Pedagogia, Filosofia
Pedagogia, Filosofia
Pedagogia, Filosofia
Philippe Meirieu
Pedagoga, filosofa y poltica
Coleccin
CONCEPTOS Y SABERES
Ttulo:
Autor: Armando Zambrano Leal
Coleccin: Conceptos y saberes
CIEDUD
Editorial Brujas
1 Edicin.
Impreso en Argentina
ISBN:
Queda hecho el depsito que marca la ley 11.723.
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Tabla de Contenido
Siglas.............................................................................9
Presentacin...............................................................13
Introduccin...............................................................17
CAPITULO 1: LA APORIA PEDAGGICA.....................31
La raz de la ilustracin: pedagoga como libertad.......34
La educabilidad, un principio regulador.......................37
Lo fenomenolgico: otro y emancipacin.....................42
La apora pedaggica.....................................................51
La autonoma: un principio regulador..........................56
Aprendizaje y autonoma del sujeto?...........................59
Autonoma y subjetividad..............................................63
Los desafos educativos del sujeto.................................68
CAPTULO 2 TICA, PODER Y SABER.........................73
Poder, saber y libertad...................................................77
Poder, saber y resistencia..............................................84
Poder, saber y autonoma..............................................89
La llegada al concepto de pedagoga.............................92
En relacin con las ciencias de la educacin.................95
Pedagoga, sujeto, libertad y autonoma.......................100
Modelo pedaggico de aprendizaje...............................103
CAPTULO 3: EDUCACIN Y LAICIDAD.....................107
Finalidades de la educacin...........................................115
Socializacin, socialidad, sociabilidad? Cul
especificidad?.................................................................121
Libertad y nacer en la norma: Qu condicin?..........125
Valores, sobre qu registro?.........................................129
Laicidad: rasgos histricos............................................134
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Principios polticos........................................................138
Principio sociales...........................................................141
Laicidad, educacin y escuela........................................143
CAPTULO 4: EDUCACIN Y CIUDADANA...............147
Sujeto, ciudadano y educacin......................................151
Saber, educacin y ciudadana......................................154
Qu saber? Qu prcticas?.........................................160
La escuela de la Repblica.............................................163
La escuela: espacio de la democracia?.........................167
El aula de clase y el aprendizaje....................................172
El profesor, su formacin y la educacin del otro.........176
La escuela contra el liberalismo econmico..................178
Conclusin............................................................................181
Bibliografa...........................................................................185
Siglas
APPOC
DCM
DEDH
DP
DPFM
DVE
ERV
ESMN
FEFC
FP
IPG1
LAPR
LCE
LDM
LEET
LEGC
LEME
LEPGE
LET
LJP
LME
LMJ
LORE
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LPDF
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RE
RPSR
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Presentacin
Es particularmente difcil expresarse en una obra que habla de uno. De una parte, porque se incurre siempre en el riesgo
de la inmodestia. De otra parte, porque la persona que es objeto
de un trabajo es la menos adecuada para juzgar de su valor y de
su pertinencia. Desde que los libros y artculos son escritos, no
pertenecen ms a su autor. A cada uno de apoderarse de eso y de
decir cmo los recibe, cul coherencia ve all, lo que esto puede
aportarle y en qu le contribuye, segn l, para hacer avanzar la
reflexin.
Es lo que hizo Armando Zambrano Leal con mis trabajos.
Se lo agradezco. Ya que lo hizo con mucha precisin y rigor. En
efecto, ley y trabaj con atencin mis escritos. Ningn texto importante se le escap. No dej a un lado ninguna referencia importante. Y, con este conjunto de documentos, sin embargo muy
heterogneos, consigui presentar un modelo unificado: era una
apuesta! Lo logr y debo decir que perfectamente me encuentro
all. En el texto, a veces hasta el talento de Armando Zambrano
Leal es muy grande que leyndolo descubro nuevas perspectivas
que no vea, o apenas divisaba.
Pero, lo que ms me impresiona en esta obra, es la capacidad del autor para operacionalizar su reflexin. Lejos de un trabajo puramente especulativo, a mil leguas de una investigacin
estrictamente histrica o terica, llega a presentar la pedagoga
como un instrumento para comprender el presente y preparar el
futuro. Asocia as el proyecto universitario de construccin de conocimientos con compromiso ciudadano en la Ciudad. Muestra
una concepcin de las ciencias de la educacin sin jams sacrificar
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Introduccin
De la complejidad de un concepto
a la comprensin de un pensamiento
All donde un hombre suea, profesa o poetiza, otro se
levanta para interpretar1
Escribir es vivir la experiencia de construir su obra2
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Podemos convenir que la pedagoga puede ser concebida como un discurso y una prctica
de orden, con miras a asegurar la instruccin y la
educacin de los alumnos en el aula. Esta breve
definicin contiene cinco elementos que permiten establecer sus lmites. Primero, la pedagoga
se desarrolla en el contexto escolar, es decir en la
escuela y en el aula de clase y no en el ambiente
familiar. Segundo, hablar de pedagoga es poner
en escena al profesor, no solamente a travs de
sus acciones sino tambin en funcin de sus actitudes y de sus ideas; en consecuencia no significa esto interesarse a priori en los alumnos an
si estos se encuentran en el corazn de las preocupaciones del profesor. Tercero, el concepto de
pedagoga supone un trabajo frente a un colectivo de alumnos. Cuarto, ningn aprendizaje puede surgir en la desorganizacin total; el maestro
debe crear, construir una cierta forma de orden
en el aula, orden del cual se pueden analizar los
mecanismos, los presupuestos, la legitimidad de
su discurso. Cinco, el trabajo del profesor tiene
por finalidad la instruccin y la educacin de los
alumnos. Instruccin en relacin con ciertos contenidos culturales y educacin respecto a ciertas
finalidades estimadas como necesarias9
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Ibi. p. 22.
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La apora pedaggica
La cuestin de la libertad es objeto de todas de las pedagogas:
activa, frontal, del logro, diferenciada, del sujeto, del dominio,
crticas, etc. Hijas de la modernidad, todas ellas postularan la
libertad del nio. Segn Guy Avanzini, esta idea muestra una
paradoja educativa sobre la base de tres problemas. Primero, la
intencin educativa procede indudablemente de la ayuda al nio;
ella es la supervivencia del ser humano. La dependencia inicial del
ser humano lo subordina a la contingencia del proyecto educativo
del cual l es objeto proviene del planteamiento filosfico al
identificar el sentido y al inferir o anticipar su orientacin46.
Segundo, el proyecto educativo no tiene esperanza sino en
relacin con la maleabilidad, la plasticidad, la modificabilidad
del sujeto; en definitiva de su educabilidad. El postulado de esta
ltima es ante todo una exigencia lgica sin la cual slo habra
una especie de guardera o centro de detencin; este postulado
se articula a la voluntad de educar47. Tercero, la educacin es
un exigencia no necesariamente una violencia- no porque el
educador use la fuerza fsica o el chantaje afectivo sino tambin,
mucho ms radical y necesario, por el slo hecho de que es l quien
del agente y la responsabilidad. p. 27
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AVANZINI Guy (1998) Les invariants philosophiques de lacte pdagogique, en Le pdagogue et la modernit, sous la direction de Sotard Michel et
Christian Jamet, Actes du colloque dAngers, 9-11 juillet, 1996, Neuchtel,
Suisse, Peter Lang, pp. 193-194.
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Ibid. pp. 194-195.
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Ibid. p. 22.
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Autonoma y subjetividad
La subjetividad es al sujeto como la esencia es a la materia;
traduce la historia del individuo en el mundo, incluso en aquel
que nombramos como mgico. El sujeto es a la vez naturaleza
y s-mismo. La subjetividad exista en el mundo griego como
Hypokeimon y en la modernidad alcanza otro registro, la
manifestacin del yo. Sujeto y subjetividad lo es en oposicin a
individuo, actor y no se excluyen. La experiencia del sujeto es
singular por su existir individual en el mundo; es plural por los
intercambios con otros, porque l es actor de su propia historia.
El sujeto es un existir, un existir de alguna manera al que se le
reconoce como existir. Sujeto es aquel que nombramos por su
existir el Yo es una relacin con la historia- esto fue as gracias
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vocablo pedagoga111
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Las ciencias de la educacin son una instancia crtica de los discursos y de las prcticas
pedaggicas no en el sentido de evaluar objetivamente, no para decir la verdad de la pedagoga,
sino para proporcionarle al pedagogo, con la modestia que caracteriza al cientfico confrontado a
los complejos objetos, a las mltiples variables,
una mirada con cierta distancia sobre lo que el
produce, las trampas y las derivas amenazantes, las ilusiones de las cuales puede ser vctima
(LPDF. p. 241)
() pedagoga y ciencias de la educacin
no se excluyen pero tampoco se incluyen. Cada
una de ellas tiene su lugar y si es legtimo que las
ciencias de la educacin promuevan en su seno
el estudio de la historia y de la actualidad de la
pedagoga es por dos razones estrechamente solidarias. De una parte, porque se trata hoy de mantener una memoria que est amenazada si no
es en los departamentos de ciencias de la educacin, entonces en qu lugar se mantendra vivo
el mansaje de Pestalozzi y de Freinet, de Makarenko y Montessori? De otra parte, porque lo ms
importante es ofrecerle a las miradas cientficas
de los hechos educativos a la vez una materia y
un objeto. Al matar la pedagoga, las ciencias de
la educacin corren el riesgo de aniquilarse ellas
mismas pues veran desaparecer su propio objeto de estudio. Al querer reglamentar, de manera
cientfica y a priori las prcticas pedaggicas, las
ciencias de la educacin corren el riesgo de disolverse haciendo pedagoga sin saberlo, confundiendo los gneros y, finalmente, produciendo
conocimientos que no tendran ni el espesor humano del discurso pedaggico, ni el rigor necesario del discurso cientfico (LPDF. pp. 241-242)
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Anque su pedagoga aparece como moderna ella es tradicional en lo que tiene que ver con la instrumentalizacin. En particular, nuestro pedagogo instrumentaliza las prcticas, reflexiona los procedimientos, postula el fundamento de la educabilidad
y la educacin democrtica en la formacin del ciudadano. Todo
esto tiene lugar a travs del concepto de diferencia. As como Daniel Hameline explora el concepto de activo mostrando su lugar
en la pedagoga119 y otros los hacen desde el objetivo, el grupo, los
centros de inters o lo institucional, para P. Meirieu la diferencia
es el nervio de su pedagoga y a partir de aqu avanza hacia su
teora pedaggica: libertad-educabilidad. Su separacin de la
pedagoga por objetivos podra traducirse como un nuevo discurso. Pero, qu oculta la pedagoga diferenciada? Hasta dnde el
contexto de evolucin pedaggica y las confrontaciones sociales
fueron fundamentales en su surgimiento? Se podra afirmar que
en el seno de este gran movimiento pedaggico los objetivos pierden importancia? En lo que respecta a la pedagoga diferenciada
de P. Meirieu, podramos decir que mientras los objetivos eran
la finalidad de la pedagoga por objetivos, para l ellos son un
medio. En estas condiciones nos preguntamos s en su espritu
oper un cambio efectivo, renovador, transformador al pasar del
objetivo a la diferencia? No fue ms bien una forma de adaptar
la pedagoga a la influencia de la sociedad de mercado y a los
efectos de nuevas relaciones de socialidad que al final de la dcada de 1970 irrumpa como resultado de una poltica escolar al
servicio de la adaptabilidad?
A pesar de estas cuestiones, constatamos, en este tercer
momento, que el inters de P. Meirieu por los aprendizajes
permanece y hacia finales de 1990 emprende una nueva lectura a
partir del estudio del contexto poltico y las medidas adoptadas en
relacin con la Escuela de la Repblica. Desde este punto de vista,
HAMELINE, Daniel. (1993). Quest ce quune ide pdagogique?, In Pour
une philosophie de lducation, Actes du Colloque Philosophie de lducation
et formation de matres, Bourgogne, CNDP, pp.149-164. Toda idea en pedagoga tiene un objeto circulante, un objeto de uso y un objeto discordante.
Estos tres objetos se convierten en los propulsores de la pedagoga y delimitan
las fronteras entre pedagogas.
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Finalidades de la educacin
De cara a comprender el marco de referencia de nuestro
pedagogo, la pedagoga nos obliga a visitar nuevamente el
vnculo con la educacin. Con frecuencia ella se traduce como
la teora prctica de la educacin. Desde este punto de vista,
algunos la definen como la ciencia de la educacin, el espacio
vital de la teora y de la prctica. Esta condicin de ciencia
le permite prescribir teoras, explicar fenmenos y construir
dispositivos de accin. Desde otra perspectiva, ella es un discurso
organizado cuyo objeto es la reflexin sobre las condiciones de
la educacin y, finalmente, es el arte de ensear, es decir el arte
de la transmisin. Mientras que la educacin es una actividad
humana que asegura la transmisin de una herencia cultural
fuertemente necesaria para la sobrevivencia de nuestra especie,
la pedagoga reflexiona sus condiciones de posibilidad. Estos tres
estados de la pedagoga se traducen por una ciencia, un discurso
saber- o un concepto.131
ZAMBRANO LEAL Armando, Psicopedagoga: ciencia, saber o discurso?
En Revista Cuadernos Pedaggicos, Universidad Pedaggica y Tecnolgica de
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nidos, ella intenta hacer coherente lo que las ciencias humanas le aportan sobre el conocimiento de
los mecanismos de aprendizaje, los medios para
llevarlos a cabo y los fines que busca alcanzar
porque la pedagoga sabe muy bien que no existe un slo mtodo que sea neutro: todo mtodo
remite a un cierto tipo de concepcin en la relacin con el saber, con los otros, con la socialidad
(LET. pp. 230-231)
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a una palabra socializada, inscrita en una historia, consciente de los problemas que ella anuncia
y respetuosa del pacto democrtico de la interdiccin de la violencia es un objetivo prioritario de la
escuela obligatoria. En consecuencia, es esencial,
primero y simblicamente, revisar la Ley sobre la
obligatoriedad escolar y afirmar que la escolaridad obligatoria puede ser efectuada en todo los
establecimientos escolares que garanticen a la
vez una instruccin conforme a los programas escolares nacionales y una socializacin a travs del
acogimiento no selectivo de todos los nios que
desean ingresar a ella, sin distingo de raza, religin, ideologa, nivel social y sin ningn requisito
en materia de nivel escolar (LEG. p. 96)
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Ibid. p. 70.
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Principios polticos
En efecto, la laicidad inspira los principios polticos de los
cuales habla Renault en un dilogo con Alain Touraine y que
otros han mostrado mucho tiempo atrs. Llegar a fijar estos
principios en el espacio social francs ha sido el producto de
unas batallas entre partidarios de la Repblica y partidarios
de la moral catlica. Guy Georges nos recuerda que durante el
gobierno de Vichy la Repblica fue suprimida y los principios
catlicos nuevamente adoptados. En este sentido, el General
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Principio sociales
La laicidad regula, igualmente, los principios sociales. Ella
es, desde distintos puntos de vista, el marco de referencia de los
principios polticos de la nacin y del Estado. El reconocimiento
de los sujetos en un espacio comn, la solidaridad o la fraternidad,
se convierten en principios fundamentales para el espacio social.
As, la libre asociacin y el libre pensamiento expresan la moral
poltica del Estado. Todo ciudadano tiene el derecho de asociarse
y de expresarse en una lengua comn; todo ciudadano tiene el
derecho de recibir una educacin gratuita y pblica. La Repblica
de los ciudadanos es la escuela, el hospital, el esparcimiento. El
principio de una vida digna encuentra su lugar en los saberes
escolares. La escuela, en este sentido, es el espacio donde los
principios sociales se encarnan en la conciencia de las personas.
S, la escuela laica es siempre una gran pregunta para los
poderes polticos y religiosos177, ella contina siendo el nico
espacio de una educacin sin dogmas; el futuro del ciudadano
libre y educado. Estos derechos definen la accin social de la
escuela, afectan positivamente la vida en comunidad, organizan
el espacio escolar y fijan los aprendizajes requeridos. Es en estos
principios como ciertas disciplinas escolares, tal como el civismo,
son enseados. Pero los contenidos de un curso tan complejo
como la cvica, no solucionan las disputas de las personas en la
ciudad, ni forjan por s mismos el espritu laico en los individuos.
El verdadero espritu de un pensamiento laico se encuentra por
fuera de los dogmas. La enseanza de los comportamientos
socialmente vlidos para la vida en comunidad no resuelve los
problemas de la violencia entre las generaciones y las culturas;
un verdadero aprendizaje de la solidaridad o de la igualdad se
expresa en la concertacin de saberes, en la puesta en prctica de
una interdisciplinariedad donde los puntos de vista de los sabios
son tan importantes como necesarios y donde los poderes de las
disciplinas impiden que el espritu crtico sea colonizado por el
espritu dogmtico. Es por esto que la enseanza del Islam no es
la solucin a los problemas de intolerancia que se instalan entre
las generaciones y las culturas; el verdadero problema consiste
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Qu saber? Qu prcticas?
En esta lnea, la gnesis del saber no es una preocupacin
de nuestro pedagogo. P. Meirieu a lo largo de este tercer momento
logra demostrar la cuestin de las finalidades y los vnculos que
tienen los saberes con la escuela republicana. Cuando se refiere
a los saberes escolares reconoce su existencia histrica. Se
apoya en ellos para ampliar su discurso sobre los aprendizajes.
Estas tcnicas son los grupos de aprendizaje, el grupo-nivel, la
evaluacin o los procesos de diferenciacin. A diferencia del primer
momento de aprendizajes- en ste -momento poltico- l se da a
la tarea de reflexionar las finalidades polticas y sociales del saber.
Los saberes son la condicin de la libertad y de la autonoma de
los individuos. Otro aspecto que llama poderosamente nuestra
atencin es su reflexin sobre la cultura. Por primera vez l vuelve
su mirada sobre este concepto para explicar que la educacin se
inscribe en la cultura y que ningn saber se encuentra por fuera de
ella. Es por esto que educar es hacer del aprendizaje un momento
de cultura; hacerla entrar en la escuela. El aprendizaje sigue
siendo el dispositivo ms importante. Este le permite reflexionar
las condiciones de surgimiento de la libertad. A propsito del
aprendizaje del francs, nuestro pedagogo dice que la cuestin
de la comunicacin sigue siendo un instrumento fuerte para
una prctica autnoma libre. En esta tercera parte reflexiona los
saberes para la escuela democrtica y la ciudadana; habla de
saberes patrimoniales. Estos saberes son fundamentales porque
le permiten a un ciudadano ejercer su responsabilidad social y
poltica. En este caso hablar en sus ltimos libros de saberes
vinculados al lenguaje y a la creatividad.
Todo ciudadano debe acceder a los lenguajes
que le permitirn entrar en relacin con el otro y
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La escuela de la Repblica
Las tres bases del modelo republicano francs son la
escuela, la integracin y la laicidad. La escuela es una institucin,
la ms importante de todas; est al servicio de la integracin.
Esta persigue el siguiente principio: el conjunto se enriquece
de la diversidad, la variedad, la complejidad206. Este conjunto
se encuentra, entonces, en la base de la diferencia y de la lucha
contra la homogeneidad, contra el comunitarismo. Una escuela
laica es un espacio libre de dogmas. La laicidad escolar es un
mundo comn para los hombres, ella se vuelve un principio
de la escuela y sta es su territorio. Pero, hablar de escuela,
deca Milner, es hablar de cuatro cosas: saberes, saberes
transmisibles, especialistas encargados de transmitir estos
saberes y una institucin reconocida cuya funcin es reglamentar
el ejercicio de los especialistas que all trabajan y los sujetos a
quienes se les ensea207. As, la escuela es desde hace mucho
tiempo la institucin donde se transmite un saber208 y forma a los
individuos segn los principios de la Repblica. En la escuela, la
ignorancia no tiene ningn lugar. Segn las palabras de Milner,
la ignorancia no es til para la escuela209. El saber escolar debe
permitirle al individuo vivir su ciudadana, ser libre e ilustrado
y participar activamente en la democracia. La educacin en la
escuela es la libertad contra el dogmatismo; ella es un proyecto
social de inclusin. Es en este sentido como el proyecto de escuela
laica es tambin la coherencia entre un proyecto pedaggico y un
proyecto social210.
FERRAND Eric (2007) Quelle cole pour la Rpublique? Chroniques de la
vie scolaire, Paris, LHarmattan, p 104.
207
MILNER Jean-Claude (1984), De lcole, Paris, Du Seuil, p.9.
208
El debate entre Philippe Meirieu et Xavier Darcos gir en torno a la misin de la escuela. En este libro se oponen dos tesis: transmitir unos saberes
(objeto de la escuela republicana) y el sentido de la cultura escolar. Estas dos
tesis las encontraremos a lo largo de los debates entre pedagogos y republicanos liberales Cf. MEIRIEU Philippeet DARCOS Xavier (2003) Deux voix
pour une cole, Paris, Descle de Brouwer.
209
Ibid. p. 136.
210
CHARLOT Bernard (1987) Lcole en mutation, Paris, Payot, p. 71.
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Conclusin
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