Trastorno Alimentario y Su Relación Con La Imagen Corporal y La Autoestima en Adolescentes
Trastorno Alimentario y Su Relación Con La Imagen Corporal y La Autoestima en Adolescentes
Trastorno Alimentario y Su Relación Con La Imagen Corporal y La Autoestima en Adolescentes
Resumen
Los trastornos en la conducta alimentaria constituyen un problema de salud por su
creciente incidencia, gravedad de la sintomatologa asociada, resistencia al
tratamiento y porque se presenta en edades ms tempranas. Se estudi la relacin
entre las conductas de riesgo de trastorno alimentario, la imagen corporal y
autoestima en un grupo de adolescentes de Secundaria. Se aplicaron tres
instrumentos: el Test de Actitudes Alimentarias (EAT-40), Cuestionario de la figura
corporal (BSQ), Cuestionario de Evaluacin de la Autoestima y un Cuestionario de
datos sociodemogrficos a 298 alumnos: 153 mujeres y 145 hombres, con una
edad promedio de 13 aos. Se encontr riesgo de trastorno alimentario (8%) y en
un 10% la patologa instalada, con mayor prevalencia en las mujeres; ambos sexos
presentan preocupacin por su imagen corporal, niveles medios y bajos de
autoestima y una mayor tendencia a presentar trastornos alimentarios en las
mujeres. Los casos se incrementan con la edad.
Palabras claves: Trastorno alimentario, imagen corporal, autoestima.
Abstract
Eating disorders are now a public health problem, by its increasing incidence;
severity of symptoms, its resistance to treatment and its appearance at an
increasingly younger age to remain until adulthood. The study analyzes the
relationship between risk-taking behaviors and eating disorder, body image and
self-esteem in adolescents from secondary education. Instruments: Three
instruments were applied: the eating Attitudes Test (EAT-40), the Body Shape
Questionnaire (BSQ), the Assessment Questionnaire self-esteem, and a
Sciodemographic Questionnaire. The sample were 298 students: 153 girls and 145
boys with an average of 13 years age. The results indcate that the risk of eating
disorder is 8% and 10% with the disease installed; being more prevalent in women.
Both sexes show dissatisfaction with their body image and low to medium selfesteem levels, with a higher trend in girls, and the cases are increasing with
increasing age.
Key words: Eating disorders, body image, self-esteem.
INTRODUCCIN
Los trastornos de la conducta alimentaria constituyen hoy un problema de salud
pblica endmico, por su creciente incidencia, gravedad de la sintomatologa
asociada, su resistencia al tratamiento y porque se presenta en edades cada vez
ms tempranas, persistiendo hasta la edad adulta.
Los datos epidemiolgicos indican que el ideal de delgadez es una grave amenaza y
problema de salud, la anorexia y la bulimia conducen a la muerte en el 6% de los
casos que lo padecen (Facts of life, 2002, citado en Tayler, 2007). En cuanto a la
prevalencia, Schvili y Dayn (2000) sealan que sta flucta entre el 0.5 y el 1%
de acuerdo al DSM-IV (2002) para los cuadros clnicos clsicos de anorexia y
bulimia, aunque existen hallazgos contradictorios en cuanto a cul de ellos es el de
mayor prevalencia. Barriguete, en el 2003, menciona que en las sociedades
occidentales industrializadas estos trastornos presentan una mayor prevalencia y
ocurren en todas las clases sociales, no slo en niveles socioeconmicos medio y
alto. Una revisin hecha por Anaya en el 2004, mostr que la tendencia de
morbilidad en estudios referidos desde 1970 a 2002, indicaban un 6% de incidencia
y 17% de prevalencia, incluyendo aquellos que hacen referencia exclusivamente a
la anorexia, los que slo lo hacen a la bulimia y los que engloban y consideran
todos los trastornos de la conducta alimentaria en su conjunto. Respecto a la edad
de inicio de estos trastornos, se encontr que la edad promedio es de 17 aos,
aunque hay algunos datos que proponen edades entre 14 y 18 aos. La Facts of
life, 2002 (citada en Taylor, 2007) reporta que las ms afectadas suelen ser las
mujeres entre 15 y 24 aos, pero se han detectado casos de trastorno alimentario
en nios de apenas siete aos y en personas de ms de ochenta aos. Por gnero,
se ha visto un aumento de la incidencia de los trastornos alimentarios en las
mujeres adolescentes de los pases de occidente (Taylor, 2007). Por su parte, la
National Eating Disorders Association (NEDA, 2002) considera que la bulimia se
presenta entre el 1 y 2% de mujeres adolescentes y mujeres jvenes de la
poblacin americana afectadas por estos trastornos. Quintero, Prez, Montiel,
Pirela, Acosta y Pineda, en el 2003, encontraron en la poblacin venezolana, una
mayor prevalencia de bulimia en mujeres (0.82%) y una proporcin menor en
varones (0.75%). La Encuesta Nacional de Epidemiologa Psiquitrica realizada en
Mxico, no report casos de anorexia, aunque inform sobre una prevalencia de
bulimia en el 1.8% en mujeres de 18 a 29 aos de edad (Medina, Borges, Lara,
Benjet, Blanco, Fleiz, et al. 2003).
En Mxico, las investigaciones de los trastornos alimentarios donde se ha estudiado
la valoracin de la imagen corporal y la dieta restrictiva en nios y adolescentes se
han realizado en poblacin femenina, son escasos los que han incluido a los
hombres (lvarez, Franco, Vzquez, Escarria, Haro & Mancilla 2003). Sin embargo,
estudios realizados en distintos estados de la Repblica Mexicana han demostrado
que tanto los hombres como las mujeres presentan conductas de riesgo
alimentario, como el realizado por Unikel, Saucedo, Villatoro y Fleiz (2002), donde
mencionan que en los hombres, suele prevalecer una marcada tendencia a desear
un cuerpo ms corpulento y a mantener algunas conductas de riesgo como la
prctica excesiva de ejercicio y comer compulsivamente. Asimismo, Cruz, vila,
Corts, Vsquez y Mancilla (2008), en un estudio realizado con adolescentes
universitarios mexicanos, encontraron que los hombres manifiestan mayor
sintomatologa de trastornos alimentarios, insatisfaccin corporal y conductas de
riesgo alimentario que las mujeres. Caso contrario fue hallado por Aguilera y Milin
(2006) en escuelas privadas de otro estado diferente, pero en el propio pas, en el
que las mujeres de entre 18 y 19 aos de edad, presentaban un mayor riesgo de
padecer algn trastorno alimentario. Por su parte, Vzquez, Mancilla, Mateo, Lpez,
lvarez y Ruiz (2005), reportaron que los hombres realizan ejercicio fsico excesivo,
mientras que las mujeres realizan dietas restrictivas rgidas o ayunan. Hernndez y
Laviada (2005) encontraron en estudiantes de preparatoria, una frecuencia alta de
conductas de riesgo alimentario, como vmito autoinducido, ayuno, sobrevaloracin
de la importancia del peso y la figura corporal como satisfactores personales y dieta
restrictiva. Del Bosque y Ehrenzweig (2004) realizaron un Taller para la prevencin
de trastornos alimentarios. El taller "El espejo de m", en una escuela secundaria
pblica, result un instrumento til para mejorar la imagen corporal de las jvenes
y elevar ciertas dimensiones de la autoestima y del autoconcepto, pero no as para
el autocontrol. Jurez y Ehrenzweig (2006) reportan que en estudiantes de una
Preparatoria privada, un sexto de la poblacin estudiada presenta riesgo de
trastorno alimentario. Encontraron correlaciones positivas con los factores de
restriccin y desinhibicin, pues aunque evitan comer alimentos altos en caloras,
cuando los ingeran se sentan culpables. Encontraron, adems, que las mujeres de
la muestra estaban ms preocupadas por su cuerpo, deseaban estar ms delgadas
y realizaban ms ejercicio que los hombres, con la finalidad de quemar caloras y
as disminuir su peso corporal. En cuanto a la edad de inicio de los trastornos
alimentarios, Unikel (2000) menciona que las edades de inicio ms frecuentes son
entre 18 y 19 aos. Sin embargo, en otro estudio realizado por Unikel, Saucedo,
Villatoro y Fleiz (2002), los resultados muestran una edad de inicio de 16.5 aos.
Como dato adicional, Vzquez, Mancilla, Mateo et al. (2005), reportaron un
porcentaje elevado de conductas compensatorias no purgativas, como inducirse al
vmito o hacer ejercicios de manera extenuante para estar delgados, en jvenes de
15 aos, es decir, una edad menor a la encontrada anteriormente en jvenes
mexicanas; conforme pasa el tiempo se reduce cada vez la edad en que ocurren los
trastornos alimentarios.
En el tema de los trastornos alimentarios, una de las variables estudiadas es la de
la imagen corporal que perciben las personas, sta se ha asociado frecuentemente
con la modificacin nociva de los hbitos alimentarios, hasta llegar a constituir un
problema de salud. Se ha sugerido que la alteracin de la percepcin de la imagen
corporal es un sntoma precoz de la presencia de trastornos alimentarios como
anorexia y bulimia (Snchez, 2001). Baile, en el 2002, agrega que "una alteracin
de la imagen corporal insatisfaccin corporal, se ha considerado clave dentro de
los posibles factores predisponentes a las distorsiones en la percepcin del tamao
corporal, como un criterio diagnstico, y ha provocado que se estudie como una
variable asociada a los trastornos de la conducta alimentaria". Se han encontrado
en la literatura, otras definiciones sobre la distorsin preceptual de la imagen
corporal, como la expresada por Seplveda, Botella y Len (2001), quienes la
describen como "la presencia de juicios valorativos sobre el cuerpo que no coinciden
con las caractersticas reales". Sin embargo, no existe un consenso en la definicin
de la imagen corporal y resulta necesario especificar, en cada estudio, el aspecto de
la imagen corporal que se considera alterado. En este caso, el trmino "distorsin
perceptual" se entiende como la alteracin de la imagen corporal en lo relativo a la
estimacin de tamao e "insatisfaccin corporal" como el conjunto de emociones,
pensamientos y actitudes negativos hacia el tamao y la forma del cuerpo.
Para Chvez (2004) la imagen corporal representa una construccin social con
referentes biolgicos, psicolgicos, econmicos y socioculturales, por lo que
espacios culturales diversos dan lugar a patrones esttico corporales especficos
para cada uno.
Por su parte, los medios de comunicacin influyen en la existencia de un modelo
ideal de belleza establecido y compartido socialmente, lo que se traduce en una
presin significativa para los miembros de una sociedad, por la importancia que se
concede al atractivo para triunfar en todas las reas. Unikel (2000) menciona que la
insatisfaccin corporal, la excesiva preocupacin por el peso y los trastornos
alimentarios han venido incrementndose de manera consistente en las escuelas.
MTODO
Sujetos
Instrumentos
Se elabor un Cuestionario de datos generales para contextualizar a la poblacin, y
se registr la talla y peso actual, para obtener el ndice de masa corporal (IMC), el
cual consiste en la razn entre el peso expresado en kilos y la talla expresada en
metros al cuadrado. Se utiliz adems el Test de Actitudes Alimentarias (EAT) de
Garner y Garflnkel (1979), este instrumento evala las caractersticas anorxicas:
Miedo a engordar, motivacin para adelgazar y patrones alimentarios restrictivos.
Consta de 40 tems que se contestan en una escala de frecuencia de 6 puntos que
va de "nunca" a "siempre", el punto de corte utilizado es el sugerido por el
Ministerio de Sanidad y Consumo del Servicio Aragons de salud (2000) en su
Protocolo de Atencin a pacientes con TCA, quienes proponen la siguiente
clasificacin: Normal 19, riesgo 20-30 y caso clnico 31. Otra escala utilizada
fue el Cuestionario de la Figura corporal (BSQ) de Cooper (1987), el cual consta de
34 tems que evalan la insatisfaccin corporal y la preocupacin por el peso.
Espina (2001) clasifica las puntuaciones en 4 categoras, para determinar los
niveles de insatisfaccin con la imagen corporal y preocupacin por el peso en: No
preocupado 80, ligeramente preocupado 81-110, moderadamente preocupado
111-140, extremadamente preocupado 140. Y finalmente, el Cuestionario de
Evaluacin de la Autoestima para Alumnos de Enseanza Secundaria (CEA) de
Garca (1998), consta de 19 tems, 16 de los cuales se refieren a cualidades propias
de la autoestima y 3 pertenecen a una escala de autocrtica que trata de evaluar en
qu medida los alumnos estn contestando o no bajo los efectos de la deseabilidad
social. Para obtener el nivel alto, medio o bajo de su autoestima, se realiz una
estimacin percentilar, en donde los puntajes obtenidos se dividieron en tres partes
iguales de 33.33% cada una, considerando como poblacin en riesgo la que alcanz
puntajes de 36-47 correspondientes al segundo tercil y como poblacin afectada
aquella cuyo puntaje era igual o mayor de 48.
Procedimiento
Despus de la seleccin de instrumentos se realiz un piloteo con 20 alumnos para
conocer sobre su comprensibilidad y se realiz una validacin de constructo a partir
de la consulta a cinco expertos. Se capacit y entren a los encuestadores en el
llenado de los cuestionarios y en la toma de medidas antropomtricas (peso, talla),
utilizando una bscula calibrada, con taras de O.lkg. La lectura se registr en kilos y
gramos, bajo los siguientes criterios: El peso corporal se establece con la persona
descalza, de pie sobre la parte central de la plataforma de la bscula y en forma
simtrica. Para el registro de la talla se us un flexmetro y una escuadra,
considerando que la talla de pie es referida como la distancia mxima comprendida
entre el suelo y el vrtex (punto ms alto de la cabeza), el sujeto permanece sin
zapatos, completamente erguido, con los talones juntos, los brazos por un lado del
cuerpo y de espaldas a la pared sobre una superficie plana a la cual se fij el
flexmetro, el registro se report en centmetros y milmetros (Gonzlez, 2006).
Con base en los listados de asistencia se seleccion la muestra aleatoriamente. Se
aplicaron los cuestionarios en los salones de clases y las medidas antropomtricas
en un espacio apropiado. El anlisis de los datos se llev a cabo mediante el
paquete estadstico Statistica versin 6. Se analiz el comportamiento de las
variables de estudio mediante estadstica descriptiva, y para determinar la
correlacin entre las variables se utiliz el coeficiente de correlacin de Pearson.
RESULTADOS
La poblacin qued integrada por 298 jvenes entre los 12 y 14 aos de edad. La
medicin del ndice de masa corporal permiti detectar 33 casos de desnutricin
(13 en hombres y 20 en mujeres) y 41 casos de obesidad de tipo I y II en los
hombres y 37 mujeres con obesidad, en sus tres niveles de clasificacin, como se
muestra en la Tabla 1.
Se detect riesgo de trastorno alimentario en el 4% de los hombres y el 12% de las
mujeres y la patologa ya instalada en un 10% en ambos sexos, como se muestra
en la Tabla 2.
Por grupo de edad hay un incremento de los casos en el nivel medio de autoestima
en los hombres a la edad de 13 (45%) a 14 aos (52%) y en el nivel bajo se
presenta en los 13 aos, caso contrario en las mujeres pues dicho incremento se
presenta a la edad de 12 aos (cuadro 7).
DISCUSIN
Al evaluar la relacin entre los trastornos alimentarios, la imagen corporal y la
autoestima de los adolescentes, se comprob que las mujeres tienen mayor
tendencia hacia este tipo de trastornos que los hombres, no obstante stos tambin
presentan el riesgo. Tanto hombres como mujeres se encuentran en una etapa de
crecimiento y desarrollo en el que estn constantemente evalundose, presentan
baja autoestima y se encuentran insatisfechos con su imagen corporal, lo que los
puede llevar a realizar conductas para bajar de peso.
Al comparar por sexo, se observa que tanto los hombres como las mujeres
presentan casos clnicos (10%) y en nivel de riesgo se encuentran un 12% las
mujeres vs. un 4% de los hombres, lo que denota una mayor proporcin de casos
clnicos con las mujeres. Dato similar fue encontrado por Chvez (2007) en
poblacin mexicana, donde las actitudes y conductas alimentarias se explicaron en
un 18%, debido al sexo, las mujeres obtuvieron mayor alteracin de actitudes y
conductas alimentarias que los hombres. Ruz, Vzquez, Mateo, Galds, lvarez y
NOTAS
Correspondencia a: Miriam Anglica Moreno Gonzlez, Universidad
Veracruzana, Instituto de Investigaciones Psicolgicas. Av. Luis Castelazo Ayala S/N
Col. Industrial Las nimas. E-mail:[email protected]. Tel. (22 8) 8 41
89 13 Ext. 13208
1
RESUMEN
Introduccin: En la actualidad, existe la mayor ocurrencia de enfermedades de
origen biopsicosocial, en especial los trastornos alimentarios, que involucran
diferentes sistemas del cuerpo y los aspectos inherentes a la persona y sus
relaciones sociales.
Objetivo: Abordar temas actuales y relevantes acerca de la prevalencia, la
incidencia y los factores de riesgo de anorexia y bulimia nerviosa en la
adolescencia.
Mtodos: Bsqueda en las bases de datos MEDLINE, SciELO y LILACS de estudios
publicados sobre la epidemiologa y los factores de riesgo de trastornos alimentarios
en la adolescencia.
Resultados: La mayor incidencia de la anorexia y bulimia nerviosa se presenta
entre las nias en la fase media y final de la adolescencia. Entre los factores que
aumentan el riesgo para la aparicin de los trastornos alimentarios en la
adolescencia se encuentran: la gentica, los cambios corporales en la pubertad, la
vulnerabilidad de los adolescentes a los ideales de delgadez, la presin social por
ser delgada, la insatisfaccin con la imagen corporal, la dieta restrictiva, la
depresin y la baja autoestima. Sin embargo, se sugiere que en las diferentes
culturas los trastornos del comportamiento alimentario pueden venir de una serie
de condiciones no relacionadas con las conductas compensatorias o con el peso,
pero con la forma del cuerpo o parte de lo mismo.
Conclusiones: Varios factores determinan la aparicin de la anorexia y la bulimia
en la adolescencia, sin embargo, no hay consenso en cmo interactan estos
factores en este complejo proceso, lo que indica la necesidad de ms
investigaciones.
Palabras clave: Anorexia nerviosa. Bulimia nerviosa. Epidemiologa. Adolescencia.
Factores de riesgo.
ABSTRACT
Introduction: Currently, there is a higher occurrence of biopsychosocial diseases,
especially eating disorders, involving different body systems and aspects related to
the individual and their social relations.
Objective: Addressing current and relevant issues about the prevalence, incidence
and risk factors for anorexia and bulimia nervosa in adolescence.
Methods: Search the databases: MEDLINE, SciELO and LILACS for studies
published on the epidemiology and risk factors for eating disorders in adolescence.
Results: The highest incidence of anorexia and bulimia nervosa among girls in the
middle and final phase of adolescence. Factors that increase the risk for the onset
of eating disorders in adolescents are: genetics, body changes during puberty, the
vulnerability of adolescents to the ideals of thinness, social pressures to be thin,
body image dissatisfaction, restrictive diet, depression and low self-esteem.
However, it is suggested that in different cultures, eating disorders may come from
a number of conditions unrelated to compensatory behaviors or weight, but the
shape of the body.
Conclusions: Several factors determine the occurrence of anorexia and bulimia
nervosa in adolescence, however, there is no consensus how these factors interact
in this complex process, which indicates the need for further investigations.
Key words: Anorexia nervosa. Bulimia nervosa. Epidemiology. Adolescents. Risk
factors.
Abreviaturas
TCA: Trastorno del Comportamiento Alimentario.
AN: Anorexia Nervosa.
BN: Bulimia Nervosa.
TANE: Trastorno Alimentario no Especificado.
DSM-IV: Clasificacin de Diagnstico Estadstico de los Trastornos Mentales-IV.
CIE-10: Clasificacin Internacional de Enfermedades-10.
IMC: ndice de Masa Corporal.
Introduccin
Los trastornos del comportamiento alimentario (TCA) son enfermedades
psiquitricas graves, marcadas por alteraciones en el comportamiento, las actitudes
y la ingestin de alimentos generalmente acompaadas de intensa preocupacin
con el peso o con la forma del cuerpo1. Son difciles de tratar y perjudiciales para la
Mtodo
Se realiz una revisin no sistemtica de la literatura, utilizando como estrategia de
bsqueda un examen bibliogrfico de las bases de datos: MEDLINE, SciELO y
LILACS.
Para seleccionar los estudios fue adoptado como criterio de inclusin los artculos de
prevalencia, incidencia y factores de riesgo para la AN y BN en la adolescencia,
publicados en ingls, portugus o espaol, en el perodo comprendido entre 2005 y
2011.
Sin embargo, se consider que los estudios deben proporcionar claridad sobre
algunos aspectos metodolgicos, a saber: 1) la muestra del estudio debe incluir la
Sin embargo, en relacin con el tono muscular, los investigadores encontraron que
los nios y las nias no se diferenciaron en el informe de presin por ser musculoso
en las relaciones con sus madres, padres o amigos, no obstante, los chicos eran
ms presionados por sus parejas romnticas para que fueran musculosos y tuvieron
puntuaciones ms altas que las chicas en el deseo y preocupacin por la
musculatura70.
Otra cuestin importante en la determinacin de la existencia de insatisfaccin con
la imagen corporal y TCA son las burlas de familiares y amigos sobre el peso. Se ha
identificado un mayor riesgo de compulsin alimentaria, comportamientos
inadecuados para controlar el peso72 y sobrepeso54 entre los nios y de las dietas
restrictivas72, atracnes y conductas extremas para perdida de peso entre las nias
que han recibido provocaciones por su apariencia fsica, en comparacin con sus
compaeros54.
Tambin se sugiere que el comportamiento de los amigos puede influir en el nivel
de satisfaccin con la imagen corporal y comportamientos relacionados con la dieta,
ya que estos aspectos se comparten dentro de la relacin del grupo73,74. Algunos
estudios han observado que la realizacin de dietas por compaeros del grupo de
referencia fue un factor de riesgo de comportamientos relacionados con los TCA en
los sexos masculino y femenino54,74.
Los aspectos transculturales
Los trastornos del comportamiento alimentario no se dan uniformemente en todas
las culturas y en algunos casos se manifiestan con caractersticas diferentes de la
enfermedad9,75. Aunque hay pocos estudios sobre los comportamientos de riesgo76 y
TCA en otras culturas, existen evidencias de que la aparicin de estos problemas no
est restringida a los pases occidentales, con tasas similares de TCA a las
registradas en muestras caucsicas15,77,78.
Los inmigrantes que residen en los pases occidentales del primer mundo y las
minoras tnicas en esos pases, parecen componer un grupo de riesgo para la
aparicin de TCA, de acuerdo con el proceso de aculturacin78. Nias indgenas
americanas y latino-americanas y nios indgenos americanos, hispanos y negros
tenan tasas ms altas de comportamientos asociados con las prcticas inadecuadas
para perder peso que sus compaeros blancos no hispanos48. Situacin similar fue
observada por Jennings y cols.78, que identificaron en el grupo de Asiticas
puntuaciones significativamente ms altas en psicopatologa de los TCA, en
comparacin con las caucsicas.
Otro estudio con nias adolescentes en Australia y Fiji se identific que ambas
adolescentes tenan insatisfaccin con su imagen corporal, deseaban ser ms
delgadas que su peso actual y valorizaban la presencia del tono muscular, sin
embargo, parece que las chicas australianas estaban menos preocupadas con la
imagen que sus compaeras de Fiji. Los investigadores justifican estos resultados a
la luz de la "modernizacin" que se ha producido en la cultura de Fiji79.
Se debe dar nfasis a los casos de TCA descritos en muchas culturas, en las cuales
el miedo mrbido a engordar y/o los trastornos de la imagen corporal9 o las
conductas compensatorias9,15 no estn presentes como sntoma de la enfermedad, o
casos en que la preocupacin est centrada en el apariencia facial, tales como en
China75. Estos hallazgos sugieren que los TCA entre los adolescentes en las
diferentes culturas pueden venir de una serie de condiciones no relacionadas con
las conductas compensatorias o con el peso, pero con la forma del cuerpo o parte
de lo mismo.
Factores psicolgicos
Preocupacin por el peso, la internalizacin del ideal de delgadez
La preocupacin por el peso se refleja en el deseo de los nias y nios de un cuerpo
ideal, delgado y/o musculado. El miedo a engordar estuvo presente en el 71% de
los nios y adolescentes, el 67% de ellos estaban preocupados por el peso y el 51%
de la forma9.
Se sugiere que la internalizacin de los ideales de la belleza en las nias y en los
nios los ponen en riesgo de insatisfaccin corporal47,80 y de conductas de riesgo de
TCA20,81 cuando no se logra el peso deseado. En un estudio de cinco aos de
seguimiento las adolescentes que queran estar ms delgadas eran cuatro veces
ms propensas a desarrollar actitudes alimentarias negativas en comparacin con
sus compaeras que no tenan este deseo82. Contrariamente a estos resultados,
Bearman y cols.36 no encontraran ninguna asociacin significativa entre la
internalizacin del ideal corporal y el aumento del nivel de la insatisfaccin corporal.
Adems, en una cohorte de nacimiento, aproximadamente el 19% de los nios y
nias que cumplan los criterios de definicin de caso de TCA no mostraron
preocupacin por la forma del cuerpo o el peso, ni temor a la ganancia de peso9.
Merece ser destacada la amplificacin de la discrepancia entre el cuerpo ideal y real
que puede ocurrir en las nias despus de la pubertad, un perodo de gran
vulnerabilidad en el que el aumento de la adiposidad dirige a las nias a los ideales
de atractivo interiorizados24,36, por el contrario, a medida que se produce en los
nios la maduracin sexual, estn ms satisfechos con sus cuerpos6,36.
La importancia de la insatisfaccin con la imagen corporal
La construccin de la imagen corporal es un fenmeno social y est sujeta a
cambios por la influencia sociocultural53,67. Los estudios demuestran que la
insatisfaccin con las partes del cuerpo es una preocupacin comn entre los
adolescentes52,57,75 y se asocia el inicio de la pubertad en las nias6, probablemente
como resultado de la dinmica de la ganancia de peso caracterstica de esta fase
para las mujeres, caracterizada por una mayor proporcin de la ganancia de grasa
que msculo24,36.
La insatisfaccin corporal est presente en un 25% a un 81% de las adolescentes y
en un 16% a un 55% de los nios36,47,57 y contribuye a la aparicin de diversas
condiciones fsicas y psicolgicas57. Hay una fuerte evidencia de que el rechazo de la
configuracin del cuerpo es un factor de riesgo causal de los comportamientos y
actitudes alimentarias negativas57,59,61, y est relacionada con la obesidad51, la baja
autoestima y sntomas de depresin6.
Una baja satisfaccin corporal en adolescentes es un factor de motivacin para la
realizacin de dieta, la implicacin en conductas no saludables de control del peso57,
que a su vez, pueden dar lugar a ingesta compulsiva de alimentos2,57,59 y ganancia
de peso, con el consecuente sentimiento de fracaso por no alcanzar la reduccin
ponderal6,54.
Los adolescentes que tienen exceso de peso parecen ser ms propensos a mostrar
insatisfaccin con la imagen corporal que sus pares de peso saludable63,83, aunque
ninguna asociacin entre IMC alto y una imagen negativa de s mismo fue
observada por Bearman y cols.36. Se sugiere que la imposicin de un estndar de
belleza hace que las personas con exceso de peso que se alejan del ideal, sean
vulnerables a la insatisfaccin con la imagen corporal7.
Por ltimo, sealar que estas relaciones pueden ser recprocas, es decir, tanto la
insatisfaccin con la imagen corporal contribuye a la aparicin de las condiciones
presentadas, como estos problemas pueden aumentar la diferencia entre el peso
ideal y el actual, y aumentar la insatisfaccin corporal36,80 imprimiendo ms dao a
la salud psicolgica y fsica de los adolescentes57.
Comportamiento inadecuado para bajar de peso: dieta
Muchas adolescentes anhelan ser ms delgadas9,79,82,83 y, a su vez, los nios aspiran
a ganar peso55,60,70 o reducirlo, pero en menor medida que las nias55,60,84.
Para lograr la apariencia ideal, los adolescentes a menudo utilizan comportamientos
inadecuados de control de peso, tales como la dieta restrictiva, el ayuno, los
vmitos auto-infligidos, el uso de laxantes y diurticos, porque creen que se
traducir en beneficios fsicos y psicosociales20,36,57,58,82,85. Sin embargo, parece que
la dieta restrictiva es una de las estrategias ms utilizadas y en la actualidad forma
parte de la cultura, que es una estrategia efectiva para lograr el cuerpo delgado
esperado58. Contrario a esta creencia, los estudios longitudinales demuestran que la
dieta restrictiva autoinformada ayuda a aumentar el riesgo de problemas de salud
relacionados con la apariencia fsica, es decir, aumento de peso, atracones, bulimia,
depresin y baja autoestima en los adolescentes22,54,86.
Neumark-Sztainer y cols.86 encontraron que el 55,4% y 24,8% de las nias y los
nios, respectivamente, informaron hacer dieta, ponindose en una posicin de
mayor vulnerabilidad a la adopcin de hbitos alimenticios inadecuados. El ayuno
estuvo presente en el 23% de los adolescentes con puntuaciones altas en
restriccin diettica87 y el ayuno prolongado fue ms frecuente que la dieta sin
orientacin mdica y las conductas purgativas48.
Adems, un estudio prospectivo inform de comidas menos frecuentes entre los
adolescentes de ambos sexos y menos caloras e ingesta de nutrientes entre las
nias que persistan en las prcticas inadecuadas de prdida de peso en
comparacin con sus compaeros que no hacan o dejaron de realizar estos
comportamientos88.
Los investigadores de dos estudios longitudinales mostraron una contribucin
significativa de la restriccin diettica en el aumento del IMC y en atracones y una
disminucin en la frecuencia del desayuno entre nios y nias54,86. Adems, la
restriccin de la ingesta calrica es un factor de riesgo de reduccin de la actividad
fsica entre los varones86 y comportamiento extremo de prdida de peso en las
nias54. A su vez, Stice y cols.87demostraron que el ayuno es un factor de riesgo
ms robusto para predecir bulimia que la restriccin diettica, y que el tiempo de
ayuno tuvo un efecto en todo el perodo de estudio mientras que la dieta en tan
slo un corto intervalo de tiempo.
Se sugiere que la prdida de control sobre la ingesta alimentaria se asocia a las
tentativas de uso de estrategias frustrantes (como la dieta y/o las purgas) para
contrarrestar los atracones y el aumento de peso, generando expectativas no
alcanzadas y sentimientos de ineficacia para producir un cambio de peso, lo cual
puede reforzar en el adolescente el aumento del nivel de insatisfaccin con la
imagen corporal y las conductas y las actitudes alimentarias negativas36,52 y la
aparicin de TCA89.
Conclusiones
Los resultados de la actual revisin indican que a pesar de la gran variabilidad en
las tasas de incidencia de AN y BN, hay consenso entre los estudios que las mujeres
tienen un riesgo mayor en la fase intermedia y tarda de la adolescencia, pero la
aparicin de estos trastornos no son despreciables entre los chicos y nios/nias
muy pequeos.
Se sugieren que los efectos genticos sobre los TCA presentan un expresivo
crecimiento de la estimacin de la heredabilidad, siguiendo la trayectoria del
proceso de maduracin sexual. La nueva estructura corporal en las nias se opone
a lo establecido como un ideal de belleza para las mujeres, sobre todo en aquellas
con obesidad y/o pubertad temprana, exponindolas a la presin social por ser
delgada, lo que contribuye a una menor satisfaccin con la imagen corporal, baja
Referencias
1. American Psychiatric Association. Diagnostic and Statical Manual of Mental
Disorders, 4th edn. Washington, DC: American Psychiatric Association 2000.
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2. American Dietetic Association. Position of the American Dietetic Association:
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Other Eating Disorders. J Am Diet Assoc 2006; 106 (12): 2073-2082.
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3. Herpertz-Dahlmann B. Adolescent eating disorders: definitions, symptomatology,
epidemiology and comorbidity. Child Adolesc Psychiatr Clin N Am 2009; 18 (1): 3147.
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4. Van Son GE, van Hoeken D, Bartelds AIM, van Furth EF, Hoek HW. Time trends in
the incidence of eating disorders: A primary care study in The Netherlands. Int J
Eat Disord 2006; 39 (7): 565-9.
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Mara Loreto Correa V.1, Tamara Zubarew G.1, Patricia Silva M.2, Mara Ins
Romero S.3
1. Pediatra. Departamento de Pediatra, Pontificia Universidad Catlica de Chile.
2. Psicloga. Pontificia Universidad Catlica de Chile.
3. Pediatra. Departamento de Salud Pblica, Pontificia Universidad Catlica de Chile.
Santiago, Chile
Direccin para correspondencia
Resumen
Introduccin: Los Trastornos de Conducta Alimentaria (TCA) en adolescentes son un
serio problema de salud pblica que ha ido en aumento con sustancial morbilidad y
mortalidad. Es importante una deteccin precoz, ya que el inicio de tratamiento
temprano mejora la respuesta y el pronstico. Objetivo: Cuantificar la prevalencia
de riesgo de TCA en adolescentes mujeres de la Regin Metropolitana (RM) y
evidenciar si existen diferencias de prevalencia por grupos de edad y nivel
socioeconmico (NSE), identificando el impacto de los rasgos psicolgicos
reforzadores en ellas. Pacientes y Metodo: Se aplic el instrumento EDI-2 a un total
de 1 610 escolares, entre 11 y 19 aos. La muestra fue no probabilstica, y se
extrajo de 9 establecimientos educacionales de la RM, pertenecientes a comunas de
distintos NSE elegidos por conveniencia. El punto de corte para considerar riesgo de
TCA utilizado fue mayor o igual a 110. Resultados: Se analizaron 1 050 encuestas.
El 8,3% de la poblacin adolescente escolar present riesgo para TCA. Hubo una
mayor prevalencia de riesgo de TCA en aquellos colegios pertenecientes a comunas
de menores ingresos: bajo (11,3%), medio (8,3%) y alto (5,1%). Esta diferencia
fue estadsticamente significativa (p < 0,02). Hubo una tendencia de mayor
proporcin de adolescentes con riesgo de TCA en el grupo 12 aos o menos
(10,3%), entre los 13 y 15 aos (8,6%), y 7,4% para las de ms de 16 aos. (p <
0,575) las tres primeras escalas, (DT) Obsesin por la Delgadez (14,6 vs 6,3), (B)
Bulimia (6,1 vs 1,8) y (BD) Insatisfaccin Imagen Corporal (17,2 vs 7,7)
discriminan el grupo de riesgo de desarrollar TCA. En las 8 escalas restantes se
evidencian los rasgos reforzadores del TCA.Conclusiones: 1) El riesgo de
prevalencia de TCA en poblacin adolescente femenina escolar entre 11 y 19 aos
en la RM fue del 8,3%; 2) Hubo una mayor prevalencia de riesgo de TCA en
colegios de NSE bajo (11,3%), (p < 0,02); 3) Existe una tendencia preocupante de
que el grupo etario de mayor riesgo sea el de menor edad, a pesar de no ser
estadsticamente significativo; 4) Las tres primeras escalas del EDI-2, DT, B y BD
discriminan el grupo de riesgo de desarrollar trastornos de conducta alimentaria; 5)
Creemos que la utilizacin de este test de screening es de gran utilidad en la
deteccin de grupos de riesgo y deben ser aplicados por profesionales
experimentados y a poblaciones especficas en estudio.
Background: Adolescent eating disorders (ED) are a serious public health problem
rising with morbidity and mortality. It is important a quick detection, since an early
beginning of treatment improves the prognosis and results. Objective: To quantify
the risk prevalence of ED in female adolescents of the Metropolitan Region (MR),
and evidence differences by groups of age and socioeconomical level (SEL). To
identify the impact of the psychological characteristics that reinforce them. Patients
and Methods: The EDI-2 test was applied to a total of 1610 female students
between 11 and 19 years old. The sample was not random and was extracted from
9 schools chosen by convenience, located in areas of different SEL in the MR. The
threshold used to consider risk of ED was > 110. Results: 1 050 surveys were
analyzed. 8,3% of the adolescent school population presented risk factors for ED. A
higher risk of ED was found in schools located in low-income areas (11,3%),
middle-income (8,3%) and high-income (5,1%). These differences were
statistically significant (p < 0,02). A tendency to a greater proportion of
adolescents at risk of ED was shown in the group of girls 12 years old or younger
(10,3%), while those between 13 and 15 years old presented 8,6%, and 7,4% for
those older than 16 (p < 0,575). The three first scores, (DT) Drive for Thinness
(14,6 vs 6,3), (B) Bulimia (6,1 vs 1,8) and (BD) Body Dissatisfaction (17,2 vs 7,7)
discriminate the high-risk group to develop ED. The eight remaining scores show
traces of personality that reinforce eating disorders. Conclusions: 1) The study
concludes that prevalence of risk for ED in the screened population was 8,3%; 2)
The prevalence of risk for ED was greater in the low-income socioeconomic level
(11,3%) (p < 0,02); 3) Despite not being statistically significant, the observed
tendency is that the group at greater risk is the one of younger age, recommending
a future evaluation; 4) The results confirm that the three first scores of the test
EDI-2 distinguish the group at highest risk of developing an ED; 5) We believe that
the use of this screening test routinely in adolescent population will be fundamental
for an early detection of ED when applicated by experienced professionals on
specific populations under study.
(Key words: Screening, eating disorders, adolescents, anorexia, bulimia, risk
factors).
INTRODUCCIN
En la prctica clnica, tanto pblica como privada, los profesionales de la salud
hemos podido constatar que los trastornos de alimentacin han llegado a constituir
un problema de creciente importancia en poblaciones jvenes. El nmero de casos
que se diagnostica y trata es cada vez mayor, y si sumamos a esto el hecho que el
diagnstico se realiza en etapas avanzadas de la enfermedad, cuando el trastorno
alimentario est instalado con sus consecuentes complicaciones mdicas, el
panorama es menos alentador. Los trastornos de conducta alimentaria tienen
repercusiones graves: requieren de un tratamiento largo y complejo, se cronifican
en buena parte de los casos, conllevan un gran sufrimiento personal y familiar y
pueden dar lugar a la muerte1,7,12.
Los adolescentes son el segmento de la poblacin con mayor vulnerabilidad debido
a que estn en proceso de construccin de su identidad y no poseen an criterios y
valores propios que les permitan escapar a la presin de los modelos estticos
PACIENTES Y MTODO
Definicin conceptual y operacional de las variables
-
A pesar de que el EDI-2 aplicado fue adaptado por Crcamo y otros6, previo a su
aplicacin, este test fue sometido al juicio de expertos para la validez de las
preguntas y para evaluar sus fortalezas y debilidades en la utilizacin con poblacin
adolescente escolar chilena, especialmente en lo referido a lenguaje.
Las alumnas seleccionadas recibieron las instrucciones para contestar la prueba en
sus respectivas aulas. Se solicit el consentimiento informado de las adolescentes
para la participacin en el estudio. El cuestionario EDI-2 fue auto-aplicado y
supervisado por los responsables de la investigacin. No se consider los datos de
una escala cuando se dej sin contestar ms de un elemento de ella.
En las adolescentes que se detect la posibilidad de padecer un trastorno
alimentario, se inform a sus apoderados y fueron referidos a un centro de salud
para su manejo.
Para el anlisis se utiliz el test chi-cuadrado para determinar la asociacin entre
variables categricas (comparacin de porcentajes) y el test t-Student para
muestras independientes para la comparacin de promedios. Todos los anlisis se
hicieron usando el programa estadstico SPSS versin 13. Se consider significativo
todo valor p inferior o igual a 0,05.
RESULTADOS
Se aplic un total de 1.610 test EDI-2 a alumnas de sptimo a cuarto medio, cuyas
edades fluctuaron entre 11 y 19 aos. De las 1.610 encuestas aplicadas se
invalidaron 560 por no haber sido respondidas en su totalidad, ya que para ser
vlido el test EDI-2 exige 100% de respuestas contestadas. El porcentaje de
invalidacin por tipo de colegio fue similar. La distribucin de la muestra por edad
se puede ver en el figura 1.
Figura 1. Distribucin de la
muestra por edad.
El anlisis se efectu sobre 1.050 encuestas, 297 del NSE alto, 434 del medio y 319
del bajo. El promedio de edad fue de 15 aos (14,98).
En la tabla 1 se observa que el 8,3% de la poblacin adolescente escolar de la
muestra (es decir, 87 adolescentes de un total de 1.050), present un puntaje en el
test EDI-2 que la pone en riesgo de padecer un trastorno de la conducta alimentaria
(TCA).
Tabla 1: Riesgo
de TCA en la
muestra total
El anlisis de los resultados por grupos de edad muestra una tendencia de mayor
proporcin de adolescentes con riesgo de TCA en el grupo de menor edad (12 aos
o menos), quienes muestran una poblacin en riesgo equivalente al 10,3% de este
segmento. El porcentaje de poblacin en riesgo disminuye gradualmente a medida
que se avanza de edad, bajando a 8,6% entre las adolescentes entre 13 y 15 aos,
y a 7,4% para las de ms de 16 aos. Sin embargo, estas diferencias no son
estadsticamente significativas (p < 0,575) (tabla 3).
Tabla 3:
Distribucin de
riesgo de TCA
segn grupo etario
Figura 2.
Distribucin
puntajes grupo
riesgo tca versus
sin riesgo en
DISCUSIN
Los adolescentes son la poblacin ms susceptible a desarrollar trastornos de la
conducta alimentaria, cuyas manifestaciones dan cuenta de la presencia de
un continuum de desrdenes de la conducta alimentaria que va desde la normalidad
a situaciones patolgicas11. Los especialistas han intentado encontrar puntos de
corte que identifiquen individuos en riesgo, ya sea que tengan un desorden
subclnico, un TCA no especfico o TCA especficos clasificados de acuerdo a su
grado de severidad. El concepto actual de un espectro o continuum de TCA fue
introducido por primera vez por Andersen en 1983 y luego por Polivy y Herman en
19871,24.
El objetivo de nuestro estudio fue contar con una cifra de prevalencia de riesgo de
trastorno de la conducta alimentaria representativo de nuestra realidad e
idiosincrasia; con este fin, tomamos la opcin de adscribirnos a la tendencia actual
de considerar a todos los trastornos de la conducta alimentaria como formando
parte de una sola unidad nosolgica1,24.
Nuestra mayor dificultad al utilizar el test de tamizaje elegido, fue determinar los
puntos de corte para definir presencia de riesgo o no riesgo dentro de nuestra
poblacin. Se revisaron diversas tesis realizadas en Chile, todas con un n
insuficiente o puntos de corte poco claros. Se compar los puntos de corte
validados utilizados por baremos espaoles aplicados a poblaciones con
caractersticas similares a las nuestras y se obtuvieron puntos de corte similares. Se
eligi un punto de corte que fuese lo ms sensible y especfico posible (percentil
85).
Cuando se analizan las distintas cifras de prevalencia de TCA reportadas por otras
publicaciones se aprecia que muchas difieren, lo que es comprensible por cuanto
tanto la metodologa como los test de screening utilizados y los puntos de corte
definidos varan notoriamente2,9,10,19,27. Siguiendo las instrucciones del autor del test
logramos identificar los puntos de corte adecuados que corresponden a un puntaje
mayor o igual a 110 equivalente al percentil 85 de los baremos espaoles con
similares caractersticas a nuestra poblacin estudiada13,14.
Los resultados de nuestra investigacin arrojan una cifra de prevalencia de
trastornos de la conducta alimentaria en adolescentes mujeres, similar a la
reportada por la literatura22,27. El riesgo de trastorno de conducta alimentaria se
present en todos los niveles socioeconmicos. Sin embargo, la distribucin de este
riesgo observada en nuestro estudio difiere de las cifras clsicamente referidas, ya
que evidenciamos que la probabilidad de una presencia de TCA fue mayor en los
colegios pertenecientes a comunas de NSE bajo (p < 0,02)2,9,10,19,27.
A partir de este hallazgo, consideramos que no es posible afirmar que los TCA sean
privativos de las clases ms acomodadas, sino que ms bien atraviesan todos los
niveles socioeconmicos, y que lo que muestra es la presencia de un fenmeno
ampliamente distribuido, que tambin afecta a pases en va de desarrollo como el
nuestro.
Esto confirma la necesidad de utilizar en forma ms frecuente test de screening que
permitan detectar en forma precoz los TCA en sus primeras fases. Los criterios del
DSM- IV para los diagnsticos de la anorexia y la bulimia son tan estrictos que si se
siguen, stos pueden realizarse cuando el cuadro ya est instalado, lo cual agrava
el pronstico y el manejo teraputico de los casos9.
A pesar de que todos los puntajes en las distintas escalas del test EDI-2 fueron ms
altas para la poblacin en riesgo, destaca el hecho que estos puntajes fuesen an
mayores para aquellos relativos a la insatisfaccin con el propio cuerpo, a la
dificultad en el reconocimiento de las sensaciones viscerales relacionadas con el
hambre y la saciedad, y para la incapacidad de regular apropiadamente los propios
impulsos. Todos, sntomas de un pronstico preocupante en los trastornos de
conducta alimentaria.
Si proyectamos el 8,3% de prevalencia encontrado a la poblacin total adolescente
femenina chilena estimada en 1.346.819 (INE, 2001), se puede concluir que el
nmero de nias con riesgo claro de contraer este problema est en torno a los 112
mil casos.
Consideramos que una de las limitaciones de este estudio es que el segmento de la
poblacin adolescente a explorar excluy a aquellos que no estn insertos en el
sistema escolar y a la poblacin masculina. Los datos en las ltimas investigaciones
internacionales indican que este ltimo grupo es en el que proporcionalmente ha
habido un mayor incremento de estas patologas15. Sin embargo, criterios de
factibilidad y de accesibilidad pesaron para no incluirlos, por cuanto habra
implicado contar con una muestra que, para su validez estadstica, exceda las
posibilidades reales de este estudio. Queda, sin embargo, como una sugerencia de
lnea de investigacin futura.
Otra limitacin significativa de este trabajo fue no cotejar el EDI-2 con el gold
estndar para diagnosticar trastornos de conducta alimentaria, es decir, la
entrevista clnica y el examen fsico. Esto se proyecta llevar a cabo en una segunda
etapa con la muestra clnica que result con riesgo de presentar TCA.
CONCLUSIONES
1.
2.
3.
4.
REFERENCIAS
1.- Andersen A: Anorexia nervosa and bulimia: A spectrum of eating disorders.
Journal Adolesc Health Care 1983: 4; 15-21.
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primary care setting. Journal of Adolescent Health 2000; 26: 338-42.
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3.- Baravalle CH, Vacarezza LE: Anorexia. Teora y clnica psicoanaltica. Editorial
Paids, 1996, Barcelona, Buenos Aires, Mxico.
[ Links ]
Resumen
Antecedentes: Existe un sustancial nmero de publicaciones sobre trastornos de
la conducta alimentaria (TCA) en la literatura extranjera; sin embargo, en nuestro
pas son escasas las investigaciones publicadas en revistas
especializadas. Objetivo: Resumir nuestros principales hallazgos publicados en la
literatura nacional en mujeres con TCA. Mtodo: Se efecta una revisin
exhaustiva de artculos publicados durante 15 aos de la autora y colaboradores en
revistas especializadas nacionales sobre aspectos epidemiolgicos, psicosociales y
clnicos de los TCA. Resultados: Los grupos de riesgo (estudiantes, adolescentes
con sobrepeso, embarazadas, deportistas) (n = 2.171) para desarrollar TCA
fluctuaron entre 15% y 41%. El perfil predominante de TCA exhibi alta motivacin
por la delgadez, perfeccionismo e insatisfaccin corporal y baja conciencia
interoceptiva (p < 0,001). La prevalencia de ansiedad social fue 40,7% (p <0,001),
particularmente en anorcticas (66,6%) (p < 0,001); de depresin severa 18,5%(p
< 0,001), especialmente en anorcticas (66,6%) (p < 0,001); de trastorno
obsesivo-compulsivo moderado y/o severo 26% (p < 0,001), mayor en anorcticas
Introduccin
Actualmente existe un contundente legado de evidencia en torno a los trastornos
alimentarios, fundamentalmente proveniente de publicaciones de la literatura
anglosajona. Sin embargo, en nuestro pas se cuenta con escasos estudios
especializados; pocos de ellos han llegado a publicarse en revistas cientficas
reconocidas a nivel nacional e internacional.
Durante estos quince aos de investigacin en Chile, sobre trastornos de la
conducta alimentaria, hemos abordado principalmente aspectos epide- miolgicos,
psicosociales y clnicos. Nuestros trabajos han surgido primordialmente del producto
Investigaciones epidemiolgicas
Grupos de riesgo
Se han detectado ciertos grupos de riesgo en poblaciones no clnicas, cuyas edades
han fluctuado entre los 17 a los 25 aos. Entre muchachas escolares, tanto de
establecimientos pblicos, subvencionados y particulares, 18% present puntajes
en el rango patolgico del EAT-40; como asimismo 15% de estudiantes de
enseanza universitaria, pertenecientes a las carreras de medicina, psicologa y
nutricin y diettica, de los cuales 2% fueron de sexo masculino y 23% femenino;
18% de usuarios de gimnasio que acudan a programas de acondicionamiento
fsico, de los cuales 1,8% eran hombres y 23% mujeres. Todos estos porcentajes se
encuentran dentro de los rangos de las cifras correspondientes a los sndromes
parciales, que oscilan entre 5% a 20%, segn las diferentes fuentes. No obstante,
las adolescentes que consultaron por sobrepeso alcanzaron hasta 41% de puntajes
mayores o iguales a 30 en el EAT-40, conjuntamente con 23,4% de las mujeres
embarazadas que acudan a controles de atencin primaria, porcentajes superiores
al promedio mencionado previamente. Todos estos grupos posean en comn la
focalizacin dirigida a la alimentacin, como ocurri con las estudiantes de nutricin
y diettica y hacia la corporalidad, en el caso de los deportistas, las embarazadas y
las adolescentes, que por los cambios neurobio-psicolgicos que conlleva esta etapa
vital, inevitablemente su atencin est dirigida principalmente a la silueta corporal
(Figura 1)19-24.
Seguimiento prospectivo
En otro estudio se efectu un seguimiento prospectivo de sujetos de sexo femenino
que estaban en riesgo para desarrollar una patologa alimentaria (estudiantes de
enseanza media, universitarias y adolescentes con sobrepeso), entre los aos
1991 y 1996, observndose que 40% continu presentando puntajes en el rango
patolgico del EAT-40. De ellas, 18% desarroll una bulimia nerviosa completa y
9% una anorexia nerviosa completa, porcentajes bastante ms altos que los
descritos en la poblacin general, que oscilan entre 1% y 4,2% para la bulimia
nerviosa y entre 0,3% a 3,7% para la anorexia nerviosa25. Adems este grupo que
continu en riesgo, present principalmente trastornos de ansiedad como
comorbilidad psiquitrica y una mayor concomitancia de patologas orgnicas
miscelneas, tales como asma bronquial, quistes ovricos, amenorrea primaria,
obesidad mrbida, anemia ferropnica, prolapso de la vlvula mitral, dermatitis
seborreica, diabetes mellitus, hipertricosis, lupus eritematoso ssitmico y trastornos
funcionales digestivos26.
Anlisis estadstico de instrumentos
Derivacin del EAT-22 y EAT-26: De nuestro anlisis factorial del EAT-40 han
surgido dos instrumentos abreviados: el EAT-22 y el EAT-26, que podran utilizarse
en un amplio screening para detectar grupos de riesgo. Existe tambin una alta
correlacin entre el EAT-40 y el EDI (r = 0,56) y entre el EAT-40 y el Factor I
(Dieta) (r = 0,89). Este ltimo podra aplicarse como cuestionario simplificado en
situaciones de emergencia.
Sensibilidad y especificidad: Se concluye que tanto el EAT-40, su Factor I (Dieta)
y la Motivacin por la delgadez del EDI, surgen como los predictores ms sensibles
y especficos para el desarrollo de una afeccin alimentaria. Estos resultados
replican aquellos publicados por la literatura internacional19,27-29.
Estudio de prevalencia de comorbilidades
Las comorbilidades psiquitricas ms frecuentes que acompaan el curso de los
desrdenes alimentarios son los trastornos afectivos y de ansiedad25.
Se confirma la presencia y la prevalencia de sintomatologa compatible con
trastornos depresivos y de ansiedad social en los desrdenes alimentarios segn la
evidencia, especialmente en las pacientes portadoras de anorexia nerviosa. La
prevalencia de ansiedad social, evaluada mediante la Escala de Liebowitz, fue
significativamente mayor en las pacientes alimentarias que en el grupo
comparativo, configurado por estudiantes universitarias de la carrera de medicina
(40,7% versus 3,7%) (p < 0,001), particularmente en las anorcticas (66,6%) (p <
0,001) y 14,8% de las pacientes con patologas alimentarias obtuvo puntajes en los
rangos severo o muy severo (p < 0,001). El riesgo de presentar ansiedad social
moderada a muy severa en las pacientes alimentarias fue 5,5 veces mayor. La
prevalencia de sntomas depresivos, evaluados mediante la Escala de Hamilton, fue
significativamente mayor en las pacientes alimentarias (18,5% versus 0%) (p <
0,001), en especial en las anorcticas (66,6%) (p < 0,001) y 18,5% de las
pacientes con desrdenes alimentarios obtuvo puntajes en el rango severo (p <
0,001). El riesgo de presentar depresin moderada a muy severa en las pacientes
alimentarias fue 23,7 veces mayor. La depresin se correlacion significativamente
con insatisfaccin corporal y baja autoestima, mientras que la ansiedad social con
menor capacidad para discriminar sensaciones, emociones y sentimientos. Las
cifras de prevalencias observadas fueron similares a los rangos de la evidencia 30-34.
En otro anlisis en que se compar pacientes con trastornos alimentarios, depresin
mayor y trastorno bipolar, no hubo diferencia significativa entre las bulmicas
purgativas y las pacientes depresivas en el tem sentimientos de ineficacia personal
y entre estas ltimas y las anorcticas compulsivo-purgativas en el tem
desconfianza interpersonal35. Estos hallazgos nos han llevado a preguntarnos si los
criterios diagnsticos de ambas patologas estn traslapados o son inespecficos O
estamos hablando de comorbilidades o de espectros ansiosos o afectivos? O
estamos evaluando caractersticas dimensionales o categoriales?35-39.
Tambin se verifica la presencia y la prevalencia de trastorno obsesivo-compulsivo
en los desrdenes alimentarios, segn la evidencia, principalmente en las pacientes
portadoras de anorexia nerviosa que obtuvieron puntajes ms altos en los niveles
moderado y severo. La prevalencia sntomas obsesivo-compulsivos de grado
moderado y/o superior fue significativamente mayor en las pacientes alimentarias
(26% versus 1,9%) (p < 0,001), particularmente en las pacientes anorcticas
(33,3%) (p = 0,009). La escala de Obsesin Compulsin de Yale-Brown y su
subescala Y-BCS (compulsiva) emergen como los mejores indicadores para
discriminar patologas alimentarias y se correlacionaron significativamente con los
Investigaciones psicosociales
El factor genrico
Debido a que 90% a 95% de los trastornos de la conducta alimentaria afectan al
sexo femenino, es plausible plantearse que el gnero es un factor que posee un rol
importante en su evolucin, ya sea como antecedente predisponerte y/o en la
perpetuacin de estos cuadros. Algunos investigadores han establecido que entre
lostests que evalan trastornos de la conducta alimentaria, el EAT-40,
tradicionalmente demuestra puntajes ms bajos en los hombres comparados con
las mujeres. Los varones parecen mostrar con menos probabilidad rasgos de
trastornos alimentarios que las mujeres (ej. el deseo de ser delgadas). En el EDI,
los hombres generalmente obtienen puntajes inferiores en todos los tems que
directamente reflejan motivacin por la delgadez o distorsin de la imagen
corporal; este fenmeno lo hemos constatado en un estudio comparativo entre
sujetos sin patologa alimentaria, pacientes y mujeres de sexo femenino no
portadoras de la afeccin. Los autores sugieren que es posible que estas
disparidades puedan reflejar la influencia de factores sociales y culturales41.
Behar et al42, aplicando el EDI en una poblacin clnica de mujeres con desrdenes
alimentarios y estudiantes de sexo femenino y masculino sin estos trastornos,
observaron que el mayor grado de insatisfaccin corporal y de motivacin por la
delgadez la alcanzaron las pacientes y el menor, los estudiantes varones. No
obstante, las estudiantes de sexo femenino, por el slo hecho de ser mujeres,
tuvieron un lugar intermedio, entre las pacientes y los estudiantes de sexo
masculino (Figura 2).
El concepto de androginia
En 1974, Sandra Bem desarroll la nocin de andrgino: (Andros= hombre; Ginos=
mujer) a travs del IBRS. Platn en "El Banquete" (prrafos XIV y XV) recoge a
travs de un dilogo entre Aristfanes y Diotima un mito que explica que en el
origen de la humanidad existi una raza primordial que contena en s misma las
dos polaridades, masculina y femenina. Dicha raza era fuerte y temida por los
dioses del Olimpo: "Eran extraordinarios por su fuerza y su audacia y alimentaban
en su corazn orgullosos propsitos, que llegaban incluso a pretender atacar a los
propios dioses en su morada". Platn afirma que los dioses destruyeron su
potencia, dividindolos en sexos. Tal fue el origen de la raza de los hombres y de
las mujeres; en cada uno de ellos, sin embargo, permaneci el recuerdo del estado
de perfeccin originario El andrgino representa el nivel del ser no manifestado, la
fuente de la manifestacin, corresponde numricamente al cero, la suma de los dos
aspectos de la unidad: +1-1. El cero a su vez simboliza la androginia, como el
punto de comienzo de la numeracin, la divisibilidad, la multiplicabilidad43,44.
La persona andrgina puede ser agresiva o condescendiente, fuerte o dcil, sensible
o asertiva, como la situacin particular lo requiera. Es ms adaptable, se comporta
de manera apropiada frente a una situacin dada sin importar si la conducta es
masculina o femenina. Por ejemplo, las mujeres andrginas cuando estn
sometidas a presiones, son ms asertivas e independientes que las mujeres
femeninas. Las mujeres femeninas tienen problemas en ser independientes y
asertivas an cuando la independencia y la asertividad sean necesarias.
En contraste, las personas andrginas son capaces de modificar sus respuestas de
acuerdo a sus necesidades y a las demandas de la situacin. Bem45, seala que los
sujetos andrginos son ms libres, ms adaptables y emocionalmente ms
saludables que aquellos que restringen su conducta a los patrones de los roles
sexuales tradicionales46.
Asimismo, existe una creciente evidencia en la literatura acerca de los rasgos
andrginos. La androginia parece auspiciar el pensamiento independiente, la accin
y la autoestima. Adems, se relaciona con una adaptacin exitosa y empata. Es
Investigaciones clnicas
En una exploracin de caractersticas psicolgicas y conductuales compatibles con
trastornos del hbito del comer, se compar adolescentes de sexo femenino
portadoras de patologas alimentarias con un grupo de estudiantes de enseanza
media, universitarias y consultantes con sobrepeso, a las cuales se les aplic el
EAT-40 y el EDI. Los puntajes promedios de EAT-40 y EDI en las sujetos sin desrd
enes alimentarios fueron ms bajos, intermedios en el grupo de riesgo (aquellas
que alcanzaron puntajes iguales o mayores a 30 en el EAT-40) y ms altos en el
grupo con patologas alimentarias, como asimismo para los tems del EDI conciencia
interoceptiva, bulimia, sensacin de inutilidad y temor a la madurez, diferencias
estadsticamente significativas (p < 0,001). El perfil de las pacientes con trastorno
del hbito del comer y de las adolescentes en riesgo se caracteriz por una alta
motivacin por la delgadez e insatisfaccin corporal y una
baja conciencia interoceptiva19, rasgos nucleares y clsicos exhibidos por las
pacientes alimentarias y que deben ser estimados como signos de alarma para ser
incluidos en estrategias preventivas a nivel primario en poblaciones de riesgo.
Perfeccionismo e insatisfaccin corporal
Entre las pacientes con cuadros alimentarios se encuentra como uno de los rasgos
principales, el perfeccionismo15. Waller et al50, indican que ste sera un factor de
riesgo para desencadenar una patologa alimentaria en presencia de algn grado de
insatisfaccin general, que en el caso de los desrdenes alimentarios, se centra
principalmente en la figura corporal. Behar et al51, comprobaron este postulado
aplicando el Test de Actitudes Alimentarias (EAT-40) (17) y el Inventario de
Desrdenes Alimentarios (EDI)18, en mujeres con trastornos
alimentarios versus pacientes con sobrepeso y estudiantes universitarias, sin
ninguna de estas condiciones. Las universitarias se mostraron como
"perfeccionistas satisfechas" y las pacientes alimentarias y con sobrepeso como
"perfeccionistas neurticas" (p < 0,001)52 (Figura 4), fenmeno que se replic en
otro sondeo efectuado por Behar51, al confrontar pacientes de sexo femenino con
afecciones alimentarias versus estudiantes de medicina (p < 0,001) (Figura 5). El
perfeccionismo en las patologas alimentarias ha sido catalogado en la mayora de
las pacientes como un factor predisponente, aunque tambin puede favorecer la
potenciacin de la sintomatologa durante el estado crtico de estos cuadros y
contribuir a la perpetuacin de stos, complicando de esta manera el pronstico12,38.
Por su parte, igualmente la insatisfaccin corporal, puede predisponer al
padecimiento de una afeccin alimentaria, siendo un criterio de curacin su
mejora, aunque tiende a persistir por mucho tiempo, an cuando otros parmetros
biopsicosociales se estabilizan (ej. amenorrea, hbitos alimentarios, establecimiento
de una relacin de pareja)12,16.
Comentarios finales
Esperamos haber podido contribuir con nuestros modestos aportes a la
comprensin de las perspectivas epidemiolgicas, psicosociales y clnicas de estas
afecciones que aquejan a mujeres en plena edad productiva, que representan
gastos considerables de recursos familiares y pblicos y que pueden llegar a
concluir con un desenlace fatal. Tal vez estos datos sirvan como referencias a
futuras investigaciones nacionales en torno a las diversas temticas de focalizacin
acerca de los desrdenes alimentarios. Nuestros resultados se ajustan y son
similares a los publicados en la literatura internacional especializada y han
satisfecho las lneas de investigacin propuestas por la Asociacin Psiquitrica
Americana, en la tercera edicin de la Gua Prctica para el Tratamiento de
Pacientes con Trastornos de la Conducta Alimentaria25.
Agradecimientos
La autora agradece a todas aquellas personas que prestaron su valiosa colaboracin
en todas estas investigaciones, sin la cual no habran podido realizarse.
Referencias
Alfonso Urza M., Sandy Castro R., America Lillo O., Carolina Leal P.
Escuela de Psicologa, Universidad Catlica del Norte, Antofagasta, Chile
Direccin para correspondencia
ABSTRACT
Objective: To analyze the psychometric properties of the test EDI-2 to evaluate
eating disorders in Chilean adolescents Method: The sample was constituted by
1,429 adolescents (595 men and 835 women) between 13 and 18 years from the
city of Antofagasta, to whom the EDI-2 test was applied. The reliability and the
validity of the instrument were evaluated by factorial analysis and t-test. Results:
The majority of the dimensions and the total scale have alphas above 0.70.
Factorial structure observed was similar to the theoretical proposal. Conclusions:
The EDI-2 test with corrections applied to Chilean population is a reliable and valid
instrument for use as a screening tool in early detection of eating disorders.
Key words: EDI-2, eating disorders, validity, adolescents.
RESUMEN
Objetivo: Analizar las propiedades psicomtricas de la prueba EDI-2 para evaluar
trastornos alimentarios en poblacin chilena. Mtodo: La muestra qued constituida
por 1.430 adolescentes escolarizados (595 hombres y 835 mujeres) entre 13 y 18
aos, de la ciudad de Antofagasta, a los que se les aplic la prueba EDI-2. Se
analiz la Habilidad y la validez del instrumento a travs de anlisis factoriales y
pruebas T. Resultados: La gran mayora de las dimensiones, as como la escala
total, presentaron alfas superiores a 0,70. La estructura factorial observada fue
similar a la propuesta terica. Conclusiones: El EDI-2 aplicado con correcciones
para la poblacin Chilena es un instrumento fiable y vlido para ser utilizado como
herramienta de tamizaje en la deteccin precoz de trastornos alimentarios.
Palabras clave: EDI-2, trastorno de la conducta alimentaria, adolescentes.
INTRODUCCIN
Los trastornos de conducta alimentaria (TCA) son desrdenes complejos que
comprenden dos tipos de alteraciones conductuales: unos directamente
relacionados con la comida y el peso y otros derivados de la relacin consigo mismo
y con los dems. Estos trastornos se han constituido en una patologa emergente
en los pases desarrollados y en vas de desarrollo, configurndose como la tercera
enfermedad crnica ms comn entre los adolescentes despus de la obesidad y el
asma (1).
Los TCA se presentan cada vez en edades ms tempranas, descendiendo en 12
meses la edad de aparicin en la ltima dcada y manteniendo a la vez su
prevalencia en edades ms avanzadas. Esto ha implicado que el rango etreo
aumente, haciendo que los TCA sean etiquetados como epidmicos en sociedades
industrializadas.
Este aumento en la demanda ha generado una necesidad creciente de la atencin
de profesionales de la salud, los cuales se encuentran atendiendo adolescentes con
mucha ms frecuencia y que, sumados a la posibilidad diagnstica de un trastorno
alimentario concomitante con diversos factores tales como: sociales, afectivos,
comorbilidad con otros trastornos, entre otros han generado una respuesta no del
todo exitosa en la salud pblica.
SUJETOS Y MTODO
Participantes
RESULTADOS
Participantes
Participaron 1430 sujetos escolarizados entre 13 y 18 aos de edad con una media
de 15.55 aos (D.E.= 1.21). La distribucin de los sujetos por curso fue de un 38%
de primero medio, 22% segundo medio, 27.6% de tercero medio y un 12.3% en
cuarto medio.
El 42% asista a colegios municipales, un 73% a establecimientos subvencionados y
un 21% a establecimientos privados. La distribucin por sexo, tipo de
establecimiento y rango de edad se presenta en la tabla 1.
Fiabilidad
Al calcular la consistencia interna mediante el estadstico alfa de Cronbach, se
encuentra que con excepcin de las dimensiones miedo a la madurez, bu-limia y
perfeccionismo, todas las escalas presentan un alfa sobre 0.70, superando incluso
el 0.80 a nivel de la escala total (anexo 2).
Anlisis de tems
Dada la relacin terica existente entre las variables, se opta por realizar un
anlisis factorial a travs del mtodo de componentes principales con rotacin
OBLIMTN. La medida de adecuacin muestral de Kaiser - Meyer - Olkin fue de 0.90,
permitiendo la realizacin de un anlisis factorial. La prueba de esfericidad de
Bartlett permite rechazar la hiptesis de matrices similares, existiendo por tanto
correlacin entre los datos (
La tabla 4 muestra los ndices de ajuste del anlisis factorial confirmatorio para el
modelo de 8 factores y el modelo de 11 factores (adicionando las tres escalas
adicionales). Tal como se observa, el ndice de ajuste de chi cuadrado indica el no
ajuste de los datos a la estructura factorial estudiada, pero tal como seala Russell
(13) el test de chi cuadrado como medida de bondad de ajuste est muy influido
por el tamao de muestra, por lo que tambin se han proporcionado otros ndices
de ajuste.
Los ndices CFI (Comparative Fit Index), RFI (Relative Fit Index) son inferiores a
0.90 en ambos modelos, valor considerado como buen ajuste o superior (14). Pese
a esto, estos indicadores se acercan ms a dicho valor en el modelo de 8 factores.
Algo similar ocurre con el ndice de bondad de ajuste GFI, que representa el grado
de ajuste conjunto (valores entre 0=mal ajuste a 1= ajuste perfecto), en donde el
valor ms cercano a 1 es aquel encontrado al evaluar el modelo de ocho factores.
El ndice RMSEA (Root Mean Square Error of Approximation), que resulta
significativo con valores inferiores a 0.08 (15) alcanza este valor en ambos modelos
factoriales.
A partir estos ndices de ajuste se puede decir que el ajuste de los datos a la
estructura factorial es moderada, y ligeramente superior en el modelo de 8
factores.
Capacidad de discriminacin Sexo
En cuanto a la validez discriminante se utiliz el procedimiento de pruebas T para
muestras independientes para evaluar la diferencia entre las medias encontradas
para ambos sexos (tabla 5).
DISCUSIN
Al evaluar la consistencia interna del EDI-2, el a encontrado para la prueba total
permitira su uso como instrumento de tamizaje e incluso en contextos clnicos
como medida de cambio individual (16). Dado el valor del alfa reportado por las
dimensiones especficas, no se sugiere el uso de cada dimensin por separado sino
como parte de la escala total.
El anlisis factorial muestra que tambin existe una diferencia entre la escala
original y este estudio ya que hay 10 tems que puntan de mejor manera en una
dimensin distinta a la dimensin indicada inicialmente en el estudio espaol,
aunque de todas maneras se agrupan en el factor terico correspondiente con un
menor valor. Este hecho, as como el ajuste moderado de los datos al modelo
terico tanto en la utilizacin de ocho factores como en el de 11, sugiere seguir
profundizando el anlisis de los tems y de la estructura factorial.
Sobre la capacidad del instrumento de discriminar entre grupos tericamente
distintos, se encuentra que las diferencias en cuanto a las dimensiones como
insatisfaccin corporal las mujeres obtienen puntuaciones mucho ms altas que los
hombres, lo mismo sucede con la conciencia introceptiva. En ineficacia las mujeres
puntan tambin ms alto que los hombres al igual que en la dimensin obsesin
por la delgadez, hecho que tambin fue reportado por Herrera para los
adolescentes espaoles (4). Es posible que las mujeres le den mayor significacin a
temas estticos como verse bien, y a la bsqueda incesante de la delgadez, las
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Este trabajo fue recibido el 10 de Marzo de 2009 y aceptado para ser publicado el
20 de Junio de 2009.