Castilla en La Baja Edad Media Textos

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CLAVES DE LA BAJA EDAD MEDIA PENINSULAR

TEXTOS PRIMERA PARTE


1/
Viniemos a la ibdat de Len et en aquel logar, en la ibdat de Len, fue
el rey don Fernando alado rey de Len, de don Rodrigo, obispo desa ibdat, et
de todos los ipdadanos, cavalleros et ruanos et del otro pueblo, al alteza del
regno de Len, et puesto en la siella real, la clereca cantando alta et
onrradamente con l: Te Deum laudamus Et toda la clereca et la caballera
et el otro pueblo, todos muy alegres con su rey don Fernando, et de entonces,
de all adelante, fue este rey don Fernando en uno llamado igualmente: rey de
Castiella et de Len, los dos regnos que l ered lindamente de padre et de
madre; et commo se partieron despus del emperador estos dos regnos ass
se ayuntaron de cabo agora desta vez en este rey don Fernando, et dl ac
andidieron siempre ayuntados, et andan oy en da.
Primera Crnica General de Espaa
2/
E porque en este tiempo finara el emperador de Alemaa, los esleedores
del imperio non se avinieron a tomar emperador de la tierra de Alemaa; e
porque deste rey era gran fama en todas las tierras del mundo, e de sus
grandezas e bondades e largueza, estando el rey en aquella ciudad de Burgos
vinieron y mensajeros de los condes e duques e de las otras gentes de
Alemaa que le esleyesen. E dijronle que sabiendo cul era su nobleza que
algunos de los esleedores le esleyeran por emperador de Alemaa, y le
enviaban a decir que fuese a tomar el imperio, que muchos estaban prestos
para lo recibir por emperador. E otros, el papa le envi sus cartas sobre esto
en que le enviaba facer cierto dello. E el rey don Alfonso, oda esta
mandadera, fabl con los infantes, sus hermanos, e sus fijos, e con todos los
ricosomes que eran all con l, e dio muy buena respuesta a los mandaderos,
de que ellos fueron pagados, e dioles muy grand algo de lo suyo, e inviolos, e
luego all ovo consejo con los suyos de commo fuese al imperio. E para la
ayuda desto pidi a los de la tierra que fasta que el fecho del imperio fuese
acabado, que le diesen de cada ao dos servicios dems de los pechos e
rentas que le avan a dar. E todos ge lo otorgaron los ricos omes e infanzones e
caballeros e los de los concejos de las ciudades e villas de sus reinos.
Crnica del rey don Alfonso Dcimo, en Crnicas de los Reyes de
Castilla, B.A.E., 1953, I, cap. XVIII, p. 15
3/
Et dems todos los que eran en su ayuda robaban et facan mal cada unos
en sus comarcas de los lugares et fortalezas que tenan Don Juan viene con
grandes gentes a tierra de Toledo, sealadamiente a una tierra que dicen la
Cisla, et quem et destruy y muchos lugares et mat y muchos omes, et lev
robado todo lo que y fall Don Jayme et don Pedro venieron y luego con las

gentes que podieron aver en aiuda de don Joan et robaron e corrieron desde
all tierra de Alcaraz e de Requena et otros logares del rey.
Crnica de Alfonso XI, cap. LX, pp. 209-10.
4/
En este tiempo los seores
corran a Castiella;
los mezquinos labradores
pasaban gran manciella;
los algos les tomaban,
por mal o por codicia,
las tierras de hermaban
por mengua de justicia
Los tutores a las tierras
se fueron cuanto podan,
no dejaron facer guerras
bien as como solan.
Cada da aces parando,
astragando los menores,
las tierras robando,
matando los labradores,
despechando mercaderos;
non se queran avenir,
e mataban los romeros
que queran a Dios servir
Estando en su estrado,
rico e bien paresciente,
dixieron: Seor onrado
acorred a vuestra gente.
Nos somos labradores
Del mundo desamparados,
De los vuestros tutores
Muy mal somos estragados.
Crrennos de cada da,
que parecer non podemos;
A Dios pesar deba
del mal que padecemos.
Tomannos los aberes
e fcennos mal pesar;
los fijos e las mujeres
piensan de los cativar.
Castilla anda robando
Don Juan Nez de Lara.
Corridas vos ha las tierras
E mata vos los labradores

A campos face guerras


Con poder de robadores.
Poema de Alfonso Onceno
5/
Don Enrique, por la graia de Dios rey de Castiella, al coneio e a los
alcalles e omes buenos de la villa de Cuevasrruyas, salud e graia, commo
aquellos que mucho amamos e de quien mucho fiamos. Fazemos vos saber
que nos, sentiendonos del destruymiento de los regnos e de las tierras que
agora son en nuestro seoro, que aquel tirano malo enemigo de Dios e de la
su Santa Madre Iglesia fizo e faza en ellos continuadamiente, acrecentando
siempre en maldat e en crueldat, destruyendo las iglesias e los dellas,
matando e desastrando los fijosdalgo, e desterrndolos e fazindolos pecheros,
e despechando los ibdadanos e los labradores de toda la tierra, e
acreentando e enrrequiiendo los moros e los iudos e enseorndolos e
abaxando la fe catlica de nuestro seor Ihesu Christo, oviemos de venir a
sacar e librar estos regnos de tanta subjecin e de tanto desafuero e de tanta
catividat, e poner a todos e a cada uno en su grado e en su estado e en sus
libertades, porque Dios sea servido e la Santa Iglesia e la su santa fe sea
acreentada. E Dios por la de su santa quiso nos ayudar porque esto
podiesemos cumplir; e desque entramos en el regno de Castiella rezibieronnos
por rey e por seor luego todos los de Castiella, e condes, e ricos omes e otros
capitanes de grant poder que son connusco; e conquiriemos e ganamos la
tierra fasta la muy noble ibdat de Burgos, cabea de Castiella e nuestra
cmara, donde aquel malo enemigo de Dios e de los regnos non nos os
esperar, mas antes se fue dende fuyendo de noche. En la qual ibdat de
Burgos fuimos reebido muy de grado por rey e por seor e nos besaron todos
las manos reebindonos por su rey e por su seor natural con aquella
solemnidad que devan e solan reebir los reyes. E despus que nos y fumos,
vinieron e vienen de cada da a nos muchos cavalleros e fijosdalgo e
atendemos de cada da perlados e menssajeros de ibdades e villas que nos
enbiaron decir que se vernien luego para nos. Porque vos mandamos que
luego sin detenimiento ninguno enviedes vuestros procuradores a nos con
procurain suficiente para nos reebir por rey e por seor, e nos fazer pleito e
omenaje, asy commo devedes, con los perlados e los otros seores que
connusco son, en la muy noble ibdat de Burgos, cabea de Castiella, lo
fezieron con todos los otros logares que nos andudiemos. E set iertos que vos
guardaremos todos los privillejos e libertades e usos e costumbres e mercedes
que ovistes fasta aqu en los buenos tiempos del rey don Alfonso, nuestro
padre, e de los otros reyes nuestros predecesores onde nos venimos, e
entendemos facervos otras muchas graias que con razn devemos facer. E sy
lo asy facer non quisierdes, set iertos que todo el dao e mal que vos
podemos fazer en los cuerpos e en los algos, asy commo nuestros enemigos,
que lo faremos; e esto fariemos con muy grant razn e con muy grand derecho,
ca aquel malo destruydor de los regnos e de vos, por los sus malos pecados
que el fizo, con derecho perdi los regnos; lo qual vos ser mostrado en las
nuestras cortes por muchas razones. E porque desto seades iertos enbiamos
vos esta nuestra carta sellada con nuestro seello.

Dada en la muy noble ibdat de Burgos, primero da de abril, era de mill e


quatroientos e quatro aos. Yo Gara Lpez, escribano pblico de dicho
seor el rey en la su corte e en todos los sus regnos, la fiz escribir por su
mandado. Lope Fernndez.
L. Serrano, Cartulario del Infantado de Covarrubias, Valladolid, 1907.
6/
Ovo este rey desde su mocedad muy acepto al noble varn lvaro de Luna,
a cuyo seso e consejo, ms que ningn otro caballero, se allegaba. A ste fizo
muy grandes mercedes, e le puso en grande estado, ca lo hizo primero conde y
despus condestable, e an hzole maestre de Santiago, que son dignidades
tales que en ninguna persona concurrir nunca es odo; e as por tan gran
afeccin a l era inclinado que todas las cosas quera el rey hacer e cumplir a
su voluntad pero al fin, segn costumbre de la fortuna e su variedad, las
cosas de otra manera sucedieron; ca mudada voluntad, de increble amor a
odio e malquerencia, lo hizo prender en la ciudad de Burgos, e traer a la
fortaleza de Portillo, e puesto en estrecha guarda, donde a poco tiempo, por
procurador fiscal, sobre ciertos crmenes contra l puestos acusado, la
pesquisa fecha, lo mand degollar en Valladolid.
Fernn Prez de Guzmn, Crnica de Juan II.
7/
Los grandes del reino que en vila estaban con el prncipe don Alonso,
determinaron de deponer al rey don Enrique de la corona e cetro real Por lo
qual ninguna cosa les pareca ms conveniente ni que ms sabiamente se
pudiese facer que la privacin del tirano, al qual falleca vigor de corazn, e
prudencia, e esfuerzo e todas las otras habilidades que a buen prncipe
convienen; ninguna cosa le quedaba salvo nombre de rey, el qual quitado l era
todo perdido; lo qual no era cosa nueva en los reinos de Castilla e de Len los
nobles e pueblos dellos elegir rey e deponello e por muy menores causas de
las que contra el rey don Enrique probarse pueden. Quel rey don Alonso,
deceno deste nombre, que por su gran virtud e bondad fue elegido por
emperador, por solamente ser habido por prdigo, fue privado de la corona E
finalmente ans por consejo de los grandes que all estaban, como de algunos
famosos letrados, fue determinado que al rey don Enrique fuese tirada la
corona del reyno; para lo qual en un llano que est cerca del muro de la ciudad
de vila, se fizo un grande cadalso e all se puso una silla real con todo el
aparato acostumbrado de deponer a los reyes, y en la silla una estatua, a la
forma del rey don Enrique, con corona en la cabeza e cetro real en la mano; y
en su presencia se leyeron muchas querellas que antel fueron dadas de muy
grandes ecesos, crmenes e dilitos antel muchas veces presentadas, sin las
querellas haber habido cumplimiento de justicia; e all se leyeron todos los
agravios por l fechos en el reino Las quales cosas ans leidas, el arzobispo
de Toledo, don Alonso Carrillo, subi en el cadalso y quitle la corona de la
cabeza, como primado de Castilla, y el marqus de Villena, don Juan Pacheco,
le quit el cetro real de la mano, y el conde de Plasencia, don lvaro de
Stiga, le quit la espada, como justicia mayor de Castilla, y el maestre de
Alcntara y el conde de Benavente y el conde de Paredes le quitaron

todos los otros ornamentos reales, y con los pies le derribaron del cadalso en
tierra E luego incontinente el prncipe don Alonso subi en el mismo lugar,
donde por todos los grandes que ende estaban le fue besada la mano por rey e
seor natural destos reinos, y luego sonaron las trompetas y se fizo muy
grande alegra.
Mosn Diego de Valera, Memorial de diversas hazaas, en Crnicas de
los reyes de Castilla, B.A.E., Madrid, 1953, captulo XXVIII, p. 38.
8/
Privilegio General de Aragn (1283)
Estas son las cosas que son spuilados los ricos omnes, mesnaderos,
caballeros, infanones, ciudadanos e los omnes de Aragn e de Ribagora e
del rregno de Valencia e de Teruel:
Que el senyor rey observe e confirme fueros, costumpnes, usos, privilegios e
cartas de donaciones e de camios del rregno de Aragn e de Valencia e de
Ribagora e de teruel.
Item que enquisicin non seya feyta nunqua contra nenguno en nengun caso;
e, si feyta es la inquisicin e non es judgada, que non seya dado judicio por ella
nin vaya ad acabamiento.
Item que la justicia de Aragn judge todos los pleytos que venieren en la Corte
con conseyllo de los ricos omnes, mesnaderos, caballeros, infanones,
ciudadanos e de los buenos omnes de las villas, segn fuero e ancianament
fue costumpnado.
Item que seyan tornados en posesin de las cosas que fueron despullados en
tiempo del senyor rey don Jayme e suyo, de que ellos se tienen por agrevyados
que son pblicas e notorias.
...
Item los honores de Aragn que tornen a las cavalleras segund que eran al
tiempo quel senyuor rey don Jayme fin...
...
Item que honor no sea tollida ni emparada por el senyor rey a ningun rric
homne de Aragn si donques el rrich omne non fiziesse por qu. Encara
aquesto primeramient que sea visto, jutgado e conocido por Cort General, es a
saber, por la justicia de Aragn de conceyllo de los rricos omnes e otros
ondrados caballeros, infanones, ciudadanos e otros omnes de las ondradas
villas de Aragn. Et aquesto mismo sea de los mesnaderos: que non sea
amparada lur mesnadera si non fiziessen por qu, e que fuesse judgado
primerament por Cort e por los sobredichos, segund que dicho es de susso.
...
Que los rricos omnes de Aragn non sean tenidos por las onores nin por las
tierras que tienen del senyor rey de servirlos por aquellas fueras de su senyora
ni passar mar.

Pub. L. Gonzlez Antn, Las uniones aragonesas y las Cortes del reino
(1283-1301), Zaragoza, 1975, II, pp. 14-19.
9/
Qu cosa es el rey?
Vicarios de Dios son los reyes, cada uno en su reyno, puestos sobre las
gentes para mantenerlas en justicia e en verdad, quanto en lo temporal, bien
as como el emperador en su imperio. Esto se muestra complidamente en dos
maneras. La primera dellas es espiritual, segund lo mostraron los profetas e los
santos, a quien dio nuestro Seor gracia de saber las cosas ciertamente, e de
fazerlas entender. La otra es segund natura, as como mostraron los omes
sabios, que fueron conoscedores de las cosas naturalmente. E los santos
dixeron que el rey es puesto en la tierra en lugar de dios para cumplir la justicia
e dar a cada uno su derecho. E por ende, le llamaron coran e alma del
pueblo. Ca as como yace el alma en el coran del ome, e por ella vive el
cuerpo, e se mantiene, as en el rey yace la justicia, que es vida e
mantenimiento del pueblo de su seoro. E bien otros como el coran es uno,
e por l reciben todos los otros miembros unidad para ser un cuerpo, bien as
todos los del reyno, maguer sean muchos, porque el rey es e deue ser uno, por
eso deuen otros ser todos unos con l para servirle e ayudarle en las cosas
que l ha de fazer. E naturalmente dixeron los sabios que el rey es cabea del
reino, ca as como de la cabea nasen los sentidos porque se mandan todos
los miembros del cuerpo, bien as por el mandamiento que nasce del rey, que
es el seor e cabea de todos los del regno, se deuen mandar e guiar e auer
un acuerdo con l, para obedeserle, e amparar e guardar e acrescentar el
reyno, onde l es el alma e ellos los miembros.
.
Sabida cosa es que todos aquellos poderes que de suso diximos que los
emperadores han, e deuen auer en las gentes de su imperio, que esos mismos
han los reyes en la de sus reynos, e mayores. Ca ellos non tan solamente son
seores de sus tierras mientras biuen, ms aun a sus finamientos las pueden
dexar a sus herederos, porque han el seoro por heredad, lo que non pueden
fazer los emperadores, que lo ganan por eleccin, as como de suso diximos. E
dems, el rey puede dar villa e castillo de su reyno por heredamiento a quien
quisiere, lo que non puede fazer el emperador, porque es tenudo de
acresentar su imperio, e de nunca menguarlo: como quier que los podra bien
dar a otro en feudo, por seruicio que le ouiese fecho, o que le prometiese de
fazer por ello. Otrosi, dezimos que el rey se puede seruir e ayudar de las
gentes del reyno, quando le fuere menester, en muchas maneras, que lo non
podra fazer el emperador. Ca el por ninguna cuyta que le venga, non puede
apremiar a los del imperio que le den ms de aquello que antiguamente fue
acostumbrado de dar a los otros emperadores, si de grado dellos non se fiziere.
Mas el rey puede demandar e tomar del reyno lo que vsaron los otros reyes
que fueron antes que l; e an ms, a las sazones que ouiere tan grand
menester para pro comunal de la tierra, que lo non pueda escusar , bien as
como los otros omes que se acorren al tiempo de la cuyta de lo que es suyo
por heredamiento. Otrosi dezimos, que el rey deue vsar de su podero en

aquellos tiempos e en aquellos e en aquella manera que de suso diximos que


lo puede e deue fazer el emperador.
Las Siete Partidas del rey don Alfonso el Sabio, partida II, ttulo I, leyes V
y VIII
10/
Todos los ibdadanos e sbditos deuen con mucha fee e lealtad ser
subjectos e obedecer a su rey e prncipe natural, porque el prncipe es como la
cabea en el cuerpo, la qual tiene dos cosas principales sobre los otros
miembros.
Primeramente, la cabea es ms alta e ms excelente que los otros
miembros. Lo segundo, la cabea enderea, rige e gouierna a todos los otros
miembros. Pero allende de la razn precedente dizen los sabios que a esta
subjeccin, reuerenia, onor e obediencia son todos los sbditos obligados por
tres causas. Primeramente, por los mandamientos diuinales, obligando a todo
ome a onor e reuerencia de su rey o prncipe. Onde el sabio Salomn en sus
prouerbios, fablando por el Spiritu Sancto, dize: o fijo mo, teme a tu Dios e
despus a tu rey en la tierra. As mesmo, el apstol San Pedro, en su
Cannica, amonesta a todos los ibdadanos e sbditos a esta obediencia e
reuerencia de sus prncipes, diciendo: sed todos obedientes e subjectos al rey,
as como a persona mayor e ms excelente embiada por Dios en la tierra
pues que el rey es una imagen de Dios en la tierra, toda criatura le deue abaxar
la cabea.
Rodrigo Snchez de Arvalo, Suma de la Poltica. J. Valden, Historia
de Castilla y Len.
11/
Discurso de Alonso de Cartagena en el Concilio de Basilea (ao 1434)
Los reyes de Espaa, entre los quales el principal e primero e mayor es el rey
de Castilla e de Len, nunca fueron subjectos al enperador. Ca esta
singularidad tienen los reyes de Espaa que nunca fueron subjectos al Imperio
romano nin a otro alguno, mas ganaron e arrancaron los regnos de los dientes
de los enemigos Es de recorrer a las istorias en las quales magnifiestamente
parece que en tiempo de los godos muchos de los prncipes de Espaa se
llamaban enperadores, e tenan la silla inperial en Toledo, e regan toda Espaa
e a aquella parte de Francia que entonce llamavan Galia Gtica, que oy dicen
Lengua de Hoc La Casa real de Castiella lleva esta ventaja a la casa real de
Inglaterra: que la casa real de Castiella ovo enperador...
Es de acatar que en Espaa, e aun en aquella parte de Espaa que se llama
Castilla, ovo reyes antes de la primera destruccin de Troya. Ca Hrcoles el
grande, aquel que fue en la primera destruicin de Troya en tiempo del rey
Lamedn, ante del tiempo de Pramo, vino a Espaa e ovo batalla con Gerin,
rey de Espaa. E an ms especialmente hablando, aquel Gerin era rey de
Castilla E del nascimiento de la silla real de Castilla son pasados ms de dos
mil e seiscientos aos

El regno de Castilla... es mucho mayor de tierra e hay en l mayor nmero de


cibdades e villas e logares que en Inglaterra... E cierto es que en la longura
deste regno, que comiena de Lorca... e dura fasta la fin de Gallisia, son treinta
jornadas legales. E en la anchura que es de Tarifa fasta la villa que llaman
Fuenterraba... que son bien veinte y cinco jornadas.
De la fermosa diferencia de las gentes, el regno de Castilla sobrepuja a
Inglaterra magnifiestamente, ca so el seoro de mi seor el rey ay diversas
naciones e diversos lenguajes e diversas maneras... Ca los castellanos e los
gallegos e los viscanos diversas naciones son, e usan diversos lenguajes del
todo. E para guerra de mar tiene mi seor el rey naves e galeas. E para guerra
de tierra tiene omes de armas guarnidos de nobles cavallos e muy fuertes
armaduras, e tiene eso mesmo cavalleros ginetes, los quales usan de armas
moriscas e persiguen los enemigos con maravillosa ligereza, e corren la tierra
dellos, e desque han destruido e talado, retrnanse a la batalla de los omes de
armas...
Los seores reys de Castilla fesieron e fasen mayores beneficios a la Eglesia
que los seores reys de Inglaterra...
Para provar si es ms farta tierra Castilla que Inglaterra... traer dos testigos
suficientes... E stos son las vias e los olivares de las quales hay gran
habundancia en el regno de Castilla, e son desterrados para siempre del regno
de Inglaterra.
Mucho mayor nmero de gentes hay en el regno de Castilla que en el regno de
Inglaterra.
Alonso de Cartagena, Discurso sobre la precedencia del rey catlico
sobre el de Inglaterra. Prosistas castellanos del siglo XV, BAE, pp. 210 y
ss.
12/
E por ende nos, don Alfonso, por la gracia de Dios rey de Castiella...
entendiendo e veyendo los males que nascen e se levantan en las tierra e en
los nuestros regnos por los muchos fueros que eran en las villas e en las tierras
departidas en muchas manera: que los unos se julgavan por fueros de libros
minguados e non complidos e los otros se judgan por fazaas desaguisadas e
sin derecho, e los que aquelos libros minguados tenen por que se judgavan
algunos, ryenlos e camivanlos como aquellos se quera a pro de s e a danno
de los pueblos, onde por todas estas razones se minguava la justicia e el
derecho porque los que aven de judgar non podan ciertamente nin
conplidamente dar los juyzios, e los que receben el danno non podien ever
derecho as como deven.
E por ende nos, el sobredicho rey don Alfonso... feziemos estas leyes que
son escriptas en este libro, que es Espeio del Derecho, porque se judguen
todos los de nuestros regnos e de nuestro sennorio a todos de saber e de
entender las cosas que son pertenescentes en todos los lechos para conoscer

el pro e el danno e enmendarse de las menguas que dichas avemos, e ms a


los judgadores...
Este libro feziemos con conseio e con acuerdo de los arzobispos e de los
obispos de Dios e de los ricos omnes e de los ms onrados sabidores de
derecho que podiemos ayer e fallar e otros de otros que aven en nuestra corte
e en nuestro regno, e catamos e escogiemos de todos los fueros lo que ms
vale e lo meior, e pusiemoslo y, tan bien del fuero de Castiella como de Len
como de los otros logares que nos fallamos que eran derechos e con razn.
Prlogo del Espculo de Alfonso X. Opsculos legales del rey don
Alfonso el Sabio.
13/
E agora sabed que para conplir los nuestros menesteres e las otras cosas
que cunplen a nuestro servicio e a pro e guarda e defendimiento de los
nuestros regnos, que tenemos por bien de mandar coger luego la dicha
moneda en todo nuestro seoro e que se comiene a coger desde primero da
de otubre primero que viene de la era desta carta en esta manera.
Quel que oviere quanta de sesenta maraveds desta moneda usual que
fasen dies dineros el maraved, en mueble o en rays, en Castilla e en las
Estremaduras e en la frontera, que pechen ocho maraveds de la dicha
moneda, e en tierra de Len que paguen seys maraveds, segund que se us
pagar fasta aqu en cada una de las otras monedas de los aos pasados, e que
sea guardado en esto a cada uno la cama en que durmiere e los paos que
vistiere continuamente.
Cuaderno de arrendamiento de la moneda forera de 2 de septiembre de
1379. Archivo Municipal de Murcia, Registro de cartas, fols. 149v y ss.
14/
E plega a vuestra alteza querer tomar enxenplo del rey don Enrique,
vuestro padre en su tiempo guerras ovo asy de moros como de christianos e
mucho tuvo de sosegar en sus regnos Sy guerras ovo en vuestros regnos
quan grand nmero de cuentos de maraveds de los regnos se han sacado en
pedidos e monedas. Sy a vuestra seora plaze mirar sobre su hazienda
puede dar orden como se acorte tan grandes gastos; e seor, segund vuestra
alteza bien sabe, aun en aquel tiempo que non falleca tanto, mas medida ava
en los gastos estraordinarios aun en acrescentar de nuevo en vuestros libros.
E commo vuestra mered ava de mandar librar en cada ao ayudas de costas
e vestuarios en mantenimiento e ayudas de bodas e salarios de pesquisidores
e otras muchas cosas extraordinarias que de cada anno se libravan e de razn
se podran e deban escusar e acortar e que vuestra mered prometa e jure
de non mandar librar otra cosa en contrario, ca crea vuestra seora que de los
libramientos de las ddivas extraordinarias se cabsa la mayor parte de los
baratos que se fazen en vuestra corte. E mucha ms razn es que se escuse lo
extraordinario que non fallesca lo ordinario.

Cortes de Valladolid de 1447, 505. Pub. J. L. Martn, Las Cortes


medievales, 198.

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