 1
pianos estructurales annados por las capas areniscosas duras. Estas constituyen especialmente las comizas que dominan el cafi6n dei rfo Quijos.
En el eje dei anticlinal que dibuja una Ifnea meridiana entre Tena al sur y el volcan Reventador al norte, estos
pianos son horizontales y dan lugar a altas planicies macizas con un modelado de superficie fuertemente disectado
pero respetando la horizontalidad estructural (unidad 248).
AI acercarse al contomo dei macizo, hacia el este y el noreste, la convexidad dei anticlinal se acompafia de
una inclinaci6n graduai de las capas areniscosas, cubiertas al este por sedimentos mas recientes. Esta se acompafia
328
localmente par roturas, de tal manera que los pianos basculan y dan lugar a vertientes fuertemente inclinadas. Los
relieves estructurales armados por estas areniscas tom an entonces el aspecto de verdaderas cuestas, con superficie
cimera muy disectada y con un buzamiento dominante hacia el este (unidad 249).
El edifcio estructural ha sido sacudido por la tect6nica y luego desmantelado por la erosi6n. Los pianos
areniscosos, luego de haber sido rotos, desunidos y basculados fueron luego hundidos y disectados. De este fen6mena resulta un conjunto de bastiones ca6ticos, separados por profundos barrancos.
329
disectados, a proximidad de su Ifmite oriental. Cerca de su frontera norte se extiende un modelado muy disectado, con
colinas agudas y pendientes suaves hacia el noreste. Se puede discernir la herencia estructural s610 por la subigualdad
de las cimas y por la presencia de reliquias de superficies altas conservadas.
La unidad 252 corresponde al pliegue monoclinal que acompafia la brusca cafda de las capas hacia el este. Aquf las
formas son tfpicas y asocian una barra rocosa continua, con fuerte buzamiento oriental, localmente
disectada en pequefias espigas con formas notables.
La cobertura forestal es muy irregular. Las formaciones superficiales asocian rocas, desprendimientos, alteritas, suelos mas 0 menos evolucionados y rejuvenecidos con predominio de andosoles hidratados sobre cenizas.
Resulta inoportuno explotar estos barrancos y estas crestas cuyas pendientes deben ser protegidas en la
medida de 10 posible.
330
La unjdad 256 se identifica perfectamente con el pliegue monoclinal que acompafia la inclinaci6n de las capas a proximidad de la terminaci6n oriental. Como en el casa de domo deI Napo, al norte, se trata de una barra
roc osa cuyas imagenes RADAR y de satlite permiten identificar y admirar los pianos estructurales fuertemente erguidos y continuos as coma un magnfico modelado de diseccin con una franja de espigas.
331
(unidad 269) han fosilizado estas espigas y que todavfa las recubren en algunos lugares.
Las altitudes estn comprendidas entre 1.000 y 500 m y Jas temperaturas medias anuales entre 2 J oC y 24 oc.
Las precipitaciones se aproximan a 3.000 mm. La cobertura nalUral es forestal con variantes "postradas" en las rocas
duras. Se presume que los sue los son ferralfticos 0 seudoferralfticos, pericidos, rojos y amarillos, similares a los de
los piedemontes en colinas deI sur (unidad 247) 0 a las colinas periandinas (unidad 273).
Los indfgenas Shuar y Canelos recorren estas zonascuya colonizaci6n sigue siendo reducida.
332
2. LA AMAZONIA PERIANDINA
2.1. LOS PIEDEMONTES
La caracterfstica comun de los conjuntos de paisajes reunidos bajo el tnnino de piedemonte consiste en
estar establecidos en fonnaciones de esparcimiento localizadas abajo de los relieves andinos y subandinos orientales
(Fig. 2, a, b, c).
Representan diversos aspectos que atestiguan los dep6sitos detrfticos pliocenos, pleistocenos y holocenos,
y las unidades correspondientes coinciden mas 0 menos con las fonnaciones Mesa y Mera dei mapa geol6gico.
Se trata de terrazas disectadas, compuestas por materiales mas 0 menos gruesos. De arriba para abajo estos
son: conglomerados, areniscas, pelitas volcanoclasticas que se juntan graduai mente con los aluviones (DGGM,
1982; 1. W. Baldock, 1982). El establecimiento de tales fonnaciones se puede concebir no solamente en el contexlO
de fen6menos climatoeustticos sinD tambin de deshielos glaciares de origen volcnico ms que climtico. Estos
piedemontes estan adosados al sector volcanico de los Andes. AI sur dei paralelo 4S, sus hom610gos son ligerarnente
diferentes y han sido reagrupados con las bajovertientes subandinas (unidad 247).
Sus rasgos distinti vos se deben :
- a la edad, a la natura]eza, a la facies y al grado de disecci6n de la formaci6n detrftica original (elementos
dei viejo piedemonte 0 gradas de los piedemontes recientes);
- a su disposici6n geografica relativa (viejo piedemonte central 0 piedemontes perifricos);
- a su situaci6n en relaci6n con los Andes (piedemontes cercanos 0 piedemontes alejados);
- a la presencia 0 ausencia de una cobertura de cenizas volcanicas;
- a la naturaleza y al grado de evoluci6n 0 de rejuvenecimiento de los sue los (andosoles hidratados beige 0
suelos ferralfticos pardos);
- a otros rasgos de paisaje que resultan de los anteriores (cobertura natural, sistemas de explotaci6n, etc.).
No fue posible ordenar la cartograffa y la exposici6n relativas a los piedemontes sin compromiso entre los
diferentes criterios distintivos, a expensas de la coherencia deI conjunLO.
Estos paisajes de piedemontes se singularizan de los demas paisajes amaz6nicos por dos rasgos esenciales:
- el caracter estructural y piano de las superficies cimeras cuyo diseio de conjunto subsiste pese a una disecci6n a veces muy marcada;
- la naturaleza generalmente ferralftica y el colar pardo de los suelos desarrollados sobre las areniscas, conglomerados 0 arenas de origen volcnico, con excepci6n de los piedemontes cercanos, cubiertos par andosoles beige
desarrollados sobre la cobertura de ceniza.
Igualmente, estos rasgos caracterfsticos se encuentran en la mayorfa de los paisajes dei gran piede monte deI
noreste de la zona costera.
Los piedemontes amaz6nicos representan en realidad varias generaciones de esparcimientos detrfticos
gruesos. Resulta notable que, para la mayorfa de ellos, hayan provenido de este punto sensible de la tect6nica andina
y amaz6nica, el ombliga de la Amazonia ecuatoriana que es la brecha que fanna el rfo Pastaza a travs deI macizo
metam6rfico y granftico andino y deI domo anticlinal subandino. Ciertamente existen desembocaduras secundarias
de fonnaciones detrfticas al nivel de los rfos Quijos, Coca, Payamino, Suno, Palora y Upano pero ninguna tiene la
importancia evidente de la del Pastaza de la cual Landsat ofrece imagenes reveladoras (Fig. 4).
Esta sedimentaci6n detrltica plio-pleistocena result6 quizas de la conjunci6n de varios fen6menos: levantamiento de los Andes y de las cordilleras subandinas, erupciones volcnicas, variaciones climaticas y sobre todo
deshielos glaciares. Los mapas geol6gico y geomorfol6gico muestran bastante bien que los canos detrfticas desembocan debajo de los principales centras de actividad sfsmica y eruptiva: los volcanes Cayambe, Antisana, Reventador, Sumaco, Tungurahua, Sangay.
El calificativo periandino pretende indicar todo 10 que la Amazonfa ecuatoriana debe a las vertientes andinas y subandinas, sobre todo la naturaleza volcanica de los materiaies de piedemonte y los rasgos edafol6gicos particulares de los suelos que los cubren.
333
334
Sin embargo se diferencian de la unidad anterior por una inclinacion mas fuerte y un perfil alargardo con una
concavidad mas acentuada. Ademas, el modelado superficial esta netamente mas disectado. Asocia superficies
superiores compuestas por una yuxtaposicon de colinas redondeadas subiguales entalladas por profundos barrancos
con faldas rectilneas.
Es probable que la proximidad dei volcan se acompafie de un aumento de los productos de origen volcanico:
escorias, proyecciones y remodelacion de materiales provenientes de coladas. La presencia de pequefios accidentes
recientes, de orientacion norte-sur, que se traducen por desniveles superficiales de algunos metros est tambin
relacionada con la actividad sfsmica y volcanica, reciente y actual dei Sangay.
i Una
dosfases de esparcimiento?
La ubicacion y el aspecto actual de los testigos resultan de varios procesos sucesivos 0 conjugados. En
10 que atafie su origen, se pueden considerar dos hipotesis de formacion y evolucion.
Segun la primera (adoptada por una mayorfa de ge6logos), el plegamiento subandino habrfa
provocado el desmantelamiento de la cabeza dei abanico y la exhumacion dei corredor de Arajuno-Canelos.
Este corredor habrfa sido rellenado posteriormente por la fomzacion M,era, que representarfa el segundo
piedemonte, y luego nuevamente despejado. Asf, el paisaje de las verdaderas Mesas estaria llevado a 50 km nuis
abajo de su situacion de origen, nuis alla dei corredor.
Sin embargo, esta primera hipotesis. que concuerda perfectamente con la mayorfa de los documentos
geologicos disponibles sobre este sector, no es la unica aceptable.
En efecto, es importante sefialar que las superficies de los dos esparcimientos (isucesivos?) de las
formaciones Mesa al este y Mera al oeste, tienen una perfecta continuidad topografica, y se ven afectadas por
una misma inclinacion hacia el este, de cada lado dei hiato que constituye el corredor de Arajuno, dominados
por abruptos similares con mirada opuesta.
Un minucioso examen de las fotos areas de estos contactos permitio confirmar que la estructura es
idntica de cada lado del corredor. Los estratos inferiores de los esparcimientos vienen a cubrir las capas
erguidas y disectadas de laformacion Arajuno que fosilizan. Esta observacion atestigua de la existencia de un
plegamiento anticlinal anterior a las primeras fases de esparcimiento.
Esta situaci6n continua durante la sedimentacion, ya que la mitad inferior de las formaciones de
335
esparcimiento se ve afectada por una terminaci6n en cufza en lasfaldas de la estructura allticlinal yaformada y
en continuo proceso de plegamiento. Algunas capas detriticas estan afectadas con ligeras inclinaciones de cada
lado de la estructura anticlinal.
Por fin, hay que anotar que los dos rebordes opuestos de las formaciones detriticas, de cada lado dei
corredor de Arajuno, presentan tambin una ligera deformaci6n de su superficie cimera, entre plana y muy
ligeramente inclinada hacia el oeste para la mesa de Puyo y por el contrario con una pendiente superior a la
inclinaci6n general hacia el este para el esparcimiento de las" mesas ".
Todo ocurre como si un solo y unico esparcimiento hubiera fosilizado y cubierto una estructura
anticlinal anterior pero que seguia plegandose. Este material esparcido arma evidentemente el abrupto oriental
pero probablemente tambin la parte inferior dei acantilado que bordea al oeste el corredor de Arajuno, y es
encima de esta base que se depositaron los sedimentos Mera, en las inmediaciones de la salida de la garganta de
Puyo. Por otra parte, los ultimos movimientos son posteriores al dep6sito de estos estratos detriticos cuyas capas
superiores afectan. Y porfin la excavaci6n dei corredor Arajuno-Canelos. en el sitio de esta estructura anticlinal
fragilizada por movimientos continuos. seria por 10 tanto posterior a la principal fase de esparcimiento.
Esta segunda hip6tesis. propuesta en base a nuestras observaciones geomorfol6gicas mereceria ser
corroborada por observaciones precisas sobre la edad. la naturaleza de las formaciones detriticas mencionadas
y las ultimas fases tectonicas subandinas.
Posteriormente, se ejerci6 una mayor disecci6n en la superficie dei (0 de los) glacis. La red hidrografica
le (0 les) recort6 segun las direcciones privilegiadas por el dep6sito: radiales a partir de Puyo y luego curvus
hacia el sureste. Asi se disec6 el abanico en tiras divergentes aguas arriba y, aguas abajo, en jirones alargardos,
pianos, limitados hacia arriba y lateralmente por altas cornizas (los barrancos): stas son las mesas. Por su
fomza. su organizacion radial y su nivelaci6n. su pertenencia a un solo conjunto sigue sensible, por 10 menos al
este dei corredor. Por las [[neas generales de cada elemento dei relieve, se trata de mesas 0 planicies
estructurales tabulares cuya superficie corresponde al techo de una capa sedimentaria dura.
Por fin. la superficie de cada mesa ha sido cavada por un proceso secundario de erosion que tiende a
reducir el abrupto de los barrancos y a ondular la superficie. Al extremo, en el caso de las mesas mas estrechas
ode sas cuya capa protectora dura era mas fina. la disecci6n de detalle llega a destruir la mesa y la substituye
por un relieve derivado. colinario, biconcavo.
Las formaciones geologicas aflorantes
Resulta problematico definir la naturaleza de la sucesi6n de las capas sedimentarias de la formacion
Mesa. Solo los barrancos mas altos ofrecen cortes parciales y de acceso acrobatico. Los suelos de las mesas son
muchas veces profundos y los sondeos no alcanzan el substrato. c: y si 10 alcanzaran. podria tratarse del material
original? Por 10 tanto solo conocemos fragmentos de rocas recogidos en los talwegs interiores 0 debajo de los
barrancos. Suponemos que se trata dei material que arma las superficies cimeras y genera los suelos pardos.
Pero podria tambin tratarse de los restos de esos "dep6sitos cuatemarios posteriores" mencionados en algunos
informes geol6gicos. En todo caso. las muestras recogidas son areniscas de color entre gris y verde. ricas en
materiales volcanoclsticas y pobres en cuarzo: los grauwacas.
Abajo de los ba rran cos. donde el abrupto deja lugar a la pendiente, se observan arcillas amarillas.
plasticas, ricas en gravas de cuarzo cuyos yacimientos corresponden. en el mapa geologico, a la formacion
Chambira. Si en efecto se trata de eso, la potencia de la formacion Mesa estaria reducida al espesor de la
plataforma tabular yeso puede parecer poco. Generalmente no existe relacion entre los espesores de los
dep6sitos estimados en el campo y los que estan indicados en las publicaciones geol6gicas, deducidas a partir de
sondeos.
El Chambira, de edad Mio-Plioceno, solo es un glacis detritico anterior al Mesa. aSlmlsmo
parcialmente tobaceo. Por 10 tanto. a falta de caracteristicas petrograficas precisas y de observaciones
adecuadas, la identificaci6n de los materiales de las mesas sigue siendo insegura.
El espesor dei glacis Mesa decrece de oeste a este. 0 mejor dicho desde la parte alta hacia la parte baja.
Las mesas occidentales son naturalmente las mejor individualizadas, las mas potentes y las mas caracteristicas.
Hacia la parte baja. los relieves derivados substituyen poco a poco las mesas.
El aspecto de las grandes mesas y de sus barrancos es impresionante, sobre todo de cada lado de la
brecha dei rio Villano en donde el desnivel es de orden hectomtrico. Pueden constituir obstaculos insuperables
debido a abruptos 0 desplomes prolongados por pendientes empinadas, llenas de desprendimientos y
336
amenazadas por eventuales caidas de cornizas, Los relieves derivados, ell si, aparecen como barreras continllas
cual/do se les ve desde abajo.
Las caracten'sticas pedolgicas
Ell la zona de las mesas, la temperatura media anllal es superior a 21C mientras que las
precipitaciones alluales, bien repartidas, siguen cercanas a los 3.000 mm.
Los suelos mas caracterfsticos de las mesas son pardos, profundos y muy arcillosos: es la mayor
originalidad de este paisaje. Se trata de suelos ferraliticos caolinfticos pericidos. fuerre 0 extremadamente
lixiviados. La ausencia de particulas arenosas, sobre rodo de cuarzo, refleja el lejano origen volcnico deI
material-madre. El color pardo destaca muy claramente en el entomo generalmente rojo de la Amazonia
ecuatoriana. Sin embargo, la erosi6n provoca todo tipo de truncamientos 0 remodelado de los suelos. Los
perfiles cOllsiderados como tipicos - profundos, arcillosos, cidos, lixiviados y mineral6gicamente degradados coexisten con otros, poco 0 moderadamente evolucionados, profundos, lixiviados, etc.. Estn tambill asociados
con perfiles remodelados: es decir, en trnlinos taxon6micos, con suelos ferralfticos penevolucionados 0 con
suelos fersialiticos ms 0 menos evolucionados. Es asi como perfiles muy poco propicios a cualquier
exploraci6n, que no seaforestal, se ven asociados con perfiles relativamente bien dotados en cuanto a cualidades
fisicas y quimicas.
Abajo de las mesas 0 en las vertientes de los relieves residuales, pueden estar yuxtapuestos suelos
pardos y suelos rojos, estando desarrollados estos ultimos en las arcillas de la parte inferior. Basta con que Ull
derrumbe de comiza cubm la veniente de residuos de grauwacas para que se desarrolle alli un suelo pardo
rodeado de suelos rojos.
337
Aparecen en perfecta continuidad topografica y estructural con la unidad 264, cuyos testigos jalonan la superficie dei domo deI Napo y pertenecen seguramente a la misma fase de esparcimiento.
Las gradas medias de los piedemontes recientes: mesas bajas y lIanuras sobre conglomerados con guijarros
(unidad 269)
Los testigos de los piedemontes recientes estan dispuestos en fonna de gradas, de ambos lados dei viejo
piedemonte central. Estos son complejos: sus elementos mas cercanos a los Andes ya constituan unidades separadas
(unidades 264, 265 Y266) caracterizadas sobre todo por los recubrimientos de cenizas que los afectan. Asf mismo, los
mas alejados seran individualizados segun su situacin, su morfologa y sus suelos particulares (unidad 270).
Las gradas medias cuyos elementos constituyen la presente unidad (269) estan tambin diferenciadas, en
forma no coherente, por el escalonamiento y la situacin, la morfologfa y los suelos. Sus altitudes son de 900 m en
Sucua, de 600 m en Loreto y Cangaime y de 300 m en Shinkiatam.
Sin embargo, el mapa muestra clar:lmente que las ubicaciones de los testigos de Suc ua, Loreto, Cangaime
y Shinkiatam son muy diversas en relacin con los accidentes andinos y subandinos. Ciertas capas detrfticas estan
localizadas antes, otras despus. Algunas recubren las estructuras subandinas y sobre IOdo sus barreras de espigas.
Si observamos la potencia local de los depsitos de guijarros, su encajonamiento en comparacin con los
relieves adyacentes, 0 su desnivel en relaci6n con los relieves que los bordean 0 con los valles que los cortan, asf
coma el aspecto general dei paisaje, existen importantes diferencias entre la morfologfa dei testigo de Sucua (alta
terraza encajada entre dos cordi Ueras), el de Cangaime (meseta encaramada en estructuras que ha fosilizado) y los de
Loreto y de Shinkiatam que se abren sobre amplias lIanuras y cuyo espesor slo alcanza unos cuantos metros
En todos estos paisajes las temperaturas medias anuales son superiores a 20C, las precipitaciones comprendidas entre 2.000 y 3.500 mm.
La observacin de los suelos introduce otra discriminacin: los suelos pardos muy profundos yevolucionados de las mesas bajas, tales como los de Cangaime, son semejantes a los de Shinkiatam 0 a los de la amplia lIanura
shuar, pero notablemente diferentes de los de Loreto y Sucua, menos profundos, menos evolucionados pero mas
frtiles.
Los suelos pardos son suelos ferra1fticos con halloysita. Los perfi les mas tfpicos son muy profundos, muy
evolucionados, homogneos, excesivamente arcillosos, acidos y pobres. En forma opuesta, algunos perfiles
esquelticos slo eSl::ln representados por el embalaje Iimoso de guijarros andesticos escamados por la meteorizacin.
El modelo intergrado, mas rico y apto para la exp]otacin agrfcola, tiene una profundidad media de un
metro 0 menos. Los guijarros alterados que subsisten a esta profundidad contribuyen al drenaje dei perfil y 10 enriquecen con nutrientes. Ambos tipos de suelos pueden estar asociados.
En lugares donde los suelos profundos y fuertemente evolucionados parecen dominar - en Cangaime,
Taisha, Shinkiatam por ejemplo - la textura arcillosa, los niveles extremos de acidez, de lixiviaci6n y de toxicidad
alumfnica son restrictivos para cualquier otro tipo de explotaci6n que no sea foresta!. Adems hay que evitar el
manejo de estos suelos con mecanizaci6n y pastoreo. En los lugares en donde los suelos son poco profundos e imperfectamente evolucionados, coma en Sucua y Loreto, todas las especulaciones compatibles con el clima y la
conservaci6n ecol6gica estan pennitidas. La actual colonizaci6n, imitada por los indfgenas, procede en ellos a desmontes frontales, reernplazados luego por la introduccin de bovinos cuyo pisoteo radicaliza la mutaci6n ecol6gica.
Las gradas alejadas deI segundo piedemonte: lJanuras, terrazas y cordones arenosos (unidad 270)
Esencialmente, se tratan aquf de las amplias lIanuras de divagaci6n fluvial de Huashito, Shushufindi, Lago
Agrio y sus prolongamientos 0 divertfculos, tanto en la cuenca Aguarico-Coca-Napo como en la cuenca HuasagaPastaza, sobre todo los cordones arenosos y terrazas que, en algunos casos, no pudieron ser disociados dei complejo
fluvial al cual estan integrados (unidad 275 y sobre todo 278).
La extensi6n de esta unidad coincide, s610 muy parcialmente, con la de la fonnaci6n Mera, sobre todo en
Shushufindi. Podemos suponer que los ge610gos no quisieron reconocer y cartografiar esta fonnaci6n en los lugares
en donde sus dep6sitos se reducen a menos de 2 metros de espesor encima de la plataforma arcillosa desgastada
subyacente y que tenfan aIgu na raz6n en particular para privilegiar la formacin Chambira que representaron coma
aflorante! Lo cieno es que Jas arenas y los limos alofanicos que cubren la llanura de Shushufindi con un mante
perfectamenle continuo son idnticos a los materiales esparcidos al norte deI Aguarico 0 en Huashito, en donde la
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1
/
1
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Elaboraci6n: A. Aing. LIA-Tldtection, ORSTOM, Bondy: Fuente: Canal? de la Imagen Landsal MSS 009/061 dei 1210811977
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Elaboraci6n: A. Aing. LIA-Tldtection. RSTM. Bondy; Fuente: Canal 7 de la imagen Landsat MSS 009/062 dei 12108/1977
Las altitudes son inferiores a 600 m, las temperaturas medias anuales son superiores a 25C y las precipitaciones estan comprendidas entre 2.000 y 4.000 mm.
En los suelos, los horizontes arcillosos y limosos son pardos, los estratos arenosos grisaceos. Los agricultores hablan de estos suelos coma de suelos negros, debido a los horizontes humfferos que efectivamente son
obscuros y bien desarrollados.
Los horizontes arenosos contienen una proporci6n considerable de vidrios y minerales volcanicos. Los horizontes limo-arcillosos estan constituidos por aJ6fanos y halloysita. Por 10 tanto presentan caracteres mas 0 menos
ferralfticos y andicos. Son muchas veces profundos, siempre blandos, moderadamente acidos y escasamente
lixiviados. Forman parte de los mejores suelos de la Amazonfa ecuatoriana y son propicios a cualquier empresa
compatible con las restricciones climaticas, salvo la ganaderfa, ya que no soportan el pisoteo directo.
En algunas zonas coma la de Shushufindi, el bosque original esta en vfa de eliminaci6n bajo el efecto de una
densa colonizaci6n. Luego de haber privilegiado la ganaderia, los colonos regresan hacia un policultivo de arbustos.
Las plantaciones industriales de palma africana han encontrado allf un terreno muy propicio. Sin embargo, fracasaron
las operaciones colectivas de colonizaci6n, enmarcadas por el estado.
341
Es lamentable que la explotaci6n de estos espacios, increfblemente bien dotados por la naturaleza, corn parados con los paisajes aledafios, haya sido hipotecada desde el principio por el desconocimiento de las restricciones
edafol6gicas y por prejuicios socioecon6micos irrealistas.
342
cies anaIogas.
Parece que al norte dei Napo, los cortes de las colinas muestran mas a menudo capas mtricas de conglomerados con guijarros y arenas mientras que al sur se encuentran mas frecuentemente estratos decimtricos de materiales arcil1osos, areniscosos 0 pelfticos.
La cobertura edafologica asocia suelos rojos, ferraHticos y seudoferralfticos, penicidos, perdistricos y peraluminot6x.icos. Su explotaci6n atane a la problematica general de los suelos rojos acidos tropicales, a la cual todavia
no se encuentra una soluci6n. La explotaci6n minera que ha prevalecido hasta ahora solo puede conducir a una baja
de las producciones provocando graves danos eco16gicos, sobre todo en 10 que concierne a la ganaderia que desnaturaliza el suelo por pisoteo. Los colonos se orientan ahora hacia policultivos arbustivos escalonados que deberian
mantener el ecosistema en buenas condiciones de funcionamiento pero cuya rentabilidad monetaria es incierta.
Las colinas estaban antes cubiertas por bosques hlimedos, densos y "virgenes". Habian sido dejadas de lado
por los indigenas que preferian otros paisajes, salvo para la caza. La explotaci6n petrolera y la infraestructura abrieron su acceso a todos. La colonizaci6n y el desmonte las atacaron. Su fracaso ha conducido al abandono 0 a la venta
prematura de numerosas explotaciones.
343
Los perfiles de los cauces de los rios, poco 0 no cargados, han permanecido en los niveles primitivos de la
incision de los valles. Los de los rios cargados se han levantado al nive! de los terraplenes.
A 10 largo de las vertientes andinas y subandinas, las aguas corren torrencialmente en el bed-rock, alfondo
de talwegs profundos. A travs de los paisajes de piedemontes, los valles se abren. Las aguas corren rapidamente
sobre terraplenes de guijarros y arenas, bordeados a veces por terrazas estrechas y[mas. A travs de las colinas
y llanuras periandinas, se extienden en canales anastomosados 0 en meandros en el marco de valles sobredimensionados. Cuando las aguas estan habitualmente cargadas, los valles son rellenados por numerosas terrazas areno-limosas. Cuando las aguas son habitualmente poco cargadas (debido a la naturaleza de los
terrenos que drenan), corren tranquila y libremente, llenando de borde a borde los valles primitivos.
Regimenes
Tomando en cuenta la abundancia y la reparticion uniforme de las lluvias asi como la extension de los
bosques y de los suelos andicos (que poseen una muy fuerte capacidad de retencion deI agua), se podria esperar
que los escurrimientos provenientes de las vertientes andinas y subandinas estn regularmente taponados. Sin
embargo, la altemancia de crecidas y estiajes son tales que restringen la navegabilidad de la red periandina. El
paso es dificil y los acondicionamientos precarios (2) Parece que la capacidad de retencion deI sistema bosquesuelo, aunque muy fuerte, esta permanentemente saturada y solo retiene una pequena parte de las aguas
excedentes. Por 10 tanto hay que preocuparse por las consecuencias de su eventual desnaturalizacion, bajo el
efecto de desmontes excesivos. Los regimenes seran cada vez mas capichosos y temibles.
La actividad volcanica y sismica es otra causa de perturbacion de los escurrimientos, distinta a las causas
meteoricas. Debe ser tomada en cuenta como factor morfogentico pasado y como amenaza actual.
Cargas y colores
En los niveles andinos y subandinos, las aguas provenientes de algunos paisajes son limpidas en estiaje,
verdes, y se cargan moderadamente en crecidas mientras que otras son turbias, nuis 0 menos grises, amarillas 0
rojas, segun el rgimen. La union de los rios Aguas Verdes y Pastaza ofrece un ejemplo ilustrativo de este contraste.
Se puede por 10 tanto conduir que los paisajes graniticos 0 karsticos de donde provienen las aguas verdes
son, por naturaleza, poco expuestos a la erosion. Anteriormente 10 eran tambin, por intermedio de una
explotacion reducida, debido al vigor de las pendientes y a la pobreza de los suelos (3).
En el nivel periandino otro contraste, no menos notable, opone las aguas cargadas, que corren en la superficie de los valles rellenos, a las aguas negras que estan asociadas a las cochas y a sus drenes. Confluencias como
las de los rios Cuyabeno y Aguarico, Jatuncocha e Yasuni nos proporcionan un buen ejemplo de estefenomeno.
Las aguas negras son tranquilas y corrientes, no cargadas pero ricas en acidos organicos negros.
Extensiones de aguas negras libres alternan con bosquecillos y sabanas aquaticas. aureoladas por bosques
abiertos pantanosos (los mauretales), constituyendo asi un conjunto de biotopos muy particulares.
En Ecuador, los histosoles de los mauretales parecen ser las principales fuentes de acidos organicos y de
aguas negras ya que no se encuentran "podzols" como en Amazonia central. Las aguas negras, se difunden a
travs de los mauretales y luego se juntan por bosquecillos y sabanas hacia las cochas y sus drenes, sobre todo
las riasfluviales. La mayoria de los suelos amazonicos, tanto de interfluvios como de pantanos, constituyen las
fuentes de percolaciones acidas negras. Sin embargo stas se manifiestan bajo laforma de aguas negras unicamente si las aguas cargadas, provenientes de zonas erosionadas, no vienen a unirseles y a contaminarlas.
Los rios mas cargados son los que drenan los relieves andinos y las formaciones de piedemonte, sobre todo
las mesas. Los que solo drenan pequenas extensiones de colinas pueden permanecer limpidos y negros: asi por
(2) Los primeros puentes tendidos sobre los rios Aguarico y Coca en los afios 70 fueron llevados por una crecida en 1975 y no han
sido remplazados. El "F1otel" (hotel flotante) puesto en servicio en el Napo en 1979 ha sido muchas veces inmobilizado.
(3) La degradaci6n de la calidad de las aguas proviene de los desmontes agricolas y mas aun de los trabajos de infraestructura.
Cuando se construyen carreteras, los desperdicios son arrojados sistematicamente al talweg, en cantidades muy superiores a las
que podrian arrancar de las pendientes los aguaceros mas fuertes. La contaminaci6n masiva y cotidiana de un rio durante varios
meses 0 anos s610 puecle tener consecuencias graves sobre la actividad hidrobiol6gica. Los desperdicios "tcnicos" dei petr61eo
asf como algunos desperdicios accidentales implican tambin fuenes dafios eco16gicos.
344
ejemplo, los rios Lagartococha y Jatuncocha que contrastan con el Aguarico que baja de los Andes y el Yasunf
que drena las mesas.
Lagunas, cochas y rias fluviales
El trmino laguna designa cualquier tipo de extensi6n de agua pero mas exactamente los pequeflOs lagos
glaciares y/a volcanicos de alta montaiuJ. Sus aguas son limpidas pero no negras. El trmino cocha se aplica nuis
bien a los meandros muertos y a las rias fluviales. Estas resultan de la ausencia de relleno en valles anteriormente sobrecavados. En la alta Amazonia, s610 aparecen como miniaturas de las formas observadas en
Brasil. Las inuigenes Landsat muestran algunas, a 10 largo deI rio Pastaza sobre todo, justo pasando la linea deI
Protocolo de Rfo de Janeiro. Son" estuarios interiores" anchos y dendriticos, llenos hasta sus bordes de aguas
profundas. Algunas cochas (Limoncocha por ejemplo) s610 son brazos muertos. Paralelos al caltee de un rio
importante, y separados de l por un relieve mas alto las aguas estancadas de esos brazos s610 son recargadas
de vez en cuando por crecidas excepcionales.
Estos paisajes estan relacionados con la morfodinamica fluvial (Fig. 2 d YFig. 5). Son fonnas de desgaste
ode dep6sito; actuales, subactuales 0 mas antiguos; estabilizados 0 renovables; escalonados a varios niveles y
afectados por regmenes hidrol6gicos variados, siempre cdticos.
Se trata de platafonnas, terrazas, diques de riberas, meandros muertos y ollas de decantaci6n, siendo todas
estas fonnas provocadas por los caprichos de la erosi6n y sedimentaci6n fluvial. A estas formas se unieron las partes
bajas, insuficientemente drenadas, de las lIanuras de piedemonte anterionnente descritas. Falta a la descripci6n de
este complejo un vocabulario vernaculo adaptado.
Durante las primeras tentativas de interpretaci6n, parecia posible distinguir numerosas unidades fisiograficas con tales 0 cuales caractersticas de materiales, de suelos 0 de drenaje, pero no siempre fue posible justificar esta
diversificaci6n por definiciones rigurosas, ni cerrar los contornos que hab(an sido esbozados. Ni tampoco realizar
reagrupamientos parciales alrededor de criterios coherentes. La verdad deI campo era demasiado variable y de
aprehensi6n demasiado difcil. Por 10 tanto fueron los reagrupamientos globales los gue prevalecieron a la escala deI
presente documento.
Las unidades cartogrficas 275 a 278 representan varios casos de individualizaci6n 0 de interpenetraci6n de
tres elementos primordiales: terrazas, pantanos y cordones arenosos.
345
La unidad 277 reagrupa con las terrazas, los pantanos y las fonnas secundarias de paisajes que se interpenetran en forma indisoluble.
En el marco deI esquema de evoluci6n climatica y geodinamica anterionnente evocado, las platafonnas de
erosi6n atestiguarfan fases agresivas (anteflandrienses); los dep6sitos atestiguarfan de fases estabilizadoras
(tlandrianas y recientes). Se observaron en varios lugares capas de materias vegetales parcialmente descompuestas,
interpuestas entre la parte erosionada y la parte depositada de las orillas, aproximadamente a un metro encima dei
actual nivel medio. Se recolectaron muestras en rfos perfectamente separados, y alejados por mas de 150 kil6metros.
Aigunas dataciones (4) proporcionan 41 10 anos BP a)o largo deI Curaray, 2100 afios BP a 10 largo deI Putumayo y
2160 anos BP en el San Miguel. Estas podrfan corresponder a los cambios de la tendencia morfodinamica local.
Entre las terrazas, es importante distinguir dos tipos principales, bien diferentes por el grado de evolucion
pedogentica y por las potencialidades:
- unas recientes 0 anualmente renovadas, estan confonnadas por estratos limo-arenosos heredados dei volcanismo, poco 0 no evolucionadas, con drenaje regular, blandas y qufmicamente ricas. Son potencialmente frtiles
pero a menudo insuficientemente drenadas y sujetas a la devastaci6n de las crecidas;
- las demas, originalmente fonnadas quizas por los mismos materiales, han tenido tiempo de ser homogeneizadas, meteorizadas, acidificadas, lixiviadas, degradadas mineral6gicamente, impenneabilizadas y gleyzadas.
Son mas allas y antigLias, apegadas a las colinas y fuera de alcanze de las aguas fluviales pero empapadas 0 frecuentemente sumergidas debido a las 11uvias 0 aportes laterales provenientes de las pendientes vecinas.
En el casa de Jas terrazas recientes comunes, los sue los son mineral6gicamente complejos y muchas veces
montmori11onfticos, hidrom6rficos pero escasamente acidos y poco lixiviados. En el casa de las terrazas antiguas, se
trata de sue)os ferralfticos hidromorficos penicidos, aluminot6xicos y muy fuertemente lixiviados.
La fertilidad qufmica de los suelos gris-pardos de las terrazas recientes es muy elevada. Sus potencialidades
s610 estan limitadas por los riesgos alternati vos de resecamienLO 0 de inundaci6n, segun las fluctuaciones de la capa
freatica que siguen los rfos. A eso hay que afiadir el riesgo de devastaci6n total en casa de crecida brutal.
Si bien las terrazas antiguas estan protegidas de las irrupciones de las aguas de 11uvia, aunque no de las aguas
de escurrimiento, tambin estan expuestas a los riesgos de la fluctuaci6n de la capa freatica. En cuanto a la fertilidad
qufmica de sus suelos, es tan escasa coma la de los suelos rojos de las colinas.
La extension de estos suelos antiguos abigarrados, rosa-gris, es minoritaria en relaci6n con la de los suelos
pardos-grises recientes. Sin embargo es importante no confundir estas coberturas ni sumar sus superficies durante las
evaluaciones de los recursos.
Ejemplo de confusi6n es la coleccion botanica de la misi6n de Bomboiza, instalada sobre una terraza alta
que esta muy lejos de poseer las cualidades de las terrazas medias y bajas, localizadas ligeramente mas abajo. Por 10
tanto su desarro110 no respondio a los cuidados que recibi6.
346
samente nivelado, 10 que contrasta fuertemente con el aspecto copioso, "en coliflor", deI bosque denso corn un. Su
gris tambin es mas clara y con una tonalidad mas homognea.
Acercandose al suelo tampoco no se le puede confundir debido al agua que cubre 0 empapa la superficie, a
la naturaleza dei palmar, al caracter esponjoso deI suelo.
Lo que plantea un problema es la delimitaci6n de las unidades ya que las transiciones entre el mauretal y los
diversos aspectos mas 0 menos pantanosos dei complejo fluvial son infinitamente matizados. Si bien resulta fcil
identificar el centro, trazar su contorno se vuelve arbitrario. Ademas de las unidades de extensi6n y de homogeneidad
indiscutibles, existen numerosos mauretales esponidicos y muchas clases de formaciones intermedias. En este casa
el unico recurso consiste en definir complejos cartogrMicos. Es asf coma la unidad 277 incluye notables superficies
de mauretales.
Los mauretales estn demarcados por las colinas, por los diques Iimosos de las orillas fluviales y a veces
tambin por los cordones arenosos detrfticos que representan el ultimo avance de las formaciones de piedemonte
hacia la parte baja. Este confinamiento limita su drenaje los aleja deI aluvionamiento. Sus cuencas vertientes se reducen a los relieves adyacentes, generaJmente colinarios, en donde la erosi6n es escasa y de donde salen soJamente
pequenas cargas aluviales. S610 las crecidas mayores que rebasan los diques de riberas invaden las cuencas e introducen cargas aluviales provenientes de la parte alta.
Los mauretales se presentan coma espacios erosionados durante el ultimo perfodo morfodinamico agresivo.
Concomitantemente a la subida flandriana dei nivel de base, pudieron haber sido aislados, confinados por dep6sitos
provenientes de un exceso inicial de carga aluvial, y constituidos en cordones arenosos y diques limosos. Fueron
insuficientemente rellenados debido a un dficit local de sedimentaci6n y s610 se rellenan poco a poco, por la
decantaci6n de las crecidas actuales mas fuertes. En tiempo normal, sus aguas son negras pero no turbias, cargadas
de materias organicas y no de materias minerales. Es un campo de formaci6n de las aguas negras percidas. No se
excluye el hecho de que estas depresiones estn tambin alimentadas en agua por la infiltraci6n subterranea de las
aguas fluviales ya que los rfos estn a veces bajo carga en relaci6n con las depresiones.
La situaci6n hidrol6gica y la naturaleza orgnica de los suelos presentan obstaculos mayores para la explotaci6n de estas zonas. Su parte inferior, arcillo-limosa, tiene algunas riquezas qufmicas pero su recuperaci6n supone un drenaje, una baja deI nivel freatico, la destrucci6n 0 la incorporaci6n de las capas orgnicas, obras que parecen irrealizables actualmente
Seria ms razonable pensar en la explotaci6n de los recursos naturales propios de los mauretales segun
modalidades especfficas: colecta de la producci6n oleaginosa y amilacea de la palma Mauritia, gesti6n racional de su
fauna abundante y caracterfstica (cuya cadena tr6fica tiene coma origen las nueces de los mauretes), piscicultura,
inters cientffico y turlstico de los paisajes semiacuticos de lagunas que les estan asociados. Seria lamentable desnaturalizar este ecosistema con proyectos desconsiderados antes de haber evaluado los recursos y estudiado su funcionamiento.
Los espacios semipantanosos que rodean los mauretales resultan inh6spitos para una poblaci6n de colonos,
pero estn frecuentados por varios grupos indfgenas.
2.3.3. La asociacion de los cordones arenosos y de los mauretales: la cuenca de los rios
Aguas Negras y Cuyabeno (unidad 278)
La asociaci6n de los cordones arenosos y de los mauretales constituye un paisaje notable, al margen de la
unidad pura de los mauretales.
Ocupa la cuenca de los rfos Aguas Negras y Cuyabeno. No ha sido vista en otra parte. Para caracterizarla,
basta con adjuntar a la descripci6n de los mauretales la de los cordones (estos fueron tratados en la unidad 270 despus de los esparcimientos detriticos de las llanuras de piedemonte, y tambin a prop6sito de la 276).
Los cordones tienen un ancho de algunos metros, un largo de varios kil6metros y estan sobreelevados de 1
a 3 metros en relaci6n con el nivel deI mauretal. Estan claramente diferenciados fisiogrficamente por la presencia de
un bosque denso bien drenado. por el follaje en forma de coliflor. que contrasta con el gris uniforme y con la
aparencia de cabezas de alfiler dei mauretal. Conforman una red divergente anastomosada.
Las arenas tienen una textura entre media y gruesa; son de origen volcnico. Aglomeradas bajo la forma de
bancos areniscosos amarillo-verdaceos, son friables. Es imposible distinguir si estn en via de consolidaci6n 0 de
meteorizaci6n.
347
Los suelos son pardos, generalmente halloysfticos, a veces alofanicos (suelos ferralfticos-andicos), eutricos
o mesodfstricos y por 10 tanto ricos.
El sistema de los cordones de dicha cuenca esta directamente relacionado con la evoluci6n reciente de los
Andes. Estas arenas pudieron ser transportadas s610 durante una actividad intensa dei eje fluvial Eno-Aguas NegrasCuyabeno, eje que se junta rfo arriba a la desembocadura deI rio Coca.
La existencia pasada de semejante eje, en la Ifnea de mayor pendiente que une el can6n deI Coca a la desembocadura deI Cuyabeno esta inscrita en el mapa. Este eje fue cortado por la inflexi6n que result6 de las capturas
deI Coca par el Napo y dei Eno par el Aguarico. La acumulaci6n de los diques de orillas que cortaron el paso hacia
el rfo Aguas Negras pudo ser provocada por un aumento de competencia deI cual se benefici6 el Aguarico cuando su
curso medio capt6 su curso superior que, anteriormente, coma hacia el rfo San Miguel (Fig. 3).
Los excesos de carga que originaron estas desviaciones pudieron haber sido provocados por la actividad deI
Reventador. SimulLneamente, el San Miguel disminuy6 su competencia en provecho deI Aguarico; quizas esta no
sea extrai'io a la captura muy importante que revelan las imagenes Landsat en territorio peruano, en el curso deI rio
Putumayo mas alIa de la desembocadura dei San Miguel.
Capitulo 4
Alain Winckell
ORSTOM
Alain Winckell
350
Fig. 1. Regiones y paisajes de Galapagos
92W
Cj
90 0 W
PINTA
GENOVESA
MARCHENA
,,,,,D
V. Fernandina
RABIDA
()
BALTRA-SEYMOUR
PINZON~
SANTA CRUZ
a
SANTA FE
lOS
SAN CRISTOBAL
ISABELA
o
1
10
1
50
1
100 Km
1
OFLOREANA
ESPANOLA
Elaboraci6n: A. Winckell
Los valores anuales de la humedad relativa deI aire se situan entre 77 y 92%, correspondiendo los mas altos
a las estaciones de altitud media; los promedios mensuales mayores se producen en la estaci6n Iluviosa, aunque sus
variaciones son poco importantes. La duraci6n anual de la insolaci6n es elevada al nivel del mar (1.840 horas en la
Estaci6n Darwin) pero debe bajar, probablemente, hasta 1.000 horas en las altitudes intermedias.
351
poco elevadas
antigua
Saltra
Santa Cruz (E, NE)
Plaza
Seymour
Santa Fe
Espaiiola
Santa Cruz
FLOREANA
SAN CRISTOSAL
Santiago
Pinta
Genovesa
Pinz6n
Rabida
Ecuador
Marchena
Alcedo
SIERRA NEGRA
Nota:
1. Estos nombres (*) se refieren a los volcan es de Isabela y no a las islas dei mismo nombre
2. Se ha caracterizado la actividad volcanica reciente y actual de la siguiente forma:
- letras minsculas (Saltra): sin actividad reciente
- letras maysculas (SAN CRISTOSAL): derrames lavicos recientes y/o hist6ricos
- letras "bold" minsculas (Pinta): derrames recientes y/o hist6ricos, fumarolas actuales
- letras "bold" maysculas (WOLF): todos tipos de actividad volcanica actual
Cuadro 2. Caracteristicas topograficas de las islas bajas
Isla
Altitud
maxima en m.
Dimensiones en km.
mayor
menor
Saltra
45
7,9 (NNO-SSE)
5,9 (ENE-OSO)
Espaiiola
220
14,2 (ONO-ESE)
6,8 (NNE-SSO)
Plaza
25
1 (ONO-ESE)
0,2 (NNE-SSO)
Santa Fe
255
7,4 (ONO-ESE)
4,6 (N-S)
Seymour
40
2,2 (ENE-OSO)
1,2 (N-S)
Elaboracl6n. A. W,nckell
Darwin'
WOLF"
CERRO AZUL
FERNANDINA
Alain Winckell
352
- Su ubicaci6n a una altura muy baja les confiere un clima con cankterfsticas de aridez muy marcadas.
Resumen
- Islas orientales de baja altitud y relieves moderados
- Clima de muy seco a arido
- Apilamientos basalticos rocosos parcialmente de origen submarino
- Antiguo volcan escudo juertemente degradado
- Tect6nica quebradiza reciente
- Actividad volcanica reciente no representativa
1.1. LAS SUPERFICIES BASALTICAS FUERTEMENTE TECTONIZADAS (UNIDAD 279)
Estas abarcan pequefias islas: Seymour, Baltra, Plaza, Santa Fe y las partes noreste y sur de Santa Cruz. Su
homogeneidad proviene de un modelo de superficie original a base de material volcanico y tect6nica quebradiza.
En efecto, el substrato esta constiluido por una superposici6n de apilamientos basalticos fonnados por coladas macizas con intercalaciones escoriaceas de uno a varios metros de espesor, en posici6n concordante y generalmente horizontal. Poseen tambin interestratificaciones de sedimentos de origen marino: lenles gravosas, conglomerados, areniscas mas 0 menos cementadas y fosilfferas, lumaquelas. Estas ultimas, con poco espesor, se encuentran en Seymour, Baltra, al noreste de Santa Cruz, en Plaza y en Santa Fe.
A pesar de su rareza tienen una importancia considerable pues atestiguan el origen parcialmente submarino
de estos relieves con aspecto de mesas basalticas, durante perfodos de inmersi6n que alternaron con erupciones volcanicas probablemente areas en su mayorfa, ya que los afloramientos de pillow-Iavas son escasos.
No se conocen tales sedimentos en las demas islas deI archipilago. Ademas, stos coinciden con las mas
antiguas edades radiomtricas obtenidas: 1,37O,16 Ma (millones de afios) para Baltra hasta 4,211,81 Ma para
Santa Cruz (A. Coz, 1983).
El relieve que se puede observar actualmente ha sido heredado sobre todo de una tect6nica quebradiza generalizada, compuesta por fallas con direcci6n E-O a ENE-OSO que moldearon un relieve tfpico con horsts y grabens.
353
poco elevadas
f-------------------------~"
N
1
o
1
c:::J
--.::;:..
~
. ........
5 Km
354
Alain Winckell
1.1.2. Santa Fe
Es una isla original total mente rodeada por acantilados rocosos, de 50 a 100 m de desnivel. Su morfologia
es heredada de un edificio antiguo cuya parte actualmente emergida ha sido profundamente remodelada por una tect6nica quebradiza posterior extremadamente activa. guiada por accidentes tect6nicos en la prolongaci6n de los deI
sur de Santa Cruz. Estas fallas, con direci6n este-oeste, recortan la superficie en franjas paralelas de aproximadamente 1 km de ancho que constituyen bloques monoclinales con buzamiento sureste, separados por abruptos de falias mirando al norle cuyos desniveles pueden sobrepasar los 50 m.
De esta fonna se delimitan verdaderas cuencas de angulos de fallas, algunas de las cuales estan rellenas de
coluviones de gravillas en una matriz areno-arcillosa local mente ferruginizada.
El material dei substrato esta constituido por una alternancia de lavas, capas piroclasticas de tobas, brechas
y escorias localmente consolidadas en grauvacas. Esta coronado por pequenos conos aplastados de menos de 50 m de
desnivel, constituidos por brechas y escorias a veces bien cementadas. Estos con os aislados, localizados en las lineas
de fractura, son todos antiguos, no activos, y en estado avanzado de destrucci6n.
En el conjunto de estas zonas, sometidas a un clima de tipo desrtico, los af1oramientos estan esencialmente
constituidos por superficies de bloques de lava poco meteorizados, redondeados. con dimensiones decimtricas a
mtricas. Estan cubiertos por enchapados muy discontinuos de alteraciones. localmente coluvionadas. de arenas,
arcillas y gravi lias. En Baltra y Seymour, boisas de alteraciones un poco mas numerosas y profundas, arcillosas, de
colar caf-rojizo, alternan con removilizaciones de materiales que rellenan pequenos canales coluviales hoy en dia
poco funcionales. La matriz de estas ultimas es arcillo-arenosa. mas rojiza y comprende lentes de arena gruesa,
guijarros de rocas volcanicas 0 de intercalaciones sedimentarias marinas deI substrato.
Estas observaciones prueban. por una parte, la existencia de fases de abrasi6n marina y por otra, la de episodios paleoclimticos mas humedos. durante los cuales se ariginaron dichas alteraciones.
355
poco elevadas
--
?
Lavas de ltima generaci6n
Lavas recientes
Acumulaciones coluvio-aluviales
-:
~
~
0?>
o
1
2
1
5Km
1
y;::,'
tina caf-rojiza hasta negruzca, de aspecto liso. No esta excluido que fases de abrasi6n marina participaron tambin
en el pulim.iento de los bloques de Jas partes inferiores; aunque evidencias claras no han sido encontradas. Algunos
caos de bloques amontonados, de tamafio mtrico a decamtrico, jalonan los abruptos y rodean la zona cimera.
En su flanco norte, se extienden pequefios derrames sobrepuestos mas recientes, con lavas macizas y escoriaceas, originando un relieve ca6tico en escalera. Estan asociados con vestigios de conos aplastados de escorias a
veces en vfa de destrucci6n,como el que constituye la isla de Gardner.
Finalmente, como punto de detalle, una pequefia colada relativemente reciente localizada en la parte orientaI, esta compuesta por lavas vacuolares, claras, muy resistentes y no alteradas.
Las formas y formaciones superficiales se caracterizan por:
- Las huellas de una abrasi6n marina reciente en el extremo oriental de la isla. En efecto, algunas superficies
actualmente elevadas a 5 m de altura contienen bloques de lavas redondeados y con una patina lisa rodeada de boIsas
de arena con guijarros.
- La presencia en la parte alta, por encima de los 60-80 m, de alteraciones bien desarrolladas, arcillosas a
arcillo-arenosas, caf-rojizo. Estas forman islotes entre los bloques rocosos, con una profundidad que puede alcanzar
50 cm y cubren aproximadamente la euarta parte de la superficie. Son seguramente heredadas, ya que las condiciones actuales son demasiado aridas para originar su formaci6n.
- Los esparcimientos de n6dulos calcareos. En la vertiente none, por encima de los 60 m, se encuentran
n6dulos parcialmente redondeados, de uno a aIgu nos centfmetros de diametro, esparcidos en la superficie. Estos son
concreciones de origen edafol6gico (encontradas en las profundidades de las alteraciones cimeras) provenientes de la
precipitaci6n de soluciones calcareas con ocasi6n de ritmos climaticos estacionarios seco/hmedo, mas contrastados
que en el clima actuaJ. Su esparcimiento sobre la superficie fue realizado por un escurrimiento difuso.
356
Alain Windell
- La huella de fen6menos dinamicos antiguos muy activos. Sus marcas son evidentes en todas las zonas. Van
desde el simple lavado superficial de bloques por escurrimiento difuso, hasta la excavadura de verdaderos canales de
escurrimiento con bloques y guijarros socavados redondeados, y al relleno de depresiones y valles por aportes
coluvio-aluviales con gravas y guijarros en una matriz arcillo-arenosa. En este contexto, resulta interesante anotar la
presencia de numerosas formas de disoluci6n superficial sobre los atloramientos rocosos basalticos de la parte alta
pero tambin de las vertientes inferiores: pilones, depresiones y seudolapiez.
Este conjunto de observaciones concordantes nos permite afinnar que:
- La edad de esta isla es suficientemente antigua para que haya sufrido, posterionnente a su fonnaci6n, la
acci6n de fen6menos morfodinamicos areos relativamente eficaces. Estas observaciones concuerdan con algunas
dataciones que se establecieron en esta isla, dandole una edad comprendida entre 2,12O,38 Ma y 3,31O,36 Ma (A.
Cox, 1983).
- Las huellas dejadas atestiguan la generalizaci6n de condiciones paleoclimaticas mas hmedas y contrastadas que las dei cJiJna actuaJ, que van de arido a muy seco.
Altitudes medidas con unjuego de Ires allfmelros, unu de los cuales daba la variaci6n de presi6n almosfrica al nivel dei mar.
copos elevadas
357
N
1
0
1
2
1
5 Km
1
CJ
CJ
- --
358
Alain Winckell
esc6rias y cenizas en un cementa palagonftico. Los fondos de crater, ampliamente dimensionados, se encuentran, por
10 general, rellenos con dep6sitos coluviales de limos y arenas con gravi lias.
- Superficies levantadas de abrasi6n marina en el contorno de las costas. Estos niveles, que atestiguan variaciones relativas dei contacta tierra-mar, estan localizados entre 2 y 5 metros de altura y constituidos por bloques
pu lidos y redondeados con dep6sitos intercalados de arenas marinas mas 0 menos coralfferas.
359
Resumen
- lslas altas sin caldera cimera
- Antiguos volcanes escudos. parcialmente erosionados
- Cortes clirruiticos desde el tirido hasta el muy humedo
- Actividad volctinica recienre localizacW
Cuadro 3. Caracteristicas topograficas de las islas "escudo" sin caldera
Isla
Floreana
Pinta
San Crist6bal
Santa Cruz
Santiago
Altitud
maxima en m.
Mayor
Dimensiones en km.
Menor
550
15,9 (NNE-SSO)
15,1 (ONO-ESE)
635
12,9 (NNO-SSE)
6,8 (OSO-ENE)
730
48,1 (ENE-OSO)
19,2 (NO-SE)
870
42,6 (OSO-ENE)
32,2 (NNE-SSO)
920
36.2 (E-O)
21,7 (NNE-SSO)
Elaboraci6n: A. Winckell
360
Alain Winckell
361
Vertientes inferiores:
2
1
Vertientes superiores:
- de relieve caotico y diseccin moderada
c==J -
"Superficie" cimera:
- suave con cuencas de relleno
- con vertientes inclinadas y abruptos asociados
Cono cimero en avanzado proceso de destruccin
Lavas intermedias
Derrames recientes
Derrames de ltima generacin
Conos de lavas y/o escorias
Conos de palagonita
c=J
5 Km
Alain Winckell
362
Fig. 6. Las entalladuras de la parte occidental de San Cristobal
N
1
363
gran parte de estos dep6sitos parecen ser heredados de procesos antiguos ya que los escurrimientos actuales, muy
discretos, no parecen capaces de elaborar semejantes formas y transportar tales cantidades de dep6sitos.
A este paisaje se ven estrechamente asociados conos de diferentes generaciones, pero todos compuestos por
una alternancia de coladas baslticas escoriceas y de proyecciones piroclsticas: escorias y lapillis. Aigunos
alcanzan 150 a 200 m de desnivel relativo y presentan diversas formas todavfa muy frescas: conos encajados, crteres abiertos en herradura, ete. (Fig. 7).
Las formaciones superficiales provienen directamente de esta cobertura piroclastica, y tienen una dominante arenosa en las zonas inferiores muy secas a aridas, y ms Iimosa a Iimo-arenosa en altura. Su carcter gravoso
se acentua al acercarse a los lugares de emisi6n y tambin en los sectores lavados por escurrimiento difuso.
Fig. 7. Floreana: sus campos de conos
CJ
~.
..
5Km
[llill]]]
[ lJ]
N
1
364
Alain Winckell
365
2.3.1. Las superficies cimeras, con relieve suavemente ondulado (unidad 287)
Con excepci6n de Pinta, las cimas estan constituidas por extensiones planas a suavemente onduladas que se
terminan par un contorno con perfil convexo marcado al contacta con las faldas superiores externas.
Su lfmite inferior varfa entre 300-350 m en Floreana, 300-500 m en Santa Cruz, 550 m en San Crist6bal y
400-500 m en Santiago.
El modelado de superficie esta constituido por una asociaci6n de varios tipos de formas:
- Ondulaciones mon6tonas. subhorizontales a ligeramente inclinadas provenientes de la acumulaci6n de un
manto continuo de piroclastitas, que fosilizan y uavizan los relieves preexistentes.
- Relieves mas ca6ticos, localizados en los bordes y que corresponden a los apilamientos de coladas de lava
parcialmente 0 no cubiertas por piroclastitas. Aqui, los resaJtos originados por los frentes de coladas aparecen mas
claramente.
- Extensas huelias de la acci6n hfdrica actual 0 pasada: nmerosos canales de escurrimiento con lecho rocoso coma pequefios valles coluviales con depositos terrigenos areno-limo-gravillosos. Su paisaje caracterfstico esta
constituido tambin par los pantanos y turberas que se desarrollan en las hondonadas con su cortejo de canales
divagantes de alimentaci6n y de fosas y pequefias lagunas permanentes 0 estacionarias.
Es extrafio encontrar a esta altura semejantes paisajes de pampa, parecidos en muchos aspectos a los paramos andinos, estando estos ltimos en alturas mucho mas elevadas. Sin embargo, las condiciones bioclimaticas,
366
Alain Winckell
salvo las heladas, son muy cercanas y se siente fuertemente la sensaci6n de frescura, y hasta de frfo, debido a un
gradiente climatico particulannente fuerte.
- Una diseminaci6n de pequefios conos de escorias. Son edificios c6nicos casi perfectos, de unos 50 a 200
m de desnivel (Cerro Pajas en Floreana), con faldas abruptas y tenninadas por crteres bien definidos.
Estos son conos recientes, testigos de las liltimas fases de la actividad volcanica explosiva en la cima de
estas islas. Seglin su estado de conservaci6n, se pueden reconocer diferentes generaciones, los mas antiguos ya s610
subsisten coma monticulos rebajados, mientras que los mas recientes sorprenden por la frescura de sus formas.
Constituidos por una altemancia de coladas escoriaceas y por abundantes proyecciones de escorias y lapiIlis, son responsables de la cobertura piroclastica en la cima y las faldas superiores de las islas.
Las formaciones superficiales son variables: caf-amarillentos, limo-arenosas a limosas sobre proyecciones
finas recientes y caf a caf-rojizas sobre materiales antiguos y lavas. Se ven interrumpidas, en las faldas, por los
afloramientos de los frentes 0 bordes de coladas subrayados por lava escoriacea poco meteorizada.
- Tambin merecen ser anotadas formas de detalle, muy conocidas de los turistas: los crateres circulares 0
alargados que perforan la superficie de las lavas; los mas conocidos son "Los Gemelos" en Santa Cruz. Son verdaderas chimeneas de 150 a 200 m de diametro sobre 50 a 80 m de profundidad, con faIdas rocosas, abruptas y fondos
ca6ticos llenos de bloques desprendidos de las paredes. Seguramente se trata de crateres de hundimiento, ya que no
se observ6 ninglin material de explosi6n cerca de ellos.
Las condiciones c1.imaticas que reinan sobre estas extensiones cimeras son bastante frescas y hlimedas a
muy hUmedas con presencia generalizada de neblinas; las nubes quedan colgadas alrededor de los relieves superiores
mientras que el paso a los ruveles .inferiores, soleados, se realiza sin transici6n alguna en unos cientos de metros de
distancia.
Las alteraciones son mas profundas y mas evolucionadas que sobre los relieves inferiores, mas aun cuando
la roca madre esta constituida por proyecciones volcanicas mas vulnerables que las lavas macizas. Se observaron
grandes variaciones pero los suelos caf a caf-amaril\ento, arcillosos con bloques y gravillas, de 20 a 50 cm de espesor dominan sobre las lavas; mientras que las piroclastitas lIevan alteraciones mas amarillentas, limo-arcillosas a
limo-arenosas, segun la granulometrfa dei soporte original, sobre espesores que pueden sobrepasar l,50 m.
367
La cima esta ocupada por un domo vo1cnico, perforado al este por un crter en fonna de embudo con paredes abruptas rocosas y flanqueado por dos pequeiios conos parsitos de escorias en donde se encuentra una importante actividad fumar6lica. Estn localizados en una gran ifnea de fractura regional, de orientaci6n NNO-SSE, que
atraviesa la totalidad de la isla. En su ubicaci6n se edificaron una multitud de pequeiios conos adventicios y sta ha
sido ellugar predilecto de las recientes erupciones de lava que cubrieron grandes extensiones de la falda oriental de
la isla y construyeron la hennosa llanura de lava septentrional.
Alain Winckell
En las partes superiores, conespondientes a los pisos climaticos secos y humedos, se desarroll6 un manto de
alteritas habitualmente protegido por una cobertura vegetal estable. Sin embargo, el equilibrio existente es fragil y
toda modificacion de las condiciones naturales provoca consecuencias morfodinamicas inmediatas. Asf, en Santiago
cuyos pisos superiores humedos est an ocupados por manadas de cabras y puercos introducidos, las degradaciones
ocasionadas a la cobertura vegetal son profundas y extensas. En los sectores donde ha desaparecido la vegetaci6n
lenosa, el pisoteo de los animales provoca la ruptura de la capa herbacea por desgarre, que es acompanada, enseguida,
de un escurrimiento difuso y de una ablaci6n rapida de las capas superficiales friables desarrolladas sobre
piroclastitas dentro de la unidad 287. Estos fen6menos se prolongan despus sobre las vertientes superiores (unidad
285) donde se transforman graduai mente en un escunimiento concentrado dentro de torrenteras y entalladuras con
dimensiones mtricas. La parte sur de San Crist6bal, en donde la excavadura de torrenteras ha alcanzado, en una
poca anterior, un estado avanzado de desanollo y una fuerle densidad, constituye un buen ejemplo de la vulnerabi1idad de estos medios si no se aplican estrictas medidas de conservaci6n de recursos.
Por fin, conviene anotar que si estos paisajes parecen relativamente estables en condiciones naturales 0 de
normal utilizacion, esta comprobado que es durante fen6menos excepcionales, aperi6dicos, coma El Nino por
ejemplo, cuando se realizan las transformaciones mas importantes.
369
3.1. LAS CIMAS DE VOLCANES APENAS EMERGlDOS, CON PEQUENA CALDERA CIMERA
Constituyen las mas pequefias de las islas mayores: las dos isJas centrales de Rabida y Pinz6n, a las cuales
conviene afiadir Genovesa, al extremo nororiental de! archipilago.
Pese a una relativa dispersi6n geografica, eslas lres islas se caraclerizan por:
- Dimensiones modeslas (Cuadro 4) ya que la mas pequefia, Rabida, se inscribe en un circulo de 3 km de
diametro, mientras que la mas grande, Pinz6n, s610 mide 6 km de norte a sur y 4 km de este a oeste.
- Fonnas homogneas, casi circulares que representan las cimas de edificios submarinos apenas emergidos,
caracterizadas por la presencia de pequefias calderas cimeras y/a laterales y la ausencia de cualquier actividad
volcanica reciente.
- Variaciones relativamente importanles de las altitudes, ya que la mas baja, Genovesa, solamente alcanza
65 m mientras que la cima de Pinz6n Ilega a 435 m. La repartici6n de las zonas climaticas y el escalonamiento de la
vegelaci6n presenlan por 10 tanto diferencias notables de una isla a otra.
Resumen
- Cimas de volcanes escudos que apenas emergen en pequias islas circulares
- Vertientes externas erosiolladas en fuertes pendientes
- Pequeiias caideras cimeras 0 Laterales
- Climas arido a seco
- fnjluencia morfologica de ulla tectonica quebradiza reciente
- Ninguna actividad volcanica reciente y/o actual.
La escala de representaci6n que se escogi6, al: l '000.000, obliga a una simplificaci6n de la cartograffa. Por
10 tanto, estas islas s610 fueron subdi vididas en dos unidades. Despus de su respecliva descripci6n, resaltaremos la
originalidad de cada una.
Cuadro 4. Caracterfsticas topograficas de las pequefias islas
"escudo" con caldera
Isla
Dimensiones en km.
Altitud
maxima en m.
Mayor
Menor
65
5,3 (NNO-SSE)
4,7 (E-O)
340
15,8 (ONO-ESE)
5,6 (ONO-ESE)
Genovesa
Marchena
Pinz6n
Rabida
435
340
3,3 (N-S)
12 (N-S)
4,5 (NNE-SSO)
2,7 (OSO-ENE)
Elaboraci6n: A. Winckell
3.1.1. Las faldas externas, abarrancadas, y erosionadas por los acantilados marinos
(unidad 290)
Los relieves que anoran encima de la superficie deI ocano corresponden exclusivamente a la parte superior
y a las inmediaciones de la caldera cimera. La unidad cartografica incluye, en el delalle, tres paisajes distintos.
- La mayor parte esta constituida por los modelados cimeros, con pendiente moderada (inferior a 20 %) que
se traducen generalmente por superficies suavemente onduladas en las inmediaciones de la caldera, y luego
Iigeramente inclinadas con una convexidad acentuada hacia el exterior en donde se unen gradualmente con las faldas
superiores.
Alain Winckell
370
Los afloramientos estan exclusivamente conformados por superficies dominantes de lava basltica maciza,
en bloques nada 0 poco meteorizados, asociada con algunas intercalaciones escorilkeas y recubiertas por enchapados
muy discontfnuos de alteraciones 0 dep6sitos coluviales areno-arcillo-pedregosos. Genovesa conforma el ejemplo
mas representativo de esta descripci6n.
Localmente, en Pinz6n, la superficie se ve labrada por verdaderos canales de escurrimientos torrenciales,
esporadicos, utilizados en la estaci6n lluviosa. Se caracterizan por un lavado y un pulido superficial de los bloques de
lava, y dep6sitos areno-gravillosos en los sectores deprimidos 0 en contrapendiente.
- El segundo elemento esta constituido por la tenninaci6n de las vertientes superiores externas. Las pendientes son mas fuertes, de 20 a 50 %, Ylas vertientes rectilfneas y abruptas estn surcadas por torrenteras radiales de
dimensiones mtricas. Los afloramientos son generalmente idnticos a los dei conjunto precedente, constituidos por
bloques de lava superpuestos que es necesario escalar para alcanzar, por ejemplo, la cima de Rabida. Allf, las alteraciones son escasas y las unicas formaciones superficiales blandas son los depositos terrigenos arenosos localizados
en los canales de desage de la estaci6n lluviosa coma el que constituye el camino de acceso a Pinz6n.
- Estas vertientes estan rapidamente truncadas y se terminan, generalmente, sobre un abrupto litoral. Estos
acantilados marinos, cuya altura varfa de 20 a 50 m segn las islas, resultan dei retroceso, por erosi6n marina, de las
vertientes superiores precedentes. Son muy pronunciados, empinados 0 verticales y constituyen lugares privilegiados
de observaci6n de las fonnaciones constitutivas: una alternancia de coladas basalticas macizas negras de varios
metros de espesor y de intercalaciones delgadas de lavas mas escoriaceas rojizas. En todas partes los afloramientos
son rocosos con excepci6n de algunos estrechos rellanos suspendidos, testigos de antiguos niveles de abrasi6n marina bien representados sobre todo en el contomo de Genovesa.
- Genovesa (Fig. 9)
Genovesa es la isla mas sencilla. Su cono rebajado, con pendientes suaves comprend id as entre 5 y 10 %,
corresponde unicamente a la parte cimera dei volcan ya que los acantilados marinos truncan el inicio de sus vertientes
superiores fuertes En la parte superior, alrededor de la caldera, se extiende un pequefio domo aplanado asf como una
colada de lava tardfa con una superficie compuesta por tfpicos discos coalescentes. Por fin, se pueden observar
numerosas huellas tect6nicas, fracturas paralelas SSO-NNE en el noroeste de la caldera y fallas abiertas de misma
direcci6n que han dado lugar a la emisi6n de lavas en tripas, salpicadas sobre la superficie plana y parcialmente
remodelada por abrasi6n marina de la penfnsula "El Barranco", al sureste.
- Rabida
Rabida proviene de un antiguo volcan, i.posiblemente de tipo estrato-volcan? Sus faldas externas son
empinadas, surcadas por torrenteras y truncadas por acantilados marinos. Son totalmente rocosas, derivadas de las
lavas macizas y de escasas intercalaciones piroclasticas dei basamento. La parte oriental est parcialmente cubierta
por una antigua construcci6n compuesta por lapillis y escorias cementadas en grauvacas, hoy en dfa bien disectadas
por profundas quebradillas radiales.
Su parte central est cortada por una fosa, que atraviesa la isla de norte a sur.
-Pinzon (Fig. JO)
Pinz6n es la isla mas compleja, con una caracterfstica unica en todo el archipilago: la yuxtaposici6n de dos
conos apegados segun una Ifnea de separaci6n OSO-ENE. Estas dos fases de la construcci6n de este volcan, apenas
emergido, enen edades muy similares y son fcilmente identificables. Se traducen por un cono mayor que culmina
a 435 m al sureste y un segundo cono, algo mas pequefio que se eleva s610 a 300 m al noroeste. Estn estrechamente
imbricados el unD en el otro hasta tal punto que sus calderas excentradas hacia el suroeste son coalescentes.
La sucesi6n de las formas es idntica: una parte cimera suave a moderada en donde los afloramientos rocosos estn localmente cubiertos por alteraciones de escaso espesor, arcillo-pedregosas rojizas, y faldas externas en
donde dominan los caos de bloques basalticos. Surcadas por canales de escurrimiento radiales con lechos de bloques
superficialmente pulidos, estn truncadas por acantilados marinos abruptos que jalonan la casi totalidad dellitoral.
Numerosas fracturas NS a NNO-SSE recorren la superficie y atestiguan la importancia de los episodios
tect6nicos en el moldeado de esta isla; en la costa sur por ejemplo, donde las escotaduras corresponden a bloques
fallados, basculados 0 hundidos.
3.1.2. Los relieves diversificados de las cimas: pequeiias calderas y fosas volcanotectonicas (unidad 291)
Una de las particularidade-s de este grupo de islas es la presencia de una
371
N
1
5km
5km
..
~~~"~1
--
Domo de lava
Fallas con expresi6n morfol6gica
Acantilados marines vivos
o laterales. Cada isla constituye un casa particular en este campo; sin embargo, todas estas formas provienen de un
origen comun: el hundimiento por gravedad y tect6nica de superficie de una parte de la estructura superior dei volcan
en el desplome de la camara magmatica. Asf se formaron calderas, depresiones de hundimiento volcano-tect6nico
con diversas formas.
Todas estan limitadas por abruptos extremadamente empinados, local mente en acantilados compuestos por
los constituyentes rocosos dei volcan: coladas basalticas macizas dominantes e intercalaciones escoriaceas mas
importantes en la parte superior. Su base, al contacto con los fondos deprimidos, esta recubierta por conos de
desprendimiento con bloques de grandes dimensiones.
Los fondos, que muestran en las islas occidentales un piso rocoso de lava fresca solidificada, tienen aquf una
gran diversidad.
- Genovesa (Fig. 9)
Genovesa al noreste, posee dos calderas. La mas grande, descentrada hacia el sur, Bahfa Darwin, recorta la
falda meridional dei volcan y se abre sobre el ocano. Con un diametro de aproximadamente 2,5 km, presenta en su
borde norte una tfpica suct<si6n de niveles tect6nicos escalonados en gigantescas gradas de escalera limitadas por
fallas semicirculares de 6 a 8 m de desni vel que conforman pruebas dei hundimiento. Sus superficies, constituidas por
bloques diaclasados de basaito, estan localmente cubiertas por coladas superficiales mas recientes de tipo Aa, cafrojizo, proveniente de las falIas y fracturas circunferenciales.
La segunda, en posici6n central es mucho mas pequena con un diametro maxima de 1 km Ysu fondo esta
ocupado por un lago al nivel dei mar. Su hundimiento no parece tener relaci6n con el de Bahia Darwin. Sus faldas
rocosas, en acantilados, estan jalonadas por aigu nos relIanos suspendidos escalonados.
- Rdbida
La parte hundida de Rabida no es una verdadera caldera, si no mas bien una fosa de hundimiento, alargada
entre dos fallas paralelas de direcci6n NNO-SSE y de juego opuesto. Localizada en posici6n descentrada hacia el
372
Alain Winckell
oeste, se parece a un graben limitado por abruptos rocosos de unos 70 m de desnivel. Sobre su fondo rocoso con intercalaciones escoriaceas bastante abundantes y localmente recubiertas por alteraciones 0 acumulaciones terrigenas
superficiales areno-limo-gravillosas, se eleva, al pie dei abrupto oriental, un pequeno domo interno. Constituido por
lava e intercalaciones escoriaceas, ste tiene una cima plana que culmina a 340 m, altura similar a la de los abruptos
cercanos.
373
N
1
- constituidos de piroclstos
- cubiertos de lava
- piroclsticas
- cubiertos de lava
Los testigos de la caldera interna:
- piroclsticas
- cubiertos de lava
- piroclsticas
- cubiertos de lava
5 Km
Alain Winekell
374
Resumen
- Isla baja, arida a seca en las eimas
- Vestigio de una gran ealdera pareialmente destruida
- Gran extension de derrames voleanieos reeientes
- Aetividad jumaroliea aetual
375
Altitud
maxima en m.
Alcedo
Cerro Azul
Darwin
Ecuador
Fernandina
Sierra Negra
Wolf
1.125
1.650
1.335
790
1.410
1.080
1.660
Mayor
Dimensiones en km.
Menor
37 (NO-SE)
24 (NE-SO)
28 (NNO-SSE)
24 (E-O)
29,5 (NNO-SSE) 23,5 (ENE-OSO)
5 (NE-SO)
7 (NO-SE)
30,5 (E-O)
25 (NNO-SSE)
54,5 (ENE-OSO)
39 (N-S)
28 (NNO-SSE)
18 (NE-SO)
Este dato no toma en cuenta la mitad occidental hundida dei volcan Ecuador.
Elaboracl6n: A. Winckell
376
Alain Winck.ell
Volcan
Alcedo
Cerro Azul
Darwin
Ecuador
Femandina
Sierra Negra
Wolf
Dimensiones
o mayor
o menor
8,1 (No-SE)
4,3 (NNO-SSE)
5,8 (E-O)
5 (NO-SE)
6,5 (NO-SE)
7,1 (NE-Sa)
3,6 (ENE-OSO)
5,2 (N-S)
6,8 (No-SE)
2,5 (NO-SE)
4,8 (E-O)
3,2 (NE-Sa)'
4,7 (NE-Sa)
7 (NNO-SSE)
5,3 (NE-Sa)
3,2 (NO-SE)
2 (NO-SE)
9,3 (ENE-OSO)
3,8 (NO-SE)
9,7 (ENE-oSO)
6 (NO-SE)
A/titud Desnivel
dei pisa relativo
enm.
en m.
5,3 (NE-Sa)
1,6 (NE-Sa)
720
1.070
4,3 (NNO-SSE)
1,7 (NE-Sa)"
1,5 (NE-Sa)
4,9 (NNO-SSE)
1.080
2,6 (NE-Sa)
20
340
850
870
405
580
255
770
1.070
230
790
Este dato no loma en cuenta la mitad occidental hundida dei volcan Ecuador
Baboradn A. Winckell
- Luego por su forma, directamente heredada de la posici6n de los volcanes que las componen. Con su tfpico
disefio en J, inclinada hacia el oeste, Isabela proviene de la reuni6n de 6 volcanes coalescentes, y solo esta separada
de Femandina, localizada inmediatamente al oeste, por un canal poco profundo.
- Tambin por sus caracterfsticas geomorfol6gicas. Muchas veces descrita..<; coma isJas terrorffcas de lava y
fuego, lsabela y Femandina no merecen esta apreciaci6n exagerada. Sin embargo, contienen los principales volcanes
en actividad deI archipilago, y algunos de sus brutales despertamientos seguramente impresionaron a los
observadores. Estos gigantescos volcanes, aguJereados en su parte superior por una enorme ca1de ra cimera, llevan
todas las marcas de una actividad actual mas mnos intensa que afecta princi pal mente sus caJderas y extensas areas
de sus faldas. Constituyen asf un verdadero museo de formas volcarucas.
- Ademas, su altura elevada les permite gozar de condiciones climticas humedas en sus partes superiores.
Se acompaftan de una marcada zonilcaci6n allitudinaJ de la vegetaci6n, las alteraciones y formaciones supetficiales.
Por fin, resultan interesantes desde el punto de vista cientffico ya que sus caracterfsticas y su tipo de
evoluci6n parecen unicos en la supetficie de la Tierra. Debido al propio orfgen dei archipilago, representan los
primeras estados de la evoluci6n geoI6gico-geomorfoI6gica, estados por los cuales han pasado seguramente la
mayocta de las islas centrales y orientales, hoy en dfa en estado de inactividad volcanica y degeneraci6n
geomotf016gica.
Resumen
- Altos vokanes escudos coalescentes con grandes calderas cimeras
- Grandes extensiones de Invas recientes sin coberiUra vegetal
- Zonificacion climalo-ecologica allitudinal marcada desde el drido hasta el hUmedo
- Intensa aclividad vokdnica recienle y actual
377
PLACA CARI BE
PLACA
PACIFICA
PLACA COCOS
Amrica dei
Sur
PLACA GALAPAGOS
~
~////
Principales dorsales
Elaboraci6n: A. Winckell; Fuenle: T. Winter, 1990 y cartas batimtricas GEBCO 5.07 y 5.11 de l'Organisation Hydrographique Intemationale
ano en direccion ENE, hasta entrar en contacto con Amrica Central. Lleva encima la cadena de los Cocos (The
Cocos Ridge) con una direccion noreste.
Por fin, hay que anotar el brusco hundimiento de los fondos submarinos al oeste y al sur dei archipilago
en donde la escarpa de Grijalva les hace alcanzar profundidades abisales.
Como ultimo elemento de este conjunto, esta el punto caliente (hot spot). Los puntos calientes son
manantiales de magma, localizados a profundidades muy grandes en el manto, zona que se presume inmovil
encima de la cual se desplaza la corteza superior. Durante su ascenso. estos magmas entran en contacta con la
corteza, que contribuyen afundir 0, para decirlo en unaforma mas ilustrativa, a agujerear. Asi nacen y pueden
construirse volcanes, primeramente submarinos y luego areos para los mas grandes que alcanzan la superficie
dei ocano. Aparecen a la vertical de los puntos calientes pero, como estan construidos sobre la placa en
movimiento, siguen. evidentemente, su progresion y se alejan de ste ultimo. Su actividad decrece y luego
desaparece, pero otros nacen luego al pasar sobre el punto caliente y todo este conjunto toma una increible
disposicion en forma de rosario cuyo ejemplo mas famoso es el archipilago de Hawai.
Todo ocurre camo si estas volcanes estuvieran localizados en una gigantesca balsa 0 una alfombra
mecanica que, al llevarselos en su recorrido, los cortaria de su fuente magmatica. De esta manera, la
zonificacian cronolagica es evidente, estando los mas antiguos siempre ubicados en el sentido dei
desplazamiento de la placa, hacia el este en el archipilago de las Galapagos.
Esta teoria se ve corroborada por las mediciones geocronolagicas realizadas y consignadas en los cuadros
7 y 8, (segun A. Cox, 1983).
378
Alain Winckell
Si estos mecanismos siguen su curso sin cambios importantes en el futuro, ha sido calculado que el
archipilago esta destinado a desaparecer bajo el Ecuador, en lafosa Peru-Chlle, de aqui a unos 20 millones de
anos. iEs el tiempo que la naturaleza deja a los hombres para visitarlo'
Al trmino dei estudio geomoifologico que hemosllevado a cabo en estas islas, es evidente que esta teoria
aporta respuestas satisfactorias a un gran numero de observaciones e interrogaciones. Pero si Hawai constituye
realmente una fila peifectamente alineada, c;' Como calificar la disposicion de las islas Galapagos?
Algunos alineamientos resultan evidentes, pero no conformes con el desplazamiento de la placa Nazca.
Citaremos los alineamientos ortogonales NE-SO y NO-SE de 1sabela y Fernandina, las fallas y fracturas de
inters regional en Pinta, Pinzon, Baltra, Santa Cruz, Santa Fe, etc.
Parece por 10 tanto evidente que lineas de fa lias y fracturas que afectan la superficie de la Placa Nazca hall
guiado las subidas de magma hacia la superficie y son responsables de la localizacion de los principales puntos
eruptivos y por 10 tanto de la conformacion geomoifologica actual dei archipilago.
Pese a que IOdas las lavas emitidas en el archipilago sean muy b6sicas, de tipo basaitico, se evidencio sin
embargo una diferenciacion, en correlacion con las diferentes generaciones de islas (A.R. McBirney &
H. Williams, 1969; M.Hall, 1977; C.R. Bristow & R. Hoffstetter, 1977; 1. W. Baldock, 1985).
- Las islas occidentales de Femandina e Isabela se caracterizan por basaltos toleiticos pobres en olivino,
con excepcion dei volcan Ecuador cuyas rocas son cercanas al segundo grupo. En cuanto al volcan Alcedo,
aparece como excepcion ya que en l se senalaron rocas relativamente acidas, signo de un grado mas avanzado
Cuadro 7. Edades radiomtricas de las islas
Edad en millones
de anos
4,21
1
2,85
Santa Fe
Espafiola
2,56
3,31
2,12
1,37
Saltra
San Cristbal
Santa Cruz
1,47
0,28
0,72
Floreana
Santiago
0,77
----
0,14
1,09_ 0,93
Rabida
1,06_ 0,92
0,3
Marchena
Isabela
Elaboracl6n: A. Winckell; Fuenle: A. Cox, Ages of Galapagos Islands, 1983
0,5 _
0,09
379
de diferenciacion: un jlujo de riolira en la caldera, afloramientos de obsidiana en su borde sur y una capa de
piedras pomez traqu{ticas y sil{ceas en sus faidas inferiores.
- Las isLas centrales, nororientales y orientales estan principalmente compuestas por basaitos alcalinos
oliv{nicos que pueden presentar todos los rostros, de afan{ticos hasta porfiriticos, localmente con grandes
fenocristales de plagiocLasas.
- Estas lavas estan asociadas con intercalaciones de sedimentos marinos en las islas 0 porciones de islas
con origen parcialmente submarino: Seymour, Baltra, etc.
Sin embargo, las diferenciaciones de orden qu{mico y petrol6gico no tienen gran repercusion en la
zonificacion morfologica dei archipilago ni en los procesos de alteracion y de pedognesis.
EvoluciOn y estructura de los volcanes de las GaJapagos
Los volcanes de /sabela 0 Fernandina, que constituyen los volcanes "tipo" de las islas Galtipagos, estan
descritos como volcanes "escudos" 0, enforma mas ilustrativa, con un t{pico perfil en plato de sopa al revs.
Estas imagenes reflejan perfectamente el modelado de su parte area, compuesta de tres partes (0
segmentos) distintas:
- Una vertiente basal, la mas extensa, desde el nivel dei mar hasta altitudes variables segun los volcanes:
/50-200 m en el casa dei Alceda hasta 450-500 m para el Cerro Azul. Es una vertiente suave con un perfil
generalmente rectil{neo a ligeramente concavo con pendientes de 0 a 5-60 en la parte inferior y que alcanzan 8
a /2 0 en la parte superior.
- Un segmento intermedio, mucha mas empinado, domina el anterior despus de un angulo marcado. Se
uadro 8. Edades de las is/as, segn las pocas de polaridad
Edades en
millones de anos
Epocas de
polaridad
2,47
1 0,72
Normal
(Gauss)
Inversa
(Matuyama)
Grupos de edades
*
*
*
*
*
*
*
*
*
*
*
*
*
*
*
*
*
*
*
*
*
*
*
*
*
*
*
*.
Normal
(Brunhes)
*
*
*
*
*
?
?
*
*
?
Mayor frecuencia
Presencia posible
380
Alain Winckell
eleva hasta la cima de estos volcanes con una pendiente graduai rectil[nea a concava de 12 a 15 abajo hasta 2530 arriba. Muestra notables variaciones de un volcan a otro.
- Un segmento terminal con un perjl suavemente convexo en la mayoria de los volcan es, que se reduce a
una estrechafaja casi plana para el Alcedo y el Sierra Negra. Las pendientes varfan de 2 a 5. Estas extensiones
planas cimeras rodean calderas de grandes dimensiones, gigantescos hundimientos tardio-volcanicos de la
parte central de los con os.
Esta estratificacionJfsica esta estrechamente relacionada C01/ el origen de los volcanes y la evolucion de su
construccion. El esquema presentado se basa en la proposicion de B.E. Nordlie ( 1982), hipotesis de trabajo que
nos parece muy satisfactoria y que fue verificada muchas veces durante nuestros trabajos de campo.
De lafase de construccion submarfna solo se dispone de datos muy fragmentarios; sin embargo, se trata de
una etapa muy importante ya que la mayorfa de los volcanes de las Galapagos se elevan desde fondos marinos
ubicados a mas de 1.000 m de profundidad.
En relativa continuidad con las vertientes submarinas, la construccion area se desarrolla en una primera
fase bajo la forma de un cono muy aplastado con vertientes suaves a mode radas constituidas por u.na
superposicion de coladas de lava fluida de composicion basaltica. El segmento inferior podrfa ser el testigo de
esta primerafase de construccion.
Luego, la parte central de la construccion, sede de la mayor[a de los eventos volcanicos, sufre un
inflamiento intemo pronunciado, probablemente relacionado con la migracion de la cama ra magmatica hacia
la superficie, paralelamente a la edificacion dei volcan, y es acompaiiado por un alzamiento de la parte central,
que se traduce por una elevacion marcada de las altitudes de esta zona, una acentuacion de las pendientes en sus
vertientes extemas, la fracturacion y hasta la dislocacion de los materiales anteriormente emitidos y que
constituyen la estructura misma dei volcan. As[ se desarrolla una red relativamente densa de fisuras radiales.
Estas Iiltimas, rellenas por subidas de lava que constituyen diques, se vuelven luego los lugares privilegiados de
la actividad volcanica posterior: conos alineados de lavas y/a de escorias, coladas de lavas, fumarolas, etc.
La fase final de la evolucion esta representada por el desarrollo de la caldera. Por causas internas mal
conocidas y para las cuales solo se puede proponer algunas hipotesis: debilitamiento de la actividad volcanica,
movimientos de idas y venidas en la camara magmatica, vaciado por 10 menos parcial de sta Iiltima, etc., se
produce un desequilibrio fisico. La parte cimera que ya no esta soportada por la estructura interna se fisura y
luego tiende a hundirse gradualmente. Los movimientos de gravedad se vuelven entonces los fenomenos
dominantes de la evolucion posterior. Se desarrollan en un primer tiempo siguiendo la red de fisuras radiales.
Pero luego, paralelamente a la formacion de la ca Ide ra, adoptando una forma aproximadamente circular y,
conforme al diseflO de la camara magmatica subyacente, se desarrolla, por efecto de la gravedad, una segunda
red de fisuras subparalelas y circunferenciales cuya importancia crece conforme a la evolucion. Se vuelven
entonces el lugar privilegiado de las manifestaciones volcanicas de la parte cimera. La evolucion normal
desemboca en el ensanchamiento progresivo de la caldera por el hundimiento de su piso y derrumbamientos
sucesivos de sus bordes,fenomenos particularmente espectaculares (por ejemplo el hundimiento de la caldera de
Femandina en 1968) que haeen desaparecer, gradualmente, la parte superior de estos volcan es.
Los diferentes volcanes de Femandina y de Isabela presentan estados de evoluci6n desigualmente
avanzados, fielmente reproducidos por su morfolog[a:
- Los volcanes mti.s antiguos, Alcedo y Sierra Negra, son los mas bajos, su perfil esta suavizado. La caldera
es ancha y poco profunda, su piso, constituido en su mayor[a por lavas antiguas, esta colonizado por la
vegeuui6n (Fig. 13 y 14).
Los volcanes mas recientes, Femandina y Cerro Azul, tienen conos elevados, muy empinados, cubiertos
por extensas emisiones de lavas recientes. Las ca Ide ras son estrechas, profundas, enforma conica, con vertientes
inestables y un fonda ocupado por lagos (sin embargo el de Femandina volvio a desaparecer luego de los
eventos del14 de septiembre de 1988). Sus bordes son la sede de numerosas erupeiones fisurales.
El Wolf y el Darwin son intermedios. El primero se parece a los mas recientes por su morfologia de
conjunto y su caldera profunda, pero sin lago; sin embargo susfaldas extemas estan ocupadas por importantes
extensiones de lavas antiguas. En cuanto al segundo, si bien su caldera ancha con fondo piano y dbiles
desniveles (pero cubierto de lavas relativamente reeientes) le asemeja a los antiguos, su perfil bastante vigoroso
y la gran extension de lavas recientes en sus faldas atestiguan de su importante actividad reciente.
o
381
10 km
Calderas
LLlJ
S
UlUI
E3
Abrupto extemo
"Planicie cimera"
Flancos internos abrupt0s
Rellanos escalonados de hundimiento
/\F\I\I\I
11111111
Flancos externos
Lavas antiguas
Derrames de lavas recientes
EW
Dep6sitos piroclasticos
382
Alain Winckell
10 km
Calder8.
lI.JJ
Abrupto externo
"Planicie cirnera"
lllU
ms
Flancoa externoa
Lavas antiguas
LJ
Lago de agua
383
Esta zonificacion esta totalmente confonne con la teoria dei movimiento de las placas y dei punto caliente,
ya que los volcanes mas recientes se ubican al extrema oeste.
Por fin, resulta interesante anotar la presencia de una red de alineamientos, visibles en la superficie,
algunos con traduccion geol6gica 0 geomorfol6gica, y de significado regional. /nterpretamas esas direcciones
como las probables rupturas profundas de la placa, las fracturas que guiaron las subidas dei magma al paso dei
punto caliente. Los alineamientos, identificados por interpretacion de fotografias areas e imtigenes Landsat
fueron luego verificados durante la canografia en el terreno; estos conforman una red onogonal, en la cual cadn
una de las dos direcciones se compone de varias alineaciones paralelas (Fig. /5).
La primera direccion, con orientacion SSE-NNO, comprende dos filas:
-lafila occidental: Femandina, Cerro Azul;
- lafila central: Wolf, Darwin, Sierra Negra.
La segunda, con orientacion ENE-OSO, esta compuesta por tres alineamientos comprobados:
- al none: Femandina, Darwin;
- en el centro: Alcedo, Santiago;
- al sur: Cerro Azul, Sierra Negra, Pinzon.
Los feu/ores de la morfognesis y de la pedognesis
En /sabela y Femandina, islas con grandes variaciones, es donde se pueden observar mejor los principales
factores responsables de la elaboracion de las formaciones superficiales.
- La naturaleza dei mate rial parental constituye un dato fundamental. Asi, con edades iguales, un basalto
afanitico, muy coherente y medianamente poroso se meteorizard mucho menos rdpidamente que proyecciones
pirocldsticas. Asi mismo, la influencia dei tipo de superficie se traduce en la velocidad de alteracion: una colada
Fig. 15. Lineamientos y tect6nica superficiales dei archipilago
,,
9O'W
PINTA
\~
,
O'
...
GENOVESA
,,
,,
.......,
L)
...
......
MARCHENA
TIAGO\
D RABI DA
,,
,
N
1
1'5
SAN
CRISTOBAL
OFLOREANA
,"SPAtlOLA
o
1
Lineamientos interpretados
Elaboraci6n: A. Wlnckell
10
1
50
1
100 Km
1
384
Alain Winckel/
de lava de tipo Aa, con bloques rotos y nonnalmente escoriceos, se alterara con mayor rapidez que una colada
de lava maciza que posee una superficie cordada de tipo Pahoehoe. Al interior de las propias coladas, la
velocidad de alteraci6n varia en grandes proporciones entre las superficies vitrificadas, rapidamente
desmanteladas y la lava de profundidad, maciza, intacta aun en coladas muy antiguas.
- La edad de lafonnaci6n constituye un elemento particularmente importante en las islas occidentales que
incorporan terrenos de diferentes generaciones: antiguas emisiones totalmente cubiertas por vegetaci6n, pero
tambin productos volcanicos (lavas y proyecciones) con s610 algunos anos. De igual resistencia, las
fonnaciones mas antiguas, sometidas durante mayor tiempo a los procesos atmosfricos, estan cubiertas por
alteraciones mas avanzadas 0 mas potentes que los productos volcanicos mas recientes. Esto se observa sobre
todo en los pisos climaticos inferiores, aridos a secos~ en donde los agentes atmosfricos poco agresivos no
esconden los efectos de la sucesi6n cronol6gica.
- La zonificaci6n climatica es otro factor importante, quizas el que deja su huella con mayor rapidez. Con
sus elevados relieves, los volcanes de Isabela y Fernandina, se caracterizan por una estratificaci6n climatica
muy completa. Mientras que los litorales tienen climas aridos a muy secos, sus cimas, sometidas a las
precipitaciones orograficas y a los fen6menos de condensaci6n (neblinas y garuas), gozan de una humedad
significativa. Alli, se desarrollanformaciones vegetales tipicas y tambin alteraciones localmente potentes limoarenosas a limo-arcil/osas, mucho mas importantes cuando estan localizadas en formaciones alterables como
los lapillis dei Sur dei Sierra Negra 0 dei Alcedo por ejemplo.
Asi mismo, hay que anotar lafuerte oposici6n climatica entre las vertientes sur, humedas y las vertientes
norte, abrigadas de los vientos dominantes y por 10 tanto mucho mas secas. Las consecuencias sobre las
fonnaciones superficiales van en el mismo sentido, con alteraciones mas desarrol/adas en las vertientes sur a
sureste. El ejemplo dei Sierra Negra es muy ilustrativo de esta situaci6n.
- Los afloramientos. Los derrames de lavas aflorantes son elementos dominantes de los paisajes, con una
superficie que se disgrega en escamas y bloques, 0 que se quiebran bajo las pisadas. El paso de una colada a otra se
385
realiza por abruptos de 2 a 5 m de desnivel y se ve generalmente subrayado por una vegetaci6n arbustiva a arb6rea
mas densa.
Pese a que varias generaciones de coladas hayan participado en el recubrimiento de estas vertientes, se
pueden distinguir facilmente dos grandes grupos:
. Las mas antiguas, totalmente cubiertas por vegetaci6n, tienen una superficie profundamente meteorizada,
quebradiza y cubiena por una alfombra de arenas, gravas y bloques .
. Las mas recientes, con una cobertura vegetal parcial, tienen sus caracteristicas originales menos
transformadas. Su superficie es rocosa, cubierta por una meteorizaci6n pelicular de algunos centimetros, de color
caf-amarillento a caf-rojizo.
- Las formas secundarias de superficie son dei mismo tipo que las de los volcanes orientales, pero aqui son
mas numerosas y tienen, por su edad mas reciente, un mejor estado de conservaci6n.
Se trata, sobre todo, de conos parasitos, alineados en la red de fisuras y fracturas radiales rectilfneas. Son de
dos tipos: conos de escorias y conos de lavas proyectadas 0 salpicadas en tripas ( los "spalter cone"). De tamano
hectomtrico, los primeros presentan un perfil c6nico marcado con un crater central 0 abierto en herradura, siempre
bien definido, mientras gue los segundos, rebajados, son muchas veces la fuente de emisiones flsurales de lava
reciente. En cuanto a las fracturas, rellenas por subidas de lavas recientes, constituyen diques alargados, en su
mayorfa en relieve.
- Por fin, una ultima diferencia surge entre las partes inferiores y superiores de estas vertientes, cuyas
topograffa y pendientes presentan variaciones similares a las de las otras islas altas, mas antiguas. Ademas,
igualmente que en las islas anteriores, los transectos climato-altitudinales se acompanan de variaciones de las
formaciones superficiales y de la importancia relativa de algunas formas tipicas.
386
Alain Winckell
Sin embargo se trata de una unidad poco extendida, ya que las vertientes superiores. cercanas a la caldera,
estin preferentemente recubiertas por piroclastitas 0 lavas recientes, relacionadas con los ultimos episodios eruptivos
La unidad 300 constituye una excepci6n. Presente unicamente en el volcan Alcedo, corresponde a
afloramientos de lavas antiguas, con caracteristicas idnticas a las de la unidad anterior pero localizados en la parte
superior, suave, de las vertientes externas tipicas de este volcan (ver tambien la unidad 301).
387
388
Alain Winckell
interesante anotar, que es en los volcanes mas recientes: Fernandina y Cerro Azul, que stas presenlan el disefio mas
continuo. A trmino, la evoluci6n de la caldera les \leva a desaparecer, coma es el casa de Jas faldas del Sierra Negra.
Su superficie presenta un modelado directamente influenciado por las marcas de estos hundimientos. Las
fisuras y fracturas de la red circunferencial estan omnipresentes, provocando desniveles topograficos de orden
mlrico, fallas abierlas en grielas en las cu ales eslan localizadas las ullimas marcas de la actividad volcanica: conos
de lavas y de escorias, emisiones fisurales, proyecciones de piroclastitas, etc.
Hemos distinguido dos categorfas, dependiendo de su material constitutivo.
5 km
389
- Las manifestaciones de las erupciones mas recientes. con recubrimientos superficiales de lapillis y cenizas.
En el Fernandina, hemos podido observar 1 a 5 cm de proyecciones de lava negra. vacuolar. totalmente vitrificada.
que corresponden seguramente a los eventos de 1984.
- Las huellas de una intensa removilizaci6n hfdrica superficial. Afecta la totalidad de los voJcanes, pero esta
particularrnente bien desarrollada en el Fernandina y el Cerro Azul. Sobre las piroclastitas, con cobeI1ura vegetal
discontinua, las precipitaciones se acompanan de un escurrimiento difuso en la superficie que provoca una ablaci6n
laminar y participa al socavado de los bloques de lava, fen6meno particulannente avanzado en el Cerro Azu!. En
cuanto la pendiente se acentua. el escurrimiento se concentra yelabora facilmente incisiones lineares en estas capas
no coherentes de proyecciones. De 2 a 5 metros de ancho. sobre 1 a 2 metros de profundidad, aJcanzan muchas veces
el substrato rocoso y constituyen canales de evacuaci6n de las aguas, principalmente orientados hacia el exterior.
Tambin existen notables fonnas de acumulaci6n, con rellenos de pequenas depresiones en ambiente de
tipo "lacustre", par acumulaciones provocadas aguas arriba de obstaculos creados por hundimientos superficiales
locales 0 detras de derrames lavicos recientes. Los sedimentos ahora entallados de la cima dei Fernandina, en donde
alternan dep6sitos estratificados y rellenos torrenciales heteromtricos sobre un espesor de 3,5 metros, demuestran el
vigor deI escurrimiento y la eficiencia de tales procesos morfodinamicos en estas proyecciones.
, ,, , ,, , ,,
..
.
~..........
~
......r/ ..
Fondo de la caldera
Piso de la caldera con lavas anliguas
Piso de la caldera con derrames recientes
390
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un tamafio suficiente para pennitir su cartograffa. Ocupa todo el borde norte y noroeste de la caldera, con una
direcci6n OSO-ENE, en el sitio de una gran fractura regional.
Esta compuesto por una multitud de pequefios conos de tamafio hectomtrico aislados, apegados, alineados,
sobrepuestos 0 encajados. La mayorfa, con un perfil aplastado y con cniteres poco profundos, estan constituidos por
lavas proyectadas in situ a la salida de una boca de erupci6n: son conos de salpicaduras de lavas 0 "spalter co ne". Pero
colindan con conos de escorias, cIasicos, mas empinados, a veces abiertos en herradura.
Constituyen el lugar privilegiado para la mayorfa de las erupciones recientes deI Sierra Negra y sus faldas
estan parcialmente cubiertas con coladas recientes Aa y Pahoehoe enredadas. Tambin son la sede de numerosas
emisiones actuales de fumarolas, coma en la zona deI Volcan Chico, al noreste.
5 km
391
m
l,',',
l,',',
..
~
.........
~
-o
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Alain Winckell
Los niveles, heredados de la superficie cimera, presentan inclinaciones variables seglin el grade deI
deslizamiento. Horizontales en la mayorfa de los casos, pueden inclinarse longitudinalmente en casa de
deslizamiento diferencial 0 transversalmente en casa de deslizamiento por rotaci6n. Llevan las huellas de esta
tect6nica y muchos estn cortados par fracturas curvas, abiertas 0 con desniveles de orden mtrico. Estn separados
entre si por abruptos rocosos, estrictamente similares a los de los flancos internos de las calderas.
Su superficie, poco empinada en comparaci6n con otros relieves de la caldera, ha registrado los principales
eventos volcnicos recientes. Si bien la mayorfa de las superficies han guardado su cobertura piroclstica original,
otras estn cubiertas por los derrames recientes que han bajado en cascada desde las cimas 0 que fueron emitidos a 10
largo de las principales fisuras circunferenciales de la superficie cimera 0 de las que delimitan 0 atraviesan los
rellanos internos, en el Wolf por ejemplo, antes de lIegar al fondo de las calderas. Otras, por fin, estn cubiertas por
las piroclastitas subactuales como al noroeste dei Fernandina.
- Vertientes rectilfneas conformadas par conos coalescentes de gravedad y de escombros, alimentados por
los desprendimientos y derrumbamientos de las cornizas superiares. Estos tapizan la mayarfa de las bases de los
abruptos y de Jos acantilados rocosos; estn generalmente compuestos por material muy grueso, incluyendo bloques
mtricos.
Estos tres conjuntos, con un equilibrio particularmente inestable, estn en constante evoluci6n, con
movimientos de gravedad casi continuos, especialmente en las calderas deI Fernandina y deI Cerro AlOI.
Los rebordes de las calderas dei A/cedo v dei Sierra Ne~ra Cunidad 3051
Estos dos volcanes mas evolucionados, tambin se distinguen por los originales rebordes de sus calderas.
Mientras que las otras calderas son verdaderos hundimientos dibujados en la b6veda somital, el acceso a las calderas
dei Alcedo y deI Sierra Negra se realiza por una vertiente externa, corta pero con una pendiente muy empinada.
En el Alcedo, por ejemplo, la rampa de acceso terminal, comienza hacia los 900 m con pendientes de 20 a
22 y alcanza val ores de 28 a 30 en los liltimos cincuenta metros de desnivel, hasta la superficie cimera que culmina
a 1.065 m. En el Sierra Negra, las pendientes son menas fuertes, pero desde El Cura en el lfmite superior de la zona
agrfcola por los 800 m hasta la cima de la caldera a 980 m, las vertientes tienen pendientes de 10 a 12 y luego de 15
a 20.
Todo sucede como si los hundimientos afectarfan la totalidad de la estructura superior de estos volcanes y
el ensanchamiento de las calderas hubiera alcanzado aquf las vertientes externas fuertes superiares; despus de que
Jas superficies cimeras hayan sido totalmente derrumbadas por los desprendimientos sucesivos.
Es probable que la transformaci6n de todas las calderas de las Galpagos tienda hacia un esquema de evoluci6n de este tipo, con la extensi6n de las fuerzas externas de gravedad hacia las vertientes superiares.
Estas vertientes externas empinadas estan uniformemente recubiertas por proyecciones piroclasticas, generando alteraciones superficiales arenosas a areno-limosas, pero que se vuelven ms limosas en las vertientes sur deI
Sierra Negra por ejemplo. Tambin son objeto de un intenso abarrancamiento concentrado, bien marcado en el
Alcedo, con formaci6n de torrenteras paralelas a la pendiente, de 2 a 5 m de desnivel. El pie deI abrupto estjalonado
por una serie continua de microconos de deyecci6n coalescentes a partir de los cuales los canales de escurrimiento se
concentran en las entalladuras que lIegan hasta el mar. Aquf tambin el escurrimiento es espordico, de estaci6n
l1uviosa, y la herencia juega un papel importante.
393
de la tect6nica de hundimiento, con un levantamiento local dei piso por escalones sucesivos como al noroeste deI
Sierra Negra 0 al oeste dei Alcedo. El reborde occidental dei Sierra Negra se compJica mas todavfa por la existencia
de una estructura de bloques dispuestos en "teclas de piano", inclinados hacia el centro de la caldera y que aislan, al
oeste, un estrecho corredor. Estas estructuras son la sede de intensas emanaciones de fumarolas como el Volcan de
Azufre en el Sierra Negra, 0 el Geyser dei Alcedo, etc.
- Las calderas con lago de lava reciente
La deI Wolf tiene un desnivel que alcanza 790 m pero su piso de lava solo mide 3,5 por 2,5 km. Esta unifonnemente ocupada por lavas recientes a subactuales, bajadas de los rebordes y muy poco colonizadas por la vegetaci6n. Dos pequefias zonas de fumarolas, visibles por emanaciones de azufre. estan localizadas en su falda norte.
La caldera dei Darwin es intennedia con el grupo de las calderas anchas, a las cuales se parece por su escaso
desnivel: 250 m. Sin embargo, su fondo esta ocupado en su totalidad por lavas recientes, muy poco 0 nada
colonizadas por la vegetaci6n. Esta caldera presenta IOdas las caractersticas de un lago de lava solidificada in situ, ya
que no se puede ver ninguna fuente en sus rebordes. Sin embargo, diferentes generaciones de lava, con pahoehoe
dominante, se cubren local mente y atestiguan manifestaciones localizadas, mas tardfas.
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Alain Winckell
Fig. 18. Una colada de lava dei Volcan Chico (Sierra Negra)
Elaboraci6n: A. Aing. LIA-Tldtection. ORSTOM, Bondy; Fuenle: Canal? de la imagen Landsal MSS 019/060 de 19/11179
unidades 299 Y305. Las mas importantes llegan hasta el ocano, coma al este dei volcan Alcedo, pero la mayoria se
termina en cuanto se rompe la pendiente al entrar en las vertientes suaves inferiores. Alli, las cargas transportadas son
depositadas en hondonadas y forman microconos de deyecci6n 0 esparcimientos de tipo fluvio-Iacustre.
Estas acciones son evidentemente mas marcadas en las vertientes mas humedas, expuestas al sur y al
sureste, coma se evidencia claramente en Alcedo y en Sierra Negra. Hemos visto que las acciones actuales se limi tan
a escurrimientos esporadicos en la estaci6n Iluviosa que sol6 efectuan remodelaciones de detalle. Las formas
395
actualmente observables han si do modeladas anteriormente, en un perfodo mas l1uvioso y, por 10 tanto, son
parcialmente heredadas.
En la vertiente sureste deI Sierra Negra, en donde esta implantada la zona agrfcola, no hemos observado una
acentuaci6n de estas fen6menos, los efectos dei escurrimiento se Iimitan a ablaciones laminares muy localizadas y a
la excavaci6n de algunas torrenteras de evacuaci6n. OcuITe 10 mismo en el sector de Alemania al suraeste, antiglJa
zona agrfcola hoy en dfa abandonada.
En las vertientes de lavas, estas fen6menos estan muy poco desaITollados y se limitan a limpiezas
superficiales y a depositos terrfgenos contigos.
- La actividad volctin:a
Isabela y Femandina son conocidas por su sostenida actividad volcanica. Tanto es asf, que dos fen6menos
recientes fueron observados desde el espacio: una columna de huma en la caldera deI Fernandina fue registrada por
los cosmonautas dei Skylab durante el vuelo SL4 deI Il de diciembre de 1973 a las 15h 16 GMT (referencia SL4-1957299) y el 19 de noviembre de 1979, el satlite Landsat 3 registr6 una erupci6n dei Volcan Chico, en donde se
reconoce c1aramente la columna de humo y una colada de lava que baja hacia Barna Elizabeth (Fig. 18).
Las emisiones de coladas recientes a subactuales estn localizadas en puntos muy precisos: las calderas dei
Fernandina, deI Wolf y dei Cerro Azul, las faldas sureste deI Fernandina y este dei Cerro Azul, pero sobre todo la
zona dei Volcan Chico, al noreste de la caldera dei Sierra Negra en donde los derrames lIegan casf hasta el ocano al
norte. Todos estos eventos recientes son de origen fisura1.
La actividad fumar61ica esta presente en el interiar 0 en las faldas de cada caldera. Sin embargo, las huellas
son poco visibles en el Cerro Azul y el Fernandina, donde las principales emanaciones estan probablemente
localizadas en los lagos. Las dos fumarolas mas importantes son el Geyser, en el reborde sur de la caldera dei Alcedo
y el Volcan Azufre en el reborde oeste de la caldera dei Sierra Negra.
El primera es una chimenea de 50 x 50 cm que proyecta, con un ritmo muy rapido, gases calientes a alta
presi6n, al interior de una depresi6n de 400 m2, lIena de aguas de precipitaci6n en estaci6n lIuviosa, 10 que explica su
apelativo.
El seg~ndo esta constituido por varias emanaciones de vapores fuertemente azufrados que suben por las
fracturas al origen de los bloques, en "teclas de piano", de la parte occidental dei fondo de la caldera. Estas
emanaciones dejan en la superficie de los abruptos, revestimientos y dep6sitos de azufre no despreciables.
Par fin, no hay que olvidar la erupci6n de 1968 deI Fernandina, relacionada con la evoluci6n reciente de su
caldera, la unica en el mundo en haber sido registrada por el hombre, asf como los evenlOS dei 14 de septiembre de
1988.
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Alain Winckell
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una naciente colonizaci6n por la vegetaci6n (cactus, musgos y liquenes). Un principio de alteraci6n de color de
herrumbre esta muchas veces presente en las fsuras.
- Las lavas de segunda generaci6n no estan colonizadas y su superficie presenta solamente una patina cafnegruzca a negro mate. Su meteorizaci6n puede ser considerada coma nula.
- Las mas recientes han guardado sus caracterfsticas de origen. Son negruzcas y muchos derrames de tipo
Pahoehoe todavfa tienen su aspecto vitrificado brillan(~ de superficie.
Los afloramientos del Ultimo tipo son evidentemente mas abundantes en las islas occidentales.
La morfol6gia de la superfIcie constituye un segundo caracter interesante. El dinamismo tfpico de estos
volcanes, cerca deI estilo hawaiano, en cuanto al desarrollo de las erupciones y a los productos que provienen de ellas,
generan dos tipos de coladas:
a. Las pahoehoe son coladas homogneas y uniformes en donde la superfice se caracteriza por un entrelazamiento de notables dibujos. Estos resultan de la solidificac6n de una Java basaltica muy fluida y seguramente sin
gas 0 pobre en gas. Una fina capa superficial se enfrfa mas rapidamente que el interior de la colada que sigue
escurrindose por gravedad. La pelfcula superficial, acarreada por los movimientos dei interior se arruga, se pliega y
adopta figuras que conserva al solidificarse. Asf, se pueden observar superficies plisadas semejantes a la piel de
elefante, lavas cordadas 0 anudadas, lavas en tripas 0 hasta discos coalescentes 0 sobrepuestos. Bahfa Sullivan al este
de Santiago y tambin el piso de la caldera de Marchena 0 dei Darwin constituyen magnfficos ejemplos de este tipo
de fen6menos.
b. Las coladas Aa se componen de caos de bloques, a menudo escoriaceos en superficie, cuyas dimensiones
pueden variar dei decfmetro (caso mas corriente) a varios metros cubicos, coma entre el Sierra Negra y el Cerro Azul,
o aJ norte de Tagus Cove. Los mas pequeios son inestables y vuelven la marcha peligrosa, en los mas gruesos la
progresi6n es extremadamente lenta y diffcil. El origen de semejante superficie parece diverso:
- Una solidificaci6n ma~ rapida de la costra superficial de la colada, rota posteriormnte durante la
progresi6n y entonces transportada en la superficie bajo la forma de bloques.
- La incorporaci6n en la superficie de una colada fluida, de proyecciones de lavas escoriaceas que son luego
transportadas en forma idntica a las anteriores.
- La fracturaci6n de la superficie Iisa de una colada de tipo pahoehoe, en proceso de enfriamiento. Este
fen6meno puede provenir de una acentuaci6n de la pendiente, por ejemplo, 0 tambin, en la parte baja de las coladas,
dei estai lido de una superficie consolidada debido a la presi6n interna ejercida por la lava en fusi6n situada aguas
arriba, 0 eventualmente, dei empuje de una segunda colada consecutiva, actuando sta coma un bulldozer sobre la
pnmera.
- La solidificaci6n de una lava rica en gases, efectuandose en perdida por explosiones que rompen la costra
superficial, aunque este fen6meno no puede explicar la formaci6n de los caos de bloques multimtricos.
Su resistencia a la meteorizaci6n es muy diferenciada. Las pahoehoe, macizos guardan mucha tiempo sus
caracterfsticas de origen, mientras que los Aa, escoriaceos y vacuolares, sufren una progresi6n rapida de la
meteorizaci6n superficiaJ y profunda.
Hemos anotado la existencia de una cierta correlaci6n entre las diferentes generaciones de lava y sus formas
de superficie. Mientras mas antiguas son las coJadas que constituyen las vertientes de los volcanes y que hoy en dfa
estan cubiertas por la vegetaci6n aparecen con una dominante pahoehoe, bien visible debajo de la cobertura vegetal,
una neta evoluci6n marca las emisiones mas recientes:
- las primeras tienen todavfa una dominante de pahoehoe
- las intermedias integran los dos tipos (Aa y pahoehoe)
- entre las mas recientes, son incontestablemente las Aa que dominan.
i,Pero tiene esta observaci6n un significado gentico?
Para evidenciar la zonificaci6n morfol6gica y altitudinal de los volcanes, hemos escogido una cartograffa
que integra estos derrames a los conjuntos de paisajes.
- La unidad 309 corresponde a las coladas de la parte cimera y de las superficies superiores dei volcan Sierra Negra.
Localizados en la proximidad de la caldera, por ejemplo en la zona oriental dei Volcan Chico, estos paisajes se
caracterizan por la importancia de las fisuras circunferenciales, lugares de emisi6n de la mayorfa de los derrames. Las
coladas de origen fisural dominan, pero muchas otras han sido emitidas a partir de conos de lavas rebajados. Sus
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ALain WinckeLL
formas son diversas, desde el mont6n ca6tico acumulado y solidificado in situ, hasta la fina franja estrecha de una
colada fluida. Aigunas de stas s610 se reconocen por un canal vacfo, por efecto de la escorrientia por gravedad, y con
orillas c6ncavas y lisas.
Entre las formas asociadas, hay que anotar la importancia de conos de lavas, constituidos por fragmentos de
lava proyectados y solidificados en ellugar, los "spalter cone", que pueden 0 no dar origen a un derrame.
Esta unidad esta tambfen representada por los dos derrames muy localizados de la ladera sur dei Alcedo.
- La unidad 310 concierne las vertientes extemas fuertes de los volcanes. Las coladas originarias de las cimas se
reducen, en las fuertes pendientes, a finas franjas con un ancho decamtrico a hectomtrico. Los afloramientos
tienden a ser de tipo Aa. Las formas menores son particularmente abundantes: coladas muy largas 0 desbordamientos
localizados en los bordes de una fisura, canales c6ncavos 0 tuneles subbasaIticos vaciados de su lava por efecto dei
escurrimientorapido entre paredes parcialmente enfriadas. huellas superficiales paralelas al escurrimiento
longitudinal, estrechas coladas sobrepuestas y entrecruzadas que se dividen y se reunen segun las irregularidades de
la pendiente, numerosos "spalter cone" y emisiones locales de lavas a 10 largo de las fisuras radiales.
- La unidad 311 se localiza en las vertientes inferiores y se prolonga hasta el litoral por modelados muy suavizados
y hasta pianos. Allf, las lavas se han acumulado y el entrelazamiento es extremo. En la desembocadura de las
vertientes fuertes, se han originado formas parecidas a verdaderos conos de deyecci6n, particularmente visibles al pie
de la vertiente oeste dei Darwin, detras de Tagus Cove. Luego las coladas se expanden con anchuras de varios
centenares de metros, separadas las unas de las otras par abruptos laterales y terminales, con un desnivel siempre
comprendido entre 2 y 6 hasta 8 metros. Los mas hermosos apilamientos pueden ser observados en la vertiente norte
dei Sierra Negra.
Estas acumulaciones de campos de lava en la parte inferior de los volcanes son responsables de la uni6n de
los volcanes de Isabela como 10 demuestra perfectamente el istmo Perry. con una topograffa casf plana entre el
Alcedo y el Sierra Negra. AI contrario, el Estrecho de Bolfvar, con escasa profundidad, entre el Darwin y el
Fernandina resulta de una uni6n todavfa no terminada. i,Llegara a llenarse en el futuro?
Al pie de los majestuosos volcanes de Isabela y Fernandina. estos extensos campos de lava son
sometidos, por su posici6n topografica y las caracteristicas dei medio, a condiciones climaticas aridas a secas. Las
superficies de coladas guardan asf, por mucho tiempo, sus caracterfsticas de origen, permitiendonos deducir la
cronologfa de las generaciones y observar asf diferentes tapas de la construcci6n de las islas, ofreciendo al
observador magnificas figuras y dibujos y constituyen, tambin. verdaderos testigos de la evoluci6n de un medio
natural cuya formaci6n sigue su curso en presencia dei hombre.
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