Juan Miguel Chávez-Disyuntivas Universitarias
Juan Miguel Chávez-Disyuntivas Universitarias
Juan Miguel Chávez-Disyuntivas Universitarias
y la formacin1.
Juan Miguel Chvez Albarrn
Una Universidad es un lugar en el que se ensea la ciencia por encima de todas las diferencias
religiosas y nacionales: donde se realizan investigaciones, donde se intenta mostrar a los
hombres hasta qu lmite comprenden el mundo que los rodea y hasta qu punto pueden
someterlo a su accin (S. Freud, Viena 1925).
I.
En esta ponencia nuestro propsito exclusivo es simplemente presentar un solo argumento a partir de las
premisas sistmicas de N. Luhmann. Nos interesa ilustrar cmo a partir de tales premisas podra ser analizada la
situacin de las universidades. No tematizamos las posibles construcciones de arquitecturas conceptuales para
estrategias y diseos de intervencin o regulacin. Nos situamos un paso atrs para responder cmo se ve la
situacin estructural de la universidad si acogemos las premisas sistmicas, ese ejercicio que por cierto no descuida
la consideracin de las investigaciones al respecto es lo que nos ha llevado a plantear la tesis de la hibridez del
sistema universitario. Debemos adems indicar que las otras vertientes tericas estn argumentativamente
consideradas pero no se har una referencia expresa a ellas como tampoco de manera explcita a las
investigaciones de carcter ms histrico. Nos interesa slo destacar un ngulo distinto de anlisis. Respecto del
ttulo, todava mantenemos la duda si debiese ser Disyuntivas Universitarias: La universidad entre la ciencia y profesin.
Debe tenerse presente que esta ponencia es un paso anticipatorio, inserto en un programa de investigacin mayor
donde nuestra tesis de las modernidades perifricas como modernidades inducidas es parcialmente ilustrada
mostrando la conformacin del sistema universitario en Amrica Latina. En el despliegue de esa tesis estn
expuestas nuestras divergencias con la concepcin luhmmaniana y en general con el paradigma de la
diferenciacin social. Este texto fue aceptado como ponencia al congreso nacional de sociologa chilena (2011) y
al congreso internacional del mismo ao en Brasil en el grupo de Ciencia e innovacin tecnolgica.
Las estrategias de atribucin ms claras son las que le atribuyen al entorno social la crisis de la universidad o a
los factores internos (por ejemplo, a la debilidad de sus acadmicos).
5 Adems la mayora de los estudios tiene como horizonte reflexivo el cmo satisfacer indicadores provenientes
del entorno, cuyo nivel de complejidad est dado por los administradores polticos de turno en los ministerios,
como Educacin, Hacienda, etc. No se cuestiona la necesidad de reunir informacin calificada, pero deducir de
all las estrategias respecto de los desafos que implica el desarrollo de la ciencia y la formacin para la
Universidad es limitado (por no decir ridculo). Estos estudios y su manejo polticoadministrativo han
contribuido la implantar una lgica de urgencia, Esto es siempre se est atrasado, No hay tiempo, Hay que
actuar, etc.
6 Esta condicin de ruptura es precisamente una de las caractersticas fundamentales de las modernidades
perifricas, rupturas llevadas a partir de la autoimposicin estatutaria y voluntarista de la misin de ser modernos.
II.
funcionales, por ejemplo, las organizaciones del sistema econmico como las
empresas (Luhmann 1988), se tratara aqu de una organizacin hbrida que est
sometida a realizar coordinaciones regulativas de dos sistemas funcionales; como
son el sistema cientfico y el sistema de enseanza. Es especficamente en esta
hibridez donde ubicamos la raz de la crisis actual de la Universidad.
Con el fin de desarrollar explcitamente nuestra tesis, avanzaremos hacia
una revisin panormica de las funciones clsicas centrales de la Universidad
desde una perspectiva sociolgica y amparndonos en breves consideraciones
histricas. Es as que, respecto de las funciones clsicas que se le han otorgado a la
Universidad, cabe indicar que -independiente de las controversias acerca de cules
fueron las causas ms directas y posterior desarrollo de las Universidades-, se
reconoce que en la evolucin socio-cultural de la modernidad clsica y perifrica,
la Universidad se constituye como aquella entidad en la cual se deposita la funcin
de creacin y transmisin del conocimiento. Esta funcin se ha tipificado a s
misma histricamente en al menos tres dimensiones:
La disyuntiva en todos los anlisis se ubica precisamente en este punto. Nos referimos a elaborados estudios en
sociologa de la ciencia que obviamente van ms all del simple objetivo de satisfacer los indicadores de los
gobiernos de turno. Nos referimos en especial a las investigaciones de H. Etzkowitz, S.O. Funtowiccz, J.R.
Ravetz, M. Gibbons, S. Jasanoff, S. Toulmin, R. Whitley, J. Ziman. Respecto de la temtica de la innovacin C.
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y ser todava una solucin para satisfacer los requerimientos de las funciones
mencionadas, se transforma precisamente en el problema. Esto es: la Universidad
como sistema organizacional ha quedado provista de una ya histrica hibridez funcional, en
tanto su funcin especfica radica en ser simultneamente soporte o sustrato organizacional
tanto del quehacer pedaggico como del cientfico. Y es el caso que estos quehaceres -a
mayor especializacin requerida como consecuencia precisamente de sus
desarrollos-, terminan radicalizando cada vez ms sus lgicas de funcionamiento;
las que se vuelven cada vez ms dispares entre s. La razn es simple: ellas se
fundan en racionalidades eminentemente distintas13. Esto es lo que nos permite
sostener que, a la hora de determinar un objetivo especfico para la reflexin sobre
la constelacin universitaria, lo ms adecuado para el anlisis de la Universidad
sea seleccionar la racionalidad de la organizacin del conocimiento representado por la
institucin universitaria. Contamos ahora con un criterio para dirimir el objetivo y
campo de toda discusin sobre la constelacin de lo propiamente universitario.
En pro de la claridad de nuestra argumentacin queremos mencionar que,
sin duda, se podran escoger como foco de anlisis de la
Universidad otras
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de
responsabilidades
hacia
el
exterior
de
la
Universidad;
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En esta lnea, preguntmonos, por ejemplo, acerca de cules son los sistemas
de gratificacin y sancin que organizacionalmente estn establecidos respecto de
la productividad cientfica y la calidad de docencia. Decamos que la Universidad
en tanto sustrato organizacional acopla -como toda organizacin- decisiones que
permiten el desarrollo de programas y procesos de seleccin (Luhmann 2007). Su
funcin especfica en tanto soporte del quehacer cientfico y pedaggico debe, en
relacin al entorno a lo menos , impedir que la Universidad se convierta en un
centro de desarrollo acfalo, es decir, debe consolidar fundamentos que logren
proyectar a la Universidad dentro del esquema global de acoplamientos sociales
intersistmicos (lase respecto de las demandas de la poltica, economa, derecho y
otras esferas de la sociedad (Luhmann 1996a)). De la misma forma, hacia el interior
de la Universidad, el desafo va a estar siempre dado por la generacin de polticas
viables que permitan conjugar la hibridez de la funcin (precisamente para
viabilizar tales acoplamientos de manera relativamente exitosa).
Relativo a este ltimo punto, la situacin -tanto en los pases centrales como
en el nuestro-, se torna extraordinariamente complicada. A travs de estas polticas
al interior de la Universidad se est obligado a transformar en compatibles las
demandas que se ciernen sobre la educacin superior por los nuevos desafos de la
modernizacin estructural y de modernidad que son canalizados hacia el sistema
poltico (y que ste por lo dems est obligado a acoger y resolver15). Y todo esto la
Universidad debe o debiese hacerlo sobre la orientacin prioritaria de posibilitar
los desarrollos intrnsecos del devenir cientfico. Pero ocurre que las demandas van
desde los riesgos que la propia modernizacin provoca hasta la exigencia de hacer
del ingreso a la educacin superior un vehculo de inclusin social (y con
garantas adosadas que no se pueden satisfacer!).
La teora de sistemas en el diseo de estrategias de regulacin destaca precisamente que no slo los problemas
de coordinacin/sincronizacin entre los diferentes sistemas se dan por las diferencias entre sus cdigos y
programas, sino que adems por la vigencia de tiempos sistmicos distintos.
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es
porque
las
dos
dimensiones
fundamentales
no
Si eso
estn
lo
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Poco ha servido ese invento de una figura como la del acadmico en tanto organizador, generador y transmisor
de conocimiento.
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Ante la popular exigencia de simplificacin que se hace desde perspectivas escolarizantes podra suponerse que
esa situacin difusa parece ser vista como una ventaja, ya que generara mayor proximidad entre el docente y el
estudiantado.
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Sin descartar por supuesto que el mbito burocrtico se torna un horizonte interesante para hacer carrera
poltico-administrativa disfrazada de acadmica.
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El hecho eventual de que la poltica decida cambiar la tendencia desde la investigacin fundamental a la
aplicada puede decidirlo no crea una operacin cientfica. Una organizacin puede con sus decisiones generar
condiciones de posibilidad para que se genere algo, pero no es ella la que lo genera. Se puede poner dinero y
decisiones polticas para encontrar un medicamento contra el sida, pero slo en una operacin cientfica puede tal
vez lograrse. Al respecto de gran relevancia los trabajos de Pedro Morand (1987), donde se resalta lo que
acontece a un nivel semntico, en especial respecto del espejismo de las elites modernizadoras.
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Ese egreso rpido tambin es problemtico, ya que puede contribuir a incrementar la cesanta.
26 Para las modernidades perifricas el desafo es an mayor: ellas nunca ingresaron de manera definitiva al sistema
cientfico.
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III.
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primera gran crisis de las Universidades; en el sentido de que cada vez menos
pueden dar cuenta de sus tareas formativas.
Las propuestas planteadas en la discusin como solucin de esta primera
crisis tuvieron como meta mejorar la funcin formativa profesional de las
Universidades (a travs de un incremento de las calificaciones de los profesores).
Sin embargo, no fueron estas reformas las que lograron imponerse, sino que un
diseo radicalmente nuevo, cuya denominacin se conoce como el modelo de Humboldt.
Debemos destacar que esta nueva concepcin, que por primera vez defini
como tareas de la Universidad Ciencia y Formacin bajo la formula semntica de la
unidad entre investigacin y enseanza, marc definitivamente el comienzo de un
desarrollo que culmin por establecer a la Universidad como parte subordinada del
Sistema Cientfico. La Universidad dejaba de ser Escuela. En nuestros das,
aparentemente, el viaje ocurre en la direccin precisamente inversa. Para las
modernidades perifricas la situacin es an ms grave, en tanto ellas nunca
arribaron a consagrarse como universidades de investigacin.
Una serena mirada sociolgica prueba una vez ms que los grandes
procesos de transformaciones socio-estructurales siempre van acompaados de
compromisos histricos e ideolgicos. Este compromiso se expresa en dejar la
Facultad de Filosofa como centro de este modelo de Universidad (Morand 1991).
Esto tiene que ver con un concepto de Formacin que pona en el centro a la
reflexin filosfica de la Ciencia y a la formacin formal sobre todo a travs de los
estudios filolgicos y matemticos (Le Goff 1986).
No obstante lo anterior, las investigaciones han destacado un resultado
digno de ser trasladado al presente a modo de advertencia: en el mismo momento
que se estableca ideolgicamente un modelo organizacional, las operaciones
empricas del desarrollo cientfico haban erosionado todo fundamento jerrquico
del conocimiento (Luhmann 1996a, Ortega y Gasset 1957, 1974, 1983).
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(a). Las Ciencias Naturales ponen el acento en los aspectos tericos al contrario de lo
que el conocimiento ordinario supone (Lakatos 1983).
(d). Pero una de las transformaciones ms decisivas -una vez este proceso en cursofue el que las disciplinas de las Ciencias Naturales se consagran como la forma
paradigmtica de hacer Ciencia, contribuyendo a invertir radicalmente la jerarqua
vigente de las disciplinas universitarias (Husserl 1991). Un factor de gran
relevancia que cooper a tal consagracin fue su procedencia de los laboratorios y su
correspondiente mtodo experimental (Luhmann 1996).
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29 Es imposible dejar de sealarlo -simplemente aflora-, si sera factible intentar eso con mallas de 40 a 50 cursos,
con dos o tres perodos de clases por semanas, y con semestres de 4 a 5 meses (sin que medien entre ellos a lo
menos 2 meses!).
30 Malla curricular que tendra que estar articulada en funcin de la distincin ciencia/profesin; y donde la
prctica pedaggica cumpliera la funcin de vincularlas.
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explcitamente
prestaciones
formativas
para
la
preparacin
profesional y no slo por parte de los sistemas que utilizan conocimiento calificado, sino
que tambin por los estudiantes mismos (y/o sus familias), se torna altamente
cuestionable que las mallas curriculares puedan ser subsumidas bajo el imperativo
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31 Al parecer esa tendencia se practica por situaciones econmicas de todos los sistemas involucrados (y
preferentemente en las modernidades perifricas). De all que se definan como metas estratgicas de la
Universidad convencer a las familias de que sus hijos deben ir a determinada universidad. Pero lo que veremos en
los prximos aos ser una marcada desvalorizacin no slo de la ciencia, sino que de los ttulos universitarios.
Paradigmtica es la crtica de las comunidades empresariales de punta; como es el caso de Alemania al proyecto de
Bologna (por su precariedad en la formacin cientfica).
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algn lugar de la tierra debe haber alguna persona -o ncleos!- capaces de resistir
la vorgine, de elevarse por sobre ella y de aprehender con limpia perspectiva - e
incontaminada razn el sentido cabal de los fenmenos sociales y de elaborar el
esquema del nuevo patrn cultural, que ha de levantarse con propios caracteres,
pero apoyado en los soportes de los valores permanentes de la cultura ya lograda.
Ah est la responsabilidad histrica de las universidades en la hora
presente!(Stitchkin 2011: 83-84).
Pero cun lejos estamos de esto! La prctica de las universidades chilenas se
asemeja a la situacin de un ser perdido en el desierto, que piensa que corriendo
ms rpido puede encontrar un lugar de salvacin, cuando su carrera slo hace
ms probable su muerte.
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Bibliografa
Bourdieu, P. (1988). La distincin: criterios y bases sociales del gusto. Madrid: Taurus.
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Paz, O. (1999). Sor Juana Ins de la Cruz o las trampas de la fe. Mxico: FCE.
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