Falacias
Falacias
Falacias
FALACIAS
QUE SON LAS FALACIAS?
1.- AD HOMINEN
2.-AD BACULUM
3.-AD POPULUM
4.-AD IGNORANTIAM
5.-AD VERECUNDIAM
6.-TU QUOQUE
CATEDRATICO:
IV SEMESTRE
FALACIAS
QUE SON LAS FALACIAS?
Del latn fallacia, una falacia es una mentira o engao con el que se pretende
daar a una persona sin que sta se d cuenta. Una persona que descubre que ha
sido vctima de una falacia puede expresar, por ejemplo: La falacia de su empleo
me hizo vivir engaada durante muchos aos, Pablo est siempre con sus
falacias, tratando de estafar a la gente. Una persona utiliza una falacia para
obtener algo que sabe no podra conseguir de otro modo que no sea a travs de la
apelacin a la falsedad, generalmente su intencin no es precisamente daar, sino
obtener un beneficio, pero no le preocupa herir a otros para conseguir lo que
desea.
En lo que respecta a las falacias, pese a que puede parecer una tarea sencilla la
construccin de un razonamiento deductivo, sin embargo, muchas veces nos
encontramos con errores muy comunes, que llevan a que concluyamos que un
razonamiento no es para nada preciso. Este defecto tcnico en la forma de plantear
un razonamiento se conoce como falacia.
Aquellos razonamientos que contienen falacias se conocen como falaces y tienen
la particularidad de que generalmente a simple vista parecen vlidos y hasta
convincentes y slo a travs de un exhaustivo anlisis podemos caer en la cuenta
de su engao.
En definitiva, una falacia es un sofismo, una refutacin aparente que se utiliza para
defender algo falso, exponiendo premisas falsas como verdaderas. Se trata de un
razonamiento que aparenta ser lgico, pero cuyo resultado es independiente de la
veracidad de las premisas.
La falacia lgica, por lo tanto, supone una aplicacin incorrecta de un principio
lgico vlido. Tambin puede estar formada por la aplicacin de un principio
inexistente.
Un ejemplo de falacia es el siguiente:
1. Las esmeraldas son verdes
2. Este anillo es verde.
3. Por lo tanto, el anillo es de esmeraldas.
Las dos premisas mencionadas pueden ser verdaderas, sin embargo, la
conclusin no es necesariamente verdadera. El anillo puede ser de esmeraldas o
de otro material de color verde. En el primer caso, la conclusin resultara
verdadera, pero, en el segundo, estaramos frente a una conclusin falsa.
Otro ejemplo de falacia, conocida como ad hominem, sucede cuando se
descalifica a la persona que realiza una afirmacin para, de esta forma,
descalificar tambin sus dichos:
1. Martn afirma que vio cmo Pedro robaba dinero.
2. Martn suele mentir.
3. Por lo tanto, Pedro no rob el dinero.
En estos casos, la falacia no se ocupa de la validez de la afirmacin, sino que
refuta a la persona que realiza la afirmacin.
1.-AD HOMINEN
Un argumento ad hominem o argumentum ad hominem (en latn, dirigido a la
persona), es un tipo de razonamiento que se construye a medida de la persona a
quien se dirige, apoyndose en las convicciones del interlocutor. Esta falacia
lgica no pretende argumentar, sino atacar o descalificar al adversario.
Los clsicos denominaban al argumento ad hominem con la expresin
argumentum ex concessis, es decir, que usa en su favor los argumentos
aceptados o concedidos (ex concessis) por el interlocutor. Fue John Locke (creador
de los argumentos en ad) quien lo renombr como ad hominem. Un ejemplo muy
conocido es el de Tito Livio refirindose a la forma en que Anbal persuada a sus
hombres:
Anbal [tras cruzar los Alpes], emple toda clase de exhortaciones para animar
aqulla confusa mezcla de hombres que nada tenan en comn, ni la lengua, ni las
costumbres, ni las leyes, ni las armas, ni los trajes, ni el aspecto ni los intereses. A
los auxiliares les habl de alta paga por el momento y ricos despojos en el
repartimiento del botn. Hablando a los galos, aviv en su nimo el fuego de aquel
odio nacional y natural que alimentaban contra Roma. A los ojos de los ligures hizo
brillar la esperanza de cambiar sus abruptas montaas por las frtiles llanuras de
Italia. Asust a los moros y nmidas con el cuadro del cruel despotismo con que
los abrumara Masinissa; y dirigindose a los dems les sealaba otros temores y
otras esperanzas. A los cartagineses habl de las murallas de la patria, de los
dioses penates, de los sepulcros de sus padres, de sus hijos, de sus parientes, de
sus esposas desoladas.
Tito Livio, XXX
Por ejemplo, como seala Schopenhauer parafraseando a Aristteles, si el
interlocutor "es partidario de una secta con la que no estamos de acuerdo,
podemos utilizar contra l las mximas de esa secta como principia". [1]
Los tratadistas consideran que el argumento ad hminem es un recurso que se
utiliza con fines prcticos (en discusiones filosficas, jurdicas, polticas, etc.)
siempre que se pretende persuadir a alguien de algo, lo cual exige compartir con
el auditorio algunas de las premisas, aunque sea de forma solo terica:
Las posibilidades de argumentacin dependen de lo que cada uno est dispuesto
a conceder, de los valores que reconoce, de los hechos sobre los que seala su
conformidad; por consiguiente, toda argumentacin es una argumentacin "ad
hominem" o "ex concessis".
Chaim Perelman
2.-AD BACULUM
Un argumento ad baculum o argumentum ad baculum (en latn, significa
argumento que apela al bastn) es una falacia que implica sostener la validez de
un argumento basndose en la fuerza, en la amenaza o en el abuso de la posicin
propia. Resumiendo: La fuerza hace el derecho.
La expresin ad baculum significa al bastn y se refiere al intento de apelar a la
fuerza, en lugar de dar razones, para establecer una verdad o inducir una
conducta. La denominacin es irnica, puesto que no existe tal argumento: se
reemplaza la razn por el miedo. Su empleo exige dos requisitos: carecer de
argumentos y disfrutar de algn poder. Representa, con el insulto, la expresin
extrema de la renuncia al uso de cualquier razonamiento.
Es un procedimiento frecuentsimo:
A veces se insinan las amenazas tan sutilmente que, llegado el caso, puedan
negarse con toda energa, alegando que uno ha sido malinterpretado o, ms
frecuentemente, que no se trata de una amenaza sino de una mera informacin
que pretende ser til al destinatario y ayudarle a ponderar sus propias decisiones.
No cabe ninguna duda de que est a punto de surgir una falacia ad baculum
cuando alguien, utilizando la excusatio non petita, advierte que no pretende forzar
a su interlocutor:
Por supuesto, usted es libre de hacer lo que le parezca mejor... pero usted
es consciente de que nuestro Banco es uno de los principales anunciantes de su
peridico y estoy seguro de que no desea perjudicarnos publicando ese artculo.
No quiero imponerle nada, pero si no se aprecia que usted simpatiza con el
PNV es posible que encuentre dificultades insalvables para desarrollar su negocio
en Bilbao.
3.-AD POPULUM
Razonamiento o discurso en el que se omiten las razones adecuadas y se
exponen razones no vinculadas con la conclusin pero que se sabe sern
aceptadas por el auditorio, despertando sentimientos y emociones. Es una
argumentacin demaggica o seductora.
Ejemplo:
"Tenemos que prohibir que venga gente de
fuera. Qu harn nuestros hijos si los
extranjeros los roban el trabajo y el pan?"
Esquema implcito:
A afirma p,
A presenta contexto emocional favorable.
Por lo tanto, p.
4.-AD IGNORANTIAM
Razonamiento en el que se pretende defender la verdad (falsedad) de una
afirmacin por el hecho que no se puede demostrar lo contrario.
Ejemplo:
"Nadie puede probar que no haya
una influencia de los astros en
nuestra vida; por lo tanto, las
predicciones de la astrologa son
verdaderas"
Esquema implcito:
5.-AD VERECUNDIAM
Razonamiento o discurso en lo que se defiende una conclusin u opinin no
aportando razones sino apelando a alguna autoridad, a la mayora o a alguna
costumbre.
Es preciso observar que en algunos casos puede ser legtimo recorrer a una
autoridad reconocida en el tema; pero no siempre es garanta.
Esquema implcito:
Ejemplo:
A afirma p,
"Segn el alcalde, lo mejor para la salud de
los ciudadanos es asfaltar todas las plazas de A es un experto o autoridad.
Por lo tanto, p.
la ciudad"
6.-TU QUOQUE
Se denomina tu quoque (locucin latina que significa t tambin) al argumento que
consiste en rechazar un razonamiento, o considerarlo falso, alegando la
inconsistencia de quien lo propone. Es, por tanto, una variante de la falacia ad
hominem, o de la falacia ad personam (cfr. Perelman) o ataque personal, mediante
la cual se procura demostrar que una crtica o una objecin se aplica igualmente a
la persona que la realiza, rechazndola sin entrar a analizarla.
Un ejemplo de la falacia es: Thomas Jefferson deca que la esclavitud estaba
mal. Sin embargo, l mismo tena esclavos. Por lo tanto se deduce que su
afirmacin es errnea y la esclavitud debe de estar bien.
Esta falacia se utiliza frecuentemente como una tcnica de retrica. Podra
considerarse una variante de la falacia ad hominem ya que el objetivo es refutar la
afirmacin de un individuo desacreditndolo. Con este argumento se busca
distraer la atencin sobre la cualidad atribuida al sujeto B por el sujeto A,
atribuyendo la misma cualidad al sujeto A. As el sujeto A pierde credibilidad al ser
presentado como un hipcrita. El sujeto B busca as demostrar la falsedad de la
proposicin enunciada por A.
Tu quoque es el comienzo de la clebre exclamacin de Julio Csar cuando vio
que, entre los conjurados, Bruto, su protegido, tambin empuaba el pual para
asesinarlo (15 de marzo del 44 a. C.) La frase completa puede que fuese tu
quoque, fili mi! (t tambin, hijo mo!) o et tu quoque Brute fili mi! (Bruto, hijo
mo, tambin t!), aunque Suetonio piensa que las dijo en griego ( ;).
Con este sentido original, la expresin todava se usa para indicar la ingratitud por
los beneficios recibidos respectivamente.
Estructura del argumento:
1.-A critica P.
2.-A es tambin culpable de P.
3.-Por tanto, la crtica a P es rechazada.
Se trata de una falacia porque la conclusin (rechazo de la crtica a P) no se sigue
de las premisas.
Un ejemplo clsico:
Ah est se dndonos consejos a los griegos sobre concordia, cuando an no ha
logrado convencerse a s mismo, a su mujer y a su criada tres personas tan
solo a ponerse de acuerdo en su vida ntima.
Plutarco
El recurso al tu quoque es de uso muy frecuente, incluso por parte de aquellos que
desconocen su existencia. Es fcilmente reconocible porque responde a la
estructura y t tambin o y t ms como respuesta a una crtica.
Sin embargo, cuando un argumento no se basa en la autoridad moral, el recurso al
tu quoque suele ser falaz. Por ejemplo, un caso habitual sera el de un mdico que
aconseja a su paciente dejar de fumar y dicho paciente le responde que l tambin
fuma, as que, viniendo de l, el consejo no tiene validez. En este caso se trata de
una falacia, ya que el criterio mdico no se asienta en la autoridad moral, sino en
verdades cientficas que son independientes de la conducta del mdico.